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¡Le llegó la hora a Colombia!

Bogotá, 7 ago (SIG).- El siguiente es el discurso del presidente Juan Manuel Santos Calderón, al
asumir como Jefe del Estado en ceremonia realizada en la Plaza de Bolívar de Bogotá.

"¡Gracias a Dios! ¡Gracias Colombia!

Nuestro país es una maravillosa combinación de culturas, de razas, de talentos, de riquezas naturales,
que nos hace únicos en el planeta.

Como un reconocimiento a esta diversidad cultural y étnica, esta mañana acudí, con mi familia, al gran
templo ceremonial de Seiyua, en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Allí nos reunimos con líderes y representantes de los pueblos Kogi, Arhuaco, Wiwa y Kankuamo,
herederos de la milenaria cultura Tayrona.

Ellos nos antecedieron en la posesión de estas tierras, y aún hoy velan desde sus resguardos por el
equilibrio que debe regir nuestra nación y nuestra relación con el universo.

En un acto simbólico, pero con trascendental significado, los “mamas” me entregaron un bastón de
mando y un collar con cuatro piedras.

Una representa la tierra que debemos cuidar.

Otra representa el agua que es la fuente de la vida.

Otra representa la naturaleza con la que debemos estar en armonía.

La cuarta representa el gobierno, que debe respetar el orden de la naturaleza y la voluntad del Creador.

Tierra, agua, naturaleza y buen gobierno –esos símbolos preciados – harán parte integral de la
administración que hoy comenzamos.

El mensaje de nuestros “hermanos mayores”, porque lo son, de los guardianes del equilibrio universal,
hoy lo transmito, emocionado, a los más de 45 millones de compatriotas que venimos de esa herencia
indígena, del legado de España, del rico aporte africano, y de tantas otras vertientes que han construido
lo que somos.

Es el mensaje de la vida, de la armonía, y de la unidad dentro de la diversidad.

Es el mensaje de la Colombia pacífica y sabia que queremos dejar a nuestros hijos.

Haciendo honor a ese mensaje, hoy reitero solemnemente, en esta histórica Plaza de Bolívar, que
presidiré un Gobierno que será de Unidad Nacional y que buscará la prosperidad social para todos los
colombianos.

Hace doscientos años, en esta misma plaza, un puñado de neogranadinos dio los primeros pasos en
nuestro camino hacia la independencia.

Somos la generación del Bicentenario: una generación con sentido del pasado y con vocación de futuro.

Al asumir el cargo de Presidente de la República de Colombia, el más alto honor pero también la mayor
responsabilidad que otorga la Patria, siento que nos miran desde la historia nuestros padres Bolívar,
Santander, Nariño y todos los hombres y mujeres que lucharon por darnos la Libertad.

Si ellos regresaran, verían con regocijo y con asombro cuánto hemos crecido en este país; cuánto se ha
multiplicado; cuánto se ha transformado.

Pero también sentirían desilusión, porque doscientos años después no hemos alcanzado la justicia
social ni consolidado la paz, soportes de la verdadera libertad, esa libertad por la que ellos vivieron y
murieron.

Si queremos lograr el pleno desarrollo económico y social, tenemos que construir unidad entre nosotros,
los herederos de la gesta libertaria.
En el bicentenario de nuestra Independencia es más oportuno que nunca que los colombianos nos
decidamos por la unión y no por la confrontación.

Un gobierno de Unidad Nacional, como el que propongo, lo que plantea no es una repartición
burocrática sino una gran alianza para consolidar la Colombia que todos soñamos.

El llamado que he hecho a la unidad nacional supone dejar atrás confrontaciones estériles, pendencias
desprovistas de contenido, y superar los odios sin sentido entre ciudadanos de una misma Nación.

Implica convocar las mejores inteligencias y las mejores voluntades para construir entre todos un mejor
país.

Significa alcanzar un gran acuerdo sobre lo fundamental, como decía Álvaro Gómez Hurtado, ese gran
líder asesinado por las fuerzas oscuras que tanto daño le han hecho a nuestra patria y que nosotros
estamos empeñados en acabar.

Un acuerdo en torno a la necesidad de tener una democracia vigorosa; una economía estable y
próspera; una patria justa en lo económico y lo social; una Nación segura y en paz.

Lo dije el 20 de junio, y lo repito hoy ante mis compatriotas:

¡Soy y seré el Presidente de la Unidad Nacional!

Pero que quede claro: no quiero un país sin partidos ni sin controversias ideológicas.

Colombia necesita partidos sólidos, serios y de vocación permanente, con posiciones diferentes sobre la
sociedad y sobre el Estado.

En su célebre discurso en el Teatro Patria, como Presidente electo de Colombia, Alberto Lleras
Camargo –quien fuera el primer Secretario General de la OEA– advirtió que “una sociedad civil sin
partidos no existe, ni puede operar una democracia sin ellos”.

Tampoco puede operar una democracia verdadera sin una prensa libre –con la cual he estado
comprometido toda mi vida–, sin una oposición seria, o sin el equilibrio de los contrapesos del poder.

¡Esa es la democracia que defendemos!

En nuestro tiempo, el concepto de la Libertad tiene su razón de ser y su plena expresión si está ligado a
la dimensión de la justicia y a la magnitud del bienestar social.

Por ello propuse a los colombianos durante mi campaña –y ellos me respondieron con una votación tan
abrumadora que me enaltece y me compromete– que Colombia tenía que dar el paso hacia la
Prosperidad Democrática.

Llegó la hora de que los bienes naturales que nos fueron otorgados con tanta abundancia y que los
colombianos hemos multiplicado con ingenio y sabiduría, no sean el privilegio de unos pocos sino que
estén al alcance de muchas manos.

De eso se trata en esencia la Prosperidad Democrática.

De una casa digna, de un empleo estable con salario y prestaciones justas, de acceso a la educación y
a la salud.

De un bienestar básico, con tranquilidad económica, en cada familia colombiana.

Sólo así, si ningún colombiano se levanta en la mañana con la incertidumbre de su sustento diario, sólo
así será posible la existencia de una sociedad con fuerza colectiva, capaz de soñar un futuro común.

Si superamos el desafío de la pobreza, el potencial intelectual y económico de Colombia despegará


como una fuerza incontenible.

Por ello reitero hoy, ante la estatua vigilante del Libertador, que a los pobres no los vamos a defraudar.

¡A los pobres no les fallaremos!


Trabajaremos para disminuir la pobreza con la misma intensidad y con el mismo compromiso con que
combatimos –y seguiremos combatiendo– el terrorismo y otros enemigos de Colombia.

Hoy hablo a los más de dos millones y medio de compatriotas que están en situación de desempleo, y a
sus familias.

Cuando dije en mi campaña que el mío sería el gobierno del Trabajo, Trabajo y más Trabajo, ¡no eran
palabras vanas!

Nuestra meta es bajar el desempleo a un dígito, así como apoyar el emprendimiento para que surjan
más empresas rentables, más empresas generadoras de trabajo.

Con la creación del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral; con políticas de choque para la
generación inmediata de trabajo; con leyes como la de Primer Empleo –una propuesta del Partido
Liberal para dar incentivos a quienes contraten a los jóvenes que ingresan al mercado laboral–, y con el
tren de nuestra economía avanzando a toda marcha, cumpliremos nuestra promesa.

Y en esto quiero ser enfático: la prioridad, la obsesión de mi Gobierno, será la generación de


prosperidad social a través de la creación de trabajo.

Me comprometo con los que nada tienen y con los que se han cansado de esperar.

Todos nuestros esfuerzos, todos nuestros desvelos, hasta el último minuto de cada día, irán destinados
a combatir la pobreza y el desempleo, ¡que no tienen por qué ser condiciones eternas para los
colombianos!

Hablo también a los niños y jóvenes de Colombia:

Nuestro empeño será proporcionarles a todos –sin excepción, y desde la primera infancia– una nutrición
y una educación de calidad en todas sus etapas, que les permita crecer como seres humanos
integrales.

Queremos que cada estudiante tenga acceso a un computador personal y una formación bilingüe.

Pondremos en práctica un amplio programa de becas-crédito para que la falta de recursos deje de ser
razón para que los bachilleres no ingresen a la educación técnica o universitaria.

Impulsaremos la integración y la colaboración de las universidades con las empresas para que se
imparta una educación pertinente que contribuya al desarrollo y al empleo.

Reformaremos el sistema general de regalías para que –entre otras cosas– el diez por ciento de ellas se
destinen en todo el país a la ciencia y la tecnología.

¡Todo con el fin de que ustedes, niños y jóvenes de Colombia, sean protagonistas activos en la sociedad
global del siglo XXI!

A nuestros niños les debemos también la obligación de velar, con responsabilidad, por la preservación
de nuestro medio ambiente y por el futuro de nuestro planeta.

Somos una de las naciones con mayor diversidad biológica del mundo, y con mayor riqueza hídrica, y
estamos llamados a conservarlas para bien nuestro y de la humanidad.

Crearemos el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, y la Agencia Nacional de Aguas,


para garantizar una mayor protección del agua y de nuestros recursos naturales.

Como dijo un sabio naturalista, “el mundo no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de
nuestros hijos”.

Por eso trabajaremos por el medio ambiente, para pagar esa deuda impostergable a las nuevas
generaciones.

A las familias de Colombia; a las que lidian cada día con los problemas de salud, con los pagos de
arriendos o hipotecas, con los desafíos de la vida cotidiana, quiero enviarles un mensaje de esperanza:
Trabajaremos para que tengan una salud de calidad, por su derecho a una vivienda digna, para que
puedan caminar por sus calles sin temer por su seguridad.

El gobierno del presidente Uribe realizó un gran esfuerzo para aumentar la cobertura de salud, pero aún
nos falta mucho por hacer.

Adelantaremos una reforma de fondo que –partiendo de la creación del nuevo Ministerio de Salud– haga
énfasis en la prevención, unifique el Plan Obligatorio de Salud para todos los regímenes, y promueva el
buen gobierno en el sector.

Otra prioridad de mi gobierno será hacer posible el sueño de cada colombiano de tener una vivienda
digna para su familia.

Nos fijamos la meta de duplicar los subsidios y de construir al menos un millón de viviendas nuevas el
próximo cuatrienio; viviendas dignas que respeten la condición humana de sus habitantes.

Desde el nuevo Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano articularemos las políticas para que todos los
colombianos puedan decir que salen de su trabajo – ¡porque tienen trabajo! – y que van para su casa.

Y que cuando digan “su casa”, ¡es porque es propia!

Vamos a meterle el hombro a nuestras ciudades, para mejorar su seguridad y su movilidad, y para
cerrar las brechas sociales y de oportunidades entre sus habitantes.

Pondremos en marcha una estrategia integral de seguridad ciudadana para que los centros urbanos
sean espacios sociales, de convivencia, donde los niños, las mujeres, los ancianos, puedan jugar,
caminar y vivir tranquilos, ¡sin temor ni zozobra!

Y quiero que me escuchen en los campos –en las montañas, en las llanuras, las selvas, en las costas
de nuestra tierra– los campesinos de Colombia.

Vamos a defender al campesino colombiano, vamos a convertirlo en empresario, a apoyarlo con


tecnología y créditos, para hacer de cada campesino un próspero Juan Valdez.

Porque ese campesino es la persona capaz de alimentar a Colombia y de ayudar a sustentar a un


mundo ávido de alimentos.

Colombia puede ser una despensa productiva para el planeta, y trabajaremos con empeño para que así
sea.

También vamos a trabajar para que los campesinos sean dueños de las tierras más productivas de
Colombia y para que las exploten.

Los fenómenos del narcotráfico, del terrorismo, de la violencia, que ha sufrido nuestro país, hicieron que
buena parte de las mejores tierras terminaran en manos de agentes de la violencia.

¡Eso lo vamos a reversar!

Presentaremos al Congreso un proyecto de Ley de Tierras, y aceleraremos los mecanismos de extinción


de dominio, para que las tierras que el Estado les ha incautado a los criminales, y las que les vamos a
incautar, regresen a las manos campesinas, a los que de verdad las trabajan con vocación y con sudor.

Con campos más seguros, promoveremos el retorno a sus parcelas –como ya se viene cumpliendo, con
acompañamiento integral del Estado– de los desplazados y de las víctimas de la violencia.

Ante todo, los vamos a capacitar y los vamos a apoyar para que recuperen su vida productiva, en sus
tierras de origen o donde se encuentren hoy en día.

Por supuesto, para lograr todos estos avances sociales, se requiere de una economía sana y próspera.

La economía de nuestro país tiene que crecer cada vez más, porque las expectativas y necesidades de
nuestro pueblo crecen igualmente cada día.
Juntos, gobierno y sector privado, empresarios y trabajadores, vamos a impulsar las cinco locomotoras
que harán despegar nuestra economía, con un destino cierto: el de la paz y la prosperidad; el de la paz
y la creación de empleo.

Con el campo, la infraestructura, la vivienda, la minería y la innovación pondremos en marcha el tren del
progreso y la prosperidad, para que jalone los vagones de la industria, del comercio y los servicios, que
son los mayores generadores de empleo.

Para superar un rezago de décadas, seremos contundentes en la planeación y ejecución de las grandes
obras de infraestructura que necesita el país, y exigiremos pulcritud y cumplimiento en su contratación y
desarrollo.

Manejaremos las finanzas públicas con responsabilidad fiscal y con responsabilidad monetaria, no sólo
para el presente, sino pensando en las futuras generaciones.

Siguiendo una adecuada regla fiscal, vamos a ahorrar los recursos de tiempos de bonanza para poder
manejar con solvencia los tiempos de crisis.

Y quiero que escuchen los inversionistas de nuestro país y del mundo:

Aquí en Colombia siempre encontrarán confianza y tierra amiga.

Soy un convencido de la necesidad de la inversión para generar desarrollo y empleo, y por eso mi
administración –siguiendo los lineamientos de confianza inversionista del gobierno del presidente Uribe–
será amigable hacia la inversión, con reglas claras y estables.

Hablo ahora a las regiones y a las minorías de nuestro país.

En nuestro gobierno avanzaremos hacia una descentralización efectiva, que respete la autonomía
regional y la diversidad que enriquece nuestra Nación.

Presentaremos al Congreso la reforma al régimen de regalías y crearemos, doctor (Armando) Benedetti


(Presidente del Congreso) el Fondo de Compensación Regional para cerrar la brecha de desarrollo
entre las regiones de la periferia y el centro del país.

Un gran reto del nuevo Congreso será la aprobación, por fin, de la Ley de Ordenamiento Territorial que
impulse la descentralización y desarrolle los derechos de las minorías étnicas consagradas en la Carta
del 91.

Las regiones que estableció la Constitución para promover el desarrollo económico y social, van a ser
una realidad.

En medio de la voluntad y el tesón de más de 45 millones de buenos colombianos, subsiste, sin


embargo, una ínfima minoría que persiste en el terrorismo y el narcotráfico, en obstruir nuestro camino
hacia la prosperidad.

A todas las organizaciones legales las defenderemos y a las ilegales las seguiremos combatiendo sin
tregua ni cuartel.

No descansaremos hasta que impere plenamente el Estado de derecho en todos y cada uno de los
corregimientos de nuestra patria.

Con la consolidación de la seguridad democrática hemos avanzado en esta dirección como nunca
antes, pero falta camino por recorrer.

Llegar a este final seguirá siendo prioridad, y desde ya le pido a la nueva cúpula de nuestras Fuerzas
Armadas que continúe dando resultados y produciendo avances contundentes.

Al mismo tiempo quiero reiterar lo que he dicho en el pasado: La puerta del diálogo no está cerrada con
llave.

Yo aspiro, durante mi gobierno, a sembrar las bases de una verdadera reconciliación entre los
colombianos.
De un desarme real de los espíritus, construido sobre cimientos perdurables que no alimenten falsas
esperanzas, que no permitan más engaños y que no conduzcan a nuevas frustraciones en un país que,
desde lo más profundo de su alma ensangrentada, lo que más desea es la paz.

Tenemos que asimilar la lección del pasado y aprender de los errores cometidos en esta brega por
superar una confrontación que hace demasiado tiempo nos desgarra.

Es cierto que quienes no aprenden de la historia están condenados a repetirla.

Pero el pueblo colombiano ha asimilado muy a fondo la suya.

Y por eso expresa, todos los días y en todas las formas, su rechazo a quienes persisten en una
violencia insensata y fratricida.

A los grupos armados ilegales que invocan razones políticas y hoy hablan otra vez de diálogo y
negociación, les digo que mi gobierno estará abierto a cualquier conversación que busque la
erradicación de la violencia, y la construcción de una sociedad más próspera, equitativa y justa.

Eso sí –insisto– sobre premisas inalterables: la renuncia a las armas, al secuestro, al narcotráfico, a la
extorsión, a la intimidación.

No es la exigencia caprichosa de un gobernante de turno.

¡Es el clamor de una Nación!

Pero mientras no liberen a los secuestrados, mientras sigan cometiendo actos terroristas, mientras no
devuelvan a los niños reclutados a la fuerza, mientras sigan minando y contaminando los campos
colombianos, seguiremos enfrentando a todos los violentos, sin excepción, con todo lo que esté a
nuestro alcance.

¡Y ustedes, los que me escuchan, saben que somos eficaces!

Lo he dicho, y lo repito:

Es posible tener una Colombia en paz, una Colombia sin guerrilla, ¡y lo vamos a demostrar!

Por la razón o por la fuerza.

Sea el momento –en esta plaza que vio nacer nuestra libertad– para hacer un homenaje, el más justo de
todos, a nuestras Fuerzas Armadas.

Mi saludo de gratitud a nuestros soldados, infantes de marina y policías que ahora mismo, hoy ¡ahora
mismo!, arriesgan sus vidas por proteger las de todos los colombianos, así quienes me antecedieron y
sucedieron en el Ministerio de Defensa.

¡Gloria y honor a las Fuerzas Armadas de Colombia!

Como su comandante supremo, trabajaré con las Fuerzas Armadas, y por las Fuerzas Armadas, para
acabar de consolidar la seguridad y la tranquilidad en todo el territorio nacional.

Quiero rendir también un tributo especial, un homenaje desde el fondo de mi corazón, a un hombre que
brillará en la historia como aquel que devolvió a los colombianos la esperanza en el mañana y la
posibilidad de recorrer sin miedo nuestro hermoso país: el presidente Álvaro Uribe Vélez.

Las próximas generaciones de colombianos mirarán hacia atrás y descubrirán, con admiración, que fue
el liderazgo del presidente Uribe, un colombiano genial e irrepetible, el que sentó las bases del país
próspero y en paz que vivirán.

Recordarán también que a su lado, como soporte de su afecto y de su hogar, estuvo una mujer
excepcional, ejemplo de lucidez, de sencillez y calidad humana, que trabajó con dedicación y discreción
por las causas más justas: doña Lina Moreno de Uribe.
¡Gracias, gracias, mil veces gracias, presidente Uribe, a usted y su familia, por dejarnos un país donde
es posible hablar de progreso, de prosperidad, donde es posible hablar de futuro y es posible hablar de
paz!

Hoy recibo ese legado con humildad y respeto, y proclamo que lucharé por consolidar y acrecentar su
inmensa obra de gobierno.

No retrocederemos ni un paso en el sendero recorrido y, tal como lo prometí en mi campaña,


avanzaremos desde la seguridad democrática hacia la Prosperidad Democrática.

Porque si este país, en estos dos siglos, ha alcanzado tantos logros de desarrollo en medio del asedio
de los violentos, ¡ya verá el mundo de lo que somos capaces los colombianos cuando consolidemos la
paz!

Como en todas las naciones y sociedades, existe en Colombia otro sector tan ambicioso como
despiadado que asecha y ataca desde las sombras.

Se trata del flagelo de la corrupción.

Por eso, así como a los jefes terroristas los convertimos en objetivos de alto valor para localizarlos y
neutralizarlos, vamos a perseguir y combatir a los corruptos que se roban los recursos de los
colombianos.

Combatiremos con igual decisión la corrupción oficial o la privada, y la relación de vasos comunicantes
entre ambas.

Para ser más eficaces en este esfuerzo, presentaremos al Congreso un estatuto integral de lucha contra
la corrupción, que consolide, coordine y fortalezca la acción preventiva y punitiva del Estado contra los
corruptos.

También nos proponemos adherir a la Convención Anti-Soborno de la Organización para la Cooperación


y el Desarrollo Económico –una asociación de países comprometidos con la responsabilidad económica
y las buenas prácticas, a la que aspiramos ingresar– como un paso trascendental en nuestro
compromiso contra la corrupción.

Y que quede muy claro: Si alguien en su interior abriga la oscura intención de lucrarse con los bienes
públicos, le advierto desde ahora que no trate de hacer parte del gobierno que hoy comienza.

He dicho que aplicaré en mi administración los postulados del buen gobierno, y así lo haré.

Los principios de eficiencia, eficacia, de transparencia, de rendición de cuentas van a presidir las
actuaciones del Gobierno Nacional.

¡Vamos a gobernar en una urna de cristal!

Ser servidor público será sinónimo de compromiso con el bien general, una tarea que convoque a los
mejores ciudadanos, y a los más éticos, a trabajar por su país.

Habrá pudor en el manejo de lo público, porque esa es una condición esencial del buen gobierno.

Como demócrata integral, creo y defenderé siempre la independencia de la Justicia en Colombia,


condición esencial de la separación de poderes, que es el alma de la democracia moderna.

Por eso hoy reitero mi invitación a las Altas Cortes para que trabajemos en completa armonía, buscando
una justicia pronta y eficaz para todos los colombianos, y combatiendo la impunidad, que es uno de los
grandes desafíos de nuestro tiempo.

El próximo lunes me reuniré con los magistrados para cimentar esta relación armónica, fundamental
para el buen desarrollo del Estado.

Restableceremos el Ministerio de Justicia como un Ministerio de Justicia y de los Derechos que articule
una política de Estado para fortalecer la justicia y proteger los derechos fundamentales.
Será un ministerio que no sólo tendrá interlocución con el Poder Judicial sino que liderará la estrategia
jurídica del Estado, preservará la coherencia legislativa y velará por la formación de los abogados.

Un ministerio, más que respetuoso, garante de la independencia judicial.

Concertaremos con las Cortes, y luego impulsaremos en el Congreso, una reforma a la Justicia que
afirme la fe de los colombianos en su sistema judicial, que nos brinde seguridad jurídica, y que
complemente el acento que puso la Carta del 91 en la justicia y los derechos.

Como lo ha dicho quien fuera mi profesor en dos oportunidades, el premio nobel Amartya Sen, una
reforma moderna de justicia implica enfrentar desde la política la injusticia diaria de la vida real.

Colombia está llamada a jugar un papel muy relevante en los nuevos espacios globales, y aspiramos
asumir –después de 40 años de estar a la defensiva– el liderazgo que nos corresponde en los
escenarios internacionales.

Hay que saberse globalizar y no sólo dejarse globalizar.

Para ello pondremos en marcha una política exterior moderna que mire hacia el futuro, con contingentes
de diplomáticos que multipliquen la presencia de Colombia en los organismos multilaterales y
profundicen las relaciones bilaterales.

El respeto, la cooperación y la diplomacia serán los ejes de nuestras relaciones internacionales.

Queremos vivir en paz con todos nuestros vecinos.

Los respetaremos para que nos respeten.

Entendemos que sobre las diferencias ideológicas se impone el destino compartido de hermanos de
historia y de sangre; que nos unen propósitos comunes para trabajar por nuestra gente y por nuestra
región.

Y no debería ser necesario decirlo, pero a veces hay que subrayar lo sobreentendido:

Así como no reconozco enemigos en la política nacional, tampoco lo hago en ningún gobierno
extranjero.

La palabra guerra no está en mi diccionario cuando pienso en las relaciones de Colombia con sus
vecinos o con cualquier nación del planeta.

Quien diga que quiere la guerra se ve que no ha tenido nunca la responsabilidad de enviar soldados a
una guerra de verdad.

Yo he tenido esa responsabilidad; yo he enviado a nuestros soldados, infantes de marina y policías a


combatir el terrorismo; yo he consolado a sus viudas y a sus huérfanos, y sé lo doloroso que es esto.

Por eso quiero ser muy claro en este punto tan delicado.

Porque, antes que soldado, he sido diplomático.

Me enorgullece haber sido el arquitecto, en la década de los noventa, como Ministro de Comercio
Exterior, de la integración con Venezuela, con Ecuador y con muchos otros países del mundo; una
integración que generó cientos de miles de empleos que trajeron prosperidad y bienestar a nuestros
pueblos

Uno de mis propósitos fundamentales como Presidente será reconstruir las relaciones con Venezuela y
Ecuador, restablecer la confianza, y privilegiar la diplomacia y la prudencia.

Les agradezco a tantas personas de buenísima voluntad que se han ofrecido a mediar en la situación
con Venezuela, pero debo decir honestamente que, dadas las circunstancias y mi forma de ser, prefiero
el diálogo franco y directo.

Y ojalá sea lo más pronto posible.


Eso sí: un diálogo dentro de un marco de respeto mutuo, de cooperación recíproca, de firmeza contra la
criminalidad, y de comunicación sincera y abierta.

Las buenas relaciones nos benefician a todos, porque cuando los gobiernos disputan son los pueblos
los que sufren.

Cada país de nuestra región tiene grandes fortalezas, pero si trabajamos juntos ¡podemos ser una gran
potencia!

Por eso creemos firmemente en la unidad y la confraternidad latinoamericana, que son el legado de
nuestros Libertadores y el imperativo de nuestros tiempos.

Bien lo ha dicho el gran escritor mexicano, y mi buen amigo, Carlos Fuentes: “Los Estados democráticos
en América Latina están desafiados a hacer algo que hasta ahora sólo se esperaba de las revoluciones:
alcanzar el desarrollo económico junto con la democracia y la justicia social”.

Esta unidad latinoamericana también debe expresarse en solidaridad.

La semana pasada, al concluir una gira por doce países de Europa y América, tuve la oportunidad de
visitar Haití, y de reunirme con muchos haitianos y con el propio presidente Préval.

Debo decir, con el corazón adolorido, que la angustiosa realidad que constaté supera la imaginación.

Latinoamérica y el mundo tenemos que hacer mucho más.

La gran ayuda anunciada no ha llegado o, por lo menos, no se ve.

No podemos, apreciados colegas, ¡no podemos avanzar tranquilos hacia el futuro dejando atrás la
inmensa tragedia del pueblo haitiano!

En este día central de nuestra democracia, quiero hacer, ante el país y el mundo, una expresa
declaración de principios.

El respeto a la vida es un mandato sagrado.

El respeto a la libertad e integridad de las personas es una obligación ineludible de todo Estado que se
llame democrático.

La defensa de los derechos humanos, ¡óigase bien!, será un compromiso firme e indeclinable de mi
gobierno, y así lo reitero hoy ante mis conciudadanos, ante los honorables miembros del Congreso y
ante la comunidad internacional.

No lo hacemos por presiones o imposiciones externas. No, lo hacemos porque nos nace de la más
profunda convicción democrática, ética y humana.

Colombianos:

Los invito a que compartamos la construcción de un nuevo amanecer.

En este nuevo amanecer tenemos la oportunidad histórica para transformar a Colombia y asumir un
positivo protagonismo en el escenario internacional.

En este nuevo amanecer vamos a desarrollar las potencialidades de nuestra gente, de nuestra tierra, de
nuestras regiones, para conquistar las oportunidades globales de los próximos 50 años.

En este nuevo amanecer lograremos que Colombia, en menos de una década, sea reconocida
internacionalmente por su altísima calidad de capital humano, por su equidad social, una capacidad
económica, empresarial y tecnológica de talla mundial.

En este nuevo amanecer empresarios, científicos, estudiantes, artistas, deportistas y ciudadanos del
común se convertirán en símbolos de superación, excelencia, profesionalismo e innovación.

En este nuevo amanecer nuestro país se destacará en los temas más importantes para la humanidad,
como son el uso sostenible de la biodiversidad, las energías limpias, la seguridad alimentaria, el
desarrollo tecnológico y las mismas industrias creativas.
No será fácil, y seamos conscientes, no será fácil, pero podemos lograrlo si trabajamos juntos,
alcanzando consensos nacionales y empujando todos en una misma dirección, la dirección de la paz y
la prosperidad.

Es hora de exigirnos más como sociedad, de exigirnos más como país.

Tenemos que ir mucho más lejos de lo que hemos llegado; tenemos que pensar en grande; tener metas
audaces, con visión, con ambición.

Desde el Gobierno nacional, con el vicepresidente Angelino Garzón –un formidable líder social y
defensor de los derechos humanos–; y con un equipo de lujo, capacitado y dispuesto a servirle al país
con probidad y profesionalismo, vamos a poner todo de nuestra parte para que ese nuevo amanecer
sea una realidad.

Ahora que estamos listos para dar el gran salto a la prosperidad democrática, el nuevo Congreso de la
República tiene una responsabilidad histórica con Colombia, y estoy seguro de que no será inferior a las
expectativas.

A las fuerzas que han manifestado su adhesión a nuestro gobierno de Unidad Nacional les pido un
trabajo serio y consistente.

A quienes quieran asumir la oposición les comunico mi absoluto respeto y todas las garantías, porque
su control político y su veeduría son necesarios para el fortalecimiento de nuestra democracia.

Como representantes de los intereses supremos de nuestra nación tenemos que dar ejemplo de trabajo
y honradez, ¡un ejemplo de buen gobierno!

La clase política es vista con desconfianza por buena parte de las sociedades de Colombia y del mundo.

Está en nuestras manos demostrar que la realidad es diferente.

Les pido a Dios Todopoderoso, al pueblo colombiano, a la comunidad internacional, que me acompañen
y me ayuden para sacar adelante la gran misión y responsabilidad que asumo en este año del
bicentenario de nuestra Independencia.

Quiero agradecer desde ahora, en este día inolvidable de nuestras vidas, a mi esposa María Clemencia
y a mis hijos Martín, María Antonia y Esteban, porque sé que serán mi fuerza y mi refugio en los días
difíciles de gobierno, y sé que entenderán y acompañarán mis desvelos, y el tiempo que destinaremos al
servicio de la patria.

El 7 de agosto de 1938 el presidente Eduardo Santos terminó su discurso de posesión con la siguiente
declaración:

“Cualquier sacrificio que me espera en la vía que hoy empiezo a recorrer, lo recibiré con alegría, si
puedo en cambio llevar a los hogares colombianos un poco más de bienestar, un poco más de justicia y
el don divino de la paz”.

Setenta y dos años después, firmo con gusto, con entusiasmo este destino para mí y para mi patria.

Porque pasan los años, pasan los presidentes; tan grande como efímero es el poder, pero Colombia
siempre prevalecerá.

Quiero contribuir con trabajo, con amor, con respeto, con pulcritud, con humildad y compasión, para que
esta Colombia grande, alegre y valiente pueda llegar a ser algún día una nación que, además de justa,
además de próspera, sea completamente feliz.

Muchos países en la historia han superado duras etapas de violencia, de subdesarrollo, de conflicto, y
hoy son ejemplo de progreso y justicia social.

Colombianos: ¡ahora es nuestro turno!

Ahora nos toca a nosotros.


El mañana está llamando a la puerta, y entre todos vamos a abrirla para recorrer la senda de la
prosperidad.

Porque llegó la hora de la verdad.

Llegó la hora de asumir nuestro destino.

Llegó la hora de enterrar los odios.

Llegó la hora de sembrar concordia.

Llegó la hora de edificar –unidos, como debe ser – un país que nos llene de orgullo, un país digno para
nuestros hijos.

Compatriotas:

¡Le llegó la hora a Colombia!

Palabras del Presidente Santos durante la reunión para evaluar la


situación de los damnificados por el invierno en La Mojana

“Quise venir de primero aquí a Guaranda, para darle una señal a ustedes y al país que mi Gobierno
estará siempre presente donde haya dificultades. Ese es un compromiso que tenemos y que vamos a
cumplir durante todos estos cuatro años.

Muchas situaciones tienen soluciones fáciles, otras tienen soluciones difíciles, pero hay soluciones. Y en
otras no hay soluciones.

Lo que también les prometo es que siempre voy a decir lo que se debe decir: la verdad. No voy a
generar expectativas que no se puedan cumplir. No voy a decirles ‘aquí voy a hacer esto y aquello’, para
después decirles ‘no se pudo’.

Lo que quiero es establecer una relación de confianza. Que cuando el Gobierno diga que va a hacer
algo es porque lo va a hacer, y que eso también quede muy claro.

Me da mucha pena que esta reunión sea tan corta, pero es mi primer día. Esta mañana estuve
recibiendo a todas las delegaciones que vinieron del exterior, todo el cuerpo diplomático, y por razones
de tiempo, porque me han dicho que los helicópteros no pueden volar después de las 5:00 de la tarde,
tenemos que acortar esta reunión.

Por fortuna ya nos habíamos preparado.

El doctor Miguel Peñaloza (Alto Consejero para las Regiones y la Participación Ciudadana), Luz
Amanda (Pulido, Directora de Gestión del Riesgo del Ministerio del Interior y de Justicia) que ustedes la
conocen muy bien, el doctor (Diego) Molano, de Acción Social, ellos nos han venido preparando con el
Banco Agrario una serie de propuestas para ofrecerles a ustedes como primer paso.

Tal vez desde que tengo memoria, yo he oído sobre el gran potencial de La Mojana; que La Mojana es
una despensa para el mundo, de alimentos; que La Mojana es un gran emporio ambiental, un humedal
que tiene los ojos del mundo puestos en ella; pero la realidad es que año tras año vemos más pobreza,
vemos más dificultades.

Y por eso creo que debemos hacer todos los esfuerzos para hacer compatible esa gran esperanza,
porque creo que existe, con una realidad mejor, señor Alcalde (del municipio de Guaranda, Enrique
Zambrano), señor Gobernador (de Sucre, Jorge Barraza).

Comencemos por lo que usted mencionó al principio, Gobernador.

Entiendo que hay un problema serio sobre las consecuencias de la explotación de oro por parte de
mineros de Antioquia y los mineros arriba del río Cauca, de Antioquia.

Pregunté si alguna vez se habían reunido y me dijeron que no. Entonces le propongo, Gobernador, que
los gobernadores y los alcaldes de La Mojana se reúnan con mineros de Antioquia en el Palacio
Presidencial, para ver si llegamos a una solución.

Una solución porque la verdad es que no puede haber una situación donde como aquí alguien dijo -las
regalías se quedan en un sitio pero las consecuencias negativas de la explotación van a otro-, eso es
injusto y yo creo que eso es base de la solución.

Una solución porque la verdad es que no puede haber una situación donde –como aquí alguien dijo- las
regalías se quedan en un sitio, pero las consecuencias negativas de la explotación van a otro. Eso es
injusto y yo creo que eso es parte de la solución.

En este caso hay una solución de corto plazo: soluciones a los créditos, soluciones a los pagos de
energía; aquí se mencionó lo de los pagos de Familias en Acción, que simple y llanamente –yo
sobrevolé Majagual- allá no hay cómo pagarles, entonces en eso yo le rogaría al doctor Miguel Peñaloza
que dijera: ‘Mire, podemos hacer en ese frente de corto plazo lo siguiente’.

En el mediano plazo. La construcción o acabar el dique, que sabemos y entendemos que no es la


solución definitiva, es una solución intermedia, la solución definitiva es la que aquí se ha dicho: el
dragado de los caños y que fluya, que fluya el río, y que el río tenga sus desagües en los caños, como
en forma sabia, en forma sabia se venía haciendo hace muchos, muchos años.

Y que por culpa nuestra, por culpa de quienes han venido taponando esos caños y por culpa de quienes
han venido cambiando la lógica de la naturaleza, y les digo que en esto estoy muy tocado, muy
inspirado, porque ayer por la mañana en la Sierra Nevada de Santa Marta, allá con los indígenas, lo que
más, lo que más me insistieron es respetar las leyes de la naturaleza, y yo creo que el ejemplo de La
Mojana es un ejemplo perfecto de cómo hay que respetar la vida y la naturaleza.

Pero respetando las leyes de la naturaleza no puede uno detener el desarrollo, y a lo que yo aspiro y
sueño es que La Mojana, si respetamos esas leyes de la naturaleza, le damos una solución hidráulica a
este problema de las inundaciones, y al mismo tiempo hacemos unas inversiones en infraestructura,
podemos finalmente convertir a La Mojana en eso que hemos oído tantas veces, en esa despensa de
alimentos para el mundo y en un verdadero polo de desarrollo para toda esta región Caribe.

Eso es mi sueño y eso es lo que yo aspiro hacer.

Entonces lo que les propongo brevemente sería lo siguiente:

Gobernador, con usted nos ponemos de acuerdo y organizamos la reunión con mineros.

Segundo, Miguel (Peñaloza) por favor, anuncie lo que se puede hacer ya, lo que estaríamos en
disposición ya de hacer. Usted yo sé que ya ha coordinado con las diferentes agencias, con los señores
ministros.

Tercero, señor Ministro de Transporte (Germán Cardona) usted creo que sabe que hay unos recursos
para completar lo del dique, lo que falta, hay una obra provisional. Y yo le rogaría, Ministro Cardona, que
se reúna con el Gobernador Barraza, que veo que tiene mucha credibilidad.

Iniciemos el estudio de la solución hidráulica y pongámosle fecha.

Bueno, entonces el 23 de agosto se reúnen e iniciamos ese proceso, a ver si de pronto en el Plan de
Desarrollo podemos incluir una solución de fondo a este problema de La Mojana.

Entonces, eso es lo que lo que les propongo.

Miguel, si quiere usted anuncia eso, y nuevamente, nuevamente les digo: aquí estamos porque
queremos ayudar, vamos a ayudar en la medida de lo posible.

El Gobierno no tiene todas las soluciones, pero tengan la absoluta seguridad que cuando se presenten
situaciones como esta que está viviendo toda esta zona, como la que yo vi sobrevolando Majagual, que
debe ser una situación muy angustiosa, ahí vamos a estar presentes, ayudando en lo que esté a nuestro
alcance.

Alcalde, tenga la seguridad de que así será”. 

Palabras del Presidente de la República, Juan Manuel Santos, en la


inauguración de la 23ª Feria Internacional del Libro de Bogotá
"El Mahatma Gandhi nos dejó, entre muchas otras enseñanzas, la siguiente:

'Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras,
porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus
hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino'.

¡Qué verdad tan grande!

Los pensamientos, y las palabras en las que los expresamos, forjan, al final, nuestro
destino.

Si pensamos mal, si hablamos con odio o intemperancia, nuestras acciones seguirán la


misma tónica, y nuestro futuro será la violencia y el sufrimiento.

Si pensamos bien, si les damos a nuestras palabras un contenido constructivo de


concordia, de tolerancia, de apertura hacia el otro y sus diferencias, abriremos las
puertas de un futuro promisorio.

No es casualidad que el Evangelio de San Juan tenga esta hermosa introducción:

'En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios'.

¡Qué poder, qué poder tienen las palabras!

Pueden destruir mundos o construir universos.

Pueden levantar muros o abrir fronteras.

La palabra es el instrumento de nuestra comunicación y, por lo mismo, de nuestra


interacción como seres humanos.

Con ella herimos o acariciamos.

Con ella odiamos o amamos.

Hoy me siento muy feliz de que mi primera intervención pública como Presidente de la
República, después del día de mi posesión, sea la inauguración de un evento que honra
la palabra y el formato que la guarda y la transmite por excelencia, que es el libro.

Ésta es una cita con las ideas, con la imaginación, con la creatividad, con el
conocimiento, con la poesía y con el arte.

El pasado 7 de agosto, en mi discurso inaugural, invité a los colombianos a que me


acompañaran a hacer realidad un gobierno de unidad que respete la diversidad, un
gobierno de concordia que acepte las diferencias, un gobierno de inclusión que escuche
y dialogue.

Invité a las naciones del mundo, especialmente a los vecinos con los que hemos tenido
algunas dificultades, a abrir una nueva página, una nueva página en un libro sin
tachaduras ni enmendaduras, en la que sólo escribamos palabras de respeto y
cooperación.
¡Hoy podemos constatar que las palabras sí crean realidades!

Aquellas que pronuncié en la Plaza de Bolívar, en un acto de esperanza, se tradujeron


ayer en acciones concretas para reconstruir la confianza y las relaciones entre dos
pueblos unidos no sólo por la historia, sino también por la lengua y la cultura.

Esta semana comenzamos, el fin de semana usando la palabra para acercar a Ecuador.
Creo que avanzamos como nunca antes en el pasado reciente en normalizar nuestras
relaciones.

El lunes, usando la palabra, restablecimos un diálogo constructivo con las Cortes, un


diálogo necesario para mantener la armonía entre los poderes públicos. Es un factor
fundamental para el funcionamiento de nuestra democracia.

Ayer con el Presidente (de Venezuela, Hugo) Chávez, con quien he tenido profundas
diferencias, nos hemos dicho de todo, pero con el uso de la palabra durante cuatro
horas llegamos a una conclusión sencilla: que si nos respetamos las diferencias —
porque después de cuatro horas ni él me convenció a mí de ser como él, ni yo lo
convencí a él de ser como yo—, pero nos convencimos los dos que por el bien de
nuestros pueblos, si nos respetábamos las diferencias podíamos tener buenas
relaciones.

El triunfo de la palabra nos permitió ese paso fundamental, un primer paso en la


reconstrucción de unas relaciones que para Colombia son fundamentales.

Mañana usaré el uso de la palabra para tratar de convencer a la Junta del Banco de la
República que sea más creativa, que sea más audaz en nuestra política monetaria para
tratar de manejar la tasa de cambio, que la revaluación no nos siga golpeando.

El viernes estaré en la Andi (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia) con


todo el empresariado en el Valle del Cauca. Trataré de usar la palabra para que se
comprometan en un acuerdo para generar empleo, para luchar contra la pobreza y
para tener a los empresarios como la palanca fundamental en el crecimiento de
nuestra economía.

El sábado en Santander usaremos la palabra para que las regiones se comprometan


también con un plan de Gobierno y con un plan de Gobierno que realmente le lleve a
las regiones prosperidad.

Las palabras pueden dividir o pueden unir.

Yo los invito hoy, en este recinto ferial colmado de libros, de ideas, de creaciones, a
que hagamos de las palabras instrumentos de paz.

¡Qué fácil es proferir un insulto, y qué difícil resarcir la herida que deja en el alma de
quien ofendemos!

¡Cuánto se ha construido en la historia del mundo gracias al talento de hombres y


mujeres prudentes y sabios que han pronunciado, o han escrito, la palabra correcta en
el momento oportuno!

¡Cuánto debemos también los colombianos a las palabras, las publicaciones y los libros
que sembraron en nuestras almas conceptos e inquietudes que nos movieron a la
acción!

Esta vigésima tercera Feria Internacional del Libro de Bogotá ha querido rendir
homenaje al Bicentenario de nuestra independencia, y a las palabras que transmitieron
hace dos siglos los ideales republicanos que aún hoy defendemos.

Recordemos la figura de Antonio Nariño, que tuvo la osadía de traducir del francés el
texto de la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano promulgada por la
Asamblea Francesa en 1789.

Esta aventura intelectual le costó al precursor de nuestra independencia la cárcel, el


exilio y la confiscación de sus bienes, pero al mismo tiempo significó para nuestro país,
y para las futuras nuevas naciones latinoamericanas, la revelación de un camino a la
libertad.

El texto traducido sirvió de base para la confección de las primeras constituciones y


resultó ser un arma tan poderosa como cualquier ejército para lograr la emancipación
del imperio colonial.

Con mucha frecuencia rendimos homenaje —con inmensa justicia— a los próceres
guerreros de nuestra Libertad.

Hoy, en esta Feria del Libro que tiene como invitada a la conmemoración de nuestro
Bicentenario, quisiera rendir tributo a los hombres de letras que empuñaron sus
plumas, como un arma formidable, para construir las bases de nuestra nación.

A Camilo Torres y Tenorio, que plasmó en el Memorial de Agravios las demandas de los
neogranadinos por tener mayor representación en las decisiones del reino.

A tantos juristas y clérigos que escribieron, con verbo iluminado, constituciones que
dieron forma a nuestros anhelos de autonomía y de progreso.

Muchos de ellos murieron en el cadalso, acusados por la propagación de ideas


revolucionarias.

Otros sobrevivieron y siguieron escribiendo las normas, las historias, las crónicas, que
dan cuenta de una época sin par, en la que la palabra, al igual que la espada, se puso
al servicio de la libertad.

Hoy, doscientos años después, queremos que nuestros niños, nuestros jóvenes, los
colombianos todos, se entusiasmen con las ideas y las enseñanzas que contienen los
libros.

Libros de papel, que descansan en nuestras manos con la promesa de llevarnos a


mundos desconocidos, o libros digitales —sobre los cuales habrá una interesante
muestra en esta feria— que reciben las palabras en sus pantallas, llegadas de algún
lugar del ciberespacio.

No importa el formato, no importa la plataforma; lo que importa es que más y más


colombianos, más estudiantes, enriquezcan sus mentes y sus almas con los libros que
alumbran, como teas incandescentes, el camino de la vida.

Los libros son una herramienta de equidad, la más democrática, siempre y cuando
estén al alcance de todos.

Bien decía José Ignacio de Pombo, hace precisamente 200 años, cuando pedía
escuelas para todos, que 'todo hombre libre necesita saber leer y escribir y
contar' para ser un buen ciudadano, instruirse y perfeccionarse en su oficio.

En mi caso personal, tuve la fortuna de crecer en una familia de periodistas, entre


papeles y linotipos, donde los libros, las revistas, los periódicos, eran el pan de cada
día.

Siempre he vivido, como decía el Presidente Eduardo Santos, 'el culto de los libros, el
amor a la lectura, que de tantas cosas consuela, que nos abre todas las ventanas del
espíritu y no pocas puertas hacia el infinito'.

Un objetivo central de nuestra administración, es que los libros —esas ventanas del
espíritu— no sean privilegio de pocos sino que estén al alcance de muchas manos, de
todos los ojos de los colombianos.

Quisiera aprovechar esta maravillosa feria del libro para delinear algunos aspectos
esenciales de lo que será la política cultural de mi Gobierno.

Dentro del espíritu de la unidad nacional y la concordia que he propuesto al país,


concebimos la cultura como la más valiosa herramienta para lograr estos objetivos.

Tenemos que superar la cultura de la muerte, de los odios y las divisiones, y hacer que
impere una nueva cultura centrada en la vida y en la tolerancia.

Sólo así podemos hacer realidad la paz y la prosperidad democrática.

El acceso a la cultura —y, dentro de ella, el acceso a los libros— es un derecho del que
deben poder gozar todos los habitantes de nuestro territorio.

Y pensando en esto, nos hemos propuesto llevar a un siguiente nivel el exitoso Plan
Nacional de Bibliotecas del Gobierno que acaba de terminar.

Ya existe por lo menos una biblioteca pública en cada municipio del país, un inmenso
logro que debemos resaltar.

Ahora nos corresponde llenarlas de contenidos.

Para lograrlo, dotaremos a todas las bibliotecas de conectividad, y aprovecharemos la


infraestructura existente para desplegar un programa que lleve arte, fotografía, que
lleve historia, que lleve conciertos y obras de teatro a los municipios, inclusive a los
más apartados de nuestra Nación.

¡Haremos de cada biblioteca municipal un espacio vivo, tecnológico y en permanente


crecimiento!

Los planes nacionales de danza y teatro, que han sido ampliamente concertados con el
sector, se van a poner en marcha.

Y en el área de la música se redefinirán las acciones de promoción y apoyo, de acuerdo


con los diferentes actores.

Pensamos también en la primera infancia, en los primeros cinco años de vida, que es
cuando se desarrollan el cerebro y la personalidad de los niños.

Con un esfuerzo conjunto de los ministerios de Educación y de Cultura, trabajaremos


para que aprendan realizando actividades lúdicas y artísticas.

Le vamos a apostar a la ciencia y la tecnología invirtiendo el 10 por ciento de todas las


regalías en esa dirección y vamos a apoyar a las editoriales universitarias para que
puedan publicar investigaciones académicas.

Así mismo, vamos a fomentar el turismo, que es, además, un gran generador de
empleo.
Si duplicamos el número de turistas que vienen, que hay en Colombia, de 2 millones a
5 millones, creamos 420 mil empleos. Y esto incluye el turismo cultural que atrae
visitantes de todo el mundo: festivales culturales, a los artistas populares, folclóricos,
los tesoros de importancia histórica y arqueológica.

Si unimos a esto el potencial que tiene Colombia para consolidarse —con entidades
como el Instituto Caro y Cuervo— como un destino de turismo académico de primer
nivel para los extranjeros que quieran, por ejemplo, aprender “el mejor español del
mundo”, tenemos un abanico de posibilidades para el país.

El Ministerio de Cultura —a través de su dirección de Turismo—, junto con el Ministerio


de Comercio Exterior, con Proexport, trabajará para hacer de la cultura un polo de
desarrollo.

La Feria Internacional del Libro de Bogotá —además de ser una fiesta cultural—, es un
verdadero motor de una industria colombiana del libro y sus industrias relacionadas,
que lleva progreso, lleva bienestar a miles de familias que trabajan en este sector.

Yo he trabajado enes este sector. Tuve una vez una fábrica de tintas; no me quebré, la
vendí bien. Pero sé que aquí hay un gran potencial.

Sin embargo, nuestra industria cultural y creativa sólo genera el 2 por ciento del PIB,
comparado con un promedio del 7 por ciento a nivel mundial. Ahí tenemos un buen
espacio para crecer.

Y para mejorar esta situación, parte de los propósitos de nuestro Gobierno será la
identificación de las industrias creativas con mayor potencial —como la editorial, entre
otras, pero también las industrias cinematográficas, audiovisuales y escénicas— para
apoyar su penetración en mercados mundiales.

Todo esto estará enmarcado dentro de un fortalecimiento del Sistema Nacional de


Cultura, que debe incluir una concertación efectiva con entidades promotoras de la
cultura tan importantes como por ejemplo el Banco de la República.

El fomento de la lectura a nivel interno y la búsqueda de mercados en el exterior para


nuestros libros son metas que compartimos y en las que podemos trabajar, unidos, el
sector privado y el Gobierno nacional.

Quiero felicitar muy especialmente a Corferias, en cabeza de su Presidente Ejecutivo


Andrés López Valderrama, y a la Cámara Colombiana del Libro, a través de su
Presidente Enrique González Villa, por permitirnos una vez más, una vez más, asistir a
este banquete de letras e ideas.

Hagamos de la palabra un instrumento de concordia, de construcción, de unión, de


convivencia.

Sembremos paz con nuestras palabras.

Formemos mejores seres humanos con más libros al alcance de todos.

Queridos amigos del libro y la cultura:

Como muchos de ustedes saben, ayer fue mi cumpleaños.

Siempre he considerado que el mejor regalo que se puede dar o recibir es un libro, y
justamente ayer recibí muchos libros, pero uno en especial sobre Nelson Mandela, que
es uno de los personajes que yo más admiro.
En el libro se cuenta que Mandela logró soportar los 27, 27 largos años que estuvo en
prisión, en una celda de proporciones inhumanas —yo he estado allá viéndola— gracias
a los textos que pudo leer en cautiverio.

Mandela estaba preso, pero su mente viajó con las obras de Shakespeare, con los
clásicos griegos, con los textos inmortales de Maquiavelo, de Tolstoi; con ese hermoso
poema Invictus que memorizó y le dio fuerzas para continuar.

Los libros fueron sus alas, y él usó esas alas para volar, y luego una nación entera voló
también con el poder de sus palabras y de su ejemplo.

El que abre un libro, así sea en prisión, abre una ventana hacia la libertad y hacia la
transformación de su mundo.

Porque los libros redimen.

Los libros liberan.

¡Bienvenida esta Feria que abrirá tantas ventanas, tantos sueños, tantas posibilidades,
a los lectores de Colombia y el mundo!
Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la ceremonia de
reconocimiento de las tropas por parte del señor Ministro de Defensa
Nacional
Popayán, Cauca, 13 ago (SIG).

“Hoy es un día muy, muy importante. Para mí, para el Gobierno, para el departamento del Cauca y
para Colombia.
Hoy, por primera vez como Presidente de la República, asisto a una ceremonia militar, y no
cualquier ceremonia. Es el reconocimiento de las tropas por parte de nuestro nuevo Ministro de
Defensa, el doctor Rodrigo Rivera Salazar.
Al doctor Rodrigo Rivera lo conozco hace mucho tiempo. Es un colombiano de una entereza
inigualable, que ama a su Patria, que ama a las Fuerzas Militares. Un demócrata integral.
Y yo espero que ustedes, los soldados, los infantes, los policías, suboficiales, oficiales, le guarden
el mismo respeto, el mismo cariño, la misma lealtad que ustedes me guardaron a mí cuando fui
Ministro de Defensa, cosa que nunca olvidaré, hasta que mi Dios me lleve para –espero– el cielo.
El doctor Rodrigo Rivera durante mucho tiempo ha sido un gran defensor de la Seguridad
Democrática. Leal a los preceptos que hemos venido defendiendo durante tanto tiempo; esos
preceptos que gracias a ustedes, las Fuerzas Armadas de Colombia, le han devuelto a este país su
esperanza en el futuro, su fe y su autoestima.
Y hemos querido hacer esta ceremonia muy importante aquí en el Cauca, para dar una señal clara
y contundente a los caucanos y a toda Colombia, pero sobre todo a los caucanos, de que no están
solos.
El Cauca ha sido uno de los departamentos más atacados por la violencia. Aquí tenemos frentes
de las Farc, presencia del Eln, presencia de las Bacrim, todos, por supuesto, relacionados con el
narcotráfico. Y hemos visto, en los últimos meses, que aquí en el Cauca han querido reactivar sus
actividades esos terroristas, esos enemigos de la democracia. Y por eso hemos venido hoy al
Cauca, en esta primera ceremonia, para dar una señal clara y contundente.
La Seguridad Democrática seguirá con mayor contundencia
La política de Seguridad Democrática seguirá con mayor fortaleza, con mayor contundencia y con
mayor entusiasmo.
Y aquí, en el Cauca, vamos a rediseñar toda una estrategia para que los caucanos, como muchos
colombianos, por fortuna ya puedan decir que también tienen paz, que no tienen que estar
preocupados porque en sus poblaciones cercanas o lejanas exista el peligro de los violentos
haciendo de las suyas, tratando de tomarse los pueblos, atacando a la población.
Aquí en el Cauca vamos a hacer una estrategia efectiva para seguir consolidando, como lo dijimos
durante la campaña, la Seguridad Democrática, la tranquilidad en todos los rincones de la Patria.
‘No sabemos todavía quiénes fueron los responsables (del carro bomba)’
Tenemos, como preámbulo a esta reunión, a esta ceremonia, un hecho que lamentar: ese ataque
terrorista que sufrimos en Bogotá el día de ayer.
Ese ataque, ese carro bomba, si buscaba que nos intimidáramos, si buscaba que los colombianos
se preocuparan o se preocuparan más por la presencia del terrorismo en las ciudades, si buscaba
que el Gobierno o las Fuerzas Militares de pronto repensaran su política, las consecuencias y el
efecto fueron exactamente al contrario.
Lo que vimos el día de ayer fue una población unida en torno a sus autoridades, diciéndole al
terrorismo, a esos coletazos del terrorismo –porque esos son los últimos mordiscos de un perro
que está moribundo–, diciéndole: ‘No aceptamos el terrorismo en nuestra Patria’.
Y la comunidad internacional, desde Estados Unidos hasta Venezuela, todos los países amigos, la
Unión Europea, condenando esos actos terroristas, actos cobardes. Porque el terrorismo es eso,
es un acto de cobardía, no dan la cara, atacan a la población civil; fueron civiles las víctimas que,
por fortuna, en materia de vidas humanas no hubo.
Pero esa demostración de cobardía de parte de quienes fueron responsables de ese carro bomba,
la población la rechazó de forma contundente, y lo que hace en el Gobierno y en las Fuerzas
Armadas es entusiasmarlos para seguir adelante con más vigor, con más contundencia.
No sabemos todavía –y hay que decir la verdad– no sabemos todavía quiénes fueron los
responsables ni contra quién. Pero sabemos, sí, que cualquier acto terrorista busca una
consecuencia. Y por fortuna esa consecuencia fue totalmente contraproducente, porque Colombia
está unida, firme, en contra de cualquier acto terrorista.
Recompensa hasta de 500 millones
Y para que las autoridades sigan la investigación y encuentren, ojalá, a los responsables a la
mayor brevedad posible, vamos a ofrecer una recompensa hasta de 500 millones de pesos, por
información que nos lleve a capturar a los responsables.
No descansaremos hasta ver este país libre, libre de terroristas; libre de ese tipo de actos cobardes
que lo único que hacen es tratar de producir zozobra, pero que ya estamos curtidos, y lo que
producen también es vigor para seguir luchando hasta que en el último rincón de la Patria reine la
paz.
Paz
Y hablando de paz, lo dije en mi discurso de posesión: la llave del diálogo no la hemos botado al
mar. Pero la puerta está cerrada. Y se mantendrá cerrada hasta que quienes quieran dialogar de
paz demuestren en forma clara y fehaciente su verdadera voluntad.
Mucho ha sufrido el pueblo colombiano, mucho hemos aprendido, porque los engaños, los
engaños se han venido acumulando a través de la historia. Nos hemos vuelto incrédulos. Y por
eso, hasta no tener una demostración muy clara de unas verdaderas intenciones de dialogar para
buscar la paz, con hechos concretos como los que hemos mencionado: que liberen a los
secuestrados, que dejen el terrorismo, que liberen a los niños que han reclutado a la fuerza, que
dejen la extorsión, que dejen de actuar como terroristas. Hasta que no veamos eso, esa llave se
mantendrá muy guardadita.
La orden: arreciar, arreciar y arreciar
Y mientras tanto, como lo dijo el Ministro de Defensa hace dos días, después de una reunión que
tuvimos con los Altos Mandos, con el señor general (Óscar) Naranjo, Director de la Policía, la orden
es: arreciar, arreciar y arreciar.
Y eso es lo que haremos, entre otras aquí, en el departamento del Cauca, que tanto necesita, que
tanto añora, que esos terroristas dejen de molestar, dejen de atacar a la población.
Desautorizada toda gestión paralela frente a la paz
Y hablando de paz, también quiero reiterar algo muy importante: muchos han querido ofrecerse de
intermediarios; muchos han querido insinuar que ellos podrían hacer una labor aquí y allá. La
respuesta es: muchas gracias, pero no. Ni en el exterior ni aquí en Colombia.
El Gobierno Nacional, en su oportunidad y cuando lo considere que las circunstancias están dadas
-y no están dadas– sacará la llave y abrirá de pronto la puerta. Mientras tanto, queda
absolutamente desautorizada toda gestión paralela, porque lo único que hace es alejarnos del
objetivo, alejarnos de cualquier posibilidad de diálogo frente a la paz.
Es el Gobierno el que está, en este momento, con la llave. Y a nadie se la entregaremos, hasta que
las circunstancias que hemos delineado se presenten.
Trabajaré con las Fuerzas y para las Fuerzas
Qué bueno estar aquí, también, en esta primera ceremonia con los soldados de nuestra Patria, con
los representantes de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. Cuánto les deben a ustedes
los colombianos: su sacrificio permanente arriesgando sus vidas por traerles tranquilidad a
nuestros compatriotas.
Como lo dije también en mi discurso el día que ganamos las elecciones: ustedes pueden contar
con el Presidente de la República para apoyarlos en todo lo que esté a nuestro alcance, para que
cumplan cada vez mejor su misión, su patriótica misión.
Yo soy uno de ustedes. Trabajaré con las Fuerzas y para las Fuerzas, porque ustedes son la
columna vertebral de nuestra democracia.
Y quiero terminar estas palabras citando a un poeta que ponía en forma clara lo que estoy
diciendo, cuando digo que ustedes son la columna vertebral de nuestra democracia. Decía este
poeta:
“Es el soldado, no el sacerdote, quien nos ha dado la libertad de religión.  
Es el soldado, no el periodista, quien nos ha dado la libertad de prensa. 
Es el soldado, no el poeta, quien nos ha dado la libertad de expresión. 
Es el soldado, no el agitador, el que nos ha dado la libertad de protestar.  
Es el soldado, no el abogado, el que nos ha dado el derecho a un juicio justo.  
Es el soldado, no el político, el que nos ha dado el derecho a votar”.
Hoy rindo homenaje en Popayán (Cauca), en la orgullosa sede de la Tercera División de nuestro
Ejército, a los uniformados de Colombia, que son los garantes, los mejores garantes de todos
nuestros derechos.
Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la clausura
de la Asamblea Nacional de la Andi

Foto: Felipe Ariza - SIG.Cali, 13 ago (SIG). “Doctor Luis Carlos Villegas (Presidente de la
Andi), muchas gracias. Muchas gracias por sus palabras, muchas gracias por su
invitación y muchas gracias por hacerme sentir en mi casa, porque así me siento.
 
Efectivamente aquí he venido a estas asambleas como Ministro de Comercio, como
Ministro de Hacienda, como Ministro de Defensa, como periodista, y hoy como Presidente
de la República.
 
Y me complace muchísimo estar aquí en el día en que le hacen un merecido homenaje a
un gran colombiano, a un gran empresario: Ramón del Castillo. Muchas felicitaciones,
Ramón; muy merecido este homenaje, que además se extiende a Mayito (Trucco de Del
Castillo), que ha sido su fiel compañera, y a toda su familia. Mis felicitaciones y
enhorabuena.
 
Una semana productiva
 
Esta ha sido una semana bastante agitada. Ha sido una semana donde hemos querido
usar el poder de la palabra para tratar de buscar puentes, mejorar relaciones, construir;
construir país, construir futuro.
 
Tuvimos el domingo una serie de reuniones con diferentes dirigentes internacionales, el
lunes con las Cortes, el martes con el señor Chávez (Hugo Chávez, Presidente de
Venezuela); nos reunimos con las Fuerzas Armadas, con la cúpula, con la nueva cúpula.
 
Nos reunimos con los partidos políticos; iniciamos la primera reunión con nuestro partido,
el Partido de la U; y también el día de ayer con el Banco de la República.
 
Yo considero realmente que fue una semana muy productiva. Muy productiva porque se
lograron cosas importantes; importantes para el futuro de nuestra Patria, importantes para
la economía e importantes para ustedes los empresarios.
 
El diálogo con las Cortes
 
El caso de las Cortes. El caso de las Cortes necesitaba una iniciativa que restableciera el
diálogo, sobretodo con la Corte Suprema de Justicia. Por una razón muy sencilla: las
democracias no funcionan cuando no hay armonía entre los poderes públicos.
 
Y yo lo he mencionado en muchas ocasiones, lo menciono otra vez aquí; algo que el
Presidente (Franklin Delano) Roosevelt dijo con mucha claridad, cuando él se enfrentó a
la Corte Suprema de Justicia, queriendo precisamente salir de la Gran Depresión.
 
Decía: ‘Las democracias son como los arados jalonados por tres bueyes. Cada buey es
un poder: el Ejecutivo, el Judicial, el Legislativo. Los bueyes deben ser más o menos del
mismo tamaño y deben caminar más o menos a la misma velocidad para que funcione el
arado, para que funcione la democracia.
 
Si un buey se acuesta y el otro quiere caminar no hay posibilidades de arar, la democracia
no funciona. Por eso es tan necesario restablecer esa armonía, armonía entre los poderes
públicos.
 
Pero eso no se trata solamente de sentarse a decir ahora sí podemos restablecer el
diálogo. Ese es el principio, es una condición necesaria; pero hay que ir mucho más allá,
como yo les dije a los honorables magistrados el lunes por la mañana. El origen de estos
enfrentamientos, no solamente entre el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, sino también el
Poder Legislativo, que hoy está en cierta forma como con un capitis diminutio.
 
Tiene que ver con la Constitución del 91, tiene que ver con la falta de una tarea
necesarísima que esa Constitución le dejó al Congreso de la República y el Congreso de
la República nunca la cumplió, que fue modular los derechos fundamentales de nuestra
Constitución.
 
Y a través de la tutela comenzaron los jueces, las Cortes a reemplazar lo que el Congreso
ha debido hacer y no lo hizo. Y ahí comenzaron a legislar, y ahí comenzaron a ampliar el
espectro, su fuero, y comenzaron a cumplir funciones que le correspondían o bien al
Poder Legislativo o bien al Poder Ejecutivo.
 
Yo menciono un ejemplo de los muchos, muchísimos que hay que se pueden mencionar.
Cuando llegué al Ministerio de Hacienda, en una situación bastante complicada en la
economía colombiana, me encontré con un fallo de la Corte Constitucional donde
indexaba todos los salarios de los funcionarios; todos los empleados del Estado tenían
que aumentar su salario mínimo la inflación. Eso hacía inviable el Estado.
 
Yo fui donde el Presidente de la Corte y le dije: Con todo respeto, esto es un problema
grave. Me dijo: ‘pues ese no es mi problema, porque a mí no me nombraron Ministro de
Hacienda; me nombraron Magistrado de la Corte Constitucional para defender los
derechos de los colombianos’.
 
Ante lo cual yo medité y le dije: Sí, honorable magistrado. Yo le respeto esa posición
¿pero qué pasa si al defender los derechos de unos, deja al resto de los colombianos sin
derechos? ¿Cuál es el derecho que usted está defendiendo? ¿El derecho a un salario
digno de los funcionarios del Estado? Maravilloso, le dije. Muy justo, pero si eso deja sin
salud, sin educación, sin justicia, sin seguridad al resto de los colombianos ¿entonces en
qué quedamos?
 
Me dijo: ‘Hombre, tiene un punto ahí importante. Si logra convencer a los demás
magistrados, podemos reversar ese fallo’. Se hizo. Pero es un solo  ejemplo de los
muchísimos que hay ya sobre la mesa en ese sentido. 
 
Y por eso tenemos que sentarnos a discutir con las Cortes la gran reforma a la justicia, y
también con el Poder Legislativo, el Ejecutivo y el Poder Judicial; nuevamente trazar los
linderos. Dónde cabe cada uno, para evitar esa fricción que produjo el desequilibrio,
desequilibrio que rompió con la armonía entre los poderes públicos.  
 
Ahí hay que avanzar mucho y creo que ahí dimos un paso importante en esa dirección. Y
vamos a concertar con las Cortes las reformas. Yo les dije con todo respeto y con toda
amabilidad: concertar no es consensuar. Vamos a discutirlas, vamos a escuchar todas las
opiniones. Cuando tengan razón, les vamos a dar la razón, pero es importante aprobar
una reforma de fondo lo más pronto posible.
 
Tenemos unas Fuerzas Militares impecables
 
Con las Fuerzas Militares ustedes conocen bien mi posición. Tuvimos una reunión muy
importante y surgieron algunas dudas sobre cuál va a ser la posición del Gobierno hacia
el futuro en varios temas que le conciernen a las Fuerzas Militares.
 
Tenemos por fortuna unas Fuerzas Militares impecables, tenemos una cúpula escogida
con lupa, que nos va a dar grandes satisfacciones. Una cúpula que además, son amigos
entre ellos y yo he hecho un gran esfuerzo para que entre las Fuerzas Militares y la
Policía y entre las propias Fuerzas trabajen en equipo, a todo nivel; eso produce mayores
resultados.
 
Y ya están comenzando nuevamente a trabajar en equipo y estoy seguro que nos van a
seguir dando unos grandes resultados.
 
Con los partidos y el emisor
 
Con los partidos políticos. Nos hemos reunido en el pasado con los directores de los
partidos, estamos reuniéndonos con las bancadas.
 
Queremos interlocutar con los partidos a través de los proyectos de Ley, a través de las
iniciativas. Como lo he dicho, hay que dejar al lado el clientelismo que tanto daño le ha
hecho al funcionamiento del Estado.
 
Ese es el tipo de diálogo que vamos a tener, político, con los partidos, porque creo que
ahí radica también uno de los grandes problemas, pero también de los grandes avances
que podemos lograr hacia el futuro.
 
Y estuve también con el Banco de la Republica, el día de ayer. Ahora más tarde me
referiré a ese menú de temas que mencionamos allá y que mencionó aquí el Doctor (Luis
Carlos) Villegas.
 
Y aquí estuvieron todos los ministros. Le agradezco mucho, doctor Villegas, ese informe
que me dio sobre lo que los ministros dialogaron con ustedes. Aquí estuvieron todos los
ministros, con excepción del doctor Germán Vargas (Ministro del Interior y de Justicia),
tengo entendido.
 
El deber por encima del terrorismo
 
Todos me preguntaron ayer qué si venían a raíz de la bomba, del carro bomba ayer por la
mañana; y les dije por supuesto, por supuesto que tienen que ir. Y les dije que por
supuesto tenían que venir por algo que a mí me sucedió hace cinco años con el
Presidente (Álvaro) Uribe precisamente. 
 
Cuando fuimos a la visita oficial a España, que después teníamos –yo no era Ministro de
Defensa todavía–, el Presidente Uribe me invitó muy amablemente y me invitó por mi
amistad con el entonces Primer Ministro británico, Tony Blair.
 
Estando en España, el día antes de visitar Inglaterra en visita oficial al Primer Ministro
Tony Blair, fue el ataque de Al Qaeda a Londres, que causó tantos estragos.
 
Todos pensamos que iban a cancelar la cita del Presidente Uribe con el Primer Ministro.
Me puse a averiguar, me dijo la secretaria, como si no hubiera pasado nada: ‘No, aquí
esta el Presidente Uribe, está para mañana a las 10 y media de la mañana, 10 Downing
Street (Dirección del Primer Ministro).
 
Llegamos a 10 Downing Street al otro día y el Primer Ministro estaba esperando al
Presidente Uribe, a su comitiva, y el Presidente Uribe le dijo: ‘Muchas gracias por
recibirnos en este momento tan complicado para usted, le agradecemos sobremanera’.
 
Y nos respondió: ‘No, el agradecido soy yo de que hubieran venido. Lo que quieren los
terroristas es que yo modifique mi forma de operar, que yo cambie mi agenda. La mejor
respuesta que le puede dar uno a un terrorista es seguir como si no hubiera pasado
nada’. Y por eso les dije a todos los ministros vayan a la Andi y cumplan con su deber.
 
La seguridad y la paz
 
No sabemos todavía, la verdad no sabemos quién fue el responsable ni sabemos contra
quién. Esta mañana ofrecimos una recompensa hasta de 500 millones de pesos para
quien nos dé información. Sospechamos, por supuesto, quién pudo haber sido, pero
curiosamente no hemos podido todavía constatarlo.
 
Pero eso me lleva a otro punto importante que quisiera dejar consignado ante ustedes
porque sé que es un tema que les interesa muchísimo: el tema de la seguridad, el tema
de la paz.
 
Yo dije en mi discurso de posesión que la llave de la paz, la llave de la puerta que
tenemos con llave –esa puerta está con llave–, que esa llave no la hemos botado al mar;
esa llave la tenemos guardada.
 
Y se mantendrá guardada, hasta tanto no haya una demostración clara y fehaciente de
una voluntad de sentarse a negociar y de haber cumplido unas precondiciones que nos
puedan a nosotros satisfacer de que esa voluntad esta presente.
 
Y dijimos cuáles eran: la liberación de los secuestrados, cesar el reclutamiento de los
niños que están haciendo hoy en día, dejar el secuestro, dejar la intimidación, dejar la
extorsión, dejar los actos terroristas.
 
Mientras tanto –y esa fue una de las conclusiones a que llegamos con las Fuerzas
Militares en la reunión con la cúpula–, mientras tanto la orden, como usted bien lo dijo –lo
repito aquí– es arreciar, arreciar y arreciar más. Porque no podemos bajar la guardia un
solo minuto, ni un solo centímetro. Lo que hemos avanzado, no lo podemos perder y se
puede perder fácilmente.
 
Y nos queda todavía un camino por recorrer, el camino más largo o más difícil. Pero ahí
no podemos bajar la guardia y tengan ustedes la absoluta seguridad, garantía, de que la
Seguridad Democrática, tal y como la concibió el Presidente Uribe, como la consolidamos
en los últimos cuatro años, va a continuar. Y si va a haber algún cambio es hacia
reforzarla; reforzarla y acoplarla a las nuevas circunstancias.
 
La reunión con el Presidente Chávez
 
Me imagino que muchos de ustedes están curiosos sobre mi conversación con el
Presidente Chávez.
 
Cómo fue esa conversación, me preguntan muchos. Cómo fue ese cara a cara que
tuvimos él y yo.  Por qué tomamos la iniciativa del discurso, iniciativa que tuvo una
respuesta inmediata.
 
Porque una situación peor de la que estábamos era difícil de concebir, tal vez una guerra.
Y como bien lo dije, la guerra no esta en mi diccionario y creo que no debe estar en el
diccionario de nadie; una guerra hoy en día con un país vecino no tiene cabida.
 
Y había que también dar un paso para ver cómo podemos restablecer las relaciones.
 
Ese paso se dio, nos reunimos y fue un diálogo como lo habíamos solicitado, franco y
sincero.
 
Lo primero que le dije al Presidente Chávez –y él lo entendió y lo va a respetar– es que la
paz es de los colombianos. La paz, si se llega a negociar, algún día, algún dialogo
-porque quienes hoy están hablando de negociación o de paz han cumplido con algunos
requisitos–, eso lo decide el Gobierno, en su momento y en las circunstancias que
considere oportunas.
 
No se han dado circunstancias para diálogo de paz
 
Por el momento esas circunstancias no se han dado. Y eso se lo dije como se lo dije al
Presidente Lula (Luiz Inácio Lula da Silva, Presidente de Brasil), en su momento, es un
problema nuestro que nosotros vamos a resolver el día en que consideremos que están
las circunstancias dadas.
 
Pero que no empiecen ahora a presionar con procesos de paz aquí, procesos de paz allá,
porque aquí no van a encontrar eco en el Gobierno. Y por eso dije hoy en Cauca que
desautorizaba cualquier iniciativa de cualquier colombiano o extranjero que quisiera
aprovechar a hablar sobre un proceso de paz.
 
Eso lo maneja el Gobierno y esa llave la tenemos muy bien guardada; esa llave no la
hemos botado, pero no se la vamos a entregar al primero que  venga a decir que ellos
quieren ser los promotores o quieren ser los que se llevan las palmas en un proceso de
paz.
 
La concertación entre sectores público y privado
 
Ustedes también me han oído sobre el estilo de Gobierno y mi ideología política,
económica. Lo he dicho muchas veces y lo repito aquí: yo soy Tercera Vía, el mercado
hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario. Es un enfoque pragmático
que después de la crisis mundial del 2008, creo que hoy está más vigente que nunca.
 
Creo firmemente en la concertación sector público-sector privado, como muchos de
ustedes, desde la creación del Ministerio de Comercio Exterior, cuando creamos
Bancoldex, cuando creamos Proexport, Fiducoldex; la participación del sector privado en
el proceso de toma de decisiones.
 
Siempre resulta más efectiva cualquier política pública cuando está concertada. Siempre.
Inclusive lo aprendí en la Federación de Cafeteros donde hice mis primeros pinos. Allá,
cuando se concertaban las decisiones, siempre eran más efectivas. Por eso les he dicho
a todos los ministros: en la medida de lo posible hay que concertar; concertar las políticas
con quienes van a ser los beneficiarios o a veces las víctimas, pero concertar.
 
Y vuelvo y repito: concertar no es consensuar, pero sí es darle participación en la
discusión para crear unas políticas más efectivas, más inteligentes.
 
Y por eso creo que éste es un buen escenario para iniciar  esa concertación con el sector
privado, con la Andi (Asociación Nacional de Empresarios), que es otra de las
instituciones. Hoy es el sexto día de esta semana, el Todopoderoso descanso el séptimo
día; yo no voy a poder descansar, porque mañana me voy para Bucaramanga a continuar
un trabajo que ustedes han hecho con una magnifica intención y con un gran resultado:
los Consejos de Competitividad.
 
Mañana vamos a ir a Bucaramanga a un Consejo de Competitividad sobre un tema,
comercio; sobre una región, la región de los Santanderes. ¿Para qué? Para concertar las
políticas regionales y tratar, en la medida de lo posible, de continuar con este proceso tan
importante, que se inicio veinte años atrás.
 
Me acuerdo muy bien con Luis Alberto Moreno cuando trajimos a Monitor (firma
consultora), al señor Porter (Michael Porter). Y cómo me complace que ya estemos en
esa etapa y es una etapa necesarisima para poder despegar en ese desarrollo que todos
queremos.
 
Colombia está de moda y en posición privilegiada
 
Colombia esta viviendo un momento muy especial de su historia, no solamente porque
estamos cumpliendo 200 años, sino porque los astros en cierta forma se han alineado,
porque tuvimos la fortuna de tener un presidente como el Presidente Uribe, que nos
abonó el terreno; que como dice el doctor Luis Carlos (Villegas), nos devolvió la
esperanza, nos permitió nuevamente hablar de progreso, de paz, de crecimiento
económico, de políticas sociales, y porque además, en las circunstancias a nivel mundial
y nacional se están también compaginando.
 
Tenemos una gran oportunidad y tenemos que pensar en grande. Tenemos que ponernos
unos objetivos ambiciosos, porque esas oportunidades que se presentan hay que
aprovecharlas. Y hay que aprovecharlas es pensando en grande, es buscando objetivos
que uno antes pensaba que eran inalcanzables. Así es como progresan las personas, así
es como progresan las empresas, así es como progresan los países.
 
Y por qué digo que estamos en una oportunidad histórica. Porque –y ustedes me han
escuchado esto– Colombia en este momento esta de moda, Colombia tiene lo que el
mundo está pidiendo. Y Colombia tiene en este momento un régimen político, está en un
continente, está en una situación geográfica que el mundo entero ha comenzado a decir
"este país va a despegar".
 
Tuve la oportunidad de hablar con  el Presidente del  Hong Kong Shanghai Banking
Corporation (Hsbc), en mi viaje por Europa. Él pronuncio un discurso en Hong Kong hace
unos meses y se refería a esa nueva promoción de países después de los Brics, después
de Brasil, India, China, que venían con mayores ímpetus y le decía a sus clientes dónde
tienen que invertir. Y se inventó esa sigla de los Civets; los Civets: Colombia, Indonesia,
Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica.
 
Colombia, el único país de Suramérica. Y le pregunte por qué. Y me dijo: ‘porque ustedes
tienen todo en este momento para despegar’. Y comenzó a enumerar una serie de
condiciones que ustedes todos, hoy y ayer, las han discutido. Tienen un gran potencial,
tienen minerales tienen, petróleo, tienen un gran talento humano, tienen posición
geográfica, están en una situación realmente privilegiada y tienen que aprovechar ese
momento. Y es el momento que todos nosotros tenemos que aprovechar.
 
Es increíble, por ejemplo, que en estas últimas semanas el Embi, eso es lo que mide la
confianza del mundo en un país, los ‘spreads’,  cuánto valen los bonos de ese país en
términos económicos frente a una base que se utilizan los bonos del tesoro americano; en
estas últimas semanas, Colombia ha sido el país que ha mejorado más su confianza ante
los inversionistas del mundo, de todo el mundo. Ningún país ha mejorado tanto como
Colombia en estas tres, cuatro, cinco semanas. Eso es una demostración de cómo nos
están viendo y ésta es la gran oportunidad que nosotros tenemos que aprovechar.
 
Hay unos retos inmensos, hay retos inmensos, porque no todo es color de rosa. Hay retos
inmensos en materia estructural, de la parte institucional. Cuando usted mencionaba,
doctor Luis Carlos, que todos los ministros hacían referencia a la importancia de
modernizar nuestra institucionalidad, eso no fue una simple coincidencia; es una creencia
nuestra firme desde hace mucho tiempo. 
 
Por eso yo fundé una Fundación que se llama Buen Gobierno. Las instituciones son lo
que realmente le dan a un país una proyección de largo plazo y lo que realmente ponen a
funcionar un país. Las personas son pasajeras, todos somos pasajeros, pero las
instituciones perduran y hay que irlas modernizando,  irlas acoplando a las nuevas
circunstancias. 
 
Por eso yo hice la solicitud cuando viajé por Europa a los países europeos para que nos
apoyaran en nuestro ingreso  a la Oecd (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, Ocde). La Oecd  no es el club de los ricos, eso es una equivocación; es el
club de los países con buenas prácticas. Así lo definió la Presidenta Bachelet (Michelle
Bachelet, ex presidenta de Chile), cuando hizo que Chile se comprometiera como  una
política de Estado en el ingreso a la Oecd.
 
Y así como los tratados de libre comercio con Estados Unidos y con Europa –ambos
estoy seguro que se van a aprobar–, son más importantes por la estabilidad en las reglas
de juego por la inversión, el ingreso a la Oecd nos va a dar a todos, sobre todo a ustedes
y a los inversionistas internacionales, una gran tranquilidad pues vamos a estar
permanentemente revisando nuestras políticas para estar a tono con las mejores
prácticas del mundo. De eso se trata la Oecd. Ingresar es un gran desafío.
 
Me preguntaba el Presidente (de Francia, Nicolás) Sarkozy: ‘¿Usted si sabe en lo que se
está metiendo?’ El Director Ejecutivo de la Oecd, un mexicano de apellido GurrÍa (José
Ángel Gurría), gran amigo mío desde hace muchos años, me dijo: ‘esto es duro. Esto
requiere un gran esfuerzo; un gran esfuerzo interinstitucional, un gran esfuerzo legal,
requiere ponerse a tono con lo mejor del mundo’. 
 
Pero así es que hay que pensar y por eso yo los invito a que nos acompañen en que ese
objetivo, Congreso de la República, empresariado, trabajadores, lo cumplamos en los
próximos años.
 
Cada sector va a tener unos objetivos, cada sector tiene cumplir con unos requisitos
mínimos, requisitos bastante ambiciosos. Pero creo que lo podemos cumplir y creo que es
un parámetro muy importante para poder planear y diseñar toda nuestra política.
 
Hablaba usted, doctor Luis Carlos, de la tasa de cambio y del menú de nuestro almuerzo
con el Banco de la República. Tuvimos una reunión muy interesante, muy interesante. Allá
estuvo el Director de Planeación (Hernando José Gómez), nuestro Secretario General
(Juan Carlos Pinzón), la doctora Catalina Crane (Alta Consejera para la Gestión Pública),
el Ministro de Hacienda (Juan Carlos Echeverry); y repasamos todos los temas, que son
más o menos los temas que usted aquí mencionó. 
 
El tema de las reservas –y yo concuerdo con usted, ahí hay un margen bastante amplio
para aumentar reservas–, el endeudamiento privado y la forma como los inversionistas
extranjeros están trayendo sus dólares –ahí hay un margen para ser creativos–, la política
fiscal. Sin duda alguna, parte de la responsabilidad de la revaluación tiene que ver con el
aspecto fiscal, con el desequilibrio fiscal. Hoy en día la demanda por dólares se divide dos
terceras partes de los dólares que ingresan por inversión extranjera, una tercera parte
oficial. Y ahí hay un margen para trabajar.
 
Lo de Ecopetrol. Usted tiene toda la razón. Ecopetrol tiene que ser conciente de que es un
jugador tan grande que cualquier cosa que haga afecta en forma importante a las demás
empresas. Vimos, entre otras cosas, cómo juega él en esto de la tasa de cambio. La
forma como el Banco interviene. Hicimos toda una revisión a esas diferentes formas de
intervención. Ahí hay otras formas audaces que se pueden utilizar.
 
Lo importante es tener un menú y aplicarlo en forma clara, coherente y creíble. Yo soy
conciente de que no es fácil, pero soy conciente también de que ahí hay una posibilidad
de por lo menos poder hacer lo que otros países que están en una situación parecida a la
nuestra han logrado, que es una revaluación moderada; no ser nosotros los campeones
de la revaluación a nivel mundial.
 
La medición de la pobreza. Tiene usted toda la razón, doctor Luis Carlos. Ese es un tema
que nosotros hemos venido discutiendo. Coincidencialmente –no sé si él lo mencionó–,
nuestro Ministro de la Protección Social (Mauricio Santamaría)  era miembro de una
comisión que se creó bajo los auspicios del Banco Mundial, precisamente para revisar
esos indicadores. Esa comisión debe dar sus resultados en los próximos meses, creo que
en octubre, a más tardar noviembre.
 
Y la idea es darnos la pela, como dicen popularmente, y montarnos sobre unos nuevos
indicadores. Lo importante de ahí para adelante es tener un indicador que nos diga si
estamos progresando o no. Pero tiene razón, que nosotros en cierta forma nos
autoflagelamos poniendo unos índices que no son comparables con el resto del mundo y
que nos hacen ver como un país mucho peor de lo que éramos.
 
Porque hay que ser concientes que el problema de pobreza si es un problema grave y el
problema de la distribución es un problema grave. Pero, estoy de acuerdo, no tan grave
como pudiera parecer o por lo menos con los indicadores que nosotros usamos frente a
los demás países; en eso estamos de acuerdo y ya lo hemos discutido y vamos a revisar
la base, para que sea una base más comparable con otros países con los cuales nos
están comparando en el resto del mundo.
 
Hay también, en  la lucha contra la pobreza, que hacer un gran esfuerzo para limpiar, y
perdónenme la expresión, las estadísticas; para poder focalizar la acción del Estado
donde realmente se debe concentrar la acción del Estado. Hay muchos colombianos que
están hoy recibiendo ayudas que no deberían estar recibiéndolas y otros que no la están
recibiendo que sí deberían estar recibiéndola.
 
Tenemos un problema, por ejemplo, con el tema de los desplazados, que hay que
sentarnos a tratar de solucionarlo de la mejor forma posible, porque estamos llegando a
un momento donde la gente pobre está diciendo ¿y yo qué? El desplazado, el víctima de
la violencia, esos están recibiendo todas las ayudas del Estado y el pobre que no ha sido
desplazado o que no ha sido víctima de la violencia está diciendo: a mí me están dejando
por fuera. 
 
Eso tiene un efecto perverso en la motivación de la gente que tenemos que solucionar. O
sea que ahí en eso estamos de acuerdo y, nuevamente, concertando vamos a poder
mejorar y corregir esos problemas.
 
Un gran acuerdo para reducir la pobreza
 
O sea que tenemos una gran oportunidad por delante. Nos hemos puesto unas metas,
una meta de crecer por encima del 6 por ciento, de exportar por encima de los 40 mil
millones, de atraer inversión extranjera, de fomentar la inversión privada, una meta
macroeconómica ambiciosa. Pero aquí hay que hacer mucho más, y quisiera terminar con
eso, pidiéndoles a ustedes que hiciéramos ese gran acuerdo. 
 
A pesar de que las cifras de pobreza y de distribución, y de la situación social, no son tan
malas como aparentemente podrían ser, de todas formas la situación es complicada.
Nosotros de todas formas estamos con unas inequidades totalmente inaceptables. La
tasa de desempleo –que ahí si la medición correcta– es una tasa demasiado alta. 
 
Y por eso les diría a ustedes: me parece muy bien, maravilloso que la economía crezca,
que las utilidades de las 500 empresas más poderosas del país aumenten 50, 60 por
ciento. Es una condición necesaria para el progreso del país, pero no es suficiente. Ese
crecimiento tiene que ser un crecimiento con equidad, tiene que ser un crecimiento que
también le llegue a toda la masa de la población.
 
Y eso se logra a través de iniciativas que sean concertadas y por eso un gran acuerdo
con ustedes, con el sector empresarial, para reducir la pobreza y reducir el desempleo,
fijándonos metas precisas, sería un paso muy importante hacía adelante. 
 
Sentémonos y concertemos cómo lo vamos a hacer y pongámonos esas metas y
cumplámoslas. Creo que es el momento de hacerlo y ustedes verán que la propia
dinámica de ese progreso social va a significar una inyección adicional en todo el auge
económico y eso se vuelve un círculo virtuoso.
 
Una de las razones por las cuales la gente está viendo a Colombia es porque dicen ahí
hay 45 millones de consumidores.
 
Lograr un país de clase media
 
Nosotros mismos podemos aprovechar mucho más nuestro mercado si le damos poder
adquisitivo, si le damos capacidad de compra. Y aquí en la Andi esa tesis ha sido una
tesis tradicional, muchas veces con la discusión del salario mínimo, aunque no
necesariamente en este momento sea esa la  discusión, pero sí pensando en que ahí
tenemos un mercado para explotar, para aprovechar, inmenso. Aprovechémoslo, dándole
capacidad de compra, dándoles mejores ingresos a quienes hoy no están en la llamada
clase media.
 
Volvamos el país un país de clase media. Eso nos conviene a todos.
 
Ustedes son los que generan riqueza, ustedes son los que realmente le ponen el carbón a
esas locomotoras que vamos a utilizar para el emprendimiento de la economía, pero al
mismo tiempo hagamos que esa locomotora llegue a todos los colombianos, no sólo a un
sector de la población.
 
Creo que era el Presidente (de los Estados Unidos, John F.) Kennedy quien decía: uno no
puede sentirse verdaderamente rico, si está rodeado de pobres. 
 
Sintámonos todos verdaderamente ricos, haciendo que nuestros pobres dejen de ser
pobres. Yo sueño con eso. 
 
Cuando a mí me preguntan al final de su mandato ¿qué quisiera? Yo quisiera  mirar para
atrás y decir que todos nos unimos para poder producir un país mejor. ¿Y qué quiere decir
un país mejor? Un país con menos desempleados y menos pobres, un país con una
democracia fortalecida, un país en paz.
 
Estoy seguro, estoy seguro de que lo podemos lograr. A eso nos vamos a comprometer
todo el equipo de Gobierno, con alma, vida y sombrero, sin descanso, pero necesitamos
la ayuda de todos, sobre todo la ayuda de un sector tan importante, tan crucial, con el cual
he tenido el privilegio de trabajar en toda mi vida pública y siempre han respondido.
 
Nunca se me olvidará y lo repito en todas partes, como Ministro de Defensa, cuando vine
a la Andi y les dije: miren lo que ha hecho el Presidente Uribe, en el valor de sus activos.
¿Ustedes estarían dispuestos a pagar este Impuesto al Patrimonio para continuar con la
Seguridad Democrática? Y todos dijeron que sí y muchos inclusive ofrecieron más. Eso es
una demostración de su patriotismo y de su responsabilidad.
 
Por eso yo estoy muy confiado en que este acuerdo que vamos a construir va a producir
también muchos resultados.
 
Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el primer Acuerdo para
la Prosperidad del sector Industria, Comercio y Turismo
Bucaramanga, 14 ago (SIG).

“Muy buenos días a todos. Qué bueno estar aquí  en Bucaramanga, en Santander, realizando nuestro
primer Acuerdo para la Prosperidad.

Así es como hemos llamado estos encuentros que vamos a hacer a través del territorio nacional durante
el transcurso de nuestro Gobierno, para continuar ese diálogo permanente con la ciudadanía, darles
participación en las decisiones que les competen, que los afectan. Hemos sido siempre defensores
acérrimos de la democracia participativa, del empoderamiento de la ciudadanía y a través de estos
acuerdos, creemos que avanzamos un paso más allá de lo que el Presidente (Álvaro) Uribe en buen
momento y con toda razón, instaló como los Consejos Comunales.

Créanme que realmente nos complace mucho estar aquí en Bucaramanga, en Santander, su querido
departamento, tan cercano también a mi familia, a la sangre que llevamos, para realizar este primer
encuentro con los empresarios, con la comunidad, para desarrollar un proceso que después el doctor
Miguel Peñaloza (Alto Consejero para las Regiones y la Participación Ciudadana) va a explicar en
detalle; cómo vamos a funcionar, cuáles son las reglas de juego, cuál va a ser la participación.

Y creemos que, como lo decía al principio, esto representa un paso en la dirección correcta para darle a
la ciudadanía, a los colombianos, no solamente información, sino posibilidades de participación en todas
las decisiones que el Gobierno vaya tomando a través del tiempo.

El asesinato del líder sindical en Medellín

Quisiera, antes de iniciar el ejercicio, referirme a algunos temas. El primero de ellos es el vil asesinato
de un sindicalista, compatriota, un colombiano, sucedido en Medellín, Luis Germán Restrepo, asesinado
sin razón. Hay muchas especulaciones sobre de dónde viene ese asesinato, del asesinato de una
persona que no ha hecho nada diferente a defender los derechos laborales de los colombianos, a
defender los derechos fundamentales de sus compatriotas, a defender sus ideas con entereza, con
convicción.

Lo conocí personalmente muchas veces y lamento muchísimo y condeno de forma enérgica y


categórica ese asesinato. Y quiero pedirles desde aquí a las autoridades que están en este momento
reunidas en Medellín, precisamente, al general Naranjo (general Óscar Naranjo, Director de la Policía
Nacional), a la Fiscalía, que hagan sus mejores esfuerzos para esclarecer ese asesinato a la mayor
brevedad posible.
No podemos seguir teniendo este tipo de crímenes y sobre todo que no sepamos quién está detrás de
estos actos terribles.

Se ha ofrecido una recompensa de 10 millones por información que nos lleve a sus autores; quiero
aumentarla a 50 millones, hasta 50 millones, por cualquier persona que nos dé información sobre los
responsables de este vil asesinato que condenamos de forma categórica.

La reunión con el Presidente de Venezuela

Quisiera referirme también, y contarles a ustedes –porque aquí en Santander y en Bucaramanga el


tema tiene mucha importancia–, sobre nuestras relaciones con Venezuela, la conversación que tuvimos
con el Presidente (Hugo) Chávez el martes pasado. Lo que sucedió y lo que espero que suceda hacia el
futuro.

Fue una conversación, como lo habíamos pedido, franca, sincera. Nos encontramos en un clima de
cordialidad. No se trataba de que el Presidente Chávez al final de la reunión resultara pensando como
pienso yo, ni al contrario; se trataba de dar un paso en una dirección necesaria para crear un clima
cordial y perdurable entre dos gobernantes, que es la creación de la confianza. Creo que eso se logró;
por lo menos ese primer paso es un paso muy positivo.

Yo dije durante la campaña, lo dije aquí en Bucaramanga varias veces, que es absurdo que dos
gobernantes tengan diferencias y que las expresen haciéndole daño a sus pueblos; que cuando los
gobernantes pelean, los pueblos son los que sufren. Y que así tenga uno diferencias profundas, puede
tener una buena relación si se respetan esas diferencias. Y eso fue lo que establecimos con el
Presidente Chávez: respetarnos nuestras diferencias por el bien de nuestros pueblos.

Hicimos un recorrido por los diferentes problemas que tienen las relaciones en este momento: el tema
de la seguridad, por supuesto; el tema del comercio, el tema de los proyectos de infraestructura que
podríamos construir, que se quedaron como en el limbo; el tema del pago de la deuda a los
exportadores, y el tema de las acciones sociales que podríamos desarrollar juntos los dos gobiernos en
la zona de frontera.

Esos temas van a ser tratados cada uno de ellos por unas comisiones que se deben de reunir en las
próximas dos semanas. Estamos en el ejercicio de conformar esas comisiones con la mejor gente.

Yo le decía al Gobernador (de Santander, Horacio Serpa), al Alcalde (de Bucaramanga, Fernando
Vargas Mendoza), como aquí hay tanto interés –tengo entendido que el 70 por ciento de la producción
que se exportaba, se exportaba a Venezuela–, que un representante que ustedes designen para que
haga parte de esas comisiones, sería bienvenido. Esas comisiones deben sentarse y desarrollar la
agenda en cada uno de los frentes.

¿Qué le dijimos al Presidente Chávez y qué van a pedir estas comisiones en materia de comercio y de
pago de las deudas que tienen con exportadores colombianos?

Primero que nos paguen, que les paguen a los exportadores colombianos las deudas que tienen. Ahí se
va a establecer un procedimiento para identificar bien cuáles son estas dudas.

Hay la creencia de que una parte de esas deudas tiene que ver con una sobrefacturación de las
exportaciones, aprovechando con los diferenciales cambiarios para hacer exportaciones ficticias. Lo
vamos a discutir, vamos a hacer un barrido para que una vez estén identificadas las deudas, las deudas
sean pagadas.

Eso sería una primera condición. Yo le expliqué al Presidente Chávez, abrir las fronteras como si nada
hubiese pasado, para que nosotros sigamos exportando, sin establecer un mecanismo que nos genere
confianza, que les genere confianza a los exportadores, a los empresarios colombianos, a quienes hoy
están sufriendo por la falta de pago, no tendría mucho sentido.

Él lo comprendió así y por eso la secuencia de estas discusiones en esa misma comisión va a ser un
sistema de pago de deudas, un sistema hacia el futuro que dé confianza, y poco a poco iremos
recobrando ese mercado, un mercado tan importante para Colombia, un mercado fundamental.

Personalmente –así se lo dije al Presidente Chávez– para mí recobrar ese mercado tiene un valor
especial, por cuanto fue durante mi Ministerio de Comercio que se negoció el Tratado de Libre Comercio
con Venezuela y que inició ese proceso de aumento vertiginoso de las exportaciones hacia ese país. Un
mercado que siempre será muy importante para nosotros.

No abandonar diversificación de mercados

Pero al mismo tiempo tenemos que ser cautelosos. Me parece muy importante el ejercicio que ustedes
han hecho de ir a buscar otros mercados, eso no lo vayan a dejar; todo lo contrario, yo los estimularía a
continuarlo. Busquen otros mercados y poco a poco van recobrando el mercado venezolano, ojalá. Y ahí
vamos a ganar doble.

Pero no vayan a abandonar este ejercicio necesarísimo de ir diversificando nuestras exportaciones. No


solamente ustedes aquí en Santander; sino en el país entero.

Es muy importante que nosotros diversifiquemos nuestras exportaciones. Dependemos demasiado,


dependíamos mucho de Venezuela, dependemos demasiado de los Estados Unidos. Por eso el interés
nuestro también de abrir cada vez más espacios en otros mercados; aquí en America latina, en el Asia,
por eso el Tratado de Libre Comercio con Europa.

En la medida que podamos diversificar nuestras exportaciones, estaremos cubiertos para


eventualidades hacia el futuro, que no nos golpeen cuando alguna región en el mundo tenga alguna
dificultad. Eso es sano por principio y por eso les hago esa recomendación: no abandonen ese ejercicio
en que están de buscar nuevos mercados.

Yo espero que este primer paso sea un paso en la dirección de construir una relación perdurable, que
esto no sea nuevamente un acercamiento y al cabo de algunos meses volvamos otra vez a tener
dificultades y retornar al punto cero. Así se lo expresamos al Presidente Chávez; él estuvo totalmente de
acuerdo.

Quedaríamos muy mal ante el mundo que después de dar este primer paso y de permitir que se
desarrolle todo el trabajo de las comisiones, volvamos nosotros nuevamente, al cabo de unos meses, a
cerrar la frontera y a tener dificultades.

Por eso es mejor ir lento. Paso firme, lento pero seguro. Creo que eso nos daría a todos a la larga
mucha más tranquilidad y eso es lo que espero que podamos hacer en el desarrollo de esta reunión.

Diálogo con las Cortes

Estuve esta semana no solamente con el Presidente Chávez; estuvimos con las Cortes estableciendo
también mecanismos de dialogo, de concertación, con las reformas a la justicia que tenemos nosotros
que aprobar en el Congreso. Les ofrecimos que ese dialogo seria fluido, que concertaríamos todas la
reformas, pero que concertar no es consensuar.

Posiblemente dentro de las propias Cortes hay diferencias de opinión sobre diferentes temas; en el
Congreso puede haber  diferencias sobre muchos de los temas que se presenten; lo importante es que
se sientan partícipes en el proceso de la elaboración de las reformas y, si tienen argumentos válidos,
poderosos, seremos los primeros en acogerlos.

Porque creo que en la medida de lo posible y así son todas las políticas públicas, en la medida de lo
posible, si se puede concertar con quienes van a ser los beneficiarios o las víctimas de alguna reforma,
oírlos, escucharlos y dejarlos participar en el proceso de esa reforma, siempre es más positivo. Siempre
las políticas públicas concertadas son más efectivas; eso es una regla de oro a qui y en cualquier lugar
del mundo.

Lo mismo haremos con el sector empresarial. Ayer en la ANDI (Asociación Nacional de Empresarios),
iniciamos ese proceso. Les dije: vamos a concertar muchas de las políticas que afectan el sector
industrial; con el Consejo Gremial vamos a concertar muchas de las políticas que afectan el sector
empresarial, el sector productivo y lo mismo –y esta reunión tiene ese propósito–, lo mismo con las
regiones.

El desarrollo hoy en día, de cualquier país del mundo, no puede hacerse aisladamente en un mundo que
es cada vez más globalizado. En el caso nuestro, que somos un país de regiones, el desarrollo tiene
que ser regional. Y  estos acuerdos, estos ejercicios que iniciaron ayer y que vamos a continuar hoy, 
tienen como propósito eso precisamente: escuchar, acordar, ver cómo podemos entre todos. Porque
para desarrollarse un país, no solamente puede el Gobierno; tiene que ser el Estado, el sector político,
el sector judicial, el sector empresarial, el sector de los trabajadores; todos tenemos que ser participes
de ese proceso. Así logramos avanzar mucho más rápido, así lograremos ser mucho más efectivos.

Y por eso celebro mucho Miguel (Peñaloza) que usted me haya contado que el día de ayer avanzaran
bastante en muchos de los temas ya específicos. Que qué hacemos con el turismo, que qué hacemos
con el desarrollo de las pequeñas empresas.

Nuevo Viceministro de Desarrollo

Y a propósito de turismo y de desarrollo de las pequeñas empresas, quiero hacerles un anuncio que
creo que es importante para Santander. Vamos a nombrar como Viceministro de Desarrollo a Carlos de
Hart.

Es una responsabilidad muy importante, porque todo nuestro esfuerzo de crear prosperidad, de crear
empleo, de reducir la pobreza, tienen mucho que ver con el desarrollo de la microempresa, de la
pequeña empresa y de la gran empresa. De manera que hay una inmensa responsabilidad, Carlos, y le
agradezco mucho que usted entre a este Gobierno. Nos honra muchísimo que un santandereano de su
talla sea partícipe del Gobierno.

Y en turismo, que es otro de las puntas de lanza de la generación de empleo, hemos hechos unos
cálculos. Si duplicamos el número de turistas, creamos cerca de 400 a 420 mil empleos. Ustedes han
estado representados en ese sector por Óscar Rueda (Viceministro de Turismo); lo vamos a
ratificar.         
          
En fin. Lo que quería decirles como abrebocas y me he extendido demasiado, para darle la palabra a
Miguel, quien va a explicar por primera vez cómo van a funcionar estos Acuerdos para la Prosperidad.

Se trata simple y llanamente de generar espacios y mecanismos de concertación.

Como les decía, yo soy un convencido de la concertación. Yo crecí en una institución, mis primeros
pinos profesionales fueron en la Federación de Cafeteros, donde la concertación era obligatoria por ley. 
Ahí aprendí la bondad de concertar, que vuelvo y repito, concertar no es consensuar. Concertar es
dialogar, consensuar es darle poder de veto a todos los participantes. Eso es muy difícil. Pero
concertación sí.

Y eso es lo que queremos hacer con ustedes, queremos hacer con el resto del país por sectores, por
regiones. Eso va a ser un diálogo permanente y en la medida en que todos se sientan participes, en que
todos participen, estoy seguro que este propósito nuestro de unir al país, de ponernos unos objetivos
audaces.

Buscar ingreso de Colombia a la Oecd

Ayer les decía a los industriales: vamos a ingresar a la Oecd (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico, Ocde). Esto no es un club de ricos. No. Es un club de los países con las mejores
prácticas del mundo y que nosotros los colombianos estamos en condiciones de ingresar a ese país.

¿Que nos va a requerir un esfuerzo enorme? Sí, porque hay unos umbrales muy altos. Para ingresar a
ese club requiere el Estado ser un Estado eficiente, requiere unos estándares mínimos en materia
social, en materia económica, en materia de justicia. Pero si logramos eso como lo logró Chile.

Hablaba yo con la Presidenta (Michelle) Bachelet, me decía: ‘En Chile nos propusimos a entrar a la
Oecd como uno de los objetivos nacionales, como una política de Estado. Todos los chilenos nos
propusimos la entrada a la Oecd y lo logramos’. Y una vez entra uno a ese club se mantiene allí, porque
es un club que se vigilan los unos con los otros. Mire, que este país se está quedando atrás en su
educación. Mire, que este país se está quedando atrás en la generación de empleo. Mire, que ese país  
se está quedando atrás en el crecimiento económico. Mire, que este país está abriendo la brecha entre
ricos y pobres. Y los mejores profesionales de todos estos países van a ayudar a ese país a salir de ese
problema.
Imagínense ustedes si podemos nosotros los colombianos ingresar a ese club de las buenas prácticas.

Colombia está en este momento como centro de atención del mundo. Les contaba ayer, también, a los
empresarios en la ANDI, que tuve la oportunidad de reunirme con el Presidente de tal vez el banco más
grande del mundo, el Hong Kong Shangai Banking Corporation (HSBC).

Él pronunció un discurso en Hong Kong a todos sus clientes en todo el mundo y dijo: ‘Aquí viene una  
generación de países donde les recomiendo a ustedes, los clientes de este banco más grande del
mundo, que fijen su atención. Se llaman los Civets, así los llamó él, Civets. ¿Qué quiere decir los
Civets? Encabeza Civets ‘C’: Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica. El único país
latinoamericano, Colombia.

Eso es una señal muy esperanzadora, que nos llena de optimismo y de entusiasmo. Pero nosotros no
solamente de optimismo y de entusiasmo, tenemos que trabajar muy duro. Tenemos que aprovechar
esa situación, aprovechar ese momento y echar para adelante. Todos juntos, todos unidos. Ese es mi
sueño, y ese es el sueño que quiero que con ustedes podamos lograr.

Muchas gracias”

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el lugar del accidente


aéreo en San Andrés
San Andrés, 18 ago (SIG). 

“Nuestros corazones están con ustedes; el nuestro y el de todos los colombianos. Nuestro más sentido
pésame.

Los titulares de la prensa internacional, en su gran mayoría calificaron este hecho como un milagro. Esa
fue la palabra que más apareció en los titulares alrededor del mundo: milagro en San Andrés, milagro en
Colombia; y describían lo que sucedió.

Y fue un milagro, fue un verdadero milagro. Me cuenta el doctor Fernando Sanclemente (Director de la
Aeronáutica Civil) que esas dos rueditas que tiene todo avión en su tren de aterrizaje, al comienzo –la
nariz se llama–, que al lado de la nariz se encontró una Biblia, lo que tiene mucho significado. Eso es un
milagro.

Pero este milagro fue muy particular, porque no solo fue la mano de la Divina Providencia, la mano del
Todopoderoso, sino que tuvo una divisa muy importante, muy importante de aquí: nuestros compatriotas
que hicieron un trabajo realmente espectacular.

Agradecimiento por la solidaridad de todos

Y yo vine aquí hoy a San Andrés a agradecerle a Dios, por supuesto, pero también agradecerles a todos
y cada uno de ustedes que, inclusive arriesgando sus vidas, permitieron que este accidente no hubiese
tenido las consecuencias trágicas que un accidente similar en cualquier parte del mundo hubiera tenido.

El trabajo de todos, nuestros valientes miembros de la Fuerza Pública, esa operación que hicieron para
controlar la pista. La Armada Nacional se tomó las cabeceras. La Fuerza Aérea y la Policía
inmediatamente  intervinieron en la pista. Luego los bomberos, luego todos los que fueron interviniendo.

El trabajo –me dicen–, de los taxistas; cómo ayudaron a evacuar la gente. Y como decía el señor
Gobernador (de San Andrés y Providencia, Pedro Gallardo Forbes), en 14 minutos tenían las personas
repartidas, atendiéndolas en los dos hospitales, que también hicieron una labor maravillosa.

La forma como la ciudadanía en general fue solidaria, la forma como todo el sector hotelero ha venido
ayudando a que la situación de a quienes les tocó quedarse aquí no fuera tan dramática; en fin, todos
los que intervinieron en este proceso de convertir una tragedia en un milagro.

Les quiero decir que muchas gracias; muchas gracias a nombre mío, a nombre de toda Colombia. Me
siento muy orgulloso, muy orgulloso del trabajo de ustedes.
Cuando me describen ya en detalle cómo fue la operación, cómo cuando estaban apareciendo las
llamas, los bomberos llegaron arriesgando sus vidas a apagar las llamas; cómo la Policía desde un
principio, allá metida rescatando la gente. A todos mis más sinceros agradecimientos.

Ustedes les han dado una lección a Colombia y al mundo de lo que es solidaridad, eficiencia y lo que
somos los colombianos.

Me contaba el Gobernador que había una pareja de un estadounidense, del estado de Georgia –¿Es el
estado de Georgia, no Gobernador?– casado con una barranquillera. La barranquillera, nuestra
compatriota está embarazada, siete meses de embarazo, siete semanas perdón.

Creo que este marido de nuestra compatriota estadounidense ya está en Colombia, o está en Estados
Unidos, no sé, debe estar en Colombia; pero le dijo al Gobernador que él quería regresar a tener su hijo
en San Andrés y que él añoraba con tener la ciudadanía colombiana.

Gobernador, si usted puede localizarlo y decirle que él el lunes en la madrugada volvió a nacer; o sea,
que nació en Colombia y que va a tener esa nacionalidad colombiana.

San Andrés es uno de los tesoros de Colombia

Hemos venido aquí también para darle a San Andrés una voz de aliento, una voz de optimismo; a
decirles a los colombianos y al mundo: esta es una isla privilegiada. Lo que sucedió aquí dice mucho del
ambiente que reina en San Andrés. El hecho de que hubiese sucedido este milagro aquí en San Andrés
es un buen augurio para el futuro de San Andrés.

Esta mañana alguien comentaba que si la pista estaba en condiciones no óptimas. La verdad es que la
pista está en condiciones óptimas bajo cualquier punto de vista, bajo cualquier parámetro.

Aquí lo que hay es una isla habitada por gente maravillosa, dispuesta a recibir a todos los turistas de
Colombia y del mundo durante mucho tiempo. Esta isla es uno de los tesoros de Colombia y todos los
colombianos lo que queremos es quererla cada vez más, señor Gobernador.

Solamente me resta decirles que como Presidente quería venir a estar presente en una situación tan
especial. Una mezcla de tristeza; tristeza por la pérdida de una compatriota, que nos duele
enormemente.

Pero al mismo tiempo una sensación como de euforia, porque se salvaron todas las personas que
estaban en ese avión, con excepción de doña Amar (Fernández de Barreto).

Decirles que el Gobierno estará siempre presente en situaciones como éstas, estará siempre dispuesto
a ayudar. La Fuerza Aérea estuvo aquí desde un principio. El único contratiempo que tuvimos fue el
tiempo, el tiempo que demoró durante varias horas, muchas horas, el inicio del proceso para normalizar
la situación.

Normalización gradual de operaciones

El doctor Sanclemente me dice que le tocó esperar desde el lunes a la madrugada hasta casi las 7:00,
8:00 de la noche para poder llegar. Yo pregunté que si podíamos venir el lunes y me dijeron que no; era
imposible.

Luego el Ministro de Transporte (Germán Cardona Gutiérrez) también estaba allá en Barranquilla. Salió
de su casa en Anapoima (Cundinamarca); se fue para Barranquilla porque no podía regresar aquí.

El primer vuelo quiso llegar, no pudo; le tocó aterrizar en Providencia. De Providencia quiso aterrizar
otra vez en San Andrés, no pudo; le tocó devolverse a Cartagena, tengo entendido. Ese fue el motivo de
la demora y lo que causó ciertos contratiempos a las personas que querían evacuar.

Pero afortunadamente ya ustedes han visto cómo los aviones están despegando uno tras otro y
esperamos que muy pronto la situación esté totalmente normal.

Rogamos por la vida de la niña, que infortunadamente me dicen que está bastante grave; me dicen que
está bastante grave pero roguémosle a Dios que haga otro milagrito y nos salve esa niña y nos ayude a
que se pueda recuperar. Ojalá escuche este clamor de todos nosotros.

De nuevo a todos ustedes muchas, muchas gracias; muchas, muchas felicitaciones. Estamos muy
orgullosos del trabajo de todos y cada uno de ustedes; un ejemplo para el resto de Colombia, un
ejemplo para el mundo.

Y que Dios los bendiga”.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la premier de la


película ‘Océanos’
Bogotá, 18 ago (SIG).

“Yo tampoco –no se preocupen– voy a echar ningún discurso.

Vinimos aquí a ver una película. A eso fuimos invitados, a eso me invitó Sandra Bessudo (Ministra
designada del Medio Ambiente) hace ya algunos días, llena de entusiasmo, como todo lo que hace ella.

Y me invitó a una película muy especial, que tiene un significado muy especial y un mensaje muy
especial, sobre todo para nosotros los colombianos.

No todos los colombianos conocen o aprecian nuestras riquezas. No todos los colombianos conocen
que somos el país más rico en biodiversidad por kilómetro cuadrado del mundo, del planeta.

No todos los colombianos saben que en recursos hídricos, en agua, somos el tercer país más rico del
mundo. Y no todos los colombianos saben que el 48 por ciento de nuestro territorio es un océano, o bien
el Caribe o bien el Pacífico. Son aguas marítimas.

Allí hay una riqueza inmensa, tenemos una costa, 1.600 kilómetros en la Costa Caribe, 1.300 kilómetros
en la Costa Pacífica. O sea, la mitad de Colombia es mar. 

El legado de Cousteau y la nueva Ministra

Y no hemos realmente conocido qué hay en ese mar. El mundo hasta ahora está descubriendo qué hay
en los mares y a nosotros nos correspondió ¡vaya paradoja! que un francés fuera el que realmente
comenzara a decirnos qué era lo que había en esos mares que son nuestros

Precisamente este junio de este año se cumplieron los cien años del natalicio de Jacques Cousteau. Y
Jacques Cousteau fue una persona muy especial, que tenía esa pasión que uno le veía en su programa
sobre los océanos, sobre el mar.

Pasión que tiene Sandra Bessudo, quien además lo conoció cuando –tengo entendido– tenía solamente
4 años. ¿Qué edad tiene Suani hoy (hijo de la Ministra designada)? 9. Es chiquito.

Pero Sandra se ha mantenido en contacto con los hijos de Jacques Cousteau, con los nietos, porque
tienen esa pasión por defender una riqueza del planeta y en el caso nuestro que es una riqueza de
Colombia, como son nuestros mares. Ahí hay un potencial enorme.

Y como lo dije en mi discurso de posesión, nosotros lo que tenemos no es una herencia de nuestros
padres sino una deuda que tenemos con nuestros hijos, una deuda que tenemos que pagar. Es decir,
tenemos que preservar nuestro medio ambiente, nuestra biodiversidad.

Y ahí afortunadamente encontramos una persona que nos va a obligar a pagar esa deuda con creces,
que es Sandra Bessudo.

Sandra toda la vida ha tenido esa vocación de proteger esas riquezas que tenemos los colombianos,
que Dios nos dio. Hoy, precisamente cuando regresaba yo de San Andrés, veíamos cantidad de mar y
qué mar tan bello. Y lo que hay debajo cómo es de importante.

Y lo que me decía Sandra es que esta película lo que hace es decirle a la gente, transmitirle un mensaje
de importancia de lo que es el mar.

Yo había tenido alguna experiencia con el mar, estuve en la Armada Nacional. El único problema era
que me mareaba cuando estaba en los buques; pero aparte de eso, tengo mucho aprecio por el mar.

Fui además, por puras coincidencias de la vida, delegado de Colombia ante la Organización Marítima
Internacional, en Londres, en los años setentas. Me tocó discutir los temas que hoy –en esa época no
eran muy importantes, ni muy relevantes– hoy se están volviendo muy importantes y muy relevantes.

Un Gobierno comprometido con el medio ambiente

Pero lo que sí tengo es un compromiso para que el Gobierno sea un Gobierno respetuoso del medio
ambiente. Somos muy concientes, muy concientes de los tesoros que tenemos, el verde de nuestras
selvas y el azul de nuestros océanos. Ese tesoro tenemos que preservarlo.

Y por eso vamos a crear el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Y por eso designamos a una persona que va cumplir esa tarea con lujo de detalles. Porque como
ustedes lo han visto le sale esa pasión por la naturaleza, por los mares, le brota por los poros. Por eso
estoy seguro que va a ser una gran Ministra.

Y va a tener un Presidente que la va a apoyar en toda su causa.

Y que esta película es simplemente un abrebocas de lo que ella va a hacer durante su Ministerio y es
concientizar a los colombianos sobre la importancia de preservar el medio ambiente, de preservar sus
riquezas.

A mí cuando me preguntan qué quisiera que la gente recordara después de terminado el Gobierno, yo
he dicho con toda claridad: que digan que el Gobierno ha sido un Gobierno que logró bajar los índices
de pobreza, logró bajar los índices de desempleo.

Pero también mi sueño es que nos recuerden como un Gobierno  que tuvo una gran sensibilidad por
preservar el medio ambiente, por protegerlo, por aprovecharlo en forma positiva. Y porque esa riqueza
enorme que tiene el país,  en un mundo donde hoy lo que más está preocupando a la humanidad es
precisamente el cambio climático, la destrucción del medio ambiente, de nuestros bosques y de
nuestros pulmones, Colombia puede jugar ahí como una gran potencia.

Y ese es nuestro sueño, que espero que con Sandra podamos cumplir.

Sin más preámbulos, los invito a ver esta película y que ojalá la película cumpla con su cometido.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente de la República, Doctor Juan Manuel Santos,


en la presentación del Proyecto de Ley de Formalización y Primer
Empleo
Bogotá, 19 ago (SIG).

“Antes de comenzar quisiera hacer una breve declaración sobre la noticia que se conoció hoy acerca de
un grupo de abogados que va a denunciar al ex presidente Álvaro Uribe, y tres de sus ministros, por
traición a la Patria, entre otras cosas por firmar el acuerdo de extensión de cooperación militar con
Estados Unidos.

Como Presidente de la República manifiesto mi rechazo vehemente a estas infundadas e injustas


acusaciones a quienes, como el Presidente Uribe y sus más inmediatos colaboradores, no hicieron otra
cosa que servir bien a nuestro país y a los intereses del pueblo colombiano.

¿A quién le cabe en la cabeza que firmar un acuerdo para incrementar y hacer más efectiva la
colaboración bilateral contra el narcotráfico y el terrorismo pueda considerarse como traición a la Patria?
Y digo más: Como Ministro de Defensa, yo fui el que inicié la negociación de ese acuerdo.

Así que, señores denunciantes, si quieren pueden incluirme en la denuncia. ¡Me sentiría muy honrado!

Todo mi respaldo al Presidente Uribe y a su gabinete, que obraron en este tema con absoluta y total
transparencia y con el espíritu patriota que siempre los caracterizó.

Yo sólo aspiro a combatir a los violentos y a los criminales, y a representar a Colombia, con la misma
entereza, la misma firmeza y la misma decisión que ellos lo hicieron.

Ahora sí vamos al buen tema que hoy nos convoca:

Muchas veces me preguntan de qué se trata la Unidad Nacional, y cómo se traduce en la realidad.

Y aquí está la respuesta:

¡De esto se trata la Unidad Nacional!

Hoy más que nunca, en este recinto, está plasmado ese espíritu de Unidad Nacional que he convocado
a través de los últimos meses.

No es, como siempre se ha dicho, una unidad para repartir puestos ni para repartir prebendas.

No es una unidad para acallar las voces de los opositores, que son tan importantes para la democracia.

Es una unidad en torno a los temas fundamentales que a todos nos congregan y que a todos nos tienen
que seguir congregando.

Una unidad para generar empleo y para combatir la pobreza.

Una unidad para crear prosperidad democrática, es decir, prosperidad social para todos los
colombianos.

Nuestro país tiene todos los elementos, todas las condiciones, para despegar y convertirse en un
milagro económico y social.

Pero eso sólo lo vamos a poder lograr si trabajamos unidos, si nos ponemos todos unas metas
comunes, si empujamos todos en la misma dirección.

Y hoy estamos dando un ejemplo concreto de cómo funciona este proyecto de Unidad Nacional.

Todos los que estamos aquí: gobierno, gremios, partidos políticos, tenemos un compromiso con nuestra
gente, con todos los colombianos y, muy especialmente, con los más de dos y medio millones de
compatriotas que hoy no tienen empleo.

El Ministerio de Protección Social, el Ministro Mauricio Santamaría, nos ha dado una explicación muy
resumida pero muy concreta sobre el proyecto de Ley de Formalización y Primer Empleo que estamos
presentando al Congreso de la República.

Pero él no está solo.

Aquí están también el Ministro de Hacienda; el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, que acaba de
retirarse, porque está viajando a Venezuela a presidir una de las comisiones con la hermana República
de Venezuela para ver si podemos normalizar nuestras relaciones; el director de Planeación; y la
directora del Icbf (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar); todos avalando esta política integral que
incluye el soporte y el compromiso de cada una de las entidades.

Pero aquí también están los presidentes de las Cajas de Compensación Familiar y de la Confederación
de Cámaras de Comercio; de la Andi (Asociación Nacional de Empresarios); están todos los dirigentes
gremiales, en una demostración de que el objetivo de crear empleo requiere del esfuerzo de todos, es
del interés de todos y va a tener el aporte de todos.

Yo le agradezco mucho las palabras al doctor Álvaro José Cobo, Presidente de Asocajas; las palabras
del doctor Eugenio Marulanda, Presidente de Confecámaras; y del Presidente de la Andi, el doctor Luis
Carlos Villegas.

Ustedes saben que estamos pidiendo un esfuerzo a sus agremiados en el corto plazo, como por
ejemplo no recibir las contribuciones o no recibir los ingresos por el registro mercantil. Van a ser
contribuciones que en principio no tendrán, pero que se duplicarán hacia el futuro. Es una buena
inversión. Y en esto creo que es bien claro el objetivo de todo este proyecto.

Saben también que sólo a través de una economía formal, con más empresas y más cotizantes, vamos
a poder sacar el país hacia adelante.

Lo que hoy sembramos, lo que hoy estamos haciendo, lo vamos a cosechar en unos años, y entonces sí
podremos todos congratularnos por haber tomado una decisión que espero sea la correcta.

Sus palabras, las de todos ustedes y su compromiso, son ejemplo de lucidez y de visión de futuro, de
solidaridad con sus compatriotas, de unidad para la prosperidad.

Recuerdo una frase de mi contrincante de entonces, el profesor Antanas Mockus, que acaba de
mencionar también el presidente de Confecámaras: ‘Todos ponen, todos ganan’. Eso es lo que estamos
haciendo aquí.

Y esto es un ejemplo perfecto. Todos estamos aportando y todos vamos a ganar.

Debo decir que esta semana me he sentido muy contento, muy tranquilo, al comprobar la buena
disposición y la gran responsabilidad del sector privado, doctor Villegas (presidente de la Andi), frente a
la solicitud que expresamos en la Asamblea del viernes pasado, en Cali, de que nos acompañen en un
gran Pacto contra la Pobreza y por el Empleo.

Ayer, en la reunión con el Consejo Gremial, todos los gremios, todos, sin excepción, manifestaron su
acuerdo, con patriotismo, con visión de futuro, para que comience el desmonte de las deducciones
tributarias por inversión en capital, a cambio de realizar programas y establecer estímulos para la
generación de empleo.

Les aseguro a los gremios, le aseguro al país, que esos cerca de 3,5 billones de pesos que van a
ingresar al fisco por la eliminación de las deducciones al capital se van a convertir en otro tipo de capital;
capital social, que es lo que tanto interesa a este país, en inversión en nuestra gente, en más
oportunidades.

Con ese mayor ingreso vamos a poder dar otros estímulos tributarios como los que contempla el
proyecto de ley que hoy estamos presentando; ya no enfocados en el capital sino en el trabajo, que es
el gran reto que tenemos todos los colombianos.

Gracias, muchas gracias a los gremios por comprometerse a trabajar contra la pobreza y contra el
desempleo.

¡Nada menos se esperaba de sectores que se han caracterizado por su responsabilidad y su amor por
su país!

Y así como nos reunimos con los gremios económicos, espero reunirme la semana entrante –ya los
hemos convocado– con las centrales obreras, con los sindicatos, porque nadie mejor que ellos para
hablar de la creación de trabajo, trabajo y más trabajo.

Aquí están también los representantes de los partidos políticos, pieza fundamental de la democracia,
que se han vinculado a la propuesta de la Unidad Nacional, y en cuya mesa del acuerdo discutimos
también este proyecto.

Esta ley la sacaremos adelante con apoyo de ustedes, señores congresistas, del Congreso, de los
partidos que se han vinculado a la Unidad Nacional, y ojalá también con los demás partidos que tengan
representación en el Congreso.

Porque formalizar la economía y crear empleo no debe tener color político; ¡es una meta de todos!

Y quiero hacerle un reconocimiento especial doctor Rafael Pardo. De su programa tomamos prestada
esta iniciativa de estímulo al primer empleo.

Siempre dije durante la campaña que pondría en práctica las buenas ideas de mis entonces rivales
democráticos, y así lo estamos haciendo hoy, poniendo en práctica una de sus buenas ideas. Lo hago
con gusto y con mucha alegría.

Porque repito: ¡De esto, y no de otra cosa, se trata la Unidad Nacional!

De trabajar juntos por el país, por los colombianos que más lo necesitan, por nuestro futuro como
nación, sin egoísmos, sin protagonismos, sin rencores, pensando en grande, unidos como debe ser.

La meta de empleo que nos hemos fijado es ambiciosa, pero estoy seguro de que es posible, no en
unos meses, pero sí en unos años, si buscamos esos objetivos todos unidos: crear por lo menos 2,5
millones de nuevos empleos y formalizar otros 500 mil. Son palabras mayores, pero estoy seguro que
esos objetivos los vamos a lograr.

No estamos condenados –oigan bien–, no estamos condenados a tener que convivir con tasas de
desempleo de dos dígitos. Me rehúso a creerlo. Y mucho menos con tasas de desocupación por encima
del 23 ó 24 por ciento para nuestros jóvenes, como la que hoy afecta a los menores de 25 años.

Por eso vamos a enfocar la ayuda en crear empleo para esos muchachos que por primera vez salen a la
vida laboral.

Y vamos a enfocarnos en ayudar a salir adelante a esas nuevas y pequeñas empresas que quieren
tener éxito y que quieren generar empleo.

Le apostamos todas las fichas al trabajo y al emprendimiento.

Y no será una apuesta solitaria del Gobierno.

Con gran satisfacción puedo decir, al verlos aquí a todos reunidos en este empeño, que es una apuesta
del país, de todo el país, para derrotar el desempleo.

Es cierto –y esto lo debemos tener muy claro– que no hay soluciones mágicas ni soluciones que tengan
efectos inmediatos; pero sí hay caminos para comenzar a derrotar el desempleo y yo estoy convencido
de que éste que estamos tomando hoy es un paso en la dirección correcta.

Estoy seguro de que, en un plazo de tres o cuatro años, vamos a ver florecer estos resultados, cuando
sean muchos más los trabajadores formales que los informales.

Más trabajadores formales significa más aportes a los sistemas de salud, más aportes a los sistemas de
pensiones, más aportes a toda la seguridad social del país.

Significa más contribuciones –después del periodo de gracia– a las cajas, a las cámaras de comercio.
En fin, todos ganan.

Significa, además, más impuestos recaudados para las grandes obras que necesita el país.

Y sobre todo –y eso es lo más importante–, significa más familias prósperas, más familias felices,
recibiendo ingresos dignos y con una mejor calidad de vida.

El proyecto de ley que se presenta ante el honorable Congreso es una herramienta jurídica muy
importante para que esa gran meta de crear por lo menos 3 millones de empleos formales pueda ser
posible en los próximos cuatro años.

Pero no es la única herramienta.

Al lado de ella tenemos el impulso que les vamos a dar –unidos al sector público y unidos al sector
privado– a los cinco sectores que hemos llamado ‘locomotoras’, que van a jalonar el crecimiento de la
economía por encima del 6 por ciento, o cerca al 6 por ciento, durante los próximos años.

Al lado de ella tenemos programas de créditos y becas para la educación superior que van a impedir
que cientos de miles de muchachos pasen a engrosar automáticamente las filas del desempleo.
Al lado de ella también tendremos programas especiales para estimular el empleo en las mujeres y
vamos a poner en marcha un programa ambicioso de obras públicas comunitarias.

Y tendremos, como ya se ha anunciado, un Ministerio del Trabajo y el Desarrollo Laboral, que se va a


dedicar a crear empleo, no a las fricciones laborales con los empresarios, no; a crear empleo y a
capacitar mejor a los colombianos para que puedan trabajar mejor, para que sea una educación
pertinente y que el trabajador se capacite permanentemente para que esté siempre vigente en un
mundo donde todos los días cambian las reglas del juego por el avance impresionante de la tecnología.

Será un esfuerzo grande, porque tenemos que pensar en grande.

Un país con más empleos formales, con más empresas formales, enfilado hacia la prosperidad y la
competitividad, ¡ese es el país que queremos!

Ese es el país que esperamos dejar nosotros como legado.

Y no será el legado de un gobierno.

Será el legado de una nación que se puso de pie cuando fue necesario, que asumió sacrificios, que
superó las diferencias y que decidió trabajar unida por su futuro.

Muchas gracias a todos ustedes; muchas gracias por unirse a este sueño y por ayudarnos a construirlo.
Estoy seguro de que este sueño será realidad más pronto de lo que estamos pensando.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente de la República, Doctor Juan Manuel Santos,


en la presentación de los proyectos de Ley de Ordenamiento Territorial
y de Reforma de Regalías
Barranquilla, 20 ago (SIG).

“¡Qué bueno venir a la costa Caribe, a esta querida Barranquilla, a cumplir un compromiso sentido, un
compromiso cierto, un compromiso del corazón, un compromiso con esta hermosa región de Colombia y
con todas las regiones del país!

Durante mi campaña vine varias veces a Barranquilla y a diversas ciudades y municipios del Caribe;
participé en muchos foros y siempre dije que, como Presidente, impulsaría una ley de ordenamiento
territorial que hiciera realidad el sueño de la región Caribe, y de otras que sean viables en el país.

Dije también que me comprometía a trabajar en una reforma a las regalías, un tema tan importante en
esta región –que además es una de las más beneficiadas por estos recursos–, para que se utilicen en
forma eficaz, eficiente, transparente, y también para que se distribuyan en todas las regiones de la
periferia.

Hablamos de un Fondo de Compensación Regional que comenzará a cerrar la brecha y a eliminar las
desigualdades que persisten entre las diversas zonas de nuestro territorio.

Y hoy vuelvo a Barranquilla, donde tuvo tanto impulso el Voto Caribe. Recuerdo perfectamente cuando
nos comprometimos con ese Voto Caribe en pleno carnaval y he venido a cumplir mi palabra con la
región Caribe y con las demás regiones del país.

Hemos venido, señor Gobernador (del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa), señores alcaldes, doctor
Adolfo Meisel, y tantos otros promotores de esta idea, para lanzar desde Barranquilla estos importantes
proyectos legislativos.

Esperamos, de todo corazón, que sean aprobados en el Congreso de la República, y hagan realidad
esa posibilidad de que las regiones tengan una verdadera equidad y una verdadera posibilidad de
desarrollo.

Me gustó mucho una columna suya, doctor Meisel, en la que nos invitaba a los candidatos que nos
habíamos comprometido con la región Caribe a cumplir nuestra promesa.

Usted decía que los políticos nos parecemos al diablo que convenció a un costeño que había muerto de
que no fuera al cielo, sino que se fuera para el infierno, porque le mostró una linda playa llena de
mujeres bonitas, en bikini, tomándose sus mojitos y con mucha música. Luego de que este muerto había
tomado su decisión, convencido por el diablo, llegó al infierno y no había tal playa ni mujeres bonitas ni
mojitos ni música; era un desierto lleno de torturas. El costeño le reclamó al diablo:  ‘Ajá, man. ¿Qué
pasó? Lo que tú me prometiste fue otra cosa? A lo cual el diablo le respondió: ‘Sí, ¡pero era que
estábamos en campaña!’.

Fíjese que no somos el diablo. Eso no está pasando ni va a pasar. Lo que dijimos en nuestra campaña
lo estamos cumpliendo.

Por eso hoy estamos aquí para cumplirle a la Costa, al Atlántico, a Bolívar, a Magdalena, a Cesar, a La
Guajira, a Córdoba, a Sucre, y a todas las demás regiones de la periferia del país; para cumplirle
también a Nariño, con el que nos comprometimos cuando allá estuvimos en campaña.

Hoy estamos lanzando, con un buen ambiente, como lo podemos percibir, este proyecto de Ley de
Ordenamiento Territorial que hará viable –después de 19 intentos– el proceso de creación de las
regiones, y un proyecto de acto legislativo que dará inicio a la gran reforma de las regalías que va a ser
el motor del progreso y de la equidad regional.

Señor Presidente del Congreso, del honorable Congreso que yo siempre he llamado el poder supremo
de la Nación:

En el discurso que pronunció el día de mi posesión, usted tomó la voz de las regiones para expresar
ante el país su preocupación por las desigualdades que se viven en la periferia colombiana.

Y manifestó, con alivio, que veía en el Gobierno que comenzaba una preocupación igual por las
inequidades sociales y regionales, y los buenos augurios de que tomaríamos cartas en el asunto.

Y es cierto, tal como usted dijo, que hoy hay ‘una auspiciosa confluencia’ –así lo llamó usted– del
Ejecutivo y el Congreso para lograr reformas largamente aplazadas, que superen la falsa dicotomía
entre crecimiento y la disminución de la desigualdad.

Después de tantos infructuosos intentos por aprobar una ley de ordenamiento territorial y unas reformas
necesarias al régimen de regalías, que realmente beneficien a todas las regiones, estoy convencido que
hoy, por fin, los astros se han alineado y son bastante favorables.

Con ustedes, señores congresistas, podemos hacer historia en el Caribe y en las demás regiones
posibles del país –en el Pacífico, en el sur, en el oriente–, para que todas se equiparen en desarrollo
económico y social con las más prósperas o menos pobres del centro de nuestro territorio.

¡Y no vamos a ser inferiores a este reto!

No se trata de un simple trámite legislativo.

Es un trabajo conjunto, de todos unidos para reducir la pobreza y las inequidades en la inmensa
mayoría del territorio nacional.

Es un compromiso de verdad con los que más necesitan, con los que están cansados de esperar.

El próximo mes iré a Nueva York a rendir cuentas sobre el cumplimiento de los Objetivos del Milenio.
Fuimos uno de los tres países –junto a China y Ghana- a los que nos pidieron rendir cuentas, sobre los
compromisos que fijamos nosotros mismos.

Y si queremos cumplir esos compromisos que asumimos ante el mundo  –¡y lo vamos a hacer!–, para el
2015 tendremos que haber sacado a por lo menos 7 millones de habitantes de la pobreza, y a 4 millones
de la indigencia.

¡Y vamos a lograrlo –estoy seguro– si trabajamos juntos, sin mezquindades, sin poner los intereses
personales sobre los intereses generales, como una Nación decidida a dejar atrás siglos de inequidades
y a conquistar ese futuro que está a la mano, para que sea un futuro placentero para todos los
colombianos!

A los pobres de la Patria y a los pobres del Caribe, les repito: ¡no los vamos a defraudar!

Y digo más: a todas las regiones de nuestra Patria, a esa inmensa mayoría de colombianos que viven
en la periferia de nuestro territorio, ¡tampoco los vamos a defraudar!

El ministro del Interior, Vargas Lleras, nos ha delineado lo que será la propuesta de la Ley de
Ordenamiento Territorial.

Es una ley pensada para las regiones y por las regiones, pero que no compromete la unidad ni la
soberanía nacional.

Y esto debe ser muy claro:

Desarrollar las regiones que autorizó la Constitución de 1991, es un ejercicio democrático de


descentralización y de mayor autonomía territorial, pero no es un camino hacia el federalismo o la
desintegración.

Me gustó mucho una frase que acuñó el secretario de la Comisión de Ordenamiento Territorial del
Senado (Gregorio Eljach Pacheco), que resume muy bien lo que queremos:

‘Vamos a regionalizar el Estado unitario’.

Y sea el momento para agradecer el buen trabajo de esta Comisión, hoy presidida por el senador
Aurelio Iragorri, que ha mantenido vivo este tema, a pesar de los continuos descalabros en el Congreso.

Con este proyecto de Ley de Ordenamiento Territorial, avanzaremos –sin lesionar la Unidad Nacional–
hacia una descentralización efectiva, que respete la autonomía regional y la diversidad, esa gran
diversidad que enriquece a nuestra nación.

Como dije en mi discurso de posesión: las regiones que estableció la Constitución para promover el
desarrollo económico y social ¡serán entonces una realidad!

Será un proceso gradual, impulsado desde las mismas regiones, cada cual a su paso y de acuerdo con
sus posibilidades y sus necesidades.

Sabemos que la región Caribe es pionera en esta idea, pero también podrán formarse, en su momento,
otras regiones en el país que consulten los intereses de sus habitantes.

La integración podrá tener motivaciones geográficas o motivaciones culturales; atenderá a la búsqueda


de un crecimiento sostenible; seguirá principios de solidaridad y equidad, y, sobre todo, hará realidad el
lema popular de que ‘la unión hace la fuerza’.

Es importante que los departamentos y los municipios que comiencen el camino hacia la regionalización
entiendan que no se trata de crear más burocracia, ¡no!

Se trata de hacer más eficaz, más transparente y mejor distribuido el gasto regional y de ejecutar
grandes proyectos que realmente traigan beneficios para la región y para todos sus pobladores.

Se trata de empoderar a las regiones para que asuman un destino conjunto que sea superior al que
alcanzarían individualmente, con criterios claros, como los de equidad, favoreciendo siempre las zonas
con mayores necesidades.

Vuelvo a traer a cuento una frase del Presidente (John F.) Kennedy que pronuncié hace una semana en
la Asamblea de la ANDI:

‘Nadie puede ser verdaderamente rico, si sus vecinos son pobres’.

No hay mayor inversión que pueda hacer un municipio o un departamento próspero que la de apostarle
a que sus municipios y departamentos vecinos gocen de la misma prosperidad.

Pero eso no basta y no basta tampoco el simple compromiso del Gobierno Nacional.
Necesitamos que todos ustedes aquí en el Caribe, y en todas las zonas del país, como futuras regiones,
se pongan de acuerdo.

Sólo superando los celos, las querellas, las competencias por los fueros, vamos a poder acordar y poder
diseñar bien las obras y los programas que tanta falta nos hacen.

Nunca olvidemos que somos pasajeros. El día de mañana, Gobernador, usted y yo estaremos gozando
de nuestro uso de buen retiro. Pensemos en la necesidad de dejar unas buenas instituciones, unos
buenos planes, unos buenos diseños y que podamos recordar que dejamos algo muy importante para
sus hijos y nietos, y para mis hijos y nietos.

Revolución en materia de regalías

Otra gran revolución –y es una verdadera revolución– es la que vamos a emprender en el tema de las
regalías.

Ayer, el Fiscal (e) Guillermo Mendoza Diago, el Procurador y el Contralor (e) presentaron un diagnóstico
bastante aterrador sobre la corrupción que se roba una buena parte de esas regalías que llegan a las
regiones, de esas inmensas regalías, como ustedes vieron en la presentación del Ministro de Hacienda.

Este es un tema del que vamos a apersonarnos, y del que ustedes también, que son los primeros
interesados, tienen que sentirse dolientes y tomar cartas en este asunto.

Las regalías no pueden seguir siendo la caja menor de los gobiernos municipales de turno, que se
gastan en obras sin impacto social o que simplemente se despilfarran.

Las regalías tienen que ser un instrumento de desarrollo, de creación de prosperidad, y sobre todo, de
equidad social. Esos tres principios que mencionó el Ministro de Hacienda son bien importantes: la
equidad regional, la equidad social y la equidad generacional.

Yo quisiera enfatizar esos principios, porque son los que informan todo lo que estamos haciendo en
materia de regalías. Queremos buscar un sistema que agarre la riqueza minera y la de hidrocarburos y
que se traduzca en una mejor calidad de vida para las zonas productoras, por supuesto, pero también
para las regiones con mayor rezago en desarrollo del país.

Es apenas justo, es apenas obvio; es lo que hay que hacer.

Como aquí se ha dicho, la periferia de Colombia concentra más del 44 por ciento de la población, pero
concentra el 60 por ciento de la pobreza del país.

Y llegó la hora de que los recursos que vienen de nuestro subsuelo nos ayuden a eliminar esa
inequidad. Son los recursos de todos los colombianos.

Cada barril de petróleo, cada onza de oro, cada tonelada de carbón, se van; ¡no se recuperan!; son
recursos finitos, escasos y no renovables.

Por eso no es posible que beneficien o a una sola región o una pequeña porción del territorio nacional ni
tampoco que beneficien a una sola generación.

¡No podemos girar contra el futuro de nuestros hijos!

Nuestra gran contribución, con este proyecto, será lograr que podamos invertir bien los recursos de las
bonanzas mineras y petroleras, que ojalá se presenten, aunque no podemos hacernos demasiadas
ilusiones. Estamos proyectando y preparándonos, no tenemos todavía esos recursos con nosotros.

Si no, la bonanza se traducirá, como se ha traducido tantas veces, en una mala inversión, que a la larga
significa estar peor que antes de la bonanza.

También será un esfuerzo para lograr metas de ahorro que nos blinden frente a eventuales momentos
de dificultad.

Ese esfuerzo lo hará conjuntamente el Gobierno Nacional con los impuestos del petróleo y los
dividendos de Ecopetrol que vamos a ahorrar en el exterior, para evitar la revaluación. Y eso es bien
importante, porque la revaluación está golpeando en este momento a los sectores que más empleo
generan.

Pero si todos ponemos, todos ganamos. Es como la pirinola de la que hablaba Antanas Mockus: Todos
ponen, todos ganan.

Queridos amigos de la región Caribe y de las demás regiones del país:

Los invito a una nueva noción de prosperidad: lo que hemos llamado la Prosperidad Democrática.

Es una prosperidad que no sólo beneficia a unos pocos, sino que se distribuye a los que más la
necesitan, generando una sociedad mucho más justa, más equitativa –y estoy seguro– que más pacífica
hacia el  futuro.

Las regalías, con este proyecto, van a seguir beneficiando a las regiones productoras, que eso quede
claro. Pero también –hay que ser justos– van a beneficiar a aquellas que están más atrás en su camino
hacia el desarrollo.

Me decía el Gobernador del Atlántico que Barranquilla no recibe un solo peso en regalías, ni el
departamento del Atlántico; y aquí hay también muchos pobres. Yo creo que es apenas justo.

Eso es solidaridad. ¡Eso es trabajar dentro de un concepto de Unidad Nacional!

¡Y vamos a superar las condiciones estructurales que han impedido que ese elemental esquema de
Justicia pueda ser una realidad!

Con el Fondo de Compensación Regional, los ingresos de nuestro subsuelo, del subsuelo de todos los
colombianos, van a beneficiar a todos los colombianos.

Y cumpliremos con dos objetivos que los repetimos mucho en la campaña:

Primero, nivelar las regiones, así como en la Unión Europea se hizo un gran esfuerzo para que las
regiones más pobres tuvieran más recursos para nivelarse. Eso creemos que es justo, después de
haber acumulado tanto atraso durante tantas décadas.

Será también un mecanismo transitorio que nos permitirá un crecimiento más homogéneo en todos los
rincones de la Patria.

Dos siglos después de nuestra independencia, hoy comenzamos un camino para ser una nación de
verdad, unida en la diversidad, donde todos marchemos al mismo paso hacia el mismo progreso.

El segundo objetivo es la realización de grandes proyectos de impacto regional, que cubran los déficits
en salud, educación e infraestructura para la competitividad.

Yo sueño con esta región Caribe, ahora que esperamos que nos aprueben el Tratado de Libre Comercio
con Estados Unidos y en medio de ese inmenso interés de los inversionistas del mundo por Colombia,
que se está convirtiendo en un país atractivo.

Estuve en Europa, en la gira que hice visitando a los mandatarios europeos, y hablé con el presidente
del Hong Kong Shangai Banking Corporation (Hsbc), que es el banco más grande del mundo. Él
pronunció un discurso en Hong Kong hace unos meses y dijo: ‘Hace unos años, Goldman Sachs –un
banco muy importante americano–, habló de un grupo de países con mayor futuro en el mundo, por su
impresionante desarrollo en los últimos años. Los llamaron los Brics: Brasil, Rusia, India y China’.

Y él dijo: ‘Le llegó la hora a un nuevo grupo: los Civets; C, de Colombia; I, de Indonesia; V, de Vietnam;
E, de Egipto; T, de Turquía; y S, de Sudáfrica’.

Le pregunté: ‘Por qué Colombia’, único país que mencionó de toda América Latina. Tenía un
conocimiento impresionante sobre el país y comenzó a describir las posibilidades que tiene Colombia y
su potencial. Dijo: ‘Por su situación geográfica, mar sobre el Caribe, mar sobre el Pacífico, sus recursos
naturales, rico en todo, y talento humano’. Las empresas del mundo que invierten en Colombia
inmediatamente se refieren a ese capital humano y dicen ‘esos gerentes colombianos son una
maravilla’; y no solamente los gerentes, también la mano de obra colombiana. Me sentí muy orgulloso y
muy ilusionado.

Eso es lo que nosotros queremos, aprovechar esas condiciones para que este país despegue.

Responsabilidad histórica del Congreso

Por eso amigos del Congreso, en sus manos queda una labor histórica.

Y vuelvo a las palabras de nuestro amigo Armando Benedetti, cuando dijo que estas noticias no sólo
son estupendas sino revolucionarias.

Y lo voy a citar:

‘Si todo esto se implementa en este Congreso con la celeridad y firmeza que la ocasión impone, esta
legislatura y este gobierno recibirán de inmediato el crédito de haber propiciado un acto histórico,
trascendental en términos de democracia, de igualdad, de cohesión social y de desarrollo’.

De eso se trata, amigos senadores y representantes; de eso se trata queridos gobernadores y alcaldes,
miembros de los concejos y asambleas, compatriotas todos.

¡Tenemos que pensar en grande!

Tenemos que dejar atrás esos enfoques particulares, obrar con visión de futuro, grandeza, solidaridad y
responsabilidad frente a nuestro país y frente a nuestros hijos y las demás generaciones.

El pasado 7 de agosto dije: ¡Le llegó la hora a Colombia!

Yo tengo el problema de ser partidario del Santa Fe. Pero después de que me eligieron Presidente de la
República me preguntan si soy partidario del Junior y digo que sí, también. Yo tengo que ser partidario
de todas las regiones y de todos los equipos de fútbol. Puedo terminar diciendo que ésta va a ser la
década de la equidad, de las regiones y del Caribe.

Digámoslo fuerte desde la Puerta de Oro de Colombia:

¡Le llegó la hora al Caribe!

Muchas gracias.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la segunda jornada de


los Acuerdos para la Prosperidad
Riohacha, La Guajira, 21 ago (SIG).

“La presencia nuestra aquí en este bellísimo departamento de La Guajira obedece a varios factores, a
varias razones.

Primero, como lo decía al principio, Gobernador (de La Guajira, Jorge Eduardo Pérez) y queridos
guajiros, esta es una señal de agradecimiento con este departamento, que en los últimos meses, en los
últimos años, ha sido tan solidario con esta causa por la que ahora llamamos prosperidad democrática.

Segundo, porque el tema que nos concierne es un tema de gran importancia, es un tema prioritario del
Gobierno para los próximos cuatro años, que es el tema de la prosperidad social, la prosperidad
democrática, la prosperidad para todos.

Y dentro de ese concepto de la prosperidad, la lucha contra la pobreza. Eso para nosotros es una
acción fundamental. Lo he dicho muchas veces, que en cuatro años si me preguntan cómo quisiera que
me recordaran los colombianos, yo quisiera que me recordaran como el Presidente que logró disminuir
en forma sustancial los índices de pobreza.

Y aquí en La Guajira este es un problema serio, un problema serio. Por eso quisimos venir aquí para
iniciar todo un proceso para ver cómo podemos mejorar los índices de pobreza en La Guajira y en el
resto del país. Si lo podemos hacer aquí lo podemos hacer en el resto del país. Esto va a ser una
especie de plan piloto para producir, ojala muy pronto, resultados.

Porque es que las cifras son preocupantes. Colombia tiene un índice de pobreza que se fija en el 45 por
ciento. Ahí hay una gran discusión sobre esa cifra.

Mucha gente, con razón, está diciendo que es una cifra no comparable con la cifra que   usan otros
países, porque esta cifra tiene un nivel de exigencia mucho más alto, y que en esa forma nos estamos
perjudicando, porque cuando nos comparan a nivel internacional siempre aparecemos como los
campeones –y es un campeonato muy poco halagüeño- de la pobreza.

Pero si usamos otros indicadores que son más universales, usados por otros países, ese indicador no
es el mismo, no es el 45 por ciento, es bastante más bajo.

Hay un proceso que ya va en marcha hace algún tiempo, de revisar bien ese indicador para que entre
todos nos pongamos de acuerdo qué indicador vamos a utilizar de aquí en adelante, del próximo mes en
adelante, para medir la acción del Gobierno y la acción de todos nosotros, porque esto no es una tarea
solamente del Gobierno, para reducir la pobreza.

De todas formas con ese indicador o con cualquier otro, este es un problema que simplemente para el
ojo de cualquier colombiano, inmediatamente se da uno cuenta que es un problema serio.

El índice de pobreza, de pobreza extrema, 16,4 por ciento en Colombia, es un índice demasiado alto. La
pobreza extrema debemos erradicarla del territorio nacional, y eso es lo que yo soñaría con lograr como
objetivo: poder decir que en Colombia no hay más pobreza extrema. Y ese es un esfuerzo que vamos a
hacer todos.

Pero cuando uno compara esas cifras nacionales con las cifras de La Guajira, sale La Guajira como un
departamento con un problema especial: de 45 por ciento de pobreza (a nivel nacional) La Guajira tiene
64 (por ciento); de 16,4 por ciento de pobreza extrema, La Guajira tiene 32,4 (por ciento).

Y por eso entonces quisimos venir aquí y decir: bueno, pongamos en marcha unos procesos para que
esos indicadores, al cabo de algún tiempo, podamos realmente disminuirlos.

Hay  muchos enfoques, muchos ejemplos de países que han sido exitosos y que han sido un fracaso en
la lucha contra la pobreza.

Hay países que han invertido ingentes sumas de dinero que no han producido resultados por una mala
institucionalidad, por corrupción o por simple y llanamente no saber hacer bien las cosas.

Lo que queremos nosotros es reunir los ejemplos de los países exitosos, los ejemplos exitosos nuestros
y ponerlos en marcha en una especie de enfoque de dos vías: enfoque de arriba hacia abajo de la
Nación hacia las regiones, pero el enfoque que yo diría más importante, de abajo hacia arriba, y que se
compaginen esos dos enfoques, que se complementen, y eso es lo que realmente a la larga va a
producir los resultados.

Hay un ejemplo que puso en marcha el (ex) Presidente Uribe, un programa: la Red Juntos, que
precisamente lo que busca la Red Juntos es atacar el problema de la pobreza extrema.

Ese es uno de los programas que se analizó aquí, que se va a seguir analizando, para ver en qué
medida lo podemos ir mejorando, calibrando, para producir mejores resultados.

Reunión con temas específicos

Tengo entendido, doctor Miguel (Peñaloza, Alto Consejero Presidencial para las Regiones y la
Participación Ciudadana) que ayer se reunieron varias mesas de trabajo, nueve.

Nueve mesas de trabajo que abordaron diferentes temas, unos sociales y otros temas que no tienen que
ver con este punto específico de la parte social, sino temas que tienen que ver con el departamento, los
municipios, son temas que nosotros vamos a seguir discutiendo con ustedes y ahí se establecieron,
tengo entendido, unas mesas de trabajo para esos temas, pero lo que hemos querido en estas
reuniones, y como lo dije hace una semana en Bucaramanga y hoy lo repito aquí en Riohacha, vamos a
ir haciendo camino al andar en la forma que le vamos a dar a este tipo de diálogos con la comunidad, y
de expresión de la democracia participativa, pero siempre teniendo en cuenta resultados, queremos
resultados.

Por eso los hemos ordenado por temas y los hemos ordenado por regiones. Uno no puede venir aquí y
hablar de todos los temas: ‘que cuánto falta en la represa de Ranchería, en el distrito de riego; que no,
que faltan 42 mil millones de pesos para completar la fase uno’.

Pero a propósito, Gobernador, esos 42 mil millones de pesos ya esta semana se autorizaron para incluir
en el presupuesto, y eso completa el 100 por ciento de la fase uno de ese proyecto de Ranchería.

Yo sé que hay infinidad de problemas adicionales, pero hemos querido hacer estos encuentros, estos
Acuerdos (para la Prosperidad), sobre problemas específicos en regiones específicas, precisamente
para que podamos identificar procesos, ponerles  indicadores de gestión, indicadores de resultados, y
luego poder medir lo que se acordó en esa región sobre el tema que se haya discutido, y por decir: ‘aquí
avanzamos en esta forma y avanzamos en esta otra forma’.

Creemos que es un enfoque más práctico y que nos puede dar mejores resultados.

En lugar de discutir un poquito sobre todos los temas y solucionar a medias uno, solucionar a medias
otro, creemos que organizando mejor estos encuentros, estos Acuerdos, y poniéndoles  indicadores,
temas específicos y un proceso específico, vamos a lograr en su conjunto mejores resultados sobre la
tarea de Gobierno.

Antes de iniciar el proceso y darle la palabra al doctor Miguel Peñaloza, para que nos explique qué se
ha hecho, porque esto es algo importante.

Después de Bucaramanga algunas personas me dijeron: ‘Mire, nos gustaría tener más participación’.

Y le pregunté: ‘¿Pero cómo así que más participación?’.

‘Sí, es que el sábado cuando usted estaba allá, yo quería preguntarle sobre un tema que no tenía que
ver con el tema que estábamos discutiendo, y me hubiera gustado poderle preguntar’.

Y yo le dije: ‘Ese tema se discutió hasta la saciedad el día anterior’.

Hay proceso de participación muy rico, muy dinámico el día anterior a estos acuerdos. El día viernes se
van a reunir siempre para darle participación a la gente, para escucharla, para ver cómo se pueden ir
resolviendo las inquietudes.

Lo que pasa es que para hacer este programa que sale en televisión más práctico, hemos querido
concentrar la parte de los resultados de las mesas y el diálogo con las autoridades, para ir ordenando
mejor los procesos de Acuerdos para la Prosperidad.

Pero la participación se está dando. Algunas veces no se va a dar en televisión, pero se está dando.

Y eso también lo vamos a ir enriqueciendo. El doctor Peñaloza y todo su equipo tienen una serie de
ideas bastante audaces, que a mí me han gustado mucho, de darle mucha más participación a los
colombianos en estos procesos, a través también de los instrumentos y mecanismos tecnológicos que
están hoy afortunadamente a disposición de muchos colombianos.

Pero quisiera, antes de darle la palabra al doctor Peñaloza, decirles un poco lo que ha sido el itinerario
de esta semana, que creo que a todos nos interesa. Hacer un resumen de lo que hicimos esta semana.

El viaje a San Andrés

El martes estuvimos en San Andrés, felicitando a esta gente que le ayudó a los pasajeros del avión que
se accidentó allá en San Andrés.

Eso fue un verdadero milagro que solamente una persona haya fallecido. Una persona es demasiado,
pero eso hubiera podido ser una gran tragedia.

Y fuimos a hacerle un reconocimiento a todos los policías, a los bomberos, a todos los taxistas, los
médicos, la Armada Nacional, todos los que participaron en el rescate de esos pasajeros, que realmente
fue un milagro que no haya pasado a mayores en materia de vidas humanas.

Reunión con el Consejo Gremial

El miércoles hicimos una reunión muy importante con todo el Consejo Gremial. Y les pusimos el reto de
luchar juntos, precisamente por uno de los objetivos que hoy nos reúne aquí: luchar juntos por el empleo
y contra la pobreza, disminuir en forma muy importante esos indicadores de desempleo y de pobreza.

Y el Consejo Gremial, todos los gremios, todo el sector productivo colombiano, pues ahí tiene que jugar
un papel muy importante.

Yo quiero decir que me sentí muy contento de la respuesta a esa invitación que le hicimos a los
gremios. La respuesta fue inmediata, la respuesta fue generosa.

Y un compromiso de todos los gremios de meterse de lleno en este proceso de mejorar los indicadores
sociales de Colombia.

Creo que eso fue una noticia muy buena.

Inclusive tengo que reconocerlo así, por parte de ellos, por parte de la Andi (Asociación Nacional de
Empresarios de Colombia) nos dijeron: ‘Mire, sabemos que ustedes tienen planeado ir eliminando una
serie de exenciones tributarias que tienen las empresas en inversiones en activos productivos’.

Una inversión que hoy tiene el sistema tributario, donde se le dan unas gabelas, por así decirlo, a las
empresas que inviertan parte de sus utilidades en activos, los llamados activos productivos.

Ellos dijeron: ‘Creemos que esa medida, que fue transitoria, que se necesitó en su momento y que fue
exitosa, ya no se necesita, y que podemos ir desmontando esas exenciones y utilizando la plata que
produce el desmonte de esas exenciones en el programa fundamental de la lucha contra la pobreza, de
la lucha por el empleo’.

Y eso vino de iniciativa de ellos.

No es muy frecuente que una persona, una empresa, proponga que le cobren más impuestos. Por eso
creo que esa actitud hay que registrarla como una actitud generosa por parte del sector privado.

Que además es una buena inversión para todo el mundo y para las propias empresas.

En la medida en que nosotros saquemos gente de la pobreza y los pongamos en esa franja de la
llamada clase media, se vuelven consumidores, se vuelven un mercado importante para las propias
empresas.

O sea que esa generosidad también tiene un beneficio, un beneficio para todo el mundo, incluyendo las
propias empresas.

Proyecto de Ley de Formalización y Primer Empleo

El jueves presentamos ante el país la Ley de Formalización y Primer Empleo. Este es un proyecto de ley
al cual le damos una gran importancia, porque la formalización del país es un requisito fundamental para
que la economía y toda la política social puedan funcionar adecuadamente.

Un país con un índice de informalidad como el que tiene Colombia, en el largo plazo no es viable. No es
viable porque en la medida en que más personas reciben los beneficios y menos contribuyen a la
financiación de esos beneficios, los sistemas se revientan.

Por ejemplo, el sistema de salud tiene ese problema. Cada vez hay más personas beneficiadas por el
Régimen Subsidiado y menos personas que contribuyen al sistema. Llega un momento donde simple y
llanamente no es viable fiscalmente.

Eso sucederá hacia adelante también con las pensiones. Cada vez hay menos personas contribuyendo
al sistema de pensiones y más personas pensionadas. Hay un momento en donde las cuentas no dan y
el sistema se revienta.
Por eso la formalización para que la gente contribuya a los sistemas de seguridad social es muy, muy
importante. Y por eso también dentro de las prioridades que tenemos en este proceso de prosperidad
democrática, de llevarles la prosperidad a todos los colombianos, el elemento de formalización es
fundamental.

Y ahí combinamos una serie de incentivos para formalizar las empresas, para formalizar los
trabajadores, con incentivos que tienen que ver con el empleo desde los jóvenes, de los jóvenes que
hoy son la franja de la población que más sufre el desempleo.

Nuestro desempleo, que es una cifra demasiado alta, está entre el 11 - 12 por ciento, pero para los
jóvenes de menos de 25 años está por encima del 22 o del 23 por ciento. O sea que uno de cada cuatro
jóvenes está desempleado, buscando trabajo y no lo encuentra.

¿Eso qué produce?

Eso produce todo tipo de efectos negativos en la sociedad. Esos son los jóvenes que son reclutados por
las bandas criminales, esos son los jóvenes que los inducen a consumir drogas.

Un joven desempleado que quiere trabajar, que no encuentra empleo, es carne de cañón para muchos
de los problemas que tenemos nosotros.

Por eso, concentrar el esfuerzo del Gobierno en reducir el desempleo en general –porque vamos a
reducir el desempleo para todo el mundo, pero sobretodo donde está pegando más duro, que es en la
juventud- es algo que sin duda alguna es prioritario.

Entonces presentamos esa Ley del Primer Empleo y de Formalización, dándole a las empresas una
serie de incentivos para colocar gente, para enganchar gente, llevarlos a la formalidad.

Y así como con los activos productivos, o sea la maquinaria y otros activos,  tuvo éxito esa medida, y la
inversión creció sustancialmente, y ya esa dinámica va a seguir normalmente sin esos estímulos
especiales, lo que queremos es que ahora ese estímulo se concentre en la generación de empleo.

Y al mismo tiempo, esta ley contiene una serie de incentivos para que las personas que quieran iniciar
un pequeño negocio tengan todo un acompañamiento y tengan unos beneficios que les permitan
sobrevivir durante los primeros años y establecer su negocio en la formalidad.

¿Porque qué sucede hasta ahora?

La gente dice –erróneamente, porque eso es una equivocación- dice: ‘Pues si yo comienzo un negocio,
pero no me acojo a nada de lo que la Ley me exige, ni pago impuestos ni contrato la gente formalmente,
me va a ir mejor’.

Ahí se equivocan.

Primero, se equivocan porque la tasa de mortalidad de esas empresas pequeñas, que se inician así, es
por encima del 90 por ciento. No sobreviven después de uno o dos años.

Y segundo, hay un concepto erróneo de la gente, que cree que estando en la informalidad les va mejor.

Y resulta que eso no es cierto.

A las empresas formales les va mucho mejor. Tiene mejores ingresos, tienen acceso a la seguridad
social, tienen acceso a muchos de los instrumentos y acciones que el Estado tiene a su disposición para
ofrecerle a esas empresas, cosa que los informales no tienen.

En términos generales, es mejor negocio estar en la formalidad que en la informalidad.

Y por eso esta Ley lo que hace es darle a las pequeñas empresas una serie de gabelas, de exenciones.
No tienen que pagar la contribución, por ejemplo, a las cajas de compensación, al Sena (Servicio
Nacional de Aprendizaje), al Icbf (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), en los primeros años.

Y las cajas de compensación aceptaron. Aceptaron porque saben que es un buen negocio en el largo
plazo, porque el informal que nunca ha pagado nunca va a pagar, pero ese informal que se formaliza, si
le ayudamos a que se consolide en los primeros tres, cuatro, cinco años, al cabo de cierto tiempo va a
ser un contribuyente adicional que nunca hubiéramos tenido, si no le damos ese incentivo.

Ese es el espíritu de la Ley, y eso es lo que nosotros queremos: que en lugar del 60 por ciento –hay
diferentes cifras, 52 – 55 - 60 por ciento de la actividad económica está en la informalidad- que se vaya
pasando a la formalidad.

Y ahí todos ganan. Ahí como dicen, todos ponen y todos ganan.

Ganan las propias entidades que están recibiendo esas contribuciones parafiscales; ganan quienes se
formalicen; gana la economía; ganan los sistemas de seguridad social, el sistema de pensiones, el
sistema de salud; todos los esquemas de seguridad social se van a fortalecer, porque se amplía la base
de quienes contribuyen al sistema.

Esa fue otra ley bien importante.

Ley de Ordenamiento Territorial

Y ayer presentamos otra ley muy importante, haciéndole honor a una promesa que habíamos hecho en
la campaña de presentar el proyecto de ley de Ordenamiento Territorial, para darle a las regiones la
posibilidad de organizarse como regiones para desarrollarse como regiones.

Eso es una vieja aspiración que desde la Constitución del 91 se ha intentado en 19 ocasiones,
Gobernador, 19 ocasiones y nunca se ha podido.

Creo que ha llegado el momento.

Aquí en el Caribe nació un nuevo movimiento, el Voto Caribe. Nosotros suscribimos ese Voto Caribe, y
dijimos, lo dijimos aquí en La Guajira, lo dijimos en el Atlántico, en Bolívar, en el Magdalena, en Sucre,
en Córdoba, en todo el Caribe, dijimos: vamos a hacer realidad esta vieja aspiración, sobretodo de la
región Caribe, de poderse comportar como región.

Y eso tiene la Ley de Ordenamiento Territorial, una ley orgánica para finalmente darle vida a la región
Caribe y a las demás regiones del país.

Este país es un país con una inmensa diversidad, parte de su riqueza es su diversidad, y tiene que ser
un país que se desarrolle por regiones.

Ahí hay un gran desafío.

Son decisiones complejas, que hay que tomar, en cuanto a la forma como se va a organizar la región.

Pero estoy seguro, con ese buen espíritu que los gobernadores del Caribe han venido mostrando, y el
interés que han venido mostrando, que ahí vamos a poder hacer aprobar finalmente esa Ley de
Ordenamiento Territorial.

Reforma a las regalías

Y acompañando esa Ley presentamos un proyecto para reformar todo el régimen de regalías, el
régimen de regalías que viene, Dios quiera, un aumento sustancial en la actividad petrolera, en la
actividad minera.

Hay un clamor general en todo el país, que se haga una revisión a todo el régimen de regalías tanto en
la forma como en el fondo.

En la forma, porque ustedes vieron hace un par de días un programa donde la Contraloría, la Fiscalía, la
Procuraduría y diversas entidades pintaron un panorama bastante, bastante lamentable sobre la forma
como las regalías en Colombia se han venido invirtiendo o se han venido –dicen los organismos de
control- despilfarrando.

Eso es un sacrilegio.

Las regalías vienen de productos que no son renovables y lo que deberían ser las regalías es
sembrarse y ahorrarse.

Entonces ese régimen de regalías se va a modificar, siguiendo unos principios básicos, unos principios
básicos. Sobre todo unos principios que tienen que ver con la equidad.

Básico, el principal es la equidad. Equidad de diferentes niveles: equidad regional, equidad social y
equidad generacional.

No es justo que nosotros, esta generación, nos gastemos el producido de todos estos productos que
están siendo explotados, exportados, utilizados, y les dejemos nada a nuestros hijos, a nuestros nietos.

Ahí hay una obligación generacional para ahorrar, que además tiene que ver con un problema de
coyuntura, que es el problema de la revaluación.

Entonces en la medida en que podamos poner un esquema en marcha que nos permita ahorrar, evitar
la presión monetaria para que la revaluación no siga cometiendo estragos en materia de empleo, y al
mismo tiempo permitirle a las generaciones venideras la oportunidad a ellos también, de gozar de estas
regalías, es algo que a todo el mundo le debe interesar.

Va a ser una discusión complicada, difícil, yo lo entiendo, pero vamos a tratar de que el Todopoderoso
nos ilumine con algo que le hemos pedido: justicia, que haya justicia, que la discusión y la decisión final
sea una decisión justa para todos.

Eso en cuanto a los proyectos de ley que presentamos ante el Congreso, todos en cumplimiento de lo
que ofrecimos aquí en este mismo salón, en la  campaña.

Paso importante en la normalización de las relaciones con Venezuela

El día de ayer –creo que es un tema que aquí a La Guajira le interesa muchísimo- se le dio el primer
alcance a la reunión que tuvimos el 10 de agosto el Presidente Chávez y yo.

Se reunieron los cancilleres con varios ministros, en el caso nuestro con el Ministro de Comercio,
Industria y Turismo, con el Ministro de Defensa, con el Ministro de Transporte y con una delegación bien
representativa del sector privado y también del sector político. Allá estuvo, tengo entendido, uno de los
representantes aquí de la Guajira.

¿Y qué se hizo, qué se logró?

Ustedes ya lo oyeron en las noticias, yo quiero hacer un recuento porque creo que es un paso
importante en la normalización de las relaciones, que nos deben producir bienestar tanto al pueblo
venezolano como al pueblo colombiano.

Estábamos en una situación de la peor de todas: dos países sin relaciones diplomáticas, sin relaciones
comerciales, en un ambiente bastante hostil. Ahí no podíamos empeorar, estábamos en el peor de los
mundos. Lo único peor, que es totalmente inimaginable, sería una guerra.

Entonces, por eso hicimos ese paso hacia la normalización, que es lo lógico, es lo correcto. Por
supuesto, defendiendo nuestros intereses, defendiendo nuestra soberanía, nuestra dignidad.

Y afortunadamente eso ha tenido eco, y ayer dimos un paso importante en esa dirección. 

Lo primero que quisiera resaltar, que es un símbolo, es una señal muy importante: en esta semana que
comienza, mañana, se va a entregar el beneplácito para nuestro nuevo Embajador (José Fernando
Bautista). Eso es un paso importante porque eso ya quiere decir que están normalizadas las relaciones
formalmente.

Comisiones de trabajo

Se dividió el trabajo en comisiones, como se había previsto desde un principio. Las comisiones se
reunieron, unas avanzaron ya en términos concretos, otras establecieron unos procedimientos para ir
avanzando, algo que creo que es importante de resaltar, con fechas concretas.

Por ejemplo, el pago a los exportadores colombianos, a los comerciantes colombianos, se estableció un
procedimiento concreto con fechas.

El lunes comienza el proceso de limpiar las cifras sobre las deudas, porque hay un temor, y yo creo que
justificado de lado y lado, que hay algunas cifras que están infladas, algunas cifras que son
exportaciones ficticias que han querido aprovecharse del sistema para tratar de hacer ahí un carrusel y
ganarse unas utilidades indebidamente.

Entonces vamos a limpiar esas cifras, pero mientras tanto ya hay un compromiso en el pago, una
especie de cuota inicial, de un poco más de 200 millones de dólares. Eso ya se habló con el director de
la institución en Caracas que está encargada de esos pagos, y ya eso es un hecho y esos 200 millones
se van a pagar en los próximos días.

Y luego se va a establecer una fecha límite, o se estableció, creo que es el 15 de septiembre, para que
se limpie el resto de las deudas y comience el pago del resto de la plata que se debe. Eso es un paso
bien importante.

En la parte comercial se decidió que ese marco jurídico que en este momento rige las relaciones con
Venezuela en materia comercial, que se negoció hace cerca de 20 años –me tocó a mí negociarlo como
Ministro de Comercio Exterior- el Acuerdo de Libre Comercio con Venezuela, eso deja de existir, porque
Venezuela denunció su participación en la Comunidad Andina de Naciones, o sea dejó de pertenecer,
pero había un plazo de cinco años donde Venezuela tenía que seguir cumpliendo con el marco jurídico
que se había negociado hace 20 años.

Pues eso termina en abril, y si no negociamos un marco jurídico nuevo quedamos como en el limbo,
como en el aire.

No tenemos un instrumento jurídico para poder regular las relaciones comerciales, que son tan
importantes. Entonces se decidió que efectivamente eso se va a hacer antes de abril. Eso también para
nosotros es importante a largo plazo.

En materia de seguridad, que es un tema fundamental, ahí hay que ir generando confianza.

Creo que un paso importante que se dio fue la decisión se reunirse todos los comandantes. Eso no se
hacía desde el 2006.

Cuando yo era Ministro de Defensa fuimos a San Cristóbal, establecimos unos procedimientos para ver
cómo podíamos cooperar mejor. Eso iba a ser ratificado por los presidentes, nunca se ratificó, surgieron
los problemas y eso quedó en el aire.

Yo aspiraría a que esta reunión que se va a realizar entre los comandantes con los ministros, tenga eso
como punto de partida y comience a generarse confianza, que es la base de la cooperación en materia
de seguridad.

Y ahí creo que es bien importante que avancemos para darle credibilidad a todo este proceso.

En la parte de las acciones conjuntas en la frontera también se estableció un cronograma concreto.

El Ministro de Infraestructura o la gente encargada de la infraestructura en Venezuela se va a reunir con


el Ministerio de Transporte para ver cuáles son esas obras prioritarias que se iniciarían, cómo se va a
desarrollar esta infraestructura conjunta que nos va a dar a los dos países un gran beneficio.

Y también en temas como la situación de la gasolina en la frontera, que es algo que aquí sé que es muy
importante, se estableció que el Ministro (de Minas y Energía) Carlos Rodado va a invitar al Ministro de
Energía de Venezuela a hablar específicamente sobre ese y otros temas que tengan que ver con esos
ítems de la relación que en este momento ha causado tanto perjuicio y está un poco en el aire, para ir
corrigiendo uno por uno y normalizando cada uno de esos aspectos que han sido tan traumáticos y tan
complejos para los dos países, pero sobretodo para nosotros en la frontera.

Y algo en que creo que si hacemos algo importante puede tener grandes dividendos en el largo plazo:
inversión social conjunta en la frontera.

Una política conjunta de tratamiento en las fronteras con inversión social que le lleve a la gente un alivio
en su situación personal y en su situación social. Creo que ahí podemos hacer cosas importantes, y
también se estableció un cronograma bastante claro y detallado sobre las reuniones que se van a hacer
en ese frente.

O sea que el resultado de la reunión de ayer me parece que frente a las expectativas podemos decir
que fue un buen resultado. Avanzamos bastante en lo que nos propusimos el Presidente Chávez y yo el
10 de agosto.

Hay muchísimo más por avanzar. Como lo he dicho en tantas ocasiones, yo prefiero que vayamos
lentamente, pero que vayamos sembrando bien y vayamos caminando sobre bases sólidas, para no
volver el día de mañana a tener un revés y volver otra vez a los problemas que tuvimos en el pasado.

Aquí es mejor ir lento, lento pero seguro.

Y creo que este paso que se dio fue un paso bastante importante, pero dentro de ese contexto de ir
poco a poco sobre bases sólidas. Creo que es lo mejor que podemos hacer hacia largo plazo.

Un Caribe sin hambre

De resto, pues Miguel (Peñaloza) creo que usted nos tiene un informe sobre el trabajo que se ha venido
haciendo.

Como les decía, esto es bien importante, esta lucha contra la pobreza extrema y contra la pobreza es la
prioridad del Gobierno.

La Prosperidad Democrática tiene como gran fundamento disminuir los índices de pobreza, mejorar los
indicadores sociales.

Por eso, vinimos con todo el equipo económico que tiene que ver con lo social. Con el Icbf, que ha
hecho aquí, y ahora nos contará la doctora Elvira Forero el avance que se ha hecho en algo que a mí
me dolía mucho decir, cuando yo decía, y es una promesa que espero poder cumplir, y usted me va ha
ayudar Elvira a eso: Caribe sin hambre, sobre todo en los niños.

Cuando yo veía un indicador: que hay más desnutrición aquí en La Guajira que en el Chocó, en los
niños, créanme que me dolía mucho, y eso es lo que venimos a erradicar.

Que no haya más hambre ni en La Guajira ni en el Caribe ni en Colombia.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al condecorar al tenista


Juan Sebastián Gómez, ganador de la medalla de oro en los Juegos
Olímpicos de la Juventud en Singapur

Bogotá, 24 ago (SIG). “Quise invitarlo, Juan Sebastián, a este sencillo pero muy importante acto de
reconocimiento y de agradecimiento. Y cómo me complace que estén aquí el Presidente del Senado y el
Presidente de la Cámara (Armando Benedetti y Carlos Alberto Zuluaga), acompañándonos en este
momento. Ellos representan a los colombianos, como lo hacemos nosotros. Y decirle a usted que lo
felicitamos de todo corazón. No se imagina lo que sentimos cuando me pasaron la noticia de su triunfo.
Estábamos en La Guajira. Inmediatamente lo anuncié y todo el mundo aplaudiendo.

Y quería hacer este acto para hacer un reconocimiento a usted, Juan Sebastián, y también a los otros
deportistas que han ganado las medallas a nombre de Colombia. A Brian Ramírez, a Jonattan Botero, a
David Okendo y a Jessica Legarda, en ciclismo, también obtuvieron medalla de oro. Y en medallas de
plata, Mario Andrés Gamboa, ecuestre, y Juan Carlos Carrillo, boxeo.

Este es un evento importante, porque la señal que usted les está dando a los jóvenes colombianos es
una señal muy positiva. Usted se ha convertido en un ejemplo para todos esos niños, todos esos
jóvenes que hoy lo ven a usted como un héroe. Y así es. Una persona que a su edad se gana una
medalla de oro en un olímpico, eso es algo que para nosotros representa un ejemplo que el resto de los
colombianos deben seguir.

El deporte, y se lo decía al nuevo Director de Coldeportes (Jairo Clopatofsky), queremos colocarlo en la


primera línea de las políticas del Gobierno. El deporte une a una sociedad, el deporte estimula, el
deporte les da a los colombianos una sensación de autoestima, cuando vencemos, como lo ha hecho
usted, y de orgullo. Además, el deporte, desde la época de los griegos, decían que era fundamental
para el desarrollo sano de una sociedad. La famosa frase: cuerpo sano en mente sana, es
absolutamente verdad.

Y eso que usted acaba de hacer simboliza lo que nosotros queremos hacer con el deporte en Colombia,
que es colocarlo en el pedestal y como ejemplo para todo el mundo, para que la sociedad colombiana,
los jóvenes colombianos, asuman el deporte como parte cotidiana de su vida. Y por eso quería decirle
en este sencillo acto: felicitaciones y muchas gracias. Muchas gracias porque este tipo de buenas
noticias es el que el país necesita permanentemente.

Ese esfuerzo suyo, su entrenamiento, y además felicitaciones para el entrenador también, al padre, a
todos los que lo rodean, porque de eso se trata: es el triunfo de un muchacho como usted, que además
se debe a una cantidad de gente que ha estado alrededor suyo. Un muchacho que tiene ya un activo en
su vida, muy importante, que espero que lo utilice positivamente hacia adelante.

Quería decirle cuánto nos satisface que usted haya ganado esa medalla de oro. Ojalá otros colombianos
sigan su ejemplo y ganemos muchas medallas de oro hacia el futuro, en su modalidad, en tenis y en
muchas modalidades, doctor Jairo Clopatofsky.

Nosotros tenemos el plan que anunciamos en la campaña, un plan bastante ambicioso, lo hemos
llamado el ‘Plan Supérate’, que es iniciar un concurso en todos los municipios de Colombia, en 14
disciplinas: siete deportes y siete otro tipo de disciplinas, que pueden ser culturales o de otro tipo. Y que
haya unas competencias que se hagan a nivel muy básico, a nivel de municipios. Son los 1.099
municipios los que van a tener la posibilidad de concursar. Puede ser a nivel colegios o a nivel de juntas
de acción comunal, no importa de dónde surjan, pero va a haber unas competencias que van a ir
subiendo, después a nivel regional, después a nivel nacional.

Los ganadores van a ser premiados en diferentes formas. La persona, si es un deporte individual, como
en el caso suyo, va a ser becada y tendrá unos premios personales. Pero el entrenador también va a ser
premiado y va a ser premiado el origen. Por ejemplo, si es un municipio, entonces les vamos a dar,
digamos, si es un equipo de fútbol, les vamos a dar una cancha de fútbol al municipio; si es un tenista,
entonces les vamos a dar unas canchas de tenis. Todo con miras a promover el deporte, a que los
jóvenes hagan deporte, a que los jóvenes consideren el deporte como parte de su vida cotidiana.

Eso además es educación, el complemento de una educación muy importante. El deporte evita que
nuestra juventud se desvíe hacia otras actividades que no son tan sanas para la sociedad. Entonces ese
ejemplo suyo llega como anillo al dedo en este programa que tenemos con el doctor Jairo Clopatofsky
para poner el deporte en primera línea en nuestro Gobierno.

De manera, Juan Sebastián, que muchas gracias, a nombre de todos los colombianos, lo felicitamos de
todo corazón y que sean muchas medallas más”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la conmemoración de


los 50 años de Juan Valdez y el lanzamiento del Acuerdo por la
Prosperidad Cafetera
Bogotá, 26 ago (SIG)

Muchas gracias, querido doctor Luis Genaro Muñoz


Palabras del Presidente de la República, doctor Juan Manuel Santos
Calderon, en la clausura de la XLV Convención Bancaria 2010

Cartagena, 27 ago (SIG). “Muchas gracias, doctora María Mercedes (Cuéllar, presidente de
Asobancaria), por esas palabras tan estimulantes, y de tanto positivismo.

Le digo, de verdad, que me siento muy contento al poder contar con un sector financiero tan profesional,
tan proactivo, enfocado en ayudar a consolidar el mejor futuro para Colombia.

He venido muchas veces a este encuentro anual con el sector financiero, en diversas calidades, como
periodista y como ministro de diversas carteras, y hoy me siento muy complacido al acompañarlos por
primera vez como Presidente de la República.

Soy un convencido del importante papel que juega el sector financiero en la economía, para mantenerla
sana y próspera.

Por eso quisiera comenzar respondiendo a su amable reclamo, doctora María Mercedes, por no
encontrar al sector de servicios financieros dentro de las cinco locomotoras del crecimiento identificadas
por mi gobierno.
Tiene usted razón, pero no es porque no lo consideremos igualmente importante.

Los servicios financieros son tan esenciales en la economía que han sido comparados, con razón, con
la savia de los árboles o la sangre que hace circular los nutrientes por el cuerpo humano.

Entonces yo diría que no son una locomotora, ni siquiera un vagón: ¡son el carbón que pone a andar el
tren, y que lo lleva a destino!
 
Y me gusta también su símil respecto a que el sector financiero puede verse como los durmientes que
soportan el ferrocarril.

Es cierto: el desarrollo económico del país avanza mejor, más fluidamente, si transcurrimos sobre unos
canales de financiación e intermediación eficaces, sólidos y seguros.

Las llamadas “locomotoras” requieren, para funcionar, del acceso a un esquema de financiación
eficiente y a la posibilidad de optimizar su administración de riesgos.

Son ustedes, el sector financiero, los que direccionan los recursos del ahorro y los hacen llegar al sector
productivo, los que analizan los riesgos, los que descubren oportunidades.

¡Qué bueno tenerlos apoyando el avance y crecimiento de nuestra economía!

Usted lo ha dicho, María Mercedes, interpretando el sentimiento no sólo de su sector, sino de millones
de colombianos:

Gracias al legado del gobierno del presidente Uribe hoy podemos mirar el futuro con más esperanza,
con más fe, con más entusiasmo.

Ahora nos corresponde –y cito sus palabras– “escribir un nuevo pacto social, donde primen la paz, la
convivencia, la tolerancia, la cooperación y la prosperidad colectiva”.

A ese pacto social, a ese gran Acuerdo por la Prosperidad, he venido convocando a los diversos
sectores de nuestra sociedad, con una acogida que nos llena de satisfacción y de fe en el futuro.

Reunimos a los partidos políticos en la Mesa de la Unidad, con el Ministro del Interior y de Justicia,
Germán Vargas Lleras, para impulsar las grandes reformas que requiere el país.

Convocamos los diversos gremios económicos, a través del Consejo Gremial –que incluye a
Asobancaria–, a un Acuerdo por el Empleo y la Reducción de la Pobreza, y recibimos una respuesta
muy positiva.

Ayer suscribimos con la Federación de Cafeteros un Acuerdo por la Prosperidad Cafetera, que busca
generar prosperidad social en el campo a través de diversas políticas de fomento e inclusión social.

Y hace apenas unas horas tuve una importante reunión con los sindicatos, con las centrales obreras, y
encontré también un espíritu de apertura para que trabajemos juntos, sobre una base de respeto, pero
siempre buscando objetivos comunes.

De eso se trata la Unidad Nacional a la que hemos convocado al país.

Se trata de trabajar unidos, sin egoísmos, sin particularismos, centrados en metas comunes –que no
son otras que la generación de prosperidad social a través de la creación de trabajo y oportunidades–,
para que entre todos construyamos un país más justo, más solidario, más seguro, con paz y progreso
para todos.

Se trata de alcanzar entre todos, como fuerza colectiva, lo que aisladamente sería imposible.

Por eso quiero destacar varios aspectos de esta Convención Bancaria y de lo aquí expuesto.

En primer lugar, celebro que el tema del empleo haya sido central en las discusiones de estos dos días,
en total sintonía no sólo con la prioridad de nuestro Gobierno sino con el clamor general del país.

Se ha hablado de cómo combatir la informalización del empleo, de cómo mejorar las condiciones en los
mercados laborales y de cómo mejorar el sistema de protección social.

Resalto la presencia en este evento del ex ministro Rodrigo Botero, quien con sus críticas ha contribuido
a agitar los debates, como las propuestas que él, junto con el ex ministro Domingo Cavallo, han
realizado para dinamizar la generación de empleo en el país.

Nosotros hemos apreciado mucho la aproximación realizada por estos dos ilustres economistas y 
hemos tomado muchas de sus recetas para implementarlas desde el Gobierno.

Es más: Domingo Cavallo, con quien tengo una vieja amistad, tuvo la generosidad de venir a Colombia y
dedicar día y medio a ayudarnos a revisar la redacción del proyecto de Ley de Formalización y Primer
Empleo que radicamos en el Congreso la semana pasada. Casi se puede decir que es coautor de esa
Ley.

Vamos a premiar la generación de empleo con estímulos tributarios, como antes se hacía con la
inversión en capital.

Porque queremos promover ese capital que es el que más importa a todos los colombianos: el capital
social, es decir, el capital humano.

¡Cómo me alegra ver al sector financiero discutiendo también sobre las mejores formas de generar
empleo y de formalizarlo!

Porque el empleo no es el embeleco de un gobierno, ni mucho menos de una campaña: El empleo –y


hablo de empleo formal– debe ser la obsesión de un país que está decidido a superar sus problemas y a
enfrentar con optimismo el porvenir.

Coincido en la apreciación de que nuestro sector financiero mostró una ejemplar solidez y fortaleza
frente a la reciente crisis internacional, y que esto se debe a que hemos aprendido las lecciones de las
crisis de décadas anteriores, y hemos sido juiciosos en hacer la tarea de desarrollar controles y medidas
que eviten colapsos en el sector.

La regulación financiera ha tenido logros importantes en los últimos años, tanto en el desarrollo del
mercado de capitales como en elementos prudenciales que nos permitieron sortear la crisis con un
sistema sólido que siguió proveyendo de recursos al sector productivo.

Con muchos de ustedes trabajamos, cuando fui Ministro de Hacienda, para tener una regulación más
estricta; con Patricia Correa, que era la Superintendente Bancaria de ese entonces, y hoy podemos
sentirnos orgullosos de los resultados.

Por supuesto, habrá nuevas lecciones que derivar de la crisis financiera internacional, pero sabemos
también que no toda receta que se aplique en el exterior es aplicable a nuestro caso.

Hoy hay una agenda regulatoria importante para eliminar fricciones y crear instrumentos que permitan
que el ahorro de los colombianos impulse el crecimiento del sector productivo, y vamos a desarrollarla.

Porque nos falta mucho en materia de bancarización y profundización bancaria, y por eso no podría
estar más de acuerdo con usted, doctora María Mercedes:

¡Hagamos de este cuatrienio el cuatrienio de la bancarización y la profundización financiera! ¡Hagamos


ese compromiso para que dentro de cuatro años podamos decir: cómo avanzamos en la profundización
del sector financiero!

Más colombianos en el sector financiero, más colombianos con cuentas bancarias, más colombianos
utilizando dinero plástico, más colombianos pagando sus cuentas por internet o incluso por celular, ¡ese
debe ser nuestro objetivo!

Yo quiero que este gobierno también sea recordado como el gobierno de la FORMALIZACIÓN DE LA
ECONOMÍA.

Porque sólo una economía formal puede hacer viable un futuro próspero y estable para todos.

Estamos avanzando –y ya el Ministro de la Protección Social, Mauricio Santamaría, les habló


extensamente al respecto– en nuestro propósito de formalizar el trabajo.

Pero la bancarización es otra cara de la formalización que queremos trabajar con ustedes, los
banqueros.

Sabemos que, frente a los estándares internacionales, Colombia tiene una baja participación del crédito
bancario como porcentaje del PIB.

Además, una gran parte de nuestra población vive en la “informalidad financiera”, sin utilizar los
servicios bancarios básicos y sin acceso a los medios de pago modernos.

Con un agravante adicional: el uso generalizado de efectivo –que hoy equivale al 50% de la oferta
monetaria– obstaculiza el control de la evasión de impuestos.

Por eso tenemos que redoblar esfuerzos para atraer a los servicios financieros a esa inmensa masa de
colombianos que todavía no los usan, porque no los entienden, porque los consideran costosos, porque
no tienen fácil acceso a ellos, o porque hay demasiados requisitos.

Es importante que las pequeñas empresas, que los colombianos de menores recursos, entren al
sistema financiero porque encuentran unas condiciones propicias para hacerlo.

¡Cómo es posible que, a pesar de los avances realizados, aún haya tantos colombianos que acuden a
los usureros a pedir préstamos “gota a gota”, que son un robo, en lugar de acudir a un banco a solicitar
un crédito!

La existencia del “gota a gota” es un desafío para el Gobierno y el sector financiero que no hemos sido
capaces de responder a las demandas de crédito de microempresarios que necesitan financiación para
poner un pequeño negocio.

¡Cómo es posible que, a pesar de las frustrantes y conocidas experiencias, aún haya incautos que
confíen en precarios sistemas de pirámides en lugar de invertir en sistemas institucionales y regulados!

En ese sentido, María Mercedes, quisiera proponerle: usted ha dicho que revisemos la fórmula de la
tasa de usura, de pronto eliminando esa tasa de usura. Hagamos un acuerdo: profundización por
revisión de tasa de usura. Y de pronto ahí nos podemos poner de acuerdo. Y creo que ambos salimos
ganando.

Señores banqueros, permítanme parafrasear lo que dije a los militares que tuvieron la audacia y la
inteligencia de diseñar y poner en práctica la Operación Jaque:

Para poner a marchar la economía en un sendero inatajable de progreso con equidad social, ¡tenemos
que pensar lo impensable!

Hay que ser imaginativos, hay que diseñar programas, hay que hacer publicidad creativa, hay que ver la
forma de bajar los costos de tener una cuenta bancaria o los requisitos para entrar al sistema bancario,
sin elevar demasiado el riesgo para las entidades.

Así como he hablado con los diversos sectores de la sociedad de adelantar un Acuerdo por el Empleo y
la Reducción de la Pobreza, hoy quisiera que con los banqueros de Colombia nos comprometiéramos a
trabajar juntos, con toda la voluntad, para llevar las bondades de los servicios financieros a la mayor
cantidad de compatriotas.

Como Gobierno, nos comprometemos a mantener un entorno macroeconómico sano y estable que siga
fomentando la buena situación del sector.

Nada mejor para los bancos que trabajar en una economía próspera, creciente, con reglas claras y
estables, con buenas relaciones institucionales y con las naciones vecinas.

Nos dedicaremos a mantener ese entorno positivo para la economía, para los negocios y para la
inversión.

También hemos oído el clamor de los usuarios y de los bancos por el desmonte del impuesto a las
transacciones financieras o 4 por mil.

Inclusive recuerdo que, como Ministro de Hacienda, las subí del 2 al 3. Vine aquí a Cartagena y le
entregué un cheque al alcalde, de una ayuda que el Gobierno le iba a dar, en la Plaza de la Aduana, y
ese día había anunciado el aumento del 2 al 3. Creí que me iban a aplaudir por el cheque. Casi me
linchan por el aumento del 2 al 3.

Cumpliendo lo que prometí en mi campaña, comenzaremos un desmonte gradual de este gravamen a


partir del año 2012, con el fin de que no exista en absoluto para el año 2018.

Yo sé que ustedes –y sobre todo los usuarios, que son los que lo pagan– quisieran un desmonte desde
ahora, pero deben entender, como supongo les habrá explicado el ministro Echeverry, que hay razones
fiscales que nos impiden tomar esta acción inmediata.

No descartamos, sin embargo, que, si empujamos entre todos este tren de la economía, con sus
locomotoras y sus vagones sobre los rieles del sector financiero, podamos en algún momento acelerar
el cronograma y desmontar más rápidamente el 4 por mil.

Si examinan el proyecto de ley de formalización laboral y estímulos a la creación de empleo que


presentamos al Congreso, verán que en él se establece un importante incentivo a la utilización de
servicios financieros.

Según el proyecto, los únicos pagos sobre los cuales podrán aplicarse deducciones o descuentos
tributarios serán los que se hagan a través de instrumentos bancarios como cheques, giros, depósitos y
tarjetas de crédito o débito.

Esto es un apoyo fundamental a la bancarización y a la profundización del sistema financiero, que


mostrará sus bondades no sólo para el sector sino para el control de la evasión tributaria.

ÉSTE ES EL CASE DEL GOBIERNO; un case fuerte y sincero, que esperamos sea correspondido por
ustedes, un sector que, por fortuna, pasa por un buen momento, y que se ha caracterizado por su
sensibilidad social.

Ayúdennos a crear prosperidad y emprendimiento, haciendo más fácil y expedito el crédito a los
pequeños emprendedores.

La importancia del estímulo a las microfinanzas es fundamental para crear prosperidad con equidad.

La Banca de Oportunidades es un mecanismo muy importante, que ha probado sus bondades, a través
del cual los bancos pueden llegar a la población que antes no tenía acceso a crédito y comenzar a
bancarizarla.
Otro mecanismo que nos hemos propuesto, con el director del SENA, es el de utilizar al Fondo
Emprender del SENA para que, mediante convenios con las entidades de fomento como Bancoldex,
Finagro, Findeter, los Fondos de Desarrollo Regional, se estructuren líneas de crédito de fomento que
se irriguen a través de los intermediarios financieros, con intereses bajos, plazos amplios y fácil acceso.

Se realizarían adicionalmente alianzas con los fondos de garantías como el Fondo Nacional de
Garantías y el Fondo Agropecuario de Garantías para soportar las garantías necesarias a los
emprendedores que soliciten préstamos ante la banca comercial.

De esta forma, la línea de crédito de fomento “creación de empresas Fondo Emprender” tendría una
irrigación de capital en el sector financiero, operada por las entidades de fomento y con el respaldo al
emprendedor dado por los fondos de garantía.

Si llegamos a un acuerdo con ustedes, tanto bancos de segundo piso como de primer piso, para realizar
estos convenios en forma expedita, este mecanismo puede ponerse en marcha fácilmente, a través de
un acuerdo del Consejo Directivo del SENA.

Dejamos esta idea sobre la mesa, entre muchas otras más que podemos estudiar, y que pueden venir
de ustedes, para que el sector financiero sea cada vez más un factor de promoción del emprendimiento
y el trabajo.

Usted ha mencionado una lista, María Mercedes, de una serie de puntos, que los vamos a estudiar. Y
podemos sentarnos, como nos sentamos usted y yo, hace diez años, cuando la construcción estaba
totalmente colapsada. Hicimos un inventario de lo que el Gobierno tenía que hacer, lo que hacía el
sector privado, y le dimos un ‘estartazo’ a la construcción, que todavía el país está usufructuando. Creo
que podemos hacer lo mismo con sus solicitudes y con las nuestras.

Y no hay duda, como usted lo dijo, María Mercedes: los intereses de Colombia y de su sistema
financiero son los mismos.

Por eso apostamos por ustedes: por un sector financiero sólido y creciendo, y les damos la palabra y la
iniciativa para que aporten también, con iniciativas audaces, en este propósito de unidad nacional que
es la formalización de la economía, la creación de empleo y prosperidad social.

Apreciados amigos:

Hace exactamente una semana estuve en Barranquilla lanzando los proyectos de ley de ordenamiento
territorial y la reforma constitucional de reforma de regalías, y hoy en Cartagena quisiera ir aún más allá
para explicar la forma en que podemos hacer de estos proyectos los motores del desarrollo de las
regiones.

A través de estas iniciativas legislativas, y en particular de la creación del Fondo de Compensación


Regional, vamos a lograr que los crecientes recursos de las regalías, provenientes de la riqueza del
subsuelo nacional, que es de todos, se irriguen a todas las regiones, con énfasis en aquellas que están
más rezagadas del desarrollo.

El objetivo es hacer de las regiones, como entes de planificación y coordinación, las dueñas de su
destino y de sus recursos, para que los utilicen, con eficiencia y transparencia, en la ejecución de los
grandes proyectos que necesitan para despegar.

A partir del año 2012, si aprobamos las leyes con la debida diligencia, las seis regiones en que
naturalmente se divide Colombia –Caribe, Pacífica, Sur, Amazonia/Orinoquia, Nororiente y Centro–
contarán con recursos de regalías por encima de los 6 billones de pesos cada año, ascendiendo a cerca
de 10 a 12 billones de pesos por año al final de la década

¡Son, para comenzar, más de 3.200 millones de dólares por año! Eso es más de lo que vale toda la
cosecha cafetera.

En el caso del Caribe podríamos estar hablando de recursos entre 10 y 15 billones de pesos en la
próxima década.

Pensando en esto, se hace urgente establecer mecanismos de coordinación para que estos recursos se
inviertan cómo debe ser, donde las regiones quieren y necesitan, con absoluta eficiencia y
transparencia, vale decir, con Buen Gobierno.

Tenemos que entender que la única forma de progresar es superando mezquindades y particularismos,
para que el progreso nos llegue a todos por igual.

Y tenemos que movernos rápido, porque los grandes proyectos del desarrollo, para hacer de Colombia
un país competitivo y próspero no dan espera.

Para ello, convocaremos ojalá el próximo mes a una primera reunión de coordinación y  planeación en la
que nuestro equipo de gobierno y un grupo selecto de voceros de cada una de las regiones –
representantes de los gobernadores, de los alcaldes, del sector privado, del Congreso, de la academia–
decidamos cuáles serán los pasos y los mecanismos para sacar más provecho de las futuras leyes y de
los recursos adicionales que comenzarán a llegar.

Vamos a sentarnos, valga la redundancia, con espíritu patriótico y pensando en grande, a “planear la
planeación”. Eso es Buen Gobierno.

De esta reunión deben salir los lineamientos para que en adelante –digamos entre octubre de este año y
junio del próximo– cada región establezca la priorización de sus proyectos y realice –en coordinación
con el Gobierno nacional–  una planificación plurianual, o sea año por año, para el uso de sus recursos
en los próximos 10 años.

Porque no se tratará de pequeños proyectos locales, aislados, sin efectos ciertos en el desarrollo
regional.

Queremos que las regiones se les midan por fin a los grandes proyectos que necesitan para dar un salto
cuántico en su desarrollo económico y social, en su productividad y competitividad, en el bienestar de su
gente.

Podrán ser grandes proyectos de conectividad, de infraestructura vial, de puertos o aeropuertos, de


acueductos, de salud o educación, de distritos de riego, terminar Rancherías en La Guajira, por ejemplo,
en La Mojana, ¡en fin!, cada región autónomamente será la que decida cómo invertirá sus recursos y
qué hará para que esa inversión se optimice y se convierta en un futuro de prosperidad.

Mientras las regiones realizan esta planeación plurianual, en el Gobierno nacional nos enfocaremos en
el diseño de modelos estandarizados de estudios, contratación y auditoría, que garanticen el buen uso
de los recursos que serán orientados por cada región.

Vamos a profundizar la descentralización, pero lo vamos a hacer bajo un esquema de Buen Gobierno
que produzca verdaderos resultados y controle cualquier amago de corrupción, de desgreño
administrativo, que infortunadamente ha sido más la regla que la excepción.

Si el Congreso ha hecho su tarea –y estoy seguro de que así lo hará–, y la ley y el acto legislativo se
aprueban con la debida celeridad, las regiones, con el acompañamiento del Gobierno nacional, podrán
dedicar el segundo semestre del año entrante a la estructuración de esos proyectos que ellas mismas
priorizaron y planearon.

El objetivo, que debe ser un objetivo nacional, es que desde comienzos del año 2012 puedan ponerse
en marcha, en todas las regiones del país, los grandes megaproyectos que, con los recursos de las
regalías, cambiarán para siempre la faz de las regiones y del país entero.

Porque insisto: ¡Tenemos que pensar en grande!

Tenemos que pensar como país, y no encerrados en nuestras propias y pequeñas fronteras; pensar en
el largo plazo, y no con una visión miope y cortoplacista.

A Colombia le llegó el momento de despegar, y este mecanismo nos garantizará no sólo el despegue
sino un buen vuelo, que beneficie a todos los rincones del país.

Lo dije hace una semana, y lo repito hoy en Cartagena: ¡Le llegó el momento a las regiones!

Pongámonos las pilas, remanguémonos la camisa, sentémonos a coordinar y a planear sin egoísmos,
pensemos en grande, ¡y obtendremos resultados igualmente grandes!

Queridos amigos del sector financiero:

¡Qué bueno ver este sector reunido en torno a un mensaje de esperanza y de trabajo por el país!

¡Qué bueno saber que los colombianos quieren invertir en sus bancos y participar de su suerte, como es
el caso reciente de Davivienda, cuya oferta de acciones al público, que vence este lunes, ha tenido una
tremenda acogida!

Tenemos que comprender que el mercado de capitales es también una herramienta para la prosperidad
y puede proveer el complemento de financiación a nuestras cinco locomotoras para el desarrollo
económico.

Además vivimos un momento afortunado que tenemos que aprovechar.

La situación actual de la economía a nivel mundial hace que los mercados emergentes, como el nuestro,
sean vistos con mayor interés.

Por eso trabajaremos para hacer de éste un mercado más dinámico y moderno que opere bajo criterios
de estabilidad y seguridad jurídica., con estándares razonables de supervisión.

Iniciativas privadas como la integración de las bolsas de valores de Bogotá, Lima y Santiago, así como
la expedición de normas que las hagan viables, son parte de nuestras prioridades.

Hoy estamos encabezando –somos el único país latinoamericano– la lista de los países Civets, a los
que pertenecen naciones de otras latitudes.

Y permítanme contarles una conversación que tuve con el presidente del Hong Kong & Shanghai
Banking Corporation, quien lanzó la idea de los Civets en un discurso en Hong Kong, hace unos meses.

En mi gira por Europa, estando en Londres, lo llamé. No lo conocía. Me identifiqué y le pregunté: ‘¿Por
qué Colombia?’.

Me sentí muy orgulloso cuando él me respondió y comenzó con una lista: ‘Porque Colombia tiene un
capital humano inigualable, porque Colombia tiene unos recursos que el mundo está solicitando, porque
Colombia tiene una posición geográfica excepcional, porque Colombia ha dado muestras de ser una
democracia que funciona, porque Colombia es un país serio’.  

Y entre más hablaba, más me henchía yo de orgullo como colombiano. Esa es la oportunidad que
nosotros, como colombianos, tenemos que aprovechar.

Así como los Brics hoy son los países que están siendo el motor del desarrollo de la economía a nivel
mundial, esos Civets –con Colombia como único país de América Latina identificado en ellos–, tenemos
también una oportunidad de oro.

Qué bueno estar en esa lista, pero ahora tenemos que trabajar con todo el empeño –y lo haremos con
ustedes– para poner al país en igualdad de condiciones y en capacidad de competir con las demás
economías emergentes.

Y enfatizo que debemos trabajar para lograr los resultados, porque, si bien existe hoy en el país un
saludable clima de optimismo frente al futuro –a veces demasiado, ojo, porque estoy de acuerdo en que
el optimismo no se convierta en arrogancia, como decía María Mercedes–, no podemos olvidar, ¡nunca
olvidar!, que nada nos es regalado.

Los resultados los conseguiremos únicamente si trabajamos duro, si nos esforzamos mucho, si
empujamos todos al mismo tiempo, todos al unísono.

El camino es difícil, culebrero y en subida, y tenemos que ser conscientes de que habrá contratiempos,
habrá obstáculos, tendremos que hacer sacrificios.

Sólo lograremos nuestras metas si nos empeñamos en soñar y en trabajar, trabajar y trabajar, para
cumplir nuestros sueños.

Gandhi decía: “Realmente soy un soñador práctico; mis sueños no son bagatelas en el aire. Lo que yo
quiero es convertir mis sueños en realidad”.

Lo mismo nos pasa a nosotros; somos soñadores prácticos, y por eso tenemos que trabajar y
esforzarnos para alcanzar las metas que nos hemos fijado como nación.

Trabajemos, juntos, para que se acabe la pesadilla del “gota a gota” y los colombianos y
microempresarios encuentren mejores alternativas de crédito en la banca.

Trabajemos, unidos, para que más compatriotas tengan cuentas y tarjetas, porque entienden sus
beneficios y los costos no son muy altos.

Trabajemos, unidos como debe ser, para que la mayoría de la población colombiana esté bancarizada y
para que cada vez más colombianos sean accionistas y propietarios de las empresas que forjan su
propio progreso.

Soñemos con un país de millones de accionistas, de millones de usuarios de servicios financieros; un


país que se caracterice por su economía formal y estable.

Podemos lograrlo. ¡Unidos podemos lograrlo!

Muchas gracias, doctora María Mercedes; muchas gracias, amigos del sector financiero, por invitarme a
compartir este sueño de unidad y prosperidad que, unidos, haremos realidad”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el Acuerdo


para la Prosperidad sobre el sector agropecuario, en Popayán

Popayán, 28 ago (SIG). “Nuevamente ¡qué bueno estar aquí en el Cauca, en Popayán, en este evento
al cual le damos una especial importancia! Este es nuestro tercer certamen que hemos denominado los
Acuerdos por la Prosperidad.

Como ya lo hemos mencionado y lo seguiremos mencionando, se trata de una modalidad nueva, un


paso más allá de los Consejos Comunales que con tanto éxito hacía el señor Presidente Uribe.

Quisimos introducirles algunas modificaciones y hacer estas reuniones con la ciudadanía, con el pueblo,
con los colombianos, en un formato que fuera más concreto, que tuviera una agenda más concentrada,
y poder así tener una visión más clara sobre el problema.

Y además hacer estos acuerdos por temas y por regiones. Es decir, un tema específico en una región
específica, y no salirnos de esa agenda.

Hemos creído que de esa forma les podemos hacer mejor seguimiento a los acuerdos a que lleguemos,
precisamente para dar resultados en ese gran sueño que tenemos todos los colombianos de traerles
prosperidad a todos nuestros compatriotas.

Y decía que le dábamos mucha importancia a esta reunión, a este Acuerdo por la Prosperidad aquí en
el Cauca, porque el tema que hemos escogido, el tema agropecuario, y departamento que hemos
escogido, el departamento del Cauca, son dos factores que van a incidir muy positivamente en los
resultados que buscamos a nivel nacional y por supuesto a nivel departamental,

¿Por qué digo esto? Porque por un lado en el sector agropecuario se concentra, en el sector rural de
Colombia se concentra la mayor cantidad de pobreza. Las estadísticas así lo demuestran; el promedio
nacional, según los índices que estamos utilizando y que estamos revisando, es del 45 por ciento de
pobreza en el país.

En el campo este porcentaje sube al 64, 65 por ciento. Eso nos da un indicador muy claro que la
pobreza está concentrada en el campo.

Y dentro de la pobreza a nivel nacional también el departamento del Cauca, infortunadamente, tiene
unos índices relativos muy altos en materia de pobreza.

Para darles un ejemplo, la pobreza, como decíamos, a nivel nacional está del orden del 45 por ciento;
en el cauca está alrededor del 70 por ciento. Es el segundo departamento más pobre del país, después
del Chocó.

Lo mismo sucede con la pobreza extrema. El promedio nacional es alrededor del 16, 16.5 por ciento, y
la pobreza extrema en el Cauca llega casi al 40 por ciento, 39.3 por ciento. Nuevamente el segundo
departamento en el país con mayor pobreza extrema, después del Chocó.

Y es por eso que hemos escogido el Cauca y hemos escogido el tema agropecuario para realizar este
tercer certamen.

Acuerdos regionales y nacionales contra la pobreza

Y todo lo que queremos es buscar acuerdos regionales y acuerdos nacionales para luchar contra ese
flagelo de la pobreza y el desempleo; están íntimamente ligados. Y sobre todo contra la pobreza
extrema.

Ayer en Cartagena –anoche– hablábamos con todo el sector financiero; era la Convención Bancaria y
decíamos, el sector financiero tiene que contribuir en forma importante a esta lucha contra la pobreza y
contra el desempleo.

No es posible salir de la pobreza cuando un porcentaje muy alto –más de la mitad de los colombianos–
están en el sector informal.

No es posible salir de la pobreza cuando un microempresario, un campesino, no tiene acceso al crédito,


y si quiere acudir al crédito tiene que ir a ese funesto mercado llamado ‘gota a gota’, en donde le cobran
unos intereses que son, en el fondo, un robo y que no le permiten bajó ninguna circunstancia progresar.

Tenemos que expandir el sector financiero y darle capacidad a miles, millones de colombianos que hoy
no tienen, de acudir a un sistema financiero que está es para motivar, para servir de sangre y de savia
de la economía, y facilitar el emprendimiento y los negocios.

Ayer también en Bogotá nos reunimos con las centrales obreras, con la CUT (Central Unitaria de
Trabajadores), con la CGT(confederación General del Trabajo), con la CTC (Confederación de
Trabajadores de Colombia); una reunión muy positiva, muy constructiva.

Les dijimos a los sindicatos: Ustedes deben ser los más interesados en llegar a acuerdos con el
Gobierno y con los demás estamentos de la sociedad, porque esto se trata es de un Gran Acuerdo
Nacional para buscar reducir los índices de pobreza y mejorar los índices de empleo.

Hay aspectos donde nos vamos a poner de acuerdo muy rápidamente. Los objetivos fundamentales
todos los compartimos; tal vez las diferencias que se presentan es en cómo llegar a lograr mejor esos
objetivos.

Pero establezcamos un dialogo sin posiciones rígidas ni dogmáticas y cuando ustedes tengan razón,
nosotros nos rendimos ante el poderío de los argumentos y ojala ustedes hagan lo mismo. Y esa es la
forma como el diálogo realmente puede producir buenos resultados.

Yo salí bastante satisfecho de esa reunión con las centrales obreras y ojala que ese dialogo también
sea fructífero.

El Acuerdo por la Prosperidad Cafetera y el Cauca

El día anterior, celebrando los 50 años de nuestro mejor embajador que ha tenido Colombia en su
historia, de Juan Valdez, con el Ministro (de Agricultura), Juan Camilo Restrepo, que conoce muy bien
ese sector, firmamos con la Federación Nacional de Cafeteros un Acuerdo por la Prosperidad Cafetera.

Ese acuerdo le va a traer al Cauca grandes beneficios, porque el Cauca tiene un gran potencial para
poder beneficiarse de la prosperidad en el sector cafetero. El Cauca ha sido un departamento muy
importante de producción cafetera.
En este momento, en las circunstancias del mercado internacional, donde los cafés especializados
estamos viendo cada vez más cotizados, el Cauca ahí tiene un gran porvenir; Nariño ya estaba usando
muchísimo ese nicho de mercado, beneficiándose enormemente, porque el diferencial de precios es
bien grande. Y aquí hay un gran potencial, no solamente para mejorar la especialización de café en el
Cauca, sino para aumentar la producción.

Porque eso fue una de las conclusiones a que llegamos. Colombia debe tratar de aumentar su
producción cafetera, porque el mundo esta viviendo un momento de estrechez en la oferta, sobre todo
de cafés suaves.

Y si hay un país productor de cafés suaves que tiene potencial para crecer es Colombia. Y por eso parte
del Acuerdo Cafetero tiene que ver con el aumento de la producción.

Pero no sólo eso. En ese acuerdo hay la utilización de los comités departamentales para la construcción
y mantenimiento de las vías terciarias, la construcción de una universidad, la creación de una
Universidad del Café; un impulso y un fortalecimiento a toda el área de investigación, que es tan
importante para el futuro de nuestro país.

Aquí vino conmigo el señor Director de Colciencias, el doctor Jaime Restrepo, y hablábamos en el avión
sobre la importancia que tiene para Colombia todo lo que tiene que ver con la investigación, con la
tecnología, con la innovación. Aspectos tan importantes como el cambio climático, el efecto del cambio
climático en la vida nuestra, en la vida aquí en el Cauca, en la vida de todo Colombia.

Va a ser un efecto bastante notorio, dramático, en algunos casos. Se estipula, se cree que en los
próximos 25 años la temperatura promedio del país va a aumentar dos grados. Cuando a mí me
presentaron esa cifra, yo pensé que eso era como el límite máximo. Dije no puede ser, dos grados en 25
años. No, me dijeron ‘ese es el promedio, hay quienes creen que puede subir tres o cuatro grados’.

Eso tiene un efecto enorme, por ejemplo, en la producción agropecuaria. Y habrá producción de café
que no va a ser viable en ciertas alturas. Entonces habrá que modificar toda la estructura de la
producción cafetera, tal vez elevando el área de cultivos, no solamente en áreas sino en altura. Lo que
eso va a representar para nuestras cuencas de agua, nuestras fuentes de agua. Aquí en el Cauca se
encuentran las fuentes de agua más importantes de todo el país; esa es una riqueza natural cada vez
más importante.

Colombia tiene gran riqueza en agua y comida

El mundo, si hay algo que esta viendo con preocupación, es la oferta de agua y la oferta de alimentos.
Muchos de esos académicos futurólogos dicen que las próximas guerras en el mundo van a ser por el
agua y por la comida. Y Colombia tiene un gran potencial, una gran riqueza en agua y en comida.

Y por eso este tema, el tema del sector agropecuario, de cómo vamos a manejar ese tema en un
departamento que es además un laboratorio para el país. Laboratorio en el sentido que tiene muchos de
los problemas que se replican en el resto del país, cómo vamos a resolver esos problemas y cómo
vamos a poder utilizar el campo, no como un foco de pobreza y de atraso, sino como una locomotora –
así lo hemos llamado– en el crecimiento económico y en la creación de Prosperidad Democrática.

El campo colombiano tiene un enorme potencial por dos motivos. Por un lado la productividad del área
sembrada es muy baja; nosotros utilizamos muy mal nuestra tierra. Y también por el potencial que
tenemos hoy en día para aumentar los cultivos de alimentos. Por ejemplo, hay unas cifras que son
bastante, bastante dicientes y elocuentes.

El uso actual de la tierra. Para actividades agrícolas se usan más o menos 4.9 millones de hectáreas.
Pero ¿cuál es el uso potencial de Colombia? Colombia tiene cerca de 21.5 millones de hectáreas que se
le pueden dedicar a la agricultura; de 4.9 a 21.5, más de cinco veces. Es un potencial enorme en un
momento donde el mundo, el mundo entero, está tratando de ver qué áreas del planeta tiene potencial
de aumentar su producción agropecuaria.

Fíjense ustedes ahí no más el enorme potencial que tenemos.

Otra cifra que es bastante diciente. La ganadería colombiana usa casi 38.6 millones de hectáreas y sólo
5 millones de esas 38.6 están en pastos mejorados. Y de esas 38.6 sólo 20 millones de hectáreas son
aptas para explotaciones ganaderas. O sea, estamos haciendo un mal uso, un malísimo uso de nuestra
tierra, de lo que ya la estamos usando.

Preservar la riqueza hídrica

Otra cifra que es bien interesante, por la repercusión que esto tiene en el sostenimiento de esa gran
riqueza que es el agua colombiana: Nosotros somos el tercer país por cada cien mil habitantes más rico
del mundo en materia de recursos hídricos. Eso es algo que tenemos que preservar.

Ustedes aquí en el Cauca tienen las fuentes de esa riqueza y mire lo que tenemos, que es un factor muy
importante para mantener esa riqueza vigente. Las plantaciones forestales ocupan una superficie de
350.000 hectáreas únicamente y se calcula que 14 millones de hectáreas es el potencial en Colombia
para las plantaciones forestales. Solamente tenemos 350 mil y tenemos 14 millones.

El plan del Gobierno, que es bastante ambicioso según me dicen –pero si no nos ponemos metas
ambiciosas pues nunca vamos a lograr nada–, es solamente de esas 14, un millón, doctor Juan Camilo
(Restrepo); él tiene un compromiso conmigo que va a decir: ‘vamos a celebrar el millón de hectáreas
que vamos a reforestar en el país’.

Y para dar un ejemplo del impacto que tiene el simple cambio en el uso de la tierra en materia de
prosperidad, que es lo que estamos buscando, el año pasado una hectárea de agricultura generó 12.5
veces más valor que una hectárea en ganadería.

Cuando uno toma esa cifra, o sea, una hectárea en ganadería produce 12.5 veces menos que una
hectárea en agricultura, y cuando va uno a las cifras de que tenemos 38.6 millones de hectáreas
dedicadas a ganadería, cuando solamente 20 deberían ser aptas para ganadería, ahí ve uno el enorme
potencial también solamente en ese frente para generar prosperidad.

Y de eso se trata esta reunión, este Acuerdo para la Prosperidad; de ver cómo aquí, un departamento
con una gran vocación agrícola. ¿Que porcentaje, Gobernador, de la economía caucana depende de la
agricultura?

Gobernador del Cauca, Guillermo Alberto González: El 65 por ciento, Presidente.

Presidente Juan Manuel Santos: Ese es un indicador muy importante. Entonces si podemos ser exitosos
en que esta locomotora agropecuaria funcione en el Cauca con estas cifras, en términos relativos, aquí
en el Cauca, pues podemos generar mucha prosperidad.

Y por eso les decía yo al principio que le dábamos tanta importancia a esta reunión aquí en Popayán, en
el Cauca y por el tema.

Yo sé que hay otras preocupaciones. Yo sé que el Cauca hay una gran preocupación, todavía,
infortunadamente, por el problema de la seguridad.

Aquí estuvimos hace 15 días precisamente para dar una señal de la importancia que le damos en el
Gobierno a la seguridad en el Cauca y en el sur del país, donde sabemos que hay problemas.

Ahí hemos hecho unos cambios y vamos a hacer otros cambios y otros fortalecimientos para que ese
tema de la seguridad, que yo sé –repito– que es un tema que preocupa a muchos de los caucanos y
que es además una condición fundamental para que el resto de los temas, el resto de los proyectos
puedan funcionar.

El Presidente Uribe en su sabiduría, gran sabiduría, hace ocho años lo que hizo fue simplemente aplicar
lo que los romanos decían cuando se inventaron la República: La seguridad tiene que ser la primera ley
de la República; si esa Ley no funciona las demás se vuelven inocuas.

Y tenemos siempre que mantener eso presente. Por eso estuvimos aquí en la ceremonia con el nuevo
Ministro de Defensa (Rodrigo Rivera), en donde los Altos Mandos y las Fuerzas le daban su
reconocimiento, y quisimos hacer eso aquí en el Cauca, precisamente para decir estamos aquí con
ustedes, no los vamos a abandonar; todo lo contrario. Vamos a fortalecer toda la estructura que tiene el
Gobierno, que tiene el Estado, en materia de seguridad, porque sabemos que hay un problema.
Pero lo que queremos es que estos acuerdos se concentren en el tema específico y que no nos
salgamos de ese tema para ver cómo podemos progresar en el tema específico, ponernos unas metas,
hacer unos acuerdos y luego –eso es muy importante Gobernador, muy importante Alcalde (de
Popayán, Ramiro Navia), muy importante todos los voceros–, hacer un seguimiento para ver cómo
vamos cumpliendo todos, porque esto no es solamente un esfuerzo del Gobierno.

Yo he dicho que un esfuerzo para disminuir en forma importante los índices de pobreza en el país, para
disminuir en forma importante los índices de desempleo en el país, no es un esfuerzo solamente del
Gobierno; es un esfuerzo mancomunado de todos los sectores. Por eso lo hemos llamado el Gran
Acuerdo Nacional, que por fortuna ha recibido una muy buena respuesta por parte de todos los
sectores.

Agenda legislativa ambiciosa

No es solamente un acuerdo político, aunque un acuerdo político es una posición necesarísima para
que todo lo que acordemos se pueda poner y llevar a la práctica. Y ese acuerdo político está
funcionando. Hemos estado reunidos en lo que hemos llamado la mesa del acuerdo, el Partido de la U,
el Partido Conservador, el Partido Liberal, el Partido Cambio Radical, fijando una agenda legislativa.

Los señores senadores, los señores representantes tienen una inmensa responsabilidad de evacuar esa
agenda legislativa a la mayor brevedad posible. Es una agenda muy ambiciosa, reconocemos que es
muy ambiciosa.

Pero si logramos aprobar esa agenda lo más rápido posible –estos acuerdos a que lleguemos hoy, a
que hemos llegado hace ocho días en La Guajira y hace 15 días en Bucaramanga, uno sobre comercio,
otro sobre lucha directa contra la pobreza extrema, en este caso cómo incentivamos todo el sector
agropecuario–, eso será posible si esas leyes y ese marco legal que le hemos pedido al Congreso que
nos apruebe, pues se vuelve una realidad.

Por eso Gobernador, yo le agradezco mucho su siempre muy generosa hospitalidad aquí en este gran
departamento y al señor Alcalde, todavía me queda el callo ahí de la vez que vine aquí en Semana
Santa.

Traje a la Ministra de la Cultura (Mariana Garcés) para ver si cumplimos con algunos de los
compromisos que hicimos en campaña en ese momento.

Y pues sin más por el momento, Miguel (Peñaloza, Alto Consejero para las Regiones), creo que ustedes
hicieron un trabajo muy intenso el día de ayer. ¿Cómo está funcionando este tipo de reuniones y este
tipo de acuerdos?

El día anterior se reúnen en el sitio donde se haya escogido y el tema que se haya escogido, todos los
voceros, las fuerzas vivas, por así decirlo, representantes del Gobierno Nacional, departamental y
municipal, gremios, organizaciones sociales, políticos, y entre ellos escogen los temas, unos temas que
lleva Miguel Peñaloza a propuesta de los participantes.

Luego se crean unas mesas, las mesas escogen sus propios voceros, que son los que van a intervenir
el día de hoy, ya con una serie de conclusiones. Y lo que nosotros hacemos es como darle el aval a
esas conclusiones, hacer preguntas. Y si todo funciona correctamente, pues esos acuerdos se
convierten en una serie de indicadores para que poco a poco se vaya cumpliendo con esos acuerdos o
acuerdos para poder llegar a esos indicadores.

Esa es una forma creo más práctica, más concreta, donde además creo que podemos hacerle –y eso es
muy importante, parte del buen gobierno–, hacerles seguimiento para que esos acuerdos se traduzcan
en hechos concretos.

Miguel, si usted quiere, entre a explicarles lo que han hecho y creo que usted va a explicar un poco
cómo es el mecanismo de seguimiento”.

Muchas gracias”.
Palabras del Presidente de la República, Juan Manuel Santos
Calderón, con ocasión de la XXXII Caminata de la Solidaridad
Bogotá, 29 ago (SIG).

“Sólo la unidad del pueblo y la solidaridad de sus dirigentes garantizan la grandeza de las naciones”.

Así lo dijo el poeta y humanista Andrés Bello hace cerca de 200 años, indicando desde entonces el
camino que deben seguir los pueblos para alcanzar el desarrollo.

Recuerdo esta frase porque incluye dos conceptos que tienen especial trascendencia el día de hoy:

“La unidad del pueblo” –por un lado– y “la solidaridad de sus dirigentes” –por el otro–, que “garantizan la
grandeza de las naciones”.

Doña Nydia –como nos ha dado el privilegio de llamarle cariñosamente– encarna esa solidaridad que
debe tener todo dirigente.

Ella ha demostrado –desde cuando fue la querida y recordada Primera Dama de Colombia– una 
amorosa vocación de servicio y una impecable gerencia al frente de esta empresa, cuya caminata nos
ha convocado a los colombianos por más de tres décadas.

Qué oportuno que este año la caminata le rinda homenaje a la región Caribe con un gran festival
artístico, que incluye representaciones folclóricas de los departamentos de la Costa.

Dicho reconocimiento se da en un momento de gran oportunidad para esta región, que este año acudió
de manera masiva a las urnas para manifestarse a través del Voto Caribe.

Precisamente, el viernes de la semana pasada estuve en Barranquilla y allí presentamos los proyectos
de ley de ordenamiento territorial y de reforma a las regalías, que nos ayudarán a combatir la pobreza y
la inequidad en la región Caribe y en todas las regiones de Colombia.

Queremos que los ingresos de nuestro subsuelo, del subsuelo de todos los colombianos, beneficien,
como debe ser, a todos los colombianos, incluyendo a las generaciones futuras.

¡Eso es solidaridad! Solidaridad con las regiones más desfavorecidas; solidaridad con nuestros hijos y
los próximos habitantes de nuestro país.

También en las últimas semanas hemos sido testigos de actos de solidaridad, de gestos de unidad, por
parte del sector privado, de los partidos políticos y de las centrales obreras del país, que están
dispuestos a aportar –a hacer sacrificios incluso– para generar más trabajo y oportunidades para los
colombianos.

Porque la lucha por el empleo y la reducción de la pobreza no es la lucha solitaria de un gobierno.

¡Es el compromiso de un pueblo que asume su destino y trabaja unido por un mejor futuro!

De eso se trata la Unidad Nacional que hemos venido convocando desde este gobierno para avanzar
por la senda de la equidad y el desarrollo.

Doña Nydia: hoy quiero, de corazón, darle las gracias en nombre de todos nuestros compatriotas porque
usted ha sido una inspiradora de la Unidad y la Solidaridad.

Su enorme sensibilidad social es una motivación para todos los colombianos, y en especial para
nosotros como Gobierno.

En los últimos 33 años, la Fundación Solidaridad por Colombia ha entregado auxilios en 159 municipios,
con el Programa de Ayudas a Damnificados por Desastres Naturales.

Durante 24 años ha otorgado más de 27 mil becas para bachillerato con el programa ‘Jóvenes
Solidarios’.
Por eso me atrevo a decir que el evento que nos convoca hoy es más que una caminata.

Yo diría que es una marcha: ¡la Marcha de la Solidaridad!

Usted, doña Nydia, ha sabido entender que somos una sociedad más fuerte cuando marchamos juntos.

Recientemente, millones de colombianos marchamos unidos para rechazar la violencia y exigir la


libertad de todos los secuestrados, y ese clamor llegó –porque así lo contaron los que han podido salir–
hasta lo más profundo de las selvas de Colombia.

Lo hicieron también nuestros comuneros, hace más de dos siglos, cuando partieron desde Socorro
hacia Santafé, para exigir justicia social.

Ellos, como pueblo unido, fueron precursores de la Independencia, con una caminata multitudinaria e
histórica, a la que se fueron sumando miles de colombianos durante el recorrido.

Esas marchas masivas han sido expresión de sentimientos populares arraigados en la conciencia de
cada uno de los colombianos.

Doña Nydia: deja usted un punto muy alto en esa historia de los caminantes, porque no ha parado de
marchar en los últimos 32 años, en los que ha convocado con éxito a los colombianos.

¡Muchas gracias, doña Nydia!

¡Muchas gracias a todos los que trabajan, con dedicación, por los más pobres, los más vulnerables, los
que más necesitan!

¡Larga vida a la Caminata de la Solidaridad!

Hoy más que nunca, esta caminata, esta marcha, representa ese anhelo de unión que tenemos todos,
para trabajar juntos –unidos como debe ser– por un país próspero y en paz.

Por un país con menos pobreza; con más y mejores trabajos.

¡Por un país más feliz!

Porque unidos, solidarios, somos más.

Unidos, podemos más.

¡Unidos, logramos más!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el acto de


posesión de Sandra Morelli como nueva Contralora General de la
República

Bogotá, 30 ago (SIG). “Muchos motivos nos llenan de satisfacción al posesionar a la doctora Sandra
Morelli como la nueva Contralora General de la República.

Asume, por primera vez en la historia del país, la dirección de la más alta instancia de control fiscal del
Estado una mujer.

¡Qué bueno ver a una mujer, a una compatriota valiosa y preparada, al frente de la Contraloría!

Se trata, además, de una de las juristas más preparadas y calificadas del país, con una hoja de vida
académica y profesional que augura un brillante desempeño.

Abogado externadista, especializada en derecho administrativo en la Universidad de Bolonia, y con


estudios complementarios en la Sorbona París III y en Montpellier, con tesis de pregrado y de posgrado
laureadas, la doctora Morelli es un ejemplo de consagración al estudio.
Ha sido catedrática, directora de maestría y del primer programa de doctorado en Derecho en el
Externado, a lo que agrega una experiencia de casi 10 años como directora jurídica de la Federación de
Cafeteros.

La semana pasada estuve con los cafeteros, y celebramos con mucha emoción los 50 años de nuestro
mejor embajador en el mundo, que ha sido Juan Valdez.

Pues bien: la doctora Morelli fue la encargada de librar y ganar, desde la Federación, la batalla jurídica
para defender la marca Juan Valdez como un patrimonio de los cafeteros.

¡Qué tranquilidad nos da saber que ahora será la encargada de velar por los intereses de todos los
colombianos, por el buen uso de los recursos de todos los colombianos, desde la Contraloría General de
la República!

Mil felicitaciones, doctora Sandra, y cuente con todo el apoyo, y sobre todo, con todo el respeto de
nuestro Gobierno para que su trabajo garantice la pulcritud de la función pública.

Hoy quisiera aprovechar la presencia en este acto solemne de los diferentes encargados de los
organismos de control y de otros altos funcionarios del Estado, para enfatizar el compromiso de mi
administración con la lucha frontal contra la corrupción.

Dije en mi discurso de posesión que vamos a gobernar en una urna de cristal, y no eran simples
palabras retóricas.

Es lo que queremos, es lo que demanda la nación.

Toda mi vida he defendido los postulados del Buen Gobierno, y ahora estoy decidido a hacerlos realidad
en la administración que presido: Eficiencia, eficacia, transparencia y rendición de cuentas.

Pudor en el manejo de lo público: esa es otra característica esencial del Buen Gobierno, que les pido
que me ayuden a preservar.

Ustedes, los directores de los organismos de control y de defensa de los intereses ciudadanos, tienen
una labor muy importante que cumplir no sólo represiva sino también preventiva, y les pido que la
cumplan con la máxima diligencia y el mayor rigor.

Como Gobierno, no sólo les aseguro que acataremos, facilitaremos y respetaremos sus decisiones y
sus controles, sino que les pido que nos controlen con lupa, que vigilen muy bien nuestras acciones,
para que nos ayuden a evitar errores y nos hagan corregir cuando fallemos.

Y les pido también que nos acompañen, cada cual desde su órbita constitucional, a que libremos entre
todos una efectiva cruzada contra la corrupción.

Los invito a que —así como estamos consolidando con el sector privado, con los gremios de
trabajadores, con la sociedad civil en general— un Acuerdo por el Empleo y contra la Pobreza,
construyamos entre el Gobierno y los órganos de control un gran Acuerdo contra la Corrupción.

Pongámonos de acuerdo en la mejor forma de cooperar para que se detenga el desangre que significa
la corrupción, tanto pública como privada, que roba el dinero, y lo que es peor, el futuro de los
colombianos.

Como lo dije el 7 de agosto, así como a los jefes terroristas los convertimos en objetivos de alto valor
para localizarlos y neutralizarlos, vamos a perseguir y combatir a los corruptos con todas las
herramientas a nuestro alcance.

En este punto debo hacer un paréntesis para lamentar el fallecimiento del señor José Fidencio Martínez,
en Pasto, padre del sargento Libio José Martínez, el secuestrado más antiguo del país, que está en
manos de las Farc desde hace más de 12 años y medio.

Qué pesar tener que atestiguar hoy que el terrorismo sigue causando tanto dolor a las familias
colombianas.

Don José Fidencio murió con la esperanza de volver a ver a su hijo, pero la indolencia de la guerrilla, su
insistencia en el secuestro y los actos de terrorismo, impidieron este reencuentro.

Mis más sentidas condolencias a la señora Esperanza de Martínez; a sus hijos, el sargento Libio José y
su hermana Carmen; a su valiente nieto Johan Steven, ante esta pérdida irreparable.

Seguimos esperando que las Farc reflexionen, recuperen el sentido de humanidad, y liberen a los
secuestrados que mantienen en su poder, para que no sigan produciéndose estas situaciones tan
dolorosas y sobre todo tan injustas.

De nuestra parte, seguiremos realizando todos los esfuerzos, ¡todos los esfuerzos!, para rescatar y traer
a la libertad a todos los compatriotas que hoy están secuestrados.

Y que quede claro: mientras las Farc persistan en el terrorismo, las combatiremos con toda la fuerza y la
contundencia que corresponde.

Apreciados amigos:

Hoy ratifico la decisión de nuestro Gobierno de presentar al Congreso un estatuto integral de lucha
contra la corrupción, que consolide, coordine y fortalezca la acción preventiva y punitiva del Estado
contra los corruptos.

Le he dado instrucciones al Ministro del Interior para que la semana entrante, a más tardar, estemos
presentando este estatuto y lanzando la política anticorrupción del gobierno.

No será una política improvisada, sino una verdadera política de Estado que hemos venido pensando y
diseñando por mucho tiempo, y que ha contado con el aporte importantísimo de ustedes: de la
Procuraduría, la Fiscalía, la Contraloría y la Rama Judicial.

Será una política que responda institucionalmente al problema y comprometa tanto el esfuerzo como los
recursos de las instituciones públicas, el sector privado, la ciudadanía y las organizaciones de la
sociedad civil.

Este moderno estatuto anticorrupción obedece a una importante estrategia basada en principios
contemporáneos que pretenden atacar los más sofisticados métodos utilizados para robar las arcas del
Estado.

De ahí la relevancia de acercarnos a una propuesta que incluya, entre otros temas:

• Las limitaciones estructurales en el acceso y centralización de la información, como herramienta de


lucha contra la corrupción;

• Trascender en el beneficio que para el sector privado representa el acto ilícito del funcionario público;

• Dotar de herramientas útiles y prácticas a los responsables de las investigaciones;

• La extinción de dominio sobre los bienes adquiridos producto de actos de corrupción;

• Severas medidas penales, que incrementen las penas y aumenten los términos de prescripción de las
acciones;

• Regulación del lobby o cabildeo ante el Congreso de la República,

• y un estricto control y vigilancia en el sector de la seguridad social.

La invito, señora Contralora, para que, desde su órbita de control fiscal, nos acompañe y lidere esta
agresiva propuesta para combatir el peor de los flagelos a los que se enfrenta la administración pública.

También nos proponemos adherir a la Convención Anti-Soborno de la Organización para la Cooperación


y el Desarrollo Económico —una asociación de países comprometidos con las buenas prácticas de
gobierno, a la que aspiramos ingresar— como un paso trascendental en nuestro compromiso contra la
corrupción.

Y habrá un avance muy importante, que estamos en proceso de elaborar e implementar con la Alta
Consejería para las Regiones y la Participación Ciudadana:

Se trata de un modelo de participación ciudadana sin precedentes en el país, gracias al cual el gobierno
estará permanentemente bajo el escrutinio público y los ciudadanos estarán, también
permanentemente, en condiciones de denunciar, vigilar y reclamar.

En todo momento, en todo lugar, sin necesidad de esperar a la visita de una comisión gubernamental o
de las entidades de control, los ciudadanos podrán conocer, mediante los medios virtuales, cómo va un
proyecto, cómo va un proceso de contratación, si se están cumpliendo las condiciones establecidas,
cómo va un trámite, y podrán denunciar cualquier irregularidad de la que sospechen o conozcan.

¡En tiempo real!

Será la revolución de la participación ciudadana en aras de un buen servicio público.

Porque ser servidor público tiene que ser sinónimo de compromiso con el bien general, una tarea que
convoque a los mejores ciudadanos, y a los más éticos, a trabajar por su país.

Por eso también es importante que promovamos la construcción de una ética pública que no tenga que
ser impuesta, sino que forme parte integral de los valores y de la formación de quienes laboran en el
Estado.

Que la transparencia, que la honestidad, que la integridad, sean parte de la esencia y la manera de ser
del servidor público.

Unamos nuestras fuerzas, identifiquemos y combatamos los focos de corrupción y de impunidad, en


organismos nacionales y regionales, en los sistemas de contratación, en el manejo contable, en la
relación entre el Estado y el sector privado, y ganemos transparencia y pulcritud para los colombianos.

Estoy seguro de que con todos ustedes, con una Contralora con las calidades y la trayectoria de la
doctora Sandra Morelli, podremos avanzar en la dirección correcta.

Queremos, de verdad, gobernar en una urna de cristal.

Gracias a ustedes por ayudarnos a lograr este objetivo.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el VI


Encuentro de la Jurisdicción Constitucional

Bogotá, 3 sep (SIG). “Quisiera ante todo ofrecerles disculpas por haber anticipado esta intervención.
Dicen que es peor educación llegar temprano que llegar tarde. Pero debido a una razón muy triste:
anoche cuando llegamos de Brasil nos informaron que fueron catorce los policías asesinados por el
terrorismo en Caquetá. También habían sido asesinados unos soldados en Norte de Santander y en
Nariño.

Y por eso esta madrugada decidimos que haríamos presencia allá en el Caquetá con los Altos Mandos
para, de primera mano, estudiar la situación y tomar las medidas necesarias.

Mi corazón está con las familias de estos héroes de la Patria que murieron cumpliendo su deber,
policías y soldados. Y como estoy seguro que ustedes todos, todo Colombia, también están con esas
familias, queremos rendirles un homenaje, los invito a que hagamos un minuto de silencio por sus vidas.

Doctor Mauricio González (Presidente de la Corte Constitucional):

Hace 20 años, cuando era subdirector de El Tiempo, un joven y brillante abogado, que hacía sus
primeros pinos como profesor universitario, me visitó para pedirme un espacio editorial para lanzar una
idea revolucionaria.

Era Fernando Carrillo, el mismo que lideraría dos décadas después el equipo de empalme del nuevo
gobierno. Y Fernando publicó, con mi aval, y como vocero de un destacado grupo de estudiantes, una
columna en la que planteaba una salida poco ortodoxa para lograr la reforma de una Constitución que
nos había servido por más de 100 años pero que se había quedado corta frente a los cambios que
demandaba el país.

En su texto, que vio la luz el 6 de febrero de 1990, decía:

'El camino existe y es viable desde el ángulo político, electoral y práctico. El pueblo colombiano puede
abrir la llave a una consulta plebiscitaria el próximo 11 de marzo de 1990, con el fin de convocar una
Asamblea Constituyente'.

La consulta se realizó de manera artesanal.

Los jóvenes, los colombianos del común, se unieron al clamor y elaboraron sus propias papeletas para
apoyar la idea, y las depositaron en las urnas.

Yo mismo, desde El Tiempo —aprovechando la ausencia del director, quedé yo encargado de la


dirección— ordené la impresión en las rotativas de miles de papeletas para repartir.

Al final, y a pesar de que no hubo conteo oficial de la Registraduría, cerca de 2 millones de personas
introdujeron la famosa séptima papeleta y comenzó un proceso imparable que desembocó en la
Constitución de 1991, la carta fundamental que hoy nos rige.

Palabras que construyen y vinculan

Hace unas semanas estuve en la Feria del Libro y allí hablé sobre la importancia de las palabras como
forjadoras del destino de una persona o un pueblo.

Las palabras —dije— pueden destruir mundos o construir universos: pueden levantar muros o abrir
fronteras.

Y dentro de las palabras, aquellas que conforman la Constitución de un Estado ocupan un lugar de
privilegio.

Porque ellas contienen el pacto social que mantiene unida a la nación; las normas que determinan qué
somos, cómo nos regulamos, en qué creemos y qué tipo de gobierno queremos darnos.

No hay tarea más importante que la de convertir las palabras de nuestra Carta constitucional en realidad
normativa para cada uno de nuestros ciudadanos.

Desde hace 200 años, cuando comenzó nuestro proceso de independencia, las constituciones han sido
parte fundamental de nuestro transcurrir en la historia.

Fueron las constituciones las que proclamaron ante el mundo nuestra identidad como repúblicas libres,
y por eso el historiador y colombianista británico Anthony McFarlane ha dicho que, en los tiempos de la
emancipación, ' la asamblea constituyente, la declaración de derechos y la constitución escrita fueron
los elementos claves para definir el nuevo Estado republicano'.

El último libro de William Ospina sobre nuestro Libertador Simón Bolívar, un libro que se los recomiendo
—‘En busca de Bolívar’, se llama—, dice lo siguiente:

‘Hasta el Congreso de Angostura, en 1818, Bolívar era visto por buena parte del mundo con los colores
con los que había pintado la corona española un guerrillero sanguinario al mando de unas tropas de
hombres bestiales, que andaban sembrando el terror en unas tierras salvajes, combatiendo a la
civilización, profanando la Iglesia y cometiendo toda clase de crímenes. Esta decisión —la de Bolívar—
de invocar la ley, de dictar la Constitución, de someter a los guerreros a una legalidad severa, y el gesto
adicional de renunciar a su poder y poner todo en manos de los representantes de la comunidad, es el
gesto que revelaba en él a un estadista y a un hombre de principios y de ideales, le valió la admiración
de Europa y ahora militaban bajo su mando brigadas inglesas e irlandesas, lo mismo que jóvenes
intelectuales de Francia y de Inglaterra, que se sabían en presencia de una de las personalidades más
notables de su tiempo’.

Han pasado dos siglos y la Constitución sigue siendo, como lo ha expresado con frase magistral el
Presidente de nuestra Corte Constitucional, Mauricio González, “el alero común que a todos nos
protege”.

Hoy en este Sexto Encuentro de la Jurisdicción Constitucional, consciente de que estamos debajo de
este alero, quiero reiterar, ante los magistrados, jueces y distinguidos asistentes a este foro, las
solemnes palabras que pronuncié el 7 de agosto, en la histórica Plaza de Bolívar de Bogotá, que guardo
grabadas a cincel en mi corazón:

'Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia'.

Esa oración, así de sencilla, así de breve, así de contundente, es mi credo como gobernante.

Porque todo lo que un gobernante necesita hacer para garantizar el éxito de su mandato es cumplir con
la Constitución, esa carta de navegación que el pueblo mismo le ha trazado para servir a su país.

La Constitución de 1991, esa misma en cuyo nacimiento participamos al apoyar el movimiento de la


Séptima Papeleta, es el norte de nuestras actuaciones, de nuestros objetivos y de nuestro
comportamiento.

¡Qué bueno estar hoy con los magistrados de la Corte Constitucional y con tantos amigos de la
jurisdicción constitucional que nos ayudarán, vigilantes, a que no nos apartemos ni un milímetro de los
preceptos de la Carta fundamental!

Ese es mi juramento. Ese es mi propósito.

¡Ese es mi compromiso con todos los colombianos!

La reforma a la Justicia

Y quiero enfatizar algo que dije durante toda mi campaña, y en lo que creo auténticamente como base
de la institucionalidad democrática: la necesidad imperiosa de promover la colaboración armónica entre
las ramas del poder público que postula el artículo 113 de la nuestra Constitución.

La estructura del Estado se determina bajo la fórmula de las tres ramas del Poder Público acompañadas
por unos órganos autónomos e independientes, pero este alinderamiento de competencias no excluye la
coadyuvancia entre todos los órganos y entidades que integran el Estado, necesaria para una adecuada
gestión pública que integre tanto a los entes formuladores y ejecutores de las políticas públicas, como a
los controladores de las mismas.

Éste es el diseño ideado por el propio constituyente, para quien, si bien los diferentes órganos del
Estado tienen funciones separadas, “colaboran armónicamente para la realización de sus fines”.

Dentro de este contexto de colaboración, estimo que cobra especial importancia la apertura de espacios
para el diálogo.

El sopesamiento de las decisiones de Estado desde la perspectiva de las responsabilidades que


constitucionalmente competen a cada una de las tres ramas sólo puede redundar en la mayor fortaleza
y ponderación de tales decisiones.

Pensando en esto es que presentamos la semana pasada ante las Altas Cortes el proyecto de reforma a
la Justicia, una iniciativa del Gobierno que parte de un postulado esencial: el respeto a un Poder Judicial
autónomo e independiente, ajeno a los intereses e interferencias de la política, que pueda ser objeto de
una pronta reingeniería institucional para alcanzar logros concretos en la lucha contra la impunidad y la
congestión judicial.

Entre algunos puntos destacados de la reforma, que tienen que ver con la jurisdicción constitucional,
destaco los siguientes:

Para incrementar la seguridad jurídica recomendamos que se adopten los precedentes judiciales
emitidos por las Altas Cortes como fuente obligatoria de derecho tanto frente a la jurisdicción como a las
autoridades administrativas.

Planteamos el control de constitucionalidad previo para los proyectos de ley de naturaleza penal,
tributaria y económica, entre otros aspectos, y sugerimos que a la Corte Constitucional se le asigne la
potestad de suspender de manera temporal normas demandadas cuando de ello dependa la
preservación del orden constitucional.

Formulamos la idea de que, con el fin de racionalizar la muy importante actividad interpretativa de la
Corte Constitucional, se asigne a esta corporación la potestad de enviar al Congreso de la República las
normas acusadas cuando se adviertan en ellas vicios de fondo que puedan ser subsanados por el
Legislador, garantizando así la función política del Congreso en el diseño y alcance de las normas
legales.

Y en el tema de la tutela contra sentencias, en lugar de suprimirla, proponemos disposiciones que, al


mismo tiempo que preservan el papel que debe cumplir la Corte Constitucional en su misión de unificar
la interpretación en materia de derechos fundamentales, impidan hacia el futuro que se abuse del
amparo constitucional, creando un sistema de competencias con las siguientes características:

Que respete las jerarquías orgánicas; que para las decisiones de las Cortes disponga una sola instancia
ante su Sala Plena; que introduzca la caducidad de la acción constitucional para impedir su ejercicio
pasado un tiempo de expedidas las providencias judiciales, y que exija que su tramitación se lleve a
cabo mediante abogado para impedir las acciones de tutela temerarias.

Una aclaración, doctor Mauricio: el proyecto de ley exige abogados cuando se trata solamente de tutelas
contra sentencias. Nadie está proponiendo abogados en otras circunstancias. Solamente para que le
quede claro que esa es la intención de la reforma.

Se trata de una iniciativa que no restringe la tutela sino que la regula en desarrollo de un sano espíritu
racionalista que estoy seguro compartirán muchos de ustedes, aquí presentes, en algunas cortes.

Esperamos de verdad que en la llamada Mesa de la Justicia se produzca un ilustrado y fructífero


intercambio de opiniones que nos lleve a una reforma que, si bien no puede ser enteramente
consensuada, consulte la experiencia y sabiduría de la Rama Judicial, para que el Congreso de la
República produzca una reforma que haga honor al espíritu de la Constitución que modificamos.

La tutela y la función garantista de la Corte Constitucional

Quiero agregar unas reflexiones que considero necesarias sobre la tutela y la función garantista de la
Corte Constitucional.

Desde su creación, este máximo tribunal constitucional ha demostrado su irreemplazable valor en el


afianzamiento de la democracia, como garante de la sujeción de todos los poderes a la normativa
constitucional y, sobre todo, en la realización de los derechos ciudadanos.

En vez de corroborar los temores iniciales de una politización de la justicia, la Corte Constitucional logró
lo contrario.

Sin embargo, tenemos que reconocer que no toda controversia política se puede convertir en tema
jurídico sin quitarle el oxígeno al debate político.

Corresponde a la misma lógica de la democracia que las grandes controversias sobre intereses sociales
conflictivos se solucionen en el proceso democrático y no en foros judiciales, siempre respetando los
parámetros de la Ley Fundamental.

La garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos, instrumentada no sólo en el control de


constitucionalidad de las leyes, sino a través de la revisión de las tutelas, además del efecto material, ha
tenido un efecto simbólico nada despreciable.

La jurisprudencia hizo un gran aporte para abrir los textos constitucionales a los principios del derecho
internacional.

Los hizo entrar en el 'bloque de constitucionalidad'.

En particular, los derechos fundamentales caminan en llave con los derechos humanos consagrados en
el Pacto de San José y tantos acuerdos internacionales ratificados por Colombia.
Por ende, hoy es otra la percepción de los derechos humanos en Colombia.

Mucho ha tenido que ver el trabajo de la Corte en la comprensión de que el Estado sólo se justifica si
realiza el ideal de dignidad humana de sus ciudadanos.

También en lo institucional, su férrea decisión de someter la actividad de los poderes públicos al marco
garantista de la Constitución, ha significado un profundo cambio.

La Corte Constitucional, al reivindicar su competencia para ejercer el control de la declaratoria del


estado de excepción, control que existe en pocos países, eliminó uno de los caminos por los que
fácilmente transitaba el Ejecutivo, que permitía en décadas no muy lejanas el abuso de estas facultades.

En estos diecinueve años, la Corte Constitucional ha estado comprometida en un proyecto de


construcción de ciudadanía, es decir, en la extensión cada vez mayor de los derechos civiles, políticos y
sociales que caracteriza a los Estados constitucionales más desarrollados.

En el tema de los derechos sociales y económicos, que tantos y tan interesantes debates ha suscitado
en los académicos y doctrinantes de Europa y los Estados Unidos, la Corte Constitucional se ha
inclinado por el activismo judicial.

Superando las difíciles discusiones doctrinarias, ha optado por reconocer a ciertos derechos sociales
una eficacia cierta y directa.

Y es éste uno de los puntos neurálgicos, en donde se avizora como necesaria la construcción de un
nuevo equilibrio de poderes.

Con fallos de tutela tan conocidos como los relativos a la situación de los desplazados y el derecho a la
salud, no ha quedado duda sobre la “justiciabilidad” de los derechos sociales.

Pero quedan muchos interrogantes desde el punto de vista de las competencias y funciones de las otras
ramas del poder público.

Es claro que el mandato del artículo 13 de la Constitución es una toma de posición contundente a favor
de la intervención de los poderes públicos para corregir desigualdades, y que debemos partir de allí para
iniciar un diálogo institucional abierto y constructivo.

Sin embargo, la posición éticamente irreprochable de un juez garantista que afirma, no sólo la
pertinencia, sino la necesidad de la realización de los derechos de segunda generación, tiene que ser
contrastada con las competencias del legislador y del Ejecutivo en el Estado democrático.

Las decisiones judiciales que dan eficacia a estos derechos, tienen y han tenido efectos insoslayables
en el diseño de políticas públicas, en el gasto público y en el presupuesto, materias todas de
competencia de otros órganos de poder.

Estudios económicos demuestran cómo sentencias proferidas por la Corte en la década anterior, en los
temas de créditos hipotecarios y ajuste de salarios, tuvieron algunos efectos que fueron, incluso,
contrarios a lo perseguido en materia de equidad.

O tenemos el caso paradigmático de la prestación del servicio de salud, en donde, a partir de la


sentencia de revisión 760 de 2008, se multiplicó exponencialmente el crecimiento de la demanda de
servicios y medicamentos no incluidos en los planes obligatorios de salud, al pasar de menos de 400 mil
millones de pesos en el 2006 a 2,6 billones hoy.

¡Casi siete vez más!

Cuando miramos la crisis actual del sistema de salud, tenemos que preguntarnos: ¿qué actividad puede
soportar, sin colapsar, que se multipliquen por siete sus costos?

Y no es que no se gaste en salud en Colombia; el gasto público en salud de nuestro país se acerca a los
30 billones de pesos, el más alto porcentaje de participación de la salud en el PIB de toda América
Latina.

Pero como dije antes: muchas veces los efectos de decisiones bien intencionadas terminan riñendo con
la equidad.

Con el costo que ha representado para el Estado el cumplimiento de la sentencia para cubrir servicios y
medicamentos que no están en el POS, se benefician sólo 140 mil personas, cuando con esos recursos
¡podrían crearse 5 millones de cupos plenos en el régimen subsidiado para los más pobres del país!

¿Qué lección podemos derivar de todo esto? Que la fijación de verdaderas políticas públicas en materia
de aplicación de los derechos sociales, a través de sentencias que se dirigen a conjurar problemas
estructurales, puede generar graves riesgos en el manejo de la economía e, incluso, situaciones de
inequidad.

Mientras las libertades fundamentales clásicas no conocen condiciones ni en el tiempo ni en los


recursos disponibles, el desarrollo de derechos sociales y económicos se tiene que ajustar al ritmo al
que se expande la riqueza material y cultural de una sociedad.

Porque es la comunidad de los ciudadanos la que termina respondiendo por las cargas que exige el
reclamo individual.

Hay que recordar que la misma Carta pone límites al activismo de la Rama Judicial:

En el artículo 85 señala que hay derechos de aplicación inmediata y otros derechos cuyo desarrollo es
el terreno idóneo de la Rama Legislativa.

No podemos olvidar que, bajo nuestra Constitución, la realización del Estado Social y de las condiciones
para el gozo eficaz de los derechos sociales es responsabilidad primordial de las ramas Legislativa y
Ejecutiva.

En términos de la Corte Constitucional, es el legislador 'el máximo mediador del conflicto social'.

Esa responsabilidad primordial del máximo órgano representativo también se refiere a la asignación de
recursos limitados en la política social y económica.

Es el legislador el único que puede asegurar la repartición de recursos, tanto en términos de equidad
social como de igualdad.

Y, a diferencia del juez, lo hace con base en el mandato del pueblo que lo eligió.

Dicho en otras palabras: sólo con máxima prudencia, ¡sólo con máxima prudencia!, los derechos
individuales pueden convertirse en letras de cambio que un juez gira sobre el presupuesto público.

Por otro lado, dentro los dictámenes del legislador, tenemos que aumentar los esfuerzos en la
administración pública en todos los niveles para cubrir los vacíos que invitan y —hasta cierto grado—
otorgan legitimidad al activismo judicial.

Es bueno recordar cómo Robert Alexy, uno de los más connotados teóricos en el campo de los
derechos sociales y económicos, tantas veces citado por el honorable tribunal constitucional, afirma que
la configuración de los derechos sociales resulta de la correspondiente ponderación del principio de
libertad fáctica con los principios formales de división de poderes y competencia parlamentaria.

También dice el constitucionalista español Gregorio Peces Barba que la primacía del desarrollo de estos
derechos corresponde a la ley y el papel del juez es subordinado en algunos aspectos esenciales.

Es indudable que la propia naturaleza de los derechos sociales, su carácter relativo, gradual, la dificultad
de especificar su contenido, la dificultad de su cumplimiento ante la escasez de recursos y la necesidad
de una cierta organización de las instituciones, implican una irreemplazable actuación del Poder
Legislativo y ejecutivo para conferirles eficacia.

Ahora, también es indudable que la decisión del legislador no puede desconocer el mandato
constitucional que obliga a los poderes a esforzarse en la búsqueda de un orden justo, en la superación
de las inequidades y en el respeto de unos mínimos bajo los cuales cualquier decisión pública sería
inadmisible.

Lograr el adecuado balance en este aspecto será una tarea que debemos asumir conjuntamente las
diferentes ramas del Poder Público, en un espíritu de diálogo fecundo y democrático.

Reconocemos que la actuación protagónica de los jueces en esta materia ha sido una consecuencia y
una reacción frente a la ausencia y a los vacíos que las otras ramas del poder han dejado abiertos en el
campo de la definición de las políticas públicas en materia de derechos sociales.

La causa del problema no es de manera alguna atribuible al poder judicial sino a la negligencia de otros
poderes del Estado.

Los equilibrios se han roto por un déficit de cumplimiento del Ejecutivo y el Legislativo frente a un
exceso de diligencia del Poder Judicial en esta materia.

Por ello, es hora de recuperar esos equilibrios entre las ramas del poder mediante acciones que no
pueden ser esquivas a mandatos de responsabilidad fiscal y económica que comprometen a todos los
órganos y poderes del Estado.

De otra manera, pueden distorsionarse por completo los objetivos de lucha contra la inequidad que nos
hemos fijado como nación.

Porque debemos ser claros, y también realistas: el desborde del gasto y la irresponsabilidad en materia
fiscal pueden significar el mayor factor de retroceso de cara a las conquistas de nuestro Estado Social
de Derecho proclamado en 1991.

El interés público y no la defensa de los intereses individuales de unos pocos debe continuar iluminando
las políticas sociales, como la prioridad indiscutida de este Gobierno en el marco de la prosperidad
democrática.

Estoy seguro de que, pensando únicamente en el bien del país, vamos a encontrar con ustedes, los
jueces, las fórmulas para que los objetivos sociales no queden en entredicho por buenas intenciones
que pueden terminar convertidas en malas políticas.

Apreciados magistrados, amigos de la jurisdicción constitucional:

Gracias, muchas gracias, por su trabajo constante, dedicado, de altura intelectual y compromiso
profesional, por garantizar la vigencia y aplicación de nuestra Constitución.

Y hablo a todos los jueces, sin excepción, porque vigilar nuestro orden fundamental no sólo es tarea de
las Altas Cortes, sino corresponde a toda la Rama Judicial.

Como bien dice el profesor alemán Matthías Herdegen: 'Cada juez, cada magistrado, es juez
constitucional'.

Al tiempo que les reitero mi saludo de aprecio y admiración por su destacado trabajo para defender la
integridad de nuestra Carta fundamental y hacer efectivos los derechos en ella consagrados, quisiera
terminar recordando una declaración del general, y entonces Presidente, Francisco de Paula Santander
en su informe al Congreso de 1837:

'Ruego al Ser Supremo, conservador de las naciones y dispensador de todo bien, que continúe
derramando sus bendiciones sobre nuestra patria, para que la Constitución sea inviolablemente
conservada, para que (...) la amemos como la mejor salvaguardia de nuestros derechos, del orden y de
la paz'.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el


lanzamiento de la Política Integral de Tierras

Barrancabermeja, Santander, 3 sep (SIG). “Siervo Joya, el inolvidable personaje de Siervo sin Tierra ,
la gran novela de Eduardo Caballero Calderón, era un joven campesino que soñaba con ser dueño de
su propia parcela, para tener independencia económica.
Sus intentos fueron infructuosos: primero se vio envuelto en la violencia política de la época, creyendo
que los políticos le darían su tierra, la tierra prometida, pero no fue así.

Cuando al fin consiguió el dinero para la cuota inicial de un lote –después de quebrarse la espalda como
obrero trabajando en la construcción de un ferrocarril– enfermó y murió sin ver su sueño cumplido,
durante el viaje que hacía con su esposa hacia su pequeño terruño.

¡Cuántos Siervos Joya, ‘siervos sin tierra’, tenemos todavía en Colombia!

Su drama nos toca a todos los colombianos, y es una historia que queremos dejar atrás, para que viva
en la buena literatura de Caballero Calderón, y nada más.

Por eso hoy venimos a Barrancabermeja a ratificar el compromiso público que expresé el pasado 7 de
agosto:

‘ Defenderemos al campesino colombiano, lo convertiremos en empresario, lo apoyaremos con


tecnología y créditos, para hacer que cada uno sea un próspero Juan Valdez’.

En nuestra campaña dijimos que lucharíamos para devolverles a los campesinos la tierra que ellos
trabajan con vocación, con entusiasmo y con mucho sudor.

Nos comprometimos también a acelerar la devolución de esas tierras incautadas a los criminales, una
labor que continuará, porque las seguiremos incautando.

Y si el honorable Congreso de la República, querido amigo y honorable senador (Eduardo) Enríquez


Maya, nos da los instrumentos, nos da los mecanismos, con mucho más ímpetu que el que tuvieron
esos criminales al despojar a los campesinos, nosotros les devolveremos las tierras a todos y cada uno
de ellos.

¡Y aquí estamos hoy para presentarles nuestra Política Integral de Tierras y honrar nuestra palabra!

¡Para que haya más Juan Valdez y menos Siervos Joya en nuestro país!

Las hectáreas que hoy entregamos habían sido arrebatadas a sus naturales dueños por la ambición y
las amenazas del paramilitar alias ‘Macaco’ y sus secuaces.

El Estado recuperó esos predios de los corregimientos de Monterrey y San Blas –en Simití, en el
departamento de Bolívar– y estaba previsto que fueran vendidos.

Pero, afortunadamente, nos dimos cuenta a tiempo de que los mejores destinatarios de esas 1.600
hectáreas, sembradas con palma, son cerca de 400 familias de Monterrey, San Blas y otros
corregimientos aledaños.

Con ese espíritu hoy le estamos entregando la administración de estas tierras al Programa de Desarrollo
y Paz del Magdalena Medio, para que sean trabajadas por las manos laboriosas de estas familias
campesinas.

Precisamente, hoy nos acompaña el padre Francisco de Roux, fundador de este Programa creado hace
15 años.

Querido padre de Roux:

Si bien usted se dedica hoy a la trascendental tarea de dirigir los destinos de la Compañía de Jesús en
el país, como su Provincial, su fortaleza de espíritu y actitud solidaria se mantienen vivos en este
Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio.

Usted no sólo ayudó a crear proyectos productivos de caucho y pancoger, sino que también sembró paz
y esperanza con programas educativos, de convivencia y de resolución de conflictos.

Hoy, este programa –que ahora está en las buenas y sabias manos del padre Libardo Valderrama–
acompaña proyectos productivos en 28 municipios de Santander, Antioquia, Cesar, Bolívar y Caldas.¬

¡Gracias padre de Roux! ¡Gracias padre Libardo! Gracias a todos los que trabajan en este programa tan
beneficioso para los habitantes de la región del Magdalena Medio, que tanto ha sufrido la violencia.

Pueden estar seguros de que nosotros, como Gobierno, pondremos también de nuestra parte.

Proyecto de ley para restitución de tierras

Empezaremos por presentar en los próximos días una iniciativa legislativa de Restitución de Tierras
Despojadas, para cancelar los títulos fraudulentos obtenidos por la violencia y devolver las tierras a sus
verdaderos poseedores y propietarios, sin tantas trabas jurídicas e institucionales que limitan su
efectividad.

Con esta iniciativa, el Gobierno tendrá, además, la facultad de usar predios productivos incautados para
vincularlos a los programas de entrega de tierras.

Para impulsar la restitución, el Ministerio de Agricultura coordinará un sistema de información detallado


sobre despojo de tierras, hasta el nivel predial, que identifique a los desarraigados y les acredite su
derecho.

Adicionalmente, crearemos, en los Tribunales Superiores de Distrito Judicial, unas salas especializadas
en restitución de tierras.

Los magistrados especializados de esos tribunales deberán obrar a favor de quienes perdieron sus
propiedades como consecuencia de la violencia.

También trabajaremos, con el Ministerio del Interior, en una reforma que garantice que los terrenos que
sean sometidos a la extinción de dominio se destinen preferencialmente a la población desplazada.

¡La Justicia debe ser un aliado de ustedes y no otro obstáculo al que se deban enfrentar!

El campo, ‘jalonador’ de la Prosperidad Democrática

El Gobierno está obligado a proteger los derechos de propiedad sobre la tierra –más aún de aquellos
que fueron despojados–, y los tribunales serán los encargados de restablecer esos mismos derechos e
indemnizar a los tenedores de buena fe.

Queridos campesinos:

¡Ustedes son los maquinistas de esa locomotora agraria que queremos echar a andar a todo vapor!

Juntos, en este gobierno de Unidad Nacional, haremos del campo, no un foco de pobreza que afecta al
64 por ciento de la población rural, sino un ‘jalonador’ del crecimiento económico y de la Prosperidad
Democrática.

Queremos tener un vigoroso desarrollo rural, que prepare a las economías campesinas para competir
con éxito y aprovechar los TLC con Canadá, con la Unión Europea y con Estados Unidos.

Nuestra Política Integral de Tierras incluye también el impulso a la creación de Zonas de Reserva
Campesina, para evitar la concentración de la propiedad y promover las Unidades Agrícolas Familiares,
a las que les facilitaremos herramientas tecnológicas e infraestructura vial.

En ese sentido, vamos a reformar Agro Ingreso Seguro, para priorizar sus recursos en la entrega de
bienes públicos –como carreteras que les permitan ser competitivos a los campesinos– más que en el
otorgamiento de subsidios para grandes productores.

Reglamentaremos también las Zonas de Desarrollo Empresarial, de manera que el Estado conserve la
propiedad sobre tierras baldías y ceda su usufructo a inversionistas que se comprometan a desarrollar la
infraestructura productiva, a darles alojamiento y trabajo a los pequeños agricultores, y los lleve hacia la
modernización.

Un programa agrario justo

Tenemos un ambicioso programa de formalización de la pequeña propiedad agraria, que les permitirá a
los campesinos convertir en patrimonio la tierra que ocupan y trabajan.
Porque nuestros Juan Valdez necesitan patrimonio e ingresos, ¡tierra fértil en producción!

¡Ellos merecen ser socios y obtener rentas de capital, además de sus ingresos laborales!

El mercado de capitales de inversión no debe mirar a los campesinos como vendedores de tierras
baratas, sino como prósperos propietarios, que pueden asociarse en buenos términos con importantes
inversionistas.

Se trata de promover un desarrollo agrario justo, que genere más empleo formal, mejores oportunidades
comerciales para el país y mayor recaudo para atender a los menos favorecidos.

¡Ese es el mejor programa de paz y reconciliación que podemos liderar!

En este propósito, tenemos que cuidar y administrar, con responsabilidad y rigor, el buen y eficiente uso
de nuestras tierras.

¡Podemos hacer de Colombia una importante despensa de alimentos al servicio de un mundo cada vez
más necesitado de ellos!

Hoy seguimos desaprovechando el enorme potencial del país para abastecer al planeta.

En actividades agrícolas, por ejemplo, usamos apenas 4,9 millones de hectáreas, de un total de 21,5
millones que se pueden dedicar para ese fin.

En el otro extremo está la ganadería colombiana, que utiliza 38,6 millones de hectáreas, a pesar de que
sólo 20 millones son aptas para explotación ganadera y tan sólo 5 millones de hectáreas tienen pastos
mejorados.

Es un gran desperdicio, si se tiene en cuenta que el año pasado una hectárea de agricultura generó
12,5 veces más valor que una hectárea ganadera.

¡Allí hay una enorme riqueza por aprovechar!

También tenemos una gran oportunidad en las plantaciones forestales.

Éstas ocupan sólo una superficie de 350.000 hectáreas en el país, a pesar de que hay un potencial total
de 14 millones de hectáreas –¡14 millones!– para las plantaciones forestales.

Al respecto tenemos una meta en nuestro Gobierno –que me dicen es bastante ambiciosa– pero es ahí
cuando debemos pensar en grande, porque si no pensamos en grande, nunca vamos a lograr nada.

¡Nos proponemos, con el Ministro de Agricultura, y con todo el Gobierno, y ojalá con la empresa privada
y ojalá con los campesinos y ojalá con los gobernadores y con los alcaldes, reforestar un millón de
hectáreas en Colombia!

Responsabilidad ambiental

Y es que debemos ser muy responsables y visionarios en la preservación de nuestros recursos.

El fenómeno del calentamiento global debe mantenernos en alerta y profundizar nuestra conciencia
ambiental.

Se prevé que, en los próximos 25 años, la temperatura promedio del planeta aumente dos grados
centígrados.

Cuando a mí me dijeron esa cifra, me pareció un cambio de temperatura dramático, porque –aunque
suene poco– un incremento de dos grados tiene unas implicaciones muy drásticas en el clima y en los
ecosistemas.

Y el tema puede ser aún peor, porque dicen que otros expertos han hecho estudios que señalan que el
calentamiento puede ser de tres y cuatro grados.

Eso tiene un efecto enorme, por ejemplo, en la producción agropecuaria y tendremos que pensar en
soluciones, como por ejemplo elevar los cultivos de café y de otros productos a ciertas alturas.

El fenómeno tiene también consecuencias para el agua, lo que significa todo un desafío para preservar
esa riqueza, pues somos el tercer país del mundo que, por cada 100 mil habitantes, cuenta con más
recursos hídricos.

Por eso debemos ser ambientalmente responsables y estratégicos para impulsar el agro.

Por eso debemos detener la colonización de la frontera agraria sobre reservas ambientales estratégicas.

Para cerrar la frontera de bosques y selvas, declararemos como áreas protegidas a las seis millones de
hectáreas de selva amazónica que falta proteger entre Vichada y Guainía.

Por otra parte, trazaremos un límite inamovible que proteja los bosques andinos que quedan en pie.

Hay cerca de 6 millones de hectáreas que eran de reserva forestal y fueron ocupadas de buena fe por
campesinos.

A ellos los apoyaremos para que formalicen sus derechos en Unidades Agrícolas Familiares
Ambientales, con el compromiso de que protejan los bosques aledaños.

No ceder un milímetro en seguridad

Y tengan la certeza, queridos campesinos –¡todos los campesinos de Colombia!– de que no cederemos
un milímetro en materia de seguridad.

Acabo de venir del Caquetá, donde estaba visitando el lugar de los hechos dramáticos donde 14 de
nuestros héroes policías cayeron asesinados por el terrorismo. Eso también lo tenemos que afrontar con
toda valentía, porque de nada vale hacer todos estos esfuerzos si eso no viene acompañado de
seguridad.

¡Pueden estar tranquilos!

El Presidente Álvaro Uribe nos dejó un invaluable legado.

Él sabía, como los romanos, que la seguridad. Sin esa ley, las demás leyes son inocuas.

El Presidente Uribe y yo trabajamos juntos para consolidar la Seguridad Democrática y ahora, en mi


Gobierno, estamos dando el paso adelante hacia la Prosperidad Democrática, la prosperidad para
todos.

Quiero además agradecer aquí públicamente a Alejandro Reyes, quien ha sido una de las personas que
más nos ha ayudado y que a mí más me ha influido desde hace muchos años en la necesidad de dar
este paso que hoy estamos dando para bien de la paz de Colombia, para bien de los campesinos de
Colombia, para bien del agro de Colombia.

Queremos que sean dueños de su propio destino.

Ni la violencia ni la injusticia volverán a arrebatarles el progreso por el que trabajan a diario.

Queremos y necesitamos que trabajen la tierra, sin miedo, con vocación, pensando en su futuro y el de
sus hijos

Ustedes son los maquinistas, los protagonistas, de esa locomotora que le dará mayor prosperidad al
campo.

¡El país tiene una enorme deuda con ustedes y su dedicado trabajo se verá recompensado!

¡Cuenten con nosotros!

¡Colombia los necesita, prósperos y productivos, propietarios de su tierra!

¡Y unidos todos lo vamos a lograr!


Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la cuarta jornada de


Acuerdos para la Prosperidad

Madrid, Cundinamarca, 4 sep (SIG). “Ante todo un saludo muy especial a todos y cada uno de
ustedes, agradeciendo su presencia en este cuarto Acuerdo par la Prosperidad.

Me demoré unos minutos en llegar, porque infortunadamente se accidentó el helicóptero que nos venía
acompañando en vía aquí a Mosquera, pero por fortuna el capitán del helicóptero, el capitán Jaime
Buenahora, hizo una maniobra muy oportuna y logró que el helicóptero girara y regresara al campo de la
Escuela Militar, de donde había salido, y eso evitó una tragedia de proporciones mayores.

Iban 11 tripulantes, entre ellos el general (Juan Pablo) Rodríguez, Comandante de la V División (del
Ejército) y gente de la seguridad de Palacio.

El único herido fue el subintendente (Efraín) Africano, que se partió la clavícula, pero por fortuna, y
gracias a Dios, el resto de la tripulación resultó ilesa.

De manera que damos una mala noticia del accidente del helicóptero, pero por fortuna fue un accidente
que no tuvo ningunas consecuencias humanas.

Esta semana ha sido una semana también muy productiva, una semana donde tratamos varios temas,
donde creo que hemos ido avanzando en nuestro camino hacia la Prosperidad Democrática.

Balance del viaje a Brasil

El viaje a Brasil fue un viaje muy productivo, Brasil es un país que está en plena efervescencia; es uno
de los motores hoy de la economía mundial; pertenece a ese grupo de países que fueron señalados
hace algunos años por un banco, por un banco muy importante, el Goldman Sachs, como uno de los
cuatro países que iban a despegar en materia de crecimiento y de desarrollo.

Los denominaron los Bric: Brasil, Rusia, India y China.

Y ese vaticinio que hizo ese banco resultó cierto.

En la recesión, en la crisis económica del 2008, esas cuatro economías fueron las que mantuvieron viva,
por así decirlo, la economía mundial. Y hoy esas cuatro economías están jalonando el crecimiento de
todo el planeta.

Brasil, desde hace ya muchos años, ha venido poniendo en marcha unas políticas acertadas, unas
políticas con visión de largo plazo, que ya están dando resultados y resultados muy importantes.

Pero más allá del éxito económico y en su desarrollo, y en su lucha contra la pobreza –porque algo que
destacaba el Presidente (Luiz Inácio) Lula en nuestras conversaciones, es cómo ese crecimiento se ha
traducido en el Brasil en reducir la pobreza en una forma muy importante, 34 millones de brasileros que
estaban en la pobreza hace ocho años hoy ya no lo están, por eso nosotros podemos aprender mucho
de Brasil- Brasil es un país que tiene con Colombia unas grandes sinergias.

La sinergia los economistas la definen como esas situaciones cuando uno más uno suma más de dos. Y
nosotros estamos llenos de sinergias con Brasil.

Tenemos, primero que todo, la segunda frontera más extensa de nuestro territorio.

Compartimos la Amazonía, que es hoy el pulmón del mundo. El motivo de mayor preocupación del
planeta, el cambio climático, todo lo que implica la destrucción del medio ambiente, que tiene
preocupado a todo el planeta, ahí Brasil y Colombia podemos jugar un papel determinante y de
liderazgo en esas discusiones a nivel mundial.

Y ese fue uno de los temas que discutimos con el Presidente Lula.

Firmamos ocho acuerdos, ocho acuerdos sobre temas que nos conciernen a los dos y que nos pueden
dar a los dos países una mejor posición en el desarrollo a nivel mundial.

Temas que tienen que ver, por ejemplo, con la investigación y el desarrollo de toda la biodiversidad, en
un mundo donde la biotecnología está cambiando la vida de todos nosotros.

Esa revolución de la biotecnología va a cambiar la vida de todos nosotros mucho más rápido de lo que
lo cambió la revolución de la informática.

Si hoy nadie se imagina un mundo sin celular, dentro de pocos años vamos a estar diciendo: ‘Mire los
cambios tan profundos en nuestra vida diaria que ha producido la revolución de la biotecnología’.

Y esa biotecnología tiene mucho que ver con la biodiversidad; y Colombia por kilómetro cuadrado es el
país más rico del planeta en biodiversidad; y Brasil es el país más biodiverso del mundo. Ahí tenemos
una sinergia muy, muy importante que explotar estos dos países.

Tenemos también una gran responsabilidad: el mundo está buscando lo que América del Sur tiene, lo
que América Latina tiene.

El mundo está buscando energía, y nosotros, América Latina y sobretodo Colombia, tenemos energía
de todo tipo.

Tenemos energía a base de gasolina, a base de petróleo, a base de agua –energía hidráulica- tenemos
carbón, tenemos energía inclusive eólica. Recientemente me decían que uno de los lugares más
privilegiados de todo el continente para desarrollar la tecnología, una tecnología limpia que se llama
eólica, a base de viento, está en el norte de nuestro país, en La Guajira.

El mundo está pidiendo a gritos alimentos.

El aumento del consumo en países como China, como la India, como Indonesia, esa lucha contra la
pobreza de otros países que han venido sacando la gente de la pobreza y esa gente está consumiendo
más alimentos, está produciendo, ya esta aquí, ya es una realidad, una crisis de alimentos.

Pero resulta que no son muchos los países ni muchos los continentes que tienen capacidad de
aumentar su producción de alimentos, de aumentar su área cultivable sin sacrificar bosques naturales.

Ahí Brasil ha hecho una gran revolución. Inició hace muchos años y ha venido convirtiéndose en una
despensa del mundo. La producción brasilera en materia de alimentos, de granos, es realmente
espectacular lo que han hecho en estos últimos años.

Firmamos varios acuerdos para traer su tecnología, para traer su experiencia, porque Colombia es uno
de los pocos países del mundo que tienen esa frontera sin explotar, donde podemos nosotros multiplicar
nuestra producción de alimentos.

Precisamente ayer (viernes) con el Ministro (de Agricultura) Juan Camilo Restrepo estuvimos en
Santander, Barrancabermeja, lanzando la Ley de Tierras, una Ley que nos va a permitir poder hacer uso
de ese gran potencial que tenemos los colombianos en producir muchos más alimentos.

Pero hacerlo de manera equitativa, devolviéndoles sus tierras a los campesinos que fueron desplazados
por la violencia, y además dándoles a ellos, a todos estos campesinos, unos esquemas económicos que
les permitan vivir dignamente en sus parcelas, produciendo alimentos, pero al mismo tiempo pudiendo
educar a sus hijos, pudiendo progresar en la vida y sobretodo saliendo de la pobreza, porque la pobreza
en Colombia está concentrada, o hay una mayor proporción, una mucho mayor proporción de pobres en
el área rural que en área urbana.

Con Brasil también firmamos acuerdos en materia de educación.

Ministra (de Educación, María Fernanda Campo) no he tenido tiempo de hablar con usted sobre eso,
pero ellos nos van a mandar una delegación y el Presidente Lula pidió expresamente que usted fuera
con Jaime Restrepo, nuestro Director de Colciencias, y con un grupo de funcionarios en materia de
educación, para que hiciéramos una serie de trabajos conjuntos no solamente en materia de
investigación, en otras áreas aparte de la biodiversidad, sino que también pudiéramos aprender de lo
que han hecho en Brasil en materia de doctorados, en materia de educación superior.
Allá pusieron en marcha uno de los programas que nosotros ofrecimos en la campaña, y ha sido un
programa muy exitoso en Brasil, y es el de darle a los bachilleres, porque ellos tenían el mismo
problema que tenemos nosotros hoy, darle a los bachilleres de Colombia la oportunidad de seguir con
una educación superior, bien sea universitaria bien sea técnica.

Y ese ha sido unos de los caminos más efectivos de Brasil para luchar contra la pobreza, porque esos
bachilleres estaban en esa trampa de la pobreza, después de mucho esfuerzo se graduaban, no
encontraban trabajo y se sumían nuevamente en la pobreza.

Hoy esos bachilleres tienen posibilidades, tiene educación superior, tienen educación técnica, y ahí ese
programa que Brasil lo ha adelantado con mucho éxito, pues lo tenemos que poner nosotros en marcha,
y ahí hay algo que podemos también aprender mucho de Brasil.

Decíamos en Brasilia que esta es la década de América Latina, y queremos hacer que esta sea la
década de América Latina, y para eso se requiere liderazgo, se requiere trabajar en forma
mancomunada. Lo dije en mi discurso de posesión, cuando estaban ahí presentes la gran mayoría de
mandatarios latinoamericanos: ‘Cada uno de nosotros tiene grandes fortalezas, pero unidos seremos
una gran potencia’.

Y eso fue lo que establecimos con el Presidente Lula, con el Gobierno brasilero: unirnos para ser una
gran potencia, porque tenemos los elementos y tenemos los recursos para ser una gran potencia.

Por eso nos devolvimos muy satisfechos, además de la forma como fuimos recibidos, fue una visita de
Estado, la verdad es que la generosidad con que nos recibieron no solo el Gobierno sino el Congreso, el
Tribunal Supremo, todos los magistrados, el cariño por Colombia, el respeto por Colombia se sentía.

Y Brasil es un buen socio, por eso no me arrepiento un solo minuto de haber escogido Brasil como el
primer país que visitábamos después de nuestra posesión.

Ley de tierras

Como lo mencionaba, ayer (viernes) estuvimos en Santander lanzando la Ley de Tierras. Queremos,
queridos senadores y representantes, que nos ayuden a tramitar esta ley lo más pronto posible, y que
nos ayuden sobretodo a tener instrumentos, a tener mecanismos para hacer efectiva la Ley.

¿Cuántas veces no se ha ensayado este gran propósito de darles tierra a los campesinos y al mismo
tiempo establecer sistemas de producción que den prosperidad al campo colombiano?

¿Cuántas veces no se ha dicho que vamos a hacer un gran esfuerzo para devolverles las tierras a los
campesinos que han sido desplazados por la violencia?

Pero los resultados han sido prácticamente nulos ¿Por qué? Porque no hemos tenido los instrumentos
legales. Siempre los testaferros de los grandes narcotraficantes, de los grandes paramilitares, de los
terratenientes que se apoderaron de esas tierras, encuentran el vericueto legal para impedir que esa
gran reforma agraria, que esa gran revolución agraria, se lleve a cabo.

Por eso lo que queremos, queridos senadores y representantes, es que nos ayuden para que esta vez
sí podamos hacer realidad ese gran propósito, que tiene que ver además con todos los temas que nos
conciernen a todos los colombianos.

Eso tiene que ver, por ejemplo, con nuestro gran propósito de conservar uno de los recursos naturales
más importantes que tenemos los colombianos, el agua.

En la medida que esta ley tenga efectividad, que esta ley logre que muchos de los campesinos que hoy
no tienen títulos sobre sus tierras los tengan, que podamos quitarle la presión a muchas zonas que hoy
están siendo deforestadas, vamos a poder cuidar mucho mejor nuestro recurso natural –yo diría el más
importante- que es el agua.

Porque el ritmo de deforestación en Colombia es realmente preocupante, realmente preocupante, y por


eso queremos no solamente reversarlo, sino sembrar mínimo un millón de hectáreas, un millón de
hectáreas en bosques.
Y eso se va a lograr si aprobamos esta Ley, si le quitamos presión a esas zonas donde están siendo
deforestadas, si le damos al campesino un título sobre su tierra.

Eso también nos ayuda muchísimo en nuestra lucha contra los cultivos ilícitos.

Si ustedes van a cualquier municipio donde hay cultivos ilícitos y habla con la gente, y habla con los
alcaldes, le van a decir que aquellos campesinos que tienen un título sobre la tierra son menos
susceptibles, por no decir enemigos, de cualquier intento de ser manipulados por los narcotraficantes
para que cultiven coca, porque cuando son dueños de su tierra la defienden.

Y eso es algo muy importante también para la paz y para la seguridad de los colombianos.

Por eso le damos tanta importancia a esa ley, queridos senadores y representantes, para que nos
ayuden allá en el Congreso a aprobarla lo más pronto posible.

Y venimos al tema de hoy.

El tema de la vivienda

Una revista muy importante en Estados Unidos, la revista Newsweek, hace de vez en cuando unas listas
de países agradables para vivir, de países buenos y países malos, y hace esas listas de quién está de
primero, y quién está de último.

Generalmente son evaluaciones bastante subjetivas, pero que tienen algo de realidad.

En la última edición esta revista hace una evaluación de los mejores países, de los 100 mejores países
del mundo y Colombia aparece en el puesto 62, de 100.

Por encima de nosotros aparece, en la región, República Dominicana, Cuba, Brasil, Argentina, México,
Uruguay, Perú, Chile, Chile que es el mejor calificado, está de 30.

Y hace una serie de análisis sobre por qué puso a cada país en ese sitio, cuáles fueron los criterios. Son
muchos.

Nosotros infortunadamente seguimos viviendo todavía las secuelas de 40 años de nuestra lucha contra
los violentos, contra las mafias, contra la guerrilla, contra los paramilitares. Ese prestigio, esa mala
imagen todavía nos afecta.

Yo estoy seguro que aquí queda, está consignado todavía ese rezago del pasado, porque como ustedes
bien saben, los prestigios demoran mucho en construirse y se destruyen muy rápidamente. Volverlos a
construir toma tiempo.

Eso es lo que estamos haciendo: vendiendo el país por sus cosas buenas, vendiendo al país por lo que
tenemos y el potencial que tenemos; colocarnos ante el mundo como un país con un gran capital
humano, que es su mayor riqueza, pero con otras riquezas muy importantes, un país que quiere jugar y
jugar duro en el escenario internacional.

En esta evaluación, uno de los factores es la calidad de vida de sus habitantes y ahí es donde entra el
tema de hoy, el tema de la vivienda, el tema de cuánta gente aspiraría a decir ‘voy de mi trabajo’, porque
tiene trabajo, y ‘voy a mi casa’, porque tiene casa propia.

Ahí tenemos nosotros los colombianos un gran desafío, porque tenemos un gran déficit en materia de
vivienda: cerca de un millón 300 mil viviendas de déficit, es decir, un millón 300 mil familias que
quisieran tener vivienda propia, no la tienen.

Eso se llama el déficit cuantitativo.

Hay un déficit mucho mayor, que se denomina el déficit cualitativo, es decir, gente que tiene su vivienda
pero que no viven en condiciones dignas, la calidad de esa vivienda no es una calidad para que puedan
vivir dignamente.

Ese déficit es mucho mayor. Se calcula –Ministra (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Beatriz
Uribe), usted me corregirá- en más de tres millones ¿Dos cinco? Dos millones y medio.

Por eso en la campaña nosotros nos propusimos una meta, que yo sé que es ambiciosa, pero que la
podemos cumplir: vamos a construir un millón de viviendas en los próximos cuatro años.

¿Y por qué pusimos un millón de viviendas?

Porque en este momento, estamos construyendo en promedio 140 mil viviendas. Se requiere,
solamente para mantener el déficit, no para reducirlo, para mantenerlo, se requiere la construcción cerca
de 250 mil.

Doscientos 50 mil hogares que se forman todos los años, que quisieran su vivienda, demandan vivienda
y solamente a 140 mil de los nuevos, no de los viejos que están aspirando a tener vivienda, solamente a
mas o menos la mitad se les puede satisfacer su necesidad básica, porque esa es una de las
necesidades básicas de cualquier persona: tener su vivienda.

Entonces por eso nos propusimos elevar el número de viviendas, por lo menos al número de viviendas
que se requieren año tras años.

Al final, si cumplimos la meta –y estamos empeñados en cumplirla- vamos por lo menos a poder decir
que construimos un millón de viviendas y el déficit no aumentó.

Ojalá pudiéramos, Ministra, construir más, para ver si reducimos ese déficit.

Y entonces ahí, esta evaluación que nos hacen, nos iría mucho mejor.

Ese es un tema que yo creo que pesa mucho en la calidad de vida de los colombianos.

Cuántos tienen vivienda, y no cualquier tipo de vivienda, que es un aspecto bien importante: vivienda
digna.

No se trata solamente de que tengan unas paredes y un techo, no, se trata de que tengan una vivienda
en un entorno agradable, en un entorno en donde el acceso de los hijos al colegio sea un acceso
relativamente fácil, en un entorno donde pueda existir un parque, donde puedan vivir dignamente.

Ese es nuestro propósito, y se es el tema de hoy.

Escogimos Madrid, porque aquí ya está en marcha unos planes muy importantes, que pueden ser
ejemplo, y por eso vinimos a discutirlo con el Alcalde, con el Gobernador, con todos los interesados en
que esta meta se cumpla.

Ahí están los constructores, ahí están las entidades de crédito, y si todos nos unimos, todos los
interesados nos unimos, yo estoy seguro de que vamos a poder cumplir esa meta.

Ahí se requiere una serie de modificaciones en la regulación, en la forma por ejemplo como se
distribuyen los subsidios.

El Gobierno pasado hizo un gran esfuerzo, al final cambió el subsidio para darle subsidios a la tasa de
interés, en lugar del subsidio digamos a una suma de dinero, sino subsidiada la tasa de interés.

Eso tuvo un impacto muy importante. Se disparó, se disparó la construcción de vivienda.

Ese es el tipo de reingeniería que tenemos que hacer, para ver cómo logramos el paquete completo,
donde los constructores comiencen a construir, donde ojalá los beneficiarios inclusive puedan tener la
oportunidad de escoger el tipo de vivienda que quieren. Eso sería un gran paso en materia de calidad de
vida.

Donde el sistema financiero se vuelva socio y no obstáculo para el desarrollo de estos procesos. Y
donde los alcaldes, que son además parte fundamental, porque esto va a depender también si hay
disponibilidad de tierra, y el Gobierno Nacional está dispuesto a dar estímulos para que los alcaldes
participen en este gran proceso de construir un millón de viviendas.

Y si lo logramos todos ganamos, todos ganamos, porque todo el mundo quiere vivienda. Los alcaldes
necesitan suplir también ese déficit de vivienda, el Gobierno Nacional también, los departamentos
también, y por eso le doy tanta importancia a esta reunión, a este Acuerdo para la Prosperidad del día
de hoy.

Vamos a escuchar con mucho interés el resultado de las cinco mesas que han venido trabajando, el
sistema que hemos diseñado y que lo estamos perfeccionando acuerdo tras acuerdo, es el de trabajar el
viernes todo el día en mesas temáticas sobre el tema fundamental que se va a discutir el sábado.

Hoy es vivienda. Se escogieron cinco temas que tienen que ver con la vivienda.

En este caso tengo entendido que se incluyó uno muy importante, que también tiene que ver con la
calidad de vida y la vivienda, que es el río Bogotá. Ese es un gran desafío que tenemos también aquí en
Cundinamarca y en el país: el río Bogotá. Y estaremos pendientes de ver cuáles fueron los resultados
de esa mesa temática.

Pero es que además, este sector de la vivienda tiene un efecto de locomotora, por eso lo escogimos
como una de las cinco locomotoras primordiales, básicas en nuestro programa de Gobierno, en nuestro
Plan de Desarrollo, porque en la medida en que la vivienda, esa locomotora, marche a todo vapor,
jalona 32 industrias que van a ser beneficiadas de un buen comportamiento del sector de la
construcción.

O sea que el impacto de esta locomotora en el resto de la economía, es un impacto muy importante.

Y por supuesto también en el empleo, que es, ustedes lo saben perfectamente, es nuestra obsesión:
generar empleo, generar buen empleo. Y desde hace mucho tiempo el sector de la construcción ha sido
identificado como uno de los sectores fundamentales para lograr ese propósito de generar empleo.

Por eso, Ministra (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Beatriz Uribe) es tan importante esta
discusión, este Acuerdo para la Prosperidad.

La idea es que con cada departamento tengamos unas metas.

Comenzamos en Cundinamarca, querido gobernador Andrés González, porque yo sé y tengo esa


intuición de que usted va a ser el que más va a aportar de todos los departamentos a esa meta del
millón de viviendas.

Entonces para ver si mi intuición es correcta, le voy a dar la palabra a Miguel Peñaloza (Alto Consejero
para las Regiones y la Participación Ciudadana) para que nos diga el resultado de estas mesas
temáticas, y ver cómo más podemos nosotros ayudar para cumplir esa gran meta del millón de
viviendas en los próximos cuatro años”.

Palabras del Presidente Santos en la posesión de los magistrados del


Consejo Nacional Electoral

Bogotá, 6 sep (SIG). “Ante todo, muchas felicitaciones a los honorables miembros del Consejo Electoral
que han sido hoy posesionados, a los reelegidos y a los nuevos.

Asumen ustedes una función muy importante para nuestra democracia, nuestra democracia que todos
los colombianos queremos que sea cada vez más profunda, con instituciones cada vez más eficaces y
donde las libertades se respeten y se consoliden cada vez más.

El papel que ustedes cumplen es un papel fundamental, es un papel que le da a la democracia un


sentido muy especial porque simple y llanamente, sin elecciones no hay democracia. Y sin elecciones
creíbles, sin elecciones transparentes, la democracia no funciona, porque la credibilidad de la gente en
su democracia deja de existir. Por eso el papel tan importante que ejercen ustedes.

Cuenten con nuestro apoyo absoluto por parte del Gobierno, no solamente apoyándolos en lo que
ustedes necesiten sino acatando todas sus decisiones.

El respeto por la independencia de las instituciones es algo también fundamental en el buen


funcionamiento de nuestra democracia.

Me complació mucho oír al profesor, historiador, muy famoso, (Francis) Fukuyama, que estuvo aquí en
Colombia hace unos días, diciendo que con todos los problemas que nosotros tenemos la democracia
colombiana es un ejemplo, un ejemplo para el mundo, porque a pesar de los problemas la democracia
ha funcionado en irlos solucionando uno tras otro.

Creo que el ejemplo que hemos dado en estos últimos años demuestra que así es.

Por la vía democrática hemos logrado avanzar en consolidar la seguridad, el Presidente (Álvaro) Uribe
con la seguridad democrática lo decía siempre, y yo lo reitero: la seguridad hay que alcanzarla
respetando la Constitución, respetando las leyes.

Así se hace esa seguridad más perdurable, más creíble y se afianza más.

Por eso el funcionamiento de todas las instituciones tiene que tener esa misma línea: fortalecer la
coordinación, el funcionamiento y la independencia de todas  y cada una de las instituciones que
componen nuestra democracia.

El país le dio un gran ejemplo al mundo en las elecciones pasadas.

Creo que en nuestra historia nunca hubo elecciones tan amplias, en el sentido físico de la palabra.

En muchos municipios que nunca habían votado, votaron. Y el grado de seguridad con que la gente
votó, lo dijeron todos los corresponsales extranjeros, los observadores internacionales, se vio que fueron
unas elecciones limpias, unas elecciones transparentes y unas elecciones que enaltecieron nuestra
democracia.

Eso se debe en buena parte gracias al Consejo (Nacional) Electoral, a la Registraduría, y por eso a
ustedes que tienen por delante también elecciones muy importantes, pues les concierne y les da esta
posición una inmensa responsabilidad para seguir fortaleciendo nuestra democracia.

De manera que los felicito de nuevo a todos y cada uno de ustedes. Reiterarles el apoyo por parte del
Ejecutivo, por parte del Gobierno, y desearles lo mejor, porque si a ustedes les va bien a la democracia
le va bien.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el acto de


lanzamiento de la Política de Estado contra la Corrupción

Bogotá, 6 sep (SIG). “En este año del Bicentenario, los ejemplos de nuestra historia brillan con más
esplendor que nunca.

Por eso quisiera comenzar mis palabras leyendo un decreto que expidió el Libertador en Lima, el 12 de
enero de 1824:

‘Simón Bolívar, Libertador Presidente; Teniendo presente:

‘1º. Que una de las principales causas de los desastres en que se ha visto envuelta la República ha sido
la escandalosa dilapidación de sus fondos, por algunos funcionarios que han intervenido en ellos;

‘2º. Que el único medio de extirpar radicalmente este desorden es dictar medidas fuertes y
extraordinarias,

‘He venido en decretar, y decreto:

‘Artículo 1º: Todo funcionario público, a quien se le convenciere en juicio sumario de haber malversado
o tomado por sí de los fondos públicos de diez pesos arriba, queda sujeto a la pena capital.

‘Artículo 2º: Los jueces a quienes, según la ley, compete este juicio, que en su caso no procedieren
conforme a este decreto, serán condenados a la misma pena.

‘Artículo 3º: Todo individuo puede acusar a los funcionarios públicos del delito que indica el artículo 1º.

‘Artículo 4º: Se fijará este decreto en todas las oficinas de la República, y se tomará razón de él en
todos los despachos que se libraren a los funcionarios que de cualquier modo intervengan en el manejo
de los fondos públicos. Imprímase, publíquese y circúlese’.

Cuánto tiempo ha pasado desde este decreto —tan breve como implacable en sus regulaciones— y
cuánto sigue costándonos a todos los colombianos el fenómeno de la corrupción.

Ya quisiera uno poder decretar lo mismo que el Libertador en un momento dado.

El desastre de la corrupción y su magnitud

El Libertador decía que ‘una de las principales causas de los desastres en que se ha visto envuelta la
República’ era la ‘escandalosa dilapidación de sus fondos’.

Me llama la atención, señor Fiscal, cómo usted hace unos días, refiriéndose al uso de las regalías,
utilizaba la palabra ‘robo’ y decía que, si no hay soluciones, ‘vamos camino del desastre’.

¡Desastre! Esa es la mejor descripción del futuro de un país que se deja dominar por la corrupción.

Según sus cálculos, señor Fiscal, el dinero que se ha dilapidado de las regalías supera el billón de
pesos, y aquellas se han convertido en ‘el tesoro de los piratas’ en muchos de los entes regionales que
las reciben, paralizando la inversión en varios departamentos.

Es escandaloso. Esto se ha reflejado en que, de los 32 gobernadores elegidos en 2007, ocho han sido
suspendidos o destituidos por presuntos actos de corrupción. ¡O se la cuarta parte!

Celebramos y aplaudimos que la acción de la Procuraduría, la Contraloría y la Fiscalía haya logrado la


recuperación de más de 68 mil millones de pesos que correspondían al manejo irregular de las regalías
en el Meta y Casanare.

Pero, si aceptamos la cifra mínima de que habla el Fiscal, ¡eso es sólo una quinceava parte del
problema! Nos falta mucho por hacer.

Una encuesta que la Universidad Externado de Colombia adelantó entre un grupo representativo de
empresarios respecto al monto de las comisiones que tienen que pagar para hacerse a un contrato o
ganar una licitación, indica que es del 13 por ciento en promedio.

Basado en esta cifra, el Programa Presidencial de Lucha contra la Corrupción calculó que, si el
presupuesto de inversión de la Nación en 2009 fue de 30 billones de pesos, por el sólo concepto de
coimas el Estado perdería 3,9 billones de pesos, cifra similar a la calculada por la Procuraduría.

Con esa suma, para ponerla en contexto, podrían entregarse 300 mil subsidios de vivienda para
personas de escasos recursos.

Mírese por donde se mire, mídase como se mida, la conclusión — desde Bolívar hasta nuestros días—
es una sola: la corrupción es un verdadero desastre para nuestro país.

Pero no estamos condenados a vivir con la corrupción, como no estamos condenados a la violencia o al
subdesarrollo.

¡Colombia tiene la capacidad, la fuerza moral, el andamiaje jurídico, la fortaleza en sus instituciones,
para combatir y vencer este fenómeno que desangra las arcas del Estado, que son las arcas de todos
los colombianos!

Hace una semana estábamos posesionando a la doctora Sandra Morelli como nueva Contralora
General de la República, y leí en una entrevista que le hicieron una frase que me parece muy pertinente
el día de hoy:

‘Hay que parar el chorro de la corrupción y en eso la Contraloría no está sola’, dijo la doctora Morelli.
Y tiene toda la razón: tanto en el propósito —parar el chorro de la corrupción— como en la forma —
porque ni la Contraloría, ni la Procuraduría, ni la Fiscalía, ni el Gobierno, estamos solos—.

La lucha contra la corrupción debe asumirse como una Política de Estado, en la que participen todos los
sectores de la sociedad: por supuesto todas las instituciones públicas, pero también el sector privado, la
sociedad civil y la ciudadanía en general.

Nos apoyaremos en las mejores prácticas y estándares de los organismos internacionales que trabajan
en el tema, como la Convención Interamericana de Lucha contra la Corrupción de la OEA, la
Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, el Plan Andino de lucha contra la corrupción de la
CAN, y la Convención Anti-soborno de la OECD, a la que pretendemos adherir.

La lucha contra la corrupción no puede ser la batalla exclusiva de un gobierno, así éste se encuentre
empeñado, como lo estamos nosotros, en gobernar 'en una urna de cristal'.

La lucha contra la corrupción tiene que ser la bandera de una nación unida en la convicción de que su
futuro sólo se construye sobre bases de honestidad e integridad.

Es imperativo que el Gobierno y las entidades de control aunemos esfuerzos con el sector empresarial,
los gremios y la sociedad civil para que avancemos en el conocimiento de las prácticas de corrupción y
su control social, y logremos efectividad y transparencia en el uso de los recursos públicos.

La lucha contra la corrupción debe ser una prioridad de toda la sociedad, no sólo en términos de poder
sancionar, sino para prevenirla, con buenas políticas públicas y pedagogía.

El Buen Gobierno tiene como componente fundamental la participación ciudadana, una participación
que provea el acceso a información, genere diálogos constructivos y permita el control social.

Por eso insisto: la Política de Lucha contra la Corrupción que hoy lanzamos —y que se ve plasmada en
el proyecto de Ley Anticorrupción que presentaremos al Congreso— sólo tendrá éxito si la entendemos
y la aplicamos como una política de Estado, que supere las coyunturas y sea interiorizada por toda la
nación.

Felizmente, esta iniciativa es el fruto de un trabajo conjunto del Gobierno con la Procuraduría, la
Fiscalía, la Contraloría, la academia y varias ONGs con experiencia en el tema, y por eso aspiramos a
que convoque el apoyo mayoritario del Congreso de la República.

Puntos principales de la política

Ya el Ministro (del Interior, Germán) Vargas nos ha dado unas pinceladas de lo que será esta Ley
Anticorrupción, pero quisiera enfatizar algunos de sus componentes a través de los cuales nos
ocupamos integralmente del tema de la corrupción:

- En el proyecto de Ley se establece un régimen penal más severo para los actos de corrupción, que
facilita y hace más expeditas las investigaciones contra servidores públicos o particulares que incurran
en estas conductas.

No será la pena capital, como en los tiempos de Bolívar, pero sí condenas que correspondan a la
gravedad de la ofensa a la sociedad.

Y, tal como lo prometimos en la campaña, los plazos de prescripción de la acción penal se ampliarán en
forma significativa.

- Se hacen cambios sustanciales a las normas sobre procesos disciplinarios y fiscales para que sean
más efectivos.

- Se adopta la figura de las Personas Políticamente Expuestas para que el sector financiero realice un
seguimiento más detallado a las cuentas de los servidores públicos y se convierta en un aliado en la
lucha contra la corrupción.

- Se regula la actividad de lobby o cabildeo frente al Legislativo y el Ejecutivo para darle mayor
transparencia a sus decisiones.
- Se redefine el Programa Presidencial de Modernización, Eficiencia, Transparencia y Lucha contra la
Corrupción, como un programa de diseño y coordinación de la política gubernamental de lucha contra la
misma corrupción.

Tenemos que concordar en que la figura del Zar Anticorrupción poco ha servido para establecer una
política realmente eficaz, con resultados más contundentes, por lo que este rediseño se hacía
imperativo.

- Se crea la Comisión Nacional para la Moralización, presidida por el Presidente de la República, y con
participación del Ministro del Interior, el Procurador, el Contralor, el Fiscal, el Presidente del Congreso,
los Presidentes de la Corte Suprema y del Consejo de Estado, el director del Programa Presidencial
contra la Corrupción, y la Consejera para el Buen Gobierno y la Eficiencia Administrativa.

- Se constituye la Comisión Nacional Ciudadana para la Lucha contra la Corrupción, integrada por
representantes de los gremios económicos, de ONGs enfocadas en la lucha contra la corrupción, las
universidades, los medios, las veedurías ciudadanas, el Consejo Nacional de Planeación, las
organizaciones sindicales y el director del Programa Presidencial contra la Corrupción, que ejercerá la
Secretaría Técnica.

- ¡No más corruptos sancionados y tranquilamente en sus casas!

Se excluirán los más actos de corrupción de beneficios como la suspensión de la pena, la libertad
condicional o la prisión domiciliaria, ¡para que los ladrones de cuello blanco paguen sus fechorías en la
cárcel, como debe ser!

- Se establecen políticas más estrictas para las entidades públicas en cuanto a la información que deben
brindar al ciudadano, generando una verdadera cultura de rendición de cuentas, que es una de las
características esenciales el Buen Gobierno.

- Se hacen algunos cambios en el Estatuto de Contratación para impedir que la contratación pública sea
fuente de actos que lesionen la moralidad pública.

Resumiendo: La Ley Anticorrupción que proponemos contempla el rediseño e implementación de


directrices, mecanismos y herramientas preventivas para el fortalecimiento institucional, la participación
ciudadana, el control social, la rendición de cuentas, el acceso a la información y —algo muy importante
— la promoción de una cultura de legalidad, probidad y transparencia.

Muy especialmente, daremos prioridad al combate a la corrupción que se presenta en la asignación y


utilización de los recursos destinados a reducir la pobreza, como educación, salud, vivienda y servicios
públicos, dirigidos a poblaciones vulnerables.

El proyecto de ley contiene medidas específicas para defender el sector salud de las ambiciones de los
corruptos, como la sanción penal de la especulación con medicamentos, o el establecimiento de
agravantes en las conductas que defrauden el sistema general de seguridad social.

Participación y control ciudadano

También por supuesto —y con el soporte de la Reforma a las Regalías que ya presentamos al Congreso
— esperamos reforzar el control social a los recursos de las regalías y del Sistema General de
Participaciones, con una mayor transparencia y rendición de cuentas.

Y enfatizo, precisamente, en la creación de canales para el control social y ciudadano.

Como les comenté la semana pasada, en el acto de posesión de la señora Contralora, habrá un avance
muy importante, que estamos en proceso de elaborar e implementar con la Alta Consejería para las
Regiones y la Participación Ciudadana:

Se trata de un modelo de participación ciudadana sin precedentes en el país, gracias al cual el Gobierno
estará permanentemente bajo el escrutinio público y los ciudadanos estarán, también
permanentemente, en condiciones de denunciar, vigilar y reclamar.

En todo momento, en todo lugar, sin necesidad de esperar a la visita de una comisión gubernamental o
de las entidades de control, los ciudadanos podrán conocer, mediante los medios virtuales, cómo va un
proyecto, cómo va un proceso de contratación, si se están cumpliendo las condiciones establecidas,
cómo va un trámite, y podrán denunciar cualquier irregularidad de la que sospechen o conozcan.

¡En tiempo real!

¡Porque sí es posible vencer la corrupción y ganar en transparencia!

Doy fe, por experiencia propia, de que es posible hacerlo.

En el Ministerio de Defensa tuve la oportunidad de liderar el proceso de compra y contratación de bienes


y servicios para nuestra fuerza pública, con recursos extraordinarios que el Congreso nos otorgó por
8,25 billones de pesos —los más grandes en nuestra historia reciente—, sin una sola sombra de duda.

Lo hicimos en un marco de total pulcritud y eficiencia, garantizado por una Comisión de Ética y
Transparencia conformada por destacados empresarios, representantes de universidades, presidentes
gremiales y ex ministros de Defensa, y con la presencia del Contralor y el Procurador, que acompañaron
el proceso de decisiones para la ejecución de los recursos, cuyas observaciones siempre fueron
atendidas.

Y así como lo hicimos en el sector Defensa, demostraremos que es posible hacerlo a nivel nacional y
regional, siempre y cuando sigamos obrando unidos, con un propósito común, todas las entidades del
Estado —incluyendo las de control, la Rama Judicial, el Legislativo y el Gobierno— y también, por
supuesto, la sociedad civil en su conjunto.

Cruzada nacional

¡Hagamos de la lucha contra la corrupción una cruzada nacional!

Personalmente, como Presidente de los colombianos, me comprometo a liderar esta gran cruzada.

Pero no puedo solo. La Procuraduría, la Contraloría, la Fiscalía y la Justicia tienen que acompañarnos
en este empeño.

Y así como los corruptos no tienen reparos en hacer todo cuanto puedan para robar, nosotros haremos
lo mismo para encontrarlos y castigarlos.

¡Y vamos a ponerle inteligencia a esta lucha!

Con los mismos métodos que hemos logrado la derrota de importantes cabecillas del narcotráfico y
terrorismo, vamos ahora por los cabecillas de los carteles de la contratación y sus redes de cooperantes
que se han incrustado en las oficinas del Estado.

Así que quedan avisados:

¡Vamos por los corruptos y por sus bienes, que son los de todos!

¡Vamos por sus cómplices en el sector privado!

Recordemos el verso de Sor Juana Inés de la Cruz:

‘¿Quién será más de culpar aunque cualquiera mal haga: La que peca por la paga, o el que paga por
pecar?’

Que los colombianos seamos honestos no por temor al castigo —que lo habrá, y muy duro—, sino por la
íntima convicción de que la legalidad y la integridad son condiciones esenciales para vivir en comunidad
y para tener un futuro como nación.

Alejémonos del abismo, del desastre, de la plaga de la corrupción, y construyamos entre todos un país
donde la ley no sólo esté escrita en los códigos sino también en los corazones de los colombianos.

Honorables congresistas: ¡ahora el turno es de ustedes! ¡El balón está en su cancha! Estoy seguro de
que nos ayudarán, con entusiasmo y valor civil, a hacer realidad una Política de Estado que perdure y
sea realmente efectiva.

¡Qué gran legado para el futuro, para las nuevas generaciones, el que podemos dejar entre todos!

Comencé estas palabras recordando un decreto del Libertador y quisiera terminar citando al mismo
Bolívar, en su célebre Discurso de Angostura, para que presida con su espíritu este momento:

‘Moral y luces son los polos de una república; moral y luces son nuestras primeras necesidades’ (…)

‘Renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, SINO QUE
QUIERE SER VIRTUOSO’.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón durante la


instalación del XXII Congreso Nacional de Exportadores – Analdex

Medellín, 8 sep (SIG). “Muchas gracias, doctor Javier Díaz, Presidente de Analdex, y muchas gracias a
los exportadores de Colombia, por invitarme a este congreso.

¡Qué grato es venir al Vigesimosegundo Congreso Nacional de Exportadores y ver a tantas caras
amigas, tantas caras conocidas!

¡Y qué apropiado que estemos en Medellín, nuestra ciudad exportadora por excelencia!

Hoy nos acompaña el Ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, un hombre del Caribe que combina
las virtudes del Buen Gobierno —eficiencia, transparencia, capacidad de gestión— y con un profundo
conocimiento del sector exportador.

También quiero aprovechar el momento para saludar a nuestra nueva Presidenta de Proexport, María
Claudia Lacouture, una funcionaria dedicada, desde su tiempo como directora de Colombia es Pasión, a
la tarea de mostrarle al mundo todo lo bueno, lo maravilloso que tiene nuestro país tiene para ofrecer.

Y no se me puede olvidar Santiago Rojas, hoy Presidente de Bancoldex, quien —desde la época en que
inicié mi carrera profesional en el sector público—, ha sido un compañero de labores, más de veinte
años llevamos juntos, conocedor como pocos del comercio exterior. Fue Viceministro, funcionario de la
Embajada en la OMC y ha ocupado muchos cargos en el Ministerio.

¡Es un equipo de lujo al servicio del comercio exterior de Colombia!

Queridos amigos:

Si algún gremio me conoce es éste.

Ya estoy cumpliendo más de 30 años de vida pública, vinculado a los exportadores colombianos, y he
tenido la buena fortuna de ser testigo del desarrollo comercial del país.

Comencé mi carrera como representante de Colombia ante la Organización Internacional del Café, en la
época en que el grano era nuestro primer producto de exportación y representaba un porcentaje muy
importante.

Años después entré a la política nacional, al sector público, como primer Ministro de Comercio Exterior.

Cuando el Presidente Gaviria me invitó a hacer parte del gobierno, el Ministerio no era sino un decreto,
una hoja de papel.

Tampoco existían Proexport, Bancoldex y las otras instituciones que creamos en ese entonces y que
hoy apoyan a los exportadores.

Rodeado de un gran equipo, seleccionado por sus méritos académicos y profesionales —fue el primer
ejercicio de verdadera meritocracia que tuvo el país—, y aplicando los principios del Buen Gobierno,
logramos crear un Ministerio que hoy es un modelo de tecnocracia y eficiencia.

Inserción de Colombia en la economía global

No les tengo que recordar a ustedes, amigos exportadores, el estado de nuestra economía en ese
momento.

Nuestra economía estaba enclaustrada, ensimismada y protegida; mirándose al ombligo, dándole la


espalda a los mercados mundiales.

¡Cómo han cambiado las cosas desde esa época!

Desde que decidimos abrirle las puertas al mundo, hemos avanzado en el arduo y apasionante proceso
de integrar a Colombia en la economía global.

Nos hemos volcado hacia fuera, buscando nuevos mercados con tenacidad

Ese empuje nos ha llevado a comerciar unos productos que hace veinte años no existían en el país.

Porque con creatividad, originalidad y persistencia, toda empresa puede triunfar como exportadora.

Hoy se entrega, por ejemplo, el Premio Nacional de Exportaciones a la Compañía Acepalma, a Penagos
Hermanos y Cía., a Transcom Colombia S.A., a Yemail y Daphne, y a la Asociación de Bananeros de
Colombia (Augura).

Quiero felicitarlos a todos, y desearles muchos más éxitos en el futuro.

También estamos entregando el premio al mejor trabajo periodístico —y, como antiguo colega
periodista, lo hago complacido— a Astrid López de Portafolio, por su artículo sobre el sector textil, y a
Diana Castañeda y a Marcela Guataquirá, de NTN 24, por sus programas sobre la crisis comercial con
Venezuela.

¡Qué bueno poder decir, con prudente optimismo, que esta crisis está en vía de una solución positiva
para todos!

Ustedes saben, queridos exportadores, mejor que nadie, que tienen en mí a un amigo del comercio, del
comercio libre, un apoyo permanente a su actividad, y un creyente en los beneficios de la globalización.

Muchos de ustedes recordarán los fuegos y centellas que me llovieron por querer abrirnos ante el
mundo, inclusive por negociar acuerdos de libre comercio con países como Venezuela y Ecuador.

Actualmente, por fortuna, ya casi nadie defiende ese antiguo proteccionismo y todos somos conscientes
de las ventajas de la ampliación de nuestro comercio.

Hoy vuelvo a este congreso como Presidente de la República, con un mandato de Unidad Nacional y
con la firme intención —la obsesión— de encauzar al país por el camino de la Prosperidad Democrática.

General empleo y duplicar exportaciones

Les pido a ustedes también —como he pedido a otros gremios y sectores de la sociedad— un
compromiso con la generación de empleo.

No podemos cumplir nuestras metas de prosperidad sin el apoyo decidido del sector exportador.

Porque el solo mercado interno no es suficiente para crear todos los empleos que demanda el bienestar
de la nación.

Los necesitamos a ustedes —a ustedes, exportadores— trabajando, prosperando y creando empleos


con su producción y ventas al exterior.

Nos hemos puesto la meta de exportar 40.000 millones de dólares, y de doblar nuestras exportaciones
en el cuatrienio.
Sé que son cifras ambiciosas, pero confío en que vamos a cumplirlas.

En los primeros siete meses de este año exportamos 22.404 millones de dólares, 22 por ciento más que
en igual periodo del año pasado, ¡la cifra más alta de nuestra historia!

Sin embargo, debemos reconocer, con preocupación, que este aumento se debe principalmente a las
exportaciones de hidrocarburos, mientras las exportaciones de productos no tradicionales se han venido
contrayendo.

La mayor parte de esta contracción es atribuible a la crisis comercial con Venezuela, y por eso
esperamos que, con el nuevo escenario que venimos construyendo, esta situación se reverse en buena
parte.

No obstante, toda dificultad trae con ella algunas ventajas, y la caída del comercio con Venezuela obligó
a los exportadores a ir al gimnasio, a reestrenarse y a exportar a otros mercados, a diversificar su
producción.

Esto no lo podemos echar para atrás, porque hay que mantener a toda costa esa política de diversificar
los mercados. Y ese activo tenemos que acrecentarlo todos los días.

Política de comercio exterior parta el cuatrienio

Hoy vengo a Medellín a compartir y discutir con ustedes lo que será nuestra política de comercio exterior
en los próximos cuatro años.

Nuestra estrategia tiene tres ejes centrales: la competitividad integral, el acceso a nuevos mercados, y el
apoyo gubernamental para que estas dos premisas se puedan dar.

En primer lugar, tenemos que hacer que nuestra economía sea cada vez más competitiva. Ese tiene
que ser nuestro mantra: todos los días más competitiva.

La competitividad, como bien sabe Hernando José Gómez, nuestro nuevo Director de Planeación, toca
todos los sectores de la economía y del Estado.

El Consejo Privado de Competitividad, que Hernando José presidía antes de venir a acompañarnos en
el Gobierno, desarrolló un programa ambicioso para hacer más competitiva a la economía colombiana.

Es un programa integral, comprehensivo, que va desde una reforma a la justicia para agilizar los
trámites y proteger a los inversionistas, hasta modernizar la infraestructura para bajar los costos de
transporte y de logística.

Un programa que incluye aspectos como la innovación, la adaptación de tecnología y la capacitación del
recurso humano.

Ya hemos avanzado en crear un Sistema Nacional de Competitividad, siguiendo el plan aprobado por el
Conpes.

Hemos mejorado en muchos indicadores de competitividad hasta el punto que el reporte Doing Business
2010 del Banco Mundial nos nombró el país en América Latina donde es más fácil hacer negocios.

Desbancamos a Chile, que fue por mucho tiempo el líder latinoamericano en esa lista.

Otra parte fundamental de la competitividad del sector es la tasa de cambio, que tantas preocupaciones
ha generado últimamente.

Entiendo que un dólar oscilando alrededor de los 1.800 pesos les dificulta la vida a los exportadores.

Por eso estamos implementando una política económica coherente que ayude a frenar la tendencia
revaluacionista en el mediano y el largo plazo, y buscando medidas para encontrar soluciones
inmediatas.

Vamos a presentar un proyecto de ley para eliminar la sobretasa a la energía que se cobra a los
industriales.
Esta medida costaría alrededor de 600.000 millones de pesos al año, que serían un ahorro para los
productores nacionales.

Revisión arancelaria

También estamos preparando una revisión de aranceles, que sea estratégica para incrementar nuestra
competitividad, que reduzca los costos de importación de bienes e insumos necesarios para la
producción, que elimine las protecciones negativas, y que actualice nuestro sistema arancelario frente al
de otros países.

Esta reforma arancelaria actuaría también como un freno a la revaluación en la medida en que se
aumenta la demanda por el dólar para comprar nuevos equipos e insumos.

A más largo plazo, estamos avanzando en unas reformas estructurales.

Ya se presentó un proyecto de ley que establece una regla fiscal para reducir el déficit y garantizar la
responsabilidad presupuestal.

Así podremos detener la presión del endeudamiento en dólares sobre la tasa de cambio, y acercarnos al
grado de inversión.

También vamos a crear, a través de la Reforma a las Regalías, un Fondo de Ahorro y Estabilización en
dólares que será administrado por el Banco de la República.

Ese Fondo busca neutralizar parte de ese dinero que, de otra forma, se monetizaría, porque Fondo será
en el exterior y servirá para mitigar el efecto del ingreso de divisas en la tasa de cambio.

Con la reforma a las regalías lograremos varios objetivos, entre los que destaco la nivelación entre las
regiones más rezagadas y las más prósperas del país, y la destinación de recursos a grandes proyectos
de impacto regional.

De esta forma, las regalías podrán, por fin, dedicarse a proyectos como carreteras, puertos,
infraestructura eléctrica, que mejoren en forma sustancial nuestra competitividad.

Como dijo el Ministro de Hacienda, “vamos a ahorrar en la época de las vacas gordas, para poder
invertir también en la época de las vacas flacas”. Y mantener, en la medida de lo posible, cierta
estabilidad.

Chile y Noruega han creado fondos de estabilización para el manejo prudente de los recursos obtenidos
durante las bonanzas mineras o energéticas. Hemos aprendido y estamos incorporando buena parte de
esas lecciones que esos dos países nos han dado.

Aspiro a que Colombia siga ese camino de responsabilidad en el largo plazo, y que además tiene un
ingrediente muy importante: la equidad entre las generaciones. No podemos gastarnos los recursos,
producto de la explotación de recursos no renovables, que les corresponden a nuestros hijos o a
nuestros nietos. Esa injusticia no la podemos cometer.

De esta manera podemos evitar la llamada enfermedad holandesa y el ingreso masivo de dólares al
país.

Al mismo tiempo, le pedimos a la Junta Directiva del Banco de la República que sea más audaz y más
creativo al tomar medidas para frenar la revaluación, y lo apoyaremos y tendremos una relación muy
coordinada con el Banco para que esas medidas puedan ser efectivas.

Entiendo muy bien que el tema de la revaluación de nuestra moneda no es un debate académico. ¡Hay
cientos de miles de empleos en juego!

Hoy hay miles de colombianos trabajando en cultivos de flores y fábricas de calzado, que viven con una
gran incertidumbre económica, sin saber si van a tener trabajo el mes entrante, y con el temor de que el
cultivo o la fábrica vaya a cerrar por la presión de la revaluación.

Hoy les quiero decir a esos colombianos que nuestro gobierno tomará las medidas necesarias para
proteger los empleos en el sector exportador, combatiendo la revaluación con los medios a nuestro
alcance y apoyando la competitividad de los exportadores y sus empresas.

Ustedes saben que aquí siempre han tenido a una persona muy interesada en que a ustedes les vaya
bien, porque si a ustedes le va bien, al país le va bien. Y he creído siempre en los beneficios de la
globalización.

Ustedes saben que las empresas exportadoras intensivas en mano de obra, también tienen que seguir
aumentando su competitividad, con innovación, con la búsqueda de nuevos mercados, con la búsqueda
de formas más eficientes de producir, para que el empleo del sector no decaiga.

No se trata de salvar empresas por salvar empresas: ¡Se trata de salvar cientos de miles de puestos de
trabajo de colombianos que dependen de ustedes y de su capacidad empresarial!

Búsqueda de nuevos mercados

El segundo eje de la política de comercio exterior es la búsqueda de nuevos mercados para nuestros
productos, y la profundización del comercio con nuestros socios actuales.

En campaña dijimos que Colombia va a jugar un rol más activo en las relaciones internacionales, y eso
es precisamente lo que vamos a hacer.

¡Vamos a pensar en grande!

Por eso, una de las prioridades de mi gobierno será ingresar a la OECD.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico es el principal foro, no de las grandes


economías del mundo, sino de las economías que tienen las mejores prácticas. Y eso retroalimenta
nuestra capacidad para mejorar cada vez más, entre otras cosas, en la competitividad.

La misión de la OECD es apoyar el crecimiento sostenible, promover el empleo y mejorar los estándares
de vida en todos los países que la conforman.

México y Chile son los únicos dos países de América Latina miembros de esta prestigiosa organización,
que ha sido muy benéfica para esos dos países.

Yo aspiro, con su ayuda, a que muy pronto nosotros también seamos miembros plenos de esa
organización, que seamos el tercer miembro de nuestra región en la OECD.

Como ustedes saben, la semana pasada estuve en Brasil; tuvimos una entrevista muy productiva con el
Presidente Lula, con los candidatos a sucederlo y con una serie de empresarios brasileños interesados
en invertir en Colombia, en un encuentro organizado por la oficina de Proexport en Sao Paulo.

No podemos perder de vista que Brasil, nuestro vecino, con quien tenemos la frontera más larga
después de Venezuela, tiene más de 200 millones de consumidores, es la economía más grande de la
región y la octava del mundo. Sobre todo, una economía creciendo a tasas altas.

Nuestro intercambio comercial con Brasil ha crecido en los últimos años y va a crecer aún más. Sin
embargo, estamos importando mucho más de Brasil de lo que les exportamos. Creo que ese es un
mercado muy subutilizado, de un vecino que tiene un gran potencial.

Por eso es importante que identifiquemos los productos y los mecanismos, y eso lo hablé con el
Presidente Lula. Allá inclusive hay un fondo destinado a ayudar a los países a equilibrar la balanza
comercial con Brasil. Usemos ese fondo para poder ingresar con más fuerza en ese mercado.

En los últimos años hemos avanzado a pasos bastante grandes en tratados de libre comercio.

A finales de este año esperamos terminar —siempre que logremos que las preocupaciones de los
empresarios colombianos se traduzcan en acuerdos justos— las negociaciones con Panamá y Corea,
para completar 11 TLC suscritos con 47 países.

Y quisiéramos comenzar las negociaciones con Japón, la tercera economía del mundo; con Costa Rica
y con República Dominicana.
Y aquí se mencionó Asia. Desde que fui Ministro de Comercio Exterior, hemos insistido en Asia.
Acuérdense de la misión que organizamos hace 20 años.

Ese gigante continente es hoy la mitad de la población del mundo, es la economía que más está
creciendo y debe ser un destino al que nos enfoquemos, con gran esfuerzo, para diversificar nuestros
mercados hacia ese centro de consumo creciente en el planeta.

Y con Estados Unidos, por supuesto, no nos rendiremos. El TLC con Estados Unidos está pendiente de
ratificación por el Congreso norteamericano. Creo que eso va a suceder después de noviembre. Aspiro
a que así sea.

Vamos a hablar con los dirigentes demócratas para explicarles cómo las objeciones que tienen no son
válidas, ni en derechos humanos ni en derechos sindicales.

Nuestro Vicepresidente Angelino Garzón, que es bastante respetado en ese círculo de los derechos
sindicales y los derechos humanos, jugará un papel muy importante —ya lo está jugando— en la
aprobación de ese tratado.

Que Estados Unidos siga el ejemplo de Canadá. De Canadá en estos primeros 30 días nos visitó el
ministro de comercio del partido de gobierno y el ministro de comercio a la sombra —o sea, de la
oposición—, ambos con un tremendo interés en señalarnos la confianza que Canadá tiene en Colombia.

Eso nos estimuló muchísimo. Y la confianza que ellos tienen en la aprobación por parte nuestra del TLC
en el Congreso. Ayer precisamente el Congreso aprobó ese tratado. Lo único que queda es el visto
bueno de la Corte Constitucional, un intercambio de notas, y ese será el primer tratado de libre comercio
de Colombia con un país desarrollado. Es un paso muy importante.

Nosotros queremos también que se apruebe —en el parlamento europeo o, en su defecto, en los
diferentes parlamentos de los países miembros—, nuestro tratado de libre comercio con Europa, cuya
negociación ya está cerrada.

El problema ahí radica en un problema de política interna de la Unión Europea. Un grupo de países
quiere que tratados como el que firmamos nosotros, vayan a los respectivos congresos de cada país.
Otro grupo quiere que sea el Parlamento Europeo el que los apruebe.

Ahí hay una discusión sobre los TLC que contengan cláusulas diferentes a comercio. Pero es una
discusión interna de la Unión Europea. Por supuesto, nosotros buscaremos influir en la decisión final,
que es una decisión política.

De todas formas, espero que eso vaya por buen camino. No será en el futuro inmediato, pero sí creo
que al final tendremos libre comercio con Europa.

Quiero también señalar que nuestras relaciones diplomáticas con Europa serán cada vez mejores. La
gire que hice, como Presidente electo, fue muy fructífera. De todos los países que visité, recibí el apoyo
para nuestro ingreso a la OECD.

Nuevos embajadores

Quiero aprovechar la oportunidad para anunciar la designación de unos embajadores en importantes


países europeos. En Portugal vamos a designar como Embajador al escritor y periodista Germán
Santamaría. A España vamos a designar a un antiguo presidente de Proexport, al doctor Orlando Sardi.
Y a Italia vamos a designar al ex ministro Andrés Felipe Arias.

En el caso de Italia, quiero decirles que el doctor Sabas Pretelt me ha insistido mucho en que le acepte
su renuncia. Finalmente se la vamos a aceptar.

No sin antes pedirle al doctor Sabas, porque él tiene un compromiso como presidente de un programa
mundial de alimentos, donde a él lo eligieron no como representante de Colombia sino a título personal,
que asista a la última reunión de ese programa, para que pueda despedirse, como Dios manda, de una
excelente labor que hizo.

Respeto, cooperación y diplomacia, ejes de relación internacional


Como dije en la campaña y repetí en la posesión, el respeto, la cooperación y la diplomacia serán los
ejes de nuestras relaciones internacionales.

Una de mis prioridades como Presidente, y ustedes ya lo han visto, será reconstruir plenamente las
relaciones con Ecuador y Venezuela con base en esa confianza y en ese respeto.

En el mes que llevamos de gobierno, hemos avanzado rápidamente en la normalización de las


relaciones con Venezuela.

Las comisiones bilaterales que establecimos con el Presidente Chávez están trabajando y están
produciendo resultados.

Cadivi (Comisión Administradora de Divisas de Venezuela) se ha comprometido a hacer el primer


desembolso de 200 millones de dólares y espero que el resto de la deuda sea cancelada muy
prontamente.

Me complace mucho que ya podamos decir que 70 millones están en el bolsillo.

También estamos trabajando en el Acuerdo de Complementación Económica para reemplazar esa


normativa que hoy nos rige, que entre otras cosas me correspondió a mí negociar hace 20 años. Usted
se acordará, doctor Ronald (Bakalarz, Presidente de la junta directiva de Analdex) y doctor Javier (Díaz),
que es el de la CAN (Comunidad Andina). Para reemplazar esa normativa y no quedarnos en el limbo,
vamos a avanzar rápidamente en una especie de nuevo tratado, un nuevo acuerdo con ellos.

Los diálogos con Ecuador, igualmente, van por buen camino.

Con respeto y diplomacia, estoy convencido de que pronto podremos normalizar las relaciones
bilaterales.

Ahora bien. Hay otro frente donde es necesario actuar, un frente que está como dormido, que es el
frente de Doha, el Grupo de Cairns, que hace un papel tan activo en materia del comercio de productos
agrícolas.

Colombia es clave si hay crisis de alimentos

Y sobre todo ahora cuando hemos decidido que los alimentos, el sector rural, la producción de
alimentos, va a ser una de las ‘locomotoras’ de nuestra economía.

No sé cuántos de ustedes han leído el penúltimo artículo, edición de The Economist, donde aparece
Brasil, cómo ha revolucionado Brasil su producción agropecuaria. Y ahí aparece un análisis que hemos
venido repitiendo ya hace algún tiempo, sobre la próxima crisis de alimentos que el mundo va a sufrir o
ya está sufriendo.

Ya vemos cómo el mundo, por el aumento del consumo en países como China, como la India, como
Indonesia, muchos países —el propio Brasil que han levantado gente de la pobreza, como aspiramos a
hacer nosotros, pues eso ha producido una gran demanda por alimentos y ya el mundo está previendo
una crisis de alimentos.

Y de los pocos países que tenemos la posibilidad de aumentar en formas importantes, sin destruir
bosques naturales la producción de alimentos, es Colombia. Tenemos la tierra y tenemos el agua. Pero
necesitamos también los mercados y queremos que eso sea un verdadero motor del desarrollo.

Uno pensaría que con esa tendencia hacia la crisis alimentaria, la disposición a ir abriendo más y más
mercados se debe presentar, sobre todo cuando hay déficit. Entonces ahí podemos también en el Grupo
de Cairns y en Doha hacer un papel importante de liderazgo.

Y ojalá con el sector privado lo podamos hacer, Ministro. Eso es bien importante para que si el mundo
logra desentrañar las negociaciones de Doha, países como Colombia van a salir beneficiados.

Por eso ingresamos hace veinte años a la Organización Mundial de Comercio, para tener un marco de
referencia y unas reglas de juego; que países como Colombia puedan defenderse como entonces nos
defendimos en una situación con los bananeros y que tanto provecho nos representó el haber podido
utilizar esas reglas de juego en ese momento.

Apoyo del Estado a los exportadores

Como tercer eje de nuestra estrategia de comercio exterior, está lo del apoyo del Estado a todo el sector
exportador, el papel que el Estado puede jugar, más que apoyo, que eso suena como paternalista, el
papel que el Estado puede jugar con el sector exportador.

El principal obstáculo para las pequeñas y medianas empresas —concuerdo con usted, Javier, la
necesidad de diversificar y de integrar a esas 12.000 empresas, muchas más empresas exportadoras—
es el costo inicial; es tal vez el cuello de botella más estrecho, es el costo inicial de buscar nuevos
mercados.

Yo recuerdo cómo, cuando era Ministro de Comercio, recién nombrado, conocí a un talabartero aquí en
Antioquia que fabricaba sillas de montar a caballo.

Este artesano fabricaba unas sillas de montar extraordinarias, un trabajo muy bien hecho, todo a mano,
por supuesto.

Le dije que me diera una silla para llevar de ejemplo a una feria que había en Alemania. Y esa silla fue a
Alemania y de pronto le llegó al talabartero una orden por veinte sillas mensuales. Y él creo que se
demoraba tres meses en producir una.

Eso fue lo que contestó el talabartero. Él podía producir una cada tres meses y por supuesto perdió el
negocio.

Pero empresarios como éste, con vocación exportadora y con productos que son cotizados en el
exterior, necesitan ayuda del Estado para poder crecer, para poder irrumpir en los mercados.

El acceso al crédito para las pymes, para las pymes exportadoras, será, como ha venido haciendo
Bancoldex, una prioridad. Es bien importante.

Y uno de los criterios para priorizar recursos va a ser —esa es nuestra obsesión— la generación de
empleo, empleo formal.

Cómo me gustaría volver a encontrarme a este talabartero, después de tantos años, y poderle decir que
ahora puede ir a Alemania, puede presentar sus productos en las ruedas comerciales de Proexport, que
puede contar con una línea de crédito de Bancoldex y que aquí hay toda una infraestructura para
ayudarlo a hacer esas veinte sillas mensuales en lugar de una cada tres meses.

Y Bancoldex, que ha hecho un papel muy importante —y me sumo a la felicitación de todos a nuestro
antiguo presidente de Bancoldex—, ha abierto nuevas líneas de crédito, está capacitando a los
empresarios para que puedan mitigar también el riesgo cambiario. Y eso también es importante.

Y aquí en esto mencionaba lo de Doing Buisiness . Estamos en el primer lugar de América Latina, pero
en ese examen hay unos cajones que analizan en el Banco Mundial para dar la calificación final. Ya hay
dos cajones donde nosotros estamos muy rezagados: un cajón es de un tema que usted mencionó,
querido Alcalde, la parte que tiene que ver con lo legal, la justicia. Ahí nos califican mal.

Y el otro tema donde nos califican mal o menos bien, es el tema de comercio exterior.

Entonces Ahí tenemos un gran reto. Yo quisiera, Ministro, que usted se sentara con los señores
exportadores y con los empresarios, e hiciera el inventario de dónde estamos fallando. Y nos
dediquemos a ver cómo rompemos esas deficiencias, esos cuellos de botella. Y ver cómo podemos,
paso por paso, dónde pudimos influir, dónde podemos tomar decisiones que vayan mejorando la
competitividad, la facilidad para exportar.

Estoy seguro de que vamos a encontrar cosas que hubiéramos podido hacer hace mucho tiempo y que
no hemos hecho por falta de coordinación de una entidad con otra. Estoy seguro que vamos a poder
encontrar muchos frentes donde el Gobierno, con el sector privado, podemos mejorar la capacidad
exportación. Y ahí estamos abiertos a cualquier sugerencia que sea viable y que sea efectiva.

Inclusive, pensemos ahí en esa idea suya del Cert laboral. Pensemos a ver cómo podría ser eso.
Porque a mí me interesa proteger el empleo.

Las zonas francas han jugado un papel muy importante. Las zonas francas han tenido un gran estímulo
para la inversión, sin duda alguna. Me decía el Ministro que hay veintiún solicitudes de zonas francas,
que están como quien dice en la tubería.

Sobre eso quisiéramos decir lo siguiente: Quienes han tenido la ventaja de tener una zona franca, pues
se les van a respetar todos sus derechos. Las personas que han pensado en establecer zonas francas
también, porque la legislación ahí está y vamos a continuar aceptando inversionistas que quieran
establecerse en zonas francas, inclusive las unipersonales o sobre todo las unipersonales.

Pero ya a más largo plazo esto es algo que en el fondo distorsiona, algo que en el fondo genera
problemas estructurales.

Amigos exportadores:

Tenemos la oportunidad histórica de construir un nuevo amanecer.

En este nuevo amanecer vamos a desarrollar las potencialidades de nuestra gente, de nuestra tierra, de
nuestras regiones, para conquistar las oportunidades globales que nos ofrece este planeta en los
próximos cincuenta años.

Con Ronald Bakalarz veíamos a los exportadores, en el video, que decían: ‘¡Qué riqueza de país! ¡Qué
maravilla de gente!’ Que es nuestro mayor activo, nuestro capital humano. ¡Qué potencialidad que
tenemos! Yo estoy completamente convencido.

Pero para lograrlo nos va a tocar, como aquí hacen en Antioquia, remangarnos la camisa, trabajar,
trabajar y trabajar, como nos enseñó el Presidente Uribe.

Nos hemos puesto unas metas ambiciosas y estoy seguro que juntos vamos a poder cumplirlas.

Alguien dijo que para cumplir una meta, se necesitan dos cosas: una estrategia y poco tiempo.

El programa lo tenemos y el sentido de urgencia también.

El mundo está integrándose y, si no nos apresuramos, vamos a quedar por fuera. Porque este mundo
está cambiando a pasos agigantados, de pronto nos quedamos atrás. Solamente con mantenernos
donde estamos no es suficiente; tenemos que avanzar mucho más.

Estoy convencido de que vamos a alcanzar nuestras metas si trabajamos duro, si nos esforzamos
mucho, si empujamos entre todos.

Unidos podemos consolidarnos como una potencia exportadora y hacer de las exportaciones un motor
del empleo y de la prosperidad democrática, de la prosperidad social.

¡Unidos estoy seguro que vamos a poder lograrlo! ¡Vamos a poder lograrlo porque tenemos un país
maravilloso!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el Congreso


Nacional de Comerciantes

Neiva, 8 sep (SIG). “Muchas gracias, doctor Guillermo Botero, Presidente Nacional de Fenalco; doctor
Adolfo Botero, presidente de la Junta Directiva Nacional de Fenalco, y muchas gracias amigos
comerciantes por su invitación a la instalación de este nuevo Congreso Nacional de Comerciantes que
hoy se realiza en esta muy bella y muy acogedora capital del Huila.

Ahora, doctor Guillermo, que le entregan las llaves de esta ciudad, de pronto puede pedir un favorcito
adicional: Que lo inviten como jurado a un San Pedro y San Pablo. Se lo dio por qué. Yo repito esta
experiencia con frecuencia; yo fui jurado, llegué y nos dieron un curso de inducción para apreciar ese
lindísimo baile que tenemos aquí en el Huila y en Colombia.

Y me enseñaron muchas cosas que no sabía y desde entonces mi admiración por el Sanjuanero crece y
crece y sigue creciendo. Estoy seguro de que usted va a tener una experiencia parecida si hace ese
curso de inducción.

Hoy vengo a exponerles algunos aspectos de la política económica, y sobre todo de la política de
formalización de la economía que adelantará nuestro Gobierno.

Pero, más que nada, vengo a expresarles a ustedes un profundo sentimiento de gratitud que tengo con
todos los comerciantes:

Estoy aquí para darles las gracias por su compromiso en la realización del pacto que hemos sellado
para llevar a Colombia hacia la prosperidad económica y social.

Ayer hace un mes juré como Presidente de la República.

Avances en los primeros 30 días de gestión

Hoy, ante los comerciantes de Colombia, puedo decirles que hemos puesto todo el empeño en estos
primeros 30 días por comenzar con pie derecho la realización de lo que ofrecimos en la campaña.

Hemos avanzado —y yo considero con humildad, muy promisoriamente— en generar un entorno


positivo en el campo internacional, en las relaciones entre las instituciones, en el aspecto económico y
social.

Déjenme enumerarles, muy rápidamente, algunas de las acciones concretas que hemos adelantado en
este primer mes:

Hemos radicado proyectos de ley o de acto legislativo fundamentales para la Nación. Por ejemplo, de
los siguientes les puedo enumerar:

- La ley de formalización y primer empleo, a la que me referiré luego con mayor detenimiento.

- La reforma a las regalías y la ley de ordenamiento territorial, con las que buscamos generar equidad
social, equidad regional y —algo muy importante— equidad generacional, para hacer realidad también
el concepto de región que establece nuestra Constitución.

- La ley de facultades para la creación de los ministerios de Salud, Trabajo y Medio Ambiente y por
supuesto, el de Justicia.

- La ley de restitución de tierras, que nos permitirá pagar una deuda moral, una deuda social de hace
mucho tiempo con los campesinos desplazados del país.

- Usted mencionó también, doctor Botero, la ley o estatuto anticorrupción, que presentamos esta misma
semana para combatir con todas las herramientas a nuestro alcance el robo a los recursos del Estado.

En el campo internacional, podemos destacar el restablecimiento de las relaciones con Venezuela, el


buen ambiente que se ha creado para la total normalización de las relaciones con Ecuador, la visita a
Brasil, que fue muy fructífera, y donde afianzamos lazos de confianza, reforzando nuestro vínculo con
este gigante suramericano.

Firmamos ocho acuerdos, pero sobre todo sembramos muchas semillas que van a dar frutos muy pronto
en materia de inversión con Brasil.

A nivel interno, ha sido fundamental la profundización de la armonía que debe existir entre el Poder
Ejecutivo y la Rama Judicial, a través de un diálogo permanente y respetuoso con las Altas Cortes y la
presentación a las mismas del proyecto de reforma a la justicia que esperamos debatir en la Mesa de
Justicia que instalaremos el próximo lunes.

Espero que muchos de los puntos que usted ha mencionado, doctor Botero, se puedan tener en cuenta
y se puedan presentar en una reforma que estamos en mora, hace mucho tiempo, de aprobar en este
país.

También ha sido positivo el trabajo conjunto que hemos realizado con los cuatro partidos que conforman
lo que hemos llamado la Unidad Nacional y el sano intercambio de ideas con los partidos de la
oposición.

Muy importante —esencial en nuestro propósito de alcanzar la Prosperidad Democrática— ha sido el


Pacto contra la Pobreza y por el Empleo al que llegamos con el Consejo Gremial y con la ANDI, en
particular, y al que hemos invitado a distintos sectores de la sociedad, como los sindicatos, con los que
iniciamos un diálogo muy constructivo.

Y también con ustedes los comerciantes y le agradezco mucho, doctor Botero, su apoyo en ese gran
pacto.

El Huila, uno de los primeros productores de café

También suscribimos con la Federación de Cafeteros un Acuerdo por la Prosperidad Cafetera, que hará
del café un jalonador del trabajo y el progreso en el campo colombiano.

También mencionaba o recordaba que aquí en el Huila quién iba a creer que se está disputando el
primer puesto como productor de café con Antioquia. Y aquí en el Huila estoy seguro que va a
sobrepasar a Antioquia, porque han podido especializarse en un tipo de café que cada vez más se está
demandando en el mundo.

Ayer llegó el café a su nivel más alto en no sé cuantos años, como trece años. 2 dólares con 51 la libra,
eso es bien importante. Y viene una cosecha importante. Por fortuna el régimen de lluvias ha sido
benévolo para el café; no para otras regiones del país, pero para el café. Y la cosecha que viene puede
alcanzar, si Dios quiere, cerca de 10 millones y medio, hasta 8 millones de sacos.

Eso a ese precio va a representar un ingreso muy importante para el país y para un departamento como
el Huila.

Además, iniciamos un proceso muy interesante y novedoso de acercamiento con las regiones a través
de lo que hemos llamado los Acuerdos para la Prosperidad que hemos reunido hasta ahora en
Bucaramanga, Riohacha, Popayán y Madrid, Cundinamarca, para tratar temas de comercio, programas
sociales, agricultura y vivienda. El próximo será el sábado en Montería, para tratar temas de educación.

En resumen: en estos primeros 30 días hemos sentado, con seriedad y con el concurso de los diversos
sectores políticos, económicos y sociales de la Nación, las bases que nos servirán para enrumbarnos en
eso que hemos llamado, con entusiasmo, la Prosperidad Democrática.

En marcha el tren de la prosperidad

Hemos puesto en marcha el tren de la prosperidad, con sus cinco locomotoras y sus vagones, uno de
los cuales —importantísimo— es el del comercio, porque es uno de los sectores que más trabajo genera
para los colombianos.

Ahora, las locomotoras por sí solas no sirven de nada. Lo importante de las locomotoras en cualquier
tren son los vagones. Todo este esfuerzo lo estamos haciendo para que sobre todo dos locomotoras,
comercio y servicios, crezcan.

Toda la política económica que hemos diseñado se puede sintetizar así: Cinco locomotoras para jalonar
dos grandes vagones, porque esos vagones son los que realmente producen empleo —ojalá formal— y
por ende, prosperidad,

Y no iremos a media marcha: ¡Vamos a meterle mucho carbón a las locomotoras que impulsarán la
economía!

Por eso, como lo anunció el Ministro de Hacienda ayer, destinaremos 2 billones de pesos adicionales
durante el cuatrienio —para un total de 8 billones— para inyectarle dinamismo a áreas como la
infraestructura, la vivienda, el agro, la educación, y la ciencia y tecnología.
Y hemos convocado, con entusiasmo y con convicción, a la Unidad Nacional, una unidad que —lo he
dicho muchas veces— no es para repartir puestos ni prebendas, ni para acallar las voces de la
oposición.

¡La Unidad que promovemos tiene el sincero propósito de que trabajemos juntos, alrededor de temas
fundamentales, como es la lucha contra la pobreza, y la generación de empleo!

¡Cuando las sociedades se unen alrededor de unos objetivos, consiguen lo imposible!

Lo importante es tener un norte, un puerto de destino, y nosotros lo tenemos.

Como decía Séneca —en una frase que me gusta citar, porque me recuerda mis años de marino—,
cuando uno tiene puerto de destino, todo viento es favorable; cuando no tiene puerto de destino, todo
viento se convierte en un viento desfavorable.

La unión en torno a objetivos comunes es vital para el país porque, ahora que estamos consolidando la
Seguridad Democrática —y en eso, tengan la seguridad de que no vamos a bajar la guardia un solo
milímetro— podemos dirigir más y mejor nuestros esfuerzos hacia la generación de trabajo, trabajo y
más trabajo para los colombianos.

Es el legado que nos dejó ese gran Presidente, el Presidente Uribe, que nos dejó el campo abonado con
la Seguridad Democrática, lo vamos a aprovechar.

¡Y ustedes, amigos comerciantes, hacen parte activa y protagónica de un histórico proyecto de Unidad
Nacional! Hacía mucho tiempo no se veía; el 85 por ciento del Congreso unido y el país unido para
combatir la pobreza.

Unidad Nacional, solidaridad social y prosperidad

¡Ustedes han estado en primera fila para abanderar ese proyecto! Y se lo agradezco de todo corazón,
doctor Botero.

Tanto los comerciantes como nosotros, en el Gobierno, nos hemos apropiado de un concepto de
solidaridad social que implica que, para ser prósperos, todos debemos participar de esa prosperidad,
sobre todo aquellos compatriotas que están en la situación más vulnerable.

Señores comerciantes:

La única prosperidad que nos sirve para construir una nación con vocación de éxito, con vocación de
futuro, es la prosperidad que llega a todos los colombianos.

Por eso tenemos ese empeño y compromiso de formalizar 500.000 empleos y de crear 2’500.000
puestos de trabajo en los próximos cuatro años.

Y, valga la aclaración, estoy hablando de empleos dignos, con todas las prestaciones para cada
colombiano vinculado, que además le aporte al sistema de seguridad social.

¡Queremos que en cada hogar haya al menos un miembro de la familia con trabajo formal!

Con ese propósito, el proyecto de Ley de Formalización y Primer Empleo genera una serie de incentivos
para la formalización empresarial y para la ampliación de la nómina en las empresas.

Hoy quiero destacar la importante y muy constructiva y patriótica participación de Fenalco en este
proyecto de Ley, en cuyo contenido aportaron su valiosa experiencia.

