Un líder según el corazón de Dios:

Muchos cristianos se preguntan si tienen “el llamado de Dios” porque no han

tenido una experiencia sobrenatural que les reafirme su “comisión”…
Todos tenemos un llamado divino; unos con un propósito preciso, otros con el
llamado a ser luz en medio de las tinieblas… Unos a ejercer un ministerio preciso,
otros a ministrar lo que Dios nos ha dado: libertad, identidad y carácter, santidad,
amor, misericordia, conocimiento de su Palabra…
 
El deber de una persona que ha nacido de nuevo, y ha recibido al Espíritu de
Dios, es crecer. Al principio, como todo recién nacido, debemos alimentarnos, y
desarrollarnos; y en esa vivencia con la Palabra y el Espíritu Santo, Dios nos va
“capacitando” para alcanzar los propósitos que Él tiene para nosotros, en particular.
 
Todos somos útiles para hacer la obra de Dios.
 
Unos se disponen a servir, otros se conforman con ser toda su vida “ovejas”.
 
En medio del servicio, surgen los diferentes liderazgos.
 
Un líder es una persona, que en medio de un grupo, se destaca por su interés y su
esfuerzo en llevar a cabo una tarea precisa.

El líder tiene una autoridad que es “reconocida” por el grupo que lo apoya. Esta
autoridad se da por un nombramiento o por confianza en el líder, a causa de su
imagen (testimonio o capacidades personales).
 
El líder cristiano es una persona que “se dispone” a servir a Dios. (Job 11:13-19)

El líder cristiano “reconoce” la Autoridad Divina y rinde cuentas a Dios. (1 Crónicas

28:9-10)

El líder cristiano es un “modelo” de la Persona a la cual sirve. (1 Corintios 11:1;

Efesios 5:1)
 
El líder cristiano es UN SIERVO DE DIOS que obedece y confía en Dios; y es guiado
por Él.
 
Éxodo 17:5-6 “Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo…Yo estaré delante de
ti…”
 
El líder cristiano: “va delante” de un grupo, con autoridad delegada por Dios, para
cumplir con los propósitos de Dios.
 
Dios prepara y capacita a sus siervos: Ezequiel 2 y 3
 
Ezequiel se encuentra “en medio” de los cautivos de Babilonia…él es parte del grupo.
Ezequiel 1:1
Dios capacita a Ezequiel: “entró el Espíritu de Dios en Ezequiel”. Ezequiel 2:2
Dios da instrucciones para el servicio de Ezequiel: “te envío a los hijos de Israel”.
Ezequiel 2:3-4
 
Dios prepara a Ezequiel:
Le advierte sobre las personas a las cuales va a llevar el mensaje. (2:3-5; 2:7; 3:7)
Lo consuela: “conocerán que hubo profeta entre ellos.” No te preocupes por los
resultados (2:5)
Lo motiva: “no tengas temor” <A pesar de lo que veas y oiga. (2:6)
Lo exhorta: haz lo que tienes que hacer, no hagas como ellos. (2:8)

“El modelo del Pastor de pastores” Ezequiel 34:11-16

“Yo mismo iré a buscar mis ovejas…”
“Buscaré la oveja perdida”
“La haré volver al redil”
“Sanaré sus heridas”
“Fortaleceré la débil”
“A la que se engordó y se hizo fuerte (a costa de otras ovejas) la destruiré”
“Las apacentaré con justicia”

Un líder, según el corazón de Dios, es el siervo que se dispone a buscar el bien de las
ovejas:
Alimenta…cuida…vigila…advierte…enseña…consuela…ministra… A pesar de…

Ezequiel 33:30-33
“Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta
bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra. Pero cuando ello viniere (y
viene ya), sabrán que hubo profeta entre ellos.”
 
Hermanos y hermanas, llamados a ser líderes en la obra del Señor:

No podemos desmayar, ni sentir decepciones; el Señor nos ha preparado y advertido

sobre todo lo que vamos a vivir en el Servicio. En el Servicio te fortalecerás, el Señor
será tu Bandera; recuerda que Él va adelante. Dios tiene más interés que tú en Su
Obra, entiende que somos Colaboradores suyos. No veas con tus ojos naturales, ni
oigas con tus oídos naturales. Sigue adelante, el Señor conoce tu corazón y también
conoce a su Pueblo.