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Putumayo insurgente: la lucha fariana continua hasta alcanzar la victoria

Asistimos nuevamente a una guerra más, de las tantas que históricamente la oligarquía criminal, le
ha declarado al pueblo colombiano y de las cuales, el Putumayo no ha estado exento. Este extenso
territorio amazónico es hoy al igual que en su pasado, víctima de una explotación indiscriminada de
sus más valiosos recursos que lo está llevando a la destrucción y de los cuales no recibe ni el más
mínimo beneficio, explotación que no solo afecta de manera considerable la tierra, hoy reconocida
como sujeto de derechos, sino que atenta contra la vida misma de quienes habitan este hermoso
departamento. Al igual que en tiempos pasados, somos testigos nuevamente de la macabra alianza
entre el Ejército Nacional de Colombia y el narcoparamilitarismo para desocupar los territorios y
entregárselos al capital transnacional. La Mafia Sinaloa como se autodenomina esta estructura
narcoparamilitar y que viene operando en el departamento, es la principal responsable de la serie
de asesinatos que se han venido presentando en contra de líderes, lideresas sociales y campesinos
que, en su mayoría, venían liderando el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos
(PNIS) en el marco del Acuerdo General de Paz. Así mismo, son los responsables de diferentes
desplazamientos de familias que se han venido presentando en los territorios. En algunos casos, han
pretendido responsabilizar a nuestra organización de esos crímenes.

Es importante señalar que, a diferencia de nosotros, esta estructura no tiene ninguna propuesta
política ni proyecto de país, su único y principal interés es el control de la siembra, producción,
comercialización y tráfico de la pasta base de coca. Sin embargo, en zonas de explotación petrolera
están al servicio de las transnacionales como estrategia de intimidación a las comunidades que se
oponen a la explotación minero-energética. Y dentro de su alianza con el ejército mercenario de
Colombia cumplen el papel de reprimir la resistencia campesina asesinando a sus líderes y lideresas,
entre quienes se encuentran: Gloria Ocampo asesinada el pasado 07 de enero del presente año,
junto a Helodio Moreno en la vereda La Estrella, inspección El Cedro, municipio de Puerto Guzmán,
Gloria era directiva de la Junta de Acción Comunal de esa vereda y además, era delegada a las
instancias de PNIS y PDET; nueve días después asesinan en la vereda Teteye, municipio de Puerto
Asís a Yordan Tovar, líder social y defensor de derechos humanos, Yordan era directivo del Sindicato
de Trabajadores Campesinos del Cordón Fronterizo del Putumayo; en el mes de febrero asesinaron
a Luis Alberto Parra y a su hijo Jader Parra, ambos directivos de la Junta de Acción Comunal de la
vereda Villa Fátima, inspección Galilea, también en el municipio de Puerto Guzmán, los dos
directivos comunales habían sido secuestrados; a mediados del mes pasado asesinaron al
reconocido líder social Marco Rivadeneira de la Asociación Campesina de Puerto Asís, quien venía
liderando un programa de sustitución de cultivos ilícitos. Solo por nombrar algunos, sin pasar por
alto, los campesinos que han sido asesinados por no obedecer sus normas o por señalarlos de haber
prestado algún favor a nuestra organización como ocurrió recientemente en la vereda La Consolata
del municipio de Piamonte donde vil y cobardemente masacraron una familia. En ese sentido, es
necesario aclarar que, muchos de los que integran esta estructura narcoparamilitar, en un pasado
fueron integrantes de las antiguas estructuras de las FARC-EP como es el caso del extinto Frente 48,
donde gran parte de los integrantes de este, pasaron a trabajar al servicio del narcotráfico, sabemos
que están reclutando jóvenes y les ofrecen hasta dos millones quinientos mil pesos ($2’500.000)
mensuales para que cuiden laboratorios de procesamiento de pasta base; para hacer vigilancia y
control del territorio; para servir de escoltas de los cabecillas de esta estructura criminal; para
asesinar a campesinos que se opongan a las normas y reglas que han impuesto, etc., etc. Lo mismo
se evidencia en zonas que antes fueron del control de los extintos frente 32 y 49, donde cabecillas
e integrantes de milicia de estas antiguas estructuras, hoy también cumplen el nefasto papel de
narcoparamilitares.
Todo este panorama ha generado una gran confusión en las comunidades rurales y urbanas por eso
nos vemos en la necesidad de hacer estas aclaraciones. Valga recordar que las FARC-EP nacieron
hace 56 años como una respuesta popular y revolucionaria al terror institucional y paramilitar del
estado; al despojo de las tierras y su acrecentada concentración en pocas manos; a las profundas
injusticias sociales existentes y a la voraz corrupción de las oligarquías. Realidades todas que, hoy
perduran multiplicadas para desgracia del pueblo. Decir que, la lucha guerrillera de las FARC-EP
continua más vigente que nunca, puesto que, las razones por las cuales se originó el alzamiento
armado del campesinado en Colombia, no se han resuelto; la tierra sigue estando en pocas manos.
Nosotros como Frente Carolina Ramírez de las FARC-EP tenemos el deber moral y el papel histórico
de seguir la resistencia armada como única respuesta a los aparatos represivos y criminales del
estado en contra del pueblo. Y en ese sentido, hacemos un llamado a las comunidades urbanas y
rurales a organizarse para seguir resistiendo; a vincularse al Partido Comunista Clandestino
Colombiano o al Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia. Decir también que, esta estructura
narcoparamilitar en algunas áreas se hace llamar guerrilla Sinaloa y utilizan el discurso
revolucionario como estrategia para ganarse las masas, pero sus acciones van en beneficio del
narcotráfico y no del campesinado. Por el contrario, se han dedicado a reprimir, explotar y matar
campesinos en las comunidades. Nos han llegado diferentes informes de cómo están cometiendo
todo tipo de abusos y atropellos en contra de la población campesina, todo eso con el
consentimiento y la complicidad del ejército y la policía.