Formalización de empleo

Y quiero decirles que acogemos con beneplácito sus sugerencias que acaba de mencionar. Voy a
decirles a los ministros de Hacienda y de Protección para ver si ampliamos el plazo que usted dice que
es mejor ampliar para que la Ley tenga más efecto. Creo que es muy razonable.

Allí estuvieron también, el pasado 19 de agosto —en la presentación que hicimos de este proyecto,
junto a otros gremios y sectores políticos y sociales, representando esa Unidad Nacional que hemos
convocado desde el Gobierno,

¡Necesitamos de todos los sectores y muy especialmente de ustedes los comerciantes, para que nos
ayuden a apoyar el tránsito de ésta y de las demás leyes, para que luego podamos recoger los
beneficios!

Ustedes tienen un enorme capital humano desplegado por todo el territorio.

Pueden ayudarnos desde los grandes almacenes de cadena en los centros urbanos, hasta las
pequeñas tiendas en los municipios y en los pueblos más alejados del país.

Somos conscientes de que, hoy en día, muchos empresarios se encuentran con dificultades al momento
de querer formalizarse, por los altos costos de tiempo y dinero que deben invertir en ese proceso.

Sabemos que cerca del 80 por ciento de las empresas que se inician, en el segundo año han fracasado;
pero sabemos también que las que superan esa etapa, después de dos años se formalizan a partir del
tercero.

Por eso, la ley que promovemos en el Congreso impulsa un acompañamiento, como usted bien lo ha
pedido, de las nuevas empresas durante los primeros años, con programas de desarrollo empresarial,
apoyados por el SENA, el Ministerio de Comercio, Bancoldex y el Ministerio de Agricultura.

Sin ese apoyo es difícil que las pequeñas empresas surjan con éxito.

Y lo mismo vamos a hacer con los campesinos a los cuales les vamos a devolver la tierra. Los vamos a
acompañar uno, dos, tres, cuatro años si es necesario, para que se vuelvan autosuficientes, productivos
y se formalicen. Eso va a ser una gran revolución y la ayuda de ustedes va a ser muy importante.

Por eso, articulemos los esfuerzos con las Cámaras de Comercio, con las Cajas de Compensación
Familiar para facilitar, entre otras cosas, el acceso a las asesorías técnicas, financieras, inclusive
comerciales.

Si todos nos unimos para ayudarles, van a surgir muchas más empresas.

Se contemplan también estímulos tributarios que ya no están enfocados en el capital sino en el trabajo,
¡en la creación de trabajo!, que es el gran reto que tenemos.

Vamos a eximir del pago del impuesto de renta y parafiscales a las empresas pequeñas durante los
primeros años y después vamos a irles reduciendo esa exención poco a poco para que puedan
formalizarse y operar normalmente al cabo del tiempo requerido.

Tendrán además la exención en el pago del registro mercantil al momento de la inscripción y otro 50 por
ciento en la primera renovación.

En los incentivos al Primer Empleo, hemos previsto que las contribuciones parafiscales de los nuevos
empleos para menores de 25 años sean en un ciento por ciento descontables del impuesto de renta,
siempre y cuando aumente el número de empleados y el valor de la nómina.

Promover empleo para mayores de 55 años

Usted acaba de producir una iniciativa interesante, que no solamente sea para menores de 25, sino para
mayores de 55. Y dice algo que debe ser una verdad de a puño: que ese sector es mucho menor.

Vamos a estudiar esa posibilidad, porque me parece de elemental justicia.

Una persona de 55 años no está muy vieja todavía. Y podemos ser empleados; ustedes me dieron a mí
un empleo.

Y creo que ese estímulo para que podamos darles empleo a tantos colombianos mayores de 55 años
que hoy, al no tener empleo, no tienen ninguna esperanza. Eso me parece de elemental justicia.

Esa formalización representa algo muy importante: Más aportes a la Seguridad Social. Porque es que si
seguimos informales en un 50 o 60 por ciento, todos los esquemas de Seguridad Social van a colapsar.
Por eso es tan importante este esfuerzo de formalización de nuestra economía.

Es un compromiso con nuestros jóvenes, porque no podemos seguir dándoles a los jóvenes un futuro
negro; cuando salen de su bachillerato y no pueden entrar a la universidad, lo que hacen es engrosar
las filas del desempleo, dedicarse a la droga, dedicarse a la violencia.

Y por eso, si damos estímulos para que se puedan contratar, bien sea después del bachillerato o bien
sea después de la universidad, estamos haciendo un gran bien a nuestra sociedad.

Sé que ustedes y yo compartimos la idea de que el país no puede estar condenado a convivir con tasas
de desocupación de dos dígitos. Un país tan rico como el nuestro con una tasa de desempleo de las
más altas de América Latina, la segunda más alta, eso es totalmente inaceptable

Tampoco nos podemos resignar a que nuestros jóvenes menores de 25 años tengan una tasa de
desempleo del doble del promedio nacional, por encima del 24 por ciento. Eso lo vamos a corregir.

¡Y qué bueno poder contar con ustedes, señores comerciantes, como socios y aliados en este empeño
por promover el emprendimiento y el empleo!

Ustedes son unos socios que me producen gran confianza.

En ocasiones anteriores ya hemos unidos fuerzas para sacar adelante proyectos necesarios para el
país.

Recuerdo muy bien que trabajamos juntos, cuando yo me desempeñaba como Ministro de Hacienda, y
nos aliamos para enfrentar el contrabando y promover la formalización y generación de puestos de
trabajo.

Homenaje a los tenderos

Personalmente, tengo una gran admiración por el programa Fenaltiendas, de iniciativa de ustedes, que
lleva 16 años promoviendo la formalización de más y más tenderos; que tiene presencia en 20 ciudades
y vincula a más de 120 mil pequeños comerciantes. Es un gran programa.

Aprovecho para felicitar, desde este escenario inmejorable, a los cientos de miles de tenderos que hay
en nuestro país que celebraron su día el pasado 29 de agosto.

Ustedes los tenderos son ejemplo de iniciativa empresarial, de emprendimiento, de servicio a la


comunidad, y merecen todo el apoyo y la gratitud de una nación que se abastece día a día de los
productos que ustedes nos ofrecen en sus tiendas.

Leí, mi querido Guillermo, su último Editorial Correo, denominado ‘La formalización de las empresas’, y
quiero agradecerle por su análisis, sus iniciativas, su apoyo incondicional que acaba de repetir y que
ofrece Fenalco al nuevo Gobierno para lograr nuestras ambiciosas metas en generación de empleo, en
formalización y en todo este ambicioso programa que estamos poniendo en conocimiento del país.

Usted enfatiza en la dificultad que representa para los comerciantes la tramitología a la que se ven
sometidos. Estoy de acuerdo. Identifica al menos 17 trámites que debe realizar un pequeño empresario
para abrir su establecimiento de comercio en Bogotá, por ejemplo.

En nuestro proyecto de ley de Formalización y Primer Empleo damos respuesta a algunas de estas
inquietudes, proponiendo la simplificación de diversos trámites tributarios y laborales, como los
siguientes:

- La declaración de retención en la fuente y del IVA se presentarán anualmente.

- Se exonera de la obligación de presentar la declaración de IVA a los responsables del impuesto que no
hayan efectuado ninguna venta durante el periodo gravable.

- Se establece la vigencia indefinida de la resolución que autoriza la numeración para la facturación.

- Se establece, en el tema laboral, la operatividad del Formulario Único Electrónico de Afiliación y


Manejo de Novedades a partir del 2 de enero de 2011.

- Se facilita la constitución electrónica de sociedades por acciones simplificadas y de microempresas.

- Se determina el desarrollo, por la DIAN, de un programa informático con plataforma virtual de


contabilidad simplificada.

Con éstas, y podemos discutir, por supuesto, muchas más iniciativas, esperamos hacer más fácil la vida
de los comerciantes, e incentivar, sobre todo, la formalización de aquellos que la evitan por temor a los
trámites, entre otras cosas, y a los formularios.

Acojo complacido, doctor Botero, su propuesta de que Fenalco, como gremio privado, nos ayude a
sensibilizar, socializar y acompañar a los empresarios en el proceso de formalización —ustedes saben
mucho de eso—, a explicarles las medidas que los favorecen y a asesorarlos sobre la mejor forma de
aprovecharlas.

Existe la falsa creencia de que a la gente le va mejor estando en el sector informal. Eso es falso; la
gente, está comprobado, le va mucho mejor estando formalizado.

O sea que le tomo la palabra, doctor Botero: Que nos ayude Fenalco, con su gran número de afiliados,
con su inmensa cobertura, con su experiencia de Fenaltiendas, a hacer por fin realidad la formalización
de la economía.

Ofensiva para simplificar trámites estatales

En este proceso de simplificar los trámites, vamos a iniciar un frente que no creemos que tenga
precedentes, pero que también le va a facilitar muchísimo la vida al resto de los colombianos: Se trata
de simplificar los trámites dentro del propio gobierno.

Nadie se ha sentado a ver cosas tan absurdas como, por ejemplo yo, como Presidente de la República,
dedico mucho tiempo todos los días, firmando el permiso de salida de todos los miembros de a Fuerza
Pública, de salida del país, de los funcionarios; trámites entre los diferentes ministerios, falta de
coordinación de las entidades del Estado tiene que ver muchísimo con la tramitología dentro del propio
gobierno.

Entonces, con la recién nombrada Alta Consejera para el Buen Gobierno y la Eficiencia Administrativa
(Catalina Crane), vamos a hacer barrido de ver todos esos trámites que podemos ir desapareciendo y
ver en qué forma podemos ir desapareciendo el papel y volviéndonos, al interior del Gobierno, mucho
más eficientes, lo cual redunda muchísimo también en la eficiencia del sector productivo.

Y de pronto, aprovechando aquí la presencia de los honorables senadores y representantes, cuando


estuve en Londres viviendo unos años, me acuerdo muy bien de una historia que apareció en un
periódico londinense sobre un caso en Suecia, de buen gobierno. Resulta que el Gobierno sueco
resolvió pedirle al Parlamento que durante seis meses no expidieran una sola ley, que se dedicaran a
derogar todas esas leyes que hemos venido acumulando y que los abogados, que son muy inteligentes
y siempre encuentran el inciso para interponer sus pleitos, que deroguemos todas esas leyes que ya
son obsoletas.

Porque aquí existe una creencia falsa, de los congresistas y de los funcionarios, si uno lee las memorias
de todos los ministros —a los ministros les toca escribir qué hicieron durante su mandato, durante su
gestión— la inmensa mayoría de los ministros creen que su medida de éxito radica en el número de
leyes que logró hacer aprobar. Y los congresistas también. Cuando ven la hoja de vida de los
congresistas, que el doctor Luis Enrique Dussan logró tantos proyectos de ley, presentó tantos
proyectos de ley; es mucho más importante los proyectos de ley que los que hacen aprobar, para el
buen funcionamiento y para el buen gobierno.

¡Iniciativas como éstas demuestran que ustedes, los comerciantes, conforman un sector patriótico y
noble, de espíritu solidario y corazón emprendedor!

Cifras positivas y datos alentadores

Queridos amigos del sector comercio:


Desde nuestra campaña, identificamos al comercio como uno de los sectores fundamentales para
nuestro propósito de creación de trabajo, y por eso nos complace ver las cifras positivas que viene
presentando.

De acuerdo con el DANE, las ventas reales del comercio, como usted lo mencionó, doctor Botero, en los
primeros 6 meses del año en relación con el año pasado, fueron 9,9 por ciento, gracias, en particular —
tengo entendido—, a la venta de automotores, motocicletas, equipos de informática y de equipos de
hogar.

¡Qué bueno ver a un sector pujante, creciendo y multiplicando sus beneficios en toda la población
colombiana!

Otro dato bien alentador: La encuesta de Fedesarrollo a nivel de confianza del consumidor; se publicó
ayer. Subió de 29,6 por ciento en julio a 38,8 por ciento en agosto, el nivel más alto desde el 2001. Eso
es también una muy buena noticia, porque eso quiere decir que la confianza del consumidor se está
consolidando.

Otro dato alentador: Desde el 20 de junio, día de las elecciones, a hoy, el país que ha reducido más su
costo de capital o que ha reducido más lo que llaman el riesgo-país —es un indicador que mide cómo
los inversionistas extranjeros evalúan el riesgo de invertir en los bonos de un país—, el país del mundo
que ha tenido el mejor desempeño, ha sido Colombia.

O sea, la confianza es interna y externa, y eso es un buen dato.

Fenalco, un gremio querido por los colombianos

Este gremio representa a cabalidad la frase del gurú empresarial Michael Gerber:

Él decía: ‘Un emprendedor ve oportunidades allá donde mira, donde otros sólo ven problemas’.

Debo decir —y me consta que ésta ha sido una actitud constante de Fenalco— donde todo el mundo ve
problemas, ustedes ven oportunidades; durante todos sus 65 años de historia, un aniversario por el que
los felicito, que tiene por qué llenar de orgullo a este gremio tan querido por los colombianos.

Los comerciantes han sido un sector abnegado que se ha caracterizado por trabajar sin quejas ni
derrotismo ante cualquier adversidad.

También se han destacado porque no se han quedado cruzados de brazos, esperando a que les llegue
ayuda del Estado.

¡Al contrario!

Su determinación ha sido la de tomar la iniciativa para aportarle al país.

La historia les reconoce que fueron, por ejemplo, actores clave en la recuperación de la ciudad después
del Bogotazo, participando activamente en la reconstrucción del comercio capitalino.

Su carácter independiente los ha impulsado a enfrentarse y oponerse a ciertos regímenes autoritarios,


como lo hicieron cuando formaron parte del Frente Cívico Nacional durante la dictadura de Rojas Pinilla.

Hoy conformamos otro frente muy especial, un Frente Cívico, pero esta vez para luchar contra otros
enemigos: La pobreza, la informalidad y el desempleo.

He sentido esa solidaridad patriótica, que ustedes, además, también participaron con el Presidente
Uribe en la lucha contra los violentos. Y he sentido esa solidaridad de los industriales, de los
comerciantes, de los ganaderos, de los agricultores, de los sindicalistas, que quieren progresar, pero
saben que el progreso no puede ser sólo de unos pocos, sino que tiene que ser de muchos, de todos,
porque de otra forma carecería de sentido.

Saben también que el logro de la Prosperidad Democrática no será el triunfo de un gobierno sino de una
nación que se puso de pie para defender su derecho a un futuro digno de su realidad, y más que eso, de
sus sueños.
¡Unidos, Gobierno, sociedad civil, los gremios, podemos más!

¡Juntos vamos a ser mucho más fuertes!

¡Vamos para adelante a hacer realidad ese milagro económico y social que entre todos vamos a liderar!

¡Ustedes, señores comerciantes, cuenten con nosotros!

¡Tengo la tranquilidad de que también contamos con ustedes!

No me canso de decirles a ustedes:

¡Muchas, muchas gracias!”

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el almuerzo


ofrecido por el Presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz
Inácio Lula da Silva

Brasilia, 1° sep (SIG). “Muchas gracias, Presidente Lula da Silva, y muchas gracias a su señora esposa,
doña Marisa Letícia, por su cálida bienvenida y su generosa invitación a visitar este magnífico y querido
país de Brasil.

Nos sentimos, de corazón, muy contentos de estar acá, y de que mi primer viaje oficial a un Estado
extranjero, como Presidente de Colombia, sea a este país vecino, por el que sentimos tanta admiración
y tanto cariño.

Traigo el afecto y la amistad de cerca de 45 millones de colombianos a los más de 200 millones de
brasileños que conforman esta gran nación.

Brasil, presidente Lula, tiene una imagen muy clara en todos los niños y adultos de Colombia.

Es una camiseta amarilla, parecida a la nuestra, que representa el éxito y la recompensa al esfuerzo y a
la pasión brasileña por el fútbol, una pasión que compartimos.

Pero sabemos que Brasil es mucho más que fútbol.

Es un país inmensamente rico en recursos naturales, el más megadiverso del planeta, con una
población que reúne la pluralidad racial y cultural de la humanidad.

Brasil, la hoy orgullosa octava potencia económica del mundo, es un país innovador, de grandes
proyectos de infraestructura, de impresionantes ciudades modernas, de bellas playas e interminables
selvas, que comparte con nosotros el tesoro de la Amazonía.

Estamos unidos por ese verde océano de árboles, de fauna, de recursos naturales, que es con justicia
denominado “el pulmón del planeta” y que tenemos la obligación de preservar y defender, como lo
hacemos desde la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, con sede en esta ciudad de
Brasilia.

Brasil, para los colombianos, es básicamente un país amigo, un país solidario, un país con el
compartimos nuestra segunda frontera terrestre más extensa y con el que trabajamos y queremos
seguir trabajando por una América Latina más próspera y con menos pobreza.

Es también un país de prodigios musicales, desde el clásico Heitor Villalobos hasta los entrañables
maestros de la samba y el bossa nova.

No más anoche, en Bogotá, estaba presentándose –con lleno total– Toquinho, ese músico genial que
acompañó por tantos años al inolvidable Vinicius de Moraes, cuyas obras siguen tan vivas en nuestra
memoria como el cadencioso caminar de una garota en Ipanema.

¡Qué bonito imaginar los acordes de felicidad y de saudade de la guitarra brasileña surcando el aire de
la noche bogotana!
Pero compartimos, Presidente Lula, más que la Amazonía y más que la afinidad cultural y musical.

Compartimos, esencialmente, principios democráticos valiosos para nuestras sociedades y para la


construcción de la Comunidad Sudamericana.

El respeto por las diferencias, el cumplimiento de los principios del derecho internacional y el diálogo y la
negociación como esencia de las relaciones internacionales, son elementos fundamentales que nos
permiten afianzar nuestros vínculos, así como nuestra participación en los organismos subregionales,
regionales y globales.

Celebramos que nuestro comercio bilateral, que hace una década no llegaba a los 500 millones de
dólares, hoy sobrepasa los 2.600 millones, con tendencia creciente, y que las inversiones recíprocas
vayan también en aumento.

Brasil y Colombia, por su buen comportamiento macroeconómico, sus grandes recursos, sus
potenciales económicos y de biodiversidad, tienen y tendrán en el corto plazo un papel fundamental que
jugar en América Latina.

Reconozco que Brasil es un gigante al lado de Colombia, pero, guardadas proporciones, hay más
coincidencias que diferencias en nuestras capacidades.

Precisamente es por nuestras grandes coincidencias que en esta visita firmamos acuerdos de diversa
índole que nos acercarán aún más y fortalecerán nuestro potencial.

Veo con gran beneplácito el acuerdo de permiso de residencia, estudio y trabajo a nacionales fronterizos
colombianos y brasileños, y documento especial fronterizo.

También los convenios de cooperación técnica para el cultivo del cacao y del caucho.; uno muy
importante entre el SENA y el SENAI en Leticia; otro para temas de desarrollo fronterizo con recursos no
reembolsables de la CAF, y otro convenio entre Colciencias y CAPES para el desarrollo académico y
científico, temas esenciales en este siglo de la información y la tecnología.

Y que también hablamos, usted y yo, Presidente, sobre la importancia de la educación como vehículo de
movilidad social. Y tenemos nosotros que aprender mucho de ustedes.

También resalto el acuerdo de cooperación entre nuestras respectivas Policías, que es sin duda
fundamental para enfrentar con mayor efectividad y coordinación los desafíos comunes en materia de
seguridad.

Sin embargo, más allá de los acuerdos concretos, Presidente Lula, valoro esta visita porque es la
oportunidad para honrar a una gran nación y a un líder que ha sabido impulsar a la región en esfuerzos
de unidad, diálogo, cooperación y solidaridad.

Permítame que repita aquí en Brasilia, querido Presidente, las palabras que ya me escuchó el día de mi
posesión en Bogotá:

Cada país de nuestra región tiene grandes fortalezas, pero si trabajamos juntos todos los países
¡seremos una gran potencia!

Creemos firmemente en la unidad y la confraternidad latinoamericana, que son el imperativo de nuestros


tiempos.

Tenemos que apostar por esa unidad, que debe estar por encima de cualquier diferencia ideológica o
política.

Porque es posible pensar diferente y mantener unas buenas relaciones.

Por eso resulta tan positivo que las tensiones que existían en el escenario regional estén cediendo al fin,
porque cuando los gobernantes pelean son los pueblos los que sufren.

Tenemos frente a nosotros un gran reto, en el que hemos ido avanzando –con mayor celeridad Brasil
que Colombia, debo reconocerlo– como lo es la reducción de la pobreza y la inequidad en nuestros
pueblos.

Pero me gusta mucho una frase suya, Presidente Lula: “Los problemas existen para que podamos
resolverlos”.

Aquí estamos dos naciones amigas, con propósitos comunes y afectos mutuos, para buscar la mejor
forma de resolver los problemas de tantos que, en nuestro continente, en nuestros territorios, siguen
esperando que se cumpla para ellos la promesa de una vida mejor, con condiciones de vida dignas.

Desde mi posesión, hace menos de un mes, he invitado a los colombianos a unirnos en torno al
propósito de crear prosperidad social a través de la creación de trabajo y la reducción del desempleo.

Hemos establecido acuerdos con los gremios del sector privado, con las centrales obreras, con los
partidos políticos, para trabajar juntos, sin egoísmos, en torno a ese objetivo.

Sabemos que tenemos todas las condiciones para despegar hacia un porvenir de mayor equidad, de
mayor competitividad e inserción en el mercado global.

Así como Brasil encabezó la lista de los países BRIC, acuñada por el banco Goldman Sachs para
referirse a los países con mayor futuro en el mundo, ahora Colombia también lidera una nueva lista de
países denominados CIVETS, identificada por el presidente del banco HSBC, que agrupa a los países
más promisorios para invertir en ellos.

Éste es un momento para trabajar unidos, Presidente Lula; para construir unidos, para levantar unidos
una región más próspera e igualitaria, donde las diversidades ideológicas no sean obstáculo sino una
fortaleza para la cooperación en torno al desarrollo.

Es un momento para pensar en grande; ¡para soñar en grande!

Hoy podemos decir, mirando nuestras riquezas naturales y humanas, constatando la solidez que
demostraron nuestras economías frente a la reciente crisis financiera mundial, teniendo en cuenta las
nuevas prioridades del planeta centradas en el aprovechamiento de la biodiversidad, y su capacidad
para alimentar el mundo, que América Latina, y en especial Suramérica, se enfrenta a su mejor
momento.

¡Ésta puede ser la Década de América Latina!

La historia abre cada tanto un horizonte de oportunidades a los pueblos, y yo estoy convencido de que
las circunstancias actuales marcan a nuestra región un destino de grandeza.

Después de dos siglos de los procesos de independencia de muchas de nuestras naciones, después de
dos siglos de estar a la zaga del progreso, nos llegó por fin nuestro momento.

El momento para despertar y despegar por la aerovía del futuro; el momento de cerca de 600 millones
de habitantes de nuestra región para acceder por fin a la prosperidad económica y social.

Brasil es un gran ejemplo de que sí se pueden alcanzar grandes metas, y en toda América Latina y el
Caribe estamos listos para transitar la misma senda.

Porque repito: Ésta puede ser, ésta es LA DÉCADA DE AMÉRICA LATINA.

Permítame terminar estas palabras, reiterando mi gratitud por su hospitalidad y su invitación, presidente
Lula, con una frase que tomo prestada del inspirador escritor brasileño Paulo Coelho, que resume el
espíritu de nuestras relaciones en este tiempo tan promisorio para nuestra región:

“El mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus
sueños”.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Santos en la entrega de la remodelación del


Colegio Nacional Pinillos
Mompós, Bolívar, 10 sep (SIG). “Qué bueno estar aquí, sobretodo por el motivo que nos reúne: saber
que más de 900 niños van a ser beneficiados por esta gran obra de restauración, una tercera parte de
toda la población estudiantil.

Ese es un paso bien importante, y celebro muchísimo el convenio entre el Ministerio de Educación y la
OIM (Organización Internacional para las Migraciones) que hizo posible no solamente esta restauración,
sino muchas otras que se están haciendo a lo largo y ancho del país, pero esta tiene un significado muy
especial.

Y también celebro muchísimo que la empresa de Servicios Postales 4-72 y que el Ministerio hayan
hecho posible la emisión de esta estampilla en nombre del Colegio.

Las emisiones de estampillas cumplen un papel importante, porque son un reconocimiento a un hecho
importante de la vida nacional y sirven como una especie de embajadoras.

Las estampillas son las embajadoras hacia el futuro de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestros
personajes, y ese es el significado de esta emisión: quieren resaltar la importancia de este colegio ante
el panorama nacional pero sobretodo ante la historia.

Y representa, además, una historia de un colegio que se confunde con la historia de nuestra Patria; 200
años, 201 con nuestra Independencia, y que el colegio sufrió lo mismo que sufrió el país, muchas de sus
instituciones, a lo largo de estos dos siglos.

Dos siglos llenos de guerras civiles. En el siglo XIX fue cerrado en varias oportunidades, reabierto, pero
aquí está, aquí está restaurado, una gran restauración. Y además yo felicito mucho a quienes hicieron la
restauración, porque se ve la calidad, el buen gusto y el buen diseño de esos 3 mil millones de pesos
que costó la restauración.

O sea, fueron 3 mil millones de pesos bien invertidos, de gran beneficio para estos estudiantes y de gran
beneficio para Mompós.

Este colegio tiene una historia maravillosa. Su fundación la aprobó el Rey Carlos IV, por Cédula Real del
10 de noviembre de 1804, según me indicaron. Y el nombre del colegio era Colegio Universidad –
porque era colegio y universidad- San Pedro Apóstol.

Y ahora pues recordamos las memorias de (Pedro Martínez de Pinillos) –acabo de ver el busto de don
Pedro Martínez de Pinillos, que fue el fundador del colegio, lleva su nombre- y también recordamos a un
gran colombiano: el cura Juan Fernández de Sotomayor, que también fue otro gran promotor del
colegio.

Los momposinos deben estar muy orgullosos, muy orgullosos de este colegio, de esta restauración, y
por nuestra parte vamos a seguir apoyando y haciendo lo posible para que el sentido de este colegio se
traduzca en resultados reales.

Esta restauración es la mitad del camino, la otra mitad tiene que ver con el producto que esta
restauración va a sacar a los mercados. Ese producto, por ponerlo en términos muy burdos, son los
estudiantes que se gradúan, y esa es la otra mitad que tenemos nosotros que hacer un gran esfuerzo,
para que esta restauración cumpla con su cometido de graduar estudiantes capacitados, bien
calificados.

Y ahí hay que hacer un esfuerzo similar, o yo diría que mayor al que se hizo para restaurar el colegio.

De nada sirve tener una lindísima edificación, un colegio –que además este colegio es bonito en
cualquier parte del mundo- si la calidad de la educación no es también óptima, a la altura de la calidad
de las instalaciones.

Infortunadamente Mompós y todos los municipios aledaños que se benefician de la educación aquí, no
están bien calificados.

Los exámenes que hace el Ministerio de Educación, del Icfes (Instituto Colombiano para la Evaluación
de la Educación), de las pruebas en quinto y en noveno (grados de escolaridad), -aquí tengo unos datos
que me dejaron preocupado- las pruebas de saber de quinto y noveno dicen que el promedio está muy
por debajo del promedio nacional, casi a 10 puntos, 54 contra 63.

Que el nivel de asistencia al colegio es del 88 por ciento, pero la tasa de analfabetismo en estos
municipios es casi del 19 por ciento, tres veces más que el promedio nacional.

Y las pruebas del Icfes dan el 76 por ciento, o sea, no alcanzó el promedio nacional y se quedó en su
gran mayoría en las categorías de inferior, muy inferior o inferior bajo.

O sea, señor Rector (Manuel de los Santos Cassiani) y queridos docentes, y todos, todos los padres de
familia, hay una labor muy importante por hacer aquí, y es complementar esta gran obra con un gran
esfuerzo en mejorar la calidad de la educación, porque eso es lo que le va dar realmente a esos
muchachos.

Los veía ahora en el centro de cómputo, que se están esforzando, les preguntaba qué curso les ha
causado más. Unos decían que inglés, otros decían que biología. Se les ve las ganas de estudiar, las
ganas de aprender, pero tienen que ser bien conducidos.

Y esa es una labor que con el Ministerio de Educación nos vamos a proponer hacer a lo largo y ancho
del país, y vamos a comenzar aquí, señor Rector, por hacer con usted.

Vamos a traer 60 computadores más, señor Ministro (de las TIC, Diego Molano) 60.

Y pregunté sí aquí había fibra óptica y me dice que no

¿Me puedo comprometer con Mompós de traer fibra óptica hasta Mompós, y hasta este colegio?

Eso es muy importante, eso es muy importante porque hoy el mundo ha cambiado tanto, sobre todo
desde hace 201 años que se inauguró el colegio, pero hoy si el Libertador se despertara y viera lo que
es el mundo de hoy, la tecnología está revolucionando todo, pero sobre todo la educación.

Entonces es casi tan importante como esos puentes que usted mencionaba, o yo diría hasta más
importante, tener acceso al mundo a través de la tecnología.

Por eso, esa fibra óptica que llegue aquí lo más pronto posible, acompañado de toda la infraestructura
tecnológica, y una buena educación, eso va a liberar realmente, es una segunda batalla por liberarnos
hace 200 años de la opresión de los españoles, ahora de la pobreza y la ignorancia.

Vamos a liberarnos es a través de un esfuerzo, Rector, y le ofrezco a través del Ministerio toda la ayuda
para que este gran colegio, que es el primero que inauguro de todo este proceso, dentro de unos años
podamos decir orgullosos: está entre los mejores colegios de Colombia.

Asesinato de nueve policías en Putumayo

Como me gustaría a mí repetir estos eventos en todas partes, inaugurando colegios, mejorando la
educación de nuestros niños, mejorando el futuro de nuestra juventud, sin tener que al mismo tiempo
lamentar hechos como el que sucedió esta madrugada allá en San Miguel (Putumayo), donde
infortunadamente nos asesinaron a nueve de nuestros héroes de la Patria, nueve policías, que cayeron
asesinados por el terrorismo.

Pero Mompós, veía en su himno ‘Mompós la valerosa’, Mompós nos dio en su momento una gran
lección de valor de entereza, inclusive se levantó antes de la propia Cartagena.

Ese es el valor que tienen nuestros soldados y nuestros policías.

Cada vez que cae uno de nuestros héroes se van a levantar con más ímpetu, con más fuerza, con más
determinación hasta ver el terrorismo totalmente doblegado. Ahí no vamos a descansar.

Y si creen que ataques como este nos van a debilitar, se equivocan de cabo a rabo. Todo lo contrario,
eso lo que hace es llenarnos de más determinación, de más contundencia, porque no vamos a
descansar un solo segundo hasta que no tengamos la plena paz en este país.

Mi corazón está con las familias de estos policías asesinados y con la institución de la Policía, que tanto
queremos los colombianos.

Pero también decirles que esto nos debe llenar es de más valor y más determinación para seguir
cumpliendo con ese deber que tanto admiran los colombianos, y es el de darle la paz y la tranquilidad a
todos sus compatriotas en todo el territorio.

Queridos momposinos: me place muchísimo haber venido a esta gran ciudad, a este sitio histórico, que
si bien recuerdo una frase del Libertador decía: ‘Caracas me dio la vida, pero Mompós me dio la gloria’,
eso lo tenemos todos los colombianos incrustados. Sabemos que hay también necesidades de otro tipo,
que el Gobierno puede ayudar. Tengan la seguridad que esas necesidades, en la medida de lo posible,
los iremos atendiendo.

Pero por ahora lo que quiero es celebrar este evento de hoy, que es tal vez de lo más importante que
puede hacer uno en una sociedad: la educación.

Es la única forma de generar movilidad social, es la única forma de, realmente, liberarnos de la pobreza,
que es nuestro propósito fundamental, y de darles a los ciudadanos el instrumento más importante, tal
vez el único instrumento, que uno le puede dar como sociedad y como padre: es una buena educación.

A mí me preguntaban: ‘¿Usted qué le dejaría a sus hijos?´.

Lo único que le dejaría a mis hijos es una buena educación, una educación basada en principios, en
valores, porque además ahí se genera una magnífica sinergía, como llaman ahora los economistas. Uno
más uno suma más de dos.

Cuando hay una sociedad educada, con principios, con valores, el progreso se convierte como en una
especie de bola de nieve.

Eso es lo que queremos hacer con Colombia.

Estamos en un momento especial de nuestra historia. Después de 200 años de independencia, de


tantos años de violencia, infortunadamente todavía como diría el Presidente (Álvaro) Uribe, la culebra no
está muerta, pero la vamos a ir doblegando cada vez más. Ya por lo menos tenemos la capacidad y
tenemos el espacio para celebrar eventos como este, inaugurando colegios y dándole mas futuro a
nuestra juventud.

A eso nos vamos a dedicar y a eso venimos a Mompós.

Y quiero agradecerles a ustedes esta acogida tan calurosa, tan cariñosa, decirles que el Presidente de
la República está aquí en Mompós orgulloso, orgulloso de ver esta sociedad momposina mirando el
futuro, como el resto de Colombia, con gran optimismo.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos, en el XVI Encuentro de la


Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo

Cartagena, 10 sep (SIG). “Acudo hoy, con entusiasmo y alegría, a una nueva cita con la justicia
colombiana.

Debo confesar que cuando el 30 de mayo, el día en que ganamos las elecciones, dije en mi discurso del
Coliseo El Campín que no podía haber un divorcio entre el Ejecutivo y la rama judicial, y que me
proponía restablecer el diálogo entre el Gobierno y los jueces por el bien de Colombia y por el bien de
sus instituciones, no me imaginé que este diálogo se daría de una manera tan cercana y tan frecuente.

Lo cierto es que con esta reunión –y contando desde el día de mi posesión, es decir, hace apenas un
mes– esta es por lo menos la quinta ocasión en que me encuentro con magistrados de las Altas Cortes
–en particular con sus presidentes– y nos espera otra reunión el próximo lunes, en la instalación de la
Mesa de Justicia, para precisamente, doctor Luis Fernando (Álvarez Jaramillo, Presidente del Consejo
de Estado) analizar la reforma que hemos propuesto.
Ya María Clemencia, mi señora, me está reclamando, en medio de la apretada agenda de este
comienzo de gobierno, me dice que me veo más con ustedes, honorables magistrados, que con la
familia.

Y yo le respondo, citando una frase de (Simón) Bolívar, que dice: “el amor a la patria, el amor a las
leyes, el amor a los magistrados, son las nobles pasiones que deben absorber exclusivamente el alma
de un republicano”.

Sin embargo, mi señora María Clemencia, mi querida esposa, que como toda mujer es ingeniosa y sabe
ganar las discusiones, me ha dicho que la diferencia es que El Libertador no tenía hijos y yo sí

¡Y tiene toda la razón!

Porque así como amo la Patria y las leyes, quiero a mi familia con amor infinito; ellos son mi soporte y
mi razón de vivir.

La reforma a la Justicia

Dentro de este contexto de colaboración armónica entre las ramas del Poder Público, que sólo puede
ser saludable, sólo puede ser benéfico para nuestra nación, hemos presentado –como ustedes bien
saben- a consideración de las Altas Cortes, así como de los partidos políticos, de la academia, el
proyecto de reforma a la Justicia.

Esta es una iniciativa del Gobierno que parte de un postulado fundamental, esencial muy claro: el
respeto a un Poder Judicial autónomo e independiente, ajeno a los intereses e interferencias de la
política, que pueda ser objeto de una reingeniería institucional para alcanzar logros concretos en la
lucha contra la impunidad y la congestión judicial.

Entre algunos puntos de la reforma –porque hay muchos- quisiera en esta ocasión destacar los
siguientes, varios de los cuales ya les expuse a muchos de los magistrados en privado, en nuestra
reunión del 25 de agosto:

PRIMERO: Para incrementar la seguridad jurídica recomendamos que se adopten los precedentes
judiciales emitidos por las Altas Cortes como fuente obligatoria de derecho tanto frente a la jurisdicción
como a las autoridades administrativas.

Sé que es una propuesta controvertida. Sé, doctor Luis Fernando que hay diferentes puntos de vista,
pero precisamente, ahí en la Mesa de la Justicia los podemos discutir.

SEGUNDO: Entendemos la urgencia de que los cientos de miles de colombianos que han sufrido en
carne propia los estragos de la violencia tengan una compensación frente a su dolor, un dolor que
convoca la indignación y sobretodo la solidaridad de los colombianos.

Por eso presentaremos próximamente un proyecto de Ley de Víctimas que contribuirá a pagar esta
deuda moral, un proyecto al que le damos una inmensa importancia y que estamos terminando de
conciliar para que se ajuste a los principios del derecho internacional y responda adecuadamente a este
drama humanitario.

Las víctimas también ocupan un lugar central en la Reforma a la Justicia que estamos proponiendo,
como parte de una política general dirigida al resarcimiento de quienes más han sufrido por cuenta de la
violencia y de la impunidad.

En esa dirección, el proyecto propone que las víctimas tengan los mismos derechos procesales que la
Fiscalía y la defensa.

Se trata de una lectura, por así decirlo, garantista y contemporánea, que reconoce en las víctimas un
nuevo actor del proceso judicial.

Una tercera anotación: El proyecto de reforma se enfoca también en los servidores judiciales.

Para lograr su efectiva profesionalización, se va a constitucionalizar la carrera judicial, haciendo posible


que su carrera concluya en las propias Cortes, buscando también un sano equilibrio de magistrados
provenientes de la academia y el ejercicio profesional que contribuyan a renovar el pensamiento jurídico.

No queremos jueces de ocasión, sino hombres y mujeres cuya opción de vida sea el servicio a la
Justicia, que en el caso de los magistrados de las Cortes puedan trabajar por períodos de 12 años,
ampliando la edad de retiro a los 70 años.

Tampoco queremos ver en el futuro a ex magistrados, como infortunadamente se ha visto en el pasado,


invocando sus fallos en el proselitismo activo o a los magistrados en ejercicio comprometidos en causas
de postulaciones electorales que exponen a la Justicia, al Poder Judicial a los intereses de la política
partidista.

Sobre estas y otras tantas ideas que contiene la reforma, y están todas encaminadas a tener una justicia
más efectiva, más autónoma, más ágil, es que hemos abierto ese diálogo constructivo sobre el texto de
la reforma.

Como usted bien decía, doctor Luis Fernando, esta reforma tiene que pensar siempre en la gente,
pensar en los ciudadanos del común.

Detrás de cada demanda, detrás de cada petición, detrás de cada tutela, hay colombianos como
ustedes o como yo, buscando que la justicia, ese valor fundamental, se haga realidad en sus vidas.

Hay muchos compatriotas, compatriotas humildes, que depositan sus esperanzas en fallos que les
reconozcan o les restituyan sus derechos.

No es justo, no es justo con ellos ni con nadie, que la solución de un proceso demore años, a menudo
lustros o décadas, no por la ineficiencia o negligencia de los despachos judiciales –aunque a veces hay
casos también en esa dirección- sino por la inmensa acumulación que supera los esfuerzos del más
diligente de los jueces.

Un cuarto tema, y este tema me parece esencial, es el de aliviar la congestión de los despachos
judiciales, precisamente, que es una realidad que amerita medidas excepcionales y medidas creativas.

Hemos propuesto autorizar el ejercicio de funciones jurisdiccionales a los notarios, a los Centros de
Conciliación, para los casos y en los términos que determine la ley.

También se ha propuesto que esta facultad –y de manera pro témpore, temporal hasta que se supere el
rezago judicial– incluya a los abogados en ejercicio, para que bajo las directrices del Consejo Superior
Judicial, que se va a crear, se ponga en marcha un plan de choque frente al atraso judicial.

Sé que esto es controversial y que no es lo ideal, pero por eso lo proponemos como una fórmula
transitoria, pero tenemos que reconocer que hay una verdadera emergencia y entender, como dice el
viejo y sabio precepto, que a veces lo ideal es enemigo de lo bueno.

También estamos dispuestos a discutir este tema con amplitud, no venimos a esta discusión a esta
mesa de la justicia con ideas preconcebidas. Por eso les dije desde un principio que estamos abiertos a
reformar, a cambiar o a sustraer de la reforma todo lo que por la vía de los argumentos podamos todos
definir como lo más apropiado.

Guardo la esperanza de que pronto, ojalá pronto, alcancemos los consensos necesarios para hacer
posible, al fin, la Reforma Judicial que demanda el país.

Y haremos explícitos también –por qué no- los disensos que ahí se presenten, sobre los que deberá
pronunciarse –porque así funciona la democracia- el Congreso de la República en nombre de todos los
colombianos.

El nuevo Código Contencioso Administrativo

Debo decirles, honorable magistrado Luis Fernando Álvarez, honorables magistrados del Consejo de
Estado y de los Tribunales Administrativos, y señores Jueces Administrativos, que me siento muy
honrado de dirigirme a la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo en este encuentro.

Y me siento honrado, entre otras razones, porque esta es la jurisdicción natural de los actos del Estado,
de las acciones del Gobierno.

En sus despachos se tramitan los conflictos posibles entre particulares y los entes estatales, y se define
la legalidad de lo que nosotros hacemos: de los decretos y los otros actos que expedimos en el
Gobierno.

También en el Consejo de Estado reconocemos la trascendental función consultiva, que nos da luces,
tantas veces nos ha dado luces sobre el camino a seguir para no apartarnos ni un milímetro de la senda
de la ley.

Y les quiero agradecer. Gracias, muchas gracias, por su trabajo dedicado y permanente para producir
fallos justos y conceptos ilustrados que ayuden a hacer más clara y más expedita la relación entre los
ciudadanos y el Estado.

Como lo dije en la visita que hice al Consejo de Estado hace unos días, y hoy quiero ratificar ante los
magistrados y jueces de lo contencioso administrativo, el compromiso de nuestro gobierno es de
respaldar la aprobación del nuevo Código Contencioso Administrativo en el Congreso.

Dicha iniciativa, producto del esfuerzo de ustedes y de los miembros del Gobierno, privilegia los
principios de inmediación, concentración de la prueba y el uso racional de la Jurisdicción de lo
Contencioso.

Por otro lado, el Gobierno recogerá en los próximos meses las iniciativas que hoy existen en torno a la
expedición de un nuevo Código de Procedimiento Civil que conduzca a la implementación de la oralidad
para la resolución de las controversias civiles y comerciales.

Estamos seguros de que con la expedición de estos dos nuevos códigos vamos a lograr, ojalá, mayor
celeridad en los procesos judiciales y descongestión en estas jurisdicciones.

La defensa del Estado

Y quisiera llamar la atención –aprovechando este encuentro con los jueces, a quienes corresponde la
crucial tarea de fallar a favor o en contra del Estado en los diferentes litigios que contra él existen– sobre
la importancia que daremos en el Gobierno a la defensa judicial del Estado.

No hay duda de que el Estado debe responder –ojalá por vía gubernativa, sin que sea necesario llegar a
los estrados judiciales– cuando se presentan fallas u omisiones que afectan al ciudadano.

Pero también es cierto que hay verdaderas mafias dedicadas a esquilmar los recursos públicos
mediante demandas multimillonarias que acaban afectando a todos los colombianos.

Uno de los objetivos del nuevo Ministerio de Justicia será el de garantizar una defensa efectiva, eficiente
y profesional del Estado, que le garantice que sus actuaciones frente a los jueces sean no sólo
diligentes, sino también oportunas y bien sustentadas.

A través de una unidad administrativa o una agencia de defensa judicial, que dependa del Ministerio de
Justicia, vamos a unificar y a verificar el cumplimiento de los lineamientos de política que deben seguir
las diferentes oficinas jurídicas en los diferentes estamentos o los abogados externos que defienden el
Estado.

En una visita reciente a Chile tuve la oportunidad de que me explicaran la forma como allá en Chile
defienden al Estado. Tienen un ente independiente que está dedicado exclusivamente a cualquier
defensa del Estado cuando tenga que ver con alguna erogación fiscal. De pronto algo así también
podríamos pensar en poner en práctica.

Pero dicho en otras palabras: nos vamos a asegurar de que la defensa del Estado en los juzgados y en
los tribunales, esté en las mejores manos, y de que se termine el negocio de esas “mafias” de
demandantes que quieren hacer su agosto a costa del bolsillo de todos los colombianos.

Otra situación que viene minando las finanzas del Estado y la credibilidad en el propio Estado es la que
se presenta con las acciones populares, que en buena hora estableció la Constitución, pero que se
volvieron también una presa de los caza-tesoros que las instauran temerariamente para ganar parte del
botín.

Ese es el típico caso de una buena idea que infortunadamente produjo malos resultados.

Por eso vamos a proponer la eliminación del incentivo económico en las acciones populares.

La función ejecutiva en el Estado social de derecho

Apreciados amigos de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo:

Hace una semana, en el encuentro de la jurisdicción constitucional, hice unas reflexiones sobre la tutela
y la función garantista de la Corte Constitucional.

Hoy, con ustedes, quisiera hacer unas breves anotaciones sobre la función ejecutiva en el Estado Social
de Derecho que consagra el artículo 1º de nuestra Constitución.

Como es conocido, el concepto del “Estado social de derecho” se consolidó con el constitucionalismo
durante el siglo XX, como una respuesta final a demandas sociales de toda índole.

De un Estado concebido simplemente como un árbitro entre los intereses particulares se dio paso a una
estructura político-administrativa mucho más grande, mucho más compleja, orientada a la satisfacción
de las necesidades básicas de la población, entendida como derecho y ya no como mera beneficencia.

El reconocimiento de que una sociedad que quiere ser justa tiene que garantizar unos estándares
mínimos de calidad de vida, en los cuales está implícita la realización de la dignidad humana, transformó
por completo el ejercicio de la función ejecutiva.

A la administración pública correspondió asumir esta responsabilidad, antes que a cualquier otra rama
del poder público.

La Constitución y la ley asignaron al Ejecutivo la tarea de garantizar la vigencia de los más preciados, de
los más caros derechos democráticos, a fin de que adquirieran una vigencia real y no tan sólo formal,
así como la adecuada prestación de los servicios públicos esenciales.

Esto hizo que el aparato burocrático ejecutivo creciera y se redimensionara para atender este nuevo y
exigente compromiso social.

Entendemos en el Gobierno el reto que esta nueva realidad constitucional implica en nuestro país ya 10
años adentro del siglo XXI.

Somos conscientes de que, para que la rama judicial no se vea abrumada con demandas judiciales que
procuran el respeto de los más básicos derechos fundamentales, se requiere que la función ejecutiva
sea capaz no sólo de diseñar políticas públicas que realicen los postulados del Estado social de
derecho, sino que además pueda llevarlas a cabo, cumplirlas, cumplirlas a cabalidad.

Debemos pasar, -y somos concientes- de una democracia llamémosla programática, o de aspiración de


logros futuros de metas sociales, a una democracia real, vivida aquí y ahora, respetuosa de todo el
catálogo de las garantías constitucionales.

Pero esta nueva concepción de la responsabilidad social de la función ejecutiva no se limita


simplemente a la satisfacción primaria de las necesidades básicas de la población, relacionadas con la
vigencia de los derechos fundamentales.

La actividad ejecutiva durante el pasado siglo se incrementó también en la aparición de la actividad


intervencionista y planificadora del Estado, y con la concentración en manos del gobierno central del
necesario manejo a nivel nacional, por ejemplo, de las políticas macroeconómicas, por ejemplo a nivel
de la seguridad nacional, de la seguridad social o de las mismas relaciones internacionales.

Esto le ha generado a la Administración pública nuevas responsabilidades:

En primer lugar, frente a las otras ramas del poder público, porque debemos sujetarnos –en el caso del
Ejecutivo- con mayor intensidad al escrutinio del control político del Congreso y del jurídico de la Rama
Judicial y también de los entes de control.

Conviene –y lo digo con mucha claridad– que la administración, nosotros en el Ejecutivo, sea
“contenida” dentro de los cauces de la Constitución y de la ley, y que su actividad sea evaluada
políticamente por el órgano que encarna la propia democracia, que es el Congreso.

En segundo lugar, la Rama Ejecutiva, que se ha visto redimensionada con estas nuevas funciones,
debe hacer un esfuerzo de acercamiento al ciudadano común y corriente, que a menudo se enfrenta a
grandes estructuras burocráticas centralizadas, a través de la implementación y el desarrollo de los
mecanismos de participación ciudadana.

En este aspecto es bueno contarles que estamos diseñando, con la Alta Consejería Presidencial para
las Regiones y la Participación Ciudadana, un revolucionario modelo que les permitirá a los colombianos
de todos los rincones del país hacer seguimiento a la función estatal, a sus trámites, a los procesos de
contratación, a presentar denuncias, a presentar reclamos.

Será un sistema de participación en tiempo real que pondrá los canales tecnológicos de comunicación al
servicio de la democracia.

El Ministerio de la Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones ya tiene diseñado el sistema,


van a ver ustedes, va a ser realmente revolucionario, y nosotros en Colombia realmente nos pondremos
a la vanguardia de una verdadera revolución en materia de democracia participativa.

Y quiero enfatizar algo que dije durante toda mi campaña, y en lo que creo auténticamente como base
de la institucionalidad democrática: la necesidad imperiosa de promover la colaboración armónica entre
las ramas del poder público, que además está consignada en el artículo 113 de nuestra Constitución.

La estructura del Estado se determina bajo la fórmula de las tres ramas del poder público acompañadas
por unos órganos autónomos e independientes, pero este alinderamiento de competencias no excluye la
debida cooperación entre todos los órganos y entidades que integran el Estado.

Esta cooperación, esta colaboración, es necesaria para una adecuada gestión pública que integre tanto
a los entes formuladores y ejecutores de las políticas públicas, como a los controladores de las mismas.

Dentro de este contexto cobra especial importancia la apertura de espacios para el diálogo.

Y quiero aprovechar esta oportunidad para decirles a ustedes, representantes de la Rama Judicial, que
nos ayuden, que nos ayuden en el propósito del Gobierno de ser más efectivos en la lucha contra los
grupos ilegales y contra la delincuencia y contra la inseguridad.

Vamos a presentar, aparte de la reforma, una serie de propuestas que hemos venido elaborando con los
diferentes actores de la lucha contra la delincuencia, que la vamos a presentar en la primera semana de
octubre, que van a ser muy útiles.

Porque estamos encontrando unas situaciones que están desmoralizando a la Fuerza Pública, porque
después de grandes esfuerzos, capturan a la gente y los ven a la semana o a las dos semanas
delinquiendo en los mismos sitios.

Y también está desmoralizando a la ciudadanía en su necesarísimo papel de contribuir con la Fuerza


Pública denunciando y señalando a los delincuentes.

En eso les pedimos, dentro de este diálogo, una ayuda para que eso sea una realidad lo más pronto
posible.

Y por eso me gusta tanto, y por eso celebro tanto este ambiente positivo y favorable que hoy estamos
viviendo entre las diferentes Cortes y el nivel Ejecutivo.

El análisis de las decisiones de Estado desde la perspectiva de las responsabilidades que


constitucionalmente competen a cada una de las tres ramas sólo puede redundar en la mayor fortaleza
y la mayor ponderación de todas estas decisiones.

Apreciados amigos:
Sueño con una Justicia oportuna y eficiente a la que puedan acceder fácilmente todos los colombianos,
y que consolide un marco institucional adecuado a la inversión productiva, para hacer posible lo que
hemos denominado la prosperidad democrática.

Yo sé que ustedes comparten este sueño, y estoy seguro de que, entre todos, con espíritu patriótico, lo
haremos realidad.

Quisiera terminar recordando unas iluminadas palabras que pronunció el general Francisco de Paula
Santander, el 7 de octubre de 1832, cuando se posesionó como Presidente de la República y leyó su
famosa ‘Proclama a los Granadinos’.

Estas palabras fueron su credo, su declaración de principios frente al acatamiento de la Ley, y hoy
quisiera hacerlas mías, ante ustedes, señores magistrados, señores jueces, como mi propio credo,
como mi propia declaración:

“Voy a gobernaros como he querido y quiero que me gobiernen: conforme a las leyes.

“Yo no traigo a la silla de Presidente, ni odios, ni rencores, ni deseos de venganza.

“La ley arregla nuestras acciones, las recompensa o castiga; yo seré su más fiel ejecutor sin miramiento
a personas, estados ni opiniones.

“Mi administración no se distinguirá por persecuciones innobles; yo no predicaré la anarquía en nombre


de la gloria y de la libertad para crear la necesidad de alterar las instituciones.

“Las leyes serán una realidad; respetaré los derechos de la minoría sin impedir que triunfe la voluntad
del mayor número; la fuerza armada no será protegida a expensas de los derechos del pueblo, ni
recompensada por erigirse en cuerpo deliberante; las autoridades no traspasarán impunemente la
esfera de sus atribuciones; el verdadero patriotismo no será despreciado; se podrá pensar libremente, y
decir con libertad lo que se piensa; todo se hará por el voto del mayor número y para la utilidad de la
nación.

“(…) nuestra gloria consiste en un sometimiento absoluto a la ley, como lo único que puede darnos
tranquilidad, libertad, abundancia, honor y dicha”.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la quinta


jornada de Acuerdos para la Prosperidad, en Montería

Montería, 11 sep (SIG). “Qué bueno estar aquí en Córdoba y estar aquí en un tema de trascendental
importancia para el país.

Permítanme por favor contarles brevemente algunos aspectos de los días recientes que quiero
comentar con ustedes y con los colombianos.

El día de ayer fuimos con la Ministra de Educación (María Fernanda Campo Saavedra), con el Ministro
de las TICs (Diego Molano Vega), con una delegación, a inaugurar un colegio muy importante o a
reinaugurar, porque ese colegio tiene 201 años. Es el Colegio Nacional Pinillos de Mompós (Bolívar). Se
restauró, se invirtieron cerca de 3 mil millones de pesos y la verdad es que quedo una instalación muy
linda. Yo creo que es de los colegios más lindos que por lo menos yo he visto en mucho tiempo.

Además, en una ciudad muy especial. Recuerdo muy bien una frase de Bolívar, que decía: ‘Caracas me
dio la vida, Mompós me dio la gloria’. Y ese colegio tiene un significado muy especial, porque se volvió a
lanzar, por así decirlo, en un momento también muy especial, celebrando los 200 años de nuestra
independencia. El colegio más antiguo, más importante durante mucho tiempo del Caribe colombiano.
Colegio universidad además.

Y ayer decíamos, y ese es parte del tema que nos reúne hoy, la importancia de complementar esas
lindas instalaciones con una educación de buena calidad. Allá les ofrecimos que les íbamos a llevar 60
computadores para el colegio y el Ministro (Molano) me prometió que durante este Gobierno, durante los
próximos cuatro años, la fibra óptica llegará a Mompós.

Eso tiene un inmenso significado, que llegue la tecnología a la educación. Y eso fue un evento muy
lindo, muy significativo.

Reforma a la justicia

Ahí volamos a Cartagena a clausurar el simposio, el foro sobre la justicia, sobre la Jurisdicción del
Contencioso Administrativo; eso tiene que ver con la justicia y la jurisdicción que maneja las relaciones
de los ciudadanos con el Estado.

Sirve también, por así decirlo, de asesor del Gobierno, de consultor del Gobierno; nosotros le hacemos
consultas sobre como podemos proceder para estar en el marco de la Ley.

Ahí discutimos la reforma a la justicia. Esa es una reforma muy importante, una reforma que va a afectar
la vida de todos los colombianos, porque todos los colombianos quieren una más eficaz y más pronta
justicia.

Y por eso estamos presentando esa reforma y la estamos consultando con las diferentes Cortes, los
diferentes estamentos de la sociedad, las academias, las universidades, por supuesto el Congreso.

Una reforma que por supuesto también tiene ópticas diferentes. Cada Corte tiene su forma de pensar,
cada Corte mide una reforma de acuerdo a como le queda ese vestido a la respectiva Corte; es lo que
sucede generalmente con este tipo de reformas.

Por eso ayer les dijimos que el Gobierno propone unas ideas, las discute; queremos en la medida de lo
posible llegar a un acuerdo, llegar a un consenso. Generalmente en reformas como éstas llegar a un
consenso es imposible, pero después se le traslada al Congreso de la República esa discusión, el
producto de esa discusión, y es el Congreso de la República el que decide.

Porque es el Congreso de la República el que tiene la representación popular, es el Congreso de la


Republica quien debe dirigir esos conflictos entre diferentes estamentos de la sociedad cuando tienen
ópticas diferentes sobre problemas, por ejemplo, como el de la justicia.

Así funcionan las democracias. Y queremos que el Congreso tenga una muy alta participación en la
discusión de esta reforma tan importante. Reforma que tiene muchos elementos; ayer le agregue uno
que quiero explicárselos a ustedes brevemente el día de hoy.

Desmontar incentivo a acciones populares

Hay una figura en la Constitución que se llaman las acciones populares. Esa figura, cuando se discutió
en la Constituyente, se introdujo en la Constitución con el fin de combatir la corrupción, de combatir
aquellos que por a, b o c motivo le están sustrayendo los recursos al Estado, de combatir las malas
decisiones que le cuestan muchísimo al Estado o sea a todos los colombianos; entonces se introdujo
una cláusula donde dice que cualquier ciudadano que denuncie un hecho, ese hecho finalmente
después de todo el proceso judicial finiquita en una recuperación por parte del Estado de unos recursos
o de unas multas, la persona que puso la denuncia tiene un interés económico del 15 por ciento o hasta
del 15 por ciento.

Pues resulta que infortunadamente los avivatos se han apoderado de esa figura, la mayoría de ellos,
entonces han convertido esa figura en una verdadera mafia de demandas contra el Estado para hacerse
a ese 15 por ciento, que en demandas que son muy grandes, pues representan una plata muy
importante.

Entonces lo que hemos propuesto es que se continúe la figura, pero que ese incentivo económico
desaparezca, porque ese incentivo económico infortunadamente en lugar de servir de estímulo, lo que
ha servido es de mal uso del incentivo para que unas mafias incrustadas dentro del Estado se
beneficien de una figura que tenia una buena intención pero que infortunadamente no consiguió un buen
resultado.

Yo me iba a quedar en Cartagena, por invitación de la señora Alcaldesa (Judith Pinedo), a un festival
muy lindo, el Segundo Festival de la Hamaca Grande, que quiere exaltar los valores culturales de
Córdoba, de Sucre y de Bolívar.

Y estaba muy entusiasmado por asistir a ese festival; me dicen que era realmente muy interesante y
muy agradable ver esas discusiones entre los diferentes exponentes de esa diversidad cultural nuestra
que aquí en el Caribe, en todo Colombia, tenemos; es parte de nuestra gran fortaleza.

Dolor por el asesinato de policías en el Putumayo

Pero infortunadamente me devolví a Bogotá, porque había citado a los comandantes, al Ministro de
Defensa (Rodrigo Rivera), a analizar ese hecho muy triste que tuvimos ayer, el ataque a los puestos de
Policía en San Miguel, en el Putumayo, y que les costó la vida a ocho de nuestros héroes de la Patria;
ocho policías que estaban defendiendo a la población y que murieron cumpliendo con su deber.

Lo primero que debo reiterar es que el corazón del Presidente, el corazón de mi familia y el corazón de
todos los colombianos está con las familias de esos ocho héroes de la Patria, que sacrificaron su vida
por el resto de los colombianos, nuestro corazón está con ellos.

Hicimos un análisis en el Comando General de la situación, qué está pasando; hay una percepción de
que hay un incremento importante en el número de acciones terroristas, hicimos un análisis sobre la
operación del día de ayer, por qué murieron ocho policías, qué pasó, como hemos venido haciendo el
análisis de los otros incidentes.

¿Cual fue el la conclusión, cual fue la Conclusión de ese análisis que duro más de cuatro horas, en
donde cada comandante dio su punto de vista, hizo su análisis? Se discutió, analizamos bien las
conclusiones de cada uno de ellos, también del Director de la Policía (general Oscar Naranjo Trujillo), y
llegamos a la conclusión de lo siguiente:

Primero, la operación de ayer fue una operación bien hecha, es decir, los policías —que había
información de inteligencia de un posible ataque al pueblo de San Miguel, en la frontera con Ecuador—,
se dispersaron; eran 30 en grupos de 10, como debe ser, como estaba establecido. Hubo un ataque o
una intención de tomarse el pueblo; fue repelida, o sea, fue exitosa la operación de impedir que estos
bandidos se tomaran el pueblo. Y simultáneamente ellos atacaron, con esos morteros artesanales que
hacen, los diferentes puestos.

Infortunadamente uno de esos morteros pegó como quien dice en la pepa, en el sitio donde estaban 10
de esos policías, matando 8.

Eso es un hecho que lamentamos enormemente, pero no fue que ahí se hubiera procedido mal, no fue
que ahí se hubiesen hecho las cosas como no tocaban; fue una situación producto de esta
confrontación que tantos años llevamos y que estamos empeñados en acabar.

Redoblar la ofensiva en seguridad

Y lo que decidimos fue revisar y fortalecer todos los procedimientos de las Fuerzas, tanto de las Fuerzas
Militares como de la Policía; fortalecer la coordinación, que ha sido un factor muy importante de éxito;
revisar con especial atención los procedimientos, porque siempre que muere un miembro de la fuerza
pública, uno o inclusive que lo hieren, es porque algo sucedió que hubiera podido evitarse.

Si uno de nuestros soldados pisa una de esas terribles minas llamadas ‘quiebrapatas’, es porque no
tuvieron la suficiente precaución al entrar a esa zona y verificar si era una zona minada o no era minada.

Si matan, asesinan a un policía en un sitio, es porque no se tuvo la precaución de x o y. Siempre hay


algo que podemos mejorar y por eso decidimos entrar en un proceso de mejoramiento continuo para
que las Fuerzas sean cada vez más cuidadosas y redoblar la ofensiva, redoblar la ofensiva para que
estos bandidos no tengan el tiempo de planear sus operaciones, sino estar a la defensiva, que es algo
que se está haciendo de todas formas.

Entonces en ese sentido no vamos a cambiar nada, vamos simplemente a mejorar los procesos, vamos
a hacer una revisión minuciosa en las diferentes zonas donde hay peligro, donde sabemos que todavía
tenemos zonas ‘rojas’ con presencia de estos bandidos, de estos narcotraficantes, de estos terroristas
que están todos interesados en ver cómo debilitan a la Fuerza Pública, pero sobretodo ver cómo
debilitan la templanza de los colombianos.

Y es ahí donde yo quiero dar un mensaje muy claro: aquí lo que ha sucedido no es un hecho
extraordinario. Y ayer analizábamos unas cifras, les voy a dar unas cifras sobre lo que llevamos en lo
corrido del año en diferentes delitos y en confrontaciones con esos grupos ilegales.

Cifras contundentes

En lo que llevamos del año, hasta el 9 de septiembre, el total de delito de lo que llaman alto impacto,
incluyendo los secuestros, ha tenido una reducción del 5 por ciento entre este año y el año pasado. Los
delitos que afectan la seguridad ciudadana, como el hurto, la piratería, hasta el 9 de septiembre, han
tenido una reducción del 8 por ciento.

El número de nuestros miembros de la Fuerza Pública asesinados por las bandas estas terroristas
aumentó 5.2 por ciento, ese ha sido el precio.

El número de desmovilizados hasta el 31 de agosto ha sido 1.721 desmovilizados; solamente en el mes


pasado, en agosto, se desmovilizaron 217, y ¿qué nos dicen esos desmovilizados? Esto es muy
importante; ellos son fuentes de información sobre operaciones que están planeando, pero también
fuente de información sobre la situación de la guerrilla, sobre la situación de estas bandas criminales.
Nos dicen que cada vez se sienten más desesperados, que ellos se desmovilizan porque cada vez
están más asediados. Y el número 1.721 de lo que lleva del año, 217, demuestra que eso es así; si no,
no se hubieran desmovilizado.

Se han capturado hasta el 31 de agosto 1.333 de estos bandidos. Solamente en agosto se capturaron
133, y se han dado de baja 407 en lo que va del año, y solamente en agosto se dieron de baja 49.

Entre el 7 de agosto, porque hay la sensación en mucha gente que no, que esto es algo que quieren
darle la bienvenida al nuevo Gobierno. Si esa es la bienvenida, ustedes van a ver cuál va a ser la
respuesta a esa bienvenida: va a ser más contundencia y más determinación en acabar con esos
bandidos.

Y en esto que llevamos del año se redujeron los secuestros en un 6 por ciento, la extorsión en un 73 por
ciento. Los actos terroristas, hechos como éstos, se han reducido; el número, también un 6 por ciento.

Lesiones comunes han bajado 33 por ciento, hurto de vehículos ha bajado el 23 por ciento, piratería
terrestre ha bajado el 62 por ciento. Y las acciones subversivas han tenido una reducción entre el 7 de
agosto y el 9 de septiembre, en número de acciones en 18,3 por ciento.

O sea que aquí no estamos viendo una escalada, como algunos han pensado que se está presentando;
aquí lo que estamos viendo es una situación normal, donde ciertos hechos por lo sangrientos, el hecho
de Doncello es un ataque con sevicia que rompe todos los cánones del Derecho Internacional
Humanitario, que rocíen de gasolina a los policías y los incineren después, eso no tiene ningún tipo de
justificación bajo ningún parámetro con que uno se lo mida. Es por eso que ha tenido como más
repercusión.

Pero yo lo que quiero decirles a los colombianos, decirles a ustedes aquí en Córdoba, es que, analizada
la situación, lo que ha sucedido en el último mes, mes y medio, no es nada extraordinario y lo único que
vamos a hacer es a redoblar la ofensiva.

Ellos quieren que nosotros cambiemos nuestro proceder, muchas veces lo que hacen es atacar en un
sitio para desviar la atención de la Fuerza Pública para que se vayan a ese sitio y puedan atacar en otro.

Ellos quieren que el pueblo colombiano tenga la sensación de que volvieron con algún tipo de fuerza.
Pues no los vamos a dejar y no vamos a caer en esa trampa. El análisis escueto, objetivo, nos dice que
no debemos cambiar nuestra política de Seguridad Democrática. Todo lo contrario, lo que debemos es
reforzarla, redoblarla, y eso es lo que vamos a hacer.

Quería aprovechar esta ocasión también para darles a ustedes también ese parte de tranquilidad en
cuanto a estos ataques que también lamentamos mucho.

La muerte de un policía, la muerte de un soldado nos duele enormemente. Y no vamos a descansar


hasta que ni un policía ni un soldado sea asesinado por estos bandidos.

Ofensiva contra la minería ilegal

Y dentro de esa idea de redoblar los ataques contra los grupos criminales, yo me demoré en llegar —y
les ofrezco disculpas—, porque estaba sobrevolando la región de Ayapel.

Me fui a sobrevolar la región de Ayapel porque tuve la información hace unos días, de que en forma
abierta y descarada, grupos criminales, porque eso es lo que son, grupos criminales al margen de la ley,
en forma ilegal están acabando con el medio ambiente de una región tan importante para Colombia y
para el mundo, como es la laguna de Ayapel, como es todo ese humedal que significa tanto para
nuestra biodiversidad y nuestro futuro.

Y yo pregunté: ¿Y hace cuanto están ahí?

—No, hace rato.

¿Y cómo es posible que nadie los haya intervenido?

Y nadie me daba respuesta.

Entonces le dije a la Ministra del Medio Ambiente, le dije al Ministro de Minas, a las autoridades, al
general Naranjo, al Ejército, al general Navas, al Comandante General de las Fuerzas Militares: hagan
una reunión y yo no quiero que pase de esta semana en ir a ese sitio e incautan todo lo que sea ilegal.

Pues bien. Descubrimos que había una cantidad de minas, con una maquinaria impresionante, dragas,
retroexcavadoras, sacando los minerales en forma totalmente ilegal; ninguna de ellas tenía ningún
permiso.

Pero también al mismo tiempo, que es lo más triste, acabando con la biodiversidad y con el medio
ambiente de esa zona tan importante en este Caribe colombiano; y una zona tan importante para
Colombia.

Me puse a averiguar los efectos de esa minería ilegal. Por ejemplo, ya están envenenando a todos los
habitantes de esa zona por el mercurio y el cianuro que utilizan. Todos los estudios que se han venido
haciendo a través de los últimos años demuestran cómo en ciertas zonas la presencia de mercurio en
diferentes formas es muy superior a la permitida, a la que se consideraría normal o la que se
consideraría permisible para que no afecte la salud.

El efecto que eso tiene —y eso lo constaté en la primera visita que hice como Presidente de los
colombianos a La Mojana—, en las inundaciones que están afectando cientos de miles de colombianos
en este momento y que los pudimos ver nuevamente el día de hoy; esa sedimentación que producen
estas explotaciones ilegales o de nuestros ríos, que después entonces se desbordan y producen un
daño impresionante al resto de los colombianos. Y lo que eso produce en materia de daño ecológico; los
peces, a toda la fauna, la flora, de una región tan rica de nuestra biodiversidad.

Somos el país más rico en biodiversidad per cápita del mundo; eso es una riqueza que no tiene límite,
es una riqueza que tenemos nosotros que defender a capa y espada.

El mes entrante, el mes de octubre, se va a reunir la gran Conferencia de la Biodiversidad en Japón, en


Nagoya, y allá va a ir la doctora Sandra Bessudo (Ministra del Medio Ambiente designada), que está
aquí presente. Hoy es el Día Nacional de la Biodiversidad; yo no sabía eso, esta mañana me enteré.
Hoy es el Día Nacional de la Biodiversidad.

Biodiversidad y Alta Consejera para Gestión Ambiental

Entonces en ese sentido quisiera hacer dos anuncios:

Mientras se crea el Ministerio del Medio Ambiente, como es un tema tan importante y que es un tema
transversal, que afecta prácticamente todas las actividades y que tiene que ver con todas las
actividades, y que es una riqueza tan importante para los colombianos, preservarla y utilizarla bien para
producir más prosperidad.
Y al mismo tiempo, la política de aguas, de preservar nuestras fuentes de agua; somos también uno de
los países más ricos del mundo en materia de agua por habitante. Y uno lo ve por toda Colombia. Aquí
estas inundaciones, eso no es por falta de agua; es por exceso de agua.

Y cuando va uno a la Orinoquía, a la Amazonía, ve uno esa cantidad de agua en un mundo donde la
gente está preocupada porque se está acabando el agua.

América, y sobre todo Suramérica, cada vez está siendo vista por el mundo entero como una de las
grandes fuentes de agua; Nosotros tenemos que preservar esas fuentes de agua a como dé lugar y
poderlas explotar bien.

No podemos seguir deforestando nuestros bosques, porque eso lo que significa es que cada vez vamos
a ir perdiendo más y más otra riqueza muy importante, como es el agua.

Por eso este Día de la Biodiversidad, entonces a la doctora Sandra Bessudo la voy a nombrar como Alta
Consejera para la Gestión Ambiental, Biodiversidad, Agua y Cambio Climático; para que tenga que ver
con todos los ministerios y coordine la acción mientras se crea el Ministerio del Medio Ambiente.

Lo segundo es que en este Día de la Biodiversidad, esta acción que inició la Policía, el general (Óscar)
Naranjo a la cabeza, en compañía del Ejército, de incautar estas retroexcavadoras, estas dragas, y de
capturar en flagrancia a esta gente que está, en cierta forma, asesinando nuestra biodiversidad, es el
inicio de una cruzada contra la minería ilegal en este país.

Porque no es solamente una minería ilegal aquí en Ayapel, en los sitios; en todo el país se está
presentando eso con daños incalculables para el futuro de nuestro país. Y el Gobierno no puede
quedarse quieto, todo lo contrario; tenemos que ser muy proactivos en detener este crimen ecológico
que se está cometiendo.

Tengo entendido que llegó el general Naranjo. General Naranjo, bienvenido. ¿Por qué no nos cuenta
hasta ahora el resultado de esta acción tan necesaria y que estábamos en mora de poner en marcha?

(…)

Muchas gracias, general. Y muchas gracias a sus hombres que participaron en esta operación; a los
hombres del Ejército que los acompañaron. Para eso está nuestro Ejército, nuestra Policía, para hacer
operaciones de este tipo, protegiendo a los colombianos, protegiendo el medio ambiente de los
colombianos.

Y esta operación en particular tiene un gran significado, porque como lo decía el general Naranjo, los
grupos ilegales, la propia guerrilla, los narcoterroristas y esas bandas criminales, se han apoderado de
esas explotaciones ilegales.

Y es una fuente muy importante de recursos. En la medida en que el narcotráfico lo hemos venido
golpeando, hemos venido disminuyendo esa fuente de financiación, se han venido trasladando para
conseguir recursos de otras fuentes y una de las fuentes que encontraron fue la minería ilegal, que en
su gran mayoría están cooptadas por estas bandas criminales, por estos gruidos al margen de la ley.

Existe un número importante de mineros artesanales, de mineros informales; a esos les decimos: no se
preocupen, vamos a formalizarlos. Vamos a proveer los instrumentos y los mecanismos para que ellos
se formalicen y puedan explotar los minerales en forma correcta, respetando el medio ambiente,
respetando el entorno; no derramando cianuro o mercurio en el agua, que después acaba con nuestros
peces o con las vidas humanas.

Aquí en esta región —Gobernadora (de Córdoba, Martha Sáenz), usted lo debe conocer—, ya se están
viendo malformaciones de los niños recién nacidos, que tienen que ver directamente con la presencia de
mercurio en el agua de estos humedales tan importantes para nuestra biodiversidad.

Por eso, general, ahí, como en todo, no baje la guardia. Déle con todo, general.

Educación, clave para la Prosperidad Democrática

Y ahora, a lo que vinimos.


Este Acuerdo para la Prosperidad sobre el tema muy, muy importante, sobre la educación.

No sé doctor Miguel (Peñaloza, Alto Consejero para las Regiones), si usted ya les explicó cómo
operaba, cómo está operando; desde ayer están reunidas las diferentes mesas y a este Acuerdo le
damos una gran importancia, porque la educación es el camino, el único camino que en el largo plazo
nos saca del subdesarrollo y de la pobreza.

No hay otro. Lo único que realmente como país, como sociedad nos va a permitir desarrollarnos,
progresar, llegar a eso que hemos denominado la Prosperidad Democrática, es la educación. Es la
forma más efectiva, la única forma real de que mucha gente salga de su situación de pobreza y pueda
desarrollarse en la vida con dignidad, y tengan oportunidades para que sus familias también puedan
desarrollarse con dignidad.

El Presidente Uribe hizo un gran esfuerzo y logró muchísimo, y hay que reconocérselo todos los días, en
materia de cobertura de la educación, aparte de muchos logros que el Presidente Uribe hizo por este
país en muchos frentes, y que nunca dejaremos de agradecerle.

Pero en materia de educación tuvo un gran desempeño en aumentar la cobertura. Hizo un gran
esfuerzo, un gran esfuerzo presupuestal, un gran esfuerzo institucional.

¿Qué nos corresponde ahora? No solamente mantener esa cobertura y ampliarla donde sea necesario,
sino ahora enfocarnos en la calidad de la educación.

Ahora, calidad de la educación

Yo le decía ayer al Rector del Colegio Nacional Pinillos, de Mompós, que llevaba 17 años, le decía:
mire, le acaban de entregar unas instalaciones maravillosas, unos niños con muchas ganas de
aprender, y estuve con ellos y les preguntaba qué materia les parece más difícil.

Uno decía, biología, el otro decía inglés, el otro decía matemáticas, pero se les veía la ansiedad de
aprender. Pero todo eso se puede venir al traste, todo ese esfuerzo no significa nada, si la calidad de la
educación que le damos a esos niños no es la óptima.

Y desafortunadamente, infortunadamente, nuestro país en materia de calidad está muy atrasado.


Tenemos un promedio demasiado bajo en prácticamente en todos los estamentos, pero sobretodo en
los estamentos públicos. Hay muchas brechas que hay que desaparecer o disminuir.

En la campaña yo decía: la Prosperidad Democrática quiere decir acabar con las brechas; brechas entre
el centro y las regiones como el Caribe en materia de desarrollo, brechas como el ingreso de los mas
pobres frente a los mas ricos.

En la educación hay varias brechas que tenemos que acabar. La primera de ellas es la brecha entre la
educación urbana y la educación rural. Es impresionante la diferencia entre la educación urbana y la
rural.

La segunda es la brecha entre los colegios públicos y los colegios privados. Ahí hay una gran diferencia
y eso lo que hace es perpetuar las desigualdades en todo sentido.

La tercera es la brecha entre los colombianos de ingresos altos y los colombianos de ingresos bajos en
materia de educación.

La cuarta brecha es el acceso a los bienes complementarios que requiere la educación —que toda
buena educación requiere bienes complementarios— y la tremenda diferencia que hay en la calidad de
la educación que reciben las poblaciones vulnerables. La mala educación que reciben por ejemplo los
indígenas, los afrodescendientes, los desplazados y también los discapacitados.

Ahí también tenemos que hacer un gran esfuerzo para ir reduciendo esas brechas, todo en función, no
solamente de darles acceso a la educación, sino a una buena educación.

Y ese es el fondo de la política de educación que vamos a adelantar en el Gobierno. La Ministra se los
va a explicar en más detalle ahora más tarde, tiene que ver con la calidad de la educación.

Hay todavía muchos niños que están por fuera del sistema educativo. Hay 11.3 millones de estudiantes
que están en las escuelas y colegios cursando preescolar, educación básica y educación media; falta
todavía poco más de un millón, 1.3 millones de niños que todavía no tienen acceso a esa educación,
que va a ser prioritario meterlos, para que todos los niños de Colombia tengan acceso a educación
preescolar, básica y media.

Pero al mismo tiempo, como les decía antes, poco sirve de que tengan una educación, si al final el
producto final es malo. Porque una mala educación le quita a ese muchacho o a esa muchacha las
oportunidades que la educación le debería dar para progresar en la vida. Y ahí es donde tenemos que
concentrarnos, porque los indicadores que tenemos en Colombia son muy preocupantes.

Hay diferentes pruebas, pruebas por ejemplo en los años 5° y 9°, que se llama la prueba Saber. En esa
prueba —óigase bien— el 70 por ciento, 70 por ciento de los estudiantes de los colegios oficiales,
obtienen lo que llaman logros mínimos, o sea están en el rango más bajo; ni siquiera obtienen el
promedio en el rango más bajo. Y tan solo dos por ciento, dos por ciento de los estudiantes de colegios
oficiales tienen resultados que pueden considerarse como sobresalientes.

Combatir deserción y analfabetismo

Tenemos también un problema de deserción, sobretodo en las zonas rurales. Y eso tenemos que
combatirlo porque ahí también hay una falencia básica. La deserción lo que hace es dejar a ese niño
que abandona el colegio sin oportunidades después, porque generalmente cuando se van no regresan;
por eso hay que hacer una gran campaña para evitar la deserción.

Hay otro reto muy importante que tenemos, que tiene que ver con el analfabetismo. En el país el
promedio es del 6.7 por ciento; se ha reducido uno por ciento en el último año, creo.

Pero hay regiones donde ese analfabetismo está por encima del 20 por ciento. Por ejemplo hay nueve
entidades territoriales que superan la tasa del 20 por ciento y más de 26 que están por encima del 10
por ciento. 26 entidades que están por encima del 10 por ciento, o sea el 10 por ciento de su población
es analfabeta. Infortunadamente tres de ellas están aquí en Córdoba, aquí en Montería, en Sahagún y
en Lorica; esas tres están por encima del 10 por ciento.

Ahí vamos a hacer un gran esfuerzo para que por lo menos entren en el promedio nacional, porque
imagínense ustedes la posibilidad de una persona para progresar en la vida si ni siquiera sabe leer y
escribir; eso es de sentido común.

Vamos a hacer un gran esfuerzo, y eso es parte del Proyecto de Regalías, de invertir el 10 por ciento de
las regalías en ciencia, tecnología e innovación. Eso debe darle un gran empuje a la calidad de la
educación, a concientizar la gente en materia de buscar una educación de calidad.

Y también vamos a hacer un gran esfuerzo para aumentar la cobertura de los colombianos y
colombianas que puedan cursar la educación superior o educación técnica superior. Ahí se hizo un
esfuerzo, pero hoy estamos en un 35 por ciento, 36. Eso es demasiado bajo si queremos realmente
nosotros competir con el mundo entero, porque en el fondo eso es lo que estamos haciendo. Y con eso
finalizo.

Una persona que se gradúa del colegio o de la universidad, y que quiere un empleo, en un mundo cada
vez más globalizado, está es compitiendo con otra persona en la India, u otra persona en Japón, u otra
persona en la China o en Argentina, porque en la medida en que el mundo se está globalizando, la
competencia por la calidad de la educación también se globaliza.

Y así como por ejemplo están llegando las empresas extranjeras a instalarse aquí en Colombia con los
llamados call centers  , esos sitios donde responden a los reclamos de las tarjetas de crédito de los
bancos, aquí en Colombia ya hay cientos de miles de colombianos que están trabajando en una
empresa que le está resolviendo un problema a un norteamericano en Hong Kong, que tiene alguna
duda sobre su cuenta que tiene en Sudáfrica, y esa comunicación se la está retransmitiendo una
persona aquí en Colombia.

O sea lo que les quiero decir es que la calidad de la educación, si queremos progresar, tiene que ser un
propósito nacional. Y en eso la Ministra pues está totalmente comprometida, ella les explicará cuál es la
política.
Y por eso hemos venido aquí a Córdoba, para que ese tema de la educación que es tan importante, lo
focalicemos aquí en Córdoba, qué podemos hacer, cómo podemos ayudar para que los colegios aquí en
Córdoba, sean cada vez mejores, para que los niños en Córdoba tengan mejor acceso a una mejor
educación.

De eso se trata este Acuerdo para la Prosperidad: educación aquí en Córdoba. Y yo espero que al final,
después de los resultados, todos quedemos con una ruta crítica de acciones para lograr ese objetivo.

Ustedes no se acaban de imaginar el mejoramiento de la calidad de vida en el mediano plazo. Si nos


ponemos hoy unas metas aquí en Córdoba sobre mejorar la calidad de la educación, el impacto que
tiene eso en el departamento, en el desarrollo del departamento, la calidad de vida del departamento, es
impresionante. Por eso escogimos aquí Córdoba, querida Gobernadora, querido Alcalde, y por eso
estamos aquí.

Quiero finalmente, al lado de mi señora (María Clemencia Rodríguez), está una gran amiga nuestra,
pero no vino por amiga nuestra; se llama Aída Furmanski (Presidenta de la Fundación Menorah). Vino
porque hace 30 años esta amiga nuestra tiene un colegio que se llama el Colegio Menorah, en un barrio
muy pobre, un barrio del Sisbén uno o Sisbén dos en Bogotá.

Sin embargo, este colegio que ella creó, que lo quiso hacer como parte la cadena de colegios distritales,
es un colegio distrital, pero que se ha dedicado a mejorarle la calidad al colegio, dedicado solamente a
las niñas, niñas de muy bajos recursos, ha graduado más de 7 mil niñas.

Una de ellas, por ejemplo, ustedes la oyen todos los días en ‘La Luciérnaga’, Alexandra Montoya, salió
del Colegio Menorah. Otra es una gran banquera; quería traerla hoy pero está en Nueva York; es una
gran banquera en Nueva York, se graduó de la universidad más prestigiosa de la ciudad de Nueva York.

Y esas 7 mil niñas están desempeñando un papel muy importante hoy en la sociedad. No solamente
ellas, sino han sacado a sus familias del nivel de pobreza. Y yo quise traerla para que nos aportara su
experiencia; lleva 30 años en esa materia, y ese colegio es uno de los tres mejores colegios de Bogotá.

Un colegio oficial, un colegio del Distrito, un colegio en una zona muy, muy desprotegida de la ciudad,
produciendo niñas con un nivel de educación por encima de los colegios privados en Bogotá. Ese es el
ejemplo que yo quisiera que todos los colegios oficiales siguieran. Gracias Aída.

Entonces muchas gracias y aquí oiremos a los voceros de los diferentes grupos”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la instalación de


la Mesa de la Justicia

Bogotá, 13 sep (SIG). “Con mucha ilusión, con mucha esperanza, estamos instalando hoy la Mesa de la
Justicia.

Tal como lo anunciamos el pasado 25 de agosto, cuando presentamos el texto de la Reforma a la


Justicia que propone el Gobierno, nuestro propósito es que tengamos un diálogo constructivo que
permita identificar los consensos y disensos que existan sobre su articulado.

Somos conscientes de que –como es natural en una reforma de esta trascendencia– existen toda clase
de opiniones, con argumentos a favor o en contra de las diversas propuestas.

De eso se trata. Queremos que el diálogo sea fluido e incluyente, y por eso celebro que en esta Mesa
participen los presidentes de las Altas Cortes, los directores de las entidades de control, los voceros de
los partidos políticos con representación en el Congreso, las universidades, los sindicatos, los gremios
económicos y los expertos juristas.

Aquí hemos venido, más que a explicar la reforma que proponemos –que ya lo hemos hecho en las
semanas previas– a escucharlos a ustedes, a que hablen con total libertad y a que, entre todos,
cumplamos con nuestra responsabilidad histórica hacia el país y hacia nuestra Justicia.

Nuestra responsabilidad es que de estos diálogos, de estas discusiones, salga una buena reforma, una
reforma que ayude a corregir las dificultades que se presentan en la administración de justicia, y a hacer
realidad una justicia más pronta, oportuna, cumplida y eficaz para todos los colombianos.

Como lo dije el viernes pasado en el Encuentro de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo,


cuando hablamos de buscar una mejor y más pronta Justicia, hablamos de seres humanos, de
colombianos del común, que tienen derecho a obtener una respuesta a sus demandas en un tiempo
razonable.

La necesidad de la justicia es innata al ser humano, y es obligación del Estado hacer efectivo el derecho
a la justicia que tienen todas las personas que hacen parte de la sociedad.

Queremos seguridad jurídica, queremos una adecuada Gerencia de la Justicia; queremos jueces y
magistrados concentrados exclusivamente en sus funciones jurisdiccionales, con carreras enmarcadas
en una profesionalización efectiva; queremos evitar eventuales “choques de trenes” entre las distintas
jurisdicciones; queremos dotar a las víctimas de derechos procesales, y queremos descongestionar los
despachos judiciales, entre otros objetivos.

Como en todo proceso donde participan diversos actores, con múltiples opiniones, es probable, es casi
seguro, que el resultado no satisfará a todos por igual, pero lo importante es que avancemos hacia el
objetivo fundamental, que es dar a los colombianos una más pronta y eficaz justicia.

Nuestra Constitución, que el próximo año cumple 20 años, está todavía en proceso de construcción, y
es nuestro deber ajustarla a las necesidades y prioridades de los tiempos actuales.

Ustedes me han oído muchas veces referirme a la necesidad de buscar el máximo equilibrio entre las
ramas del poder público.

Este equilibrio se ha roto, entre otras razones, por deficiencias del Ejecutivo y del Legislativo en su
misión de satisfacer las necesidades básicas de la población, de responder a las carencias de los
ciudadanos, y de reglamentar los derechos fundamentales de las personas, y los procedimientos y
recursos para su protección.

Ante esta insuficiencia, los jueces de la República han entrado a suplir, con sus sentencias –y
especialmente por la vía de la tutela–, el papel que deberíamos cumplir los otros dos poderes.

No lo digo en tono de crítica. Ha sido un desarrollo explicable dentro de la búsqueda de la realización


del Estado Social de Derecho que proclamó nuestra Carta Fundamental.

Pero es hora de que busquemos restablecer el equilibrio.

Para ello necesitamos que ninguna de las ramas del poder, ninguno de los actores estatales, nos
aferremos a los fueros conquistados por la fuerza de los hechos, y busquemos, mejor, una democracia,
una institucionalidad, en que cada uno de los poderes públicos se mantenga en sus fueros naturales,
colaborando armónicamente con los demás.

Hemos venido a escucharlos a todos; estamos abiertos a todas las ideas, a todas las iniciativas, a todas
las sugerencias.

Cuando estén de acuerdo con alguna parte de la reforma que hemos propuesto, no duden en decirlo y
en defenderla, para dotarla de mayor fuerza argumental.

Cuando no estén de acuerdo, parcial o totalmente, escucharemos sus críticas y evaluaremos las
alternativas que propongan.

Será difícil, casi imposible, lograr un consenso entre tantas opiniones, pero lo que queremos es que la
reforma que presentemos cuente con el mayor espacio de debate posible, y tengan la seguridad de que,
si nos convencen, estamos dispuestos a hacer las modificaciones que resulten necesarias.

La reforma que está a consideración no es una reforma improvisada.

Es el fruto de meses, de años, de trabajo, de observación, de consultas.

Es una suma de esfuerzos que recoge aportes de los más diversos sectores, que enriquecieron la
propuesta inicial, y que seguirán siendo enriquecidos en esta Mesa de Justicia que funcionará en los
próximos días.

Aquí están reflejadas, muchas de las sugerencias realizadas por la Comisión de Expertos, que presidió
el doctor José Alejandro Bonivento y que reunió a magistrados, ex magistrados, juristas, académicos y
ONGs, y que realizó a su vez múltiples consultas entre la comunidad académica y nacional.

Aquí está el producto de meses de trabajo de ex ministros, ex magistrados, abogados, que, bajo la
coordinación del ex procurador Carlos Gustavo Arrieta, diseñaron la propuesta jurídica de nuestra
campaña.

Así mismo, está reflejada la sesuda propuesta que elaboró, en su momento, el grupo de trabajo de la
campaña del hoy Ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras, que fusionamos con la
nuestra, preservando lo mejor de ambos proyectos.

Aquí hay aportes de importantes instituciones dedicadas al estudio del tema de la Justicia, como la
Corporación Excelencia por la Justicia –que usted presidió doctor Mauricio González y hoy está bajo la
acertada dirección de la doctora Gloria María Borrero– y del Instituto de Derecho Procesal, entre otras.

Se trata, entonces, de una propuesta de reforma que recoge años de trabajo, y cientos de horas de
estudio, debate y reflexión entre las personas que más conocen del tema.

Por lo mismo, merece ser considerada y evaluada con la mayor atención por todos los participantes de
esta Mesa de Justicia, y por el Congreso de la República, que tendrá participación en esta mesa a
través de los voceros de los diferentes partidos en él representados.

Creo que es bien importante que no solamente esta discusión se adelante entre el Ejecutivo y el poder
Judicial, sino que también contribuya el poder Legislativo.

Esa armonía entre los tres poderes es lo que la democracia colombiana necesita.

Por supuesto que será el Congreso el que, en última instancia, apruebe la reforma y resuelva los
disensos que subsistan, pero el propósito fundamental de todos, el propósito fundamental del Gobierno,
el propósito fundamental mío, es acertar en la reforma que el país necesita frente a su justicia.

Creemos que esto, dentro de los diferentes frentes que hemos puesto sobre la mesa en nuestro plan de
Gobierno, es muy importante.

Como les dije en mi visita a las Cortes el 25 de agosto, el tiempo es un factor esencial y por eso,
respetando la trascendencia del tema, hemos obrado con la mayor premura posible.

La legislatura tiene sus términos, que nos han obligado a fijar un límite de tiempo al necesario
intercambio de opiniones, con la esperanza de que podamos dar trámite pronto y exitoso a la Reforma.

Sin embargo –y en esto quiero ser claro–, si esta Mesa de Justicia que hoy instalamos, si el Poder
Judicial y el Poder Legislativo consideran que este ejercicio previo de debate y deliberación requiere de
más tiempo, podría considerarse posponer la presentación de la reforma ante el Congreso para el
segundo periodo de la actual legislatura, o sea, para principios del año entrante.

Nuestro deseo es presentar la reforma en pocos días, pero si los argumentos y la prudencia
aconsejaran hacerlo en el primer semestre del próximo año, estamos abiertos a esa opción.

Nuestro objetivo, más que correr, es que quede bien hecha.

Lo que sí no da espera son los cambios en la normatividad penal y de política criminal que nos permitan
afrontar con mayor contundencia la delincuencia en los centros urbanos y en todo el país, los cuales
presentaremos al Congreso en los próximos días.

Hablamos de reformas que endurezcan el régimen contra el porte ilegal de armas; ajustes necesarios al
sistema penal acusatorio; reformas al Código de Infancia y Adolescencia, que desestimulen la
participación de los jóvenes en actos criminales, y medidas contra el microtráfico, entre otras que
estamos considerando.
Esto es muy importante para la mejoría de la Seguridad Ciudadana, que nos hemos propuesto.

Y no menos importante, señores magistrados, es que tengamos pronto, muy pronto, un Fiscal General
designado en propiedad.

Como lo dije en mi vista a la Corte Suprema de Justicia, de mi parte pueden contar con toda la
colaboración a fin de encontrar fórmulas que les den tranquilidad en el cumplimiento de esta tarea, sin
que cerremos por anticipado ninguna puerta.

Perdónenme que insista en esto, pero el daño que causa la interinidad –sin desconocer las calidades y
el trabajo del fiscal encargado– es creciente en todos los ámbitos, incluyendo a la misma Corte
Suprema.

Apreciados amigos de la Mesa de la Justicia:

En las horas y días que vienen escucharemos diversas opiniones a favor o en contra de determinados
aspectos de la reforma, conceptos no sólo de juristas sino de miembros representativos de la sociedad
civil.

Les pido una sola cosa: Mantengamos la mente abierta.

No nos casemos con posiciones a priori porque la gracia del debate, el encanto de la deliberación, es
precisamente la posibilidad de cambiar de idea cuando los argumentos del otro resultan más
convincentes y atinados que los propios.

¡Qué bueno saber que la Justicia en Colombia es una preocupación de todos, y que todos queremos
contribuir a que sea pronta, ágil y eficaz!

Más y mejor justicia para todos los colombianos es una demanda no sólo de los ciudadanos de a pie,
sino de toda la sociedad, comenzando por la misma Rama Judicial, que quiere trabajar, con mayor
eficiencia, en el cumplimiento de su misión constitucional y por el bienestar del pueblo colombiano.

Últimamente me ha dado por citar, en este año del Bicentenario, a los próceres de nuestra
Independencia, porque ellos establecieron, no sólo con sus armas sino con sus acciones de Gobierno y
sus palabras de liderazgo, el curso institucional de la Colombia que hoy somos, 200 años después.

Permítanme, por ello, expresar los mejores augurios a esta Mesa de Justicia que hoy instalamos,
recordando las palabras del Libertador en su magistral Discurso de Angostura:

'Que los tribunales sean reforzados por la estabilidad y la independencia de los jueces; por el
establecimiento de jurados; de códigos civiles y criminales que no sean dictados por la antigüedad, ni
por reyes conquistadores, sino por la voz de la naturaleza, por el grito de la justicia y por el genio de la
sabiduría':

Que así sea, estimados amigos.

¡Que el 'grito de la justicia' y 'el genio de la sabiduría' iluminen las deliberaciones de esta Mesa de la
Justicia!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos al condecorar al equipo de ciclismo


Colombia es Pasión 4-72 Café de Colombia

Bogotá, 15 sep (SIG). “¡Que bueno! ¡Qué bueno es poderle dar a nuestros compatriotas buenas
noticias!

Esta semana tuvimos tres buenas noticias, en lo que va corrido de la semana. Ayer por la noche nos
comunicaron que Colombia había sido certificada en materia de derechos humanos por parte de
Estados Unidos. Es una noticia positiva, sobre todo justa, justa porque reconoce un esfuerzo que se ha
venido haciendo en un problema que nadie desconoce, un problema que todos sabemos que existió y
que todavía existe, pero en menor medida, y que estamos haciendo un gran esfuerzo para que el
problema de los derechos humanos en Colombia, de la violación de los derechos humanos deje de ser
un problema.

Y este reconocimiento es un pronunciamiento justo, que está señalando que efectivamente hemos
hecho un esfuerzo y seguiremos haciendo un gran esfuerzo en esa materia.

La otra buena noticia que recibimos en los días pasados fue el aumento en la calificación, o el
incremento en la calificación que una de las calificadoras de riesgo hizo sobre Colombia.

Cambiaron la calificación de un pronóstico estable a un pronóstico positivo

¿Eso qué quiere decir?

Quiere decir que quienes califican el riesgo de las inversiones a nivel mundial están diciendo que
Colombia es un menor riesgo, que Colombia está haciendo las cosas bien, que Colombia está poniendo
en marcha unas políticas económicas que nos van a dar frutos en el futuro, y por eso, ese cambio de
calificación positivo pues también es una buena noticia.

Entre otras cosas lo que eso hace es que los reduce el costo del capital, el costo de los intereses en
nuestra deuda externa, en nuestra deuda en general, y eso es bueno para la economía.

Pero la noticia que más nos ha emocionado y que nos convoca aquí el día de hoy es la noticia que estos
nuevos héroes de la Patria nos dieron el domingo pasado.

Un triunfo muy importante para los colombianos

Ese gran triunfo contundente, el más contunde de la historia en materia de ciclismo en esta gran
competencia es algo que para los colombianos significa muchísimo, es un ejemplo, y además nos llena
de patriotismo porque eso es lo que este tipo de noticias nos da; es una inyección de patriotismo, una
inyección de fe en el futuro y una inyección de autoestima que nos dice: los colombianos podemos
destacarnos en muchos frentes y uno de esos frentes es el deporte y dentro del deporte, el ciclismo.

Qué bonito, como aquí se dijo ya, el Tour de L’Avenir, que quiere decir: el Paseo del Porvenir. Lindo
nombre, además.

Paseo del porvenir porque eso son ustedes, una muestra de nuestro futuro, de nuestro porvenir, porque
así como ahora dieron ejemplo en esta competencia, como también ya se dijo aquí, esa es la antesala
para cosas más grandes hacia el futuro.

Y no sólo eso, sino que se llevan con ustedes el entusiasmo de miles, por no decir millones de
colombianos, que lo vieron a usted, Nairo (Quintana), montado en el podium, orgulloso, diciendo:
‘¡Cómo me siento de orgulloso de ser colombiano!’.

Y una cantidad de niños desde La Guajira hasta Leticia, Nariño, en su departamento, Boyacá, aquí en
Bogotá, diciendo: ‘Mire, si él pudo yo también puedo’.

Y eso tiene un efecto muy importante para nuestra juventud, para nuestra niñez, y eso se lo agradezco
de todo corazón. Porque esos hechos, para una sociedad, son importantísimos.

Son importantísimos porque le demuestran a la gente que sí podemos. Y no solo eso, sino que se
convierten en símbolos: símbolos de superación, símbolos de éxito, y eso una sociedad lo aprecia y lo
necesita.

Por eso esta celebración del día de hoy para mí es tan significativa, porque hace la labor del Gobierno,
la mía, más fácil, cuado personas como ustedes dejan tan bien el nombre de nuestra Patria ante el
mundo.

Por eso quiero decirles que esta medalla que les pusimos es una pequeña demostración de un gran
sentimiento, no solamente a nombre del Gobierno sino a nombre de todos los colombianos.

Decirles cómo esa superación de ustedes tiene un valor muy especial para los colombianos y para los
ciudadanos del futuro, de l’avenir, del porvenir.

Los patrocinadores

El equipo tiene unos patrocinadores, todos símbolos colombianos.

Mucha gente no sabe que 4-72, Servicios Postales 4-72, son las coordenadas del centro de Colombia.

¿En dónde es que queda, Juan Ernesto (Vargas, Presidente de 4-72)?

En Puerto López (Meta). Ahí hay un obelisco, este es el centro de Colombia, entonces el centro de
Colombia patrocinando el equipo.

Por otro lado, el Café de Colombia, que es el símbolo nuestro por excelencia.

Aquí está el Presidente de la Federación de Cafeteros (Luis Genaro Muñoz). Usted no se imagina lo que
significa que ustedes tengan ese loguito de Juan Valdez. En cada pedaleada ese loguito ahí, y la
televisión enfocándolos. Eso también es muy importante para nuestro producto insignia.

Y por supuesto, Colombia es Pasión, la pasión de ustedes. Eso se conjuga perfectamente: la pasión de
ustedes es lo que a los colombianos nos debe servir para seguir adelante, seguir adelante como
ustedes lo han hecho, esforzándonos cada vez más para que nuestro país sea cada vez mejor visto en
el exterior y con más progreso en el interior.

Por eso es tan importante esta celebración y esta conmemoración que hacemos a este gran triunfo.

Fortalecer a Coldeportes

Yo todavía recuerdo –y gracias por volvernos a dar ese gusto de lo que es el triunfo en el Tour de
L’Avenir- porque yo recuerdo muy bien, yo estaba viviendo en Londres, precisamente trabajando con la
Federación de Cafeteros en 1980, cuando se ganó la última vez, o cuando se ganó la primera vez el
Tour de L’Avenir.

Y recuerdo después, cinco años más tarde, que era Martín Ramírez quien lo volvió a ganar.

Pero ese primer triunfo fue para mí un momento muy especial. Por eso cuando lo volví a ver, montado
en el podium, me emocioné enormemente, porque recordé ese orgullo y lo que le sirvió en ese entonces
a Colombia ese triunfo, que hoy se repite después de muchos años de no haberlo saboreado.

De manera que muchas gracias por volvernos a dar ese gustico de cómo se saborea un buen triunfo
como el que ustedes acaban de realizar.

Y esto es algo también muy importante por la importancia –perdónenme la redundancia- del deporte.

Doctor Jairo (Clopatofsky, Director de Coldeportes), usted saber perfectamente que nosotros queremos
en este Gobierno que el deporte se convierta en una piedra fundamental.

No vamos a convertir a Coldeportes en ministerio porque ya estamos creando demasiados ministerios,


pero le vamos a dar un estatus como si fuera un ministerio, y le vamos a dar más presupuesto y vamos
a convertir al deporte en una verdadera pasión, ojalá de todos los niños y jóvenes de Colombia.

Qué mejor actividad para desarrollar en Colombia –aparte del estudio, señora Ministra de Educación,
como complemento, porque es parte de la educación de cualquier ser humano- que el deporte se
convierta en una locomotora de todos los niños y los jóvenes de Colombia.

Por eso tenemos que poner en marcha rápidamente, doctor Clopatofsky, el Plan Supérate, y ver cómo
vamos a implementar todas esas buenas ideas que usted y yo hemos discutido tanto, para iniciar ese
proceso de poner al deporte a la vanguardia de toda la actividad de nuestra sociedad.

Y yo me acuerdo que en la campaña estuve en Boyacá, la tierra, Nairo, de su padre y de mi padre,


porque mi padre también es boyacense, o era boyacense, y me pidieron que por qué no los ayudaba
con un centro de alto rendimiento.

¿Por qué no averiguamos cuánto puede costar ese centro y en nombre aquí de Nairo se lo damos a
Boyacá?

Eso tiene su razón de ser, porque yo pregunte: ‘¿Y por qué Boyacá?’.

Y me dieron toda clase de explicaciones técnicas: la altura, el entorno, no en vano Boyacá ha dado tan
buenos ciclistas a través de toda su historia, y por eso veamos a ver, porque creo que esa tierra, Nairo
(Quintana), de su padre y de mi padre, de pronto se merece un buen Centro de Alto Rendimiento.

Entonces vamos a ver, Jairo (Clopatofsky) si hacemos ese esfuercito y lo podemos ir construyendo por
etapas.

De manera que como les decía, esta es la antesala de triunfos mayores.

¡Qué bueno verlos a ustedes con ese entusiasmo, con ese amor por su Patria, con ese amor por el
deporte!

De nuevo muchas, muchas felicitaciones.

Nos hacen ustedes sentir al resto de los colombianos muy, muy orgullosos.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la inauguración


del nuevo edificio de la Cámara Colombiana de la Infraestructura

Bogotá, 16 sep (SIG). “¡Qué estimulante es atestiguar este avance de urbanismo, este avance
arquitectónico, de emprendimiento, que representa el nuevo edificio de la Cámara Colombiana de la
Infraestructura!

Los felicito de todo corazón, doctor Juan Martín (Caicedo Ferrer), a todos los afiliados a esta Cámara,
por esta nueva casa para su gremio, un gremio tan importante para la economía y el progreso del país.

La Cámara de la Infraestructura, con escasos 7 años de existencia, se ha posicionado dentro del sector
económico nacional y ha ganado gran credibilidad por su seriedad y aportes constructivos.

Como otros gremios económicos, es un ejemplo de UNIDAD, esa unidad que estamos proponiendo al
país, en torno a objetivos fundamentales.

¡Y cómo nos ha servido esta Unidad!

Esta mañana nos sirvió para poner de acuerdo a los directores de los partidos políticos que conforman
la Unidad Nacional, a los voceros en el Congreso de estos partidos, a las propias directivas del
Congreso, sobre el texto del proyecto de Ley de Víctimas que presentaremos al Congreso la próxima
semana.

Es un proyecto muy importante que va a cambiar mucho la imagen de este país, que va a ser de gran
beneficio para todos los colombianos.

Ésta es una ley fundamental en las prioridades no sólo del gobierno sino de toda la población, porque
nos ayudará a saldar una deuda moral que tenemos todos los colombianos hacia cientos de miles de
compatriotas que han sufrido durante tantos años a causa de la violencia.

Esta mañana también acordamos, dentro de ese espíritu de unidad, darle más tiempo al estudio y
concertación de la Reforma a la Justicia, que ya no se presentará este año sino en el primer semestre
del próximo.

Pero debe quedar muy claro: Reforma a la Justicia va a haber, porque es una necesidad para el buen
funcionamiento del Estado y para que los ciudadanos, las gentes del común, puedan tener una justicia
más ágil, más oportuna, que resuelva en un tiempo razonable sus demandas y sus denuncias.

Queremos que sea una excelente reforma, y por eso daremos más tiempo al diálogo, a la discusión, al
estudio y al análisis de la misma; escucharemos más opiniones y expondremos las nuestras con mayor
detalle, sin que esto signifique que sea obligatorio un consenso, sino que simplemente vamos a tratar de
llegar al mayor consenso posible antes de presentarla. Pero la vamos a presentar, y reforma a la justicia
habrá.

Apreciados amigos de la Cámara de la Infraestructura:

Cuando ustedes decidieron unir fuerzas para consolidar el sector y tener un interlocutor frente al
gobierno para promover sus intereses, y cuando se unieron para crear esta nueva sede, fueron
conscientes de que la unidad es la única forma de lograr grandes desafíos.

La unidad y pensar en grande, como hemos querido hacer en el Gobierno. Unirnos y pensar en grande.
Por eso estamos, por ejemplo, aspirando a entrar en la OECD (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico), que es un club no de países ricos sino de países de buenas prácticas. Países
que tienen siempre un espíritu de mejoramiento continuo. Por eso nosotros aspiramos a entrar a la
OECD.

Dentro de ese concepto de unidad y pensar en grande, doctor Juan Martín, quiero contarle a usted –que
tiene muy buen ojo para traer grandes pensadores, grandes interlocutores y gente con muy buena
experiencia; usted trajo hace dos años a la asamblea de la Cámara al ex presidente Felipe González y
trajo al año siguiente al presidente Lagos y al presidente Sanguinetti–, quiero contarle que en esa
ocasión, cuando trajo usted al presidente Felipe González, yo simplemente tenía una expectativa: la
posibilidad de ser candidato a la Presidencia de la República, si el presidente Uribe no se lanzaba por
tercera vez.

Me acuerdo que esa noche comimos con el presidente Felipe González. Y él me contó que estaba en un
proyecto precisamente con el presidente Lagos, el presidente Sanguinetti, el presidente Fernando
Henrique Cardozo y otros dirigentes a nivel internacional. Ellos estaban liderando ese proyecto, de
escoger las mejores políticas, de acuerdo a su experiencia, a lo que el mundo ha tenido como
experiencia, y poder darle un menú adecuado para los países en América Latina.

Pues bien, después de esa comida que tuve con Felipe González, hace ya dos años larguitos, este fin
de semana llega Felipe González, el sábado, aquí a Bogotá, a discutir el proyecto que ellos ya tienen
listo, para ver cómo podemos usar a Colombia como país piloto para muchas de esas políticas que ellos
han venido recogiendo en estos últimos años. Y ya las tienen listas para que puedan ser lanzadas hacia
América Latina.

Pero al conversar con él, coincidimos plenamente en darle prioridad a ciertos sectores. Uno de esos
sectores es precisamente la infraestructura. Por eso pensar en grande y unidos, siempre produce
buenos resultados.

Por eso en nuestro Gobierno hemos propuesto la unidad y pensar en grande para alcanzar el desafío de
llevar a Colombia hacia la Prosperidad Democrática, una prosperidad que supone un crecimiento
económico jalonado por cinco locomotoras, entre las cuales ocupa un lugar muy destacado la
Infraestructura.
 
Es urgente, para nuestra competitividad, para nuestra conectividad, para nuestra movilidad, que
superemos el rezago de décadas, obrando con absoluta eficiencia y transparencia en la planeación,
ejecución y cumplimiento de las grandes obras que necesitamos.

Miren esto: las 25 concesiones que hay adjudicadas actualmente tuvieron un costo inicial de 13 billones
de pesos pero hoy superan los 24 billones, por múltiples razones, como el mayor alcance de las obras.

Pero también por otras razones, como la falta de buenos diseños y estudios, de licencias ambientales,
de una oportuna y apropiada adquisición de predios, o problemas con las redes de servicios públicos.

Por ello, hemos dicho en reiteradas oportunidades que sólo se licitarán proyectos de infraestructura que
cuenten con un adecuado nivel de estudio y diseño, y así lo reforzamos en el Estatuto Anticorrupción
que presentamos al Congreso.

Nos enfocaremos –de la mano de ustedes, del gremio de la Infraestructura– en 3 temas prioritarios:
1. Terminar lo empezado.

2. Fortalecer los procesos de estudios, diseños, licencias ambientales, adquisición de peajes y buscar –
con ustedes– una solución al problema de las redes de servicios públicos.

3. Fortalecer el INCO para convertirla en la nueva Agencia Nacional de Infraestructura y Transporte.

Ojalá, cuando la creemos, esa nueva Agencia Nacional de Infraestructura pueda estar aquí localizada,
como está hoy la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Y que ojalá sea más exitosa que la Agencia
Nacional de Hidrocarburos, porque eso significaría que hicimos las cosas bien.

Todo esto nos permitirá tener una infraestructura sólida para competir en la economía global, llevando la
producción, el ingenio y el trabajo de los colombianos a todos los rincones del mundo.

Según cifras recientes, en 2009 hubo cerca de 56 mil empleos asociados a la inversión de 7,5 billones
de pesos en el sector transporte, y en este año, apenas en el primer trimestre, se crearon cerca de 11
mil nuevos empleos con una inversión de 1,4 billones.

Porque la infraestructura no sólo cumple un papel relevante como base de nuestra productividad y
competitividad, sino también como generadora de empleo, un objetivo prioritario de nuestro gobierno y
un reto fundamental de nuestra nación.

Y esta semana conocimos un dato muy estimulante: Cuando pocos apostaban a un crecimiento
significativo de la inversión en infraestructura, en el segundo trimestre del año ésta aumentó un 6,2%,
muy por encima de los estimativos más optimistas.

De manera que sigan adelante con el lema del gremio –que ya ha mencionado el doctor Juan Martín–:
“La unión hace la infraestructura”. 

Por mi parte, quiero reiterarles que en mí y en mi gobierno siempre encontrarán un aliado para echarle
más carbón a esta locomotora.

Ustedes son un socio muy importante para el Gobierno, y tenemos objetivos comunes para sacar
adelante el Plan de Desarrollo de Infraestructura que seguirá el país en los próximos cuatro años.

Debo mencionar también que este moderno edificio hace parte del gran proyecto que adelanta la
Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo de crear en esta área la Ciudad Empresarial Sarmiento
Angulo.

Aportes como el que generosamente adelanta el doctor Luis Carlos Sarmiento, nos ayudarán a
proyectarnos hacia un futuro próspero, seguro y feliz, con modernos centros empresariales como los
que existen en Buenos Aires y Madrid.

Usted mencionaba, doctor Luis Carlos Sarmiento, que este edificio hace que los trabajadores rindan
más, por el ambiente, por la forma como se construyó. Me explicaban ahora el tipo de vidrio, de
calefacción y de energía que utilizan.

Me da mucha envidia, porque yo trabajé tres años aquí al frente, en el Ministerio de Defensa, y le cuento
que mientras, con los comandantes, planeábamos la Operación Jaque y la Operación Fénix y las otras
operaciones, teníamos que tener el trolley de los cafés con una mano, porque estaba inclinado el edificio
y se iban los cafés para un lado y se iban para el otro.

Y de ahí surgió una idea, que coincidió con una iniciativa de la Universidad Nacional, de hacer una gran
reforma de todo el CAN (Centro Administrativo Nacional). Adelantamos muchas conversaciones. Y va a
ser una reforma con el Ministerio de Educación. El Ministerio de Defensa lo quiere hacer. Porque  
realmente da vergüenza ese edificio del Ministerio de Defensa como está en este momento. Y la
Universidad Nacional hizo todos los planes y todos los diseños.

Qué bueno tener, para que no haya un desequilibrio, ese desarrollo. Y si ustedes nos ayudan a hacer
ese desarrollo, pues lo podemos también contrarrestar con esta parte.

Por eso le doy las gracias al doctor Luis Carlos Sarmiento, por darnos otro ejemplo de lo que en grande
puede producir. Este es un ejemplo. Por su sentido patriótico y por sus incalculables aportes al
desarrollo del país.

Y por supuesto, felicito también a la Cámara, a los gremios, a las firmas que hicieron parte de este
proyecto institucional, comenzando por Odinsa, presidida por el doctor Luis Fernando Jaramillo.

Me acuerdo cuando ustedes, Juan Martín y el doctor Luis Fernando, querían comprar un lote que
pertenecía al Ejército, allá en la 100, para construir este edificio. Y les dije: ¡Adelante! No sé qué pasó
con ese negocio. El Ejército no hizo un buen negocio, ustedes sí. Y eso es pensar en grande.

Los felicito porque este es un aporte muy importante para la ciudad. Esta nueva obra es muestra de la
capacidad y tenacidad de los colombianos para seguir construyendo más y mejores proyectos que nos
proyectan como una nación con futuro.

¡Sigamos adelante con paso firme y con buenas obras para alcanzar la prosperidad que todos
soñamos!”.

Palabras del Presidente Santos durante el reconocimiento a las tropas


en la Base de Larandia, Caquetá

Florencia, Caquetá, 17 sep (SIG). “Me siento muy emocionado de estar nuevamente aquí en este fuerte
militar, con ustedes. Me han hecho falta.

Me siento muy emocionado porque este es un sitio simbólico en nuestra lucha por la libertad, por
fortalecer nuestra democracia, contra el terrorismo y contra el narcotráfico.

Aquí está la Fuerza de Tarea Conjunta ‘Omega’, que es un bastión en los logros que hemos obtenido en
estos últimos años, y que tanto beneficio le ha traído a la Patria.

Me complace mucho tener como Comandante General de las Fuerzas Militares, al almirante (Edgar)
Cely, quien fue uno de los cofundadores de esta heroica Fuerza de Tarea ‘Omega’.

Él inició como segundo del general (Reinaldo) Castellanos, en el año 2004, y desde entonces, desde
que aquí llegaron a poner nuevamente la bandera de nuestra Patria para liberar del terrorismo, de la
violencia, esta zona que se encontraba dominada por muchos años por los violentos, por los enemigos
de nuestra democracia, desde entonces hemos visto un progreso espectacular.

Aquí está también el Batallón Héroes del Guepí, está la Brigada contra el Narcotráfico, y por supuesto
también está la presencia de la Policía Nacional con su Base Antinarcóticos y la Policía del
Departamento, que cuida la seguridad y la convivencia de nuestros compatriotas.

El país vive hoy, en estos momentos, unas circunstancias muy especiales. El país ha tenido un progreso
enorme y está siendo exaltado por el mundo entero como un ejemplo, está siendo señalado por los
inversionistas internacionales como un potencial enorme, por eso llegan todos los días personajes de
todos los rincones del planeta a buscar oportunidades de empleo, a buscar oportunidades de inversión,
a buscar oportunidades de asociarse con Colombia en sus negocios, en sus esquemas, en sus planes.
Y eso se debe a la labor de ustedes, de esta Fuerza de Tarea ‘Omega’, de los soldados de tierra, mar y
aire, y de nuestra Policía.

Voy a la ONU la semana entrante. Colombia fue escogida como uno de los tres países que el próximo
miércoles tienen que decirle al mundo cómo hemos avanzado en estos últimos años.

Colombia ha sido escogida como un ejemplo de la forma como nosotros, los colombianos, hemos
logrado superar muchos problemas y hemos avanzado en materia de seguridad, que es la base para
también avanzar en los indicadores sociales, en el desarrollo económico y social del país.

¡Qué orgullo haber sido escogido como uno de esos tres países!

Pero eso se debe a la labor de ustedes, los verdaderos héroes de nuestra Patria. Con eso se han
ganado la admiración de todos sus compatriotas. Por eso deben sentirse muy orgullosos, como deben
sentirse muy orgullosos sus familiares, sus amigos, como nos sentimos muy orgullosos todos los
colombianos de nuestros soldados, de nuestros policías.

Por eso, cada vez que hacen una encuesta, cuando señalan a quién admira usted como institución, de
quién tiene un concepto más favorable, siempre aparecen nuestras gloriosas Fuerzas Armadas en
primer lugar

¡Qué orgullo, qué bueno y qué reconocimiento tan merecido!

Muchos de ustedes llevan un largo tiempo, otros están más recientemente en las filas de nuestro
Ejército, de nuestra Fuerza Aérea, de nuestra Armada, de nuestra Policía.

Pero a todos nos une un propósito común: defender la Patria, defender la seguridad de los compatriotas
y alcanzar la paz.

La paz es lo que todos queremos como último objetivo.

Qué injusto cuando algunos señalan que las Fuerza Militares no están interesadas en la paz.

No solo es injusto, sino es irracional. A las Fuerzas Militares es a quienes más les interesa la paz,
porque es quien más sufre la guerra, quien más pone, la única que pone los muertos son las Fuerza
Armadas.

Nuestros héroes están buscando siempre es la paz.

Pero en esa búsqueda de la paz, en esa búsqueda de un país tranquilo se tienen que hacer enormes
sacrificios, y ustedes lo han hecho y estoy seguro que lo seguirán haciendo.

‘Nos falta recorrer el último tramo’

Hemos avanzado muchísimo. Solamente el estar aquí, cuando hace algunos años atreverse a visitar
estas tierras era inconcebible.

Los colombianos transcurren y deambulan durante todo el día y todas las noches por el territorio
nacional, sin ese temor que sentían hace algunos años.

El mundo nos reconoce que hemos avanzado pero tenemos que seguir luchando, porque no hemos
llegado a la otra orilla del río todavía.

Nos falta, y nos falta el camino más difícil, que es el último tramo; el camino más complicado, que estoy
seguro que lo vamos a vencer, porque ustedes han sido ejemplo de eficacia en el campo de batalla y de
eficacia en la lucha contra el terrorismo, de eficacia en la lucha contra el narcotráfico, de eficacia en
materia de inteligencia.

En este último tramo que vamos a recorrer en el futuro próximo tenemos que hacerlo con audacia, con
imaginación, con total determinación.

Qué orgulloso me siento yo, como Presidente de la República, cuando veo por ejemplo que nuestra
Fuerzas Especiales se ganan año tras año las olimpiadas de Fuerzas Especiales de todo el continente.

Cuatro años llevamos, General, ganándonos esas olimpiadas, cuatro o cinco años.

Qué orgulloso me sentí como Presidente de la Republica cuando llegue a Haití, un país que está
sufriendo como ningún otro, que se está levantando de la anarquía después de ese devastador
terremoto

¿Y quién era la Policía del mundo en Haití? La Policía de Colombia, la única Policía ahí reconocida.

Y eso nos llena a todos de optimismo en el futuro, porque sabemos que estamos en buenas manos,
estamos en las manos de ustedes.

Y ese tramo que tenemos que recorrer, ese último tramo tenemos que hacerlo también con total
coordinación; tenemos que hacerlo usando la imaginación, usando el ingenio, porque ese último tramo
va a ser el definitivo.
Y el enemigo ha aprendido de nosotros, el enemigo se ha acoplado a los métodos con que los hemos
castigado, con que los hemos combatido, y por eso nosotros tenemos que estar siempre innovando.

Un paso adelante siempre, siempre usando la imaginación y trabajando en forma conjunta el Ejército, la
Armada, la Fuerza Aérea y la Policía. Eso es lo que nos ha dado esa unión, esa coordinación, es lo que
nos ha dado en el pasado tan buenos resultados.

En el Ministerio de Defensa, cuando tuve el honor de ocupar ese cargo durante tres años, bajo la
administración del Presidente (Álvaro) Uribe, insistí en forma repetitiva: trabajo conjunto, trabajo
conjunto como esta Fuerza de Tarea Conjunta ‘Omega’, con la Policía.

Y ese trabajo conjunto siempre produce algo que también necesitamos y que el pueblo colombiano
también espera: resultados, resultados, cada vez más resultados para que ese tramo final dure el menor
tiempo posible y lleguemos finalmente a ese país en paz que todos añoramos.

Cuenten ustedes con mi total respaldo.

Ustedes saben muy bien que yo me siento –porque lo soy- parte de las Fuerzas Armadas de Colombia.
Esa pertenencia, ese sentido de pertenencia me obliga a darles todavía más respaldo como su
comandante supremo como Presidente de la Republica.

Ustedes van a encontrar en mí un aliado permanente, que trabaja para las Fuerzas Armadas de
Colombia y con las Fuerzas Armadas de Colombia.

Y Ministro, cuando estuve en el Ministerio creamos una dirección, la Dirección del Bienestar, el bienestar
de nuestra gente. Quiero que le den toda la importancia, porque así como ellos se sacrifican por el resto
de los compatriotas, el resto de los compatriotas también tienen que retribuirle, y la forma de retribuirle
es dándole bienestar a nuestras tropas, a nuestras tropas y a sus familias.

Ahí también, dentro de las limitaciones presupuestales que tenemos, van a ver ustedes un Presidente
preocupado por el bienestar de todos y cada uno de ustedes.

¿Por qué –y eso es una frase que le aprendí a un poeta, que la voy a repetir, o una serie de frases- por
qué los admiramos tanto?

¿Por qué el pueblo colombiano los quiere tanto?

¿Por qué debemos apoyarlos tanto?

Porque es el soldado, no el sacerdote, el que nos ha dado la libertad de religión.

Porque es el soldado, no el periodista, el que nos ha dado la libertad de prensa.

Porque es el soldado, no el poeta, el que nos ha dado la libertad de expresión.

Porque es el soldado, no el abogado, el que nos ha dado el derecho a un juicio justo.

Porque es el soldado, no el político, el que nos ha dado el derecho a votar.

En las últimas elecciones, cuando fui elegido con la mayor votación en la historia de este país: 9
millones de votos, la gente pudo votar en todos los rincones de la Patria. Nunca antes se había podido
votar en tantos sitios.

¿Gracias a quién?

Gracias a ustedes.

Y eso se reprodujo por el mundo entero, como un ejemplo de un país que a base de templanza, de
tesón, logró convertir nuevamente su democracia en una democracia vibrante, actuante y legítima.

Y porque es el soldado, no el agitador, el que nos ha dado la libertad de protestar.

Por eso me duele tanto cuando vemos colombianos o colombianas queriéndole hacer daño a las
Fuerzas Militares, a la Fuerzas Armadas, a Colombia, en el exterior. Sobretodo cuando ostentan una
dignidad.

‘Rechazamos las expresiones que legitiman el terrorismo’

Nosotros respetamos, como el que más, la libertad de expresión, la libertad de disentir, la libertad de
crítica, le damos inclusive la bienvenida. De eso se trata la democracia.

Pero nos duele cuando esa crítica es una crítica basada en mentiras, en falacias, en señalamientos
totalmente injustos.

Por eso, cuando eso sucede, tenemos la obligación de rechazarlo en forma contundente.

No podemos dejar pasar desapercibido a la señora Piedad Córdoba.

Les voy a leer lo que esta señora dijo allá en el Parlamento Europeo, para que se den cuenta ustedes
de por qué digo que tenemos que rechazar, así respetemos la libertad de disentir, tenemos que
rechazar en forma contundente esas expresiones que están legitimando el terrorismo.

Dice esta Senadora, Presidenta de la Comisión del Paz del Congreso de la República: ‘Colombia es una
fosa común, Colombia es el mayor cementerio de América Latina’.

Y dice que ‘hoy nos permite a nosotros’, no se quién será ‘nosotros’, ‘decirles que trabajamos
duramente, porque estamos convencidos de que vamos a llegar al poder’. Una intención política.

Y miren lo que dice: ‘Hay 7 mil 500 presos políticos y de opinión, con unas condiciones infamantes,
donde por el simple hecho de ser combatiente guerrillero o por ser pensador de opinión, de pensamiento
crítico, están en una condiciones absolutamente indeseables’.

Y dice esta Senadora que ‘en Colombia la lucha armada, cuando se conocen situaciones como las que
se están dando en Colombia, lo único que hacen es legitimarla, validarla, consolidarla, porque en
Colombia no hay espacio para la discusión política’.

Por fortuna la Unión Europea no escuchó. A palabras tontas oídos sordos.

Pero nos duele que una persona que ostenta una dignidad como la que ostenta la Senadora Piedad
Córdoba, se vaya al Parlamento Europeo a decir lo que les acabo de repetir: ‘Siete mil 500 presos
políticos por emitir una opinión’, cuando todo el mundo sabe que aquí se respeta la libertad de
expresión, y el Gobierno y el Estado garantizan esa libertad de expresión.

No hay un solo colombiano preso por emitir una opinión.

Eso es una falacia que nos duele y nos hace daño, y por eso lo rechazamos en forma clara y
contundente.

Esa misma Senadora regresó del exilio, de un autoexilio –estaba en el Canadá- porque ustedes, los
soldados de la Patria, los policías de la Patria, le dieron a este país la suficiente seguridad para que ella
viniera a expresar sus opiniones en todos los foros políticos y de otra índole, que haya ella querido
asistir.

Por eso es tan injusto y tan condenable lo que ella está diciendo.

Pero también nosotros debemos asumir esa posición de a palabras tontas oídos sordos, y seguir
adelante, seguir adelante en nuestro empeño por darle cada vez más seguridad a los colombianos; en
nuestro empeño por seguir debilitando a las Farc.

‘Hay que seguir avanzando con más contundencia’

Las Farc están cada vez más débiles. Los desmovilizados de estos últimos meses así lo confirman. Las
operaciones que hacen demuestran es debilidad, cuando tienen que recurrir simplemente a los
explosivos y después salir corriendo. Actos puramente terroristas demuestran es debilidad.

Y ahí es cuando hay que seguir avanzando con más contundencia, con más determinación, para que
finalmente lo que queda de las Farc o se desmovilice o se entregue.
Y a eso los invito, queridos soldados y policías de la Patria: a seguir luchando con todo lo que tenemos,
y tenemos mucho, ustedes tienen mucho.

Los invito a que sigan en ese camino por darles total tranquilidad a sus compatriotas, y para que nuestra
democracia, nuestra Patria, sea cada vez más próspera y más feliz.

Hemos dicho que vamos a pasar de la Seguridad Democrática a la Prosperidad Democrática, y en eso
estamos, para que ustedes, sus familias, las familias de todos los colombianos, tengan un mejor
porvenir.

Vamos por buen camino, vamos avanzando, avancemos más para lograr ese objetivo que tanto
añoramos todos los colombianos.

Estoy totalmente convencido que ustedes podrán hacerlo, con mi apoyo, con el apoyo de todos los
colombianos, porque ese es otro aspecto que los debe enorgullecer.

Cada vez que les preguntan a los colombianos la opinión favorable o desfavorable de las Farc, el 99 por
ciento del pueblo las rechaza.

Ahí no hay ningún apoyo, solamente intimidación.

Solamente operan por la fuerza, y eso les da a ustedes una ventaja estratégica, les da a todos una
ventaja estratégica, aprovechémosla.

Siempre de la mano de la población civil, que está de nuestro lado, que está de nuestro lado, vamos a ir
debilitando más y más a los enemigos, y quitándoles sus fuentes de financiación, como es el
narcotráfico.

El narcotráfico para nosotros ha sido un flagelo que nos ha hecho sufrir como ningún país del mundo,
pero también lo estamos venciendo.

El último año, año 2009, gracias al esfuerzo de la Policía y del Ejército, la producción de cultivos de coca
se redujo sustancialmente. Ya no somos el primer productor del mundo, y tenemos que seguir
avanzando también en ese frente, porque el narcotráfico es lo que alimenta el terrorismo.

O sea que vamos ganando, vamos bien y yo he venido aquí a decirles:

¡Ánimo, Ánimo!

Hemos metido varios goles, pero tenemos que meter muchos goles más y estoy seguro que ustedes
podrán hacerlo.

Ustedes son el orgullo de la Patria, los héroes de la Patria, y por eso estoy muy contento, muy
emocionado de haber venido aquí ya como Presidente de la República.

Lo había hecho en varias ocasiones como Ministro de Defensa, pero quise venir aquí a decirles gracias,
gracias por su trabajo, gracias por su sacrificio y gracias por los resultados que vamos a seguir
obteniendo.

Que Dios los bendiga”.

Palabras del Presidente Santos en la sexta jornada de Acuerdos para


la Prosperidad

San Vicente del Caguán, Caquetá, 18 sep (SIG). “Nuevamente nos reunimos en este Acuerdo para la
Prosperidad, en este caso que hemos llamado para la Consolidación Territorial.

Hacemos un paréntesis para decirles un par de cosas que creo que es importante:

El próximo martes viajamos a Nueva York a la Asamblea General de la ONU (Organización de Naciones
Unidas) es el primer viaje mío como Presidente a esa magna Asamblea, y tenemos una circunstancia
muy especial.

El miércoles por la mañana vamos a intervenir con dos países, dos países adicionales, fuimos
escogidos tres países entre todos los países del mundo, para que contemos el progreso que hemos
tenido como ejemplo para el resto del mundo en estos últimos años, en el cumplimiento de las Metas del
Milenio.

Es un honor para Colombia que hayamos sido escogidos como uno de tres, entre todos los países
miembros de la ONU, como un ejemplo que vamos a señalarles, a explicarles qué es lo que aquí se ha
hecho.

Esto es un tributo al (ex) Presidente (Álvaro) Uribe. No quiero ganarme ningunas indulgencias.

Allá iremos a decirle al mundo el esfuerzo que hemos hecho  los colombianos en estos últimos años
para traer seguridad, pero al mismo tiempo que traemos seguridad, que es la base del desarrollo,
tenemos que acompañar esa seguridad con desarrollo social, con desarrollo económico, con presencia
del Estado.

Y ese ejemplo que vamos a relatar al mundo entero el próximo miércoles en Naciones Unidas, pues
aquí en el Caquetá, aquí en San Vicente del Caguán es exactamente lo que también vamos a hacer en
el día de hoy. Cómo vamos a consolidar la presencia del Estado para traer paz y prosperidad,
prosperidad democrática, a esta región que ha sufrido tanto pero que tiene tanto potencial.

Allá en Nueva York pues vamos a aprovechar, como suele suceder en este tipo de reuniones, para tener
entrevistas y reuniones bilaterales con muchos Jefes de Estado, entre ellos los Jefes de Estado de un
nuevo grupo –ya ustedes me lo han oído mencionar- el grupo de los Civets.

Ese grupo se lo inventó un banquero, el presidente del banco más grande del mundo, y dijo: ‘Después
de los que llamaron Bric, que eran Brasil, Rusia, India y China, vienen irrumpiendo en el desarrollo
mundial unos países emergentes, pero que están emergiendo con gran fuerza. Civets quiere decir
Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica’.

El único país dentro de ese grupo, de América Latina, es Colombia.

Y coincidencialmente en la última edición de una de las revistas, tal vez la revista más prestigiosa del
mundo, The Economist, en esta edición dicen cómo esta década que ahora comienza es la década de
América Latina, y cómo América Latina se está disparando aquí.

Señalan a Colombia como uno de los países que se está perfilando con gran éxito hacia el desarrollo,
haciendo las cosas bien, y esa coincidencia de estar uno en el grupo de los Civets como el único país
latinoamericano, la década de América Latina iniciando un proceso muy importante, atrayendo inversión
de todo tipo, la inversión del mundo, eso nos da a nosotros los colombianos una gran, gran oportunidad.

Una gran oportunidad para que podamos hacer grandes cosas nunca antes vistas en materia de
desarrollo, de traerle bienestar a nuestra sociedad, bienestar a nuestro pueblo.

Allá tendremos la oportunidad de reunirnos también con mandatarios de otras regiones, con el ex
Presidente (de Estados Unidos, Bill) Clinton, con el ex Primer Ministro (de Inglaterra) Tony Blair, con los
presidentes de muchos de los países del Civets, con el Primer Ministro de Canadá (Stephen Harper),
con muchos mandatarios que vamos a aprovechar todo el tiempo.

Vamos a hacer la intervención nuestra, eso es por sorteo y nos correspondió hacerla el viernes, y aquí
estaremos de vuelta el sábado.

Llamada del Presidente Chávez

También quiero contarles que anoche cuando estábamos comiendo con los soldados, con nuestros
héroes de la Patria allá en el fuerte de Larandia, recibí una llamada del Presidente (de Venezuela, Hugo)
Chávez, y el Presidente Chávez, muy amable, me dijo que quería informarme de la captura de este
narcotraficante alias ‘Beto Marín’, un narcotraficante que estábamos buscando hace mucho tiempo.

Me acuerdo que con el General (Óscar) Naranjo (Director de la Policía Nacional) desde hace muchos
años lo teníamos en la mira.

Le agradecí al Presidente Chávez; dijimos que íbamos a continuar en esta colaboración de la lucha
contra todos los grupos ilegales; me reafirmó su voluntad de no permitir la presencia de grupos ilegales
en su territorio, y también me informó que estaba iniciando operaciones en diferentes áreas para
asegurarse de cumplir ese objetivo, cosa que le agradecí.

Y también me dijo, y esto es una buena noticia para nuestros exportadores, que ya había dado la orden
de girar otros 58 millones de dólares para pagar las deudas que tienen con nuestros exportadores.

Y me dijo muy enfáticamente: ‘Pagaremos hasta el último centavo que debemos a los exportadores
colombianos’.

Eso es una buena noticia para nosotros. Estamos cumpliendo con los compromisos que adquirimos, y
por eso celebro que esto haya sucedido anoche.

Menos bajas en la Fuerza Pública

Y lo tercero que quería contarles es precisamente la reunión que tuvimos con los Altos Mandos, con el
señor Ministro (de Defensa, Rodrigo Rivera) el día de ayer.

Aparte de ir a visitar a estos héroes de la Patria que son estos soldados, oficiales, suboficiales que están
allá en el Fuerte de Larandia, en el Comando Conjunto ‘Omega’, que es un poco el bastión de la lucha
contra este narcoterrorismo de las Farc, y la lucha para poder traerle paz y tranquilidad a este región
que ha sido tan golpeada por la violencia, allá estuvimos no solamente  hablando con los soldados y con
los policías que están aquí en el Caquetá ayudado también con gran valor  a mantener la segundad de
nuestros compatriotas, sino que hicimos un análisis muy profundo sobre cómo va esta operación aquí
en todo este territorio, que está bajo la jurisdicción del Comando Conjunto ‘Omega’.

Vimos cómo efectivamente se vienen cumpliendo unos objetivos, cómo hay que readaptarse a las
nuevas circunstancias; vimos con satisfacción unos resultados muy importantes: por ejemplo,
mantuvimos el número de iniciativas, de combates, pero redujimos en el lado nuestro, sustancialmente,
el número de  bajas de nuestros héroes, de nuestro soldados. Eso me pareció un dato muy alentador.

¿Cuáles son esas cifras?

Aquí está el general (Javier) Florez (Comandante de la Fuerza de Tarea ‘Omega’) ¿Cuáles son esas
cifras que usted me dio ayer, por qué no se las dice aquí a los colombianos?

Comandante de la  Fuerza de Tarea Conjunta Omega, general Javier Alberto Florez: Muchas
gracias señor Presidente.

Efectivamente en el año 2010 la  Fuerza de Tarea Conjunta ‘Omega’ en sus tres departamentos:
Caquetá, Meta y Guaviare, y con la nueva estrategia hemos podido reducir en un 62 por ciento la
afectación de las propias tropas. Llevamos 516 terroristas, entre desmovilizados, muertos y capturados,
y las propias tropas 21 soldados muertos y 52 heridos, señor Presidente.

Esto se ha reducido en un 65 por ciento.

Presidente Juan Manuel Santos: ¿El número de nuestros afectados?

General Javier Florez: El número de nuestros afectados.

Presidente Juan Manuel Santos: ¿Y el de ellos se ha mantenido más o menos  igual?

General Javier Florez: Y el de ellos, los 500 y pico a esta época del 2009, señor Presidente.

Presidente Juan Manuel Santos: Es que nuestra Fuerzas no paran un solo día. Esta mañana aquí
hubo un combate a 15 minutos de aquí.

General Javier Florez: Quince minutos en helicóptero, sobre el río Tunia, señor Presidente, contra el
frente Yari, el cabecilla ‘Dumar’, tercer cabecilla, donde como resultado de eso llevamos un terrorista
muerto en combate”.

Presidente Juan Manuel Santos: Y estamos viendo resultados todos los días. Ayer se desmovilizaron
cuatro. Llevamos en lo corrido del año más de mil 600 desmovilizados. Tuve la oportunidad de escuchar
uno de ellos, me ratificó algo que todos conocemos: que las Farc están cada vez más débiles, están
cada vez más golpeadas, que hay una moral muy baja, y que nosotros con esta insistencia, esta
perseverancia, los estamos debilitando cada vez más.

Eso fue lo que les dijo a nuestros soldados: perseveren, sigan, esto hay que continuar hasta que
podamos traerle total paz y total tranquilidad a todo el territorio colombiano.

Reducción de la criminalidad

También analizamos la situación de criminalidad en el país, porque hay una sensación.

Inclusive un periodista ayer en una rueda de prensa donde estábamos anunciando la creación del
Consejo Nacional de Seguridad, el nombramiento de Sergio Jaramillo como asesor de ese Consejo, y el
nombramiento de Alfredo Rangel como Alto Consejero para la Convivencia Ciudadana, preguntó que
qué íbamos a hacer con el aumento de los índices de inseguridad, y me toco corregirle.

Le dije: ‘¿Cuál aumento?’.

Sí hay en algunas zonas la sensación de que hay más inseguridad, pero las cifras que tenemos, que
hemos venido recogiendo hace muchos años nos muestran que este año frente al año pasado ha
habido una disminución y en algunos casos sustancial en los índices de criminalidad.

Ministro (de Defensa, Rodrigo Rivera), usted por qué no le cuenta al país brevemente lo que usted nos
contó ayer en cuanto a los índices de criminalidad.

Y si el general (Óscar) Naranjo quiere complementarlo, creo que es importante, para hacer claridad
sobre este hecho en particular.

Ministro de Defensa, Rodrigo Rivera: Sí Presidente, cifras consolidadas, del primero de enero al 11
de septiembre, registran en comparación con el mismo periodo del año 2009, en delitos de impacto que
afectan la Seguridad Democrático –estamos hablando de homicidios común, homicidios colectivos,
secuestros, extorsión, terrorismo y acciones subversivas-  una reducción del cuatro por ciento.

En delitos que afectan la seguridad ciudadana –hablamos de lesiones comunes, hurto, hurto de
vehículos, abigeato, hurto a entidades financieras y piratería terrestre- una reducción del nueve por
ciento.

Y en delitos que afectan la seguridad vial – muertes y lesiones en accidentes de tránsito- una reducción
del dos por ciento.

Pero Presidente, en las cinco primeras semanas del actual Gobierno, es decir  del 7 de agosto al 11 de
septiembre, comparadas con las mismas cinco semanas el Gobierno anterior, la reducción en esos tres
grupos de delitos es la siguiente.

En los delitos que impactan la Seguridad Democrática, reducción del cinco por ciento; en los que
impactan la seguridad ciudadana, reducción del 27 por ciento; y en los que impactan la seguridad vial,
una reducción del 38 por ciento, Presidente.

Presidente Juan Manuel Santos: Esa es simplemente una indicación de que nos falta mucho en todos
los frentes en materia de seguridad, pero seguimos avanzado, seguimos avanzado con nuestro Ejército,
con nuestra Armada, con nuestra Fuerza Aérea, con nuestra Policía.

Ayer también les dije la necesidad de trabajar juntos, de compartir inteligencia, de coordinar las
acciones. Siempre la coordinación y la cooperación trae mejores resultados.

Y es impresionante cuando ve uno el dispositivo que, por ejemplo, hay en toda esta zona que está bajo
el Comando el general Florez, bajo la Fuerza de Tarea ‘Omega’, hay más de 17 mil 500 hombres. Ayer
solamente había  dos mil 500 allá en el Fuerte, el resto estaba repartido en toda esta inmensa zona del
país, haciendo su labor, haciendo su trabajo.

Tuve la oportunidad de hablar por radioteléfono con muchos de los comandantes de cada uno de esos
batallones que están repartidos por todo el territorio, trayéndole tranquilidad o buscando traerles
tranquilidad a los colombianos.

Y así seguiremos.

Pero eso me lleva al tema de hoy.

Política de Consolidación

La acción de la Fuerza Pública, la acción de las Fuerzas Armadas, es un componente necesario,


fundamental, pero no suficiente para el objetivo de  consolidar nuestro territorio, consolidar el control por
parte del Estado de todo el territorio.

La acción de la Fuerza Pública tiene que venir acompañada de una acción integral del resto del Estado,
y eso fue lo que llamamos hace unos años el verdadero Plan de Consolidación.

Se inició un plan en La Macarena (Meta), donde llegamos a un sitio que había   estado durante 30, 35,
casi 40 años bajo el dominio de las Farc. Llegamos con una acción integral, una acción que llevaba
inversión, que llevaba médicos, que llevaba educación, que llevaba presencia de la justicia, que llevaba
desarrollo social, desarrollo económico, oportunidades para que los campesinos de esa región, que han
estado obligados en cierta forma a sembrar coca, tuvieran productos alternativos.

Y fíjense el resultado en un solo indicador, en un solo indicador de esa acción.

¿Nosotros redujimos la producción de coca en qué porcentaje, general Naranjo, más o menos, en el
país del año 2008 al 2009?  

Director de la Policía Nacional, general Oscar Adolfo Naranjo: Señor Presidente, en el último


informe de Naciones Unidas certificó, a través del sistema de monitoreo de cultivos ilícitos, una
reducción cercana al 17 por ciento, que significó haber pasado de 82 mil hectáreas a 68 mil  hectáreas
en todo el país, y que supone tener una reducción comparada con el año 2002 superior al 50 por ciento
de lo que se estimó en ese momento.

Y en relación con la producción, tuvimos al final de la década de los 90, años donde esa producción
superó las mil toneladas métricas de cocaína, y tenemos hoy el punto más bajo de productividad con
410 toneladas métricas.

Habría que destacar que el año pasado la Fuerza Militar y la Policía se incautaron de 203 toneladas
métricas, lo que ha significado la tasa más alta de incautaciones en la lucha contra este fenómeno del
narcotráfico.

Presidente Juan Manuel Santos: Y miren ustedes lo interesante: 17 por ciento se redujo la producción
en el país. Inviertan ese número, 71 por ciento fue lo que se redujo en la región de La Macarena.

O sea que la reducción del 17 por ciento se explica en forma importante por la reducción de los cultivos
en La Macarena.

¿Y qué pasó ahí?

Que no hubo resiembra

¿Por qué no hubo resiembra?

Porque los campesinos encontraron alternativas, se les ofreció alternativas, y  dijeron: ‘Nosotros no
queremos seguir sembrando coca –muchos de ellos obligados a sembrar coca- si nos dan otra
alternativa’.

Y esa es parte de la acción integral.

Eso es lo que queremos llevarle a todas esas zonas que durante tanto tiempo han sufrido la violencia,
han sufrido como pocos países en el mundo, durante muchos años, los embates de la guerrilla, del
narcotráfico y del terrorismo en general.

Y a eso hemos venido, a hacer un Acuerdo para la Prosperidad del Caquetá, para la acción integral del
Caquetá.

Política de Consolidación

Esta zona, yo he venido aquí muchas veces. Vine aquí al inicio de la zona de distensión –me acuerdo
perfectamente- me reuní con ese bandido de ‘Raúl Reyes’ a 30 minutos de aquí.

Me acuerdo que le dije: ‘Ojala no nos vayan a engañar’, porque el (ex) Presidente (Andrés) Pastrana en
esa época estaba actuando de buena fe.

Ustedes conocen el desenlace de todo ese triste, triste y muy lúgubre episodio y experiencia.

Pero lo que queremos es mirar hacia delante, y un departamento con semejante potencial, doctor
Serrano, semejante potencial, porque en esa revista (The Economist) en todos los análisis que hacen en
el mundo entero lo que están diciendo es que America Latina, Colombia tiene lo que el mundo está
buscando. Tiene biodiversidad, tiene agua, tiene talento humano, tiene capacidad de producir alimentos
en una crisis de alimentos que se va a agravar por el aumento del consumo en la China, en la India, en
otros países.

Y cuando uno ve en el mapa colombiano departamentos que pueden florecer, que tienen todas esas
condiciones, es el Caquetá.

Por eso le damos tanta importancia a que este Plan de Consolidación, aquí en el Caquetá, tenga éxito.

Ahora bien, cuando iniciamos este Plan de Consolidación a nivel nacional allá en La Macarena, fijamos
unos parámetros.

¿Qué falló o qué se puede mejorar?

Yo he venido evaluando el desempeño de esos planes de consolidación en las diferentes zonas del
país.

Lo que ha faltado es mayor coordinación dentro del propio Estado, porque esto es como una máquina
que tiene que ir sincronizada: si alguna entidad del Estado falla, jalona hacia atrás el resto de la
máquina, por eso tenemos que estar totalmente coordinados.

El señor Ministro de la Defensa (Rodrigo Rivera) con los Altos Mandos, con Acción Social, está
preparando un documento para hacer un relanzamiento, como política prioritaria del Gobierno, de los
planes de consolidación,

Y repito y reitero: política prioritaria del Gobierno, para nosotros y para mí personalmente, porque fuimos
los creadores de este concepto.

Me parece que es fundamental, si queremos llevarles paz a los colombianos, que estos planes de
consolidación tengan éxito.

Por ejemplo, ¿en La Macarena qué ha faltado? La titulación de tierras, Ministro (de Agricultura y
Desarrollo Rural) Juan Camilo Restrepo. Ahí el Ministerio de Agricultura se quedó rezagado.

¿Qué hace un campesino sin tierra?

Un campesino sin tierra está mucho más expuesto a que le digan ‘venga y cultive coca aquí’, y él va y
cultiva coca. Si tiene su título de tierra, si es propietario de su tierra, la va a defender, y va a decir ‘no
señor, yo no cultivo coca, si me dan una oportunidad yo cultivo yuca o cultivo cualquier otro producto
que me dé a mí un sustento’.

Y por eso, parte fundamental de la Política de Consolidación es la titulación de la tierra.

Por eso esa Ley, esa Ley de Tierras y ese proyecto que tenemos nosotros en el Gobierno de darle a los
campesinos nuevamente la tierra y titularizar esa tierra a su nombre, es tan importante dentro del Plan
de Consolidación.

Pero no solo eso, porque ¿qué hace el campesino con un pedazo de tierra si no tiene asesoría técnica,
si no tiene mercados, si no tiene vías para sacar sus productos, si no tiene una justicia, si no tiene un
colegio a donde mandar a sus hijos?

Y ahí viene todo este plan de integración.

Por eso les digo que eso para mí es prioridad, y por eso le doy tanta importancia a este Acuerdo por la
Prosperidad.

Porque esta zona, repito, que ha sufrido tanto, no le tengo que decir a usted Gobernador (de Caquetá),
Alcalde (de San Vicente del Caguán) lo que han sufrido ustedes aquí, de violencia.

Nosotros queremos cambiar el desplazamiento, la pobreza, las masacres, por inversión social, por paz y
por bienestar. Ese es mi sueño, ese es el sueño.

Y queremos convertir al Caquetá, querido Gobernador, en una locomotora para la Prosperidad


Democrática. Estoy seguro que lo podemos hacer. Aquí lo que hay es gente buena, gente con ganas de
trabajar, simplemente permitámosles que trabajen y démosles las oportunidades, y a eso hemos venido.

¿Doctor Miguel (Peñaloza, Alto Consejero para las Regiones y la Participación Ciudadana) cómo ha
transcurrido la parte de las mesas?

En los últimos Acuerdos hemos sido bastante indisciplinados

¿Indisciplinados en qué sentido?

Los expertos, los expertos de este tipo de reuniones nos han dicho que el tiempo ideal para unas
reuniones de este tipo, para que todo el mundo esté concentrado, productivo, es de tres horas.

Nosotros dijimos: bueno es que estaban mal acostumbrados, es que el (ex) Presidente Uribe llevaba 12,
13 y 14 horas, extendámoslo una horita más, cuatro horas, entre tres y cuatro horas, pero nos hemos
venido extendiendo más allá. Tratemos de ser disciplinados y mantener los tiempos, para que todo el
mundo que hable, que hable corto.

Yo ya me estoy extendiendo demasiado.

Y saquémosle el máximo jugo posible a estos Acuerdos, cumplamos con los Acuerdos.

Va a haber un sistema de monitoreo para que esos Acuerdos se vayan cumpliendo, y que ojala cuando
regresemos aquí a San Vicente del Caguán  todos puedan decirnos que esos Acuerdos se están
cumpliendo para beneficio de esta gran población.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la firma del


Acuerdo de Cooperación Operacional y Estratégico con Europol

Bogotá, 20 sep (SIG). “Qué bueno comenzar esta reunión sobre la cooperación internacional en el
campo de la inteligencia contra el delito, con un reporte muy positivo para el orden público del país,
logrado precisamente gracias a la Inteligencia.

Ayer, después de un impecable trabajo de inteligencia realizado por la Policía Nacional, y de un preciso
desempeño operativo de hombres Jungla de la Policía y de bombarderos de nuestra Fuerza Aérea, en
coordinación con las demás fuerzas, resultaron abatidos por lo menos 22 terroristas del Frente 48 de las
FARC, que opera en el departamento del Putumayo, en la frontera con Ecuador.

Pueden ser más, porque al parecer los guerrilleros lograron retirar del campamento a cinco cuerpos
antes de la llegada de la fuerza pública.
Por diferentes fuentes se supo que los propios terroristas hablaban ellos de 27, los guerrilleros muertos.

Por lo pronto, dentro de las bajas confirmadas tenemos a alias ‘Domingo Biohó’, integrante del estado
mayor del bloque sur, de este grupo terrorista, y uno de los 50 miembros de las FARC pedidos en
extradición desde el año 2006 por los Estados Unidos, acusados de narcotráfico.

También, por fuentes de inteligencia, conocemos de la muerte de alias ‘John Freddy Pitufo’, cuarto
cabecilla del frente; de alias ‘Caballo’; de alias ‘Segundo Cuéllar’, y de María Victoria Hinojosa, alias
‘Lucero’, responsable de la emisora Voz de la Resistencia de las FARC, y compañera sentimental de
alias ‘Simón Trinidad’.

Tengo que hacer una aclaración, si quiere, general (Óscar Naranjo, Director de la Policía), para que
seamos precisos sobre el estado de la identificación de estos terroristas abatidos.

Yo le rogaría al general, felicitándolo de nuevo por esta operación tan importante, que le dijera al país y
a la prensa y a los asistentes, exactamente el estado de estos nombres que acabo de señalar.

(…)

Gracias, general. Y de nuevo, muchas felicitaciones a usted, a todos sus hombres y a todos los que
participaron en esta operación. Yo me acuerdo de la operación contra el ‘Negro Acacio’, de la Operación
Fénix y nunca hubo un resultado tan contundente como éste.

Que yo recuerde, por lo menos desde que yo asumí hace más de cuatro años el Ministerio de Defensa
en ese entonces, esta es la operación con mayores resultados en ese sentido. De manera que muchas
felicitaciones.

La 48 es la misma cuadrilla que hace menos de dos semanas intentó tomarse el casco urbano de San
Miguel, cerca a dicha frontera, causando la muerte de 8 miembros de la Policía, que impidieron con
mucho valor, con mucho coraje, junto con sus compañeros, dicha toma.

La guerrilla utilizó cilindros bomba, puso explosivos en el cadáver de uno de nuestros uniformados y
sembró minas antipersonal en su huída, constituyendo flagrantes infracciones al DIH.

Las mismas Naciones Unidas condenaron estos actos de crueldad –y otros cometidos contra nuestros
uniformados en las últimas semanas– como crímenes de guerra, y sin duda lo son.

Nuevamente, nuestro corazón está con las familias de estos héroes de la Patria, que trabajaron, hasta el
último momento, por la seguridad de sus compatriotas.

Pero –como lo he dicho– si los violentos creen que con estos ataques nos van a doblegar, están muy
equivocados, y así lo demostramos y lo demostró la Policía, la Fuerza Pública, las Fuerzas Militares, el
día de ayer.

¡No vamos a descansar un solo segundo hasta que logremos derrotar al terrorismo!

Como dije en mi discurso de posesión, demostraremos que es posible una Colombia en paz y sin
guerrilla, ¡por la razón o por la fuerza!

Hacia la Seguridad Ciudadana

La Colombia del 2010 es radicalmente distinta a la de hace diez años.

Los logros de la Seguridad Democrática hablan por sí solos: hemos disminuido el homicidio a la mitad, y
el secuestro en 90 por ciento.

Entre el 1º de enero y el 11 de septiembre de este año, comparado con el mismo periodo del año
anterior, los delitos que afectan la seguridad democrática –como homicidios, secuestro, extorsión y
terrorismo– se redujeron en un 4 por ciento.

Y los delitos que afectan la seguridad ciudadana –como lesiones comunes, hurto y piratería terrestre–
disminuyeron un 9 por ciento.
Incluso, si miramos nada más las primeras 5 semanas de este gobierno, las disminuciones son aún más
profundas: del 5 y el 27 por ciento, respectivamente.

Pero todos sabemos que tenemos que hacer mucho, muchísimo más, y que en algunas regiones y
ciudades hay que realizar un mayor esfuerzo.

Muy pronto, en los primeros días de octubre, lanzaremos la nueva Política de Seguridad Ciudadana, que
va a complementar, va a ser un apéndice de la de Seguridad Democrática; una política que va a ser
implacable con el crimen y con las causas del crimen, y que ya estamos socializando en estos días con
los diferentes actores que van a tener que participar, como los alcaldes, como los gobernadores.

Nuestra política integral de Seguridad Ciudadana va a tener dos pilares: uno preventivo y otro proactivo.

La prevención del delito requiere una cultura ciudadana de la legalidad.

Tenemos que aprender que no todo vale, y que todos, como sociedad, tenemos la responsabilidad de
luchar contra la delincuencia.

El segundo pilar es proactivo. Tenemos que acercar a la Policía a las comunidades que está
protegiendo.

El Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes va a reformar el sistema de patrullaje a nivel
nacional, para que la Policía pueda enfocar sus recursos en las zonas más peligrosas.

Al mismo tiempo continuaremos lo que el general Naranjo ha llamado ‘una revolución en el sistema
pedagógico policial’.

Necesitamos más investigadores, más agentes de inteligencia, más policía judicial.

Dentro del esfuerzo por garantizar la seguridad de los colombianos, LA INTELIGENCIA va a jugar un
papel vital.

He sido un convencido del poder de la inteligencia en la lucha contra el crimen.

Como Ministro de Defensa impulsé el debate y aprobación de la Ley 1288, la llamada Ley de
Inteligencia, donde, entre otros, la Gran Bretaña nos ayudó mucho.

Fue una ley que desarrollamos con la participación de todos los sectores políticos y que –debo decir con
satisfacción– fue aprobada por consenso en el Congreso de la República.

El espíritu de esta ley fue fortalecer los controles, definir los propósitos, y dirigir los esfuerzos de las
diferentes agencias de inteligencia del Estado.

Como Presidente le he dado instrucciones precisas a la comunidad de inteligencia para que de manera
pronta y oportuna den cumplimiento a los controles que impone la ley.

En primer lugar, vamos a implementar el Centro de Protección de Datos que garantizará que los
procesos de recolección, almacenamiento, producción y difusión de la información de inteligencia y
contrainteligencia estén enmarcados dentro de la Constitución y la ley.

Segundo, se formulará, por parte de la Junta de Inteligencia Conjunta, el Plan Nacional de Inteligencia
que defina claramente los objetivos de esta actividad, que será el marco dentro del cual se llevarán a
cabo todos los esfuerzos de inteligencia del país.

Y finalmente le he solicitado a la Junta de Inteligencia que se reúna, ojalá lo más pronto posible,
prontamente con la Comisión Parlamentaria de Seguimiento a la Actividad de Inteligencia, que además
se conformó recientemente, para que pongan en conocimiento de sus seis miembros la información que
requieran para que puedan adelantar su labor de supervisión y control.

Europol y la cooperación internacional

Estamos modernizando nuestra comunidad de inteligencia, y parte de esta modernización es la


internacionalización, un componente importante.
La delincuencia no reconoce fronteras: debemos ampliar la cooperación con otros países y con
organizaciones internacionales para luchar contra el crimen trasnacional.

Con el Acuerdo de Cooperación Operacional que hoy se acaba de firmar con EUROPOL vamos a poder
compartir información de una manera más efectiva.

Quiero saludar a la delegación de EUROPOL, encabezada por su Director, el señor Robert Wainwright,
y agradecerle, además, toda su colaboración.

Usted siempre ha sido un gran amigo de Colombia y se lo agradezco de todo corazón. Y que juntos
seguiremos luchando contra el crimen.

¡Qué buena labor que usted ha hecho! Usted ha tenido una destacada carrera –para quienes no lo
conocen–, en la Inteligencia Criminal en el Reino Unido, con el National Criminal Inteligence Service , y
después en el Serious Organized Crime Agency , de Gran Bretaña.

Y usted sabe que siempre, siempre, está bienvenido en nuestro país.

Profundizar la cooperación Policial con la Unión Europea es de suma importancia en este momento, ya
que el tráfico de drogas ilícitas hacia el viejo continente está aumentando.

Quiero destacar que Colombia es el primer país de América Latina en firmar un acuerdo operacional con
EUROPOL.

Este acuerdo es un voto de confianza en las prácticas de la Policía Nacional de Colombia en el manejo
de la información confidencial.

Es un sello de calidad y de confianza en nuestra Policía, y quiero resaltar labor del general Naranjo, a la
cabeza de esta gran institución, en desarrollar las capacidades de inteligencia de la Policía, y todos los
demás integrantes de esa comunicad de Inteligencia de la Policía, que tan buena labor han hecho.

Venimos trabajando en este acuerdo más de 6 años, desde que firmamos el Acuerdo de Cooperación
Estratégica en el 2004.

Mirando hacia el futuro, vamos a continuar profundizando nuestra relación policial con la Unión Europea
para hacer más efectiva la lucha contra el delito y contra el narcotráfico.

Es un hecho que los más grandes resultados, las más contundentes operaciones, contra el terrorismo,
el narcotráfico y la criminalidad internacional en general, se logran gracias a un buen trabajo de
inteligencia.

¡Qué orgullo poder decir que somos el primer país del continente en firmar un acuerdo de cooperación
con EUROPOL!

Con más y mejor inteligencia, con más y mejor cooperación internacional, lograremos mayor efectividad
en nuestra lucha contra la criminalidad.

No vamos a descansar hasta garantizarles a los colombianos que la actividad de Inteligencia se


desarrolla dentro de los más altos estándares de profesionalismo, con total respeto de los derechos
fundamentales y dentro de los lineamientos que imponen la Constitución y la ley.

Y no puedo dejar de aprovechar esta reunión en la que hablamos de la importancia de la cooperación


internacional, sin mencionar la agenda que vamos a desarrollar esta semana en Nueva York con
ocasión de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Allá tendré oportunidad, por supuesto, de hablar ante la plenaria de la Asamblea para exponer la
posición de nuestro país frente a los principales asuntos que hoy se ventilan en la comunidad
internacional.

También seremos uno de los tres países que fuimos escogidos –junto con, tengo entendido, China y
Liberia– para hacer una presentación sobre el grado de avance en el cumplimiento de los Objetivos del
Milenio que se fijaron en el año 2000 para cumplir por lo menos en el año 2015.
Con satisfacción podremos hablar de los buenos resultados que hemos alcanzado en muchas áreas,
como las coberturas de educación y de salud, y de los retos que aún tenemos para mejorar la calidad de
vida de nuestra población, en los que nos vamos a enfocar en estos cuatro años.

Hay que reconocer que esto es un tributo al Presidente Uribe; esta escogencia de Colombia es por lo
que ha hecho Colombia en estos últimos ocho años y así hay que recibirlo.

Tendremos reuniones con importantes inversionistas para invitarlos a venir a nuestro país, incluyendo
por ejemplo a Bill Gates; con el ex presidente Clinton; con el ex primer ministro británico Tony Blair; con
el propio Secretario General de la ONU, Ban-Ki-Moon; y con los mandatarios de Canadá, de Turquía, de
Vietnam –estos últimos dos países son miembros del grupo de los Civets, que estamos interesados en
que se formalice–, con los mandatarios de Países Bajos, de Haití, y habrá otras reuniones con otros
mandatarios.

Quiero destacar que me reuniré el viernes con el Presidente Barack Obama.

Vamos a aprovechar esa reunión para afianzar la alianza entre nuestros dos países en tantos temas que
nos son comunes, y para dialogar, por supuesto, sobre el futuro de nuestras relaciones, que esperamos
sigan siendo de la mayor cooperación y de la mayor amistad.

Estados Unidos es nuestro principal socio comercial y en asuntos de seguridad y de lucha contra las
drogas, y tenemos por ello un gran abanico de posibilidades para seguir incrementando nuestra
colaboración recíproca, sobre las bases de confianza y de respeto que hemos construido por muchos
años.

Estoy seguro de que, de la reunión con el Presidente Obama, vamos a salir los dos países con
relaciones fortalecidas en esa relación que, para nosotros los colombianos, es tan importante. Y sobre
otros temas que vamos a poner sobre la agenda.

De esta manera, con esta amplia agenda, seguiremos promoviendo los intereses de Colombia en todos
los escenarios internacionales.

Muchas gracias a todos por su presencia en este importante acto y de nuevo, muchas gracias por su
presencia y su colaboración en esta lucha común contra el crimen y el narcotráfico”.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el


lanzamiento de las Mesas Temáticas para la Reforma a la Salud

Bogotá, 21 sep (SIG). “En el camino hacia la prosperidad que hemos iniciado hay un tema básico, que
para nuestro Gobierno –para mi Gobierno– es una gran prioridad: y hablo de la salud de todos y cada
uno de los colombianos.

¡Éste debe ser, tiene que ser, otro motivo de Unidad Nacional!

A todos nos incumbe y nos interesa el bienestar físico y mental de cada niño, joven, adulto y anciano.

Al instalar estas mesas temáticas para la muy importante y necesaria Reforma a la Salud, quiero
resaltar que es trascendental que en las discusiones reine la confianza de unos con otros, y se imponga
la fuerza de los argumentos por encima –como aquí ya se ha dicho– de cualquier interés personal o
interés sectorial.

¡Porque se trata de la salud, el más preciado derecho, una de las mayores prioridades de cualquier
colombiano!

¡Aquí no caben personalismos ni preferencias gremiales!

Debemos trabajar juntos, con espíritu constructivo, con nobleza, para mejorar el servicio, para luchar
contra las fallas del sistema y asegurarnos de que nunca más ¬–¡nunca más!– se muera un paciente
haciendo fila en un hospital.
Las Mesas Temáticas

Por eso es tan importante hacerles un reconocimiento a todos los sectores, sin excepción –desde los
usuarios hasta los médicos, incluyendo las empresas prestadoras de salud–, que tienen representación
en estas 12 Mesas Temáticas para la Reforma a la Salud que hoy instalamos.

Los asuntos que estas mesas van a abordar en las próximas tres semanas, tienen relación con: 1.
Atención a los usuarios; 2. Rectoría y estructura del sistema; 3. Aseguramiento; 4. Promoción de la
salud y prevención de la enfermedad; 5. Prestación de servicios; 6. Evaluación de tecnologías; 7. Salud
Pública; 8. Atención primaria en salud; 9. Política Farmacéutica; 10. Talento Humano; 11. Inspección,
vigilancia y control; y por último, un punto muy, muy importante, porque de eso depende la viabilidad: el
financiamiento.

Se trata de un proceso democrático de consulta, diálogo y discusión técnica, basado –repito, y ojalá sea
así– en la confianza entre todos para obtener un buen resultado.

Y esta palabra es muy importante: ‘Confianza’. Confianza para construir un mejor sistema que privilegie
al usuario, y a los resultados en materia de salud, y que garantice su sostenibilidad.

Calidad, calidad y calidad

Si bien el país ha avanzado en forma significativa en términos de cobertura, llegando aproximadamente


a 42 millones de colombianos que cuentan hoy con servicios de salud, éste es el momento de dar un
gran salto en términos de calidad, equidad en el acceso y cobertura universal.

Ese es un compromiso de todos y eso nos convoca hoy.

¡Calidad, calidad y calidad es el lema con el que debemos acostarnos hoy y levantarnos cada mañana
hasta que esta reforma sea realidad!

Por fortuna, el proceso de diálogo ya viene andando.

Hace tres semanas iniciaron las Audiencias Regionales sobre la Reforma al Sistema de Salud, que
consisten en foros convocados por el Congreso de la República con los habitantes de la Costa Atlántica,
del Valle, los Santanderes, la Zona Andina, el Eje Cafetero y los Llanos Orientales.

Hace dos semanas también comenzaron también los Diálogos por la Salud, en los que el Ministerio de
Protección Social es interlocutor directo con los académicos, con los médicos, con los empresarios, con
los alcaldes, los gobernadores y asociaciones de usuarios y los hospitales.

Queremos tener en cuenta en la reforma las ideas y perspectivas de todos; las perspectivas, los
enfoques de todos ustedes, de todos los usuarios y de todos los agentes de este sistema.

La ciudadanía también va a poder participar en esta etapa que iniciamos hoy en esas 12 Mesas
Temáticas, a través de la web, porque se va a difundir por Internet para que los colombianos todos se
enteren de los avances, inclusive hagan sus propios aportes, sus propias sugerencias.

Es un proceso de interlocución permanente y de enriquecimiento permanente, que así es como las


políticas públicas se deben construir para que sean efectivas.

Y las conclusiones de este grupo serán el insumo fundamental para las INICIATIVAS LEGISLATIVAS
que le presentaremos al Congreso con el fin de realizar la reforma estructural que se requiere, que
queremos todos, que requiere el país.

La primera iniciativa legislativa es una Ley Ordinaria que será tramitada a través del proyecto que ya
hace tránsito en el Congreso y que fue radicado por el Partido de la U.

Sea este el momento para destacar y agradecer esa disciplina y esa seriedad con que este Partido ha
ejercido ese liderazgo con esta iniciativa.

Con La U, precisamente, me reuní en el día de ayer para avanzar en la agenda social, una agenda
amplia, una agenda ambiciosa. La Prosperidad Democrática tiene una base muy fundamental que es lo
social y que el país además necesita.

Proyectos como éste, con sensibilidad social, enaltecen el trabajo y la labor de todo el Congreso y por
eso ¡gracias, Partido de La U! ¡Me siento muy orgulloso de mis copartidarios!

Y además, gracias por el apoyo de los demás partidos, porque sé que aquí están apoyando esta
iniciativa y este gran objetivo.

Un sistema de salud para la prevención

Quiero insistir, quiero ser enfático en que los colombianos necesitan un sistema de salud basado en el
aseguramiento, que les permita tener un acceso real y sostenible a servicios de salud de buena calidad,
no sólo para curar enfermedades sino para prevenirlas.

Esto debe entenderse muy bien: si le damos especial énfasis a la prevención tendremos a una sociedad
mucho más saludable, más vigorosa, no solo en su bienestar físico y mental, sino también en sus
finanzas, desde la economía de cada núcleo familiar hasta las cuentas del fisco nacional.

En esto de la prevención, ahí cabe un concepto que no hemos aplicado en el país. Si hay algo que ha
fallado de la política en los últimos años, ha sido esto; y es la aplicación de un concepto muy, muy
elemental: ¡prevenir es mejor que curar! Resulta mejor en todo sentido

Y ese es un gran primer punto del proyecto de ley:

Volcaremos el sistema hacia la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, que son


probados mecanismos, más eficaces y de menor costo, para lograr que las personas disfruten de mayor
bienestar.

Me decía mi médico, un médico –aquí veo al doctor (Roberto) Esguerra, que creo que lo conoce muy
bien– me decía: ‘haga ejercicio. Trote todos los días si puede, o tres o cuatro veces a la semana’.
Resulta veinte veces más barato la prevención que después tener que acudir al médico si tengo algún
problema en el corazón.

Y por eso estoy trotando entre tres y cuatro veces a la semana ya hace algún tiempo.

Eso es una exhortación a todos los colombianos. Tengan un régimen saludable, hagan ejercicio, lleven
una vida sena, que eso les va a ahorrar mucho dinero y además, hace que rindan mejor

En un segundo punto, la Nación tendrá a su cargo la conducción de la política y la asignación


presupuestal para hacer cumplir esta promoción, esta prevención y la salud pública.

Cada ciudadano, además, está en la obligación de entender que –así como la salud es un derecho–, su
bienestar también es un deber consigo mismo, de autocuidado, de prácticas sanas.

En tercer lugar, buscamos fortalecer el modelo de atención primaria en salud, de manera que se articule
mejor la atención básica con la atención especializada, lo que redundará en una mayor satisfacción de
los usuarios y, por supuesto, en un uso más eficiente de los recursos.

Hay un cuarto aspecto muy importante:

Para avanzar en calidad, debemos tener información pertinente que nos permita diagnosticar y medir al
sistema, vigilarlo, de manera constante.

Por ello, el proyecto de Ley establece el diseño de un sistema de información que permita monitorear –
por región y EPS– los resultados en materia de salud; y para ello usaremos indicadores de salud, como
los indicadores trazadores, los indicadores centinela y las encuestas de satisfacción periódicas, para
que los usuarios elijan, basados en resultados, a los mejores prestadores de servicios.

En las regiones donde esto no sea posible porque sólo hay un prestador o por otros problemas de
carácter estructural, el Estado deberá suplir esta deficiencia con mejor regulación y especial atención en
la vigilancia.

Un quinto punto tiene que ver con el fortalecimiento presupuestal y técnico de la Superintendencia de
Salud, para que centre sus esfuerzos en hacerles seguimiento a los indicadores de calidad en las
entidades territoriales, EPS y hospitales.

Los corruptos quedan avisados

Teniendo a la mano este sistema de monitoreo, vamos a mantener los ojos abiertos para denunciar y
también para, por supuesto, corregir algo muy importante: los focos de corrupción y malas prácticas,
que tanto daño le han hecho al sistema de salud.

Podremos entonces tomar mejores decisiones, crear más confianza, aumentar la transparencia y
exponer a esos infames, porque son infames los que le roban los recursos a la salud de los
colombianos.

Los corruptos ya están avisados de que contra ellos crearemos fuerzas de tarea especial para
perseguirlos y ponerlos tras las rejas con la misma determinación que combatimos a los terroristas.

La operación que esta mañana se dio a conocer, 40 colombianos que estaban en una red –muchos de
ellos, lamentablemente miembros de la Fuerzas Militares, tanto del Ejército como de la Policía–, es una
muestra de las muchas que vamos a dar en ese sentido.

Esa investigación que se dio a conocer esta mañana fue iniciada por el propio Ejército, en una operación
que se llama contrainteligencia. Esa contrainteligencia la vamos a aplicar en el sistema de salud, porque
sabemos dónde están concentrados los corruptos.

De manera que ya están avisados y vamos detrás de ellos.

Robar los recursos del Estado es un crimen, pero además quitárselos a la salud de todos, a la salud de
los más pobres, ¡es una repugnante infamia!

En la misma Ley quedará manifiesto nuestro compromiso para fortalecer las funciones de la Comisión
de Regulación en Salud (CRES), en su papel como organismo técnico y organismo regulador del
Sistema.

En sexto lugar, ratificaremos que la conducción, regulación y definición de la política del sector sean
tareas en las que se concentre el Ministerio de Salud –que como hemos dicho, será una cartera aparte
del Ministerio del Trabajo–.

Vamos a motivar desde ahí la buena gestión de los hospitales, recompensando su asignación
presupuestal, de acuerdo con los indicadores positivos de desempeño que arrojen periódicamente.

Principios de Buen Gobierno en salud

Y escuchen bien, por favor: Queremos que los principios del Buen Gobierno que promovemos hagan
parte de cada sector y eslabón del Estado; se trata de una gestión eficiente, basada en la ética pública,
en la transparencia, en la austeridad, para proveerles a los colombianos –en este caso– una atención en
salud oportuna y con calidad.

El séptimo punto clave de esta reforma es la actualización del Plan Obligatorio de Salud.

Como lo dijimos en campaña, el POS debe contemplar todas las circunstancias, medicamentos,
servicios e intervenciones médicas que garanticen la vida y el bienestar de todo colombiano.

¡Eso no es opcional!

¡Proteger la vida no es una alternativa que dependa de la tenencia de un carné o el trámite de una
tutela!

Dicha actualización del POS también es un paso para acabar con el desangre fiscal que generan los
servicios que están por fuera del POS –conocidos como recobros, como el No POS– que en la
actualidad representan cerca de 2,5 billones de pesos, cuando hace tres años no llegaban a los 500.000
millones.

Me causó mucha curiosidad, en el sentido positivo de la palabra, ver esta mañana en una entrevista al
británico Sir Michael Rawlins. Cuando yo estaba de Presidente Electo hice una gira por Europa, paré en
Londres y me entrevisté con el ex primer ministro Tony Blair. Le pregunté que de sus diez años en el
poder, qué era de las cosas más importantes que había hecho.

Y me dijo: ‘De las cosas importantes que he hecho fue la creación de una cosa que se llama Nice
(Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica de Gran Bretaña), que es un instituto que controla, que
vigila, los precios de los medicamentos y un poco el sistema de salud.

Está aquí en Colombia –tengo entendido– el que dirige Nice . Y le dijeron en una pregunta: ‘Usted en
Inglaterra no tiene los problemas que tenemos en Colombia, de que las tutelas le imponen unos costos
exorbitantes al sistema de salud.

Y con esa flema inglesa, respondió: ‘No, allá no tenemos ese problema porque es que allá los jueces
tienen en cuenta las limitaciones del sistema’. Eso es tan racional y tan obvio para que el sistema sea
sostenible, que ojalá dentro de este espíritu de la reforma este tipo de conceptos estén siempre
presentes.

El fenómeno de los recobros No POS ha motivado, además, una cadena de intermediación que produce
sobrecostos en medicamentos, que en algunos casos llegan a superar en 100, 200 o 300 por ciento los
precios de referencia.

Será nuestra prioridad ponerle freno a esa perversa cadena de intermediación y controlar, en general, el
tema de los recobros No-POS con medidas efectivas de control de gasto en medicamentos.

Atención nacional a usuarios del Régimen Subsidiado

En octavo lugar está un compromiso de campaña, que sin duda haremos realidad con esta Ley: es el
acceso a la salud que los usuarios del Régimen Subsidiado tendrán en todo el territorio nacional.

Por ejemplo, quien se haya afiliado en Riohacha y salga de viaje a otra ciudad, debe ser atendido con la
máxima calidad posible, ya sea en Armenia o en Bogotá.

¡En eso –denlo por hecho– vamos a cumplir!

Para ese propósito se definirán cronogramas de transición para que las EPS subsidiadas tengan
cobertura nacional; y se van a establecer procedimientos para que los recursos lleguen a quienes en
efecto presten los servicios.

Una de las tareas de las Mesas Temáticas será evaluar si es más conveniente que la administración del
Régimen Subsidiado esté en los municipios o, por el contrario, es preferible una administración más
centralizada a favor de una mejor atención y un flujo más expedito de los recursos.

Todo esto debe apuntar también a la sostenibilidad financiera del sistema.

De eso se trata el punto número nueve de la reforma: La calidad, calidad y calidad de la salud, con la
que debemos estar obsesionados, tiene que ser compatible con la sostenibilidad; una cosa no puede ser
argumento para ir en detrimento de la otra; no son excluyentes.

Entendemos que es necesario unificar los recursos y adicionar fuentes.

Y en ese sentido, le vamos a proponer al Congreso que parte de las regalías se dirijan hacia la salud;
por nuestra parte, ampliaremos en el mediano plazo el presupuesto para el sector. Haciendo un gran
esfuerzo, porque créanme que la situación fiscal del país no es boyante.

Y cómo un último aspecto, el décimo de esta Ley ordinaria, quiero decirles a los médicos, a las
enfermeras, a los terapistas, a los bacteriólogos, que promoveremos una política de talento humano,
con el propósito de orientar y promover la formación profesional del sector de acuerdo a las necesidades
del país.

Eso es bueno para ellos como gremio y para nosotros como clientes.

Pondremos en funcionamiento un organismo técnico que evalúe tecnologías, procedimientos y


protocolos, vale decir ‘guías de atención’, que no serán de obligatorio cumplimiento, pero que
esperamos sean consultados y tenidos en cuenta como referencia por parte de los profesionales de la
salud.

Unificación de regímenes Subsidiado y Contributivo

La segunda iniciativa legislativa es la Ley Estatutaria que va a definir un cronograma para unificar, hasta
el 2015, los regímenes Subsidiado y Contributivo de salud, atendiendo las disposiciones de la Corte
Constitucional al respecto.

Eso significa que en sólo cinco años la totalidad de la población afiliada al Régimen Subsidiado contará
con el mismo plan de beneficios de quienes están en el Régimen Contributivo.

Este proyecto legislativo complementa también las medidas para asegurar y regular el acceso a
tratamientos de enfermedades que pongan en peligro la vida y que generen altos costos.

Aquí buscamos que el principio de solidaridad del sistema se materialice entre los colombianos con
diferentes perfiles de riesgo, sin poner en peligro la estabilidad financiera.

Pretendemos regular el derecho a la salud, para evitar, entre otras cosas, los excesos absurdos que hoy
están desangrando el sistema.

Le estamos impartiendo un mensaje de urgencia a la reforma –y así lo definimos ayer en la reunión con
la bancada de la U–, porque es prioridad para nosotros cumplir con estos objetivos.

Estamos seguros de que el Congreso y la sociedad entenderán este mensaje como un llamado para
trabajar de manera pronta y eficaz por un sistema integral de salud.

¡Porque la salud, señores, no da espera!

Trabajemos unidos, como debe ser, por un mayor bienestar para los colombianos, especialmente los
más pobres.

Quisiera finalizar estas palabras reiterando los principios que, creo, deben regir estas mesas temáticas
que inician una discusión histórica para el país.

Por un lado: calidad, calidad y calidad en la salud, con sostenibilidad.

Por otra parte, la reforma debe beneficiar a todo colombiano; no debe ser un asunto que privilegie a una
clase social sobre otra, ni dependa de la ubicación regional del paciente.

Piensen –por favor– en sus hijos, en sus hermanos, en sus madres y en sus abuelos.

¿Cuál es el tipo de salud que cada uno de ellos merece?

Pues eso que uno quiere para su propia familia es precisamente el servicio que merecen todos los
colombianos.

Yo confío plenamente en su buen juicio, en la experiencia de todos ustedes, en su sabiduría, para que
este diálogo sea fructífero.

De antemano, les agradezco su esfuerzo, que sé que va a tener un magnifico resultado, vuelvo a repetir,
histórico para todos los colombianos

Muchas gracias”. 

Palabras del presidente Juan Manuel Santos Calderón en la posesión


de los Altos Consejeros Presidenciales

Bogotá, 21 sep (SIG). “Ante todo muchas felicitaciones a nuestros cinco Altos Consejeros que hoy se
posesionan. Agradecerles su servicio a la Patria.

Todos ustedes tienen unas altísimas competencias, tienen posibilidades en muchísimos campos. Sin
embargo, han escogido servirle al país y por eso merecen mi agradecimiento y el agradecimiento de
todos los colombianos.

Agradecerles a todos los familiares de estos cinco Altos Consejeros, porque ustedes también ponen su
cuota de sacrificio. Es un trabajo aquí en el Palacio bastante intenso, días muy largos, pocos fines de
semana, pocas vacaciones y yo sé que no solamente es un sacrificio personal, sino un sacrificio para la
familia.

Trataremos Sandra (Bessudo, Alta Consejera para la Gestión Ambiental), que a su hijo lo vea más con
la mayor frecuencia posible, pero a veces entra en conflicto.

Trataré también, en la medida de lo posible, de que tengan todo el espacio para atender a sus familias,
porque es lo más importante que tiene uno en la vida; eso nunca lo pueden uno olvidar.

Las Altas Consejerías son el producto de un estudio que llevamos mucho tiempo analizando y
realizando alrededor de la Presidencia de la República.

Yo he sido Ministro en tres ocasiones; Ministro de Comercio, Ministro de Hacienda, Ministro de Defensa.
Y he dedicado buena parte de mi vida a una fundación que se llama la Fundación Buen Gobierno, que
busca hacer más efectiva, más eficiente, más transparente la labor del Estado.

Y por eso estas consejerías que hemos creado no es una improvisación, es el producto de un estudio
que lleva muchísimo tiempo.

Un estudio que nos ha señalado que la Presidencia de la República, como el centro de control de toda la
Rama Ejecutiva, necesita tener una organización eficiente, una organización que logre articular la
política del Gobierno entre tantas instancias que componen el Estado y componen el Ejecutivo.

Y las Altas Consejerías, además, señalan las prioridades del Gobierno. Por eso la Ley, que en eso es
sabia, le da solamente al Departamento Administrativo de la Presidencia la facultad, cada vez que hay
un cambio de Gobierno, de reestructurar la Presidencia, porque la estructura de la Presidencia debe
reflejar la forma, el estilo y las prioridades del Presidente de turno.

Y eso es lo que estas Consejerías reflejan, mis prioridades. Pero al mismo tiempo reflejan también una
necesidad y es que la mayoría de las políticas hoy en día son transversales.

Cuando uno habla de medio ambiente, que es algo cada vez más importante para nuestro país, donde –
y ahora lo voy a decir en Nueva York, adonde viajo después de esta ceremonia– Colombia quiere jugar
un papel preponderante en las discusiones a nivel mundial sobre cambio climático, sobre reforestación,
sobre la preservación del medio ambiente, de nuestras aguas.

Y esa política requiere que todos los ministerios estén articulados. ¿Qué saca el Ministerio del Medio
Ambiente poniendo una regulación para preservar los bosques si el Ministerio de Transporte, al construir
las carreteras, no tiene ningún control y la construcción de esa carretera lo que hace es degradar el
medio ambiente?

En la parte de la prosperidad social, que es una de nuestras prioridades, hemos dicho que es el
Gobierno de la Prosperidad Democrática. Y la Prosperidad Democrática es prosperidad social, es luchar
contra la pobreza y a través de esa lucha contra la pobreza, generar empleo, empleo formal.

Pero resulta que hay muchísimas entidades dispersas haciendo una labor social, luchando cada una de
ellas individualmente por mejorarles la vida a los colombianos más pobres. Resulta que si uno coordina
esa acción va a ser mucho más eficaz, porque ahí si genera lo que llaman los economistas una sinergia.

Si el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), Acción Social, el Ministerio de Protección, pero
también lo que hace el Ejército o la Policía, están articulados, el efecto neto en la lucha contra la
pobreza va a ser muchísimo mayor. Ni qué decir, pues, en la Reintegración, en los Asuntos Políticos o
en el asunto de Seguridad.

Esta mañana escuchaba una discusión sobre ese tema. Hay tantos ejemplos que hemos vivido, Sergio
(Díaz-Granados, Ministro de Comercio, Industria y Turismo), como mi Viceministro, de falta de
articulación del Estado que hace que las políticas no funcionen.
Porque muchas veces, con una sola pieza, con una sola institución que no funcione, toda la política se
viene al piso.

Y es por ejemplo el caso muy exitoso del Plan de Consolidación en diferentes áreas del país, una de
ellas La Macarena. Ahí iniciamos hace unos tres años un plan integral en donde lo que queríamos era
llevarle a esa región la presencia del Estado, aparte de sacar a los guerrilleros; darle seguridad, pero
llevar el Estado. ¿Para qué? Para que nunca más vuelvan los guerrilleros a esa zona y sean
bienvenidos por la población.

Y eso requería coordinar toda la acción antidrogas, toda la acción de aspersión y erradicación, porque
esa zona estaba totalmente controlada por las Farc y las Farc obligaba a los campesinos a producir
coca.

Y esa, esa política requerían que estuvieran coordinados el Ministerio de Defensa, con el Ministerio de
Educación, con el Ministerio del Interior y de Justicia, con el Ministerio de Agricultura, con el Ministerio
de Transporte porque necesitaba vías; todos los ministerios.

Infortunadamente en un Estado, muchas veces los ministros tienen sus fueros, defienden sus fueros
como debe ser, y si no hay alguien que los articule, en las competencias con los demás ministros –es
una actitud humana–, cuando alguien toma una iniciativa, un Ministro toma una iniciativa, el otros dice si
es iniciativa del Ministro, pues que le vaya bien Y a veces no colabora con el entusiasmo como debería
colaborar.

Por eso articular coordinar, las labores en los diferentes frentes, es tan importante, y solamente se
puede desde la Presidencia.

Entonces ¿qué se hizo? Se discutieron las prioridades. ¿Qué necesitamos en los próximos cuatro años?
Necesitamos la prosperidad social, la parte de medio ambiente, la parte de la reintegración, que es tan
importante; por supuesto la parte de la seguridad.

En los asuntos políticos, pues mantener una comunicación fluida, manteniendo informados a los
representantes a los senadores, al Congreso, a los alcaldes, a los gobernadores. Eso es fundamental
para que el estado funcione, y de eso se tratan estas Consejerías.

Aquí está otra Consejera que nombramos hace algún tiempo, María Lorena Gutiérrez, Consejera del
Buen Gobierno y Eficiencia Administrativa.

El Buen Gobierno ha sido una prioridad mía en todos los ministerios y quiero que este Gobierno se
recuerde como un Gobierno que hizo las cosas bien desde El punto de vista administrativo de eficiencia,
de eficacia.

De manera que ese es el sentido de las Consejerías. Algunos han querido tratar de decir ‘no, es que le
están poniendo jefes a los ministros’. No, no se trata de ponerles jefes a los ministros; se trata de
organizar mejor el Estado, de hacerlo más eficiente.

Y estoy seguro, y ya está dando muy buenos resultados y dará muchísimos mejores resultados en la
medida que también nos articulemos, porque dentro de los propios Consejeros hay también una
necesidad de articularse, para que el Estado funcione como un motor, un motor bien sincronizado, que
así es como el Estado da resultados.

De manera que quería felicitarlos, decirles que les agradecemos muchísimo. Les agradezco, yo
personalmente, mucho, su vocación de servicio al país. Los colombianos también se lo agradecen.

Y como buen marino, les deseo ¡buen viento y buena mar!

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Reunión de las


Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio

‘Transformando la evidencia en práctica: Lecciones aprendidas para acelerar el logro de los


Objetivos de Desarrollo del Milenio’

65º Período de Sesiones de la Asamblea General 


Naciones Unidas

Nueva York, 22 sep (SIG). “Hace 10 años las naciones del mundo nos reunimos en esta ciudad de
Nueva York, en la Cumbre del Milenio, y nos propusimos cumplir en un período de quince años unas
metas ambiciosas, pero razonables.

Son objetivos que insisten en la necesidad apremiante de alcanzar un nivel mínimo de bienestar para
toda la población; con educación, salud, justicia y paz.

Nos honra haber sido seleccionados para hacer un balance, ante la comunidad mundial, de los avances
que hemos alcanzado en este gran desafío social en el que nos hemos embarcado.

Hace apenas una década Colombia era considerada por muchos como un Estado fallido.

Buena parte de nuestro territorio era ingobernable y vivíamos una guerra interna, con grupos terroristas
que atemorizaban a los ciudadanos y los desplazaban de sus hogares.

De un total de 1.100 alcaldes, cerca de 400 no podían despachar desde sus municipios por razones de
seguridad.

Colombia ahora es una estrella emergente

Por fortuna, en la última década hemos dado un giro de 180 grados y ahora –gracias a la seguridad–
todos nuestros alcaldes están en sus municipios, hay presencia de la fuerza pública en todo el territorio
nacional, y despegamos en lo económico y lo social.

En muchas aulas universitarias ya nos utilizan como caso de estudio y modelo de superación de
grandes adversidades.

Esta milagrosa transición de un cuasi-Estado fallido a una nación atractiva ante el mundo se consolidó
durante el gobierno del Presidente Álvaro Uribe, quien lideró esta travesía que le ha devuelto la
confianza al país, la seguridad a la mayor parte de sus ciudadanos y el optimismo a los colombianos.

Como bien lo dijo el ex presidente Uribe esta misma semana, en una cátedra en la Universidad de
Oxford, pasamos de ser ‘un Estado fracasado a una estrella emergente’.

El sector empresarial también resurgió, volvió a invertir, a tomar apuestas y a generar bienestar.

Antes de la crisis económica internacional, Colombia atravesó por el período de mayor crecimiento
económico de los últimos treinta años.

Y, en medio de esta travesía de recuperar la gobernabilidad del territorio, traer de vuelta la esperanza a
los colombianos y recuperar la confianza inversionista, logramos también avances trascendentales en
materia social.

Estos avances nos han permitido acercarnos al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio,
y es por eso que estoy presentando ante ustedes el caso colombiano.

Podemos decir hoy, diez años después de la Cumbre, que hemos avanzado mucho. Pero nos queda
muchísimo por hacer.

A cinco años de la meta, hemos logrado cumplir, de forma anticipada, el 16 por ciento de los indicadores
y, adicionalmente, en el 32 por ciento de ellos hemos avanzado más de dos terceras partes de la meta
propuesta.

Lucha contra la pobreza

Uno de los grandes objetivos de Colombia en las últimas décadas ha sido reducir de forma significativa
el número de personas que viven en estado de pobreza.
En este frente hemos avanzado, aunque no al ritmo que esperamos.

En los últimos ocho años, cerca de 1,7 millones de colombianos salieron de la pobreza.

No obstante, todavía el 46 por ciento de la población se encuentra en condición de pobreza y el 16 por


ciento en condición de indigencia.

Es claro que todavía tenemos mucho por mejorar y por esto en mi gobierno nos hemos puesto la meta
ambiciosa -difícil sí, pero no imposible- de sacar en cuatro años a por lo menos 7 millones de
colombianos de la pobreza y a 4 millones de la indigencia.

Para alcanzar este objetivo, quisiera resaltar dos programas de reducción de pobreza que se vienen
implementando con éxito en el país y que seguiremos promoviendo en mi gobierno.

El primero, llamado “Familias en Acción”, es un programa de subsidios condicionados que hoy atiende a
más de 2,6 millones de familias de escasos recursos en todo el país.

El programa condiciona la entrega de efectivo al cumplimiento de dos condiciones básicas: asistencia a


la escuela de los niños en edad escolar, y controles periódicos de nutrición y crecimiento.

El segundo de estos programas es la Red JUNTOS, cuyo objetivo es establecer las condiciones para
que un millón y medio de familias superen la pobreza extrema, alineando la demanda con la oferta de
servicios para esta población.

También hemos avanzado de forma significativa en disminuir la desnutrición infantil a través de


programas de complemento alimentario.

Hoy en día, estos programas atienden a más de cinco millones de niños en todo el país y han generado
impactos positivos en términos de crecimiento, salud y desarrollo personal.

Cobertura educativa

Uno de los objetivos del milenio que Colombia ha logrado cumplir de manera anticipada es el de
cobertura bruta universal en educación básica.

En los últimos seis años hemos reducido la tasa de analfabetismo de 2,6 por ciento a 2 por ciento, y
hemos incrementado el número de años promedio de educación de la población entre 15 y 24 años de
8,5 años a 9,2 años.

Los positivos resultados en este frente han sido producto de políticas enfocadas al desarrollo de la
educación inicial, la priorización de zonas rurales marginadas, la generación de incentivos a grupos de
menores ingresos y el uso de las tecnologías de información en la educación.

Nos enfocaremos en los próximos años en el incremento de la calidad educativa, y en algo muy
importante en todos los aspectos del desarrollo humano, como es la atención integral a la primera
infancia, entre los cero y cinco años, incluyendo la atención de las madres gestantes.

En el campo de la salud, algunas metas que hemos cumplido de forma anticipada son aquellas
relacionadas con la vacunación de la triple viral y la atención institucional al parto, mitigando así
situaciones que hasta hace poco causaban estragos dentro de nuestras familias.

El cumplimiento de ésta y otras metas en salud se debe, en buena medida, a los avances significativos
que hemos alcanzado en cobertura, la cual hoy se acerca a la universalización.

Avances en salud

A través de programas focalizados, y mediante los avances en materia de cobertura de salud y en


especial de vacunación, logramos reducir la mortalidad en niños menores de cinco años de 37 por cada
mil nacidos vivos a principios de los noventa a cerca de 17 en la actualidad.

También hemos progresado en mejorar la salud sexual y reproductiva de las mujeres, y en reducir la
mortalidad materna, que en 2002 era de 84 por cada 100 mil nacidos vivos, y está por debajo del
promedio de América Latina, con una cifra cercana a 75.

Venimos trabajando también con intensidad en combatir el VIH/SIDA, la malaria y el dengue, que son
temas prioritarios de salud pública.

Tan solo en el año 2008 se practicaron exámenes a cerca de medio millón de mujeres en embarazo,
reduciendo el riesgo de transmisión del VIH/Sida de madre a hijo del 28 al 2,5 por ciento.

Así mismo, más del 80 por ciento de los pacientes seropositivos identificados reciben tratamiento
antirretroviral a través del sistema general de seguridad social.

Algo muy importante son los avances en cobertura de acueducto y saneamiento básico.

Entre 2004 y 2008, más de 4 millones de colombianos lograron acceso a métodos adecuados de
abastecimiento de agua, y 4,8 millones accedieron por primera vez a una solución de alcantarillado
urbano.

Ambiente y biodiversidad

Pasemos ahora a la sostenibilidad ambiental, un tema de trascendental importancia para Colombia, que
es un país considerado como el más biodiverso del mundo por kilómetro cuadrado.

En este frente hemos superado ampliamente la meta establecida para el año 2015 en cuanto a las áreas
protegidas en parques naturales.

En los últimos ocho años hemos reforestado un promedio de 26.500 hectáreas anualmente –un poco
por debajo de la meta establecida de 30 mil hectáreas–, y nos proponemos adelantar un plan masivo de
reforestación y restauración que nos permita exceder los objetivos planteados.

Tenemos el firme propósito de convertirnos en un país modelo en el monitoreo de sus bosques, sus
emisiones de carbono y el estado de su biodiversidad, con la meta de tener cero pérdida de bosques
naturales y cero pérdida de biodiversidad para el 2025.

¡Queremos que Colombia sea un país de ‘cero extinción’ para el año 2025!

También consideramos urgente –teniendo en cuenta que el Protocolo de Kyoto vence en el 2012– que
los Estados del mundo trabajemos en construir un nuevo acuerdo que nos vincule y comprometa a
todos, comenzando por los que más emisiones generan.

¡Es una situación que no da espera!

Alianza para el desarrollo

Permítanme recordar acá las palabras de un naturalista norteamericano que cité en mi discurso de
posesión: “El mundo no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”.

Pasemos ahora a un punto central de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que es el de fomentar una
alianza mundial para el desarrollo, algo fundamental para el logro de los demás objetivos.

En este frente, es necesario avanzar en el marco internacional del comercio, en especial en la Ronda de
Doha, para lograr más seguridad y confianza comercial y económica en el mundo, y profundizar el
acceso equitativo de los países en desarrollo a los mercados internacionales.

Destaco la importancia de que el sector privado y la sociedad civil se vinculen a la promoción de los
Objetivos del Milenio.

A manera de síntesis: si bien Colombia ha logrado mucho en la última década, nos queda un camino
importante por recorrer.

Enfrentamos todavía grandes retos sociales, entre los que quisiera destacar los siguientes —que serán
prioritarios en mi gobierno—: la generación de empleo formal, los aumentos en la cobertura de la
educación superior, las mejoras de calidad en todo el sistema educativo –especialmente en la primera
infancia-, y la disminución del embarazo juvenil.
Obsesión: reducir la pobreza

Nuestra política social se fundamenta en brindarle oportunidades a la población de educarse, trabajar,


adelantar emprendimientos y generar ingresos.

Nuestra meta, nuestro sueño, nuestra obsesión, es la de reducir sustancialmente la pobreza, reducir los
niveles de desempleo a cifras de un dígito, y generar prosperidad social, es decir prosperidad con
equidad, para todos los colombianos.

Esperamos, en un par de generaciones, ser vistos como un país que ha superado definitivamente sus
adversidades y que ha alcanzado un estado de prosperidad democrática.

Como un país que cumplió con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y fue mucho más allá.

De parte de Colombia, con profunda convicción, con total determinación, hoy quiero decir que
reafirmamos nuestra voluntad y todo nuestro compromiso para cumplir –ojalá en exceso– con las metas
mínimas planteadas hace 10 años.

¡Nada puede ser más importante!

Muchas gracias”.

Intervención del Presidente Juan Manuel Santos ante la Asamblea


General de la Organización de las Naciones Unidas, en su 65 Periodo
de Sesiones Ordinarias

Nueva York, 24 sep (SIG). “Su Excelencia Señor Joseph Deiss, Presidente del Sexagésimo quinto
período de sesiones de la Asamblea General,

Su Excelencia Señor Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas,

Excelentísimos Señores Jefes de Estado y de Gobierno y Jefes de Delegación,

Señoras y Señores:

Con reverencia, y un inmenso sentido de responsabilidad, vengo por primera vez a esta tribuna
histórica, para reiterar el compromiso de mi país, de más de 45 millones de colombianos, con el
cumplimiento y éxito de los principios fundadores de las Naciones Unidas.

Apoyamos que esta organización, en su proceso de reformas, adopte criterios de eficiencia y


transparencia para hacer realidad estos principios, y lograr un sistema de cooperación internacional más
eficaz.

Creemos que Naciones Unidas debe enfocarse en alcanzar resultados concretos, que transformen
realidades, en lugar de profundizar dependencias o programas asistenciales que hacen más daño que
bien a los países en desarrollo.

Con esta convicción, con fe en el futuro de la Organización, hago hoy expresa, ante esta Asamblea, la
aspiración de mi país a ser miembro del Consejo de Seguridad para el periodo 2011-2012.

Lo hacemos sobre la base del respeto a los principios de la Carta de la ONU, y con el compromiso de
brindar toda nuestra cooperación para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

Colombia –que celebra este año, junto con otras naciones de América Latina, 200 años de su
independencia– tiene una larga y exitosa tradición democrática e institucional.

Nuestra República ha sufrido los embates del terrorismo, y los estragos del crimen internacional, pero
siempre los ha enfrentado con la Constitución y la ley en la mano, siguiendo los más estrictos
procedimientos democráticos.

Estamos seguros que nuestra experiencia, larga y dolorosa, puede ser muy útil a todos los miembros de
la Organización en temas donde hemos desarrollado una gran capacidad técnica y operativa.

Temas como el de la seguridad; la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico; el combate al comercio


ilícito de armas pequeñas y ligeras; la erradicación progresiva de las minas antipersonal; la asistencia
humanitaria; el desarme, la desmovilización,  la reintegración de grupos armados ilegales, y –algo muy
importante– cómo hacerlo defendiendo siempre los derechos humanos.

Como amantes de la convivencia Pacífica, nos sentimos orgullosos de participar en operaciones de


mantenimiento y consolidación de la paz, como la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en
Haití, la Fuerza Multinacional de Paz y Observadores en el Sinaí, y la Oficina Integrada de
Consolidación de la Paz de esta organización en Sierra Leona.

Es parte de nuestro compromiso con la paz en cualquier lugar del planeta; un compromiso que hoy
ratificamos.

Por eso queremos ser voz de América Latina y el Caribe en el Consejo de Seguridad, en este momento
muy especial para nuestra región.

América Latina y el Caribe, que reúne cerca de 600 millones de habitantes, es nuestra área de
interacción natural.

La región incluye países con múltiples visiones políticas o posiciones diversas sobre muchos temas
específicos.

Pero nos congrega el interés por superar la pobreza, por mejorar el nivel de vida de nuestra gente, por
insertarnos exitosamente en el mercado global y por proteger nuestro medio ambiente.

Las naciones de América Latina están comenzando a asumir un liderazgo global en temas económicos,
ambientales, de seguridad y desarrollo.

En mi discurso de posesión, el pasado 7 de agosto –basado en los importantes avances que ha logrado
mi país–, dije que le había llegado la hora a Colombia.

Hoy, en este foro mundial, quiero ir más allá, y expresar, con entera convicción, que ha llegado la hora
de América Latina.

Los latinoamericanos asumimos con responsabilidad el manejo de nuestras economías, y gracias a ello
fuimos una de las regiones menos afectadas por la crisis económica mundial.

Hoy nuestros países crecen sobre pilares económicos, sociales y tecnológicos más fuertes que nunca, y
están en la mira de los inversionistas del mundo.

Somos un subcontinente con una mayoría de población joven, con inmensos talentos y capacidad de
trabajo, con ciudades y maravillas naturales que atraen a turistas e inversionistas del mundo entero, y
con una riqueza ambiental inigualable.

En estos tiempos en que el mundo demanda alimentos, agua, biocombustibles, pulmones naturales
como las selvas, América Latina tiene millones de hectáreas listas para ser cultivadas, sin afectar el
equilibrio ecológico, y toda la disposición, ¡toda la disposición!, para convertirse en un proveedor de los
todos los bienes que la humanidad necesita para su propia supervivencia.

Más de 925 millones de personas con hambre y en situación de desnutrición en el mundo son un
desafío inaplazable.

¡América Latina puede y quiere ser parte de la solución!

La nuestra es la región más rica en biodiversidad del planeta, con el país más megadiverso del mundo,
como es Brasil, y el país con mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado, como es el nuestro,
Colombia.

No más en la Amazonía se concentra el 20 por ciento de la oferta mundial de agua dulce y el 50 por
ciento de la biodiversidad del planeta.
Colombia no es un país de altas emisiones contaminantes, pero queremos asumir nuestra
responsabilidad con el planeta y su futuro.

Con esta conciencia, apoyamos la iniciativa internacional para la Reducción de Emisiones por
Deforestación y Degradación, que busca generar y dirigir los recursos que sean necesarios para la
reducción de la pérdida de bosques tropicales y de las emisiones asociadas.

¡Queremos ser un país modelo para el mundo en el monitoreo de sus bosques, de sus emisiones de
carbono y del estado de su biodiversidad!

América Latina, en su conjunto, debe ser una región decisiva en la salvación del planeta.

Nosotros reclamamos un nuevo acuerdo que sustituya al Protocolo de Kyoto –que vence en 2012–, que
garantice el compromiso de todos, comenzando por las grandes potencias industriales, con la reducción
de emisiones.

Con las debidas compensaciones económicas, tenemos una inmensa capacidad para reducir la
deforestación y plantar nuevos bosques, cambiando la historia no sólo de la región sino del mundo
entero.

Cuando inició el siglo XXI, América Latina y el Caribe apenas estaban comenzando su camino de
inserción en la economía global.

Hoy, diez años después, con estabilidad política y económica; con potencial agrícola, energético y
ambiental, quiero enviar un mensaje a las demás naciones de nuestra región.

El mundo tiene sus ojos sobre nosotros.

Ahora nos corresponde abrir los nuestros, superar cualquier diferencia que persista, y pensar en grande.

Si lo hacemos –y por todo lo anteriormente expuesto– podremos declarar al unísono, como lo hago hoy,
en el umbral de la segunda década del tercer milenio:

¡Ésta es la década de América Latina!

Una década en que podemos crecer y progresar, pero sobre todo servir a nuestros pueblos y al
bienestar de la humanidad.

Hace dos días tuve la oportunidad de presentar los resultados de Colombia en su progreso hacia el
cumplimiento de los Objetivos del
Milenio.

No repetiré ante esta Asamblea los avances –que son muchos– ni los desafíos que aún tenemos –que
son muchos más–.

Sólo quiero recalcar que, más que ningún otro problema, la pobreza y todas las consecuencias que
acarrea, es el mayor drama de nuestro mundo.

Quiero llamar la atención, en particular, sobre la doble tragedia que vive un país del Caribe, que a una
pobreza casi endémica ha unido los efectos de un devastador desastre natural.

Estuve en Haití hace un par de meses y debo declarar, ante esta Asamblea de naciones del mundo, con
el corazón entristecido, que su angustiosa realidad supera  la peor pesadilla.

La ayuda internacional anunciada no ha llegado en su totalidad, o por lo menos no se ve, y los haitianos
subsisten y siguen luchando, con dignidad y coraje, pero sin la debida atención que debemos prestar a
su situación, que no da espera.

Hago un llamado al Consejo de Seguridad para que considere la transformación de la Operación de Paz
que hoy se tiene en Haití en una verdadera Operación de Desarrollo, que responda a sus necesidades y
logre resultados concretos.

En estos tiempos de dificultades económicas para las naciones industrializadas, con alto desempleo y
estancamiento, la solidaridad global tiende a desaparecer de las prioridades.

Esto es un error. Darle la espalda a la cooperación y al comercio internacional no ayuda a nadie, y


estamos convencidos de que el egoísmo le hace daño a todos pero, aún más, al mundo industrializado.

¿De dónde más van a salir los consumidores si no es de los millones de pobres que hasta ahora han
estado al margen del progreso?

¿Quién, diferente a las sociedades llenas de jóvenes entusiastas, podrá aportar el dinamismo que
necesitan las naciones maduras?

¿Qué espacio económico, distinto al mundo en desarrollo, está disponible para satisfacer las
necesidades de la humanidad en las décadas por venir?

Cuando más ha avanzado la prosperidad colectiva es, precisamente, cuando se han incorporado
millones al desarrollo, y los momentos más oscuros de la economía planetaria han sido los de la
exclusión y las barreras.

No puedo terminar sin hacer referencia a dos flagelos mundiales como son el terrorismo y el
narcotráfico, que se retroalimentan uno al otro, porque son muchas veces los dineros de las drogas
ilícitas los que financian los actos y los grupos terroristas.

Colombia ha sido víctima –tal vez como ningún otro país– de estos fenómenos, pero ha sido también
modelo de lucha contra ellos y abanderada de la necesidad de actuar en conjunto con la comunidad
internacional, bajo el principio de la responsabilidad compartida.

Nuestra Política de Seguridad Democrática, es decir una seguridad para todos y respetando la Ley,   es
también una política de derechos humanos porque logramos disminuir dramáticamente los delitos y
conductas que más atentan contra la vida y los derechos fundamentales de nuestra gente, como son el
homicidio, el secuestro y el desplazamiento.

Fuimos el primer país en aplicar, de forma integral, los principios de verdad, justicia y reparación para la
desmovilización de grupos armados ilegales.

El Estado y la sociedad colombiana estamos comprometidos con la defensa y promoción de los


derechos humanos.

Lo hacemos por convicción –por una profunda convicción–, y no por imposición.

Hemos obtenido inmensos logros en la lucha contra el narcotráfico: Se han reducido sustancialmente las
hectáreas sembradas con coca, y estamos comprometidos a continuar con este empeño hasta erradicar
por completo estos cultivos.

Hemos golpeado con contundencia a las mafias que manejan este negocio, incluyendo los grupos
guerrilleros que se han convertido en verdaderos carteles de la droga.

Seguiremos combatiéndolos sin tregua y sin pausa. No ahorraremos esfuerzo alguno.

Ayer mismo, precisamente desde esta ciudad,  anuncié al mundo la noticia sobre la muerte del máximo
responsable militar de las FARC, en una operación impecable llevada a cabo por nuestras Fuerzas
Armadas. Este es el golpe más importante y contundente que se le ha dado a este grupo terrorista en
toda su historia, y esperamos nos acerque a la paz.

Queremos alcanzar la paz, bien sea por la razón, o por la fuerza. Y vamos a lograrlo, para poder dedicar
y concentrar todas nuestras energías y esfuerzos en alcanzar el desarrollo y la prosperidad de nuestro
pueblo.

En la lucha contra el narcotráfico hemos perdido a muchos de nuestros mejores soldados y policías,
muchos de nuestros mejores líderes, nuestros mejores jueces y nuestros mejores periodistas.

Pero esta sangre no se ha vertido en vano. De un Estado fallido en el que   los violentos, financiados por
el narcotráfico, tenían doblegada nuestra democracia, hoy miramos al mundo desde una democracia
pujante que despega hacia una prosperidad democrática, prosperidad para todos.

Vencimos los grandes carteles del narcotráfico, pero este negocio aún no ha terminado. Por eso
seguiremos combatiéndolo, porque para nosotros es un asunto de seguridad nacional.

Nos preocupa y nos duele  que nuestro relativo éxito ha significado que otros países de la región estén
sufriendo la presencia y operación creciente del narcotráfico en sus territorios.

Es necesario que el mundo abra los ojos, porque  entrar en negación frente a este problema puede ser
fatal. Y nos sucedió a nosotros, a un altísimo costo.

Estamos más que dispuestos a cooperar con los Estados que lo requieran, y ya lo estamos haciendo
con varios países de Centroamérica y el Caribe, con México, e incluso en Afganistán.

Pero eso sí: es muy importante que seamos coherentes sobre este tema.

Lo digo como representante del país con más autoridad moral para hablar sobre  este flagelo, porque
ninguna otra nación  ha sufrido, coma la nuestra,  las nefastas consecuencias del narcotráfico.

Vemos con preocupación la contradicción de algunos países que, por un lado, exigen una lucha frontal
contra el narcotráfico y,  por otro, legalizan el consumo o estudian la posibilidad de legalizar la
producción y el comercio de ciertas drogas.

¿Cómo puede alguien decirle a un campesino de mi país que será perseguido y castigado por sembrar
plantas para producción de drogas, si en otras partes del mundo ésta se vuelve una actividad legal?

Estas contradicciones hacen urgente –y en esto nos unimos al llamado del Presidente Leonel
Fernández, de República Dominicana–, que  concertemos y revisemos la estrategia mundial contra las
drogas ilícitas, para acordar una política global única,  más efectiva y en la que todos los países
contribuyamos por igual  a este esfuerzo.

Señor Presidente; apreciados colegas y delegados:

Gracias a los importantes avances en seguridad, económicos y sociales, alcanzados en los últimos
años, con el esfuerzo de muchos colombianos y el liderazgo de mi predecesor, el presidente Álvaro
Uribe, hoy Colombia se encuentra a las puertas de un nuevo amanecer.

Llegué a la Presidencia con el compromiso de luchar contra la pobreza y el desempleo, y de enrumbar a


mi país hacia una prosperidad no sólo económica sino social; una prosperidad que llegue a todos, sobre
todo a los más pobres.

He planteado un gobierno de Unidad Nacional en el que todos los colombianos nos unamos para
generar trabajo y mayor bienestar, y vislumbro con optimismo, ¡con mucho optimismo!, nuestro futuro
como nación.

Hoy me presento ante este escenario mundial, con respeto y humildad, con sentido de la historia, con
conciencia de nuestras propias limitaciones, para decirles que solos no podemos hacer nada, ni en mi
país ni en el mundo.

SÓLO UNIDOS, SÓLO CON RESPETO, SÓLO CON SOLIDARIDAD, SÓLO CON TOLERANCIA,
PODRÁ LA HUMANIDAD CONOCER UN MEJOR MAÑANA”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en


agradecimiento a las Fuerzas Armadas en La Macarena

La Macarena (Meta), 26 sep (SIG). “Hace 200 años el Libertador Simón Bolívar, con un puñado de
compatriotas, hizo historia; hizo historia que hoy 200 años después estamos celebrando. Nos liberó del
yugo de la opresión española y le dio la independencia a nuestro país.

200 años después, ustedes también han hecho y están haciendo historia, una historia comparable,
porque nos están liberando del yugo de más de 50 años de la violencia de este grupo terrorista de las
Farc.

El Libertador Simón Bolívar estaría muy orgulloso de esta operación, de la forma como se ejecutó y de
sus resultados.

Acabamos de sobrevolar el sitio exacto donde se ejecutó la Operación Sodoma y nos dimos cuenta o
ratificamos, porque ya lo sabíamos, la dificultad del terreno para hacer una operación de este tipo.

Sin embargo, la operación se ejecutó de forma impecable y con los resultados que todos esperábamos.
Una operación muy bien planeada desde hace mucho tiempo.

Bien recuerdo hace poco más de dos años, cuando dijimos que para dar de baja al ‘Mono Jojoy’, había
que infiltrarlo. Y unos valientes miembros de nuestras Fuerzas Armadas se ofrecieron para hacer esa
tarea. Dos años después, esa tarea culmina con éxito.

Ahí en esa tarea participaron miembros de todas las fuerzas. Cómo me satisface como Presidente de la
República ver que en el día de hoy me da parte un general de la Fuerza Aérea, el general Tito Pinilla; y
me dice:

‘Presidente, a sus órdenes. Personal del Ejército, personal de la Infantería de Marina, personal de la
Fuerza Aérea, personal de la Policía’.

Todas nuestras fuerzas trabajando en forma conjunta. Eso es lo que ha hecho que nuestras fuerzas
hayan tenido éxito en los últimos tiempos, el trabajo conjunto en las operaciones, el trabajo conjunto en
la inteligencia.

Y me decían que en esta operación hubo una situación especialmente significativa en ese sentido, que
había un helicóptero de la Policía, cuyos pilotos eran pilotos de la Policía, pero que llevaba comandos
del Ejército que se estaban descolgando por los lazos.

Y que el maestro, el maestro de soga, era una persona de la Infantería de Marina. Es el ejemplo
perfecto del trabajo en equipo, del trabajo coordinado, que nos está dando los resultados que hoy el
país y el mundo entero están celebrando.

En las guerras, en la historia, siempre hay un punto de inflexión. Yo deliberadamente cuando fui Ministro
de Defensa, nunca quise utilizar, la expresión ‘es el comienzo del fin’. Ni siquiera cuando le dimos a
‘Raúl Reyes’, ni siquiera con la Operación Jaque.

Pero esta operación, esta operación contra el ‘Mono Jojoy’, esta exitosa operación, sí es un punto de
inflexión, donde creo que, con un buen margen de confianza, podemos decir que es el principio del fin
de las Farc.

Y que queden notificados el resto de las Farc, porque cuando hay un punto de inflexión la historia nos
enseña que hay que perseverar, perseverar y seguir perseverando. Y que vamos a ir con estos héroes
de la Patria, con nuestros soldados de tierra, mar y aire y nuestros policías, detrás de las Farc donde
estén.

Si están en los ríos, allá iremos; si están en las colinas, allá iremos; si están en las montañas, allá
iremos; si están en los páramos por encima de los 10 mil pies de altura, allá iremos; si están en las
selvas más tupidas, como fuimos allá en contra del ‘Mono Jojoy’ allá estaremos.

Porque esta es una señal muy importante: ¡No hay rincón de nuestro territorio donde nuestras fuerzas
armadas no puedan llegar!

Esta madriguera, que era la madre de las madrigueras de esta organización que lleva 50 años –un
cuarto de nuestra historia de República independiente, generando violencia contra nuestra democracia–,
esta madre de las madrigueras, fue el blanco de esta operación.

No había otra madriguera más protegida; no había otra madriguera donde hubiese más gente
protegiendo a este bandido, el ‘Mono Jojoy’. La dificultad del terreno para llegar allá, un bunker de
concreto y sin embargo, sin embargo allá llegamos.

Y hoy podemos decir que este símbolo del terror ya no más, ya dejo de existir y no va a seguir haciendo
sufrir a tantos colombianos; a tantos colombianos de bien e inclusive a los propios miembros de su
organización, porque si por algo se caracterizaba el ‘Mono Jojoy’ era por su crueldad.

Y aprovecho la oportunidad para decirles a los miembros de esa organización, que aquí hay un Estado
que les tiende la mano y que les dice:

Salven sus vidas, no sigan en esa locura. ¡Desmovilícense! que les vamos a abrir las puertas para que
vuelvan a retornar con sus familias y dejen de sembrar el terror y la violencia.

El Estado será implacable hasta último momento, pero al mismo tiempo tiende una mano generosa y les
dice:

Aquí están las puertas abiertas para desmovilizarse.

Porque lo que queremos todos es la paz; por lo que nuestros soldados, nuestros infantes, nuestros
policías luchan, es por la paz. Pero una paz digna y una paz duradera.

A estos miembros de las Farc, a sus familias, les reiteramos:

El camino es la desmovilización si no quieren acabar muertos o capturados. Porque nosotros


seguiremos, cada vez con más fuerza, cada vez con más bríos, detrás de ustedes mientras continúen
con su actuar terrorista.

Y digo que cada vez con más fuerza porque una parte muy importante del éxito de esta operación es la
información invaluable que hemos encontrado; una información muchísimo más rica, muchísimo más útil
que la que encontramos en nuestro ataque a ‘Raúl Reyes’.

Solamente en volumen es cerca de cinco o seis veces más, once veces más me corrige el general
Naranjo (Óscar Naranjo, Director de la Policía Nacional), once veces más en volumen.

Pero lo que ya hemos visto también, en calidad. La información que estamos encontrando en esos
computadores nos va a facilitar muchísimo el trabajo de ir detrás de todos y cada uno de los miembros
de esa organización, de sus redes de apoyo, de sus fuentes de financiación, de sus activos, porque si
algo descubrimos, por ejemplo, es que este bandido era un gran terrateniente, dueño de extensas fincas
de ganadería.

Y como tenía una obsesión por el dinero, tenía muy bien detallado cuántas vacas tenía en cada potrero;
potreros y vacas que vamos a expropiar y a devolvérselas a sus verdaderos dueños, a los campesinos
de Colombia.

Esta información va a acelerar la consecución de la paz, porque nos va a dar todos los instrumentos,
todos los instrumentos para ser mucho más efectivos en las acciones que ustedes, héroes de la Patria,
queridos soldados, infantes, policías, ejecutan todos los días.

Permítanme hacer un paréntesis sobre un tema que quisiera desde aquí –porque nos concierne a
todos– traer a colación. En el viaje, viniendo aquí a La Macarena, el almirante Cely (Edgar Cely,
Comandante de las Fuerzas Militares) me mostró una información; que un juez en Bogotá, el Juez 11 de
Garantías, decidió darle casa por cárcel al coronel retirado que lideraba esa banda de criminales que les
robaba las armas al Ejercito y se las suministraba a las Farc.

¡Por Dios! Mirándolos a ustedes aquí, cómo exponen sus vidas todos los días, yo me pregunto cuál es el
papel de la justicia en Colombia, cuando nuestros héroes de la Patria están arriesgando sus vidas todos
los días, pero al mismo tiempo un juez decide darle casa por cárcel, porque según su criterio, este
individuo no representa ningún peligro para la sociedad, cuando lo que estaba haciendo era
entregándoles armas para que esos bandidos mataran a sus antiguos compañeros. ¿Qué clase de
justicia es esa?

Yo sí quisiera llamar la intención a las Altas Cortes, al Consejo Superior de la Judicatura, y decirles que
el país y el Presidente de la República, con todo el respeto por su independencia, pero con toda la
convicción sobre la necesidad de trabajar armónicamente, que le den una explicación al país sobre el
comportamiento de jueces como éste, que deciden de la noche a la mañana no solamente liberar a 26
de los 34 criminales capturados en esta operación que inició el propio Ejercito, en un proceso de
depuración, y que enaltece esa institución, si no que ahora le den casa por cárcel al bandido jefe, líder,
de esa banda criminal.

Porque también me enteré el día de ayer que casi en forma simultanea, otro juez o la Fiscalía –no sé,
general Naranjo–, liberó todos los miembros de esa organización que estaba explotando ilegalmente; un
juez de control de garantías –también fue otro juez–, después de un esfuerzo que yo personalmente vi
como la Policía llegó y los agarró en flagrancia envenenando uno de los humedales más importantes de
nuestro territorio, creando el caos y un daño ecológico sin precedentes, hoy están todos libres.

¿Qué tipo de justicia es esa y qué tipo de estimulo van a tener nuestras Fuerzas para seguir
combatiendo por la paz de este país, por la seguridad de este país, con comportamientos de la justicia o
de esos jueces, con comportamientos como los que acabo de relatar?

Por eso mi llamado a la justicia, desde aquí de La Macarena, es que por favor actúen en forma armónica
con el Ejecutivo, con los demás poderes, para alcanzar esa paz que todos necesitamos, esa tranquilidad
que todos estamos exigiendo.

Pero ustedes, queridos soldados, infantes, policías, están haciendo historia.

Ustedes podrán decirles a sus hijos y a sus nietos que participaron de una operación y estuvieron
presentes combatiendo en un momento de la historia en donde comenzó finalmente el camino hacia la
verdadera paz, porque eso es lo que ustedes están haciendo con esta operación y con las que vienen.

Porque cuando dijimos espérense a la bienvenida de este Gobierno, no nos referíamos solamente al
‘Mono Jojoy’; cuando dijimos espérense a la bienvenida de este Gobierno, nos referíamos a la operación
contra el ‘Mono Jojoy’ y a muchas otras operaciones.

Porque no vamos a dejar de darle la bienvenida de este Gobierno a las Farc con operaciones como
estas que ustedes acaban de ejecutar.

Por eso los felicito, los felicito de todo corazón. El pueblo colombiano los rodea con admiración y con
respeto a ustedes, a sus familias, a todos los miembros de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas.

Y no solamente aquí en el país. Yo vengo de Nueva York; estaba con todos los mandatarios del mundo
en la Asamblea de Naciones Unidas. Todos les mandaron a ustedes un saludo de felicitación, diciendo:
‘¡Qué maravilla para Colombia tener unas Fuerzas Armadas que logran resultados como los que hoy
estábamos viendo, el día de la operación’.

Y por eso los estimulo a que no bajen la guardia a que sigan con mayor entusiasmo, porque como les
decía aquí al principio, ese punto de inflexión lo dio esta operación y cuando esos puntos de inflexión
llegan, lo que tenemos que hacer es perseverar.

De nuevo felicitaciones. A usted, almirante Cely como Comandante de las Fuerzas Militares; a usted,
general Matamoros, como Jefe de Estado Mayor Conjunto; a usted, almirante Echandía, como
Comandante de la Armada. Sé que su inteligencia también participó de manera importante; además uno
de sus hombres era el jefe de la ‘burbuja’, del blanco en materia de inteligencia.

A usted, general González (Comandante de la Fuerza Aérea), como le he dicho y como lo he dicho
tantas veces: ¡Que buena puntería la de nuestros pilotos de la Fuerza Aérea colombiana! La Fuerza
Aérea Colombiana que es ejemplo, como las demás fuerzas, en todo el continente.

Usted, general Vargas, que esta aquí representando al Ejército y al general Navas (Comandante), sus
hombres; sus hombres ¡qué valor, qué coraje con que defienden y siguen y siguen combatiendo!

¡Qué bueno tener un Ejército como el que tenemos nosotros! Y qué decir del general Naranjo, su
Policía, Muchas felicitaciones. Sabemos del papel fundamental que usted, su gente, su inteligencia, jugó
en esta operación.

Por eso cuando les dije allá en Larandia tenemos el mejor equipo, tenemos las mejores circunstancias,
no me cabía duda que comenzaríamos a dar resultado tras resultado. Ahí esta la prueba: tenemos el
mejor equipo, tenemos la mejor cúpula, tenemos la mejor gente para seguir adelante batallando por la
paz de este país.
Que Dios los bendiga a todos. Y les agradezco a nombre de todos sus compatriotas, con admiración y
con respeto, ese sacrificio y esa labor que todos ustedes hacen todos los días por su Patria, por
Colombia.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Día Internacional del


Turismo

Bogotá, 27 sep (SIG). “Muchas gracias, muchas gracias Ministro (de Comercio, Industria y Turismo,
Sergio) Díaz-Granados, por esta invitación a acompañarlos en el Día Internacional del Turismo.

Muchas gracias a todos. Qué bueno verlos hoy, cuando –como dije en mi alocución del pasado jueves–
los colombianos respiramos un país más tranquilo.

Este año la Organización Mundial del Turismo escogió, oportuna y sabiamente, el tema de “Turismo y
Biodiversidad”.

Hace tan sólo tres días, frente a la plenaria de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva
York, hablé sobre este tema, el tema de la Biodiversidad.

Dije ahí que Colombia quiere ser un país modelo para todo el mundo en el monitoreo de sus bosques,
de sus emisiones de carbono y del estado de su biodiversidad.

¿Por qué lo dije?

Porque la biodiversidad es una de las grades fortalezas de Colombia: Nuestro país tiene la mayor
biodiversidad por kilómetro cuadrado de todo el planeta.

Y la Amazonía, que compartimos con nuestros vecinos, tiene el 50 por ciento, la mitad, de la
biodiversidad mundial.

Tenemos entonces una inmensa responsabilidad, con nuestra tierra, con la comunidad internacional y
con las futuras generaciones, con nuestros hijos, con nuestros nietos, de conservar esta gran riqueza
ambiental. 

En los últimos años hemos vivido una revolución en la conciencia ambiental, en la manera de entender
nuestro entorno natural.

Hemos aprendido a respetar nuestro ecosistema y a valorar la importancia de conservar el medio


ambiente.

Gracias a ello, gracias a este cambio cultural, hoy en día la biodiversidad y la naturaleza son un atractivo
turístico, y una de las áreas más dinámicas de la industria mundial del turismo es el ecoturismo.

Costa Rica, por ejemplo, ha sido el país pionero en la materia, y ha logrado posicionarse como uno de
los principales destinos para los turistas que quieren conocer la naturaleza tropical.

Nuestro país, Colombia, según el “ranking” mundial de competitividad turística elaborado por el Foro
Económico Mundial, ocupa el segundo lugar en total de especies conocidas, el quinto en recursos
naturales y el 12 en áreas protegidas.

Pero existe una brecha grande entre lo que tenemos para ofrecer en materia ecológica, y lo que
estamos haciendo en materia de turismo para aprovechar los extraordinarios recursos de nuestro
territorio.

Por eso vamos a impulsar una nueva política de Turismo de Naturaleza en todas sus manifestaciones:
ecoturismo, avistamiento de aves y ballenas, agroturismo, y buceo, entre otros.

Quiero contarles una anécdota que me sucedió hace ya algunos años. Yo era becario de la Fundación
Nieman, de la Universidad de Harvard. El curador de esa Fundación era un señor que se llamaba
Howard Simon. Había sido el Editor del Washington Post cuando tumbaron a Nixon. Una persona muy
respetable, uno de los periodistas más reconocidos en Estados Unidos.

Y él tenía un íntimo amigo que era editor de un periódico muy importante en Boston, el Boston Globe.

Yo los invité a una casa que tenían mis padres en Anapoima. Y ellos eran veedores de pájaros. Los
invité, se fueron a dormir, les dije que si querían ver pájaros que podían madrugar, madrugaron, se
fueron por una maleza que hay ahí; yo me levanté horas más tarde, pregunté dónde estaban estos
señores –ya tenían cierta edad- y la persona que cuidaba la casa me dijo: ‘No ellos se fueron por aquí y
no han vuelto’.

Eran las 8:00 –ellos se habían levantado a las 5:00 de la mañana- eran las 9:00, las 10:00, y en esa
época estábamos allá en problemas de seguridad, dije: ‘Se los llevaron’.

Y de pronto como a las 11:30 de la mañana sube este par de personas de cierta edad, ambos tenían
más de 65 años, sudando la gota gorda, cansadísimos, insolados, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

Y me dijeron: ‘Hemos tenido la experiencia más fantástica de nuestras vidas. Hemos ido por el mundo
entero en este ejercicio de ver pájaros, y nunca hemos visto tanta variedad de pájaros en tan corto
tiempo’.

Y sacaron unas libretas donde tenían todo apuntado y las fotografías que sacaron me las mostraron con
verdadero entusiasmo.

Cuento esta anécdota simplemente para decir:

¡Qué riqueza la que tenemos nosotros!

Por eso vamos a trabajar también en la promoción del turismo a nuestros Parques Naturales, que el año
pasado recibieron 700 mil visitantes, 15 por ciento más que el año anterior.

Pero, para ponerlo en una perspectiva global, el solo Parque Yosemite en el oeste de Estados Unidos
recibe alrededor de dos millones 850 mil visitantes al año.

Nuestra meta es triplicar la cifra de turistas a nuestros parques naturales en los próximos cuatro años.

Para lograrlo necesitamos el apoyo del sector privado, para construir los accesos y dotarlos de senderos
e instalaciones turísticas.

En esa dirección, vamos a incorporar el Turismo de Naturaleza al programa de Transformación


Productiva del Ministerio de Comercio, dotándolo de los mismos instrumentos y de los mismos apoyos
que hoy tienen los otros sectores que hacen parte de este programa, para convertirlo en un sector de
clase mundial.

Pero no podemos olvidar que para lograr estas metas, tenemos que acabar de consolidar la Seguridad
Democrática.

Por mucho tiempo el turismo –y especialmente el ecoturismo– se estancó por falta de seguridad.

El turismo ha sido, tal vez, una de las industrias más golpeadas por los problemas de orden público. Y
también es de los sectores que más se han beneficiado de la Seguridad Democrática.

¡Qué bueno ver los resultados de la seguridad en el turismo!

Ayer estuve en La Macarena, con los soldados, con los infantes de marina, con los policías, con los
pilotos, que hicieron posible el abatimiento de ese criminal ‘Mono Jojoy’.

Y quiero decirles que tenemos muchos motivos para sentirnos tranquilos, pero sobre todo para sentirnos
orgullosos, por esos colombianos valientes, comprometidos y con la moral en alto, que están allá en la
selva, en ese gran parque natural, ganando la paz para Colombia.

Tenemos qué derrotar al terrorismo, tenemos las mejores Fuerzas Armadas, trabajando unidas y con
mística, y hoy quiero darles la certeza, amigos empresarios del turismo, que no nos detendremos, de
que no flaquearemos, que seguiremos adelante hasta que la violencia y el crimen dejen de ser una
pesadilla para Colombia.

¡No pararemos hasta tener un país libre, libre de guerrilla, libre de narcotraficantes, digno de tantos
millones de colombianos que queremos vivir en paz y progresar!

Ustedes tienen mi palabra de que así será, ¡y ustedes son testigos de que sabemos cumplir esa
palabra!

Cuando vimos ese video me sentía emocionado ¡Qué país tan bello el que tenemos, qué país tan
maravilloso!

Por eso tenemos el derecho a gozarlo en paz y en tranquilidad, y no descansaremos hasta así sea.

Aquí no más estamos presenciando un ejemplo de los beneficios de la seguridad.

Este maravilloso hotel Marriott en el que estamos reunidos es una demostración de que los
inversionistas, que por tanto tiempo ni siquiera miraban a nuestro país, no paraban en Colombia, hoy
tienen la confianza para volver.

Y no sólo los inversionistas: en el 2009 la Organización Mundial del Turismo destacó los avances
colombianos en un reporte titulado “Colombia: de nuevo en el mapa del turismo mundial”

Pasamos de tener un millón 200 mil visitantes en el 2002, a tener dos millones 500 mil   en el 2009. Y
nuestro objetivo es por lo menos duplicar esa cifra para el año 2014.

El turismo ha generado miles de empleos, y una cosa muy importante: empleos formales, con todos los
beneficios de la ley, que son la base de la Prosperidad Democrática.

Y puede generar muchísimos más. Como ha dicho muchas veces el Ministro Díaz-Granados, construir
dos habitaciones en un hotel cinco estrellas puede costar 300 mil  dólares y generaría un empleo
directo.

Para generar ese mismo puesto de trabajo, por ejemplo en la industria petrolera, se necesita una
inversión de 20 millones de dólares –¡sesenta y seis veces más!–

Adicionalmente, los empleos en turismo son empleos de servicios, que no son fácilmente reemplazables
por maquinaria o transferibles a otros países.

Nuestra meta es la creación, durante los próximos cuatro años, de 250 mil nuevos puestos de trabajo en
el sector del turismo.

Lo digo porque el turismo es una de las áreas de la economía con un gran potencial de crecimiento.

Según cálculos del Foro Económico Mundial, el turismo representa el 14 por ciento del PIB en México, el
16 por ciento en República Dominicana. En Colombia solamente representa el 6 por ciento, ¡y con
semejante potencial!

Nuestro turismo es muy pequeño comparado con el de otros países, pero es un sector que va creciendo
y que va a crecer más y más en los próximos años.

El turismo es ya el primer generador de divisas extranjeras en nuestro país, después del petróleo y el
carbón.

Sin embargo, se habla de una bonanza minero-energética pero no se habla de un boom turístico.

¡Por eso tenemos que dinamizar el turismo!

Para lograrlo, vamos a implementar un plan de turismo apoyando los aciertos del pasado gobierno –que
fueron muchos- y formulando nuevas propuestas para resolver viejos problemas.

Y tenemos un excelente equipo para hacerlo:

Me siento muy tranquilo con el doctor Sergio Díaz-Granados, un hombre que conoce profundamente el
sector turístico, que fue Viceministro de Desarrollo Empresarial y luego Presidente de Anato. Como
Ministro le va a dar importancia al turismo.

Qué bueno que va a estar apoyado por el Viceministro Óscar Rueda García, que conoce muy bien el
tema y que fue ratificado, precisamente porque ha demostrado su compromiso con este sector.

Uno de los aciertos del último gobierno, del Presidente Uribe, en esta materia, fue impulsar una
campaña de publicidad para borrar la mala imagen del país en el exterior.

Como dice el refrán popular: cría fama y échate a la cama

Infortunadamente, el país ha tenido una fama de violencia y narcotráfico que ha sido un obstáculo para
el turismo.

Aunque le hemos dado y le seguiremos dando golpes contundentes al terrorismo, debemos redoblar los
esfuerzos por mejorar la imagen del país.

La campaña ‘Colombia: el riesgo es que te quieras quedar’ tiene la inteligencia de reconocer que el
riesgo es el principal obstáculo, y el humor para jugar con esta percepción.

Es un gran comienzo de lo que va a ser un esfuerzo sostenido de varios años por mejorar la imagen del
país en el exterior.

Con la campaña ‘Vive Colombia, el País que llevas en el Corazón’, buscaremos dinamizar también el
viaje de los colombianos por nuestro propio país.

Sabemos bien que tenemos una oferta turística excepcionalmente diversa, como es nuestra cultura.

Junto con el ecoturismo, hemos identificado otras modalidades, y hemos diseñado estrategias para
impulsarlas:

Para desarrollar el turismo de Sol y playa –que es el que más gente mueve– debe formularse una
política pública de manejo de playas turísticas.

Para fortalecer el turismo Cultural, vamos a invitar a los viajeros a conocer nuestros pueblos históricos, y
apoyaremos eventos como el Festival de Teatro de Bogotá o el Hay Festival, o el Festival de Música
Clásica en Cartagena.

Y hay que tener en cuenta, además, que gran parte de la riqueza cultural de nuestro país está en sus
etnias, que dan forma a nuestra nación con sus múltiples visiones del mundo.

Su presencia aquí nos llena de alegría y nos señala nuevas posibilidades para nuestro turismo cultural.

Continuaremos impulsando el turismo de Salud, uno de los sectores identificados por el programa
Transformación Productiva del Ministerio de Comercio por su gran potencial de crecimiento.

El sector de cruceros está avanzando. En los primeros seis meses de este año, 170 cruceros atracaron
en los puertos de Cartagena, Santa Marta y San Andrés, un aumento casi del 40 por ciento frente al
primer semestre del 2009.

El turismo de congresos y convenciones también está aumentando, por lo que también vamos a apoyar
la construcción de centros de convenciones por ejemplo en Bucaramanga o en Barranquilla, entre otros.

Todo esto requiere de una mejora en competitividad turística: El último reporte del Foro Económico
Mundial nos ubica en el puesto 72.

Nuestra meta es que, en cuatro años, estemos dentro de los primeros cincuenta.

Para lograrlo crearemos el Consejo Coordinador de Turismo, como una entidad que, aplicando los
principios del Buen Gobierno, coordine las diferentes entidades cuyas decisiones también impactan al
sector. 

Adicionalmente, se creará un Consejo Consultivo Público - Privado, para lograr una efectiva
concertación.
Yo he sido siempre muy amigo de la concertación. He creído que las políticas concertadas siempre son
más efectivas.

Cuando creamos el Ministerio de Comercio, a mí me entregaron un Decreto: ‘Creese el Ministerio de


Comercio’. Ahí iniciamos toda una política de hacer sociedad con el sector privado. Proexport,
Bancoldex, el propio Ministerio, hay muchas de las juntas directivas donde hay mayoría de participación
del sector privado, y eso ha dado muchos resultados.

Eso, aplicado al turismo, va a dar también muchos resultados.

El diagnóstico realizado para la firma de los Convenios de Competitividad Turística, identificó la


capacitación del capital humano como el principal problema.

Miren los contrastes: mucha gente señala a Colombia como un gran país para invertir, por su calidad del
capital humano, sin embargo, en el sector turístico ahí hay un vacío.

Por eso resulta urgente desarrollar en el sector turístico una cultura de calidad, que busque la
excelencia del personal en todas las ramas del sector: guías turísticos, agencias de viaje, hoteles,
restaurantes.

Para lograr la calidad, implementaremos una verdadera revolución pedagógica en hospitalidad, y otro
componente fundamental de esto será progresar en bilingüismo, como lo ha venido haciendo el
Ministerio con el programa “I Speak”.

Otro cuello de botella para la competitividad del turismo –y de toda la economía colombiana– es la
infraestructura.

Hemos mejorado nuestra conectividad aérea: Gracias a la entrada de aerolíneas de bajo costo y de
otros operadores, es cada vez más barato volar a Colombia desde el extranjero.

Sin embargo, nos queda mucho por hacer. El solo aeropuerto de Punta Cana en República Dominicana
recibe más vuelos internacionales en un solo día que todos nuestros aeropuertos juntos.

Vamos a avanzar hacia una política de cielos abiertos, aumentando la competencia entre las aerolíneas
para beneficiar al viajero con mejores precios y mejor servicio.

Al mismo tiempo, trabajaremos en la modernización de nuestros aeropuertos: 50 por ciento de los


viajeros extranjeros visitan la ciudad de Bogotá; sin embargo el aeropuerto de la capital no da abasto.

Y las carreteras del país tampoco.

Por eso haremos de la infraestructura una de nuestras cinco locomotoras que van a jalonar el desarrollo
económico.

Nos hemos propuesto construir 300 kilómetros de dobles calzadas por año, y una de nuestras
prioridades será asegurar que las instalaciones turísticas estén debidamente señalizadas.

Muchas veces se ha criticado a los gobiernos, porque se habla mucho de turismo pero se invierte poco.

Hoy quiero reafirmarles nuestra decisión de destinar, en los próximos cuatro años, por lo menos 120.000
millones de pesos, para construir infraestructura turística, exclusivamente.

Estos recursos se van a invertir en obras como centros de convenciones, muelles, malecones, parques
temáticos, y en la adecuación de los atractivos turísticos que requieran inversión del Estado.

Y qué bueno sería que estos recursos se multiplicaran con la adición de recursos públicos locales y del
sector privado, porque entienden que el turismo es un motor del desarrollo.

La construcción y remodelación de hoteles se ha dinamizado, además, gracias a los incentivos


tributarios que ofreció el anterior gobierno.

La prueba de ello –nuevamente– es el hotel donde hoy estamos reunidos, y muchos más que están en
proceso de construcción.
Las grandes cadenas internacionales están llegando al país, y prosperando en lo que va a ser –no les
quepa duda– un verdadero boom turístico.

Queridos amigos del sector Turismo:

Como bien dijo la Organización Mundial del Turismo, que coordina la celebración del día de hoy,
Colombia ha vuelto al mapa del turismo global.

Perdimos al menos dos décadas por cuenta de la violencia. ¡Nuestro objetivo ahora es recuperarlas!

El turismo va a ser una parte integral de la Prosperidad Democrática, y estoy seguro de que, en unos
años, nos vamos a convertir en un destino de clase mundial.

Seremos exitosos en todas las áreas que mencioné, pero en especial en el área del ecoturismo, gracias
a la inmensa riqueza que tenemos en materia de biodiversidad.

Las metas que nos hemos puesto son ambiciosas, son ambiciosas, sin duda.

Pero sé que juntos, sé que con su ayuda, sé que con la seguridad que estamos conquistando,
¡podremos lograrlas!

Muchas gracias”.

alabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación de la


Ley de Víctimas

Bogotá, 27 sep (SIG). “¿Cómo es posible que nos hayamos provocado tanto dolor entre los
colombianos?

¿Cómo es posible que nos hayamos matado entre nosotros, de esa forma?

Es difícil concebir que por décadas haya existido tanta sevicia y tanta maldad entre hijos de una misma
nación.

Aun los que no hemos empuñado un arma contra nuestros hermanos, los que nunca hemos participado
en esos actos de crueldad, tenemos una deuda con quienes lo han perdido todo: la vida, la salud, las
tierras, el amor y la compañía de sus seres queridos.

Bien decía Mahatma Gandhi: “Más que los actos de los malos, me horroriza la indiferencia de los
buenos”.

Hoy, en este día histórico, queremos romper con esa indiferencia, y mostrar nuestro afecto, nuestra
solidaridad, con las víctimas de Colombia.

Son millones de familias desplazadas, colombianos mutilados, viudas desconsoladas; niñas violadas;
pequeños a quienes les robaron la inocencia.

Hemos sido capaces de tanto desprecio por la condición humana, que no puedo evitar sentir asco y
frustración.

Disculpen que me exprese en esos términos, pero el tema me estremece el alma, como debe
estremecer la de todos nuestros compatriotas.

Permítanme leer –y perdonen la crudeza de lo que diré, pero no podemos cerrar más los ojos ni los
oídos– algunos testimonios de sobrevivientes de la masacre de El Salado, en el Carmen de Bolívar,
donde 60 campesinos murieron entre el 16 y el 21 de febrero del año 2000, a manos de la vileza de los
paramilitares.

“En la cancha empezaron a sacar persona por persona. A Luchito le dijeron: ‘Tú eres el presidente de la
Acción Comunal, guerrillero HP’. Le hicieron una ráfaga; le partieron toda la cabeza y le reventaron los
sesos. Un paraco los cogió, los mostró y se los metió nuevamente diciendo: ‘¡Ya vieron, para que
aprendan!’ ”.

“Tocaban la tambora, cargaban grabadoras y ponían música”.

“Cuando mataban, ellos tocaban; era una fiesta para ellos”.

“A esa muchacha la acostaron boca abajo. Vino ese tipo y se le montó en la espalda, la cogió por la
cabeza y la ‘jaló’ duro para atrás; la estranguló y la desnucó”.

Los testimonios fueron recogidos por los miembros del Grupo de Memoria Histórica, de la Comisión
Nacional de Reparación y Reconciliación.

Dejar a las víctimas contar sus historias es un derecho que ellas tienen.

Primo Levi, esa gran escritor italiano que sobrevivió al holocausto nazi, explicó –en una frase– que
hablar en condición de víctima es también un deber. Él dijo:

“No es lícito olvidar, no es lícito callar. Si nosotros callamos, ¿quién hablará?”.

No podemos desconocer la realidad dolorosa que hemos vivido; y que debe servirnos para ser
conscientes del dolor profundo e inhumano que han padecido tantos compatriotas.

Es también deber y obligación nuestra, como sociedad, escuchar a las víctimas y acogerlas con afecto.

¡Ha sido un daño irreparable para millones de colombianos!

Sabemos muy bien que nada podrá compensarles el sufrimiento de tamañas vejaciones, porque las
víctimas de la violencia llevarán –por siempre– las marcas de sus heridas en sus cuerpos y en sus
almas.

Ninguna suma monetaria puede reparar la pérdida de una vida, pero la sociedad debe responder, como
un todo, basada en el principio de solidaridad con sus propios asociados.

Por fortuna, no partimos de cero.

Colombia, por la dura realidad que hemos vivido, ha desarrollado importantes iniciativas legislativas para
garantizar los derechos de verdad, justicia y reparación, tal vez como ninguna otra nación en el mundo.

En los últimos ocho años, a partir de la Ley de Justicia y Paz, se han pagado reparaciones
administrativas a más de 60 mil víctimas por al menos un billón de pesos, y se ha dado creciente apoyo
a la población desplazada, pasando de una inversión de 120 mil millones de pesos en el 2002 a 1,5
billones de pesos este año.

¡Hoy queremos dar un paso más allá –uno fundamental– y dejar firmado sobre piedra un compromiso
profundo e irrevocable de la sociedad colombiana con nuestras víctimas!

Y lo haremos sobre un principio esencial: ¡No vamos a discriminar a ninguna víctima!

Lo importante acá no es quiénes son los victimarios, sino reconocer el derecho de las víctimas –vengan
de donde vengan– a una reparación y una vida digna.

¡El sufrimiento de una madre –que llora a un hijo asesinado con sevicia– es el mismo sin importar el
criminal!

La impotencia y la tristeza de un padre –que no sabe a dónde se llevaron a su hija– es igual de intensa,
sea quien sea el culpable.

Incluso nuestros militares y nuestros policías también podrán postularse como víctimas para acceder a
los beneficios de la ley, en los casos en que no sean cubiertos por sus regímenes especiales.

Lo que el proyecto de Ley contempla es que las víctimas –como ya dije, vengan de donde vengan– no
tengan que esperar un fallo judicial para acceder a la indemnización.
La condición de víctima, para efectos de la Ley, se determinará de la siguiente manera:

Todas las solicitudes, sin importar el victimario, serán estudiadas y decididas por un Comité Jurídico de
Reparaciones Administrativas, integrado por cinco juristas, que deberán tener las mismas calidades de
un magistrado de la Corte Suprema.

Este Comité –que obrará con un procedimiento expedito que garantice el derecho al debido proceso–
deberá establecer la condición de víctimas de los solicitantes, pero no al victimario.

Los señalados, sean quienes fueren, tendrán que ser denunciados y vencidos en un juicio justo, como
debe ser.

Estamos pagando una deuda histórica, una deuda moral, a través de tres pilares, que buscan resarcir a
las víctimas y devolverles la productividad a ellas y al campo colombiano.

El primer pilar consiste en la llamada Ley de Restitución de Tierras, que el Gobierno radicó en el
Congreso el pasado 7 de septiembre.

Hemos decidido darle prelación al retorno y a la reubicación, porque necesitamos a nuestros


campesinos trabajando la tierra, con vocación y con sudor.

¡Es lo que ellos han pedido por décadas!

Y permítanme recordarles cuatro elementos de esta Ley de Restitución de Tierras:

- Podremos cancelar los títulos fraudulentos obtenidos por los violentos y los devolveremos a sus
verdaderos poseedores y propietarios, sin tantas trabas jurídicas.

- Tendremos facultades para usar predios productivos incautados y vincularlos a programas de entrega
de tierras.

- Desde el Ministerio de Agricultura coordinaremos un sistema de información detallado sobre despojo,


hasta el nivel predial, que identifique a los desarraigados y les acredite su derecho.

- Crearemos salas especializadas de restitución en los Tribunales Superiores de Distrito Judicial; allí los
magistrados obrarán a favor de quienes perdieron sus propiedades; es decir, la carga de la prueba
estará a favor de la víctima y no de quien posea la tierra actualmente.

Es triste constatar que hay enemigos grandes y violentos de lo que estamos haciendo, pero podrá más
la fuerza de una sociedad unida en torno a la necesidad de justicia.

Y digo esto porque nos duele en el alma el aleve asesinato, en Necoclí, de Hernando Pérez, un humilde
campesino que acababa de participar en un acto de restitución de 34 títulos de propiedad en Turbo, tras
haber sido despojados de allí a manos de los paramilitares.

Desde aquí les envío un mensaje a los enemigos criminales de estas iniciativas, que responden con
violencia y mezquindad:

¡La fuerza del Estado está del lado de las víctimas y los campesinos, y se aplicará sin contemplación
sobre los victimarios!

De nuestra parte pueden esperar una profunda determinación para enfrentar cualquier obstáculo que se
interponga en este objetivo de resarcir a las víctimas, y de darle al campo la prosperidad que el país
necesita.

El segundo pilar –en dicho propósito– es la Ley de Víctimas que presentaré en unos minutos ante el
Congreso de la República.

Esta iniciativa, una vez aprobada, será el punto de partida para un periodo de transición de 15 años.

¡Será la hoja de ruta para ejecutar una reparación integral a las víctimas en dicho periodo de tiempo!

En ese lapso esperamos reparar social, económica, sicológica y simbólicamente a cerca de cuatro
millones de desplazados y víctimas de otros delitos derivados de la violencia.

¡Son cerca de un millón de familias colombianas que han sufrido los estragos del drama nacional!

Y escuchen bien, porque esto es muy importante: el propósito fundamental que tenemos es que las
víctimas reconstruyan sus propios proyectos de vida.

Esa es la columna vertebral de la Ley.

Queremos que tengan las herramientas para que, a partir de esta transición, retomen sus vidas de
manera próspera, para que sean dueños y responsables de su progreso, de su felicidad.

El proyecto de Ley de Víctimas contempla los siguientes aspectos:

Primero, medidas de asistencia en áreas como salud y educación, además de alivios en las deudas que
tuvieran las víctimas, a manera de una atención integral que ellos deben recibir.

Segundo, ayuda humanitaria para reacción inmediata ante nuevos hechos.

En este punto debo decir que si bien hemos acorralado a los terroristas con la política de Seguridad
Democrática, aún seguimos consolidándola y debemos estar preparados para atender emergencias que
se puedan presentar.

Al mismo tiempo, buscamos arreciar en el combate a los grupos criminales que se oponen a una
Colombia en paz.

Con ese propósito nuestra Fuerza Pública sigue mostrando resultados contundentes, como el golpe de
la semana pasada contra las Farc, haciéndoles perder al más sanguinario de sus jefes, como lo fue el
‘Mono Jojoy’.

Las víctimas de este bandido se cuentan por miles, y para ellas –que también recibirán los beneficios de
esta ley– tenemos toda nuestra solidaridad y afecto.

¡Qué bueno poder decir que no habrá más víctimas por cuenta de este hombre, símbolo del terror!

Hay un tercer frente de la Ley de Víctimas, muy importante que, es el de las medidas de restitución que
les permitan volver al estado en que se encontraban antes de que sus derechos fueran vulnerados.

Lo haremos a través de varias herramientas:

- Indemnizaciones por la vía administrativa.

- Recursos, por familia desplazada, para inversión en vivienda o adquisición de tierras.

- Proyectos productivos que les permitan a las víctimas del desplazamiento forzado sostenerse de
manera autosuficiente.

- Prioridad en el acceso a subsidios y créditos blandos para vivienda.

- Y, un punto de especial interés es que los menores de edad reconocidos como víctimas podrán
obtener una indemnización que se mantendrá en encargo fiduciario hasta que alcancen cierta edad.

El cuarto aspecto que quiero resaltar es la creación del Sistema Nacional de Atención y Reparación
Integral a las Víctimas.

Será una instancia de coordinación a nivel nacional, liderada por el Vicepresidente de la República, con
el apoyo de un comité interinstitucional que coordinará el Ministerio del Interior, y con el soporte
administrativo de Acción Social.

A través de este Sistema se hará seguimiento a la implementación de la Ley de Víctimas y se articularán


todas las instituciones con responsabilidades en el tema; allí, entre otras entidades, están 10 de los 13
ministerios hoy existentes.

¡Qué tranquilidad saber que un hombre como Angelino Garzón, un campeón de los derechos humanos,
estará al frente de este sistema!

Pocos colombianos, como él, han mostrado tanta solidaridad y tanta preocupación por las víctimas en
nuestro país.

Les he hablado hasta ahora de dos pilares para resarcir a las víctimas y recuperar la paz y la
productividad del campo: la Ley de Restitución de Tierras y la Ley de Víctimas.

Hay un tercer pilar, que presentaremos en los próximos meses: es la Ley General de Tierras.

Hablaremos de ésta en su momento, pero les puedo decir, entre otras cosas, que esa Ley buscará
optimizar el uso de la tierra, cerrar la expansión de la frontera agraria y darles condiciones a los
campesinos para que sean exitosos empresarios del campo.

Cómo ven, lo que estamos emprendiendo es un gran proyecto de Nación para los próximos años.

Y quiero ser muy franco con ustedes y con el país:

En el Gobierno sabemos que nada es suficiente para reparar tanto dolor y tantos perjuicios derivados de
la violencia.

Yo, personalmente, me lamento de que no podamos hacer más, pero tenemos unos recursos que son
limitados.

¡Las víctimas merecen cien veces más, mil veces más!

Lo que buscamos es ser responsables para que los beneficiarios de la Ley tengan efectivamente lo que
el Estado les puede dar.

Sería injusto ilusionar a las víctimas con promesas impagables o recursos que el Estado no tiene.

Haremos un inmenso esfuerzo en el presupuesto, pero no podemos solos en el Gobierno nacional.

Es importante que los departamentos y los municipios aporten también a este propósito nacional.

Y vamos a destinar recursos a la Justicia, porque sólo con una justicia fuerte y eficiente podremos hacer
realidad los derechos de las víctimas.

Y de la misma manera como la Justicia tendrá más fondos para aplicar la Ley, también tendrá un marco
–que, como en las reparaciones administrativas, se aplicará también en las judiciales–, que les dé unos
parámetros que permitan fijar indemnizaciones teniendo en cuenta las posibilidades reales del Estado
para pagarlas.

Tenemos que ser conscientes, tenemos que ser responsables, de que los recursos no son infinitos, que
tienen límites, y por eso nos enfocaremos en priorizar las necesidades más sentidas y más urgentes.

Sobre estas bases, pueden estar seguros de que cumpliremos, con realismo, lo que está establecido en
este Proyecto de Ley de Víctimas

El terrorismo –es bien sabido– no respeta edades, ni estratos sociales ni nacionalidades; es un


fenómeno transnacional que cobra víctimas en cualquier rincón del planeta.

Hoy nos honran con su presencia –y son testigos de este compromiso– varios ciudadanos del mundo
que han padecido el terrorismo: nos acompañan víctimas del ataque a las Torres Gemelas en Nueva
York, del genocidio en Ruanda, del atentado de libaneses a un avión francés en 1989 y de los
Montoneros de Argentina.

Hay un mensaje poderosísimo en la famosa película ‘La Lista de Schindler’, que cuenta la historia de
este buen alemán y de su voluntad para salvar las vidas de miles de judíos, en medio del holocausto
nazi.

En una escena, Óscar Schindler intenta persuadir a un nazi de que el verdadero poder no está en matar,
sino en perdonar.
Schindler no logra convencerlo porque se trata de un sentimiento que requiere de una bondad suprema
para poderlo practicar.

Sin embargo, ese concepto de perdón sí lo encarna una madre colombiana que –por cuenta de la
violencia de grupos armados ilegales– perdió primero a su hija de 22 años, en septiembre de 2001, y
luego a su hijo de 18 años, en mayo de 2005.

Se llama Pastora Mira García, de San Carlos, Antioquia, que aquí habló y hoy está aquí con nosotros,
acompañándonos en esta presentación de la Ley.

Su conmovedor relato nos demuestra que podemos ser una Nación con un gran poder para perdonarse
a sí misma y demostrar infinita bondad.

Permítanme leerles su testimonio, que ha sido escuchado en varios eventos sobre víctimas del
terrorismo:

“La vida constantemente me pone a prueba. Imagínese que tres días después de aparecer muerto mi
hijo, voy saliendo de la iglesia y me encuentro a la cuadra a una multitud que veía a un hombre en el
suelo, con una herida de bala en la pierna”.

“Este señor estaba gritando de dolor, pero nadie lo ayudaba. Yo lo llevé a mi casa que estaba a media
cuadra, lo entré hasta el patio, le di comida y llamé a una amiga enfermera para que lo atendiera”.

“Abrí la puerta del cuarto de Jorge Aníbal –su hijo asesinado– para traer ropa de él y dársela al herido”.

“Cuando éste señor se levantó, lo primero que vio a través de la puerta del cuarto fue una foto de mi
hijo; se puso pálido y me preguntó que por qué tenía fotos de ese ‘man’ ahí… yo le dije que era mi hijo”:

“Él se puso a llorar y me dijo que ellos lo habían matado. Yo me quedé mirándolo. Cuando terminó de
hablar y llorar fui por el teléfono, se lo di y le dije que en alguna parte del mundo había una mamá
preocupada por él, que la llamara al menos para que ella supiera que estaba vivo… lo dejé solo para
que hablara. En la sala, mi amiga enfermera me decía: ‘Pastora yo lo mato… Yo lo mato’. Pero eso no
me toca a mí”.

Sé que luego de este dramático encuentro, el joven empezó a trabajar con ella en el Centro de
Acercamiento para la Reparación y la Reconciliación, en San Carlos.

¡Qué historia!

Doña Pastora, usted simboliza el poder –¡el inmenso poder!– que tenemos para perdonarnos y al fin
vivir en paz.

¡Gracias por darnos esa lección de vida, que debemos escuchar y reflexionar cada uno de los
colombianos!

El proyecto que vamos a presentar ha sido un verdadero ejercicio de concertación, de diálogo, de


unidad en torno a lo fundamental.

El Partido Liberal llevó su iniciativa a la Mesa de la Unidad; el Partido Conservador también llevó su
propio proyecto, y el Partido de la U y Cambio Radical supieron enriquecer las fórmulas planteadas y
participaron activamente hasta lograr este proyecto de consenso, que es un verdadero ejemplo de
concertación política en aras del bien común.

A todos los voceros de los partidos, ¡muchas gracias!

Porque la reparación a las víctimas –señoras y señores– no puede tener color político.

Por eso hago un llamado a los demás partidos y sectores de la sociedad para hacer de éste un
propósito colectivo, que defendamos todos y cada uno de los colombianos.

¡Necesitamos de la Unidad Nacional para rodear a las víctimas!

Lo digo claramente: si logramos pasar esta ley, y cumplirla, en beneficio de todas nuestras víctimas, ¡si
sólo hacemos esto!, habrá valido la pena para mí ser Presidente de la República, y para ustedes ser
congresistas.

¡No podemos ser menos ante este desafío ético e histórico!

Es hora de enrumbarnos hacia la reconciliación definitiva ¡y podemos hacerlo!

¡Podemos perdonarnos como sociedad!

Aprendamos de doña Pastora, quien en una sola frase explicó el por qué perdonó y acogió al
arrepentido asesino de su hijo. Ella dijo:

“Si el dolor no nos une, entonces ¿qué nos puede unir?”.

El dolor nos une, pero también nos debe proyectar hacia el futuro.

Tomemos el ejemplo de Asia. Los asiáticos –con tanta historia como tienen– hablan un 20 por ciento de
su pasado, pero dedican el 80 por ciento de su tiempo a pensar y hablar del futuro.

Ojalá esta ley nos ayude, como sociedad, a sanar las heridas y a mirar hacia donde debe ser:

Hacia el mañana, hacia un porvenir de unidad, de concordia, de tolerancia, de convivencia, de felicidad


–¡sobre todo de felicidad!– para todos los colombianos.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la clausura


del Congreso 59 años de ACOPI

Bogotá, 27 sep (SIG). “Muchas gracias, doctor Félix Antonio Niño, Presidente de ACOPI, y muchas
gracias, amigos empresarios, por esta invitación.

Gracias por su apoyo, gracias por su entusiasmo, gracias por unirse a esta ola de energía positiva que
hoy, por fortuna, se siente en Colombia, cuando por fin vemos una luz al otro lado del túnel, después de
casi medio siglo de violencia y terrorismo.

Pero no sólo es la seguridad. También la economía nos da buenas noticias.

El crecimiento del PIB en el segundo trimestre, del 4.5 por ciento —así algunos tuvieran mayores
expectativas—, es el más alto en dos años y nos genera también esperanzas.

Con mejores desempeños de la construcción y la agricultura en el segundo semestre, podemos esperar


un crecimiento aún mayor para todo el año.

Siempre es un placer venir a hablar con los micro, pequeños y medianos empresarios de Colombia.

Lo hice como Ministro de Comercio, lo hice como Ministro de Hacienda lo hice como Ministro de
Defensa y ahora me honra mucho hacerlo como Presidente de la República.

Celebro la visión de este gremio al escoger el tema de ‘Competitividad y Comercio Global’ para el
congreso de este año.

Como ustedes saben, hace ya veinte años comencé mi carrera política como el primer Ministro de
Comercio Exterior, y desde entonces no he dejado de creer que la globalización nos trae a todos
grandes oportunidades —tanto a las empresas como a los países—.

Hace tan sólo dos semanas estuve en el congreso de ANALDEX presentando nuestra política de
comercio exterior.

Aprovecho el momento también para saludar a la doctora (Magdalena) Pardo que nos acompaña hoy,
Presidente de la Cámara Colombo-Venezolana. También ha sido como una testigo de todo este
proceso, desde que creamos el Ministerio de Comercio Exterior.
Y también quiero destacar el ejemplo de cooperación entre los diferentes gremios. ACOPI con
ANALDEX, con los demás gremios. Eso es bien importante.

Y de eso se trata, señores empresarios, el espíritu de la Unidad Nacional: de trabajar juntos por el bien
de Colombia; de unir esfuerzos por lograr metas; de pensar en grande para lograr la Prosperidad
Democrática.

Este convenio interinstitucional es un buen ejemplo; todas las instituciones trabajando para un objetivo
común. De eso se trata.

La prosperidad para todos requiere de ingresos también para todos, y eso nos obliga a generar trabajo,
a generar trabajo y más trabajo.

Nos hemos puesto la meta de reducir el desempleo a un dígito y de crear 2.5 millones de empleos y de
formalizar por lo menos 500.000 más.

Eso, sin duda, es una meta bastante ambiciosa. Pero tengo la confianza que, trabajando juntos, unidos,
la vamos a lograr.

Me llamó la atención lo que dijo, doctor Niño (Félix Niño, Presidente Ejecutivo Nacional de ACOPI):

Que si cada PYME crea 10 empleos, tendríamos 700.000 nuevos empleos, y que si cada microempresa
contrata a una —¡tan solo una!-— persona adicional, tendríamos 1’600.000 nuevos puestos de trabajo.

Por eso estoy aquí, porque el sector de las MIPYMES es fundamental, es muy importante para el país;
porque con su ayuda, y solamente con su ayuda y su compromiso, vamos a lograr las metas que nos
hemos puesto.

Y no solamente las metas de empleo, también las metas de prosperidad: porque las MIPYMES son la
base de nuestra pujante clase media; clase media que queremos ver crecer y fortalecerse cada día más.

Parte del sueño de todo colombiano es montar un negocio y trabajar para hacerlo crecer.

Los valores del trabajo duro, del compromiso, del empuje, son parte de la cultura del emprendimiento de
los micro, pequeños y medianos empresarios.

Son los valores que sostienen a las MIPYMES en un ambiente empresarial que puede ser hostil para las
empresas jóvenes y pequeñas.

Déjenme ilustrar esto con una historia:

Hace dos semanas conocí a un muchacho, Nairo Quintana, el joven y gran ciclista colombiano que ganó
la Tour de L’Avenir allá en Francia para el equipo de Café de Colombia-Colombia es Pasión y 4/72, que
es la empresa que creo que estuvo aquí esta mañana.

4/72, para quienes no saben, es las coordenadas del dentro del país, que queda en el Meta, no muy
lejos de donde dimos de baja al bandido del ‘Mono Jojoy’.

Y habló aquí Juan Ernesto Vargas, a quien yo conocí. Y por supuesto, ¡Lo felicito por este triunfo y por
apostarle al ciclismo colombiano!

Y Nairo me contó —este muchacho de Cómbita, de una familia muy humilde— que los ciclistas de
Boyacá —su tierra, también la tierra de mi padre; mi padre era boyacense— tienen un gran éxito porque
entrenan en altura, en condiciones difíciles, con poco oxígeno.

Y cuando compiten a nivel del mar, el oxígeno desata su potencial, y fortalece, multiplica su desempeño.

Algo así han vivido las MIPYMES colombianas, que han surgido, muchas veces, con escaso oxígeno
financiero o con escaso apoyo estatal.

¡Imagínense lo que puede pasar con el apoyo total e irrestricto del Estado!

Medidas de apoyo a pequeñas empresas


Por eso hoy quiero contarles a ustedes, a los queridos empresarios, lo que pensamos hacer para
apoyarlos, para que sus empresas sean más competitivas, y para aumentar su acceso al mercado
global.

Vamos a apoyarlos con instrumentos financieros y no financieros, para oxigenar a las MIPYMES
colombianas, y ayudarles a desatar el gran potencial que tienen. Porque lo tienen y mucho.

Dentro de los elementos financieros están las líneas de crédito ofrecidas por BANCOLDEX, que desde
el 2003 no es sólo un banco de comercio exterior —como el que creamos allá en el año 1991—, sino
también un banco de desarrollo empresarial; ha evolucionado.

La línea de crédito “A-progresar”, que está especialmente dirigida a aumentar la productividad y


competitividad de las MIPYMES, ha desembolsado ya 3 billones de pesos en más de 17.000 proyectos
desde el 2005 hasta la fecha.

También está el Fondo para la Modernización y Desarrollo Tecnológico de las PYMES —el llamado
FOMIPYME— que, desde el Ministerio de Comercio, apoya las |iniciativas de las empresas para
incrementar sus índices de productividad y competitividad.

Desde su creación, en el año 2001, se han cofinanciado cerca de 800 proyectos por un valor
aproximado de 181.000 millones, y este año esperamos sumar otros 33.000 millones de pesos en más
de 100 proyectos.

Al mismo tiempo, el Programa de Financiamiento de Empresas en Etapa Temprana ha destinado más


de 2.500 millones de pesos para participar en fondos de capital semilla.

Y vamos a continuar con el programa de Transformación Productiva, identificando nuevos sectores de


talla mundial, y buscando las mejores herramientas para que las MIPYMES se vinculen a estos sectores
dinámicos.

Doce sectores hacen hoy parte de este programa; nuestra meta es completar veinte sectores durante
los próximos cuatro años.

También vamos a adelantar reformas estructurales para fortalecer las bases de la competitividad.

El problema de la informalidad

La economía colombiana tiene un serio problema estructural que limita su capacidad de crecimiento y
que afecta especialmente a la MIPYME: la informalidad.

Colombia tiene una tasa de informalidad cercana al 60 por ciento, una de las más altas del mundo.

Y quiero resaltar que la informalidad no es un término académico: es la precariedad y la incertidumbre


que, día a día, viven tres de cada cinco colombianos.

Los trabajadores informales no tienen la seguridad de una pensión al final de su vida laboral, o un
seguro de riesgos profesionales, o acceso a una EPS en caso de enfermedad.

La informalidad empresarial afecta a las MIPYMES de manera especial: mientras ustedes hacen un gran
esfuerzo por sacar sus empresas a flote y hacerlas exitosas, tienen que competir con otras que trabajan
fuera del sistema, no pagan impuestos, no contratan trabajadores formales, y no sacan licencias.

Eso es una competencia muy desigual. Y a todos nos interesa que esas empresas se formalicen.
Inclusive ellas mismas, porque existe la creencia equivocada que son más competitivas las empresas
informales.

Está demostrado en el mundo entero y aquí en Colombia que eso no es cierto. Son mucho más
competitivas las microempresas formales que las informales.

Por eso la formalización es una de nuestras prioridades. Lo dije en la campaña, lo repetí muchas veces
y lo repito aquí. Y por eso hace un mes presentamos la Ley de Formalización y Primer Empleo al
Congreso de la República.
Para las micro, pequeñas y medianas empresas, y para todo el país, es muy importante que esta
iniciativa se apruebe en el Congreso.

Otro de los problemas más graves del país —ustedes lo conocen mejor que yo— es el desempleo,
especialmente entre los jóvenes, que ha sido superior al 20 por ciento, ha llegado hasta el 24 por ciento,
en los últimos diez años.

Esa ley busca estimular el empleo de los jóvenes creando un sistema de incentivos para contratarlos.

Para toda empresa que contrate a un trabajador formal menor de 25 años, las contribuciones
parafiscales serán totalmente descontables del impuesto de renta.

Y gracias, doctor Niño, por su propuesta de respaldar esta iniciativa con la participación de ACOPI, en
asocio con el SENA, para capacitar a los jóvenes que buscan su primer empleo.

La segunda parte de esta ley incentiva la formalización.

Para formalizar las micro y pequeñas empresas —es decir, empresas de hasta de unos 50 empleados—
vamos a implementar la progresividad en el pago del impuesto de renta y contribuciones parafiscales.

Y vamos a aplicar los principios de algo que yo he defendido toda mi vida pública y privada, los
principios del Buen Gobierno —y del sentido común, diría yo— para reducir los trámites y la regulación
excesiva que los microempresarios citan como uno de los grandes obstáculos a la formalización.

Eliminar la tramitomanía es sólo una parte de nuestra política de competitividad.

La competitividad requiere de un diagnóstico integral, comprehensivo, que revise todas las áreas de la
economía, todos los eslabones de la economía y del Estado, desde la educación hasta la
infraestructura.

Nuestro Director de Planeación, el doctor Hernando José Gómez, es un experto en el tema, como lo es
Miguel Peñaloza , y ha hecho esta radiografía de cuerpo entero desde donde trabajaba, en el Consejo
Privado de Competitividad.

El gobierno anterior creó el Sistema Nacional de Competitividad, que durante un buen tiempo lideró
Miguel, nuestro actual Alto Consejero para las Regiones y ahora para la Participación Ciudadana, quien
hoy recibió un muy merecido reconocimiento.

Y quiero contarles una cosa. Ustedes decían que van a poner en marcha algo bien interesante, que es
el sistema virtual, ACOPI Virtual. Miguel ya lleva un 80 por ciento montar en el Gobierno la democracia
virtual, donde ACOPI Virtual va a tener un espacio muy importante.

Y eso, el uso de la tecnología en cualquier institución y en cualquier actividad multiplica su productividad


y su competitividad. De manera que ahí estamos trabajando en la misma dirección y eso me satisface
enormemente.

Ahora la responsabilidad de impulsar y hacer seguimiento al Sistema Nacional de Competitividad ha


pasado a la Alta Consejería que llamamos público privada, en cabeza de la doctora Catalina Crane,
quien, con Hernando José Gómez y el Ministro Sergio Díaz-Granados, conforma un equipo de lujo para
impulsar aún más este programa que cuenta con todo el respaldo y con todo el acompañamiento mío y
también por fortuna del sector privado.

Hemos mejorado tanto en competitividad que, según el reporte Haciendo Negocios, del Banco Mundial,
Colombia es el país de América Latina donde es más fácil hacer negocios, incluso por encima de Chile,
que fue por mucho tiempo el que mantuvo la camiseta amarilla, el líder regional.

Sin embargo —y eso también hay que reconocerlo—, nos queda mucho, muchísimo por hacer.

Estamos atrasadísimos en varias áreas. Por ejemplo en la Ciencia y la Tecnología.

Éste es un punto particularmente importante para ustedes, las MIPYMES.

Usted lo ha identificado muy bien en sus palabras, doctor Niño: la innovación y el acceso a las nuevas
tecnologías son el gran motor de crecimiento de la pequeña y mediana empresa, parte del oxígeno que
desata la productividad.

Vamos a trabajar para articular a la universidad con la empresa privada y para que las MIPYMES
puedan beneficiarse de las investigaciones impulsadas por COLCIENCIAS, una institución que estamos
de veras fortaleciendo.

Éstas no son simples palabras: el proyecto de reforma a las regalías que pusimos a consideración del
Congreso, propone que el 10 por ciento de los recursos del Sistema General de Regalías sea destinado
a proyectos de ciencia, tecnología e innovación.

Estos son la verdadera base del crecimiento del largo plazo. Es además el mejor legado que les
podemos dejar a las generaciones futuras, a su hijo, nuestro gran piloto, como fruto de la riqueza que
vamos a tener ahora en la minería, el petróleo y esos recursos naturales que estamos explotando.

Será una inversión hecha por las regiones, porque estos recursos serán regionales, pues es allá, en el
terreno local, en donde se conoce cuáles son las verdaderas necesidades y Las verdaderas
oportunidades.

La revaluación

Pasemos ahora a un tema que ha dado mucho de qué hablar en los últimos días: la tasa de cambio.

Ésta es también una parte fundamental de la competitividad comercial.

Yo entiendo que un dólar cercano a los 1.800 pesos es difícil para los exportadores consolidados, y
mucho más para una pequeña empresa que está pensando en exportar sus productos por primera vez.

Por eso estamos implementando una serie de medidas que busquen frenar la revaluación. Y hablo de
‘un conjunto de medidas’, porque no hay una que individualmente resuelva el problema:

Primero, vamos a reducir los costos de producción de toda la industria eliminando la sobretasa a la
energía. Eso tiene un costo cercano a los 600 mil millones de pesos.

Segundo, estamos preparando una revisión de fondo de los aranceles para reducir los costos de
importar bienes de capital e insumos necesarios para la producción.

Eso estará listo más o menos cuando, Ministro? Mediados de octubre, o sea en veinte días.

Encima de esto, ya están haciendo curso en el Congreso dos reformas estructurales que también van a
combatir la revaluación en el mediano plazo.

El gobierno anterior presentó, con nuestro apoyo, un proyecto de ley que establece una regla fiscal para
reducir el déficit, y promover el ahorro del Gobierno Central durante las épocas de ingresos
extraordinarios.

De esa manera podremos detener la presión revaluadora del endeudamiento en dólares, además de
evitarnos tener ciclos económicos marcados por el auge y la crisis.

También vamos a crear, a través de la reforma a la regalías, un Fondo de Ahorro y Estabilización en


dólares que será administrado por el Banco de la República.

Estos fondos han servido en países como Chile, como Noruega, para evitar la llamada enfermedad
holandesa, porque obligan a dejar una parte de los dólares por fuera para invertirlos después.

Adicionalmente, el Banco de la República inició la compra de por lo menos —y quiero reiterar— por lo
menos 20 millones de dólares diarios para estabilizar la moneda. Y eso se ha venido haciendo y se
seguirá haciendo durante los próximos meses.

Éstas y otras medidas que se están estudiando ojalá nos permitan ceder el primer puesto como la
moneda del mundo que más se ha revaluado este año.

Con este esfuerzo sostenido, unido al de los empresarios para aumentar su productividad, lograremos
que el comercio exterior sea una fuente de prosperidad a pesar de una tasa de cambio que no ha sido la
más favorable.

Buscar nuevos mercados y profundizar los actuales

Porque el comercio no es sólo una gran oportunidad; también es una necesidad de una economía
moderna.

Como dije en el congreso de ANALDEX, el mercado interno por sí solo no es suficiente para generar los
2,5 millones empleos, que es la meta que nos hemos puesto como meta crear.

Tenemos que buscar nuevos compradores, penetrar nuevos mercados.

En este aspecto Colombia tiene un gran potencial de crecimiento: nuestro sector exportador representa
tan solo el 15 por ciento del PIB frente a un país como Chile, por ejemplo, donde representa el doble, el
30 por ciento.

El indicador de exportaciones per cápita de Colombia es casi el más bajo de la región. No nos
recriminemos y veamos esta debilidad como una oportunidad única para crecer en los próximos años.

En el marco del nuestras exportaciones, las PYMES ocupan un lugar fundamental porque concentran la
mayor parte de nuestras exportaciones de tecnología media y alta —es decir, donde está lo más
importante, el valor agregado—.

Tenemos que potencializar nuestras exportaciones con eso, con valor agregado, y continuar con nuestra
política comercial de buscar nuevos mercados y profundizar los existentes.

Para apoyar este esfuerzo, a finales de este año esperamos terminar —siempre que logremos que las
preocupaciones de los empresarios colombianos se traduzcan en acuerdos justos— negociaciones con
Corea y Panamá para completar 11 TLCs firmados con 48 países.

Y después quisiéramos comenzar negociaciones con Costa Rica, República Dominicana y Japón, que
es la tercera economía del mundo. Y la semana pasada me reuní con el Presidente turco, porque
pertenecemos a un grupo de países nuevos, que se llaman los Civets.

Los Civets son el grupo de países que vienen supuestamente con gran ímpetu después de los Brics.
Los Brics fue un grupo de países que se inventó un banquero en Nueva York hace 10 años. Dijo ese
banquero de un banco, Goldman Sachs: ‘Aquí vienen cuatro países a irrumpir en la economía mundial.
Y van a ser el motor de esa economía’. Lo llamó los Brics: Brasil, Rusia, India y China.

Y fue premonitorio, porque en esta crisis de hace dos años y hoy inclusive, esas cuatro economías son
las que están jalonando la economía mundial.

Pues bien. Hace unos meses otro gran banquero, el presidente del banco más grande del mundo en
Hong Kong, dijo que detrás de los Brics venían seis países y los llamó los Civets, que quiere decir
Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica. Somos el único país latinoamericano.

Y ahora en Nueva York aproveché la oportunidad y me reuní con el Presidente de Turquía y el


Presidente de Vietnam. Los demás, ni el Presidente de Indonesia ni el de Sudáfrica ni el de Egipto
estaban presentes. Y les dije: Hagamos realidad el grupo, que solamente con que nos reunamos van a
venir los inversionistas.

Y se entusiasmaron. Y el Presidente turco se entusiasmó tanto que me dijo: ‘Firmemos ya un acuerdo


de libre comercio’. Y eso es lo que vamos a hacer.

Tenemos, además, que poner nuestros ojos en Asia. Hoy ustedes tuvieron la oportunidad y el placer de
escuchar las palabras del Embajador chino (Gao Zheng Yue).

Cuando estaba en la Federación de Cafeteros se contaba un chiste que la bonanza cafetera comenzaría
y sería permanente el día en que los chinos se tomaran por lo menos una taza de café al mes.

Hagamos el ensayito a ver si de pronto consumen un producto colombiano al mes y la bonanza para
Colombia sería maravillosa.

¡Busquemos que no sólo nos compren nuestras exportaciones tradicionales, sino también compren
nuestros otros productos!

Con el objetivo de ampliar nuestra presencia comercial en China estamos buscando entrar al Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacífico, conocido como el APEC.

El APEC es el último paso. Cuando fui Ministro de Comercio Exterior entramos a algo que se llama el
PIBE, después entró al PEC y ahora vamos a entrar a la APEC. Ya tenemos el apoyo; solamente falta
que levanten una moratoria, un problema que no es nuestro, un problema entre la China y la India.
Mientras la China mantenga la moratoria, no se abre para ningún país. Si se abre, nosotros a entrar a la
APEC; ya tenemos el apoyo de todos los países.

El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, como ustedes saben, sigue esperando la aprobación
del Congreso, pero quiero resaltar que en unos cuantos meses entrará en vigencia el acuerdo con
Canadá —el primero con un país desarrollado— y que tenemos que sacar provecho de las
oportunidades que este acuerdo presenta para nosotros, sobre todo para las PYMES. Un mercado
importantísimo.

Relaciones con Venezuela y Ecuador

Y en el tema del comercio con los vecinos, me alegra poder decirles que seguimos avanzando con
buenas perspectivas.

Basándonos en el respeto —en el respeto por las diferencias—, en la cooperación y en la diplomacia,


hemos avanzado en la normalización de relaciones con Venezuela y con Ecuador.

Como la doctora Magdalena Pardo, Presidente de la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, bien


sabe, las comisiones bilaterales que definimos con el Presidente Chávez van por buen camino.

Estamos trabajando en un Acuerdo de Complementación Económica que va a remplazar la


normatividad de la Comunidad Andina cuando ésta pierda vigencia en abril del año entrante.

CADIVI se ha comprometido con hacer el primer desembolso, y esperamos que el resto de la deuda sea
cancelada lo antes posible.

Les comento: El Presidente Chávez me llamó hace una semana larguita a a decirme que tendrían 58
millones (de dólares) más. ¿Han desembolsado cuánto? 72. Serían 58 más.

Pero me dijo, y me lo dijo con una voz entusiasta: ‘Y voy a pagar hasta el último centavo’.

¿Y usted no se va para allá en un par de días? El jueves.

Entonces mande decir que cumpla con la palabra.

Y sabemos que esos ingresos son fundamentales para las PYMES, sobre todo las que exportan a
Venezuela, y vamos a defender sus intereses con todo lo que tenemos.

Nuestro propósito no es nada diferente a dar cada día un paso más para completar la normalización de
las relaciones con nuestros vecinos, que todos nos conviene.

Celebramos que ayer se haya cumplido un proceso importante, democrático, en paz, con entusiasmo,
en Venezuela.

Y quiero anunciarles que, para seguir avanzando, el próximo mes de octubre voy a atender yo
personalmente, gustoso, la invitación que me hizo el Presidente Chávez para encontrarnos en suelo
venezolano.

Queridos empresarios:

Como dije en mi discurso de posesión, gracias a la seguridad, gracias a los logros contra el terrorismo
como el que obtuvimos la semana pasada, ahora Colombia está a las puertas —y estoy convencido—
de un nuevo amanecer.

Trabajando juntos, sector público, sector privado, estoy seguro de que vamos a tener una economía
más competitiva, unas empresas más productivas y una cultura del emprendimiento cada día más
dinámica para bien de Colombia, para bien de ustedes y sobre todo, para bien de nuestros hijos.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Asamblea de la


Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio (Aico)

Cali, 28 sep (SIG). “El viernes pasado tuve el inmenso honor y la gran responsabilidad de dirigirme a la
Asamblea Anual de las Naciones Unidas, como Jefe de Estado de Colombia.

Allí señalé, por muchas razones, que había llegado la hora de América Latina, y que esta década que
inicia debe ser la década de nuestra región.

Brasil, que celebra el próximo fin de semana sus elecciones presidenciales, es un gran modelo de
desarrollo y de avances sociales para la región en el que debemos vernos reflejados.

Hace 10 años, este país, Brasil, encabezó el llamado grupo de los BRIC –la sigla usada por el
presidente del banco Goldman Sachs para referirse a Brasil, Rusia, India y China, como los países con
las mejores perspectivas económicas hacia el futuro–.

Y en efecto así sucedido. Hace poco tiempo, el Presidente del banco más grande del mundo, el Hong
Kong Shangai Banking Corporation, se refirió a otro grupo, los CIVETS. Los CIVETS, que quieren decir:
Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica, como los países que vienen detrás de los
BRICS y que son los países del futuro.

Nosotros quisimos reunirnos con la mayoría de los Presidentes de estos países ahora en Nueva York.
Logramos reunirnos con el Presidente de Turquía y el Presidente de Vietnam. La Canciller después se
reunió, porque no estaban los mandatarios de Sudáfrica y de Egipto, y decidimos que íbamos a
reunirnos, ojalá aquí en Colombia. Porque así como los BRICS cuando se reunieron ese solo día,
subieron las bolsas de los cuatro países y bajaron el costo de la deuda de los cuatro países, estoy
seguro que cuando nos reunamos los CIVETS va a suceder lo mismo.

Encabezar la lista de los CIVETS representa, por supuesto, un positivo desafío para nuestro país, pero
es también una muestra del inmenso interés que existe ahora por la región.

El buen momento de América Latina

Nuestras naciones latinoamericanas han asumido, con responsabilidad, su política económica, al punto
de que fuimos una de las regiones menos afectadas por la reciente crisis internacional.

Ahora estamos en la mira de los inversionistas del mundo. ¡Créanlo!

Así me lo dieron a entender el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el ex presidente Bill
Clinton; el ex primer ministro británico Tony Blair, el presidente de Microsoft, Bill Gates, y muchísimos
inversionistas con quienes me reuní la semana pasada en Nueva York.

Estaban haciendo casi cola para decirnos que quieren invertir en Colombia y en la región.

Esta Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio es un gran escenario para replicar ese
mensaje de confianza y de esperanza en América Latina.

¡Ustedes son unos magníficos embajadores para potenciar la región!

Aquí hay representantes de 22 países iberoamericanos con la habilidad y el talento para convencer al
mundo entero de las posibilidades que ofrece nuestro mercado de más de 600 millones de habitantes.

Recientemente me reuní –hoy hace 15 días, aquí en Colombia-, con Felipe González, ex presidente del
Gobierno español, quien hizo un agudo análisis sobre nuestra oportunidad histórica, la de Colombia y la
región.

Él me decía que el Occidente desarrollado ya ha gastado lo que va a tener que pagar en los próximos
20 años; mientras que los llamados países emergentes han ahorrado lo que van a poder comprar en el
mismo periodo de tiempo.

Estamos ante una oportunidad de oro para trabajar unidos y ser una fuerza regional con una gran
capacidad de negociación política y económica en el contexto mundial.

Consciente de esto, visité como Presidente electo a los países hermanos de España, México, Costa
Rica, Panamá, Chile, Argentina, Perú, República Dominicana y Haití –que tanto necesita de nuestra
cooperación como comunidad internacional–.

También, en los primeros días de Gobierno, relanzamos nuestras relaciones con Venezuela y con
Ecuador.

Con los presidentes Chávez y Correa hemos estado de acuerdo en que nuestros pueblos no merecen
ver a sus gobernantes enfrascados en discusiones ideológicas o de otro tipo.

¡Lo que debemos hacer –y así lo acordamos– es trabajar para combatir la pobreza, facilitando el
comercio entre vecinos y cooperando también en materia de seguridad!

Y tuve también la oportunidad de realizar una visita oficial –la primera que hice como Presidente– al
Brasil, y luego, de acompañar en México al presidente Calderón en la celebración del Bicentenario del
llamado Grito de Dolores, que dio inicio a su proceso de independencia.

Solidaridad con México y felicitación a Venezuela

Hoy hablé nuevamente con el Presidente Calderón. Le expresé mi solidaridad por la tragedia que sufrió
con ese alud que sucedió en México esta madrugada.

Y decíamos lo importante que es unirnos para tener una voz cantante en el mundo. En la próxima
reunión, por ejemplo, en Cancún, para evitar que se siga calentando el mundo, que es el que está
produciendo ese invierno en México, este invierno aquí en Colombia, que también produjo ayer un
deslizamiento y hay cerca de veinte compatriotas todavía bajo la tierra. Y que está causando estragos
como nunca se había visto en Pakistán.

Hablé también con el Presidente Chávez hoy. Lo felicité por las elecciones en Venezuela, que
transcurrieron en paz, que es lo importante; y que nadie cuestionó el resultado.

Lo que he visto en todos estos viajes, en todas estas conversaciones es una región viva, dinámica,
joven, lista para insertarse en el futuro y para liderar temas que hoy son cruciales, como la provisión de
alimentos en un mundo que está iniciando una crisis de alimentos; la protección del agua, la
biotecnología, los biocombustibles.

Como les dije en las Naciones Unidas, les digo ahora ante las Cámaras de Comercio de nuestra región:

El mundo tiene los ojos sobre nosotros, y ahora nos corresponde a nosotros abrir los ojos y tomar las
oportunidades que se nos están presentando.

Me complace muchísimo que el eje temático de esta Asamblea sea ‘La Formalización Empresarial como
base para el desarrollo y crecimiento en Iberoamérica’.

Don Antonio Bertolotti, presidente de esta Asamblea Iberoamericana de Cámaras de Comercio, ha


acertado en llamar la atención sobre este tema.

Como defensor de las tesis de la Tercera Vía, que dicen que el mercado hasta donde sea posible, el
Estado hasta donde sea necesario, comparto plenamente su posición sobre la importancia del sector
privado como generador de recursos legítimos.

Supe también de la interesante presentación que ayer hizo la doctora Christine Ternent, a nombre del
Banco Interamericano de Desarrollo.
Ella explicó cómo los mayores índices de formalidad empresarial producen una gran cantidad de
beneficios, entre los que destacó: mayor productividad, desarrollo de las empresas, mayor contribución
al crecimiento económico y mayor competitividad; mejor calidad del empleo, mayor pago de impuestos,
mayor gasto social, y algo muy importante: una contribución a la reducción de la pobreza y la inequidad.

Prioridad, dar trabajo

Eso es lo que trae la formalización. Es como un círculo virtuoso con el que no podemos estar más de
acuerdo desde nuestro Gobierno.

Por eso, desde el principio hemos dicho que el empleo –¡el empleo digno, bien pagado y con las
respectivas prestaciones!– es el eslabón fundamental en el objetivo de darle prosperidad a nuestro país.

Esa es y será una prioridad: ¡Darles a los colombianos trabajo, trabajo y más trabajo!

De hecho, uno de los primeros proyectos de ley que presentamos al Congreso fue el de Formalización y
Primer Empleo.

Tenemos la meta de formalizar 500.000 puestos de trabajo y de crear 2’500.000 de trabajos en los
próximos cuatro años.

La frase que se escucha todos los días en el Gobierno –y que yo repito con insistencia– es que
queremos que por lo menos una persona de cada familia tenga un trabajo formal.

Ese proyecto de ley está encaminado a estimular a las empresas para que generen empleo.

Sabemos que cerca del 80% de ellas desaparecen durante el primero o el segundo año; y las que
superan el tercer año, generalmente sobreviven y se formaliza.

Por eso esta iniciativa establece acompañamiento a las nuevas empresas durante los tres primeros
años, con programas de desarrollo empresarial, apoyados por el Servicio Nacional de Aprendizaje,
Bancoldex, que es nuestro Banco de Comercio Exterior, y por los ministerios de Comercio y Agricultura.

El proyecto que presentamos también busca simplificar los trámites tributarios, laborales y comerciales
para facilitar y promover la formalización.

En el asunto concreto de los estímulos tributarios, ya no los centraremos en el capital sino en el trabajo;
y así vamos a eximir del impuesto de renta y de los aportes parafiscales a las empresas pequeñas
durante sus primeros 2 años de operación; en un tercer año, van a tener un descuento del 50 por ciento.

Para incentivar el Primer Empleo, tenemos previsto que las contribuciones parafiscales de nuevos
trabajos para menores de 25 años sean descontables del impuesto de renta, siempre y cuando exista un
aumento la nómina, para que no se reemplacen trabajadores más viejos por los más jóvenes.

Si queremos darle buen puerto de destino a esta iniciativa –como decimos los que hemos sido marinos,
yo fui marino–, necesitamos socios, y debo destacar que las Cámaras de Comercio han sido unos
grandes socios y convencidas de este objetivo de la formalización.

El Ministerio de Comercio Exterior y la Confederación de Cámaras de Comercio –que, dicho sea de


paso, ha sido fundamental en el diseño y en apoyo de este proyecto– han trabajado muy de la mano en
los últimos años, con formidables resultados.

Y doctor Domínguez, bienvenida cualquier sugerencia adicional para este proyecto. Hay tiempo,
estamos abiertos. Lo que queremos es que la ley se apruebe, pero se apruebe una buena ley que
obtenga los resultados que estamos buscando.

Éste es un buen momento, además, para felicitarlos por el Programa Rutas para la Formalización,
coordinado precisamente por la Cámara de Comercio de Cali, nuestra anfitriona en esta importante
Asamblea.

A ese programa se han vinculado 31 Cámaras de Comercio, con muy buenos logros, excelentes logros,
como haber formalizado a más de 3.400 empresas en 2 años, en 52 municipios de Colombia.
Hay también 11 Cámaras de Comercio con Programas propios de Emprendimiento.

Al respecto, FOMIPYME aprobó –el pasado mes de agosto– la destinación de 1.000 millones de pesos
para adaptar el Programa Bogotá Emprende en otras 12 Cámaras de Comercio del país.

¡Qué liderazgo y gerencia la que han demostrado!

Me perdonan la expresión que voy a usar, pero ustedes vuelan con las turbinas apagadas, ¡y así
esperamos que nos sigan acompañando en este proceso!

Un siglo de la Cámara de Comercio de Cali

Hoy aprovechamos la ocasión para conmemorar además 100 años de la Cámara de Comercio de Cali.

Un siglo ha pasado desde que 30 empresarios pujantes se reunieron con el entonces Gobernador Pablo
Borrero Ayerbe, en 1910, para darle vida a este proyecto.

El legado ha sido impresionante, como lo mencionó el doctor Julián Domínguez:

Promovieron la construcción del Ferrocarril del Pacífico y del hoy puerto de Buenaventura; participaron
en la creación de la Universidad del Valle, en el año 1945, y el Hospital Universitario, en los años 50.

En la segunda mitad del siglo, impulsaron la realización de los Juegos Panamericanos en 1971 y
promovieron la construcción del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y de la represa de La Salvajina; son
también artífices de la constitución de la Bolsa de Valores de Occidente.

Ahora viene una nueva etapa para Confecámaras, con la designación del doctor Julián Domínguez
Rivera como presidente de la organización, en reemplazo de otro gran colombiano, de Eugenio
Marulanda, quien dirigió por doce años y con buen acierto esta importante confederación.

Al doctor Domínguez, a su vez, lo sucederá en la Cámara de Comercio de Cali nuestro buen amigo y
excelente ejecutivo, Roberto Arango, quien fuera nuestro gerente de campaña en el Valle del Cauca.

Quiero decirles a los caleños que, si el doctor Arango muestra tanta eficiencia al frente de esta Cámara
como la que demostró en la campaña electoral, pueden esperar grandes cosas hacia el futuro.
¡Felicitaciones por esa buena elección!

Pero así como entregamos a uno de los nuestros a la Cámara de Comercio de Cali, debo decir que, en
compensación, recibimos de la Cámara de Comercio de Bogotá un relevo formidable.

¡Qué satisfacción siento yo como Presidente, qué tranquilidad pueden tener todos los colombianos, al
saber que la doctora y vallecaucana María Fernanda Campo, que hizo tan buena gestión por Bogotá,
está ahora al frente del Ministerio de Educación, poniéndole calidad a la formación de nuestros niños y
jóvenes!

La gestión de Julián Domínguez

Julián Domínguez, por su parte, se despide con broche de oro de la Presidencia de la Cámara de
Comercio de Cali, siendo un magnífico anfitrión de esta trascendental reunión.

También deja atrás un valioso legado para los caleños, que han visto en usted a un líder de esta ciudad
emprendedora y pionera.

A mí personalmente como Ministro de Defensa me tocó trabajar de la mano con usted. Le agradezco
muchísimo todos su aportes, toda su colaboración, todo su apoyo, que fue fundamental para nuestro
éxito.

No olvidemos que Santiago de Cali fue la primera en lanzar el grito de independencia en 1810, aun
antes que mi ciudad, Santafé de Bogotá.

Es de resaltar que una de sus más importantes herencias es este Centro de Eventos Valle del Pacífico,
seguramente uno de los más modernos, si no el más, de toda América Latina.

En su nuevo papel como Presidente de Confecámaras no puedo ocultar mi tranquilidad y alegría por
tenerlo como aliado desde esa posición, porque sabemos que tendremos de su parte un apoyo
irrestricto en nuestro propósito de generarles trabajo, trabajo y más trabajo a los colombianos.

Llamado a empresarios a apoyar reintegración

Leí ayer una entrevista suya, publicada en el diario El País de esta ciudad 
–El País de aquí, no El País de Madrid, que a veces es hasta mejor El País de aquí que el de Madrid—,
y reconocí en sus palabras un compromiso del alma para hacer realidad la meta de 3 millones de
nuevos empleos formales en el país.

Por eso quiero pedirles un favor, doctor Julián, a usted, a Confecámaras, a las Cámaras de Comercio
del país y a todos sus afiliados.

Ahora que las FARC están resintiendo el golpe muy duro que han recibido –tal vez el más duro en toda
su historia–. Por aquí hay más cerquita otro de esos bandidos que va a recibir un golpe parecido. Hay
muchos jóvenes desorientados, asustados ya en la selva, colombianos que se equivocaron; tomaron un
camino que no tocaba. O que muchas veces fueron reclutados hacia la fuerza, y que están mirando
hacia acá y que quieren dejar las armas.

Y se preguntan si van a encontrar lugar en nuestra sociedad. Quieren cambiar un pasado de errores por
un futuro de construcción de vida, de familia, de país, y creo que es nuestro deber ayudarlos.

Los empresarios de Colombia pueden hacer mucho por la paz si se vinculan con el Programa de
Reintegración Social, que ha sido calificado como el mejor implementado del mundo, y que hoy lidera un
joven eficaz y vallecaucano, Alejandro Éder.

Los invito, muy especialmente, a que se comprometan a capacitar y a emplear a esos miles de
compatriotas que han tomado la decisión correcta de volver a la sociedad, y a muchos más que estamos
esperando.

Ojalá del sector privado salga un mensaje de esperanza para que todos los colombianos, sin excepción,
se vinculen a un proyecto de nación unida, solidaria y en paz.

No le tengamos miedo al perdón y la reconciliación, porque sólo con ellos podremos tener la Colombia
que soñamos.

Muchas gracias, doctor Julián, y amigos afiliados a Confecámaras.

Todos han demostrado un gran compromiso con nuestro proyecto de Unidad Nacional que busca
simplemente darles prosperidad a los colombianos.

¡Es un alivio saber que contamos con su liderazgo y entrega!

Sobra decir que mi gobierno tiene las puertas abiertas para seguir trabajando con ustedes.

Caminemos juntos para hacer de Colombia el milagro económico y social de la década.

Señores representantes de las Cámaras de Comercio de Iberoamérica:

¡Trabajemos también unidos como impulsadores del progreso de nuestros pueblos!

Insisto: ¡Es nuestro cuarto de hora! ¡La hora de nuestra región, la hora de América Latina!

Es el momento de dar todos juntos un gran salto hacia la prosperidad. El salto que nuestros hijos y
nuestros nietos nos van a agradecer.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la instalación


del Congreso Nacional de Autoridades Municipales 2010

Cali, 29 sep (SIG). “¡Qué bueno estar aquí en esta primer reunión con quienes he considerado siempre
son la esencia del Estado y la esencia de la democracia!

Por eso en mi vida pública siempre he tenido un gran interés en este tipo de reuniones. Lo hice como
Ministro de Comercio Exterior y Designado a la Presidencia de la República, lo hice como Ministro de
Hacienda, lo hice como Ministro de Defensa y ahora, con mayor razón, lo hago como Presidente de la
República.

El doctor Gilberto Toro (Presidente de la Federación Colombiana de Municipios) conoce muy bien este
aprecio y admiración que yo tengo por los alcaldes. Y es un aprecio y admiración que emana de un
convencimiento muy personal pero también muy institucional: Si no hay buen gobierno local no puede
haber buen Gobierno Nacional y si no hay buen Gobierno Nacional no puede haber buen gobierno local.

Por eso ustedes, queridos alcaldes y alcaldesas y yo, Presidente de la República, estamos o
condenados o bendecidos a trabajar juntos. Y por eso estoy aquí hoy y me complace muchísimo y
agradezco mucho esta oportunidad.

Porque es de la acción coordinada entre municipios y Gobierno Nacional, como las políticas públicas
realmente pueden tener un efecto benéfico para la sociedad, para nuestro pueblo.

Si trabajamos en forma descoordinada, si hay objetivos diferentes, la acción del Estado se va a ver muy
reducida, muy mermada. En cambio si hay una acción conjunta donde trabajamos de la mano los unos
con los otros, creamos una sinergia, creamos unos objetivos mayores a la simple suma del trabajo
individual de cada uno.

La sinergia es simplemente una definición de los economistas que dice que uno más uno suman más de
dos. Trabajando municipios, alcaldes y el Gobierno Nacional generamos esa sinergia.

Aquí me han planteado muchísimos temas; me han planteado muchos temas y ahí los que han
planteado y muchos temas más, yo espero tener la oportunidad de esta interacción en forma
permanente. Porque soy un convencido —lo he sido toda la vida—, de la concertación.

Yo me formé profesionalmente en la Federación de Cafeteros, donde la concertación era obligación


legal. Y aprendí ahí que las políticas públicas que son concertadas, que son discutidas, siempre son
más efectivas. Concertar no quiere decir consensuar; concertar quiere decir oír opiniones, tratar de
buscar acuerdos, pero no tiene nada que ver con poderes de veto.

Consensuar es enriquecer una discusión, concertar es al mismo tiempo darle la oportunidad a todo el
mundo, que se va a ver afectado por una política pública, que exprese su sentir, su opinión, su
experiencia, sobre cómo se debe aplicar esa política pública.

Por eso siempre he querido concertar las políticas públicas que me ha correspondido poner en marcha;
con los alcaldes, con los diferentes actores que van a ser beneficiados o perjudicados por esas políticas.

Y ese es el espíritu que yo quisiera mantener siempre con ustedes, un dialogo permanente, un dialogo
que nos enriquezca, un dialogo que nos permita tomar las mejores decisiones porque al fin y al cabo lo
que ustedes quieren y lo que yo quiero es lo mismo, el bienestar y la prosperidad de nuestro pueblo..

Yo vengo de un jardín infantil, aquí en Palmira. Allá decía que en estos últimos cuatro días he tenido dos
experiencias muy importantes en mi vida pública. La primera de ellas fue el domingo pasado, cuando en
La Macarena estreché la mano de todos y cada uno de nuestros, soldados, infantes de Marina, policías,
que participaron en esa Operación Sodoma que dio de baja al símbolo del terror y la crueldad en
Colombia. Eso para mí fue una experiencia muy importante.

Ese símbolo del terror, ese símbolo de la crueldad, representa un freno, un freno a nuestro desarrollo a
nuestro progreso; un freno que nos ha tenido en problemas durante los últimos 50 años. Y por eso, una
de mis prioridades, y lo dije desde la campaña, es poder eliminar ese freno de una vez por todas. Por
eso esta operación era tan importante.

Construir futuro

Pero lo que hice esta mañana, y se los digo de corazón, me lleno de más emoción, que fue inaugurar un
jardín infantil; un establecimiento donde los niños de la primera infancia pueden asistir, donde son bien
alimentados, donde los educan desde tan temprana edad y los relacionan con lo que van a ser en un
futuro cuando sean ya ciudadanos adultos.

Ese jardín infantil es exactamente lo que yo quisiera que ustedes, alcaldes, y el Presidente, hiciéramos
todos los días, que es construir futuro. Tenemos que, infortunadamente, destruir los obstáculos que nos
impiden que ese futuro sea mejor.

Pero ojala pudiéramos todos concentrar nuestros esfuerzos, gobierno municipal, Gobierno Nacional, de
generar mas condiciones para que nuestros niños, como estos niños allá en el jardín infantil que se
llama además ‘Nuevo amanecer’

Que eso niños puedan vivir el día de mañana en una sociedad más amable, en una sociedad más justa,
en una sociedad más próspera.

Yo le agradezco mucho al alcalde de Cali (Jorge Iván Ospina) sus palabras.

Una deuda moral

La Ley de Víctimas, la Ley de Tierras y todas las leyes que estamos presentando ante el Congreso
tienen un hondo significado, y es el de buscar que realmente en nuestra sociedad exista el espíritu de la
paz, que nos perdonemos los unos con los otros, que les demos oportunidades a quienes han sufrido la
violencia durante tantos años. Que puedan nuevamente mirar la vida con dignidad y optimismo en el
futuro.

Resarcir a más de 4 millones de víctimas de la violencia es una deuda moral que tenemos que pagar los
colombianos, y creo que es lo más justo. Por eso le agradezco mucho el apoyo a esta Ley, una Ley que
va a tener un gran significado también a nivel internacional.

Y la Ley de Tierras lo que quiere es también hacer justicia. ¿Cuántos miles de campesinos no fueron
desplazados por la violencia, por los violentos por sus parcelas? Ahí se origina una parte de la violencia
que nos ha afectado durante tanto tiempo.

Esa Ley lo que permite es que el Gobierno le devuelva a los dueños originales sus tierras. Pero no solo
eso, sino que se las devuelva con la posibilidad de que se vuelvan estos campesinos unos —lo he
llamado así— unos empresarios del campos, unos ‘Juan Valdez prósperos’, en este año que estamos
cumpliendo los 50 años de la creación de Juan Valdez.

El campo, que ha sido reducto de pobreza y de violencia, en este momento histórico nuestro se puede
convertir en uno de los grandes promotores del bienestar y la prosperidad.

Colombia tiene gran oportunidad en crisis alimentaria

Y lo digo porque el mundo entero está buscando alimentos, buscando los países que pueden multiplicar
la producción de alimentos, por la crisis de alimentos que está comenzando a sufrir el mundo.

Y ahí Colombia tiene una inmensa oportunidad. Somos de los pocos países que tenemos tierras,
tenemos agua, sin sacrificar los bosques tropicales.

Podemos multiplicar nuestra producción de alimentos y si aprovechamos esa coyuntura internacional


entregándoles las tierras a los campesinos, generando empresa agroindustrial, cambiaremos la relación
campo-ciudad, y ahí esos cordones de miseria que usted mencionaba, Alcalde, irán desapareciendo,
porque venirse a las ciudades de pronto no va a ser tan atractivo.

Todo lo contrario, quedarse en el campo va a ser un estímulo, y eso para la sociedad y para el país, un
país con vocación agrícola, un país con un campo tan lindo como el que tenemos; ustedes aquí en el
Valle del Cauca tienen también —yo sobrevolaba ahora este Valle del Cauca- este país nuestro es
maravilloso; tenemos que aprovecharlo, tenemos que sacarle su potencial. Y eso lo podemos hacer
juntos.

Diálogo permanente

En el inventario de temas, y voy a tratar de referirme a la mayoría de ellos, yo vine el día de hoy
acompañado de un ejército de funcionarios, aquí están dos ministros, dos Altos Consejeros, tres
viceministros, varios funcionarios de diferentes entidades, para iniciar ese diálogo, que va a ser un
diálogo largo.

Estos primeros tres días —creo que van a estar reunidos hasta el viernes—, ustedes van a tener
oportunidad de dialogar con funcionarios del Gobierno sobre diversos aspectos muy concretos. Yo me
voy a referir a algunos de ellos. 
Le voy a dar la palabra a algunos de los ministros aquí presentes para que se refieran algunos de ellos,
pero como les digo, yo quisiera que este diálogo continuara, fuera permanente.

Ojalá me pudiera quedar todo el día aquí, yo tengo que regresar a Bogotá; viene específicamente a
verme el Presidente de la Fifa (Joseph Blatter), porque vamos a hacer el año entrante la Sub-20, y eso
es un compromiso que Colombia tiene y tenemos que cumplir. Y este señor viene aquí a ver cómo
vamos marchando en ese compromiso para hacer de la Sub-20, el Campeonato de Fútbol, una
demostración más de lo que podemos los colombianos.

Reelección de alcaldes y gobernadores

Me refiero en primera instancia a algo que, por supuesto, les interesa muchísimo a ustedes, que es la
reelección de alcaldes y gobernadores.

Yo no presenté ese proyecto como un compromiso —como algunos han dicho— que adquirí en la
campaña, tratando de buscar los aplausos de los alcaldes o los votos y el apoyo de los alcaldes.

No. Yo me comprometí en la campaña porque ha sido hace mucho tiempo —y a usted le consta, doctor
Gilberto—, ha sido para mí un motivo de satisfacción apoyar ese proyecto, como un paso de elemental
justicia y de conveniencia para el Estado colombiano.

No creo que ninguno de ustedes, ninguno de los 1.101 alcaldes o alcaldesas pueda decir que durante la
campaña yo dije: Mire, apóyenme, que yo voy a presentar este proyecto. No. Lo hice convencido de que
es lo que toca hacer, que es lo justo.

Y que como aquí se ha dicho, cuatro años puede ser mucho tiempo o puede ser muy poco tiempo;
depende de la calidad del alcalde, es una discusión eterna.

Alberto Lleras (ex presidente de la República) decía: ‘Dos años puede ser mucho para un mal
presidente; cuatro años o seis años u ocho años puede ser poco para un buen presidente’. Eso es muy
relativo.

Pero el darle la oportunidad al pueblo colombiano, que es el que debe determinar quién es bueno y
quién es malo, que puedan decir este alcalde es bueno, reelijámoslo, porque va por buen camino y este
alcalde es malo, saquémoslo y pongamos otro; eso es de sentido compón en el funcionamiento de
nuestra democracia.

Y por eso fue que presenté, le dije al Ministro del Interior y de Justicia (Germán Vargas) que presentara
el proyecto ante el Congreso de la República.

Ahora, yo tengo que serles muy franco. El proyecto lo presenté sin haberlo consensuado en lo que
hemos llamado la Mesa de la Unidad Nacional. ¿Por qué? Porque se nos estaba acabando el tiempo y
porque no hay consenso sobre el proyecto. No hay —tengo que decirles— no hay consenso sobre el
proyecto.

Hay en el Congreso, dentro de los propios partidos, dentro de mi partido, hay unos que les gusta y otros
que no les gusta. Y por eso yo quiero que el proyecto pase, yo lo voy a empujar. Pero necesito la ayuda
de ustedes.

Ustedes tienen una gran influencia sobre los congresistas, o los senadores y representantes. Entonces,
aquí aunamos esfuerzos y queremos que ese proyecto pase, porque les confieso que no hay consenso.

Inclusive mucha gente me reclamó dentro de mi propio partido que por qué no lo habíamos
consensuado antes. Y les dije seamos francos, porque si lo vamos a consensuar es hundirlo.
Presentémoslo y demos la pelea.
Y eso es lo que le propongo doctor Gilberto, presentémoslo y demos la pelea.

Reconocimiento al ex presidente Uribe

Y hablando de elecciones, me complace muchísimo oír al Presidente Uribe (Álvaro Uribe Vélez), el día
de ayer, que va a participar en las campañas electorales para alcaldes, para gobernadores, para
concejales, para diputados.

El Presidente Uribe hizo muchísimo por esta Nación. Sus ocho años de Gobierno fueron ocho años de
Gobierno que nos devolvieron a los colombianos nuestra fe en el futuro. Buena parte de lo que yo estoy
haciendo ahora es simplemente recogiendo lo que él sembró.

Y por eso yo quisiera aprovechara este escenario, porque ustedes son los más auténticos
representantes del pueblo colombiano, los que están más cerca del pueblo colombiano, los alcaldes de
nuestros país.

Yo quisiera aprovechar esta oportunidad para rechazar a esos 48 seudo intelectuales que enviaron una
carta a la Universidad donde el Presidente Uribe está dictado clase, diciendo que no es digno el
Presidente Uribe de ser profesor de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos).

Yo quisiera que ustedes y yo aquí les dijéramos a esos 48 seudo intelectuales que aquí en nuestro país
respetamos y queremos al Presidente Uribe.

El proyecto de regalías

Doctor Gilberto hay muchos temas. Voy a referirme a algunos de los que usted ha mencionado. Uno
muy importante es el proyecto de regalías.

Nosotros estamos entrando en un momento muy especial de nuestra historia; estamos entrando en un
momento en donde tenemos lo que el mundo está buscando.

Tenemos, como decía anteriormente, la capacidad de producir alimentos; tenemos agua, en un mundo
que está cada vez sufriendo una mayor escasez de agua; tenemos biodiversidad, en un mundo donde
las discusiones de cambio climático se están volviendo cada vez más importantes.

Ayer por la mañana fui al municipio de Giraldo, en Antioquia, a acompañar a la gente de ese municipio
que vio como un derrumbe sepultó, no sabemos todavía cuantos; 15, 20, 25, hasta 30 dicen, de
nuestros compatriotas.

Estando allá me enteré que algo parecido había sucedido en México. Y ayer hablé con el Presidente (de
México, Felipe) Calderón. Él tiene una reunión muy importante en Cancún a finales de este año; es el
seguimiento de la reunión mundial en Copenhague, para ver qué vamos a hacer en el mundo para evitar
que siga deteriorándose el medio ambiente, que siga aumentando la temperatura del mundo y que siga
cambiando el clima con unos efectos devastadores, como ya lo estamos viendo.

No solamente con lo que estamos viendo por ejemplo ahora con el invierno en buena parte del país, que
ya esta comenzando a causar estragos. Yo les decía ayer a los colombianos. ¡Ojo!, que nos esperan
tiempos difíciles en los próximos meses y se los digo a ustedes alcaldes. Nos vienen tiempos difíciles,
porque el invierno va a ser muy severo, y tenemos que prepararnos.

Y aquí si que es importante prevenir, ser previsivos. Aquí, como en el caso de la salud, prevenir es
mucho más barato y muchos más efectivo que después curar o lamentar. Y tenemos que prepáranos
para un invierno fuerte.

Pero este nos lleva a es al inmenso potencial que tenemos nosotros los colombianos en jugar en
materia de biodiversidad, y en esas discusiones a nivel mundial.

Tenemos energía y tenemos minerales que está buscando el mundo. Esa riqueza que Dios nos dio.
Tenemos energía de todo tipo: petróleo, carbón, energía hidráulica, energía a base de biocombustibles,
energía eólica.

Descubrimos —y eso para mi fue una revelación— que el departamento de La Guajira es uno de los
sitios más privilegiados para la producción de energía eólica, por lo vientos.

Y esa riqueza en energía, en minerales, es una riqueza que nosotros tenemos que usar bien Y por eso
el proyecto de regalías, porque cuando ese proyecto se diseñó, Colombia era otro país; no sabíamos
que teníamos esos recursos. Los hemos venido descubriendo.

Y lo que diseñamos en ese entonces, hoy, está no solamente anticuado, sino es muy injusto, porque es
una riqueza que nos pertenece a todos los colombianos, a todos. Y no solamente a los de nuestra
generación; a nuestros hijos y a nuestros nietos. Y por eso es tan importante que este proyecto sea
aprobado.

Yo sé que todo proyecto, que en cierta forma le quita a unos y le entrega a otros, es un proyecto
polémico; ahí no puede haber consenso. Pero la verdad es que la inmensa mayoría de los colombianos,
la inmensa mayoría de los municipios va a salir beneficiados de este proyecto, porque van a recibir
regalías, regalías que nunca antes se hubieran imaginado que podrían recibirlas.

Y hemos tratado de diseñar un sistema con unos principios; unos principios en algo que yo quisiera que
en mí Gobierno siempre existiera, y que yo les recomiendo que ustedes también tengan esa forma de
ver las políticas. Siempre políticas que sean políticas formadas por principios.

Los principios que queremos aplicar en este caso, de equidad, son principios de equidad social, de
equidad regional, de equidad generacional.

Queremos que esas regalías se utilicen bien para producir más equidad social, es decir, que las regalías
se utilicen para focalizar a los más pobres, a los más necesitados.

Queremos que sea una equidad regional, porque hay unas diferencias muy marcadas en las regiones
del país. Unas regiones que están mucho más desarrolladas que otras. Eso es parte de los
desequilibrios que estamos empeñados en acabar.

Entonces por eso, también, que esas regalías privilegien a las regiones que están más atrasadas. Y
también una equidad generacional.

Nosotros, queridos alcaldes y alcaldesa, no tenemos el derecho de quitarles a nuestros hijos y a


nuestros nietos, la posibilidad el día de mañana de también usufructuar lo que es de ellos. Nosotros no
podemos hacer eso y por esos tenemos que ahorrarlo.

Y tiene otros beneficios importantes el proyecto que está concebido. Y es la creación de unos fondos
para ahorrar; los hemos llamado fondos de estabilización, que tiene un impacto económico muy positivo
desde diferentes puntos de vista.

Primero: Cuando uno ahorra en la época de las vacas gordas, para poder tener disponibilidad en la
época de las vacas flacas, lo que hace es estabilizar una situación. Y la estabilidad siempre, siempre
trae mayores frutos, un mayor rendimiento.

Uno de los problemas graves que tenemos muchos de los países que hemos defendido durante
décadas, por no decir siglos, de nuestras exportaciones de los productos básicos, es la volatilidad. Uno
año exportamos 20, al otro año exportamos 5 y al otro año exportamos 40. Así no es posible planear y si
uno no planea, no obtiene los resultados que uno busca.

Revaluación y generación de empleo

Por eso es tan importante ese fondo de estabilización. Pero tiene otro aspecto importantísimo para algo
que todos, todos los aquí presentes debemos tener muy en cuenta y como prioridad, la generación de
empleo.

¿Por qué digo eso? Porque lo que esta sucediendo en este momento es que la inversión que se está
viniendo a Colombia, se está concentrado precisamente en la producción de petróleo y de minerales.

Y eso está creando lo que llaman la enfermedad holandesa, es decir una reevaluación del peso, que
está afectado negativamente a los demás sectores. ¿Por qué los afecta negativamente? Porque
sectores como el café, como el banano, como las flores, que son sectores exportadores, pues reciben
menos dinero cada vez que el peso se reevalúa.

Pero no solo esos sectores; los sectores que venden internamente también se sienten afectados,
porque los productos importados se vuelven más baratos y vienen y compiten con más brios con la
producción nacional. ¿Y eso a qué afecta y a quién afecta? Afecta la producción y afecta el empleo.

¿Y cuál es la forma más importante? El camino más efectivo para luchar contra la pobreza es creando
empleo. O sea que esa enfermedad holandesa atenta contra nuestra prioridad número uno, que es
luchar contra la pobreza a través de la generación de empleo.

Este proyecto lo que hace es, no solamente permitirnos ahorrar parte de esos recursos, sino también
prevenir, como lo han hecho otros países exitosamente; prevenir la enfermedad holandesa y prevenir la
reevaluación.

Esos son los grandes parámetros que están detrás de este proyecto de regalías; un proyecto muy
importante, muy importante.

Ahora bien. Hay aspectos ya de mecánica. Que si se van a distribuir, que cómo se van a distribuir.

Yo diría lo siguiente, doctor Gilberto. Sentémonos con ustedes a ver qué es lo que a ustedes no les
gusta del proyecto.

Me decía, o por lo menos tome aquí atenta nota, ustedes quieren participar en la forma como se
distribuyen. Así va a ser. Ahí hay alcaldes, gobernadores y el Gobierno. Pero créanme que la
participación de los alcaldes es muy importante y que me perdonen los gobernadores: me parece más
importante alcaldes que gobernadores.

Entonces en eso no le quepa la menor duda. Ahora, alguien decía todo proyecto de este tipo genera una
cantidad de teorías y los enemigos del proyecto se comienzan a inventar tesis: ‘No, que es que el
Gobierno Nacional quiere volver a centralizar’.

No, de ninguna forma. No esta volviendo a centralizar. Esos recursos son regionales, esos recursos son
de ustedes; no son del Gobierno. Simplemente estamos regulando la forma como se pueden utilizar
esos recursos y mejorando para que tenga un mayor impacto la inversión de esos recursos.

¿Que si pueden ir a proyectos regionales o a proyectos municipales? Ahí podemos encontrar un término
medio. ¿Qué quiere decir término medio? Que vayan a proyectos municipales, siempre y cuando, como
sucede hoy con cualquier inversión, tenga consecuencia, tenga coordinación con los proyectos
departamentales, los proyectos regionales.

De ninguna forma. Y eso se lo quiero repetir aquí a ustedes: De ninguna forma vamos a crear lo que el
doctor Gilberto mencionó, de que vamos a crear una burocracia adicional, una instancia adicional de
Gobierno. No, nosotros en el Gobierno estamos en contra de eso. Algunos gobernadores lo están
pidiendo; nosotros decimos que no.

Lo único que estamos dispuestos a aceptar es una instancia de planeación —pero eso es obvio—,
donde por supuesto los alcaldes tienen que estar presentes, tienen que estar presentes. En eso no les
quepa la menor duda.

Ustedes van a ser voz cantante de este proceso; ustedes van a ser punta de lanza de este proceso,
porque lo que queremos es precisamente fortalecer la región y la región son ustedes; ante todo ustedes.
Entonces en eso que no les quepa la menor duda.

Y yo les agradezco mucho que ustedes apoyen este proyecto, porque es un proyecto de veras muy
importante y muy oportuno. El costo para el país de no ponerlo en marcha y yo creo que después aquí
habrá oportunidad del Viceministro de Hacienda y los diferentes funcionarios de explicarles en detalle
cómo se va a distribuir, cómo es la forma que va a ir para ciencia y tecnología, qué va ir para regiones,
cómo se va a ahorrar y la participación de ustedes enriqueciendo esas formas, pues para nosotros es
más que bienvenida.

La Regla Fiscal
Mencionaba usted, doctor Gilberto, la Regla Fiscal y si lo que escribí es correcto, usted dice: ‘Que
también rija para el Gobierno central y que las metas fiscales no sacrifiquen el logro de las metas
sociales’.

Primero, la Regla Fiscal va a ser para el Gobierno más que todo, para el Gobierno Central. Porque yo
tengo que confesarles algo a ustedes, queridos alcaldes, y un poco para responder las amabílisimas
palabras del doctor Gilberto Toro, pero donde dijo que yo me estaba preparando desde chiquito para ser
Presidente.

No. Eso no es cierto, doctor Gilberto. Eso se lo dijo algún compañero en la Armada que yo debí hacer
flexionar varias veces, porque eso no es cierto.

Pero le digo lo siguiente, le digo lo siguiente. Cuando acepte el Ministerio de Hacienda lo hice en el
momento más crítico de la historia económica del país de los últimos 80 años. Todo el mundo me dijo:
‘Eso es un suicidio político. Usted se va a quemar por que le va a tocar aprobar unas reformas muy
difíciles’.

Pues bien. Aprobamos unas reformas muy difíciles que salvaron la economía del país, que salvaron las
finanzas de las entidades territoriales; que yo creo que buena parte de la salud fiscal del país se debe a
lo que hicimos. Con el apoyo de los alcaldes del momento; el doctor Germán Cardona no era Ministro
(de Transporte), era Alcalde (de Manizales); estaba del otro lado.

Y sin embargo, los alcaldes entendieron la necesidad y apoyaron esas reformas. Reformas que
después, la verdad que el resultado de esas reformas fueron muy positivas para todo el mundo. Pero
ahí los gobiernos departamentales y municipales se apretaron el cinturón. El Gobierno Central no se
apretó el cinturón.

Por eso la Regla Fiscal que se está poniendo en marcha ahora es para el Gobierno Central más que
todo, más que para ustedes.

Y usted decía: ¿Cómo hace uno para que esa Regla Fiscal no entre en contradicción con la política
social? Es una discusión eterna, cómo cuadra uno un circulo.

Lógicamente que todos queremos más plata para poder hacer más inversión. Pero la economía
infortunadamente nos limita el volumen de dinero que podemos invertir de acuerdo a los ingresos. Y lo
que queremos es ordenar y hacer más eficiente el gasto público, y mantener una salud a nivel
macroeconómico para que variables como la inflación no se disparen.

¿Y por qué estamos interesados en mantener la estabilidad macroeconómica? Porque sin estabilidad
macroeconómica cualquier inversión va a ser neutralizada por las consecuencias de la inestabilidad.

En materia de inflación. La inflación es tal vez el impuesto más regresivo que puede tener un país. ¿Por
qué? Porque si hay una inflación alta ¿quién se beneficia? Se benefician los que tienen activos, que
suben de precio. ¿Quién se perjudica? Los que viven de un ingreso, porque la inflación le va comiendo
el poder adquisitivo. Y por eso la inflación es el impuesto más regresivo que existe.

Colombia, después de un gran esfuerzo, nosotros nos pusimos cuando estábamos de Ministro de
Hacienda —usted se acuerda, doctor Gilberto—, la meta bajemos el índice de inflación a un solo dígito.
Y lo logramos; y es una de las grandes conquistas de economía colombiana. Eso hay que mantenerlo.

Ahora la gran meta es bajar el índice del desempleo a un solo dígito y estoy seguro que lo vamos a
hacer.

El Fondo de Compensación Regional que esta dentro del proyecto de regalías que usted menciono,
doctor Gilberto. Y ahí mencionaba algo que creo que vale la pena discutir. Usted decía que había que
aplaudir a los municipios que por ejemplo ayer salieron bien calificados en el comportamiento de sus
finanzas, pero que no era justo con aquellos municipios que salieron mal calificados porque muchas
veces esa calificación obedece a factores distintos a la indisciplina y al despilfarro o a la corrupción, que
son factores sobre los cuales muchos alcaldes no tienen control.

Y que es injusto comparar municipios muy pobres con municipios más ricos, porque es como comparar
peras con manzanas. En eso puede tener razón y muchos de los indicadores que se utilizan son
indicadores que tienen que ser revisados permanentemente.

Yo le voy a decir a Planeación que se siente con usted y que haga una revisión de esos indicadores,
para no cometer injusticias. Pero la parte de comparar el comportamiento y establecer una competencia
entre los municipios a ver cuál se desempeña mejor que otro; eso es sano, la competencia esa sana.

Pero si hay injusticias en la forma como se evalúa, discutámoslo. Como por ejemplo, hay una gran
injusticia con Colombia, culpa de nosotros mismos, de cómo se mide la pobreza.

Nosotros, de acuerdo con nuestros propios indicadores, tenemos el 45 por ciento de la población
colombiana en la pobreza y Brasil tiene el 23, creo. Si nosotros utilizáramos el criterio que utiliza Brasil,
en Colombia nosotros no tendríamos el 45, sino algo así como el 31 (por ciento).

Lo que vamos a hacer es sentarnos a revisarles también porque nos estamos autoflagelando;
aparecemos ante el mundo como uno de los países con mayor índice de pobreza, cuando no es así, de
acuerdo a los indicadores que utilizan otros países frente a los nuestros. O sea que eso es una
discusión permanente y bienvenida ese criterio. Y le voy a decir a Planeación que se siente con ustedes
a revisar eso.

Salud y seguridad social

En el tema de la salud, aquí está una de las personas que más saben de salud en Colombia, que es
nuestra Viceministra, Beatriz Londoño, que además fue Secretaría de Salud, de una alcaldía, la Alcaldía
de Bogotá, y ese tema lo vamos a tocar en detalle.

Y como usted lo reconoció, y le agradezco mucho, ustedes tienen que ser partícipes de esa discusión.
Aquí tenemos a la senadora, Dilian Francisca Toro, que ha sido la líder en el Congreso de esa reforma.
Yo quiero hacerle un reconocimiento a la doctora Dilian Francisca y estoy seguro que ella tiene ese
mismo espíritu de oír todas las expresiones, las manifestaciones de los alcaldes, que son, en última
instancia, quienes más interesados están en tener un buen sistema de salud.

¿A quién le cae el agua sucia cuando la gente en un pueblo no tiene acceso a la salud y está muriendo?
Pues al alcalde, quiérase o no. Entonces si nos interesa mucho que esa reforma, muy importante,
senadora Dilian, que esa reforma también se apruebe a la mayor brevedad posible, tenga la
participación enriquecedora de los alcaldes. En eso también estamos totalmente de acuerdo.

Y lo mismo en la parte de la educación. Acuérdese doctor Gilberto, que la Ley 715 la aprobamos cuando
yo era Ministro de Hacienda. Fue una batalla campal y yo soy el más interesado en que el espíritu de
esa Ley en materia de educación, que los alcaldes sean los responsables de la educación, que ese
espíritu se pueda llevar a cabo. Entonces usted va a tener en mí ahí un gran aliado.

Un tema importante que usted mencionó, doctor Gilberto: los alcaldes municipales del país manifiestan
su profunda preocupación por los resultados del nuevo Sisbén. Discusión difícil, discusión difícil por lo
siguiente.

Nosotros no podemos crear un Estado en donde el Estado da, da y da, y la gente como que se va
acostumbrando a recibir, a recibir y a recibir. Y vamos incorporando más y más personas a ese,
digamos, a ese paquete asistencial, y muy pocas personas salen de ese paquete asistencial. No
podemos hacer eso, porque eso colapsa.

¿Qué le está pasado al sistema de salud? ¿Qué le está pasando a las pensiones en el país? Que cada
vez hay menos personas que contribuyen al sistema y cada vez hay más personas que se benefician
del sistema.

Y eso, la aritmética nos enseña que tarde o temprano colapsa. Tenemos que mantener una viabilidad en
todos nuestros programas de seguridad social; una viabilidad financiera. El Estado tiene recursos
limitados y los sistemas tienen recursos limitados. Por eso tenemos que hacer el mejor uso, y el uso
más justo, más equitativo.

Y por eso, por ejemplo, les doy una cifra: los desplazados en Colombia. Vamos a tener que hacer un
inventario realmente quién es desplazado y quién no, porque nos estamos encontrando —y ustedes lo
deben vivir todos los días— gente pobre en sus municipios que llega y dice: ‘alcalde es que yo tengo
que ser desplazado para que me den un subsidio de vivienda y yo que tengo derecho, porque soy
pobre, no tengo acceso a los beneficios del Estado’. Eso es también muy injusto.

Y mucha gente que está recibiendo esos beneficios de desplazados, no son desplazados, no son
desplazados. Entonces, lo mismo con el Sisbén; hay que tener cuidado, hay que ser muy justos.

Pero gente que progresa, gente que ya tiene unos recursos, si se mantiene en el sistema no ameritando
estar en el sistema. ¿Qué sucede en el fondo? Que le está quitando la posibilidad a muchos que
deberían estar en el sistema. Entonces siempre hay que estar revisando para hacer justicia, para ser lo
más justo posible.

Entonces en eso también hay que tener mucho cuidado de no cometer injusticias. Ustedes los alcaldes
saben perfectamente, en algunos municipios el Sisbén está muy bien diseñado; en otros no está tan
bien. Y esa revisión permanente creo que es justo, sobre todo con la población.

Sacar a 4 millones de la indigencia

Y es justo con las finanzas porque yo sostengo algo que ustedes, ustedes son los primeros testigos. El
Estado colombiano en su política social tiene una falencia estructural: la mayoría de los subsidios y de la
acción del Estado no le llega a los más pobres; les llega a los menos pobres de los pobres, pero a los
más pobres no les llega.

Y tenemos que hacer un gran esfuerzo en el tema por ejemplo de vivienda, tema de salud, de llegarles a
los más pobres, porque el propósito de sacar a 4 millones de colombianos de la indigencia es un
propósito que voy a hacer cumplir.

Eso es muy importante y no lo puedo hacer solo, lo tengo que hacer con la ayuda de ustedes, con la
ayuda de los alcaldes, que son los que están más cerca. Y por eso este tipo de discusiones, cómo les
doy la bienvenida para que juntos digamos: ‘mire, lo justo es esto. Lo que sucede en mi municipio, mire,
lo que esta sucediendo en mi municipio’, como me dice ahorita Israel (Londoño), el Alcalde de Pereira,
lo que está sucediendo en la salud. ‘Bueno venga, muestre a ver cómo podemos solucionar este
problema específico’

Ese diálogo permanente es el que quisiéramos nosotros establecer con ustedes, queridos alcaldes.

Planes de Agua y vigencias futuras

Lo del Plan Departamental de Agua, doctor Gilberto, usted tiene toda la razón, toda la razón; y la señora
Ministra (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Beatriz Uribe) le va a dar a usted una respuesta
positiva a usted.

La parte de las vigencias futuras. Ahí si como dicen ‘ni tanto que queme al Santo, ni tan poco que no lo
alumbre, porque hay de todo.

Ustedes saben, queridos alcaldes. Hay alcaldes que se feriaron y dejaron hipotecadas las alcaldías, los
municipios, por mucho tiempo y actuaron en forma irresponsable. Otros no; por eso no se puede
generalizar.

Yo creo que ahí también necesitamos ver con qué criterios se va a manejar ese tema tan importante,
porque por un lado está en peligro la viabilidad financiera, pero por otro lado no podemos cortar de tajo
una serie de necesidades sociales y de compromisos que son necesarios.

Porque también sería absurdo amarrar a los alcaldes o a los gobernadores, o al propio Gobierno
diciendo ‘usted de aquí en adelante no puede hacer ninguna contratación’ y si no hay vigencias futuras,
pues no contrata. Entonces en eso hay puntos de vista en ambos lados y eso también hay que
discutirlo.

Seguridad ciudadana

El tema de la seguridad ciudadana. Un tema muy importante, un tema que el Gobierno quiere darle un
tratamiento prioritario.

La semana entrante vamos a lanzar la Política de Seguridad Ciudadana. Esa política queremos hacerla
de común acuerdo con ustedes.

Muchos de ustedes ya han participado en la elaboración de los puntos que vamos a lanzar. Pero esta
política, como todas las políticas del Gobierno, no están esculpidas en piedra; estas políticas deben ser
dinámicas y deben ser flexibles frente a las necesidades de los diferentes sectores de la sociedad.

No es lo mismo el problema de seguridad ciudadana aquí. Por ejemplo, querido alcalde de Cali, que el
tema de la seguridad ciudadana de un pequeño municipio en la Costa. Tienen orígenes diferentes y
tienen fenómenos diferentes.

Hay algunos comunes denominadores que vamos a tratar de mejorar. Todos quieren más pie de fuerza,
todos quieren más Policía. Usted mencionó algo muy importante, la normativa. No es posible que el 80
por ciento de los delincuentes, como usted mencionaba, se capturen y que al otro día estén en la calle
como Pedro por su casa. Eso desestimula a todo el mundo y aumenta el crimen. Ahí hay que hacer una
reforma legal.

Por eso le dije yo a los honorables magistrados de todas las cortes, en este diálogo que también
estamos manteniendo con ellos: vamos a continuar discutiendo con ustedes la reforma a la justicia.

Nuevamente, concertar no es consensuar. Ojalá lleguemos a marzo del año entrante con el mayor
número de puntos consensuados, pero si no hay consenso, vamos a presentar las reformas de todas
formas, porque reforma a la justicia tiene que haber.

Sin embargo les dije: hay algo muy urgente, me lo están pidiendo todos los alcaldes, todos los alcaldes;
tenemos que presentar una reforma específica sobre el Código Penal, Código de Procedimiento,
precisamente para evitar lo que usted está diciendo, que ustedes todos lo están sufriendo. Que llega
después de un gran esfuerzo la Fuerza Pública, captura los delincuentes y llega el juez de garantías y lo
sueltan.

Y le preguntan ¿Y por qué? Y dice: ‘no, es que la Ley me obliga a soltarlos. Eso esta teniendo un efecto
muy negativo en la seguridad ciudadana en general.

Entonces vamos a hacer esa política, además por etapas, y tengan la seguridad de que es una
prioridad.

A mí me complació mucho oír esta mañana al Alcalde de Medellín (Alonso Salazar), que dice que en
Medellín en el último mes, la delincuencia se disminuyó en un 30 por ciento, los homicidios.

Porque hicimos una labor allá consensuada; el Gobierno Nacional, Alcaldía, la Policía. Eso es lo que yo
quisiera con todos y cada uno de ustedes, que trabajáramos juntos, porque —nuevamente— el objetivo
es uno solo, darles mayor seguridad y mayor bienestar a nuestros ciudadanos, que son los mismos, los
de ustedes y los míos; el Gobierno Nacional y el gobierno departamental y el gobierno municipal.

Ahí la Política de Seguridad Ciudadana va a ser una prioridad; va a ser una prioridad de la mano de
ustedes, porque ustedes también son responsables por la seguridad. Y en la medida en que vamos
avanzando, van a ser más y más responsables.

En muchos países la Policía no depende del Gobierno Nacional, depende de los gobiernos municipales.
Que hacia allá el día de mañana podamos depender, pues depende de cómo evolucionemos.

Pero a ustedes también los miden, como miden al Gobierno Nacional, por los índices de seguridad. Y
por eso tenemos que trabajar juntos en forma muy efectiva en este frente.

Vías, vivienda, plan de desarrollo y Buen Gobierno

Otero tema que a todos les concierne: las vías terciarias, las vías. Y aquí está el otro tema de la vivienda
de interés social y rural.

Voy a aprovechar que aquí está el Ministro Germán Cardona y la Ministra Beatriz Uribe. ¿Por qué no le
van dando un abrebocas de las repuestas a esos dos temas específicos que son tan importantes para
los alcaldes? Vías y vivienda.
(…)

Me refiero a otros puntos doctor Gilberto, que usted había mencionado.

El impacto fiscal de las acciones populares. Tenga la seguridad de que vamos a empujar ese proyecto y
ese proyecto no debe tener ningún problema, espero.

Eso es algo que se concibió como una gran idea, pero el resultado ha sido terrible. Entonces vamos a
quitarle todo el incentivo económico a esas acciones populares.

La contratación de mínima cuantía. Creo que estamos de acuerdo también en eso. Usted dice que
aplaude la decisión del Gobierno en incluir el artículo 84 del Proyecto de Ley una norma para regular la
contratación de mínima cuantía. Estamos de acuerdo con eso, eso nos conviene a todos.

El Formato Único de Información Municipal. Eso es Buen Gobierno, eso me parece que es Buen
Gobierno. Usted sabe que usted y yo en eso no tenemos sino objetivos fundamentales.

El plan de desarrollo. El plan de desarrollo es una oportunidad de oro para que ustedes participen e
incluyan normas que de común acuerdo pongamos en el plan. Porque acuérdense que el plan de
desarrollo es ley de la República, el plan de desarrollo se convierte en los parámetros fundamentales de
toda la acción del Estado en los próximos cuatro años.

Entonces lo invito a que participe activamente y aquí le digo al Viceministro de Hacienda (Bruce
MacMaster) para que le diga a Planeación, hagamos unas mesas, unas mesas especiales con los
alcaldes para que en el plan de desarrollo ustedes puedan sentirse que están participando.

Y me interesa mucho que participen, porque las iniciativas de ustedes van a enriquecer mucho este plan
y las necesitamos. De manera que eso es muy importante.

Finalmente, la financiación de palacios y sedes administrativas municipales. Déjenme, yo la verdad que


no sabia que eso lo habían revisado. Usted sabe que muchas veces ahí se abusó de ese recurso, pero
muchas alcaldías necesitan esos recursos. Veamos a ver cómo encontramos ahí un término medio para
que no se abuse.

Porque es que esto viene de un fondo que es para la seguridad, la seguridad ciudadana, y acuérdense
que ustedes y nosotros estamos elegidos es para que trabajemos para la seguridad ciudadana más que
todo, inclusive por encima de la propia nuestra.

De manera que en eso veamos a ver cómo encontramos un punto medio”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el lanzamiento de la


Copa Mundial Sub-20 de la FIFA, ‘Colombia 2011’

Bogotá, 29 sep (SIG). “Queridos amigos:

¡Qué alegría tenemos los colombianos al lanzar hoy oficialmente la Copa Mundial Sub-20 de Fútbol,
‘Colombia 2011’!

Nos sentimos orgullosos de albergar en nuestro país el segundo evento mundial del fútbol, y, sin duda,
el certamen deportivo más importante que jamás se haya realizado en nuestro territorio.

Este es un reconocimiento al buen momento de nuestra nación, y a todo lo que hemos ganado en
seguridad.

Es una oportunidad dorada para demostrarle al mundo entero que Colombia no es sinónimo de
violencia, sino, todo lo contrario, de unidad, de fraternidad, de pujanza.

Colombia es un país que se ha dado el derecho a soñar y que está trabajando para cumplir sus sueños.

Qué buena labor la que adelantaron en el pasado gobierno el Presidente Álvaro Uribe y el
Vicepresidente Francisco Santos, y los otros promotores de la idea, al conseguir para nuestro país la
sede de este evento mundialista.

¡Los felicito por ese golazo!

Ahora nos toca el turno de terminar su organización y realización, y lo asumimos con entusiasmo.

Lo haremos con el liderazgo del Vicepresidente Angelino Garzón; con Jairo Clopatofsky, en
Coldeportes; con Luis Bedoya, Presidente de la Federación Colombiana de Fútbol; con los alcaldes de
las ocho sedes; con todo el Gobierno Nacional, y por supuesto, con el apoyo de la FIFA.

Esta tarde me reuní, antes de su partida, con el Presidente de la FIFA, con el señor Joseph Blatter; y
aquí está un dilecto miembro de su Comité Ejecutivo —y gran amigo de Colombia, casado con
colombiana— como es don Nicolás Leoz. ¡Sean bienvenidos, así como los presidentes de varias
federaciones de fútbol de países de América Latina que también nos acompañan! Muchas gracias por
su apoyo.

A la FIFA quiero agradecerle la confianza y decirle que nos aseguraremos de que éste sea el mejor
Mundial de Fútbol Sub-20 en la historia.

El fútbol es un juego para algunos, para otros una diversión y para otros una verdadera pasión.

Para nosotros los colombianos, será la oportunidad de volcar las miradas de los aficionados del planeta
a este país maravilloso que nos hemos ganado con esfuerzo y positivismo nuestro derecho a un futuro
de paz y de prosperidad para todos.

Este mundial es un proyecto de país, de 45 millones de colombianos, que vamos a sacar adelante entre
todos.

¡Vamos a pensar en grande, vamos a ponerle el hombro, vamos a ponerle todo el empeño, para que
nuestra Colombia querida se luzca en los estadios y fuera de ellos!

El mundo comienza a entender que estamos a las puertas de un nuevo amanecer, y en este Mundial
vamos a demostrarles que el buen futuro de Colombia no tiene marcha atrás.

¡Y comencemos a soñar con la Copa! El último gran evento de fútbol que tuvimos en nuestro país fue la
Copa América, y la ganamos.

¡Y sé que nuestros muchachos están listos para lograr una nueva hazaña!

Gracias a la FIFA, gracias a todos los que han hecho esto posible.

¡Al mundo y al fútbol no les vamos a fallar!

Entre el 29 de julio y el 20 de agosto del año entrante vamos a respirar y a vivir sólo fútbol, sólo
hermandad, sólo alegría, y seremos los mejores anfitriones para las 24 selecciones que disputarán la
copa y sus aficionados.

El balón está servido. Invito a los colombianos a meter un gol más: ¡el gol de una Colombia atractiva
para el mundo!

Muchas gracias”.

Alocución del Presidente Juan Manuel Santos Calderón, luego de la


baja de alias el ‘Mono Jojoy’

Nueva York, 23 sep (SIG). “Queridos compatriotas:

Esta es mi primera alocución a los colombianos. Les estoy hablando desde Nueva York, donde me
encuentro representando al país ante la Asamblea de las Naciones Unidas.

Estamos mostrando al mundo con orgullo el buen momento que vivimos en Colombia gracias a los
avances logrados en seguridad, que hoy nos permiten pensar en un futuro de prosperidad para todos.

Estos avances son los resultados de un trabajo valeroso y efectivo de nuestras Fuerzas Armadas, que
han venido golpeando en forma certera las estructuras de los grupos insurgentes y terroristas. La
muerte de alias el ‘Mono Jojoy’ es sin duda el golpe más contundente que se le ha dado a las Farc en
toda su historia.

Alias el ‘Mono Jojoy’, el jefe militar de las Farc, el sanguinario cabecilla responsable de miles de
muertes, de miles de secuestros, de tanta destrucción a pequeñas poblaciones, de tantos actos
terroristas, de tanto narcotráfico acabando con vidas humanas y con nuestros bosques, hay caído en su
madriguera bajo el fuego de las Fuerzas del Estado.

Contra este criminal, cerebro de los secuestros de nuestros militares y policías que llevan años en la
selva, había no menos de 60 ordenes de captura, doce medidas de aseguramiento, cinco condenas y 25
investigaciones por los delitos de rebelión, homicidio con fines terroristas, secuestro, lesiones
personales, asalto, constreñimiento ilegal, hurto y muchas más, y al menos dos peticiones de
extradición.

Terminó su larga carrera criminal y terminó la pesadilla que quiso imponernos a los colombianos.

‘Jojoy’ era el símbolo del terror en Colombia; ‘Jojoy’, era el símbolo de la sevicia, de la crueldad, de la
inhumanidad de una organización que por casi medio siglo ha jugado con la vida y la libertad de los
colombianos.

El mundo recuerda con horror las escalofriantes imágenes escalofriantes en las que este cabecilla
terrorista humillaba a sus indefensos secuestrados recluidos en atroces campos de concentración.

Así terminan los terroristas. Como ‘Tirofijo’, acosado por las bombas; como ‘Raúl Reyes’, como Iván
Ríos, traicionado por sus hombres, como tantos más que mueren en su ley, que es la ley del crimen y la
violencia.

Este es un triunfo de la Seguridad democrática, que no ha terminado, sino que por el contrario estamos
fortaleciendo para seguir nuestro camino hacia la Prosperidad Democrática.

Tengan la certeza de que no bajaremos la guardia. No bajaremos la guardia contra el narcoterrorismo.


Personalmente seguiré al frente de la ejecución de la estrategia que nos permita consolidar la seguridad
de todos los colombianos.

Con más moral, con más espíritu, con más determinación seguiremos buscando la paz. Ese es nuestro
objetivo: Una Colombia en paz para poder dedicar todos nuestros esfuerzos en la búsqueda del
bienestar de todos los colombianos, en especial de los más necesitados.

Esta operación es una gran victoria, pero no es hora de triunfalismos. Es el momento de seguir luchando
hasta que todos los violentos, todos los violentos entiendan que el único camino es la desmovilización y
la dejación de las armas y la dejación del terrorismo.

Una vez más les notifico a los cabecillas de las Farc y a los guerrilleros:

¡Vamos por ustedes! ¡No ahorraremos esfuerzo alguno y ustedes saben que nosotros sabemos cumplir!

La Operación Sodoma, que fue una operación cuidadosamente planeada, con mucho trabajo de
inteligencia, ejecutada de forma impecable por todas las Fuerzas, merece la gratitud de todos los
colombianos.

El pasado fin de semana en la Base Militar de Larandia, con los Altos Mandos, con el señor Ministro de
Defensa, dimos las últimas puntadas. Y el martes —el martes en la tarde—, antes de salir para Nueva
York, autoricé su ejecución.

¡Qué bueno! ¡Qué bueno para Colombia que el objetivo se haya logrado!

Mi corazón, mi mente está ahora con esos valientes oficiales y suboficiales; con esos intrépidos pilotos,
soldados, infantes de Marina y policías que incursionaron en medio de la noche en la madriguera de los
terroristas; que combatieron y siguen combatiendo con heroísmo, arriesgando sus vidas.

¡Cuánto, cuánto les debemos los colombianos a estos héroes y a sus comandantes!

Felicito con emoción al señor Ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera; al almirante Édgar Cely,
Comandante de las Fuerzas Militares; al mayor general Gustavo Matamoros, Jefe de Estado Mayor
Conjunto; al vicealmirante Álvaro Echandía, Comandante de la Armada; al mayor general Julio Ernesto
González, Comandante de la Fuerza Aérea; al mayor general Alejandro Navas, Comandante del
Ejército; al mayor general Óscar Naranjo, Director General de la Policía; a los oficiales de inteligencia y
a los demás comandantes que lideraron esta operación en el terreno.

