Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El Positivismo
Se define como positivismo a la corriente filosófica que asevera que el único
conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente
puede surgir de la afirmación de las teorías a través del método científico. Según esta
corriente, todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente
en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia.
Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del
ser humano. Según distintas versiones, la necesidad de estudiar científicamente al ser
humano nace debido a la experiencia sin paralelo que significó la Revolución francesa,
que obligó por primera vez a ver a la sociedad y al individuo como objetos de estudio
científico.
Según Comte, todo desarrollo en la sociedad humana depende en última instancia del
desarrollo científico. La historia de la ciencia es el núcleo de la historia general de la
especie humana. No puede comprenderse bien el sentido de la historia universal si
antes no se ha clarificado la evolución de las formas de conocimiento empírico.
Las mayores críticas de esta corriente, han sido realizadas por los teóricos que se
apoyan en la dimensión subjetivista; en particular, quienes critican el empirismo y el
racionalismo como única vía para el conocimiento. El proceso de crítica que ha sufrido
el positivismo, lo percibe Mardones en términos de tres (3) grandes polémicas de la
forma siguiente:
Los positivistas hoy en día, que han rechazado la llamada escuela de Viena, prefieren
denominarse a sí mismos empiristas lógicos para disociarse de la importancia que
dieron los primeros pensadores a la comprobación científica. Mantienen que el
principio de verificación en sí mismo es inverificable en el campo filosófico.
A manera de complemento y a la vez de resumen, se presenta, siguiendo a
Kolakowski (1988), las cuatro reglas fundamentales que conviene seguir, según la
doctrina positivista, a fin de separar lo fundamental de lo accesorio:
Primera Regla: La regla del fenomenalismo, que expresa que no existe diferencia real
entre esencia y fenómeno.
Segunda Regla: La regla del nominalismo, por la cual afirman que estamos obligados
a reconocer la existencia de una cosa cuando la experiencia nos obliga a ello.
Tercera Regla: Niega todo valor cognoscitivo a los juicios de valor y a los enunciados
normativos.
El Racionalismo
En filosofía, bajo la denominación de racionalismo (del lat. ratio= razón entendimiento)
se comprenden las convicciones y teorías que opinan que por medio de la razón se
puede entender suficientemente la realidad y, en consecuencia, obrar razonablemente.
Esta corriente filosófica que desarrolló en la Europa continental durante el siglo XVII,
sostiene que la fuente de conocimiento es la razón, defiende las ciencias exactas, en
concreto las matemáticas y dice que posee contenidos innatos, es decir, ya nacemos
con conocimientos, solo tenemos que "acordarnos" de ellos. Usa el método deductivo
como principal herramienta para llegar al verdadero conocimiento.
El racionalismo de Descartes quien creía que la geometría representaba el ideal de
todas las ciencias. También mantenía que solo por medio de la razón se podían
descubrir certezas universales, es decir, verdades evidentes en sí mismas. Descartes
defendía que estas verdades eran innatas. Las obras de Descartes en las que expone
sus argumentos son “El discurso del método” y “Meditaciones metafísicas”.
Características fundamentales de la filosofía racionalista.
1. Plena confianza en la razón humana: Los racionalistas le otorgan un valor extremo
a la razón entendida como la única facultad susceptible de alcanzar la verdad. Sólo
tienen validez científica aquellos conocimientos derivados de la razón con
independencia de la experiencia.
2. Existencia de ideas innatas: La mente humana no es un receptáculo vacío, sino
que posee naturalmente un número determinado de ideas innatas o naturalezas
simples a partir de las cuales se fundamenta deductivamente todo el edificio del
conocimiento. La característica fundamental de tales ideas es su simplicidad,
claridad y distinción, es decir, la evidencia.
3. Adopción de un método de carácter matemático: Todos los racionalistas tomaron
como modelo el método utilizado por la matemática y la geometría. La utilidad del
método estriba no sólo en escapar del error, sino que persigue una intención clara:
la unificación de las ciencias e incluso la creación de una "Mathesis Universalis" o
ciencia cierta de carácter universal que pudiera utilizar un lenguaje simbólico
matemático con el que analizar y reducir a lo simple toda proposición compleja de
la ciencia, incluida la filosofía y la moral.
4. Metafísica basada en la idea de substancia: Por substancia entienden los
racionalistas "aquello que existe de tal manera que no necesita de ninguna otra
cosa para existir" (Descartes). Descartes afirmó la existencia de tres substancias
distintas (res infinita o Dios, res cogitans o pensamiento y res extensa o
substancias corpóreas), lo cual le condujo al establecimiento de un acusado
dualismo que escindió la realidad en dos ámbitos heterogéneos (lo corporal o
material y lo espiritual) irreconciliables entre sí y regidos por leyes absolutamente
divergentes (leyes mecánicas para el mundo físico).
5. El mecanicismo: El mecanicismo fue el paradigma científico predilecto para la
mayoría de racionalistas. Según éste, el mundo es concebido como una máquina,
despojada de toda finalidad o causalidad que vaya más allá de la pura eficiencia:
todo se explica por choques de materia en el espacio y no existen fuerzas ocultas
o acciones a distancia. El mundo es como un gigante mecanismo
cuantitativamente analizable.
6. Aspiración a una ciencia o filosofía universal y racional: Por ello válida y definitiva
para todo hombre y todos los aspectos de la realidad, haciendo al hombre
dominador de la naturaleza.
El origen del conocimiento ha de estar, pues, en ciertas ideas intuidas como evidentes
a la luz de la razón. Que sean tan evidentes quiere decir que es imposible ponerlas en
duda sin incurrir en una contradicción o absurdo lógico (son lógicamente necesarias).
Candidatas a este lugar de privilegio (como pilares del edificio del conocimiento
deductivo) son el código cartesiano (el “pienso luego existo”), el principio de identidad
(toda cosa es igual a sí misma) y de no contradicción (ninguna cosa puede tener
propiedades opuestas al mismo tiempo y en el mismo sentido), el principio de razón
suficiente (todo ocurre por alguna razón) y el de causalidad (todo tiene una causa),
además de las ideas lógicas y matemáticas más simples.