Por otra parte, queremos comunicar a la opinión pública que este estado mafioso y paramilitar en
cabeza de sus fuerzas militares y a través de distintos medios de comunicación, en su afán de
deslegitimar y quitarle beligerancia a nuestra lucha, pretende mostrarnos como una estructura
narcotraficante en disputa por el territorio para el control de la producción y comercialización de la
pasta base de coca, poniéndonos al mismo nivel que la estructura 48 como ellos la denominan. En
ese orden de ideas, queremos dejar en claro que, la estructura 48 o mafia Sinaloa es un aparato
narcoparamilitar (aliado del Ejército Nacional de Colombia para combatir la insurgencia y matar
campesinos que simpaticen con nuestra lucha revolucionaria o se opongan a sus intereses) al
servicio del narcotráfico nacional e internacional. Mientras que el Frente Carolina Ramírez, somos
una organización guerrillera que, siguiendo el legado de Manuel Marulanda y Jacobo Arenas
luchamos por un proyecto de país de una Nueva Colombia. Porque nada ha cambiado en esencia
después de la firma del Acuerdo General de Paz, la lucha armada sigue teniendo vigencia, no solo
porque el estado no ha devuelto las tierras que le robaron a los campesinos a punta de plomo, sino
porque sigue utilizando las armas para asesinar a todo aquel que se oponga a sus intereses
económicos y políticos. Además del sinnúmero de escándalos de corrupción que cada día carcome
este estado podrido de las oligarquías. Que le quede claro a esta casta criminal y su ejército
mercenario: no somos disidencias, somos FARC-EP, la guerrilla de Bolívar y Manuel que seguirá
combatiendo su tiranía. Mientras este régimen de dominación no invierta en el campo y cree
condiciones de vida digna para todos los colombianos, sin excepción alguna, siempre habrán
razones para luchar, a quienes nos cerraron la vía pacífica y legal, lo haremos a través de la lucha
armada. Y a quienes aún puedan luchar desde la legalidad, lo sigan haciendo desde esos diferentes
escenarios. Lo importante, es comprender que la lucha por la Nueva Colombia es una sola y que,
en cualquier momento, todas las luchas que libra hoy el pueblo desde sus diferentes regiones y
sectores sociales, confluirán para derrocar de una vez por todas esta tiranía fascista e imponer un
nuevo orden más justo y humano.
Finalmente, queremos extender un saludo de unidad y fraternidad a todas las fuerzas vivas del
departamento y la región, expresarles nuestra admiración y respeto por mantener en alto las
banderas de la paz con justicia social, y por mantenerse firmes en la lucha por la defensa del
territorio. Cuenten siempre con nuestro respaldo y jamás duden de que esta lucha, más temprano
que tarde, llegará a feliz término. Nuestro llamado al pueblo putumayense en general es a mantener
con dignidad la justa lucha en las calles y demás escenarios de resistencia; a organizarse para una
mejor acción en contra de las políticas represivas del estado; a vincularse al Partido Comunista
Clandestino Colombiano; a estudiar y prepararse para el debate y la lucha de las ideas; a no seguirle
el juego a la fuerza pública compartiendo falsos comunicados amenazantes que se toman el nombre
de nuestra organización para generar confusión y zozobra; a hacer parte del Movimiento Bolivariano
por la Nueva Colombia; a seguir nuestros sitios en redes y estar atentos a los comunicados oficiales
de nuestra organización; a preparar la gran insurrección popular que derroque al régimen y
establezca un nuevo orden político, económico, social, ambiental y cultural. Tengan la plena certeza
que, en la búsqueda de estos objetivos no desmayaremos. Nuestra palabra la respaldamos con la
práctica diaria en nuestra lucha cotidiana. Así nos lo enseñaron Bolívar, Manuel, Jacobo y todos
nuestros próceres y héroes de la historia patria. Hemos comprometido nuestra honra y vida en este
empeño, porque estamos seguros de la justeza y posibilidad real de materializar el sueño de una
Nueva Colombia. De nuestra parte; pueden contar siempre con que estas armas; que son del pueblo,
seguirán combatiendo la injusticia y violencia del estado.

¡Con Bolívar, con Manuel; con el pueblo al poder!

¡Porque el presente es de lucha, el futuro será nuestro!

Frente Carolina Ramírez


Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejercito del Pueblo (FARC-EP)
Montañas de Colombia
Abril 2020.

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