Fue un trabajo conjunto de nuestras Fuerzas, que demuestra una vez más que unidos somos más
fuertes, que unidos logramos lo que nos proponemos. Gracias, muchas gracias en nombre de todos los
colombianos que hoy respiramos un país más tranquilo, sin la sombra asesina del ‘Mono Jojoy’.

A los que quedan en la guerrilla, a los que ahora mismo me escuchan en un campamento en las selvas,
les envío un mensaje en este día en que conocen la baja de su cruel cabecilla:

No solo Colombia se libró hoy de un verdugo, también ustedes se han librado de un verdugo que los
castigaba con pena de muerte por cualquier sospecha y los mantenía presos en la oscuridad de la
jungla.

Se acabó el tiempo para sembrar terror. Ahora, ahora es el tiempo para sembrar paz, para sembrar
prosperidad.

Las Farc se están desmoronando por dentro. Al éxito de esta operación contribuyó también gente de las
propias Farc, cansada ya de tanta crueldad y del permanente asedio de nuestras Fuerzas.

¡Desmovilícense! Abandonen esta causa perdida y vuelvan a la sociedad y a sus familias.

Colombia, Colombia puede ser un país sin guerrilla, un país sin terrorismo. Y lo vamos a demostrar por
la razón o por la fuerza.

Unidos, trabajando juntos por el futuro, estamos abriendo el camino que lleva a la paz, que es el mayor
aporte para la prosperidad y el progreso de todos los colombianos.

Muchas, muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la posesión de Gabriel Silva como


nuevo Embajador en Estados Unidos

Bogotá, 1° oct (SIG). “Casi no se puede realizar esta posesión en este momento, inclusive creo que se
había cancelado, y afortunadamente se logró. Y para mí especialmente placentero haber posesionado a
Gabriel Silva como Embajador de Colombia en Washington.

Las razones por las cuales casi se cancela ustedes todos las conocen: estuvimos en Argentina,
viajamos en la tarde de ayer, regresamos esta mañana; un viaje relámpago bastante largo de ida,
bastante largo de regreso, corto en la sustancia, pero importante, importante.

Hay que celebrar el desenlace pacífico y el desenlace final de este lamentable episodio en Ecuador.

Desde un principio nos manifestamos en total desacuerdo con esta sublevación de estos policías, y
apoyamos la democracia en Ecuador, apoyamos al Presidente elegido constitucionalmente en la
hermana República del Ecuador.

Creo que hay lecciones y consecuencias positivas de este lamentable episodio, para el continente: la
reacción rápida de todos los países de Suramérica, la reunión en Buenos Aires, eso une más a un
continente que necesita integrarse cada vez más, creo que fue un paso positivo en la dirección correcta.

Y además, la reunión fue muy corta pero ahí no hubo ningún tipo de duda sobre cuál era la posición de
todo Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), que además correspondió con la posición de la OEA,
y la posición de la mayoría de los países europeos también: defender la democracia y defender el orden
constitucional de un país como el Ecuador, que ha tenido tradicionalmente muchos problemas en ese
frente.

Esa reunión también nos abrió los ojos frente a ciertos aspectos operativos en el funcionamiento de
instituciones como Unasur, aspectos prácticos.

Vamos a tener que aprender a usar la tecnología para poder hacer reuniones virtuales, porque la verdad
es que no tiene mucha lógica. En el caso nuestro viajamos seis horas, estuvimos hora y media, nos
regresamos seis horas, y con la tecnología de hoy eso muy fácil reunirse virtualmente. Creo que esa
iniciativa fue bienvenida.

En el comunicado que expedimos establecimos algo también importante, una especie de advertencia
hacia el futuro sobre cualquier intento de romper el orden constitucional en cualquier país, inclusive así
como tomamos la iniciativa con el Presidente (del Perú) Alan García –por ser los dos países limítrofes-
de cerrar inmediatamente el comercio, ahí discutimos la necesidad de tener una serie de instrumentos
listos en caso de que algo parecido sucediera hacia el futuro.

O sea, esa advertencia creo que también es una señal positiva.

Una tercera señal positiva es la decisión de incluir la cláusula democrática en los estatutos de Unasur,
en la próxima Cumbre de Unasur que se va a realizar en Guyana a finales de año. Va a ser una
discusión interesante.

La democracia no es solamente la elección popular de un Mandatario, la democracia es mucho más. La


democracia es respeto por la independencia de los poderes, la democracia es respeto por los derechos
humanos, por los derechos fundamentales, por la libertad de expresión, y si logramos incluir una
cláusula democrática con todos estos elementos en Unasur, creo que es un paso muy importante para
el continente.

De manera que afortunadamente ya ese capítulo lo cerramos, y tenemos que seguir internamente
también fortaleciendo nuestra democracia interna. Creo que en eso Colombia puede sentirse muy
orgullosa de su tradición democrática.

Y doctor Silva, usted tiene una gran responsabilidad hacia el futuro con Estados Unidos. Vamos a
cambiar de agenda, así lo establecimos con el Presidente Obama.

La agenda tradicional concentrada en temas de narcotráfico o solamente en la aprobación del Tratado


de Libre Comercio, en temas de la lucha contra el terrorismo por supuesto que se va a mantener,
porque esos problemas no han desaparecido, y el desafío de hacer aprobar el Tratado de Libre
Comercio sigue vigente, y eso le va a corresponder a usted.

Estoy seguro que con su habilidad y su conocimiento eso va a ser posible.

Además, creo que la coyuntura es favorable. Vamos a ver qué sucede en las elecciones allá en Estados
Unidos, en noviembre, pero hay un buen ánimo, hay un buen ambiente y ojalá eso se pueda producir a
la mayor brevedad posible.

Pero lo interesante en esa agenda es que planteamos otros temas, otros temas donde Colombia puede
jugar un papel importante, regional y mundialmente: el tema del medio ambiente, el tema de la
educación, el tema de la producción de alimentos en un mundo donde cada vez hay una mayor crisis
alimentaria.

El tema del papel que puede jugar Colombia en la región. En eso creo que ahí hay un espacio muy
interesante para que nosotros, con Estados Unidos, juguemos juntos en muchos campos, en muchas
áreas.

Como lo establecimos con el Presidente Obama, ahora la relación va a ser de categoría digamos de
socios estratégicos. Dije muy claramente, ya no queremos seguir siendo simplemente receptores de
ayuda o aliados en ciertas cosas y en otras no.

Somos socios estratégicos y en eso queremos tener una conversación –como le dijimos- de tu a tu.
El Embajador norteamericano, recién llegado aquí, lo ha ratificado en varias entrevistas que ha hecho, y
creo que eso es una oportunidad muy interesante.

Claro que yo no tengo que enseñarle a usted cómo opera Washington. Hace 17 años el Presidente
(César) Gaviria lo posesionó a usted como Embajador en Washington, pero como el caballero repite,
entonces usted nuevamente está siendo posesionado en un momento muy importante de nuestra
historia. Lo fue cuando el Presidente Gaviria, hizo usted una gran labor, y estoy seguro que hará una
labor igual o mejor en esta nueva época que se nos abre.

De manera que lo felicito a usted y a su familia. Le deseo todos los éxitos. Es una labor que conlleva
una gran responsabilidad, pero que estoy seguro que usted la va a llenar con creces para bien del país.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el octavo Acuerdo


para la Prosperidad

Ibagué, 2 oct (SIG). “Creo que no hay


mejor sitio para escoger el tema agropecuario, que el Tolima, por su vocación agrícola, su tradición. Por
eso nos complace muchísimo estar aquí, este sábado, en otro Acuerdo para la Prosperidad, después de
una semana bastante agitada, como han sido todas estas semanas, y como me imagino continuarán
siendo todas las semanas por venir.

La semana comenzó con la presentación de una ley muy importante, la Ley de Víctimas. Aquí el
departamento de Tolima sí que ha sido víctima de la violencia. Y esta ley tiene un mensaje muy
especial, muy profundo: decirle a los colombianos y al mundo que nuestra sociedad quiere pagar esa
deuda moral con quienes han sufrido la violencia, violencia que estamos empeñados en erradicar de la
faz de nuestro territorio.

Es una ley que manda un mensaje muy claro en ese sentido, y por eso hay un acuerdo muy importante
de los partidos políticos para aprobarla, y ojalá eso sea a la mayor brevedad posible.

Acabo de ver entrar al salón al doctor Juan Lozano, a quien saludamos; al Senador (Jorge Eduardo)
Gechem Turbay, también lo saludamos. Veo también en la mesa a otro gran tolimense, excompañero
mío, o sigue siendo compañero mío, Juan Mario Laserna, un saludo muy especial.

La Ley de Víctimas que presentamos el lunes pues fue el abrebocas de esta semana.

Luego presentamos ante el país –inclusive aquí estuvo el Presidente de la Fifa- se lanzó el Campeonato
Mundial de Fútbol de la Fifa Sub 20. Eso es un acontecimiento para Colombia muy importante. Es el
segundo evento más importante del mundo, en términos futbolísticos, después del Campeonato
Mundial. Y es un gran compromiso para los colombianos, porque vamos a presentarle al mundo no
solamente nuestra capacidad de realizar un campeonato de esta envergadura, sino que va a ser una
oportunidad para demostrarle al mundo lo que Colombia verdaderamente es.
No solamente esperamos ganarnos el campeonato, sino que además queremos acoger a los miles y
miles de personas que van a venir, y a los millones y millones de televidentes que van a ver cada uno de
los partidos, la hospitalidad, lo que somos los colombianos.

Por eso, ese lanzamiento de esta semana tiene un significado muy importante. El señor Joseph Blatter,
Presidente de la Fifa, fue muy generoso con Colombia, dijo que él estaba seguro que los colombianos
íbamos a cumplir, y puede tener la seguridad de que así será.

Eso fue otro tema muy importante en esta semana.

La crisis en Ecuador

El tema del Ecuador. Ustedes vieron los acontecimientos de las últimas horas, del último día.

Es un tema que nos concierne a todos los demócratas, por eso reaccionamos en forma clara y
contundente desde el principio, cuando vimos esa sublevación que tenía preso al Presidente del
Ecuador, rechazando en forma tajante cualquier acción, esa o cualquier acción que vaya a romper el
orden constitucional de cualquier democracia.

Esta ha sido una tradición de Colombia. Colombia se precia, dentro de las grandes virtudes que
tenemos, de ser la democracia más antigua de América Latina, y de tener unas instituciones y un
corazón y un alma democrática.

Y por eso ahí estuvimos muy pendientes de la evolución de estos acontecimientos.

En primera instancia hablé con la Presidenta de Argentina (Cristina Fernández de Kirchner), para
convocar una reunión urgente de Unasur. Luego hablé con el Presidente del Perú, Alan García, y
acordamos cerrar las fronteras, como una señal política de los dos países limítrofes con Ecuador,
diciendo que nosotros rechazábamos en forma clara lo que estaba sucediendo dentro del Ecuador, y
procedimos a cerrar las fronteras.

Hablé con el propio Presidente Correa en medio de esa situación tan complicada. Nos agradeció mucho
a los colombianos la actitud que habíamos asumido.

Viajamos a Buenos Aires, un viaje relámpago, seis horas de ida, nos reunimos dos horas, se produjo un
comunicado, nos devolvimos otras seis horas. Por eso, una de las conclusiones que sacamos de esa
experiencia fue la necesidad de usar la tecnología, para evitar esos desplazamientos que a veces son
absurdos. Viajar doce horas para una reunión de hora y media no tiene mucho sentido.

Pero el significado de la reunión sí era muy importante, porque eso le envío una señal al mundo, pero
sobretodo a América Latina, que los países suramericanos estaban todos unidos en torno a defender la
democracia, y que actuaríamos en forma determinante en cualquier situación futura que se presentara.
Eso quedó muy bien consignado en el comunicado.

Dijimos, advertimos, inclusive enumeramos una serie de medidas que tomaríamos en caso de que en
algún país se intentara romper el orden democrático. Y acordamos que en la próxima Cumbre, en la
próxima Cumbre de Unasur que se va a celebrar a final de año en Guyana, vamos a introducir la
cláusula democrática dentro de los estatutos de Unasur.

Y eso es algo muy importante, y va a ser una discusión interesante, porque la democracia no es
solamente elegir a un gobernante, la democracia tiene un alcance mucho mayor: respeto por los
poderes, la independencia de los poderes; respeto por los derechos humanos; por la libertad de
expresión; respeto por la oposición, los derechos de las minorías.

Nosotros hemos venido fortaleciendo nuestra democracia, estamos en conversaciones con la oposición
para que el Congreso apruebe un Estatuto de la Oposición. Todo eso lo que busca es fortalecer nuestra
democracia, y que ojalá también se fortalezca la democracia de todo el continente.

Los correos del ‘Mono Jojoy’

También se hallaron más computadores, porque se halló otro campamento cerca a donde fue abatido el
‘Mono Jojoy’. Y se hallaron más computadores, más información, que va a ser muy útil, muy útil. Se
hallaron también caletas llenas de munición, de víveres. Cada vez estamos demostrando la importancia
del golpe que dieron nuestras Fuerzas Armadas hace unos días.

Quiero leerles un mensaje, uno de esos correos de los que estamos descubriendo. Apenas vamos en el
uno por ciento, apenas se ha leído el uno por ciento. Voy a leerles un correo que fue enviado al
Secretariado (de las Farc) por el ‘Mono Jojoy’:

Agosto 13 del 2010, o sea una semana después de la posesión.

Dice así este correo que fue hallado en los computadores:

“Camaradas secretariado:

Saludo fraternal.

Primero: 
Felicitaciones a los que le movieron el piso a JMS con la pequeña bomba a la sede de Caracol. Esas
son las estratégicas.

Segundo: 
Ayer nos encontramos con Marmaja. Los manda saludar a todos. Mirando el mensaje que leí anoche de
los camaradas Alfredo y Prestes, reconozco que me aceleré al no esperar la decisión colectiva del
Secretariado.

Tercero: 
Estos días se hace la entrevista de Alexandra, con las orientaciones que dio el Secretariado.

Cuarto: 
Las Farc EP, somos un ejército guerrillero móvil, irregular y ofensivo, autónomos, porque hemos trazado
nuestra propia línea para autogobernarnos y tomarnos el poder.

Eso ha molestado a cubanos, a Chávez y compañía, por eso son irrespetuosos y en momentos se unen
en la lucha ideológica del enemigo para combatirnos.

Siempre hemos luchado por no dejarnos aislar, saldremos adelante. Lo más importante es no confiar en
los vecinos que manejan Estado, y con base a eso actúan. Guiarnos siempre con las políticas que
hemos trazado para tratar con amigos y enemigos a nivel nacional e internacional.

Como somos revolucionarios, en cualquier parte del mundo donde estemos, los imperialistas les importa
un comino actuar contra nosotros.

Quinto: 
De acuerdo que Juan elabore el proyecto para lo de Unasur, con las orientaciones dadas.

Sexto: 
Qué bien que los de occidente estén consiguiendo emisora. Así difundimos nuestra propaganda y llega
a más oídos receptivos, y el sur acelera las consecuencias de la de ellos.

Con aprecio

Víctor Julio”.

Víctor Julio es el nombre que utiliza en los correos el ‘Mono Jojoy’

¿Qué nos dice este correo?

Primero:

Que queda claro que la bomba que pusieron al lado de Caracol fueron las Farc. Inicialmente había
dudas, no estaba totalmente establecido, aunque las investigaciones que había adelantado el CTI y la
Fiscalía mostraban cada vez más que eran las Farc las responsables. Pero creo que esto confirma esa
investigación, que fue una bomba –dice pequeña bomba, esas son las estratégicas- o sea, sí era para
seguir su tradición de despedir a un Gobierno y recibir al otro con actos de terrorismo.
Segundo punto que quiero resaltar es que cada vez están más aislados, porque si ya comienzan a
sentirse aislados es porque están aislados.

Y esto de Unasur, que fue el intento que sí confirma que estaba todo planeado para cuando dijeron que
querían hablar en Unasur, lo querían hacer para ver cómo rompían ese aislamiento.

Y por fortuna Unasur, en forma unánime, rechazó esa posibilidad, y varios de los mandatarios de
Unasur dijeron: ‘nosotros no estamos aquí para escuchar terroristas’. De manera que creo que ahí hay
un mensaje muy importante en ese sentido.

Acuerdos para la Prosperidad

Volviendo al tema de nuestro Acuerdo para la Prosperidad, el agro. Aquí en el Tolima, pues ustedes
saben mejor que nadie la importancia del agro para este departamento. Por eso ahora vamos a
escuchar, como ha sido costumbre y ese ha sido el procedimiento, a los voceros de las diferentes
mesas que se establecieron, donde se discutieron recomendaciones, problemas, y los voceros lo que
hacen es hacer un informe para que ese informe sobre los acuerdos a que se haya llegado, queden
protocolizados y después se le hace un seguimiento a esos acuerdos.

De eso se trata estos Acuerdos para la Prosperidad, de discutir temas específicos en regiones
específicas, hacer acuerdos y hacerles un seguimiento a esos acuerdos.

Quiero reiterarles que estos acuerdos van a estar enriquecidos cada vez más por la tecnología.

El doctor Miguel Peñaloza, con el Ministro de Comunicaciones, ha venido desarrollando unos sistemas
para darles más y más participación a todos los colombianos en este tipo de discusiones, en la
discusión de los problemas, en la posibilidad de presentar soluciones y en el seguimiento de los
acuerdos en cualquier tema y en cualquier región.

Esta semana inclusive vamos a ver si presentamos la primera fase de esa estructura tecnológica que va
a ser un complemento a estos acuerdos que estamos realizando todos los sábados.

Reducción del desempleo y de la pobreza

Esta semana, se publicaron las cifras más recientes de desempleo. Hubo un descenso del desempleo
en el país, que por supuesto celebramos, pero no podemos entusiasmarnos simplemente porque hubo
un leve descenso.

Esto es algo que para nosotros es un compromiso. Tenemos que acentuar esa tendencia. Lo importante
ahí es que se rompió la tendencia. Venía subiendo, subiendo, subiendo, y este es el primer mes que se
revierte la tendencia.

Infortunadamente Ibagué no sale muy bien librada. Esta es la tercera ciudad con mayor desempleo: 18,2
por ciento, a pesar del esfuerzo que ha hecho el alcalde. Me acuerdo perfectamente cuando
presentaron el esquema de fomento al emprendimiento que tienen ustedes, que parece que además es
un ejemplo que vamos a replicar en otras ciudades.

Yo creo que hay que darle un poco de tiempo para que eso tenga el desarrollo suficiente para producir
resultados. Cualquier ayuda que usted necesite, Alcalde (de Ibagué, Jesús María Botero), en ese
sentido, cuente con nosotros.

Ahora, Ibagué tiene unas oportunidades enormes en muchos frentes. Aquí se ha hablado muchísimo del
frente turístico; la doble calzada, que infortunadamente se retrasó por los problemas que todos conocen
con los Nule, pero eso va a ser una realidad, eso va a llevar mucho tráfico hacia el Tolima.

Y me han dicho ustedes –en varias oportunidades me hicieron la solicitud- de la necesidad de tener aquí
un centro de convenciones. He hecho las averiguaciones con quienes dan la plata y el Gobierno, y
quiero decirle, Alcalde, que el centro de convenciones se lo vamos a dar. Vamos a darle el centro de
convenciones.

En materia de pobreza se ha avanzado tanto en el departamento como en la ciudad de Ibagué, pero hay
que avanzar mucho más, hay que avanzar mucho más, porque lo que queremos es erradicar ojalá la
pobreza extrema y reducir por lo menos en siete millones de colombianos la pobreza en los próximos
cuatro años.

Me imagino que se ha hablado mucho del Triángulo del Tolima en estas discusiones.

Este es un proyecto que desde hace mucho tiempo se viene discutiendo. Me acuerdo cuando yo estaba
de Ministro de Hacienda, que pusimos el primer aporte, y lo tengo que reconocer aquí, gracias a un
tolimense que por fortuna fue declarado inocente: a Carlos García. Carlos García cuando fue Presidente
del Senado fue quien gestionó para que este proyecto se iniciara. Ese proyecto hay que terminarlo, eso
va a beneficiar por lo menos a siete mil familias y creo que va a ser un proyecto muy importante para el
departamento.

Con el Gobernador hay que trabajarle con más coordinación, para que la Gobernación tenga, como
quien dice, voz y voto en toda esa decisión. Allí hay que hacer rápidamente los planes de proyectos
productivos, para que cuando esté listo ese proyecto, ya tengamos claro qué se va a hacer, qué tipo de
producción se va a fomentar en ese Triángulo del Tolima.

De manera que iniciemos, doctor Miguel (Peñaloza) nuestro Acuerdo, para ver cómo desarrollamos. Y
tratemos de ver, en la medida de lo posible, si esta vez podemos cumplir con lo que no hemos podido
cumplir en los acuerdos anteriores, de no tener a nuestros invitados más de cuatro horas, ojalá menos
de cuatro horas, sentados escuchando.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la


presentación de la Política de Seguridad Ciudadana

Cali, 4 oct (SIG). “La Colombia del 2010 es radicalmente distinta a la de hace diez años.

Hace casi diez años, el 14 de octubre de 2000, paramilitares de las AUC masacraron a un grupo de
campesinos en Macayepo en los Montes de María.

Al mismo tiempo, comandantes guerrilleros se pavoneaban por la zona desmilitarizada del Caguán.

Hoy en día, esos jefes paramilitares y los políticos que los apoyaban están pagando sus condenas en la
cárcel.

Y los miembros del Secretariado de las FARC que insistieron en el camino de la violencia –alias
‘Tirofijo’, ‘Iván Ríos’, ‘Raúl Reyes’ y el ‘Mono Jojoy’– han muerto en su ley.

Y seguirán muriendo en su ley, porque hoy también hay una noticia importante en ese sentido.

Yo quisiera, Ministro (de Defensa) Rivera o Comandante General de las Fuerzas Militares, almirante
Cely, que con su permiso le pidamos al general Naranjo (Director de la Policía), que le cuente al país
una operación muy bien ejecutada, como vienen ejecutando nuestras Fuerzas Armadas, que dio en el
blanco y que tiene unos resultados aparentemente muy positivos.

General Naranjo o Ministro, si quiere usted darle la noticia al país o permitir que el general Naranjo se la
dé.

(…)

Ministro, almirante Cely, general Naranjo:

A sus hombres, a los hombres de la Fuerza Aérea, a los policías que participaron en los comandos
Jungla; a los infantes de Marina, a nuestro Ejército, que estaba siempre listo a apoyar. Otra operación y
seguiremos en más operaciones hasta que podamos decir lo que dice el himno de Santiago de Cali: ‘Y
nosotros ganamos la paz’.

Logros de la Seguridad Democrática

Los logros de la Seguridad Democrática hablan por sí solos: hemos disminuido el homicidio a la mitad, y
el secuestro en un 90%.

Hoy podemos viajar por carretera, sin miedo a un retén o a una pesca milagrosa.

Hoy podemos visitar zonas del país que estaban bajo el régimen de terror, bajo el régimen de la
guerrilla.

Hoy podemos trabajar en el campo sin miedo a la extorsión y a las amenazas a las que estábamos
acostumbrados.

Durante la campaña presidencial, tuve el placer de viajar por el país y de hablar con miles de
compatriotas, de la Guajira hasta el Amazonas, y desde el Norte de Santander hasta el Chocó

Todos estaban agradecidos con la Seguridad Democrática, porque sentían sus efectos positivos.

Pero al mismo tiempo están preocupados por el aumento de atracos y robos en sus comunidades.

Yo quise venir hoy aquí a Cali, al lado del Distrito de Aguablanca, que está aquí al lado de donde
estamos nosotros, a presentar nuestra Política de Seguridad Ciudadana, entre otras razones por una
nota que leí en un periódico de circulación nacional exactamente hace un mes.

Bajo el titular que decía ‘Capturan a presunto agresor de dos niñas heridas en medio de choque entre
pandillas’, el artículo decía que dos menores –una niña de 14 años, y una bebé de 10 meses– fueron
heridas por miembros de la pandilla ‘Los Tamaleros’, que dispararon en contra de su casa en el barrio El
Retiro, aquí mismo en Aguablanca.

¡Esto no puede seguir así! ¡Y no va a seguir así!

Los problemas de criminalidad aquí en Aguablanca, o la situación en las comunas de Medellín, son sólo
los ejemplos más visibles de un problema que sienten muchas regiones, muchas ciudades del país.

La delincuencia común afecta la vida diaria de todos los colombianos, especialmente de los más
vulnerables: los pobres no pueden contratar seguridad privada; los viejos que no tienen la fuerza para
defenderse; los niños que, a pesar de serlo, se convierten en un blanco.

Nada deteriora la calidad de vida tanto como el crimen. El crimen genera miedo, genera desconfianza
entre los ciudadanos, y nos impide gozar de los derechos que la Constitución nos garantiza.

¿De qué sirve tener un parque a la vuelta de la esquina si nuestros hijos no pueden ir a jugar en él por
miedo a que los atraquen?

La delincuencia es un monstruo de mil cabezas que puede manifestarse de mil maneras: robo, atraco,
abigeato, extorsión, secuestro, homicidio.

Pero la delincuencia no es, no debe ser una condición permanente. Podemos derrotarla, ¡y la vamos a
derrotar!

En el curso de nuestra historia hemos enfrentado grandes retos.

Hace doscientos años los incrédulos dijeron que la independencia no se podía lograr y que los ejércitos
españoles eran imbatibles.

¡Cómo estaban de equivocados!

Hace tan solo 10 años otros dijeron que la guerrilla era invencible, que combatirla era imposible.

¡Cómo estaban de equivocados!

Hoy hay quienes piensan que la delincuencia común es una condición inevitable, y que es imposible de
erradicar.

¡Como están de equivocados!


Una política implacable contra el crimen y sus causas

Lo que estamos presentando hoy –lo que quiero presentarles a ustedes– es una Política de Seguridad
Ciudadana que va a ser implacable con el crimen y con las causas del crimen.

No vamos a presentar una opción entre prevención y castigo.

No vamos a presentar una distinción entre la responsabilidad de la persona y de la sociedad.

Yo creo firmemente que el criminal tiene que pagar por sus crímenes, y por eso la responsabilidad
individual es uno de los pilares de nuestro Estado de Derecho.

Pero también creo –y también creo firmemente– que tenemos que cerrar la puerta por la cual los
jóvenes entran a la violencia.

Por eso nuestra Política de Seguridad Ciudadana va a tener dos pilares: uno preventivo y otro proactivo.

Zanahoria para evitar la delincuencia, y garrote para quienes violen la ley.

Prevención del delito con educación, deporte y empleo

El primer pilar, la prevención del delito, requiere una cultura ciudadana fundada en valores éticos y
morales, con sentido de solidaridad y convivencia.

Tenemos que aprender que todos, todos como sociedad, tenemos la responsabilidad de luchar contra la
delincuencia.

El rechazo a la criminalidad tiene que comenzar desde la educación.

Hay que combatir la deserción escolar, y adelantar programas productivos, deportivos y académicos que
promuevan la convivencia.

El acceso a la educación superior es de gran importancia: Un joven que tenga la oportunidad de


continuar sus estudios después del colegio no va a entrar a una banda criminal.

Y nosotros, como padres, tenemos también la responsabilidad de enseñarles a nuestros hijos que la
ilegalidad no es una opción de vida y que el crimen no paga.

Muchas veces se nos olvida hablar de los valores, pero nos corresponde a nosotros, a los padres, a las
madres de familia, transmitir unas sólidas base morales para que nuestros hijos crezcan con principios
éticos.

La honestidad, la integridad, la no apelación a la violencia para resolver conflictos, son valores que se
aprenden en la casa.

La cultura y el deporte serán herramientas fundamentales para prevenir conductas delictivas en


nuestros jóvenes, y por eso la seguridad ciudadana trabajará de la mano con instituciones como
Coldeportes, y los ministerios de Educación y de Cultura.

Más jóvenes en el deporte y más jóvenes en la cultura son menos jóvenes en la drogadicción y el
alcohol, que son detonantes del delito.

Al mismo tiempo, es necesario que los jóvenes tengan más oportunidades laborales.

En algunas ciudades, el desempleo entre jóvenes –la población en mayor riesgo de entrar a la
criminalidad– llega a bordear el 25%.

Eso quiere decir que uno de cada cuatro jóvenes que se gradúa del colegio no consigue empleo.

Por eso, la prioridad de este gobierno es llevar a Colombia hacia la Prosperidad Democrática a través
de la generación de empleo y sobre todo de empleo formal.

Para financiar este paquete de iniciativas preventivas, vamos a destinar al menos 300.000 millones de
pesos en los próximos cuatro años.

Hay que destacar también que, dentro del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, se va
a trabajar en medidas preventivas, judiciales, de infraestructura adecuada para la detención de jóvenes
infractores, y de corresponsabilidad familiar, para prevenir el delito juvenil y su reincidencia.

De acuerdo con un documento Conpes de diciembre del año pasado, se van a destinar 1,3 billones de
pesos a fortalecer y desarrollar este sistema, fundamental para el buen éxito de la seguridad ciudadana.

Un Estatuto de Seguridad Ciudadana

El segundo pilar es proactivo.

En los próximos días vamos a poner a consideración del Congreso el ‘Estatuto de Seguridad
Ciudadana’, que va a fortalecer los instrumentos legales para combatir la delincuencia. Esto es muy
importante.

Este estatuto incluye varias reformas al Código Penal:

Se adoptan medidas que permiten la colaboración de la Policía con el INPEC para mejorar la vigilancia
de las personas que se encuentran bajo las medidas de detención domiciliaria.

Se crea, por ejemplo, el Registro Nacional de Salvoconductos, que podrá ser consultado de manera
inmediata por la Policía Nacional para tener un mejor control sobre las armas de fuego.

Se crea –y esto es importantísimo– el delito de ‘pertenencia a banda armada’, que cobija tanto a las
llamadas bandas criminales o BACRIM, como a los grupos armados ilegales en general.

En la tipificación de este delito tomamos como ejemplo los códigos penales de Alemania y de España. Y
con su creación estamos cumpliendo, además, con lo prescrito en la Convención de Palermo contra el
Crimen Organizado Internacional.

Vamos a eliminar las referencias a la ‘dosis personal’ del Código Penal y a tipificar el delito de tráfico
ilegal de precursores de drogas sintéticas.

Al mismo tiempo, se van a aumentar las penas de una serie de hechos punibles, como por ejemplo el
porte de armas de fuego, que hoy resultan excarcelables.

También se propone una reforma al Código de la Infancia y la Adolescencia, permitiendo que las
sanciones impuestas a menores se apliquen hasta que se cumplan, y no sólo hasta que el joven tenga
21 años.

En este sentido, se va a ampliar el término máximo de privación de la libertad de 8 a 12 años respecto a


delitos de competencia de jueces penales del circuito especializado.

El Estatuto de Seguridad Ciudadana también contempla unas reformas de fondo al Código de


Procedimiento Penal, como las siguientes:

Se modifican las reglas de competencia en relación con los jueces de control de garantías, que muchas
veces crean caos y confusiones.

De esta manera vamos a poder utilizar jueces de ejecución de penas de reacción inmediata para operar
en cualquier parte del país.

Para agilizar la justicia, vamos a establecer un término para formular imputación de cargos de un año, y
de 18 meses para los delitos que son competencia de un juez del circuito especializado.

En la actualidad, al no existir estos términos, las indagaciones pueden durar hasta cuatro, hasta cinco
años en esta etapa, generando impunidad y configurando también prescripciones.

Y vamos a aumentar los términos entre la formulación de imputación y la formulación de la acusación de


30 a 60 días para evitar que los criminales salgan a la calle por vencimiento de términos, como ha
ocurrido tantas veces en casos particularmente sensibles.
Vamos también a eliminar las restricciones de horario para las órdenes de allanamiento y de registro
para que nunca más volvamos a ver casos tan absurdos como el sucedido hace unas semanas, cuando
un juez de control de garantías puso en libertad a miembros de una banda de traficantes de armas que
le estaba vendiendo armamento a las FARC, aduciendo que el allanamiento sucedió antes de las seis
de la mañana.

O sea que, como los delincuentes estaban dormidos, no se podían allanar.

¡Estas restricciones de horario nunca debieron haber existido!

Vamos a eliminar los plazos de vigencia de las órdenes de captura, seguimiento y de registro, ya que su
prórroga implica una pérdida de tiempo para la Fiscalía y para la justicia; cuando deben ser ejecutadas
ya están vencidas.

Igualmente vamos a ampliar la vigencia de las órdenes de interceptación de comunicaciones de 3 a 6


meses.

Y algo importante: Se extenderá la aplicación de la ‘flagrancia’ –es decir cuando a un criminal lo cogen
con las manos en la masa– a eventos en que el delito sea captado por una cámara de video, o en que el
individuo se encuentre en el vehículo en que se cometió el delito.

En estos casos se haría innecesaria la expedición de una orden de captura.

También vamos a mejorar el reglamento que rige el programa de protección de testigos, fortaleciendo la
confidencialidad para proteger a esos ciudadanos valientes que declaran en contra del terrorismo y el
crimen organizado.

Código de Convivencia

Adicionalmente al mencionado Estatuto, vamos a presentar un nuevo Código de Convivencia que va a


remplazar el Código de Policía de 1970.

El actual Código de Policía tiene 40 años. Hace 40 años no había celular, por ejemplo. Y es un código
totalmente desactualizado.

Eso va a mejorar la vida de todos nosotros. Hoy por ejemplo la Policía no sabe qué hacer cuando un
vecino pone su tocadiscos a pleno volumen y no deja dormir al otro vecino. La Policía no sabe qué
hacer.

Y este Código de Policía es tal vez de los códigos que más se han socializado. ¿Cuántas reuniones
hemos tenido? Porque ese Código comenzó a redactarse hace ya tres años. Este Código se ha
discutido en 140 reuniones con más de 9.000 personas en todo el país.

Este Código lo está pidiendo a gritos la ciudadanía y es otra de las reformas que vamos a presentar,
honorables congresistas, para que sea aprobada en el Congreso.

Por ejemplo, en el Código actual, ese que se aprobó en 1970, la multa por no izar la bandera en días
patrios, o por botar basura en la calle, es de 50 a 100 pesos.

O el ascensorista que transporte un mayor número de personas al peso establecido por los ascensores
o los técnicos, la multa es de 100 a 500 pesos.

Son ejemplos que nos muestran cómo es de necesario actualizar el Código de Convivencia y que la
Policía pueda enfrentar, para comodidad de todos los ciudadanos, los desafíos policiales del siglo XXI.

Parte de la reforma va a concentrarse en ajustar las multas a los precios del día de hoy, expresado en
salarios mínimos vigentes.

Pero al mismo tiempo vamos a unificar la legislación existente en materia policial para que el Código de
Convivencia sea el nuevo procedimiento único de policía.

Más recursos y pie de de fuerza para la Policía


Desde el punto de vista operacional, la Policía Nacional también está modernizando sus métodos.

Por ejemplo, el Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes –al que vamos a destinar 160
mil millones de pesos– va a reformar el sistema de patrullaje a nivel nacional, para que la Policía pueda
enfocar sus recursos en las áreas más peligrosas.

Porque es al nivel más local, al nivel del cuadrante, que suceden los problemas del diario vivir, y son las
comunidades las que mejor saben dónde están los problemas.

Había un político muy famoso norteamericano que decía que la política es local. Yo le agregaría que la
seguridad también es local y comienza en la comunidad.

Tenemos que acercar a la Policía a las comunidades que supuestamente está protegiendo.

De esta manera, las comunidades pueden colaborar con la Policía, alertándola de las preocupaciones
del vecindario antes de que éstas se conviertan en problemas criminales.

Una relación de confianza –y esto es muy importante– entre la Policía y la ciudadanía es clave, es
fundamental para prevenir la delincuencia.

Y en esto quiero hacer énfasis: ¡sin la colaboración total de la ciudadanía no vamos a poder derrotar la
delincuencia!

Sin embargo, para que podamos implementar el Plan Cuadrante en las ciudades sin descuidar las
zonas rurales, vamos a tener que aumentar el pie de fuerza.

Simplemente usando estándares internacionales, una ciudad como Nueva York, donde estuvimos
recientemente, tiene un policía por cada 250 habitantes; en cambio Cali, Medellín o Bogotá tienen
alrededor de un agente por cada 450 habitantes.

Por eso quiero aprovechar esta oportunidad para anunciar que en los próximos cuatro años vamos a
aumentar el pie de fuerza de la Policía comenzando por 20.000 nuevos agentes.

Es costoso para el presupuesto y ya hemos asegurado 1,4 billones de pesos para su entrenamiento y
dotación, y el presupuesto para contratarlos de manera permanente y eso va a estar incluido en el Plan
de Desarrollo.

Al mismo tiempo, tenemos que continuar lo que el general Naranjo ha llamado ‘una revolución en el
sistema pedagógico policial’.

Necesitamos más investigadores, más agentes de inteligencia, más policía judicial.

En la última década el porcentaje de agentes de la Policía Nacional dedicados a eso, a la investigación,


ha aumentado de 3% a 5%.

Sin embargo, sigue siendo muy inferior a lo que tienen las otras policías internacionales, donde la
proporción de investigadores y no investigadores oscila entre el 14% y el 20%. Por eso tenemos que
seguir aumentando ese porcentaje, general Naranjo.

Los niveles de impunidad infortunadamente siguen en un nivel alarmante. Y para combatir la impunidad
tenemos que hacer que los delitos resulten en capturas, y las capturas resulten efectivamente en
condenas.

Porque estoy seguro de que todos ustedes deben estar bastante alarmados porque muchas veces ven
que la Policía captura a un delincuente y a los 15 días o a la semana ven a ese mismo delincuente
delinquiendo en el mismo sitio. ¡Eso no va a volver a suceder!

Ahora bien: Garantizar la seguridad en las ciudades requiere un nuevo enfoque que comprometa no
solo a la fuerza pública y al DAS, sino, también, al aparato judicial y a las diferentes entidades, de todos
los niveles territoriales, que implementan programas sociales que contribuyen a la prevención del delito.

El principal reto de la nueva Política de Seguridad Ciudadana es coordinar, es armonizar los esfuerzos
de la fuerza pública, la justicia y la intervención social del Estado para responder al desafío de la
delincuencia organizada y del delito callejero.

La Seguridad Ciudadana, más que una estrategia, será una política integral que coordine diferentes
instituciones a nivel nacional: desde la Policía Nacional, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Interior
y Justicia, la Fiscalía, el DAS y el INPEC, hasta el Ministerio de Educación, el SENA, el ICBF, Acción
Social, Coldeportes y todas las instituciones que desarrollan programas sociales.

La coordinación, armonización, la sincronización adecuada entre estas instituciones se convertirá en la


más poderosa herramienta para prevenir delito.

Hace menos de un mes estuvimos en Medellín, en la Comuna 13, donde pude ver la implementación del
Centro Integrado de Intervención para la Seguridad y la Convivencia, que determinamos crear en los
primeros días de nuestro gobierno, como un plan piloto.

Se trata de un centro donde tienen asiento todas las instituciones que tienen responsabilidad en la
consolidación de la Seguridad Ciudadana, con tres líneas de acción:

La primera, una respuesta entre todas las agencias a los problemas de seguridad; segunda, una
respuesta integral –que incluya aspectos no sólo de seguridad sino sociales–, y tercera, un enfoque
preventivo más que punitivo.

Con el liderazgo de la Alcaldía, de la Policía, y la atención permanente del Ministerio de Defensa, se


consiguió coordinar la acción de las diferentes instituciones que prestan esos servicios sociales en ese
sector de Medellín.

Los resultados, en pocas semanas, han sido muy alentadores:

En el último mes, en la Comuna 13 los homicidios disminuyeron prácticamente el 50%, y en Medellín, en


general, hubo una disminución de homicidios del 31%.

A los caleños les tengo la buena noticia de que aquí, en Aguablanca, también vamos a construir un
Centro Integrado de Intervención para la Seguridad y la Convivencia, y que esperamos tenga resultados
tan buenos o mejores, que los que hemos obtenido hasta ahora en Medellín.

Se requiere el liderazgo de las autoridades locales

También es necesario coordinar entre el Gobierno nacional y los departamentos y municipios. Este
punto es sumamente importante.

Este punto es supremamente importante, porque la seguridad ciudadana se consolida desde el nivel de
gobierno más cercano a los ciudadanos: es decir, desde el nivel local.

No hay que olvidar que los alcaldes son, por Constitución, la primera autoridad de policía de sus
municipios.

Mucha atención, señores alcaldes: La seguridad depende de manera crítica del liderazgo y el
compromiso que asuman en el tema las autoridades locales, y este apoyo es esencial para lograr el
éxito en cada ciudad y cada población.

El Fondo de Seguridad y Convivencia Ciudadana –FONSECON–, manejado por el Ministerio del Interior,
va a destinar alrededor de 480.000 millones de pesos en cuatro años para apoyar los planes de
seguridad ciudadana municipales y departamentales.

Es muy importante que los municipios, por su parte, establezcan los Fondos Territoriales de Seguridad
que manda la ley.

Hasta el momento, menos de la mitad de los 1.101 municipios del país han constituido estos fondos.

Y como es sabido, de la misma manera que el FONSECON recauda el 5% del valor de las obras
contratadas a nivel nacional, los fondos territoriales reciben el 5% de las obras municipales y
departamentales.

Para fortalecer estos fondos, la prórroga de la ley de orden público va a permitir que los alcaldes
establezcan tasas o sobretasas para financiar la seguridad local, y va a permitir que el sector privado
realice donaciones a estos fondos para la seguridad pública.

La seguridad ciudadana no es una tarea exclusiva del Gobierno Nacional o de su fuerza pública: ¡tiene
que ser una meta de todos los colombianos!

Y debe quedar muy claro lo siguiente, para que no haya lugar a equívocos:

La Seguridad Ciudadana no es un sustituto a la Seguridad Democrática, sino un complemento necesario


para asegurar, con medidas que van más allá de la represión, la tranquilidad de todos los ciudadanos de
nuestro país, estén donde estén.

Llamado por la reintegración

Y quiero enviar desde Cali un mensaje a la sociedad y a quienes aún permanecen en los grupos
armados ilegales.

Más de 54.000 personas han abandonado las armas en los últimos años, lo cual constituye uno de los
mayores aportes a la seguridad y a la paz de la Nación.

Esperamos más y más desmovilizaciones, más colombianos que renuncien a la violencia y se unan a
los proyectos de una sociedad en paz y constructiva.

Por eso las autoridades locales, los empresarios, la comunidad, tienen la tarea de comprometerse con el
Proceso de Reintegración, y los invito, fervorosamente, a que lo hagan.

Se calcula que apenas un 6%, solamente el 6% de todos los reinsertados, ha reincidido en el delito,
mientras un 94% ha cumplido sus compromisos y espera un compromiso recíproco de la sociedad.

Apoyemos a quienes quieren cambiar, y construir país, brindándoles nuevas oportunidades de vida.

Apoyemos la reintegración, que es la clave para sanar las heridas, y avancemos juntos –solidarios–
hacia el futuro.

3,64 billones de pesos para mejorar la Seguridad Ciudadana

Finalmente, queridos amigos:

La Política de Seguridad Ciudadana que estamos presentando hoy es una herramienta poderosa para
alcanzar la convivencia y la prosperidad en nuestra Nación.

Sumadas las iniciativas a las que me he referido: Programas específicos de Prevención, Sistema de
Responsabilidad Penal para Adolescentes, Plan Cuadrantes, aportes de FONSECON, incremento de
pie de fuerza policial, estamos hablando de 3,64 billones de pesos para mejorar la seguridad ciudadana.

Va a ser un esfuerzo largo y complejo, porque no hay una solución mágica, pero si trabajamos juntos –
ciudadanía y fuerza pública– podemos lograrlo.

Podemos lograr el sueño de que, al cabo de unos años, las ciudades de Colombia sean las más
seguras de América Latina.

¡Y Cali, señor Alcalde, será, una vez más, un ejemplo de civismo, de ciudadanía y de tranquilidad!

¡Un modelo de convivencia!

¡Aquí, hoy, en Aguablanca, comienza la nueva era de la Seguridad Ciudadana para todos los
colombianos!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la inauguración de la


XXVIII Feria Internacional de Bogotá
Bogotá, 4 oct (SIG). “Hace ocho días, cuando presentábamos el proyecto de Ley de Víctimas, mencioné
una paradoja que nos sirve para enmarcar el evento que hoy nos reúne, más aún cuando esta nueva
versión de la Feria Internacional de Bogotá cuenta con un país tan maravilloso como la India, como
invitado especial.

Los asiáticos, con una historia de milenios detrás de ellos, han logrado avanzar mucho, en todos los
aspectos, porque no se concentran tanto en el pasado, en lo que ya pasó, sino en lo que está por venir.

Se calcula que, en su conversación diaria, hablan un 20 por ciento del pasado, pero dedican el 80 por
ciento de su tiempo a pensar y hablar del futuro.

Eso mismo deberíamos hacer en Colombia, porque nosotros a veces nos concentramos demasiado en
el pasado.

Miremos el caso de la India: De acuerdo con un artículo reciente en una publicación internacional,
gracias a los estímulos para la innovación y la radicación de capitales, en dos décadas ha logrado una
transformación verdaderamente estructural que la sitúa como la decimosegunda economía más grande
del mundo.

Desde hace cinco años su economía crece a una tasa anual promedio del ocho por ciento -¡qué
envidia!- y ha incrementado exponencialmente su sector de los servicios, con buenos resultados
también en el campo industrial, como aquí ya se dijo.

¡Qué buen ejemplo para nuestro país!

Hace precisamente una década, la India formó parte del llamado grupo de los BRIC –la sigla usada por
el presidente del banco Goldman Sachs para referirse a Brasil, Rusia, India y China, como los países
con mejores perspectivas en la economía mundial hacia el futuro–. Eso fue hace 10 años, vemos hoy
cómo ese presidente de ese banco no se equivocó.

Hace poco tiempo un presidente de otro banco, el presidente del Shangai Banking Corporation, que es
tal vez el banco más grande del mundo, se refirió a otro grupo de países llamados los CIVETS, que
vienen detrás de los BRIC como los países con mejor futuro.

CIVETS quiere decir: Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Suráfrica. Son, de acuerdo a este
banco, los países del futuro.

Nosotros quisimos, ahora que estuvimos en la Asamblea de las Naciones Unidas, reunirnos con la
mayoría de los presidentes de estos países, y tuve una audiencia con el Presidente de Turquía y el
Presidente de Vietnam.

La Canciller luego se reunió con el Canciller de Suráfrica y el Canciller de Indonesia, porque los
mandatarios no fueron a Nueva York. Pero decidimos que nos íbamos a reunirnos todos, y que ojalá
fuera aquí en Colombia.

Porque así como cuando se reunieron los BRIC por primera vez hace más o menos nueve años –un año
después de que se lanzó esa idea de ese grupo de países- se reunieron y el día en que se reunieron
subieron las bolsas, bajó el costo de la deuda de esos países, y como por arte y magia del Espíritu
Santo como que despegaron. Y hoy vemos cómo esos cuatro países son locomotoras de la economía
mundial.

Yo espero que si reunimos a los CIVETS, suceda algo parecido. Por eso hicimos ese esfuerzo en Nueva
York.

Por eso quiero enfatizar en este escenario inmejorable, que es la Vigesimoctava Feria Internacional de
Bogotá, una idea en particular:

Al igual que los asiáticos, ahora los colombianos debemos enfocarnos también en el futuro, sentando las
bases de nuestro despegue tanto económico como social.

El jueves pasado leí con mucho agrado, y con mucha atención, un suplemento que circuló con el diario
económico Portafolio, que se titulaba “Colombia 2020: la economía pinta bien”.
Así comenzaba este interesante artículo de 32 páginas:

“¿Cómo será Colombia en el 2020? Si el país hace las reformas anunciadas y ejecuta las obras
proyectadas, Colombia tendrá otra cara. Las finanzas públicas estarán bajo control gracias a la regla
fiscal –que a propósito la presentamos esta semana- la plata de las regalías será mejor distribuida –
espero que mañana pase la (reforma a) las regalías en la Plenaria de la Cámara- los desplazados
volverán a sus tierras –espero que la Ley de Tierras también pase en su primer debate la semana
entrante- el acceso a la salud será equitativo –estamos en proceso de aprobar una reforma de la salud
en ese sentido- el sector productivo dispondrá de dobles calzadas y de modernos terminales aéreos y
marítimos. Bogotá tendría metro y el Túnel de la Línea estará en operación. Este panorama suena
optimista, pero todo lo señalado está en marcha”.

¡Qué alentador diagnóstico!

Por mi parte, como gobierno, con la conciencia de que estamos avanzando con decisión en esas
reformas que se mencionan, me siento muy complacido en avalar este pronóstico que hace Portafolio.

Colombia –como la India- ha pasado por momentos difíciles, de violencia, de mucha pobreza –tiempos
que no han terminado- pero se enfrenta hoy, como no pasaba hace muchos años, y gracias a los
avances logrados en seguridad, a un horizonte más despejado que nos permite soñar con la
prosperidad.

¿Cómo será esa Colombia del futuro? Miremos algunos ejemplos que se citan en ese suplemento,
basado en información de funcionarios oficiales, pero también de muchos economistas y analistas que
han venido estudiando la economía colombiana:

Para el 2017, o sea en tan sólo 7 años, el país tendrá más de 2.600 kilómetros de dobles calzadas –por
lo menos 1.600 más que las que hasta ahora están construidas- con vías tan importantes como la Ruta
del Sol, desde la capital a la región Caribe; la Transversal de las Américas, que conecte al país con
Panamá por un lado y con Venezuela por el otro; la Autopista de la Montaña, en Antioquia y el Eje
Cafetero, y la doble calzada entre Bogotá y Villavicencio.

Para el 2014, en apenas cuatro años, esperamos estar produciendo por lo menos 1,16 millones de
barriles de petróleo diarios y, para el 2020, por lo menos 1,3 millones de barriles diarios, ubicando a
Ecopetrol dentro de las 30 petroleras más grandes del mundo.

Para el año 2019 la producción de carbón puede llegar a 144 millones de toneladas por año, duplicando
la producción de diez años atrás.

Para el 2020 debe haber una cobertura del 100 por ciento de energía eléctrica, y nuestro sector eléctrico
será líder en América Latina y tendrá además presencia en Estados Unidos.

En tan sólo tres años, para el 2013, Colombia puede ser el primer país de América Latina que consuma
en todo su territorio diesel con menos de 50 partículas por millón de azufre, y una potencia en
producción de biocombustibles. De hecho, ya somos el segundo productor de etanol en la región,
después de Brasil, y el primero en la producción de biodiesel.

Para el año 2020 nuestro país tendrá tratados de libre comercio vigentes con cerca de 50 países,
incluyendo –ojalá– a varios del Asia, como Corea del Sur, Japón y Turquía.

Esta misma semana, en Cali, estamos adelantando la cuarta ronda de negociación con Corea.

Y quién sabe: tal vez en un futuro, ojalá no muy lejano, podamos iniciar un proceso similar con la India.

Como lo ha dicho el Embajador Riewad Warjri, la gran delegación de industriales de este país que hoy
nos visitan no sólo aumentará el número de negocios entre nuestras dos naciones, sino que constituye
una puerta hacia la posible realización de un tratado de libre comercio con ese gran país que es la India.

En los próximos años la tecnología hará más fácil y más accesible el sistema bancario para más y más
colombianos, y varias medidas, como la eliminación gradual del impuesto a las transacciones
financieras y el esfuerzo creativo del sector financiero, habrán contribuido a bancarizar a la mayoría de
la población.
En 10 años tendremos unos puertos y unos aeropuertos adecuados para mejorar nuestra
competitividad, comenzando por un aeropuerto internacional de talla mundial aquí en nuestra capital.

También tendremos –gracias a la reforma a las regalías que estamos tramitando- unas regiones mucho
más desarrolladas, con mayor equidad y obras de impacto regional que las van a ayudar a competir con
éxito en todos los mercados mundiales.

Como un apoyo más a estos buenos augurios, leí hoy una entrevista en la prensa de José Juan Ruiz,
Director de Análisis y Estrategia del Grupo Santander en América, que daba cuenta igualmente del buen
momento de la región y sobretodo de nuestro país.

Según Ruiz, “hoy no hay quien no pregunte por Colombia como un sitio para invertir. A su tradicional
fortaleza institucional, el país le ha sumado otros factores como la seguridad”.

De acuerdo con sus pronósticos –y es alguien cuya tarea es el análisis financiero, el análisis económico-
la renta per cápita de Colombia debería acercarse a los 16 mil dólares para dentro de cinco años, o sea
el año 2015.

En suma, como dije en mi discurso de posesión el 7 de agosto, estamos viviendo un nuevo amanecer y
tenemos la oportunidad histórica para transformar a Colombia y asumir un positivo protagonismo en
todo el escenario mundial.

Un nuevo amanecer para desarrollar las potencialidades de nuestra gente, de nuestra tierra, de nuestras
regiones, para conquistar las oportunidades globales que nos ofrecen los próximos 50 años.

Un nuevo amanecer en que logremos que nuestro país, en menos de una década, sea reconocido
internacionalmente por su altísima calidad de capital humano, por su equidad social, por una capacidad
económica, empresarial y tecnológica de verdadera talla mundial.

Un nuevo amanecer en que nos destacaremos en los temas más importantes para la humanidad, como
el uso sostenible de la biodiversidad, las energías limpias, la seguridad alimentaria, el desarrollo
tecnológico y las industrias creativas.

No será fácil, pero podemos lograrlo si trabajamos juntos, alcanzando consensos nacionales y
empujando todos en una misma dirección, que es la dirección de la paz y la prosperidad.

Como ven, apreciados amigos, he seguido la filosofía oriental y he dedicado la mayor parte de mis
palabras esta noche a hablar del futuro.

Ojalá los colombianos nos acostumbremos a ese nuevo enfoque.

Eventos como éste, como esta Feria Internacional de Bogotá, que reúne una muycompleta exhibición de
maquinaria industrial, equipos, nuevas tecnologías y otros productos relacionados con la industria, no
sólo de Colombia sino de países como India, Bélgica, España, Polonia, Alemania, Francia y Austria, nos
invitan a algo muy importante: a pensar en grande.

Esta feria –que lleva ya 56 años realizándose sin interrupción cada dos años- es un verdadero símbolo
de nuestra capital, y qué bueno saber que la ciudad también avanza en pujanza y en fuerza empresarial,
señor Alcalde (Samuel Moreno).

Leí recientemente que Bogotá, de acuerdo con un estudio elaborado por su Cámara de Comercio, es la
ciudad de América Latina con la mayor tasa de emprendimiento, con un 22,8 por ciento, superior al 16
por ciento de Guayaquil y de Sao Paulo, o al 11 por ciento de Santiago de Chile.

Más de 700 mil capitalinos estuvieron vinculados el año pasado a la creación de empresas. ¡Qué bien
por los bogotanos, con tanta vocación de futuro!

Doctor Andrés López: lo felicito por la eficiente gestión de Corferias que no cesa de convocar a los
colombianos y a visitantes extranjeros a conocer las últimas novedades de la industria y a hacer
negocios para crear prosperidad.

El año antepasado asistieron más de 53 mil visitantes, dentro de los cuales hubo más de 26 mil
compradores profesionales y más de 1.500 compradores internacionales; participaron 328 empresas, y
surgieron expectativas de negocios por cerca de 150 millones de dólares.

Estoy seguro de que este año, en este ambiente cada vez más favorable, y si no llueve demasiado,
vamos a superar ampliamente estas cifras.

¡Bienvenidos entonces a esta Vigesimoctava Feria Internacional de Bogotá!

Una feria para soñar.

¡Una feria para hablar del futuro!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente de la República, Juan Manuel Santos, en la


presentación del evento Teletón

Bogotá, 5 oct (SIG). Hay varias clases de discapacidad.

Una es la discapacidad física: la que afecta la motricidad, el aspecto sensorial, mental o cognitivo.

Es una disminución de las capacidades del cuerpo o de la mente, que a veces se enfrenta con la
incomprensión de la sociedad, o con barreras para el acceso a espacios y oportunidades.

Pero no es la más grave de las discapacidades.

La más grave discapacidad es la discapacidad del corazón; es la que crea muros alrededor de nuestros
propios intereses y nos impide pensar en los demás y sentir sus necesidades.

La más grave discapacidad es el egoísmo, es la violencia, es la intolerancia, es la indiferencia frente al


dolor ajeno.

Hoy nos reunimos para relanzar un evento que está guardado en la memoria afectiva de millones de
colombianos, y que nos permite trabajar para mejorar las condiciones de los primeros discapacitados y
para que Colombia supere, definitivamente, en un acto masivo y solidario, la segunda discapacidad.

¿Quién puede pensar, por ejemplo, en Stephen Hawking, el físico que revolucionó la Teoría de la
Relatividad General de Einstein, y que padece de esclerosis lateral amiotrófica en grado severo, como
en una persona discapacitada?

Para la humanidad es simplemente una mente brillante.

¿Quién puede ver a quien fuera imagen de Teletón, el ex senador Jairo Clopatofsky, hoy flamante
director de Coldeportes, y pensar en algo distinto a su capacidad de superación, su excelencia en la
gestión, y su compromiso con la patria?

La discapacidad, en ese sentido, es un concepto relativo, pero ello no significa que no debamos, como
sociedad, generar una respuesta clara, contundente y eficaz para ayudar a quienes la tienen a su
rehabilitación física y al goce pleno de sus derechos y libertades, en condiciones de igualdad.

Hay una persona en Colombia que, definitivamente, nunca ha sufrido de aquella incapacidad más grave
a la que me refería antes, que es la incapacidad del corazón.

Ese colombiano es Carlos Pinzón, un hombre bueno, un hombre cívico, un hombre de compromiso
social, que muchos recordamos por su importante paso en la radio, por su famoso programa “El Club de
la Televisión” y, sobre todo, por esas maratónicas jornadas de televisión que constituyeron las 15
teletones que organizó en pro de los discapacitados de Colombia.

La imagen de Carlos Pinzón, agotado pero feliz, impulsando con su voz ya afónica, y con el apoyo de
los artistas colombianos, las donaciones para alcanzar la meta de cada año, está en la memoria
agradecida de nuestro país.

Siguiendo el legado y la iniciativa de Mario Kreutzberger, el popular presentador chileno más conocido
como “Don Francisco”, Carlos Pinzón y sus colaboradores organizaron 15 teletones entre 1980 y 1995,
y reunieron fondos para construir el más moderno Centro Nacional de Rehabilitación, y para ayudar al
tratamiento de miles de colombianos con discapacidad.

¡Cuánta alegría sentimos hoy, quince años después, cuando estamos relanzando –gracias al apoyo
siempre oportuno y siempre bien enfocado del Banco Interamericano de Desarrollo, aquí representado
por su presidente, el doctor Luis Alberto Moreno, y al compromiso de la Organización Internacional de
Teletones, ORITEL– una nueva Teletón!

Agradecemos también la participación de empresarios chilenos como Alfredo Moreno, hoy Canciller.
Estuve allá en la visita como Presidente electo y lo primero que me dijo fue eso: ‘Relancemos el Teletón
con todo el vigor del caso’. Y le dije que por supuesto. Lo acabo de ver en ese viaje muy sui géneris a
Buenos Aires, de seis horas de ida, una hora de reunión y seis horas de vuelta. Allá estaba. Y me volvió
a repetir lo de la Teletón. Le dije que claro, que aquí íbamos a hacerla.

Y a Carlos Alberto Delano y a otros altos ejecutivos de compañías nacionales e internacionales, que han
hecho posible este feliz “renacimiento”.

Por supuesto, a Rafael Stand Niño que preside Teletón Colombia, con el compromiso de lograr una
rehabilitación integral, con inclusión social y laboral, de la mayor cantidad de discapacitados. Muchas
gracias a usted y a su entusiasta equipo de trabajo.

Y también agradezco a Andrés Cepeda, que nos aporta el talento de su voz y creatividad.

Andrés, con su canción, representa la generosidad y la entrega de tantos artistas que se vincularán a
este proyecto para que las 27 horas de maratón televisiva que se cumplirán entre el 17 y el 18 de
diciembre, con transmisión simultánea por los canales nacionales, sea todo un éxito.

Sea el momento para hacer un reconocimiento especial a los medios de comunicación aquí presentes
por su compromiso y disposición para apoyar esta campaña, como lo han hecho siempre desde sus
inicios.

Colombia entera demostrará, como lo ha hecho ya tantas veces, que somos capaces de actos grandes
para apoyar causas grandes.

Demostraremos que somos capaces de donar desde 500 pesos hasta grandes sumas, para que
muchos compatriotas con discapacidad encuentren un mejor futuro.

Si cada colombiano donara esos 500 pesitos –y estoy seguro de que muchos irán mucho más allá–
tendríamos por lo menos 20 mil millones de pesos para este noble propósito.

¡Vamos a unir nuestros corazones para dar la mano, con todo el cariño, con toda la admiración, con
toda la solidaridad, a quienes lo necesitan y lo merecen!

Vivimos un momento de Unidad Nacional, y la unidad se traduce en acciones conjuntas de la sociedad


para fines comunes.

¡Y qué mejor fin que éste que nuevamente nos propone Teletón!

La nueva Teletón de Colombia construirá, con el apoyo de todos nosotros, Centros de Rehabilitación
Integral Teletón –CRITS– por todo el país.

Comenzarán con Manizales, con un centro que será entregado en diciembre, simultáneamente con el
evento televisivo, y seguirán con otro centro en el occidente de Bogotá, y otros en Barranquilla y
Bucaramanga.

¡Otra vez la Teletón pondrá a marchar ese reloj tan lindo que es el reloj de la solidaridad!

Los colombianos demostraremos el 17 y el 18 de diciembre, en ese tradicional evento que tanto


queremos y tantos recuerdos nos evoca, que nuestros corazones no sufren de discapacidad alguna, y
que gozan de la mejor salud de todas: la que se refleja en la generosidad y el sentido social.

Desde el Gobierno, cuenten con todo nuestro apoyo y con toda nuestra decisión para avanzar en los
procesos de promoción, protección y garantía de los derechos de las personas con discapacidad.

Colombia hace parte de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las
Naciones Unidas –que fue incorporada como ley de la república el año pasado– y nuestro compromiso
es cumplir con los principios y compromisos allí planteados.

Dentro del Sistema Nacional de Discapacidad, creado por la Ley 1145 de 2007, me corresponde presidir
el Consejo Nacional de Discapacidad.

Aspiro  a que este organismo, donde participan los diversos ministerios, las organizaciones de personas
con discapacidad, las federaciones de municipios y de departamentos, y las instituciones de educación
superior, cumpla sus funciones para articular el trabajo del Gobierno nacional, los gobiernos locales y la
sociedad por nuestros discapacitados.

Hoy, con mucha alegría, damos la bienvenida a esta magnífica iniciativa que nos mantendrá –como
ocurrió por quince años– pegados a la pantalla chica durante 27 horas, disfrutando de los mejores
artistas, y, sobre todo, de la generosidad de un país que se pone de pie por los que no pueden hacerlo.

¡Muchas gracias a todos, y nos vemos el 17 y el 18 de diciembre para expresar lo mucho que podemos
hacer como nación, lo mucho que podemos lograr, cuando estamos unidos!

Muchas gracias”.
SIG
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el XVI Congreso
Colombiano de Comunicaciones Publicitarias

Cartagena, 6 oct. (SIG). “Apreciados amigos de la publicidad, queridos colombianos:

“El pueblo tiene el Poder”.

Con esa frase contundente, como todo lema publicitario, se ha convocado, en buena hora, este
decimosexto Congreso Colombiano de Comunicaciones Publicitarias.

Y no podía ser una frase más oportuna, porque hoy, en este escenario, en nuestra querida Cartagena
de Indias, estamos lanzando una política, una herramienta, que hará realidad esta frase.

Queremos que el pueblo tenga realmente el poder, y esto va mucho más allá del ejercicio del derecho al
voto.

Queremos una democracia deliberante, una democracia vibrante, una democracia no sólo de elecciones
sino de todos los días, donde todos y cada uno de los 45 millones de colombianos puedan informarse,
puedan participar y puedan colaborar en las decisiones del gobierno.

Lo que hoy iniciamos, con el programa “Urna de Cristal” será una verdadera REVOLUCIÓN EN LA
PARTICIPACIÓN CIUDADANA.

En el país avanzamos mucho durante el gobierno del Presidente Uribe para llevar el gobierno a las
regiones y lograr un diálogo directo con ellas.

Pero tenemos que dar un paso más allá.

Las tecnologías de las comunicaciones y la información –y la cobertura que hoy tienen– nos permiten
establecer un diálogo directo con todos y cada uno de los colombianos, y debemos utilizarlas para
lograrlo.

Cuando celebramos cada semana un Acuerdo para la Prosperidad en algún municipio del país, son
muchos, muchísimos, los colombianos que no alcanzan a entrar al auditorio, o no alcanzan a hablar.

Queremos multiplicar estos acuerdos, replicarlos por todas partes con las herramientas de la tecnología,
para que participen no sólo los que están allí, sino todos los colombianos que quieran hacerlo, en
cualquier lugar de nuestra geografía.

De eso se trata la verdadera Participación Ciudadana.

De eso se trata el control social que hace parte fundamental de un principio que he defendido toda la
vida: el principio del Buen Gobierno.

Lo que hoy lanzamos, cuando cumplimos dos meses desde nuestra posesión, es una herramienta
novedosa que pone en manos de los colombianos un poder efectivo.

El presidente Eduardo Santos –que más que político tuvo siempre alma y nervio de periodista– dijo en
un reportaje la siguiente frase:

“Considero que la misión del periodista es esencial y sustancialmente pública, y considero que un
periodista como yo debe vivir en una casa de cristal”.

Recordando su ejemplo, hoy queremos ir más allá, y hacer que todo el Gobierno habite y actúe en lo
que hemos llamado UNA URNA DE CRISTAL.

Una urna donde todos puedan ver y comentar lo que hacemos en el Gobierno.

Una urna en la que, desde el Gobierno, podamos ver, podamos escuchar y conocer a los ciudadanos,
sus inquietudes, sus propuestas y sus denuncias.

¡Así concebimos nosotros el Buen Gobierno!

¡Así lo dijimos el 7 de agosto, en la Plaza de Bolívar, ante todos los colombianos!

Así es: ¡Le llegó la hora a Colombia!

Pero hoy quiero decir algo más:

¡LE LLEGÓ LA HORA DE PARTICIPAR A LOS COLOMBIANOS!

Los ciudadanos no tendrán que esperar a que el Gobierno Nacional –ya sea el Presidente, o los
Ministros, o a través de un Acuerdo para la Prosperidad– vaya hasta sus municipios, para hacerle saber
de sus inquietudes o denuncias.

Ahora podrán hacerlo todos los días, desde donde estén, en cualquier lugar de Colombia o del mundo, y
tendrán la garantía de una respuesta efectiva.

Porque la rendición de cuentas de los funcionarios del Gobierno no puede ser de vez en cuando, según
la agenda o si uno tiene tiempo.

¡La rendición de cuentas, en el Buen Gobierno, es SIEMPRE, es todos los días del año!

Con el programa URNA DE CRISTAL los ciudadanos podrán “ver” cada acto de la administración
pública, “hablar” directamente con su gobierno, y “aportar” ideas a la construcción de políticas públicas
acertadas.

La “urna de cristal” no es un concepto vacío, ni una promesa de político, ni una bonita frase retórica.

La URNA DE CRISTAL comienza hoy y será una realidad desde ahora mismo, con mecanismos
concretos y además al alcance de todos.

¿Qué es, en suma, la URNA DE CRISTAL?

Es un sistema integral de comunicación articulado por la Alta Consejería Presidencial para las Regiones
y la Participación Ciudadana y por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones,
que se apoyará, progresivamente, en forma escalonada, en todas las tecnologías, para brindar un canal
de interacción entre los ciudadanos y el Gobierno.

Con esta poderosa herramienta de participación y control, haremos efectivo el lema de este Congreso
que hoy se inaugura: “El Pueblo tiene el Poder”.

La URNA DE CRISTAL se implementará progresivamente, comenzando hoy mismo con la activación de


las herramientas de Internet, las telefónicas y de correo para que los colombianos, para que todos los
ciudadanos, se comuniquen con el Gobierno.

Pueden hacerlo a través de la página de Internet www.urnadecristal.gov.co, donde pueden registrar sus
inquietudes, preguntas y sus propuestas, y –algo muy importante– pueden votar por las iniciativas y
preguntas registradas, para que tengan más visibilidad y para que se respondan.

Por ejemplo: hay un tema específico y comienzan las preguntas, los mismos usuarios votan a ver qué
preguntas quieren que el Gobierno responda en forma inmediata. Nosotros recibimos esa votación, que
todo el mundo va a estar viendo en su sistema tecnológico, e inmediatamente vamos a responder de
acuerdo a la votación de quienes están participando en la discusión.

Pueden hacerlo en las redes sociales de Facebook y Twitter, que tendrán habilitadas sus respectivas
cuentas para la participación.

Pueden hacerlo por teléfono, desde cualquier lugar del país, a través del número gratuito 01–8000–
952525.

Y pueden hacerlo por correo, sin ningún costo, enviando sus aportes a la URNA DE CRISTAL a través
de las 1.700 oficinas postales de 4-72 en todo el país. 4-72, para quienes no sepan, son las
coordenadas del centro del país, allá en el departamento del Meta, de ahí salió ese número 4-72.

Cada semana estamos realizando un Acuerdo para la Prosperidad en un municipio diferente del país,
enfocado en un tema en particular.

Por ejemplo, el sábado pasado estuvimos en Ibagué, y trabajamos sobre el tema de la Agricultura, y el
próximo sábado estaremos en Medellín, donde trataremos el tema del comercio, con mesas temáticas
que se reúnen desde el día inmediatamente anterior, desde el viernes y comienzan a discutir para llegar
a unos acuerdos.

Estos temas los anunciaremos con la debida anticipación, de forma que, durante la semana previa, los
colombianos puedan sugerir y votar por las preguntas relacionadas con la respectiva materia a tratar.

Personalmente –y con los ministros y funcionarios del Gobierno– nos encargaremos de responder las
preguntas más representativas en la reunión del Acuerdo para la Prosperidad, y también en el programa
de televisión URNA DE CRISTAL, que se transmitirá los domingos por la señal institucional.

En una siguiente fase, que esperamos implementar muy pronto, vamos a ir aún más allá en el
empoderamiento y participación de los ciudadanos.

Aparte de los canales señalados, los colombianos podrán comunicarse con la URNA DE CRISTAL a
través de mensajes de texto desde sus teléfonos celulares, y a través de programas especiales
transmitidos por la Radiodifusora Nacional.

En esta fase posterior habilitaremos la posibilidad de que –además de hacer propuestas y formular
preguntas o votar respecto del tema de la semana– los ciudadanos puedan denunciar las
irregularidades que encuentren en el ejercicio de la función pública.

Y debe quedar claro: ¡las denuncias o las quejas no quedarán en el aire!

A los que se comuniquen con la URNA DE CRISTAL se les dará un número de seguimiento que les
permitirá saber qué trámite se está dando a su solicitud o denuncia.

Todas las quejas, todas las inquietudes y propuestas tendrán respuesta, y serán direccionadas a las
diferentes entidades del Estado, donde habrá una oficina o unos funcionarios encargados de tramitarlas
y darles curso.

Cada ciudadano, cada colombiano, se convertirá, entonces, en un interventor, un contralor, un vigilante


de lo que sucede en su entorno, y podrá hacer conocer, EN TIEMPO REAL, sus observaciones al
Gobierno, para que operen los mecanismos de corrección, los remedios remedios que sean necesarios.

Porque en la URNA DE CRISTAL todo será visible y controlable.

¡Esto es Gestión Pública Efectiva! ¡Esto es Buen Gobierno!

Esto es lo que podemos hacer en el siglo XXI gracias al infinito mundo de posibilidades que nos brindan
las nuevas tecnologías.

Más adelante adicionaremos nuevas aplicaciones, por ejemplo para que los ciudadanos puedan hacer
seguimiento al avance de las obras públicas o presentar quejas relacionadas con los servicios públicos:

‘Que hay una carretera en tal sitio, que hace tres meses nadie va a trabajar en esa carretera ¿Qué está
pasando?’.

Eso es poner la tecnología al servicio de la democracia.

Y el primero en dar ejemplo será el Ministerio de las TIC, pues desde el próximo año todos los
colombianos podrán registrar en la red, desde sus computadores o celulares, sus quejas relacionadas
con los servicios TIC, y contarán con un número de rastreo para hacer seguimiento a su solicitud.

Adicionalmente, en la URNA DE CRISTAL tendremos una herramienta inigualable de diálogo ciudadano


para garantizar una gestión pública integral y un acertado diseño e implementación de las políticas
públicas, construidas desde la ciudadanía.

Agradezco, muy sinceramente, la invitación del doctor Tulio Ángel, presidente de la Junta Directiva de
este Congreso, el más propicio escenario para destacar esta herramienta que inserta a nuestro país en
la ola de participación ciudadana del siglo XXI.

Celebro la presencia y participación en este congreso de mi buen amigo Juan Luis Cebrián, del
importante Grupo Prisa, un grupo modelo en España y el mundo en cubrimiento de comunicaciones,
entretenimiento, educación y cultura.

Gracias, Juan Luis, por su continuo apoyo a nuestro país y a sus proyectos; por creer en Colombia y
hacer empresa en Colombia, con calidad y buen tino.

También quiero resaltar la designación de Julio Mario Santo Domingo –aquí muy bien representado por
su hijo Alejandro– como presidente honorario de este congreso.

Faltan las palabras y el espacio para reconocer la inmensa obra empresarial y social que han realizado
Julio Mario Santo Domingo y su grupo a favor del pueblo colombiano.

Julio Mario Santo Domingo, más que empresario, ha sido un hombre de acción, un hombre con visión,
que ha vertido su talento en los más diversos campos de la actividad nacional, dentro de los cuales
destacan los medios de comunicación.

Por eso es tan justo el homenaje que hoy se le hace en este congreso.

Es interesante ver que al Grupo Prisa y al Grupo Santo Domingo los enlaza una palabra que representa
tanta tradición en los medios de comunicación del país: “Caracol”.

Caracol Radio y Caracol Televisión son sinónimos de entretenimiento e información de calidad, y


celebro verlos representados esta noche en la mesa de honor de este Congreso.

A nuestros amigos publicistas, y a los medios de comunicación –cuya labor es posible gracias a la
publicidad– les doy las gracias por su aporte, por su trabajo constante al desarrollo económico de
Colombia.

Ustedes hacen parte activa y protagónica de un momento histórico en nuestra nación:

El momento de construir una prosperidad democrática, una prosperidad para todos, sin exclusiones.

¡Cuenten con nosotros! ¡Cuenten con el Gobierno! Yo tengo la tranquilidad de saber que también
contamos con ustedes.

Recordaremos siempre que, en este decimosexto Congreso de Comunicaciones Publicitarias, pusimos


a disposición de los colombianos un sistema que cambiará para siempre la forma de vivir, de participar y
de comunicar la democracia.

SÍ ES POSIBLE ganar en eficiencia y transparencia; SÍ ES POSIBLE vencer la corrupción, ¡y vamos a


demostrarlo!

¡Bienvenidos todos a la URNA DE CRISTAL!

Muchas gracias”

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la posesión del


general (r) Freddy Padilla como Embajador ante los organismos de la
ONU en Viena

Bogotá, 7 oct (SIG). “Hoy hay dos motivos de regocijo. El primero de ellos el Nobel nuevo que tenemos
de Literatura, Mario Vargas Llosa.

Creo que para toda América Latina ese Nobel es una gran noticia y para Colombia también.

Mario Vargas Llosa ha sido gran amigo de Colombia.

La demora para venir aquí a posesionar al general Freddy Padilla de León como Embajador fue
precisamente porque estaba hablando con él. Lo estaba felicitando a nombre personal, porque es una
persona muy amiga personalmente, pero a nombre de todos los colombianos.

Mario Vargas Llosa ha sido siempre, toda su vida como escritor y también en su actividad política –
porque quiso también hacer un esfuerzo en ese frente, el frente político–, ha sido un gran defensor de la
libertad, un principio fundamental, y de la democracia.

Y por eso nos complace muchísimo que le hayan otorgado este Premio Nobel a nuestro amigo Mario
Vargas Llosa.

Le dije a él, a su señora Patricia, que en nombre del pueblo colombiano lo felicitábamos de todo
corazón. Estaba muy contento. Y además es un Nobel muy merecido.

El segundo motivo de regocijo es poder posesionar al general Freddy Padilla de León como Embajador
en Austria.

El general Freddy Padilla le ha prestado grandes servicios a nuestros país como miembro
destacadísimo, distinguidísimo de nuestro Ejército.

Llegó a la más alta posición que puede llegar cualquier militar. Y la última vez que lo posesionamos
como Comandante General de las Fuerzas Militares y trabajamos juntos, logramos muchas cosas,
general Padilla. Logramos muchas cosas.

Creo que el país le debe a usted muchísimo en buena parte de toda esta situación optimista -ayer vimos
las encuestas-, que el país está viviendo; se debe a su labor y a la labor de toda su gente. Eso no voy a
dejar de repetirlo, que gracias a las Fuerzas Armadas de Colombia, el país esta progresando.

Y además, eso lo reconoce el pueblo colombiano. En esa misma encuesta, nuevamente salen las
Fuerzas Militares como la institución con más imagen favorable de cualquier institución, por encima de
Naciones Unidas, por encima de los medios de comunicación, y creo que es un activo muy, muy
importante que tiene cualquier institución, pero sobre todo las Fuerzas Militares.

Ahora que estamos en una época en donde militarmente avanzamos cada vez más, entonces el
enemigo trata de atacarnos por otros flancos, el flanco político, el flanco jurídico; y tener ese activo de
ser la institución más apreciada por todos los colombianos pues también es un escudo que nos defiende
también de esos ataques por otros medios.

(Karl) Clausewitz decía que la guerra era la extensión de la política por otros medios. Yo creo que la
diplomacia es también la extensión de la política, pero con diferentes medios.

Y usted ahora pasa de enfrentar al enemigo en los campos de batalla, a enfrentar los desafíos en los
campos diplomáticos. Estoy seguro que lo va a hacer con igual éxito. Su inteligencia, su integridad, su
habilidad también se va a demostrar como diplomático.

Es un cambio abrupto, un cambio radical, el de pasar de ser militar a ser diplomático, pero en el fondo
perseguimos los mismos objetivos: traerle la paz al país, consolidar nuestra democracia, defender
nuestra Nación.

Y usted lo ha hecho con lujo de detalles durante toda su vida y estoy seguro que lo seguirá haciendo
allá desde esa bella ciudad de Austria, que es un poco fría. A su familia le va a tocar acostumbrarse al
frío, pero ustedes están acostumbrados también a la adversidad.

Pero es una embajada muy importante, cubre siete países. Además allá hay agencias muy importantes
en el escenario internacional.

De manera que me complace muchísimo, general Freddy Padilla de León, haberlo posesionado como
Embajador, como nuestro Embajador.

Y espero que sigamos juntos teniendo éxitos, como estuvimos durante los años que trabajamos juntos;
usted como Comandante de las Fuerzas Militares y yo como Ministro de Defensa.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón con motivo del
simulacro de evacuación ante desastres en Bogotá

Bogotá, 8 oct (SIG). “Buenos días. Quiero decirles que este ejercicio, que en buena hora ha emprendido
el Distrito y las autoridades correspondientes, es un ejercicio muy importante.

Si los ciudadanos y la sociedad es disciplinada, si tomamos las precauciones ante posibles desastres, si
somos cautelosos, vamos a evitar muchísimos problemas; vamos a evitar realmente desastres.

Y por eso estos ejercicios, que a algunos les parecerán inocuos, son muy importantes, porque nos
enseñan cómo proceder en caso de que un desastre verdaderamente se presente.

Aquí, como también en la política de salud, prevenir es mucho más conveniente que después tener que
lamentar. Prevenir tiene un sentido muy importante y por eso ejercicios como éstos que estamos
realizando, son de gran importancia para la ciudad, para las familias, para la sociedad en general.

Por eso yo felicito a los organizadores de este simulacro, porque es la forma para prepararnos a todos, y
en eso quiero decirles a los colombianos que tenemos que colaborar y dedicarle unos pocos minutos a
aprender cómo proceder en casos de emergencia.

Y ahora que estamos teniendo un invierno tan crudo y que estamos teniendo desastres naturales por
diferentes motivos —el cambio climático—, pónganle atención a las recomendaciones de las
autoridades. Eso va a evitar muchísimos problemas.

Y ese es parte del mensaje que este simulacro también quiere dar. Darle a los ciudadanos, a los
colombianos, una señal: seamos cautelosos, seamos disciplinados, escuchemos las autoridades y
cuando nos den una recomendación, acatemos esas recomendaciones.

Eso es una señal muy importante que nos va a evitar muchísimos problemas y muchísimos dolores de
cabeza.

Nuevamente, agradecerles a todos ustedes que hayan participado en este ejercicio, que ojala se repita.
Porque ejercicios como éste es lo que disciplina una sociedad y una sociedad disciplinada siempre va a
tener un mejor porvenir.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la clausura del XXXV


Congreso Nacional del Transporte, organizado por Colfecar

Cartagena, 8 oct (SIG). Hace casi exactamente tres años, a fines de septiembre de 2007, siendo yo
Ministro de Defensa, vine a Cartagena a acompañarlos –como lo he hecho ya varias veces y en
diversas calidades– al Congreso Nacional del Transporte.

En dicha oportunidad, como era natural, concentré mi exposición en los logros y retos que teníamos en
el área de la seguridad.

Sin embargo, dije entonces –y lo sigo pensando– que no era yo el más indicado para hablar de los
avances de la seguridad democrática, sino ustedes, los transportadores de Colombia, que han
experimentado en carne propia la diferencia entre la situación que se vivía hace una década y la que
hoy existe.

Son ustedes, que recorren palmo a palmo nuestro territorio, los que pueden tomar el pulso del país, y no
sólo en el tema de la seguridad sino también en el económico.

Por eso me alegra tanto, doctor Jaime Sorzano, el estupendo diagnóstico que ha presentado usted
sobre lo que mejoró Colombia durante los ocho años de gobierno del presidente Álvaro Uribe, quien
merece todo el aplauso, y sobre las perspectivas positivas que por fortuna hoy tenemos.

Su análisis ha sido tan completo –incluyendo la parte que concierne a nuestro gobierno y a las
iniciativas que venimos desarrollando en todos los frentes– que me releva de la tarea de referirme al
panorama general.

Ustedes, como buenos camioneros, lo tienen más claro que todos.

Y como transportadores saben, mejor que nadie, que la seguridad –como lo he dicho tantas veces– es
una condición esencial para avanzar hacia la prosperidad.

Saben, como decían los romanos hace siglos, que la primera ley de la república tiene que ser la
seguridad. Porque si no funciona, las demás leyes se vuelven inocuas.

Mencionaba usted, doctor Sorzano, que los casos de piratería terrestre –el delito que más afecta al
sector transportador– bajaron sustancialmente entre el 2002 y el 2009.

Permítame darle una cifra aún más actualizada: En los primeros 8 meses de este año se han
presentado ¡32% menos casos de piratería que en el mismo periodo del año pasado!

¡Y qué bueno, doctor Sorzano, lo que nos cuenta sobre los buenos resultados del sector Transporte!

Un crecimiento del 9,2% en el primer semestre de este año, y un incremento del 67% en pasos por los
peajes en los últimos ocho años, son hechos destacables que nos llenan a todos de optimismo.

Nada queremos más que un sector Transporte –que es transversal y crucial para el despegue de
nuestra economía– fortalecido y pujante.

Retomo con esperanza y gratitud sus palabras, doctor Jaime, cuando dice que el sector transportador
nos acompañará y prestará su concurso “en la cautivante jornada por la Prosperidad Democrática”.

¡Eso me llena de entusiasmo! ¡Eso es patriotismo! ¡Eso es pensar en grande, sin mezquindades,
poniendo el hombro para construir entre todos el nuevo amanecer que todos queremos para nuestro
país!

El objetivo de Colfecar de lograr un sector de Transporte de Clase Mundial es el mismo objetivo del
Gobierno.
Y al decir esto, creo que tenemos mucho camino adelantado.

Porque lo primero que debe tenerse, en cualquier política o estrategia, es una meta clara.

Me gusta mucho una frase de Séneca –que aprendí aquí en Cartagena cuando era cadete, porque es
una frase de marino– que dice que “cuando no se tiene puerto de destino todos los vientos son
desfavorables”.

Dicho de otra manera: cuando se tiene un objetivo definido, todos los caminos nos llevan hacia ese
destino.

Recordarán, amigos transportadores, que hablé ante muchos de ustedes el 22 de abril de este año,
cuando era candidato a la Presidencia de la República, y que entonces les expuse nuestra propuesta
para el sector del Transporte y la Infraestructura.

Hoy puedo decirles, con satisfacción, que buena parte de estas propuestas ya está en marcha, y que
cuentan con la conducción y el compromiso de un hombre que lideró el tema en la campaña y que es,
además, un experto en el sector, como el ministro Germán Cardona.

Me imagino que él ya les habrá respondido, con la claridad y la franqueza con que suele hacerlo, y en
detalle, muchas de sus inquietudes, pero quisiera referirme igualmente a algunas de ellas.

Lo primero es registrar que la reiterada solicitud del gremio transportador de tener una instancia de alto
nivel concentrada en la producción de políticas públicas para su sector ha tenido eco en nuestro
Gobierno, por lo que vamos a transformar el Viceministerio general en dos Viceministerios técnicos
especializados: uno para la Infraestructura y otro para el Transporte, para que ustedes tengan un
interlocutor muy directo.

Ya conocieron ustedes al doctor Felipe Targa, ingeniero civil, experto en planeación y transporte, quien
viene de una carrera exitosa en el Departamento Nacional de Planeación y el Banco Interamericano de
Desarrollo, y se hará cargo del nuevo Viceministerio de Transporte.

El Ministro y él liderarán un equipo que hará efectiva una política sectorial que apoye su crecimiento y su
avance hacia un Transporte de Clase Mundial.

Ustedes, los transportadores, y con razón, piden una regulación más dinámica y comprensiva, que
tenga en cuenta las particularidades del sector y la forma en que se ve afectado por fallas en la cadena
logística.

Sobre este punto, estamos fortaleciendo la Oficina de Regulación del Ministerio de Transporte para que
cumpla con las expectativas y requerimientos del sector.

Tenemos una “Política Nacional para el Transporte Público Terrestre Automotor de Carga”, aprobada
por el Conpes 3489 de 2007, y una “Política Nacional Logística”, aprobada por el Conpes 3547 de 2008,
y nos corresponde ahora desarrollarlas y materializarlas.

Queremos hacerlo de la mano de ustedes, hablando con el sector, para lo cual el Ministerio de
Transporte pondrá en marcha –así como lo hemos hecho con la Justicia o con el sector Salud– unas
mesas de discusión para que concertemos con ustedes y avancemos en la realización de la política
sectorial.

Siempre he creído, como servidor público, que las políticas concertadas, discutidas, salen mejor. Yo me
crié profesionalmente en la Federación de Cafeteros, donde la concertación es obligatoria por ley. Ahí
aprendí que cuando las políticas se discuten, así muchas veces no lleguemos a acuerdos sobre todo,
las políticas son mucho mejor ejecutadas, ya que la gente entiende por qué se toman las decisiones.

Eso es lo que quiero en el sector Transporte: concertar la política para que todos sepamos para dónde
vamos.

También fortaleceremos la Superintendencia de Puertos y Transporte para que sea una entidad con
personería jurídica y sostenibilidad financiera, y para que el régimen de infracciones y sanciones que
aplica sea más claro para todos, más eficaz y coherente, proporcional a la dimensión de las
infracciones.

Algo muy importante en este aspecto será la promoción decidida de la formalización en el sector.

Ustedes saben que uno de los propósitos fundamentales que nos hemos fijado en el Gobierno es el de
formalizar la economía a través de la formalización de empresas y trabajadores.

Queremos empresas transportadoras fuertes y cumplidoras de la ley, con un personal cada vez más
especializado y bien remunerado, y por eso el Ministerio y la Superintendencia pondrán todo su empeño
en acompañarlas en estos procesos, asegurándose de que sus trabajadores tengan todos, como debe
ser, una seguridad social integral.

Y si tiene, doctor Sorzano, reparos sobre la ley que está en marcha, como lo escuché, el gobierno está
listo a sentarse a ver cómo podemos afinar o mejorar esa ley.

¡Los conductores, los ayudantes, los despachadores de nuestras empresas de transporte deben ser
ejemplo de formalización laboral y de buena calidad de vida! Eso es lo que queremos no solamente para
los trabajadores del sector Transporte, sino para todos los trabajadores de Colombia.

Respecto a un tema que sé que es muy sensible, muy delicado, muy controvertido, el tema de las tablas
de fletes, concuerdo con ustedes en que debe tratarse de forma franca y abierta para lograr una
regulación que ayude a la competitividad del país, que es nuestro objetivo primordial.

Como ya les habrá dicho el señor Ministro, inicialmente, y como medida transitoria, ajustaremos la tabla
de fletes con base en un criterio objetivo y no caprichoso, como es el nuevo Índice de Costos al
Transporte de Carga –ICTC– del Dane, que esperamos sea generado trimestralmente con la debida
oportunidad.

Más adelante, en la medida en que las circunstancias lo aconsejen y lo permitan –y de acuerdo con
todos los agentes del sector–, podremos llegar a unos fletes negociados directa y libremente entre los
generadores de carga, las empresas logísticas y las empresas de transporte, sin necesidad de una tabla
como la que hoy existe.

Eso es lo ideal. A veces lo ideal es enemigo de lo bueno. Pero todos podemos hacer un esfuerzo para
llegar a ese mundo ideal, porque es una solicitud que nos hacen en forma recurrente. Y sabemos que
para la competitividad del país, ese objetivo nos lo debemos trazar todos.

Ustedes saben que, como buen defensor de la Tercera Vía, creo que el mercado debe llegar hasta
donde sea posible y el Estado únicamente hasta donde sea necesario. Ese equilibrio, esa filosofía,
esperamos también aplicarla a este tema de los fletes y la regulación del transporte.

Por eso, en la medida, y sólo en la medida, en que el mercado del transporte se encuentre debidamente
regulado y formalizado, podremos llegar a una libertad de fletes en el país.

Esto supone más y mejor competencia, porque la competencia es el mejor regulador del mercado.

En esa dirección, promoveremos la sana competencia en el sector, reduciendo las barreras de entrada a
la prestación del servicio, como los requisitos de capital o patrimonio, o las pólizas de renovación del
parque automotor.

También ustedes, señores transportadores –y con razón, tratándose de su insumo de trabajo más
importante–, han expresado preocupaciones sobre el precio del combustible para mover sus camiones.

Como ustedes saben, el Gobierno nacional mantuvo congelados los precios de la gasolina y el Acpm
para este mes de octubre, teniendo en cuenta la estabilidad del precio internacional del petróleo.

Para noviembre y diciembre quisiéramos poder seguir con el precio congelado, pero dependerá del
comportamiento del mercado del crudo, que esta semana tuvo un alza.

En este aspecto, quiero asegurarles que seguiremos la política de generar mercados eficientes en la
determinación de los precios de los combustibles.

Como lo prometí en la campaña, se está trabajando en el Fondo de Estabilización de Precios de los


Combustibles para aislar lo máximo posible a los usuarios de las fluctuaciones en los precios
internacionales y hacer el proceso más visible y, por lo tanto, más predecible para agentes y
consumidores.

Y seguiremos esforzándonos para mejorar la calidad de los combustibles de manera que se minimice su
impacto ambiental.

¡Qué bueno poder decir que Colombia es hoy pionera en la producción de biocombustibles, siendo el
segundo productor de Etanol en América Latina, después del Brasil, y el primer productor de biodiesel!

Un sector transporte amigable con el ambiente debe ser también nuestro compromiso, en el
posicionamiento que queremos darle a nuestro país en el escenario internacional. Somos el país del
planeta más rico en biodiversidad por kilómetro cuadrado. Queremos ser protagonistas importantes en
la discusión de cambio climático. Y por eso, en la medida en que internamente tengamos políticas claras
en ese frente, tendremos la autoridad moral y el poder para hablar duro en los escenarios
internacionales.

Y hablemos un poco de infraestructura, porque el sector transporte sólo puede crecer y desarrollarse si
existe una infraestructura adecuada para su actividad.

El transporte y la infraestructura –que es una de las cinco locomotoras del crecimiento económico– son
fundamentales para el despegue de la competitividad de nuestro país.

Eso también sale en el primer informe que hizo la OECD (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico). El ingreso al grupo de países de la OECD es una de las metas que tenemos.

La gente se pregunta: ¿Y qué es la OECD? ¿Es un grupo de países ricos? ¡No! Es el grupo de países
con las mejores prácticas a nivel mundial. Es el grupo de países que se retroalimentan
permanentemente para ver cómo mejoran sus políticas públicas.

Por eso pertenecer a ese grupo es un sello de garantía –sobre todo para los empresarios, para los
inversionistas–, de que el país mantendrá una calidad mínima en sus políticas públicas.

Ya tenemos el apoyo de los principales miembros de la OECD para el ingreso nuestro. Porque no es
fácil ingresar. En América Latina solamente están México y Chile. Nosotros seríamos el tercero. Quieren
ingresar Brasil y Perú.

¿Cómo se ingresa? Se ingresa cumpliendo con unos umbrales. Ya vino la primera misión. Hizo una
evaluación. Nos evaluaron muy bien en ciertos sectores y muy mal en otros. Donde nos dijeron: les toca
hacer un esfuerzo bastante grande, es en infraestructura.

Ese es uno de nuestros propósitos. Por eso es tan importante que a ese sector, que a ustedes les
concierne tanto, le demos un gran empuje.

Por eso reitero, primero, lo que ha dicho el ministro Cardona: Antes que acometer nuevos proyectos, lo
que queremos es adelantar –y concluir bien– los megaproyectos que quedaron ejecutándose o
adjudicados en la pasada administración.

El objetivo de nuestro Gobierno es construir al menos 300 kilómetros de dobles calzadas por año en el
cuatrienio, para que pasemos de los cerca de mil kilómetros que hoy tenemos a por lo menos 2.200
kilómetros en el 2014.

¡Éstas son palabras mayores, y ustedes serán los primeros beneficiarios de este avance!

Concesiones como la Ruta del Sol, la Transversal de las Américas, las Autopistas de la Montaña y la
doble calzada Bogotá-Villavicencio cambiarán para siempre la faz de las comunicaciones terrestres en
nuestro país.

Bien lo ha dicho usted, doctor Sorzano: La meta debe ser “obra contratada, obra ejecutada”, y por eso
vamos a aplicar los principios del Buen Gobierno –eficiencia, eficacia, transparencia y rendición de
cuentas– a la contratación y ejecución de las grandes obras públicas que necesita el país.

Nuestro objetivo es hacer del Instituto Nacional de Concesiones –INCO– una entidad parecida al Banco
de la República, una entidad técnica, con altos estándares de calidad, para convertirla en un centro de
excelencia en la estructuración de proyectos.

Porque ahí está el cuello de botella. Ahí hemos tenido el grave problema nuestro en los últimos años, en
las últimas décadas: en no haber estructurado bien los proyectos.

La forma más ineficiente y más costosa es decir: ‘Vamos a hacer los primeros 20 kilómetros, porque no
tenemos plata sino para 20 kilómetros’. ‘Y los otros 80, ¿qué pasó?’. ‘Pues cuando venga la plata’.

Cuando llega la plata, los 20 ya están destruidos y hay seguramente un litigio, hay una demanda, la
gente se pone furiosa y es el peor de los mundos.

Por eso no vamos a adjudicar un solo proyecto que no esté debidamente estructurado.

Pero para eso se requiere una institucionalidad. Ya hemos recogido a nivel mundial los mejores
ejemplos. Estamos creando una institución, el INCO, realmente profesional.

Vincularemos y entrenaremos a los mejores profesionales para que hagan parte de sus cuerpos
técnicos, e invitaremos a centros académicos a participar.

Y ya comenzamos, con la designación de su directora, la doctora María Inés Agudelo. Ella fue mi
asesora cuando yo fui Ministro de Hacienda. Después fue Viceministra de Hacienda y representante
nuestra en el Banco Mundial.

Gente de ese talante, de esa preparación, es la que tendremos en una institución que será clave para la
competitividad del país.

Como les decía, la idea es que nunca más se adjudiquen concesiones sin los estudios o la
estructuración adecuados, para garantizar el cumplimiento y la calidad de las obras, y evitar –como
usted menciona, doctor Jaime– el desangre de las finanzas públicas.

Hay un factor, sin embargo, que desborda a menudo todas las previsiones, y ese es el factor climático.

Sabemos en el Gobierno que el invierno de los últimos meses genera retrasos y dificultades a los
transportadores, sin hablar de los inmensos problemas que produce en las zonas afectadas.

Créanme que desde el primer día de gobierno hemos puesto el mayor interés, la máxima alerta, para
prevenir y corregir los efectos de las lluvias que afectan todo el país.

Incluso mi primer acto de gobierno, al día siguiente de mi posesión, fue viajar a la zona de La Mojana
para evaluar la situación de los damnificados y las medidas a tomar.

Ahí me enteré de que, por primera vez en la historia, comenzaron las inundaciones en el primer
semestre, y no en el segundo. Y me previnieron: eso quiere decir que tendremos un invierno muy
complicado en el segundo semestre.

Por eso no me canso de repetir: por favor, tomen las precauciones del caso.

Ahora que veníamos, le pregunté a la Alcaldesa de Cartagena, Judith Pinero: ‘¿Cómo va Cartagena en
esto del invierno?’. Y me decía: ‘Afortunadamente, sacamos mil familias de La Popa, y entonces no nos
ha pegado este invierno, que ha sido muy duro’.

Ojalá todo el mundo siguiera ese ejemplo, porque así vamos a prevenir muchos males para el país.

En el tema solamente de vías terrestres, el Ministerio ha invertido ya 45 mil millones de pesos para
aliviar las emergencias producidas por el invierno y tenemos listos más de 30 mil millones de pesos
como Plan de Contingencia para lo que queda del año.

El objetivo es asegurar la movilidad en las vías, para lo cual dispondremos de la maquinaria necesaria,
de más de 300 funcionaros de Invías destinados al tema de emergencias, y se adelantará la
contratación de más de 300 microempresas asociativas de trabajo, que puedan colaborar con estas
labores.
Se seguirá, además, con el importante trabajo de mantenimiento integral de la red vial nacional, que
abarca cerca de 12.700 kilómetros.

Y quiero enfatizar en este tema tan urgente de cómo estamos atendiendo la emergencia invernal.

¡Porque no hablamos de cualquier emergencia!

Con esta segunda ola invernal del año van más de 900 mil personas afectadas en cerca de 450
municipios de todo el país, y estamos haciendo ingentes esfuerzos para atenderlas a todas.

Con la coordinación de la Dirección de Gestión del Riesgo del Ministerio del Interior, y la participación de
todas las entidades del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, se ha trabajado
en aspectos como la creación y dotación de albergues, la asistencia humanitaria, la rehabilitación de
vivienda y la reconstrucción de infraestructura.

Para lo que resta del año, a los recursos que ya mencioné para la atención de las vías principales se
agregarán 27 mil millones de pesos para el Fondo Nacional de Calamidades, 40 mil millones para
apoyos del Ministerio de Agricultura, 35 mil millones que se destinarán de los Planes Departamentales
de Agua, y otros 32 mil millones de pesos para inversión en vías terciarias, para un total de más de 164
mil millones de pesos destinados a atender la presente emergencia.

Sin embargo, no son suficientes. Necesitamos más.

Es urgente que los gobernadores y alcaldes le den prioridad máxima a este tema –incluida la
destinación de los recursos de los Planes Departamentales de Agua para habilitar los sistemas de
acueducto, alcantarillado y aseo que se han visto afectados–, porque vienen fuertes lluvias, no sólo en
lo que queda del año sino parece que también entre marzo y mayo del entrante.

Hago un llamado a los mandatarios locales para que activen los planes locales de emergencia y
contingencia, y al sector privado para que apoye con solidaridad a las comunidades afectadas.

Vamos a acudir también a la Cruz Roja para que nos ayude a organizar las donaciones, y asumiremos,
con mi señora María Clemencia, la convocatoria de brigadas de ayuda para que todos los colombianos
nos unamos para dar la mano a tantas familias que están perdiendo sus casas o sus cultivos por el
invierno.

Apreciados amigos transportadores:

¡Qué buen objetivo el que ustedes han planteado de hacer del transporte un sector de clase mundial!

¡Eso es pensar en grande! Y podemos trabajar juntos para lograrlo.

Busquemos las formas de aprovechar y potenciar medios alternativos de transporte, como el férreo y el
fluvial, para lograr conexiones multimodales.

Propongámonos profesionalizar los conductores de servicio público de transporte.

Programas de capacitación como los que usted ha referido, doctor Sorzano, en centros del Sena o en
aulas móviles, tienen que multiplicarse por todo el país para seguir formando el mejor capital que tiene
el transporte, que son los mismos transportistas.

Tengan la seguridad, amigos afiliados de Colfecar, de que encontrarán en este gobierno el mejor
ambiente y todo el respaldo para progresar en su actividad.

Porque el transporte es fundamental para el logro de las grandes metas de desarrollo económico y
social no sólo de nuestro Gobierno, sino del país entero.

De corazón les digo: ¡cuenten con nosotros!

Yo me siento feliz al saber que el transporte de carga no sólo moviliza mercancías sino también
esperanza.

Y la esperanza, decía alguien, ¡es el sueño de los hombres despiertos!


Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la novena jornada de


los Acuerdos para la Prosperidad, en Medellín

Medellín, 9 oct (SIG). “Ésta ha sido otra semana bastante intensa y a nivel latinoamericano, tenemos
varias noticias que celebrar y resaltar.

Tengo entendido que esta mañana, a las 8:00 de la mañana, llegó la máquina perforadora al sitio de los
33 mineros, allá en Chile, que hace 64 días estaban atrapados.

Y ya es cuestión de algunas horas para ver a esos 33 hermanos chilenos rescatados, cosa que nos
complace mucho y enviamos desde aquí un saludo muy especial a nombre de todos los colombianos.

Otra noticia importante para América Latina fue el Premio Nobel (de Literatura) a Mario Vargas Llosa.
Una noticia muy importante para América Latina y para Colombia. Mario Vargas Llosa conoce muy bien
a Colombia, quiere mucho a Colombia.

Un gran defensor de la libertad, un gran defensor de la democracia y para nosotros es un orgullo que él
haya ganado el Premio Nobel, para todos los ciudadanos del mundo de habla hispana.

Tuve la oportunidad de felicitarlo personalmente y a nombre de todos los colombianos, y celebramos


este merecido premio que desde hace ya muchos años, todos esperábamos que se lo otorgaran.

Consejo de Seguridad de la ONU

Otra buena noticia para América Latina y para Colombia, porque queremos ser voceros de América
Latina en esa importantísima instancia, es que ya el día de ayer confirmamos el número suficiente de
votos para salir elegidos —Colombia— como miembros del Consejo de Seguridad en las Naciones
Unidas.

Es una labor que hizo la Cancillería y nuestra Embajadora saliente allá en Nueva York, la ex senadora
Claudia Blum. A la Cancillería, a la Canciller y a la ex senadora, hoy Embajadora, una felicitación muy
especial.

Esa posición la va a ocupar una persona que es tal vez uno de los colombianos con más experiencia en
la diplomacia multilateral, que tenemos. Ocupaba el cargo más alto en la Organización de las Naciones
Unidas, porque era el Director Ejecutivo de la Organización Internacional del Café. Esta organización
pertenece al sistema de Naciones Unidas, y desde hace mucho tiempo, desde el año 77, Néstor Osorio,
que además tiene mucha sangre antioqueña —su madre es de Jericó, de apellido Londoño—, Néstor
Osorio Londoño, desde el año 77 él viene trabajando en la diplomacia internacional.

Fue embajador en la Organización Mundial de Comercio y luego fue elegido por todos los países
productores y consumidores como Director Ejecutivo de la Organización Internacional del Café.

Él pasa a ocupar la Embajada de Naciones Unidas y estoy seguro que hará una labor muy importante,
en este momento tan importante para Colombia, por ocupar una posición en el Consejo de Seguridad.

Seguridad Ciudadana

Durante la semana estuvimos en primera estancia en Cali, lanzando la Política de Seguridad, la Política
de Seguridad Ciudadana, y lo que hemos llamado convivencia ciudadana. Es una política integral, una
política que tiene un componente preventivo y un componente proactivo.

No voy a entrar en detalles sobre el contenido de esta política, pero lo que sí quiero expresarles es el
compromiso absoluto del Gobierno en darle muchísima importancia. Sin descuidar, por supuesto, la
Seguridad Democrática, que sigue siendo para nosotros prioritario, pero vamos a darle una gran
importancia a la Seguridad Ciudadana, a la convivencia ciudadana.

Y este elemento preventivo y proactivo, en cierta forma se ve reflejado en el ensayo que hicimos aquí en
la Comuna 13, que ha tenido desde que se instaló el Centro Integrado, muy buenos resultados.
Y este enfoque, por lo menos en las cifras, aunque no hay que cantar victoria porque es muy corto el
tiempo, pues nos da por lo menos un aliento o una voz de optimismo. 20 homicidios menos en la
Comuna 13 desde que se puso en marcha este Centro Integrado, y en el Área Metropolitana en este
último mes, 45 homicidios menos, cosa que celebramos mucho.

Pero vuelvo y repito, no hay que bajar la guardia.

En esto de la Política de Seguridad Ciudadana, de convivencia, y en la Política de Seguridad


Democrática en general, pues tampoco hay que disminuir ni descuidarse ni un solo minuto; hay que
mantener la ofensiva permanentemente.

Por eso yo celebro mucho que me acaban de dar una noticia importante para Antioquia, y fue que dieron
de baja esta mañana a un bandido alias ‘Vides’, que se llama el ‘Mono Vides’, que es el jefe de esa
banda criminal de ‘Los Paisas’ allá en el Bajo Cauca Antioqueño.

Yo quiero felicitar a la Policía, esto es un golpe muy importante.

Pero no solo eso. Aquí en Medellín también capturaron esta mañana a otro bandido alias “Bolaños”, que
es el segundo de otra banda, de ‘Los Rastrojos’, que también delinque allá en Caucasia y en el Bajo
Cauca Antioqueño. O sea, son dos golpes a esas bandas criminales esta mañana, muy importantes,
que dio la Policía. Y queremos felicitar a la Policía por esa acción.

Comercio internacional

Estuvimos también en la Feria Internacional el lunes pasado inaugurándola. Más de 300 expositores
internacionales; esa feria está todos los días tomando más fuerza.

Importante que estas ferias se realicen, como aquí ustedes también hacen muchos eventos de ese
tenor.

Lo que hay que resaltar es que había 151 empresarios importantes de la India, que vienen a buscar
oportunidades de negocios a Colombia. Y el interés creciente de la India en Colombia, y espero que
desde Colombia a la India.

Dos economías que tienen muchas cosas en común y está bastante comprobado ya que esa
colaboración y esos vasos comunicantes de los países que son similares en su grado de desarrollo, a
veces producen más sinergias. Y por eso celebro muchísimo ese interés que hay en el Asia por
Colombia y por esta región del mundo.

Estuvimos lanzando una obra muy linda que estuvo presente en Colombia durante 15 años. Luego
desapareció, pero va a reaparecer este diciembre: el Teletón. Se va a realizar el 17 y 18 de diciembre,
para ayudar a toda la población discapacitada. Esa es una obra bien bonita que afortunadamente
regresa a Colombia y vamos a darle todo el empuje.

La Urna de Cristal

Estuvimos en Cartagena en el Congreso de Publicidad, haciendo el lanzamiento de algo muy


importante, muy importante. Lo hemos llamado la Urna de Cristal. Es un pasó mas allá, usando toda la
tecnología, para que la llamada democracia participativa se ponga en práctica con toda la fuerza con
todo su esplendor.

Y vamos a usar todos los medios tecnológicos a nuestra disposición para establecer contacto directo
con la mayor cantidad de colombianos posible. Y vamos a establecer una serie de mecanismos y de
procedimientos para que los colombianos puedan participar, por ejemplo en este Acuerdo para la
Prosperidad. Que desde sus casas, desde cualquier región puedan durante toda la semana hacer
sugerencias, hacer preguntas, y los propios usuarios van decidiendo, van votando sobre las preguntas o
las propuestas, para que podamos tener tiempo en el Gobierno de responder.

Si todos hacen preguntas, pues es casi imposible la respuesta a todos, aunque el espíritu es que nadie
se quede sin respuesta. Pero para que estos Acuerdos sean prácticos y esas preguntas y las
propuestas lleguen a las mesas de discusión, pues hay que tener unos filtros.
Entonces se va a establecer o ya se estableció un procedimiento a través del cual los propios usuarios
van votando o van escogiendo cuáles son los temas que el Gobierno debe darles algún tipo de
prioridad.

Este sistema que el doctor Miguel Peñaloza (Alto Consejero para las Regiones) lo va a explicar ahora
más en detalle, porque es bien interesante y bien importante. También nos va a ayudar a que los
ciudadanos sean veedores permanentes de la acción del Gobierno. Y queremos llegar a una fase
donde, así sea una obra pequeña en algún municipio, que alguien pueda decir en qué va a esta obra,
por qué esta obra se paralizó, por qué esta carretera quedó en la mitad de camino, por qué este
acueducto no está funcionando bien.

Y que el Gobierno se sienta obligado a responder. Eso es una democracia participativa y además nos va
a ayudar también a controlar la corrupción. Porque en la medida en que los ciudadanos denuncien por
qué este contrato que supuestamente costaba tanto no está dando los resultados, no se está viendo
dónde está la plata, eso nos va a permitir tener un control mucho más fehaciente, más claro, sobre
cómo se invierten los recursos del Estado.

Yo creo que este es un paso importantísimo dentro de nuestro espíritu de establecer el principio del
Buen Gobierno en todos los estamentos del Gobierno.

Temporada de lluvias y prevención

Estuvimos también en Colfecar, allá en Cartagena. Allá discutimos el estado de las vías. Este invierno
nos está causando grandes estragos. Me contaba el Gobernador (de Antioquia, Luis Alfredo Ramos)
que ya aquí solamente en Antioquia hay 130 vías afectadas. Y eso es así en todo el país.

Estamos haciendo todos los esfuerzos, con el Ministerio del Transporte, con la Oficina de Desastres de
la Presidencia, con el doctor Miguel Peñaloza. Ya hemos dedicado más de 164 mil millones de pesos
para atender esta emergencia invernal, que infortunadamente nos está pegando con toda su fuerza y
que se va a prolongar, se va a prolongar hasta diciembre.

Y dicen los expertos, los meteorólogos, los futurólogos en materia de medio ambiente, que el semestre
entrante también el invierno va a estar bastante pesado.

Entonces ahí lo que hemos dicho y lo quiero repetir aquí: prevenir resulta siempre más barato y mejor
que tener que lamentar. Todo lo que podamos hacer señor Gobernador, señores alcaldes, todo lo que
podamos hacer para anticiparnos a lo que viene, va a ser una acción que nos va a ahorrar mucho dinero
y mucho desastre.

Por eso quiero decirles a los mandatarios locales, a los gobernadores y alcaldes, que tomen todas las
prevenciones. Imagínense lo peor y tomen las precauciones. Y a los ciudadanos, que sigan las
recomendaciones de las autoridades, que cuando las autoridades les recomienden no transitar por una
carretera porque hay peligros, pues que no transiten.

Hace diez días, once días, estuvimos con el Gobernador allá en Giraldo, vimos ese deslizamiento que
infortunadamente cobró nueve vidas de nueve compatriotas. Nueve vidas que se hubieran podido salvar
si ellos les hacen caso a las autoridades que les dijeron ‘no transiten por ahí porque esa zona está en
peligro’.

Por eso también quiero hacer un llamado a la ciudadanía: en este momento de emergencias, sigan las
recomendaciones de las autoridades. Así nos vamos a evitar muchos problemas.

Y en el día de ayer quiero simplemente resaltar una despedida que tuvimos en Palacio, que ojala tenga
un buen éxito y que tiene que ver, Ministro (de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados),
con este Acuerdo para la Prosperidad, porque tiene que ver con el turismo y con la posibilidad de
convertir a Colombia en un atractivo diferente por el cual hemos sido conocidos.

Es la visita de un chef de aquí de Medellín, Juan Pablo Valencia, que se va a concursar al Campeonato
Mundial de Cocina, al más importante. Se llama de Trophée Passion, de una academia culinaria en
Francia, que esa academia existe desde 1863.

Y este chef antioqueño, además tiene un restaurante aquí —no he ido Gobernador, espero que me
invite—, ‘Mystique’, que me dicen que es muy bueno. Se va a concursar; ojalá gane, porque nosotros
tenemos una riqueza también que es muy poco conocida en el mundo que es no solamente nuestra
diversidad cultural sino, dentro de esa diversidad, la riqueza de nuestra gastronomía.

Yo digo que no hay nada mejor, así mis coterráneos me digan que el ajiaco es mejor, yo digo: no, la
bandeja paisa es lo mejor que hay.

Pero hay una riqueza maravillosa que tenemos en Colombia y que podemos convertir en un gran
atractivo turístico. Muchas ciudades del mundo atraen turistas solamente, solamente por su oferta
gastronómica, y esa oferta que tiene Antioquia y que tiene Medellín en materia turística, si a eso
hacemos famosa la cocina aquí en Antioquia, aquí en Medellín, pues eso también va a atraer mucho
turismo, que trae empleo, que trae progreso.

Correos del ‘Mono Jojoy’

En fin. Fue una semana bastante activa también y me han pedido muchos periodistas que se vaya
adelantando algún material sobre qué hemos ido encontrando en los famosos computadores del
bandido este, el ‘Mono Jojoy’.

¿Qué encontramos en esta semana? Eso va muy lento porque hay que desencriptar los computadores,
pero ahí vamos progresando.

Encontramos unos correos que prueban muy claro lo que se ha venido diciendo y es ese maridaje, esa
cooperación que tiene las Farc con las bandas criminales.

Ahí hay cuatro correos que vamos a hacer públicos en la página de la Presidencia y del Ministerio de
Defensa.

Un correo que dice, se los voy a leer, es un correo que le mandan a ‘Romaña’, que dice:

‘Otros comentarios que queremos hacerle es sobre una visita que le hicimos al ‘Loco’ Barrera, que
mandó un sobrino de emisario. En la reunión le preguntamos cuál era la posición frente al movimiento y
los acuerdos que había, el préstamo de unos dólares a la organización, la justicia de políticos y oficiales
y material de guerra. Lo que el sobrino nos respondió es que los acuerdos siguen en pie, tal como lo
habían cuadrado con el comandante Jorge’ (Jorge es Jorge Briceño, el ‘Mono Jojoy’). Pero que hace ya
un par de meses había perdido contacto con ‘John 40’ (Ese es otro bandido que esta dedicado al
narcotráfico). Y no se pudo seguir adelante con algunos compromisos. De lo que le planteamos,
argumentaron después en una nota que algunas cosas las podían cumplir, pero no en su totalidad,
como la suma de dinero que le hicimos, de 10 millones de dólares. Que nos iban a colaborar al máximo
en información de todo tipo, y lo otro que estaba duro era la ajusticiada de políticos, ministros y demás
zánganos’ . Ese es u
no de los correos.

El otro dice, éste es un correo al Secretariado que les manda Pablo Catatumbo y Alfonso Cano, está
firmado por Pablo y Alfonso. A los camaradas del Secretariado, dice:

‘Conviene que revisemos la numeración de los mensajes intercambiados en el Secretariado para


confirmar su recepción total. Como primer punto.

Como segundo punto: ‘El señor Comba (narcotraficante, jefe de ‘Los Rastrojos’), a través de un frente
en occidente ha hecho llegar esta propuesta: parar la guerra y establecer un acuerdo para pagar el
impuesto que le corresponde. Nos entregaría un guerrillero que tiene detenido en el Cauca. Informa que
va a desarrollar guerra contra el Gobierno, parece oportuno poder precisar los términos del pago de
impuestos y analizar cómo sería concretamente el tema de no echarnos tiros’.

Un tercer correo dice:

‘Saludo Fariano, a los del Secretariado. Ese lo manda el ‘Mono Jojoy’, entre dice otras cosas, pero hay
un párrafo que dice: ‘Traficante Barrera, ‘El Loco’, nos informa y pregunta a través de correo y por medio
de Gentil —Gentil es el comandante del Séptimo Frente- nos ha mandado 24 fusiles M-16 y 200 mil tiros
de varios calibres’.
Y un cuarto correo, es un correo, mayo de este año, mayo del 2010, al Secretariado, enviado por
‘Timochenko’, un miembro del Secretariado, que dice:

‘Se reunieron con Comba, el jefe militar del cartel del ‘Loco’ Barrera, supuestamente para cuadrar
negocio de X. Él les plantea a nombre de él y del ‘Loco’ que les transmitan a las Farc que quieren
dialogar, pues están interesados en acuerdos políticos para combatir específicamente las bases gringas
y llegar a compromisos de respeto y acción conjunta. Que ojalá sea con Alfonso Cano u otro miembro
del Secretariado. Para tal fin va solo y donde le digan’.

O sea, eso lo que nos comprueba es esa asociación de las bandas criminales dedicadas al narcotráfico
y las Farc, algo que se venía diciendo con mucha insistencia, pero que no estaba así totalmente
comprobado. Eso nos demuestra también cómo se ha deteriorado y cómo se ha desfigurado esa
organización terrorista que tanto daño nos ha hecho durante tantos años.

Otro interesante correo fue un correo de abril 15 de este año, abril 5 de este año, que le envía al ‘Mono
Jojoy’ Carlos Antonio Lozada. Carlos Antonio Lozada es un bandido muy importante, es jefe de todas
las milicias de las Farc.

Y dice:

‘Fraternal saludo, extensivo a quienes lo acompañan. En medio de las tragedias la aparición de


Alexandra es una buena noticia. La idea de pasarla a trabajar con la comisión internacional, estupenda.
Ahí seguramente puede dar un gran aporte a las Farc dadas sus capacidades; formación profesional en
idiomas, además de toda la preparación alcanzada en estos años con nosotros y su conocido espíritu
de sacrificio y superación, además del impacto que generaría esta noticia’.

Es esta ciudadana holandesa, que además aparecieron unas fotos que las quiero compartir con
ustedes, de esta holandesa que está hoy con las Farc. Si quieren ahí están en la pantalla. Es la de la
derecha.

Simplemente para los periodistas, esas fotos van a estar colgadas también en las páginas de la
Presidencia, en la web de la Presidencia y en el Ministerio de Defensa. Quería simplemente darles esa
información sobre el correo.

Comercio, revaluación y mercados

Volviendo a lo del comercio, es bien importante, bien importante este tema. Ustedes saben
perfectamente que nuestro un propósito fundamental es la generación de empleo, de empleo formal, y a
través de esa generación de empleo, bajar los índices de pobreza.

Por eso, el comercio, la industria, el turismo son vehículos fundamentales para lograr los objetivos
primordiales de nuestro plan de Gobierno. Por eso le damos tanta importancia a este Acuerdo para la
Prosperidad y además le damos especial importancia que se celebre aquí en Medellín, en Antioquia,
‘por ser vos quien sois’, como se podría decir, porque ustedes tienen una especial importancia y han
jugado un papel especialmente relevante en todo el desarrollo del comercio, de la industria y ahora
también del turismo aquí en Colombia.

Por eso queremos que los resultados de este Acuerdo para la Prosperidad sean resultados que les
podamos hacer un seguimiento permanente. Sabemos que hay temas que han surgido. Uno de los
temas que ha surgido con mayor preocupación, porque afecta mucho esos tres frentes, el comercio, por
lo menos en las exportaciones, la industria, y también el turismo, es el tema de la tasa de cambio.

Sobre ese tema también vamos a hablar con mucha franqueza. Vamos a citar a una gran cumbre esta
semana que viene, la semana entrante. ¿El miércoles es Catalina (Crane, Alta Consejera)? El miércoles
va a venir el Ministro Kuczynski (Pedro Pablo Kuczynski, ex ministro de Economía), que fue un artífice
en Perú de ese gran éxito que ha tenido Perú de crecer a tasas por encima del 7 por ciento, sin revaluar
demasiado su moneda.

Viene también Domingo Cavallo (ex ministro de Economía de Argentina); invitamos también al doctor
Rodrigo Botero (ex ministro de Hacienda de Colombia), que ha estado interesado en el tema y a otros
expertos que creemos que nos pueden aportar ideas. Tenemos algunas iniciativas; algunas se pueden
anunciar, otras no.

Pero lo que quiero decir es que el Gobierno está muy conciente, muy conciente del daño que hace la
sobre revaluación del peso colombiano.

En materia de comercio, también pues lo que sucedió el día de ayer o antes de ayer. Ustedes estuvieron
en Cúcuta. Yo espero que el Ministro (de Comercio) les cuente cómo va eso, como va lo del comercio
con Venezuela.

Yo sé que en Medellín y en Antioquia es un tema que los ha golpeado muy duro, pero que si se puede
reestablecer el comercio, algún alivio van a tener.

Ustedes saben cuál ha sido nuestra posición frente al reestablecimiento de las relaciones con
Venezuela. Es lo que más nos conviene al pueblo venezolano y al pueblo colombiano.

Hay que ir despacio, pero el esfuerzo —esto es muy importante—, el esfuerzo que se ha hecho de
diversificar nuestros mercados tiene que continuar, tiene que continuar.

No podemos volver a concentrarnos y a depender tanto, ni en el mercado venezolano si efectivamente


se nos abre nuevamente. Creo que además, después del esfuerzo que hemos hecho de diversificar los
mercados, es como ir al gimnasio y hacer gimnasia con el entrenador. Estamos haciendo mejor los
ejercicios y ahora que volvamos a ese mercado pues va a ser inclusive hasta más fácil volverlo a
reconquistar.

Pero eso no nos debe dar la señal de descuidar los demás mercados, hay que mantener la política de la
diversificación. Asumir esta situación con Venezuela como una especie de ganancia ocasional, sin
descuidar el resto de los mercados.

De manera que creo que este es un tema de gran importancia. Por eso, sin más preámbulos, vayamos
al resultado de las discusiones.

Me han dicho que han sido unas discusiones muy ricas, muy dinámicas, y por eso quiero agradecerles a
todos los que han participado, y de antemano agradecerles a los voceros. Los voceros, para los que no
saben, se eligen dentro de las propias reuniones, de las propias mesas; eligen un vocero de forma
democrática para que exponga las conclusiones y peticiones. Y después hay una persona del Gobierno
que responde a esas peticiones, a esas solicitudes o a esas preocupaciones.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la VII Bienal


Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, en Medellín

Medellín, 11 oct (SIG). “Tuve el inmenso privilegio de crecer en una casa –en los cerros de Bogotá–
construida por el arquitecto español Fernando Martínez Sanabria; le decían ‘El Chuli’ –nacionalizado
colombiano–, quien fue pionero de la arquitectura moderna en Colombia y es muy recordado, es muy
querido en toda Iberoamérica.

Recuerdo muy bien las discusiones que tenía con mi padre (Enrique Santos Castillo) durante la
construcción de la casa. Yo estaba muy pequeño, pero mi padre era como la mayoría de los
colombianos –diría que yo que mucha gente alrededor del mundo–: todos nos creemos entrenadores de
fútbol, todos nos creemos publicistas y todos nos creemos arquitectos.

Y entonces discutían y finalmente le decía ‘El Chuli’ a mi padre –mi padre era periodista–: ‘Mira,
Enrique. Tú dedícate a titular bien las noticias y yo me dedico a construir bien tu casa’.

A Dios lo que es de Dios, era lo que le quería decir.

Y desde esa experiencia que tuve muy temprano entendí la importancia de la arquitectura hecha con
pasión. Todo lo que se hace con pasión, con inteligencia y con creatividad sale mejor.

Una buena obra impacta a la vista y genera sentimientos de arraigo y de pertenencia, como me ocurrió
a mí en esa casa en la que viví durante muchos años.

Consciente de esto, quise venir a esta Bienal, además porque me hicieron saber que aquí habría cerca
de 1.800 estudiantes de arquitectura y otros 1.200 arquitectos, para hablarles de la responsabilidad que
tienen con sus respectivas ciudades.

Creo que el mensaje está muy bien planteado en el tema que escogieron para este año: “Arquitectura
para la Integración Ciudadana”.

Tengo entendido que ese nombre fue promovido por nuestro querido Alcalde Alonso Salazar, a quien
aprovecho para felicitarlo por apostarle a este importantísimo evento y por su gran visión y liderazgo en
la transformación de Medellín.

Arquitectura e inclusión social en ciudades colombianas

Me produce un inmenso orgullo que Colombia sea sede de esta bienal, que ya ha tenido lugar en
Madrid, en Ciudad de México, en Santiago de Chile, en Lima, en Montevideo y en Lisboa.

Nuestro país fue escogido por la sorprendente transformación urbanística que lideró Bogotá y luego
replicó Medellín, que ahora son referentes para el mundo en cuanto a democratización del espacio
público.

Estas dos ciudades –las más populosas del país– han demostrado cómo la arquitectura tiene varias
maneras de promover y comunicar la inclusión social.

Las plazas o los espacios peatonales que anteceden al edificio público –por ejemplo– son
construcciones que motivan la inclusión; allí y en los andenes todos somos iguales –el alto directivo, el
estudiante o el vendedor ambulante–.

Yo recuerdo que el doctor Enrique Peñalosa –ex alcalde de Bogotá– explicaba cómo las ciclovías
también son obras que generan igualdad.

Él decía que estas rutas logran darle la misma importancia al trabajador humilde –que se moviliza en
una bicicleta de 100 mil pesos– y al ejecutivo que se transporta en un automóvil de 100 millones de
pesos.

Las mega-bibliotecas de Bogotá y los parques-biblioteca de Medellín son ejemplo de construcciones


hechas con un gran sentido, con una gran sabiduría, que son hoy por fortuna ponderadas en todo el
mundo.

Además de promover el desarrollo psicomotor de los niños, fueron construidas bajo el esquema de
proyectos integrales que articulan la belleza del edificio con sus vías de acceso –tanto peatonal como
vehicular–, pensando también en el transporte público de calidad que debe llegar allí.

¡Son grandes obras dirigidas a poblaciones con pocos recursos, que además embellecen la ciudad!

Estas bibliotecas hacen parte de esos edificios que tienen la capacidad de impactarnos; que nos
generan orgullo y arraigo –como ocurre con una casa acogedora– y nos inculcan también civismo y
cuidado de nuestras obras.

Para eso también sirve la buena arquitectura: para sentir pertenencia.

En la pasada campaña recuerdo un ejemplo de mi contendor, el profesor Mockus –quien, al igual que
Peñalosa fue Alcalde de Bogotá–:

Él explicaba que de poco sirve vivir en una mansión y tener un buen carro, si al salir uno se encuentra
con pobreza, con precariedad y con carreteras sin pavimentar.

¡El orgullo de vivir en una buena casa debe evolucionar y traducirse en el orgullo de vivir en una mejor
ciudad!

Quiero destacar que Medellín y Bogotá hicieron concursos abiertos entre arquitectos para los diseños de
muchos edificios públicos, lo que demuestra la seriedad de unas administraciones conscientes del
desarrollo urbano y promotoras de proyectos integrales.

Renovación urbana en Bogotá

Permítanme hacer aquí un pequeño paréntesis para contarles que tenemos la intención, en Bogotá, de
también hacer una gran renovación, una renovación en lo que se llama el Centro Administrativo
Nacional, el CAN, de Bogotá, que va a ser liderado por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, pero van a participar –porque ahí están localizados también– el Ministerio de Defensa, el
Ministerio de Educación.

Son 70 hectáreas –en donde se localizan hoy 20 entidades nacionales, incluyendo estos ministerios–,
que se van a renovar para responder a las necesidades del nuevo mileno y para convertir esa zona en
un moderno centro administrativo del país, con inversión pública y privada.

Conservación patrimonial

Cerrado este paréntesis, quiero resaltar que en esta bienal hay un eje temático muy, muy interesante –
que realmente me da mucha pena no presenciar, porque tengo que viajar– y es el de la conservación
patrimonial.

España y Portugal han sido un modelo a seguir en esta materia; han dejado magníficas experiencias en
sus ciudades y de alguna manera las hemos replicado en muchas otras ciudades iberoamericanas.

Hoy respetamos las arquitecturas coloniales, permitiendo a su vez el paso de la modernidad;


caminamos por una ciudad junto a grandes catedrales –como recorriendo un amplio museo histórico al
aire libre, ¡gratis!– y justo al lado nos encontramos con un moderno Juan Valdez, que nuestros cafés
que tenemos en nuestras ciudades.

Quiero también felicitar a los 35 proyectos de arquitectura iberoamericanos escogidos por los jurados e
invitarlos a todos a que no se pierdan ningún detalle de su exposición.

También les extiendo un sentido reconocimiento a los autores de publicaciones premiadas y proyectos
de investigación destacados, así como a los arquitectos cuya extensa trayectoria es elogiada en esta
bienal.

Agradezcamos todos al amigo Gobierno de España, y a su Ministra aquí presente (Beatriz Corredor),
por la promoción de esta iniciativa tan importante para los ciudadanos de toda Iberoamérica.

Felicitaciones –y mucha gratitud también– al arquitecto Daniel Bermúdez, director de esta bienal y
además compañero mío en el Colegio Anglo Colombiano –aunque él iba un curso más adelante–:

Daniel ideó la programación de lujo que ustedes van a disfrutar y que –desafortunadamente– yo me voy
a perder.

También debo hacer un reconocimiento –como lo hizo Beatriz– a la ex ministra de Cultura Paula
Marcela Moreno, quien en el anterior gobierno se empeñó en obtener la sede de la bienal que hoy nos
reúne.

Ciudades sostenibles y amables

Y como dijimos en la campaña, promoveremos ciudades competitivas, ciudades equitativas, ciudades


sostenibles, ciudades seguras y ciudades amables.

El crecimiento de las áreas urbanas es un fenómeno global latente; en Colombia las ciudades albergan
ya el 75% de la población y se espera que para el año 2020 sea el 80 por ciento.

Debemos entonces pensar con ingenio para mitigar los impactos ambientales y sociales de ese
fenómeno.

Nosotros tenemos como prioridad la construcción de un millón de viviendas para igual número de
familias en los próximos cuatro años.

Vamos a duplicar el presupuesto que tenemos, de medio billón de pesos, a un billón de pesos, para los
subsidios de vivienda.

Y sobre el tema, el Ministerio de Vivienda ha preparado una presentación que ustedes van a ver más
tarde, pero les puedo adelantar que vamos a promover hogares con diseño urbano sostenible y manejo
eficiente de recursos, de manera que se reduzcan los gastos exagerados, por ejemplo en los servicios.

Queremos territorios urbanos incluyentes, pensados para la gente, con más zonas verdes, con redes
peatonales y con ciclorrutas, con mejores vías, más equipamientos y una relación directa con sistemas
integrados de transporte público.

Queridos arquitectos, del hoy y del mañana:

Los invitamos a que diseñen proyectos integrales que impacten positivamente el desarrollo de nuestras
ciudades.

¡Trabajemos juntos, unidos en la construcción de un mejor entorno; un entorno responsable con el


ambiente y responsable con la comunidad!

Su profesión tiene una enorme capacidad y enorme potencial para ayudarnos a generar democracia a
través de los espacios públicos.

Soy un convencido de que los jóvenes traen en su ADN más responsabilidad ambiental y más
conciencia social que nosotros, que ya tenemos cierta edad.

¡Sé que esta bienal les servirá para ahondar en la justicia social y la equidad que necesitan nuestras
sociedades!

Sin duda, Iberoamérica necesita de ustedes.

Están llamados a pensar –como tanto lo hemos dicho– lo impensable, para innovar en términos de
desarrollo urbano.

Saben que la arquitectura es una manifestación cultural por excelencia, como la música o la literatura;
es una expresión de la inspiración humana que deja huella en cada momento, en cada lugar; refleja las
características de una sociedad: lo que es y lo que quiere ser.

Ustedes, apreciados arquitectos, déjennos saber –aquí y ahora– qué sociedad quieren construir.

Y quiero rematar, quiero terminar, con una respuesta que dio hoy en una entrevista Diego Sierra,
Presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, cuando le dicen: ‘¿Qué va a reafirmar este
encuentro?' O sea, este encuentro en que estamos.

Y él responde: ‘Un gran momento de la arquitectura colombiana, que va a demostrar que ya tenemos
cédula de ciudadanía y nos vamos a medir con los que vienen, ya no solo para aprender, sino para
enseñar’.

¡Qué buen espíritu!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la reunión


con empresarios de Brasil

Cartagena, 11 oct (SIG). “Muchas gracias, muchas gracias por su presencia aquí. Este grupo tan selecto
de empresarios brasileros, de empresarios y empresarias de Brasil, creo que no tiene precedentes.

Estaba preguntando si en la historia de Colombia había llegado un grupo tan importante y me dijeron
que no, que éste es el grupo más importante, a lo cual le damos una gran trascendencia.

Sobre todo por el momento en que estamos en Colombia, por el momento que vivimos en América
Latina, por el momento en que Brasil también está viviendo.
Colombia vive un gran momento

Colombia está pasando por un gran momento de su historia, después de 200 años de independencia,
que tiene unas características muy especiales, y por eso hemos dicho en estos últimos meses, que
estamos en este nuevo amanecer.

Colombia se está reencontrando a sí misma y está encontrando un futuro lleno de optimismo.

En unas encuestas que salieron hace unos días, hace tres días, cuatro días, cuando le preguntaba uno
a la gente cómo pensaba, si Colombia iba por buen camino o por mal camino, la abrumaba mayoría
decía que iba por buen camino.

Eso es muy diferente a lo que estábamos viviendo hace unos años.

Aquí en Cartagena hace exactamente diez años vino el Presidente (de Estados Unidos, Bill) Clinton a
poner en marcha el llamado Plan Colombia; vino con todo su gabinete.

En la Casa de Huéspedes, que queda al otro lado de la bahía, y en ese momento nosotros estábamos
en un país que los académicos catalogaban como una especie de Estado fallido, donde no
controlábamos el territorio, donde no se podía impartir justicia, donde el Estado no estaba cumpliendo a
cabalidad su razón de ser.

Eso fue solamente hace diez años.

Vino el Presidente (Álvaro) Uribe. Entendió algo muy sencillo pero muy importante en cualquier país,
algo que los romanos se han inventado cuando crearon La República, y es que la seguridad es la base
de la prosperidad.

Por eso los romanos decían: ‘la primera ley de la República debe ser la seguridad, sin esa ley las demás
resultan inocuas’. Y el Presidente puso en marcha lo que él denominó su política de Seguridad
Democrática.

Democrática quería decir seguridad para todos, y seguridad aplicando la Ley y la Constitución
colombiana, que como la brasilera, es muy garantista. A veces es más difícil aplicar una política de
seguridad con una Constitución tan garantista, pero si lo hace uno así, le da mucha más legitimidad.

Y eso comenzó a tener éxito y comenzamos a controlar cada vez más nuestro territorio. Hace diez años,
o hace ocho, o hace siete, cerca de 400 alcaldes, como nuestra linda Judith Pinedo (Alcaldesa de
Cartagena); no era el caso en Cartagena pero en 400 municipios del país, de 1.101 que tenemos, no
podían despachar desde sus propias capitales, desde sus propios municipios, porque la seguridad no
les permitía.

Simplemente para darles una comparación. Hoy todos los alcaldes en todos los municipios —los más
remotos del país— despachan desde sus pueblos, desde sus ciudades sin ningún problema.

Este es el tipo de cambio que ha sufrido este país.

Hemos desarrollado una política que va paralela a la Seguridad Democrática, que el (ex) Presidente
Uribe la llama confianza inversionista; de darles a los inversionistas como ustedes todas las facilidades,
toda la confianza para venir a invertir a nuestro país.

Y él tenía un triangulito cuyo tercer vértice era lo que llamaba la cohesión social. Ese triángulo fue el que
durante estos últimos años ha venido informando las políticas públicas en Colombia. Y creemos que con
mucho éxito.

De la Seguridad Democrática a la Prosperidad Democrática

Mi campaña asumió esos postulados fundamentales en el convencimiento de que nosotros no podíamos


caer nuevamente en ese error que América Latina ha tenido como costumbre, de interrumpir lo que esta
funcionando bien.

La falta de continuidad de las políticas ha sido uno de los problemas que hemos tenido en América
Latina. Y por eso yo me presenté en las elecciones como un Presidente que va a continuar y a mejorar,
en la medida de lo posible, las políticas del Presidente Uribe.

Y así salimos elegidos con la votación más alta de la historia del país y con el margen más amplio de
cualquier elección, entre el primero y el segundo, y eso nos ha dado una gran gobernabilidad.

Y lo que hemos dicho que queremos con el país es pasar de la Seguridad Democrática a lo que hemos
llamado la Prosperidad Democrática. Ahí se resume en una frase lo que queremos con Colombia.

¿Qué quiere decir eso? Que la seguridad sigue siendo, como decían los romanos, la base de la
prosperidad, y ahí no podemos bajar la guardia, todavía tenemos problemas.

Las Farc sigue existiendo; tenemos el problema del narcotráfico, pero lo hemos logrado disminuir a tal
punto que hoy debemos darnos el lujo de pensar en otras prioridades.

Y ese es un cambio muy importante, un cambio muy importante porque ahí hemos tenido nosotros una
gran limitante en el crecimiento y en la generación de prosperidad. Porque durante cerca de 40 años —
40 años, porque hace más o menos 40 años comenzó el narcotráfico en Colombia, y comenzó a
alimentar la guerrilla, comenzó a alimentar los paramilitares—, llevamos nosotros luchando contra la
violencia y contra un fenómeno que ha sido para nosotros una de las peores desgracias que le puede
suceder a cualquier nación.

¿Culpables quiénes? Nosotros mismos, porque entramos en una especie de estado de negación, que
es lo que le sucede a los drogadictos, a los alcohólicos, que le dicen usted es adicto. Y dice no, yo no
soy adicto, cuando sí está.

A nosotros nos sucedió en cierta forma eso. El problema del narcotráfico no era tan grave como la gente
decía que era. Y cuando nos dimos cuenta, era demasiado tarde y por eso sufrimos tanto.

Pero ya estamos saliendo de esa pesadilla y ya podemos ver el mundo con otros ojos y el mundo nos
está viendo a nosotros con otros ojos.

Colombia, lista para el despegue

Por eso, en este momento que ya logramos controlar y mejorar mucho el aspecto de la seguridad,
tenemos una nueva agenda, estamos listos para ese despegue como país.

Despegue como país en un momento también muy especial para América Latina, porque nosotros —
Brasil, Colombia y América del Sur, América Latina—, en cierta forma tienen lo que el mundo está
buscando.

Tenemos energía. En el caso colombiano petróleo, carbón, somos los segundos exportadores de carbón
en el mundo; carbón metalúrgico, que es cada vez más cotizado.

Tenemos energía hidráulica y potencial de aumentar nuestra energía hidráulica como pocos países en
el mundo. Somos el tercer país más rico en fuentes de agua.

Tenemos energía, como ustedes también; la estamos incrementando a base de biocombustibles. Y


últimamente también tenemos hasta un sitio ideal para la energía eólica, se llama La Guajira, que queda
al norte de aquí de Cartagena, en el departamento más al norte de Colombia, que es el sitio más al
norte de todo Suramérica. Ahí parece que también es un sitio ideal, porque los vientos allá son ideales
para desarrollar la energía eólica.

Tenemos energía, tenemos una capacidad de aumentar nuestra producción de alimentos, como lo ha
tenido Brasil, en un mundo que está pensando una crisis de alimentos; sin sacrificar bosques tropicales,
o sea ambientalmente correcto.

Tenemos como ustedes en Brasil un potencial enorme y una riqueza enorme en biodiversidad, Brasil es
el país más megadiverso del mundo; Colombia es el país más rico en biodiversidad por kilómetros
cuadrado.

Tenemos concentrada nuestra biodiversidad de una forma muy especial, que tiene un tremendo
potencial. Tenemos también una capacidad de trabajo y un capital humano muy especial en todas las
mediciones del Foro Económico Mundial y de las diferentes mediciones sobre la productividad del
trabajador colombiano, del gerente colombiano; nos catalogan muy arriba.

Una anécdota sobre el capital humano colombiano

Les cuento una anécdota hace 20 años cuando estábamos iniciando el proceso de abrir la economía.
Yo era Ministro de Comercio y estábamos negociando un tratado de libre comercio con México.

Y llegaron los industriales textileros colombianos a mí oficina y me dijeron: ‘Ministro, usted nos va a
reventar. ¿Cómo se le ocurre negociar un tratado de libre comercio con México, cuando México está
negociando un tratado de libre comercio con Estados Unidos? Y está montando unas maquilas y el
producido de esas maquilas las va a exportar y nos va acabar con nuestra industria’.

Y yo les dije: no sean pesimistas, crean en su gente. Hagamos la siguiente apuesta: contratemos la
mejor firma del mundo para medir la productividad de la mano de obra colombiana y la productividad de
la mano de obra de México en el sitio donde ustedes creen que va México a exportarle a Colombia, el
sitio donde ustedes creen que va a ser la mayor productividad en México. Y yo escojo el sitio en
Colombia, que es el sitio donde ustedes la producen, producen los textiles.

El resultado de esa medición es que la mano de obra colombiana era tres veces más productiva que la
mano de obra mexicana.

Y se firmó el tratado de libre comercio y nosotros exportándole textiles a México en este momento.

Es simplemente un ejemplo de los muchos que hoy utilizan y los mejores embajadores en ese sentido
son los propios inversionistas que hoy están en Colombia, sobre el capital humano colombiano.

En fin, hay una serie de circunstancias que hacen que nosotros tengamos un futuro muy promisorio: el
entusiasmo de la gente. Ustedes posiblemente lo han podido percibir.

Muy diferente a Europa. Si uno va a Europa, uno le pregunta a la gente ¿Usted cree que sus hijos van a
tener un mejor futuro que ustedes? Y la mayoría de la gente dice: ‘no creo’.

Aquí en América Latina y aquí en Colombia es exactamente lo contrario, la gente está muy
entusiasmada con la posibilidad de tener un mejor futuro.

Y es un activo para una sociedad muy, muy importante. La popularidad, inclusive se refleja eso, de los
gobiernos. Ustedes en Brasil tienen un gobernante de una popularidad impresionante; eso tiene, eso
refleja en cierta forma un poco el optimismo de la sociedad. Ese optimismo a mí me ha favorecido.

Yo le hacía el chiste al Presidente (de Brasil, Luiz Inácio) Lula (Da Silva) que, o alguien, el Presidente de
Odebrecht (Marcelo Odebrecht), me decía cuando estuve en Brasil hace poco, que el Presidente Lula
iba a sentir un poco de celos porque yo era el único latinoamericano, Mandatario, con más popularidad
que él.

Entonces yo le conté un chiste. Y perdónenme que haga este paréntesis para contarles un chiste. Le
dije al Presidente Lula, cuando el Presidente de Odebrecht me hizo ese comentario, le dije: no, no es
comparable.

No es comparable porque eso es como el cuento de una pareja que llega a un motel y había otra pareja
que salía del motel y se estrellan, se estrellan los dos carros.

El que estaba entrando mira al chofer que estaba saliendo y a la señora y era su señora. Y el que
estaba saliendo mira al que está entrando, con quién estaba, y era su señora también.

Entonces se bajó el que estaba saliendo y le dice al que estaba entrando: ‘mire, somos muy civilizados.
Cometemos todos pecados en la vida. Hagamos de cuenta que esto no sucedió. Usted se lleva su
señora, yo me llevo la mía y no pasó nada’.

Y le dice el que estaba entrando: ‘no señor porque usted está saliendo y yo hasta ahora estoy entrando’.

Entonces le dije yo al Presidente Lula: usted saliendo con esa popularidad no es comparable. Yo hasta
ahora estoy entrando.
Una nueva agenda exterior

Pero lo que les quiero decir es que vivimos ese momento, que por ejemplo en la política exterior nos ha
dado la oportunidad de cambiar de agenda. Ya no es la agenda dedicada a ver cómo restablecemos
nuestra capacidad como país de darle al pueblo sus más mínimas necesidades como un Estado fuerte,
como una democracia fuerte.

Ya estamos hablando de otros temas y podemos concentrarnos en otros temas. Cómo educar mejor; la
calidad de la educación. Cómo podemos aprovechar más nuestra biodiversidad, cómo podemos mejorar
nuestra infraestructura.

Y ese es el tipo de agenda que nosotros queremos desarrollar con el mundo entero y con los países con
los cuales tenemos unas buenas relaciones como Brasil.

Y ese cambio de agenda —después de 40 años donde estuvimos nosotros defendiéndonos de los
titulares de las grandes revistas, de los titulares de los grandes periódicos, como el país más violento del
mundo, como el país donde se traficaba la droga de todo el mundo, como el país donde más secuestros
había¬—, esa historia determinó durante 40 años nuestra agenda internacional, hoy ya no.

Hoy tenemos una agenda diferente y queremos ser un país que tiene un peso específico, un peso
especifico en muchos temas donde podemos tener una voz y un voto.

Por eso yo creo que mañana saldremos elegidos como miembro del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas y yo creo que con Brasil allá podemos hacer un gran papel. Por eso estamos queriendo ingresar
a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

La OCDE no es un club de países ricos, es un club de países de buenas prácticas. Y queremos ingresar
a ese club para ponernos unos umbrales altos en materia de calidad de nuestras políticas públicas.

Y estamos buscando el grado de inversión. Creo que con las reformas que estamos presentando nos lo
den. Aunque ya el mercado nos ha dado ese grado de inversión.

Hoy tenemos un costo de nuestra deuda, inclusive por debajo de Brasil y por debajo de muchos países
que tienen grado de inversión. Están viendo que estamos poniendo en marcha unas políticas
adecuadas. Políticas que lo que buscan es que el país sea predecible.

Cuando a uno le dicen que una persona es predecible, un ser humano es predecible, uno puede decir
hombre, qué persona tan aburrida. Pero un país, para un inversionista si es predecible, es la mejor
característica que puede tener, porque quiere decir que hay unas reglas de juego claras, unas reglas de
juego estables.

Y el inversionista —y ustedes son todos empresarios— sabe que ese es el mejor ambiente que puede
ofrecer un país para atraer inversión y eso es lo que queremos ser nosotros, predecibles.

Los acuerdos de libre comercio que estamos negociando —y esperamos que el Congreso americano
apure el tratado de libre comercio que negociamos con Estados Unidos y Europa lo mismo—, más que
acceso a los mercados lo que eso da es una seguridad en cuanto a las reglas de juego de los
inversionistas de esos países.

Firmamos s hace poco un acuerdo de libre comercio con Canadá. Apenas la Corte Constitucional —
porque ya pasó por el Congreso— apruebe ese tratado, entrará en vigencia. Será el primer tratado de
Colombia con un país desarrollado.

Pero esos acuerdos lo que dan es seguridad a los inversionistas. Y ese es un poco el objetivo básico de
esa política comercial que estamos desarrollando.

Relaciones con vecinos van muy bien

Muchos de ustedes me han preguntado y están curiosos por saber las relaciones nuestras con nuestros
vecinos cómo van.

Yo les digo lo siguiente: van muy bien y queremos que continúen bien. Y que continúen bien con todo el
continente.

El primer país que yo escogí para visitar oficialmente como Presidente fue Brasil, porque creo que con
Brasil tenemos una cantidad de sinergias; tenemos la posibilidad de trabajar juntos y jugar juntos en
muchos escenarios del mundo; porque hay muchísimos comunes denominadores.

Pero al mismo tiempo, el potencial que hay para los inversionistas brasileros como ustedes aquí en
Colombia, por la experiencia que ustedes a través de estos años han venido acumulando.

Hablaba yo ahora con el ex ministro (Luiz Fernando Furlan) Presidente de Brasil Foods sobre la
oportunidad que puede tener de simplemente replicar algunas de sus compañías, de su producción aquí
en territorio colombiano, para seguir exportando, aprovechando los tratados de libre comercio que
tenemos nosotros. Ahí hay unas sinergias enormes.

Sabemos que por ejemplo el carbón metalúrgico lo necesita Brasil y nosotros necesitamos inversión en
infraestructura. Y Brasil tiene unas grandes empresas de infraestructura y ahí podemos hacer todo tipo
de negocios y crear todo tipo de sinergias.

Pero también tenemos otros vecinos muy importantes. Para nosotros Venezuela es un mercado muy
importante. Con Venezuela tenemos 1.200 kilómetros de frontera y una frontera muy viva.

Cuando yo fui Ministro de Comercio lo primero que hice fue precisamente negociar un acuerdo de libre
comercio con Venezuela, que fue considerado en su momento el acuerdo más exitoso de integración
entre dos países en vía de desarrollo a comienzos de los 90.

El mercado bilateral, el comercio bilateral entre Venezuela y Colombia creció de 300 millones de dólares
a cerca de 7 mil millones de dólares. Y sucedió lo que ustedes todos vieron que sucedió.

Por eso nosotros estábamos tal vez en el punto más complicado que pueden tener dos países entre
ellos hace unos meses. Y por eso yo asumí una posición conciliatoria con el Presidente Chávez
(Presidente de Venezuela, Hugo Chávez), con quien tengo que confesar que no tenía las mejores
relaciones.

Y dije simplemente: Mire, Presidente Chávez. Nosotros tenemos una responsabilidad con nuestros
pueblos. Podemos pensar muy diferente, pero si nos respetamos las diferencias, podemos tener
relaciones cordiales. Y eso va a beneficiar a nuestros pueblos. No tiene ningún sentido que usted tenga
problemas de suministro de alimentos cuando a nosotros nos sobran los alimentos de este lado de la
frontera y así hay muchos ejemplos; eso no tiene ningún tipo de sentido. Colaboremos en los diferentes
frentes y respetémonos las diferencias.

Yo le dije al Presidente Chávez: Yo nunca le voy a convencer de que usted piense como pienso yo, ni
usted me va a convencer de que yo piense como piensa usted, pero si nos respetamos las diferencias
vamos a poder tener unas buenas relaciones.

Y eso es lo que ha sucedido; las relaciones están a un nivel muy bueno, están mejorando cada vez más,
respetándonos nuestras diferencias; existen diferencias.

Las buenas relaciones benefician a los pueblos

Pero si nos respetamos ¿quiénes van a beneficiarse? Nuestros pueblos, porque vamos a poder volver a
restablecer el comercio. ¿Quién se beneficia? Venezuela y Colombia.

Y vamos a poder hacer una integración conjunta en materia de infraestructura, ¿Quién se beneficia?
Nuestros pueblos.

E inclusive en materia de seguridad. Ahí también vamos a colaborar, como ya estamos colaborando; ya
tenemos una mesa para ver cómo vamos a luchar contra el narcotráfico. Y el Presidente Chávez en
forma explícita ha dicho muchas veces que él no va a permitir que grupos terroristas estén en territorio
venezolano.

Entonces si hay una relación y si hay una comunicación, uno puede discutir ese tipo de problemas; si no
hay diálogo, si no hay relación, esos problemas no son discutidos, no son discutibles y no pueden
solucionarse.

Por eso somos muy optimistas que la evolución de estas relaciones con Venezuela van por buen
camino y seguirán mejorando día a día; es lo que yo espero.

Y como él lo dijo ayer, ojalá no se interponga alguien para ver cómo podemos volver a pelear, porque no
es nuestra intención; todo lo contrario, lo que queremos es mejorar cada vez más nuestra relación con
Venezuela.

Lo mismo con Ecuador. Con Ecuador tuvimos un problema, lo hemos venido solucionando, apoyamos al
Presidente Correa (Presidente de Ecuador, Rafael Correa) en el problema que tuvo hace algunos días y
esa relación va por muy buen camino.

Yo espero que también a finales de año, principios del año entrante, tengamos esas relaciones
completamente normalizadas.

¿Y quién gana? gana Colombia, gana Ecuador, gana Venezuela, gana el continente.

Latinoamérica unida va a ser una gran potencia

Un continente como América Latina, Suramérica que cada vez más se está perfilando como la década
de América Latina, pues no va a tener la fortaleza si entre ellos, entre los países que componen ese
continente, hay fisuras y hay diferencias fundamentales.

Si en cambio encontramos esos verdaderos comunes denominadores vamos a ser una potencia. Cada
país es fuerte en sí mismo, pero unidos vamos a ser una gran potencia.

Y ahí es donde yo veo a Brasil liderando por su tamaño, y de socio de Colombia, de socio del resto de
América Latina, ejerciendo un papel fundamental en un mundo que está viendo a América Latina cada
vez con ojos más interesantes.

Tenemos muchos desafíos en Colombia; tenemos desafíos económicos, sociales, pero lo que queremos
es poner en marcha unas políticas que den los resultados que nosotros aspiramos, ojalá en el plazo
más corto posible.

A ese salto de la Seguridad Democrática a la Prosperidad Democrática, le hemos puesto cifras.


Esperamos que en los próximos cuatro años podamos reducir la pobreza en siete millones de
colombianos; sacarlos de la pobreza, a siete millones y a cuatro millones de colombianos de la
indigencia.

Queremos reducir el desempleo —que hemos sido uno de los países con el desempleo más alto de
América Latina durante mucho tiempo—, que se reduzca a un dígito, como lo hicimos, cuando yo fui
Ministro de Hacienda, con la inflación.

Aquí tengo al Presidente Cardoso (Fernando Henrique Cardoso, ex presidente de Brasil), que fue el
campeón de todo el continente de reducir la inflación allá en Brasil.

Nosotros hicimos algo más modesto pero que ha sido muy efectivo. Hoy tenemos una inflación casi la
más baja de nuestra historia, tenemos el DTF, la tasa de interés más baja de nuestra historia; eso es un
buen síntoma.

Y queremos hacer eso con el desempleo. ¿Cómo? Poniendo en marcha políticas adecuadas, mejorando
la calidad de la educación.

Ahí con Brasil podemos hacer, también, grandes acuerdos. Ustedes en eso han avanzado muchísimo.
Nos falta a los dos países muchísimo por avanzar, pero ahí podemos hacer un gran esfuerzo en mejorar
nuestra regulación.

Hoy les dieron el Premio Nobel de Economía a tres economistas que dijeron algo muy importante. Ellos
demostraron cómo entre más subsidios al desempleo más desempleo se genera y más duran los
desempleados desempleados; más duran buscando empleo.
El reto de formalizar la economía colombiana

Ahí hay una lección en el caso brasilero y en el caso colombiano. ¿Cuál es la lección? Una de los
grandes desafíos, por lo menos en el caso nuestro, Brasil en menor medida, pero en el caso nuestro, es
formalizar nuestra economía.

Nuestra economía es informal en un 60 por ciento. Pero nuestra política social pone estímulos
perversos.

Nosotros tenemos un programa que se llama Familias en Acción, para los más pobres, parecido a un
sistema que tienen en Brasil, ¿Pero qué pasa? Que ese subsidio, esa ayuda que se les da a los más
pobres se ha convertido para muchos en un estímulo para no formalizarse, porque si se formaliza deja
de recibir el subsidio, deja de recibir la ayuda.

Eso es lo que llamamos estímulos perversos, ese es el tipo de medidas que nosotros queremos ir
corrigiendo y podemos compartir muchas experiencias con Brasil en ese frente.

Hay una cosa muy diciente, un fenómeno muy diciente que en cierta forma señala un poco lo que le ha
sucedido a Brasil y lo que espero le suceda a Colombia.

Detrás de los Brics vienen los Civets

Hace diez años, como ustedes bien saben, el Presidente creo que fue Goldman Sachs, se inventó el
concepto de los Brics. Dijo: estos serán los países que van a jalonar la economía en los próximos años.

Diez años más tarde podemos decir que los Brics si son países que están jalonando la economía: Brasil,
la India, China y Rusia, son locomotoras de la economía.

Veo ahí uno de los patrocinadores de este almuerzo en la mesa donde hay más medios de
comunicación, que se llama el Hong Kong Shangai Banking Corporation (HSBC). El Presidente de
HSBC hace unos meses en Hong Kong dijo: detrás de los Brics vienen los Civets.

Los Civets son Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica. Esos son los países que
vienen detrás de los Brics.

Ojalá que dentro de diez años podamos decir: mire lo que pasó con los Brics, los Civets también
siguieron eso.

Inclusive nos reunimos con la Canciller ahora en Nueva York, en la Asamblea de Naciones Unidas, con
varios de ellos y dijeron: hagamos el grupo. Así como se reunieron en un momento dado esos cuatro
Brics y el solo hecho de haberse reunido les significó un impulso a sus economías ante el mundo, ante
los inversionistas, yo creo que esto también nos puede significar un gran impulso.

Pero lo importante ahí es que Colombia es el único país de América Latina que fue señalado como parte
de esos países que están surgiendo con mucho ímpetu y mucho entusiasmo.

Eso nos coloca a nosotros una gran responsabilidad, un gran desafío, de hacer las cosas bien. Eso es lo
que queremos hacer con el Gobierno. Por eso yo tengo una fundación hace muchos años que se llama
Buen Gobierno. Lo que queremos es aplicar los principios del Buen Gobierno para que nuestra
democracia sea cada vez más predecible, cada vez más funcional, cada vez más respetuosa de la
propiedad privada, cada vez más respetuosa de la libertad de expresión, cada vez más respetuosa de
los derechos fundamentales de nuestros ciudadanos.

En eso estamos, tenemos muy claro para dónde vamos y estoy seguro que con la ayuda de ustedes,
muchos de ustedes que es la primera vez que vienen a Colombia, me decía Joao que cerca del 60 por
ciento nunca había venido a Colombia, el 82 por ciento nunca había venido a Cartagena.

Pero ustedes se dan cuenta que somos un país en progreso, un país en progreso; que si nos unimos
con ustedes, que también son de un país que también está progresando a una velocidad inusitada, es
mucho lo que podemos construir y es mucho lo que podemos hacer.

Me encantan los principios que este grupo defiende. Los principios que los han unido, hasta el principio
de que una familia feliz, el padre feliz o la madre feliz, es más productivo el día de mañana en su
empresa. Una sociedad o una empresa o una familia que no tenga esos principios y valores,
generalmente se pierde, no sabe para dónde va.

Pero creo que Brasil y Colombia sabemos para dónde vamos y espero que unidos, nuestros sectores
privados con el Gobierno, sigamos ese rumbo para que realmente podamos hacer que América Latina y
Suramérica, en esta década, sea la década donde despeguemos hacía la prosperidad.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Lanzamiento de los


Lineamientos de la Política Indígena del Gobierno

El Dovio (Valle), 12 oct (SIG).

“SAKABUMA. 
ZAWADUANA. 
MERA ACHEBIU BUA. 
SANGAPHANIU MAACHAERA.

¡Buenos días, Pueblo Emberá de Colombia!

Quiero agradecerles esta oportunidad.

¡Qué bueno verlos juntos a todos en este Segundo Congreso Indígena del pueblo Emberá!

Elección en el Consejo de Seguridad de la ONU

Ustedes nos han traído también buena suerte a todos los colombianos. No creo que sea una simple
coincidencia que estando yo en este Segundo Congreso de ustedes, allá en Naciones Unidas 186
países votaron hace un par de horas por nuestro país, por Colombia, para pertenecer al Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas.

Eso es un gran reconocimiento a nuestro país. Y quiero agradecerles desde aquí, desde El Dovio, en
este congreso con las comunidades indígenas, a esos 186 países de los 192 que estaban presentes, el
respaldo a Colombia.

Y agradecerles también a nuestra Embajadora, ex senadora del Valle del Cauca, Claudia Blum, y a
nuestra Canciller, María Ángela Holguín, por este resultado tan importante para Colombia en este
momento de nuestra historia, que también tiene una gran trascendencia.

¡Y qué bueno ver a miles de Emberás, de todas partes de Colombia reunidos en este gran congreso!

Y quiero iniciar pidiendo un aplauso para ustedes, por vencer las dificultades y las distancias, y estar
presentes aquí en El Dovio.

¡Felicitaciones, y toda nuestra admiración y nuestro cariño!

El mes pasado, cuando me presenté por primera vez como Presidente de la República en la Asamblea
de Naciones Unidas, dije que subía a esa tribuna con reverencia, con respeto y con humildad, y también
con sentido de la historia.

Hoy, en El Dovio, ante el Segundo Congreso Indígena del Pueblo Emberá, ante los indígenas de mi
país, siento y digo lo mismo:

Vengo ante ustedes, representantes de los indígenas de Colombia, con reverencia, con respeto, con
humildad y con un gran sentido de la historia.

Porque la historia de los pueblos indígenas es la madre de la historia de nuestra Nación.

Porque antes que ningún otro, ustedes estuvieron aquí.


Porque su tradición y su cultura beben de fuentes inmemoriales.

Esta mañana, antes de venir aquí, tuve la fortuna de participar en el ritual de protección que realizó
un Jaibaná Emberá para atraer los dones de los Jai Wandra  —tierra, mar, aire y fuego— sobre mi
persona, mi familia y mi equipo de trabajo.

Gracias, muchas gracias, por creerme merecedor de este ritual, cuyo recuerdo conservaré por el resto
de mi vida.

Y ahí fui protegido y escoltado por la Guardia Indígena, que tanto bien ha hecho a los pueblos indígenas
del país, protegiendo de manera pacífica sus vidas, sus derechos y sus territorios.

¡Qué gran privilegio para un Presidente de Colombia pasar por una calle de honor formada por los
bastones de la Guardia Indígena!

Como dice su himno, son “indios que con valentía y fuerza en sus corazones, por justicia y pervivencia
¡hoy empuñan sus bastones!”.

¡Gracias, pueblo Emberá, por este hermoso recibimiento!

Como ustedes saben bien, el pasado 7 de agosto, antes de tomar posesión oficial como Presidente de
la República, mi primer acto en ese día fue asistir a una ceremonia simbólica en la Sierra Nevada de
Santa Marta —acompañado de mi familia, de mi esposa y mis tres hijos, y de mi buen amigo aquí
presente, Juan Mayr, y también de Sandra Bessudo, aquí presente— con los representantes de los
pueblos Kogui, los Arhuaco, los Wiwa y los Kankuamo.

Estuve unos días después en Popayán, para un acto de reconocimiento de las tropas a nuestro nuevo
Ministro de Defensa, y allí aproveché para reunirme y dialogar con miembros de los pueblos Guambiano
y Páez.

También visité Riohacha donde compartí con compatriotas de la etnia Wayúu.

Más tarde en Bogotá, en un evento para celebrar el Día del Turismo, departí con miembros de los
pueblos Wayúu, Zenú, Arhuaco, Kamkuamo y Koreguaje.

Y hoy me siento muy honrado —muy honrado— de estar ante este auditorio de indígenas del pueblo
Emberá, que reúne a los Emberá Chamí, los Emberá Katío, los Emberá Dovidá y los Eperara Siapidara;
un pueblo con presencia en 12 departamentos del país.

Me siento también muy complacido de estar en esta reunión de colombianos liderada por Luis Evelis
Andrade, quien preside, además, la Organización Nacional Indígena de Colombia —ONIC- y el Fondo
Indígena Iberoamericano.

Y le reitero, Luis Evelis, mi agradecimiento y a su pueblo, el gran pueblo Emberá, por acogernos el día
de hoy.

Hoy es 12 de octubre, fecha en que recordamos el encuentro, hace 518 años, entre los pueblos
europeos y los pueblos indígenas originarios de nuestro continente.

Esta fecha ha sido, tradicionalmente, una fecha de reclamos y de protesta por parte de las comunidades
indígenas, que ven en esta conmemoración el símbolo del despojo al que se vieron sometidos sus
antepasados.

Yo quise venir hoy, precisamente hoy, en este día singular, para acompañarlos en su Congreso y para
proponer una nueva visión que, en lugar de anclarnos en sinsabores pasados, podamos proyectarnos
juntos hacia el futuro.

Los indígenas a la Unidad Nacional

Como colombianos, todos tenemos el derecho y el deber de caminar unidos hacia un mejor mañana,
con más justicia y más bienestar para todos.
¡A eso invito hoy a las comunidades indígenas!

¡Los invito a formar parte integral, protagónica y vital de la Unidad Nacional!

Las organizaciones de los pueblos indígenas han reiterado, con claridad y generosidad, su disposición
de diálogo y al encuentro con las instituciones del Estado, y hoy quiero decirles que esa es también mi
disposición.

Desde el Gobierno Nacional tenemos todo el interés y toda la voluntad para avanzar en las políticas de
protección y de promoción de los pueblos indígenas, de su calidad de vida, y de la mano de ustedes, en
forma concertada losa unos y los otros.

Así ha quedado claro en la reciente reunión de la Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos
Indígenas que tuvo lugar la semana pasada, entre el 4 y el 7 de octubre.

He hablado con el Vicepresidente Angelino Garzón —quien está en este momento en la Unión Europea
—, con el Ministro del Interior y de Justicia Vargas Lleras, con el Viceministro Aurelio Iragorri, con los
representantes de Planeación Nacional, y todos me han dicho del buen ánimo, del buen diálogo y del
ánimo de concertación que se vivió en esta Mesa.

Diálogo y consultas previas

¡Y de eso se trata! Si hablamos con más frecuencia, si elevamos el diálogo a los más altos niveles
institucionales, con el realce y la importancia que debe tener, no serán necesarias las vías de hecho
para que se escuchen y atiendan los reclamos e inquietudes de las comunidades indígenas.

¡La clave está en el diálogo! ¡La clave está en la concertación!

En esta primera reunión de la Mesa Permanente se lograron muchos avances que quisiera destacar:

Lo primero es que se definió una metodología —como lo decía Luis Evelis, eso es muy importante—,
con los pasos a seguir para que se realice el proceso de consulta previa del Plan Nacional de Desarrollo
con los pueblos indígenas, como además lo manda la Ley.

Vamos a trabajar con intensidad y continuidad, a través de comisiones surgidas de la Mesa que se
reúnan al menos una vez por semana, para que se tenga lo más pronto posible un informe a la Mesa
Permanente sobre los temas que deban ser incorporados en el Plan de Desarrollo.

Este informe será presentado en una reunión a la que asistan el Vicepresidente, todos los Ministros y
Planeación Nacional.

El segundo punto: también se definió la forma en que se realizará la consulta previa de las iniciativas
legislativas que afecten de alguna forma a las comunidades indígenas.

Temas tan importantes como la restitución de tierras, la ley de víctimas o la reforma a las regalías,
constituyen una verdadera Revolución Social, en el sentido más positivo de la expresión, de la que
queremos que participen todos los indígenas, y en general todas las minorías étnicas.

La agenda que estamos proponiendo es una agenda por el trabajo, es una agenda por las
oportunidades, por el bienestar social, por la justicia y es una agenda contra la pobreza.

Yo estoy seguro de que —una vez concertadas— tendremos no sólo la aceptación, sino el entusiasta
respaldo de los pueblos indígenas a estas propuestas.

El tercer punto, y es del interés de todos, es la posibilidad de que adelantemos el censo —como lo ha
pedido en la Mesa de Concertación— de los 102 pueblos indígenas del país, para poder direccionar
mejor —y con un enfoque diferencial— los servicios sociales que presta el Estado.

Quiero enfatizar en que la gran conclusión de la Mesa que se reunió la semana pasada es la necesidad
de mantener y fortalecer estos espacios de diálogo y concertación.

Y no sólo la Mesa Permanente de Concertación, sino también otros espacios como la Mesa Regional
Amazónica, la Mesa de Derechos Humanos y los acuerdos logrados con los indígenas de Nariño y
Cauca, entre otros.

Hace unos días, precisamente, el Vicepresidente Angelino Garzón se reunió con el Consejo Regional
Indígena del Cauca —CRIC— y allí resumió el propósito del Gobierno con las siguientes frases:

“Afianzar espacios de diálogo para resolver conflictos sin arbitrariedad, dialogando para encontrar
caminos de entendimiento, y construir acuerdos respetando siempre su cultura, sus gobiernos y
creencias ancestrales”.

Esa voluntad que expresamos ante el CRIC, la reiteramos hoy ante este gran Congreso de los Pueblos
Emberá, y desde aquí, desde El Dovio, ¡ante todos los pueblos indígenas de Colombia!

Queremos su bienestar, como el de todos nuestros compatriotas.

Queremos que dejen de ser víctimas de la violencia armada y del desplazamiento, y que sus niños y sus
jóvenes sean libres del riesgo del reclutamiento forzado.

Queremos ayudarlos a tener una mejor calidad de vida y a que sus culturas, sus tradiciones, sus
conocimientos, sus lenguas, se preserven como lo que son: la gran riqueza cultural de nuestro país.

Los problemas de la comunidad

En el desayuno de esta mañana con varios representantes de la comunidad Emberá escuché


atentamente sus inquietudes y sus reclamos:

Hay problemas con los niños Emberá, desde la mendicidad, hasta la desnutrición y la muerte por
enfermedades de difícil tratamiento, que buscaremos atender con el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar y las demás entidades sociales del Estado.

Hay inquietudes sobre las dificultades para la reinserción de los indígenas que por algún motivo se
fueron y hoy han desertado de los grupos armados ilegales y desean volver a su comunidad; y eso lo
voy a trasladar a la Consejería para la Reintegración Social que dirige además un joven vallecaucano,
como es Alejandro Éder.

Quieren los Emberá apoyo para desarrollar proyectos productivos agrícolas y para solucionar sus
necesidades de tierras, temas que esperamos tratar con el Ministerio de Agricultura.

También buscaremos, con el Ministerio de Educación y con el SENA una respuesta a su solicitud para
que los ayudemos a capacitar sus líderes y a preparar educadores que manejen, ellos mismos, la
administración de sus escuelas.

Más diálogo para entender culturas aborígenes

Y me gustó mucho una petición que me hicieron, y es la de tener más diálogo, más coordinación con la
fuerza pública, para que los militares y policías entiendan mejor la cultura y la tradición de los indígenas,
y ustedes, a su vez, entiendan mejor la labor que ellos cumplen.

Yo tuve una gran experiencia recién nombrado Ministro de Defensa. Nuevamente nuestro amigo Juan
Mayr, aquí presente, me llevó recién nombrado y me dijo: ‘Hay una oportunidad histórica. Los Mamos en
la Sierra nevada hace 20 años no se reúnen. ¿Por qué no aprovechamos y los reunimos y los
recogemos cada uno, que ya están bastante avanzados en su edad y los reunimos para que se
actualicen? 20 años.

Y así lo hicimos en un sitio maravilloso que tiene la fundación de Juan Mayr allá en la Sierra. Allá fue un
general del Ejército, el general peña, con nosotros. Ellos duraron un día actualizándose.

Luego les dije dialoguemos, ¿qué problemas tienen? Y comenzaron a explicar su cultura, sus sitios
sagrados. Qué era importante para ellos y por qué consideraban que estaban siendo violadas sus
tradiciones y sus creencias con algún comportamiento de la Fuerza Pública.

Yo le pregunté al general Peña en ese momento: General, ¿usted estaba consciente de los que estos
Mamos me estaban diciendo? Me dijo: No.
Inmediatamente di instrucciones para que se elaborara una cartilla con todos los puntos que habían
mencionado, para que nunca más un soldado de la República por ignorancia, porque no es por nada
más sino por ignorancia, porque no sabíamos —yo tampoco sabía— que había ciertos objetos que eran
sagrados, que no se podían destruir.

Y creo que desde ese momento —Juan, usted es testigo— la relación entre la Fuerza Pública y las
comunidades indígenas en la Sierra Nevada ha mejorado sustancialmente. Dialogando, concertando,
ese es el espíritu que nos debe guiar. Y por eso no me cansaré de reiterarles a nuestros comandantes,
tanto del Ejército como de la Policía, que faciliten ese diálogo, porque a todos nos interesa.

Porque lo que queremos es su bien, que es el bien de la Patria.

Por eso les pido a ustedes, a los indígenas

Por eso les pido a ustedes, a los indígenas de Colombia, que presten atención a lo que voy a decir
porque yo sé que la palabra tiene un gran valor para ustedes, como también lo tiene para mí:

Tenemos, desde el Gobierno, el firme propósito de salvaguardar a los pueblos indígenas del país.

Tenemos la voluntad de cumplir con el Auto 004 de la Corte Constitucional —incluyendo los Planes de
Salvaguarda Étnica—, y de respetar y cumplir el Convenio 169 de la OIT y el derecho a la consulta
previa de las comunidades indígenas.

No son palabras al viento: ¡Es la sincera declaración de la voluntad de un Gobierno que los respeta y los
admira!

Ustedes, depositarios de la sabiduría de los siglos, tienen la posibilidad y también la responsabilidad de


ayudarnos a cuidar nuestro planeta, a cuidar nuestra tierra, que es patrimonio de todos.

O yo diría mejor: ¡a CURAR nuestra tierra! Porque nuestra tierra está herida, está enferma por los daños
que los mismos humanos le hemos causado, y entre todos tenemos la obligación de sanarla y
protegerla.

Respeto a la autonomía indígena

En este sentido, las consultas previas que manda la Ley para los grandes proyectos mineros, de
hidrocarburos o de infraestructura que afecten territorios indígenas, serán realizadas y cumplidas a
cabalidad.

Respetamos y respetaremos la autonomía de los pueblos indígenas, y los invitamos a que trabajemos
juntos por un entorno de paz, un entorno de convivencia, de diálogo constructivo, de progreso y de
protección por nuestro medio ambiente.

¿Y qué pedimos de ustedes? ¿Qué les pedimos a ustedes? Que también privilegien también el diálogo,
por encima de las vías de hecho.

Les pedimos que contribuyan a las soluciones integrales del país, con una actitud positiva, constructiva,
que entienda que los procesos del desarrollo son solamente posibles cuando van acompañados de
responsabilidad ambiental, respeto a sus culturas y respeto por las tradiciones.

Así, con un diálogo de doble vía ¡todos ganamos¡ ¡Gana Colombia!

Programas presidenciales para indígenas y afrocolombianos

Queridos amigos de los pueblos Emberá e indígenas del país:

Quiero hacer otros dos anuncios fundamentales para ustedes, y para las minorías étnicas de la nación
colombiana.

Somos conscientes de la necesidad de fortalecer la institucionalidad que vela por sus derechos y
necesidades, y por eso estamos avanzando en varios frentes:

En primer lugar, conformaremos en los próximos días una comisión del más alto nivel, con
representación de sectores sociales, políticos, académicos y étnicos, para que nos entregue
recomendaciones concretas para cumplir más eficazmente con los compromisos del Estado hacia las
comunidades indígenas, hacia las comunidades afrodescendientes y las otras minorías étnicas.

El objetivo es que esta comisión produzca ideas realizables para fortalecer la institucionalidad
encargada de estos temas, y para mejorar las condiciones de vida de dichas minorías.

Debe quedar claro que el grupo de expertos hará recomendaciones, pero no va a reemplazar la
institucionalidad, que seguirá funcionando en cabeza del Ministerio del Interior y la Vicepresidencia de la
República.

Estamos coordinando con la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones
Unidas y con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, para que el sistema de las
Naciones Unidas en Colombia asuma la secretaría técnica de esta comisión.

En segundo lugar, hemos definido la creación de dos programas presidenciales, que estarán bajo la
dirección del vicepresidente Angelino Garzón: uno para asuntos indígenas y otro para asuntos
afrocolombianos.

Me complace contarles que ya estamos dando los pasos necesarios para su creación y que ya hemos
escogido a los colombianos, de las más altas calidades, que estarán al frente de estos programas.

Como Director del Programa Presidencial de Asuntos Indígenas estará el ex senador Gabriel Muyuy
Jacanamijoy, del pueblo Inga, con amplia experiencia en el tema, quien será una garantía del interés de
nuestro Gobierno en la resolución de los problemas de nuestros indígenas.

Y como Director del Programa Presidencial de Asuntos Afrocolombianos designaremos a Óscar


Gamboa Zúñiga, un caracterizado y positivo líder de la gran comunidad afrodescendiente de Colombia.

Valga resaltar que, así como se reunió la semana pasada la Mesa Permanente de Concertación con los
Pueblos Indígenas, también se reunió la Mesa Consultiva de Alto Nivel de las Comunidades Negras, con
similares resultados de compromiso con un espacio de diálogo, un espacio abierto, un espacio de
confianza.

Con la conformación de la Comisión para las minorías étnicas, y con la creación de los dos nuevos
Programas Presidenciales para los Indígenas y los Afrodescendientes, queremos cumplir con esos
millones de colombianos que enriquecen nuestra diversidad cultural.

Los colombianos no somos una nación uniforme: somos una amalgama de colores, de lenguas, de
creencias, de tradiciones, unidos por un territorio y por una historia que nos es común.

Hoy los invito, apreciados amigo de los pueblos Emberá; hoy invito a todas las comunidades indígenas
del país, a que abramos espacios de entendimiento y diálogo que nos ayuden a encontrar soluciones a
sus problemas, que son nuestros problemas, porque todos somos colombianos.

Los convido a una MINGA: ¡A la gran MINGA POR LA PROSPERIDAD SOCIAL, A LA GRAN MINGA
POR LA PROSPERIDAD DEMOCRÁTICA!

Ustedes lo saben bien: sólo si trabajamos unidos, sólo si ponemos cada uno nuestro grano de arena,
alcanzaremos el bienestar de nuestra gente.

Porque unidos somos más fuertes y podemos lograr más.

Unidos —los indígenas, los negros, los mestizos, los blancos, todas las razas y culturas que conforman
el pueblo colombiano— somos la mayor riqueza de nuestro país.

¡Unámonos en la Minga por la prosperidad de nuestra gente!

Yo repito con ustedes, amigos Emberá:

“Que nuestro reencuentro y nuestros sueños se conviertan en una sola voz”.


Que los espíritus del norte, que los espíritus del sur, del oriente y el occidente nos sean propicios.

¡QUE ASÍ SEA!

¡ARÁN BUM BUM!”

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación del


libro ‘Obama y las Américas: ¿Esperanza o decepción?’

Bogotá, 12 oct (SIG). “Muchas gracias, apreciado Francesc (Solé), al Grupo Planeta por esta invitación
a la presentación de ‘Obama y las Américas: ¿Esperanza o decepción?’

Vi que este libro, que hoy nos entrega Planeta en su versión en español, fue publicado en inglés por la
Brookings Institution, uno de los grandes think-tanks de Washington, que además hoy cuenta con un
gran colombiano como Director del Programa de América Latina, Mauricio Cárdenas.

Un periodista del New York Times comentó alguna vez que los norteamericanos están dispuestos a
hacer cualquier cosa por América Latina excepto leer sobre ella. Yo espero que con esta publicación
eso, por el bien de Planeta y de ustedes, esté cambiando.

Yo quisiera agradecerle al profesor (Abraham) Lowenthal ese esfuerzo que hizo, porque desde la
academia y desde los centros de pensamiento de Washington -recordemos que él fundó el Programa de
América Latina, el Woodrow Wilson, que ha sido tan importante— lleva más de 30 años estudiando y
explicando la compleja realidad de nuestra región. La conoce mejor que muchos de los
latinoamericanos.

En mi discurso de posesión dije que le llegó la hora a Colombia, y en mi intervención en las Naciones
Unidas dije que ésta va a ser la década de América Latina.

¡Y qué mejor manera de comenzar esta década que con el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura
a un gran latinoamericano como es Mario Vargas Llosa!

Cuando me enteré de su premio, consulté su Diccionario del Amante de América Latina y encontré lo
siguiente bajo la entrada de ‘América Latina’.

‘Hace cuarenta años, Germán Arciniegas describió en un célebre ensayo —Entre la Libertad y el Miedo
— la lucha de los pueblos latinoamericanos por emanciparse de los gobiernos despóticos y corrompidos
que asolaban el continente. Esa lucha hoy, en gran parte, está políticamente ganada. Ésta es una
victoria fundamental pero insuficiente. Ser libres siendo pobres es gozar de una libertad precaria y a
medias. La libertad cabal y plena sólo florecerá en nuestra región con la prosperidad, que permite a los
hombres plasmar sus sueños y concebir nuevas fantasías’.

Vargas Llosa, un defensor a ultranza de la libertad y de la democracia, tiene toda la razón.

En este momento, nuestro mayor objetivo, nuestra primera prioridad es acelerar el desarrollo para
alcanzar la prosperidad.

Tenemos una deuda pendiente por saldar con nuestros pueblos.

Y coincido también con el profesor Whitehead, quien dice, en uno de los capítulos del libro, que
debemos pasar la página, dejar de ver las relaciones internacionales desde una óptica de seguridad y
comenzar a verlas desde una perspectiva económica, ambiental y social, como una gran oportunidad
para el desarrollo.

Una política exterior de Estado

Quiero hacer un paréntesis para decirle al Presidente Ernesto Samper, autor de este prólogo —y
Presidente de la Corporación Escenarios —no sabía que tendía poder de convocatoria como el que
usted ha tenido— y con quien precisamente me reuní precisamente la semana pasada en el marco de la
Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, que su contribución con este prólogo y esta reunión y este
tipo de iniciativas, a nuestras relaciones internacionales, es realmente muy importante.
Y la semana pasada acordamos, gracias a su iniciativa, convocar la Comisión Asesora con mayor
frecuencia, y continuar con la tradición colombiana de hacer de la política exterior una política de
Estado, y mantener la unidad política en las relaciones internacionales.

Por eso, Abe Lowenthal, este sándwich que usted ve hoy es muy positivo, porque realmente para las
políticas de Estado, como deben ser las políticas internacionales, es algo que el país quiere, necesita, y
que América Latina ojalá también lo haga, porque eso facilita mucho el diálogo con Estados Unidos.

Y a la inversa. Ahí el doctor Samper tiene toda la razón. Cuando se ideologiza la política exterior, se
vuelve mucho más complicada.

En nuestro Gobierno, doctor Samper, estamos prestos para seguir las recomendaciones de la Comisión,
y vamos a hacerlo de dos maneras:

Ampliando la agenda diplomática con nuestros socios tradicionales —como Estados Unidos— y
buscando nuevos espacios de interacción con la comunidad internacional.

En primer lugar, vamos a comenzar un diálogo para enriquecer nuestra agenda con los Estados Unidos.

Queremos pasar de ser receptores de ayuda a ser verdaderos socios estratégicos.

Estamos buscando una relación —como le dije al mismo Presidente Obama— más de tú a tú, en que
ambos países nos podamos ayudar mutuamente.

La meta es tener relaciones internacionales modernas

Nuestra meta es establecer unas relaciones internacionales modernas que nos ayuden a enfrentar
exitosamente los retos del siglo XXI.

¿Qué significa esto? Incorporar temas ambientales, como la protección de la biodiversidad —no
olvidemos que Colombia tiene la mayor biodiversidad del mundo por kilómetro cuadrado—, la
conservación del agua, los biocombustibles y la necesidad de formular una solución al cambio climático.

Hablábamos Con el Presidente (Bill) Clinton ahora en Nueva York, que como van las cosas parece que
la reunión en Cancún, en este tema, no va a tener mucho éxito, no van a salir muchas conclusiones.
Pero que es un tema tan importante, que países como Colombia, deberían recoger los resultados que
de ahí salgan e iniciar todo un proceso; ahí tenemos un gran espacio para jugar en el escenario
internacional. Y que Estados Unidos estaría muy preparado para ayudar.

Ese tipo de comunes denominadores son los que tenemos que encontrar.

Otro tema de suma importancia es la migración. Alrededor de cinco millones de colombianos —más del
10% de nuestros compatriotas— viven por fuera del país, muchos de ellos en los Estados Unidos.

En un mundo globalizado, que se está integrando rápidamente, y en que los flujos de personas, como
de productos y de capital, se están acelerando, tenemos que buscar nuevas maneras de proteger los
derechos de los migrantes.

También queremos fortalecer una agenda de cooperación en temas como la educación —fundamental
para salir de la pobreza—, como la innovación, como la tecnología. Estados Unidos tiene las mejores
universidades del mundo todavía y nosotros tenemos un gran interés en fortalecer, por ejemplo, nuestra
capacidad de investigación.

Debemos trabajar juntos para buscarles soluciones a problemas regionales como el drama, el horrible
drama que está viviendo en Haití.

Tuve la oportunidad de ir a Haití de Presidente Electo. Fue el último país que visité en una gira que hice
por América Latina, fuimos con la Canciller, y comentábamos en el vuelo de regreso, que uno a veces
se imagina la peor. Y esto que vimos sobrepasó la imaginación por lo malo.

Ahí tenemos que ayudarnos mutuamente como latinoamericanos y como americanos.

Y como dije en la Asamblea de la ONU —y ahora tenemos la oportunidad de hacerlo—, debemos


buscar que esa operación de paz en Haití, que hoy mantiene allí este organismo, se convierta en una
verdadera operación de desarrollo, porque de otra forma Haití no va a salir adelante.

Todo esto, por supuesto, sin dejar de lado los temas que han caracterizado nuestra relación en los
últimos años, temas como el de la seguridad, la lucha contra el narcotráfico, la lucha contra el terrorismo
y los comerciales como la aprobación del TLC. Esso temas no los podemos dejar a un lado, pero sí
tenemos que buscar una agenda nueva, una agenda diferente, que incluya esos temas, pero que
incluya otros temas y darle prioridad a los otros temas.

Estados Unidos es nuestro principal socio comercial y la aprobación del TLC sigue siendo para nosotros
importante, sigue siendo una prioridad.

Nuestro Vicepresidente, Angelino Garzón, hoy me llamaba de la Unión Europea. Se reunió con los
parlamentarios europeos, con un grupo importante. Me dijo que estaban en muy buena tónica para
aprobar el Tratado de Libre Comercio allá en Europa.

Y va a viajar a Washington el próximo mes para reunirse con congresistas, sobre todo demócratas y
contarles cómo hemos avanzado —porque hemos avanzado mucho— en ese tema tan importante en la
agenda como es la protección de los derechos humanos y la protección de los derechos sindicales.

Colombia aporta su experiencia

Tenemos, por otra parte, una gran experiencia en la lucha contra el narcotráfico y queremos compartir lo
que hemos aprendido con otros países que sufren el mismo problema, problema que se está agravando
en la región.

Sabemos que el crimen no conoce fronteras, y la cooperación para combatirlo tampoco debe tenerlas.

Como bien dice el profesor Lowenthal, Colombia y Estados Unidos compartimos los mismos valores,
dentro de los cuales están respeto a la democracia y a los derechos humanos.

Estamos, sin duda, en un momento propicio para comenzar una nueva era de relaciones Colombo-
Americanas.

Acabamos de intercambiar nuevos embajadores: Gabriel Silva se fue a ocupar nuestra Embajada en
Washington y Michael McKinley acaba de llegar a nuestro país.

Estoy seguro de que los nuevos embajadores van a continuar fortaleciendo los vínculos entre nuestros
dos países.

El 25 de octubre, además, el Subsecretario Adjunto (de Estado), James Steinberg, va a venir


encabezando una delegación de alto nivel.

Vamos a aprovechar esta visita del número dos del Departamento de Estado para comenzar una nueva
agenda diplomática y de cooperación. Así lo hablamos con el Presidente Obama. Y vamos a hablar de
cómo podemos trabajar juntos, de tú a tú, para solucionar por ejemplo los problemas más urgentes de la
región.

Cómo podemos ayudar nosotros en la lucha contra el narcotráfico en Centroamérica y en el Caribe,


inclusive en México, como lo estamos haciendo ya.

Temas hay muchísimos y como el mismo secretario Steinberg ha dicho: ‘La idea es transformar la
relación actual en una de carácter más ambicioso que incluya temas diferentes al Plan Colombia y el
libre comercio’. Que han sido los temas que hemos repetido, repetido y repetido durante tanto tiempo.

Sin excluir estos últimos —agregaría yo-.

Referendo sobre drogas en California

Y hay un tema que va surgir, muy importante, y es el referendo en California sobre la legalización de la
producción, comercio y consumo de la marihuana. ¿Por qué digo que va a surgir ese tema? Porque eso
va a generar unas paradojas bien particulares.
Estaba yo esta mañana en El Dovio, Valle, al norte del Valle, en el cañón del río Garrapatas. Es un
cañón que va y que desemboca en el Chocó. Es una región muy linda, una región que ha sufrido
muchísimo; guerrilla, paramilitares, bandas criminales, porque es un corredor de salida del narcotráfico.
Y por eso se la disputan, porque es un corredor ilegal.

Y hablábamos con los indígenas, 7 mil indígenas. Además una experiencia muy bonita, hoy es 12 de
octubre, Día de la Raza.

Tradicionalmente los indígenas salen a protestar este día, a reclamar. 528 años desde que llegaron los
españoles, cómo los han maltratado.

Hoy les ofrecí un diálogo, que en lugar de salir a protestar, que viéramos cómo podemos ayudar y
trabajar juntos, y curiosamente, inclusive las organizaciones más radicales, respondieron positivamente.

Porque hablábamos del cultivo de la marihuana en algunos de los resguardos indígenas. Y yo pensaba
¿cómo le voy a explicar a uno de estos indígenas, lo que les estoy diciendo ahora —hombre, no siembre
marihuana porque pueden acabar en la cárcel— si en el —estado más rico de Estados Unidos se
legaliza la producción, el comercio y el consumo?

Usted que es tan inteligente, Abe (Lowenthal), ¿por qué no me ayuda a responder esta pregunta?

Ese es el tipo de temas que van a surgir, y este tema es bien importante.

Buscar nuevos socios

En segundo lugar vamos a continuar con nuestra estrategia de buscar nuevos socios y nuevos
escenarios.

Una de las prioridades de mi Gobierno es entrar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo


Económico —en la OECD—, el principal foro mundial yo diría de las buenas prácticas.

Porque más que un foro ésta es una asociación que promueve y comparte las buenas políticas, las
buenas prácticas, para estimular el desarrollo, para estimular el desarrollo, para estimular la efectividad
de las políticas públicas.

En la gira por Europa que realicé como Presidente Electo, aseguramos el apoyo de Inglaterra, de
Francia, de Alemania, de España; Estados Unidos también nos va a apoyar, nos va apoyar México, nos
va a apoyar Turquía, nos va a apoyar Chile.

Y ya recibimos el primer informe sobre dónde estamos nosotros frente a los países de la OECD. En
algunas cosas estamos bien, pero en la mayoría estamos muy mal.

Y nos vamos a poner un umbral muy alto, porque entrar a la OECD requiere poner en marcha unas
políticas de gran calado y de gran calidad. Pero es una meta ambiciosa que nos obliga a pensar en
grande y eso es lo que queremos también nosotros hacer con Estados Unidos.

Colombia en los CIVETS

Al mismo tiempo ahora pertenecemos al grupo de los CIVETS —Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto,
Turquía y Suráfrica—.

Ayer hablaba con Fernando Henrique Cardoso (ex presidente de Brasil). Brasil tuvo el privilegio de
encabezar los BRICS (Brasil, Rusia, India y China) y mire que le fue muy bien.

Ahora los CIVETS los encabeza Colombia. Ese es el grupo que ha identificado el Hong Kong Shangai
Banking Corporation como el grupo que va detrás de los BRICS.

Vamos a reunirnos el año entrante. Hablaba hoy con Luis Alberto Moreno (Presidente del Banco
Interamericano de Desarrollo), del BID, que el va ayudar para que de pronto los CIVETS nos
encontremos en Davos (Suiza) en enero del año entrante.

Y el Banco, que lo está promoviendo, ya quiere lanzar un fondo CIVETS. El fondo BRICS fue muy
exitoso. Vamos a ver si el fondo CIVETS también es tan exitoso.

Pero fíjense cómo son países de diferentes de continentes: en el África, Sudáfrica; en el Asia, sería
Indonesia y Vietnam; son dos países que están surgiendo con un gran ímpetu.

Turquía que tuvo problemas para entrar a la Unión Europea y ahora está en muchas mejores
condiciones que la Unión Europea, con perdón de don Francesc (Solé); y Vietnam, Turquía, Sudáfrica,
Egipto, que también va como una economía por buen camino.

Y creo que ahí vamos a poder mostrarle al mundo que ofrecemos unas grandes oportunidades de
negocios y compartir políticas que pueden consolidado el crecimiento.

Y también vamos a mirar hacia Asia, el continente que concentra más de la mitad de la población
mundial, que está hoy jalonando la economía; vamos a abrir nuevas embajadas, vamos a seguir
buscando la entrada al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico o APEC.

En este momento hay —como todos saben— una moratoria al ingreso de nuevos miembros, pero ya
contamos con el apoyo de la mayoría para poder entrar una vez esa moratoria sea levantada.

También ahora somos parte activa de Unasur para fortalecer los vínculos con los vecinos dentro de un
proceso de regionalismo abierto, de integración abierta, no para darle la espalda al resto del mundo, o
debilitar los foros hemisféricos. A eso no nos vamos a prestar.

Colombia en Consejo de Seguridad de la ONU

Y no puedo dejar de resaltar, ese hecho que hemos visto hoy, la noticia del día, la elección de Colombia
al Consejo de Seguridad. Esa es una noticia muy buena, porque tuvimos 186 votos.

Esa es una de las votaciones más altas para el Consejo de Seguridad en la historia reciente de
Naciones Unidas. Nos ganó en esta ocasión, creo que la votación más alta que se ha visto, que fue la
India, que nos ganó por un voto.

Pero haber obtenido 186, de 192 países que votaron —los demás fueron abstenciones— es un gran
triunfo de la Canciller y de nuestra Embajadora. Muchas gracias.

Porque ésta es una demostración de la confianza que los miembros de Naciones Unidas tienen en el
liderazgo y el papel que Colombia puede ejercer en ese ámbito mundial.

Y asumiremos nuestra tarea durante los próximos dos años buscando consensos y equilibrios, ambos
necesarios para la estabilidad y prosperidad de todos los países.

Dijimos que queríamos ser ‘voz de América Latina y el Caribe’ en el Consejo de Seguridad, y así va a
ser.

En nosotros encontrarán un país dispuesto a escuchar, a dialogar, a encontrar soluciones.

Colombia tendrá, además, una responsabilidad especial en el tratamiento de temas de paz y seguridad
internacionales.

Estoy seguro de que nuestra experiencia en la lucha contra la delincuencia transnacional y el terrorismo
nos permitirá hacer grandes aportes en regiones especialmente golpeadas por estos delitos en los
últimos años.

Compartiremos escenarios con Brasil, con la India, con, Sudáfrica, con Alemania y Portugal, y los cinco
miembros permanentes.

Ingresamos así, desde el año entrante, a un grupo de 15 países que debaten y deciden el futuro de
varios conflictos y situaciones que pueden poner en riesgo la paz y seguridad mundiales.

En este sentido, varios serán los países que buscarán a Colombia y tendremos que mantener una
diplomacia activa y dinámica, bien preparada para cumplir a cabalidad con nuestras nuevas
obligaciones como jugador político mundial.
Puedo asegurarles que pondremos todo el empeño para que Colombia lidere y coopere con la
comunidad internacional en los temas de la paz y la seguridad internacionales.

Colombia va a ser, además, la sede de la próxima Cumbre de las Américas en Cartagena en el 2012, y
en esta reunión de todos los jefes de Estado del continente —norte y sur— vamos a avanzar en el
mismo sentido.

Propondremos una agenda acorde con los grandes retos de la segunda década del siglo XXI, que —
insisto- debe ser la década de América Latina.

Queridos amigos:

Éste es sólo un ligero resumen de lo que será la agenda bilateral con los Estados Unidos e internacional
de mi gobierno.

Pero para terminar, quiero volver al libro que estamos presentando hoy.

El título pregunta si las relaciones de Obama con América Latina han sido esperanza o decepción.

El sólo hecho de que casi dos años después de posesionarse el Presidente Obama sigamos
haciéndonos la pregunta nos indica que todavía no se sabe.

Esto nos da la oportunidad de hablar con el Presidente Obama para fortalecer nuestra relación, ampliar
la agenda bilateral a nuevos temas, y diseñar mecanismos de cooperación regional.

El libro es un gran aporte a un debate que permanece abierto mientras se redefine la relación tan
ambigua, tan compleja de América Latina y Estados Unidos.

Confío en que juntos, Estados Unidos y América Latina, podremos desarrollar una nueva relación
basada en el respeto mutuo y la cooperación económica.

Colombia —esta Colombia que hará parte del Consejo de Seguridad, esta Colombia que será sede de la
Cumbre de las Américas, esta Colombia que lidera el grupo de los CIVETS, esta Colombia que aspira a
ingresar a la OECD y a la APEC— se encuentra lista para despegar hacia una nueva era en sus
relaciones internacionales, con la ayuda de profesores tan ilustres como nuestro amigo Abe Lowenthal.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el homenaje


a don Carlos Haime

Bogotá, 13 oct (SIG). “Bien ha dicho el doctor Roberto Esguerra (Director de la Fundación Santa Fe) que
los actos de don Carlos Haime pueden calificarse como ‘filantropía responsable y efectiva’.

Yo diría, además, que son principios de una filantropía genuina, ¡auténtica!

Carlos es un hombre que ha entregado mucho, no sólo en dinero, sino en tiempo, en dedicación a las
grandes causas sociales de nuestra Patria.

Y sin embargo, su cara no figura en ninguna parte; no aparece en las revistas, no aparece en los
periódicos; es tan celoso que ni siquiera aparece en Google.

Y eso —en estos tiempos— habla mucho de la nobleza, de la humildad y del desinterés de Carlos
Haime.

Yo creo que Carlos no se debe sentir muy cómodo en este homenaje —en absoluto— porque su
alejamiento de la vanidad es, y ha sido durante toda su vida, evidente.

Usted sabe muy bien, como decía el Eclesiastés, que ‘vanidad de vanidades, ¡todo es vanidad!’.

Tal vez crea que no hace falta recibir aplausos, pero le aseguro a don Carlos que a nosotros sí nos urge
homenajearlo, porque es un sentimiento de gratitud que tenemos todos que hacerle llegar.

¡Es una obligación moral de nuestra parte!

El aporte del empresario

Quiero destacar, en primer lugar, su aporte al país como empresario.

Ha sido un generador de empleo, de esa prosperidad que todos estamos ahora buscando. Se ha
vinculado a más de 15 empresas que ayudó a fundar en los últimos 60 años.

Alguien decía que la prosperidad es algo que los empresarios crean para que los políticos se lleven el
crédito.

Hoy venimos, de corazón, a reconocer el crédito a Carlos Haime.

De hecho, el Presidente Uribe, que sabe la importancia del trabajo honrado, del trabajo disciplinado, ya
le había concedido en el año 2007 la Orden de Boyacá y la Orden al Mérito Industrial.

Porque son empresarios como Carlos Haime los que han hecho de Colombia un país que avanza a
pesar de las adversidades. Seguimos para adelante.

Carlos tuvo también la visión —y el corazón— para vincularse a la Fundación Santa Fe, hace casi 30
años, cuando hizo ese aporte que todos ustedes conocen a la Clínica de Urgencias Moris y Tila Gutt,
cuyo nombre recuerda a otros grandes benefactores de Colombia, como fueron sus suegros.

Y esta institución en la que estamos no es solo pionera en el país en lo que se refiere a centros
médicos, como lo ha contado el doctor Esguerra, sino que nació con el noble espíritu de darles atención
a los pobres y a los más necesitados.

Solidaridad con Chile

Y eso de la solidaridad, que es tan importante, que debe inspirarse en las acciones, tanto del sector
público, como del sector privado. El principio debe estar presente en todo lugar y en todo el tiempo.

La Ley de Víctimas que estamos presentando en el Congreso, que es tan importante, se fundamenta en
ese principio: la solidaridad.

Cuando hay solidaridad, entre la gente, entre los países, siempre hay mejores resultados.

Y hablando de solidaridad, qué lindo ejemplo de solidaridad del momento entero con esos mineros que
están siendo en este momento rescatados allá en Chile.

Yo veía en la televisión cómo decían inclusive que había más gente viendo el rescate, o por lo menos
más medios de comunicación presentes, que en el propio Mundial de Fútbol.

Esta mañana tuve la ocasión de comunicarme con el Presidente (Sebastián) Piñera, de decirle a nombre
de los colombianos y a nombre mío personal —porque es amigo personal— cómo estábamos de
contentos con ese gran triunfo de los chilenos, del Gobierno del Presidente Piñera, con el rescate
impecable y milagroso de esos mineros.

La solidaridad, la amistad, debe estar siempre presente en las duras y en las maduras. Lo
acompañamos recién elegido, cuando Chile sufrió semejante desastre, el terremoto, y lo acompañamos
hoy en este momento alegría al Presidente Piñera, a nombre de todos los colombianos.

También tuve la oportunidad de hablar con el Presidente Evo Morales (de Bolivia), que estaba allí al
lado del Presidente Piñera; estaba presente porque hay un boliviano entre los mineros que están siendo
rescatados.

Esa es la solidaridad que ojalá se extienda al mundo entero y que se ha visto presente siempre en esta
Fundación.

Y debo decir que, en mi caso, que me siento orgulloso de haber sido haber sido miembro de la Junta
Directiva de la Fundación —como lo decía Roberto—, en unas épocas difíciles, allá con el doctor Diego
Pizano y con el resto de la Junta hicimos malabares.

Y afortunadamente, gracias a la generosidad de Carlos Haime, la Fundación salió adelante.

Con el mismo desprendimiento y buen tino, don Carlos promovió la primera unidad móvil de cuidados
intensivos que llegó al país y salvó a la Fundación en momentos angustiosos financieros.

Porque además, como decía el Presidente (Uribe) en el año 2007, que Carlos era un ejemplo de
trabajar, trabajar y trabajar. Y yo agregaría que también es un ejemplo de dar, dar y dar.

Y es por eso que ha decidido hacer un nuevo aporte, junto con su familia, para ampliar la Clínica de
Urgencias.

Usted creerá, querido Carlos —con convicción y modestia— que este país no le debe nada; pero yo le
digo, como Jefe de Estado de esta Nación, ¡que le debemos mucho!

El prestigio de la Medicina de Colombia

Hace un mes —aproximadamente— leí en un periódico que ocho hospitales colombianos figuran entre
los 35 hospitales mejor calificados de América Latina.

El mejor de ellos en Colombia, el cuarto en el subcontinente, es la Fundación Santa Fe.

¡He ahí el porqué de la gratitud que le tenemos a Carlos Haime; una gratitud que extendemos a todos
los que trabajan y han trabajado por esta gran institución!

Y por eso quiero aprovechar para felicitarlos a todos.

Y gracias a usted también, doctor Esguerra, por la magnífica labor que ha cumplido con este gran
hospital, cuyos logros usted resume con demasiada modestia.

Celebro, por ejemplo, la visión que tuvieron al vincularse con la Universidad de los Andes para darle una
nueva Facultad de Medicina al país. Facultad de Medicina que acaba de graduar sus primeros médicos
hace un par de semanas. Y no cualquier médico.

Le preguntaba a Roberto, cuando caminábamos a este homenaje, que cómo se podían calificar esos
médicos a nivel nacional, pero sobretodo a nivel internacional, que es lo que nosotros tenemos que
proyectarnos; cómo nos ubicamos nosotros a nivel internacional.

Y me decía algo verdaderamente sorprendente y satisfactorio. Que en unas mediciones de estas que
hacen en Estados Unidos, los graduados sacaron entre 98 y 100. Muy por encima del promedio de los
médicos que se presentan a ese examen y en el porcentaje más alto de todos los que se presentaron.
Eso es algo muy meritorio, muy importante.

Porque ese es otro de los filones que nosotros tenemos para materializar un gran sueño que, desde la
época que estábamos en la Junta Directiva decíamos, que Colombia tenía un gran potencial para
exportar servicios por su calidad en la Medicina, por su infraestructura.

Y creo que eso es lo que debemos hacer y queremos hacer, y ustedes van a poder recibir todo el apoyo
del Gobierno para que así sea.

Nosotros tenemos la capacidad, el capital humano, para poder exportar ese gran servicio que es la
salud, la Medicina.

Y esta es la materialización de un gran sueño del cual todos los aquí presentes deben sentirse muy
orgullosos.

Su aporte social está plenamente identificado con los principios del Buen Gobierno, principios que tienen
que ver con la transparencia, con la responsabilidad, con la rendición de cuentas de doble vía.

Y ustedes, como empresarios y como filántropos, han enriquecido con su generosidad la buena salud y
la buena educación de los colombianos.
Yo francamente no puedo hacer más que decirles ¡muchas gracias!

Muchas gracias a Carlos, muchas gracias a su familia, por tanta generosidad.

¡Y qué buen ejemplo el que ha dado a su hijo Daniel, y a su familia, que hoy sigue sus pasos! Lo
conozco, le he seguido su trayectoria y ha aprendido muy bien la lección de su padre.

Porque no basta con ser un gran industrial, si antes no se ha aprendido —como lo ha hecho Carlos
Haime— a ser un buen ser humano, un esposo ejemplar, un padre modelo, un colombiano que nos
enorgullece.

Porque así no haya nacido en nuestro suelo, Carlos Haime es más colombiano que todos nosotros.
¡Quién es más colombiano que el que siembra semillas de bien en nuestro país!

Que Dios le pague, Carlos, porque sólo Él puede.

Y bien dice el Libro Sagrado que todas las acciones serán recompensadas en el cielo, medida por
medida: MIDÁ KENEGUED MIDÁ.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la ceremonia de ascensos de


patrulleros y suboficiales de la Policía Nacional

Sibaté, Cundinamarca, 14 oct (SIG).“Qué bueno, qué grato es volver a esta escuela. Hace año y medio
que no venía, la última vez que estuve fue como Ministro de Defensa hace año y medio.

Ahora me siento muy contento de regresar como Presidente de la República, como el primer Presidente
de Colombia que viene a esta ceremonia de ascenso en los 60 años de historia que tiene esta Escuela.

Una ceremonia a la cual le doy una gran importancia. Creo que hoy es un día muy especial para esa
gran institución que es nuestra Policía Nacional.

Quiero felicitar a los 1.300 miembros de la Policía que hoy fueron ascendidos y a los más de cinco mil
que también hoy serán ascendidos en el resto del país.

Esto es un hecho histórico.

Yo prometí como Ministro de la Defensa, a finales del año 2006, que íbamos a descongestionar los
ascensos que venían represados por muchísimos años. Sabíamos que había problemas de
presupuesto, pero dije: ‘esta situación no puede prolongarse y les prometo –lo dije en ese entonces- que
vamos a comenzar a descongestionar estos ascensos’.

Cómo me complace que esa promesa se esté cumpliendo con ceremonias como la del día de hoy.

Entre el año 2003 y 2006 hubo menos de cien, solamente 73 ascensos. Desde el 2006 a hoy hemos
podido ascender a más de 8 mil 300 colombianos y colombianas que pertenecen a esta gran institución.

Quiero decirles que ustedes representan algo muy especial, muy especial en la Policía y en el país.

Ustedes son quienes hacen el eslabón entre la institución y la sociedad, quienes hacen funcionar esa
institución, quienes son el engranaje fundamental de esa gran institución que cada día se gana más y
más el aprecio de los colombianos.

Ustedes son el puente entre el Estado y la sociedad, y por eso cumplen un papel especialmente
importante.

Por eso me complace enormemente, enormemente, poder darles esa merecida retribución que tanto
estaban esperando.

A ustedes y a sus familias, muchas gracias por su trabajo; y a las familias, muchas gracias por su
apoyo.

A estos sargentos, intendentes, subintendentes, comisarios, subcomisarios, les quiero decir cómo nos
sentimos y cómo me siento yo de contentos y de orgullosos por su trabajo.

Algunos de ustedes llevan más de 25 años sirviéndole a la Patria, exponiendo sus vidas todos los días
por traerle seguridad y convivencia al resto de nuestros compatriotas.

Y todo lo que hemos avanzado en estos últimos años, que ha sido mucho, se debe en buena parte al
trabajo de ustedes.

Los golpes que ha dado la Policía, los golpes que han dado nuestras Fuerzas Armadas en compañía
con nuestro Ejército, con nuestra Armada, con nuestra Fuerza Aérea, han significado que el mundo esté
viendo a Colombia hoy con ojos muy diferentes a como nos veían hace unos años.

La votación el día de antes de ayer en Naciones Unidas, 186 votos, es una demostración de cómo el
mundo está viendo hoy a Colombia gracias a ustedes. Ciento ochenta y seis de 191 votos para
pertenecer al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es una demostración de que vamos por buen
camino y que tenemos el respaldo y el reconocimiento del mundo entero.

Y hoy también los colombianos, a quienes ustedes protegen todos los días, miran a esta gran
institución, los miran a ustedes, con una gran admiración y con mucho agradecimiento.

Porque el trabajo de ustedes ha sido vital para el progreso que hemos tenido en estos últimos tiempos, y
será vital para el progreso que vamos a tener en el próximo futuro.

Los golpes que hemos dado a la delincuencia, al terrorismo en estos últimos tiempos, han sido unos
golpes contundentes, donde la Policía ha participado en forma muy importante.

Llevábamos 60 años sin que ustedes, por ejemplo, aparecieran en una ceremonia como esta, con ese
uniforme de gala. Primera vez que se hace esta ceremonia y ustedes están en uniforme de gala.

¡Qué bonito, qué orgullo!

Balance de la lucha contra el terrorismo y la delincuencia

Hace 35 años teníamos allá, al otro lado de esa montaña, tratando de atacarnos por todos los frentes al
‘Mono Jojoy’. Ya no lo tenemos, gracias a ustedes.

Hemos dado todo tipo de golpes en los últimos días, en las últimas semanas.

El 17 de agosto, en Tarazá (Antioquia), en la operación ‘Alianza’, 22 terroristas dados de baja,


incluyendo a alias ‘Ever’, segundo cabecilla.

El 3 de septiembre, en la operación de bombardeo en Saravena (Arauca), contra el Eln, 12 guerrilleros


dados de baja; el 19 de septiembre en la operación ‘Fortaleza II’, contra el frente 48 de las Farc, 27
guerrilleros dados de baja. Ahí murió, ‘Domingo Biojó’, del Estado Mayor del Bloque Sur y la compañera
de ese bandido de ‘Simón Trinidad’, alias ‘Lucero Palmera’.

El 22 de septiembre, en La Macarena (Meta), esa gran operación donde participó en forma tan activa la
Policía, la Operación ‘Sodoma’, donde se dio de baja al ‘Mono Jojoy’.

El 2 de octubre en la Operación ‘Darién’, contra el frente 57, cinco bandidos dados de baja, incluyendo a
alias ‘Ignacio’, que era el cabecilla de las extorsiones y el secuestro, condenado además a 36 años de
prisión por la masacre de Bojayá (Chocó).

El 9 de octubre en Caucasia (Antioquia), fue dado de baja por la Dijín el ‘Mono Vides’, que era el
principal cabecilla de las Bacrim (Bandas Criminales).

En lo que llevamos en este año se han neutralizado más de 100 narcoterroristas, se han capturado por
el narcotráfico 15 mil 312 delincuentes, se han hecho 72 operaciones contra las Bacrim, se han
capturado más de 500 miembros de esas bandas criminales, se han capturado más de 50 extranjeros
por narcotráfico, se han erradicado por parte de la Policía 26 mil hectáreas.

Y qué decir lo que han hecho también el resto de nuestras Fuerzas.

O sea que todos los días vamos avanzando. Vamos avanzando cada vez más. Por ejemplo, se redujo
en 39 por ciento el hurto de ganado, en cuatro por ciento el hurto de vehículos; se han reducido en 14
por cierto las extorsiones, se han reducido en un tres por ciento los homicidios.

La Policía puso en marcha en la Comuna 13 de Medellín un concepto que ha dado muy buenos
resultados: el concepto de la Acción Integral, en donde no solamente es la parte punitiva sino también la
acción social, y eso ha disminuido drásticamente los homicidios en la Comuna 13.

Tan es así que en Cali, unas semanas después, el Alcalde de Cali (Jorge Iván Ospina) decidió replicar
ese concepto, y lo vamos a replicar por el resto del país.

También vamos a poner en marcha la Ley de Seguridad y Convivencia Ciudadana, que también tiene
ese mismo concepto: una parte preventiva y otra parte proactiva. Porque el compromiso nuestro, el
compromiso del la Policía, el compromiso de ustedes es con la convivencia y con la seguridad de todos
nuestros compatriotas.

Y vamos a seguir avanzando para que cada vez tengamos un país más seguro, un país más libre,
donde tengamos total confianza en nuestras instituciones, donde no sintamos miedo de transitar
nuestras calles o nuestro territorio.

Y hemos avanzado enormemente, pero nos queda todavía, nos queda todavía un campo por avanzar.

Por ejemplo en el secuestro. Este año no hemos logrado disminuir el secuestro frente al año pasado, ha
habido un aumento: 39 secuestros más este año que el año pasado.

Ahí tenemos que hacer un gran esfuerzo, un gran esfuerzo, porque en la medida en que somos exitosos
quitándoles la fuente de financiación a estos bandidos, dándole golpes al narcotráfico, van a recurrir a
acciones cada vez más condenables como el secuestro, el abominable secuestro. Y por eso tenemos
que ser cada vez más contundentes en defender a nuestros compatriotas de ese delito.

‘No descansaremos hasta ver a todos los secuestrados libres’

Y hablando de secuestros, cómo me llegó al corazón haber ascendido a estos héroes de la Patria que
hoy se encuentran secuestrados por las Farc, y el saludo que pueda darle a la madre del Intendente
Jorge Trujillo, a Oliva Solarte, su madre.

Había yo hablado con ella hace unos días. Yo le comuniqué que infortunadamente su hijo había vuelto a
ser secuestrado por las Farc, después de 10 años –llevan 10 años o más en manos de esos bandidos-
habían logrado escaparse y los volvieron a secuestrar.

Pero así como le dije a doña Oliva Solarte, hoy le dije a Pedro Julio Rojas, el padre del Intendente
Wilson Rojas; a Gloria Marín, la esposa de José Duarte; y a María de los Ángeles Moreno, la madre de
Álvaro Moreno.

¡Les dije que no vamos a descansar un solo minuto, hasta ver a esos y a todos los secuestrados libres!

Y le di una voz de esperanza a doña Oliva, le dije: Hace unos años –me acuerdo perfectamente, en el
sepelio del ex Presidente López Michelsen- le dije a la madre de Ingrid Betancur exactamente lo que le
dije hoy a Oliva Solarte: no desfallezca, mantenga la fe, que no vamos a descansar hasta ver a su hijo
libre con usted.

¡Y eso se lo dije hoy a doña Oliva y se lo digo a todas las madres de los secuestrados de Colombia!

Porque estos bandidos están cada vez más acorralados, cada vez más desesperados.

Alias ‘Fabián Ramírez’ mandó ejecutar a su propio hermano

Anoche se terminó todo el proceso de legalizar el procedimiento a través del cual se obtuvieron los
computadores y toda la información en la operación contra el ‘Mono Jojoy’.

Anoche un juez de instrucción ya le dio la bendición legal a esa cantidad de información.

Se respetó la cadena de custodia y toda esa información que hemos encontrado y que hasta ahora
estamos comenzando a descifrar, va a ser utilizada y podrá ser utilizada en las acciones judiciales
contra estos bandidos. Y ahí, ahí se está demostrando lo desesperados y los desalmados que son estos
bandidos de las Farc.

Pusieron en conocimiento mío un correo fechado el 29 de octubre del año pasado, firmado por alias
‘Joaquín Gómez’, a todos los miembros del Secretariado, y miren ustedes la calaña de estos bandidos:

En una parte del correo dice lo siguiente, dice ‘Joaquín Gómez’: “Fabián me pidió autorización para
ajusticiarlo y se la di. La única sugerencia que le hice fue que entre más rápido mejor, para evitar que
nos haga el menor daño”.

¿Saben de quienes se trata este mensaje? De su propio hermano. ‘Fabián Ramírez’, ese bandido,
ejecutó –según este correo- a su propio hermano. Esa es la calaña de bandidos frente a los cuales
estamos nosotros enfrentados, y por eso no vamos a bajar la guardia un solo minuto hasta verlos
totalmente derrotados y este país libre, libre de esa calaña de bandidos que son capaces de ejecutar a
sus propios hermanos.

La Policía es un orgullo de los colombianos

Qué orgullo sentí yo como colombiano cuando fui a Haití en la gira como Presidente electo.

Terminé mi gira por América Latina en Haití, una situación realmente lamentable, lo dije en Naciones
Unidas: el mundo y América Latina tienen que prestarle más atención a lo que está sucediendo en ese
país.

Pero qué orgullo me dio como colombiano cuando llegué, y allá estaba Naciones Unidas, y la Policía del
mundo, la Policía que estaba representando al mundo entero en Haití, la Policía que se había ganado la
admiración y el respeto de todos los haitianos, y así me lo dijeron, eran ustedes, la Policía colombiana

¡Qué orgullo!

Qué orgullo la semana pasada, cuando el Comisionado de la Policía Montada del Canadá –yo me
acuerdo cuando yo era un niño, que me encantaba ver las películas de policías, pero la policía más
prestigiosa del mundo no era la británica, era la Policía Montada del Canadá, con sus caballos y con sus
perros, yo le tenía una tremenda admiración a esa policía, que ha sido una policía muy famosa por su
efectividad y por su forma de proceder- qué orgullo me dio la semana pasada, cuando el jefe de esa
Policía viene a Colombia y me dice que quería invitar al general (Óscar) Naranjo a visitar a Canadá,
para rendirle honor a la Policía de Colombia

¡Qué orgullo para los colombianos!

Usted se va, general (Naranjo), el próximo sábado a esa visita. Qué bueno.

Y qué bueno que todos sigan progresando, que todos sigan mejorando cada vez más, mejorando el
comportamiento de nuestros hombres, porque todas las fuerzas están compuestas por hombres y
mujeres, en su inmensa mayoría personas dedicadas, compatriotas que están prestándole un gran
servicio al país.

Hay algunas ovejas negras, pero las propias instituciones tienen procedimientos para deshacerse de
esas ovejas negras.

Por ejemplo, la Armada Nacional. En una operación que la Armada inició hace ya algún tiempo, porque
se dio cuenta que esa banda de ‘Los Rastrojos’, allá en Nariño, había penetrado a la infantería de
marina y había logrado corromper a unos miembros de la infantería de marina, y la propia
contrainteligencia de la Armada hizo una operación donde capturó al jefe de ‘Los Rastrojos’ –y eso fue
el día de ayer- al jefe de ‘Los Rastrojos’ allá en Nariño, donde tanto daño han hecho, allá en Tumaco, y
capturó a otros bandidos más, y al mismo tiempo capturó el personal de la infantería de marina, que
eran un teniente, dos subtenientes y dos suboficiales, que infortunadamente habían caído bajo la
tentación de la corrupción.

También capturaron al que servía de enlace para corromper a esta gente, pero esa es una demostración
muy importante de cómo las instituciones, como lo hace la Policía, como lo hace el Ejército, como lo
hace la Fuerza Aérea, como deben hacer todas las instituciones del país, siempre vigilantes, porque
todos somos débiles, algunos caen, pero como institución tenemos que defender siempre el buen
nombre de nuestra institución.

Yo lo felicito, almirante (Álvaro) Echandía (Comandante de la Armada Nacional) por esa operación.

Usted después explicará los pormenores a la prensa, pero esa es la forma de proceder: sin
contemplación contras los violentos, contra las causas de la violencia y contra los corruptos, pero con
todo el apoyo a la inmensa mayoría de nuestros miembros de las Fuerzas Armadas que merecen
agradecimiento y el orgullo de todos sus compatriotas.

Porque cómo nos satisface cada vez que salen las encuestas, que nuestras Fuerzas Armadas son la
institución más apreciada y más respetada por los colombianos.

Mantengan en alto esa institución: la Policía, nuestra gran Policía que todos admiramos y que todos
queremos.

Ustedes son la sangre y la savia de esa Policía.

Felicitaciones a ustedes y a sus familias.

Sus familias deben sentirse muy, muy orgullosas de ustedes el día de hoy, estoy seguro que es así.

Y por eso les digo que sigan sirviéndole a la Patria con ese entusiasmo y con esa voluntad y esa
dedicación. Ese es un gran servicio.

Los queremos mucho, los admiramos mucho, los respetamos mucho.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el XIII


Encuentro de la Jurisdicción Ordinaria

Santa Marta, 15 oct (SIG). “¡Qué bueno volver a reunirme con los magistrados y jueces de Colombia!

Éste es el tercer encuentro de jurisdicciones al que asisto en el último mes y medio, y me siento
complacido de tener estas oportunidades para encontrarme y conversar con ustedes.

Cuando el 20 de junio dije en el Coliseo El Campín que me proponía restablecer el diálogo entre
Gobierno y jueces, por el bien de Colombia y sus instituciones, ¡estaba hablando muy en serio!

Cuando dije que la Justicia podía esperar de mi gobierno respeto, colaboración y autonomía, ¡así era!, y
ustedes lo están viendo.

¿Y qué esperamos los colombianos de los jueces? Imparcialidad y prontitud en sus decisiones.

Nos hemos encontrado también con los magistrados, en las últimas semanas, a propósito de la reforma
constitucional que está proponiendo el Gobierno para la Justicia; para tener una justicia más pronta y
eficiente.

Al respecto, es bueno constatar que adelantamos, con mucho éxito, y con su decidida participación, la
llamada Mesa de Justicia, que se reunió entre el 13 y el 15 de septiembre.

Allí se escucharon las opiniones de los cuatro presidentes de las Altas Cortes, el Procurador General, la
Contralora, el Fiscal General y el Defensor del Pueblo, además de ocho partidos políticos con
importante representación en el Congreso, diez facultades de Derecho y más de diez organizaciones de
la denominada sociedad civil.

Este evento permitió al Gobierno conocer las opiniones, críticas y sugerencias en torno al proyecto e
identificar los puntos de mayor disenso, y también los de mayor consenso.

La información recaudada en esos tres días ya la tenemos procesada en el Ministerio del Interior y de
Justicia y, con base en ella, seguiremos adelante con las mesas de justicia para concertar con los
distintos actores la reforma judicial, según el diseño que de ello haga el Gobierno.

Próximamente daremos a conocer el cronograma de esas concertaciones, para que presentemos el


próximo semestre al Congreso un texto de reforma enriquecido y mejorado.

Como lo he dicho en varias ocasiones, es posible que no nos pongamos de acuerdo en todo; eso es
natural, porque el consenso no es obligatorio ni es siempre posible en temas como estos.

Pero el sólo hecho de buscar la concertación, de escuchar y evaluar opiniones, garantizará un mejor
producto.

Ustedes bien lo han dicho en este foro: Son más las coincidencias que tenemos sobre los diferentes
aspectos de la reforma, que las diferencias.

Concentrémonos entonces en aquello en que coincidimos, avancemos con decisión, y no dejemos que
unos pocos disensos frustren la expectativa de los colombianos.

Porque lo que no podemos hacer es fallarle al país, que demanda una reforma que garantice una
Justicia ágil y efectiva; una Justicia que responda eficientemente a sus demandas.

Y aquí yo diría, doctor Arrubla (Jaime Arrubla, Presidente encargado de la Corte Suprema de Justicia),
en este proceso ustedes han sido muy diligentes en opinar sobre las propuestas, las críticas que cada
uno tiene sobre los diferentes aspectos de la reforma.

Pero creo —y lo digo con todo respeto— que enriquecería muchísimo el proceso si ustedes también son
más proactivos y nos hacen propuestas alternativas, nos sugieren modificaciones. Creo que eso podría
dar un resultado mucho mejor.

Dimensión global de la justicia

Y celebro que el tema de este encuentro sea el de ‘Justicia y Globalización’, porque hoy quisiera
enfatizar en el hecho de que esta reforma constitucional que estamos proponiendo —junto con otras al
sistema legal y la creación, otra vez, del Ministerio de Justicia— obedece también a la necesidad de
adaptar nuestra Justicia a una dimensión internacional.

Debemos repensar y reconfigurar el sistema legal global porque no puede seguirse gobernando al
margen de un derecho remolcado por los hechos.

En este mundo global —en el que es imperativo insertarnos— lo que va a diferenciarnos de aquellos
países antiglobalizadores es una apuesta para construir políticas, normas e instituciones de justicia
acordes con escenarios globales de los que no podemos estar ausentes.

Una justicia para el nuevo siglo tiene que estar en consonancia con la creciente interdependencia
mundial y el multilateralismo.

Por ello, un elemento medular de la reforma de la Justicia debe apuntar, por ejemplo, a una mayor
proyección en el ámbito de la cooperación jurídica internacional.

Ésta es una razón adicional para defender la urgente necesidad de un Ministerio de Justicia articulado
con el poder judicial, con esa vocación global.

Queremos restablecer este ministerio como un verdadero Ministerio de Justicia y de los Derechos que
articule una política de Estado para fortalecer la justicia y proteger los derechos fundamentales.

Será un ministerio que no sólo tendrá interlocución con el Poder Judicial sino que liderará la estrategia
jurídica del Estado, preservará la coherencia legislativa y velará por la formación de los abogados.

Un ministerio —más que respetuoso— garante de la independencia judicial.

Es hora de mirar, honorables magistrados y jueces, a ese horizonte de futuro donde estarán los grandes
debates de los próximos años.

Es hora de que todo aquello que ha logrado Colombia en materia de justicia desde la Constitución de
1991 —cuyos veinte años celebraremos el año entrante con gran convicción— sea reconocido en los
escenarios globales.

Hoy existe una ‘aldea global judicial’, así muchos sigan convencidos de la necesidad de seguir
mirándose en el espejo local o, como alternativa, regresar mejor al pasado.

La obsesión por los debates parroquiales a veces nos impide mirar más allá de una coyuntura local y
nos olvidamos de que las controversias en materia de políticas públicas ¡son globales!

Una estrategia de reforma a la justicia, por eso, debe levantar a tiempo la mirada a la agenda exterior de
reforma del sistema, y no sólo en el vecindario, sino a nivel global.

La dimensión internacional de una reforma del sistema de justicia no puede ignorar, por ejemplo, que en
la Unión Europea hoy el debate gira alrededor de temas como la protección de los derechos
fundamentales, el acceso a la justicia, la protección de los derechos de los niños y la lucha contra el
abuso infantil, los derechos de las víctimas, la seguridad jurídica como factor de desarrollo económico, y
la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo.

Debemos reflexionar cuánto tenemos que decir con autoridad en estas materias en el ámbito global, y
cuánto nos falta por avanzar en otra parte de ellas.

La prioridad del acceso a la justicia

Otra de las grandes prioridades en el campo de la transformación global del sistema de justicia apunta al
fortalecimiento institucional para mejorar el acceso a la justicia y la prestación eficaz de ese servicio
público a los ciudadanos.

Ésta es la cara social —y la más fundamental, diría yo— de la reforma que nos compromete a todos.

¡La razón de la justicia son los ciudadanos!

Tenemos que aprovechar la ocasión de la reforma para hacerle un examen a todo el sistema de justicia
—que incluya la responsabilidad del Ejecutivo y de otros órganos a la hora de garantizar el acceso a la
justicia—, esencial para combatir la exclusión y la desigualdad, que es la falla geológica de los sistemas
políticos en América Latina.

Cito con frecuencia a quien ha sido dos veces mi profesor, el Nobel de Economía Amartya Sen, quien
ha dicho que una reforma moderna de justicia implica enfrentar, desde la política, la injusticia diaria en la
vida real, por ejemplo, frente a los pobres, los discapacitados, las mujeres y los niños.

De allí su muy estrecha conexión con la revolución de los derechos, la necesidad de dar voz y
participación a los menos favorecidos —a las víctimas—, y la dimensión ética de la reforma, que tiene
como principal objetivo la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

Es hora de reivindicar la justicia como un valor insustituible para que haya seguridad y desarrollo.

Honorables Magistrados y Jueces:

Aquí tenemos una pista clara para emprender las reformas a nivel micro, con un gran contenido social,
que deben complementar, fortalecer —y no derrumbar— el gran acento que puso a nivel macro la Carta
del 91 en la justicia y en los derechos.

Porque, en esencia, no será posible lograr una prosperidad sostenible y equitativa si no progresamos
hacia una justicia accesible, eficiente y equitativa.
Sin justicia no hay seguridad posible

Y no será posible tener un país verdaderamente competitivo si no tenemos una justicia criminal efectiva.

Aquí quiero llamar la atención, muy especialmente, sobre la urgencia de que avancemos en este
aspecto, crucial para la seguridad, y también para la competitividad.

Ahora que estamos vendiendo a nuestro país en el mundo, ahora que más necesitamos inversión para
despegar económicamente, para crear empleos, para crear prosperidad, tenemos que entender que sin
justicia no hay seguridad, y que sin seguridad no hay inversión.

A pesar de los inmensos logros en el campo de la seguridad, todavía hay graves problemas que
tenemos que conjurar para ser un país más atractivo frente a nuestros pares en el planeta.

Hay dos indicadores recientes que nos hacen ver esta realidad.

El Foro Económico Mundial sacó hace unos días sus Indicadores Globales de Competitividad que miden
a 139 países, para el año 2009.

Estamos muy bien clasificados en aspectos como la protección al inversionista, el tamaño del mercado
doméstico, la solidez de nuestros bancos, pero ¿saben dónde estamos ocupando los últimos lugares?

En los costos que significan para los negocios el crimen y la violencia, y el crimen organizado. Allí
estamos en los puestos 134 y 137, entre 139 países.

Posiblemente es exagerado. Seguramente no han tenido en cuenta avances que nosotros sí sentimos,
pero lo cierto es que, para cualquiera que consulte este informe —y muchos inversionistas lo hacen—,
estos datos son desalentadores.

En el índice global de competitividad estamos en la mitad de la tabla, en la posición 68, pero


¡imagínense cuántos puestos podríamos ascender si mejoramos la calificación en los temas de lucha
contra la criminalidad donde estamos peor ranqueados!

Otra importante organización de promoción de la justicia en el mundo, el World Justice Project , acaba
de lanzar su informe titulado ‘Índice de Imperio de la Ley’, en el que analizan a 35 países
representativos de todo el mundo, incluyendo a Colombia.

Pues bien: este informe, como el anterior, da las peores calificaciones al país —en los puestos 32 y 31
entre 35— en los temas de orden y seguridad, y de efectividad de la justicia criminal.

Si buscamos el tema de acceso a la justicia, desagregado, vemos que obtenemos una calificación de
prácticamente cero en efectividad del sistema de investigación criminal.

Otra vez: puede ser exagerado; puede haber falta de información, pero estos informes que se conocen a
nivel global tienen que prender nuestras alarmas.

Ustedes —la Justicia— más nosotros —el Gobierno—, junto con el Congreso, tenemos que poner todo
de nosotros para lograr un sistema de justicia criminal más eficiente y eficaz.

Porque —repito— sin justicia no hay seguridad posible.

Tenemos que reunir toda nuestra capacidad de planeamiento estratégico para ver cómo resolvemos
este problema.

Es urgente que tengamos una justicia penal más proactiva, con equipos adecuados, con sistemas
modernos, con procedimientos ágiles, que nos permitan desmantelar las redes de la criminalidad
organizada.

Porque no es sólo la Policía, no son sólo las Fuerzas Armadas.

¡La Justicia también es fundamental en la construcción de un país seguro y en paz!

Somos conscientes de las carencias presupuestales, y queremos ayudarlos a solucionarlas, pero


también es cierto que corresponde a ustedes —los magistrados, los jueces, los fiscales— asumir una
actitud más contundente —si se quiere— para enfrentar el problema del país que hoy es más visible
ante el mundo.

De parte del Gobierno, tenemos toda la disposición para construir, concertadamente con ustedes, unas
estrategias y una política criminal que garanticen esta efectividad.

Reformas legales

Hacia ese objetivo se dirigen las reformas legales que hemos presentado al Congreso, que tienen que
ver, especialmente, con las competencias civiles, laborales y penales de la jurisdicción ordinaria.

Hemos presentado algunas reformas para modificar el Código Penal, el Código de Procedimiento Penal,
la Ley de Infancia y Adolescencia, y las normas sobre extinción de dominio, además de un nuevo
estatuto anticorrupción.

Con ellas esperamos ser más eficaces, como Estado, en los temas inaplazables de la seguridad
ciudadana, el procesamiento de delincuentes y el combate a la corrupción.

También estamos impulsando en el Congreso la eliminación de los incentivos económicos en las


acciones populares que se estaban convirtiendo en un botín de piratas.

Esta reforma, si bien tendrá mayor repercusión en la descongestión de la jurisdicción de lo contencioso,


también tendrá impacto en la jurisdicción ordinaria, pues algunas de esas acciones populares son de
conocimiento de la jurisdicción ordinaria civil.

Adicionalmente, para finales de este año, esperamos tener listo el proyecto de Nuevo Código de
Procedimiento que permita introducir la oralidad en los asuntos civiles, comerciales, de familia y
agrarios, con el fin —primero— de unificar y simplificar procedimientos y —segundo— de que los
procesos puedan tramitarse con más celeridad.

Mientras se presenta y aprueba este nuevo código, el Gobierno estará muy pendiente de la
implementación de la ley 1395 de 2010 que convirtió los procesos civiles ordinarios y abreviados en
procesos verbales, como un primer paso para alcanzar el objetivo de consolidar la justicia oral en estas
materias.

Debo decir, finalmente, que el Gobierno está comprometido con la adopción de las iniciativas de E-
justicia consistentes en la inclusión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación —las
llamadas TICs— en la actividad jurisdiccional.

Por ejemplo, la adopción en el futuro del expediente judicial digital, la litigación en línea, las
comunicaciones electrónicas del juez con diferentes entidades privadas y públicas para actos del
proceso judicial, las notificaciones de providencias judiciales mediante medios electrónicos, y el acceso
del juez y de las partes a las distintas bases de datos oficiales, entre otras novedades.

Apreciados amigos; magistrados y jueces de la Jurisdicción Ordinaria:

En pocos días el país entero conmemorará, con dolor y tristeza, los 25 años del holocausto del Palacio
de Justicia.

Han pasados muchas cosas desde entonces; Colombia comienza a superar la pesadilla de la violencia,
y todos somos conscientes de la inmensa importancia del trabajo armónico entre los poderes del
Estado.

La Justicia, la alta Justicia, a la que se elevan con esperanza y con respeto las miradas de los
colombianos que reclaman el cumplimiento de sus derechos, debe ser respetada, debe ser amada, no
puede nunca volver a sufrir como ocurrió hace un cuarto de siglo.

La Justicia no sólo debe ser justa, sino también valiente, y así lo probó en esa infausta ocasión.

Sea el momento de reconocer, en este encuentro, el coraje que ha demostrado la Corte Suprema de
Justicia para ejercer con autonomía su función de juzgamiento y ayudarnos a enfrentar el gravísimo
problema que representó para Colombia el paramilitarismo y su influencia en la sociedad.
Es una necesaria depuración que se logra no sólo con condenas, sino también declarando la inocencia
de quienes han sido injustamente acusados.

La historia recordará a la Corte Suprema de Justicia como una corte valiente que asumió su deber
constitucional por el bien de la Patria.

El Palacio de Justicia, reconstruido sobre las cenizas de la violencia, mantiene en su frente la inmortal
frase de Francisco de Paula Santander:

‘Las armas os han dado la independencia; las leyes os darán libertad’.

Haciendo honor a mi costumbre de los dos anteriores encuentros jurisdiccionales, hoy quisiera terminar
citando una proclama —que hago mía— del general Santander, nuestro más grande prócer, cuando
regresó del exilio en 1832:

‘Os declaro nuevamente que, como magistrado o ciudadano privado, soldado o labrador, la libertad bajo
un gobierno republicano continuará siendo mi ídolo, las leyes la única regla de mi conducta, y la utilidad
de la mayoría el objeto de mis investigaciones y sacrificio’.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la décima jornada de


Acuerdos para la Prosperidad

Santa Marta, 16 oct (SIG). “Ayer estuvimos con varios alcaldes, con el Gobernador y con los
funcionarios de la Presidencia (de la República) en Pueblo Viejo (Magdalena) haciendo acto de
presencia en una pequeña demostración de solidaridad. Le entregamos ayudas a algunos de los
damnificados por el invierno, un invierno que  nos está golpeando muy duro.

Ya llevamos casi un millón de compatriotas que han sido afectados por el invierno, cerca de la mitad en
la Costa Cribe colombiana, más de 120 mil aquí en el Magdalena.

Es un invierno que, infortunadamente, va a persistir hasta finales de año, y por eso no cesaremos en
repetir que hay que tomar todas las medidas del caso para tratar de, por lo menos, disminuir el impacto
de esta terrible ola invernal.

El Gobierno ha hecho un gran esfuerzo, y ya destinó 164 mil millones de pesos para los damnificados,
45 mil millones solamente para la recuperación de vías, vienen otro 30 mil millones, y continuaremos en
la medida de lo posible y de nuestras capacidades, haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para
ayudar a la gente que ha sido afectada por este invierno.

Pero al mismo tiempo quiero hacer nuevamente un llamado a la solidaridad de todos los colombianos.
Con la Cruz Roja vamos a poner en marcha un proceso para recibir ayudas que les podamos trasladar a
estos damnificados, porque el Gobierno hace lo que puede, la ayuda que estamos dando –y hemos
llegado a cerca de 920 mil, el 98 por ciento de las personas han tenido algún contacto y han recibido
alguna ayuda del Gobierno-pero yo sé, y soy el primero en reconocer que no es suficiente.

Cuando uno pierde su casa, cuando uno está en esa situación cualquier ayuda es poco, pero tengan la
seguridad de que ahí estaremos presentes, ayudado en la medida de lo posible.

Y continuaremos con todo el esfuerzo, el equipo de la Presidencia con los gobernadores, con los
alcaldes, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para poder ayudar a quienes están siendo
afectados por esta ola invernal.

Esta ha sido otra semana muy activa, mucho movimiento, muchas noticias.

Balance de orden público

En orden público logramos unos buenos golpes. La captura de esta bandido, alias ‘Apache 4’, que era
uno de los cabecillas de los ‘Rastrojos’ en Nariño. Eso es un golpe muy importante a una organización
que, sobre todo en Nariño y en Tumaco, ha hecho tantos estragos.
La captura de otro bandido alias ‘Buda’, y de otros seis integrantes de una banda internacional de tráfico
de drogas y de armas. Ahí se capturaron varios delincuentes centroamericanos. Aquí estuvo el Ministro
de Seguridad de Honduras, diciéndonos cómo era de importante la captura que se realizó en esta
semana.

Alias ‘Pablo’, en Planadas (Tolima), es el cabecilla del frente 21 de las Farc, acusado de múltiples
atentados y que ha hacho también mucho daño en esa zona, y alias ‘Pirri’, cabecilla del frente sexto de
las Farc, en Toribio, en el Cauca, también fue otro golpe importante.

‘La vía correcta es desmovilizarse’

Se han desmovilizado hasta el momento mil 924 miembros de las Frac en este año.

Yo quiero hacer nuevamente un llamado a los que están pensando en continuar haciendo parte de esa
organización: los vamos golpear cada vez más y con más contundencia.

La vía correcta es desmovilizarse, volver a reintegrase a la sociedad, volver a estar con sus familias,
porque la alternativa es una cárcel o una tumba. Por eso quiero hacer ese llamado: desmovilícense, que
esa es la vía correcta para que este país pueda vivir en paz.

Esta gente de las Farc no nos deja de sorprender su proceder, su mal proceder, su canalla.

Correos de las Farc

Hace un par de días dijimos que habíamos encontrado un correo en donde este bandido de ‘Fabián
Ramírez’ le solicita permiso al jefe del bloque sur, a ‘Joaquín Gómez’, para ejecutar a su propio
hermano, y así lo hizo.

Encontramos otros correos que muestran esa forma de proceder de las Farc. Un correo que confirma
cómo fue planeada la bomba que pusieron en la Universidad Militar.

Y un correo antes del ataque al Nogal, porque el correo que habíamos encontrado con ‘Raúl Reyes’ fue
un correo en donde se congratulaban entre ellos por la bomba que pusieron en El Nogal, pero este
correo que encontramos en los computadores del ‘Mono Jojoy’ fue un correo antes, y que demuestra
cómo iban detrás de cierto tipo de personajes.

El correo dice: “Camarada ‘Manuel’ –es un correo a ‘Tirofijo’- nuestro saludo en unión de Sandra. La
orden que le dimos al ‘Paisa’ fue estallar el carrobomba en el Club El Nogal, cuando hubieran
personajes importantes como generales, ministros de Gobierno, etcétera.

“Pero últimamente ha surgido la posibilidad real de explotarlo ante la presencia de 150 industriales y 10
diplomáticos, quienes se reúnen semanalmente. Nosotros estamos de acuerdo, al igual que el ‘Mono’,
antes que todo caiga, porque en Bogotá hay una cacería de brujas espantosa. Ayer pasaron a San
Vicente 11 helicópteros. Buen rato”. Y firman Jorge, Joaco, Fabián y Martín.

Esta es una demostración de cómo planean.

Pero algo igual o peor es otro correo en donde hay una intención clara de poner un carro bomba contra
un hospital, contra el Hospital Militar.

Dice: “Camarada Manuel, lo saludo cordialmente. El ‘Paisa’, a través de ‘Joaquín’, propone poner un
carro bomba al Hospital Militar en Bogotá, en un lugar que daña gran parte del instrumental que vale un
coronal. Nosotros estamos de acuerdo, falta la opinión del camarada. Le va nuestro abrazo. Jorge”.

Esos correos los encontramos, y lo que nos demuestra es el tipo de organización terrorista contra la cual
estamos nosotros luchando. Una organización que sigue reclutando niños, que sigue secuestrado, que
sigue extorsionando, que ya ahora está aliada con las bandas criminales para traficar droga, que sigue
poniendo minas, que atenta contra población civil sin ninguna discriminación.

Ese es el tipo de organización. Por eso queremos que sigan respaldando a nuestra Fuerzas Armadas en
esta lucha contra esta organización, que cada vez está más desesperada, como lo está demostrado.
Hay una serie de noticias buenas que han sucedido esta semana. 

General Naranjo elegido mejor policía del mundo

Comienzo por una que va a suceder la semana entrante, pero que hoy parte el general (Óscar) Naranjo
(Director de la Policía Nacional) para el Canadá. La semana pasa estuvo aquí el Comisario de la Policía
Montada del Canadá.

Algunos de ustedes, los que tienen cierta edad, recordarán todas esas películas sobre la Policía
Montada del Canadá con los caballos, con los perros, y la Policía Montada del Canadá tiene una fama,
bien ganada, de ser para muchos la mejor policía del mundo.

Pues bien, aquí vino el Comisario, que es el jefe de la Policías, es el general Naranjo de la Policía
Montada del Canadá, a notificarnos que va a ver una reunión de todas las policías del mundo, y que el
general Naranjo había sido escogido como el mejor Policía Mundo.

Eso es una noticia creo que muy importante.

Mis felicitaciones al general Naranjo –bien merecido ese título- a su familia y a su institución.

Estuve el jueves pasado en el asenso de los suboficiales –más de cinco mil suboficiales- que
ascendieron en la Policía, una cifra sin precedentes. Estaban represados, algunos esperando el
ascenso 10 años, y allá pude constatar que cada vez nuestra Policía, y nuestras Fuerzas Armadas en
general, están en un proceso de mejoramiento continuo para dar cada vez más protección, más
seguridad nuestros compatriotas.

También es motivo de gran satisfacción que en la última encuesta nuevamente nuestras Fuerzas
Armadas salen como la institución más apreciada, más respetada, mas querida, con la opinión más
favorable de los colombianos.

Eso es un gran activo que todos tenemos que cuidar, que todos tenemos que acrecentar en la medida
de lo posible, porque eso es lo que la legitimidad a toda la acción de la Fuerza Pública y del Estado.

Colombia en el Consejo de Seguridad de la ONU

Otra buena noticia, que ustedes ya conocen, fue la votación en el seno de las Naciones Unidas para que
Colombia ocupara un escaño, un puesto en el Consejo de Seguridad. Obtuvimos 186 votos, una de las
votaciones más altas en la historia reciente de Naciones Unidas para ese puesto.

Eso es una demostración de respaldo a Colombia, así ha sido interpretado por el mundo entero, y esto
también nos debe complacer mucho, pero también nos obliga a ejercer esa responsabilidad con mucho
rigor, y así lo haremos.

Como dije en su momento en Naciones Unidas, nosotros aspirábamos a ese  escaño para representar
la voz de América Latina y lo vamos a hacer. América Latina cada vez se tiene que integrar más.

Estaba nuestro Ministro de Comercio en Perú, en esta semana, hoy está llegando del Perú. Ahí estamos
viendo cómo profundizamos la integración con el Perú, con los países del llamado Arco: Chile, México, y
en general nuestra intención es profundizar la integración de toda América Latina, que como ya lo están
señalando en todas partes, es la década de America Latina. America Latina está despegando y nosotros
tenemos que ser parte fundamental de ese despegue.

Cruceros del Japón llegarán a Cartagena

Otra buena noticia, y muy buena para Colombia, para la Costa Caribe colombiana y para el turismo
colombiano.

Me dijo ayer la Embajadora nuestra en Japón, Patricia Eugenia Cárdenas, que después de muchos
esfuerzos se autorizó y decidió el Gobierno del Japón y las empresas que están en este momento
manejando todo lo que tiene que ver con los cruceros de los japoneses, que Cartagena iba a ser un
punto de destino para estos cruceros.

Eso es un paso importantísimo dentro de nuestro objetivo de abrirnos al turismo internacional, al turismo
asiático. Ya China nos había señalado como destino turístico, pero ya esto es un hecho concreto: Japón
va a comenzar a llegar con sus cruceros a Cartagena.

Y yo espero que así como Royal Caribbean quiere llegar aquí a Santa Marta, Alcalde, también podamos
traer a estos turistas asiáticos a toda esta belleza de la Costa Cribe colombiana: Santa Marta,
Cartagena, a todo el país, porque el turismo lo que nos genera es empleo y prosperidad.

Aquí estuvieron en Colombia, en esta semana, más de 140 industriales brasileros, entre esos 140
representan el 45 por ciento del PIB del Brasil, y vinieron a decirnos: queremos invertir en Colombia,
queremos ser socios de Colombia en este futuro tan promisorio para el continente.

Vinieron encabezados por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, y la verdad es que se fueron –
muchos de ellos era la primera vez que habían venido, el 60 por ciento era la primera vez que había
venido a Colombia- se fueron muy satisfechos y muy entusiasmados de poder hacer sociedad con
empresarios colombianos y venir a invertir a Colombia. Eso es otra buena noticia.

Mejoran calificación a Colombia

Otra buena noticia es que una de las grandes calificadoras de riesgo a nivel mundial le subió la
calificación a Colombia.

La forma como operan es que tienen una calificaciones y cada calificación tiene como un grado.
Nosotros en la calificación que teníamos estábamos en ‘estable’, nos aumentaron a ‘positiva’.

¿Cuál es el significado de esto? ¿Eso cómo nos afecta?

Cuando una calificadora de riesgo mejora la calificación de un país, casi automáticamente disminuye el
costo de la deuda, del crédito, y eso se refleja en el costo de crédito para todos los colombianos.

Porque hay vasos comunicantes. Si hay una mejor calificación baja el costo de la deuda colombiana,
eso tiene una influencia en el interés colombiano, y por eso es tan importante mantener esa credibilidad
frente a esas organizaciones, esas calificadoras, y en la medida en que nos califiquen bien nos va a
facilitar a todos los colombianos, al Gobierno, el acceso a un crédito más barato. Ese es el significado
de este tipo de calificación.

Comienza restitución de tierras

Y por último, ya el Ministro de Agricultura ayer hizo un anuncio que la semana entrante vamos a iniciar
un proceso de algo que para el Gobierno es fundamental, es una de nuestras prioridades: el proceso de
restitución de tierras.

Vamos a iniciar ese proceso explicándole al país ya en dónde vamos a comenzar a restituirles las tierras
a los campesinos. La mayoría de esas tierras son tierras que hemos incautado del narcotráfico, algunas
son tierras emblemáticas alrededor de las cuales se ha discutido mucho, pero nosotros ya tenemos la
decisión firme de iniciar ese proceso.

Porque le vamos a cumplir a los campesinos de Colombia, al decirles que quienes han sido despojados
de sus tierras se las vamos a devolver. Es un compromiso del Gobierno.

Y a los honorables senadores y representantes: ustedes entienden la importancia de esta Ley de


Tierras, pero tenemos los instrumentos para que por lo menos en esta primera fase podamos hacerlo
sin la ley.

La ley lo que pasa es que nos va a facilitar continuar con el proceso, pero en esta primera fase tenemos
los instrumentos legales para iniciar el proceso, sin embargo, un llamado nuevamente y además
agradecerle a los senadores y representantes al apoyo que han venido dándole a las iniciativas del
Gobierno, todas buscando que logremos esa prosperidad democrática que todos estamos  añorando.

Educación

Ahora a lo que vinimos, el tema de la educación, que es un tema tan importante.

Ustedes también se van a cansar de oír que la educación es la mejor inversión que puede hacer
cualquier persona, cualquier familia cualquier país, porque es el instrumento de movilidad social, es lo
que nos da competitividad, es lo que realmente nos iguala, nos equipara en una sociedad tan
desequilibrada como la nuestra. Todo lo que hagamos por la educación es poco.

Aquí en Santa Marta me complace mucho que se haya realizado este Acuerdo para la Prosperidad.
Aquí murió el Libertador, que tenía una frase muy linda. El Libertador decía: ‘Las acciones marchan
hacia su grandeza al mismo paso que avanza su educación’.         

Hace dos siglos que dijo el Libertador esa frase, y es la verdad. En el mundo las Naciones que han
avanzado, son las regiones que han puesto la educación como una de sus grandes prioridades. Eso es
una regla de oro inexorable, y por eso nosotros estamos empeñados como Gobierno de darle cada vez
más importancia a la educación, pero una educación de calidad, no una educación cualquiera, una
educación de calidad.

El Gobierno del Presidente Uribe hizo un gran esfuerzo, un gran esfuerzo que hay que aplaudir, en
aumentar la cobertura de la educación en Colombia. Realmente el esfuerzo que se ha hecho en los
últimos años, con el Presidente Uribe, fue algo para mostrar.

Ahora nuestro esfuerzo es mejorar la calidad, porque ahí estamos muy mal, y por eso me complace
muchísimo que aquí en Santa Marta nos hayamos podido reunir para este Acuerdo para la Prosperidad.

Como ya se anunció y como se ha venido anunciando en estos 10 acuerdos, el procedimiento es que


los viernes se reúnen en unas mesas de trabajo, se discuten los diferentes temas, los temas que se han
escogido dentro de las mesas se escogen a los voceros; es un proceso democrático donde cada mesa
escoge su vocero, el vocero viene y rinde un informe de las conclusiones de la mesa, a ese informe le
responde un funcionario del Gobierno a ver qué solución le dan a cada punto de cada mesa, y a eso se
le hace un seguimiento permanente para ir cumpliendo con estos acuerdos para la prosperidad.

En el caso del Magdalena y en el caso de Santa Marta es un caso importante para revisar, porque
infortunadamente el Magdalena está por debajo del promedio nacional en los indicadores de educación.

Por ejemplo, en educación superior la cobertura del promedio nacional es del 35,5 por ciento, o sea, el
35,5 por ciento de los colombianos tienen acceso o tienen posibilidades de ir a la educación superior.

En el Magdalena ese porcentaje es solamente el 23,3 (por ciento). En la educación pre escolar, básica y
media, en el Magdalena el 76 por ciento de los estudiantes que ingresan a formación técnica profesional
desertan en el sexto semestre, y en el Magdalena falta atender casi 11 mil niños y jóvenes de la
población en edad escolar, cuando a nivel nacional faltan aproximadamente un millón.

En la calidad también hay que hacer un gran esfuerzo.

Por ejemplo, en la Pruebas Saber del 2009, en el Magdalena, en el grado cinco, en lenguaje, el 85 por
ciento de los niños del grado cinco obtuvieron mínimo e insuficiente, solamente el 1,3 por ciento fue
satisfactorio. En matemáticas la situación es peor, 91 por ciento obtuvieron mínimo o insuficiente, y
solamente el 6 por ciento obtuvo la calificación de satisfactorio. En ciencias naturales, una calificación
muy parecida, 91 por ciento mínimo e insuficiente, el 8 por ciento –solamente- satisfactorio.

En el grado nueve, en lenguaje, el 87 por ciento mínimo e insuficiente, solamente el 13 por ciento
satisfactorio. En matemáticas, en el grado nueve, 95 por ciento mínimo e insuficiente, y solamente el 5
por ciento satisfactorio. En ciencias naturales 90 por ciento mínimo e insuficiente, y 9 por ciento
satisfactorio.

O sea que hay que hacer un gran esfuerzo. Aquí en el Magdalena y en todo el país, porque
infortunadamente en el país las calificaciones no son buenas tampoco, y si queremos realmente avanzar
como Nación, tenemos que graduar y capacitar bien a nuestros niños a nuestras niñas a nuestros
jóvenes, a nuestra mano de obra a nuestros trabajadores, nuestros empleados.

Si no están bien educados, si no están bien capacitados, la economía no va a tener ese impulso, esa
fuerza para despegar y para seguir adelante.

Por eso es tan importante todo el esfuerzo que hagamos en mejorar la educación, en volverla más
pertinente, en enseñarle a nuestros jóvenes lo que realmente hoy requiere Colombia y el mundo: el
sentido de pertinencia. Eso es bien importante en materia de educación. Por eso le damos tanta
importancia a este tema, que además tiene que ver con otro de nuestros grandes objetivos, que es la
lucha contra la pobreza.

La mejor forma de salir de la pobreza es recibir una buena educación. Un niño de un estrato bajo que
reciba una buena educación, inmediatamente se equipara a un niño de un estrato más alto que reciba
esa misma educación.

Tienen un punto de partida casi igual. Inclusive, por aquello de que la adversidad forja el carácter, el
niño de estrato bajo va a estar mejor preparado para la luchar en la vida, para progresar, que el otro.

Por eso es tan importante darles a todos los niños de Colombia la mejor educación. Por eso es tan
importante cerrar la brecha entre la calidad de la educación pública con la educación privada. Esa es
una de las muchas brechas que tenemos que cerrar en este tema de la educación.

Y en materia de pobreza aquí en el Magdalena también –infortunadamente-  estamos por debajo del
promedio nacional, que ya de por sí es malo. En pobreza el promedio nacional es del orden del orden
del 45 por ciento, en el Magdalena es del 60 (por ciento); y en pobreza extrema estamos en 16,4 por
ciento, en el Magdalena es del 22,8 por ciento.

O sea, esto nos indica también que si le damos importancia a la educación y ponemos en marcha unas
buenas políticas aquí en el Magdalena y en el resto del país, estos indicadores inmediatamente
comienzan a mejorar y vamos a tener un país y un departamento y un futuro mucho mejores.

De manera que sin más preámbulos, querido Gobernador, querido Alcalde, pues muchas gracias por su
hospitalidad.

Vamos a escuchar entonces a la Ministra (de Educación), al Gobernador y al Alcalde, y luego los
informes de las mesas de discusión de los diferentes temas sobre este aspecto tan importante para el
país, tan importante para el departamento, como es el tema de la educación.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la décima jornada de


Acuerdos para la Prosperidad

Santa Marta, 16 oct (SIG). “Ayer estuvimos con varios alcaldes, con el Gobernador y con los
funcionarios de la Presidencia (de la República) en Pueblo Viejo (Magdalena) haciendo acto de
presencia en una pequeña demostración de solidaridad. Le entregamos ayudas a algunos de los
damnificados por el invierno, un invierno que  nos está golpeando muy duro.

Ya llevamos casi un millón de compatriotas que han sido afectados por el invierno, cerca de la mitad en
la Costa Cribe colombiana, más de 120 mil aquí en el Magdalena.

Es un invierno que, infortunadamente, va a persistir hasta finales de año, y por eso no cesaremos en
repetir que hay que tomar todas las medidas del caso para tratar de, por lo menos, disminuir el impacto
de esta terrible ola invernal.

El Gobierno ha hecho un gran esfuerzo, y ya destinó 164 mil millones de pesos para los damnificados,
45 mil millones solamente para la recuperación de vías, vienen otro 30 mil millones, y continuaremos en
la medida de lo posible y de nuestras capacidades, haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para
ayudar a la gente que ha sido afectada por este invierno.

Pero al mismo tiempo quiero hacer nuevamente un llamado a la solidaridad de todos los colombianos.
Con la Cruz Roja vamos a poner en marcha un proceso para recibir ayudas que les podamos trasladar a
estos damnificados, porque el Gobierno hace lo que puede, la ayuda que estamos dando –y hemos
llegado a cerca de 920 mil, el 98 por ciento de las personas han tenido algún contacto y han recibido
alguna ayuda del Gobierno-pero yo sé, y soy el primero en reconocer que no es suficiente.

Cuando uno pierde su casa, cuando uno está en esa situación cualquier ayuda es poco, pero tengan la
seguridad de que ahí estaremos presentes, ayudado en la medida de lo posible.

Y continuaremos con todo el esfuerzo, el equipo de la Presidencia con los gobernadores, con los
alcaldes, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para poder ayudar a quienes están siendo
afectados por esta ola invernal.

Esta ha sido otra semana muy activa, mucho movimiento, muchas noticias.

Balance de orden público

En orden público logramos unos buenos golpes. La captura de esta bandido, alias ‘Apache 4’, que era
uno de los cabecillas de los ‘Rastrojos’ en Nariño. Eso es un golpe muy importante a una organización
que, sobre todo en Nariño y en Tumaco, ha hecho tantos estragos.

La captura de otro bandido alias ‘Buda’, y de otros seis integrantes de una banda internacional de tráfico
de drogas y de armas. Ahí se capturaron varios delincuentes centroamericanos. Aquí estuvo el Ministro
de Seguridad de Honduras, diciéndonos cómo era de importante la captura que se realizó en esta
semana.

Alias ‘Pablo’, en Planadas (Tolima), es el cabecilla del frente 21 de las Farc, acusado de múltiples
atentados y que ha hacho también mucho daño en esa zona, y alias ‘Pirri’, cabecilla del frente sexto de
las Farc, en Toribio, en el Cauca, también fue otro golpe importante.

‘La vía correcta es desmovilizarse’

Se han desmovilizado hasta el momento mil 924 miembros de las Frac en este año.

Yo quiero hacer nuevamente un llamado a los que están pensando en continuar haciendo parte de esa
organización: los vamos golpear cada vez más y con más contundencia.

La vía correcta es desmovilizarse, volver a reintegrase a la sociedad, volver a estar con sus familias,
porque la alternativa es una cárcel o una tumba. Por eso quiero hacer ese llamado: desmovilícense, que
esa es la vía correcta para que este país pueda vivir en paz.

Esta gente de las Farc no nos deja de sorprender su proceder, su mal proceder, su canalla.

Correos de las Farc

Hace un par de días dijimos que habíamos encontrado un correo en donde este bandido de ‘Fabián
Ramírez’ le solicita permiso al jefe del bloque sur, a ‘Joaquín Gómez’, para ejecutar a su propio
hermano, y así lo hizo.

Encontramos otros correos que muestran esa forma de proceder de las Farc. Un correo que confirma
cómo fue planeada la bomba que pusieron en la Universidad Militar.

Y un correo antes del ataque al Nogal, porque el correo que habíamos encontrado con ‘Raúl Reyes’ fue
un correo en donde se congratulaban entre ellos por la bomba que pusieron en El Nogal, pero este
correo que encontramos en los computadores del ‘Mono Jojoy’ fue un correo antes, y que demuestra
cómo iban detrás de cierto tipo de personajes.

El correo dice: “Camarada ‘Manuel’ –es un correo a ‘Tirofijo’- nuestro saludo en unión de Sandra. La
orden que le dimos al ‘Paisa’ fue estallar el carrobomba en el Club El Nogal, cuando hubieran
personajes importantes como generales, ministros de Gobierno, etcétera.

“Pero últimamente ha surgido la posibilidad real de explotarlo ante la presencia de 150 industriales y 10
diplomáticos, quienes se reúnen semanalmente. Nosotros estamos de acuerdo, al igual que el ‘Mono’,
antes que todo caiga, porque en Bogotá hay una cacería de brujas espantosa. Ayer pasaron a San
Vicente 11 helicópteros. Buen rato”. Y firman Jorge, Joaco, Fabián y Martín.

Esta es una demostración de cómo planean.

Pero algo igual o peor es otro correo en donde hay una intención clara de poner un carro bomba contra
un hospital, contra el Hospital Militar.

Dice: “Camarada Manuel, lo saludo cordialmente. El ‘Paisa’, a través de ‘Joaquín’, propone poner un
carro bomba al Hospital Militar en Bogotá, en un lugar que daña gran parte del instrumental que vale un
coronal. Nosotros estamos de acuerdo, falta la opinión del camarada. Le va nuestro abrazo. Jorge”.

Esos correos los encontramos, y lo que nos demuestra es el tipo de organización terrorista contra la cual
estamos nosotros luchando. Una organización que sigue reclutando niños, que sigue secuestrado, que
sigue extorsionando, que ya ahora está aliada con las bandas criminales para traficar droga, que sigue
poniendo minas, que atenta contra población civil sin ninguna discriminación.

Ese es el tipo de organización. Por eso queremos que sigan respaldando a nuestra Fuerzas Armadas en
esta lucha contra esta organización, que cada vez está más desesperada, como lo está demostrado.

Hay una serie de noticias buenas que han sucedido esta semana. 

General Naranjo elegido mejor policía del mundo

Comienzo por una que va a suceder la semana entrante, pero que hoy parte el general (Óscar) Naranjo
(Director de la Policía Nacional) para el Canadá. La semana pasa estuvo aquí el Comisario de la Policía
Montada del Canadá.

Algunos de ustedes, los que tienen cierta edad, recordarán todas esas películas sobre la Policía
Montada del Canadá con los caballos, con los perros, y la Policía Montada del Canadá tiene una fama,
bien ganada, de ser para muchos la mejor policía del mundo.

Pues bien, aquí vino el Comisario, que es el jefe de la Policías, es el general Naranjo de la Policía
Montada del Canadá, a notificarnos que va a ver una reunión de todas las policías del mundo, y que el
general Naranjo había sido escogido como el mejor Policía Mundo.

Eso es una noticia creo que muy importante.

Mis felicitaciones al general Naranjo –bien merecido ese título- a su familia y a su institución.

Estuve el jueves pasado en el asenso de los suboficiales –más de cinco mil suboficiales- que
ascendieron en la Policía, una cifra sin precedentes. Estaban represados, algunos esperando el
ascenso 10 años, y allá pude constatar que cada vez nuestra Policía, y nuestras Fuerzas Armadas en
general, están en un proceso de mejoramiento continuo para dar cada vez más protección, más
seguridad nuestros compatriotas.

También es motivo de gran satisfacción que en la última encuesta nuevamente nuestras Fuerzas
Armadas salen como la institución más apreciada, más respetada, mas querida, con la opinión más
favorable de los colombianos.

Eso es un gran activo que todos tenemos que cuidar, que todos tenemos que acrecentar en la medida
de lo posible, porque eso es lo que la legitimidad a toda la acción de la Fuerza Pública y del Estado.

Colombia en el Consejo de Seguridad de la ONU

Otra buena noticia, que ustedes ya conocen, fue la votación en el seno de las Naciones Unidas para que
Colombia ocupara un escaño, un puesto en el Consejo de Seguridad. Obtuvimos 186 votos, una de las
votaciones más altas en la historia reciente de Naciones Unidas para ese puesto.

Eso es una demostración de respaldo a Colombia, así ha sido interpretado por el mundo entero, y esto
también nos debe complacer mucho, pero también nos obliga a ejercer esa responsabilidad con mucho
rigor, y así lo haremos.

Como dije en su momento en Naciones Unidas, nosotros aspirábamos a ese  escaño para representar
la voz de América Latina y lo vamos a hacer. América Latina cada vez se tiene que integrar más.

Estaba nuestro Ministro de Comercio en Perú, en esta semana, hoy está llegando del Perú. Ahí estamos
viendo cómo profundizamos la integración con el Perú, con los países del llamado Arco: Chile, México, y
en general nuestra intención es profundizar la integración de toda América Latina, que como ya lo están
señalando en todas partes, es la década de America Latina. America Latina está despegando y nosotros
tenemos que ser parte fundamental de ese despegue.

Cruceros del Japón llegarán a Cartagena

Otra buena noticia, y muy buena para Colombia, para la Costa Caribe colombiana y para el turismo
colombiano.

Me dijo ayer la Embajadora nuestra en Japón, Patricia Eugenia Cárdenas, que después de muchos
esfuerzos se autorizó y decidió el Gobierno del Japón y las empresas que están en este momento
manejando todo lo que tiene que ver con los cruceros de los japoneses, que Cartagena iba a ser un
punto de destino para estos cruceros.

Eso es un paso importantísimo dentro de nuestro objetivo de abrirnos al turismo internacional, al turismo
asiático. Ya China nos había señalado como destino turístico, pero ya esto es un hecho concreto: Japón
va a comenzar a llegar con sus cruceros a Cartagena.

Y yo espero que así como Royal Caribbean quiere llegar aquí a Santa Marta, Alcalde, también podamos
traer a estos turistas asiáticos a toda esta belleza de la Costa Cribe colombiana: Santa Marta,
Cartagena, a todo el país, porque el turismo lo que nos genera es empleo y prosperidad.

Aquí estuvieron en Colombia, en esta semana, más de 140 industriales brasileros, entre esos 140
representan el 45 por ciento del PIB del Brasil, y vinieron a decirnos: queremos invertir en Colombia,
queremos ser socios de Colombia en este futuro tan promisorio para el continente.

Vinieron encabezados por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, y la verdad es que se fueron –
muchos de ellos era la primera vez que habían venido, el 60 por ciento era la primera vez que había
venido a Colombia- se fueron muy satisfechos y muy entusiasmados de poder hacer sociedad con
empresarios colombianos y venir a invertir a Colombia. Eso es otra buena noticia.

Mejoran calificación a Colombia

Otra buena noticia es que una de las grandes calificadoras de riesgo a nivel mundial le subió la
calificación a Colombia.

La forma como operan es que tienen una calificaciones y cada calificación tiene como un grado.
Nosotros en la calificación que teníamos estábamos en ‘estable’, nos aumentaron a ‘positiva’.

¿Cuál es el significado de esto? ¿Eso cómo nos afecta?

Cuando una calificadora de riesgo mejora la calificación de un país, casi automáticamente disminuye el
costo de la deuda, del crédito, y eso se refleja en el costo de crédito para todos los colombianos.

Porque hay vasos comunicantes. Si hay una mejor calificación baja el costo de la deuda colombiana,
eso tiene una influencia en el interés colombiano, y por eso es tan importante mantener esa credibilidad
frente a esas organizaciones, esas calificadoras, y en la medida en que nos califiquen bien nos va a
facilitar a todos los colombianos, al Gobierno, el acceso a un crédito más barato. Ese es el significado
de este tipo de calificación.

Comienza restitución de tierras

Y por último, ya el Ministro de Agricultura ayer hizo un anuncio que la semana entrante vamos a iniciar
un proceso de algo que para el Gobierno es fundamental, es una de nuestras prioridades: el proceso de
restitución de tierras.

Vamos a iniciar ese proceso explicándole al país ya en dónde vamos a comenzar a restituirles las tierras
a los campesinos. La mayoría de esas tierras son tierras que hemos incautado del narcotráfico, algunas
son tierras emblemáticas alrededor de las cuales se ha discutido mucho, pero nosotros ya tenemos la
decisión firme de iniciar ese proceso.

Porque le vamos a cumplir a los campesinos de Colombia, al decirles que quienes han sido despojados
de sus tierras se las vamos a devolver. Es un compromiso del Gobierno.
Y a los honorables senadores y representantes: ustedes entienden la importancia de esta Ley de
Tierras, pero tenemos los instrumentos para que por lo menos en esta primera fase podamos hacerlo
sin la ley.

La ley lo que pasa es que nos va a facilitar continuar con el proceso, pero en esta primera fase tenemos
los instrumentos legales para iniciar el proceso, sin embargo, un llamado nuevamente y además
agradecerle a los senadores y representantes al apoyo que han venido dándole a las iniciativas del
Gobierno, todas buscando que logremos esa prosperidad democrática que todos estamos  añorando.

Educación

Ahora a lo que vinimos, el tema de la educación, que es un tema tan importante.

Ustedes también se van a cansar de oír que la educación es la mejor inversión que puede hacer
cualquier persona, cualquier familia cualquier país, porque es el instrumento de movilidad social, es lo
que nos da competitividad, es lo que realmente nos iguala, nos equipara en una sociedad tan
desequilibrada como la nuestra. Todo lo que hagamos por la educación es poco.

Aquí en Santa Marta me complace mucho que se haya realizado este Acuerdo para la Prosperidad.
Aquí murió el Libertador, que tenía una frase muy linda. El Libertador decía: ‘Las acciones marchan
hacia su grandeza al mismo paso que avanza su educación’.         

Hace dos siglos que dijo el Libertador esa frase, y es la verdad. En el mundo las Naciones que han
avanzado, son las regiones que han puesto la educación como una de sus grandes prioridades. Eso es
una regla de oro inexorable, y por eso nosotros estamos empeñados como Gobierno de darle cada vez
más importancia a la educación, pero una educación de calidad, no una educación cualquiera, una
educación de calidad.

El Gobierno del Presidente Uribe hizo un gran esfuerzo, un gran esfuerzo que hay que aplaudir, en
aumentar la cobertura de la educación en Colombia. Realmente el esfuerzo que se ha hecho en los
últimos años, con el Presidente Uribe, fue algo para mostrar.

Ahora nuestro esfuerzo es mejorar la calidad, porque ahí estamos muy mal, y por eso me complace
muchísimo que aquí en Santa Marta nos hayamos podido reunir para este Acuerdo para la Prosperidad.

Como ya se anunció y como se ha venido anunciando en estos 10 acuerdos, el procedimiento es que


los viernes se reúnen en unas mesas de trabajo, se discuten los diferentes temas, los temas que se han
escogido dentro de las mesas se escogen a los voceros; es un proceso democrático donde cada mesa
escoge su vocero, el vocero viene y rinde un informe de las conclusiones de la mesa, a ese informe le
responde un funcionario del Gobierno a ver qué solución le dan a cada punto de cada mesa, y a eso se
le hace un seguimiento permanente para ir cumpliendo con estos acuerdos para la prosperidad.

En el caso del Magdalena y en el caso de Santa Marta es un caso importante para revisar, porque
infortunadamente el Magdalena está por debajo del promedio nacional en los indicadores de educación.

Por ejemplo, en educación superior la cobertura del promedio nacional es del 35,5 por ciento, o sea, el
35,5 por ciento de los colombianos tienen acceso o tienen posibilidades de ir a la educación superior.

En el Magdalena ese porcentaje es solamente el 23,3 (por ciento). En la educación pre escolar, básica y
media, en el Magdalena el 76 por ciento de los estudiantes que ingresan a formación técnica profesional
desertan en el sexto semestre, y en el Magdalena falta atender casi 11 mil niños y jóvenes de la
población en edad escolar, cuando a nivel nacional faltan aproximadamente un millón.

En la calidad también hay que hacer un gran esfuerzo.

Por ejemplo, en la Pruebas Saber del 2009, en el Magdalena, en el grado cinco, en lenguaje, el 85 por
ciento de los niños del grado cinco obtuvieron mínimo e insuficiente, solamente el 1,3 por ciento fue
satisfactorio. En matemáticas la situación es peor, 91 por ciento obtuvieron mínimo o insuficiente, y
solamente el 6 por ciento obtuvo la calificación de satisfactorio. En ciencias naturales, una calificación
muy parecida, 91 por ciento mínimo e insuficiente, el 8 por ciento –solamente- satisfactorio.

En el grado nueve, en lenguaje, el 87 por ciento mínimo e insuficiente, solamente el 13 por ciento
satisfactorio. En matemáticas, en el grado nueve, 95 por ciento mínimo e insuficiente, y solamente el 5
por ciento satisfactorio. En ciencias naturales 90 por ciento mínimo e insuficiente, y 9 por ciento
satisfactorio.

O sea que hay que hacer un gran esfuerzo. Aquí en el Magdalena y en todo el país, porque
infortunadamente en el país las calificaciones no son buenas tampoco, y si queremos realmente avanzar
como Nación, tenemos que graduar y capacitar bien a nuestros niños a nuestras niñas a nuestros
jóvenes, a nuestra mano de obra a nuestros trabajadores, nuestros empleados.

Si no están bien educados, si no están bien capacitados, la economía no va a tener ese impulso, esa
fuerza para despegar y para seguir adelante.

Por eso es tan importante todo el esfuerzo que hagamos en mejorar la educación, en volverla más
pertinente, en enseñarle a nuestros jóvenes lo que realmente hoy requiere Colombia y el mundo: el
sentido de pertinencia. Eso es bien importante en materia de educación. Por eso le damos tanta
importancia a este tema, que además tiene que ver con otro de nuestros grandes objetivos, que es la
lucha contra la pobreza.

La mejor forma de salir de la pobreza es recibir una buena educación. Un niño de un estrato bajo que
reciba una buena educación, inmediatamente se equipara a un niño de un estrato más alto que reciba
esa misma educación.

Tienen un punto de partida casi igual. Inclusive, por aquello de que la adversidad forja el carácter, el
niño de estrato bajo va a estar mejor preparado para la luchar en la vida, para progresar, que el otro.

Por eso es tan importante darles a todos los niños de Colombia la mejor educación. Por eso es tan
importante cerrar la brecha entre la calidad de la educación pública con la educación privada. Esa es
una de las muchas brechas que tenemos que cerrar en este tema de la educación.

Y en materia de pobreza aquí en el Magdalena también –infortunadamente-  estamos por debajo del
promedio nacional, que ya de por sí es malo. En pobreza el promedio nacional es del orden del orden
del 45 por ciento, en el Magdalena es del 60 (por ciento); y en pobreza extrema estamos en 16,4 por
ciento, en el Magdalena es del 22,8 por ciento.

O sea, esto nos indica también que si le damos importancia a la educación y ponemos en marcha unas
buenas políticas aquí en el Magdalena y en el resto del país, estos indicadores inmediatamente
comienzan a mejorar y vamos a tener un país y un departamento y un futuro mucho mejores.

De manera que sin más preámbulos, querido Gobernador, querido Alcalde, pues muchas gracias por su
hospitalidad.

Vamos a escuchar entonces a la Ministra (de Educación), al Gobernador y al Alcalde, y luego los
informes de las mesas de discusión de los diferentes temas sobre este aspecto tan importante para el
país, tan importante para el departamento, como es el tema de la educación.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la entrega


del Premio Compartir al Maestro 2010

Bogotá, 20 oct (SIG). “Queridos maestros:

La humanidad está en sus manos.

No es una exageración. Realmente, ustedes tienen una de las más importantes responsabilidades en la
historia: educar y formar a nuevas generaciones, una tras otra.

Un filósofo dijo alguna vez que ‘ enseñar es un ejercicio de inmortalidad’ . En efecto, lo que un niño
aprende en su infancia se perpetúa para sí mismo, y también para sus hijos y sus nietos.

No sólo hablo de los colores, las letras, las sumas y las restas, sino también de los valores, la
solidaridad y el respeto.

Lo que un maestro enseña –con sus conocimientos y su propio comportamiento– moldea a los
ciudadanos del mañana: al político, al científico, al profesor, al empresario, al deportista, al escritor o al
cantante; también nos forma como hijos, hermanos, vecinos y futuros padres.

La importancia de su trabajo es reconocida desde hace varios siglos.

Pitágoras decía que ‘ educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la
vida’.

Y Simón Bolívar opinaba que ‘ el objeto más noble que puede ocupar el hombre es ilustrar a sus
semejantes’.

Por eso su responsabilidad es tan importante y, en ocasiones, tanto o más que la de un padre o madre
de familia.

A veces pasan más tiempo con nuestros hijos, cuando los padres trabajan largas jornadas; de manera
que un maestro puede ver e identificar –con mayor objetividad– las capacidades y debilidades de cada
niño; lo orientan y guían por la senda del conocimiento.

Así, un maestro cultiva a diario los valores y talentos de las nuevas generaciones.

Por eso, este evento es un merecido homenaje que se les rinde anualmente a los educadores de
Colombia.

En el país se cuentan por miles los excepcionales maestros que son conscientes de su papel en la
sociedad y que hacen su mejor esfuerzo en variados contextos geográficos, frente a niños de todos los
orígenes sociales, culturales y étnicos.

La Fundación Compartir –liderada por ese gran empresario y hombre con vocación social que es Pedro
Gómez, a quien tanto le debe Colombia– sabe que la clave de la calidad está en el maestro y por eso
realiza un esfuerzo noble y trascendental para mejorar sus procesos de enseñanza.

Los apoya en el camino hacia la excelencia y les hace público reconocimiento a quienes se destacan
por su compromiso, profesionalismo y capacidad para innovar en la práctica pedagógica, con proyectos
educativos y creativos que benefician a los estudiantes y a sus comunidades.

Además de felicitar a todos los educadores del país, y en especial a los nominados y ganadores del
Premio Compartir al Maestro 2010, quiero manifestarles a Pedro Gómez y a la Fundación Compartir mi
gratitud inmensa.

Como gobierno y como sociedad les debemos un respectivo homenaje, por su trabajo a favor de la
educación.

Prioridad en la formación a docentes

Queridos maestros:

Sabemos que, para formar a nuestros niños y jóvenes, debemos darles a ustedes las herramientas
necesarias, de manera que puedan proporcionar, cada vez más, una mejor educación.

Tenemos como prioridad la formación de docentes. Ese es uno de los principales factores de la calidad
educativa y en eso hemos tenido un importante avance en los últimos años.

A través del programa nacional de bilingüismo se diagnosticó el nivel de inglés de más de 13 mil
docentes y –a partir de allí– se impulsaron estrategias de formación de las que se han beneficiados
7.500 maestros de diferentes regiones, logrando mejorar su nivel de lengua a los niveles B1 y B2.

Nos hemos puesto la meta de aumentar el número de maestros con nivel intermedio de inglés, para que
pasen del 15 por ciento actual al 40 por ciento en el año 2014.

También se ha hecho un gran esfuerzo en cuanto al uso y apropiación de las Tecnologías de la


Información y la Comunicación (TICs), necesarias para renovar prácticas pedagógicas y responder a los
retos de la sociedad de la información en el siglo XXI.

En total, se han formado más de 100 mil educadores en el uso pedagógico de los medios y las
tecnologías de la información y comunicación.

Quiero darles la certeza de que seguiremos consolidando y expandiendo estos programas, con el
propósito de que ustedes –maestros– se preparen cada vez mejor y, en consecuencia, preparen cada
vez mejor a nuestros estudiantes.

Con ese objetivo, profundizaremos los planes masivos de formación virtual y presencial para mejorar
sus competencias profesionales y básicas, con el apoyo del SENA y las Universidades.

Buscaremos que, en estos 4 años, aumenten –de 38 a 70 por ciento, por lo menos– los docentes con
competencias digitales para la innovación educativa.

También mantendremos el acompañamiento a procesos de mejoramiento de escuelas normales


superiores y facultades de educación; y promoveremos la elaboración de material virtual para apoyar su
autonomía en el trabajo pedagógico.

Mejoramiento de la calidad de la educación

Si bien hemos dado un gran paso en cobertura educativa, nos concentraremos ahora en la calidad y
haremos de esto un propósito nacional.

Simón Bolívar también dijo que ‘ las naciones marchan hacia su grandeza, al mismo paso que avanza
su educación’.

Justamente, los países que más han avanzado son aquellos que le han dado prioridad a este tema.

Por eso hoy recogemos las sabias palabras del Libertador para comprometer a toda la sociedad con el
gran Plan Nacional de Mejoramiento de la Calidad de la Educación, que busca reducir brechas y
generar prosperidad.

¿Qué debemos entender por educación de calidad?

Es aquella que forma mejores seres humanos, ciudadanos con valores éticos, respetuosos de lo
público, conocedores de los derechos humanos y que conviven en paz.

Además de ser una educación pertinente –que promueva la innovación y el emprendimiento–, debemos
promover una política educativa que reduzca desequilibrios entre regiones y grupos vulnerables.

Y es que una de las mejores formas de combatir la pobreza y el atraso es a través de la buena
educación.

Cuando un niño de escasos recursos recibe enseñanza de calidad, se equipara –casi que
inmediatamente– con un niño de estrato alto que también recibe educación de alto nivel.

Ambos arrancan –casi– desde el mismo punto de partida, porque tienen para ofrecer similares talentos,
capacidades y conocimientos.

Incluso, el niño de escasos recursos tiene el potencial de ser más emprendedor, si tenemos en cuenta
que la adversidad es un forjador del carácter, del esfuerzo y de la disciplina.

Como ven, la educación de calidad genera oportunidades legítimas de progreso y prosperidad para
todos.

¡Y la prosperidad también debe aplicar para los docentes!

En eso también se ha avanzado en los últimos años con el pago a tiempo de salarios y prestaciones
para los maestros, y la implementación de un estatuto docente centrado en la vinculación, permanencia
y ascenso por méritos.

Hoy estamos viviendo un nuevo amanecer –como aquí dijo don Pedro–, luego de años de violencia que
nos impidieron centrar esfuerzos en temas importantes como la educación.

El país, además, está optimista y eso contrasta, por ejemplo, con Europa, donde los ciudadanos creen
que sus hijos no tendrán mejores oportunidades que ellos.

Los colombianos, en cambio, tenemos la convicción de que nuestros hijos tendrán una mejor vida.

Y esa es nuestra meta: que nuestros hijos tengan mejor educación, mejor formación, mejores
oportunidades, que las que tuvimos nosotros.

Ese optimismo es clave para la prosperidad. De hecho, un escritor decía que ‘el optimismo es un
elemento vigorosamente constructivo, cuya influencia en el individuo equivale a la del sol en la
vegetación’.

Pues, así como ese optimismo ilumina como un sol a nuestra niñez, nosotros tenemos el deber de
alimentar sus raíces para que crezcan robustas y vigorosas, sobre bases sólidas.

Por eso es clave el trabajo de los maestros, los gobiernos locales y el Gobierno nacional –actuando
juntos, unidos como debe ser– a favor de la primera Infancia.

Sabemos que es fundamental el desarrollo de los niños desde que nacen –incluso desde su gestación–
y hasta los 5 años, porque en ese periodo activan sus primeras habilidades cognitivas, físicas y
emocionales, que determinarán su bienestar inmediato y la vida que tendrán.

Desde allí estamos formando al científico, al profesor, al deportista y a los futuros padres y madres.

Atención integral a la primera infancia

En este gobierno –el Presidente, su esposa, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Protección


Social, junto con la Alta Consejería para la Prosperidad Social y la de Programas Especiales, con el
apoyo de Bienestar Familiar– estamos comprometidos a impulsar la atención integral para la primera
infancia como un tema prioritario.

Actuando juntos, como sociedad, a favor de nuestros pequeños, le quitaremos combustible a la


violencia;

¡Son muchos los jóvenes que caen en el crimen o la droga, tras sufrir deficiencias y necesidades en su
primera infancia!

Si actuamos UNIDOS, evitaremos que ellos hagan parte de fenómenos delincuenciales como el
narcotráfico y otros grupos armados ilegales.

Ustedes –maestros– son unos aliados fundamentales en esa y todas las etapas de formación de
nuestros futuros ciudadanos.

¡Gracias a ustedes por la entrega y vocación demostrada hasta ahora!

¡Gracias también –desde ya– por las futuras generaciones que educarán con pasión y dedicación!

Un historiador decía que 'un profesor trabaja para la eternidad y nadie puede decir dónde acaba su
influencia'.

Ustedes influyen en el destino del mundo, orientan a sociedades enteras y moldean conciencias.

Por eso, el país los necesita, los aprecia, los admira, para trabajar UNIDOS y direccionar a Colombia
hacia la prosperidad que merecemos.

Los invito a seguir siendo parte activa de la historia y protagonistas esenciales del nuevo amanecer de
Colombia, un nuevo amanecer que nos va a dar mejores profesores, mejores estudiantes y un mejor
futuro.

Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación del
Plan de Choque de Restitución de Tierras y Plan de Consolidación en
los Montes de María

Macayepo (Bolívar), 21 oct (SIG). “¡Qué bueno estar aquí en Macayepo en esta tarde medio lluviosa!
Sale el sol. Eso, además, es buena suerte, es buen augurio.

Eso me sucedió en mi posesión, medio llovía, medio salía el sol. Y después vino una señora y me dijo:
‘Es la mejor suerte, son buenos augurios.

Un saludo muy especial al señor Embajador de los Estados Unidos, al señor Peter McKinley; a nuestro
Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo; a los señores gobernadores de Bolívar y de Sucre, a los
doctores Jorge Luis Mendoza y Jorge Barraza.

Un saludo también muy especial al almirante Echandía, Comandante de la Armada Nacional; al general
(Rafael) Parra, Director Nacional de la Policía encargado; a Diego Molano que acaba de hablar ante
ustedes, Director de Acción Social; al Alcalde Galo Torres, a su hermano ‘Ramoncho’, a todos los
oficiales, a todas las autoridades que nos acompañan el día de hoy.

Pero sobre todo, un saludo muy cariñoso, muy especial a todos ustedes, porque es la primera vez, me
dicen, que viene a Macayepo un Presidente de la República.

Eso me complace muchísimo; me complace muchísimo estar aquí, me siento muy bien acogido. Les
agradezco mucho este recibimiento cariñoso. Y quiero decirles, quiero decirles que he venido porque
tengo un compromiso, un compromiso solemne que pienso cumplir.

Este recibimiento es un momento grato. Pero ustedes vivieron momentos muy ingratos, ustedes
sufrieron mucho, ustedes vivieron bajo la violencia demasiado tiempo.

Yo me acuerdo perfectamente cuando estaba yo de Ministro de Defensa que vine a Carmen de Bolívar,
cuando habíamos dado de baja a ese bandido de ‘Martín Caballero’, y vi la cara de la gente, que decía:
‘gracias, gracias por habernos liberado de este bandido’.

Pero eso no es suficiente. Necesitamos no solamente seguridad, sino también necesitamos desarrollo.
Y a eso he venido hoy, a cumplir esa parte de la deuda, de dar desarrollo a una región que tiene tanto
potencial, como los Montes de María.

La política de Seguridad Democrática, que en buen momento puso en marcha el Presidente (Álvaro)
Uribe, tenía una finalidad y era darle seguridad a las regiones; a Colombia y a las regiones que más
habían sufrido, como Montes de María, por la violencia.

Porque la seguridad –y eso nunca lo pueden olvidar–, la seguridad es la base de la prosperidad. Sin
seguridad no puede haber prosperidad.

Y ustedes han vivido exactamente esas consecuencias. Por tener tanta inseguridad y durante tanto
tiempo, pues el desarrollo no ha venido a estas regiones, hasta ahora se está asomando, hasta ahora lo
estamos viendo; muy lejos, pero lo estamos viendo.

Y lo que queremos, en el Gobierno, con el señor Ministro de Agricultura, con el doctor Juan Manuel
Ospina (Gerente del Incoder), que está aquí también lo saludo, es darles a ustedes los instrumentos
para que ese desarrollo se convierta en realidad.

Cuando les entregamos a estos tres compatriotas sus títulos, esos títulos valen mucho, pero valen poco,
dependiendo de con qué venga acompañado esos títulos.

Un título sobre una tierra es muy importante, porque cuando uno es propietario de la tierra, la defiende,
la cultiva, genera un sentido de pertenencia. Eso es muy importante.

Pero para poderla cultivar, para poder sacarle el fruto a esa tierra, necesita tener asistencia técnica,
necesita tener los instrumentos para poder cultivar y hacer que esa tierra produzca lo suficiente para
mandar a esos niños al colegio, para poder darles salud, para que pueda venir lo que hemos llamado la
Prosperidad Democrática.

Por eso quisimos venir con el Ministro hoy, con el Embajador –que Estados Unidos nos ha ayudado
muchísimo en estos planes de consolidación–, a hacer este lanzamiento formal de este plan de choque,
que queremos hacer mientras el Congreso de la República aprueba la Ley de Restitución de Tierras.

Porque tenemos los instrumentos jurídicos para iniciar el proceso ya, para iniciarlo ahora mismo, como
lo acabamos de iniciar con esos tres títulos, que van a ser muchísimos más.

Solamente en los Montes de María vamos a dar cuatro títulos. Ministro, usted tiene esa cifra. En total en
el país vamos a formalizar y restituir cerca de 312 mil hectáreas. Eso es ya una cifra importante.

Aquí en los Montes de María, en el plan de choque que viene de aquí a abril, son 28 mil hectáreas que
vamos a formalizar, a entregarles a los campesinos sus títulos para que puedan ser propietarios, sujetos
de crédito, que eso es bien importante.

Pero no sólo eso. Eso es un componente fundamental del desarrollo de toda esta zona, la titularización,
titular. Hemos dicho: consolidar es titular. Pero también vamos a venir con la ayuda que necesita la
región para progresar.

Me hablaban de esta vía, que coincidencialmente, cuando yo era Ministro de la Defensa la inauguramos
el inicio de la vía entre el Carmen de Bolívar y La Casona). No, pero esa vía no ha llegado, está
llegando. ¿Cuándo termina de llegar?

Pero para conectar las dos troncales se requieren, me dicen que no 12 sino 17 kilómetros. Me dicen que
eso vale 20 mil millones de pesos.

Yo di la plata para el primer tramo. He dicho todos estos días que no hay peor inversión que la que deja
uno por la mitad. Entonces me tengo que comprometer con el resto.

Entonces esa carretera la vamos a terminar, porque eso fue un compromiso que hicimos y los
compromisos son para cumplirlos.

Hay también unos recursos entre el plan de consolidación para vías terciarias. El doctor Sergio Jaramillo
(Alto Asesor de Seguridad Nacional) me decía que hay unos recursos importantes. Y vamos entonces a
ver con las comunidades, con los alcaldes, cuáles son esas vías terciarias que más se necesitan para
ver cómo las podemos adelantar.

De pronto lo mejor es esperar que pase el invierno, porque hacerlo ahora no tiene ningún sentido. Pero
entiendo la necesidad.

Y también vamos a traer asistencia técnica. El Ministro Juan Camilo Restrepo es Ministro de Agricultura
y Desarrollo Rural.

Yo he dicho –lo dije durante la campaña– que yo quería que los campesinos de Colombia fueran todos
un ‘Juan Valdez’ próspero. ¿Y qué quiere decir un ‘Juan Valdez’ próspero? Es un ‘Juan Valdez’ que
tiene asistencia técnica, que tiene crédito, que tiene vías para sacar sus productos, que tiene mercados.

Que este aguacate, si Estados Unidos finalmente nos aprueba –como espero que nos apruebe el
Tratado de Libre Comercio muy pronto, señor Embajador–, que este aguacate se pueda vender en un
mercado en Estados Unidos a buen precio.

Que lo podamos sacar. Porque, señor Embajador, ustedes no conocen la calidad de aguacate de aquí
de los Montes de María.

De eso se trata. El mundo entero está comenzando a sufrir una crisis de alimentos. Allá, en el otro lado
del mundo, la China, la India, Indonesia, están comenzando a consumir tantos alimentos que el mundo
se está quedando sin alimentos.

Y el mundo está buscando zonas que puedan convertirse en despensas de producción de alimentos.
Esta es una zona.

Por eso todos esos proyectos productivos, todo lo que puede producir esta tierra maravillosa, no hicimos
sino sobrevolar los Montes de María y la fertilidad, eso sale por los poros, sale por todos lados.

Si nos organizamos, como decía Diego Molano, si trabajamos todos juntos, si somos disciplinados, el
salto en el desarrollo que vamos a poder tener en esta zona del país va a ser inmenso.

Y por eso vine yo hoy ante ustedes, a decirles: ese es mi compromiso.

Hace como año y medio, cuando me retiraba del Ministerio de Defensa, fui a Ovejas (Sucre) a decirles
‘mire, aquí hay unos proyectos que queremos establecer para producir tabaco otra vez. Esos proyectos
tengo entendido que ya van marchando, van bien.

Y ya la gente está organizada y esta comenzando a exportar. A Holanda, a Estados Unidos y a


Alemania. Ya están exportando.

Pero lo que queremos es que no sean unas pocas. ¿Cuántas hectáreas hay en tabaco?, Son hasta 13
mil pero ahora hay pocos, pocos. Pero lo que queremos es que eso se multiplique.

Que toda esta zona, todos los Montes de María se convierta en una despensa para traerles progreso a
ustedes, para traerles desarrollo a ustedes, para que la calidad de vida de ustedes suba, se incremente.

Y por eso como decía nuestro querido Gobernador (del departamento de Bolívar, Jorge Mendoza), yo
digo que este es un proyecto del alma, porque esa restitución de las tierras a quienes han sufrido tanto
por la violencia, a quienes han sido despojados de sus tierras a las malas, es una deuda que tiene la
sociedad colombiana, que tiene el Estado colombiano con esos compatriotas que sufrieron ese despojo.

Por eso cómo me complace haber podido entregar esos tres títulos. Pero es que vamos a entregar
millones de títulos a millones de campesinos, para que puedan convertir el campo que ha sido en estos
últimos tiempos un reducto de pobreza y de atraso, más bien en un polo de desarrollo, en un polo de
progreso.

Eso lo vamos a hacer todos juntos. Las Fuerzas Militares, las Fuerzas Armadas, la Infantería de Marina
que tanto ayudó a combatir a estos violentos.

Yo me precio, me honro de haber pertenecido a la Armada Nacional y cuando los veía combatiendo, me
decían: ‘Ministro, aquí vamos combatiendo, vamos limpiando esta zona de bandidos’, yo les decía ‘ni un
paso a tras, sigan adelante’.

Y hay muchos enemigos que van a querer torpedear este proceso; hay muchos enemigos que están
afilando sus cuchillos para ver cómo se interponen.

Por ejemplo, yo se que un bandido que era el ideólogo del Frente 35 ó 37, ‘Pedro Parada’, que esta por
allá en la Cárcel de Cómbita, está llamando a algunos de ustedes y les esta diciendo ‘no le crean al
Gobierno. Nosotros ya volvemos; esperen y verán que vamos a volver a dominar esa tierra’.

No le crean a ‘Pedro Parada’, que esta en la cárcel y que dice que va a salir dentro de poquito. No, no
va a salir dentro de poquito, allá se va a pudrir en esa Cárcel de Cómbita.

Lo que quiero es que ustedes sigan apoyando a nuestra Fuerza Pública, que han sido unos verdaderos
héroes, sigan apoyando las instituciones y colaboren, como les decía, con disciplina, para que podamos
trabajar todos juntos y traerle a toda esta zona un verdadero progreso.

Yo voy a estar pendiente, como he estado pendiente de los Montes de María. ‘Ramoncho’ usted sabe
eso muy bien, yo he estado pendiente de los Montes de María hace mucho tiempo.

Dios y ustedes, por supuesto, me pusieron en la Presidencia de la República y yo como Presidente de la


República no voy a olvidar a los Montes de María.

De manera que yo les agradezco mucho que me hayan dado esta oportunidad. Primer Presidente que
viene a Macayepo. ¡Qué bueno! Eso lo voy a anotar en mi hoja de vida con gran honor.

Y vamos a continuar en este proceso de devolverles a ustedes las tierras, de darles el crédito, de darles
las facilidades para que realmente todo este potencial, que lo tienen, aquí existe. Lo mejor de los
Montes de María, lo mejor de Macayepo es su gente.

Pero aparte de su gente tienen tierras, tienen un gran potencial, lo vamos a explotar, lo vamos a
potencializar. Por eso quiero dejarles este mensaje: miren el futuro con optimismo porque el futuro va a
ser mejor.

Tenemos que trabajar, tenemos que trabajar; las cosas no se dan de un día para otro y no se dan
fáciles, tenemos que trabajar muy duro. Pero estoy seguro que entre más duro, vamos a salir adelante,
porque ya está pavimentado el terreno para que despeguemos.

¡Esta Nación va para adelante; nosotros aquí también vamos para adelante!

De manera que les agradezco de corazón, doctor Juan Camilo (Restrepo). Usted ya ha visto el
compromiso que tenemos usted y yo, doctor, tocayo, Juan Manuel (Ospina, Gerente del Incoder), el
compromiso que tenemos con Macayepo y con los Montes de María.

De manera que hagamos de esto, como se ha dicho, un plan piloto especial para veamos cómo el
progreso llega aquí y eso se va a replicar por todo el territorio nacional.

¡Que Dios los bendiga y muchas gracias!”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el XI


Congreso Nacional Cooperativo

Cartagena, 22 oct (SIG). ”Muchas gracias, doctora Clemencia Dupont; muchas gracias, doctor Carlos
Palacino, Presidente de la Junta Directiva, y muchas gracias, amigos de Confecoop, por esta grata
invitación.

Es un placer hablar con el importante gremio cooperativo, un sector decisivo, un verdadero motor en
nuestro empeño de alcanzar la prosperidad social para todos los colombianos.

Consciente de esto, recibo complacido, doctora Dupont, su propuesta de que construyamos una alianza
público-privada, así como su solicitud de que el sector cooperativo sea tenido en cuenta en el diseño de
las políticas que vamos a adelantar en los diversos sectores económicos.

¡Claro que lo haremos!

¡En nuestro Gobierno contamos con las cooperativas, y ustedes pueden contar con nosotros!

Celebro también la presencia en este encuentro del ex presidente del Perú Alejandro Toledo, quien ayer
les habló sobre ‘La Integración y las Economías Emergentes’, desarrollando el tema que en buena hora
escogieron para este congreso, en torno al ‘arte de la integración’.

Hablábamos hace un momento sobre cómo podemos integrarnos mucho más su país, doctor Alejandro,
y el mío, Perú y Colombia en todo el entorno latinoamericano. Porque hemos dicho que cada país por sí
solo es una fortaleza, pero juntos somos un poderío. Integrándonos vamos a ser muchísimo peruanos y
colombianos, y el resto de los latinoamericanos.

La integración es, sin duda, un arte: el arte de aunar esfuerzos para conseguir un resultado mayor que
la simple sumatoria de las partes.

Y de eso se trata también el cooperativismo.

Hablando del Perú y del Presidente Toledo —con quien coincidimos en la defensa y promoción de las
tesis de la Tercera Vía—, la semana pasada tuvimos la visita de quien fuera su exitoso Ministro de
Economía y Finanzas, Pedro Pablo Kuczynski, quien vino a colaborarnos generosamente con sus
ilustrados conceptos para enfrentar el tema de la revaluación.

Los buenos ejemplos son para replicarlos, y hay muchos temas en que Colombia puede aprender del
Perú, y viceversa.
¡Porque entre países amigos sí que aplica el ‘arte de la integración’!

Prosperidad Democrática y cooperativismo

Como les dije en la campaña, apreciados amigos de Confecoop, cuando nos reunimos en abril en el
Centro de Convenciones en Bogotá, nuestra visión de la Prosperidad Democrática está en sintonía con
los principios y valores del cooperativismo.

Tenemos una visión de la solidaridad basada, no en el asistencialismo y la caridad, sino en la


responsabilidad y la cooperación.

El asistencialismo hace parte de la vieja izquierda, que espera que el Estado tome la iniciativa, tanto en
la producción económica como en la protección social.

Nuestra visión se basa —como el cooperativismo— en empoderar los individuos con apoyo y
oportunidades, para que asuman la responsabilidad sobre sus vidas.

En las cooperativas prima la cultura de la solidaridad, y, en ese sentido, son una escuela de civismo, de
valores democráticos y de práctica de la convivencia.

Por eso su trabajo desde el sector cooperativo resulta esencial para reducir las desigualdades de
nuestro país, democratizando lo que hemos llamado la prosperidad, volviéndola democrática,
Prosperidad Democrática.

Como ustedes saben, nuestra prioridad, la prioridad del país, es crear trabajo, trabajo y más trabajo,
porque a través del trabajo se crea esa prosperidad.

Rol de las cooperativas en las locomotoras

Para ello, estamos poniendo en marcha cinco locomotoras —minería, agricultura, vivienda,
infraestructura e innovación— que van a dinamizar el crecimiento económico, como lo ha hecho Perú
con tanto éxito. Ustedes llevan cerca ya de diez años creciendo a un promedio del 7, 8 por ciento, que
eso es maravilloso. Queremos replicar ese comportamiento.

Y con esas locomotoras queremos jalonar el resto de la economía, particularmente los vagones del
comercio y los servicios, donde se encuentra el 75 por ciento, la mayoría del empleo, en nuestro país.

En cada uno de estas cinco locomotoras, el sector cooperativo va a jugar un rol muy importante.

En el campo de la minería —quizás la locomotora que más rápido está andando— vamos a impulsar las
cooperativas mineras, que producen principalmente oro y carbón en pequeñas explotaciones.

El Código Minero de 2010 le da a Dansocial la facultad de fomentar las organizaciones solidarias en el


sector, fortaleciendo, por supuesto, las medidas de seguridad para proteger a los mineros tradicionales.

En el sector agropecuario, vamos a apoyar a las cooperativas agrícolas y las asociaciones de


campesinos.

El apoyo a los pequeños productores en el campo es uno de los pilares de nuestra política de tierras.

Ayer precisamente estábamos en los Montes de María entregando los primeros títulos de un plan de
choque que tenemos previsto en el Gobierno de aquí a abril para repartir más de 300 mil, 321 mil
hectáreas para ser exactos, mientras el Honorable Congreso de la República aprueba la Ley de Tierras
y la ley de Víctimas.

Vamos a buscar que cada campesino se convierta en un próspero Juan Valdez, es decir, un pequeño
empresario productivo, agremiado, con vocación exportadora, que pueda contar con asistencia técnica
de primer nivel.

Hoy por hoy, el sector rural cuenta con más de 760 cooperativas y numerosas asociaciones y
federaciones campesinas que agrupan aproximadamente a 200 mil personas, distribuidas en 26
departamentos y más de 200 municipios.
La gran mayoría de las cooperativas agrícolas son pequeñas y medianas empresas, pero también hay
grandes cooperativas como Colanta, que han logrado crecer y que compiten con las grandes empresas
privadas de tú a tú.

Vamos a apoyarlas para que las cooperativas del agro sean uno de los pilares de la reconstrucción del
campo colombiano.

En esta dirección, Finagro ha habilitado una línea especial de redescuento para cooperativas de ahorro
y crédito, como la que ya existía para las cooperativas financieras.

Invitamos a ese importante sector cooperativo para que haga uso de este mecanismo y nos ayude a
democratizar el acceso al microcrédito productivo en el sector rural colombiano.

Lo necesitan cientos de miles de colombianos a quienes les restituiremos sus derechos a la tierra,
porque —hay que ser claros— la sola tierra, sin agua y sin financiamiento, no es suficiente para el
propósito que nos es común, que es la Prosperidad Democrática.

En vivienda, nuestra meta es dinamizar el sector para completar un millón de viviendas en el cuatrienio.

Un banco cooperativo

Y en esto el sector cooperativo va a ser definitivo. Las cooperativas con actividad financiera son una
fuente importante de crédito de vivienda.

Y, doctor Palacino, me quedó sonando su solicitud del banco. Yo creo que podemos hacer un ‘negocio’
usted y yo. Usted se compromete a ayudarme a formalizar y a bancarizar a través de ese banco y le
damos el banco.

Oiga, doctor Palacino. Pero no se entusiasme tanto. Le voy a poner un umbral alto.

No, de verdad. Uno de nuestros propósitos fundamentales es formalizar la economía. El 60 por ciento
de la economía está informal.

A través de la banca y llegándoles con crédito, es una forma muy efectiva de comenzar a formalizar
mucha gente que está por fuera del sistema.

Un sector cooperativo puede ayudar muchísimo. Por eso, si nos ponemos de acuerdo y usamos ese
banco para formalizar, como dicen, es un trato hecho. De manera que ahí vamos.

En el 2008, entregaron más de 28.000 créditos de vivienda, de un promedio de 21 millones de pesos


cada uno.

Vamos a apoyarlos para que amplíen la oferta de créditos de vivienda, y para que más familias
colombianas puedan cumplir su sueño de tener eso que todo el mundo quisiera, mi casita; un hogar
propio.

El cooperativismo debe renovarse

Aquí quiero resaltar la importancia de que el sector cooperativo, que maneja importantes recursos del
público, sea consciente de los riesgos de liquidez que se presentan, así como de los riesgos de
concentración en ciertos nichos o regiones.

Y veo que ustedes están más que dispuestos a jugar con el Gobierno para mejorar los controles. Los
controles siempre son buenos siempre y cuando no se conviertan en un obstáculo para el desarrollo.

Pero diseñemos un sistema donde el más interesado en que se controle bien es el propio sector. Y veo
que esa es la actitud de ustedes.

Estos riesgos sólo pueden conjurarse —aparte de la labor de control y vigilancia de la Superintendencia
de la Economía Solidaria— con una administración especializada para este modelo de negocio.

El futuro del cooperativismo financiero dependerá de la capacidad de sus administradores para


renovarse y migrar hacia pilares más sólidos de gobierno corporativo y de administración general del
riesgo en operaciones pequeñas.

Es fundamental, en esta tarea, aprender de las lecciones de la crisis de finales de los noventa y el
impacto que tuvo en el sector cooperativo.

A mí me tocó esa crisis como Ministro de Hacienda. Aquí está mi querida Superintendente de Economía
Solidaria. Pero hicimos creo que una labor importante para reconstruir el sector.

Pero hay que aprender de esas lecciones para no repetirlas. El sector bancario colombiano también
aprendió mucho. Y en esta crisis del año 2008, la verdad es que el sistema financiero colombiano casi
no sufrió, porque aprendimos de las lecciones de ese entonces.

Con la cuarta locomotora —la infraestructura— vamos a dar un salto en competitividad, facilitando la
movilidad urbana en las ciudades y bajando los costos de transporte a nivel nacional.

Las cooperativas de transporte, que generan casi 17.000 empleos y operan en 30 de los 32
departamentos, van a ser fundamentales para darle un buen uso a esta infraestructura.

La quinta locomotora es la innovación, que es transversal a todos los sectores económicos.

Empleando la ciencia y la tecnología, podemos aumentar la productividad y los ingresos de toda la


economía.

Nuestra meta es crear 2,5 millones de empleos en este gobierno, y formalizar al menos otro medio
millón.

Yo sé que es una meta muy ambiciosa, pero la podemos cumplir. Y tenemos que trabajar juntos —
sector público, sector privado y sector cooperativo— para cumplir esa meta.

Falsas cooperativas y Sello Cooperativo

Y no queremos crear cualquier clase de empleo, vamos a crear empleos formales, con todos los
beneficios de la ley.

Por eso me preocupa que algunos empresarios sin escrúpulos estén usando la figura de las
Cooperativas de Trabajo Asociado para evitar el pago de impuestos y parafiscales.

Nada más ajeno a los principios cooperativos de solidaridad y cooperación que burlar las obligaciones
laborales que manda la ley.

Y quiero que esto quede también claro: Las empresas que se disfrazan bajo el nombre cooperativo para
perjudicar a los trabajadores no son verdaderas cooperativas, y vamos a perseguirlas con todo el peso
de la ley.

Por eso celebro la iniciativa que se lanzó hoy de crear un Sello Cooperativo, para que los consumidores
y los asociados sepan cuáles son las cooperativas de verdad, las que cumplen sus obligaciones y
ayudan a sus asociados.

Las cooperativas, por fortuna, como la economía nacional, están pasando por un buen momento.

Se proyecta que en el 2010, los activos de las cooperativas van a aumentar más del 10 por ciento y los
ingresos en un 5 por ciento, alcanzando los 25 billones de pesos: ¡lo que equivale a cerca del 5 por
ciento del PIB!

Al mismo tiempo, la economía nacional está creciendo a tasas de 4,5 por ciento y el DANE reportó una
leve recuperación en la tasa de desempleo, que bajó a 11,2 por ciento en agosto.

Apoyo a las cooperativas y Mipymes

Pero por supuesto podría ser aún mejor, si nos comparamos con el Perú, por ejemplo. Por eso vamos a
apoyar a las cooperativas con los mismos instrumentos que usamos para fortalecer a las Mypimes,
estimulando el despegue de su modelo productivo y ayudando a que el país se encauce por la senda de
la prosperidad.
El Fondo para Desarrollo Tecnológico de la Micro, Pequeña y Mediana empresa —Fomipyme— del
Ministerio de Comercio Industria y Turismo —un fondo al que seguiremos apoyando y fortaleciendo—
cofinancia proyectos con las Pymes nacionales que buscan modernizarse, que buscan nuevos
mercados.

En los últimos nueve años, el Fomipyme ha cofinanciado proyectos cooperativos por más de 2.600
millones de pesos, y vamos a continuar incrementando ese apoyo al sector solidario.

Igualmente, las cooperativas que quepan dentro del concepto de micro, pequeñas y medianas empresas
podrán beneficiarse de las otras herramientas que ofrece el Ministerio, como el programa de
Transformación Productiva.

La Transformación Productiva ha identificado doce sectores de la economía nacional que tienen un gran
potencial para convertirse en sectores de talla mundial, y los apoya con instrumentos financieros y no
financieros.

Vamos a continuar con este programa —adicionando ocho nuevos sectores en este Gobierno— para
completar veinte en el 2014.

El Ministro (de Comercio, Sergio) Díaz-Granados me contó que se reunieron a finales de septiembre, y
que se van a volver a reunir para buscar nuevas manera de dinamizar el desarrollo de las cooperativas.

Por otro lado, Bancoldex, que funciona como banco de desarrollo y comercio exterior, apoya a las
cooperativas que califiquen como Mipymes con créditos blandos.

En lo corrido del año Bancoldex ha desembolsado 64.000 millones de pesos a través de las
cooperativas financieras, en más de 6.000 operaciones de crédito a micro y pequeñas empresas.

El sector ha avanzado mucho en los últimos años y décadas.

El futuro del cooperativismo

Ha atravesado algunos momentos difíciles —como también el financiero— pero siempre ha salido
fortalecido, con una visión propositiva y moderna de su función en la sociedad, como la que acaba de
describir el doctor Palacino.

Por eso estoy convencido de que el cooperativismo de hoy tiene que ser un sector dinámico de la
economía, que mire hacia el futuro con optimismo por las oportunidades que se le presentan, más que
con preocupación por perder sus privilegios.

En un mundo cada vez más globalizado y en cambio constante, las cooperativas van a tener que
adaptarse y modernizarse.

No van a perder relevancia, sino al contrario: cada vez están cobrando mayor protagonismo.

De hecho, las Naciones Unidas, reconociendo la importancia de este modelo productivo, ha declarado el
2012 el año de las cooperativas.

En Inglaterra, la cuna de las cooperativas y de la Tercera Vía, que tanto nos gusta a usted y a mí, le dio
vida al llamado ‘tercer sector’ —voluntariados, organizaciones de caridad, ONGs y cooperativas— está
jugando un papel cada vez más importante en la provisión de los servicios públicos.

Se trata de servicios públicos —como salud, educación, la atención a la tercera edad y —algo muy
importante— la primera infancia. que son financiados por el Estado, pero operados por entidades del
sector solidario.

Porque estas organizaciones tienen un espíritu de solidaridad, valores de ayuda mutua, y están más
cerca a la comunidad que están sirviendo.

Éste es sólo un ejemplo de un cooperativismo moderno, del siglo veintiuno.

Los invito a celebrar el 2012 pensando desde ya en formas creativas de renovar el cooperativismo.
El Documento Conpes 3639 de febrero de este año, que fortalece el apoyo a la economía solidaria, es
sólo el primer paso en la dirección correcta.

Y recibo el mensaje del decreto. Lo tendrá pronto, doctor Palacino.

Nuestra generación tiene la oportunidad y la responsabilidad histórica de dar el gran salto a la


Prosperidad Democrática, una política en la que el cooperativismo tendrá un lugar fundamental.

Porque ustedes, queridos amigos, han puesto esta política en marcha a través de su historia.

¿Qué es el cooperativismo sino un esfuerzo por democratizar la propiedad y la riqueza?

Las metas que nos hemos puesto son ambiciosas, y no se van a cumplir en un día, un mes, o un año,
pero confío en que, trabajando juntos, vamos a alcanzarlas.

Si nos lo proponemos, al final del cuatrienio vamos a tener una economía más dinámica, una sociedad
más justa y una ciudadanía más solidaria, donde el cooperativismo tenga un papel protagónico.

Termino recordando una frase de Homero, el gran poeta de la antigüedad, que resume el espíritu de
este gobierno y de las cooperativas de Colombia:

‘Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga’ .

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la undécima jornada


de los Acuerdos para la Prosperidad en La Dorada

La Dorada (Caldas), 23 oct (SIG). “Ya llevamos once Acuerdos para la Prosperidad, que cada vez están
siendo mejorados de acuerdo a las reacciones que tenemos de la gente, tanto de los participantes
directos como la gente que nos ve por televisión.

Lo que queremos es ir calibrando estos acuerdos para satisfacer a la mayor cantidad de gente posible,
pero al mismo tiempo ser muy productivos.

Un enfoque muy gerencial. Por eso lo hemos hecho por temas y por regiones, para tratar, en la medida
de lo posible, de concentrarnos en la región y en el tema del acuerdo.

Eso, aparentemente, ha gustado. La gente considera que lo que se discute y lo que se decide y lo que
se acuerda tiene más relevancia. Y sobre todo, algo muy importante, se le puede hacer más
seguimiento, más seguimiento, porque eso es parte fundamental del Buen Gobierno.

Esta semana, nuevamente una semana muy activa, muchas reuniones, mucha actividad de diferente
índole.

El fenómeno de la revaluación

Estuvimos muy concentrados en temas como la revaluación. Hemos tenido varias reuniones sobre ese
tema, un tema que no está solamente preocupando a Colombia, sino al mundo entero.

Todas las grandes publicaciones a nivel mundial están concentrando sus artículos principales en el tema
de lo que llaman ‘la guerra de las monedas’, cómo la revaluación está afectando a todos los países
emergentes, entre ellos, por supuesto, a Colombia.

El fenómeno es bastante sencillo de describir, pero difícil de solucionar. Las economías europeas, la
norteamericana, la japonesa, están queriendo impulsar sus economías y por eso han bajado muchísimo
las tasas de interés —prácticamente a cero en el caso norteamericano—, y están emitiendo moneda
para que la gente tenga más capacidad de consumo y demande más, y la economía crece.

Pero esa emisión adicional, como esas unas economías están con una visión de un crecimiento muy
moderado, se va hacia los países emergentes para buscar mayor rentabilidad. Y se van hacia los países
emergentes que tienen mejor posicionada su economía. Y entre ellos, afortunadamente por un lado,
pero desafortunadamente por el otro, figuramos los colombianos.

Por eso, la atención de muchos inversionistas se está viniendo para Colombia. Eso es muy bueno, eso
indica que Colombia está haciendo las cosas bien, pero al mismo tiempo eso recalienta la economía y
tiende a revaluar la moneda.

Que tiene efectos muy perversos en muchos sectores, unos efectos positivos en otros, pero en términos
generales una revaluación demasiado acentuada es malo. Y por eso hemos tenido varias discusiones
con la junta del Banco de la República, con diferentes expertos a nivel internacional.

Aquí estuvo esta semana el Director del Fondo Monetario para todo el Hemisferio Occidental, el ex
ministro chileno Nicolás Eyzaguirre. Tuvimos una discusión amplia sobre ese tema. Y la semana
entrante vamos a tomar medidas, medidas que hemos estudiado bien para no equivocarnos, tomar las
medidas que realmente tengan un impacto dentro de una coyuntura bastante complicada.

Restitución de tierras

En el otro tema que tuvo mucha atención esta semana fue el tema de la restitución de tierras. Lanzamos
con el Ministro de Agricultura el plan de choque, mientras el Honorable Congreso de la República nos
aprueba las leyes de Restitución de Tierras, la Ley de Tierras y la Ley de Víctimas, de todas formas
tenemos nosotros instrumentos legales para iniciar el proceso.

Fuimos a una población en los Montes de María muy significativa por lo que ha sufrido. Hace 10 años
Macayepo, en los Montes de María, fue víctima de una masacre. Allá la mayoría de la gente fue
desplazada. Hoy la gente está regresando. Les dimos los títulos a algunos de los campesinos.

Y el plan que tenemos de aquí a abril es de entregar, por lo menos, 312 mil hectáreas. Y formalizar 312
mil hectáreas como una demostración del compromiso del Gobierno en este aspecto tan importante,
como es el de devolverles las tierras a quienes sufrieron la violencia y fueron despojados de sus tierras.

Pero no solamente es el hecho de devolverles las tierras; es también acompañarlos con una política de
desarrollo rural para que esas tierras de vuelvan productivas, generen prosperidad. De nada sirve
entregarle un título a un campesino si no tiene mercados para sus productos, si no tiene asistencia
técnica, si no tiene —y este es el tema que nos concierne hoy— vías para sacar sus productos.

Todo eso es parte de lo que hemos llamado la consolidación, la acción integral. Y ustedes van a oír en
forma repetida los avances en ese frente donde creemos que hay que hacer un trabajo especialmente
importante.

También, el otro tema que tuvimos esta semana, fue algo muy bonito, pero sobre todo muy importante:
la premiación a los mejores maestros de Colombia, de la Fundación Compartir.

El tema de la educación es un tema que también van a ustedes a oír con mucha insistencia, que
tenemos que avanzar en educación, sobre todo en la calidad de la educación, en la calidad de los
docentes, porque esa es una de las guías más efectivas para lograr ese gran objetivo que tenemos
nosotros de reducir la pobreza en Colombia, de sacar a 7 millones colombianos de la pobreza y 4
millones de la pobreza extrema.

Ayer estuvimos en Cartagena acompañando a los cogestores de Acción Social. Fuimos a entrevistarnos
con las familias que están en la pobreza extrema, a ver el plan de Acción Social, de la Red Juntos, que
vamos a multiplicar por todo el país, para que ese plan sea un plan efectivo, que realmente le permita a
por lo menos 4 millones de colombianos salir de la pobreza extrema.

Fue muy interesante, y además muy emocionante, ver cómo estas familias están involucradas, están
participando en el plan de Red Juntos que vamos a multiplicar por todo el país en los próximos meses.
Porque el compromiso nuestro para sacar, por lo menos, 4 millones colombianos de la pobreza extrema,
lo vamos a cumplir.

Distinción a Naranjo y resultados en orden público

En el caso de orden público hay un tema que creo que es importante resaltar. Cuando estuvimos en el
ascenso de los suboficiales de la Policía, hace una semana larga, le dijimos al general (Óscar) Naranjo,
quien a propósito hoy lo están exaltando como el Mejor Policía del Mundo, al general Naranjo en
Estados Unidos.

Eso es algo muy importante, muy importante para el general, pero para su institución, la Policía y para
todas las Fuerzas Armadas colombianas, porque ahora el esquema es de un trabajo conjunto entre
todas las Fuerzas Armadas, que está dando muchos resultados.

Como ustedes lo han venido observando, esta semana se desmovilizaron 57 miembros de los grupos al
margen de la ley. En lo que lleva este mes, llevamos 139, y en lo que llevamos del año son 2.063.

Esto es bien importante, porque el efecto de la campaña que estamos adelantando, que estamos
intensificando, de promover la desmovilización, está dando resultados. Y se han desmovilizado
personas de cierto nivel, por ejemplo, hace dos días se desmovilizó un alias ‘Ciro Pereza’, que es una
persona muy importante, uno de los cabecillas. Eso ya es una señal bien importante de esa estructura
terrorista.

También habíamos dicho en esa reunión de ascenso de suboficiales, que nos preocupaba que la cifra
de los secuestros” no había mantenido la tendencia descendente, sino que levemente se había
reversado esa tendencia, que había que hacer un esfuerzo.

Pues bien, esta semana se rescataron cinco compatriotas que habían sido secuestrados. Yo tuve la
oportunidad de hablar con varios de ellos.

La acción de la Fuerza Pública cuando es oportuna, es efectiva. Y por eso nuevamente un llamado a la
población, en los casos de extorsión y en los casos de secuestro, cuando denuncian y cuando
denuncian a tiempo, las posibilidades de rescates aumentan considerablemente.

Estos delincuentes, estabas bandas criminales, estos terroristas, están cada vez más desesperados
porque les estamos golpeando sus fuentes de financiación y por eso acuden al secuestro, a la extorsión.

Pero ahí también tenemos que golpearlos y ahí se necesita la colaboración de la ciudadanía. Denuncien
a tiempo y las probabilidades de éxito de esa denuncia para que no se cumpla la extorsión y para poner
en la cárcel a esos delincuentes o para rescatar a la gente que ha sido secuestrada, es bien alto.

La tasa por ejemplo de efectividad en caso de la extorsión es del 98 por ciento cuando se denuncia y en
los secuestros, del 60 por ciento cuando se denuncia a tiempo.

La experiencia que nuestra Fuerza Pública ha adquirido en esos frentes es tal vez de lo mejor que hay
en el continente —así lo reconoce todo el mundo— y la confianza de la ciudadanía en la Fuerza Pública
es muy importante para que se denuncie a tiempo.

Y ahora el tema que nos ha reunido aquí es un tema de gran importancia, aunque antes sé que los
periodistas están esperando que les diga algo sobre los correos del ‘Mono Jojoy’.

Aquí tengo un correo que es bien interesante. Es del año 2008, finales del 2008. Pero dice así:

‘Apreciado Pistolero'. ' Pistolero' es 'El Paisa', el jefe de esa organización, de la 'Teófilo Forero', que ha
hecho tanto daño.

Dice: ‘Viejo Pisto, ¿te acuerdas de aquella periodista huilense que yo te presenté como sospechosa,
hermana de Baruch (Vega), el que trabaja con la DEA, que te presenté a la universitaria? Pues bien,
esta vieja, para no quedársele al hermano no trabaja con la DEA sino también con el FBI. En un informe
de inteligencia que nos llegó aparece que ella sostenía relaciones sentimentales con el maestro Reyes y
todos los mensajes que el camarada le mandaba, ella se los llevaba al FBI en Bogotá, adonde le
cambiaban el texto a los mensajes. Si se te presenta la oportunidad, no olvides ordenar que le echen
pistola.

Abrazos, Joaquín Gómez, Fabián Ramírez y Martín Corena’.

Mensajes como estos hay muchísimos, pero esto nuevamente demuestra la calaña de bandidos con los
cuales estamos nosotros lidiando en este proceso de pacificar totalmente a Colombia.
Infraestructura y obras públicas

Vamos entonces al tema, Ministro, de la infraestructura vial. Y la infraestructura en general.

En todas partes adonde vamos, uno de los temas que más nos imploran, sobre todo ahora con este
invierno que estamos sufriendo, es el tema de las vías.

El tema de las vías. Cómo podemos recuperar las vías que se están deteriorando con el invierno y cómo
podemos ampliar todas las redes viales del país y la infraestructura, que como ustedes bien saben, es
una de las locomotoras que tenemos para el crecimiento y la competitividad de la economía.

Hemos dicho con insistencia es que en la parte ya de las vías principales —en las vías en general, pero
sobre todo las principales— uno de los problemas que hemos tenido es la falta de una buena
estructuración de los proyectos.

En Colombia y en America Latina en general, durante mucho tiempo lo que hacíamos era ‘camino al
andar’ y contratábamos la vía. Bueno, los primeros 20 kilómetros; después vemos a ver los próximos 10
o lo próximos 20, de dónde sacamos la plata.

Es la peor forma de contratar una obra. Las obras tienen que contratarse hasta el último detalle, saber
qué contingencias pueden aparecer, porque sino las obras quedan inconclusas la mayoría de las veces,
cuestan muchísimo más. Y además también se abren las posibilidades de ese fenómeno que esta
semana estuvo bastante al rojo vivo, como

Implacables contra la corrupción

dicen popularmente, que es el tema de la corrupción.

En eso, el Gobierno lo ha dicho y lo reitera, nosotros vamos a ser implacables contra la corrupción. Y
vamos —como lo anunciamos en la campaña y lo hemos anunciado en estos primeros meses de
Gobierno—, vamos a crear unos cuerpos elites en ciertos sectores donde la corrupción tradicionalmente
ha hecho su agosto.

Y en eso, Ministro, yo quisiera que usted, cuando interviniera, les contara a los colombianos qué es lo
que saben exactamente de ese cuerpo elite en el tema de la Infraestructura, de la contratación, porque
lo que no podemos por ningún motivo permitir es que lo que hemos visto en esta última semana se
convierta en regla para el Gobierno Nacional.

Todo lo contrario. Ahí vamos a hacer todos los esfuerzos para que todos los contratistas y todos los
colombianos estén absolutamente tranquilos, que los procedimientos que utilizamos son los
procedimientos correctos, que las obras se hacen al menor costo, con la mejor calidad posible, y parte
del proyecto que tenemos con el doctor Miguel Peñaloza (Alto Consejero para las Regiones y la
Participación Ciudadana), de la Urna de Cristal, es precisamente para que todos los colombianos
puedan en cierta forma convertirse en veedores de las obras publicas.

De decir si esta carretera que se contrató, esta vía, así sea una pequeña vía no se esta ejecutando, por
qué no se esta ejecutando si ya se anunció. Donde esta la plata, por qué no hay gente trabajando aquí o
gente trabajando allá. Tener esa posibilidad es un gran instrumento una forma muy efectiva para
también luchar contra la corrupción.

Y estamos aquí en La Dorada, donde aquí me acuerdo que estuve en la campaña —usted se acordará,
Gobernador y Alcalde— y en la campaña dijimos en repetidas ocasiones, el río Magdalena lo tenemos
que recuperar, convertirlo en río navegable y sacarle provecho en el buen sentido de la palabra. Volverlo
económicamente una empresa que produzca bienestar.

Los ríos a través en el mundo son vías que producen bienestar y eso es lo que queremos con el río
Magdalena,

Por eso aquí esta también el Gobernador de Cundinamarca (Andrés González Díaz), que ha venido
estudiando ese tema con mucho cuidado, y yo quisiera, Ministro, que usted les contara también a los
colombianos ahora lo que tenemos en mente para el río Magdalena.
Yo creo que ya llegó la hora de que dejemos las promesas y cumplamos un propósito convertir el río
Magdalena y puertos como la Dorada en verdaderos emporios de prosperidad.

Porque además, con el crecimiento de la economía, con la necesidad de generar un transporte


multimodal, el río Magdalena se convierte cada vez en pieza clave.

Y ahí tenemos ya que tomar decisiones, Ministro, para que ojalá lo mas pronto posible, veamos este río
y todas sus cuencas produciendo desarrollo y produciendo prosperidad.

Sin más preámbulos, muchas gracias de nuevo por esta hospitalidad y Ministro creo que usted sigue en
el uso de la palabra para que después discutamos los temas ya más concretos que han sido objeto las
mesas de ayer y las conclusiones que nos van a presentar.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la posesión del Rector


de la Universidad Del Rosario, Hans-Peter Knudsen Quevedo

Bogotá, 25 oct (SIG). “Esta Universidad transpira historia, vive intensamente el presente y se prepara
constantemente para el futuro.

Cada día hace realidad lo que dice su lema: ‘Nova et vetera ’ –siempre nuevo, siempre antiguo–.

Debo hacer un agradecimiento póstumo al Rey Felipe IV, porque gracias a él es que al fin tengo un
vínculo formal con el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario.

Vínculo que tenía por mi padre (Enrique Santos Castillo), que siempre que le preguntaban de dónde se
graduó, él con orgullo –con ese orgullo que uno ve de todos los egresados de esta Universidad– decía:
‘Yo me gradué del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario”.

Cuando el Rey avaló la fundación del Colegio, en 1653, se convirtió automáticamente en patrono de la
institución; luego, tras la independencia, el patronato pasó a ser un honor para cada presidente de
Colombia.

Y digo que es un honor, porque El Rosario ha sido un continuo semillero de pensadores y líderes
históricos que han aportado al crecimiento y desarrollo de la República.

Hace más de 200 años, esta Universidad tuvo el privilegio de tener como profesor a José Celestino
Mutis, quien aquí dio cátedra de matemáticas y luego ayudó en la redacción del plan de estudios de la
facultad de Medicina, a principios del siglo XIX.

Por estas mismas aulas caminaron Camilo Torres y Francisco José de Caldas –entre otros importantes
próceres colombianos–, además de los 31 rosaristas que han ocupado la Presidencia de la República,
entre ellos el doctor Andrés Pastrana que nos honra hoy con su presencia.

Esa es apenas una pequeñísima ilustración de lo “siempre antiguo”, de esa historia invaluable que
ustedes conocen mejor que yo.

También podemos hablar del presente y –para ser más concretos– del aporte del Colegio Mayor del
Rosario al actual gobierno.

Tengo el orgullo de contar con buenos líderes y gerentes rosaristas al servicio de este proyecto nacional
que busca darle prosperidad a Colombia.

Para nombrar sólo a unos pocos, tenemos a Germán Vargas Lleras como Ministro del Interior y Justicia;
Beatriz Uribe es nuestra Ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial; y en la Secretaría
Jurídica de la Presidencia contamos con Cristina Pardo.

Ni qué decir en las superintendencias, donde tenemos a egresados rosaristas, de pregrado o


posgrados, como José Miguel de la Calle, Superintendente de Industria y Comercio; Gerardo
Hernández, Superintendente Financiero, y Juan Miguel Durán, Superintendente de Puertos y
Transporte.

Y en la diplomacia, contamos con rosaristas tan destacados como Néstor Osorio, que esta semana
tomará posesión como nuestro Embajador ante las Naciones Unidas; Santiago Figueroa, que también
tomará posesión como Embajador en Chile; y Juan Manuel Prieto, nuestro próximo embajador en Italia.

Con tantos y tan buenos rosaristas, tengo mucha confianza en el logro de las metas que nos hemos
propuesto.

Queridos amigos de la Universidad del Rosario:

Esperamos de ustedes la formación de más y más líderes, con la preparación necesaria para afrontar
los desafíos que nos plantea el mundo.

¡Sabemos que están en esa tarea!

Y agradezco desde el alma ese respaldo de El Rosario –que recibí el día del triunfo que obtuvimos, y
que acabo de recibir de boca suya, doctor Knudsen– para aportar a nuestro Gobierno desde un campo
tan importante, tan fundamental, como es la academia.

Vemos a una universidad en constante evolución y modernización, adaptándose a las nuevas


exigencias académicas y profesionales de una sociedad globalizada.

Allí es donde aplica la segunda parte del lema rosarista: 'siempre nuevo'.

El Rosario fue una de las primeras 10 universidades del país en conseguir la Acreditación Institucional
de Alta Calidad del Ministerio de Educación.

Hoy es también la única universidad colombiana acreditada por la Unión Europea de Universidades.

Leí hace unas semanas en el periódico una entrevista al doctor Hans-Peter Knudsen, donde hacía un
modesto resumen de lo alcanzado en los últimos ocho años.

En ese periodo han pasado de 5.000 a 12.500 estudiantes inscritos en 21 programas de pregrado y 10
maestrías, además de 4 doctorados que hace 8 años no existían.

Es muy destacable también ese 32 por ciento de sus grupos de investigación que –como usted lo acaba
de mencionar– están clasificados como A o A1 en Colciencias.

Mis felicitaciones, además, por la decisión que tomaron en conjunto con la Orden Hospitalaria San Juan
de Dios y Compensar, de comprar las clínicas del Seguro Social en Bogotá.

Creo que usted, señor Rector, tiene amplia razón cuando dice que allí están ofreciendo excelente
calidad en el servicio de salud –en el marco de un gran respeto por la dignidad humana–, al tiempo que
desarrollan docencia e impulsan investigación creciente de alto nivel.

Es bueno saber de estos esfuerzos de la academia cuando en el Gobierno estamos trabajando para
reformar el sistema de salud, para hacerlo más eficiente, sostenible y justo.

Hay, sin duda, un largo y sustancioso listado de logros durante sus primeros dos periodos como rector.

Por eso creo, doctor Knudsen, que su segunda reelección al frente de esta institución estuvo muy bien
ganada.

Fue un reconocimiento a esa modernización y visión que ha tenido el Rosario en los últimos años.

Fue un premio a su buena gestión y, sobre todo, a la gran calidez humana que le reconocen todos aquí.

Sé que es usual encontrarlo por los pasillos del campus, conversando con los estudiantes.

Sé que, incluso, hay quienes lo buscan para oír su consejo.

Me han dicho también que los alumnos lo agregan como amigo en Facebook.
Oyendo todo esto, sospecho, señor rector, que usted estaba haciendo campaña, ¡y de las buenas!; no
sólo por su trabajo en plaza pública, sino por su eficiente actividad en las redes sociales.

Lo cierto es que ganó su posición en franca lid, y ha sabido ser, además, un noble ganador.

Conozco detalles de la sentida carta que el doctor Knudsen le escribió a su amigable rival, el doctor
Alejandro Venegas Franco.

Allí le manifestó que la experiencia más valiosa del proceso de elección de este año, fue haber contado
con el doctor Venegas como candidato, por ser él uno de los más queridos y respetados de la
comunidad rosarista.

En la misma carta, el doctor Knudsen interpreta su reelección como el reconocimiento al trabajo de


TODO un equipo académico, en el que jugó un papel fundamental Alejandro Venegas.

Con semejante hidalguía, podemos afirmar que el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario no sólo
sigue en manos de buenos líderes, sino también de gentiles caballeros.

Tengo la certeza de que seguirán preservando su invaluable recorrido histórico y al mismo tiempo
mantendrán el vanguardismo necesario para educar nuevas generaciones.

Saben que no sólo deben transmitir conocimiento sino, también, impulsar mentes que innoven de
manera permanente y aporten al desarrollo y crecimiento económico de Colombia.

Albert Einstein decía que ‘la imaginación es más importante que el conocimiento, porque el
conocimiento es limitado, mientras que la imaginación rodea al mundo’ .

Confiamos en que estas aulas seguirán cultivando no sólo grandes científicos y líderes políticos
revolucionarios, sino también verdaderos transformadores de la historia.

¡Nova et vetera!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la instalación de la XII


Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,


como las leves briznas al viento y al azar.
Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonría...
La vida es clara, undívaga, y abierta como un mar…
 
Permítanme, apreciados colegas, empezar esta mañana con poesía, citando los versos más conocidos
del poeta colombiano Porfirio Barba Jacob, extractados de su famosa “Canción de la Vida Profunda”,
porque esta reunión de los países de la Región Mesoamericana me recuerda, inevitablemente, la obra y
trayectoria de este artista, que simboliza la unión de Colombia con México y Centroamérica.
 
En efecto, Barba Jacob –que escribió en la primera mitad del siglo XX– fue un hombre trashumante, que
trabajó y vivió durante muchos años en Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador y México, país
este último donde exhaló su último suspiro.
 
Como Barba Jacob, hoy los colombianos también miramos con afecto, con entrañable aprecio, a los
países hermanos y amigos de la Región Mesoamericana, incluida la República Dominicana.
 
Nos sentimos, por eso, muy honrados de acoger estos días, por primera vez en un país de Suramérica,
la Decimosegunda Cumbre del Mecanismo de Tuxtla, como miembros oficiales del mismo.
 
Sean bienvenidos, muy bienvenidos, amigos presidentes y representantes de las naciones que
conforman este mecanismo, así como de los organismos internacionales que lo apoyan, a esta histórica
Cartagena de Indias que se engalana con su visita.
 
Colombia, privilegiadamente ubicada en la esquina norte de Suramérica, tiene no sólo una cercanía
geográfica, sino una vocación de amistad, con México, los países de Centroamérica y todos aquellos
que conforman la Cuenca del Caribe.
 
Por eso participamos desde 2004 como observadores del  Proyecto Mesoamérica, al que nos
incorporamos como miembros plenos en el 2006.
 
Nos sentimos muy honrados, y muy comprometidos, al haber asumido en este segundo semestre del
2010 la Presidencia Pro-Témpore de este proyecto.
 
Igualmente, recibimos con enorme complacencia nuestra incorporación y la de República Dominicana
como miembros de pleno derecho al Mecanismo de Tuxtla, que se decidió el año pasado, en la Cumbre
de Guanacaste, en Costa Rica.
 
¡Qué alegría sentimos hoy al tenerlos a ustedes en nuestra casa, que esperamos consideren como la
suya propia!
 
Para nosotros es fundamental esta vinculación y esta cooperación con los Estados del Mecanismo de
Tuxtla –que el próximo año cumple dos décadas desde su creación– porque estamos convencidos de
que la cooperación efectiva es la mejor manera para elevar la calidad de vida de nuestros pueblos.
 
Como país puente entre Suramérica y Centroamérica, queremos también ofrecer toda nuestra
capacidad para servir como articuladores positivos entre los intereses mesoamericanos y los
suramericanos.
 
Al fin y al cabo, ¡somos todos América Latina!
 
Somos un continente que se cansó de ser promesa y está decidido a realizar sus sueños y su potencial.
 
En la reciente Asamblea de las Naciones Unidas manifesté ante el mundo que la década que inicia debe
ser la Década de América Latina, y hoy, ante mis colegas, quiero reafirmarme en esa sentencia.
 
Tenemos lo que el mundo necesita: biodiversidad, alimentos, agua y energía, y –si trabajamos juntos,
en cooperación– podemos aprovechar, en beneficio de nuestra gente, las oportunidades que se nos
abren.
 
Los inversionistas del mundo miran hacia nosotros, y depende de nosotros presentar un panorama
propicio a la inversión, con instituciones sólidas, seguridad física y jurídica, adecuada infraestructura,
moderna conectividad y procesos respetuosos del medio ambiente.
 
Esos son, precisamente, los temas que nos congregan: Cómo podemos cooperar más efectivamente
entre nosotros para lograr una región mesoamericana más próspera, más competitiva y, sobre todo,
más justa con su población.
 
Quisiera avanzar apenas unas pinceladas sobre algunos de ellos.
 
Un tema fundamental de esta reunión tiene que ser, ineludiblemente, el cambio climático.
 
Porque el cambio climático es una realidad y ya no una hipótesis científica; sabemos que está
ocurriendo y que va a empeorar.
 
No sabemos qué tan rápido se producirá, pero sí sabemos que –si no lo tomamos con la mayor
seriedad– la calidad de vida de las próximas generaciones, y de las actuales, se verá afectada de
manera drástica.
 
Nuestros países, por su posición geográfica y su riqueza natural, tenemos enormes potenciales para
contrarrestarlo y también vulnerabilidad por nuestra ubicación entre dos océanos.
 
Albergamos cerca del 10 por ciento de la riqueza biológica del mundo, y tenemos climas tropicales que
permiten un crecimiento más eficaz de árboles y plantas que contrarresten naturalmente la emisión de
gases contaminantes.
 
Hoy quiero proponerles que enfoquemos nuestros esfuerzos conjuntos a hacer de nuestros bosques
una parte fundamental de la solución al calentamiento global.
 
Hay estudios que indican que la reforestación es tres veces más efectiva, en términos de costo-
beneficio, que el uso de la energía nuclear para enfrentar el problema de las emisiones.
 
Busquemos entonces –y que sea un propósito de esta cumbre– idear mecanismos de cooperación para
incentivar la reforestación en nuestros países.
 
Exijamos en la próxima cumbre ambiental de Cancún un mayor compromiso de la comunidad
internacional pero, al mismo tiempo, demostremos que somos capaces de asumir nuestro propio
compromiso.
 
Usted, presidente Calderón, podrá decirnos qué más necesita para asegurar el éxito de esta
trascendental cumbre. De nuestra parte, cuente con toda nuestra disposición y vocación de
colaboración.
 
También el tema de la seguridad, y del combate efectivo a la criminalidad transnacional, como el
narcotráfico, es crucial para nuestro futuro.
 
Muchos países de los aquí representados están pasando por dificultades y problemas como las que
hemos tenido que enfrentar en Colombia por la acción del narcotráfico y sus nefastos efectos en la
sociedad.
 
Nosotros seguimos combatiendo este fenómeno –cada vez con mejores resultados–, con una Policía
profesional y capacitada como pocas en el mundo, y estamos más que dispuestos a cooperar con los
países de la región para ayudarlos a establecer políticas eficaces de seguridad ciudadana.
 
El problema mundial de las drogas ilícitas, infortunadamente, más que desaparecer, se desplaza, y
ahora atestiguamos con preocupación su exacerbación en otros países de la región.
 
En Colombia sabemos bien lo que es esto.
 
Hemos puesto muchos muertos y hemos hecho muchos sacrificios para combatir este flagelo, y ahora
queremos cooperar, porque somos conscientes –más que nadie– de que sólo con cooperación, sólo
trabajando unidos, podremos obtener resultados tangibles.
 
Los criminales son cada vez más sofisticados; desarrollan redes transnacionales para mantener sus
negocios y escapar de la ley, y nos toca a nosotros, como Estados, establecer redes sólidas y efectivas
de cooperación para enfrentarlos y cerrarles el paso.
 
Tenemos una RESPONSABILIDAD COMPARTIDA para trabajar entre nosotros y proteger a nuestros
ciudadanos.
 
En febrero de este año, el Consejo de Seguridad de la ONU expresó gran preocupación sobre la
amenaza que el crimen organizado transnacional y el tráfico de drogas representan para la seguridad
internacional en diferentes regiones del mundo.
 
Por eso es confuso para nuestra gente ver que, mientras perdemos vidas e invertimos recursos en la
lucha contra el narcotráfico, en países consumidores se promueven iniciativas como la del referendo de
California para legalizar la producción, venta y consumo de marihuana.
 
Me pregunto sí la octava economía del mundo, que promueve con tanto éxito su tecnología de punta,
sus películas y sus buenos vinos, va a permitir entonces la importación de marihuana a su llamativo
mercado?

Sí no actuamos de manera consistente en este asunto, si todo lo que estamos haciendo es enviar a
nuestros conciudadanos a prisión mientras en otras latitudes se legaliza el mercado, entonces debemos
preguntarnos: ¿no es hora de revisar la estrategia global frente a las drogas?
 
Ayer me reuní con el subsecretario de Estado de Estados Unidos, James Steinberg, quien me confirmó
la oposición del gobierno federal al referendo, pero, si éste resulta aprobado –y lo sabremos la próxima
semana–, tendremos que asumir el debate.
 
Tenemos la autoridad moral para exigir una conversación franca que defina hacia dónde vamos, como
socios e iguales, en esta lucha.
 
También estamos listos, y así lo enfatizaremos en su momento, para incrementar nuestra oferta de
energía limpia, confiable y competitiva a los países de la Región Mesoamericana.
 
Ello será posible una vez se ponga en marcha el esquema de interconexión eléctrica acordado con
Panamá desde el año 2008.
 
De nuestra parte tenemos toda la disposición para avanzar tan rápido como sea necesario en los
procesos técnicos y jurídicos que se requieran.
 
Y empecemos a pensar –¿por qué no?– en construir una alianza regional para la generación con
energía renovable, ya sea eólica, geotérmica, solar u otras similares, con aportes internacionales que
subsidien el costo de los montajes.
 
Nuestro deber, ante los nuevos retos, es pensar en grande, ser creativos y trabajar en cooperación.
 
Resalto, finalmente, la importancia de que estimulemos en nuestros países el fortalecimiento de nuestra
institucionalidad democrática.
 
Necesitamos Estados con democracias modernas, ágiles, participativas, transparentes, si queremos
insertarnos con éxito en el mundo global.
 
Estados con mecanismos de participación ciudadana, donde la democracia no se limite al ejercicio del
derecho al voto sino que se refleje en cada aspecto de la vida.
 
Estados con equilibrio y armonía entre sus poderes públicos, con acatamiento a la legalidad, y
absolutamente respetuosos de los derechos humanos.
 
Nuestra cooperación debe también ir dirigida a ese propósito.
 
Pero son muchos, muchos los temas los que nos convocan, y no quiero agotarlos en esta introducción.
 
Quiero simplemente saludarlos y darles la bienvenida, con toda la calidez y todo el afecto; agradecerles
su presencia en nuestra patria, y desear que esta cumbre produzca resultados positivos y perdurables
para nuestros pueblos.
 
Comencé citando al poeta colombiano Barba Jacob que se enamoró de las tierras al norte de Panamá, y
que vivió y murió en ellas, y termino recordando un pensamiento suyo, que viene como anillo al dedo
para ambientar el propósito de esta reunión:
 
“Nuestro ideal hispanoamericano es el de una comunión con el destino continental para el esfuerzo
hondo y puro de la vida; el de una dilatación augusta del espíritu; el de un ritmo humano nuevo; el de un
nuevo coro de la más profunda tonalidad que haya resonado en la historia”.
 
Muchas gracias.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el IV Encuentro de las
Comisiones Regionales de Competitividad

Bogotá, 27 oct (SIG). “Muchas veces me preguntan cómo vamos a poner a andar a nuestras cinco
locomotoras: agro, vivienda, infraestructura, minería e innovación.

Mi respuesta siempre es la misma: con mayor competitividad.

Porque de la competitividad depende la velocidad de las locomotoras y la velocidad de los vagones que
éstas arrastran.

El Gobierno puede hacer grandes esfuerzos para poner a andar a una locomotora, pero sin
competitividad —si las carreteras están en mal estado, si los empresarios son víctimas de la
tramitomanía, si no se logra conseguir mano de obra calificada— estas locomotoras van a estar varadas
desde un principio.

Nuestra política de competitividad se trata precisamente de eso, de poner a andar —y a buena


velocidad— a las locomotoras.

