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Lana: definición.
Del latín, lana. Pelo de las ovejas y carneros, que se hila y se usa para hacer paño y otros
tejidos.
Clasificación:
Corresponde a las fibras proteicas de origen animal; la lana y las lanas especiales son las
pieles y los pelos de los animales.
¿Qué es la lana?.
Nombre aplicado a las fibras suaves y rizadas que se obtienen principalmente de la piel de
las ovejas domésticas y se utilizan en la fabricación de textiles. La lana se diferencia del
pelo por la naturaleza de las escamas que forman la superficie exterior de las fibras. Las
escamas son abundantes, muy pequeñas, puntiagudas y están fijas solo por su base y
encajadas a presión. El número de escamas varia con la finura y rizo de la fibra. Debido a
este rizo, la lana tiene una elasticidad y una resistencia que hace que los tejidos de lana se
deformen menos que los fabricados con otras fibras naturales. Otras características de la
lana que la hacen especialmente adecuada para vestir son su ligereza, su capacidad térmica
y sus propiedades aislantes.
La lana fue una de las primeras fibras que se transformaron en hilos y telas. Antes de la
Revolución industrial, cuando las fibras se hilaban a mano, las fibras de mayor uso eran la
lana y el lino.
Es probable que las ovejas hayan sido los primeros animales domesticados por el hombre.
La piel de las ovejas primitivas estaba formada por dos partes. Una tapa exterior de pelos
largos que se utiliza principalmente para alfombras y fieltro y un vellón interior ligero que
eran los más apropiado para las prendas de vestir. Las pieles de las ovejas domésticas
actuales corresponden principalmente a esta capa interna suave. Se piensa que las cruzas
de ovejas que se han llevado a cabo para incrementar la cantidad de pelo delgado se
iniciaron alrededor del año 100 de nuestra era.
Los indígenas americanos no conocían las ovejas. Las ovejas de los indios navajos son
descendientes de una variedad de pelos largos introducida por los españoles.
En Latinoamérica sucede de igual manera, es decir fueron los españoles los que
introdujeron las ovejas, dando lugar a la utilización de esta fibra entre todos los puebles
indígenas.
Estos animales son bastante pequeños, con una capa interior de fibras de 7 a 10 cm de
longitud y una capa exterior de 10 a 15 cm de longitud.
Estructura física.
Longitud:
La longitud de la fibra varía de 3 a 15 cm, dependiendo del tipo de animal y del período que
transcurra entre las esquilas.
Las fibras de lana largas y finas se usan para la fabricación de hilos y telas de lana
peinadas. Las fibras más cortas se usan en telas de lana cardada. Las fibras de lana tienen
una ondulación de carácter natural.
Partes constituyentes:
La fibra de la lana está formada por una cutícula, corteza y una médula.
La cutícula: está formada por una epicutícula y una capa córnea no fibrosa de escamas.
La médula: es un núcleo que se estructura a manera de panal, con espacios de aire que
permiten el aislamiento térmico.
La corteza: es la parte principal de la fibra. Está formada por células largas y planas, a
manera de bastoncillos, cercanos al núcleo.
Propiedades de la fibra.
Debido a su estructura física la lana contribuye a formar volumen y cuerpo en las telas.
Estas propiedades determinan el uso de la fibra en vestuario de abrigo, tales como suéteres
y trajes.
Durabilidad.
La durabilidad de la lana es el resultado del excelente alargamiento y recuperación elástica.
La resistencia al desgaste es baja; la resistencia a la abrasión es regular y la flexibilidad es
excelente.
Instrucciones para el teñido de la lana
El método químico para el desarrollo del teñido en las fibras de proteínas o de origen
animal, es conocido como método ácido, puesto que en su proceso de fijación interviene un
ácido para que las moléculas de color se incorporen a la estructura de la lana, adquiriendo
de esta manera su apariencia de color en la fibra.
Materiales:
Para desarrollar el proceso de teñido se ocupará: agua, Tiñelana Montblanc, Fijador
Montblanc (ácido acético) o vinagre blanco, y una olla.
Preparación de la lana:
La lana debe estar lavada y humedecida previo al teñido. En el caso de las lanas sin tejer
organizarlas en pequeñas cantidades de tal forma que no se enreden durante el proceso de
teñido (Ver figura 1). Para las prendas de lana ya confeccionadas (vestuario), no agitar
bruscamente, pues se corre el riesgo de afieltrar la lana, provocando así un encogimiento
notorio en la prenda.
(Figura 1)