Y para que anden más rápido, necesitamos crear un entorno más favorable al crecimiento económico,
un ecosistema empresarial con las condiciones propicias, ideales, para el emprendimiento.

La competitividad, como ustedes bien lo saben, es una política transversal, que afecta todas las áreas
del Gobierno, desde la infraestructura y la seguridad hasta la calidad de la educación y la estructura
tributaria.

Competitividad será prioridad del Gobierno

Yo quisiera aprovechar este encuentro para decirles que vamos a continuar y fortalecer la política de
competitividad, que en buena hora el Presidente (Álvaro) Uribe y su Ministro Plata (Luis Guillermo Plata,
de Comercio, Industria y Turismo) pusieron en marcha, y que ésta también va a ser una prioridad de mi
Gobierno.

Quiero que sepan que apreciamos y valoramos el trabajo que hacen ustedes en las comisiones
regionales, y que pondremos toda la voluntad y las herramientas del Estado para que su trabajo sea
exitoso.

Y eso se puede ver inclusive con el equipo que hemos escogido para impulsarla.

Uno de mis primeros nombramientos fue Catalina Crane, que venía desempeñándose como Presidenta
de Procafecol, la empresa que opera las tiendas Juan Valdez, para acompañarme en la Presidencia
como la Alta Consejera para la Gestión Pública y Privada.

Ella estuvo conmigo hace tiempos cuando yo era Ministro de Comercio Exterior, también cuando fui
Ministro de Hacienda, y dimos los primeros pasos en el tema de competitividad. Usted se recordará,
Catalina, cuando trajimos a Michael Porter, con el hoy Presidente del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.

Esa fue la primera semilla que el país sembró en materia de competitividad. Trajimos a un grupo que se
llama el Monitor. Y ahí comenzó todo este proceso que creo que va por muy buen camino.

Y Catalina va a ser el enlace entre el sector privado y el sector público y una de sus funciones
principales va a ser precisamente la de coordinar el Sistema Nacional de Competitividad, que por varios
años estuvo dirigido, con gran acierto por Miguel Peñaloza, hoy nuestro Alto Consejero para las
Regiones y la Participación Ciudadana.

También está nuestro Ministro Sergio Díaz-Granados, que combina una gran experiencia en el sector
privado; también fue compañero mío en el Ministerio de Hacienda, y además su experiencia en el sector
privado fue en un gremio neurálgico para las Comisiones Regionales de Competitividad, como es el
turismo. Con un amplio conocimiento, él combina esa experiencia del sector privado con un amplio
conocimiento en el sector público.
Recordemos que él como viceministro de Desarrollo Empresarial impulsó el programa de
Transformación Productiva que es precisamente parte integral de nuestra Política de Competitividad.
También impulsó la creación y puesta en marcha de las Comisiones Regionales.

Y durante la campaña, aunque conocía de mucho tiempo atrás, pero tuve la oportunidad de ver más en
detalle la labor que Hernando José Gómez estaba adelantando en el Consejo Privado de
Competitividad.

Y me dejó tan impresionado Hernando José que, cuando ganamos las elecciones en junio, no dudé en
invitarlo a hacer parte del Gobierno y hoy es nuestro Director de Planeación Nacional.

Entonces verán ustedes el compromiso mío, personal, y del Gobierno con esa labor tan importante que
hacen ustedes en el trabajo de la competitividad y de promover la competitividad en el país.

O sea que con Catalina, con Sergio y con Hernando José vamos a tener un equipo de lujo para impulsar
esa política a nivel nacional y a nivel regional.

En mi discurso de posesión dije que le llegó la hora a Colombia, y gran parte de esto se va a dar porque
estamos en una coyuntura histórica para dar un verdadero salto en materia de competitividad.

El país tiene un sistema nacional para la competitividad

Por primera vez en nuestra historia tenemos una institucionalidad sólida para la competitividad.

Antes los gobiernos tomaban medidas aisladas. Hoy tenemos un sistema nacional que coordina estas
iniciativas, y las incorpora a una visión comprehensiva, la que se ha denominado la Visión Colombia
2032.

Esto fue lo que hizo el documento Conpes del año 2006, el que creó el Sistema Nacional de
Competitividad y las Comisiones Regionales de Competitividad.

Y esas Comisiones —ustedes— son de especial importancia por una muy sencilla pero muy importante
razón: la competitividad, como el desarrollo —doctor (Eduardo) Verano, usted sabe mejor que nadie eso
—, comienza en las regiones. Y ahí tiene que fortalecerse.

Un político americano —fue Presidente de la Cámara muchísimos años— decía que toda la política es
local; yo diría, plagiándolo y cambiando un poco los términos, que toda competitividad debe ser local.

Porque es a nivel local que se realiza la producción y es a nivel local que se ve cuáles son los cuellos de
botella que toca eliminar.

Es desde el nivel local que deben venir las iniciativas y el Gobierno Nacional las debe acoger, las debe
ordenar y las debe apoyar.

Las Comisiones Regionales de Competitividad han avanzado rápidamente: ya completaron los 32


Planes Regionales de Competitividad, es decir que cada departamento cuenta con un plan.

Pasar a la implementación

Éste ha sido un gran ejercicio de colaboración público-privado, donde los empresarios se han sentado
con los representantes del sector público, de la academia, para concertar las prioridades de su región, y
su visión de largo plazo.

Yo quisiera resaltar esa palabra, concertar, porque para mí ha sido una constante en mi vida pública.
Porque la aprendí en mi primer trabajo que tuve, en la Federación Nacional de Cafeteros, donde la
concertación es obligatoria por ley. Allá se sientan en el Comité Nacional de Cafeteros los ministros y los
representantes del gremio, y legalmente tienen que concertar.

Pero ahí me di cuenta de la bondad de concertar políticas. Concertar no quiere decir consensuar;
concertar quiere decir intercambiar opiniones, experiencias, discutir. Toda política pública que es
concertada siempre sale mejor diseñada.

Por eso para mí esa palabra concertación va a ser un 'mantra' en el Gobierno y eso es parte del trabajo
que ustedes hacen todos los días.

Ahora que hemos completado esta etapa y contamos con las hojas de ruta departamentales, vamos a
pasar a la segunda fase, que es la importante: la implementación. Porque muchas veces nos quedamos
en los diseños, muchas veces nos quedamos en los planes. La verdadera labor de un gobierno efectivo,
de un buen gobierno, es implementar en forma efectiva las políticas.

En los menos de tres meses de gobierno ya hemos tomado varias importantes medidas para fortalecer
la competitividad.

Uno de los primeros proyectos que presentamos al Congreso de la República fue la Ley de Primer
Empleo y Formalización.

Otra prioridad, la formalización

Esta ley es una ley muy importante porque la formalización es fundamental para la competitividad de la
economía.

Existe esa creencia falsa en mucha gente de que estar uno por fuera de la formalidad puede ser mejor,
que a uno le va mejor estando por fuera si no tiene que pagar impuestos, si no tiene que pagar los
parafiscales, si no tiene que someterse a una serie de limitantes y de medidas,

Está demostrado aquí y en todos los países que eso no es cierto, que a un empresario, a un
microempresario le va mucho mejor estando en la formalidad que en la informalidad. Y eso es muy
importante, de hacer pedagogía sobre eso. Porque si existe esa creencia.

‘No, yo que me voy a someter a que la Dian me vigile y a pagarle los impuestos’. Entonces se van a la
informalidad.

Y lo que pasa es que si se va mucha gente a la informalidad, como ha sucedido en Colombia, la


economía se vuelve inviable. Por eso la formalización es una de nuestras prioridades.

Según un estudio de McKinsey, la productividad de la economía colombiana es sólo un 20% de la


productividad de la economía norteamericana, y esto se debe en gran parte a la informalidad.

La ley que presentamos tiene dos partes: la primera busca estimular el empleo de los jóvenes creando
un sistema de incentivos para contratarlos, y la segunda parte promueve la formalización.

Para formalizar las micro y pequeñas empresas —es decir, empresas de hasta 50 empleados— vamos
a implementar la progresividad en el pago del impuesto de renta y las contribuciones parafiscales.

Y vamos a aplicar los principios del Buen Gobierno —y del sentido común, diría yo— para reducir los
trámites y la regulación excesiva que los microempresarios citan como uno de los grandes obstáculos a
la formalización.

Eliminar la tramitomanía es sólo una parte de nuestra política de competitividad.

Lucha contra la corrupción

También presentamos nuestra Política Anticorrupción a principios de septiembre.

Los estudios de competitividad citan la corrupción como uno de los obstáculos para hacer negocios en
este país y las acusaciones de los últimos días acerca de un ‘cartel de la contratación’ nos recuerdan
que el problema de la corrupción es un problema que tenemos que atacar con todo el vigor y toda la
fuerza de la ley.

Por eso vamos y estamos en proceso de rediseñar el Programa Presidencial para la Lucha contra la
Corrupción y vamos a endurecer las penas contra los corruptos para que éstos paguen sus condenas en
la cárcel; los corruptos deben ir a la cárcel, no a sus casas.

Nuestra meta es además gobernar —y lo hemos dicho— en una urna de cristal, con total transparencia,
y por eso no vamos a tolerar ningún acto de corrupción.
Al mismo tiempo estamos, por supuesto, fortaleciendo la política de Seguridad Democrática.

Hemos avanzado, no cabe la menor duda, pero hay que ser conscientes de que nos queda mucho
camino por recorrer. Y ahí no podemos por ningún motivo bajar la guardia.

En el Reporte Global de Competitividad del Foro Económico Mundial estamos en el puesto 139 de 139
países —¡de últimos!— en el indicador de los costos empresariales por el terrorismo.

De pronto eso está un poco anticuado De pronto la percepción, que es tan difícil de cambiar y que
estamos cambiando —créanme que el esfuerzo que estamos haciendo está ya teniendo éxito— y
cambiar las percepciones es bien complicado.

Pero de todas formas ahí tenemos que hacer un gran esfuerzo para que la realidad sea la que se
encargue, que es la forma más contundente de cambiar la percepción es imponer la realidad sobre esa
percepción y eso es lo que vamos a hacer.

Por eso vamos a continuar consolidando la Seguridad Democrática, ¡no vamos a dar ni un paso atrás!, y
así lo demostramos con las operaciones que sacaron de circulación a bandidos como ese ‘Domingo
Biohó’ y al más cruel de los terroristas que ha tenido este país, el ’Mono Jojoy’. Y espero que
continuemos con esos éxitos para mejorar los reportes de ese capítulo en particular en el Foro
Económico Mundial.

Y seguiremos avanzando.

Seguridad ciudadana y seguridad jurídica

También en otro aspecto de la seguridad, que es la Seguridad Ciudadana.

Hace un mes, precisamente, presenté nuestra política de Seguridad Ciudadana en Cali; y lo hicimos en
Cali, en el distrito de Aguablanca porque esa ciudad enfrenta el tema de una manera contundente y esta
propuesta lo que hace es afrontar el problema de manera integral: con reformas legales, con cambios
operacionales y también con —algo que me piden todos los días— aumento de pie de fuerza.

Y está por supuesto otro tipo de seguridad, que es la seguridad jurídica.

Cuando uno hace una encuesta con los empresarios a nivel mundial, le dicen a uno: ‘lo que más me
interesa en América Latina —porque tenemos fama de no tener seguridad jurídica- es tener unas reglas
de juego estables’.

Y por eso digo yo que para ser competitivos hay una palabra mágica que se la dejo a ustedes para que
siempre la tengan en cuenta. No hay nada mejor para un empresario que tener un entorno predecible.
Cuando una persona es predecible dicen: ‘Uy que persona tan aburrida’. Pero cuando un país es
predecible, eso es el cielo para los inversionistas y para los empresarios.

Entonces unas reglas de juego estables, seguridad jurídica, decir yo voy a hacer negocios porque sé a
qué atenerme, es fundamental para la competitividad.

Por eso estar cambiando las reglas de juego permanentemente va totalmente en contra de lo que
nosotros queremos, que es atraer la inversión y volvernos competitivos.

Infraestructura, ciencia y tecnología

Otro aspecto fundamental de la competitividad es la infraestructura y muchos informes mundiales de


competitividad, el Doing Business que tanto se cita del Banco Mundial, en el propio Foro Económico
Mundial, nos raja; en la infraestructura también nos raja.

Y la infraestructura por eso la pusimos como una de nuestras cinco locomotoras, y ya la hemos puesto a
marchar.

Con solamente que el rezago que tenemos frente a países de nuestro mismo nivel de desarrollo en ese
frente, ya eso daría para que esa locomotora marchara a una velocidad muy aceptable.

Nos hemos comprometido a construir 1.200 kilómetros nuevos de dobles calzadas e incluir 4.000
kilómetros en el programa de rehabilitación y mantenimiento integral de vías.

También vamos a reducir —y esto es otro aspecto de la competitividad— los costos de producción de la
industria, eliminando gradualmente la sobretasa a la energía. Esta medida hará a la industria
colombiana más competitiva frente a sus competidores.

Al mismo tiempo vamos a invertir fuertemente en ciencia y tecnología para poder crear una economía
más moderna, con un aparato productivo que genere un mayor valor agregado.

Nadie pone en duda que la innovación es uno de los pilares de la competitividad de los países.

Por eso hemos propuesto en la reforma a la Ley de Regalías, que está siendo debatida y que espero
que todos ustedes la apoyen —porque es fundamental también para la competitividad, porque se va a
traducir en obras a nivel regional muy importantes—, hemos propuesto que el 10% de las regalías
regionales sean invertidas en ciencia y tecnología.

Y ¡ojo! Porque esto es muy importante. Ese dinero no es del Gobierno nacional; ese dinero va a ser
invertido en ciencia y tecnología en las regiones. Y ahí los planes regionales de competitividad van a
jugar un papel importante en dirigir hacia dónde se pueden invertir esos dineros.

Vuelvo y repito: estamos haciendo que las regiones sean de donde salga la competitividad y el
desarrollo.

La inversión en investigación en Colombia es muy baja, es sólo del 0,4% del PIB. Países como Estados
Unidos tienen 3,4%, Canadá tiene también 3,4; Brasil tiene 1,4% del PIB. O sea, a nosotros nos falta
muchísimo para por lo menos ponernos a tono, no con Estados Unidos; con el Brasil.

También estamos preparando una reforma arancelaria de fondo para reducir el costo de importar los
bienes de capital e insumos necesarios para la producción.

En este momento Colombia tiene una de las economías —¡increíble!— más cerradas del mundo.
Tenemos un promedio arancelario casi del 13%. En América Latina estamos de campeones de
economía cerrada. Y por supuesto, eso es un freno al crecimiento económico y es un freno a la
competitividad.

Y vamos a ir desmontando eso gradualmente, pero esta primera decisión va a ser importante para
avanzar en esa decisión y queremos es una reforma arancelaria que nos ayude a la competitividad.

Tasa de cambio y competitividad

Muchos, por supuesto, dicen que la tasa de cambio —tienen razón— es otro aspecto de la
competitividad comercial que ha dado mucho de qué hablar en los últimos días.

Hemos convocado varias conferencias a nivel nacional, hemos traído expertos internacionales, para
buscar una solución que pueda frenar la revaluación.

Hemos tomado un conjunto de medidas, porque no hay una que individualmente resuelva el problema.

En primer lugar, vamos a buscar maneras de dejar los dólares por fuera del país. Y lo estamos
haciendo.

Vamos a crear, a través de la reforma a la regalías, un Fondo de Ahorro y Estabilización en dólares que
será administrado por el Banco de la República por fuera.

Estos fondos han servido en países como Chile y Noruega para evitar la llamada ‘enfermedad
holandesa’, porque obligan a dejar una parte de los recursos por fuera; ahorrarlos para invertirlos
después. Esto también tiene que ver con el principio de la justicia generacional.

Vamos a ver cómo recibimos los dividendos de Ecopetrol en dólares y en el exterior.

En segundo lugar, vamos a reducir el déficit fiscal, que es una forma de presionar el endeudamiento en
dólares. Entonces vamos reduciendo el déficit, reducimos la presión.
Esto lo vamos a hacer de dos maneras: una, eliminando las exenciones al impuesto a la renta por
inversiones en activos fijos —lo que aumentará el recaudo fiscal en más de 3,2 billones el año entrante
—.

Ahora, yo quisiera hacer una aclaración sobre esto. Algunos empresarios dicen: ‘Pero usted, Presidente,
y el Gobierno está cambiando las reglas del juego’.

No. Estos estímulos siempre se presentaron como temporales.

Los que están en tese momento ya en el proceso de invertir con ese criterio, se les va a respetar sus
reglas de juego, pero lo que quiero decir es que nunca se dijo que estos estímulos fueran permanentes.
Entonces no cabe el argumento de que se están cambiando las reglas de juego.

Se están cambiando en el sentido de que, sí, hay unos estímulos que dejan de existir porque ya no son
necesarios.

Acuérdense, la coyuntura del país, el atractivo del país y el momento del país cuando estos estímulos
fueron decretados. Hoy ya no son necesarios. En cambio tienen un costo fiscal muy grande.

Por otro lado estamos impulsando el proyecto de la Regla Fiscal, que nos va a obligar a reducir el déficit
y promover el ahorro del Gobierno durante las épocas de ingresos extraordinarios.

En tercer lugar, el Banco de la República va a continuar interviniendo en el mercado para estabilizar, en


cierta medida, la moneda.

Revaluación y guerra de monedas

Pero también aquí hay que tener en cuenta que este es un fenómeno mucho más grande, es un
fenómeno que tiene al mundo ad portas de lo que se ha llamado una guerra de monedas.

¿Qué es lo que está pasando en el mundo? En el año 2008 el mundo sufrió un infarto. Uno lo podría
comparar como con un paciente, que no hace sino comer; come chicharrón todo el día, no hace deporte,
y le da un infarto.

Entonces, el mundo entró en una comilona. Eso es cierto.

Los países industrializados comenzaron a gastar lo que no tenían. Cualquiera de ustedes iba a Estados
Unidos y con 5 mil o 10 mil dólares ‘pisaba’ el negocio de un apartamento. Y todo el mundo se volcó a
comprar apartamentos.

Y, entonces, uno se endeudaba por todos lados y los bancos le prestaban por todos lados. O sea, la
comilona fue espectacular. Le dio un infarto al paciente, a la economía mundial. Y vimos la recesión del
año 2008-2009.

¿Qué ha pasado? Que el paciente, pues como a todo paciente, el médico le dijo: ‘usted, mi querido
amigo, no puede seguir comiendo así; tiene que hacer deporte y tiene que restringir su vida’.

Entonces el crecimiento de esos países está muy lento. La forma como estos países están queriendo
crecer más es inflando la economía, es emitiendo, bajando los intereses.

Entonces hay una gran liquidez en la economía norteamericana, en la economía japonesa, en la


economía europea.

La liquidez, eso es como el agua; el capital es como el agua que va adonde pueda, digamos, encontrar
un mejor retorno. Y entonces busca la forma de ir a donde pueda encontrar un mejor retorno.

Pues los mejores retornos en este momento, los que no sufrieron el infarto, porque hicimos la tarea
como Dios manda, en los años 90, fueron los países emergentes, como Colombia.

Entonces, esa gran liquidez a nivel mundial, parte de esa gran liquidez, se está viniendo hacia los
países emergentes. China, que debería ser uno que debería recibir parte de esa avalancha de dinero,
pues tiene una situación sui géneris, un sistema sui géneris, que le ha permitido que su moneda no se
revalúe, por la forma como ellos manejan su economía.

Entonces el resto de los países están sufriendo las consecuencias. Todos los países emergentes están
revaluando. Y ese fenómeno, pues no lo podemos controlar nosotros.

Yo le decía ayer al Presidente (de México, Felipe) Calderón, que es parte del G-20, y se lo dije delante
de los presidentes de América Central, todos preocupados por la revaluación, que sirviera de vocero de
los países emergentes junto con Brasil y Argentina, que son parte del G-20, y que les dijera a los países,
a los pacientes que se están recuperando a costas nuestras, que encontremos mecanismos para que no
sean los países emergentes los que paguen el precio de la reactivación de la economía de los países
industrializados; que se invente formas creativas con el Fondo Monetario, que ya curiosamente está
cambiando de paradigma.

Que el Director para el Hemisferio Occidental estuvo la semana pasada y, entonces, vino con un manual
de qué hacer para controlar los capitales. Y yo decía: yo no pensé que yo estaría vivo viendo a un
gerente del Fondo Monetario diciéndole a uno: ‘de pronto hay unos controles de capitales que hay que
imponer’. Eso para mí es un total cambio de paradigma.

Pero es la realidad. Él está es reflejando una situación real y práctica, que eso es lo que nos dijo Nicolás
Eyzaguirre. Fue colega mío cuando fuimos ministros de Hacienda; gran economista; conoce mejor que
nadie lo que está sucediendo, y nos está diciendo: esta situación no la puede controlar Colombia, no la
puede controlar Chile, no la puede controlar América Latina. Está es una situación que hay que controlar
a nivel mundial.

Y por eso le pedimos al Presidente Calderón que sirviera allá de vocero en G-20, que se reúne en Corea
en un par de semanas.

Mientras tanto, sí podemos es mitigar ese efecto. La realidad es que en las últimas semanas, y
continuaremos. Vamos a tomar las medidas para que el efecto sobre Colombia no sea el efecto que
hemos tenido, que ha sido demasiado en los últimos meses, casi en el último año.

Pero ahí vamos, y yo creo que el paquete de medidas que se ha tomado, pero sobre todo el que se va a
tomar ahí nos va a ayudar mucho a afrontar ese problema.

Pero bueno, queridos amigos. Todas estas son medidas de señal para aumentar la competitividad del
país, y necesitamos el aporte de ustedes, de sus regiones, para potenciarlas y hacerlas más eficaces.

Como dije al principio, la competitividad toca a varios sectores del Estado y de la economía.

No podemos seguir debatiendo si es responsabilidad del Gobierno Nacional o de los gobiernos


regionales; del sector privado o del sector público.

La competitividad es, y debe seguir siendo, un propósito nacional.

Un país más competitivo es un país más atractivo para la inversión, tanto nacional como extranjera.

Un país más competitivo crece a tasas más altas y con menores niveles de desempleo y de
informalidad.

Pero sobre todo un país más competitivo puede ofrecerle a toda su gente la oportunidad de alcanzar la
Prosperidad Democrática.

¡Ese es el objetivo de ustedes, de nosotros, de todos los colombianos!

Los invito, amigos de las Comisiones Regionales de Competitividad, a continuar trabajando en esta
dirección para que juntos podamos construir un país más próspero y sobre todo, más competitivo.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la posesión de


los nuevos Embajadores de Colombia ante la ONU y Chile
Bogotá, 29 oct (SIG). “Hoy es un día importante para el país. Hay buenas noticias, comenzando por la
posesión de estos dos Embajadores que van a ocupar cargos de gran importancia para la política
exterior de Colombia.

El doctor Néstor Osorio va para Nueva York a una de las posiciones más importantes, como es la
Embajada ante la ONU, en un momento en el cual Colombia ha sido elegida como miembro del Consejo
de Seguridad.

Eso no se ve todos los días: que un país se siente entre los 15 países que definen la seguridad del
mundo. Y por eso que esa responsabilidad esté en manos de Néstor Osorio, nos da una gran
tranquilidad.

Conozco a Néstor Osorio hace muchos años. Sé de sus habilidades y, sobre todo, de su capacidad
diplomática, de su buen juicio, de su responsabilidad.

Viene de ocupar una posición, tal vez la más importante que ha tenido un colombiano en toda la
Organización de las Naciones Unidas, como era la de ser Director Ejecutivo de la Organización del
Café. Esa posición equivale a la de Subsecretario, tengo entendido, de las Naciones Unidas.

Pero no sólo eso. Néstor fue mi Embajador, cuando lo nombramos ante la OMC. Lo hizo con lujo de
detalles. Ha estado al frente de la representación de la Federación de Cafeteros y de Colombia ante la
Organización Internacional del Café. Él me sucedió a mí en esa posición. También lo hizo en forma
espléndida.

Siempre donde se ha desempeñado, ha tenido unos magníficos resultados. Por eso el país y el
Gobierno se sienten muy tranquilos con esta designación. Estamos en muy buenas manos, en un
momento tan importante para nuestra política exterior, en un momento en el que queremos proyectar a
Colombia con otra cara.

Nueva agenda de Colombia ante el mundo

Creo que lo estamos logrando. Ya Colombia, por ejemplo, esta semana pasada, cuando nos reunimos
con el Subsecretario de Estado (de Estados Unidos, James Steinberg), la agenda era muy diferente a la
agenda tradicional.

También nos reunimos con el Presidente de México (Felipe Calderón), con los presidentes de
Centroamérica y República Dominicana, en Cartagena. Hicimos un trabajo muy positivo, muy
constructivo.

Y luego en esta corta visita que hicimos a Argentina, a hacernos presentes en este momento tan triste
para la Presidenta de Argentina y para el pueblo argentino, con la muerte del ex presidente Néstor
Kirchner, allá también tuvimos la oportunidad de seguir avanzando. Concretamos con el Presidente
Chávez que la visita que vamos a hacer, será el próximo martes.

Pero eso es sólo una parte de todo lo que estamos nosotros proyectando a Colombia en el mundo.
Tenemos todo el potencial para hacerlo.

Protocolo de diversidad

Hoy también me dice la Alta Consejera para el Medio Ambiente, Sandra Bessudo, desde Japón, quien
estaba allá con la Embajadora Patricia Eugenia Cárdenas, que lograron finalmente, después de ocho
años, cerrar un protocolo de biodiversidad, que para los intereses colombianos es fundamental.

Esta es otra buena noticia. Porque también queremos nosotros tener un papel protagónico en todas las
discusiones que tienen que ver con el medio ambiente y la biodiversidad, pues somos uno de los países
con más riqueza ambiental. En efecto: somos el país por kilómetro cuadrado más rico en materia de
biodiversidad de todo el planeta.

Relaciones con Chile

En las relaciones con la región, las relaciones con Chile tienen una especial importancia. Tan importante
son que el primer país que viene en visita oficial, en visita de Estado, va a ser el Presidente de Chile, el
próximo 24 de noviembre.

Chile y Colombia tienen una visión del mundo muy parecida. Vamos a trabajar muy unidos. La Canciller
de Colombia y el Canciller de Chile han decidido, por ejemplo, ver cómo podemos establecer oficinas
comerciales en forma conjunta. Eso nunca se había dado. Eso va a ser algo bien importante. Estamos
invitando también al Perú y eventualmente a México.

En todo el proceso de Arco también estamos avanzando. La semana pasada estuvo el Ministro de
Comercio Exterior en Perú, avanzando en la integración entre los países llamados los países del Arco,
donde Chile juega un papel importante. Todo eso está proyectando a Colombia con gran contundencia
en el escenario internacional.

Chile, pues, tendrá un gran Embajador. Conozco también a Santiago Figueroa hace mucho tiempo. Sé
de su seriedad y de su buen juicio. Por eso nos sentimos muy bien representados y Colombia puede
estar tranquila con un gran Embajador en Santiago de Chile.

Embajador en Cuba

Vamos a nombrar, muy pronto, ya recibimos el beneplácito, otro gran Embajador en Cuba. Se trata del
ex vicepresidente Gustavo Bell. Gustavo Bell: creo que mejor Embajador en Cuba no se puede
encontrar. Queremos mantener con Cuba una relación muy especial. Por eso le vamos a mandar un
Embajador de altos quilates, como es el doctor Bell.

Disminución del desempleo

La otra buena noticia fue la que recibimos hoy en materia de desempleo. Las cifras que dio el Dane del
desempleo: bajó a 10,6 por ciento, de 12,2 por ciento. O sea, una baja sustancial. Ya es el segundo mes
de baja que tenemos, después de más de tres años del desempleo estar subiendo. La baja del mes
pasado fue muy moderada, pero este mes fue importante.

Eso nos estimula mucho a seguir trabajando con todo lo que tenemos, para poder llegar a esa meta del
desempleo de un solo dígito, que fue lo que prometimos en la campaña. Dos meses no son suficientes,
pero la tendencia la tenemos que reforzar.

Decisiones en comercio exterior

Y en ese propósito nos reunimos la Canciller y yo, recién llegados de Buenos Aires, en el Consejo
Superior de Comercio Exterior, de donde acabamos de salir. Ahí se tomaron decisiones muy
importantes –el Ministro de Hacienda y el Ministro de Comercio Exterior las acaban de anunciar–, en
materia de aranceles.

Dimos un paso muy importante en reducir no solamente el nivel arancelario del país, sino la dispersión,
para simplificar el sistema. Eso es algo que desde hace mucho tiempo se venía pidiendo.

Si queremos crecer a tasas altas y generar más empleo y reducir la pobreza, tenemos que hacer las
reformas necesarias y el ambiente necesario para que ese crecimiento se pueda dar.

Esa medida está encaminada precisamente a hacer más competitiva nuestra economía. Teníamos
muchas distorsiones. Eso nos estaba castigando mucho en todos los índices de competitividad. Por eso
la decisión que se tomó hoy, también creo que es bien importante y que va a tener una repercusión muy
positiva en el crecimiento, en el empleo y en la lucha contra la pobreza.

Es más: si uno suma lo que llaman el índice de maltrato  , que es inflación más desempleo –es un índice
que muchos países utilizan para autocontrolarse–, ese índice de maltrato en el caso colombiano es el
más bajo, como lo es la tasa de desempleo para septiembre en los últimos diez años.

Inflación

Esa es una buena noticia, porque la inflación también es otro impuesto que golpea primordialmente a los
más pobres. La inflación lo que hace es aumentar el valor de los activos, y quienes generalmente tienen
activos son los estratos más bajos. En cambio, le roba poder adquisitivo a los ingresos. Y los que
solamente tienen ingresos son los estratos más bajos.
Entonces inflación más desempleo es lo que hay que combatir. Y lo estamos haciendo con éxito.
Tenemos una de las inflaciones más bajas de la historia y ahora un desempleo en descenso.

De manera que son todas buenas noticias. Pero sobre todo la posesión de estos insignes Embajadores,
nos da a todos los colombianos mucha tranquilidad de que nuestra política exterior va por muy buen
camino.

Mis felicitaciones a ustedes y a sus familias. Y usando mi pasado marino, les deseamos buen viento y
buena mar.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la 12° jornada de


Acuerdos para la Prosperidad

Tunja, Boyacá, 30 oct (SIG).“Esta semana, también ha sido una semana, como toda las anteriores,
bastante activa. La comenzamos con la visita del Subsecretario de Estado (James Steinberg) y una
delegación como de 35 personas, de los Estados Unidos.

Vino aquí a hacerle seguimiento a la reunión que tuvimos con el Presidente (Barack) Obama en Nueva
York. Reunión en la cual decidimos relanzar las relaciones con una nueva agenda, sin descuidar la
agenda tradicional, porque los problemas no han desaparecido, hemos mejorado muchísimo, pero no
han desaparecido.

El problema de la lucha contra el narcotráfico, la lucha contra el terrorismo, el Plan Colombia, pero de
todas formas hemos avanzado tanto que ya nos permite hablar de otros temas.

Aquí vino esta importantísima delegación a plantearnos esa nueva agenda, que tiene como puntos
fundamentales la colaboración en materia energética, la colaboración en materia de educación, de
ciencia, tecnología e innovación, el trabajo conjunto en materia de derechos humanos. Es decir, es una
agenda mucho más social.

También, dentro del plan de la lucha contra el terrorismo, vamos a darle énfasis a los planes de
consolidación de los territorios que antiguamente estaban en manos de los violentos, y que hemos
venido recuperando para darles a los habitantes de esas regiones alternativas de desarrollo.

Eso fue un paso importante en nuestras relaciones con Estados Unidos.

Luego, ese mismo día, tuvimos una cumbre con el Presidente de México (Felipe Calderón), los
presidentes centroamericanos y de República Dominicana, en el llamado proceso de Mesoamérica.

Allá el doctor Miguel Peñalosa (Alto Consejero para las Regiones y la Participación Ciudadana) pues ha
jugado un papel importantísimo, y la verdad es que en esa reunión –que duró la noche del lunes y todo
el día martes- también avanzamos muchísimo en todos los temas que nos hemos puesto con estos
países socios de Mesoamérica para integrarnos más, para aprovechar más esos mercados, para
aprovechar más las sinergias que tenemos.

De ahí salió una serie de manifestaciones por parte de Mesoamérica, de diferentes puntos, que creo
que son importantes.

Uno es el punto que tiene que ver con el referendo que el próximo martes se va a realizar en el Estado
de California (Estados Unidos), en donde se pidió a los países consumidores en general de droga, que
sean consecuentes en la política de la lucha contra las drogas a nivel global, consecuentes con todo lo
que han venido firmando en las diferentes instancias, como en las Naciones Unidas, porque nadie
entiende que un país pueda al mismo legalizar internamente la producción, el tráfico y el consumo de
droga, y al mismo tiempo estar criminalizando esa droga.

Y por eso lo que pedimos fue coherencia, que sean consecuentes para que seamos efectivos, o de otra
forma tenemos que replantear este tema, porque nosotros no podemos seguir poniendo los muertos y
los países consumidores llevándose los beneficios en esta lucha.
El cambio climático

También de ahí salió una posición conjunta de todos los países de Mesoamérica, haciendo un llamado
al mundo para que en la próxima reunión de Cancún (México), que tiene que ver con el cambio
climático, los países asuman su responsabilidad.

Los efectos del cambio climático no son una especulación, ya son una realidad, y los países de
Mesoamérica, México, todos los países centroamericanos, los países caribeños, estamos sufriendo ya
las consecuencias de ese cambio climático.

Y nosotros no nos podemos dar el lujo -como habitantes del planeta- de no avanzar en esa Cumbre de
Cancún, porque estamos viendo en todas partes, ustedes ven por la televisión los estragos que ha
causado en México, pero también en Pakistán, también en el Asia; aquí en Colombia las inundaciones
de este año han sido tal vez las más fuertes en la historia.

El 8 de agosto, recién posesionado fui a La Mojana, y me decían que por primera vez en la historia de
Colombia las inundaciones de la región de La Mojana habían comenzado desde el primer semestre. Eso
se debe a ese cambio climático.

Por eso esa posición tan importante, y por eso es importantísimo que también el día de ayer en Nagoya
(Japón), se llegó finalmente después de ocho años a un acuerdo, a un protocolo para la protección de la
biodiversidad.

Allá está Sandra Bessudo, nuestra Alta Consejera para estos temas. Muy emocionada me escribió
diciendo: ‘Finalmente logramos a un acuerdo’.

A Colombia eso le concierne muchísimo, porque somos por kilómetro cuadrado el país más rico del
planeta en materia de biodiversidad, y el compromiso con su protección y la forma como lo vamos a
hacer es algo que a Colombia le importa muchísimo.

Viaje a Buenos Aires

Luego de la cumbre en Cartagena con los países de Mesoamérica, pues nos tocó viajar a Buenos Aires
(Argentina), por la muerte del ex Presidente (Néstor) Kirchner.

Infortunadamente falleció de manera inesperada, y la verdad es que el Presidente o ex Presidente


Kirchner nos ayudó mucho en todo el proceso de restablecer nuestras relaciones con nuestros vecinos,
especialmente con Venezuela.

Allá, tuvimos la oportunidad de darle las condolencias a su señora, la Presidenta Cristina (Fenrandez)
de Kirchner y al pueblo argentino, a nombre de Colombia, del pueblo colombiano, en este momento
difícil para Argentina.

Afortunadamente pudimos adelantar el viaje.

Yo le había dicho al Alcalde (de Tunja, Arturo Montejo), con quien me había reunido, que de pronto me
tocaba cancelar la venida aquí a Tunja, a Boyacá, pero afortunadamente adelantamos el viaje para
hacer presencia con todos los mandatarios suramericanos antes del sepelio y no durante, razón por la
cual afortunadamente puedo estar hoy aquí en Boyacá con ustedes.

‘Queremos conectar a Colombia por la vía digital’

El viaje a Argentina no me permitió asistir a un evento que resultó muy importante. El Ministro de las TIC
(Diego Molano) hizo el lanzamiento en Cartagena, con ocho ministros, de un programa que se llama
Vive Digital.

Un programa que nos va a permitir, como país, dar un salto muy especial en la utilización de la
tecnología, sobretodo en los estratos más bajos, y está comprobado que los países que logran que su
población se integre a esta ola tecnológica que estamos viviendo en el mundo, que todos los días
avanza más y más, tiene un efecto social, un efecto de lucha contra la pobreza muy positivo.

Y me dice el doctor Molano que la presentación fue espectacular. Nada menos podíamos exigirle a un
bueno boyacense. Lo felicito.

Y me dicen que fue una presentación donde aparecíamos usando la tecnología como si estuviéramos
en el sitio. Tenemos que ver eso porque me dicen que me puedo evitar muchos viajes, porque puedo
aparecer virtualmente y eso puede ser bastante interesante.

Pero lo felicitó, Diego, porque realmente todos los ministros y todos los asistentes me llamaron a
decirme que había sido una cosa espectacular.

Y eso es una cosa muy ambiciosa, un plan muy ambicioso en donde queremos conectar a Colombia por
la vía digital, por la fibra óptica, y sobre todo darle a la población más pobre acceso a los computadores,
acceso a la tecnología para que puedan tener instrumentos mucho más eficaces para surgir y para salir
de la pobreza.

Además, está comprobado que los países que han utilizado ese mecanismo salen mucho más rápido de
la pobreza. Chile es un ejemplo muy importante. Y el Ministro se ha puesto unas metas bastantes
ambiciosas, pero que me dice que vamos a cumplir, y estoy seguro que las vamos a cumplir.

Si dentro de cuatro años podemos decir: cumplimos estas metas, Colombia será otro país, gracias al
esfuerzo de este gran boyacense, Diego Molano.

Visita a Venezuela

En Buenos Aires tuvimos la oportunidad de confirmar la visita que vamos a tener el próximo martes en
Caracas, para hacerle seguimiento a todo el proceso de restablecimiento de las relaciones (con
Venezuela). Hay varios temas que acordamos con el Presidente (Hugo) Chávez que íbamos a impulsar.
Eso también es algo muy importante.

Lucha contra la corrupción

Vamos también a continuar nuestro esfuerzo de nuestra lucha contra la corrupción. Eso es una lucha
que no va a parar, eso va a ser diario.

El martes vamos a intervenir una entidad, no voy a decir cuál para que no sea fruto de especulación sino
que caigamos de sorpresa, pero vamos a intervenir una entidad de forma completa, donde hemos
descubierto que hay un foco bastante grande de corrupción.

En eso, quiero que sepan que el Gobierno no va a tener ninguna contemplación, ninguna
contemplación.

Felicitación a deportistas

Unas noticias buenas que recibimos: pues el equipo de patinaje que arrasó en el Campeonato Mundial
de Patinaje. La verdad es que nos enorgullece ver ese desempeño de nuestros y nuestras patinadoras y
patinadores. Se llevaron todas las medallas de oro. Reciban nuestras más sinceras felicitaciones.

También el colombiano (Edgar) Rentería está luciéndose allá en el mundial de béisbol o en el


campeonato de béisbol en Estados Unidos, creo que hoy tiene un partido definitivo, pero lo que ha
hecho ha sido maravilloso, lo ha resaltado toda la prensa norteamericana.

Así como Boyacá también tuvo y seguirá teniendo esos deportistas que dejan muy bien el nombre de
Colombia.

Nairo Quintana, que estuvo en Francia, se ganó el Tour de l'Avenir.

Allá le dije a Nairo, y le dije a la delegación boyacense, que yo en la campaña había dicho que iba a
estudiar la posibilidad de construir aquí este centro de alto rendimiento. Yo creo que eso, Alcalde (de
Tunja, Arturo Montejo) y Gobernador (de Boyacá, José Rozo Millán) deberíamos hacerlo una realidad lo
más pronto posible.

Disminución del desempleo

Otra buena noticia que recibimos ayer, fue el descenso en las cifras de desempleo. De 12,2 por ciento
bajó a 10,6 por ciento.

Nosotros llevábamos una tendencia hacia arriba del desempleo desde el año 2007. El mes pasado, el
mes de agosto se rompió esa tendencia, y en el mes de septiembre se acentuó, porque esa disminución
es de las más fuertes que se ha visto en mucho tiempo.

Eso es una gran noticia, pero no podemos bajar la guardia.

Nosotros en esto del desempleo vamos también a combatirlo como vamos a combatir la corrupción. No
vamos a parar un solo minuto hasta ver cumplido ese propósito de tener un desempleo de un solo dígito
y de empleo formal. Porque las cifras son positivas.

Dos meses no son suficientes para consolidar una tendencia. Una golondrina no hace verano, pero es
una buena noticia y ahí vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ir generando más y más
empleo.

Reducción de aranceles

Y en ese orden de ideas se tomó ayer una decisión importante que tiene que ver con la competitividad
del país, que es bajar en forma bastante importante el nivel de protección, sobretodo los aranceles de
ciertos productos, para que la industria colombiana y la producción colombiana sea más competitiva.

Eso lo estaban pidiendo a gritos desde hace mucho tiempo. Colombia estaba de país campeón en
América Latina en los aranceles altos. Los aranceles altos son un freno a la competitividad, un freno al
crecimiento económico, y el crecimiento económico es una condición necesarísima para poder luchar
contra la pobreza y contra el desempleo.

Por eso ayer se tomó una decisión importante en ese frente.

Bajamos el promedio arancelario cercano al 12,2 por ciento a cerca del 8 por ciento, un poquito más del
8 por ciento, o sea un 30 por ciento que redujimos el nivel general de nuestros aranceles.

Está enfocado, básicamente, a facilitar la importación de las materias primas para que la industria
colombiana y el agro colombiano tengan acceso a productos más baratos. Y en ciertos casos también
va a beneficiar en forma importante al consumidor colombiano, porque bajamos ciertos aranceles que
no se justificaban, que van a tener un impacto directo en el precio de muchos productos que son de
consumo popular.

Es una decisión importante que tomamos el día de ayer.

Los correos de ‘Jojoy’ y de ‘Reyes’

Finalmente, tenemos las cifras de orden público. Ya superamos los 2 mil desmovilizados entre el 1º de
enero y el 28 de octubre. Más de 34 desmovilizados en la última semana. El efecto de ‘Jojoy’ se ha visto
y eso también es una buena noticia.

En eso no vamos a bajar la guardia. Tenemos que seguir el momento para que podamos conseguir esa
paz que tanto queremos y tanto añoramos los colombianos.

Hablando de ‘Jojoy’ y de los correos, como ha sido costumbre antes de iniciar los Acuerdos para la
Prosperidad, aquí hay dos correos, y además el primero tuvo una gran repercusión esta mañana.

Me refiero a unos correos, no de los computadores de ‘Jojoy’, sino de los computadores de ‘Raúl
Reyes’.

Allá en esos computadores se vio cómo un personaje chileno, Manuel Francisco Olate Céspedes, alias
‘Roque’, miembro del Partido Comunista chileno, era el enlace de las Farc en Chile.

En forma clarísima –inclusive hay fotografías que ustedes las están viendo en la pantalla- él visitó cinco
o seis veces los campamentos de las Farc. Allá estuvo con ‘Raúl Reyes’ antes de la operación ‘Fenix’,
vestido de camuflado.

Pues bien, este personaje, gracias a las autoridades chilenas, a la Corte Suprema de Justicia de Chile,
con información que le dio la Policía Nacional y las autoridades colombianas, fue capturado esta
mañana y va a ser pedido en extradición a Colombia en los próximos dos meses.

Esto creo que es un golpe importante y una señal muy importante, que a los terroristas los vamos a
perseguir donde estén.

El segundo es un correo que tiene que ver con los computadores de ‘Jojoy’.

Ustedes se acuerdan la masacre de estos indígenas, de ocho indígenas awá allá en Nariño. Siempre se
especuló que no se sabía quién había sido. Todo el mundo negó la autoria.

Aquí se confirma que fueron las Farc.

En febrero 12 de 2009, un correo al secretariado (de las Farc), firmado por ‘Pablo Catatumbo’ y ‘Alfonso
Cano’, dice en su segundo punto:

‘La Columna Mariscal Sucre ajustició a ocho bandidos indígenas, repudiados por la comunidad, sapos
confesos, capturados cuando exploraban para el Ejército’.

De manera que ahí se comprueba quiénes fueron los autores de esa masacre y de ese asesinato.

‘Vamos a relanzar la Red Juntos’

Ahora vamos a lo que vinimos, a nuestro Acuerdo para la Prosperidad sobre el tema de las Redes
Juntos, de la lucha contra la pobreza y sobretodo de la lucha contra la pobreza de los más pobres.

Esa es yo diría que la prioridad del Gobierno: luchar para que los más pobres de Colombia salgan de
esa pobreza extrema, y a eso hemos venido aquí a Boyacá a hablar sobre ese tema en particular.

El Libertador decía que Boyacá era cuna y taller de la libertad. Yo les propongo a ustedes, 200 años
más tarde de nuestra Independencia, Boyacá fue cuna y taller de la libertad contra la opresión de los
españoles, convirtamos a Boyacá en cuna y taller de la libertad contra la opresión de la pobreza.

Tenemos los instrumentos para hacerlo y tenemos la forma para hacerlo y tenemos el capital humano
para hacerlo.

Por eso yo creo que este Acuerdo para la Prosperidad debe tener un especial seguimiento Miguel
(Peñaloza). De todo lo que ahora discutamos hagamos seguimiento, para ver si en unos años podemos
realmente decir: mire lo que ha progresado Boyacá, que lo necesita, porque Boyacá está rezagada
frente al promedio nacional en materia de pobreza y pobreza extrema.

Por ejemplo, el promedio nacional de pobreza es del 45,5 (por ciento). Boyacá tiene el 53,3, y de
pobreza extrema el promedio nacional es de 16,4, Boyacá tiene 22,1.

O sea que aquí sí que se justifica un esfuerzo especial, y por fortuna tenemos los instrumentos para
hacerlo.

La Red Juntos, que fue una de las muchas buenísimas herencias del Presidente Uribe, la Red Juntos es
un programa que está demostrando que es efectivo para sacar de la pobreza extrema a las familias que
se vinculan a la Red Juntos.

Un programa que ya tiene una cobertura de más de un millón 300 mil familias, eso es importante, pero
tenemos que hacer muchísimo más y ver cómo lo vamos calibrando cada vez más para que sea más
efectivo, para que más rápidamente podamos sacar esas familias de la pobreza.

Yo tuve el honor –y lo digo así- un honor, haber participado en el programa, se ser co gestor de la Red
Juntos. Lo hice en un barrio de Cartagena, fuimos a una familia, hicimos todo el examen, hablamos con
la familia, y realmente es un programa muy bien enfocado, que tiene la participación de muchas
entidades del Estado.

Muchas entidades que muchas veces no coordinan, por eso nosotros nombramos y creamos la Alta
Consejería para la Prosperidad Social en cabeza de Samuel Azout, aquí presente, quien va a ser el que
va a coordinar todas las acciones de todas las entidades que tienen que ver con esta lucha contra la
pobreza.

Y por eso yo también estoy muy optimista, porque mejor coordinados vamos a generar mejores y más
resultados.

Ahí se genera una sinergia y eso es lo que queremos ahora.

Es tan importante este programa, que lo vamos a relanzar con metas mucho más ambiciosas. Hay que,
como lo he dicho tanto, pensar en grande. Si pensamos en grande vamos a lograr grandes cosas, y por
eso queremos aquí en Boyacá hacer una especie de examen a lo que está sucediendo en Boyacá en
este frente, utilizar las experiencias no solo de Boyacá sino de los diferentes departamentos que está
comprometidos, como lo ha estado Boyacá.

Le agradezco mucho, Gobernador, su permanente disposición, y la suya también, Alcalde, a los alcaldes
aquí en todos los municipios de Boyacá, la permanente disposición a colaborar en este programa, que
como les decía quiere enfocar la acción del Estado a los más pobres de los pobres, donde curiosamente
muchas de las acciones sociales del Estado nunca llegan, llegan a los pobres, pero a los más ricos de
los pobres, no llega a los más pobres de los pobres.

Lo que queremos nosotros es llegar a los más pobres, a los que más necesitan. Por eso es tan
importante este esfuerzo, que además tiene ser coordinado con las gobernaciones y con las alcaldías.

Y realmente sé que ustedes han estado siempre muy bien dispuestos y han ayudado mucho a que las
51 mil familias que hay en Boyacá estén recibiendo esa ayuda, pero tenemos que aumentarlo a muchas
más familias, para ver si la próxima vez, en lugar de que Boyacá esté rezagado, esté adelantado en el
promedio nacional. Ese es nuestro propósito.

Y sin más preámbulos, quiero agradecerles a todos los que participaron ayer en las mesas. Me dijeron
que fueron unas mesas muy propositivas, muy constructivas, la gente realmente participando con todo
el entusiasmo.

De eso se tratan estos acuerdos para la prosperidad, de darle a la gente la oportunidad de hacer
propuestas. Muchas veces salen propuestas maravillosas que a uno no se le había ocurrido. Eso lo
hemos tenido como regla de oro, escuchar las propuestas de la comunidad. Y ahora tenemos la Urna de
Cristal, que también se ha convertido en una fuente importantísima de sugerencias, de propuestas y de
participación.

Por eso me complace mucho, finalmente, estar aquí en la tierra de mi padre, estar aquí para luchar por
una causa, que creo que es la causa más noble por la cual podemos luchar todos los colombianos, y es
acabar con la pobreza en este país.

Muchas gracias”.

Mensaje del Presidente Juan Manuel Santos en la ‘Feria Expo Oil &
Gas’

Cartagena, 2 nov (SIG). El día de hoy estoy cumpliendo una cita trascendental en Caracas con el
presidente Hugo Chávez, en la que seguiremos avanzando en ese camino de recuperación de las
relaciones bilaterales, que es tan importante para el país y para su economía.

Por eso sé que ustedes entenderán bien la razón que me impide acompañarlos en este evento, como
hubiera sido mi deseo.

Creo que concordarán conmigo en que cualquier nuevo progreso en las relaciones con Venezuela
redundará también en beneficio de ustedes, los miembros del sector de los hidrocarburos.

No podía, sin embargo, dejar pasar la ocasión sin enviarles un saludo y un mensaje a los organizadores
y a todos los participantes, con mis deseos por el buen éxito de esta feria ‘Expo Oil  & Gas’.

Debo agradecer a Campetrol por liderar esta importante convocatoria de compañías de servicios
petroleros, empresas operadoras, proveedores de bienes de capital y, en general, representantes de
toda la cadena del sector de hidrocarburos.

Como ustedes saben bien, de las cinco locomotoras que nos hemos propuesto impulsar para alcanzar la
prosperidad, la de la minería y los hidrocarburos es una que ya viene andando a todo vapor desde hace
algunos años.

Las últimas cifras de Ecopetrol demuestran el buen momento que vivimos y nos permiten tener buenas
perspectivas sobre el futuro: entre enero y septiembre de este año sus utilidades llegaron a 5,6 billones
de pesos, superando ampliamente los 3,5 billones del año pasado.

La producción, durante el último trimestre, aumentó 16 por ciento con respecto al mismo periodo de
2009.

Nuestro Ministro de Minas y Energía, el doctor Carlos Rodado Noriega, les hará una completa
exposición de la política del gobierno, pero quisiera, en este mensaje, enfatizar algunos aspectos que
pueden esperar de nosotros y también ciertas expectativas que tenemos de ustedes, los empresarios
del sector.

Si bien no somos un país petrolero, aspiramos hacer nuevos descubrimientos para contar con reservas
adicionales de 2.500 millones de barriles entre los años 2015 y 2020.

Nos hemos propuesto superar el millón de barriles de petróleo producidos por día, y estamos avanzando
promisoriamente en esa dirección.

Para lograr estos objetivos, necesitamos de todos ustedes, de la industria petrolera unida, para hacer
realidad estas proyecciones.

El sector marcha hoy a todo vapor –como ya dije–; sabemos que ninguno tiene intención de bajar la
guardia y que, por el contrario, estamos más motivados que nunca para consolidar la industria y
convertirla en una fuente sostenible de riqueza para los colombianos.

Nos proponemos la creación de clústeres sectoriales para consolidar una cadena de valor para el sector
de hidrocarburos, con empresas especializadas en el suministro de servicios, específicos o generales, y
en la provisión de los bienes que requiere la industria petrolera.

Esos clústeres los visualizamos como ecosistemas minero-energéticos, donde todos aporten en el
proceso, desde la academia y sus centros de investigación, hasta las PYMES y las grandes empresas
que demanden mano de obra especializada; todo con la debida responsabilidad social y ambiental.

El Ministerio de Minas y Energía trabaja desde ya en revisar la posibilidad de crear clústeres


petroquímicos alrededor de la refinería de Barrancabermeja, así como en la consolidación del existente
en Cartagena.

Y las delegaciones internacionales que acuden a esta feria deben saber que cuentan con un excelente
recurso humano, ‘made in Colombia’, para sus empresas y proyectos.

Somos, de hecho, el segundo país con los ingenieros más calificados de toda Latinoamérica y
trabajamos con el Sena, aquí mismo en Cartagena, para ampliar los programas de capacitación técnica
relacionados con los servicios petroleros.

Hace unos años, los extranjeros visitaban a nuestro país bajo difíciles condiciones de seguridad. Hoy, el
principal riesgo que corren es que se quieran quedar.

Para el inversionista, el ambiente es tal vez el mejor de toda América Latina; no por nada el Doing
Business 2010 nos ubica en el primer puesto de la región en cuanto a facilidad para hacer negocios y
protección al inversionista.

Entre otros indicadores, somos el segundo país latino  que más protege la propiedad privada y a las
personas.

Además, Standard & Poor's, Moody´s y Fitch Ratings modificaron de estable a positiva (BBB+) la
calificación de la deuda en moneda extranjera de Colombia, lo que nos coloca a las puertas del grado de
inversión.

El índice Embi del J.P. Morgan, que mide el número de puntos básicos de sobretasa con respecto a los
bonos del Tesoro de Estados Unidos, estaba la semana pasada en 136 puntos para nuestro país, lo que
es menos que el índice de Brasil, que sí tiene grado de inversión.

Es decir: los mercados nos están graduando incluso antes que las calificadoras.

Tenemos también una de las bolsas de valores más dinámicas y con mayor valorización, no solo de la
región sino del mundo.

Debo decir, sin falsas modestias, que Colombia está de moda.

Así como Brasil encabezó hace 10 años el grupo de los BRIC, ahora nosotros somos parte de los
CIVETS, como lo llamó recientemente el presidente del HSBC, haciendo referencia a Colombia,
Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Suráfrica.

Se trata de un ‘club’ de países con las mayores perspectivas de crecimiento para la siguiente década.

Las empresas del sector de hidrocarburos pueden tener la seguridad de que invertir en el país es una
apuesta segura.

Les recomiendo que no se queden por fuera de esta gran oportunidad que se llama Colombia.

Al mismo tiempo, estarán haciéndole una gran contribución al país y serán coprotagonistas de la
prosperidad democrática que estamos decididos a alcanzar, para el bien de nuestro pueblo, sobre todo
de quienes más lo necesitan.

Sean bienvenidos, amigos empresarios y proveedores del sector de hidrocarburos, a hacer parte de
este nuevo amanecer.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la graduación del


Curso de Altos Estudios Militares, Curso Integral de Defensa Nacional
y Maestría en Seguridad y Defensa Nacionales

Bogotá, 3 nov (SIG). La última vez que hablé en este escenario fue en mayo del año pasado, cuando
celebrábamos nada menos que el centenario de esta Escuela Superior de Guerra.

Entonces me dirigí al auditorio en mi calidad de Ministro de Defensa, y realicé una exposición sobre dos
doctrinas por fortuna hoy vigentes en las Fuerzas Armadas: la Doctrina de Acción Integral, y la Doctrina
de Acciones Conjuntas y Coordinadas.

Insistimos mucho, durante nuestro periodo al frente del Ministerio, en estos dos conceptos
fundamentales para la consolidación de la Seguridad Democrática, y hoy vemos los excelentes
resultados que se han alcanzado.

Gracias a las acciones conjuntas y coordinadas, que involucran el trabajo armónico entre las distintas
instituciones que conforman las Fuerzas Militares y su coordinación con la Policía, se han dado los más
grandes golpes el terrorismo y las organizaciones criminales.

Hace algunos años predominaban los celos institucionales y cada fuerza quería atribuirse el éxito de
una operación, lo que impedía la sinergia y la oportuna cooperación tanto en inteligencia como en la
parte operacional.

Hoy nadie concibe una gran operación sin que estén envueltas, en mayor o menor medida, las tres
fuerzas militares y la Policía, y sabemos que el triunfo no es de una sola sino de todos, porque el mayor
valor que debe primar en nuestras Fuerzas Armadas, el que garantiza su éxito, es el de la UNIDAD.

En la reciente Operación Sodoma, que nos permitió llegar, con toda la contundencia de nuestras armas
y el arrojo de nuestros hombres, a la madriguera del ‘Mono Jojoy’, participaron decisivamente el Ejército,
la Fuerza Aérea, la Infantería de Marina y la Policía, y así se dio fin a la carrera criminal del más
peligroso terrorista del país.

Las Fuerzas Armadas que lograron éste y otros resultados contundentes no son las mismas Fuerzas
Armadas de comienzos de siglo.

Se han transformado, han crecido, son más fuertes y profesionales, tienen mejores equipos, se han
capacitado más en derechos humanos, y tienen la convicción, la certeza, de que son capaces de
derrotar al terrorismo y de salvaguardar la soberanía nacional de cualquier amenaza.

Me siento muy orgulloso —lo digo hoy ante los próximos generales y almirantes de la república y ante
importantes miembros de la sociedad civil—, muy orgulloso, de haber participado por casi tres años,
como Ministro de Defensa, en esta positiva transformación.

Hoy los colombianos reconocen, agradecidos, el papel que juegan las Fuerzas Armadas como
defensoras de la democracia, de las instituciones y la paz, y por eso gozan del más alto nivel de opinión
favorable entre las instituciones del país.

Hoy —gracias a la recuperación progresiva de la seguridad que debemos a las Fuerzas Armadas—
podemos pensar, por fin, en avanzar decididos por el camino de la prosperidad.

Cito con frecuencia a los antiguos romanos cuando decían que la seguridad es la primera ley de la
república.

¡Cuánta verdad hay en esa afirmación! ¿Cómo podemos progresar, cómo podemos hablar de derechos,
cómo podemos aspirar a la justicia social, si no tenemos seguridad?

Por eso el país le debe tanto al presidente Álvaro Uribe Vélez. Porque su gobierno entendió esta
realidad y se preocupó, con verdadera vocación y compromiso, con toda la voluntad política, por
devolver la seguridad a los colombianos.

Gracias al gobierno del presidente Uribe hemos recuperado para la paz, para la producción, para la
vida, a nuestro país, que estuvo demasiado tiempo secuestrado, atemorizado, paralizado por el nefasto
influjo de la violencia y el terrorismo.

Es cierto que queda mucho trecho por recorrer en materia de seguridad, pero, gracias a lo avanzado,
gracias a los logros en protección de derechos de la Seguridad Democrática, podemos pasar a una
nueva etapa de Prosperidad Democrática.

El propósito de la Seguridad Democrática ha sido la protección de todos y cada uno de los habitantes de
Colombia.

La Prosperidad Democrática pretende crear, con el mismo vigor, condiciones de igualdad de


oportunidades que permitan a cada uno de los colombianos gozar de todos sus derechos y participar de
la prosperidad que traen las nuevas condiciones de seguridad.

Hemos avanzado mucho, hemos logrado arrinconar a los terroristas, pero debemos ser realistas y
aceptar que aún queda mucho por hacer antes de que podamos cantar victoria.

La seguridad sigue siendo una preocupación central de los colombianos y, por lo mismo, de este
gobierno.

Hoy los grupos terroristas están más debilitados y más desacreditados que nunca, pero siguen
convencidos de que el terror es el medio para lograr sus fines.

Generosidad con quienes abandonen violencia

Por eso reitero lo que he dicho tantas veces: tenemos toda la generosidad para recibir a quienes
decidan abandonar el camino equivocado de la violencia, y en esa dirección estamos trabajando con las
Fuerzas Armadas y con la Alta Consejería Presidencial para la Reintegración.

No más la semana pasada se desmovilizaron 20 guerrilleros del Bloque Oriental de las FARC, que
tomaron la decisión después de la caída del ‘Mono Jojoy’.
Pero también debemos ser claros, y así lo dije el día de mi posesión:

Mientras no liberen a los secuestrados, mientras sigan cometiendo actos terroristas, mientras no
devuelvan a los niños reclutados a la fuerza, mientras sigan minando y contaminando los campos
colombianos, seguiremos enfrentando a todos los violentos, sin excepción, con todo lo que esté a
nuestro alcance.

Y ustedes, las Fuerzas Armadas de Colombia, seguirán siendo el bastión de esta lucha por la paz y la
seguridad.

Los terroristas, diezmados, han vuelto a la guerra de guerrillas, a la emboscada, a la bomba cobarde
que se oculta en la oscuridad, y están haciendo de las minas antipersona su principal arma.

Por eso la mayor exigencia que tienen las Fuerzas Armadas hoy es adaptarse, e incluso adelantarse, a
estos cambios, para que demos los golpes definitivos a los grupos narcoterroristas, no sólo a sus
cabecillas —lo que es muy importante— sino también a las estructuras que los financian desde el
narcotráfico.

Los grupos armados al margen de la ley y las organizaciones narcotraficantes están obrando de forma
coordinada, se están aliando, como ha quedado patente en varios correos electrónicos encontrados en
los computadores de Jojoy.

Los criminales están cambiando su modus operandi y esto nos obliga a revisar los procedimientos para
cerrarles el paso a cada movimiento.

Bien lo ha dicho el almirante Cely: Tenemos que ajustar la estrategia para mantener la ventaja ofensiva,
y no podemos caer en la rutina operacional y táctica.

Todo lo contrario: tenemos que hacer gala de creatividad, tenemos que pensar lo impensable; tenemos
que poner en práctica lo mejor de nosotros —tanto en inteligencia como en operaciones—, tal como lo
hicimos cuando planeamos y ejecutamos las operaciones Jaque, Fénix, Camaleón, Fortaleza II y
Sodoma, entre muchas otras.

¡Ustedes están haciendo historia! —así se los dije a los soldados que visité en la Base de la Macarena
tras la caída de ‘Jojoy’—.

Seguir a la ofensiva

Ustedes, militares de Colombia, están liberando a sus compatriotas de casi medio siglo bajo la sombra
de las FARC.

Por eso vamos a seguir adelante, a la ofensiva, trabajando para tener más y mejor inteligencia, más y
mejor movilidad, golpeando donde no nos esperan, hasta que cerremos para siempre este triste capítulo
de la historia del país.

Quiero sepan que el Gobierno nacional es consciente, más que consciente, de la importancia del papel
de las Fuerzas Armadas, y que haremos lo que esté a nuestra alcance para que sigan cumpliendo, con
éxito, su misión constitucional.

¿Cómo lo haremos? Con estrategia de seguridad rural para la consolidación territorial, con estrategia
para la seguridad de las fronteras, con estrategia para el fortalecimiento de la inteligencia, y con una
estrategia integral para la seguridad y la convivencia ciudadana.

Sabemos bien que la consolidación del territorio implica un trabajo integral en el que, además de las
Fuerzas Armadas, deben participar las demás instituciones del Estado, incluyendo la justicia.

La esencia de la consolidación es la efectividad de la administración de justicia en el territorio, y por eso


debemos propiciar un trabajo continuo y un diálogo franco con las autoridades judiciales para garantizar
la mejor cobertura de investigadores, fiscales y jueces.

Visité recientemente las zonas de consolidación en el Caguán, en la Macarena y en los Montes de


María, y he podido constatar la gratitud de la población ante la acción integrada de la fuerza pública y
las instituciones estatales para llevarle más y mejores servicios sociales y obras de infraestructura.

¡De eso se trata la seguridad! De devolver a los colombianos el derecho a soñar, a trabajar, a convivir
en paz, a recibir los servicios del Estado, sin miedo a los violentos.

Soberanía e inteligencia moderna

Los grupos ilegales, perseguidos por la fuerza pública, se han refugiado en las fronteras para evadir la
acción de la ley, y tenemos el compromiso, como Estado, de llevar la seguridad y el progreso social a
esas zonas fronterizas, muchas veces rezagadas en desarrollo frente a las regiones centrales.

Colombia debe proteger su soberanía y, para ello, velaremos por que se mantengan las capacidades
estratégicas de nuestras Fuerzas Armadas y aseguraremos, con los medios que sean necesarios, la
presencia permanente no sólo de nuestros uniformados sino de las entidades de acción social en las
fronteras, que deben ser fronteras de paz y de progreso.

Nos pondremos en la tarea de crear un completo Sistema de Control Fronterizo que asegure la
realización de este objetivo.

Con una visión moderna, del siglo XXI, nuestras Fuerzas Armadas deben también vincularse a la tarea
impostergable de ayudar a proteger nuestra biodiversidad, nuestras selvas, nuestras montañas, para las
actuales y futuras generaciones.

Otra tarea urgente es continuar el fortalecimiento de la inteligencia de nuestras Fuerzas Armadas, sin
duda el arma invisible que ha hecho posible los grandes resultados operacionales de los últimos años.

Una moderna inteligencia, con más recursos, debidamente integrada entre nuestras fuerzas, es garantía
de éxito para las operaciones, y la peor pesadilla para los criminales.

Tengo la satisfacción de haber impulsado, desde el Ministerio, la Ley de Inteligencia, y allí tenemos un
marco muy importante para realizar esta actividad, sin desviarnos jamás de los parámetros del Estado
de derecho.

Fuerzas Armadas promotoras de DD.HH.

Sea el momento de exaltar la trascendencia de que nuestras Fuerzas Armadas sigan avanzando cada
día más en su tarea de convertirse en las primeras promotoras y defensoras de los derechos humanos
en el país.

Sólo si obran dentro de la legalidad y conforme a los derechos humanos, pueden las Fuerzas Armadas
tener la legitimidad para llevar las armas del Estado en nombre del pueblo colombiano.

Dentro de mi gestión al frente del Ministerio de Defensa, me siento muy orgulloso de haber expedido la
Política Integral de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario del Ministerio de Defensa,
que es hoy, junto con las 15 medidas que tomamos para profundizar su implementación, y las Reglas de
Encuentro, el marco que define los límites y los parámetros de conducta de nuestros soldados, infantes
y policías.

Sigan adelante en su promoción, señores oficiales de Colombia, porque unas Fuerzas Armadas
respetuosas de los derechos humanos son invencibles, no sólo frente a los embates del enemigo sino
también frente a los tribunales.

Hechos dolorosos

Es inevitable referirme aquí a los dolorosos hechos que sucedieron en Tame, Arauca. Los relatos que
hemos escuchado son simplemente escalofriantes, y nos duele en el alma el sufrimiento causado a esos
niños y a sus familias. Son actos tan crueles que sobrepasan cualquier calificativo.

Como Presidente, como colombiano, como ser humano, lamento y condeno estos actos criminales, y
espero que sus autores sean identificados y castigados ejemplarmente.

Pero debo también reconocer la rápida actuación del Ministro de Defensa y de los comandantes de las
Fuerzas Militares, que adelantaron con premura todas las investigaciones pertinentes, que han puesto a
disposición a los presuntos responsables y que, con el aval de la Junta Asesora de Generales y
Almirantes, retiraron ayer del servicio activo a 4 oficiales y 3 suboficiales por fallas en el ejercicio del
mando y control de las tropas ubicadas en el sector de los hechos.

Esa fue mi regla como Ministro, y ese será el norte de este Gobierno: CERO TOLERANCIA CON LA
VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Seguiremos colaborando con la Fiscalía y con los jueces, quienes serán, en últimas, quienes
determinarán los responsables y su condena, que esperamos corresponda a la gravedad de los hechos.

La sanción de estos actos inhumanos no sólo la exigen las víctimas y la sociedad colombiana, sino
también las Fuerzas Armadas, porque, al castigar a los culpables, se defiende el honor y el buen
nombre de cientos de miles de uniformados que cumplen bien con su misión y respetan los derechos
humanos.

¡Que caiga el peso de la ley, todo el peso de la ley, sobre esos desadaptados, esos sátiros, esos
cobardes, que fueron capaces de atentar contra nuestros niños!

Bandas y seguridad ciudadana

No podemos olvidar, en este recuento, el fenómeno de las bandas criminales, que son una ramificación
de las organizaciones del narcotráfico, pero que están involucradas también en otras actividades como
la minería ilegal y los carruseles de corrupción.

La lucha contra estas bandas, si bien es prioritaria de la Policía Nacional, debe ser asumida también con
compromiso por las Fuerzas Militares, con el objetivo claro de contenerlas y erradicarlas, más aún
teniendo en cuenta que están comenzando a obrar en connivencia con los grupos terroristas.

De acuerdo con las encuestas, una de las mayores preocupaciones hoy de los colombianos es la
seguridad en las ciudades, en buena parte deteriorada por la acción de estas bandas y por cuenta del
microtráfico de drogas.

Países como Suráfrica, El Salvador o Guatemala han tenido incluso mayores índices de criminalidad en
el posconflicto que durante el tiempo de confrontación bélica, y nosotros tenemos que mirar estos
ejemplos y obrar decididamente para evitarlo.

Por eso hemos lanzado una completa estrategia de seguridad ciudadana, que busca combatir el crimen
de manera integral, tanto con medidas preventivas como proactivas.

Es una estrategia que incluye reformas a los códigos penales y del menor, un nuevo Código de
Convivencia, mejora en los procedimientos y aumento del pie de fuerza policial, entre otras medidas.

La Seguridad Ciudadana, más que una estrategia, será una política integral que coordine diferentes
instituciones a nivel nacional: desde la Policía Nacional, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Interior
y Justicia, la Fiscalía, el DAS y el INPEC, hasta el Ministerio de Educación, el SENA, el ICBF, Acción
Social, Coldeportes y las demás instituciones que desarrollan programas sociales.

La consolidación de la seguridad a que estamos apuntando debe pasar, igualmente, por un trabajo de
definición de roles y misiones, tanto al interior de las Fuerzas Militares como entre éstas y la Policía
Nacional, una tarea que iniciamos hace algunos años y que debe continuarse.

También ratifico hoy, en esta Escuela Superior de Guerra —que es el más avanzado centro académico
de nuestras Fuerzas Armadas—, nuestro compromiso con el proceso de mejora y ampliación de la
formación y la educación militar que supuso la creación del Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas.

Sólo militares bien preparados y formados, como los que veo en este auditorio, pueden garantizarnos
que la consolidación de la seguridad nos lleve, finalmente, a la prosperidad.

Fuerzas Armadas renovadas y modernas

Operaciones tan complejas como el asalto aéreo que puso fin a la carrera criminal del ‘Mono Jojoy’ son
sólo una muestra de las capacidades de unas Fuerzas Armadas renovadas y modernas que hoy pueden
ser invitadas de honor en cualquier escenario internacional.

De frente al futuro —¡y el futuro es hoy!— nuestras Fuerzas Militares jugarán un papel como
herramienta de política exterior, y, por su experiencia, serán requeridas en operaciones de paz y
alianzas con las principales democracias del planeta.

En la reciente Cumbre del Mecanismo de Tuxtla en Cartagena, me sentí orgulloso de poder plantear a
los otros nueve países que conforman el grupo la disposición de Colombia para cooperar con la región
en materia de defensa y seguridad.

La experiencia acumulada también nos puede convertir en un centro de entrenamiento regional, como
de hecho ya estamos empezando a serlo con la Escuela de Derechos Humanos, o el Centro Marítimo
Internacional de Análisis contra el Narcotráfico, que hemos propuesto crear en Cartagena.

Apreciados amigos de las Fuerzas Armadas; graduandos del CAEM, del Cidenal y de la Maestría en
Defensa y Seguridad:

¡Felicitaciones! Forman parte de un grupo privilegiado de compatriotas que ha recibido una esmerada
preparación para servir a la patria, a su defensa y seguridad.

Aquí estoy en frente de los próximos generales y almirantes de las Fuerzas Armadas; de destacados
líderes de la sociedad civil que quieren y apoyan a la fuerza pública, y mi alma se llena de esperanza.

Vamos bien. Nos falta todavía, y sé que, con ustedes, seguiremos avanzando hasta que cerremos
definitivamente el capítulo del terrorismo y la violencia, y nos enfoquemos todos juntos en la
construcción de prosperidad.

A ustedes les corresponde ayudarnos a cerrar este tema.

Vamos a culminar la labor de consolidación y vamos a hacer que todos los logros obtenidos se vuelvan
permanentes, irreversibles.

¡Para que nunca más tengamos miedo de recorrer nuestra patria!

Ese es mi compromiso como Presidente y el compromiso del gobierno.

Ese es el compromiso de ustedes, los integrantes de las Fuerzas Armadas.

Ese es el compromiso de la sociedad colombiana.

Unidos, CON SEGURIDAD, construiremos la Colombia que siempre soñamos que podíamos ser.

Muchas gracias.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el acto de homenaje a


las víctimas del holocausto del Palacio de Justicia, al conmemorarse
sus 25 años

Bogotá, 4 nov (SIG). “Hace 25 años —el 6 y 7 de noviembre de 1985—, durante 28 eternas y dolorosas
horas, se detuvo el corazón de Colombia.

Lo impensable había ocurrido. El velo de la tragedia caía sobre el Palacio de Justicia, el templo sagrado
de la ley, en el costado norte de la Plaza de Bolívar.

La misma plaza que fue testigo, hace dos siglos, del grito de independencia, vio —sobrecogida— a la
Justicia secuestrada, incendiada, vulnerada, golpeada sin misericordia por los violentos.

Fueron dos días difíciles, atroces, que marcaron con sangre la historia de Colombia y que hoy, un cuarto
de siglo después, aún no hemos olvidado, ni debemos olvidar.

Yo recuerdo muy bien; yo era Director encargado del diario El Tiempo. Y seguí esas 28 horas, sin
dormir, desde las oficinas El Tiempo. Y recuerdo muy bien cómo vivimos los colombianos esos
episodios.

Bien decía el catedrático israelí Ben-Zion Dinur, al que se cita al inicio del informe de la Comisión de la
Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia:

‘Si queremos vivir y entregar vida a nuestros hijos, si creemos que vamos a allanar el camino hacia el
futuro, entonces debemos, primero que todo, no olvidar’.

Las heridas no han cicatrizado; el dolor por los caídos, la incertidumbre por los desaparecidos, siguen
vigentes en los corazones de sus familiares, de sus amigos y de millones de colombianos.

Fue tan grande la infamia que la llamamos 'holocausto', tal como se recuerdan los grandes sacrificios
humanos; tal como se conoce al exterminio de millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

¡Y lo llamamos holocausto porque fue un holocausto!

Un holocausto de la Justicia, un holocausto de la democracia, un holocausto de nuestras más caras


instituciones republicanas, un holocausto que cobró la vida de casi un centenar de compatriotas.

Hoy estamos convocados a rendir homenaje a las víctimas de esta tragedia y venimos con sentido de
patria y humanidad, no sólo como Gobierno, sino en nuestra condición pura y simple de ciudadanos
que, al igual que todos, sentimos y sufrimos esta afrenta contra la justicia y contra la vida.

¡Cuántas vidas sacrificadas, cuánto dolor innecesario!

Según el informe de la Comisión de la Verdad —integrada por los ex presidentes de la Corte Suprema
de Justicia Jorge Aníbal Gómez, José Roberto Herrera y Nilson Pinilla—, en el Palacio de Justicia
murieron al menos 43 civiles —incluyendo 11 magistrados de la Corte Suprema—, además de 11
miembros de la Fuerza Pública y 33 guerrilleros.

Y hay, al menos, 12 personas de las que se desconoce su paradero.

Rescatar la verdad, por dolorosa que sea

Nuestro deber hoy es, precisamente, rescatar la verdad, por dolorosa que sea, sobre lo que ocurrió en el
Palacio, y acompañar a las víctimas, a los familiares, que tienen todo el derecho a saberla.

El informe de la Comisión, conocido en diciembre del año pasado, elabora, en sus más de 300 páginas,
un completo diagnóstico y estudio sobre los antecedentes, los hechos mismos y lo que sucedió después
de la cruenta toma del Palacio de Justicia a manos de comandos del M-19.

Es indispensable que este documento se considere con seriedad y es fundamental que todo proceso
que se adelante para el esclarecimiento de los hechos llegue a su debida conclusión.

De parte de este Gobierno —como lo he dicho ya tantas veces— existe un compromiso inequívoco de
respetar la autonomía e independencia del poder judicial, y de brindar las garantías para su adecuado
funcionamiento.

Porque nada queremos más, nada nos motiva más, que tener una justicia autónoma, operante, pronta y
cumplida para todos.

Para ello, precisamente, hemos propuesto una reforma a la Justicia, que estamos discutiendo
abiertamente con las Cortes, con la academia, con los partidos, con las organizaciones especializadas,
con el objetivo de presentar al Congreso el mejor texto posible.

Si logramos con la reforma obtener una justicia más ágil y eficaz, que mantenga y preserve su
autonomía, habremos hecho mucho, no sólo por la justicia, sino por la seguridad y el progreso del país.

Solidaridad con las víctimas

Pero hoy es un día, antes que nada, de solidaridad.

Hoy es un día de solidaridad con las víctimas del Holocausto del Palacio de Justicia; un acto simbólico al
que queremos darle toda la trascendencia.

¿Y para qué sirven los símbolos? Para hacer memoria de lo que ocurrió, para sacar lecciones del
pasado, y para comprometernos a que hechos como estos no vuelvan a suceder —¡nunca!— en nuestra
historia.

Para encontrarnos —aun en el dolor— y reafirmar, unidos, que queremos buscar la paz y la
reconciliación sobre una base de verdad y de justicia.

Para expresar a las viudas, a los viudos, a los huérfanos, a los padres, a los hermanos, a tantos cuyas
vidas fueron afectadas el 6 y 7 de noviembre de 1985, que estamos con ellos, que nuestro compromiso
es con ellos y con todas las víctimas de Colombia.

Tal como lo dije a fines de septiembre, cuando radiqué personalmente en el Capitolio el proyecto de Ley
de Víctimas, queremos dejar firmado sobre piedra un compromiso profundo e irrevocable de la sociedad
colombiana hacia las víctimas.

Una Corte admirable

Han pasado 25 años y no cesamos de lamentarnos por los que cayeron, por esa Corte Admirable que
fue sacrificada.

Hoy, en nombre del Gobierno de Colombia, en nombre del pueblo colombiano, pronuncio, emocionado,
los nombres de aquellos 11 magistrados inmolados, y les rindo el homenaje que merecen:

Alfonso Reyes Echandía


Fabio Calderón Botero
Manuel Gaona Cruz
José Eduardo Gnecco Correa
Fanny González Franco
Carlos Medellín Forero
Ricardo Medina Moyano
Horacio Montoya Gil
Alfonso Patiño Roselli
Pedro Elías Serrano Abadía
Darío Velásquez Gaviria

Incluyo en este tributo al magistrado Dante Fiorillo Porras, cuya muerte se produjo cuando tuvo
conocimiento de la tragedia del Palacio de Justicia.

Y menciono también a los magistrados Hernando Baquero Borda y Luis Enrique Aldana Rozo, que
murieron dentro del año siguiente a la toma, por causa de la mafia y su presión para que se aboliera la
extradición.

Porque no podemos perder de vista —y esto es muy importante— el papel que al parecer jugaron ‘Los
Extraditables’, liderados por Pablo Escobar, en los eventos que hoy recordamos.

La Corte Suprema de 1985 no sólo fue admirable por su sabiduría, sino que fue también una Corte
valiente que se plantó con firmeza y dignidad —amparada en su talante democrático y sus principios
jurídicos— ante la arremetida y las amenazas del narcotráfico, dejando un legado de heroísmo que
tampoco podemos olvidar.

Debo reconocer, por fortuna, que las Cortes de hoy defienden —con el mismo vigor de aquellos años—
los derechos humanos de los colombianos; que lo están haciendo con valentía, y que merecen por ello
la gratitud de la sociedad.

Recuerdo de todas las víctimas

Incluyo, por supuesto, en esta memoria de honor, a los demás funcionarios judiciales, a los
trabajadores, a los visitantes ocasionales y a los transeúntes que fallecieron en esos días infaustos de
nuestra historia.
Si les hablo de María Isabel Ferrer, de Emiro Sandoval, de María Teresa Muñoz, de Plácido Barrera, de
Carlota Sánchez, entre tantos otros tantos que cayeron, tal vez sus nombres no digan mucho a la
opinión pública, pero fueron víctimas fatales, tan lamentadas y lamentables como todas.

Fueron buenos ciudadanos, personas de bien, que trabajaron con decoro, y que dejaron un irreparable
vacío en sus hogares.

También lloramos y recordamos a los caídos de nuestra Fuerza Pública y del DAS, héroes de la
democracia que murieron en cumplimiento de su deber.

Muchas veces no se habla de ellos, pero estos valientes soldados, policías y agentes tienen bien
merecido el reconocimiento de la Patria.

No podemos olvidar tampoco, en este homenaje, a aquellos sobre los que no se tiene noticia cierta de
su paradero, cuya realidad debe conocerse —¡es imperioso que se conozca!— por el bien moral de
nuestra sociedad y de nuestro Estado.

Todos son víctimas, todos merecen hoy que los llevemos en nuestra memoria y en nuestro corazón.

Todos merecen —y especialmente ustedes, sus familiares— nuestro compromiso firme y sincero con la
verdad.

El informe de la Comisión de la Verdad termina haciendo ‘ un llamado al Estado y a la sociedad


colombiana a decidirse a tomar el camino de la verdad y de la memoria, como fuentes de convivencia,
reconciliación y reparación moral’.

Hoy quiero reafirmar, como Presidente de Colombia, que estamos prestos, que estamos decididos, que
estamos determinados a atender este llamado, y a transitar —así duela— el camino de la verdad y de la
memoria.

Lo haremos por los que murieron.

Lo haremos por los que los lloran.

Lo haremos por nuestro futuro como nación: ¡por aquellos que apenas comienzan a vivir!

Muchas gracias”.

Mensaje del Presidente Juan Manuel Santos con motivo de la entrega


de los Premios Alma de la Fundación del Real Madrid

Bogotá, 4 nov (SIG). Un saludo afectuoso desde Bogotá a Don Florentino Pérez y a todos los amigos
del equipo Real Madrid y de la Fundación Real Madrid, así como a quienes reciben hoy los Premios
Alma.

Me siento muy orgulloso y muy feliz de enviarles este saludo virtual, especialmente porque nuestro país,
Colombia, allá representado por uno de sus mejores hijos, como lo es el presidente Álvaro Uribe Vélez,
a través de César Mauricio Velásquez.

No podíamos tener un mejor representante en estos premios que el presidente Uribe, a quien, en buena
hora, la Fundación Real Madrid le concedió el Premio Alma a la Cooperación Internacional.

La Colombia de hoy es un país distinto, mucho mejor, mucho más seguro, con mucho más progreso,
gracias a la titánica labor del presidente Álvaro Uribe.

Sus políticas de seguridad democrática, de cohesión social y de confianza inversionista cambiaron la faz
de nuestra patria y nos dieron la fe para pensar en un mañana de prosperidad, por el que ahora
estamos trabajando con todo el corazón.

Así que hoy quiero decir, en nombre de mi país y de todos los colombianos, que somos beneficiarios de
su labor y su vocación de servicio: ¡Gracias, muchas gracias, por este justo premio al presidente Álvaro
Uribe, que lo merece como pocos!

El presidente Uribe y este servidor, siendo entonces su ministro de Defensa, asistimos el 7 de agosto
del año 2008 a la firma del convenio entre la Fundación Revel y la Fundación Real Madrid, para
desarrollar el programa de Escuelas Sociodeportivas de la Fundación Real Madrid en Colombia.

Es bueno poder decir que 2.700 niños de nuestro país son beneficiarios de los programas de las
Escuelas Sociodeportivas del Real Madrid. Y que entrenan no sólo en el fútbol sino también en valores,
como el del juego limpio, la lealtad y el compromiso.

La Fundación Revel ha firmado convenios con la Fundación Pies Descalzos y con la Alta Consejería
Presidencial para hacer alianzas estratégicas que nos permitan llevar este programa a todos los
rincones de la patria.

Ojalá así sea, y se creen muchas más escuelas de fútbol y de valores, gracias a la generosidad de los
buenos amigos del Real Madrid. Ojalá podamos tener muchos más niños creciendo sanos y felices en
torno al fútbol, como los que hoy nos acompañan.

Aprovecho para felicitar también a los demás premiados, en especial al maestro Alfredo Di Stéfano y al
gran tenista Rafael Nadal.

En Colombia todos recordamos el impresionante paso del maestro Di Stéfano por nuestro fútbol a
mediados del siglo pasado, cuando conformó con otros grandes, como Pedernera, Rossi y Cozzi, el
equipo de Millonarios, en una época que fue conocida como El Dorado del fútbol colombiano.

Debo aclarar que yo soy hincha del Santa Fe, el eterno rival de Millonarios. Sin embargo, tengo que
reconocer que no hemos tenido en Colombia un equipo tan grande y exitoso –que incluso venció al Real
Madrid allá en Madrid– desde aquel “ballet azul” de los tiempos de Di Stéfano.

Al gran Rafael Nadal otro saludo afectuoso.

Seguimos con interés su deslumbrante carrera en el tenis, que nos enorgullece como
hispanoamericanos, casi tanto como su video con nuestra admirada Shakira.

Rafael Nadal es un ejemplo de que, con trabajo y talento, se puede lograr la excelencia en el deporte.

Precisamente, la Fundación Real Madrid es una gran promotora del deporte, como un agente de cambio
social, y por eso merece todo nuestro aplauso.

Esta semana en Colombia estamos dichosos porque un beisbolista de nuestro país, Édgar Rentería,
acaba de ganar la serie mundial de beisbol de Estados Unidos con el equipo Gigantes de San
Francisco, y fue además escogido como el jugador más valioso de la Serie Mundial.

Ejemplos como el de Nadal, como el del maestro Di Stéfano, como el de Rentería, nos muestran que el
deporte hace buenos ciudadanos y mejores seres humanos.

Ejemplos como el del presidente Álvaro Uribe nos ayudan a creer en un mejor futuro.

Muchas gracias al Real Madrid, muchas gracias don Florentino, y un abrazo grande desde Colombia”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la


decimotercera jornada de Acuerdos para la Prosperidad, sobre turismo

Bogotá, 6 nov (SIG). “Mañana cumplimos tres meses de Gobierno. Esta última semana ha sido también
una semana, como han sido todas, muy agitada, llena de buenas y malas noticias, pero sobre todo
buenas.

Iniciamos con el deporte, hace una semana, con el triunfo de los Gigantes de San Francisco, donde un
colombiano (Edgar Rentería) obtuvo una mención especial como el mejor jugador de ese partido y que
llevó al triunfo al campeonato mundial de béisbol.

También en ese fin de semana ganamos la competencia ciclística en Guatemala, arrasamos con el
mundial de patinaje. En fin, nuestro deporte va viento en popa, cosa que nos complace muchísimo.

Luego fuimos a la segunda reunión con el Presidente (de Venezuela, Hugo) Chávez, de donde salieron
acuerdos muy concretos en los diferentes temas que habíamos establecido.

Allá nos acompañó el Ministro de Comercio, pero también la Canciller, el Ministro de Defensa, el
Ministro de Transporte.

Esas relaciones con Venezuela van por buen camino, pero sobre todo, lo importante es que ese camino
esté pavimentado con hechos concretos. Y de ahí salieron hechos concretos, como lo anunció el propio
Ministro al día siguiente; ya hay compromisos de pagar 392 millones de dólares, y ellos han venido
cumpliendo. Eso es bien importante.

Tenemos proyectos binacionales muy importantes. Ese puente que acordamos construir, el puente de
Tienditas, más el anuncio de la doble calzada entre Cúcuta y Bucaramanga, más el anuncio del Ministro
de Transporte, que ya tiene diseñada y ya va a iniciar el proceso de la carretera al puente de Tienditas,
esto es una gran noticia para toda esa región del país; una gran noticia.

También otra gran noticia fue el restablecimiento de la venta, por parte de Venezuela, de la gasolina con
volúmenes concretos. Eso trae unos tremendos beneficios para esa región y para el fisco
departamental, municipal y colombiano también.

Esa es otra muy buena noticia, aparte de las que ya se han venido anunciando.

Elección de Fiscal General

Luego de nuestro viaje a Venezuela, aquí en Bogotá le enviamos una carta a la Honorable Corte
Suprema, presentándole una nueva terna para la Fiscalía.

Muy respetuosamente, muy respetuosamente le pedimos a la honorable Corte Suprema que por favor
elija, ojala a la mayor brevedad posible, al nuevo Fiscal en propiedad.

La interinidad ha sido muy perjudicial para la propia Corte, para el funcionamiento de la Justicia, para la
política criminal. La interinidad, sobre todo durante tanto tiempo, no causa sino males. Por eso mi pedido
respetuoso a la Corte para que proceda, por favor, a escoger dentro del término de la distancia, a un
nuevo Fiscal.

Luego asistimos a la conmemoración de los 25 años del holocausto del Palacio de Justicia. Allí hicimos
nuevamente un compromiso con las víctimas, no solamente del Palacio, sino todas las víctimas de la
violencia que ha sufrido infortunadamente este país durante tanto tiempo.

Agenda legislativa

Está en proceso la Ley de Víctimas, ya está firmada por todos los ponentes. Yo le agradezco mucho al
Congreso (de la República), no solamente el paso de ese proyecto de ley, que es un compromiso con el
mundo y con nuestras propias víctimas, sino también les agradezco mucho que hayan puesto el
acelerador a muchos de los proyectos.

Esta semana fue una semana muy productiva en materia legislativa y les agradezco a los senadores
Juan Lozano, doctor (José David) Name, y a los representantes, que mantengan el acelerador.

Nos quedan 18 días hábiles y hay una agenda muy ambiciosa, pero muy importante para los propósitos
que tenemos todos los colombianos en este momento tan importante de nuestra historia.

Balance y prioridades del Gobierno

Y los últimos dos días, día y medio, estuvimos todo el Gobierno todo el Gobierno, los ministros, los altos
consejeros, estuvimos reunidos haciendo un balance de estos primeros tres meses, lo que vamos a
presentarle al país como la rendición de cuentas de los primeros cien días.

Y también estuvimos discutiendo el Plan de Desarrollo, que como ustedes todos saben, el Plan de
Desarrollo es el mapa, es la ruta crítica de lo que vamos a hacer durante los próximos cuatro años.
Fue un proceso bien interesante donde cada ministro explicó su plan particular, se sometió al escrutinio
de los demás ministros, de los altos consejeros, y ese ejercicio se va a realizar con los otros estamentos
de la sociedad, con el propio Congreso por supuesto, que es el que tiene que aprobarlo, con los
alcaldes y gobernadores, y con las organizaciones sociales.

Queremos que el Plan de Desarrollo sea un plan donde todo el mundo se sienta, en una u otra forma,
partícipe; que el pueblo colombiano se adueñe de ese Plan de Desarrollo.

Ayer se tomaron algunas decisiones importantes en cuanto por ejemplo a las prioridades. Prioridades
que tienen que ver también con las promesas de campaña y las necesidades de los colombianos.

Dentro de las muchas definiciones de gobernar hay una que la aplicamos en este día y medio: gobernar
es priorizar.

Tenemos muchos temas, hay muchos desafíos, pero hay que tener prioridades y las prioridades que
surgieron fueron las que hemos venido mencionando en la campaña: el empleo, la pobreza y la
seguridad. Esas van a ser las tres prioridades, grandes prioridades del Plan de Desarrollo.

Pero para llegar a eso se requiere todo un trabajo en muchísimos frentes. El frente de la educación, el
frente de la infraestructura, el frente de la vivienda, el frente del medio ambiente; todo debe converger
hacia ese gran propósito que tenemos de entregar un país, dentro de cuatro años, con el empleo en un
dígito y con menos pobreza. Ese es nuestro gran propósito.

Y por eso hicimos todo un ejercicio de indicadores de gestión. Vamos a hacer un Buen Gobierno
medible. Cada ministro va a tener unos indicadores de gestión que vamos a ir revisando cada cierto
tiempo para ver cómo van progresando en cada uno de los indicadores.

Pero dentro de los indicadores de cada ministerio va a haber un indicador especial sobre pobreza, sobre
empleo y sobre seguridad. En muchas formas se puede medir la contribución de cada ministerio a ese
propósito.

Rebaja de aranceles

Por ejemplo, con el Ministro Sergio Díaz-Granados y con el Consejo Superior de Comercio Exterior,
tomamos una decisión recientemente de bajar los aranceles de muchos productos.

Colombia infortunadamente tenía el campeonato o por lo menos iba con cierto liderazgo en el
continente, por tener los aranceles más altos, el promedio arancelario más alto.

Eso genera unos cuellos de botella y genera ineficiencia en la economía. Entonces decidimos bajar los
aranceles.

Pero el filtro que utilizamos para tomar las decisiones, qué aranceles bajar y cuánto bajarlo, fue
precisamente el efecto de esa medida en el crecimiento económico, en la pobreza y en la generación de
empleo. Y solamente cuando nos convencimos que esta medida generaba efectos positivos contra la
pobreza, contra el desempleo y a favor del crecimiento, fue que tomamos la decisión.

Con ese mismo criterio, con ese mismo enfoque es que todos los ministerios van a tener que tener
indicadores sobre los efectos de las políticas públicas en la lucha contra la pobreza y en la lucha contra
el desempleo.

Ejercicio de Buen Gobierno y similitud con Malasia

Hicimos un ejercicio muy, muy interesante de Buen Gobierno en el sentido de introducirle una gerencia
a todas las políticas públicas.

Trajimos con la firma McKinsey a un gran experto que ha asesorado al Gobierno británico y últimamente
al Gobierno de Malasia, y nos explicó con lujo de detalles lo que Malasia está haciendo exactamente en
el mismo sentido, de trazarse un mapa, de establecer las prioridades y de poner en marcha unos
mecanismos para que esos objetivos se puedan cumplir.

Aprendimos mucho de esa experiencia y nos dimos cuenta de que Malasia y Colombia tienen como un
cierto parecido, aparte de que somos antípodas. Si uno atraviesa el mundo, de Colombia al otro lado del
mundo aparece Malasia.

Son dos economías que se parecen en la base económica. Ellos fueron durante mucho tiempo una
economía basada en la agricultura, son grandes productores de palma africana, tienen petróleo, tienen
energía, quieren modernizarse, han venido modernizándose con mucho éxito, con mucho éxito.

Es uno de los países que han sido señalados como países exitosos en el mundo y en este momento
tenemos como un cierto parecido.

Por eso yo les decía a los ministros y a los altos consejeros, a partir de este momento comparemos
nuestro desempeño con Malasia, a ver quién gana la carrera.

Si los malayos lo han hecho tan bien y lo seguirán haciendo tan bien ¿por qué no podemos los
colombianos? Entonces vamos a usar buena parte de los indicadores de Malasia para también tener un
punto de referencia adicional de un país asiático.

Hoy no solamente tenemos que compararnos con nuestra región en América Latina, pero también
tenemos que compararnos con el Asia, porque el Asia es uno de los objetivos fundamentales de toda
nuestra política económica y nuestra política exterior.

El Asia es hoy el motor del mundo. El mundo que no entienda eso, los países que no entiendan eso, se
van a quedar rezagados. Por eso estamos haciendo un gran esfuerzo para darle mucha importancia a
todo lo que tiene que ver con el Asia, el comercio, atraer inversión.

Estamos haciendo un gran esfuerzo con Perú, con Chile, con México, para crear sinergias entre
nosotros y atraer inversión asiática. Inclusive con Chile –y programamos hacerlo también con Perú y con
México–, con Chile ya acordamos abrir oficinas conjuntas, Chile-Colombia, en ciertos países asiáticos,
para poder promover nuestros productos y para poder promover inversión que pueda venir a Chile o
pueda venir a Colombia. En fin, ahí hay un buen desafío.

Fue un ejercicio bien interesante y creo que el Plan de Desarrollo que le vamos a presentar al Congreso
y al país es un plan coherente, un plan que tiene metas muy ambiciosas y metas realizables.

‘Vamos por bien camino’

Por supuesto que lo que estamos soñando con este país no es fácil de obtener, es muy difícil y solos no
vamos a poder. Y no va a ser algo de la noche a la mañana, eso requiere de un trabajo muy duro,
requiere disciplina, requiere a veces sacrificio.

Pero creo que vamos por buen camino, vamos por buen camino y tenemos que –todos unidos– dejar las
rencillas a un lado y trabajar juntos, porque la competencia hoy es contra los demás países no es entre
nosotros.

Y por eso somos optimistas, pero también somos realistas. Las expectativas que estamos viendo de los
colombianos nos comprometen muchísimo.

Ayer salió una encuesta; más del 80 por ciento de los colombianos piensan que el país va por buen
camino. Eso no se ha visto creo que nunca, no tiene precedentes esa cifra.

Que el Gobierno tiene una aprobación del 89 por ciento, eso tampoco tiene precedentes. Pero eso nos
compromete enormemente. ¿Cómo vamos a mantener y a satisfacer esas expectativas?

Yo les decía a los ministros: pues dando resultados, trabajando duro. Son expectativas muy altas, muy
altas, que ojalá podamos colmarlas. Vamos a hacer todo lo que está a nuestro alcance, pero porque nos
hemos puesto objetivos muy altos.

Estamos pensando en grande, estamos soñando en grande, porque solamente así es que podemos dar
ese gran salto que queremos dar aquí en Colombia para considerarnos finalmente un país, no en vía de
desarrollo sino desarrollado.

Lo podemos hacer; tenemos lo mejor que puede tener un país, un gran capital humano.

Pero además tenemos recursos naturales, tenemos una situación geográfica privilegiada, tenemos todo
lo que el mundo esta pidiendo. Aprovechemos esa oportunidad y demos ese gran salto.

Sabemos que es difícil, sabemos que es bien difícil, pero sabemos también que lo podemos hacer y esa
fue la gran conclusión de esta reunión de Hatogrande.

Reconocimiento a patrullera

Finalmente, quería resaltar a una patrullera de la Policía que ayer nos dio un ejemplo de coraje. Viviana
Figueroa, yo hablé con ella hace como una hora.

Esa patrullera de 22 años, Viviana Figueroa, el día de ayer iba en un taxi para el puesto de Policía y vio
cómo unos delincuentes estaban atracando a un comerciante, que acababa de sacar una plata para
hacer unos pagos.

22 años, sola. Le dijo al taxista ¡pare! Y se les enfrentó a esos cuatro delincuentes. Hirió a uno, está
capturado, y los otros tres huyeron.

Yo quiero hacerle un homenaje hoy a Viviana Figueroa, a esta patrullera.

Cuando la llamé esta mañana que me enteré, me dijo: ‘Presidente, cómo le agradezco, pero no tiene por
qué felicitarme; ese es mi deber, por amor a mi institución y por amor a mi país’.

Ese es el ejemplo que nos da una policía, una niña de 22 años, a todos los colombianos.

Por eso nuestras instituciones, nuestra Policía, nuestras Fuerzas Armadas, están en tan buena estima
por los colombianos. Las últimas encuestas vuelven a poner a nuestras Fuerzas Armadas como una de
las instituciones más apreciadas por los colombianos.

Que además tuvieron golpes muy importantes ayer y antes de ayer, dieron de baja a un guerrillero, un
terrorista que había asesinado a cuatro soldados en El Bagre y capturaron al asesino de 14 policías en
Doncello.

Ustedes se acordarán de esa situación donde, con unas bombas –porque ellos no dan la cara, ponen
son bombas–, asesinaron a 14 policías, pues ya el día de ayer capturaron a los responsables.

El potencial del turismo

Vamos entonces a lo que vinimos, al tema del turismo que es tan importante que tiene un potencial
enorme.

Esta semana estuvo en el Palacio el Presidente de LAN Chile (Ignacio Cueto).

El Presidente de LAN Chile, estuvo porque acaban de comprar Aires, la empresa Aires. Y y me decía, el
Presidente de LAN Chile me decía: ‘Colombia tiene un potencial turístico como pocos países en el
mundo’.

Porque yo le preguntaba ¿por qué vino a invertir? ¿Por qué Aires? ¿Por qué Coombia?

Y dijo: ‘yo he estado toda mi vida en este negocio y si hay un país con potencial turístico, es Colombia.

Y le dije: ¿Qué necesitamos para atraer ese turismo?

Me dijo: ‘hacer las cosas bien, mejorar la infraestructura, mejorar la capacitación de los miles y miles de
colombianos, millones de colombianos que pueden trabajar en el turismo y usted va a ver cómo el
turismo va a fluir aquí en forma natural.

Y hay además turismos especializados, donde tenemos un enorme potencial, el turismo ecológico.
Somos el país más megadiverso del mundo por kilómetro cuadrado; el turismo de salud. Un enorme
potencial, lo hablábamos ahora con el Ministro y con el Viceministro, con el Gobernador (de
Cundinamarca); enrome potencial que tiene el turismo en salud.

Pero no solo eso, sino la belleza de nuestro campo, la belleza de nuestros cafetales. Yo recuerdo con
mucha frecuencia una anécdota que me sucedió hace algunos años, cuando me encontré en un
restaurante en el exterior con una pareja de señores de cierta edad

Yo recuerdo con mucha frecuencia una anécdota que me sucedió hace unos años cuando me encontré
en un restaurante en el exterior una pareja, una pareja de señores de cierta edad, una pareja de suecos
y me dijeron.’ Usted es colombiano, no? –porque me oyeron hablar español– . Pues le quiero contar lo
siguiente’.

Y me contaron que ellos llevaban ya muchos años viajando por el mundo entero, estaban retirados, muy
adinerados; habían ido a todos los países del mundo, o no a todos los países, pero a todos los sitios
interesantes del mundo en materia turística.

Y me dijeron una cosa muy linda. Me dijeron: ‘nosotros ya hemos ido a todos los mejores hoteles del
mundo en Nueva York, en París, en Tokio. Hemos explorado el mundo. La mejor experiencia que hemos
tenido la tuvimos en Colombia’.

Yo quedé sorprendido y les dije: ¿por qué? ¿Cuál fue esa experiencia?

‘Fuimos de turismo a una finca cafetera y recogimos el café. Y la amabilidad de la gente, la belleza del
entorno cuando abrimos la ventana por la mañana y vimos esos cafetales, recogimos el café, lo
beneficiamos y cómo gozamos nosotros dándoles a nuestros invitados allá en Estocolmo, después de
las comidas, un café recogido por nosotros, beneficiado y tostado por nosotros’.

Me quedó esa historia en la cabeza y dije: hombre, ese potencial turístico nuestro es realmente enorme.

El turismo es generador de buen empleo

Y por eso le hemos dado al turismo tanta importancia en el Plan de Desarrollo,

Ayer lo hablábamos con el Ministro, porque además tiene un gran potencial para cumplir con uno de los
objetivos, o dos de los objetivos: el empleo y la lucha contra la pobreza.

El turismo es una actividad generadora de empleo y de muy buen empleo. Además un empleo muy bien
diversificado, desde el gerente del hotel hasta las camareras. Allí hay un gran potencial.

Nuestro compromiso es crear por lo menos 250 mil empleos en el sector turístico en los próximos cuatro
años, duplicar el número de turistas a Colombia.

Para eso se requiere mejorar la infraestructura, por supuesto; para eso se requiere buenas políticas
públicas, para eso se requiere seguridad. Por eso ahí decimos no podemos bajar la guardia; todo lo
contrario, tenemos que mejorar cada vez más la seguridad de todas las zonas, de todo el país, pero
sobre todo de todas las zonas con atractivo turístico.

Acelerar obras en El Dorado

Y aquí en Bogotá y en Cundinamarca el turismo es cada vez más atractivo. La gente que viene a
Bogotá, dice: ‘hombre, qué ciudad tan maravillosa, a pesar de los retrasos en las obras que estamos
viendo y a pesar de lo que estamos viviendo el Aeropuerto El Dorado.

Doctor Santiago Castro (Director de la Aeronáutica Civil): Usted tiene que tomar medidas ahí, acelerar
eso. A como dé lugar acelerar que ese aeropuerto, que los contratistas cumplan y cumplan
debidamente, esa demora no se puede prolongar más.

Eso nos comienza a generar es retornos decrecientes en materia turística. Lastima que no haya venido
el señor Alcalde (de Bogotá, Samuel Moreno Rojas), para decirle que por favor también acelere las
obras.

Todo eso nos ahuyenta el turismo. Cuando vienen esas cosas en el Aeropuerto El Dorado, siempre para
que le pongan una estampilla de entrada, eso es exactamente lo que no podemos hacer para atraer el
turismo.

Deterioro de hoteles incautados

Hay algunas solicitudes que me han hecho que yo quisiera responderles públicamente al Ministro, al
Viceministro.

Uno de ellos es hay muchos bienes, muchos hoteles, que han sido incautados al narcotráfico. Hoteles
muy bien localizados, hoteles muchas veces de cinco estrellas, que han sido entregados a operadores
que están operando esos bienes mal.

Y esos hoteles se están deteriorando. Y esos hoteles, en lugar de ser un atractivo turístico, se están
convirtiendo en un factor negativo.

Dentro de esa intervención que hicimos a la Dirección Nacional de Estupefacientes, que fue otra de las
medidas que tomamos la semana pasada, ahí vamos a hacer todo un revolcón en esa entidad, porque
lo que hemos descubierto la verdad es que nos deja muy tristes en cuanto a la eficiencia y efectividad
del Estado.

Y por eso vamos a retomar todo ese proceso. Y de las primeras medidas que vamos a tomar, Ministro,
es entregarle al Fondo de Promoción Turística todos los hoteles, y todos los bienes que puedan ser, o
bien operados por el Fondo o bien vendidos. Y bien vendidos para buenos operadores turísticos.

Ahí hay un gran inventario de activos, hoteles en todas partes del país, que están siendo muy mal
manejados y que pueden ser un gran potencial turístico.

Entonces eso lo vamos a hacer y lo vamos a hacer muy pronto. Como digo, una de las primeras
medidas de la Dirección Nacional de Estupefacientes va a ser eso.

Por otro lado, tal y conforme lo prometimos en la campaña, queremos, con todo el gremio logístico, con
todos los operadores turísticos, con el sector turístico, concertar las decisiones, las políticas. Y en ese
sentido crear el comité consultivo público-privado para que esa concertación se formalice.

Ustedes me han oído muchas veces,, la concertación lo único que trae son mejores políticas públicas.
La concertación no quiere decir que vamos a decir todo lo que dice el gremio, muchas veces el gremio
tiene muchos intereses, el Estado tiene que defender esos intereses, pero intereses de otro tipo.

O sea, no es que nos vamos a poner de acuerdo en todo. Pero la concertación siempre trae mejores
políticas públicas. Entonces vamos a crear ese comité consultivo.

Mejorar infraestructura

Y por último, algo que el Ministro de Obras (Germán Cardona) y el Ministro Díaz (de Comercio, Industria
y Turismo) ayer lo discutían en el Plan de Desarrollo y que lo vamos a poner en ejecución.

¿Por qué no sobreponemos el plan de vías con el plan de necesidades de infraestructura turística y ver
en qué medida podemos hacer que las dos coincidan? O con un pequeño esfuerzo, que las
necesidades del sector turístico se puedan ver satisfechas con el Plan Nacional de Vías.

Ese ejercicio lo van a hacer el Ministro de Transporte y el Ministro de Comercio en la próxima semana,
para que desde ya en el Plan de Desarrollo quede incorporado un plan que realmente le ayude a todo el
sector turístico en materia de infraestructura, que es uno de los cuellos de botella.

Ustedes van a cualquier país del mundo y ustedes ven que parte del atractivo son las buenas carreteras
para llegar a los sitios turísticos. Y eso nos falta a nosotros, no solamente buenas carreteras: buenos
aeropuertos.

Algo que me decía, doctor Castro, este Presidente de LAN Chile: muchos de nuestros aeropuertos si
queremos que esas zonas se desarrollen turísticamente. Y miren esa cifra tan impresionante: 28 de 32
departamentos en los ejercicios de competitividad regional han identificado el turismo como uno de las
prioridades para promover, o sea 28 departamentos ya sienten que el turismo puede ser un gran
dinamizador de la economía, pero para eso requerimos buena infraestructura.

Y me decía este Presidente de LAN Chile, que por ejemplo el largo de las pistas en muchos en muchos
sitios hace ineficiente que lleguen las aerolíneas, porque tienen que ser naves demasiado pequeñas y el
costo por pasajero sale elevado.

Entonces tenemos que hacer todo un esfuerzo para mejorar la infraestructura aeroportuaria, de
carreteras y también de puertos.

Cruceros de japoneses llegarán a Cartagena

Una noticia muy importante: Japón autorizó por primera vez en la historia que Cartagena fuera un punto
de destino de sus cruceros. Entonces dentro de poco tiempo vamos a ver muchos japoneses en
Cartagena y los japoneses gastan buena platica. Son buenísimos turistas.

Entonces bienvenidos los japoneses, no solamente a Cartagena, sino que se vengan al departamento
de Cundinamarca, y que vayan a Zipaquirá y que vayan a Nemocón y que vayan a Girardot por esa
doble calzada que afortunadamente ya reinició, Gobernador. Tengo entendido que los contratistas están
comprometidos a terminar esa doble calzada. Entonces veremos japoneses en el (hotel) Tocarema, por
ejemplo.

Pero eso es lo que queremos hacer. El lunes vienen los directivos de los cruceros Royal Caribbean,
viene el Vicepresidente, porque están muy interesados en incrementar el número de cruceros y de
pasajeros que vienen en Colombia.

O sea, aquí hay una gran potencial y por eso estamos aquí reunidos hoy, para tomar decisiones
concretas. De eso se tratan los Acuerdos para la Prosperidad, concretos para que aquí en este
departamento y tengo que felicitarlo, Gobernador, en estos años que ha estado al frente de la
Gobernación ha hecho un gran esfuerzo y muy bien enfocado, no solamente en el sector turístico sino
en el departamento.

Cundinamarca, en la evaluación que hizo la Cepal en competitividad de los departamentos, lo puso de


número uno. De manera que muchas felicitaciones, Gobernador.

Pero sin más preámbulos, yo creo que debemos es escuchar hoy a los que vienen a hablar sobre el
turismo, en Bogotá, en Cundinamarca.

De nuevo, muchas gracias a todos los que han participado en las mesas, muchas gracias a los voceros,
y espero que este acuerdo también saque conclusiones muy concretas.

Acuérdense que las conclusiones y los acuerdos tienen que medirse, tienen que evaluarse, y hay que
hacerles seguimiento.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ante la 66ª


Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)

Mérida, Yucatán, México, 7 nov (SIG). “Me siento muy complacido de estar con viejos amigos y nuevos
amigos en esta oportunidad. He venido aquí a reafirmar como Presidente de Colombia un compromiso
con la libertad de prensa, en mi país y en la región. Reafirmar un compromiso que he mantenido durante
toda mi vida pública y mi vida como periodista.

He hecho un compromiso en el cual creo firmemente. Porque como decía Thomas Jefferson, cuando
introdujo la Primera Enmienda, sin una absoluta libertad de prensa no hay posibilidad de buen gobierno.
Pero espero que no me pase lo mismo que a él, porque cuando fue Presidente luego, escribió que con
absoluta libertad de prensa es imposible un buen gobierno.

Creo que toda democracia necesita libertad de expresión y necesita libertad de prensa. Y este es uno de
los compromisos que tenemos en Colombia.

Afortunadamente mis antecesores han respetado ese compromiso. Colombia es un país donde la
prensa goza de libertad. Por lo menos desde el gobierno no hay ninguna intención de coartar esa
libertad. Y tengan ustedes la absoluta seguridad de que así seguirá siendo en mi Gobierno y estoy
seguro que en los gobiernos venideros. Es algo que los colombianos tenemos muy interiorizado: la
necesidad de tener libertad de expresión.

Pero también en Colombia hemos hecho un gran esfuerzo en tratar de poner en marcha unas políticas
que defiendan las demás libertades y los demás derechos fundamentales de nuestra sociedad.

Colombia vivió durante muchos años una situación que ustedes todos la registraban en sus periódicos,
en las primeras planas. Éramos un país a punto de ser considerado un Estado fallido. Un país donde
había una mezcla de narcotráfico, de guerrilla, de paramilitares, y donde el respeto por los derechos
humanos era prácticamente nulo.

Esa situación nos llevó a tomar una serie de decisiones y a poner en marcha una serie de políticas que,
por fortuna, han sido exitosas. Y hoy podemos mirar hacia el futuro con ojos muy diferentes a los que
mirábamos hace unos años.

Salió una encuesta, el viernes pasado: el 83 por ciento de los colombianos cree que el país va por buen
camino. Eso nunca se había visto en Colombia. Ese es un grado de optimismo muy especial que a
nosotros como Gobierno nos impone una tremenda responsabilidad: cumplir con las expectativas.

También la responsabilidad de continuar con un proceso que ha tenido mucho éxito en este país. Mucho
éxito en materia de defender los derechos fundamentales y en crear las bases para un crecimiento
sostenido, no solamente en la parte económica sino sobre todo en la parte social.

Protección de periodistas

He dicho que en mi Gobierno queremos pasar de la Seguridad Democrática a la Prosperidad


Democrática. La palabra Democrática tiene dos significados: seguridad y prosperidad para todos. Y la
segunda definición es: cumpliendo las leyes y cumpliendo la Constitución.

Nuestra Constitución es una Constitución muy garantista, tal vez de las más garantistas del universo. Y
poner en marcha una política de seguridad, como lo hizo el Presidente Uribe, respetando la
Constitución, no fue fácil. Porque las políticas de seguridad tradicionales en nuestro continente se
hacían era a expensas de los derechos humanos, a expensas de las leyes, a expensas de las
constituciones.

Pero ahí se decidió que poner en marcha una política de seguridad respetando los derechos humanos y
respetando la Constitución, le daba mucho más legitimidad y una base mucho más sólida a cualquier
política de seguridad. Nos hemos demorado un poco más, pero creo que ya estamos por fortuna
cosechando los frutos.

Las cifras en materia de seguridad, en los últimos ocho años, son muy dicientes. En materia de
homicidios hemos bajado en 46 por ciento, en materia de masacres 80 por ciento, en secuestros 91 por
ciento, en asesinato de periodistas 90 por ciento.

Este año infortunadamente ha muerto un periodista. El año pasado murió uno. Uno es demasiado para
nosotros. Ojalá no fuera ni un solo periodista asesinado. No vamos a detenernos hasta no ver esa
situación: ni un solo periodista asesinado. Y no solamente periodistas. Ojalá pudiéramos continuar
reduciendo los homicidios en todos los frentes.

Hoy hay en Colombia 170 periodistas que tienen algún esquema de protección. Y ahí la gente se
pregunta: ¿si habrá tanto periodista amenazado? La respuesta es: Posiblemente no, pero preferimos
pecar por exceso que por defecto. Que el día de mañana nadie pueda decir que el Estado colombiano
no hizo todo lo posible para defender no solamente a los periodistas, también a los sindicalistas, a todos
los que se consideran como una parte vulnerable de la sociedad, una parte amenazada de la sociedad.

Justicia y Paz

Hemos puesto además en marcha una serie de políticas y de leyes y de cambios en la Constitución,
para que ese terrible conflicto, esa terrible confrontación que hemos vivido durante tantos años, y que
por fortuna ya está siendo superada, pueda ser superada con bases sólidas.

Por eso, por ejemplo, se puso en marcha una Ley que se llamó de Justicia y Paz: la primera vez que un
país en el mundo logra desmovilizar un grupo armado que no había sido derrotado, y le aplica a esa
desmovilización un proceso en donde se respetan los principios de la justicia, de la verdad y de la
reparación.
No ha sido fácil, pero ha sido en términos generales bien exitoso: 32 mil miembros de estos grupos han
sido desmovilizados, 22 mil miembros de la guerrilla se han desmovilizado. Eso no se había visto en la
historia reciente de ningún país.

Y se han desmovilizado con un proceso jurídico, en donde lo que queremos es que haya una justicia
que no impida la paz. Pero no queremos una paz con impunidad. Queremos una paz en que la verdad,
la justicia y la reparación estén presentes.

Por eso hemos adelantado también unas políticas muy agresivas en materia de justicia, inclusive con
miembros importantes del Estado colombiano. Hay más de 400 políticos hoy en día, 400 alcaldes,
gobernadores, concejales, diputados, congresistas, judicializados por vínculos con los grupos armados
ilegales. Más de 30 miembros del Congreso están en la cárcel. Eso también no tiene precedentes.

Lo que queremos es que las cicatrices que duraron abiertas tanto tiempo, se cierren y podamos mirar
hacia el futuro, consolidando una democracia con los fundamentos de una verdadera democracia: un
respeto por las libertades fundamentales, un respeto por la independencia de los poderes públicos, un
respeto por la propiedad privada, un respeto por la libertad de expresión.

Y lo estamos obteniendo, con dificultades, por supuesto, pero hemos avanzando en forma muy certera,
sin prisa, pero también sin pausa.

Leyes de Víctimas y Tierras serán una revolución

Pusimos ante el Congreso, hace unas dos semanas, una Ley de Víctimas y una Ley de Tierras, para
que todos los campesinos que han sido desplazados puedan regresar a sus parcelas.

Esa va a ser una verdadera revolución en Colombia. Son más de dos millones de hectáreas que han
sido en cierta forma incautadas por el Estado, que se les ha quitado a los grupos ilegales que han
desplazado poblaciones. Va a ser un proceso con mucha dificultad administrativa, pero con una gran
justicia, precisamente para sanar estas cicatrices.

Es tal vez la Ley de Víctimas más ambiciosa que ha tenido cualquier país. Así lo han dicho todos los
observadores internacionales. Somos el primer país que ha reconocido a todos los desplazados como
víctimas. Y queremos repararlos, de alguna forma, porque esa es la única manera de sentar las bases
para que nuestra democracia pueda progresar, sin tener que mirar hacia el pasado sino construyendo
un mejor futuro.

Queremos que se cicatricen esas heridas y avancemos en la parte social. Por eso lo hemos llamado el
Gobierno de la Prosperidad Democrática. Prosperidad quiere decir lucha contra la pobreza, prosperidad
quiere decir lucha contra el desempleo, prosperidad quiere decir sacar a los marginados de la sociedad
de ese estado de marginación y poder entregarles un país mucho más justo.

Somos uno de los países más inequitativos de América Latina y del planeta. Ahora que hemos
avanzado en materia de seguridad, podemos entonces concentrarnos en esos aspectos. Y eso es lo
que estamos haciendo. Es el enfoque de mi Gobierno.

No descuidar, porque no se puede descuidar, porque no hemos todavía ganado la batalla. Todo este
proceso de reparación, de justicia, este proceso de encontrar la verdad, se está haciendo en medio de
una confrontación, porque las Farc siguen vivas, el Eln sigue vivo. Eso tampoco se había presentado
nunca en otro país.

Generalmente estos procesos se inician cuando terminan las confrontaciones. Nosotros lo iniciamos sin
haber terminado la confrontación. Eso dificulta el proceso, pero creemos que también le da una base
mucho más sólida para avanzar con pasos firmes en los objetivos que nos hemos impuesto.

En ese proceso de buscar la prosperidad, hemos puesto en marcha toda una serie de políticas: políticas
económicas, políticas sociales, que han sido bien decididas. Hemos presentado proyectos de ley en el
Congreso que están siendo aprobados, que están avanzando.

Hemos hecho un llamado a la Unidad Nacional, aprovechando esta circunstancia muy particular que
Colombia está viviendo: pasar de un país que está a punto de ser declarado un Estado fallido, a una de
las democracias que hoy se señalan más vibrantes, más actuantes y más dinámicas de toda la región.

Frutos en economía

Y los frutos en la parte económica se están viendo. La inversión extranjera en Colombia está creciendo
a un ritmo superior, en términos relativos, a cualquier país de América Latina.

Las calificadoras de riesgo están mejorando nuestras calificaciones, semana tras semana. Esa medición
que hacen los economistas del factor riesgo en los mercados de bonos: hoy ya los mercados nos
graduaron con lo que llaman ‘grado de inversión’. Es decir, estamos pagando un interés inferior al que
tienen los países con grado de inversión.

El gran reto es poder aprovechar esa circunstancia muy particular para dar ese salto en la parte social y
poder decir en unos años que Colombia dejó de ser uno de los países más inequitativos, poder decir
que Colombia entró a ese grupo de países con crecimientos justos, equitativos, altos y permanentes.

Como les decía, vamos por buen camino, porque ya por ejemplo se creó un grupo de países en el
mundo. Antes eran los BRIC: Brasil, Rusia, India y China. Eso se lo inventaron hace unos diez años.
Dijeron: estas son las cuatro locomotoras que van a jalonar al mundo.

Y efectivamente: esa recesión que tuvo el mundo el año 2008, vio cómo esas cuatro locomotoras eran
las locomotoras que estaban jalonando el mundo.

Ahora el presidente del Hong Kong Shanghai Banking Corporation, en Hong Kong, pronunció un
discurso y dijo: Ahora surgió un nuevo grupo que se llama los CIVETS: Colombia, Indonesia, Vietnam,
Egipto, Turquía y Sudáfrica, como los países que vienen detrás de los BRIC con un dinamismo especial.

Yo pregunté al presidente de este Banco: ‘¿Por qué escogió a Colombia?’. Me dijo: ‘Porque ustedes
están pasando una época de oro. Lo que han hecho y lo que planean hacer nos convence de que van a
dar un verdadero salto en su democracia y en toda su actividad económica y su actividad social. Su
posición geográfica, su política exterior, la calidad de su capital humano. Todo eso nos ha ayudado en el
Banco a identificar a Colombia como un país en progreso y como un país en el que vale la pena invertir’.

El problema con eso es que hasta ahora el éxito se está convirtiendo en un arma de doble filo. Porque
con esta política de los países europeos, y sobre todo de Estados Unidos, de la Reserva Federal, del
dólar barato, toda esa liquidez se está viniendo hacia América Latina. Y se está viniendo a Colombia con
un gran ímpetu. Y nos está revaluando nuestra moneda, como está revaluando las monedas de casi
todos los países latinoamericanos. Y eso nos está causando unos problemas serios. Por supuesto que
son problemas que hay que afrontar.

Pero vamos por muy buen camino. Y creo que en los próximos  cuatro años, si tenemos la
gobernabilidad suficiente, vamos a poder dar ese salto.

Por ahora la tenemos. Yo hice un llamado a la Unidad Nacional. Todos los partidos importantes lo
atendieron, menos un partido de izquierda que representa cerca del diez por ciento de la representación
en el Congreso: no entró a este Gobierno de Unidad Nacional. O sea, tenemos el respaldo en el
Congreso y tenemos el respaldo de las organizaciones sociales. Y por eso estamos muy optimistas de
que vamos a poder continuar por buen camino.

‘Confronten estas mafias a tiempo’

Ahora bien: el éxito que hemos tenido, por ejemplo en la parte de la seguridad, infortunadamente se ha
convertido en un problema para los países vecinos, para Centroamérica, para México, para las islas del
Caribe.

Nosotros fuimos exitosos en desmantelar los carteles de la droga. Nos costó mucho. Nosotros perdimos
a nuestros mejores políticos, a nuestros mejores periodistas, a nuestros mejores jueces, a nuestros
mejores policías.

Pero perseveramos. Y a punta de golpes fuimos aprendiendo cómo combatirlos. Y hemos podido
desarticular esas grandes mafias. O por lo menos los grandes capos que reinaban en Colombia, hoy
están todos en una tumba o están en una cárcel.
No ha desaparecido el negocio del narcotráfico. Esa es otra discusión. Ahora con este referendo que se
presentó en California,  la discusión sobre cómo afrontar este problema a nivel global, se inició un
proceso de reflexión. Pero esa es, como dicen en mi país, harina de otro costal.

La lucha contra los carteles es una lucha que para Colombia y para muchos países, es un asunto de
seguridad nacional. Por eso así la asumimos nosotros y así logramos desarticular esas bandas y poner
a buen recaudo a todos los capos de los grandes carteles.

Pero el crimen organizado es muy audaz y es muy recursivo. Y se han ido trasladando a otros países,
que están teniendo dificultades serias. Centroamérica toda, la mayoría de las islas del Caribe.

Ya, por ejemplo, Colombia no es el primer productor de hoja de coca. Infortunadamente le pasamos el
problema nuevamente al Perú. Y eso debe ser un motivo también de reflexión.

En ese sentido nosotros les hemos ofrecido a todos estos países la ayuda que podamos darles, por la
experiencia que hemos venido acumulando.

Tenemos una Policía muy efectiva en la lucha contra estos carteles, contra estas mafias. Pusimos en
marcha un instrumento y un esquema jurídico que nos facilitó esa lucha. Tenemos una Fiscalía que con
determinación confronta todos estos grupos ilegales. Y logramos ese objetivo de no permitir que esas
mafias doblegaran, como la tenían doblegada, a nuestra democracia.

Pero ahora queremos es trasladarle esa experiencia a otros países para que no cometan el mismo error
nuestro, para que no vayan durante muchos años a negar el problema.

El peor error que puede cometer un país es entrar, como entran los alcohólicos y los drogadictos, en
estado de negación: ‘No, no tengo ningún problema’. Porque cuando descubren que lo tienen, es
demasiado tarde.

Eso nos sucedió en Colombia. Y pagamos en precio muy alto. Y les estamos diciendo a muchos países:
confronten estas mafias a tiempo.

En el caso mexicano, el Presidente Felipe Calderón, con muchísimo valor, desde que era Presidente
electo fue a Colombia, y dijo: ‘Quiero confrontar este problema, este problema que está silencioso, pero
lo vemos cada vez más evidente’.

Y lo hizo. Lo hizo con un gran valor. Y cuando uno toma la decisión, no puede echar para atrás. Y la
decisión hay que tomarla, porque o si no el problema realmente lo supera el otro.

El Presidente Felipe Calderón hizo lo correcto. Porque en el caso colombiano, las mafias ya habían
doblegado nuestra democracia. Inclusive lograron que la extradición se prohibiera en la Constitución. A
ese nivel habíamos llegado nosotros en Colombia.

Por eso cualquier país que quiera defender su democracia, tiene que reaccionar a tiempo. Y tiene que
reaccionar con toda la contundencia.

El papel de la prensa en la lucha contra las mafias del narcotráfico

¿Cuál es el papel de la prensa en ese proceso? Difícil. Todos los miembros de una sociedad tienen que
hacer un sacrificio y tienen que jugársela. La prensa es una parte fundamental de cualquier democracia
y tiene también una gran responsabilidad.

En el caso colombiano, en el momento más álgido, cuando asesinaron al Director del Diario El
Espectador, Guillermo Cano, la prensa tomó una determinación, no impuesta del Gobierno, fue la
prensa la que tuvo la iniciativa de hacer un paro de 24 horas sin noticias en el país, para recordarle a la
gente lo que quiere decir coartar la libertad de expresión y la libertad de prensa.

Luego se unieron la radio, la televisión y la prensa. Y todos publicaban los informes desenmascarando a
los carteles, señalando a sus miembros, informando sobre lo que estaban haciendo. Que si nos matan,
nos matan a todos, decíamos en ese momento. En ese momento yo estaba trabajando en El Tiempo.

La prensa puso su cuota de sacrificio, pero salió fortalecida. Salió con mucho más vigor, defendiendo su
labor y el derecho a informar y a que los colombianos y los ciudadanos estén bien informados.

Creo que la experiencia de la prensa colombiana debe ser un ejemplo. Debe servir de ejemplo a las
prensas de los otros países que están viviendo procesos parecidos. A la prensa mexicana.

El enemigo no es el Gobierno. El enemigo es el crimen organizado. Uno como periodista –y


perdónenme que hable como periodista–, muchas veces confunde y culpa al Gobierno por lo que hace
el crimen organizado. Es un grave error.

Lo que está sucediendo en México: me parece que hay que tener mucha atención de no caer en el
propósito de lo que quisiera el crimen organizado: y es que la población mexicana le exija al Gobierno
que baje la guardia contra ellos. De doblegar el espíritu, la capacidad de lucha del pueblo mexicano,
diciendo: ‘Esta lucha no vale la pena’. Eso es lo que quieren los grandes capos (…).

Por eso mi cordial consejo –como periodista y hoy como Presidente y habiendo jugado en los dos
campos–, a la prensa mexicana es: mucho ojo, mucho ojo con caer en la trampa, que es lo que los
capos del narcotráfico quisieran.

Era lo que quería Pablo Escobar cuando amenazaba a los periodistas y cuando les decía: ‘Ustedes no
pueden publicar esto o aquello, porque si no van a pagar las consecuencias’.

Ahí es donde la prensa tiene que decir: ‘Aquí estamos firmes’. Y hacer causa común. Causa común con
el resto de la sociedad.

Para cualquier país que esté luchando contra este crimen organizado, que tiene recursos casi ilimitados,
que tiene la audacia que no tienen inclusive nuestros propios policías, nuestros propios jueces, lo que
hay es que perseverar. Ahí no puede uno detenerse en la mitad del camino.

Contemporizar frente al crimen organizado es sucumbir. Esa experiencia la hemos vivido nosotros. Y es
la experiencia que quisiéramos compartir con ustedes, tanto los periodistas como las fuerzas del orden,
como los gobiernos. Contemporizar es sucumbir frente al crimen organizado.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el aniversario número


91 de la Fuerza Aérea Colombiana

Bogotá, 8 nov (SIG). “El pasado jueves, una situación especial nos motivó a desplazar un helicóptero de
rescate hacia el municipio de Urrao, en Antioquia.

Como es una zona en la que se tienen que tomar las debidas precauciones, se debió asegurar el área
con el sobrevuelo de un avión fantasma y la escolta de un helicóptero arpía.

La razón: un niño había sido mordido por una serpiente y se necesitaba su traslado hacia Medellín, para
que este pequeño recibiera los cuidados médicos necesarios.

Hace dos semanas, también dispusimos de un avión King Air-350 –que es una completa unidad de
cuidados intensivos en vuelo- para sacar de Leticia a una niña con un embarazo de alto riesgo y
trasladarla a un centro médico de Villavicencio.

Esos son apenas dos ejemplos de cómo el trabajo diario de la Fuerza Aérea Colombiana no sólo es
fundamental para la seguridad del país, sino también para brindarles apoyo y bienestar a los
colombianos.

Ese pequeño de Urrao y la niña de Leticia saben hoy que sus Fuerzas Armadas tienen un compromiso
enorme con cada uno de los ciudadanos de esta patria, y que no ahorraremos esfuerzos para
protegerlos, incluso si eso significa movilizar un avión fantasma, un helicóptero o un King Air.

Hace unos minutos inauguramos el edificio del Centro Nacional de Recuperación de Personal de la
FAC, que coordina éstas y otras operaciones de apoyo y atención, y quiero felicitarlos por su buen
trabajo.
Este Centro también tuvo el apoyo –y es uno de los responsables- del exministro Diego Palacio, a quien
quiero agradecerle sobremanera, a nombre de los colombianos y de la Fuerza Aérea, ese apoyo y ese
empujón que le dio al centro.

Sólo este año, el Centro Nacional de Recuperación de Personal de la FAC ha liderado unas 900
misiones para evacuar a más de 1.400 personas heridas y atender a otras 1.600 víctimas de desastres
naturales.

Esas cifras incluyen los 19 vuelos que hicimos para llevar a Haití cerca de 200 toneladas de ayuda
humanitaria.

También estamos hablando de 11 vuelos que se dispusieron para trasladar otras 150 toneladas de
ayuda a los afectados por el terremoto de Chile, e incluso para movilizar a ciudadanos de ese país de
una zona a otra, como en efecto hoy día se está haciendo con dos helicópteros que enviamos con el
mismo fin a Costa Rica, por petición de su Presidenta.

Son logros de los que debemos estar orgullosos, porque nos proyectan en la región como un país líder
en materia de cooperación internacional.

En Colombia, las cifras incluyen este año la evacuación de 206 civiles, 795 soldados, 32 infantes de
marina y 9 miembros de la FAC.

Hay otra cifra importantísima para destacar en ese consolidado de 2010: son los 25 guerrilleros heridos
a quienes evacuamos de las zonas de combate y les prestamos asistencia médica.

Es una prueba inequívoca del compromiso que tienen los miembros de la Fuerza Pública por el respeto
a los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.

Los militares de Colombia enfrentan con coraje a los violentos y al mismo tiempo les extienden la mano
cuando quedan fuera de combate; socorren a la misma persona que minutos antes les disparaba.

Son, sin duda, unos héroes integrales, símbolo de coraje, símbolo de nobleza y símbolo de servicio a la
patria.

Comprenden la importancia del respeto por la vida, y enfrentan con agallas y determinación al
delincuente que persiste en su obstinación de perturbar la paz de la nación.

La Fuerza Aérea se ha convertido en un ejemplo internacional de observancia del Derecho Internacional


Humanitario.

Eso me lo decía el representante del Comité Internacional de la Cruz Roja cuando yo era Ministro de
Defensa.

Hoy los invito a continuar con ese trabajo, a fortalecer el sistema de asesores jurídicos operacionales y
de instrucción en DIH, y sobre todo a DARLO A CONOCER.

Es fundamental que nuestra imagen afuera corresponda a nuestra realidad adentro, y no hay mejor
ejemplo que el trabajo en Derechos Humanos y DIH de la Fuerza Aérea Colombiana.

Eso me lo decía el juez Baltasar Garzón: ‘Ustedes en materia de Derechos Humanos no han vendido,
no han vendido bien lo mucho que han hecho en este país’.

Hoy, cuando presido por primera vez como Presidente de la República una ceremonia de esta querida
fuerza, quiero destacar su labor, que ha sido crucial en el apoyo a nuestras tropas y en los recientes
golpes que les hemos propinado a los terroristas.

El ‘Mono Jojoy’ y sus secuaces sintieron el poder de bombas y cohetes, en una operación que significó
la movilización de muchas aeronaves de combate, carga e inteligencia.

El bandido de ‘Domingo Biohó’, en el Putumayo, también supo lo que era enfrentarse a la Fuerza
Pública colombiana, cuando le llovieron bombas de la FAC, en una misión que requirió la operación de
también varias aeronaves.
Sun Tzu decía que “lo supremo del arte de la guerra consiste en someter al enemigo sin darle batalla”.

¡Eso lo demostraron ustedes con su participación decisiva en las operaciones Sodoma y Fortaleza 2!

La capacidad ofensiva aérea fue clave para libramos del terror y el abuso contra los colombianos de
criminales como ‘Jojoy’ y ‘Biohó’, para referirnos únicamente a los casos más recientes.

Por eso, mayor general Julio Alberto González y amigos de la Fuerza Aérea de Colombia, pueden
sentirse orgullosos, muy orgullosos de su aporte a nuestra patria en la tarea vital de enfrentar a los
violentos y conquistar la paz.

Han pasado 91 años desde que el presidente Marco Fidel Suárez sancionó la ley que le dio vida a la
Fuerza Aérea Colombiana.

Si él –que apenas conoció las primeras aeronaves que llegaron a Colombia- pudiera ver en lo que se
han convertido esas naves, no sólo se maravillaría sino que entendería por qué la FAC, por qué nuestra
Fuerza Aérea, es una institución que enorgullece a todos los colombianos.

La Fuerza Aérea cuenta en total con una flota de 280 aeronaves, con la que adelantan sus misiones de
combate, de apoyo de transporte y logístico, y de auxilio humanitario.

Porque la FAC, como ya dije, es una institución multifuncional: combate a terroristas y a


narcotraficantes, socorre a víctimas de desastres naturales –en Colombia y en el exterior- e incluso
apoya la extinción de incendios y la vigilancia de volcanes.

En cuanto a recurso humano, ustedes suman hoy cerca de 14 mil miembros, entre oficiales,
suboficiales, civiles, cadetes y alumnos de las escuelas de formación ¡Cerca de 14 mil guerreros del aire
al servicio de la soberanía de la patria!

Con apenas el 5 por ciento del total de miembros de las Fuerzas Militares, integran un pilar de inmensa
importancia estratégica para nuestra defensa y nuestra seguridad.

El soldado que está en tierra, arriesgando su vida, soportando las más duras condiciones en
cumplimiento de su misión, sabe que los aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea son su respaldo
físico y moral.

El rugir de sus motores y sus hélices representa su transporte oportuno, su provisión en medio de la
selva y el apoyo decisivo en medio de un difícil combate.

Al mismo tiempo, los guerrilleros –y así lo han contado los desmovilizados- a lo que más temen, lo que
más terror les causa, es al ataque preciso, certero, de nuestras aeronaves.

La importancia de conquistar los cielos la entendió muy bien Winston Churchill en la Segunda Guerra
Mundial, al destacar el papel que tuvo la Fuerza Aérea Británica para contener a los nazis.

Ustedes conocen la frase: “Nunca antes tantas personas le han debido tanto a tan pocas”.

Nosotros, los colombianos, podríamos parafrasear a Churchill para aplicar su afirmación a la Fuerza
Aérea y, en general, a todas nuestras Fuerzas Armadas.

Los 45 millones de colombianos les debemos a ustedes, los miembros de la Fuerza Aérea, así como a
los soldados, los infantes de marina y los policías, admiración y gratitud.

Los colombianos les agradecemos –y los felicitamos además- por ese trabajo en equipo que nos ha
permitido obtener mejores resultados.

Resultados que durante esta década estoy seguro que se van a multiplicar, ya con este equipo de
aeronaves, con el capital humano de la Fuerza Aérea, con lo que acabamos de ver en la entrega del
Icontec, donde el doctor (Fabio) Tobón decía que era un orgullo para él entregarles nuevamente –
porque no es la primera vez, es recurrente- este certificado de buena calidad.

Y lo decía yo en una entrevista esta mañana. Estas aeronaves y estos equipos de nada servirían si no
es por capital humano de nuestra Fuerza Aérea, su gente.

Y lo mismo se puede decir de todas nuestras Fuerzas Militares y de nuestra Policía: su gente es lo
mejor.

Pero además, general (Julio Alberto) González (Comandante de la FAC), el día de hoy, que estamos
cumpliendo 91 años, en el primer año de esta década, hay una situación que quiero señalarle y que nos
da buenos augurios: en mi posesión sucedió algo parecido, llovió y salió el sol, me dijeron después que
eso era el mejor síntoma de buenos augurios.

Entonces esto que nos acaba de suceder hoy, estar mojados y ahora ver el sol, quiere decir que esta
Fuerza Aérea en esta década va a ser una Fuerza Aérea mucho más efectiva.

Durante mi tiempo en el Ministerio de Defensa, implementamos dos doctrinas, hoy vigentes en las
Fuerzas Armadas: la Doctrina de Acción Integral, y la Doctrina de Acciones Conjuntas y Coordinadas.

Estamos hoy ante una Fuerza Pública que trabaja de manera solidaria, compartiendo información y
ayudándose entre sí.

¡Y miren cómo nos ha funcionado para alcanzar los grandes logros de la seguridad democrática!

Los terroristas y las organizaciones criminales han sentido los más contundentes golpes de su historia,
gracias, precisamente, a esa cooperación.

Militares y policías se han apropiado de los conceptos de UNIDAD y de TRABAJO EN EQUIPO, y ese
es un activo de las Fuerzas Armadas que debemos seguir alimentando.

Hemos madurado mejor que otras organizaciones militares y policiales del mundo, donde persiste el
individualismo de sus agencias y los celos para adjudicarse logros y éxitos operacionales.

Aquí, todos entendemos que nuestros únicos rivales son los criminales y los que atentan contra nuestra
patria, y asumimos la paz y la prosperidad como los máximos propósitos nacionales.

También debemos entender que hemos avanzado mucho en el combate a los terroristas y
narcotraficantes, pero que no podemos descansar, no podemos bajar la guardia, porque sus intenciones
y su capacidad de sembrar terror no han terminado.

Los miembros de la Fuerza Aérea deben seguir luchando, con coraje, con capacidad táctica, con todo el
respaldo del Estado, para que cese de una vez la pesadilla de la violencia.

De hecho, la FAC define al VALOR –uno de sus principios- como aquel que les da “la fortaleza física y
mental para hacer lo correcto, sin apreciar conveniencias personales, actuando con lealtad y firmeza en
toda circunstancia”.

Por esto, en este aniversario número 91 de la Fuerza Aérea, les reitero mi felicitación a todos sus
integrantes, a todos quienes han sido condecorados en esta ceremonia, y los invito a seguir luchando
por Colombia, con todo el poderío, con toda la precisión y con todo el profesionalismo que siempre los
ha caracterizado.

Sin duda, están viviendo el mejor momento de la institución

¡Están haciendo historia, y la historia les va a reconocer esos méritos!

Quisiera terminar recordando una estrofa del himno de nuestra Fuerza Aérea, que destaca su esencia,
su motivación y su entrega.

“En los blancos jirones de un velo, 


de las nubes saltar a luchar. 
Descender con arrojo del cielo 
A morir por la patria o triunfar”.

Sigan adelante, amigos de la FAC, sigan adelante por Colombia, por la libertad, por la vida,
conquistando desde el aire un mañana de paz para todos los colombianos.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Coloquio


Internacional Independencia y Constituciones: Otra Mirada al
Bicentenario

Cartagena, 8 nov (SIG). “Los apasionantes sucesos, a éste y el otro lado del Atlántico, ocurridos entre
1808 y 1815, en los años que forjaron la independencia de las naciones hispanoamericanas, formaron
también nuestra realidad jurídica e institucional.

Lo que somos hoy, lo que vivimos hoy, las leyes por las que nos regimos, nuestro aparato estatal, tienen
raíces firmes en los hechos y textos que se produjeron hace dos siglos.

Por eso resulta tan oportuna la citación que ha hecho la Corte Constitucional de Colombia, en cabeza de
su Presidente, el magistrado Mauricio González, para analizar, desde este histórico puerto de
Cartagena, la relación indisoluble entre nuestro proceso de Independencia y las Constituciones.

Celebro, además, que a este Coloquio se haya invitado a personalidades que tienen tanto que decir
sobre esta materia, como el ex presidente del Gobierno de España, nuestro buen amigo Felipe
González, quien es además Embajador del Reino de España para la celebración del Bicentenario de las
Independencias de las naciones iberoamericanas;

como el ex presidente Belisario Betancur, quien aporta su profundo conocimiento de la historia y su


continuo análisis de las relaciones entre América y España;

como doña Teófila Martínez, Alcaldesa de la ciudad de Cádiz, en cuyo territorio sesionaron las cortes
que produjeron la primera constitución española y una de las más liberales de su tiempo; como tantos y
tan respetados historiadores y académicos provenientes de diversas partes del mundo, expertos en esta
época histórica, que nos ayudarán a descifrar sus claves y sus lecciones.

Si algo nos ha dejado este año en que conmemoramos los 200 años desde el grito de independencia de
1810, es una mayor conciencia sobre la realidad de lo que entonces ocurrió y sobre el legado que
diversos pueblos y culturas han hecho a nuestra nacionalidad.

Resulta claro, en primer lugar, que la intención original de los patriotas americanos no era la
independencia del Reino de España, sino obtener un grado adecuado de representación en el Reino y
de autonomía local.

La Junta Suprema de España e Indias, que sesionaba originalmente en Sevilla, en reemplazo del rey
Fernando VII, que había abdicado a favor de Napoleón, hizo en 1809 una convocatoria para constituir la
Junta Central gubernativa del Reino, con una declaración inspiradora.

En la convocatoria planteó que los vasallos y dominios españoles en las Indias ‘no eran propiamente
colonias o factorías, como los de otras naciones, sino una parte esencial e integrante de la monarquía
española’.

De manera contradictoria, sin embargo, convocó a una junta en la que las provincias de España tenían
36 representantes en tanto las provincias americanas tenían, entre todas, nada más que 9.

Esto motivó el descontentó de los americanos, que se vio plasmado en el famoso Memorial de Agravios
que preparó, a fines de 1809, el abogado payanés Camilo Torres, en el que se quejaba, a nombre del
Cabildo de Santafé, por este tratamiento.

Y lo hacía con frases tan dolidas como ésta: ‘Las Américas, señor, no están compuestas de extranjeros
a la nación española’.

El Memorial, sin embargo, nunca llegó a su destino en las Cortes de España, pues el virrey Amar y
Borbón lo guardó en su escritorio, temeroso de las consecuencias de este reclamo.
Pero el Consejo de Regencia —ahora establecido en Cádiz— sí tuvo en cuenta el descontento de los
americanos, y volvió a invitar a las colonias para que enviaran representantes a las cortes, aumentando
el número de representantes americanos a 26.

Es más, en un manifiesto del 4 de febrero de 1810, estableció principios que bien podrían haber servido
de sustento filosófico a la independencia, en un texto que más de dos siglos después, señora alcaldesa
de Cádiz, miramos como un aporte visionario nacido en su ciudad:

‘Desde este momento, españoles americanos, os veis elevados a la dignidad de hombres libres: no sois
los mismos que antes encorvados bajo un yugo mucho más duro mientras más distantes estabais del
centro del poder: mirados con indiferencia, vejados por la codicia y destruidos por la ignorancia.

‘Tened presente que, al pronunciar o al escribir el nombre del que ha de venir a representaros en el
Congreso Nacional, vuestros destinos ya no dependen ni de los ministros, ni de los virreyes, ni de los
gobernadores: están en vuestras manos’.

¡Qué buenos propósitos! Pero llegaron tarde. En las colonias florecía el descontento, y Cali, El Socorro y
Pamplona establecieron juntas autónomas, y, finalmente, Santafé, la capital del virreinato, hizo lo mismo
el 20 de julio de 1810.

Pero no se hablaba aún de independencia. Por el contrario, se seguía jurando fidelidad al  ‘augusto y
desgraciado Monarca don Fernando VII’.

Lo que sí se habló fue de Constitución, y se planteó que la Junta de Gobierno que se creaba gobernaría
interinamente, ‘mientras la misma Junta forma la Constitución, que afiance la felicidad pública’.

Y así fue. Después de complejos procesos de deliberación con las demás provincias, el 27 de febrero de
1811 se instaló en Santafé el primer cuerpo constituyente de nuestra historia, que redactó la
Constitución de Cundinamarca, la cual fue proclamada el 30 de marzo de dicho año por Jorge Tadeo
Lozano, como Presidente de Cundinamarca y ‘Vicegerente de la persona del Rey’.

Esta constitución, bastante extensa, tuvo como modelo la de los Estados Unidos, pero incluyó principios
monárquicos, que le dieron un carácter peculiar

Establecía los tres poderes: el ejecutivo en cabeza del Rey, o en su defecto el Presidente; el legislativo,
elegido por el pueblo, y el judicial; e incluía preceptos morales y religiosos —que ojalá hoy tuvieran
cumplimiento— como aquel de ‘No hagas a otro lo que no quieres que se haga contigo’.

En su conclusión hay una frase que quisiera destacar, como ejemplo de apego a la ley y la juridicidad:

‘No es para vivir sin ley para lo que habéis conquistado vuestra libertad, sino para que la ley, hecha con
vuestra aprobación, se ponga en lugar de la arbitrariedad y los caprichos de los hombres’

A esta constitución siguieron otras como las de Tunja, Pamplona, Antioquia, Cartagena, Popayán,
Mariquita y Neiva, varias de ellas con diversas revisiones, que se escribieron entre 1811 y 1815.

¡Una verdadera maratón constitucional como no ha vivido —me atrevo a asegurarlo— ninguna otra
nación en el mundo!

Esta proliferación de cartas fundamentales es muestra patente del espíritu legalista y formal de nuestra
nación, en cuya formación tenemos que reconocer el aporte de los abogados.

No es casualidad, apreciado Presidente Belisario, que digan que Colombia es tierra de abogados y
poetas, y lo digo porque usted, como otros ilustres antecesores, representa a la perfección esta
interesante conjunción de vocaciones.

Tampoco es fortuito que nuestro máximo prócer de la Independencia sea el general Francisco de Paula
Santander, abogado de la Universidad Santo Tomás, a quien se conoció como el ‘Hombre de las Leyes’
y el ‘Organizador de la República’.

De acuerdo con el abogado e historiador Víctor Manuel Uribe-Urán —quien participa en este coloquio—,
dos grupos poblacionales incidieron particularmente en la redacción de las constituciones y las
declaraciones de autonomía o independencia: primero, los abogados, y segundo, los clérigos.

Porque no podemos perder de vista el papel que cumplió la Iglesia católica en la construcción de los
cimientos de la nación.

Y mientras esto pasaba en el territorio de la Nueva Granada, en España ocurrió otro acontecimiento
constitucional de primer orden.

El 19 de marzo —día de San José— de 1812, en Cádiz, se expidió la primera Constitución española,
conocida popularmente como ‘La Pepa’, en honor del santo.

La Constitución de Cádiz no fue la primera en habla hispana (ya habíamos promulgado nosotros las
constituciones de Cundinamarca, Tunja y Pamplona, y casi simultáneamente la de Antioquia) pero sí la
primera de la península ibérica, y una de las más liberales de su tiempo.

Establecía, de manera avanzada, el sufragio universal, la soberanía en la nación, la división de poderes


y un régimen de monarquía constitucional.

No dudo en imaginar, querido Presidente González, que si usted hubiera vivido en esos tiempos,
hubiera sido uno de los creadores y promotores de esta constitución de avanzada.

Particular mención merece su artículo primero, según el cual: ‘La nación española es la reunión de todos
los españoles de ambos hemisferios’.

Otra vez en Cádiz se enviaba un mensaje de unión, y sobre todo de igualdad, a los americanos.

En algunos neogranadinos, y americanos en general, caló el mensaje de la constitución gaditana —que


se defendía a gritos por las calles de España bajo el lema de ‘¡Viva la Pepa!’— y es así como los
cabildos de Santa Marta, Riohacha, Chiriguaná, Valledupar, Panamá, Portobelo, Veraguas, Barbacoas,
Iscuandé, Guayaquil y Pasto adhirieron a ella.

No obstante, cuando Fernando VII reasumió el poder en 1814, disolvió las Cortes de Cádiz, derogó la
Constitución, detuvo a los diputados liberales y reinstauró el absolutismo monárquico.

No entendió el monarca que, durante su ausencia, el reloj de la historia había avanzado y que no podía
él, con su sola voluntad, detener el curso de la libertad, cuyo anhelo crecía en las mentes y corazones
de los americanos.

Tal vez si Fernando VII hubiera aceptado la tozuda realidad de los hechos, y preservado la vigencia de
la Constitución de Cádiz, otra hubiera sido la historia.

No falta quienes dicen —en tono de broma, y algunos un poco en serio— que ahora estaríamos
celebrando el campeonato mundial de fútbol, como nuestros hermanos ibéricos.

Así transcurrió la historia de nuestras constituciones e independencias en el periodo llamado el


Interregno, entre 1810 y 1815, cuando comienza la empresa de la Reconquista encargada a las tropas
de Pablo Morillo.

Muchos de esos constituyentes —de esos juristas y clérigos— murieron en los cadalsos, con la palabra
libertad vibrando en la garganta, y regaron con su sangre las semillas de una nueva gesta libertadora,
que sería la definitiva.

Culminada la primera parte de la guerra libertadora vino la Constitución de Cúcuta de 1821, que dio vida
a la Gran Colombia; las de 1832, 1843, 1853, 1858, 1863 y 1886, la carta más que centenaria que
imperó en nuestro país, con sus varias reformas, hasta 1991.

En este año, después del trabajo de una Asamblea Constituyente que se convocó por obra de la
voluntad popular expresada en la famosa ‘séptima papeleta’, nació la Carta constitucional que hoy nos
rige, y que es el marco de nuestro desarrollo actual como nación.

Todo este recuento me lleva a una reflexión adicional: Desde 1811 hasta hoy, Colombia ha estado
regida, casi ininterrumpidamente, por constituciones democráticas, republicanas, garantistas, que han
permitido que nos llamemos la democracia más antigua de América Latina.

El Congreso colombiano es también el más longevo de la región.

Yo mismo soy el presidente número 47 que llega a este cargo por votación popular desde el
establecimiento de la República de la Nueva Granada en 1832, o el número 59, si se añaden los
mandatarios de la Gran Colombia, los designados que ejercieron en ausencia del titular y no más de 3
dictadores de corta duración.

El historiador y catedrático de Oxford Eduardo Posada Carbó ha escrito libros y artículos para desvirtuar
la falsa idea de la falta de legitimidad del Estado colombiano o de la debilidad de su democracia, y
coincido plenamente con sus tesis.

No podemos seguirnos prestando al juego simplista de criticar la validez o fortaleza de nuestra


institucionalidad por los fenómenos de violencia que nos han afectado, o por los niveles de abstención
electoral, o por las carencias sociales que aún sufre nuestra población.

Todo lo contrario: si nuestra nación ha soportado con entereza los estragos de la violencia política,
primero; de la violencia guerrillera, después, y de la violencia narcoterrorista hoy, es, precisamente, por
la fortaleza de nuestras instituciones democráticas.

Mientras otras naciones del continente pasaron décadas sometidas al régimen de restricción de
libertades, y a menudo de terror, de dictaduras militares, los colombianos persistimos, apoyados en
nuestra tradición, en mantener la democracia y en privilegiar el camino de la civilidad.

Sólo tuvimos un breve periodo de dictadura militar, además 'blanda', entre 1953 y 1957, en el siglo XX.
Del resto, y contra todo pronóstico, hemos seguido manteniendo y fortaleciendo esa democracia y ese
constitucionalismo que nos viene desde los tiempos de la independencia.

Claro que nos falta mucho en justicia social; claro que podemos mejorar aún más nuestro desempeño
en derechos humanos; claro que aún nos afecta la violencia de grupos armados ilegales, pero nada de
ello permite sustentar la tesis peregrina —pero tristemente extendida— de que vivimos una democracia
débil.

Quien haya presenciado el proceso electoral de este año, donde candidatos de todas las vertientes nos
batimos en la arena electoral, con total libertad, viajando por todo el país, armados únicamente de
nuestros argumentos, tendrá que confirmar la fortaleza de nuestras instituciones.

El lamentado historiador David Bushnell, padre de los ‘colombianistas’, estudió con esmero los procesos
electorales en nuestro país y llegó a la conclusión de que, en aspectos como el sufragio, hemos sido
más progresistas incluso que Europa.

También lo ha dicho el historiador colombo-británico Malcom Deas. Según él, cuando aquí teníamos un
sistema electoral operante, ni los ingleses ni los franceses habían logrado tal grado de desarrollo
democrático.

Es más, de acuerdo con Deas, los ingleses que vinieron a Colombia en los años tempranos de la
república pensaban que el exceso de democracia de los neogranadinos era bastante ridículo y
reprensible.

Tal vez así les pareciera, pero debemos decir, con orgullo, que para los colombianos es siempre mejor
el exceso de democracia que la falta de democracia.

Hemos hecho mucho, hemos sacrificado mucho, para defender la democracia de los embates de la
violencia, del narcotráfico, y así tuve oportunidad de expresarlo ayer mismo en la Asamblea Anual de la
Sociedad Interamericana de Prensa, en Mérida (México).

Como es natural, el primer compromiso que allí reiteré fue el de mi Gobierno y el del Estado colombiano
con la libertad de expresión, y particularmente con la libertad de prensa.

Aquí la prensa no recibe ninguna coacción de parte del Estado, y sí todas las garantías, y nos sentimos
orgullosos de esto.
Bien lo ha dicho el Presidente Betancur: ‘preferimos una prensa desbordada que una prensa
amordazada’.

Porque una prensa libre es la mejor garantía de la transparencia y el respeto por los derechos de la
gente.

En Mérida hice también un recuento sobre la forma en que el gobierno, las instituciones y la prensa, nos
plantamos en las últimas décadas para enfrentar el crimen organizado y el terrorismo, y la manera en
que hemos defendido la calidad de nuestra democracia y las libertades fundamentales.

Hablé sobre el importante proceso de justicia y paz que permitió, por primera vez en el mundo, la
desmovilización de un grupo armado ilegal no derrotado militarmente, sin que mediara un proceso de
amnistía, usando los principios de verdad, justicia y reparación.

Hablé sobre nuestro compromiso con las víctimas, con los desplazados, que estamos plasmando en
nuestra política de restitución de tierras y en la Ley de Víctimas que cursa en el Congreso —tal vez la
más revolucionaria jamás intentada—, además en una situación especial, porque no hemos esperado al
fin de la confrontación, pues sabemos que las víctimas no dan espera.

La Constitución que hoy nos rige, la Carta de 1991, es una constitución garantista como pocas, y el
Estado está haciendo lo que está a su alcance para cumplirla y para atender todos los frentes en que
hay demandas sociales.

Pero no podemos olvidar —no podemos olvidar— que los recursos del Estado son limitados y que
deben llegar, con equidad, a todos los colombianos.

Es claro que, mientras las libertades fundamentales clásicas no conocen condiciones ni en el tiempo ni
en los recursos disponibles, el desarrollo de derechos sociales y económicos se tiene que ajustar al
ritmo al que se expande la riqueza material y cultural de la sociedad.

Porque es la comunidad de los ciudadanos la que termina respondiendo por las cargas que exige el
reclamo individual.

Hacemos lo que podemos con lo que tenemos, pero esperamos también comprensión sobre las
limitaciones fiscales de una nación en vía de desarrollo, cuyo gobierno tiene toda la voluntad —toda la
voluntad— de hacer efectivos los derechos de sus ciudadanos.

Así que los invito, apreciados amigos, como colofón de esta intervención, a que lo pensemos dos veces
antes de comprar el trasnochado discurso de la debilidad o ilegitimidad del Estado colombiano o de la
democracia colombiana.

Por supuesto que hay fallas y desafíos, pero tenemos una enorme tradición democrática y una historia
constitucional que dan fe de lo contrario.

El Presidente Felipe González ha dicho que las democracias actuales están marcadas por una mezcla
entre lo ‘mediocre y lo mediático’.

Hoy quiero asegurarle, Presidente González, a usted y todos los asistentes a este coloquio, que nuestro
objetivo en Colombia es superar esos peligros, y seguir consolidando, cada día más, una democracia
fuerte, vibrante, operante y dinámica.

Termino estas anotaciones —mitad historia, mitad reflexión—, recordando lo que dije antes, acerca de
que el nuestro es un país de abogados y poetas, y de presidentes poetas.

Déjeme por eso, Presidente Belisario, tomar prestadas sus palabras y concluir esta exposición, que ha
tenido muchas constituciones y poca poesía, con los versos con que usted cerró, hace ya varios años,
un encuentro titulado ‘El amor y la palabra’:

‘Padre Bolívar, permíteme una declaración: 


Este Encuentro está lleno de Colombia 
y yo la amo porque ella 
es de ternura y reconciliación. 
Amo a mi patria como tú la hiciste, 
Padre Bolívar, 
mi tierna patria de paz y de amor’.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la inauguración de la sede de la


Federación de Departamentos

Bogotá, 9 nov (SIG). “Yo he tenido como norma de conducta respetar siempre, y por supuesto, acatar
los fallos de los tribunales, cualesquiera que ellos sean, aquí o en el exterior.

Sin embargo, sí quisiera sentar mi voz de protesta en esta ocasión por el fallo de este tribunal en
Estrasburgo, que prohibió la extradición de Yair Klein a Colombia.

Creo que esto es una señal muy negativa.

Un país que ha sufrido tanto, un país que ha tenido tanta violencia, que está queriendo reparar a sus
víctimas, que está queriendo poner en práctica los principio de verdad, justicia y reparación, que en este
momento un tribunal europeo prohíba la extradición de una persona que supuestamente cometió todo
tipo de crímenes, y que además sembró la semilla de una parte de la violencia que sufrimos los
colombianos durante tanto tiempo, me parece que es una contradicción de fondo.

Nosotros hemos colaborado –como pocos países- con la justicia internacional; hemos extraditado miles
de colombianos, colaborando con un principio y un mecanismo que hoy en día en la lucha contra la
criminalidad todos los países lo utilizan y lo utilizan con mucha frecuencia, como es la extradición.

Por eso, esa decisión de ese tribunal la lamentamos sobremanera.

He pedido al Ministro del Interior y de Justicia (Germán Vargas Lleras) que busque los mecanismos para
ver si hay alguna forma de apelar esa decisión.

Alcanzar la prosperidad es un trabajo de todos

Quiero comenzar agradeciéndole muchísimo al doctor (Luis Jorge) Sánchez (Presidente de la


Federación de Departamentos y Gobernador del Huila) y a María Teresa (Forero, Directora de la
Federación de Departamentos) esta invitación a inaugurar esta importante oficina

Que los gobernadores estén cada vez mejor organizados, mejor coordinados, solamente trae beneficios
para el país.

Ustedes saben y han oído muchas veces que yo he sido un gran convencido de que el desarrollo debe
ser un desarrollo a partir de las regiones.

Y lo digo porque yo estudié desarrollo económico y he logrado constatar que a través de la historia, el
desarrollo exitoso de los países siempre se ha dado a partir de las regiones.

Y por eso yo celebro mucho que los gobernadores, que son las expresiones más autorizadas de las
regiones, estén cada vez mejor organizados.

El ex Presidente (de España) Felipe González decía con mucha satisfacción –porque él quiere mucho a
Colombia- cómo Colombia estaba de moda en todos los escenarios internacionales, porque él había
asistido a unos seminarios y a unos eventos de inversionistas, y que ahora que América Latina está
también de moda, porque cada vez es más evidente que tenemos lo que el mundo quiere, que dentro de
América Latina el país que está surgiendo con más ímpetu en el escenario mundial es Colombia.

Esa era una circunstancia muy especial que debíamos aprovechar, porque no siempre se conjugan
unas circunstancias como las que se están conjugando en Colombia, para poder realmente dar ese
salto hacia lo que hemos llamado la Prosperidad Democrática.

Y ese salto, para poder ser exitosos, tiene que ser un salto impulsado por todos, el Gobierno Nacional
solo no puede.

Nos hemos puesto unas metas muy ambiciosas, y ustedes saben que hemos puesto además ante el
Congreso unas leyes también muy ambiciosas.

La Ley de Víctimas es tal vez la ley más ambiciosa que se ha presentado en cualquier ligar del mundo.

Pero no solo eso. La reforma a las regalías, que ustedes saben que es necesaria, y que nos va a dar a
los colombianos parte de la gasolina que tenemos para financiar ese salto.

Esos objetivos tan altos que nos hemos puesto, solamente podrán ser alcanzados si todos trabajamos
juntos, porque son difíciles y no van a venir de un día para otro.

A mí me preguntaba Felipe González, precisamente, que cuál era mi temor más inmediato, y yo le decía
que paradójicamente el demasiado optimismo de la gente.

Ustedes han visto las encuestas. En el país más del 80 por ciento, el 82 por ciento –eso no tiene
precedentes- piensa que el país va por buen camino.

Eso es muy importante.

El optimismo es una especie de, alguien lo llamaba, como el sol, el papel del sol frente a la vegetación:
sin sol no crece. El optimismo es necesario, pero demasiado optimismo, demasiadas expectativas,
muchas veces pueden ser contraproducentes.

Manejar esas expectativas en forma realista, explicándole a la gente que las cosas van a mejorar pero
no de un día para otro, ese es un papel muy importante.

Pero de todas formas para poder lograr esos objetivos que nos hemos puesto, ese trabajo correcto de
toda la sociedad colombiana, de todo el Estado colombiano es indispensable.

Reunión con el Partido Verde

Por eso, Gobernador (Luis Jorge) Sánchez, la Unidad Nacional, por eso ese llamado a la Unidad
Nacional, que inclusive hoy tuvimos una reunión, la primera reunión que tuvimos con el Partido Verde
oficialmente, donde ellos –y yo tengo que hacerle un reconocimiento al Partido Verde- han venido
apoyando buena parte de las iniciativas del Gobierno en el Congreso.

Identificamos unos temas donde vamos a poder trabajar juntos, y creo que ese es el espíritu con que
todos deberíamos tratar de trabajar: respetando las diferencias, respetando los disensos, pero si nos
ponemos de acuerdo en lo básico eso es lo importante y eso es lo que nos va a permitir cumplir con los
objetivos.

Concertación con las regiones

Y si hay alguna interlocución necesaria es la del Gobierno Nacional con los gobernadores. Por eso yo
les quiero también agradecer el apoyo que le han venido prestando al Gobierno en muchas de las
iniciativas.

La iniciativa de la Ley de Ordenamiento Territorial que ya hizo tránsito en la Comisión Primera de la


Cámara, va para la Plenaria de la Cámara, ya está acordado.

Es un primer paso, como lo ha dicho el Ministro de Interior, podemos hacia delante ir agregándole, por
así decirlo, más contenido, pero es un primer paso muy importante, porque no se cuántas veces se ha
ensayado la aprobación de esta ley sin éxito.

Yo creo que en esta ocasión hay un acuerdo -19 veces- hay un acuerdo digamos mínimo, y eso nos va
a permitir por lo menos tener esa ley.

Y eso va a ser un instrumento muy importante para darle vida a esa aspiración que tenemos todos, que
compartimos todos, del desarrollo a partir de las regiones.

Eso, como ustedes bien saben, combinado con el proyecto de regalías, nos obliga a sentarnos juntos a
planear el futuro. Y no solamente nos obliga, sino que esa es la forma para poder producir los mejores
resultados.

Las políticas públicas –ustedes han oído esto muchas veces- que son concertadas siempre salen mejor.

Habrá algunos puntos en donde no nos pongamos de acuerdo, pero el solo hecho de discutirlo, de
sentarnos a decir: ‘mire, nosotros pensamos esto, el Gobierno piensa aquello’, y yo estoy seguro que en
la mayoría de los puntos nos vamos aponer de acuerdo, como ya nos hemos puesto de acuerdo.

Eso es de gran importancia para ese salto, para ese desarrollo que queremos nosotros darle al país,
aprovechando esas circunstancias especiales que se nos están presentando.

Hay muchísimos temas, el inventario es muy grande. Algunos puntos que mencionó el Presidente de la
Federación:

El del Fonpet (Fondo de Pensiones Territoriales), con mucho gusto Gobernador sentémonos a ver qué
solución le podemos dar, así sea parcial, a ese problema, que sé que es muy serio.

El tema de la salud ni se diga. Ustedes saben el esfuerzo de concertación que hemos hecho.

Los actores fundamentales del sistema de salud, la mayoría están satisfechos con el proceso, ya se
están para presentar las ponencias de las diferentes reformas en ese aspecto, y por supuesto que la
contribución de los gobernadores, que son quienes están en la primera fila en esta gran política pública,
pues para nosotros es muy importante que mantengamos una comunicación muy fluida, para que
podamos acertar en esa gran reforma y muy importante reforma que requiere la salud en Colombia.

Lucha contra el contrabando

El tema del contrabando. También hay, Gobernador, tendrá todo, todo nuestro interés y nuestro
respaldo.

Algunos de ustedes recordarán que cuando yo fui Ministro de Comercio, hace ya 20 años -¿hace cuánto
fue, Presidente Samper, que usted me entregó la bandera del Ministerio? 1991, 19 años- de las
primeras acciones que hicimos fue sentarnos con las tabacaleras y con las licoreras a ver cómo
podíamos afrontar este terrible problema del contrabando.

De ahí salió la reducción de los impuestos, ahí hubo algunos beneficios, logramos avanzar algo.

Me acuerdo que con las tabacaleras fue muy difícil. En ese momento estábamos iniciando el proceso
del Tratado de Libre Comercio con México, y me acuerdo perfectamente que le pedí a la entonces
Asesora de Comercio del Presidente Bush, a la señora Carla Hills, que nos ayudará a poner en cintura
el contrabando de los cigarrillos que salían de los Estados Unidos y que llegaban finalmente a fumarse
en Colombia y que no pagaban ni un solo impuesto.

Y ella me dijo que iba a ensayar y que después había encontrado una gran resistencia legal, que eso
era interferir en los procedimientos de la empresa privada fuera de sus fronteras, porque queríamos que
a través de Aruba y a través de Panamá se pudiera controlar.

Finalmente no se pudo hacer nada en ese momento con los cigarrillos pero sí se pudo hacer con los
licores.

Hoy el problema subsiste, menos en los cigarrillos, los licores tienen un problema –esa cifra que usted
acaba de mencionar- el 75 por ciento del licor que se consume importado es de contrabando. A eso
tenemos que ponerle coto.

Y estamos además en la Dian, con el nuevo Director de la Dian, montando todo un sistema en el que
vamos a tener que trabajar juntos, y esa iniciativa es una de las que vamos a poner en práctica, la de
revivir estos comités que usted sugiere, que funcionaron y que por algún motivo dejaron de operar.

Eso de inmediato lo hacemos, pero no solamente eso, sino muchas acciones más. Creo que ahí hay
una comunión de intereses evidente.

Hay otros temas que yo sé que están preocupando mucho a los gobiernos departamentales, también al
Gobierno Nacional, como por ejemplo el tema de las demandas.

Me decía el Ministro Germán Vargas que hay demandas por más de 1,8 billones de pesos, y como
dicen, el rancho ardiendo.

Ni qué decir las demandas contra el Estado, contra el Gobierno Nacional, y por eso tenemos que cerrar
filas gobernadores y el Gobierno, y con gusto ayudamos a restablecer esa línea de defensa judicial para
que esas demandas no prosperen.

Eso también para nosotros es una prioridad.

Infraestructura

Muchos de ustedes me han preguntado sobre cómo podemos reactivar un aspecto de nuestra
infraestructura, que toda requiere, toda requiere un gran impulso, estamos muy retrasados en
infraestructura de todo tipo.

Las vías ni se diga, los aeropuertos siguen siendo unos aeropuertos muy pequeños para la demanda
que nosotros tenemos y que está creciendo a un ritmo muy, muy interesante.

Ayer no más estuve en Cartagena visitando el Buque de Royal Caribean, dos 200 turistas que llegaron y
me decían: si ustedes mejoran los puertos podemos traer muchísimos más, me decía el Vicepresidente
de la Compañía, Royal Caribean.

Y lo mismo me dijo el Vicepresidente de LAN Chile la semana pasada cuando fue a enterarnos de la
compra de Aires. Dijo: el potencial turístico de Colombia es enorme, enorme, pero necesitan mejorar su
infraestructura.

Una de esas medidas es simplemente alargar las pistas de muchos de los aeropuertos, porque con esas
pistas no pueden aterrizar aviones grandes, y si no pueden aterrizar aviones grandes el costo por
pasajero es demasiado alto y se vuelven poco competitivos. Y así sucesivamente.

En la parte turística es interesante ver que de los 32 departamentos, tengo entendido que 28 han
identificado el turismo como una de sus prioridades en todos los consejos de competitividad.

Pero yo me refería a un aspecto fundamental, no a los aeropuertos sino a los puentes.

Nosotros hace muchos, muchos años no invertimos en puentes. Ahora vamos a construir un puente
después de 50 años, más de 50 años que se construyó el puente allá en Norte de Santander, con el
Presidente Chávez, lo del puente de Tienditas.

Entonces yo preguntaba hace cuánto no hay un puente, por qué está tan congestionado.

Me dijeron, porque hace 50 años no construimos un puente.

Ahí, doctor (Horacio) Serpa (Gobernador de Santander) vamos a hacer la carretera a Cúcuta y la doble
calzada que acordamos Cúcuta – Bucaramanga, eso ya es un hecho y un compromiso formal del
Gobierno.

En fin, hay una cantidad de proyectos que podemos sentarnos a diseñar como regiones

Allá fue Santander con Norte de Santander a decir ‘como región miren lo que estamos planteando’.

No todo se va a poder hacer, pero creo que si unimos esfuerzos se va a poder hacer bastante.

Y soy optimista que si además podemos conectar buena parte de esa infraestructura y hacer algo
coherente, el país sí va a dar un salto en materia de infraestructura, y por ende en materia de
competitividad, y por ende, si la economía nos da los recursos, entonces podemos dar ese objetivo que
tenemos todos y es dar el salto en prosperidad social, luchar contra la pobreza y luchar contra el
desempleo.

Me dijo el Ministro de Hacienda que para el 25 de noviembre ya está citada una reunión de planeación
concertada, para comenzar a ver cuáles son los proyectos que se financiarían, por ejemplo, con las
regalías.

Y yo le agregué un ingrediente muy importante: acuérdense que el 10 por ciento de las regalías van a
ciencia y tecnología. Pero esos recursos son de las regiones, no del Gobierno Nacional.

Y es bien importante que desde ya empecemos a ver qué proyectos, qué proyectos en materia de
ciencia, tecnología e innovación son los prioritarios para que cuando lleguen esos recursos, los recursos
comiencen a rendir lo más pronto posible.

Que no lleguen los recursos a ver qué hacemos, sino que cuando lleguen ya tengamos establecido por
lo menos unas prioridades y unos proyectos que den frutos lo más pronto posible.

En fin, hay muchísimos temas, y por eso yo celebro este evento, este abrebocas con esta oficina tan
inteligente y tan importante, como paso también muy importante en el dialogo que debemos tener
gobernadores y Gobierno central.

Ayuda frente al invierno

Por ultimo, hacerles una petición muy sentida.

Tenemos un problema muy grave con el invierno. Ustedes nos deben estar viendo en todas partes, y
desafortunadamente se va ha agravar la tragedia de mas de un millón de personas.

Hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance. Estamos dando más recursos dentro de nuestra
limitada capacidad. Necesitamos también de la ayuda de ustedes, porque creo que si logramos trabajar
juntos: alcaldes, gobernadores y Gobierno Central, en algo podemos mitigar el efecto desastroso que
este invierno esta teniendo sobre una parte importante de nuestros compatriotas.

Estoy seguro que este llamado va a tener eco en los señores gobernadores y ustedes podrán contar con
el Gobierno Nacional también en colaborar con este reto tan importante que tenemos frente a la ola
invernal.

De nuevo muchas gracias señor Gobernador (del Huila), Maria Teresa (Forero), por esta invitación.

Muchas gracias a ustedes, y como dicen, estamos listos a trabajar juntos.

Mil gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la presentación


de la Política de Educación

Bogotá, 10 nov (SIG). “Es verdaderamente un placer estar aquí en el Instituto Pedagógico, fundado en
1927, y que hoy por hoy se constituye en un verdadero ejemplo de educación pública para el país por
sus altos estándares de calidad y su enfoque inclusivo.

Mi más cordial bienvenida a los estudiantes, a los maestros, a los rectores y padres de familia que
aceptaron nuestra invitación a compartir la política educativa que desarrollaremos en mi gobierno y para
firmar este ‘Gran Pacto por la Calidad de la Educación’.

Para mi gobierno, la educación es la herramienta más poderosa, más poderosa, para generar equidad.
Ha sido, es y será siempre, la manera más efectiva de crear igualdad de oportunidades.

Para construir una sociedad más justa, necesitamos que todos los niños y jóvenes tengan las mismas
oportunidades, que todos puedan acceder al sistema educativo y que el mérito determine su éxito. 

Vivimos en un mundo moderno, en una economía del conocimiento, y la educación es fundamental para
que todos los colombianos –ricos o pobres, urbanos o campesinos, costeños o cachacos- tengan las
mismas oportunidades.

Eso lo entendía Alberto Lleras, ese gran colombiano, presidente y educador, cuando dijo la siguiente
frase:
“Hay que abrir a todo colombiano una esperanza cierta, una oportunidad operante, una expectativa
legítima”.

Porque de eso se trata la educación: de abrir puertas que estaban cerradas, de crear oportunidades y
opciones de vida.

En el fondo estamos hablando de libertad. La educación nos da la libertad de escoger, la libertad de


superar nuestras condiciones sociales, la libertad para construir nuestro propio destino.

Quiero aprovechar este momento para hacerle un reconocimiento muy merecido al anterior gobierno, en
especial al Presidente Álvaro Uribe y a su Ministra de Educación, Cecilia María Vélez.

Ellos llamaron a su política de educación la Revolución Educativa, y francamente pienso que esto no es
una exageración. 

En los últimos ocho años vivimos una verdadera revolución: llegamos al 100 por ciento de cobertura
bruta en la educación básica, es decir, en primaria y secundaria

¡Y no vamos a dar ni un paso atrás!

Ahora que hemos universalizado la educación básica, los retos son aumentar en cobertura al inicio y al
final del ciclo educativo –en la primera infancia y en la educación superior- y hacer una transformación
en calidad en todos los niveles, rompiendo las grandes brechas que existen a nivel territorial.

Es indudable que los RIELES sobre los cuales ruedan las locomotoras del crecimiento –infraestructura,
vivienda, agro, minería e innovación- son la gente, los rieles son la gente, son el capital humano, y por
eso tenemos claro que EL CAMINO PARA ALCANZAR LA PROSPERIDAD ES LA EDUCACIÓN.

De la formación de ese capital humano depende nuestro presente y el futuro de las próximas
generaciones.

Por eso haremos de la calidad nuestro mantra de esta política de educación. Nos sentaremos todos los
días, y repetiremos: CALIDAD, CALIDAD Y CALIDAD.

Lo primero será impulsar una Política Integral de Primera Infancia.

Hay casi dos millones 250 mil niños. Solo el 24 por ciento de esos niños tienen acción integral, 24 por
ciento. O sea, el 76 por ciento no tienen acción integral. El 76 por ciento de los niños de cero a seis años
no tienen atención integral.

Ahí está uno de nuestros primeros retos.

La primera infancia, ese periodo de la vida desde el nacimiento hasta los cinco años, es vital porque en
esos años los niños desarrollan las habilidades cognitivas que van a definir su capacidad de aprendizaje
por el resto de sus vidas.

Lo que no se hace en los primeros cinco años, seis años, va a quedar difícil hacerlo de ahí en adelante.
 
Los estudios académicos demuestran que al nacer no hay diferencia cognitiva entre bebés, pero que a
los cinco años ya hay una diferencia considerable entre los que recibieron una ‘Atención Integral’ –esto
es, salud, educación, nutrición, amor y atención psicosocial-, y los que no tuvieron la misma
oportunidad.

Ésta es una brecha, que una vez abierta, es muy difícil y muy costosa de cerrar.  

La conclusión lógica es que tenemos que invertir en la primera infancia. Como ya vimos, en este
momento los centros de atención integral sólo cubren a uno de cada cuatro niños en situación de
vulnerabilidad.

Nuestra meta es doblar los cupos para que un millón de niños de familias de bajos recursos reciban
atención integral en el 2014, con un énfasis en calidad.

Vamos a invertir en el Programa de Atención Integral a la Primera Infancia –lo que hemos llamado el
PAIPI- para que una proporción cada vez mayor de los niños reciban atención integral en entornos
institucionales como los jardines infantiles del Ministerio de Educación, y los Jardines Sociales u
Hogares Comunitarios Cualificados del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Y para mejorar la eficiencia en la atención, vamos a aplicar los principios del Buen Gobierno a la
inversión en la primera infancia.

Vamos a coordinar e integrar todos los esfuerzos de las instituciones que hoy atienden a la Primera
Infancia, esto es el Icbf, los ministerios de Educación y Protección Social, las entidades territoriales y
organizaciones no gubernamentales, de tal forma que la Política de Primera Infancia sea más que la
suma de sus partes.

Es decir, que creemos una sinergia, que todos juntos puedan sumar más que la suma de sus partes.

Para ello hemos creado el Consejo Suprasectorial de la Primera Infancia, que nombrará un gerente con
facultades de coordinación, en el que estarán todas las entidades que trabajan en este tema,
representadas por sus Ministros, la Alta Consejería Presidencial para la Prosperidad Social en cabeza
de Samuel Azout, y la Alta Consejería para Programas Especiales.

En educación básica y media, nuestra obsesión, como ya dije –y como es el lema de la Ministra María
Fernanda Campo- va a ser la CALIDAD.

Hemos avanzado en la creación de un sistema de evaluación de la calidad en los últimos años, pero
seguimos muy atrasados frente a otros países.

Según las pruebas PISA 2006 de la Oecd, esa organización hacia la cual estamos dando los primeros
pasos para poder ingresar, nuestros estudiantes están en el puesto 53 entre 57 países en matemáticas
y ciencias.

El reporte reciente de la OECD afirma lo siguiente:

“Más de la mitad de los colombianos de 15 años o más son analfabetas funcionales pues ellos no tienen
la capacidad de usar su conocimiento y habilidades para enfrentarse a los retos convencionales del
mundo real”. 

¡De esta dimensión es el reto que tenemos por delante!

Yo sé que en las pruebas PISA estamos midiéndonos frente a los países desarrollados, pero tenemos
que ponernos metas ambiciosas para poder tener una educación de clase mundial.

Porque además, en el empleo –que es otra de nuestras obsesiones- nosotros no estamos compitiendo
con Guatemala o con Bolivia.

Un ingeniero, un matemático o un científico, o un técnico, están compitiendo en un mundo globalizado


con un ingeniero en París, un matemático en la India, un científico en la China

Eso es lo que nosotros, los colombianos, tenemos que entender. Esto no es una comparación entre
pobres, esto es una competencia en el mundo, en un mundo globalizado.

Y en las pruebas SABER 5 y 9, administradas por el Icfes, infortunadamente, también nos estamos
rajando.

Un gran porcentaje de estudiantes no alcanza a superar los niveles mínimos de aprendizaje en lenguaje,
en ciencias y en matemáticas.

Estos resultados nos plantean un enorme reto en materia de calidad educativa en el país.

¿De qué nos sirve tener cobertura universal, si el producto, o sea la calidad de la educación con que
salen estos niños no les sirve de nada?

De cierta forma es como estar botando a la basura esa inversión tan monumental.

Por eso la importancia de la calidad.


Claro que quedé muy entusiasmado, porque aquí estaba saludando a los niños, y le pregunté a
Alejandro: ‘¿Cuál es tu clase favorita?’. Y me dijo: ‘Matemáticas’.

Y a Daniela, que está en sexto, le pregunté: ‘¿Cuál es tu materia preferida?’. Me dijo: ‘Biología’.

Entonces ahí vamos. Este es un ejemplo del tipo de educación que les tenemos que dar a todos los
niños.

Y elevarles la calidad en matemáticas, biología, por supuesto lenguaje.

Tenemos que hacer un esfuerzo para cambiar ese rostro de la calidad de la educación si queremos ser
una sociedad prospera, si queremos llegar a esa prosperidad democrática.

Estos resultados plantean un enorme reto en materia de la calidad educativa del país.

El primer paso para mejorar la calidad es saber en dónde estamos. El Buen Gobierno –que ha sido
también otro de mis mantras en la vida pública- necesita metas concretas, medibles y comparables en
todas las áreas del Estado, pero especialmente en la educación.

Y estos exámenes son esenciales para saber si un estudiante se está quedando atrás, y darle ayuda
para que vuelva a alcanzar a sus compañeros.

Por otra parte, tenemos grandes brechas en la permanencia de todos nuestros estudiantes en el
sistema educativo.

Debemos evitar, a toda costa, el fracaso de los estudiantes de zonas rurales y poblaciones vulnerables
que ingresan al sistema con un gran esfuerzo y con una gran ilusión de obtener su título de bachilleres y
acceder a la educación superior.

Miremos el siguiente gráfico sobre la permanencia de los estudiantes desde que entran al colegio hasta
el fin del bachillerato, y podremos ver las grandes brechas que existen, que son las brechas que vamos
a tratar de disminuir.

Entre el 100 por ciento de los estudiantes, y en la zona rural solamente se gradúa el 53 por ciento, y en
la zona urbana el 84 por ciento. Ahí está esa brecha. Es una brecha que también genera todo tipo de
desequilibrios en nuestra sociedad.

Tenemos que hacer un gran esfuerzo para que en la zona rural aumente el número de niños que entra
al sistema educativo, que entran al colegio y que se gradúan del colegio.

Y nuestra meta, Ministra (de Educación, María Fernanda Campo) tiene que ser no del 84 (por ciento),
ojala no haya un solo estudiante que deje de graduarse del colegio. Ojala esa sea una realidad. Yo sé
que es ambiciosa, pero tenemos que pensar en grande.

Por eso, un eje fundamental de la Política educativa será el de cerrar la brecha entre lo rural y lo urbano.

No hay duda de que, para garantizar la calidad de la educación, debemos contar con excelentes
maestros.

Nada más memorable para un estudiante que un buen profesor; todos nosotros recordamos a algún
maestro que nos enseñó algo especial que nos cambió la vida.

Tenemos que dignificar el estatus de los maestros: la docencia no se puede considerar un empleo de
último recurso; por el contrario, debería ser vista como una de las profesiones más importantes y más
prestigiosas de la sociedad.

Si recordamos a Sócrates, a Platón, a Aristóteles, a Séneca, a Simón Rodríguez, a Andrés Bello, es


precisamente por su condición de educadores, que ayudó a forjar no sólo hombres, sino la misma
historia.

A veces me preguntan qué quiero ser cuando grande, después de ocupar el cargo de Presidente de la
República, y yo siempre he respondido –no es de ahora, esto no es algo de coyuntura, lo he respondido
desde hace mucho tiempo y ahí están las grabaciones- quisiera terminar mi vida siendo profesor,
porque creo que es una de las profesiones más lindas y más constructivas que uno puede tener en la
vida.

Por eso quisiera hacer un especial énfasis en estimular esa gran profesión de ser docentes, de ser
profesor, porque no concibo un oficio más noble ni más apasionante que el de enseñar.

Queremos que los profesores y los rectores tengan más apoyo, y que asuman también la posición de
liderazgo que se merecen dentro de sus comunidades.

Y para eso, tenemos el propósito de que los profesores tengan la formación y la remuneración que se
merecen como profesionales, y progresen en su carrera por méritos reales y tangibles, no por
conexiones políticas o mera antigüedad.

Hemos avanzado: en los últimos años más de 80.000 docentes han entrado al escalafón a través del
concurso nacional de méritos.

Pero la educación no se detiene fuera del salón de clases, necesitamos que los padres de familia
comprendan su importancia, ayuden a sus hijos con sus tareas, y le exijan a los colegios una educación
de calidad.

Porque los padres serán –tal como lo planteamos en la campaña- los primeros veedores de la calidad
de los colegios en que estudian sus hijos.

Desde el Gobierno, además, vamos a reconocer a los colegios que están dando buenos resultados para
dar a conocer sus prácticas.

Y vamos acompañar a las Instituciones Educativas de bajo rendimiento, de bajo logro; éstas son las que
más apoyo, incentivos adecuados y acompañamiento necesitan.

Mejoraremos la planta física de las instituciones educativas e invertiremos en la infraestructura escolar,


incorporando la innovación y las nuevas tecnologías para que sean usadas en los procesos
pedagógicos.

Nos proponemos aumentar el número de computadores en las escuelas, de un computador por cada
veinte estudiantes a un computador por cada doce estudiantes en el 2014.

Sin embargo, en la medida en que contemos con el concurso de la empresa privada y en que avance el
salto tecnológico del país que nos proponemos dar con el Ministerio de las TIC, sé que podremos llegar
más allá y lograr una cobertura cada vez mayor de computadores por estudiante.

En un mundo moderno y globalizado es incuestionable la necesidad del manejo de una segunda lengua.
Por eso vamos a invertir en bilingüismo. Nuestra meta es que el porcentaje de bachilleres con dominio
del inglés pase del 11 por ciento que tenemos ahora, a por lo menos el 25 por ciento en el 2014.

Yo creo, Ministra, que esa meta la podemos elevar un poquito. El 25 por ciento me parece que es una
meta demasiado poco ambiciosa.

Y les voy a dar un ejemplo de por qué es tan importante. Los colombianos tenemos una habilidad
especial para ser receptores de la inversión en esos llamados call center. Las empresas internacionales
que operan los call center dicen: ‘Colombia es un país con una gran habilidad, por la cultura, por la
idiosincracia’.

Y me decían: ‘El gran obstáculo para multiplicar el empleo en call center se llama la falta de un segundo
idioma’.

Solamente ahí, hay un potencial.

Ni qué decir de los ingenieros. Nosotros tenemos fama de graduar buenos ingenieros, pero muchos de
ellos no son contratados por falta de un segundo idioma. Y así sucesivamente.

Nuestra tarea no termina con la educación básica. En educación superior, nuestro reto en cobertura y
calidad también es enorme.  
 
El 78 por ciento de los bachilleres ingresa a estudios de educación superior. Todos los bachilleres
quieren ingresar a ese estudio, pero el 55 por ciento no completa sus estudios. O sea, solamente el 45
por ciento.

Y la cobertura de la educación superior es solamente del 37 por ciento.

Nuestra meta es pasar de ese 37 por ciento de cobertura en educación superior que hoy tenemos, a por
lo menos el 47 por ciento –cerca de la mitad- en el año 2014.

Y no hablamos de cualquier tipo de educación superior. Queremos una educación superior de calidad,
guiada por dos principios: pertinencia y equidad.

En primer lugar, vamos a hacer que la educación superior sea más pertinente.

En Colombia, el 65 por ciento de la educación superior es universitaria y el 35 por ciento es técnica,


mientras que en países desarrollados la proporción es al revés.

Vamos a apoyar la formación superior técnica y tecnológica –de la cual el Sena es una parte muy
importante- para que en unos años la proporción sea más coherente con las necesidades del país.

Los dirigentes gremiales, todos los empresarios le dicen a uno: ‘Voy detrás de un técnico para esta
nueva máquina, y no tengo esa oferta’. Cantidad de empleos que podrían generarse si hacemos la
educación más pertinente. Ese es otro de los retos más importantes.

Pero debemos hacer más. Parte de nuestra política será conseguir que las mejores universidades del
país, señores rectores, se decidan a ofrecer programas técnicos y tecnológicos de alta calidad que
formen los talentos y capacidades que necesitamos para sectores cruciales para nuestro desarrollo
como el energético, el minero, el de hidrocarburos, el informático.

Si queremos desarrollar una tecnología de software, tenemos que tener universidades que preparen a la
gente para eso. Y ahí hay un desfase que tenemos que arreglar.

Y además, que lo hagan en conjunto con el sector productivo, para que se formen los técnicos y
tecnólogos que realmente requiere el país.

Esos vasos comunicantes entre academia y sector productivo, de que tanto se ha hablado, tiene que
convertirse en una realidad.

Hay que pensar en términos de competitividad y de empleo, y de favorecer –muy especialmente- ese
primer empleo de los jóvenes que son tan importantes.

Disponemos de créditos del Icetex para quienes estudien en esos nuevos programas que se formen, y
de créditos subsidiados de Findeter para la infraestructura, las aulas, los laboratorios, el material
didáctico, que se requiera para crearlos

Porque si la educación es más pertinente, le ayudará a los recién graduados a encontrar un buen
trabajo.

En segundo lugar trabajaremos hacia la equidad, para que el acceso a la educación superior no
dependa solamente de los ingresos.

Por eso vamos a promover una reforma integral a la Ley 30 de 1992, que reglamenta la educación
superior. 

Vamos a identificar nuevas fuentes de recursos y a facilitar el acceso a ellas a través de Beca-Créditos
del Icetex.

Como lo dije muchas veces en la campaña: dando créditos y becas para educación superior estamos
sacando a miles de jóvenes bachilleres de las filas del desempleo.

Pasaremos de un poco más de 300 mil créditos en los últimos ocho años, a otorgar por lo menos 225
mil créditos en este cuatrienio, duplicando el número de recursos entregados.
Ayer, precisamente, comenzó la asignación de 54 mil nuevos créditos del Icetex, adicionales a más de
200 mil créditos que se mantienen.

Esto implica una inversión cercana a los 800 mil millones de pesos, que se entregarán el próximo año,
que es un 15 por ciento más que en el año actual.

Además, se destinarán el año entrante 160 mil millones de pesos en subsidios a los estudiantes del
Sisben 1 y 2.

Todos los esfuerzos en cobertura estarán orientados también a cerrar las brechas regionales en la
educación superior.

Hoy el 62 por ciento de los municipios cuenta con oferta, y queremos que ese 62 suba al 75 por ciento
de los municipios, que tengan esa oportunidad.

Y en todo, tenemos que trabajar por la calidad, siempre la calidad, tanto en la educación técnica como la
universitaria.

Quiero destacar otra medida que estamos adelantando para modernizar nuestras instituciones de
educación superior y dotarlas con tecnología de punta.

Hemos propuesto en la reforma a la Ley de Regalías, que está siendo debatida en el Congreso, que el
10 por ciento de las regalías regionales sean invertidas en ciencia y tecnología.

Con esta inversión, nuestros graduados van a estar al día con el estado del arte tecnológico.

Desde ya les estamos diciendo a los gobernadores –ayer estuve en una reunión con ellos- hagamos
mesas de trabajo con los rectores de las universidades, con los propios docentes, y veamos cuál es la
mejor forma de invertir esos recursos muy cuantiosos en ciencia y tecnología, con un criterio regional.

Si nos preparamos bien, cuando llegue ese dinero pues va a ser bien invertido.

Si esperamos a que llegue para comenzar a pensar cómo se invierte, vamos a perder mucho tiempo, y
además, con seguridad vamos a invertir mal ese dinero, por la dinámica de la ejecución del presupuesto
nacional cada año. Lo vamos a invertir a las carreras y no vamos a hacer bien la tarea.
  
Queridos amigos:

Hace setenta años, Germán Arciniegas, entonces Ministro de Educación de Eduardo Santos, escribió
las siguientes palabras:

“Lo único que piden las gentes de Colombia, lo mismo los campesinos que los habitantes de las
ciudades y de las aldeas, es esta arma tan elemental como decisiva: la hoja de papel y el lápiz”.
 
Ya universalizamos la educación básica, y todos los colombianos tienen acceso a la hoja de papel y el
lápiz.

Ahora nuestro reto es brindarles una educación de calidad.

¿Y qué es una educación de calidad?

“Una educación de calidad es aquella que forma mejores seres humanos, ciudadanos con valores
éticos, respetuosos de lo público, que ejercen los derechos humanos, cumplen con sus deberes y
conviven en paz. Una educación que genera oportunidades legítimas de progreso y prosperidad para
ellos y para el país. Una educación competitiva, pertinente, que contribuye a cerrar brechas de
inequidad y en la que participa toda la sociedad.”

Ese es el reto, apreciados amigos.

Y juntos –maestros, estudiantes, padres de familia, TODA LA SOCIEDAD- vamos a cumplirlo.

Vamos a comprometernos en este Gran Pacto por la Calidad de la Educación.


¡Calidad, calidad y calidad!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la presentación del Informe


Nacional de Competitividad 2010-2011

Bogotá, 11 nov (SIG). “Queridos amigos, muchas gracias por invitarme a esta presentación del cuarto
Informe Nacional de Competitividad.

Y lo digo en serio: yo pensé que después de robarme a Hernando José (Gómez, Director del
Departamento Nacional de Planeación) no me iban a invitar.

Pero veo que han encontrado un remplazo de lujo en la doctora Rosario Córdoba, y los felicito, doctor
José Alejo Cortés, doctor David Bojanini, y demás miembros del Consejo Directivo, por esta decisión tan
sabia y acertada.

Estoy seguro de que Rosario va a darle un nuevo impulso al Consejo Privado de Competitividad, entidad
que en los escasos cinco años que lleva –y aquí hay que reconocerle a todos los que la crearon y el
impulso que el Presidente Uribe siempre le dio, la importancia que siempre le dio a la competitividad- ya
se ha  convertido en unos de los principales think-tanks del país, y el gran promotor de la competitividad
a nivel nacional, y una parte esencial del Sistema Nacional de Competitividad.

Yo aquí me siento en casa, porque siempre he sido un gran creyente en la importancia de la


competitividad, y celebro lo que han hecho en estos años por mejorar la competitividad del país.

Recuerdo que en 1993, cuando yo era Ministro de Comercio Exterior, organizamos una gran conferencia
con Michael Porter y su empresa de consultoría, Monitor, sobre la competitividad en Colombia. Ahí se
sembró la semilla.

Convocamos a empresarios y a funcionarios del gobierno para discutir el tema, y de esa conferencia
salió un libro que se llamó El Desafío de la Competitividad.

Revisando mis notas, encontré que escribí las siguientes palabras en ese entonces:

“La competitividad se ha convertido en una de las grandes prioridades nacionales en virtud de la


apertura económica.  El entorno económico mundial de recesión, los peligros de la enfermedad
holandesa, con el consiguiente riesgo de revaluación, el proteccionismo de algunos países, y las fuertes
devaluaciones de las monedas europeas, son apenas algunas de las muchas buenas razones que
confirman que la construcción de la competitividad no es una alternativa sino una apremiante
necesidad.”

La verdad es que esas condiciones de entonces –hace 17 años- que estaba describiendo: la baja
demanda mundial, el riesgo de la enfermedad holandesa, el proteccionismo en las economías
desarrolladas y revaluación en el país, son las mismas. La historia se repite y hoy estamos viviendo una
situación parecida.

Y lo que era una necesidad entonces –la competitividad- sigue siendo más necesaria hoy en día, porque
todo esos fenómenos lo que hacen es hacer más importante la competitividad.

Pero hemos avanzado mucho desde ese entonces. Por primera vez tenemos una institucionalidad fuerte
en materia de competitividad, que nos permite pasar del dicho al hecho y poner en práctica una política
de competitividad de manera coordinada, sostenida y efectiva.

Esto fue lo que hizo el documento Conpes 3439 en 2006 al crear el Sistema Nacional de Competitividad
y las Comisiones Regionales de Competitividad.

El enfoque regional ha sido fundamental, porque es desde las regiones y desde las ciudades que se
realiza la producción, que se identifican los cuellos de botella, y que deben surgir las iniciativas para
mejorar la competitividad.
Un político americano decía que toda la política es local. Yo diría que toda la competitividad es local.

Las Comisiones Regionales de Competitividad han avanzado rápidamente: ya completaron 32 Planes


Regionales, donde cada departamento ha identificado sus prioridades. Eso es un gran avance.

En el 2008 el Conpes aprobó la Política Nacional de Competitividad con la siguiente visión a largo plazo:

“En el año 2032 Colombia será uno de los tres países más competitivos de América Latina, y tendrá un
elevado nivel de ingreso por persona, equivalente al de un país de ingresos medios altos.”

Esa es una meta ambiciosa, como deben ser y como he tratado de decirle al pueblo colombiano, como
es en todas nuestras metas: pensar en grande. Pero también no podemos ponernos metas irrealizables.
Tienen que ser realizables y son realizables si aplicamos los principios del Buen Gobierno, de unidad,
de eficiencia, y lo hacemos en un torno de Unidad Nacional.

Cuando los pueblos se unen, las sociedades se ponen de acuerdo en lograr un objetivo, generalmente
lo logran y eso es lo que estamos tratando de hacer en este momento tan especial de nuestra historia.

Tenemos unas oportunidades muy especiales.

Se ha generado un optimismo que no habíamos visto nunca. Los índices de optimismo de la gente,
medidos en las encuestas, no se habían presentado nunca en la historia colombiana.

El 75 por ciento de la gente cree que el país va por buen camino. El 53 – 54 por ciento de la gente cree
o se siente muy optimista sobre el futuro del país. Un 35 por ciento relativamente optimista. Y solo un
nueve por ciento se siente pesimista.

Eso contrasta radicalmente con lo que está sucediendo en Estados Unidos, en Europa, en Japón, que
uno le pregunta a la gente: ‘Usted cree que sus hijos van a tener un mejor país del que ustedes han
gozado’. Y la gran mayoría dice no.

O sea, allá el pesimismo es la mayoría.

Y el optimismo, que aquí está muy fuerte, es –alguien decía- como el sol frente a las plantas; sin
optimismo la economía no crece, sin optimismo los países no surge. Por eso es tan importante
mantener el optimismo, pero también graduarlo para que no se generen demasiadas expectativas,
porque eso también es contraproducente.

Pero la competitividad de todas formas va a ser dentro de esto una de las grandes prioridades del
Gobierno.

Como lo dije en el Cuarto Encuentro de las Comisiones Regionales, somos conscientes de que de la
competitividad depende la velocidad a la que anden nuestras locomotoras.

Y parte de nuestro compromiso con el tema se refleja en el equipo de lujo que hemos conformado en el
Gobierno.

Catalina Crane, nuestra Alta Consejera para la Gestión Pública y Privada, que ha estado conmigo desde
el Ministerio de Comercio Exterior cuando dimos los primeros pasos en el tema de competitividad con
Michael Porter, como les habpia mencionado.

Ahí está Hernando José, quien tiene también una altísima experiencia en este tema de competitividad.
Era ni más ni menos que el Presidente o el Director Ejecutivo de esta organización.

Sergio Díaz-Granados, que tuvo su experiencia también como Viceministro de Desarrollo en el


Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que hoy ocupa.

En fin, es un equipo de lujo que ha logrado poner en la agenda del Gobierno el tema de la
competitividad muy en alto, y no han tenido que hacer mucho esfuerzo, porque le están predicando al
convertido.

Esta mañana estuvimos en Medellín con todos los gurús económicos de América Latina, en una reunión
que se llama el Lacea. En esa reunión yo les decía que todo este esfuerzo que estamos haciendo, y
este esfuerzo que están haciendo ustedes hoy, el de la competitividad, es un esfuerzo que está
supeditado muchas veces a fenómenos que están fuera de nuestro control.

Y que hoy, precisamente, está reunido el G-20 en Corea, definiendo qué van a hacer con esta especie
de turbulencia monetaria internacional.

Y les decía: ‘Qué bueno tener claro, por ejemplo, cuál podría ser la posición de América Latina en esa
reunión, porque me lo preguntó el Presidente (de México, Felipe) Calderón.

Estuvimos con el Presidente Calderón y todos los presidentes de los países centroamericanos en
Cartagena hace unos días. Él iba para Corea –y son tres latinoamericanos miembros del G-20: México,
Brasil y Argentina- y le dije: ‘Mire, todos esos países, y nosotros, y ustedes, y todos los países
emergentes están sufriendo como consecuencia de la política monetaria del dólar barato de la Reserva
Federal y del Gobierno americano. Eso nos puede destruir nuestra competitividad.

Se están presentando una serie de ironías. Nosotros estamos en este momento de moda. Colombia
está en los Civets. Me decía (el ex presidente del gobierno español) Felipe González antenoche, que
venía de una reunión de empresarios en España y que Colombia era el país que todo el mundo estaba
viendo con mayor interés, de América Latina.

Y hoy, Ricardo Hausmann, Presidente de Lacea, me decía que estuvo con Mauricio Cárdenas en
Argentina, y que le sucedió lo mismo: todos los inversionistas diciendo que Colombia es el país donde
hay que ir a invertir.

¿Pero qué pasa?

Que si hay una tremenda liquidez en el mundo, y Colombia es la joya de la corona, pues el problema
para nosotros es mucho mayor que para el resto de los países emergentes, que son los que están
recibiendo las consecuencias negativas de esa política monetaria laxa.

Y me decía el Presidente Calderón: ‘Mire, mire la ironía, esta mala prensa que ha tenido México por los
problemas que están surgiendo con esa guerra contra los carteles de la droga pues me ha ayudado,
porque el flujo monetario hacia México no ha sido tan grande, por el miedo y por la prevención que
tienen por la mala prensa’.

Entonces es una ironía, realmente, que nosotros estamos haciendo las cosas bien, estamos de moda;
estamos atrayendo inversión, que es lo que todos añoramos, pero eso nos está generando unos
problemas muy serios.

Y ese es el tipo de discusiones de política pública nacional e internacional, que hoy está sobre la mesa y
que es tan importante discutir con sindéresis, con coherencia intelectual y también con cierta fortaleza
teórica.

Ahí teníamos el triste campeonato de ser el país que más había revaluado, casi en el mundo.

A partir del 1° de septiembre, donde se comenzaron a tomar una serie de medidas, ahora tenemos la
camiseta contraria, afortunadamente.

Desde el 1° de septiembre a hoy, el país que más ha devaluado su moneda en América Latina –y no sé
Catalina si en el mundo entero- es Colombia, frente al resto, porque la competitividad no es frente a uno
mismo sino frente al resto de los países.

¿Que por eso podamos cantar victoria?

No, y una golondrina no hace verano. Pero por lo menos estamos poniendo en marcha una serie de
políticas que contrarrestaron parte de ese problema que hemos tenido y que seguimos teniendo, de esa
presión tremenda sobre nuestra tasa de cambio.

¿Ahora, cómo se contrarresta esto? ¿Cómo se contrarresta un cambio de paradigma?

Con competitividad.
Y eso es lo que todos tenemos que entender.

Cuando yo trabajaba en la Federación de Cafeteros, hace 30 años, y el país durante muchos años era
competitivo devaluando, pero eso en el fondo lo que hacía era empobrecernos, porque si la moneda
vale cada vez menos, pues nos empobrecía.

Ese mundo ya pasó. Ya estamos en un mundo nuevo, diferente, y la única forma –porque este
fenómenos que estamos viviendo no va a desaparecer de la noche a la mañana, no vamos a ver unas
devaluaciones de nuestra moneda a menos de que comencemos a hacer locuras, cosa que no vamos a
hacer, no vamos a ver devaluaciones de nuestra moneda en el futuro mediano- la única forma es
mejorando la productividad de la economía, mejorando la competitividad.

Por supuesto que en la medida que podamos devaluar un poco pues lo haremos. Y le estamos
invirtiendo mucho dinero.

El costo para el Banco de la República de las intervenciones que se están haciendo es un costo para
sus utilidades, eso no es gratis, para mantener una tasa de cambio competitiva. Eso cuesta mucho
dinero, pero por lo menos es un costo que se reparte a través de toda la economía.

Y creo que a la larga ese tipo de políticas son más sanas y más transparentes que hacerlo selectivo,
aquí y allá: ‘Si usted necesita una ayuda entonces tome esto’. ‘Y si le dio a él por qué no le dio a este
otro’.

Ese tipo de políticas creo que como política general resultan mucho más transparentes y más efectivas
en el largo plazo, pero también hay que entender que vivimos en un mundo nuevo.

Y por eso le doy tanta importancia, tanta importancia a este trabajo que ustedes están haciendo, porque
es la única forma como nosotros vamos a poder sobrevivir en ese nuevo mundo.

Y por eso, Rosario, le agradezco muchísimo y a todos ustedes esta invitación.

Como le decía a Rosario, tendrán en mí siempre a una persona receptiva a cualquier iniciativa que
mejore nuestra competitividad, porque es a través de la competitividad como vamos a lograr esos tres
pilares de nuestro Plan de Desarrollo: más empleo formal, menos pobreza y más seguridad.

Y eso no se logra sin tener un alto índice de competitividad.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la celebración del


119° Aniversario de la Policía Nacional

Bogotá, 12 nov (SIG). “Qué bueno volver a una ceremonia en esta gran Escuela General Santander. Lo
hice muchas veces como Ministro de la Defensa. Y lo he hecho anteriormente como civil y también
como cadete. Estuve en la Escuela General Santander hace 42 años en los Juegos Inter Escuelas.

Los felicito porque este año los cadetes de la Policía ganaron esos juegos Inter Escuelas. En mi época
siempre ganaba el Ejército y quedaba la Armada de segundo y el tercer puesto se lo disputaban entre la
Fuerza Aérea y la Policía. Pero han cambiado los tiempos. En esta última competencia la Policía obtuvo
42 medallas de oro, el Ejército 32, la Fuerza Aérea 11 y la Armada 5.

Almirante Álvaro Echandía (Comandante de la Armada Nacional): tenemos que reforzar el


entrenamiento de los cadetes de la Escuela ‘Almirante Padilla’, para que el próximo año mejore ese
número de medallas de oro y ojalá mejoremos de puesto.

Pero esos juegos producen algo en lo cual he estado obsesionado. Y es la unión de nuestras fuerzas. Y
miren cómo esa unión produce no solamente resultados como la baja del ‘Mono Jojoy’, sino también el
primer puesto en los Juegos Inter Escuelas Suramericanos. Colombia obtuvo 53 medallas: 20 medallas
más que el Brasil, que obtuvo 33.

Y luego fuimos a las primeras Olimpiadas Mundiales de los Juegos entre cadetes a nivel mundial en
Turquía y obtuvimos el cuarto puesto.

Dentro de ese gran desempeño, aquí hay un cadete de esta escuela: el cadete Javier Andrés Peña
Cabrera. Felicitaciones. Ese cadete fue el que más medallas ganó en los Juegos Inter Escuelas. Y luego
ganó la medalla de oro suramericana de los 10 mil metros. Lo felicito.

General Óscar Naranjo (Director de la Policía): le pediría el favor que enviara a ese cadete a Río de
Janeiro un par de semanas. Mitad a vacaciones, pero también para que vaya a ver cómo están
organizando las Olimpiadas. Porque espero que ese cadete gane los Panamericanos y nos represente
en las Olimpiadas en Brasil cuando sucedan esas competencias. ¡Lo felicito, cadete!
 
Promoción del Bicentenario

Hoy vengo lleno de orgullo por dos razones. Primero: esta nueva promoción que incorpora a los nuevos
oficiales a la Policía, es la promoción a la cual auguro grandes resultados: la promoción del
Bicentenario.

Además, como en el día de mi inauguración: mitad lluvia y mitad sol. Eso trae buena suerte. Son 264
nuevos oficiales: 150 bachilleres, 114 profesionales, 25 bachilleres femeninas y 42 bachilleres
profesionales femeninas.

El primer puesto lo obtuvo el cadete que acabamos de condecorar: Luis Daniel Giraldo. Aquí está su
padre: Hernán de Jesús Giraldo Ríos. Y su madre: Luz Amparo Clavijo Salazar. El padre de este cadete
es un agente de la Policía Nacional en uso de buen retiro. ¡Cómo se debe sentir usted de orgulloso de
su hijo! Usted, agente en uso de buen retiro, y su hijo hoy convirtiéndose en oficial de nuestra gran
Policía. Lo felicito a usted como padre y, por supuesto, a su hijo, como ya le dije, por su desempeño.

También se graduó en esta promoción el hijo del general Rafael Parra, Subdirector de la Policía.
Muchas felicitaciones, General. A usted y a su señora, a quien deseamos que se continúe recuperando
de su salud. Y muchas felicitaciones a Julián Alfredo Parra, el nuevo oficial de la Policía.

También hay otra feliz coincidencia entre los condecorados. Entre los primeros condecorados del Curso
008 ‘Juan José Rondón’ de la Policía, se incluyó al padre del general Óscar Naranjo (Director de la
Policía Nacional), Francisco José Naranjo. ¡Qué orgullo debe sentir el padre de su hijo y el hijo de su
padre en esta ceremonia!

El mes pasado asistí a los ascensos de los suboficiales y del personal del nivel ejecutivo. Ascendimos a
más de 11 mil 600 miembros de nuestra Policía. Este año ascendimos a más de cinco mil. Y 10 mil más
ascenderán el próximo año. Así cumplimos con una promesa que hicimos cuando estábamos en el
Ministerio de Defensa.

También condecoramos a quienes participaron en la Operación Sodoma. Estos héroes que dieron el
golpe más contundente al corazón de las Farc. Y ahí estaba personal de todas las fuerzas. 

Nuevamente viendo ese espíritu de trabajo en equipo, que es el que tiene que imperar siempre, para
que nosotros podamos ser cada vez más efectivos. Estaba personal de la Dijín, que fue quien dio el
primer paso en este proceso de esta operación tan importante para la historia de la Policía y de nuestras
Fuerzas Armadas.

Si pudiéramos contar los detalles de muchas de las operaciones, veríamos cómo personas que están en
este momento en la inteligencia de la Policía o en la inteligencia del Ejército o la inteligencia de la
Fuerza Aérea o de la Armada Nacional, hacen esfuerzos monumentales, con una especial habilidad
para iniciar esos procesos que después se convierten en operaciones y después se convierten en éxitos
de nuestras Fuerzas Armadas.

Qué bueno ver en esta ceremonia al Presidente del Congreso y a los Presidentes de las diferentes
Cortes, rindiéndole homenaje, haciendo lo que Monseñor Fabio Suescún (Obispo Castrense) nos pedía
en su oración: reunámonos todos a apoyar a estas instituciones que combaten el mal. Qué bueno ver al
Estado colombiano aquí representado, dándole un apoyo y su solidaridad en esta ocasión a la Policía
Nacional.
Premio a la Excelencia

La segunda razón por la cual me enorgullezco de estar aquí, el día de hoy, es por la cantidad de
reconocimientos que la Policía ha venido recibiendo con justa razón en los últimos tiempos. La
Corporación Calidad le dio a la Policía el Premio Nacional a la Excelencia y a la Innovación en la
Gestión.

Todas las instituciones del Estado deben asimilar el proceso de mejoramiento continuo, como lo ha
hecho la Policía. Por eso vemos hoy el desempeño, por un lado en los Juegos Inter Escuelas, pero por
otro lado en la lucha contra el mal.

La Corporación Excelencia de la Justicia le dio el Premio Excelencia en la Justicia a la Dirección de


Investigación Criminal e Interpol, por haber certificado en calidad el servicio de investigación criminal.

La Policía ya acumula 27 certificaciones de calidad en sus diferentes unidades.

En otra prueba de gestión gerencial, la Policía obtuvo el fenecimiento de sus cuentas por parte de la
Contraloría. Y como si fuera poco, como el país ya se lo ha reconocido, el General Naranjo fue escogido
como el mejor Policía del Mundo por la Asociación Internacional de Jefes de Policía, como en su
momento fue escogido el general Rosso José Serrano. ¡Qué orgullo para Colombia y qué orgullo para la
Policía!

También le acaban de dar en la Revista Poder otra distinción. Pero eso es por los logros operacionales
de la institución y de las Fuerzas Armadas. Esos logros también hay que destacarlos.

Está la Operación Sodoma, donde cayó ‘Jojoy’. Ahí participó la Policía en la inteligencia y en el ataque
aéreo. Está la Operación Fortaleza, en Putumayo, donde cayó el bandido ‘Domingo Biojó’ y varios
bandidos del frente 48.

Están los continuos y certeros golpes a las estructuras de las Farc, al Eln y a las organizaciones
narcotraficantes y a las bandas criminales.

Estadísticas elocuentes

Las estadísticas en materia de seguridad también son muy elocuentes. En lo que llevamos de este año,
del primero de enero al 10 de noviembre, en los delitos que afectan lo que llamamos la Seguridad
Democrática –los homicidios, el secuestro, la extorsión y el terrorismo–, hemos bajado un 4 por ciento.

En los delitos que afectan la seguridad ciudadana –las lesiones, los hurtos, la piratería terrestre–, hemos
bajado un 13 por ciento. En los delitos que afectan la seguridad vial –lesiones y muertes en accidentes
de tránsito–, hemos bajado un 25 por ciento. Y en los delitos de alto impacto, hemos bajado un 14 por
ciento.

Estas cifras nos muestran un país en progreso en materia de seguridad. No voy a repetir lo que hemos
vivido en los últimos ocho años gracias al Presidente Uribe: cómo nos devolvió la esperanza y cómo nos
devolvió el optimismo.

Redoblar esfuerzos

Lo que vamos a hacer es continuar mejorando. Y eso requiere también perseverancia, coraje, fortaleza
y dedicación. Porque esas cifras que acabamos de ver son cifras a nivel nacional. Pero hay ciertas
ciudades y ciertas regiones de Colombia donde infortunadamente esa tendencia hacia la mejoría en
materia de seguridad no se está viendo. Por el contrario, algunos me dicen que ven que los delincuentes
están ganando espacio.

Por eso, General Naranjo, tenemos que redoblar nuestros esfuerzos. Por eso, Ministro Rodrigo Rivera,
usted sabe muy bien que no podemos bajar un milímetro la guardia. Todo lo contrario: tenemos que
estar siempre uno, dos, tres pasos adelante de los delincuentes, porque esos delincuentes son audaces,
son recursivos.

Por eso la Fuerza Pública, nuestras Fuerzas Armadas, la Policía, pero también nuestras Fuerzas
Militares, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada Nacional, todos debemos redoblar los esfuerzos.
Porque no podemos, bajo ninguna circunstancia, debilitar ese frente en donde tanto hemos avanzado,
como es el frente de la seguridad.

Plan de Desarrollo con derechos humanos

Esta tarde vamos a lanzar el Plan de Desarrollo, que va a hacer como la ruta crítica, el mapa de mi
Gobierno durante los próximos cuatro años.

Ese Plan de Desarrollo tiene tres objetivos fundamentales, tres temas en torno a los cuales se
desarrollan todos los demás: la lucha contra la pobreza, la generación de empleo formal y, por supuesto,
la base del progreso, que es la seguridad.

La seguridad va a tener en el Plan de Desarrollo un espacio muy especial, porque ahí tenemos que
priorizar qué tipo de seguridad y cómo la vamos a conseguir.

Por eso en el Plan de Desarrollo, por primera vez en un plan de desarrollo, se incluye un capítulo
especial que tiene que ver con los Derechos Humanos.

El compromiso de nuestras Fuerzas Armadas con los derechos humanos es un compromiso real que,
además, se está cumpliendo.

Miren esta estadística. Denuncias por violación a los derechos humanos en la Policía: bajaron de 1.800
en el año 2006 a sólo 10 este año. Un descenso del 99 por ciento.

Eso se está viendo también en las demás fuerzas. Y eso lo tenemos que continuar. Porque, como lo
hemos dicho tantas veces, esta victoria, esta paz que vamos a conseguir, la vamos a conseguir con la
Constitución en la mano, porque eso es lo que nos da más legitimidad.

Revelancia internacional 

Estamos también empeñados en darle en el Plan de Desarrollo, va a ser un capítulo especial, darle
importancia a la parte internacional, a lo que hemos llamado la relevancia internacional de Colombia en
el mundo.

Porque, gracias a ustedes, a los policías, a los soldados de tierra, mar y aire, hoy podemos sacar pecho
ante el mundo entero y decir: esta es una democracia operante, una democracia vibrante, una
democracia en progreso.

Vamos a ser relevantes a nivel internacional en muchos frentes. Ya nos eligieron al Consejo de
Seguridad (de la ONU). Una de las votaciones más altas en los últimos tiempos de cualquier país que
haya sido elegido en el Consejo de Seguridad.

Ya estamos jugando en los escenarios del tema que más está discutiendo hoy en día el mundo y por el
que más se está preocupando: el del medio ambiente.

Pero también nuestras Fuerzas Armadas, la Policía, van a jugar un papel importante en ese nuevo
protagonismo de Colombia en el escenario internacional.

Estamos cooperando con intercambio de inteligencia e información con prácticamente todos los países
de la región: con Estados Unidos, con Canadá, también con Europa. Somos el único país miembro de
Europol. Y con el África Occidental.

Estamos prestando asistencia técnica y capacitación a 14 países. Qué orgullo sentí como colombiano
cuando escuché ayer al Canciller de Honduras, diciéndole gracias a las Fuerzas Armadas y a la Policía
de Colombia. Rescatamos a un secuestrado primo del Presidente de Honduras.

Ese es el papel que nosotros queremos jugar de aquí en adelante en el mundo: que nos agradezcan y
que vean cómo Colombia puede participar con sus mejores Fuerzas Armadas en muchos escenarios.  
Porque además se me olvidó un detalle: no solamente ganamos las olimpiadas de cadetes sino que
llevamos cinco años en que las Fuerzas Especiales de nuestro Ejército ganan esas Olimpiadas de
Fuerzas Especiales.

Y cómo me sentí de orgulloso cuando llegué a Haití con la Canciller (María Ángela Holguín) y nos
recibieron el Primer Ministro de Haití y la Policía del mundo. ¿Y quién era la Policía del mundo? La
Policía de Colombia, que en poco tiempo se ganó el aprecio y el respeto, por su habilidad, por la forma
de cumplir con su deber, el aprecio y el respeto de todos los haitianos.
 
Lo que nos piden ahora es: manden más policías de Colombia. Ese es el papel que ustedes, oficiales
que hoy se gradúan, que toda esta institución, que todas nuestras Fuerzas Armadas, van a jugar en esa
nueva política exterior de Colombia.

Homenaje a policías caídos y secuestrados

Quiero también aprovechar para rendirles un homenaje muy sentido, a nombre de todos los
colombianos, a esos 174 policías que han caído este año en la lucha contra el terrorismo y la
delincuencia: 174 héroes de la patria.

Todavía tenemos a 13 policías secuestrados. Reitero aquí una vez más: no los olvidaremos un solo
segundo y no dejaremos de luchar hasta verlos a todos libres. Ese es un compromiso. Un compromiso
personal, un compromiso de este Gobierno, un compromiso institucional.

Seguridad ciudadana

En el Plan de Desarrollo hay un capítulo especial en materia de seguridad ciudadana. Hemos tenido
problemas para combatir el crimen y cierta delincuencia.

Por eso hemos presentado al honorable Congreso tres proyectos de ley. Uno que tiene que ver con los
delitos menores, otro con los delitos mayores y otro con el Código de Policía. Un Código que está
obsoleto, que fue redactado hace más de 40 años, expedido hace más de 40 años, donde ni siquiera se
usaba el celular, donde la tecnología ha cambiado tanto que ya está obsoleto.

Por eso mi solicitud muy respetuosa al señor Presidente del Congreso, aquí presente, al doctor
Armando Benedetti: ayúdenos a que esas leyes se aprueben a la mayor brevedad posible para poder
combatir con más eficacia a esos delincuentes, a esos criminales.

La seguridad ciudadana tiene en el Plan de Desarrollo también un espacio especial. Porque en la


medida en que nuestro Ejército, nuestra Armada, nuestra Fuerza Aérea, va avanzando y va ganando
terreno y va consolidando el territorio, la delincuencia común es el coletazo de esa victoria, de ese éxito
de nuestras Fuerzas Armadas en las zonas rurales del país.

Por eso tenemos que irnos acoplando y por eso tenemos que darle a la seguridad ciudadana cada vez
más importancia. Por eso ustedes, oficiales que hoy se gradúan, van a tener una especial
responsabilidad. Porque ahí también va a haber una prioridad y una misión muy importante para
conseguir la paz definitiva de nuestra patria y de todos los colombianos.

General Naranjo: nuevamente muchas felicitaciones. A usted y a su institución, orgullo de la patria. A los
oficiales que hoy se gradúan les digo que todos los colombianos los felicitamos. A ustedes y a sus
familias.

Aquí –que está el padre del General Naranjo, que está el padre del cadete que sacó el primer puesto, y
los padres y las madres de todos los que están graduándose hoy–, recuerdo con mucha nostalgia, hace
42 años, cuando a mí me condecoraron con una medalla parecida, cómo mi padre lloraba como una
Magdalena, lleno de orgullo, como deben sentirse todos los padres y todas las madres de estos
oficiales.

De manera que felicitaciones. Ustedes son lo mejor de la patria. Sabemos que les va a tocar mucho
sacrificio. La carrera militar y la carrera policial están llenas de satisfacciones pero también de
sacrificios.

Pero si se graduaron hoy en esta gran institución es porque tienen el temple, el coraje, para servirle a su
patria con todo lo que está a su alcance. Y si el General Édgar Vale (Director Nacional de Escuelas) hizo
bien su trabajo de orden cerrado, ustedes serán también unos grandes oficiales.

Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación de las
bases del Plan Nacional de Desarrollo

Bogotá, 12 nov (SIG). “Hoy es un día muy importante, porque estamos lanzando ni más ni menos que la
hoja de ruta para el Gobierno para los próximos cuatro años.

No es solamente un cumplimiento de lo que dispone la Ley; es un acto de gran simbolismo, porque es el


lanzamiento del Plan Nacional de Desarrollo que recoge todo lo que el Gobierno aspiramos a realizar en
este próximo cuatrienio.

Este sendero que hemos trazado como plan lo hemos llamado ‘Prosperidad para todos’.

Ustedes me escucharon muchas veces en la campaña diciendo que lo que queríamos para este país
era dar un salto de la Seguridad Democrática –que nos sentó las bases para poder pensar en otras
cosas aparte de la seguridad– a la Prosperidad Democrática, prosperidad para todos.

El acto que cataliza todo su esfuerzo es éste, el lanzamiento del Plan Nacional de Desarrollo.

Gracias al Presidente Álvaro Uribe podemos nosotros los colombianos cambiar nuestra agenda y pensar
en objetivos sociales, en objetivos económicos; pensar en insertarnos con mucho más fuerza en todo
este contexto internacional que cada vez es más importante porque, gracias a la tecnología, cada vez el
mundo está más globalizado y es más interdependiente.

Este es un plan que tiene una característica muy importante: es un plan con toda la coherencia que
requiere un Plan de Desarrollo. Lo hemos venido discutiendo, lo hemos venido analizando, lo hemos
puesto a prueba con muchos sectores para hacer este lanzamiento que es, además, un primer paso en
la protocolización del Plan de Desarrollo cuando el Honorable Congreso de la República lo convierta en
Ley de la República.

Más trabajo, menos pobreza y más seguridad

El Plan tiene tres grandes áreas y tres grandes metas que pueden resumirse en más trabajo, menos
pobreza y más seguridad.

Eso nos lleva a lo que hemos llamado ‘Prosperidad Democrática, Prosperidad para Todos’.

Por supuesto que hay toda una gama de áreas, un abanico de sectores, donde vamos a trazar los
respectivos planes; planes de los sectores, planes de las regiones. Pero todo eso confluye hacia ese
gran objetivo de generar prosperidad para todos. De eso se trata en muy pocas palabras nuestro plan.

¿Qué es prosperidad? ¿Qué es Prosperidad para todos? Es que el crecimiento económico sea
equitativo y pueda permitirnos llegar sobre todo a los más pobres para disminuir esa brecha –que en el
caso colombiano es inaceptable– entre ricos y pobres. Una de las brechas más grandes de todo el
universo, infortunadamente.

La ‘Prosperidad para Todos’ también quiere decir que llega a todas las regiones. Por eso tenemos
planes concretos, propuestas concretas para también disminuir esa brecha entre las regiones del país,
que es también una brecha inaceptable y demasiado grande.

‘Prosperidad para Todos’ también quiere decir pensar en las generaciones futuras, en nuestros hijos, en
nuestros nietos y en los hijos de nuestros nietos y en los nietos de nuestros nietos.

La parte ambiental tiene un componente muy especial que tiene mucho que ver con preservar esa gran
riqueza que tenemos los colombianos para las próximas generaciones.

La ‘Prosperidad para Todos’ también quiere decir que las locomotoras que hemos identificado como los
impulsores de la economía –el agro, la vivienda, la infraestructura, la energía, hidrocarburos y minería; y
la innovación–, esas cinco locomotoras tendrán unos rieles que son trasversales a todas ellas.
 
Uno de esos rieles –yo diría que el más importante– es el tema de la educación. Por eso lanzamos con
la Ministra hace unos días el Plan de la Educación, donde el aspecto de la calidad, si queremos
realmente ser exitosos en el mundo, la calidad de la educación tenemos que elevarla y elevarla en
forma importante.

'Prosperidad para Todos’ quiere decir más colombianos trabajando y trabajando en puestos que tengan
todos los beneficios de la Ley, es decir trabajo formal.

Prosperidad para Todos’ quiere decir también seguridad; seguridad en las regiones, seguridad en las
ciudades. Sin seguridad –y eso el ex presidente Uribe lo vio muy claro desde el principio de su
Gobierno– sin seguridad no puede haber prosperidad, sin seguridad no puede haber desarrollo. Por eso
uno de los componentes más importantes del plan es la seguridad.

Colombia puede entrar a países desarrollados

A eso vamos a destinar todos nuestros esfuerzos, a crear más trabajo, a luchar contra la pobreza y a
darles seguridad a los colombianos.

Creemos que con todos los planes alternativos o complementarios que tenemos en cada una de las
carteras, todo confluyendo hacia esos objetivos, vamos a lograr ese sueño de que Colombia entre en
ese grupo de países que hoy en día se llaman los países desarrollados.

Que Colombia pueda realmente ver el futuro, no solo con ojos optimistas, sino que ya comience a sentir
al final de este cuatrienio que los frutos del crecimiento les están llegando a todos, que estamos
sembrando la semilla para un crecimiento a largo plazo, sostenible, y un crecimiento más equitativo.

De manera que les agradezco mucho a ustedes la presencia en este lanzamiento.  

Es muy importante que entiendan que este Plan de Desarrollo, que es ambicioso, solamente se podrá
cumplir si toda la sociedad, si todos los colombianos nos unimos, dejamos buena parte de nuestras
diferencias a un lado y trabajamos todos juntos en pro de esos objetivos ambiciosos que nos hemos
propuesto.

Optimismo sin precedentes

Colombia está viviendo un momento muy especial. Tenemos unas circunstancias muy favorables. El
optimismo de la gente en este momento es un optimismo que no tiene precedentes en nuestra historia.

Todas las encuestas que le preguntan a la gente si creen que vamos por buen camino o si se siente
optimista frente al futuro, dan unas respuestas que a veces hasta nos asustan por el demasiado
optimismo. Porque no va a ser fácil, ni los frutos se van a ver de un día para otro. Requiere mucho
trabajo, va a haber muchos obstáculos, tenemos serias dificultades.

Ya estamos viviendo una de ellas: Este invierno, esta ola invernal, nos está causando estragos en todo
el país. Son obstáculos que tenemos que superar todos juntos.

Pero creo que si le ponemos empeño, le ponemos fe y trabajamos todos unidos, este Plan de Desarrollo
lo podemos convertir en una realidad.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el XXII Congreso de


Asocajas

Cali, 12 nov (SIG). “Quisiera comenzar ofreciéndoles disculpas. Siempre he dicho, desde hace mucho
tiempo, que parte del buen Gobierno no es solamente la eficacia, la eficiencia, la transparencia, la
rendición de cuentas, sino también la puntualidad.

Y también he sido un convencido del liderazgo dando ejemplo, y por eso quien debe ser más puntual en
el Gobierno debe ser el Presidente, pero hoy fue un día muy especial: graduamos a 294 nuevos oficiales
de la Policía, en la Escuela de Cadetes General Santander; y hoy era la fecha límite para lanzar el Plan
de Desarrollo, y lo lanzamos e Bogotá en medio de un –como ya es costumbre, infortunadamente en
estos días- tremendo aguacero; y se fue prorrogando el tiempo, por eso les ofrezco disculpas por el
retraso.

De todas formas, aquí teníamos que estar. Así se lo dije al doctor (Álvaro José) Cobo, y le agradezco
mucho sus reflexiones y este folleto que me acaba de entregar sobre las consideraciones del sistema de
subsidio familiar para la formulación de la política pública social.

Tenemos objetivos comunes, tenemos objetivos como colombianos, y creo que esas reflexiones que
usted acaba de hacer y lo que aquí está contenido, pues será una muy importante materia prima para
ese proceso de lo que ahora llaman socialización del Plan de Desarrollo, a partir de este momento hasta
que el Congreso de la República, lo convierta en ley.

Eso es lo que nos proponemos: que todos los colombianos, que todas las organizaciones sociales se
empoderen del Plan de Desarrollo, que es la hoja de ruta para los colombianos, para el Gobierno, en los
próximos cuatro años.

De manera que muchas gracias y estaremos más que abiertos, los ministros de Protección Social, de
Educación, de Vivienda, y todo el Gobierno estarán prestos a concertar con ustedes no solamente lo
que está en el Plan de Desarrollo, sino también  discutir las observaciones que tienen ustedes sobre los
proyectos de ley que cursan en el Congreso.

Como lo he dicho tantas veces: concertar siempre es útil y constructivo. Concertar no quiere decir que
nos pongamos de acuerdo en todo, pero al menos sentarnos a escuchar las opiniones, las reflexiones
de quienes en una u otra forma van a ser o los beneficiarios o a veces las víctimas de algunas políticas
públicas. Lo que eso garantiza es que esas políticas públicas serán mejor diseñadas si hay
concertación.

De manera que bienvenido doctor Cobo, con sus observaciones, y estamos listos a establecer ese
diálogo constructivo con usted y con todos los delegados y representantes de las cajas.

Alguien decía que “el hombre más pobre no se separaría de su salud a cambio de dinero, pero el
hombre más rico daría con gusto toda su fortuna a cambio de salud”.

La salud es la primera riqueza de todo ser humano, es un básico vital, a partir del cual se desarrollan
sus talentos y destrezas, su vida en familia y en sociedad.

A la salud no sólo hay que entenderla como la ausencia de enfermedad, sino como la define de manera
integral la Organización Mundial de la Salud:

“Es un estado de completo bienestar físico, mental y social”.

Interpretándola así podemos comprender el porqué hay quienes dicen que la felicidad –ese concepto
sobre el cual han reflexionado, gracias a la conferencia del filósofo Ben-Shahar–, ante todo, radica en la
salud.

Somos felices cuando gozamos de buen estado físico y tenemos la atención necesaria para prevenir
enfermedades.

También somos felices cuando tenemos un trabajo digno y estimulante, al tiempo que sabemos que
nuestros hijos asisten a unas clases pertinentes y de calidad.

Somos felices, además, cuando gozamos de un fin de semana en familia, disfrutando de un parque, una
película o almorzando al aire libre, bajo un buen sol, que en estos días ha sido escaso.

En todos estos aspectos de la vida colombiana tienen que ver mucho ustedes, como Cajas de
Compensación Familiar.

Porque las Cajas son promotoras de felicidad, y hacen parte fundamental del objetivo que tenemos de
darles prosperidad a los colombianos.

¡Las necesitamos para sacar a 4 millones de colombianos de la pobreza extrema!

Su responsabilidad es trascendental y, como Presidente de la República sé que están comprometidas


con estos propósitos.

En nuestro gobierno hemos recibido con mucho aprecio el respaldo a la Ley de Formalización y Primer
Empleo, por parte de las Cajas de Compensación Familiar, en cabeza de Álvaro José Cobo, como
presidente de Asocajas.

¡Ustedes han demostrado ser irrestrictos aliados de esos objetivos, y me alegro muchísimo por ello!

Han asumido el esfuerzo que les hemos pedido hacer en el corto plazo, que consiste en permitir el pago
gradual de parafiscales durante los primeros tres años de nuevas empresas, a manera de motivación
para que decidan formalizarse.

Eso en realidad no tiene costo. En la medida en que nosotros integremos gente que no estaba dentro
del sistema formal, al sistema formal, todos ganamos, porque si no se integran, nunca hubiéramos
recibido esa contribución.

Es así de sencillo.

Su respaldo en esto es fundamental, porque además, uno de de los mayores incentivos para ingresar a
la economía formal es el acceso a los programas y beneficios del subsidio familiar.

Ésta es una apuesta que nos traerá en el mediano y largo plazo más empresas y más empleados en la
formalidad, aportando al sistema de seguridad social y fortaleciendo así el esquema de subsidio familiar
liderado por las cajas.

Sé que usted, doctor Cobo, tiene algunas observaciones para que esta medida sea un éxito, sin que se
afecten los recursos destinados hoy a los más necesitados; y estamos teniendo muy en cuenta sus
reflexiones y las vamos a valorar.

Esta ley es una de las piedras angulares para crear, en los próximos cuatro años, 2,5 millones de
nuevos empleos y formalizar a otros 500 mil.

Nuestro objetivo es reducir el desempleo a cifras de un dígito y también bajar la tasa de desocupación
en jóvenes de 23 a máximo el 15 por ciento.

Para ese propósito necesitaremos del impulso de esas cinco locomotoras que hemos mencionado con
tanta frecuencia –infraestructura, agricultura, vivienda, innovación y minería- y además, de una
educación pertinente y de calidad, una educación para el trabajo, como la que vamos a promover con
nuestra política educativa que lanzamos esta semana.

En materia de Salud, como bienestar físico, las Cajas también son un soporte fundamental.

Su trabajo es clave, por ejemplo, para la atención a la primera infancia, con la construcción de jardines
sociales y la operación de varios de ellos.

Qué bueno saber que las cajas brindan atención integral a la niñez, invirtiendo cerca de 57 mil millones
de pesos al año, para servir a casi 300 mil niños entre cero y 6 años no afiliados al Sistema, los niños
que hacen parte de la población vulnerable que necesita más de nuestro apoyo.

Así ustedes practican, como todos debemos hacerlo, ese valor que el Papa Juan Pablo II resumió
alguna vez como el deber de “sentir la pobreza ajena como propia”.

Él también dijo:

 “La solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y perseverante de


empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno, para que todos seamos realmente
responsables de todos"

Y a propósito del Papa Juan Pablo II, mañana vamos a asistir a una misa en el sitio donde mañana se
conmemoran los 25 años de esa tragedia de Armero, en el mismo sitio donde el Papa celebró la misa
hace 25 años.

Y esa muestra de solidaridad que Colombia tuvo en ese entonces es la que nosotros debemos tener
siempre y que queremos también tener con los más de un millón de damnificados que hoy están
sufriendo por el invierno.

Mañana el Acuerdo para la Prosperidad va a ser precisamente sobre eso: sobre cómo podemos
nosotros ayudar más a ese más de un millón de colombianos que hoy están sufriendo por esa ola
invernal.

En el caso de los niños, especialmente, no podremos nunca sentirnos ricos ni prósperos, si hay un solo
pequeño en este territorio que pase hambre o carezca de atención.

Las Cajas también han asumido el reto de tomar las riendas de las EPS del Régimen Subsidiado, y es
así como 22 de ellas son operadas por ustedes, con presencia en más de 24 departamentos y más de
500 municipios, lo que equivale a una penetración de más del 50 por ciento a nivel municipal.

Con el gobierno anterior, además, le apostaron a ser socios en la Nueva EPS.

Los felicito por ese compromiso con la salud –como bien fundamental de la vida humana– que es un
compromiso de todos.

Precisamente, desde el Gobierno, hemos presentado un proyecto de ley para consolidar un buen
sistema de aseguramiento.

Este sistema les debe otorgar a los colombianos un acceso real y sostenible a servicios de salud de
calidad.

Y haremos énfasis en la prevención, no sólo por el bienestar físico y mental de todos, sino porque está
probado que es una herramienta más eficaz y de menor costo.

Por obvio que suene, ¡prevenir es mejor que curar! Ese es un concepto que debemos interiorizar, y
precisamente ustedes, las cajas, son expertas en este tema de la prevención, y tienen mucho que
aportar al respecto.

Con el Ministro (de la Protección Social) hablábamos sobre cuáles han sido las grandes fallas de la Ley
100 y del sistema, y siempre concluíamos que esa parte de la prevención, por la forma como está
organizada, ahí fallamos y fallamos de forma grave. Y cada vez a nivel mundial, porque los sistemas de
salud están haciendo crisis en todas partes.

La conclusión es que hay que tener mucho más cuidado con la prevención porque es mucho más
efectiva y mucho más eficiente.

Buscamos también fortalecer el modelo de atención primaria en salud, de manera que se articulen mejor
los servicios básicos con la atención especializada.

Crearemos fuerzas de tarea especial contra los corruptos que desangran los recursos públicos; contra
aquellos que son capaces de robar los recursos de la salud.

A ellos los perseguiremos con la misma intensidad que combatimos a los terroristas, porque hacen un
tremendo mal a la sociedad.

Ayer, esta mañana, ya el DAS dio cuenta de seis o siete delincuentes que estaban esquilmando el
sistema de pensiones. Eso fue parte de este proceso de esos cuerpos élites que estamos enviando a
todas partes.

Pero vamos a enviar uno especial, o varios, a los puntos neurálgicos del sistema de salud.

Esperamos que el próximo año el Ministerio de Salud sea una cartera independiente desde la que
promoveremos la buena gestión de los hospitales, entre otras políticas públicas.

En cuanto al POS que vamos a actualizar, éste deberá contemplar todas las circunstancias,
medicamentos, servicios e intervenciones médicas que garanticen la vida y el bienestar de todo
colombiano.

Ustedes y nosotros entendemos que proteger la vida no es una opción que dependa de portar un carné
o tramitar una tutela.

Por eso debemos enfocarnos en un sistema de salud que sea de excelente calidad y además
sostenible.

Hay una segunda iniciativa legislativa para unificar los regímenes Subsidiado y Contributivo, atendiendo
las disposiciones de la Corte Constitucional al respecto.

Con esta reforma los ciudadanos ya no tendrán que acudir a las tutelas para recibir tratamientos que no
están contemplados en el POS, sino que tendrán la alternativa de presentar su caso ante una junta
médica que decidirá con más agilidad, y sobre todo, con mayor conocimiento médico sobre su situación

La verdad es que esta observación que hacían algunos: es que es un sistema de salud no manejado por
los médicos sino por los jueces. Ese absurdo lo vamos a borrar.

Hay otra área en la que las Cajas de Compensación Familiar tienen un papel protagónico: me refiero a
la locomotora de la Vivienda.

Nosotros tenemos la meta de construir un millón de viviendas a través de un enfoque mixto que estimule
la oferta y la demanda, generando más de 900.000 puestos de trabajo adicionales, entre empleos
directos e indirectos.

Tenemos claro que, para optimizar la política de subsidios, la aprobación del crédito y la del subsidio
deben darse de manera simultánea.

Y a eso debe sumarse la generación anticipada de los proyectos de vivienda, porque no queremos
otorgar más subsidios que después no se utilicen.

Estamos fortaleciendo los instrumentos financieros para la adquisición de vivienda, y ya anunciamos dos
de ellos la semana pasada:

Por un lado, aumentamos los cupos del subsidio a la tasa de interés, habilitando a más de 40.000
colombianos para contar con esta ayuda del Gobierno.

Y por otra parte, mejoramos las condiciones de acceso al crédito hipotecario en el Fondo Nacional de
Ahorro, disminuyendo de un año a seis meses el tiempo que deben esperar los afiliados de cesantías
para acceder al crédito.

Además, para los afiliados de Ahorro Voluntario Contractual, se incrementó la capacidad de


endeudamiento de los hogares en cerca del 40 por ciento, al aumentar el plazo del crédito de 15 a 20
años.

Estas medidas, en su conjunto, beneficiarán a más de 200 mil familias colombianas y representarán una
inversión de corto plazo superior a los 6 billones de pesos.

Proponemos también establecer metas de generación de suelo y de construcción de viviendas de


interés social por entidad territorial.

Confiamos en que, al haber una mayor oferta de suelo, eso motivará la regulación de los precios de la
tierra.

Como lo dijimos en campaña, promoveremos ciudades competitivas, equitativas, sostenibles, seguras y


amables.

Debemos darle orden al crecimiento urbano, para que las ciudades se extiendan, pero no como
manchas de aceite.

Y el tema debe planearse muy bien, porque hoy en Colombia las ciudades albergan cerca del 75 por
ciento de la población y se espera que para el año 2020 sea el 80 por ciento.

Debemos entonces pensar con ingenio para mitigar los impactos ambientales y sociales de ese
fenómeno.
En este asunto, las Cajas de Compensación familiar han sido líderes en materia de proyectos urbanos
integrales.

Su experiencia es valiosa para la creación de territorios urbanos incluyentes, pensados para la gente,
con mayores áreas verdes, redes peatonales y ciclo-rutas, mejores vías, más equipamientos y una
relación directa con sistemas integrados de transporte público.

De hecho, nos complace saber que las cajas promoverán –en los próximos cuatro años– la construcción
de 72.000 viviendas en proyectos que se destacan, precisamente, por su equipamiento integral.

En adición, las Cajas de Compensación aprobarán créditos para vivienda a 40.000 afiliados por 400.000
millones de pesos.

Y como si fuera poco, asignarán 200.000 subsidios de vivienda de interés social por 2,1 billones de
pesos para sus afiliados.

El tiempo me alcanza apenas para destacar estos tres sectores en los que ustedes hacen un aporte
diario y constante para los colombianos: empleo, salud y vivienda.

Pero son muchos más los frentes que cubren ustedes para darnos bienestar a todos.

Tienen programas de nutrición, educación formal, educación para el trabajo y desarrollo humano;
promueven la cultura, bibliotecas, el turismo, la recreación y el deporte; el crédito, el microcrédito; y
hasta la atención a las personas mayores.

Esto que vimos hoy es parte de un programa muy importante, que es el programa de la jornada escolar
complementaria. Los que somos padres de familia cómo valoramos que nuestros hijos, cuando no están
estudiando en el colegio, en su tiempo libre tengan acceso a actividades que los enriquezcan. Esa labor
sí que es importante.

Y el producto de esa labor la vimos hoy. Esa es otra gran tarea que hacen ustedes y que quiero resaltar,
porque esa jornada complementaria es un aporte al bienestar presente y futuro, de gran trascendencia.

Ustedes, como cajas de compensación familiar, abarcan todos los aspectos de la vida de nuestras
familias.

En ese sentido, son promotoras de tejido social, que procuran dar condiciones de felicidad a los
colombianos.

Y tiene un rol social importantísimo, como es redistribuir el ingreso para combatir la pobreza y reducir
brechas sociales, que son, precisamente, los objetivos de nuestro Plan de Desarrollo.

El Plan de Desarrollo tiene tres pilares fundamentales: generar empleo formal, combatir la pobreza y la
seguridad, como base del progreso. Y ustedes en eso encajan perfectamente y tienen los mismos
objetivos.

Hoy sus afiliados suman más de 330.000 empresas y 6 millones de colombianos; pero en total son 15
millones de personas que se benefician de sus servicios, sin contar los beneficiarios del régimen
subsidiado de salud que atienden.

¡Eso es una tercera parte del país que agradece el bienestar que ustedes proveen!

No me queda más que invitarlos a que sigan trabajando con ese compromiso social, con esa vocación
solidaria, con ese amor a la patria que tanto los ha caracterizado.

Ustedes cuentan con nosotros y tengo la tranquilidad de saber que el país cuenta con ustedes.

Desde el Gobierno, tal como lo hemos hecho en estos primeros 100 días, nos dedicaremos a poner las
condiciones, a entregar las herramientas, para que, unidos, podamos construir una sociedad más justa.

Sigamos trabajando por el bienestar físico, mental y social de todos los colombianos.

Yo les agradezco, de corazón, por ser permanentes proveedores de felicidad, esperanza y calidad de
vida para nuestros compatriotas.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos luego de la eucaristía en


el Camposanto de Armero

Armero Guayabal, Tolima, 13 nov (SIG). “Un saludo muy especial a todos los armeritas, a todos los
habitantes de este municipio. Y un saludo muy especial al padre Betancur, y decirle: muchas gracias por
sus palabras inspiradoras.

Hace 25 años –cómo pasa el tiempo- hace 25 años, me acuerdo perfectamente, yo estaba encargado
de la dirección del periódico El Tiempo y me llaman muy temprano y me dicen: ‘Desapareció Armero’.

Yo decía: ‘¿Cómo así que desapareció Armero?’

(Me respondieron): ‘Sí, aquí hubo una tragedia, un volcán, y Armero dejó de existir’.

Me acuerdo cómo quedé como silenciado por unos minutos, me vestí rápidamente y me fui para el
periódico, y comencé a ver las consecuencias de semejante tragedia.

Tuve a mi lado a una persona que ha sido un amigo toda la vida, un querido tolimense que tiene muchas
virtudes: la virtud de la lealtad, tiene esa gran virtud de tener nobleza de espíritu; tiene otra gran virtud,
de haber sido el mejor cronista que ha tenido Colombia en los últimos tiempos, es Germán Santamaría,
que aquí está con nosotros.

Que además va a representar a Colombia y al Tolima en la Embajada en Portugal en pocas semanas. Él


estaba trabajando en El Tiempo en ese momento, y lo envié a cubrir semejante noticia. Y él fui quien
descubrió a Omaira Sánchez.

Él la descubrió y comenzó a escribir unas crónicas que con esa habilidad que siempre lo ha
caracterizado, llamaron la atención, no solamente de los lectores del Tiempo sino llamó la atención del
mundo entero.

Y Omaira Sánchez se convirtió en un símbolo, que como lo decía el Padre Betancur, un símbolo de
esperanza, un símbolo de fortaleza, una lección que nos dio Omaira Sánchez durante todo el tiempo
que estuvo sonriendo, atrapada.

Y nosotros, haciendo unos ingentes esfuerzos para ver cómo la liberábamos.

Ahora le voy a pedir a Germán, muy brevemente, que si sube aquí a contarnos cómo fue esa
experiencia.

Y trajimos hoy a la madre de Omaira, a la madre de Omaira para que también nos acompañara y nos
contara muy brevemente qué recuerda de esa hija que sembró semejante semilla entre los colombianos
y en el mundo.

Esta tragedia fue tal vez desde el punto de vista de las consecuencias de un volcán, la segunda más
mortífera de todo el siglo XX. Creo que la única donde hubo más muertos fue una tragedia en el año
1902, en Martinica, en la isla de Martinica, donde hubo cerca de 30 mil muertos.

Pero en esta tragedia, eso estremeció al mundo. Tan es así que aquí vino el Santo Padre, y recuerdo
muy bien porque mi señora recién la había conocido, aquí vino con el Santo Padre en el año 86, a esa
misa donde el Santo Padre se arrodilló y dijo esas palabras tan lindas que repitió en parte nuestro
querido Párroco, el Padre Betancur.

Yo escribí en esa época un editorial. Voy a leer la última parte del editorial hace 25 años, que decía lo
siguiente:

‘Miles de compatriotas nuestros han sido víctimas de una naturaleza enfurecida y de un destino injusto.
Para muchos de ellos no habrá si quiera el consuelo cristiano de una cruz en un cementerio, arrollados
por estas furias naturales, desencadenadas sobre ellos. No queda ahora sino la angustiosa tarea de
enterrar nuestros muertos y pensar en que los sobrevivientes necesitan la solidaridad de todos para
rehacer sus vidas, y reconstruir lo destruido.

Para que Armero –la otrora floreciente capital algodonera de Colombia- y todas las localidades
arrasadas por la tragedia vuelvan a vivir, Colombia sin excepción, tiene un deber prioritario e
impostergable: ayudarles a quienes la desventura ha golpeado tan duramente, para que con el esfuerzo
de todos puedan recuperar su fe en el porvenir. Tal vez Dios se haya olvidado un poco de nosotros. Tal
vez haya sido una advertencia de desastres futuros, como en los pasajes bíblicos, pero nosotros no
vamos a olvidar un solo momento a nuestros hermanos heridos en la catástrofe. Y la tragedia hasta
ahora comienza.

Veinticinco años más tarde aquí estamos, recordando todavía a esos muertos y también a los vivos, a
los que sobrevivieron.

El Padre Betancur nos ha hecho una serie de peticiones, que las vamos todas a estudiar con mucho
detenimiento sobre las necesidades de este municipio.

Le preguntaba yo al Alcalde si existía el terreno para construir una de esas peticiones que nos hacía el
Padre, de un parque, que lo bautizáramos el ‘Parque Omaira Sánchez’, allá en Armero, en el municipio,
en algún sitio donde como decía el Padre Betancur, los niños puedan ir a jugar.
 
Me dice que sí, que hay un terreno, y yo quiero decirles que con mucho gusto nosotros le ayudamos a
que ese parque sea una realidad lo más pronto posible.

Y entiendo perfectamente el problema de los pensionados. Ya estoy mirando qué fue lo que debió haber
sucedido, y vamos a ver cómo estudiamos ese problema, para quitarle ese peso de encima a este
municipio, porque entiendo perfectamente que un municipio que tenía 30 mil habitantes, que de un día
para otro mueran 23 mil, eso genera toda una situación financiera que la entiendo perfectamente.

Quiero pedirle a Germán (Santamaría) que brevemente nos recuerde cómo fue esa experiencia que le
dio la vuelta al mundo y que hizo de Omaira Sánchez un símbolo, un símbolo que todavía tenemos muy
impregnado en el corazón, de esperanza, de fortaleza.

Y que sirva de ejemplo para todos los colombianos, porque me gustó mucho, Padre, unas palabras que
usted pronunció, un término que usted utilizó: el ‘síndrome del damnificado’, y lo que usted explicó que
significaba ese término.

En este momento, como todos los colombianos están viendo y muchos de ellos padeciendo, tenemos la
peor ola invernal tal vez en la historia reciente del país. Más de un millón de personas han sido
afectadas.

Ahora vamos a hacer un Acuerdo para la Prosperidad sobre ese tema en particular.

Hemos hecho todo lo que esta a nuestro alcance, pero aquí hay que utilizar esa actitud que el Padre nos
describía con tanta elocuencia, y no caer en el ‘síndrome del damnificado’, sino que todos juntos unidos,
Gobierno con el resto de los colombianos y también los propios damnificados, asumamos todos una
actitud de colaboración mutua, de solidaridad para sobrellevar esta tragedia, porque también es una
tragedia terrible, y que esta ola invernal ojala pase lo más rápido posible.

De manera que muy apropiado, Padre Betancur, ese término.

Y creo que a Germán le voy a decir que muy brevemente nos cuente cómo fue su experiencia para
conmemorar esos 25 años de esa tragedia que a toda Colombia y a todo el mundo nos destrozó el
corazón. 
El Gobierno sigue solidario. Vamos a estudiar estas solicitudes que ustedes nos han hecho, pero
recordemos a Omaira como ejemplo, porque eso es lo que queremos nosotros con este país: seguir
para adelante a pesar de las dificultades, luchar juntos a pesar de los obstáculos.

Ayer presentamos el Plan de Desarrollo para los próximos cuatro años, y yo les decía a los colombianos
y a los asistentes a esa ceremonia que si nos unimos todos como sociedad, si dejamos a un lado esa
actitud que usted describió como el ‘síndrome del damnificado’, si tenemos templanza y fortaleza,
lograremos los objetivos que nos hemos propuesto.

Por eso los invito a recordar a Omaira y a los más de 23 mil muertos de esa tragedia hace 25 años, y
que eso nos llene de esperanza, nos llene de estímulo y de coraje, para que este gran país que está
vivificado por esa experiencia de Omaira, pueda salir adelante en este mundo cada vez más
globalizado, pero un mundo que nos está ofreciendo en este momento unas oportunidades muy
especiales.

Muchas gracias, Padre Betancur por esta misa y por sus palabras. Como Presidente de la República las
acojo y le digo que del Gobierno tendrá toda nuestra ayuda y toda nuestra solidaridad, lo mismo que
este gran municipio y este gran departamento, Gobernador y Alcalde.

El Tolima y Armero Guayabal, así como Germán decía que conocía muy bien a Armero, yo también.
Tuve la oportunidad de pasar muchas vacaciones aquí en Armero antes de desaparecer. Por eso sigo
siendo solidario 25 años después.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la 14° jornada de


Acuerdos para la Prosperidad

Armero Guayabal, Tolima, 13 nov (SIG). “Otra semana, este es el Acuerdo número 14 y ya nos
acercamos, el próximo lunes cumplimos 100 días de Gobierno.

En esta semana nos hemos movido también bastante por el país. El lunes estuvimos en Cartagena en la
reunión de las cortes constitucionales de prácticamente todo el mundo, sobretodo del mundo
iberoamericano.

El martes estuvimos inaugurando la sede de la Federación Nacional de departamentos con todos los
gobernadores.

El miércoles lanzamos con la Ministra de Educación (María Fernanda Campo) la política de Educación,
en donde el propósito fundamental es, por supuesto, seguir aumentando la cobertura donde ahí se
necesite pero sobretodo concentrarnos en la calidad.

De ahí salió un compromiso con la Ministra, que todos los días íbamos a meditar; dije que vamos a tener
un mantra en materia de educación, que se llama calidad, calidad, calidad, y lo vamos a repetir para
convertirlo en realidad ojala lo más pronto posible, porque eso es algo fundamental para lograr los
objetivos que nos hemos propuesto para Colombia.

El jueves estuvimos en Medellín en la reunión de Lacea (Conferencia de la Asociación de Economía de


América Latina y el Caribe). Lacea es una asociación que reúne a los mejores economistas de toda
Latinoamérica, la preside un venezolano que asumió la ciudadanía colombiana hace un par de años:
Ricardo Hausmann. Él es un profesor muy eminente de la Universidad de Harvard.

Y qué bueno fue escuchar a estos economistas analizando la economía mundial,  que está en
dificultades, la economía latinoamericana y la economía colombiana, y constatar cómo el desempeño de
nuestra economía es tal vez de los mejores desempeños de cualquier país de la región.

Si uno lo mide por el factor riesgo, estamos vendiendo nuestros bonos en el mercado externo al mejor
precio de la historia. Es decir, nos están cobrando como interés el interés más bajo de la historia, lo cual
quiere decir que están viendo cada vez menos riesgosa la inversión en Colombia.

Las cifras de inflación, las cifras de desempleo –que siguen siendo muy altas, pero bajaron en
septiembre en forma importante- lo que ha sucedido con la bolsa, las cifras de inversión extranjera, todo
eso va muy bien.

Pero eso va acompañado de un análisis bastante preocupante de una serie de fenómenos estructurales
que tenemos en Colombia.

La calidad de la educación. Vamos muy retrasados. Todos los exámenes que hemos hecho,
comparándonos con otros países estamos en los últimos puestos, y si realmente queremos generar
empleo tenemos que atacar ese problema.

Porque cuando un bachiller o un universitario sale graduado, en el fondo está compitiendo con un
universitario de la misma carrera, no solo en Colombia sino en Europa, en Estados Unidos, en el Asia,
porque el mundo está cada vez más globalizado.

Por eso es tan importante ponernos metas ambiciosas.

El estado de nuestras carreteras, de nuestra infraestructura, inclusive comparándonos con los países de
un nivel de desarrollo parecido estamos muy atrasados. Tenemos unas necesidades enormes en ese
frente.

En fin, hay como dos mundos. Un mundo que estamos viviendo de la coyuntura que está muy positivo,
pero un mundo real, lo que llaman los economistas estructural, por otro lado, que nos impone unos
tremendos retos.

Por eso fue tan importante que después de esa reunión, ayer (viernes) mismo lanzamos el Plan de
Desarrollo. El Plan de Desarrollo que tiene tres objetivos muy sencillos: empleo y empleo formal, más
empleo, mejor empleo, empleo formal; menos pobreza y seguridad.

Esos tres elementos fundamentales serán los objetivos de todo nuestro Plan de Desarrollo. Y el Plan de
Desarrollo tiene, por supuesto, una hoja de ruta en cada uno de los sectores del Estado: la justicia, la
infraestructura, la educación, el comercio, el turismo, la agricultura por supuesto. Cada locomotora tiene
su hoja de ruta.

Pero todo eso, todo eso está diseñado para poder producir más empleo, poder reducir el número de
pobres que hay en Colombia, reducir la pobreza, mantener y mejorar la seguridad de este país.

¿Para qué? Para traernos prosperidad, prosperidad para todos, así lo bautizamos el Plan de Desarrollo.
Queremos prosperidad para todos.

El (ex) Presidente (Álvaro) Uribe nos dio la Seguridad Democrática y eso fue una condición
necesarísima para poder ahora pensar en dar el salto hacia lo que hemos llamado la prosperidad
democrática, prosperidad para todos.

Ese lanzamiento del Plan de Desarrollo pues tiene ese propósito y vamos a comenzar a socializarlo por
todo el país, para que los colombianos se empoderen de ese Plan, se adueñen del Plan, porque cuando
una sociedad se adueña del Plan hace que el Plan sea mucho más viable y más efectivo.

Recibimos el informe del Consejo Nacional de Competitividad, donde nos trazan con el sector privado
una serie de retos que están en su mayoría incluidos en el Plan de Desarrollo.

Ayer también asistimos a la ceremonia del ascenso de 243 oficiales de la Policía. Se graduaron de
oficiales 243 colombianos y colombianas.

Pero ahí hubo un aspecto muy lindo: el cadete que sacó el primer puesto de la promoción que se
graduaba como oficial de la Policía, como subteniente de la Policía, ese cadete es hijo de un agente de
la Policía en uso de buen retiro.

Y yo le veía a ese padre, un agente de la Policía retirado, el orgullo al ver a su hijo superándose y ya
graduándose como oficial al lado del hijo del Subdirector de la Policía.

General de la Policía, ex agente de la Policía, sus dos hijos graduándose de oficiales.

¡Qué cosa tan bonita y qué ejemplo de superación y de movilidad social!

Y les decía ayer que la Policía, como son nuestras Fuerzas Armadas, son un ejemplo que hoy en día en
el mundo entero, todo el mundo lo reconoce. Como sucedió hace un par de días, que gracias a la labor
–entre otros- de la Policía colombiana, se logró rescatar en Honduras al secuestrado primo del
Presidente de Honduras, Presidente (Porfirio) Lobo.

Así estamos ayudando a más de 14 países en su lucha contra el narcotráfico, en su lucha contra la
delincuencia, en su lucha contra la extorsión, contra el secuestro, y cada día reconocen más la calidad
de nuestras Fuerzas Armadas. No solamente la Policía, la Armada, nuestro el Ejército, nuestra fuerza
Aérea.

Anoche estuvimos clausurando la Asamblea de Asocajas en Cali.

Las Cajas de Compensación Familiar cumplen un papel muy importante en ese propósito del Plan de
Desarrollo de tratar de buscar la mayor prosperidad posible y la mayor equidad posible para la gran
mayoría de colombianos, y a eso los invité a todos los miembros de las Cajas.

Esta semana también vimos cómo surgió un tema que nos preocupa enormemente en el Gobierno y que
tenemos también como prioridad. Surgió el tema de un instituto del Estado, una dependencia del Estado
que se llama Fondelibertad (Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal), que es una
cuenta que maneja los recursos que financian los Gaula.

Los Gaula son aquellas unidades especiales dentro del Ejército, de la Policía, que están diseñas
específicamente para luchar contra el secuestro y la extorsión.

El secuestro ha bajado en el país 91 por ciento. La extorsión la hemos venido disminuyendo en forma
importante, y la lucha contra los delincuentes no se detiene.
Esta semana no más se desmovilizaron 44 miembros de las Farc, se capturaron 21 terroristas por parte
de la Fuerza Pública, fueron abatidos 2 terroristas.

En materia de delitos que afectan la Seguridad Democrática, en esta semana comparada con la semana
del año anterior, bajamos el 20 por ciento. En aquellos delitos que afectan la seguridad ciudadana:
lesiones, hurtos, piratería terrestre, bajamos 46 por ciento.

En la seguridad vial bajamos el 66 por ciento. En el total de delitos de impacto bajamos el 48 por ciento.
Es decir, ahí no va a ver ningún tipo de tregua.

También capturamos cabecillas importantes de las Farc. Por ejemplo, capturamos al cabecilla alias
‘Adolfito’, cabecilla del frente 66 de las Farc, en esta semana.

También incautamos muchos explosivos. El 10 de noviembre en el Terminal de Transporte Pasto, la


Policía incautó 99 tacos de pentolita que estaban ocultos en la bodega de un bus.

En fin, ahí no vamos a bajar la guardia en cuanto a la lucha contra el delito y la lucha contra la
corrupción.

Por eso este caso de Fondelibertad, apenas me contaron de lo que se estaba descubriendo
aparentemente, dije: ‘Esto hay que mandarlo a las autoridades pertinentes, a las entidades de control, y
hacer una investigación interna dentro del propio Ministerio de la Defensa’.

La persona que estaba al frente de esa entidad en ese momento, que fue una persona que tenía todas
las capacidades, se decía de él que era una de las promesas del Huila, un joven que estaba luchando
por su superación, por su país, lo pusimos al frente de esta entidad.

Lo curioso es que él siempre decía que sacaba los primeros puestos de todo el estamento del Ministerio
de Defensa en materia de fenecimiento de cuentas, que la Contraloría lo había felicitado como en efecto
aparentemente era así, que él había ejecutado el presupuesto casi en su totalidad, es decir que estaba
cumpliendo su deber.

Lo que no sabíamos era cómo lo estaba ejecutando.

Por eso, cuando nos enteramos que podía haber irregularidades, dijimos: ‘Esto hay que investigarlo’.

Si se cometieron indelicadezas –este señor ya salió del puesto en donde estaba en el Estado, estaba
trabajando con Acción Social- si se cometieron contravenciones legales, que le caiga todo el peso de la
Ley.

Ahí en eso no vamos a tener ningún tipo de contemplación, sea quien sea.

Ayer les decía a los asistentes a la presentación del Plan de Desarrollo que en esto de la corrupción
nosotros vamos a perseguir a los corruptos con igual firmeza –óigase bien- y con igual contundencia
que como estamos persiguiendo a los terroristas, porque hacen un daño parecido.

Los corruptos y los terroristas son una plaga que vamos a exterminar.

¿Ministro (del Interior) Germán Vargas, qué está pasado con el Estatuto Anticorrupción en el Congreso?

Ministro del Interior y Justicia, Germán Vargas Lleras: Presidente, pues está pasando una mala noticia,
porque de toda la agenda que el Gobierno le ha presentado a la corporación: Senado y Cámara, el
Estatuto Anticorrupción parece ser el más atrasado de todos los proyectos.

Esta semana figuraba en el orden nueve para ser discutido, lo que naturalmente envía un mal mensaje.
Guardábamos la esperanza que esta semana que inicia, se hubiere podido hacer su discusión.

Le tengo también la mala noticia de que lo bajaron al puesto ocho. Usted presentó el Estatuto
Anticorrupción, fue quizás el segundo proyecto llevó a consideración del Congreso, le tengo que reportar
esa mala noticia.

Presidente Juan Manuel Santos: Pero entonces Ministro, hablemos con el Presidente de esa Comisión a
ver si le metemos el acelerador a eso.

Necesitamos los instrumentos y las capacidades para poder luchar con más efectividad en contra de la
corrupción. El Estatuto, es un Estatuto muy audaz

Ministro, hablemos con el Presidente a ver si podemos acelerar eso.

Yo estoy seguro que el honorable Congreso está de acuerdo con nosotros que este Estatuto hay que
aprobarlo a la mayor brevedad posible. Miremos a ver cómo logramos eso, Ministro Germán.

Como les decía, ya vamos a cumplir 100 días de nuestro Gobierno. Han sido 100 días bastante
movidos.

El general (Gilberto) Ramírez, Secretario de Seguridad de la Presidencia, me tenía un cuadrito. Hemos


hecho en estos 98 días –porque cumplimos 100 días el lunes- 48 viajes nacionales, este es el número
49; siete viajes internacionales, el próximo viernes vamos a ir de visita oficial a Jamaica –es  bien
importante ese acercamiento que estamos haciendo con todas las islas del Caribe en nuestra política
internacional-; hemos asistido a 60 eventos nacionales; 40 eventos internacionales; hemos asistido a 37
eventos cumplidos en Bogotá; hemos visitado 32 municipios. En fin, hemos venido trabajando a buena
marcha y seguiremos trabajando a buena marcha.

Y este es el Acuerdo (para la Prosperidad) número 14, y lo hemos querido hacer aquí en Armero-
Guayabal, por un motivo muy especial: se cumplen los 25 años, como todos ustedes saben, de esa
tragedia terrible que sufrió Armero, que fue borrada del mapa por la ira de la naturaleza.

Recordábamos hace unos momentos, en la Misa que se celebró conmemorando esos 25 años, el
párroco, el padre Betancur, recordábamos cómo hace 25 años Omaira Sánchez, hija de este municipio,
le dio una lección de fortaleza, de templanza, de coraje, no solamente a los colombianos, al mundo
entero, luchando contra la muerte una niña de 12 años, con toda la dignidad. Y Germán Santamaría nos
describió unos momentos realmente conmovedores y desgarradores.

Germán Santamaría, otro hijo del Tolima, y ahí estaba su madre, que estaba con nosotros el día de hoy
también presente.

Y dentro de las lecciones que nos deja esa gran tragedia, es la importancia de ser previsivos, de hacer
todo lo posible por prevenir las tragedias.

De ahí, de esa tragedia de Armero, nació la institución que hoy dirige Luz Amanda Pulido, la Dirección
de Prevención y Atención de Desastres. Pero esa institución puede hacer hasta cierto punto, porque
cuando vienen desastres de gran calado, de gran magnitud, se requiere que se movilice toda la
sociedad.

Y por eso hemos querido hacer este Acuerdo para la Prosperidad aquí en Armero Guayabal, para que
podamos entre todos ver cómo hemos afrontado otro desastre que infortunadamente nos está
golpeando, y nos está golpeando muy duro, que es esta ola invernal, que según el Ideam ha sido el
invierno más fuerte en los últimos 60 años. Es decir, en mi vida nunca habíamos visto tanta lluvia.

Y creo que todos lo hemos podido ver.

Hace cuatro días en Bogotá no paró de llover un solo minuto, además llovía muy duro. Yo decía: nunca
había visto esto en mi vida. Pero eso está sucediendo en muchas partes del país, y por supuesto está
causando grandes estragos.

Más de un millón 155 mil damnificados que hemos querido atender, y el trabajo de todos los que están
ayudando en este empeño, de Luz Amanda para abajo, merecen todo el reconocimiento y toda nuestra
gratitud.

Yo le decía a Luz Amanda que debía estar muy cansada. Le decía: ‘Descanse un poco porque todo lo
que nos espera’, porque infortunadamente nos dicen los que saben de meteorología, que este invierno
va a continuar hasta diciembre y de pronto hasta entrado el año entrante.

Por eso es tan importante, que todos nos podamos movilizar, todos podamos poner nuestro granito de
arena. El Gobierno ha hecho lo que ha podido. Es más, lo primero que hicimos recién posesionados, el
8 de agosto, fue ir a la región de La Mojana, allá entre Córdoba y Sucre, y el sur de Bolívar, a hacer
presencia, porque ya desde entonces estábamos viendo los estragos que el invierno iba a causar y
estaba causando.

Infortunadamente han sido, inclusive más de los que habíamos predicho.

Y por eso estamos hoy aquí. Estamos hoy aquí para ver cómo estamos afrontando este problema, cómo
podemos ayudar a los damnificados dentro de las limitaciones que tenemos, y eso es lo que quiero que
también se entienda: el Estado colombiano y el Gobierno colombiano tienen capacidades, pero son
limitadas frente a estos fenómenos de la naturaleza.

En el caso de Armero, posiblemente habíamos podido prevenir muchas muertes, esa es una lección
importante, si se hubiera escuchado la advertencia de algunos: ‘Miren lo que puede estar sucediendo,
mire lo que podría suceder si esto pasa, si esta otra cosa pasa’.

La prevención es tan importante.

Lo vimos en Giraldo, el municipio de Giraldo, en Antioquia. Allá estuvimos con el general Rodolfo
Palomino (Director de la Policía de Carreteras).

Y ayer, general, cómo me conmovió. Ayer condecoré a la madre del Policía, el patrullero Vargas, que
allá, por rescatar a una persona de ese alud, él perdió la vida. Se sacrificó por salvar a los demás.

Qué ejemplo tan lindo, general Palomino. Yo quiero un aplauso para ese patrullero.

Cuando a uno le dicen momentos tristes del ejercicio de esta responsabilidad, momentos como el de
ayer, esa madre llorando, recordado a su hijo, general Palomino.

Pero al mismo tiempo qué lección, como la que nos dio Omaira, de fortaleza, de entrega, de coraje, y
eso es lo que necesitamos en este momento: todos unirnos, todos poner nuestro granito de arena.

En el caso del Gobierno haremos todo lo que esté en nuestro alcance –como lo hemos hecho hasta el
momento- porque esto no ha sido descuidado un solo minuto,

En cada momento, con los ministros, con Luz Amanda, con el Alto Consejero Miguel Peñaloza.

‘Mire, ojo con esto, mire que me llamaron de tal sitio, donde hay una dificultad especial, manden a la
Fuerza Aérea’. La Fuerza Aérea ha hecho una labor maravillosa, maravillosa, y lo seguirá haciendo,
pero si unimos esfuerzos –querido Gobernador (del Tolima, Óscar Barreto), usted que ha sido tan
generoso y tan entusiasmado con estas causas y con los señores alcaldes, como en el caso del Tolima-
si trabajamos juntos, podemos por lo menos mitigar, no quiero decir, ni quiero decirles que vamos a
prevenir totalmente, pero podemos mitigar los daños de tragedias como las que estamos viviendo.
Y de eso se trata este Acuerdo para la Prosperidad.

Quiero nuevamente agradecerles a todos los que participaron en las mesas, y a todos ustedes y a todos
los que han venido trabajando en este tema que nos  llega al fondo del corazón y que nos compromete
cada vez más.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en la rueda de


prensa sobre los primeros 100 días del Gobierno

Bogotá, 16 nov (SIG). “Muy buenos días a todos y muy agradecido con la presencia de todos y cada uno
de ustedes en esta primer gran rueda de prensa que damos con motivo de los 100 días que llevamos de
Gobierno.

Ayer cumplimos 100 días. Hay una tradición que creo que impuso el Presidente Roosevelt, tradición que
prácticamente todos los gobiernos en todas partes del mundo han seguido, y es la de considerar los
primeros cien días como los días en donde un gobierno se define, pone las pautas, fija a los derroteros.

Inclusive algunos, como el Presidente Roosevelt, decía que lo que no se hace en los primeros 100 días
después no se puede hacer. Yo creo que eso es un poco exagerado, pero sí los primeros 100 días
sirven para mostrarle al país el estilo de gobierno y la dirección que el gobierno quiere tomar.

Hemos considerado oportuno aprovechar estos 100 días para rendirles cuenta a los colombianos, rendir
un informe sobre lo que hemos hecho, y en cierta manera también decirles lo que vamos a hacer de
aquí en adelante.

Quiero comenzar agradeciéndoles de todo corazón a los colombianos que nos han brindado su apoyo.
La verdad es que sin el apoyo de los colombianos nada de lo que tenemos planeado va a ser posible.
Por eso les agradezco mucho el apoyo que hemos venido recibiendo.

Agradecerles a los ministros y al equipo de Gobierno su trabajo. Todos, cada una en sus carteras y cada
una en sus respectivas responsabilidades, han venido trabajando a toda máquina.

Y por eso, creo que podemos en estos primeros 100 días ya mostrar unos buenos resultados. Buenos
resultados en los diferentes frentes que nos hemos comprometido a trabajar; frentes como el de las
relaciones internacionales, donde ustedes han visto que hemos podido restablecer las relaciones con
nuestros vecinos, asumir un liderazgo en la región, y no solamente en la región, sino en diferentes
temas a nivel mundial.

Relevancia internacional de Colombia

Ese es nuestro propósito, hacer relevante a Colombia en el escenario internacional.

Gracias a que hoy podemos dar un paso hacia la Prosperidad Democrática, de la Seguridad
Democrática a la Prosperidad Democrática; gracias a lo que el Presidente (Álvaro) Uribe hizo por este
país durante los últimos ocho años, nosotros los colombianos ahora podemos mostrarnos con orgullo
ante el mundo, mostrarnos como somos, lo que representamos y lo que podemos hacer en diferentes
temas a nivel mundial.

Y eso es lo que precisamente estamos haciendo, siendo relevantes a nivel internacional.

En la parte interna hemos continuado la política de Seguridad Democrática, que le cambió la faz a este
país.

No me canso de repetir que la política de Seguridad Democrática que puso en marcha el Presidente
Uribe les devolvió la esperanza a los colombianos, les devolvió la fe en el futuro.

Porque él entendió algo muy simple: la seguridad es la base del progreso. Sin seguridad —como lo
sufrimos durante tanto tiempo los colombianos—, no podemos pensar en Prosperidad Democrática, en
inversión social, en relevancia internacional.
Éxitos en seguridad

Por eso la Seguridad Democrática —y eso lo prometimos desde la campaña— ha continuado y ha


continuado con mucho éxito. No solamente la baja de este tenebroso criminal como era el ‘Mono Jojoy’,
sino golpes contundentes que se le han venido dando a los delincuentes.

Precisamente la semana que se dio de baja al ‘Mono Jojoy’ se le dio un golpe muy fuerte al frente 48 de
las Farc; murieron cerca de 24 bandidos, entre ellos el tal ‘Biojó’, que le ha hecho mucho daño a todo el
sur del país.

Y el día de ayer, ustedes conocieron otro golpe contundente contra ese frente 48, 15 bandidos dados de
baja. Y eso significa que ese frente 48, que ha sido responsable por muchísimo daño que se le ha
causado a los colombianos, a toda esa región y por el narcotráfico de esa región hacia las Farc; es
decir, la fuente de financiación de las Farc está en manos en esa región del país, del frente 48, a quien
se le dio el día de ayer otro golpe muy contundente.

También hay que celebrar que la captura de un bandido que ha hecho mucho daño al otro lado del país,
en La Guajira, el tal alias ‘Pablo’.

Estábamos detrás de él hace mucho tiempo. Cuando yo era Ministro de Defensa, ya desde entonces
teníamos todos los operativos desplegados para capturar a este bandido y finalmente este fin de
semana la Policía capturó a alias ‘Pablo’.

De manera que en materia de seguridad ahí continuaremos. No vamos a bajar la guardia y podemos
mostrarle al país buenos resultados.

Tenemos que hacer mucho más —en eso no me cabe la menor duda y que no haya dudas— en materia
de seguridad ciudadana. Ya hemos presentado ante el Congreso varios proyectos de ley y estamos
diseñando toda una estrategia para mejorar la seguridad en las ciudades, aunque los indicadores, los
indicadores generales del país en materia de delitos, han seguido mejorando.

Eso también hay que resaltarlo porque es un esfuerzo de las autoridades y por eso quiero nuevamente
rendirles un homenaje, agradecerles a todos nuestros soldados de tierra, mar, aire, y a nuestros policías
por esa labor tan importante que vienen realizando.

Salto de la Seguridad Democrática a la Prosperidad Democrática

En el tema económico y social, ustedes saber perfectamente que la prioridad nuestra, la prioridad
nuestra es luchar contra el desempleo y reducir la pobreza.

Todo, todo lo que estamos haciendo tiene como objetivo fundamental dar ese salto de la seguridad
democrática a la Prosperidad Democrática. Y la Prosperidad Democrática es darles más trabajo a los
colombianos y sacar más y más colombianos de la pobreza.

Y todo lo que estamos haciendo en los diferentes frentes, el de la infraestructura, el de la educación, el


de la protección social, el de comunicaciones, el de justicia, todos esos frentes tienen como objetivo
fundamental, ese objetivo, el de bajar el desempleo y bajar la pobreza.

Y ahí hemos hecho un esfuerzo muy grande de poner en marcha muchos procesos; muchos procesos
que conducen a cumplir ese objetivo.

‘Vamos por buen camino’

Por eso podemos decir sin ningún reato que lo que el Presidente Uribe llamaba sus tres huevitos, están
siendo bien cuidados. La seguridad, la confianza inversionista; los datos de los últimos meses en cuanto
a la confianza en el país no tiene precedentes.

Llegamos por ejemplo, la precio más bajo, en la historia, de nuestra deuda pública. ¿Eso qué significa?
Confianza en Colombia.

Las cifras de inversión extranjera crecen cada día más; la fila de inversionistas que quieren invertir en
Colombia crece cada día más.
Los índices de la bolsa, los índices económicos en general, van por buen camino. Claro está que
también tenemos unos grandes desafíos estructurales: la calidad de nuestra educación, el retraso de
nuestra infraestructura, la lentitud de nuestra justicia, hay temas de fondo donde vamos a tener que
trabajar muchísimo si queremos que esa coyuntura favorable se mantenga.

De manera que yo creo que vamos a poder darle un parte positivo al país. Los diferentes ministros van a
hacer su respectivo balance para entrar en detalle, pero ceo que, como el país lo ha venido señalando,
vamos por buen camino.

Obstáculos

Ahora bien. Quiero repetir una vez más, no es fácil la situación hacia el futuro; hay obstáculos difíciles
de vencer, tenemos muchos problemas. Este invierno que nos está pegando tan duro, no habíamos
sufrido un invierno tan violento como el que estamos sufriendo en este momento en los últimos 60 años;
me dice el Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales) que nunca había llovido
tanto como ahora está lloviendo.

Más de un millón 150 mil —creo que está llegando a un millón 200 mil— colombianos damnificados por
el invierno. Hemos hecho lo que está en nuestras manos para ayudarles a esos damnificados, hemos
logrado llegarle a más del 95, 96 por ciento de la gente que ha sido afectada.

Pero infortunadamente, infortunadamente, el invierno va a continuar y en ciertas zonas del país va a ser
peor. De manera que tenemos que prepararnos.

Por eso hicimos ese Acuerdo para la Prosperidad el sábado en Armero, conmemorando los 25 años de
esa tragedia de Armero, pero al mismo tiempo diciéndole al país lo que cada ministerio está haciendo y
lo que pretendemos hacer.

Y solos no vamos a poder si el invierno sigue con esa intensidad. Por eso hemos hecho un llamado al
empresariado, a la comunidad internacional para que nos ayude. Vamos a organizar un evento que
hemos llamado Colombia Humanitaria para recibir ayuda del sector privado y de la comunidad
internacional y lo habíamos programado inicialmente para el día de mañana pero se decidió posponer
una semana para tener más tiempo para prepararlo mejor.

Pero tengan los colombianos la seguridad que el Gobierno todo, todos los ministros, todo el equipo de
Gobierno va a estar pendiente de ver cómo podemos ayudarles a tantos compatriotas que están
sufriendo por esa calamidad.

De todas formas tenemos que seguir adelante; tenemos fe en el futuro. Sabemos que no va a ser fácil,
los resultados de estas políticas no se van a ver de un día para otro.

Coyuntura económica

La coyuntura internacional en materia económica no es la mejor, no es fácil lo que está sucediendo en


las políticas monetarias a nivel internacional nos afectan negativamente.

El Grupo del G20 se reunió la semana pasada en Corea y de ahí no salió ninguna decisión, ninguna
solución a ese problema que está afectando a todos los países emergentes.

Hemos tomado algunas medidas para detener la revaluación del peso, medidas que afortunadamente
han tenido éxito desde el momento en que se comenzaron a tomar las medidas, del 1° de septiembre al
día de hoy, somos el país que más ha devaluado su moneda, es decir, han tenido éxito las medidas
pero sabemos que la coyuntura internacional va a continuar presionando la tasa de cambio. No
solamente del peso colombiano sino de las monedas de todos los países emergentes.

Y ahí esperemos también seguir actuando y afortunadamente no hemos agotado todos nuestros
instrumentos.

Plan de Desarrollo

Presentamos el Plan de Desarrollo. El Plan de Desarrollo es la hoja de ruta para los cuatro próximos
años; tiene los tres puntos fundamentales que hemos identificado como los objetivos que les acabo de
mencionar, fundamentales del gobierno: más trabajo, menos pobreza y más seguridad.

Y estoy seguro que si mantenemos este espíritu de unidad nacional, que lo hemos querido promover en
todas las instancias —no solamente a nivel político, no solamente a nivel de los partidos políticos, sino a
todo nivel; con las organizaciones sociales, con los sindicatos, con los gremios, este espíritu de Unidad
Nacional—, si logramos mantener y lo alimentamos todos los días vamos a poder —estoy
absolutamente convencido—, vamos a poder dar ese salto de la Seguridad Democrática a lo que hemos
llamado Prosperidad Democrática, que es prosperidad para todos.

Así hemos llamado nuestro Plan de Desarrollo: Prosperidad para Todos

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la 47° Asamblea


Nacional de Confecámaras

Itagüí, Antioquia, 18 nov (SIG). “Dicen que el pesimista se queja del viento y el optimista espera que
cambie; pero es el realista quien se decide a ajustar las velas.

Creo que ustedes tienen vocación de buenos marinos, esos que saben cuál es su puerto de destino, de
qué manera pueden sortear cualquier viento desfavorable.

Me complace enormemente escuchar el enorme compromiso de Confecámaras con este Gobierno y con
el país, a través de las palabras de todos los que aquí han intervenido.

Las cámaras de comercio representan, como pocas entidades, al colombiano emprendedor, ese que
aprovecha las dificultades para crear grandes oportunidades y no para quejarse de los obstáculos.

Por eso celebro sus iniciativas para promover la innovación de las empresas y la competitividad de las
regiones.

Los felicito, muy especialmente, por su activa participación en las Comisiones Regionales de
Competitividad, donde ejercen, además, la secretaría técnica en el 90 por ciento de ellas.

La naturaleza articuladora de las cámaras de comercio en las regiones fue de mucha utilidad para
facilitar el diálogo entre alcaldes, gobernadores, congresistas, empresarios, gremios, academia, centros
de investigación, sindicatos, y otras fuerzas vivas de las regiones, con el propósito de construir una
agenda pertinente para cada zona.

Su gestión habla bien del concepto de la Tercera Vía, ese concepto que siempre he defendido, que
promueve “el mercado hasta donde sea posible y el Estado hasta donde sea necesario”.

Además, la Tercera Vía tiene un elemento muy importante: empoderar las organizaciones público-
privadas como agentes de las funciones del Estado. ¿Y qué más que las cámaras de comercio? Caben
perfectamente dentro de esa filosofía que queremos llevar adelante, llamada la Tercera Vía.

Permítame recoger, doctor Domínguez, tres temas que usted mencionó en una reciente entrevista, y a
los cuales se refirió como sus prioridades al frente de Confecámaras.

El primero es contribuir el proceso de creación de empleo y formalización laboral.

¡Qué bueno saber que usted tiene puesta esa camiseta!

Las 57 cámaras de comercio del país son aliadas vitales en nuestro propósito de reducir las cifras de
desempleo a niveles de un dígito.

Las cámaras son excelentes ejemplos de trabajo por el empleo digno, como es el caso del programa
“Rutas para la Formalización Empresarial”, que coordina la Cámara de Comercio de Cali, cuya
presidencia acaba de dejar el doctor Domínguez para asumir el liderazgo de Confecámaras.

A ese programa se han vinculado 31 cámaras, formalizando a más de 3.400 empresas en 2 años, en
más de 50 municipios.

Tengo entendido –según sus estadísticas– que cuando los empresarios informales reciben capacitación
de ustedes, el 42 por ciento acepta la invitación a legalizarse.

Muchos entienden que formalizarse sí paga y la mayoría reporta un aumento de sus ingresos y
disminución en sus costos cuando le apuestan a la formalización.

Les dije hace unos días en Cali que la frase que se escucha todos los días en el gobierno –y que yo
repito con insistencia– es que cada hogar colombiano debe tener, al menos, un miembro de la familia
con trabajo formal.

Espero que con la ayuda de ustedes, esa meta sea cada día más posible.

El proyecto de Formalización y Primer Empleo –que contó con el importante apoyo de Confecámaras–
busca simplificar los trámites tributarios, laborales y comerciales para promover la formalización, que
está casi en un 60 por ciento de la economía, además de estímulos para que las empresas amplíen sus
nóminas.

Me gusta mucho, doctor Domínguez, el cálculo que usted hace, cuando dice que cada empresa formal
podría aportar diez empleos en promedio.

¡Eso es un potencial enorme y debemos aprovecharlo!

Ahí quiero decirle lo siguiente sobre ese proyecto de ley. Usted mencionó cuatro puntos. El primero: que
se restrinja a las microempresas, que no sea para todo el mundo, como inicialmente estaba previsto.
Eso me parece que es bastante sensato.

El segundo: introducirle algún tipo de control, para que los que ya están formalizados no aprovechen el
sistema para ahorrarse unos pesos y abusen del sistema. Eso también me parece totalmente razonable.

Que no sea indefinidamente: le confieso que no sabía que lo habían convertido en indefinido. Me acabo
de enterar. Por eso valió la pena que usted hubiera hablado tan largo.

Y lo del régimen de transición. Su explicación también me parece muy razonable.

Le propongo lo siguiente: llego a Bogotá y les digo a los tres ministros (de Protección Social, de
Hacienda y de Industria y Comercio) que se reúnan lo más rápido posible, para que estudien la forma en
que esas cuatro sugerencias que usted está haciendo, en una u otra forma, sean atendidas.

Lo hago porque me pareció razonable su argumentación y creo que hay el estímulo de hacer más audaz
o más ambiciosa esa ley. Es también loable en el sentido de que tenemos que bajar esa informalidad
del país en forma importante.

Porque de otra forma, la economía no va a poder crecer a esas tasas que nosotros queremos que
crezca: mínimo al 5,5 ó 6 por ciento. Además todos los esquemas de seguridad social se derrumban, si
la informalidad se mantiene en esos porcentajes o sigue creciendo.

Entonces hay que ver un sano equilibrio para fomentar la formalidad, pero sin ir a matar a la gallina de
los huevos de oro.

Entonces reunámonos lo más pronto posible, cuando usted termine esta su primera y muy importante
asamblea, y vemos a ver cómo podemos introducir esos correctivos.

El segundo eje que usted anunció para su gestión será el de llevar la voz de las regiones a las altas
esferas del Gobierno.

Pues aquí nos tiene dedicados ahora, y siempre que lo requiera, con toda decisión y vocación, a
escucharlos.

Comparto su convicción de que Colombia debe oír a sus regiones, a sus empresas e inversionistas.

Cito a menudo a un político norteamericano que fue durante muchos años presidente de la Cámara de
Representantes de Estados Unidos, un político del Estado de Massachusetts que se llamaba Tip O'Neill,
quien escribió un libro y decía que toda la política es local; y yo le agregaría a esa frase que toda la
competitividad es local. Y tenemos que entender eso.

De manera que cuenten con nuestra entera atención, porque los vemos a ustedes como los mejores
interlocutores. Ustedes son los que están en las regiones palpando el clima de la gente, los problemas,
los éxitos.

Un buen ejemplo de trabajo regional –debo resaltarlo– es el de esta Cámara de Comercio del Aburrá
Sur que hoy nos acoge, presidida por una antioqueña de empuje como lo es la doctora Lillyam Mesa.

Desde esta Cámara se ha potenciado el desarrollo empresarial y social de los municipios de Caldas,
Envigado, Itagüí, La Estrella y Sabaneta, en una muestra de lo que pueden hacer los colombianos de
las regiones cuando trabajan juntos, unidos.

El tercer pilar del que habló el doctor Domínguez fue el de promover las que llama “nuevas fronteras”.

Esas nuevas fronteras, esos potenciales polos de desarrollo, son el Pacífico, el Caribe y la Orinoquia.

Compartimos nuestra preocupación e interés por el desarrollo de estas regiones, y por eso, en el marco
de la reforma a las regalías, estamos promoviendo una mejor distribución de la riqueza nacional,
precisamente con énfasis en esas regiones de la periferia, que son hoy las más rezagadas.

¡Ustedes, amigos de las cámaras de comercio, que entienden la problemática regional, pueden ser
también unos excelentes embajadores y socializadores –es un pedido muy sentido– para promover esta
reforma, que va a ser una reforma muy importante para el país!

Esta reforma garantizará que los recursos de las regalías, que pueden ir desde 6 billones de pesos
hasta más de 10 billones al año, se destinen a combatir la pobreza, el desempleo y la inequidad a través
del desarrollo de grandes proyectos regionales.

Difundan, por favor, ese mensaje en todos los rincones del país. Esta reforma es necesaria.

Y sepan que no es el único favor que les voy a pedir.

Hay otro tema en el que quiero insistir, y se los comenté en Cali, en la Asamblea de la Asociación
Iberoamericana de las Cámaras de Comercio.

Colombia tiene un avanzado proceso de desmovilización que debemos ver como una oportunidad para
consolidar la paz.

Esos hombres y mujeres arrepentidos –que alguna vez empuñaron armas y ahora buscan hacer parte
activa de la sociedad–, necesitamos darles espacio, apoyarlos.

No sólo es un deber humanitario, sino también una oportunidad de reconciliación para romper el círculo
vicioso de la violencia, que tanto daño ha causado.

Sé de su programa de Reintegración socio-económica de desmovilizados, que avanza con unas


primeras experiencias gracias a la ayuda de la Organización Internacional para las Migraciones y la
USAID, en convenio con la Alta Consejería Presidencial para la Reintegración.

Esta Consejería ha diseñado una serie de mecanismos para que el sector privado participe: desde el
Banco de Tiempo, para que sus empleados donen tiempo y asesoren los planes de negocios de los
desmovilizados, hasta empleo directo en sus empresas o dentro de sus cadenas de producción.

Les agradezco su esfuerzo en este programa y les pido que lo profundicen, porque de su éxito depende
que más colombianos armados se convenzan de que encontrarán una vida digna en la legalidad.

Y vamos bien. Se están desmovilizando a una tasa alta. Y así estamos secando la materia prima de
esos grupos ilegales que tanto daño nos han hecho.

Las cámaras de comercio han sido agentes de desarrollo en sus regiones y pueden hacer aún más
como agentes de paz.

Pero hay otros compatriotas, millones de compatriotas, que también necesitan, hoy más que nunca, de
nuestra ayuda.

Este invierno que nos está azotando ha generado cerca de un millón 200 mil compatriotas damnificados.
Y desafortunadamente todos los pronósticos indican que el invierno va a empeorar.

Lo estamos viendo todos los días. Yo nunca había visto a Bogotá como la he visto en estos últimos días,
como la vi el día de ayer. Pero no solamente Bogotá sino el país entero. O casi el país entero, porque la
Orinoquía y la Amazonía no están sufriendo estos estragos.

Por eso hemos pedido la solidaridad de los colombianos y de la comunidad internacional. Vamos a
declarar la calamidad pública. Antes de venir para acá, le dije al Ministro del Interior que declarara la
calamidad pública en 28 de 32 departamentos.

¿Con eso qué vamos a hacer? Vamos a poder recibir ayuda y distribuirla con más efectividad, más
eficiencia.

Hemos hecho muchísimo: el porcentaje de colombianos que han sido atendidos directamente.

Quiero agradecerles su colaboración a los gobernadores, a los alcaldes, quienes también han ayudado
muchísimo. Y les pedimos que sigan colaborando más, porque el número de damnificados está
creciendo.

Por eso vamos a hacer una jornada que hemos llamado Colombia Humanitaria. El próximo martes, por
la mañana, hemos convocado a los empresarios y a la comunidad internacional, para que también
pongan su granito de arena y nos ayuden a ayudar a estos compatriotas que están sufriendo tanto con
este invierno.

Muchos han perdido todo lo que tienen. La capacidad del Estado está copada. Los recursos que hemos
dado: más de 300 mil millones de pesos. Vamos a raspar la olla por donde encontremos, para dar más
recursos. Estamos buscando a ver de dónde conseguimos más recursos.

Por eso hacemos un llamado al empresariado, a la ciudadanía en general y a la comunidad


internacional para que nos ayuden, porque infortunadamente esto se está agravando.

Eso me llevó a contar una anécdota, ahora que volábamos con el Gobernador y que aterrizamos aquí
en Medellín.

Cuando fuimos donde los Mamas (de la Sierra Nevada de Santa Marta) a posesionarnos como un acto
simbólico, en la conversación que tuvimos, ellos decían algo muy sabio: ‘No podemos agredir a la
naturaleza, porque después la naturaleza se puede vengar’.

Creo que lo que estamos viviendo, no solamente aquí en Colombia sino en buena parte del mundo, es
eso: hemos agredido a la naturaleza. La deforestación aquí en Colombia y en el resto del mundo ha sido
brutal. El clima está cambiando. Por eso la preocupación con el cambio climático.

Ellos me ponían un ejemplo, que me quedó sonando. Me decían: ‘¿Por qué antes no se inundaba, por
ejemplo, la región de La Mojana?’.

A La Mojana fui el primer día. El 8 de agosto estaba en La Mojana atendiendo el clamor de la gente de
La Mojana, que estaba inundada –por primera vez en la historia– en el primer semestre y no en el
segundo. Porque las lluvias y las inundaciones comenzaron en el primer semestre y no en el segundo.

Me decían estos sabios, los Mamos, allá en la Sierra Nevada: ‘Ustedes han agredido la naturaleza. Por
ejemplo, han bloqueado todos los canales de los ríos, donde las aguas salen en épocas de lluvias y
tienen su cauce y llegan a esas lagunas, que además son una fuente biodiversidad muy importante’.

Pocos días después, vine y el Gobernador (de Antioquia) me dijo: ‘Mire cómo estamos destruyendo,
inclusive esas fuentes de biodiversidad, con la minería ilegal’. Eso me quedó sonando.

Y cuando uno ve la cantidad de casas que de pronto se desaparecen, le decía al Gobernador: ‘Ojo,
porque Antioquia es uno de los departamentos donde, si uno ve el mapa de la deforestación, más se ha
deforestado’.

Y veía esas laderas: cómo están construyendo las casas aquí en Medellín.

Hay que tener mucho cuidado. Porque eso es lo que los sabios Mamos nos decían que no se puede
hacer: deforestar y construir sobre laderas, es casi la fórmula para un desastre futuro.

Simplemente les dejo esa preocupación.

Muy queridos amigos:

Hoy vivimos, de todas formas, una época de razonable optimismo que debemos aprovechar, siendo a la
vez muy conscientes de las dificultades y los retos.

Estamos frente a una coyuntura favorable, con buenas perspectivas, en medio de una estructura no tan
favorable –que es precisamente en lo que tenemos que trabajar–.

Por ejemplo: todas las calificadoras de riesgo han mejorado en el último mes o dos meses la calificación
de la deuda colombiana.

¿Qué quiere decir? Que el mundo nos está viendo cada vez mejor. Cada vez como un menor riesgo.
Eso baja el costo de nuestra deuda y sube nuestra calificación.

Eso nos tiene a un paso de obtener el grado de inversión. Y debo decir algo más: que en los mercados
nos han dado ya ese grado de inversión. Porque los bonos colombianos se están cotizando a mejor
precio –o sea, estamos pagando menos intereses–, que los de países con grado de inversión, como
Brasil, como Perú, inclusive como España o Italia.

Otro aspecto de la coyuntura favorable es una inflación baja y un desempleo que por fin está
comenzando a descender. Tenemos la suma de inflación más desempleo más baja de los últimos años,
en la historia reciente de nuestro país.

La inversión extranjera directa viene creciendo al 22 por ciento. Ayer estuve con un empresario
mexicano que ha invertido mucho en Colombia: Carlos Slim. Y ahí, como quien no quiere la cosa, me
dijo: ‘Voy a invertir un billón de dólares más en Colombia’. Un solo empresario.

Las exportaciones han mostrado un buen comportamiento.

Colombia está de moda, además, y encabeza el grupo de los CIVETS como una de las economías que
más crecimiento promete para la siguiente década.

Somos considerados por el reciente informe Doing Business como el quinto país en el mundo, y el
primero en América Latina, que más protege a los inversionistas.

En ese avance, como bien lo ha explicado el doctor Domínguez, las Cámaras de Comercio han sido
protagonistas, al liderar una estrategia de simplificación de trámites empresariales.

También cumplen un rol muy importante al realizar el estudio del Doing Business Subnacional, gracias a
su experiencia y conocimiento en las regiones.

De nuestra parte, hemos dado unos pasos iniciales para aprovechar esta buena coyuntura:

Además de presentar la Ley de Formalización y Primer Empleo, estamos reformando la estructura


arancelaria para promover la importación de bienes de capital y materias primas.

En infraestructura –una de nuestras cinco locomotoras– construiremos 1.200 kilómetros nuevos de


dobles calzadas y otros 4.000 kilómetros estarán en el programa de rehabilitación y mantenimiento
integral de vías.

También vamos a reducir los costos de producción de la industria eliminando gradualmente la sobretasa
a la energía.
Tomamos medidas para frenar la revaluación y hemos tenido buenos avances en ese objetivo.

Desde cuando comenzamos las medidas, el primero de septiembre, a hoy, hemos sido el país que más
ha devaluado la moneda, de todos los países emergentes, por lo menos de todos los países de América
Latina.

Ese es un indicador positivo de la efectividad de lo que estamos tratando de realizar.

Y tenemos un mejor horizonte en las relaciones internacionales, gracias al camino de restablecimiento y


normalización de nuestras relaciones muy importantes con Venezuela y Ecuador.

Hoy estaba la Ministra de Relaciones Exteriores con el Ministro del Ecuador, avanzando en esa
normalización con el Ecuador.

Ustedes saben el ejemplo de Venezuela. Ahí consolidamos compromisos como la creación del Comité
Binacional Económico Productivo, encargado de promover e identificar alianzas productivas entre
ambos países.

Este Comité ya se reunió para examinar el alcance que tendrá el nuevo marco que regirá la relación
económica entre Colombia y Venezuela a partir de abril del próximo año, cuando termina la normativa
andina que rige nuestras relaciones comerciales.

Se dieron instrucciones también para suscribir un acuerdo de intercambio de información entre la DIAN
y el SENIAT, con el fin de impedir las exportaciones ficticias y tener un comercio transparente.

Interpretamos a América Latina en el mundo como un mercado de 600 millones de habitantes que
debemos tener como clientes. Eso es muy importante entenderlo. Que aquí hay un mercado, porque el
mundo lo está entendiendo así, y nosotros lo tenemos aquí al lado.

De hecho, recibí en días pasados a una carta del presidente de Perú, Alan García, con una propuesta
formal:

Consiste en implementar una integración más profunda. No solamente la libertad de comercio de


bienes, sino también de capitales y de todo tipo, de profundizar la integración entre Perú, Chile y
Colombia. Posiblemente con Ecuador, si Ecuador quiere sumarse. Y diría que con México, si México
quiere sumarse.

Es una iniciativa sobre la que trataremos la próxima semana cuando viene en visita de Estado el
Presidente Piñera, de Chile. Vamos a ver si acordamos de una vez iniciar ese proceso que para
nosotros es muy importante. Ya se dio un paso importante al integrar las tres Bolsas de los tres países.

Somos conscientes de que la competencia más que nacional es regional y debemos aprovechar el
amplio mercado que ofrecen nuestras economías integradas.

En toda esta visión que tenemos, desde lo local hasta lo global, consideramos a Confecámaras un
poderoso aliado y prevemos una provechosa gestión del doctor Domínguez, tal como lo hizo al frente de
la Cámara de Comercio de Cali.

En Cali no quedaron huérfanos, porque allí asumió la presidencia de la Cámara de Comercio nuestro
amigo Roberto Arango, quien fue gerente de nuestra campaña presidencial en el Valle.

Y ya entrados en este campo, debo destacar también la designación de Consuelo Caldas al frente de la
Cámara de Comercio de Bogotá, con quien trabajé cuando ella era directora impuestos y yo ministro de
Hacienda, y quien me acompañó luego como directora financiera de mi campaña.

Estoy seguro de que, para bien de los caleños y los bogotanos, Roberto y Consuelo serán tan exitosos
en su gestión como lo fueron en su trabajo de apoyo electoral. ¡Para la muestra un botón!

Esto ha sido como la contratación de grandes figuras deportivas en el fútbol, donde los equipos buscan
el pase de personajes con excelentes desempeños.

Por eso nosotros nos trajimos a María Fernanda Campo, desde la Cámara de Comercio de Bogotá, para
dirigir el Ministerio de Educación, donde lidera con vocación y compromiso una política que se
concentrará en la calidad educativa.

Son apenas unos ejemplos de los grandes líderes del país, y del semillero de buenos gerentes que hay
en todas y cada una de las Cámaras de Comercio.

Ahora que estamos en Itagüí, vienen al caso unas palabras del presidente Álvaro Uribe; él decía que
hacer grandes proyectos con plata no tiene gracia, porque la gracia es hacerlos sin plata.

Vemos en ustedes a esos verdaderos emprendedores que, en aun en medio de dificultades, gestionan
recursos y obtienen los mejores resultados.

¡Gracias por ese emprendimiento!

¡Gracias por esa entrega hacia sus regiones y hacia Colombia!

¡Gracias por ayudar a hacer de este proyecto de prosperidad para todos, una realidad!

Porque si lo hacemos realidad, todos podemos mirar para atrás y decir: ahí estuvimos poniendo nuestro
granito de arena.

Y el granito de arena de todas las cámaras de comercio va a ser muy importante. Va a ser un granito
fundamental.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en el


almuerzo ofrecido por Sir Patrick Allen, Gobernador General de
Jamaica

Kingston, Jamaica, 19 nov (SIG). "Muchas gracias, Señor Gobernador Sir Patrick Allen y Lady Allen, por
esta invitación.

Para mí es un gran honor estar aquí en Jamaica, en mi primera visita de Estado a la región, en un país
con el que compartimos una frontera marítima y una historia entrelazada desde que el Libertador Simón
Bolívar escribió su carta de Jamaica aquí, en Kingston, en 1815.

Colombia es, como Jamaica, un país Caribe, y las comunidades del Caribe comparten una cultura
común que trasciende la nacionalidad.

Las ciudades de La Habana y Nueva Orleans, Kingston y Cartagena son Caribe, sin importar que estén
ubicadas en naciones distintas.

Colombia siempre ha mirado hacia el Caribe, donde están sus puertos, los puertos por donde,
históricamente, se mueve gran parte de su comercio, y estamos decididos a jugar un rol más activo en
la región.

Somos cofundadores de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), mecanismo fundado justamente en
Cartagena, y además somos Estado observador en CARICOM.

Pero Colombia y Jamaica no sólo son vecinos caribeños: compartimos una porción del mar en el Área
de Régimen Común, que según estudios adelantados por ambos países, tiene un gran potencial en
hidrocarburos.

Podemos pensar que, en un no tan lejano futuro, nuestras naciones serán socios estratégicos en el
manejo de este territorio marítimo y, gracias a las buenas relaciones entre nuestros países, no me cabe
la menor duda de que esta sociedad será provechosa para ambos pueblos.

Éste es sólo uno de los frentes de cooperación que podemos fortalecer.

Tenemos que consolidar el intercambio educativo entre nuestras dos naciones.

Ya hay programas en marcha a través de los cuales estudiantes de universidades colombianas vienen
aquí, a Jamaica, a mejorar su inglés, y jamaiquinos que están aprendiendo español viajan a Colombia.

Dicen que en Bogotá, mi ciudad, se habla el mejor castellano, con el mejor acento del mundo, y Jamaica
tiene, sin duda alguna, uno de los acentos más atractivos de la lengua inglesa.

Cómo quisiera ver, en unos cuantos años, ¡a los jamaiquinos hablando con acento bogotano, y a los
bogotanos con el jamaiquino!

Pero también compartimos problemas comunes como lo son el crimen organizado y el narcotráfico.

Y de la misma manera que estas organizaciones criminales no reconocen fronteras, tenemos que hacer
de la lucha contra el narcotráfico un verdadero propósito regional.

Colombia tiene una gran experiencia en la lucha contra las drogas, experiencia que estamos dispuestos
a compartir con Jamaica y con las otras naciones del Caribe.

Y hay un tercer tema en que tenemos que trabajar juntos: la ayuda al pueblo de Haití, que tanto ha
sufrido en este último año.

Antes de posesionarme como Presidente, visité Haití y encontré que la realidad supera la peor de las
pesadillas.

Como países vecinos, estamos en mora de dinamizar el gran esfuerzo para la reconstrucción de Haití, y
de hacerle un llamado de atención a la comunidad internacional para que atienda la catástrofe
humanitaria que está sucediendo –hoy, ahora– en nuestras cercanías, en el Mar Caribe.

Los medios de comunicación reportan que más de mil personas han muerto de cólera en Haití.

Como dijo Marcus Garvey, ese gran jamaiquino cuya tumba visité esta mañana en el Parque de los
Héroes, "la casualidad nunca ha satisfecho la esperanza de un pueblo que sufre”.

No podemos dejar al pueblo de Haití al azar, no podemos esperar que la ayuda se materialice por
casualidad, no podemos permitir que vivan en semejante incertidumbre.

Tenemos que tomar la iniciativa, y hacer todo lo que sea posible para que el pueblo de Haití tenga un
futuro más cierto, y un presente más digno.

Colombia hace parte, a través de su Policía Nacional, de la Misión para Estabilización de Haití de las
Naciones Unidas, y vamos a buscar más instancias de cooperación.

He dicho ante la Asamblea General de las Naciones Unidas de en Nueva York –y espero que tenga
resonancia dentro del Consejo de Seguridad– que es tiempo de transformar la Operación de Paz que
hoy está establecida en Haití en una verdadera Operación de Desarrollo que responda a sus
necesidades y alcance resultados concretos.

Queridos amigos, Señor Gobernador:

En nombre del pueblo colombiano quiero agradecerles esta invitación, y al mismo tiempo extenderles
una invitación a Colombia, su casa, donde siempre encontrarán las puertas abiertas.

Confiando en que pronto tendremos el placer de recibirlos en Bogotá, levanto mi copa y brindo por
usted, Señor Gobernador General, por Lady Allen, por el buen momento que viven nuestras relaciones,
y por la felicidad y prosperidad del pueblo de Jamaica.

Muchas gracias".

Palabras del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en la


Universidad de las Indias Occidentales, de Jamaica / ‘La década de
América Latina y el Caribe’

Kingston, Jamaica, 19 nov (SIG). “Marcus Garvey, ese gran líder jamaiquino y del Caribe, cuyos restos
reposan en el Parque Nacional de los Héroes que acabo de visitar, escribió un texto que nos sirve de
referencia para iniciar estas palabras:

“En tu deseo de alcanzar grandeza, debes primero decidir en tu propia mente en qué dirección deseas
buscar tal grandeza, y cuando lo hayas decidido en tu propia mente, trabaja incesantemente hacia esto.
La cosa particular que tú puedas querer debe estar ante ti todo el tiempo y lo que sea que tome el
obtenerlo o hacerlo posible, debe emprenderse. Usa tus facultades y persuasión para alcanzar todo en
lo que determines en tu mente”.

Seguramente Garvey, que era un gran lector, conocía una sentencia de Séneca, el gran pensador
romano, que yo cito con frecuencia en mis intervenciones:

"Cuando no sabemos a qué puerto nos dirigimos, todos los vientos son desfavorables”.

Es cierto. Lo primero que debemos tener claro, en nuestro camino hacia el porvenir, es la meta hacia la
que nos dirigimos, y, una vez puestos de acuerdo sobre ella, debemos –como decía Garvey– “trabajar
incesantemente” para alcanzarla.

Si hoy estoy ante ustedes, en esta histórica y hermosa Universidad de las Indias Occidentales, es
porque estoy convencido de que mi país, Colombia, y los Estados de la cuenca del Caribe –
comenzando por esta isla de Jamaica– compartimos metas comunes y podemos cooperar para tener un
mejor futuro, no sólo individual sino para toda la región.

El historiador británico Felipe Fernández-Armesto ha dicho que, entre los documentos de los tiempos de
la Independencia, tal vez el más importante, el que se podría considerar como el “documento
fundacional” de Colombia, es la Carta de Jamaica que el Libertador Simón Bolívar escribió en Kingston
en septiembre de 1815, hace 195 años.

Sea el momento de resaltar, en este importante centro académico, el papel que jugaron las islas del
Caribe –en particular Jamaica y Haití– como lugar de apoyo y de refugio de quienes luchaban por
nuestra libertad, cuando las tropas de la Reconquista los obligaron a exiliarse.

Fue en el Caribe donde Simón Bolívar perfeccionó su plan libertador, y fue desde el Caribe desde donde
partió para iniciar la campaña militar que logró la independencia definitiva de cinco naciones
suramericanas.

Quisiera detenerme un poco en las reflexiones que hace Bolívar en la Carta de Jamaica porque ellas
fueron, sin duda, fundamentales en el destino político no sólo de Colombia, sino del hemisferio.

Esta larga misiva, que Bolívar dirigió a “un caballero de esta isla” –que luego se supo era Henry Cullen–,
trata de varios temas:

En primer lugar, hace un balance sobre la situación de la lucha por la independencia a fines de 1815,
cuando la empresa de la Reconquista había avanzado sobre la América meridional.

Hace también una dura crítica al sistema colonial español, que considera incapaz de mantener su
dominación sobre América, y realiza un fehaciente llamado a las naciones del mundo –en particular
Inglaterra y los Estados Unidos– para que apoyen la independencia de las colonias españolas.

Señala Bolívar las causas que determinan la necesidad de emancipación: por un lado, la privación de
derechos políticos de los hispanoamericanos y, por otro, la restricción de los derechos económicos y
comerciales.

La metrópoli española quería tener el monopolio del comercio de las colonias y limitaba el natural flujo
de mercancías que podía producirse entre el Caribe colombiano e islas por fuera del imperio español,
como era el caso de Jamaica.

En 1776 hubo un levantamiento indígena en La Guajira colombiana, protagonizado por indios de la etnia
wayuu, en el que estos derrotaron a las tropas españolas y recuperaron lo que para ellos era muy
importante: la posibilidad del comercio con posesiones insulares inglesas y holandesas como Jamaica y
Curazao.
También es resaltable la forma en que Cartagena, nuestro principal puerto histórico sobre el Caribe,
mantenía –pese a las restricciones impuestas por España– un continuo flujo no sólo de bienes, sino de
conocimientos, con Jamaica y otras islas caribeñas.

Cuenta el historiador y ex vicepresidente colombiano Gustavo Bell –quien ha dado conferencias en esta
universidad, y quien será nuestro próximo embajador en Cuba– que parte del éxito de los comerciantes
cartageneros radicaba en sus vínculos con Kingston, no sólo comerciales, sino también intelectuales,
pues aquí conseguían textos y libros que de otra forma no hubieran llegado a sus manos.

Finalmente, Bolívar, en su Carta de Jamaica, hace un análisis, casi una predicción, sobre las formas de
gobierno que asumirán las colonias españolas una vez liberadas, vaticinando para unas la monarquía y
para otras la república.

Bolívar entendía la dificultad práctica para que los pueblos, desde México hasta Argentina, constituyeran
una sola nación, pero abogaba, en todo caso, por la unidad de las naciones hispanoamericanas en el
propósito de la libertad.

¿Qué nos permitirá expulsar a los españoles y fundar un gobierno libre?, se preguntaba.

Su respuesta es una sola: LA UNIÓN.

Y dice algo más, una frase que me gusta citar por su hondo significado:

“La unión no nos vendrá por prodigios divinos sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos”.

Adicionalmente, en la Carta de Jamaica, Bolívar retoma la idea que había expuesto varios años atrás su
compatriota Francisco Miranda, de crear una nación cuyo nombre sería Colombia, que surgiría de la
unión de Venezuela con la Nueva Granada.

Apreciados amigos de Jamaica y del Caribe:

¡Qué emoción siento al estar hoy en la isla donde se soñó con nuestra libertad, donde se imaginó
nuestra república y donde se dio nombre a mi país!

Hoy quisiera reflexionar con ustedes sobre ese ideal de Bolívar, que llamaba a la unión de nuestros
pueblos para conseguir objetivos comunes.

Han pasado 195 años y dicho ideal está aún por consolidarse, y nos corresponde a nosotros dar un
paso más.

El pasado mes de septiembre, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York dije
que Colombia quería ser voz de América Latina y el Caribe en el Consejo de Seguridad, y quiero
asegurarles que cumpliremos esta promesa en los dos años próximos en que tendremos asiento en
dicho organismo.

América Latina y el Caribe reúnen cerca de 600 millones de habitantes y constituyen, para Colombia,
nuestra área de interacción natural.

Es una región que incluye países que tenemos múltiples visiones políticas, pero que estamos unidos en
nuestro interés por superar la pobreza, por mejorar el nivel de vida de nuestra gente, por insertarnos
exitosamente en el mercado global y por proteger el medio ambiente.

Hoy los países de esta gran región crecemos sobre pilares económicos, sociales y tecnológicos más
fuertes que nunca, y estamos en la mira de los inversionistas del mundo.

Tenemos una mayoría de población joven, con inmensos talentos y capacidad de trabajo; con ciudades,
playas y maravillas naturales que atraen a turistas e inversionistas del mundo entero, y con una riqueza
inigualable en términos de biodiversidad.

Por eso dije en Nueva York, y lo repito hoy en Kingston:

Cuando inició el siglo veintiuno, América Latina y el Caribe apenas comenzaban su camino de inserción
en la economía global.

Hoy, diez años después, con mayor estabilidad política y económica; con potencial agrícola, energético
y ambiental, debemos unirnos –como clamaba Bolívar en Jamaica–, debemos pensar en grande y
entender que ésta puede ser nuestra década.

¡Ésta es la década de América Latina y el Caribe!

Una década en la que podemos crecer y progresar, pero sobre todo servir a nuestros pueblos y al
bienestar del planeta.

En estos tiempos en que el mundo demanda alimentos, agua, biocombustibles, compromiso con el
medio ambiente, nos corresponde a nosotros tomar la iniciativa y anunciar que estamos listos no sólo
para cooperar entre nosotros sino para convertirnos en proveedores de los bienes que la humanidad
necesita para su propia supervivencia.

Sé que en este auditorio hay un gran componente de empresarios e inversionistas jamaiquinos y del
Caribe, y hoy quiero invitarlos, muy cordialmente, a que reafirmen los lazos que tengan con nuestro
país, que es un país vecino, un país limítrofe, que tiene muchas formas de complementarse con
Jamaica y su área de influencia.

Tal vez muchos de ustedes no lo saben, pero en Colombia debemos parte de nuestro desarrollo
agrícola a Jamaica, pues se dice que el cultivo de la caña de azúcar fue introducido a nuestro país
desde esta isla.

Sobre este cultivo, especialmente extendido en el suroccidente de Colombia, se ha desarrollado una


economía próspera y una cultura rica en diversidad.

Es más: precisamente en el Valle del Cauca, el departamento azucarero por excelencia de Colombia, se
escribió la novela romántica más importante de la literatura latinoamericana del siglo XIX, la historia del
amor imposible entre dos jóvenes que vivían en una hacienda de cultivo de caña de azúcar: Efraín y
María.

Y debo decir, para orgullo de los jamaiquinos y reafirmación de nuestros vínculos, que Jorge Isaacs, el
autor de la novela María, era hijo de un judío inglés procedente de Jamaica, de nombre George Henry
Isaacs.

Así que Jamaica está presente no sólo en nuestra economía sino también en nuestra literatura.

Colombia entiende que el Caribe es una plataforma estratégica para lograr una mejor inserción del país
en la región y en el mundo.

No por nada fue en Cartagena de Indias donde se firmó, en 1994, el Convenio Constitutivo de la
Asociación de Estados del Caribe, una asociación de la que nos sentimos orgullosos de ser fundadores
y miembros.

La AEC, como mecanismo de consulta, concertación y cooperación en el Gran Caribe, nos ha permitido
profundizar nuestras relaciones bilaterales e impulsar iniciativas comunes, y debemos asumir el reto de
fortalecerla cada vez más.

El año pasado Colombia tuvo la Presidencia de esta organización y desde allí promovimos nuestro
trabajo conjunto en 5 áreas: seguridad alimentaria y nutrición; enseñanza del idioma extranjero y
promoción del bilingüismo; movilidad académica; formación técnica y profesional, y prevención y
atención de desastres.

Precisamente, nuestra última actuación en la Presidencia, en el Consejo de Ministros de la AEC reunido


en Cartagena en enero de este año, culminó con la “Declaración de Solidaridad de la Asociación de
Estados del Caribe con la República de Haití y Llamado a la Acción”.

Esta declaración está hoy más vigente que nunca. A Haití, a este pueblo hermano, no sólo lo ha
devastado la pobreza, no sólo lo ha golpeado el terremoto, no sólo lo ha azotado el huracán, sino que
ahora sufre otro terrible drama por la epidemia de cólera.
No me canso de decir, en todo escenario internacional al que tengo acceso, incluyendo las Naciones
Unidas, que la comunidad internacional está en mora de mostrar una solidaridad mucho más efectiva
hacia esta nación, que tanto aportó a la libertad de América.

He dicho –y espero que tenga eco en el Consejo de Seguridad– que ya es hora de transformar la
Operación de Paz que hoy se tiene en Haití por una verdadera Operación de Desarrollo, que responda a
sus necesidades y logre resultados concretos.

También el tema de la seguridad, y del combate efectivo a la criminalidad transnacional, como el


narcotráfico, es crucial para nuestro futuro regional.

Muchos países del Caribe y de Centroamérica están pasando por dificultades como las que hemos
tenido que enfrentar en Colombia por la acción del narcotráfico y sus nefastos efectos en la sociedad.

Nosotros seguimos combatiendo este fenómeno, cada vez con mayor éxito, con una Policía profesional
y capacitada como pocas en el mundo, y quiero reiterar hoy que estamos más que dispuestos a
cooperar con Jamaica y con los países del Caribe para ayudarlos a establecer políticas eficaces de
seguridad ciudadana.

Hemos puesto muchos muertos y hemos hecho muchos sacrificios para combatir el narcotráfico, y ahora
queremos cooperar, porque somos conscientes –más que nadie– de que sólo con cooperación, sólo
trabajando unidos, podemos, de verdad, superar este problema.

Apreciados amigos y empresarios:

Volviendo a las oportunidades comerciales y de inversión entre Jamaica y Colombia, debo destacar que
el año pasado tuvimos un comercio bilateral de algo más de 48 millones de dólares, casi todo
constituido por ventas de Colombia a Jamaica, y que tenemos, por lo tanto, un inmenso horizonte para
crecer.

Colombia es una tierra amable, amigable con la inversión extranjera; una nación que cree en el libre
comercio con equidad, como una fuente de desarrollo para nuestros pueblos.

Hoy, cuando comenzamos a superar el problema de violencia que generaron los grupos
narcoterroristas, inversionistas de todo el mundo miran a nuestro país como un destino favorable para
sus negocios.

Hace una década se hablaba de los países BRIC –Brasil, Rusia, India y China– como los países que
jalonarían la economía mundial, y la realidad comprobó que el pronóstico fue acertado.

Hace unas semanas el presidente del Hong-Kong & Shangai Banking Corporation (HSBC) anunció un
nuevo grupo de países, con una alta expectativa de crecimiento para la próxima década, al que llamó
CIVETS.

Ellos son, en su orden, Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Suráfrica.

Estamos seguros de que Colombia responderá a estas expectativas.

Cada día mejoran nuestros indicadores económicos: tenemos una inflación por debajo del 3 por ciento,
nuestra economía crecerá este año entre el 4,5 y el 5 por ciento, y nuestro mercado de valores es uno
de los más dinámicos y con mejor desempeño del mundo.

Las calificadoras de riesgo han modificado de estable a positiva la calificación de nuestra deuda en
moneda extranjera, y tenemos unos de los spreads más bajos de la región, incluso más bajos que Brasil
o México, lo que muestra la confianza de los inversionistas en nuestra economía.

Nuestras exportaciones y la inversión en nuestro país están aumentando por encima del 20 por ciento, y
somos considerados por el informe Doing Business como el quinto país en el mundo, y el primero en
América Latina, que más protege a los inversionistas.

Todas estas son razones de peso, apreciados amigos de Jamaica y el Caribe, para que consideremos
con atención los negocios que podemos establecer y las inversiones que podemos impulsar entre
nosotros, para bien de nuestros pueblos.

Sigamos el camino de “alcanzar la grandeza” del que hablaba Marcus Garvey.

Sigamos el camino de riqueza cultural que significó la inmigración de la familia Isaacs desde Jamaica
hasta Colombia.

Sigamos el camino de la unión, esa unión que, según Bolívar, sólo nos vendrá “por efectos sensibles y
esfuerzos bien dirigidos”.

Recordemos, desde Kingston, desde el lugar donde fue escrita, las últimas frases de la inspiradora
Carta de Jamaica:

“Seguiremos la marcha majestuosa hacia las grandes prosperidades a que está destinada la América
meridional”.

Yo diría algo más: Seguiremos la marcha hacia las grandes prosperidades a que estamos destinados en
toda la América Latina y el Caribe.

Porque ésta –no se nos olvide– ¡es nuestra década!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el 50° Banquete del


Millón

Bogotá, 25 nov (SIG). “Hoy quisiera comenzar contándoles una historia.

La de Marisol Buitrago, una mujer de 35 años que trabaja como empleada en el colegio Minuto de Dios.

Durante seis años, Marisol vivió en un cuarto que hacía las veces de casa en el barrio El Altillo, en
Soacha.

Lo compartía con sus tres hijos y era el único sitio que tenía para dejarlos cuando se iba a trabajar.

Todos los días salía con el corazón encogido por dejar a sus niños en semejante espacio.

Hace dos años, gracias al dinero que se recoge en este Banquete, Marisol recibió una casa nueva con
dos cuartos, sala, comedor, cocina y agua caliente.

Marisol asegura que esa casa ha sido lo mejor que le ha pasado en la vida después de sus hijos.

Hoy, pensando en ella y en tantos colombianos beneficiados por esta obra, me siento feliz y orgulloso al
presidir, por primera vez, un Banquete del Millón.

Es increíble pensar que ha pasado casi medio siglo desde cuando nació esta iniciativa solidaria.

El 25 de noviembre —un día como hoy— de 1961, cuando se realizó la primera edición de este evento,
fueron pocos los que creyeron en la idea del padre Rafael García Herreros.

¡Imagínense! Pagar 5 mil pesos de esa época, ¡5.000 pesos!, por un caldo y un trozo de pan parecía
una locura.

Ésta fue una idea atrevida y soñadora que tuvo el padre mientras buscaba una solución a la crisis
económica que vivía el barrio ‘El Minuto de Dios’.

El mismo padre Garcia Herreros lo describió así:

‘Fue como si la voz de un economista celestial me inspirara la idea de hurgar en las conciencias y en los
bolsillos de los ricos, invitándolos al banquete más caro y más pobre del mundo’.

Y aquí seguimos esta noche, cumpliendo ese sueño que inspiró a un hombre con un gran corazón y que
se ha convertido en una tradición en nuestro país.

Hoy quiero agradecer a todos los que están aquí, porque su generosidad —así como la de tantos que
han ayudado en todos estos años— ha beneficiado a más de un millón 600 mil personas.

Gracias a ustedes, más de 200 mil jóvenes han estudiado en programas de educación primaria y media.

Gracias a ustedes, 100 mil familias desplazadas han sido atendidas.

Gracias a ustedes, más de 53 mil familias, como la de Marisol, cuentan con una vivienda digna.

¡Ese es el verdadero sentido de la solidaridad!

Uniendo esfuerzos, como lo ha hecho el Banquete del Millón en sus cincuenta ediciones, lograremos
cambiar la vida de los más necesitados.

De eso se trata precisamente la Prosperidad Democrática que queremos alcanzar en nuestro gobierno.

El Banquete del Millón también ha hecho un aporte significativo para ayudar a los afectados por los
desastres naturales.

En 1994, por ejemplo, ayudó a los damnificados del terremoto y la avalancha del río Páez en el Cauca;
en 1999 lo hizo con las víctimas del terremoto del Eje Cafetero.

Por supuesto, es imposible hoy hablar de solidaridad sin referirnos a las víctimas de la ola invernal que
azota al país, la peor de la que tenemos memoria.

Ya son más de 1 millón 250 mil personas damnificadas, en más de la mitad de los municipios del país.

Desde este Banquete hago un llamado a la sociedad civil, a las empresas, a los países del mundo y
organismos internacionales, para que ayudemos a esos compatriotas que han perdido todo.

¡Qué bueno haber visto el martes, dentro de las instituciones listas a dar la mano, a la Corporación
Minuto de Dios, con el padre Diego Jaramillo a la cabeza!

Yo estoy seguro de que el buen corazón que los ha traído hoy aquí, los llevará también a poner su
grano de arena para ayudar a las víctimas de la emergencia invernal.

Como dice el lema del Banquete de este año, ‘¡aquí hay que estar!’ Y hay que estar más que nunca,
porque el país nos necesita.

Quiero agradecerle, de todo corazón, padre Diego Jaramillo, por haber continuado con esta hermosa
labor que inició el padre García Herreros, quien murió hace 18 años, precisamente mientras se realizaba
este banquete.

Padre Jaramillo, como usted lo dijo esa noche de 1992, ‘ningún otro colombiano de la generación actual
puede mostrar tantas realizaciones concretas de lo que un día se tildó de utópico. Parece que sus obras
hubieran sido un regalo de Dios para confundir los prudentes cálculos de los hombres’.

Gracias, ¡muchas gracias!, por haber multiplicado con este banquete las buenas intenciones de los
colombianos.

Usted decía, padre Jaramillo: ese catálogo de propósitos y de realizaciones, que la Corporación Minuto
de Dios ha venido realizando a través de todos estos años.

Ayudar, primero que todo, a los más pobres, contribuir a la generación de empleo, defender el medio
ambiente, todo bajo la tutela de Dios. Ese, padre, es nuestro Plan de Desarrollo.

Usted podría ser un magnífico primer ministro, un magnífico primer ministro, porque sus propósitos son
los nuestros, y por eso o invito a que trabajemos unidos, a que trabajemos unidos para lograr esos
objetivos que usted y yo queremos para nuestros compatriotas.

Quiero decirle que usted está muy ocupado de su responsabilidad, pero me he tomado el atrevimiento
de ofrecerle a una de las personas que más le han colaborado, al padre Camilo Bernal, que es el Rector
de la Universidad Minuto de Dios, que si nos puede colaborar con su nombre para ponerlo como
candidato a la Dirección del Sena. Y le quiero decir que está de finalista.

La otra candidata que está de finalista, porque estamos haciendo un proceso de meritocracia es la
doctora Marta Villegas, la Directora del Icetex.

Hay un grupo de empresas expertas en estas materias que nos están escogiendo las mejores personas
para las posiciones claves, para lograr precisamente los objetivos que usted y yo queremos para los
colombianos.

Vamos a ver quién gana entre el padre Camilo Bernal y Marta Villegas. Pero, de todas formas, tenga la
seguridad que seguiremos trabajando juntos, padre Jaramillo.

Y quiero aprovechar la oportunidad, también, para celebrar algo que creo que va a ser histórico para
este país, el día de hoy la Ley de Víctimas fue aprobada por unanimidad en la Comisión Primera de la
Cámara.

Esta Ley lo que quiere es pagar una enorme deuda social, con tantos colombianos, millones de
colombianos que han sufrido durante tanto tiempo las inclemencias de la violencia, que han sufrido sus
familias, que han sufrido en todos los sentidos posibles, y que nosotros como sociedad queremos
resarcir.

Y ese propósito que también tenía el padre (Rafael) García Herreros, me consta, porque muchas veces
hablé con él sobre este tema, de encontrar, ojalá, finalmente, la paz en nuestro país.

Ese propósito tenga la seguridad que lo estamos buscando por todos los medios posibles.

Y con esta Ley de Víctimas creo que se da un paso muy importante para la reconciliación de los
colombianos y para que todos podamos mirar el futuro con más optimismo y todos trabajar con más
efectividad para que no haya un solo colombiano en la miseria, para que todos podamos progresar y
tener lo que hemos llamado Prosperidad, Prosperidad para Todos.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la decimoquinta


jornada de los Acuerdos para la Prosperidad

Barranquilla, 20 nov (SIG). “Generales: muchas felicitaciones por el golpe que dieron el días de ayer o
casi esta madrugada. Tres, casi tres toneladas de cocaína y cerca de 10 kilos de heroína, ese golpe lo
dio la Policía Antinarcóticos el día de ayer.

Era una droga que iba para Honduras, venia del sur del país. Y en eso no podemos bajar la guardia,
porque eso es lo que financia todos esos grupos ilegales, de manera que muchas gracias.

La muerte del coronel Tobo

Lo primero que quisiera decir es que lamentamos mucho la muerte del coronel Orlando Tobo el día de
ayer; coronel de la Policía que en un atraco quiso defenderse, le dispararon y desafortunadamente
murió ayer.

Esta mañana me tocó eso que es para mí de lo más triste de esta responsabilidad, darle el pésame a su
señora, doña Martha.

El coronel Tobo era un gran oficial, hizo un excelente trabajo en Buenaventura (Valle del Cauca).
Recuerdo muy bien cuando estaba Buenaventura en el peor de sus momentos, él fue allá, puso el
pecho e hizo una gran labor.

Acababa de entregar su puesto en el Cesar, donde también se desempeñó con mucho éxito. Iba para
México y desafortunadamente ayer fue víctima de ese atraco y le costó la vida por quererse defender.

Pero le decía yo a su señora: siéntase orgullosa de su marido que murió cumpliendo con su deber y lo
vamos a recordar con mucho cariño y le hacemos un homenaje a este oficial que duró 30 años en la
Policía sirviéndole al país.

En esto de los homicidios tenemos que hacer un gran esfuerzo para continuar disminuyendo la tasa de
homicidios. Y vamos a concentrarnos en los municipios donde se está presentando el homicidio. Porque
hay unas estadísticas interesantes: hay 307 municipios en el país en donde no se ha presentado ni un
solo homicidio en este año, ni uno solo; eso es el casi el 30 por ciento de los municipios de Colombia.

Hay 800 municipios, o sea casi el 73 por ciento, donde ha habido un homicidio. O sea que tenemos que
concentrarnos es en ciertas zonas donde, si uno sobrepone el mapa, es donde opera el narcotráfico,
donde están concentradas las bandas criminales.

Y por eso ese esfuerzo que vamos a hacer con la política de Seguridad Ciudadana. Y el esfuerzo,
además, que se inició hoy; hoy se anuncio el plan ‘Navidad Segura’ esta mañana en Bogotá por parte
del general (Óscar) Naranjo (Director de la Policía).

Entonces vamos a seguir con todo lo que está a nuestro alcance para que esos homicidios sigan
disminuyendo el país.

Los primeros 100 días

Esta semana ha sido una semana, como todas, bastante álgida, bastante activa. Hicimos nuestro
balance de 100 días el martes pasado.

Los colombianos en su mayoría pudieron escuchar, no solamente de voz del Presidente si no de cada
ministro, lo que hemos hecho en estos primeros 100 días, creo que el balance, como el pueblo
colombiano lo ha expresado, es positivo. Pero los obstáculos y los desafíos que tenemos por delante
son muy grandes.

Por eso el equipo de Gobierno todo está empeñado es en seguir trabajando, está empeñado es en
seguir sirviéndole al país con toda la dedicación y todo el entusiasmo.

Estuvimos en Jamaica el día de ayer. Regresamos con la Canciller (María Ángela Holguín) y con el
Ministro de Minas y Energía (Carlos Rodado) y con varios viceministros esta mañana, a la madrugada.
Fue una visita muy importante y que para nuestras relaciones internacionales y nuestra política exterior
representa un avance estratégico.

La primera visita oficial que hice fue al Brasil. Lo que queríamos era señalar nuestro interés en la región,
sobre todo en fortalecer nuestras relaciones con Suramérica dentro del ámbito de Unasur (Unión de
Naciones Suramericanas) y tener una relación especial con el Brasil, que para nosotros representa un
país muy importante por su tamaño y por todo lo que tenemos en común.

Esta segunda visita de Estado la quisimos hacer a Jamaica, porque también el Caribe representa para
nosotros un área estratégicamente muy importante.

Tuvimos la Cumbre de Mesoamérica, Centroamérica y México en Cartagena hace un par de semanas.


Lo que estamos haciendo es cerrando el círculo para que Colombia juegue un papel importante en toda
América Latina.

Y lo hemos dicho en varias ocasiones: América Latina tiene un futuro muy importante en esta coyuntura
internacional. Lo dije el día de mi posesión, lo he repetido muchas veces: esta es la década de América
Latina, y Colombia debe jugar un papel relevante en ese proceso, unir a América Latina, porque cada
país tiene su fortaleza individual, pero unidos somos una gran potencia.

Y ahí estaremos nosotros los colombianos ejerciendo un liderazgo, haciendo lo posible para que
América Latina realmente se convierta en el área donde todos –como ya se está convirtiendo–, los
inversionistas del mundo pongan sus ojos para traer empleo, para traer prosperidad, para traer
desarrollo.

Con Jamaica establecimos ayer, el Primer Ministro (Bruce Golding) me dijo el interés que tiene en que
conjuntamente exploremos y explotemos un régimen común que tenemos desde el año 93, donde
aparentemente hay posibilidades de encontrar petróleo y gas. Y vamos a iniciar ese proceso; ayer
firmamos unos acuerdos en ese sentido, en esa dirección.

Y también está muy interesado en que le exportemos gas a Jamaica.

Lucha contra el narcotráfico

Pero también nos manifestó lo que nos han manifestado todos los países de la región: que los
ayudemos en su lucha contra el narcotráfico.

Este golpe que dio hoy la Policía es una pequeña demostración de las capacidades que hemos venido
desarrollando a un costo alto, porque esta lucha contra el narcotráfico lleva mucho tiempo y nos ha
costado mucho.

Pero esta es una lucha que nos compromete y en la cual todos los países tienen que estar
comprometidos. Porque lo hemos dicho: un solo país por más poderosos que sea, por más efectivo que
sea, no puede luchar solo contra el crimen trasnacional.

Y por eso fuimos ayer con el general Naranjo y con el general Rosso José Serrano.

Me sentí muy orgulloso, además, ver el homenaje que los jamaiquinos reunieron a dos colombianos,
que cada uno en su momento –el general Naranjo recientemente– fueron señalados por sus pares como
los mejores policías del mundo.

Eso es algo que nos va a servir mucho en esta política exterior de también ayudar –ya no somos
solamente receptores de ayudas, sino también damos la colaboración necesaria– para la lucha contra el
crimen.

Mitigar sufrimiento por invierno

Por supuesto esta semana nos siguió golpeando el invierno y nos siguió golpeando muy duro.

Ustedes vieron las imágenes en la televisión. En los alrededores de Bogotá por primera vez en mucho
tiempo se desbordó el río Bogotá.

Realmente la situación es muy complicada. Y no solamente en Bogotá; aquí en la Costa Caribe han
venido sufriendo esto hace ya varios meses.

Y sigue lloviendo en el centro del país. Eso lo que hace es darle más agua a los ríos; los ríos que están
a punto de desbordarse cuando no se han desbordado ya.

Y por eso tenemos que redoblar nuestros esfuerzos. Y en ese orden de ideas lo que hemos hecho ha
sido un esfuerzo sobrehumano de la gente que está al frente de este proceso.

Yo quiero agradecerles esa dedicación a todos y cada uno de los compatriotas que han estado al frente,
tanto a nivel nacional como a nivel departamental, como a nivel municipal; pero tenemos que seguir
insistiendo.

Vamos a hacer un llamado a un proceso que se inicia el martes –lo hemos llamado ‘Colombia
Humanitaria’–, donde hemos convocado a los gremios, a los empresarios, a los medios de
comunicación, a la comunidad internacional, a que nos ayuden, porque la capacidad del Estado es
limitada.

Hemos invertido casi 400 mil millones de pesos. Seguiremos tratando de buscar los recursos para
afrontar este terrible invierno, pero necesitamos la colaboración de todos los colombianos.

Me decía Miguel Peñaloza (Alto Consejero para las Regiones) que hay unos cálculos de que cada
familia damnificada –y ya llevamos más de un millón 200 mil colombianos que han sido golpeados por
este invierno–, que cada familia más o menos cuesta alrededor de 340 mil pesos; la comida, solamente
la comida.

Entonces de pronto podríamos hacer dentro de esa cruzada humanitaria, de ese proceso que hemos
llamado ‘Colombia Humanitaria’, pedirles también a los colombianos más pudientes que cada uno
adopte una familia durante este tiempo, que nos ayude a mitigar parte de ese terrible sufrimiento que
estamos viendo de tantos de nuestros compatriotas.

La ex directora del DAS

Se presentó también el día de ayer este hecho en Panamá sobre la solicitud de la ex directora del DAS,
la doctora María del Pilar Hurtado, para que le pidieran asilo.

Yo sobre eso simplemente quiero decir que así como lo dijo ayer la señora Canciller (María Ángela
Holguín), con Panamá tenemos la mejor relación, inclusive una amistad personal, y por supuesto que
vamos a seguir teniendo esa muy buena relación. Y respetamos, como es nuestro deber y como ha sido
nuestra política, las decisiones autónomas y soberanas de cada país.

Pero sí nos hubiera gustado, precisamente por la amistad que tenemos, que nos hubieran informado,
porque es de elemental cortesía, entre amigos, que se informen sobre estos hechos.

Esa institución del asilo es una institución que Colombia misma ha respetado hace mucho tiempo. Es
una institución que figura dentro de las reglas de juego internacional, pero tiene algunos mensajes.
Cuando un ciudadano pide asilo en otro país, es un mensaje en cierta forma negativo frente al Estado
de donde es ese ciudadano.

Generalmente lo que se interpreta es que el Estado no tiene la capacidad de dar las garantías
suficientes o que hay una persecución de alguna forma, persecución política.

En este caso fue solicitado el asilo por un temor por la seguridad personal de la ex directora del DAS. En
ese sentido hay que informar también que ella tenía un esquema del propio DAS, un esquema de
seguridad, y que el Estado colombiano y la Fuerza Pública colombiana está en capacidad de
garantizarles a ella y a los demás colombianos su seguridad personal si realmente piensa que está en
peligro.

Y quiero reiterar: nosotros somos una democracia actuante. Gracias a la Seguridad Democrática hemos
recuperado el estado de derecho en prácticamente todo el territorio nacional.

Respetamos la independencia de los poderes, es parte de nuestra democracia. Y es una democracia


que está en ese permanente proceso de mejoramiento continuo. Y ese es un ejercicio que vamos a
hacer todos los días, cómo mejoramos nuestra democracia.

Pero quiero resaltar que nuestra democracia es una democracia que respeta el Estado de Derecho,
respeta el debido proceso, respeta la independencia de los poderes.

El caso de Klein

Por eso también me dolió tanto que una Corte en Europa no haya accedido a extraditar a ese señor Yair
Klein, que aparentemente sembró tanto mal en nuestro país, que fue uno de los arquitectos de ese
proceso paramilitar que después generó tanta violencia en nuestro país y entre los colombianos.

Y ayer salió libre y tuvo el cinismo –ese cinismo de los corruptos, ese cinismo de los criminales– de
enviar un saludo a Colombia y un saludo al Presidente de la República.

Eso lo rechazo de plano y lo que le he dicho al Ministro del Interior y de Justicia, y a la Fiscalía, es que
busquen todos los recursos legales a nuestra disposición para ver si ese señor puede ser traído a ser
juzgado donde generó tanta violencia.

Pero nuevamente quiero enviarle una señal –como se la envié en su momento– a esa Corte, decirle que
Colombia es un país digno, es un país respetable, es un país donde actúan sus instituciones, y que
hemos hecho muchísimo para que así sea, y lo estamos demostrando en todos los frentes.

Nuevo golpe a las Farc

Finalmente, y había dejado esto para lo último, porque es muy importante, en materia de orden público
esta semana dimos unos golpes muy certeros y de gran importancia: la Operación Fortaleza III, el 15 de
noviembre, allá en la frontera con el Ecuador, dio de baja a 16 guerrilleros y se capturó uno más que
resultó herido, y se incautó muchísimo material de guerra e información muy valiosa para nuestra
Fuerza Pública.

También se capturó a alias ‘Pablo’. Alias ‘Pablo’ había generado terror en La Guajira, en todo este
sector. Un criminal, de la banda criminal que tanto daño ha hecho en la extorsión, en los secuestros en
el norte del Caribe colombiano.

Pero lo más importante es lo siguiente: desde hace mucho tiempo, desde hace muchos años, cuando yo
llegué al Ministerio de Defensa, pusimos en la lista de los objetivos de alto valor a una serie de
bandidos.

Ahí estaba ‘Tirofijo’, ahí estaba el ‘Mono Jojoy’, ahí estaba ‘Raúl Reyes’, ahí estaba el ‘Negro Acacio’,
ahí estaba ‘Martín Caballero’, y entre esa lista que pusimos al inicio estaba ‘Fabián Ramírez’.

‘Fabián Ramírez’ es un criminal con más de 13 órdenes de captura, que fue ascendiendo en las Farc
por su habilidad y por su crueldad, hasta llegar a ser el cabecilla de todo el Bloque Sur. Un personaje
que ustedes lo vieron durante las conversaciones del Caguán, pero que también ha sido responsable,
por ejemplo, de la acción, la toma de Las Delicias, en el Putumayo, donde murieron 28 militares y fueron
secuestrados 60 más.

Todo lo que sucedía allá en Cartagena del Chairá, cerca a San Vicente del Caguán, en todo el sur del
país, en el Putumayo, ahí estaba este bandido de ‘Fabián Ramírez’.

En el caso de El Billar en el año 96; el caso de Puerres, en Patascoy, en Nariño, este miembro del
estado mayor del Bloque Sur y cabecilla del Bloque Sur, siempre estaba ahí detrás de eso. Y por eso
era uno de los objetivos de alto valor, muy importante.

Le habíamos hecho varios intentos Y en la madrugada de hoy, cerca a San Vicente del Caguán, gracias
a una muy concreta y acertada inteligencia de la Policía y a la puntería de la Fuerza Aérea, en una
operación conjunta, como hoy está operando en nuestra Fuerza Pública –nuestras Fuerzas Armadas
siempre están operando de forma conjunta, que les da mucho más eficacia, mucho más poder; el
Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Policía–, se hizo el ataque a un sitio donde aparentemente
estaba este bandido.

La información que me acaba de dar el Ministro de la Defensa (Rodrigo Rivera) es que se acaba de
llegar al sitio. Han encontrado cuatro, cinco cadáveres, y aparentemente cayó este bandido.

Digo que aparentemente porque no está confirmado –están buscando–, pero encontraron sus pistolas.
Estos comandantes o jefes o cabecillas de las Farc siempre usan pistolas; este usaba dos pistolas, ahí
las encontraron. Su morral, su manecilla, sus computadores.

Todo eso, dice el Ministro, explica que lo más seguro es que cayó. Le dije que apenas tuviera alguna
confirmación nos avisara. Pero esto, si se confirma, es un golpe contundente también contra las Farc.

Las Farc que han amenazado por varios medios en iniciar una ola terrorista a partir del 15 de este mes.
Dicen que van a vengar se la muerte del ‘Mono Jojoy’.

Inclusive en un mensaje en Anncol lo terminan diciendo: ‘un fin de año intenso, nada sosegado, para los
huéspedes de la Casa de Nariño’.

Yo quiero decirles a estos bandidos que aquí el que no va a tener un fin de año sosegado son ustedes y
aquí lo estamos demostrando con esta operación que hizo nuestra Fuerza Pública.

Y decirles a los colombianos, decirles a los colombianos que en estos próximos meses vamos a tener la
inclemencia del tiempo. Y a la inclemencia del tiempo le vamos a responder con solidaridad para a que
los compatriotas que están sufriendo se les disminuya su sufrimiento.

Y nos vamos a encontrar posiblemente con la crueldad del terrorismo, que ya hemos visto actos
terroristas que son los actos que pueden hoy realizar estas organizaciones ilegales.

Pero que ahí también les responderemos con toda la contundencia, porque el pueblo colombiano se
crece en la adversidad. Y que la inclemencia del tiempo por un lado y la crueldad del terrorismo por el
otro. lo que hace es entusiasmarnos más para seguir adelante.
Esfuerzo en salud

Y finalmente, a lo que vinimos, este Acuerdo para la Prosperidad sobre un tema de enorme importancia,
de trascendental importancia para todos los colombianos, el tema de la salud.

Ustedes saben muy bien el esfuerzo que se ha hecho para analizar este tema. Hay siempre diferentes
puntos de vista, algunos con sentido práctico, otros más ideológicos, sobre cómo debe ser nuestro
sistema de salud.

La intención del Gobierno es acertar, es poner en marcha un sistema y arreglar lo que se ha venido
haciendo de la mejor forma posible para tener un sistema de salud que realmente les dé a los
colombianos una salud a la cual todos tengan acceso y que sea de buena calidad.

Nosotros invertimos un porcentaje muy alto de nuestros recursos en la salud, 6.2, Ministro (de la
Protección Social, Mauricio Santamaría), 6.2 por ciento del PIB.

Si uno compara esa inversión en salud con otros países, somos de los países que más invertimos, pero
infortunadamente eso no se ve reflejado en el servicio, en la calidad del servicio, en el acceso al
servicio. Y eso lo que nos indica es que está fallando el sistema.

Por eso estamos tan interesados en reformarlo para que funcione, para que ese 6.2 por ciento del PIB,
ese gran esfuerzo económico que se hace, se traduzca en mejor salud para los colombianos. De eso se
trata este esfuerzo que estamos haciendo.

Yo quiero agradecerles a los miembros del Congreso, que han estado permanentemente metidos en
esta concertación e interesados en buscar la mejor forma de darles a los colombianos una salud que los
colombianos se merecen.

También quiero agradecerles mucho a todos los participantes en estas discusiones porque como lo
dijimos al principio, queremos que estas reformas sean concertadas, que salgan con el beneplácito y la
bendición de todos los jugadores del sistema, de todos los agentes del sistema.

Muchas veces en esas concertaciones no se pueden poner de acuerdo todos, muchas veces hay
intereses que son diametralmente opuestos; no hay zonas grises donde se puedan realizar acuerdos.

Y posiblemente, como ya hemos escuchado algunas voces críticas, en la medida en que va perfilando la
reforma pues van a salir algunos a protestar.

Pero créanme que lo que queremos nosotros es que el Congreso de la República, las dos leyes, una ley
estatutaria y una ley ordinaria, aprueben el mejor sistema posible. Y que por parte del Gobierno, no
solamente el nacional sino a nivel departamental y municipal, hagamos el mejor esfuerzo para aplicarle
los principios del buen gobierno a este sistema.

Porque el sistema tiene demasiadas ineficiencias y también –tengo que decirlo– focos de corrupción. Y
ahí vamos a combatirlo con todo lo que esté a nuestro alcance.

El ejemplo de Barranquilla

¿Y por qué hicimos este Acuerdo para la Prosperidad en Barranquilla? Porque así como hemos ido a
muchos sitios para decir, mire usted tiene que pellizcarse porque en materia de pobreza o en materia de
educación está muy mal, también tiene que resaltar aquellas ciudades y aquellas regiones donde se ha
hecho un esfuerzo positivo.

Y en el caso de salud, querido Alcalde (Alejandro Char) y querido Gobernador (Eduardo Verano) y
queridos barranquilleros, en el caso de la salud Barranquilla es un ejemplo; es un ejemplo de cómo si se
pueden hacer las cosas y cómo por ejemplo, ese objetivo que todos queremos de equiparar los
servicios, Régimen Subsidiado y Régimen Contributivo, se puede hacer a un costo razonable.

Inclusive el Alcalde Char me decía el otro día que los costos hasta disminuyeron. O sea que sí se
pueden hacer las cosas, por eso hemos decidido venir el día de hoy aquí a Barranquilla a decir, mire
aquí hay un ejemplo para el resto del país y por eso estamos aquí.

Yo quiero nuevamente agradecerles a todos los que han participado en las mesas. Es un tema al cual le
damos una gran importancia por el impacto que tiene en ese propósito fundamental nuestro de darles
prosperidad a todos los colombianos. No puede haber prosperidad si no hay salud, si no hay una buena
salud.

De manera que sin más preámbulos, Ministro y señor Gobernador y señor Alcalde, pues iniciemos este
Acuerdo para la Prosperidad en materia de salud y decirles a ustedes que muchas gracias por su
hospitalidad y por su apoyo".

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la firma del Acuerdo


contra la Deserción en la Educación Superior

Bogotá, 22 nov (SIG). “Ante todo mis agradecimientos por su presencia en el día de hoy aquí en este
evento al cual le damos toda la importancia y les ofrezco disculpas por el retraso inicial.

Estaba, como es función del Presidente, tratando de cuadrar un círculo. Yo espero que haya quedado
bien cuadrado; el día de mañana ojala podamos tener algunas buenas noticias en ese frente. No les voy
a decir cuáles, pero créanme que era una labor importante.

Y les agradezco mucho su presencia, porque todo el esfuerzo que hagamos, no solamente por evitar la
deserción sino por mejorar la calidad de nuestra educación es poco, es poco.

Ustedes me han oído decir en repetidas ocasiones cómo le doy de importancia a este tema de la
educación.

Ahora que estamos en el Bicentenario hay una frase que utilizo con mucha frecuencia, de nuestro
Libertador, que decía que las naciones marchan hacia su grandeza, al mismo paso que avanza su
educación.

Doscientos años más tarde de nuestra Independencia tenemos que ser autocríticos y decirnos a
nosotros mismos que nos falta muchísimo, nos falta mucho frente a lo que han avanzado otras naciones
y por eso es tan importante darle una prioridad al tema de la educación.

Mucha gente me pregunta que por qué no incluir la educación entre una de las cinco locomotoras que
van a impulsar la economía, que van a impulsar el bienestar y la prosperidad.

La respuesta es muy sencilla: porque la educación no es una locomotora; la educación son los rieles
que son necesarios para que todas las locomotoras puedan avanzar.

La educación es tal vez lo más importante que un Gobierno le puede dejar al Gobierno siguiente, es lo
más importante que un padre le puede dejar a los hijos y es lo más importante para el desarrollo y el
progreso de cualquier sociedad.

Ustedes saben mejor que cualquiera de nosotros la importancia que tiene la educación en sus niveles.
Por eso también desde hace mucho tiempo yo he venido promoviendo la idea de que la educación
comienza en la cuna y termina en la tumba.

No es solamente la educación superior, es todo un proceso. Y si la sociedad asume ese reto del
mejoramiento continuo en su educación, desde la cuna hasta la tumba, eso garantiza que la sociedad, el
país, va a progresar y va a hacer de su gente una gente como lo mencionaba la Ministra (de Educación,
María Fernanda Campo) unos ciudadanos respetuosos, unos ciudadanos productivos, unas familias que
tengan unos principios, unos valores, en fin, una sociedad que funcione.

Un gran reto y un esfuerzo en materia de calidad

El reto es enorme, el reto es enorme porque estamos muy atrasados.

Lo que ha hecho el Gobierno en los últimos años es revolucionario en materia de cobertura, eso se lo
reconoce todo el mundo, lo que hizo la Ministra anterior (Cecilia María Vélez White), el Presidente Uribe,
en materia de cobertura fue un paso muy importante, pero no fue suficiente.

Y tenemos nosotros no solamente que continuar aumentando esa cobertura en aquellos segmentos
donde todavía nos falta, sino también, como se ha dicho con tanta insistencia, tenemos que hacer un
gran esfuerzo en materia de calidad.

Uno de esos frentes donde tenemos que aumentar cobertura y calidad es el segmento de la educación
superior.

También me han oído ustedes decir con insistencia que ahí tenemos que hacer un esfuerzo en varias
direcciones. La primera de esas direcciones es facilitar el acceso de más muchachos y muchachas que
quieran tener acceso a la educación superior.

Ahí hay un cuello de botella que está resultando muy costoso: miles de bachilleres que se gradúan y
que no pueden por diversas razones continuar su educación.

Esos bachilleres casi que automáticamente entran a engrosar las filas del desempleo. No en vano el
promedio de desempleados, de los muchachos y muchachas entre los 18 y los 25 está por encima del
doble del promedio nacional.

Y además es una tremenda frustración y un tremendo desperdicio como sociedad. Después de haber
hecho semejante esfuerzo que para la mayoría de las familias representa que su hijo, su hija, ese
muchacho o esa muchacha logre graduarse de bachillerato, es una tremenda frustración que no pueda
continuar su educación superior.

Mejoramiento continuo y pertinencia

Por eso es tan importante no solamente aumentar la cobertura sino también —y ese es el propósito de
este evento— evitar la deserción

Como ustedes saben mejor, también, que nosotros, y como lo dijo la Ministra, la deserción es casi la
mitad, 45 por ciento. Es muy alto, unos costos altísimos y una frustración altísima. Una frustración
altísima que genera todo tipo de efectos negativos colaterales.

Tenemos además que hacer una gran cruzada por aquello que llaman la pertinencia.

Ahí hay también un factor de frustración alto y lo ve uno en muchos muchachos que sí logran graduarse
de su educción superior, que logran graduarse de la universidad, y que después no encuentran trabajo,
cuando en el país vemos a muchísimos industriales, a muchísimos empresarios, quejándose de la falta
de gente capacitada en ciertas áreas.

Muchos años llevamos. Yo me acuerdo que desde que comencé mi vida profesional hacía ya varias
décadas se habla de este tema, el tema de la pertinencia, el tema de preparar la gente para lo que el
sector productivo y el país necesita.

Pero algo ha sucedido, algo ha faltado y ahí tenemos que hacer un esfuerzo mucho más grande para
poder realmente graduar a los muchachos en aquellas disciplinas que se necesitan, que están siendo
demandadas.

Eso requiere también mucha audacia y estar siempre actualizando los pénsum, actualizando las
carreras, porque el mundo esta cambiando cada vez más rápido; cada vez vemos cómo la tecnología se
encarga de volvernos a todos muy rápidamente obsoletos.

Nos graduamos de la universidad y a los seis, siete, ocho años, si no seguimos estudiando la tecnología
y la forma como avanza la educación misma y el mundo, nos deja atrás.

Y por eso es tan importante tener esos mecanismos que actualicen todo el sistema educativo para que
sea pertinente. Y si hay esa pertinencia todos ganamos, todos ganamos.

Acreditación, calidad y competitividad

Yo me acuerdo, ahora que veo al doctor Carlos Angulo (Rector), yo fui miembro del Consejo Directivo
de la Universidad de los Andes 17 años y ese era uno de los temas que discutíamos con mucha
frecuencia, el tema de la pertinencia y el tema de la calidad.

Me acuerdo muy bien cuando se inició en Los Andes el sistema de Acreditación. Que no solamente —y
eso es importante— debe ser una acreditación a nivel nacional, porque seamos realistas, el ingeniero
que sale de una universidad colombiana en el fondo esta es compitiendo con el ingeniero que sale de
una universidad en Estados Unidos, en Europa o en el Asia, para no hablar del resto de América Latina.

Y por eso el sistema de acreditación y las comparaciones en materia de calidad no podemos hacerlas
solamente entre nosotros, entre las universidades, sino a nivel internacional.

Eso es lo que realmente nos permite ser competitivos, que es una de las tres palabras que hoy están
muy de moda y que nosotros tenemos el reto y la obligación de introducir en todos los procesos de
nuestras políticas públicas.

En el reto de darles más acceso a los muchachos a la educación superior, ahí estamos buscando los
mejores mecanismos en la parte financiera, por ejemplo, ver a ver cómo podemos fortalecer el Icetex, el
programa Acces que lanzamos cuando, ya a al final del Gobierno, cuando yo era Ministro de Hacienda,
con el actual Ministro de Hacienda que era Jefe de Planeación, recuerdo que nos sentamos a diseñar
ese plan que ha sido un plan llamémoslo exitoso pero muy limitado frente a las enormes necesidades.

Y limitado no solamente en su cuantía, sino que muchos estudiantes lo consideran demasiado caro;
muchos estudiantes no tienen ni siquiera la posibilidad de mantenerse en la universidad y por esto
tienen que desertar, tienen que irse.

Y por eso ese plan de becas crédito para darles la posibilidad de financiar su manutención, la matrícula,
y que solamente tengan que pagar cuanto tengan un ingreso estable, es uno de nuestros sueños.

Y estamos viendo a ver cómo podemos realmente ofrecer algo masivo en ese sentido, porque creo que
eso nos permitiría dar un salto muy importante en ese cuello de botella que es el acceso.

Estimular carreras técnicas y tecnológicas

También es bien importante en aquello de la pertinencia hacer un gran esfuerzo para estimular, tanto a
las universidades como a los otros centros de educación superior, para ofrecer más carreras más
carreras técnicas y tecnológicas, y para que los muchachos y muchachas también se sientan
estimulados a seguir carreras técnicas y tecnológicas.

Ustedes saben también mejor que nosotros cómo el porcentaje de carreras universitarias versus
carreras técnicas y tecnológicas en nuestros país es demasiado alto y cómo invertir ese porcentaje para
darle más importancia a volumen de carreras técnicas y tecnológicas, y por supuesto a la calidad, pero
esa proporción, si la podemos cambiar, eso también haría más pertinente y muchos más útil la
educación superior en general.

Por eso el propósito de estimular a las universidades a que ofrezcan más carreras técnicas y
tecnológicas es para nosotros un punto muy importante y vamos a ver cómo podemos, con la Ministra,
establecer estímulos que para las universidades representen un factor constructivo y de estimulo —y
perdón la redundancia— para que ese propósito sea posible.

Internacionalización de la educación

Nosotros vamos también a estimular la integración y la internacionalización de nuestra educación,


buscando las formas de los reconocimientos, de los pénsum y los currículos colombianos en las
universidades en el exterior y viceversa.

Viene ahora el Presidente de Chile (Sebastián Piñera) pasado mañana, la primera visita oficial de
Estado que hace a Colombia algún Mandatario amigo y parte de lo que le vamos a proponer es hacer
una alianza en muchos sentidos.

Con Chile y con Perú, con esos dos países vamos a ver si nos integramos y nos profundizamos, pero
una de las áreas donde queremos una mayor integración con Chile, por ejemplo, es en el área de la
integración donde ellos han avanzado también en forma importante.

Vamos a ir a la Cumbre de Mar del Plata (Argentina); allá vamos a suscribir, no solo con Chile sino con
España, convenios en este frente y vamos a buscar en nuestra política exterior —y ustedes lo han oído
en todas las reuniones que hemos tenido— cómo el factor de la educación la queremos volver un factor
de cooperación con aquellos países que nos puedan aportar su experiencia y su conocimiento en esta
área para podernos ayudar a ser mejores.

Con el Presidente (de Estados Unidos, Barack) Obama, cuando le dijimos que íbamos a cambiar o a
modificar y agregarle otros puntos a la agenda bilateral, el primer tema que surgió, la educación.

Con Francia, cuando dijimos ‘vamos a explorar nuevas áreas, donde podamos trabajar juntos’, ahí salió
la educación.

Y eso es lo que queremos, darle a la educación relevancia en todas las políticas públicas del Gobierno,
porque estamos convencidos de que si podemos dar ese gran paso de mejorar la calidad, mejorar la
cobertura e internalizar ese concepto de la educación ‘de la cuna a la tumba’, este país va a ser
diferente.

Y por eso ese esfuerzo ya muy localizado de prevenir la deserción en las universidades. Lo
consideramos un paso importantísimo dentro de un esfuerzo por supuesto más global. Y por eso les
agradezco enormemente su presencia aquí a este gran acuerdo para contra la deserción en la
educación superior.

Trabajemos juntos, no solamente para esto, no solamente para evitar la deserción. Trabajemos juntos
para mejorar la calidad; trabajemos juntos para que nuestra educación en general sea una educación
donde los competidores nos puedan mirar y decir: ‘hombre, Colombia está haciendo las cosas bien’.

Yo creo que en los países que hacen las cosas bien en materia de educación, lo hacen bien casi en las
demás disciplinas y en los demás retos.

Un país que entiende la importancia de la educación, un país que entiende que es el mejor vehículo de
movilidad social, un país que entiende que esa es la mejor forma de ser más equitativos, de poder
colocar a sus muchachos en un punto de partida igual, porque tienen igual educación, ese país ya
puede considerarse un país que avanzó a ese nivel de desarrollo en donde ya no tiene reversa.

Y es ahí donde queremos llevar nosotros a nuestra querida Colombia.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en el


lanzamiento de Colombia Humanitaria

Bogotá, 23 nov (SIG). “Agradezco la presencia de todos y cada uno de ustedes a este evento y la
respuesta a esta iniciativa.

Un saludo muy especial al señor Vicepresidente, doctor Angelino Garzón, a los señores ministros, a los
señores comandantes, a los señores embajadores, a los señores empresarios, a mi familia, a María
Clemencia y a mis hijos. Amigos de los medios de comunicación. A todos ustedes, que han respondido
en forma tan generosa a esta iniciativa.

Como ustedes vieron en este muy corto video, es mucha la gente, muchísima la gente que está
sufriendo con esta ola invernal, la peor en nuestra historia; la peor en nuestra historia.

Nos decía el Director del Ideam (Ricardo Lozano) que solamente en los primeros días de noviembre,
antes de cumplirse la mitad del mes, había llovido más que en todos los meses de noviembre, que es el
mes más lluvioso del año, en toda la historia.

Eso nos da una idea de la magnitud de este invierno y ustedes han visto a través de los medios de
comunicación los estragos que esto esta causando.

Y por eso hemos hecho este llamado, porque desde el primer día, el 8 de agosto sabíamos a qué
atenernos, estábamos prevenidos sobre la intensidad de esta ola invernal. Nunca nos imaginamos que
fuera a ser tan fuerte.

Y pusimos todo lo que el Estado tiene a su disposición en marcha y hemos logrado atender un
porcentaje muy alto de los damnificados.

Yo quiero agradecerles de todo corazón a todos esos colombianos que han ayudado tanto en estos
últimos meses. A los bomberos, a la Defensa Civil, a Acción Social, al Gobierno; quiero agradecerle al
Ministro (del Interior y de Justicia) Germán Vargas, y a toda su gente. Además al Ministro fue quien se le
ocurrió esta iniciativa; a Luz Amanda Pulido (Directora de Gestión del Riesgo) que ha trabajado como
nunca al frente de la Oficina de Atención y Prevención de Desastres. Ustedes la han visto recorriendo el
país todos los santos días.

Pero esa capacidad del Gobierno fue rebozada por la intensidad de la tragedia y del invierno y por eso
hemos hecho este llamado para que los colombianos que puedan ayudarnos pongan su granito de
arena y para que la comunidad internacional también nos dé una mano, porque ya llevamos más de 1
millón 250 mil damnificados e infortunadamente el invierno va a continuar. Va a continuar e inclusive
tiene el peligro de prolongarse hasta principios del año entrante y de pronto unirse al invierno del año
entrante, lo cual nos obliga a que esta iniciativa sea el inicio de un proceso que tenemos que mantener
para poder ser solidarios con esos millones de compatriotas que están sufriendo las inclemencias de
este invierno.

Sector privado y comunidad internacional

Hemos convocado al sector privado, al que le agradecemos de todo corazón, porque siempre nuestros
empresarios han estado presentes en momentos difíciles y sabemos que en esta ocasión —y su
presencia aquí lo demuestra— van a estar presentes, solidarios.

Hemos invitado a los señores embajadores, a quienes de antemano del agradecemos. Ya la Unión
Europea ha anunciado una ayuda de más de 5 millones de euros, que le agradecemos de todo corazón.

Ayer recibimos, la Canciller (María Ángela Holguín) recibió una comunicación de Corea que iba a donar
200 mil dólares; el Presidente de Chile (Sebastián Piñera) nos anunció que llega esta noche, pero llega
con un avión cargado de ayuda para los damnificados.

A todos mil gracias. Mil gracias y como les digo, esto hasta ahora comienza y por eso la organización
que salga de este evento pues va a tener un trabajo muy intenso.

Lo que hemos diseñado es una alianza público-privada, como la que hicimos con tanta eficacia con la
tragedia de Armero, para que el sector privado y el sector público, el Gobierno, podamos trabajar en
forma unida en pro en este caso de los damnificados de los damnificados por el invierno.

Y por eso hemos constituido una junta, una junta donde hemos sugerido que usted, doctor Luis Carlos
Villegas que, no solamente como Presidente del Consejo Gremial, Presidente de la Andi, sino como una
persona que tuvo un gran desempeño y ya tiene mucha experiencia en este tipo de situaciones, por lo
que él participó muy activamente en la recuperación de Armenia.

También hemos pedido a Manuel Santiago Mejía, que también tuvo una gran experiencia en ese frente,
que nos ayude. Y hay una persona que también tuvo un desempeño y sobre todo en la parte ya de
ejecución, administrativa, Everardo Murillo, que está aquí con nosotros. También le hemos pedido que
se ponga al frente de este esfuerzo.

Y yo les agradezco de antemano también muchísimo su trabajo que estoy seguro que va a ser muy
efectivo, pero también muy intenso.

Por el lado del Gobierno, Miguel Peñaloza, el Alto Consejero (para las Regiones) que ha venido
trabajando en forma incansable estos últimos meses para atender también, de la mano de Luz Amanda
Pulido; le hemos pedido también que haga parte de esa junta. Por supuesto Luz Amanda.

Y esto pues lo vamos a ir afinando y calibrando en la medida en que vaya evolucionando, si requiere
mejoras, si requiere cambios pues los haremos.

Recursos para mitigar emergencia

El Gobierno ha invertido ingentes sumas de dinero en esta tragedia Me dice Miguel Peñaloza que si
sumamos todo ya llevamos más de 500 mil millones de pesos. No ha sido suficiente, las necesidades
siguen creciendo.

Vamos con el Ministro de Hacienda (Juan Carlos Echeverry) a tomar un crédito de emergencia por 150
millones de dólares del Banco Mundial. Y les hemos pedido a la Ministra de Vivienda (Beatriz Uribe), al
Ministro de Agricultura (Juan Camilo Restrepo) y al Ministro de Transporte (Germán Cardona) que nos
diseñen un plan para ejecutar estos recursos a la mayor brevedad posible, destinados todos estos
recursos a mitigar el sufrimiento de tantos colombianos que están sufriendo por este invierno.

Adicionalmente vamos a destinar un dinero de los que le hemos incautado al narcotráfico, 25 millones
de dólares, en forma inmediata también para ayuda a los damnificados y todo esto lo vamos a hacer a
través de estos mecanismos donde el país pueda ver que esto se está haciendo con total eficiencia, con
total eficacia y con total transparencia.

Esto es muy importante. Que en estos momentos difíciles salga a relucir el principio del Buen Gobierno.
Así como se hizo en la recuperación del Quindío, de Armenia, lo vamos a hacer en esta ocasión.

Y por eso todas las semanas vamos a darle una información a la opinión pública, a la población, sobre
cómo se están ejecutando estos recursos.

Quiero también agradecerle a los medios de comunicación que respondieron en forma inmediata a este
llamado, porque la divulgación y el llamado a la solidaridad el eco que le hacen a esta campaña,
también es fundamental.

Y por supuesto, esa ayuda permanente de nuestras Fuerzas Armadas, de nuestro Ejército, de nuestra
Fuerza Aérea, de nuestra Armada y de nuestra Policía, que no han descansado un minuto tratando
también de ayudar en esta tragedia.

Jorge Alfredo (Vargas) y Carolina (Cruz, presentadores), ustedes que representan a todos los aquí
presentes:

¡Todos somos Colombia!

Esta muestra de solidaridad es realmente conmovedora.

Les agradezco de todo corazón, y les hago un llamado a todos los colombianos a que nos unamos,
porque unidos vamos a poder salir de esta tragedia de la mejor forma posible.

Muchos colombianos, muchos compatriotas están sufriendo y están sufriendo mucho. Ayudémoslos a
que sufran menos y dentro de un tiempo podamos decir: ahí estuvimos solidarios. Eso es lo que hace
gran de a un país.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el almuerzo ofrecido al


Presidente Sebastián Piñera

Bogotá, 24 nov (SIG). “Querido Presidente Piñera: Hoy doy la bienvenida, más que a un mandatario de
un país hermano de Colombia, a un verdadero amigo –mío y de nuestro país–, y eso nos alegra más
que nada.

No es casual que su visita, apreciado Presidente, sea la primera visita de Estado que recibo desde mi
posesión.

Hemos querido invitarlo porque usted y Chile están cercanos al corazón de Colombia, y porque su visita
nos da la oportunidad de reiterar conjuntamente la visión de progreso, de paz y desarrollo social que
compartimos para nuestros pueblos.

La última vez que vino a Bogotá, fue para el acto de mi posesión el 7 de agosto de este año, e
infortunadamente no pudo quedarse a la ceremonia por los hechos acontecidos en la Mina de San José.

Usted, atendiendo a su sentido de responsabilidad y compromiso con su patria, regresó a liderar las
tareas de rescate que tuvieron en vilo al mundo entero por 70 días, y todos fuimos testigos de su
determinación, de su liderazgo y su gran sentido de humanidad.

Chile demostró con este rescate monumental que es un país grande y fuerte, con inmensos recursos
humanos, capaz de convertir una tragedia casi inminente en una proeza de vida que generó la
admiración de todo el planeta.

Bien lo resumió usted, Presidente querido, cuando dijo: “Lo hicimos a la chilena y eso significa que lo
hicimos bien”.

Qué año difícil ha vivido Chile –comenzando por el terrible sismo de febrero– y, al mismo tiempo,
¡cuánto nos ha enseñado a todos con su capacidad para vencer los obstáculos y mantener el rumbo
positivo hacia el futuro!

Hoy los chilenos exportan algo más que cobre, frutas y vinos. ¡Se han convertido en exportadores de
esperanza, la materia prima de la que están hechos los sueños!

Desde Colombia sufrimos como propia la situación generada por el terremoto, y extendimos, de
corazón, nuestra mano solidaria y amiga.

Y usted, Presidente Piñera, ha llegado también con un avión llenó de ayudas para nuestros
damnificados por la ola invernal que estamos sufriendo, la más dura tal vez en nuestra historia, por lo
que le agradecemos infinitamente.

Porque lo que pasa a Chile le pasa a Colombia, y lo que le pasa a Colombia le pasa a Chile, como
ocurre con los hermanos y con los mejores amigos.

Hace dos siglos, con apenas semanas de diferencia, iniciamos el camino hacia la independencia, y
desde entonces no hemos dejado de andar juntos.

Nuestros próceres –Bolívar, Santander y O’Higgins– lucharon por ideales comunes de democracia y
libertad, que a nosotros nos corresponde ahora encarnar y seguir fortaleciendo.

La Orden de Boyacá, la máxima condecoración de nuestro país, que he tenido el honor de imponerle,
señor Presidente Piñera, fue recibida por primera vez por el Libertador Simón Bolívar y sus hombres, en
memoria de la batalla que selló la libertad de Colombia.

Ahora la lleva usted, con decoro, como representante de un pueblo hermano y porque bien la merece
por su espíritu constante de colaboración y amistad hacia nuestra patria.

Desde aquel primer Tratado de Unión, Liga y Confederación de 1822, pasando por el Acuerdo de
Complementación Económica que firmamos en 1993 –cuando yo era Ministro de Comercio–, hasta el
tratado que profundizó dicho acuerdo y que entró en vigencia el año pasado, no han cesado Chile y
Colombia de trabajar sobre parámetros de respeto y beneficio mutuo.

Admiramos profundamente la cultura chilena, con la poesía de Neruda, de Mistral –quien fue protegida
por mi tío abuelo, Eduardo Santos-, de Rojas; con la prosa de Donoso, de Edwards, de Bolaño; con la
música entrañable de tantos grupos y cantautores que marcaron la historia de América Latina.

Recordamos también que fueron militares chilenos los que nos ayudaron hace 100 años a organizar
nuestras Fuerzas Armadas, y hoy –un siglo después– seguimos colaborando eficazmente en la lucha
contra la criminalidad internacional.

Las nuestras son historias paralelas que se conectan por el Pacífico y por la cordillera de los Andes, que
enlazan, con sus aguas y sus cumbres, nuestros territorios.

Hoy, Presidente Piñera, quiero resaltar el inmenso potencial que tenemos para seguir avanzando en
nuestra integración.

Hace dos semanas recibí una carta de nuestro colega, el Presidente Alan García, del Perú, quien nos
invitaba a profundizar la integración entre nuestros países –incluyendo también a Ecuador y Panamá–,
algo de lo que usted y yo ya hemos hablado.
Somos naciones interconectadas, con costas sobre un mismo océano, con necesidades e ideales
similares, que tenemos, sin duda, mucho que hacer si unimos nuestras fuerzas.

Por eso respondí afirmativamente al Presidente García, y sé que es una postura común con Chile,
porque somos amigos de la integración y del libre comercio, y podemos ir aún más allá, al libre comercio
de capitales y el libre tránsito de personas, y profundizar cada vez esa necesaria y muy conveniente
integración.

Ya comenzamos muy promisoriamente con la integración de las bolsas de valores de Santiago, Lima y
Bogotá en el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), que inicia operaciones esta misma semana.

Y ojalá esta integración se extienda a más países, a todos los países  que quieran unirse a esta cadena
de desarrollo.

México, por ejemplo, sería un candidato ideal para incorporar a esa integración.

Colombia está lista para incrementar su presencia y su actividad en el Pacífico, y por eso valoramos el
apoyo permanente que hemos recibido de Chile en nuestra intención de ingresar, cuando sea posible, a
la Apec.

También agradecemos la experiencia que han compartido con nosotros sobre los pasos a dar para
ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).

Señor presidente Piñera:

En Colombia, como en todo el mundo, estudiamos el caso chileno con admiración y estamos listos a
aprender de sus lecciones sobre cómo alcanzar una economía estable con equidad social.

Nos alienta saber que los inversionistas chilenos miran a nuestro país cada vez con mayor interés y que
somos, de hecho, el tercer destino de las inversiones chilenas en el exterior.

La inversión acumulada de empresas chilenas en Colombia supera los 6 mil millones de dólares en
sectores como los mega-almacenes, la energía, el agro, la construcción y, recientemente, el transporte
aéreo.

Y sigue aumentando: Mientras entre 2007 y 2009 la inversión chilena en nuestro país fue en promedio
de 400 millones de dólares al año, en el primer semestre del 2010 ya sumó 412 millones de dólares, lo
que muestra que este año podría doblarse.

Nuestro comercio –estimulado por el TLC que nos vincula– también va viento en popa.

Mientras entre enero y septiembre de 2009 tuvimos un comercio bilateral –según nuestros cálculos– de
unos 900 millones de dólares, en el mismo periodo de este año superamos los 1.150 millones de
dólares, lo que significa un incremento del 29 por ciento.

Tenemos, entonces, muchos caminos, muchas razones, mucho potencial para seguir creciendo y
progresando juntos.

Hace ya varias décadas, en una visita que hizo Neruda a nuestro país, un poeta colombiano, Jorge
Rojas, le dedicó las siguientes palabras, que me sirven de inspiración para terminar las mías:

“Ésta es Colombia, Pablo, con su espuma y su piedra, curvada dulcemente sobre el cielo de América”.

Hoy también yo, querido Presidente, quiero decirle –como Rojas a Neruda– que ÉSTA ES COLOMBIA,
con sus sueños y su vida inagotables, una nación que hoy, más que nunca, se entrelaza con Chile –con
la Chile hermosa, mineral y oceánica– en un abrazo de esperanza y de unidad.

Brindo por que ese abrazo dure para siempre.

Levanto mi copa –y los invito a hacerlo– por nuestro pasado de amistad, por nuestro presente de
cooperación, y por un futuro de desarrollo y felicidad para nuestros pueblos”.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el VII Congreso
Nacional de la Infraestructura

Cartagena, 25 nov. (SIG). “Muchas gracias, doctor Juan Martín (Caicedo Ferrer) y muchas gracias a
todos los miembros de la Cámara Colombiana de la Infraestructura por su invitación a instalar este
séptimo congreso que reúne lo mejor de la ingeniería nacional e internacional.

Cómo me complace saber que esta tarde contarán con los ilustrados conceptos de tres grandes
latinoamericanos y tres estadistas de talla mundial como lo son los ex presidentes Ernesto Zedillo, de
México; Alejandro Toledo, del Perú, y César Gaviria, de Colombia.

Usted ha tenido, doctor Juan Martín, un muy buen ojo para escoger sus invitados especiales a estos
encuentros de la Cámara. Recuerdo muy bien, hace dos años vino el Presidente Felipe González (ex
presidente del Gobierno español) que hizo una exposición magistral. Y el año pasado vino el Presidente
Lagos (Ricardo Lagos, ex presidente de Chile) y el Presidente Sanguinetti (Julio María Sanguinetti, ex
presidente de Uruguay), que también, recuerdo, hicieron los dos una exposición magistral.

Le quiero confesar que yo aproveché la presencia, tanto de Felipe González hace dos años como de
Lagos y Sanguinetti hace uno, y los recluté para que se convirtieran como en una especie ¿cómo los
podría uno llamar?, de asesores, de consultores en el desarrollo colombiano. Y aceptaron.

Y han venido estudiando con mucho juicio el desarrollo nuestro, nuestros cuellos de botella. Y están
comenzando a producir una serie de documentos que no voy por supuesto a revelar porque los voy a
‘chiviar’, además en el caso del Presidente Lagos y Sanguinetti, y del Presidente González, también
está ayudando el Presidente Fernando Henrique Cardoso (ex presidente de Brasil).

Pero simplemente quiero decirles un párrafo sobre un documento que ya produjeron no solamente para
Colombia, sino para América Latina, que llaman ellos un futuro común en materia de infraestructura.

Comienza el capítulo de infraestructura diciendo: ‘No imaginamos una América Latina alcanzando el
nivel de desarrollo sin los elementos que desde siempre han configurado la estructura material de una
civilización. Vías de circulación y transporte, energía, agua y hoy, impostergablemente, medios de
telecomunicación constantemente actualizados.

Faltan autopistas, puertos, aeropuertos, hidrovías, pero no puede ignorarse que la sociedad global es
sociedad de la información y el conocimiento, y estos transitan por los espacios que los satélites y la
informática han creado. La infraestructura entonces requiere una visión de conjunto en que se armonice
ese aparato circulatorio que será además el nutriente sustantivo de la integración’.

Este es parte del documento que están elaborando para América Latina. Pero hace 15 días que estuvo
o tres semanas que estuvo Felipe González aquí en Cartagena. Me entregó lo que él está elaborando
con estos queridos amigos ex presidentes y otras personas, sobre Colombia específicamente.

Tiene siete puntos y en el punto número cuatro dice: ‘Mejorar el capital físico. Las infraestructuras, con
la excepción de las telecomunicaciones, son el mayor cuello de botella para la modernización y el
crecimiento de Colombia. Escasísima red viaria que no llega a satisfacer la base portuaria y
aeroportuaria, poco desarrollo de la potencialidad de energías, en particular las renovables. Poco
aprovechamiento de la abundancia de agua’.

‘Probablemente un planteamiento de estas infraestructuras en las condiciones actuales de Colombia


podría –y este es punto importante, muy importante– traer un flujo muy, muy significativo de la inversión
privada, porque el esfuerzo inversor no puede ser abordado solo por el Estado.

Es especialmente significativo el potencial de energía hidráulica y por qué no, de las renovables más
consolidadas como la eólica, además de la inversión en minería y en energías fósiles’.

Menciono esto, doctor Juan Martín, simplemente para decirle que nosotros también aprovechamos su
buen criterio para escoger a los ex presidentes, y muy posiblemente estos tres presidentes también los
vamos a abordar para que nos ayuden.

Y la presencia de ellos, así como los representantes de cerca de 150 empresas nacionales e
internacionales del sector de la infraestructura, dan fe de la importancia de este Congreso y del éxito de
la convocatoria realizada por la Cámara.

Sus palabras, doctor Juan Martín, con diagnósticos certeros y propuestas concretas, demuestran el
conocimiento y la experiencia que usted y la Cámara que preside han acumulado en estos 7 años desde
su creación.

¡Cómo me gusta haber escuchado en muchos apartes de su intervención la referencia al “buen


gobierno”!

Ahí nos identificamos plenamente pues, como ustedes saben, la aplicación de los principios de buen
gobierno –eficiencia, eficacia, transparencia y rendición de cuentas– ha sido mi pasión desde que me
inicié en la vida publica

Buen Gobierno es también trabajar en equipo y por eso considero tan importante el papel de la Cámara
de la Infraestructura, para que nos ayude en la tarea de fomentar las mejores prácticas para el
desarrollo de la infraestructura que tanto necesita nuestro país.

Porque no cabe ninguna duda: Colombia nunca alcanzará el nivel de competitividad que necesita para
insertarse con éxito en la economía global, si no lideramos una verdadera revolución en su
infraestructura.

Las cifras que usted cita sobre el rezago histórico de nuestra infraestructura y nuestro lugar en los
informes de competitividad no dejan lugar a dudas.

Tenemos una inmensa tarea por desarrollar, la estamos adelantando, y nos corresponde actuar con la
máxima responsabilidad para poder mirar con optimismo el futuro.

Terminar obras empezadas y planear las nuevas

Me gusta mucho ese término que usa, doctor Juan Martín, respecto a que tenemos que ejecutar una
“política de buenos proyectos”, vale decir, que no se liciten proyectos que no estén suficientemente
madurados en cuanto a estudios y diseños.

Ahí tenemos, con seguridad, la fuente de la mayoría de los problemas, y por eso nos enfocaremos en
hacer realidad esa política.

Yo dije desde mi campaña que el gran cuello de botella en materia de infraestructura se concentraba en
que nosotros licitábamos y abríamos las obras sin estructurar bien los proyectos, sin terminar la fase
uno, la fase dos y la fase tres, para después sí iniciar la obra.

Y creo que la historia ha demostrado con creces que ahí está ese cuello de botella y nos proponemos
en el Gobierno a romperlo. No vamos a iniciar ninguna obra –el Ministro Germán Cardona lo sabe
perfectamente– que no esté completamente estructurada en todas sus fases.

Ahora, tenemos que pensar en dos temas fundamentales:

El primero es invertir los escasos recursos actuales en terminar las obras públicas que están
empezadas. No hay peor obra y más cara que la que se deja a mitad de camino.

El segundo es planear juiciosamente los nuevos proyectos para lograr atraer a las futuras concesiones
capitales de inversionistas nacionales y extranjeros que le quieran apostar al desarrollo de nuestro país.

No olvidemos que la infraestructura bien estructurada es un buen negocio para todos.

Para lograr estos objetivos necesitamos, antes que nada, una institucionalidad fuerte y eficaz, y ya
estamos dando los pasos necesarios para lograrla.

Como usted lo ha resaltado, estamos trayendo al Ministerio del Transporte y sus entidades adscritas a
los mejores técnicos, y creamos los dos viceministerios –de Infraestructura y de Transporte– para darle
tratamiento especial y diferenciado a cada una de estas áreas complementarias.

Estoy seguro de que, con el equipo que se ha conformado y con el apoyo de la Cámara de la
Infraestructura, podremos avanzar mucho más rápido en nuestro propósito común de lograr una
infraestructura de talla mundial.

Los retos –usted lo ha dicho– son grandes:

El crecimiento de la minería y los hidrocarburos, sumado al fuerte incremento comercial de entrada y


salida de materias primas y productos a través de los puertos colombianos, hacen que la actual red vial
colombiana sea insuficiente.

Navegabilidad del río Magdalena

Tenemos que pensar, por ello, en lograr un sistema logístico multimodal que incorpore proyectos férreos
–como los ferrocarriles Central y del Carare, entre otros– y fluviales –en particular la navegabilidad del
río Magdalena–.

Y, quédese tranquilo, doctor Juan Martín, que vamos a hacer navegable el río Magdalena, pero el
Cormagdalena que usted conoció hasta ahora va a ser muy diferente al Cormagdalena que usted va a
conocer en el futuro. Y no va a estar este proyecto bajo la dirección de Cormagdalena.

Vamos a hacer ahí una reingeniería total y absoluta, porque queremos que ese río, como era una
aspiración del Libertador Simón Bolívar, se convierta realmente en un río navegable y muy importante
para incrementar los kilómetros férreos.

Para incrementar los kilómetros férreos en operación contemplamos la posibilidad de transferirlos a


entes territoriales para su aprovechamiento, así como de desarrollar nuevos tramos de forma articulada
con el sector privado.

En el tema fluvial, adelantaremos el Plan Maestro de desarrollo de navegación fluvial y su accesibilidad


terrestre para combinaciones intermodales.

También nos enfocaremos en el mejoramiento de nuestros puertos, que movilizan el 95% de la carga
total de comercio exterior.

La futura ampliación del canal de Panamá representa inmensos retos y oportunidades para nuestro
país, que podemos aprovechar para prestar servicios de valor agregado y generar economías de escala.

Por lo mismo, nos proponemos ampliar la capacidad, profundización y mantenimiento de los canales de
acceso a los puertos públicos marítimos de propiedad de la nación, como es el caso de Cartagena,
Barranquilla, Santa Marta, Buenaventura, Tumaco y San Andrés.

Esto requerirá ingentes recursos por lo que evaluaremos la financiación mediante inversión privada,
cargos a los usuarios por paso en los canales, y recursos públicos y privados que provengan de los
actores locales y regionales.

Respecto a la reforma del INCO para convertirlo en la Agencia Nacional de Infraestructura –algo que
propusimos desde la campaña–, lo consideramos un imperativo desde nuestra óptica de que "gobernar
es generar confianza".

Vamos a hacer del actual INCO una entidad absolutamente técnica, con altos estándares de calidad,
que se convierta en un centro de excelencia en la estructuración de proyectos, y que genere confianza
inversionista para el ingreso de nuevos actores.

Esta entidad no sólo se especializará en estructurar y promover proyectos de infraestructura, sino que
definirá mecanismos adecuados de financiación para los mismos.

Así mismo, reformamos el sistema de adjudicación de obras públicas del Ministerio y sus entidades para
que, entre otras cosas, el criterio de la propuesta más baja deje de ser el principal factor de la
adjudicación.

Queremos que la ingeniería colombiana gane dinero –sabemos que el buen trabajo debe ser
recompensado–, pero también les vamos a exigir.

Por eso estamos fortaleciendo, con la asesoría –incluso– de afiliados a la Cámara, los procesos de
interventorías para hacerlas más responsables.

Como bien lo dice usted, doctor Juan Martín, las interventorías no sólo deben ser administrativas sino,
sobre todo, técnicas y con dientes para exigir el cumplimiento de sus responsabilidades a los
contratistas.

Se refiere usted al convenio realizado entre el Gobierno nacional e ISA para el desarrollo del proyecto
Autopistas de la Montaña.

Nosotros recibimos ese convenio del gobierno anterior, pero debo decir que el ministro Cardona me ha
informado que se trata de un buen convenio, realizado con responsabilidad y buen juicio por parte de
ISA, un convenio que cuenta, además, con el apoyo decidido de la Gobernación de Antioquia y la
Alcaldía de Medellín así como los gremios de esa importante región.

Respecto a las concesiones, tenemos que reconocer que los procesos, en su mayoría, han sido lentos y
traumáticos por diferentes causas, como diseños insuficientes, falta de licencias ambientales, enormes
problemas en la adquisición de predios y en el traslado de las redes de servicios públicos, así como en
la programación y ejecución de obras amarradas a vigencias futuras o ingresos de peajes.

Conscientes de esto, invocamos la buena voluntad de los actuales concesionarios para que analicen
conjuntamente con el Ministerio de Transporte y, a través de éste, con Planeación Nacional y el
Ministerio de Hacienda, la mejor forma de acelerar los procesos para lograr una más rápida ejecución de
las obras que con tanta urgencia necesita nuestro país para ser verdaderamente competitivo.

‘Ponerse las pilas’ para entregar obras

Y digo más: Esas obras que están programadas para terminar en 8 o 12 años, si le aplicamos la debida
ingeniería financiera, podemos terminarlas en menos de 4 años.

Tiene que ser posible –si trabajamos eficientemente y de manera conjunta– que los colombianos
disfrutemos de esas dobles calzadas, de esos puentes, de esos túneles, de esos aeropuertos que tanto
requerimos, antes del 2014, porque no podemos correr el riesgo de que nos deje el tren del progreso.

Entonces los invito –como se dice popularmente– a que nos pongamos las pilas y a que trabajemos
unidos para acelerar esta locomotora esencial de nuestra economía, que es la locomotora de la
infraestructura.

Tenemos la meta de superar los 2.000 kilómetros de dobles calzadas pero –como bien dice el doctor
Juan Martín– se requieren cerca de 3.000 y, sobre todo, que sean continuos.

Estamos decididos a duplicar el alcance de los programas de rehabilitación y mantenimiento periódico


en la red vial nacional –más aún ahora cuando el invierno la ha afectado tan gravemente–, de forma que
se cubran cerca de 4.000 kilómetros por año, advirtiendo que las necesidades son mayores y hoy solo
estamos cubriendo aproximadamente 2.000 anuales.

Para la red vial terciaria, responsabilidad del Invías y de los entes territoriales, implementaremos el
programa ‘Caminos para la prosperidad’, con la meta de intervenir cerca de 75.000 kilómetros en el
cuatrienio.

Acciones para impulsar locomotora

Ahora bien: hay un aspecto fundamental por tratar, y es cómo vamos a financiar la gran revolución de la
infraestructura que necesita el país.

Sabemos que los recursos del presupuesto nacional, así los hayamos reforzado, no son suficientes para
la tarea que tenemos por delante.

Por eso, adelantaremos acciones adicionales para inyectar potencia, es decir, recursos, a la locomotora
de la infraestructura:

PRIMERO: Vamos a fomentar una mayor vinculación del sector privado, incluyendo la conformación de
asociaciones público-privadas, la consolidación del esquema de iniciativas privadas y la orientación de
proyectos a desarrollarse por obra pública.

SEGUNDO: Buscaremos atraer nuevos actores a invertir en infraestructura, inversionistas institucionales


como los Fondos de Pensiones, que se acerquen al sector gracias a la confianza que ganaremos con un
proceso integral de planificación, una institucionalidad fuerte y moderna, y un marco regulatorio que
garantice unas reglas claras en la ejecución de proyectos.

Yo he dicho con mucha frecuencia que una persona predecible es una persona muy aburrida, pero que
entonces yo quiero que el país se vuelva muy aburrido para los inversionistas, que sea totalmente
predecible, con reglas de juego claras y estables. Y yo creo que en esta área de infraestructura eso sí
que es relevante.

TERCERO: Esperamos que el Congreso de la República siga dando trámite ágil y positivo a la
trascendental reforma a las regalías que hemos presentado.

Ayer el Congreso le dio la aprobación al cuarte debate de esta gran reforma, con una abrumadora
mayoría en la Cámara de Representantes. Le falta la segunda ronda, o se el quinto, sexto, séptimo y
octavo debate.

Yo quiero agradecer al Congreso la aprobación de esta reforma que va a ser revolucionaria para el país.
Yo la he llamado la reforma de la equidad, porque tiene la posibilidad de romper muchas de las brechas,
de disminuir muchas de las brechas regionales, de poder focalizar recursos importantes hacia los más
pobres y también, de poder estimular el desarrollo regional. Y ahí ustedes van a jugar un papel
importantísimo.

Ahí va a haber una fuente de recursos muy, muy importante. Y donde todos podemos unirnos para
aprovechar esos recursos inmensos que les están llegando y que espero que les sigan llegando y que
se sigan incrementando, para demos ese gran salto que todos estamos añorando.

Parte de los objetivos de esta reforma es que una muy buena porción de las regalías se destine a lo que
hemos llamado el fondo de desarrollo regional que financie esas obras de infraestructura que necesitan
las regiones para despegar en su desarrollo y, por supuesto, ser más competitivas.

La meta es hacer de los recursos del subsuelo –que son recursos de todos los colombianos– el motor
necesario para construir las obras que demanda el país, incluyendo desatrasar la red secundaria y la
red terciaria de carreteras.

Pero no paran ahí las fuentes de recursos para un sector de la economía, una locomotora que tiene
enormes demandas.

Hoy quiero anunciar, en este escenario inmejorable, a los miembros del sector de la infraestructura y al
país entero, un CUARTO paso –muy grande– que daremos en nuestro compromiso con el
fortalecimiento de la infraestructura colombiana.

He dado instrucciones para que Ecopetrol inicie el proceso de venta del 9,9 por ciento de sus acciones –
operación que ya está autorizada por la ley– para que el producto de dicha venta se invierta,
principalmente, en los grandes proyectos de desarrollo vial que necesita el país.

Por ejemplo, doctor Juan Martín, aquí cabrán las grandes propuestas que ha venido haciendo la
Cámara de la Infraestructura, que no sea factible realizar mediante el sistema de concesiones.

Quiero, eso sí, dejar claro que estos recursos se invertirán en grandes proyectos que contribuyan
realmente a la competitividad.

Estamos hablando de mucho dinero que tiene que ser juiciosa y eficientemente invertido.

Ésta es una apuesta fundamental por la infraestructura, es decir, por la competitividad y el futuro de
Colombia.

Venta de activos estatales

Yo he dicho ante la pregunta que me han hecho muchísimas veces, si pensaba vender recursos del
Estado, por ejemplo este porcentaje de Ecopetrol.

Y siempre mi respuesta ha sido: depende de la alternativa. Si la alternativa es socialmente y para el


desarrollo, más rentable, que lo que está produciendo –y está produciendo una gran rentabilidad–,
Ecopetrol o cualquiera de las empresas, tomaremos esa decisión.

Considero que en este momento, ante las necesidades y los desafíos que tenemos en Colombia, frente
al tema de la infraestructura, esta venta y esta alternativa es más rentable socialmente y para el
desarrollo del país.

ADEMÁS, hemos iniciado el análisis tendiente a la creación del gran Banco Nacional de la
Infraestructura, a través de la transformación de Findeter.

Estos dos procesos –la destinación de los recursos de la venta de acciones de Ecopetrol y la creación
del Banco Nacional de Infraestructura–, a los que se referirá con más detalle el ministro Germán
Cardona, contarán con el acompañamiento de los mejores asesores nacionales e internacionales.

Ojalá dentro de unos años las futuras generaciones recuerden y agradezcan que en este año 2010 y los
que siguieron, aquellos que tuvimos la tarea de proyectar el futuro de Colombia, lo hicimos con absoluta
y total responsabilidad.

Apreciados amigos:

Es cierto que la ingeniería y los contratistas colombianos han estado en el "ojo del huracán" en los
últimos días por causa, principalmente, de los escándalos presentados en la contratación publica en
Bogotá.

Coincido con usted, doctor Juan Martín, en que la ingeniería colombiana es modelo no sólo a nivel
nacional sino internacional, y en que no se puede juzgar a todo un gremio por los errores de unos
cuantos.

Por lo mismo, tenemos que trabajar juntos para mantener esos estándares y ese buen nombre, y para
erradicar la perversa corrupción que tanto daño le ha hecho al país.

¡Qué buena, qué importante, esa noticia que nos da hoy de que los afiliados a la Cámara firmarán su
compromiso con un Código de Autorregulación, vale decir, con el trabajo ético y profesional!

Sin duda, son los mismos miembros del sector de la infraestructura los primeros interesados en que éste
sea un sector transparente y eficiente.

Como prueba de su responsabilidad, el Código que hoy suscriben contempla no sólo buenas
intenciones, sino mecanismos concretos para exigir el cumplimiento de la autorregulación y para
sancionar a quienes crucen la línea de lo correcto, con sanciones que van hasta la expulsión, si es el
caso.

También celebramos y agradecemos el trabajo realizado por la Cámara de la Infraestructura, junto con
la Sociedad Colombiana de Ingenieros y la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería, para
proponer al Gobierno las tres matrices de buenas prácticas de contratación.

Sé que las matrices han sido recibidas y evaluadas por el Ministerio de Transporte y el Departamento
Nacional de Planeación, y que han trabajado en llave con ustedes en su perfeccionamiento.

Por eso esperamos que pronto se adopten como documentos CONPES, para que nos ayuden a mejorar
nuestros procesos de contratación en todas sus etapas.

Resumo mi intervención, doctor Juan Martín, señores empresarios, amigos de la Cámara Colombiana
de Infraestructura, ratificando el compromiso de mi administración con el Buen Gobierno y mi
complacencia al constatar que ustedes también se guían por los mismos principios.

Cuenten con nosotros, con nuestro apoyo y estímulo, así como nosotros contamos con ustedes, con su
autorregulación y compromiso con la eficiencia y la transparencia.

Unidos, construiremos las carreteras, las vías férreas, los puertos, aeropuertos y caminos que nos
llevarán a todos, ¡a todos los colombianos!, a la prosperidad.

El ejemplo de Chile

Anoche el Presidente Sebastián Piñera, el Presidente de Chile –estaba de visita oficial, visita de Estado,
en nuestro país– me invitó a un interesante reto. Me dijo: ‘Colombia y Chile están en un momento crucial
de sus respectivas historias. Son historias que se confunden Crecimos juntos, nos independizamos
juntos, y a través, de estos doscientos años hemos tenido muchas cosas en común.

‘Pero hoy, hoy que América Latina comienza a perfilarse como el continente del futuro, hoy que el
mundo entero está viendo el potencial de este gran continente, nuestros dos países pueden jugar juntos
y pueden aspirar a que pronto podamos entrar a ese mundo que llaman el mundo de los países
desarrollados’.

Yo le dije que le aceptaba el reto, a pesar de que nosotros estamos comenzando bastante más atrás.
Chile ha hecho un gran esfuerzo y ha hecho las cosas bien. Y ha pensado en algo muy importante, ha
pensado en grande; y pensando en grande se toman grandes decisiones.

La infraestructura de Chile, como aquí ustedes hace un año oyeron al Presidente Lagos cómo la
desarrollaron, cómo piensan en la educación, cómo ya son miembros de la OCDE, adonde nosotros
aspiramos a entrar. Que es un club no de países ricos, sino de países de buenas prácticas.

Cómo ya Chile entró en el pacífico, en el Asia. Cómo nosotros estamos pensando en el Pacífico, en el
Asia; estamos tratando de ingresar a la APEC como ya es Chile miembro de la APEC.

Ahí por ejemplo nos trajo Sebastián Piñera una información muy estimulante y es que muy posiblemente
en la asamblea de APEC del año entrante, que se va a realizar en Hawai, se levante la moratoria y uno
de los primeros países que ingresarían sería Colombia a ese gran escenario.

Y le dije al Presidente Piñera: le acepto el reto; le acepto el reto, a ver si nosotros podemos alcanzar a
Chile o por lo menos no rezagarnos y poder ingresar a ese club de países llamados desarrollados.

Creo que realmente en nuestra historia tenemos esa oportunidad, pero eso lo tenemos que hacer de
mano del sector privado, con buena infraestructura.

Y por eso, eso lo tenemos que hacer con ustedes.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos, al instalar en Cartagena


el Congreso Nacional de Ganaderos: ‘Transformación productiva: reto
inaplazable de la ganadería colombiana’

Cartagena, 25 nov (SIG). “Esta es una reunión que he esperado con anhelo, pues es la primera vez que
me dirijo, en mi calidad de Presidente, a un sector por el que tengo un profundo afecto y una gran
admiración.

Un sector que sufrió una dura época de violencia y persecución por parte de grupos armados ilegales.

Sabemos y entendemos lo que ustedes padecieron; la frustración de ser empresarios intranquilos por el
latente miedo de un secuestro, el temor constante por la seguridad de sus hijos y –en varios casos– la
tristeza por tener que abandonar sus tierras o el país.

Me siento genuinamente honrado al estar frente a hombres y mujeres –tan valientes como
perseverantes– que a la fuerza tuvieron que ponerse a prueba como verdaderos héroes.

Durante años, en medio de tan difíciles condiciones de seguridad, sacaron adelante a un sector que le
aporta muchísimo a la prosperidad del país.

¡Ustedes son un gran motivo de orgullo para los colombianos!


Ojalá no hubieran tenido que demostrar nunca ese heroísmo.

Por eso el poeta alemán Bertolt Brecht decía: “Desgraciado el país que necesita héroes”.

Hoy podemos ver, con satisfacción, que han colgado sus capas para retomar sus sombreros de
ganaderos y hacer lo que más les gusta.

Éste también es un buen sitio y un buen momento para agradecerle al ex presidente Álvaro Uribe Vélez
su gestión.

Lo hemos dicho muchísimas veces y lo repetimos con entusiasmo: el presidente Uribe nos devolvió la
esperanza a los colombianos.

El presidente Uribe entendió algo muy elemental, pero también muy fundamental: que sin seguridad no
puede uno pensar en otras cosas. Sin seguridad no puede uno pensar, como ahora nos damos el lujo
de pensar, en prosperidad democrática o en otros objetivos.

El presidente Uribe nos dio la tranquilidad que tenemos hoy, de pensar en un mejor futuro para nuestros
hijos y para nuestros nietos.

Ustedes deben saber de mis propios labios que la seguridad es y seguirá siendo una prioridad de mi
gobierno, porque entendemos –como usted lo acaba de decir, doctor Lafaurie– que la tarea aún no ha
concluido. Nos falta, tal vez, la parte más difícil.

Las bajas del ‘Mono Jojoy’ y de ‘Domingo Biojó’, o el ataque certero al campamento de ‘Fabián
Ramírez’, entre otros golpes muy fuertes que la Fuerza Pública le ha dado a las Farc, son éxitos para
todos los colombianos y un alivio especial para el sector ganadero, que tanto ha sufrido la barbarie de
los narcoterroristas.

Pero no son sólo los grandes golpes. Hemos avanzado en seguridad en todos los frentes.

Por ejemplo: en lo corrido de este año, los homicidios bajaron 3 por ciento; el hurto común, 6 por ciento;
el hurto a entidades financieras, 30 por ciento; la piratería terrestre, 31 por ciento; la extorsión, 8 por
ciento; los actos de terrorismo, 13 por ciento, y el abigeato, 34 por ciento.

Infortunadamente el secuestro aumentó un 13 por ciento, pero en los primeros cien días de Gobierno la
tendencia se reversó, y ha bajado un 14 por ciento frente al mismo período del año anterior.

En esto de los homicidios hay unos datos interesantes, importantes y estimulantes: en 307 municipios
en el país llevamos cero homicidios. Ni uno solo. O sea, en el 28 por ciento de nuestros municipios no
hay un solo homicidio.

En 571 municipios tenemos entre 1 y 10 homicidios. Eso representa, los 571 municipios, el 52 por
ciento. O sea que en 878 municipios, el 80 por ciento de los municipios, hay entre cero y 10 homicidios
este año. No hay sino 229 municipios con más de 10 homicidios durante el año del 2010. Eso nos
permite focalizarnos en materia de homicidios en esos territorios.

En lo que va corrido del año, hemos abatido 483 terroristas y hemos capturado 1.714. Se han
desmovilizado 2.267. O sea: entre abatidos, capturados y desmovilizados llevamos 4.464 miembros de
los grupos terroristas.

Miembros de las bandas criminales: hemos abatido 38 y hemos capturado 2.910, para un total de 2.948
miembros de estas bandas criminales que han sido también neutralizados.

Y fíjense en lo siguiente: de los terroristas neutralizados, más de la mitad se han desmovilizado


voluntariamente.

Son más de 2.200 los que han abandonado las guerrillas este año, desilusionados de ese proyecto
fallido, ¡un promedio de 7 cada día!

No hay duda alguna –y ustedes son los primeros testigos- de que si algo ha contribuido a la pacificación
del país, ha sido el proceso de desmovilización de miembros de grupos armados ilegales.
Por eso recibimos con preocupación –pero con total respeto y acatamiento– el fallo de la Corte
Constitucional que declaró inexequible la aplicación del Principio de Oportunidad a los desmovilizados
de los grupos armados ilegales que sólo estaban incursos en el delito de concierto para delinquir, es
decir, por pertenencia a un grupo delictivo.

No podemos permitir que los más de 30 mil ex paramilitares o ex guerrilleros que hoy hacen parte del
Programa Presidencial para la Reintegración se queden sin salida para reincorporarse a la sociedad, y
se vean tentados a regresar a la criminalidad.

El compromiso con la paz implica también un compromiso con la reconciliación y con dar salidas a
quienes abandonan voluntariamente el camino de la violencia.

Por lo mismo, estamos estudiando todas las alternativas jurídicas para que quienes se desmovilizaron, y
estén cumpliendo con sus compromisos, culminen sus procesos, garantizando en todo caso los
derechos de las víctimas a la verdad, justicia y reparación.

Se ha convocado al Consejo Nacional de Política Criminal para el próximo viernes, para que nos
presente sus recomendaciones y políticas a seguir frente a esta situación.

Pero quiero dar hoy la certeza, a quienes se desmovilizaron y al país entero, de que haremos todo lo
que esté a nuestro alcance –respetando la jurisprudencia de la Corte Constitucional– para mantener la
confianza en el proceso de desmovilización y para estimular cada día más desmovilizaciones.

Como Presidente, les digo hoy –con toda claridad– a los que se acogieron a los beneficios de la Ley de
Justicia y Paz, y a todos los que creyeron en la palabra del Gobierno y tomaron la decisión de dejar las
armas, que mantendremos nuestra palabra y que continuaremos el programa de reintegración.

A esos desmovilizados les digo: No hagan caso –¡no cometan ese error!– a quienes les digan que
abandonen el programa, ni mucho menos a esas voces malignas que los inviten a regresar a la
ilegalidad.

Ustedes ya hicieron lo correcto, que es dejar la violencia, y ahora nos toca a nosotros cumplir con lo
pactado, ¡y lo vamos a hacer!

Ahora bien, en el campo de la seguridad hemos avanzado, pero sabemos –como ya dije– que nos
queda mucho por hacer.

Con la seguridad rural nos proponemos la consolidación territorial, lo que implica un trabajo en equipo
de las Fuerzas Armadas y la participación eficiente de las demás instituciones del Estado, como la
justicia.

La lucha contra la guerrilla y las bandas criminales seguirá siendo prioritaria, no les quepa duda.

Continuaremos fortaleciendo la inteligencia de nuestras Fuerzas Armadas, que ha sido un arma invisible
–la más efectiva– para los grandes resultados operacionales de los últimos años.

En cuanto a la seguridad ciudadana, hemos diseñado una estrategia que incluye reformas a los códigos
penales y del menor, un nuevo Código de Convivencia, mejora en los procedimientos y aumento del pie
de fuerza policial.

Hoy quiero que esto quede muy claro, no sólo a los ganaderos sino a Colombia entera, y sobre todo a
los criminales:

¡No nos moveremos ni un milímetro atrás en lo logrado por la seguridad democrática!

¡Nos ha costado mucho alcanzarla y haremos uso de todas las herramientas disponibles para
consolidarla!

Hoy, al mismo tiempo, podemos concentrar esfuerzos en la prosperidad de Colombia, en el crecimiento


del campo y el bienestar de quienes allí trabajan.

Es por eso que la discusión –además del esfuerzo por consolidar la seguridad– gira ahora en torno a
cómo nos hacemos más competitivos e innovadores, y así avanzar hacia la prosperidad para todos.

El sector ganadero es pieza clave de la locomotora más importante en la lucha contra la pobreza y a
favor del empleo: la locomotora del agro, esencial en todo este engranaje que estamos creando.

Entendemos su importancia porque no sólo contribuyen con más del 1,5 por ciento del PIB, sino que su
economía multiplica 2,5 veces al sector avícola y 3 veces tanto al sector cafetero como al floricultor.

Vemos a los ganaderos como unos grandes aliados para reducir la tasa de desempleo a un dígito.

Hoy generan casi un millón de empleos directos y podrían ser muchos más si logramos que el sector
evolucione.

Hay nuevos desafíos como la dificultad de entrar en mercados externos, además de este invierno
inclemente que han padecido millones de colombianos y del que ustedes también han sido víctimas.

Sabemos que ustedes han tenido que movilizar más de dos millones de animales, además de las
decenas de miles que han muerto.

¡Ha sido un invierno muy trágico para muchos colombianos!

Lo que hemos dicho, y en efecto hemos hecho, es pedir ayuda, recursos, ante el desbordamiento de la
capacidad del Estado para atender tanta tragedia.

A través de la iniciativa ‘Colombia Humanitaria’, que lanzamos esta semana, estamos convocando, y ya
comenzamos a sentir, la solidaridad de los colombianos y de la comunidad internacional.

En cuanto al sector ganadero, estamos estructurando un plan de choque, con recursos de la banca
internacional.

Por ahora, el Ministerio de Agricultura ya hizo las primeras apropiaciones para subsidiar los suplementos
que requieren los bovinos en las zonas más afectadas.

El Banco Agrario implementó, además, programas de alivio financiero para actuales deudores
agropecuarios y así mitigar en algo los estragos del invierno.

Entendemos muy bien la preocupación del sector ganadero, uno de los grandes damnificados por estas
lluvias, y pueden tener la seguridad de que tomaremos las medidas –no sólo coyunturales sino
estructurales– necesarias para estimular la recuperación de las vías y de la producción.

Albert Einstein decía que “en momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el
conocimiento”.

Tenemos que hacer uso tanto de la imaginación como del conocimiento para sacar adelante a este
sector vital de la economía, como es la ganadería.

Por eso, estimado doctor Lafaurie, me parece muy acertado, ¡muy acertado!, el tema principal de este
Congreso: ‘Transformación productiva: reto inaplazable de la ganadería colombiana’.

De hecho, en la reforma a las regalías hemos planteado destinar un 10 por ciento de estos recursos
para financiar programas regionales de ciencia y tecnología, en búsqueda de la mayor innovación de
nuestros sectores productivos.

Hay un desafío importante, como lo es el mejor uso de nuestros suelos, sabiendo que tenemos apenas
19,3 millones de hectáreas de tierra con vocación ganadera, pero se utiliza el doble para esos fines.

Me complace saber –doctor Lafaurie– que ustedes son conscientes de esa realidad y que tienen metas
concretas, como alcanzar en el año 2019 la cifra de un millón de hectáreas bajo sistemas silvopastoriles.

Seguiremos respaldando estas iniciativas con líneas de crédito blandas.

Y trabajaremos para propiciar el uso adecuado de esas tierras.

Por eso apoyamos el desarrollo de conglomerados productivos regionales que tengan en cuenta la
vocación de uso del suelo, así como el impulso de economías de escala en producción, transporte,
acopio y procesamiento industrial.

En el caso de ustedes, centraremos esfuerzos en las zonas aptas para la producción de leche y carne.

Éste es un propósito que busca beneficiar tanto la productividad de sus negocios, como a los
campesinos que trabajan la tierra con vocación y sudor, así como a los millones de colombianos
desarraigados por la violencia.

Los campesinos deben ser –¡y esa es nuestra obsesión!– unos prósperos Juan Valdez.

En ese propósito de darle condiciones de productividad al campesino –y devolverle la paz al campo–,


hemos diseñado el proyecto de ley de Víctimas y de Restitución de Tierras.

¡Qué bueno escuchar que ustedes apoyan esta iniciativa!

Sólo si estamos unidos podemos sacar esta ley adelante y pagar esa deuda moral histórica con el
campo.

Y hay que dejarlo claro: sobre la Ley de Restitución de Tierras, ustedes pueden estar tranquilos. Los
propietarios honestos pueden estar tranquilos. Los que han trabajado con dedicación y rectitud, tengan
la seguridad de que yo seré garante de que esto no afectará a ninguno de ustedes.

Algunos han dado a entender –o han querido entender– que esto va a convertirse en una cacería de
brujas.

¡Por ningún motivo! ¡Eso no es cierto! Nuestro compromiso con las víctimas es un compromiso de
solidaridad que no discrimina víctimas, y que sabemos que ustedes comparten como todos los
colombianos.

Y digo algo más: Muchos de ustedes, muchos ganaderos de Colombia, también fueron despojados de
sus tierras y su ganado por los actores ilegales. O sea que ustedes han sido, creo que más que
cualquier otro gremio, víctimas de esta violencia.

De cualquier forma, para evitar suspicacias, retiramos del proyecto de ley la mención que se hace
respecto a designar áreas globales de despojo.

Amigos ganaderos:

Pueden tener la certeza de que cuentan con nuestro apoyo en ese gran esfuerzo que hacen para
formalizar las cadenas cárnica y láctea.

La formalización de la economía es una prioridad de nuestro gobierno, porque es buena para los
productores, buena para los trabajadores, y buena para el Gobierno.

Celebro muchísimo que compartamos esta prioridad, y les ratifico que cuentan con todo nuestro
respaldo y acompañamiento en este loable propósito de formalización y transformación productiva de
sus cadenas.

Mantendremos, por ejemplo, el apoyo a programas como ‘Oportunidades Rurales’ y ‘Alianzas


Productivas’, de manera que muchas iniciativas de pequeños productores y microempresarios sigan
teniendo servicios de asistencia técnica y financiamiento.

Creemos que estas iniciativas van en completa sintonía con nuestro compromiso de aumentar y
formalizar el número de empleos y los ingresos de las comunidades rurales más pobres, incentivando la
asociatividad de los pequeños productores.

También somos conscientes de la tarea que aún nos queda en cuanto al combate al retraso sanitario.

Por eso, nos mantenemos en la meta de lograr en 2015 cinco zonas de excelencia sanitaria para
producción de leche y tres para producción de carne.

Buscaremos el mejor acceso de sus productos a los mercados externos, a través de la firma de
protocolos sanitarios para las cadenas láctea y cárnica.

Y a propósito de la leche, sentémonos para redactar ese Conpes. Es un compromiso que adquirió el
gobierno pasado y que pienso cumplir, porque es de elemental justicia.

Próximamente relanzaremos el programa Agro Ingreso Seguro, marcando un inequívoco énfasis en


pequeños productores, promoviendo iniciativas de integración vertical y horizontal y apalancando
proyectos ligados a la transferencia de tecnología y la innovación.

El Incentivo a la Capitalización Rural seguirá siendo un instrumento para apalancar las iniciativas de
inversión en el agro.

A los ganaderos les ha ido muy bien trabajando de la mano del sector público.

Así, unidos como debe ser, hemos logrado certificarnos como un país libre de aftosa.

¡Y así seguiremos trabajando nosotros con los ganaderos!

Compartimos la expectativa que tienen sobre el mercado interno de lácteos y el potencial que hay por
explotar si aumentamos su consumo en los estratos más bajos y hasta el estrato 3.

Para ello se diseñará una campaña dirigida a incrementar en un 40 por ciento el consumo de lácteos y
derivados para los próximos 10 años, con un presupuesto de 1.800 millones de pesos asignados para el
año 2012.

Los ministerios de Agricultura y Protección Social, junto al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,
trabajarán en una campaña para el mayor consumo de leche, panela y café en los hogares y colegios
que maneja el ICBF.

Coincido con la relevancia que le da el doctor Lafaurie a la infraestructura vial, que es otra de nuestras
locomotoras, y por ello construiremos 1.200 kilómetros nuevos de dobles calzadas y otros 4.000
kilómetros anuales estarán en el programa de rehabilitación y mantenimiento integral de vías.

Para la red vial terciaria, responsabilidad del Invías y de los entes territoriales, implementaremos el
programa ‘Caminos para la prosperidad’, con la meta de intervenir cerca de 75.000 kilómetros en el
cuatrienio.

Esa propuesta suya de que hagamos una sociedad para las vías terciarias, me parece una gran idea. Y
sobre todo ahora que hemos tomado la decisión que anuncié esta mañana, aquí en Cartagena, en la
Cámara de Infraestructura: vamos a vender el 9,9 por ciento de Ecopetrol, para que esa plata se vaya
primordialmente a las vías.

Esas vías, en la medida en que las hagamos de forma eficiente y concertada, van a dar un gran impulso
sobre todo al sector rural colombiano, que es el que más necesita que las vías se construyan, se
rehabiliten y se mantengan.

Usted manifestaba, también, el deseo de los ganaderos de que se cumpla con el Conpes que destina
recursos de la Nación y de la Unión Europea para financiar mejoras en la competitividad del sector
lácteo colombiano.

No veo por qué no le vayamos a dar ejecución a eso. Así que vamos a trabajar juntos, con la Unión
Europea, para materializarlo. Y si nosotros podemos contribuir más, lo haremos, porque creo que
también es algo de elemental justicia.

Celebro ver en ustedes una gran visión no sólo para incrementar el consumo per cápita de carne bovina
en el país, sino para consolidarse en mercados como el de Rusia, China, Corea, la Unión Europea,
Estados Unidos, el norte de África, Israel, México, Chile y Perú.

Me gustan, además, sus reflexiones sobre el aprovechamiento del campo para producir energías
alternativas.

Como usted lo anotó, doctor Lafaurie, la demanda de alimentos crecerá en un 70 por ciento para el año
2050, de manera que serán 2.300 millones de nuevas bocas para alimentar.

Veo con agrado que le están apuntando desde ya a conquistar esos consumidores.

Y me llamó la atención esa información que destaca a Colombia como uno de los 7 países tropicales
que sumarán más de la mitad de nuevas tierras para producción agrícola, según la FAO.

¡De manera que tenemos todas las condiciones para crecer!

El mundo entero es un gran mercado al que debemos llegar y nosotros podemos ser esa gran despensa
para alimentarlo.

No es una exageración: ¡Podemos ser una despensa para el mundo, que cada vez necesita más
alimentos, y unidos vamos a lograrlo!

De nuestra parte, y por lo pronto, estamos reabriendo el mercado con Venezuela, algo que sabemos es
fundamental para un sector como el ganadero.

Me parece muy importante la reflexión que hacen para repensar el Plan Estratégico de la Ganadería
Colombiana y ajustarlo a la agenda pública, convirtiéndolo en el ‘Plan para la Prosperidad Democrática
de la Ganadería’ –PRODEGAN 2019–.

Es cierto –doctor Lafaurie– lo que usted acaba de decir: “No se trata de hacer camino a andar”, sino de
tener una visión, de tener un puerto de destino, saber para dónde vamos.

Eso coincide con una frase de Séneca que me gusta mucho citar: “Cuando no se tiene claro el puerto de
destino todos los vientos son desfavorables”.

¡Así que cuenten con nosotros para la elaboración de PRODEGÁN 2019!

¡Que sea una hoja de ruta conjunta! ¡Que los Conpes sanitarios y el Programa de Transformación
Productiva encuentren en PRODEGÁN 2019 su gran paraguas!

Los ganaderos han estado, y seguirán estando, en nuestro corazón.

A ustedes les agradezco mucho el apoyo que siempre me han dado.

El apoyo que me dieron cuando fui Ministro de Comercio.

El apoyo que me dieron cuando fui Ministro de Hacienda, en momentos muy difíciles.

Y por supuesto, el apoyo y la colaboración para ser efectivos, que me dieron cuando fui Ministro de
Defensa.

Guardamos por ustedes la mayor consideración, luego de ese pasado de héroes que nunca pidieron
ser.

¡Hoy sabemos de qué están hechos y somos testigos de su coraje, valentía y emprendimiento!

Pueden tener la certeza de que nosotros trabajaremos para hacer de éste un sector de talla mundial.

También haremos esfuerzos incansables para que nunca más –¡nunca más!– se vean obligados a ser
héroes que sufren los embates de la violencia.

Sólo queremos que sean ganaderos, ¡ganaderos prósperos que aportan al progreso del país!

Pero por eso necesitamos trabajar juntos, unidos, sector ganadero y gobierno.

Tendrán en mí y en mi gobierno, siempre, un amigo y un apoyo.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el 50° Banquete del


Millón
Bogotá, 25 nov (SIG). “Hoy quisiera comenzar contándoles una historia.

La de Marisol Buitrago, una mujer de 35 años que trabaja como empleada en el colegio Minuto de Dios.

Durante seis años, Marisol vivió en un cuarto que hacía las veces de casa en el barrio El Altillo, en
Soacha.

Lo compartía con sus tres hijos y era el único sitio que tenía para dejarlos cuando se iba a trabajar.

Todos los días salía con el corazón encogido por dejar a sus niños en semejante espacio.

Hace dos años, gracias al dinero que se recoge en este Banquete, Marisol recibió una casa nueva con
dos cuartos, sala, comedor, cocina y agua caliente.

Marisol asegura que esa casa ha sido lo mejor que le ha pasado en la vida después de sus hijos.

Hoy, pensando en ella y en tantos colombianos beneficiados por esta obra, me siento feliz y orgulloso al
presidir, por primera vez, un Banquete del Millón.

Es increíble pensar que ha pasado casi medio siglo desde cuando nació esta iniciativa solidaria.

El 25 de noviembre —un día como hoy— de 1961, cuando se realizó la primera edición de este evento,
fueron pocos los que creyeron en la idea del padre Rafael García Herreros.

¡Imagínense! Pagar 5 mil pesos de esa época, ¡5.000 pesos!, por un caldo y un trozo de pan parecía
una locura.

Ésta fue una idea atrevida y soñadora que tuvo el padre mientras buscaba una solución a la crisis
económica que vivía el barrio ‘El Minuto de Dios’.

El mismo padre Garcia Herreros lo describió así:

‘Fue como si la voz de un economista celestial me inspirara la idea de hurgar en las conciencias y en los
bolsillos de los ricos, invitándolos al banquete más caro y más pobre del mundo’.

Y aquí seguimos esta noche, cumpliendo ese sueño que inspiró a un hombre con un gran corazón y que
se ha convertido en una tradición en nuestro país.

Hoy quiero agradecer a todos los que están aquí, porque su generosidad —así como la de tantos que
han ayudado en todos estos años— ha beneficiado a más de un millón 600 mil personas.

Gracias a ustedes, más de 200 mil jóvenes han estudiado en programas de educación primaria y media.

Gracias a ustedes, 100 mil familias desplazadas han sido atendidas.

Gracias a ustedes, más de 53 mil familias, como la de Marisol, cuentan con una vivienda digna.

¡Ese es el verdadero sentido de la solidaridad!

Uniendo esfuerzos, como lo ha hecho el Banquete del Millón en sus cincuenta ediciones, lograremos
cambiar la vida de los más necesitados.

De eso se trata precisamente la Prosperidad Democrática que queremos alcanzar en nuestro gobierno.

El Banquete del Millón también ha hecho un aporte significativo para ayudar a los afectados por los
desastres naturales.

En 1994, por ejemplo, ayudó a los damnificados del terremoto y la avalancha del río Páez en el Cauca;
en 1999 lo hizo con las víctimas del terremoto del Eje Cafetero.

Por supuesto, es imposible hoy hablar de solidaridad sin referirnos a las víctimas de la ola invernal que
azota al país, la peor de la que tenemos memoria.

Ya son más de 1 millón 250 mil personas damnificadas, en más de la mitad de los municipios del país.
Desde este Banquete hago un llamado a la sociedad civil, a las empresas, a los países del mundo y
organismos internacionales, para que ayudemos a esos compatriotas que han perdido todo.

¡Qué bueno haber visto el martes, dentro de las instituciones listas a dar la mano, a la Corporación
Minuto de Dios, con el padre Diego Jaramillo a la cabeza!

Yo estoy seguro de que el buen corazón que los ha traído hoy aquí, los llevará también a poner su
grano de arena para ayudar a las víctimas de la emergencia invernal.

Como dice el lema del Banquete de este año, ‘¡aquí hay que estar!’ Y hay que estar más que nunca,
porque el país nos necesita.

Quiero agradecerle, de todo corazón, padre Diego Jaramillo, por haber continuado con esta hermosa
labor que inició el padre García Herreros, quien murió hace 18 años, precisamente mientras se realizaba
este banquete.

Padre Jaramillo, como usted lo dijo esa noche de 1992, ‘ningún otro colombiano de la generación actual
puede mostrar tantas realizaciones concretas de lo que un día se tildó de utópico. Parece que sus obras
hubieran sido un regalo de Dios para confundir los prudentes cálculos de los hombres’.

Gracias, ¡muchas gracias!, por haber multiplicado con este banquete las buenas intenciones de los
colombianos.

Usted decía, padre Jaramillo: ese catálogo de propósitos y de realizaciones, que la Corporación Minuto
de Dios ha venido realizando a través de todos estos años.

Ayudar, primero que todo, a los más pobres, contribuir a la generación de empleo, defender el medio
ambiente, todo bajo la tutela de Dios. Ese, padre, es nuestro Plan de Desarrollo.

Usted podría ser un magnífico primer ministro, un magnífico primer ministro, porque sus propósitos son
los nuestros, y por eso o invito a que trabajemos unidos, a que trabajemos unidos para lograr esos
objetivos que usted y yo queremos para nuestros compatriotas.

Quiero decirle que usted está muy ocupado de su responsabilidad, pero me he tomado el atrevimiento
de ofrecerle a una de las personas que más le han colaborado, al padre Camilo Bernal, que es el Rector
de la Universidad Minuto de Dios, que si nos puede colaborar con su nombre para ponerlo como
candidato a la Dirección del Sena. Y le quiero decir que está de finalista.

La otra candidata que está de finalista, porque estamos haciendo un proceso de meritocracia es la
doctora Marta Villegas, la Directora del Icetex.

Hay un grupo de empresas expertas en estas materias que nos están escogiendo las mejores personas
para las posiciones claves, para lograr precisamente los objetivos que usted y yo queremos para los
colombianos.

Vamos a ver quién gana entre el padre Camilo Bernal y Marta Villegas. Pero, de todas formas, tenga la
seguridad que seguiremos trabajando juntos, padre Jaramillo.

Y quiero aprovechar la oportunidad, también, para celebrar algo que creo que va a ser histórico para
este país, el día de hoy la Ley de Víctimas fue aprobada por unanimidad en la Comisión Primera de la
Cámara.

Esta Ley lo que quiere es pagar una enorme deuda social, con tantos colombianos, millones de
colombianos que han sufrido durante tanto tiempo las inclemencias de la violencia, que han sufrido sus
familias, que han sufrido en todos los sentidos posibles, y que nosotros como sociedad queremos
resarcir.

Y ese propósito que también tenía el padre (Rafael) García Herreros, me consta, porque muchas veces
hablé con él sobre este tema, de encontrar, ojalá, finalmente, la paz en nuestro país.

Ese propósito tenga la seguridad que lo estamos buscando por todos los medios posibles.

Y con esta Ley de Víctimas creo que se da un paso muy importante para la reconciliación de los
colombianos y para que todos podamos mirar el futuro con más optimismo y todos trabajar con más
efectividad para que no haya un solo colombiano en la miseria, para que todos podamos progresar y
tener lo que hemos llamado Prosperidad, Prosperidad para Todos.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la 16° jornada de


Acuerdos para la Prosperidad

Cartagena, 27 nov (SIG). “Otra vez hemos tenido una semana bastante activa. El lunes se inició con
una reunión con toda la bancada del Partido Conservador, donde hicimos un repaso de lo que faltaba en
la agenda legislativa y cómo iba la agenda legislativa.

El Partido Conservador, como el resto de los partidos que han hecho parte de la Unión Nacional, se
comprometió a apoyar el proceso de la aprobación en la Cámara y en el Senado de los proyectos de ley
fundamentales que hemos presentado.

La verdad sea dicha, el Congreso ha cumplido en qué forma.

Esta semana yo creo que ha sido una de las semanas más ricas en materia de discusión y aprobación
de proyectos en mucho tiempo, y no me cabe la menor duda que al final de esta legislatura, el 16 de
diciembre, el Congreso de la República va a poder pararse frente al país a decir: ‘Hemos aprobado uno
de los paquetes de leyes más ambiciosos y más convenientes para Colombia en su historia’.

Yo quiero hacerles ese reconocimiento a los honorables congresistas, porque la verdad es que esta
semana en particular trabajaron con mucho entusiasmo.

Se aprobó en primer debate el proyecto anticorrupción.

Se aprobó en primer debate una ley de una gran importancia que está teniendo repercusiones muy
positivas a nivel internacional, que es la Ley de Víctimas.

Se aprobó, después de mucha discusión y grandes debates en las dos comisiones conjuntas, la reforma
a la salud.

Se aprobó ya en los cuatro debates iniciales –porque es una reforma constitucional- la reforma a la
regalías.

Eso también va a tener una gran repercusión positiva para el desarrollo, y sobretodo, para ese propósito
de romper o disminuir las brechas a nivel regional. La Costa Caribe va a ser una de las beneficiadas de
todo ese proceso.

También no solamente a nivel regional, sino las brechas entre los que tienen algo y los que no tienen
nada. Es decir, la distribución de la riqueza en Colombia, con este proyecto y con todo el plan de
ordenamiento territorial y los planes que tenemos, va a ser muy importante.

Se aprobó también la ley del primer empleo, en la Cámara.

En fin, creo que es importante resaltar el trabajo del Congreso y cómo vamos avanzando en la agenda
legislativa.

Ese mismo día recibimos al ex Alcalde, posible candidato presidencial en Estados Unidos, Rudolph
Giuliani, ex Alcalde de Nueva York, fue uno de los alcaldes más exitosos en la lucha contra la
criminalidad urbana.

Vino a una conferencia, estuvimos reunidos con él, e hizo un análisis de cómo teníamos nosotros
concebida nuestra Política de Seguridad Ciudadana, la que estamos en este momento lanzando y
acabando de diseñar con una persona muy importante que va a estar al frente de la Alta Consejería
para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana, nuestro actual Embajador en La Haya, el ex Ministro
Francisco Lloreda, quien se viene de La Haya para asumir ese cargo.
Nos complació muchísimo que el Alcalde Giuliani, después de examinar bien la  política, me dijo:
‘Ustedes están haciendo lo correcto. Están muy bien enfocados en todo lo que tiene como frentes de
acción simultáneos. Es exactamente lo que se debe hacer’.

Tener la reafirmación, la confirmación de una persona con tanta experiencia y con tanta fama mundial
en este tema, pues nos dio al general Naranjo (Óscar, Director de la Policía Nacional) y a todos los que
han venido participando en el diseño de esta política, mucha satisfacción.

Ese mismo día, el lunes por la noche con la Ministra de Educación (María Fernanda Campo), ante todos
los rectores del país, de las entidades de educación superior, lanzamos una campaña muy importante,
una campaña contra la deserción en las entidades de educación superior.

La deserción, los muchachos que entrar a la educación superior y que –para   ponerlo en términos muy
populares- tiran la toalla en la mitad del camino, es casi del 50 por ciento.

Eso genera todo tipo de problemas, todo tipo de frustraciones. Imagínense un muchacho que va en la
mitad de la universidad y le toca tirar la toalla. Eso produce un costo enorme para el Estado, pero
produce a la vez un costo enorme para la familia de ese muchacho, para el muchacho mismo, para la
sociedad. Y por eso lanzamos una campaña para tratar de disminuir esa deserción.

Esa es una política que ojalá todos los colombianos pudieran internalizar.

La educación comienza en la cuna y debe terminar en la tumba. Uno tiene que estar siempre en
permanente proceso de reinventarse, de educarse, de mejorar, y hay ciertas etapas fundamentales.

El Presidente (Álvaro) Uribe hizo un esfuerzo descomunal, una verdadera revolución en aumentar la
cobertura de la educación básica. Casi de un ciento por ciento tenemos hoy. Eso para un país como
Colombia,  en tan poco tiempo, es una verdadera revolución. Pero nos falta mucho.
La primera infancia es uno de esos sectores donde tenemos que hacer más esfuerzos, porque ahí es
donde realmente los niños aprenden. Aprenden a pensar, aprenden a razonar e inclusive físicamente se
vuelven aptos para recibir después una mejor educación.

Pero un sector donde estamos nosotros muy atrasados es en el sector de la educación superior.
Solamente tenemos una cobertura del 35 por ciento. Ahí tenemos un cuello de botella muy dañino,
porque hay miles de muchachos y muchachas que después de un gran esfuerzo se gradúan del colegio,
pero no pueden entrar a la educación superior.

Esos son unos muchachos o muchachas que van automáticamente alimentar las filas del desempleo, y
se vuelven materia prima para las bandas criminales, para la drogadicción, para tantas cosas malas que
puede, cuando no encuentran los muchachos oportunidades, tener una sociedad.

Por eso es tan importante no solamente darles más cupos a esos muchachos –estamos en ese esfuerzo
de aumentar considerablemente los cupos en la educación superior- sino también que no vayan a tirar la
toalla.

Hay muchas razones, muchas de ellas tienen que ver con la parte financiera; simple y llanamente no
tienen capacidad para sostenerse. Estamos viendo a ver cómo podemos ayudar ahí, y de eso se trata
esta campaña que lanzamos el lunes.

El martes lanzamos el programa de ‘Colombia Humanitaria’, un programa que tiene como propósito
invitar a todos los colombianos, a todos los empresarios, a la comunidad internacional, a que nos
ayuden con esta terrible ola invernal. Una ola invernal que no habíamos tenido creo que nunca.

Me dice el doctor Lozano (Ricardo, Director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios
Ambientales de Colombia, Ideam) que desde que llevan los registros, desde hace más de 30 años,
nunca había llovido tanto en Colombia, y creo que todos lo hemos sentido.

Todos hemos visto que esta lluvia nunca, por lo menos en lo que yo recuerde, había sido tan intensa, y
por eso está causando estragos realmente alarmantes. Por eso necesitamos la ayuda de todos, porque
esto desbordó la capacidad del Estado.

Hemos hecho un gran esfuerzo, el doctor Miguel Peñaloza (Alto Consejero para las Regiones y la
Participación Ciudadana), la doctora Luz Amanda Pulido (directora del Sistema Nacional para la
Prevención y Atención de Desastres), que en este momento está incapacitada porque le ha tocado
trabajar tanto, que prácticamente se agotó físicamente. Ya el lunes va a estar otra vez al frente del
cañón.

Pero tanta gente de los bomberos, de las Fuerzas Militares, de la Policía, Acción Social, la Defensa
Civil, la Cruz Roja, tantos colombianos que están ayudando para que esos compatriotas que lo han
perdido todo, en la mayoría de los casos, o casi todo, pues por lo menos tengan una voz de aliento y les
ayuden a mitigar ese sufrimiento. A todos ellos, muchas gracias.

Ya hemos comenzado a recibir una ayuda importante.

Yo quiero agradecerles mucho –voy a mencionar solamente la parte internacional- aquí vino el
Presidente (de Chile, Sebastián) Piñera, vino a una primera visita de Estado a Colombia que recibimos
nosotros a un Jefe de Estado, vino con 28 toneladas de ayuda y 215 kits solidarios, un avión entero.

Yo le agradecí al Presidente Piñera, y le agradezco nuevamente esa ayuda.

La Unión Europea anunció más de 5 millones de euros de ayuda. Se la agradecemos enormemente.

Venezuela, están llegando dos aviones –ayer me confirmó el Presidente (Hugo) Chávez- dos Hércules
con alimentos, agua, carpas, colchonetas.

Brasil, ayer nos anunció a la Canciller (María Ángela Holguín) y a mí, el Presidente (Luis Inácio) Lula,
que daba una donación de medio millón de dólares para esta campaña de ‘Colombia Humanitaria’.

La CAF (Corporación Andina de Fomento) donó 100 mil dólares.

En fin, ya están comenzando a llegar las ayudas, las estamos distribuyendo en la mejor forma posible.

Constituimos un comité público privado muy parecido al que se constituyó cuando la tragedia del Eje
Cafetero.

Y nuevamente quiero pedirles a todos los colombianos que demos lo que podamos para poder ayudar a
los más de un millón 300 mil damnificados que llevamos, y que infortunadamente –y de esto les hablará
el doctor Lozano más tarde- esta lluvia parece que no va a ceder en el futuro cercano.

Los daños han sido inmensos, inmensos.

Esta mañana me llamaba el Gobernador del Magdalena (Omar Díaz-Granados) a pedir una ayuda
especial. Allá se están inundando otros pueblos que no estaban inundados. El río se ha roto en siete
sitios diferentes, los carillones, y eso está causando nuevamente unos daños inmensos.

Por eso aquí quiero volver a pedir la solidaridad de todos los colombianos, para que todos unidos
podamos salir de esta tragedia con el menor daño posible.

Me decía el Presidente Piñera –que ese es otro de los eventos que quería destacar esta semana,
cuando vino en visita oficial- yo le pregunté: ‘¿Cómo fue que Chile salió tan bien de esos dos
episodios?’. Uno fue la tragedia terrible que fue la del terremoto, y otra la de los mineros.

Y me contaba cosas muy interesantes. Cómo la población chilena toda se unió a ayudar en todas las
formas. Me dijo que era impresionante cómo después del terremoto todo el mundo se volcó a ayudar.

Algunos ponían lo que podían, ayudaban con la construcción de una casita de madera mientras se
reconstruían las ciudades; otros se ponían a ayudar a reconstruir las vías; otros alojaban a algunos de
los damnificados, pero el mensaje importante fue cómo la sociedad chilena, esa tragedia los creció.

Como también estoy viendo que la sociedad colombiana –y siempre lo ha hecho- se crece ante la
adversidad y ojala que este sea uno de esos ejemplos.

Me contaba el Presidente Piñera otra cosa bien interesante: los mineros cuando estaban en semejante
angustia tomaron una decisión que la cumplieron al pie de la letra, y eso posiblemente los salvó, todas
las decisiones, todas las decisiones de esos 33 mineros se tomaban por mayoría.

Cuánto de las provisiones se comían al desayuno, al almuerzo, a la comida, una cucharada o dos
cucharadas, todo lo tomaban en un proceso de votación o de común acuerdo.

Eso, me decía el Presidente, ayudó muchísimo a evitar esas tensiones naturales que se dan.
Imagínense ustedes tantos días en la oscuridad en semejante situación.

Cómo la gente se une, acuerda reglas de juego, se mantiene en esas reglas de juego y eso les permite
salir adelante. Es un lindo ejemplo, lindo ejemplo de cómo una sociedad o un grupo de personas sale de
semejante situación porque se une.

Por eso yo insisto tanto en la unidad de los colombianos, en la unidad de los latinoamericanos.

Con el Presidente Piñera tenemos una relación magnífica y me hizo una especie de invitación reto. Una
invitación y al mismo tiempo reto.

Me dijo: ‘Presidente Santos, usted y yo nos conocemos hace mucho tiempo. Dios nos puso a usted en
Colombia, a mí en Chile, y tenemos una oportunidad de oro’.

América Latina es en este momento el continente de moda en el mundo, el continente que tiene todo
para ofrecer lo que el mundo está pidiendo. Y dentro de América Latina hay dos países que están como
mostrándose con más brillo: Chile y Colombia’.

Y me dijo: ‘Yo tengo el sueño de que los chilenos entremos a ese club de los países desarrollados ¿Por
qué no entramos juntos?’.

Yo le dije: ‘A mí me encantan los retos y se lo acepto. Claro que usted va bastante más adelante que
yo’.

Chile ha tomado decisiones muy importantes, ha pensado en grande desde hace mucho tiempo, y por
eso es el país, hoy en día más avanzado en América Latina.

Pero a pesar de que vamos rezagados, yo le dije: ‘Le acepto el reto’.

Y eso es lo que queremos aquí en Colombia, tomar esas decisiones, pensar en grande, porque nosotros
en cierta forma tenemos mucho más potencial que el propio Chile.

Un país con más recursos humanos, tenemos una población casi cuatro veces la de Chile, tenemos
muchas más riquezas naturales –sobre eso vamos a hablar ahora más tarde, de cómo preservarlas y
cómo utilizarlas bien- tenemos todas las oportunidades.

Por eso esa visita nos dejó ese reto con el Presidente de Chile, que es además un Presidente que nos
ha ayudado también mucho en otras circunstancias.

Con el Presidente de Chile además decidimos profundizar nuestra integración. Tenemos ya un tratado
de libre comercio, pero vamos a unirnos en otros frentes.

Acabamos, hace un mes, de fusionar las bolsas con Perú, y dio la coincidencia que el Presidente del
Perú (Alan García) nos había enviado una invitación al Presidente de Chile y a mí, a que
profundizáramos la integración con Perú también.

El Presidente de Chile viajó de Colombia a Perú, a una visita al Perú, y le mandamos, yo le mandé la
razón con el Presidente de Chile al Presidente del Perú que aceptábamos esa integración.

Y el Presidente de Chile me comunicó ayer (viernes) a través de su Canciller (Alfredo Moreno), que
entonces  reuniéramos lo más pronto posible a nuestros respectivos ministros, para ver cómo
profundizamos una integración los tres países, invitando a los otros países que quieran unirse para que
sean parte de este proceso.

¿Eso qué nos va a permitir?

Nos va a permitir tener un bloque muy sólido de países con diferente tipo de fortalezas para por ejemplo
atraer inversión asiática, para por ejemplo negociar con esa área del mundo del Pacífico, con el Asia
Pacífico, que es el motor que está impulsando hoy la economía.

No quiere decir eso que vamos a descuidar a Estados Unidos, no quiere decir eso que no tengamos un
tremendo interés en que se apruebe el TLC por parte del Congreso americano, pero sí que necesitamos
diversificar nuestras exportaciones y los países con los cuales tenemos relaciones.

Un país entre más diversificado más sólido, porque va a estar menos expuesto a los fenómenos que se
presentan inexorablemente en el desarrollo de un país  en la economía mundial.

¿Por qué nos pegó tan duro la suspensión del comercio con Venezuela?

Porque teníamos demasiada dependencia con Venezuela. Y si a eso le sumamos la dependencia que
tenemos con Estados Unidos, si nos vuelve otra vez a suceder algo simultáneo, la economía
colombiana colapsa.

Por eso es tan importante la diversificación de nuestros mercados y de nuestras relaciones económicas
y comerciales.

Y por eso ese grupo que conformamos Chile, Perú y Colombia, invitando a los demás de América
Latina, eso nos va a permitir cumplir con ese propósito muy importante.

Otro tema que quisiera destacar es el tema del fallo de la Corte Constitucional, que tumbó, por así
decirlo, el llamado principio de oportunidad.

Esto es una figura jurídica que tiene una repercusión muy complicada, y es que deja como en un limbo a
esos miles y miles de colombianos que se entregaron, bien sea de los grupos paramilitares o de la
guerrilla.

Son muchos miles de colombianos que al verse en una situación jurídica complicada, pueden optar por
volver a la ilegalidad. Imagínense ustedes otra vez volver al pasado.

Por eso, en forma inmediata le di instrucciones al Ministro del Interior y de Justicia (Germán Vargas
Lleras), que reuniera al  Consejo de Política Criminal, que se reunió el día de ayer –ahí hacen parte la
Fiscalía, la Procuraduría- pero que no solo eso, sino que iniciara un proceso de consultas rápido con el
Congreso, con las Cortes, para solucionar este problema a la mayor brevedad posible.

Y ya ayer mismo se acordó un proyecto de ley que vamos a presentar el lunes en el Congreso, ojala el
martes ya se apruebe con mensaje de urgencia, para resolver este problema.

El mensaje que yo quiero darle a estos cerca de 30 mil, un poco más de 30 mil colombianos que hoy
están en la duda porque están en un limbo jurídico, es que no se preocupen. El Gobierno Nacional les
va a cumplir, el Estado les hizo una promesa, y yo me comprometo a que el Estado les cumple.

Aquí vamos a resolver este problema, y ya tenemos el concurso y el apoyo de todos los estamentos del
Estado colombiano, para que este problema se resuelva.

Nosotros acatamos, como siempre lo hemos hecho, los fallos de la Corte Constitucional. Nos genera un
problema tremendo, pero lo vamos a resolver y lo estamos resolviendo.

Que ese quede muy claro, porque es muy importante que estos muchachos, que estas personas no
vayan ahora –porque sabemos que están siendo reclutados, sabemos que hay una cantidad de gente
diciendo: ‘ve, el Estado les falló, véngase otra vez a las bandas criminales, véngase otra vez a
delinquir’-  no vayan a cometer ese error, todo lo contrario, tengan paciencia que nosotros les
cumplimos, que de eso no quede la menor duda.

Finalmente, pues estuvimos  aquí en Cartagena en la Asamblea de la Cámara de Infraestructura y


también en la Asamblea de Fedegan. Ahí comentamos tanto con los ganaderos, como con los
ingenieros, los propósitos del Plan de Desarrollo; ahí se anunció que Findeter va a convertir un   banco
de la infraestructura.

Nosotros estamos con la infraestructura de los años 50. Me contaban, Ministro (de Transporte, Germán
Cardona), que usted ayer hizo una exposición ante la Cámara de la Infraestructura que los dejó bastante
apaleados, pero al mismo tiempo, bastante motivados, que eso es lo que creo que usted quería generar.

Y fue que el Ministro de Transporte les mostró la infraestructura que teníamos en los años 50, y después
les mostró la infraestructura que teníamos en los años 60, decía como no ha cambiado, y en los años
70, y en los años 80, y 90.

Y resulta que Colombia tiene –lógicamente con ciertas excepciones- una infraestructura muy parecida a
la que teníamos hace 50 años. Por eso, todos los analistas dicen que si Colombia quiere progresar,
necesita mejorar su infraestructura.

Y por eso anuncié que una parte de las acciones que tiene el Estado colombiano en Ecopetrol las
vamos a utilizar para financiar la infraestructura y darle un salto a la infraestructura.

Ahí se presentó una discusión de si eran las acciones que se van a usar para la capitalización, que si
eran acciones nuevas. Eso no importa, lo importante es que vamos a utilizar parte de ese dinero, al fin y
al cabo la plata para capitalizar es plata del Estado, y la plata para invertir en infraestructura es plata del
Estado, es fungible por así decirlo, sin –por supuesto- perjudicar el buen desarrollo de Ecopetrol, sí
vamos a utilizar parte de la venta de las acciones para invertir en infraestructura.       

Y ayer en Unasur, todo el día estuvimos en Guyana, en Georgetown. Llegamos a esta Asamblea que
era la que le entregaba la Presidencia de la Unasur al Presidente de Guyana (Bharrat Jagdeo), fue una
reunión muy importante por varios motivos.

Primero, porque ahí se anunció que ya Unasur va a contar con el suficiente número de países que han
ratificado el tratado, para que eso se convierta formalmente en una organización internacional, en un
tratado internacional.

Segundo, porque se pudo constatar que Unasur ya comienza a operar como un grupo con un sentido de
gran responsabilidad. Se discutió ahí, por ejemplo, el tema de Costa Rica y Nicaragua, y se decidió que
ese tema lo van a estudiar, se va a estudiar para que Unasur adopte una posición frente a ese tema,
para ayudar a conjurar ese diferendo.

El tema de Honduras, que ha sido un tema que ha dividido mucho a la región latinoamericana. Vamos a
hacer todos los esfuerzos para que en la reunión de la Cumbre Iberoamérica la próxima semana en Mar
del Plata, esa situación se pueda resolver.

El tema de la cláusula democrática. Eso es un punto importantísimo. Lo que sucedió en Ecuador, pero
que puede suceder en cualquier país, nos prendió las alarmas y por eso se decidió introducir en el texto
del tratado una cláusula democrática para que todos los países respeten las reglas de juego de la
democracia.

Y ustedes entenderán la importancia de ese paso. Y ayer por unanimidad se aprobó el texto de la
cláusula democrática que se le va a presentar a todos los congresos de los países miembros de Unasur.

Ahí también tuvimos la oportunidad de sentarnos con el Presidente (de Ecuador, Rafael) Correa,
sentarnos a limar las últimas diferencias que teníamos, y por eso acordamos ya normalizar totalmente
nuestras relaciones e intercambiar embajadores.

Eso solamente le puede traer beneficios a Colombia, así como cuando lo hicimos con el Presidente
Chávez, que ayer ratificamos una cosa muy elemental, muy sencilla, pero muy importante. Nos dijimos
mutuamente, con toda la franqueza y con toda la confianza: tenemos diferencias, el Presidente Chávez
y yo tenemos diferencias posiblemente insalvables en la manera de percibir el funcionamiento del
Estado, de percibir el papel del Estado en una economía, son diferencias insalvables, así como se lo dije
yo en Santa Marta cuando nos reunimos el primero día, ‘yo no voy a pretender que usted piense como
yo, ni usted pretenda que yo piense como usted, pero respetémonos nuestras diferencias, porque usted
piense diferente a mí no lo voy a insultar y viceversa’.

Y eso se ha puesto en marcha, y hoy eso ha significado que las relaciones entre Venezuela y Colombia
estén fluyendo cada vez mejor.

Ayer anunciaron que ya comenzaba la venta de gasolina –eso es importantísimo para Colombia-, ya nos
están pagando las exportaciones, nos están ayudando en materia de seguridad, en fin.

Imagínese ustedes la diferencia entre tener un país con el cual no hablábamos, no teníamos comercio,
estábamos a punto de irnos a la guerra –se hablaba de eso, una locura, pero se hablaba de eso- a tener
hoy un país que nos colabora en el comercio, que vamos a hacer carreteras juntos, que vamos a
construir puentes para que fluya la mercancía de lado y lado, que estamos construyendo oleoductos
juntos, que vamos a comerciar, que vamos a poder vender nuestros productos nuevamente.

Eso lo único que trae son beneficios.

Por eso hemos dicho tantas vences que cuando pelean los gobernantes quienes sufren son los pueblos.

Y eso lo entendió también perfectamente el Presidente Correa, y por eso normalizamos totalmente las
relaciones.

Vamos a intercambiar embajadores, posiblemente la semana entrante misma mandemos el nombre de


una persona muy calificada como nuestro próximo embajador, no digo el nombre porque no es elegante
desde el punto de vista diplomático anunciar los nombres antes de que llegue la solicitud de beneplácito
al país anfitrión, pero ya tenemos el nombre de una persona muy reconocida, que será un gran
embajador.

Y creo que eso fue una buena noticia y un buen remate de la semana para venir a este Acuerdo.

Porque el otro tema que discutimos casi más que el tema de la cláusula democrática en Unasur ayer
durante todo el día, fue precisamente el tema del medio ambiente, el tema de la posición que íbamos a
tomar en Suramérica en la próxima Cumbre de Cancún, que comienza creo que la semana entrante,
pero la reunión presidencial, los presidentes están invitados a que vayan el 8 y el 9 de diciembre; que si
íbamos a ir con una posición común, hay diferencias entre las posiciones de diferentes países, Brasil
tiene un enfoque, el Ecuador tiene otro, Colombia tiene uno intermedio, pero lo importante es que le
dedicamos muchos tiempo a ese tema, porque es un tema fundamental para el futuro de esta región,
que es uno de los pulmones del planeta.

Una de las fortalezas que tiene América Latina es su ecosistema, su biodiversidad. El Amazonas es tal
vez la región del mundo que más capta esos gases del CO2 que previene lo que estamos sufriendo.

Todo este drama que están sufriendo más de un millón 300 mil personas aquí en Colombia, estas
inundaciones, tiene que ver con un fenómeno que se llama ‘La Niña’, que el doctor Lozano (Director del
Ideam) conoce mejor que todos nosotros.

Tal vez en el caso nuestro, porque tenemos unas riquezas que tenemos que preservar, parte del tema
que vamos a discutir hoy, nosotros somos uno de los países más ricos en fuentes de agua. Por cada
100 mil habitantes somos creo el tercer país más rico del mundo.

Si ustedes ven los informes internacionales, una de las preocupaciones grandes del mundo es que se
están quedando sin agua, y muchos vaticinan que las próximas grandes guerras van a ser por el agua, y
nosotros tenemos muchísima agua. Entonces tenemos que ver cómo la preservamos, cómo
mantenemos esa riqueza y cómo no la dilapidamos. Ese es uno de los grandes  retos que tenemos
nosotros.

Este tema del medio ambiente, del cambio climático, ‘Niña’ o ‘Niño’, frío o caliente, de todas formas hace
unos estragos como los que estamos sufriendo.

Esto que estamos sufriendo es producto de la agresión del hombre contra la naturaleza, y eso me lo dijo
de forma clarísima y muy elemental uno de los ‘mamas’ a donde fuimos a posesionarnos en forma
simbólica para darles un reconocimiento de su autoridad a estos ‘mamas’ en la Sierra Nevada.

Me dijo: ‘Mire, ustedes ven La Mojana que se inunda todos los años y que este año va a ser mucho peor
que cualquiera de los años anteriores’.

Y me preguntaba por qué La Mojana antes no se inundaba.

Porque la naturaleza había creado sus propias defensas, unos canales donde los ríos se podían
desaguar, podía salir el agua cuando crecía, y eso iba a alimentar esos humedales que se han
convertido en una gran fuente de riqueza ecológica. Y todo eso lo estamos destruyendo –me decía- y la
naturaleza tarde o temprano va a reaccionar.

Y miren, está reaccionando.

Esto es de una sabiduría elemental pero contundente, y eso es lo que queremos nosotros evitar que
sigamos haciendo en Colombia y en el mundo.

Por eso el Acuerdo para la Prosperidad de hoy tiene una importancia especial, porque nosotros somos
el país más rico del mundo por kilómetro cuadrado en materia de biodiversidad, somos uno de los
países más ricos en materia de agua, tenemos bosques naturales como pocos países del mundo,
tenemos además una riqueza minera.

¿Cómo hace uno compatible el medio ambiente con la explotación de la minería?

Es el gran reto

¿Cómo hace uno compatible que nos convirtamos en una despensa de producción de alimentos, con lo
que tenemos que hacer con esta ley de tierras y con todo lo que estamos haciendo en materia de
agricultura, pero al mismo tiempo preservando el medio ambiente?.

Todas esas son discusiones de gran importancia para nuestro futuro. Colombia tiene que jugar un papel
protagónico en el mundo, porque lo que tenemos nosotros en riqueza nos permite ser jugadores
importantes en la discusión que va a definir el futuro del planeta, y ahí tenemos que estar nosotros
presentes, por eso esta discusión del día de hoy, y nuestra participación en Cancún.

La Alta Consejera (para la Gestión Ambiental, Sandra Bessudo) estuvo en Nagoya (Japón), en la gran
conferencia sobre biodiversidad. Allá por primera vez se logró un protocolo, un protocolo para ver cómo
se puede manejar y preservar la biodiversidad. Nosotros ahí somos un país importantísimo.

Hacia el futuro ustedes tienen que ser conscientes, hacia el futuro cada vez más el contenido ambiental
–para llamarlo de alguna forma- va a determinar decisiones tan básicas como las transacciones
comerciales.

Dentro de poco vamos a comenzar a ver a los países: ‘Este producto que estoy comprando cuánto CO2
emite o cuánto CO2 ha captado’.

Y entonces vamos a comenzar a tener unas barreras en el mundo, que tiene que ver con la parte
ambiental.

Por eso, si nos preparamos bien, si utilizamos nuestra riqueza bien, si explotamos bien explotado, en el
buen sentido de la palabra, nuestra biodiversidad, Colombia ahí tiene una inmensa oportunidad.

Por eso le doy mucha importancia a esta discusión del día de hoy.

Perdónenme que me haya extendido un poco en el uso de la palabra, porque el tema es muy
importante, pero consideraba que era importante que los colombianos entendieran los diferentes temas
que surgieron esta semana, que todos son importantes.

Pero no quiero quitarle más tiempo a este tema tan importante como es el del medio ambiente, y me
encanta hacerlo en una ciudad como Cartagena, aquí en mi Alma Mater, y con una alcaldesa que
siempre ha tenido una especial disposición a preservar y a cuidar el medio ambiente, que además es
fundamental para que una ciudad como Cartagena, que es la joya de la corona de nuestra geografía,
siga siendo más y más atractiva.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la entrega del premio de la


Fundación Corazón Verde al mejor policía del año
Bogotá, 29 nov (SIG). “Me complace muchísimo que ya como Presidente de la República –doctor Carlos
Alberto (Leyva, Presidente de la Junta Directiva de la Fundación Corazón Verde)- pueda asistir a este
evento, porque realmente el papel que cumple esta Fundación, el trabajo que ustedes hacen, merece el
respaldo del Presidente y de todos los colombianos, porque la Policía se merece una fundación como la
que tienen ustedes.

No me hubiera perdido este evento, porque además la Policía pasa por un momento muy especial.

Es cierto, es cierto que en este último año, precisamente porque los grupos delincuenciales, los grupos
terroristas están cada vez más acorralados, acuden a estrategias cobardes como el ‘plan pistola’. Qué
fácil es llegar y agarrar un policía desprevenido con una pistola y asesinarlo. O qué fácil es botarle una
granada desde una moto.

En eso están, y hemos perdido muchos hombres.

Realmente en este año creo que llevamos 240 asesinados. Los otros han muerto por otras causas:
accidentes de tránsito o enfermedades, pero asesinados son 240. Muchísimos. Uno es demasiado.

Pero al mismo tiempo, ese es un sacrificio que todos queremos exaltar y por eso estamos aquí, por eso
la razón de ser de la fundación.

Pero al mismo tiempo la Policía está mostrando cada vez a una institución que desde hace ya mucho
tiempo está en un proceso de mejoramiento continúo, y cada vez produce mejores resultados. Cada vez
una institución que nos enorgullece más a los colombianos.

Hace 15 días, ayer hace 15 días, estuvo aquí el Fiscal de la Corte Penal Internacional. Llegó de Buenos
Aires, almorzó y siguió para La Haya. Estuvo aquí para decirme algo que quiero compartir con ustedes,
porque creo que es importante. Me dijo: ‘Presidente, ustedes están haciendo algo que el mundo entero
comienza a percibir, y ustedes pueden realmente cambiarle la imagen a Colombia mucho más rápido de
lo que se imaginan, si logran vender mejor lo que han venido haciendo y lo que están haciendo’.

Y sacó como un inventario de todo lo que Colombia ha hecho en estos últimos años, comenzando por la
desmovilización de cerca de 50 mil, entre paramilitares y guerrilleros, colombianos que estaban en
armas y que se han desmovilizados. Todo el proceso de Justicia y Paz.

Primer país que aplica los principios en forma integral de verdad, justicia y reparación, con muchas
dificultades, cierto, pero es el primer país que lo hace.

El primer país que declara a los desplazados como víctimas.

El primer país que logra desvertebrar unas bandas criminales, unas mafias del narcotráfico que se
creían todopoderosas, y que el mundo entero está comenzando a sufrir las consecuencias de ese éxito
colombiano.

En la medida en que el negocio del narcotráfico se va expandiendo a otros lugares del mundo, porque
no solamente en la región, ya lo tenemos en el África. La gente está diciendo: ‘Mire lo que Colombia
hizo’. Y comienzan a preguntarnos cómo fue que lo hicimos.

Colombia está discutiendo unas leyes de reparación a las víctimas sin antecedente en el mundo, la ley
más ambiciosa que se ha presentado en cualquier lugar del planeta.

Colombia está presentando otra ley para restituir las tierras a los miles y miles de colombianos que
fueron desplazados por los violentos de sus hogares y de sus tierras. Se las vamos a restituir.

Y me decía el Fiscal Luis Moreno: ‘Ustedes tienen que contarle al mundo esto que ustedes están
haciendo, porque entre ustedes se critican mucho y cada vez discuten mucho, pero vaya usted a otra
parte del mundo; vaya al Congo, vaya a Ruanda, vaya a Afganistán, donde hay o ha habido conflictos, y
no han hecho ni una mínima parte de lo que ustedes están haciendo, inclusive todavía en medio de la
confrontación’.

Y me dijo que nos invitaba a participar, me invitó personalmente a que fuera como orador principal a la
asamblea de los países que hacen parte de la Corte Penal Internacional, que se van a reunir dentro de
una semana en Nueva York.

Y me dijo específicamente: ‘Lleve al general (Óscar) Naranjo y lleve al Comandante de las Fuerzas
Militares (almirante Edgar Cely), porque ahí ustedes tienen también muchísimo que mostrar’.

Y en el caso de la Policía yo no me aburro de repetir y repetir el orgullo que me produce cada vez que
alguien como el Fiscal Luis Moreno me dice: ‘Oiga, qué Policía la que tienen ustedes.

Recién nombrado Ministro de Defensa tuvimos un percance, precisamente unas ‘chuzadas’ en la


Policía. Ahí hubo un relevo de comandantes, hace tres años y medio, de Director de la Policía. Me
acuerdo cuando fui a decirle al Presidente (Álvaro) Uribe: ‘Presidente, yo creo que el Director de la
Policía debe ser el general Naranjo’.

No tenía sino una estrellita. Y el Presidente Uribe me llamó y me dijo: ‘Pero es que hay que saltarse
muchos generales’.

Y yo, que le prestaba mucha atención a las citas que usaba el Presidente Uribe, le dije: ‘Usted usa una
cita con mucha frecuencia, y usted cita a Napoleón diciendo que a los oficiales efectivos hay que
ascenderlos rápidamente. Aplique esa teoría’.

Y me dijo: ‘Listo Ministro’. Y ahí llegó el general Naranjo a ser Director de la Policía hace tres años y
medio.

Desde ese momento el general Naranjo le metió el acelerador a un proceso que ya venía, de
mejoramiento continúo de la Policía, pero un proceso que ha dado todo tipo de buenos resultados.

Yo lo digo con orgullo: la inteligencia de la Policía ha sido fundamental en todos estos golpes que se les
ha dado a los grupos delincuenciales, a los grupos terroristas, a las Farc, al Eln, porque la inteligencia
de la Policía yo creo que no tiene igual en ninguna otra policía en el mundo.

Cuando llegamos al Ministerio (de Defensa) había una lista, ¿se acuerda, general?, de los más
buscados. Eran diez. Todos los que estaban en esa lista están en la cárcel o están bajo tierra.
Narcotraficantes muy poderosos.

Pero al mismo tiempo, una institución que se preocupa por su gente, que permanentemente está
inculcando unos principios, unos valores.

Una policía que es cada vez más respetuosa de los derechos humanos –eso  me lo dijo Luis Moreno,
que estaba impresionado cómo Colombia había avanzado en ese frente-.

Una Policía que aparece permanentemente como una de las instituciones más queridas por los
colombianos. Eso no es usual

¿Por qué aparece?

Porque la gente se identifica con ella.

Una Policía que exalta, como lo hicimos hoy, a sus mejores hombres y mujeres, y que está
permanentemente buscando la forma de ser más efectiva.

Una Policía que, por ejemplo, cuando llegamos con la Canciller (María Ángela Holguín), a Haití nos
encontramos con la Policía del mundo, de Naciones Unidas

¿Y quién era la Policía del mundo?

La Policía colombiana.

Una Policía que en todas partes de Centroamérica –y estuvimos con el general Naranjo y con el general
Rosso José Serrano en Jamaica- y ustedes no se imaginan el orgullo mío como colombiano de decir:
Aquí estoy con los dos mejores policías del mundo.
 
Y entonces me decía el Fiscal Luis Moreno: ‘Eso es lo que ustedes tienen que hacer de aquí en
adelante para colocar a Colombia en un verdadero pedestal. Es ofrecerle al mundo lo que ustedes ya
han hecho con tanta efectividad’.

Y la Policía se está convirtiendo para nosotros en un instrumento muy efectivo de política exterior,
porque ya vienen de todas partes, no solamente de Centroamérica y de las islas del Caribe, de todas
partes, a decir: ‘Préstenos al general Naranjo, préstenos al general Serrano, préstenos a su Policía para
entrenar nuestra policía’.

Eso significa muchísimo para el país, significa muchísimo para el Gobierno y significa muchísimo para el
futuro de los colombianos.

Esto que vimos hoy, esta exaltación, es un pequeño ejemplo de los héroes que tenemos en la Policía,
de nuestras Fuerzas Militares en general, pero hoy estamos hablando de la Policía.

Esta patrullera de Bucaramanga –yo ya había hablado con ella- para los que no saben por qué la están
premiando, porque iba en un taxi al Comando de la Policía en Bucaramanga, donde está trabajando, y
de pronto vio que estaban atracando a unos señores, unos delincuentes armados, y ella, sin ningún
desparpajo le dijo al taxista: ‘Pare el carro’. Se bajó y los agarró a plomo, sola.

Y el resultado fue que uno de ellos está preso, creo que uno fue dado de baja y los demás huyeron
despavoridos. Pero esos son los policías que tenemos nosotros.

Pero otros que son verdaderos héroes en otro sentido. En la última ceremonia de la Policía me desgarró
el corazón –como me desgarra cada vez que me toca darles las condolencias a las viudas o a los
huérfanos, ustedes que han vivido esto tanto tiempo- cuando me tocó condecorar a la mamá de un
patrullero, que por salvar a un compatriota en un alud, allá en Giraldo (Antioquia), perdió la vida.

Y como esos, todos los días tenemos policías que arriesgan su vida o que ofrecen su vida por darnos a
nosotros la oportunidad de vivir cada vez mejor, cada vez más tranquilos.

Y por eso quiero decirles a todos ustedes: muchísimas gracias porque sé que todos han venido aquí en
un acto de aprecio, de admiración por nuestra Policía, todos han contribuido a esta lindísima causa.

Y esto la Policía lo necesita también.

No hay institución que no funcione sin el apoyo de la gente, pero sobretodo cuando es una institución
como la Policía.

Y ese debe ser el matrimonio ideal: el apoyo de la gente, el cariño de la gente, como ustedes lo están
expresando, la admiración de la gente y una institución sirviéndole a la gente.

Eso es lo que nos llena a todos los colombianos de optimismo en el futuro.

Por eso le doy tanta importancia a este evento el día de hoy, porque es una demostración de las
muchísimas que han tenido y que tendrán hacia el futuro nuestra Policía Nacional, el aprecio que le
tenemos los colombianos y la admiración que le tenemos los colombianos, y decirles: Sigan en ese
proceso de mejoramiento continúo, que aquí tendrán un pueblo que los rodea, que los aplaude y que los
apoya’.

Y por eso quiero decirle, general Naranjo, a usted y a través suyo a todos sus hombres que siéntanse
muy orgullosos, porque nosotros nos sentimos muy orgullosos de ustedes.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la entrega de los


Premios RCN. Los Mejores de 2010

Bogotá, 30 nov (SIG). “Yo tenía una columna que escribía y que finalizaba diciendo ‘me da mucha
pena’.

Y aquí, pues voy a usar ese ‘me da mucha pena’, porque creo que se equivocaron de persona cuando
ustedes escogieron el hombre del año. No llevo sino 115 días en el Gobierno y por eso no me merezco
este homenaje.

La verdad es que hasta ahora estamos comenzando. No me lo merezco pero se lo agradezco de todo
corazón a nombre de un equipo, porque para gobernar se necesita un equipo, un equipo de Gobierno,
Gabinete, las miles de personas que están en el Gobierno.

El Congreso que nos ha colaborado como nunca y tantos colombianos que nos están apoyando. Esos
son los verdaderos héroes que deberían estar aquí presentes y se merecen este homenaje.

Agradezco, agradezco de corazón. Ustedes lo que hacen es ponerle una cuota inicial altísima a los 115
días de Gobierno; una cuota inicial que espero poder cumplir durante los próximos cuatro años como el
pueblo colombiano lo está esperando y ustedes lo están exigiendo.

Un homenaje que nos compromete a todos lo del Gobierno a seguir trabajando como hemos venido
trabajando estos primeros 115 días, con dedicación, con total entusiasmo y sirviéndole al país de la
mejor forma posible.

Han sido 115 días duros, pero muy satisfactorios y por eso les agradezco de todo corazón este
homenaje que nos hacen a todos los del Gobierno.

Reconocimiento a los galardonados

Y lo que sí creo que acertaron fue en la escogencia de los mejores, comenzando por nuestra Canciller
(María Ángela Holguín). La verdad es que a María Ángela le ha tocado soportar a un Presidente
bastante inquieto; llevamos no se cuántos viajes, 9 viajes internacionales, 52 viajes nacionales y viajes
bastante agitados.

María Ángela, quien la ve con esa dulzura y esa diplomacia, es bien dura cuando le toca negociar, bien
dura cuando le toca exigir. Y buena parte del éxito, la mayor parte del éxito de nuestras relaciones
internacionales, se debe a su conocimiento, a su experiencia y a su gran habilidad diplomática. Y se lo
merece muchísimo.

Yo felicito a sus colegas que la escogieron, porque si yo hubiera estado ahí también habría votado por
María Ángela en estos primeros 115 días. Aunque como ella lo dice, es un trabajo en equipo de todos.

A Armando Benedetti, Presidente del Congreso, también mis agradecimientos; mis felicitaciones por su
matrimonio, espero que tenga una vida muy feliz con una mujer muy especial con la cual usted se casó.
Muchas gracias por el apoyo, muchas gracias por su habilidad como Presidente del Congreso.

Y la verdad –y aquí incluyo también a Alfonso Prada– es que esta legislatura va a ser histórica. El 16 de
diciembre vamos a poder decirle al país que el Congreso de la República, Senado y Cámara –y aquí
está también el Presidente de la Cámara (Carlos Alberto Zuluaga), que ha tenido un desempeño
espectacular también desde la Cámara–, va a poder mostrarle al país unos resultados yo creo que sin
precedentes en materia de la importancia de las leyes que se han aprobado, la importancia de los
debates que han surgido y una demostración de Unidad Nacional como pocas veces hemos visto en la
historia de Colombia.

Y también quiero felicitar a Alfonso Prada (Mejor Representante a la Cámara), porque no siendo parte
de la Unidad nacional, se ha comportado casi como si fuera. No solamente él, sino todo el Partido
Verde.

Yo quiero –aquí está Lucho Garzón–, decirle, Lucho, yo les agradezco muchísimo la forma en cómo
ustedes han venido ejerciendo esa veeduría. Porque no puedo decir que están en la oposición, no son
parte de la coalición pero han actuado con una inmensa responsabilidad.

Y quiero hacerles ese reconocimiento porque la verdad ahí han estado defendiendo lo que ellos, en su
buen leal saber y entender consideran que es positivo para el país.

Y a los otros mejores que ustedes han escogido, los 10, Shakira, que la acabamos de ver, qué puede
decir uno de Shakira. Es una embajadora como pocas veces ha tenido Colombia, su ‘Waka Waka’ nos
tiene a todos enloquecidos.
Pero no solamente es su habilidad artística; tiene un corazón grandísimo. Ella está comprometida con
algo con lo cual mi señora (María Clemencia Rodríguez de Santos) también está muy comprometida,
que es la primera infancia.

Inclusive suscribimos hace poco en Nueva York un acuerdo para trabajar por la primera infancia,
Gobierno y Shakira, y ella siempre ha estado presente cuando la hemos necesitado.

Edgar Rentería, gigante dentro de los Gigantes, dos veces campeón mundial de béisbol y cada vez que
da un batatazo, todos los colombianos nos estremecemos de orgullo y de emoción.

Muchas gracias, Edgar, por esa felicidad que nos ha dado a todos los colombianos.

A la Selección Femenina (de fútbol sub-20), también. Cada juego que veíamos en la televisión, nos
estremecía de orgullo. Ustedes sé que van a continuar: Panamericanos, Olímpicos; ya tendrán la
posibilidad de golear, como ayer golearon al Real Madrid. Golear al Brasil en una de esas oportunidades
futuras que van a tener. Muchas gracias también por esos triunfos que le han dado a nuestro país.

A Nairo Quintana, ganador del Tour de L'avenir, de Boyacá; una familia espectacular. También nos dio
un gran éxito, un ejemplo para la juventud colombiana, de un deportista que solo se supera y llega a la
cima y va a seguir subiendo más.

Estoy seguro, porque Nairo tiene ese temple boyacense que lo va a disparar, no solamente en el la Tour
de L'avenir, como ya lo he dicho, sino en otras carreras hacia el futuro.

Javier Gutiérrez (Presidente), que ha hecho de Ecopetrol una empresa cada vez más apreciada. Que su
gestión significó que los miles de miles de accionistas se sintieran muy satisfechos de haber comprado
esa acción, y que además ya Ecopetrol se está presentando como una de las grandes empresas a nivel
mundial en el mundo del petróleo.

Germán Efromovich. Nacido en Bolivia, criado en Brasil, pero su corazoncito está aquí en Colombia,
afortunadamente; su corazoncito y su fe en el país.

Fue uno de los primeros empresarios extranjeros que realmente creyeron en el país, cuando estábamos
en dificultades. Afortunadamente le ha ido bien, porque si a él le va bien, a nosotros también nos va
bien.

Esa es la sociedad que nosotros estamos creando con todos los inversionistas, tanto nacionales como
extranjeros. Gracias Germán por ser colombiano.

Y, Germán Vargas, nuestro Ministro del Interior y de Justicia. Otro de mis nuevos ‘mejores amigos’; al
igual que el resto del Gabinete, pero a Germán le ha tocado trabajar especialmente duro, porque es que
aguantarse a Armando Benedetti (Presidente del Senado), y al doctor Zuluaga y sus representantes, no
es fácil.

Yo sé cómo es eso. Y le ha tocado tener mucha paciencia, pero muy merecido ese reconocimiento.

También el reconocimiento que se le hace a ISA. Es otra empresa –el doctor Alarcón (Luis Fernando,
Gerente de ISA) no está aquí, está muy bien representado–, ISA es otra de las empresas bandera
nuestras.

Cuando vino el Presidente de Chile (Sebastián Piñera) me decía: ‘es que una empresa colombiana es
dueña de la concesión, ya no de electricidad, sino una concesión, una carretera, la más importante en
Chile’.

Y decía: ‘esa es una empresa colombiana. Y esa es ISA; que ya tiene inversiones muy grandes en Sao
Paulo (Brasil), en Perú, en Ecuador. Y creciendo, cosa que también nos enorgullece.

Y dejé para lo último un reconocimiento muy especial a nuestras Fuerzas Armadas, representadas hoy
por el general Navas (Alejandro Navas, Comandante del Ejército) el día de hoy.

Atentado en Vegalarga (Huila)

Quiero aprovechar esta oportunidad para condenar, de la forma más contundente, ese acto de barbarie
que hace pocas horas cometieron las Farc en el corregimiento de Vegalarga, en el Huila.

Cuando ya un grupo tiene que acudir a actos de terrorismo como ese de poner una bomba en un bus
lleno de campesinos y explotarla cuando pasa al frente de una estación de Policía, eso quiere decir que
ustedes, general Navas, y toda su gente, y todos nuestros policías, nuestros soldados de tierra, mar y
aire, están haciendo una buena labor, porque tienen desesperado al enemigo.

Eso es un acto de cobardía y de desespero.

Y por eso este reconocimiento que les hacen a ustedes hoy, es un reconocimiento que toda Colombia,
toda Colombia se los hace permanentemente, porque ustedes exponen sus vidas, arriesgan sus vidas y
entregan sus vidas todos los días para que todo el resto de los colombianos podamos vivir en paz. De
manera que muy reconocido.

Y por último, quiero agradecerle muy especialmente a mi familia, a María Clemencia, mi señora; a
Martín, a Esteban, mis dos hijos, a mi hija María Antonia, que no está con nosotros.

Ellos desde la campaña –desde antes de la campaña– han sufrido los altibajos de este año, que ha sido
un año bastante movido, como dicen ustedes bastante interesante, con muchos éxitos, pero también
muchos momentos de preocupación.

Pero sin el apoyo de mi familia, de mi señora y mis hijos, esto no hubiera sido posible. Por eso muchas
gracias.

De manera que, Carlos Julio (Ardila, Presidente), RCN, a ustedes, mi compromiso, mi gratitud.

Y a todos ustedes, mi agradecimiento”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos, al instalar el Congreso


Nacional de Cafeteros

Bogotá,  1º dic (SIG). Los cafeteros de Colombia y el Gobierno nos hemos puesto de acuerdo en una
sola palabra, en una sola meta, en una sola dirección: LA PROSPERIDAD.

Ese es el norte de nuestras acciones desde cuando asumimos la Presidencia y ese es también el
terreno fértil en el que nos hemos encontrado con esta muy especial  institucionalidad cafetera.

El pasado 26 de agosto –como bien lo anotaba el doctor Luis Genaro (Muñoz, Gerente de la Federación
de Cafeteros) y el doctor Camilo (Restrepo, Presidente del Congreso Cafetero)– cuando apenas llevaba
19 días desde mi posesión, vine a la Federación a participar en una reunión del Comité Nacional de
Cafeteros, y también a celebrar los 50 años de vida de Juan Valdez, y suscribimos un pacto que la
nuestra hoja de ruta hacia el futuro para la caficultura y para el Gobierno.

Es el Acuerdo por la Prosperidad Cafetera, que fue ratificado por los 15 Comités Departamentales y que
busca recuperar e incrementar la producción cafetera nacional para mejorar el nivel de vida de los
cafeteros y de la población rural en general.

Partiendo de que el campo es una de las cinco locomotoras que hemos identificado para jalonar el tren
del progreso, este acuerdo reconoce el papel primordial, fundamental, que tiene el café dentro del sector
rural.

El café es la fuente de ingresos de más de medio millón de familias colombianas, y es un principal


generador de trabajo y equidad social en gran parte del territorio nacional.

Por eso –y porque hacemos honor a la tradición cafetera de nuestro país- estamos decididos a apoyarlo
y a mejorar su productividad y competitividad en el entorno internacional.

Sabemos muy bien que si al café le va bien, a Colombia le va bien, y que los ingresos que vienen del
café son ingresos que se reparten con equidad y que se convierten en bienestar social para millones de
colombianos.
Ustedes también saben, doctor Luis Genaro, que para mí la Federación es una segunda casa y que el
sector cafetero es un sector cercano como pocos a mi corazón.

Por eso me complace verlo progresar y saber que avanza también en fortalecer su propia democracia.

Quiero darles, desde este congreso, una especial bienvenida y felicitación a los 4.368 dirigentes
cafeteros electos en las pasadas elecciones para conformar los 15 comités departamentales y los 364
comités municipales.

Es realmente impresionante, y estimulante, constatar la participación del gremio en la selección de sus


representantes: ¡más de 210 mil cafeteros cedulados votaron en las elecciones!

Es más: tengo entendido que del grupo de delegados a este congreso, más de un tercio son delegados
nuevos, lo que representa una excelente capacidad de renovación y una gran cantera de liderazgo en el
gremio.

Quiero asegurarles hoy, en mi primera intervención como Presidente de la República ante el Congreso,
que en el programa de gobierno que nos hemos trazado para estos cuatro años, el café será uno de
nuestros principales aliados para alcanzar la prosperidad.

No podemos desaprovechar el potencial de un sector que emplea a uno de cada tres trabajadores
rurales, lo que equivale a más de 750 mil empleos directos y a 1,5 millones de empleos indirectos.

No podemos descuidar un producto que genera el 30 por ciento de nuestras exportaciones


agropecuarias y representa el 17 por ciento de nuestro PIB agrícola.

Por eso hoy quiero ratificar, en todas sus partes, el Acuerdo por la Prosperidad Cafetera que firmamos
hace tres meses, porque vamos a hacer del café –no les quepa la menor duda– el gran impulsor de
nuestra locomotora agrícola.

Ese preciso objetivo, y el de crear prosperidad democrática en las zonas cafeteras, son los dos primeros
que planteamos en el acuerdo.

¿Cómo podemos plasmarlos en la realidad?

Primero tenemos que partir de una situación que, como usted bien lo dice, doctor Luis Genaro, excedió
todos los pronósticos y previsiones, como es esta terrible ola invernal.

No tenemos memoria de un invierno tan crudo como éste en toda nuestra historia, y no cabe duda de
que el campo colombiano es uno de los principales damnificados.

En el caso del café, el invierno ha significado en este año, frente a los pronósticos que se tenían, una
disminución sustancial. Yo me acuerdo cuando hablábamos con el doctor Luis Genaro, con optimismo,
de una producción que podría llegar hasta los 11 millones de sacos. Aparentemente va a llegar,
escasamente, a los 9 millones de sacos, que es un aumento frente a la producción del año pasado que
no llegó a los 8 millones, 7,8 millones, pero que de todas formas es mucho más bajo de lo que
esperábamos después de una producción tan mala como la que tuvimos el año pasado.

Y lo que es también muy preocupante, según me han dicho, es que no ha habido florescencia, entonces
vamos a tener el año entrante una disminución sustancial, por lo menos hasta ahora, en la cosecha de
mitaca.

Entre menos producción, pues menos ingresos y menos prosperidad. Eso es lo que nos está costando
esta ola invernal.

Es cierto que gracias a los buenos precios el valor de la cosecha de este año va a ser superior a la del
año pasado, cerca de 4 billones de pesos, es una cifra importante –algo parecido a lo del 2008- pero
esta ola invernal nos está costando y nos va a costar.

Pero dicen que la diferencia entre los perdedores y los ganadores es que los primeros hacen una
tragedia de cualquier dificultad, y los segundos convierten esa tragedia en una gran oportunidad.

Esto último es lo que hoy pueden hacer los cafeteros, que siempre han tenido espíritu de luchadores y
de triunfadores.

Ahora es el momento preciso para ponerle el acelerador a los programas de combate a la roya y de
renovación de cafetales envejecidos, para aumentar la productividad de nuestras plantas y prepararnos
para suplir la gran demanda que existe a nivel mundial.

El esfuerzo más importante en el corto plazo y por la situación climática, es ponerle la cara al problema
estructural de la roya.

No es posible que tanto trabajo acumulado en el desarrollo tecnológico desde los ochenta, sólo se haya
transferido a un tercio de nuestro parque cafetero.

Aún tenemos dos tercios del área sembrado en variedades susceptibles a la roya y ello nos expone a un
riesgo incalculable.

Por eso, todos los instrumentos de política van a estar alineados para dar un salto cualitativo en la
implementación de las variedades resistentes como las Castillo y Colombia.

Oigan bien amigos cafeteros: Nuestro objetivo es recuperar la senda de crecimiento de la producción de
café hasta llegar a 14 millones de sacos en 2014 y a 18 millones de sacos en el año 2020.

Tenemos que pensar en grande, y si pensamos en grande y trabajamos unidos, vamos a lograr esos
objetivos.

Para crecer, y superar los estragos del invierno, hemos apropiado ya 96 mil millones de pesos para
apoyar la renovación de cafetales y combatir la roya, siempre que dicha renovación se haga con
variedades resistentes a la enfermedad.

Y también hemos apropiado otros 103 mil millones de pesos para programas como el de protección del
ingreso, el de protección de precio, el de silvicultura y el de asistencia técnica.

¡Son cerca de 200 mil millones de pesos, en total, comprometidos con el futuro de los cafeteros!

Dentro del Acuerdo por la Prosperidad Cafetera, ya la Federación, con el apoyo del Ministerio de
Agricultura –a cuya cabeza esta otro colombiano comprometido con el café como lo es el doctor Juan
Camilo Restrepo–, ha comenzado a dar pasos en la dirección correcta:

 Estamos apoyando la ampliación del “Programa Permanencia, Sostenibilidad y Futuro” de la


Federación, para renovar cafetales con más de 8 años de edad, con varias medidas:

 Se amplió de 1,5 hectáreas a 5 hectáreas el área máxima de renovación para pequeños caficultores,
de forma que puedan renovar y recibir los beneficios del incentivo a la capitalización rural –el llamado
ICR– en menos tiempo, incentivo que para ellos es del 40 por ciento.

 El Gobierno, a través de Finagro, amplió el programa a medianos especiales y medianos caficultores,
que antes no se beneficiaban del mismo, con un ICR del 30 y el 20 por ciento respectivamente.

 Para seguir combatiendo la roya, sólo se darán recursos para renovación de cafetales a quienes
siembren variedades resistentes a la enfermedad, y se autorizó la entrega de recursos para renovación
de cafetales no recuperables en variedades susceptibles a la enfermedad, independientemente de su
edad.

 En cuanto a la asistencia técnica, mantendremos el apoyo para contratar 333 técnicos adicionales a
los más de 1.200 que tiene la Federación.

 También hemos trabajado de la mano con la Federación para establecer líneas de crédito que
respondan a las necesidades de los cafeteros, incluyendo créditos del Banco Agrario con garantía de
Fogacafé, programas de alivio crediticio y –algo muy importante– créditos con un ICR del 40 por ciento
para incentivar prácticas que mejoren la calidad del café.

No hay que perder de vista que el 35 por ciento del café que exportamos tiene valor agregado, y
esperamos aumentar cada vez más esta participación.
Qué bueno saber que más de 100 mil productores hoy ofrecen cafés sostenibles a los que se reconocen
importantes sobreprecios en los mercados internacionales por su calidad.

Tenemos que seguir recorriendo el camino de la diferenciación por el valor agregado de nuestro
producto, que es el camino del futuro.

Un escritor francés decía que “se cambia más fácil de religión que de café” y eso queremos que les
pase a los consumidores del mundo: Que no cambien el café gourmet colombiano por ningún otro,
porque valoran su calidad y diferencia.

Seguiremos la política de tratar de garantizar la sostenibilidad del ingreso cafetero con un precio
mínimo, el cual hoy asciende a la nada despreciable suma de 650 mil pesos por carga de café
pergamino seco.

Yo recuerdo cuando estaba en los zapatos del Ministro de Hacienda actual, que teníamos un precio
cercano a los 200 mil – 230 mil pesos, en una crisis bastante aguda, que afortunadamente ha sido
superada.

También vamos a ampliar la cobertura del Contrato de Protección de Precio para que, en lo posible, el
100 por ciento del potencial de producción quede protegido contra eventuales caídas del precio
internacional o la revaluación.

Ahí tenemos, doctor Luis Genaro, que hacer un esfuerzo importante en ampliar ese cubrimiento.

También seguimos convencidos, amigos cafeteros, de que podemos incrementar el área sembrada de
grano en el país hasta en 200 mil hectáreas, siempre y cuando el mercado lo permita, y todo parece
indicar que así será. Por los menos lo que se vislumbra hacia el futuro es que el mercado lo puede
permitir.

Todo lo dicho hasta ahora también ayuda a la consecución del tercer y el cuarto objetivos del Acuerdo
que son erradicar la pobreza dentro de la población cafetera y ayudar a la formalización del empleo de
los empresarios cafeteros.

Vamos a apoyar el establecimiento de fincas de al menos de cinco hectáreas, tres de las cuales deben
ser sembradas con café, para garantizar que las familias cafeteras tengan una vida digna que las
mantenga alejadas de la pobreza.

También se implementará un plan retorno para todos los desplazados que involucre al menos 20 mil
familias en 60 mil hectáreas nuevas de café.

Y en la medida en que avancemos en la meta de tener 200 mil nuevas hectáreas cultivadas, estaríamos
hablando de crear cerca de 80 mil empleos directos y 160 mil empleos indirectos.

¡Qué bueno, amigos cafeteros, venir a este congreso con buenas noticias sobre el empleo!

Como informó ayer el Dane, la cifra de desempleo en octubre bajó al 10,2 por ciento, 1,3 puntos por
debajo de la del mismo mes del año pasado.

Esto significa 259 mil desempleados menos, y prácticamente 20 millones de personas con trabajo en el
país.

Nos vamos acercando, a buen paso, a la meta que nos hemos propuesto de bajar el desempleo a
niveles de un dígito, y vamos a seguir adelante, sin desmayar, en ese empeño.

No podemos caer en triunfalismos; tenemos que seguir trabajando en estimular las locomotoras de la
economía y en sacar adelante la agenda legislativa.

Es alentador, sin embargo, saber que, aunque una golondrina no hace verano –o debería decir tres
golondrinas, porque ya van tres meses seguidos con el desempleo a la baja– vamos por buen camino.

Y, en la misma línea de combatir la pobreza, trabajaremos por la vivienda campesina.

Hoy quiero proponerles que los Comités Departamentales de Cafeteros se conviertan en un canalizador
de los recursos de los programas de vivienda de interés social rural.

La VIS rural es el engranaje perfecto de dos de las cinco locomotoras: agricultura y vivienda.

Hemos contemplado la posibilidad de asignar una partida presupuestal cercana al valor anual total que
reciben los Comités Departamentales de Cafeteros como participación de los ingresos de contribución
cafetera del Fondo Nacional del Café, con el siguiente compromiso:

Que cada peso que ponga el Gobierno Nacional para este fin, sea apalancado al menos con otro peso
que los comités nos ayuden a gestionar en sus regiones con recursos propios o de terceros.

De esta manera, duplicaríamos el presupuesto para VIS rural que ha dispuesto el Ministerio de
Agricultura, y se ejecutaría para mejorar las condiciones de la población en la zona cafetera.

Es una oferta interesante, porque generaría, como les mencioné, una transferencia de recursos
equivalente al monto total de la transferencia cafetera contemplada en la reforma tributaria de 2003.

Es decir, el Gobierno Nacional, para construcción y mejoramiento de Vivienda Rural de la zona cafetera,
está poniendo a disposición de los Comités Departamentales de Cafeteros, para el año entrante, una
suma que les permitiría duplicar todo lo que reciben por concepto de las transferencias del Fondo
Nacional del Café.

¡Unidos podemos generar un salto sin precedentes en la vivienda de nuestros caficultores!

Como un quinto objetivo del Acuerdo, nos fijamos la mejora de la competitividad de la caficultura
colombiana, lo que implica mejores vías, mejor educación, más investigación.

Me alegra confirmarles que en nuestro Plan de Desarrollo, que hemos denominado  ‘Prosperidad para
Todos’, tenemos contemplado el programa ‘Caminos para la prosperidad’ con la meta de intervenir, bajo
responsabilidad del Invías y de los entes territoriales, cerca de 75.000 kilómetros en el cuatrienio.

Ya el Invías suscribió un convenio por 12 mil millones de pesos con la Federación para el mantenimiento
y mejoramiento de las vías terciarias en municipios de Cundinamarca, Valle, Cauca, Magdalena y
Santander.

También queremos ponerle más tecnología al café.

Con ese objetivo, como lo anuncié en septiembre, potenciaremos las alianzas de Cenicafé con
universidades nacionales o extranjeras o con organismos multilaterales o con otros centros de
investigación.

Y usaremos –como ustedes saben– el 10 por ciento de las regalías para proyectos regionales de ciencia
y tecnología, como pueden ser las investigaciones en temas de biodiversidad, cambio climático y
genoma del café.

En los últimos 8 años el Ministerio ha destinado más de 44 mil millones de pesos al desarrollo de
investigaciones sobre genómica del café y la broca, y gracias a esto Cenicafé está a la vanguardia de la
generación de conocimiento y trabajando con la prestigiosa Universidad de Cornell.

Muchos otros sectores deberían seguir su ejemplo porque ésta es la plata mejor invertida.

Así los cafeteros son protagonistas en otra de nuestras locomotoras: ¡la locomotora de la innovación!

En lo que se refiere al sexto objetivo del Acuerdo, que es el fortalecimiento de las finanzas del Fondo
Nacional del Café, hoy quiero reiterar nuestra decisión de diseñar cuidadosamente una nueva fórmula
para la contribución cafetera.

Será una fórmula que permita cubrir las necesidades de los cafeteros, y mantener los programas que
son tan importantes para la productividad y bienestar del sector.

Apreciada familia cafetera:

Hoy les digo “familia”, porque así los siento, no sólo para mí, que he trabajado tanto con el gremio, sino
para todos los colombianos.

Los cafeteros son el alma de Colombia; son los representantes de nuestro pasado de honestidad y
empuje, y son los representantes de nuestro futuro de prosperidad.

La Federación Nacional de Cafeteros no sólo es la agremiación más grande del país, con más de 83
años de historia, sino que es una promotora de equidad social para millones de colombianos que
derivan su sustento y su forma de vida del cultivo y producción del grano.

Por eso vamos a seguir trabajando con ustedes –porque los conozco, porque los admiro, porque los
respeto, porque han sido mis compañeros– para que el café siga siendo fuente de progreso y de paz
para Colombia.

Porque eso es el café para nosotros: ¡Progreso, Paz y Prosperidad!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos, en la premiación ‘El


Deportista del Año, El Espectador: 50 Años’

Bogotá, 1º dic (SIG). “Se quedan cortos quienes definen a Mike Forero Nougués como uno de los
mejores cronistas deportivos del país.

¡Él ha sido mucho más que eso!

Yo diría que ha sido un auténtico padrino y promotor del deporte colombiano.

Gracias a él Colombia asistió por primera vez a unos juegos Olímpicos, en Melbourne (Australia) en el
año 56.

También fue gestor de la Vuelta de la Juventud Colombiana, que ha catapultado a un buen número de
ciclistas nacionales.

Además, es padre de este muy importante reconocimiento que todos los años hace El Espectador a los
mejores deportistas del país.

Yo no sé si hace 50 años –cuando se realizó la primera edición de estos premios– el imaginó que su
idea llegaría a cumplir hoy las bodas de oro.

Pero sí tengo certeza de que su iniciativa evidencia un gran olfato y una gran visión para entender la
importancia del deporte.

Un olfato y una visión que me consta que suscitaba en mi padre ciertos celos

Recuerdo muy bien hace muchos años, 40 años, 35 años, que llamaba mi papá al pobre Humberto
Jaimes, Editor de Deportes de El Tiempo y le decía: “Humberto, ¿por qué es que usted no puede
describir ese partido como lo describió Mike Forero?, ¿por qué es que usted no puede describir esa
pelea de boxeo como la describió Mike Forero?.”

Y al pobre Humberto Jaimes le tocaba aguantarse las vaciadas de mi padre por culpa de Mike Forero,
su destreza, su visión y su olfato.

Leí la entrevista que le hicieron en el periódico –Mike– y que publicaron este domingo.

Me pareció tan sencilla como generosa la explicación que dio sobre la motivación que tuvo para crear
estos premios: su propósito era tapar ese vacío de indiferencia y escasos estímulos a los buenos
deportistas de ese entonces.

Hoy, todas las glorias que nos acompañan en este evento le han dado felicidad y le han dado un gran
orgullo a nuestro país.

Cada uno nos enseñado a creer en nosotros y pensar que no hay barreras que impidan alcanzar los
sueños cuando tenemos la determinación de cumplirlos.

De nuestros gloriosos boxeadores hemos aprendido a noquear las metas imposibles.

El país ha conocido ampliamente esas historias de superación por parte de colombianos con el
estómago vacío que se levantaron de la lona y derribaron a otros grandes, con el solo propósito de
comprarles una casa a sus madres.

A nuestros ciclistas los hemos visto subir montañas y conquistar cumbres a punta de panela y, sobre
todo, fuerza en sus corazones.

De igual manera, otros han comprobado que no se necesita ser pobre para tener el ímpetu que necesita
un campeón.

Por eso, los deportistas son como una muestra de sangre que se obtiene del país y allí se pueden ver
los valores y virtudes que hay en el ADN de la nación.

Las cualidades de este grupo de colombianos reflejan lo mejor que podemos dar como sociedad:
disciplina, persistencia, progreso, humildad, trabajo en equipo, juego limpio, excelencia.

Aquí hay magníficos deportistas, de todas las áreas –desde el ajedrez, pasando por el tiro olímpico, e
incluyendo a nuestras vigorosas pesistas–.

Ustedes nos ayudan a reflejarnos como sociedad.

¡Cada vez que han subido a un podio o han recibido una medalla, nos han dado esperanza y fe en
nuestro país!

También han sido inspiración de pequeños niños que quieren seguir sus pasos, porque han visto en
ustedes a superhombres y supermujeres de carne y hueso.

Creo que eso lo entendió muy bien Mike Forero hace 50 años, al igual que El Espectador, queriendo
homenajear a los más destacados de las competencias deportivas.

El libro que hoy entregan, y que he tenido la oportunidad de hojear, trae unos magníficos textos sobre
35 de nuestras glorias deportivas.

¡Gracias a ustedes, deportistas de Colombia, por ser íconos de esperanza y modelos a seguir para las
nuevas generaciones!

¡Gracias Mike y gracias también a El Espectador por este reconocimiento que hacen todos los años a
los mejores atletas!

No puedo evitar referirme a algunos que este año han traído orgullo y felicidad para Colombia.

Comienzo por Édgar Rentería, por ejemplo. Ha sido prueba fehaciente de que los colombianos, cuando
nos lo proponemos, podemos sacarla del estadio.

Su segundo título como campeón en el béisbol de Estados Unidos, además de ser el jugador más
valioso de la Serie Mundial, envía un mensaje poderoso a miles de niños de Colombia, sobre todo de
nuestro Caribe.

Hoy, más que nunca, esos niños saben que –como decía un ex presidente colombiano- “sí se puede”.

De hecho, ya hay un joven que llegó a las grandes ligas del béisbol estadounidenses –como miembro
de Los Padres de San Diego–, inspirado por el éxito de Édgar Rentería.

Se llama Ernesto Frieri y el ha dicho que usted –Édgar– fue el espejo en el que se vio reflejado para
perseguir su sueño.

Ernesto tenía 12 años cuando lo vio batear ese hit de oro con el que hizo campeón a los Marlins de La
Florida.

Ahora, Ernesto Frieri, con quien estuve hace un par de semanas, es a su vez la inspiración de más
niños de la Costa Caribe.

Por otro lado, un segundo motivo de enorme felicidad este año fueron nuestras corajudas jugadoras de
fútbol.

¡Nos han dado una gran lección a los hombres!

Son un grupo de lindas jovencitas que han demostrado una valiosa madurez deportiva y verdadero
sentido de patria, representándonos con excelentes resultados a nivel mundial.

Estoy plenamente convencido de que así lo volverán a hacer el próximo año, en el Mundial de Alemania
y en los Juegos Panamericanos en Guadalajara (México), además de los Juegos Olímpicos de Londres,
en el año 2012.

Les anuncio que desde ya apartaré un espacio en la agenda de Gobierno para verlas en las respectivas
finales.

Nos harán sentir tan orgullosos como nos sentimos este año cuando vimos a Nairo Quintana ganar el
Tour de L’Avenir.

A mí se me erizó la piel cuando lo vi subir al podio, al lado de Juan Valdez, y lo escuché decir lo
orgulloso que se sentía de estar representando a Colombia.

Queridos amigos:

Un futbolista decía que “ningún jugador es tan bueno como todos juntos”.

Pues en nuestro gobierno queremos ser los promotores de una buena generación de deportistas que
nos represente con más éxitos, alegrías y razones para estar muy orgullosos.

Somos conscientes de que hay mucho por hacer de nuestra parte y que el deporte requiere no solo del
entusiasmo de los atletas sino del respaldo del Estado.

Como lo dijimos en campaña, a partir del próximo año nos dedicaremos a cazar talentos deportivos en
todo el territorio nacional.

Lo haremos a través del Programa SUPÉRATE.

Se trata de todo un ciclo de competencias deportivas y competencias académicas que se inicia en los
colegios y las juntas municipales.

Este programa contempla –¡óigase bien!– a la totalidad de municipios del país.

La idea es que de allí salgan los mejores, para que se midan luego en competencias regionales y
nacionales.

No podemos seguir perdiendo el potencial de tantos colombianos, que viven en el anonimato por falta
de oportunidades.

Sabemos que en Colombia hay grandes talentos.

¡Y prueba de ello son las glorias deportivas homenajeadas hoy!

¡Nosotros vamos por la búsqueda de las futuras glorias!

Esos atletas que –estoy seguro– nos darán muchas alegrías en el futuro, están ahí escondidos en las
veredas, en las ciudades, en las pequeñas y grandes escuelas de Colombia.

El Programa Supérate –que nos costará cerca de 70 mil millones de pesos al año– premiará con becas
de educación superior a cerca de 300 estudiantes.

Será similar al sistema de Estados Unidos, en el que el talento deportivo de un joven se ve premiado
con la financiación de sus estudios.
¡Es una buena manera de promover ciudadanos integrales!

Se trata de incentivar a jóvenes, no sólo saludables y de excelencia deportiva, sino también con buena
preparación académica.

También es un aporte a la sociedad, porque impediremos que nuestros adolescentes se dejen tentar por
los vicios o por grupos delincuenciales.

Como gobierno entendemos que la infraestructura deportiva es vital para que nuestros atletas hagan su
trabajo en condiciones dignas.

Por lo pronto, Coldeportes implementará un programa de actualización de esa infraestructura en el 55


por ciento de los escenarios que se encuentran en mal o en regular estado.

Ahí necesitamos el compromiso de las entidades territoriales, para que sean agentes activos en la
elaboración de proyectos de inversión, y que prioricen la calidad y la utilización de la infraestructura
existente.

Haremos énfasis en adecuar escenarios multimodales, que permitan la práctica de varios deportes en
un mismo lugar, con todas las condiciones básicas de calidad.

Por supuesto apoyaremos, la preparación y participación de nuestros deportistas en eventos nacionales


e internacionales, priorizando las competencias Olímpicas y Paraolímpicas.

También nos hemos puesto a la tarea –y esa es una herencia del anterior gobierno– de hacer de
Colombia un escenario deportivo de talla mundial, para que seamos sede de importantes competencias.

Para no ir muy lejos, el próximo año seremos los anfitriones del Mundial Sub-20 de fútbol –de hecho
esta tarde hacen presentación oficial de la mascota y lanzan la boletería y el calendario del Mundial–.

Son ocho estadios en ocho ciudades con capacidad, cada uno, para más de 22 mil espectadores, en los
que estamos invirtiendo casi 150 mil millones de pesos.

Vamos a ser los mejores organizadores y los mejores anfitriones de este gran evento, y por qué no
soñar mañana con la Copa Mundial.

Y aquí quiero detenerme para hacer un pequeño paréntesis y pronunciarme sobre un tema muy
delicado:

Me refiero a las recientes revelaciones sobre vínculos entre narcotraficantes y paramilitares con algunos
clubes de fútbol.

Ese tema no es nuevo y, de ser cierto todo lo que se ha dicho, causa un verdadero rechazo,
repugnancia.

Por eso, quiero aprovechar este escenario para dejar constancia de la firme e inamovible voluntad
política de este gobierno:

¡Le vamos a poner al ‘tate-quieto’ a cualquier tipo de asociación macabra entre delincuentes y clubes
deportivos!

Y que quede claro que esto no va a ser una cacería de brujas, porque sabemos que la mayoría de
dirigentes y promotores del deporte son personas de bien, y así lo he dicho a todos los directivos del
fútbol con quienes me he reunido frente a este problema.

Lo que queremos es eliminar cualquier posibilidad de que manzanas podridas que estén enquistadas en
este deporte contaminen a las demás.

Por eso, hay un proyecto de ley en trámite en el Congreso, que ya cumplió dos de cuatro debates, que
promueve la transparencia en las finanzas de los clubes deportivos, su democratización y conversión a
sociedades anónimas.

Es más, hace un par de semanas reuní algunos de los dirigentes deportivos y algunos de los
presidentes de los clubes para que nos hicieran propuestas, propuestas con miras a darle una solución
final a este problema del fútbol.

Un problema que nos esta doliendo a todos, todos lo estamos sufriendo.

Yo recuerdo muy bien, no me perdía un partido de fútbol.

Dicen que es políticamente incorrecto para un presidente decir de qué equipo es hincha. Aunque sea
políticamente incorrecto yo tengo que confesar que he sido hincha toda mi vida de Santa Fe.

Mi padre fue fundador y primer Presidente de Santa Fe.

Yo me acuerdo que yo no me perdía un partido en la época de Bebilacua, Panzuto, Perazzo, ‘Zipa’


González, el ‘Mono’ Tovar, el ‘Chiquito’ Aponte. La gente iba a los estadios y había un ambiente muy
sano y era una afición maravillosa, maravillosa.

Yo me crié, Gonzalo (Córdoba, Presidente de la Junta Directiva de El Espectador), haciendo deporte.


Usted decía que yo era golfista; fui golfista a la fuerza. Mi madre fue campeona nacional varias veces;
en lugar de darme tetero me daba un saco de golf, y por eso me tocó aprender a jugar golf.

Pero también quise ser futbolista en el colegio, era un poco gordito entonces no me aceptaron en el
equipo; fui del equipo de basquetbol en la Marina, reemplazo porque también soy bajito; fui del equipo
de ajedrez; fui del equipo de tiro; fui esquasista durante muchos años, casi apasionado del squash.

Es decir, me ha gustado siempre el deporte, y por eso como Presidente de la República quiero estos
cuatro años darle todo el respaldo posible al deporte colombiano.

Me acabo de leer un libro, lo estoy terminando, el libro que inspiró la película ‘Invictus’, el libro que
describe cómo Nelson Mandela –se llama ‘Jugando al Enemigo’, el libro- y describe muy bien cómo
Nelson Mandela utilizó el rugby, un partido, para unir una sociedad que estaba totalmente polarizada.

Un libro maravilloso, inspirador.

Y después de leer ese libro quedé todavía más entusiasmado de promover el deporte colombiano,
promover el fútbol colombiano, no dejar que el fútbol se acabe, y por eso voy a recibir esas
recomendaciones, y ojala podamos discutir con todos los interesados que el fútbol siga con toda la
fuerza inspirando a nuestros jóvenes e inspirando al país.

Yo lo dije en la campaña, yo sueño cuando lleguemos al Mundial de Brasil clasificados con nuestra
selección; yo sueño que el fútbol colombiano siga siendo ese deporte que tanto, tanto nos mueve y nos
entusiasma.

Eso para la sociedad es muy bueno, e inclusive, doctor (Hernán) Peláez, de pronto usted me puede
ayudar a organizar un Acuerdo para la Prosperidad solamente sobre fútbol, y reunimos a todos los
hinchas de fútbol a ver si le encontramos una solución a las barras bravas, si le encontramos una
solución a los trámites de las alcaldías que no dejan que los estadios tengan un buen funcionamiento.

Que les demos seguridad a los equipos, que les demos seguridad a los accionistas.

Yo creo que nos merecemos un buen fútbol y tendrán en mí el mejor aliado para sacar adelante el fútbol
colombiano.

Pero tenemos que ser realistas y quiero ser claro: o cambiamos al fútbol o se nos acaba el fútbol,
porque como vamos no vamos bien.

Cerrado este paréntesis, no me extiendo más, entre otras cosas porque esta celebración es de ustedes
y para ustedes, queridos deportistas.

Los aquí presentes son el ejemplo vivo de esa frase que dice que “el deporte no forja el carácter, sino
que lo pone de manifiesto”.

Eso es lo que queremos: que el mundo conozca el carácter de nuestra nación, a través de
competencias deportivas, de las glorias de hoy y de las que vendrán.

Ustedes son la viva prueba de que tenemos el alma, el espíritu y el corazón para demostrar que
podemos ser mejores.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la entrega del


Premio Nacional de Alta Gerencia 2010

Bogotá, 2 dic (SIG). “Cómo me alegra este acto, esta décima entrega del Premio Nacional de Alta
Gerencia, que constituye un reconocimiento a las entidades y los servidores públicos que han
demostrado experiencias exitosas en sus diferentes modelos de gestión.

Como ustedes saben, siempre he sido un convencido de la inmensa importancia de una buena gestión
pública. Inclusive fundé una organización que creamos desde el año 94, llamada la Fundación Buen
Gobierno.

Y quiero felicitar a Elizabeth Rodríguez, la Directora del Departamento Administrativo de la Función


Pública, por su labor al frente de esta institución y por la organización de este Premio.

En los dos años desde que fue nombrada por el presidente Uribe, Elizabeth ha logrado muchos avances
en materia de Buen Gobierno y de administración pública.

También quiero felicitar a los ganadores por sus éxitos, por sus premios.

Ya los mencionamos: en la categoría municipal, al Alcalde de Rionegro, a quien conozco hace ya algún
tiempo, le he seguido sus pasos, y se ha convertido en un verdadero modelo para los gobiernos
municipales de todo el país.

El muy merecido ganador en la categoría de capital de departamento, por poner la ‘Casa en Orden’ y
por lograr la estabilidad financiera: el Alcalde de Barranquilla, la Alcaldía de Barranquilla. Muchas
felicitaciones porque han hecho una labor realmente importante.

Y por supuesto, en la categoría nacional, a la Fuerza Aérea, a la Corporación de la Industria Aeronáutica


de Colombia, un caso que conocí muy de cerca cuando fui Ministro de Defensa.

A través de un Convenio con la Fuerza Aérea, esta organización –me consta mucho– ha logrado
importantes proyectos de innovación en muchos frentes, y sobre todo ha fortalecido la capacidad de
nuestra Fuerza Aérea y de nuestra industria aérea en todo el país.

También quiero felicitar a todos los que se postularon. Como lo dijo Elizabeth, creo batimos récord: más
de 200 entidades se postularon para este premio.

Y eso significa, cuando uno se postula, que tiene una verdadera vocación de servicio, de Buen Gobierno
y de excelencia en el servicio, lo cual nos complace muchísimo.

Todo son modelos y ejemplos de Buen Gobierno para el resto de la administración pública.

Y por supuesto, quiero agradecer muy especialmente, como aquí ya se ha dicho, a todos los que
entregaron un tiempo muy valioso, y mucho tiempo, para servir de evaluadores, de jurados en este
Premio.

Todas las personas que están aquí como jurados son personas de gran importancia en el contexto
nacional, cada uno en sus actividades. Apreciamos muy especialmente este esfuerzo que han hecho.

Tengan la seguridad de que es un tiempo muy bien invertido, porque todo lo que hagamos para mejorar
la administración pública es algo que se traduce directamente en un mejor Estado. Y un mejor Estado
quiere decir una mejor sociedad. Muchas gracias a todos ustedes.

El Buen Gobierno ha sido desde el principio una de mis prioridades. Creamos la Alta Consejería para el
Buen Gobierno, en cabeza de María Lorena Gutiérrez, a quien sonsacamos de la Universidad de los
Andes.

El Rector de la Universidad no deja de reclamarme porque me le llevé a su decana estrella. Pero yo le


digo al doctor Angulo que este es un servicio a la patria, una buena causa. Y creo que ya estamos, en
tan corto tiempo, viendo los resultados.

Ella es la encargada de imprimirle este concepto tan importante a las entidades públicas, de buscar un
proceso de mejoramiento continuo en el funcionamiento de nuestro Estado.

Una Gestión Pública Efectiva debe estar orientada a resultados, a innovar y a desarrollar iniciativas de
eficiencia, como es la racionalización de trámites al interior de las entidades, los servicios compartidos,
un mejor control interno, un mejor uso de la tecnología.

Me acuerdo cuando María Helena me dijo algo de sentido común, pero que poco se había puesto en
marcha aquí en la administración pública.

Me decía: cuando uno habla de la lucha contra los trámites, de simplificar los procesos, siempre se
habla de la relación entre el ciudadano y el Estado. Pero al ciudadano lo que realmente le interesa es
que el Estado dentro del Estado funcione bien.

Porque cuando uno va a una ventanilla y le dicen: ‘Vuelva dentro 15 días’, y vuelve a los 15 días y le
dicen: ‘Vuelva dentro de un mes’, eso quiere decir que el Estado dentro del Estado no funciona.

Por eso me complace mucho que el Premio del año entrante tenga este elemento incorporado. Porque
ustedes verán que si nos concentramos en ese aspecto, los resultados se van a ver muy rápidamente.

Porque ya están sobrediagnosticados los trámites del ciudadano con el Estado, pero muy poco
analizados los trámites dentro del propio Estado.

La innovación gubernamental implica entonces una mirada al futuro, para crear un nuevo modelo de
gestión, un nuevo modelo de administración de las entidades.

Y no es innovar por innovar sino generar valor agregado. Así como en las empresas se le agrega valor
al producto, aquí se le agrega valor al servicio público y al servicio hacia el ciudadano.

Esto también implica alinear los incentivos hacia los propósitos que nos ponemos los servidores
públicos, que se pone el Gobierno.

Pero la gente se pregunta: bueno, pero, ¿qué es el fondo Buen Gobierno?

Nosotros entendemos por Buen Gobierno la capacidad del Estado de mejorar permanentemente su
gestión, sus espacios de participación, su interlocución con la sociedad.

Es una actitud, es una filosofía de trabajo, y sobre todo de trabajo en equipo, que diría que se basa en
cinco puntos, cinco pilares.

El primero, muy elemental pero muy importante, el uso eficiente de los recursos.

Esto es fundamental porque toca un tema muy sensible: la confianza de los ciudadanos en los
servidores públicos, en los funcionarios.

Los ciudadanos confían en que vamos a hacer buen uso de los recursos públicos, que son limitados y
muchas veces insuficientes para las inmensas responsabilidades que tenemos. Si hay esa confianza, el
Estado funciona mejor.

Yo les he dicho a todos los Ministros, y quiero extenderle el llamado a todos los funcionarios: debemos
ser eficientes, muy eficientes, en el uso de los recursos, asignándolos a tareas prioritarias y de alto
impacto, siendo creativos en buscar soluciones que antes no se hayan encontrado, en pensar lo
impensable, en materia de ser efectivos en el uso de los recursos: hacer más con menos.

Si nos ponemos esa tarea: tratar de que la platica rinda, si asumimos esa actitud, vamos a dar un paso
muy importante.

Porque no nos digamos mentiras: el Estado se ha caracterizado es por su ineficiencia y por dilapidar los
recursos. Que como no son de uno, entonces que el que venga atrás pague. Ese es el peor de todos los
caminos, el más costoso y el que genera además más corrupción.

Un ejemplo de esta actitud, de esta innovación, son las alianzas público – privadas. Siempre funcionan
mejor y nos ayudan a lograr las metas de Gobierno.

Porque cuando uno trabaja con el sector privado en forma concertada, en cierta forma se vigilan
mutuamente y generalmente el sector privado le imprime una dinámica más ágil al funcionamiento del
sector público.

Y queremos en ese sentido que Colombia sea un modelo de la gestión pública y de la alianza público-
privada.

Ya hemos tomado varios pasos en esta dirección, y hemos identificado prioridades bastante claras.
Porque el arte de gobernar, dentro de las muchas definiciones, también es el arte de priorizar¬¬. Ahí sí,
el que mucho abarca, poco aprieta. Si uno tiene prioridades y objetivos concretos, los puede cumplir.

Nuestro Plan de Desarrollo –muy completo y muy extenso–, por ejemplo, tiene tres prioridades muy
sencillas, muy elementales, pero muy importantes para la sociedad: más seguridad, menos pobreza y
más empleo.

Ese triangulito define todo el Plan de Desarrollo que hemos denominado ‘Prosperidad para Todos’.

Todos los Ministros se alinearán para buscar esos objetivos. Todos los Ministros tendrán unos
indicadores de gestión en todas sus acciones, que nos digan cómo están contribuyendo cada una de
sus acciones, cada una de sus políticas, a esos tres objetivos fundamentales.

Y vamos a evaluarlos, no solamente en función de indicadores de cada Ministerio –por ejemplo, el


Ministerio de Vivienda: cuántas casas ha construido para cumplir la meta del millón de casas–, sino
también eso cómo se traduce en la consecución de los objetivos de empleo, de pobreza y de seguridad.

Cada entidad tendrá metas concretas y haremos un proceso permanente de rendición de cuentas. A la
doctora María Lorena hoy todos la quieren. No sé si dentro de un año la van a querer ver, porque va a
ser muy exigente en el cumplimiento de esos planes.

El segundo pilar del Buen Gobierno es algo también muy elemental pero muy importante: la
transparencia y la rendición de cuentas.

Siempre tenemos que recordar que el Estado está es al servicio de los ciudadanos. Somos servidores
públicos y estamos al servicio de los ciudadanos, no los ciudadanos al servicio del Estado.

Nuestros jefes son los ciudadanos. Y tenemos siempre que mantener eso en la mente, en nuestra
actitud. Porque de lo contrario, si lo interpreta uno al revés, suele suceder lo que es tan común: la
soberbia del funcionario, la prepotencia del funcionario. Ese es el peor de todos los modelos para poder
ser un buen servidor público.

En la transparencia hay que también hacer énfasis en la calidad de las fuentes de la información. La
transparencia se basa en eso: en que los resultados que dé el Gobierno sean creíbles. Y por eso las
fuentes de información tienen una importancia muy especial.

Fíjense en los países que tienen sistemas deficientes de información: los mercados no les creen. Eso
automáticamente sube el costo de capital, genera todo tipo de problemas.

Por eso la transparencia, la fidelidad de las fuentes de información, y que la gente entienda que lo que
dice el Estado o el funcionario es cierto.

Cuando algún funcionario dice: es que el Estado construyó tantas casas o el desempleo es de tanto o la
inflación es de tanto, y la gente le cree, eso alimenta inmediatamente las políticas públicas diseñadas a
lograr esos objetivos.
Cuando la gente no les cree, dificulta enormemente la labor de los funcionarios.

Hemos nombrado a un nuevo Director del Dane, al doctor Jorge Bustamante, a quien le dije muy
claramente: ‘Usted tiene que trabajar mañana, tarde y noche, para mantener e incrementar la
credibilidad de los colombianos en el Dane’.

Que todo el mundo sepa que el Dane es una institución que no está al servicio del Gobierno, sino al
servicio de los ciudadanos. Y con esa actitud el Dane va a poder ganarse más y más la confianza.

Y también le dije que la información tiene que ser muy oportuna. Porque de poco nos sirve que el Dane
publique las cifras de desempleo o de crecimiento económico con meses de retraso, porque ya queda a
medio hacer el trabajo de una entidad como el Dane.

Ahí la ciudadanía ejerce una función muy especial de veedora y de constatar que efectivamente lo que
está diciendo el Estado es cierto.

Quiero estimular esa función de veeduría por parte de la ciudadanía, para que permanentemente esté
ratificando o cuestionando si cree que no es cierto lo que el Gobierno está diciendo.

Porque no hay nada mejor que tener, repito, confianza del público de la ciudadanía, en las cifras. Y nada
peor que cuando esa confianza se desvanece.

Colombia es pionera en gobierno en línea en América Latina, con el Plan Vive Digital que lanzamos
hace unas semanas, y vamos a trabajar para consolidar el liderazgo en materia de tecnología para el
uso de la información y de los trámites.

Tenemos una responsabilidad muy grande con nuestros compatriotas, y en especial también con
aquellas personas que no están accediendo por una u otra forma a los servicios del Estado.

Ahí la información y la transparencia también juegan un papel muy importante: que todos los
colombianos sepan qué hace el Estado y qué ofrece el Estado.

En estos 18 Acuerdos para la Prosperidad, una constante que ha salido a relucir es la falta de
efectividad del Estado de vender lo que el Estado hace y lo que el Estado ofrece. Por ejemplo, si uno
tiene unos programas para la población más pobre, pero la población más pobre no se entera de lo que
el Estado hace, pues nunca va a poder acceder a ese servicio.

Ahí hay un cuello de botella enorme, donde todos los funcionarios deben hacer un gran esfuerzo de
llegarles a todos los rincones de la Patria con información creíble para que la gente acceda, y con
información relevante. Esa es una gran tarea.

El tercer punto, el tercer pilar está en la participación ciudadana en todo el proceso de formulación de
políticas públicas y de control.

Tenemos que crear una cultura ciudadana cívica, que se interese en la cosa pública, que entienda sus
derechos y también cuáles son sus deberes.

La famosa frase de Kennedy cuando en su discurso inaugural decía: ‘No pregunten qué puede hacer el
Estado por ustedes, sino ustedes qué pueden hacer por el Estado’. Esa actitud ciudadana contribuye
enormemente también a la eficacia del Estado, pero es nuestra responsabilidad, de los funcionarios,
estimular esa actitud en la ciudadanía.

Vamos a trabajar para mejorar el Servicio al Ciudadano, en todos los niveles. Y hemos puesto, por
ejemplo, ese ejercicio que ha sido exitosísimo: estoy impresionado con la respuesta de la gente a la
llamada Urna de Cristal. La lanzamos para que la gente se sienta partícipe, haga sugerencias o haga
críticas.

Curiosamente, la Urna de Cristal ha tenido una gran receptividad. Y son más las sugerencias, las
propuestas, que las críticas. Estamos gratamente sorprendidos con ese resultado, porque significa que
la gente está interesada en participar de una u otra forma en la participación de políticas públicas.

El cuarto pilar del Buen Gobierno es la lucha contra la corrupción. Ya presentamos a consideración del
Congreso el Estatuto Anticorrupción.

Un Estatuto bastante completo y agresivo. Algunos lo han criticado porque dicen que es demasiado.
Todo lo que esté diseñado para controlar la corrupción en un país como Colombia, es bienvenido.

Ahí estamos introduciendo elementos nuevos en la lucha contra la corrupción. Queremos además que
los corruptos paguen sus penas en la cárcel. Que dejen de tener privilegios, como los han tenido hasta
ahora, en el sentido de que si llegan a ser condenados se van para sus casas. Que paguen como todos
los criminales, porque son criminales.

Los recursos del Estado nos pertenecen a todos los colombianos. Si todos ponen, todos ganan, como
en la pirinola de Mockus. Eso es cierto. Pero si uno roba al Estado, todos perdemos, porque el Estado
es de todos. Por eso la lucha contra la corrupción debe estar en primera línea.

En los menos de cuatro meses de Gobierno, ya hemos intervenido varias entidades del Estado por
denuncias de corrupción.

Y quiero asegurarles que nosotros vamos a continuar permanentemente este proceso e ir luchando
contra la corrupción, como les anuncié en la campaña y les he venido anunciando.

Tenemos un grupo élite. Me reunido con el Procurador, con la Contralora, ahora con la nueva Fiscal, y
vamos a escoger sectores donde sabemos, todos sabemos, todos ustedes aquí presentes saben dónde
está concentrada la corrupción. Y vamos a caerles con todo lo que tenemos a nuestro alcance, para que
este flagelo lo vayamos eliminando.

Y por último, vamos a avanzar en un tema fundamental, que lo mencionó Elizabeth, que para nosotros
es muy importante: la vocación del servicio público.

Tenemos que hacer que la carrera administrativa pública una carrera más atractiva, para que podamos
vincular a los mejores profesionales, para que la mejor gente se vincule al Estado. Porque para una
sociedad, cuando la mejor gente se vincula al Estado, esa es la mejor garantía de que esa sociedad va
a progresar.

Yo decía, en una discusión que teníamos hace algún tiempo sobre el desempeño de diferentes países:
¿por qué países como Argentina, que era un país más rico que Italia, más rico que España, que era un
país desarrollado a comienzos del siglo pasado, se fue quedando atrás y llegó a una crisis?

Porque despreciaron la importancia de la cosa pública y les dejaron a los mediocres el manejo del
Estado. Y las élites consideraron que ingresar al Estado, ser servidor público, era algo que no valía la
pena, que era una especie de puesto de segunda. Y miren lo que le pasó a Argentina. Espero que eso
se esté recuperando.

Por el contrario, en un país como Singapur, que se convirtió en el modelo en el mundo entero de Buen
Gobierno, todo el mundo lo que quiere es entrar a hacer parte del Gobierno.

Entonces hacer atractiva la carrera en el Estado es fundamental. Tenemos que cambiar el estatus
social, el prestigio. Así como tenemos que cambiarle el estatus a las carreras técnicas.

Nosotros tenemos un déficit de carreras técnicas en la educación superior. ¿Y cuál es el problema o


parte del problema? Que uno llega donde un bachiller y le dice: ¿Usted qué quiere estudiar? Y responde
que quiere ser abogado o ser economista. ¿Y por qué no estudia esta carrera técnica? No, porque eso
como que no está bien visto. Así esa carrera técnica pague más. Porque hoy está pagando mucho más
que muchas de las carreras profesionales tradicionales.

Parte de nuestro esfuerzo ahora es elevar el estatus a las carreras técnicas, para que los jóvenes
estudien carreras técnicas. El país los necesita y con gran urgencia.

Lo mismo tenemos que hacer para atraer buena gente al sector público. Sé que los sueldos no son los
mejores. Competir con las empresas privadas es muy difícil. Hay personas que realmente tienen
vocación de servicio público. En este Gobierno hemos tenido varias que han hecho un gran esfuerzo, un
gran sacrificio, de venir a servirle al país. Y les pregunto: ¿Se arrepienten? Y lo lindo es oír que no.
Un ejemplo que es conocido: la Ministra de Educación estaba en una posición que le pagaba cinco o
seis veces lo que está ganando. Y se vino de Ministra de Educación. No es el dinero. No he visto a una
persona más contenta en un puesto que a la Ministra de Educación, porque siente eso que ojalá
sintiéramos todos los colombianos: lo agradable y lo importante que es servirle al país. El servicio
público.

Por eso el servicio público no debería ser una segunda opción para un joven. Debe ser la primera. Los
entrenamos y de pronto se los damos al sector privado después. Hoy es a la inversa: rogándoles que
nos presten un buen gerente para hacer una tarea aquí o allá.

Hay un ejemplo que utilizo mucho que es el francés. Allá hay una universidad, la Escuela Nacional de
Administración, que ha sido la universidad más prestigiosa.

Esta mañana estábamos en la Universidad de Los Andes haciendo un taller en la Escuela de Buen
Gobierno de la Universidad de Los Andes.

Yo le decía al doctor Carlos Caballero, que es el decano: Ojalá que esta se convirtiera en la facultad
más prestigiosa de la Universidad, porque ahí podríamos encontrar un semillero de muy buenos
funcionarios hacia el futuro. Ojalá todas las universidades que sigan ese ejemplo puedan ser exitosas,
porque ese sería un gran paso para el país.

En los últimos años hemos avanzado hacia un sistema de meritocracia, pero tenemos que seguirlo
reforzando. Todavía hay demasiada presión por el puesto para el amigo, por el puesto para el pariente:
que yo trabajé en la campaña, y entonces, por favor, necesito puesto, sin medir las capacidades y la
verdadera vocación. Hemos avanzado, pero tenemos que avanzar muchísimo más.

Cuando tengamos una administración pública idónea, el Gobierno y el Estado van a funcionar mucho
mejor. Y eso se traduce, como lo decía al principio, en una sociedad también mucho mejor.

Pero, en fin, el Buen Gobierno es responsabilidad de todos. Es el resultado de un trabajo en equipo. Y


todos nosotros debemos convertirnos en agentes de Buen Gobierno.

El servicio público es una carrera muy linda, patriótica y de suma importancia para el país. Por ello
quiero invitarlos a ser parte de esta gran cruzada, como servidores públicos: que trabajemos por
innovar, para ser más eficientes, más eficaces, todos los días, buscando el bien común, el beneficio de
nuestros compatriotas. Esa es una causa muy noble.

Los ganadores de los Premios de hoy y todos los que integran el Banco de Éxitos, son un ejemplo de
excelencia en la administración pública. Por eso quiero volverlos a felicitar y decirles: ustedes todos son
un ejemplo.

Queremos que este Premio de Alta Gerencia se convierta en un instrumento efectivo para seguir
exaltando cada vez más las bondades y los pilares del Buen Gobierno.

La administración pública es algo que nos concierne a todos nosotros. El Estado es la herramienta más
poderosa para cambiar la sociedad. Y tenemos que hacerlo con más eficiencia y con más eficacia si
queremos lograr ese objetivo de Prosperidad para Todos.

Esto depende de nosotros: del Presidente, del Gabinete, de ustedes, funcionarios, y de los ciudadanos.
Por eso he dicho, y lo repito hoy: unidos todos logramos los objetivos.

Nos hemos puesto unas metas muy ambiciosas. Algunos me dicen que estamos poniendo la vara
demasiado alta. La ciudadanía nos ha creído, las encuestas así lo dicen, no podemos defraudar a esa
ciudadanía que ha depositado la confianza en nosotros.

Por eso, con Buen Gobierno, los invito a trabajar cada vez más, con más entusiasmo y con más amor
por nuestra querida patria.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la entrega de los


Premios Portafolio 2010
Bogotá, 2 dic (SIG). “Qué bueno estar aquí en esta entrega de Premios de un diario que fue mi casa
durante mucho tiempo. Me siento un poco raro. Pero siempre le he dado mucha importancia a este
evento, que exalta lo mejor que tenemos en nuestra gente, entre nuestros empresarios.

Quiero contarles una anécdota. No resisto continuar guardándome esa historia. ¿Cómo nació
Portafolio? Portafolio nació en un café, en la Vía Spiga en Milán.

Mauricio Rodríguez era Vicepresidente Financiero de Dow Chemical para Europa. Vivía en Milán. Yo
trabajaba en El Tiempo. Casado con su hermana, fuimos a visitarlo. Y me acuerdo muy bien que
Mauricio había recopilado una cantidad de periódicos europeos financieros.

Me dijo que Colombia necesitaba un buen periódico financiero. Un buen periódico que estuviera
dedicado a las noticias económicas. Y comenzó a sacar ejemplos y a diseñar lo que podría ser un buen
periódico.

Luego Mauricio se vino para Colombia. Seguimos con el proyecto y se lo presentamos a mi hermano
Luis Fernando Santos. Le dijimos: ‘Hagamos un negocio: El Tiempo va en 50 por ciento y nosotros
vamos en 50 por ciento y nosotros manejamos el periódico’.

Luis Fernando, un poco escéptico, se lo presentó a la Junta Directiva. Y algunos miembros de la Junta,
aquí presentes, dijeron que no. Que no era compatible que un Santos, que trabajaba en el periódico al
mismo tiempo, le propusiera negocios al periódico.

Entonces el negocio no se hizo. Pero, muy hábilmente, a Luis Fernando le gustó la idea y se apropió de
la idea y El Tiempo lanzó Portafolio.

Le dije: ‘Eso sí, coja la idea, no importa, pero a Mauricio, que es realmente el que se cráneo esta idea,
nómbrelo Director’.

Y así llegó Mauricio a ser Director de Portafolio durante 14 años. Catorce de 17 años que tiene
Portafolio.

Esa es la historia de Portafolio. Lástima que El Tiempo no hubiera aceptado mi oferta, porque estaría yo
un poquitico menos pobre en este momento.

Cómo me complace estar en este preciso momento entregándoles estos Premios a personas muy
especiales. Todos los que han sido galardonados merecen un comentario especial. Lo que pasa es que
me alargo mucho si hago un comentario sobre todos y cada uno de ellos.

Quiero hacer un comentario sobre dos de los premios: el Premio a la Vida y Obra al doctor José Alejo
Cortés.

Yo he conocido al doctor José Alejo toda la vida. Cuando estaba muy pequeño, más o menos a los ocho
o diez años, quise ser tenista. Y miraba e iba a ver jugar a José Alejo, quien era campeón nacional. Y yo
le decía a mi papá que quería ser como José Alejo cuando grande.

Años después, muchos años después, nos conocimos, ya él en su empresa y yo en la vida pública. Y
desde el primer momento José Alejo Cortés no fue otra cosa que un empresario que apoyaba todas las
causas buenas.

Me acuerdo que fue el primero que apoyó la Fundación Buen Gobierno, que creamos en el año 94.

Luego, como Ministro de Comercio y Ministro de Hacienda, lo conocí mucho más como empresario.

Luego, cuando era yo Ministro de Defensa, José Alejo participó en un ejercicio muy bonito que hicimos,
para invertir unos recursos cuantiosos que ustedes los empresarios habían dado para que la Seguridad
Democrática se consolidara. José Alejo, muy generosamente, participó en un grupo que fue veedor de
esos recursos.

Y siempre ha estado José Alejo pendiente de cómo ayudarle al país, cómo ayudar a las buenas causas.
Le tengo una tremenda admiración.

La última buena causa fue está semana. La semana pasada lanzamos el programa Colombia
Humanitaria, para ver cómo podemos ayudar a todos los damnificados. Ya vamos en más de un millón
500 mil damnificados de este invierno.

Y le pedimos ayuda a la empresa privada, que siempre ha sido muy generosa. Y el Grupo Bolívar y
Davivienda nos entregaron un cheque. Le entregó a mi señora un cheque por 1.500 millones de pesos.
Quiero agradecerle públicamente, doctor José Alejo, y a Davivienda, esa ayuda. Siempre ha estado ahí.

De manera que nada más merecido. Y esa modestia y esa humildad que siempre ha caracterizado a
José Alejo de decir que no se lo merece. Nada más merecido que este Premio para una persona como
usted, doctor José Alejo.

El otro Premio que quiero resaltar es el Premio a Ana Concepción Niño. Me impresionó mucho ver su
preocupación por algo tan elemental pero tan importante: los niños con hambre. Cómo sufre con los
niños con hambre.
Eso tiene toda una filosofía detrás. Una parte de la política que estamos queriendo adelantar, con la
Ministra de Educación, está dirigida precisamente a que ninguno de los niños en Colombia ojalá siga
sintiendo hambre.

Porque no hay peor situación para una sociedad que un niño con hambre. Un niño con hambre, en su
primera infancia, que no puede mantenerse despierto en las clases porque no está bien alimentado, no
crece bien.

Un niño que no está bien nutrido es un ciudadano que no va ser el ciudadano productivo que queremos
todos que sean los colombianos.

Por eso esa preocupación tan elemental que viene de donde viene Ana Concepción: de los Arhuacos,
de nuestros ancestros, de los verdaderos dueños de esta tierra.

Hoy lo que estamos sufriendo en el invierno, los ‘Mamos’ Arhuacos me lo dijeron de forma clara,
sencilla, pero contundente, cuando fui a posesionarme ante ellos el 7 de agosto.

Me dijeron algo muy elemental, pero que estamos viviendo las consecuencias de no haber seguido los
postulados y la cultura que los Arhuacos y que todos los indígenas de la Sierra Nevada nos han venido
diciendo hace muchísimo tiempo: No jueguen con la naturaleza, no agredan a la naturaleza, porque la
naturaleza tarde o temprano va a responder.

Y lo que estamos viviendo hoy es eso. Este cambio climático, este Fenómeno de La Niña y estas
inundaciones que nunca habíamos visto en Colombia, tienen mucho que ver con ese desprecio que
hemos tenido los habitantes del planeta, los colombianos, con nuestra naturaleza.

Recuerdo muy bien cómo me preguntaron: ¿Por qué La Mojana, que es toda esa región que está
totalmente inundada y que se ha inundado en los últimos años, casi todos los años, por qué antes no se
inundaba y por qué ahora sí se inunda?

Me hicieron un mapita ahí en la arena y me decían: Aquí está el río. Y eso tenía unos canales de
desagüe. Ustedes, agrediendo la naturaleza, han tapado esos canales y han estropeado el cauce del
río. Y se río se pone furioso y va a reaccionar. Y eso es lo que estamos viviendo en este momento.

Por eso qué buen criterio el del Jurado de Portafolio para escoger a Ana Concepción para este Premio
Especial.

Quisiera brevemente decirles que en este momento los Premios lo que hacen es estimular a todos y
cada uno de los empresarios, a todos y cada uno de los colombianos, para seguir adelante en un
proyecto de país que estamos construyendo.

Y que en este momento las cosas van por buen camino. Porque si vemos la coyuntura, los indicadores,
creo que hace ya mucho tiempo no estábamos tan bien.

El desempleo, cómo lo mencionada Ricardo, esta en 10,2 por ciento. Esa cifra no la veíamos hace
mucho tiempo.

La tasa de cambio, que era y sigue siendo una preocupación para muchos empresarios, y que hace un
par de meses estaba en una situación realmente dramática, hoy en día ha reaccionado.

Medidas que se han tomado, la situación de la coyuntura internacional, una serie de factores han hecho
que la tasa de cambio mejore.

En tres meses, desde el primero de septiembre a hoy, se ha devaluado más del 8 por ciento. Esa es una
devaluación de las más altas de cualquier país emergente.

El entorno internacional ha mejorado enormemente. Nuestras relaciones con los vecinos. La percepción
de los mercados frente a Colombia. El EMBI –que es el indicador de riesgo que usan los mercados
internacionales para los bonos colombianos– ha estado en los niveles más bajos de los últimos tiempos.
Inclusive de la historia. Creo que hemos tocado niveles que nunca habíamos tocado antes.

Eso quiere decir que hay una gran confianza en el futuro de nuestro país.

Inclusive los mercados nos han graduado ya con grado de inversión, porque nos han dado unos
intereses por debajo de países que tienen grado de inversión.

La confianza en el país es una confianza que no tiene precedentes. El 83 por ciento del país, en la
última encuesta, piensa que vamos por buen camino.

Eso es muy importante, porque la confianza es como el sol frente a las plantas. Lo que hace crecer las
plantas es el sol. La confianza hace crecer la economía. Eso hay que mantenerlo y cosecharlo.

El costo de vida, la inflación, está controlada, a pesar de lo que estamos viviendo.

Ese indicador desempleo–inflación, que algunos llaman indicador de sufrimiento (desempleo más
inflación), está en uno de los niveles más bajos de los últimos tiempos, de la historia reciente.

En fin: estamos viviendo un buen momento. La Bolsa está viviendo un buen momento. Pero eso puede
ser pasajero si no hacemos unos esfuerzos en lo que los economistas, en lo que Alejandro Gaviria
llamaría los factores estructurales para hacer sostenible ese buen desempeño.

Y es ahí donde nosotros estamos concentrados en el Gobierno: en introducir las reformas necesarias
para que los buenos indicadores coyunturales puedan mantenerse en el tiempo.

Ahí hay unos desafíos enormes y unos obstáculos enormes. Y no va a ser fácil. Pero ese es el desafío
que tenemos en este momento.

Podemos ya pensar en otras prioridades diferentes a la de la seguridad, gracias al Presidente Uribe. En


eso no me canso de repetir que el Presidente Uribe tuvo la inteligencia y la visión de entender que este
país sin seguridad no iba a progresar.

Él se propuso darnos esa seguridad. Y nos la dio. Y ahora estamos con el panorama despejado para
poder concentrarnos en otros frentes.

Es lo que estamos haciendo. Nos estamos concentrando en mejorar la imagen de Colombia, que es
muy importante en el ámbito internacional.

Nuestras relaciones internacionales, en un mundo cada vez más globalizado, tienen que ser unas
relaciones proactivas, donde Colombia se muestre como lo que es y no como lo que era.

Nosotros vivimos 40 años defendiéndonos de los titulares de la prensa internacional, de las carátulas de
las revistas que nos señalaban –con razón– como el país campeón en los secuestros, en violación de
los derechos humanos, en los asesinatos, las mafias, el narcotráfico, la guerrilla.

Pero eso está pasando. Ahora nos corresponde es aprovechar este punto de inflexión y esta coyuntura
para proyectarnos hacia el mundo con mucho más vigor y con mucho más peso específico.

Tenemos unos desafíos enormes en muchos frentes.

En la educación se ha hecho un gran avance en cobertura. Pero de poco nos sirve tener una cobertura
del ciento por ciento en educación básica, si tenemos una cobertura baja en educación superior, si la
calidad se rezaga cada vez más frente a nuestros competidores.

Ahí tenemos un gran desafío. Con la Ministra estamos empeñados en la calidad de la educación. Eso
debe tener el respaldo y ojalá la ayuda de los empresarios. Porque serían de los más beneficiados en
que los graduados de bachilleres, de las universidades, sean los mejores posible. Eso para el aparato
productivo del país es fundamental.

Tenemos un gran desafío en materia de infraestructura. Estamos diseñando todos unos procesos para
que esa infraestructura pueda darse. Estamos viendo cómo la financiamos. Estamos diseñando la
institucionalidad necesaria para que la infraestructura sea bien administrada.

Buena parte del problema nuestro en materia de infraestructura ha sido una institucionalidad pobre,
politizada, que está predispuesta siempre a las presiones de coyuntura, que ofrece los proyectos sin
estar bien estructurados.

Eso nos ha llevado a un retraso muy profundo en nuestra infraestructura frente a países no
desarrollados, frente a países con el mismo nivel de desarrollo nuestro.

Tenemos un desafío, un reto muy importante, en algo que Ricardo mencionaba: la informalidad.

Nosotros simple y llanamente no sobrevivimos si mantenemos una informalidad cercana al 60 por


ciento. Ningún esquema de seguridad social es viable con una informalidad del 60 por ciento.

Simple y llanamente, por una cuestión de sentido común: entre más avanza un país y más se envejece
la población, si no hay más contribuyentes que soporten los esquemas de seguridad social, los sistemas
se revientan.

Inclusive países que tienen una formalidad cercana al ciento por ciento, están tendiendo problemas.
Imagínense un país joven como el nuestro, con una informalidad del 60 por ciento. Ese es otro de los
grandes retos que tenemos.

Ahí el sector empresarial también nos puede ayudar muchísimo. Sabemos que de parte del Gobierno
tenemos que hacer muchas reformas para que los informales se formalicen. Pero el sector productivo
puede ayudar mucho a que eso sea posible.

El fin: tenemos desafíos por todos lados. Pero los estamos afrontando. Y diseñamos un Plan de
Desarrollo que creo que le apunta a los problemas neurálgicos de nuestra economía, para volvernos
competitivos, para poder lograr esos objetivos que resumen el Plan de Desarrollo: menos pobreza, más
empleo y más seguridad.

Para lograr esos objetivos, no hay que hacer muchísimas cosas en muchos frentes. Pero todo eso
confluye a tener una economía competitiva. Una economía que pueda producir la Prosperidad para
Todos. Así se llama el Plan de Desarrollo.

Ahí el papel del sector empresarial también es fundamental. Por eso siempre he dicho que los
empresarios son nuestros socios.

Desde que estábamos en el Ministerio de Comercio Exterior, cuando creamos Proexport, cuando
creamos Bancóldex, dándole mayoría al sector privado en las juntas directivas, decíamos: ‘Aquí hay que
hacer alianzas público-privadas. Así es como salimos nosotros del subdesarrollo’.

Y hoy, más que nunca, estoy convencido. Porque los países que han logrado salir del subdesarrollo, es
porque han hecho ese tipo de alianzas público-privadas.

El Plan de Desarrollo es un plan ambicioso. Es un plan donde nos ponemos unas metas difíciles de
alcanzar: un millón de viviendas en los próximos cuatro años. Vamos a sacar de la pobreza a cerca de
seis millones de colombianos. Vamos a generar empleo para bajar el desempleo a un dígito.

Afortunadamente no estamos lejos, pero sostener eso va a ser difícil. Y lo más difícil es que sea empleo
formal. No empleo informal.

Ustedes leerán ese Plan de Desarrollo, que fue construido con un gran cuidado y que queremos
además socializarlo. Que la gente y que ustedes, los empresarios, lo entiendan y se empoderen de él.

Porque cuando una política pública es bien entendida por quienes van a ser beneficiados, o a veces
perjudicados, pero que entienden la política pública y se empoderan de esa política pública,
generalmente esa política pública da mejores resultados.

Nosotros vamos a iniciar, con el Ministro de Hacienda y con todos los ministros, un proceso de
socialización de este Plan de Desarrollo. ¿Para qué? Para que toda la sociedad se sienta partícipe. Eso
es importantísimo si queremos alcanzar los objetivos.

Hemos logrado llevar ese concepto de unidad al sector político. Lo estamos llevando a otros sectores.
Eso tenemos que alimentarlo todos los días.

Los países que aprovechan una coyuntura muy especial, como la que tenemos nosotros en este
momento, se unen y se trazan unos objetivos, generalmente esos países logran alcanzar esas metas.

Es lo que queremos nosotros en los próximos cuatro años. Ponernos unas metas ambiciosas. Sabemos
que estamos con un umbral muy alto. Nos están exigiendo mucho.

Esas cifras según las cuales el país piensa en un 83 por ciento que va por buen camino y un 90 por
ciento tiene un concepto favorable del Gobierno, eso lo que hace es exigirnos más y ponernos todavía
metas más ambiciosas. Eso solamente lo vamos a poder lograr si trabajamos todos unidos.

Hemos avanzado bastante en estos primeros cien días. 116 días llevamos ya de Gobierno.

La agenda legislativa ha sido una agenda muy ambiciosa, que está saliendo casi en su totalidad. Eso no
se había visto hacía mucho tiempo.

Tenemos es unidad entre los cuatro partidos principales del Congreso, con discusiones internas que son
normales de cualquier proceso político y proceso de coalición. Pero ahí están saliendo las leyes. Unas
leyes muy importantes.

Yo salgo mañana temprano para Mar del Plata. Pasado mañana por la noche viajo a Nueva York para
asistir a un evento muy especial, que creo que va a tener una gran importancia para Colombia.

Aquí estuvo hace 15 días el Fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno. Vino a decirme:

Usted tiene una oportunidad de oro. Lo invito y lo manda a invitar el Presidente de la Asamblea de la
Corte Penal Internacional, para que sea el único Jefe de Estado que vaya y hable ante la Asamblea.
Son los 10 años de la Corte Penal Internacional. Lo invito para que vaya y cuente lo que está
sucediendo en su país.

Ustedes son muy autocríticos. Pero es importante lo que han hecho y lo que están haciendo en materia
de lucha contra las bandas criminales, de desvertebrar el crimen organizado, del proceso de Justicia y
Paz, donde por primera vez se aplican los principios de justicia, verdad y reparación. Es el primer país
del mundo que considera víctimas a los desplazados. Esa Ley de Víctimas que usted presentó. La Ley
de Restitución de Tierras.

Todo eso es un modelo y un ejemplo para el mundo. Y ustedes pueden, muy fácilmente, convertir a su
país –en lugar de receptor de esos prejuicios de mucha gente en el mundo que ha llevado tanto tiempo
acumulando percepciones negativas–, ustedes pueden convertirse en un ejemplo diciendo: miren lo que
estamos haciendo, contándole al mundo lo que estamos haciendo.

Me dijo: Ustedes no han sido efectivos en contarle al mundo lo que están haciendo.

Y a eso vamos: a contarle al mundo, a contarle a Naciones Unidas, y a ofrecer experiencias.  

Porque él me decía: Es que lo que ustedes ha hecho aquí, si ustedes van a otros países, no han hecho
ni el cinco, ni el 10 por ciento. Vayan y cuenten y ayuden. Y verán cómo Colombia se proyecta como un
país ejemplo, en lugar de cómo estábamos hace unos años, como un país paria.

Y a eso vamos. Luego vamos a Cancún, el martes, a hablar en el Foro donde deberíamos tener una voz
cantante, porque somos el país más rico en biodiversidad por kilómetro cuadrado del planeta, donde
todo lo que está sucediendo en materia de medio ambiente nos afecta directamente, y donde nosotros
podemos también afectar lo que sucede en el resto del mundo. Eso hay que aprovecharlo.

Por eso estamos muy decididos, muy optimistas, con el futuro de nuestro país. Sabemos que hay
enormes  desafíos. Pero unidos todos: empresarios, sector privado, sector público, organizaciones
sociales, sector político.

Vamos a ganarle a Chile el reto que el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, nos puso cuando vino
aquí la semana pasada.

Me dijo, en la recepción que él ofreció al final de la visita: ‘Colombia y Chile son los países que en este
momento están siendo señalados por el mundo entero como los países atractivos de América Latina.
América Latina está de moda. Esta es la década de América Latina. Lo invito a que juntos entremos por
la puerta del mundo desarrollado’.

Y le dije: ‘Mire, Sebastián, esto es un poco desigual, porque usted me lleva años luz. Ustedes han
avanzado muchísimo más de lo que hemos avanzado nosotros. Ustedes comenzaron a pensar en
grande hace mucho tiempo’.

Y pensaron en grande. Ellos son miembros ya de la OECD, organización a la que nosotros queremos
ingresar dentro de algunos años, ojalá pronto. Ellos han tomado decisiones muy audaces en materia de
política internacional, en materia  comercial. Nosotros queremos seguir ese ejemplo. Pero nosotros
tenemos también unas virtudes y unas riquezas muy especiales que no tiene Chile.

Entonces le acepté ese reto de que entráramos juntos en ese mundo desarrollado, ojalá dentro de 8 ó
10 años.

Y a eso nos vamos a dedicar. A trabajar con alma, vida y sombrero, para que este país –esta maravilla
de país que produce a Ana Concepción, que produce a José Alejos, que produce empresarios como los
que tenemos–, para que siga adelante y pueda encontrar que aquí habrá un Presidente dispuesto y
dedicado a que esos objetivos se cumplan. Muchas gracias”.

Intervención del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en la


sesión plenaria de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de
Gobierno

Mar del Plata, Argentina, 4 dic (SIG). “Primero que todo, agradecerles a todos la solidaridad con este
invierno y esta tragedia. Llevamos más de millón y medio de damnificados. Ayer se desbordó el río más
importante que tenemos y está causando estragos adicionales. De manera que muchas gracias por la
solidaridad.

También quiero resaltar y agradecer los comunicados que van a salir en contra del terrorismo y del
crimen organizado. Nosotros hemos avanzado muchísimo para disminuir la acción de los grupos
terroristas, de los grupos ilegales, pero, sin embargo, persisten en el terrorismo, cada vez más
acorralados y cada vez más crueles.

Hace unos días tuvimos una bomba activada en un bus lleno de campesinos. Esta mañana me tocó
hablar con la viuda de uno de los muertos en ese acto terrorista. Por eso es muy importante que no nos
olvidemos de que muchos de nuestros países siguen sufriendo el flagelo del terrorismo.

También quiero sumarme a lo que aquí se ha dicho sobre Haití. Esa situación es cada vez más
dramática. Nosotros tuvimos la oportunidad de ir a Haití. Ahora en el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas espero que con Brasil podamos tener el apoyo de todos ustedes para que podamos proponer
que la operación en Haití –que es una operación de paz, que está costando cerca de 600 millones de
dólares al año, pero es plata que realmente no se ve–, la podamos convertir en una operación de
desarrollo.

Creo que ahí podríamos entonces tener más instrumentos para poder ayudar a Haití en este momento,
por la situación tan dramática que está viviendo.
En cuanto al tema de esta Cumbre, diría que es el más apropiado en este momento. Muchos de
nosotros estamos celebrando nuestro Bicentenario. Me imaginaba a nuestros Libertadores que se
despertaran y vieran hoy los países que liberaron. Se sentirían muy sorprendidos. La mayoría de los
Jefes de Estado usando iPad. Todos con Blackberry, la mitad producido en México. Campeones
mundiales de fútbol. Sentirían mucha alegría de que esta Cumbre Iberoamericana adoptara la cláusula
democrática.

Sin embargo, estarían muy sorprendidos, porque creo que todos los Libertadores le dieron una gran
importancia al tema de la educación.

Yo cito mucho una frase de Bolívar que dice que las naciones marchan hacia la grandeza al mismo paso
que avanza su educación. Y realmente en eso toda la región se ha rezagado y en qué forma.

El Asia hoy en día está avanzando más y más y la brecha se está aumentando. No porque tengan mano
de obra más barata, no porque sean más eficientes, sino porque le han dado mucha más importancia al
tema de la educación.

En eso los compromisos que aquí se han adquirido tienen el total respaldo nuestro. En nuestro Plan de
Desarrollo ponemos la educación como una prioridad número uno. La calidad de la educación, el acceso
a la educación, la preparación de los docentes, en fin: ese es un tema de gran importancia. Por eso
celebramos que ustedes hayan escogido este tema en esta Cumbre, que es mi primera Cumbre.

Muy complacido de estar con ustedes. Espero que podamos trabajar juntos todos en el futuro en pro de
la educación y en pro de nuestro desarrollo.

Creo que también El Libertador Simón Bolívar estaría muy contento de las nuevas relaciones que
tenemos con Venezuela y con Ecuador, y espero que con Bolivia también, porque creo que ese es el
espíritu con que queremos que toda Iberoamérica funcione. Integrarnos cada vez más y trabajar cada
vez más unidos, porque unidos vamos a poder salir de nuestros problemas.

Muchas gracias”. 

Intervención del Presidente de la República de Colombia, Juan Manuel


Santos, en la IX sesión de la Asamblea de Estados Partes de la Corte
Penal Internacional

Nueva York, 6 dic (SIG). “Señor Presidente:

Me siento muy honrado —y entiendo la responsabilidad que supone este honor— al ser el primer Jefe
de Estado, en la historia de esta Asamblea de Estados Partes de la Corte Penal Internacional, en
intervenir ante este importante auditorio.

Lo hago en medio, como lo mencionó el señor Presidente (de la Asamblea de los Estados Parte de la
Corte Penal Internacional, Christian Wenaweser), de una terrible tragedia que estamos viviendo en mi
país. El peor invierno en nuestra historia.

Hay ya más de medio millón de damnificados, posiblemente esta cifra supere los dos millones.
Solamente el día de ayer —anoche- un alud sepultó cerca de 50 casas y hay 150 compatriotas
desaparecidos.

Por eso, le agradezco mucho señor Presidente sus palabras de solidaridad.

Me presento ante ustedes, consciente del interés que suscita el caso de Colombia en la comunidad
internacional, y, sobre todo, porque soy un profundo convencido —como lo somos la inmensa mayoría
de los colombianos— de la necesidad del respeto, protección y defensa de los Derechos Humanos, y de
la aplicación del Derecho Internacional Humanitario.

¡De la necesidad de hacer justicia para lograr la paz!

El compromiso de Colombia con la paz y la justicia nace de nuestra convicción íntima y es fruto de
nuestra difícil historia.

Colombia ha sufrido una violencia inimaginable, nos hemos equivocado y hemos acertado.

Estamos progresando y vamos a seguir progresando.

Colombia está decidida a apoyar la paz y la justicia en su territorio, pero también en los países que
nuestro compromiso con el Estatuto de Roma requiera.

Por eso vengo con entusiasmo, y con sentido de responsabilidad, a esta reunión, para reafirmar dicho
compromiso.

Vengo a contarles que en Colombia adelantamos una política de seguridad democrática que nos ha
acercado a la paz y ha recuperado el imperio de la legalidad en todo el territorio nacional.

Vengo a proclamar en voz alta nuestra decisión de combatir la impunidad en nuestro país y nuestro
inequívoco respaldo al trabajo de la Corte Penal Internacional y al sistema de justicia penal de carácter
complementario que creó el Estatuto de Roma.

Vengo a expresarles que el Gobierno de Colombia tiene la más firme voluntad —y así quiero dejarlo
claro— de reconocer y hacer efectivos los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la
reparación.

Señor Presidente:

En el pasado, las amnistías y los indultos eran las prácticas aceptadas para tratar los crímenes atroces
con miras a alcanzar la paz.

Hoy en día, nadie duda de que los procesos de reconciliación requieran un componente de justicia para
ser sostenibles.

Colombia ha liderado un ambicioso proceso de justicia transicional que busca un equilibrio entre las
exigencias de la justicia y el anhelo de paz de millones de colombianos.

Sufrimos, desde hace casi medio siglo, la violencia de grupos armados ilegales de todo tipo que, por su
accionar, se asemejan cada vez más a escuadrones terroristas dedicados al narcotráfico.

En este difícil contexto, Colombia inició, en 2005, un novedoso y esperanzador camino a través de la
aprobación de la Ley de Justicia y Paz.

Esta ley estableció el marco jurídico del proceso de justicia transicional, con el fin de lograr la
desmovilización, el desarme y la reintegración de miembros de grupos armados ilegales; de reconocer y
hacer efectivos los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación, y de llevar a cabo
investigaciones y juicios contra los líderes de los grupos armados ilegales responsables de la comisión
de crímenes atroces.

Colombia intenta un proceso completo de verdad, justicia y reparación sin haber superado totalmente la
amenaza de los grupos violentos.

Es decir, estamos aplicando políticas tradicionales del post-conflicto sin haber todavía consolidado la
paz, porque creemos que las víctimas no pueden ni deben esperar.

También es Colombia el primer país que logró desmovilizar a un grupo armado ilegal no derrotado —los
llamados paramilitares—, sin ofrecer impunidad, sin ofrecer una amnistía.

En total, más de 50 mil miembros de grupos armados ilegales se han desmovilizado y entregado sus
armas.

Para ellos se puso en marcha un proceso de apoyo psicosocial y de reintegración —que se coordina
desde la Presidencia—, el cual ha permitido a muchos, no incursos en procesos por delitos de lesa
humanidad, volver a la sociedad como ciudadanos útiles.

Seguimos comprometidos con este proceso.


La Ley de Justicia y Paz es un esquema innovador en el que se aplica una justicia que no impide la paz,
y se busca una paz que no se basa en la impunidad.

Es un reto monumental para nuestros jueces y fiscales, pero estamos decididos a brindarles todo el
apoyo necesario para que puedan concluir su tarea.

Han hecho mucho y vamos a concluir con éxito este difícil proceso.

Más de 4.000 personas están siendo investigadas bajo este procedimiento especial; los jefes
paramilitares están en la cárcel, algunos han sido condenados y la mayoría aguardan sentencia.

Con las versiones libres de estos desmovilizados estamos llegando a una verdad judicial que nunca, de
otra manera, hubiera sido posible: Se han confesado 44 mil delitos, de los cuales 18 mil son homicidios.

Se han localizado y exhumado más de 2.800 fosas, con más de 3.400 cadáveres, y se han entregado
más de 1.100, ya identificados, a sus familiares.

Los líderes de las organizaciones paramilitares, incluidos parlamentarios que los apoyaron, han sido
procesados y muchos ya han sido condenados.

Hoy, más de 400 políticos de todos los niveles —congresistas, gobernadores, alcaldes, diputados,
concejales—, y otras personas de diversos sectores de la sociedad civil, están bajo proceso penal por
colaboración con grupos armados ilegales.

Sobre varios de ellos la Corte Suprema de Justicia —que ha liderado la actividad judicial— ha impuesto
condenas que alcanzan hasta los 40 años de cárcel, por su vínculo con crímenes atroces.

La clase política tampoco goza de impunidad en Colombia.

Y hemos puesto particular atención en el comportamiento de nuestras fuerzas militares y policiales.

Mi compromiso como presidente es que no se produzca ninguna desviación de las normas legales.

Si esto ocurre será severamente castigado.

Es el respeto por la ley el que distingue a un soldado de un delincuente.

En ese contexto, se han adelantado investigaciones contra miembros de la Fuerza Pública, incluidos
altos oficiales.

A septiembre de este año había 737 casos activos y se habían emitido 298 sentencias condenatorias.

La semana pasada, para no ir más lejos, un mayor del Ejército fue condenado a 32 años y medio de
cárcel por la ejecución extrajudicial de dos personas.

Es un caso que primero fue investigado por las mismas Fuerzas Militares y que ahora ha sido fallado por
la justicia civil.

Estos casos muestran que no hay impunidad para ningún sector, militar o civil.

Quiero destacar en este escenario —y lo hago no sólo como Presidente, sino como quien fue Ministro
de Defensa por casi tres años— que estoy agradecido y honrado por el esfuerzo de los más de 400 mil
miembros de nuestras Fuerzas Armadas que arriesgan su vida para defender la comunidad colombiana.

El respeto a los derechos humanos y a las normas y principios del Derecho Internacional Humanitario va
a continuar siendo inculcado en nuestras fuerzas del orden.

A manera de ejemplo, en 2008 expedimos la primera Política Integral de Derechos Humanos y Derecho
Internacional Humanitario del Ministerio de Defensa, que la Oficina de la Alta Comisionada de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos calificó como ‘un hito en el continente’.

Con esta política profundizamos la instrucción en derechos humanos y DIH, creamos un sistema de
asesores jurídicos operacionales e inspectores delegados que velan por su acatamiento en las unidades
militares, y fortalecimos la Justicia Penal Militar —entre otros avances—.

Lo hemos hecho con el concurso de instituciones del Estado, de la Oficina en Colombia de la Alta
Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Comité Internacional de la Cruz
Roja

También creamos, con la participación de las mismas entidades, un sistema de seguimiento a las
denuncias de violaciones graves a los derechos humanos, y expedimos un Manual de Derecho
Operacional —probablemente único en países con problemas de seguridad interna— que da a nuestros
militares el soporte jurídico sobre las reglas de encuentro que deben observar en el terreno.

Entre otras cosas, convertimos en doctrina militar el siguiente postulado: Primero se deben promover las
desmovilizaciones; si no se puede, se debe intentar capturar, y sólo como último recurso se debe dar
muerte en combate.

El resultado ha sido una verdadera interiorización de las responsabilidades en materia de derechos


humanos y DIH en los miembros de nuestras Fuerzas Armadas, en tanto los casos individuales de
violación de los derechos humanos por miembros de la fuerza pública están siendo investigados y
sancionados.

Las Fuerzas Armadas colombianas han demostrado que el respeto por la ley mejora la eficiencia.

Baste mencionar la operación de rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes de las FARC,
realizada mediante una maniobra de inteligencia, en la que no se disparó un solo tiro.

Baste anotar que, en cumplimiento de la convención de Oslo, nuestra Fuerza Aérea destruyó todas las
bombas racimo en su inventario; que, en cumplimiento de la Convención de Ottawa, nuestras Fuerzas
Armadas destruyeron todas las minas antipersona en su poder, y que desde hace más de 10 años no
tienen a ningún menor de 18 años en sus filas.

¡Éstas son las Fuerzas Armadas de nuestro país, de las que me enorgullezco!

Nuestro trabajo de derechos humanos con la Fuerza Pública está recibiendo cada vez más
reconocimiento, y estamos poniendo esta experiencia y los avances doctrinales a disposición de otros
países donde pueden ser útiles.

Tenemos un importante recorrido que compartir al respecto.

Muchos pensaron que el descubrimiento de los vínculos de actores armados ilegales con diferentes
estamentos de la sociedad, incluidos agentes del Estado, iba a generar una crisis institucional sin
precedentes en el país.

Por el contrario, la institucionalidad y la justicia han salido fortalecidas, lo que demuestra la madurez y
estabilidad de nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho.

Por eso estamos acá, no sólo como Gobierno, sino acompañados por dignatarios de la Rama Judicial.
Aquí están conmigo el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, el doctor (Jaime) Arrubla); está el
Fiscal General de la Nación (Guillermo Mendoza Diago), está también el Comandante de nuestras
Fuerzas Militares, general Matamoros (Gustavo Matamoros, Jefe del Estado Mayor Conjunto), está el
Director de la Policía, el General (Óscar) Naranjo, quien dicho sea de paso fue votado por sus pares
como el mejor policía del mundo, hace un par de semanas.

Y lo hacemos para mostrar el compromiso de todo el Estado —como un todo— en el logro de una
justicia efectiva, y en el respeto a los derechos humanos.

Señor Presidente:

A lo largo de este camino, las víctimas han pasado de ser unos espectadores invisibles a protagonistas
principales y verdaderos motores de los procesos de justicia transicional.

Para hacer efectivo su derecho a la reparación, la Ley de Justicia y Paz creo la Comisión Nacional de
Reparación y Reconciliación, una institución independiente integrada por representantes del Gobierno y
el Estado, de la sociedad civil y las víctimas, que realiza, además, una labor rigurosa en recuperación de
la memoria histórica.

Bajo la Ley de Justicia y Paz, las víctimas pueden participar en todas las etapas de los procesos
judiciales, así como solicitar reparación por parte de sus victimarios y subsidiariamente del Estado.

Más de 55.000 víctimas han participado en los procesos penales y han podido formular preguntas a sus
victimarios.

También se han destinado, hasta ahora, más de 250 millones de dólares para reparar a cerca de 25.000
víctimas.

Este gran esfuerzo será complementado con la Ley de Víctimas, cuyo proyecto —en un acto inédito en
la democracia colombiana— presenté personalmente al Congreso el pasado 27 de septiembre, proyecto
que avanza positivamente en el órgano legislativo.

El objetivo de esta ley es reparar a las víctimas de crímenes atroces.

El proyecto incluye, además, la más completa normatividad en materia de restitución de tierras, para
regresarles sus tierras a campesinos que han sido despojados de ellas por actores armados ilegales, y
asegurarles un retorno y una vida dignos a los desplazados.

Los retornos colectivos de campesinos contarán con acompañamiento productivo y la provisión de


servicios estatales de desarrollo rural para reconstruir las comunidades afectadas por el despojo y
garantizar la sostenibilidad del proceso.

Para el cumplimiento de esta ley, según cálculos preliminares, se tendrían que destinar más de 22 mil
millones de dólares —¡más de 22 mil millones de dólares!— en los próximos 15 años.

Colombia va a hacer de las víctimas de la violencia el centro de sus esfuerzos.

En palabras de Norbert Wuhler, Jefe del Programa de Reparación a nivel mundial de la Organización
Internacional para las Migraciones, este programa representa el ‘más ambicioso e integral de reparación
que se haya visto en el mundo entero’.

El proyecto que hemos presentado, además, da un tratamiento igual a las víctimas sin importar quién
sea el victimario, incluso si es un agente del Estado, y reconoce —por primera vez en el mundo— al
desplazado como víctima, lo que amplía el universo de beneficiarios de la ley.

Para tener una idea del compromiso de mi Gobierno y del desafío al que nos enfrentamos, recordemos
que entre 1953 y 2009 se repararon a dos millones de víctimas del holocausto en la Segunda Guerra
Mundial.

¡En Colombia pretendemos hacer un esfuerzo de similar magnitud y en tan sólo 15 años!

El camino para alcanzar la verdad, la justicia y la reparación no ha estado, sin embargo, exento de
obstáculos y dificultades.

Ha requerido aprender sobre la marcha, sin modelos previos, aplicando correctivos donde ha sido
necesario.

No ha sido un proceso perfecto, y hemos aprendido de nuestros errores Colombia quiere compartir su
experiencia con los Estados parte del Estatuto de Roma.

El modelo colombiano de justicia transicional es un laboratorio de experiencias que puede servir de


ejemplo para empeños similares que se llevan a cabo en otras regiones del mundo.

Dentro de la cooperación sur—sur que estimula la Corte Penal Internacional, comenzaremos a cooperar
con la Comisión de Reparación y Reconciliación de Kenia.

Y estamos listos para colaborar también con otros Estados para compartir las lecciones que hemos
aprendido en Colombia.

Señores delegados:
El 6 de marzo de 2006, nuestro Consejo de Política Económica y Social aprobó la Política de Lucha
contra la Impunidad en casos de violaciones de los Derechos Humanos e Infracciones al Derecho
Internacional Humanitario, con el fin de fortalecer la capacidad del Estado colombiano para la
investigación, juzgamiento y sanción.

En su elaboración participaron diferentes entidades del Estado, incluidas la Rama Judicial y los órganos
de Control.

Fue un trabajo apoyado por la Embajada de los Países Bajos y la Oficina en Colombia de la Alta
Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La mencionada política se ha ejecutado a través de 22 proyectos financiados con recursos de la Nación


y de cooperación del Reino de los Países Bajos y de la Unión Europea.

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, por su parte, también nos ha
apoyado en la aplicación del sistema penal oral acusatorio y en la capacitación en derechos humanos a
funcionarios judiciales.

Estos son sólo algunos de los muchos ejemplos donde la comunidad internacional ha cooperado con
nuestro país en temas relacionados con el fortalecimiento de nuestra justicia.

Por eso, aprovechando la presencia de tantos Estados en esta Asamblea, quiero agradecer a todos
aquellos países que han apoyado diferentes aspectos del proceso de justicia transicional en Colombia,
como Alemania, Canadá, Japón, Países Bajos, España, Suecia, Suiza, y Estados Unidos, entre otros.

Mi agradecimiento también para la Organización de Estados Americanos, y para las agencias de


Naciones Unidas, la Unión Europea y demás organizaciones internacionales.

Igualmente, quiero hacerle un reconocimiento a la sociedad civil que, organizada en distintas ONG
nacionales e internacionales, ha contribuido de manera decidida al proceso de justicia transicional en
Colombia y a fortalecer, en general, la justicia y el sistema de protección a los derechos humanos en
nuestro país.

Sin su aporte sustantivo no habríamos llegado a donde estamos.

Dicho acompañamiento ha sido fundamental y se enmarca en el principio de complementariedad, eje del


Estatuto de Roma.

Este tema —la complementariedad—, que ha sido objeto de importantes reflexiones, incluso durante la
Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma, reunida en Kampala, y que seguirá en la agenda de la
Asamblea, es un tema central dentro de los desafíos que enfrenta la justicia penal contemporánea.

La justicia es una función esencial del Estado, y la lucha contra la impunidad de crímenes atroces sólo
será exitosa si las justicias domésticas son eficaces.

No creemos —quiero enfatizar esto— que haya una dicotomía entre la justicia penal internacional y las
justicias domésticas.

Ambas hacen parte del sistema creado por el Estatuto de Roma, donde el papel principal lo deben
cumplir los Estados y, subsidiariamente, la Corte Penal Internacional, cuando los Estados no pueden
administrar justicia por falta de capacidad o disposición.

Mi gobierno concibe a la Corte Penal Internacional como una aliada en su lucha contra la impunidad de
los crímenes atroces, y está dispuesto a una colaboración activa con la Corte.

La dicotomía, por lo tanto, no es entre los Estados y la Corte, sino entre los Estados y la Corte, de un
lado, y los perpetradores de crímenes atroces, del otro.

Señor Presidente:

Creemos en una justicia penal internacional edificada sobre el cimiento de las justicias domésticas.

Sobre esta convicción, mi país se comprometió desde el inicio con la Corte Penal Internacional y, al
ratificar el Estatuto de Roma, le dio la más alta autoridad normativa incorporándolo a la Constitución.

Ratificamos el acuerdo de privilegios e inmunidades, incluimos los crímenes de competencia de la Corte


en nuestra legislación penal, e incorporamos en el Código de Procedimiento Penal la obligación de
cooperar con la misma.

Además, a través de nuestras misiones en La Haya y Nueva York, hemos mantenido una relación de
trabajo respetuosa y transparente, y un diálogo fluido, con los diferentes órganos de la Corte Penal
Internacional y con sus funcionarios.

Como muestra adicional de nuestro compromiso con la Corte, y en especial con las víctimas de otros
lugares del mundo, vamos a hacer una donación al Fondo de Víctimas de la Corte.

También hemos tomado la decisión de suscribir con la Corte un acuerdo para la Ejecución de
Sentencias, que aspiramos a suscribir con el Presidente de la Corte, Su Excelencia Juez Song, a quien
hemos extendido una invitación a Colombia.

Tenemos el firme propósito de continuar la cooperación de doble vía con la fiscalía de la Corte Penal
Internacional y con otras autoridades judiciales para hacer más efectiva nuestra lucha contra la
impunidad.

Finalmente, quiero destacar que Colombia ha sido elegida como miembro del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas para el período 2011-2012 y que, desde esta alta posición, esperamos acompañar y
trabajar con la Corte por la paz y la justicia.

eñor Presidente:

A pesar de las muchas dificultades, Colombia no ha declinado en su lucha contra la violencia, en la


sanción de los victimarios y en su decisión de reparar a las víctimas de los delitos más graves de
trascendencia internacional.

Estos procesos iniciaron y tuvieron especial impulso durante el gobierno de mi predecesor, el Presidente
Álvaro Uribe Vélez, y nosotros estamos recogiendo los frutos de su trabajo en seguridad y protección de
los derechos humanos.

Al tiempo que luchamos contra la violencia que aún perpetran los actores armados ilegales, no hemos
dejado de progresar económicamente, de buscar la equidad social, de mejorar nuestro desempeño en
derechos humanos y de cultivar las mejores relaciones con la comunidad internacional.

Los resultados en seguridad en los últimos ocho años son dicientes: los homicidios han disminuido un
45 por ciento, las víctimas de masacres un 78 por ciento, y los secuestros extorsivos un 91 por ciento.

La Política de Seguridad Democrática, que hemos aplicado desde hace ocho años para recuperar la
seguridad y la tranquilidad en todo el país, ha sido en esencia una política de protección sistemática de
los derechos humanos y una política para acercar a los colombianos a la paz.

Si en algo puede ser útil ahora la cooperación de la comunidad internacional con Colombia, es en
ayudarnos a prepararnos desde ya para el post-conflicto, para educar a esos miles de desmovilizados
que buscan un lugar en la sociedad, para dar una nueva oportunidad a las víctimas que nos han dejado
décadas de violencia que hoy, por fortuna, comenzamos a superar.

Ahora que estamos logrando cicatrizar las heridas de una violencia que nos ha afectado como a pocos
países en el mundo, he hecho un llamado a la unidad nacional para dejar los odios atrás y mirar con
optimismo el futuro.

Unidos, los colombianos vamos a continuar luchando por la justicia y contra la impunidad.

Unidos, vamos a perseguir con todo el peso de la ley, como lo hemos venido haciendo, a los
responsables de crímenes atroces.

Unidos, vamos a reparar integralmente a las víctimas.

Hoy, frente a esta Asamblea, hago también un llamado de unidad a los Estados, a las organizaciones
internacionales, a la sociedad civil y a la Corte Penal Internacional, para que sigamos enfrentando juntos
a quienes se empeñan en la barbarie.

Sólo la acción decidida de todas las naciones nos permitirá alcanzar un mundo en paz, con justicia y
prosperidad.

Colombia está comprometida y lista para hacer su parte.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al instalar Sala de Crisis


por el Invierno, en el Ministerio del Interior y de Justicia

Bogotá, 9 dic (SIG). “¿Cuál es la finalidad de esta reunión? Es establecer la forma como vamos a operar
hacia adelante para afrontar esta tragedia. Por eso lo quisimos hacer en este Salón de Crisis que tiene
el Ministerio del Interior y de Justicia. Porque desde aquí se va a administrar todo el sistema en una
forma permanente.

Desde aquí se van dar las instrucciones, se van a recibir las solicitudes. Y desde aquí se va a discutir
con los gobernadores, con quienes en las regiones estén responsabilizados por esta situación. Y todas
las entidades del Estado van a estar representadas aquí en esta Sala de Crisis al más alto nivel. Por eso
el día de hoy lo que estamos haciendo es dándole la largada a este proceso.

Ahora bien: oímos al doctor Ricardo Lozano, Director del Ideam. Nunca antes habíamos tenido una
situación tan compleja y tan dramática en materia de lluvias. Una situación que todos la estamos
viviendo y sufriendo directamente.

Además, y esto es muy importante, tenemos que hacernos a la idea que esto puede repetirse durante
mucho tiempo. Es decir: esos cambios en la temperatura del océano, que nos presentaba al principio el
Director del Ideam, son irreversibles. El cambio climático es irreversible.

Hoy precisamente se están discutiendo en Cancún las formas a nivel mundial de mitigar ese deterioro
de nuestro medio ambiente que están causando los cambios de temperaturas, que a su vez causa
tragedias como las que estamos sufriendo.

Entonces eso hay que tenerlo muy en cuenta. Porque la labor nuestra se va a dividir en diferentes fases.
La más urgente, la más inmediata, es la que describió la doctora Luz Amanda Pulido, Directora Nacional
de Gestión del Riesgo. Afortunadamente Colombia tiene una institucionalidad en ese frente.

Aquí se acaba de describir una institucionalidad que ha funcionado en el pasado. Precisamente el doctor
Luis Carlos Villegas tuvo mucho que ver, por ejemplo, en la reconstrucción de todo el Eje Cafetero. Lo
mismo el doctor Manuel Santiago Mejía y el doctor Arturo Calle también.

Ahí no partimos de cero sino partimos de una institucionalidad que ya tenemos, que en cierta forma ya
está funcionando. Lo que tenemos que hacer es ponerlo a funcionar mejor y fortalecerlo en función de la
tragedia que estamos viviendo en este momento.

Entonces ese es el propósito de esta reunión. Mostrar que aquí hay ya una institucionalidad y un
proceso. Agilizar el proceso para que la institucionalidad pueda ser efectiva y funcione. Establecer los
mecanismos y los procedimientos para una acción rápida. Porque en estos casos la rapidez con que se
responda a las necesidades es de la esencia. Tenemos que tener la capacidad para responder
rápidamente. E inclusive todavía para prevenir muchos desastres futuros. Y desde aquí se va a
coordinar esa acción.

Entonces quería, por un lado, agradecer a los gobernadores, porque ustedes tienen una responsabilidad
muy grande. Ustedes vieron cómo el organigrama del sistema se basa en el fondo en los comités
regionales y en los comités locales.

Entonces una de las responsabilidades de los gobernadores es precisamente la de estar encima de los
comités locales. La de presionar para que los comités locales funcionen. Recibir de los comités locales
la información, las solicitudes. Dar instrucciones para que esos comités se coordinen también entre
ellos. Y al mismo tiempo, servir de enlace con el comité a nivel nacional. O sea, con lo que aquí se está
estableciendo de forma permanente.

Por eso es tan importante que los señores gobernadores entiendan que este es un trabajo coordinado.
Sabemos de las limitaciones que muchos tienen. Se los agradezco de antemano, porque sé que
muchos de ustedes han hecho lo imposible por estrechar, por darle la mayor capacidad posible a sus
limitaciones que tienen en este momento para afrontar semejante tragedia.

O sea que eso es muy importante: el papel de los comités regionales, como una especie de
complementación. Este es un sistema subsidiario. Lo que los comités locales no puedan hacer, los
comités regionales. Lo que los comités regionales no puedan hacer, el comité a nivel nacional.

Quería también hacer énfasis en la prevención. Para eso este comité va a estar permanentemente
dispuesto a ayudar también a prevenir situaciones que veamos como inminentes y poder facilitar los
procesos de prevención.

Para dar un ejemplo: si hubiéramos podido evitar el boquete que se abrió allá en el Canal del Dique, en
el sur del Atlántico, imagínense las tragedias que hubiéramos podido evitar si hubiéramos tenido
información suficiente y a tiempo para poder actuar ahí.

Como hemos visto, de acuerdo con el Director del Ideam, que va a seguir lloviendo en los ríos, entonces
el peligro de que los ríos se desborden va a continuar. Por eso ahí que estar atentos a las posibles
emergencias y posibles situaciones donde podríamos evitar que esos ríos causen los estragos que ya
están causando.

Es un ejemplo de la cantidad de acciones preventivas que podemos hacer, si estamos bien coordinados
y si ponemos los comités locales a funcionar, para también informarnos sobre situaciones que el día de
mañana podrían ser solucionadas antes de producirse la tragedia o el desastre.

Lo mismo en la ayuda humanitaria. Acordémonos todos que la prioridad número uno debe ser la gente.
Si hay gente con hambre, si hay gente con frío, pongamos todo lo que esté a nuestra disposición para
que a esa gente le llegue la ayuda lo más rápido posible.

Inclusive dentro de los que están sufriendo hay prioridades: los niños, los ancianos, los más vulnerables.
Tengamos siempre en mente que hay que priorizar, pero al mismo tiempo hay que agilizar. Priorizar y
agilizar. Son dos palabras clave para que esto funcione.

De manera que les agradezco a los gobernadores que estén aquí presentes. Decirles que el Gobierno
Nacional está dispuesto a hacer todo lo que sea posible, que esté dentro de nuestra capacidad, que
infortunadamente es limitada.

Concentrémonos en la parte humanitaria, en la parte de reparación rápida de situaciones que están


causando mucho daño en este momento, y luego nos concentraremos en la reconstrucción. Son esas
tres fases.

Diría que este proceso que se está estableciendo aquí tiene que ver más que todo con las primeras dos:
mitigar el sufrimiento, es decir, la ayuda humanitaria. Segundo: la reparación rápida de situaciones que
están causando mucho daño. Bien sea ríos que se han desbordado. Bien sea vías que están impidiendo
el transporte en ciertos sectores del país. Lo que requiera acción inmediata.

Luego nos concentraremos en la parte muy importante de la reconstrucción. Y no solamente la


reconstrucción sino la reconstrucción con miras a adaptarnos a una nueva realidad. Porque como decía,
esto es irreversible.

Entonces en esa reconstrucción tenemos que tener en mente que debemos hacer un esfuerzo para
evitar que esta tragedia y esta situación se extienda en el tiempo.

Un ejemplo: La Mojana. Ya es hora de hacer esa inmensa inversión, porque es muy grande, pero
arreglar el problema de La Mojana de una vez por todas.

Pero eso es posterior. Concentrémonos ahora en los primeros dos objetivos”.


Palabras del Presidente Juan Manuel Santos, en el lanzamiento de la
obra El Gran Libro del Bicentenario

Bogotá, 9 dic (SIG). “El martes, en mi alocución al país, cité una frase que pronunció el Libertador Simón
Bolívar cuando presenció los desastres causados por el terremoto de Caracas en 1812:

La frase decía: “Si la naturaleza se opone a nuestros designios, lucharemos contra ella y haremos que
nos obedezca”.

En verdad, hoy la naturaleza parece haberse ensañado con el pueblo colombiano, pero sabemos que no
es así.

Somos nosotros, los humanos, los que hemos obrado en contra de nuestro planeta, y estamos pagando
las consecuencias en la forma del cambio climático que a todos nos afecta.

Así me lo hicieron saber el 7 de agosto de este año los mamos de la Sierra Nevada, allá en Santa
Marta, cuando acudí ante ellos para celebrar una ceremonia simbólica de posesión.

Ellos, que se llaman a sí mismos nuestros hermanos mayores, me dijeron ese día que la naturaleza no
hace otra cosa que defenderse, y que está en nuestras manos, ¡sólo en nuestras manos!, enmendar el
camino y preservar la humanidad.

Ojala que allá en Cancún (México) hoy oyeran ese mensaje.

Pero la frase de Bolívar nos indica algo más: Nos muestra el talante idealista, valiente y romántico de los
gestores de nuestra libertad, capaces de enfrentarse con el puño en alto a fuerzas sobrehumanas.

Bien dice el profesor británico Felipe Fernández-Armesto –en el libro que hoy se presenta– que las
revoluciones hispanoamericanas, más que ser una consecuencia de la Ilustración, son una muestra de
la influencia del Romanticismo que predominaba en aquella época.

Es más: el historiador aventura la tesis de que el romanticismo nació en Suramérica y, concretamente,


en el Nuevo Reino de Granada, en el siglo dieciocho, cuando el arte se alió con la ciencia en esa gran
empresa de apropiación de nuestro territorio, como fue la Expedición Botánica.

Por fortuna, las grandes empresas románticas no han dejado de producirse en Colombia.

Una de ellas fue el Encuentro Internacional con Nuestra Historia, que se realizó en Cartagena hace poco
más de un año, con la participación de los más destacados historiadores nacionales y extranjeros.

Cuando me enteré de su celebración, me asombró la dimensión y el alcance de este evento académico.

No es usual que se reúnan en un solo acto más de 25 expertos, para analizar el proceso de
independencia de nuestro país y de varias naciones de América Latina, que ocurrió hace dos siglos.

Posteriormente supe que estaba preparándose una publicación con las memorias de dicho encuentro, y
aplaudí la iniciativa.

Siempre he considerado que lo más importante de las reuniones académicas es que sus conclusiones,
sus debates, sus análisis, resuenen en la colectividad, en la sociedad, y lleguen a una audiencia mucho
mayor, masiva.

Pero no siempre es así. A menudo las más interesantes ponencias se escuchan únicamente en recintos
cerrados y benefician tan sólo a unos pocos afortunados que las escuchan.

De ahí la pertinencia de este libro que pone en manos del lector los estudios más profundos, más
enjundiosos y las reflexiones más actuales sobre lo que vivimos en nuestro territorio, y lo que se vivió en
España y el mundo, en esas primeras décadas del siglo XIX que marcaron para siempre nuestra historia
para siempre.

Por eso quiero saludar y felicitar esta magnífica iniciativa de Editorial Planeta de apostarle a una obra
seria, una obra iluminadora sobre nuestra historia, para acercar la crónica y el análisis de nuestra
independencia –en las voces de los más destacados historiadores– al público colombiano y al público
hispanohablante.

Felicito también a la doctora María Cecilia Donado y a su equipo, que organizaron –con una visión digna
de los románticos del siglo diecinueve– el encuentro académico sin precedentes cuyas ponencias se
recogen en esta obra.

Y, por supuesto, saludo también a mi querido amigo Juan Carlos Torres, porque me constan el amor y la
dedicación que puso en la compilación y edición de estas memorias.

Me acuerdo que subía y me decía: ‘Descubrí tal cosa, descubrí tal otra. Mire esta contradicción, mire
aquella otra’. Lo oí con verdadero entusiasmo trabajándole a esta obra

Miren cómo es la historia: hoy 9 de diciembre, hace exactamente dos años, acompañé a Juan Carlos a
lanzar su apasionante libro sobre la Operación Jaque, y me alegra acompañar ahora su nuevo
emprendimiento, ya no por la historia reciente del país, sino por aquella que inauguró nuestra vida
republicana en los albores del siglo diecinueve.

Debo decir que me siento muy afortunado de haber jurado como Presidente de la República doscientos
años después del Grito de Independencia que simbolizó el comienzo del fin de la dominación colonial y
el principio de nuestra vida republicana.

El 7 de agosto del año 2010, cuando recibí la transmisión de mando del presidente Álvaro Uribe –en la
misma Plaza de Bolívar donde se encendió la chispa de la libertad–, sentí que la historia nos
contemplaba y que se congratulaba al ver que los ideales de nuestros próceres seguían vigentes en
nuestras instituciones modernas.

En El Gran Libro del Bicentenario, por caprichos del destino –o del editor, mejor– el epílogo corre por
cuenta del presidente Uribe y el prólogo por cuenta mía, pero la verdad es que el orden es inverso y que
hoy estamos escribiendo la novela de Colombia sobre las páginas que escribió el presidente Uribe, y
que antes que él, escribieron más de medio centenar de mandatarios.

La historia de Colombia, desde 1810 hasta los tiempos actuales –regida por constituciones
democráticas, republicanas, garantistas–, es la historia de un pueblo amante y respetuoso de la ley y de
las instituciones democráticas como pocos.

No en vano nos preciamos de ser la democracia más antigua de América Latina.

Sin embargo, no faltan quienes catalogan al Estado colombiano como ilegítimo o a la democracia
colombiana como incipiente, basados en las fallas que evidentemente subsisten, pero que cada día nos
empeñamos en superar.

Yo no me canso de decir que la democracia es un ejercicio de mejoramiento continuo, la famosa frase


de (Winston) Churchill, que la democracia es el peor de todos los sistemas, excluyendo todos los
demás. Por eso hay que ir mejorando la democracia cada vez más.

No podemos seguirnos prestando al juego simplista de criticar la validez o fortaleza de nuestra


institucionalidad por los fenómenos de violencia que nos han afectado, por los niveles de abstención, o
por las carencias sociales que aún sufre nuestra población.

Todo lo contrario: si nuestra nación ha soportado con entereza los estragos de la violencia política,
primero; de la violencia guerrillera, después, y de la violencia narcoterrorista hoy, es, precisamente, por
la fortaleza de nuestras instituciones democráticas.

Mientras otras naciones del continente pasaron décadas sometidas al régimen de restricción de
libertades, y a menudo de terror, de dictaduras militares, los colombianos persistimos, apoyados en
nuestra tradición, en mantener la democracia y en privilegiar el camino de la civilidad.

Claro que nos falta mucho en justicia social; claro que podemos mejorar aún más nuestro desempeño
en el respeto por los derechos humanos; claro que aún nos afecta la violencia de grupos armados
ilegales, pero nada de ello permite sustentar la tesis peregrina –pero tristemente extendida– de que
vivimos una democracia débil.
Quien haya presenciado el proceso electoral del año 2010 –y por fortuna los corresponsales extranjeros
destacaron eso-, donde candidatos de diferentes vertientes nos batimos en la arena electoral, con total
libertad, viajando por todo el país, armados únicamente de nuestros argumentos, tendrá que confirmar
la fortaleza de nuestras instituciones.

El lamentado historiador David Bushnell, padre de los “colombianistas”, estudió con esmero los
procesos electorales en nuestro país y llegó a una conclusión —como lo dice en su conferencia recogida
en este libro— de que en aspectos como el sufragio, hemos sido más progresistas incluso que Europa.

También lo dice en su ponencia el historiador colombo-británico Malcom Deas.

Según él, cuando aquí teníamos un sistema electoral operante, ni los ingleses ni los franceses habían
logrado tal grado de desarrollo democrático.

Es más, de acuerdo con Malcom, los ingleses que vinieron a Colombia en los años tempranos de la
república pensaban que “el exceso de democracia de los neogranadinos era bastante ridículo y
reprensible”.

Tal vez así les pareciera, pero debemos decir, con orgullo, que para los colombianos es siempre mejor
el exceso de democracia que la falta de democracia.

Hemos hecho mucho, hemos sacrificado mucho para defender la democracia de los embates de la
violencia, del narcotráfico, y reclamamos nuestro derecho a exaltar la legitimidad que nos hemos
ganado a pulso. Así lo dije en la ONU la semana pasada ante todas las naciones parte de la Corte Penal
Internacional.

Por eso invito a quienes se acerquen a esta esencial obra de análisis histórico –que recoge voces y
saberes aquilatados en las mejores universidades del mundo– a que valoren la tradición republicana y
democrática que comenzó a gestarse hace 200 años, y que hoy seguimos defendiendo contra viento y
marea.

Los invito a que valoren y quieran esta patria que hoy defendemos contra lluvias, tormentas e
inundaciones, con el mismo ímpetu romántico de aquel Bolívar soñador de 1812.

Colombia, esa “nación a pesar de sí misma” de que hablaba el profesor Bushnell, es también una nación
“gracias a sí misma”.

Las páginas de este libro –que no dudo en recomendar– dan fe de ello.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la ceremonia de


ascenso del general Óscar Naranjo, Director de la Policía Nacional

Bogotá, 10 dic (SIG). “Qué bueno estar aquí en esta histórica Escuela como Presidente de la República,
asistiendo a la primera ceremonia de ascenso de cuatro muy buenos y grandes oficiales al grado de
general.

Esta Escuela, la Escuela General Santander, ha graduado 11 mil 697 oficiales en su historia, en sus 70
años de historia. 11 mil 697 colombianos que llegaron a ser oficiales de esta gran institución como es la
Policía Nacional.

Qué maravilla poder estar aquí como Presidente, ahora ascendiendo a cuatro de ellos al grado de
General: al general José Vicente Segura, al general José Ángel Mendoza, al general Rodrigo González,
al general Óscar Pérez. Ascienden al grado de brigadieres generales.

Les decía yo cuando les ponía esa estrella, que eso para ellos y para sus familias significa un gran
honor, porque llegar a ser general de la República no es algo de poca monta.

Si hay en el país una institución donde opere en forma adecuada la llamada meritocracia, es en las
Fuerzas Armadas. Solamente los mejores, solamente los más valientes, solamente los que se han
distinguido a través de todos los años de servicio, llegan a ser generales de la República.

Por eso a esos cuatro brigadieres generales los felicito de todo corazón; a ellos y a sus familias, porque
no se llega a general sin el apoyo de la familia, sin el apoyo del entorno. Por eso este ascenso también
es un honor para sus familias.

Esos cuatro generales vienen a sumarse a 27 más, tenemos 31 generales de la policía. Es el cuerpo de
generales más grande de la historia de la Policía. 31 generales que tienen bajo su mando a más de 160
mil miembros de la Policía Nacional, 160 mil compatriotas que pertenecen a esta gran institución, que
tanto ha hecho por Colombia.

El general Naranjo

Y me honra muchísimo también, como Presidente de la República, haber podido colocarle no uno sino
dos estrellas, dos estrellas más, al general Óscar Naranjo. Dos estrellas que se los merece con creces.
La primera vez en la historia de la Policía que uno de sus generales tiene cuatros estrellas.

¿Y por qué llegó el general Óscar Naranjo a ser el primer miembro de la Policía Nacional en obtener
semejante honor?

Porque el general Naranjo siempre, siempre se ha distinguido dentro de la institución y fuera de ella.
Cuando se graduó de esta Escuela, fue el cadete que obtuvo el primer puesto en su curso y de ahí en
adelante siguió obteniendo el primer puesto, siempre fue distinguido como el mejor.

Qué orgullo deben sentir sus señores padres, aquí presentes, de este hijo que formaron. Una persona
íntegra, una persona leal, una persona comprometida como ninguna con su institución y con la Patria.

Por eso el General Naranjo llegó a donde está; por eso el General Naranjo ha sido distinguido por sus
pares como el mejor policía del mundo. Por eso el General Naranjo llegó a ser Director de la Policía
siendo muy joven.

Me acuerdo perfectamente cuando, después de una mini crisis que tuvimos en la Policía estando yo de
Ministro de Defensa, le dije al Presidente Uribe: recuerde lo que usted tanto repite, Presidente, sobre
Napoleón, que a los buenos oficiales hay que ascenderlos a generales y darles puestos de comando.

Y aquí tenemos un buen oficial que hay que ascenderlo y darle el puesto de Director de la Policía. Y el
Presidente Uribe no titubeó. Y así fue nombrado el general Naranjo como Director de la Policía.

Y como Director de la Policía no ha hecho nada diferente a cosechar éxitos y triunfos para su institución
y para el país.

En todas las operaciones importantes que hemos realizado en estos últimos años —en todas— ha
estado la mano del general Naranjo.

En todo este proceso de recuperarles la confianza a los colombianos en su futuro, en su democracia, en


sus instituciones, ha estado la mano del general Naranjo.

Trabajé con él como Ministro de Defensa. Lo conozco. Ahora he trabajado con él como Presidente de la
República.

Por eso el general Naranjo tiene el aprecio, el respaldo, y tiene la admiración del Presidente de la
República, de su institución y de todo el pueblo colombiano.

Y yo espero, general Naranjo, que nos acompañe como Director de la Policía por mucho tiempo más.

El país está pasando por un tiempo muy interesante. Nunca antes de la historia reciente el país estaba
tan optimista. Más del 80 por ciento del país cree que vamos por buen camino. La gente está viendo el
futuro con mejores ojos, con mayor esperanza.

Eso, se debe en buena parte a todos y cada uno de ustedes, los miembros de las Fuerzas Armadas, los
miembros de la Policía Nacional.

El país espera mucho de esta gran institución, porque si bien la coyuntura es muy favorable, para que
esos indicadores, ese optimismo, se mantengan y se multipliquen, tenemos todavía que vencer muchos
obstáculos, tenemos grandes desafíos.

Y la Policía —como siempre lo ha hecho- tendrá un papel preponderante, muy importante, en ese
proceso de ir venciendo esos obstáculos.

Resultados de lucha contra el crimen

No podemos vivir de los éxitos del pasado, que son muchos, que son muchos. En este año, en estos
últimos doce meses, se han capturado mil 953 miembros de los grupos armados ilegales; han sido
abatidos más de 500, 503; se han desmovilizado cerca de 2 mil 350.

Se han capturado más de 3 mil miembros de las bandas criminales. Se han incautado más de 150
toneladas de cocaína, más de 400 kilos de heroína, más de 250 toneladas de marihuana; se han
destruido más de 2 mil 490 laboratorios.

Se ha reducido la criminalidad; el homicidio común en un 2 por ciento. En 28 por ciento de los


municipios de Colombia no ha habido ni un solo homicidio; en 50 por ciento de los municipios de
Colombia, solamente ha habido entre uno y 10 homicidios.

Se ha bajado los actos de terrorismo en un 12 por ciento; se ha bajado la extorsión en un 8 por ciento.

Eso es un logro importante, pero no estamos del otro lado del río todavía. Los grupos armados ilegales
siguen causando mucho daño al país y mucho daño a esta institución.

Dentro de los miembros de las Fuerzas Armadas caídos en este año, 459 héroes de la Patria, 205
pertenecen a la Policía. Dentro de los mil 982 heridos, mil 540 son de la Policía.

Responsabilidad de la Policía

Estas bandas criminales y estos grupos ilegales y la delincuencia común siguen afectado negativamente
a la sociedad colombiana. Ese es uno de los obstáculos donde no podemos dejar de perseverar para
poderlo vencer. La Policía tiene ahí una gran responsabilidad.

Y usted general Naranjo y los cuatro brigadieres generales que hoy obtuvieron su grado de brigadier
general, los 31 generales de la República que son miembros de la Policía, y todos los oficiales,
suboficiales, y miembros de la Policía, tienen una gran responsabilidad en seguir luchando para que la
población colombiana sienta que cada vez es más segura, que cada vez es más libre y por eso pueda
continuar mirando hacia adelante con mayor optimismo.

La tragedia invernal

La Policía ha jugado también un papel importantísimo en este desastre que nos está azotando tan
duramente. El peor invierno en nuestra historia, las peores inundaciones de nuestra historia.

Los cálculos es que los damnificados van a superar los 2 millones. Ya llevamos un millón 700 mil, pero
el problema persiste. Más de 2 millones de damnificados; eso es cinco o más veces el número de
damnificados, por ejemplo en ese desastre que sufrimos el año 1999 con el terremoto del Eje Cafetero.

Más de dos millones de compatriotas que están sufriendo las inclemencias del invierno. Muchos lo han
perdido todo. Pero ahí siempre ha estado la Policía Nacional, ahí siempre han estado nuestras Fuerzas
Armadas.

Ayer me daba mucho orgullo y me llenaba de optimismo cuando hicimos una revisión en el Ministerio del
Interior y de Justicia, una sala de crisis que establecimos, y que va a operar durante 24 horas con todas
las gobernaciones, cuando cada gobernador me exaltaba el papel de los policías en ese desastre.

¡Cómo ha ayudado la Armada, cómo ha ayudado el Ejército, cómo ha ayudado la Fuerza Aérea, cómo
han ayudado nuestras Fuerzas Armadas! Esa es la otra parte de la gran labor que hace esta institución.

Ese desastre está costando mucho; nos está costando mucho en sufrimiento, nos está costando mucho
en dinero. Pero de ese desastre vamos a salir fortalecidos. Porque, entre otras cosas, tenemos unas
Fuerzas Armadas, como las que tenemos afortunadamente.

Este desastre está creciendo al pueblo colombiano; ese desastre está sacando a relucir la templanza y
el coraje de los colombianos, de sus Fuerzas Armadas, de sus dirigentes. Y por eso no nos vamos a
dejar amilanar por la naturaleza.

Todo lo contrario; estamos enfrentando y vamos a enfrentar este desastre natural con toda la
determinación para que el sufrimiento que está causando sea el menor posible. Y para que, a la larga,
podamos todos mirar para atrás, y decir: este desastre lo que hizo fue crecernos’.

Respuesta generosa a Colombia

El cambio climático es un daño irreversible. Nos tenemos que acostumbrar a situaciones como las que
estamos viviendo, y por eso el desafío es tan grande. Y por eso el llamado a la Unidad Nacional es tan
importante.

Y por eso esa respuesta que hemos recibido de nacionales y extranjeros ha sido tan importante y cómo
lo agradecemos.

La respuesta ha sido masiva, generosa. El Secretario General de Naciones Unidas (Ban Ki-moon) me
decía el lunes pasado: ‘pondremos todo nuestro empeño como organización internacional para
ayudarles a ustedes’.

Y esta mañana me mandó la razón de que habían aprobado ayer la suma de 3 millones 600 mil dólares
para los damnificados, aparte de toda la estructura de Naciones Unidas, para afrontar este problema.

La ayuda que hemos recibido de países amigos ha sido muy importante, muy importante; y la
generosidad del empresariado colombiano también ha sido muy importante.

Ayer el grupo del doctor Carlos Ardilla me anunció 15 mil millones de pesos; el día anterior —o dos días
antes- el doctor Luis Carlos Sarmiento, otros 15 mil millones de pesos; en Nueva York el Grupo Santo
Domingo, 5 millones de dólares, y así sucesivamente.

Eso es solidaridad, eso es generosidad; eso es lo que tenemos en Colombia, eso es lo que el pueblo
colombiano puede decir: ¡no nos vamos a dejar amilanar por este desastre! Todo lo contrario. ¡Vamos a
salir adelante y fortalecidos!

Y nuevamente, el papel de ustedes, de la Policía, es fundamental.

El compromiso y vocación de servicio de la Policía

Cómo me dolió, cómo me dolió ver al intendente Joaquín Rojas, hace dos días en Bello (Antioquia), tres
días, cuando llegué, llegamos con el general Naranjo (Director de la Policía Nacional), precisamente,
con el general Matamoros (Gustavo, Jefe del Estado Mayor Conjunto) derecho de Nueva York a Bello.

Y ahí estaba el intendente Joaquín Rojas, diciendo: ‘estoy buscando a mis dos hijos y a mis dos
sobrinos, que perdieron la vida con este alud’.

Como Joaquín Rojas, muchos, muchos policías que han sufrido también en carne propia, o en carne de
sus familias, pero que han dado ejemplo de templanza, de heroísmo, de amor por su institución y de
amor por la Patria.

Porque la Policía es eso. Es una institución que en forma permanente demuestra su compromiso con los
colombianos, su amor por la Patria, su vocación de servicio.

Y por eso como Presidente de la República me enorgullece tanto, tanto estar aquí en esta Escuela, el
semillero de nuestros oficiales de la Policía.

Gracias a Dios, gracias a Dios por tener a esa institución, por tener a nuestras Fuerzas Armadas, que es
la columna vertebral de nuestra democracia; democracia que cada día es más pujante, que cada día va
a luchar por darle más bienestar a nuestros compatriotas.
Sin su apoyo, amigos policías, ese gran esfuerzo sería imposible.

Y por eso les agradezco. Y ustedes pueden sentirse muy orgullosos, que el pueblo colombiano los tiene
en muy alta estima. Siempre en todas las encuestas, en todas las encuestas, aparecen nuestras
Fuerzas Armadas como la institución más apreciada por los colombianos.

Y pueden ustedes también sentirse muy orgullosos de tener un Director como el general Oscar Naranjo.

Muchas gracias!”

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la ceremonia de


ascensos a subtenientes y generales del Ejército Nacional

Bogotá, 10 dic (SIG). “Qué bueno estar aquí como Presidente de la República en esta histórica Escuela,
asistiendo por primera vez al ascenso de nuestros generales y al ascenso a subtenientes de nuestros
alféreces.

Qué bueno haber podido marchar en este campo de parada. Qué bueno poder constatar que la cúpula
militar y el Ministro de Defensa no necesitan pulirse en orden cerrado y que han seguido el ejemplo de
esos alféreces, de saber marchar al pie de la letra.

Asistimos hoy a unas ceremonias de gran importancia. En primer lugar, me honró muchísimo como
Presidente de la República colocarle los cuatro soles al general Matamoros y al general Navas.

Estos dos generales de la República le han prestado un inmenso servicio a la patria. Estos dos
generales de la República son orgullo del Ejército Nacional, de las Fuerzas Armadas y del país.

Se merecen esos cuatro soles. Y seguirán trabajando por su patria con esa dedicación, ese esmero y
esa integridad que los ha caracterizado durante toda su vida militar.

También me complació mucho colocarles otro sol a los mayores generales y un sol a 11 coroneles que
ascendieron a generales y que pueden hoy decir que llegaron a ese nivel al que todo militar aspira a
llegar, que es un gran honor. Sus familias y ellos mismos deben sentir un gran orgullo al poder decir que
llegaron a ser generales de la República.

Esta Escuela ha sido semillero de grandes colombianos. En sus años de historia se han graduado
34.280 colombianos que enriquecieron la sociedad colombiana, que enriquecieron la patria colombiana.

Porque aquí en esta Escuela se formaron como militares, adquirieron una educación especial y
adquirieron unos principios y unos valores que nunca se olvidan.

Esta Escuela Militar José María Córdova ha producido lo mejor de nuestra patria. Todos los generales
aquí presentes, en servicio activo y en retiro, pueden dar fe de ello. Y el pueblo colombiano también da
fe de ese hecho.

Por eso también me complace mucho haber podido asistir a la ceremonia de ascenso de los alféreces a
subtenientes: 402 nuevos subtenientes del Ejército Nacional.

Ustedes comienzan su carrera de oficiales. Pasaron por unos años de formación que nunca olvidarán.
Como yo nunca olvidé mis años en la Escuela Naval de Cadetes.

De estos 402 nuevos subtenientes, algunos de ustedes caerán en combate. Algunos de ustedes harán
el sacrificio máximo. Algunos de ustedes se retirarán a la vida civil en el transcurso de su carrera. Y
otros llegarán a ser generales de la República.

Pero ninguno podrá mirar para atrás sin decir lo orgullosos que se sienten de haber portado el uniforme
de la patria: el mayor honor que puede tener cualquier colombiano. De haber portado el uniforme de
nuestras Fuerzas Armadas, con orgullo, con valentía, con coraje, defendiendo la soberanía de
Colombia, defendiendo la seguridad de sus compatriotas.

Es una carrera llena de sacrificios. Es una carrera dura. Pero una carrera llena también de
satisfacciones, llena de gloria y una carrera de gran responsabilidad. Porque gracias a la labor de
ustedes, de todos los miembros de Ejército Nacional, de todos los miembros de nuestras Fuerzas
Armadas, el país puede hoy mirar el futuro con más esperanza.

Gracias a la labor de ustedes y de todas las Fuerzas Armadas, hoy Colombia es vista como una
democracia vibrante que ha despegado hacia el desarrollo. Orgullo no solamente de los colombianos
sino del mundo entero.

Estuvimos con el general Gustavo Matamoros, con el general Óscar Naranjo, de la Policía, el lunes
pasado, en Nueva York, en Naciones Unidas. Y allá, en una entrevista, el Fiscal General de la Corte
Penal Internacional dijo que Colombia estaba pasando de ser la niña mala a ser la niña buena ante los
ojos del mundo. Y eso se le debe a la labor de nuestras Fuerzas Armadas, de ustedes, del Ejército de
Colombia.

Qué orgullo sentí como Presidente de la República de estar acompañado del general Matamoros, en
esa reunión tan importante para nuestra Patria.

Y qué orgullo el reconocimiento que todos los días le hacen los colombianos a nuestras Fuerzas
Militares, a nuestra Policía. No en vano en todas las encuestas siempre salen nuestras Fuerzas Militares
como las instituciones más apreciadas por los colombianos.

Eso se debe a la gran labor que han venido desempeñando a través de toda su historia esos casi 35 mil
oficiales que salieron de esta Escuela. A los miles y miles de suboficiales y soldados de tierra, mar y aire
que han luchado por la democracia, por la libertad y por el desarrollo de sus compatriotas.

En este último año han continuado cosechando frutos. La lista es extensa. Solamente voy a mencionar
algunos de esos éxitos. Se han logrado desmovilizar en lo que va corrido del año 2.346 personas
pertenecientes a los grupos ilegales. Se han capturado 1.953. Han sido abatidos 503. Se ha incautado
una cantidad récord de droga. Se han destruido 2.490 laboratorios.

Se ha reducido la criminalidad en casi todas sus fases, pero también ha sido a costa de un alto
sacrificio. En lo que va corrido del año han caído 304 miembros del Ejército y han sido heridos 802. Son
304 héroes de la patria que ofrecieron su vida para que el resto de los colombianos podamos vivir
tranquilos y podamos vivir en paz.

Nos duele enormemente ese sacrificio. Mi corazón está con todas las familias de estos héroes. Héroes
que nos inspiran y que los deben inspirar a ustedes a seguir adelante hasta lograr esa paz total que
añoramos todos los colombianos.

Se han hecho operaciones extraordinarias, aplaudidas por el mundo entero. En este año se hizo la
‘Operación Fortaleza’ 1 y 2. La ‘Operación Camaleón’, donde se rescataron a los secuestrados. Les
sacamos de la entraña de esa organización terrorista a los secuestrados que tenían torturados durante
tanto tiempo. Al igual que con la ‘Operación Jaque’.

Se hizo la ‘Operación Némesis’, donde no sabemos todavía qué paso con el bandido de ‘Fabián
Ramírez’, quien semanas antes había ejecutado a su propio hermano. Presumimos, por la información
que tenemos, que cayó abatido en esa operación. Y por supuesto, la ‘Operación Sodoma’, donde se dio
de baja a ese símbolo del terror: el ‘Mono Jojoy’.

En todas esas operaciones nuestro Ejército Nacional ha estado presente, ofreciendo su pecho,
ofreciendo su valentía y su coraje, en pro de la paz del resto de los colombianos.

¡Qué orgullo como Presidente tener semejante Ejército y tener semejantes Fuerzas Armadas!

En estos últimos meses nos apareció otro enemigo: el invierno, que está causando estragos a lo largo y
ancho de nuestro país. Nunca antes habíamos tenido un invierno de esta naturaleza. Nunca antes
habíamos tenido tantos colombianos damnificados.

Hoy ya tenemos más de un millón 700 mil. Se calcula que serán más de dos millones de colombianos.
Algunos habrán perdido todo. Otros habrán perdido parte de su propio ser, de sus posesiones, de sus
cultivos, por causa de estas inundaciones.
Pero así como el Ejército Nacional se crece en la adversidad, como ustedes, subtenientes, se van a
crecer en la adversidad, porque así les enseñaron en esta Escuela, el resto de los colombianos también
nos vamos a crecer en estos momentos difíciles.

Ustedes en el Ejército ya están dando ejemplo y demostración de solidaridad. Anoche, cuando hablaba
con los gobernadores, todos sin excepción agradecían el papel de nuestras Fuerzas Armadas, el papel
de nuestro Ejército en este episodio tan trágico para nuestra historia.

A donde vamos, allá está el Ejército presente, ayudando con todo lo que está a su alcance al resto de
los compatriotas, para minimizar el sufrimiento y detener la tragedia, para que no siga avanzando en la
forma tan cruel como ha venido avanzando en estos últimos meses.

Le decía al general Segura que los ingenieros militares están jugando un papel muy importante, y
pueden jugar un papel todavía más importante, en este proceso de rehabilitar las zonas que han sido
destruidas y de reconstruir lo que el invierno ha destruido.

Esa mano amiga de las Fuerzas Militares, del Ejército, siempre presente en los momentos de angustia,
es lo que los colombianos agradecemos de todo corazón.

Por eso esta institución está en lo más alto del curubito, en el aprecio, en la admiración de los
colombianos. Y ya no solamente de los colombianos, sino del mundo entero.

Porque me decía el Fiscal Luis Moreno: ‘Ustedes ya pueden convertirse en país ejemplo’. Y me lo decía
el Secretario General de Naciones Unidas: ‘Ustedes pueden convertirse en un país ejemplo que, a base
de tesón, de templanza y de coraje, voltearon 180 grados la situación de su país y hoy están siendo
señalados como un país ejemplo ante el mundo’. Y eso se debe a ustedes, a las Fuerzas Militares, a
nuestro Ejército.

Por eso me complace tanto haber venido hoy, por primera vez como Presidente, a este ascenso de los
generales y a este ascenso de los subtenientes.

Veo al subteniente que sacó el primer puesto: el subteniente Trujillo. Veo aquí a su madre, orgullosa.
Oriundo del Huila. Portando la Bandera Nacional. Ese es el ejemplo de los buenos colombianos.

Veía a los nuevos subtenientes con la Medalla Rosillo. Eso equivale al alumno distinguido de la Escuela
Naval. Qué orgullosos se deben sentir todos los familiares de estos subtenientes que hoy inician su
carrera como oficiales de nuestro gran Ejército Nacional.

Muchas felicitaciones, subteniente Trujillo, y muchas felicitaciones a los 402 subtenientes que hoy se
han graduado.

Ustedes son orgullo de la patria. Nos sentimos los colombianos todos, comenzando por su Presidente,
orgullosos de ustedes también. Les deseamos lo mejor en su carrera. Y solamente les aconsejo que no
olviden lo que aquí aprendieron: esos principios y esos valores que inspiran a nuestro Ejército.

Esos principios y esos valores servirán de mapa y de brújula en momentos de dificultades. Y estoy
seguro de que si siguen esos principios y esos valores, obtendrán ese éxito que todos y cada uno de
ustedes tienen en su cabeza, y que todos y cada uno de ustedes le darán a Colombia.

Que Dios los bendiga y muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la ceremonia de


ascenso a subtenientes y generales de la Fuerza Aérea Colombiana
(FAC)

Cali, 10 dic (SIG). “Qué bueno estar aquí en esta gran Escuela Marco Fidel Suárez, y qué honor que me
hacen al permitirme inaugurar este nuevo campo de paradas. Inaugurar un campo de paradas para una
ceremonia tan importante y tan significativa.

Por un lado, el ascenso de los generales de la Fuerza Aérea. Qué honor como Presidente de la
República colocarle los cuatro soles a nuestro Comandante de la Fuerza Aérea, al general Julio Alberto
González.

El general González se ha distinguido toda su vida por servir con pasión, con coraje, con total
patriotismo, a nuestro país; a su institución, la Fuerza Aérea Colombiana; a los colombianos. Se merece
esos cuatro soles.

Ha venido desempeñando la Comandancia de la Fuerza Aérea con grandes éxitos. Y estoy seguro que
esos dos soles adicionales que hoy recibió le van a dar ese empuje y ese entusiasmo para que siga
cosechando éxitos, no solamente para su carrera sino para la Fuerza Aérea y para el país.

También felicito a los generales ascendidos el día de hoy: el brigadier general Gustavo Adolfo Campo, al
brigadier general Hugo Enrique Acosta, y a los brigadieres generales Carlos Eduardo Bueno, Luis
Ignacio Barón y Pedro Ignacio Lozano. Los dos primeros ascendieron al grado de mayor general. Dos
soles es un escalón adicional en su carrera, ya de generales de la República. Merecido por su
incansable trabajo, por sus éxitos, por su integridad.

Y tres oficiales, tres coroneles ascendieron al grado de brigadier general. Tres coroneles que conozco
personalmente. Tres coroneles que se han distinguido también en sus respectivas carreras, y que estoy
seguro que con las nuevas responsabilidades que ahora adquieren van a seguir cosechando éxitos y
dándole satisfacción, gran satisfacción a su Fuerza Aérea y a los colombianos.

También asistimos a la graduación de los subtenientes: 180 subtenientes. Esta Escuela lleva 89 años y
ha graduado 4 mil 208 oficiales: 4 mil 208 colombianos y colombianas que han enriquecido a nuestra
sociedad. Porque graduarse de subteniente de la Fuerza Aérea es un honor, porque aquí los preparan
para lo mejor, porque aquí los entrenan para ser buenos oficiales y buenos ciudadanos, porque aquí les
inculcan los principios y los valores que sirven de brújula y de mapa en la vida, y que han enriquecido
también a una institución que tanto le ha dado al país, como es la Fuerza Aérea.

Ustedes, los nuevos subtenientes, deben sentirse muy orgullosos, al igual que sus familias: comienzan
una carrera llena de desafíos, una carrera dura, una carrera con gran responsabilidad, una carrera que
los va a hacer sufrir, pero que también les va a dar alegría y gloria.

Tengo una herida en el alma muy especial, que me ha generado una gratitud con la Fuerza Aérea y con
esta Escuela. Cuando estaban pasando revista en mi posesión como Ministro de Defensa,
infortunadamente perecieron el teniente Germán Ramírez y la subteniente Johana Herrera. Este
teniente y esta subteniente tuvieron un accidente al regresar de la ceremonia del 20 de julio, ceremonia
en la que me posesioné como Ministro de Defensa. Y por eso me dolió enormemente ese accidente. Y
sus familiares fueron los primeros, de muchos familiares que me ha tocado expresarles mis
condolencias.

Esta subteniente era la primera mujer que se había graduado como piloto de combate. Por eso guardo
en mi alma esa espinita, esa herida, que al mismo tiempo me ha permitido admirar más y agradecerle
más a la Fuerza Aérea.

También recuerdo con cierta nostalgia que en el año 1977 vine a esta Escuela por primera vez. Vine
como cadete naval a competir en los juegos interescuelas. Vinimos como éramos los cadetes navales
de ese entonces, y en cierta forma como siguen siendo: orgullosos, sacando pecho y un poco
prepotentes. Y salimos de aquí con el rabo entre las piernas, porque la Fuerza Aérea por primera vez
nos ganó los juegos interescuelas.

Han transcurrido 43 años. Aquí vuelvo como Presidente de la República, y lamentablemente para la
Armada Nacional este año también volvieron a perder frente a la Fuerza Aérea Colombiana.

Pero nos queda algo positivo: que cuando las Fuerzas se unen, como ha sido ya costumbre en la
historia reciente, salen victoriosas. Como se unieron para competir en los Juegos Interamericanos y
Colombia ganó esos Juegos Interamericanos por encima de Brasil.

También competimos en Turquía, con gran éxito, en los Juegos Mundiales. Y me complace muchísimo
que una de las alféreces que hoy se graduó de subteniente, Adriana Jaramillo, obtuvo medalla de plata
y medalla de oro. Medalla de plata en Turquía y medalla de oro en el Suramericano en paso de pista.
Almirante Cely: de pronto podemos llevarnos a esta subteniente para el Almirante Padilla, para la
Escuela, a que entrene a los cadetes navales allá a ver si en la próxima vez tenemos un mejor
resultado.

Subteniente, la felicito mucho. Quiero decirle que usted, al igual que todos sus compañeros, es orgullo
de la patria. Me complace muchísimo poderla felicitar. Siga con ese empuje y siga dando ejemplo.

El deporte es parte de la educación. El deporte es algo que une a una sociedad. Por eso esas medallas
que usted obtuvo. Siga entrenando para ver si logramos medallas en los Panamericanos y de pronto en
los Olímpicos. Muchas gracias y muchas felicitaciones, subteniente.

La Fuerza Aérea Colombiana le ha dado a este país enormes triunfos. En la Segunda Guerra Mundial,
cuando la Real Fuerza Aérea Británica derrotó a los alemanes en los cielos del Canal de la Mancha, el
Primer Ministro Winston Churchill dijo, palabras más palabras menos: ‘Tantos no le han debido nunca
tanto a tan pocos’.

Eso podemos decir nosotros de nuestra Fuerza Aérea Colombiana. Estos últimos años en los que
hemos recobrado la esperanza, hemos recobrado nuestro país, ustedes ven el optimismo de los
colombianos, ya podemos apropiarnos de nuevo de nuestro territorio que había sido usurpado por los
violentos.

Todo ese éxito que han tenido nuestras Fuerzas Armadas, nuestra democracia, que hoy nos señalan en
el mundo entero como un ejemplo, se debe en buena parte a la Fuerza Aérea Colombiana.

Todos los desmovilizados sin excepción confiesan que sentían terror cuando oían el ruido de esos
aviones que ustedes vieron el día de hoy. Donde tenemos absoluto control es en el aire. Y no solamente
tenemos absoluto control en el aire, sino que nuestros pilotos tienen la mejor puntería, son hábiles y por
eso en todo el continente los señalan como los mejores pilotos de cualquier fuerza aérea de todo el
continente. ¡Qué orgullo, qué orgullo!

En todas las operaciones exitosas, operaciones contundentes contra los grupos ilegales, por ejemplo las
de este año: la Operación Némesis, la Operación Fortaleza, la Operación Sodoma, donde se dio de baja
a ese símbolo del terror que era el ‘Mono Jojoy’, ahí estaba la Fuerza Aérea con su contundencia, con
su puntería, con su coraje.

Diría que sin la Fuerza Aérea, ese progreso que hemos logrado no hubiese sido posible. Y lo hacen
siempre respetando los derechos humanos, como lo reconoce inclusive el Comité Internacional de la
Cruz Roja, que ha colocado a la Fuerza Aérea Colombiana como un ejemplo de un arma respetuosa de
los derechos humanos.

Es lo que siempre hemos querido. Y por fortuna ya lo estamos aplicando: peleando con la Constitución
en una mano y con el fusil en la otra, para darle legitimidad a la victoria.

Victoria que, si la Fuerza Aérea sigue con esa contundencia, vamos a lograr más temprano que tarde,
porque hemos avanzado mucho pero todavía falta camino por recorrer. Y la Fuerza Aérea va a cumplir
un papel fundamental en ese trecho que nos falta.

Como lo hizo hace dos días, por ejemplo, en una Operación Beta, en Jambaló, Cauca. Según las
fuentes del DAS, se dio de baja a ocho de esos bandidos e hirieron a diez más.

Tienen que seguir, perseverar hasta que logremos esa paz que todos los colombianos estamos
añorando.

Ustedes los 180 subtenientes pueden mirar para atrás y decir: pasé por la Escuela Marco Fidel Suárez y
porté el uniforme. Algunos de ustedes van a caer en combate. Como cayeron -por ejemplo- este año el
teniente coronel Arturo Colmenares, el mayor Juan Camilo García, el subteniente William Caviedes, el
subteniente Cristóbal Navarro, el técnico segundo Luis Rojas y el técnico segundo Álvaro Gómez.
Cayeron haciendo precisamente un vuelo de inteligencia encima de donde dimos de baja al ‘Mono Jojoy’
dos semanas más tarde.

Nos duelen enormemente esos sacrificios. Nuestro corazón está con sus familias. Pero es también el
precio que se paga para lograr esa paz que todos añoramos.

Muchos de ustedes van a llegar a ser generales de la República. Van a comandar operaciones
importantes y todos podrán decir que portaron el uniforme de la patria, que es el honor más grande que
puede tener cualquier colombiano. Lo digo siempre con orgullo: el honor más grande que he tenido yo
es haber portado el uniforme de la patria.

Recientemente se nos presentó otro enemigo: la naturaleza. Hemos tenido el peor invierno en nuestra
historia. Las peores inundaciones en nuestra historia. Aquí en el Valle del Cauca lo han sufrido en carne
propia. En todo el país.

Llevamos más de un millón 700 mil damnificados. Estamos llegando a los 2 millones. Es algo sin
precedentes. Una tragedia. Una desgracia. Pero una desgracia y una tragedia que nos va a crecer como
colombianos, así como cuando ustedes en la Fuerza Aérea sufren un revés: se crecen y siguen
adelante.

Además esa labor humanitaria que realiza permanentemente la Fuerza Aérea es parte de su activo. Los
colombianos aprecian la Fuerza Aérea porque siempre están presentes en cualquier tragedia,
ayudando, como están presentes en las tragedias en otros países, como estuvieron presentes en Haití,
como estuvieron presentes en Chile, como estuvieron presentes en Perú, como estuvieron presentes
hace unas semanas en Costa Rica.

Me llamó la Presidenta de Costa Rica a agradecerme, a decirme: ‘Qué pilotos los que nos mandó usted,
Presidente Santos, ojalá pudieran quedarse aquí en Costa Rica’.

Esa es nuestra Fuerza Aérea, que combate por un lado, pero al mismo tiempo tiene ese corazón grande
de ayudar a sus compatriotas, siempre sirviéndole a la patria.

Por eso les deseo a ustedes los subtenientes que hoy se graduaron una carrera llena de éxitos. Sus
familiares deben sentirse muy orgullosos. Como debe sentirse muy orgulloso el general Torrado, aquí
presente: su hijo obtuvo el primer puesto de la promoción. Ese es un orgullo grande para cualquier
padre. Lo felicito, general Torrado, está su hijo hecho de esa buena fibra suya, esa buena fibra de la
Fuerza Aérea.

Por eso, queridos subtenientes, miren el futuro con esperanza, miren el futuro con determinación.
Ustedes van a llegar muy lejos, porque esos principios y esos valores que les inculcaron en este
proceso de entrenamiento para graduarse de subtenientes, es algo que le queda a uno toda la vida. Esa
educación militar no se le olvida a uno. Ese orden cerrado donde les enseñan a marchar, se mantiene
hasta el último día de nuestras vidas.

Los felicito de todo corazón a todos los miembros de la Fuerza Aérea, a todos los soldados del aire, a
todos los suboficiales y oficiales. Nos sentimos los colombianos y me siento, como Presidente de la
República, muy orgulloso de nuestra gloriosa Fuerza Aérea Colombiana.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Santos durante la ceremonia de ascensos en


la Escuela Naval ‘Almirante Padilla’

Cartagena 10 dic (SIG). “Me siento muy emocionado de estar esta noche aquí en Cartagena, en la
Escuela Naval ‘Almirante Padilla’, en mi alma máter.

Cuando marchábamos al ritmo del Himno de la Armada sentía una sensación muy especial: una gran
emoción, un gran orgullo y mucha nostalgia porque aquí en esta escuela, en esta gran escuela, aprendí
mucho de lo que he podido utilizar en mi vida.

Aquí aprendí a marchar a 90 grados, siempre me decían en el orden cerrado, ‘90 grados recluta, 90
grados cadete’.

Aquí aprendí a tocar gaita; aquí aprendí a valorar un pastel gloria acompañado de una Coca Cola
después de dos o tres horas de trote; aquí aprendí a odiar el peto; aquí aprendí las matemáticas, la
filosofía, la química, la física, que luego me sirvieron en mi vida; aquí aprendí a pagar castigo, la rutina
disciplinaria que a ustedes los cadetes de hoy no les tocó, pero a los de mi promoción hace 43 años sí.

Aquí en esta escuela me enamoré y por enamorado pagué calabozo. Al calabozo me envió el brigadier
general Carlos Duque, aquí presente.

Aquí aprendí principios y valores, aprendí a amar a esta gran institución: la Armada Nacional.

Aprendí a amar mucho más a mi Patria; aprendí lo que es el honor de portar el uniforme de las Fuerzas
Militares; aprendí muchas cosas que siempre las llevo muy en lo profundo de mi corazón y que nunca
olvidaré hasta que me encuentre con Dios el día de mañana.

La formación de la Escuela de Cadetes ‘Almirante Padilla’ es una formación única, donde ustedes los
que hoy se están graduando van a valorar en la medida en que avancen en sus carreras esos principios,
esos valores que tanto sirven en la vida. Aquí en esta escuela son inculcados y de qué forma.

Aquí aprendí a identificar esos luceros que han sido mi brújula en la vida, lo que es la Patria y los que es
el hogar, como dice ese lindísimo himno de la Armada.

Por eso me siento tan emocionado que ahora como Presidente de la República pueda presidir esta
ceremonia por primera vez, una ceremonia a la cual le doy mucha importancia, porque por un lado
hemos ascendido a una serie de altos oficiales, comenzando por el almirante (Álvaro) Echandía, nuestro
actual Comandante de la Armada Nacional.

Yo he conocido al Almirante Echandía hace ya algún tiempo, tuve el honor y el privilegio de trabajar con
él cuando era Ministro de Defensa, distinguí inmediatamente esa disposición a servirle a su Armada y a
su Patria, esa habilidad, esa integridad para ser un buen oficial, aparte de que además tiene buena
puntería, fue campeón nacional de tiro el almirante Echandía, un gran oficial de inteligencia.

Una parte muy importante de los golpes contundentes que les hemos dado a los bandidos en los últimos
años se los dimos cuando el almirante Echandía estaba al frente de la inteligencia en el Comando
General.

Y hoy lo hemos ascendido al grado más alto que tiene la Armada.

Muchas felicitaciones almirante, muchas felicitaciones porque usted se lo merece con creces.

Y la Armada Nacional debe estar orgullosa de tener un Comandante como usted, almirante Echandía.

Ascendimos a dos contralmirantes a vicealmirantes: al vicealmirante (Roberto) García Márquez, al


vicealmirante (Ricardo) Galvis. A los dos los conozco también de vieja data, dos grandes oficiales que
también honran a su institución.

Y también el día de hoy ascendimos de capitán de navío a contralmirante a Cesar Gómez, el único de
los capitanes de navío que ascendió a contralmirante, y por algo será.

Porque si hay una institución donde opera la meritocracia, donde los mejores son los que se escogen
para ascender, son las Fuerzas Armadas, sus instituciones como la Armada Nacional.

Felicitaciones contralmirante Gómez, a usted y a su familia, por este ascenso.

Y hoy graduamos a 103 tenientes de corbeta y subtenientes de Infantería de Marina, entre ellos a 15
mujeres.

Ustedes entran a una nueva etapa de su vida, a ser oficiales de la Armada Nacional. Es un gran honor
pero también una gran responsabilidad.

Ustedes entran a una carrera llena de sacrificio pero también llena de gloria, llena de satisfacciones,
sirviéndole a la Patria, sirviéndole a la Armada.

Algunos de ustedes caerán, caerán en combate; algunos de ustedes se retirarán de la Armada para
buscar otros destinos en la medida que vayan ascendiendo y algunos de ustedes llegarán a ser
almirantes de la Armada o generales de la Infantería de Marina.

Pero lo que sí les puedo decir a todos y cada uno de ustedes es que van a mirar para atrás y van a
recordar esos años en la Escuela, como los he recordado yo desde que me retire de la Escuela hace 42
años.

Nunca se van a olvidar de esa Escuela Naval de Cadetes y siempre van a recordar lo que aquí les han
enseñado; siempre van a recordar esos principios y esos valores que son tan importantes en la vida y
que en esta Escuela les inculcan a diario, todos los días 7 días a la semana.

Esas brújulas y esos mapas que les servirán a ustedes en momentos difíciles para tomar las decisiones
que correspondan.

Sus familias deben estar muy orgullosas –estoy seguro- de todos y cada uno de ustedes.

Yo recuerdo muy bien una experiencia que tuve cuando me entregaron la primera medalla de alumno
distinguido. Fue la primera vez que vi a mi padre llorar, lloraba como una Magdalena de orgullo, como
deben estar los padres y las madres de todos estos tenientes y subtenientes, porque lo que dice el
Himno de la Armada ‘esos luceros de la Patria y del hogar. Son dos luceros que siempre, siempre
mantendremos los que pasamos por la Escuela, como nuestros faros.

La Armada ha hecho una gran labor a través de la historia. Setenta y cinco años está cumpliendo la
Armada este año. Ha graduado 4 mil 374 oficiales, de los cuales 90 han sido mujeres. Son 4 mil 374
colombianos que han enriquecido la Armada Nacional y la sociedad colombiana, porque aquí lo que
forman son buenos oficiales y buenos ciudadanos.

La Armada Nacional en los últimos tiempos se ha modernizado, se ha preparado, ha sufrido un proceso


permanente de mejoramiento continuo, y los resultados así lo demuestran.

El total de grupos armados ilegales que han sido desmovilizados en el país este año asciende a 2 mil
346, abatidos de esos grupos armados ilegales 503, capturados mil 953.

Buena parte de ese esfuerzo se debe también a la Armada Nacional.

La Armada ha incautado –solo ella- 62 toneladas de cocaína, 13 toneladas de marihuana, 40 kilos de


heroína y ha destruido 200 laboratorios; ha neutralizado a 170 terroristas, a 180 miembros de las Bacrim
(Bandas Criminales) y a 380 narcotraficantes.

Y ha dado también grandes golpes, porque nuestras Fuerzas –afortunadamente- están operando en
forma conjunta Ejército, Fuerza Aérea, Armada y la Policía, y prácticamente todos los golpes que se han
dado han sido con la participación de todas las fuerzas.

Pero la Armada, por ejemplo, puede decir que el golpe que se le dio a esos bandidos alias ‘Canaguaro’
y alias ‘Ciro’, los comandantes de los frentes 35 y 36 (de las Farc) de los Montes de María, quienes
habíamos creído que habían desaparecido, y resurgieron, los volvieron a encontrar la contundencia de
nuestras Fuerzas Armadas y en este caso de la Armada Nacional. 
La Armada también ha participado, y en qué forma, de los golpes recientes que se les han a los
terroristas en los últimos tiempos.

La Armada Nacional es también un símbolo a nivel internacional. Su capacidad para capturar a los
narcotraficantes en altamar ya es reconocida por toda la región y aquí vienen presidentes y oficiales a
solicitarnos ayuda por parte de nuestra Armada.

En fin, la Armada Nacional puede sentirse muy orgullosa de los éxitos que ha obtenido y de la
contribución que le ha hecho al país, para que este país en los últimos años haya podido comenzar a
ver nuevamente su futuro con optimismo.

Los colombianos están hoy llenos de optimismo, optimismo en el futuro, cuando hace unos años eso
parecía imposible. Y eso se le debe a nuestras Fuerzas Armadas y a la Armada Nacional.

Aquí también aprendí yo a navegar y aprendí a marearme.

Aquí tenemos además un ejemplo de un oficial de otra Fuerza que se embarcó en el (Buque) Gloria
pero ese si no se mareó: el general (Óscar) Naranjo, aquí presente.

Me dice el almirante (Edgar) Cely que el general Naranjo, que hoy también ascendió al grado de general
en la Policía, fue parte de la tercera guardia en el Buque Gloria en 1980, pero que era algo muy
especial, porque el general Naranjo se presentaba impecable, inclusive en medio de las más duras
tormentas y por eso le decían ‘Mister Pupi’.

Pero miren lo que le sirvió al general Naranjo haber pasado por el Gloria y haber tenido ese contacto
con la Armada Nacional. Después, muchos años después, sus pares lo escogieron como el mejor
policía del mundo. Estoy seguro que algo de la Armada le quedó y le sirvió para ser el mejor policía del
mundo.

La Armada Nacional también se ha enfrentado a este otro enemigo que nos apareció en los últimos
meses: la naturaleza. Este invierno, que ha sido el peor invierno en nuestra historia, estas inundaciones
que nunca las habíamos visto, que ya cobran más de un millón 700 mil damnificados, cuantiosísimas
pérdidas de toda índole, se calcula que los damnificados pronto van a superar los 2 millones.

Pero hay algo bien importante: que la Armada, como las demás Fuerzas, ha estado presente desde el
primer momento ayudando a sus compatriotas.

Allá están, por ejemplo, en Barranquilla, donde hay una emergencia realmente grave, porque se rompió
el Canal del Dique. Allá estuvimos el domingo pasado viendo cómo el sur del Atlántico se iba inundando
y cada vez se inunda más.

Se está haciendo un gran esfuerzo para taponar ese boquete que se hizo. Ha sido muy difícil por la
fuerza del río: 1.700 metros cúbicos por segundo, pero ahí está la Armada usando su ingenio, usando
su coraje, usando su audacia, apoyando siempre a la población,

Por eso, ustedes, los tenientes de corbeta que hoy se gradúan, deben sentirse muy orgullosos, muy
orgullosos de esta carrera que hoy comienzan. Por eso yo los felicito y me siento también muy
orgulloso, como Presidente de la República, de tenerlos a ustedes como oficiales, de tener una Armada
Nacional como la que tenemos aquí en Colombia, de tener una Escuela de Cadetes ‘Almirante Padilla’
como la que tenemos aquí en Cartagena.

Claro que hay muchas cosas por mejorar.

Por ejemplo, yo recordaba hoy en Cali, que en el año 1967 fui a la Escuela ‘Marco Fidel Suárez’, a la
Escuela de Cadetes, y llegamos los cadetes de la Escuela Naval sacando pecho, muy orgullosos, un
poco prepotentes, y salimos con el rabo entre las piernas porque por primera vez en la historia la Fuerza
Aérea nos derrotó en los Juegos Interescuelas.

Infortunadamente este año sucedió lo mismo: seis medallas únicamente por parte de la Armada
Nacional.

Almirante Echandía, capitán Romero, vamos a ponernos unos objetivos ambiciosos: vamos a incautar
mucha más droga; vamos a dar de baja los objetivos que están a cargo de la Armada, los objetivos de
alto valor; vamos a capturar muchos más delincuentes de las bandas criminales, pero también vamos,
por lo menos, a duplicar el número de medallas en los próximos Juegos Interescuelas.

Y tenemos que comenzar, almirante, por arreglar el gimnasio, que las máquinas ya están obsoletas.

De todas formas hay unos guardiamarinas que se graduaron, que merecen reconocimiento en ese
frente, porque fueron los que ganaron las medallas: la hoy teniente de corbeta Eliana Rojas, sexto lugar
en el Mundial de Turquía en Tiro con pistola; la guardiamarina ahora teniente de corbeta Paula Duque y
la teniente de corbeta, antes guardiamarina, Nora Jiménez, ambas medallas de oro en los Juegos
Interescuelas en pentatlón militar.

Ustedes sacaron la cara por la Armada, las felicito. Y todas mujeres.

De manera que capitán Romero, yo que vengo con tanta frecuencia y aquí vengo a trotar, quiero verlos
entrenando con más brios.
Casi nos traemos una subteniente de la Fuerza Aérea que ganó medalla de oro en Turquía y que
además fue la que ganó también los Juegos Interescuelas del continente, pero dijimos no, nosotros aquí
en la Armada podemos solos superarnos, y eso es lo que vamos a hacer.

De manera que ese es un objetivo en el próximo año, almirante Echandía y capitán Romero: duplicar el
número por lo menos de medallas en los próximos Juegos Interescuelas.

Los felicito tenientes de corbeta, los felicito por lo que han logrado, felicito a sus familias, que deben
sentirse –como decía- muy orgullosos. Les deseo buen viento y buena mar en esa carrera que hoy
comienzan.

Estoy seguro que si siguen las lecciones que aquí aprendieron, si se recuerdan siempre esos principios
y esos valores de la disciplina, de la integridad, del amor por su institución, del amor por su patria, de la
honestidad, les va a ir muy bien. Por eso me enorgullezco como Presidente de haber podido presidir
esta ceremonia, a los 75 años de vida de esta gran Escuela, mi alma mater y la de ustedes.

Muchas gracias”

Palabras del Presidente Santos durante la entrega de viviendas en la


Ciudadela del Bicentenario

Cartagena, 11 dic (SIG). “Este arte de gobernar es un proceso lleno, por un lado, de sinsabores, y por el
otro lado, lleno de satisfacciones.

Sinsabores como cada vez que tenemos que ir –como vamos ahora a Zambrano (Bolívar)- a acudir para
ayudar a los damnificados de este invierno.

Esta ha sido la peor tragedia de nuestra historia. Nunca antes habíamos tenido tantas inundaciones,
nunca antes habíamos tenido tantos damnificados, y por eso estamos empeñados en ayudarles en
todas las formas como sea posible.

Pero también satisfacciones como el día de hoy, de poderle entregar a cerca de 773 familias su casa, de
esas, 139 que son producto directo de la ola invernal, como lo mencionó la Alcaldesa (de Cartagena,
Judith Pinedo).

Esta tragedia de las inundaciones pues ha también generado una gran solidaridad, tanto nacional como
internacional.

Quiero agradecerle a Pablo Gabriel Obregón, a la Fundación Santo Domingo y a la familia Santo
Domingo su generoso aporte, porque Alejandro Santo Domingo el lunes pasado nos anunció 5 millones
de dólares para los damnificados.

Y esto que está haciendo la Fundación, este proyecto, es exactamente el proyecto a través del cual
queremos nosotros convertir esta tragedia en una oportunidad.

Las familias, por ejemplo de San Francisco, conozco bien a San Francisco. Dígame una. Usted, por
ejemplo, la casa que tiene ahora va a ser mejor que la casa que tenía en San Francisco.

Entonces eso es lo que nosotros queremos hacer con el país: que esta tragedia nos una a todos, y que
todos juntos podamos convertirla en una gran oportunidad, y eso es posible si se hacen alianzas como
la que estamos viendo el día de hoy.

El Gobierno Nacional, la Ministra de Vivienda (Beatriz Uribe), la Alcaldesa de Cartagena, con el sector
privado, la Fundación Santo Domingo, con todos los que han venido colaborando en este proyecto.

Si nos unimos todos, podemos convertir esta gran tragedia en una enorme oportunidad para el país.

Eso es lo que yo quisiera. Por eso estoy tan contento de estar aquí, hoy, que después de 11 días, 139
familias que sufrieron la ola invernal ya tengan su propia casa, eso es un récord.
Pero eso se puede, y se puede replicar en muchos sitios si trabajamos todos unidos, como estamos
trabajando aquí el día de hoy.

Por eso me complace muchísimo estar aquí en esta ceremonia, en este evento, que es un ejemplo para
el resto del país de cómo sí se pueden hacer las cosas.

Hay una necesidad, como lo dijo Pablo Gabriel Obregón, infinita, de recursos. Ojalá tuviéramos más
recursos, ojalá pudiéramos ayudar más. No solamente a los damnificados, sino a los millones de
colombianos que necesitan, por ejemplo, casa propia.

Estamos viendo cómo conseguimos, cómo multiplicamos esos recursos, cómo los aprovechamos mejor,
cómo los apalancamos.

En cuanto a los damnificados, que están creciendo a diario el número de damnificados, pues la
capacidad del Estado fue desbordada. Por eso hemos acudido al sector privado, a los organismos
internacionales, a los países amigos, que han respondido.

Ayer anunciaba que el Ministro de Defensa de Israel me llamó y me dijo: ‘Le mando un avión lleno de
ayuda’.

Viene el miércoles el Presidente (de Ecuador) Rafael Correa, va a mandar otro avión lleno de ayuda, y
va a venir aquí a hacer presencia, a ser solidario.

Nos llegaron aviones de Chile, cuando vino el Presidente chileno (Sebastián Piñera); nos llegaron
aviones de Venezuela; nos llegó una ayuda muy importante de la Unión Europea, nos va a llegar ayuda
de Estados Unidos.

En fin, la gente está colaborando, los países nos están ayudando.

Por eso lo que tenemos que hacer es canalizar esa ayuda de la forma más eficiente posible, y que
todos, todos, pongamos nuestro granito de arena.

Ayer se lanzó una campaña –que quiero hacerle propaganda a esa campaña- una campaña a través de
los celulares.

Si llaman al 2010, el SMS, y le preguntan inmediatamente ¿Quiere contribuir con 3 mil pesos? Y usted
dice sí, contribuye con 3 mil pesos.

De ayer a las 5:00 de la tarde a hoy, ya llevamos más de 100 millones de pesos en una sola cuenta de
uno de los operadores, de Comcel.

Quiero decirles a los más pudientes ¡Ayudemos!

Voy a proponerles a los funcionarios del Gobierno que donemos todos un día de salario para los
damnificados.

Me dijo el Presidente del Congreso (Armando Benedetti) que iba a hacer lo mismo. Entonces ya al
Congreso muchas gracias señores congresistas, y voy a proponerle al sector judicial que también haga
lo mismo. Todos juntos.

Esa suma de dinero es bien grande y el Presidente tiene que dar ejemplo, entonces el Presidente no va
a donar un día sino todo un mes de salario para los damnificados.

Si canalizamos bien esa ayuda y si hacemos proyectos como este, vamos a poder salir mejor a la larga,
de lo que estábamos antes de la tragedia.

Es muy importante entender que esta tragedia se puede repetir, porque el cambio climático es
irreversible. El daño que todos nosotros le hemos hecho a la naturaleza es irreversible.

En ese momento preciso se estaba discutiendo en Cancún (México), una conferencia mundial sobre
cómo impedir que se siga deteriorando el medio ambiente y se siga calentando la temperatura de la
tierra.
Todas estas lluvias tienen que ver con el cambio de temperatura en el mar, y lo preocupante es que
estos inviernos no van a ser la excepción, sino la regla.

Por eso es que tenemos nosotros los colombianos, y el mundo entero –pero en Colombia nos ha
pegado especialmente duro por nuestra ubicación de geográfica, por la cantidad de agua que
afortunadamente tenemos y tendremos que aprovechar, muchos países no tienen agua y se les va a
agravar la situación, porque este cambio climático lo que va a hacer es agravar la sequía también- pero
lo que nosotros los colombianos tenemos que hacer es aprovechar esta oportunidad para construir lo
que tiene que construirse para evitar tragedias como ésta en el futuro.

Y así como una familia de esa tragedia puede salir con una casa mejor de la que tenía, estoy
convencido de que el país, unido, podemos también salir mejor de lo que estábamos y hacer obras de
gran envergadura, como por ejemplo, la obra de La Mojana.

Cuántas veces no se inundado La Mojana. Ya es hora de dejar de hacer obritas, parches, que además
salen costosísimos, construyen un dique aquí y viene el invierno y lo destruye. Se perdió la plata. Y
vuelve el otro año y hace lo mismo.

No, tenemos que hacer una obra definitiva, que evite que se siga inundando La Mojana, y que
recuperemos, por ejemplo, esa tierra fértil para producir alimentos, o por ejemplo construir esa carretera
de La Prosperidad, al lado del Magdalena, que se convierta también en un dique que evite que se
inunde toda esa región año tras año.

Por eso estamos empeñados con todo el gabinete, mañana nos vamos a reunir todo el día discutiendo
cuáles son las obras necesarias, urgentes, para mitigar el sufrimiento de la gente y para ver cómo
evitamos la extensión de este daño.

En eso estamos empeñados.

Pero me complace muchísimo que en nuestro trayecto a Zambrano hayamos podido parar aquí a
entregarles estas casas a esas familias que tanto necesitaban.

Y en un concepto que es el apropiado, porque como me decía el Director Ejecutivo de la Fundación


(Mario Santo Domingo), el doctor (Juan Carlos) Franco me decía: ‘Esto no es una casa, esto es una
comunidad, es lo que estamos construyendo, donde estos niños crezcan en un ambiente sano, donde
tengan acceso a la educación, donde tengan acceso al deporte, donde puedan desarrollarse, donde las
familias crezcan en un ambiente sano’.

Eso es lo que me seduce de este proyecto, como dice la Alcaldesa: esa es la Cartagena, y esa es la
Colombia, alcaldesa, que queremos nosotros construir.

Por eso nos pusimos con la Ministra (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Beatriz Uribe) la
meta de un millón de viviendas. Todo mundo nos dijo: ‘¿Para qué prometen lo que no pueden cumplir?’.

Pues lo vamos a cumplir Ministra, lo vamos a cumplir, tenga la absoluta seguridad que lo vamos a
cumplir.

Y si seguimos a este ritmo no solamente lo vamos a cumplir sino que lo vamos a superar.

Y de eso se trata, de ponerse metas grandes, de pensar en grande y de lograr esas metas. Eso es lo
que Colombia necesita y por eso este proyecto es un ejemplo de lo que realmente se puede hacer.

De manera que Alcaldesa, muchas gracias.

Pablo Gabriel (Obregón) muchísimas gracias.

Y a todos, sobretodo a los que físicamente trabajaron para que cuando yo llegara hoy esto estuviera
listo, y que físicamente llevan tres días sin dormir muchas de las personas aquí, yo les agradezco de
corazón.

Y a todos ustedes esta participación en ese proyecto, que creo es un primer paso, un primer paso en lo
que queremos para Colombia, para Cartagena, para tantas ciudades que necesitan que sus habitantes,
sobretodo que los menos favorecidos, tengan por lo menos su casa propia y ojala dentro de un
ambiente sano, dentro de una comunidad sana.

De manera que muchas gracias, y los felicito porque estos es un ejemplo de lo que sí se puede hacer.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos para el programa ‘Urna de


Cristal TV’

Bogotá, 12 dic (SIG). “Este programa, Urna de Cristal TV, estaba diseñado para iniciar en dos o tres
semanas, como un ejercicio de rendición de cuentas y de participación ciudadana, pero dada la
magnitud de la tragedia que estamos viviendo, este invierno que no tiene precedentes en la historia, que
ha causado tantos estragos, hemos decidido, el día de hoy, iniciar el programa con un corte de cuentas
sobre lo que estamos haciendo para afrontar esta tragedia.

En el día de hoy nos reunimos durante todo el día, ya es el tercer Consejo de Ministros que hacemos
para este tema.

Este Consejo ampliado, que contó también con la participación no solo de los ministros y de los
comandantes de la Fuerza Pública y de los representantes de los organismos de socorro, sino también
con los altos consejeros, y también con los participantes del sector privado en Colombia Humanitaria.

¿Qué hicimos?

Cada ministro presentó un balance de los efectos de la tragedia invernal, en cada uno de los sectores
que cada ministro representa.

Se estima que el costo de esta tragedia puede ascender a 10 billones de pesos.

Para dar un ejemplo:

El Ministro de Agricultura reveló que ya existen 600 mil hectáreas afectadas por el invierno.

Por fortuna no podemos aún a hablar de desabastecimiento de alimentos, y hay alimentos en todas las
zonas del país.

Lo que sí se ha afectado un poco es la llegada de ciertos alimentos a ciertos centros de consumo, por el
problema de las vías.

En el balance también se observó que hay 320 mil niños afectados, afectados por la suspensión de
clases en los colegios que fueron afectados por las inundaciones o porque los colegios se están usando
como albergues.

También hay un dato preocupante y que nos obliga a tomar acciones muy concretas: se han notificado 3
mil 705 casos de picadura, de mordedura de serpientes, de culebras, durante este año, con
infortunadamente 27 personas muertas.

Ahí vamos también a tomar medidas muy concretas para evitar que esas mordeduras sean fatales.

Vamos a hacer intensas campañas de prevención de epidemias y de enfermedades por culpa de este
invierno.

Y va a haber un apoyo complementario en materia de medicamentos, de insumos, de sueros, de suero


antiofídico para las mordeduras de culebras, para que toda la población damnificada tenga la oferta más
amplia posible de estas ayudas.

Y hay algo que nos obligó a tomar decisiones muy importantes y muy perentorias: no queremos que ni
un solo niño ni un solo niño, por cuenta del invierno, no termine su año lectivo.

Entonces, donde sea necesario, los primeros meses de 2011 se van a utilizar para terminar el año
lectivo anterior. Que este invierno, entre otros muchísimos objetivos, no afecte la educación de nuestros
niños.

Se va a flexibilizar el calendario escolar, para que los colegios puedan terminar el año en el momento
que sea necesario. Se van a autorizar en los planteles educativos, dobles jornadas educativas para tal
fin.

Los ministros y los altos consejeros, serán delegados del Presidente –y esto también es muy
importante- en todos y cada uno de los departamentos afectados.

La idea no es que vayan a reemplazar a los gobernadores ni a los alcaldes, no. La idea es que sirvan de
facilitadores y de apoyo a los gobernadores y a los alcaldes en la coordinación de esta emergencia.

Coordinadores entre los gobiernos departamentales y municipales, y el Gobierno Nacional.

Se van a destinar recursos para subsidiar a las personas que están en los albergues provisionales, para
que encuentren opciones distintas a estos albergues.

Porque vamos a decirle a la gente que en la medida de lo posible no utilicen los albergues, por temas de
salud pública, y además porque están ocupando colegios que se van a necesitar en un par de meses.

Por solicitud mía, los ministerios van a suspender las fiestas, las fiestas de Navidad y de fin de año.

Van a hacer unas novenas discretas, modestas, pero las fiestas creo que lo mejor –como lo han hecho
en muchas empresas privadas- las vamos a suspender.

Más bien los ministros van a promover la campaña para que los funcionarios  públicos donen un día de
salario, como ya lo habíamos anunciado por parte de la Presidencia de la República.

Otra medida muy importante:

Por decreto vamos a hacer traslados presupuestales en este año 2010, en lo que falta de este año, por
un billón de pesos. Un billón de pesos que va a ser destinado al Fondo de Calamidades.

Además vamos a convocar –y ya aceptaron- a tres instituciones privadas: a Transparencia Internacional,


a Kroll, la firma Kroll, y a Kpmg, que son unos auditores también internacionales, para que nos ayuden a
supervisar el uso de todos y cada uno de los pesos que se van a invertir por parte de Colombia
Humanitaria y por parte del Estado en esta tragedia.

Por supuesto que vamos a pedirle a la Contraloría y a la Procuraduría que también nos acompañen.

Y es más, nos vamos a reunir en esta semana con la Contralora y con el Procurador y con todo el
Consejo de Ministros para establecer los procedimientos que sean necesarios para dar seguridad
absoluta a los colombianos, sobre la forma como se van a invertir estos recursos.

También, durante todo el día de hoy, hicimos un barrido de los diferentes decretos y medidas que
vamos a tener que tomar en los próximos días. Se está afinando la redacción de muchos decretos que
iremos anunciando oportunamente.

Pero nuevamente, nuestro compromiso es que esta tragedia, este desastre, nos obligue a luchar para
salir adelante y vamos, vamos a salir adelante.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la entrega de Premios


‘Lo mejor en educación 2010’

Bogotá, 13 dic (SIG). “En su programa radial del pasado fin de semana, la popular historiadora Diana
Uribe hizo un repaso por la historia del imperio ruso en tiempos de Catalina La Grande.

Y como bien anotó esta historiadora, quien trabaja por la educación trabaja por el futuro; quien trabaja
por la educación trabaja por el largo plazo.

Es así como la recordada zarina, que dirigió los destinos de Rusia a finales del siglo dieciocho, se
concentró en educar a los rusos fundando escuelas y universidades, creando los primeros centros de
educación académica para mujeres, y trayendo desde Francia el conocimiento enciclopedista y el
pensamiento de la Ilustración.

Con estas medidas, Catalina —y por eso también le dicen La Grande— generó un cambio social que se
vio reflejado un siglo después, cuando los hijos y nietos de ese proceso educativo comenzaron a
producir obras geniales.

Fue entonces, en el siglo XIX, cuando aparecieron maestros que deslumbraron a toda la humanidad,
como Dostoievski, Tolstoi, Gogol, Gorki, Chejov, que aún hoy nos asombran con la altura de su literatura
y la profundidad de su conocimiento del alma humana.

¡Quién no recuerda esas grandes obras como Crimen y Castigo, o La Guerra y la Paz, o quién no se ha
emocionado con sus magníficas adaptaciones al cine!

Fue también entonces cuando surgieron músicos impresionantes como Mussorgski, Rimsky-Korsakov y,
por supuesto, Tchaikovski, cuyo ballet Cascanueces y sus hermosas melodías se han convertido en
todo un símbolo de la Navidad.

Fue entonces cuando Rusia avanzó hacia la ciencia, de la que sería uno de los principales exponentes
en el siglo XX.

En suma: las semillas que se siembran con la educación —como las que sembró Catalina La Grande—,
se recogen siempre en términos de progreso, tanto espiritual como material.

En Colombia venimos sembrando estas semillas desde hace varios años y vamos a profundizar la labor
en este cuatrienio, particularmente en el aspecto de la calidad y en el de cerrar las brechas entre la
educación oficial y privada, entre la educación del campo y la ciudad, y entre las regiones.

Por eso esperamos recoger grandes frutos, que hagan que Colombia dé un salto para ubicarse en el
grupo de los países desarrollados, no ya en un siglo sino en cuestión de décadas.

No hay transformación social sin transformar educación

En este sentido, hemos dicho que la educación son los rieles sobre los cuales avanzan las locomotoras
del progreso y el desarrollo.

Ninguna transformación social es posible sin una transformación a fondo de la educación, y vamos, todo
el Gobierno y ojalá con todos ustedes, a trabajar por ella.

Ya hemos avanzado mucho, y muestra de ese avance son los premios ‘Los Mejores’ en educación que
hoy entregamos.

Pero también tenemos enormes retos, y por eso el 10 de noviembre, cuando lanzamos la Política
Educativa, propuse a la Ministra y a todo el sector educativo, que todos los días nos levantáramos y
repitiéramos nuestro objetivo, como si fuera un mantra —cuando uno medita el mantra, es lo que uno
repite, repite y repite—, que dijera ese mantra: Calidad, calidad y calidad.

Uno de los parámetros que nos sirve para saber cómo estamos son las pruebas de evaluación de
estudiantes PISA que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico —OCDE
—, ese grupo de países, que yo no diría que es de países ricos, sino de países de mejores prácticas de
políticas públicas y al que aspiramos nosotros los colombianos a ingresar.

Esa es una de nuestras metas y para ingresar necesitamos estar a la altura de esas mejores prácticas.

Y precisamente, en Mar del Plata, el pasado 4 de diciembre, en una de las tantas cumbres
internacionales a que nos convocan —en este caso la Cumbre Iberoamericana—, el secretario general
de la OCDE, Ángel Gurría, nos entregó a la Ministra Campo y mí los resultados de las pruebas PISA
2009, antes de que se hicieran públicos.

Las pruebas PISA, como muchos de ustedes saben, evalúan competencias en matemáticas, lectura y
ciencias en unos 65 países a nivel mundial.

Algo que llama la atención es que por primera vez se incluyó a la China en estas evaluaciones, y los
resultados fueron sorprendentes.

Los estudiantes chinos literalmente ‘barren’ en todas las modalidades, y China —específicamente
Shanghai— ocupa el primer puesto, con un promedio general de 556 —63 puntos por encima del
promedio de los países de la OCDE, que es de 493—. ¡En el ranking está 16 puestos por encima de
Estados Unidos!

En el caso de Colombia, si bien hemos mejorado desde el 2006, seguimos en el grupo de los países con
los resultados más bajos, 80 puntos por debajo del promedio de la OCDE —¡ni que decir del promedio
de los chinos!—, y el 47% de los estudiantes no logran un nivel aceptable de desempeño.

Los resultados de estas pruebas son, como bien ha dicho la Ministra, ‘un llamado de urgencia’ para el
país.

A nivel de América Latina estamos por debajo de Chile, Uruguay, México y Trinidad y Tobago, y al nivel
de Brasil (al que superamos por sólo un punto).

Se calcula que cada 40 puntos de diferencia equivalen a un año de estudios.

Nuestro puntaje está 143 puntos por debajo del de los estudiantes de Shanghai, lo que significa que, si
los colombianos quisiéramos estar a la altura de los chinos, tal como está nuestro sistema educativo
hoy, ¡tendríamos que estudiar casi 4 años más para alcanzarlos!

Eso les da un panorama de dónde estamos.

Y esos datos nos sirven para dimensionar el tamaño del desafío que tenemos ante nosotros, y la
urgencia de que continuemos buscando la calidad con cada vez más ahínco.

Mi Gobierno está convencido de que, para construir una sociedad más justa, se necesita que todos los
ciudadanos tengan las mismas oportunidades al nacer, que puedan avanzar en la sociedad en las
mismas condiciones, y que el mérito y el trabajo determinen el éxito de una persona en la sociedad.

Gran inversión en educación

Por eso es tan importante, por eso es crucial, invertir en la educación, y por eso es que vamos a invertir
más de 95 billones de pesos durante el cuatrienio.

Y digo invertir porque la educación no es un gasto sino una inversión muy valiosa, una inversión en lo
mejor, que es la inversión en la gente.

Y esto lo sabía el Libertador —ahora que estamos acabado de celebrar el Bicentenario— cuando dijo
una frase que me gusta mucho citar: ‘Las naciones marchan hacia su grandeza al mismo paso que
avanza su educación’.

Dentro de los premios que se otorgan hoy está, precisamente, la Condecoración Simón Bolívar a la vida
y obra de un gran educador, que se le entregó este año al doctor Eduardo Aldana en el grado Gran
Maestro.

Este gran tolimense, profesor y ex decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes y
quien fuera Rector de la misma, como bien se dijo, instaló en Los Andes el primer computador de una
universidad colombiana y llevó el primer computador portátil a una escuela rural.

Yo tuve el privilegio de formar parte del Consejo Directivo de Los Andes durante 17 años y estuve con el
doctor Aldana, donde trabajamos. Y entonces, me acuerdo muy bien, que iniciamos el proceso de
acreditación que ha sido tan importante para sustentar la innegable calidad de este centro educativo.

El doctor Aldana fue también el creador de las pruebas SABER, que hoy son la herramienta más
importante para medir el desempeño de nuestros estudiantes; director de Colciencias, y miembro de la
Comisión de Sabios encargada de hacer recomendaciones sobre el papel de la educación en el
presente y el futuro del país.

Un estudiante le preguntó qué haría después de más de medio siglo de trabajo y él dijo y lo voy a citar:
‘Estimular a amigos y relacionados, estudiantes y colegas de la Universidad de los Andes e Ibagué, a
trabajar por el único sendero eficaz para lograr una paz real y duradera: el desarrollo con equidad de
Colombia y ojalá de otros países con situaciones similares’.

Ojalá tuviéramos más colombianos así: ¡éste es el camino a la grandeza del que habló Bolívar!

Los ganadores

También quiero felicitar a los más de 150 ganadores en cinco categorías, que coinciden con los énfasis
de nuestra política educativa: calidad, cerrar brechas, pertinencia e innovación, primera infancia, y
gestión educativa.

A las universidades, a los programas académicos, a las instituciones de educación preescolar, básica y
media, que resultaron premiados, de nuevo ¡muchas felicitaciones!

Su compromiso con la calidad educativa es un compromiso con el futuro de Colombia.

También quiero rendir homenaje a los mejores estudiantes y a los maestros que, con su esfuerzo, han
hecho posible su excelente desempeño:

Hoy otorgamos los premios al Mejor Saber PRO, y al Mejor Saber 11, que reconocen los mejores
puntajes en los diferentes programas y departamentos.

Muy especialmente saludo a Yesid Rodríguez, mejor Saber PRO nacional; a Sebastián Cadavid y a
Miguel Ángel Ariza, que fueron los Mejores Saber 11 en instituciones oficiales y no oficiales,
respectivamente.

Yo quisiera salirme un poco del libreto, Ministra, y ofrecer lo siguiente. Al mejor profesional, que me dijo
que le faltaban cuatro meses para terminar, le pregunté que qué quería hacer. Me dijo que trabajar en
una institución pública.

Entonces, Ministra que le demos prioridad en cualquier institución del Gobierno donde quiera trabajar
este premiado.

Y a los dos bachilleres, uno me dijo que quería estudiar Física en Los Andes. Aquí veo al doctor Carlos
Angulo (Rector). Le propongo un negocio, doctor Angulo. Ahora que está de moda la asociación público-
privada, bequemos a este estudiante mitad y mitad.

Y el otro estudiante, César Andrés, que dijo que quería estudiar Ingeniería Química en la Pontificia
Bolivariana de Medellín, aquí no está el rector de la Pontificia Bolivariana de Medellín, pero doctora
Martha Lucía (Villegas, Directora del Icetex), propóngale el mismo negocio. Si él dice que no, le
pagamos todo.

Y quiero también hacerle un aporte a los dos colegios rurales, porque me parece muy importante ese
premio; al de Charalá y al de El Tambo, Cauca.

Yo me acuerdo una vez que fui a El Tambo; hace muchos me tocó salir del Tambo escondido en el baúl
de un carro porque estaba rodeado por un lado de paramilitares y por el otro lado de guerrilla.

Yo sé cómo es El Tambo y en Charalá, pues allá está el busto de uno de mis ancestros, de allá viene
parte de mi familia. Entonces les pregunté a las dos rectoras si tenían alguna cancha de deporte y me
dijeron que no, pero que tenían el terreno.

Entonces a las dos les digo: les vamos a regalar la cancha de deporte que escojan; basquetbol, fútbol,
lo que sea.

Esto lo hacemos y Ministra, yo creo que estimulemos bien una cosa que hemos tenido, yo he tenido
siempre, que es la promoción de la excelencia académica. Es muy importante si nuestro programa de
calidad puede tener algún futuro.

Les deseo lo mejor a todos esos muchachos y muchos éxitos en sus estudios.

En otras categorías se hicieron acreedoras de premios las secretarías de Educación de Guainía, de


Medellín, del Chocó y del Tolima, además de instituciones educativas que se destacaron en el tema de
cerrar brechas de calidad, de pertinencia e innovación, de primera infancia, y de gestión educativa.

Son muchos ganadores, muchos esfuerzos, mucho compromiso con la educación, y por eso quiero
pedir para todos ellos —instituciones educativas, secretarías de educación, centros regionales de
educación superior, grupos de investigación, y, por supuesto, para los docentes y los estudiantes— un
buen aplauso, porque lo tienen bien merecido.

Pero la educación no es sólo una cuestión de estudiantes, maestros y administradores.

Los padres de familia son una parte fundamental de la educación.

Por eso, felicito, de todo corazón, a los padres de los estudiantes premiados hoy porque han orientado a
sus hijos por el camino correcto.

Qué orgullo estar acá —y lo digo como Presidente— con los Mejores en Educación del 2010. ¡Todos
ustedes son un ejemplo para el país!

La tragedia invernal

Apreciados amigos del sector educativo:

Hoy los colombianos sufrimos la peor tragedia natural de la que tengamos memoria.

¡Ya son 2 millones de damnificados, cerca de 250 compatriotas muertos y otro centenar de
desaparecidos, 300 mil viviendas afectadas y 650 mil hectáreas inundadas!

Es una verdadera catástrofe, pero es en las dificultades donde los pueblos tienen que crecerse y
demostrar su estirpe.

Dentro de la enorme tarea que nos queda por delante, es indispensable priorizar, y nuestra primera
tarea será preservar las vidas de los colombianos que están sufriendo, y darles albergue y comida.

Otra prioridad, sin duda, tiene que ser mantener el proceso de educación de nuestros niños.

Más de 500 establecimientos educativos en todo el país se han visto afectados por el invierno, algunos
de ellos al punto de no poder repararse y de exigir una reconstrucción total.

Esta situación ha afectado a alrededor de 320 mil estudiantes, ya sea porque sus colegios o escuelas
están en mal estado o porque han tenido que habilitarse como albergues.

Hoy quiero garantizarles que el Gobierno Nacional está haciendo todos los esfuerzos —y eso lo hemos
acordado con la Ministra— para que todos los niños que estuvieron matriculados en el 2010 puedan
terminar este año lectivo y reiniciar sus estudios el próximo año, ojalá en el mes de febrero.

Se flexibilizará el calendario escolar, se autorizarán dobles jornadas y se habilitarán lugares adecuados


para que los estudiantes terminen su año lectivo y comiencen el nuevo.

Y pondremos todo el empeño en la rehabilitación y reconstrucción de la infraestructura educativa


afectada.

No podemos dejar que la inclemencia del tiempo afecte nuestra herramienta más preciada de progreso,
que es la educación.

Como le he dicho a la Ministra, podremos sentirnos muy orgullosos si, después de todo esto, después
de esta tragedia, miramos hacia atrás y podemos decir que, a pesar del invierno, nuestros niños no
perdieron su año de estudios ni se vieron afectados en su proceso de aprendizaje.

Drástica reducción de tasas para crédito educativo

Y quiero hacer, en este escenario inmejorable de premios educativos, un anuncio bien positivo, de
inmensa trascendencia, para los estudiantes del país, sobre todo para los de familias de bajos recursos.

Una de las promesas que hicimos en la campaña fue la de facilitar el acceso y la permanencia en la
educación superior de la juventud colombiana a través de créditos del Icetex.

Hoy comenzamos a cumplir con esta promesa, pues estamos reduciendo la tasa de interés de los
créditos del Icetex, que estaban entre el 12 y el 16% efectivo anual —dependiendo del tipo de crédito—
al 4% efectivo anual durante la época de estudios más un año de gracia.

Es decir, ¡estamos reduciendo las tasas a una tercera o una cuarta parte de lo que son ahora!

Adicionalmente, daremos un año de gracia, una vez terminados los estudios, para que se comiencen a
pagar el crédito y los intereses.

Después del año de gracia —cuando los nuevos técnicos o profesionales seguramente estarán
trabajando—, la tasa será del 8% efectivo anual para graduados de Técnico y Tecnológica, y del 12%
efectivo anual para graduados universitarios. Pwro eso al final del proceso.

En la misma dirección, estamos eliminando las cuotas mensuales de pago de intereses durante la
carrera, que actualmente existen en el crédito ACCES, las cuales resultaban difíciles de pagar a los
muchachos de bajos ingresos mientras estaban estudiando.

Pero también sabemos que el problema de muchos jóvenes no es sólo el pago de la matrícula sino
conseguir para el transporte o para tener una comida nutritiva en sus años de formación.

Más buenas noticias

Pensando en esto, incrementaremos el monto del subsidio de sostenimiento a 630.000 pesos


semestrales durante toda la carrera, y buscaremos que llegue a un número mayor sobre todo de
estudiantes pobres.

Y para cumplir a cabalidad nuestra promesa, todos los estudiantes de escasos recursos que se gradúen
con crédito del Icetex, obtendrán —además de los beneficios mencionados—, una condonación del 25%
de su deuda. ¡La cuarta parte de sus estudios les saldrá gratis!

Para cumplir con estos propósitos, el Gobierno invertirá en este cuatrienio más de 1,2 billones de pesos
en subsidios y condonaciones, triplicando lo hecho durante el cuatrienio pasado.

La meta es entregar 220 mil nuevos créditos en 4 años, lo que representa un incremento del 30% sobre
el promedio anual de créditos entregados en los ocho años anteriores.

Queremos que la falta de recursos deje de ser la razón para que muchos jóvenes se queden sin acceder
a una educación técnica, tecnológica o profesional.

Queremos que la cobertura en educación superior —que hoy está en el 37%— pase al 47%, o incluso
más, en el 2014.

Con estas medidas habrá muchos más jóvenes estudiando y preparándose para el futuro, y menos
jóvenes engrosando las filas del desempleo o las filas de las bandas criminales o la drogadicción o de
tantas actividades nocivas para la sociedad que atraen a los jóvenes cuando no tienen estudio ni
trabajo.

¡Ésta será ojalá una revolución de la educación para los más pobres de Colombia, es decir, lo que
queremos es hacer una revolución de las oportunidades!

Más educación, de más calidad, será la clave para que Colombia produzca en un futuro los hombres y
mujeres que cambiarán la historia no sólo de nuestro país sino también del planeta.

Llegó la hora de cumplir las predicciones del Libertador, y de avanzar, con la educación, hacia la
grandeza.

Y quiero terminar simplemente diciéndole a los 56 mejores profesionales, los que obtuvieron el primer
lugar, que también tendrán prioridad si quieren ingresar al Gobierno, porque ustedes se lo merecen.

Y que los felicito a ustedes y a todos los premiados de todo corazón.


Mil gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la inauguración de la


planta de hidrotratamiento de Ecopetrol en Barrancabermeja

Barrancabermeja, Santander, 14 dic (SIG). “La Biblia nos advertía y nos advierte: unas de cal y otras de
arena. La historia y la vida han transcurrido así, unas de cal, otras de arena.

Unos momentos de angustia, de sufrimiento; otros momentos de felicidad. Unos momentos de éxito,
otros de fracaso.

Y como el doctor Serpa (Horacio Serpa, Gobernador de Santander) creo que lo puede corroborar, en el
arte de gobernar eso sí que es cierto, vive uno permanentemente afrontando problemas con angustia.

Pero también, cuando las cosas se dan produce una enorme satisfacción. Traigo esto a colación porque
estamos viviendo esos contrastes en este momento, en el día de hoy, aquí.

Ley de Víctimas

Quiero comenzar por resaltar y felicitar al Congreso de la República, a la Cámara de Representantes


por la aprobación de la Ley de Víctimas anoche.

Es un paso fundamental en la vida de la Nación, un paso muy importante y los invito a los congresistas
a que hoy y mañana trabajen con todo fervor, porque vamos a poder a aprobar y el país va a poder
señalar esta legislatura como una de las legislaturas más ricas y más positivas en la historia del país, no
solo por su cantidad sino por su calidad y por la profundidad de las leyes y de las reformas
constitucionales que ahí se están aprobando.

Y esa Ley de Víctimas en cierta forma lo que hace es cicatrizar unas heridas causadas por tantos años
de violencia, tantas décadas de violencia, para poder mirar hacia adelante; para poder hacer lo que
hacen los asiáticos y es tratar, en la medida de lo posible, de no quedarse anclados en el pasado, sino
de tener una actitud positiva, esperanzadora y mirar con optimismo el futuro.

Y vuelvo a los contrastes.

En medio de esta desgracia que estamos viviendo, en medio de esta tragedia invernal, donde estamos
llegando ya a los 2 millones de compatriotas, de colombianos afectados por el invierno —la mayoría de
ellos lo han pedido todo en medio de esta ola invernal que no habíamos vivido en nuestra historia, llegar
aquí a esta planta y ver lo que se ha logrado, y ver el entusiasmo de todos y cada uno de los
trabajadores, y ver el compromiso de una empresa que está catalogada como una ‘empresa peligro’ por
los ambientalistas, comprometida con la sostenibilidad, con la limpieza, con la producción de
combustibles limpios, eso lo llena a uno de emoción y de fe en el futuro.

Felicitación a Ecopetrol por pensar en grande

Porque esta empresa, que ha sido la empresa estrella de Colombia, que además haya tenido en eso
una coincidencia, pero también es una previsión, una semana después, ni siquiera una semana, cinco
días después de terminar la reunión de Cancún, poder inaugurar esta empresa donde todos los
trabajadores con los que he hablado lo que primero que resaltaban era su compromiso con respirar un
aire más limpio, más sano, su compromiso con el medio ambiente, eso es lo que lo llena a uno de
emoción y de fe en el futuro.

Yo quiero felicitarlo a usted Javier (Gutiérrez, Presidente de Ecopetrol) y por su intermedio a todos los
trabajadores de Ecopetrol y a todos los contratistas que contribuyeron a esta obra tan importante.

Mil millones de dólares. No todos los días se inaugura una o dos plantas que cuesten mil millones de
dólares.

Y eso lo que también demuestra es lo importante que es pensar en grande, lo importante que es
ponerse metas que al principio pueden ser vistas como inalcanzables. Pero si la gente se une y trabajan
de forma mancomunada como se trabajó para esta planta, los objetivos se logran.

El millón de barriles que usted acaba de mencionar para el año 2014, 2015, como lo pude constatar, ya
la gente está diciendo ‘cumplamos esa meta antes’.

Esta planta, que me decían que en la mitad del camino el Congreso les cambió las reglas de juego y les
puso unas exigencias mayores, en lugar de desestimularlos, los llenaron fue de entusiasmo para
cumplirlas y sobrepasarlas.

Es un ejemplo de una cultura de una cultura empresarial que nos va a dar una señal muy clara sobre el
futuro de este país.

Somos un país con una gran riqueza energética, gran riqueza mineral. Pero también un país con una
gran ambiental.

Efecto irreversible del cambio climático

Y cómo combinar esas dos riquezas es uno de los grandes retos. Y aquí en esta planta lo estamos
viendo. Estamos viendo la solución, estamos viendo la definición de cómo se puede combinar el
desarrollo en general, el desarrollo energético y mineral con la sostenibilidad, con la protección del
medio ambiente.

En Cancún, el domingo pasado al clausurarse esa importantísima cumbre mundial, se catalogó a


Colombia como uno de los países más vulnerables en materia de cambio climático.

Y no era para menos lo estamos sufriendo. Esta tragedia que estamos viendo es consecuencia del
cambio climático.

Estos inviernos que nunca habíamos visto, infortunadamente se nos pueden convertir en la regla y no la
excepción, porque el cambio climático el daño que se ha hecho es irreversible.

Por eso es tan importante que todo el país entienda ese reto que tenemos y todo el país trabaje en
función de protegernos de ese cambio climático, de adaptarnos a esas nuevas circunstancias, como se
está adaptando Ecopetrol.

Por eso digo que es una feliz coincidencia y una inyección de optimismo y de esperanza lo que hoy
estamos inaugurando. Es una demostración de que si se puede, cuando nos proponemos.

Desafío por tragedia invernal

El desafío hacia adelante después de esta tragedia va a ser enorme.

Calculábamos en la última reunión del Consejo de Ministros que ya íbamos en 10 billones de pesos, el
costo de no solamente mitigar el efecto de esta tragedia, sino el costo de la reconstrucción y de la
adaptación.

Pero eso lo que debe hacer es de llenarnos de coraje para enfrentar ese desafío y salir amantes y salir
inclusive mejor de lo que estábamos antes.

Ese es el espíritu con el cual tenemos que afrontar situaciones como la que estamos viviendo.

Y lo que hicieron aquí en esta planta es la demostración de que los colombianos nos crecemos ante la
adversidad y que cuando logramos ponernos de acuerdo en torno a un objetivo, ese objetivo se alcanza.

Me decía el gerente de la Refinería que esta construcción se hizo casi en un 100 por ciento con talento y
mano de obra colombiana.

Que el suministro más o menos se dividía 50-50. Pero esto que estamos viendo hoy, esto que
inauguramos hoy, prácticamente el 100 por ciento fue colombiano.

¡Qué demostración de alta ingeniería! ¡Qué demostración de capacidad! Y ese es el talento que
nuestros ingenieros a lo largo y ancho del país van a tener que demostrar cuando nos pongamos a la
reconstrucción del país después de la tragedia que estamos viviendo.
Quiero, Javier, decirle que esta empresa puede mirar el futuro con mucho optimismo. Y yo como
representante de los accionistas mayoritarios, le digo que estamos muy satisfechos de ver una empresa
en un sector que es el energético, que es un sector locomotora del programa de Gobierno, que ya como
lo hemos dicho tantas veces, es un sector que ya está creciendo por encima del 10 por ciento.

Responsabilidad social y responsabilidad ambiental

Y que cada inversionista que viene a decime que van a invertir en energía o en minerales, yo les digo
me parece maravilloso, bienvenidos. Pero aquí hay, vamos a ser socios —porque así consideramos
nosotros a los inversionistas extranjeros, socios, socios de este desarrollo¬—, pero tienen que
adaptarse a nuestras condiciones, a nuestros principios, a nuestra cultura.

Y les he dicho que hay dos condiciones muy importantes: la responsabilidad social y la responsabilidad
ambiental.

Si comparten con nosotros esos principios, serán bienvenidos y trabajaremos juntos; sino, tendrán
problemas.

Y cómo es de importante dar ejemplo, que nuestra empresa bandera colombiana, Ecopetrol, tenga
exactamente esos principios, el de la responsabilidad social y el de la responsabilidad ambiental.

Y nuevamente esta planta es una demostración de que así será.

El sector petrolero va a seguir creciendo; el sector energético va a seguir creciendo, porque el mundo va
a pedir cada vez más energía.

Pero no cualquier energía. Energía limpia. Y por eso esta también es una demostración de la visión de
esta empresa.

O sea, una empresa en un sector con mucho futuro, una empresa que tiene una cultura interna: sus
trabajadores, sus dirigentes, sus gerentes; una cultura de trabajo en equipo.

Cómo ha cambiado esta cultura en Ecopetrol. Cómo ha mejorado la cultura empresarial dentro de la
empresa.

Y una empresa que tiene además visión de cómo hacer las cosas hacia el futuro, es una empresa que
tiene garantizado ese futuro.

O sea que yo como accionista —ya personalmente, infortunadamente yo vendí cuando estaban a 2.800
— pero ya como Presidente accionista, a nombre del Estado, me siento muy complacido, muy
satisfecho de haber venido el día de hoy a constatar ese paso tan importante que está dando Ecopetrol.

Y de nuevo felicitarlos de todo corazón, porque el país debe sentirse muy orgulloso de este proceso y de
la culminación de esta gran inversión, y con lo que viene hacia el futuro.

Más de 7 mil, 8 mil millones dólares que se van a invertir; no solamente aquí en Barrancabermeja sino
en Cartagena, sino en Cartagena.

Una inversión muy grande, pero una inversión que estoy seguro que va a dar unos dividendos muy altos
para el país, para la empresa y por supuesto, pues, para todos los colombianos.

De manera que muchas felicitaciones y a todos los que participaron, mis agradecimiento.

Esto es algo que nos llena de orgullo y nos llena de entusiasmo para seguir afrontando esas
situaciones, unas de cal y otras de arena.

Muchas gracias”.

Palabras de bienvenida del Presidente Juan Manuel Santos al


Presidente de Ecuador, Rafael Correa

Cali, 15 dic (SIG). “Quisiera simplemente darle la más cordial bienvenida al Presidente Correa.
Este gesto que ha tenido con Colombia en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo, lo
apreciamos enormemente.

Creo que ésta es ya la culminación de este proceso de normalización de nuestras relaciones. El


Presidente Correa ha designado su nuevo Embajador. Le daremos el beneplácito a la mayor brevedad
posible.

Pero sobre todo, Presidente Correa, muchas, muchas gracias, a nombre no solamente de los más de 2
millones de damnificados, sino de todo el pueblo colombiano.

Apreciamos muchísimo esta acción que usted hace el día de hoy, su presencia aquí en este momento.

Sabemos que es una presencia llena de cariño y solidaria en momentos de dificultad, y eso lo
apreciamos enormemente.

De manera que muchas gracias. Ya más tarde haremos una rueda de prensa con el Presidente Correa,
después de visitar los sitios donde se ha concentrado la furia de este desastre natural.

Pero entonces, por el momento mi agradecimiento de corazón al Presidente Correa y a su comitiva por
la presencia en nuestro país”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos con motivo del Concierto
Binacional

Bogotá, 15 dic (SIG). “Maestro José Antonio Abreu: qué placer, qué honor tenerlo aquí entre nosotros.
Muchas gracias por su presencia aquí.

Maestro Gustavo Dudamel: también qué honor tenerlo aquí. Una persona que ya es famosa
mundialmente. Es un orgullo no solamente para Venezuela sino para toda América Latina. Muchas
gracias por su presencia.

Distinguidos músicos, integrantes de las dos orquestas que nos brindan estas bellas melodías en este
grandioso concierto de la Sinfónica Binacional...

Como sé que nos están viendo por televisión en Venezuela, quiero enviarle un saludo al Presidente
Chávez, que estoy seguro que nos está viendo. Agradecerle que nos haya permitido celebrar este
concierto el día de hoy. Y un saludo muy especial al pueblo venezolano, por quien solamente
profesamos amistad, aprecio, respeto y cariño.

Señoras y señores. María Clemencia:

Beethoven decía que la música era una manifestación superior a toda la filosofía. Y diría que tiene
razón. Porque la música inclusive trasciende las palabras. La música llega al oído y no tiene el filtro de
la cabeza sino que llega derecho al corazón y nos hace vibrar.

Por eso la música ha sido considerada a través de la historia como el lenguaje de la amistad. Y qué
bueno que se haya celebrado este Concierto Binacional el día de hoy. Es una feliz coincidencia: esta
mañana llegó el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, a la ciudad de Cali, con un avión cargado de
ayudas. Llegó con su nuevo Embajador. Le respondimos el beneplácito, con la Canciller, creo que en
menos de dos horas. Rompimos un récord. Y restablecimos totalmente las relaciones con Ecuador,
como las hemos restablecido con Venezuela. Esa es una buena noticia.

Con Venezuela qué mejor que este concierto como para sellar esos buenos propósitos, que con el
Presidente Hugo Chávez nos hemos establecido, de acercar a nuestros dos pueblos cada vez más,
respetando nuestras diferentes formas de ser, nuestras diferentes visiones, pero siempre conscientes de
la necesidad de trabajar juntos, de respetarnos dentro de la diferencia para el bien de nuestros pueblos.

La demostración de cómo eso produce beneficios de todo tipo es el concierto del día de hoy. Qué honor
tener a esta Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana con nosotros. Qué honor tener al maestro
Abreu, quien hace 35 años inició ese proceso tan lindo de estimular la música en los jóvenes, sobre todo
los jóvenes más necesitados de Venezuela. Y que produce personajes, maestros, como Gustavo
Dudamel, hoy Director de la Orquesta Filarmónica de los Ángeles.

Para decirles a ustedes los aquí presentes y los que van a escuchar este concierto, el maestro Dudamel
este 31 de diciembre va a dirigir ni más ni menos que la Filarmónica de Berlín, en Berlín. Es de esa talla
la persona que va a dirigir hoy este concierto.

Por eso nos honra muchísimo poder estar aquí. Y como no vinimos a escuchar palabras, más bien
dejémosle espacio a la música. Una música de amistad y de integración. Muchas gracias”. 

Intervención del Vicepresidente Angelino Garzón en la plenaria de la


XVII Reunión Americana de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT)

Señor Presidente, Señor Director General de la OIT, Señoras y Señores Delegados:

En nombre del Gobierno y del pueblo de Colombia reciban nuestro fraternal saludo, el cual hacemos
extensivo al Gobierno y al pueblo de Chile. Al agradecer al Señor Director General de la OIT, la
invitación a esta sesión plenaria, les expreso también, el saludo y la voluntad política de Juan Manuel
Santos, Presidente de Colombia, de continuar trabajando de la mano con la OIT en el desarrollo de
políticas públicas a favor del empleo decente, del diálogo social, de la seguridad social integral, de la
erradicación del trabajo infantil y de la promoción y respeto de las libertades sindicales y de los derechos
laborales como parte integrante de los Derechos Humanos.

Tal como se lo hemos expresado a los empleadores y a los trabajadores colombianos, como también a
los Representantes de la OIT, de otros Organismos Internacionales, a la comunidad internacional y a la
sociedad colombiana en su conjunto, es política y compromiso del Gobierno colombiano, el de trabajar
incansable y decididamente junto con la sociedad civil y la comunidad internacional, por el respeto
integral de los Derechos Humanos, incluyendo los laborales y ambientales como parte de los mismos.

En la búsqueda de materializar dicho propósito, el Gobierno nacional también se ha comprometido entre


otras, con las siguientes metas:

1. Crecimiento económico en promedio anual de un cinco por ciento con relación al producto interno
bruto

2. Creación de tres millones de empleos nuevos con salarios dignos y seguridad social integral

3. Disminución de la pobreza y de la miseria, reduciéndola de un 44% a un 36%

4. Avanzar en el cumplimiento de los objetivos del Desarrollo del Milenio

5. Lucha decidida contra la impunidad, contra la corrupción y contra la criminalidad organizada que
vienen adelantando los grupos armados ilegales, tales como las bandas criminales, el narcotráfico, los
paramilitares y la guerrilla

6. Fomento a la práctica del diálogo social, del entendimiento y la concertación con los diversos sectores
de la sociedad civil, con las otras Instituciones del Estado y con los Gobiernos Regionales y Locales

7. Relaciones de amistad, cooperación y de entendimiento con todos los países del mundo, empezando
por los de la Región y con los diversos Organismos Internacionales.

Colombia es un país en progreso en lo económico, en lo social, en el fortalecimiento de sus Instituciones


Democráticas, en su normatividad jurídica a favor de los Derechos Humanos, incluyendo los derechos
económicos, sociales, culturales y ambientales, lo mismo que los relacionados con los derechos de la
mujer, de los niños y niñas, de la juventud, de las comunidades afro descendientes, indígenas y de la
población LGTBI.

También somos un país en progreso en la lucha contra la criminalidad organizada, el terrorismo, el


narcotráfico y en fin, contra toda la actividad violenta de los grupos armados ilegales. Pero a pesar de
estos avances, reconocidos muchos de ellos por la propia comunidad internacional, empezando por la
Comisión de Normas y otros procedimientos de la OIT, el Gobierno Nacional está plenamente
consciente de las dificultades, de los desafíos y de los problemas que aún tenemos, entre ellos, las
graves consecuencias que nos ha dejado la irracional violencia que hemos padecido durante los últimos
62 años.

A ella se agrega los niveles de inequidad social, de desempleo, de corrupción y de prácticas excluyentes
que aún tenemos, lo mismo que la absurda y criminal violencia de que somos víctimas tanto el Estado
como la población civil, entre ella, los trabajadores y trabajadoras afiliados a los sindicatos, las mujeres,
los maestros y maestras, las minorías étnicas y otras poblaciones vulnerables, los defensores de
Derechos Humanos, diversos sectores empresariales, políticos y personas vinculadas al sector público.

La ruta que hemos escogido para contribuir el fortalecimiento de Colombia como un país moderno y con
prosperidad democrática no es tarea fácil, mucho más, cuando Colombia no ha logrado un clima de total
paz y cuando todavía los grupos armados ilegales tienen capacidad de hacernos daño tanto al Estado
como a la población.

En el marco del desarrollo de esa ruta, también hemos tomado la decisión de avanzar en la reparación a
las víctimas de la violencia y en la restitución de tierras a la población campesina que fue despojada de
las mismas de manera violenta y fraudulenta.

El Estado colombiano ha reconocido que más de tres millones de víctimas, incluyendo población
desplazada, tienen derecho a ser reparadas, superándose así, el absurdo que por muchos años el
Estado y diversos sectores de la sociedad civil, fuimos más generosos con los victimarios y poco
sensibles al dolor de las víctimas.

El proceso de reparación a las víctimas de tan irracional violencia, está proyectado a quince años, con
una inversión aproximada a los 25 mil millones de dólares y con un enfoque diferencial y de prioridad,
empezando por los niños y las niñas, las mujeres tanto viudas como cabeza de hogar y las personas en
condiciones de discapacidad, entre ellas, las que han quedado mutiladas por la cruel y criminal práctica
de la guerrilla de las minas antipersonal.

Nuestra decisión es cumplirle a las víctimas y por eso le solicitamos a la OIT como al conjunto de la
comunidad internacional a que nos ayuden con sus conocimientos y experiencias a fin de no fracasar.

Lo mismo queremos para la política de generación de empleo decente. Colombia, hace más de quince
años no logra llevar el desempleo a un dígito, lo que nos ha colocado como uno de los países de
América Latina y el Caribe con las mayores tasas de desempleo y el cual afecta de manera especial a
las mujeres, a los y las jóvenes, lo mismo que a la población afro descendiente.

En la decisión que tenemos de trabajar por llevar el desempleo a un dígito antes de que termine nuestro
mandato de Gobierno en agosto del 2014, hemos logrado que el Congreso de la República nos apruebe
en el día de ayer, la Ley sobre el primer empleo y en la cual, quedó claramente estipulado, que se
prohíbe a partir del año 2013, tanto en el sector público como privado, la contratación de trabajadores y
trabajadoras a través de cooperativas de trabajo asociado que hagan intermediación laboral o bajo
cualquier otra modalidad de vinculación que afecte los derechos constitucionales, legales y
prestacionales consagrados en las normas laborales vigentes. Igualmente quedó establecido, que el
servidor público que contrate con cooperativas de trabajo asociado para el desarrollo de actividades
misionales incurrirá en falta grave.

Coincidimos con el informe presentado a esta Reunión Regional por el Señor Juan Somavía, Director
General de la OIT, en que es necesario no sólo avanzar en más empleos sino que estos deben ser de
calidad, es decir con salarios justos y seguridad social integral. La experiencia nos está demostrando,
que los países que más han avanzado con economías altamente competitivas, son al mismo tiempo,
países con mejores empleos decentes, mejores indicadores en calidad de vida de la población y de
respeto a los Derechos Humanos.

En la consolidación de políticas públicas y de buenas prácticas empresariales a favor del empleo


decente, es muy importante seguir exigiéndonos más por logros de mayor impacto con relación al
compromiso que tenemos como gobernantes y como padres de familia por la erradicación del trabajo
infantil. Es un verdadero absurdo y una vergüenza para cualquier Estado o sociedad, que mientras
millones de adultos están desempleados al mismo tiempo, haya millones de niños y niñas que están
trabajando.

Es verdad que en muchos países hemos avanzado en la erradicación del trabajo infantil, pero mientras
haya un solo niño o niña que esté trabajando, que sea víctima de maltratos, de prácticas de
reclutamiento forzoso a grupos armados legales o ilegales, de violaciones a su dignidad o que se
encuentre en la calle mendigando un pedazo de pan para mitigar el hambre, ningún gobernante,
empresario, sindicalista o ser humano, podremos estar o dormir tranquilos, porque sencillamente los
niños y las niñas son el principal patrimonio de la humanidad y lo que no hagamos en el presente por
ellos, sencillamente mañana será tarde.

Desarrollo económico, negocios, economías más productivas y competitivas, lo mismo que tratados de
libre comercio o acuerdos comerciales, no pueden desligarse por parte de los Gobiernos y de los
Empleadores, de compromisos muy precisos en materia de generación de empleos decentes, de
políticas de responsabilidad social empresarial incluyendo las relacionadas con la protección del medio
ambiente sano y sostenible, de respeto a las libertades sindicales como parte integrante de los
Derechos Humanos y de no discriminación a la mujer. Es bueno recordar que en el mundo de hoy, no
sólo se globalizaron los negocios y las telecomunicaciones entre otros, sino que también se globalizaron
los Derechos Humanos, que son los derechos de las personas a vivir mejor.

En esa perspectiva, queremos invitarlos a que nos acompañen en el proceso que hemos acordado el
Gobierno nacional, otras Instituciones del Estado, Representantes de la sociedad civil y de la comunidad
internacional, encaminado a la realización en diciembre del 2011 de la Conferencia Nacional de
Derechos Humanos y cuyo objetivo fundamental es la consolidación de una agenda común y la creación
de la Oficina o Centro nacional permanente de Derechos Humanos con participación del Estado, de la
sociedad civil y acompañamiento de la comunidad internacional.

En el caso de Colombia, es política del Gobierno, la defensa tanto de los sindicatos como de los gremios
empresariales como Instituciones de la Democracia. En tal sentido, condenamos enfáticamente los
asesinatos de trabajadores afiliados a los sindicatos y de sus dirigentes, las amenazas de muerte contra
muchos de ellos, lo mismo que cualquier acción criminal contra los empresarios.

En esa perspectiva, continuaremos reforzando los esquemas de seguridad y protección para más de
1600 dirigentes sindicales y conjuntamente con los voceros sindicales y empresariales, con el
acompañamiento de la OIT, queremos seguir reforzando todo el trabajo que nos permita luchar contra la
impunidad, para que haya pronta justicia que permita sancionar a los responsables de los crímenes de
sindicalistas y para que juntos todos, entendamos que la violación de las libertades sindicales, es una
clara violación de los Derechos Humanos.

Reitero desde esta tribuna, la voluntad del Gobierno colombiano, de trabajar de manera permanente con
la OIT, con su Comisión de Normas y con el Comité de Libertad Sindical, para que Colombia, continúe
avanzando por el camino de respeto a las garantías y libertades sindicales, y de impulso al diálogo
social entre empresarios, trabajadores y gobierno. Por eso le damos tanta importancia a la Comisión
Tripartita de la OIT que al más alto nivel nos visitará en el próximo mes de febrero y desde ya, les
manifestamos que de parte del Gobierno colombiano, tendrán no solo todo nuestro apoyo para el éxito
de su gestión, sino también toda nuestra receptividad para que sus recomendaciones nos ayuden a
consolidar a Colombia como un país en progreso.

En este propósito, destaco como hecho positivo, la decisión que han tomado los empresarios
colombianos de colocar en su agenda de trabajo todo lo relacionado con el fortalecimiento de la política
de Estado en materia de Derechos Humanos, incluyendo lo referente no solo a los temas laborales sino
también a sus derechos relacionados con el respeto a las libertades económicas.

Igualmente, quiero informar a todos los delegados y delegadas presentes en esta conferencia, que el
Gobierno de Colombia, hoy tiene la decisión de crear de nuevo el Ministerio de Trabajo, separando del
actual Ministerio de la Protección Social, los temas de salud pública con los temas de trabajo.

Creo que la OIT, tal como recientemente se lo expresé a su Director General, tiene una excelente
oportunidad de asesorar a Colombia, en todo lo relacionado sobre la misión y visión que debe tener un
Ministerio de Trabajo para el siglo XXI y su rol tan importante en temas como la inspección laboral, la
seguridad social integral, el futuro de las pensiones, la igualdad de género, el primer empleo, el empleo
decente, productividad y salarios, diálogo social, relaciones laborales más fraternas y políticas laborales
incluyentes hacía personas en condiciones de discapacidad.

También quiero invitar a todos los delegados y delegadas a esta reunión, a que reflexionemos y
analicemos cómo podemos seguir avanzando a favor de los trabajadores migrantes y por el respeto a su
dignidad y para que no sean perseguidos, maltratados o víctimas de prácticas racistas y xenofóbicas.

En el caso de América Latina y el Caribe, una herramienta que hoy contamos, es el compromiso que se
aprobó por consenso en la cumbre Iberoamericana de mayo de 2007 aquí en Santiago de Chile en
materia de Seguridad Social Integral para la población migrante. La tarea siguiente debe ser que cada
país lo ratifique y lo implemente para bien de los Derechos Humanos de la población migrante.

En materia de seguridad social integral, también deberíamos preocuparnos por el presente y futuro de
millones de personas que habitan en nuestra región y que hoy están en condiciones de discapacidad y
que tienen el derecho a no ser ignoradas, excluidas y a vivir dignamente tal como lo han planteado
varias Resoluciones de Naciones Unidas o la primera cumbre de Vicepresidentes de la Región llevada a
cabo en Quito Ecuador el pasado 10 de diciembre. En ese mismo sentido, debemos actuar frente a las
personas afectadas por el VIH-SIDA tal como lo viene planteando tanto la OIT como la Organización
Mundial de la Salud.

En esa perspectiva, invito, a los Representantes de los Gobiernos, de los Empleadores y de los
Trabajadores para que en cada país y a través del diálogo social, trabajemos de manera conjunta en la
implementación de las recomendaciones que se acuerden en esta conferencia y para que las
diferencias y conflictos que muchas veces se presentan en las relaciones laborales o entre los diversos
actores del mundo del trabajo, no nos lleven a renunciar o a dejar a un lado la cultura del diálogo social,
porque la misma no solo es un principio fundamental del tripartidismo, sino también un pilar muy
importante para mejorar el bienestar de los trabajadores y trabajadoras, la productividad y
competitividad de las empresas, y para la construcción y consolidación de unas relaciones laborales
más fraternas.

Agradezco igualmente, en nombre del pueblo de Colombia, toda la solidaridad y ayuda humanitaria que
nos ha venido prestando la comunidad internacional a raíz de la cruda ola invernal que hemos venido
sufriendo en Colombia en los últimos meses y que hasta el momento nos ha dejado más de dos
millones de personas damnificadas y cerca de 600 personas entre muertas, desaparecidas y heridas, lo
mismo que la afectación de miles de viviendas, de centros escolares, de salud, de empresas, de buena
parte de la infraestructura vial del país y cuyas consecuencias sociales ya las estamos viviendo,
incluyendo la pérdida de miles de empleos tanto en la parte urbana como rural.

Es la más dura tragedia natural que ha vivido Colombia en toda su historia y calculamos que tanto la
ayuda humanitaria que estamos brindando a la población como las obras de reconstrucción del país,
requerirán de una inversión aproximada a los cinco mil millones de dólares. Por eso una vez más
gracias por toda la solidaridad de la comunidad internacional pero al mismo tiempo, en medio de ésta
tragedia, mantendremos nuestro espíritu de solidaridad con todos los pueblos del mundo que vivan
tragedias similares, tal como lo hemos hecho recientemente con el pueblo de Venezuela que está
viviendo una situación similar a la de nosotros.

Al reiterarles el saludo fraternal del Gobierno y del pueblo de Colombia, invito a todas las personas
presentes en esta importante Reunión Regional de la OIT, a los millones de seres humanos que
Ustedes representan, a que nos unamos en propósitos comunes como es la causa de los Derechos
Humanos, entre ellos los derechos de los niños y niñas a tener un presente mejor, de las mujeres a no
ser excluidas o maltratadas, de la juventud a volver realidad su derecho a la educación y al empleo, de
los trabajadores a tener empleos decentes y salarios justos.

En fin, para que juntos todos y todas, empleadores, trabajadores y gobiernos, hagamos un frente
común, por un mundo mejor, sin violación de los Derechos Humanos, con mejores gobiernos y mayor
democracia, porque al final de cuentas la democracia tiene sentido, como gobernar tiene sentido, si
primero son los seres humanos empezando por los niños y las niñas.

Muchas gracias.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la posesión de
magistrados de la Corte Suprema de Justicia

Bogotá, 16 dic (SIG). “Me complace muchísimo este acto de posesión porque pone fin a un impasse que
todos conocíamos y que ya estaba comenzando a causar ciertos problemas no solamente al interior en
la justicia sino inclusive a nivel internacional.

Pero en su sabiduría y con gran habilidad, la propia Corte logró sortear ese impasse y el desenlace final
es éste: la posesión de estos cinco magistrados.

Estamos terminando un año muy importante, diría que histórico. Hoy está terminando también la
legislatura. Creo que si terminamos bien, el día de hoy vamos a poder mostrar, el Congreso de la
República, una legislatura sin precedentes en la historia, por lo menos que recuerde, de las últimas
décadas.

No solamente por su cantidad –y eso no dice mucho porque el número de leyes que se aprueben no
debe ser indicador de buena gestión del Congreso–, sino, lo más importante, por su calidad, por su
profundidad.

En eso, cuando uno combina cantidad, calidad, profundidad de las reformas, el balance es muy positivo.

O sea que estamos –en medio de este desastre invernal que tenemos todos que afrontar con valentía y
con decisión–, por lo menos con dos buenas noticias desde el punto de vista institucional y de nuestra
democracia.

Un Congreso funcionando como nunca antes, por lo menos que recuerde, y unas Cortes también
funcionando ya a plenitud.

Por eso me place mucho haber podido posesionarlos a ustedes cinco y decir que ya la Corte tiene su
panorama totalmente clarificado y que se podrá dedicar de lleno a sus importantísimas labores.

Dentro de las cuales está la discusión de esa gran reforma que estamos concertando con ustedes, con
todas las Cortes, el gobierno y otros, interesados en que esa reforma que se presente al Congreso sea
la mejor reforma posible.

Ahí cerraríamos con broche de oro ese proceso de reformas que estamos aprobando y que el Congreso
está aprobando en esta legislatura. Y en la próxima, porque dentro del inventario de reformas hay cuatro
actos legislativos que tienen que pasar a la segunda vuelta el año entrante.

De manera que muchas felicitaciones a todos los miembros de la Corte, a los que hicieron posible que
estos cinco magistrados se pudieran posesionar el día de hoy.

Sé que salen ya a las vacaciones hoy. Es buen motivo para desearles unas felices vacaciones, que se
inspiren mucho. El año entrante va a ser un año muy importante para el país. El trabajo de ustedes va a
ser trascendental.

Ustedes saben perfectamente cuál es el espíritu del Gobierno en nuestras relaciones con las Cortes, en
tener las mejores relaciones posibles, respetando la independencia, por supuesto, pero trabajar
armónicamente.

La coyuntura que está viviendo el país a nivel internacional y las posibilidades que se están
presentando, nos dan un margen de optimismo para que todos juntos podamos seguir trabajando para ir
consolidando nuestra democracia y desarrollando nuestro país.

De manera que muchas felicitaciones a ustedes, a sus familias y a los antiguos miembros de la Corte.
Decirles que miramos con mucha expectativa y con gran sentimiento de colaboración el trabajo que
podamos hacer cuando ustedes regresen de las vacaciones.

Mientras tanto desearles una Feliz Navidad, un Feliz Año y que aprovechen las vacaciones para retomar
la energía, que se va a necesitar el año entrante. Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la Novena de
Navidad, en el Batallón Guardia Presidencial

Bogotá, 17 dic (SIG). “Aquí hemos venido con mi señora María Clemencia y mi hijo mayor Martín a
celebrar con ustedes esta Novena, como una señal de agradecimiento, porque al fin y al cabo ustedes
son los que nos cuidan, ustedes son los que nos protegen y ustedes son los que cuidan y protegen a
todos los colombianos.

Por eso cada día estamos más orgullosos y más agradecidos de nuestros soldados y de nuestras
Fuerzas Armadas en general.

Algo que me ha llegado al fondo del corazón, que estimula ese agradecimiento, esa admiración, es el
papel que están jugando las Fuerzas Armadas, nuestro Ejército, nuestra Infantería de Marina, nuestra
Fuerza Aérea, nuestra Policía, en este invierno que estamos sufriendo.

La peor tragedia en la historia de nuestro país, por lo menos desde que se llevan cifras. Nunca hemos
tenido más de dos millones y medio de damnificados. Nunca hemos tenido estas inundaciones que
estamos viendo a lo largo y ancho del país. Pero siempre están ahí presentes las Fuerzas Armadas
ayudando a sus compatriotas en necesidades.

Esta mañana estuvimos en el Sinú, al lado de Lorica, en el departamento de Córdoba. Y allá estaban
nuestra Infantería de Marina, nuestro Ejército, nuestra Policía, ayudando, viendo cómo pueden servir y
cómo pueden minimizar el sufrimiento de tantos colombianos que lo han perdido todo.

Ese es el lado amable de este servicio tan importante que ustedes prestan, aparte de la seguridad
misma, que cada vez, por fortuna está mejor, a riesgo de sus propias vidas.

Por eso hemos venido con mi señora y con mi hijo, con mi familia, a decirles gracias y a celebrar con
ustedes esta Navidad. A decirles que siempre los tendremos en nuestro corazón, siempre serán motivo
de gratitud y de admiración. Gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la apertura de Teletón


Colombia 2010

Bogotá, 17 dic (SIG). “Muy buenas noches a todos los aquí presentes, a todos los televidentes, a todos
los colombianos.

Nuestro país vive hoy bajo el signo de dos valores fundamentales: el valor de la solidaridad y el valor de
la unidad. El valor de la solidaridad es el que nos permite darles una mano a aquellas personas que en
momentos de necesidades la necesitan. Y el valor de la unidad, porque solamente unidos, juntos,
vamos a poder salir adelante de estos momentos difíciles.

Estoy muy emocionado de estar aquí presente hoy en este acto, 15 años después de que el gran Carlos
Pinzón, quien lo animó durante tanto tiempo, 15 años después de haber hecho una gran demostración
de amor por Colombia, nuevamente se revive esta cruzada por nuestro país.

Gracias a Teletón, muchas personas con discapacidad han recibido una ayuda oportuna, un tratamiento
necesario.

Y esta vez cuando se reinicia, tiene dos retos fundamentales. Se divide en dos.

Por un lado, los colombianos con discapacidades, que se calculan que pueden ser cerca de cuatro
millones, y que merecen toda nuestra ayuda.

Por otro lado, los más de dos millones 200 mil damnificados por esta ola invernal, por esta tragedia que
no hemos vivido nunca en Colombia.

Por eso esos dos objetivos loables, nobles, estoy seguro que van a recibir ese corazón que siempre ha
caracterizado a los colombianos en momentos de necesidad.
Conozco el carácter de nuestro pueblo y sé cómo los colombianos van a responder ante el clamor de
estos dos nobles objetivos.

Quiero agradecerle a Teletón Colombia. A su Presidente, Rafael Stand. Quiero agradecerle a RCN y a
Caracol. Sin ellos esto no hubiese sido posible. Al Banco Interamericano de Desarrollo. A su Presidente,
Luis Alberto Moreno, quien fue uno de los grandes promotores para que Teletón regresara nuevamente
a Colombia.

Me acuerdo perfectamente cuando estuve de Presidente electo en Chile. El hoy Canciller de Chile, que
era el Presidente de Teletón allá en Chile, me dijo: ‘El Presidente del Banco me ha insistido mucho en
que llevemos nuevamente Teletón a Colombia’. Por eso muchas gracias, Luis Alberto.

Muchas gracias a los patrocinadores, a los organizadores y a todos los artistas que van a permitir que
estas 27 horas pasen rápidamente, pero sobre todo que pasen con un objetivo cumplido, como es el
que aquí Jota Mario y Luis Alfredo les han venido señalando.

Que nos pongamos todos en los zapatos de quienes necesitan nuestra ayuda. Por eso no más palabras.
Démosle espacio al corazón grande de Colombia. Démosle espacio a la ayuda, porque es hora de
donar, es hora de ayudar. Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la jornada número 18


de los Acuerdos para la Prosperidad

Bogotá, 18 dic (SIG). “Esta semana fue otra bastante agitada.

Estamos en el Acuerdo número 18 para la Prosperidad, que hemos venido mejorando cada vez más, de
acuerdo con los análisis, las opiniones que nos llegan de todas partes.

¿A la gente qué le gusta? ¿Qué no le gusta?

Y lo hemos venido acoplando a esas necesidades para que cumplan con el objetivo de poder discutir los
diferentes temas, los diferentes problemas del país, con la gente que corresponde y en una forma
ordenada y en una forma bastante concentrada. Así hemos pensado que el resultado de estos acuerdos
son más productivos.

Ministra, muy bienvenida, Beatriz Uribe (Ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial).

Y por eso creo que ya más o menos hemos llegado a un punto donde los acuerdos se desarrollan con
bastante facilidad, la gente queda relativamente contenta; por lo menos es lo que recibimos como
reacción cuando hacemos las encuestas, cuando le preguntamos, inclusive, a los propios participantes.

Esa modalidad de tener un día antes discusiones sobre temas específicos ha gustado mucho, porque de
ahí salen propuestas muy concretas y compromisos también muy concretos del Gobierno, a los cuales
se les puede hacer seguimiento.

Pero ahí iremos mejorando. Éste va a ser el último Acuerdo de este año. Ya el próximo sábado es
Navidad y por eso vamos a reanudarlo ¿cuándo es Miguel? (Miguel Peñaloza, Alto Consejero para las
Regiones). El 15 de enero, muy bien.

El problema invernal

Esta semana, como les decía, ha sido bastante agitada. Iniciamos con un Consejo de Ministros
ampliado, donde se discutió la situación del invierno y se tomó la decisión de la Emergencia y los
primeros decretos que han salido durante la semana. Cinco decretos-ley que hemos expedido en el
curso de la semana.

Y además hicimos una cuantificación mínima, mínima de lo que hasta ahora llevamos como destrucción,
como lo que hemos calculado que nos va a costar, y hemos llegado a la cifra de 10 a 11 billones de
pesos.

Ese mismo día se lanzó la ‘Urna de Cristal TV’, que va a ser un sistema a través del cual nos
adelantamos para que esa Urna de Cristal se concentrara casi que exclusivamente en una especie de
rendición de cuentas sobre cómo va evolucionando esta tragedia invernal y cómo el Gobierno ha venido
respondiendo y que se ha hecho casi que día por día.

Esa ‘Urna de Cristal TV’ se transmite los domingos; mañana es la segunda edición que se va a trasmitir
y seguirá trasmitiéndose hasta que esta ola invernal y esta crisis no sea superada.

El lunes fuimos con la Ministra (de Educación, María Fernanda Campo) a algo muy importante, que fue
la entrega de los premios a todo el sector de la educación, la calidad de la educación. A eso le hemos
dado un tremendo, tremendo interés y una gran importancia.

Y a propósito del tema de la educación, ahora que vamos a discutir el Plan de Desarrollo y que vamos a
discutir las medidas y cómo incorporamos el tema del invierno y de la tragedia al Plan de Desarrollo, hay
un objetivo concreto con el cual yo quisiera que todos los colombianos nos comprometiéramos para que
pudiéramos salir de este desastre fortalecidos y es el de no permitir que ni un solo niño, ni un solo niño
pierda colegio por la ola invernal.

¿Eso qué significa? Que vamos a hacer un inmenso esfuerzo de reemplazar las aulas donde han sido
destruidas, llevar los niños a aulas improvisadas, pero que ni un solo niño pierda clase, pierda año,
pierda colegio, pierda su progreso en materia educativa.

Ese objetivo quiero que lo asumamos todos y lo vamos a ir monitoreando departamento por
departamento, identificando cuántos niños han sido afectados, cuántas aulas.

Tengo entendido que ya hay más de 540 colegios que han sido afectados por el invierno, algunos
totalmente destruidos, otros simplemente que no se pueden utilizar, y otros que están siendo utilizados
como albergues.

Y cuando regresen los niños al colegio, pues vamos a tener que solucionar este problema.

De manera que ese es un objetivo muy importante que nos vamos a poner y le vamos a hacer
seguimiento en los próximos días.

Integración con Ecuador y Venezuela

Ustedes vieron cómo el Presidente Correa (Presidente de Ecuador, Rafael Correa) vino con un avión
cargado de ayudas para los damnificados, fue a Cali al municipio de La Victoria, que ha sido uno de los
municipios más afectados por el invierno en el Valle del Cauca.

Ese mismo día hicimos el Concierto Binacional, que fue un espectáculo, los colombianos pudieron verlo
por televisión; los que lo vieron se dieron cuenta que fue un concierto realmente conmovedor.

Y lo que a mí más me conmovió fue un concierto con 100 músicos venezolanos, 100 músicos
colombianos, que al final del concierto, después de esa magistral dirección del maestro Gustavo
Dudamel, que es un joven venezolano que ya es figura a nivel mundial.

Yo decía en el concierto, ese muchacho —pues muchacho ya no, señor—, ese maestro va a dirigir que
ni más menos que el 31 de diciembre la Filarmónica de Berlín. Hoy es el director de la Filarmónica de
Los Ángeles, pero el 31 va a dirigir la Filarmónica de Berlín. Es un día muy especial y eso realmente fue
un privilegio haberlo visto aquí en Colombia, en el Auditorio Julio Mario Santo Domingo, aquí en Bogotá.

Pero lo importante de eso fue la demostración de fraternidad entre los músicos colombianos y los
músicos venezolanos como un sello de la consolidación de ese proceso de mejora en las relaciones
entre Venezuela y Colombia.

Y lo de Correa también tiene ese mismo significado, porque ese mismo día intercambiamos finalmente
ya los embajadores; nosotros le dimos el beneplácito al Embajador ecuatoriano que, dicho sea de paso,
fue dos veces ex ministro, de educación y de cultura.

De manera que eso fue un paso importante en nuestras relaciones.

Prórroga de preferencias en EE.UU.


Y hacia el norte también tuvimos buenas noticias, Estados Unidos, la Cámara de Representantes
aprobó por más de dos terceras partes la extensión de las preferencias arancelarias que tenemos
nosotros para ingresar nuestros productos a ese país.

Eso es un hecho bastante significativo, que en la Cámara de Representantes haya pasado por más de
dos terceras partes. Y las manifestaciones de apoyo a Colombia en la Cámara de los Estados Unidos
fueron bastante dicientes y eso nos da mucho optimismo, que es una especie de paso hacia a,
finalmente ojalá, a la aprobación del Tratado de Libre Comercio.

Estaban discutiendo en el Senado qué hacían con esa decisión, porque estaba esa decisión metida
dentro de un paquete de decisiones que han sido objeto de una gran controversia interna, política, entre
los demócratas y los republicanos en el Congreso y nosotros estamos ahí en una especie de sándwich.

Estaban tratando anoche, lo último que supe era que estaban tratando de resolver el problema, no sé
qué va a pasar; si al fin pasó o no pasó, no sé.

Lo que sí me aseguraron es que si llegara a no ser votado ahora, sería posiblemente votado, como ha
sucedido en otras ocasiones, apenas se reinicie el Congreso, en forma retrospectiva.

Es decir, se aplica la extensión de los aranceles en forma retrospectiva a partir del primero de enero.

Entonces yo espero que ojalá el Senado haya podido arreglar sus asuntos internos y nosotros no
salgamos pagando el plato de la controversia entre los dos partidos en Estados Unidos.

Legislatura ejemplar y responsable

Quiero también celebrar y darle —se lo dije al senador Juan Lozano—, el resultado del Congreso.

El 16 de diciembre, sin necesidad de ningunas sesiones extras y con mucha responsabilidad, el


Congreso de la República aprobó lo que yo consideraría una de las legislaturas más ambiciosas que
haya aprobado congreso alguno en la historia reciente del país. No solo por su cantidad sino por su
calidad.

La forma como se discutió, la forma como el Congreso fue avanzando en la aprobación de reformas
constitucionales y proyectos de ley. Y cómo finalmente se llegó a la aprobación de casi el ciento por
ciento de los proyectos que se han presentado, es algo que hay que celebrar.

El Congreso ha sido blanco de muchas críticas. Y es blanco de muchas críticas, no solamente aquí en
Colombia sino en el mundo entero.

Pero es justo y es necesario también resaltar la labor del Congreso cuando hacen una buena labor, y en
esta ocasión, doctor Juan Lozano, fue un Congreso ejemplar.

El comportamiento de los partidos políticos; el Partido de la U, el Partido Conservador, el Partido


Cambio Radical, el Partido Liberal, que conforman esa Mesa de la Unidad Nacional, funcionó. Funcionó
bien, funcionó en forma responsable, se hicieron reformas a lo que se había presentado, que fueron
discutidas ampliamente, analizadas con responsabilidad.

Y realmente el país debe celebrar el resultado del Congreso durante este primer semestre del Gobierno.

Avances con la Corte Suprema de Justicia

Y lo mismo diría yo de la Corte Suprema (de Justicia). Ese mismo día, 16 de diciembre, le dimos
posesión, les di posesión a los cinco magistrados de la Corte Suprema que no habían podido ser
elegidos por el conflicto interno dentro de la Corte.

Ese conflicto se superó; se superó en forma también muy responsable. Un poco demorado el resultado,
demorada la solución, pero más vale tarde que nunca.

Y creo que podemos decir que la Corte ya se normalizó totalmente. Eligieron Fiscal y ahora eligieron los
cinco magistrados; se posesionaron los cinco magistrados.

Y a partir del año entrante ese problema, que estaba ya causando seria dificultades, con el
funcionamiento de la propia Corte, con el funcionamiento de la Justicia, y para la imagen de la
democracia colombiana, que estaba haciendo mucho daño, eso quedó superado.

Entonces hay que celebrar que en esta semana la labor del Congreso y la normalización del
funcionamiento de la Corte, son dos aspectos positivos.

Asesinato de líder indígena

En el lado negativo, yo quisiera condenar en todas las formas un asesinato el día de ayer. A las 7 y
media de la noche salía de misa un concejal indígena en Caldono (Cauca), Merardo Mera Sandoval.
Dos sujetos lo asesinaron.

Él fue uno de los creadores de la Organización Indígena llamada (Onic), que en cierta forma le hace
competencia a la otra, al Cric (Consejo Regional Indígena del Cauca).

Y por su condición de concejal, pero por su condición de indígena, por su condición de dirigente político,
una persona —y me consta- que siempre era una persona que aportaba soluciones a los problemas de
los propios indígenas, a los problemas de violencia en el departamento del Cauca.

Fue vilmente asesinado el día de ayer y le he dado las instrucciones a la Policía para que haga lo
imposible, y ojala la Fiscalía lo mismo, para encontrar a esos responsables.

Y dentro de ese tipo de asesinatos como selectivos, hay que también destacar una información que me
parece pertinente. Un sindicalista —muy bueno además- que fue en varias oportunidades a Estados
Unidos a abogar por el TLC, o sea un sindicalista independiente, Luis Germán Restrepo Maldonado, que
había sido asesinado hace algunas semanas, pues ya se capturaron a los responsables.

Y el responsable fue un sujeto que se llama John Byron Cardona Sepúlveda, alias “El Gordo’ o alias
‘Jimmy’. Él contrató a una banda de sicarios, la Banda 42, para que asesinaran a este líder sindical. Y
este cabecilla o este individuo, el ‘Gordo Jimmy’, era uno de los cabecillas de una organización que se
denominaba ‘Núcleos Revolucionarios’, que pertenece a una fracción del Eln.

Entonces lo que está sucediendo es asesinatos selectivos de personajes que van en contra de las
políticas de estos grupos terroristas. Y eso lo vamos no solamente a condenar, sino a combatir con todo
lo que esté a nuestro alcance.

Nuevo correo del ‘Mono Jojoy’

Y hablando de grupos terroristas, algunos me preguntaban qué ha pasado con los correos de ‘Jojoy’.
Los correos de ‘Jojoy’ siguen dando muy buena información, muy buena información que está siendo
analizada por las unidades de inteligencia, pero había una que me llamó la atención y que quiero
compartir con ustedes.

Es un correo del propio ‘Jojoy’ a los miembros del Secretariado. Y ahí se comprueba, se comprueba
cómo las Farc financian las movilizaciones de protestas sociales y las movilizaciones que hemos visto
con cierta frecuencia.

Les voy a leer parte de este correo que será publicado en la web del Ministerio de Defensa.

Dice: ‘Camaradas del Secretariado, saludo revolucionario’.

Esto es de julio primero de este año, julio primero de este año.

‘Primero, les sugiero hacer llegara urgente a Bogotá 200 mil dólares del dinero que el Embo destinó
para lo del 20 de Julio en Bogotá, que está en manos de Carlos Antonio’.

Ese es Carlos Antonio Lozada.

'Los que se entregarían en la capital a los que dice Iván. Con eso cubre comida y otros gastos´.

Luego hay un segundo punto, donde dice: ‘Lo que nos informa Iván de la alimentación, los gastos son
astronómicos para nuestras raquíticas finanzas, pero nos toca disponer de recursos. Se hace necesario
que ya diga cada bloque y comando conjunto de las Farc EP cuánto aporta. Cada bloque aporta a cada
manifestación.

Tercero. Pienso así: Aportes. Bloque Oriental, 400 millones de pesos; Sur, 300 millones; Magdalena
Medio, 200 millones; bloque Iván Ríos, 100 millones; Bloque Caribe, 50 millones; Bloque Móvil, 200
millones; Comando Conjunto Occidental, 200 millones; CCC, 100 millones; para un total general de mil
550 millones de pesos.

Ese dinero lo ponemos en manos de Iván y él nos pasa las cuentas. Lo que nos quede lo dejamos como
reserva para los gastos que tenemos que seguir haciendo con base a lo que salga para el futuro del
evento del Bicentenario. Si falta, nos toca agrandar los aportes’.

Esto es fuera de los actos que se hacen por bloques y comandos conjuntos, y firma ‘Jorge’.

O sea, lo que muchos venían señalando y otros decían que eso era un señalamiento injusto, que eso no
era cierto, con este correo se confirma que efectivamente las Farc ayudan a financiar una parte de estas
movilizaciones y lo vemos aquí claramente. Creo que es una información bastante interesante.

La ola invernal

Finalmente lo de la ola invernal, que ha sido el centro de atención de todo el país y de todos nosotros en
todos estos días,

Fuimos a Santander, fuimos al Valle del Cauca, ayer estuvimos en Córdoba vigilando la situación.

Hemos estado en permanente contacto con los gobernadores, con los alcaldes.

Y hemos venido también mejorando la organización de cómo vamos a administrar y a enfrentar este
problema.

Nosotros tenemos un sistema, un sistema que está funcionando afortunadamente, que no estamos
improvisando. El sistema tiene unos mecanismos, se llama el Sistema de Atención y Prevención de
Desastres; y tiene comités locales, comités regionales, un comité nacional.

Ese sistema ha venido funcionando para la distribución de la ayuda humanitaria. Como les he dicho, eso
tiene unas fases y unas prioridades.

Para nosotros la fase número uno y la prioridad es evitar las muertes, es poder ayudar a los
colombianos que han sufrido y que no tienen nada en este momento, que lo han perdido todo, que no
tengan hambre, que no se enfermen, que tengan algún tipo de albergue, la ayuda puramente
humanitaria.

Allí hemos podido atender a la inmensa mayoría, la inmensa mayoría de los colombianos que han tenido
que ser evacuados de sus casas, de sus hogares normales de habitación por el invierno.

Lo que pasa es que los números siguen creciendo, ya vamos en dos millones 200 mil colombianos. Eso
es una cifra que nadie nunca se hubiera imaginado.

Y por supuesto tenemos que acrecentar la capacidad que nosotros tenemos en este momento para
poder seguir atendiendo el número de damnificados, porque aquí los damnificados van a durar mucho
tiempo.

En la medida que continúe el invierno y no puedan volver, o que tengan que reubicarse, ese es un
proceso que dura mucho tiempo.

Y por eso lo que estamos haciendo es, al sistema que hoy tenemos, al Sistema de Prevención y
Desastres que hoy está funcionando, a lo que estamos organizando de Colombia Humanitaria, que es
como una cuenta para que esa cuenta comience a financiar varias actividades, le vamos a sobreponer
una estructura todavía más importante. Una estructura que nos de la suficiente flexibilidad, que no sea
una estructura pesada sino que sea flexible y ágil para poder atender los problemas.

Estrategia para atender la emergencia

Pero que también tenga la capacidad de tomar las decisiones y ejecutar los recursos con la eficiencia y
la eficacia que requiere esta situación.

Y eso es lo que estamos diseñando, poniendo en marcha. Esta semana vienen los expertos, los mejores
expertos del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) a darle como quien dice el último retoque a esta
gran estructura. La hemos venido elaborando cuidadosamente con los expertos del mundo entero sobre
este tipo de problemas, sobre este tipo de desafíos.

Y lo que queremos es, como les digo, tener una estructura muy importante, que abarque la totalidad de
los problemas, que se dividen en tres: el problema de la atención humanitaria, el problema de la
reparación y el problema de la reconstrucción.

Esos tres desafíos, esos tres retos, son los que tenemos que afrontar con toda la dedicación y con todo
el empeño del caso.

Lo que sí les diría es que tengan un poco de paciencia pero tengan fe, que de esto vamos a salir
adelante; vamos a salir adelante fortalecidos.

Lo que he visto yo en todo el recorrido es una población con ganas de ayudar, con ganas de ser
solidaria, con ganas de salir adelante de esta tragedia y eso lo vamos a hacer como Nación, lo vamos a
hacer como pueblo. En eso no tengan la menor duda que vamos a salir adelante fortalecidos.

Va a ser duro, va a ser difícil. Nunca nos hemos enfrentado a una tragedia de la naturaleza de esta
magnitud. Pero lo vamos a vencer y vamos a salir fortalecidos.

Ayer se inició, estuvimos anoche dándole el golpe de inicio a la Teletón, que se va realizar durante 27
horas.

Creo que mañana termina la Teletón, que después de 15 años no estaba presente en Colombia. Una
parte de esa plata va a ir a los damnificados.

Hemos venido recibiendo de todos los países mucha ayuda. Llegó un avión cargado, como lo decía, de
Ecuador, llegó un avión de Israel, ha llegado ayuda de Brasil, ha llegado ayuda de Estados Unidos,
ayuda de muchos países. No tengo aquí la lista, por eso no quiero seguir mencionándolos, porque de
pronto dejo a alguno por fuera. Y a todos ellos, muchas gracias.

Y mucha ayuda del sector privado colombiano. Mucha ayuda de los colombianos que han venido
donando, algunos en la cuenta 2010 de Comcel, dos mil diez, con tres mil pesos.

Y eso ha venido sumando y sumando, y ahí vamos recogiendo dinero. Como les digo, va a costar
mucho dinero este proceso, pero vamos a salir adelante.

Y dentro de ese proceso, pues está el Plan de Desarrollo, cómo acoplamos este gran desafío al Plan de
Desarrollo, y ese es el motivo de este Acuerdo para la Prosperidad.

Algunos me han preguntado de la donación que anunciamos, del día de sueldo por parte de la
Presidencia, y que yo dije que yo donaba mi salario entero.

Entonces me han preguntado mucho, bueno ¿pero cuánto es? Que dé la cifra. Entonces aquí la tengo,
porque creo que el pueblo colombiano tiene todo el derecho de saber cuánto gana el Presidente. La
cifra exacta —y aquí está el comprobante de la consignación—, 17 millones 919 mil 749 pesos.

Eso es, menos que los senadores, muy bien.

Plan Nacional de Desarrollo

Este Acuerdo para la Prosperidad es bien importante, porque el Plan de Desarrollo debe ser un proceso
de internalización de ese plan por parte de los colombianos, de una discusión permanente para que los
colombianos se apropien del plan, para que los colombianos entiendan cuál es el camino que vamos a
seguir para cumplir los objetivos que tenemos en el Gobierno. El objetivo de Prosperidad para todos. Es
un objetivo lleno de metas bastante ambiciosas pero metas realizables,

Yo siempre he sido un convencido de que si no nos ponemos metas altas, nunca vamos a lograrlas. Y
por eso el plan tiene unas metas ambiciosas y como les decía al principio el plan incorpora, y esto es
parte de la discusión que yo creo que los colombianos deben tener en este momento, y deben además
estar enterados, cómo juega este Plan de Desarrollo con los enormes desafíos que nos va a dejar esta
ola invernal. Y cómo podemos conjugar —tenemos tiempo todavía—, el plan debe aprobarse en el
Congreso a mediados de mayo, o sea, que de aquí a mayo vamos a poder irlo refinando, irlo mejorando
y la participación de los colombianos en ese proceso es muy importante.

Porque cuando en cualquier política pública los ciudadanos en cierta forma se sientan participes en las
decisiones, se sienten que en una u otra forma fueron consultados o fueron enterados, se vuelven parte
integral de esa política pública, se vuelven partidarios, la apoyan.

Cuando se mantienen al margen, cuando no los tienen en cuenta, cuando simplemente los sorprenden,
la reacción natural es ‘no me gusta, no lo quiero’. Y por eso es tan importante este proceso de
socialización y por eso le doy tanta importancia a este Acuerdo para la Prosperidad.

El Plan, como ustedes lo saben, se llama Prosperidad para Todos. Aquí está con una lectura bastante
corta como para que todos los que estén interesados tengan algo para leer durante la Navidad.

Pero es un plan la verdad que muy bien concebido, es un plan coherente. Lo que se hace en un lado
tiene que ver con lo que se hace en el otro.

El éxito en los planes de desarrollo tiene que ver mucho con la coherencia. Que lo que hace uno con la
mano derecha no se vaya a neutralizar con lo que hace uno con la mano izquierda, sino que todo tenga
un sentido y todo tenga una dirección.

Yo creo que lo que hemos logrado en este Plan de Desarrollo, con un gran trabajo de mucha gente, a la
cual quiero agradecerle muchísimo, empezando por el Director de Planeación (Hernando José Gómez),
todos participaron, es un trabajo técnico muy bien hecho, muy bien concebido.

Inclusive este Plan de Desarrollo lo vamos como a poner a prueba antes de mayo, con algunas
instituciones y algunas personalidades que han mostrado interés; es decir, queremos colaborar.

La Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) como ustedes saben, es esa
organización que reúne a los países, algunos dicen que son los países ricos y yo digo que no, son los
países de mejores prácticas.

Yo estuve reunido hace, hoy exactamente hace exactamente 15 días, en Mar del Plata, con Ángel
Gurría, el Director General de la Ocde. Y ellos nos van como a servir de veedores o de caja de
resonancia y también de críticos en el Plan de Desarrollo.

Y yo creo que es una ayuda muy importante porque entonces nos pueden comparar con lo que han
hecho otros países en los temas que les conciernen.

Y otro grupo de personalidades, que vamos a ver si los traemos aquí a Colombia antes de mayo; yo he
hablado con todos ellos por separado pero quiero traerlos, quiero que coincidan.

Es un grupo que se ha creado como espontáneamente y que tiene unas ideas sobre el gobierno ideal, el
programa ideal para países de América Latina. Ahí está el ex presidente Felipe Gonzalez (del Gobierno
español), que ha ayudado mucho, está el ex presidente Cardoso (Fernando Henrique Cardoso) de
Brasil, está el ex presidente (Ricardo) Lagos de Chile, está el ex presidente Sanguinetti (Julio María
Sanguinetti), del Uruguay.

Vamos a traerlos y a discutir con ellos el Plan de Desarrollo. Cada uno de sus países qué ha hecho
sobre lo que nosotros estamos proponiendo, cómo podemos mejorar y esa es la forma como las
políticas públicas finalmente se diseñan y se elaboran bien.

Es socializando, es discutiendo y por eso, repito, le doy tanta importancia a este Acuerdo para la
Prosperidad.

De manera que sin más preámbulo, doctor Hernando José, lo dejo a usted con su Plan de Desarrollo y
para que discutamos el plan con los diferentes interesados.

Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Santos en el reconocimiento a los miembros
de la Fuerza Pública heridos en combate

Bogotá, 20 dic (SIG). “Este es un evento agridulce. Por un lado, ve uno las consecuencias de esta
confrontación en que estamos hace ya tantos años en este país, vemos el sufrimiento que esto produce.

Pero por otro lado vemos el temple de nuestros soldados de tierra, mar y aire y de nuestros policías, su
vocación de servicio, su vocación de sacrificio, el cumplimiento de esa promesa que hacen al ingresar a
nuestras Fuerzas Armadas, cuando dicen que están dispuestos hasta el sacrificio máximo.

Esta situación, es una situación que todos lamentamos, pero que hay que perseverar precisamente para
que eventos como éste, ojalá podamos suspender, podamos decir ya no hay necesidad, nunca más, de
hacer un evento nobilísimo, Julio Sánchez Cristo –y en eso no tenemos palabras de agradecimiento-
porque lo que ustedes han hecho durante los últimos 10 años es una de las causas más nobles que
puede hacer cualquier empresa o cualquier ciudadano.

Pero qué bueno sería poder decir: ya no hay necesidad de retribuir a nuestros héroes de la Patria con
una pequeñísima (suma) –porque así el aporte sea significativo, se haya cumplido la meta- esto que le
entregamos a cada soldado de tierra, mar y aire, a cada policía, que ha ofrecido parte de su vida, es
muy poco frente a lo que ellos han ofrecido y han sacrificado por el país.

Y ojalá podamos decir: no podemos hacer estos eventos, no debemos hacer estos eventos, no hay
necesidad de hacerlos porque no hay heridos en combate.

Pero para llegar allá necesitamos perseverar.

Y estamos cada vez más cerca, aunque los últimos trechos son los más difíciles, las fieras acorraladas
siempre son más peligrosas, y lo estamos –infortunadamente- viendo en estos últimos tiempos.

Este año sacrificaron su vida, han sido muertos, asesinados, cerca de 460 miembros de nuestra Fuerza
Pública, de nuestras Fuerzas Armadas, y han  sido heridos más de 2 mil. Es una cifra importante y no
dejaré de luchar hasta que no haya ni uno solo.

Por eso, nuestro objetivo es la paz, la paz en este país, pero para alcanzar la paz no podemos bajar la
guardia un solo milímetro. Y hay que hacer mucho sacrificio y hay que seguir perseverando.

Por eso, cuando uno ve el espíritu de estos soldados, de estos héroes, de estos policías, que han sido
discapacitados cumpliendo con su deber, pero que mantienen su ánimo, su fe en la causa –que fue lo
que dijo el soldado que acaba de hablar- eso es un ejemplo para el resto del país. Fe en la causa.

Y es lo que nosotros todos debemos tener: fe en nuestro país, fe en nuestro futuro, porque solo así
vamos a cumplir con los objetivos.

Por eso digo yo que esto es un evento agridulce. Es agrio por lo que ve uno que tiene como
consecuencia esta situación, pero dulce cuando ve uno el temple de nuestros héroes: nuestros soldados
y policías.

Como agridulce es esta Navidad y la situación que estamos viviendo. La tragedia más grande que ha
sufrido la Patria en su historia. No recordamos de una tragedia que haya tenido tal cantidad de
damnificados. Ya llevamos más de dos millones 200 mil damnificados.

La reconstrucción de lo que ha sucedido es un desafío enorme, pero si seguimos el ejemplo de estos


soldados, si tenemos fe en la causa, vamos a salir adelante y vamos a salir adelante airosos, inclusive, y
ese es mi sueño, que podamos decir el día de mañana que salimos inclusive mejor de lo que estábamos
antes, que como dicen los chinos, que de esta crisis generamos una oportunidad.

Pero qué buen ejemplo el que ustedes soldados, ustedes policías, le están dando al país. Un ejemplo de
sacrificio, un ejemplo de amor por su Patria, y se los agradezco como se los agradece el pueblo
colombiano, de todo corazón.

Quiero agradecer también a todos los que pusieron su granito de arena. Unos más, porque tienen más
capacidad, unos menos, pero se cumplió la meta. Eso en estas circunstancias, en las actuales
circunstancias, creo que es una demostración del ánimo que tiene el país en este momento de
solidaridad, que es lo que estamos percibiendo a lo largo y ancho del territorio.

El pueblo colombiano está mostrando su temple, está mostrando su coraje y está mostrando su
solidaridad.

Que la Teletón haya logrado cumplir con sus metas, muchos decían que eso iba a ser imposible. Se
logró.

Inclusive, muchos decían que la meta que se había puesto la W tampoco se iba a cumplir. Se cumplió.

Y como decíamos al principio: eso es una cuantía simbólica, porque lo que les debemos a estos héroes
es muchísimo más.

Y pueden llevarse ese dinero con el convencimiento de que lo importante es lo que está en el corazón.
Y su corazón debe estar henchido de orgullo, porque el nuestro está lleno de agradecimiento y de
admiración y de respeto por todos y cada uno de ustedes.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente de la República, Juan Manuel Santos, en el


homenaje al Presidente de la Cámara, Carlos Alberto Zuluaga

Medellín, 20 dic (SIG). “Sócrates decía que “la buena conciencia es la mejor almohada para dormir”.

Pues bien: creo que el Congreso puede estar satisfecho y con la conciencia tranquila por los resultados
de esta primera parte de la legislatura.

Lo que no pueden los parlamentarios es irse a dormir, sino sólo a descansar, para recargar pilas y
seguir haciendo la tarea el próximo semestre.

Lo que constatamos en los últimos meses fue un profundo compromiso de todos los partidos, que
asumieron los debates con altura, y que han producido un resultado histórico, que el país les reconoce.

Hoy nos congregamos en Medellín para rendir homenaje al honorable Representante y amigo, Carlos
Alberto Zuluaga, un dilecto hijo de esta ciudad y de esta querida tierra antioqueña.

Y lo hacemos por su trayectoria política, que lo llevó desde la Cámara Junior y el Concejo de Medellín
hasta la más alta dignidad de nuestra Cámara de Representantes, en representación de su terruño
paisa y de su Partido Conservador.

Pero, al rendir tributo al doctor Zuluaga, quiero también aprovechar para exaltar el buen trabajo –el
trabajo histórico, repito– del Congreso Nacional para consolidar una nueva era de prosperidad para todo
el país.

Desde Aristóteles, en su obra La Política, hasta Montesquieu, en su escrito sobre el Espíritu de las
Leyes, incluyendo los británicos donde nació el Parlamento, los grandes pensadores han hablado de un
Poder Legislativo autónomo y soberano, que comparta con dignidad la dirección del Estado.

Es más los británicos decían que el parlamento es el poder supremo de la Nación.

Yo creo en el Congreso, ¡creo firmemente en el poder legislativo!, como el órgano popular y


representativo por excelencia de la democracia, y hoy quiero celebrar con ustedes el buen momento del
legislativo colombiano.

Como decía el ex presidente Franklin Delano Roosevelt: “el deber del Presidente es proponer, y el
privilegio del Congreso es disponer”.

Y eso es lo que ha ocurrido en esta primera parte de la legislatura del año 2010-2011.

El Gobierno ha cumplido con su deber de proponer mejores medidas para alcanzar un mejor futuro para
Colombia y el Congreso ha trabajado con seriedad, y ha dispuesto las normas que nos ayudarán a
lograr ese objetivo.

Lo que han hecho ustedes es legislar con sentido patriótico.

¡Muchas gracias, doctor Carlos Alberto Zuluaga, por su liderazgo y su buen trabajo!

¡Muchas gracias a los directores, a los voceros y congresistas de los partidos de la Unidad Nacional!

¡Muchas gracias también a los partidos independientes y de oposición, que estuvieron dispuestos
siempre a votar positivamente las iniciativas que consideraron benéficas para el país!

Sea ésta la oportunidad para destacar los mayores logros de este histórico, repito histórico, semestre
legislativo:

Quiero empezar resaltando dos actos legislativos de la máxima importancia para nuestra Nación, para
nuestro futuro, que ya surtieron su primera vuelta en el Congreso.

Por una parte, tenemos la Reforma a las Regalías, a la que hemos llamado ‘la gran reforma de la
equidad’.

Su aprobación en primera vuelta es símbolo inequívoco de que el Congreso actual está a la altura del
desafío histórico que hoy vive nuestro país.

Porque ésta es una propuesta muy –muy– importante.

Con ella buscamos redistribuir en todo el territorio nacional la riqueza de los recursos del subsuelo –que
son recursos de todos los colombianos– para generar equidad regional, para generar equidad social y
para generar equidad generacional.

También se trata de ahorrar parte de esos ingresos para las épocas de las ‘vacas flacas’, de manera
que podamos mantener los niveles de inversión y evitemos indeseadas fluctuaciones de nuestra
economía.

En ese sentido, aplaudo y agradezco también la aprobación, en sus primeros cuatro debates, del acto
legislativo de la Sostenibilidad Fiscal.

Ésta es una iniciativa de enorme importancia porque eleva a nivel constitucional el principio de que el
Estado no puede comprometerse con gastos que pongan en peligro sus finanzas y el equilibrio fiscal.

Gracias al exministro Óscar Iván Zuluaga, aquí presente, que fue quien presentó este acto legislativo.

Sabemos muy bien que si una economía es incierta y presenta riesgos, los mercados financieros,
internos y externos, cobran más y las deudas de todos nosotros se vuelven más caras.

Con incertidumbre no se invierte en proyectos de largo plazo, tanto nos ha sucedido en el país, no se
planea y no se crece, y por eso vamos a apostar por una economía estable y una economía llena de
certezas.

Con este acto legislativo y el proyecto de ley de regla fiscal –que confiamos tendrá un trámite oportuno
el próximo año– tendremos tasas sostenidas de crecimiento anual, yo espero, de por lo menos el 5 por
ciento al año y un déficit inferior al 2 por ciento.

Y como si fuera poco –y me complace enormemente referirme a tantos éxitos del Congreso en una sola
legislatura– también aprobaron una serie de leyes que están listas para mi firma.

Diría que estos son los mejores regalos que el Congreso les da a los colombianos en esta Navidad.

Son además un magnífico estímulo para nosotros, como gobierno, porque nos muestra que vale la pena
trabajar unidos por el país, propiciando un ambiente de concordia y colaboración, y pensando siempre
en grande.

En primer lugar quiero referirme a una ley vital para la paz y la reconciliación del país, que fue aprobada
en tiempo récord.

Me refiero a la ley que nos permite honrar el compromiso que el Estado asumió con cerca de 30 mil
desmovilizados.

¡Esta iniciativa cumplió todo su trámite en sólo 16 días!

El Congreso de la República mostró allí su compromiso con la reconciliación y la paz del país.

Se trata de un mensaje de respeto por la palabra empeñada que va dirigido a todos esos hombres y
mujeres que tomaron la acertada decisión de dejar las armas.

También está la Ley de Formalización y Generación de Empleo.

Es una gran noticia para el país contar con esta ley para promover el trabajo de los jóvenes y las
mujeres cabeza de hogar.

Es, además, el gran punto de partida para enfocarnos en algo muy importante como es la formalización
y el trabajo de calidad –¡el trabajo digno!–, que son clave para el sostenimiento de la seguridad social.

Estoy seguro de que, al finalizar este gobierno, podremos decir que juntos –Congreso, Ejecutivo, sector
privado– logramos la meta de reducir a un dígito, en forma permanente, la tasa de desempleo.

Otra de las leyes a las que sólo le resta mi firma es la ley ordinaria de la Reforma de Salud.

¡Esta iniciativa –que es necesaria y que involucraba a tantos sectores– ahora es una realidad!

¡Los colombianos estamos muy agradecidos con esta ley!

Con esta ley, entre otras cosas, tendremos un POS actualizado, haremos énfasis en la prevención y
vamos a garantizar atención a los pacientes en todo el territorio nacional.

Como lo prometimos en la campaña, lo prometí aquí en Antioquia, y ya no irá a ser un sistema que
solamente atendía a los de Medellín en Medellín, sino que va a atender a los de Medellín en La Guajira,
en Nariño y en todo el territorio nacional.

Para el año 2014 no habrá diferencia entre el POS del régimen contributivo y el POS del régimen
subsidiado, pues serán uno solo.

¡Y esto nos permitirá concentrarnos en la calidad, calidad y calidad para los servicios de salud que
merecen recibir todos los colombianos y todos los antioqueños!

Una cuarta ley –que ya surtió todo su trámite– es la de Ajuste Tributario, que consideramos como la ley
de la competitividad empresarial.

Con esta ley vamos a eliminar gradualmente la sobretasa del 20 por ciento al consumo de energía en el
sector industrial.

Y teniendo en cuenta las nuevas condiciones del país, los estímulos estarán ahora dirigidos hacía la
creación de empleo, por lo que terminará la deducción del 30 por ciento del impuesto de renta por
inversión en activos fijos.

Otra eliminación gradual será la del 4 por mil, con el propósito de estimular la bancarización del país y
además de normalizar el sector financiero, que con esta Ley en cierta forma y con este impuesto se ha
distorcionado.

Pero ustedes saben ya que no será a partir de 2012, sino desde del año 2014, para usar los recursos de
esos dos años en la atención a las víctimas de la tremenda tragedia que nos afecta.

En todo caso, como lo dijimos en campaña, esta ley de ajuste tributario –que va a generar importantes
recursos al Estado– mantiene intacta nuestra promesa de campaña, por una lado de que el 2014 no
será 4 por mil, sino 2 por mil, y además no estamos subiendo tarifas.

Porque las promesas son para cumplirlas, y este gobierno y este Congreso le estamos cumpliendo al
país.

Una quinta ley aprobada en todos sus debates fue la que reglamenta la reforma política. Es una ley de
gran importancia para fortalecer nuestra democracia, a través de mecanismos como las consultas
interpartidistas. También nos da herramientas para estimular una financiación más clara, más
transparente, de partidos y de candidatos a elecciones populares. Es de la mayor trascendencia,
además, porque podrá aplicarse en las elecciones locales del próximo año.

Querido amigo y honorable representante Carlos Alberto Zuluaga: Reciba de mi parte un especial
agradecimiento y felicitación.

La Cámara que usted preside ya aprobó la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras en los dos
debates que le corresponden.

¡Buen trabajo! ¡Con solo este logro, doctor Zuluaga, ha dejado justificado su paso por la Presidencia de
la Cámara de Representantes!

Usted y sus colegas asumieron esta iniciativa como la deuda moral e histórica que tenemos con tantos
colombianos que han sufrido directamente los estragos de la violencia.

Ustedes comprendieron la responsabilidad que tenemos para ayudarles a cicatrizar sus heridas y poder
mirar con optimismo el futuro.

Lo que vimos en la Cámara fue un trabajo de unidad nacional, sin colores políticos.

Los representantes trabajaron con el único interés de emprender una verdadera transición para
devolverle la paz al país, la paz al campo, y para dar verdad y reparación a tantas víctimas de la
violencia.

Bien decía nuestro Libertador Simón Bolívar: “la superioridad de la fuerza moral inclina hacia sí misma la
balanza política".

Tengo plena confianza en que esa “fuerza moral” de la que hablaba Bolívar se impondrá también en el
Senado de la República –el próximo semestre– para darle aprobación definitiva a la Ley de Víctimas y
de Restitución de Tierras.

De hecho, en el Senado ya quedaron aprobados el Estatuto Anticorrupción, la Ley de Seguridad


Ciudadana y la Ley de Delitos Menores, que ahora pasan a manos de su corporación –doctor Zuluaga–
para ese envión final.

Y debo destacar, finalmente, entre muchos otros logros, la aprobación en la Cámara, en los dos
primeros debates, de la Ley de Ordenamiento Territorial.

¡Eso es un gran avance!

Durante casi dos décadas, 19 intentos sin éxito, ahora se hace realidad que las regiones consagradas
en la Constitución tengan vida, ¡y por fin, por lo menos, recorrimos la mitad del camino!

En su conjunto, todas las iniciativas legislativas que les he mencionado y otras que nos les he
mencionado, pero que también fueron aprobadas, son la muestra de un vigoroso desempeño del
Congreso en este primer periodo.

Yo diría que la Cámara de Representantes –doctor Zuluaga– y el Senado de la República se han


convertido en la “sexta locomotora”.

¡Y no cualquier locomotora, sino la que va al frente del tren del progreso de la Nación!

Su desempeño le ha dado impulso a las otras cinco locomotoras que nos hemos propuesto echar a
andar –a todo vapor– en este gobierno.

¡Porque aquí ha habido no sólo cantidad, sino sobre todo calidad!

A pesar de la intensa agenda, no se vieron las aprobaciones a pupitrazos del pasado, sino que hubo
siempre un estudio serio y ponderado de cada ponencia, a menudo artículo por artículo.

No me cabe la menor duda de que ésta será recordada como una de las legislaturas más
trascendentales en la historia reciente del país.

Y usted, querido amigo, honorable representante Zuluaga, podrá decir con orgullo que estuvo al frente
de la Cámara durante uno de los momentos más lúcidos de la Corporación.

Con estas sesiones que terminaron, hemos dado oficialmente pasos de gigante para darle vida a una
transformación económica, social y política a nuestra República.

Usted doctor Zuluaga, junto a sus compañeros de la Cámara y del Senado, es protagonista de un
momento histórico. Son protagonistas de ese nuevo amanecer al que me referí en mi discurso inaugural;
del amanecer a la prosperidad democrática que nos hemos todos propuesto.

El Congreso le ha dado al país en estos meses un poderoso mensaje de ‘unidad’.

El Partido de la U, el Partido Conservador, el Partido Liberal y Cambio Radical –¡los partidos de la


UNIDAD!– han demostrado una gran capacidad de análisis, de debate y de ejecución.

¡Eso es muy importante! ¡Porque unidos podremos lograr la revolución de la Prosperidad para Todos!

Ustedes han entendido que –muchas veces– lo ideal es enemigo de lo bueno, y que lo importante es
que hay que dar los primeros pasos en la dirección correcta. Y en ese sentido han actuado con
responsabilidad frente a las necesidades del país.

Debo agradecer también a los partidos que no hacen parte de la unidad nacional, porque con sus ideas,
sus observaciones y sus críticas han enriquecido el debate.

El éxito de esta legislatura es de todos y cada uno de los congresistas.

Alguien decía que “más que las ideas, a los hombres los separan los intereses”.

Pero lo que ustedes han demostrado –contrario a este pensamiento– es que los unen intereses
superiores y colectivos.

Y quiero agregar algo más, sobre todo en estos tiempos en que la inclemencia del invierno nos enfrenta
a la peor tragedia natural de toda nuestra historia.

La Unidad Nacional, que ha sido tan efectiva para impulsar la agenda legislativa, no es sólo una unidad
para pasar leyes.

La Unidad Nacional es mucho más; es una unidad de todo el país en torno a propósitos esenciales, y
tiene que ser ahora –más que nunca– una unidad para que enfrentemos entre todos el inmenso reto que
tenemos por delante.

Más de 2 millones 200 mil víctimas; alrededor de tres centenares de muertos; más de 300 mil viviendas
afectadas; cerca de un millón de hectáreas inundadas; pueblos enteros naufragando, son un llamado
urgente a la acción colectiva.

El Gobierno no puede solo; el Estado mismo –incluyendo al Congreso– no puede solo.

Por eso hemos convocado, y hemos comenzado a recibir, ayuda de todas partes, ayuda internacional.
Por eso esperamos contar con el concurso de todos los partidos políticos sin excepción, de las ONG, de
las asociaciones sin ánimo de lucro, de las organizaciones sindicales, de los gremios y, en general, de
todos los colombianos.

¡Tenemos que unirnos! Tenemos que crecernos como nación para salir fortalecidos de esta crisis.
Porque es en las dificultades cuando se muestra el temple y el coraje de los pueblos, ¡y ahora nos tocó
nuestro turno de hacerlo!

La solidaridad ha sido inmensa, pero no podemos parar, porque el invierno no ha terminado y porque la
labor de rehabilitación y de reconstrucción no será de meses, sino de años.
Dentro de las medidas que estamos tomando en desarrollo de las facultades que nos da la emergencia
económica, hoy quisiera anunciarle a los Presidentes del Congreso, del Senado y la Cámara, y a todos
ustedes, un nuevo decreto que estamos expidiendo.

Se trata de una reforma al Fondo Nacional de Calamidades, que le dé más flexibilidad necesaria para
que se tomen las decisiones de forma eficiente y ágil, para que los recursos se giren sin demoras, y
para que se garantice la transparencia.

¿Porque qué está pasando? Que hay demasiados obstáculos y demasiadas exigencias y hay mucha
gente que está diciendo: ‘no me está llegando la ayuda, no me está llegando a tiempo’. Eso no lo
podemos permitir. Mañana mismo vamos a expedir esa facultad para que la ayuda le llegue a tiempo a
todos esos millones compatriotas que están sufriendo.

Vamos a simplificar los mecanismos para los giros a las regiones damnificadas, y haremos que los
recursos para la atención humanitaria se envíen de forma inmediata a los alcaldes y gobernadores,
quienes serán los responsables del buen uso de esos recursos.

Sabemos que la emergencia no da espera y que los damnificados necesitan urgentemente comida,
albergue, servicios básicos. Así que los mandatarios regionales contarán con los recursos para
proporcionarlos, girados por el Fondo –que ya hemos fondeado con 1 billón de pesos–, y podrán
legalizarlos hasta 30 días después de recibidos, con base en los censos respectivos.

Y aquí hay algo muy importante, que quisiera yo repetir, es el control social para que los recursos
lleguen a donde debe ser, y se utilicen bien.

Estamos pidiendo el acompañamiento de la Procuraduría y la Contraloría, mañana nos vamos a reunir


con el señor Procurador y la Contralora, y todo el gabinete, y de otros organismos especializados como
Transparencia Internacional, como KPMG, como Kroll Associates, como las Cámaras de Comercio.

Pero también necesitamos el concurso de la misma ciudadanía, de la red de ONG’s, de los cogestores
de la Red Juntos, para que nos ayuden a vigilar y nos avisen de cualquier irregularidad, demora o
desviación en la entrega de las ayudas.

Y hago un pedido adicional a los alcaldes y gobernadores.

Así como en el Gobierno Nacional ha ordenado que las partidas del presupuesto de los ministerios que
estén sin ejecutar, se destinen todas a la atención de la emergencia, también los mandatarios
regionales, que tengan remanentes en sus presupuestos, deberían hacer lo mismo.

Que no se quede un peso sin ejecutar en las arcas de municipios y departamentos, y que se destinen al
Fondo de Calamidades, para que lleguen a los colombianos que hoy más lo necesitan.

¡Para eso sirve la Unidad Nacional! Para que juntos nos levantemos de esta situación, para que juntos
realicemos las obras, y para que juntos vigilemos el debido uso de estos recursos.

Yo sueño –y los invito a trabajar por ese sueño– con que de esta tragedia saldrá una Colombia mejor
que la que teníamos antes.

Cuando veo el coraje de los que están sufriendo, cuando veo su voluntad de lucha, cuando veo el amor
y el esfuerzo de los que están ayudando, me convenzo de que así será.

¡Colombia saldrá fortalecida, saldrá renovada de esta tragedia!

Y permítanme terminar diciéndoles, doctor Zuluaga, querido amigo, apreciados Congresistas miembros
de la Unidad Nacional, que hoy se hace realidad la frase de ese gran escritor del siglo de oro, el español
Francisco de Quevedo.

El decía: “Uno a uno, todos somos mortales, pero juntos somos eternos”.

Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos luego del sobrevuelo por
Gramalote, Norte de Santander

Cúcuta, 22 dic (SIG). “Acabo de sobrevolar este pueblo –muy lindo, además- yo no conocía Gramalote,
y qué pueblo tan bonito.

Les quiero decir, primero que todo, que siento mucho lo que ha sucedido. Son cuestiones del destino, la
naturaleza, nuestro Señor. Contra eso es poco lo que se puede hacer, pero es mucho lo que se puede
hacer de aquí en adelante.

Entonces yo vengo a decirles a todos los ciudadanos de Gramalote que vamos a reconstruir el pueblo.

Y no solo que vamos a reconstruir el pueblo, sino que vamos a quedar mejor que antes, vamos a quedar
mejor que antes.

Vamos a hacer unos estudios geológicos pertinentes lo más pronto posible, para que ustedes mismos
escojan dónde quieren reconstruir a Gramalote, y ustedes escogen cómo se quiere reconstruir.

Les vamos a dar toda la ayuda, y he hablado con el Gobernador (de Norte de Santander, William
Villamizar) y créanme que Gramalote va a quedar mejor que antes.

Allá veía –inclusive- el colegio de las Hermanas Bethlemitas, y estaba al lado el convento. Si quieren
todo eso lo reconstruimos, todo.

Y si quieren que pinte amarillo el colegio, lo pintamos de amarillo.

Inclusive alguien me preguntaba: ‘Oiga Presidente ¿y usted si va a permitir que la estatua de Laureano
Gómez la pongan ahí?’.

Pues yo voy a decir que estamos en el Gobierno de la Unidad Nacional, y claro que vamos a poner la
estatua de Laureano Gómez.

Vamos a ver cómo hacemos para, con el Gobernador, con el Alcalde (de Gramalote, Rafael Celis),
ayudarles en ese periodo de transición.

Vamos a acelerar ese proceso. Eso se demora porque ustedes saben que Gramalote fue construido
después del terremoto. O sea que se ubicó supuestamente para protegerse del terremoto, y mire lo que
acabó de suceder.

Entonces tenemos que escoger muy bien el sitio, para que esto nunca más vuelva a suceder.

El sitio, y para además traerles las ayudas necesarias para que la actividad económica del pueblo se
mantenga e inclusive se mejore.

Sé que es un pueblo muy cafetero, yo vengo del gremio cafetero, he trabajado con él hace mucho
tiempo, vamos a pedirle a la Federación de Cafeteros que nos ayude también a esa reconstrucción.

Vamos a ver cómo podemos darles otras actividades económicas, para que no solamente construyamos
un pueblo bien bonito, bien lindo, mejor que el de antes, sino que tenga una actividad económica más
dinámica. Esa es la idea, y créanme que yo me voy a comprometer personalmente para que eso suceda
a la mayor brevedad posible.

Vamos a escoger a Gramalote como un ejemplo de lo que vamos a hacer con este país, después de
este invierno, de esta tragedia que hemos vivido a lo largo y ancho de nuestro territorio.

Vamos a salir mejor y más fortalecidos que antes.

Ese es el espíritu con el que venimos a decirles a ustedes aquí, gramaloteros, que no se preocupen,
que van a estar en buenas manos y van a quedar mejor que antes.

De manera que con el Gobernador y con toda la estructura que estamos creando a nivel nacional, que
vamos por supuesto a regionalizar, estaremos pendientes del desarrollo de este proceso.
Ayer, por ejemplo, nos reunimos toda la mañana con todos los expertos del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID). Trajeron a los expertos más connotados en este tipo de situaciones, en administración
de desastres, cómo recuperarnos, cómo administrar la parte humanitaria.

Nosotros tenemos tres fases, que hemos identificado.

La fase humanitaria. La fase humanitaria se concentra en que nadie se vaya a morir de hambre, para
que la gente tenga salud, que tenga un techo donde dormir, toda la ayuda humanitaria y sobretodo
salvar vidas.

Gracias a Dios que con esta tragedia de Gramalote no ha habido un solo muerto, gracias a Dios, pero
en el resto del país ya llevamos casi 300.

Y estamos haciendo todo lo posible para evitar que esta tragedia nos ocasione muertos. La vida hay que
salvarla, la vida hay que preservarla.

La primera fase es salvar vidas y la parte humanitaria.

La segunda fase es lo que hemos llamado la rehabilitación. Eso son las obras urgentes. Me decía el
Gobernador que hay cerca de 18 municipios que están incomunicados por las carreteras.

Entonces esa fase de rehabilitar las carreteras y de rehabilitar los carillones en aquellos ríos que se han
desbordado, lo que sucedió por ejemplo en el sur del Atlántico, que estamos tratando de cerrar ese
boquete que inundó todo, la mitad del departamento, esa es la parte de la rehabilitación.

Y luego viene la parte de la reconstrucción. Y la parte de la reconstrucción por ejemplo es toda la


reconstrucción de Gramalote. Ahí viene todo un esfuerzo financiero, de ingeniería, de ejecución, de
gerencia, que es lo que estamos en este momento acabando de diseñar.

Ayer (martes) estuvimos con los expertos del Banco Interamericano toda la mañana, y toda la tarde nos
reunimos los altos consejeros, ahí estuvo presente el Procurador, la Contralora, las entidades que nos
van a ayudar a vigilar que los recursos se inviertan bien, que no se desvíen para destinos diferentes a
los que deberían estar.

Estamos con ayuda de transparencia internacional, estamos con ayuda de una empresa multinacional,
internacional, que se llama Kroll Asociados, que es experta en este tipo de verificaciones sobre el uso
de los destinos de los recursos.

Estamos con otra empresa que es una empresa mundial de auditores, Kpmg, y las Cámaras de
Comercio van a jugar un papel muy importante en la vigilancia de los recursos.

Yo quiero que ustedes tengan la absoluta seguridad que los destinos de estos recursos son los
adecuados, que se va a manejar la plata con toda la transparencia del caso.

Y ustedes, ustedes serán los mejores veedores, porque estaremos en permanente comunicación con
ustedes para que nos digan ‘mire, aquí hace falta tal cosa, que mire que nos mandaron tal ayuda y aquí
no la estamos viendo’, que ustedes se conviertan en veedores.

Y también quiero que se conviertan en parte de la reconstrucción, que los que puedan trabajar, trabajen
en la reconstrucción, que reconstruyan su pueblo y que eso les va a dar la gran satisfacción, porque
cuando vean la final un pueblo más bonito del que tenían –que es mucho decir, porque ese pueblo era
muy bonito, muy bonito- eso les va a dar a ustedes una gran satisfacción.

Además les va a dar ingresos a aquellas  personas que estén trabajando, que estén ayudando a
construir otra vez ese pueblo, pues eso va a ser también una fuente de ingresos.

De manera que pueden estar tranquilos que el Gobierno Nacional va a estar muy pendiente, muy
pendiente de lo que aquí esta sucediendo.

Yo de veras lamento mucho que les haya tocado esta tragedia y que les haya tocado ver lo que vi
ahorita: al pueblo prácticamente destruido, pero no se desanimen, todo lo contrario, asuman esto como
una gran oportunidad.
Que aquí el Gobierno, el Presidente, todo el Gobierno y todos nosotros estamos detrás de ustedes para
darles ánimo y decirles que no se preocupen que van seguir mejor de lo que estaban antes.

Ahí estamos permanentemente expidiendo decretos, amparados por la Emergencia Económica, Social y
Ambiental que hemos decretado.

Son decretos ley, firmamos uno esta mañana que tiene que ver con la agilización de los recursos del
Fondo de Calamidades.

¿Qué teníamos nosotros? Teníamos un Fondo de Calamidades, con un tamaño adecuado a las
necesidades que habíamos tenido en el pasado, pero esto sobrepasó todo, esto desbordó todo.

Entonces lo que hicimos fue reforzar toda la estructura del Fondo de Calamidades. Vamos a hacer una
junta de gente del Gobierno y de gente del sector privado.

Esa junta va a crear toda la infraestructura, para que la parte humanitaria y la parte de la rehabilitación
se administre con la mayor agilidad posible.

¿Qué estamos encontrando? Algunos problemas por ejemplo de comunicación, alcaldes que no envían
el listado de la gente que necesita ayuda.  Si no envían el listado de la gente que necesita ayuda,
legalmente no se puede mandar ayuda.

¿Qué hicimos con el decreto?

Que se puede enviar la ayuda sin la necesidad de la lista, pero con la obligación para los alcaldes de
legalizar el envío después

¿Para qué?

Para que la gente no vaya a tener ni sufrir hambre.

Eso lo hicimos anoche.

Esta mañana firmé el decreto, es la creación de otro gran fondo –eso todavía   no está firmado, pero lo
estamos diseñando- que sea un fondo que financia la primera y segunda fase.

Ese fondo ya tiene más de un billón de pesos, y lo vamos a seguir alimentando, y no importa cuánto nos
cueste, vamos a hacer todo lo posible para que nadie tenga hambre durante esta tragedia.

Y el otro fondo, que va a ser el de la reconstrucción, pues va a ser el fondo que se va a alimentar con
los recursos extraordinarios que vamos a decretar, posiblemente con la venta de un porcentaje de
Ecopetrol.

Estamos diseñando a ver qué fuentes de recursos, de recursos que vamos a pedir en préstamos, en
recursos de diferente índole, porque esto va a costar mucho.

Pero al mismo tiempo va a ser una oportunidad para que el país, todo el país, asuma esto como un gran
reto, y todos unidos, juntos, podamos salir adelante, y podamos estar mejor de lo que estábamos antes
de la tragedia.

Y ustedes van a estar mejor, repito, de lo que estaban antes de que este pueblo tan lindo hubiera sido
víctima de la naturaleza.

De manera que ánimo, una feliz Navidad.

Yo sé que están en unas condiciones complicadas, pero tengan la seguridad que no están solos, que
vamos a estar detrás de ustedes y que a la larga van a salir mejor.

Yo quisiera, Alcalde y Gobernador, que hiciéramos un compromiso, ustedes conmigo: que ningún niño
de Gramalote y de Norte de Santander –y usted nos  puede ayudar muchísimo en eso- y ojalá ningún
niño de Colombia, después de esa tragedia, puede decir que dejó de estudiar o dejó de ir a la escuela.

Tenemos un problema logístico serio. Cuando reanuden los colegios, dónde ubicamos los niños.
En la mayoría de los departamentos, los colegios están de albergues, pero entonces, si están de
albergues cómo van a dar las clases.

Entonces ahí tenemos un gran reto, y con los profesores, con los alcaldes, ojalá las madres y padres de
familia, vamos a hacer el compromiso de que los niños no vayan a tener colegio. Los niños son nuestro
futuro.

Ya estamos destinando unos recursos muy, muy importantes para adecuar aulas por todo el país.

Y que ningún niño de Gramalote deje de asistir a la escuela por causa de esta tragedia.

Y todo lo contrario, si podemos mejorar de pronto la calidad de la educación, mejor, ¿para qué?, para
que estén mejor que antes.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la visita al macroproyecto de


vivienda Altos de Santa Elena

Cali, 23 dic (SIG). “Antes de referirme a la razón por la cual estamos aquí, quisiera hacer mención de
una par de asuntos que tienen que ver con nuestra política internacional, y también con nuestra política
interna.

Lo primero es celebrar lo que sucedió ayer en el Senado de los Estados Unidos.

La última Ley que aprobó la actual legislatura –porque a partir del 1° de enero entra una nueva
legislatura, a raíz de las elecciones recientes en los Estados Unidos- fue la extensión de las preferencias
arancelarias que goza Colombia en la entrada de sus productos a los Estados Unidos.

Se prorrogó la preferencia durante seis semanas más, y ha sido una bendición a lo que venía la
Cámara, que se ha aprobado –además- con más de dos terceras partes.

¿Cuál es el significado de esta aprobación?

No es tanto la extensión de seis semanas –que es muy corto el tiempo- es el hecho de que hayan
aceptado dividir la discusión y tratar el caso colombiano, como un caso especial.

Es un gesto del Senado americano con Colombia que agradecemos, agradecemos sobremanera.

Y además es un buen preámbulo para las discusiones que estamos sosteniendo desde hace ya mucho
tiempo en torno a la aprobación del Tratado de Libre Comercio. De manera que eso quisiera celebrarlo.

Lo otro que quisiera celebrar, es la aprobación en el Congreso de Chile de una manifestación que hizo
ese Honorable Congreso, considerando a las Farc como un grupo terrorista.

Eso tiene también una gran importancia y tiene un significado político.

Y quiero agradecerle al Gobierno de Chile que siempre ha mantenido esa posición, y ahora el Congreso
de Chile esa manifestación.

No están simplemente haciendo una manifestación política, están simplemente constatando una
realidad.

Yo quisiera aprovechar esa aprobación del Congreso de Chile, para dar a conocer algunos de los
correos que han sido incautados y encontrados después de la operación al ‘Mono Jojoy’, que tienen que
ver con las actividades internacionales de las Farc, para que el mundo entero se dé cuenta cómo operan
y qué es realmente lo que hacen las Farc.

Aquí hay, en primera instancia, unos correos que son viejos –son del 2003- pero que clarísimamente
revelan la intención de las Farc en secuestrar ciudadanos de otros países, en otros países.

Hay uno de marzo 14 del 2003, voy simplemente a leer –esto va a ser publicado en las páginas web-
pero voy a leer la parte pertinente.

El punto número 2 del correo que firman Ricardo, Olga y Marcos, Marcos Calarcá, el que fue de la junta
internacional de las Farc.

Dice así, el punto número 2: “Hay temas que no colocamos, el uno porque consideramos que no debe
quedar escrito en el plan. Se refiere a la propuesta y finanzas de trabajar para realizar alguna retención
de significación en el exterior. La idea es que la comisión internacional pare las antenas sobre esto, y
claro, organizar el trabajo de tal forma que no haya posibilidades de vincular a las Farc”.

Ahí está clarísimamente cómo hacen las cosas y después se esconden para que no los culpen.

Después hay un correo; este es de marzo del 2003, hay otro de agosto del 2003. El punto de ese correo
que le escriben al ‘Mono Jojoy’, dice: “Por aquí nos han inflado lo que usted sabe, con la posibilidad del
secuestro del dueño de un banco de Aruba y Curazao, dicen que en cuatro o cinco horas lo ponen en
una playa cerca a Maracaibo (Venezuela)”.

Otro correo de septiembre de ese año, punto 9, en un informe al secretariado. El punto 9 dice: “Oswaldo
Jefe del Partido Patria Libre, informa de 300 mil dólares nuestros, en su poder, cobrados de un rescate
en trabajo conjunto Farc – PL. Asegura que en Paraguay existen buenas condiciones para trabajos
financieros conjuntos, compra de armas y organización de redes de apoyo a Farc.

“Los controles en la frontera para moverse de Paraguay a Brasil o Argentina, son mínimos. Estos
compañeros tienen un grupo armado sin experiencia en cobro de rescates. Piden nuestra ayuda con un
mando experimentado que haría trabajo clandestino. Allá se consiguen documentos de ese país, para el
tiempo que requiera permanecer ahí. Reciba mi abrazo. Raúl”

Y abajo de ese correo dice ‘Raúl Reyes’: “Un comentario, este informe fue realizado entre los
camaradas Manuel, Jorge y Raúl –o sea él mismo- del cual se extrae propuestas para recibir opiniones
de los demás del secretariado.

Punto 12 de ese mismo informe dice: “Ubicar a Ermes en Paraguay, para coordinar desde la
clandestinidad trabajos financieros conjuntos por los compañeros del Partido Patria Libre”.

Y luego viene un correo más reciente, de mayo del 2009: “Camaradas del secretariado, nuestro abrazo”.
Punto 5°: “En vía del camarada Manuel comenzamos a hacer un trabajo de inteligencia en el Perú, para
echarle mano a un ricachón de allá. Pero no es capitalino, vive en un pueblito de mala muerte, es
empresario.

“El trabajo sería con un amigo de allá, quien sería el encargado de cogerlo y nos los entregaría. Por el
tipo se puede pedir 4 millones de dólares. Nosotros, para no comer cuento, mandamos a conocer al
objetivo, y efectivamente tiene plata. Las rutas para recibirlo ya están exploradas. Abrazo, ‘Joaco’,
‘Joaquín Gómez”.

Esta es una parte de los correos.

Y la otra parte de los correos que tiene que ver con la parte internacional es bastante reciente,
septiembre 28 del 2009: “Avanzan los preparativos del congreso constitutivo del Movimiento Continental
Bolivariano”. Esto lo firma ‘Iván Márquez’.

En diciembre, o sea hace un año, 16. “Camaradas del secretariado, saludo fariano. Nuestro esfuerzo en
la construcción del MCB –o sea el Movimiento Continental Bolivariano- y la realización del congreso en
coordinación con los que lo integramos y otros, es una de las más brillantes batallas de los pueblos en
nuestra lucha diaria contra los imperialistas y sus aliados”.

Después, al final, dice: “Felicitaciones a la comisión internacional de las Farc EP y a todos los que
contribuyeron a esta unidad”.

Eso lo firma el ‘Mono Jojoy’.


Esto lo que hace es confirmar la dependencia directa del Movimiento Continental Bolivariano, de la
Comisión Internacional de las Farc, y con una estrategia de continuidad del trabajo criminal de estos
bandidos en otros países.

Luego, hay otro de diciembre 20, hace casi exactamente un año: “Camaradas del secretariado, nuestro
saludo. La organización del congreso constitutivo del MCB –o sea Movimiento Continental Bolivariano-
fue un éxito de las Farc alcanzado por la comisión internacional en cabeza del camarada Iván es de
merecido reconocimiento. Fraternalmente Mauricio. Mauricio es el nuevo miembro del secretariado que
le dicen ‘el Médico’.

Después dice otro. Diciembre 21, al otro día: “Ecos del Congreso, según Marmajo –Marmajo es un
periodista- pocos eventos recientes con tanta repercusión. El MCB llamado ha sido una gran
herramienta de trabajo político de las Farc”.

Y luego dice, mas tarde: “La primera alusión a Marulanda detonó el delirio y marcó el espíritu del evento.
Hablar de la lucha armada era tema poscrito. Decía Salvador, de Puerto Rico: el imperio se nos viene
con todo y nosotros vamos a responder desde las urnas. El cubano Armando Jiméez, Director de
información de Telesur fue quien impidió la difusión del video del camarada Alfonso cuando le fue
enviado como primicia. Por eso al final tuvo que pegarse a lo que decían los otros medios”.

Y termina diciendo: “La ABC, Agencia Bolivariana de Comunicaciones, surgida del Congreso, se
convertirá en el germen de una poderosa organización de medios alternativos. Proyectamos sacar un
video de unos 20 minutos sobre el congreso, cargado de piezas audiovisuales, para que “sacuda el
espectro electromagnético”. Es todo, Iván”.

Iván es ‘Iván Márquez’.

Luego ahí unas fotografías de esa reunión. Ahí está el ya conocido Narciso Isa Conde, como uno de los
presidentes honorarios, que es un dominicano que aparece en muchísimos correos, y un tal Jerónimo
Carrera, como otro presidente honorario.

Todo esto lo que significa es que las Farc están desesperadas por volver a ganar credibilidad y espacio
internacional, inclusive por mover todas las propuestas sociales, ser partícipes de las propuestas
sociales, estructurar una red de inteligencia que ellos han llamado Continental Bolivariana, construir el
denominado Ejército Popular Bolivariano a escala supranacional. Quieren jugar a nivel internacional.

Por eso es tan importante lo que hizo ayer el Congreso de Chile, por eso coincide en forma tan oportuna
con la revelación de estas informaciones y por eso vamos a continuar también no solamente nuestra
política interna de confrontación con todo lo que está a nuestro alcance, la ley y la Fuerza Militar, sino
también por la vía diplomática a nivel internacional, para continuar este proceso que con tanto éxito
inició el Presidente Uribe, de ir acorralando y debilitando este grupo terrorista.

Ahora, a lo que vinimos.

Cómo me complace estar aquí en este, en este proyecto, y estar aquí en Cali, para dar ese regalo de
Navidad a cerca de 800 familias, dentro de este desastre que estamos viviendo.

Ayer fui al Norte de Santander a constatar cómo un pueblo entero se vino abajo, desapareció
prácticamente, y vamos a tener que reconstruirlo totalmente.

Allá estuve con todos los damnificados diciéndoles que no pierdan la esperanza, que todo lo contrario,
que vamos a salir fortalecidos de este desastre, y ese es el mensaje que también quiero dejar aquí en el
Valle del Cauca, y enviarle a todos los colombianos en esta Navidad: Vamos a salir fortalecidos de esta
tragedia.

Me dice el Gobernador que en el Valle la parte humanitaria sigue funcionando bien; la gente que ha
tenido que irse a los albergues y que ha tenido que irse de sus viviendas, no está sufriendo hambre,
aquí no ha habido lo que sí ha sucedido en otros departamentos.

Y eso es muy importante, Gobernador, porque esa es la prioridad número uno nuestra: salvar las vidas y
atender la gente.
Y luego viene la reconstrucción, que también hay que comenzarla desde ya.

Hay otra prioridad muy urgente, Gobernador y Alcalde, me gustaría mucho que nos ayudara a eso.

Nosotros queremos que los niños no sufran, que los niños continúen en el colegio, que no pierdan un
día de clases, que no vayan a perder tiempo de estudio.

Para eso vamos a tener que adecuar rápidamente unas aulas, porque los niños son lo más importante
que nosotros tenemos. Y el estudio de los niños sí que es importante.

Queremos que ningún niño en Colombia deje de asistir al colegio por culpa del invierno.

Un gran esfuerzo. Hay más de 550 colegios ya inhabilitados, muchos de ellos están siendo utilizados
como albergues, pero no sé si lo pongo en una situación incómoda, Gobernador, si usted públicamente
se puede comprometer conmigo y nos comprometemos usted y yo a que aquí en el Valle del Cauca,
ningún niño va a dejar de asistir a la escuela.

Gobernador del Valle del Cauca, Francisco José Lourido: Ya estamos trabajando con la secretaría
de Educación, con la Secretaría de Salud, y viendo cómo reubicamos las personas en albergues
diferentes a las escuelas.

Inicialmente la idea es que en algunos sitios vamos a tener que comenzar con doble jornada: una en la
mañana y otra en la tarde, pero el compromiso es total de la administración y de todas las personas que
están trabajando para la reconstrucción de la región.

Presidente Juan Manuel Santos: Gracias Gobernador. Y otro gran desafío que tenemos –tenemos
muchos- la reconstrucción de las vías, pero también las viviendas, y por eso qué bueno que tal vez mi
último acto público sea este, antes de nochebuena.

Entregarle a 800 familias, algunos subsidios a otros ya las casas. Hoy tuve la oportunidad de verlas, son
casas de muy buena calidad.

Y algo que me ha impresionado –y quiero felicitarlos- es el medio ambiente, las zonas verdes, la vista,
porque no es suficiente entregar una casa. Si la casa queda en un muy buen ambiente, eso es lo que
mejora la calidad de vida, y por eso este proyecto me ha parecido especialmente importante y
ambicioso, porque ha sido concebido con todos los elementos que hacen de un proyecto de esa
naturaleza un proyecto que realmente tiene un impacto social.

Me dice el Viceministro, la Ministra, me dice el Director de Comfenalco, que en vivienda es tal vez el
proyecto más importante que se ha construido hasta ahora en todo el país, y no lo dudo porque veo la
calidad.

Quiero también resaltar un aspecto que va a ser muy importante en esta reconstrucción después de
este desastre, y es la asociación entre Gobierno Nacional, Gobierno Municipal –en este caso la Alcaldía-
Comfenalco, las cajas de vivienda y el sector privado, los constructores.

Aquí esa combinación fue lo que hizo posible este proyecto, y eso lo quiero resaltar porque es muy
importante, porque ese concepto de esa alianza público – privada sí que lo necesitamos en este
proceso de reconstrucción del país y en el proceso de entregarle vivienda a los millones de colombianos
que la están necesitando.

Un proyecto realmente ejemplar, el aporte del Gobierno Nacional, los 33 mil millones de pesos fueron
producto –y aquí hay que darle el crédito a quien lo merece- que fue una decisión del Presidente Uribe.

Cuando logramos detectar las caletas aquí en Cali, con una plata importante del narcotráfico, yo me
acuerdo perfectamente, yo estaba con él, preguntó: ‘¿Qué hacemos con esto?’. Dijo: ‘¿qué se les
ocurre?’.

Alguien dijo: ‘¿Por qué no les damos vivienda social a Cali y a Buenaventura, que han sido dos ciudades
que han sufrido tanto el flagelo del narcotráfico?’.

Y el Presidente Uribe dijo, inmediatamente: ‘Sí, para allá va esa plata’.


Y esos 33 mil millones son producto de ese esfuerzo, y hay que reconocérselo al Presidente Uribe.

Y yo hago un llamado porque me entusiasma mucho estar aquí, pero la utilización de esos recursos ha
debido dar unos resultados antes de esto, es decir, nos demoramos casi cuatro años en poder
entregarle las casas a la gente beneficiaria.

Hay más plata, hay más de 100 mil millones en Buenaventura y está el proyecto este de Navarro. Ese
proyecto también a va a ser con esa plata.

Por eso es tan importante y hago un llamado al señor Alcalde. Sé que está en manos de la CVC la
licencia ambiental: ojalá la otorgue pronto, si es que la va a otorgar, pero que la otorgue pronto.

Y un llamado también al Alcalde de Buenaventura, para que facilite la construcción de esas casas,
porque la verdad es que no hay derecho que se demoren más de cuatro años, cuando la plata estaba
lista hace cuatro años.

Entonces celebro muchísimo que esto ya sea una realidad, y hago un llamado para que el resto del
dinero les llegue a los usuarios a la mayor brevedad posible.

Y otra razón por la cual estoy tan contento de ver este proyecto: hay una frase del famoso arquitecto Le
Corbusier, tal vez es uno de los más famosos en la historia, que dice una cosa muy linda, dice: ‘La casa
debe ser el estuche de la vida y la máquina de la felicidad’. El estuche de la vida y la máquina de la
felicidad

¡Qué bueno que 800 familias puedan tener ese estuche de la vida y una máquina de felicidad aquí en
este proyecto!

Que ojalá, lo más pronto posible, no sean 800 sino 3 mil 700.

El señor Alcalde me ha hecho una solicitud, que si podemos hacer como una especie de caja común
para poder acelerar eso.

Alcalde, por supuesto, hagamos esa caja común, y si la Ministra con muy buen criterio dice: Si ya todo
está listo aquí para poder construir muchas más casas, pues llenemos el espacio aquí, antes de pensar
en irnos a otra parte.

Eso es lo obvio, lo lógico. Entonces pongámonos las pilas y construyamos las 3.700 casas aquí, y si nos
dan la licencia las construimos allá.

Este es el tono que yo quisiera ver permanentemente en todos los proyectos de vivienda. Ministra, usted
es muy entusiasta, la felicito, y eso hay que mantenerlo, no hay que bajar la guardia, todo lo contrario,
hay que redoblar los esfuerzos para que muchos millones de colombianos tengan ese estuchito de la
vida y esa máquina de felicidad.

Ese es nuestro propósito, que por lo menos un millón de familias al final de este cuatrienio puedan decir:
tengo mi estuchito de la vida y mi máquina de la felicidad.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos durante su visita al municipio de La


Cruz, Nariño

La Cruz, Nariño, 25 dic (SIG). “Es mi primera visita a Nariño como Presidente de la República y tengo
unos sentimientos agridulces. Por un lado muy contento de estar aquí en Nariño, muy contento de estar
con ustedes en este día tan especial, pero por otro lado muy triste por el motivo: vine a ser solidario con
las familias de los muertos y los heridos con lo que acaba de suceder.

Yo tuve la oportunidad de acompañar algunos de ellos, sentí su dolor, que lo compartimos todos, todos
compartimos ese dolor de esas familias que perdieron a sus seres queridos; lo mismo con los heridos,
son más de 30 heridos, también acompañarlos para que se recuperen pronto.
Y decirles a ustedes, aquí en San Gerardo, en el municipio de La Cruz, en Nariño, que el Gobierno
Nacional, el Presidente de la República, estará presente siempre cuando haya necesidad, cuando haya
angustia cuando estén confrontados con tragedias como las que acabamos de sufrir.

Yo sé que San Gerardo y el municipio de La Cruz, y la mayoría de los municipios de Nariño tienen todo
tipo de necesidades, y haremos lo posible por irlas satisfaciendo, tanto el Senador como el
Representante y los alcaldes de los diferentes municipios que están aquí presentes me decían: ‘Mire,
tengo este distrito de riego, tengo este proyecto de vivienda, tengo lo del acueducto, todos tenemos
necesidades’.

Vamos a hacer lo posible por irlas satisfaciendo, pero hay que tener prioridades.

La prioridad número uno es atender a las personas que han sufrido con este alud. Con este alud me
dicen que hay 32 viviendas afectadas –yo he hablado con el Alcalde, con el Gobernador- de forma
inmediata, el lunes mismo vamos a hacer los trámites para que esas 32 viviendas sean reconstruidas.

Y como hoy es Navidad, les cuento que es la primera vez en mi vida que a esta hora, 2:00 de la tarde,
2:15 de la tarde, no estoy con mi familia.

Tengo una tradición que viene desde mis abuelos: siempre la Navidad, que es un momento de
recogimiento familiar, los 25 de diciembres, toda mi vida, la he pasado con mi familia. Es la primera vez
que no lo hago, pero me complace mucho estar aquí con ustedes.

El calor humano que he recibido y lo que he sentido aquí en este lindo pueblo recompensa con creces
esa falta que tengo yo en este momento, de mi familia. Mi deber es estar aquí con ustedes.

En ese orden de ideas, le preguntaba al Alcalde en qué podíamos ayudar. El Gobernador también me
dice que hay algunas necesidades. Me dicen que hay una necesidad de un puesto de salud, de dotar
ese puesto de salud.

Alcalde, apenas llegue a Bogotá voy a hacer para que le den la dotación de ese puesto de salud.

Me decía el Gobernador que mucha gente le había solicitado, Padre, que reforzáramos la iglesia, que
necesita algún reforzamiento. Voy a hacer también ese esfuercito, y me dice el Padre que muchas
gracias, que Dios me paga.

Sé que hay también una necesidad de un acueducto; es una obra de mayor envergadura, pero en la
medida que podamos hacerlo lo vamos a hacer. Vamos a estudiar bien con el Gobernador y con el
Alcalde en qué va ese trámite, cuánto cuesta, cuánto es la contrapartida, y eso también vamos a ver.

No les puedo prometer en este momento, así como lo otro puedo decir esto ya es un hecho, no puedo
decirles ya que les voy a prometer lo del acueducto para no faltar a mi palabra, pero lo que sí les
prometo es que voy a estudiar esa posibilidad, para ver si hay factibilidad, dentro de estas necesidades
que tenemos en este país.

Si lo podemos hacer lo hacemos con mucho gusto, Alcalde.

Y lo otro es unos proyectos de vivienda, unos proyectos de vivienda en el municipio, vivienda rural, que
me dicen que ya estaban prácticamente listos, que alguna dificultad de último momento ha impedido que
los proyectos sigan.

Me preguntaba el Gobernador si de pronto esa plata fue parte de la plata que se dio para el billón de
pesos que recogimos para ayudar a los damnificados en todo el país.

Yo le respondí al Gobernador que no sé. No tengo elementos de juicio para decir si sí o si no.

Si no es así, y si es una cuestión de unas fallas en los estudios, que lo que podemos hacer es acelerar
el proceso para corregir esas fallas y que esos proyectos se puedan financiar y hacerlos lo más pronto
posible.

De todas formas, como son proyectos de vivienda que se requieren, vamos a ver si los podemos
acelerar.
Lo que quería era venir aquí a decirles que estamos con ustedes, que los acompañamos en su dolor, en
su tragedia, que no están solos, que en este día de Navidad, tristemente, tenemos que llorar estos
compatriotas que murieron, pero al mismo tiempo darles una voz de ánimo, darles una voz de ánimo.

De esta tragedia vamos a salir todo el país adelante.

Esto lo que está mostrando –y eso me llena a mí de optimismo- es el temple, el coraje de los
colombianos. Desde aquí de Nariño hasta La Guajira, en todas partes, lo que veo ante tragedias como
esta, ante las inundaciones, millones de compatriotas que lo han perdido todo, lo que veo es esa
templanza y ese coraje y ese espíritu solidario de los colombianos.

Por eso yo soy muy optimista que de este proceso y de este tipo de tragedias vamos a salir todos
adelante.

Padre, si quiere decir usted unas palabras, yo les agradezco de todo corazón”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la posesión de


Everardo Murillo Sánchez como Gerente del Fondo Nacional de
Calamidades

Bogotá, 27 dic (SIG). “Quisiera antes de referirme a la posesión del doctor Everardo, hacer unos
comentarios sobre otros aspectos.

Lo primero que quiero decir es, lamentar; lamentar muchísimo la muerte del ex presidente (de
Venezuela), Carlos Andrés Pérez.

El ex presidente Pérez fue un gran amigo de Colombia, fue un gran amigo personal. Yo negocie durante
su gobierno el Tratado de Libre Comercio entre Venezuela y Colombia, que le ha traído tantos y buenos
frutos tanto a Venezuela como a Colombia.

El doctor Carlos Andrés Pérez, el ex presidente Pérez, siempre tuvo una relación especialísima con
Colombia y además, mantuvo aquí unas amistades de muy vieja data y muy importantes en muchos
episodios de la historia.

El ex presidente (Alonso) López Michelsen, me acuerdo, era un gran amigo del Presidente Carlos
Andrés Pérez, en la época de Omar Torrijos en Panamá; todo el proceso de la pacificación de
Centroamérica después de las guerras. En fin, es un hecho que lamentamos.

Las exequias se van a celebrar el miércoles entrante y el Gobierno colombiano estará presente. Estará
presente la Canciller (María Ángela Holguín) será quien vaya a esas exequias; se van a celebrar en
Miami (Estados Unidos), y allá estaremos representando al Gobierno colombiano y a los colombianos.

Y mis condolencias a la familia y mis condolencias a los venezolanos por la pérdida del ex presidente
Carlos Andrés Pérez.

En segundo lugar, hablando de Venezuela, quiero resaltar un hecho de gran importancia. En el día de
antes de ayer las autoridades venezolanas capturaron a un cabecilla del ELN (Ejército de Liberación
Nacional) en Venezuela. Se trata de Nilson Alvin Terán Ferreira, alias ‘Tulio’; es el segundo cabecilla del
frente de guerra norte del ELN.

Este bandido tenía trece ordenes de captura y fue condenado a cuarenta años de prisión en junio de
2007, por el Juzgado Único Penal del Circuito Especializado de Valledupar (Cesar), por el secuestro y
posterior homicidio de un reconocido ganadero.

Quiero resaltar este hecho y agradecerles al Presidente Chávez (Hugo Chávez Frías) y a las
autoridades venezolanas esta colaboración creciente que estamos teniendo en todos los frentes,
incluyendo, como aquí se demuestra en el frente de la seguridad. Esto es algo que quisiera resaltar
porque creo que es de gran importancia.

Por otro lado y ya frente al Nombramiento del doctor Everardo, a quien conozco de vieja data, cuando
estaba al frente del Forec (Fondo para la Reconstrucción del Eje Cafetero y yo estaba en el Ministerio
de Hacienda, pude constatar su eficacia y eficiencia en un trabajo que ha sido exaltado por los
organismos internacionales como un ejemplo, un ejemplo de un proceso de reconstrucción y de
administración de una tragedia.

Y por eso no me cabe la menor duda que el doctor Everardo va, no solamente a repetir ese éxito sino a
acrecentarlo, dada su muy profunda y larga experiencia que ha acumulado desde entonces hasta hoy.

La última vez que vi al doctor Everardo fue en Haití; viajamos juntos cuando yo fui de Presidente electo.
Y me consta el aprecio, el conocimiento que tienen del doctor Everardo allá en Haití y los organismos
internacionales, que valoran mucho su gestión y su conocimiento en estas causas.

Everardo Murillo va a ser el responsable de todo el proceso humanitario. Como ustedes bien, saben hay
tres fases: la fase humanitaria, la fase de rehabilitación y la fase de reparación.

La fase humanitaria y buena parte de la rehabilitación va a ser financiada por el Fondo de Calamidades,
que fue fortalecido y cuya administración se diseñó y se puso en práctica, y hoy se nombra al gerente de
ese fondo.

El otro fondo, el de la reconstrucción, está en proceso de crearse. Ese es un fondo que va a ser muy
importante pero que tiene un alcance de más largo plazo. Lo urgente –lo hemos dicho desde un
principio– es la atención humanitaria a las víctimas, a los damnificados, y que podamos rehabilitar en la
mayor brevedad posible las obras que haya que hacer, inmediatas, para mitigar el efecto del invierno.

Y no me cabe la menor duda, doctor Everardo, que usted va a hacer una gran labor.

Quiero agradecer nuevamente la solidaridad de todo el mundo; de los países que han seguido enviando
ayudas, de los colombianos que han seguido aportando. Toda esta ayuda va a ser canalizada a través
de estos fondos, con una veeduría que ya está establecida, 3 firmas privadas; va a haber un
acompañamiento especial con la Procuraduría, la Contraloría, para que no quepa la menor duda de que
los recursos que se van a invertir y que están invirtiendo van a ser invertidos con toda la transparencia y
toda la pulcritud que amerita esta situación.

Ayer llegó una misión de Naciones Unidas; se lo habíamos solicitado. Naciones Unidas tiene un equipo
especializado en asesorar los procesos de atención humanitaria, y ha venido al país ese equipo, el
equipo que va a asesorar a Everardo y a toda la estructura en toda la atención humanitaria, lo mismo
que a la doctora Pulido (Luz Amanda Pulido, Directora de Gestión del Riesgo), quien ha hecho también
una labor muy, muy importante. Y creo que es un buen refuerzo en este momento.

También llegaron –me comentó el Ministro de Protección Social– 22 mil de 400 mil vacunas; vacunas
contra la influenza y la hepatitis A para niños menores de un año. Ya se están distribuyendo.

Y estamos cada vez mejorando más en todo lo que es la distribución de los alimentos. Se ha
establecido que Acción Social y la Red Juntos van a servir de veedores para que podamos estar
tranquilos que la ayuda está llegando a donde se necesita y está llegando a tiempo.

Es más, se cambió la frecuencia con la cual se está alimentando ciertos sitios. Ya no va a ser una vez a
la semana, sino va a ser mensual, para que estén bien aprovisionados y no haya ninguna posibilidad de
que de pronto, por una falta de coordinación, se puedan quedar sin alimentos los damnificados.

Por último quisiera decirle, doctor Everardo, que usted sabe la responsabilidad tan grande que tiene en
sus manos. Tendrá toda la colaboración del Gobierno.

Esto es un proceso de mejoramiento continuo. Usted lo conoce muy bien, lo vivió en carne propia en el
proceso del Forec en la zona cafetera; cómo uno iba aprendiendo a raíz de las experiencias que va
afrontando todos los días.

En eso estamos; creo que hemos aprendido bastante rápido pero nos queda todavía mucho por
aprender. Este es un desafío enorme, enorme, y estoy seguro que todos unidos todos juntos vamos a
superarlo y superarlo bien.

Como se ha dicho tantas veces, de esta vamos a salir fortalecidos. Y estoy seguro que con su concurso,
Everardo, y con su experiencia, los damnificados están en muy buenas manos.

De manera que lo felicito y estamos prestos a ayudar todo lo que esté a nuestro alcance. Todos
estaremos pendientes del proceso, como lo hemos estado en todos estos días, y lo seguiremos estando
todos los días.

Los padrinos y madrinas de los departamentos han venido visitando los departamentos, viendo cómo va
fluyendo la ayuda, cómo se va planeando la reconstrucción y cómo vamos a salir lo mejor posible de
esta inmensa tragedia que estamos viviendo.

Nuevamente muchas felicitaciones. Gracias por su servicio al país y buena suerte, porque la necesita y
la necesitan todos estos colombianos que están sufriendo hoy los estragos del invierno”.

Muchas gracias". 

Alocución del Presidente de la República, Juan Manuel Santos, sobre


la ola invernal

Bogotá, 7 dic (SIG). “Todo lo perdimos, y todo lo que construimos con esfuerzo, ahora el agua se lo
lleva”.

Compatriotas: las palabras de esta niña, que se llama Diana, taladran el corazón, y son el resumen de la
tragedia que hoy viven más de un millón 700 mil colombianos.

Las imágenes dolorosas, apocalípticas, que hemos visto no son sino una pequeña muestra de lo que
ocurre en nuestro territorio.

Esta mañana estuve en Bello, Antioquia, visitando el sector de La Gabriela, donde un alud sepultó a
más de 120 personas.

Hasta el momento se han rescatado 37 cadáveres, de los cuales al menos 14 son niños, y debo decirles
que mi corazón, como el de todos los colombianos, se llenó de dolor ante la magnitud de la catástrofe.

Un policía me mostró el lugar donde sus propios hijos estarían enterrados, con llanto en los ojos, y les
confieso que las lágrimas también afloraron a los míos.

¡Es demasiado dolor para poder contarlo!

Pero el alud de Bello es apenas el episodio más dramático de una calamidad sin precedentes en
Colombia.

La crisis que vivimos hoy por causa de la dura ola invernal es la peor tragedia natural en nuestra
historia.

Nunca antes tantos habían sido afectados en sus vidas, en su salud, en sus posesiones, en su propio
futuro.

Los damnificados de esta ola invernal son cuatro veces o más que los del terremoto del Eje Cafetero en
1999.

Hay más de 200 compatriotas muertos por causa del invierno, y más de 100 desaparecidos que podrían
haber fallecido también.

Al menos 277 mil viviendas han sido destruidas o averiadas.

Más de 200 mil hectáreas de cultivos están bajo el agua, y por lo menos 40 mil reses han muerto
ahogadas.

Podríamos decir que la naturaleza se ha ensañado con nosotros, pero no sería justo.

Porque la naturaleza no hace otra cosa que devolver el inmenso daño producido por la desidia de
muchos países que no han querido controlar sus emisiones contaminantes.

Por eso es tan importante la cumbre ambientalista que ahora mismo se reúne en Cancún, y esperamos
que tenga el mayor éxito posible.

El cambio climático es una realidad irreversible –que ya no podemos detener pero sí mitigar–, y a
nosotros, como país afectado, nos corresponde aprender a vivir con él, y superar sus dificultades.

Nuestro reto hacia el futuro será trabajar en la adaptación de nuestro país al nuevo fenómeno
climatológico mundial.

Lo cierto es que los daños hoy son incalculables; la zozobra de poblaciones enteras semi-sumergidas es
inmensa, y más inmenso aún es el desafío que todo esto significa para nuestra nación.

El Gobierno nacional, los gobiernos departamentales y locales, y los organismos de socorro, estamos
poniendo todo de nuestra parte.

Ya destinamos, en el Gobierno nacional, más de medio billón de pesos para atender la emergencia
invernal, pero las necesidades son mucho mayores y requieren muchos más recursos.

Las necesidades desbordan nuestra capacidad económica, y han desbordado también la de los
organismos especializados en la atención de desastres, que siguen haciendo todos sus esfuerzos.

Por eso, para enfrentar situaciones de excepción debemos tomar también medidas de excepción.

Estamos reunidos en este momento con el Consejo de Ministros y tomaremos esta noche la decisión de,
primero, declarar la Situación de Desastre, y, segundo, declarar la Emergencia Económica, Social y
Ecológica a que se refiere el artículo 215 de la Constitución, inicialmente por 30 días, que pueden
prorrogarse hasta 90 días.

Con base en este estado de excepción, tomaremos todas las medidas que sean necesarias para
atender la emergencia, tanto en el corto plazo, como en el mediano y largo plazo.

Trabajaremos en tres fases: la primera se dedicará a la atención humanitaria, es decir, a salvar vidas y a
dar albergue y comida a las cerca de 330 mil familias que hoy lo están requiriendo.

La segunda será una fase de rehabilitación para reparar las vías, escuelas, redes eléctricas y demás
obras de infraestructura que puedan recuperarse.

La tercera fase –que será la más grande y ambiciosa de todas– será la de reconstrucción, que implica
levantar de nuevo todo aquello que esté destruido o inservible.

Lo ocurrido nos debe servir, además, para seguir fortaleciendo el Sistema Nacional de Prevención y
Atención de Desastres.

Reuniré cada semana –y lo presidiré personalmente– el Comité Nacional de este sistema.

También instalaré personalmente, el próximo jueves, en el Ministerio del Interior y de Justicia, la Sala de
Crisis que funcionará de forma permanente para atender las solicitudes de los gobernadores y los
alcaldes relacionadas con la emergencia.

Los mandatarios regionales podrán tener la seguridad y la tranquilidad de contar con una instancia en la
que estarán representadas, al más alto nivel, todas las entidades nacionales con responsabilidades en
el tema de atención y prevención de desastres para cumplir con funciones de control y coordinación de
lo que requieren las regiones.

Pero que quede claro: nuestra prioridad en este momento es salvar vidas humanas, evitando tragedias
como la de Bello, y dar comida y refugio a los damnificados.

¡No podemos desamparar a esos colombianos que tienen hambre y frío, que en este momento no tienen
techo y que sufren la humedad de las lluvias y las inundaciones!

Por eso, hemos dispuesto, con carácter urgente, una destinación, por el momento, de 1 billón de pesos
adicionales al Fondo de Calamidades para atender a esos compatriotas que hoy lo necesitan todo.

Nos queda mucho trabajo. La emergencia invernal no ha pasado y puede que dure algunos meses más.
¡Y luego vendrá la titánica tarea de la reconstrucción!

El Libertador Simón Bolívar, ante las ruinas del terremoto de Caracas de 1812, exclamó: “Si la
naturaleza se opone a nuestros designios, lucharemos contra ella, y haremos que nos obedezca”.

Acudamos al espíritu del Libertador para levantarnos más fuertes y más unidos de esta calamidad; para
trabajar juntos, solidarios en el presente, para poder ser optimistas sobre el futuro.

¡Debemos trabajar desde el presente para evitar más desastres el día de mañana!

Compatriotas:

Unidos, como nación, tenemos que mostrar grandeza de espíritu y salir fortalecidos de esta tragedia.

Gracias, muchas gracias, a los colombianos –a las empresas y a las personas del común– que se han
vinculado, haciendo llegar sus aportes en dinero o en especie a la campaña ‘Colombia Humanitaria’.

Gracias, muchas gracias, a la comunidad internacional; al Papa Benedicto XVI que nos tiene en sus
oraciones; a los países amigos que han enviado ayudas; a los organismos internacionales que están
prestos a ayudar; a los organismos multilaterales.

Gracias, muchas gracias, a la Cruz Roja, a la Defensa Civil, a nuestra Fuerza Pública, a todos los
cuerpos de socorro, que entregan todos sus esfuerzos para ayudar a los damnificados.

Los aportes recibidos –y los que sigan llegando– serán manejados con toda eficiencia y transparencia,
¡que no quepa la menor duda!

Si algo me ha asombrado, en mis visitas a La Mojana, a Antioquia, al Atlántico, a Cundinamarca, a las


zonas afectadas, es constatar que, en medio del dolor, los colombianos tienen el alma de acero, y no
pierden su coraje ni su ánimo.

¡Sigamos su ejemplo! Éste es el momento de pensar en grande.

Es el momento de mostrar de qué estamos hechos los colombianos.

Porque unidos podemos hacer de esta crisis una oportunidad; aprender las lecciones y salir adelante.

El Gobierno nacional y su Presidente estamos al frente, con todo el compromiso, liderando las labores
de atención a los damnificados.

No dejemos sola a Diana, ¡no abandonemos a esta niña ni a los cientos de miles de compatriotas que
ahora creen que lo han perdido todo!

Ningún colombiano –oigan bien– ¡ningún colombiano! puede decir que lo ha perdido todo si tiene a un
compatriota a su lado, listo para ayudarlo, ¡listo para darle su mano solidaria!

¡Con la ayuda de Dios, queridos colombianos, vamos a salir adelante!

Buenas noches”.

Alocución del Presidente de la República, Juan Manuel Santos, de


saludo de Navidad

Tolemaida, 24 dic (SIG). “Queridos compatriotas: Les hablo desde la base militar de Tolemaida, donde
he venido a compartir con los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas, y a agradecerles, en
nombre de todos los colombianos, su trabajo abnegado y valiente por nuestro país.

Nuestros soldados de tierra, mar y aire, y nuestros policías, no sólo han sido fundamentales para
consolidar la seguridad, para perseguir el delito y para defender la soberanía nacional, sino que en esta
emergencia invernal han puesto todo su esfuerzo para ayudar a los damnificados.

Son varios los agentes del orden que han fallecido mientras adelantaban labores de rescate, y ellos
merecen –como aquellos que caen en combate contra el terrorismo- el más grande de los homenajes.

Esta Nochebuena, cuando las familias colombianas estamos reunidas en torno al pesebre, nuestros
héroes de las Fuerzas Armadas estarán en las selvas, en las montañas, en los ríos, en las calles,
protegiendo nuestras vidas y nuestra libertad.

¡Toda la gratitud, toda la gratitud de Colombia hacia ellos!

Sin duda, esta es una Navidad diferente a la que esperábamos.

Las lluvias y las inundaciones han superado todos los pronósticos, todas las estimaciones.

Ésta es la peor tragedia natural en la historia de nuestra república, por el número de damnificados y por
la extensión de la catástrofe.

Es algo así como el Katrina que afectó a Nueva Orleans hace algunos años, con la gran diferencia de
que no se trata de una sola ciudad inundada, ¡sino de todo un país!

Ayer no más, en La Cruz (Nariño), se presentó otro alud –como el de Bello a comienzos de mes- que
cobró la vida de 13 personas y dejó a otras 25 heridas.

En esta noche de Navidad nuestros sentimientos están con los familiares de estas nuevas víctimas del
invierno, a quienes les expresamos nuestras más sentidas condolencias.

Hago un llamado urgente a los mandatarios regionales –a los alcaldes, en particular- para que
identifiquen y evacuen sin dilación las zonas de riesgo, y eviten que se sigan presentando tragedias
como ésta.

Por fortuna, la solidaridad de los colombianos ha demostrado también su grandeza.

Colombia entera se ha levantado para dar la mano a los hermanos en problemas; a esos millones que
han sido afectados, muchos de los cuales perdieron sus casas, sus bienes y sus medios de sustento.

Porque dar a quien lo necesita es vivir el espíritu de la Navidad.

Navidad es hacer realidad el mensaje de Aquel que vino al mundo a contarnos que Dios es amor, que
Su amor habita en el prójimo.

Navidad es un sentimiento que nos une en torno a quienes más requieren de nuestro afecto y de
nuestra ayuda.

Hoy los invito, queridos compatriotas, a que tengamos en nuestros corazones y en nuestras oraciones a
las víctimas del invierno.

Pero, sobre todo, a que sigamos ayudándolas, a que no cesemos de apoyarlas, porque su tragedia no
ha terminado y, desafortunadamente, está lejos de terminar.

Esto no pasará con unas cuantas semanas de sol, ¡que ojalá podamos ver lo antes posible!

La recuperación y la reconstrucción tomará años, y el esfuerzo debe –por ello– ser firme y continuo.

Y antes que nada, tenemos que dar prioridad a la atención humanitaria de las víctimas; preocuparnos
porque tengan comida, porque tengan un techo, porque tengan mantas, porque tengan medicinas.

Hoy estamos concentrados –como debe ser- en salvar y proteger las vidas humanas.

Y estamos planeando y preparándonos para el duro esfuerzo de la reconstrucción que vendrá luego, un
esfuerzo que será de largo aliento porque nunca antes nuestro país había vivido una situación de
calamidad tan grave ni tan extendida.

Desde el Gobierno Nacional no cesaremos ni un minuto de trabajar por los damnificados, por la
reconstrucción de la infraestructura nacional y por construir un futuro de prosperidad.

¡Los damnificados no han estado ni estarán nunca solos!

Pongamos a nuestro país en las intenciones del pesebre de Belén.

Yo sé –y ustedes saben- que de esta dura prueba saldremos adelante si nos esforzamos juntos.

¡Y saldremos más fuertes, más solidarios y más unidos que nunca!

Hoy también quiero recordar con gran sentimiento a los colombianos secuestrados. Exigimos su
liberación inmediata.

Les deseo a todos, a todos, una Feliz Navidad.

Que Dios bendiga y proteja a nuestra querida Colombia.

Buenas noches”.

Alocución del Presidente Juan Manuel Santos, con su mensaje de Año


Nuevo

San Estanislao, Bolívar, 30 dic (SIG). “Queridos compatriotas: el año que despedimos, en medio de la
difícil situación generada por el invierno, nos trajo también muchos avances, buenas noticias, de las que
no debemos olvidarnos.

Este año la economía debe crecer por encima del 4 por ciento.

Las exportaciones vienen aumentando por encima del 20 por ciento y esperamos que la inversión
extranjera bordee los 10 mil millones de dólares, como en sus mejores tiempos.

La inflación —el costo de vida—, que es el impuesto más caro para los pobres, estará nuevamente por
debajo del 3 por ciento.

El desempleo viene con tendencia a la baja, acercándose a nuestra meta de tenerlo en cifras de un
dígito.

¡Vamos bien, y con el esfuerzo de todos, seguiremos bien!

En el tema de la seguridad, es bueno poder contar que los homicidios en el país disminuyeron, con
alrededor de 580 muertes violentas menos que el año pasado.

En 276 municipios no se registró ni un solo homicidio en todo el año, y en otros 480 sólo se presentaron
entre 1 y 5 asesinatos.

Es decir, en 756 municipios del país —casi el 70 por ciento— los homicidios en el año fueron entre 0 y
5. ¡Un gran logro!

Y se dieron contundentes golpes a los grupos armados ilegales.

Baste recordar en que este año salieron de combate —gracias a la acción de nuestra Fuerza Pública—
el símbolo del terror en Colombia, el jefe militar de las FARC, alias ‘Mono Jojoy’, y el jefe de una de las
peores bandas criminales del país, el asesino de asesinos, alias ‘Cuchillo’.

Muchas felicitaciones, y toda nuestra gratitud, a las Fuerzas Militares y a la Policía Nacional, que cada
día producen mejores resultados por la seguridad y la tranquilidad de los colombianos.

No bajaremos la guardia, y seguiremos combatiendo a los violentos y criminales, y protegiendo a


nuestra población.

También resaltamos los avances sociales del país, que —gracias al trabajo del Gobierno del Presidente
Uribe— nos dejaron una cobertura prácticamente universal en educación básica y en salud.
Con la aprobación por el Congreso de la República, que hizo una maravillosa tarea en esa legislatura y
lo felicitamos de todo corazón, con la aprobación de la Ley de Reforma a la Salud, y de la Ley de
Formalización y Generación de Empleo —que sancioné el día de ayer—, y la futura aprobación —como
todo el país espera— de la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, y de la Reforma a las Regalías,
viene una muy positiva transformación social en Colombia.

Habrá más calidad en la salud y la educación, más empleo para los jóvenes y las madres cabeza de
hogar, y mayor equidad en el reparto de los recursos del subsuelo.

Celebramos también que terminamos el año con las mejores relaciones con nuestros países vecinos y
nuestro entorno.

La Unidad Nacional a la que he convocado ha sido fundamental para lograr estos avances.

Pero la Unidad Nacional no es sólo una unidad para aprobar leyes.

La Unidad Nacional es mucho más: Es una unidad de todo el país en torno a propósitos esenciales, y
tiene que ser ahora —más que nunca— una unidad para que enfrentemos entre todos el inmenso reto
que nos deja este duro invierno, el peor de nuestra historia.

El Gobierno no puede solo; el Estado mismo no puede solo.

Por eso hemos convocado —y comenzamos a recibir— la ayuda internacional.

Necesitamos contar con el concurso de todos los partidos políticos sin excepción, de las ONG, de las
asociaciones sin ánimo de lucro, de las organizaciones sindicales, de los gremios y, en general, de
todos los colombianos.

¡Tenemos que unirnos! Tenemos que crecernos como nación para salir fortalecidos de esta crisis.

He querido hablarles hoy desde San Estanislao, en el departamento de Bolívar, el más golpeado por
ésta ola invernal.

Este colegio, el ‘Mauricio Nelson Visbal’, es uno de los tantos albergues en los que miles de
colombianos pasarán la noche de año nuevo, por causa de esta emergencia.

En este municipio, su alcalde y sus pobladores han dado ejemplo de solidaridad, recibiendo a los
damnificados de las poblaciones vecinas, como Soplaviento y San Cristóbal, lo que los convierte en un
modelo a destacar.

He venido para decirles que no están solos.

He venido para reafirmar ante ustedes mi compromiso y el del Gobierno con los damnificados: No
ahorraremos esfuerzos hasta que veamos que sus vidas hayan vuelto a la normalidad.

No será un proceso fácil ni corto. Pero es nuestra prioridad.

Ayer aprobamos las medidas que nos garantizan recursos por 5 billones de pesos para atender la fase
humanitaria y de rehabilitación.

Con éste dinero atenderemos las necesidades básicas de todas las familias que se han visto afectadas
por ésta tragedia y las obras prioritarias para el restablecimiento de los servicios esenciales en varios
municipios del país.

Estamos trabajando para garantizar unas condiciones de vida digna para todos los damnificados.
Quienes decidan no aplicar a la opción de los subsidios de arrendamientos, serán acogidos en
albergues temporales de calidad.

Ayer mismo se han iniciado los trámites para la construcción de nuevos albergues.

Vamos a ir trasladando las familias que habitan en colegios como éste que hoy nos acoge, hacia nuevas
soluciones temporales de vivienda digna

Porque nos hemos trazados una meta: ningún niño, ¡ningún niño!, verá afectados sus estudios por la ola
invernal.

No descansamos, ni descansaremos, en esta tarea. Nuestra prioridad seguirá siendo la atención


humanitaria.

Nos esperan, semanas, meses y años de trabajo continuo y esforzado para que entre todos salgamos
fortalecidos de esta crisis.

Las lecciones del actual invierno nos ayudarán para que los pueblos, las vías, las escuelas, los centros
de salud y las redes de servicios que se reconstruyan, se edifiquen mejor, en zonas de bajo riesgo y con
las condiciones técnicas apropiadas.

Yo sueño con que, a partir de esta tragedia, forjemos una Colombia todavía mejor que la que teníamos.

¡Y sólo la lograremos si trabajamos unidos!

La solidaridad ha sido inmensa, pero no podemos parar. ¡No podemos parar!

Nuestro propósito para el año 2011 debe ser uno solo:

Trabajar unidos,

Colombianos: ¡UNIDOS SALDREMOS FORTALECIDOS!

Con la ayuda de Dios, una vez más, saldremos adelante.

Mañana viajo a Brasil, a la posesión de la nueva Presidenta de Brasil. Es un país con el cual debemos
tener las mejores relaciones.

Vuelvo pasado mañana, pero mañana a las 12:00 de la noche los estaré pensando a todos ustedes, a
todos mis compatriotas, a quienes deseo un Feliz Año.

¡Y que el año 2011 a todos les traiga prosperidad!”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al entregar la Bandera


Nacional a la Selección Sub-20 de fútbol

Bogotá, 12 ene (SIG). “Muy buenos días a todos.

Para mí como Presidente de la República es verdaderamente un honor estar aquí este día con nuestros
muchachos de la Selección Sub-20.

Estos 20 muchachos, con los entrenadores, con el ‘profe’ Lara (Eduardo Lara, Director Técnico),
representan lo mejor que tiene el país. El solo hecho de que ya estén en la Selección, para ellos y para
nosotros, sus compatriotas, representa algo muy importante.

Son personas que depositan en este momento la esperanza de los colombianos. El equipo significa la
Unidad Nacional; detrás de ellos está toda Colombia y por eso hemos venido aquí a entrenar con ellos,
a decirles lo orgullosos que nos sentimos, a darles ánimo, a desearles suerte, a decirles que no vayan a
tratar a sus adversarios como me trataron aquí, que me dejaron meter goles.

Decirles que realmente nos sentimos muy orgullosos. Estamos muy esperanzados en que nuestro
equipo logre, primero o segundo lugar ahora en el Perú y luego el país tiene un gran compromiso con el
mundo entero, con la afición del fútbol a nivel  mundial, a nivel colombiano.

Y es el hecho de que somos los anfitriones en el Mundial de la Sub-20, en el campeonato que se va a


celebrar este año aquí en Colombia.

Es un campeonato muy importante. Después del Campeonato Mundial de Fútbol, es el segundo


campeonato más importante que se realiza en el mundo entero.

Colombia ahí tiene un inmenso compromiso y un gran reto para demostrar lo que somos; no solamente
el equipo, sino todos los colombianos. Lo que vamos a demostrar en todos los partidos, en la amabilidad
con la cual vamos a recibir a los miles de miles de aficionados que van a venir a ver ese campeonato.
Ahí hay un gran reto.

Como se requiere una logística especial, hemos decidido con el Vicepresidente (Angelino Garzón) y con
el Director de Coldeportes, con el doctor Jairo Clopatofsky, que el doctor Fernando Panesso, que es una
persona muy conocida en los medios deportivos –fue comentarista deportivo de Caracol durante más de
cuatro años, en su departamento Antioquia–, es reconocido como un gran promotor del deporte y yo lo
conozco como un gran gerente, como un gran organizador.

Él nos va ayudar en el manejo, en el manejo, en la gerencia logística de la Sub-20, para estar pendiente
de que todo funcione como un relojito, porque ahí el país, todos nosotros, estamos comprometidos con
hacer un gran campeonato.

Pero lo más importante del día de hoy es decirles a estos 20 muchachos que nos sentimos todos los
colombianos muy entusiasmados con su participación en este proceso de, primero Perú, después en
Colombia; que estamos seguros que van a hacer un gran papel, que les deseamos toda la suerte del
mundo, que el país está detrás de ustedes. Todo el país está detrás de ustedes dándoles el apoyo,
dándoles ánimo, diciéndoles que su victoria va a hacer la victoria de todos los colombianos.

El fútbol es el deporte tal vez más popular que tiene Colombia, por supuesto, y  que hay, yo diría en el
mundo entero. Y por eso el Campeonato Mundial de Fútbol de la Sub-20, por eso este equipo para
nosotros es tan importante.

Y por eso hemos venido, ‘profe’ Lara a decirles gracias, gracias a ustedes por participar en este
campeonato, por dar lo mejor que tienen, que es lo que tenemos los colombianos: templanza, coraje,
valentía y decisión.

Y con eso estoy seguro que van a hacer un gran desempeño.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el acto de posesión de


la Fiscal General de la Nación, Viviane Morales Hoyos

Bogotá, 12 ene (SIG). “La posesión de la doctora Viviane Morales como nueva Fiscal General de la
Nación está plena de significados, todos positivos para el país.

En primer lugar, significa el ascenso a la más alta instancia de la investigación criminal, por primera vez
desde su creación en la Constitución de 1991, de una mujer.

Al igual que lo está haciendo la doctora Sandra Morelli en la Contraloría, estoy seguro de que la doctora
Viviane también pondrá en alto la capacidad ejecutiva y la probidad de las colombianas.

Bien lo dijo nuestro querido amigo Gabriel García Márquez, y aquí se hace realidad su cita: ’La única
idea nueva que podría salvar a la humanidad en el siglo XXI ¬decía Gabo– es que las mujeres asuman
la dirección del mundo’.

Pero a la doctora Viviane no la terné ni la eligieron por ser mujer, sino por su formación profesional, su
trayectoria y sus excelentes calidades profesionales y humanas.

En medio de un trío de grandes juristas, en el que estaban también los doctores Juan Carlos Esguerra y
Carlos Gustavo Arrieta –a quienes agradezco su generosa disposición de servir al país–, la Corte
Suprema eligió a alguien que, estoy seguro, hará historia en la Fiscalía.

La doctora Viviane, abogada rosarista con especialización en Derecho Público en la Universidad de


París, destacada congresista por varios años, respetada consultora jurídica y reconocida por su trabajo
en los medios de comunicación, tiene las condiciones para cumplir su misión con excelencia.

Los colombianos –que la apreciamos y admiramos– esperamos mucho de su gestión, doctora Viviane, y
estamos seguros de que no seremos defraudados.

El segundo significado de esta posesión es trascendental para el país.

Después de 16 meses de interinidad, la elección el pasado 1º de diciembre de la nueva Fiscal por parte
de la Corte Suprema, así como de cinco nuevos magistrados y presidente en propiedad, tuvo un
profundo sentido para nuestra democracia.

Como lo dije en la ceremonia de posesión de los magistrados, con estas decisiones quedó terminado
cualquier impasse que hubiera existido entre el Ejecutivo y la Rama Judicial.

Nunca debe haber confrontación entre dos ramas del poder público, porque ésta sólo puede afectar el
buen funcionamiento del Estado.

Puede haber diferencias –es normal– pero jamás divisiones irreconciliables.

Porque la democracia está sustentada en el funcionamiento autónomo pero a la vez armónico de los
tres poderes, y eso es lo que queremos ver en nuestro país.

Por eso resultaba tan importante el fin de la interinidad en la Fiscalía.

No obstante, es justo reconocer la gestión que, durante casi año y medio, adelantó el doctor Guillermo
Mendoza Diago como Fiscal encargado.

¡Cómo se notó en este tiempo, doctor Mendoza, su calificada experiencia de cuatro décadas en la rama
judicial, de la que muy pocos abogados pueden preciarse!

El tercer significado de la posesión de la doctora Viviane Morales como Fiscal General de la Nación, es
también fundamental.

Con su llegada a la Fiscalía se completa –con la Contralora Sandra Morelli y el Procurador Alejandro
Ordóñez– el cuadro de nuevas cabezas de los organismos de control, fiscalización e investigación, y
estoy seguro de que –en cooperación con el Gobierno y los jueces– lograremos resultados históricos.

Tal como lo dije el 30 de agosto, cuando se posesionó la doctora Morelli, lo repito hoy:

Mi administración está comprometida, visceralmente, en la lucha frontal contra el cáncer de la


corrupción, y nos corresponde formar UN FRENTE COMÚN que descubra y deje sin salida a los
corruptos.

De hecho, ese frente común ya está operando, y hemos colaborado –Gobierno y organismos de control
e investigación– en investigaciones conjuntas cuyos resultados pronto se darán a conocer a la opinión
pública.

Dije en mi discurso de posesión que vamos a gobernar en una urna de cristal, y no eran simples
palabras.

Es lo que queremos y es lo que demanda la Nación.

La nueva Fiscal General, la Contralora General y el Procurador General tienen una labor muy importante
que cumplir no sólo represiva sino también preventiva, y les pido que la cumplan con la máxima
diligencia y el mayor rigor.

Como Gobierno, no sólo les aseguro que acataremos, facilitaremos y respetaremos sus decisiones y
sus controles, sino que les pido que nos vigilen con lupa, que controlen muy bien nuestras acciones,
para que nos ayuden a evitar errores y nos hagan corregir cuando fallemos.

Y les pido también que nos acompañen, cada cual desde su órbita constitucional, a que libremos entre
todos esa efectiva cruzada contra la corrupción.

Pongámonos de acuerdo en la mejor forma de cooperar para que se detenga el desangre que significa
la corrupción, tanto pública como privada, que roba los recursos, y lo que es peor, el futuro de los
colombianos.
Así como a los jefes terroristas los convertimos en objetivos de alto valor para localizarlos y
neutralizarlos; así como cayeron ‘Jojoy’ y ‘Cuchillo’, ¡estamos combatiendo y seguiremos combatiendo a
los corruptos con todas las herramientas a nuestro alcance!

Una poderosa herramienta para lograrlo será la Ley Anticorrupción que ya fue aprobada por el Senado
en sus dos primeros debates y que este semestre deberá ser aprobada por la Cámara de
Representantes.

Lo que contiene este estatuto es una política de Estado que hemos diseñado con el aporte
importantísimo de ustedes: de la Procuraduría, la Fiscalía, la Contraloría y la Rama Judicial.

Será una política que responda institucionalmente al problema y comprometa tanto el esfuerzo como los
recursos de las instituciones públicas, el sector privado, la ciudadanía y las organizaciones de la
sociedad civil.

El estatuto dotará de herramientas útiles y prácticas a los responsables de las investigaciones, permitirá
la extinción de dominio de los bienes adquiridos con recursos fruto de la corrupción, hará más severas
las penas para los corruptos y regulará el cabildeo ante el Congreso, entre otras medidas.

Hoy los invito muy especialmente, señora Fiscal, señora Contralora, señor Procurador, altos
funcionarios del Estado, representantes del sector privado, a que nos acompañen a impulsar esta ley
para combatir el peor de los flagelos a los que se enfrenta la administración pública.

Otra forma de atacar la corrupción es haciendo visibles los procesos administrativos, para generar más
transparencia.

En este sentido, en el Gobierno tenemos un propósito muy concreto:

Antes de cumplir el primer año de gobierno, es decir, antes de agosto, pondremos a disposición de toda
la ciudadanía –en línea y en tiempo real– la totalidad de la información financiera y de ejecución
presupuestal de las entidades del Gobierno Central.

Haremos totalmente pública la forma como el Estado gasta su dinero, cómo lo invierte, cómo ejecuta
sus distintos programas, y cómo tiene proyectado hacerlo en el futuro.

Esto nos permitirá avanzar hacia el ideal de la transparencia, uno de los principios del Buen Gobierno,
que estamos empeñados en implementar, con la ayuda de todos ustedes.

Apreciada señora Fiscal, doctora Viviane Morales:

Bien definió su carácter el doctor Alejandro Venegas, Decano de la Facultad de Jurisprudencia del
Rosario, cuando dijo que usted es ‘un ser humano vertical, claro, riguroso y metódico’.

Su llegada a la Fiscalía General de la Nación es una señal de esperanza para todos los colombianos,
que vemos en la impunidad de los delincuentes uno de los grandes problemas del país.

Los delitos, en todas sus formas, desde los actos terroristas, pasando por los hechos de corrupción,
hasta el hurto o el atraco callejero, tienen que poder ser investigados con eficacia para que sean
castigados ejemplarmente.

Le esperan a usted inmensos retos de gerencia, de mejorar y modernizar la investigación criminal, y de


especializarla, para combatir esa impunidad que tanto daño hace al país.

Acabar con la impunidad es un propósito del Estado y por eso cuente, doctora Viviane, con todo el
compromiso y todo el respaldo de este gobierno para que realice una labor eficaz y contundente contra
el delito.

Con su ayuda, y la de todos los colombianos, vamos a hacer de Colombia un país de leyes, un país que
enfrenta con contundencia a los violentos y los corruptos, ¡un país sin impunidad!

Ese país que soñaba nuestro máximo prócer, el general Francisco de Paula Santander, cuando dijo:

“¡Qué mayor dicha ni qué mayor gloria que la de pertenecer a un país donde se respetan las leyes, la
equidad y el juicio de la opinión pública!”.

Felicitaciones y muchos éxitos, doctora Viviane, porque sus éxitos serán los éxitos de todos los
ciudadanos de bien.

Yo sé, y Colombia sabe, que estamos en buenas manos.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la conferencia anual


de Global Development Network, en la Universidad de los Andes

Bogotá, 13 ene (SIG). “Quiero aprovechar esta oportunidad para reiterar mi rechazo y mi condena a este
vil asesinato de los dos estudiantes uniandinos en el departamento de Córdoba, de Mateo Matamala y
de Margarita Gómez.

Este absurdo asesinato no tiene ninguna justificación. Hemos ya dado la orden de enviar un equipo de
investigadores especiales; la Fiscalía hizo lo propio, ya están allá.

Doblamos la recompensa por quien lidera una banda criminal que opera en esa región, un tal alias
‘Gavilán’. Duplicamos la recompensa de 250 a 500 millones de pesos.

Y también se dispuso el envío de un equipo de Policía especial para combatir esa banda criminal, allá
en el departamento de Córdoba.

Pero mis condolencias, doctor Angulo (Carlos Angulo Galvis, Rector), a usted y a toda la Universidad.

(…)

Quiero comenzar agradeciéndole al Presidente del GDN, a Gerardo della Paolera, una entrevista que
dio al periódico Portafolio hace un par de días, donde decía que era muy optimista sobre América
Latina, lo cual concuerda con la opinión generalizada, y decía que identificaba tres países dentro de
América latina, como los países de punta.

Así los llamó. Brasil, Chile y Colombia; y no sé si sea una coincidencia, pero tengo entendido que la
última vez que este congreso se realizó en América Latina fue en Brasil, en el año 2001.

Y ahí fue cuando el Presidente de Goldman Sachs –no en esa conferencia, pero en ese año–, lanzó el
concepto de los Bric´s (Brasil, Rusia, India y China), diciendo como los Bric’s iban a ser los países que
iban a impulsar la economía hacía el futuro, que iban a ser los países que iban a brillar en los próximos
años.

Y creo que el Presidente Goldman Sachs acertó, porque esos países, Brasil, Rusia, India y China, pues
han sido un poco las estrellas dentro de todo el comportamiento económico en estos últimos años.

Diez años más tarde se reúnen en Bogotá y coincide también con hace dos meses, el presidente de otro
banco, el Hong Kong Shanghai Banking Corporation (Hsbc), identificó unos países como los nuevos Bric
´s; los llamó los Civets.

¿Qué quiere decir los Civets? Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Suráfrica. Espero que
dentro de diez años digamos que ese presidente de banco también identificó los países que tenían la
mejor perspectiva.

Colombia entre mayores economías en el 2050

Y a propósito de ese pronóstico, ayer conocimos un informe de ese mismo banco, del Hsbc, un informe
que hizo público haciendo unas proyecciones sobre la economía mundial a nivel de todos los países
hasta el año 2050.

Y nos complace muchísimo ver que reafirma lo de los Civets y pone a Colombia en una posición
realmente privilegiada.
Dice, por ejemplo, ese pronóstico, que 19 de las treinta mayores economías del año 2050 van a ser de
los países emergentes. Dice que Colombia estará dentro de esos treinta países, por encima de Suiza,
por encima de Hong Kong, por encima de Venezuela, por encima de Suráfrica.

Dice que el mercado de los mercados emergentes se van a multiplicar por cinco en estos próximos
cuarenta años y va a superar al mundo desarrollado.

Señala que mientras países como Suiza, como Francia, como España, como Japón, van a disminuir su
población en capacidad de trabajar; países como Colombia vamos a poder aumentar en un 30 por
ciento y que eso nos va a dar una posición muy importante.

Que en el caso de los colombianos el ingreso per cápita va a multiplicarse por 3, que por supuesto va
aumentar la presencia económica de América Latina en el contexto mundial y que Colombia será dentro
de América Latina el país con mayor crecimiento y mejor desempeño económico.

Pues nos pone el Banco en una situación bastante desafiante, porque nos obliga –si queremos que
esos pronósticos sean reales–, nos obliga a poner en marcha unas políticas económicas audaces, unas
políticas económicas que realmente nos puedan permitir despegar en esta coyuntura muy especial que
estamos viviendo. Y eso, en cierta forma, es lo que estamos los colombianos tratando de diseñar y de
poner en marcha en este momento.

Hacia la Prosperidad Democrática

Muy brevemente voy a explicarles cuál ha sido la política y cuál es la situación actual de Colombia, que
en cierta forma tiene que ver con muchos de los países emergentes; las dificultades, los desafíos, pero
también las oportunidades.

Colombia durante muchísimos años tuvo muchos frenos hacia su desarrollo; frenos tradicionales. Los
frenos de falta de infraestructura, los frenos de una mala calidad de su educación, los frenos de una
gran diferencia en sus ingresos y en la tenencia de la tierra, de su propiedad. Y tenía un freno especial,
que influyó muchísimo en que nosotros no hayamos podido avanzar más de lo que pudimos avanzar en
estas últimas décadas, y era el tema de la seguridad.

El tema de la seguridad era el freno principal, diría yo, a toda nuestra actividad económica, y la
inseguridad ahuyentaba la inversión.

La inversión era fundamental para el crecimiento, y de eso se dio cuenta en un momento, también muy
especial –porque la historia nos ha enseñado que hay que aprovechar las coyunturas y aprovechar las
circunstancias para poner en marcha ciertas políticas– y el Presidente (Álvaro) Uribe hace ocho años
aprovechó una coyuntura que teníamos. Una coyuntura de desconcierto y una cultura de frustración,
con un proceso de paz que quisimos hacer con la guerrilla durante unos años, que fracasó
infortunadamente, y puso la seguridad como su punto principal en su programa de Gobierno. Ganó en
una forma abrumadora, y puso en marcha su política de Seguridad Democrática.

Su política de Seguridad Democrática era muy sencilla en su explicación. La seguridad, como decían los
romanos desde hace mucho tiempo, debe ser la primera ley de la República. Sin esa ley funcionando,
las demás leyes son inocuas.

Y esa Seguridad Democrática tenía dos explicaciones, dos definiciones. La palabra democrática quería
decir: seguridad para todos los que estuvieran dentro del Estado de Derecho. Y democrática quería
decir –y eso es bien importante, porque eso tiene un valor institucional muy importante– era una política
de seguridad respetando una Constitución y unas leyes que son muy garantistas.

Nuestra Constitución, la colombiana, que expedimos en el año 91, es tal vez una de las constituciones
más garantistas. Garantiza los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Y desarrollar una política de seguridad respetando esas garantías es muy difícil o lo hace más difícil.
Pero al mismo tiempo lo hace más sustentable y lo hace más legítimo.

Y esos dos conceptos –democrática para todos, democrática respetando la Constitución–, fue lo que
informó esa política de seguridad, que fue muy exitosa, porque logramos en el país, en los últimos ocho
años, dar un cambio de 180 grados en la percepción del mundo. Percepción que era en cierta forma
reflejo de una realidad.

Yo me acuerdo perfectamente cuando vino el Presidente (Bill) Clinton a Colombia, en el año 2000, yo
era Ministro de Hacienda. Vino a lanzar el Plan Colombia y nosotros estábamos a punto de ser
declarados por los académicos como un Estado fallido, un Estado donde el Estado no controlaba una
parte del territorio, donde no podía impartir justicia, donde ese territorio real y físicamente lo controlaban
unos grupos al margen de la ley.

Pues bien. Se puso en marcha el Plan Colombia, se puso en marcha la política de Seguridad
Democrática, logramos avanzar enormemente en materia de seguridad, y sobre todo en recuperar el
control por parte del Estado del territorio. De eso se trata básicamente la política de seguridad, de
recuperar el control del territorio.

Y para darles simplemente un ejemplo, cuando el Presidente Uribe llegó al poder en el año 2002, más o
menos 400 de los un poco, más de 1.110 municipios, en 400, los alcaldes no podían despachar desde
sus cabeceras municipales por razones de inseguridad.

Hoy no hay un solo alcalde que pueda decir en este momento que no está despachando desde su
cabecera municipal. Eso les da un poco la idea de la magnitud del cambio que hubo.

No los voy a aburrir con las cifras de cuánto han disminuido los secuestros –más del 90 por ciento–, los
homicidios. Pero lo importante es el control por parte del Estado del territorio.

Y el Presidente Uribe puso en marcha una política que él explicaba con mucha sencillez, diciendo que
eran tres objetivos fundamentales: la Seguridad Democrática, la confianza inversionista y la cohesión
social.

El crecimiento de la inversión en Colombia

Él con mucha razón y mucho pragmatismo decía: necesitamos atraer inversión. Y fue muy exitoso,
porque la inversión comenzó a crecer en Colombia, a tal punto que somos en este momento el país
donde la inversión ha crecido más, de toda América Latina.

Hay ciertos cuestionamientos sobre la forma de atraer esa inversión. Dando –algunos dicen–
demasiadas gabelas; otros dicen creando unos privilegios por un lado, pero distorsionando las reglas de
juego por otro.

Es una discusión que se mantiene y que se mantendrá, pero el hecho es que la inversión sí comenzó a
crecer y eso se ha traducido inmediatamente en los demás indicadores económicos.

E hizo un esfuerzo importante en lo que él llamaba la cohesión social; es decir, que todo lo que tiene
que ver con el crecimiento económico pueda repercutir en una mejor situación social para los
colombianos.

Y ahí hubo avances importantísimos, por ejemplo, en el cubrimiento de la educación, la cobertura de la


educación, en la cobertura de la salud.

En pocos años llegamos en Educación Básica casi al cien por ciento; en materia de salud avanzamos
significativamente y ahí también hubo un avance importante.

Con esas condiciones, nosotros, el Gobierno, mi Gobierno, en la campaña lo que dijimos: nosotros
vamos a continuar básicamente con esas mismas políticas.

Prosperidad para todos

La Seguridad Democrática hay que continuarla, porque no hemos ganado todavía. Hemos avanzado
muchísimo, pero todavía tenemos problemas; todavía tenemos grupos al margen de la ley creando
muchas dificultades en ciertas regiones del país, ya no en las goteras de Bogotá como teníamos hace
unos años, pero siguen existiendo unos grupos al margen de la ley.

Unas bandas criminales al servicio del narcotráfico, en parte un poco la secuela de la desmovilización
de los grupos paramilitares. Esas bandas criminales nos han creado también una serie de dificultades.
El asesinato de estos dos estudiantes de la Universidad es prueba de ello, y por eso ahí no podemos
bajar la guardia y tenemos que continuar.

Y yo he dicho que en materia de Seguridad Democrática, eso es como las dietas, la última parte es la
más difícil. La última parte y mantener la seguridad es lo más difícil. Por eso no podemos, bajo ningún
punto de vista, bajar la guardia en materia de seguridad.

Pero hemos avanzado lo suficiente para poder pensar en otros temas en la agenda colombiana y para
poder poner sobre la mesa otros temas que nos permitan avanzar realmente en nuestro desarrollo.

Y eso es lo que hemos tratado de establecer en nuestro programa de desarrollo, en nuestro Plan de
Desarrollo, que hemos catalogado o hemos llamado como Prosperidad para Todos.

La idea es pasar de la Seguridad Democrática a la Prosperidad Democrática, Prosperidad para Todos.

Para lograr ese objetivo necesitamos crecer a tasas altas. Eso es una condición fundamental. Y para
ello hemos identificado una serie de lo que hemos llamado las locomotoras de la economía; locomotoras
que tienen que ver también con las oportunidades que tiene el país y con la coyuntura internacional.

Colombia está viviendo y América Latina, diría yo, está viviendo un momento muy especial, porque
nosotros estamos con esos recursos que el mundo está cada vez añorando más y demandando más.

Cuando uno habla del futuro del mundo, lo primero que sale a relucir es, por ejemplo, la crisis
alimentaria; la demanda en China, la demanda en la India, la demanda en Indonesia, ha creado una
situación muy diferente a la que teníamos hace algunos años en materia de oferta y demanda de
alimentos.

Lo hemos visto reflejado en los precios de los mercados. Y muchos dicen –yo comparto esa opinión–
que esa crisis se pueda agravar. Es decir, que vamos a ver cada vez más demanda y una restricción,
unos límites en la posibilidad de aumentar la oferta.

Ahí América Latina tiene una inmensa oportunidad y Colombia también, porque aquí hay tierra suficiente
y capacidad suficiente para aumentar nuestra producción de alimentos.

Y por eso una de las locomotoras que identificamos nosotros fue precisamente el sector agropecuario,
el sector rural y la producción de alimentos. Que además tiene una serie de beneficios colaterales,
porque nosotros queremos que esa Prosperidad para Todos la definimos como más seguridad, menos
pobreza, más empleo.

La pobreza está concentrada, en el caso colombiano, en buena parte donde hay más pobreza es en el
campo, y si podemos recuperar el campo, invertir en el campo, eso va a tener también el efecto de
impactar positivamente una distribución del ingreso y una distribución de la propiedad, que en el caso
colombiano es de las más agudas en el continente, y el continente, como ustedes saben, es de los
continentes más desiguales en el mundo.

Entonces, esa es una de las locomotoras.

Infraestructura y emergencia invernal

La otra locomotora que hemos identificado es la infraestructura. Colombia se ha, por muchos motivos en
los cuales no voy a entrar, pero hemos tenido un retraso acumulado en materia de infraestructura, que
ha afectado mucho nuestra competitividad.

La geografía colombiana es una geografía muy sui géneris; montañas, nosotros tenemos de todo tipo de
clima, pero hace también que la infraestructura sea muy importante y muy necesaria, y nosotros no
hemos logrado avanzar en la infraestructura como hemos debido avanzar.

Ahí hay una segunda oportunidad, que ese problema lo estamos convirtiendo en oportunidad. Y hay una
paradoja, que estamos tratando de ver cómo la resolvemos y la aprovechamos: tuvimos, y estamos
todavía en el invierno más duro que hemos tenido en nuestra historia. La cantidad de agua que ha caído
en Colombia nunca en la historia nuestra la habíamos visto, y no por poco sino por mucho.

Para darles una cifra, en el mes de noviembre llovió, en los primeros 10 días del mes de noviembre
llovió más que en todos los noviembres de toda nuestra historia; en los primeros 10 días solamente.
Tuvimos inundaciones que no habíamos visto nunca.

Y vamos a tratar de aprovechar esa dificultad, en la que estamos en este momento, que es una
dificultad muy grande, para ver si le damos un vuelco y generamos una infraestructura, que no
solamente nos permita adaptarnos a esa nueva realidad, el cambio climático.

Y lo estamos sufriendo en todas partes; en Australia en este momento.

Hablaba con el Presidente Zedillo (Ernesto Zedillo, ex presidente de México), de esas tormentas que se
escapó él de nieve allá en Nueva York.

El clima cambió y tenemos que adaptarnos todos los países a ese nuevo cambio climático; eso nos
impone una serie de desafíos sobre todo en materia de infraestructura.

Entonces queremos en el Gobierno aprovechar este desastre, que ha sido el peor de nuestra historia, y
convertirlo en una gran oportunidad para poder, no solamente adecuar a nuestro país al cambio
climático, sino también avanzar en materia de competitividad.

O sea, ahí hay una gran segunda locomotora, que estoy seguro que va a ser un motor de nuestro
crecimiento y nuestro desarrollo.

La riqueza energética

Una tercera locomotora es una que ya está creciendo a tasas muy altas; es todo el sector mineral,
minero-energético.

Nosotros somos muy ricos en energía, Colombia tiene energía de todo tipo. Petróleo, somos los
segundos exportadores de carbón del mundo, un carbón además, en buena parte un carbón coquizable,
que es un carbón muy cotizado a nivel mundial.

Somos muy ricos en agua. Y por eso nuestra producción de energía hidroeléctrica como porcentaje de
la producción total es muy alta. Tenemos un potencial para crecer y exportar energía.

Nuevamente ahí se conecta esto con la situación mundial, porque también la crisis energética, la que
estamos viendo, cada vez más hay demanda por todo tipo de energía, y América Latina y Colombia
están muy bien posesionadas para eso.

Vivienda y ciencia y tecnología

La cuarta locomotora que hemos identificado, una locomotora que casi todos los países en vía de
desarrollo hay un déficit, y es la vivienda.

Nosotros ahí, como muchos países, nos hemos venido rezagando; la demanda frente a la oferta ha
venido creciendo y ahí vemos una gran oportunidad.

La vivienda es intensiva en mano de obra, la vivienda jalona cerca de 32 industrias y queremos, nos
hemos puesto unas metas muy ambiciosas en la construcción de vivienda.

Y nuevamente este desastre que estamos viviendo, que ha afectado a más de dos millones de
colombianos, pero que ha destruido y afectado más de 300 mil viviendas, lo vemos como una gran
oportunidad para que esa locomotora, la podamos poner a funcionar a toda marcha.

Y la quinta locomotora es una locomotora de sentido común, que en América Latina y en Colombia
especialmente, también nos hemos venido rezagando y donde hay un potencial enorme si hacemos las
cosas bien para crecer.

Y es lo que han llamado el emprendimiento, la innovación, la inversión en ciencia y tecnología, en ver


cómo somos más eficientes. Y ahí hay un margen de crecimiento enorme en toda la región y en el caso
colombiano.

¿Con eso a qué aspiramos? Aspiramos a que estas locomotoras nos pongan a crecer a las tasas que
dice este Banco, el Hong Kong and Shanghai Banking Corporation.
Crecer al 5 por ciento

Por lo menos ellos dicen que vamos a crecer en un promedio por encima del 4, 4 y medio por ciento.

Nuestro propósito, nuestra meta, es crecer mínimo al 5 por ciento y un crecimiento sostenible mínimo
del 5 por ciento.

¿A qué nos estamos enfrentando? Nos estamos enfrentando a un mundo que está sufriendo unos
cambios sistémicos.

Ustedes saben mejor que nadie, ustedes han estudiado esta situación mejor que nadie, lo que está
sucediendo con las economías desarrolladas, la poca flexibilidad que tienen para volver a recuperar su
ritmo de crecimiento.

Por eso todos los pronósticos dicen que los países emergentes son los que van a jalonar la economía
mundial hacia el futuro.

La guerra de monedas

Ahí vemos todas las políticas monetarias de Estados Unidos, de los países europeos, de Japón,
queriendo crecer a punta de emitir moneda; moneda que no se queda en esos países, sino se va a
buscar los países que están creciendo a tasas más altas.

Ese es uno de los grandes desafíos que tenemos, qué hacemos con la situación monetaria
internacional, con la llamada ‘guerra de las monedas’. Lo hemos sufrido nosotros en Colombia, lo está
sufriendo América Latina, lo están sufriendo los países emergentes en general. Ese es uno de los
grandes retos.

Y como decía el Presidente Zedillo, el G-20 no ha sido capaz de dar ninguna solución. Mientras tanto
nosotros estamos sufriendo las consecuencias.

Hay un reto muy importante, qué tipo de medidas a nivel local se pueden poner en marcha. Pero
también a nivel global o a nivel regional.

Es uno de los grandes desafíos y sería muy interesante que en este congreso, porque el congreso tiene
que ver con la financiación del desarrollo después de la crisis.

Yo creo que el gran reto es qué hacer con las monedas, porque problema de financiación propiamente
dicho no hay, por lo menos en el caso colombiano nosotros no tenemos problemas de financiación en
este momento.

Hay un acceso de liquidez a nivel mundial, que están buscando dónde colocar sus excedentes y se
están viniendo precisamente para los países que ellos consideran que pueden tener un mayor
rendimiento.

Pero sí dentro de ese contexto, qué hacer con esta llamada guerra de las monedas es uno de los
grandes desafíos.

En la crisis del 2008, que nadie pronosticó. Esa crisis, Presidente Zedillo, que le dio tan duro al prestigio
de los economistas. Pero tenga la seguridad que yo no voy a cambiar de profesión, porque me fue muy
mal como futbolista.

Es que también los economistas somos muy prepotentes y muy soberbios. Pero yo cometí un acto de
soberbia o prepotencia de creer que podía jugar fútbol con la Sub-20 que hoy viaja a Perú a jugar el
Suramericano, y salí un poco lesionado.

Pero yo espero que salgan menos lesionados de lo que salimos los economistas de la crisis del 2008,
que nos fue muy mal porque la gran acusación fue que ninguno predijo lo que iba a suceder.

Y ahora tenemos una gran oportunidad de ver si podemos dar soluciones a esta situación
interesantísima, muy compleja, que el mundo está viviendo.
América Latina, el continente del futuro

Por eso este encuentro, que se haga en Bogotá en el año 2011, en una situación bastante sui géneris y
muy especial, donde Colombia, consideramos nosotros, que estamos en una especie de punto de
inflexión, que si ponemos en marcha las políticas correcta, realmente podemos despegar. Como puede
despegar toda América Latina.

Ahí hay unos retos enormes, se ha avanzado muchísimo en muchos frentes, en otros frentes estamos
muy retrasados. Aquí hay unas diferencias profundas en cuanto la concepción de lo que debe ser un
buen modelo de desarrollo, las diferencias son evidentes.

Nosotros, en el caso colombiano, hemos venido promoviendo con nuestros socios de México, de Perú,
de Chile, como una integración, una profundización en la integración con miras a tener un mercado que
sería o que es, más grande que Brasil.

Un mercado que nos puede proyectar, si queremos hacerlo, hacia el Asia, que es donde vernos que el
crecimiento se va a concentrar en las próximas décadas. Y esto no es algo excluyente con Brasil, sino
más bien una alternativa interesante para que América Latina en esa sana competencia, sana
emulación, pueda realmente y finalmente cumplir con ese sueño que se ha tenido durante tanto tiempo.

Siempre se ha dicho que ésta va a ser la década de América Latina pero nunca llega. Vamos a ver si
ahora puede llegar. Y creo que las circunstancias están dadas para que así sea.

Este estudio, curiosamente, coincidencialmente, el estudio del Banco, ‘The World in 2050’, dice que
América Latina a va a ser el continente del futuro.

Hablando de los economistas y de cómo discutimos entre los economistas cuáles son los indicadores
verdaderos, y qué es lo que debemos como países y como seres humanos perseguir en el desarrollo.
Ustedes conocen muy bien las nuevas escuelas, que después de los 15 mil dólares de ingreso per
cápita, ya crecer más no traer más felicidad. Entonces, los índices de felicidad.

Y hay un estudio muy interesante que se llama el Happy Planet Index, que es una organización que
viene en Inglaterra haciendo unas serie de estudios sobre cómo podemos desarrollarnos con unos
indicadores mucho más pertinentes en lo que llaman la felicidad del hombre, que es lo que desde los
clásicos todos hemos buscado.

Y tiene muy en cuenta la parte del medio ambiente; cómo usando el medio ambiente podemos seguir
creciendo, podemos seguir educándonos mejor. Y en ese índice aparece Costa Rica como el país de
más alta felicidad, por su relevancia con el medio ambiente.

Pero nuevamente en este otro estudio, América Latina vuelve y surge como el gran continente del
futuro, por cualquiera de los indicadores que se midan.

Y por eso, en el caso colombiano, en el caso latinoamericano, pues tenemos un gran desafío hacia
delante.

Las discusiones sobre el desarrollo, que son las discusiones eternas como las discusiones sobre el
buen funcionamiento de la democracia, es un proceso de mejoramiento continuo.

Pero en este momento, en este momento de la historia del mundo, en este momento de la historia de
América Latina, tenemos unas oportunidades muy especiales y unos desafíos muy particulares, donde
creo que si hacemos las cosas bien podemos dar un gran salto en nuestro desarrollo.

América Latina también tiene una gran ventaja sobre los países industrializados, que es nuestra
población joven. Nuestra población joven, la población joven es hoy un gran activo que tenemos que
aprovechar, porque eso no dura toda la vida, se van envejeciendo. Pero ese es uno de los grandes
activos que tenemos.

Finalmente, Presidente Zedillo, yo le diría que congresos como éste en momentos como los que
estamos viviendo, es lo que realmente le da a nuestros países y a quienes están en este momento en
una posición de tomar decisiones, una materia prima fundamental para acertar.
Nunca toma uno decisiones en la vida pública con el cien por ciento de seguridad de que la decisión va
a ser la correcta, pero en la medida en que instituciones como la GDN –que todo el mundo reconoce su
altísimo nivel intelectual, su pertinencia–, nos puedan dar una guía, nos puedan dar algunas señales y
pueda aglutinar en torno a esas señales el proceso de toma de decisiones de los países, eso va a hacer
de nuestro mundo un mundo mucho mejor.

Por eso les agradezco enormemente, enormemente, que ustedes hayan escogido a Colombia, nos
honra muchísimo para este decimosegundo congreso.

Espero que esta altura de Bogotá los inspire mucho, que de aquí salgan buenas ideas que podremos
acoger. Y a todos ustedes una bienvenida muy cordial y muy cariñosa por parte de todos los
colombianos.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la posesión de los


embajadores de Colombia en Ecuador, Italia y México

Bogotá 14 ene (SIG). “Hoy es un día importante y especial para nuestras relaciones exteriores.

Esta mañana con la Canciller (María Ángela Holguín) recibimos las credenciales del Embajador de
Venezuela (Iván Rincón Urdaneta) y del Embajador del Ecuador (Raúl Vallejo). Dos países con los
cuales hemos tenido algunos problemas en el pasado, pero que creo que a partir de hoy, ya con los
embajadores en firme, credenciales entregadas, pues vamos a continuar desarrollando una buena
relación.

Una buena relación, como deben ser las relaciones entre los países en general, pero sobre todo con
nuestros vecinos.

Tenemos unas fronteras muy importantes con Ecuador, con Venezuela. Tenemos intereses comunes.
Tenemos diferencias, por supuesto.

Yo he dicho en diversas ocasiones que con el Presidente (de Venezuela, Hugo) Chávez), por ejemplo,
tenemos profundas diferencias sobre la forma de cómo vemos el desarrollo de la democracia, el
desarrollo económico. Pero si nos respetamos esas diferencias, podemos tener unas muy buenas
relaciones.

Como en cualquier relación. Relación entre amigos, relación entre marido y mujer. Siempre hay
diferencias, pero si uno respeta las diferencias puede tener buenas relaciones.

Eso es lo que queremos, con la Canciller, con el equipo de Gobierno, en la política exterior colombiana.

Nosotros queremos proyectar a Colombia con la fuerza con la que deberíamos estar hace mucho
tiempo, porque Colombia es un país muy especial, muy importante, que hoy está surgiendo en el mundo
como uno de los países estrella, como un ejemplo.

A mí me complació mucho ver hace un par de días el informe que publicó uno de los bancos más
importantes del mundo, el Hsbc, Hong Kong Shanghai Banking Corporation, en donde dice que en los
próximos 40 años —porque hace un análisis de las economías del mundo de aquí al año 2050—, el país
que va a tener el mejor desempeño de América Latina por encima cualquier otro país va a ser Colombia.

Y América Latina va a ser el continente que va a tener el mejor desempeño de todos los continentes en
el mundo.

Eso nos impone unos grandes desafíos, porque cumplir ese vaticinio pues no es fácil; requiere tener
unas políticas públicas sensatas, de largo plazo, con visión, efectivas. Requiere tener un Gobierno que
sea coherente con esas circunstancias que se nos están presentando, pero sobre todo requiere un
papel de nuestra política internacional muy proactivo.

Requiere que a Colombia la vean como un país importante en los diferentes escenarios, como un país
que tiene peso específico, como un país con que puede dirimir problemas, que puede mediar y que
puede liderar procesos.

Y eso es lo que está comenzando a suceder afortunadamente. Con la Canciller, con el resto del
Gobierno, hemos venido poco a poco posicionando a Colombia en ese escenario. El escenario de ser
un país con iniciativa, un país líder, un país con peso específico.

La votación en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es un ejemplo. Fue una de las
votaciones más altas en la historia reciente de Naciones Unidas, gracias a la labor de la Canciller, y eso
nos dio un gran estímulo. Y hemos venido actuando en diferentes escenarios, en diferentes regiones
con mucho éxito.

Por eso, la posesión de tres nuevos embajadores en tres países muy importantes, pues es otro paso en
esa dirección y sobre todo por la calidad de estos embajadores.

Al doctor Fernando Arboleda lo conozco hace mucho tiempo. Es uno de los abogados más prestigiosos
del país. Su papel en la Corte Suprema de Justicia, fue Presidente de la Comisión Penal de Corte
Suprema de Justicia. Ha sido una persona que se ha dedicado más que todo, no solamente al servicio
de la justicia en Colombia, sino también a las labores académicas.

Y yo lo conozco personalmente, su papel como abogado. Y por eso puedo decir que tenemos un
representante en Ecuador como pocos podríamos escoger.

Al doctor Juan Manuel Prieto lo conozco desde muy pequeño. Fuimos compañeros de colegio, ha hecho
una carrera maravillosa, al punto de que está sacrificando una posición importante —y estoy seguro que
ingresos importantes— por servirle a la Patria.

Siempre ha estado dispuesto a colaborarle al país. Su firma de abogados es tal vez de las más
prestigiosas que tiene nuestra Nación y además su desempeño como profesional nos da la garantía de
que allá en esa bella, bellísima ciudad de Roma, al lado de Ximena, va a tener un desempeño muy
importante.

Italia es un país muy importante y además no solamente va a ser Embajador en Italia, sino en varios
países, Grecia entre ellos, que está en este momento pasando por un problema muy especial. Pero
estoy seguro que Juan Manuel va a representarnos muy bien.

Y el doctor José Gabriel (Ortiz) pues también, ha sido amigo personal mío durante muchísimos años.
Tuve el honor de nombrarlo en otra posición con el Gobierno, cuando yo era Ministro de Comercio ya
hace muchos años. Fue nuestro representante de Proexport en Madrid (España), jugó un papel muy
importante.

Allí estaba nuestro querido Vicepresidente y Embajador en España (Humberto de la Calle), y fue testigo
de la labor tan importante que hizo José Gabriel.

Y además José Gabriel es un embajador nato, porque los embajadores parte de su papel es tener
buenas relaciones con la gente, tener poder de convocatoria, entender bien los problemas y
solucionarlos cuando se presenten. Y como lo conozco muy, bien sé que va a hacer una gran
Embajada.

Los embajadores son representantes personales del Presidente y no podía yo tener tres mejores
representantes que estos tres Embajadores que hoy acabamos de destinar y por eso digo yo que es
muy importante para la política exterior colombiana.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la decimonovena


jornada de los Acuerdos para la Prosperidad

La Virginia (Risaralda), 15 ene (SIG). “Este es el primer Acuerdo para la Prosperidad de este año 2011.

Me complace mucho, señor Alcalde (James Alzate), poderlo realizar aquí en esta lindísima región del
país, en esta población tan hospitalaria.

Es el Acuerdo número 19, desde que comenzamos estos Acuerdos para la Prosperidad.

Antes de entrar en materia, yo quería señalar algunas cosas que creo que es importante de resaltar.

Lo primero que quisiera repetir una vez más, porque es el primer Acuerdo para la Prosperidad, ya
estamos a 15 de enero, se acabaron las vacaciones, mañana termina; los que pudieron quedarse una
semana más de vacaciones terminan período y comienza el año.

Y lo que quiero resaltar es esa operación retorno y todo lo que ha sucedido en este período de
vacaciones en materia de transporte. Ha sido realmente un ejemplo lo que hemos podido apreciar en
materia de tránsito.

Las cifras son muy elocuentes. Se movilizaron solamente durante el festivo de Reyes más de 3 millones
de vehículos, 3 millones 167 mil; o sea, un 4 por ciento por encima del año pasado, y eso que el año
pasado no tuvimos el invierno que nos golpeó tan duro este año.

Y a pesar de ese aumento, hubo una reducción del 44 por ciento en los accidentes de tránsito, en el
festivo de Reyes; 44 por ciento de reducción.

Y durante la temporada navideña se presentaron 149 muertos menos que en el mismo período del año
pasado. Eso es bien importante de resaltar.

Y durante el año 2010 se presentaron 576 muertos menos que el año anterior, lo que significa que es la
cifra más baja de los últimos 15 años. Eso quería resaltarlo para destacar la labor de las autoridades de
tránsito, de la Policía.

Pero también muy importante de quienes conducen los automóviles, los camiones, los buses, que entre
más responsables seamos todos más vidas vamos a poder salvar.

Relaciones con países vecinos

En estas primeras dos semanas, pero la última semana en particular, quisiera resaltar también lo que
sucedió el día de ayer, la presentación de credenciales del Embajador de Venezuela (Iván Rincón), del
Embajador en Ecuador (Raúl Vallejo). Con esto culminamos el proceso de restablecimiento pleno de las
relaciones con estos dos países; creo que eso es una noticia muy importante para el país.

El comercio, la cooperación en las fronteras, los proyectos conjuntos ya comienzan a ser una realidad y
esperamos fortalecer esas relaciones en la mejor medida posible.

Y a propósito de las relaciones en materia de seguridad, ayer llegó al país, enviamos a nuestra coronel
(Juliette Cure), que es la representante de la Policía en la Interpol, la que tiene la responsabilidad de la
Interpol aquí en Colombia, la enviamos a Venezuela. Allá le entregaron a este individuo, alias ‘Tulio’,
que es un comandante bastante importante del Eln, que habían capturado los venezolanos. Y nos lo
entregaron.

Es un hecho que quiero destacar y quiero agradecerles nuevamente a las autoridades venezolanas, al
Presidente (Hugo) Chávez, porque esto demuestra que está cumpliendo con su palabra. Lo que él me
dijo el primer día que nos reunimos, ‘yo no voy a permitir la presencia de estos grupos al margen de la
ley; a medida que los vayamos capturando se los iremos entregando’.

Es el cuarto miembro del grupo guerrillero que nos entrega; eso no había sucedido antes, y creo que es
un paso muy importante en la dirección correcta.

Ahí también quiero destacar otro hecho que sucedió en Panamá el día de ayer y fue que las autoridades
panameñas fueron a un campamento de las Farc, en una operación para ir desalojando a las Farc de
esa frontera. Reportaron las actividades, no tuvieron ningún combate, porque las Farc al ver que venían
huyeron o ya no estaban ahí.

Pero el hecho de que las autoridades panameñas estén ya incursionando en esa zona y desalojando a
las Farc de esos santuarios, eso también es algo que queremos destacar y queremos agradecerle al
Presidente (Ricardo) Martinelli, de Panamá, y a las autoridades panameñas esa colaboración.

Correos de las Farc

En ese orden de ideas, yo también quisiera darles a conocer, como ha sido costumbre, algunos correos
que hemos venido encontrando, del ‘Mono Jojoy’, que nos indican cómo las Farc han continuado
queriendo comprar armas a través del vecindario y a través de diferentes países.

Son muchos los correos, pero voy a mencionar solamente unos pocos.

A partir del 2008, por ejemplo, la primera zona de consecución de material de guerra se ubica en las
fronteras, como ha sido costumbre; del Ecuador, de Venezuela, de Brasil. Hay un correo del año 2008
que dice:

‘Estimados Timo y Pastor: Gran saludo revolucionario’. Dentro de los párrafos que hay, dice: ‘la copia
del material de guerra, cada bloque lo está haciendo por su iniciativa y no hay unificación de criterios.
Pienso que al tener ustedes contactos, algo de dinero y ofertas de material bueno, hay que comprar
para que el futuro nos apoye, porque esto está templado. Datos por la frontera de Ecuador, se está
comprando tiros de AK a 4 mil pesos, de G3 y R15 a 3 mil, de punto 50 a 10 mil y de PKM a 9 mil,
granadas de M79 a 200 mil, de mano a 180 mil. Frontera con Venezuela y Brasil, munición de AK a 5
mil, las otras lo mismo que los anteriores.

Les va nuestro abrazo. Jorge’. Que ya no está con nosotros. Ese ‘Jojoy’.

Un correo de marzo; o sea, hace menos de un año. Marzo 10 de 2010. En el séptimo punto, dice:

‘De acuerdo con el Mono, que el Secretariado autorice los precios de los fierros. Siguiendo la
sugerencia del Mono, en una próxima mandaremos precios de los materiales de guerra que se
consiguen por acá’ .

Punto octavo: ‘Mandamos al Perú a buscar contacto para la compra de material de guerra. Abrimos una
pequeña brecha con posibilidad de irla ampliando. Nos están vendiendo 50 fusiles entre M16, Norinco,
AR15 y Galil, a 16 millones cada uno. Orientamos que por los M16 y Norinco, si están en cajas, que los
compren a ese precio. El AR15 comprarlo por menos de ese precio y el Galil por malo no comprarlo.
Aunque con cualquiera de esos lo matan a uno. Los M16 que se están consiguiendo en el mercado
negro están saliendo malos; con poquitos disparos se recalientan demasiado y enseguida el porte
tendría, el arma pierde precisión. Los buenos son los que están fabricando los gringos para su propio
Ejército. Indiscutiblemente lo mejor es el AK. Abrazos, Joaco’.

Es Joaquín Gómez. O sea, hay está haciendo todo el tipo de intentos de comprar.

Otro correo muy reciente o relativamente reciente, agosto 16 el 2010:

‘Camaradas del Secretariado, saludo fraternal. Qué bien la respuesta de los camaradas del Magdalena
a los provocadores traficantes de armas. Por esta parte también hay un planteamiento parecido de parte
de los hermanos Aybar, que en el pasado contribuyeron en la entrada de los 10 mil fusiles. Con aprecio’
el mismo Jorge, que a veces firmaba como Víctor Julio, el ‘Mono Jojoy’.

Estos hermanos Aybar son los hermanos José Luis Aybar y Luis Frank Aybar, que son dos reconocidos
traficantes de armas del Perú, y quienes contribuyeron a la adquisición, ustedes se acuerdan de los 10
mil fusiles el año 99, que se incautaron con destino al bloque oriental.

Esto lo traigo a colación simplemente para señalar lo importante que es tener buenas relaciones con los
vecinos y una buena colaboración para que nos ayuden a que esto pretende las Farc no suceda, o lo
hagamos cada vez más difícil. Y ese es el propósito de todo este proceso de mejoramiento en nuestras
relaciones, y creo que estamos logrando el objetivo.

La Farc y la minería ilegal

Otros correos que quisiera poner en conocimiento de ustedes, para también señalar un punto que tiene
que ver mucho con el invierno y los estragos del invierno, y es la participación de las Farc en el
comercio de oro en el país.
Hay muchos, muchos correos que hacen referencia a cómo se financian ellos con la explotación del oro.

Todas esas minas ilegales que tanto daño le producen al medio ambiente, que vemos por todo el país,
que la Policía y el Ejército, las autoridades y ahí deberían ser mucho más firmes las corporaciones
autónomas, todos nosotros, todos tenemos que ser muy firmes para combatir la minería ilegal, porque
esa minería ilegal está siendo, en buena forma, controlada por los grupos al margen de la ley, y es una
importante y creciente fuente de financiación.

Aquí hay unos correos donde ‘Iván Márquez’, por ejemplo, le propone al Secretariado realizar la
explotación minera en la zona del bloque oriental, donde habría varias minas de oro.

Dice: ‘Apreciados Baltasar y Alejo, reciban mi saludo fraternal’.

Punto cuarto de ese correo: ‘Por ahora vamos a autorizar a Jorge asegurar un negocio de explotación
minería, donde tenemos unas inversiones y darle curso a la explotación de unas fincas completas de
oro que son propiedad de la organización. Es todo, Juan’. Juan es ‘Iván Márquez’.

Hay muchos correos, pero otro que quisiera. Uno del ‘Mono Jojoy’ a ‘Alfonso Cano’ de febrero 10 del
año 2009. Dice: ’Estimado Alfonso, cálido saludo. Se revisó el área del oro y no ha pasado nada. Falta
hacer conteo de lo que hay; por el momento no se puede por presencia enemiga. Los responsables
andan con Mauricio’.

‘Mauricio’ es uno de los miembros del Secretariado, que es el encargado de toda la explotación de oro
de las Farc.

Hay otro correo que dice: ‘En cumplimiento de la decisión del Secretariado, Óscar, Rolando, Darío,
Enrique, Brener, Mario, Alonso, Alex, trasladen en cinco días el oro. Jota con dos más les asegura sin
que se entere’.

¿Eso qué quiere decir? Que estaban cambiando de sitio unas caletas que tienen de oro. Y hay muchos,
muchos correos donde ofrecen pago de material de guerra, de fusiles, de armamento con oro. Y otros
correos que hacen referencia en donde dicen que hay que trasladar el otro de un sitio para otro, que hay
que pagarles a tales personas con oro. Hay mucha evidencia sobre eso.

Pero vuelvo a repetir: lo importante de esto es que todos tomemos conciencia de la actividad que tienen
las Farc en la explotación de las minas ilegales y cómo se financian ahí y cómo, inclusive, cuando no
son ellos los dueños de las minas, cobran a los mineros ilegales y se asocian con los mineros ilegales,
como tenemos evidencia que en muchos sitios.

Y de ahí, vuelvo y repito, están creciendo su financiación por los golpes que les hemos dado en la otra
gran fuente de financiación que es el narcotráfico.

Eso quería simplemente resaltarlo, porque creo que es bueno que el país sepa de que cada vez que la
Policía, el Ejército, las autoridades incautan una mina ilegal, no es como muchas veces se quiere
presentar, que a los pobres mineros ilegales les están quitando su sustento. Les estamos quitando la
fuente de financiación a las Farc y a los grupos criminales.

La emergencia invernal

Vamos ahora, entonces, a entrar en materia, a lo que vinimos. Este Acuerdo para la Prosperidad, este
primer Acuerdo para la Prosperidad, es un acuerdo para evaluar lo que ha hecho, los estragos de la ola
invernal aquí en Risaralda.

Por supuesto, mucho de lo que aquí se discute tiene que ver con lo que está sucediendo en todo el país,
en todo el Eje Cafetero. Pero como ustedes ya conocen bien, lo que hemos querido con estos Acuerdos
es focalizarnos en las regiones y tratar de solucionarles los problemas, evaluar la situación, en temas
particulares, en regiones específicas.

Hemos creído que es una forma mucho más práctica y más efectiva y eficiente de trabajar y de
interlocutar con las comunidades.

En este caso lo estamos haciendo aquí en La Virginia, porque aquí están más o menos casi el 55 por
ciento de los damnificados del invierno de todo el departamento de Risaralda.

Porque La Virginia, además, es casi como el símbolo del invierno de todo Risaralda, porque en todos los
inviernos aquí tienen ustedes problemas.

Entonces hemos decidido venir a La Virginia por eso, porque eso se volvió una especie de símbolo, y
ver cómo podemos resolverles no solamente el problema a los que fueron afectados por el invierno
ahora, sino también nuestros propios problemas para los futuros inviernos.

Y acuérdense, acuérdense de algo muy importante: el país, el departamento de Risaralda, La Virginia,


tiene que acostumbrarse a que esto nos sucedió en los últimos meses, que ha sido devastador, nunca
habíamos visto unos estragos de un invierno tan dramático como los que hemos visto en estos últimos
meses, esto, infortunadamente se va a volver más una regla que una excepción.

Tenemos que acostumbrarnos a que el invierno va a ser mucho más fuerte, porque el cambio climático
que produce este invierno es un fenómeno irreversible.

Ya la humanidad, por su irresponsabilidad, por nuestra irresponsabilidad, de todos nosotros, hemos


permitido que el cambio climático haga los estragos que está haciendo, porque no solamente en
Colombia.

Ustedes han visto en la televisión lo que está sucediendo en este momento en Río de Janeiro. Yo me he
tratado de comunicar con el Gobernador de Río de Janeiro, que es amigo personal, además, para
expresarle a nombre de todos los colombianos nuestras condolencias, van más de 500 muertos,
también producto del invierno.

Ustedes han visto lo que está pasando al otro lado del mundo, en Australia. Nunca antes se había visto
inundaciones como esas, también causando estragos. Eso es parte del cambio climático.

Y por eso es tan importante la labor, doctor Luis Carlos (Villegas, Presidente de la Andi), que usted, el
doctor Jorge Londoño, que la junta que va a manejar el Fondo de Calamidades que está ya atendiendo
la parte humanitaria y la rehabilitación de coro plazo de los estragos de este invierno.

Pero esa misma junta también va a manejar el Fondo, que hemos llamado de adaptación, de
reconstrucción, adaptación a esa nueva realidad.

Por eso es tan importante lo que hagamos ahora, no solamente mitigue el efecto de este invierno sobre
quienes perdieron sus viviendas, sobre quienes están sufriendo, sino también prevenga el día de
mañana más estragos, más dolor, más sufrimiento.

Y esa es la responsabilidad de esta junta. Yo por eso no tengo palabras de agradecimiento con el doctor
Luis Carlos Villegas, con el doctor Jorge Londoño, con el doctor Arturo Calle, con el doctor Antonio
Celia, que de muy buena manera y de gran patriotismo están ofreciendo su concurso, su tiempo, para
participar en esta junta que va a supervisar todos esos trabajos; los de la atención humanitaria pero
también los de la reconstrucción.

Con eso quisiéramos entrar ya en la parte de cómo vamos en materia de atender la tragedia aquí en
Risaralda, en el Eje Cafetero.

El doctor Everardo Murillo, quien muchos de ustedes lo conocen, porque estuvo al frente del Eje
Cafetero cuando el terremoto violento que nos afectó a finales del año 99, y que ha sido además, para
orgullo nuestro, la reconstrucción de toda esta zona que fue afectada por el terremoto.

Ahora que me he puesto a revisar literatura sobre ejemplos exitosos en el mundo de atención de
desastres, de atención de tragedias, me he puesto a revisar literatura del mundo entero, me he puesto
con los embajadores, les digo: Mándenme resúmenes ejecutivos de lo que ustedes encuentren de
ejemplos exitosos, y para orgullo nuestro y para orgullo de ustedes aquí en el Eje Cafetero, para orgullo
suyo, doctor Luis Carlos, y para orgullo suyo, doctor Everardo, sale la reconstrucción del Eje Cafetero en
Colombia, de Armenia, como uno de los ejemplos exitosos en todas las publicaciones a nivel mundial.

Ahí hay un ejemplo de cómo hicieron las cosas bien. Eso, pues a mí me da una gran tranquilidad porque
estamos ya en manos de personas que han probado que hacen las cosas bien, doctor Luis Carlos,
doctor Everardo.

De manera que muchas gracias. Y yo creo que eso nos da una gran confianza a todos, a todos los
colombianos, que estos inmensos recursos.

Agradecimiento al Papa y a comunidad internacional

Porque la solidaridad ha sido también muy grande. Y yo quiero aprovechar y agradecer en este
momento, que es el primer Acuerdo para la Prosperidad, al Santo Padre, que durante las vacaciones, en
todas sus oraciones, en sus palabras de Navidad, de Año Nuevo, mencionó específicamente a
Colombia y a los damnificados en Colombia.

Y sus oraciones estuvieron con nosotros, y creo que es algo que todos debemos agradecer. Que nos
han ayudado mucho, porque nos llena de entusiasmo, nos llena de valor.

Pero no solamente el Santo Padre, por supuesto, A todos los países que nos han ayudado, que han
enviado ayuda desde lugares muy remotos.

Israel nos envió un avión lleno de ayuda; los países vecinos, Estados Unidos, Europa, en fin, muchos,
muchos países que nos han ayudado. Pero sobre todo la solidaridad aquí en Colombia.

A donde voy la gente me dice: cómo puedo ayudar, qué puedo hacer. Lo que ha llegado en materia de
mercados, lo que ha llegado en materias de ayudas, de dinero.

A todos queremos agradecerles y decirles que no bajemos la guardia, que como lo dice un editorial de
un periódico hoy, el trabajo, doctor Luis Carlos, hasta ahora comienza; el trabajo duro comienza es
ahora.

Cuando afortunadamente hemos visto algunos días de verano en buena parte del país, comienzan a
bajar las aguas, pero comienzan a surgir problemas más graves.

Y ahí tenemos que estar muy presentes, porque no se nos olvide que la prioridad número uno, y no me
cansaré de repetirlo, es la gente, la parte humanitaria. Que nadie tenga hambre, que nadie sufra por
problemas de salud, que tengan un techo donde dormir.

Y otra prioridad que tenemos con la Ministra de Educación (María Fernanda Campo): ahora que
comienza nuevamente la época escolar, que los niños no dejen de ir al colegio por culpa del invierno.
Que si los albergues están ocupados, están siendo concentrados en los colegios, hay que desalojar a
esa gente y ponerla en otro sitio para que los colegios puedan volver a cumplir su función.

Qué bueno sería, vuelvo a repetir, qué bueno sería Ministra María Fernanda, y decirles, uno de nuestros
muchos propósitos, poder decir en un año, año y medio, doctor Luis Carlos, usted también nos puede y
Dr. Everardo (Murillo, Gerente del Fondo de Calamidades) decir: en esta tragedia, la peor en la historia
del país, ningún niño dejó de ir al colegio o ningún niño perdió su oportunidad de seguir estudiando. Eso
sería ya un logro muy importante.

Yo espero, Gobernador (de Risaralda, Víctor Tamayo), que aquí usted también nos ayude y alcalde,
alcaldes (de La Virginia, James Alzate y de Pereira, Israel Londoño), nos ayuden mucho a ese propósito
en particular.

Doctor Everardo ¿por qué no —antes de iniciar todo—, por qué no nos da una radiografía muy corta
sobre la situación en el Eje Cafetero y en Risaralda? Para que los colombianos y todos nosotros
estemos enterados de cuál es la situación real ahora y cómo vamos a resolver esa situación.

Everardo Murillo, Gerente del Fondo de Calamidades: Gracias Presidente. Muy buenos días a todos.

Presidente, el informe que tiene el Gobierno consolidado da cuenta de lo siguiente: En el departamento


de Risaralda hay 25.908 personas afectadas, que representan 5.294 familias. Eso frente al total
nacional, que son 461.732.

Presidente Juan Manuel Santos: Perdóneme, hago una pregunta que siempre hago. De esas 25.000
personas afectadas, alcaldes, Gobernador (de Risaralda, Víctor Tamayo). ¿Hay alguna que pueda decir
que no le ha llegado la ayuda, hay alguna que se haya sentido que no ha sido atendida, que esté con
hambre, que no le haya llegado un mercado; en la parte humanitaria han sido atendidas?

Everardo Murillo: No, Presidente.

Tuvimos una reunión con todos los gobernadores y equipo de Gobierno, una videoconferencia el
miércoles en la tarde, liderada por el doctor. Miguel Peñaloza (Alto Consejero para las Regiones y la
Participación Ciudadana), con la Consejería de Regiones.

Se hicieron presentes en esta videoconferencia físicamente ocho gobernadores y todos confirmaron,


Presidente, que hoy ése no es el problema. Han hecho un esfuerzo enorme con recursos distintos de la
región.

Presidente Juan Manuel Santos: ¡Qué bueno, qué bueno! Yo los felicito, pero también quiero hacer un
llamado a los ciudadanos en general, porque muchas veces por falta de fuentes de información, porque
no se pudo comunicar, alguien se queda sin atender.

Y que esto que tenemos nosotros como información, todo el mundo ha sido bien atendido, de pronto no
es tan cierto. De pronto hay algún reducto de alguien que no ha sido bien atendido.

Por eso los ciudadanos, las comunidades son las mejores veedoras de todo este proceso. Y los quiero
estimular, cuando vean algo que no concuerde con lo que nosotros estamos diciendo, cuando vean algo
que no les parezca que está bien, cuando vean algún alcalde que no está repartiendo en forma
equitativa las ayudas, por favor comuníquelo.

Hay ya sistemas y ustedes van a recibir cada día más información, sobre a dónde pueden comunicarse
para denunciar o para señalar cualquier procedimiento que no les parezca que sea el correcto.

Y eso se los agradecemos muchísimo, porque nosotros también, otro propósito que tenemos en todo el
Gobierno que tenemos, con el doctor Luis Carlos, con el doctor Jorge Londoño, con todos, es también
poder decir el día de mañana, hicimos todo lo que pudimos hacer.

Que no podamos atender a todo el mundo al mismo tiempo, eso es normal, físicamente es imposible.
Pero que, dentro de nuestras capacidades, como por ejemplo cuando fuimos la primera vez allá al Canal
del Dique cuando se rompió, y se inundó el sur del Atlántico, yo les decía a los ingenieros: lo que tienen
aquí en materia de grúas, lo que se está haciendo ¿es todo lo que se puede hacer, no podemos hacer
nada más?

Y me decían: Presidente, es que por este jarillón, no cabe sino una grúa; entonces no podemos meter
tres. Entonces yo quede tranquilo, que lo que se estaba haciendo era todo lo que podíamos hacer.

Y yo quisiera que tuviéramos esa mentalidad, que todo lo que podamos hacer es lo que se está
haciendo, para que nos quede por lo menos la conciencia tranquila que hicimos todo lo que pudimos
para salir bien de esta tragedia”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al sancionar el nuevo


Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, y la reforma de eliminación del incentivo económico en
las Acciones Populares

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al sancionar el nuevo Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, y la reforma de eliminación del incentivo
económico en las Acciones Populares

Bogotá, 18 ene (SIG). “Hoy es un día importante para la Justicia y para todos los colombianos.

He dicho varias veces que no es posible lograr la prosperidad sostenible y equitativa que queremos si
no progresamos hacia una justicia accesible, eficiente y, sobre todo, pronta y oportuna.

Y no veo un mejor momento para reiterarlo que hoy cuando nos reunimos para sancionar la ley que
expide el nuevo Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo.
Este estatuto es otra muestra de la determinación que tenemos los colombianos de seguir fortaleciendo
la Justicia, así como de robustecer las relaciones de los ciudadanos con la administración pública.

Era una deuda pendiente con esta importante rama del poder público y con el país.

El código que hoy nos rige fue promulgado hace más de 25 años y fue expedido al amparo de la
Constitución de 1886, lo que significa que fue concebido para otro mundo, otra realidad y otro contexto.

Se trata de un código adaptado a una constitución que proponía un modelo de Estado de corte
individualista, limitado en cuanto a los derechos y sus mecanismos de defensa.

Casi cumplimos 20 años con esta deuda pendiente, teniendo en cuenta que hoy nos regimos por la
Constitución del 91, que adoptó el modelo “social de derecho” y consagró una amplia gama de garantías
individuales fundamentales y colectivas.

Nuestra actual carta política también incluyó nuevos instrumentos como la acción de tutela, las acciones
de cumplimiento, las acciones populares y de grupo, que cambiaron y modernizaron el rol de los jueces
y de la Administración, así como su interacción con los administrados.

El nuevo código que sancionamos hoy es el resultado de un juicioso análisis de la evolución normativa y
jurisprudencial en esta importantísima área del Derecho Público.

La idea de contar con el nuevo estatuto nació de una iniciativa conjunta del Consejo de Estado y del
Gobierno nacional, y contó con una amplia discusión y socialización, incluyendo los muy enriquecedores
debates en el Congreso de la República.

Y hoy quiero, nuevamente, agradecer a los honorables congresistas por su dedicación y seriedad en la
discusión de esta ley, como ha sido la constante en toda la agenda legislativa.

Qué bueno oír al Presidente del Consejo de Estado diciendo que ojalá hubieran filmado estas
discusiones. Y yo puedo decir lo mismo de otras discusiones. Qué bueno que el Congreso de la
República esté recibiendo el reconocimiento de su trabajo, porque no solamente lo estamos
reconociendo aquí, sino lo está reconociendo el país entero.

La legislación que aprobó el último semestre creo que no tiene precedentes en la historia reciente del
país. Y la que va a aprobar en los próximos meses, va a culminar un proceso de reformas realmente
importante, que va a dejar por mucho tiempo una estela en la vida nacional.

Los congresistas supieron recoger las inquietudes de los ciudadanos, de la academia, de los
profesionales del derecho, para aprobar un código moderno, ajustado a esta nueva realidad del país.

Siempre he creído que la razón de la justicia son los ciudadanos.

Y son finalmente ellos los directos beneficiarios de esta ley.

Por eso, quiero resaltar los principales cambios que contiene este nuevo código y que inciden de
manera positiva en el ciudadano de a pie.

El primero de estos cambios tiene que ver con los mecanismos que se adoptarán para agilizar y
modernizar los procesos judiciales ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo, una de las más
congestionadas.

Uno de esos mecanismos es la introducción de un esquema procesal mixto, que integra elementos de
los sistemas escritos, orales y por audiencias, que sin duda imprimirán celeridad a los procesos que se
tramitan ante la jurisdicción.

El segundo de estos cambios tiene que ver con las reformas que fortalecen el derecho de petición.

Ese mecanismo –una de las herramientas más útiles del ciudadano en su diálogo con el Estado– podrá
ejercerse, incluso, de manera oral o haciendo uso de las tecnologías de información y comunicación.
Con una novedad, que lo hace aún más efectivo:

Se establece que toda solicitud que presenten las personas a las autoridades –así no lo digan
expresamente– se entiende realizada en ejercicio de este derecho.

Además, se contempla la posibilidad de ejercer el derecho de petición no sólo frente a entidades


públicas sino ante organizaciones privadas que cumplan funciones administrativas y ante personas
naturales en casos de indefensión o subordinación.

También podrá ejercerse este derecho ante cajas de compensación familiar e instituciones del Sistema
de Seguridad Social Integral de carácter privado, con lo que se acoge la reiterada jurisprudencia de la
Honorable Corte Constitucional en esta materia.   

Un tercer aspecto importante tiene relación con el propósito de modernizar y facilitar el acceso de los
colombianos a una justicia oportuna y efectiva.

Los ciudadanos podrán hacer uso de medios tecnológicos para realizar actuaciones judiciales que hoy
sólo se hacen por escrito.

Para lograrlo, se implementará el expediente judicial electrónico.

Este expediente será un conjunto de documentos digitales que contendrá las actuaciones judiciales que
puedan adelantarse en forma escrita dentro de un proceso, y será implementado en un plazo de 5 años
a partir de la vigencia de la ley.

En el futuro tendrá plena validez el adelantamiento de todo tipo de actuaciones en forma digital, como
demandas judiciales, notificaciones, contestaciones de demanda, recursos e incidentes, entre otros.

Así mismo, la Administración podrá expedir actos administrativos o efectuar notificaciones personales
por medio electrónico.

Las entidades públicas de todos los niveles deberán tener un buzón de correo electrónico
exclusivamente para recibir las notificaciones judiciales.

Este sistema servirá también para los particulares inscritos en el registro mercantil, quienes serán
notificados en la dirección electrónica que suministren en dicho registro.

Se tratará de un nuevo régimen que nos evitará en buena parte el papeleo y los innecesarios
desplazamientos de ciudadanos ante los despachos públicos, de los funcionarios a oficinas o viviendas
de los particulares, o el uso de empresas de servicio postal.

Como es natural, se pondrá el mayor cuidado para que la utilización de los nuevos medios digitales no
implique ninguna vulneración a los derechos de defensa y contradicción de las partes del proceso.

Tenemos que adaptar la Justicia a los medios tecnológicos del siglo XXI, ¡y lo estamos haciendo!

Un cuarto aspecto central de la reforma en lo contencioso administrativo tiene que ver con el
fortalecimiento de los poderes del juez.

El nuevo código crea un moderno y amplio régimen de medidas cautelares –adicionales a la suspensión
provisional de actos administrativos–, que será un buen instrumento para lograr la protección judicial
efectiva de los derechos sometidos a controversia.

Un quinto aspecto es el relativo a una meta esencial que se trazó con la reforma de este código: la
descongestión de miles de expedientes que están por resolverse.

La congestión judicial es enemiga de la pronta y cumplida Justicia.

El nuevo código ha contemplado un Plan Especial de Descongestión de la Jurisdicción de lo


Contencioso Administrativo que se ejecutará en un plazo máximo de 4 años.

Con ello, deben llevarse hasta su terminación todos los procesos judiciales promovidos antes de la
entrada en vigencia de este nuevo estatuto.
Muchos se estarán preguntando, ¿cómo se logrará esta meta tan ambiciosa?

Se contratarán jueces y magistrados de descongestión, se trasladarán procesos a los tribunales menos


congestionados y se contempla la agrupación de procesos por temáticas, para fallarlos conjuntamente.

Pero esa no es la única buena noticia que hay en lo que se refiere a la descongestión judicial.

Con la entrada en vigencia del nuevo código daremos un gran paso en el tiempo promedio de solución
de demandas.
  
Hoy, un proceso tarda en promedio 9 ó 10 años en ser resuelto, lo cual es, simplemente, inaudito.

Cuando empiece a operar el nuevo código, esperamos tener un tiempo promedio de 3 años.

¡Nos ahorraremos alrededor de siete años de proceso judicial! Es un gran avance.

Eso se traduce en un verdadero alivio para los ciudadanos y para la propia administración de justicia.

Teniendo en cuenta las implicaciones de una reforma de esta magnitud, el nuevo código no empezará a
regir sino hasta julio del año próximo.

Además, ante la gran diferencia entre el sistema escrito actual y el sistema mixto adoptado, solamente
se aplicará a los procesos que se inicien con posterioridad a su vigencia.

Un último aspecto, muy importante, que quiero destacar es lo relacionado con la obligación que tendrá
la administración pública de aplicar de manera uniforme la jurisprudencia a situaciones que tengan los
mismos supuestos fácticos y jurídicos.

Esto significa que, cuando existan sentencias de unificación jurisprudencial, las autoridades deben
proceder a reconocer el mismo derecho a quienes se encuentren en situación idéntica y soliciten la
extensión de los efectos de dicha jurisprudencia.

Esta figura será una valiosa herramienta para los servidores públicos y para los ciudadanos, pues
representa una nueva cultura administrativa que busca evitar los litigios, y contribuye a la seguridad
jurídica, a la realización del derecho de igualdad y a la descongestión judicial.

Como no todo es perfecto, hay un aspecto sobre el cual existe alguna preocupación –que compartimos
varios de los aquí presentes–, y es la imposibilidad de revocar directamente actos administrativos que
se produzcan con base en información fraudulenta, lo que implica que dicha revocación se debe hacer
por vía judicial.

Baste decir que éste es un tema que amerita una revisión.

Pero no terminan con este nuevo código las buenas noticias para la Justicia en Colombia.

Hoy presentamos otra ley que constituye un importante avance en materia de descongestión judicial y
uso racional del aparato judicial.

Se trata de la reforma que acaba con los incentivos económicos que antes se entregaban a los
demandantes en las acciones populares.

Estas acciones, creadas para proteger los derechos e intereses colectivos, deben tener como punto de
partida la solidaridad de los ciudadanos que las ejercen y no motivaciones mercantilistas o de ánimo de
lucro.

Algunas veces las mejores intenciones no resultan tan buenas en la práctica, y se convierten en algo
completamente contrario a lo que se buscaba, y éste era un ejemplo patente.

El incentivo económico en las acciones populares terminó generando un negocio para ciertos
particulares bastante avivatos, que se dedicaron a interponerlas incentivados por la recompensa, lo que
generaba la presentación de centenares de acciones populares temerarias.

Es más, se habían creado verdaderas mafias de litigantes dedicados, no a hacer uso del derecho, sino a
abusar del mismo, para enriquecerse a costa del Estado.

Algo similar sigue pasando en el tema de las pensiones, donde algunos abogados inescrupulosos se
aprovechan del dolor y la indefensión de viudas y huérfanos para gestionar sus mesadas –no siempre
limpiamente– y aprovecharse de las rentas que les corresponden.

¡Para eso no es el Derecho! El Derecho es la ciencia que busca la aplicación de la Justicia, y los
abogados y jueces están en la obligación de procurarla sin sucumbir a oscuros intereses económicos.

¡El Derecho es el arma de los justos, y no el instrumento de los chacales!

Por eso, que quede claro: las acciones populares seguirán siendo un recurso para la protección de los
derechos de la comunidad, pero ¡no serán más un botín para el provecho de los “avivatos”!

Señores magistrados, señores jueces, abogados y funcionarios:

Quiero aprovechar esta ocasión para invitarlos a profundizar, cumplir, aplicar y consolidar este nuevo
régimen de Derecho.

Para mí es un motivo de profunda satisfacción sancionar estas leyes, porque se trata de un muy buen
ejemplo de cómo las ramas Judicial, Legislativa y Ejecutiva pueden trabajar conjunta y armónicamente
en la consecución de los fines del Estado Social de Derecho.

Cuando avanzamos juntos y en la misma dirección –como los tres bueyes que impulsan el arado de la
democracia en la metáfora de Roosevelt que tantas veces he citado– Colombia gana y se fortalecen
nuestras instituciones.

La colaboración armónica entre los poderes públicos es un objetivo primordial de este gobierno, y me
complace mucho constatar que, una vez más, produce excelentes resultados para el bien de todos los
colombianos.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la presentación y


firma de la Ley de Salud

Bogotá, 19 ene (SIG). “Antes de entrar en materia y hablar sobre la Ley que acabamos de sancionar,
quisiera hacerles un breve pero muy importante anuncio.

En esta ola invernal, en esta tragedia que hemos vivido en estos últimos meses y que infortunadamente
se va a prolongar algún tiempo más, el tema de la salud ha sido prioritario.

Con el Ministro y con la Viceministra hemos estado siempre pendientes de que el tema de la salud no se
convierta en otra tragedia.

Generalmente estos fenómenos tienen repercusiones muy negativas en materia de salud.


Afortunadamente hasta ahora ese tema no ha sido un tema que nos haya perjudicado demasiado.

Se han presentado problemas que han sido resueltos en forma casi inmediata. Pero infortunadamente
hay fases.

Este momento, ahora que las aguas están estancadas, que hay en algunas zonas dificultades para
evacuar esa agua, ahí es cuando comienzan los problemas. Por eso hay que estar muy vigilantes.

Dentro de la estructura que hemos creado para administrar las tres fases: la fase humanitaria, la fase de
rehabilitación y la fase de reconstrucción, se nombró –como ustedes saben– al doctor Jorge Londoño
como Presidente de la Junta.

Es Presidente de la Junta que maneja el Fondo de Calamidades, que administra la fase humanitaria y
parte de la fase de rehabilitación. 
 
Y también maneja el otro Fondo, que hemos llamado de Adaptación y Reconstrucción, que va a ser el
encargado de todas las obras para reconstruir lo que ha sido destruido.

Y en cierta forma para prevenir lo que infortunadamente nos va a tocar: enfrentar este tipo de inviernos
que ya no serán la excepción sino la regla hacia el futuro, por el cambio climático, que es irreversible.

En el tema de salud, dentro de esa estructura, por supuesto que está la parte oficial. Pero también
queremos en la parte privada tener una pequeña estructura pero muy eficiente vigilando y dándonos
línea, y a cargo del tema de la salud.

Muy generosamente el doctor Roberto Esguerra, aquí presente, ad honorem, nos ha ofrecido que él se
encarga de esa parte, de toda la parte de la salud, a partir de este momento, para que el problema que
tiene que ver con la administración de ese aspecto de la salud hacia adelante en esta tragedia, pues
podamos tener todos los instrumentos y todas las políticas y todas las acciones necesarias para que el
tema no vaya a pasar a mayores.

De manera que, doctor Roberto, creo que usted es una adición muy importante a este equipo de la
reconstrucción, de la rehabilitación y de la parte humanitaria.

Le agradezco muchísimo su disposición, sobre todo que lo hace a título gratuito.

Han pasado menos de cuatro meses desde que nos reunimos aquí mismo para lanzar las llamadas
mesas temáticas, que aportaron sus ideas y experiencias para la reforma a la salud.

En esa ocasión les pedí que pensaran qué tipo de salud merecían sus hijos, hermanos, padres y
abuelos.

Sin duda, uno quiere lo mejor de lo mejor para la familia.

Y sobre esa base les dije que eso es –precisamente– lo que merecen todos los colombianos, ¡sin
excepción!, sin distingos de clase social o ubicación geográfica.

Hoy es muy gratificante para nosotros poder lanzar esta Ley de Salud, porque ella traerá, sin duda,
mayor bienestar a las familias de Colombia.

Esta ley es el punto de partida para tener un sistema de salud de calidad, incluyente y equitativo, con
énfasis en las necesidades de los usuarios.

Quiero felicitar a todos y cada uno de los presentes, porque esta ley es el fruto del aporte de todos.

Aquí hubo un trabajo excepcional de todos los actores del tema de la salud de Colombia, desde los
usuarios hasta los médicos, incluyendo las empresas prestadoras de salud, además del aporte que
hicieron las regiones.

Todos participaron vigorosamente en la construcción de esta ley.

También hubo un trabajo comprometido de los partidos de la Unidad Nacional –y de los que no hacen
parte de ella–.

Sé de las trasnochadas de los honorables congresistas con el ministro Santa María, para discutir el
proyecto que hoy se convierte en ley, y déjenme decirles que ¡valieron la pena!

Porque lo que hubo en esta oportunidad fue un debate serio y de mucha profundidad en el Congreso de
la República, que se mostró a la altura de las discusiones y del desafío.

Quiero hacer mención de los ponentes, quienes merecen una felicitación y una gratitud especial de todo
el pueblo colombiano.

La senadora Dilian Francisca Toro, la senadora Gilma Jiménez, el senador Jorge Ballesteros, el senador
Antonio José Correa, el senador Fernando Tamayo, el senador Guillermo Santos, el senador Mauricio
Ospina, el senador Germán Carlosama López, el senador Eduardo Merlano y los representantes Diela
Liliana Benavides, Marta Cecilia Ramírez, Angela María Robledo, Alba Luz Pinilla, Gloria Stella Díaz,
Armando Antonio Zabaraín, Holger Horacio Díaz, Rafael Romero, Luis Fernando Ochoa, Víctor Raúl
Yepes, Juan Manuel Valdés, Didier Burgos y Elías Raad.

También a los miembros de las Comisiones de Conciliación y Accidental. Al senador Carlos Ramiro
Chavarro y al senador Eugenio Enrique Prieto.

A todos ustedes, muchas gracias. Realmente hicieron una labor maravillosa que el pueblo colombiano
les agradece, que yo les agradezco, porque esto se va a traducir en lo que todos queremos: en mayor
prosperidad y mayor calidad de vida para todos los colombianos.

¡El país ha entendido que la salud es la primera y más importante riqueza de cualquier ser humano!

Bien ha dicho alguien –y me gusta esta frase, como economista que soy– que “la salud es la unidad que
da valor a todos los ceros de la vida”.

Y también me gusta, porque se aplica muy bien a este caso, este otro aforismo: “Se alcanza el éxito
convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso”.

Hace unos meses –cuando estábamos en la campaña a la Presidencia– la Ley de la Reforma a la Salud
era una meta a la que debíamos llegar.

Ahora, con su entrada en vigencia, esta ley se convierte automáticamente en un nuevo paso para
alcanzar las siguientes metas: calidad y cobertura universal en materia de salud.

Quisiera destacar quiénes son los tres grandes beneficiarios de esta ley:

En primer lugar, los usuarios:

A fin de cuentas, es para ellos que una nación construye un sistema de salud.

Sin importar en qué lugar del país estén, cuánta plata tengan en su bolsillo o el saldo de su cuenta de
ahorros, todos los colombianos –¡todos los colombianos!– estarán afiliados al sistema y recibirán sus
beneficios.

Ya no habrá excusa o argumento aceptable para negar una atención óptima.

Este es un paso muy importante. No muchos países pueden decir eso. Ojalá que la historia nos juzgue
diciendo: miren lo que hizo Colombia en este período y lo que logró.

Quiero reconocerles al presidente Uribe y al gobierno anterior el esfuerzo que hizo en materia de
cobertura y todo lo que se logró.

Pero con esta Ley y con la Ley Estatutaria, que espero el Honorable Congreso también apruebe en un
futuro cercano, poder decir que todo el mundo tiene un buen servicio de salud, es un paso realmente
revolucionario.

El hecho de que puedan acceder a los servicios de salud con apenas la cédula de ciudadanía es una
garantía para todos y cada uno de nuestros compatriotas.

Cumpliremos un sueño y un derecho: que en Colombia, para acceder a la salud, ¡baste con ser
colombiano!

¡Quien tenga cédula, tendrá salud!

Hace algunos meses nos decían que era imposible buscar la portabilidad nacional.

¡Hoy les puedo asegurar que lo haremos posible!

La ley promueve que los servicios sean integrales y los pacientes tengan los tratamientos que necesitan
y no los que puedan pagar.

Es que a uno NO lo pueden medio-curar o medio-atender, dependiendo de la capacidad de pago

En ese sentido será útil la actualización del POS cada 2 años y la unificación de los regímenes
subsidiado y contributivo –prevista para el año 2014–.

El colombiano de estrato 6 y el de estrato 1 deben tener –y tendrán– exactamente los mismos derechos
y el mismo acceso a los servicios.

De hecho, las EPS e IPS tendrán la obligación de denunciar cualquier vulneración de derechos,
maltrato, descuido o negligencia.

Y algo fundamental, para cumplir el principio de equidad en la salud: Habrá una Junta Técnico
Científica, adscrita a la Superintendencia de Salud, que velará por ello.

Ésta será una instancia de médicos independientes que decidirán con rigor científico –y también
humano– sobre la necesidad de un tratamiento que haya sido negado por alguna de las instituciones
prestadoras de salud.

Es decir, los usuarios no tendrán que presentar tutelas, como ocurre hoy en día, sino que podrán acudir
a esta Junta, más expedita y con mayor conocimiento de causa que un juez.

Debemos enfocarnos también en la prevención, y el Estado creará una política nacional para ello.

Séneca decía que “mejor es la salud que nunca se perdió”. Y además es la más barata.

Por eso es vital que apliquemos –de verdad, verdad– la prevención, no sólo por la obvia razón de
preservar el bienestar físico y mental de cualquier ser humano, sino también porque eso siempre será
más económico para el bolsillo de los colombianos y, por supuesto, para las finanzas públicas.

En la ley hay un modelo de Atención Primaria que contempla tres ejes básicos:

Uno, iniciativas de salud pública –para que desde el Estado se promueva la vida sana y la prevención
de la enfermedad–.

Dos, la atención básica –para mantener sanos a los usuarios–.

Y tres, la atención especializada –para tratar siempre a tiempo las enfermedades–.

La ley también contempla medidas para disminuir los precios de medicamentos y de dispositivos
médicos, de manera que facilitemos el acceso a ellos por parte de toda la población, en particular los
menos favorecidos.

Me decía el Presidente del Partido Conservador, ahora que estábamos en la Mesa de la Unidad, que
por qué será que el mismo medicamento de marca en Colombia a veces es más caro y muchas veces el
doble, que el mismo medicamento en Ecuador o en otros países.

Ahí tenemos que hacer algo para poder controlar el abuso o el exceso que a veces se comete en la
comercialización sobre todo de ciertas drogas aquí en el país.

Un segundo grupo de beneficiarios de esta ley son los profesionales de la salud.

Al fin y al cabo, ellos son los directos responsables de que el sistema funcione en todos sus eslabones.

Sabemos que deben estar –y quieren estar– mejor preparados, de acuerdo con sus áreas de trabajo.

Por ello se creará un sistema de formación continua con módulos especiales para profesionales,
técnicos, tecnólogos, auxiliares de la salud, directivos y ejecutivos.

El sistema de salud no sólo necesita de buenos médicos y enfermeros, sino también de buenos
administradores y gerentes.

Todos ellos, a su vez, necesitan de mejores condiciones laborales.

En ese sentido, la ley apunta, por ejemplo, a prohibir la intermediación laboral a través de contratos con
cooperativas, en el caso de los trabajadores de las instituciones prestadoras de salud.

Se ha mantenido, además –y esto es muy importante–, el respeto a la autonomía médica de los


profesionales de la salud, que son quienes finalmente saben lo que necesita el paciente.

Que quede claro que ellos tendrán libertad de opinión profesional, en aras –por supuesto– de dar un
servicio de mejor calidad.

Los médicos son verdaderos apóstoles de la salud y así lo plasman en su juramento hipocrático cuando
se comprometen a trabajar en beneficio de los enfermos.

Otro punto muy importante es el de prohibir cualquier tipo de dádivas entre trabajadores de la salud y
prestadores de este servicio o empresas farmacéuticas, como una medida de transparencia para el
sector.

Nosotros hemos dicho que gobernamos en una “urna de cristal”, y así debe funcionar en todos los
demás ámbitos de la vida nacional, especialmente en uno tan importante y trascendental como la salud.

Porque además, no nos digamos mentiras entre nosotros, este sector ha sido uno de los señalados
como uno de los sectores donde más corrupción se ha generado.

Por eso es bien importante que todos nos volvamos veedores. Ahí vamos a poder, si somos efectivos,
conseguir una parte importante de los recursos que requiere el sistema para ser efectivo y eficiente.

En tercer lugar, esta ley beneficia al sistema en general, para hacerlo sostenible y eficiente.

Habrá un programa de fortalecimiento de los hospitales públicos.

Los de mejor desempeño tendrán recursos adicionales a manera recompensa por la buena gestión.

Se prevé, además, un Fondo de Garantías para uso de los hospitales que enfrenten momentos difíciles.

También se reduce sustancialmente la intermediación, empezando por los giros que hace el Gobierno,
que irán directamente a quienes prestan los servicios.

La administración del régimen subsidiado estará en cabeza del Ministerio de la Protección Social, que
será el encargado de girar directamente los recursos, mientras que las entidades territoriales realizarán
el seguimiento y control de los afiliados.

Hace cuatro meses también les dije que la calidad de la salud debe ser compatible con la sostenibilidad.

Una cosa no puede ir en detrimento de la otra.

De entrada, estamos hablando de 1,5 billones de pesos anuales a partir del próximo año. 

Ahí hay un enorme esfuerzo de 1 billón de pesos del Presupuesto Nacional, otros 200 mil millones de
pesos de las Cajas de Compensación Familiar y más de 30 mil millones de pesos de los municipios y
departamentos, entre otros aportantes.

Palabras más, palabras menos, ¡aquí vamos a poner todos!

Y lo haremos –insisto– pensando en el bienestar de los usuarios, y en especial de los más pobres.

Eso sí: para que esto sea sostenible, todos tenemos que tener los ojos abiertos y los oídos despiertos.

El primer paso para hacer eso posible es luchar, como el mejor de los antibióticos, contra el mal de la
corrupción.

Seremos inclementes contra esos bandidos que cometen el imperdonable crimen de robar recursos de
la salud de todos los colombianos.

A ellos los perseguiremos con la misma contundencia con que hemos perseguido a los objetivos de alto
valor de los grupos ilegales, de los grupos de narcoterroristas.

La ley, por su parte, fortalece mecanismos que hacen más eficiente y transparente el flujo de recursos,
como las nuevas facultades de la Superintendencia, y crea el Observatorio de Salud en el Instituto
Nacional de Salud, y el Instituto Nacional de Evaluación de Tecnologías.

La Superintendencia tendrá presencia nacional, a través de oficinas locales o de las mismas secretarías
de salud.

Entre otras medidas, se endurecen las sanciones por el no pago oportuno a los hospitales.

Se trata de herramientas que nos servirán para hacer un permanente diagnóstico, inspección y
vigilancia del sector.

Eso es muy importante, porque la eficiencia, sostenibilidad y transparencia del sistema tienen que ser
una permanente prioridad.

El sistema de salud es un patrimonio que garantiza nuestra vida sana y que nos permitirá recibir el día
de mañana un tratamiento adecuado, a nosotros y a nuestras familias.

El bienestar físico y mental de los colombianos es una riqueza que debemos cultivar y atesorar.

Esto debe ser una tarea de la Unidad Nacional, y no me refiero únicamente a los partidos que
componen la bancada de gobierno.

Tampoco me refiero sólo a las entidades que prestan los servicios de salud y a sus profesionales.

Me refiero al país, a Colombia, que tiene muchos motivos para recibir con gran esperanza, con gran
entusiasmo, esta nueva ley.

Todos, absolutamente todos, debemos cuidar de nuestro sistema de salud, vigilarlo y trabajar para que
esté en constante perfeccionamiento.

Los aquí presentes, por lo pronto, debemos sentirnos muy orgullosos de haber llegado hasta este punto.

La sanción de la Ley de Salud, en tan poco tiempo, concertada con todos los que tienen que ver con el
tema, es una meta cumplida.

Los felicito, pero también les advierto que vienen por delante más y más metas.

Como les dije antes, la sanción de esta ley se convierte apenas en un paso más de muchos que
tenemos que dar.

Nuestro gobierno está comprometido a seguir en esa senda y –a juzgar por los resultados– sé que
también ustedes están dispuestos a trabajar sin descanso por los mismos propósitos.

Nuestros compatriotas cuentan con que sigamos adelante en este esfuerzo, ¡y no les vamos a fallar!

Por lo pronto, la salud de los colombianos recibe hoy, con esta ley, la mejor de las noticias.

Trabajemos unidos ¡hasta darla de alta!

Muchas gracias”. 
Palabras del Presidente Santos en la posesión de Francisco Lloreda
como Alto Consejero para la Convivencia y Seguridad Ciudadana

Palabras del Presidente Santos en la posesión de Francisco Lloreda como Alto Consejero para la
Convivencia y Seguridad Ciudadana

Bogotá, 20 ene (SIG). “Para mí es un verdadero honor y un motivo de gran satisfacción este muy corto
acto, pero muy significativo, por varias razones:

Primero, en la campaña prometimos que íbamos a crear o bien un Viceministerio de la Seguridad


Ciudadana o bien una Alta Consejería, o en el furor de la campaña de pronto dije que los dos, pero
después de mucho analizar dentro de la Presidencia y la organización que le hemos querido dar con el
doctor Juan Carlos Pinzón (Secretario General), decidimos que lo más importante sería una Alta
Consejería para la Seguridad Ciudadana.

Las altas consejerías dentro de la nueva estructura de la Presidencia lo que señalan son las prioridades
del Gobierno. Hay una alta consejería para cada prioridad del Gobierno, y por eso la Seguridad
Ciudadana resalta dentro de esas prioridades.

Es un tema de vital importancia, tal vez de lo que la gente más siente y reclama, y sobre todo en la
coyuntura que estamos viviendo.

Somos un país que ha tenido una confrontación muy larga, que seguimos en esa confrontación y que,
en cierta forma, estamos viviendo algo que pocos países –creo que ninguno en la historia lo ha vivido-
que es una especie de época de postconflicto, sin que el conflicto haya cesado.

Y ha sido también una constante que las épocas de postconflicto lo más complicado, el reto más grande
que tiene un país, es precisamente la seguridad ciudadana.

¿Qué pasa después de que esa confrontación cesa?

Generalmente ha sido una constante en la historia que surgen bandas delincuenciales, surge un
fenómeno de inseguridad ciudadana.

Lo hemos visto clarísimamente, por ejemplo, en Centroamérica, lo que ha pasado allá después de los
procesos de paz.

Pues bien, nosotros tenemos que afrontar ese reto en medio de la confrontación, y por eso era muy
importante escoger la persona adecuada para esa Alta Consejería.

Revisamos muchas hojas de vida y el nombre del doctor Francisco Lloreda salió como tal vez la persona
más idónea para ocupar este cargo y para asumir esa responsabilidad. Su trayectoria el país la conoce,
ustedes la conocen muy bien.

Recientemente ha estado en el Gobierno como Embajador ante La Haya, pero siempre ha estado muy
inquieto en estos temas de la seguridad.

Digno hijo de su padre, que fue un gran ministro. Todavía me consta, cuando fui Ministro de Defensa,
esa admiración, ese cariño, ese respeto que todas las Fuerzas Armadas, Ejército, Fuerza Aérea,
Armada y la Policía, profesan por su padre, porque siguen respetándolo allá en el cielo, y lo que dejó, el
legado que dejó. Su corto tiempo en el Ministerio hizo historia.

Y como  ‘hijo de tigre sale pintado’, el doctor Francisco Lloreda tiene ese mismo temple, esa misma
devoción por la seguridad, que es una de las funciones principales del Estado.

Y además tiene esa habilidad, don de gentes, capacidad ejecutiva, capacidad de organizar, y por eso
me siento muy tranquilo, y por eso decía al principio que estaba especialmente satisfecho con esta
posesión.

Solamente me queda pedirle excusas a su familia, a su señora, sobre todo que en la Embajada me
imagino que lo veía todos los días, a las 6:00 de la tarde llegaba a la casa y lo podía gozar. Yo creo que
no lo va a ver con tanta frecuencia, trataremos de que no sea muy serio.

Pero acá hay un reto muy grande, un reto muy grande. La labor que ha hecho la Policía, el general
(Óscar) Naranjo, en este frente, ha sido maravillosa.

Usted va a ser un refuerzo muy especial a esa labor que es compleja.

Los grupos delincuenciales tienen una capacidad enorme de adaptarse, de reciclarse, sobre todo
cuando tenemos esa flecha venenosa que atraviesa todos los fenómenos de inseguridad como es el
narcotráfico.

Pero no solamente es en la parte represiva, también en la parte preventiva, usted lo conoce muy bien.
Por eso el país puede sentirse muy satisfecho y muy tranquilo con esta posesión, porque esa prioridad
de la seguridad ciudadana, que ha sido –no es que estemos inventando la rueda- ha sido ya una
prioridad, con la Policía hemos venido trabajando, pero el doctor Francisco José Lloreda va a ser un
gran refuerzo.

Porque aquí hay una labor de coordinación, por ejemplo, entre las Fuerzas Armadas, la Policía, los
alcaldes, los gobernadores. Ahí hay que hacer una labor especial, y usted tiene, doctor Francisco, esa
habilidad, porque también ha sido político, también conoce la idiosincrasia de los alcaldes, de los
gobernadores, y por eso va a ser un elemento tan importante en toda la política del alto Gobierno.
De manera que bienvenido al equipo, al equipo aquí en Palacio, y nos sentimos muy satisfechos de que
esté con nosotros.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la inauguración de la


Muestra Educativa Shoá, Memoria y Legado del Holocausto

Bogotá, 20 ene (SIG). “Quiero comenzar estas palabras lamentando muchísimo la muerte de Sonia
Peres, la esposa del Presidente de Israel, Shimon Peres. Sucedió hoy en Tel Aviv.

Mis condolencias muy sentidas a nombre mío, personal, de mi Gobierno y de todo el pueblo colombiano,
al Presidente Shimon Peres, quien ha sido un gran amigo de Colombia, y tengo el honor, el inmenso
honor de decir que un amigo personal.

Precisamente, en una semana tenía yo cita con él en Davos (Suiza). Nos hemos propuesto que cada
vez que hay una reunión nos juntemos. Para mí es un gran privilegio.

Qué bueno poder recibir consejos de los sabios. Y Shimon Peres es un sabio. Por eso nos duele tanto la
muerte de su señora, 87 años. Y por eso enviamos nuestras condolencias a ese gran señor, hoy
Presidente de Israel.

Son muchas las historias que conocemos sobre el horror que vivieron los judíos en la Segunda Guerra
Mundial.

Hemos visto muchas películas y documentales, y hemos leído desgarradores libros sobre las víctimas
—y también sobre los sobrevivientes—, comenzando, por supuesto, por el conmovedor Diario de Ana
Frank.

Hoy quiero compartirles una historia en particular, que tiene un valor especial, porque se trata de una
compatriota —porque hoy es una orgullosa colombiana— que nos acompaña en este recinto.

Ella nació en Budapest, cuando Europa sufría los estragos de la confrontación, y apenas tenía dos años
cuando los alemanes invadieron Hungría, un día de marzo de 1944.

Desde entonces, su familia —como la de los cerca de nueve millones de judíos que vivían en Europa en
esa época— se convirtió en víctima directa de la barbarie nazi.

Les estoy hablando de Ana María Vajda de Golstein, una mujer que perdió —con excepción de su
madre y una tía- a toda su familia en Auschwitz, uno de los campos de concentración más siniestros de
la historia.

El hecho de que ella esté aquí, acompañándonos hoy —como lo hacen también otros sobrevivientes—,
se lo debemos a su madre.

Una mujer valiente y amorosa que logró verdaderas hazañas en medio de la estricta vigilancia a la que
estaban sometidos los judíos, para salvar a su pequeña.

Ella logró conseguir documentos falsos para ocultar su identidad judía, y juntas encontraron refugio en
las afueras de Budapest, donde una cristiana las acogió hasta el final de la guerra.

Mientras ellas sobrevivían en el encierro, cientos de familias judías, incluyendo la suya, fueron
separadas.

Sus miembros fueron enviados a campos de concentración donde los usaron en toda clase de
experimentos infames y los hicieron trabajar sin límites para luego llevarlos a las cámaras de gas.

Incluso, los obligaron a cavar sus propias fosas para luego fusilarlos en ellas.

Algunas fotos —dolorosas fotos— de esta exposición son un registro impactante de estos hechos que
lastiman la memoria del mundo y nos avergüenzan como especie humana.

Nueve años después del fin de la guerra, en 1954, Ana María y su madre, que no querían vivir en un
régimen comunista, decidieron emigrar a nuestro país para empezar de cero.

Por todo lo que les he contado, éste, sin duda, es un momento especial para Ana María y para los cerca
de cinco mil judíos que hay en Colombia.

Porque la muestra educativa que se inaugura hoy, nos abre una ventana para recordar el horror al que
fue sometido su pueblo.

Y no sólo ellos: también gitanos, testigos de Jehová, discapacitados, homosexuales, polacos y eslavos
en general, y otras minorías a los que los nazis, en su ceguera, consideraban pertenecientes a una ‘raza
inferior’.

Es necesario recordar, ¡es obligatorio recordar!, porque así podemos garantizar que la historia no se
repita, ni para ellos, ni para ningún ser humano, sin importar religión, raza o creencia.

Como dijo Primo Levi, el gran escritor italiano que sobrevivió al holocausto nazi: ‘No es lícito olvidar, no
es lícito callar. Si nosotros callamos, ¿quién hablará?’

De ahí la importancia de esta exposición, que le da voz a los sobrevivientes para que nos cuenten su
experiencia, en un recorrido interactivo que abarca un periodo entre 1933 y 1948.

Quiero agradecer a la Fundación Zajor, en cabeza de Estela Golstein; a las comunidades judías en
Colombia y a la Fundación Aviatur —con la coordinación de Jean-Claude Bessudo—, y a Samuel
Dresel, promotor de la exposición desde Uruguay.

Gracias a ellos, al aporte de la Casa Sefarat de Madrid y al Museo de Arte Moderno de Bogotá —que
acoge generosamente esta muestra—, los colombianos tendrán acceso a un valioso material testimonial
sobre el Holocausto.

Y quiero detenerme en el primer apartado de esta exposición, que nos plantea una pregunta simple,
pero importante para la reflexión.

¿DE QUÉ SOMOS CAPACES LOS SERES HUMANOS?

Con las fotos y los testimonios que se van a encontrar aquí basta para responderla.

¿Somos capaces de tanta infamia? Sí, tristemente sí.

¡Estamos hablando de seis millones o más de seres humanos que fueron sacrificados sin razón!

Pero en honor a ellos, hay que hablar también de los que resistieron con dignidad el infinito maltrato al
que fueron sometidos.

La fortaleza del alma de estos hombres, mujeres y niños, y su convencimiento de que el cambio llegaría,
fue lo que los mantuvo en pie hasta el fin de la guerra.

¡Ellos se permitieron soñar y creer en un mundo más justo!

Si no lo hubieran hecho, muchos no habrían vivido para contarlo.

Permítanme citar a Chil Rachjman, uno de los sobrevivientes de Treblinka, un campo de concentración
de Polonia, quien ayudó a inspirar la creación de esta muestra:

Él dijo: ‘ Sí, sobreviví y me encuentro ahora entre los hombres libres. Pero muchas veces me pregunto
¿por qué? Para ser el fiel testimonio de la inocente sangre derramada, para contar cómo millones de
seres humanos fueron sacrificado por brutales asesinos. Sí, sobreviví, para dar testimonio del
impresionante matadero que fue Treblinka’.

Por eso, volviendo a la pregunta sobre de qué somos capaces los seres humanos, les digo con
convicción: ¡Somos capaces de grandes cosas, de grandes heroísmos!

Incluso de sobrevivir en las peores condiciones, como lo hicieron tantos judíos como Rachjman.

Sirva esta ocasión para reiterar mi profunda admiración por el fuerte y talentoso pueblo judío, dentro del
cual tengo muchos de mis mejores amigos; un pueblo digno, capaz de superar una tragedia tan grande
con su fe y su alma intactas.

Heredé este afecto hacia los judíos de mi padre, de mi abuelo y de mi tío-abuelo, Eduardo Santos, a
quien le correspondió dirigir los destinos del país en los primeros años de la Segunda Guerra, cuando
aún no se conocían las atrocidades que ocurrían en los campos de concentración europeos.

Inicialmente —y en medio de fuertes tensiones internas— su gobierno se declaró ‘neutral pero no


indiferente’.

Era una neutralidad, sin embargo, que no se podía confundir con imparcialidad y que situó a Colombia
en el terreno de la beligerancia implícita a favor de los aliados.

Después del ataque a Pearl Harbor, en diciembre de 1941, nuestro país rompió relaciones con Japón,
primero, y luego con Alemania e Italia, y el Presidente Santos hizo una nueva declaración:

‘ Colombia no es indiferente ni neutral (…) No. Nosotros estamos con nuestros amigos (…)
acompañamos franca y lealmente a los Estados Unidos de América y a sus aliados en esta lucha’.

Y así lo repito hoy: ¡No somos indiferentes ni neutrales, ni lo seremos nunca, frente a la violación de los
derechos humanos!

Luego de terminar la Guerra, tanto mi tío abuelo, mi padre y mi abuelo apoyaron la creación del Estado
de Israel. Y desde entonces, los tres siempre apoyaron las causas que se presentaron en todos los
frentes para que Israel pueda vivir en paz. El derecho a existir como país y a vivir en paz.

Y tenga la seguridad, señor Embajador, que yo ese legado, como Presidente de la República, lo
mantendré y lo voy a acrecentar.

Hoy conmemoramos y recordamos con horror el Holocausto, la Shoá, porque su herida es una cicatriz
en el rostro de la Historia que jamás se borrará.

Pero debemos reconocer, con tristeza y con realismo, que los holocaustos siguen sucediéndose, en
muchas partes del planeta e incluso en nuestro propio país, donde tantos compatriotas han sido
víctimas de la violencia.

Atestiguar la infamia del Holocausto judío nos llena de argumentos y de voluntad para seguir trabajando
por las víctimas de Colombia, para que tengan una reparación justa y necesaria.

Presenciar estas imágenes dantescas nos hace recordar que aún hay decenas de compatriotas cautivos
en la selva, en improvisados campos de concentración, por la tozudez y crueldad de una guerrilla
extraviada de la Historia.

Trabajar por las víctimas, buscar la libertad de los secuestrados, es lo mínimo que podemos hacer los
que gozamos hoy del bien preciado de la libertad.

Al igual que los judíos sobrevivieron, dignos y altivos, a la más grande tragedia que puede vivir cualquier
pueblo, así también los colombianos saldremos adelante y superaremos décadas de violencia y de
dolor.

Lo haremos con fortaleza y con esperanza; lo haremos con unidad y con tolerancia, porque la gran
lección del Holocausto es que quien pierde la tolerancia pierde el sentido de la humanidad.

Por todo esto, quiero aprovechar este momento, para hacerles una invitación:

No olvidemos el pasado, aprendamos de él, pero sobre todo miremos hacia adelante, convencidos del
gran potencial que tenemos.

Dicen que los asiáticos, con una historia de milenios detrás de ellos, han logrado avanzar mucho, en
todos los aspectos, porque aprenden las lecciones del pasado pero se concentran más en lo que está
por venir.

Se calcula que, en su conversación diaria, hablan un 20 por ciento acerca de lo que ya pasó, pero
dedican el 80 por ciento de su tiempo a pensar y hablar del futuro.

Eso mismo debemos y podemos hacer en Colombia, y en el mundo.

Por eso esta exposición sobre la Shoá, más que anclarnos en un pasado que nos duele, nos da la
oportunidad de reflexionar sobre cómo construir un mejor futuro.

Para terminar, quisiera leer unos párrafos que Ana María plasmó en un libro que escribió para que sus
nietos conozcan su historia.

Es algo que debemos aplicar para seguir avanzando hacia un futuro lleno de promesas.

‘A un sobreviviente de Auschwitz —narra Ana María— le oí decir que el miedo a ser descubierto era una
sensación quizás peor que la de estar en un Campo de Concentración.

Yo nací en ese miedo y soy una sobreviviente de ese miedo. Ser judío era la negación de la vida.

Pero los temores de la infancia se han transformado hoy en la deliciosa sensación de triunfo al saber
que no lograron aniquilarnos, que aquí estamos, que las generaciones que nacieron de mí conocen su
pasado y miran hacia adelante.

El odio es enseñado, y es por eso que la tolerancia y la convivencia también pueden y deben ser
enseñadas’ .

¡Gracias, Ana María, por esta lección de vida!

Y gracias a todos los organizadores por traernos esta exposición que nos llega al alma y nos conmueve
hasta el fondo del corazón.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos al finalizar la tercera jornada de los


Diálogos de Gestión, en el Ministerio de Educación

Bogotá, 21 ene (SIG). “Yo le decía a la Ministra (de Educación, María Fernanda Campo) y a los
funcionarios del Ministerio con los que nos reunimos durante casi cuatro horas, que este Ministerio de
Educación en los últimos años ha venido ganándose un prestigio muy especial, y eso es un motivo de
inmensa satisfacción para todos los colombianos, pero sobre todo para ustedes, porque la educación es
–y así lo hemos llamado- las carrileras de las locomotoras que hemos puesto en marcha en este
Gobierno.

La educación es el futuro. Sin educación ningún país puede tener futuro, por eso es tan importante el
trabajo de todos y cada uno de ustedes.

Es un trabajo ejemplar, la cosecha no viene el año entrante, pero es la cosecha que nos va a dar a
nosotros un futuro mucho más promisorio.

Si lo vemos en esa forma y trabajamos con ese objetivo, este país va poder lograr esa gran meta que
nos hemos puesto, de despegar hacia el desarrollo y ser un país próspero para todos.

Así se llama nuestro Plan de Desarrollo: Prosperidad para Todos.

Prosperidad para Todos tiene un triangulito: menos pobreza, más empleo y más seguridad.

Menos pobreza a través de la educación.

Más empleo a través de la educación.

Más seguridad a través también, en buena parte, de la educación.

Todo lo que uno quiere tiene como objetivo social, como objetivo económico, crecimiento económico, la
disminución de las brechas regionales, todo, tiene que ver con educación.

Por eso, le doy tanta importancia a estas metas que nos hemos puesto, y ustedes pueden tener la
seguridad que desde la Presidencia y desde la oficina del propio Presidente, van a tener todo el
respaldo para que su trabajo tan importante se traduzca en resultados concretos, porque serán
resultados concretos que le van a dar un gran bienestar y un gran futuro a nuestros niños, a los niños de
nuestros niños, es decir, al país.

De manera que quería comenzar diciéndoles: muchas gracias por su trabajo, y felicitarlos.

Sucede con todos los ministerios en estos Diálogos de Gestión, así lo hemos llamado: gestión, gerencia,
buen gobierno, y en estas reuniones lo que hemos hecho es ponernos de acuerdo en una forma mucho
más concreta en las metas, en los objetivos y en cómo lo vamos a lograr, para poderle hacer un
seguimiento.

Todo lo que no se controla, no se mide, pues no se consigue. En cambio si nos ponemos unas metas
concretas y trazamos una hoja de ruta de común acuerdo, y socializamos esas metas para que todos
los actores –en el caso de la educación sí que hay actores de todo tipo y muy importantes- entiendan la
bondad de esos planes y se comprometan con ellos.

Eso hace que las metas se consigan con mucha más facilidad.

Eso es lo que iniciamos hoy.

Las metas que hemos venido presentándole al país, en términos generales, pues las hemos
profundizado, las hemos ordenado, y hemos iniciado ese proceso de poner unas metas, inclusive, no
solamente de los cuatro años, sino metas anuales, metas a veces trimestrales

Son metas ambiciosas.

Yo le decía a la Ministra y le he dicho a los otros ministros –por experiencia propia, yo he sido ministro
en tres ocasiones- cuando a uno le dicen póngase unas metas, pues uno tiende a decir: ‘Pongámonos
unas metas bajitas, para lograrlas rápidamente, las superamos y nos ganamos todos los créditos’.

Pero yo les decía: No hagamos eso, hagamos más bien al revés, pongámonos unas metas muy
ambiciosas y eso nos va a forzar a trabajar más, y si las logramos la satisfacción va a ser doble, porque
ya en el subconsciente no está uno facilitando las cosas, sino todo lo contrario, poniéndose metas en
lugares altos, y eso, como todo en la vida, si se logran, genera mucha más satisfacción.

Hay unos objetivos generales, dentro de esos objetivos generales hay otros más concretos.

Como aquí, que se ha establecido una especie de lema: ‘Educación de Calidad’, el Gobierno pasado
logró un paso muy importante, es el aumento impresionante en materia de cobertura. Es un aumento
que se señala a nivel internacional como un ejemplo de un país que ha logrado en un relativo corto
tiempo un aumento muy significativo en cobertura, sobre todo en la educación básica.

Pero cuándo nos comparamos con el resto del mundo –a pesar del aumento en cobertura- estamos muy
atrasados, sobre todo en calidad.

Cobertura en la educación media, cobertura en la educación superior, muy atrasados, pero muy
atrasados en calidad en todo.

Y una buena educación o una educación sin buena calidad, tiene poco sentido, porque la educación lo
que debe hacer es darle instrumentos a las personas para poder movilizarse socialmente, para poderse
progresar, para poder aportarle a la sociedad las diferentes actividades, y si no está preparado, casi que
la inversión –que es una inversión muy alta que hace un país para educar a la gente- en cierta manera,
se pierde.

Por eso, es tan importante el objetivo de la calidad, y ahí nos hemos puesto también unas metas muy
altas.

La primera infancia. Con la Ministra hemos hablado muchísimo sobre la necesidad de tener cada vez
más presente la primera infancia, que ahí es cuando los niños realmente se forman, física y
mentalmente.

Y lo hemos dicho también en repetidas ocasiones: un niño bien alimentado, un niño bien nutrido, va a
ser un ciudadano productivo; un niño maltratado va a ser un ciudadano resentido.

Y por eso en todos los estudios, a todo nivel, se señala que la mejor inversión, la más rentable
socialmente es la de la primera infancia.

Ahí tenemos unas metas ambiciosas en materia no solamente de cobertura –vamos a llegar a 600 mil
niños, casi duplicar el número de niños que hoy están siendo atendidos en primera infancia- pero
también con un gran esfuerzo en darle una educación a esa primera infancia, integral, que realmente los
prepare para la vida. Eso sería un paso fundamental, muy importante.

Hemos hablado muchísimo sobre cómo nos vamos a comparar con el resto del mundo, porque hay que
entender que estamos en un mundo globalizado, que la educación en una universidad colombiana o en
un colegio colombiano, en el fondo es una educación que compite por el mismo empleo, con una
universidad europea o asiática o latinoamericana.

Por eso los estándares nuestros tienen que ser estándares a nivel mundial si queremos realmente ser
un país que progrese, que sea competitivo.

Esa fue la razón por la cual yo fui a golpearle las puertas a la Ocde, que es un club no de países ricos,
sino de países con las mejores prácticas.

Y uno de los temas que a la Ocde más le interesa es el tema de la educación. Ellos son los que hacen
las pruebas Pisa, y van a hacer una prueba y Colombia va a estar ahí presente, comparada a nivel
mundial la educación superior, la calidad de la educación superior.

Y ahí tenemos también unas metas, unos objetivos de ir aumentando nuestra posición relativa en el
mundo y en la región, para poder ser un país más exitoso.

Está también el tema de la ola invernal.

Con la Ministra nos hemos puesto un propósito que ojalá podamos lograr, lo hemos repetido, se lo
hemos dicho a todos los gobernadores, a todos los alcaldes: qué bueno sería llegar al final de este
proceso y decir que ningún niño en el país sufrió, tuvo que sacrificar sus estudios a causa de la ola
invernal.

Sé que la Ministra ha hecho un gran esfuerzo, que vamos por buen camino, pero nos falta mucho para
poder decir eso. Pero ese es el objetivo que tenemos, y ojalá, Ministra, yo sé que le estoy poniendo un
umbral alto, pero lo podamos cumplir.
Con sólo eso, yo quedaría contento. El día de mañana decir: manejamos bien esta ola invernal.

Qué gran satisfacción poder decir que los niños no sufrieron en su educación, porque lo que hemos
visto, ustedes lo han visto en las imágenes, la cantidad de establecimientos educativos afectados, más
de mil 800, más de 550 mil niños que están afectados por la ola invernal.

Qué bueno poder decir más adelante que no sufrieron en materia de estudios.

De manera que aquí hay un reto grande para ustedes, que son el alma, el corazón de toda esta política
de educación, en el Ministerio de Educación el trabajo de todos y cada uno de ustedes es muy, muy
importante, y por eso me satisface muchísimo poder venir aquí al Ministerio a darles este saludo, a
decirles que con la Ministra y con todos ustedes vamos a estar trabajando de la mano, a darles nuestro
apoyo y nuestro respaldo.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Santos en la jornada número 20 de los


Acuerdos para la Prosperidad

Villavicencio, 22 ene (SIG). “Me demoré un poco en llegar porque estaba haciendo una labor muy
interesante. Estaba acompañando a unos investigadores que están aquí hace ya 22 días, de una
institución muy prestigiosa a nivel mundial, se llama el Instituto Carnegie de California.

Ellos son expertos en medir la riqueza ambiental del mundo, la riqueza en materia de biodiversidad,
dónde está concentrado el carbono. Y han venido a Colombia gracias a un convenio que se hizo con el
Ideam (Instituto Nacional de Estudios Ambientales), con la Alta Consejera para la Gestión Ambiental, el
Gobierno, pues, para medir la riqueza ambiental de Colombia.

Es una medición muy, muy importante, porque todo esto que estamos viviendo de cambio climático
tiene que ver con las acciones que el mundo puede realizar a favor o en contra de ese cambio climático,
y como en cualquier gerencia, lo que no se puede medir no se puede controlar.

Por eso se le ha dado a nivel mundial tanta, tanta importancia, a esa tecnología cada vez más
avanzada, y la aplicación de esa tecnología para aquellos países –yo diría para todos los países del
planeta- para medir su riqueza ambiental, su riqueza en materia de biodiversidad.

¿Con qué objeto?

Con el objetivo de tener la información suficiente para tomar las decisiones correctas en materia
ambiental. Ya el cambio climático no es una posibilidad, es una realidad que nos llegó, nos llegó a los
colombianos, le llegó al mundo entero.

Ustedes han visto esas imágenes en la televisión, lo que está sucediendo hoy en Brasil, lo que está
sucediendo en Australia –al otro lado del mundo-, lo que sucedió en Pakistán, por supuesto lo que
hemos sufrido nosotros con esta ola invernal, esta tragedia, la peor de nuestra historia, tiene mucho que
ver con el control que nosotros mismos, los seres humanos, podemos ejercer sobre el daño que le
hemos venido haciendo durante tanto tiempo al medio ambiente. 

Pues bien, me fui con ellos en un avión que tienen especial para ver con mis propios ojos cómo es que
están midiendo la riqueza que tiene Colombia en materia de biodiversidad, en materia ambiental.

Es realmente impresionante la tecnología que ha llegado.

Y lo que nosotros queremos con este convenio, es convertirnos en el país del mundo entero que tiene la
mejor capacidad para medir nuestra riqueza ambiental, nuestra riqueza en biodiversidad.

Ese es el propósito, porque nos da una gran autoridad en las discusiones a nivel mundial, porque entre
otras cosas ya tenemos una autoridad por la  riqueza que tenemos en materia de biodiversidad. Somos
el país más rico del mundo por kilómetro cuadrado, en materia de biodiversidad.

Pero si encima de eso, nos convertimos en un país serio, que mide su riqueza ambiental, que la
protege, que toma las decisiones correctas, eso nos da una gran autoridad para poder discutir a nivel
mundial este fenómeno que tanto daño le está haciendo al planeta, que tanto daño nos ha hecho a
nosotros.

Nosotros seguiremos siendo un país muy vulnerable.

Este invierno que golpeó tan duro a Colombia ya no va a ser una excepción, va a ser la regla. Veranos
prolongados, inviernos mucho más fuertes, eso es lo que tenemos que entender que ya no será una
cosa esporádica sino un fenómeno permanente.

Y por eso, en la medida que podamos medir en dónde debemos actuar, qué debemos proteger, pues
nos va ir mucho mejor.

Resulta que Colombia tiene muchísimas historias de colombianos del común  que surgen en el mundo
como grandes personajes.

Yo quiero presentarles hoy uno de esos colombianos.

Nació en Ciudad Kennedy (Bogotá). Cuando nació, la calle donde vivía ni siquiera estaba pavimentada.
Barrio humilde, de una familia humilde.

Estudio en colegios públicos, logró ingresar a la Universidad Nacional, a estudiar biología, no sin antes
hacer algo que deberían hacer todos los jóvenes de Colombia: prestar su servicio militar. Prestó su
servicio militar y luego ingresó a la Universidad Nacional.

Inmediatamente se destacó como un gran estudiante de biología.

Luego de graduarse de la universidad, y gracias a su formación y a su apetito intelectual, buscó formas


de seguir creciendo intelectualmente, y logró ingresar a una de las universidades más prestigiosas del
mundo, la Universidad de Princeton (Estados Unidos) y allí hizo su maestría.

Por sus buenas calificaciones logró continuar, hizo un doctorado en la Universidad de Princeton.

No muchos colombianos –yo diría que muy pocos, contados con los dedos de la mano- tienen
doctorados de la Universidad de Princeton. Luis Solórzano es uno de ellos.

Y a partir de ese momento su carrera ha sido una carrera muy exitosa, pero muy importante. Más que
exitosa, importante, importante para el mundo. Se ha convertido en una verdadera autoridad mundial en
materia ambiental.

Todos los institutos lo han contratado; ha sido consultor del Banco Mundial; consultor de muchas
organizaciones dedicadas a la protección del medio ambiente.

Es, evidentemente, un investigador.

Inclusive se ha destacado como un buzo científico en el Instituto Smithsonian. El Instituto Smithsonian,


que tiene que ver con los museos de Smithsonian, que también, para orgullo de Colombia, dirige un
colombiano, Cristian Samper, también dedicado a la protección del medio ambiente.

Qué bueno ver a colombianos en posiciones tan altas a nivel mundial.

Luis ha sido científico de organizaciones en Europa, en Estados Unidos, y últimamente está asesorando
a la China en cómo hacer para medir lo que la China tiene y lo que debe hacer para convertirse en   un
país más responsable desde el punto de vista ambiental.

Él hoy en día trabaja con una Fundación muy, muy importante: la Fundación Moore, que lo apoya y nos
apoya también a nosotros a través de él, lo cual quiero agradecerle.

Esta semana ha sido muy activa. Hicimos todo tipo de trabajos en todos los frentes.

Comenzamos con un proceso que hemos llamado Diálogos de Gestión, donde yo voy a cada ministerio,
me siento con los funcionarios del ministerio a revisar los planes y las metas, ir afinando en el propósito
de poder medir el progreso de cada ministerio.
Comenzamos con el Ministerio de Agricultura, donde nos pusimos unas metas ambiciosas.

Esta región llanera, es una región que tiene una vocación agrícola muy importante. Toda esta región se
va a convertir en una gran despensa del mundo, en un momento donde el mundo está teniendo cada
vez más dificultades de conseguir alimentos.

Hablábamos con Luis, ahora que veníamos, que le preguntaba yo sobre la China.

Me dice que allá están muy preocupados porque las proyecciones –los chinos como todos los asiáticos
tienen una característica que ojalá los latinoamericanos aprendiéramos más y más, que es pensar a
largo plazo- y me decía que las proyecciones sobre la demanda y oferta de alimentos en la China es,
para ellos, muy angustiosa. Por eso están por el mundo entero tratando de ver dónde pueden invertir
para producir alimentos.

Aquí tenemos nosotros una gran oportunidad de producir alimentos.

Eso lo discutimos con el Ministro de Agricultura (Juan Camilo Restrepo), nos pusimos una serie de
metas. Ahí, además, hay que hacer unas obras de infraestructura importantes.

Tengo entendido Miguel (Peñaloza, Alto Consejero para las Regiones y la Participación Ciudadana) que
el Ministro ya aquí anunció la carretera Puerto Gaitán-Puerto Carreño.

Esa es una de las obras que dentro de la obra de reconstrucción vamos a adelantar, y yo creo que es
una obra para esta región, bien, bien importante.

Presentación del Presidente del Fondo de Reconstrucción

También en esta semana se hizo una presentación del Presidente de la junta de este proceso de
reconstrucción.

La junta maneja dos fondos: el Fondo de Calamidades y el Fondo de Adaptación y Reconstrucción.

El Fondo de Calamidades tiene que ver con las ayudas humanitarias y el proceso de rehabilitación, o
sea las obras que hay que hacer urgentes para poder mitigar los daños del invierno.

Y el otro gran fondo, el Fondo de Adaptación, el Fondo de Reconstrucción, es  el fondo de las grandes
obras que vamos a hacer para evitar hacia el futuro que este cambio climático nos siga afectando en
forma tan, tan inclemente, y además para poder dar un salto, hay que quedar mejor de lo estábamos
antes.

En eso estamos trabajando.

Por eso escogimos al doctor Jorge Londoño, tal vez uno de los empresarios más exitosos del país.
Presidente hasta esta semana del Banco de Colombia, y que generosamente también nos ha dado su
trabajo, porque su presencia es una garantía para todos los colombianos de que esto se va a invertir
bien, que los dineros se van a utilizar en forma transparente y bien.

Ley del Nuevo Código de Procedimiento Administrativo

Se sancionó la Ley del Nuevo Código de Procedimiento Administrativo en la jurisdicción de lo


Contencioso Administrativo. Es la jurisdicción donde se dirimen los problemas de los ciudadanos con el
Estado.

Ese era un código que se estaba pidiendo hace muchos años, muchos años; un Código muy extenso,
pero creo que es un paso importantísimo para acercar a los colombianos a la justicia, para facilitarles a
los colombianos el acceso a la justicia.

Se introdujeron una serie de normas, por ejemplo, de no tener que ir a los juzgados, no tener que poner
demandas con mil copias, usando más bien los métodos electrónicos. Desde eso hasta unos
procedimientos más ágiles y más transparentes para que el ciudadano se sienta más confiado de acudir
a la justicia.
 
Eso creo que es un paso bien importante que dimos esta semana, al sancionar esta Ley. Y era una
deuda pendiente que teníamos con los ciudadanos.

Fuimos también al Ministerio de Vivienda y de Medio Ambiente a hacer los mismos Diálogos de Gestión.
Eso fue el miércoles. Nos trazamos con la Ministra de Vivienda (Beatriz Uribe), una serie de metas que
ella más tarde les dará un reporte sobre eso. Metas a nivel nacional y metas aquí en el departamento.

Ley de Reforma a la Salud

También sancionamos la Reforma a la Salud. La gente ha dicho: ‘Mire, esa Reforma no corrige el
problema estructural de la salud’. En cierta forma pueden tener razón: no corrige el problema estructural,
pero es un paso muy importante en esa dirección.

Ahora viene la Ley Estatutaria, vienen otras reformas al sistema de salud, para hacer del sistema de
salud un sistema no solamente sostenible financieramente, porque si no es sostenible y colapsa nos
quedamos todos colgados de la brocha, nos quedamos todos sin salud, entonces hay que hacerlo
sostenible, hacerlo universal.

Ya con esta Ley cumplimos una promesa de la campaña, y era que cualquier ciudadano que se
enfermara en cualquier ciudad, en cualquier territorio de Colombia, va  a ser atendido.

Antes una persona aquí de Villavicencio se iba a viajar y se enfermaba en Medellín, no la atendían.
Ahora la van a atender en cualquier lugar de Colombia.

Es una Reforma que avanza en la dirección correcta.

Sé que algunos médicos no quedaron contentos. Ellos hubieran querido hacer otras cosas, pero ahí
vamos, ahí vamos avanzando en la dirección correcta.

Muchas veces lo ideal es enemigo de lo bueno, pero creo que esta Reforma a la Salud fue la que
prometimos inicialmente en la campaña, ahí se cumplió, y se cumplió en un término muy corto.

Esta Reforma se pasó en una legislatura, eso es un record.

Una Reforma muy, muy profunda, que toca muchos intereses y toca muchos aspectos del
funcionamiento de nuestro sistema de salud, todos encaminados a mejorar el acceso de todos los
colombianos.

Porque ya otra cosa que hace esta reforma, muy importante, es que ya no habrá pacientes de primera
clase y pacientes de segunda clase.

Los del Régimen Contributivo y los de Régimen Subsidiado van a tener el mismo tratamiento, y van a
poder acceder en las mismas condiciones al sistema de salud. Todos vamos a ser medidos con el
mismo rasero. Eso es algo también muy importante.

Entrega de títulos en el Urabá antioqueño

Fuimos a Apartadó (Antioquia), el jueves. Allá hicimos un acto simbólico con la Ministra (de Vivienda,
Beatriz Uribe), muy importante, y lo vamos a repetir por el país entero, con ella, con el Ministro de
Agricultura.

Nosotros queremos que los colombianos, que Colombia se vuelva un país de propietarios.

Aquí hay miles, millones de personas que están viviendo en casas que creen que son de ellas, pero no
son legalmente; que están ubicados en terrenos que creen que son de ellos, pero no son legalmente.
Por eso, tener un título de propiedad es algo importantísimo, y nuestro propósito es legalizar la mayor
cantidad de predios posibles tanto en materia de vivienda como en predios rurales.

¿Y qué fue lo que hicimos en Urabá?

Hay personas que llevan 25, 30 años viviendo en terrenos que son del Estado. Hay una ley que dice que
las personas que llevan viviendo mucho tiempo, hasta el año 91, tienen derecho a que le den su título.
Eso no ha sucedido.
¿Qué vamos a hacer nosotros, qué estamos haciendo, qué iniciamos?

Que les entreguen el título.

¿Qué le pasa a esa persona?

Que recibe el título sobre esa casa. De entrada le sube el precio, mínimo, mínimo 40 o 50 por ciento,
pero se vuelve sujeto de crédito, se formaliza.

Por eso es tan importante tener un título, porque entra uno a la formalidad, y siempre, para todo el
mundo, es mejor estar formalizado que estar por fuera de la formalidad.

Eso es algo que vamos a seguir haciendo con todos los predios tanto rurales, como urbanos.

En Urabá nos reunimos con los alcaldes. Les preguntamos –que es lo mismo   que yo les preguntaría a
los alcaldes aquí en el Meta- ¿en esta ola invernal gente se quedó sin atender?, ¿hay gente que está
pasando hambre?, ¿hay gente que tiene problemas de la salud por la ola invernal, que no han sido
atendidos?, ¿hay gente que no tiene albergue, que no tiene un techo?

Porque esa es nuestra prioridad en este proceso de combatir la tragedia: la parte humanitaria.

Afortunadamente en Urabá, que es una región de contrastes, llena de problemas, nos dijeron los
alcaldes: ‘No Presidente, nosotros no tenemos en este momento nadie que pueda decir que la ayuda no
le ha llegado’.

Qué tenemos retos inmensos, sí; qué tenemos que construir unos jarillones para que el río Atrato no
vuelva hacer de las suyas, sí; qué vamos a tener que invertir mucho dinero, sí, pero la parte
humanitaria, la vida de las personas, esa es la primera fase que afortunadamente vamos manejando
con relativo éxito.

Asumió el Alto Consejero para la Seguridad Ciudadana

Se posesionó el Alto Consejero para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana, el doctor Francisco José
Lloreda, que era nuestro Embajador en La Haya; el hijo del ex ministro (Rodrigo) Lloreda, que dejó una
huella muy importante en el Ejército, en la Policía.

Una persona muy conocedora de los temas de seguridad, de seguridad ciudadana.

Y esa es otra promesa de campaña que cumplimos.

Yo les dije: la seguridad ciudadana se va a volver una prioridad. Vamos a crear una Alta Consejería que
esté permanente contacto con los alcaldes, con la Policía, por supuesto, con todas las autoridades: el
DAS (Departamento Administrativo de Seguridad), el Ministerio del Interior, y coordinemos una política
mucho más eficaz en materia de seguridad ciudadana.

Sé que aquí en Villavicencio han tenido muchos problemas de seguridad, de seguridad ciudadana y
seguridad en general, y esa Alta Consejería está diseñada precisamente para focalizar la acción de la
Presidencia en aquellas zonas donde están concentrados los problemas de seguridad.

También posesionamos a nuestro Padre Camilo Bernal como Director del Sena.

No habrá más decretos de la Emergencia

Y por último, lo que hicimos también durante jueves y viernes fue, en el Consejo de Ministro, expedir
una serie de decretos Ley al amparo de la Emergencia Económica, Social y Ecológica que decretamos a
raíz de esta terrible tragedia. Fueron 37 decretos que expedimos.

Yo lo que quisiera decirles a ustedes, al país, es que desde el punto de vista legal el estado de
excepción terminó anoche.

No vamos a expedir más decretos al amparo de la emergencia. Creo que lo que hemos hecho es
suficiente para atender esta tragedia.
Queremos retornar a la normalidad jurídica y por eso nos anticipamos una semana.

Anunciamos que no vamos a expedir más decretos a menos de que suceda algo realmente
extraordinario en esta próxima semana, que Dios nos libre que así suceda.

Lo que expedimos como legislación al amparo de la emergencia, creemos que es suficiente para cumplir
con los objetivos que nos hemos propuesto para enfrentar esta tragedia.

Se han venido anunciando varios de los decretos. El jueves se expidieron seis, ayer se expidieron otros
seis.

Ahí podría yo resaltar varios de ellos.

Uno tiene que ver con algo, Gobernador (del Meta, Darío Vásquez) que yo creo que le interesa mucho a
toda la gente de los Llanos Orientales: el Seguro Agropecuario.

Resulta que nosotros somos uno de los países menos asegurados, que menos utilizamos los seguros.

Viene, por ejemplo, una ola invernal o viene una sequía y acaba con el cultivo, en muchos países el
seguro le paga, le paga el ingreso, reemplaza el ingreso que pierde. Para eso es un seguro.

Pues vamos a montar un seguro para que si viene un desastre climático, nuestros campesinos, nuestros
agricultores, tengan esa compensación.

Lo mismo para viviendas.

Cuando uno ve las imágenes, y va a los sitios y ve esas viviendas destruidas por el invierno, esa gente
dice: ‘¿Y cómo me van a ayudar?’.

El Estado tiene que ir a ayudarles, y por cuenta de todos nosotros le ayudamos, le construimos una
vivienda nueva o le reconstruimos la vivienda vieja. Pero eso es costosísimo.

Los países más sofisticados lo que tienen es sistemas de seguros.

Entonces también –a raíz de la emergencia- expedimos un decreto en donde sentamos las bases para
que la gente también tenga aseguradas no solamente sus cosechas en el sector agropecuario, sino
también sus casas.

Eso creo que es un paso importante.

Ustedes ya conocen buena parte de esos proyectos, tienen que ver también con los subsidios de
servicios públicos de los estratos más bajos. En las zonas afectadas no se les va a cobrar esos servicios
públicos durante el tiempo que no reciban el servicio.

Se van a dar subsidios de diferente naturaleza.

Y una medida muy importante que se tomó ayer fue la de intervenir las Corporaciones Autónomas
Regionales (CAR).

Fue una discusión muy interesante, pero resulta que teníamos dos miembros del gabinete: el
Vicepresidente Angelino Garzón y el Ministro de Minas y Energía, el doctor Carlos Rodado. Ambos
fueron constituyentes, y ambos fueron gobernadores, y vivieron en carne propia el problema de las
Corporaciones Autónomas Regionales, que tengo que ser justo, no se puede generalizar: ni todas están
politizadas ni todas son corruptas, algunas funcionan adecuadamente.
 
Pero están mal concebidas, la mayoría funcionan mal.

Aquí tengo el estudio de ‘Transparencia Internacional’, y resulta que hace una medición de las
instituciones que ellos llaman de más alto riesgo en materia de transparencia. Es decir, seamos muy
francos, las más corruptas, y resulta que aquí están las corporaciones autónomas encabezando esa
lista.

Entonces las intervenimos. Vamos a darles una mejor gobernabilidad, más transparencia en sus
acciones; focalizar su acción para lo que fueron realmente concebidas, y además, obligarlas a actuar en
función de las cuencas hidrográficas. Eso es muy importante.

Porque miren lo que sucede con mucha frecuencia en cualquier río. Agarremos el río más importante del
país, el río Magdalena. Lo que sucede en el Alto Magdalena afecta al Bajo Magdalena.

Uno puede hacer un gran trabajo en el Bajo Magdalena, pero si no lo hace en el Alto Magdalena de
nada le sirve. Eso sucede en cualquier río.

Por eso el concepto de cuenca hidrográfica, para que esas corporaciones realmente protejan los ríos,
protejan las cuencas, puedan hacer una acción de vigilar el medio ambiente con más efectividad, ese
concepto, esa delimitación es fundamental.

Eso se había querido hacer hace mucho tiempo, no se había logrado, lo hicimos con uno de los
decretos.

Gobernador y alcaldes, vamos a trabajar juntos para hacerlas funcionar bien, porque el pueblo
colombiano eso es lo que nos está exigiendo, y eso es lo que le vamos a dar.

Y ayer cerramos el ciclo de decretos.

El último decreto fue un decreto en donde se le da unos poderes muy especiales a la Contraloría
General de la República para vigilar de manera muy precisa todos los recursos de esta Colombia
Humanitaria, de esta acción que estamos realizando para mitigar los efectos de la ola invernal y poder
lograr ese objetivo de quedar mejor, más fuertes de lo que estábamos antes.

En eso yo quisiera nuevamente pedirles a todos los colombianos que sirvan de veedores. A partir de
mañana, pasado mañana, van a ver unos números de teléfono e información sobre cómo se pueden
comunicar para denunciar cualquier anomalía que vean en los contratos, en la repartición de las ayudas,
en las obras que se están realizando.

Queremos que  eso sea un verdadero ejemplo de transparencia y que la gente sienta total confianza en
que los recursos que estamos invirtiendo se están invirtiendo con honestidad.

Pero los mejores veedores son los ciudadanos.

Muchas veces, cuando denuncian es cuando nos enteramos de que está sucediendo algo malo.

Por eso cerramos el ciclo de decretos con ese decreto dándole más poderes a la Contraloría.

Que además hay tres entidades privadas que nos van a donar su trabajo en la lucha contra la
corrupción.

La entidad Kpmg, que son unos auditores y son famosos a nivel mundial por eso.

Otra entidad internacional especializada en la lucha contra la corrupción que se llama Kroll Associates, y
Transparencia Internacional.

Esas tres entidades nos van a asesorar con la Procuraduría y con la Contraloría, y van a ejercer una
vigilancia permanente en todos y cada uno de los actos del Gobierno y de todas las entidades tanto a
nivel departamental como a nivel municipal, para que los ciudadanos tengan plena confianza que esto
se va a manejar con total honestidad.

De manera que este es un ciclo que terminó ayer.

El Estado de Emergencia legalmente termina el 27 de enero, pero de hecho lo quisimos terminar ayer
para retornar nuevamente a la normalidad.

Es un gesto simbólico con el Congreso. El Congreso es quien debe tomar de aquí en adelante todas las
decisiones que tengan que ver con estos asuntos.

Lo que ya hicimos es suficiente –creemos nosotros- para poder cumplir con esos grandes objetivos.

El primero de los objetivos, el que yo he insistido tanto, es que los niños, los niños que hayan sufrido por
la emergencia de la ola invernal no se queden sin  colegio. Con la Ministra de Educación (María
Fernanda Campo) venimos haciendo un esfuerzo casi que colegio por colegio.

Son más de 1.800 establecimientos educativos afectados, cerca de 560 colegios, más de 400 han sido
utilizados como albergues. Entonces tenemos que sacar la gente, darles un albergue diferente y
rehabilitar esos colegios nuevamente para que reciban a los niños, y poder decir en algunos meses,
ojalá, que ningún niño perdió el año o sufrió en sus estudios por cuenta de la ola invernal.

Viaje a Europa

Finalmente –y antes de entrar en materia- de aquí, de este calor y clima tan agradable, y compañía tan
placentera, señor Gobernador, viajamos a Francia a  una visita oficial.

Es una visita importante. Francia en este momento está presidiendo el grupo del G-20 y el G-8 (grupos
de países industrializados).

En el mundo hay unas instituciones tradicionales: Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el
Banco Mundial, donde se toman decisiones importantes, pero las decisiones verdaderamente
importantes se toman en estos grupos que se han venido creando, un poco a raíz de las nuevas
realidades a nivel mundial.

Y tal vez el grupo más importante, con más influencia, que hoy tiene el mundo, es el G-20. Francia está
presidiendo el G-20 en los próximos meses.

Entonces esto nos va a dar una oportunidad muy importante para sentarnos con el Presidente (Nicolás)
Sarkozy a expresarle nuestras preocupaciones que tenemos con algunas de las medidas que se han
venido tomando, a decirle que el mundo necesita una acción del G-20 en materia monetaria, por
ejemplo, para que los países como Colombia, como Chile, como los países emergentes, que estamos
sufriendo la revaluación de nuestra moneda por causa de problemas que han sido, problemas no
nuestros sino problemas de Europa, de Estados Unidos, de Japón, que están queriendo salir de su
recesión económica emitiendo billete, emitiendo moneda, esa moneda va a los países más atractivos y
fíjense ustedes la paradoja: estamos sufriendo las consecuencias de ser un país atractivo, porque la
plata se está viniendo para acá y eso revalúa nuestra moneda, le quita competitividad a los productos de
exportación, a los productos agropecuarios y eso nos trae dificultades.

Francia además es un país que ofrece mucho de lo que nosotros estamos  buscando para impulsar
nuestras locomotoras.

Inversión en infraestructura, los franceses son muy buenos en materia de infraestructura.

En la parte agropecuaria, si hay un país que se ha caracterizado a través de la historia como un país
agrícola es Francia.

Y nosotros queremos usar su tecnología, usar conocimiento para impulsar la locomotora de la


agricultura, de todo el sector agropecuario.

Francia, como Holanda, tiene mucha experiencia en materia de aguas, de tratamiento de las cuencas de
los ríos. Y Francia tiene muchos frentes, una altísima tecnología, y por eso queremos que nos
transfieran esa tecnología y establecer con ellos un diálogo diferente al dialogo tradicional que Colombia
ha tenido con muchos países, que es drogas, narcotráfico y terrorismo.

Gracias al Presidente (Álvaro) Uribe nosotros avanzamos lo suficiente para darnos el lujo de ampliar
nuestra agenda, y este viaje a Francia –que está presidiendo el G-20- pues tiene una gran importancia.

De ahí voy a Davos (Suiza). Davos es la cumbre económica mundial por excelencia. Allá se reúnen los
Jefes de Estado con los presidentes de las empresas más importantes del mundo con los académicos e
investigadores más importantes.

Es un foro tradicional donde van los Jefes de Estado que son invitados a mostrar su país, a dialogar
sobre los problemas mundiales.

Allá voy a verme con varios personajes, con el ex Presidente (Bill) Clinton, con el ex ministro (inglés
Tony) Blair, con muchos presidentes de las empresas más importantes que quieren y han mostrado
interés en invertir en Colombia.

Vamos a tener conversaciones con grupos de inversionistas del Asia, de Europa, de Estados Unidos,
allá en Davos. Ese es un sitio donde uno puede hacer muchísimo en muy poco tiempo. Vamos a estar
día y medio, pero tenemos una agenda muy apretada, y estaremos de regreso el próximo sábado.

De manera que sin más preámbulos ¿Ministra por qué no entramos en materia?

Ustedes saben que la vivienda es una de esas locomotoras que vamos a seguir impulsando. Vinimos
aquí al Meta, a Villavicencio, a hablar sobre vivienda, los programas que tenemos aquí, a escuchar sus
inquietudes en ese frente, y entonces manos a la obra.

Muchas gracias”.

Intervención del Presidente Santos en el Foro Económico Internacional


América Latina y el Caribe

París, Francia, 24 ene (SIG). “Somos un país con una inmensa riqueza en su biodiversidad. Ayer no
más, por la mañana, antes de viajar a París, estaba volando en un avión por las selvas de Colombia, en
un avión que trajeron desde California, un instituto que se llama el Instituto Carnegie, de California,
dedicado exclusivamente a desarrollar tecnología para medir la riqueza en materia de biodiversidad.

Es impresionante la tecnología que han desarrollado.

Y volamos por la selva colombiana, después vimos el resultado de esa tecnología: un mapa donde
aparecía verde, rojo y amarillo

¿Y qué medían?

Medían la riqueza en materia de carbono, la capacidad para prevenir las emisiones de carbono y la
riqueza en biodiversidad.

Y queremos convertirnos –y muy rápidamente nos vamos a convertir, gracias a ese proyecto- en el país
líder en materia de medir la riqueza, en materia de biodiversidad y de medio ambiente

¿Con qué objeto?

Con el objeto de poder controlarla, porque como ustedes todos bien saben, tal vez esta riqueza no se
pueda medir, no se puede controlar.

Colombia tiene en este momento una riqueza inmensa en materia de energía, como América Latina.
Energía de petróleo, energía de carbón, carbón, además, metalúrgico, cada vez más escaso; una
inmensa riqueza en materia de energía hidráulica.

Estamos invirtiendo inmensas cantidades de dinero en biocombustibles. Inclusive, descubrimos hace


poco que tenemos uno de los sitios más privilegiados para desarrollar energía eólica.

Colombia es de los pocos países que tiene un área muy grande para aumentar su producción de
alimentos, sin destruir los bosques tropicales, en fin.

Estamos nosotros irrumpiendo en el mundo, después de pasar durante mucho tiempo como uno de los
países parias del mundo –cuarenta años duramos defendiéndonos de los titulares de prensa, de las
carátulas de revistas como el país dedicado al narcotráfico, como el país dedicado al secuestro, el país
donde controlaban que se supiera la verdad, el territorio más de la guerrilla, de los paramilitares- ya
estamos irrumpiendo dentro de América Latina también como un país que quiere jugar un papel muy
especial.

Inclusive, nuestra posición geográfica nos coloca en una situación de privilegio.

El año pasado presidimos, yo presidí en diciembre una reunión de lo que llaman Mesoamérica, con
Centroamérica, Caribe, Colombia.

Estamos participando cada vez en Unasur, y ahí estamos jugando de puente entre una y otra región,
dentro del contexto latinoamericano, porque como lo han dicho tantas veces –lo dije yo en Naciones
Unidas, lo han dicho muchos de mis colegas- esta es la década de América Latina.

Algunos dicen, inclusive, como lo dice el Presidente (de Chile, Sebastián) Piñera, es el siglo de América
Latina.

Y dentro de ese contexto estamos también diversificando nuestras relaciones, integrándonos cada vez
más.

Un paso importante que dimos hace poco fue el paso de profundizar la integración entre los países
latinoamericanos que tenemos costa en el Océano Pacífico.

Chile, Perú, Colombia, México, esos cuatro con la puerta abierta para cualquier otro país que quiere
ingresar, decidimos profundizar nuestra relación, y diversificar nuestras relaciones.

No quiere decir eso que vamos a interrumpir nuestras relaciones tradicionales con países como Estados
Unidos o con Europa, pero queremos también aprovechar el Asia Pacífico y poder tener una presencia
mayor.

Inclusive vamos a tener oficinas comerciales conjuntas entre estos países, para ser jugadores más
importantes

Y a uno le dicen: ‘¿Y por qué hacen eso? ¿Qué tienen que ver estos cuatro países?’.

Pues esos cuatros países, sumados, tienen un mercado más importante que el propio Brasil, con un
ingreso percápita más alto que el propio Brasil, en un continente que está irrumpiendo.

Ese es el tipo de cambios que está sufriendo el mundo, es el tipo de cambios que tenemos todos que
aprender a asimilar, y tratar no de detenerlos –que muchas veces esa naturaleza humana de querer
prevenir el cambio es lo que acarrea muchísimas costos- lo que tenemos es que aceptarlos y
adaptarnos a ellos.

Y una organización como esta sí que es una organización idónea para poder liderar el pensamiento en
ese proceso de cambio tan dramático que está sufriendo el mundo.

Y uno dice: bueno, y en la coyuntura actual, por ejemplo, ¿qué va a pasar?, ¿qué puede ser una buena
política en materia del G20 o el G8, que está presidiendo Francia, frente a todo esto que está
sucediendo en el resto del mundo?

La agenda que el Presidente Sarkozy y muchos de los países miembros del G20, miembros del G8
quieren discutir, para ver cómo puede el G20 jugar un papel más importante.

Pues bien, ahí hay ya algunos puntos que se han puesto sobre la mesa.

Uno de esos puntos tiene que ver con la situación de los mercados financieros.

Esos mercados financieros, la parte de la política monetaria internacional, está causando graves
problemas a países como por ejemplo el mío.

Esa política de emitir dinero para salir de la recesión –y si es que como el agua se va a es a buscar esos
sitios donde más fácil puede llegar y un mayor retorno puede conseguir- está revaluando las monedas
de Colombia, Brasil, de Chile, de todos los países de América Latina. Yo creo que ninguno se ha
salvado, incluyendo países pequeños en Centroamérica.

Eso está destruyendo nuestra capacidad exportadora, y en cierta forma, está matando la gallina de los
huevos de oro

¿Y por qué digo eso?

Porque no hay mejor negocio para los países desarrollados, para Europa, para Estados Unidos, que una
América Latina creciendo a tasas altas. Porque el crecimiento de América Latina –y eso es una
medición de hecho, es decir, una realidad- el crecimiento de América Latina es lo que más jalona la
exportación de manufacturas hacia este mercado. El consumo crece más rápido.

O sea, si queremos salir aquí en Francia, en España, en Estados Unidos, de la recesión, con
exportaciones dinámicas, la mejor receta es poner a crecer a los países que importan esas
manufacturas desde aquí, no matar su capacidad de crecimiento.

Temas como esos son los que el G20 debería abordar.

A mí me preguntan: ‘¿Bueno, pero cuál sería una buena solución?’.

Yo confieso que no tengo la respuesta. Hay algunas respuestas marginales.

El Fondo Monetario está cambiando su paradigma. Ya el Fondo Monetario pasa por los países
latinoamericanos recomendando, en cierta forma, controles a los movimientos de capitales

¿Quién iba a pensar que eso iba a ser cierto?

Veo cuando mi querido amigo Nicolás Eyzaguirre, con quienes fuimos colegas de gabinete cuando fui
Ministro de Hacienda, llegó hace unas semanas a Colombia, en cierta forma, a decir: ‘Mire, los controles
de capitales serían convenientes parta ustedes’.

Yo quedé la verdad estupefacto. El Fondo Monetario recomendándole a Colombia que hiciera controles
de capital. Así ha cambiado el mundo.

Pero esos son paños de agua tibia. Controles de capitales en el fondo son medidas de coyuntura.

Creo que la discusión del G20 debe ser más de fondo: cómo todos podemos colaborar, y no cada uno
por su lado, en pro de que la economía a nivel mundial pueda salir de esta situación bastante sui
generis que estamos viviendo.

Países que tradicionalmente eran las locomotoras, pues aplicando una terapia boca a boca para poder
seguir respirando, y los países emergentes cumpliendo con fuerza, pero siendo víctimas de las políticas
monetarias de los países del centro.

Esos son el tipo de paradojas.

Por ejemplo, querida Ministra, una sugerencia muy irrespetuosa para su país, para que el G-20 la
discuta: si hay algo que pueda afectar el bienestar de los más pobres, es una crisis de alimentos, porque
generalmente cuando suben los alimentos quienes más sufren son los más pobres.

Tenemos que evitar a toda costa esa crisis de alimentos. Y yo entiendo y comparto la preocupación del
Presidente Sarkozy, cuando dice: ‘Aquí hay una gran especulación, hay que regular mejor –así como se
regulan los mercados financieros- hay que regular mejor los mercados de los productos básicos’.
Mercados que conocemos con Ángel Gurría (Secretario de OCDE) mucho, porque trabajamos –yo
trabajé durante mucho tiempo con el café- y eso es cierto.

Pero hay unas medidas que tendrían unos efectos muy importantes en la producción de alimentos, y al
mismo tiempo en afrontar ese otro gran reto, otros de los grandes temas del G-20, de ver cómo nos
vamos a adaptar a esta nueva realidad que nos está causando el cambio climático.

Lo estamos viviendo en mi país. Vivimos una tragedia en los últimos meses, que no ha sido
suficientemente conocida por el mundo, pero más de 2 millones de colombianos han sido afectados por
inundaciones que no tienen precedentes en la historia de nuestro país. Inundaciones en sitios que
nunca se habían inundado. Los ríos llegaron a niveles que nunca antes habían llegado.

Y lo peor es que lo que nos dicen los expertos es que este invierno que acabamos de pasar, y que
causó semejantes estragos, es un invierno que se va a convertir en la regla no en la excepción.

¿Cómo nos acoplamos a eso?

¿Cómo los recursos –si la pregunta es cómo invertimos mejor esos recursos- cómo esos recursos de
países que tienen vulnerabilidades en materia de cambio climático, esa adaptación cómo se puede
financiar?

Adaptación que a su vez tiene un efecto importantísimo en la producción de alimentos. Más de un millón
de hectáreas fueron inundadas, un millón de hectáreas que están dedicadas a la producción de
alimentos, que fueron destruidas.

Ahí, por ejemplo, hay un área muy importante para poder colaborar, poder hacer compatible esa nueva
agenda con esas nuevas realidades.

La gobernabilidad, que es uno de los temas que el Presidente Sarkozy quiere discutir en el G20 ¿Cómo
hacemos que la gobernabilidad a nivel mundial de esos grandes temas se mejore? Dándole en cierta
forma alguna voz a esas economías emergentes, a esos nuevos actores, para que se sientan partícipes,
porque generalmente –y eso sucede en cualquier sociedad- cuando la gente no se siente partícipe lo
primero que hace automáticamente es como rechazar las decisiones de quienes sí están participando.
Cuando uno se siente en alguna forma que ha participado en la toma de decisiones, es mucho más fácil
la colaboración.

Las agencias regionales, los bancos interamericanos de desarrollo en el Asia, en el África, pueden ser,
por ejemplo, el vehículo ideal para que esos países, caso por ejemplo de América Latina, en el G20
tiene representación Brasil, México y Argentina, pero ni los países del Caribe ni los países
centroamericanos ni los países andinos nos sentimos representados, Chile tampoco se siente
representado, no hay una coordinación para poder discutir entre nosotros el G20 lo que ahí se decide,
ahí hay un área también para mejorar mucho la gobernabilidad, que es tan importante para que las
decisiones que se tomen sean las correctas y para que su ejecución sea efectiva.

De manera que es muy oportuna esta ocasión y muy oportuno este debate, en esta organización,
porque estamos ad portas de unos cambios fundamentales, ya los estamos viviendo, y cuando uno se
rezaga en la adaptación a esas nuevas realidades, los costos son muy altos.

Y con eso quiero terminar.

Ese es el mensaje básico. América Latina ya está volando sola, un gran embajador, un gran filósofo
francés, precisamente, Michel de Montaigne, en un ensayo lindísimo sobre qué es ser un buen padre,
decía que los mejores padres en el mundo son los pájaros, porque son los que más rápido le enseñan a
sus hijos a volar solos, como debe ser la vida.

América Latina ya comenzó a volar sola, comenzó a volar sola después de caerse del árbol muchas
veces.

Pero América Latina aprendió muchas lecciones que inclusive Europa podría utilizar.

¿Por qué a América Latina le fue mucho mejor que a Europa con la última crisis del 2008?

Porque nosotros ya pusimos en marcha muchas de las regulaciones y de los controles que Europa
nunca había tenido que poner, porque nunca había vivido ninguna crisis o las crisis habían sido muy
débiles, muy pequeñas. Nosotros en cambio hemos vivido crisis muy profundas, y a punta de golpes
aprendimos.

Por ejemplo, en el caso colombiano, el Ministro de Hacienda me hacía una lista en regulación bancaria,
y yo le decía –los ministros de hacienda somos, a veces, con perdón señora Ministra, a veces un poco
prepotentes, y yo fui Ministro de Hacienda- nosotros le podemos enseñar a Europa, por ejemplo, cómo
hacer provisiones preventivas, nosotros las tenemos hace mucho tiempo, en Europa hasta ahora se
están discutiendo; provisiones en los bancos que sean contracíclicas, nosotros las tenemos hace rato,
hasta ahora se está discutiendo; instrumentos para evitar efectos de movimientos y fluctuaciones de
monedas y flujos de capitales, nosotros los tenemos hace mucho tiempo; límites a los flujos netos de
caja con instrumentos apalancados, nosotros los tenemos hace ya mucho tiempo; el control, por
ejemplo, del desempeño de los gobiernos locales, lo que en España se está discutiendo, los semáforos
de las políticas, nosotros lo pusimos hace 10 años, y funcionando con muy buen resultado.

En fin, hay en otras materias, sectores que inclusive América Latina puede dejarles a muchos países por
lo que hemos sufrido, porque hemos pasado por esa adversidad.

De manera que el mensaje es: estamos volando solos, y ya no es la cuestión de ayuda al desarrollo, es
lo que yo diría una cuestión de interés propio. Que países europeos, que países como Estados Unidos,
como Japón, miren hacia América Latina y lo miren diciendo ‘aquí hay buen socio y nos puede resultar
muy costoso seguirle ignorando y seguir menospreciando su importancia’.

Y si hay una organización que creo que es idónea para abrir esas ventanas, y para demostrar esa nueva
realidad, es esta que está cumpliendo 50 años.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la reunión con empresarios y


líderes de opinión franceses

París, Francia, 25 ene (SIG). “En la historia hay momentos que se alinean los astros, y yo creo que ese
momento es el que está viviendo Colombia, un país que durante muchísimos años, décadas, tuvimos
problemas de seguridad y por eso estábamos siempre catalogados como un país problema.

Pero tuvimos la suerte de encontrar un líder que me antecedió y que aplicó una regla muy simple, que
se inventaron los romanos, que decía que la primera ley de la república debe ser la seguridad, y sin que
esa ley funcione, las demás no pueden funcionar.

Y hace ocho años se inició una política que se llamó de seguridad democrática, que consistía
simplemente en que el Estado colombiano recuperara el control del territorio, política en la cual yo tuve
alguna participación como Ministro de Defensa, y donde además conocí buenos amigos.

Esa política fue muy exitosa, y de cierta forma desencadenó todo un proceso de cambio muy profundo
en la actitud de la gente y en la percepción de la gente sobre Colombia.

Para simplemente darle un ejemplo gráfico, precisamente porque el jueves voy para Davos (Suiza),
Davos hizo su reunión latinoamericana en Cartagena, y Claudia Schwab dijo: ‘Colombia ha pasado por
un verdadero milagro. En toda mi vida nunca he visto un cambio tan positivo en tan corto tiempo’.

Porque simultáneamente con la recuperación de la seguridad hemos puesto en marcha una serie de
reformas en la parte económica y social, que han preparado el terreno para lo que yo he llamado el
despegue de Colombia.

Eso lo han comenzado a ver los inversionistas extranjeros. Colombia ya es el país con la inversión
extranjera creciendo a las tasas más altas en toda América Latina.

Y eso se debe a razones impactantes, simples y obvias:

Creemos y queremos tener un ambiente muy atractivo para los inversionistas. Se ha hecho un esfuerzo
especial para colocarnos en ese escenario, y ya indicadores que se publican como el de Doing
Business, del Banco Mundial, colocan a Colombia como uno de los países que da más posibilidades y
más protección a los inversionistas extranjeros.

Por otro lado, hemos puesto en marcha políticas económicas para garantizar un crecimiento alto y
políticas sociales que puedan hacer que ese crecimiento sea el más justo posible.

Somos un país con una población muy joven, con una inmensa capacidad de crecer en mano de obra y
en consumo, y con unos recursos naturales que –vuelvo a la alineación de los astros- es lo que el
mundo está pidiendo.

Energía, tenemos petróleo, carbón, carbón metalúrgico, que no es muy común, energía hidráulica –por
la cantidad de agua- energía de biocombustibles, que estamos haciendo grandes inversiones, y energía
inclusive eólica.

Descubrimos hace poco que había un sitio en Colombia, en el norte de Colombia, ideal por los vientos
para la energía eólica.
Tenemos un potencial enorme para crecer nuestra producción de alimentos en un mundo que está en
crisis alimentaria.

Tenemos biodiversidad en el mundo, que está cada vez más consciente de la necesidad de proteger la
diversidad. Somos en efecto el país por metro cuadrado más rico en biodiversidad del mundo.

Tenemos un capital humano que creo que quienes ya han invertido en Colombia aprecian mucho la
calidad de nuestro trabajo, no solamente a nivel gerencial, sino también a nivel técnico.

Y lo más importante es que Colombia considera la inversión extranjera como algo fundamental en
nuestro desarrollo.

Creemos, evidentemente, en el Estado de Derecho, en la Ley.

Queremos seguridad no solamente física, sino también jurídica. Que tengan reglas de juego estables.

Creemos en la propiedad privada, creemos en la libertad de expresión, creemos en la independencia de


los poderes.

Y todas las reformas que hemos puesto en marcha en este Gobierno tienden a fortalecer nuestra
institucionalidad, y hacernos como un país realmente atractivo en América Latina.

No hemos todavía ganado la paz completa. Tenemos todavía problemas de mucha índole, pero vamos
en la dirección correcta.

En materia financiera tenemos un sistema de regulación y de reglas de juego considerado por muchos
como uno de los más sofisticados.

En la última recesión mundial, del 2008, nuestro sector financiero prácticamente no sufrió.

Me preguntaban algunos banqueros europeos qué fue lo que sucedió en Colombia para que no nos
hubiera afectado semejante recesión.

Tomamos las medidas que ustedes han debido tomar hace mucho tiempo. Y en efecto, cuando uno ve
el tipo de medidas que están proponiendo diferentes países en Europa, con nuestro Ministro de
Finanzas –que está aquí en París- nos codeamos y decimos: eso lo hicimos hace 10 años.

Por supuesto que estamos tratando de mejorar.

Hemos querido con la Canciller proyectarnos en el mundo. Restablecimos relaciones con nuestros
vecinos, que estaban en mal estado, dentro del principio de respetarnos las diferencias.

Y recientemente me reuní con el Presidente de México (Felipe Calderón), de Chile (Sebastián Piñera) y
de Perú (Alan García), dentro de un marco de países que se llaman los países del Arco del Pacífico,
para profundizar nuestra integración.

Esos cuatro países tienen un mercado más grande que Brasil, con un ingreso per cápita más alto que
Brasil.

Y en este momento que todos los analistas están diciendo que América Latina estaba esperando, que
por fin le llegó el momento a América Latina, nosotros estamos queriéndonos posesionar dentro de ese
proceso.

Por ejemplo, el Banco HSBC, el Hong Kong and Shanghai Banking Corporation, publicó hace poco una
proyección de las economías del mundo, donde, por un lado, nos incluyen en un nuevo grupo. Ya no
son los Bric: Brasil, Rusia, India y China, que con visión Goldman Sachs los había lanzado hace 10 años
como el grupo que va a ser la locomotora de la economía a nivel mundial, que en efecto, en cierta forma
se convirtieron. Ahora son los Civets: Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía, Sudáfrica.
Colombia, único país de América Latina.

Y en ese estudio dice, porque le pregunté al Presidente del Banco por qué nos incluyó y por qué
solamente Colombia dentro de América Latina, si usted dice en el estudio que América Latina va a surgir
con mucha fuerza, y me explicó que en el mismo estudio estaba la explicación de por qué Colombia
considera que es el país que va a tener mejor desempeño en toda América Latina en los próximos 40
años.

Entonces, yo le dije: divulgue el estudio, aunque me pone a mí en problemas, porque me obliga a tomar
las decisiones correctas para que eso tan bueno sea una realidad. Y eso es lo que estamos queriendo
hacer en Colombia.

Hay algo muy particular que está sucediendo: la gobernabilidad. Nuestra democracia es una democracia
fuerte, funciona. Y en este momento hay un respaldo muy importante a una política legislativa muy
agresiva del Gobierno, para sentar las bases para ese despeje.

Vamos por buen camino, yo espero poder continuar en ese camino.

Y como le decía yo al Primer Ministro, ayer le dije al señor Ministro de Transporte, espero que de la
mano de Francia y de la mano de los inversionistas franceses –que ya muchos de ellos están en
Colombia, muchos de ustedes están en Colombia, y Francia es hoy, por ejemplo, el país que más
empleo genera como inversionista extranjero- aquí hay mucho que nosotros necesitamos y allá hay
mucho de lo que ustedes necesitan, que es una situación ideal.

Y por eso creo que este desayuno puede ser especialmente interesante.

Nuevamente les quiero agradecer, y establecer más bien una conversación, porque sé que tienen
hambre y quieren desayunar.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en Medef Internacional

París, Francia, 26 ene (SIG). “Un agradecimiento a todos por su presencia aquí este día de hoy, en esta
reunión, que para mí es muy importante, muy importante.

Ahí veo que tienen un lema. Para los hombres públicos no es la vida, pero es una parte muy importante
la vida pública.

Personalmente yo me formé en una institución donde la concertación entre el sector público y el sector
privado era obligatoria por ley, cuando Colombia dependía en un 70 por ciento   de sus exportaciones de
la Federación Nacional de Cafeteros, porque exportábamos café, por ley era obligación concertar la
política cafetera con el sector privado.

Y ahí aprendí lo importante que es concertar permanentemente con el sector privado, escuchar al sector
privado, oír sus observaciones y sus críticas. Y  muchas veces seguí su consejo, porque el sector
privado estaba en el día a día afrontando los problemas, lidiando con las imputaciones de las políticas
públicas.

Por eso la concertación con el sector privado, lo que llaman hoy la alianza público-privada, ha sido una
constante de mi vida pública.

Lo hice en el Ministerio de Comercio Exterior, cuando creamos el Ministerio. Una parte importante de las
instituciones que hoy rigen el comercio exterior y  el desarrollo de Colombia, tienen una muy importante
participación del sector privado.

Lo hice cuando fui Ministro de Hacienda en una de las peores crisis, tal vez la peor crisis de nuestra
historia reciente, crisis económica, y salimos airosos, porque lo hicimos de la mano del sector privado.

Inclusive, en aspectos como la defensa también utilizamos al sector privado, al doctor Luis Carlos
Villegas (Presidente de la Andi), en la inversión más grande en materia de defensa que hemos tenido tal
vez en la historia, para que esos recursos fueran bien invertidos y fueran utilizados con toda la
transparencia y la eficacia del caso.

De manera que entiendo muy bien el papel del sector privado, y así lo haré como Presidente de la
República. Por eso le doy una gran importancia a esta reunión.
Así como voy a ver esta tarde, a la hora del almuerzo, al Presidente (Nicolás) Sarkozy, quien es, por
supuesto, la cabeza del Gobierno y la persona que toma las decisiones fundamentales en nuestras
naciones, también con el sector privado –porque es muy importante tener esa relación, porque son
quienes a la larga toman las decisiones que afectan el bienestar del pueblo colombiano; yo he dicho en
muchísimas ocasiones a los inversionistas que quieren invertir en Colombia o a los que ya están allá,
que si a los inversionistas les va bien, le va bien al país- los consideramos socios.

Y esta actitud de adversarios que durante muchos años se impuso en toda América Latina, es una
actitud que por fortuna en Colombia desapareció.

El sector privado es bienvenido. No solamente es bienvenido, es requerido. Y  en ese sentido ustedes


van a encontrar un país y un Gobierno receptivo y amable a la inversión extranjera, a la presencia de
empresas extranjeras en nuestro país.

Sabemos que entre más presencia de inversión extranjera más crecimiento, más empleo y más
prosperidad.

El caso colombiano es un caso sui géneris –así lo están señalando muchos analistas- un caso de éxito y
de transformación rápida en materia de percepción, que generalmente sigue a una realidad.

Durante muchísimos años, décadas, nosotros luchábamos contra una mala imagen que tenía Colombia
a nivel internacional, aquí en Francia.

Y luchar contra una mala imagen cuando esa mala imagen refleja la realidad, es casi un imposible. Lo
obvio era entonces cambiar la realidad, y eso fue lo que hicimos en estos últimos años: cambiar la
realidad.

Una realidad que era dura, una realidad llena de contrastes, un país con todo tipo de violencia, pero al
mismo tiempo con un apego importante al espíritu democrático y con un apego importante a la
responsabilidad en el manejo de la economía.

Eso ha sido una constante del país por muchísimos años. Por eso nos preciamos, por ejemplo, de ser el
único país en América Latina que nunca, nunca hemos reestructurado nuestra deuda externa. Tenemos
una cultura ancestral de pago de nuestras deudas y de cumplir con los compromisos.

Eso nos ayudó a sobrevivir en medio de una situación de violencia muy especial y muy particular y muy
costosa.

Pero por eso, esa situación de violencia fue la que quisimos cambiar, aplicando  una máxima de los
romanos que el Presidente Uribe vio claramente cuando inició su Gobierno, y así salió elegido.

Los romanos decían, cuando se inventaron la república, que la seguridad tiene que ser la primera ley de
la república. Si esa Ley no funciona las demás leyes se vuelven inocuas. Si esa ley funciona puede uno
pensar en el desarrollo económico, puede uno pensar en crecimiento, puede uno pensar en la aplicación
de la justicia. Pero si no hay seguridad, ninguna de esas políticas es posible.

Así de sencillo, pero así de contundente.

Y por eso el Presidente (Álvaro Uribe) inició un proceso de recuperar la seguridad de los colombianos a
través de una política que llamo de Seguridad Democrática.

La palabra democrática no era un simple adjetivo, era una palabra que tenía un hondo significado en
dos vías.

Por un lado, democrática quería decir: queremos llevarle la seguridad a todos los colombianos, no
importa su origen político, no importa si son amigos o enemigos del Gobierno, pero todos los
colombianos que estén dentro de nuestra institucionalidad, nuestro Estado de Derecho, tienen derecho
a algo que inclusive es la razón en muchas formas de ser del Estado: a una mínima seguridad.

Y la palabra democrática también quería decir que íbamos a adelantar –y eso también fue sui géneris en
América Latina- una política de seguridad, respetando los derechos humanos.

Yo les decía a mis soldados, cuando fui Ministro de Defensa, que tenían que ir a pelear con un fusil en
la mano y con una Constitución en la otra, que  eso hace más difícil la  batalla, es más difícil lograr los
objetivos, pero hace mucho más legitima la victoria.

Y es a través de ese camino que hemos venido avanzando mucho en materia de seguridad.

No estamos al otro lado del río todavía, todavía tenemos problemas de seguridad, todavía hay presencia
de grupos armados ilegales que se han venido replegando a áreas muy remotas, todavía tenemos
narcotráfico, pero la situación es diametralmente diferente a la situación que teníamos hace unos 10
años, ocho años, cuando estábamos ad portas de ser declarado un Estado fallido, un Estado que no
controlaba su territorio.

Ahora colaboramos en la lucha contra las drogas, en la lucha contra el terrorismo, que a todos nos está
golpeando, y sigue golpeando mucho a Colombia, pero los acuerdos que vamos a firmar van a ser sobre
educación, sobre transferencia de tecnología, sobre aspectos que van a impactar muchísimo el
bienestar de los colombianos, y donde ustedes aquí en Francia han acumulado gran conocimiento y una
gran experiencia.

El Plan de Desarrollo es un plan coherente. El Ministro se precia de decir que es el primer plan –yo por
supuesto no lo niego- que es totalmente coherente. Es decir, la costumbre, es crear los planes de
desarrollo como una sumatoria de planes sectoriales. Este plan no, este plan es un plan que todo tiene
que ver lo uno con lo otro. Es un plan mucho más coherente, y por consiguiente más viable.

Ese plan se va a someter al Congreso ahora que comienzan a sesionar nuevamente en marzo, y espero
que se convierta en el plan para los próximos cuatro años, porque se convierte en Ley de la República.

Ahí hay otro aspecto muy sui géneris de Colombia en este momento, que tenemos que aprovechar: yo
hice un llamado a un Gobierno de Unidad Nacional; los colombianos me honraron con su voto de una
forma masiva, el mandato es muy claro, pero el mandato tiene que ir respaldado por apoyos en el
Congreso para poder respetar las reglas de juego.

Y eso de la gobernabilidad, ustedes, señores empresarios conocen muy bien este aspecto, sí que es
importante. De nada sirve tener unos grandes planes si uno no tiene capacidad política de ponerlos en
marcha.

Pues bien, en Colombia tenemos hoy una gran gobernabilidad. Los cuatro partidos más importantes,
que representan más del 85 por ciento del Congreso, están apoyando este programa.

Y no solamente este programa. Están apoyando otras reformas de mucho fondo.

Por primera vez estamos redistribuyendo las regalías, estamos redistribuyendo el petróleo y la minería.
Esa era una reforma necesarísima. Hacía mucho tiempo estaban pidiendo una reforma en ese sentido, y
ya eso va por buen camino y va en buena dirección en el Congreso de la República.

Pensando en el largo plazo, estamos aprobando unas reformas que tienen que ver con la restitución de
las tierras a los miles y miles de campesinos que fueron desplazados por los grupos ilegales durante
muchísimos años.

Les vamos a restituir las tierras, y ahí hay que darles al mismo tiempo una opción en el mercadeo de
sus productos, de asistencia técnica, y la oportunidad para aumentar la producción de alimentos, ahí,
por ejemplo Francia puede ayudar mucho, porque si hay alguien que a través de la historia se ha
caracterizado por saber trabajar la tierra son los franceses.

Estamos haciendo un proceso de reconciliación en medio del conflicto, eso no lo ha hecho ningún país
en el mundo.

La confrontación con los grupos ilegales no ha terminado, como lo decía al principio, sin embargo ya
iniciamos un proceso para cicatrizar las heridas, para poder mirar hacía el futuro, y hablar es del futuro y
no del pasado.

Estamos aprobando una Ley de Víctimas para hacerle una reparación simbólica –porque no puede ser
más que simbólica- a las víctimas de la violencia, que son un porcentaje importante de la población
colombiana.
Creemos que eso siembra las bases para poder realmente mirar hacia el futuro y no seguir mirando
hacia el pasado.

En materia económica estamos aprobando una serie de reformas, que son todas reformas encaminadas
en darle a la economía más eficiencia, darle a la economía más racionalidad para poder crecer a tasas
más altas.

Los mercados ya han visto esto, y los mercados ya nos han dado grado de inversión. Los bonos
colombianos están por debajo de los bonos, del precio de los bonos de muchos países que tienen grado
de inversión.

Yo esperaría que oficialmente nos eleven a grado de inversión en este año si seguimos haciendo las
cosas bien. Si seguimos aprobando, por ejemplo, una regla fiscal, que la vamos a aprobar en la
Constitución colombiana y en la Ley.

En la Constitución que la estabilidad macroeconómica sea también un derecho de los colombianos. Es


un paso importantísimo. En Europa no lo tiene sino Alemania, tengo entendido. Eso es una
demostración de seriedad y de responsabilidad económica. Y en ese sentido ya los mercados están
diciendo: Colombia va por el camino correcto.

Por supuesto que tenemos todo tipo de problemas y de vacíos  y de desafíos.

La educación colombiana está muy baja. Hicimos un gran esfuerzo en aumentar la cobertura. Ya
logramos 100 por ciento de cobertura en la educación básica, pero necesitamos hacer algo parecido en
la educación media, en la educación superior, donde Francia puede también ayudar muchísimo, y a
elevar la calidad.

Para eso, por ejemplo, y ese fue el primer objetivo de mi visita aquí a Francia, estamos aplicando para
entrar a la OECD, que es un club no de países ricos, sino de países de buenas prácticas. Y eso nos
garantiza, pero sobre todo le garantiza al resto del mundo que Colombia –si logramos entrar a la OECD,
y creo que los vamos a hacer- va a mantener por mucho tiempo unas políticas públicas de alta calidad,
que para los inversionistas eso sí que es importante.

O sea que vamos por el camino correcto creo yo, haciendo un gran esfuerzo de la mano del sector
privado.

Colombia tiene respeto por el sector privado. Yo espero es que el doctor Luis Carlos Villegas –es el
Presidente de los industriales y vocero, uno de los voceros del sector privado- sea quien diga eso, no
me corresponde a mí, pero ese es el espíritu con el cual creemos nosotros que se debe gobernar un
país como Colombia.

Somos parte de los CIVET. O sea, primero los BRIC, hace diez años. El Presidente de Goldman Sachs
dijo: esos países son los que van a jalonar la economía en los próximos años, y así fue: Brasil, Rusia,
India, China. La presencia china y la presencia india en América Latina no se imaginan cómo está
creciendo.

Y ahora viene otro grupo de países, los CIVET, donde Colombia es el único país latinoamericano.

Ese no fue el Goldman Sachs sino fue el Hsbc.

Más halagador, pero al mismo tiempo desafiante, fue el informe después de lanzar el grupo de los
CIVET, que publicó ese mismo banco hace menos de quince días, donde hace una proyección de los
países y de las economías al año 2050. Dice que Colombia va a ser el país que va a tener mejor
desempeño de toda América Latina –con otros dos países- el mejor desempeño del mundo en los
próximos años.

Yo cuando vi eso, lógicamente lo halaga a uno, pero dije: ‘Uy, nos puso a trabajar al doble, para poder
cumplir ese cometido’.

Pero es un buen reto, un buen reto, y eso es lo que queremos hacer, pero también hacerlo de la mano
de los inversionistas privados, nacionales y extranjeros.
Sin la inversión nada es posible.

Sin la creación de riqueza nada de esto es posible.

De manera que ustedes van a encontrar allá, o los que ya están, van a continuar con un ambiente
favorable, más favorable a la inversión.

Y los que no están y quieren estar van a encontrar las puertas abiertas.

Creo que con esto termino mi intervención, para iniciar un diálogo, que creo que los diálogos son mucho
más fructíferos que los monólogos.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos luego de su encuentro


con familiares de los mineros fallecidos en Sardinata, Norte de
Santander

Sardinata, Norte de Santander, 28 ene (SIG). “He viajado trece horas. Esta mañana estaba en Davos,
en Suiza. Llegué derecho aquí a Sardinata a darles a los familiares de las víctimas de esta tragedia
nuestras condolencias. Expresarles nuestra solidaridad en este momento tan triste, en el que han
perdido a sus seres queridos.

Siento mucho, Alcaldesa, que la primera vez que vengo a Sardinata haya sido en estas condiciones.
Pero no podía dejar de hacerlo para expresarles mi pesar y el pesar de todos los colombianos a los
familiares de las víctimas.

Decirles que el Gobierno no los va a dejar solos, no los va abandonar. El Ministro ya ha hablado con las
instituciones pertinentes. Todos los familiares, las personas más cercanas, más vinculadas, van a recibir
una pensión vitalicia. Se les va a pagar también o a reintegrar todos los costos de los funerales.

Alcaldesa, usted que me mencionó el hospital: el Ministro de Protección me anunció que iba a dar unos
recursos para que se pudiera mejorar la infraestructura del hospital. Me anunció en principio que iba a
asignar una partida inmediata de 300 millones de pesos para mejorar el hospital.

Voy a hablar sobre la posibilidad de la solicitud que hace directamente de independizar el hospital del
manejo, para que ustedes puedan manejarlo directamente. No le puedo prometer que eso se va a
hacer. Pero voy a hablar con el Ministro para que eso sea así.

El Ministro me ha dicho que ya se ordenó una investigación. Él y yo hemos estado en una permanente
comunicación desde que sucedió este accidente. Una investigación con expertos nacionales e
internacionales para determinar realmente qué fue lo qué pasó.

Después de esa investigación, que debe durar muy poco, se va a asignar la responsabilidad
administrativa y penal a que allá lugar. Por eso no quiero anticiparme a los resultados de la
investigación. Decirles simplemente que eso ya está en marcha.

Pero sí decirles que nosotros queremos tener la seguridad de los trabajadores como una prioridad por
encima de cualquier otra cosa.

Vamos a hacer todos los esfuerzos para que la seguridad de los trabajadores en las minas y en todos
los lugares de trabajo, pero especialmente en las minas, realmente se pueda proteger. Porque estos
accidentes tienen que poder evitarse si hay un manejo responsable en materia de seguridad para los
trabajadores de las minas.

Nosotros tenemos cerca de 3 mil minas legales y se calcula que puede haber otras 3 mil ilegales: 6 mil
minas. Y hay un gran interés en incrementar la explotación de minas por la riqueza que tenemos en
Colombia. Eso se va a hacer. Pero se va a hacer de forma ordenada y responsable. Y repito: teniendo la
seguridad de los trabajadores como primera prioridad.

Por eso no solamente esta investigación. Eso es simplemente una parte de toda la reforma institucional
que vamos a adelantar. Hay que ser muy francos y autocríticos. La verdad es que Ingeominas en esto
ha fallado. Ha fallado comenzando por el personal que tiene dedicado a vigilar que las minas cumplan
con las regulaciones y los requisitos mínimos.

Me decía el Ministro que no hay sino 16 personas, algunas de ellas dedicadas a tareas administrativas.
O sea que para esta cantidad de minas que tenemos en Colombia, hay menos de 15 personas
solamente dedicadas a fiscalizar que las minas cumplan con los requisitos. Eso es totalmente
inaceptable.

Por eso, no a raíz de este accidente sino desde que comenzamos el Gobierno, hemos estado diseñando
toda una reingeniería al Ministerio de Minas y Energía, pero sobre todo a Ingeominas, para convertir
Ingeominas en una agencia nacional de minería con muchas más capacidades de vigilancia, de
administración, de regulación, para que este tipo de accidentes no vuelvan a ocurrir.

El número de accidentes que se han presentado últimamente en el país: el año pasado tuvimos en el
país un récord. ¿Cuántos fueron los accidentes el año pasado? 173 accidentes el año pasado. Una
persona cada seis días –es el promedio– muere en las minas por accidentes. Una persona cada seis
días. Eso es inaceptable.

Cuando uno va a vigilar cuál es el estándar que Colombia exige a las minas, estamos muy debajo
inclusive de países que se comparan con nosotros en nuestro nivel de desarrollo. Países como Perú.
Países como Chile.

Por eso tenemos que rápidamente hacer toda una reingeniería de nuestra institucionalidad. Por eso,
querido senador, le pediría al Senado que nos apruebe lo más rápido posible ese último debate que
tienen ustedes para las facultades. Porque dentro de las facultades vamos a hacer esa reingeniería a
Ingeominas. Eso es algo urgente que el país necesita y que el Gobierno está empeñado en sacar
adelante.

Se estima que también van a necesitar ingresos los trabajadores que por el cierre de la mina quedan
cesantes. Pues a esos trabajadores les vamos a dar prioridad. Les vamos a dar empleo en el programa
Empleo de Emergencia, que es precisamente para reconstruir rápidamente la carretera entre Sardinata
y Cúcuta.

O sea que los trabajadores que han perdido el empleo en la mina van a tener prioridad para poderse
emplear rápidamente en la reconstrucción de la carretera, que sé que ha sido muy golpeada por el
invierno y que estamos también empeñados en sacarla adelante a la mayor brevedad posible.

Mencionaba usted, Alcaldesa, la necesidad de un aporte para terminar un muro, un carillón, para
proteger unos barrios del río. No es sino que haga la solicitud a la Junta de Calamidades. A la Junta que
está en este momento administrando los Fondos de Calamidades y de Rehabilitación y de
Reconstrucción, y nosotros nos encargamos de que esos recursos se les otorguen para que puedan
concretar y evitar el día mañana más inundaciones. Con eso puede contar también, Alcaldesa.

Vamos también, ya a más largo plazo, a hacer toda una capacitación de muchas personas, para que
esa labor de fiscalización se pueda llevar a cabo con toda la competencia que se requiere.

El Ministro ya habló con el nuevo Director del Sena, el padre Camilo Bernal, y ya está diseñando un
proceso para capacitar a un número suficiente de fiscalizadores en materia de seguridad en las minas,
para evitar que esto siga sucediendo.

Nosotros, si queremos ser un país minero, como aspiramos a ser, como en efecto ya lo somos, tenemos
que ser un país minero responsable. Y vuelvo y repito: esa responsabilidad se expresa en primera
instancia en garantizarles la seguridad a los trabajadores para que estos accidentes no vuelvan a
ocurrir.

Voy a hablar con la Ministra de Vivienda. Creo que ella va a estar muy de acuerdo en que también
podamos ayudar a las familias de las víctimas con una vivienda.

Vamos a hablar con ella para ver si dentro de un plan que podamos acordar con usted, Alcaldesa, de
vivienda para el municipio, les damos unas casas a las familias de las víctimas de esta tragedia. Creo
que es lo justo y me gustaría también poder poner mi granito de arena para ayudar en ese sentido
también.

Sé que nada podemos hacer para recuperar a sus seres queridos. Sé que esa niña no va a recuperar a
su padre. Sé el dolor que debe estar sintiendo. Pero créanme que haremos todo lo posible para por lo
menos mitigar ese dolor y ayudarlos en lo que podamos.

A eso vine. A decirles que no están solos. Que aquí estamos para darles una mano en lo que esté a
nuestro alcance y acompañarlos en ese dolor.

De manera que, Alcaldesa de Sardinata (Yamile Rangel), Gobernador (de Norte de Santander, William
Villamizar), siento mucho este desastre, esta tragedia. Créame que cuando oí de la explosión, me
conmovió, me dolió el corazón. Por eso anticipé mi viaje y por eso estoy aquí. Lo hice con mucho gusto.
Solamente para poder estar con ustedes y decirles que los acompañamos.

Espero poder volver, Alcaldesa, en otras circunstancias. Inclusive de pronto para ojalá poder entregarles
las casas a las víctimas o poder anunciar ya la recuperación o las mejoras o bien del jarillón o bien del
hospital.

Sé que Sardinata es un pueblo noble, un pueblo amable, un pueblo que merece toda la ayuda del
Gobierno Nacional. De manera que de nuevo mi sentido pésame. De nuevo nuestras más sinceras
condolencias.

Haremos todo los posible por ayudarlos para que todos ustedes y sus hijos, los que quedaron sin sus
padres, puedan tener un mejor futuro. Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el saludo al cuerpo


diplomático acreditado en el país

Bogotá, 31 ene (SIG). “Quiero agradecer en primer lugar las amables expresiones del Nuncio
Apostólico y decano del cuerpo diplomático en Colombia, monseñor Aldo Cavalli, que han resumido con
precisión el espíritu que preside este gobierno.

Me siento honrado al dirigirme por primera vez al cuerpo diplomático en este saludo tradicional del
Presidente a los representantes de las naciones extranjeras, y quiero agradecerles su presencia y sus
buenas gestiones para afianzar las mejores relaciones con nuestro país.

Muy especialmente, quiero darles las gracias a los Estados y organismos internacionales que nos han
tendido una mano y se han manifestado, con ayudas tangibles o expresiones de solidaridad, frente a la
tragedia del invierno que ha afectado a más de dos millones de colombianos.

Velaremos para que sus aportes lleguen, sin desperdicio, a las personas que más los necesitan.
¡Muchas gracias!

Para preparar estas palabras de saludo, releí —como veo que lo hizo también el señor Nuncio— el
discurso que pronuncié en la Plaza de Bolívar el 7 de agosto del año pasado, en la tarde de mi posesión
como Presidente de la República.

Muchos de ustedes estaban allá, además de varios mandatarios y cancilleres del mundo, que
representaban a la comunidad internacional en la ceremonia de transmisión de mando.

Quise volver sobre ellas, porque en ese texto se delineó cuál sería el norte de la política exterior de mi
gobierno.

Con mucha satisfacción constaté que aquel norte que trazamos públicamente hace casi medio año lo
hemos seguido al pie de la letra, y con excelentes resultados.

Dije entonces que Colombia estaba llamada a jugar un papel relevante en los nuevos espacios globales,
y que aspirábamos asumir —después de 40 años de estar a la defensiva— el liderazgo que nos
corresponde en los escenarios internacionales.

Hemos avanzado en esa dirección, no por el capricho de ganar protagonismo sino para aportar ideas y
propuestas positivas a la región latinoamericana y al mundo entero.

El año pasado fuimos los anfitriones de la Cumbre de Mesoamérica —que reúne a los países de
Centroamérica, México, República Dominicana y Colombia en el llamado Mecanismo de Tuxtla— y allí
expresamos nuestra disposición de aportar nuestra experiencia en seguridad y lucha anti-narcóticos a
otros países.

Igualmente, discutimos una posición unificada de la región frente al inatajable y desafiante fenómeno, e
irreversible fenómeno del cambio climático, para hacerla valer en la Cumbre ambiental de Cancún, como
en efecto lo hicimos.

Llevamos ante la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York la voz de una Colombia renovada,
que —sin descuidar su trabajo por la seguridad y contra la criminalidad— tiene mucho que decir y
mucho que aportar en temas de biodiversidad, energía, seguridad alimentaria, democracia y la defensa
de los derechos humanos.

Allí, en la más alta Asamblea del mundo, hice pública mi convicción —que no hemos dejado de
proclamar desde entonces— de que ésta es la década de América Latina y el Caribe, y de que el mundo
debe mirar a esta región como un socio estratégico para resolver los grandes retos de la humanidad.

Como lo dije en las Naciones Unidas, ‘América Latina puede y quiere ser parte de la solución’.

En una humanidad con más de 925 millones de personas que sufren de hambre y desnutrición, con
alerta de escasez sobre elementos básicos como el agua y las fuentes de energía, nuestra región tiene
lo que el mundo necesita: Alimentos, agua, energía, bosques y una fuerza de trabajo joven y creciente.

Todo esto sumado a un panorama regional de estabilidad política y de buenas prácticas económicas,
como bien lo pudimos constatar después de la crisis del año 2008, en donde América Latina salió mejor
librada —inclusive que Estados Unidos y Europa— por tener en funcionamiento mecanismos de
protección contra esas crisis.

Así lo expresamos en los diversos foros, entrevistas y escenarios en nuestra reciente gira a París y a
Davos, y obtuvimos una respuesta receptiva de parte de los diversos auditorios.

Debemos resaltar que Colombia ocupa desde este año un puesto en el Consejo de Seguridad para el
periodo 2011-2012, posición que alcanzamos con una de las votaciones más altas en la historia de este
organismo.

Estamos prestos a llevar nuestra experiencia en temas como seguridad; lucha contra el terrorismo y el
narcotráfico; combate al comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras; erradicación progresiva de las
minas antipersona; asistencia humanitaria; desarme, desmovilización y reintegración de grupos armados
ilegales, a este cuerpo esencial de la humanidad.

Apoyo a Haití

También vamos a propiciar desde el Consejo una nueva mirada al tema del apoyo a Haití —un pueblo
cuyo dolor nos concierne a todos— para que se considere la transformación de la operación de paz, que
hoy se adelanta, en una verdadera operación de desarrollo que responda a sus apremiantes
necesidades.

Precisamente, me reuní la semana pasada con el ex presidente Bill Clinton, enviado especial de las
Naciones Unidas para Haití, y acordamos que, en abril —cuando a Colombia le corresponde presidir el
Consejo—, convocaremos una conferencia de Naciones Unidas para repensar y optimizar la ayuda a
este país.

Afirmé en mi discurso inaugural que el RESPETO, la COOPERACIÓN y la DIPLOMACIA serán los ejes
de nuestras relaciones internacionales.

Hemos sido fieles a esa promesa, y así quiero ratificarlo hoy ante el honorable cuerpo diplomático.

La paz con los vecinos


Y dije también —ante el escepticismo de algunos— que un objetivo primordial de mi gobierno sería vivir
en paz con todos nuestros vecinos.

¡Cuánta alegría siento hoy, y cuánta alegría sentimos todos los colombianos, al tener en este auditorio la
presencia bienvenida de los embajadores de las hermanas repúblicas de Venezuela y del Ecuador!

Desde el primer minuto de nuestro gobierno centramos los esfuerzos en recomponer las maltrechas
relaciones con estas dos naciones, con las que no debemos tener más que motivos de cooperación y
trabajo armónico por nuestros pueblos.

Hoy constatamos, con vocación americana, que —independientemente de las posiciones políticas o
ideológicas de sus gobiernos— países hermanos y vecinos pueden y deben convivir en paz si se tiene
la voluntad para hacerlo.

Hemos restablecido los canales de la confianza, los estamos reforzando cada día más, y esperamos
que, en esa medida, se incrementen también nuestros lazos económicos y nuestra cooperación en
todas las áreas.

Quiero resaltar especialmente el trabajo conjunto que hemos empezado a desarrollar en nuestras
fronteras comunes, para convertirlas en regiones de paz, de progreso y desarrollo.

La mejoría de las condiciones sociales de las poblaciones fronterizas, a través de proyectos de


cooperación conjunta, redundará, sin duda, en mayor seguridad y mayor bienestar para las dos
naciones involucradas.

Avances diplomáticos

En el campo bilateral, debo resaltar que fortalecimos nuestras relaciones con Brasil, con Jamaica y con
Francia, en sendas visitas oficiales que hicimos a estos países, y que tuvimos el inmenso agrado de
recibir la visita oficial del presidente Sebastián Piñera, de Chile —una nación con la que tenemos tanto
en común—; la visita de reconciliación del presidente Hugo Chávez, de Venezuela, y la visita
humanitaria —que valoramos en toda su dimensión— del presidente Rafael Correa, del Ecuador.

Las buenas relaciones nos benefician a todos, y nos permiten soñar con un futuro de desarrollo y
progreso social para nuestra región.

Creemos firmemente en la unidad y la confraternidad latinoamericana, que son el legado de nuestros


libertadores y el imperativo de nuestros tiempos.

Asistimos con ánimo constructivo a la Cumbre de Jefes de Estado de la Unasur que se celebró en
Georgetown y a la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata, donde tratamos el tema de la educación
como mecanismo de equidad y de progreso de nuestros pueblos.

También acudimos, con solidaridad democrática, a la cumbre de emergencia que se llevó a cabo en
Buenos Aires cuando la democracia ecuatoriana estuvo en riesgo por una asonada policial, y
despedimos en la misma ciudad, con dolor en el corazón, a nuestro amigo, el Presidente Néstor
Kirchner, quien tanto colaboró a cimentar el buen momento que hoy viven las relaciones entre Colombia
y Venezuela.

Situación de Egipto

No puedo dejar de referirme a la delicada situación que hoy se vive en la República Árabe de Egipto.

Estamos monitoreando la situación y coordinando con la embajada para dar la asistencia requerida a los
colombianos.

Acompañamos el bienestar, la libertad y el pleno goce de los derechos humanos de la población egipcia
y confiamos en que el presidente Mubarak y su gobierno promuevan en el corto plazo la normalización
de la situación, fortaleciendo las instituciones democráticas.

Honorables miembros del cuerpo diplomático:

Según puede verse en este apretado resumen, no hemos dejado de trabajar ni un momento en este
medio año de gobierno para hacer realidad los postulados de respeto, cooperación y diplomacia en
nuestras relaciones internacionales.

El liderazgo creciente de Colombia

Como quedó claro en mi reciente gira a Europa, Colombia está viviendo una coyuntura excepcional
desde el punto de vista económico, de mejoría de su seguridad, de confianza inversionista y de
progreso social, que nos permite diversificar la agenda.

Seguimos combatiendo el terrorismo y el narcotráfico pero esos ya no son los tópicos principales —y a
veces únicos— de nuestra gestión internacional.

Cuando me encontré con el presidente Barack Obama en Nueva York le dije que Colombia estaba lista
para entablar una relación de pares y para tener una agenda más amplia con su país y con las demás
naciones del mundo.

Le expresé también que, más que un receptor de ayuda, queremos ser ahora un socio del desarrollo y el
bienestar del planeta.

Y así lo reafirmo hoy ante la comunidad internacional.

Colombia mira el futuro con optimismo y quiere proyectarse como un aliado de todas las naciones y
organizaciones que trabajan por la democracia, por los derechos humanos, por el medio ambiente, por
la obtención de energía sostenible, por el desarrollo con justicia social.

Colombia está lista para compartir su valiosa experiencia en desmovilización, desarme, reintegración de
ex combatientes a la vida civil, y aplicación de los principios de justicia, paz y reparación, y así lo
manifesté en la sesión de la Asamblea de Estados Parte de la Corte Penal Internacional en Nueva York,
adonde honrosamente fui invitado.

Colombia diversifica su comercio y está trabajando por la aprobación en los países de la Unión Europea
y en Estados Unidos de los tratados de libre comercio que ya fueron suscritos; la puesta en marcha del
tratado con Canadá —que solamente le falta la aprobación de la Corte Constitucional—, y la
negociación de nuevos tratados con Panamá y Corea del Sur, entre otros.

El viaje a Francia y Suiza

Ya Suiza —como me lo confirmó la Presidenta (Micheline Calmy-Rey) la semana pasada—, dentro de


los países de la EFTA, decidió poner en vigor provisional el tratado suscrito con Colombia —lo que la
convierte en el primer país desarrollado con el que tendremos un TLC operando.

También con Suiza firmamos un tratado de cooperación judicial de especial trascendencia para hacer
más eficaz la lucha contra el crimen organizado.

Colombia quiere ser parte de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo —que es
un club de países con buenas prácticas económicas y de gobierno— y así lo reiteré la semana pasada
ante su consejo en París

Además, formalizamos nuestra solicitud para adherir al convenio anti-soborno de esta entidad, cuyos
altos estándares estamos decididos a aplicar en Colombia.

Pero no fueron esos los únicos logros de nuestro viaje oficial a Francia y al Foro Económico Mundial en
Davos.

Logramos proyectar la nueva realidad de Colombia frente a gobiernos y empresarios extranjeros, que
descubren cada día más las potencialidades positivas de nuestro país y nuestra región.

Coincidimos con el Presidente Sarkozy en la necesidad de modificar la estructura monetaria


internacional, para evitar que la guerra de monedas entre las grandes potencias siga afectando el
crecimiento de las demás naciones del mundo.

También con el Presidente Sarkozy, suscribimos convenios de cooperación a nivel educativo, agrícola,
ambiental, y recibí su invitación —que acepté complacido— para que Colombia participe en la próxima
Cumbre del G-8 sobre seguridad.

En el Foro Económico Mundial no sólo nos encontramos con los más influyentes empresarios y
analistas del mundo, sino también con colegas como los presidentes de México, República Dominicana
y Panamá, con quienes discutimos la mejor forma de impulsar y sostener el buen momento de nuestra
región, “la década de América Latina”.

Y quiero decirles que también estamos mirando hacia el Pacífico.

No sólo persistiremos en nuestra intención de hacer parte de la APEC —una vez se termine la moratoria
para el ingreso de nuevos miembros— sino que iniciamos con México, Perú y Chile las conversaciones
para formar un área de integración profunda, que nos permita fortalecer nuestra posición frente a los
inmensos mercados del Asia-Pacífico.

Nuevo amanecer y posicionar a Colombia

En suma, respetados miembros del cuerpo diplomático: El nuevo amanecer al que me referí el día de mi
posesión, lo será también, y muy especialmente, en el área de las relaciones de nuestro país con el
mundo, a las que les damos la mayor importancia.

Quisiera, ya para terminar, citar una frase del presidente Eduardo Santos —quien fue un abanderado de
la cooperación y el respeto, aun en medio de los tormentosos tiempos de la Segunda Guerra Mundial—,
que resume fielmente mi pensamiento:

‘ La situación internacional debe constituir para los colombianos, como constituye para el Gobierno, la
principal de las preocupaciones, porque ella condiciona —de modo inexorable— el conjunto de nuestra
vida en el porvenir y en el presente’.

Apreciados amigos: El mundo nos mira hoy con otros ojos, porque nosotros mismos, los colombianos,
nos miramos con otros ojos y nueva perspectiva.

Nuestra meta es posicionar a Colombia en el lugar que le corresponde en el conjunto internacional y en


el conjunto regional, y estamos avanzando —no cabe duda— en esa dirección.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el foro ‘Vivienda y


Educación, prioridades nacionales’, organizado por el Partido de la U

Bogotá, 2 feb (SIG). “Me complace muchísimo poder asistir a este foro del Partido, foro que tiene
además como propósito la discusión de dos temas muy importantes, a los cuales les dimos gran
trascendencia en la campaña y a los cuales me referiré más adelante.

Quisiera comenzar diciendo lo mucho que lamentamos el nuevo accidente del día de ayer en esta mina
La Escondida, en el departamento de Cundinamarca. Nuestras condolencias a las familias de las
víctimas.

Esto se suma a la tragedia de la mina en Sardinata, razón por la cual anticipé mi regreso de Europa. Y
por eso le he dado instrucciones a señor Ministro de Minas que acelere todo el proceso de
transformación de la institucionalidad que tiene que ver con la vigilancia y la administración de todo el
sector minero colombiano.

Nosotros desde la campaña hemos dicho que la institucionalidad del sector minero se quedó atrás. Y se
quedó atrás en un momento donde la minería está siendo cada vez más importante, donde el mundo
entero está concentrado en Colombia como un gran potencial minero.

Sin embargo, eso que hicimos con el sector petrolero no lo hicimos con el sector minero, y la falta de
controles y la falta de una buena regulación y la falta de una buena institucionalidad, es en buena parte
responsable por este terrible episodio y estos episodios que son inaceptables y que por eso vamos a
acelerar ese proceso.
Necesitamos, doctor Juan Lozano y honorables senadores y representantes, sobre todo los senadores,
porque falta un debate y es el debate de las facultades, porque dentro de las facultades está esa gran
reforma.

De todas formas nuestras condolencias muy sentidas a las familias de estas 5 personas que perecieran
el día de ayer.

Las Corporaciones Autónomas Regionales

Otro tema que quisiera referirme es el tema de la reforma que expedimos vía decreto legislativo a las
CAR (Corporaciones Autónomas Regionales).

Los parlamentarios de Bolívar —la senadora Piedad Zuccardi, Elías Raad y demás parlamentarios de
Bolívar— me han llamado la atención y han llamado la atención al Gobierno de una consecuencia no
buscada pero una consecuencia injusta desde el punto de vista de la distribución regional de las CAR.

Y es que en la reforma que se hizo, que se estaba entre otras cosas dando un paso muy importante
para que las CAR operen como cuencas, para defender las cuencas, y por eso van a ser mucho más
efectivas en su trabajo, porque muchas veces lo que sucede en una parte del río afecta la parte de
abajo del río. Eso es totalmente lógico. Y cuando no hay coordinación pueden trabajar muy bien en la
parte de abajo, pero si en la parte de arriba no hacen esa labor se pierde el trabajo.

Pero dentro de esa reforma quedó Bolívar sin corporación —el único departamento— y por eso
entonces vamos a ver cómo corregimos ese vacío, que fue consecuencia de las corporaciones que
fusionamos para que hubiese también más lógica en aquellas zonas que más han sido afectadas
también por el invierno, y también —hay que decirlo— infortunadamente también son de las
corporaciones que han salido peor calificadas por las diferentes entidades que miden la transparencia
de las entidades en Colombia.

Pero eso lo vamos a corregir y hablaremos con los parlamentarios para ver cómo hacemos la corrección
a esa consecuencia, no buscada, pero sí reconocemos que es injusta.

Diálogo con los camioneros

El otro tema que quisiera referirme brevemente, el diálogo con los camioneros en la parte de los fletes.

El país está en mora de cumplir con un compromiso —que inclusive hay un documento Conpes de hace
muchos años— de eliminar la tabla de fletes.

Ese es un procedimiento obsoleto que lo único que hace es elevar los costos de todo el transporte
colombiano; elevarles costos a los consumidores, elevarles los costos a los exportadores y restarle
competitividad al país.

En todos los estudios, en todos los análisis que se hacen sobre Colombia, sale esa estrella negra: los
costos del transporte en Colombia. Que tienen muchos orígenes, falta de buena infraestructura y otro
tipo de factores, pero siempre sale como uno de los elementos que más golpea nuestra competitividad.
Y estábamos en mora de dar ese paso.

El Gobierno es un gobierno dispuesto al diálogo, dispuesto a la concertación. Reiteramos la invitación a


los señores camioneros que están amenazando con un paro, a que nos sentemos a dialogar y a ver qué
soluciones le encontramos.

Pero no podemos aceptar esas amenazas. Que si no derogamos el decreto, entonces que se van a
paro. Esa no es la forma de dialogar. El Gobierno en eso, ante ese tipo de amenazas no va a responder.

Nosotros seguimos con el decreto. Pospusimos su entrada en vigencia precisamente para poder
dialogar, para poder sentarnos, para ver cómo les encontramos soluciones a algunos interrogantes,
algunas inquietudes. Estamos con el mejor espíritu, con el mejor ánimo.

Pero el decreto no se va a derogar; el decreto se va a poner en marcha, porque es algo que el país
necesita, que los colombianos necesitan, que la economía necesita.

Y reitero que estamos totalmente dispuestos a sentarnos a dialogar para encontrar las soluciones del
caso.

Seguridad

El tercer punto que quería decirles y voy a pedirle, doctor Juan Lozano, unos 15 minutos —o menos, 10
minutos—, para que el general Naranjo (Oscar Naranjo, Director de la Policía Nacional) después de mi
intervención, pueda darles una radiografía en materia de seguridad.

Se han presentado algunos episodios que han tenido mucha relevancia en los medios; se han hecho
algunas manifestaciones. No desconocemos que hay temas que preocupan a mucha gente en materia
de seguridad.

Pero en términos generales, el tema de la seguridad la tenemos totalmente controlada y las tendencias
de los indicadores así lo demuestran.

Repito, no negamos que existan problemas específicos en algunas ciudades, en algunas zonas del país;
los estamos enfrentando con toda la contundencia.

El sábado estuvimos en una reunión. Más que un Consejo de Seguridad, una reunión con todos los
comandantes, con todos los jefes de inteligencia. Comenzó a las 10:30 de la mañana, terminó a las 8:30
de la noche.

Hicimos un inventario zona por zona, sector por sector, de cómo iba la seguridad en el país. El resultado
final es un resultado positivo, sin desconocer —repito- que hay problemas y que los estamos
enfrentando con toda la contundencia y con toda la eficacia del caso.

Como lo ha hecho el general Naranjo aquí en Bogotá, donde prácticamente asumió el mando de la
Policía de Bogotá, y ha comenzado a tener unos resultados muy importantes.

Pero quisiera, doctor Juan Lozano, para información de los distinguidos senadores y representantes, y
todos los miembros de la U y del país entero, que usted nos dé ese resumen sobre la situación de
seguridad.

Buen Gobierno y buena política

Decía que me complace mucho venir a este foro, no solo por estar entre mis copartidarios, mi partido el
Partido de la U, sino por los temas que ustedes han escogido.

Creo que esa es la forma sana, la forma buena de hacer política: agitar las ideas, discutirlas, hacer
propuestas; propuestas que le lleguen en resultados concretos al pueblo colombiano.

En todas partes del mundo la buena política es esa; es la discusión de las ideas, las propuestas, la
discusión de las alternativas y la buena ejecución, el Buen Gobierno para que esas propuestas se
traduzcan en hechos reales. Eso es lo que queremos en el Gobierno, que todo esto que prometimos en
la campaña se traduzca en hechos concretos y en resultados. Que la gente pueda decir, nos
cumplieron. De eso se trata el buen Gobierno, de eso se trata la buena política.

Educación y vivienda

Como me complace que el Partido de la U esté en eso y esté escogiendo, además, dos temas que a lo
largo de la campaña fueron dos temas que suscitaron un gran respaldo popular y un gran interés del
electorado.

Yo le diría que cuando yo les prometí a los colombianos, mire, vamos a poner en marcha un sistema
para que esos miles y miles de colombianos que hacen un gran esfuerzo para graduarse del colegio,
tienen que ir a engrosar las filas del desempleo porque no encuentran la posibilidad de continuar su
educación superior.

Ese cuello de botella que produce tanto daño a la sociedad, porque produce desempleo, la tasa de
desempleo en ese sector de la población es casi el doble o más; en ciertos sectores, del doble que el
promedio nacional.

Tasa de desempleo que ha venido bajando, que el último resultado es que estamos en 11.8, que es
demasiado alto, y que nuestra propuesta y nuestro objetivo es reducirlo a un dígito.

Como lo hicimos con la inflación hace cerca de un poquito más de 10 años. Prometimos que la íbamos a
reducir a un dígito y la redujimos. Y no solamente a un dígito; está oscilando como los países serios,
como los países responsables, alrededor del 2, 3, 4 por ciento, que es una inflación razonable y
tolerable.

Lo mismo queremos hacer con el desempleo. Una de las formas es ésta de concentrarnos en ese cuello
de botella, de quienes van a engrosar y quienes alimentan tanto de las cifras del desempleo.

Pero no solamente eso, sino que la frustración —y yo lo veía en la campaña— de las madres y de los
padres que hicieron gran esfuerzo para que su hijo terminara el colegio. Y la frustración es verlo
deambulando víctima de las bandas criminales que lo reclutaban, o de pronto de la droga o del alcohol,
en lugar de seguir estudiando y poder superarse.

Ese cuello de botella vamos a romperlo y por eso me encanta, doctor Juan Lozano, que usted y que el
Partido, no solamente le de tanta importancia al tema de la educación sino que se concentren en esa
parte que fue uno de los eslabones de la cadena de educación que más entusiasmo suscitó entre los
electores.

Ese es un tema de gran importancia y por eso todos los mecanismos que se puedan encontrar para
reforzar la magnífica labor que está haciendo el Icetex (Instituto Colombiano de Crédito y Estudios
Técnicos en el Exterior), porque para eso le pedí a la doctora Martha Lucía (Villegas, Directora) que por
favor nos ayudara y que se quedara en el Icetex, porque esa es una de las banderas del Gobierno, Que
ahí coincidamos plenamente.

De manera que en eso creo que están ustedes muy, muy bien enfocados. El tema de la educación en
general es un tema fundamental para el país.

Ahora que estuve en la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), una de las
razones por las cuales queremos entrar a ese club de países que hemos llamado de buenas prácticas,
es precisamente porque nos obliga a tener un mínimo en la calidad de nuestras políticas públicas.

Es como el deportista que está obligado a ir al gimnasio y hacer deporte y a fortalecer los músculos en
un mínimo, porque el entrenador le exige que tiene que hacerlo para poder rendir bien en la cancha de
fútbol o en la pista de atletismo.

Lo mismo en materia de Buen Gobierno. Si uno tiene unos controles y unas exigencias en materia de
calidad de las políticas públicas, pues se va a esforzar para cumplirlas o de otra forma queda a la deriva.

Y el ingreso a la Ocde tiene ese propósito. Y uno de los temas más importantes para la Ocde es la
educación, porque sabe perfectamente que un país que no le dé importancia a la educación se queda
rezagado de por vida.

Algo muy interesante. Nosotros iniciamos un proceso de compararnos con el resto del mundo, los
exámenes Pisa (Programme for International Student Assessment, por sus siglas en inglés), esos
exámenes que hacen a nivel mundial son realizados por la Ocde.

Lo hacemos —y eso es muy importante— como lo hicimos en su momento cuando entramos a ese
estudio de competitividad del Foro Económico Mundial en Davos; lo hicimos para podernos comparar
con el resto del mundo porque al fin y al cabo, nosotros estamos en un mundo globalizado compitiendo
con el reto del mundo.

Si algo deberíamos entender es que el muchacho graduado de la universidad en Tunja está compitiendo
con el muchacho graduado en la Universidad de Nueva Delhi, en Tokio y en Buenos Aires.

Que cada vez la competencia va a ser más dura y que el tema de la educación es lo que va a diferenciar
los países que van a tener buen futuro de los países que van a quedar rezagados. No hay un factor más
importante; por supuesto hay otros factores, pero no hay ninguno más importante que este tema de la
educación.

Por eso, no solamente —como usted bien lo decía— queremos ampliar la cobertura por ejemplo en
educación superior, sino aumentar la calidad, y ese es uno de los propósitos del Gobierno. No son
excluyentes, todo lo contrario, son totalmente complementarios.

El (ex) Presidente (Álvaro) Uribe, el Gobierno del Presidente Uribe hizo un inmenso esfuerzo y fue
revolucionario, de lograr la cobertura universal en materia de educación básica. Que ya Colombia pueda
decir que tiene cobertura universal de educación básica, eso es un logro excepcional, pero no es
suficiente, porque necesitamos algo parecido en la educación media. Necesitamos, como usted bien lo
dice, aumentar nuestra cobertura de educación superior y aumentar la calidad.

Porque ¿de qué nos sirve tener una educación que no sea pertinente y que no le sirva al estudiante
para su vida?

Dicen los grandes filósofos, uno de ellos Michelle de Montaigne, que es uno de los grandes filósofos
franceses, que tiene un ensayo sobre qué es ser un buen padre.

Un buen padre —dice—, es el que hace lo que hacen los pájaros. Y dice que los mejores animales, para
ser buenos padres, o sea los mejores padres dentro de los animales son los pájaros porque son los que
les enseñan a sus hijos a volar solos en la vida.

Y eso es lo que una sociedad tiene que también darle a su juventud: darle los elementos para que
puedan volar solos.

La educación es algo que hacen los padres y que hace el Estado. Y si unen esfuerzos padres y Estado
para que esos muchachos aprendan a volar solos y sean ciudadanos productivos, ciudadanos
responsables, esa sociedad se dispara.

Por eso es tan importante este tema que ustedes han escogido, el tema de la educación. Y yo lo celebro
mucho y ahí tenemos unas propuestas, pero todas la propuestas son susceptibles de mejorarse.

Y si el Partido dice ‘no, Presidente, no nos sirve del 37 al 47, nos sirve que supere el 50 por ciento’,
bienvenida esa exigencia.

Y además, qué coincidencia, doctor Juan Lozano. Estamos en un ejercicio —yo estoy yendo a todos los
ministerios—, revisando las metas. Y en todos los ministerios les he dicho a los ministros: ‘mire, yo fui
ministro tres veces. No me metan gato por liebre’.

Porque entonces, uno les dice a los ministros ‘pónganse unas metas’. Yo lo hice cuando era ministro.
Pero uno pone una metas muy bajitas para después decir ‘bueno, aquí cumplí, sobrecumplí; cumplí 10
por ciento más de lo que nos pusimos’.

Y dije ‘no, no, no. Suba las metas; suba las metas para exigirnos’.

Y qué bueno tener un Partido que no solamente nos hace subir las metas, sino que nos hace redoblar
ese esfuerzo. Entonces me parece muy bien esa meta de, en lugar de ser del 37 al 47, que sea más del
50 por ciento en los próximos cuatros años.

Además, creo que es lograble. Y como usted dice, con instrumentos de financiación, audacia.

La demanda está. La doctora Martha Lucia nos cuenta, la demanda esta. Hay que ser muy ingeniosos
en que la oferta pueda satisfacer esa demanda, en ver cómo las financiamos y al mismo tiempo, generar
todo un proceso de mejoramiento de la calidad de la educación superior.

En ese orden de ideas, vamos a ser pioneros nosotros en la Ocde en la medición de la calidad de la
educación en la educación superior. Hay un programa que se llama Anhelo, que es lo mismo de Pisa,
pero para la educación superior. Se va a iniciar este año y entonces nosotros vamos a ser pioneros.

Eso lo acordamos allá con el Director Ejecutivo de la Ocde (Ángel Gurría), que nos va también a dar una
medida sobre si nuestras universidades están graduando buenos profesionales o no.

Competitividad

Porque, repito, de eso depende, si somos competitivos, de eso depende en el fondo si podemos generar
empleo de calidad, empleo formal, si podemos seguir por esa senda que nos trazó el Banco Hsbc.

Yo me reuní con el Presidente (Stuart Gulliver) de este banco en Davos. Yo no lo conocía. El Banco
Hsbc es uno de los bancos más grandes, medido por ciertos factores el banco más grande del mundo.

Así como hace 10 años otro banco dijo que aquí había unos países, los Brics (Brasil, Rusia, India y
China), que iban a ser las locomotoras de la economía en los próximos años, esos países se
convirtieron en las locomotoras.

Hoy en día el mundo ve a esos países como las grandes locomotoras, muy por encima de Europa,
Estados Unidos y Japón.

Pues este banco dijo ‘ahí vienen otras locomotoras, vienen detrás de los Brics’. Y puso a Colombia
como uno de los seis países, se llaman los Civets. Algunos de ustedes me han oído este cuento.

Civets que son Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto —vamos a ver qué sucede en Egipto, no quiere
decir que los problemas políticos, de pronto hasta pueden mejorar su desempeño, no sabemos qué va a
hacer— Turquía y Suráfrica.

Pero, el único país latinoamericano, Colombia. El único país latinoamericano.

Economía de Colombia en el 2050

Y luego de haber anunciado eso, publica un estudio de hace unas dos o tres semanas, un estudio ya de
la economía mundial, de este banco.

Cogió a todos sus economistas y proyectó la economía mundial al año 2050. Y dice qué países se van a
quedar y qué países van a surgir.

Y dice Colombia tiene todas las condiciones para tener el mejor desempeño de América Latina, y dentro
de todos los países latinoamericanos, el que más niveles sube es Colombia.

Y nos pone en el año 2050 entre las 30 potencias económicas del mundo, por encima de países como
Suiza, por encima de países como Noruega, como Suecia.

¡Imagínense ustedes! Y eso no es dentro de mucho, es dentro de 40 años. Yo posiblemente no estaré


con ustedes, pero muchos de ustedes sí estarán vivitos y coleando.

Entonces estar en ese grupo de países. Pero eso nos impone, yo le decía la Presidente del Banco, oiga,
yo le agradezco mucho que nos tenga en tan buena estima, pero nos pone retos muy grandes, nos pone
a tomar decisiones hoy que nos permitan lograr ese desempeño.

Decisiones que tienen que ver exactamente con los temas de ustedes han identificado; decisiones que
tiene que ver con el Plan de Desarrollo.

El Plan de Desarrollo es un plan bien concebido, como lo decía el doctor Lozano. Yo diría que es la
primera vez que el Plan está totalmente sincronizado.

Usualmente, y es una costumbre en todos los planes de desarrollo del mundo entero. Los planes de
desarrollo son una sumatoria de los sectores. Entonces, el sector de la vivienda, deme su plan; el sector
de la educación, deme su plan; el sector de la infraestructura, deme su plan; el sector de la agricultura,
deme su plan, y simplemente es la sumatoria de los planes.

En esta ocasión, desde el comienzo dijimos que todo esté sincronizado. Que lo que se haga en
agricultura esté totalmente de acuerdo con lo que se va hacer en educación, y que lo que se va a hacer
en investigación, y lo que se va a hacer en los diferentes sectores de la economía, para que el Plan
tenga mucha más coherencia.

Y yo creo que es una de las grandes virtudes y yo quiero felicitar a Planeación; una de las virtudes de
este Plan es esa, es que todo está sincronizado.

Por supuesto que es un Plan susceptible de mejorarse, y ahí viene la famosa frase de (Franklin D.)
Roosevelt: ‘El Gobierno propone, y el Congreso dispone’.

En este caso, el Gobierno propone y el Partido dispone. Ustedes verán, y serán los que me van a decir,
no, dele más importancia a esto; pero que actuar también con responsabilidad. Si le damos más
importancia a este sector, de alguna parte va a tener que recortarse. Entonces vamos a sacrificar en
este otro sector.

Esa es la discusión que vamos a iniciar en el Congreso y donde el Partido de la U —partido con
mayorías en el Congreso— pues va a jugar un papel preponderante.

Me encanta como Presidente que el Partido asuma la bandera de la educación y la bandera de la


vivienda, porque la vivienda también desde un principio lo pusimos como una de las grandes
locomotoras, por varias razones.

La vivienda, desde la época de Lauchlin Currie, en su política de ‘Las cuatro estrategias’ decía: ‘La
vivienda es un motor de la economía fundamental, pero que además cumple una gran labor social’.

¿Qué es lo uno añora en la vida? ¿Qué añora cualquier ciudadano? Tener su casita, tener su techo
propio, y en la lucha contra la pobreza, eso sí que es importante.

No hay ruptura ni falta de continuidad

Y el Plan de Desarrollo, que se llama Prosperidad para Todos, se resume básicamente, así como el
Presidente Uribe decía, ‘yo tengo mi casita: seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión
social, en este Plan de Desarrollo hay tres aspectos: seguridad, menos pobreza, y más empleo. Que en
cierta forma es lo mismo que el Presidente Uribe.

Yo por eso, me preguntaban en Europa ¿Y cuáles son los cambios? ¿Por qué usted está cambiando
con el Presidente Uribe?

Y yo dije ¿Cuáles cambios? Lo fundamental del Presidente Uribe lo estamos continuando.

La seguridad sigue siendo una prioridad, y ahí no podemos bajar la guardia, eso tiene que ser, y seguirá
siendo —desde la época de los romanos- y lo he repetido mil veces, la primera Ley de la República.

Confianza inversionista; tenemos que mantener la confianza inversionista. Sin inversión no hay
crecimiento, sin inversión no hay generación de empleo y sin empleo no hay lucha contra la pobreza. En
cierta forma esto es lo mismo, expresado de otra forma.

Y cohesión social es menos pobreza, cohesión social es menos desequilibrios.

O sea que quienes están diciendo que aquí hay una solución de continuidad con el Presidente Uribe se
equivocan; aquí lo que hay es continuidad con las políticas del Presidente Uribe, dándoles prioridades a
otros aspectos, porque las circunstancias así nos lo permiten.

Pero en lo fundamental estamos continuando con todo lo que el Presidente Uribe inició. Aquí no hay
solución de continuidad.

¿Cómo lo vamos a hacer? Cada uno tiene la forma de cocer sus habas, como dicen.

En la parte de la educación, sí el Presidente Uribe le dio un gran énfasis a aumentar la cobertura, que
era lo que le correspondía en ese momento. Ahora nosotros vamos a hacer mucho énfasis en la calidad,
que es lo que nos corresponde después de que se aumentó la cobertura. Es así de sencillo.

Entonces quienes están tratando de encontrar una ruptura o una falta de continuidad, van a seguir
buscando, porque no la van a encontrar. Aquí hay una total coherencia con lo que viene, que además es
algo que el país por fortuna ya, en cierta forma, ha venido asimilando.

Esa enfermedad colombiana y latinoamericana, que todo lo que viene de atrás es malo y cada
mandatario tiene que ser original y tiene que iniciar su propio proyecto, eso es lo que nos tiene tan
atrasados en América Latina.

Todo lo buenos se continúa, que es lo que en un mundo cada vez más competitivo, es lo que produce
resultados.

Y volviendo a la vivienda. La vivienda es una gran generadora de crecimiento económico, jalona 32


industrias, 32 industrias son jalonadas por la vivienda. La demanda de la vivienda está ahí, como la
demanda de la educación.

Entonces aquí también —y usted conoce ese tema, doctor Lozano, usted fue Ministro de Vivienda—,
aquí también caben sugerencias audaces en materia de financiación.

Mencionaba una usted muy importante. No podemos —y así se lo he dicho a la Ministra (de Vivienda,
Beatriz Uribe)—, no podemos y no lo vamos a hacer, no podemos permitir que los fondos que van al
subsidio de la tasa, se agoten.

Porque si hay un buen estímulo que ha dado muy buenos resultados para efectos de generar esa
demanda y traducirse en más casas, es el subsidio a la tasa. Entonces si eso es lo que está funcionado,
los recursos tienen que salir de donde sea, pero salen.

Y ese millón de casas que la gente nos decía, pero no sean tan ambiciosos, yo a veces me asustaba y
decía Ministra ¿si vamos a poder cumplir? Y tengo que decir que la Ministra me decía no solo vamos a
poder cumplir, sino de pronto que cumplimos más allá.

Entonces allí tenemos un gran reto. Un millón de viviendas es una cantidad de viviendas. Ningún
Gobierno ha logrado cumplir sus metas de vivienda. Y por eso decía la Ministra, nosotros sí queremos
cumplir y yo quiero que el Partido también pueda decir ‘cumplimos’.

Por eso, lo que hoy se haga, lo que se haga en el Plan de Desarrollo, los instrumentos que nos den para
ejecutar esa política son fundamentales.

Qué bueno poder decir, qué bueno poder decir en cuatro años, que un millón de familias lograron su
casita, eso sería maravilloso.

De manera que, doctor Juan y queridos senadores, representantes, y miembros del Partido, y demás
invitados espaciales, este evento me parece muy importante. Es el inicio de la revisión del Plan de
Desarrollo, que es nuestra ruta crítica para los próximos cuatro años. Todos los aportes son
bienvenidos.

Me complace especialmente que el Partido asuma la bandera de la educación y la bandera de la


vivienda dentro del Plan de Desarrollo, que se conviertan en los líderes de las discusiones de estos
temas, no solamente dentro del Congreso sino a nivel nacional; que esa discusión comience con este
foro.

Ustedes tendrán en el Gobierno todo el respaldo y puertas abiertas para este diálogo y para ver cómo
podemos trabajar juntos, juntos, para poder cumplirles a los colombianos en estos dos frentes, como
esperamos cumplirles en los demás frentes.

De manera que muchas gracias. Les deseo unas buenas discusiones y con su permiso, doctor Juan, le
damos la palabra al general Naranjo, porque es que el general Naranjo interrumpió su comandancia en
Bogotá para venir aquí a hablarnos y luego continuar con su labor aquí en Bogotá.

Muchas gracias a todos”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al concluir jornada de los


Diálogos de Gestión en el Ministerio de Minas y Energía

Bogotá, 3 feb (SIG). “Muy buenas tarde a todos. Lo primero que quiero decirles es: muchas gracias por
su trabajo, muchas gracias por su compromiso.

Este Ministerio ha jugado y está destinado a jugar un papel fundamental en el desarrollo del país. Es
una de las locomotoras que hemos identificado como parte vital, como punta de lanza en todo nuestro
programa de Gobierno. Por eso me complace muchísimo estar aquí con ustedes. Decirles no solamente
gracias, sino entusiasmarlos a que sigan trabajando con ese profesionalismo y ese compromiso con que
han venido trabajando.

Con el señor Ministro de Minas, con muchos de los presidentes de las empresas adscritas, con los
directivos del Ministerio estuvimos reunidos toda esta mañana, haciendo una revisión de todas las
metas, los objetivos que nos hemos puesto, la contribución de esta locomotora a ese gran objetivo que
tenemos de disminuir la pobreza, de generar empleo, empleo formal, de generar lo que hemos llamado
Prosperidad para Todos.

Y en ese proceso, todo lo que tiene que ver con la parte energética, la parte minera, todo lo que este
Ministerio administra y controla es fundamental.

Nos hemos puesto unas metas ambiciosas. El mundo entero está viendo a Colombia como una potencia
energética y como una potencia minera.

Estuve en el Foro Económico de Davos (Suiza), la semana pasada, y fue un cambio fundamental de
actitud de los grandes empresarios mundiales, de los grandes presidentes de las empresas, frente a
Colombia.

Yo llevo yendo a ese Foro hace muchos años. La primera vez que fui fue de Ministro de Comercio. Eso
fue en el año 91, 92. Y me acuerdo que llegaba el Presidente de Colombia, allá hacen unas reuniones a
las que la gente se inscribe, y nos tocaba ir a los colombianos a hacer como bulto, porque Colombia era
irrelevante. Colombia nadie quería tocarla.

En esta ocasión lo que sucedió fue todo lo contrario: la gente no cabía. Se quedaron muchos
presidentes de empresas por fuera de las reuniones. Y me decían: es que ustedes están proyectándose
como uno de los países con más futuro en el mundo.

Dentro de esa proyección, este sector que maneja el Ministerio, toda la parte petrolera, toda la parte
minera, tiene un inmenso, inmenso atractivo. Por eso la locomotora que maneja el Ministerio de Minas y
Energía es tan importante. Porque ya está funcionando y va a jalonar los vagones del empleo, los
vagones de la prosperidad, los vagones de la formalidad.

Discutimos a profundidad cómo nos está yendo en materia petrolera, los objetivos -que ahora el Ministro
va a resumir-, cómo hacemos para traer más inversión. Tenemos ese compromiso de mantener a
Colombia como uno de los países atractivos para la inversión, porque sin la inversión no hay producción
y sin la producción no hay empleo. Es así de sencillo.

El reto que tenemos en la parte de la minería y también la parte petrolera, para hacer compatible la
explotación con la preservación del medio ambiente.

Miren la paradoja. Pero una paradoja que nos representa un gran desafío: ayer la Alta Consejera para
Asuntos Ambientales, Sandra Bessudo, fue la primera persona que firmó el Protocolo de Nagoya en
materia de protección de la biodiversidad.

Y lo hizo porque Colombia quiere jugar y ya está jugando un papel importante en las discusiones, a nivel
mundial, del cambio climático, de la preservación del medio ambiente, porque somos un país muy rico
en materia de biodiversidad. Pero también somos muy ricos en materia mineral y en materia petrolera.

¿Cómo hacemos compatible esos dos puntos que para mucha gente son incompatibles? Yo no creo que
sean incompatibles. Todo lo contrario: tenemos el gran desafío de hacerlos complementarios, de poder
desarrollar nuestra industria petrolera, nuestra industria minera, y preservar al mismo tiempo el medio
ambiente. Hay un gran desafío y vamos a ver cómo vamos a manejar esa situación.

En la parte minera, infortunadamente ustedes han visto estos accidentes que hemos tenido en estos
últimos días. Yo recorté ese viaje de Davos para ir directamente a Sardinata a acompañar a las familias
de las víctimas de este accidente. Tuvimos otro accidente anteayer, fatal, que no ha debido suceder.

Ahí tenemos un gran desafío en hacer una reingeniería profunda y total en la institucionalidad que
tenemos para manejar todo lo que tiene que ver con nuestras minas, comenzando por la fiscalización,
pero también todo lo que es la vigilancia en la parte de medio ambiente, en la concesión de las licencias.
Ahí hay que hacer una gran labor de reingeniería.
A propósito de Sardinata, quiero enviarles un mensaje a la Alcaldesa y a toda la población de Sardinata.
Una de las peticiones que me hicieron es si podíamos en alguna forma llevar el gas natural a ese
pueblo, que no tiene. Y hoy en la reunión les pregunté y el Ministro me dijo: puede anunciarlo, puede
decirle a Sardinata que vamos a llevarle ese gas natural, que están necesitando, como tantas
poblaciones que hoy no tienen.

Ahí hicimos un inventario de cómo vamos a llevarle gas a un número muy importante de nuevos
usuarios, cómo vamos a expandir toda la red de energía eléctrica, cómo vamos a conectar con zonas
que hasta ahora no están interconectadas.

El impacto social de ese trabajo es muy grande. Imagínense ustedes una población que hoy tiene
solamente 12 horas de electricidad, que le digan que dentro de dos meses o seis meses van a tener 24
horas.

Eso cambia la vida. Ojo, pero aún, o más dramático es la gente que no tiene electricidad, y que le digan
que les va a llegar la electricidad. Ese es un mundo completamente distinto. Y es una labor en la que
estamos empeñados, de ser un país competitivo, de ser un país atractivo y hacer compatible esto con el
resto del desarrollo.

Y la labor de todos y cada uno de ustedes es muy importante en este propósito. Por eso quiero
agradecerles a todos ese trabajo. Sigan comprometidos con esta linda patria que tenemos. De su
trabajo va a depender que mucha gente pueda decir el día de mañana que entró al tren de la
prosperidad, que es el tren en que todos queremos embarcarnos con este Plan de Desarrollo.

Ministro, muchas gracias. Y si quiere usted, en forma muy resumida, decirles a los colombianos y a sus
funcionarios la cantidad de trabajo que nos impusimos en esta mañana. Vamos a tener unas metas,
vamos a ir vigilando. Hay un principio del Buen Gobierno, que es que lo que no se puede medir no se
puede controlar.

Por eso es tan importante ponerse uno en la vida metas, en las familias, profesionalmente, en las
empresas, y por supuesto el Gobierno. Eso es parte de la filosofía del Buen Gobierno.

De manera, Ministro, que tiene usted el uso de la palabra para contarles a los colombianos y a sus
funcionarios, en resumidas cuentas, cuáles son los grandes objetivos.

(…)

Simplemente quiero finalizar resaltando dos aspectos.

Uno: dentro de las metas nos propusimos que el promedio de horas que les llega de energía eléctrica a
las cabeceras municipales, que hoy está en 16, se suba a 24. No es entendible que un país tan rico en
energía racione o tenga dificultades en darles 24 horas de energía a sus ciudadanos.

Por eso a veces hay problemas de infraestructura, pero esa es una de las metas que nos propusimos. Y
creo que es una meta ambiciosa, con un gran impacto social.

Lo otro que quisiera resaltar es la parte de la integración regional. Colombia se está proyectando como
una potencia energética en la región. Hay una gran demanda por la energía eléctrica colombiana, por su
capacidad de producción, de generación.

Ayer vino el Vicepresidente y Canciller panameño. Vino acompañado de su Ministro de Energía. Eso fue
producto de una reunión que tuvimos con el Presidente de Panamá en Davos. Y se concretó lo que
estábamos esperando hace mucho tiempo. Van a garantizar un mínimo de consumo que haga rentable
la inversión para que se construya la transmisión hacia Panamá. Y de Panamá vamos a ir hacia el norte
y posiblemente llegar hasta México. Eso tiene una tremenda importancia económica y también política.

Pero no solamente hacia el norte. Hacia el sur también. El Presidente Sebastián Piñera, de Chile, nos
ha dicho que está muy interesado en ver cómo podemos llegar hasta Chile. Ellos tienen unas
inversiones muy grandes en minería. La minería del cobre requiere un gran consumo de energía
eléctrica. Y nos ha propuesto que nos sentemos con el Presidente Rafael Correa, de Ecuador, y con el
Presidente Alan García, de Perú, para sortear los cuellos de botella de regulación y poder llevar la
energía colombiana hasta Chile.

Eso también tiene una gran importancia económica y una gran importancia política. Cosa que
posiblemente vayamos a hacer en la próxima reunión que tenemos los presidentes a mediados de este
mes en Lima, Perú.

De manera que hay aspectos internacionales, aspectos económicos, aspectos sociales. Pero sobre todo
un tren de la prosperidad cuya energía va a ser suministrada por ustedes.

Por eso les agradezco de nuevo su trabajo. Es un futuro muy promisorio, muy interesante, donde todos
tenemos que ponernos la camiseta y trabajar duro. Pero nos va a quedar la satisfacción de que de ese
trabajo va a quedar mucha prosperidad para los colombianos. Muchas gracias de nuevo a todos por su
trabajo".

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Misión Carismática


Internacional
 
Bogotá, 4 feb (SIG). “Muy buenas noches a todos.

Un saludo muy especial, muy cariñoso, al pastor César Castellanos, a nuestra querida
amiga Claudia Rodríguez de Castellanos, a todos los pastores aquí presentes, a la
senadora Claudia Wilches, a los concejales, a nuestro querido Ricardo Arias, Director
del Fondo Nacional de Ahorro, pero sobre todo a todos ustedes.

Y muchas gracias por esta invitación y esta oportunidad de participar en esta gran
convención sobre un tema muy importante, el tema del liderazgo, y con un lema que
me conmovió mucho cuando me lo señalaron, me entusiasmó más a venir aquí: ‘El
poder de un sueño’.

Porque realmente eso de tener un sueño, tener sueños en la vida, como lo tuvo, nos
explicaba el pastor César Castellanos, cuando Dios creó el mundo tenía un sueño y lo
hizo realidad. Nosotros también podemos —dicen— mover montañas si tenemos
sueños.

Y por eso me parece tan importante este tipo de eventos, este tipo de conferencias.
Los felicito de todo corazón.

Yo también he tenido sueños en mi vida. He tenido sueños que han venido


convirtiendo en realidades. Y cuando decidí servirle a mi país, luego ya no como
ministro, sino como candidato a la Presidencia, vine aquí dos veces.

Y en ese momento les dije: tengo el sueño de llegar a la Presidencia, necesito la ayuda
de ustedes.

La situación no estaba fácil. Hablábamos con el pastor César Castellanos ahora cómo
en un momento dado las cosas cambiaron y cómo me ayudaron todos ustedes con su
oración a que las cosas cambiaran.

Y obtuvimos un resultado sin precedentes en la historia de este país. El resultado


electoral que obtuvimos para llegar a la Presidencia fue un resultado contundente. El
pueblo colombiano se expresó con un mandato claro.

Avances en seis meses

Y por eso el lunes cumplo seis meses del Gobierno lleno de entusiasmo, pero también
lleno de agradecimiento, con más de 9 millones de colombianos. Pero un
agradecimiento especial a personas como ustedes, que sé que rezaron mucho para que
eso fuese posible.

Yo tengo un sueño desde hace mucho tiempo, de ver a nuestro país, a nuestra querida
Patria en una situación de paz.

Todo lo que hemos hecho en los últimos tiempos y lo que estamos haciendo ahora es
para traerle a esta Nación, que ha sufrido tanto con la violencia, traerle paz, traerle
tranquilidad y prosperidad, bienestar, justicia. Y a eso he estado dedicado y a eso me
dedicaré 24 horas al días, 7 días a la semana, hasta que avancemos para hacer
realidad ese sueño.

Creo que en estos primeros seis meses hemos avanzado mucho. Hemos avanzado
mucho porque las circunstancias se han dado —gracias a Dios, gracias a la oración de
ustedes, gracias al apoyo de ustedes— las circunstancias se han dado para avanzar
hacia esos objetivos.

Lo primero que hicimos, que lo prometimos el día de la posesión, fue restablecer las
relaciones con nuestros vecinos y proyectar el país en el escenario internacional como
lo que somos, un país pujante, un país con una gente buena, un país que quiere
superarse, un país que quiere dejar atrás esa historia de violencia, esa historia de
desigualdad, esa historia que tanto nos ha costado en imagen ante el mundo, ante la
opinión internacional. Y en estos seis meses hemos logrado avanzar muchísimo en esa
dirección.

Restablecimos nuestras relaciones con Venezuela, un país con el cual no teníamos


diálogo, no teníamos relaciones comerciales, no teníamos relaciones diplomáticas, y ya
ha hablábamos de algo que para mí es inconcebible, ya se hablaba de guerra.

Pues bien. Iniciamos un proceso con los pies en la tierra, siendo realistas y ofreciendo
algo muy sencillo: respeto. Respeto por las diferencias, respeto por las opiniones
contrarias, sin necesidad de cambiar nuestros principios, sin necesidad de cambiar
nuestros valores. Pero ofreciendo respeto y exigiendo respeto cualquier relación se
puede mejorar. Y logramos voltear esa situación y hoy tenemos unas relaciones
normales con Venezuela.

Lo mismo hicimos con el Ecuador, con la misma actitud, con el mismo enfoque. Una
relación que estaba muy difícil, después de lo que sucedió —ustedes bien conocen—, el
ataque aéreo que le hicimos al campamento de ‘Raúl Reyes’, hoy podemos decir que
las relaciones están totalmente normalizadas.

Es más, ayer nuestro Embajador, un eminente jurista, ex presidente de la Sala Penal


de la Corte Suprema de Justicia, Fernando Arboleda, hizo presentación de sus cartas
credenciales ante el Gobierno del Ecuador.

Ya todos los embajadores, los colombianos en Ecuador y en Venezuela, y el venezolano


y el ecuatoriano en Colombia, están ejerciendo con credenciales presentadas y las
relaciones totalmente normalizadas.

Medio ambiente

Eso nos permitió, además, proyectarnos hacia el resto del mundo, proyectarnos como
un país interesado en liderar discusiones que hoy el mundo tiene como prioridad en su
agenda, discusiones como el medio ambiente.

Este desastre invernal que hemos sufrido, que ha sido el peor de todos los desastres
en materia climática que hemos tenido en nuestra historia, más de dos millones de
compatriotas afectados por la ola invernal, eso es causa del descuido que hemos
tenido con el medio ambiente, con la naturaleza.

Y ese fenómeno es hoy en día el principal centro de discusión y de preocupación del


mundo. Y por eso fuimos al Japón a participar de forma clara y vehemente en las
discusiones sobre cómo proteger nuestra biodiversidad.

Y cómo no lo vamos a hacer si somos el país más rico en biodiversidad por kilómetro
cuadrado. Y allá se firmó, finalmente, después de muchos años de tratar de llegar a un
acuerdo, se firmó un acuerdo en Nagoya, en Japón, para la protección de la
biodiversidad.

Y esta semana fuimos el primer país del planeta que ratificó en Naciones Unidas ese
acuerdo. Y ya el mundo entero está reconociendo que Colombia está ejerciendo un
papel importante en esa discusión tan trascendental para el futuro del planeta.

Colombia, centro de atención de inversionistas

Y fuimos a Davos la semana pasada y me complació muchísimo ver como Colombia se


volvió centro de atención de los inversionistas.

Yo durante muchos años he ido a ese foro tan importante, el Foro Económico de
Davos.

Al principio, hace 15, 16, 17 años, Colombia no la tenían en cuenta. Un funcionario


colombiano iba a una de las reuniones, allá es un sistema donde la gente se inscribe
para ver a quién quieren oír, y las sillas eran vacías. Daba hasta pena con los
funcionarios colombianos, íbamos los colombianos a hacer del bulto, como dicen.

Pues en esta ocasión la situación era completamente distinta.

Qué orgullo cuando los directivos de este Foro Económico Mundial me decían: se quedó
más de la mitad de la gente por fuera. Mucha gente quería escuchar qué tenía que
decir Colombia, qué era lo que estaba ofreciendo Colombia para que hoy esté
apareciendo como uno de los países más atractivos.

Decía nuestra querida amiga Claudia que a la conferencia internacional vinieron sin
precedentes en número, porque ya ven que aquí no es el peligro que veían en el
pasado, sino ven un país pujante, un país lleno de esperanza, un país optimista.

Y eso tenemos que aprovecharlo para lograr ese sueño de tener un país próspero y en
paz.

Y tenemos que aprovecharlo, porque a los países se les presentan pocas veces en su
historia oportunidades como las que Colombia tiene hoy.

Unidad Nacional y Plan de Desarrollo

Por fortuna la gente escuchó ese llamado a la Unidad Nacional y la gente respondió. Y
hoy tenemos un país unido; con diferencias, por supuesto, y con críticas, por supuesto,
todas bienvenidas. Respeto por la diferencia.

Pero en lo fundamental el país está unido, unido en torno a sus instituciones, unido en
torno a su democracia, unido en torno a unos objetivos fundamentales, unido en el
Congreso. Un Congreso que aprobó unas leyes muy importantes en la legislatura
pasada.
Nunca antes en la historia reciente del país el Congreso había trabajado tanto. Y va a
trabajar más a partir del lunes, que se va a volver a reunir, porque tenemos una
agenda legislativa todavía más numerosa, más rica. Porque queremos aprovechar
estas circunstancias para introducir reformas de fondo, reformas que hacía mucho
tiempo hemos debido de aprobar, que nos van a permitir seguir por esa senda, por ese
camino de lograr ese país próspero y en paz.

Hoy —miren la coincidencia— presentamos ante el Congreso nuestro Plan Nacional de


Desarrollo. Se llama Prosperidad para Todos.

Es un plan coherente. Lo hemos venido estudiando y perfeccionando en estos últimos


seis meses, aunque ya teníamos un plan desde antes. Y hoy lo presentamos ante el
Congreso.

Es un plan que se puede resumir en tres frases, casi en tres palabras: seguridad,
menos pobreza, más trabajo.

Es un plan muy completo. Tiene todo un inventario de políticas concretas en materia


de educación, en materia de salud, en materia de vivienda, en materia de
infraestructura. Sobre todo hay planes concretos, pero todo eso dirigido a tener un
país seguro, a tener un país con menos pobreza, más igualitario, más justo, con más
empleo, trabajo, más trabajo.

Y vamos por buen camino.

Ese plan lo hemos venido socializando —como se dice ahora— con muchos sectores de
la sociedad, poniéndolo a prueba; viendo a ver si la gente lo entiende y lo asume.

Porque cuando la gente entiende una política, entiende un plan, está más dispuesta la
gente a apoyarlo, siente que en alguna forma se identifica con ese plan, se vuelve un
factor positivo, que contribuye a que ese plan, que ese sueño, se convierta en realidad.

Y ahí tenemos todo una serie de medidas, muchas de ellas audaces, que vamos a
poner en marcha, para que el final podamos decir que ese país próspero y en paz, lo
hemos conseguido.

Ese sueño que hemos tenido, no solamente este servidor que les está hablando, sino
millones de colombianos, de vivir en paz y en tranquilidad, con oportunidades, ese es
el sueño que vamos a lograr en estos próximos cuatro años.

Colombia, potencia en alimentos, agua y energía

Colombia, nuestra querida patria colombiana, tiene muchísimas cosas que ofrecer, lo
dicen todos los inversionistas, en un mundo que hoy está sufriendo una crisis de
alimentos.

Esta mañana el índice de precios de los alimentos llegó al nivel más alto en su historia.
La gente está muy preocupada. La demanda por alimentos está creciendo y la oferta
de alimentos no está siendo consecuente con esa demanda, por eso los precios suben.

Y cuando suben los precios de los alimentos quienes más sufren son los pobres. Por
eso hay gran preocupación.

Pues Colombia tiene una gran capacidad para aumentar su producción de alimentos y
convertirse en una de las despensas del mundo.

El mundo está sufriendo por el agua. Dicen los analistas del futuro que si en el futuro
va a haber algún enfrentamiento entre naciones; es decir, guerras, será por el agua.

Y resulta que Colombia, somos los colombianos, uno de los países más ricos del mundo
en materia de agua; el tercer país más rico del mundo per cápita en materia de
fuentes de agua.

Por eso es tan importante preservar esas fuentes de agua. Por eso en el Plan Nacional
de Desarrollo tenemos todo un capítulo dedicado a la reforestación, a conservar
nuestras cuencas, a preservar esa riqueza, que cada vez se va a volver más
importante para los colombianos.

El mundo está cada vez más ávido de energía. Vemos ya el precio del petróleo
subiendo por encima de 100 dólares, y todo el mundo dice que cada vez, como de los
alimentos va a ver más demanda energía y menos oferta; o sea, escasez y crisis de
energía.

Pues bien. Colombia tiene energía de todo tipo. Hemos descubierto y estamos
descubriendo cada vez más petróleo. Hemos descubierto y tenemos muchísimo carbón,
somos el segundo exportador de carbón del mundo. Y no cualquier carbón; un carbón
limpio, un carbón metalúrgico, que cada vez está más escaso en el mundo.

Tenemos gracias al agua, gracias a los ríos, energía hidráulica suficiente para exportar,
ya lo estamos exportando.

Hace dos días vino el Vicepresidente de Panamá (Juan Carlos Varela); vino con su
Ministro de Energía a cerrar un negocio con Colombia, que estábamos buscando hace
muchísimo tiempo: poder conectar a Colombia con Panamá y de ahí para el norte, todo
Centroamérica, llegar hasta México, y proveer de energía, energía limpia, energía
hidráulica a todo Centroamérica y a México.

Y eso se logró hace dos días ese primer paso hacia Panamá. Pero no solamente hacia
el norte, también hacia el sur.

El Presidente (Sebastián) Piñera, Presidente de Chile, vino aquí en una visita oficial y
nos dijo: estamos muy interesados en ver si podemos conectar Colombia con Chile en
materia de energía. Y le pregunté por qué tan interesado en esa conexión.

Y me dijo: porque estamos haciendo unas grandes inversiones en el norte de Chile en


minería; en la minería del cobre, que requiere de mucha energía. Necesitamos
garantizar el suministro de energía y el único país que puede garantizarnos eso es
Colombia.

Pues bien. Ya estamos exportándole energía a Ecuador, vamos a pasar por Brasil y
vamos a llegar a Chile. Eso nos convierte en una potencia energética.

Tenemos energía a base de biocombustibles, cada vez estamos produciendo más


energía a base de biocombustibles.

E inclusive en el pasado reciente descubrimos que somos un país privilegiado en


materia de energía eólica; esa es la energía que produce el viento.

Resulta que La Guajira, el norte del país, el norte de Suramérica, el viento que genera
esa región es ideal para la energía eólica. O sea que somos un país muy rico en
energía, en un mundo cada vez más ávido de energía.

La biodiversidad, como les contaba, los bosques naturales, el cambio climático, el


mundo preocupado por preservar ese medio ambiente. Nosotros, un país muy rico en
medio ambiente. Pero lo más importante, el activo más valioso que tenemos son
ustedes, es nuestra gente, eso es lo que más tenemos que cuidar.

Educación y calidad

Estaba yo esta misma tarde reunido con la Ministra de Educación (María Fernanda
Campo) y todo su equipo, revisando el Plan de Educación. Cómo vamos a hacer para
cumplir con una promesa de campaña, darles a esos muchachos que se gradúan del
colegio con tanta dificultad, con tanto esfuerzo; darles una oportunidad para que
continúen su educación superior, si no tienen con qué.

Entonces les vamos a dar la oportunidad de financiar la matrícula en la educación


superior y al mismo tiempo darles la facilidad para que tengan un ingreso para
mantenerse y poder vivir mientras estudian. Y que solamente, solamente cuando
tengan un ingreso y cuando estén trabajando van a tener que pagar un crédito, que en
los estratos más bajo va a ser a cero interés real.

Ese plan ya está; está incluido en el Plan de Desarrollo y estamos consiguiéndole más
y más recursos, porque sabemos que hay una gran demanda por ese proyecto.

Pero al mismo tiempo tenemos que hacer un gran esfuerzo en mejorar la calidad de la
educación. De nada nos sirve tener mucha educación si esa educación al final de
cuentas no le sirve al estudiante cuando se gradúa para conseguir un buen trabajo.

Por eso la calidad de la educación es tan importante. Y ahí estamos haciendo un


inmenso esfuerzo para ver cómo podemos incrementar la calidad de la educación
desde el momento más importante en la vida educativa de una persona, que es su
primera infancia, que es cuando los niños realmente aprenden a aprender.

Entre los cero y los cinco años, los niños aprenden a pensar; adquieren las habilidades
que después van a poder utilizar. Por eso hay que cuidar a los niños en su primera
infancia mucho mejor de lo que hemos venido cuidando a nuestros niños. Ahí vamos a
hacer un gran esfuerzo.

Y de ahí para adelante, en la primaria, en la secundaria y en la educación superior;


elevar la calidad de la educación. Porque al fin de cuentas nosotros en un mundo cabe
más globalizado estamos compitiendo, no con nuestros vecinos; estamos compitiendo
con el resto del mundo.

Un universitario que se gradúa de la universidad, está compitiendo si es ingeniero con


un ingeniero en el Asia o un ingeniero en Europa, porque cada vez esa competencia es
a nivel global.

Por eso es tan importante invertir en el capital humano, invertir en la educación. Y


darles facilidades a todos nuestros niños, a todas nuestras niñas, para que vayan a un
colegio y a un colegio de calidad. Y que después tenga la posibilidad de una educación
superior.

Y hay que hacer un gran esfuerzo en aumentar la oferta en la educación superior, y en


darle una capacitación también técnica y tecnológica. Aquí tenemos demasiados
universitarios que están hoy desempleados y hay una gran demanda por técnicos y
tecnólogos, que no estamos produciendo y que la industria y que el sector productivo
están pidiendo. Y también para eso estamos trabajando.

La puerta de la paz no está cerrada

Y tenemos desafíos de todo tipo. En materia de seguridad no podemos bajar la


guardia. Hemos dado unos golpes importantes, pero yo sueño es cuando no tengamos
que dar ningún golpe, porque ya hemos logrado la paz. Ese es el verdadero sueño.

A veces para lograr eso hay que ser firmes. Y seremos firmes y no nos temblará la
mano, pero es para lograr un objetivo que todos añoramos: un país en paz.

Ya está en proceso la liberación de cinco secuestrados que tiene la guerrilla de las


Farc. Hemos dado todas las facilidades, van a iniciar la semana entrante los
procedimientos.

Yo les he dicho liberen a todos. Primero que todo esos cinco secuestrados, nunca los
han debido secuestrar. Y liberen a todos. Y si dan señales claras, contundentes de
querer la paz, la puerta no está cerrada.

Pero mientras continúen actuando como terroristas, reclutando niños a la fuerza,


poniendo bombas en sitios que afectan a la población civil, secuestrando,
extorsionando, traficando en drogas, mientras continúen actuando de esa forma no
habrá respuesta diferente a aplicar la ley con toda su contundencia.

Pero al mismo tiempo les he dicho que hay una mano que les ofrece la paz si hay
verdadera voluntad.

Lo que pasa es que el pueblo colombiano ya se ha vuelto escéptico. Muchas veces le


hablan de paz para engañarlo, para aprovechar esas conversaciones y seguir en sus
objetivos violentos.

Eso ya no nos va a volver a engañar otra vez. Por eso necesitamos pruebas claras y
contundentes; de lo contrario seguiremos buscando la paz, pero también por el camino
de la firmeza en la autoridad, en el Estado de Derecho, y en nuestras Fuerzas militares
y de Policía.

Pero ese sueño que tenemos de un país próspero y en paz, necesita también de apoyo
de toda la población, de todo el pueblo, de ustedes.

Y por eso les agradezco mucho que me hayan invitado a este evento. Primero para
agradecerles el apoyo que nos dieron para poder iniciar este proceso.

Petición a Dios

Llevamos seis meses, hemos querido aceptar. Yo rezo todos los días, yo le pido a Dios
todos los días que me dé templanza, le pido a Dios todos los días que me dé justicia, le
pido a Dios todos los días que me dé prudencia y que me permita tomar las decisiones
correctas.

Que muchas veces se presentan dilemas que uno dice ¿cuál será la decisión correcta?
¿Me voy por este lado o me voy por el otro? Uno sopesa y de pronto es 50, 50. Ahí es
cuando uno necesita que Dios le diga: váyase por aquí o váyase por allá.

Y yo creo que hasta ahora hemos tomado las decisiones correctas, hemos tomado
iniciativas audaces.

Ahora el Congreso comienza a discutir una ley muy importante, la ley que va a reparar
las víctimas de la violencia, que nos va a permitir que se cicatricen unas heridas, y que
en lugar de estar mirando para atrás nos permitan mirar para adelante. Esa una gran
diferencia entre los latinoamericanos y los asiáticos. 
Alguien decía ¿por qué el Asia está progresando tan rápidamente y por qué los
latinoamericanos nos hemos quedado atrás? Y decían que es que los latinoamericanos
nos la pasamos en un 80 por ciento hablando del pasado y solamente el 20 por ciento
del futuro, mientras los asiáticos hablan el 80 por ciento del futuro y sólo el 20 por
ciento del pasado.

¿Qué queremos nosotros? Que toda esta historia de violencia la dejemos atrás, y para
dejarla atrás necesitamos que las heridas cicatricen, y por eso la Ley de Víctimas, para
que las víctimas de la violencia se sientan reparadas, así sea simbólicamente, con algo,
con un gesto.

Pero la gente necesita que las reparen cuando ha sido víctima de forma injusta de la
violencia. También la Ley que le va a permitir a todos esos miles de campesinos volver
a sus parcelas, de las cuales fueron expulsados a la fuerza, esa Ley también es bien
importante.

Y por eso esa oración que todos los días le hacemos a Dios para que nos ilumine y nos
guíe es tan importante en decisiones como esas.

Y yo confío, y por eso estoy tan optimista, que ese sueño que hemos tenido tantos y
que por circunstancias de la vida y porque así Dios lo dispuso, estoy yo de Presidente,
y que con la ayuda de todos ustedes vamos a alcanzar ese sueño. Estoy convencido de
que va a ser así.

Y lo único que les puedo garantizar a estas alturas es que trabajaré en forma
incansable todos los días, todos los días, para que ese sueño lo hagamos realidad. Y
necesitamos la oración de todos ustedes y la ayuda de todos ustedes.

Y les agradezco de todo corazón que me hayan invitado a este evento. Los felicito,
además, mucho, porque esto es liderazgo, esto es liderar con la palabra y con el
ejemplo.

El pastor César Castellanos ese es un gran líder, es un gran líder. Lo que él ha


construido —¿Cuántos años? ¿16, 17 años? ¿Cuánto lleva construyendo?— 25, 25
años. Pero lo que ha construido es algo muy hermoso.

Y yo lo felicito, porque se requiere una persona muy especial para poder lograr lo que
él ha logrado.

Ustedes son el corazón y el alma de todo este movimiento. Y los felicito también.

De manera que muchas gracias, muchas gracias a todos ustedes. Tengan la seguridad
de que aquí regresaré nuevamente. Los felicito.

Y oremos todos para que Dios nos siga iluminando y vayamos por el camino correcto.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en el Acuerdo para la Prosperidad


número 21

Cartago, Valle del Cauca, 5 feb (SIG). “Lo primero que quisiera decirle al querido Alcalde Jorge Rojas,
de Buga, es que le quedo debiendo una. Íbamos a ir a Buga, este Acuerdo para la Prosperidad iba a ser
en Buga, pero me reclamaron que por qué Buga tiene tanto peso en el Gobierno: Vicepresidente
(Angelino Garzón), Ministra de Educación (María Fernanda Campo), y que yo en la campaña fui muchas
veces a Buga, y que por qué estaba abandonando otros municipios del Valle del Cauca.
Entonces, en aras de la equidad, quisimos venir, pero a Buga iremos –como dicen- le quedamos
debiendo una. La próxima la hacemos allá en Buga, porque además tenemos una promesa que cumplir
allá.

De manera que muchas gracias Alcalde.

Esta semana también ha sido una semana –como todas- bastante álgida. Hemos realizado varios de los
encuentros que estamos haciendo con los diferentes ministerios.

Esos encuentros tienen como propósito establecer una serie de metas, de metas de mediano plazo,
metas de corto plazo, discutir con los ministros y con todos sus equipos, cómo es que vamos a lograr lo
que nos hemos propuesto en los próximos cuatro años.

Fuimos el lunes al Ministerio de Transporte –precisamente- el miércoles al Ministerio de Minas y


Energía, dos ministerios muy importantes que tienen que ver mucho con el Plan de Desarrollo, que el
día de ayer le presentamos al Congreso de la República.

El estilo de Gobierno, como es el estilo de estos Acuerdos para la Prosperidad, es un estilo muy
gerencial.

Somos fervientes partidarios de la filosofía del Buen Gobierno, que se basa sobre unos principios: el de
la transparencia, el de la eficacia, el de la eficiencia, el del control, el de un manejo gerencial de los
problemas, para lograr resultados.

Por eso las metas y la medición de cómo va el Gobierno en sus diferentes frentes es tan importante,
porque hay una regla de oro y es: lo que no se mide no se puede controlar.

Entonces estamos con los ministerios colocando unas metas –de común acuerdo- pero yo les he dicho
a los ministros que no hagan lo que yo hice cuando era ministro, y es algo natural; el Gobierno les dice:
‘Póngase sus metas’, entonces uno pone unas metas muy bajitas, para que después las cumple, saca
uno pecho y dice: ‘Mire, me fue muy bien’.

Aquí estamos es negociando unas metas ambiciosas, que nos obligan a trabajar mañana, tarde y
noche, y que logremos realmente cumplir unas metas que para muchos eran metas demasiado
ambiciosas, pero que cuando uno se pone a trabajar bien, resulta que no eran tan demasiado
ambiciosas sino que eran objetivos que se pueden lograr.

Eso es lo que hemos hecho.

Por ejemplo aquí está la Ministra de Vivienda (Beatriz Uribe). Cuando nos pusimos la meta de construir
por lo menos un millón de viviendas, la gente dijo: ‘Hombre, eso es demasiado, para qué se pone metas
tan altas’, pero yo creo que esa meta la vamos a cumplir.

Es más, las cifras que ya tenemos para mostrar en los primeros seis meses en materia de licencias de
vivienda, y de vivienda sobre todo social, son muy, muy importantes, lo cual nos da a nosotros bastante
confianza que vamos a lograr esas metas de construir en los cuatro años un millón de viviendas.

Y lo mismo hemos hecho con el Ministerio de Transporte. Una de las locomotoras del Plan de Desarrollo
es el sector de la infraestructura, donde nos hemos venido rezagando y rezagando año tras año, a tal
punto que hoy tenemos una infraestructura muy, muy pobre frente a países, no desarrollados, sino a
países que tienen nuestro mismo nivel de desarrollo, y medido en todas las formas posibles: en
kilómetros de dobles calzadas por cada 100 mil habitantes, cualquiera que sea la medición.

Colombia está retrasada y muy retrasada en infraestructura. Eso repercute en la competitividad del país.

¿Eso qué quiere decir?

Que vamos a crecer a tasas más bajas, porque no somos lo suficientemente competitivos.

¿Y eso en qué se traduce?

En menos empleo y en más pobreza.


Por eso es tan importante –por ejemplo en el caso de la infraestructura- hacer todo un esfuerzo para,
por lo menos, eliminar el rezago que hemos venido acumulando año tras año.

Por eso es tan importante esta reunión, este Acuerdo para la Prosperidad, porque aquí en el Valle del
Cauca y en toda esta región del sur del país, pues está destinada a ser una región realmente importante
en el desarrollo, sobre todo cuando ahora estamos mirando cada vez más hacia el Pacífico.

Cuando –ustedes me han oído este cuento hace 20 años- cuando yo estuve de Ministro de Comercio
Exterior fui con, precisamente, con la doctora Ingrid Betancourt, que era Asesora del Ministerio en ese
entonces, en la primera gran misión de empresarios al Asia, que era desde ese entonces la región del
mundo que iba a hacer la locomotora de la economía mundial, como en efecto hoy lo es.

Pero nosotros no hemos sabido aprovechar ese gran Mar Pacífico que tenemos, esa potencialidad que
hemos señalado tantas veces: la puerta hacia el Pacífico, todo lo que tiene que ver el desarrollo hacia el
Pacífico, pero si no tenemos infraestructura, si no tenemos la capacidad de aprovechar esos mercados
ni ese gran potencial, pues nos vamos a quedar rezagados.

Por eso es tan importante este Acuerdo para la Prosperidad.

Quiero mencionar algunas de las actividades que hicimos esta semana.

Una de ellas tiene que ver con el saludo al cuerpo diplomático. Fueron ya, por primera vez, a ese saludo
protocolario.

¿Por qué quiero resaltar eso?

Porque tanto en ese saludo, en las conversaciones con los diferentes embajadores, como las visitas del
Vicepresidente (Juan Carlos Varela) y Canciller (Alfredo Castillero Hoyos) de Panamá, que vino con su
Ministra de Energía (Diana Salazar); el Canciller del Perú (José Antonio García Belaúnde), que vino esta
semana; el Canciller de Brasil (Antonio Patriota), que estuvo ayer reunido con la Canciller (María Ángela
Holguín), reunido conmigo, todo eso nos está indicando que ese propósito en lo cual estamos
empeñados, de colocar a Colombia en el sitio que se merece en el contexto internacional, se está
cumpliendo.

Lo puedo además verificar por lo que vi en la reunión de Davos, la semana pasada cuando estuve allá
en Suiza. Esa es la reunión más importante del mundo en materia de empresarios, presidentes de las
grandes compañías, dirigentes políticos. Y ahí hay una especie de medición que tienen en Davos, sobre
el atractivo y la importancia de los países que van y participan.

Yo me acuerdo cuando iniciamos la presencia tímida en esos foros mundiales. Iban los funcionarios, los
ministros o el Presidente de la República a hacer sus presentaciones.

La forma cómo eso opera, es que la gente se registra y uno escoge, los presidentes de las compañías
escogen a dónde van, y los asistentes –que son un grupo reducido, porque la capacidad de ese sitio
para alojar esa gente es reducida, por eso cada vez va gente más escogida por la importancia que
tienen en el contexto mundial- ellos escogen a dónde van.

Durante muchos años Colombia iba –y yo me acuerdo, porque yo he ido muchas veces- uno como que
invitaba a los amigos a que lo acompañaran como para hacer bulto, para que el país no quedara tan
mal, porque no estábamos como en el radar del contexto internacional.

Pues bien, en esta ocasión el atractivo era Colombia, o uno de los países más importantes, donde la
gente quería escuchar más, era Colombia.

Me lo dijo el propio Presidente del Foro Económico Mundial en Davos, el profesor Klaus Schwab, me
dijo: ‘Impresionante, nos tocó dejar a mucha gente por fuera’.

La demanda para escuchar qué era lo que estaba sucediendo en Colombia, para que les explicáramos
qué es lo que estamos haciendo en Colombia, era una demanda sorprendente.

Me lo dijo el profesor Schwab y lo vi porque me tocó anticipar el regreso por la tragedia que tuvimos en
la mina de Sardinata, pero en ese día, un día que estuvimos, pudimos palpar el inmenso interés que
tiene el mundo entero sobre Colombia.

Es más, les comparto una de las reuniones: el presidente de uno de los bancos, tal vez el banco más
grande del mundo, el HSBC, ese banco se inventó un grupo de países -algunos de ustedes me habrá
oído decir este cuento- un grupo de países que son los países que van detrás de los que se inventó otro
banco hace diez años.

Hace diez años se inventaron un grupo de países que llamaron los Bric: Brasil, Rusia, India y China, y
ese banco, que era el Goldman Sachs dijo ‘estos van a ser en los próximos años los verdaderos
motores de la economía mundial’. Y en efecto, lo fueron y son los grandes motores de la economía
mundial.

Y este otro banco dijo: ‘y detrás de los Bric vienen otros países que se llaman los Civets; Colombia,
Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica. Único país de América Latina: Colombia, en un
contexto donde América Latina se está perfilando como el continente del futuro.

Y luego ese banco publicó una proyección de la economía mundial: ¿Cómo va a ser la economía
mundial en el año 2050? Hizo unas proyecciones con base en unos modelos económicos y con base en
unos estudios, y pone a Colombia como el país que más sube en su nivel de desarrollo en toda América
Latina, y el tercer país que más sube en el mundo entero.

Y dice: ‘En el año 2050 Colombia va a estar por encima de países como Suiza, como Noruega, como
Suecia, como Hong Kong’. Algo que nos sorprendió.

Entonces me reuní con el presidente del banco, que había hecho semejante proyección, y le dije:
‘Bueno, usted me está poniendo en problemas, le agradezco mucho que tenga a Colombia en tan buena
estima, pero nos está poniendo a trabajar muy duro, porque lograr semejante salto en el desarrollo
mundial es muy complicado’.

Y me dijo: ‘Sí, sí pero ustedes tiene todas las condiciones para dar ese salto’. Y comenzó a describirme
las condiciones: ‘Ustedes tienen los recursos naturales que el mundo está pidiendo cada vez más,
ustedes tienen –algo que me dio una gran satisfacción- un capital humano que es de lo mejor que hay
en el mundo, porque lo hemos medido: es la capacidad gerencial, la capacidad de la mano de obra
colombiana para adaptarse, para aprender, la productividad de esa mano de obra, la capacidad de
aumentar esa productividad’.

Y comenzó a hacerme como una descripción que, repito, me llenó de orgullo, sobre el potencial que
tiene Colombia.

Pero, por supuesto, para lograr eso necesitamos aquí, internamente, hacer un buen trabajo, hacer una
tarea muy importante en muchos frentes: en el frente de la educación –aquí está la Ministra de
Educación, una importante vallecaucana- en la educación estamos atrasados y ahí tenemos que hacer
un gran esfuerzo. Estamos atrasados, y muy atrasados, también en infraestructura.

Por eso es tan importante que con ustedes, con los gremios, con las organizaciones sociales, con el
sector político, con los senadores, con los representantes, los alcaldes, pues nos vayamos poniendo de
acuerdo y vayamos priorizando cuáles son las obras más importantes, cuáles van a tener más impacto
en ese gran propósito que ayer dejamos plasmados ante el Congreso de la República, del Plan de
Desarrollo, en ese gran propósito de lograr prosperidad para todos, de lograr más empleo, empleo
formal con ingresos dignos, de reducir la pobreza y las desigualdades en el país.

Ese es uno de los grandes cuellos de botella. Somos un país muy desigual, con grandes injusticias, y
eso es un obstáculo para crecer más rápido. Por eso nuestra obsesión para que el producto de ese
crecimiento se distribuya con más justicia, más equitativamente.

O sea que tenemos grandes retos, tenemos grandes oportunidades, y como me decía alguien: ‘los
astros se han alineado para Colombia’.

Tenemos una gobernabilidad que nos ha permitido pasar unas leyes muy importantes que antes nadie
se había soñado de pasar, y las seguiremos aprobando con el apoyo del Congreso de la República.

Que además, esa gobernabilidad ya está siendo señalada en el mundo entero como un verdadero
ejemplo de una democracia que actúa, y que actúa con responsabilidad. Inclusive países desarrollados
dicen: ‘mire el ejemplo de Colombia, un país que estaba prácticamente en un estatus de Estado fallido,
mire lo que ha logrado respetando las libertades, respetando las instituciones, respetando las reglas
democráticas’.

El trabajo del Congreso el semestre pasado, un trabajo sin precedentes. En lo que yo llevo en la vida
pública no había visto un Congreso que haya aprobado tantas leyes y tan buenas leyes.

Y eso la gente lo está comenzando a reconocer. En una encuesta reciente que vimos, el prestigio del
Congreso está subiendo: 64 por ciento por primera vez creo que en décadas, y eso dice mucho de
nuestra institucionalidad.

O sea que ahí vamos progresando y vamos por buen camino, con muchos desafíos, por supuesto, con
muchos problemas, muchos cuellos de botella que tenemos que ir resolviendo poco a poco, todos
juntos, todos unidos, porque si nos mantenemos juntos y unidos, con las diferencias normales de
cualquier sociedad que tiene diferentes puntos de vista, pero toleremos esos diferentes puntos de vista y
actuemos juntos donde tenemos que actuar juntos. Esa es la mejor demostración de madurez de una
democracia.

Ahora en el Congreso tenemos unas leyes que hay que aprobar en su segundo debate, en su segunda
fase, muy importantes: la ley de víctimas, que ha sido señalada por el mundo como un verdadero
ejemplo; la ley de tierras; la reforma a las regalías, que nos va a permitir al país usufructuar e invertir
mucho mejor en infraestructura, por ejemplo, el productos de esas regalías.

O sea que tenemos un trabajo muy importante por delante, pero tenemos unas condiciones y unas
circunstancias también muy especiales, que si las sabemos aprovechar vamos a poder dar ese salto
que este banco y este banquero decía que estamos preparados para dar.

Pero eso depende de nosotros, depende del trabajo nuestro.

Y por eso me complace mucho estar aquí en el Valle del Cauca en este tema tan trascendental: el tema
de la infraestructura para un departamento y una región del país que está destinada a tener y a
participar en forma muy importante en el desarrollo y en ese salto.

Quiero, finalmente, resaltar una operación que hizo el Ejército con el DAS anoche: el rescate de un
ciudadano colombiano que había sido secuestrado el 4 de enero. Lo habían secuestrado en Santander
de Quilichao (Cauca) y lo encontraron y lo rescataron en Mondomo (Cauca), en una operación que hizo
el Ejército. Se trata de Lucio Velasco, un comerciante. Lo felicito, general.

Y sabemos, sabemos que hay problemas de seguridad en muchos sitios. Esos problemas los vamos a
enfrentar con toda la contundencia. Después de este Acuerdo para la Prosperidad vamos a tener un
gran Consejo de Seguridad sobre toda esta región, en Cali, y lo que les quiero decir es que vamos a
trabajar muy, muy intensamente en materia de seguridad, y sobretodo en aquellos focos de inseguridad
que estamos viendo en algunos sitios del país.

De todas formas pues no quiero quitarle más tiempo al trabajo al cual vinimos. Ministro Cardona, porque
no entonces seguimos con este Acuerdo para la Prosperidad, de nuevo agradeciéndole a todos los que
han venido participando. Agradeciéndole Alcalde a usted por su hospitalidad, a usted Gobernador, y
decirles que aquí estamos como Gobierno listos a trabajar juntos para sacar adelante este
departamento y este país.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la celebración de los 50 años del


Colegio San Carlos
 
Bogotá, 6 feb (SIG). “Yo estudié en el Colegio Nueva Granada, estudié en el Colegio
Anglo Colombiano, me gradué en la Escuela Naval de Cadetes, pero me siento
sancarlista.

Y no solo me siento san carlista, sino que me considero san carlista.

Por eso quiero dar las gracias, las gracias a los organizadores de este evento, de este
cumpleaños, por el honor que me han hecho al invitarme a participar y a decir unas
palabras.

Me siento muy honrado.

Y me siento muy honrado, también, de tener la oportunidad de decirle gracias a


personas tan importantes que tuvieron una tremenda influencia en mi educación y en
mi vida; y a este colegio, que tanto inculcó lo que a través de la vida me ha ayudado a
defenderme y a salir adelante.

Yo soy un convencido de que la educación comienza en la cuna y debe terminar en la


tumba. Uno debe estar en permanente proceso de educación, sobre todo en una
sociedad que cambia tan rápidamente.

Cuando uno se pone a pensar que en 10 años el 90 por ciento de la tecnología que
vamos a utilizar todavía hoy no se ha inventado, se da uno cuenta de que los cambios
se van acumulando y se van produciendo cada vez más rápido.

Por eso hay que prepararse y educarse permanentemente.

En las etapas de la educación hay todo tipo de discusiones sobre cuáles son los
momentos cruciales.

Qué la primera infancia, de los cero a los cinco años, donde los niños y las niñas
realmente aprenden a aprender, aprenden a pensar. Por eso queremos en el Gobierno
darle tanta importancia a la primera infancia, porque un niño bien tratado después es
un padre tolerante, un ciudadano responsable.

Luego la educación básica, la educación media, la educación superior.

En todas esas etapas hay un impacto especial en la educación de cualquier ser


humano.

Pero en el caso mío, a mí me tocó estudiar en el Colegio San Carlos entre los 12 años y
los 15 años, en una etapa muy importante en la formación de cualquier joven.

Aquí me inculcaron esos principios, esos valores, esas actitudes frente a la vida que
tanto me han servido.

Los principios y los valores en la vida no son nada diferente a los mapas o a la brújula
a los que uno acude cuando uno se siente perdido, a los que uno acude cuando está
confundido, y si uno tiene principios y valores bien arraigados, las decisiones se
facilitan.

Por eso, lo que yo aprendí aquí en este colegio, en estos pupitres, me han servido
tanto en la vida.

El Colegio San Carlos siempre se ha distinguido por tener un espíritu pluralista, por
tener un espíritu tolerante, por tener algo muy importante para la sociedad
colombiana: tener un respeto por las diferencias.

Hay, también, una importancia especial que tiene el colegio, y que así se ha
distinguido: por la excelencia académica.

La excelencia académica ha sido una constante en el Colegio San Carlos, ya Mauricio


(Rodríguez, Embajador de Colombia en Londres) lo mencionaba: siempre el San Carlos
está arriba en los concursos del Icfes. Eso es algo que debe enorgullecer al Colegio San
Carlos. 

Es más, dos compañeros míos de clase y de curso: Pablo Navas y Guillermo Pizano,
son hoy los candidatos a ser rector de una de las universidades más prestigiosas de
América Latina, como es la Universidad de los Andes.

No porque ellos se lo estén buscando –yo fui miembro del Consejo Directivo de los
Andes durante 17 años- sino porque el papel que ellos han jugado los ha hecho
meritorios de esa posibilidad. Y el Consejo sé que tiene estos dos nombres muy en
alto, en la escogencia del próximo rector.

El Colegio San Carlos ha sido un gran formador de líderes, pero no de cualquier tipo de
líder. No del líder pantallero, no el líder que busca protagonismo, el San Carlos ha
formado verdaderos líderes.

Cuando uno hace un repaso de dónde están los ex alumnos del San Carlos, en su gran
mayoría están colocados en esas posiciones donde hay que tomar decisiones, donde
esas decisiones influyen muchísimo en la vida de otras personas, en la vida de una
empresa, en la vida de una institución, en la vida de una familia.

Ese liderazgo especial que ha tenido el colegio la habilidad de ir formando, es una gran
contribución que le ha hecho a la sociedad colombiana.

Hay esa tolerancia que siempre caracterizó el Colegio San Carlos, tolerancia por la
diferencia.

Me acuerdo que cuando nos fuimos en el año 76, en una especie de rebelión, con el
hoy gran médico Rafael Viveros y cerca de 15 estudiantes más, nos fuimos –no para
rebelarnos contra el colegio, porque queríamos entrañablemente al colegio- nos fuimos
a la Escuela Naval de Cadetes por una mezcla de aventura, de vocación de servicio
militar y por experimentar otro rumbo, y sin embargo, a pesar de esa rebelión,
ustedes me invitan a hablarles hoy.

Muchas gracias, esa es una demostración de gran tolerancia.

Otra demostración de respeto por la diferencia, y que me ha servido mucho, porque


así he podido armar un Gobierno de Unidad Nacional donde hay representadas
diversas corrientes políticas –y no solamente es una Unidad Nacional en torno a los
partidos políticos, sino a la forma cómo piensan o cómo actúan otras personas- la
mejor demostración de que mi Gobierno, es un Gobierno de Unidad Nacional lo
tenemos aquí, porque resulta que como bien lo dijo él, Gabriel Silva (Embajador de
Colombia en Estados Unidos) era bastante caspa, era un desastre, según sus propias
palabras: maxiruana, pelo largo, contestatario, inclusive antiyanqui se confesó.

En cambio Mauricio (Rodríguez) estaba siempre de primero en la fila, siempre


levantaba la mano de primero, respondía todo, era muy disciplinado.

Miren, el uno tiene corbata y el otro no, y sin embargo los dos están en el Gobierno.

¿Qué tienen en común?

Un gran amor por su Patria, un gran amor por servirle al país y un común denominador
muy importante: los dos son sancarlistas.

Yo quiero hoy rendirle un homenaje muy sentido a esos monjes de la Abadía de la


Asunción, en Dakota del Norte, que se vinieron allá en el año 61 a Colombia, que no
tenían ni siquiera la más remota idea de lo que era el español –les tocó irse a Puerto
Rico a aprender Español- y aquí llegaron, respondiendo a un llamado del Arzobispo
(Luis) Concha para iniciar un colegio.

En el año 61 se fundó el colegio, en el año 62 se constituyó el Priorato de Tibatí, esa


linda palabra que en chibcha quiere decir ‘alegría del señor’. Y desde entonces no han
hecho nada diferente a darle aportes importantes a nuestro país, a nuestra sociedad.

Quiero rendirle homenaje al Padre Lorenzo, a quien conocí bastante; a los monjes
Frederic, Adrian, Albert, que iniciaron esta gran labor.

Quiero rendirle un especial homenaje al Padre Sebastián (Schmidt).

El Padre Sebastián –aquí ya lo han dicho Mauricio, Gabriel, todos los que me han
antecedido en la palabra- el Padre Sebastián dejó marca, dejó huella, en todos los que
tuvimos el inmenso honor de ser sus alumnos.

El Padre Sebastián combinaba esa virtud de poder educar con convencimiento y


disciplina, y al mismo tiempo con tolerancia y con un espíritu permanente de
mejoramiento.

Conocido por todos por su gran habilidad como basquetbolista, mi hermano Luis
Fernando, que fue primer bachiller en el Colegio San Carlos, me decía: ‘Tenemos el
mejor entrenador’. Y yo me acuerdo al Cura Sebas, como le decíamos en esa época,
vociferando en la Liga del Norte cuando alguno de los miembros del equipo cometía
algún error; dándoles palmaditas cuando metían las canastas; apoyando siempre ese
gran espíritu de trabajar en equipo; y venía al colegio e imponía una disciplina férrea,
pero al mismo tiempo estimulaba a los buenos estudiantes, estimulaba a quienes a
veces nos desviábamos de los cauces para que volviéramos nuevamente a ser buenos
alumnos, buenos estudiantes.

Padres Sebastián, es muchísimo, muchísimo lo que usted me enseñó a mí, y


muchísimo lo que he utilizado a través de mi vida y lo que estoy utilizando hoy, en
esta responsabilidad que usted me aportó.

Muchísimas gracias.

Quiero rendirles un homenaje a todos esos profesores que han pasado por el colegio y
que también nos han dejado a todos una marca, una huella.

Cómo no recordar al profesor Onida, que nos enseñaba Historia Universal, y nos
disciplinaba con un anillo que tenía, y nos daba unos ‘cocotazos’ que hoy, hoy serían
considerados como una violación a los Derechos Humanos. Pero aprendimos,
aprendimos mucho.

O quién se puede olvidar de ese gran ser humano, ese corazón tan grande que era el
profesor Olsen, el profesor de Arte, que nos enseñó entre otras cosas a actuar. Me
acuerdo perfectamente cuando íbamos al (Colegio) Marymount a hacer una obra de
teatro, y nos enseñaba a actuar, y las niñas nos veían y nosotros nos moríamos de la
pena.

Pero cómo, cómo me ha servido esa lección, porque la política tiene mucho de teatro y
actuación.

Mauricio mencionaba otro aspecto del colegio que es muy diciente: esa sensibilidad
social, esa disposición para reducir las diferencias de la sociedad, y qué mejor manera
de hacerlo que a través de la educación, que es tal vez el vehículo más eficaz de
movilidad social.

Cuando se habla de colegios donde –como aquí se decía- donde el costo - beneficio es
muy bajo el costo y muy grande el beneficio, es el Colegio San Carlos

¿Por qué otros colegios tienen semejantes matrículas tan altas y el colegio San Carlos
puede dar una educación de semejante calidad con unas matrículas mucho más bajas?

La disposición siempre a recibir gente de cualquier estrato. Qué linda es esa actitud,
que es algo que el país necesita, y que todos los líderes, todos los sancarlistas, se van
del colegio graduados con esa enseñanza, y eso es lo que estamos tratando de hacer
también en el Gobierno.

Nuestro programa de Prosperidad para Todos tiene como uno de sus grandes objetivos
reducir las desigualdades a través de la educación, reducir las desigualdades a través
de reformas que nos hagan un país mucho más justo, un país con oportunidades reales
para todo el mundo.

Y mucho de lo que estamos poniendo en marcha lo aprendimos aquí, en este colegio,


lo aprendimos del padre Sebastián, de sus profesores y del padre Francis, a quien yo
conocí muy poco, porque cuando inicié esa rebelión él estaba recién llegado.

Pero tuve la gran oportunidad de conocerlo mejor cuando participamos en la creación


del Colegio Los Nogales. Con el padre Francis tuvimos esa experiencia, y le he seguido
la pista al padre Francis, esa devoción que tienen todos los estudiantes por él, lo que
ha hecho del colegio.

¡Qué gran obra, padre Francis, que gran obra la que usted ha hecho!

Anoté una frase suya, que la he querido repetir todos los días.

Usted decía: ‘El poder es para hacer el bien sin distingos de clase ni de ningún otro
aspecto’. Eso es lo que quisiéramos hacer: usar el poder para hacer el bien.

Y hacer el bien con el apoyo de toda esa gente que usted, padre Francis, de toda esta
gente que usted, padre Francis, ha ayudado a formar, esos líderes que están
repartidos por toda Colombia y muchos en el exterior, sirviéndole con ganar a nuestro
país.

Por eso me siento tan contento de regresar aquí ya como Presidente de la República, a
mí colegio, al San Carlos, para agradecerles y desearles además muchos años
adicionales de buen trabajo.

Padre Francis, usted ha hecho una labor realmente excepcional, es un ejemplo, un


verdadero ejemplo para no solamente el resto de los colombianos, sino el mundo
entero; su trayectoria, su vida.

Sé que una de las grandes virtudes tuyas es la humildad, y sé que no le gustan los
halagos ni le gustan los premios ni le gustan las condecoraciones, sin embargo, quiero
romper ese respeto por esa forma de ser suya, y como Presidente de la República, a
nombre de todos los colombianos, no solamente de los sancarlistas, de todos los
colombianos, darle una condecoración que es la más alta que tiene el Estado
colombiano.

El Libertador le dio la Cruz de Boyacá a quienes pelearon en la Batalla de Boyacá y ahí


se inició esa condecoración, y a través de 200 años de historia esa condecoración ha
sido otorgada a personas especiales que le han aportado al país algo muy especial, y si
hay alguien que merece la Cruz de Boyacá es usted, padre Francis.

De manera que feliz cumpleaños, y con la venia de ustedes y con la venia del padre
Francis vamos a proceder a entregarle la condecoración, la Cruz de Boyacá, a esta
gran persona.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la posesión del


Embajador de Colombia en Francia, Gustavo Adolfo Carvajal Sinisterra
 
Bogotá, 8 feb (SIG). “Esta posesión me complace muchísimo poderla realizar, por
muchos motivos.

Primero, por la calidad de la persona que va ocupar una embajada tan importante. 
Conozco al doctor Gustavo Adolfo Carvajal hace mucho tiempo, conozco a su familia,
sé de sus capacidades. Sé que no podemos encontrar una persona mejor para
representar con dignidad a nuestra Patria en un momento tan interesante y tan
importante de la historia nacional y de la historia mundial.

Gustavo Adolfo ha sido siempre una persona efectiva, transparente. Un digno hijo de
su padre (Adolfo Carvajal Quelquejeu), que fue un personaje muy especial, que
también ocupó esa Embajada (en Francia) con gran éxito. Allá dejó huella, como estoy
seguro que va a dejar Gustavo Adolfo también huella en Paris.

Y el momento es muy especial.

Nosotros con la Canciller (María Ángela Holguín), acabamos de llegar hace unos días
de una visita oficial a París, a Francia. En circunstancias muy particulares, porque
Francia este año va a presidir los dos foros tal vez más importantes de decisión a nivel
mundial: el foro o el grupo del G-20 y el grupo del G-8, que es donde realmente se
toman las verdaderas decisiones.

Y como tuvimos ocasión de discutir con el Presidente (Nicolás) Sarkozy, son muchos
los temas donde Colombia y Francia pueden jugar juntos, pueden jugar juntos en un
diálogo con miras a ver qué es lo que va a pasar en la economía mundial, en un
situación donde todo el mundo está confundido.

Las políticas monetarias de los países industrializados están causando graves perjuicios
a los países emergentes. En un mundo donde el precios de los productos básicos está
disparado. Eso al Presidente Sarkozy lo tiene casi que obsesionado. Una de sus
propuestas es ver cómo se puede regular el mercado de los productos básicos.

Podemos jugar y decidimos que íbamos a jugar muy en llave en el Consejo de


Seguridad (de la ONU), donde Francia tiene un puesto permanente, y Colombia en los
próximos dos años va a jugar un papel importante. Allá se están presentando
problemas de todo tipo que van a tener que ser manejados con mucha prudencia y con
mucho tino.
Lo último que vi esta mañana, Camboya y Tailandia, de donde vino la Canciller —antes
de llegar a Francia, estaba en Camboya precisamente—, y hoy están haciendo un
llamado, están pidiendo una reunión extraordinaria en el Consejo para ver qué se
puede hacer en ese tema en particular.

Como en muchísimos temas y ahí, esa coordinación con Francia va a ser muy
importante.

Un tema que nos ha preocupado y sigue preocupando muchísimo a los colombianos es


el tema de Haití. Haití es tal vez ese lunar de América Latina, en un momento donde
América Latina está despegando.

Hemos dicho tantas veces que esta es la década de América Latina.Pero tenemos un
lastre, un lastre que nos debe doler a todos, que es Haití. Y Francia tiene una
responsabilidad y un interés especial por Haití, por supuesto.

En fin, es muy importante la labor que se puede hacer con Francia.

Pero no solo eso, sino que allá queda la sede de la OCDE. Allá estuvimos con la
Canciller.

Es —como lo hemos llamado— el club de los países con buenas prácticas. Nuestra
aspiración es ingresar a ese club. No es fácil, tiene umbrales bastante exigentes, altos.

Pero de eso se trata, de esforzarnos para ver si podemos cumplirlos, y poder entrar en
ese camino de un país con buenas prácticas para un largo futuro.

Y allí va a poder jugar y debe jugar un papel muy importante nuestro Embajador.

Sé que usted, doctor Gustavo Adolfo, conoce muy bien esos temas. No en vano ha sido
Presidente de una compañía que es ejemplo aquí en Colombia, que sabe hacer las
cosas, como dice su lema.

De manera que nos complace muchísimo por usted, por su familia, que usted ocupe
esa Embajada y cómo decía el Rey Enrique IV, ‘París bien vale una misa’.

De manera que mucha suerte. Estoy seguro que va a hacer una gran labor. Y lo felicito
mucho a usted y a toda su familia”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al concluir jornada de los


Diálogos de Gestión en el Ministerio de TIC

Bogotá, 9 feb (SIG). “Muy buenas tardes a todos. Antes de entrar en materia sobre este importante
Ministerio, quiero lamentar la muerte de David Sánchez Juliao: un gran colombiano, una persona que le
aportó muchísimo a este país. Su aporte intelectual, su aporte cultural, fue realmente importante. Por
eso lamentamos mucho su desaparición.

En segundo lugar, a nuestros colegas, porque yo vengo de ese gremio de periodistas, felicitarlos por el
Día del Periodismo. Ustedes saben que este es un Presidente totalmente comprometido con la libertad
de expresión, la libertad de prensa. Vamos a apoyar de todas las formas posibles ese nobilísimo
ejercicio del periodismo, que ejercí durante tanto tiempo. De manera que muchas felicitaciones.

En tercer lugar, la razón por la cual estamos aquí. Señor Ministro, señores funcionarios del Ministerio: lo
primero que tengo para decirles es: muchas gracias. Muchas gracias por el inmenso e importante aporte
que todos y cada uno de ustedes le dan al Ministerio y por ende al Gobierno y por ende al país.

El servicio público es el servicio más noble que puede hacer cualquier ciudadano. Trabajar con el
Gobierno, con el interés primordial de servirle a la comunidad, es algo que apreciamos, que valoro
enormemente. Por eso muchas gracias.

Estamos en un momento muy importante de nuestra historia. Muy importante no solamente a nivel
internacional sino a nivel nacional. La tecnología está cambiando nuestras vidas a una velocidad
impresionante.

Quién se iba a imaginar hace 20 ó 25 años que un aparatico que se llama el celular nos iba a cambiar
totalmente la forma de comunicarnos.

Cuando uno piensa que el 90 por ciento de la tecnología que vamos a utilizar dentro de 10 años todavía
no se ha inventado, imagínense ustedes el cambio que eso va a representar para la vida cotidiana de
nosotros mismos y de nuestros hijos.

Por eso este Ministerio es tan importante. Porque es el Ministerio que tiene una responsabilidad
transversal de hacer que esa tecnología que crece a un ritmo geométrico, pueda ser aplicable y pueda
ayudar a mejorar la prosperidad y el bienestar de todos nuestros compatriotas.

Esta mañana hicimos un ejercicio, que venimos haciendo con otros ministerios, de sentarnos a revisar
los planes, a revisar las metas, a ver qué podemos decir en cuatro años sobre lo que hicimos todos
nosotros –porque este es un trabajo en equipo– durante este Gobierno: qué logramos cambiar y cuál fue
nuestro aporte.

Las metas son importantes por aquello de que lo que no se puede medir no se puede controlar.

Tengo gran fe en el trabajo de este Ministerio. Les decía esta mañana que qué cosa tan maravillosa ver
dentro de muy poco a un médico en Cartagena del Chairá conectado por una red de fibra óptica con un
médico aquí en Bogotá o en el exterior, consultando si la enfermedad que tiene ese paciente es la que
él piensa que es y cuál sería el remedio más efectivo.

O esa escuela allá en Mitú conectada a través de las redes con unos grandes profesores y los niños
usando la tecnología y aprendiendo con una calidad óptima.

En fin, las aplicaciones de la tecnología son infinitas. Ese agricultor, ese campesino de una región muy
remota, en el Putumayo, que sabe el precio del producto en Corabastos o el mercado que le está
vendiendo él al intermediario para que no lo ‘tumben’.

Todo eso es parte de la labor de la aplicación de la tecnología, de lo que ustedes están haciendo, que
es importantísimo. Si el país quiere progresar, tiene que progresar en su plataforma tecnológica, en la
aplicación de la tecnología, en la pedagogía para que la gente entienda cómo utilizarla.

Porque de nada nos sirve repartir computadores por todos lados si la gente no sabe cómo utilizarlos. O
sea que es un enfoque integral, muy importante, como les decía, transversal a todo el programa de
gobierno.

El Ministro (de TIC, Diego Molano) me trajo aquí por esta sala de innovación y me explicaba: aquí no
hay un papel, aquí no hay un teléfono, aquí están los funcionarios que ni siquiera tienen puesto fijo.
Tienen su computador y ese computador puede estar en su casa, puede estar en otro lado del mundo, y
hacen lo mismo que si estuvieran en su oficina.  

Ese es el concepto hacia el futuro que ya lo están aplicando aquí en este Ministerio. Yo esperaría que
eso de eliminar el papel y tener un uso de la tecnología en todo el gobierno, si lográramos tan sólo eso
en los próximos cuatro años, sería maravilloso, porque entre más eficiente sea el Gobierno más
resultados va a obtener.

El uso de la tecnología tiene para el Gobierno y para el país infinitas posibilidades. Preguntaba y me
explicaban cómo escogieron la persona que va ser como el encargado de la tecnología del Ministerio.
Está aquí. Por qué no le explica usted a los medios de comunicación cómo lo escogieron para su
puesto, para que vean cómo llegó al puesto que hoy tiene, lo cual es bien interesante.

Funcionario: El proceso fue totalmente innovador. Me enteré por los medios, por Twitter, de la
convocatoria. Todo el proceso fue virtual. Las pruebas, las entrevistas y los videos fueron todos a través
de internet. En la parte final la selección fue por una terna. Cada uno de los de la terna hicimos
entrevista con el Ministro por Skype. Todo se filmó y se documentó y todo está disponible en la red para
que todo el mundo lo conozca. Lo más importante es que no solo quede ahí sino que se pueda replicar
para cualquier otra entidad pública o privada.

Presidente Juan Manuel Santos: ¡Miren eso! Gracias. Totalmente virtual. Mil y pico candidatos que se
fueron filtrando virtualmente. La gente participaba, veía cómo los mejores iban ascendiendo, cómo iban
escogiendo cada candidato. Después los pusieron a jugar un juego de aptitudes y de ahí salieron los
diez mejores. Qué más objetivo y qué más transparente que un proceso de esos. Y cómo mejoraría el
Estado colombiano si todos los funcionarios pudieran ser escogidos así. Porque ahí sí escogeríamos a
los mejores en todas las ramas.

Por eso lo felicito, Ministro, porque usted ha puesto un punto alto en ese proceso.

De manera que es bien importante lo que este Ministerio está haciendo, lo que ustedes están haciendo.

El compromiso mío como Presidente es apoyarlos en todo lo que esté a mi alcance. Es ayudarles a que
ustedes sean exitosos en su trabajo. A que puedan lograr las metas. Porque si ustedes son exitosos, yo
soy exitoso y el país es exitoso.

 He venido es a darles ese apoyo, ese estímulo. A decirles que este es un Gobierno, como les decía al
principio, que quiere trabajar en equipo. Y a valorar enormemente ese aporte que ustedes todos los días
le hacen al país y le hacen al Gobierno.

Las metas son ambiciosas. Por ejemplo: cuadruplicar el número de usuarios en Internet, de 2,2 millones
a 8,8 millones, es una meta bastante ambiciosa. Pero el Ministro me dice que con este equipo que tiene
él está confiado en que lo va a lograr. No me cabe la menor duda.

Las metas en otros frentes: qué bueno poder conectar las escuelas más alejadas del país a la
tecnología, para que tengan el mismo acceso a una buena educación que la que tiene un niño o una
niña en un buen colegio aquí en Bogotá. Ese sí que es un factor de movilidad social y de justicia social.

Las metas que tiene el Ministro en otros frentes, en la utilización de esa tecnología. Hay algo muy
importante: muy pronto, no sé cuándo, pero en las próximas semanas, Colombia va a llegar a tener el
100 por ciento de cubrimiento en materia de telefonía celular.

¿Qué quiere decir el 100 por ciento de cubrimiento? Aunque no se traduzca efectivamente en que todos
los colombianos tienen un teléfono celular, pero que por cada 100 habitantes hay 100 celulares. Y ese
aparatico que ustedes todos tienen, tiene unos usos infinitos, porque eso en el fondo es un computador.
Y la tecnología está revolucionando cada vez más el uso de ese computador. Y eso va a significar un
avance monumental en la productividad de la economía.

Por eso, Ministro, vamos a trabajar muy duro para que ustedes puedan cumplir esas metas.

Hay otro aspecto muy importante: lo que hacen aquí en este Ministerio es una fuente de generación de
empleo importantísima. Y entre más podamos estimular la tecnología, el uso de tecnología, que la gente
se meta en la cabeza la importancia de la tecnología, más va a crecer el país y va a crecer en mejores
condiciones.

Por eso estamos diseñando y próximamente vamos a anunciar cosas muy audaces. Por ejemplo: una
asociación entre Bancóldex Colciencias y el Ministerio, que van a poner una plata muy importante para
que el sector privado la ponga en fondos de capital de riesgo, que financien a esas miles y miles de
microempresas que quisieran iniciar un negocio a través de la tecnología del Internet.

Porque muchas veces no lo hacen simplemente porque no tienen o bien el dinero o no tienen alguien
que los guíe. Esos capitales de riesgo, esos fondos, van a darles recursos y asesoría técnica.
Imagínense lo que eso representa en las posibilidades de empleo y de buen empleo.

Me contaba el Ministro, y con eso termino: los call centres. Es tal la demanda de call centers en
Colombia y la habilidad y la calidad de nuestro capital humano, de nuestra gente, que es lo más
importante que tenemos nosotros, que hay una demanda muy grande. Y lo que no hemos logrado
satisfacer es la oferta, porque quieren call centers bilingües.

Vamos a ver si iniciamos una campaña para repatriar a colombianos que están en Estados Unidos, que
se fueron en otras épocas, que están frustrados, que aquí pueden volver y tienen prácticamente un
empleo garantizado y bien pagado. Simplemente porque saben hablar inglés, saben hablar francés o
saben hablar italiano o saben hablar alemán. La demanda es inmensa.

Mientras eso sucede vamos a hacer todo un plan de choque para ver si el Sena y escuelas especiales
pueden incentivar el bilingüismo, porque ahí hay un espacio enorme del uso de tecnología a nivel
mundial.

En fin. Son muchos los retos y muchas las oportunidades que ustedes tienen para seguir aportándole a
este país.

Ministro, muchas gracias. Y a ustedes, sobre todo, mi agradecimiento infinito”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante el homenaje a


Álvaro Castaño Castillo, Director de la Emisora HJCK

Bogotá, 10 feb (SIG). “Permítanme referirme a dos puntos diferentes, antes de referirme a este acto tan
simbólico y tan importante para mí.

Quisiera referirme, en primera instancia, a la polémica que se suscitó por la propuesta de elevar la edad
de jubilación para los trabajadores y trabajadoras que ingresen al mercado de trabajo en los próximos
años.

Esa propuesta, que surgió del Ministerio de Hacienda, del Departamento de Planeación, es una
propuesta de responsabilidad con las generaciones futuras. Es una propuesta para que la discutamos
todos, porque uno de los deberes de cualquier gobernante es prevenir hacia el futuro desastres.
Prevenir siempre es más saludable, es más barato y surte mejores resultados.

Resulta que nuestro sistema pensional es un sistema que ya nos está costando un dinero muy
importante. Para darles un ejemplo: hoy del presupuesto de este año hay cerca de 24 billones –23,6
billones de pesos, para ser exactos– que van solamente a pagar las pensiones de cerca de millón y
medio de colombianos. Millón y medio de entre 44 millones.

Esa cifra es más de dos veces la cifra total que le dedicamos a la salud, que es algo más de 9 billones.
Es una cifra superior a lo que hoy dedicamos a todo el gasto en educación. Si no tuviéramos que pagar
esas cifras, podíamos más que duplicar el presupuesto en la educación. Podríamos casi triplicar el
presupuesto en salud.

Y resulta que esto se debe a que en años pasados nadie quiso tomar la decisión de prever lo que
estamos en este momento sufriendo. Y es una situación presupuestal muy complicada para pagar
solamente millón y medio de pensiones.

En la medida en que nosotros nos vamos envejeciendo, que la pirámide de la población en la base se
va achicando, va a haber cada vez menos gente contribuyendo al sistema y más gente beneficiándose.
O sea que vamos agravando el problema año tras año.

Todos los países del mundo hoy están con problemas en ese frente. La crisis de Europa tiene
muchísimo que ver con ese problema. Y lo que queremos nosotros es simplemente tener un acto de
responsabilidad con la próxima generación. Decir: ojo, desde ya tenemos que tomar unas decisiones
que le ahorren al gobernante dentro de 30 años, 35 años, a que tenga a la carrera que afrontar una
crisis, que generalmente resulta en más pobreza, en más desempleo y en menos desarrollo.

Ese fue el espíritu y es el espíritu con el cual hemos puesto sobre la mesa la discusión sobre este tema.
La gente me decía: ‘¿Para qué se va a poner usted a poner eso sobre la mesa si es un tema
controvertido, un tema impopular? Cualquier mención de cambios en las pensiones la gente no la recibe
bien’. Yo les dije: ‘Pues, miren, esto es simple y llanamente un acto de responsabilidad con el futuro’.

¿Que cómo se haga? Eso no importa. Se ha pensado que era a través del Plan de Desarrollo, que ahí
se comenzara la discusión. Al fin y al cabo llega al sitio donde se toma esa decisión, que es el
Congreso.

Algunos dicen: ‘De pronto esa vía no es la correcta, porque el Plan de Desarrollo es para cuatro años.
Hagámoslo a través de una ley normal’.

Perfecto. Retiremos, como en efecto lo vamos a hacer, eso del Plan de Desarrollo y lo ponemos a través
de los canales normales.

Pero el punto es: este es un acto de responsabilidad con las próximas generaciones. Porque nosotros
nos podemos lavar las manos y no hacer nada y no pasa nada en el futuro próximo, ni en el gobierno
entrante ni en el siguiente. Pero en el año 2025, en el año 2020, si no tomamos las decisiones hoy, va a
enfrentar una crisis de gran magnitud.

De manera que ese es el espíritu con el cual pusimos esto sobre la mesa. Discutámoslo abiertamente,
sin ponerle pasión política, siendo realistas y siendo responsables.

Secuestros de las Farc

El segundo punto al cual me quiero referir es a los secuestros de las Farc. La semana pasada, un
compatriota nariñense, de 70 años, Carlos Arellano, fue secuestrado por las Farc. Gracias a la acción de
la Fuerza Pública, gracias a la acción de nuestras Fuerzas Armadas, que hicieron todo un operativo, don
Carlos Arellano fue rescatado.

Fue rescatado y me escribió una carta lindísima. Yo he hablado con su familia. Me escribió una carta
lindísima agradeciéndome y agradeciéndoles a las Fuerzas Armadas por su rescate. Le respondí lo que
Álvaro Castaño decía cuando le agradecían lo que ha hecho por la cultura: ‘No me den las gracias. Es
mi deber. Es el deber de las Fuerzas Armadas’. Pero el hecho es que las Farc lo quisieron secuestrar.

Y anoche las Farc secuestraron a dos trabajadores de la empresa Cartón de Colombia en El Tambo,
Cauca. Dos humildes trabajadores.

Yo estuve tentado a suspender las liberaciones de los secuestrados, porque es totalmente inaceptable
que las Farc, por un lado, estén liberando secuestrados como un gesto de generosidad, y, por el otro
lado, secuestrando compatriotas. Eso es totalmente inaceptable.

No vamos a suspender las liberaciones porque no quiero frustrar esa emoción y esa esperanza que
tienen las familias de estos secuestrados que van a ser liberados.

Pero lo que sí quiero decir es que este doble juego, esta doble moral, es totalmente inaceptable. Y que
exigimos, vamos a rescatar a estos dos trabajadores, pero exigimos la liberación de todos los
secuestrados. Y rechazamos esa doble moral: por un lado, liberando con bombos y platillos, y por el otro
lado continúan secuestrando.

Homenaje a Álvaro Castaño

Paso al tema de nuestro evento, Álvaro. Para mí es muy grato haber podido organizar este sencillo pero
muy sentido homenaje. Un sentido homenaje a una persona que ha sido cercana a mí y a mi familia,
toda la vida.  

En cierta forma –Álvaro lo sabe y Pilar lo sabe– yo me crié también en su casa. Cuántas veces allá en la
Calle 85 iba a pasar temporadas. Mi amistad con Rodrigo, mi amistad con Pilar, la amistad de mi padre
con usted.

Por eso poderle rendir un pequeño pero muy sentido homenaje a esa obra tan maravillosa que ha
hecho, es personalmente para mí un inmenso placer.

A Álvaro Castaño, en su aporte a la cultura, creo que el país ya lo conoce suficiente. Todos los
homenajes que le han hecho han exaltado esa inmensa pasión por hacerles a los amigos y al resto de
colombianos la vida más agradable. Porque la cultura tiene eso: le hace a uno la vida mucho más
agradable.

La forma cómo Álvaro, que está ya en sus 90 años, ha conducido la vida es un ejemplo. Él quiere llegar
a los 100. Estoy seguro que llegará a los 100 en esa lucidez. Estas palabras que acaba de pronunciar
realmente me llegaron al fondo del corazón.

Comentaba con mi señora: qué maravilla poder llegar a los 90 años y tener semejante lucidez.

Cuando se creó la HJCK, yo no había nacido. Nací al año siguiente. Pero recuerdo muy bien que no era
una intromisión en el hogar La HJCK era un bálsamo de alegría, de tranquilidad, de relajación.

Esa inmensa minoría que escuchábamos a la HJCK somos los mejores testigos de esa gran labor que
Álvaro ha hecho por este país, por la cultura de este país.

Pero quiero referirme también sobre todo a la parte humana. Gloria Valencia de Castaño, su esposa de
63 años, también ha sido para mí una persona muy cercana. Me regañó un par de veces por pilatunas
que hacíamos de pequeños. Pero ha sido esa compañera maravillosa que ha tenido Álvaro.

Dentro de las anécdotas que quise descubrir de la vida personal, me encontré unas maravillosas, que
decían que ambos trabajaban en la Policía cuando se conocieron. Y que cuando la vio por primera vez,
qué coincidencia, ambos tenía un libro de Ortega y Gasset.

Y Álvaro dijo la siguiente frase después: ‘Cuando la vi, para mí era una linda niña, y me dije: Dios mío,
que sea bruta, porque si es inteligente, tengo que casarme con ella. Y no hubo remedio. Así fue’.

Qué lindo. Y llevan 63 años aportándole los dos. Porque si hay un matrimonio que se complementa es el
matrimonio de Álvaro y Gloria. Todos sus programas: ‘Naturalia’ se volvió una verdadera institución. Lo
presentaba Gloria y los libretos los hacía Álvaro. Veinticinco años.

En fin: qué vida tan maravillosa y qué lección para el resto de los colombianos.

Por eso qué bueno poder hacer este muy pequeño pero sentidísimo homenaje, acompañado de muchos
de sus amigos de toda la vida, que aquí los veo. No quiero referirme a todos ellos porque dejo a alguien
por fuera. Pero solamente haciendo un paneo, veo a los amigos suyos de muchos años. Amigos y
admiradores.

Y qué lindo llegar a los 90 años diciendo: no tengo un enemigo. Porque creo que Álvaro Castaño no
tiene un enemigo. Álvaro Castaño ha sido una persona que durante toda la vida lo único que ha hecho
es querer servirles a sus amigos y a sus compatriotas. Nunca la ha hecho un mal a nadie.

Un carácter lindísimo. Un corazón amplísimo. Por eso quise, entre otras cosas, poder darle este
reconocimiento.

Y, oh, sorpresa: cuando llamé a la Canciller y le dije: ‘Necesito darle la máxima condecoración a Álvaro
Castaño’, me dijo la Canciller: ‘Un momentico’. Y me llamó después y me dijo: ‘Las tiene todas’.
Entonces le dije: ‘¿Pero qué hacemos?’.  

Entonces se nos ocurrió lo de la estampilla, que me parece que era como más sentido y un
reconocimiento a un aporte a la cultura y a las comunicaciones.

Porque eso que usted mencionaba, Álvaro, sobre la responsabilidad de los medios de comunicación, de
las radiodifusoras, y la forma como enfoca esa responsabilidad, ese es y ha sido un aporte muy
importante a esa responsabilidad de los medios de comunicación.

Por eso esta medalla viene como anillo al dedo. Es un reconocimiento al aporte a los medios de
comunicación.

Quiero también contarles que tal vez de las primeras personas que descubrió a García Márquez fue
Álvaro Castaño. En un programa lo describió él mismo con las siguientes palabras:

‘Fue a través de los comentarios de mi cuñado, el poeta Arturo Camacho Ramírez, que preguntaba el
programa cuál es su hobby, y un día dijo: hoy no les traigo figuras importantes. Hoy les voy a hablar de
un señor totalmente desconocido. Es periodista. Ojo a este muchacho. Se llama Gabriel García
Márquez. Oíganlo con cuidado porque nos va a dar grandes sorpresas’.
Qué visión tan bonita. Qué olfato. Esa es también una virtud y una característica muy especial.

De manera que como Presidente de la República, pero también como su amigo de toda la vida, quiero
decirle: Muchas gracias por todo lo que ha hecho por este país. Muchas gracias a su familia. Muchas
gracias por su amistad.

Y quiero simplemente concluir estas palabras con una cita de Álvaro, una cita lindísima que dice: ‘La
cultura ennoblece al hombre y le alegra la vida. La cultura es jugosa. La cultura es una compañera
maravillosa’.

Pues bien: Álvaro nos ha alegrado la vida durante 90 años. Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos durante la Asamblea de Beneficiarios


de Familias en Acción

Montería, 11 feb (SIG). “A todos, muchas gracias por ese recibimiento.

La verdad es que estaban divididos los médicos que si venía, que si no venía, que estaba con una
bronquitis, que me hacía daño el avión. Pero me doy cuenta que haber venido fue la mejor decisión,
porque este recibimiento no solamente me cura el cuerpo, sino es un bálsamo que me cura el alma y me
cura el corazón. Muchas gracias.

Quiero brevemente referirme a una noticia internacional. Me acaban de informar que renunció el
Presidente Mubarak en Egipto.

Quiero decir que Colombia hace votos para que la transición sea una transición pacífica que conduzca a
Egipto a un sistema democrático efectivo, donde ahí reine la paz y la prosperidad.

Que estamos listos en todas las instancias, con nuestra presencia en el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas, a aportar nuestro granito de arena, si así se requiere, para ese propósito.

Estamos aquí en Córdoba y yo vine aquí el día de hoy a dar un mensaje muy claro: el Gobierno y el
Estado colombiano están pendientes de este departamento. Y hemos venido para decirles a ustedes
que tenemos muy claro que la acción que debemos reforzar como Estado y como Gobierno, tiene que
tener un componente de autoridad, de presencia de la Fuerza Pública; un componente para que los
delincuentes, los asesinos, los que están causando violencia en este departamento —y esto es algo que
podemos decir para todo el país— sepan que no vamos a tolerar ese tipo de acciones violentas que
tanto están haciendo daño en este departamento.

Lucha contra bandas criminales

En los últimos días, en las últimas semanas, se ha reforzado la presencia de la Policía en más de 700
efectivos; se trasladó un número importante de unidades de la Armada Nacional, para que patrullen
también los ríos, para que patrullen las costas, y cerrarles el paso a estos narcotraficantes y a estas
bandas criminales.

Y eso lo vamos a continuar.

La semana pasada hicimos un Consejo Nacional de Seguridad. Ahí estudiamos muy en detalle cuál es
el comportamiento y cuál es el fenómeno de estas bandas criminales. La conclusión es una que
sabíamos de antemano: eso es narcotráfico. Las bandas criminales, las Bacrim son narcotráfico, es
crimen organizado al servicio del narcotráfico; que además se aprovechan de su poder de generar
miedo y violencia para cometer otro tipo de crímenes. Pero son criminales organizados y hay que
tratarlos como tales.

Por eso yo quiero dejar muy claro y quiero mandarle un mensaje a Monseñor Vidal (Julio César Vidal,
Obispo de Montería), que es el siguiente. Como se lo dije en la reunión de la Conferencia Episcopal,
nosotros no negociamos con bandas criminales ni con el crimen organizado.

Sí estamos dispuestos —como él dice que los otros están dispuestos— a que se sometan a las
condiciones que impone la justicia colombiana. Y que si para eso se requiere una interlocución, esa
interlocución es obvia y necesaria. Pero no hay negociación, hay interlocución, para ver en qué términos
y en qué condiciones se realiza ese sometimiento a la justicia por parte de estas bandas criminales.

Si quieren someterse a la justicia, bienvenidas. Y esa interlocución para ver en qué condiciones se van a
someter, también estamos dispuestos a hacerlo.

Pero ese es un mensaje claro: aquí estamos por la parte de autoridad del Estado y aquí hemos llegado
a este departamento, y con el Consejo de Seguridad Nacional analizamos bien los eslabones que
hacían falta: mucha más presencia de la Fiscalía, mucha más presencia de jueces especializados.

Porque yo sé la frustración que deben sentir muchos cordobeses, como lo sienten muchos colombianos
en otras regiones, que ven que los delincuentes que están delinquiendo, los capturan y al cabo de unas
pocas semanas están volviendo a las regiones a hacer lo mismo.

¿Cuál es el problema? Una falta de acción integral de todo el Estado.

Los cuellos de botella más frágiles están en la parte de la justicia. Eso ya lo estamos solucionando. Y
ahí la estrategia que vamos a poner en marcha y que estamos poniendo en marcha para fortalecer la
Fiscalía, la presencia de más jueces —eso lo hemos hablado con el Consejo Superior de la Judicatura
—, ahí vamos a hacer un gran esfuerzo y un gran movimiento y acción para poder ser más efectivos.

Por otro lado, mi presencia aquí el día de hoy tiene el mensaje de que no solamente con la Fuerza
Pública, también con la acción social. Esto requiere más y más presencia del Estado para darles
oportunidades a muchos de los muchachos que están siendo reclutados por esas bandas criminales,
para que tengan oportunidades diferentes y oportunidades por supuesto más atractivas.

Familias en Acción no se acaba

Por eso me complace muchísimo estar aquí el día de hoy en este evento que tiene tanto significado
social; estar aquí con las madres de familia, que han hecho una gran labor y que pertenecen al
programa Familias en Acción, un programa bandera para este Gobierno, un programa que fue bandera
para el Gobierno del Presidente Uribe.

Y yo quiero decirles, primero que todo para que se lleven este mensaje muy claro, este programa en mi
Gobierno no solamente se va a continuar sino que se va a reforzar.

Ha sido un programa estrella, no solamente a nivel nacional; ya a nivel internacional más de 40 países
tienen programas parecidos. Pero solamente tres países siempre lo señalan como casos exitosos:
México, Brasil y Colombia.

Y ustedes deben sentirse muy orgullosas.

Pero hay otra razón por la cual yo personalmente me siento tan contento de estar aquí.

Cuando dice ‘Rosita’ que es la primera vez en los diez años que se reúnen los niños con las madres en
un evento de esta naturaleza. Porque yo tuve mucho que ver con la creación de este programa. Esto es
una de las grandes herencias, buenas herencias —de las muchas buenas herencias— del Gobierno del
Presidente Uribe.

El Presidente Uribe le dio una gran importancia a este programa Familias en Acción. Y es una de las
muchas grandes labores que hizo el Presidente Uribe.

Pero el Presidente Uribe no se inventó Familias en Acción. Hay que reconocer que eso fue del
Presidente Pastrana. Y cuando yo estaba en el Ministerio de Hacienda y el actual Ministro de Hacienda
(Juan Carlos Echeverry) era Director Nacional de Planeación, le dimos el visto bueno y conseguimos la
primera financiación del programa Familias en Acción.

Por eso yo me siento en alguna forma más comprometido, porque siento algún grado de paternidad en
este programa tan maravilloso. Y por eso me siento con ustedes mucho más comprometido.

Avances de Familias en Acción


Dos millones 500 mil familias. 5 millones 700 mil niños beneficiados. Es un número muy importante y
además hay 2 millones 300 mil cuentas abiertas, de esas que me acaban de mostrar, esa tarjetica.

Es un avance importantísimo y es un instrumento fundamental para cumplir uno de los propósitos


prioritarios de mi Gobierno.

Cómo lo he dicho, lo que queremos es menos pobreza, más trabajo y más seguridad. Y Familias en
Acción está en el centro de todo eso.

Porque en el Plan de Desarrollo que el Congreso de la República va a comenzar a estudiar, esos son
los tres parámetros fundamentales. Y Programas como Familias en Acción contribuyen en forma
importante a lograr esos tres objetivos.

Porque si hay menos pobreza y hay más trabajo, habrá más seguridad.

Y por eso es tan importante ir mejorando cada vez más este programa de Familias en Acción.

Y en eso, Rosita, tenga la seguridad que lo vamos a hacer. Ir fortaleciendo la calidad, ir viendo dónde se
encuentran los cuellos de botella, dónde podemos aprovechar esta infraestructura mejor.

Bancarización y educación

En el caso de la bancarización, es un paso importantísimo que ya tengan esa cuenta de ahorros, porque
eso también cumple con un propósito fundamental de nuestro Gobierno, que es ir formalizando a la
mayor cantidad de colombianos posible para sacarlos de la pobreza extrema, para sacarlos de la
pobreza, para darles los instrumentos que el Estado ofrece.

Muchas veces, el Estado tiene una oferta grande de servicios que no se aprovechan, porque no hay
sistemas eficaces de distribución. Y eso se subsana con programas como éstos y con tener a las
madres cabeza de familia, cabeza de hogar, a las madres de Familias en Acción, bancarizadas, y con
una tarjetica como la que ustedes tienen, donde están recibiendo esos subsidios.

Y también contribuye mucho a la educación. Cómo es de importante este programa para que los niños
logren graduarse del colegio. Pero yo entiendo la frustración que tienen muchas madres que cuando
llegan a graduarse del colegio, quieren seguir progresando y no encuentran oportunidades.

Eso lo captamos hace mucho tiempo y por eso dijimos en la campaña que Íbamos a iniciar un proceso
que está contemplado en el Plan de Desarrollo, para que estos muchachos y muchachas que logran con
mucho esfuerzo —ustedes son las mejores testigos— de llegar a graduarse del colegio, para que esos
muchachos y muchachas tengan acceso a la educación superior, con crédito regalado; es decir, con
cero tasas de interés en términos reales, para que no tengan que pagar intereses por ese crédito.

Y tengan, además, la posibilidad de un sustento mientras estudian. Y ese crédito solamente lo van a
pagar cuando tengan un ingreso estable.

Ese programa ya está en marcha; ya estamos, a través del Icetex, ampliando en forma importante el
acceso de todos los estudiantes que, por ejemplo, se gradúan este año, que salen del Programa de
Familias en Acción ¿Cuánto va a ser Diego (Molano, Director Acción Social) este año?

En el 2011 se gradúan alrededor de 160 mil, 160 mil. Vamos a facilitarles a la mayoría de estos
muchachos, estas muchachas, que sigan en su educación superior.

Y esa es la forma de que un país progrese. Esto que vimos hoy, el testimonio de estos muchachos, es lo
que yo quiero para todos los colombianos. Para todos los colombianos.

Aquí en Córdoba hay 185 mil Familias en Acción; en Montería hay 30 mil. Y me dice, ayer me contaba la
Presidenta de la Asociación Bancaria (María Mercedes Cuellar), que ya 97 por ciento de los municipios
tienen algún tipo de bancarización. Eso es algo muy importante que tenemos que aprovechar.

Porque me contaba Diego (Molano) algo que me dejó muy satisfecho y muy curioso de ver cómo
aprovechamos esto.
En los últimos pagos a través del sistema bancario, se quedaron en las cuentas durante un tiempo, un
volumen importante de dinero; cerca de 15 mil millones de pesos, que algunas madres prefirieron no
gastárselos inmediatamente, sino guardarlo para después.

¿Eso qué nos dice? Que ahí hay una gran oportunidad de ir ahorrando, como decía Diego; de ir
ahorrando. Y el Estado de pronto les dice: ahorre y yo le pongo esta plática, y vemos cómo de ahí
podemos empezar una empresa nueva. Cómo podemos buscar que a través de las facilidades del
emprendimiento, esa familia monte un negocito, y esa familia siga progresando, y esa familia siga
teniendo más ingresos. Y que no solamente los niños vayan al colegio, sino que toda la familia este
mejor.

De eso se trata este gran programa Familias en Acción. Y por eso estoy convencido de que hay muchas
oportunidades para irlo utilizando cada vez más en beneficio de la gran mayoría de los colombianos, con
el propósito, repito, de sacarlos de la pobreza, de ayudarlos a que tengan una vida digna, un ingreso
digno, donde se sientan satisfechas con el futuro de sus hijos.

Cuando aquí oía ‘es que queremos que nuestros hijos sean mucho mejor de los que fuimos nosotros,
tengan más oportunidades’, de eso se trata la Prosperidad Democrática. Que nuestros hijos tengan más
oportunidades de las que tuvimos todos nosotros y eso se puede hacer con efectividad a través de los
programas Familias en Acción.

Y esto es un programa del Gobierno. No nos lo inventamos nosotros; viene de atrás y ha venido
mejorándose cada vez más.

Queremos que mucha gente pueda pensar en salirse del programa porque ya no lo necesita. Esa es la
aspiración de todos, que nadie diga que necesita de ese subsidio porque tiene ingresos suficientes el
día de mañana para subsistir sin necesidad de ese subsidio. Ese es el ideal de una sociedad.

En ese orden de ideas, ahora que viene la época electoral, este programa es del Gobierno, no le
pertenece a ningún partido político, no le pertenece a ningún feudo regional.

Si vienen a decirles o a engañarlos diciendo que alguien va a acabar con el programa o alguien lo va a
duplicar, como instrumento de campaña política, no les crean, no les crean. Esto no puede ser utilizado
como un instrumento de campaña política.

Esto es un programa que quiere beneficiar a la mayor cantidad de colombianos y a la mayor cantidad de
cordobeses que lo necesitan, y que los beneficie de la mejor manera.

De manera que no se vayan a sentir ni amenazados ni estimulados por cantos de sirena.

Lo que sí les quiero decir es que por parte del Gobierno vamos a ir fortaleciendo este programa cada
vez más.

De la mano de ustedes, que son las madres que nos van diciendo dónde está funcionando, qué está
funcionando o que no está funcionando, lo vamos a ir mejorando cada día más.

Pero yo me congratulo muchísimo de estar aquí el día de hoy.

Agradecerles a ustedes este recibimiento tan caluroso, que como les decía, ya me curó; ya estoy al otro
lado.

Un poquitico de gripa todavía, pero me devuelvo a Bogotá con el alma alegre, con el corazón vibrante,
porque veo que ustedes están comprometidas con este programa tan importante.

Sé que ustedes están cumpliendo con su parte, con sus compromisos; que están organizadas, que ese
papel que juegan en la sociedad para crear lo que queremos todos en Colombia, capital social; para que
cada vez más el pueblo esté empoderado, el pueblo tome las decisiones que más le convienen.

De eso se trata también la Prosperidad Democrática, que le llegue prosperidad a todos, a todos por
igual, con igualdad de oportunidades.
Y el papel de ustedes, las madres, que son partícipes de Familias en Acción es muy, muy importante.

De manera que muchas gracias por su presencia el día de hoy.

Y estaremos acudiendo a ustedes para que en esta interlocución tan fructífera para el programa social
del Gobierno, podamos todos salir satisfechos y contentos.

Me voy de aquí muy, muy contento, muy alegre, muy feliz, porque veo que hay entusiasmo, porque veo
que hay futuro. Y por eso, muchas gracias, que Dios los bendiga. Y aquí volveremos.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al instalar la jornada de


los Acuerdos para la Prosperidad en Mosquera, Cundinamarca

Mosquera, Cundinamarca, 12 feb (SIG).  "Brevemente quiero hacer referencia a dos temas para
luego entrar en materia. Cumplimos seis meses de Gobierno el lunes pasado. No voy a repetir lo que les
dije brevemente por la televisión en una rendición de cuentas. Creo que hemos avanzado muchísimo en
estos seis meses, vamos por buen camino, pero el camino es largo y culebrero. No podemos bajar la
guardia, tenemos algunos problemas que los vamos a ir solucionando.

Agradecerle nuevamente al Congreso de la República su gran aporte en estos primeros seis meses,
porque realmente la legislatura que se aprobó el semestre pasado es una legislatura ejemplar, así lo
está reconociendo el país.

Me complació mucho ver que la favorabilidad del Congreso de la República subió al 64 por ciento, eso
no tiene precedentes, y eso se debe a esa labor muy importante. Una labor armónica: poder legislativo,
poder judicial, poder ejecutivo, así es como funcionan las democracias. Nos reunimos con el poder
judicial, con la Fiscalía, para tener unos esquemas mucho más efectivos en materia de seguridad. Pero
ese tema lo trataremos en otra ocasión.

En estos seis meses han sido bastantes los viajes: 90 viajes nacionales, a 116 eventos hemos asistido,
14 viajes internacionales, 69 eventos en el exterior. Hemos realizado 76 eventos en Bogotá, hemos
visitado 50 municipios.

Hemos hecho, este es el Acuerdo para la Prosperidad número 22. En fin, ahí hay una labor que ya se
puede mostrar. Las locomotoras van por buen camino. Cada uno de los ministros tiene unas cifras
importantes para mostrar en ese sentido, pero, como les digo, esto lo único que hace es llenarnos de
entusiasmo para seguir trabajando más y seguir avanzando más.

Preferencias arancelarias

Hay un tema que sé que preocupa sobre todo al sector exportador y al sector empresarial, y es el tema
de las preferencias arancelarias en Estados Unidos, que vencen creo que esta noche, durante este fin
de semana, y el Congreso norteamericano no alcanzó a aprobar su extensión.

Entonces ahí se crea un vacío. O sea que a partir del lunes estamos, teóricamente o en la práctica, sin
preferencias. Sin embargo, quiero decirles que personalmente me he puesto a hablar con varios de los
senadores claves en el Congreso. Hablé en su momento con el senador John McCain, ex candidato del
Partido Republicano, de los más influyentes, y hablé esta semana con el senador John Kerry,
Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, ex candidato por el Partido Demócrata.

Con todos los que he hablado me dan un parte de tranquilidad, me dicen: mire, esto se debe a un pulso
que hay entre Republicanos y Demócratas, que no tiene nada que ver con Colombia. Las preferencias
las vamos a prorrogar, y como se ha hecho en el pasado– porque esta no es la primera vez que nos
sucede–, posiblemente lo que suceda es que cuando las aprueben, lo hagan retroactivo. Es decir que
no van a tener ninguno de los productos pagar ningún arancel, porque se nos devuelven o va a haber un
efecto retroactivo.

Yo espero que así sea, estoy confiado de que así sea. El mensaje que me han dado es bastante
tranquilizador, de manera que quiero darles ese parte de tranquilidad a nuestros empresarios.

No se preocupen porque allá están trabajando. Hoy inclusive salió un editorial muy positivo,
nuevamente, porque ya han escrito varios en el Washington Post, pidiéndole al Presidente que
intervenga directamente, que dejen ese ping pong en donde Colombia está como en la mitad
observando la pelota de un lado para otro, pero nuestros intereses no avanzan. Y creo que el editorial
tiene razón.

En ese sentido esperamos que todo esto comience a moverse. Se comenzó a mover la semana pasada
con el Tratado de Libre Comercio. El anuncio del Asesor de Comercio de la Casa Blanca en el sentido
de que este año se va a presentar el Tratado de Libre Comercio, es un paso importante. No había
habido un compromiso en ese sentido. Ya hay una manifestación pública. Tengo entendido de que ya
hay instrucciones de arriba de acelerar el proceso, y esperamos que pasen del dicho al hecho y que
tengamos esto resuelto durante este año, para que podamos seguir con nuestra agenda sin esa
dificultad.

Liberaciones de secuestrados

El otro tema que quisiera mencionar es el tema de los secuestrados, de las liberaciones. Les confieso
que por un lado me causa mucho regocijo ver la felicidad de las familias cuando abrazan a sus seres
queridos que han sido secuestrados. Esa parte humanitaria es el lado positivo.

Pero el lado negativo es que nuevamente todo esto confluye a un show mediático absurdo. Ustedes lo
vieron por televisión: ¿qué tal ayer el concejal de corbata saliendo de la selva? Eso es todo preparado,
todo manipulado, para producir un efecto. Eso de humanitario tiene muy poco.

Es una cosa totalmente estudiada para producir un impacto. Son tan burdos que lo hacen en esa forma
como si el pueblo colombiano y la opinión internacional no se dieran cuenta.

Para corroborar lo que les estoy diciendo de que esto todo es libreteado, todo tiene una intención, todo
es manipulado, les voy a leer unos correítos que encontramos en el computador de Jojoy, para
demostrar cómo se va creando esa farsa. Porque es una farsa.

Hay un video de abril del 2010 donde aparece Jojoy diciendo:

“Hemos puesto en estos días en libertad, en entregas unilaterales. Luego vienen los restos del teniente
coronel Guevara. Pero nosotros quedamos, no en Colombia, no en América, sino en los cinco
continentes, en la prensa fundamental del mundo, en los periódicos, en la televisión, arriba”.

O sea, lo que quieren es salir en televisión. Después, correo de marzo 31 del 2009, firmado por Pablo
Catatumbo y Alfonso Cano. Dice así:

“Camaradas del Secretariado. Primero: podemos empezar a trabajar las pruebas de supervivencia de
los prisioneros que deberán tener un marco definido para lo cual proponemos:

Será solo un saludo de cada uno de los familiares de tres minutos máximo, que someteremos a edición
para suprimirle la propaganda uribista que pretendan incluir o los mensajes subliminales de
contrabando, como el del Ingrid cuando posó de mártir.

Cada video debe ser revisado en su forma y contenido por un mando superior antes de enviarse a CPP.
Cada prisionero debe hacer su intervención individualmente, ojalá con un fondo distinto para evitar la
información de cómo están conformados los grupos. Tomas con cámaras fijas en plano medio o en
primer plano para no abundar en los contextos. Es todo, Pablo y Alfonso”.

Otro correo de marzo 2 del 2010, hace menos de un año. Este es de Iván Márquez:

“A los camaradas del Secretariado. Cordial saludo…”.

Punto tercero de ese correo:

“Las pruebas de supervivencia anunciadas por el camarada Alfonso contribuirán a enraizar en el debate
electoral no solo el canje de prisioneros de guerra sino la beligerancia misma de nuestra organización”.
Otro correo de abril 6 del año pasado. Este también firmado por Alfonso Cano y Pablo Catatumbo:

“Camaradas del Secretariado, nuestro saludo fraternal”.

El punto 2 de este correo:

“Si los camaradas de los bloques oriental y sur pudiesen trabajar desde ahora pruebas de supervivencia
de los prisioneros en su poder, para hacerlas públicas entre la segunda y tercera semana de mayo,
caerían en buen momento como referente electoral y de paso para quien salga elegido”.

Tercer punto:

“Sugerencias para estas pruebas. Que las filmaciones o fotos sean individuales. Mucho mejor su
utilizamos diferentes fondos. Por ejemplo, las carpas que se pongan detrás o la vegetación. Que
algunos estén con camiseta, otros con camisa, otros con chaqueta, con diferente posición del sol,
etcétera. Mucho mejor si están peluqueados y afeitados, sin cadenas, ni poliéster. Un tiempo máximo de
cinco minutos cada uno.

En la edición final de video conviene suprimir todo saludo desafiante que lancen enalteciendo al ejército
o a la policía o a sus comandantes buscando enviar mensajes subliminales”.

Esto lo dice todo. No sólo son asesinos sino actores. Estrategia de desinformación de abril 16. Un
correo de Iván Márquez al Mono Jojoy.

“Reciba mi saludo fraternal lleno de anhelos del viejito que una vez nos sorprendió al entrar en
cuatrimotor al campamento de Las Cachamas”.

Tercer punto:

“Una sugerencia. Si va a enviar pruebas de supervivencia, ponga al frente de esta labor a un propio con
instrucciones bien precisas. Hay que mostrarlos afeitados, peluqueados, limpiamente vestidos, sin
ataduras, hasta tomando gaseosa. Así como cuando usted mostró a los gringos. Todos pidiendo el
canje. Breve saludo a los familiares y solicitud de canje debe ser el guión.

Para que en esta ocasión no haya detenidos, que el video lo lleve y lo entregue en Bogotá uno de la
tropa de Carlos Antonio”.

Carlos Antonio es Carlos Antonio Lozada.

“Ayer vimos en televisión los honores militares de la tropa de Severiano al coronel Guevara. La imagen
es impactante y buena. Sé que es como ajustarles un espuelazo. Bueno, mi hermano, de todas
maneras no se confíe ni un tantico. Iván”.

Hay dos más. Voy a leerlos rápidamente. Mayo 7 del 2010. Punto 14 de un correo largo. Es al
Secretariado. Dice: “Nuestro abrazo”. Lo firma Joaquín Gómez.

“Si las pruebas de supervivencia de los prisioneros de guerra llegan a tiempo, como es nuestra
intención, para que el canje sea tema obligado de campaña, sugiero que, junto con éstas, hagamos una
carta abierta para todos los aspirantes a la presidencia, desenmascarándolos y fijando públicamente
nuestra posición. Si se pudiera hacer conjuntamente con los elenos, qué bueno sería. Esto servirá
también de brújula a nuestros militantes y simpatizantes.

Si les responden a los ex generales, que es también el punto de vista de los generales activos y de los
militaristas en su totalidad, quedaremos con muchos más elementos para elaborar la nuestra. Abrazo.
Joaco”.

Y por último, mayo 23 del 2010. Un correo firmado por Alfonso Cano y Pablo Catatumbo a los miembros
del Secretariado. Dice así:

“Nuestro saludo. Primero: ahora mismo no tenemos mecanismos previstos para la entrega de pruebas
de supervivencia. Lo que se hizo en occidente fue buscar un periodista conocido, conversar con él
previamente y enviárselas para que las entregue a los familiares y él aproveche la chiva, sea Telesur,
Caracol o Rcn.

Si alcanzamos antes de las elecciones, perfecto. Si no alcanzamos, no creemos que haya dificultad,
pues, según las encuestas, habrá segunda vuelta.

Es importante pegarles una buena revisada a los videos para peluquiarlos y dejar copias para enviar a
los otros medios, en caso de que al amigo le impidan publicarlas.

El comunicado del 46 aniversario ya podemos hacerlo público. Alfonso y Pablo”.

¿Qué más pruebas de que todo lo que hacen estos bandidos es manipulado, pensado, dirigido? Y lo
estamos viendo en televisión.

Este último correo también muestra cómo utilizan el síndrome de la chiva y a los periodistas. A los
periodistas para que vayan, sean la chiva y sean los divulgadores de esos mensajes. Pero mensajes
que tienen toda una intención política, una intención publicitaria.

Por eso creo que es importante que los colombianos sepan que esto que estamos viendo también es
parte de esa farsa que, como lo dije hace unos días, también tiene una doble moral inaceptable:
mientras liberan por un lado, secuestran por el otro, como sucedió con estos dos trabajadores de Cartón
de Colombia, en El Tambo, Cauca, hace un par de días.

Por eso vamos a permitir que se terminen las liberaciones. Pero vamos después a revisar bien la política
de seguir permitiendo estas liberaciones gota a gota y con esta farsa. Eso el país no lo quiere, ni lo
quiere el gobierno. De manera que vamos a estudiar ese tema apenas se terminen estas liberaciones.

Emergencia invernal

Ahora sí, señor Gobernador, señor Alcalde, queridos Ministros, entremos en materia.

Este municipio fue muy golpeado por la ola invernal, aquí se ha hecho un trabajo importante, quiero
resaltar la labor del señor Gobernador (Andrés González), que ha estado siempre también muy
pendiente, muy pendiente, mañana, tarde y noche, de cómo podemos colaborar juntos. Con las
alcaldías también.

Ese trabajo en equipo, las entidades territoriales y el Gobierno Nacional, y ahora con el Fondo, con el
doctor Jorge Londoño, va a ser muy importante.

Yo he notado, ayer que estaba en Córdoba, el alcalde Montería me hacía unas preguntas sobre cómo
pueden acceder para recursos destinados a cierto tipo de obras, y me parece, doctor Londoño, que hay
un poco de confusión de cómo acceder a los recursos.

Yo creo que debemos hacer un gran esfuerzo en mejorar la pedagogía, para que la gente sepa cómo
acceder a los recursos. Y para que los recursos que están fluyendo -la verdad es que están fluyendo y
ahora veremos algunas cifras-, pero todavía hay cierta confusión de para qué y ante quién se solicitan
esos recursos.

Por ejemplo, están los recursos de la parte humanitaria, esos ya están fluyendo, esos ya se están
repartiendo. La responsabilidad fundamental es de los gobernadores, de los alcaldes. Con los
gobernadores se hicieron los convenios para que pusieran unos operadores; en el caso de
Cundinamarca no se quién es el operador. Colsubsidio. Es el caso de Cundinamarca. En otros es la
Cruz Roja, en otros es la Defensa Civil o cajas de compensación familiar. Dependiendo del
departamento.

Esa parte ya está marchando bien. Hubo un lapso de tiempo donde hubo cortos circuitos, pero
afortunadamente creo que hoy podemos decir que en su gran mayoría están recibiendo tanto las ayudas
humanitarias como también los arrendamientos, para poder ayudarles a que los alojen mientras que se
devuelven o bien a sus antiguas casas, o bien en los casos donde haya una necesidad de movilizarlos a
otros sitios, pues de construir las casas nuevas.

Está también el tema, señores alcaldes, muy importante, el tema de los proyectos de rehabilitación.
¿Cuáles son esos proyectos de rehabilitación? Los proyectos que debemos construir o hacer
rápidamente aprovechando este veranito, para evitar en la medida de lo posible que si vuelve a llover,
cómo aparentemente va a volver a llover, con la misma intensidad, estemos preparados y podamos
habernos anticipado a esas consecuencias, a ese desastre.

Que necesitamos subirle un par de metros a este muro para evitar que el río se desborde, que
necesitamos reforzar esto, que necesitamos reforzar aquello. Esas obras son urgentes, y ahí lo
importante es que los gobernadores con sus respectivos alcaldes hagan como una especie de lista, un
inventario y prioricen, prioricen.

Los alcaldes pueden someter ante el Fondo proyectos hasta por 250 millones de pesos ya. Y si son
proyectos que tienen todas las condiciones, se les desembolsa inmediatamente, porque es urgente que
eso se haga, para que no nos agarre otra vez el invierno sin habernos preparado, eso es muy
importante.

Lo otro de más envergadura es lo de más largo plazo, que es el Fondo de Reconstrucción. Eso tiene
otros procedimientos, eso tiene otra dimensión, pero también va por el Fondo que preside el doctor
Jorge Londoño.

Quería hacer ese llamado un poco por el lado del Fondo a hacer más pedagogía, sobre cómo acceden
los alcaldes a los recursos, cómo se pueden hacer las obras lo más pronto posible. También a que los
gobernadores nos ayuden ahí.

De manera que con eso termino para darles espacio a quienes van a hablar sobre los temas
específicos, no sin antes, de nuevo, agradecerles a todos los que han venido ayudando, colaborando en
esta tragedia.

Realmente si uno mira para atrás, en estos seis meses, porque esta tragedia comenzó hace más de
seis meses, lo que hemos visto es solidaridad nacional e internacional en todo sentido. Y lo que quiero
decir es: muchas gracias a todos esos colombianos, a los bomberos, a todos los organismos de socorro,
a la Cruz Roja, a la Defensa Civil, por supuesto a nuestras Fuerzas Armadas: el Ejército, la Policía, la
Armada, la Aviación. Todos han estado muy pendientes para hacer la vida un poquito menos
desagradable para aquellos que han sufrido por esta ola invernal.

A todos ellos muchas gracias. Y al resto de los colombianos muchas gracias por su paciencia y por su
solidaridad de estos momentos, porque la verdad que el país ha respondido bien.

Me satisfizo mucho que un vocero del Gobierno norteamericano que envió a unos expertos a ver cómo
podían ayudar, regresaron a Estados Unidos a decir: allá fuimos a Colombia, y resulta que los que
tienen que enseñarnos a nosotros cómo administrar desastres son los colombianos a los americanos.
Eso me llenó de orgullo. Pero eso se debe es a toda esa gente, mucha, la mayoría silenciosa, que ha
puesto su granito de arena.

Muchas gracias entonces, y seguimos con el programa, por favor”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el centenario del diario


El Tiempo

Bogotá, 12 feb (SIG).  “El bienestar del pueblo, en particular, ha sido siempre la coartada de los
tiranos, y ofrece además la ventaja de dar a los sirvientes de la tiranía una buena conciencia. Sería fácil,
sin embargo, destruir esa buena conciencia, gritándoles: ‘¡Si desean la felicidad de la gente, dejen que
la gente se exprese y que diga cuál es la clase de felicidad que quiere y cuál la que no quiere!’.”

Ésta es una de las citas más recordadas del intelectual francés, ganador del Premio Nobel de Literatura,
Albert Camus.

Lo que pocos saben es que dichas palabras provienen de un discurso titulado “Homenaje a un Exiliado”,
que pronunció en 1955, en París, en honor de un colombiano: Eduardo Santos.

El ex presidente Santos –exiliado en Francia después de la clausura de El Tiempo por el régimen de


Rojas Pinilla– y Albert Camus coincidían en la defensa de una simple palabra, de un concepto, por el
que estaban dispuestos a sacrificarlo todo: ¡LIBERTAD!

Hoy nos reunimos para rendir homenaje a un periódico que ha simbolizado la defensa de la libertad y de
la democracia, y que lo ha hecho, sin pausa, sin ceder a presiones, sin claudicar ante ataques o
censuras, por 100 años.

Siento esta noche que un cúmulo de emociones se agolpa en mi corazón para expresar lo que El
Tiempo ha significado no sólo en mi vida –que ha sido mucho– sino en la de todos los colombianos.

Es un maravilloso capricho del destino que me haya correspondido, como Presidente de la República,
asistir a esta celebración, para ver confluir en un solo día –por fin en armónica alianza– dos de mis
pasiones más grandes: el periodismo y la política.

Hablar de El Tiempo para mí, como para muchos de los aquí presentes, no es hablar del periódico más
importante e influyente de la última centuria en nuestro país; no, no es sólo eso.

Hablar de El Tiempo es hablar de una parte esencial de nuestras vidas, de nuestra sangre, de nuestro
ideario; de un proyecto que nos ayudó a consolidar nuestra escala de valores, a pulir nuestros talentos y
hasta a forjar nuestros sueños.

Hablar de El Tiempo, en mi caso, es hablar de mi familia: de mi tío-abuelo Eduardo Santos, de mi


abuelo ‘Calibán’, de mi padre Enrique y mi tío Hernando, de mis hermanos y primos.

Por eso se mezclan los recuerdos, se pierde la mirada en imágenes queridas y entrañables, y siento
como si tuviera en mis manos un álbum grande y añejo, de esos que sacamos de vez en cuando del
cajón para darnos cuenta de que hoy somos el reflejo del ayer, de lo que nos legaron nuestros mayores
con su amor y su ejemplo.

Siempre fui muy apegado a mi padre –fui el “consentido” según mis celosos hermanos–, y mi padre
respiraba periodismo por todos sus poros.

Cuando yo nací, ya llevaba él varios años como jefe de redacción de  El Tiempo, y allí trabajó, día y
noche, hasta su muerte, completando 63 años en el periódico, definiendo hasta la última de las noticias,
el más pequeño de los titulares, e incluso lo que debía aparecer en la crónica social.

¡63 años! No creo que alguien más haya trabajado en El Tiempo por un periodo tan largo.

Por eso hoy quiero hacerle un homenaje sentido, un homenaje del corazón, a mi padre Enrique Santos
Castillo, no sólo como su hijo sino como presidente, por lo que le aportó a El Tiempo durante más de
seis décadas y por lo que encarnó en la historia del periodismo de nuestro país, ¡UN PERIODISMO DEL
CUAL LOS COLOMBIANOS DEBEMOS SENTIRNOS ORGULLOSOS!

Recuerdo que lo acompañaba muchas noches a la sede de la Avenida Jiménez con Séptima, a revisar
los últimos detalles, y luego a las instalaciones de la calle 12 con carrera 18, donde quedaban las
rotativas, para revisar el periódico ya impreso.

Solía quedarme dormido en medio de rollos de papel, mientras esperaba que mi padre terminara su
faena de cada día, hasta que me despertaba Enrique López, el Jefe de Rotativa, quien con su cara de
bonachón siempre me entregaba una gorra hecha de papel periódico, que era parte del uniforme de
todos los prensistas de la época.

Entrar a El Tiempo era ingresar a un mundo alegre y dinámico, invadido por el inconfundible olor de la
tinta y el papel periódico, por el sonido de los linotipos organizando las letras en columnas de plomo,
esas mismas letras que luego serían leídas con avidez por millones de colombianos.

Por eso puedo decir, con orgullo, que ME CRIÉ, LITERALMENTE, ¡ENTRE LAS PÁGINAS DE EL
TIEMPO!

Y reconozco que uno de las etapas más felices de mi vida fue entre 1982 y 1991, cuando ocupé la
subdirección del periódico y escribía una columna que aún algunos recuerdan –y que retomé luego por
un tiempo–, esa columna que terminaba con una sencilla coletilla: “Me da mucha pena… pero”.

Fue en esa época cuando nos ganamos, con mi hermano Enrique –quien me ayudó mucho a ser mejor
periodista–, el Premio Rey de España por unas crónicas que escribimos denunciando la forma en que
los hermanos Ortega habían despilfarrado la revolución en Nicaragua.

En El Tiempo fue donde realmente aprendí a escribir.

Mi maestro en esas lides fue Jaime González Parra, un verdadero erudito, corrector de estilo del
periódico, a quien le entregaba mis columnas o los editoriales para una última supervisión.

Él me enseñó a evitar el uso de los horribles gerundios y a salvar las trampas del escurridizo “que
galicado” que tantas veces se cuela, incluso en los textos más rigurosos.

En El Tiempo aprendí el sentido de la dignidad.

Tenía apenas un año de vida cuando, el 6 de septiembre de 1952, las hordas fanáticas incendiaron las
sedes de El Tiempo, El Espectador, la Dirección Nacional Liberal, y las casas de Carlos Lleras Restrepo
y Alfonso López Pumarejo.

No tengo recuerdos propios, como es natural, de ese día aciago, pero sí una imagen que lo dice todo, y
es una fotografía, que fue reproducida en la magnífica edición conmemorativa del centenario.

Es la imagen de mi abuelo ‘Calibán’, sentado en una butaca y con una máquina de escribir sobre una
mesa endeble, en medio de las ruinas devastadas por las llamas, escribiendo su popular columna
‘Danza de las Horas’, como si no hubiera pasado nada.

Porque la dignidad de El Tiempo y sus periodistas fue “LA LLAMA QUE EL FUEGO NO SE LLEVÓ”.

Queridos amigos:

Que los 100 años de El Tiempo coincidan con mi periodo presidencial tiene que ser algo más que una
combinación curiosa.

Hoy quisiera decirles algo muy sencillo, y no por ello menos importante:

Los valores que aprendí en El Tiempo  –y no sólo yo, sino millones de colombianos que crecieron
leyéndolo– son los mismos que hemos procurado plasmar en este gobierno que ya cumple más de
medio año.

Hace un siglo, cuando Alfonso Villegas Restrepo fundó el periódico –con una primera tirada de 300
ejemplares, impresos en una prensa de madera fabricada en Ibagué– declaró que el periódico
sostendría las ideas del Partido Republicano.

En efecto, El Tiempo tenía el propósito de promover una concordia que superara la animadversión entre
los partidos tradicionales, tal como lo proponía la Unión Republicana del presidente Carlos E. Restrepo,
que hacía 6 meses había ascendido al poder.

Colombia estaba cansada de conflictos, de muertes y contiendas.

Nuestra nación, desgarrada por la absurda Guerra de los Mil Días y por la pérdida de Panamá, exigía
ingentes esfuerzos de reconciliación, de generosidad, de unión en torno a los principios que inspiran las
instituciones de la república y la democracia.

Hoy, 100 años después, hemos vuelto a hacer un llamado sincero, auténtico, que nace de una
convicción profunda, a la Unidad Nacional, que no es otra cosa que la unión de los colombianos, sin
distinción de partidos, en procura del bienestar general.

Estoy convencido –como lo estaban los republicanos de 1911– de que llegó la hora de enterrar los
odios, de sembrar concordia, y de construir, unidos, UN PAÍS DIGNO PARA NUESTROS HIJOS.

Así haya terminado el republicanismo, El Tiempo ha guardado su espíritu durante toda su historia, y ha
sido –como recordaba en una columna Eduardo Posada– “amigo de las soluciones moderadas y
tranquilas, defensor del ideario democrático-liberal de justicia, civilismo y tolerancia, opuesto a la fuerza
bruta, a las pasiones sectarias y al caudillismo”.
Déjenme decirles que si alguien me propusiera sintetizar mis principios de gobierno, me sería difícil
hacer un resumen mejor que el anterior, porque esos son los valores de mi vida, LOS VALORES QUE
APRENDÍ EN EL TIEMPO.

He afirmado que la paz –interna y externa– es una prioridad de mi gobierno, y no son palabras vanas.

Haremos lo que sea necesario –dentro del Estado de Derecho– para que la paz de Colombia deje de
ser un anhelo y se convierta en realidad fehaciente para todos.

Eduardo Santos –quien compró El Tiempo a su amigo y futuro cuñado Alfonso Villegas en 1913–, hizo,
como congresista, una declaración que también hoy suscribiría pleno de convicción:

“Nosotros no le tenemos miedo a la guerra; le tenemos horror. Horror consciente e infinito porque la
consideramos cruel, criminal y absurda (…)”.

Me ha tocado enviar soldados y policías a la guerra, recibir sus cadáveres, sus cuerpos mutilados, y dar
el pésame y consolar a sus viudas y sus huérfanos.

Yo sé lo que es ese horror, y estoy dispuesto a hacer lo que esté a mi alcance para evitarlo en el
exterior, y para que cese en el interior.

Vamos a conseguir esa paz por la razón o por la fuerza. ¡Y NO A CUALQUIER PRECIO!

¿Qué otros valores encarna El Tiempo y buscamos realizar en el Gobierno?

TOLERANCIA. En sus páginas de opinión hay cabida para todas las vertientes de pensamiento, no
importa si comparten o no la línea editorial del periódico.

También en el Gobierno procuramos escuchar y dar voz a los contradictores, porque entendemos que la
democracia sin oposición se debilita.

Bien decía Eduardo Santos: “El ideal para un gobierno sería poderse mover entre el apoyo de amigos
seguros y la oposición de adversarios honrados”.

VERDAD. ¿Qué busca el buen periodismo más que la verdad? El Tiempo  ha sido pionero en la práctica
de un periodismo que no sólo informa sino que también investiga, destapando graves casos de
corrupción que, de otra manera, hubieran quedado impunes.

La Unidad Investigativade El Tiempo –en sus inicios dirigida por Daniel Samper–, sentó escuela de
periodismo valiente y audaz en la persecución de la verdad.

También queremos verdad y justicia en este gobierno –y que cicatricen las heridas–, y a ello apuntan
proyectos tan revolucionarios y necesarios como el de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.

INSTITUCIONALIDAD. El Tiempo ha sido, más que promotor de las tesis de un partido, un defensor a
ultranza de la institucionalidad en el país, siempre que ésta represente los valores republicanos y
democráticos.

En situaciones de conflicto ha ejercido la delicada cualidad de la ponderación para invitar a salidas


conciliatorias y dentro de la Constitución y las leyes, en lugar de atizar confrontaciones que a nadie
benefician.

También en nuestro gobierno nos hemos fijado la meta de fortalecer, en todos los aspectos, la
institucionalidad del país.

Comenzamos por reafirmar la autonomía, y al mismo tiempo el respeto y el trabajo armónico, entre las
ramas del poder público – base esencial de toda democracia–, y hoy vemos al Ejecutivo, a los jueces y
los legisladores trabajando en el mejor ambiente de cooperación.

Queremos un país con instituciones fuertes –a nivel político, económico y social– QUE NO DEPENDA
DE LIDERAZGOS INDIVIDUALES SINO DEL CONSENSO GENERAL EN LOS VALORES DE LA
DEMOCRACIA.
INNOVACIÓN  . “El Tiempo no se detiene”  fue alguna vez la frase de promoción del periódico, y es
cierto, no sólo filosóficamente, sino por la manera en que éste se ha ajustado a las innovaciones
tecnológicas.

Hoy El Tiempo es mucho más que un periódico.

Es una casa editorial con toda clase de productos especializados, con una presencia en internet que le
garantiza millones de lectores diarios en la red, con canal de televisión, y siempre a la vanguardia en
materia tecnológica.

Gracias a la visión empresarial de mi querido hermano Luis Fernando, El Tiempo tiene ahora un socio
estratégico de peso internacional, como lo es el Grupo Planeta, que le permitirá fortalecerse en medio
de las “casandras” que tantas veces le han expedido la partida de defunción a los diarios.

Hoy, bajo la acertada dirección de Roberto Pombo, El Tiempo  continúa consolidándose como un medio
moderno, dinámico y acorde con las realidades del mundo actual.

Habría mucho más ejemplos, pero creo que he dejado claro mi punto –que lo admito con toda
humildad–:

Los valores que promueve este gobierno no son originales; son los mismos que por 100 años ha
promovido y enseñado El Tiempo a los colombianos.

Y que nadie se extrañe: Porque el Presidente de Colombia –quiéranlo o no– ¡LLEVA EL TIEMPO EN
SUS VENAS!

Estuve tentado a citar acá, y a hacer un reconocimiento, a varios de los personajes que han hecho de El
Tiempo –y al mismo tiempo de nuestro país– lo que es hoy, pero confieso que me vi abrumado por la
tarea.

Son tantos, tantos nombres, desde los directores, editores, gerentes, columnistas, periodistas,
accionistas, hasta el último de los operarios, que sería injusto referirme a sólo algunos de ellos.

Todos, TODOS los que han trabajado durante estos cien años en este proyecto periodístico y libertario
MERECEN EL RECONOCIMIENTO, LA GRATITUD Y EL APLAUSO EFUSIVO DE LOS
COLOMBIANOS.

He dicho que El Tiempo ha sido y es un proyecto libertario, y ello me lleva a un último valor –que veo
encarnado en sus páginas–, y éste es el de la LIBERTAD.

No hay verdadera prensa sin libertad y por eso este periódico, y sus dirigentes, han apostado todo por la
defensa sin tregua de la libertad de expresión y, dentro de ella, la libertad de prensa.

La censura es un arma cobarde de gobiernos que temen la opinión del pueblo.

Hay una anécdota de Manuel Murillo Toro, uno de los gobernantes más de avanzada que haya tenido el
país –en la segunda mitad del siglo XIX–, que me parece pertinente recordar en esta reunión:

Dicen que, siendo presidente, leyó en el diario El Independiente unos fuertes cuestionamientos a su


gobierno y que –en lugar de encolerizarse– lo que hizo fue comprar una suscripción al periódico y
escribirle una carta a su director, invitándolo a mantener esa actitud crítica.

Según Murillo Toro, los periódicos que mejor le sirven al gobernante son aquellos que examinan sus
actos con libertad y hacen públicas sus opiniones.

Yo también estoy convencido de que una prensa vigilante y crítica es la mejor aliada para combatir los
abusos y los hechos de corrupción que en todo gobierno es posible que ocurran.

Hoy vengo a esta celebración con traje prestado –el traje de Presidente de la República que el pueblo
colombiano me confió por cuatro años–, pero también me presento con otro ropaje: mi investidura de
periodista, esa sí de por vida

Soy, orgullosamente, un presidente que viene de El Tiempo;  que tuvo el honor de presidir la Comisión
de Libertad de Prensa de la SIP, y proclamo, por eso, con toda convicción, que en mi administración
GARANTIZO Y GARANTIZARÉ –como una premisa irrenunciable– LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE
LOS COLOMBIANOS.

Comencé con Camus, y bien vale la pena volver a él, para recordar que “una prensa libre puede ser
buena o ser mala, pero una prensa sin libertad no será nunca nada sino mala”.

Hoy miro hacia atrás, la historia de mi vida, las enseñanzas de mi padre, de mis tíos, de mi abuelo, de
mi tío-abuelo; el legado formidable de nuestros mayores, de esos que entregaron su vida y su esfuerzo
a la defensa de los ideales republicanos, y pienso:

No podemos ser menos. ¡NO PODEMOS SER MENOS!

Ustedes, desde El Tiempo; nosotros, desde el Gobierno; cada cual desde su campo de acción,
debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que Colombia sea una república libre.

LIBRE DE LA OPRESIÓN, LIBRE DE POBREZA, LIBRE DE VIOLENCIA, LIBRE DE CENSURA.

Una república libre, progresista y feliz, con una institucionalidad fuerte y actuante.

PARA QUE VENZA LA CONCORDIA SOBRE LOS ODIOS.

PARA QUE LA UNIDAD SE TRADUZCA EN PROSPERIDAD.

¡PARA QUE ALCANCEMOS Y CONSOLIDEMOS LA PAZ!

PORQUE EL IDEARIO REPUBLICANO CONTINÚA VIGENTE.

Somos muchos los que creemos en la validez de su propuesta de unidad y tolerancia, y los que
admiramos, desde el siglo XXI, la audacia y el valor de unos visionarios que hace 100 años nos
marcaron la senda.

¡HOY PROCLAMO, HOY PROCLAMO QUE SEGUIREMOS ESA SENDA!

¡LARGA VIDA A EL TIEMPO! ¡Y QUE VIVA LA LIBERTAD!”.

Palabras del Presidente Santos al finalizar el Diálogo de Gestión en el


Ministerio de Comercio, Industria y Turismo
 
Bogotá, 14 feb (SIG). “Quiero darles un saludo muy especial, a este Ministerio, que
ayudamos a crear hace exactamente 20 años. Le decía yo al Ministro que me sentía
como volviendo a mi casa.

Hace casi 20 años nos tocó contratar las oficinas, contratar el personal, hacer la
selección, diseñar la estructura, diseñar las políticas. Y la verdad es que es muy
satisfactorio ver cómo ha evolucionado el Ministerio en estos 20 años, y el papel que
ha jugado en la economía del país, en el desarrollo del país en estos últimos 20 años.

Hoy lo que hicimos fue continuar con el ejercicio que hemos venido desarrollando con
todos los ministerios, presentarnos con el ministro, con los viceministros, con los
responsables de las diferentes políticas, para evaluar cuáles son las metas, las metas
que están dentro del Plan de Desarrollo, las que no están dentro del Plan de
Desarrollo, cómo nos vamos a medir, cómo juega el papel del Ministerio dentro del
conjunto de políticas del Gobierno y trazarnos una hoja de ruta, para que dentro de
cuatro años podamos decir que hemos cumplido.

Afortunadamente, en este Ministerio esa mentalidad de buen gobierno, de ponernos


metas para medir y luego controlar no es nuevo, eso se sembró hace 20 años. Y creo
que si hay un Ministerio se ha destacado precisamente por darle un enfoque moderno,
un enfoque progresista a la administración pública, ha sido este Ministerio.

Por eso lo primero que quería decirles a ustedes es muchas gracias, agradecerles su
trabajo.

Todos y cada uno de ustedes, dentro de su ámbito, dentro de su responsabilidad, han


venido aportando a este gran esfuerzo para que el país irrumpa en el escenario
internacional en su parte comercial, para que toda la industria se convierta en un
generador de empleo, y todos ustedes han venido contribuyendo en forma muy
efectiva, y por eso lo primero que quería decirles es: gracias, a ustedes, a todos,
muchas gracias por su trabajo, estimularlos a que sigan trabajando con esa pasión,
con ese interés, porque del trabajo de ustedes depende que todo esto que estamos
poniendo como metas, como objetivos, se pueda lograr.

Hicimos con el Ministro y con el resto del personal con el cual nos reunimos esta
mañana, como un barrido de los diferentes frentes donde vamos a ir avanzando; en la
parte de la internacionalización de la economía, los acuerdos comerciales, el sector del
turismo, el sector industrial, los frentes donde debemos hacer un gran esfuerzo para
que la industria colombiana siga progresando, cómo vamos a hacer para traer más
inversión extranjera, en fin. Ahora el Ministro en términos generales va a hacer un
resumen de cuáles son esas metas fundamentales.

También tuvimos la oportunidad de analizar un poco la coyuntura, analizar por ejemplo


la situación que tienen nuestros exportadores con la falta de decisión del Congreso
norteamericano para extender las preferencias arancelarias, a partir del sábado
pasado.

Yo me comuniqué con el Embajador esta mañana, he estado en permanente


comunicación con él toda la semana pasada y esta mañana, y la situación es la misma
en el sentido de que ahí hay un ambiente muy positivo, muy positivo, tanto de los
republicamos como los demócratas.

Eso lo pude constatar yo personalmente la semana pasada cuando hablé con el


Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano, con el
Senador John Kerry. Me dijo: ‘Aquí hay un ambiente muy positivo. Usted entiende
perfectamente los intríngulis de la mecánica política, que nos ha impedido tomar una
decisión que todos queremos tomar y es la extensión de esas preferencias. Estamos
viendo cómo esas dificultades mecánicas las vamos a superar, y esperamos a la mayor
brevedad posible poder aprobar la extensión de esas preferencias’.

Y yo creo que lo que me ha señalado el Senador Kerry y lo que me dijo el Embajador


esta mañana, nos da pie para ser optimista que en los próximos días esas preferencias
van a ser aprobadas.

Yo estoy casi seguro que las preferencias van a ser aprobadas, lo importante es que
sean aprobadas a la mayor brevedad posible, que cause el menor trauma posible, así
en muchos casos sea una decisión retroactiva. Pero de todas formas genera problemas
y genera dificultades, y por eso yo espero que en estos próximos días, ojalá esta
semana, esas preferencias sean extendidas nuevamente.

Mañana también llega una delegación que manda la Oficina de Comercio de la Casa
Blanca (USTR), para evaluar el avance en los temas que ellos consideran que son los
temas que faltan para la aprobación final del TLC.

Vamos a recibir esa delegación, vamos a volverles a explicar que aquí lo que hemos
hecho es avanzar. Aquí no nos hemos quedado quietos, y en esos temas hemos
avanzado no porque nos estén diciendo que tenemos que avanzar, sino porque
estamos convencidos que tenemos que avanzar en materia de derechos laborales, en
materia de derechos humanos. Ahí lo que ha hecho el país es avanzar.

Ahí también lo que hemos visto es un muy buen ambiente por parte tanto de
demócratas como republicanos. Y yo aspiro que en ese frente del TLC, este año, como
lo he venido diciendo hace algún tiempo, eso quede resuelto y definido.

El otro tema que discutimos de coyuntura es el tema de Venezuela.

El Ministro viaja mañana con la Canciller a Venezuela, allá tiene una agenda muy
precisa, el punto principal es cuál va a ser el marco jurídico a partir del cual vamos a
continuar nuestras relaciones comerciales cuando cese el esquema normativo que rige
en la CAN (Comunidad Andina), que debe llegar a su fin en abril.

También van a discutir ya concretamente lo del pago de la deuda. El Ministro me


reiteraba: hay cerca de 560 millones de dólares autorizados, y ya han desembolsado
cerca de 330 (millones de dólares). Cerca de 330 (millones de dólares) ya están en los
bolsillos de los exportadores colombianos.

O sea que sí se ha avanzado, pero lo que queremos es que, por supuesto, se avance
más.

Y ahí todavía esa zona gris, esa zona de dificultades donde hay una alta sospecha por
parte y parte, por parte de Venezuela y por parte de Colombia, de que se tratan de
exportaciones ficticias, y eso también hay un procedimiento para ir avanzado e ir
identificando esas exportaciones ficticias.

También con Venezuela se va a definir la parte del comercio inmediato, es decir, dónde
podemos comenzar a exportar, dónde hay esa necesidad y dónde queremos nosotros
también comenzar a exportar rápidamente. Ese es otro tema que se va definir.

Y entre otras cosas por iniciativa de Venezuela, porque el Presidente Chávez ha dicho
que está muy interesado en que esas exportaciones fluyan nuevamente. Pues el
Ministro va ir a concretar cómo es que fluyen, y cómo es que se van a pagar, y cuáles
van a ser las reglas de juego para que ese comercio nuevamente pueda ser
reanudado.

De manera que salimos de esta reunión con unas metas muy ambiciosas, como son las
metas del Gobierno en todos los frentes.

El papel del Ministerio es un papel fundamental, este Ministerio es trasversal a todas


las actividades del Gobierno; muy importante en el objetivo de lograr más trabajo,
más trabajo formal, este Ministerio tiene un papel muy, muy importante en ese frente;
en la lucha contra la pobreza este Ministerio también tiene un papel muy importante
porque esa lucha contra la pobreza depende, en buena parte, del crecimiento de la
economía, y el crecimiento de la economía también depende mucho lo que se haga en
ese Ministerio, en todo lo que tiene que ver con la innovación, con ir rompiendo cuellos
del botella, con atraer inversión, sin inversión no hay producción, sin producción no
hay crecimiento.

De manera que es bien importante todo el trabajo que ustedes están realizado.

Vamos a ir mejorando cada vez más los instrumentos de administración, de control,


para que podamos con más facilidad lograr los objetivos que nos hemos propuestos.
Pero créanme que me causa una gran satisfacción, gran satisfacción, volver 20 años
más tarde ya como Presidente de la República, y ver que la criatura que creamos está
vivita y coleando, y sobre todo cumpliendo un papel tan importante como el que
cumplen todos y cada uno de ustedes para llevarle bienestar, prosperidad a nuestros
compatriotas.

Para mí es un motivo de gran satisfacción, por eso les agradezco de todo corazón, y
los estimulo a que sigan trabajando como vienen trabajando.

El país a ustedes les debe mucho. No hay nada más satisfactorio que el servicio
público, y por eso, muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación de la


Ley de Desmovilizados y la prórroga de la Ley de Orden Público
 
Bogotá, 14 feb (SIG). “Hoy nos reunimos para presentar la llamada Ley de Desmovilizados y la
prórroga de la Ley de Orden Público.

Estas leyes no representan otra cosa que la disposición de este gobierno –y de los colombianos– para
alcanzar la reconciliación.

La reconciliación la asociamos con un estado de paz.

Mucho se ha especulado por estos días con el tema de la paz y por eso quiero aprovechar esta
oportunidad para decir dos cosas al respecto.

La primera es que no hay nada que más aleje la paz que estar permanentemente hablando sobre ella.

Cada cosa tiene su momento y éste no es el momento para esa discusión, ni mucho menos para lanzar
propuestas especulativas.

Lo digo con toda claridad: el Gobierno no ha autorizado a nadie, ni piensa hacerlo –que quede claro, a
nadie–, para que sostenga ningún tipo de contactos con grupos al margen de la ley.

Y sea el momento para referirme a las liberaciones –a cuentagotas– de secuestrados que han copado la
atención del país en los últimos días:

Lo primero que hay que decir sobre las liberaciones es que se trata precisamente de eso: de unas
liberaciones. De nada más.

El Gobierno ha querido facilitar, por razones humanitarias, el desarrollo de este proceso.

Hemos cumplido todos los compromisos y observado de manera estricta los protocolos acordados con
el CICR.

Lo hemos hecho a pesar de que la manera en que se han desarrollado las cosas no nos gusta.

No nos gusta, por ejemplo, que la buena voluntad y los recursos de los gobiernos de Brasil y de
Colombia, y del CICR, sean utilizados para organizar fiestas de varias horas para “celebrar” con los
secuestradores su supuesto acto de generosidad.

Pero lo que ocurrió ayer fue aún más grave.

Incumplieron con las coordenadas, incumplieron con las entregas, y propusieron a última hora –cuando
ya no era posible– realizar la entrega en un lugar que estaba fuera de las áreas previamente acordadas,
algo que ni el Gobierno ni el CICR podíamos aceptar.

En estos asuntos tan delicados, cumplir con la palabra es la base de cualquier avance.

En este preciso momento estamos evaluando la situación para la continuación del proceso de
liberaciones.

Estamos incluso considerando la posibilidad de hacerlo por tierra.

Pero no queremos improvisar, y tomaremos una decisión cuando estemos seguros –sólo cuando
estemos seguros– de que la liberación pueda llevarse a cabo sin ninguna dificultad y sin ningún
problema.

Lo segundo que quiero decir sobre el tema de la paz es que, en lugar de estar hablando de ella,
debemos concentrarnos en construir condiciones de paz y reconciliación, que es precisamente la
agenda del Gobierno.

Recordemos que la Ley de Orden Público tiene un objetivo muy claro, enunciado en su primer artículo:

“Dotar al Estado colombiano de instrumentos eficaces para asegurar la vigencia del Estado Social y
Democrático de Derecho, y garantizar la plenitud de los derechos y libertades fundamentales”.

En ese propósito se avanzó enormemente durante el gobierno del presidente Uribe, llevando la
seguridad a las regiones más apartadas, donde la población estaba más desprotegida, y desmovilizando
grupos armados.

Nada más alejado de la frase “plenitud de los derechos y libertades fundamentales” que las condiciones
que reinaban antes en los Montes de María, en el sur del Meta o en el sur del Tolima, por citar algunos
ejemplos.

Es muy sencillo: donde no hay seguridad, de nada vale la ley, y donde la ley no se cumple, los derechos
no tienen protección.

Por eso tenemos que insistir con mucha fuerza en llevar seguridad a todos los rincones del territorio; y
en asegurar que el aparato judicial funcione en esas regiones.

Pero también tenemos que AMPLIAR, y tenemos que EQUILIBRAR.

“Ampliar” significa llevar los servicios del Estado a todos los ciudadanos, no importa donde estén.

Significa extender la red terciaria, titular tierras, promover alianzas productivas, llevar educación.

Significa, ante todo, integrar estas regiones al país, que es lo que llamamos nuestra Política de
Consolidación, y que curiosamente ya estaba enunciada como propósito en el texto original de la Ley de
Orden Público, de 1997.

Propósito que infortunadamente nunca se pudo cumplir.

“Equilibrar” significa restituir, en la medida de lo posible, las tierras a quienes fueron despojados de
ellas y, en general, reparar a las víctimas de la violencia, que es lo que pretende nuestra Ley de
Víctimas y su capítulo de tierras.

Cada vez estoy más convencido de que –además de ser un acto de justicia elemental– comenzar ya a
sanar las heridas y a promover la reconciliación es una condición necesaria para poder encarar con
fuerza el futuro y materializar las enormes oportunidades que Colombia tiene como país, y que cada vez
más atención están recibiendo.

Miren –por ejemplo– la primera página del Financial Times de hoy.

De manera que esta Ley de Orden Público nos da un marco para sacar adelante varias de las políticas
prioritarias del Gobierno que, lo repito, son políticas para la construcción de condiciones de paz y
reconciliación.

La ley mantiene las herramientas conocidas, como el indulto que ha permitido la desmovilización, pero
añade unas nuevas disposiciones, que quisiera destacar.

En primer lugar, en adelante no habrá zonas de despeje para los grupos violentos, ni zonas vedadas
para la Fuerza Pública.
Cualquier esfuerzo de diálogo o de paz que se emprenda en un futuro no traerá consigo, por lo tanto,
ninguna de estas figuras, que ya están agotadas en el país.

Un segundo punto clave tiene que ver con los Fondos Territoriales de Seguridad y Convivencia
Ciudadana.

Lo que ha pasado hasta ahora es que se dan diferentes interpretaciones para el uso de esos recursos,
de manera que muchos de ellos han terminado desviados a gastos de funcionamiento que no tienen
relación con los objetivos de los fondos.

La ley que presentamos hoy regula de manera clara las actividades en las cuales se pueden invertir
esos recursos.

Allí queda establecido que los dineros se destinarán para las necesidades de seguridad y convivencia y
EN EL MARCO DE LOS PLANES INTEGRALES DE SEGURIDAD.

Estamos hablando de dotación y pie de fuerza; también de actividades orientadas a la prevención y


protección del orden público en las regiones, de acuerdo con los lineamientos que establecen las
políticas del Gobierno nacional.

Aquí hay otra novedad: Los departamentos y municipios podrán aportar recursos propios.

Los gobiernos locales, por ejemplo, tendrán la facultad de establecer tasas o sobretasas especiales
destinadas a financiar los fondos-cuenta territoriales.

Y como complemento de estos fondos territoriales, la Ley amplía el objeto del Fondo Nacional de
Seguridad y Convivencia Ciudadana.

Este punto será muy útil, por ejemplo, para apoyar a las mismas regiones, así como actividades del CTI
de la Fiscalía y otras labores de policía judicial.

También, los recursos de este fondo nacional servirán para complementar la seguridad de servidores y
funcionarios públicos que así lo requieran en sus zonas.

Finalmente, un tercer punto que quiero destacar de la Ley de Orden Público es la nueva opción para
que organizaciones civiles ejecuten actividades de desminado humanitario.

Nuestros militares han venido haciendo esa tarea y ya cumplieron con el compromiso, que el Estado
colombiano adquirió en la Convención de Ottawa, de limpiar las minas instaladas –hace más de 10
años– en 35 bases militares.

Pero la capacidad es insuficiente frente a la actitud de los grupos armados ilegales que siguen poniendo
minas en todas partes.

Como es sabido, ya pedimos una prórroga de 10 años –a los Estados parte de la Convención de
Ottawa– para ser un país con CERO minas antipersonal, porque el plazo inicial se vence el próximo mes
de marzo.

Por eso, será de mucha utilidad permitir que organizaciones civiles cumplan con esta tarea, para
ayudarnos a acelerar el proceso.

Me refiero, concretamente, a compañías expertas –¡que manejan los máximos estándares!– en las
labores tan delicadas y peligrosas como el desminado.

Su ayuda será fundamental para cumplir nuestro compromiso frente al mundo y frente a todos los
colombianos.

Ahora bien: parte de la reconciliación es darles una segunda oportunidad a aquellos que deciden
corregir su camino, como son los desmovilizados.

Esto nos lleva a la segunda iniciativa que presentamos hoy, que es la Ley de Desmovilizados, la cual
nos permite honrar el compromiso con más de 32 mil personas que eligieron reconstruir sus vidas,
volviendo al seno de sus familias y de la sociedad.

Éste es un mensaje que debe llegar a la selva, a quienes aún dudan de la palabra del Gobierno.

¡NOSOTROS LE CUMPLIMOS A QUIEN NOS CUMPLE!

Aquí quiero agradecer muy especialmente al Congreso de la República, que demostró un genuino
compromiso con la reconciliación entre los colombianos, estableciendo un récord histórico.

¡El trámite de la ley se cumplió en sólo 16 días!

O sea que muchas gracias, doctor Armando Benedetti, a usted y a todo el Congreso de la República.

Fue un debate responsable y serio, y por ello los honorables legisladores tienen nuestra infinita gratitud.

Quiero destacar CUATRO ASPECTOS fundamentales de esta Ley.

Primero,beneficia con la suspensión de las órdenes de captura –o de ejecución de pena– a las


personas desmovilizadas que no tienen deudas pendientes con la Justicia.

Para ser más precisos, va dirigida a quienes no incurrieron en conductas diferentes a su sola
pertenencia a los grupos armados ilegales.

Quienes hayan cometido otro tipo de delitos tendrán que someterse al marco de Justicia y Paz o a la ley
ordinaria.

No se trata entonces de una ley que promueva de ninguna manera la impunidad, sino más bien la
reconciliación a través de la verdad y la reparación.

Segundo, compromete a los ex combatientes a cumplir con el programa de la Alta Consejería


Presidencial para la Reintegración.

Y tercero, complementa las medidas que propenden por la verdad, la justicia y la reparación de las
víctimas.

El país entero se beneficia con esta iniciativa al conocer el contexto de los hechos violentos, porque la
población desmovilizada contribuirá con la reconstrucción de la memoria histórica.

Es, en definitiva, una herramienta que propende por la no repetición de los hechos violentos.

Todo esto se enmarca en el proceso que el país inició en el 2005 con la Ley de Justicia y Paz.

El pasado mes de diciembre, asistí en Nueva York a la Asamblea de los Estados parte de la Corte Penal
Internacional.

Allí expliqué que estamos aplicando políticas tradicionales del post-conflicto sin haber todavía
consolidado la paz.

Y eso lo hacemos porque creemos que las víctimas no pueden ni deben esperar.

El mismo Fiscal Jefe de la Corte Penal Internacional –el doctor Luis Moreno Ocampo– dijo en una
entrevista que el concepto de la Ley de Justicia y Paz es “superinteresante” y “superúnico”.

Él destacó ese esfuerzo complejo que nos ha significado hacer justicia sin interferir con la paz y hacer
paz sin interferir con la justicia.

Afirmó, además, que la Ley ha sido un instrumento “muy útil” tanto para promover la desmovilización
como para conocer la verdad, de manera que es una experiencia de la que pueden aprender otros
países del mundo.

Desde aquí le hago un llamado insistente a la sociedad colombiana, a los ciudadanos de a pie y a los
empresarios, para que acojamos con generosidad a quienes deciden rectificar su camino y dejar las
armas.
Debemos comprender que un mejor país requiere del compromiso de todos.

Diría que eso –el compromiso de la nación– es el factor más importante para que la justicia transicional
sea efectiva y nos ayude a alcanzar la paz.

Queridos amigos:

Estas dos leyes, la de Orden Público y la de Desmovilizados, nos dan el marco para seguir promoviendo
la agenda del Gobierno, que no es otra cosa que avanzar en la construcción de unas condiciones de
paz y reconciliación en todo el territorio nacional.

Si logramos esos objetivos, sentaremos las bases para que las oportunidades que sin duda nos traerá el
futuro se conviertan al fin en realidad.

Entre tanto, con prudencia, con diligencia, con firmeza en el manejo del Estado y del orden público, con
generosidad hacia quienes abandonen el camino de las armas y el terror, avanzaremos hacia un
propósito que a todos nos debe unir:

¡Tener una Colombia libre de violencia, lista para ocupar un lugar de honor en el concierto de las
naciones, como todos nos merecemos!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la condecoración a la


médica Nubia Muñoz

Bogotá, 15 feb (SIG). “Hay ocasiones en la vida pública de preocupación, de dificultad, como el que
tenía yo ahorita hace 15 minutos, que estaba viendo cómo sorteábamos este paro de transportadores, y
hay ocasiones de gran satisfacción, como este momento.

Poder reconocer la labor de una colombiana que enorgullece a su departamento, enorgullece a su país,
y que le ha hecho semejante aporte a la humanidad.

En 200 años de vida que lleva nuestra República, difícilmente se puede encontrar una científica que
haya hecho aportes tan importantes como los que ha hecho Nubia a la humanidad, a la medicina, a la
investigación.

Y por eso esta Orden de Boyacá que instauró el Libertador para premiar a quienes más le han servido a
la Patria, para mí es un pequeño reconocimiento del inmenso reconocimiento que no solamente los
colombianos sino toda la humanidad le debe a ese trabajo tan importante y que durante tanto tiempo le
ha venido aportando doña Nubia Muñoz a Colombia y al mundo.

Yo hablaba esta mañana con mi hija, que está estudiando neurociencias y va para (la Universidad)
Johns Hopkins, está estudiando en (la Universidad de) Brown se va a graduar allá y quiere seguir su
especialización en Johns Hopkins, y yo le conté lo que iba a hacer hoy por la tarde, estaba muy
emocionada y le manda muchas saludes.

Le dije: ‘Mire ese ejemplo, mire ese ejemplo tan maravilloso de esta persona, que es una gran científica
y que ha hecho semejante aporte a la humanidad’.

Me conmovió mucho también una entrevista que leí hace algunos días en El Tiempo. Dije que me
transcribieran la última parte de esa entrevista, que me pareció que la describe muy bien como ser
humano y como colombiana, cuando explicó porqué no se ha hecho a la nacionalidad francesa –me
imagino que los franceses le han coqueteado por todo lados- y dice: “Sigo muy contenta y orgullosa de
ser colombiana, y no veo razón para cambiar de nacionalidad. Vivo unos cuatro meses al año en
Colombia, siempre he estado en contacto con investigadores colombianos, con ellos hemos realizado
varios proyectos de investigación, todavía asesoro estudios en el Instituto Nacional de Cancerología”.

Eso nos compromete todavía más con usted, Nubia, a todos los colombianos.

Por eso, a nombre de ellos este reconocimiento que le hacemos hoy, que como le decía es un pequeño
reconocimiento frente a lo que usted se merece.

Realmente esa dedicación a la ciencia, el aporte que le ha hecho –que estoy seguro que le seguirá
haciendo durante muchos años- pues ha sido para Colombia entera un motivo de inmenso orgullo.

Y por eso esta casa, este palacio se enaltece con su presencia en el día de hoy, y le quiere decir
muchas gracias, muchas gracias por su trabajo, muchas gracias por su servicio y muchas gracias por lo
que usted está haciendo por el resto de la humanidad. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al terminar el Diálogo de


Gestión en el Ministerio de Cultura

Bogotá, 16 feb (SIG). “Muy buenas tardes a todos.

Como ustedes bien saben, estamos en este ejercicio de ir visitando cada ministerio, saludando ante
todo a los funcionarios de cada ministerio, agradeciéndoles su trabajo, diciéndoles lo importante es que
todos trabajemos en equipo, que todos nos ayudemos los unos a los otros, que nos pongamos unas
metas, que nos pongamos unos objetivos y que entre todos nos ayudemos a lograr cumplir con esas
metas y esos objetivos.

Ese fue el ejercicio que hicimos esta mañana con la Ministra (Mariana Garcés), con la Viceministra
(María Claudia López), con los diferentes encargados de las diferentes áreas del Ministerio.

Ustedes son mis vecinos. Aquí no tengo sino que cruzar la calle para estar aquí.

Le decía yo a la Ministra que a veces le dan a uno ganas de venirse a trabajar aquí, en lugar de estar
trabajando allá en el Palacio.

La cultura es un área muy agradable, transversal a todo lo que hace el Gobierno en todos los frentes. La
cultura es, alguien la definía como llevarle felicidad a la gente; en cierta forma eso es cierto.

La cultura cumple un papel fundamental en el desarrollo de un país y nosotros en Colombia tenemos


una gran fortaleza cultural. Somos un país diverso; parte de nuestra fuerza está en nuestra diversidad,
en nuestros ancestros, en nuestras raíces, en nuestra cultura.

Todos los visitantes que vienen a Colombia quedan impresionados, cuando visitan las diferentes
regiones, de nuestra riqueza cultural, de nuestras manifestaciones, tanto en la parte musical, como en la
gastronomía, como en la parte literaria. Y ahí hay un potencial enorme que muchas veces no lo hemos
aprovechado. Y por eso que el trabajo que aquí se hace es tan importante.

Nos pusimos a hacer como una especie de inventario: dónde hay una especial atención, dónde
podemos hacer un especial esfuerzo.

De ahí surgen en forma natural ciertas áreas.

Uno de los grandes retos que tenemos, está en que nuestros niños lean más. Que al leer más se
educan mejor, al leer más van a tener una mejor vida.

Y de ahí, infortunadamente durante muchos años el país ha querido aumentar el índice de lectura y la
verdad es que no hemos sido muy exitosos.

De pronto ahora con las nuevas tecnologías y siendo audaces, vamos a ver si podemos aumentar ese
índice que es tan importante para cualquier país.

Aprovechar los activos de Colombia

Hay unos activos que tenemos nosotros en Colombia que tenemos que aprovechar.

Todo el mundo dice que en Colombia se habla el mejor español y por qué no creamos a través del
Instituto Caro y Cuervo, unas escuelas especiales para que los profesores que quieran aprender a
enseñar español, con orgullo digan: yo me certifiqué en Colombia, donde se habla el mejor español.
Eso tiene unas implicaciones en otras áreas. Por ejemplo nos estamos convirtiendo en un centro muy
importante de los llamados call centers. El español que hablamos en Colombia es un español
relativamente neutro, sin un acento muy marcado, como se habla en otros países.

Eso facilita muchísimo que nos convirtamos en un centro de español en esa área de la industria que es
además una gran generadora de empleo.

Somos un país con un inmenso potencial y ya tenemos un activo ganado en producción de telenovelas y
de cine. Somos ya exportadores importantes de telenovelas; cada vez ese talento nato que tenemos
para ser buenos actores, buenas actrices.

Pero también la geografía nuestra es ideal y ahí tenemos un gran potencial para convertirnos, que es
algo que todos los países del mundo están queriendo atraer a los grandes productores para que filmen
sus grandes películas en sus países. Colombia tiene ahí un gran potencial.

El deporte une

Hay un aspecto que maneja este Ministerio que es muy importante, es el deporte.

El deporte es algo que personalmente siempre me ha casi que obsesionado, y he sido toda la vida muy,
muy deportista.

El deporte une, el deporte tiene además un efecto muy importante en la salud de un país, de una
sociedad.

Hoy nuestros niños están cada vez más sedentarios, cada vez están más sentados jugando o haciendo
algún tipo de labor a través de la tecnología sin hacer deporte. Eso está teniendo un efecto negativo en
la salud de los colombianos.

La Reforma a la Salud que hicimos, que aprobamos recientemente, tiene un factor de prevención muy
importante: prevenir siempre es más barato, siempre es más efectivo.

De manera que a través del deporte no solamente por cuestiones de salud sino para unir más la
sociedad, para unir a las comunidades a través del deporte, allí hay una labor importantísima.

Hacer el mejor Mundial Sub-20

Tenemos este gran reto este año, del Campeonato Mundial de la Sub-20. Ahí tenemos que lucirnos.

Afortunadamente vamos bien, hemos venido cumpliendo con los requisitos que la Fifa nos ha impuesto.

Pero yo les decía ayer, en una reunión que tuvimos, a todos los directivos del fútbol: no nos
contentemos con simplemente cumplir con los requisitos de la Fifa, lo que tenemos que hacer es
demostrarle al mundo que Colombia es capaz de hacer el mejor campeonato de la Sub-20, en la historia
de la Fifa.

Y yo creo que lo podemos hacer.

Y estamos en eso con el doctor Clopatofsky (Jairo, Director de Coldeportes) y con todos los directivos
del fútbol colombiano que están tan interesados en que Colombia quede bien, algo que deberíamos
todos estar muy interesados en que Colombia quede muy bien ante el mundo en este campeonato
mundial, no solamente participando sino también como anfitriones.

De manera que yo lo que quería era decirles a todos y cada uno de los funcionarios del Ministerio:
muchas gracias por su trabajo.

Valoramos muchísimo lo que todos y cada uno de ustedes hace. Ustedes son servidores públicos, es
decir, son servidores del Estado para que el resto de los compatriotas vivan mejor.

Y si hay un frente en donde ese trabajo se puede traducir en felicidad para el resto es aquí en el
Ministerio de la Cultura.

Sé que es un Ministerio pequeño, pero como las joyas; son pequeñas, pero son muy importantes. Y la
labor de ustedes es muy importante.

Por eso les agradezco enormemente.

Muchos de ustedes llevan ya algún tiempo, otros son más nuevos. Pero todos tienen un valor especial,
todos aportan y quería decirles que muchas gracias, muchas gracias por su trabajo, muchas gracias por
su dedicación, por su servicio.

Y muchas gracias, Ministra, por también su empeño en sacar adelante estos grandes objetivos.

Si quiere, para contarle a la opinión pública a grandes rasgos los objetivos que discutimos, pero el
propósito fundamental es agradecerles a todos los funcionarios de aquí del Ministerio su trabajo.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación de la


Ley de Formalización y Generación de Empleo
 
Bogotá, 17 feb (SIG).  “Visualicemos la historia de algunos colombianos cuya vida cambiará a partir
de hoy con esta ley que estamos presentando.

Imaginemos a Alberto, un joven ingeniero de sistemas, de 26 años, que lleva dos años de graduado y
no ha podido conseguir empleo: le exigen experiencia laboral –que obviamente no tiene– o le proponen
unas “asesorías” informales por las que le pagan pocos pesos, sin seguridad social ni prestaciones.

Algo similar, pero por razones distintas, le pasa a Mariana, una mujer de 45 años, que ha sido
vendedora toda su vida, pero que lleva tres años desempleada, porque las empresas a donde ha
pasado su hoja de vida prefieren trabajadores de menor edad.

Ni qué decir Humberto, un reinsertado que tuvo el valor de abandonar la violencia, o Luisa, una víctima
del desplazamiento, o Pablo, cuya incapacidad lo obliga a usar silla de ruedas.

Para todos ellos, el mercado laboral es un sueño casi inalcanzable.

O pensemos en don Alfonso, que tiene un pequeño local de reparación de motocicletas, donde trabajan
él y cuatro operarios más, a los que no tiene afiliados a la seguridad social.

Tampoco su microempresa está registrada en la Cámara de Comercio, pues don Alfonso no quiere
hacerse visible y le teme a los trámites y a los impuestos; sin embargo –y a pesar del éxito de su local–,
tampoco se atreve a ampliarse ni tiene forma de pedir un crédito bancario, porque no está formalizado.

Pues bien: para Alberto y Mariana; para Humberto, Luisa y Pablo; para don Alfonso; para millones de
colombianos como ellos, la Ley de Formalización y Generación de Empleo –a la que por mucho tiempo
llamamos Ley de Primer Empleo– es la mejor de las noticias.

La norma que presentamos hoy es una herramienta eficaz, revolucionaria, bien pensada, bien discutida,
para combatir el desempleo y formalizar nuestra economía.

No llevaba ni siquiera dos semanas de inaugurado el actual gobierno cuando convocamos aquí mismo,
a la Casa de Nariño, a líderes políticos y congresistas, a empresarios y trabajadores, a las cajas de
compensación y las cámaras de comercio, para lanzar esta iniciativa que considerábamos prioritaria.

Hoy, medio año después, me siento orgulloso –y todos los aquí presentes tienen también que sentirse
orgullosos porque han aportado su concurso– al presentarle al país una ley que simboliza nuestro
propósito de avanzar hacia la Prosperidad Democrática, la Prosperidad para Todos.

Con esta ley no sólo promoveremos la creación de empleo formal para cientos de miles de colombianos,
sino que le apostamos a la formalización empresarial, base de la competitividad y la productividad del
país.

La realidad actual del mercado laboral es preocupante y estamos decididos a cambiarla.

Cerca del 60 por ciento de quienes trabajan en Colombia no están vinculados formalmente, es decir, no
tienen vacaciones pagas, ni reciben primas, ni cesantías, ni cotizan para salud, pensiones o riesgos, ni
están afiliados a una caja de compensación familiar.

A pesar de una ligera disminución el año pasado, en diciembre cerramos con una tasa de desempleo
del 11,1 por ciento, absolutamente inaceptable y una de las más altas de la región.

Es paradójico que –si bien la población ocupada aumentó en cerca de 800 mil personas entre el 2009 y
el 2010– tengamos todavía una tasa de desempleo tan alta, con más de 2 millones de colombianos
buscando trabajo.

¿Cómo se explica eso? La realidad es que la economía colombiana sí está creando empleos, pero cada
vez son más los jóvenes y las madres que –en lugar de estudiar o dedicarse a las labores del hogar–
quieren trabajar.

Dicho en términos de los técnicos, de los economistas, tenemos una tasa de participación laboral muy
alta, cercana al 63%, que ha crecido 4 puntos en los últimos cuatro años, lo que implica cerca de un
millón y medio más de personas en busca de trabajo.

Una tasa muy alta quiere decir que más gente está buscando trabajo. Es como una bicicleta estática: se
producen muchos puestos de trabajo, pero si la oferta crece más, la tasa de desempleo no baja.

Esto distorsiona el mercado laboral –al incrementar la oferta– y nos exige iniciativas adicionales y
creativas en muchas áreas.

Una de ellas, por ejemplo, es el tema de la educación.

Como lo repetí muchas veces en la campaña, si les damos oportunidades a los muchachos que se
gradúan del bachillerato para que continúen sus estudios técnicos o profesionales, impedimos que
salgan al mercado laboral y que esa tasa de participación siga aumentando.

Por eso con el Ministerio de Educación y el Icetex estamos incrementando sustancialmente la oferta de
becas-crédito subsidiadas. En los estratos más bajos prácticamente gratis: ningún valor en términos
reales. Estamos estudiando esquemas de condonación. Y eso debe tener un importante impacto en la
tasa de desempleo.

Algo similar haremos en el Sena, ahora bajo la dirección del padre Camilo Bernal, para que la
capacitación de los jóvenes sea no sólo de calidad sino pertinente, es decir, que se preparen en los
oficios que más demanda nuestra economía.

El empleo es, también, el resultado de una economía fuerte y dinámica.

Por eso nos estamos enfocando en el trabajo de las cinco locomotoras de nuestra economía, que
jalonarán a su vez los vagones que son los empleadores principales, como servicios, industria y
comercio, y que son los más intensivos en mano de obra.

Ahora mismo, con ocasión de la tragedia invernal que nos afectó, y nos sigue afectando, hemos puesto
en marcha un programa, al que denominamos “Empleo de Emergencia”, para que los damnificados y
afectados puedan trabajar, con remuneración y seguridad social, en la reconstrucción de sus
comunidades.

Con este programa esperamos generar al menos 100 mil empleos durante su vigencia, es decir, hasta el
30 de junio de 2012.

Nuestro compromiso con el empleo y con el bienestar de los trabajadores colombianos es real y sincero,
porque sabemos que es parte fundamental de la Prosperidad para Todos, de la Prosperidad
Democrática.
Tenemos la íntima convicción de que sólo un país con una fuerza laboral creciente y bien remunerada
puede aspirar a competir de tú a tú en el mercado mundial, en el mundo global.

A todos estos avances, a todos estos compromisos, se une hoy la Ley de Formalización y Generación
de Empleo que, como ya lo mencioné, está llamada a generar una revolución positiva en el empleo y en
la formalización de la economía.

Rápidamente, examinemos algunas de las importantes disposiciones de esta ley:

PRIMERO, se establecen incentivos para crear nuevas empresas y para que se formalicen las que
estén operando en la informalidad, junto con sus empleados.

Porque la informalidad es una trampa de la pobreza.

El informal –como don Alfonso, el dueño del taller de motocicletas– no tiene acceso a crédito, no puede
crecer por el riesgo a ser detectado, no se beneficia de los programas de desarrollo empresarial, y tiene
una clientela restringida.

Además, frena el resto de la economía, pues constituye una competencia desleal frente a los negocios
formales, que sí cumplen con sus compromisos laborales, con el pago de los impuestos y las
contribuciones a la seguridad social.

La informalidad, por otro lado, amenaza la sostenibilidad del sistema de seguridad social. Entre más
informales, menos cotizantes. Y entre menos cotizantes y más beneficiarios, más precario es el sistema.
Así de sencillo. La informalidad es la vía más segura para destruir todo esquema de seguridad social.

Con esta ley buscamos precisamente superar esta “trampa” de la informalidad, y estimular el
emprendimiento de las empresas legales y formales “con todas las de la ley”.

Para ello establecemos beneficios para las micro y pequeñas empresas –con no más de 50 empleados
y activos inferiores a 5.000 salarios mínimos– que se constituyan, para que puedan formarse y
fortalecerse durante los primeros 3 a 5 años, generando empleos formales.

¿Por qué las pequeñas empresas? Porque son las que más empleo generan y porque son, también, las
que concentran los mayores índices de informalidad.

¿Por qué los primeros tres a cinco años? Porque está demostrado que el más grave riesgo de quiebra
de una empresa ocurre en esos primeros años –de cada 100 empresas creadas sólo 25 sobreviven al
tercer año–.

¿Qué incentivos tendrán las nuevas pequeñas empresas?

ü No pagarán la matricula mercantil el primer año, y pagarán tarifas subsidiadas para sus renovaciones
el segundo y el tercer año.

ü No pagarán contribuciones parafiscales –es decir, a las cajas de compensación, al Sena, al ICBF, a la
subcuenta de solidaridad en salud y al Fondo de Garantía de Pensión Mínima– por sus trabajadores
durante los primeros dos años, y pagarán tarifas reducidas del tercer al quinto año.

ü No pagarán impuesto de renta durante los primeros dos años, y tendrán tarifa reducida del tercer al
quinto año.

Y algo más: estos incentivos no aplican sólo a las nuevas pequeñas empresas, sino también a aquellas
ya existentes que se formalicen.

SEGUNDO, se establecen beneficios para CUALQUIER EMPRESA –grande o pequeña– que sea
formal y que incremente su nómina vinculando a trabajadores con alguna de las siguientes
características:

ü Jóvenes menores de 28 años

ü Mujeres mayores de 40 años que lleven por lo menos un año sin un contrato formal
ü Madres cabeza de familias de los niveles 1 y 2 del Sisbén

ü Reinsertados

ü Personas con discapacidad

ü Personas en situación de desplazamiento

ü Cualquier persona que devengue menos de 1,5 salarios mínimos mensuales, y que no haya cotizado
antes a seguridad social.

En suma, habrá beneficios para quienes contraten a personas vulnerables o con baja empleabilidad.

¿Qué beneficios son estos? Las empresas podrán descontar del impuesto de renta, por dos o tres años
–según el caso–, el valor de los aportes parafiscales que paguen por estos trabajadores, y un porcentaje
de los aportes en salud y en pensiones.

TERCERO, se eliminan trámites laborales y comerciales, para hacer menos pesada la carga de la
formalización y generar mayor competitividad.

Un pequeño comerciante no puede darse el lujo de pasarse los días haciendo trámites que no agregan
valor e ingresos a su negocio.

Ya las empresas no requerirán autorización del Ministerio de la Protección Social para acordar con sus
trabajadores préstamos, anticipos, deducciones o compensaciones de salario; ni para pagar en dinero
hasta la mitad de las vacaciones; ni para que utilicen sus cesantías para adquirir o mejorar su vivienda.

Tampoco requerirán autorización del reglamento de trabajo o para crear el Comité Paritario de Salud
Ocupacional.

No más en el Ministerio de Protección Social se calcula que se dejarán de realizar más de 750 mil
trámites. Eso es facilitarle la vida a la gente para que se formalice.

Los empresarios, por otro lado, no tendrán que ir personalmente a las Cámaras de Comercio, a los
juzgados o las notarías para registrar actas, extractos o copias de las mismas.

Hay también normas que facilitan trámites ante la Superintendencia de Industria y Comercio, que
facilitan el cierre voluntario de las empresas y que flexibilizan los procesos concursales.

Vale decir, ponemos en práctica el principio de eficiencia, tan importante dentro del concepto del Buen
Gobierno.

CUARTO, algo muy importante, para que los mismos trabajadores no se resistan a la formalización.

Todos hemos escuchado historias de trabajadores de la construcción o del campo que rechazan
empleos formales porque no quieren perder los beneficios del Sisbén, como los subsidios de Familias
en Acción.

Esa es la famosa trampa: los incentivos perversos de muchas de las políticas asistenciales, sociales.

Los dos Premios Nobel de Economía se ganaron por una serie de estudios que hicieron probando que
el subsidio del desempleo conspiraba contra la generación de empleo. Por eso mismo: porque el
subsidio del desempleo en cierta forma desestimula la generación de empleo o que la gente salga a
buscar empleo.

Pues bien, esta ley establece que estos beneficios se seguirán otorgando hasta por un año después de
que consigan un contrato de trabajo, para que estén tranquilos de que, si pierden el empleo en los
primeros meses, no habrán suspendido sus beneficios.

Es más, a los afiliados al régimen subsidiado de salud se les mantendrá el cupo hasta por dos años;
pero ¡qué bueno saber que ya harán parte del régimen contributivo, y ojalá se queden ahí!

¿Por qué? Porque no queremos colombianos anclados en la pobreza. Lo que queremos es que salgan
de esa situación donde tengan que recibir esos beneficios por su estatus de pobreza. Que puedan
contribuir más bien al beneficio del país.

Éstas son algunas de las principales medidas que trae esta ley, que es tan importante que se divulgue.
Esta ley tiene ese propósito de generar empleo y formalizar. Pero ese propósito se cumple si la
divulgamos bien, si la socializamos bien, si la explicamos bien. Que la gente se sienta atraída a aplicar
los beneficios de esta ley. Por eso los empresarios y todos los aquí presentes deben servir de caja de
resonancia.

Menciono para finalizar, dos beneficios adicionales, que fomentan el emprendimiento:

ü Se establecen incentivos en crédito y microcrédito para la creación de empresas por parte de jóvenes
menores de 28 años, que sean técnicos, tecnólogos o profesionales.

ü Se eximen de gravamen de impuesto de renta o ganancia ocasional a los apoyos entregados por el
Estado como capital semilla o para fortalecer las empresas.

La ley crea, además, un Sistema Nacional de Información de Demanda Laboral, para que la gente que
ofrece trabajo pueda encontrar a la gente que lo está buscando.

Y algo muy importante para destacar también: se determina que el personal contratado para desarrollar
las actividades misionales de cualquier empresa o entidad no puede estar vinculado a través de
Cooperativas de Servicio de Trabajo Asociado, con duras sanciones si se incumple esta norma.

Se busca así que no se desnaturalice el sentido de estas cooperativas, convirtiéndolas en simples


intermediarias laborales.

Por eso, queridos amigos, como dije al comienzo, somos muchos quienes debemos sentirnos orgullosos
de haber sacado adelante esta ley que cambiará el futuro del mercado laboral y ampliará la
formalización en el país.

Mi gratitud, y la gratitud de todos los colombianos, para los honorables congresistas que no sólo
votaron, sino que mejoraron este proyecto de ley, y lo volvieron realidad.

Aquí aportaron todos, con generosidad y lucidez, y así tengo que resaltarlo: El Partido Liberal –del que
tomamos la propuesta de primer empleo–; el Partido de la U –que siempre ha promovido la
formalización, y procuró el beneficio de los grupos vulnerables–; el Partido Conservador –que impulsó la
inclusión de las mujeres como destinatarias de la ley–; Cambio Radical –que propuso un tratamiento
preferencial para los departamentos de la Amazonia–, y también otros partidos por fuera de la Mesa de
Unidad, que apoyaron el proyecto porque entendieron bien su conveniencia.

Sin duda, ésta es una ley que puede considerarse como uno de los mejores frutos de la Unidad
Nacional.

Mi gratitud, y la gratitud del país, hacia Confecámaras y las cámaras de comercio, hacia Asocajas y las
cajas de compensación familiar, por su aporte generoso a este proyecto.

Ustedes saben bien que los recursos que dejarán de entrar por unos años se convertirán en el mediano
plazo en una base más amplia, más fuerte, de contribuyentes que fortalecerán su labor a favor del país.

Mi gratitud, finalmente, a empresarios y trabajadores que entendieron las bondades de esta ley y la
hicieron propia.

Ésta es una ley de progreso, una ley que generará empleo, que aumentará la formalidad en el país, que
ahorrará trámites, que nos hará más competitivos.

Muchas felicitaciones porque hemos logrado este primer gran paso.

Y avancemos ahora, unidos, en su implementación y divulgación.

La divulgación es de la esencia para que pronto pasen a la historia esos índices de desempleo de dos
dígitos, como es nuestro propósito.

Para que más colombianos aporten a la seguridad social y cuenten con ahorros para pensiones, con
salud, con cesantías, con vacaciones y todos los demás beneficios de ley.

Para que más empresas se suban al tren de la prosperidad.

Como dije en mi alocución al cumplir los seis meses de gobierno, y lo repito hoy cuando lanzamos esta
Ley de Formalización y Generación de Empleo:

¡UNIDOS LO HACEMOS MEJOR!

Unidos vamos a lograr los objetivos que todos nos hemos propuesto.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Foro Ideológico del


Partido Conservador

Villa de Leyva, Boyacá, 17 feb (SIG). “Muchas gracias a todos ustedes por estar aquí, por esta
invitación que me honra muchísimo.

Sobrevolaba en el helicóptero y veía la belleza de este departamento. Realmente, cuando dicen que es
la Suiza de América Latina, no les falta razón.

Aquí yo pasé buena parte de mi infancia, mi padre era boyacense, por eso siempre es tan grato retornar
a este departamento, sobre todo a esta ciudad, a este pueblo tan lindo.

Hace cien años, curiosamente, estaba el doctor Carlos E. Restrepo en una discusión parecida a esta,
hablando sobre la unidad, la unidad de este país. Creo que es una simple coincidencia que cien años
más tarde estemos aquí, en este sitio, con el Partido Conservador, también hablando de unidad.

El Partido que ustedes tanto han fortalecido proviene de una larguísima tradición: 171 años de historia.
No todos los partidos pueden decir eso.

Es una tradición que le ha aportado muchísimo a este país, porque se ha avanzado en unos principios y
unos valores; principios y valores que son tan importantes en la vida personal, en la vida nacional, en la
vida empresarial, en la vida de los partidos políticos.

Cuando José Eusebio Caro y Mariano Ospina lanzaron estos principios del programa conservador, esos
principios se mantienen vigentes y ahora más que nunca. Voy a –simplemente- hacer referencia a ellos.

El orden constitucional contra la dictadura, la legalidad contra las vías de hecho, la moral del
cristianismo contra la inmoralidad y las políticas corruptoras, la libertad racional contra la opresión y el
despotismo, la igualdad legal contra los privilegios, la propiedad contra el robo y la usurpación, la
seguridad contra la arbitrariedad, la civilización contra la barbarie.

Esos son principios con los cuales me siento totalmente identificado, son principios que hoy el país
necesita afianzar en un momento crucial de nuestra historia, de 200 años de vida republicana.

Cada uno de ellos yo creo que –yo no soy miembro del Partido Conservador-  los suscribiría sin ningún
problema.

Carlos E. Restrepo se reunió con otro colombiano, Eduardo Santos, y ambos comulgaban con la idea de
la Unión Republicana.

Después de la Guerra de los Mil Días, esa guerra que tanto dividió a los colombianos, ellos pensaron
que cicatrizar heridas y unir esfuerzos era lo que el país necesitaba.

Cien años más tarde estamos en el Gobierno de la Unidad Nacional. Creo que cien años más tarde, en
circunstancias diferentes, pero que tienen un fondo parecido, tenemos en nuestras manos una gran
oportunidad de poder, unidos, conseguir eso que todos queremos, todos anhelamos, y es dar ese salto
cualitativo, ese salto cuantitativo, ese gran salto en la prosperidad y en el desarrollo de nuestro país.

Quiero hacer una breve referencia a uno de estos principios, por la coyuntura que estamos viviendo. Es
el segundo principio que mencioné de los señores Caro y Ospina, que decía que son aplicables hoy en
forma integral: la legalidad contra las vías de hecho.

Los gobiernos deben también, por supuesto, tener unos principios.

Yo quiero hacer énfasis en una serie de principios que van a regir mi gobierno durante estos cuatro
años, que tienen mucho que ver con estos principios conservadores.

Primero, ese principio, legalidad versus vías de hecho, lo vamos a defender a capa y espada.

El principio que está consignado en nuestra Constitución: prima el interés general sobre el interés
particular. Ese otro principio para nosotros es fundamental.

Nosotros, que hemos dado muestras fehacientes de ser un Gobierno democrático, pero al mismo tiempo
respetuoso de la protesta, de la crítica, del derecho que tiene todos los colombianos a expresarse
libremente.

Yo le decía al doctor José Darío Salazar (Presidente del Partido Conservador) hace unos días, que en
lugar de molestarme las llamadas de atención sobre situaciones que ellos consideran que deben de
tener la atención del Gobierno, por ejemplo en materia de seguridad, le decía que todo lo contrario,
porque como él mismo lo dijo: los amigos, los verdaderos socios, son los que le dicen a uno la verdad,
los que le llaman la atención, y que no se preocupara, que esas manifestaciones las recibía con
gratitud..

La crítica constructiva, la crítica bien concebida, para mí es como el duchazo de agua fría por la
mañana, que a uno al principio lo estremece, pero que después lo mantiene despierto y vivo durante
todo el día.

De manera que en ese sentido, doctor José Darío, bienvenidas todas las observaciones  y todas las
críticas.

Creo que hemos demostrado que somos un Gobierno abierto al diálogo, y queremos tener un diálogo
con todos los sectores, un diálogo constructivo.  Del diálogo constructivo no salen sino buenas
decisiones, y en ese sentido quiero que el país entienda que nosotros estamos abiertos al diálogo  
permanentemente.

Y con este problema de los camioneros creo que hemos demostrado muy bien, en forma muy clara, esa
actitud nuestra de estar siempre dispuestos a dialogar, estar dispuestos a encontrar   formulas, a
encontrar soluciones.

Pero al mismo tiempo yo recibí un mandato del pueblo colombiano, un  mandato para modernizar el
país, un mandato para que este país dé un salto en su desarrollo, para que progrese, para que tomemos
una serie de decisiones cruciales –ahora me referiré a ellas, más adelante- que por la coyuntura mundial
tenemos unas oportunidades enormes. Ese mandato lo vamos a cumplir.

Por eso, esos principios: la legalidad versus las vías de hecho, el principio del interés general sobre el
interés particular, permitir la protesta hasta el punto que no interfiera con los derechos del resto de los
colombianos. Es muy importante entender que hay límites, hay límites y hay situaciones que se deben
respetar.

Por eso en estos últimos 14 - 15 días, el Gobierno ha estado siempre dispuesto –el Ministro de
Transporte me ha venido informando que ha estado siempre abierto a sentarse a dialogar- a sentarse a
encontrar soluciones, a sentarse a negociar, cómo podemos resolver las diferencias que existen sobre
ciertos puntos en particular, y esa disposición siempre ha estado presente.

Ahora bien, nos hemos confrontado con una situación que cada vez está demostrando que la
disposición al diálogo está siendo interpretada como debilidad; que la disposición a encontrar soluciones
está siendo interpretada como que el Gobierno o es intransigente o no es capaz de encontrar salidas a
esta situación.

Y yo aquí quiero ser absoluta y totalmente claro.


Yo le dije al Vicepresidente (Angelino Garzón) y al señor Ministro de Transporte   esta mañana: ‘Ustedes
los dos, de común acuerdo –además porque han venido coordinándose en forma total, aquí quienes han
querido tratar de mostrar que hay alguna diferencia entre el Vicepresidente y el Ministro de Transporte
se equivocan, todo lo que han hecho los dos han sido coordinados y totalmente de común acuerdo-
hagan un esfuerzo adicional de diálogo, porque creo que estamos muy cerca a una solución’.

Pero ese esfuerzo de diálogo que se va a realizar el día de hoy, y que espero que produzca resultados,
tiene unos principios fundamentales que quiero que queden muy claros.

Primero. No vamos a seguir permitiendo que las vías de hecho se impongan sobre la legalidad. Eso
quede absoluta y totalmente claro.

Hoy tenemos la posibilidad de encontrar soluciones. A partir de esta noche no vamos a permitir las vías
de hecho por ningún motivo, que están perjudicando gravemente este país y que está causando un
perjuicio al resto de los colombianos.

En segundo lugar. El mandato de modernizar el país lo vamos a cumplir.

La migración de la tabla de fletes hacia un régimen vigilado, de libertad vigilada, es una decisión que
además se tomó hace mucho tiempo en un documento Conpes (Consejo Nacional de Política
Económica y Social).

Ese paso hacia la modernidad, ese paso hacia permitir que el país progrese, no es negociable. Lo que
sí es negociable es el cómo. Cómo lo hacemos, hay todo un inventario de medidas que el Gobierno está
dispuesto a tomar; de ayudas a los conductores de los camiones que son parte fundamental de todo
este proceso, a los propios dueños de los camiones, que son los que en este momento están causando
este daño; a ellos les tenemos varias fórmulas para que puedan continuar con su chatarrización, para
que podamos negociar una situación para que ellos salgan mejor librados de lo que están en este
momento, en ese tránsito hacia la libertad vigilada.

Hay muchísimas fórmulas, estamos dispuestos a ponerlas en marcha. Queremos llegar a un arreglo,
pero vuelvo y repito: no podemos seguir permitiendo que en las carreteras del país, en las ciudades del
país, se cause semejante perjuicio al resto de los colombianos.

Y estamos totalmente decididos a que esa situación no continúe y que ojala podamos llegar a un arreglo
por la vía del diálogo, pero de todas formas quiero ser muy claro, hacer explícita la voluntad total del
Gobierno que nosotros no vamos a permitir que este principio de la legalidad versus las vías de hecho
se rompa en este país.

Y que eso quede muy claro.

Hay una expresión que decían –para que no confundan la generosidad y la voluntad de diálogo con la
debilidad- hay una expresión que decía: este es un Gobierno con guante de seda.

Y la verdad es que si, queremos ser un Gobierno que dialogue, que encuentre soluciones, pero con
mano de hierro, mano de hierro cuando se trate de principios fundamentales como éste, de no seguir
permitiendo que las vías de hecho perjudiquen a tantos colombianos.

Yo hago votos para que la buena disposición del Gobierno, que va a ser expresada nuevamente en los
diálogos que en unas horas se van a llevar a cabo, nos permitan encontrar una solución, una solución
para el bien de todos.

Creo que podemos encontrarla, estamos muy cerca de encontrarla, y si hay buena disposición de la
contraparte, tengan ustedes la absoluta seguridad que el Gobierno está dispuesto a avalar esa solución.

La responsabilidad de lo que suceda de aquí en adelante no va a estar en manos del Gobierno, esta en
manos de quienes han querido acudir a las vías de hecho.

El Gobierno tiene es una responsabilidad de defender el interés general, de defender el interés de la


inmensa mayoría de los colombianos.

Dicho esto, volvamos a los principios que rigen este Gobierno, los principios que se confunden con el
ideario conservador.

Y quisiera hacer una referencia a varios de los temas que sé que preocupan al Partido Conservador,
que son de gran importancia para el Gobierno, para que los analicemos uno por uno y nos pongamos de
acuerdo en cómo vamos a ir conduciendo este país por la senda del progreso y el desarrollo.

Quiero referirme en primera instancia a la seguridad, que es uno de los temas que ustedes han traído a
la mesa, que es uno de los temas que algunos de  ustedes tienen como preocupación, y es un tema
frente al cual personalmente también le doy el mayor interés, la mayor importancia.

Porque al igual que el Presidente Uribe, al igual que los romanos desde que inventaron la época de la
república, pienso –como decían ellos- que la seguridad debe ser la primera ley de la republica. Sin
seguridad no hay nada más. Sin seguridad no es posible la aplicación de las demás leyes.

Eso lo asumí cuando el Presidente Uribe me honró con el nombramiento de Ministro de Defensa, al
aplicar la política de consolidación de la seguridad democrática.

Y con el Presidente Uribe nos identificábamos ciento por ciento, y creo que el Presidente Uribe se
identificaba con el Partido conservador en eso, y yo me identifico hoy totalmente con el Partido
Conservador en eso.

Aquí nadie ha bajado la guardia, nadie ha bajado la guardia, todo lo contrario, todo lo contrario: lo que
hemos querido hacer es irnos adaptando a esas circunstancias cambiantes  en materia de seguridad,
porque así hay que hacer para ser efectivos.

En este momento estamos confrontados con fenómenos que son coletazos de éxitos del pasado, con
nuevos problemas que han surgido a raíz de esa capacidad de adaptarse de los criminales a la forma
como el Estado procede, y ahí es donde surge el gran desafío de un Estado de poder: ir siempre a la
vanguardia en materia de seguridad.

Ustedes han visto cómo el tema de la seguridad siempre aparece como prioridad, y en eso quiero ser
además muy claro, quiero ser muy claro con ustedes y con el país.

El Presidente tenía una forma muy simple de expresar sus prioridades –el  Presidente Uribe- y ustedes
fueron parte fundamental de ese gran logro que obtuvo el Presidente para el país en esos tres frentes: el
frente de la seguridad democrática, de la confianza Inversionista, de la cohesión social, y siempre ponía
la seguridad democrática como el punto más  importante, porque en ese momento, cuando él asumió el
poder, ahí había un problema que obligaba al Gobierno del Presidente Uribe a concentrarse casi
exclusivamente en ese tema, precisamente para permitir que los otros dos grandes objetivos pudieran
tener alguna capacidad de ponerse en marcha y en practica.

Pues bien, eso fue progresando, fue obteniendo éxitos, la palabra democrática –como ustedes bien lo
saben- no era un simple adjetivo de la palabra seguridad, tenía un profundo significado: la palabra
democrática quería decir, y quiere decir, seguridad para todos, todos los que estén dentro del Estado de
Derecho.

Quiere decir también seguridad dentro del Estado de Derecho. De acuerdo a nuestra Constitución, a
nuestras leyes, leyes y Constitución muy garantistas, que hacen –muchas veces- más difícil la
aplicación de una política de seguridad, pero que la hacen a la larga más legítima y más perdurable,
cuando se obtienen los resultados.

Con el Presidente Uribe lo discutíamos muchísimo: Qué  tan difícil es librar una guerra con un enemigo
que no respeta para nada ningún parámetro legal, ningún derecho fundamental, y nosotros estamos
obligados a respetar una Constitución muy garantista, unas reglas de juego que muchas veces hasta
conspiran en contra de los objetivos fundamentales.

Pero decíamos: ‘Este vía crucis, infortunadamente, tenemos que sobrellevarlo porque a la larga eso es
lo que nos da la legitimidad y lo que nos diferencia del enemigo’.

Lo que nos diferencia de estos bandidos es que la legitimidad del Estado, precisamente, se basa en el
acatamiento a unas reglas de juego y a un Estado de Derecho.
Y el avance que logró el Presidente Uribe nos ha permitido a nosotros, a este Gobierno, ampliar la
agenda, pero siempre, siempre, teniendo en cuenta que esa prioridad no se puede perder, porque
cualquier retroceso en materia de seguridad inmediatamente afecta, afecta el resto de la política del
Gobierno.

Yo  he dicho que nosotros estamos es continuando un legado del Presidente Uribe también en
confianza inversionista, también en materia de cohesión social.

Y los hechos lo demuestran en forma fehaciente.

En estos seis meses hemos dado unos golpes muy duros, inimaginables hace algún tiempo, contra las
Farc.

El haber dado de baja al ‘Mono Jojoy’, el número uno militar de las Farc, en la forma como se dio de
baja, es una demostración de que nuestras Fuerzas Militares están a la ofensiva.

Lo que hemos hecho con muchos de los frentes, hemos venido presionando muchos de esos frentes. Lo
que pasa es que hemos escalado esa política para sacar a muchos de esos frentes de sus madrigueras.

Así como lo hemos querido hacer en La Macarena, en su departamento, querido Presidente del Partido
Conservador, José Darío Salazar, allá en el Cauca, por ejemplo, por primera vez las Fuerzas Militares
están arriba y se están quedando allá.

Eso genera toda una dinámica de comportamiento de estos delincuentes, que quieren a toda costa que
nosotros volvamos otra vez a permitirles que asuman  el control de ciertos corredores, de ciertas áreas a
los cuáles han estado acostumbrados no de unos años, décadas. Llevan en algunos casos 20, 30, 40
años, y de allá los estamos sacando.

Eso tiene un costo, eso tiene unas consecuencias. Pero en nuestro plan de ir debilitando cada vez más
a estos grupos narcoterroristas, de irlos sacando de sus madrigueras, de irlos exponiéndose para
golpearlos, eso es parte de la política que estamos poniendo en marcha.

Y ahí han acudido a otras formas de defenderse, que es algo que es lógico y a lo cual tenemos nosotros
que responderles también.

Se van en grupos pequeños a hacer actos de terrorismo. Si ustedes ven, han incrementado muchísimo
los ataques que hacen en 20 minutos y después desaparecen, con explosivos. Eso es una forma de
responder a esta política que nosotros estamos aplicando.

Pero ahí, como decía (Winston) Churchill, hay que perseverar, y estamos perseverando.

Y la situación va mejorando en el sentido de que vamos logrando los objetivos.

Los desmovilizados que nos llegan nos están ratificando cada vez más la debilidad de esta gente, el
desespero de esta gente.

Lo que sucedió, doctor Carlos Alberto (Zuluaga, Presidente de la Cámara de Representantes) allá en
Antioquia. El responsable de esas movilizaciones allá en Anorí, lo teníamos tan presionado que le tocó
entregarse; se entregó y nos dio una información muy valiosa: ‘Es que no teníamos para donde coger
porque ustedes nos ocuparon los espacios tradicionales’. Y esa es parte de la política.

Y eso, vuelvo y repito, tiene consecuencias.

Se defienden, y es tal el desespero –yo decía y lo he dicho muchas veces- que no hay nada más
peligroso que una fiera acorralada, porque se vuelve doblemente agresiva.

Pues estamos en eso.

Y es que la cifras también lo dicen: llevamos 3 mil 500 miembros en estos seis meses, de estos grupos
ilegales y de las Bacrim, neutralizados, 3 mil 500, una cifra muy importante.

Y las cifras escuetas de homicidios, de secuestro extorsivo. Decían que el secuestro se ha disparado.
No, ha aumentado la cifra de secuestro simple, del papá que se lleva al niño porque está peleando con
la mamá. Del secuestro extorsivo las cifras reales siguen en descenso.

Los actos de terrorismo han disminuido 35 por ciento. Inclusive las cifras de hurto común, las cifras de
extorsión han descendido.

Somos concientes que hay ciertas zonas donde la situación se ha empeorado, hay ciertas zonas donde
han querido hacer presencia que no habían hecho presencia en el pasado reciente, porque no habían
tenido la capacidad o la necesidad.

En la medida  en que les hemos venido –y eso ha tenido bastante éxito- secando esa fuente de
financiación a través del narcotráfico, la situación de finanzas de las Farc, por ejemplo, está cada vez
más precaria.

Entonces están desesperados. Lo sabemos por los correos que les interceptamos, por las
comunicaciones que les interceptamos, por la  inteligencia que les hacemos, por los desmovilizados,
que están en una situación casi de ‘sálvese quien pueda, consigan recursos a donde sea, a donde haya
lugar’.

Entonces eso tiene una repercusión en ciertas áreas de aumento de extorsión, de aumento de presencia
para ver cómo pueden obtener alguna financiación, y de ahí la necesidad de que el país entienda que
en este momento, sobre todo en este momento es cuando menos hay que ceder, todo lo contrario, es el
momento de no ceder a la extorsión, de no ceder ante las amenazas y de ser firme, porque es
exactamente en este momento cuando se están definiendo las cargas, yo creo que ojala para bien y en
forma efectiva.

O sea que aquí lo que le hemos dicho a las Fuerzas Armadas es que hay que arreciar. Aquí no hay que
bajar la guardia un solo minuto, hay que irse adaptando, estamos en ese proceso de ir adaptando el
plan de guerra, la efectividad de las fuerzas en diferentes regiones.

Cada región tiene una característica especial, y en algunas regiones las Farc y el Eln se han asociado
con estas bandas criminales, y en otras regiones se están peleando. Dependiendo de qué región, la
estrategia nuestra pues se va también adaptando y teniendo en cuenta las circunstancias naturales y
particulares de cada región.

Pero lo que yo les quiero decir, queridos amigos del Partido Conservador, es que el tema de la
seguridad ha sido un tema que ha estado en la lista de prioridades de este Gobierno, y va a estar hasta
el último día, hasta el último día.

Aquí no hemos bajado la guardia, no vamos a bajar la guardia. Todo lo contrario: vamos es a fortalecer
y arreciar toda la acción de nuestra Fuerza Pública, porque la seguridad de los colombianos es para
nosotros absolutamente fundamental.

Hay, por ejemplo, el tema de las bandas criminales. El tema de las bandas criminales lo hemos venido
estudiando hace varios meses. Mandamos gente al campo a estudiar bien el fenómeno, esa
transformación, esa metamorfosis que vienen sufriendo esas bandas criminales a qué obedece, cuál es
el modus operandi, cómo se están comportando; con base en eso tenemos ya unos documentos muy
precisos, muy especiales.

Se reunió por primera vez el Consejo de Seguridad Nacional, en donde están varios de los ministros,
invitamos a la Fiscal, invitamos al Presidente del Consejo Superior de la Judicatura, porque nos hemos
dado cuenta que parte de la debilidad de la acción contra las bandas criminales tiene que ver con la falta
de coordinación del Estado como un todo.

Nos dimos cuenta, por ejemplo, que en casi todos los sitios donde estas bandas operan con fuerza, la
presencia de la Fiscalía, la presencia de los jueces, es casi inexistente.

En el caso de Córdoba, había un solo juez de conocimiento, uno solo

¿Qué descubrimos?

Que al haber un solo juez de conocimiento, lo que estaba sucediendo era que esa acción bastante
efectiva de la Policía, del Ejército, de la Armada, de capturar a los miembros de esas bandas, estaban
teniendo un efecto perverso, y es el efecto de que al cabo de algunas semanas la gente veía a los que
habían capturado nuevamente delinquiendo, y ‘como Pedro por su casa’.

Eso tenía y tiene el efecto de desestimular la denuncia, de obligar o de hacer más fácil la convivencia
con estas bandas criminales, lo cual es totalmente contraproducente para el objetivo nuestro.

Entonces ahí hemos hecho todo un esfuerzo para ver si les damos más recursos a los jueces, que
nombren más jueces, que nombren más fiscales, fiscales especializados, y eso está comenzando a
tener un efecto.

Pero es una reacción a una situación de metamorfosis que han sufrido estas bandas criminales, que son
bandas criminales hoy en día al servicio del narcotráfico.

¿Que son bandas que tienen antiguos miembros de los paramilitares que se desmovilizaron?

La respuesta es sí. Hay muchos desmovilizados que están volviendo a delinquir. Eso es un fenómeno
normal, lo que pasa es que en el caso colombiano nosotros hemos desmovilizado más de 50 mil
miembros de diferentes grupos.

El porcentaje usual que se ve en otros países, en Sudáfrica, en América Central, después de un proceso
de desmovilización, es que entre el 10 y el 15 por ciento vuelve a delinquir, 10 ó 15 por ciento de 50 mil
son muchos delincuentes.

Ahí tenemos que hacer un esfuerzo especial de ver cómo controlamos mejor el inventario de esa gente,
pero eso no quiere decir que la política de desmovilización del Presidente Uribe haya fracasado, como
dicen algunos.

Esto es más bien un coletazo de una política que, en términos generales, tuvo y ha tenido mucho éxito,
y que tenemos que seguir defendiendo y apoyando, que ha sido un ejemplo en el mundo. Un ejemplo
porque no todos los países, casi ningún país ha pasado por lo que está pasando Colombia, de
desmovilizar 50 mil miembros de grupos ilegales en un caso de ellos sin haberlos derrotado, haberlos
obligado a someterse a los principios de justicia, verdad y reparación.

Eso hoy en día en el mundo entero está siendo señalado como un verdadero ejemplo para el resto del
mundo.

Que haya tenido problemas. Por supuesto, este es un tema supremamente complejo, con muchas
dificultades.

Yo creo que lo que se hizo durante el Gobierno del Presidente Uribe y lo que se está continuando en
ese frente hay que continuarlo, porque nosotros no podemos dejarlo a mitad de camino.

El tema de la paz, el tema de la paz que a todos nos concierne, a todos nos interesa.

Todos queremos la paz, por supuesto, todos añoramos la paz, queremos que en nuestro país ese tema
quede superado y que nos podamos dedicar a otras cosas.

Es lo que yo quisiera; yo creo que es lo que ustedes quieren también en el Partido Conservador, lo que
quieren todos los partidos, lo que quieren todos los colombianos, pero ahí hay que también ser muy
realistas, aprender de la historia, aprender de las experiencias.

El historial que hemos tenido en Colombia en las negociaciones ha sido una experiencia bastante triste.
Nos han engañado demasiadas veces, nos han utilizado demasiadas veces, han abusado de la buena
fe de los colombianos, y en cierta forma de esa añoranza de paz.

Un país que –como decía el Presidente Uribe- en el caso de mi generación, de   la generación de él,
llevamos más del 75 o del 80 por ciento del tiempo en guerra.

Es un país que añora la paz y que muchas veces está dispuesto a sacrificar demasiado por la paz.

Por eso hay que tener mucho cuidado, y yo por eso he dicho desde un principio: la llave de un posible
diálogo no está en el fondo del mar, pero la puerta esta cerrada y solamente se va a abrir bajo una serie
de condiciones, condiciones que no se han cumplido, condiciones que queremos ver y queremos
comprobar que efectivamente sí hay una verdadera voluntad, que no nos van a volver a engañar, que
van a dejar el terrorismo, que van a renunciar a una serie de formas de proceder que para la sociedad
colombiana y para el mundo son totalmente inaceptables.

Y que mientras eso no suceda no comiencen a presionar ni dentro del país ni fuera del país para que el
Gobierno colombiano abra un diálogo porque eso lo que hace es alejar la posibilidad real de una paz.

Esto tiene que manejarse con mucha cabeza fría y con paciencia.

Aquí sí, del afán no queda sino el cansancio.

Y si comienzan los escenarios de los ‘pazologos’ a hacer todo tipo de propuestas e iniciativas, que si
quieren que el Gobierno les de el visto bueno para ir a dialogar, eso lo que hace es alejar la paz.

Pero quiero reiterar que por supuesto, que yo como Presidente de la República quisiera poder ser
registrado ante la historia como el Presidente que logró finalmente la paz en el país, por supuesto, pero
sé que ahí hay que caminar con pies de plomo, con inteligencia.

Yo he sido negociador. Yo le aprendí al doctor Arturo Gómez Jaramillo, que fue Gerente en la
Federación de Cafeteros durante tanto tiempo, le aprendí una lección en el arte de negociar: Todo en su
momento y uno tiene que poner las pautas y evitar a toda costa que le impongan a uno las pautas.

Y al Gobierno colombiano y a los colombianos nadie, ni afuera ni adentro, nos van a poner las pautas.

El papel de las Fuerzas Armadas.

Algunos han dicho que las Fuerzas Armadas están desanimadas, que hay una actitud de miedo a
combatir por las consecuencias jurídicas.

Yo quiero decirles: eso no es cierto, no es cierto. Las Fuerzas Armadas están con la moral en alto, yo
me reúno con ellos permanentemente, me considero parte de ellos, así lo he considerado toda mi  vida,
yo digo que el mayor honor que he tenido en mi vida ha sido portar el uniforme militar.

Sé que están en buen ánimo. Hay que, en las Fuerzas Armadas, siempre tener un política de
mejoramiento continuo, en eso estamos. Hay que apoyarlas, hay que darles todo el respaldo. Se están,
y efectivamente hay unas situaciones complejas en materia jurídica de algunos miembros de las
Fuerzas Militares, ahí hay que actuar también con toda objetividad y con toda contundencia.

Los más interesados en que se castiguen prácticas que no son propias de las Fuerzas Militares, de
personas que deshonraron el uniforme, son los propios militares, y yo lo he discutido con ellos muchas
veces.

Pero también con toda justicia, y por eso yo le he pedido a la Fiscal –y le    vamos a dar todo el apoyo-
que acelere todos los procesos para poder aclarar de una vez por todas, en los casos donde están
siendo manipulados y siendo estigmatizados, que los culpables paguen pero que los inocentes sean
declarados inocentes, porque aquí ha habido también mucha falsa denuncia, mucho señalamiento, y
eso ha causado ciertas dificultades.

Pero en ese sentido tengan la seguridad de que nosotros –el Ministro de Defensa además sabe
perfectamente que toda la parte de la defensa jurídica de las Fuerzas Militares se está reforzando, se
están acopiando recursos importantes y ahí no solamente en la defensa jurídica sino en el
fortalecimiento de la justicia penal militar, soy un convencido de mantener el fuero militar- en eso no les
quepa la menor duda de que el fuero militar hay que mantenerlo, es una tradición que hay que mantener
por muchas razones y en eso yo no voy a ser el que va a alterar el fuero militar en este país.

Otro tema que a algunos de ustedes les ha preocupado es el de la seguridad jurídica y de las reglas de
juego para algunos empresarios, para algunos inversionistas.

En eso quiero también ser muy claro cuál es nuestra posición, qué es lo que queremos y cuál va a ser
ese derrotero en materia de reglas de juego para el inversionista y para el sector privado.

Primero que todo quiero reafirmar mi total convencimiento, mi apoyo al principio  de la propiedad
privada, el principio del libre mercado. He crecido en ese mundo, fui Ministro de Comercio, fui Ministro
de Hacienda, creo que ahí no puede haber ninguna duda sobre el particular.

Al mercado hay que permitirle –y ahí viene lo de la tercera vía, que es una posición práctica, y que creo
que hoy es más aplicable que nunca en un país como Colombia- el mercado hasta donde sea posible, el
Estado hasta donde sea necesario.

¿Y por qué digo que en este momento eso es lo que le conviene a nuestro país?

La crisis del 2008, que golpeó tan duro al mundo, que nos golpeó menos a nosotros pero que dejó una
gran lección:

Los  mercados por sí solos pueden resultar contraproducentes. Los mercados cuando operan bien hay
que dejarlos que operen, pero cuando no operan bien hay que ayudarlos a que operen bien. Es decir,
hay que intervenir.

El Estado no puede quedarse con los dedos cruzados, con los brazos cruzados cuando lo mercados no
operan.

Por eso, el mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario.

En el caso colombiano, los mercados operan en ciertas áreas y operan menos bien en otras, por eso
ese equilibrio hay que mantenerlo en forma permanente: dónde interviene y dónde no se interviene,
pero siempre defendiendo el principio de la estabilidad de las reglas de juego, de la seguridad jurídica
que es lo que los inversionistas más quieren, lo que los inversionistas más añoran y más exigen.

Esa estabilidad de reglas de juego no es un contrato sellado, escrito en piedra, porque las
circunstancias también van cambiando.

Por ejemplo, cuando el Presidente Uribe puso en marcha los estímulos a la inversión, para darles una
prebendas tributarias a quienes invertían en activos fijos, lo hizo en unas circunstancias muy especiales,
y es que el país necesitaba a toda costa aumentar su inversión porque aquí no venía nadie, aquí ningún
inversionista extranjero siquiera se atrevía a parar en Colombia porque sus juntas directivas no lo
permitían, no les daban el permiso para venir a Colombia porque el seguro no los cubría.

Entonces eso se puso en unas circunstancias especiales.

Las circunstancias cambiaron gracias al gran esfuerzo del Presidente Uribe, a la seguridad democrática,
esas circunstancias cambiaron, esos estímulos que se pusieron en ese momento ya no eran los
estímulos necesarios para atraer inversión.

Y el propio sector privado, cuando nos sentamos a iniciar la discusión sobre la Ley de Primer Empleo,
fue el que puso sobre la mesa: ‘Mire, la verdad es que estos estímulos ya no se necesitan’.

Nosotros acogimos esa iniciativa y dijimos: ‘Bueno, estos estímulos los vamos a eliminar, son unos
recursos muy importantes, démosles más bien un estímulo parecido a quien puedan contratar gente
nueva en sus empresas’, y de ahí los estímulos que aparecen en la Ley de Primer Empleo.

Que los aranceles, que bajamos los aranceles. Esa es una solicitud que viene de tiempo atrás, el mundo
entero señalando a Colombia como el país de América Latina que tiene el nivel arancelario más alto.

Eso en todos los estudios de la competitividad –creo que Martha Lucía (Ramírez) conoce eso mejor que
nadie- decía: ‘Colombia sigue siendo un país con una serie de aranceles y con unas distorsiones
arancelarias que no tienen ninguna justificación’.

Tomamos una serie de medidas en materia arancelaria para darle más competitividad al país, medidas
que las evaluamos muy bien.

Toda medida tiene un costo; el costo aquí, el beneficio aquí, pero medidas que en términos generales
creo que son muy bien concebidas y que van a tener un efecto muy positivo en la modernización y en el
progreso de la economía de nuestro país.

Y de resto, lo que quiero decirles es que este Gobierno es igual o más amigo del inversionista –porque
los necesitamos- que el Gobierno anterior, que ese -perdónenme que use la palabra coloquial- que ese
huevito del Presidente Uribe se lo vamos a cuidar con todo lo que esté a nuestro alcance.

Y que este Gobierno es amigable como pocos a la inversión extranjera, a la inversión en general, al
sector privado.

Queremos tener una concertación permanente como la estamos teniendo con todos los sectores.

Creo yo –por que así me formé yo profesionalmente- creo muchísimo en la concertación, en la


necesidad de que las políticas públicas sean discutidas.

Muchas veces se pone uno de acuerdo, muchas veces no, pero el solo hecho de discutirlas y de oír las
opiniones de otros, estando o no de acuerdo, enriquece la elaboración y la aplicación de esas políticas
públicas.

Entonces nuestra actitud frente al sector privado y frente a los inversionistas es eso: de total respeto por
las reglas de juego, por la propiedad privada, por permitir que el mercado opere hasta donde debe
operar, y concertar las políticas en la medida de lo posible.

Creo que una señal más clara que esa es difícil de dar.

Pero lo que quería –porque sé que es un tema que al Partido Conservador le interesa mucho- era
subrayarlo, ese aspecto de nuestros principios en el Gobierno.

Viene el tercer aspecto del Presidente Uribe: la cohesión social.

Viene lo que hemos llamado nosotros la Prosperidad Democrática, la prosperidad para todos.

Viene el Plan de Desarrollo, donde el Partido Conservador va a tener un papel muy importante en su
aprobación, en su discusión, ya lo está teniendo.

Ahí tenemos también una gran identificación en muchos de los principios que ustedes defienden, que
nosotros defendemos y que son necesarios para el país.

Este país es un país lleno de desigualdades, uno de los más desiguales del continente y del mundo. De
ahí la intención de ver cómo podemos ir reduciendo esas desigualdades, esos desequilibrios.

Son desequilibrios que tienen que ver con las regiones, son desequilibrios que tienen que ver con el
ingreso de los colombianos en general, de acceso a ciertas oportunidades.

Y por eso muchas de las leyes y las iniciativas que hemos discutido en la Mesa de la Unidad y que
están en este momento en el Congreso.

Comienzo por el Régimen de Regalías. El Régimen de Regalías nos va a permitir a los colombianos
avanzar muchísimo en atacar esos desequilibrios que queremos, por lo menos, reducir. Y ahí quiero
agradecerle muchísimo al Partido Conservador su contribución y su papel. Siempre ha estado
pendiente, siempre ha estado discutiendo, siempre ha estado aportando.

Ahora viene la segunda fase del Régimen de Regalías. Esa reforma es fundamental para lograr ese
objetivo de cohesión social, de prosperidad más equitativa para todos los colombianos.

En eso creo que todos nos identificamos y yo creo que eso va, también, por buen camino.

Están otras leyes y otras iniciativas que se han venido aprobando, que se han venido discutiendo o
están en el Plan de Desarrollo. Todas encaminadas a que también avancemos en la parte social del
país.

Por ejemplo en la parte de la educación. En la parte de la educación el avance que se hizo en los
últimos años ha sido impresionante. Yo creo que pocos países pueden mostrar un avance en cobertura
tan importante en tan poco tiempo, como el que se hizo aquí en Colombia.

Pero estamos muy mal, infortunadamente, en materia de calidad. Casi uno diría: de nada sirve
semejante esfuerzo en cobertura si la calidad es tan mala, porque en cierta forma se está mal invirtiendo
los recursos.
Todas las pruebas que nos comparan con el resto del mundo, porque al fin y al cabo, la economía y la
educación es algo que nos debe a nosotros hacer entender que estamos compitiendo con el resto del
mundo, no entre nosotros, sino con el resto del mundo.

Que un ingeniero que sale de aquí en la Universidad en Boyacá, esta compitiendo con una ingeniero de
la India, de la China. Esa es la mentalidad que tenemos nosotros que asumir, y que en ese sentido un
esfuerzo en la calidad de la educación es fundamental.

Ahí estamos concentrado toda nuestra energía, en mejorar la calidad de la educación, desde la
educación del niño en su primera infancia, hasta que se gradúa de la universidad, rompiendo cuellos de
botella.

Esta iniciativa de darle a Icetex muchos más recursos, reducirles los costos a los estudiantes que son
beneficiarios de los créditos, darles también la posibilidad de tener una plata para que se mantenga y
pueda vivir mientras estudia, y que solamente tenga que pagar ese crédito cuando tenga un trabajo
estable y digno, ese es un paso muy importante.

Entonces ahí estamos haciendo un gran esfuerzo.

Estamos haciendo un gran esfuerzo en materia de salud. Ustedes contribuyeron enormemente a esa
primara reforma, a ese primer paso. Eso no va a solucionar todos los problemas, pero era un paso
importantísimo para hacer viable el sistema

¿Qué país puede decir que va a tener un sistema de salud en donde todo el mundo tiene acceso a ese
sistema en igualdad de condiciones, los que contribuyen y los que se benefician los del régimen
subsidiado?

Ese es un paso que no muchos países han dado en el mundo, con un esfuerzo enorme, se está
invirtiendo una plata enorme.

Que hay que hacer mucho más, que hay que tener el sistema mucho más eficiente. Es posible. Pero
esa ley creo que fue un aporte muy importante a una situación de crisis que estaba viviendo el sistema
de salud.

En la parte del desempleo: la Ley del Primer Empleo, las locomotoras que estamos poniendo en
marcha, las cinco locomotoras que están marchando. Se nos descarrilaron algunas –temporalmente-
por el invierno, pero al mismo tiempo nos ha obligado a que esa dificultad la convirtamos en una
oportunidad, y ahí el aporte del Partido Conservador también ha así bien constructivo y bien importante.

Estamos en este momento discutiendo los decretos de emergencia.

El gran fondo que se  creó, el Fondo de Calamidades que se fortaleció y el Fondo de Reconstrucción
que se creó.

Se puso una persona del sector privado, conocida por muchos de ustedes, el doctor Jorge Londoño,
(ex) Presidente del Banco de Colombia. El sector privado va a tener, en cierta forma, la voz cantante en
muchas de las decisiones que se van a tomar en ese Fondo de Reconstrucción, siempre tratando de
darle a la opinión pública y al país total tranquilidad de la forma como esos recursos se están invirtiendo.

Eso nos va a permitir yo creo que esa oportunidad de tener esa legislación especial, y poder invertir
esos recursos. Lo que aspiramos es poder decir: esto lo aprovechamos y quedamos mejor de lo que
estábamos antes, y yo creo que eso se va a lograr. Tenemos planes sobre cada uno de esos programas
concretos, y ahí pues el apoyo de ustedes también ha asido fundamental.

La parte social creo que también hay un avance importante. Están esas dos leyes que han generado
una gran expectativa: la Ley de Tierras y la Ley de Víctimas.

La Ley de Tierras y la Ley de Víctimas tienen en el fondo un propósito único, y es el de iniciar con
acciones un verdadero proceso de paz, no impuesto, sino que nosotros mismos estamos, como
sociedad, cicatrizando ciertas heridas para evitar, por ejemplo, que fenómenos como el que ha vivido
Argentina durante tanto tiempo: las madres de la Plaza de Mayo, se nos convierten aquí en fenómenos
eternos. Por eso tenemos nosotros que tomar la iniciativa y ver cómo cicatrizamos tanto tiempo, tantas
décadas de heridas abiertas.

Esto es un proceso donde creo, y aspiro, salgamos todos con una actitud mucho más positiva hacia el
futuro.

Y yo digo que en lugar de dedicarnos, como nos dedicamos en Colombia –y yo diría que es un mal
latinoamericano- 80 por ciento para hablar del pasado, de quién me hizo tan cosa y cómo me saco el
clavo aquí, y solamente hablar el 20 por ciento del futuro, invirtamos esa proporción como lo han hecho
los asiáticos, y podamos hablar 80 por ciento del futuro y solamente 20 por ciento del pasado.

Pero para eso necesitamos cicatrizar las heridas, porque si las heridas siguen abiertas y siguen las
fuentes del conflicto y el origen y la sed de venganza, entonces la sociedad nunca va a tener esa
disposición a hablar del futuro.

Yo creo que este par de leyes nos van a permitir eso. Ahí el aporte del Partido Conservador también ha
sido fundamental.

Dos leyes que creo que además se nos van a facilitar, por las circunstancias. La mayoría de los
campesinos que fueron desplazados van a regresar a áreas que hoy en día son baldíos o son terrenos
que estaban incautados al narcotráfico.

Lo que quiero hacer claro y explícito una vez más: nadie, ningún agricultor que haya adquirido su tierra
normalmente, por las vías legales, tiene porqué tener la más minima duda sobre la propiedad de su
tierra y sobre lo que el Estado va a hacer frente a esa situación.

Nadie puede sentirse, en cierta forma, amenazado, si son personas que han adquirido de buena fe su
tierra o que llevan explotando su tierra. En eso que no quepa la más mínima duda, porque hay gente
que ha dicho: ‘Mire, es que aquí hay una gran incertidumbre ¿Qué va a pasar con la gente que tiene su
tierra y que la está explotando honestamente?’.

Nadie tiene por qué temer en ese frente.

Por último, la parte de las relaciones internacionales.

A algunos no les ha gustado que nosotros hayamos normalizado las relaciones con el Presidente (de
Venezuela, Hugo) Chávez y con el Presidente (de Ecuador, Rafael) Correa.

Yo les diría lo siguiente: no hay nada más fácil que mantener una enemistad, no hay nada más fácil que
alimentar la discordia.

Inclusive, se los confieso: yo como periodista me volvía más popular cada vez que criticaba en forma
vehemente y acérrima al Presidente Chávez, y lo criticaba por convicción, no era simplemente por
criticarlo sino con convicción.

Pero llega un momento donde también las circunstancias cambian. Ya no soy periodista, ya no era
Ministro de Defensa, sino Presidente de la República, en una situación que era inaguantable, en el
sentido literal de la palabra.

¿Qué teníamos con Venezuela?

Teníamos unas relaciones diplomáticas rotas, o sea inexistentes; no había ningún diálogo; no nos
pagaban un centavo de lo que nos debían de las exportaciones; no colaboraban en nada en la frontera;
en materia de seguridad azuzaban a nuestros enemigos; y ya se estaba hablando de guerra y se
estaban armando hasta los dientes.

¿Podía encontrarse una peor situación que esa?

Entonces todo lo que se ha hecho para normalizar la situación ha sido ganancia, ganancia para los dos
países, pero ganancia para Colombia.

Y se ha hecho a conciencia, sobre la base de respetarnos nuestras diferencias.


Y ese es el fondo de este asunto.

En cualquier relación, con la señora de uno, con el vecino, con el socio, si uno se respeta las diferencias
se puede tener unas relaciones muy cordiales. Si no se respetan las diferencias ahí no hay posibilidad.

Entonces así como les decía yo que no presionen para los diálogos de paz, lo mismo les dije a muchos
países y a muchas personas que decían: ‘Yo quiero mediar con Venezuela’.

Dije: ‘No, déjeme y yo agarro ese toro por los cachos’.

Y lo agarramos con toda la franqueza, y el inicio de la conversación fue con toda la franqueza. Dos
personas que –ustedes lo saben mejor que yo- no nos queríamos para nada, no teníamos nada en
común.

Y seguimos pensando muy diferente. No es que yo me haya convertido al chavismo, ni Chávez se haya
convertido en un demócrata, no.

Pero sentémonos y por el bien de nuestros pueblos, porque está sufriendo el pueblo venezolano y está
sufriendo el pueblo colombiano, tratemos de tener unas relaciones cordiales, colaboremos. Tenemos mil
200 y pico de kilómetros de fronteras vivas, que nos obligan a tener un diálogo, a tener una relación.

Y esa circunstancia se dio, y hasta ahora, yo tengo que reconocer, que ha funcionado

Anoche llegaron la Canciller, el Ministro de Defensa, el Ministro de Comercio, de una revisión en qué
íbamos, porque había algunos exportadores que decían: ‘Es que no me han pagado’.

Pues resulta que el balance es muy positivo. Han pagado casi en su totalidad o han reconocido el pago.
Han desembolsado cerca de 400 millones de dólares  y han reconocido otros 200 y pico. Hay 50
(millones de dólares) que aparentemente son exportaciones ficticias, y cerca de 100 de gente que
simplemente no reclama, que también debe haber algo ilegal. Pero de resto está todo reconocido, firma
por firma.

Pero no solo eso, sino que ya hay unos parámetros para ver cómo reiniciamos el comercio en forma
importante, y por supuesto –y ya se le ha dicho al Gobierno venezolano- aquí hay que tener unas
garantías para que esto no se vuelva a repetir. Ellos lo han entendido.

Se va a hacer una rueda de negocios, creo que el 2 de marzo, sobre productos específicos que ellos
necesitan, que nosotros podemos exportarles.

Pero no solamente en la parte comercial. En la parte de seguridad –aquí está el Ministro de Defensa- lo
que se ha avanzado ahí ha sido muy importante frente a lo que teníamos hace seis meses, que era
cero. Todo lo contrario, era menos diez.

Entonces todo eso ha sido ganancia para Colombia, para los colombianos.

Y queremos mantener unas buenas relaciones, a sabiendas –como les decía- que hay unas diferencias
profundas, pero diferencias que nos vamos a respetar.

Con Ecuador la situación está normalizada, tenemos un embajador de altos kilates allá, el doctor
Fernando Arboleda Ripoll. Tenemos un gran embajador ecuatoriano aquí, un ex Ministro de Educación,
y eso está, afortunadamente, normalizado.

¿Pero eso qué nos ha permitido?

Nos ha permitido tener una región en donde estamos hablando con mucho más peso específico a nivel
mundial, donde ya en Europa dicen: ‘Mire, Colombia está jugando un papel importante en la región,
invitémoslo a que juegue este papel, a que juegue este otro papel’.

Y estamos es irrumpiendo en el escenario internacional con una agenda diferente a esa agenda que nos
imponían las circunstancias, que era la agenda exclusiva de narcotráfico y terrorismo, porque era
siempre a donde iba cualquier Presidente, cualquier Ministro de Comercio, cualquier Ministro de
Relaciones, la agenda era narcotráfico y terrorismo.
Pues tenemos que sacudirnos de eso y hacernos valer ante el mundo como lo que somos: un país lleno
de riqueza, lleno de fortaleza, con una gente maravillosa y con unas grandes oportunidades.

Y me dio una gran satisfacción –se lo comentaba a una gente ahora en Davos- yo llevo yendo a ese
Foro Económico Mundial de Davos desde que era Ministro de Comercio hace 20 años. Tanto tiempo
duró Colombia siempre con la agenda de que el país problema, el país que quiere ir a mostrar su caso
de la lucha contra el narcotráfico, de la lucha contra el terrorismo, y en cierta forma era un poco triste.

En Davos la gente se inscribe en las reuniones, van todos los presidentes de las grandes compañías y
escogen, escogen a dónde quieren ir a oír, qué les interesa y qué no le interesa, y tantas veces que
íbamos y hacíamos era bulto: ‘Amigos, vengan, vengan y hagan bulto para que este ministro o este
presidente pues tenga en cuenta, que no esté solo el salón, que no esté vacío’.

Pues el Profesor Schawb, que estuvo aquí hace unos meses, al final del Gobierno del Presidente Uribe,
dijo que nunca había visto un milagro tan claro como el colombiano, de cambio positivo, pero ahora en
Davos me decía: Mire lo increíble, entonces él tenía una estadística de los salones que se quedaban
cortos, porque la gente no cabía y la cantidad de gente que quedaba por fuera, que hubiera querido
asistir a la reunión, y me decía: ‘Mire la popularidad de su país. Todo lo que tiene que ver con Colombia
estuvo más que lleno. Mucha gente se quedó por fuera’.

Eso es un cambio de 180 grados, y un cambio que tenemos nosotros que aprovechar, un cambio –y con
eso voy a terminar, y ahí es donde les digo a los queridos amigos conservadores que tenemos una
oportunidad única en nuestra historia- el país está viviendo por un momento muy especial, tenemos una
gran gobernabilidad. Yo me siento muy honrado, muy honrado y muy orgulloso de que parte de esta
Unidad Nacional, unos socios principalísimos sea el Partido Conservador.

Esta gobernabilidad nos va a permitir tomar una serie de decisiones y poner en marcha una serie de
políticas que realmente pueden permitir a Colombia despegar finalmente, después de tanto tiempo de
sufrimiento, de tanto tiempo de zozobra, de tanto tiempo de dificultades.

Así como América Latina tiene hoy lo que el mundo está pidiendo. Tenemos biodiversidad, tenemos
energía, tenemos agua, tenemos capacidad de producir alimentos en el mundo que está entrando en
una crisis de alimentos. Todo eso lo tiene América Latina, pero dentro de América Latina, Colombia se
está perfilando como un país estrella.

Qué orgullo ver al presidente de uno de los bancos más grandes del mundo, del Hong Kong Shangai
Banking Corporation, haciendo una presentación sobre las proyecciones de la economía mundial del
2010 al 2050. El país que él señalaba como el país con más futuro de América Latina era Colombia.

Y que Colombia era el país que iba a estar por encima de países –además está escrito- de Suiza, de
Noruega, de Suecia, Colombia teniendo ese futuro.

Yo le pregunté: ¿Por qué cree usted tanto en Colombia?

Y me dio una lección de entusiasmo, y lo voy a traer para que nos dé a todos los colombianos esa
lección de entusiasmo y de optimismo.

Me decía: ‘Mire, su país tiene todo, situación geográfica’. Me decía: ‘Usted no se imagina lo importante
el solo hecho de que ustedes tengan dos mares. Eso que ustedes han venido diciendo durante tanto
tiempo, que han querido vender, pero que la historia, las cosas se suceden cuando las circunstancias se
presentan, pero usted tiene una población joven, usted tiene una mano de obra que ya es reconocida a
nivel mundial como una mano de obra que tiene la capacidad de adaptarse y aprender muy especial;
tienen un nivel gerencial  como pocos países de América Latina; mire esa riqueza energética que tienen
ustedes; miren esos bosques que tienen ustedes; miren esa tierra que tienen ustedes; el agua, ustedes
son de los países más ricos en agua y las próximas guerras mundiales se van a librar por falta de agua;
ustedes tienen todo’.

Yo decía: tiene razón.

Pero mire la responsabilidad que tenemos, doctor José Darío (Salazar), de ir sembrando eso para que
dentro de 50 años estemos mejor que Suiza.
Muchas gracias”.

alabras del Presidente Juan Manuel Santos en la inauguración del Foro


de los 100 años de la Fundación Social

Bogotá, 18 feb (SIG). “Lo primero que quisiera decir antes de entrar a hablar sobre este importante
evento es que celebro que se haya levantado este absurdo paro camionero, este bloqueo que tanto
daño causó. Lo celebro y quiero resaltar algunos aspectos de lo que vivimos en los últimos días y lo que
anoche sucedió.

Primero que todo, el Gobierno desde el principio, desde el 7 de agosto, ha venido reiterando que
nosotros estaremos siempre, siempre, abiertos al diálogo. Somos unos convencidos de que a través del
diálogo se logran soluciones mucho más fructíferas, más constructivas para el progreso del país. A
través del diálogo se pueden encontrar términos medios donde, en la medida de lo posible, todo el
mundo quede contento.

El diálogo siempre es un buen consejero, así como la verdad. Siempre al final está uno mejor
acompañado de la verdad o está mejor acompañado del diálogo. Por eso, este Gobierno es amigo del
diálogo.

Pero al mismo tiempo, nosotros tenemos un mandato, una obligación.

La primera obligación es con el interés general, con todos los colombianos, de preservar unas reglas de
juego, unas leyes, una Constitución; de imponer el sentido de la autoridad del Estado, y ese principio
fundamental no es negociable ni será nunca negociable.

Por eso, ayer en la mañana, desde Villa de Leyva, cuando estaba yo reunido con el Partido
Conservador, me expresé por primera vez frente a esta situación. Dije que hasta las 12:00 de la noche,
de anoche, teníamos plazo para continuar el diálogo, que el Gobierno seguía abierto a este diálogo,
como siempre lo ha estado durante estos 15 días de paro y anteriormente, pero que no íbamos a
permitir que  esto se prolongara por más tiempo.

Ese principio –quiero que quede claro- es un principio no negociable, que será aplicado en todas las
circunstancias, cuando el Gobierno se vea enfrentado en situaciones similares.

La autoridad del Estado no es negociable, el Estado de Derecho no es negociable y las vías de hecho
no son aceptables, como principio fundamental.

En segundo lugar dijimos que hay un principio, que es un mandato del pueblo colombiano, que tampoco
era negociable, y es la modernización del país, el progreso del país.

En ese sentido, la decisión de migrar hacia un sistema de libertad vigilada, eliminar la llamada tabla de
fletes, era una decisión que no era negociable. Eso es una decisión que se tomó, inclusive hace unos
años, a través de un documento Conpes, y que por eso esa decisión se tenía que mantener y se
mantuvo.

Lo que sí dijimos –y en eso quiero también ser claro- es que el cómo se va a hacer la transición, cómo
se va a migrar, estábamos dispuestos a hacerlo dialogando, concertando, y viendo la mejor forma de
beneficiar a los transportadores, a los camioneros, ver cómo podemos ayudarles a que queden mejor de
lo que estaban antes, en este proceso de modernización de nuestra economía.

Eso también quedó claramente establecido.

La tabla de fletes desaparece, migramos hacia una situación de libertad vigilada y vamos a sentarnos a
ver cómo esa transición, esa migración, se hace de la mejor forma posible, y repito, beneficiando a los
transportadores, a los dueños de los camiones, para que estén cada vez en mejores condiciones para
dar un servicio eficiente y efectivo.

De manera que yo celebro que finalmente esta situación, inconveniente desde todo punto de vista, se
haya solucionado, y quiero que quede claro cuáles son los principios rectores que este Gobierno
defiende y defenderá siempre en situaciones parecidas.

Ahora bien.

No se cumplen 100 años todos los días.

Hace menos de una semana nos reunimos para celebrar el primer centenario del diario El Tiempo, un
periódico no sólo cercano a mi sangre y a mi historia personal, sino que ha marcado el devenir de
Colombia en el último siglo.

Y ahora celebramos el centenario de la Fundación Social.

Algo bueno debía pasar en el país a comienzos de 1911, para que proyectos tan importantes –como el
periódico de mayor circulación, más importantes, más influyente del país y uno de los grupos financieros
y sociales de mayor envergadura- tuvieran su nacimiento.

Tal vez –me atrevo a conjeturar- era el espíritu republicano que convocaba a una nueva era de unidad y
tolerancia, un espíritu como el que ahora mismo estamos viviendo.

Por eso me alegra tanto poder celebrar hoy los 100 años del Grupo Fundación Social, 100 años al
servicio de Colombia y al servicio de los más necesitados del país.

Como corresponde a su espíritu y a su talante, el Grupo ha querido conmemorar este importante


aniversario no con una fiesta, sino con un foro para pensar y hacer propuestas sobre aquello en lo que
ha trabajado siempre: la prosperidad social.

Esta jornada para pensar y debatir entre todos cómo alcanzar la prosperidad tiene para mí un gran
significado. 

Especialmente porque no se trata de una discusión sobre cualquier aspecto de la prosperidad, sino de la
PROSPERIDAD SOCIAL, un debate imprescindible que tenemos que dar en nuestro país.

Me honra muchísimo, además, que esta jornada lleve el nombre de nuestro Plan de Desarrollo, porque
esto significa que la Prosperidad para Todos no es sólo un ideal que el Gobierno se ha propuesto
alcanzar en estos cuatro años, sino que es un concepto sobre el que se está pensando y reflexionando
desde importantes sectores, como la Fundación que nos reúne hoy aquí y la empresa privada. 

La Prosperidad para Todos es una “prosperidad CON todos”, que construimos unidos como nación y
como sociedad.

Quiero agradecer de todo corazón a la Fundación Social por esta magnífica iniciativa y, por supuesto,
felicitarlos por su primer centenario.

Este ejercicio de diálogo entre los sectores público y privado es en extremo valioso, porque son pocos
los espacios como éste que se abren para pensar en las estrategias para salir de la pobreza y para
analizar el rol que tiene cada sector en este gran propósito.

Y debo decir que el planteamiento que han hecho hoy me parece excelente: analizar el impacto que
puede tener la competitividad en la prosperidad colectiva, porque son dos conceptos que están
íntimamente ligados. 

El uno y el otro se necesitan, se retroalimentan, pero cómo hacerlos funcionar sincronizadamente, cómo
impacta el uno del otro es una discusión de gran fondo, porque no es posible hablar de prosperidad sin
pensar en competitividad.

Como ha explicado el profesor Michael Porter, el pensador más influyente del mundo en este tema –
cuya presencia hoy nos honra-, la competitividad se define por la productividad con la que un país utiliza
sus recursos humanos, económicos y naturales.

Y ahí surge, inmediatamente, cuando uno ve esa definición, la enorme oportunidad que tiene Colombia,
por la calidad de sus recursos humanos, porque lo mejor que tenemos nosotros es nuestra gente, pero
también por la riqueza que tenemos en los recursos naturales.
Y ahí vemos qué enorme oportunidad tenemos todos para hacer más competitivo, y por consiguiente,
más prospero a nuestro país.

Y eso es precisamente lo que queremos lograr en Colombia: ser competitivos en todos los frentes, no
sólo en lo que tiene que ver con la estabilidad económica –que es una condición necesaria para el
crecimiento- sino también en algo que muchas veces hemos subestimado: el desarrollo humano, el
desarrollo de la gente.

Si queremos ser competitivos, en términos de recurso humano, debemos buscar con obstinación que el
crecimiento económico beneficie a todos los colombianos, y en particular a los que más lo necesitan, a
los más pobres.

Sólo disminuyendo la desigualdad, sólo disminuyendo los desequilibrios, vamos a poder acortar esa
gran brecha social que tenemos, y solamente así podremos lograr que el desarrollo sea incluyente.

Está comprobado en todos los estudios, en todas las experiencias, que las desigualdades extremas
conspiran contra el crecimiento y conspiran contra el desarrollo.

Por eso es tan importante atacar ese fenómeno que en el caso nuestro nos ha afectado y nos está
afectando en forma grave, porque infortunadamente somos un país muy desigual. Estamos entre los
campeones de la desigualdad en muchos frentes.

Como dijo el Presidente Kennedy, en una frase que cito con frecuencia: ‘Nadie puede ser
verdaderamente rico si sus vecinos son pobres’.

Nos hemos propuesto como un desafío, que Colombia salga de ese ranking en el que aparecemos
como el cuarto país con más desigualdad del mundo.

Por eso, la reducción de la desigualdad y la pobreza, como lo anuncié desde el día de mi posesión, ha
sido, es y seguirá siendo una obsesión de mi gobierno.

Por eso hemos desarrollado una estrategia especial para combatir la situación de pobreza extrema en la
que viven más del 16% de los colombianos, según los últimos indicadores que tenemos, del año 2009.

En el Plan de Desarrollo le hemos puesto cifras a este desafío y hablamos de una meta concreta de
reducir en más de 2 millones 800 mil el número de pobres extremos, bajando el índice de pobreza
extrema a un dígito para el año 2014.

Con la Consejería de Prosperidad Social de la Presidencia –bajo la hábil conducción de Samuel Azout-
y otras entidades del Gobierno, hemos venido trabajando en una hoja de ruta para lograr este objetivo,
que es el Plan Nacional de la Prosperidad Social, que vamos a lanzar dentro de un mes, el próximo 14
de marzo, en Quibdó, un sitio simbólico donde queremos realmente demostrar que lo que vamos a
hacer tiene un significado profundo en el desequilibrio que hoy existe no solamente entre los
colombianos sino también entre las regiones.

Este plan –que incluye a los entes territoriales, a las fundaciones, a la empresa privada- tiene como
objetivo fundamental, precisamente, combatir la pobreza extrema, acercándonos a un crecimiento
mucho más justo, mucho más igualitario, que es, en suma, lo que significa esa frase que forma nuestro
Plan de Desarrollo y que informa este congreso: prosperidad para todos.

Quiero aprovechar la presencia de la empresa privada para referirme al gran papel que juega en este
propósito.

Ustedes tienen un compromiso fundamental, muy importante, para ayudarnos a superar ese desafío de
la pobreza, porque las empresas más allá de los fines lucrativos, tienen una responsabilidad en la
creación de una sociedad más justa, más igualitaria, más solidaria.

Y en este punto quiero referirme a un concepto del profesor Porter que me parece importantísimo.

Se trata de algo que él llama Creating Share Value –crear valor compartido- que significa que las
empresas deben crear valor económico, y al mismo tiempo crear valor para que la sociedad pueda
hacer frente a sus necesidades y desafíos.
Este es un nuevo concepto que va más allá de la tradicional responsabilidad social empresarial que
todos hemos conocido y todos hemos discutido.
 
La idea de crear valor compartido es conectar el éxito de la empresa con el progreso social.

Recordando a San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús –tan cercana a los orígenes
y al desarrollo de la Fundación Social- también podríamos citarlo diciendo:

‘¿De qué me sirve ganar el mundo, si al final pierdo mi alma?’.

O, en otras palabras: ¿De qué sirve a una empresa cubrirse de utilidades si la sociedad en la que opera
está llena de carencias y desigualdades?

No se trata de filantropía sino de una nueva manera de lograr el éxito económico, buscando la equidad
social.  

Bajo este nuevo presupuesto, las empresas más competitivas serán aquellas que reconozcan que son
las necesidades sociales las que, a la larga, en últimas, definirán los mercados.

Es una idea bastante audaz, bastante revolucionaria, pero tiene todo el sentido del mundo. Si todos nos
sentamos en nuestro mundo individual a pensar ese concepto, como empresarios –yo he sido
empresario- fíjense el estímulo que eso inmediatamente genera para el éxito de una empresa, para el
éxito de cada empresario, para el éxito del sector en general.

Esas son las empresas, las que piensan así, que la gente va a preferir: las que agreguen valor a la
sociedad.

Incluso, es algo que ya está pasando, uno lo ve en todas partes; ese concepto en cierta forma ya está
trascendiendo, y sobre todo entre la gente más joven. Tienen la oportunidad de comprar algo y
relacionan la empresa con algo social, con algún aporte que esa empresa está dando. Inmediatamente
prefieren ese producto al de la empresa que no lo hace.

Lo está uno viendo en todas partes y en muchos mercados, y creciendo en qué forma, porque es algo
que está influyendo cada vez más en los mercados.

Yo lo veo en mis hijos. Ellos ya tienen identificadas las empresas que aplican en cierta forma esos
conceptos.

Me acuerdo uno de mis hijos diciendo –una vez que estábamos por fuera comprando café- que nos
fuéramos a Starbucks porque tiene un programa de comprar café en aquellas zonas del mundo donde
se está combatiendo con más efectividad la pobreza. Y nos fuimos a tomar café a Starbucks y no a otro
sitio.

Es claro, entonces, que la competitividad está directamente relacionada con perseguir la equidad social. 

Y eso, es precisamente, lo que ha hecho desde 1911 la Fundación Social, cuando surgió de la iniciativa
del padre Jose María Campoamor.

Recién llegado de Galicia, este sacerdote jesuita no tardó en identificar las grandes carencias sociales
de nuestro país.

Su alma servicial y su espíritu visionario lo llevaron a establecer varias iniciativas para ayudar a los más
pobres a mejorar su situación.

Fue entonces cuando fundó el Círculo de Obreros de San Francisco Javier, el primer sistema de ahorro
financiero en el país, enfocado a cultivar la cultura del ahorro entre las clases populares, a las que se
reconocía un pequeño interés por sus depósitos.

Con el paso del tiempo, lo que empezó siendo un fondo de ahorro y una serie de programas para dar
vivienda a los más necesitados, se convirtió en lo que es hoy, cien años después, un siglo después:

Una organización social que ha orientado su actividad empresarial a apalancar procesos de desarrollo e
inclusión de los sectores populares de este país.

¡Quién iba a imaginar que ese humilde Círculo de Obreros que fundara el padre Campoamor se iba a
transformar en el importante grupo financiero y empresarial que hoy estamos reconociendo!

Éste es de los pocos casos en los que una fundación ha creado empresas: el Banco Caja Social, el
Banco Colmena, Colmena Vida y Riesgos Profesionales; Colmena Fiduciaria; Colmena Capitalizadora, y
la Promotora de Inversiones y Cobranzas, son apenas algunas de esas empresas.  
 
A través de estas organizaciones, la Fundación genera más de 7.400 empleos directos. 

Quiero agradecer al doctor Álvaro Dávila, Presidente de la Fundación, por entender y liderar desde el
Grupo Social el concepto de crear valor compartido, porque se anticiparon al profesor Porter, y por
promover con tanta convicción ese concepto con el cual nosotros en el Gobierno estamos tan
comprometidos, la prosperidad social.

Con Gustavo Mutis ese concepto de prosperidad social lo hemos utilizado aquí y allá hace muchos
años.

La mejor manera de hacerlo es como lo han hecho ustedes: buscando la autonomía de las comunidades
pobres a través de proyectos sociales; promoviendo no el asistencialismo sino el empoderamiento de la
población de bajos recursos, para que ellos mismos construyan un futuro mejor con sus propias manos.

Con aportes como los que realiza todos los días el Grupo Fundación Social, y otras entidades del sector
privado en el país, estoy seguro de que estamos dando los pasos necesarios para hacer realidad la
visión que se planteó en el Conpes donde se aprobó la Política Nacional de Competitividad, y que dice:

‘En el año 2032 Colombia será uno de los tres países más competitivos de América Latina, y tendrá un
elevado nivel de ingreso por persona, equivalente al de un país de ingresos medios altos’.

Y no sólo eso, sino que yo estoy ahora recordando con frecuencia otra cita, otro estudio que me lo
acaban de reiterar en Davos, que hizo el Banco HSBC, donde hace una proyección del país al año 2050
y nos pone como el país que va a tener más éxito de toda América Latina, que va a ascender en la
escala de los países prósperos más que cualquier otro país de América Latina y vamos a estar entre los
30 primero países del mundo, por encima de países como Suiza, como Noruega, como Suecia.

Claro eso nos impone unos inmensos retos, pero eso se puede lograr si atacamos los problemas
estructurales, como son los que ustedes vienen atacando desde hace ya mucho tiempo.

De discusiones como las que se darán hoy aquí, depende que podamos lograr esos objetivos, depende
que podamos convertir a Colombia en un país más competitivo y alcanzar eso que ya sentimos como un
objetivo común, sobre todo un objetivo posible: que les podamos traer prosperidad a todos.

Felicitaciones a todos los miembros de la Fundación Social por este siglo de labores construyendo una
sociedad justa, una sociedad solidaria, una sociedad más productiva, y yo espero que en unos años
podamos decir, y una sociedad en paz.

Gracias, nuevamente, por abrir este espacio, por dedicarse a pensar, por dedicarse a ejecutar estos
temas importantes, tan fundamentales para el progreso de nuestro país.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la inauguración del


campus de la Universidad Militar Nueva Granada

Cajicá, Cundinamarca, 18 feb (SIG). “Qué bueno hacer parte de la inauguración de este campus, que
representa la esperanza de un mejor mañana y el esfuerzo de una Universidad que se preocupa mucho
por ofrecer cada vez un mejor y buena educación.

Estamos aquí en la inauguración de un campus que representa un paso muy importante en el desarrollo
de un proyecto que, como aquí se dijo, fue concebido y puesto en marcha bajo la Presidencia de Julio
César Turbay Ayala y cuando era Ministro de Defensa, el general (Luis Carlos) Camacho Leyva.

Ellos entendieron la importancia que para el sector Defensa, para nuestras Fuerzas Armadas, para
nuestras Fuerzas Militares y Policía tenía la educación, y lo importante que era promover dentro del
sector Defensa un centro de educación superior, una universidad: la Universidad Militar Nueva Granada.

Eso fue ya hace muchos años y este proyecto ha venido avanzando y hoy culmina una etapa
importante, que es haber tenido la plena visión de construir un campus adonde se va a trasladar la
Universidad en su totalidad. Un campus en un sitio, la verdad, muy bello.

Tecnología cada vez más rápida

Cuando veía este escenario, le da a uno cierta nostalgia, siento ganas de volver a la universidad, como
debe ser costumbre de toda persona que tiene esa filosofía de que la educación comienza en la cuna y
termina en la tumba.

Ese permanente mejoramiento personal debe ser algo que todos los colombianos, todos los miembros
de nuestra sociedad, deberían tener internalizado. Que la educación es eso, es un proceso de
mejoramiento continuo.

Inclusive dicen que uno debe regresar a la universidad cada siete años; cada siete años el cuerpo
cambia. Por eso el año sabático en las universidades son cada siete años, para que la gente vuelva a
refrescarse, vuelva a sintonizarse con las nuevas ideas, con las nuevas corrientes, con las nuevas
circunstancias.

Y sobre todo ahora en un mundo donde la tecnología está cambiando cada vez más la vida cotidiana de
los seres humanos, la vida cotidiana nuestra. Por eso tenemos que estar siempre en permanente
sintonía con el proceso educativo.

Hace unos años estuve en un centro académico muy importante de los Estados Unidos, la Universidad
de MIT (Massachusetts Institute of Technology) y allá hay un centro de investigación, tal vez uno de los
más importantes del mundo. Y me decían algo que me dejó muy impresionado y es que dentro de diez
años nosotros los aquí presentes vamos a estar utilizando una tecnología cuyo 90 por ciento todavía no
se ha inventado.

Y oí esa palabra y esta aseveración, esa afirmación, me tomó un tiempo en asimilarla. Pregunté cómo
así. Y me dijeron sí, el avance tecnológico es tan rápido y como es un proceso acumulativo, eso tiene un
multiplicador muy alto. Es casi que geométrico.

Y me dijo piense usted en un celular. ¿Hace cuánto se inventó el celular? Yo dudé y le dije, no pues
hace 30 años. En ese momento hacía catorce.

¿Quién puede imaginarse hoy el mundo sin celular? Y me decía: mire los inventos que ya están en
camino y me mostró un inventario de elementos que, no quiero referirme a ellos, pero que van a cambiar
la vida de nosotros muy rápidamente cuando eso salga al uso normal de la sociedad.

Con otro agravante o con otro factor adicional y es que la gran revolución que el mundo va a vivir en los
próximos años no es la revolución de la tecnología informática, como ha sucedido hasta el momento,
que ha cambiado el mundo.

Fíjense ustedes cómo duró 100 años la revolución industrial. Las empresas a nivel mundial, su valor, su
poder, estaban concentrados en el sector industrial por la revolución industrial. Duró 100 años la
revolución industrial.

Luego vino la revolución informática. Veinte años llevamos más o menos de revolución informática.

Y cambiaron las circunstancias de poder en el mundo. Ya no el personaje más rico era un dueño de la
General Motors; ya se volvió el señor Gates (Bill Gates) o el señor Slim, que tiene control sobre la
industria informática.

Educación y biotecnología

Algo parecido ya lo estamos nosotros viviendo y es la revolución y es la revolución de la biotecnología,


que va a cambiar la vida nuestra con más intensidad y con más profundidad de lo que lo ha cambiado la
revolución informática.

Y uno se pone a analizar las bolsas del mundo, esta crisis del año 2008. Cuáles cuales fueron las
empresas que no perdieron valor, cuáles son las empresas que más valor están adquiriendo en las
bolsas de Nueva York, de Frankfurt, de Tokio; las empresas que tienen que ver con la biotecnología, la
gran revolución que viene ahora en la biotecnología.

Y por eso, si una sociedad mantiene esa sintonía, esos vasos comunicantes con la educación en forma
permanente y le da una gran importancia a la educación, esa sociedad va a estar siempre a la
vanguardia; esa sociedad va a estar siempre en una posición de liderazgo.

Hace unos días, hace unas semanas me reuní con el Director General de la OCDE (Ángel Gurría) en
Paris y me mostraba los resultados que esa organización está haciendo a nivel mundial, midiendo la
calidad en la educación.

División donde se incluye a Colombia que son unos exámenes Pisa (Programa Internacional para la
Evaluación de Estudiantes, por su sigla en inglés), que ustedes han oído hablar de ellos.

Y me mostraba por primera vez algo muy significativo. Incluyeron por primera vez a la China en esos
exámenes, la calidad de la educación en China. Y resulta que la China salió por encima de cualquier
otro país en materia de calidad de educación; que los muchachos chinos en el colegio en materia de
ciencias, en materia de lenguas, en las diferentes disciplinas que se miden, están por encima del resto
del mundo.

Y por encima, no marginalmente. Con una brecha bastante amplia.

Y eso es lo que explica el fenómeno que estamos viviendo a nivel mundial. Cómo China se está
convirtiendo —ya se convirtió— en el segundo país más importante del mundo. Desplazó a Japón como
poder económico. Y cómo está perfilado el mundo con semejante agresividad y semejante ímpetu.

Pero porque ellos le han también dedicado mucho tiempo y le han dado gran importancia al tema de la
educación.

En el Asia cuando uno pregunta ¿por qué esos tigres asiáticos? ¿Qué es lo que tiene el Asia que se
diferencia del resto del mundo? Que le ha hecho que el Asia sea el nuevo motor del crecimiento a nivel
mundial.

La respuesta es le han invertido mucho tiempo al tema de la educación.

Por eso es que es importante en Colombia, que nosotros seamos conscientes de lo que el Presidente
Turbay en su momento, el general Camacho Leyva, quisieron con el sector Defensa: darle una gran
importancia al tema de la educación.

Cuando el general (Eduardo) Herrera (Rector de la Universidad Militar) decía que nosotros estamos
empeñados en una cruzada por la calidad de la educación, tiene toda la razón, porque si no tenemos
una educación de buena calidad, todo este esfuerzo que hemos hecho para ampliar la cobertura, allí el
Presidente Uribe en los ocho años que estuvo en el Gobierno logró algo realmente revolucionario y fue
que relativamente en poco tiempo amplió la cobertura de la educación básica casi, o no casi, al cien por
ciento. Hoy tenemos una cobertura universal en educación básica.

Eso pocos países en tampoco tiempo han logrado semejante objetivo.

Calidad y cobertura de la educación

Pero eso significa poco si no le agregamos el elemento de calidad.

Y ahí tenemos unos desafíos enormes: calidad y en cobertura de la educación media y en cobertura de
algo que esta Universidad, la Universidad Militar, debe también suplir: cobertura de la educación
superior.

Nosotros tenemos un porcentaje de cobertura cercano al 36, 37 por ciento, demasiado bajo.
Eso hace que en lugar de avanzar, vayamos quedando rezagados en esa carrera por el desarrollo. Por
eso es tan importante aumentar la oferta y aumentar la calidad de la educación superior.

Por eso el reto que tiene esta Universidad, general, es muy grande. Por supuesto que estas
instalaciones son muy importantes pero son estructuras.

Importante es lo que se desarrolle al interior de estas aulas, la calidad de la educación que salga de esta
Universidad. Y ahí hay también oportunidad muy especial por la estructura sui géneris que tiene esta
Universidad. Viene del sector Defensa, tiene un componente muy sui géneris que le va a permitir dar
ese salto competitivo en su educación y prestarle al país un gran servicio.

Cuando el Presidente Uribe me nombró Ministro de Defensa, de los primeros actos, las primeras
decisiones que hicimos, fue reintegrar al servicio activo a un ex compañero mío en la Armada, al
almirante Román (Fernando Román Campos).

Y lo reintegramos con una finalidad concreta. Yo me acordaba que desde que era cadete, él era
obsesionado por la excelencia académica; por darle a la Escuela una inyección de excelencia
académica. Luego yo le seguí su carrera, llegó a ser Director de la Escuela Naval Almirante Padilla y ahí
tuvimos muchas charlas sobre la importancia de la excelencia académica, de la calidad de la educación,
en las Fuerzas Militares.

Y por eso lo reintegré a la vida militar, al servicio activo y le pusimos la tarea de trazar una política para
todas las fuerzas; las Fuerzas Armadas, también para la Policía, de excelencia académica.

Porque estoy convencido que a través de la educación en las Fuerzas Militares, en la Policía y en la
sociedad, por supuesto, es cómo vamos a poder realmente progresar.

Y por eso este acto es tan importante, porque es un paso en la dirección correcta pero que también
establece un gran reto, un gran desafío.

Qué bueno que esta universidad en algunos años pueda decir que tiene la acreditación internacional en
aquellas disciplinas, como por ejemplo les mencionaba la biotecnología.

Una universidad hoy en día en Colombia miren la paradoja, miren lo que nos está sucediendo. Somos
un país muy rico en biodiversidad. Es más, somos el país más rico por kilómetro cuadrado en
biodiversidad. Se está desarrollando una revolución en la biotecnología y nuestras universidades no
tienen facultades que tengan que ver con semejante cambio a nivel mundial, que nos afecta a nosotros.

Ahí le recomiendo general, mañana mismo con el Consejo Superior, vea a ver cómo establecemos una
facultad de biotecnología. Ese es el futuro.

Porque además nuestra educación en cierta forma se está quedando obsoleta.

De la educación superior, 70 por ciento de los graduados —que son muy pocos en volumen—, es decir,
el 37 por ciento es muy bajo, pero de ese 37 por ciento, estamos graduando 70 por ciento en carreras
tradicionales, y solamente 30 por ciento carreras técnicas y tecnológicas.

Cuando en el mundo debe ser a la inversa. Los países que están pensando en el futuro tienen 70 por
ciento de educación superior técnica y tecnológica y solo 30 por ciento de educación tradicional.

Precisamente por lo que les decía. El mundo está cambiando, la tecnología está cambiando, Tenemos
nosotros que preparar permanentemente, adaptarnos a esa nueva situación.

Logros y retos de la Universidad Militar

Ahí hay un gran reto, general; un gran reto.

Esta universidad tiene el potencial, tiene los recursos, para convertirse en una de esas grandes
universidades que jalonan el proceso de mejoramiento continuo de todas nuestras universidades.

Porque ahí también hay que vivir una sana competencia entre las diferentes universidades. Quien está
acreditado, quien está graduando los mejores ingenieros, quién está graduando los mejores abogados,
quien está graduando a los mejores técnicos.

Y eso se convierte en un ciclo virtuoso, en una bola de nieve virtuosa, y eso lo que una universidad debe
hacer.

Yo fui miembro del Consejo Superior de la Universidad de los Andes 17 años. Yo me acuerdo cuando
iniciamos el proceso de acreditación. Parecía un sueño imposible. El proceso de acreditación exigía que
para hacer un máster y para ser acreditado, tenían que los profesores, tener doctorados.

¿En dónde vamos a conseguir profesores doctorados? Pues precisamente con un objetivo de esa
naturaleza, comenzaron a conseguir profesores que fueran doctores, becando gente para que
obtuvieran su doctorado, y hoy la universidad tiene una de las acreditaciones más altas.

Ese es el proceso que esta universidad debe seguir, mejoramientos continuos. ¿Para qué? Para poder
darle a este sector que es tan cercano a mi corazón, el sector Defensa, el mejor servicio posible.

Nada mejor para el sector Defensa que tener la posibilidad de que ellos mismos, sus familias, sus hijos,
puedan asistir a un centro de excelencia en materia de educación superior.

El mejor aporte, la mejor forma de retribuir ese sacrificio que nuestros soldados y policías hacen por
esta Patria.

Por eso tienen ustedes una gran responsabilidad y van a tener también el apoyo del Presidente, el
apoyo mío; ustedes saben mi compromiso con la educación, ustedes saben mi compromiso con el
sector Defensa.

Ahí se conjugan esos dos factores y por eso me tienen aquí como un alumno más, ayudando en lo que
esté a mi alcance para que tengan éxito.

De manera que los felicito. Este es un paso importantísimo, pero que también conlleva una gran
responsabilidad.

Como les digo, estos son instalaciones. Lo importante es lo que suceda en estas instalaciones sea de
óptima calidad y que el sector defensa cada vez pueda decir: esta Universidad Militar Nueva Granada es
un verdadero centro de excelencia.

Por último, hay un papel que usted puede jugar, ya lo está jugando; ya usted y yo hemos tenido muchas
conversaciones.

El sector Defensa requiere centros académicos permanentes que ayuden a pensar su futuro, cuál es su
papel de las Fuerzas Militares en un país dentro de 10, 15, 20 años, en un contexto como el que
estamos viviendo, con los cambios tecnológicos. Cuál es el papel de la Policía, cómo va a evolucionar el
papel de la Policía, de los Comandos Jungla, a una situación ojala de completa paz.

Todo eso se puede discutir y analizar aquí. Este es el sitio apropiado para este tipo de discusiones que
sirvan de fuente de información y de ideas y de políticas para que los gobiernos tomen las decisiones
correctas; con visión, con la posibilidad de planear a largo plazo. Ese es otro papel importantísimo de
esta Universidad. 
Por ello creo que podemos celebrar, aplaudir este paso tan importante de tener un campus apropiado,
un campus donde ya se respira el ambiente universitario y donde, como le decía, qué bueno sería,
después de esta responsabilidad de ser Presidente, de pronto volver aquí como profesor, si me reciben,
mi general Herrera.

De manera que muchas gracias. Los felicito. Esta es una obra importante.

Cuando usted se posesionó como Rector de la Universidad, me dijo: ‘aspiro a cumplir con esta meta”,
entre muchas otras que se ha puesto. Lo felicito por haberla cumplido; la admitió con toda la eficiencia
del caso.

Me gusta mucho ver esa rendición de cuentas. Cuánto ha costado, que todo el mundo sepa donde se
han invertido los recursos. Recursos propios, dicho sea de paso, pero esa es la forma de administrar y
actuar bien.
Felicitaciones, general.

Felicitaciones a todos los decanos, a los profesores, a los estudiantes y felicitaciones al sector defensa,
porque creo que es paso muy importante en el fortalecimiento de lo más importante para este sector
muy especial de nuestra sociedad, para nuestro sector de las Fuerzas Militares y de la Policía, como es
la Universidad Militar Nueva Granada.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Acuerdo para la


Prosperidad número 23

Cúcuta, 19 feb (SIG). “Lo primero que quisiera decir en la mañana de hoy es lo mucho que lamentamos
el absurdo accidente ocurrido el día de ayer, en donde, infortunadamente, fallecieron compatriotas muy
queridos, entre ellos el brigadier general Alfredo Bocanegra, quien era el Comandante de la Quinta
Brigada de nuestro Ejército.

A su familia, a doña Luz Amparo, con quien hable hace algunos momentos, a sus hijos, lo mismo que a
los familiares del teniente John Alexander Salcedo, del soldado profesional Germán Alfonso Hurtado
Ruiz y del piloto del helicóptero, Jaime Landínez. A todos los familiares de estas personas, nuestras
más sentidas condolencias.

El general Bocanegra es una gran perdida también para nuestro Ejército, para el país. Lo conocí
personalmente cuando estuve de Ministro de Defensa, le seguí sus pasos, era un gran oficial, estaba
desempeñando una magnífica labor como Comandante de esa Quinta Brigada, e infortunadamente este
accidente se lo llevó.

De manera que queremos rendirles honores a estos compatriotas que perecieron en cumplimiento de su
deber, y decirles que nuestros corazones están con sus familias y que lamentamos enormemente lo
sucedido.

Esta semana también fue una bastante activa, como han sido todas las semanas.

Continuamos el recorrido por todos los ministerios.

Estuvimos en el Ministerio de Comercio haciendo una revisión de todas las metas, en el Ministerio de
Cultura en ese ejercicio de buen gobierno, de establecer con todos los funcionarios de todos los
ministerios cuáles son las metas, cómo nos vamos a medir, cómo vamos a rendirle cuentas al país
sobre el progreso en los diferentes frentes, porque aquí hay un principio muy elemental pero muy
importante: lo que no se puede medir no se puede controlar.

Y por eso este ejercicio ha sido tan importante, de ir elaborando los indicadores con los cuales el país y
nosotros mismos vamos a ir midiendo el avance del Gobierno en los diferentes compromisos y en los
diferentes frentes que nos hemos puesto.

Esta semana fue una semana, también, muy activa en materia internacional. Tuvimos la visita de una
importante misión de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), una misión conformada por
representantes de los trabajadores, representantes de los empresarios y directivos de la OIT.

Ellos estuvieron toda la semana hablando con diferentes personalidades, con diferentes sectores de la
sociedad, con los sindicatos, con los trabajadores, con los empresarios, con los responsables de la
administración de justicia.

Y estaban en una visita para rendir un informe sobre cómo el país ha avanzado en aquellos temas que
le preocupan a la OIT y a la comunidad internacional, sobre todo en materia de derechos de los
trabajadores, en la defensa de los derechos humanos, en la administración de la justicia para llevar a la
justicia a los responsables de quienes violen esos derechos humanos, de quienes asesinen a los líderes
sindicales.

Y tengo que decir que estamos muy satisfechos con el informe preliminar que han dado los miembros
de la OIT en la noche de ayer.

El informe es muy positivo para Colombia, le hace un reconocimiento explícito, claro y contundente al
país en cuanto al progreso que hemos logrado en todos los frentes, señalan algunas áreas donde
podíamos mejorar todavía más, pero la conclusión fundamental del informe es muy positiva, y eso nos
debe complacer a todos, porque ese el espíritu.

Nosotros lo que estamos haciendo no lo estamos haciendo porque la OIT nos esté vigilando, lo estamos
haciendo porque es lo que toca hacer. Toca defender los derechos humanos, es nuestra convicción, es
una política que tenemos como prioridad

Estamos defendiendo la vida no solamente de los miembros de los sindicatos, la vida de todos los
colombianos. La seguridad democrática en el fondo es una política de defensa de los derechos
fundamentales de los colombianos: el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho a vivir sin
miedo. Y eso los hacemos por convicción propia, no porque nos lo estén imponiendo.

Sin embargo, es satisfactorio y es importante desde el punto de vista de la imagen de nuestro país en el
exterior, que delegaciones como las que estuvieron aquí esta semana vengan y constaten, con sus
propios ojos, el progreso que hemos logrado en el país.

De manera que esa es una noticia importante, y yo creo que el lunes mismo ese informe va a ser
publicadlo en su totalidad.

También estuvo una delegación de los Estados Unidos, de la Oficina de Comercio de la Casa Blanca,
un poco en el mismo sentido, tratado de constatar cuál era la realidad nuestra, sobre todo lo que se ha
venido diciendo, las preocupaciones que existen, cómo hemos avanzado, y yo espero que el resultado
de esa visita sea igualmente satisfactorio y positivo.

Porque como lo hemos dicho varias veces: la mejor forma de vender lo que nuestro país ha hecho en
los últimos tiempos, y lo que está haciendo, es que la gente venga y con sus propios vea lo que es
nuestros país, lo que hemos progresado en todos esos frentes, porque no hay nada más contundente
que cuando uno puede constatar personalmente los hechos.

Y por eso, nuestro país está abierto totalmente al escrutinio internacional. Delegaciones como la de la
OIT no son bienvenidas en muchos países. En muchos países evitan que este tipo de delegaciones
vayan a sus países. Nosotros, por el contrario, no tenemos nada que esconder, somos transparentes y
queremos que todo el mundo pueda venir a constatar la forma como hemos venido progresando.

Por supuesto que tenemos problemas, por supuesto que nos vivimos en un paraíso, pero tenemos en
marcha unas políticas encaminadas a mejorar cada vez más el respeto por los derechos fundamentales
de nuestros compatriotas, por los derechos fundamentales de los colombianos, y eso creo que es claro
ante cualquier organismo internacional.

Por eso, bienvenidas cuantas delegaciones quieran llegar a Colombia a tratar de constatar el progreso
que hemos logrado.

También en el campo internacional hubo una visita muy importante, que les interesa muchísimo aquí a
los nortesantandereanos, a todos los habitantes que viven en la frontera con Venezuela, y fue la visita
que realizó la señora Canciller en compañía del Ministro de Comercio y del Ministro de Defensa a la
ciudad de Caracas, el jueves.

Esa visita fue, a mi juicio, muy productiva. Yo quisiera que la propia Canciller nos contara, básicamente,
en qué consistió la visita, cuál fue el resultado de la visita, porque hemos oído –con cierta razón-
algunas quejas sobre la falta de progreso en ciertos frentes en la relación con Venezuela.

Yo a eso le diría lo siguiente:

Primero, en el caso de Cúcuta hay algunas empresas que dicen: ‘a mí no me han pagado’. Y es posible
que sea cierto.

Hay un procedimiento que se estableció desde un principio, a muchas empresas colombianas le han
pagado –ahora vamos a ver las cifras exactas- pero en otras ha habido una demora. Fuimos
precisamente a aclarar eso, y a ver cómo se puede pagar a los que no les han pagado, que tengo
entendido que hay un número importante aquí en la ciudad de Cúcuta.

Pero en términos generales –y este es el mensaje más importante- en términos generales, de la plata
que nos debían ya se ha reconocido y se ha pagado un porcentaje muy importante. O sea que tampoco
hay que ser demasiado quejosos, en el sentido de que lo que tenemos ahora es muchísimo mejor de lo
que teníamos hace seis meses, que teníamos cero, ni un solo peso ni un solo dólar que se habían
pagado. Entonces, el progreso ha sido enorme.

Pero yo quisiera que la Canciller nos diera un resumen del resultado de esa visita, porque creo que es
importante, sobre todo aquí en esta región que vive tan pendiente de las relaciones con Venezuela.

Canciller María Ángela Holguín: Señor Presidente, hicimos la visita con el Ministro de Comercio y el
Ministro de Defensa, la reunión se dividió en dos partes, la primera estuvimos revisando todos los temas
de comercio y lo que nos dice el Gobierno venezolano es lo siguiente:

Revisaron cerca de 890 millones de dólares, de los cuales hay aprobados 710 millones; hay 90 millones
más o menos de las aerolíneas; hay 100 millones de dólares que no fueron reclamados, que nunca les
llegó ningún tipo de certificados ni solicitud de los dólares; hay 50 millones que ellos tienen con
certificados que tienen inconsistencias y que la lista de esas empresas ha sido pasada al Director de la
Dian, porque hay irregularidades.

De esas hay 350, 360 millones ya girados y 260 (millones de dólares) más o menos, autorizados y listos
ya para girar.

Lo que fue importante en la reunión del jueves fue que nos entregaron ya el listado, la totalidad del
listado de las empresas importadoras venezolanas a las cuales se les ha girado y a las cuales ya se les
ha autorizado.

El señor Ministro de Comercio ha puesto ese listado en la página web del Ministerio, para que las
empresas puedan verificar y constatar si su empresa importadora tiene los recursos.

Esto es más o menos la totalidad de la deuda ya revisada, señor Presidente.

Hubo una autorización el día viernes de la semana pasada, de 140 millones, la cual no está todavía en
el listado que entregaron y que seguramente vamos a poder tener esa lista en unos días, que quedaron
de entregársela al señor Ministro.

Otro tema que fue muy importante fue la queja que hemos oído permanentemente de que hay una
discriminación a los productos colombianos por parte del Gobierno venezolano, para la autorización de
las divisas.

Creamos un mecanismo para que cualquier empresa que tenga algún tipo de anomalías o alguna queja
de discriminación las pueda tramitar. Aquí está el señor Embajador Bautista, a quien se pueden dirigir, y
él ya tiene el contacto en la Cancillería venezolana para que esto no se produzca. Fue muy enfático el
Canciller en decir que desde el mismo día de la reunión que usted tuvo con el Presidente Chávez en
Santa Marta no hay ningún tipo de discriminación a los productos colombianos.

Adicionalmente, estuvimos mirando el tema del acuerdo que necesitamos que haya antes del 15 de
abril, el acuerdo comercial, ya que es la fecha en que Venezuela sale del marco de la CAN. Y hay un
cronograma de los ministros, nos han asegurado que antes del 15, hacia el 1° de abril, ya tendrían un
acuerdo que podrían ustedes los presidentes firmar, y estamos trabajando fuertemente en eso.

Y hay otro aspecto que el Ministro yo creo que el día de ayer se los ha comentado, donde hay una
solicitud de parte del Gobierno de Venezuela, de que haya cadenas productivas y que los empresarios
colombianos produzcan también en Venezuela.

Para eso estamos trabajando igualmente en un acuerdo de protección de inversiones, el cual haría parte
de este acuerdo comercial.

Esos serían los avances que hubo, señor Presidente, en el tema de comercio. Yo creo que el hecho de
que ya tengamos las empresas con nombre propio, a quienes les han girado los recursos, pues hace
que haya mayor transparencia.

Igualmente, les hemos solicitado que para todas las empresas de Norte de Santander, para todo el tema
de arcillas y cerámica, pues que para nosotros es muy importante, se agilicen (los pagos), si dentro de
este paquete y de los 140 millones que vienen no están.

Bueno, en esto tienen ustedes al Embajador Bautista, pues que más que el mejor Embajador para la
región y para la ciudad de Cúcuta, que estará muy pendiente de esos pagos.

Presidente Juan Manuel Santos: Gracias Canciller. La doctora Magdalena Pardo ¿Usted tiene algún
comentario sobre eso? ¿Queda alguna duda del progreso que se ha hecho en ese frente? ¿Hay algún
interrogante o alguna inquietud adicional en ese frente, que podamos nosotros gestionar ante las
autoridades venezolanas para que los comerciantes y los empresarios colombianos queden
satisfechos?

Magdalena Pardo, Directora de la Cámara de Comercio Colombo Venezolana: Presidente, muchas


gracias por ofrecerme la palabra. En primer lugar pues yo sí tengo que expresarle una felicitación a la
señora Canciller, al señor Ministro, al señor Embajador de Colombia en Venezuela y a usted, señor
Presidente, por esta recomposición de las relaciones con Venezuela.

Es evidente que la situación es totalmente diferente a la que estábamos viviendo hace algunos meses.

Creo que evidentemente hay una voluntad política de querer superar estos problemas, y vamos a ver en
los próximos días si podemos consultar tanto la lista que trajo la señora Canciller, como también la
discriminación contra los productos colombianos, porque de hecho todavía existen algunos mecanismos
que utiliza el Gobierno de Venezuela, digamos en las pantallas de computador, por ejemplo, que es una
cosa muy evidente, en la cual Colombia todavía no sale, pero vamos a trabajar en eso.

Yo creo que este paso que dio el Gobierno con el Gobierno de Venezuela es fundamental y nos
congratulamos.

Presidente Juan Manuel Santos: Gracias Magdalena. Y hay una rueda de negocios el 2 y 3 de marzo,
eso es importante.

Presidente Chávez, en la última conversación que tuvo conmigo, me expresó su deseo –y estoy
convencido de que es genuino y que tenemos que aprovechar- de importar de Colombia muchos
productos donde hay necesidad de tener alguna oferta.

Y me dijo: ‘Por favor motive a sus empresarios, queremos importar’.

Yo le dije: ‘Estamos listos, dénos las garantías y dénos los mecanismos’.

Yo creo que esta reunión de marzo, esa rueda de negocios, puede en cierta forma, darle el ‘estartazo’ a
ciertas exportaciones que estaban paralizadas y que todavía como que no se han movido, porque lo que
yo sentí es que hay una necesidad y un interés genuino por parte de Venezuela, del Gobierno
venezolano, de iniciar ese flujo comercial, lo cual, para nuestros empresarios, es un paso importante.

Ministro de Comercio, Industria y Turismo: Sí Presidente, en este tema, la rueda del 2 y 3 tiene dos
componentes: uno, como señalaba la Canciller, es sobre acuerdos productivos que podamos adelantar
conjuntamente entre empresarios y gobiernos en Venezuela, y lo otro es el intercambio comercial, la
compra de productos colombianos.

Para eso tendremos una videoconferencia el lunes, a las 4:00 de la tarde, que hemos invitado a la
Cámara Colombo Venezolana, a Analdex, a la Andi, que estuvimos reunidos ayer aquí con los
empresarios de Cúcuta y con empresarios nacionales, para comenzar a preparar lo que va a ser esa
misión que tendremos 2 y 3 de marzo en Caracas.

Presidente Juan Manuel Santos: En este ámbito comercial, también esta semana se ha presentado la
situación de que el Congreso norteamericano se fue a un corto receso sin haber aprobado la extensión
de las preferencias para los productos colombianos. Pero yo ahí soy bastante optimista que esas
preferencias se van a aprobar, como ha sucedido en otras oportunidades, en forma retroactiva. Es decir,
que van a decir: las preferencias continúan y se hacen retroactivas al momento que se suspendieron,
que es el sábado anterior.

Yo ayer hablé personalmente con el Senador (Richard) Lugar, que es un senador con gran influencia en
el Senado americano. Había hablado ayer también con el Senador (John) Kerry, que es el Presidente de
la Comisión de Relaciones Exteriores, y me manifestaron que ellos estaban convencidos de que no
había ningún problema en la extensión, se trata de un problema interno entre los dos partidos, por
razones diferentes a Colombia.

Eso es lo que motivó que no se hubiera aprobado la extensión de las preferencias la semana anterior,
pero que eso va por buen camino.

Y también me manifestaron que ellos eran bastante optimistas en cuanto al Tratado de Libre Comercio,
que ese proceso iba por buen camino.

Yo les dije: ‘Pues ojala pasemos finalmente del dicho al hecho, porque eso nos vienen diciendo hace ya
mucho tiempo, pero me dijeron que ellos eran bastante optimistas que en este año y en esta legislatura
había posibilidades altas de que ese tratado quedara finalmente presentado ante el Congreso, donde
nosotros creemos hay una mayoría tanto del Partido Demócrata como del Partido Republicano a favor
de ese tratado.

En el tema de la seguridad, nosotros quisiéramos hacer esta rendición de cuentas permanente: cómo
vamos, los indicadores qué nos están diciendo. Voy a dar las últimas cifras que me entregó el Centro de
Investigaciones Criminológicas de la Policía.

En homicidios, en lo que va corrido del año frente al año anterior, hay un descenso del 6 por ciento.

En lesiones comunes hay un descenso del 22 por ciento.

En secuestros, vamos con el mismo número de secuestros, 26 secuestros, pero hay una diferencia en el
tipo de secuestros: en el secuestro extorsivo hay una disminución, en el secuestro simple hay un
aumento.

El secuestro simple es (por ejemplo) cuando el padre de una niña se lleva a la niña porque quiere que la
niña viva con él y no le pide permiso a la mamá. Ese tipo de secuestros son los secuestros que se
llaman simples.

El (secuestro) extorsivo sí ha bajado de 18 a 14.

La extorsión. Aquí hay una cifra muy interesante, pero yo la tomo con beneficio de inventario.

Hay un descenso en la extorsión del 62 por ciento. Eso no es compatible con lo que uno oye en algunas
zonas del país.

Puede estar sucediendo lo siguiente, y ahí viene la voz de alerta: puede estar sucediendo que la gente
esté dejando de denunciar el secuestro y si no se denuncia pues no se registra.

Ahí yo haría un llamado nuevamente: la extorsión es tal vez el delito más fácil de perseguir, y más fácil
de confrontar con éxito,

La tasa de éxito, el porcentaje de casos exitosos donde los extorsionistas acaban capturados y en la
cárcel, es por encima del 94 por ciento

¿Por qué es tan fácil perseguir ese delito cuando hay una denuncia y colaboración de la gente?

Porque en algún momento hay que hacer contacto, y ahí las autoridades entran a operar.

Por eso, mi llamado es: si hay algún aumento en amenazas de extorsión, por favor denúncielas,
denúncielas porque la Fuerza Pública –y en eso tenemos una gran experiencia- está lista a reaccionar.

En el hurto común también hay un descenso, 21 por ciento, de 13 mil 146 casos a 10 mil 450 casos; y
en el hurto de vehículos también hay un descenso, de 3 mil 005 a 2 mil 811 casos, una disminución del
6 por ciento.

Lo que queremos es que estas cifras las vayamos mejorando cada vez más, que reflejen la realidad y
hacerle un monitoreo cada semana, no solamente a nivel nacional sino por regiones; qué está pasando
en Norte de Santander, qué está pasando en la Costa Caribe, en la Costa Pacífica, en Bogotá, para ir
mejorando el desempeño de estos indicadores que son tan importantes.

Ahí también hay que resaltar que en esta semana se han capturado a los responsables, por ejemplo, de
los asesinatos de los estudiantes allá en Córdoba; ya llevamos cuatro responsables, se han identificado
el resto de los responsables.

Creo que es una señal muy clara a los delincuentes que esos delitos no van a quedar impunes, como se
prometió desde un principio.

Y la Policía en eso ha actuado con mucha eficacia, lo mismo que la Fiscalía.

Estuve reunido con la señora Fiscal hace dos días; tiene un cuerpo de fiscales dedicado a esos casos, y
por eso la ciudadanía puede estar tranquila de que ahí no va a haber ninguna impunidad.

También en esta semana tuvimos una serie de reuniones con diferentes sectores políticos, viendo cómo
va avanzar la legislatura de este semestre, lo que ya está discutiéndose en el Congreso.

Hicimos la presentación de la llamada Ley de Formalización y Generación de Empleo. Es una ley muy
importante, una ley que le va a dar privilegios e incentivos a las empresas para que contraten a los
jóvenes, contraten a las mujeres mayores de 40 años, a las empresas para que se formalicen.

Esa Ley tiene que tener una buena divulgación, porque es una ley muy ambiciosa. Creo que si se aplica
bien va a tener un efecto muy positivo en la generación de empleo y en la formalización de las empresas
y del empleo, que es uno de los objetivos fundamentales que tenemos en el Gobierno.

Y finalmente, el seguimiento que se le hace en forma permanente a todo lo que tiene que ver con la ola
invernal, un seguimiento que hay que hacer a todos los niveles para que la gente entienda cómo se
están invirtiendo los recursos, en qué vamos en ese sentido, en qué vamos avanzando.

El Fondo de Calamidades y el Fondo de Reconstrucción están operando, están coordinándose con los
alcaldes, con los gobernadores.

Le hemos llegado con las ayudas necesarias a la gran mayoría de los colombianos, pueden haberse
presentado casos, como es normal, donde ha habido dificultades, esas dificultades se han venido
superando.

Yo quisiera que me dijeran aquí en Norte de Santander cómo ha avanzado eso, Miguel (Peñaloza, Alto
Consejero Presidencial para las Regiones y la Participación Ciudadana) para confrontar la información
que tenemos nosotros con la información de quienes están en este momento viviendo el drama, para
que si hay algún vacío, si hay alguna situación donde nosotros no estemos concientes del problema, la
podamos corregir. Eso es bien importante.

Y también quisiera que nos informara de pronto la Ministra (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial) Beatriz Uribe que es un poco la cabeza por parte del Gobierno, del proceso de la
reconstrucción de Gramalote, en qué vamos en eso.

Porque ese es un compromiso que tenemos aquí con el señor Gobernador, que Gramalote la vamos a
reconstruir en su totalidad para que quede mejor de lo que estaba antes. Es un compromiso que vamos
a cumplir.

Muchas gracias”. 

alabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación de la


Estrategia Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia ‘De Cero
a Siempre’
Bogotá, 21 feb (SIG). “Son muchos los temas que requieren hoy de la Unidad Nacional
que tanto hemos promovido en este gobierno.

He explicado que ese concepto significa la unión de esfuerzos, de todos los sectores,
alrededor de los grandes temas en los que debemos trabajar como país.

¡Y qué tema puede haber más importante para una nación que el bienestar de sus
niños!

Garantizar sus derechos hoy no sólo es un mandato constitucional sino una clara
decisión política de nuestro gobierno.

Porque repito: no hay nada más urgente –¡nada más urgente!– que proteger a nuestra
niñez.

Óscar Wilde decía que ‘la mejor manera para hacer buenos a los niños es hacerlos
felices’ .

No es sólo una frase bonita de un escritor.

En nuestro caso, se trata de un reto como país, un reto que nos lleva a revisar todas
las políticas y estrategias de atención que hoy tenemos, inicialmente frente a los niños
más pequeños.

De la trascendencia de este desafío puede dar fe el profesor James Heckman, Premio


Nobel de Economía, quien no sólo ha hecho grandes aportes a esta ciencia, sino que ha
llamado la atención sobre la urgencia de invertir en la primera infancia para lograr el
desarrollo.

El profesor Heckman –quien hoy nos honra con su presencia– nos concederá el
privilegio de escucharlo, para que podamos recoger sus aportes y observaciones, los
mismos que ha plasmado en varios libros y en cientos de artículos que resaltan la
necesidad de cultivar el capital más importante de todos, que es el capital humano.

Leí recientemente una entrevista suya en la que trata el tema de la primera infancia.

De acuerdo con el profesor Heckman, si la sociedad interviene en la edad temprana,


puede mejorar la capacidad cognitiva y socioemocional de los niños menos
favorecidos, así como su salud.

Explica el profesor que actuar a tiempo fomenta la escolaridad, reduce la delincuencia,


promueve la productividad de la fuerza laboral y disminuye el número de embarazos
entre las adolescentes.

Como buen economista, argumenta que actuar así es rentable para cualquier pueblo.

Permítanme citar sus frases textuales:

‘Los remedios que se aplican tardíamente para compensar la desventaja inicial suelen
ser costosos e ineficaces. Desde el punto de vista de la economía, es mucho más
eficaz prevenir los problemas humanos que tratar luego de remediarlos’.

De hecho, Pitágoras –hace más de 2.500 años– decía:

'Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres'.

Nosotros creemos firmemente en la importancia de la niñez temprana; sabemos del


valor que tiene para la sociedad el reconocerlos como sujetos de derechos.
Por eso presentamos hoy –nada menos que con la presencia de un experto de la talla
del profesor Heckman– nuestra ‘Estrategia de Atención Integral en Primer infancia: DE
CERO A SIEMPRE’.

La meta para el cuatrienio

Nuestra meta para los próximos cuatro años es brindar esa atención integral a
1’200.000 niños de poblaciones vulnerables.

Así está consignado en nuestro Plan Nacional de Desarrollo.

Cumplir con ese objetivo significa una inversión de 5,6 billones de pesos para este
cuatrienio.

Es una cifra muy superior –casi tres veces más– a los casi 2 billones de pesos que se
invirtieron en los últimos cuatro años.

Es más, como una demostración de nuestro compromiso y de la importancia que


damos a esta estrategia para la primera infancia, quiero anunciarles que –de esos
dólares que le incautamos al narcotráfico hace un par de meses, ciento y pico millones
de dólares– 25 millones van directamente a ser invertidos en este programa.

Este es un primer 'case'. 25 se fueron para Colombia Humanitaria.

¡Vamos a invertir 25 como un primer 'case' para promover nuestro capital humano en
el momento definitivo de sus vidas, que es la primera infancia!

Porque queremos que en el Gobierno esto se entienda que es y seguirá siendo durante
los próximos cuatro años, prioridad.

Los tres pilares de la Prosperidad Democrática –que hemos definido en el marco del
Plan Nacional de Desarrollo– están también orientados a los niños: me refiero a
nuestros objetivos de tener más empleo, más seguridad y menos pobreza.

Alrededor de esos ejes emprendimos reformas y trazamos objetivos en todas las


áreas.

¿Cómo se traduce eso en el bienestar y la calidad de vida de la niñez?

Se traduce, inicialmente, en la comprensión de una visión INTEGRAL de la atención


para los niños y sus familias.

Está demostrado con creces que las acciones aisladas y desarticuladas, las que sólo
mejoran algunos aspectos de la vida de la población, no generan ningún impacto social
o el impacto es marginal, es mínimo

Por eso trabajar por la primera infancia implica avanzar en diferentes frentes, sin
descuidar ninguno.

Significa conseguir los recursos para un servicio integral de salud, que beneficie la
atención prenatal de la madre gestante, el seguimiento al crecimiento y desarrollo del
bebé, su vacunación y –algo muy importante– su identificación.

También significa condiciones adecuadas de vivienda, acceso a agua potable, una


familia con empleo y en actividades productivas, un espacio educativo pertinente, una
excelente nutrición, y unos espacios alegres, verdes y seguros.

Nuestro Plan de Desarrollo, en este sentido, es una gran apuesta nacional para
erradicar la pobreza extrema, disminuir las brechas, respetar las diferencias y
minimizar la inequidad social, que toma como punto de referencia la Primera Infancia.

Y esto debe entenderse como una responsabilidad compartida y esto es muy


importante, porque esto es no solamente el Estado, es también la familia; la familia y
la sociedad civil.

Unidad Nacional

Ahí es donde entra como anillo al dedo la Unidad Nacional.

La Unidad Nacional debe ser la forma como –a partir de una política de primera
infancia unificada, coherente con los compromisos internacionales que tiene el país, y
con el interés y la solidaridad de todos los sectores– logremos cambiar la realidad de
nuestros niños.

Necesitamos de todos, desde sus respectivos roles y compromisos.

Porque todos tenemos algo que aportar, algo que decir, pero principalmente algo que
transformar en nuestras vidas para lograr este gran propósito.

Cada gobernante, cada maestra, cada padre o madre de familia, cada profesional de la
salud está invitado a participar en este llamado.

Quiero destacar el apoyo que hasta ahora hemos tenido de los organismos de
cooperación internacional, así como de la banca multilateral.

En particular, quiero agradecerles al BID, al doctor Luis Alberto Moreno (Presidente),


que ha estado tan comprometido; al Banco Mundial, e invitarlos a que nos sigan
acompañando en este gran propósito que hemos asumido como un compromiso de
toda la Nación, de todo el país.

Es imprescindible que sumemos la voluntad y el esfuerzo de todos –a nivel nacional e


internacional– para darles cuidados integrales a nuestros pequeños.

También quiero resaltar –y me siento orgulloso por eso– el compromiso que ha


asumido mi señora María Clemencia en este tema, al que le ha dedicado no sólo su
gran esfuerzo y gran desvelo –anoche hasta muy tarde me tuvo muy despierto
preguntándome sobre su discurso–, sino que lo ha puesto en el centro de su corazón y
de sus objetivos.

Ella siempre ha tenido –y eso me consta– una especial debilidad por los niños. Por los
de ella, por los nuestros, mejor dicho, pero por todos los niños. Y creo que aquí está es
sacando a relucir ese aspecto de su vida que ojalá se traduzca para que todos los niños
de Colombia tengan un buen trato.

Igualmente, el trabajo de todas las entidades y oficinas del Gobierno que se han
volcado para aportar y vincularse con esta iniciativa.

Porque Unidos lo Hacemos Mejor.

Decía Gabriela Mistral –Nobel chilena de Literatura– que ‘ el futuro de los niños es
siempre hoy, porque mañana será tarde’.

No vamos a detenernos un solo segundo en el desarrollo de esta política por la primera


infancia que hoy ponemos en marcha.

Queremos que ese país que soñamos –y por el que trabajamos mañana, tarde y
noche– sea una realidad desde ahora para nuestros niños, para estos valiosos seres
humanos que comienzan a vivir y a aprender de la mano de nosotros, los adultos.

Actuemos juntos para tener cada día mejores y más felices pequeños colombianos y
futuros ciudadanos.

Ellos no sólo son nuestra cosecha de mañana.

ELLOS SON NUESTRA URGENTE REALIDAD DE HOY.

Y POR ESO TENEMOS QUE ACTUAR.

Muchas gracias”.

Palabras de la señora María Clemencia Rodríguez de Santos, en la


presentación de la Estrategia Nacional de Atención Integral a la
Primera Infancia, ‘De Cero a Siempre’
Bogotá, 21 feb (SIG). “Alguien decía que ‘los niños son el símbolo del eterno
matrimonio entre el amor y el deber’.

Las madres comprendemos muy bien cómo están íntimamente ligados esos dos
conceptos y cómo funcionan armónicamente para darles a los hijos todo lo que esté a
nuestro alcance.

Juan Manuel ha citado en algunos de sus discursos las palabras de John F. Kennedy,
según las cuales nadie puede sentirse verdaderamente rico, si está rodeado de pobres.

La frase debería aplicar también para asumir que ningún adulto puede sentirse pleno si
hay niños con hambre o necesidades a su alrededor.

Como sociedad debemos ser padrinos y madrinas de cada pequeño que no desayune a
diario, que carezca de estudio, que no reciba un abrazo con amor.

Recuerdo que –desde la campaña– Juan Manuel fue enfático en establecer la


promoción de la primera infancia como una de sus prioridades de Gobierno.

Como lo acaba de decir, es un asunto de primer nivel en el Plan Nacional de Desarrollo


y eso compromete al Gobierno –en todas sus áreas y niveles– con la niñez de
Colombia.

Por eso estamos aquí reunidos, para presentar la ‘Estrategia Nacional de Atención
Integral a la Primera Infancia – De Cero a Siempre’.

Decimos ‘De Cero a Siempre’, porque nuestros niños han sido y serán para nosotros un
proyecto en permanente formación, que necesita de la mayor atención en sus primeros
años de vida.

Los niños nacen en condiciones similares y la primera infancia los diferencia para
siempre, por eso De Cero a Siempre.

Me emociona mucho asistir a la presentación de esta estrategia con la muy importante


presencia del profesor James Heckman, cuyos estudios sobre la primera infancia nos
ofrecen una base fundamental para trabajar por nuestros niños.

Gracias por estar aquí, profesor Heckman, y gracias también a la Fundación Éxito, a la
Fundación Carulla y al Banco Interamericano de Desarrollo por hacer posible su visita a
Colombia.

Su interés por la niñez es el vivo ejemplo de la Unidad Nacional que urgimos para el
bienestar de nuestros niños, nuestro futuro.

El desafío que tenemos por delante es grande, muy grande

Hay cerca de 2’800.000 niños menores de 6 años que constituyen la población más
pobre y vulnerable que tenemos la obligación y el deber de apadrinar.

El esfuerzo del Estado ha sido grande, pero lamentablemente no es suficiente: hoy sólo
600.000 niños menores de 5 años son atendidos de manera integral.

Este panorama nos obliga a iniciar un proceso de transformación en la forma como se


concibe y opera la atención a la población infantil de cero a cinco años, en la que
debemos centrar y unir todos nuestros esfuerzos.

El Gobierno dentro de su política ha conformado una instancia coordinadora: la


Comisión Intersectorial de Primera Infancia, conformada por los ministerios de
Educación, Protección Social y Cultura; el Departamento Nacional de Planeación, el
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, y las Altas Consejerías de la Prosperidad
Social y de Programas Especiales, con el fin de utilizar y unificar los recursos y
esfuerzos para poder garantizar una atención integral a nuestros niños y niñas.

Desde allí se hará el direccionamiento político, técnico y estratégico de una propuesta


única de Atención Integral, así como su sensibilización y divulgación por todo el
territorio nacional.

Por eso debemos preparar y capacitar al país para este cambio y a las alcaldías y
gobernaciones desde sus regiones para que ayuden y se comprometan con esta
estrategia De Cero a Siempre

Recordemos que en los jardines infantiles el espacio debe enriquecer y potenciar el


desarrollo de los pequeños, donde reciban un excelente cuidado y estén bajo la
protección de personal calificado.

Queremos ciudades y municipios que piensen en los niños y las niñas en todos sus
ambientes: en la calle, en los parques, en cualquier espacio público, en los teatros y en
las bibliotecas.

Es necesario, además, mejorar las condiciones de vida de la familia, porque eso tiene
un efecto directo e inmediato en el bienestar del niño.

Un padre y una madre sanos dando ejemplo propician automáticamente un mejor


entorno para sus hijos.

Sin embargo, hay un tema fundamental y es la búsqueda de recursos nacionales,


internacionales, privados y de cooperación técnica para este desafío.

En el Plan Nacional de Desarrollo vamos a atender de 1’200.000 niños y niñas de una


manera integral, pero la realidad es que todavía tenemos un millón de niños que
necesitan del apoyo de la sociedad.

Es un reto enorme, porque la apuesta en calidad significa una inversión anual de


2’500.000 pesos por cada niño.

Por eso queremos tener un fondo que facilite el recaudo de recursos privados, con una
clara y específica destinación para generar esos ambientes de bienestar en niños y
niñas.

Aliados muy importantes en este proceso son todas las organizaciones sociales de
carácter nacional e internacional que han consolidado saberes y experiencias en el
tema de la primera infancia, De Cero a Siempre.

A ellos, a todos ustedes, les dirijo un llamado especial para que nos ayuden a pensar
las mejores formas de poder avanzar en este propósito.

La academia igualmente es de gran ayuda para revisar los procesos de formación de


profesionales, a la luz de las nuevas condiciones sociales, culturales y económicas de
los niños.

El llamado es también para los medios de comunicación, para que generemos –a nivel
nacional y regional– el compromiso y la movilización ciudadana en torno a esta
estrategia.

La empresa privada, además, debe asumir el tema de la niñez como un deber.

En fin, el trabajo por una atención integral de la primera infancia debe ser un
compromiso de todos y con todos.

Aquí estoy, firme, convencida de que este es el camino.

La inversión en Primera Infancia es –como bien lo dice el profesor Heckman–, un


camino necesario para el desarrollo, para erradicar la pobreza extrema y disminuir
brechas sociales.

Hoy entendemos este acto como el primer paso de una gran movilización social en
torno a la Primera Infancia, De Cero a Siempre.

Cada colombiano debe tener el cuidado de los niños en su corazón y apadrinarlos como
merecen.

Ésta es una oportunidad de oro para aportar a la construcción de un proyecto de país.


Para su verdadera transformación

A los niños hay que dejarlos que vuelen solos, pero primero hay que darles alas.

Trabajemos para que, además, tengan una buena plataforma de despegue y la fuerza
física y mental suficiente, de manera que vuelen más alto que cualquiera de nosotros.

No puedo terminar sin agradecer a Mauricio Palo de Agua por su generosidad y su


compromiso con la primera infancia.

Quiero que escuchemos la canción compuesta por él que estoy segura nos llegará al
corazón.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la firma del acuerdo


para la descontaminación del río Bogotá
Bogotá, 21 feb (SIG).  “Este es un hecho histórico. La verdad es que lo que aquí se
acaba de protocolizar era un sueño para millones de colombianos, bogotanos,
cundinamarqueses.
Hace más de 20, 25 años se viene hablando de la necesidad de recuperar el río
Bogotá. El río Bogotá infortunadamente es uno de los ríos más contaminados del
mundo y es un río muerto. Y lo que hoy hemos protocolizado es su recuperación.

Y esto va a tener un impacto muy importante en la calidad de vida, en el bienestar de


muchísima gente, de muchísimos bogotanos, de muchísimos cundinamarqueses, de
muchísimos colombianos.

Un esfuerzo enorme, un esfuerzo enorme. Cerca de 5.5 billones de pesos va a costar


este esfuerzo.

Yo quiero hacerle un reconocimiento a Bogotá, a la Alcaldía; ellos están haciendo un


gran esfuerzo dentro de este esfuerzo financiero. La ciudad también está haciendo un
gran esfuerzo y yo quiero reconocerlo. El concurso del departamento también. Y por
supuesto Planeación está haciendo un inmenso esfuerzo.

Pero creo que vale mucho la pena por el impacto que esto va a tener en la calidad de
vida de millones de colombianos, de nuestros hijos, de nuestros nietos, porque esto es
un proyecto que va a tener un gran impacto en el largo plazo.

Tiene dos fases. Una fase es el esfuerzo que se va a hacer para limpiar el agua del río,
es decir, para recuperar el río en la parte ambiental; y el otro gran esfuerzo que se va
a hacer es en devolverle en cierta forma al río lo que es del río, que son a lado y lado
construir un parque, va a ser un parque lineal que va a tener más de 68 kilómetros.
Eso va a transformar el medio ambiente, la calidad de vida de la ciudad, del
departamento.

Y esos dos esfuerzos además tienen un gran propósito adicional, ahora que estamos
viviendo el flagelo del invierno, y cómo el río se desbordó en muchos sitios, lo que esto
va a contribuir es a mitigar a ayudar a que ese río, el río Bogotá hacia el futuro no
tenga las consecuencias que estamos hoy todavía sufriendo por las inundaciones que
vivimos en los meses anteriores.

Ahí también nos queda hacer un gran esfuerzo. Por ejemplo, hay que trasladar barrios
enteros, barrios en Mosquera. Vamos a construirles un barrio nuevo, son cerca de 15
mil personas; 300 hogares que hay que reubicar en Mosquera. Y que hay que hacerlo
urgente porque eso es parte también del propósito que tenemos en el Gobierno de ir
mitigando el peligro de las lluvias que, infortunadamente, cómo ustedes han visto, han
regresado.

Y quiero también aprovechar esta oportunidad para hacerles un llamado nuevamente a


todos los gobernadores, a todos los alcaldes para que apresuremos y empujemos
todas las obras urgentes que hay que hacer para prevenir los desastres del invierno
que se nos viene.

Yo creo que con lo que hemos dicho, si el Gobernador (de Cundinamarca, Andrés
González), y el Alcalde (de Bogotá, Samuel Moreno) quieren decir algo adicional, yo lo
único que me resta decirles es muchas gracias.

Es un esfuerzo que hace la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca; su


esfuerzo y su concurso ha sido fundamental. El entusiasmo del señor Gobernador; el
apoyo y el entusiasmo del Alcalde, de todos sus funcionarios, y por supuesto, el
Director de Planeación (Hernando José Gómez), la Ministra de Medio Ambiente (Beatriz
Uribe), que también pusieron, no un granito, varios granitos de arena para que esto se
pudiera protocolizar.
Eso también es la demostración de que cuando hay voluntad para solucionar
problemas tan graves como era el problema del río Bogotá, y que llevaba tanto tiempo
sin definirse, cuando hay voluntad las cosas se pueden hacer.

De manera que los bogotanos, los cundinamarqueses y los colombianos nos debemos
congratular porque este paso es un paso muy importante en mejorar la calidad de vida
de millones de colombianos.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la XXX Feria Vitrina


Turística de Anato

Bogotá, 23 feb (SIG). “Cuando me enteré recientemente de que Colombia tendría su propia guía
Michelin, confirmé lo que ya venía diciendo –en foros como éste– en los últimos meses: que en el
campo del turismo avanzamos a grandes pasos y por el camino correcto.

Es una muy buena noticia que nuestro país sea, desde hoy, uno de los destinos turísticos que cuentan
con esta prestigiosa publicación, que es, además, la más antigua –se creó en el año 1900– y una de las
más importantes del mundo.

Y digo desde hoy, porque precisamente la guía Michelin se lanza aquí, en esta vitrina turística.

No es una noticia que nos sorprenda porque, desde hace unos años, Colombia ha venido ocupando los
titulares de importantes medios internacionales, que la han calificado como un destino turístico por
descubrir.

Recuerdo, por ejemplo, que, a comienzos de año, los lectores del New York Times escogieron a
Colombia como el segundo destino más recomendado para visitar en el 2011, entre más de 1.700
lugares de todo el mundo.

¡Imagínense! Después de Estambul, Colombia quedó seleccionada por encima de ciudades y países tan
atractivos como París, Seúl, Buenos Aires, Ciudad del Cabo, Costa Rica, Las Vegas y Shanghái.

En este caso –según el artículo que dio cuenta de la encuesta–, los aspectos más destacados para
ocupar tan honroso lugar son los bellos paisajes naturales que tenemos, las playas, la gastronomía, y la
calidad humana de nuestra gente.

Unos meses antes, en noviembre de 2010, otro prestigioso diario de Estados Unidos, el Washington
Post, dedicó un extenso artículo a hablar de la transformación de Medellín.

Se tituló “Medellín, de las drogas a destino turístico”.

En éste se decía que nuestro país había dejado de ser la oveja negra de América Latina.

Y es cierto: ¡Dejamos de ser la oveja negra, de ser el patito feo, para convertirnos en un bello cisne!

Qué orgullo y qué satisfacción ver que estamos superando la violencia, que era, sin duda, la mayor
traba que teníamos en este tema del turismo.

Más allá de las buenas referencias en medios, las cifras son la mejor prueba para mostrar lo mucho que
hemos avanzado en este tema.

El año pasado, por ejemplo, recibimos cerca de 2 millones 800 mil visitantes extranjeros, casi un 10 por
ciento más que en el 2009.

Además, el turismo –la industria sin chimeneas– ya es el tercer generador de divisas, sólo superado por
el petróleo y el carbón.

Pero, como queremos pensar en grande y ser ambiciosos con nuestras metas, para el año 2014
queremos que 4 millones de turistas vengan a Colombia. El Ministro me dice a veces que por qué le
pongo la vara tan alta. Y yo le digo: si nos esforzamos, lo podemos hacer.

Ustedes, las agencias de viajes, constituyen la fuerza de ventas más importante del país en materia de
turismo, y quiero invitarlos a que nos acompañen y sean socios en este propósito.

Me complace mucho, doctora Paula, haber escuchado en sus palabras el compromiso firme de Anato
para hacer los mejores esfuerzos para llegar a esta meta.

¡Ese es el espíritu que necesitamos para alcanzar los grandes objetivos nacionales, los que nos hemos
impuesto en este Gobierno de Unidad Nacional!

Para incrementar la afluencia de turistas, desde el Gobierno estamos comprometidos con la mejora de
la conectividad aérea del país, con el fin de duplicar las sillas ofrecidas para que vengan desde el
exterior, acercándonos cada vez más a una verdadera política de cielos abiertos.

Y seguimos estimulando, con toda decisión, la inversión hotelera nacional y extranjera, una inversión
que genera empleo y prosperidad para el país.

No cabe duda de que esta vitrina de Anato –que reúne a 30 países expositores y a más de 10 mil
compradores– resulta un espacio imprescindible para llevar a cabo nuestra tarea común.

Quiero felicitar, por ello, a Paula Cortés, presidenta ejecutiva de Anato; a Alonso Monsalve, presidente
de la Junta Nacional, y a Rafael Eduardo Avella, director de la vitrina, por los 30 años que cumple esta
excelente iniciativa que nació en esa tradicional y bellísima ciudad de Popayán.

Me siento muy contento hoy al poder reconocer esta labor de Anato con la Medalla al Mérito Comercial
que le estamos entregando. ¡Es la más merecida de las condecoraciones!

Valga resaltar que nuestro actual viceministro de Turismo, Óscar Rueda, estaba en Popayán como
director ejecutivo de Anato, cuando se inició esta vitrina en 1982.

¡Y hoy sigue, incansable, promoviendo el turismo desde el Gobierno!

Como todas las cosas a las que se le pone el alma, esta feria, que empezó siendo una pequeña reunión
de agencias de viaje, se ha convertido en la cita más importante del sector turismo en el país.

Debo destacar, además, que en esta feria se conjugan –como corresponde a una adecuada aplicación
de una tesis política que hemos llamado la Tercera Vía– el esfuerzo privado de las agencias con el
apoyo del Gobierno, que financia y patrocina la presencia de expositores nacionales e internacionales.

Soy un convencido de que en Colombia tenemos todo para seguirnos posicionando como un destino
imperdible.

Sobre todo porque, entre muchas otras cosas, tenemos un gran potencial en lo que se refiere a turismo
de naturaleza.

En la clasificación de competitividad turística que hace el Foro Económico Mundial, Colombia aparece
como el primer país del mundo en aves, el segundo en especies naturales, el quinto en recursos eco-
turísticos y el decimosegundo en áreas protegidas.

¡Somos un país afortunado!

Por eso, hemos decidido apostarle al turismo de naturaleza como producto bandera de Colombia,
aprovechando que tenemos 56 parques naturales, de los cuales seis están concesionados al sector
privado.

De hecho, los buenos resultados de estos parques nos han motivado a continuar con la política de
concesionarlos a empresas privadas del sector turismo.

Porque del eficiente manejo de los parques, de la calidad de nuestras playas y de los hermosos paisajes
naturales que tenemos, depende, en buena medida, que nos sigamos dando a conocer en el exterior
como lo que somos: un país muy bello, lleno de buena gente.
Precisamente, la guía Michelin de la que hablé al principio hace especial énfasis en los planes que
existen en el país para practicar el turismo de naturaleza.

Colombia será, a partir de hoy, el único país de América del Sur que contará con una Guía Verde
Michelin –disponible en inglés, francés y español– que destaque su potencial turístico y su vocación de
protección medioambiental.

Sea éste el momento para reiterar el compromiso del Gobierno con la conservación de este tesoro
natural que poseemos.

Dicho compromiso lo vamos a traducir en normas para el ordenamiento de playas, apropiando recursos
de las regalías para combatir su erosión, un efecto producido por el cambio climático y, algunas veces,
por los abusos del hombre.

En lo que tiene que ver con inversiones ecoturísticas, hemos detectado un freno que queremos eliminar.

He hablado con varios empresarios que me han dicho que no está funcionando el incentivo tributario
que se creó en el 2002, el cual consiste en el 20 por ciento de exención al impuesto de renta para las
empresas que realicen inversiones ecoturísticas.

Me dicen que los requisitos que se exigen para acceder al beneficio son prácticamente imposibles de
cumplir.

Por eso he pedido que se revisen dichos requisitos para que logremos incrementar ese tipo de
inversiones. Simplifiquémoslos. Hagámoslos mucho más fáciles.

Debo decir también que seguimos trabajando –como lo hemos hecho en estos primeros meses de
gobierno– por mejorar la infraestructura turística del país.

Todos los informes de competitividad destacan a la infraestructura como uno de cuellos de botella para
nuestro desarrollo económico en general, pero también del turismo en particular.

En este frente, el informe de competitividad turística del Foro Económico Mundial, que ya cité hace
algunos minutos, nos ubica en el puesto 72. O sea que tenemos mucho por hacer.

Sabemos que, para ser más competitivos, es importantísimo seguir incrementando la oferta hotelera del
país, y oferta de calidad.

Por eso mantendremos la exención al impuesto de renta para la construcción y remodelación de


hoteles, porque es una política que está dando excelentes resultados.

Desde el año 2000, cuando se creó el incentivo, se han construido más de 12 mil habitaciones y se han
instalado en el país importantes cadenas hoteleras como Marriott, Hyatt y NH, entre otras.

No más este año y el próximo, en estos dos años, ¡se construirán más de 4 mil habitaciones adicionales!

También tenemos en mente otras iniciativas que nos ayudarán a mejorar la calificación en el tema de
infraestructura de turismo.

La primera: hemos destinado 120 mil millones del Presupuesto Nacional para la infraestructura turística.

Esto significa inversión para construir centros de convenciones, muelles, malecones, parques temáticos
y para adecuar los atractivos turísticos que lo requieran.

La segunda iniciativa tiene que ver con aportar los bienes con vocación turística de la Dirección Nacional
de Estupefacientes al Fondo de Promoción Turística, para que puedan ser aprovechados.

Ya están en conversaciones el señor Director de esa agencia con el Ministerio para que eso se dé a la
mayor brevedad posible.

Además de esto, vale la pena mencionar algunos megaproyectos que tendrán gran incidencia en el salto
turístico que queremos dar.
Me refiero a la recuperación del Río Magdalena, a la que usted se refirió, doctora Paula.

Y le damos toda la importancia también a la recuperación del Río Bogotá. Sobre esrto último, acabamos
de firmar un acuerdo con el señor Gobernador de Cundinamarca (Andrés González) y con el señor
Alcalde de Bogotá (Samuel Moreno) para la recuperación de sus aguas y la ampliación de su zona de
ronda, convirtiéndola en un verdadero parque lineal de cerca de 67 kilómetros de parque lineal.

Eso va a transformar la ciudad. Eso va a transformar el departamento. Turísticamente tiene un impacto


muy importante. Ni qué decir en la calidad de vida de los bogotanos, de los cundinamarqueses, de los
colombianos.

Pero nuestro compromiso –más allá de la infraestructura– va encaminado también a agilizar las
decisiones que tengan que ver con el turismo.

Para lograrlo, vamos a crear el Consejo Superior del Turismo.

Son muchas las entidades, privadas y públicas, que tienen que ver con el tema del turismo y somos
conscientes de la necesidad de contar con un instrumento de coordinación entre ellas para la toma de
decisiones que marquen el futuro de nuestro turismo.

Esta necesidad ya está consignada en el Plan de Desarrollo que le presentamos al Congreso, y está
incluida en la ley de facultades que está a punto de materializarse en el Senado de la República.

En nuestro gobierno, como ya hemos dicho, consideramos esencial el diálogo entre el sector público y el
sector privado.

En este sentido, me complace saber que en esta vitrina se instalará el Comité Nacional de Turismo –
desaparecido desde el año 2000–, integrado por los gremios turísticos del país, por los aportantes de la
parafiscalidad turística y por la academia.

Este comité será un canal institucional de concertación con el Ministerio de Comercio, Industria y
Turismo, y con el Gobierno en general 

Así que reitero mi optimismo: Vamos por buen camino y tenemos todo el potencial para seguir creciendo
en este frente tan importante como es el turismo.

Pero el potencial necesita de conocimiento y de asimilación de otras experiencias para poder


desarrollarse plenamente.

Por eso celebro la presencia en esta feria, como invitado de honor, de Curazao, una isla con una belleza
incomparable y un sector turístico muy desarrollado.

Por eso quiero saludar muy especialmente a su primer ministro, Gerrit Schotte, quien nos acompaña el
día de hoy.

Valga aclarar, como anécdota, que el segundo apellido del primer ministro de Curazao es RUIZ, porque
su madre es colombiana –paisa para ser más exactos–, lo que nos alegra muchísimo, y nos ayuda a
reforzar nuestros lazos de amistad y cooperación.

Schotte Ruiz es una combinación que no tiene pierde. Por eso es el primer ministro más joven en el
mundo. De manera que muy bienvenido.

Quiero también darle un saludo muy efusivo y muy especial a mi colega y buen amigo, el presidente
Mauricio Funes, de El Salvador, y a su señora, personas con las cuales tenemos una muy buena
relación.

Con El Salvador tenemos una gran amistad. Este país bien podría ser el invitado de honor del año
entrante en esta Vitrina.

Estamos muy agradecidos con usted, presidente Funes, por permitir que nuestra gente de Proexport los
asesore en la creación y diseño de las haciendas cafeteras, como las que han funcionado tan bien en
nuestro Eje Cafetero.
Permítanme contarles una anécdota, que no la he contado todavía con esta corbata. Estaba yo con
unos amigos colombianos en un restaurante muy bueno de París. De pronto una pareja de alemanes, ya
de cierta edad, se acercaron y me dijeron: ‘¿Ustedes son de Colombia?’. Dije: ‘Sí, somos de Colombia’.

Entonces me preguntaron que si se podían sentar cinco minutos, porque querían simplemente
transmitirme algo que les salía del corazón. Les dije: ‘Por supuesto’.

Me contaron un poco de su vida. Son una pareja de personas muy ricas, tenían varias empresas y
habían dedicado los últimos años de su vida a visitar al mundo entero, a hacer turismo.

Y me dijeron: ‘¿Usted sabe dónde hemos tenido el mejor fin de semana de nuestras vidas?’ Les dije:
‘No’.

Dijeron: ‘En Colombia. Fuimos a una hacienda cafetera en el departamento del Quindío, y ahí logramos
hacer algo que nunca habíamos visto: recoger café para nosotros mismos. Así como mucha gente se
enorgullece de dar un buen vino, nosotros les decimos a nuestros amigos allá en Hamburgo: este café
lo recogimos nosotros, nosotros lo beneficiamos y lo acabamos de tostar para que ustedes tomen un
buen café’.

Esa anécdota me quedó marcada en el corazón. Y tenga la seguridad de que esa asesoría de Proexport
a El Salvador, de esas fincas cafeteras, va a representar en un futuro un gran recurso, porque conozco
la zona cafetera de El Salvador, y es bellísima, como es la zona cafetera nuestra. De manera que ahí
tenemos una alianza adicional para desarrollar.

Estoy seguro de que estas haciendas serán un nuevo atractivo para atraer turistas a su país, donde se
mezcla la maravillosa cultura maya con hermosos poblados coloniales y una naturaleza bellísima, como
es toda Centroamérica.

Por último, quiero saludar al alcalde de Santa Marta, Juan Pablo Diazgranados, porque su ciudad –la
más antigua de América del Sur– es la invitada local de esta feria.

Alcalde Diazgranados, yo sé que usted, como gobernante, también está trabajando para que Santa
Marta –con su historia, con sus playas de ensueño y el marco de la impactante Sierra Nevada– siga
siendo la bahía más hermosa de América y uno de los mejores destinos del país.

De nuestra parte, no descansaremos hasta ver a Colombia posicionada como uno de los lugares
obligados para visitar en América Latina, y, por supuesto, en el mundo.

En el año 2009, la Organización Mundial del Turismo anunció, en una frase más que diciente, que
Colombia había regresado al “mapa del turismo mundial”.

Hoy podemos decir –en esta vitrina llena de oportunidades– que Colombia no sólo regresó, sino que
está ya ubicada en un lugar de honor entre las naciones con mayor potencial turístico del mundo.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el lanzamiento de los


planes de negocio de la ‘Ola Agro’ del Programa de Transformación
Productiva para el Sector Agropecuario y Agroindustrial

Bogotá, 23 feb (SIG). “Lo primero que quisiera decirles es, les ofrezco disculpas por el retraso.

Este Gobierno ha querido ser un Gobierno honesto, un Gobierno eficaz y un Gobierno puntual.
Consideramos que es un acto de malísima educación hacer esperar a cualquier persona.

Por eso hemos querido ser lo más puntual posible.

En esta ocasión no le vamos a echar la culpa al Alcalde ni al tráfico en Bogotá. La culpa la tiene el señor
Ministro de Comercio (Sergio Díaz-Granados), que capturó, en una maravillosa Vitrina Turística que
lanzamos esta mañana, al Presidente de El Salvador (Mauricio Funes) y a su señora, y los mantuvo
capturados durante más de hora y media.

Y llegaron al almuerzo que yo les tenía ofrecido con ese retraso y por eso se nos retrasó toda la agenda.
De manera, señor Ministro, que es culpa suya el retraso.

Pero fue por una buena causa, porque esa Vitrina Turística realmente es algo bien importante. Estaban
celebrando treinta años de esta Vitrina y ahí ve uno el potencial turístico de este país y cómo tenemos
que aprovecharlo cada vez más.

De manera que fue por una buena causa.

Enorme potencial agrícola

Y ahora, el potencial que nos ofrece otro sector, el sector de la agricultura —a nivel mundial— es
también de enormes proporciones para nuestro país. Así lo hemos dicho en varias ocasiones.

Es como estar de pie en una playa y contemplar al frente un vasto mar de oportunidades.

¡Pero hay que ir por ellas! ¡Hay que salir a pescarlas!

No basta con detenerse en la costa y ser conscientes del amplio horizonte que tenemos por delante.

Hay que meterse al agua, elevar las velas y zarpar.

Quien es visionario pero no toma acciones —no concreta sus visiones— se queda en el plano de simple
soñador.

¿A qué me refiero con ‘vasto mar de oportunidades’?

Dice la FAO que el mundo debe incrementar su producción de alimentos en un 70 por ciento para los
próximos 40 años.

Eso para alimentar —óigase bien— ¡2.300 millones de bocas nuevas!

De hecho, hoy el índice de Precios de Alimentos de la FAO está en su máximo histórico.

Nuestra ambición debe ser obtener una buena tajada de ese grupo de nuevos consumidores y
aprovechar la enorme demanda.

Nuestro pronóstico es tan ambicioso como sencillo: COLOMBIA SERÁ UNO DE LOS MAYORES
PROVEEDORES DE ALIMENTOS DEL MUNDO.

Y, en ese propósito, no empezamos de ceros.

El país ya ha avanzado, por ejemplo, en el diseño de mecanismos para diversificar su oferta exportable.

Entre 2002 y 2010 duplicamos nuestros ingresos por ventas, al pasar de 3.000 millones de dólares a
más de 6.000 millones, si bien no hubo mayor variación en el volumen exportado, que se mantiene por
encima de los 4 millones de toneladas.

Esto es resultado —en buena parte— del valor agregado que ofrecen algunos de nuestros productos,
que nos permite venderlos a mejores precios.

También es consecuencia —por supuesto— de los altos precios de los alimentos a nivel mundial.

Ahí hay una magnífica oportunidad para nuestro agro, desde los más humildes y laboriosos campesinos,
hasta los más emprendedores y comprometidos empresarios del campo.

Plan de choque

Somos conscientes, sin embargo, de las dificultades que hoy sufren por causa del invierno.

Han sido más de 500 mil familias afectadas, lo que significa 2’400.000 personas víctimas de las lluvias.

No sólo se trata de viviendas destruidas ni de compatriotas que perdieron su hogar, sino también de
vías destruidas, de cerca de un millón de hectáreas inundadas, y de cientos de miles de animales del
sector agropecuario muertos o desplazados.

Necesitaremos, al menos este año, de 1,7 billones de pesos para ejecutar el Plan de Choque del
Ministerio de Agricultura, que está dirigido a afrontar la crisis invernal en el campo.

Y quiero hacer eco de lo que dijo el doctor Juan Camilo (Restrepo, Ministro de Agricultura). Nos hemos
encontrado en estos seis meses con una constante en todas las políticas públicas, en todos los
Acuerdos para la Prosperidad. Y es el desfase que hay, la falta de información oportuna para que la
gente sea consciente de la oferta que tiene el Gobierno y el Estado para ayudarla.

Prácticamente en todos los frentes. Pero uno de esos frentes es el frente de la agricultura. Y por eso,
por supuesto que nos compete a nosotros, al Gobierno, pero el llamado que hizo el Ministro también es
muy pertinente, porque los dirigentes gremiales tienen ahí una gran responsabilidad de volverse
multiplicadores de esa información.

Porque un campesino que no tiene ni idea —y nos está pasando en todos los frentes—, un campesino
que no tiene ni idea que puede acudir a una ayuda, así no tenga un crédito, porque fue afectado por el
invierno, o el que tenga el crédito, cómo lo puede refinanciar y conseguir más recursos —otros
colombianos que están siendo afectados—, si no sabe, pues no va a poder utilizar este programa.

Y es un programa que está ya financiado, existen los recursos, y lo importante es que se utilicen.

Nuestro compromiso —el compromiso de todos los colombianos— es convertir esta tragedia que tanto
nos ha afectado, que va a ser un gran desafío, sobreponernos de ella, pero convertirla en una
oportunidad.

Y el propósito de este Gobierno es reconstruir nuestra infraestructura, la agricultura, para que, como
hemos dicho, quedemos mejor que antes.

O sea, en lugar de dejarnos como dicen popularmente achicopalar por esta tragedia, más bien nos
llenamos de entusiasmo para enfrentar el desafío y quedar mejor que antes.

Cuatro sectores

En ese contexto lanzamos hoy los PLANES DE NEGOCIO DE LA OLA AGRO, del Programa de
Transformación Productiva.

Estos planes pueden verse como unos BARCOS llenos de emprendimiento, dirigidos por
TRIPULACIONES decididas a conquistar el mar, que son ustedes, empresarios y trabajadores del
campo, de la mano del Gobierno.

Son cuatro sectores los que estamos promoviendo para la agricultura y la acuicultura, a partir de estas
estrategias de planes de negocio.

Vamos a poner un ‘case’ inicial del Gobierno de 3.000 millones de pesos para este año, que saldrán de
los Ministerios de Agricultura y de Comercio Exterior.

Con esos recursos buscamos conformar un equipo del más alto nivel —una gerencia de primera— que
ponga a funcionar los planes de negocios de los cuatro sectores.

¿De qué sectores hablamos?

El primer sector es el de PALMA, ACEITES Y GRASAS VEGETALES .

Las acciones que emprenderemos al respecto están encaminadas —por un lado— a mejorar la
productividad de las áreas sembradas de palma de aceite y —por otro— a cerrar brechas en los costos
de producción.

Debemos esforzarnos para consolidar la oferta de productos intermedios y terminados, no sólo


comestibles, sino también los que tengan usos diferentes a los alimenticios, como el biodiesel.

Incentivaremos, además, una organización geográfica, a través de conglomerados que articulen la


cadena de valor.

Nuestras metas son muy concretas.

Nos proponemos aumentar las hectáreas sembradas de palma de aceite, pasando de 370.000 que
existen hoy a llegar a más de 480.000 en cuatro años.

Eso significará 65.000 empleos estables.

El segundo sector de esta estrategia es el de CHOCOLATERÍA Y CONFITERÍA .

Este es desde ya un negocio con experiencia exportadora y con mercados consolidados que nos
permiten prever un crecimiento anual del 10 por ciento.

Como los dulces colombianos ya tienen un buen camino andado, el reto es grande —¡tiene que ser
grande!—.

La expectativa es consolidar este sector colombiano como un líder regional.

Debemos consolidar una cadena productiva integrada —con materias primas competitivas— y también
tenemos la misión de apostarle a la innovación y a la adopción de nuevas tecnologías, por ejemplo para
desarrollar el eslabón cacaotero.

La meta es aumentar las exportaciones en más del 50 por ciento, de manera que vendamos más de 380
millones de dólares.

Eso significará empleo para más de 25.000 trabajadores, lo que representa un aumento de más del 20
por ciento en el número de empleados.

¿Por qué estoy haciendo la cuenta en los empleos? Porque estamos en un ejercicio, con todos los
ministerios, de ponernos unas metas, de negociar esas metas. Los ministros —y lo digo por experiencia
propia— tienden a bajar las metas y la labor mía es subir las metas para que no se sienten en sus
laureles. Pero también les he dicho que traduzcan esas metas en empleos concretos, para cumplir con
uno de nuestros grandes objetivos del Plan de Desarrollo, que es más empleo y más empleo formal.

El tercer sector es el de CARNE BOVINA .

En este punto, el desafío es posicionarnos en el mercado mundial y ser reconocidos por una amplia
variedad de productos, además de tener prácticas sostenibles que contribuyan con la conservación del
medio ambiente.

El doctor (José Félix) Lafaurie (Presidente de Fedegán) me estuvo visitando hace un par de días. Me
mostró ya lo que se ha hecho en inversiones en ese frente. Cómo se está ya transformando la
ganadería extensiva a una ganadería mucho más eficiente y el potencial que tenemos, enorme, ya lo
estamos viendo encarne y hueso, y allí hay un tremendo potencial.

Yo salí muy optimista de esa reunión que tuvimos con el doctor Lafaurie.

Nuestras acciones estratégicas para el sector de carne bovina son varias:

Primero, alcanzar un alto cumplimiento de la normativa sanitaria.

Segundo, aumentar la oferta de carne de más calidad a menor costo.

Tercero, mejorar las condiciones productivas y competitivas de los productores, disminuyendo —al
mismo tiempo— la informalidad.

Y cuarto, incrementar el consumo per cápita de carne de res, promoviendo productos diferenciados a
zonas de altos y bajos ingresos.

Con los ganaderos me reuní el pasado mes de noviembre y tuve oportunidad de manifestarles mi
genuina admiración por su aporte al país, pues la ganadería contribuye con el 1,6 por ciento del PIB
nacional.
Es más: la economía ganadera triplica tanto al sector cafetero como al floricultor, lo que nos da una idea
de su trascendencia como impulsora del crecimiento.

Por supuesto —y como lo he dicho repetidas veces— es fundamental que busquemos una
reestructuración en el uso de las tierras para la ganadería extensiva, de manera que lo hagamos mucho
más eficiente y productivo, para sacar más provecho a nuestro potencial agropecuario.

El cuarto sector —de la estrategia de Transformación Productiva que lanzamos hoy— es el


de CAMARONI-CULTURA . Yo no sabía que es palabra existía, pero fui e investigué y sí, así se dice.

Colombia cuenta con un camarón de la mayor calidad que es comercializado con éxito en los mercados
europeos.

Allá va a parar el 90 por ciento de la producción nacional.

Contamos —incluso— con el centro de investigación líder a nivel mundial en el desarrollo genético del
camarón blanco, como lo es Ceniacua, que produce conocimiento científico y tecnológico para el
desarrollo sostenible de la acuicultura.

Siendo un sector que ya ha superado grandes retos —como el de exportar con éxito a Europa y
alcanzar excelentes estándares de calidad— los objetivos deben ser aún más ambiciosos.

Por eso nos hemos propuesto posicionar al camarón colombiano en los mercados más exigentes del
mundo.

Al mismo tiempo, debemos ampliar el mercado local. No solamente que consumamos más carne, sino
que consumamos también más camarón

No puede ser posible que en Europa prueben un manjar de estos, mientras que los colombianos nos
privamos de ese placer.

En ese aspecto, trabajaremos en una fuerte campaña interna, para que probemos y disfrutemos de lo
nuestro.

Amigos y amigas del campo:

Todas estas líneas de acción van encaminadas a hacer del agro colombiano una locomotora competitiva
que ande a todo vapor.

Alianza público-privada

El Programa de Transformación Productiva ha sido resultado de una alianza de los sectores público y
privado.

Ahí están armonizadas las visiones, las metas identificadas por todos los empresarios del campo, el
sector privado y el sector público. Las instituciones como el Ministerio de Comercio, como el Ministerio
de Agricultura van a participar y están participando en forma muy activa para que esa alianza sea
exitosa.

De manera conjunta —empresarios del campo y Gobierno— escogimos, mediante concurso abierto y
con un jurado de alto nivel, a estos cuatro sectores por su liderazgo y capacidad de expansión en el
mercado externo.

Nuestro reto ahora es concretar las metas previstas y promover un trabajo en equipo, articulado entre
las diferentes entidades y empresas.

El objetivo es el mismo para todos nosotros: consolidar sectores de clase mundial, promoviendo el
mejoramiento de la infraestructura y el desarrollo de capital humano.

Ayer estuvimos con el Ministro de Comercio en una reunión con el Consejo Privado de Competitividad.
Estuvimos revisando bien cómo está funcionando el Consejo, cómo están funcionando los consejos
regionales, a los cuales hay que darle más impulso.
Pero realmente este trabajo que se ha hecho —que no es trabajo nuestro, es un trabajo heredado del
Gobierno anterior— es un trabajo impecable y que lo que tenemos que hacer es reforzarlo.

Y vamos por buen camino. Ayer estaba el Presidente de la Nacional de Chocolates. Le pregunté que
cómo iban las ventas. Me dijo que como nunca. ‘En los últimos meses hemos vendido como nunca’.

Le pregunté al doctor José Alejandro Cortés cómo iba la construcción. Me dijo que en vivienda de
interés social nunca habían vendido tanto como en los últimos meses.

Al doctor (David) Bojanini que cómo iban sus ventas. Me dijo ‘vamos disparados. Demasiado bien.

Esta mañana estuve charlando con el Presidente de la Federación de Cafeteros, con el doctor Luis
Genaro Muñoz. Le pregunté cómo vamos en el café.

Me dijo: ‘En los últimos cuatro meses hemos duplicado el ingreso cafetero’. De 1,2 billones, el ingreso
cafetero creció a .2.2 billones de pesos en solo cuatro meses.

Eso por supuesto tiene un efecto multiplicador enrome en el resto de la economía. O sea que vamos por
buen camino.

Pero esto es sostenible solamente si nos ponemos metas ambiciosas y si utilizamos los mercados
externos. Y por eso este evento de hoy es tan importante.

Decía un escritor que ‘ningún miembro de una tripulación es alabado por la vigorosa individualidad de su
remada’.

De manera que —ahora que ustedes zarpan para llevar estos planes a buen puerto— trabajemos juntos
como lo hemos venido haciendo hasta ahora.

¡Los invito —y yo fui marino— a que rememos en equipo!

Porque sabemos que unidos lo hacemos mejor.

Y como ex marino les digo también buen viento y buena mar, y vamos adelante sobre esa ola
triunfadora que es la ola del agro colombiano.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la colocación de


la primera piedra de proyecto hidroeléctrico de El Quimbo

Gigante (Huila), 24 feb (SIG). “Qué bueno estar aquí asistiendo al cumplimiento de un sueño, un sueño
que lleva más de 50 años, más de 50 años se está hablando de la posibilidad de esta obra, de esta
represa, y que hoy estemos celebrando su inicio, poniendo la primera piedra.

Es un gran día, un gran día para el Huila, un gran día para Colombia. Y me complace muchísimo estar
aquí con ustedes.

El significado de esta obra es difícil de exagerar. Ya la gente de Endesa les dio unos brochazos sobre lo
que significa en términos de inversión: más de 800 millones de dólares para la generación de energía
del país.

Esta obra representa un porcentaje muy importante, 4 por ciento de la energía de todo el país. O sea,
que Endesa ya va a generar el 8 por ciento. Es un porcentaje muy importante.

Esto tendrá una vida útil de 50 años. También se hablaba de algo muy, muy importante —y es lo que
queremos con estas grandes obras— de encontrar un equilibrio, un equilibrio entre la parte financiera,
económica, con la parte de la preservación del medio ambiente, con la parte de la responsabilidad
social.

Y analizando bien los pasos que se han dado en el proceso de concertación que se ha dado en este
proyecto, yo diría que estamos encontrando lo que yo sueño, que es como el estado del arte en
procesos de este tipo, para llegar a tomar decisiones correctas, decisiones justas, decisiones que todo
el mundo pueda decir se está haciendo lo que toca.

Y lo que se logró después de una larguísima discusión. Recordábamos con el senador (Carlos)
Chavarro, cuando recién estaba yo posesionado, que fuimos a un viaje. El proyecto no estaba para
nada definido, había mucha controversia, había una serie de reclamos por parte y parte.

Que si reclaman esa compensación, toda la viabilidad económica del proyecto simple y llanamente
desaparece; que si hacen esta exigencia sobre la parte ambiental va a sufrir demasiado, y eso hace el
proyecto inviable.

Pero después de un proceso donde, yo diría que se caracterizó por la buena voluntad de todos,
logramos finalmente el consenso y gracias a ese proceso de concertación estamos hoy aquí poniendo
esta primera piedra.

Cómo me complace que sea en el departamento de Huila. Yo oía su bellísimo himno, y por un lado me
decía: es el alma de cura, tierra de promisión.

Y me podía a ver este departamento, me ponía a recordar cuando fui jurado de la fiesta de San Pedro y
San Pablo, fui jurado del baile del Sanjuanero, que para mí es el más lindo que hay en Colombia.

América Latina tiene lo que el mundo busca

Pero sobre todo me puse a analizar lo que hoy en el mundo estamos todos preocupados, ahora que
estuvimos en Davos, y llegué a la conclusión, una conclusión muy interesante: América Latina tiene lo
que el mundo está buscando. América Latina tiene energía. El mundo está iniciando una crisis
nuevamente de energía, el petróleo ya subió por encima de 100 dólares.

Y sobre todo lo que está buscando el mundo es energía limpia. El mundo está buscando agua, el mundo
está buscando alimentos. Estamos entrando en una crisis de alimentos. De Acuerdo a la FAO, los
precios de los alimentos que hoy tenemos son los más altos en la historia que registran en la FAO los
precios de los alimentos. Y la tendencia es que a que sigan subiendo, con la inmensa demanda que
está creciendo en la China, en la India, en Indonesia, en América Latina, con el proceso de sacar la
mayor cantidad de gente de la pobreza.

América Latina tiene biodiversidad, tiene bosques naturales; es un pulmón del planeta en un momento
donde el cambio climático y el medio ambiente es la mayor preocupación que tiene el mundo entero.

Y América Latina tiene una población joven, que hoy en día es uno de los grandes activos, de las
grandes ventajas para un país.

Dentro de América Latina lo señalábamos y lo señalaban los grandes inversionistas en la reunión de


Davos, hace unas semanas, dentro de América Latina Colombia sobresale, porque en esos aspectos
Colombia tiene todo. Y dentro de Colombia, me ponía yo a pensar, el Huila dentro de Colombia también
sobresale, porque tiene todo.

Huila, tierra de promisión

O sea, que esa tierra de promisión que tiene ese himno —no sé hace cuánto está Gobernador (del
Huila, Luis Jorge Sánchez) el himno vigente. Más de 40 años—, pero quien lo redactó tenía una gran
visión, porque eso hoy se está concretando.

¿Qué es lo que está sucediendo en el Huila? El café, un producto con el cual yo he estado tan cercano
toda mi vida. Ayer le decía al Gerente de la Federación de Cafeteros: ¿Cómo van lo del café? Y me
dice: en los últimos cuatro meses se duplicó el ingreso cafetero, de 1.1 billones a 2.1 billones (de
pesos).

Y el Huila, que yo me acuerdo que cuando yo trabajaba en la Federación de Cafeteros en los años 70,
era un productor mediano, hoy se está disputando con Antioquia ser el primer productor de café y el
café a 3 dólares.

El Huila tiene petróleo, el Huila tiene gas, el Huila tiene una industria piscícola sin igual, sin igual en el
resto del país.

Me recordaba el Gobernador que ya el Huila provee el 18 por ciento de la oferta de tilapia fresca en
Estados Unidos y que es una demanda que está creciendo todos los días, lo cual me hace pensar,
ahora que veníamos y que nos mostraba allá en Betania las jaulas en donde estaban los peces, que
este proyecto también debe tener eso como uno de sus objetivos.

Yo creo que el señor Presidente de Endesa y los señores ministros, desde ya puedan ponerse de
acuerdo en que en este proyecto también se debe permitir la producción de pescado dentro de siete
años.

Eso es una compensación que no tiene precio para la empresa, no tiene costo para el proyecto, pero
tiene un enorme beneficio para el departamento y para el país, porque el número de empleos que está
generando, ya se está vendiendo 35 millones de dólares, solamente de aquí hacia el exterior. Este es
uno de los grandes rubros de exportación futuros que tenemos en el país.

Y el himno también dice algo muy, muy bonito: ‘en el Huila para bien cruza un río sin igual’.

Y estamos haciendo uso, un uso muy provechoso y conveniente, de ese río sin igual.

Voto de confianza de la inversión extranjera

Este proyecto y los proyectos que además se pueden construir hacia el futuro, para el departamento y
para el desarrollo del país significan mucho. Significan además un voto de confianza de la inversión
extranjera en Colombia, inversión que tanto necesitamos.

Aquí hay inversión española, aquí hay inversión italiana, aquí hay inversión francesa, parte de los
equipos también van a ser franceses; es la primera hidroeléctrica que realmente construye el sector
privado, un inversionista privado, y eso es un voto de confianza en nuestro país que nos compromete,
que nos llena de satisfacción porque eso es lo que queremos, que vengan cada vez más inversionistas
a producir, a generar empleo, a generar riqueza.

Y por eso le agradecemos, querido amigo Borja (Prado, Presidente de Endesa), por su interés, el de su
empresa, por su presencia aquí. Y tenga la seguridad de que nosotros los consideramos socios. Si a
ustedes les va bien a nosotros nos va bien.

Y por eso en la actitud con la cual le damos la bienvenida a la inversión extranjera es esa, es una
sociedad con ustedes para generar bienestar, para generar prosperidad.

Potencia en generación de energía

Y también es un paso importantísimo en algo que para nosotros tiene un gran significado geopolítico.

Colombia, como les decía, tiene mucho de lo que el mundo está necesitando. Parte de eso es energía y
energía limpia.

Y estamos rodeados de países con necesidades en materia de energía. Y este proyecto es un aporte
importante a ese gran potencial que tenemos nosotros de convertirnos en una potencia en materia de
generación de energía, de generación eléctrica.

El Ministro (de Minas y Energía, Carlos Rodado) va la semana entrante a Panamá. Hemos estado en
conversación con Panamá hace ya mucho tiempo, pero finalmente llegamos a unos acuerdos para que
comencemos a ofrecerle energía a Panamá y de Panamá hacia el norte y queremos llegar hasta
México.

Ya las Empresas Públicas de Medellín y otras empresas están comprando distribuidoras de energía en
todo Centroamérica. O sea que nos vamos a convertir en proveedores de energía hacia el norte hasta
llegar a México.

Eso tiene una inmensa importancia para el país desde el punto de vista geopolítico, geodiplomático.

Pero no solamente hacia el norte; también hacia el sur.


Con el Presidente de Chile (Sebastián Piñera) tenemos muy claro que ellos necesitan la energía
colombiana y por eso la Canciller va a viajar a Lima (Perú) también la semana entrante y se va a reunir
con los ministros del Ecuador y Chile para llegar a un acuerdo y poder extender lo que ya estamos
haciendo en Ecuador.

Porque hemos llegado en algunas ocasiones a proveer cerca del 20 por ciento del consumo diario de
energía del Ecuador. Pero queremos ir hasta el Perú, donde ya hay presencia de empresas
colombianas, y llegar hasta Chile para tener ya el mercado asegurado.

Eso también es de enorme importancia geopolítica y geodiplomática para nuestro país.

Pero todo eso debe tener un origen. El origen es nuestro potencial de generar energía y este proyecto
es parte de ese gran potencial que vamos desarrollando con Ituango, con otras empresas que vamos a
construir hacia el futuro.

De manera que éste es un día muy, muy importante para nosotros, por la confianza del mundo en
Colombia, por la confianza de los inversionistas en Colombia, por lo que esto significa para nuestra
economía, por lo que esto significa para el bienestar del Huila, para el bienestar del país y por eso
celebro enormemente estar aquí el día de hoy para poder colocar esa primera piedra.

Vías y proyectos importantes para la región

Finalmente les diría que, como decía el Gobernador, esto es un proyecto de muchos proyectos que este
departamento necesita y esta región del país necesita’.

Somos conscientes y por eso queremos dar ese salto en materia de infraestructura para que podamos
finalmente darle un empuje cualitativo y cuantitativo a nuestro desarrollo, un empuje realmente
importante.

Las vías forman parte de ese gran proyecto. Ahí puedo anunciarles una de esas vías importantes, la de
Isnos-Paletará-Popayán, que estaba en cierta forma embolatada por este escándalo de los señores
Nule, y lo que ellos tenían como porcentaje de la construcción de esa vía. Eso ya quedó solucionado y
ya le dimos vía libra para que siga la construcción de esa carretera que es muy importante.

En los otros proyectos, Gobernador, lo que yo le he dicho es sentémonos, sentémonos, porque aquí va
a haber también una gran oportunidad con los recursos de las regalías, con los recursos de la venta de
Ecopetrol, ahí va a haber una gran oportunidad para que nos sentemos y proyectemos, y hagamos las
cosas bien, hagamos los proyectos en la forma correcta.

El gran problema que ha tenido este país es un poco el afán, el afán por presentar resultados. No se
estructuran bien los proyectos y al no estructurar bien los proyectos comienzan los problemas, los
problemas legales, los problemas de diseño, los problemas de ejecución, y las obras acaban costando
tres, cuatro, cinco veces lo que originalmente estaban planificadas para costar.

Por eso es tan importante los trabajos previos, los trabajos de los estudios, estructurar bien los
proyectos.

Sentémonos, Gobernador, y hagamos un inventario, y hacemos una buena estructuración de los


proyectos. Yo creo que por recursos no va a haber problemas por lo menos en las obras principales.

Mi sueño es que dentro de cuatro años hayamos podido dejar sembrado obras que realmente
signifiquen un cambio estructural en el desarrollo del país, pero sobre todo en un departamento como el
Huila que tiene una ubicación tan estratégica por su cercanía hacia los Llanos. Por su localización
geográfica, este departamento está destinado a tener un salto enorme en su desarrollo, y por lo que les
decía, que aquí tienen todo, todo, y sobre todo como decía el Presidente de Endesa, tienen los mejor,
que es su gente; una gente maravillosa.

Los huilenses son echados para adelante. Por eso le agradezco mucho su apoyo, Gobernador.

Y a todos ustedes felicitarlos, felicitar a todos los que han participado en este gran proyecto.

Esto, como les decía al principio, es un sueño de 50 años que se está convirtiendo en realidad.
A los señores congresistas, a los senadores, a los representantes, que estuvieron siempre pendientes,
siempre defendiendo los intereses del departamento, los intereses de la Nación; siempre haciendo las
preguntas pertinentes, siempre poniendo sobre la mesa las preocupaciones pertinentes, a ellos también
muchas gracias por su aporte, muy importante. Lo mismo, los diputados, lo mismo los técnicos que tanto
trabajaron para que el día de hoy pudiera llegar.

A todos, muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos durante la entrega de viviendas en el


Megaproyecto ‘Bosques de San Luis’

Neiva, 24 feb (SIG). “¡Qué bueno estar aquí en el Huila, y qué lindo ha sido el día de hoy!

Este difícil arte de gobernar tiene sus altibajos. Hay días muy difíciles, donde uno se llena de angustia,
donde hay frustraciones, y otros días que me causan una gran satisfacción. Este de hoy es uno de esos
días de gran satisfacción.

Venimos de poner la primera piedra y de hacer realidad un sueño que llevaba más de 50 años aquí en
este departamento, que es la represa del Quimbo. Es un sueño hecho realidad, que va a traer unos
beneficios enormes, enormes a este departamento, a toda esta región y al país.

No quiero extenderme porque ya hablé sobre el particular allá cuando pusimos la primera piedra.

Quiero simplemente señalar un beneficio adicional de esa represa, y es que al poder controlar el caudal
del río, vamos a poder mitigar el efecto de este cambio climático y del invierno que hemos vivido y que
vamos a seguir viviendo, río abajo, porque en la medida en que podamos controlar el caudal aquí, allá
en la Costa Caribe van a poder sentir el beneficio. Un factor adicional por el cual es tan importante esta
represa, que además tiene una serie de beneficios económicos, sociales y una compensación ambiental
que va a ser muy importante para esta región.

Hablábamos con el Presidente de Endesa (Lucio Rubio) sobre la necesidad también de hacer una gran
inversión –y nosotros en el Gobierno estamos muy interesados- lo hablábamos con los señores
congresistas cuando volábamos aquí hacia el Huila, de Bogotá, ellos van a presentar en el Plan de
Desarrollo un proyecto para que hagamos un gran esfuerzo en todo el Macizo Colombiano.

Eso es algo que tenemos que proteger a toda costa. De nada nos sirven los ríos, esa riqueza que
tenemos, si dejamos morir el nacimiento de las cuencas. Por eso es tan importante proteger y reforzar
todo lo que tenga que ver con el Macizo. Ahí, apreciados congresistas, tendrán el apoyo absoluto del
Presidente y del Gobierno.

Y otra razón por la cual pues puedo sentirme muy satisfecho el día de hoy, es este evento de entregarle
a 400 familias, familias vulnerables, también un sueño, un sueño porque todos en la vida tenemos
muchos sueños, pero uno de ellos es tener nuestra casa, y el poder entregarles a 400 familias en este
gran proyecto, y hacer realidad ese sueño, es un motivo de gran satisfacción.

A mí me gusta citar un arquitecto, tal vez muchos dicen que el arquitecto más importante de la historia,
un suizo que se llamaba Le Corbusier que decía: “La casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de
felicidad”.

Creo que tiene un gran significado, y este proyecto tiene también ese alcance, porque no es solamente
unos apartamentos, no es solamente una casa, es un proyecto que tiene una construcción que va más
allá.

Por eso tiene un megacolegio, tiene un puesto de salud, tiene un CAI (Centro de Atención Inmediata),
tiene una guardería. Lo que queremos que todas esas familias, 400 ahora, cinco mil después.
Gobernador (del Huila, Luis Jorge Sánchez García) quiero decirle que vamos a acelerar el desembolso
para que podamos cumplirles a esas cinco mil familias.

Y no me lo agradezcan, es nuestro deber y además es lo que nos interesa también, porque si queremos
cumplir la meta del millón de viviendas en estos cuatro años, tenemos que meter el acelerador.
Y no podemos permitir que por razones de trámites o lo que llaman –yo fui Ministro de Hacienda- falta
de caja, podamos impedir que se aceleren proyectos tan importantes como éste.

De manera que cuente con esa plata lo más pronto posible, Ministra (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, Beatriz Uribe), y si tiene algún problema con el Ministro de Hacienda (Juan Carlos
Echeverry), me avisa.

Y les decía: este tipo de proyectos que van más allá de simplemente entregar una casa sin hacer el
habitat, el ambiente, un ambiente agradable, ahí veía a una de las beneficiarias que va a tener una bebé
dentro de un mes, Gabriela se llama ese futuro bebé, pues para que ese bebé tenga un ambiente
agradable, para que usted pueda estar con su bebé, ponerlo en la guardería, después en el colegio, de
eso se trata.

Hicimos el lanzamiento a comienzos de esta semana, del Plan Nacional ‘Cero a 5iempre’, para la
primera infancia. Ese bebé que usted va a tener dentro de un mes, en los primeros seis años es cuando
se va a formar. Ahí hay que alimentarlo bien, hay que cuidarlo bien, hay que darle mucho amor, hay que
tratarlo bien porque si hace eso va a ser un ciudadano productivo, un ciudadano responsable, un
ciudadano tolerable.

Trajimos un Premio Nobel de Economía, y nos dio una conferencia magistral, el profesor (James)
Heickman de la Universidad de Chicago (Estados Unidos).

El lunes nos decía cómo es de importante para una sociedad invertir en la primera infancia, que es la
inversión rentable más alta de cualquier inversión, y por eso, en este proyecto la presencia de colegios,
la presencia de guarderías, y que usted tenga la posibilidad de estar con su hijo el mayor tiempo posible.

Eso es lo que va a transformar a nuestra sociedad, es lo que va a permitirle que mucha gente que ha
estado rezagada del desarrollo pegue un salto, un salto cualitativo, y hagamos de este país un país más
equitativo, un país con más prosperidad –como lo hemos llamado en nuestro Plan de Desarrollo- para
todos los colombianos.

Yo celebro muchísimo, además, esta iniciativa, que es un ejemplo de coordinación entre el Gobierno
Nacional, el Gobierno departamental, el Gobierno municipal. Todos han hecho un gran esfuerzo, todos
se han comprometido, y esa es la forma de trabajar, de trabajar no solamente en proyectos de vivienda,
sino en muchos otros proyectos, pues si trabajamos coordinadamente unidos, nos va a ir mucho mejor.

La Represa de El Quimbo, iniciativa privada. Primera represa de ese tipo, con inversión privada, o sea
primera represa que se hace con inversión privada.

Este es el ejemplo de la inversión pública bien ejecutada, y eso es lo que este país necesita: inversión,
inversión pública, inversión privada, pero bien ejecutada, bien diseñada para que produzca resultados.

Por eso me complace tanto haber vuelto a este lindísimo departamento, que además, les decía ahora en
El Quimbo, es un departamento que como dice el Himno del Huila: ‘Tierra promisoria’.

Aquí en el Huila está confluyendo todo lo que el mundo está buscando, todo lo que es bueno. Aquí hay
ganadería, aquí hay energía, aquí hay petróleo, aquí hay gas, aquí hay café, aquí hay una gente
maravillosa, y estamos haciendo una serie de inversiones en infraestructura muy importantes, que van a
–estoy seguro- tener un gran impacto en el desarrollo de este departamento.

De manera que muchas gracias a todos los que hicieron posible este sueño de estas 400 familias; a que
Gabriela pueda nacer en su propia casa, que eso es un gran, un gran avance.

Lo que queremos en el Gobierno es que un millón de familias en estos cuatro años tengan ese
privilegio, que puedan decir: ‘Me voy para mí casita, porque es una casa propia’. Ese es un derecho que
queremos que se vuelva realidad para por lo menos un millón de familias colombianas. Por eso tenemos
que acelerar proyectos como este.

Este es un proyecto ejemplar, y yo lo felicito Alcalde (de Neiva, Héctor Ramírez), y lo felicito
Gobernador.

Esto realmente es un proyecto que es un ejemplo para el resto del país, por la forma como se concibió,
por la calidad –yo vi la calidad de la construcción, a ese precio es una calidad muy buena- y muy bien
concebido.

De manera que los felicito. Tengan la absoluta seguridad que tendrán nuestro apoyo para que esto se
convierta de los 400 a cinco mil, ojalá con la meta que usted acaba de mencionar, Gobernador, que sea
en diciembre del año 2012.

La ola invernal afortunadamente no pegó tan duro aquí, pero como usted dice, Alcalde, tenemos que
prevenir porque infortunadamente el clima cambió.

Este cambio climático es irreversible. Ustedes están viendo lo que está sucediendo al otro lado del
mundo, allá en Australia; y están viendo lo que está lloviendo ya aquí en Colombia nuevamente, y por
eso tenemos que hacer todo lo posible, todo lo posible para prevenir los daños del invierno, que
infortunadamente va a regresar y va a regresar con fuerza.

El Ideam nos dice que ‘La Niña’ sigue Presente, sigue haciendo estragos, y por eso, obras como las que
usted está pidiendo son muy importantes.

Sentémonos a ver en qué medida podemos ayudarle, así sea por fases, pero la primera fase es evitar la
inundación, y después ver cómo sacamos la gente que está en un sitio de riesgo no mitigable; es decir,
que tenemos que sacarlos a ver cómo podemos, con proyectos como éste, darles una solución para que
queden mejor de lo que estaban antes. Y hagamos eso, Alcalde, a ver si podemos también dar un paso
en esa dirección.

De manera que los felicito mucho a todos los beneficiarios de estos 400 apartamentos. Decirles que
ahora con su casa sigamos trabajando por este maravilloso país; vamos por buen camino, sabemos que
hay dificultades, sabemos que hay desafíos, pero vamos en la dirección correcta y todos unidos vamos
a lograr esa prosperidad para todos, que este Gobierno quiere que les llegue a todos los colombianos.

Muchas gracias.

Quiero despedirme, simplemente haciendo o dando una información que es importante:

Ayer y antesdeayer se realizó una operación en tres municipios, aquí en el Huila: en Campoalegre,
Rivera y en Yaguará, una operación contra la minería ilegal.

Resulta que ahí estaban operando –como están operando en otras zonas- unos bandidos, porque es lo
que son: bandidos que están contaminando los ríos, se hizo esta operación, se decomisaron 13
retroexcavadoras, nueve motobombas, tres dragas, se capturaron cuatro personas, se incautaron unas
armas, la Policía lideró esa operación.

Entre esas personas hay dos coreanos. El jefe de esa banda criminal –porque es una banda criminal- es
otro coreano que no lo pudieron capturar, vive aquí en Neiva, pero que vamos a capturarlo tarde o
temprano.

Y lo que les quiero decir es que esta política de ir con todo lo que tenemos en contra de la minería ilegal
va a continuar, y necesitamos del apoyo de todos y cada uno de ustedes.

Denuncien, que esa minería ilegal está, por un lado, alimentando las arcas de los bandidos, de los
criminales; está comprobado que las bandas criminales al servicio del narcotráfico, que esos bandidos
de las Farc son los que están detrás de la minería ilegal; y en segunda instancia, esa minería ilegal
produce unos daños enormes a nuestro medio ambiente.

En esta operación ahí se descubrió cómo botaban mercurio a los ríos. Eso es un daño irreparable para
todos nosotros.

Por eso esta cruzada contra la minería ilegal tiene que ser una cruzada de todo el país.

Yo quiero felicitar a la Policía por esta operación, decirles que no bajen la guardia, que ojalá hagan
operaciones todos los días.

Viniendo en el helicóptero de El Quimbo para acá, con el Gobernador ahí veíamos unas dragas ilegales,
haciendo daño ecológico en este departamento, en esta belleza de departamento, y todos tenemos que
unirnos también para prevenirlo.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la inauguración de la


versión 51 del Festival de Cine de Cartagena

Cartagena, 24 feb (SIG). “Un 24 de febrero como éste, exactamente un 24 de febrero –pero de 1816–, el
ambiente en Cartagena no estaba para fiestas.

Algunos de sus mejores hijos –los mismos que el 11 de noviembre de 1811 habían declarado la
independencia de España, los mismos que habían resistido el sitio de casi tres meses- fueron
ejecutados por las fuerzas de la Reconquista.

La ejecución ocurrió fuera del centro amurallado, cerca de la Ciénaga de la Matuna, y sus cadáveres
fueron sepultados en una fosa común en el Cementerio de Manga.

¡Triste final para estos patriotas que pagaron con sus vidas el precio de la libertad!

Hoy, 195 años después, en el mismo lugar de la ejecución, en el llamado Camellón de los Mártires, ya
no habrá dolor sino buen cine, porque allí se proyectará, para el público cartagenero, la película
También la Lluvia.

Estos son los contrastes maravillosos, casi mágicos, que hacen único al Festival Internacional de Cine
de Cartagena, que ya cumple 51 años desde cuando lo fundó el recordado Víctor Nieto.

Porque aquí, en Cartagena, se conjugan dos magias: la magia de una ciudad –que no sólo es hermosa
sino que está atravesada como pocas por la historia- y la magia del cine.

Además, ¿qué es el cine si no la magia vuelta imágenes y sonido?

Desde cuando los hermanos Lumière proyectaron, en una salita de París, en 1895, la filmación de la
salida de los obreros de la fábrica Lumière, generando una mezcla de fascinación y terror entre los
afortunados espectadores, el cine no ha dejado de ser una fábrica… ¡pero una fábrica de sueños!

A honrar el cine, a pensar el cine, a disfrutar el cine, se dedicarán los días de este festival que hoy
inauguramos.

Y no cesará la magia, porque si el cine es magia, Colombia lo es aún más.

Miren estos ejemplos:

Vendrá como jurado la excelente actriz Geraldine Chaplin, hija del mayor mito de la historia del cine,
como lo fue Charles Chaplin –el gran Charlot- y se encontrará con la sorpresa de que aquí en
Cartagena, desde hace casi una década, vive una de sus hermanas –Jane–, tan enamorada de la
ciudad y de Colombia que ya se hizo ciudadana de nuestro país.

Una hija de Chaplin… ¡colombiana a mucho honor!

¡Realismo mágico!

Geraldine, por su parte, acaba de filmar una película en México basada en la última novela publicada de
un gran escritor, la cual a su vez tiene lugar en Cartagena.

¡De quién más podría ser esta novela que de nuestro queridísimo Gabriel García Márquez, quien hizo
de esta ciudad una de sus mayores fuentes de inspiración!

¡Realismo mágico!

Igualmente, viene como jurado el gran realizador mexicano Arturo Ripstein, el mismo que debutó en
1965 con Tiempo de Morir, basado en un guión escrito a cuatro manos por dos jóvenes escritores…
¡nada menos que Gabo y mi amigo, profesor, Carlos Fuentes!

¡Otra vez realismo mágico!

Y ahora que hablamos de los maestros Ripstein y Fuentes, sea el momento de rendir un homenaje a
México, al querido México, y a su cine, que nos ha acompañado y ha enriquecido nuestra cultura por
tantas décadas, y que hoy es el país invitado de honor.

México nos ha enseñado la posibilidad de hacer un buen cine, un cine de calidad, sin renunciar a su
idiosincrasia latinoamericana, exaltando sus valores culturales, y mostrando a la vez la realidad
cotidiana –buena o mala- en sus facetas más humanas.

Vendrá también como invitado especial –entre tantas otras personalidades- al gran actor Willem Dafoe,
quien ya había estado en Bogotá hace algunos años, actuando en el Festival Iberoamericano de Teatro,
posiblemente el festival dramatúrgico más grande del mundo.

Porque Colombia –es justo decirlo- es tierra de arte y de festivales.

De hecho, el festival que hoy inauguramos no es un evento cinematográfico cualquiera, sino el festival
de cine más antiguo de América, en el que se han premiado y promovido películas que han hecho
historia en nuestra región.

Hoy, en su versión número 51, con la dinámica dirección de Monika Wagenberg, el Festival de Cine de
Cartagena se renueva y se enfoca a premiar –en la competencia oficial- las primeras obras de
realizadores iberoamericanos.

Pero no sólo eso. También seguirá siendo la mejor vitrina del cine colombiano, que pasa por un
momento de creatividad y expansión.

Desde cuando fui Ministro de Comercio Exterior, a comienzos de la década del noventa, fui muy
consciente de la necesidad de promover el cine nacional como una forma de dar a conocer el país y de
incursionar en un importante mercado internacional.

Por eso celebré muchísimo en el año 2003, cuando se expidió por fin la Ley del Cine.  

Y tengo que hacerles una confesión: La paternidad de esta ley la puedo reclamar porque, con Claudia
Triana y Silvia Amaya, la redactamos cuando yo era Ministro de Hacienda.  

Pero resulta que mi familia era socia de Cinemark. Entonces yo les dije a Claudia, a Silvia, y a las otras
personas que nos ayudaron a redactar la ley, que no podía hacerla aprobar durante mi Ministerio
–“dejémosla para el Gobierno entrante”–. 

Fue así como se guardó el proyecto, pero dejando asegurados los votos en el Congreso, y al año
siguiente fue aprobada esta norma que tanto bien ha hecho a la industria.  

Gracias a la Ley del Cine pasamos de estrenar tres películas por año a un promedio de diez, como
ocurrió el año pasado.

Es bueno saber que en los últimos siete años el Fondo para Desarrollo Cinematográfico ha recaudado
más de 57 mil millones de pesos y ha entregado más de 38 mil millones como estímulos a proyectos
fílmicos en nuestro país.

También en este periodo –y gracias a los estímulos tributarios a inversionistas y donantes- el sector
privado ha invertido 63 mil millones de pesos en proyectos cinematográficos, demostrando que el cine
colombiano puede ser un buen negocio.

Precisamente, en este festival se lanzará la Convocatoria 2011 del Fondo para el Desarrollo
Cinematográfico, que entregará 12.500 millones de pesos más a la industria del cine nacional.

Y tenemos también un propósito especial, del que quiero hacerlos partícipes:

Nuestro objetivo hoy en el Gobierno Nacional –a través del Ministerio de Cultura y a través de
Proexport- es generar las condiciones para que cada vez más productores encuentren en nuestro país
el mejor destino para sus rodajes, y para que las grandes compañías audiovisuales se instalen aquí.

Con ese objetivo, estamos preparando una estrategia de promoción en Estados Unidos y en la India,
con el fin de atraer directores, productores e inversionistas a que rueden sus películas en Colombia.

Y trabajamos también en un plan de estímulos para la inversión audiovisual.

En octubre del año pasado me reuní aquí, en Cartagena, con varios productores de Hollywood y
empresarios del cine internacional, y todos coincidieron en las ventajas que tiene nuestro país para
proyectos cinematográficos o de televisión.

Estamos a unas pocas horas de vuelo de Estados Unidos, y en la esquina más estratégica del
continente americano.

Nuestra geografía es ideal porque tenemos –y es una de nuestras fortalezas- diversidad de climas y de
paisajes, rurales y urbanos, a muy cortas distancias.

Y tenemos, por supuesto, el talento, la capacidad y la espontaneidad de nuestra gente.

Además, no partimos de cero, pues existe todo un camino recorrido.

Somos ya exportadores importantes de telenovelas.

Cadenas como Fox Internacional o Sony Pictures Television han tomado a Colombia como base de
operaciones para América Latina, y varias películas extranjeras se han filmado en nuestro país, aquí en
Cartagena, en particular en Cartagena, que enamora a quien la conoce.

Yo tengo el sueño –el sueño posible- de que cada vez que los productores del mundo piensen en rodar
una película, tengan siempre en mente –como primera opción- la más interesante y llamativa de las
locaciones: COLOMBIA.

Hay que pensar en grande, y los invito a que trabajemos para hacer de nuestro país una meca del cine y
la televisión, no sólo en la región sino en el mundo.

Porque queremos cine, ¡y queremos al cine!  

Yo vengo de una familia de cinéfilos. Mi abuelo –me acuerdo– nos llevaba a sus nietos a matiné tres o
cuatro veces por semana. Mi padre también nos llevaba a sus hijos a cine tres o cuatro veces por
semana. Heredamos eso, lo llevamos en las venas, y por eso queremos el cine.   

Queremos más y mejor cine hecho en Iberoamérica, más y mejor cine hecho en Colombia, para que
nuestros pueblos encaucen su expresión y muestren nuevas facetas al mundo entero.

Para que la industria cinematográfica se convierta en aliada para el desarrollo.

Para que el séptimo arte –con su magia- contagie de metáforas nuestra vida diaria.

Para que no entierren cóndores todos los días.

Para que ‘Rodrigo D’ sí tenga futuro, y la vendedora de rosas cambie de suerte.

Para que el caracol no requiera de estrategias.

Para que no sea más ‘tiempo de morir’, ni Karen llore en el bus, ni sigamos contando “todos tus
muertos”, ni tengamos más “rosarios tijeras”, ni “vírgenes de sicarios”.

Para que ILONA llegue –como siempre- con la lluvia, y MARÍA siga llena de gracia.

Para que los niños de Los colores de la montaña –la película colombiana triunfadora de San Sebastián-
puedan recoger sus balones sin temor a las minas, sin miedo a la violencia.

Para que la India Catalina, símbolo de este festival, continúe presidiendo –altiva y hermosa como es- el
camino del cine colombiano y el camino del cine iberoamericano.
Para que el cine siga fabricando sueños y –con ellos- mejores realidades.

Por todo esto… porque creemos en el cine y en su magia:

¡Bienvenidos –muy bienvenidos- al Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias!

Muchas gracias” 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el evento de Retornar


es Vivir en Bellavista (Magdalena)

Bellavista (Magdalena), 25 feb (SIG). “Anoche en Cartagena me tocó inaugurar el Festival Internacional
de Cine de Cartagena, su versión número 51.

Fue una inauguración muy emocionante. Hacía 195 años, exactamente el 24 de febrero, se había
fusilado a once héroes de la Patria. Y se estaba conmemorando y haciendo el contraste de 195 años
después inaugurando el Festival y proyectando una película exactamente en el sitio donde sucedió el
fusilamiento.

Y anoche mismo se proyectó una película colombiana, de las pocas que han logrado premios en los
festivales internacionales, en este caso el Festival de San Sebastián. La película se llama ‘Los Colores
de la Montaña’ y es de un director colombiano, César Arbeláez, que estaba allá en el Festival.

Me invitaron a que me quedara a ver la película y me quedé a ver la película. ¿De qué se trataba la
película? Se trataba de una familia en Antioquia, que fue desplazada y todo el drama de esta familia.

La cabeza de la familia, el padre, padre de dos hijos, con su señora, no quería meterse en medio de ese
conflicto entre guerrilla y paramilitares. Pero con esa sevicia con que operaban y operan guerrilla y
paramilitares, ahí no había término medio. O usted está conmigo o está en contra mía.

Y en ese drama asesinaron a ese padre de familia. A la señora y sus dos hijos finalmente les toco irse
del pueblo, desplazarse.

Una película desgarradora. Lo comentaba con mi señora (María Clemencia Rodríguez de Santos)
después de la película, cuando ya estábamos a punto de dormir.

Qué drama el que ha vivido tanta gente en Colombia, tantas familias que han sido desplazadas por la
violencia.

Hoy oímos el testimonio muy gráfico de don Wilmer.

En los años 90 este pueblo de Bellavista atacado tres veces por la guerrilla. Luego al comienzo del siglo,
año 2001, comenzó el fenómeno paramilitar.

¿Y quiénes estaban en medio? Los habitantes de Bellavista, que les tocó irse hasta convertir este
pueblo en un pueblo fantasma.

Estas casas que uno ve, así era. Porque lo destrozaron. Lo destrozaron física y moralmente.

Y eso es precisamente lo que hoy, mire la paradoja, yo creo que es una coincidencia que ustedes, don
Wilmer, que es un creyente, yo creo que no es tanta coincidencia de que anoche estemos viendo esa
película y hoy estemos en este evento, en esta celebración, de algo que para el Gobierno y para mi es
muy importante, y es esa política de permitirles a las familias que fueron desplazadas por la violencia
durante tanto tiempo, que regresen a sus pueblos, que regresen a sus parcelas, que regresen a la tierra
que les pertenece.

Eso es algo que para mí es prioritario, porque lo veíamos en la película de ayer. pero además el sentido
común se lo dice a uno. Si hay un castigo cruel —por eso existe ese castigo—, es el exilio. Cuando a la
gente los sacan de su país, los sacan de sus raíces y lo ponen a deambular sin tener una raíz.

Por eso el desplazamiento es tan cruel. Cuando la gente se ve forzada a dejar su entorno, donde ha
crecido, donde se siente a gusto para tener que irse a otro lugar a progresar, a buscar una mejor forma
de vida, a evitar que los maten.

Leyes audaces

Por eso el Gobierno ha querido presentar ante el Congreso unas leyes muy audaces, que
internacionalmente las están catalogando como leyes a la vanguardia en el mundo, de querer algo muy
importante, don Wilmer: que sanen las cicatrices y que podamos ver el futuro con mayor optimismo.

A mí me preguntaban unos periodistas que cuál era el propósito de la Ley de Víctimas y la Ley de
Tierras para reparar a las víctimas de la violencia y para poder devolverles la tierra a aquellos miles y
miles de campesinos que fueron desplazados por la violencia.

Y yo les respondía: eso tiene un significado muy profundo, en un momento de nuestra historia que es
muy especial. Colombia se está proyectando en el mundo entero como un país que tiene lo que el
mundo está pidiendo.

Colombia se está proyectando como un país con una democracia que está funcionando; Colombia se
está proyectando ante el mundo como un país en progreso y a punto de despegar en su desarrollo
económico y social.

Pero para que eso sea posible todos los colombianos tenemos que concentrarnos más bien en diseñar
ese futuro, ese mejor futuro, que anclarnos haciendo remembranzas o quejándonos del pasado.

Construir el futuro

Este par de leyes, la Ley de Víctimas y la Ley de Tierras, lo que buscan es que el pueblo colombiano
tenga la posibilidad de sanar sus heridas, que cicatricen, y podamos dedicarnos a hablar del futuro.

Yo contabilicé su discurso, Wilmer. Habló un poco más de media hora; 90 por ciento habló del pasado,
solamente el 10 por ciento habló del futuro. Usted no es una excepción; esto es algo que tenemos los
colombianos y los latinoamericanos.

¿Qué quiero yo? Que hagamos como hacen los asiáticos, hablemos 10 por ciento del pasado y 90 por
ciento dedicado a construir el futuro.

Por eso es tan importante este evento, este sencillo pero muy profundo evento, que tiene un simbolismo
muy importante. Por lo que usted mencionaba, don Wilmer, porque esta comunidad, este pueblo, como
muchísimos en Colombia, sufrió durante décadas la violencia y ahora estamos es construyendo un
entorno de oportunidades para que la gente regrese.

Ya han regresado 104 familias, estamos buscando que otras 80 puedan también regresar, puedan
regresar a una actividad productiva, puedan regresar a un entorno donde los hijos tengan la posibilidad
de crecer en forma sana, bien nutridos, bien educados.

Estaba ahora viendo a la rectora del colegio. Me decía el Alcalde de Algarrobo (Víctor Manuel Angulo)
que le faltan cuatro aulas tradicionales. Vamos a ver cómo podemos hacer para que esas cuatro aulas
se puedan construir.

El Gobernador (del Magdalena, Manuel José Bonnet) me decía que había estado aquí hace unos días y
que necesitaban computadores. El Gobernador me acaba de decir: ‘conseguimos los computadores y
llegarán la otra semana’.

Me dicen que hay un problema por la electricidad, que Electricaribe tiene una deuda que hasta que no
se la paguen, no hay electricidad. Eso lo vamos a resolver con el Gobernador, espero que la semana
entrante, porque el gerente de Electricaribe está viajando por España. Apenas regrese lo concretamos
para que la electricidad llegue a la mayor brevedad posible.

Pero lo que les quiero decir es que este proyecto —y le agradezco muchísimo el reconocimiento que
usted hace al programa de Acción Social de la Presidencia, que hay que felicitar, doctor Diego (Molano),
y a todos los funcionarios de Acción Social—, esta labor ha sido muy importante.

Pero este proyecto lo que busca es exactamente eso, que las familias puedan regresar con toda las
garantías de seguridad, que fue el origen del desplazamiento, y luego con todas las facilidades para que
puedan rehacer sus vidas.

Que la gente retorne

Y los proyectos productivos son necesarios, doctor Diego. Y los vamos a poner en marcha, como se
está poniendo en marcha este proyecto del café, el café ‘El Retorno’ que acabo de probarlo; además un
café maravilloso.

Y quiero agradecerle al señor representante de Usaid el apoyo que le ha venido dando a este proceso
de retorno y al proceso del café ’El Retorno’.

Eso es lo que queremos hacer en toda Colombia, que ha sido tan castigada por la violencia durante
tanto tiempo; que la gente retorne.

Lo estamos haciendo en La Macarena, lo queremos hacer en Antioquia, lo estamos haciendo en los


Montes de María, lo vamos a hacer en Nariño, en todos esos sitios donde la violencia ha causado tantos
estragos.

Reforzar la Seguridad Democrática

Lo que queremos es acabar de recuperar la tranquilidad y la seguridad, porque no hemos todavía


atravesado el río completamente.

Por eso la labor de nuestras Fuerzas Militares, nuestra Policía, sigue siendo prioritaria. Lo que logró el
Gobierno pasado, la Seguridad Democrática, eso hay que continuarlo y reforzarlo, porque la base del
desarrollo es la seguridad. Ahí no vamos a bajar la guardia, ahí vamos es a reforzar los esfuerzos.

Pero al mismo tiempo tenemos que hacer la labor social, para que no se quede simplemente en una
recuperación física del control militar del área, sino que se convierta realmente en una recuperación
económica, social y sentimental de esas áreas que durante tanto tiempo —como ésta— fueron víctimas
de la violencia.

¿Qué labor más importante, me pregunto yo, puede haber para una sociedad, para un país, que sanar
sus heridas y poder dedicarse unidos a forjar el progreso?

Y eso es lo que queremos en el Gobierno. Por eso hemos llamado nuestro Plan de Desarrollo
Prosperidad para Todos. Y dentro de ese Plan de de Desarrollo, proyectos como éste, para que tengan
una posibilidad las familias que retornen, de poder superarse, de poder tener una vida digna, eso está
totalmente diseñado para que podamos hacer, en la medida de nuestras capacidades, un avance en
esa dirección.

Yo sé que hay muchos desafíos, yo sé que hay muchos problemas, hay muchas necesidades en este
departamento, que es un departamento privilegiado en muchos sentidos, con una geografía de las más
bellas del mundo.

Me preguntaba ayer una colombiana, la esposa del torero Sebastián ‘Palomo’ Linares, que ahora está
trabajando en la televisión española, decía: ¿qué departamento es el más lindo de toda Colombia?

Y yo me quedé pensando y le respondí, ahí está en esas respuestas del día de ayer, o sea que eso no
me lo estoy inventando; le dije: el departamento del Magdalena, tiene unos contrastes impresionantes,
tiene las playas más bellas, tiene la Sierra Nevada de Santa Marta, tiene una geografía y una tierra que
además hay una inmensa oportunidad, que se puede convertir en parte de esa despensa del mundo en
materia de alimentos que queremos que se convierta toda Colombia.

En un momento donde el mundo está comenzando a tener una crisis de alimentos, nunca en la historia
de la FAO, que es la organización mundial de alimentos, el precio de los alimentos ha estado tan alto y
seguirá subiendo por la demanda que hay desde la China, la India, Indonesia, y ahí tiene Colombia una
gran oportunidad.

Sabemos que aquí en el Magdalena se requiere mucha infraestructura. Usted mencionaba y lo


mencionaba el Alcalde, las vías terciarias, las vías para que puedan sacar los productos. Eso es muy
importante y vamos a hacer una gran inversión en infraestructura.
La Carretera de la Prosperidad, que ha sido un sueño de hace muchos, muchos años, que no solamente
es una carretera que tiene un valor económico sino un valor también ecológico, porque también esa
carretera se puede convertir en un dique, que evite que el río siga inundando y causando estragos cada
invierno.

Esta carretera va a ser una realidad. Lo prometí en la campaña y lo vuelvo a reiterar. Está incluida en el
Plan de Desarrollo. Es una carretera muy costosa, viene del Plato a Palermo y estamos haciendo los
estudios, iniciando la estructuración del proyecto.

Obras estructuradas y financiadas

Aquí hay que tener conciencia de lo siguiente: uno de los problemas más serios que ha tenido Colombia
—y por eso estamos tan atrasados en materia de infraestructura— es que por el afán de poner la
primera piedra, se licitan las obras sin que esté bien estructurada.

¿Y qué pasa? Que de ese afán no queda sino el cansancio y precios mucho más altos, y problemas
legales, y problemas de diseño, y problemas de ejecución. Y eso nos ha venido pasando durante mucho
tiempo. Por eso mi Gobierno ha dicho: no vamos a iniciar ninguna obra sino hasta que estén totalmente
estructuradas y tengan lo que llaman los técnicos el cierre financiero, para que no nos suceda lo que
nos ha sucedido tantas veces.

Una carretera que tiene 40 kilómetros y por la presión de la comunidad o por el afán del gobernante de
turno dice: voy a construir esta carretera. Y construye los primeros 10 kilómetros.

Y viene el siguiente y dice: no tengo plata para continuar la carretera. Se pierde la inversión de los
primeros 10 kilómetros, nunca se hace esa carretera y se queda todo el mundo sin obra de
infraestructura.

Eso no va a suceder más. Todas las obras que se inicien, van a estar estructuradas y financiadas desde
su inicio a su fin, como la carretera que yo les he prometido se va a hacer, pero lo primero que hay que
hacer es estructurarla bien, para que realmente se pueda construir bien y ejecutar bien.

Y vamos a hacer un gran esfuerzo a nivel nacional de irles dando a esas regiones apartadas o regiones
que han sufrido tanto la violencia, las obras de infraestructura y los proyectos productivos, como aquí
están pidiendo, para que puedan esas comunidades retornar a sus sitios de origen, donde nacieron,
crecieron y donde quieren trabajar y poder trabajar, poder producir y poder llevar una vida digna.

Yo dije cuando presentamos la Ley de Víctimas, la Ley de Víctimas y reparación de tierras —que está
incorporada en la Ley de Víctimas esa parte— que yo me sentiría satisfecho como Presidente si
solamente con esa ley podemos aprobarla, que ya está a punto el Congreso de aprobarla
afortunadamente, y ponerla en ejecución.

Participación comunitaria

Pero para ponerla en ejecución es muy importante que la comunidad también participe, que la
comunidad se vuelva vigilante, que los que quieran aprovecharse indebidamente de esa ley, la propia
comunidad no les permita; que la ayuda le llegue a los que realmente se la merecen y la necesitan,
como por ejemplo, la ola invernal.

Ahí hay que tener también mucho cuidado y la comunidad tiene que siempre ser la veedora principal de
esos procesos.

Yo siento una satisfacción, señor Gobernador, señor Director de la Defensa Civil, señor general. Me
dicen que la ayuda humanitaria está llegando. Si hay algún alcalde que tenga algún problema en eso,
por favor que nos lo diga, porque la ayuda humanitaria tiene que estarle llegando a la gente en forma
oportuna.

Lo importante ahora, señores alcaldes, señor Gobernador, lo importante ahora es que las obras de
reparación, las obras que hay que hacer rápidamente para que no se repita la tragedia, ahora que se
vienen de nuevo las lluvias.

Donde hay que construir un jarillón, construyámoslo rápidamente. Están los recursos, eso es muy
importante, acelerar ese proceso.

Yo les pido a los señores alcaldes, le pido al señor Gobernador, únanse, reúnanse, prioricen, cuales son
las obras más importantes y comencemos a ejecutarlas, para mañana, como dice mi general,
Gobernador, para mañana es tarde, porque las lluvias ya se vienen.

Y la comunidad debe estar con el ojo avizor, siempre, diciendo efectivamente están llegando las ayudas,
efectivamente se están haciendo las obras. Todas estas obras van a estar publicitadas, todas estas
obras van a aparecer y están apareciendo en las páginas de Colombia Humanitaria, del Ministerio de
Transporte, para que la comunidad sea quien realmente y finalmente diga, efectivamente esto se está
realizando.

Pero volviendo a este evento del día de hoy. Esto es lo que queremos que sea efectivo y que no
solamente las 104 familias que han regresado sino las otras 80 que están por regresar, que cuando
vean que efectivamente si hay un ambiente y una oportunidad, tomen esa decisión.

Ahí no van a tener ningún problema. Acción Social, doctor Diego (Molano), Acción Social está dispuesta
a facilitar el retorno. Ahí no va a haber ningún tipo de problema.

Con la simple decisión, la voluntad de las familias de decir quiero regresar, el proceso se inicia para
traerlos a que puedan disfrutar nuevamente de su pueblo natal.

Ese es el sueño que yo tengo y que me parece maravilloso, después de ver la película de ayer, hoy
estemos dando un paso importantísimo en una región como esta que tanto sufrió por la violencia.

Aquí se han hecho obras importantes, un puesto de salud, el colegio; están haciendo más obras, aquí
me pasaron una lista.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar les está dando almuerzo a los niños que están recibiendo
clases, se aprobó un proceso para producción y comercialización de los carneros, que usted mencionó,
que entiendo que no beneficia a todas las familias, beneficia a algunas.

El programa Resa adelantó un proyecto de siembra de maíz, trigo y plátano para más de 150 hogares.
Corpamag entregó mil árboles frutales para sembrar en los patios; la Drummond otros 400 árboles.
Ecopetrol va a construir un pozo para riego que le va a permitir a la comunidad adelantar proyectos
productivos de siembra.

Se está entregando el centro de salud, el centro educativo, un restaurante escolar, un parque infantil.

Apreciado alcalde ¿Cómo hacemos para darle más subsidios para que se puedan construir más
viviendas? En eso yo le digo a la Ministra de Vivienda (Beatriz Uribe Botero) para que se pongan de
acuerdo con usted. Nos interesa a nosotros también. ¿Para qué? Para cumplir con la meta —los más
interesados somos los del Gobierno Nacional—, para cumplir con la meta muy ambiciosa, de un millón
de viviendas que queremos construir en 4 años.

Ahí no podemos perder un solo día. Hay recursos. Y nos ponemos de acuerdo, traemos lo necesario
para construir esas otras viviendas.

Café ‘El Retorno’ y coyuntura cafetera

Se están reforzando el programa de café ‘El Retorno’. Este programa tiene un gran futuro. Yo toda mi
vida —lo conoce muy bien, de la Federación de Cafeteros—, toda mi vida he estado vinculado al café.
No he tenido nunca ni un palo de café, pero toda mi vida he querido ayudar al gremio cafetero, a los
cafeteros, con su producto insignia, que es el café, que sigue siendo el producto agrícola más
importante y que en este momento está pasando por una fase muy importante.

El precio del café hoy es de los precios más altos; yo creo que nunca en la historia se estaba pagando
más de un millón de pesos por carga de café, nunca.

La utilidad del café es tal vez de las más altas también que se ha visto, porque los costos de producción
están por la mitad de ese precio, una rentabilidad del 50 por ciento.

Pero en el mercado mundial los cafés especiales, los cafés que vienen de sitios especiales, tienen una
prima muy importante y los cafés de la Sierra Nevada, pueden aprovechar esa prima, más el mercado,
para convertir de nuevo la caficultura en un gran impulsor del desarrollo de toda esta zona.

Sabemos que durante mucho tiempo el café fue un producto que no era muy rentable; era un producto
que además también sufrió los flagelos de la violencia, pero hoy la situación se presenta con una gran
oportunidad.

Por eso este programa que Usaid está apoyando tiene un gran futuro. Y si podemos colocar el café ‘El
Retorno’, que por origen, aquí en Bellavista y en Sacramento, donde se produce, en algunos mercados
especiales eso va a garantizar un ingreso muy importante para toda esta región.

Por eso me entusiasmé tanto cuando probé ese café y constaté de primera mano, la magnífica calidad
del café que se produce aquí en la Sierra y eso va a ser un filón muy importante.

Pero no solamente el café. Si el distrito de riego es una realidad y se hacen las obras de infraestructura,
esto, como les decía al principio, se podría volver una verdadera despensa de alimentos para el mundo
en un momento en que el mundo lo que está pidiendo son más alimentos.

O sea, querido Wilmer, lo que quiero decirle es que miremos hacia el futuro; tratemos de que las heridas
que todos nos hemos producido en este país, que ha sido tan violento, las podamos sanar.

Es difícil olvidar y tal vez nunca olvidaremos lo que sucedió. Pero perdonemos y sigamos para adelante.
Este país tiene un gran futuro.

El capital humano de Colombia

Ahora que estaba en la Cumbre Económica más importante del mundo, en Davos, en Suiza, me decían
los grandes presidentes de las grandes empresas a nivel mundial: Colombia es la estrella que está
surgiendo en América Latina y América Latina es el continente que está surgiendo con más fuerza.

Qué orgullo el que sentí yo cuando esos empresarios me decían estamos cada vez más interesados en
su país, con esos atributos que Colombia tiene.

Porque tenemos energía, porque tenemos diversidad, porque tenemos capacidad de producir alimentos,
porque tenemos agua, que es algo que cada vez se está escaseando más en el mundo, y porque
tenemos lo mejor, que es nuestra gente.

Un capital humano que el mundo está apreciando cada vez más; que durante demasiados años lo
utilizamos fue matándonos los unos con los otros.

Pero ya no más. Vamos es para adelante con un mejor futuro.

De manera que, Wilmer, lo invito a que hagamos eso juntos. Y que comunidades como ésta, como
Bellavista, regresen a esa tranquilidad que alguna vez tuvo su comunidad. Pero al mismo tiempo
erradiquemos la pobreza, llenémosla de oportunidades.

Ese es mi sueño. Un sueño que no voy a lograr solo. Es un sueño que voy a lograr con la ayuda de
todos y cada uno de ustedes, de los señores congresistas, de los alcaldes, de las comunidades, de las
comunidades indígenas, de los afrodescendientes, de la población vulnerable, hacia donde estamos
volcando buena parte del esfuerzo; para equiparar esos sectores vulnerables de la sociedad con el
resto, para darles más oportunidades, para que tengamos un país más justo, más equitativo, porque con
más justicia y más equidad, el país va a crecer más.

Una gran talanquera, un freno que ha tenido nuestro país, es una enorme desigualdad. Y en eso
estamos también empeñados, en cerrar parte de la brecha, brecha entre colombianos y brechas
regionales, eso es parte de nuestro parte de nuestro Plan de Desarrollo.

De manera que lo que quiero, Wilmer, decirle es, inyectémonos de optimismo. Este país está con las
estrellas alineadas.

Usted que es una persona creyente, esta casualidad de que ayer fue esa inauguración del Festival (de
Cine de Cartagena), esa película que vi por casualidad y este hecho el día de hoy, quiere decir que Dios
también está con nosotros y eso garantiza su éxito.

Muchas gracias”.

alabras del Presidente Santos en la inauguración del Jardín Social


‘Arrullos del Caribe’

Cartagena, 25 feb (SIG). “Estos últimos dos días, desde la mañana de ayer, han sido bastante intensos,
y hemos asistido a eventos de gran importancia.

Ayer por la mañana, en el departamento del Huila, fuimos a poner la primera piedra de un sueño que
tenía el Huila hace 50 años, y era la construcción de una represa, la represa de El Quimbo, que va a ser
una revolución para esa región del país.

Esa represa se ha venido discutiendo, se ha venido analizando, pero nadie había tomado la decisión.
Cuando llegamos al Gobierno, nos propusimos poner a todos los integrantes de esa gran obra de
acuerdo y darle el empuje final que el Gobierno tenía que darle, y ayer se protocolizó ese evento.

Luego nos trasladamos a la ciudad de Neiva y entregamos 400 casas de interés social a personas, a
familias vulnerables, de un proyecto de cinco mil casas, proyecto que vamos a terminar antes de
diciembre del año entrante.

Luego fuimos a inaugurar, aquí en Cartagena, el Festival de Cine, su versión 51, y sucedió algo muy
lindo, que nos quedamos a ver una película que se llama ‘Colores de la montaña’, que ha sido una de
las pocas películas colombianas que ha ganado en los festivales internacionales, en el Festival de San
Sebastián.

Su director, César Arbeláez, estaba ahí presente. Y era una película sobre una familia de Antioquia que
estaba en medio de la violencia, en medio de esa confrontación entre guerrilla y paramilitares, y le tocó
desplazarse, como millones de familias colombianas que en las últimas décadas han sufrido la violencia
y han tenido que desplazarse.

Y qué coincidencia que después de esa película –y con mi señora María Clemencia, comentábamos lo
dramático, lo impactante de esa película- esta mañana fuimos a la Sierra Nevada, al corregimiento de
Bellavista, en el municipio de Algarrobo (Magdalena), a un evento muy importante, y es el retorno de
cien familias, un proyecto integral que estamos desarrollando para que vuelvan otras 80 más, a un sitio
que en los últimos 20 años ha sido víctima de la violencia.

En los años 90 la guerrilla y del 2000 en adelante por los paramilitares.

Pero ya recuperamos el control y les estamos diciendo a las familias: regresen, aquí hay proyectos
productivos, aquí hay oportunidades; y vimos cómo las familias están comenzando nuevamente a
rehacer su vida.

Fue realmente paradójico el hecho que anoche estábamos en la película y hoy estábamos ayudando a
esas familias a regresar. Tantas familias que han sufrido por la violencia.

Y ahora por la tarde aquí, en esta inauguración de este jardín infantil.

Y si ustedes me preguntan de esos eventos cuál es el más importante, cuál es el que más impacta ese
sueño de país que tenemos, de un país más equitativo, de un país en progreso, de un país justo, yo
diría que es este evento de esta tarde, este jardín infantil.

Y lo digo por un convencimiento que tenemos con mi señora, no de ahora, de hace mucho tiempo, que
compartimos con Samuel Azout. Una de las razones por las cuales Samuel Azout está en el Gobierno
liderando uno de los programas más importantes de nuestra administración, es precisamente el trabajo
que él había hecho con la primera infancia, en su Fundación, cuando estaba en el sector privado.

Y precisamente al comienzo de esta semana, en Bogotá, en presencia de un premio Nobel de


Economía, lanzamos el programa ‘Cero a 5iempre’, un programa que así lo bautizó María Clemencia
para darle prioridad a la primera infancia, porque es la inversión más importante que pueda hacer una
sociedad.

Y el premio Nobel hizo una conferencia –realmente fue toda una conferencia- demostrando por qué era
tan importante que una sociedad, que un país invirtiera en su primera infancia.

Por eso digo yo que este evento, el de esta tarde, en el que estamos, es el más importante, porque esa
inversión en la educación integral de nuestros niños en su primera infancia es lo que va a hacer que
nuestra sociedad realmente mejore.

Ahí, esa inversión es una inversión que siempre, siempre, va a tener mejores resultados, porque un niño
bien tratado, un niño bien nutrido, un niño bien educado, es la garantía de que ese niño se va a convertir
en un ciudadano productivo, en un ciudadano responsable, en un ciudadano tolerante.

Y por eso es tan importante que como sociedad todos le demos tanta importancia a esa primera
infancia.

Por eso me complace muchísimo estar aquí en esta inauguración de esta maravillosa obra, que además
queda localizada en un sitio espectacular. Miren esa vista. Le dan ganas a uno de volver a ser niño de
cero a seis años, para poder tener esta oportunidad.

Eso va a tener un impacto importantísimo hacia el futuro no solamente de Cartagena, Alcaldesa, del
país entero, porque si invertimos en nuestros niños, si cuidamos bien a nuestros niños, tengan la
seguridad que este país va a salir de esa pesadilla que hemos tenido durante tanto tiempo.

Yo me recuerdo, me recuerdo muy bien, que yo sufría de pesadillas y me moría del susto, y mi mamá
me contaba unos cuentos para tratar de calmar mis pesadillas, para que pudiera dominar las pesadillas.

Ahora, estaba en uno de los salones, y me mostraron un libro que dice ‘Una pesadilla en mi armario’, y
me puse a ojearlo; es muy cortico, se los voy a leer, pero simplemente para que ustedes entiendan la
importancia que puede tener que una mamá o un papá les lea a sus niños, hable con sus niños en ese
momento de la primera infancia.

Dice el cuento:

“Había una pesadilla en mi armario. Antes de acostarme siempre cerraba la puerta del armario, tenía
miedo de volverme y mirar. Metido ya en la cama, a veces me atrevía a echar un vistazo.

“Una noche decidí librarme de mi pesadilla para siempre. En cuanto la habitación se quedó a oscuras, la
sentí acercarse a mi cama, encendí la luz con rapidez y la pillé sentada a los pies de la cama. Vete
pesadilla o te disparo, le dije. De todas maneras le disparé. Mi pesadilla, se echó a llorar.

“Yo estaba furioso, pero no mucho. Calla pesadilla que vas a despertar a mi papá y a mi mamá, le dije.
Pero como no paraba de llorar, la cogí de la mano, la metí a la cama y cerré la puerta del armario.

“Creo que hay otra pesadilla dentro de mi armario, pero mi cama es demasiado pequeña para que
quepan tres. Y desapareció mi problema”.

Eso es lo que tenemos que hacer con una pesadilla que se llama pobreza.

Eso es lo que tenemos que hacer con una pesadilla que se llama violencia.

Y para lograr eso tenemos que comenzar por quitarles las pesadillas a los niños, por leerles más de
estos cuentos, por tratarlos bien.

Por eso digo, y repito, que de estos eventos el más importante es este de esta tarde, donde estamos
inaugurando este valioso jardín.

Y yo se lo dije Elvira, (Forero, Directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) hace dos meses
cuando inauguramos otro jardín en Palmira: yo quisiera que repitiéramos eso con la mayor frecuencia
posible, porque eso es lo que nos llena de entusiasmo, nos llena de optimismo; porque eso es la mejor
inversión que podemos hacer.

Quiero agradecerles a todos los que contribuyeron a que esto fuera una realidad, porque el beneficio
que esto tiene para esta zona de Cartagena, para Cartagena, para el país, no tiene comparación.

Este es el tipo de obras y de proyectos que van a asegurar que nuestro país siga en el rumbo de
quitarnos las pesadillas, de dejarlas atrás, y de que podamos ser un país más justo, un país más
equitativo, un país lleno de optimismo, un país donde todos nos sintamos con orgullo de ser
colombianos y de seguir trabajando por el futuro de nuestros hijos.

Por eso le agradezco muchísimo, Alcaldesa, Elvira y a todos, a todos los que fueron responsables en
este proyecto.

Y tengan la absoluta seguridad que el Gobierno tiene como prioridad la primera infancia.

Esos niños, las madres comunitarias, vamos a ayudarles a que se capaciten mejor cada vez más.

Qué mejor trabajo puede hacer una persona, que ser una buena madre comunitaria, para que cuide
cada vez mejor, les dé una educación integral a esos niños de la primera infancia.

Eso es una prioridad de mi Gobierno, y por eso me complace tanto haber podido asistir esta tarde a este
evento.

A todos, muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al instalar la versión


número 24 de los Acuerdos para la Prosperidad en Turbaco, Bolívar

Turbaco, Bolívar, 26 feb (SIG). “Esta semana ha sido una semana muy intensa. Ha sido una semana,
como todas, llena de trabajo, de acontecimientos. Yo quisiera resaltar algunos, porque además tienen
mucho que ver con el propósito de este Acuerdo para la Prosperidad.

En este Acuerdo el tema fundamental es la lucha contra la pobreza. Ustedes saben perfectamente que
esa es la prioridad del Gobierno dentro del Plan de Desarrollo: más seguridad, menos pobreza, más
trabajo.

Por eso el menos pobreza. Yo he dicho muchas veces: para mí el lograr disminuir los índices de
pobreza, de pobreza extrema, de pobreza en general en estos cuatro años, es el objetivo fundamental.
Por eso es tan importante este Acuerdo.

Agenda cumplida durante la última semana

La semana la iniciamos con un programa que tiene que ver muchísimo con la reducción de la pobreza.
Es el programa de la primera infancia, del buen trato a los niños de los cero a los seis años. El programa
se denominó ‘De cero a siempre’. Lo que quiere ese programa es focalizar el esfuerzo del Gobierno en
la parte social. También en la primera infancia, porque está comprobado que si ahí hacemos un trabajo
efectivo, el efecto posterior en materia de avance social es muy grande. Es el más grande de todos.

Ahí estuvo presente el lunes pasado un Premio Nobel de Economía: el profesor James Heckman, de la
Universidad de Chicago. Él se ganó el Premio Nobel por comprobar que efectivamente si uno invierte en
la primera infancia, el efecto en una sociedad es el mayor retorno social que puede tener cualquier
inversión en cualquier eslabón de la cabeza. Por eso es tan importante ese programa con lo que hoy
vamos a discutir.

Fue muy satisfactorio que ayer por la tarde asistimos a la inauguración de un jardín infantil, en la
Ciénaga de la Virgen, aquí en Cartagena, para hacer realidad parte de esa política de focalizar nuestros
esfuerzos en la primera infancia.

Ese mismo día tuvimos un acontecimiento que va a tener una gran repercusión para Bogotá, para todo
Cundinamarca, que fue la firma de un acuerdo que se estaba gestando hace 25 años, entre la
Gobernación, la ciudad y el Gobierno Nacional, para recuperar el Río Bogotá.

Eso va a tener también un gran impacto ambiental, un gran impacto en la calidad de vida de millones de
colombianos, de millones de cundinamarqueses, porque este río era un río muerto. Es de los ríos más
contaminados del mundo entero. Y ese es un paso bien importante para mejorar la calidad de vida de
muchos de nuestros compatriotas.

Se reunió también esta semana la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, con la participación de
los expresidentes, los excancilleres y los excongresistas miembros de la Comisión. Ahí hubo una
importante discusión sobre nuestra política exterior: cómo vamos avanzando en nuestros objetivos de
política exterior.

Hubo un llamado por parte de la Comisión a los Estados Unidos. A los Estados Unidos les dijeron: aquí
nosotros estamos preocupados con lo que esta sucediendo allá, sabemos que hay razones internas,
políticas, pero Colombia no tiene por qué salir sacrificada por sus problemas internos políticos’. El
expresidente César Gaviria fue vocero de esa manifestación de la Comisión.

A propósito de ese tema, este Acuerdo, doctor Miguel (Peñaloza, Alto Consejero para la Participación
Ciudadana), tenemos que ser bastante disciplinados en el tiempo, porque hay una muy importante
delegación: el Presidente de la Comisión de Finanzas del Senado americano, esta aquí en Cartagena.
Yo tengo una cita con él. Vino con una delegación muy importante. Y vino a ayudarnos en este tema del
Tratado de Libre Comercio. Entonces es bien importante poder estar a tiempo en esa reunión, que va a
ser hoy a la hora del almuerzo.

Otra reunión importante que tuvimos fue con los directivos de la Renault, donde nos manifestaron que
vamos a comenzar a producir carros en Colombia para exportar a México. Este es un hecho bien
importante, porque antes eran carros producidos en México para exportar a Colombia. Cosa que ya está
sucediendo. Pero en algunos sectores, en algunas marcas, la producción va a ser a la inversa: se
produce en Colombia y se exporta a México. Eso tiene un gran significado para nuestro comercio
exterior.

También se reunió el Consejo Privado de Competitividad, donde ahí también recibimos buenas noticias.
El Presidente de la Nacional de Chocolates dijo: las ventas en los últimos meses, en este último mes,
han sido unas ventas por encima de cualquier expectativa. O sea, la economía va marchando bien, va
marchando muy bien.

Ahí mismo en ese Consejo, el expresidente del grupo de Seguros Bolívar, el doctor José Alejandro
Cortés, nos manifestaba que en materia de vivienda de interés social nunca en la historia se había
hecho tanto como en los últimos meses. Eso también nos llena de satisfacción, porque eso es parte de
nuestro propósito.

Esta semana también tuvimos el lanzamiento de la Vitrina Turística, que tanto tiene que ver con esta
región del país, con Cartagena. Estuvieron invitados especiales: el Primer Ministro de Curazao (Gerrit
Schotte) y el Presidente de El Salvador (Mauricio Funes), con quien tuvimos además una reunión
bilateral, un almuerzo oficial para estrechar nuestras relaciones con Centroamérica.

En esa Vitrina Turística nos entrevistamos con el Presidente del Grupo Globalia de España, don Juan
José Hidalgo, don ‘Pepe’ Hidalgo. Es tal vez el empresario más importante del turismo español.

¿Qué logramos con don ‘Pepe’? Su organización es la más importante de España en materia turística:
tiene 1.500 agentes de viaje de su propia organización y es dueño de la línea aérea AirEuropa. Él vino a
Cartagena y le sucede lo que le sucede a tanta gente: que apenas llega se enamora. Y se enamoró de
Cartagena y vamos a reanudar una frecuencia directa Madrid – Cartagena antes de finalizar el año. Esta
es una muy buena noticia para Cartagena.

Ustedes se acuerdan de que hubo una frecuencia directa que no fue muy exitosa, porque la empresa
que la tenía no era la más organizada. Pero el hecho de que este señor haya dicho: ‘Este es un gran
destino, un destino con mucho futuro y me comprometo desde ya a promocionarlo, y mi acción concreta
es que voy a iniciar ese trayecto directo Madrid – Cartagena’, ese ya es un paso muy importante para ir
fortaleciendo el turismo aquí en nuestro país.

Antes de ayer estuvimos en el Huila colocando la primera piedra de un proyecto, que también llevaba 50
años de discusión: el proyecto hidroeléctrico de El Quimbo en el Huila.

Eso va a modificar muchísimo la región central del país, del departamento. Y también tiene un efecto
muy importe aquí en Bolívar. Y es que esta represa nos va a permitir hacer algo que necesitamos hacer
con todos nuestros ríos: usarlos como fuente de energía. Parte de nuestra riqueza que tenemos son
nuestros ríos, que además tenemos que cuidarlos muchísimo y cuidar sus fuentes.

Pero al mismo tiempo esas represas nos ayudan a controlar los caudales de los ríos. Y esa represa de
El Quimbo en el Huila va a tener efectos sobre el río Magdalena aquí en Bolívar y en toda la Casta
Caribe. Eso nos va a ayudar a mitigar también el efecto de los inviernos en todo el caudal del río, en
toda la trayectoria del río. Tiene ese efecto positivo adicional.

Finalmente estuvimos en la inauguración del Festival de Cine, en su versión 51 ¡Qué importante que ya
vengan a este Festival personas de verdadera talla mundial! Ahí en el auditorio estaba uno de los
actores más importantes del mundo: Willem Dafoe. Al otro día llegó ni más ni menos que la hija de
Charles Chaplin: Geraldine Chaplin. Además una hija de Charles Chaplin vive en Cartagena, enamorada
de Cartagena, y se colombianizó. Ese también es un motivo de gran satisfacción.

Y la paradoja, la coincidencia, es que nos quedamos a ver una película sobre una familia en Antioquia,
víctima de la violencia, que fue desplazada por la violencia, porque esa familia no quiso tomar partido en
ese enfrentamiento entre la guerrilla y los paramilitares.

La película, muy dramática: el padre de la familia fue asesinado y a la familia finalmente le tocó
desplazarse, como les ha tocado desplazarse a miles y miles de familias en todo el país.

La coincidencia, que no es una simple coincidencia sino que algo está sucediendo, es que al otro día
estábamos –y eso no fue planeado, no fue coordinado, fue una simple coincidencia–, al otro día fuimos,
ayer por la mañana, a Bellavista, departamento del Magdalena, después de la película, a ver y a lanzar
un programa en ese corregimiento, en el municipio de Algarrobo, en el departamento del Magdalena.

Bellavista ha sido tal vez una de las poblaciones más afectadas por la violencia: en los años 90, la
guerrilla, y a partir del año 2001, los paramilitares. Y todo el mundo se desplazó. Bellavista se convirtió
en una especie de pueblo fantasma, destruida completamente.

Pues bien, la gente está volviendo, está reconstruyendo sus casas. Hablé con muchas de las familias.
Vamos a ver cómo les ponemos sus proyectos productivos. Ya hay un proyecto productivo que está
marchando, que tiene que ver con el café. Bellavista queda al lado del Sierra. El café de la Sierra es un
café cada vez más cotizado a nivel mundial.

Ahí vemos ese proceso de consolidación, que es la palabra mágica: ir consolidando áreas que estaban
antes dominadas por la violencia, para convertirlas en polos de desarrollo. Eso es lo que queremos. Y
eso también tiene mucho que ver con el propósito de este Acuerdo para la Prosperidad que es la lucha
contra la pobreza.

Entonces fue una linda coincidencia. Pero creo que no es tanta coincidencia, porque al llegar de
Bellavista, luego fuimos a la inauguración de este jardín infantil, y luego sucedió algo también que me
llegó a lo más profundo de mi corazón, por el momento.

Resulta que por aquí pasó un buque grandísimo, que se llama el Barco de la Paz. Ese barco es un
barco japonés. Y me visitaron unos 11 japoneses, entre hombres y mujeres, que son sobrevivientes de
la bomba atómica de Hiroshima.

Son todas personas, por supuesto, de bastante edad, que van por el mundo entero pregonando la paz y
diciendo: ‘Nunca más una bomba atómica’. Pero sobre todo pregonando la paz.

Y ayer me quisieron visitar. Los recibí en la Escuela Naval. Llegaron con un collar muy lindo de esos de
papel que hacen los japoneses y me lo pusieron y dijeron: ‘Le llegó la hora de la paz a Colombia’.

Eso me estremeció, porque había tantas coincidencias. Y eso tampoco fue planeado. El hecho de que
estuvieran aquí los japoneses, primera vez que vienen a Colombia, y lo hicieron con tanta emoción y
como con tanto convencimiento, que algo debe haber. Ojalá sea cierto.

Correos del ‘Mono Jojoy’

Ojalá sea cierto. Porque lo que estamos viendo en materia de violencia, es algo totalmente irracional. Y
ahí tengo hoy correos de las Farc.

Un correo que me impactó, aunque no me sorprendió. Hay 213 documentos que hemos identificado en
los computadores de ‘Jojoy’. 213 documentos donde se ordenan fusilamientos, asesinatos dentro de la
propia guerrilla.

Un correo dice que el Estado Mayor ordena fusilar a 13 guerrilleros’ que pretendían desmovilizarse. Los
más sanguinarios de los miembros de las Farc que viven fusilando gente son: ‘El Paisa’, de la Teófilo
Forero; un tal ‘Darío Huesitos’, del Frente 40; un alias ‘Kadaffi’, del Frente 47, y Carlos Antonio Losada,
del Frente Antonio Nariño. Y el propio ‘Jojoy’ era uno de los que más mandaba fusilar.

Hay correos de febrero del año pasado, por ejemplo, donde dice: Las Farc reconoce haber fusilado a
Bernardo, indígena de la comunidad del Bajo Grande, Docampadó, quien era a la vez militante de base
de los elenos, pero aclara que fue un error. Es un correo que firman Alfonso Cano y Pablo Catatumbo,
dirigido al Secretariado.

Otro correo donde hacen la lista de 57 guerrilleros que los mandan fusilar. Dice: ‘Terminar y hacer
consejos revolucionarios de guerra de las unidades donde desertaron’. La mayoría son personas que
han querido desmovilizarse y se les aprueba el fusilamiento. Ahí está la lista de todos los que fusilaron.

Dicen también que uno de estos guerrilleros, de los que más mandan fusilar, un miembro del
Secretariado, Iván Márquez, se queja de alias ‘Kadaffi’. Dice el correo: ‘Kadaffi es muy atarván, muy
atarván con la gente, todo lo resuelve es con consejos de guerra, con fusilamientos. Hay poca cercanía
con la guerrillerada. Le hizo un consejo de guerra a un guerrillero, lo aprobaron y después le mandó
mochar la cabeza’.

Ese es el tipo de comportamiento que se está viendo al interior de las Farc.

Luego hay otro correo de alias ‘El Paisa’ y dice: ‘El asalto a un pelotón de San Jorge falló por la
deserción de varios guerrilleros. Conforme miraron el primer potrero se nos volaron. Tres se entregaron
con armamento y otros tres los capturamos y los fusilamos’.

Luego otro correo donde dice ‘Jojoy’: ‘Los desertores nos han hecho enorme daño en distintas unidades.
A nosotros también se nos volaron y se nos volaron tres. Uno lo fusilaron y los otros dos los estamos
buscando’.

Otro correo donde el propio Alfonso Cano reconoce que también se les está volando la gente.

¿Qué significa esto? Significa que la política de desmovilización que hemos promovido en la política de
Seguridad Democrática, que promovemos desde hace ya varios años, está teniendo un efecto muy
importante: cada vez se están desmovilizando más miembros de la guerrilla y gente con mayor
importancia, de mayor responsabilidad.

Este año llevamos desmovilizados 343 miembros de las Farc. Esa es una cifra importante. Las cifras de
desmovilizados están creciendo. Esto lo que quiere decir es que está teniendo un buen efecto. La
promoción para la desmovilización. Se nos ha desmovilizado gente, como les decía, cada vez de mayor
rango, que nos da una información muy valiosa que nos ha permitido ser cada vez ser más efectivos en
materia de la lucha contra estos criminales y estas organizaciones al margen de la ley.

Reducción de los delitos

Finalmente quiero hacer dos manifestaciones, dos anuncios. En la parte de seguridad, las cifras siguen
mostrando buenos resultados. En el homicidio común, entre el 1° de enero y el 24 de febrero, o sea lo
que ha transcurrido este año, se ha disminuido en un 9 por ciento. Un 9 por ciento sobre lo que vimos en
el 2010. Y el 2010 fue el año de más bajos homicidios por cada 100 habitantes en los últimos 30 años.
O sea que la tendencia sigue bien.

El secuestro extorsivo: lo que llevábamos el año pasado del 1° de enero al 24 de febrero, llevábamos 27
secuestros extorsivos. Este año llevamos 14. Un descenso del 48 por ciento.

Acciones subversivas: el año pasado llevábamos 24 y llevamos 9. Un 63 por ciento de disminución. En


extorsión llevamos 57 por ciento menos. En hurto llevamos 18 por ciento menos.
Estas dos estadísticas dependen de las denuncias de la gente. Por eso es tan importante –y aquí quiero
hacer un llamado– que denuncien la extorsión, que denuncien los hurtos, para poder no solamente
registrarlos sino para poder actuar. Pero en lo que se ha denunciado, se ha disminuido el número.
También lesiones comunes hay un descenso del 21 por ciento.

El total de desmovilizados que llevamos este año son 343. Eso es algo que es bien importante por lo
que les decía: cuando uno comienza a ver esos correos, lo que está sucediendo al interior de la
guerrilla, de las Farc, del Eln, ve uno el número de desmovilizados, ¿cuál es la conclusión? Hay que
seguir presionando, hay que perseverar. A esa guerrilla no se le puede dejar un segundo de respiro,
para que efectivamente logremos eso que estos japoneses me decían, para que lleguemos finalmente a
esa paz que estamos añorando tanto.

Informe de la ONU sobre derechos humanos en Colombia

Y por último, quisiera hacer referencia al informe de las Naciones Unidas en materia de derechos
humanos que se hizo público esta semana.

El informe es un informe bastante objetivo. Las primeras tres páginas son reconocimientos del avance
que hemos hecho en materia de derechos humanos. Avances que estamos haciendo no porque las
Naciones Unidas nos lo esté pidiendo y no porque nos estén exigiendo de Europa.

A propósito, hubo un informe muy importante al Parlamento Europeo de una antiguo funcionario de
Naciones Unidas, uruguayo, quien hizo un informe de cómo iba el proceso de derechos humanos en
Colombia al Parlamento Europeo, y fue muy positivo.

En la semana antepasada una delegación de la OIT vino a Colombia. Hizo otro informe en materia de
derechos humanos muy positivo.

Este informe de las Naciones Unidas hace un reconocimiento, pero también algo que es totalmente
lógico, y eso lo reconocemos: falta muchísimo por hacer.

Hay expresiones donde nosotros tenemos que actuar con más contundencia: el fenómeno de las
bandas criminales al servicio del narcotráfico, el desplazamiento que estas bandas están produciendo
en algunas zonas del país, la impunidad, la necesidad de que muchos de los crímenes no queden
impunes, proteger a algunas de las poblaciones vulnerables.

En eso somos los primeros en reconocer que hay mucho por hacer. Pero lo importante es destacar en
este informe el reconocimiento que hacen las Naciones Unidas de que somos un país en progreso en
materia de derechos humanos.

¿Por qué lo digo? Porque dio la sensación en algunos medios de comunicación de que el informe era
muy negativo. Yo entiendo el papel de los medios de comunicación. Yo vengo del periodismo. La
definición del periodista que aprendí es la de ser perro guardián de la sociedad. El perro guardián
cuando ve algo malo gruñe o ladra o muerde. Y cuando ve que todo está normal o bueno, si acaso bate
la cola, pero no hace nada más. O sea, hay una tendencia natural, comprensible y aceptable, ese es el
papel del periodista, de concentrarse en lo malo.

Pero por eso quería decirles que este informe es un informe en donde el balance es muy positivo para
Colombia. Se hace un gran reconocimiento, pero también se muestran unos lunares donde nosotros
también reconocemos que hay que trabajar más.

Quería hacer esa aclaración o esa manifestación, porque nos conviene mucho que sigamos como país
haciendo el contraste de lo que les mostré en los correos, de una violencia al interior de las
organizaciones terroristas, cómo se fusilan entre ellos, cómo se tratan entre ellos, y una sociedad y un
país que está queriendo cada vez más proteger los derechos de los ciudadanos, los derechos
fundamentales. Y uno de esos derechos es el derecho a una vida digna. Por eso es tan importante este
Acuerdo para la Prosperidad.

El Acuerdo para poder ver cómo estamos enfocando nuestra labor para luchar contra la pobreza, para
sacar el mayor número de colombianos de la pobreza extrema, para sacar al mayor número de
colombianos de la pobreza en general. Y de eso se trata este Acuerdo para la Prosperidad. Por eso es
tan importante.

De manera que sin más preámbulos, le voy a dar la palabra al señor Gobernador, al señor Alcalde y a
los Ministros y a Diego Molano, para que entremos en materia.

Aquí hay mucho que hacer. Se está haciendo mucho, pero hay mucho que hacer en materia de la lucha
contra la pobreza. Las cifras del departamento del Bolívar infortunadamente no son las mejores.
Estamos por encima del promedio nacional en pobreza y estamos por encima del promedio nacional en
pobreza extrema. Pero estoy seguro de que si trabajamos de la mano Gobierno Nacional, gobierno
departamental y gobiernos municipales, esas cifras las vamos a poder mejorar, y mejorar en forma
importante.

Ese es nuestro propósito. Vuelvo y repito: la prioridad del Gobierno es luchar contra la pobreza, es sacar
a esos millones de colombianos que están sumidos en la pobreza de ese estado de pobreza.

Eso tiene toda una lógica. Además tiene unos grandes beneficios desde el punto de vista del desarrollo
del país, en este momento donde Colombia está irrumpiendo como un país con un gran futuro.

Nosotros no nos podemos dar el lujo de ser uno de los países más desiguales del planeta. Porque lo
somos. Hay que reconocerlo, y partir de esa tristísima realidad: somos uno de los países más
desiguales del mundo, y eso es inaceptable, es intolerable.

Y dentro del país, Bolívar es uno de los departamentos más desiguales del país. Por eso es tan
importante que hagamos un gran esfuerzo, aquí en este departamento y en el país entero, para corregir
esos desequilibrios, esas injusticias. Por eso es tan importante este Acuerdo por la Prosperidad.

Muchas gracias”.

Alocución del Presidente Juan Manuel Santos, al cumplirse los


primeros seis meses de Gobierno

Bogotá, 7 feb (SIG). “Queridos compatriotas:

Les ofrezco disculpas por la interrupción, pero espero no tomar mucho de su tiempo.

Hoy hace medio año le prometí al país que gobernaríamos en una urna de cristal, y por eso quiero
rendirles cuentas de lo que hemos hecho en estos primeros seis meses de Gobierno.

Hemos liderado un Gobierno al que hemos llamado de Unidad Nacional, con un único objetivo: lograr
Prosperidad para Todos.

La Unidad Nacional no es sólo una frase bonita, o un acuerdo entre políticos.

La Unidad Nacional es la convocatoria a todos los colombianos, sin distingos de partidos, estratos,
creencias, para que, unidos, saquemos adelante a nuestro país.

Es una unidad para la prosperidad, y está dando resultados.

***

La locomotora de la VIVIENDA, por ejemplo, va a todo vapor.

Sólo en noviembre –que son los últimos datos que tenemos– se expidieron licencias de construcción
para 2,2 millones de metros cuadrados, prácticamente el doble que en el mismo mes del año anterior.

Y hay algo muy importante para esta locomotora: El incremento se concentró en las licencias para
vivienda de interés social.

Eso es Prosperidad para Todos.

***
La locomotora AGRÍCOLA, a pesar de las inclemencias del invierno, también anda a buen paso,
logrando más equidad en el campo, y apoyando a los campesinos afectados por el desastre.

Nos propusimos un plan de choque para titular, hasta el mes de abril, 378 mil hectáreas a comunidades
étnicas y campesinos desplazados, y ya hemos cumplido tres cuartas partes de la meta.

En medio año, el Incoder ha titulado más de 280 mil hectáreas: de las cuales 120 mil a comunidades
indígenas y de afro-descendientes, y más de 160 mil a población campesina.

Eso es Prosperidad para Todos.

***

Gracias a la Unidad Nacional hemos sacado adelante algunas de las más importantes leyes de los
últimos tiempos, con un trabajo admirable del Congreso de la República que es justo destacar.

La Ley de Reforma a la Salud, por ejemplo, que ya está vigente, garantizará que cada colombiano, sin
importar sus ingresos o dónde se encuentre, pueda tener acceso al sistema de salud.

Esta ley permitirá la unificación –por lo alto– de los regímenes contributivo y subsidiado para el año
2014, y crea un procedimiento técnico para la aprobación de los tratamientos especiales sin que sea
necesario acudir a las tutelas.

Eso es Prosperidad para Todos.

***

Otra ley que se aprobó es la llamada Ley de Primer Empleo, que crea incentivos para quienes contraten
a jóvenes o madres cabeza de hogar en sus compañías, y fomenta la formalización de las empresas y
los trabajadores.

Hay que resaltar –en este tema tan importante para nosotros como lo es el empleo– que, a pesar de la
ola invernal, la tasa de desempleo cayó en el 2010 comparada con el año anterior.

Pero –que quede claro– no estamos en absoluto, para nada, satisfechos con esta ligera mejoría.

No descansaremos hasta dejar la tasa de desempleo en un dígito, es decir, por debajo del 10 por ciento,
y seguiremos trabajando mañana, tarde y noche para reducir la informalidad laboral.

Queremos que cada vez más colombianos gocen de las prestaciones y beneficios de la ley.

***

Gracias a la Unidad Nacional afrontamos, y seguiremos afrontando, con los alcaldes y gobernadores,
con las entidades de socorro y sociales, con la fuerza pública, con el apoyo de la comunidad
internacional y de millones y millones de colombianos, la más dura catástrofe natural de nuestros
tiempos.

Tenemos que seguir trabajando unidos, ¡más unidos que nunca!, para superarla, porque todavía faltan
más lluvias –según el Ideam, ¡muchas más lluvias!– y porque los efectos de la devastación exigen
mucho tiempo, recursos y esfuerzos.

Todos unidos lograremos, gracias a una reconstrucción seria y bien planeada, levantar un país mejor
que el que teníamos antes.

***

También en estos seis meses hemos asestado golpes contundentes a los grupos terroristas y
delincuenciales.

¡Quién iba imaginar que en este lapso Colombia iba a librarse de la amenaza de alias Mono Jojoy, el
símbolo del terror en nuestro país, y de alias Cuchillo, uno de los más temidos jefes de bandas
criminales, asesino de asesinos!
En estos seis meses se han desmovilizado 1.052 miembros de grupos armados ilegales, se han
capturado más de 2.200 y se han dado de baja más de 210. En total, cerca de 3.500 antisociales
neutralizados.

El año pasado cerró con la cifra más baja de homicidios de los últimos 25 años, ¡la menor en un cuarto
de siglo!

Pero no es suficiente. ¡Sigue siendo muy alta! Sabemos que persiste el temor en las ciudades, que hay
inseguridad en las calles, que la guerrilla insiste en sus ataques terroristas.

Por eso quiero ser enfático. ¡Que nadie se equivoque! La batalla por la seguridad no la damos por
ganada todavía. Todo lo contrario.

Hay mucho, muchísimo, por hacer y puedo asegurarles que lo estamos haciendo.

Con los mandos militares y de Policía estamos tomando medidas contundentes, con un seguimiento
diario, para incrementar la seguridad ciudadana y para combatir a bandas criminales y grupos
terroristas.

Precisamente hoy, después de trabajar varios meses en su diseño, se reunió por primera vez el Consejo
Nacional de Seguridad y aprobó la política general contra el crimen organizado.

Con esta decisión, pondremos en marcha la más completa estrategia contra las bandas criminales, una
estrategia que requiere la acción integral del Estado –no sólo el Gobierno y la fuerza pública, sino
también fiscales y jueces– y, por supuesto, el apoyo y colaboración de la ciudadanía.

Tengan la certeza de que hacer de las calles y veredas de nuestro país un lugar seguro para todos los
colombianos es, y seguirá siendo, una prioridad fundamental de mi gobierno.

***

En estos seis meses, hemos consolidado una nueva visión de nuestro país por parte de la comunidad
internacional.

Colombia, ante el mundo y ante la región, ya no es sólo un país-problema, cuyos únicos temas de
interés eran el narcotráfico y la lucha contra el terrorismo.

Ahora, gracias a los logros de la política de seguridad democrática –y en esto nunca dejamos de
agradecer al presidente Uribe y a nuestras Fuerzas Armadas–, hemos podido ampliar la agenda.

Hoy nos ven como un socio ideal para promover el desarrollo regional, para proveer nuevas fuentes de
energía y de alimentos, para trabajar por el medio ambiente, para ser parte activa de la economía
global.

Queremos tener las mejores relaciones con los países vecinos y de nuestra región, porque esto redunda
en mayores posibilidades de comercio y desarrollo –y por lo tanto de empleo–, para todos los
colombianos.

Y hemos avanzado en esa dirección.

***

También diseñamos la hoja de ruta del país de aquí al 2014.

El viernes pasado presentamos al Congreso el proyecto de Ley del Plan Nacional de Desarrollo, con un
único objetivo: la Prosperidad para Todos.

Y con tres metas, que forman el triángulo de nuestras prioridades: más seguridad, más trabajo y menos
pobreza.

Éstas no son sólo las metas de un Gobierno. ¡Son las metas de un país decidido a progresar!
***

Unas anotaciones finales, sobre dos temas que hoy están en la mente de los colombianos:

En primer lugar, valoramos positivamente la liberación, en las próximas horas, de 5 ciudadanos


secuestrados por las FARC, proceso para el cual el Gobierno ha dado todas las garantías necesarias.

Pero debo decir que con esto no basta.

Los colombianos exigimos, DEMANDAMOS la inmediata liberación de todos los secuestrados.

Como lo dije hace medio año, lo repito hoy:

Para SIQUIERA PENSAR en una posibilidad de diálogo se requieren hechos contundentes: la renuncia
al terrorismo, al secuestro, al narcotráfico, a la extorsión y a la intimidación.

***

Quiero aprovechar también esta oportunidad para reiterar el llamado a los camioneros, que insisten en
el cese de actividades, para que abandonen la parálisis y acepten la invitación al diálogo que les hemos
extendido.

Con el paro nadie gana, todos perdemos; pierde el país.

Nuestra voluntad para la concertación es tan firme como lo es nuestra decisión de no aceptar la fuerza
ni las vías de hecho como el camino para lograr una negociación.

***

Queridos colombianos:

Se han cumplido seis meses del Gobierno de la Unidad Nacional.

Pero que quede claro: cuando hablo de UNIDAD no hablo de unanimidad.

La UNIDAD no supone la falta de controversia, ni la uniformidad de opiniones; eso no sería sano para
una democracia.

La Unidad supone que nos concentremos en aquello que nos une, respetando y valorando nuestras
diferencias.

Lo hemos hecho con el Congreso y con el Poder Judicial, con los que el Gobierno hoy trabaja y coopera
armónicamente.

Lo estamos haciendo con la Contraloría, la Procuraduría, la Fiscalía, la Defensoría, trabajando siempre


en conjunto para atacar la corrupción y defender los derechos de los colombianos.

Por eso los invito a que persistamos en este camino.

Porque unidos somos más fuertes ante las dificultades.

Unidos podemos lograr la Prosperidad.

Unidos, colombianos, ¡UNIDOS LO HACEMOS MEJOR!

Buenas noches, y disculpen nuevamente por la interrupción”.

Palabras del Presidente Santos en la visita al trapiche de la Asociación


Empresarial Agropecuaria Cristacaña

VistaHermosa, Meta, 1° mar (SIG). “Qué bueno estar aquí, el día de hoy, y qué bueno estar en este sitio
donde ya hay una manifestación clara de la idea que tuvimos hace ya algunos años, casi cuatro años,
cuando decidimos lanzar el Plan de Consolidación de la Seguridad Democrática.

La Macarena, toda esta región, era un plano de coca controlado por las Farc. Aquí no había Estado,
aquí solamente estaba la célula de este grupo de las Farc, de este grupo guerrillero.

Y por eso nosotros concebimos el plan de la Seguridad Democrática en dos fases: la fase militar, la fase
de seguridad, pero también acompañada con la fase social, la presencia del Estado.

Y la combinación de esos dos procesos, de llegar con las Fuerzas Militares para imponer la autoridad
del Estado, desplazar a los violentos, y luego acompañado por el Estado para darles a las comunidades
oportunidades de desarrollarse, de tener un mejor futuro, eso es lo que hemos llamado la consolidación.

Así lo bautizamos: el Plan Nacional de Consolidación, y quisimos que La Macarena fuese como el plan
piloto.

Me acuerdo que duramos mucho tiempo escogiendo la persona que iba a gerenciar todo este proceso.
Creo que no nos equivocamos al escoger a Álvaro Balcázar, quien ha venido trabajando en forma
apasionada y desinteresada, desde el primer día en que allá en la oficina le dijimos con Sergio Jaramillo:
‘Usted es la persona que se va a encargar de la coordinación de toda la parte civil de este plan de
consolidación en La Macarena’.

¿Por qué en La Macarena?

Porque era un símbolo. La Macarena es una región muy rica, pero que estaba totalmente desolada por
la violencia, donde los cultivos de coca eran el único medio de subsistencia, cultivos ilícitos, y como les
mencionaba, aquí quien reinaba eran las Farc.

Hoy la situación es muy diferente, y por eso me complace muchísimo venir ya como Presidente de la
República, regresar –querido Alcalde, querido Gobernador- regresar y constatar que ese sueño que
teníamos se está realizando, que hemos progresado muchísimo, que hay una comunidad que está
organizada y que está viendo los resultados.

Sabemos, y somos los primeros en reconocerlo, que falta muchísimo por hacer. No se cambia una
situación de esas de la noche a la mañana, pero creo que en estos tres años se ha avanzado en forma
muy importante.

Lo que aquí se mencionaba, esa combinación entre el Gobierno Nacional, el gobierno departamental y
el gobierno municipal, es fundamental.

Yo quiero agradecerle al señor Gobernador, a nuestro querido amigo Darío Vásquez, que él como buen
arquitecto ha sido también creador importante de este proceso, y ha aportado recursos cuantiosísimos –
casi 120 mil millones de pesos- y le ha puesto su corazón, y creo que merece mi agradecimiento
personal y el agradecimiento de todos ustedes.

Lo mismo el Alcalde, que desde el día que nos conocimos hicimos como cuando dice uno con las niñas,
hicimos buena química, nos entendimos muy bien. Él sabe perfectamente cómo, trabajando juntos,
podemos lograr lo que ustedes quieren, porque es lo que queremos nosotros: la paz, la paz no
solamente en esta región, en todo el país.

Y esta consolidación, este proceso de consolidación, busca como objetivo fundamental la paz, que
ustedes puedan –las comunidades- vivir sin el temor de que de pronto llegue un grupo al margen de la
ley, un grupo guerrillero, terrorista, a tomarse el pueblo y que en ese fuego cruzado las comunidades
sean las sacrificadas.

Nosotros somos los primeros que añoramos ese estado de cosas, un país en paz. Y vamos a lograr ese
país en paz.

Lo he dicho desde el momento en que me posesioné: por la razón o por la fuerza, pero vamos a lograr
ese país en paz.

Y por eso estamos aquí hoy, celebrando la construcción de este trapiche, celebrando que en los
próximos días se van a dar 120 títulos. Yo he dicho muchas veces que consolidar es titular, y el plan es
darle títulos a 5 mil familias, 5 mil familias van a tener títulos, van a ser propietarios de su tierra, y el
Estado va a estar ahí presente.

El Estado va a estar ahí presente para ayudarles a estas familias a tener un buen ingreso, como ya ha
comenzado a suceder, como ya ustedes han visto, que me están pidiendo más recursos para sembrar
más caña, para poder utilizar más el trapiche, para poder producir más leche, para poder producir otros
productos que generen mayores ingresos, mayores oportunidades.

De eso se trata el progreso: seguridad y desarrollo, eso es la paz.

Por eso me complace mucho ver esta construcción, verlos a ustedes organizados; decirles que el
compromiso del Gobierno es absoluto, que vamos a hacer lo que esté a nuestro alcance para que esto
funcione y vaya progresando cada vez más.

Ahí hay unas solicitudes. Alguna maquinaria que están pidiendo; esa maquinaria yo creo que se puede
dar sin ningún problema, Ministro de Agricultura.

¿Qué es lo que necesitan? ¿Un tractor?

Eso se lo podemos dar. Vamos a ver de dónde sacamos los recursos y les ayudamos para eso.

El puente, entiendo lo del puente. Acabo de averiguar: ya los recursos, a través de lo que hemos
denominado el Fondo de Emergencias, que se creó recientemente para no tener que tramitar por las
vías normales sino rápidamente esos recursos, según me dice Álvaro (Balcázar, Coordinador Civil del
Plan de Consolidación de la Macarena) están ya autorizados.

Entonces muy pronto van a tener su puente y eso les va a facilitar mucho –y entiendo perfectamente- la
comercialización.

Pero lo importante es el espíritu y la participación de ustedes, que ustedes estén organizados, que
ustedes –en cierta forma- asuman las decisiones que van a determinar el futuro de ustedes, de sus
hijos.

Que este trapiche, que toda esta organización que se está creando, al fin y al cabo es para que ustedes
sean quienes la manejen, porque todo lo que estamos haciendo es a favor de las comunidades, de
nadie más.

Y por eso es tan importante que entre ustedes se pongan de acuerdo, se pongan de acuerdo con el
Alcalde cómo van a manejar esos recursos, cómo van a ir progresando, dónde se van a invertir, en qué
forma se van a invertir.

Hay prioridades diferentes. Algunos van a querer que se mejore la carretera, otros van a querer que se
expanda la frontera agrícola, pero ustedes, en una forma democrática, son los que tienen que decidir.

Nosotros vamos a ayudar, nosotros vamos a darles los instrumentos para que ustedes mismos sean
dueños de su propio destino. Eso es la paz, ese es nuestro objetivo.

Y por eso yo celebro enormemente, y ya estamos viendo, tocando parte de ese sueño que teníamos
hace unos años.

Sé que hemos tenido tropiezos, sé que ha habido problemas –en un momento dado- de
descoordinación en el propio Gobierno, sé que ha habido cortocircuitos que han demorado algunas
decisiones, pero la presencia hoy aquí del Presidente de la República acompañado del Ministro de
Defensa (Rodrigo Rivera), del Ministro de Agricultura (Juan Camilo Restrepo), del Ministro de Comercio
(Industria y Turismo, Sergio Díaz Granados), del Ministro de Transporte (Germán Cardona), de los Altos
Consejeros, de los Altos Mandos Militares encabezados por el Comandante General de las Fuerzas
Militares, el almirante (Edgar) Cely, por el señor Comandante de la Policía el General (Óscar) Naranjo,
es la demostración de que nosotros estamos comprometidos hasta los tuétanos con este proceso de
consolidación.

Para nosotros es prioritario, para nosotros es la paz, y nada más importante en este país que buscar la
paz.
Por eso tengan la absoluta seguridad que los seguiremos apoyando, que el trabajo que ha hecho Álvaro
Balcázar y toda su gente, con la ayuda de la comunidad internacional –porque esto no es un
experimento cualquiera- el mundo entero, óigase bien, el mundo entero está viendo este proceso en La
Macarena, en este sitio tan hermoso de nuestro país, de Colombia, como un ejemplo para el resto del
mundo.

Así lo han señalado en las Naciones Unidas en Nueva York, en París allá en Francia, este es un
proceso que el mundo entero esta viendo como un esfuerzo de unas comunidades que han sido
víctimas de la violencia durante tanto tiempo, que estaban dedicadas a envenenar el mundo con la
droga, que han tomado la decisión de no continuar en ese estado de cosas, y que quieren la paz y el
progreso.

Y un Gobierno que les está ayudando a que eso se logre.

De manera que el compromiso por el lado nuestro es absoluto, pero el compromiso por el lado de
ustedes también tiene que ser absoluto. También depende mucho de ustedes, que ustedes asuman esa
responsabilidad, y lo que pueden contar es con el apoyo del Gobierno para que los objetivos se logren.

De manera que los felicito mucho. Álvaro usted sabe que allá cuenta con un Presidente en el Palacio de
Nariño que va a estar pendiente de que esto funcione.

Lo que hemos visto nos satisface mucho pero sabemos que hay muchísimo más por hacer.

Metamos el acelerador. Más proyectos productivos, más canales de comercialización.

Miren, yo finalizo con esto: el Meta, toda esta Orinoquía en Colombia es una despensa para el mundo.

El mundo está viviendo cada vez más una crisis de alimentos, cada vez más está viendo esto como una
gran oportunidad, aprovechemos esa oportunidad nosotros y eso es lo que va a traer prosperidad, que
es nuestra palabra clave, para las comunidades en toda esta región.

Trabajemos juntos para lograr ese gran objetivo.

Van a contar con mi ayuda total y mi compromiso total, y espero contar con el compromiso de ustedes.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la inauguración


de un nuevo puente en Piñalito, VistaHermosa, Meta

Piñalito, VistaHermosa, Meta, 1° mar (SIG). “Me complace muchísimo regresar a Piñalito. Me acuerdo
perfectamente cuando estuve con el general Óscar Naranjo en noviembre de 2007. Vinimos a entregarle
a la comunidad la estación de policía, la primera estación de policía, después de tanto tiempo, en que
Piñalito era una especie de fortín de la coca y de las Farc. ¿Cuánta coca no pasó por aquí? Ustedes
saben que aquí se pagaba más con coca que con pesos. Ese era el menudo. Y aquí no había ley
diferente a la férula y a la violencia de las Farc.

En noviembre de 2007, después de que la política de Seguridad Democrática del Presidente Uribe había
logrado ya modificar la situación, aquí vinimos. Me acuerdo perfectamente lo que les dije: ‘El Plan de
Consolidación en toda esta región que durante tanto tiempo sufrió la violencia de las Farc, ese Plan de
Consolidación lo que quiere es traerle a la comunidad progreso, desarrollo, bienestar, prosperidad’. Que
eso no se lograba de la noche a la mañana, que es un esfuerzo continuo, donde la comunidad tiene que
ser parte fundamental de ese proceso.

Me acuerdo que algunos de ustedes me pidieron acueducto, alcantarillado y el puente. Y les dije: ‘Me
comprometo a que eso les llegue’. Yo era Ministro de Defensa, no tenía el poder de la chequera, pero
tenía cierto poder de persuasión. Y me devolví y mis colegas del Gobierno dijeron que sí, que daban los
recursos. Por eso fue que el Fondo de la Paz dio los recursos: más de 2.500 millones de pesos para que
se reconstruyera el puente. Que se construyera uno nuevo, porque se había pensado que el viejo podía
ser fortalecido, pero los ingenieros decidieron que no, que había que construir un puente nuevo. Este es
el puente que ahora tenemos.

Gracias a nuestro Ejército, a nuestras Fuerzas Militares, a los ingenieros del Ejército colombiano,
también podemos decir que ya tienen acueducto y alcantarillado aquí en Piñalito.

Eso es una parte de lo que nosotros queremos en esta región. Lo que queremos es traer bienestar, traer
progreso, traer producción, traer empleo. Que el Estado colombiano sea un Estado donde se faciliten los
procesos que las propias comunidades decidan adelantar.

Ahora que tienen el acueducto, gracias a los ingenieros militares, ustedes tienen que cuidarlo. Ustedes
tiene que ponerse de acuerdo a ver cómo lo van a manejar. Ustedes son los dueños de su propio
destino. El Estado, el Gobierno, lo que quiere es abonar el terreno para que ustedes tomen las
decisiones. Nosotros lo que queremos es que ustedes progresen. Nosotros lo que queremos es
facilitarles a ustedes los instrumentos que les permitan a ustedes tomar las decisiones que puedan
darles a ustedes más prosperidad.

De eso se trata el Plan de Consolidación. De eso se trata lo que estamos queriendo adelantar en esta
zona tan rica de nuestra geografía, de nuestro país.

En un momento muy especial de nuestra historia. Llevamos 200 años de Independencia, pero hasta
ahora estamos viendo realmente una luz al final del túnel. Los astros se están alineando arriba de
Colombia para darnos las oportunidades. Toda esta región, todo el Meta, toda la Orinoquía, se puede
convertir en una gran despensa, en un momento en donde el mundo está viviendo una crisis de
alimentos.

Qquí podemos todos convertirnos en unos grandes productores de alimentos para el mundo. El mundo
está cada vez pagando más por los alimentos, porque hay crisis de alimentos en el mundo. Y Colombia
es de los pocos países, y el Meta es de los departamentos en Colombia donde hay una tierra amplia y
suficiente para producir más alimentos.

¿Qué nos corresponde a nosotros? Darles a ustedes los instrumentos para que eso sea posible. Y que
esa producción de alimentos les traiga a ustedes más bienestar, un mejor futuro para sus hijos. Que
podamos darles a sus hijos más educación, que vayan progresando en la vida. De eso se trata este
Plan de Consolidación.

Por eso para mí es muy satisfactorio volver aquí a Piñalito como Presidente de la República. Porque
aquí en Piñalito se logró lo que queremos hacer en todo Colombia: transformar una región que estaba
azotada por la violencia, que estaba invadida en coca, una región con futuro, en una región donde las
comunidades tengan fe en sí mismas y que sean dueñas de su propio destino y que puedan progresar.

Aquí hemos venido con todos los ministros para darles a ustedes una señal muy clara. He venido con el
Gobernador (del Meta, Darío Vásquez), y con el señor Alcalde (de Vistahermosa, Miguel Briceño), a
decirles: ‘Nosotros este plan de consolidación lo vamos a finiquitar’.

Hemos tenido algunos problemas, como siempre sucede en la vida, algunos cortocircuitos, fata de
coordinación, pero lo que se ha logrado en estos años, lo que se ha logrado desde que vinimos en el
noviembre del 2007 a hoy, ha sido mucho.

Sabemos que falta mucho por hacer, pero con la ayuda de ustedes lo vamos a lograr. La paz es lo que
todos queremos. Que no siga existiendo ese temor, ese temor que ustedes han sufrido durante tanto
tiempo, de ver cuándo es que se toman el pueblo, de ver cuándo es que en el fuego cruzado cae alguno
de sus hijos, cae alguno de ustedes.

Nosotros queremos que eso sea parte de la historia, sea parte del pasado. Vamos avanzando, vamos
avanzando cada vez más, cada vez estamos más cerca de ese objetivo, no hemos llegado todavía. Por
eso nosotros estamos perseverando.

Nuestras Fuerzas Militares cada vez más están más preparadas, cada vez son más efectivas, nuestra
Policía lo mismo, para que no solamente la parte de la seguridad sino también con los demás ministros
podamos venir con el Estado y consolidar la paz en un pueblo como éste que tanto ha sufrido, que tanto
se merece esa paz.
Por eso quiero decirles que tendrán el respaldo del Gobierno en este proceso de consolidación, tendrán
el respaldo de todos y cada uno de los ministros. Esta es simplemente una pequeña muestra de nuestra
voluntad de seguir dándoles a ustedes los instrumentos para que ustedes sigan progresando.

Pero necesitamos que ustedes nos ayuden, que ustedes cada vez más se comprometan con la
presencia de un Estado que lo único que quiere es su bienestar.

Decirles a esos miembros de las Farc que todavía creen que a través de las armas van a lograr algo,
decirles que el único futuro que les queda si siguen con la violencia va a ser una tumba o una cárcel.

Que nosotros vamos a continuar avanzando con ayuda de las comunidades, porque eso es lo que las
comunidades quieren. En el país el 98 por ciento de los colombianos rechazan a las Farc. Y ya vemos
cómo se están desesperando.

El sábado pasado hice públicos los correos del ‘Mono Jojoy’. Los correos que les interceptamos: 204
correos, donde mandaban fusilar a su propia gente, porque la gente estaba aburrida, porque se quería
desmovilizar. Y en el desespero decían: ‘Fusílelos, fusílelos’. A algunos hasta les cortaban la cabeza.
¿Qué demuestra eso? Debilidad, desespero.

Por eso nosotros seguiremos perseverando. Nuestra Fuerza Pública, nuestro Ejército, nuestra Fuerza
Armada, nuestra Fuerza Aérea, nuestra Policía, perseverando con la ayuda de ustedes hasta alcanzar
esa paz.

Por eso vuelvo y les digo a quienes siguen insistiendo en la violencia: desmovilícense. Desmovilícense,
que el Estado les ofrece una mano para reintegrarse en la sociedad. O si no, repito, van a encontrar la
tumba, su propia tumba, o una cárcel.

Porque el Estado cada vez va a seguir avanzando más. Y con la ayuda de ustedes, con la ayuda de las
comunidades, ese sueño de la paz lo vamos a lograr más pronto de lo que la gente se imagina.

De manera que muchas gracias por su asistencia a este evento, que es un evento con mucho
simbolismo. Alguien me recordaba que yo le había dicho que yo volvía.

Afortunadamente se subieron en el bus que tocaba subirse. Y aquí vengo en Piñalito a decirles que lo
que hemos es poco frente a lo que vamos a progresar. Que lo que hay aquí es gente buena, gente con
ganas de trabajar, y un Gobierno que quiere es ayudarlos.

Alcalde y Gobernador: no tengo sino palabras de agradecimiento con ustedes también. Ustedes han
sido parte fundamental de este proceso. Ustedes saben que este es un Gobierno comprometido.
Ayuden a su Estado, ayuden a sus Fuerzas Militares, a su Policía, que nosotros somos servidores
públicos, estamos al servicio de ustedes. Eso es lo que queremos hacer para que entre todos podamos
construir un futuro mejor. Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el saludo a la


comunidad de VistaHermosa, Meta

VistaHermosa, Meta, 1° mar (SIG). “Qué bueno estar aquí luego de que vine aquí la última vez,
exactamente en mayo de 2009.

Fue la última visita que hice como Ministro de Defensa. Había estado aquí en ocasiones anteriores.

Pero quise venir aquí a Vista Hermosa por varios motivos. Primero, mi admiración por esta comunidad,
que ha sufrido tanto, que ha sido tan golpeada, pero que ha respondido en forma tan positiva desde el
primer momento en que llegamos a estimular y a sembrar el Plan de Consolidación.

También vine para rendirle un homenaje a nuestro querido Alcalde (Miguel Antonio Briceño), una
persona que toda su vida se ha caracterizado por su carácter y entereza, que nos dio a todos una
lección. Cuando todo el mundo estaba con miedo, él estaba con el pecho hinchado diciendo aquí estoy.

Recuerdo tantas veces Alcalde, que con el Presidente (Álvaro) Uribe, a quien tanto le debemos,
hablamos de nuestro papel en la política de Seguridad Democrática. Y por eso también vine a rendirle
un homenaje a usted, Alcalde.

Y la razón fundamental de esa última visita –fue la última vez que estuve como Ministro en algún
municipio, que fue aquí en Vista Hermosa–, fue por el Plan de Consolidación.

Plan de Consolidación, ejemplo mundial

El Plan de Consolidación fue hechura nuestra y ese plan, como lo dijo el Gobernador (del Meta, Darío
Vásquez) ha tenido altibajos, pero ha venido progresando, se ha venido desarrollando.

Y hoy el Plan de Consolidación de La Macarena es un ejemplo que utilizan, no en Colombia, en el


mundo entero. El mundo entero señala el Plan de Consolidación de La Macarena como un experimento
exitoso de una región que estaba asolada por la violencia, donde aquí lo único que se veía era un mar
de coca, invadido por los cultivos ilícitos y que poco a poco ha venido recuperando su destino y ha
venido integrándose al Estado de Derecho, a la sociedad, al desarrollo, al progreso, a la prosperidad.

Eso se ha hecho gracias a la labor de mucha gente. Yo quiero agradecerle muchísimo a los alcaldes
que se han comprometido, que han entendido el valor de este plan, que han sembrado.

Ustedes alcaldes, les quedan 10 meses, lo mismo que el señor Gobernador. Hagamos todo lo que
podamos en estos 10 meses. Pero ustedes ya pueden irse de sus alcaldías con una gran satisfacción y
es el aporte que todos y cada uno de ustedes han hecho y que usted ha hecho, Gobernador, porque
usted le ha puesto el pecho, le ha puesto su empeño y le ha puesto su plata, la plata de la Gobernación,
120 mil millones de pesos, a este proceso de consolidación.

A ellos, a ustedes alcaldes, al Gobernador, muchas gracias. Pero no solamente a ellos, muchos
funcionarios, algunos que conocemos.

Alvaro Balcázar. Lo mencionaba yo esta mañana. La escogencia de Álvaro Balcázar. Hace tres años y
medios con Sergio Jaramillo estábamos buscando una persona idónea que pudiera coordinar las
diferentes entidades del Gobierno.

Que es bien difícil, porque viene alguien que no es el Presidente a tratar de decir a los ministros:
ministros, funcionen.

Eso se requiere paciencia y diplomacia, Álvaro se ha distinguido por tener paciencia, diplomacia y
efectividad.

Las Fuerzas Militares, la Policía Nacional se han comprometido con este Plan de Consolidación porque
entienden y han entendido desde el principio el valor que esto tiene para lograr finalmente la paz.

Que no es solamente con la acción militar o con la acción policial, sino es con la acción del Estado,
dándoles a los campesinos una alternativa a la coca, a los cultivos ilícitos, creando progreso, creando
bienestar.

Y por eso el acompañamiento y el aporte y el apoyo de nuestro Ejército, nuestra Armada, nuestra
Fuerza Aérea, nuestras Fuerzas Militares, de la Policía, desde un principio ha sido fundamental.

Y esa coordinación, las Fuerzas Armadas de Colombia y el resto del Estado, más la comunidad, es lo
que garantiza el éxito de este proceso.

Colombia sale de lista de la Jife

Y ya podemos mostrar resultados bien importantes. Esta mañana me informaron que Naciones Unidas
tiene una dependencia que se llama el Jife, que es la Junta de Fiscalización de Estupefacientes, que
fiscaliza y supervisa el avance de la lucha contra las drogas en el mundo entero.

Colombia, por supuesto, estaba en la lista de los países que ellos llaman en observación y estuvimos
durante muchísimos años, muchísimos años.

Pues bien. Esta mañana ese organismo, esa entidad de las Naciones Unidas, decidió que ya Colombia
no merecía estar en esa lista y nos sacó de la lista, dejando a otros países.
Y ese esfuerzo tiene que ver muchísimo con lo que aquí ha sucedido y con lo que está sucediendo. No
es solo en la cantidad de toneladas de cocaína que incauta la Policía o el Ejército o la Armada Nacional;
es el cambio tan drástico, tan fenomenal, que se ha visto en esta zona que era, como decía al principio,
un mar de coca y que se ha venido reduciendo me dicen a máximo 500, 600 hectáreas; se ha reducido
la producción de coca en La Macarena en casi un 95 por ciento.

Y aquí era donde se producía la mayor cantidad de coca del país y por ende, del mundo. Y eso ya es
historia. Y eso se refleja en resultados que hoy están reconociendo en las Naciones Unidas.

Y eso se debe a ustedes, a esa labor que todos y cada uno de ustedes ha venido realizando, de
entender que hay otro futuro diferente al de la violencia y la coca. Que sea el futuro del desarrollo, el
futuro de la prosperidad, el futuro del bienestar y de la democracia, de la libertad.

Y esto es lo que es un Plan de Consolidación. Que la comunidad asuma su propio destino; el Estado es
un facilitador.

Pero la democracia es eso. La democracia es entregarles a las comunidades los instrumentos para que
ellos decidan qué destino y qué progreso y qué camino quieren escoger.

Marzo negro para las Farc

Y el avance que hemos logrado en estos cuatro años, tres años, ha sido monumental.

Yo me acuerdo muy bien cuando fui a La Uribe, cuando fui a Vistahermosa, cuando fui a La Macarena,
cuando fui a Mesetas. Prácticamente en todos los municipios, allá estuve.

Y recuerdo creo que fue en La Macarena, que me subí en una camioneta azul. Y me decían: esa era la
camioneta del ‘Mono Jojoy’.

Y yo, les decía: pues que se atenga el ‘Mono Jojoy’, porque vamos detrás de él. Y ahí cayó.

Hoy hace tres años, hoy primero de marzo, exactamente hace tres años, estaba yo también con un
grupo de empresarios, en la Base de Tres Esquinas. Me acuerdo que estaba el Presidente de la Andi, el
doctor Luis Carlos Villegas; estaba el Presidente de Seguros Bolívar, el doctor José Alejandro Cortés.

Les dije espérenme un momentico, tengo una vueltica que hacer. Esa vueltica era reunirme con los
señores comandantes para darles los últimos toques a la Operación Fénix, que esa misma noche, hoy
hace tres años, dio de baja a ‘Raúl Reyes’.

Y desde entonces, ese mes de marzo se convirtió en un mes de marzo negro para las Farc.

Y en ese mes de marzo, yo les decía a las Farc, les decía: no continúen por el camino de las armas,
porque solamente van a encontrar o la tumba o la cárcel.

Y así ha sido. Uno tras otro de los jefes guerrilleros de esos diferentes comandados han venido cayendo
uno tras otro.

Como cayó ‘Jojoy’ a 20 kilómetros, 30 kilómetros de aquí. Y todos seguirán cayendo.

Y señores comandantes:

Así como hace tres años fue el marzo negro de las Farc, vamos a decir a esos bandos que no sigan por
el camino de las armas, que no sigan creando violencia a las comunidades; que no sigan matando y
matándose entre ellos. Porque, como lo dije el sábado pasado, 204 correos del computador de ‘Jojoy’
en donde entre ellos se contaban cómo estaban fusilando a su propia gente, porque se les estaba
yendo, se estaban desmovilizando. Y desesperados ¿a qué recurrían? A matar a su propia gente.

En un solo correo un líder de la guerrilla de las Farc se ufanaba de haber fusilado 57 de sus miembros.

Por eso mi mensaje nuevamente, como lo hice hace tres años, a las Farc, es no continúen con esa
lucha. Esa lucha no los va a llevar a ningún lado. Los va a llevar a la tumba, eso sí, o a la cárcel.

Pero aquí hay un Gobierno que también es generoso. Que si se desmovilizan, aquí los vamos a recibir,
como hemos recibido cerca de 20 mil miembros de las Farc, que hoy están integrados a sus familias.

Ese es el mensaje que yo quiero volverles a repetir: que no tienen futuro y que dejen seguir
extorsionando, secuestrando, reclutando a la fuerza a los niños de Colombia.

Porque nosotros, la Fuerza Pública, el Estado, seguirá perseverando hasta encontrar la paz completa en
este país.

Ese es nuestro compromiso.

Recuperación de La Macarena

Se han recuperado y se han reforestado 7 mil hectáreas aquí en el Parque de La Macarena.

Es la recuperación más grande de cualquier parque natural. Y cómo me conmovió, me llegó al fondo del
corazón, que la primera solicitud de una dirigente de la Acción Comunal allá en Piñalito fuera que por
favor ayúdenos a reforestar. Ayúdenos a recuperar nuestro medio ambiente.

Esto que ustedes tienen aquí, este Parque de La Macarena, este terreno fértil, es lo que el mundo
entero está añorando. Ustedes están sobre una verdadera mina, pero mina productiva, una tierra
maravillosa, con gente maravillosa.

Crisis de alimentos, una oportunidad para Colombia

El mundo está viviendo una crisis de alimentos. Cada vez la demanda en la China, la demanda en la
India, hace que el precio de los alimentos suba y suba.

Y nosotros en Colombia somos de los pocos países que tenemos regiones como ésta, donde hay una
amplia frontera agrícola, para podernos convertir en verdaderos productores alimentos, en una
despensa de alimentos para el mundo.

Tomo nota de su observación, señor Gobernador, sobre a qué le dedicamos los esfuerzos, a los
combustibles o a los alimento. Es un dilema bien complejo y tomo mucha nota, porque creo que ante
todo la producción de alimentos, que es lo que más prosperidad nos va a dar.

Me contaba el doctor (Carlos Enrique) Cavelier, que es el dirigente de una de las empresas grandes
lecheras (Alquería). Voy a pedirle que él mismo nos cuente lo que ha descubierto aquí.

Estos empresarios que nos acompañan hacen parte de un grupo que se llama Los Amigos de La
Macarena. Estos empresarios que nos acompañan lo que quieren es ayudar a todos y cada uno de los
campesinos a comercializar sus productos, a ser mejores empresarios del campo, a mejorar sus
ingresos.

Voy a darles un pequeño ejemplo. Simplemente para que escuchen al doctor Cavelier, que de
casualidad me mostró, viniendo para acá, un papelito y le dije: dígalo, dígalo allá en Vistahermosa.
Porque ese el tipo de ejemplo que quiero que ustedes entiendan sobre las oportunidades inmensas que
tenemos todos si trabajamos todos unidos.

 
Palabras del Presidente Santos al finalizar el Diálogo de Gestión en el
Ministerio de la Protección Social

Bogotá, 2 mar (SIG). “Lo primero que quisiera decirles a todos y cada uno de ustedes es muchas
gracias. Muchas gracias por su trabajo, muchas gracias por la dedicación que le han puesto al trabajo
de este Ministerio. Decirles lo importante que es el trabajo de todos y cada uno de ustedes para el
Gobierno, para los objetivos que tenemos en el Gobierno.

Cuando ustedes resumen el Plan de Desarrollo ven que hay tres grandes objetivos, así lo hemos dicho
en repetidas ocasiones: menos pobreza, más empleo, más seguridad.

Y fíjense ustedes como dos de esos grandes objetivos corresponden a este Ministerio: menos pobreza,
más empleo.

Entonces, ustedes ven que el trabajo de ustedes es muy, muy importante, y por eso quiero decirles que
muchas gracias.

Sé que muchos de ustedes llevan mucho tiempo trabajando por el Estado, trabajando por sus
compatriotas, por este país, por lograr objetivos sociales –al fin y al cabo se llama Ministerio de
Protección Social- y eso es algo que para mí es absolutamente prioritario.

Quisiera antes de hacer referencia a lo que trabajamos y discutimos esta mañana, mencionar un tema
muy particular que está en los medios de comunicación, que fue lo primero que pregunté cuando oí y vi
algunas publicaciones sobre la compra de unos medicamentos y lo que ha sucedido con algunos
medicamentos.

Me han dado una explicación que para mí ha resultado satisfactoria, y es la siguiente:

Se trata de tres medicamentos. El primer medicamento es un medicamento contra la malaria, fue una
donación que se hizo, y que en el año 2008 ese medicamento se volvió obsoleto, porque el protocolo
que se utiliza en la Organización Mundial de la Salud –tengo entendido- cambió y ese medicamento,
que fue donado, se volvió obsoleto.

Y lo que ha debido suceder es que a partir del 2008 han debido deshacerse de ese medicamento, entre
otras cosas porque venció el período en que se podía utilizar, y han debido deshacerse del
medicamento. Ahí fue la falla.

Este Gobierno quiso hacer el protocolo para deshacerse del medicamento, nadie se presentó, y se va a
volver a repetir, pero ahí no ha habido ninguna irregularidad, ningún acto de corrupción.

Segundo medicamento, un medicamento contra la leishmaniasis Ese medicamento, según me


explicaron, se compró en el año 2006, tiene una vida útil de cinco años, se ha utilizado en un 87 por
ciento –o sea, lo que se compró en el año 2006 se ha utilizado, hasta este momento, en el 87 por ciento-
es un medicamento que no es el más utilizado, se compró en ese momento porque el más utilizado no
estaba en el mercado, se había agotado, y sobró un 13 por ciento de ese medicamento, que está en
manos del Ministerio, y se está viendo a ver cómo se puede utilizar porque solamente se puede utilizar
para la leishmaniasis.

Hay otros medicamentos que se pueden utilizar para otros usos, pero en este caso solamente para la
leishmaniasis, y ese medicamento no encuentra quién lo utilice, porque ya hay el medicamento principal
disponible, y por consiguiente se volvió obsoleto ese 13 por ciento del medicamento que hoy existe en
los inventarios.

El tercer tema, el tercer medicamento es el que se compró en el año 2009 cuando la epidemia de la
influenza, H1N1, la famosa gripa porcina, mal llamada gripa porcina.

Ese medicamento se compró de acuerdo a las especificaciones de la Organización Mundial de la Salud,


con el acompañamiento de la Organización Mundial de la Salud. Se ha utilizado en un 90 por ciento y se
va a seguir utilizando hasta acabar con el ciento por ciento. Ahí tampoco ha habido ninguna
irregularidad y no ha habido ningún acto de corrupción.

Por eso quiero que los medios de comunicación tomen atenta nota de este hecho, porque así como
somos totalmente contundentes frente a cualquier acto de corrupción, en cualquier Ministerio, también
hay que ser justos cuando hay explicaciones.

Que quede manchado el Ministerio o que quede manchada la gente del Ministerio, me parece que es
injusto cuando no hay lugar a ello.

En este caso las explicaciones que me han dado, me dan pie para decir: aquí no hay lugar a decir que
aquí hubo corrupción.

Todo se hizo de acuerdo a unos protocolos, a unos procedimientos normales. Y por eso, para el buen
nombre del Ministerio yo quería decir que, por lo menos en lo que a mí se refiere, encontré satisfactorias
las explicaciones.
Que ha habido fallas, como les decía al principio, que algunos medicamentos han debido deshacerse de
ellos, es posible. Y siempre hay lugar a mejorar los protocolos, los sistemas, pero aquí no veo la mano
corrupta que uno ve en otras situaciones donde, vuelvo y repito, hay que actuar con toda la
contundencia.

Hicimos todo un ejercicio, esta mañana, de los objetivos del Ministerio. Este es uno de los ministerios
que va a dividirse en dos: el Ministerio de Salud y el Ministerio del Trabajo. Nos pusimos unas metas
bastantes ambiciosas, celebramos el avance en muchos frentes, por ejemplo, en la generación de
empleo.

En estos últimos cinco meses, en todos los meses hemos visto una baja en el desempleo frente al
mismo mes del año anterior, o sea que la tendencia va en buena dirección.

La última cifra, la que se publicó la semana pasada, eso fue una cifra por debajo en más de uno por
ciento frente a febrero del año anterior, y eso es un avance importante.

Se han generado cerca de 795 mil empleos entre agosto y febrero. Y una cosa muy importante: la
informalidad también ha bajado, la informalidad, o sea que la formalidad está creciendo.

Y los empleos que se han creado, la tendencia de los empleos, que son empleos de los asalariados,
frente a los empleos que se crean por cuenta propia, han aumentado. O sea que la tendencia en ese
frente va en buena dirección.

Pero una golondrina no hace verano. Ahí tenemos que reforzar todos los instrumentos que tiene el
Estado, porque ese es uno de nuestros grandes objetivos: más empleo y más empleo formal.

Ahí entra en vigencia –ya con decreto en mano y con el decreto reglamentario- la llamada Ley del
Primer Empleo y la Ley de Formalización.

Es una ley es muy importante.

Ya el Ministro me decía que muchísimas empresas están indagando cómo pueden hacer para
enganchar más personal.

Eso es bien importante, porque el propósito de esta ley es precisamente generar más empleo y darles a
los jóvenes, donde está concentrado el desempleo, la oportunidad de trabajar.

Y darles por ejemplo a las mujeres mayores de 40 años, que muchas veces no encuentran la posibilidad
de trabajar, también un estímulo para que las contraten.

Es muy importante, muy importante la divulgación de esta ley. Que las empresas entiendan los grandes
beneficios que tienen al contratar jóvenes entre los 18 y los 28 años, y mujeres por encima de los 40
años.

¿Cuáles son esos beneficios?

Que están todas las empresas que tienen menos de 50 empleados, exentos de los pagos de los
parafiscales en los primeros dos años, y luego en los tres años comienzan a pagar un porcentaje. Eso
también para estimular la formalización. Las empresas que están en la informalidad o las que se crean
nuevas, van a tener también esos beneficios para asegurar la formalización.

Por otro lado, las empresas que aumenten su nómina con este tipo de personas: jóvenes entre 18 y 28
años, mujeres por encima de 40 años, van a tener los beneficios de descontar el valor de los
parafiscales del impuesto de la renta.

No hay costo para las empresas nuevas o las que se formalizan, de la llamada matrícula mercantil.

Y además se simplifican muchísimos trámites.

O sea, hay un gran esfuerzo también para simplificar, para hacerle la vida más fácil a quienes se
formalicen o a quienes creen empresas nuevas, sobre todo empresas pequeñas, que son las que más
empleo generan.
Vuelvo y repito: nuestro gran objetivo, nuestra gran meta es crear empleo, bajar el índice de desempleo
a un dígito.

Vamos por buen camino pero nos falta todavía mucho camino por recorrer, pero lo que estamos
haciendo por lo menos está dando resultados.

Nos propusimos también en hacer un inventario de todas las metas en materia de salud.

La Reforma a la Salud, que lideró el Ministro, que lideró este Ministerio, que aprobó el Congreso de la
República, es una reforma que va a dar un gran impulso a la calidad y a la cobertura de la salud, que le
va a dar a los colombianos una mejor salud.

Sin duda alguna, esa ley fue una ley muy importante. No es la panacea, no quiere decir que vamos a
estar en un paraíso en materia de salud, pero sí es un avance importantísimo.

¿Qué es lo que queremos?

Que los colombianos tengan cada vez mejor salud, que sea un sistema mucho más equitativo. Por eso
la ley establece que quienes están en el Régimen Subsidiado van a tener los mismos servicios de los
que están en el Régimen Contributivo, pero también vamos a hacer un gran esfuerzo en mejorar
aspectos como el número de días que tienen que esperar los colombianos, en promedio, para que los
atiendan; o que si ya llegan al hospital, que no lo dejen ahí esperando indefinidamente sino que lo
atiendan, y si hay que operarlo, operarlo a tiempo, que no le cancelen la operación.

Y tenemos una serie de indicadores muy precisos en todos esos rubros, para ir mejorando la calidad de
la salud de los colombianos y acrecentar la cobertura de la salud.

Colombia en eso ha hecho un gran esfuerzo. Colombia es uno de los países que cómo porcentaje de su
Producto Interno Bruto, cómo porcentaje frente al tamaño de la economía invierte más en salud, y
tenemos que hacer el mejor uso posible de esos recursos.

Hay muchas ineficiencias donde vamos a poder mejorar los sistemas. Por ejemplo, una de las grandes
quejas y donde se ha identificado una gran ineficiencia es en la forma cómo les llegan los dineros a los
hospitales.

A partir del próximo 1° de abril esos dineros van a llegar directamente a los hospitales, no a través de
las alcaldías, no a través de los intermediarios, sino directamente. Eso va a tener un gran resultado, un
gran impacto en la eficiencia del sistema.

Vamos a hacer un gran esfuerzo en materia de prevención, en todas las políticas públicas, pero sobre
todo en la salud. Prevenir es mucho más barato, y es mucho más efectivo.

Vamos a iniciar campañas para que todos hagamos más ejercicio, para que todos comamos en forma
más saludable, menos chicharroncito, menos morcilla, más verduras, más frutas. Eso tiene un gran
impacto en materia de salud.

Yo sé que es un sacrificio a veces un poco duro, pero el impacto de eso en el sistema de salud, en la
salud de todos nosotros, es muy grande. Y ustedes van a ver al Gobierno y al Ministerio promoviendo
que ustedes lleven a sus hijos a hacer deporte, a que coman bien.

La prevención es bien importante. Que la gente vaya a tomarse la tensión en forma regular; la cantidad
de gente que tiene tensión alta, que con un tratamiento muy barato puede prevenir un problema de
corazón, que cuando ya tiene un problema de corazón cuesta muchísimo más, le cuesta a todo el
sistema aún más, nos cuesta a todos más, y muchas veces nos cuesta hasta la vida.

Entonces a ese tipo de política de prevención, que es donde yo diría que ha fallado más el sistema de
salud colombiano, vamos a darle un gran empuje.

Vamos a hacer un gran esfuerzo en la política de la Primera Infancia.

Ustedes vieron cómo lanzamos la semana pasada la política de Cero a 5iempre. El Instituto Colombiano
de Bienestar Familiar tiene como objetivo dedicar la mayor parte de sus esfuerzos a la primera infancia.
El objetivo es ambicioso. Vamos a tratar de multiplicar por cinco el número de niños que son atendidos
en forma integral. Eso es una inversión muy importante desde el punto de vista social, porque está
comprobado que entre más invierta uno en la primera infancia mejores resultados, a la larga, va a tener
una sociedad.

En el Sena vamos a hacer un gran esfuerzo de pertinencia y calidad.

El Sena tiene una cobertura muy amplia, pero hay que hacer un gran esfuerzo en capacitar la gente con
la mejor calidad posible, y capacitarlos en aquellas labores en donde van a encontrar empleo. Ahí se va
a hacer un gran esfuerzo en el Sena.

Tenemos un objetivo muy lindo, que para mí es muy importante: ustedes ven por toda Colombia una
cantidad de viejitos que no tienen cómo sobrevivir, que están –prácticamente- pidiendo limosna, que no
tienen ninguna ayuda. Pues tenemos como objetivo que al final de este Gobierno por lo menos el 65 por
ciento de los adultos mayores, de nuestros viejitos, tengan una ayuda del Estado.

Eso es un salto cualitativo muy importante en toda la política social. Y ese esfuerzo lo vamos a hacer y
ya lo tenemos diseñado, lo tenemos presupuestado. Yo creo que eso también va a ser un gran logro de
ustedes, porque son ustedes los que están diseñando esta política.

En materia de trabajo hay políticas muy concretas. Ya les mencioné la Ley de Primer Empleo, pero hay
muchas otras.

Para también proteger los derechos de los trabajadores vamos a fortalecer las inspecciones de trabajo,
para verificar que efectivamente a los trabajadores se les están respetando sus derechos, se les están
respetando sus prestaciones.

Esta Ley de Primer Empleo tiene un capítulo importantísimo que no se le ha dado la suficiente
divulgación, que tiene que ver con prohibir esas cooperativas de trabajo que en cierta forma son
utilizadas para vulnerar los derechos de los trabajadores, y eso lo vamos a reglamentar de una forma
rigurosa para que todos los trabajadores en Colombia tengan sus derechos protegidos. En eso no
vamos a escatimar esfuerzos.

En fin, son muchos los objetivos que nos hemos puesto. Quiero que el Ministro les resuma también
otros de los objetivos.

Lo importante, y el mensaje para ustedes es: este trabajo en equipo, este trabajo de este Gobierno, el
trabajo de ustedes, es importantísimo. Sigan con ese entusiasmo, sigan con ese patriotismo. El servicio
público es un acto de patriotismo, pero que también le genera a uno grandes satisfacciones. Cuando
uno ve que el trabajo de uno se traduce en que la mayoría de nuestros compatriotas están en mejores
condiciones, uno dice que el trabajo valió la pena.

Por eso los estimulo a que sigan trabajando con ese entusiasmo. De nuevo agradecerles, de todo
corazón, el trabajo de todos y cada uno de ustedes.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la ‘Siembra de un


Árbol’ en la Casa de Nariño

Bogotá, 2 mar (SIG). “Estos últimos días han sido una serie de coincidencias. Pero cuando hay tantas
coincidencias, uno comienza a pensar que no es tanta la coincidencia sino que los astros se están
alineando.

El viernes pasado estuve inaugurando el Festival de Cine en Cartagena, y me quedé a ver la primera
película del Festival. Era una película colombiana que se había ganado un premio en el Festival de San
Sebastián. Se llama ‘Los colores de la montaña’. Una película muy bien realizada. Es una película sobre
la historia de una familia en Antioquia, una familia que estaba en medio de ese conflicto, esa guerra
entre guerrilla y paramilitares.

El padre de la familia no quiso meterse en la guerra, no quiso tomar partido. Pero como ambos grupos,
en su forma desalmada y cruel de actuar, lo sometían a esa imposible situación de que o es mi amigo o
es mi enemigo, finalmente fue asesinado por los paramilitares y a la familia le tocó desplazarse, dejar su
tierra.

Yo comentaba con mi señora María Clemencia el drama de tantas familias en Colombia que han vivido
lo que vivió esa familia de la película. Y al otro día, coincidencialmente, fuimos a Bellavista, en el
departamento de Magdalena.

Bellavista es un corregimiento que sufrió muchísimo la violencia. En los años 90 vivía siendo atacada
por la guerrilla, tomada por la guerrilla. Luego vinieron los paramilitares y se tomaron esa región, y el
pueblo casi desapareció. Todo el mundo se fue. Los paramilitares destruyeron el pueblo, las casas.

Es un pueblo lo más de bonito. Queda al lado de la Sierra Nevada de Santa Marta. Un pueblo que vivía,
entre otras cosas, de secar el café que se sembraba en la Sierra.

Ese acto, al día siguiente de esa película, era un acto, un evento donde se estaba celebrando el retorno
de 180 familias, de las cuales 104 ya retornaron a Bellavista.

Estamos tratando de adelantar unos proyectos productivos, ya hay uno en marcha que tiene que ver con
el café. Inclusive pudimos saborear el café que están produciendo, que se llama el ‘Café Retorno’. Un
café que estoy seguro que se va a vender muy bien en los mercados internacionales.

Y yo hablaba con las familias, y la felicidad de esas familias de estar nuevamente en su entorno,
nuevamente en su tierra.

Faltaban unas 80 familias, las estamos tratando de ubicar. Y les decía a las que ya estaban ahí que les
dijeran que volvieran, que íbamos a ver cómo podíamos ayudarles.

Ahí se construyó un buen puesto de salud, se construyó una escuela, se construyó un sitio para que los
niños puedan estar mientras los padres trabajan. Y ve uno cómo renació ese pueblo.

Salí de allí muy satisfecho pensando en la Ley, en esa Ley que usted me acaba de mencionar, que dije
que si se aprobaba y se volvía efectiva, habría valido la pena para mí ser Presidente. Y lo reitero. No
quiere decir que apenas se apruebe la Ley en el Congreso vaya a renunciar, sino simplemente me voy a
dedicar es a que esa Ley realmente se ejecute bien.

Y venimos esta semana y, finalmente, los ponentes de la Ley se ponen de acuerdo, se ponen de
acuerdo todos los partidos. Eso es muy significativo. No solamente los miembros de la Unidad Nacional:
el Partido Liberal, el Partido de la U, el Partido Conservador, Cambio Radical, sino que también firmaron
la ponencia el Partido Verde, el Polo y el PIN. Unanimidad para esta Ley.

Eso también tiene un valor muy, muy importante. No muchas leyes en Colombia se aprueban con el
respaldo de todo el mundo, y eso nos llena de entusiasmo.

Al día siguiente de ese acto, de haber presentado la Ley, en la ponencia, de todos los partidos, coincide
también este evento del día de hoy. Este evento simbólico pero de gran importancia de este árbol que
vamos a sembrar aquí en el Palacio Presidencial.

Digo yo que cuatro coincidencias no son coincidencias. Algo está sucediendo, algo muy positivo. Creo
que la aprobación de esta Ley, como espero suceda a la mayor brevedad posible, la puesta en marcha
de la Ley, nos va a permitir a los colombianos algo muy importante, que es comenzar a sanar las
heridas de tantos años de violencia.

Tantas décadas de violencia que nos han obligado en cierta forma a hacer algo muy latinoamericano, y
es anclarnos en el pasado. Pero anclarnos en el pasado sacándonos clavos, estimulando los odios,
estimulando los rencores, las venganzas.

Esta Ley aspiro a que invierta esa situación y que nos ayude a sanar las heridas y que podamos hacer
lo que digo que hacen los asiáticos, y es dedicarle el 80 por ciento del tiempo a hablar del futuro, a
diseñar el futuro. Y solamente quedarnos en un 20 por ciento a hablar del pasado. En lugar de a la
inversa.
Yo digo que esta Ley y acciones similares nos pueden evitar tener a las madres de la Plaza de Mayo de
forma permanente reclamando justicia, reclamando reparación, reclamando verdad.

Por eso es tan importante que podamos devolverles a los campesinos, a los miles de miles de
campesinos que fueron desplazados por la violencia, sus tierras. Y además en un momento, y eso creo
que también es muy significativo, en un momento donde el mundo entero está iniciando una crisis de
alimentos. Ahí va a haber una gran oportunidad.

Y si podemos sanar esas heridas como sociedad, esa es la verdadera base de la paz. Estamos quitando
con esta Ley una de las banderas a la guerrilla, que siempre ha reclamado que es en la tierra, es en el
sector rural, donde se genera la violencia. No tiene que ser así.

Por eso es tan importante la forma como esta Ley se ejecute y se lleve a cabo, y que sus objetivos se
cumplan.

Eso va a tener un significado muy importante, no solamente para sanar esas heridas sino para el
desarrollo del país. Nosotros estamos empeñados en darles a miles y miles de colombianos también su
título, su título de propiedad. Eso significa muchísimo para una familia.

Significa todo para muchas familias. Solamente el hecho de tener su título de propiedad, le cambia en
forma inmediata su actitud frente al Estado, frente a su entorno. Tantos campesinos que están
dedicados al cultivo de la coca que me han dicho: ‘Si nosotros tuviéramos un pedacito de tierra, no
estaríamos aquí’.

Y eso es lo que queremos hacer: darles a esos miles de campesinos tierras, títulos.

El lunes pasado, que estuve en esa rendición de cuentas que estamos haciendo en todos los
ministerios, estuvimos en el Ministerio de Interior y de Justicia, ahora que veo al Superintendente de
Notariado y Registro.

El Superintendente me decía: ‘Presidente, estamos en este proceso de ir haciendo un estudio sobre la


situación de la Superintendencia en la titulación de la tierra’.

Y me señalaba algo que me preocupó por un lado, pero me dio una esperanza por el otro. Me decía:
‘Donde ponemos el dedo en cualquiera de las oficinas de registro –y sus palabras fueron un poco
crudas–, sale pus, corrupción total o ineficiencia, una mezcla de todo’.

Y resulta que una de las víctimas de todo ese proceso de la usurpación de las tierras, tal vez la mayor
víctima, ha sido el Estado. Cantidad de tierra. Me dice que por lo menos 150 mil hectáreas han
identificado ya.

Entonces inmediatamente se me alumbró la mente y dije: ‘150 mil hectáreas más para entregarles a los
campesinos’. Porque vamos a quitarles a esos corruptos, a esos violentos, que se hicieron a esa tierra,
como se hicieron a miles y miles de hectáreas más, para entregárselas a quienes las deben trabajar y a
quienes se las merecen.

Gandhi decía que ‘lo que se obtiene a través de la violencia se mantiene a través de la violencia’. Lo que
nosotros queremos hacer aquí en Colombia es que no hay que mantener la tierra a través de la
violencia, sino mantener la tierra a través de la justicia y de la ley.

Por eso a este acto simbólico también le damos una gran importancia. Personalmente voy a estar
pendiente de que siga creciendo. Es un guayacán. Ese es un árbol muy de la Sabana de Bogotá.

Ustedes todos están encima de madera de guayacán. Una gran madera. Pero no vamos a utilizar este
árbol para esa madera. Este árbol o vamos a cuidar mucho. El guayacán vive entre 30 a 50 años. O sea
que muchos presidentes van a poder ver cómo va creciendo y creciendo.

Yo espero que en la medida en que crezca este árbol, crezca también en Colombia la equidad, la
justicia y la vida.

Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Santos en el foro ‘Juan Pablo II y su huella en
Colombia, 25 años después’
 
Bogotá, 3 mar (SIG). “El martes 1º de julio de 1986, a las 3 y 20 de la tarde, todos en
Colombia mirábamos hacia el mismo lugar: la portezuela del avión Boeing 747 de
Alitalia que había arribado unos minutos antes a la pista del aeropuerto El Dorado.

Finalmente apareció la figura esperada, la figura anhelada, de un hombre solo, de


sotana blanca, que bajó ágilmente la escalerilla y se inclinó para besar la tierra de un
país que lo recibía lleno de alegría.

Redoblaron las campanas en las iglesias y saltaron de júbilo los corazones de los fieles.

¡Juan Pablo II, el sucesor de Pedro, estaba en Colombia!

“¡Alabado sea Jesucristo!”, fueron sus primeras palabras.

Y continuó:

“Vengo a vuestro noble país, amado pueblo de Colombia, como mensajero de


Evangelización que enarbola la Cruz de Cristo, deseando que su silueta salvadora se
proyecte sobre todas las latitudes de esta tierra bendita”.

A su lado, orgulloso y feliz, estaba el Presidente Belisario Betancur –junto a su señora


Rosa Helena–, representando la emoción y la devoción de todo un pueblo.

Un pueblo que había esperado ansioso –después de 18 años de la visita del Papa Paulo
VI– el regreso del máximo jerarca de la Iglesia Católica, pastor y guía de miles de
millones de fieles en el mundo.

Un pueblo que –con el corazón en la mano– estaba ese día paralizado, atento a la
imagen de la televisión, si es que no volcado sobre la Avenida Eldorado, listo para ver
el paso fugaz pero memorable del Papamóvil y su ilustre ocupante.

Recuerdo que, desde las instalaciones de El Tiempo –del que era entonces
subdirector–, no me despegué ese día de la pantalla, no sólo por mi calidad de
periodista –pendiente de la noticia– sino también por mi condición de católico y –
además– admirador del carismático personaje que era Juan Pablo II.

El Pontífice terminó así sus palabras de saludo:

“(…) doy comienzo gozosamente a mi peregrinación apostólica. Desde este momento


el Papa se pone en marcha ‘con la paz de Cristo, por los caminos de Colombia’.”

Y así fue: el Papa ‘peregrino de la paz’ recorrió nuestro país durante toda una semana
como el más infatigable de los viajeros, llevando su mensaje y su bendición a los más
diversos rincones de la Patria y a todos los escenarios.

“Desde cualquier punto donde me encuentre” –dijo el Papa–, “mi palabra se dirigirá a
todos los colombianos, a todos y a cada uno de los sectores del pueblo de Dios que
peregrina en esta tierra. Vengo a compartir vuestra fe, vuestros afanes, vuestros
sufrimientos y vuestras esperanzas”.

¡Qué esfuerzo, qué dinamismo, qué amor paternal e infinito del que fuimos testigos!

Su Santidad presidió innumerables actos en Bogotá, incluyendo masivas


manifestaciones o eucaristías en la Plaza de Bolívar, el parque Simón Bolívar y el
estadio El Campín, donde miles de jóvenes corearon “Juan Pablo Amigo, Colombia está
contigo”.

En el parque El Tunal congregó a más de un millón de personas – ¡más de un millón!


–, la más grande manifestación jamás vista en este país.

El infatigable Papa oró a la Madre Santísima, visiblemente emocionado, en la Basílica


de Nuestra Señora de Chiquinquirá.

Visitó Tumaco, Popayán, Cali, Pereira, Chinchiná, Medellín, Bucaramanga, Barranquilla


y Cartagena.

Y por supuesto, fue a Armero, o más bien a lo que quedaba de Armero –un
camposanto de lodo y desolación– después de la avalancha del Nevado del Ruiz, que
había ocurrido algunos meses antes de la visita papal.

Mi señora, María Clemencia, tuvo la oportunidad de acompañarlo en el helicóptero que


lo llevó al Tolima, y me ha contado muchísimas veces la sensación de paz, de bondad,
de amor, que emanaba del Papa.

“Era un santo vivo” , me decía y me dice. Y no es la única. Todos los que lo vieron, los
que estuvieron cerca del Papa en esa semana maravillosa, tienen testimonios
similares.

En Armero, Juan Pablo II se arrodilló y lloró –lloró como el padre afligido ante el dolor
de sus hijos–, recostada su frente en la gran cruz de cemento, por las miles de
víctimas de semejante tragedia.

Colombia entera lloró con él y sintió, sentimos, el bálsamo de su oración.

Yo –que he estado en arduas e intensas campañas políticas– puedo asegurarles que


una gira tan completa y tan exhaustiva, tan fatigante y tan diversa, de lado a lado de
nuestra geografía, no es capaz de aguantarla ni el más urgido de los candidatos.

Pero sí pudo el Papa. Sí pudo Juan Pablo II, a sus 66 años de edad, motivado por el
amor del pastor a sus ovejas colombianas.

No por nada lo llamaban ‘el Atleta de Dios’

Y en todos los escenarios donde estuvo, en todas las audiencias, el público se maravilló
por su carisma, por su bondad, por esa aureola de paz y de amor que irradiaba, y le
decían siempre, cuando estaba a punto de partir: “¡Quédate!” “¡No te vayas!”.

Así se lo gritaron cientos de niños en un encuentro en el Seminario de Cali, y el


Pontífice les dijo, con esa voz amorosa que lo caracterizaba:

“El Papa os ama tanto, queridos niños colombianos, que se quedaría siempre con
vosotros. Pero ya sabéis que en Jesús, en la Iglesia, todos estamos unidos. Que no
hay distancias que nos separen. Rezad por el pobre Papa Juan Pablo II”.

Así lo creemos ahora, un cuarto de siglo después de su visita: ¡No hay distancias que
nos separen!

Todavía el mensaje, la energía sublime, las oraciones, la risa y el llanto de Juan Pablo
II, siguen vivos en la historia del mundo y en la historia de nuestro país.

La presencia del Papa polaco en la Iglesia Católica –de la que fue Sumo Pontífice por
más de 26 años– marcó positivamente la vida de la Iglesia, expandiendo su mensaje
de amor y justicia por el mundo entero.

No extraña por eso –por el contrario, es motivo de inmensa alegría para todos los
católicos– que el próximo 1º de mayo, en un tiempo record, Juan Pablo II vaya a ser
exaltado como beato –y muy posible futuro santo– por el Papa Benedicto XVI.

Pero su legado no fue sólo dentro de la Iglesia.

Juan Pablo II –que sufrió en carne y hueso los estragos del nazismo y de la Segunda
Guerra Mundial, y luego la opresión del comunismo– significó también un cambio en el
panorama político mundial.

Su palabra iluminadora e iluminante; su ejemplo de líder comprometido con los


derechos humanos, fueron definitivos para impulsar la caída del Muro de Berlín y, con
ella, de toda la Cortina de Hierro, que por décadas había encarcelado, bajo pretextos
ideológicos, a Europa del Este.

Y así como dejó huella en la Iglesia, y así como dejó huella en la historia mundial, Juan
Pablo II dejó huella indeleble y amorosa en el alma de Colombia.

Hace 25 años nuestra historia era muy distinta, y a la vez similar, de la que hoy
vivimos; no obstante, su mensaje intemporal sigue calando hondo, muy hondo, en
nuestras conciencias.

Acabábamos de superar dos terribles tragedias: el holocausto del Palacio de Justicia y


la avalancha sobre Armero.

Sentíamos, desilusionados, que los grupos guerrilleros habían traicionado la voluntad


de paz del Gobierno y de la nación –y no sería la última vez que lo hicieran–.

El narcotráfico permeaba nuestra sociedad, y se avecinaban tiempos aún más oscuros,


cuando caerían bajo las balas de los sicarios, nuestros mejores candidatos
presidenciales, nuestros mejores funcionarios, activistas de derechos humanos,
nuestros mejores jueces, nuestros mejores periodistas, nuestros valerosos miembros
de la Fuerza Pública.

¡Cómo necesitábamos entonces, cómo recibimos esperanzados, la palabra sanadora


del Papa misionero!

Hoy, 25 años después, Colombia –gracias a los avances logrados por la Política de
Seguridad Democrática, gracias al (ex) Presidente Uribe- muestra, al fin, un horizonte
más optimista.

No hemos derrotado todavía a los violentos, pero cada vez están más arrinconados y,
sobre todo, más aislados de la opinión pública nacional e internacional, que condena su
accionar terrorista e inhumano.

Han desaparecido los grandes carteles y los grandes capos, pero lidiamos todavía con
ramificaciones peligrosas e indeseadas del narcotráfico.

De cualquier forma, el nuevo entorno de seguridad nos ha garantizado más inversión,


una mayor estabilidad económica –con excelentes perspectivas, además- y nos
permite soñar con un futuro –no lejano, sino próximo– de prosperidad.

El sabio y amoroso mensaje que nos trajo el Papa, en 1986, sigue siendo fuente de
inspiración y de enseñanza para todos quienes lo escuchamos y los que lo releemos
pasados los años.

Trabajamos por la paz, creemos en la paz, pero NO A CUALQUIER PRECIO; no al precio


de tolerar la violencia y la violación flagrante de los derechos humanos por los grupos
ilegales.

Sobre este tema, nuestro mensaje y nuestra decisión han sido claros:

Para lograr la paz, más que estar hablando constantemente de ella, más que
empeñarnos en conversar con quienes se niegan al diálogo desarmado, debemos
concentrarnos en construir las condiciones de paz, en construir las condiciones de
reconciliación.

Recordemos las palabras de Juan Pablo II, que en este punto resultan esclarecedoras:

“No esperemos la paz en el equilibrio del terror. No aceptemos la violencia como


camino de la paz. Comencemos más bien por respetar la verdadera libertad; la paz
que resultará de ahí será capaz de colmar la esperanza del mundo, pues estará hecha
de justicia y fundada en la incomparable dignidad del hombre libre”.

¡Cómo les convendría escuchar y entender estas palabras a quienes hoy insisten en la
inhumana práctica del secuestro y en atacar a sus compatriotas!

La violencia no es nunca camino para la paz. Por el contrario, como decía Gandhi, “la
paz es el camino”.

Quien quiera hablar de paz y ahora esté transitando el sendero oscuro de la violencia,
del secuestro, del terror, deberá antes abandonarlo, para que la sociedad esté
dispuesta a ese diálogo.

El Papa también nos habló, desde Cartagena, desde la Heroica de una nueva esclavitud
–diferente a aquella que buscó aliviar San Pedro Claver en el siglo diecisiete–: la
esclavitud de las drogas.

Y lo hizo con palabras contundentes, como éstas:

“Los tratantes de esclavos impedían a sus víctimas el ejercicio de la libertad. Los


narcotraficantes conducen a las suyas a la destrucción misma de la personalidad.
Como hombres libres (…) debemos luchar decididamente contra esa nueva forma de
esclavitud que a tantos subyuga en tantas partes del mundo (…) y ayudar a las
víctimas de la droga a liberarse de ella”.

¡Cómo impactaron estas palabras en nuestro país, que luchaba entonces –y sigue
luchando hoy–, ejemplarmente, además con mucho orgullo, contra uno de los flagelos
más grandes que sufre la humanidad!

Juan Pablo II, el Papa peregrino, vino a Colombia y sembró semillas de esperanza en el
corazón de los colombianos.

Sembró la palabra de Dios y sus frutos se recogen todos los días en las buenas obras
de millones de colombianos que quieren hacer el bien, que quieren trabajar
honestamente y que quieren crecer en virtud con sus familias.

¡Qué bueno, qué oportuno, recordar hoy su visita, recordar hoy su legado, recordar
hoy sus palabras!

Felicitaciones y muchas gracias, embajador y querido amigo César Mauricio Velásquez;


a la Fundación Revel y a la Fundación Konrad Adenauer, por esta magnífica iniciativa
que hoy nos congrega.

El mismo Papa Benedicto XVI, en el rezo del Angelus del pasado 20 de febrero, nos
envió a los colombianos un mensaje de cercanía y de afecto por la conmemoración de
estos 25 años de la visita papal.

Estamos muy agradecidos, además, por los mensajes solidarios y las permanentes
oraciones que –en los últimos meses– ha dedicado el actual Pontífice a las víctimas de
la ola invernal en nuestro país.

Sus palabras han sido un gran alivio en medio de las dificultades.

Apreciados amigos:

Han pasado 25 años desde cuando un gran hombre –un hombre bueno, un hombre
humilde- marchó con la paz de Cristo por los caminos de Colombia.

Quienes tuvimos la fortuna de atestiguar ese maravilloso periplo sentimos que el


tiempo no ha transcurrido y recordamos sus palabras como si fuera ayer.

Sentimos también que nos ampara su siempre generosa bendición.

Y así debe ser, ¡así debe ser!

Bien lo dijo el cardenal Ratzinger –el futuro Benedicto XVI– en la misa de exequias de
Juan Pablo II:

“Podemos estar seguros de que nuestro amado Papa está ahora en la ventana de la
casa del Padre, nos ve y nos bendice”.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el evento de ‘Mujeres


Ahorradoras’
 
Popayán, 4 mar (SIG). “Me siento muy contento de estar aquí el día de hoy en
Popayán, en el Cauca, porque veo que hay una gran alegría, un gran entusiasmo, gran
optimismo por el futuro.

Pero también me complace estar aquí porque nuestro Plan de Desarrollo, que se llama
‘Prosperidad para todos’, tiene un propósito fundamental que se resume en tres
palabras: en las palabras de más seguridad, menos pobreza y más trabajo, más
empleo, más empleo formal.

Desafortunadamente en el Cauca tenemos problemas en esos tres frentes: tenemos


problemas de seguridad, tenemos problemas de pobreza, tenemos problemas de falta
de empleo.

Y por eso he venido hoy aquí, a decirles que el Gobierno Nacional, que el Presidente de
la República encabezando este Gobierno, va a enfocar sus esfuerzos para que esos tres
problemas que azotan al Cauca con mayor vigor, con mayor fuerza que al promedio
nacional, pues vamos a concentrarnos –señor Gobernador (del Cauca, Guillermo
González), señor Alcalde (de Popayán, Ramiro Antonio Navia), y queridos caucanos- en
corregir esos problemas.
Vamos a enfocarnos a tratar de buscar los caminos para mejorar la seguridad del
Cauca, que esté teniendo en este momento un problema muy especial. Eso lo vamos a
hacer esta tarde. Vamos a reunirnos con todos los altos comandantes de nuestras
Fuerzas Militares, el Director de la Policía, los altos consejeros tanto del Consejo
Nacional de Seguridad como de la seguridad ciudadana, y con ellos y con el Alcalde,
con el Gobernador, con los alcaldes y con muchos de los participantes de la vida social
y económica del Cauca, vamos a ir definiendo acciones adicionales que vamos a tomar
para mejorar el tema de la seguridad.

Los otros dos temas: más empleo, menos pobreza, todo tiene que venir en forma
coordinada, buscando eso que todos añoramos y que sobre todo ha añorado un
departamento como el Cauca que ha sido tan castigado por la violencia.

Llevamos no años, décadas de violencia en este departamento como en el país, y


queremos que esa violencia cese.

Decía el doctor Molano (Diego, Alto Consejero para la Acción Social y la Cooperación
Internacional), que la violencia y la pobreza tienen cara de mujer, porque la violencia
le ha pegado especialmente duro a la mujer, y la pobreza también está concentrada
especialmente en la mujer.

Lo que buscamos en el Gobierno es que la violencia y la pobreza no tengan cara de


mujer, ni cara de hombre, ni cara de niño, queremos es buscar la forma de erradicar
esa violencia y de erradicar esa pobreza.

Por eso, nuestro Plan de Desarrollo, nuestro Plan de Gobierno, tiene esos ingredientes:
más seguridad, porque la seguridad es la base del progreso, sin seguridad no puede
haber progreso; eso lo entendió el Presidente Uribe, eso lo entendieron los romanos
cuando se inventaron esa figura que se llama la República, dijeron: ‘La primera ley de
la República tiene que ser la seguridad, porque sin esa ley operando correctamente, el
resto de las leyes no pueden operar, no pueden ser efectivas’. Por eso es tan
importante la seguridad.

Pero la seguridad es solamente una condición necesaria, más no es suficiente para


lograr lo que queremos en este país, que es la prosperidad, que es el bienestar, que es
la paz.

La seguridad tiene que ir acompañada de la acción social, de darle oportunidades a la


gente, de permitir que la gente sea dueña de su propio destino y que tenga las
oportunidades para progresar en la vida.

Por eso quise venir a este evento, en particular, que es uno de los muchos
mecanismos que estamos poniendo en práctica para que ese gran propósito, que la
gente sea dueña de su destino y tenga las oportunidades para progresar, pueda ser
posible en este país.

Este programa de ‘Mujeres Ahorradoras en Acción’ es un programa que está muy bien
concebido, porque parte de la base –con lo cual yo estoy muy de acuerdo- de que la
mujer tiene que ser la interlocutora más importante en toda la acción social del
Gobierno.

La mujer es la que recibe –por ejemplo- en este momento, los dineros de los 2
millones y medio de familias que se benefician del plan de Familias en Acción. La mujer
es la responsable de que ese dinero se gaste bien.

Y no es una coincidencia de que sea escogida la mujer como la receptora, es que la


historia nos ha enseñado que es la mujer la más responsable de la familia, porque es
la que entiende que la plata hay que cuidarla, y por eso es hoy la receptora de este
programa también, de ‘Mujeres Ahorradoras’.

Había un gran político norteamericano que decía que si uno quiere ser exitoso en los
negocios consúltele a su mujer. Y eso es cierto. Ese político se llamaba Benjamín
Franklin, que fue uno de lo arquitectos del concepto de la democracia que hoy tiene el
mundo entero.

Pero no tenemos que ir hasta Estados Unidos. Gabo, nuestro querido Premio Nobel,
también escribía que este mundo sería un mundo mucho mejor si fuera manejado
solamente por mujeres. Eso decía nuestro Premio Nobel.

Y este programa de ‘Mujeres Ahorradoras’, como les decía, es uno de los muchos
mecanismos que queremos utilizar para sacar a 320 mil familias de la pobreza, que
queremos adelantar en el Gobierno para lograr esos objetivos de ser un país más
equitativo.

Colombia tiene enormes oportunidades, Colombia está hoy de moda en el mundo


entero.

Parte importante de mi tiempo lo estoy dedicando a recibir inversionistas extranjeros


que me dicen: ‘Colombia es el país de las oportunidades’.

Pero eso contrasta con una realidad que vemos todos los días, de desigualdad y de
pobreza. Y lo que tenemos que hacer nosotros en el Gobierno, y lo que tenemos que
hacer todos los colombianos, es ver cómo se complementan esas grandes
oportunidades que se nos han presentado con la acción social efectiva, para corregir
esos desequilibrios que nos han impactado tanto durante tanto tiempo.

El Plan Nacional de Desarrollo busca precisamente eso.

Muchas de las leyes que estamos pasando en el Congreso, que los señores senadores y
los señores representantes están aprobando en este momento, buscan ese objetivo de
ser un país en progreso y un país más equitativo.

La reforma a las regalías, a esa riqueza que tenemos en Colombia, donde todos los
inversionistas extranjeros vienen es a invertir para poder aprovechar esa riqueza, esa
riqueza la vamos a redistribuir mucho mejor con esa reforma a las regalías.

La ley que está en este momento en la Comisión Primera del Senado, que los ponentes
de todos los partidos firmaron, la Ley de Víctimas y Restauración de Tierras, esa Ley
busca también algo muy importante: no solamente que comencemos nosotros a sanar
las heridas que durante tanto tiempo hemos acumulado en este país a raíz de la
violencia, sino a devolverles la tierra a esos miles y miles de campesinos que fueron
desplazados por la violencia de sus tierras, de sus parcelas.

Y a esos campesinos les vamos a dar esa oportunidad de tener un camino para
progresar, para vivir más dignamente.

Y por eso este programa de ‘Mujeres Ahorradoras’ para mí es tan importante, porque
hoy está beneficiando a 34 mil mujeres.

Queremos que en este año se duplique, 84 mil es la meta, y queremos que en estos
cuatro años podamos llegar a más de 400 mil mujeres que lograron hacer lo mismo
que estas tres muy elocuentes mujeres; además las felicito, porque hablan, debieron
ser parlamentarias, deberían ir al Congreso a que hablen allá.

Miren: doña Ana Amelia, la representante de la mujer patiana; doña Teófila Betancur,
y Angelis Anaya, de San Bernardo del Viento, si tiene capacidad para un socio adicional
en Solopan, cuénteme y yo le digo a mi señora que se meta de socia, porque estoy
seguro que le va a ir muy bien.

Pero son ejemplos elocuentes de la importancia de darle instrumentos a cualquier


persona, hombre o mujer –en este caso son mujeres- instrumentos para progresar.

Mujeres que nunca habían pensado en el concepto del ahorro, que ahora aprendieron a
ahorrar, aunque sea una pequeña suma. Pero ese concepto es importantísimo.

¿Por qué creen ustedes que los chinos, los japoneses, los coreanos, que hace 40 o 50
años eran más pobres que los colombianos, hoy son tres, cuatro o cinco veces más
ricos?

Porque tienen el concepto del ahorro. El ahorro produce inversión, la inversión produce
actividad económica, crecimiento, posibilidades de empleo, prosperidad.

Y esos tres ejemplos y los ejemplos que estamos viendo, de mujeres que nunca habían
pensado en ahorrar, que les están enseñando la importancia de ahorrar, así sea una
suma pequeña, y que después el Gobierno les pone una plata adicional y les da la
oportunidad de iniciar un negocio, eso es algo muy importante, porque eso nos va a
permitir que gente que no tenía ninguna ilusión de salir de la pobreza, pueda encontrar
un camino para salir de la pobreza.

De eso se trata toda la acción social del Estado, de eso se trata el programa de
desarrollo que estamos presentándole al Congreso, que el Congreso va a debatir y
espero que a aprobar en esta próxima legislatura: de darnos los instrumentos para
poder llegarles a más y más mujeres, a más y más familias, con la acción social del
Estado.

Porque mi propósito como Presidente es ese: entregar en cuatro años o tres años y
medio, porque ya pasaron seis meses, un país mucho más equitativo; mirar para atrás
y decir ‘muchas mujeres, muchas familias pudieron salir de la pobreza’.

Ese es mi sueño, y lo vamos a lograr con la ayuda de ustedes.

Se ha discutido, ha salido en algunos medios de comunicación algunas informaciones


en el sentido de que vamos a debilitar y vamos a reducir y a recortar el programa de
Familias en Acción. Eso –quiero decirles- no es cierto.

Si hay algunas cifras que puedan indicar eso, señores senadores, señores
representantes, eso lo corregimos allá en el Plan de Desarrollo, porque yo lo prometí
en mi campaña y lo vuelvo a reiterar hoy: el plan Familias en Acción, la inversión
social del Estado, no solo se va a mantener sino que se va a fortalecer y se va a
acrecentar.

Este plan y este programa de Mujeres Ahorradoras tiene además otros propósitos, no
solamente lo que hemos visto aquí del emprendimiento; tiene una oportunidad muy
importante a la cual también se le va a dar una gran importancia en el presupuesto y
en la política de educación del país.

Cuando Diego Molano les preguntó que cuántos querían que sus hijos fueran a la
universidad, por supuesto que todas levantaron la mano.
¿Qué ha pasado hasta ahora?

Que nos hemos encontrado con un cuello de botella, con un país con muy poca oferta
de educación superior y un país con muy pocas facilidades para que personas que han
hecho un gran esfuerzo de ir al colegio, de graduarse en el colegio, continúen su
educación superior.

¿Y qué ha pasado?

Que esos muchachos y muchachas que se gradúan del colegio después de un gran
esfuerzo, que no les han enseñado en el colegio a trabajar, pues no encuentran un
cupo en la educación superior y tampoco encuentran un trabajo, y van
inmediatamente a ser parte de las filas del desempleo.

Y eso tenemos que corregirlo, porque no es coincidencia que el desempleo en los


muchachos entre 18 y 28 años sea el doble o más que el promedio nacional.

¿Y qué hemos hecho para eso?

Varias cosas. El Congreso de la República, los señores senadores y los señores


representantes, aprobaron una ley que presentamos que se llama la Ley del Primer
Empleo. Así se denomina, formalmente se llama la Ley de Formalización y Empleo.

Esa Ley le va a dar muchos beneficios –ya le está dando porque entró en vigencia hace
unos días- muchos beneficios a todas las empresas que contraten muchachos entre 18
y 28 años.

No tienen que pagar las contribuciones a los parafiscales, van a poder reducir de la
renta –las empresas que contraten- muchos de los gastos en que tienen que incurrir
por ese mayor número de empleados.

Y no solamente para los muchachos entre 18 y 28 años, también para las mujeres
mayores de 40 años.

Esos son dos objetivos de esta Ley.

Y esta Ley hay que hacerla conocer cada vez más.

Y esta Ley, además, tiene otro beneficio: que cualquier persona que quiera montar una
empresa, así sea muy pequeña, o si está en la informalidad y quiere formalizarse,
durante dos años no va a pagar ninguna de las contribuciones a la seguridad social, no
va apagar el impuesto de renta, no va a tener ningún gasto en ese sentido, y entre el
tercero y el quinto año va a comenzar a contribuir en una forma paulatina.

¿Eso qué permite?

Que la gete se formalice. Y al formalizarse les va a ir mucho mejor porque, por


ejemplo, ustedes que son mujeres ahorradoras, tienen ahora una tarjetita, y esa
tarjetita les permite ir a una entidad financiera, y esa entidad financiera les puede
prestar plata, pueden ser sujetas de crédito, pueden irse formalizando poco a poco, y
una economía formalizada es una economía mucho más vigorosa, que genera mucho
más empleo, que da muchos mejores resultados.

Y esa Ley de Primer Empleo tiene también ese propósito, de formalizarse.

Pero también, por otro lado, pensando en esos muchachos que se gradúan del colegio
y que no encuentran universidad, lo que estamos haciendo es duplicando los recursos
que tiene el Icetex, para que el Icetex y a través de las instituciones del Gobierno,
esos muchachos puedan acceder a un crédito. Ya no que tengan que pagar desde el
primer día. Tendrán que pagarlo al final, cuando encuentren un empleo. Y ese crédito
va a ser a cero interés real para las familias de los estratos más bajos. Es decir, casi
un regalo.

Pero no sólo eso, sino que les van a entregar también una platica para que se puedan
mantener durante el estudio, porque muchas veces muchas familias dicen: ‘Mire, me
parece maravilloso que me paguen o que me presten para pagar la matrícula, pero con
qué vivo, con qué me alimento mientras estudio’, dice el estudiante.

Entonces les vamos a dar también un crédito, parte de ese crédito, para que se
mantenga durante el estudio.

Y al mismo tiempo estamos estimulando a las universidades, al Sena y a todas las


instituciones educativas que aumenten la oferta de educación superior. O sea, por el
lado de la oferta y por el lado de la demanda estamos tratando de romper ese cuello
de botella que hoy está golpeando a tantos jóvenes, a tantos de sus hijos que se
gradúan del colegio, como digo, con un gran esfuerzo, y no encuentran la posibilidad
de seguir estudiando ni encuentran empleo.

Eso es otro de los caminos que estamos utilizando para lograr ese gran objetivo de
entregar un país más equitativo, y de que mucha gente salga de la pobreza, porque la
educación es la mejor forma de salir de la pobreza.

Por eso me llenó de entusiasmo cuando Diego Molano les pregunta: ‘cuántos de
ustedes quieren que sus hijos vayan a la universidad’, y ustedes, todas, alzaban la
mano.

Eso quiere decir que todas tienen el deseo de progresar, y que por supuesto sus hijos
estén en mejores condiciones.

Esto lo que demuestra es que esta sociedad que ustedes, que nosotros los colombianos
estamos por buen camino, porque cuando la población, cuando ustedes piensan que
sus hijos pueden tener un mejor futuro de lo que uno tiene, es una sociedad que está
llena de optimismo que está llena de esperanza.

Y eso es otro de los grandes atributos que tenemos en Colombia.

Cuando uno va a Estados Unidos o a Europa encuentra lo contrario, encuentra una


sociedad donde dicen: ‘Mis hijos no van a tener el mismo futuro que tuve yo, las
mismas oportunidades, van a estar en peores condiciones’.

Por eso, países como Colombia continentes como America Latina están surgiendo con
más fuerza.

Por eso, banqueros internacionales están diciendo que Colombia se perfila como el país
con más éxito de toda America Latina. Eso hablé hace algunas semanas con el
presidente del banco más grande del mundo, que hizo un estudio, y ese estudio
muestra que Colombia en los próximos 30 años se va a disparar y que nosotros vamos
a ser un país más rico que muchos países hoy desarrollados, como Noruega o como
Suiza.

Yo decía: ‘¿Pero por qué nos pone usted en tan alta estima, por qué nos proyecta con
semejante fuerza?’

Y este señor, un inglés, presidente del banco, me decía: ‘Porque ustedes tienen todo lo
que el mundo está buscando: ustedes tienen energía de todo tipo, petróleo, carbón,
biocombustibles; ustedes tienen agua en un mundo en donde el agua es cada vez más
escasa; ustedes tienen capacidad de producir alimentos en un mundo que está
entrando en una crisis de producir alimentos, los precios de los alimentos a nivel
mundial llegaron la semana pasada a su punto más alto en la historia.

Y me decía: ‘Ustedes tienen biodiversidad, son el pulmón del mundo en un momento


en donde el cambio climático, esa discusión sobre estos cambios de clima que nos
están golpeando además muy duro; estas lluvias que estamos sufriendo, las
inundaciones, todo eso es producto del cambio climático, pero ahí Colombia tiene una
gran fortaleza, que somos dueñas de una parte importante de la biodiversidad. Es
más, somos el país más rico por kilómetro cuadrado, del mundo, en materia de
biodiversidad.

Pero me dijo algo que me lleno de orgullo, de orgullo patrio, cuando me dijo: ‘Pero lo
mejor que tienen ustedes es su gente. Lo mejor que tienen ustedes es una gente joven
que esta irrumpiendo’.

Y yo le dije: ‘Pues le agradezco mucho –y le dije- a usted le deben pagar mucho,


entonces no lo puedo contratar para que vaya a promover a mi país al interior de mi
país, para que entiendan ese gran futuro que podemos tener si trabajamos unidos
todos, si dejamos de matarnos los unos con los otros, y nos unimos todos a buscar ese
mejor futuro’.

Por eso me complace tanto estar aquí en el Cauca, en este evento, viendo que –como
ustedes acaban de decirlo espontáneamente- sí se puede.

Sí podemos los colombianos unirnos y trabajar todos juntos por ese mejor futuro.

Este programa es apenas un ingrediente de ese gran programa que tenemos concebido
para que el país se dispare, y se dispare con todos nosotros a bordo, progresando,
precisamente para que nuestros hijos vivan en un país mejor, en un país en paz, en un
país más justo. Eso es lo que queremos, y estamos cada vez más cerca.

Si ustedes me hubieran preguntado hace diez años si eso era posible, o le preguntaran
al mundo entero, uno decía: ‘No eso está demasiado lejos’.

Pero afortunadamente eso ha cambiado. Estamos cada vez más cerca, pero tenemos
que trabajar todos unidos. Tenemos que trabajar todos unidos, tenemos que trabajar
por darles más seguridad a todos nuestros compatriotas, por darles más oportunidades
a todos nuestros compatriotas. Esa es mi labor, para eso me eligieron ustedes, y voy a
trabajar en forma incansable 24 horas al día, siete días a la semana, para lograr ese
objetivo.

Pero lo tengo que lograr con la ayuda de ustedes. El Gobierno solo no puede.

Estoy seguro, y con este entusiasmo que veo aquí, con planes como éste de las
‘Mujeres Ahorradoras en Acción’, con los demás planes que tiene Acción Social, que
tiene el Gobierno: con Red Juntos, con Familias en Acción, con el Sena, con toda la
acción social del Estado, con el emprendimiento de ustedes, con el entusiasmo de
ustedes, con la disciplina de ustedes, vamos a lograr que este gran país que tenemos
realmente despegue.

Por eso les agradezco enormemente que me hayan invitado a este evento.

Me voy recargado de baterías, entusiasmado.


Y que esos tres testimonios que oímos, que ojala podamos oírlos al final de este
Gobierno, de más de 400 mil mujeres que puedan decir: ‘Yo tengo mi negocito’, y ese
entusiasmo que esté irradiado por todo el país.

Ese es mi sueño y lo vamos a lograr.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al instalar en Popayán la


jornada número 25 de los Acuerdos para la Prosperidad
 
Popayán, 25 mar (SIG). “Esta semana, como todas, ha sido una semana bastante
agitada. Iniciamos la semana con la visita al Ministerio del Interior y de Justicia, en
esta especie de rendición de cuentas y elaboración de indicadores que estamos
haciendo en todos los Ministerios.

Se hizo allí un informe muy exhaustivo sobre las labores del Ministerio en la parte del
Interior y en la parte de Justicia. Hay que destacar ahí la labor del Viceministro, quien
es oriundo de Popayán.

Allí nos dimos cuenta de algo que sabíamos que en cierta forma estaba sucediendo,
pero que finalmente pusimos el dedo en la llaga. Ya el país lo conoció, pero quiero
volverlo a resaltar.

El Superintendente de Notariado y Registro nos contó cómo en la primera evaluación


en las oficinas de registro, gráficamente lo puso de la siguiente forma: donde ponía el
dedo salía pus. Es decir, el grado de corrupción de algunas oficinas de registro. No
todas, aquí no hay que generalizar. Pero de un porcentaje alto, en ciertos sitios del
país, en donde la gente se hacía a la tierra de forma fraudulenta.

Y apareció como la primera víctima el propio Estado colombiano. Es decir, no


solamente se les quitaba la tierra a campesinos y a agricultores y empresarios, a la
fuerza y por la violencia, sino también, a través del fraude, al propio Estado
colombiano.

Se han identificado cerca de 150 mil hectáreas que de forma fraudulenta se le quitó al
Estado y se le apropió a gente que no debería tener título sobre esa tierra. Por eso se
está iniciando todo un proceso de reversión.

Eso tiene de bueno que nos va a dar más tierra para poder adelantar nuestro
programa que ya se inició de titulación de tierra a los verdaderos dueños, y de
titulación de tierra a campesinos a quienes les vamos a dar su parcela para que tengan
una vida digna.

Tiene esa parte positiva, pero el mismo tiempo quiero reiterar que desde el Gobierno
vamos a continuar en este proceso de depuración de todas estas prácticas corruptas, y
donde encontremos algo indebido vamos a actuar con toda la contundencia.

El Congreso de la República nos está aprobando un Estatuto Anticorrupción, ya


bastante adelantado, que nos va dar todavía más instrumentos, más armas, para
luchar contra la corrupción. Esa es una de nuestras prioridades. Quería simplemente
señalar eso.

Modelo para replicar


Coincidencialmente fuimos al día siguiente a VistaHermosa. Allá se está adelantando
un Plan de Consolidación muy exitoso, que no ha sido solamente señalado como plan
exitoso por las autoridades colombianas sino a nivel internacional.

Lo que se está haciendo en VistaHermosa, que era tal vez el corazón de la guerrilla. El
corazón de las Farc quedaba allá en La Macarena. Y desde hace tres años se inició un
proceso de ir recuperando el territorio, pero de irlo recuperando no solamente con
nuestras Fuerzas Militares y con nuestra Policía, sino también con el resto del Estado.

Ese plan ha venido marchando a muy buen ritmo y con muy buenos resultados. Lo
pudimos constatar allá en VistaHermosa: cómo la gente ya le responde al Estado,
cómo la gente quiere que el Estado esté ahí y que además se quede ahí. Es una forma
de ir consolidando el control por parte de los colombianos, del Estado colombiano, de
su territorio. Por eso me complació mucho ir a VistaHermosa y constatar lo que se
estaba haciendo.

Después, saltando al día de ayer, un plan parecido de una Corporación que se llama
VallenPaz, a 4 kilómetros de Caloto, aquí en el Cauca.

Fui a visitar esa parcela o esa tierra, porque son creo que 200 hectáreas, muchas
familias que no tenían nada y que hoy tienen un ingreso digno, que están enviando a
sus hijos al colegio, que están viviendo dignamente y que están produciendo en una
tierra que era un peladero, una tierra que no tenía mayor uso.

Esta Corporación VallenPaz tiene un concepto, que es lo importante, que dije durante
la campaña, le dije al Ministro de Hacienda: oiga al doctor Rodrigo Guerrero. Ese
concepto es el concepto ideal para poner en marcha en el país. Lo oyó.

Cuando nombramos al Ministro de Agricultura fueron juntos y el Ministro de Agricultura


lo adoptó. Y hoy hay más de 10 mil familias que están bajo ese esquema, bajo ese
concepto, y es reunir a las familias, darles asistencia técnica e ir donde unos
empresarios decirles: vengan y les compran los productos a estas familias.

Entonces las grandes cadenas como Carrefour van y le compran a muy buen precio, a
precio de mercado, y entonces se evitan los intermediarios.

El resultado de esas 10 mil familias es que su ingreso al incorporarse en este programa


se multiplicó por 3 ó por 4.

Eso es lo que vamos a hacer por todo el país. La semana entrante vamos a ir
Carimagua. Alla vamos a repartir 17 mil hectáreas, pero al mismo tiempo vamos a
firmar un acuerdo de esas cerca de mil o dos mil familias, que van a firmar un acuerdo
con un empresario muy importante, quien les va a comprar toda la producción y les va
a dar asistencia técnica.

Ese es el complemento del gran empresario agroindustrial con el pequeño campesino.


Nuestro sueño es que eso se pueda multiplicar por todo el país. De manera que ese es
un aspecto que quería también resaltar.

Empleo y reforma de salud

Fuimos también a hacer la rendición de cuentas en el Ministerio de Protección. Ahí hay


un trabajo muy importante que se viene haciendo en materia de salud, en materia de
los derechos de los trabajadores, en materia de empleo.

Por fortuna podemos decir que en estos últimos seis meses el desempleo ha venido
descendiendo. Poco a poco, pero en todos los meses ha venido descendiendo. Se han
creado en los últimos seis meses cerca de 790 mil empleos.

Y lo más importante, lo que más satisfechos nos tiene es que en los últimos meses los
empleos que se han creado son empleos formales, no empleos informales. Esa es una
noticia muy buena para el país.

Por supuesto que nos falta muchísimo camino por recorrer. Hemos dicho que nuestro
objetivo es bajar el desempleo a un dígito. Y nos falta todavía, pero la tendencia es
positiva.

Sobre todo haber logrado disminuir el desempleo en la época de la ola invernal, que
tan duro nos golpeó y nos va a volver a golpear infortunadamente. Ahora después
hablamos sobre eso con el doctor Lozano. Pero esa tendencia es muy positiva.

En materia de salud, cómo va ya ejecutándose la reforma a la salud que aprobó el


Congreso de la República. Cómo los hospitales van a comenzar a recibir los recursos,
que era algo que todo el mundo estaba clamando.

Parte de los problemas del sistema de salud era que les retenían en algunos de los
intermediarios la plata a los hospitales. Los hospitales no tenían plata, no podían
atender a los pacientes. Esa reforma está marchando a muy buen ritmo.

No es la panacea. No es que nos vamos a convertir en un paraíso en materia de salud.


Pero sí es un paso importantísimo en ir cumpliendo con ese otro objetivo que tenemos
de darle un mejor servicio, de más calidad y con mayor cobertura, en el sistema de
salud.

Y algo muy importante: que la reforma también en cierta forma garantiza la


sostenibilidad del sistema de salud, que estaba en bancarrota, que estaba quebrado, y
sigue haciendo parte del problema, pero lo estamos corrigiendo poco a poco con esta
Ley que aprobó el Congreso de la República.

Reuniones con inversionistas

Recibimos muchos inversionistas que están viniendo a Colombia cada vez más
interesados en inversiones de todo tipo. Llegó la compañía sueca más grande en
materia de infraestructura. Quieren construir hospitales, quieren construir carreteras,
quieren construir infraestructura, que es lo que tanto necesita el país.

Vino Repsol de España, que había estado aquí, pero quiere regresar. La compañía
sueca era una de las más grandes del mundo. Había estado en Colombia hace muchos
años y quiere volver.

Vino la dueña de Tigo, que es la compañía de celular, que es la que compite con los
grandes: con Telefónica y con Télmex, que quiere invertir mucho más en el país,
porque este es el país del futuro.

Se confirma ese auge que se está creando alrededor de Colombia que tenemos que
aprovechar los colombianos, en este caso los caucanos.

Proyectos de infraestructura

Ayer estuvimos con el señor Gobernador hablando con los empresarios del Cauca,
viendo cómo el Cauca tiene una inmensa oportunidad ahora con la reforma a las
regalías. El Cauca va a recibir más de 450 mil millones de pesos.

Lo mismo que muchísimos departamentos, que tienen desde ya que comenzar a


planear: el sector político, los senadores, los representantes, con los alcaldes, con el
gobernador, con los empresarios, a planear cómo se va a invertir ese dinero. A
priorizar los proyectos, a estructurar los proyectos. Eso es muy importante.

Porque el país se ha quedado atrás en materia de infraestructura, porque ha tenido un


problema con la estructuración de los proyectos. ¿Qué quiere decir eso? Que los
proyectos se adjudican sin tener muy claro las diferentes etapas del proyecto.

Entonces comienzan los proyectos y como no tienen claras las etapas del proyecto,
entonces comienzan los problemas de financiación o de diseño. Y comienzan los líos
legales y comienzan los retrasos y comienzan los costos a subir. Por eso en la mayoría
de los proyectos en Colombia nosotros acabamos pagando tres, cuatro, cinco, a veces
hasta diez veces el valor inicial del proyecto.

Eso lo hemos cortado de tajo. En este Gobierno no se va a adjudicar ningún proyecto


que no esté totalmente estructurado y con su cierre financiero. Eso nos va a ahorrar
mucho dinero.

Pero para eso hay que ser previsivos, hay que prepararse bien. Por eso les decía al
Gobernador, a los empresarios, a los senadores, a los representantes: pónganse de
acuerdo como departamentos. 450 mil millones en un año eso es mucha plata. Y si la
invierten bien, eso va a significar un salto cualitativo muy importante para este
departamento.

Preferencias arancelarias

Antes de ayer estuve hablando con el senador republicano de Estados Unidos, el


senador Orrin Hatch. Él era el Presidente del Comité de Finanzas. Ahora es el
Presidente o líder de la minoría en el Comité de Finanzas, pero es muy influyente.

El Presidente actual de ese Comité de Finanzas estuvo hace una semana exactamente
aquí en Colombia. Estuvimos almorzando. El senador Max Baucus.

Los dos, republicano y demócrata, que controlan el Comité más importante para la
extensión de las preferencias arancelarias para Colombia, me ratificaron que ellos van
a hacer todo lo que esté a su alcance para acelerar el proceso de aprobación de la
extensión de esas preferencias.

Eso es muy importante para todos nuestros exportadores. ¿Qué ha sucedido? Que
nosotros estamos en medio de una polarización política interna en Estados Unidos. Y a
pesar de que existe un muy buen ambiente tanto del Partido Republicano como del
Partido Demócrata, del propio Gobierno, para la extensión de esas preferencias, hemos
sido víctimas como de la polarización y de la pelea interna. Y por eso no han aprobado.
Van a ver si lo aprueban lo más pronto posible, pero estamos en medio de ese lío.

Sin embargo, pasan los días, y los exportadores colombianos están preocupados
porque en este momento no hay preferencias. Y tienen sus despachos y tienen sus
clientes.

Esta mañana me reuní con el Presidente de la Federación de Confeccionistas y con


varios de los confeccionistas aquí en Popayán y les dije lo siguiente: hablé con el
Ministro de Hacienda, hablé con el Ministro de Comercio Exterior, vamos a darles la
siguiente tranquilidad a los exportadores.

Estamos seguros, así ha sucedido en el pasado, que las preferencias se van a aprobar
y se van a aprobar con retroactividad. Es decir que el dinero de los aranceles que hay
que pagar en este momento nos lo devuelven. O se lo devuelven a los exportadores.

Eso nos da cierta tranquilidad, pero muchos de los exportadores dicen: ¿pero qué
seguridad, qué garantía hay? Garantía todavía no tenemos ninguna. Tendremos la
garantía cuando aprueben las preferencias.

Sin embargo, para darles tranquilidad, hemos decidido que Bancóldex les va a
garantizar el ciento por ciento, no el 90 ni el 80, el ciento por ciento. Es decir, el
Estado en la práctica asume ese costo. Les va a garantizar a los exportadores los
créditos para que puedan pagar los aranceles.

Y si el día de mañana devuelven, como presumiblemente va a suceder, devuelven esos


aranceles, pues le devuelven la plata a Bancóldex. Si por algún motivo no hay
retroactividad, de todas formas el Estado les está garantizando el ciento por ciento de
esos recursos.

Ahí haremos alguna figura de un crédito a 20, a 25 años, a un interés subsidiado, para
que eso sea en cierta forma un regalo.

O sea que los exportadores colombianos que están exportando a Estados Unidos, que
son en este momento hoy víctimas de esa polarización interna en el Congreso y que
les ha tocado pagar aranceles donde no pagaban antes por las preferencias, pueden
estar absolutamente tranquilos, porque el Gobierno colombiano en cierta forma va a
pagarles los aranceles.

Ahí no van a tener que asumir ningún riesgo, para que continúen con sus despachos,
continúen con sus exportaciones. Eso lo decidimos con el Ministro de Hacienda y con el
Ministro de Comercio el día de ayer, y se los anuncié hoy en la reunión a los
confeccionistas que me vinieron a hablar sobre ese tema en particular.

Mujeres Ahorradoras

Ayer tuvimos una reunión muy linda aquí en este mismo recinto con las Mujeres
Ahorradoras del programa Familias en Acción. Es un programa dirigido a que las
madres cabeza de familia y las mujeres en general, sobre todo de los estratos más
bajos, aprendan a ahorrar.

Que asuman, que internalicen la cultura del ahorro. Y que si ahorran una platica, el
Gobierno les pone otra. Y que el Gobierno les va a ayudar con esa plata que ahorren y
la que pone el Gobierno, a poner un negocito para aumentar sus ingresos. O de pronto
que utilicen esa plata para mejorar su casa. O que utilicen esa plata para ayudarles a
sus hijos a entrar a la educación superior.

Pero la cultura del ahorro, por eso se llama Madres Ahorradoras, es muy importante.
Cuando uno dice: ¿por qué el Asia ha crecido tanto? ¿Por qué el Asia ha dejado
rezagado a América Latina, si nosotros tenemos más recursos naturales, si nosotros
somos supuestamente más ricos? Porque allá, entre otras muchas cosas, tienen la
cultura del ahorro, que es algo que nosotros tenemos que ir fomentando cada vez
más.

Seguridad para los caucanos

Les contaba lo del almuerzo con los gremios el día de ayer. La reunión con los gremios.
Fuimos a Caloto. Fuimos a Caloto con los Altos Mandos, con el Ministro de Defensa.
Estuvimos allá expresando nuestra solidaridad con Caloto, después de ese cobarde y
cruel asesinato de los cuatro policías, de los dos civiles, hace unos días. Escuchamos a
la comunidad durante un tiempo.

Luego hicimos un consejo de seguridad. Nos acompañaron los señores senadores y los
representantes como hasta las 9:00 de la noche. El consejo se extendió hasta las
12:00 de la noche. A las 12:00 de la noche salieron el Ministro y los comandantes para
Bogotá. El general salió a dormir. Yo también.

Allá hicimos un análisis muy exhaustivo en la situación de seguridad en el Cauca, en


Nariño, en el sur del país. Todos sabemos que ese es uno de los sitios estratégicos
para la guerrilla. Todos sabemos que también para el narcotráfico, las bandas
criminales al servicio del narcotráfico, estos corredores de exportación.

En la medida en que hemos ido taponando los corredores en el Mar Caribe se han
venido hacia el Mar Pacífico. Y el Cauca y Nariño son sitios por un lado estratégicos de
presencia, y también estratégicos desde el punto de vista del narcotráfico.

Ahí se van a tomar una serie de medidas, se va a reforzar la presencia en ciertas


áreas. Tengo por norma que muchas de esas medidas no se anuncien, porque uno
para qué le va a decir al enemigo qué es lo que va a hacer.

Pero lo que quiero decirles a los caucanos es que ayer estuvimos seis horas son largas
discutiendo, analizando. Vamos por buen camino y vamos a tomar las medidas
necesarias.

Parte de esta reacción, los ataques cobardes que hacen dos, tres personas, van, lanzan
una granada, se repliegan, es también en cierta forma una expresión del desespero
que están teniendo.

Y eso lo analizamos muy bien, vamos a ver dónde seguimos apretando, dónde vamos
a construir o a hacer más presencia. Estamos discutiendo los sitios estratégicos para la
construcción de más batallones aquí en el Cuca, aquí en el sur del país. Pero lo que les
quiero decir es que la situación está muy bien diagnosticada y estamos tomando las
medidas del caso.

Relación comercial con Venezuela

Con eso podemos terminar esta rendición de cuentas de esta semana. También
comentarles que la Canciller y el Ministro de Comercio estuvieron en Venezuela,
regresaron ayer, en esta rueda de negocios.

El parte que me dio la Canciller y el Ministro de Comercio es el siguiente: participaron


47 empresas colombianas en la rueda de negocios. Esa rueda de negocios se realizó el
miércoles y el jueves. Inclusive tengo entendido que varias empresas, por lo menos
una que ayer supe que había estado allá, la empresa de empaques, que está volviendo
a vender en Venezuela aquí desde el Cauca.

Se hicieron acuerdos en sectores como la salud personal, textiles, confecciones,


construcción, la metalmecánica y el sector agrícola, y se firmaron 13 acuerdos sobre
diferentes sectores.

Se autorizaron, esto es muy importante, se autorizaron 14 frecuencias adicionales


entre Bogotá y Caracas. Quienes han querido viajar a Caracas, se habrán dado cuenta
que es bastante difícil por la falta de frecuencias, por el costo altísimo de los pasajes. Y
esta es una noticia muy importante en esa dirección.

Se reactivaron las ventas de huevos y de pollo y de textiles de Colombia a Venezuela,


en esa rueda de negocios.

Y el Presidente (de Venezuela, Hugo) Chávez, quien además clausuró la rueda, se


comprometió a algo muy importante para el Norte de Santander, y es la compra de la
cosecha de caña de azúcar. Allá están necesitando caña, están necesitando azúcar, y
se comprometió a comprar la cosecha de caña de azúcar de Norte de Santander. Creo
que ese es un avance importante.

También se hizo el inventario de las deudas, lo que se viene registrando, lo que se


viene pagando. Ya prácticamente todo lo que debería registrarse ya quedó registrado
para el pago. Y se han pagado más de 350 millones de dólares, tengo entendido.

Disminución de los delitos

En materia de seguridad, como les dije que les iba a hacer un informe semanal, en
esta semana del 25 de febrero al 4 de marzo, en los rubros de seguridad democrática,
o sea homicidios, secuestros, extorsión, terrorismo: de 341 eventos el año pasado,
bajó a 274. Es decir una disminución del 20 por ciento.

En las denuncias sobre lesiones, hurtos y piratería terrestre, lo que se llaman delitos
de seguridad ciudadana, bajaron de 3 mil 440 a mil 901, un descenso del 45 por
ciento.

En seguridad vial, lesiones y muertes en accidentes de tránsito, bajaron de 801 el año


pasado, en la misma fecha, del 25 de febrero al 4 de marzo, a 441. O sea, bajó
también un 45 por ciento. Ese es el informe que tenemos en materia de seguridad esta
semana.

Educación

Ahora a lo que vinimos: el Acuerdo para la Prosperidad en un tema muy importante.


Ustedes nos han oído a la Ministra de Educación, María Fernanda Campo, y a mí lo
importante que es para el Gobierno la educación, la calidad de la educación.

Ahí tenemos nosotros, si queremos progresar como país, que hacer un gran esfuerzo.
El expresidente Uribe hizo un esfuerzo enorme en aumentar la cobertura de la
educación básica. Y la verdad que lo que se logró en tan poco tiempo es un ejemplo a
nivel mundial.

Pero es un pequeño paso frente al enorme desafío que tenemos como país, de poner la
educación casi como punta de lanza de nuestro desarrollo. El país que no le da
importancia a la educación no va a progresar.

Al final de cuentas la ventaja competitiva más importante de un país es su capital


humano: sus trabajadores, la forma como sus gerentes y su mano de obra se
comportan frente a los mercados mundiales, frente a la competencia.

Y todo eso se logra a través de la educación. Por eso este Acuerdo para la Prosperidad
es tan importante, en un departamento que necesita cada vez más mejorar su sistema
educativo, que tiene además una gran tradición en su sistema educativo.

Aquí está esta gran universidad de próceres como el Sabio Caldas, Camilo Torres, el
Maestro Valencia, en fin. Aquí hay un ambiente universitario, un ambiente académico,
que si logramos que las instituciones educativas, y en una unión entre padres de
familia, docentes, autoridades y por supuesto los estudiantes, hacer un esfuerzo, y
damos un salto cualitativo, eso es lo que nos va a garantizar como país y como región
un mejor futuro.

Por eso es tan importante este Acuerdo para la Prosperidad, el tema de la educación,
aquí en el Cauca, y por eso celebro muchísimo que estemos aquí el día de hoy.

Quiero también darles una noticia que creo que es muy buena noticia, y felicitar a la
Ministra de Educación (María Fernanda Campo), por ese logro.

Hace dos meses y medio, en medio de esa ola invernal, dijimos: qué bueno sería que
lográramos que los niños que están sufriendo con esta ola invernal, porque no van a
tener donde estudiar, habíamos contabilizado 550 mil niños que no iban a poder
regresar a sus clases porque simple y llanamente la ola invernal acabó con la
posibilidad de estudiar, de seguir estudiando.

Dijimos: vamos a hacer un gran esfuerzo para ver si podemos lograr que esos niños
regresen a las aulas y no pierdan clase, no pierdan posibilidades de educarse.

Pues bien, el informe que podemos dar hoy, después de esos dos meses y medio de
grandes esfuerzos que realizó la Ministra y todo su equipo, es que de esos 550 mil,
medio millón, o sea 500 mil niños han logrado ya regresar a sus clases.

Y le pediría a la Ministra que rápidamente nos diga qué pasa con los otros 50 mil y
cómo ha logrado eso, Ministra, porque creo que es una muy buena noticia, y la felicito
muchísimo. Pero nuestro objetivo de que ni un solo niño se quede sin clase, ¿cómo
hacemos para lograr eso?”.

Palabras del Presidente Santos al finalizar el Diálogo de Gestión en el


Ministerio de Relaciones Exteriores

Bogotá, 7 mar (SIG). “Decirles que estoy muy agradecido con el trabajo que todos y cada uno de
ustedes ha venido desempeñando. El trabajo de la política de comercio exterior es uno de los que más
se ha destacado en estos siete meses que llevamos de Gobierno. La verdad es que si podemos mostrar
en muchos frentes avances, uno de ellos es en la política exterior, gracias a ustedes.

La política exterior juega un papel muy importante dentro de nuestro programa de Gobierno. Ustedes
me han oído muchas veces decir cómo es de importante posicionar a Colombia en los diferentes
escenarios internacionales. Cada vez más lo que sucede en el exterior tiene repercusiones internas y
viceversa, por eso cada vez más la política exterior va a ser más importante.

Y en ese sentido el trabajo que ustedes han venido realizando ha sido muy efectivo, y por eso quería
ante todo agradecerles, agradecerles esa dedicación.

El servicio público tiene muchos aspectos negativos, es duro, pero también tiene muchas satisfacciones.

Todos ustedes pueden sentirse orgullosos de lo que Colombia está haciendo y cómo nos están viendo
ahora en el mundo.

Hemos hecho hoy el trabajo, el ejercicio que vecinos haciendo en todos los ministerios, de discutir los
planes, las metas, los objetivos que tenemos para los próximos cuatro años o tres años y medio que nos
queda de Gobierno. Nos hemos puesto unas metas muy ambiciosas. Y aquí en la Cancillería pues
también esas metas son bastante ambiciosas por la importancia que la política exterior tiene en el
programa de Gobierno.

Yo quisiera, antes de entrar a mencionar algunas de las metas y de los aspectos a los cuales les vamos
a dar importancia, decir algo que sentimos todos y que creo que es importante reiterar en este
momento.

Continuamos muy preocupados como Presidente, como Gobierno, y yo estoy seguro que recogemos el
sentir de todos los colombianos, continuamos muy preocupados con lo que está sucediendo en Libia, la
violación a los derechos humanos, lo que está pasando con la población allá, nos preocupa
enormemente, y por eso queremos hacer un llamado a la comunidad internacional para que se tome
una acción más efectiva para proteger los derechos humanos de la población en Libia.

Por supuesto, como miembros del Consejo de Seguridad (de las Naciones Unidas) vamos a estar
atentos. Colombia apoyó la resolución que se presentó en el Consejo de Seguridad, pero seguiremos
muy atentos a poder ayudar y colaborar en cualquier solución pronta que permita que no se sigan
violando los derechos de la población Libia.

Pasemos ahora entonces a los objetivos.

Los objetivos, en términos generales, son objetivos obvios en el sentido de posicionar a Colombia en los
diferentes escenarios internacionales. Lo hemos venido haciendo, creo que con bastante éxito, gracias a
la labor de ustedes, a la labor de la Canciller.

En la región queremos jugar un papel muy proactivo; somos muy optimistas sobre el futuro de la región
si trabajamos de forma mancomunada, si trabajamos unidos.

No es por nada que mucha gente está señalando a América Latina como el continente del futuro. Se ha
dicho en todos los foros, lo he dicho yo también, que esta década es la década de América Latina, y eso
se está viendo en todos los estudios, en todos los análisis que se han venido realizando sobre el futuro
de la economía y del mundo en general.

Ahí hay un papel importante que jugar por parte de Colombia, lo estamos jugando, y a eso le damos una
gran importancia.

Dentro de la región hay subregiones como la región Caribe, a la cual también queremos darle una
crucial importancia.

La visita nuestra con la Canciller a Jamaica, como una de las primeras visitas, tuvo la intención de
señalar al Caribe como un área prioritaria para nosotros. Al fin y al cabo tenemos la mitad de nuestro
mar, es el mar Caribe y ahí hay un papel importante para jugar. Tan es así que vamos a abrir una
embajada nueva en Trinidad y Tobago, también para ayudar a esa política que queremos establecer con
el Caribe y para tener mayor presencia, por supuesto con Centroamérica, con México, y con los vecinos
y con el sur.

Ahí ustedes han visto la evolución que hemos tenido en estos últimos meses, que ha sido muy positiva,
y eso pensamos continuarlo.

Esto para nada –y en esto quiero ser muy claro- para nada excluye las magníficas relaciones que
tenemos con Estados Unidos, y que queremos continuar y acrecentar y fortalecer.

No son excluyentes –y así lo han entendido también en Estados Unidos- tener buenas relaciones con
nuestros vecinos, buenas relaciones en la región, con mantener unas magníficas relaciones que hemos
tenido con los Estados Unidos.

Ahí hay un panorama regional muy interesante, y donde Colombia va a poder jugar un papel también
igualmente interesante.

Queremos –como ustedes también saben perfectamente, este es un viejo anhelo personal mío desde
cuando yo estaba en el Ministerio de Comercio Exterior, hace ya casi 20 años- tener una proyección
hacia el Asia.

El Asia es un área que está tomando cada vez más vigor, más importancia, allá está una parte
importante del motor de la economía mundial, y nosotros tenemos un Mar Pacífico que históricamente
hemos subestimado, y creo que ya es la hora de darle a eso un mayor vigor.

En ese sentido pues también vamos a abrir embajadas nuevas. Vamos a abrir embajada nueva en
Indonesia, un país muy importante entre los países asiáticos; vamos a abrir embajada en Turquía,
también nos parece que Turquía –que además es un país que pertenece al grupo de los Civets
(Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica), grupo que queremos en cierta forma
promocionar- pues nos va a permitir también tener mayor protagonismo y mayor presencia en esa área
del mundo.

Queremos proyectar parte de América Latina hacia el Asia, y en ese sentido la integración, la
profundización de la integración con Chile, con Perú y con México, dentro del grupo Arco –y ojalá otros
países que quieran sumarse- es un proceso que ya comenzó, que ya está avanzando y que queremos
concluir a la mayor brevedad posible.

Uno de los propósitos de esa profundización de esa integración tiene que ver con la proyección al Asia,
porque son todos los países que tienen costa sobre el Mar Pacífico.

También dentro de esta política asiática hay un cambio de Embajador que es muy importante por la
importancia del país, es el cambio de Embajador en China. El doctor Guillermo Ricardo Vélez ha
presentado su renuncia después de seis años en la Embajada. Él nos ha pedido que le aceptemos la
renuncia a partir del próximo mes de marzo, porque ya quiere regresar a Colombia por asuntos
familiares.

Quiero hacer un reconocimiento al doctor Guillermo Ricardo Vélez de su magnífica labor que realizó en
la China, y decirles que hemos encontrado un reemplazo de lujo como Embajador de la China, país tan
importante, es el actual Presidente de Leonisa, el doctor Carlos Urrea. Es un gran empresario, una
persona que estoy seguro que nos va a representar en esa gran Nación con gran efectividad.

Creo que ahí hay un paso importante para demostrar la importancia que le damos –perdón la
redundancia- al Asia y a la China. Ese nombramiento tiene también esa señal. Estamos normando un
embajador de lujo, un empresario que es de los empresarios más exitosos que tiene el país y más
importantes.

Hay un aspecto muy interesante que la Canciller le ha dado gran importancia, que ya está
evolucionando, es la labor nuestra en las fronteras.

La Canciller ha creado unos equipos prácticos, prácticos en el sentido de que no es unos profesionales
aquí en unas oficinas diseñando qué hacer en las fronteras sino prácticos en el sentido de que allá con
las comunidades, en las diferentes fronteras, se están identificando los proyectos para que finalmente,
después de tantos años, porque llevamos muchos años –yo les recordaba esta mañana que cuando yo
fui Ministro de Comercio Exterior abrimos la economía estaba en la agenda la necesidad de desarrollar
las fronteras, de hacer proyectos en las fronteras y venimos hablando de eso, inclusive aprobando leyes
y aprobando Conpes y aprobando todo tipo de planes, pero nunca eso se ha materializado- las fronteras
son cada vez más atrasadas y se requiere una labor muy práctica como la que la Cancillería está
desarrollando.

Ahí les dijimos que iban a tener todo el respaldo del resto del Gobierno, de la Presidencia, y además
coincide esta labor con la reforma a las regalías en donde las fronteras van a salir muy beneficiadas, o
sea que va a haber recursos.

Por eso esa labor es tan importante que se haga en este momento, para que coincidan la disponibilidad
de los recursos con los proyectos ya estructurados, proyectos que no se imponen desde Bogotá, sino
que son proyectos que salen de las propias comunidades, que son los que realmente conocen y saben
qué es lo que se necesita.

Ahí hay una gran oportunidad y yo le doy una gran importancia a ese tema.

Discutimos muchos problemas de tipo práctico que tienen una tremenda repercusión en el prestigio del
país y en la forma como nuestros compatriotas y también como los extranjeros perciben la labor de la
Cancillería, la labor de la política exterior.

Son aquellos aspectos que tienen que ver con los trámites, con los trámites en los consulados, con los
trámites que se tienen que hacer. Ahí vamos a hacer un gran esfuerzo para facilitar todas las gestiones
que hacen tanto los compatriotas nuestros como los extranjeros en materia de relación con la
Cancillería.

Eso tiene que ver, por ejemplo –y yo creo que ahí vamos a poder dar un salto muy importante- buena
parte de esos trámites tiene que ver con la necesidad, la obligación que hay de hacer los trámites en
forma personal. Muchos países no tienen esa obligación y lo hacen virtualmente. Si nosotros logramos
que los cónsules –por ejemplo- tengan acceso a las bases de datos de la Registraduría, vamos a poder
eliminar buena parte de esas obligaciones de miles y miles de usuarios de los servicios de la Cancillería,
para que no tengan que ir a los consulados y lo puedan hacer desde sus casas o virtualmente.

Yo me he comprometido con la Canciller de hacer una reunión con la Registraduría y ver cómo, a la
mayor brevedad posible, logramos eso. Yo creo que eso va a revolucionar –y ojalá sea así, ojalá
podamos hacerlo- esa relación con los usuarios de los trámites, por ejemplo, en los consulados de
Colombia en todo el mundo.

Y otro aspecto que discutimos fue el aspecto interno, la necesidad de fortalecer la academia
diplomática, la carrera diplomática, y a eso también le vamos a poner mucha atención.

Yo les decía: no es difícil convertir la academia en un centro de excelencia donde, los estudiantes que
se gradúan de las universidades quieran acceder, porque es un ingreso que genera mucho prestigio, y
hay que promocionar más la carrera diplomática, promocionarla y posicionarla mejor.

El servicio que ustedes prestan, el servicio exterior, es un servicio fundamental para el futuro del país,
para el desarrollo del país, y en ese sentido ahí hay una labor y un desafío muy grande que vamos a
hacer en estos próximos tres años y medio que nos queda de Gobierno.

Yo creo que a grandes rasgos ese es el informe que podemos darles a ustedes, pero realmente la
intención mía y el propósito mío de esta reunión era agradecerles a ustedes su trabajo, a usted,
Canciller, que han venido realizando; decirles que es un trabajo muy importante, y que sigamos
trabajando con igual o mayor entusiasmo de aquí para adelante, porque los desafíos también son
igualmente importantes y son desafíos grandes.

Como les digo, nos hemos puesto unas metas ambiciosas, pero el que no se pone metas ambiciosas no
llega a ninguna parte. Pero estoy seguro que con el concurso de ustedes y con la ayuda de ustedes
esas metas las vamos a cumplir

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la celebración del Día


Internacional de la Mujer

Facatativá, Cundinamarca, 8 mar (SIG). “Quisiera comenzar con algo triste y es mandarles del fondo de
nuestro corazón, las más sentidas condolencias a las familias de los militares que perecieron ayer en el
accidente sucedido en Tolemaida, cuando se estrellaron dos helicópteros.

Perecieron cinco miembros de nuestras Fuerzas Militares —uno de ellos un mexicano que estaba en
entrenamiento— y hay cuatro heridos, algunos de gravedad.

Vamos a investigar qué sucedió. Un desafortunado accidente donde perecieron estos cinco héroes,
porque perecieron cumpliendo con su deber. Y por eso queremos decirles a sus familias que nuestros
corazones, y estoy seguro que el de todos ustedes, están con ellos en este momento.

Por otro lado, celebrar que en ese secuestro del día de ayer en el departamento del Vichada, de 23
trabajadores —trabajadores humildes— por parte de las Farc, ya hayan sido rescatados 22.

22 de los 23 han sido rescatados, queda uno por rescatar. Nos imaginamos que lo están usando, como
suelen hacer estos bandidos, de protección, de protección para que la Fuerza Pública no los ataque.
Pero seguiremos insistiendo hasta verlo liberado. Y creo que el hecho de que 24 horas antes, casi a las
12 horas de haber sido secuestrados, ya estén libres, muestra la eficacia de nuestra Fuerza Pública.

Como sucedió también con otro secuestrado el viernes (pasado), don Eduardo Muñoz, en el Cauca. Yo
me encontraba en el Cauca y me informaron una hora después de regresar a Bogotá que un ganadero
en el municipio de Cajibio había sido secuestrado.

Inmediatamente me puse en contacto con el general (Leonardo) Barrero, el Comandante de la División


allá en el Cauca; hicieron el operativo y el señor fue rescatado. Nuevamente una demostración de la
eficacia de nuestra Fuerza Pública.

Cuando —¡ojo! y esto es un mensaje muy importante—, cuando se informa a tiempo sobre estos hechos
tan lamentables, cuando se informa a tiempo la Fuerza Pública reacciona y las probabilidades de salir
con éxito en los rescates son muy altas.

Ahora bien. El otro lado de la moneda es que estos hechos no han debido presentarse.

No podemos quedar satisfechos con que la Fuerza Pública rescató a los secuestrados, sino abogar
porque no se presenten secuestros. Y por eso no vamos a descansar hasta que no veamos a todos los
secuestrados libres y a un país libre de secuestros.

Y así se lo dije a los comandantes. Comandantes, los felicito por el rescate, pero sigan con la política de
Seguridad Democrática con toda la contundencia hasta que este país esté libre de secuestros.

Preferimos, por supuesto, que no haya secuestros. Y por eso no vamos a descansar sino hasta que
veamos al país libre de secuestros y libre de inseguridad.

De manera que ahí hay un mensaje muy, muy importante.

Homenaje a la mujer

Ahora bien, hoy es el Día Internacional de la Mujer.

Las felicito. Les confieso que estaba en la discusión ¿dónde vamos a celebrar el día de la mujer? ¿Con
quiénes celebramos el día de la mujer?

Y estaban las Mujeres Ahorradoras, donde estuve en Popayán, en el Cauca, el viernes. No que con las
Mujeres Ahorradoras y del Plan Familias en Acción. Que no, que nos vayamos para la Costa Caribe; allá
hay unas mujeres afrodescendientes de un programa muy bonito. Vayamos allá a la Costa Caribe con
las mujeres afrodescendientes. No. Que vayamos a donde las mujeres indígenas, que es algo muy
simbólico.

Y estábamos en esa discusión cuando irrumpió mi señora María Clemencia (Rodríguez). Y como ella es
la que manda en mi casa, entonces me dijo: ‘no, no, no. Vamos a donde yo estuve hace un año, porque
yo les prometí que volvía’. Y aquí estamos.

Pero no le tocó convencerme con mucha insistencia, porque me parece muy importante estar aquí hoy,
en este día tan importante, con ustedes. Por muchas razones. Primero, por lo que ustedes representan,
como lo decía Luz Marina, como madres cabeza de hogar, como trabajadoras, cabezas de familia; y por
lo que representan en una industria tan importante como es esta industria de la floricultura.

Esa valentía de que hablaba su compañera la ve uno en ustedes y en todas las mujeres de Colombia.

Eliminar la discriminación

Y yo sé que venimos de una situación donde había, y sigue presente, una discriminación contra la
mujer.

La mujer no tenía en este país derecho a voz, derecho a voto; no tenía el derecho al trabajo. Había una
discriminación real, como en muchos países del mundo.

Hemos avanzado muchísimo en ir eliminando esa discriminación. Muchas veces la discriminación se


puede eliminar con leyes, pero la discriminación hay que eliminarla es en la cabeza, es en la actitud, es
en la cultura.

Eso de que alguien diga: ‘sea macho. Venga a ver, sea macho’. ¿Eso qué quiere decir? Que está
diciendo que sólo los machos son valientes y no hay tal. Y yo diría que las mujeres son más valientes
que los hombres.

Lo digo inclusive por mi familia. De mis ancestros ¿de quién nos podemos sentir más orgullosos? ¿Mi
abuelo que era un periodista, mi tío-abuelo que fue Presidente?,
No. De una mujer, hermana de mi tatarabuelo. De Antonia Santos, que sacrificó su vida por la
independencia de este país. Ella sí; ella misma ofreció el pecho, ofreció su vida. Era guerrillera de una
guerrilla que se llamaba la guerrilla del Coromoro, que luchaba por la independencia, luchaba contra los
españoles y una semana antes de la Batalla de Boyacá la fusilaron.

Pero la fusilaron por valiente. Y sacrificó su vida a conciencia. Y por eso digo yo que en mi familia la
más valiente ha sido una mujer. Como es también una constante en muchas historias de nuestro país.

Por eso cuando usted mencionó, Luz Marina, la valentía de las mujeres, yo inmediatamente me sentí
totalmente identificado, porque ustedes aparte de todas las cualidades, son valientes. Y vuelvo y repito,
muchas veces más valientes que los hombres.

Legislación a favor de la mujer

Les decía que una de las razones por las cuales vinimos aquí el día de hoy es por lo que ustedes
representan para una industria que es muy importante para el país.

60 por ciento del empleo que producen las flores aquí en Colombia, el 60 por ciento de los trabajadores
de las flores son mujeres. Mujeres como ustedes, que tienen además una doble jornada, como lo decía
Luz Marina. Trabajan aquí, pero al mismo tiempo tienen sus hijos, tienen sus familias, les toca trabajar el
doble. Eso es también muy significativo.

Y por eso nosotros estamos empeñados en el Gobierno en darles a ustedes todos los derechos que
podamos a través de los instrumentos que tenemos. Ya se ha legislado mucho a favor de la mujer.

Como les decía hace un momento, algo se puede hacer con la legislación. Lo otro es la cultura.

A mí no me queda difícil trabajar con mujeres, siempre lo he hecho. La mayoría de la gente que ha
trabajado conmigo son mujeres. Yo puedo dar fe que las mujeres trabajan mejor que los hombres
también; puedo dar fe de eso.

Y sin embargo, aquí subsiste una discriminación, aquí subsiste una descompensación. Inclusive un
estudio que se hizo reciente, de una institución muy respetada, que se llama el Foro Económico
Mundial, dice que Colombia pasó a ocupar el puesto 22, que había en una lista de 134 países, al puesto
55.

Es decir, que nosotros en lugar de mejorar en términos relativos con otros países, hemos descendido. Y
eso lo tenemos que corregir y lo vamos a corregir.

El Gobierno está pensando presentar un proyecto de ley, que ya se está discutiendo, un proyecto de ley
que recoja toda esa legislación dispersa que se ha venido aprobando a través de los años; más de 20
leyes a favor de la mujer. Muchas de ellas no se aplican.

Lo que queremos es recoger toda esa legislación, tener una ley estatutaria y agregarle una serie de
ingredientes que le permitan a la mujer y le garanticen, un trabajo digno, una remuneración equitativa.

Lo que dije en la campaña es algo que creo firmemente: que a trabajo igual, salario igual, ingreso igual.
No tiene que haber ninguna diferencia. Si yo trabajo seis horas aquí, me pagan igual a si ustedes
trabajan seis horas aquí. Entre hombre y mujer no debe haber ninguna diferenciación. Eso es parte de la
ley que vamos a reforzar.

La ley también tiene que ver con la autonomía económica, con la salud sexual y reproductiva, para
protegerlas de la violencia con más dientes, con más eficacia, y con derecho a una buena educación,
respetuosa de la diversidad.

Esa ley la estamos discutiendo. Vamos a presentarla al Congreso cuanto tengamos un consenso. Y
tengan ustedes la seguridad que esa es una ley que vamos a aprobar durante mi Gobierno.

También vamos a aprobar una ley muy importante, que tiene que ver con las mujeres en el sector rural.

Infortunadamente en nuestro país la pobreza está concentrada en el sector rural y esa pobreza tiene
rostro de mujer. Más mujeres que hombres sufren de esa pobreza.
Por eso, en una ley que también estamos ya a punto de presentar al Congreso, tenemos que hacer las
consultas con las comunidades afrodescendientes, con las comunidades indígenas, porque así no lo
obliga la Constitución. Pero es una ley que hemos llamado de desarrollo territorial, una ley que le va a
cambiar la fisionomía al sector rural colombiano. Y ahí vamos a poner un capítulo especial para darle a
la mujer del sector rural, a la mujer campesina y unos instrumentos, unas prerrogativas especiales,
porque si atacamos ese foco de pobreza, la mujer en el campo vamos a lograr uno de los grandes
objetivos con los cuales yo sueño todos los días, que es ir erradicando la pobreza extrema del país.

Apoyo a la floricultura

Esta industria de los floricultores es una industria que le ha aportado mucho al país; es una industria que
ha sido ejemplo en el mundo entero.

El hecho que estas flores ocupen hoy el 70 por ciento del mercado norteamericano, que hoy se estén
vendiendo las flores colombianas en Rusia —y tengo entendido que hoy fue un día donde se vendieron
muchísimas flores en Rusia, el día de la mujer—, flores colombianas; que cuando va uno a Inglaterra la
gente le habla a uno de las flores colombianas, a donde va uno le dicen ‘las flores colombianas’.

Es una industria muy, muy importante, que genera mucho empleo; que genera un empleo masivo, y un
empleo digno, un empleo formal.

Yo quiero felicitar a esta empresa a Elite Flower, porque entienden perfectamente lo que significa la
responsabilidad social. La fundación que tienen para los hijos de ustedes, que aquí están muchos de
ellos presentes, esa responsabilidad social de esta empresa es un ejemplo para el resto de las
empresas de Colombia.

Por eso yo quiero ser claro en lo que voy a decir. Los floricultores colombianos han tenido, tienen y
seguirán teniendo el apoyo del Gobierno Nacional.

El hecho de que algunos floricultores hayan tenido algunos problemas, en ninguna forma, por ningún
motivo, puede afectar a un gremio a una industria tan importante para el país como son ustedes los
floricultores.

Y por eso seguiremos buscando las formas de apoyar esta gran industria, que le ha aportado tanto al
país y de la cual nos sentimos nosotros los colombianos tan orgullosos.

Porque así como nos sentimos orgullosos cuando nos dicen ‘qué bueno que es el café colombiano’,
también nos sentimos igual de orgullosos cuando nos dicen ‘que lindas que son las flores colombianas’.

Y este empleo, este empleo formal que tanto le aporta al país, pues lo vamos a seguir protegiendo,
porque ese es uno de nuestros propósitos fundamentales.

Llamado a EE.UU.

Por eso estamos empeñados en que allá en Estados Unidos, donde se vende la mayoría de las flores
que exportamos, esas preferencias que nos dan a los colombianos para las exportaciones como las
flores, se extienda nuevamente a la mayor brevedad posible.

Yo he estado en comunicaciones con los parlamentarios, congresistas, senadores, representantes, de


ambos partidos, me han dicho: ‘tranquilo, Presidente, que nosotros entendemos la importancia de estas
preferencias y las vamos a aprobar a la mayor brevedad posible’.

Yo estoy confiado que eso será así. Sin embargo, entiendo que muchos floricultores y exportadores en
general están en la incertidumbre, porque les toca en este momento pagar un arancel que antes no
pagaban.

Pero por eso con el Ministro de Comercio, con el Ministro de Hacienda, nos reunimos la semana pasada
y decidimos dar a todos los exportadores a Estados Unidos una garantía del ciento por ciento, por parte
del Gobierno Colombiano, para sus exportaciones, para que puedan pagar ese arancel.

Lo que ha sucedido en el pasado es que cuando aprueban las preferencias en circunstancias como
ésta, las aprueban en forma retroactiva. Es decir, les devuelven el dinero de los aranceles que han
tenido que pagar a los exportadores.

Les vamos a prestar la plata con el ciento por ciento de garantía del Gobierno colombiano para que
cuando devuelvan la plata, pues paguen el crédito; crédito que además es a un interés muy razonable.

En caso de que algo suceda —para que se sientan tranquilos— que no sea retroactivo, como la garantía
del Gobierno es del 100 por ciento, de hecho en la práctica, lo que les estamos diciendo a los
exportadores es que no se preocupen, que si llega a suceder eso —que no creo que suceda, nos han
dicho que no va a ser así—, pero si llega a suceder, simplemente para que se tranquilicen, el Gobierno
entonces buscará la fórmula para que ese 100 por ciento de garantía se haga efectivo, en el sentido de
que no tengan que pagar los exportadores esos dineros.

O les damos un crédito a muy largo plazo, que en el fondo significa una especia de regalo. O sea, el
mensaje es: no se preocupen señores exportadores, no se preocupen señores floricultores; el Gobierno
les va a garantizar los créditos en un 100 por ciento para que ustedes sigan exportando normalmente a
los Estados Unidos.

El TLC

Simultáneamente, lo que queremos es no depender de esas preferencias que nos extienden por seis
meses, por tres meses, y después estamos rogando que no las extiendan por cinco meses más, por un
año más, por dos años más.

Lo que queremos es un Tratado de Libre Comercio, que ya negociamos. Está enredado en el Congreso
norteamericano, llevamos cuatro años esperando a que el Congreso apruebe ese tratado.

En estos últimos días se han presentado movimientos en la dirección correcta, pasos en la dirección de
la aprobación de ese tratado que hemos negociado con los Estados Unidos.

Mañana se va a realizar una audiencia en el Comité de Finanzas del Senado americano, que preside el
Senador Max Baucus, con quien tuve el placer de almorzar en Cartagena hace nueve días.

El líder del Partido Republicano —porque este es demócrata—, el senador (Orrin) Hatch, hablé con él
hace tres días. Ambos me manifestaron su intención de seguir presionando para que ese tratado sea
aprobado a la mayor brevedad posible. Pero eso lo hemos venido escuchando hace ya demasiado
tiempo.

Yo espero que con la audiencia de mañana, si los pasos que hemos visto por parte del Gobierno, de la
Casa Blanca, en la dirección correcta, podamos en los próximos días —y esa es la esperanza de todos
los colombianos— tener algo concreto en cuanto al futuro del Tratado de Libre Comercio con los
Estados Unidos.

Es mi deseo, y hago un llamado a los congresistas de los Estados Unidos, a que cumplan con su
palabra y le cumplan a un socio estratégico, como ha sido Colombia en la lucha contra el narcotráfico,
en muchas de las luchas a favor de la libertad y de la democracia.

Que le cumplan a Colombia y que aprueben ese tratado allá en el Congreso de los Estados Unidos.

Yo les agradezco a todos esos senadores y representantes que nos han manifestado su buena
disposición, su buena intención. Pero queremos realmente que esas palabras se conviertan en hechos.

¿Para qué? Para que el empleo de ustedes aquí en esta finca, en esta hacienda, en esta plantación; el
empleo de miles de colombianos que están dependiendo de su trabajo para alimentar a sus familias, no
solamente se mantenga sino que se pueda mejorar cada vez más.

Esa es la intención del Tratado de Libre Comercio. Porque también se está perdiendo empleo en los
Estados Unidos. Cuando hay un comercio vivo que genera lo que llaman los economistas una sinergia,
uno más uno suma más de dos.

Eso es lo que se genera con la industria, por ejemplo, de las flores con Estados Unidos. Allá también las
asociaciones de floricultores nos están apoyando para el Tratado de Libre Comercio, porque saben que
allá también pierden empleos si no hay tratado.
Y por están perdiendo también mercado los productores de trigo del estado de Kansas y de Nebraska;
se lo están llevando los argentinos, se lo están llevando los brasileros.

O sea que también en interés de los Estados Unidos, nuestro y de los Estados Unidos. Por eso lo
racional, lo lógico, lo conveniente, es que se apruebe este tratado a la mayor brevedad posible.

Pero volviendo al Día de la Mujer, yo me recuerdo a una gran mujer, tuve el honor de conocerla. La
Primera Ministra de la Gran Bretaña, que le decían la Dama de Hierro (Margaret Thatcher). Una mujer
echada para adelante y con un gran carácter, y que decía una frase que me gusta repetir con
frecuencia. Decía esta señora: ‘si quieres que algo sea dicho, pídeselo a un hombre, pero si quieres que
algo se haga, pídeselo a una mujer’.

Yo estoy totalmente convencido. Por eso quiero felicitarlas a todas las mujeres, a ustedes y a todas las
mujeres de Colombia. Los hombres nos sentimos muy orgullosos de nuestras mujeres en Colombia.

Decirles que en el caso mío seguiré apoyando todo lo que tenga que ver con fortalecer, empoderar y
darles cada vez más garantías y más libertad de acción a nuestras mujeres.

Por eso, en los programas sociales del Gobierno, a quienes estamos empoderando es a las mujeres.
Por eso en Familias en Acción, quienes reciben el chequecito son las mujeres, porque lo cuidan mejor.

Hay una frase que me encanta repetir, esta vez de otro pensador norteamericano, que además fue uno
de los arquitectos de la democracia americana, Benjamín Franklin, que decía: ‘si quieres prosperar en
los negocios, consulta a tu mujer’.

Entonces feliz día a todas ustedes. Les agradezco enormemente su trabajo y su sacrificio. Es un trabajo
del cual todos los colombianos nos sentimos orgullosos.

Estas flores, que son símbolo de orgullo colombiano gracias a ustedes, espero que sigan siendo
símbolo de orgullo colombiano por muchas décadas más por mucho tiempo más.

Que Dios las bendiga y muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos, en el lanzamiento del


Concurso de Diseño Arquitectónico para el Centro Internacional de
Convenciones de Bogotá

Bogotá, 8 mar (SIG). Pablo Picasso decía que “hay pintores que convierten el sol en una mancha
amarilla y hay otros que, con ayuda de su arte y su inteligencia, convierten una mancha amarilla en el
sol”.

Ese es el reto de los arquitectos nacionales y extranjeros que competirán en el ‘Concurso de Diseño
Arquitectónico’ –que se lanza hoy– para la construcción del Centro Internacional de Convenciones de
Bogotá.

El desafío es hacer de esta obra un ícono de la ciudad, que se convierta en un punto de referencia a
nivel global.

De la misma manera como Nueva York tiene el símbolo de Empire State, así como París se destaca por
su Torre Eiffel, o Buenos Aires su Obelisco, Bogotá será reconocida en algunos años, todos esperamos,
por la figura del próximo Centro Internacional de Convenciones y la impactante renovación urbana a su
alrededor.

¡Qué apasionante reto el que tienen ante sí!

¡Serían más de 200.000 turistas adicionales cada año los que vamos a recibir por cuenta de este
megaproyecto que hoy arranca con el Centro Internacional de Convenciones!

Y esa es una inmejorable noticia para seguir explotando el gran potencial turístico de nuestro país.

Hace tres semanas estuve en le Vitrina Turística de Anato y allí recordaba cómo pasamos de ser el
‘patito feo’ de los destinos en el mundo –por cuenta de la violencia–, para convertirnos en un bello cisne
que muchos quieren conocer.

Como muchos recordarán, los lectores del New York Times escogieron a Colombia como el segundo
lugar más recomendado para visitar en el año 2011.

También en esa Vitrina de Anato, donde estaba el Presidente de El Salvador, estaba el primer Ministro
de Curazao, lanzamos la Guía Michelin para Colombia, una de las publicaciones más importantes del
mundo en materia de destinos turísticos.

Esa es apenas una muestra del importante crecimiento que estamos teniendo en materia de turismo, un
sector que es hoy el tercer generador de divisas, sólo superado por el petróleo y el carbón.

Ayer, paradójicamente, se conoció el ranking de competitividad de turismo del Foro Económico Mundial
–que corresponde a datos del 2009– pero según esos datos el país bajó cinco puestos en el escalafón
mundial.

Reconozco que no esperábamos esta calificación, pero estoy más que seguro de que en el próximo
reporte –que será en dos años– se verán los frutos de lo que estamos haciendo, y vamos a remontar no
sólo esos cinco puestos, sino muchos más, gracias a las políticas que estamos llevando a cabo en
materia de infraestructura, de turismo, en materia de seguridad.

Pero lo cierto es que las cifras y la percepción son positivas.

El año pasado, 2,8 millones de turistas vinieron al país –casi un 10 por ciento más que en el 2009– y se
calcula que el turismo corporativo grupal representa el 20 por ciento de las visitas internacionales.

Nuestra meta es ambiciosa: llegar a un total de 4 millones de visitantes anuales al final de este gobierno,
y el proyecto que hoy lanzamos va a contribuir de forma muy importante para lograr esa cifra.

Porque el Centro Internacional de Convenciones será un aporte fundamental a la competitividad


turística, una competitividad que requiere también de mayor y mejor conectividad aérea.

En este sentido, la renovación del Aeropuerto El Dorado y una política cada vez más cercana a los
cielos abiertos –para que más aerolíneas del mundo lleguen a nuestra capital–, serán los complementos
ideales de este esfuerzo.

Estábamos en una reunión hace un par de semanas allá en Palacio con un grupo de empresarios,
tertulias que tenemos para ver dónde podemos tomar decisiones inmediatas que repercutan en nuestra
competitividad, en hacer más amable nuestro país para los negocios.

El presidente de Avianca, el doctor Fabio Villegas, y el presidente de AeroRepública, el doctor Junguito,


estaban ahí. Les pregunté que si no era un lastre esa cantidad de tiempo que se demoran los aviones
en aterrizar aquí en Bogotá y que cuánto les costaba eso. Me dijeron: ‘Nos cuesta mucha plata y
efectivamente es un lastre’.

Les pregunté: ‘¿Pero por qué esa congestión, si me dicen que un aeropuerto como el de Heathrow tiene
también dos pistas como El Dorado y allá llegan más de 70 millones de pasajeros y aquí en Bogotá creo
que son 17?’.

Me dijeron: ‘Ahí hay unos problemas que no hemos podido resolver que son muy sencillos’. Les dije:
‘¿Como cuáles?’. Me dijeron: ‘Mejorar el acceso’. Les pregunté: ‘¿Y cómo es mejorar el acceso?’. Me
dijeron: ‘Poner unos elementos técnicos y despejar un poco la vía de entrada y de salida. Hay
demasiadas restricciones. Y una cosa muy elemental: mejorar la calidad, pero sobre todo aumentar el
número de los controladores aéreos’.

Entonces les dije: ‘¿Y con eso qué hacemos?’ Me dijeron: ‘Pues con eso podemos duplicar el número
de aviones que entran y salen’. Les dije: ‘Pues hagamos eso de la forma más rápida posible’.

Ya le di instrucciones al Ministerio de Hacienda para que diera a Aerocivil recursos para contratar más
operadores aéreos. Y ya le dije a Aerocivil y a la Fuerza Aérea para que se pusieran de acuerdo. Y
vamos a tener una reunión con los presidentes de las aerolíneas para ver qué otras cosas podemos
hacer.

Son decisiones pequeñas que tienen un gran impacto. Esperamos continuar mejorando esa
competitividad.

Y me dicen las aerolíneas que va ahorrarse muchísima plata en gasolina y en tiempo, además del
tiempo de los empresarios que pierden esperando turno para aterrizar.

Son pequeñas cosas, pequeñas decisiones que tienen impacto importante y que todos debemos
procurar mejorar en esta ciudad y en este país en materia de competitividad.

El proyecto que hoy lanzamos va a ayudar al país no sólo a que sea un lugar apetecido por su
ecoturismo –como ya lo es–, sino también por su infraestructura para realizar grandes reuniones de
negocios, que es un filón muy importante en materia turística.

Además puede ser un gran jalonador del turismo recreativo, porque un ejecutivo que viaja a una
convención tiene una alta probabilidad de regresar por motivos de placer y ya no de negocios, si le
gusta el sitio.

El impacto previsto en materia de empleo también es muy estimulante, porque aporta a nuestra meta de
reducir la tasa de desocupación a un solo dígito.

Debo resaltar que se trata de un proyecto modelo de la cooperación público-privada, pues –al tiempo
que es liderado por la Cámara de Comercio de Bogotá y Corferias– cuenta con el apoyo del Gobierno
Nacional y el Gobierno Distrital.

El proyecto cuesta 250.000 millones de pesos, lo que es un indicador de lo que será su magnitud y
equipamiento.

De esa cantidad, el Gobierno Nacional se compromete con 60.000 millones de pesos, que se
desembolsarán durante los próximos tres años. Ya le dije a la doctora Consuelo que eso ya está en la
tubería, por así decirlo.

Alcalde: usted también debería poner su case. Ponga su case. Comprométase con la mitad no más: 30
mil milloncitos para este Centro de Convenciones, que eso es bueno.

También estamos evaluando con mucha seriedad la propuesta de la Cámara de Comercio de Bogotá y
de Corferias para modificar el régimen de zonas francas de manera que pueda aplicarse a este
proyecto.

Es un compromiso que tenemos por la importancia que le damos a este Centro Internacional de
Convenciones.

Lo hacemos además porque creemos en la seriedad de la Cámara de Comercio y en la seriedad de


Corferias, cuya trayectoria de apoyo a los empresarios, a la capital y a la economía nacional no deja
lugar a dudas.

Quiero ratificarles a los bogotanos que tenemos un enorme compromiso con ellos y con el mejoramiento
de su calidad de vida.

Hace dos semanas firmamos un convenio de recuperación del Río Bogotá, junto con la Alcaldía –ahí sí
tengo que reconocerle que la Alcaldía dio un case muy importante–, y con la Gobernación, que va a
significar un esfuerzo conjunto de 5,5 billones de pesos.

Se trata de todo un plan que tiene una fase de recuperación del río y otra fase de construcción de un
parque lineal.

Pretendemos darle no sólo vida a este cauce de un río totalmente muerto, como ustedes bien lo saben,
sino también forma, para que se convierta –por qué no– en un nuevo atractivo turístico para la ciudad.

Hemos destinado recursos por casi 700 mil millones de pesos para los subsidios familiares de vivienda
en Bogotá, que beneficiarán a buena parte de los hogares afectados por la ola invernal.
Ola invernal que nos está preocupando mucho. Ahora que veníamos, estaba lloviendo a cántaros. Nos
preocupa muchísimo la intensidad de esa lluvia que ya comenzó. Estamos en marzo.

Viajábamos esta mañana a un cultivo de flores, y todavía siguen inundadas varias partes de la Sabana.
Entonces las lluvias van a comenzar a acrecentar esas inundaciones, sin haber podido evacuar esa
agua todavía. Y eso está sucediendo en buena parte del país.

Tenemos que estar preparados para eso. Estamos haciendo todos los esfuerzos. Les hemos pedido a
los alcaldes y les hemos pedido a los gobernadores que todos tenemos que contribuir para afrontar esta
nueva ola invernal que se nos viene.

Y que infortunadamente, nos dice el Ideam, va a venir muy fuerte. El Fenómeno de la Niña sigue, y con
toda su intensidad, en Colombia. Pero, bueno, vamos a ponerle todo el empeño para ver cómo salimos
lo mejor posible.

Y nuestros esfuerzos y medidas alrededor de esta locomotora aquí en Bogotá apalancarán recursos del
sector privado por más de 20 billones de pesos.

Eso nos va a permitir llegar a más de 300.000 nuevas viviendas solamente en Bogotá, lo que va a
representar el 30 por ciento del total de nuestra meta para el próximo cuatrienio.

También queremos una Bogotá con vías fluidas, Alcalde. Somos conscientes del diario padecimiento de
los bogotanos en este sentido y continuamos promoviendo un sistema integral de transporte masivo.

Vamos a apoyar este sistema, que quede claro, con todos sus componentes, siempre y cuando, como lo
hemos dicho en repetidas ocasiones, estén dados todos los estudios que se tengan que hacer, los
diseños pertinentes y las máximas garantías para que no haya sobrecostos.

Nuestro compromiso sigue, pero que se hagan las cosas bien. Porque al final, si las cosas no se hacen
bien, los ciudadanos se quedan sin transporte y con la amarga sensación de que sus recursos fueron
desaprovechados o despilfarrados.

También estamos comprometidos con la estructuración del proyecto de la Avenida Longitudinal de


Occidente, que atravesará a Bogotá por su costado occidental, de manera que descongestione el tráfico
de las actuales salidas y entradas.

El mensaje que quiero darles es que Bogotá tiene doliente en el Gobierno Nacional. Y vamos a ejercer
ese papel de doliente de Bogotá en el Gobierno Nacional. Y vamos a trabajar por mejorar la vida diaria
de sus habitantes. Bogotá va a tener un Gobierno Nacional que va a estar permanentemente apoyando
las medidas que mejoren la calidad de vida de Bogotá.

Debemos apostarle a una ciudad integral: que sea productiva y amable; que acoja cómodamente tanto
al empresario que viene en plan de negocios, como al residente que se movilice –en condiciones
dignas– usando el transporte público.

Tenemos una próxima oportunidad de mostrar esa Bogotá Positiva, cuando disfrutemos del Mundial
Sub-20 de Fútbol, entre julio y agosto.

Por eso desde el Gobierno se dispusieron más de 4.000 millones de pesos para el Estadio El Campín,
para que nos podamos lucir como anfitriones del Mundial.

Y no solamente por un buen estadio. Ojalá demos ejemplo desde el momento en que lleguen las
delegaciones. Ya están previstas líneas especiales para que los equipos y las delegaciones lleguen y
tengan un tratamiento especial.

Pero también que todos esos visitantes que van a venir al Sub 20, aquí en Bogotá y en el resto del país,
se lleven la mejor sensación. Se lleven la sensación de lo que somos: un país amable, un país que
acoge a todos los turistas con cariño, con generosidad. Creo que es una gran oportunidad que vamos a
tener en este Sub 20.

Doctora Consuelo, doctor Andrés López: ¡Los felicito por la visión y la ambición del proyecto que hoy se
lanza!
Y extiendo esta felicitación –con gran satisfacción– a nuestra ministra de Educación, María Fernanda
Campo, quien lideró, cuando estuvo al frente de la Cámara de Comercio de Bogotá, el diseño de la
iniciativa que hoy se pone en marcha.

Es un aporte realmente trascendental el que le hacen a Bogotá y al país.

Desde la misma concepción de este plan urbanístico ustedes están haciendo lo que decía Picasso:
convirtiendo una mancha amarilla en un sol.

Porque han pensado en grande, como yo les he pedido siempre a los colombianos que pensemos: en
grande. Porque si pensamos en grande, grandes serán los resultados.

Tan sólo el área del Centro Internacional de Convenciones supera en tres veces la superficie del Estadio
El Campín.

Su infraestructura está pensada para ser uno de los cinco primeros destinos en América Latina para
realizar ferias, eventos y convenciones.

Lo que hace especial, también, este Centro de Convenciones es que no se trata de un proyecto aislado
sino que está enmarcado dentro de lo que será el Nodo de Ferias, Eventos y Exhibiciones de Bogotá,
que han denominado INNOBO.

Es decir, el Centro de Convenciones es apenas la punta de iceberg. Es el detonante de una


transformación integral para esa zona de la ciudad.

Además del Centro de Convenciones –que aspiro inaugurar antes de terminar mi gobierno–, vendrá la
modernización de Corferias, que se transformará –de aquí al año 2020– en un Distrito de Ferias y
Eventos de talla mundial, abierto, donde las instalaciones se mezclen armónicamente con los espacios
públicos, como lo acaban de mostrar.

Pero no tendremos que esperar nueve años para ver los cambios.

El próximo mes de junio, como lo dijo Andrés, se inaugurará el más grande pabellón de América Latina,
con un área de 15 mil metros cuadrados.

La zona INNOBO, por si fuera poco, incluirá un hotel 5 estrellas, un bulevar comercial, y una moderna
plaza de aguas al frente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado.

Habrá, también, un completo PARQUE LINEAL paralelo a la carrilera del tren y, al otro lado, un área
destinada a empresas de alta tecnología, que serán vecinas de la Universidad Nacional.

Será un triángulo ideal de recreación, de negocios y de algo muy importante para el progreso de la
ciudad: de conocimiento.

Bienvenido sea este proyecto, porque pondrá a Bogotá y a Colombia en un lugar preferencial en la
agenda de ferias y eventos empresariales del mundo.

¡Qué bueno poder decir, además, que está en completa sintonía con nuestra locomotora de la
INNOVACIÓN, que impulsa la tecnología y la creatividad, el tren de la prosperidad democrática!

De nuevo, ¡muchas felicitaciones a todos!

Aquí –hoy– estamos presenciando la instalación simbólica de la primera piedra de un gigantesco


conglomerado empresarial y urbano que será fuente de prosperidad para Bogotá.

De manera que, señores arquitectos, los que van a participar en este concurso, les diría:
¡sorpréndannos!

El siguiente paso es responsabilidad de ustedes.

Alan Fletcher, un reconocido diseñador británico, decía una frase que aplica para este caso:

“El objetivo NO es darle al cliente lo que él piensa que quiere, sino lo que nunca soñó que quería”.
Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el lanzamiento de la


Gran Apuesta por el Desarrollo Rural, Agropecuario y Tecnológico de
la Orinoquía

Carimagua, Meta, 10 mar (SIG). “Entre el 15 y el 20 de julio de 1997, más de un centenar de familias
campesinas de Mapiripán vivieron las cinco noches más aterradoras de sus vidas.

Muchos de sus miembros fueron testigos de cómo los paramilitares torturaron, desmembraron y
degollaron a 49 campesinos que, como ellos, se ganaban la vida en el campo.

Y vieron desaparecer sus restos en el cauce del río Guaviare.

Cuando terminó la incursión paramilitar y salieron de la zona, se dieron cuenta de que su infierno
apenas comenzaba.

Ese 20 de julio quedó grabado dolorosamente en su memoria como el día en que perdieron sus tierras y
su hogar.

Estas familias llevan casi 14 años aprendiendo a sobrevivir lejos del campo, aprendiendo a subsistir de
una manera diferente.

Hoy estamos aquí reunidos para decirles a muchas de esas familias desplazadas de Mapiripán –y
también a las de San José del Guaviare, a las de Puerto Rico, Vista Hermosa, Cumaribo, Tame y tantos
otros pueblos de la Orinoquía– que volverán a tener tierra, que volverán a ser dueños de su destino.

¡Para eso estamos aquí!

Para cumplir esa deuda que tenemos con miles de familias de la Orinoquía que, de una u otra forma,
han repetido esta historia de desplazamiento forzado.

Y hemos escogido la finca Carimagua, este lugar tan significativo, para hacer realidad ese compromiso
que asumí el día de mi posesión:

‘Defenderemos al campesino colombiano, lo convertiremos en empresario, lo apoyaremos con


tecnología y créditos, para hacer que cada uno sea un próspero Juan Valdez’.

¿Qué quería decir con esa afirmación? Que queremos que los campesinos vuelvan a recuperar sus
tierras; los que las tienen, que las puedan explotar bien, para poder vivir dignamente con productos que,
inclusive, pueden ser de exportación.

Por eso venimos a entregar este vasto terreno de aproximadamente 17 mil hectáreas a quinientas
familias campesinas desplazadas.

¡Aquí empieza la verdadera revolución de la tierra!

¡La revolución buena! ¡La que se hace con voluntad política y al lado de la ley, y no con armas, muerte y
violencia!

Estamos sembrando la semilla del retorno, la semilla de muchos proyectos productivos que –estoy
seguro– florecerán y se convertirán en una gran empresa.

Los nuevos propietarios de este campo sembrarán aquí cultivos de arroz, maíz y soya, con una visión
de cadena productiva, desde la agricultura hasta la producción de proteína animal.

Imagínense cuando aquí esté creciendo la palma africana, el caucho, el marañón. Me dieron ahí una
muestra de la calidad del marañón; una maravilla de marañón, ahí está uno viendo lo que puede
producir; o el sorgo dulce

Será un campo pujante y productivo, porque todos esos procesos de siembra estarán acompañados de
estrategias de desarrollo tecnológico que les van a permitir a nuestros campesinos desarrollar sistemas
de producción competitivos.

Ese es nuestro objetivo, esa es nuestra ambición. No solo que podamos darles tierra, sino que les
brindemos todas las herramientas para que puedan convertirlas en unidades productivas con vocación
empresarial.

De eso se trata este plan: no sólo de tierras, sino también de acompañamiento y orientación para la
generación de proyectos productivos, así como de seguridad para poder llevarlos a cabo.

Las más de quinientas familias que reciben las 17 mil hectáreas firmarán varios convenios con
empresas privadas, incluyendo un convenio con Indupalma, que las va a acompañar y a asesorar para
crear cooperativas de desarrollo asociado.

Pesar por la muerte de don Carlos Haime

Infortunadamente, el Presidente de Indupalma tuvo una dificultad con su avión y no pudo venir el día de
hoy. Me hubiera gustado que estuviera aquí, porque este es un hecho histórico.

Pero además, para darle a él y a la familia de don Carlos Haime, que en este momento están enterrando
en Bogotá, nuestras más sentidas condolencias por la muerte de este gran ciudadano colombiano.

Carlos Haime es el ejemplo de un empresario exitoso, pero de un empresario con responsabilidad


social, con un tremendo amor por su Patria; que fue sembrando a través de su vida obras
importantísimas que hoy están dando un altísimo rendimiento social en el país.

La Fundación Santa Fe; fue gran aportante.

E Indupalma tiene un propósito, aparte de su negocio normal. Es ayudar a los campesinos en proyectos
asociativos, ayudarlos con la tecnología, con el crédito, comprándoles sus cosechas y volviendo realidad
eso que decía Juan Camilo (Restrepo, Ministro de Agricultura), y es el gran empresario al lado del
pequeño campesino, produciendo riqueza.

Y se van a establecer también alianzas con Fedegán para desarrollar un proyecto productivo ganadero
con innovación tecnológica y esquemas silvopastoriles.

Aquí se va a replicar el modelo que ya existe en el Magdalena Medio.

La tierra será de los campesinos, pero la empresa privada trabajará con ellos para desarrollar procesos
exitosos.

¡Ese es el complemento que queremos ver entre los grandes empresarios agroindustriales y los
pequeños campesinos!

Eso es histórico. Y nuestro sueño es que esto se pueda multiplicar por todo el país. Ese tipo de
asociaciones que van a comenzar aquí en Carimagua y que ya en algunas zonas del país está teniendo
un resultado realmente espectacular; algunos proyectos en la costa, que entre otros, Indupalma también
ha desarrollado.

¡Qué magnífico avance el que hoy presenciamos en Carimagua!

Pero esto no es todo.

Ésta es apenas una parte de la gran apuesta de nuestro gobierno por el Desarrollo Rural, Agropecuario
y Tecnológico de la región de la Orinoquia.

Esta región –la más extensa del país en territorio– tiene un área superior a la de toda Alemania, con lo
que podemos hacernos una idea de su importancia.

Y su potencial agrícola es muy amplio, lo que nos permitirá avanzar en ese sueño que tenemos de
convertir a Colombia en un gran exportador de alimentos.

Qué bueno saber que con este Plan de la Orinoquía aprovecharemos más la tierra, pues actualmente,
en nuestro país, sólo estamos utilizando una cuarta parte –algo así como 5 millones de hectáreas– de
los 21 millones de hectáreas de tierra cultivable que tenemos.

Despega locomotora del agro en medio de crisis mundial

Con el plan que lanzamos hoy pondremos a rodar a todo vapor a la locomotora del agro, que, sin duda,
acelerará el desarrollo sostenible del país.

Y lo hacemos en un momento muy oportuno. Hablábamos con el Ministro de Agricultura, esta es la


última edición de la revista The Economist, tal vez la revista más prestigiosa del mundo.

Tiene un informe especial sobre el futuro de los alimentos en el mundo. Y ahí nos describe el panorama
que está viviendo el mundo. Que hoy también salió publicada otra noticia en un periódico en Bogotá, el
periódico Portafolio. Decía que la FAO había señalado ayer que los precios de los alimentos están en el
punto más alto de su historia, pero que esos precios, en lugar de bajar, como suele suceder, van a
seguir subiendo porque la demanda está creciendo en una forma exponencial.

Y este informe dice que en los próximos años, en las próximas décadas, el mundo se va a tener que
acostumbrar al mundo que hoy tenemos más tres ‘Indias’ más. Es decir, que de 7 billones de habitantes,
vamos a tener que alimentar 9 billones.

Y se pregunta el informe: ¿de dónde va a salir esa producción de alimentos? Y son muy pocos los
países que tienen la capacidad de ampliar su frontera agrícola, uno de ellos es Colombia y estamos en
la región donde eso se va a poder hacer. Pero no son muchos los países que tienen ese privilegio.

Y dice la revista y el informe: la única forma de evitar un verdadero desastre en materia de oferta de
alimentos es que en el mundo vuelva a producirse lo que llaman la revolución verde, que incrementó en
forma muy importante la producción de alimentos.

Por eso miren lo importante de lo que estamos haciendo aquí hoy. Estamos en medio de la Orinoquía,
que es donde podemos aumentar nuestra frontera agrícola. Estamos en el centro de investigación que
tenemos más importante parta poder aumentar la productividad de nuestra agricultura, de nuestros
alimentos, de la producción de alimentos.

Y estamos entregándoles a los campesinos la tierra para que puedan aprovechar esa coyuntura
mundial.

Por eso para mí es bien satisfactorio este evento del día de hoy. Porque conjuga todo lo que tenemos
nosotros por delante, la inmensa oportunidad que tenemos para convertir finalmente nuestras zonas
rurales en verdaderos motores del desarrollo en lugar de mantenerlos como reductos de pobreza y de
violencia.

Tres frentes de acción

Y para que esto sea posible, hemos desarrollado una política basada en tres frentes de acción:

El primero, un gran desarrollo agropecuario tecnológico sostenible, amigable con el medio ambiente,
porque como lo decía el Ministro de Agricultura, no podemos cometer el error que hemos cometido de ir
a contrapelo de lo que la naturaleza nos pide y nos exige.

Porque parte también de nuestra, la riqueza colombiana, es nuestro medio ambiente, nuestra agua. Las
fuentes de agua en Colombia son cada vez más cotizadas en el mundo, porque es otro bien que se está
desapareciendo.

Los futurólogos de las guerras dicen que la próxima guerra va a ser por agua. Y nosotros tenemos el
privilegio de tener mucha agua. Pero la tenemos que cuidar, la tenemos que cuidar y aprovechar en la
mejor forma posible.

Segundo, la implementación de novedosas figuras para el fomento del desarrollo rural –ya lo
mencionaba el doctor Juan Camilo Restrepo–, por ejemplo flexibilizando la Unidad Agrícola Familiar –
UAF–.

Como ustedes saben, existen unas restricciones importantes en la cantidad de tierra que puede tener
una persona.

Y queremos modificar esas restricciones para permitir que estas tierras se puedan aprovechar para las
economías de escala.

Y tercero, vamos a seguir tomando medidas para la resolución de los conflictos sobre las tierras,
incluyendo el acceso y la formalización de la propiedad.

Este último es un punto absolutamente crucial dentro de nuestra política de tierras.

Contra tierras usurpadas

Recientemente me referí a un informe que me dio el Superintendente de Notariado y Registro, el doctor


Jorge Enrique Vélez, sobre la gran corrupción en el tema de usurpación de tierras baldías, que
pertenecen al Estado, es decir, a todos los colombianos.

Apenas se han revisado diez oficinas de registro de las 192 que existen, y el balance de hectáreas
usurpadas se acerca a las 150 mil.

¡150 mil! ¡Y hasta ahora está comenzando la revisión!

Es demasiada tierra la que los avivatos le han arrebatado al Estado, con tradiciones fraudulentas y toda
clase de artimañas.

Por eso vamos a actuar con toda la decisión, con toda la contundencia, para corregir estas situaciones.
Pero es necesario también hacer algunas precisiones:

Hay muchas formas de usurpar los baldíos: a través de falsas tradiciones, con figuras de testaferrato, o
mediante otro tipo de vericuetos legales, y no todas –no todas– implican complicidad o corrupción de los
notarios o los funcionarios de registro, muchos de los cuales nada tienen que ver con estas trampas.

Por otro lado, hay que aclarar que este proceso de usurpación no es una situación exclusiva de los
últimos años.

Fácilmente han sido más de dos décadas durante las cuales personas inescrupulosas han hecho su
agosto a costa del Estado.

Dentro de esas tierras apropiadas ilegalmente, ya hemos recuperado dos terrenos que vamos a
entregar a los campesinos y desplazados.

El primero, el predio conocido como Guaracú, que tiene 15 mil hectáreas de tierra y se encuentra,
precisamente, en Mapiripán.

En el 2009, mientras el Incoder estaba haciendo titulaciones a favor de campesinos de la región, la


entidad detectó que en el registro aparecía un particular como nuevo propietario.

Con la investigación se comprobó que estas tierras fueron apropiadas de forma irregular mediante la
alteración ilegal de instrumentos de notariado y registro, con la ayuda de varios funcionarios públicos del
municipio de San Martín.

El propietario que aparecía en los registros era un testaferro del extinto jefe de bandas criminales Pedro
Oliveiro Guerrero, alias ‘Cuchillo’, al que hemos llamado ‘el asesino de asesinos’, que cayó perseguido
por la contundente acción de nuestra Fuerza Pública.

Inmediatamente, la Superintendencia de Notariado y Registro revocó las inscripciones adulteradas y la


propiedad volvió a nombre de la Nación.

Doctor Germán Vargas (Ministro del Interior y de Justicia), ¿por qué no nos cuenta a todos, a los
colombianos y a los aquí presentes, cómo es ese proceso con que nos roban las tierras y cómo es que
ahora le vamos a entregar al doctor Juan Camilo Restrepo esas tierras para que se las devuelva a los
campesinos?

Creo que sería muy ilustrativo.


(…)

Por este caso ya existe un proceso penal muy avanzado en la Fiscalía de Villavicencio contra el notario
y el registrador de instrumentos públicos de San Martín.

Me complace mucho poder decir que lo que se obtuvo con violencia lo vamos a devolver a sus legítimos
propietarios usando los instrumentos de la justicia y de la ley.

Otro caso, aún más grave, sucedió en el Vichada.

Y digo más grave porque se trata de 35 mil hectáreas –la cuarta parte del área metropolitana de
Bogotá–, que fueron adjudicadas irregularmente.

Estas adjudicaciones fraudulentas se dieron en el 2006 a personas cercanas a un ex congresista de la


República.

En este caso, igual que en Mapiripán, las investigaciones que se han adelantado revelan presuntos
nexos de los beneficiarios ilegales de estas tierras con el paramilitarismo, específicamente con alias
‘Macaco’.

Afortunadamente, el Incoder ya logró la revocatoria de esas adjudicaciones y la recuperación de los


baldíos indebidamente ocupados.

Se cumple la meta de titulación

Gracias a estas acciones podemos disponer de estas tierras para titulárselas a campesinos y para
reubicar a las víctimas del desplazamiento.

Así que estos dos terrenos se suman a las 119.000 hectáreas que se han titulado en los últimos siete
meses en los seis departamentos de la Orinoquía.

Ésta es sólo una parte del plan de choque que nos hemos propuesto, de titular 378 mil hectáreas antes
de mayo.

Ya hemos cumplido tres cuartas partes de la meta, es decir, hemos titulado hasta la fecha más de 290
mil hectáreas, que incluyen resguardos indígenas y titulaciones colectivas a comunidades
afrocolombianas.

¡Van hasta ahora cerca de 40 mil familias beneficiadas!

Nuestro propósito es seguir alcanzando buenos resultados que permitan el acceso de nuestros
campesinos a la propiedad de la tierra.

Pero no solamente a campesinos, sino también –como lo acabamos de mencionar– a las minorías
étnicas.

A las comunidades indígenas, por ejemplo, las hemos tenido en cuenta en este plan de la Orinoquía,
ampliando los resguardos indígenas de las comunidades de El Tigre, Turpial y la Victoria, en el
departamento del Meta, con una extensión superior a las 19 mil hectáreas.

Con esto, queremos dejarle claro el mensaje a los violentos y a los usurpadores de tierras.

Así como lo hicimos en Meta y Vichada, así como lo hicimos en el Vichada, seguiremos sacando a los
bandidos de esos territorios que no les corresponden.

Y bandidos hay de todo tipo. Aquí hay paramilitares, ex congresistas corruptos, y quiero hacer aquí una
advertencia en forma general. No podemos generalizar, hay gente corrupta en muchas instituciones. La
mayoría de los congresistas, me consta que son honestos. Pero vamos a ir es detrás de los corruptos,
con ellos no vamos a tener ninguna contemplación.

‘Mono Jojoy’ era un próspero terrateniente

Uno de los mayores usurpadores de tierras es la guerrilla. Aquí tengo unos correos que aparecieron en
el computador del ‘Mono Jojoy’. Y de acuerdo a estos correos, el Mono Jojoy’ era un bastante próspero
terrateniente.

Les voy a dar algunas informaciones. Uno de estos correos dice que alias el ‘Mono Jojoy’ en agosto del
2010 realizó un balance de las propiedades de las Farc en varios departamentos, entre ellos aquí en el
Meta. Y se contabilizaron un total de 48 mil 900 hectáreas de tierra a un costo de 65 mil millones de
pesos.

Hay correos específicos, uno que el propio Tirofijo’ le enviaba a los miembros del Secretariado en el año
2003.

Decía este correo: ‘Igual cosa nos ocurrió cuando en una de las conclusiones hablamos de crear las
condiciones para la tomas de dos departamentos, y con base en ello, comenzamos a comprar fincas
para ir creando una pequeña base económica. Esperanzados en dicho plan y aunque los
departamentos todavía no son una realidad, sí lo son las fincas como parte de un bien comienzo’.

Recuerdo cuanto estábamos ubicados por La Caucha, nos vimos obligados a comprar fincas y mulas
por la necesidad del momento. Las críticas de la población y de nosotros mismos no fueron pocas, por
comprar tantas tierras, porque según expertos en la materia, el Secretariado estaba convirtiéndose en
los nuevos latifundistas de la región’

Hoy saber que estas tierras están produciendo para el sostenimiento de los guerrilleros es increíble, por
la cercanía a la capital de la República, de acuerdo a la nueva situación que tenemos de confrontación.

Por tal motivo, cuando comenzamos las inversiones en máquinas, bulldozers, volquetas,
motoniveladoras, cargadoras, retros y carros, por todos estos lados se recibieron críticas de la población
y de algunos de nuestros mandos’ .

Y más adelante dice: ‘Hoy en asambleas, reuniones de mandos y balances han valorado y reconocido
que fue un acierto la inversión en la infraestructura señalada, incluidas las fincas’.

Después sigue y firma ’cordialmente, Manuel’ .

Después aparecen unas cifras. Este es uno de muchos correos que hay, donde está el inventario. Y
suma 65 mil millones de pesos, como les mencionaba; 48 mil 900 hectáreas de tierra, 66.595 animales,
26.500 reses y caballos. Tienen hasta inventariados los peces.

De manera que ellos también les vamos a quitar esa tierra, para devolvérsela a sus verdaderos dueños,
a los campesinos.

Mensaje a violentos y corruptos

Ni paramilitares, ni guerrilla, ni corruptos se van salvar de este proceso. Y que eso quede bastante claro.

También, como parte del proceso de formalización de la propiedad, seguiremos transfiriendo bienes
objeto de extinción de dominio de la Dirección Nacional de Estupefacientes al Incoder.

Casi 28.000 hectáreas en Arauca y Meta ya han sido trasladadas.

Si comprobamos que tienen vocación agrícola, también se las entregaremos a los desplazados.

El escritor ruso Isaac Asimov decía que ‘la violencia es el último recurso de los incompetentes’ .

Hoy quiero enviarles desde aquí un mensaje a los violentos.

Y decirles que ni con violencia, ni con intimidación, volverán a quitarle la tierra a los honestos.

Hay quienes dicen que la guerra en Colombia es una guerra de tierras.

Nuestra obsesión en el Gobierno es ponerle fin a esta guerra y luchar con toda la fuerza del Estado para
defender a los legítimos propietarios de las tierras.

¡Que tiemblen los que con violencia y corrupción se están apropiando de las tierras que no les
pertenecen! ¡Porque se las vamos a quitar!
Pero que sepan también los legítimos y pacíficos propietarios de tierras en Colombia:

Con la misma mano firme que quitaremos la tierra a los violentos, defenderemos los derechos de los
propietarios honestos.

La Ley de Víctimas y Tierras

Es nuestra obligación garantizar, proteger y defender el derecho a la propiedad. Y así lo estamos


haciendo.

En la ponencia de la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras que hoy cursa en el Senado hay
sanciones muy duras, de hasta 8 años de cárcel, para quienes quieran sacar provecho y hacerse pasar
por víctimas sin serlo, y para quienes se presten a ayudarlos.

Sea el momento para resaltar y agradecer el buen trabajo y la buena voluntad del Congreso de la
República, que ha entendido la trascendencia histórica de esta propuesta.

La ponencia que se radicó en el Senado no sólo lleva la firma de los integrantes de la mesa de Unidad,
sino también de los miembros de partidos de oposición, lo que ratifica el compromiso de toda una nación
con las víctimas, que no pueden ni deben esperar más.

Sólo por el camino de la unidad podremos llevar a cabo la gran revolución de la tierra que queremos
alcanzar en Colombia.

Una revolución en la que, además, podamos garantizar el derecho a exigir y a reclamar.

Protección a líderes

Con gran dolor debemos decir que, desde el 7 de agosto, al menos ocho líderes de tierras o
representantes de víctimas han sido asesinados.

Ésta es una situación que nos preocupa inmensamente y estamos comprometidos a resolverla cuanto
antes.

El Ministerio de Defensa está liderando el desarrollo y la implementación de un Modelo de Seguridad y


Protección para el Proceso de Restitución de Tierras.

Porque tenemos claro que no podemos permitir la ‘re-victimización’.

Para que esto no suceda, hemos creado un Centro Integrado de Inteligencia para la Restitución de
Tierras, que se instalará la próxima semana.

Este centro –en el que tendrán participación todos los organismos de inteligencia y la Fiscalía– permitirá
identificar, prevenir y contrarrestar hechos de violencia que afecten este proceso.

Allí se detectarán los sitios de mayor riesgo, lo que nos permitirá diseñar estrategias efectivas para
brindar seguridad y protección en los procesos de restitución.

Si logramos prevenir los asesinatos de líderes que exigen reparación y seguimos por el camino que
llevamos en la restitución, dejaremos sin argumentos a los que se ufanan de luchar por las tierras
generando violencia y desplazamiento.

Porque la verdadera revolución no la hacen los que asesinan, los que secuestran, los que siembran
minas y hacen explotar bombas.

La verdadera revolución la estamos haciendo nosotros: los honestos, los pacíficos, los justos.

Basta con aplicar la ley, con voluntad y firmeza.

Y voy más allá: la reforma agraria que tanto se ha pedido en el país la podemos hacer hoy desde el
Estado con el trabajo integrado de unas pocas instituciones: de la Procuraduría, de la Fiscalía, del
Incoder, de la Superintendencia de Notariado y Registro, de la Dirección de Estupefacientes, del
Instituto Geográfico Agustín Codazzi, de los departamentos, que están muy interesados.
Cómo me complació oír que varios gobernadores están van a dedicar una plata que se ganaron en un
litigio, para la titulación de tierras.

¡Eso es compromiso! Eso es compromiso y eso es lo que nos alimenta ese optimismo que tenemos
sobre el futuro de este país. Unas pocas entidades, unos gobernadores valerosos, juntos pueden hacer
la verdadera reforma agraria.

Sea el momento para hacer un reconocimiento especial al doctor Juan Camilo Restrepo y al doctor Juan
Manuel Ospina (Director del Incoder), mi tocayo, y a todos los funcionarios que, con tanta pasión y tanto
compromiso, han asumido esta labor histórica.

Juntos, con el apoyo nuestro, del Ministerio del Interior, por supuesto del Presidente y de todo el
Gobierno, vamos a llevar adelante la gran revolución de la tierra, ¡UNA REVOLUCIÓN QUE NO TIENE
REVERSA!

Le he dicho al país, les he dicho a mis amigos los congresistas, les he dicho a todos quienes tienen que
ver con este proceso de reparación de víctimas y restitución de tierras, y lo repito hoy aquí ante ustedes,
en Carimagua:

Si logramos nuestro objetivo, si reparamos a las víctimas, si devolvemos las tierras a los campesinos
que la merecen –porque la trabajan con vocación y sudor–, ¡HABRÁ VALIDO LA PENA PARA MÍ SER
PRESIDENTE Y PARA TODOS HABERNOS EMPEÑADO EN ESTA TA

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el lanzamiento del


Proyecto de Reforma de la Educación Superior

Bogotá, 10 mar (SIG). “En 18 años todo cambia. Nada es igual.

Recuerden cómo era Colombia hace 18 años, con unas realidades económicas y de seguridad, muy
distintas a las actuales.

Ahora somos parte de ese grupo de países que proyectan mayor crecimiento para los próximos 10
años, que se denominan los CIVETS, además de que el Banco HSBC nos ubicó dentro de las 30
economías más grandes del mundo para el año 2050.

Estando en un país y un mundo en permanente evolución, es una necesidad –un deber– no sólo
adaptarse a los cambios, sino también estar siempre un paso adelante de ellos.

Ustedes –señores rectores– saben bien cómo han avanzado sus universidades en el mismo periodo de
tiempo, no sólo en cuanto a infraestructura y número de estudiantes, sino también en exigencia
académica y en la flexibilidad de sus programas, en la acreditación.

Hace 18 años yo estaba en el Ministerio de Comercio Exterior, antes estaba como miembro del Consejo
Superior de la Universidad de los Andres, con el doctor Angulo –que aquí está presente- y hoy es un
mundo muy diferente y una universidad muy diferente.

Allá me acuerdo cómo analizábamos y cómo se tomaron decisiones que trascendieron muchísimo en la
calidad de la universidad y que también después vimos cómo evolucionó el país.

Y fue hace algo más de 18 años cuando –apenas un año después de haberse expedido la Constitución
de 1991– se promulgó la Ley 30 sobre el servicio público de la Educación Superior.

Esta ley –sin duda–ha permitido el desarrollo de la educación superior que hoy tenemos, pero también
tenemos que estar de acuerdo en que fue elaborada para unos desafíos distintos a los actuales.

En las últimas dos décadas se masificó Internet, y ahora las tecnologías de la información son parte
esencial de la vida de quienes ingresan hoy a la Educación Superior.

Hace 18 años, por ejemplo, apenas se estaba hablando en este país del celular, de la
internacionalización de la economía, de la globalización como un elemento importante para la
educación.
Pero al mismo tiempo, 18 años después de esa Ley, constatamos situaciones preocupantes:

En los últimos 10 años, más de 3 millones 200 mil jóvenes bachilleres no ingresaron a la educación
superior o desertaron.

En consecuencia, muchos salieron prematuramente al mercado laboral, generalmente sin éxito.

Esto tiene repercusiones en la economía, pues significa una enorme presión sobre el empleo.

De hecho, la mayor tasa de desempleo está entre los jóvenes de 17 a 24 años, allí el promedio es casi
el doble que el promedio nacional.

Por eso, se los digo sin rodeos: la Ley 30 de 1992 –con los beneficios que trajo en su momento– no se
ajusta a los desafíos que hoy tenemos por delante.

Si de veras queremos dar el salto al desarrollo, ser la promesa cumplida de los CIVETS o hacer realidad
los pronósticos del Banco HSBC, necesitamos un sistema de Educación Superior acorde con nuestras
realidades, con nuestras metas y con el mundo de hoy.

De hecho, para ingresar a la OCDE –esa organización de países con buenas prácticas a la que estamos
postulando–, debemos mostrar, por ejemplo, mejores indicadores en cuanto a formación académica.

Hemos venido mejorando en educación básica, llegando a un buen nivel de cobertura de casi el 100%
-y eso hay que abonárselo al gobierno del (ex) Presidente Uribe, ahí se hizo un esfuerzo realmente
importante- y trabajamos duro para subir la cobertura de la educación media.

Creemos, además, en nuestro gobierno, que la educación de nuestros niños y jóvenes corresponde a
los rieles de las cinco locomotoras que nos llevarán hacia la Prosperidad Democrática.

Por eso estamos decididos a trabajar en este cuatrienio con énfasis en un objetivo inaplazable –eso con
la Ministra lo hemos discutido muchísimas veces- le he dicho que hay que adoptar ese mantra: la
calidad educativa, manteniendo y mejorando los niveles de cobertura.

Pero también debemos trabajar para que esos jóvenes que se gradúan de bachilleres, continúen su
formación y no detengan ese proceso en el colegio o deserten a mitad de camino.

No podemos conformarnos con este cuello de botella.

No es posible que el país y las familias se esfuercen por graduar a sus jóvenes como bachilleres, para
luego dejarlos sin mayores oportunidades.

Sé que es un reto difícil, un reto que tenemos, y que espero, podamos cumplir.

Tenemos que ser capaces de generar una mayor oferta de instituciones y programas de educación
superior que garanticen excelente calidad y acceso a los jóvenes pobres.

En la campaña recorrí mucho este país, y tal vez de los momentos donde la gente más respondía era a
la oferta de romper ese cuello de botella.

Ustedes vieron a las madres de Familias en Acción. Todas las madres lo que le dicen a uno hoy es: ‘Por
favor Presidente, déle oportunidades a mis hijos para que después de graduarse del colegio –después
de mucho esfuerzo- puedan continuar con su educación superior’.

Y ese cuello de botella, además, tiene un ingrediente que agrava el problema y es que la educación del
bachillerato no es una educación para el trabajo.

La persona que no puede continuar la educación superior no sabe trabajar, y por eso entran a engrosar
las filas del desempleo, a engrosar las filas de las bandas criminales, del narcotráfico, de la violencia.

Por difícil que parezca, es un desafío que no podemos aplazar.

Para nuestra propuesta de reforma a la Ley 30 de Educación, la Ministra y todo su equipo consultó
muchos estudios e hizo muchas investigaciones a nivel nacional.
También revisaron experiencias internacionales sobre cobertura, sobre calidad, sobre
internacionalización, sobre equidad y sobre el posicionamiento de la educación como el motor de todas
las transformaciones sociales.

Pero no queremos, ni podemos, hacer esta reforma solos.

Ustedes están acá, como representantes de la Educación, porque hoy iniciamos un proceso de
discusión colectiva en talleres y mesas de trabajo regionales.

Queremos escuchar las voces de los rectores, de los profesores, de los estudiantes y de los padres de
familias.

Queremos escuchar al sector productivo, y que hablen también los jóvenes que no han tenido acceso a
la educación superior y sus padres.

También queremos conocer la experiencia internacional, para lo cual el Ministerio organizará en abril un
foro Internacional con invitados de primer orden, que compartirán las lecciones aprendidas en sus
países.

La idea es que –de la mano de todos ustedes– presentemos al Congreso un proyecto de reforma
visionario y pragmático.

Porque una reforma tan importante requiere de una discusión amplia y pública.

Siempre he sido un convencido de que la concertación y la discusión enriquece la calidad de las


políticas públicas, y sobre todo de una política pública tan importante, tan trascendental para el futuro de
nuestro país como es su educación superior.

El objetivo es sembrar y cultivar una generación productiva, jóvenes que reciban conocimientos y
competencias útiles, de acuerdo a lo que demandan los sectores público y privado.

En Colombia –por ejemplo– el 65 por ciento de la educación superior es universitaria y el 35 por ciento
es técnica.

Esa proporción es a la inversa en países desarrollados, y nosotros quisiéramos al menos dejar al final
de este gobierno esa relación en 55-45, avanzando hacia una situación ideal de paridad.

El propósito es tener más colombianos que –además de tener una formación académica de calidad–
ingresen exitosamente al mercado laboral o inicien sus propios emprendimientos.

También, buscamos consolidar una educación sintonizada con la realidad del país y con las tendencias
internacionales.

Debe quedar muy claro que el proyecto de ley respeta y –más aún– fortalece el principio de autonomía
universitaria.

No vamos a debilitar ese principio, y en eso tienen mi palabra.

Hecha esa aclaración, quiero contarles los cuatro objetivos de este proyecto de ley, que estamos
poniendo a su consideración.

El primero –ya lo he dicho– es promover mayor calidad.

Planteamos incentivos a la buena calidad y a procesos de acreditación, así como al fomento de


investigación e innovación.

Precisamente, el 10 por ciento de las regalías –según la reforma que está en trámite en el Congreso–
será invertido en programas regionales de ciencia y tecnología.

Desde hoy los invito, señores rectores, a pensar en proyectos de ciencia y tecnología que fortalezcan la
investigación y la innovación de sus instituciones e impacten el desarrollo regional.

El segundo objetivo de esta reforma es generar condiciones para que más colombianos se gradúen de
la educación superior.

Para esto se necesita plata –y mucha–.

Albert Einstein dijo alguna vez: “Si la educación te parece cara, prueba con la ignorancia”.

Los recursos públicos son limitados y debemos ser muy ingeniosos para ampliar las fuentes de recursos
del sector.

Prevemos mantener la base presupuestal de las Instituciones de Educación Superior públicas,


adicionando un aumento porcentual escalonado, dirigido a mejorar la calidad, la formación docente, la
investigación y el aumento de cobertura con énfasis regional.

Es decir, además de la base presupuestal y del ajuste natural por cuenta de la inflación, el Estado
otorgará un 1 por ciento adicional en 2012; un 2 por ciento en 2013, y un 3 por ciento entre 2014 y 2019,
premiando resultados y buenos indicadores de desempeño.

También le inyectaremos a la educación superior pública, no sólo aportes del Estado, sino Alianzas
Público-Privadas.

La educación pública –si quiere ser competitiva– no puede negarse a la posibilidad de tener fuentes de
inversión privada.

Y eso –que quede claro– no significa privatizar, sino invertir.

Desde ya quiero evitar malos entendidos.

Lo que estamos proponiendo busca –simple y llanamente– que el sector privado se meta la mano al
bolsillo en beneficio de la educación superior pública –y en alianza con ella–, sin que eso represente un
sólo peso de costo adicional para el estudiante.

¡Todo lo contrario! Los beneficios de las alianzas público-privadas mejorarán la calidad de la formación y
la investigación.

Serán negocios en los que todos ganan, como ha pasado en Corea, China, Irlanda, Estados Unidos o –
para no ir muy lejos– en los Parques Tecnológicos Universitarios de Brasil.

Y para las instituciones privadas también tenemos una propuesta: mayor inversión.

A las instituciones de educación superior se les ha exigido que sean sin ánimo de lucro, lo que ha
limitado las posibilidades de inversión privada en ellas.

Por eso proponemos crear instituciones de educación superior con ánimo de lucro.

Brasil es un ejemplo de cómo esta fórmula multiplica la cobertura:

¡En 12 años pasaron de 1’800.000 estudiantes a casi 6 millones!, teniendo un 75 por ciento de
instituciones con ánimo de lucro.

Estas instituciones –además– aportan recursos para los fondos de becas y de crédito que benefician a
los más pobres.

Hoy nuestro Ministerio de Hacienda y la DIAN estudian la viabilidad de un esquema similar, para que las
instituciones con ánimo de lucro reciban beneficios tributarios a cambio de aportes a los fondos de
becas de Icetex.

Otro ejemplo es Corea: allí financian la demanda mediante un sistema de crédito –otorgado por el sector
financiero con garantía parcial del Estado–, además de ofrecer estímulos y exenciones tributarias a las
instituciones de educación con ánimo de lucro.

En la misma China, bajo un régimen comunista, se ha pasado de dos millones de estudiantes a 26


millones en menos de 20 años, con una oferta privada –en los últimos 10 años– que alcanza al 20 por
ciento de los estudiantes.
En Colombia tenemos que entender, de una vez por todas, que no podemos anclarnos en el debate
perpetuo sobre si es válido o no que el sector privado invierta en la educación superior pública, mientras
otros países crean millones de cupos, mejoran su calidad y nos adelantan en la carrera de la
competitividad.

De acuerdo con nuestra propuesta, el esfuerzo conjunto entre el Estado y el sector privado podría
significar unos 2,4 billones de pesos adicionales para el sector en los próximos 3 años.

Esos recursos serían suficientes para que pasemos de alrededor de 1’600.000 estudiantes que hoy
están en procesos de formación de educación superior, a 2’200.000 estudiantes recibiendo educación
superior pertinente y de calidad, en el 2014.

¡Un aumento del 37 por ciento!

El proyecto de ley también fortalece al ICETEX.

Contempla la creación de un fondo que garantice el sostenimiento de estudiantes de bajos recursos –


promoviendo su permanencia– y destina recursos para mantener los subsidios de matrícula.

Este fondo también permitiría un pago diferido de los créditos subsidiados o del valor de la matrícula, de
tal manera que los estudiantes comiencen a pagarlos cuando se gradúen, cuando se vinculen al
mercado laboral y superen un umbral mínimo de ingreso.

Durante nuestra campaña insistimos mucho en que íbamos a dar prioridad a este sistema de becas-
crédito del Icetex, y me complace muchísimo decir que lo estamos haciendo, porque eso va a romper el
cuello de botella del que estábamos hablando.

Precisamente, hace algo más de un mes, en el Foro que convocó el Partido de la U sobre el tema de la
educación –en el que siempre ha mantenido una importante iniciativa– nos comprometimos a trabajar
para que los intereses sean cada vez más bajos y para hacer del sistema de becas-crédito una
herramienta para aumentar la cobertura y estimular el buen rendimiento académico.

Y no se quedó en palabras este compromiso ¡Ya comenzamos!

Como muchos de ustedes saben, redujimos la tasa de interés –del 16 por ciento al 4 por ciento anual en
época de estudio– y determinamos condonar el 25 por ciento de la deuda para graduados del Sisbén 1 y
2.

Hoy proponemos –además– ampliar la condonación hasta un ciento por ciento a aquellos estudiantes
que obtengan los mejores resultados en la pruebas SABER-PRO.

Por otra parte, las instituciones de educación superior podrán financiar sus proyectos de expansión y
mejoramiento con créditos de FINDETER, con respaldo de sus obligaciones a través de un fondo de
garantías.

Un tercer objetivo de esta ley es adecuar el Sistema de Educación Superior con la realidad nacional y
armonizarlo con las tendencias regionales e internacionales.

Es decir, la educación superior debe ser útil y pertinente para las regiones del país, y también para
cumplir con los estándares internacionales como los que establece la OCDE.

En el plano regional servirá para la distribución de recursos adicionales y escalonados de cada año –
como les comenté antes–.

Proponemos crear Comités Departamentales de Educación Superior –con la participación de las


Secretarias de Educación– como instancias de coordinación a nivel regional.

Después de todo, las regiones son las que pueden determinar el tipo de capital humano que requieren y
demandan.

En el plano de la internacionalización, nuestra propuesta facilita la movilidad de estudiantes, profesores


e investigadores, así como su participación en redes académicas.
También promueve la internacionalización del currículo y de nuestro sistema de calidad, para que
nuestros profesionales tengan las puertas abiertas en muchos otros países.

Como cuarto y último objetivo, el proyecto de ley contiene un capítulo específico de Transparencia y
Buen Gobierno.

Con él buscamos promover criterios de gobernabilidad que combinen la autonomía institucional y la


responsabilidad pública.

También se exige la rendición de cuentas, para que la sociedad y el Estado reciban información veraz y
oportuna de los recursos recibidos por las instituciones –tanto del Estado como de la sociedad en
general– y las metas alcanzadas con estos recursos.

En suma, nuestra propuesta se basa en cuatro pilares:

Promover la calidad y la investigación; aumentar los recursos para la educación superior, incluyendo el
capital privado; tener una educación pertinente en lo regional y competitiva en lo internacional, y
garantizar una gestión educativa basada en el buen gobierno.

Cito siempre una frase del Libertador Simón Bolívar, que nos puede dar una idea del inmenso reto que
asumimos hoy, y que no es sólo del Gobierno sino de todo el sector educativo:

Decía Bolívar: “Las naciones marchan hacia su grandeza al mismo paso que avanza su educación”.

De manera que los invito, señores rectores, a considerar a fondo esta propuesta que permitirá traer más
recursos públicos y privados al sector.

Con ellos podremos mejorar la calidad de nuestras instituciones, la calidad de nuestros programas, y
hacerlos asequibles a más jóvenes.

Los profesores tendrán mejores oportunidades de continuar con su formación, de investigar y tener un
mayor contacto con los sectores sociales y productivos, a través de las alianzas público-privadas, así
como mayor movilidad y posibilidades de trabajo en redes y en grupos internacionales.

Invito también a los padres de familia para que trabajemos unidos en esta propuesta que les dará a
nuestros hijos una excelente formación, al alcance del bolsillo de todos.

Finalmente hago un llamado al sector productivo para que se involucre, como una manera de ser
responsables directos de la formación de nuestro recurso humano.

La formación de esta generación –y de las siguientes– debe ser un motivo de Unidad Nacional.

Se trata de trabajar juntos para darles a los jóvenes un proceso de formación sostenido, sin que tengan
que abandonarlo a mitad de camino.

Pensemos en esto: hace 8 años se graduaron poco más de 400 mil bachilleres, el año pasado fueron
620 mil y para el 2014 alcanzarán casi 780 mil.

A ellos –y a los que vienen cada año–, debemos garantizarles su tránsito por la educación técnica o
universitaria.

Por eso invito a toda la sociedad a que nos acompañe, con entusiasmo, con determinación, en este
camino de reforma de la educación superior.

Las nuevas generaciones de estudiantes merecen una nueva Ley de Educación Superior:

Una ley que los ayude a formarse en un mundo nuevo, en un mundo del siglo XXI, una ley que les
permita –como decía Bolívar– marchar hacia la grandeza personal y hacia la grandeza de nuestra
nación.

Muchas gracias”.
Palabras del Presidente Santos en la inauguración del establecimiento
de reclusión ‘Las Heliconias’

Florencia, Caquetá, 11 mar (SIG). “Primero que todo quisiera enviarles a los japoneses, a nombre de
todos los colombianos, nuestra solidaridad por estos momentos difíciles que están teniendo a raíz del
terremoto y el tsunami.

Las imágenes en televisión son muy conmovedoras. No sabemos cuántas víctimas hay, van creciendo
cada vez más; y por eso enviamos al Japón nuestra solidaridad y los acompañamos de todo corazón, y
les ofrecemos la ayuda que nosotros podemos darles desde aquí, desde nuestro país.

Este terremoto ha sido uno de los más violentos que ha tenido la historia de nuestro planeta. Ha
producido un tsunami y eso tiene repercusiones en todo el Mar Pacífico. Mar Pacífico que nos toca aquí
a los colombianos.

Hasta el momento lo que se ha hecho es lo que el manual nos impone.

Se activaron los sistemas de dirección y alerta por los tsunamis, que queda en Cali; se activaron los
comités locales para la prevención y atención de desastres en 16 municipios costeros; se impartió una
restricción para los bañistas, para los pescadores, para las embarcaciones menores en las zonas
costeras en el Pacífico. Cada dos horas se está actualizando la información, la Dimar (Dirección General
Marítima) está pendiente de ir midiendo qué está sucediendo en el Mar Pacífico.

Todas las entidades que tienen que ver con este fenómeno están en alerta.

Me dicen los expertos que lo más probable es que aquí no suceda mayor cosa. Puede elevarse en algo
el nivel del mar a eso de las 7:00 de la noche, pero en estos fenómenos nunca se sabe y son
impredecibles, y por eso vamos a estar alertas sin generar una alarma, pero sí vamos a estar alertas.

Y lo único que les pido a todos nuestros compatriotas que viven en la Costa Pacífica es que estén
pendientes de la información que el Gobierno les quiera dar, porque si hay algo que se deba hacer –y la
mayoría de los habitantes de la Costa Pacífica han hecho algún tipo de entrenamiento y saben más o
menos qué hay hacer- si hay que iniciar un proceso, un dispositivo, pues que estén alertas,
simplemente, para prevenir cualquier desastre.

Pero, repito, por ahora la situación es simplemente de estar alertas. No hay por qué alarmarse, porque
aparentemente a nosotros aquí en Colombia no nos va a afectar en mayor medida.

Qué bueno estar aquí, en este lindo departamento que tanto visité cuando estuve de Ministro de
Defensa, también como Ministro de Hacienda, y para una ocasión tan grata como es la inauguración de
este centro carcelario y de los otros eventos que ya se han anunciado y que vamos a protocolarizar el
día de hoy: para la construcción de mil viviendas de interés social y también este proyecto productivo,
que es algo que queremos nosotros.

Y vengo un día después de que estuvieran aquí el jefe de Planeación, el Director de Planeación, el
doctor Hernando José Gómez, el Ministro de Defensa (Rodrigo Rivera), con varios funcionarios que de
común acuerdo con los representantes y varias personas que representan el departamento, hicieron un
repaso del Plan de Desarrollo.

Créanme que en ese Plan de Desarrollo, y con esta reforma que estamos haciendo en las regalías y con
todo lo que tenemos en mente, el departamento del Caquetá va a salir muy beneficiado.

Yo le pregunté esta mañana al Director de Planeación cómo había sido ese diálogo. Me dijo que había
sido un diálogo muy productivo, y nuestro interés es que este departamento en estos próximos cuatro
años realmente tenga un impulso importante en su desarrollo. Tiene la potencialidad, tiene lo mejor que
tiene este departamento y que es lo mejor que tiene Colombia: su gente.

Y tiene una serie de oportunidades que nosotros vamos a potencializar para darle ese salto en el
desarrollo al departamento del Caquetá.

Y hoy estamos inaugurando este centro carcelario, que le agradezco mucho sus palabras, señor
Gobernador (del Caquetá, Germán Medina) y su agradecimiento; nuestros ministros están para eso,
para atender a los gobernadores y a todos los ciudadanos, ellos están simplemente cumpliendo con su
deber.

El espíritu de este Gobierno es el de servicio, servirles a los ciudadanos, de manera que no nos
agradezca porque simplemente estamos cumpliendo con nuestro deber. Exíjannos más, exíjanos más
que lo que queremos es servir más.

Pero si a alguien hay que agradecerle es al Presidente (Álvaro) Uribe, que fue quien inició esta obra. Yo
estoy recogiendo los frutos, pero los aplausos los debe tener el Presidente Uribe.

Y quisiera referirme al Presidente Uribe y al Gobierno del Presidente Uribe, al cual tuve el inmenso
honor de pertenecer.

En este momento lo que estamos haciendo es lo que prometimos en la campaña: cuidarle el legado al
Presidente Uribe, a su Gobierno, cuidarle sus tres huevitos y se los estamos cuidando bastante bien.

En materia de Seguridad Democrática –que es uno de los huevitos preferidos del Presidente Uribe y uno
de mis huevitos preferidos- las cifras son contundentes. Las cifras en estos siete meses de Gobierno
muestran un descenso del homicidio, un descenso en la extorsión, un descenso en los delitos de
impacto que afectan la Seguridad Democrática, un descenso en el abigeato y un descenso en la
mayoría de delitos en general.

Ha bajado el homicidio, ha bajado el secuestro; el secuestro, por ejemplo, ha bajado 16 por ciento, la
extorsión 28 por ciento, aunque la extorsión yo a esas cifras no les creo mucho, porque lo que estoy
viendo es que la gente no está denunciando, y si no denuncia es porque no tiene confianza.

Y aquí quiero enviar un mensaje, aquí en el Caquetá y al resto del país: por favor denuncien, denuncien
la extorsión, que cuando se denuncia es uno de los delitos más fáciles de controlar y de capturar a los
responsables.

¿Cuando se denuncia cuál es, general Naranjo, la tasa de éxito?

Es del 97 por ciento, cuando se denuncia y hay colaboración de quien es víctima de la extorsión, el 97
por ciento de los casos son resueltos favorablemente.

Y ahí yo quisiera enviar un mensaje: tener confianza en las autoridades y denunciar la extorsión. Es la
única forma como podemos controlar ese delito.

Yo por eso digo que tengo ciertas dudas sobre las cifras en la extorsión, en ese delito, porque creo que
aquí lo que estamos viendo es una falta de denuncia. Pero por supuesto que nosotros tenemos que
atenernos a las cifras para ser consecuentes.

En materia de seguridad, la Seguridad Democrática, lo que estamos haciendo es continuando con esa
política y adaptándonos a unas nuevas circunstancias.

Los delincuentes se van cada vez más adaptando ellos a los procedimientos de las autoridades, y lo que
corresponde al Gobierno y a las autoridades es ir siempre un paso adelante. Y eso es lo que estamos
haciendo.

Las bandas criminales al servicio del narcotráfico están rehaciendo su estrategia. Nosotros tenemos que
ser lo suficientemente flexibles y efectivos para adaptarnos a esa nueva estrategia y ser cada vez más
efectivos.

Y estamos siendo cada vez más efectivos. La Policía, el número de capturados, por ejemplo de las
bandas criminales, ha venido creciendo en una forma impresionante.

Es más, el número de presos que hay en el país. Nunca antes habíamos tenido tantos presos. Hay 80
mil colombianos en las cárceles, y cerca de 19 mil con detención domiciliaria, o sea casi 100 mil. Eso
nunca lo habíamos visto.

¿Eso qué significa?


Que nuestras autoridades están siendo muy efectivas en capturar a esos delincuentes. Lo que tenemos
que hacer ahora es un gran esfuerzo en el proceso de los juicios y para que la justicia funcione, y
también hacer un gran esfuerzo para evitar ese número de presos.

Yo diría, ahora que vemos esta cárcel, que si algo me produciría a mí un gran placer, podría ser decirles
el día mañana que construimos un elefante blanco, que no hay suficientes presos para llenar esas
cárceles.

Es mucho mejor para una sociedad que no haya presos porque no hay delitos, en lugar de meter a los
delincuentes a la cárcel.

De ahí nuestro Plan de Desarrollo que tiene eso en mente también, ir disminuyendo el origen de los
delitos, desmantelando las bandas criminales, arrinconando cada vez más a las Farc y dándoles
oportunidades de trabajo a los desmovilizados, dándoles posibilidades de trabajo a los colombianos en
general.

De eso se trata un buen Plan de Desarrollo aquí o en cualquier país, y en eso estamos nosotros
comprometidos, pero mientras llegamos a ese estado de cosas –que sabemos que no se logra de la
noche a la mañana- pues la Seguridad Democrática, con toda su contundencia, no solamente va a
continuar sino que vamos a fortalecerla y la estamos fortaleciendo.

Ustedes lo han visto: los golpes contundentes que le hemos dado a las Farc, que seguiremos dándole,
los golpes contundentes que le hemos dado a las bandas criminales, que seguiremos dándoles. Tengan
la absoluta seguridad que ahí no vamos a bajar la guardia y vamos a ser cada vez más efectivos.

Repito, hay problemas, hay corto circuitos en el proceso de transición, de la adaptación que las
autoridades, que la Policía, que las Fuerzas Militares tienen que hacer a esas nuevas modalidades de
delito que estamos viendo cómo avanzan en el tiempo.

De manera que en materia de Seguridad Democrática yo creo que las cifras son contundentes pero el
mensaje es muy claro: ese huevito, Presidente Uribe, se lo estamos cuidando y se lo estamos cuidando
muy bien, y yo soy el primer interesado.

Fui parte de su equipo cuando lo fuimos haciendo, y por eso soy el más comprometido con cuidárselo.

El segundo huevito, el de la confianza inversionista, yo he seguido en cierta forma esa costumbre que
tenía el Presidente Uribe de recibir a los inversionistas, sobre todo a los extranjeros, de hacerlos sentir
en casa, de atraer su inversión.

Y las cifras así lo demuestran. La inversión extranjera solamente entre los meses de este año, enero y
febrero, aumentaron 60 por ciento frente al mismo periodo del año anterior.

Ahí tengan todos la seguridad de que parte de nuestro objetivo fundamental es el crecimiento de la
economía para generar empleo, y no puede haber crecimiento si no hay inversión.

La inversión la vamos a cuidar, la vamos cada vez a atraer más, porque sabemos que esa es la gasolina
con la cual las locomotoras y el motor del desarrollo avanza.

El tercer huevito, de la cohesión social. Ahí sí que ese huevito está más que bien cuidado. El empleo ha
venido subiendo mes tras mes en los últimos siete meses, el desempleo ha venido bajando, por
consiguiente, mes tras mes.

En nuestro Plan de Desarrollo, que le hemos presentado al Congreso, se plantea en materia de


inversión social crecer un 46 por ciento. Esa es la cifra de aumento de la inversión social.

Y todos los programas que estamos adelantando en materia de educación, en materia de primera
infancia, en materia de salud, en materia de distribución de tierras, en materia de reparación de
víctimas, en materia de atención a los desplazados.

Todas las políticas y las leyes que hemos presentado al Congreso tienen ese objetivo fundamental de
mejorar la situación social de nuestro país.

Por eso nuestro Plan de Desarrollo se resume en tres frases: más seguridad, más empleo y menos
pobreza. Y ese va a ser un objetivo prioritario para nosotros, focalizarnos en la pobreza extrema.

El próximo lunes vamos a lanzar desde el Chocó ese gran plan para disminuir la pobreza extrema en
este país, con objetivos concretos.

El Alto Consejero para la Prosperidad Social, Samuel Azout, ha venido trabajando estos últimos siete
meses con todo el mundo, para presentarle al país –y se va a presentar al país el lunes- un plan
coherente, con metas precisas, que nos permita decir en cuatro años que uno de los logros
fundamentales de nuestro Gobierno fue haber sacado un número muy importante, más de 300 mil
familias, de la pobreza extrema en este país.

De manera que ahí vamos, ahí vamos cuidando los huevitos, y también vamos avanzando en la
dirección correcta.

Por eso quiero decirles a quienes han querido en forma permanente sembrar cizaña entre el Presidente
Uribe y yo, que como dicen los billaristas, ‘tacan burro’. No van a poder sembrar cizaña.

Hay quienes dicen que porque denunciamos actos de corrupción estamos atacando al Gobierno
pasado.

¡Qué sofisma, qué sofisma!

Y el sofisma es cuando uno monta una teoría sobre bases falsas.

¿Y por qué es un sofisma?

Porque el Presidente Uribe –y yo puedo dar fe, personal de eso- es un hombre limpio, es un hombre
probo, es un hombre comprometido en la lucha contra la corrupción.

Y si algo le debe doler es que algunos funcionarios lo traicionaron, porque él siempre –y me consta-
estuvo pendiente de atacar la corrupción.

Por eso, quienes quieren en cierta forma politizar actos de la justicia, les digo: se equivocan.

La corrupción la vamos a combatir con toda la contundencia, pero que no nos mezclen ahora que si
descubrimos un acto de corrupción es algo contra el Gobierno pasado, porque entre otras cosas para mí
sería algo contra este servidor de ustedes. Eso no tiene ningún sentido.

Pero si encontramos situaciones de corrupción, que muchas veces –como lo dije ayer en Carimagua-
este fenómeno de utilizar las oficinas de registro para hacerse a los baldíos, quitarle la tierra o al Estado
o a los campesinos, eso lleva décadas, eso no se lo inventó el Gobierno pasado ni se lo inventó el
Presidente Uribe, todo lo contrario, lo combatió con toda la contundencia.

El caso de la Dirección Nacional de Estupefacientes, donde se han encontrado todo tipo de ilícitos.

Me consta a mí que el Presidente Uribe mandó investigar e intervenir esa Dirección Nacional de
Estupefacientes.

Él dijo: ‘Ahí me están diciendo que hay una situación de corrupción’.

No le hicieron caso o no le hicieron seguimiento a esa decisión.

Pero nadie puede decir que porque descubrimos algún tipo de ilícito en la Dirección Nacional de
Estupefacientes es porque estamos atacando, y mucho menos al Presidente Uribe, de quien –repito- me
consta que es una persona limpia, es una persona honesta, que siempre, cuando yo estuve de Ministro
de Defensa, estuvo pendiente de que las licitaciones se hicieran con toda la transparencia del caso.

Siempre me decía: ‘Ministro, a esa licitación póngale televisión, que todo el mundo esté pendiente’, y a
mí y a todos los demás Ministros.

De manera que vuelvan a ‘tacar burro’ quienes quieren tratar de politizar cuestiones que están hoy en
día en manos de la justicia.

Lo de las chuzadas. Yo lo repito una y otra vez: fui durante tres años responsable no de una, de cuatro
inteligencias que tenían la capacidad de chuzar: el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Policía,
nunca en esos tres años recibí la más mínima insinuación del Presidente de hacer algo indebido, nunca,
y puedo dar fe de eso.

Entonces pongamos los puntos sobre las ies de una vez por todas en esta discusión.

Y hay algo que el país debe tener cuenta y sobre el cual todos debemos tener cuidado, es caer en el
síndrome de la venganza de los condenados. La venganza de los condenados.

¿A qué me refiero?

Hay unos paramilitares que están en la cárcel, que ellos mismos dicen que se sintieron y se sienten
traicionados por el Gobierno anterior, traicionados por el Presidente Uribe, traicionados por el
Vicepresidente Santos, traicionados por el Ministro Sabas Pretelt.

Ellos ya no tienen nada qué perder y deberíamos tener por lo menos el cuidado de no darle tanta
importancia a acusaciones, muchas veces traídas de los cabellos, que hacen estos condenados, estos
delincuentes, porque eso es lo que son, están en la cárcel por delincuentes.

Entonces no caigamos en el síndrome de los condenados, que entre otras cosas, también ahora
recientemente quisieron manchar el nombre de la Corte Suprema de Justicia, acusándola de sobornos.

Hay que tener mucho cuidado en eso, porque ahí el móvil es muy claro.

No quiere decir esto que se desconozcan afirmaciones cuando existan pruebas. Y ahí en este período
en que estamos de nuestra historia hay que tener especial cuidado.

Les decía que para nosotros lo ideal sería que esta cárcel no se llenara como se está llenando
rápidamente, y que las demás cárceles que vamos a inaugurar, Ministro Vargas, en los próximos días,
en las próximas semanas –que sé que se van a llenar rápidamente- no tuvieran que llenarse.

Les decía eso porque realmente creo que si podemos ser efectivos en materia de seguridad, Seguridad
Democrática, y al mismo tiempo ser efectivos en los otros dos componentes del Plan de Desarrollo, de
la lucha contra la pobreza y la generación de empleo, eso se va a traducir a la larga en menos
delincuentes, menos presos.

Y ya el esfuerzo ha sido grande.

Si acabamos con el secuestro en forma definitiva, no va a haber un preso más por secuestro.

Si acabamos con el homicidio o lo seguimos reduciendo como se ha venido reduciendo, pues cada vez
va a haber menos gente condenada por homicidio.

Y así con el resto de los delitos.

Y ahí lo que les puedo decir es que por el momento va a haber más presos en el área de la corrupción.

Estamos adelantando unas investigaciones, estamos adelantando unas acciones en ciertos sectores
donde hemos descubierto una situación bastante compleja, bastante grave, con las entidades de
control, y el país en breve tiempo se va a enterar de una acción contundente en ese frente.

Y vuelvo y repito: en materia de lucha contra la corrupción no vamos a tener ninguna contemplación. Ahí
vamos con todo.

Y yo aprovecho la presencia de los amigos representantes.

Hace dos días se aprobó en la Comisión Primera de la Cámara, el Estatuto Anticorrupción. No le falta
sino el último debate en la Plenaria de la Cámara. Yo les pediría el inmenso favor de que lo aprobaran a
la mayor brevedad posible.

Eso nos va a dar muchos más instrumentos para que ese dinero que se roban los corruptos los
podamos invertir en proyectos como los que hoy hemos traído aquí. Ojalá no sean más cárceles sino
más vivienda social, más proyectos productivos, más tierra para los campesinos. Ese es el país que
queremos, ese el país con el que soñamos.

O sea que con el delito y con la inseguridad vamos con todo, para combatirlo en todas las formas, pero
también vamos con todo para que la parte social esté cada vez mejor.

Y hay un departamento donde las estrellas están alineadas, los astros están alineados –como creo que
están alineados con Colombia- que es este departamento del Caquetá. Es un departamento que ha
sufrido muchísimo la violencia, muchísimo, como pocos departamentos en el país, pero aquí haremos
un gran esfuerzo en ambos sentidos: en seguridad y en la parte social.

A eso hemos venido hoy, a decirles: estamos con ustedes y continuaremos con ustedes, para que
sientan que aquí hay un Gobierno que los va a apoyar.

Los señores representantes me conocen hace mucho tiempo, saben que conmigo pueden contar.

Conmigo es contar con este Gobierno.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Acuerdo para la


Prosperidad sobre fútbol

Bogotá, 12 mar (SIG). “Esta semana, como todas, ha sido también una semana intensa.

Quisiera nuevamente enviarle nuestra solidaridad al pueblo japonés. Cuando ve uno esas imágenes en
la televisión queda uno conmovido, uno de los terremotos más violentos en la historia del planeta.

Y que afortunadamente el balance frente a semejante tragedia uno podría decir que no es tan negativo.
Y no es tan negativo porque el Japón supo preparase para una eventualidad como la que hoy está
sufriendo.

Los japoneses tienen muchas virtudes y una de ellas es la disciplina, y gracias a esa disciplina y a la
preparación y a que construyeron los edificios con las especificaciones que correspondía, este
terremoto, este terrible terremoto no tuvo unas consecuencias todavía mucho más catastróficas.

Lo que hemos visto por supuesto que nos parte el corazón, pero todos los expertos dicen que dada la
magnitud del terremoto los daños no son tan grandes y que eso se debe a que Japón actúo
correctamente, se preparó correctamente y pudo afrontar ese desastre con menos daños de lo que
sucedía en otras circunstancias.

Creo que esa es la gran lección que nos deja hasta ahora este terremoto, esa tragedia, ese tsunami.

Y cuando uno se prepara y previene y reduce los riesgos, siempre los costos son menores.

Yo quiero aprovechar también para felicitar a los gobernadores de los departamentos que tienen costa
sobre el Pacífico, a todos los alcaldes de los municipios que tienen costa sobre el Pacífico, a los comités
regionales, a los funcionarios del Gobierno Nacional, a Luz Amanda Pulido (Directora de la Oficina de
Gestión del Riesgo), a los medios de comunicación, por la forma como aquí en Colombia se adelantó
esta alerta frente a las consecuencias del tsunami.

Desde las 3:00 de la mañana del día de ayer hasta el medio día, todos estaban reunidos, todos se
estaban comunicando entre ellos, comunicándole a la población. La población también reaccionó de una
forma impecable.

Se habían hecho algunos ejercicios de evacuación. Por ejemplo en Tumaco eso funcionó como un
relojito. Y la verdad que me sentí muy complacido con los informes que me dieron sobre la forma como
nosotros también reaccionamos frente a este tsunami.

Por fortuna no nos golpeó, no nos afectó. Cuatro olas llegaron a las costas colombianas, ninguna de
ellas superó los 50 centímetros, de manera que no tuvimos ninguna consecuencia qué lamentar, por
fortuna.
Pero sí me parece importante destacar la disciplina y la forma como toda la organización de prevención
de desastres, en este caso, funcionó adecuadamente.

Creo que esto es algo que es importante mantenerlo para otros casos. Lo que quiero resaltar en este
momento es que esa gran lección del Japón la debemos asimilar cada vez más, y tratar de mitigar los
riesgos, tratar de reducirlos. Y se pueden reducir los riesgos si hay colaboración si hay disciplina y si
podemos anticiparnos muchas veces a circunstancias difíciles.

Lo que me lleva nuevamente a reiterar un llamado que hemos hecho en repetidas ocasiones frente a la
ola invernal: ya comenzó nuevamente esa ola invernal, de pronto al final le voy a decir al doctor Ricardo
Lozano (Director del Ideam) que nuevamente le cuente al país este fenómeno de ‘La Niña’ cómo ya nos
está volviendo a afectar y de forma grave, y cómo esta ola invernal nos agarró sin tener muchas veces
los instrumentos para prevenir las consecuencias negativas.

Inclusive nos hemos visto enfrentados a situaciones como la siguiente: municipios o regiones que están
inundadas por la ola invernal que sufrimos al final del año, fue de tal magnitud esa ola invernal que las
aguas no lograron evacuarse, y al no lograrse evacuar entonces no podían comenzar las obras de
reparación, y ahora viene otra vez el agua.

En muchos casos no se ha podido hacer las obras porque el agua no se logró evacuar, y ahora viene
otra vez el invierno.

Por eso es tan importante que todos los alcaldes, todos los gobernadores, y por supuesto, los
funcionarios del Gobierno, el Gobierno Nacional, actuemos de forma coordinada y en forma rápida para
poder construir las obras y hacer las reparaciones del caso donde se pueda, donde se pueda para evitar
en la medida de lo posible –sabemos que no va a ser posible evitar los daños que nos va a causar-
todos los daños que nos va a causar la ola invernal que ya comenzó.

Pero sí es importante esa lección del Japón, para que en todos los municipios de Colombia, en todas las
ciudades de Colombia adoptemos esa mentalidad de prepararnos para lo peor, y si nos preparamos
para lo peor estoy seguro que nos va mucho mejor cuando venga alguna situación complicada.

En la semana iniciamos con el ejercicio que estamos haciendo en cada Ministerio, en el Ministerio de
Relaciones Exteriores. Nos reunimos con la Ministra, los directivos del Ministerio, trazando las metas
para estos cuatro años en materia de relaciones exteriores. Y la verdad, les dije a los funcionarios del
Ministerio que me sentía muy complacido con los avances que hemos logrado en estos siete meses en
el frente de nuestras relaciones exteriores.

Ya Colombia está siendo vista por el mundo entero como una nación con peso específico, estamos
actuando en forma muy proactiva en muchos escenarios, las relaciones con nuestros vecinos van por
muy buen camino.

Ayer estuvo la Canciller en el Ecuador, ustedes ya se enteraron de la noticia (la designación de María
Emma Mejía como Secretaria General de Unasur), que creo que es una noticia importante para las
relaciones exteriores de Colombia.

En Unasur hace unos meses éramos el ‘patito feo’, hoy somos Presidentes de Unasur, es un cambio
bastante abrupto pero muy positivo.

Y eso nos va a permitir jugar un papel importante en la región.

Unasur, como lo hemos dicho desde que adherimos a esa organización, no la vemos como una
organización excluyente con el sistema interamericano, sino más bien como un complemento.

Y la Presidencia de Unasur en manos de Colombia, de una colombiana como María Emma Mejía nos va
a permitir también promover aquellos aspectos de la región que para nosotros son muy importantes: la
integración entorno a la energía, a la biodiversidad, al cambio climático, al desarrollo, a la lucha contra la
pobreza, aparte de los aspectos políticos, y eso creo que para el país es muy importante.

En esa reunión con el Ministerio de Relaciones también informamos que íbamos a abrir unas
embajadas. En nuestra política de ver el Asia como una región cada vez más importante vamos a abrir
embajada en Indonesia, vamos a abrir embajada en Turquía; anunciamos el nombramiento de un
embajador de lujo para la China, el actual Presidente de la empresa Leonisa, Carlos Urrea.

Posesionamos al ex Vicepresidente Gustavo Bell como nuestro embajador en Cuba. Creo que también
es un nombramiento de lujo que nos va a permitir jugar un papel muy importante no solamente en Cuba,
sino en toda el área del Caribe, en fin.

La parte de las relaciones internacionales, por fortuna, van ‘viento en popa’, como dirían los marinos.

El martes estuvimos en el Día Internacional de la Mujer, estuvimos en un cultivo de flores, aquí cerca.
Nuevamente cuando íbamos hacia el cultivo de flores vimos que muchas zonas de Cundinamarca
todavía están inundadas, y vemos está lluvia que está cayendo y nos preocupa mucho lo que está
sucediendo ahí.

De todas formas en el cultivo de flores pudimos constatar algo que es bien importante, que en algún
medio de comunicación hoy salió, que eso ya está siendo ratificado en todas las encuestas, es el papel
de la mujer en muchas de las decisiones fundamentales de la sociedad, el empoderamiento de la mujer,
cómo la mujer colombiana se ha venido empoderando, y de ahí nuestra política de hacer, a través de la
mujer, toda la acción social: quien recibe los cheques, con quien más consultamos, son las mujeres.

¿Por qué lo hacemos?

Porque la política social resulta mucho más efectiva y más eficiente si empoderamos a las mujeres,
quienes tienen una responsabilidad muy particular y juegan un papel muy particular en la familia, con los
hijos, y eso lo pudimos constatar.

Fuimos el jueves a Carimagua (en Puerto Gaitán, Meta) a un evento que tiene un gran simbolismo de lo
que nosotros queremos en este Gobierno. Fuimos a entregar una tierra, 17 mil hectáreas, y fuimos a
protocolizar la recuperación por parte del Estado y la transferencia a los campesinos, de la tierra que
supuestamente ‘Cuchillo’ se había apropiado a la fuerza, con violencia.

Y en ese mismo sitio, en Carimagua, se firmó un acuerdo entre una gran empresa procesadora de
aceite de palma, Indupalma, y los campesinos que van a producir ahí la palma, demostrando al mismo
tiempo varias cosas:

Primero, que esta política de entregarle la tierra a los campesinos es una política que está funcionando
muy bien y que va a continuar para cumplir nuestra meta.

Que le vamos a quitar la tierra a todos los que se hicieron en forma fraudulenta y con la violencia a esa
tierra. Mucha de esa tierra es del Estado. Tal vez a quien más le han robado tierra es a los colombianos,
porque a quien más le han robado tierra es al propio Estado, pero también a muchos campesinos.

Que esa forma de devolverles la tierra a los campesinos la vamos a hacer en una forma responsable,
dándoles a los campesinos no solamente una tierra sino los instrumentos para que puedan producir,
comercializar sus productos y tener una vida digna.

Y eso lo vamos a hacer, en la medida de lo posible, promoviendo esos esquemas asociativos y esa
sociedad entre el pequeño campesino y el gran empresario.

Y eso es una señal muy importante, porque lo que quiere decir eso es que nosotros no estamos, ni
mucho menos, todo lo contrario, vamos a promover al gran empresario del sector agropecuario, de la
locomotora del agro, y que no son excluyentes entregarles tierra a los campesinos y promover al gran
empresario para producir riqueza en donde está concentrada la pobreza de este país, producir riqueza,
producir crecimiento.

Y además hay una gran oportunidad, una oportunidad de oro, porque estamos viendo cada vez más
cómo el mundo entra en una crisis de alimentos.

Cada semana oímos –como lo oímos la semana pasada y esta semana- las organizaciones
internacionales, la FAO, diciendo: ‘Los precios de los alimentos siguen subiendo a niveles sin
precedentes’.

Nunca en la historia habíamos tenido precios de alimentos tan altos, con la perspectiva de que seguirán
subiendo, por la demanda creciente del mundo por alimentos.

Esta semana salió un artículo en la revista The Economist donde dice: el mundo se tiene que preparar
para aumentar su producción de alimentos de forma tal que pueda alimentar ya no a siete billones de
personas, sino a nueve billones de personas en las próximas décadas.

Y se pregunta la revista y hace un análisis muy profundo de dónde va a salir ese alimento, porque las
tierras para aumentar la producción de alimentos no se ven.

Son muy pocos los países, uno de ellos Colombia, donde podemos aumentar nuestra frontera agrícola,
podemos aumentar, incrementar en forma importante la producción de alimentos sin destruir bosque
tropical.

Entonces ahí hay una gran oportunidad para nosotros de convertirnos en la despensa del mundo o en
una de las despensas del mundo en materia de alimento, que a su vez trae prosperidad al campo,
donde –como les decía- está concentrada la pobreza de este país.

El día de ayer estuvimos en el Caquetá inaugurando una cárcel, una cárcel muy moderna, 1.500 presos,
dentro de nuestra política carcelaria, y con esa cárcel estamos cosechando los frutos que el Gobierno
del Presidente Uribe sembró.

La cárcel es una cárcel muy bien diseñada y que va a permitir que los presos tengan un hábitat menos
hostil al que hoy en día tienen, que realmente es una situación bastante difícil y como muchos dicen,
inclusive violadora de los derechos fundamentales, de los derechos humanos.

Pero yo les decía ayer, allá en el Caquetá, que semejante construcción –que además hay varias
cárceles- que ojalá me produciría muchísima satisfacción poder decir al cabo de unos años, que esas
inversiones se hicieron de forma tal que se quedaron como elefantes blancos, es decir, que no pudimos
llenar esas cárceles.

¿Y por qué les decía eso?

Porque hoy tenemos casi 100 mil presos, 80 mil en las cárceles, 19 mil en detención domiciliaria.

Las autoridades están capturando delincuentes cada vez más y los están metiendo a las cárceles.

La forma más efectiva de reducir ese número de presos en las cárceles es evitando el crimen, es
evitando el delito, y ahí nuestra política de Seguridad Democrática sigue avanzado, las cifras así lo
dicen.

Las últimas cifras –como acostumbro a hacer- son las siguientes, de la última semana:

En homicidios este año frente al año pasado, llevamos 2.640 homicidios frente a 2.867, una reducción
del 8 por ciento, 227 homicidios menos.

Lesiones comunes, bajamos 20 por ciento.

Secuestro, el secuestro ha bajado 13 por ciento; el extorsivo ha bajado de 35 a 20; el simple ha subido
de 10 a 19. O sea que el extorsivo, que es el que más nos preocupa –el secuestro simple es cuando el
padre se lleva al hijo sin permiso de la madre, son otro tipo de secuestros- pero el que más nos interesa
combatir, por supuesto todos, pero el extorsivo, ese ha bajado en forma importante.

La extorsión ha bajado 56 por ciento, pero yo les confieso que yo no le creo a estas cifras. Esa es la
cifra del Centro de Investigaciones Criminológicas de la Policía, las demás cifras son cifras que no se
pueden refutar porque ahí están, los homicidios ahí están, el secuestro ahí está, pero la extorsión
depende de la denuncia.

¿Y yo por qué digo que no le creo a estas cifras?

Porque lo que uno oye en algunas regiones es que la extorsión, sobre todo la micro extorsión, la
extorsión al pequeño tendero, al dueño del bus, esa aparentemente ha venido subiendo.

Y aquí quiero hacer un llamado nuevamente, y no voy a dejar de repetirlo: es bien importante,
fundamental, que denuncien la extorsión. Y les digo por qué es fundamental, porque si no denuncian no
se pueden capturar a los extorsionistas. Pero, además, porque en este delito sí que es fácil capturar a
los responsables. La tasa de éxito, es decir, cuando alguien denuncia una extorsión y colabora con las
autoridades, es más del 93, 94 por ciento; en más del 93, 94 por ciento de los casos capturan y mandan
a la cárcel a los extorsionistas.

Por eso es tan importante la denuncia.

Y si vemos que no denuncian es porque hay falta de confianza, y por eso quiero decirles a todos los
colombianos: tengan confianza que sobre todo en este delito las autoridades y todo el sistema judicial
es, tal vez, el más efectivo, y tenemos mucha experiencia que hemos venido acumulando para combatir
la extorsión.

En el hurto común las denuncias dicen que ha bajado el 16 por ciento. Ahí es otra cifra donde es
importante denunciar.

Y el hurto de vehículos, que es una cifra sí mucho más concreta y fehaciente, también hemos
descendido.

En fin, ahí estamos mejorando, mejorando el tema de la seguridad, mejorando el tema del empleo.

Las cifras de empleo siguen, por fortuna, poco a poco mejorando mes tras mes, semana tras semana.

Y el otro tercer gran objetivo que tenemos es el de luchar contra la pobreza extrema, lo que me lleva a
nuestro tema del día de hoy.

Salió el resultado de un estudio donde dice que la desnutrición infantil bajó 37 por ciento. Eso en nuestra
lucha contra la pobreza extrema –doctor Samuel Azout, usted sabe muy bien que esa cifra sí que es
importante- esa es una de las mejores noticias que hemos podido recibir en los últimos tiempos, sobre
todo en nuestra obsesión por erradicar la pobreza extrema de este país.

Esa cifra, que acaba de ser publicada de una encuesta que se hizo en más de 250 municipios, que la
desnutrición infantil bajó 37 por ciento, convirtiendo al país en una de las naciones con menores índices
de desnutrición infantil en toda América Latina.

Es una gran noticia, y ahí tenemos que seguir haciendo un esfuerzo, porque parte de la pobreza
extrema tiene que ver con la desnutrición infantil.

Pero ese mismo estudio señala que la obesidad en Colombia ha subido, del 48 pasó al 52 por ciento de
la población. Eso tiene una serie de implicaciones muy negativas en la salud, en la productividad de la
gente.

¿Y cuál es la mejor forma de luchar contra la obesidad?

Hacer ejercicio y comer bien. Por eso traigo a colación esa cifra, porque parte de ese ejercicio es el
deporte, y dentro del deporte el más importante es el fútbol

Entonces nos entramos en materia, es qué podemos hacer para que nuestro fútbol mejore cada vez
más.

El mensaje de esa encuesta, el mensaje de ese estudio: población colombiana haga deporte, coma
mejor, resista la tentación y en el lugar de comerse cuatro chicharrones cómanse dos, el choricito y toda
esa cosa redúzcalo y más fruta, más verdura y hagan más deporte, por favor.

Por eso, doctor (Jairo) Clopatofsky (Director de Coldeportes), usted va a tener un Presidente que lo va a
apoyar muchísimo en la construcción de centros de rendimiento como los que hay en Bogotá, como los
que vamos a construir en Boyacá.

Yo quisiera llenar el país de instalaciones para que la gente y los muchachos y todo el mundo puedan
hacer deporte. Eso es de lo más importante para una sociedad, y dentro del deporte está el fútbol.

A mí me impresionó mucho una película que vi hace unos meses, ya casi como un año: Invictus, se
llama la película; es una película sobre Mandela, y como Nelson Mandela utilizó, en este caso el rugby,
el equipo de rugby de Sudáfrica, como factor de cohesión, y cómo a través de ese deporte simbólico en
Sudáfrica, una sociedad tan polarizada, una sociedad que se mataba entre ella, logró unirse, y que eso
fue un aspecto muy importante.

Por pura coincidencia –a mí esa película me impactó mucho- me puse a averiguar de dónde había
salido la película; salió de un libro que escribió un británico, periodista, que vive en España; me puse a
averiguar cómo podía llegar a él, lo contacté, me mandó el libro, el libro me dejó muy impactado.

Él es un experto en utilizar el deporte como forma de cohesión social, como forma de unión de una
sociedad, como vehículo para el desarrollo.

Y después de charlar con ese señor y de leerme ese libro, soy un apasionado de ese tema, y por eso
usted, doctor Clopatofsky, le dije cuando le ofrecí este cargo: ‘Ayúdeme a que este deporte, el deporte
colombiano, se convierta en algo muy importante’.

Y en la campaña me atreví a decir que parte de mis objetivos en el Gobierno –un poco en forma
insolente, pero con mucha convicción- era que nosotros jugáramos en Brasil, que clasificáramos y
jugáramos el Mundial de Brasil, coincide con el final del Gobierno.

Ahí tenemos un gran reto: cómo hacerlo y cómo promover el deporte y cómo hacer que el fútbol –que ha
sido nuestro deporte de bandera- no solamente sobreviva, porque como les dije en una ocasión hace
unos meses, si no lo cambiamos el fútbol se acaba; cómo lo cambiamos, cómo lo fortalecemos, cómo lo
volvemos un factor de cohesión no un factor de violencia con las barras bravas, y esto seguro que eso
se puede hacer y lo podemos hacer.

Por eso le doy tanta importancia a este Acuerdo para la Prosperidad que les había anunciado hace unos
meses.

Con los directivos del fútbol me he reunido en varias oportunidades, diciéndoles qué necesitan, qué
podemos hacer.

La ley del fútbol, que está en el Congreso, la Senadora Dilian Francisca (Toro), Teresita García, el
Senador Andrade, todos tienen la mejor disposición, están listos a que esa ley que salga sea una ley
que realmente fortalezca el fútbol colombiano.

Y por eso no quiero continuar hablando, sino dejarlos a ustedes, para que nos den el input de las mesas
que comenzaron a trabajar desde el día de ayer, y que nos den las señales de cómo podemos, entre
todos, hacer del fútbol colombiano eso que dice este himno tan bonito de Coldeportes: El deporte es el
lenguaje común que une a los pueblos del mundo. No se compite por sexo, por raza ni edad, sino por la
dignidad. Por eso en todo momento hay que jugar juego limpio’.

Bonitas palabras y pongámoslas a trabajar.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos, en el lanzamiento del


Plan Nacional de Prosperidad Social y de la Red Unidos

Quibdó, Chocó, 14 mar (SIG). “Pocos años después de que el hombre llegó a la Luna, el presidente
chileno Salvador Allende planteó una reflexión que hoy vale la pena que nosotros nos hagamos.

Él dijo: ‘¿Es justo que el hombre ponga un pie en la Luna? ¿O sería más justo que pongamos los pies
en la tierra y nos demos cuenta de que hay millones de personas sin trabajo y con hambre?’.

A eso hemos venido hoy a Quibdó, a esta “puerta urbana a la selva húmeda”, a las riberas del Atrato.

Venimos a poner los pies sobre la tierra, mirar de frente a la miseria y decirle que no la queremos más.

No es cierto –¡no puede ser cierto!– que Chocó esté condenado a ser el departamento más pobre del
país.
El mes pasado, un periodista de la Unidad de Inteligencia de The Economist publicó un artículo titulado:
‘Chocó es el departamento más rico de Colombia’.

Allí se ilustra el enorme contraste de una región tan afectada por la pobreza como abundante en
recursos y oportunidades.

Su tasa de mortalidad infantil es de 54 por cada 1.000 habitantes –cuando la media nacional es de 19
entre 1.000–.

Aquí, el 41 por ciento vive en la pobreza extrema, mientras el promedio del país es de 16,4 por ciento.

Al tiempo, Chocó es rico por su biodiversidad y ubicación.

Tiene un gran potencial eco-turístico, desde las playas de Nuquí hasta los jaguares del Darién.

Yo me acuerdo una vez que hace algunos años le pregunté a la Presidenta de Eduardoño, y se lo
pregunté porque ella, como Presidenta de Eduardoño tal vez sabía todos los rincones de este país. Le
dije ¿cuál es el sitio más lindo de toda Colombia? ¿Dónde quiere usted su casa? Y me respondió:
Nuquí.

Chocó tiene 700 especies de aves –el 7 por ciento del total mundial– y algunas de las mayores
concentraciones de ranas, mariposas y orquídeas en el mundo.

Chocó es el único departamento del país que toca tanto el Mar Caribe como el Océano Pacífico, con
400 kilómetros de costa en este último –cuando hoy América anhela conquistar los mercados asiáticos–.

Ustedes –los chocoanos– miran cada día los ojos de la miseria y se niegan a rendirse ante ella.

Tienen, además, un ejemplo de talento humano que es orgullo nacional:

Me refiero a nuestros apreciados artistas de Choc Quib Town, quienes recibieron el año pasado un
Grammy Latino y estuvieron nominados este año al Grammy anglo.

Ellos son el ejemplo de unos jóvenes que crecieron con los pies en la tierra y –al mismo tiempo–
conquistaron la luna.

Hoy venimos a enfrentar la realidad junto a ustedes, decididos a combatir la pobreza extrema desde la
zona de Colombia que más lo necesita.

Esta región –a partir de hoy– representa nuestro compromiso de no darles la espalda –nunca más– a
los más pobres del país.

Como ustedes saben, la lucha contra la pobreza constituye –junto con la seguridad y la generación de
empleo– uno de los ejes de nuestra propuesta de gobierno.

Pero diría más: reducir la pobreza es nuestra meta prioritaria.

Históricamente, la mayoría de políticas y programas sociales han beneficiado a los pobres moderados,
es decir, a los “pobres menos pobres”.

Eso ha servido para que tengamos una clase media pujante, cuyo aporte al crecimiento económico es
invaluable.

Pero, ¿qué pasa con los pobres extremos, con quienes no alcanzan las tres comidas al día y viven en
total precariedad?

Si no nos enfocamos en ellos, el crecimiento económico que logremos no nos ayudará a reducir las
brechas sociales.

El legado del Presidente Lula en nuestro vecino país del Brasil fue aprovechar el crecimiento económico
para poner en marcha políticas sociales que redujeran la pobreza. Pero no sólo eso, sino algo muy
importante –que no es lo mismo–: reducir también y en forma paralela, la desigualdad.

Aquí se dijo. Colombia es uno de los países más desiguales del mundo; no de América Latina, del
mundo.

Se calcula que más de 25 millones de brasileños abandonaron la pobreza durante los últimos 8 años.

En Colombia el crecimiento económico, infortunadamente, no se ha traducido en una reducción


proporcional de los índices de pobreza.

Charles Darwin decía que si la miseria de nuestros pobres no es causada por las leyes de la naturaleza,
sino por nuestras instituciones, ¡qué grande es nuestro pecado!’.

Meta ambiciosa para 2014

Queremos corregir ese pecado, y por eso nos hemos propuesto en el Plan Nacional de Desarrollo una
meta ambiciosa para el 2014:

Vamos a reducir el porcentaje de población afectada por la pobreza extrema del 16,4 por ciento ¡A
MENOS DEL 10 POR CIENTO!

Sé que podemos lograrlo, y lo haremos a través del trabajo en dos grandes frentes.

El primer frente consiste en el impulso de nuestras 5 locomotoras para generar un crecimiento


económico sostenido, así como de las distintas iniciativas legales que hemos propuesto, en gran parte
destinadas a generar oportunidades y aliviar la pobreza.

Es el caso de la reforma a la salud y la ley de primer empleo, que ya son una realidad.

Con la reforma a la salud buscamos un sistema más igualitario y eficiente, que llegue a todos los
colombianos, estén donde estén, con un servicio de calidad.

Con la ley de primer empleo estamos facilitando la creación de empresas y dando importantes estímulos
para que se contrate a jóvenes menores de 28 años, a las mujeres mayores de 40 años, a personas con
discapacidad, desplazados o reinsertados.

¡Porque más trabajo es menos pobreza!

También estamos tramitando una ley histórica, como lo es la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras,
que pagará una deuda social a tantos colombianos que se han empobrecido por la violencia.

Y otra iniciativa que contribuirá a cerrar las brechas sociales será la Reforma a las Regalías, con la que
lograremos que los grandes recursos que genera –y seguirá generando– nuestro subsuelo lleguen a
todos sin excepción, con preferencia a las regiones y a la población que más los necesitan.

Ahí el Chocó va a salir muy beneficiado.

Vuelve y recibe el Chocó, querido Alcalde, querido Gobernador, alrededor de 50, 54 mil millones de
pesos por regalías. Apenas se apruebe la reforma a las regalías, el año entrante sube a 180, luego
subirá a más de 200 y el año 2014 más de 240 mil millones de pesos, de 50 a 240 mil.

Yo lo que les aconsejo, de todo corazón, a todos los chocoanos, y usted Gobernador puede liderar ese
proceso, los alcaldes aquí presentes también, desde ya comiencen a trabajar para estructurar los
proyectos, pónganse de acuerdo, socialicen esos proyectos con las comunidades y presenten sus
prioridades.

Va a haber muchos recursos. Invirtámoslos bien y ustedes verán cómo este departamento puede pegar
un salto muy importante en su calidad de vida y en su desarrollo.

Nace la Red Unidos

El segundo frente se refiere al fortalecimiento y mejora de lo que hasta hoy ha sido la RED JUNTOS,
gracias a la cual el país ha dado un gran paso en materia de inclusión social.

Esta red nació hace poco más de 3 años como un instrumento para garantizar que los pobres conozcan
y aprovechen la oferta existente de programas sociales.
Es bueno poder decir que, en este compromiso contra la pobreza extrema, no empezamos de cero.

El trabajo adelantado por el gobierno del presidente Uribe, con la Agencia de Acción Social, ha sido
monumental, y sobre esa base podemos seguir avanzando hacia la prosperidad social.

En la Red Juntos existe la figura del co-gestor: un ciudadano con vocación social encargado de
identificar las familias pobres y de guiarlas en la implementación de un Plan Familiar.

Hoy tenemos casi 9 mil cogestores en más de mil municipios.

Yo mismo fui cogestor por un día en Cartagena y me sentí muy orgulloso portando mi chaleco azul.

La misión de los cogestores es orientar a las familias en el uso de los beneficios que ofrece el Estado.

Se ha avanzado mucho pero, a pesar del esfuerzo, la gestión de esa oferta de servicios sociales sigue
siendo nuestro talón de Aquiles.

Por eso lanzamos hoy la versión mejorada de esta estrategia.

Será la versión ‘recargada’, como dirían los de Choc Quib Town.

Pasaremos de la RED JUNTOS a la RED UNIDOS.

Los colombianos siempre hemos estado JUNTOS compartiendo fronteras, pero ahora trabajaremos
UNIDOS para alcanzar la prosperidad de todos.

La RED UNIDOS debe ser –y será– un símbolo de la Unidad Nacional en torno de los más
desfavorecidos.

Solamente con el trabajo coordinado de la RED UNIDOS, unas 350 mil familias –es decir, 1,4 millones
de colombianos– SALDRÁN DE LA POBREZA EXTREMA.

Para lograrlo, vamos a hacerle ajustes de procedimiento y operación.

Debemos evitar, por ejemplo, el ingreso de ‘colados’ y –al mismo tiempo– identificar algunos criterios de
elegibilidad que no les permiten tener acceso a quienes sí deben recibir beneficios.

Y seremos obsesivos en el monitoreo y evaluación de metas.

Cada mes, en la Comisión Intersectorial de esta RED, que preside la Alta Consejería para la
Prosperidad Social, pasaremos al tablero a cada una de las 20 entidades que la conforman, para que
rindan cuentas de sus metas plasmadas en el Plan de Desarrollo.

En esa comisión, las entidades explicarán qué programas están sirviendo y cuáles no están teniendo
impacto, caso en el cual serán reajustados o eliminados para centrarnos en los que sí son efectivos.

Diez puntos para la transformación

Tenemos un decálogo de objetivos que debe cumplir la RED UNIDOS en los próximos cuatro años.

Son diez puntos que transformarán la realidad y las perspectivas de tantas familias que hoy tienen más
carencias que esperanzas.

En PRIMER lugar, vamos a implementar un micro-seguro de vida y de discapacidad para beneficiar a


470 mil familias de la RED.

El primer año las pólizas no costarán ni un solo peso, y en el segundo año las familias pagarán sólo la
mitad de la póliza.

Estos micro-seguros les permitirán a los hogares contar con 3 millones de pesos en caso de muerte o
incapacidad total y permanente de un familiar.

SEGUNDO, vamos a garantizar atención integral a la primera infancia, es decir, a los niños hasta los 5
años, de por lo menos 300 mil familias de la Red.
En nuestro gobierno somos conscientes –y lo consideramos una prioridad absoluta– de que tenemos
que proteger la Primera Infancia para cambiar la realidad social de nuestro país.

Dentro de la protección a nuestros niños, el plan contempla una reducción sustancial del problema del
trabajo infantil.

Serán 70 mil familias las que, en 2014, ya no tendrán a sus niños trabajando en las minas, en el campo,
en condiciones que violan sus derechos, sino donde deben estar: en sus escuelas y sus hogares.

TERCERO: trabajaremos para incluir cada vez más hogares a la seguridad social, garantizando su
acceso a la salud.

Dentro de la población en pobreza extrema buscamos afiliar a por lo menos 380 mil familias al régimen
subsidiado.

En CUARTO lugar, vamos a asegurar un derecho esencial: el derecho a la identidad.

Llegaremos al 100 por ciento de niños con registro civil y tarjeta de identidad, además de la totalidad de
los adultos con cédula de ciudadanía.

Hemos determinado, además, que la expedición de libretas militares será gratuita para los colombianos
entre 25 y 50 años, quienes ya no tendrán que pagar 70 mil pesos para obtenerla.

QUINTO: trabajaremos para que el agua, ese recurso vital e indispensable, y el saneamiento básico, se
incorporen a la calidad de vida de quienes hoy carecen de estos servicios esenciales.

Nuestro objetivo es que al menos 240 mil nuevas familias tengan agua potable y un sistema de
desagüe.

El SEXTO propósito de la RED UNIDOS es trabajar para mejorar la situación en que viven las familias,
evitando el hacinamiento y mejorando las condiciones de higiene.

El objetivo es lograr que, como mínimo, 160 mil viviendas tengan cuartos separados entre los niños y
sus padres, y que 70 mil pasen del piso de tierra al de cemento.

Una SÉPTIMA meta que nos hemos propuesto es empoderar a los colombianos en pobreza extrema
para que conozcan y aprovechen las ofertas de recursos y créditos del Estado, e incluso comiencen sus
propios negocios que les garanticen un ingreso digno.

Decía un escritor que ‘si la pobreza es la madre de los crímenes, la falta de espíritu es su padre’.

Los más pobres deben saber que hacemos todos los esfuerzos para extenderles la mano, pero ellos
deben usar sus propias piernas para salir del pozo de miseria.

Nosotros tenemos la misión de guiarlos para que dejen atrás el ‘espíritu asistencialista’, lo que es
llamado –muy a la colombiana– la tendencia a encomendarnos al Espíritu Santo y esperar que las
soluciones caigan del cielo… o del Gobierno.

Lo que queremos es que aprovechen los estímulos y se hagan dueños de sus propias vidas, sacándole
jugo a proyectos productivos o a los recursos del sector financiero.

En este sentido, prevemos otorgar 50 mil créditos a personas de bajos recursos a través de la Banca de
Oportunidades y del sector privado.

También crearemos 450 Grupos de Ahorro y Crédito, beneficiando a 7.200 colombianos humildes.

Estos grupos son un instrumento novedoso para la administración de ahorros en las áreas rurales
remotas, donde no llegan ni siquiera las instituciones de microfinanzas.

Los grupos se organizarán de manera voluntaria y se reunirán cada 15 días para administrar sus propios
ahorros, que les servirán luego para cubrir una emergencia médica o doméstica, para pagar la
educación de los niños, mejorar la vivienda o empezar un pequeño negocio.

Como OCTAVA área de intervención, trabajaremos en la educación, sin la cual es imposible pensar a
largo plazo en la erradicación de la pobreza.

Programas como Familias en Acción, que hacen parte de la RED UNIDOS, promueven no sólo la
educación de los niños y niñas sino un mejor comportamiento por parte de los padres.

La tarea de los padres no se agota con cumplir los requisitos de llevar a los niños la escuela o a los
controles médicos.

Se trata de comprometerse con acompañar el proceso formativo de sus hijos y con hacerles
seguimiento a su salud.

La participación de los padres es indispensable para que cumplamos con otra meta esencial: que los
niños de 130.000 familias en pobreza extrema completen, como mínimo, el noveno grado, es decir la
educación básica.

Y también tenemos que lograr que los hijos de estas familias –que comenzarán a salir de la pobreza
extrema– puedan acceder a la educación superior, técnica o profesional.

Para eso estamos trabajando.

Hemos creado un subsidio de sostenimiento para estudiantes del SISBÉN 1 y 2, y estamos


promoviendo créditos del Icetex con tasas reducidas para matrículas de educación superior, créditos
que sólo se comienzan a pagar después de un año de concluir los estudios.

Además, para los estudiantes de bajos recursos, habrá una condonación del 25 por ciento del valor del
crédito si se gradúan.

Es decir, ¡la cuarta parte de sus estudios les saldrá gratis!

Tampoco podemos resignarnos a que los adultos que crecieron sin conocer el placer de un libro,
temerosos de firmar cualquier documento, porque no saber leer y escribir, sigan en esa condición.

Por eso, tenemos el objetivo de alfabetizar a los adultos que lo necesiten en por lo menos 130 mil
hogares de la RED.

Dentro de este tema de la educación, la promoción de la investigación y los desarrollos tecnológicos es


fundamental.

Por eso celebramos que, en este fortalecimiento de la RED UNIDOS, se cuente a partir de hoy con el
aporte de Colciencias, que ha anunciado que dará prioridad a la entrega de recursos a trabajos de
investigación que tengan aplicación en la lucha contra la pobreza.

Un NOVENO aspecto, muy importante, de este Plan Nacional de Prosperidad Social, es la convocatoria
a la participación del sector privado en este emprendimiento contra la desigualdad en nuestro país.

Quienes hemos tenido mejores oportunidades, debemos compartir nuestras cosechas, no sólo con
filantropía sino con acciones que generen capital humano y empoderamiento.

Es cierto que han aumentado los recursos e iniciativas de responsabilidad social empresarial.

Las compañías han creado fundaciones para aportar en términos de educación y salud de los más
pobres.

Pero pueden hacer aún más y –precisamente– el Plan de Prosperidad habla de optimizar la inversión
social privada.

Según un estudio de la firma consultora McKinsey, las donaciones y la inversión social privada en el
país representaron el 0,3 por ciento del PIB en el año 2010.

El estudio concluye que este porcentaje puede subir al 1 por ciento del PIB si se generan los incentivos
adecuados y el sector público plantea una estrategia nacional que estimule su inversión.

Nuestra apuesta en el Plan Nacional de Desarrollo contempla un incremento del 42 por ciento en
inversión social. ¡42 por ciento!

Apoyo privado

Pero ese esfuerzo estatal debe estar correspondido, si queremos ser efectivos, por un esfuerzo similar
del sector privado.

En esto ya vemos grandes avances.

En los próximos dos días, en el Foro Unidos por la Prosperidad que se llevará a cabo en Corferias, nos
han confirmado su asistencia más de 800 fundaciones y organizaciones.

Y hoy, precisamente, nos acompañan los ‘Pioneros de la Innovación Social’.

Son representantes de 10 empresas que aportarán, cada una, 50 millones de pesos como capital
semilla para promover emprendedores sociales que surjan de comunidades pobres y beneficien a las
mismas.

Mi gratitud a estas 10 empresas pioneras: Une Telecomunicaciones, Bavaria-SabMiller, Almacenes


Éxito, Coca Cola, Davivienda, Exxon Mobil de Colombia, Cerrejón, Ecopetrol, Alpina y la Usaid.

A todos un aplauso. Muchas gracias a esos empresarios, representantes de las empresas, por
acompañarnos hoy.

¡Gracias, señores empresarios, por acompañarnos hoy!

¡Gracias por su ejemplo y compromiso!

Un DÉCIMO, y ultimo, punto de esta iniciativa por los más pobres de Colombia tiene que ver con el
compromiso de los gobiernos locales y regionales.

La operación de los cogestores de la RED UNIDOS es un esfuerzo conjunto entre el Gobierno nacional
y los municipios que representará un costo de 190 mil millones de pesos, de los cuales Acción Social
pone 160 mil millones y los municipios 30 mil.

Necesitamos del compromiso de alcaldes y gobernadores para hacer una buena promoción informativa
de lo que está disponible y una buena gestión de los recursos.

Porque procurar el bienestar de los ciudadanos no es un favor que les hacemos; repito: ¡no es un favor!

El bienestar de los ciudadanos es nuestra obligación, nuestra mayor obligación, como gobernantes.

Más ahora, en épocas electorales, es crucial que no se haga proselitismo con los programas sociales.

Mi llamado a los líderes locales es a que no jueguen con las ilusiones y esperanzas de los más pobres,
porque los programas de la RED UNIDOS se ejecutarán PARA TODOS sin necesidad de padrinos
políticos.

Y en ese orden de ideas me proponía el doctor Diego Molano que por qué no le decíamos a los partidos
políticos que hiciéramos un gran pacto nacional, todos los partidos, para que ninguno de sus candidatos
caiga en la tentación de politizar la acción social del Estado.

Mañana tengo una reunión con la Mesa de la Unidad. Les voy a proponer a la Mesa de la Unidad y
luego les propondremos a los partidos que no están en la Mesa de Unidad que hagamos ese pacto, creo
que es lo mejor que podemos hacer.

Ventana alimentaria

Muy queridos amigos del Chocó:

Quiero anunciarles que, para este departamento, pondremos en marcha el programa ‘Ventana
Alimentaria’.

El objetivo es promover la seguridad nutricional de las comunidades indígenas y afro-descendientes de


esta región del país, y estimular el desarrollo de los niños menores de 5 años, y de las mujeres
gestantes y lactantes.

Qué bueno poder decirles que con este programa se beneficiarán 34 comunidades indígenas y 24
comunidades afrocolombianas –¡más de 3 mil familias!–, gracias a la financiación de la ONU, que aportó
7,5 millones de dólares.

Y contarles algo más: el presupuesto de Acción Social para programas de inversión social en el Chocó
ascenderá en el cuatrienio a más de 130 mil millones de pesos.

¡130 mil millones para el bienestar social de los chocoanos!

Los indicadores del Chocó serán un termómetro para evaluar nuestro éxito en la reducción de la
pobreza extrema.

Aquí volveremos para rendir cuentas de lo que hicimos por esta región –tan pobre y a la vez tan rica–.

Pero desde el Chocó no hablo solamente para los chocoanos.

Hoy quiero, desde Quibdó, hablarles también a 45 millones de compatriotas y, muy especialmente, a los
más de 7 millones que hoy sufren el agobio de la pobreza extrema.

El 7 de agosto del año pasado, hace exactamente siete meses y siete días, ante la estatua vigilante del
Libertador, dije a los colombianos que a los pobres de nuestro país no los íbamos a defraudar.

En estos meses de gobierno hemos trabajado sin descanso para avanzar en iniciativas legales que los
beneficien y, muy especialmente, para diseñar y poner en marcha este Plan Nacional de Prosperidad
Social que hoy lanzamos.

Sea el momento para agradecer al doctor Samuel Azout (Alto Consejero Presidencial para la
Prosperidad Social), a su equipo, y a todos quienes participaron, por su trabajo dedicado en esta tarea.

Pero, doctor Azout, compañeros de gobierno: ¡nuestra labor apenas comienza!

Nos comprometimos a trabajar para disminuir la pobreza con la misma intensidad con la que
combatimos al terrorismo y otros enemigos de Colombia.

Nos comprometimos con la Prosperidad para Todos.

Esto significa que ningún colombiano se levante en la mañana con la incertidumbre de su sustento
diario.

Nadie –empezando por el Presidente de la República– debería dormir tranquilo mientras un solo
compatriota esté con hambre, con necesidades, sin techo, sin salud o sin escuela.

Ese es nuestro compromiso, y hemos venido a reafirmarlo en la tierra más olvidada de Colombia.

El economista Adam Smith decía: ‘No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor
parte de sus miembros son pobres y desdichados’.

En nuestro Gobierno pensamos lo mismo.

Hoy, en el Chocó, surge la semilla de un nuevo amanecer para los pobres más pobres del país.

Lo dije en la Plaza de Bolívar de Bogotá, y lo repito hoy en Quibdó:

¡NO LES FALLAREMOS!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos durante el almuerzo en honor a la


Reina Sofía de España
Bogotá, 15 mar (SIG). “Muy apreciada y querida Reina Doña Sofía: déjeme decirle, su Majestad, que
para nosotros su visita a Colombia y a esta Casa de Nariño no solo es un honor y un privilegio, sino que
constituye un verdadero placer, como es siempre un placer la visita de los buenos amigos.

Porque eso es lo que el Rey Don Juan Carlos y usted, Doña Sofía, representan para el pueblo
colombiano: dos soberanos amigos, cercanos a nuestras necesidades, preocupados por nuestro futuro.

Por fortuna la visita de los Reyes de España, de su Alteza el Príncipe Felipe y de las Infantas, son
eventos que ocurren con alguna frecuencia y siempre por los mejores motivos.

Recordará usted, Doña Sofía, cuando hace ya 35 años, en 1976, nos visitó por primera vez junto con el
Rey, y cómo luego ha venido en otras giras oficiales o a cumbres de Jefes de Estado.

Pero de todas las visitas creo que la que más recordamos los colombianos, por el duro momento que
entonces vivíamos, fue la que realizó a fines de 1985 con ocasión de la dolorosa tragedia del Nevado
del Ruiz, que sepultó al pueblo de Armero, como lo recordábamos ahora en el almuerzo, para traernos
su voz de aliento y su solidaridad del pueblo español.

Lo cierto es que esa ha sido la constante. La Reina de España nos ha acostumbrado a que sus visitas
siempre tienen un componente de solidaridad y apoyo social, y esta vez no ha sido la excepción; en esta
oportunidad viene a supervisar el avance del programa de Escuela Taller, un programa que ella
promociona desde 1992, cuando celebramos los 500 años del descubrimiento, junto con la Agencia de
Cooperación Internacional para el Desarrollo del Reino de España.

Estas Escuelas Talleres, que cuentan con el apoyo también del Ministerio de Cultura, del Sena (Servicio
Nacional de Aprendizaje) y de la CAF (Corporación Andina de Fomento) se han convertido en
verdaderas transformadoras de vida en ciudades y pueblos como Cartagena, como Popayán, como
Mompós, como Barichara, y aquí en Bogotá.

Qué bonito y qué original programa éste, donde artistas, artesanos, albañiles, ebanistas, forjadores de
hierro, cocineros, comparten su sabiduría y su experiencia en estos oficios con jóvenes aprendices, que
luego restauran y recuperan nuestros monumentos y nuestro patrimonio nacional.

Cuántas iglesias, cuántas construcciones de tiempos de La Colonia, cuántas plazas públicas están hoy
recuperadas, bellísimas y en servicio, gracias a este programa que al tiempo enseña destrezas y salva
el patrimonio.

No contenta con esto, la Reina irá también a Cartagena, nuestra entrañable Cartagena, tan hermosa
pero al mismo tiempo con tantas necesidades.

Allá en el barrio ‘Nelson Mandela’, donde habitan cerca de 6 mil familias muy pobres y muchas de ellas
desplazadas por la violencia, se anunciará la cofinanciación del alcantarillado entre el Gobierno de
España y la Alcaldía de Cartagena.

Por eso, querida Reina, y por el afecto que nos une a la familia real española y a todo el pueblo de
España, cómo no vamos a estar felices y agradecidos con su generosa visita.

En nombre de tantos colombianos humildes que se han beneficiado del programa de Escuela Taller, en
nombre de tantos que disfrutamos de las obras de patrimonio restauradas, en nombre de los habitantes
del barrio ‘Nelson Mandela’ que tendrán alcantarillado, gracias, muchas gracias.

Siento, además, la alegría de saber que muy pronto, en menos de un mes, tendremos la oportunidad de
volver a verla junto con el Rey, y de visitar por primera vez como Presidente de Colombia el querido
Reino de España, para renovar nuestros lazos siempre vivos de afecto y cooperación.

Cuánto queremos los colombianos a España, y cómo nos sentimos siempre allá en nuestra casa.

Sepa su Majestad que esta también es su casa hoy y siempre.

Con todo este cariño, con toda esta gratitud, les pido que me acompañen en un brindis por su Majestad
la Reina Doña Sofía, y por el Rey Don Juan Carlos y por el querido pueblo español. Salud”.
Palabras del Presidente Santos en la posesión del Magistrado José
Luis Barceló

Bogotá, 16 mar (SIG). “Me complace mucho ver posesionado al doctor Barceló como nuevo miembro
de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, en un momento creo que muy importante
para nuestra democracia”.

Ustedes son testigos de cómo hemos evolucionado hacia la recuperación de la armonía entre los
poderes públicos, una condición necesarísima para el buen funcionamiento y la eficacia del sistema
democrático.

Dentro de esa guía y el proceso que todos los días estamos alimentando, en el día de ayer finalmente el
Congreso de la República aprobó las facultades al Gobierno Nacional, que van a permitir la creación del
Ministerio de Justicia.

Es un paso importantísimo dentro de ese proceso de ir reforzando cada vez más esa comunicación
armónica, ese trabajo armónico con las altas cortes, con todo el sector de la justicia.

Yo creo que con ese paso, y la concertación que estamos realizando para la reforma a la justicia,
estamos en este momento discutiendo con los congresistas y con los presidentes de las cortes, los
tiempos, cuándo es el mejor momento de presentar esa reforma, cómo podemos continuar poniéndonos
de acuerdo en el máximo de puntos posibles para que sea una reforma efectiva, que a todos nos ayude,
que ayude a la justicia, que la fortalezca y que ayude a nuestra democracia.

Por eso, doctor Barceló llega usted en un buen momento, en buen momento.

Ahora viendo a sus padres, recordaba yo a los míos. Tiene usted la fortuna de tener unos padres que
deben sentirse muy orgullosos de ver a su hijo que llega, en un sector tan importante para la
democracia, a la cúspide, como es la Corte Suprema de Justicia, Magistrado de esa Corte; mis padres
no tuvieron la oportunidad de verme a mí llegar, pero yo sé que desde el cielo están igualmente
orgullosos a como los veo en el día de hoy.

Lo felicito mucho, tenga la seguridad de que con usted, con toda la Corte y con todas las cortes,
continuaremos fortaleciendo esos lazos, que creo que en los últimos meses hemos venido mejorando, y
que esa armonía que yo siempre recalco y menciono, pues la tengamos siempre presente.

Tenemos mucho trabajo por delante; las leyes, las reformas que estamos poniendo ante el Congreso –
algunas que ya se han aprobado otras que están en proceso de aprobación- van a tener un efecto
importante en el trabajo de las cortes, tanto de la Corte Constitucional, la Corte Suprema, también el
Consejo de Estado, también el Consejo Superior de la Judicatura, y sobre todo toda la reforma a la que
hice referencia, pues también nos va a obligar a trabajar con mayor dedicación y mayor determinación.

Por eso le deseo buen trabajo, que si la justicia va bien, el país va bien.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Foro del Partido


Liberal

Bogotá, 16 mar (SIG). “Qué bueno estar aquí en esta reunión. Hacía rato que no estaba en una reunión
de éstas, con el Partido Liberal, que ha sido mi Partido durante mucho tiempo y del cual, ustedes
conocen muy bien, me distancié en la práctica, pero nunca me he distanciado en las ideas.

Doctor Pardo (Rafael Pardo, Director del Partido Liberal):

Yo le agradezco mucho sus palabras y quiero decirle a usted y a su partido que así como ustedes se
sienten muy contentos de hacer parte de esta Unidad Nacional, yo como Presidente y el Gobierno, se
sienten aún más contentos de tenerlos a ustedes como parte de nuestra coalición y les agradezco
enormemente el aporte constructivo y responsable que ustedes le han hecho al Gobierno, a su
programa, en el Congreso.

Y el papel que ha jugado el Partido Liberal ha sido determinante en los éxitos que hemos logrado en
estos primeros siete meses y medio de Gobierno. Y de veras que estoy muy agradecido, porque la
relación ha sido una relación franca, una relación abierta, una relación constructiva y una relación
institucional.

Yo creo que lo que hemos logrado, no solamente en el fondo, sino en la forma, en estos meses de
Gobierno, el Partido Liberal, la Unidad y el Presidente, es un ejemplo; es un ejemplo que si logramos irlo
mejorando cada vez más, porque todo es susceptible de mejorar, esta democracia nuestra que todos
defendemos va a salir muy fortalecida.

Han sido siete meses y medio de avances muy importantes.

Cambio climático y ejemplo de Colombia

Esta mañana estaba en un foro con el ex vicepresidente, Premio Nobel, premio Óscar y prácticamente
Presidente de Estados Unidos, porque sacó más votos que el Presidente que finalmente salió elegido
por ese sistema que tiene Estados Unidos de los votos electorales, con Al Gore. Hizo una exposición
maravillosa y muy impactante, muy preocupante, sobre el cambio climático.

Y se concentró en cómo ese cambio climático nos está afectando y nos va a afectar cada vez más en
forma grave a los colombianos.

Pero resaltaba cómo –y algo que nos llenó de orgullo–, decía: El mundo está en este momento viviendo
momentos de angustia, el mundo está viviendo este horror que vemos todos los días en Japón, el
mundo está viviendo las consecuencias del cambio climático.

Y mostró una serie de ejemplos. En Australia, en Pakistán, en Europa del Este, en Brasil, en Argentina,
en México. Pero dijo el mundo también tiene ejemplos de éxito; el mundo tiene una serie de símbolos
esperanzadores y dijo el mundo tiene por ejemplo a Colombia.

Y mencionó la percepción que el mundo se está haciendo del papel que Colombia está jugando en el
contexto internacional y de lo que nosotros estamos haciendo internamente.

Se ve que hizo además la tarea muy bien, porque comenzó a citar ejemplos muy concretos.

Eso a mí como Presidente me llenó de orgullo como colombiano. Pero eso no es una labor del
Presidente; es una labor de un equipo, es una labor de la Unidad Nacional, es una labor también del
Partido Liberal. Y tenemos que seguir en esa tónica y con ese espíritu.

El aporte del Liberalismo

Yo soy muy optimista sobre el futuro nuestro. Creo que estamos sembrando unas semillas muy
importantes.

Muchas de ellas vienen del Partido Liberal; semillas que se han defendido con vehemencia en todas las
discusiones políticas que salieron a relucir en la campaña y que cuando yo me reuní con el doctor
Rafael Pardo a decirle: hay unas ideas del Partido, ideas que usted ha planteado, que creo que pueden
hacer parte fundamental del programa de Gobierno.

Ideas como la del Primer Empleo, que ya hoy es Ley de la República; ideas como la Ley de Víctimas,
que hay que reconocer el interés permanente que el Partido Liberal ha tenido en esta Ley y el especial
liderazgo que ha ejercido para que esta Ley ojalá se vuelva pronto Ley de la República.

Pero no solo esos dos aspectos; ha sido un aporte permanente en la discusión de las demás leyes. En
la Mesa de la Unidad siempre el Partido defendiendo tesis con las cuales uno difícilmente puede estar
en desacuerdo, tesis que tienen unos principios que como les decía hace unos minutos, compartimos,
porque ser liberal, en el sentido ideológico, es defender las libertades, es defender la democracia,
defender una serie de principios que creo que todos compartimos.

Y tener socios con ese talante, con esa actitud es realmente reconfortante.
Avances en siete meses

Estos siete meses hemos hecho cosas que creo que vale la pena destacar y quiero mencionarles a
penas algunas de ellas.

Una Ministra de Relaciones Exteriores liberal, pero ella no tiene esa actitud un poco hipócrita de los
demás ministros que se ponen corbatas rojas cuando vienen al Partido Liberal y corbatas azules cuando
van donde el Partido Conservador.

Nosotros somos de la Unidad. Entonces hacemos al contrario, venimos con corbata azul a donde los
liberales y con corbata roja a donde los conservadores.

Pero miren, hablando en serio, lo que se ha avanzado en política exterior, por ejemplo, es algo de lo que
todos debemos sentirnos muy contentos y muy orgullosos. Acordémonos cómo estábamos hace unos
meses; éramos el ‘patito feo’ de Unasur, a punto de entrar en guerra –porque así se hablaba, ese era el
lenguaje– con Venezuela.

Unas relaciones diplomáticas inexistentes con Ecuador y una posición muy preocupante y tensionada
con el resto de la región.

Hoy tenemos a otra mujer (María Emma Mejía) como Secretaria General de Unasur, liderando Unasur.
Es un cambio ahí sí como dicen, un cambio radical, doctor Vargas (Germán Vargas Lleras, Ministro del
interior y de Justicia); un cambio abrupto, pero un cambio muy positivo.

Somos ahora miembros del Consejo de Seguridad. Resultamos elegidos con una de las mayores
votaciones en la historia de ese Consejo, y estamos jugando un papel muy importante en discusiones
trascendentales para el futuro del mundo y ya Colombia allá está siendo respetada por su voz y por su
voto, pero sobre todo por su voz. Y es una oportunidad inmensa para Colombia.

Hoy están discutiendo en Naciones Unidas la posibilidad de apoyar o de poner en marcha una política
de no permitir ningún vuelo aéreo por encima de Libia, para evitar que se continúe con esos
bombardeos a los opositores del régimen de Gadafi.

No sabemos cómo va a parar eso. Nosotros como colombianos hemos condenando esos ataques a esa
oposición, creemos firmemente en el principio de permitir que la gente se manifieste, que proteste.

Y esa violación flagrante a los derechos humanos la hemos condenado, la condenamos. Por eso
votamos en Naciones Unidas a favor de la resolución que expidió el Consejo de Seguridad y seguimos
haciendo una llamado muy vehemente a que en ese país no sigan violándose los derechos humanos.

Colombia en el Consejo de Seguridad

Pero el papel de Colombia ahí y en otros frentes, por ejemplo ahora nos va a tocar presidir el mes
entrante el Consejo de Seguridad.

La Presidencia del Consejo se rota todos los meses y decidimos que el tema –cada país cuando preside
el Consejo escoge un tema para que se discuta al seno del Consejo y con esto de las Naciones Unidas–
nosotros decidimos escoger Haití,

¿Y por qué escogimos Haití? Porque hemos dicho en repetidas ocasiones que esta es la década de
América Latina, que América Latina se está perfilando como el continente del futuro; así lo dicen todos
los análisis, todos los estudios, que América Latina tiene lo que el mundo está buscando: agua, energía,
alimentos, biodiversidad, una población joven.

Pero que América Latina en ese progreso, porque la mayoría de los países –no todos están
progresando en una forma impresionante– tiene un lastre, tiene una situación que para los propios
latinoamericanos es una vergüenza y para el mundo también, que es la situación de Haití.

Nosotros con la Canciller tuvimos la oportunidad de ir a visitar Haití cuando estaba yo de Presidente
Electo.

Muchas veces los ejemplos de aquellos episodios donde la imaginación donde la imaginación no es
suficiente y no refleja la realidad, ahí lo vimos en forma palpable.

El desastre de Haití es un desastre que a todos nos debe doler y lo peor es que nada que progresa, más
bien van como los cangrejos, de para atrás. Y esa es una situación que el mundo entero y Naciones
Unidas que tiene formalmente presencia en Haití, no se pude dar el lujo de permitir que eso continúe.

Las numerosas ayudas, las ingentes inversiones que se han hecho no han llegado a la gente, no se ven
por ningún lado. No ha sido capaz el mundo y esa sociedad de poner a funcionar una institucionalidad
mínima para lograr que eso se convierta en bienestar para el pueblo.

Colombia quiere que Naciones Unidas se despierte y ponga nuevamente su atención en Haití.

Va a ir el 6 de abril el Presidente (Bill) Clinton, que es el delegado de Naciones Unidas para Haití, a esa
reunión. Ya confirmaron cerca de ocho cancilleres adicionales a los que son miembros al Consejo de
Seguridad y esperamos que ahí las Naciones Unidas tomen un paso definitivo en la dirección de
resolver el problema de Haití.

Lo menciono porque es algo que todo mundo ha resaltado como positivo y de iniciativa colombiana en el
contexto internacional.

Liderazgo de Colombia

Nuestras visitas a Jamaica para relacionarnos con el Caribe, nuestra visita a Francia para mejorar
nuestra relación con Europa. Dentro de pocos días o de pocas semanas vamos a ir a España y a
Alemania, visita oficial, invitados por esos gobiernos.

Nuestro cercamiento al Asia, nuestra profundización en la integración latinoamericana, con Perú, Chile y
México dentro del marco de un grupo que se llama el Arco; estamos profundizando en nuestra
integración.

En fin, hoy tenemos un lugar, yo diría que ya lo podemos denominar privilegiado, en el contexto
internacional. Esa era una aspiración nuestra y creo que lo hemos logrado en poco tiempo.

Inclusive con Estados Unidos con quien durante tanto tiempo hemos venido discutiendo la necesidad de
aprobar el TLC, de estrechar aún más nuestras relaciones. Eso también va por buen camino.

Ayer una carta de 44 senadores diciendo que no aceptarían ninguna nominación a ninguna posición en
el área de comercio exterior, hasta que Colombia no sea incluida y no sea sometida a votación en el
Tratado de Libre Comercio con Colombia. Es una demostración más sobre el ambiente positivo que hay
frente a nuestro país.

Por supuesto que para tener un papel internacional digno, constructivo, proactivo, se requiere una
política interna que lo soporte, una política interna que sea motivo también de un señalamiento positivo.

Y afortunadamente podemos comenzar a mostrar también esa faceta nuestra, que la política
internacional que estamos llevando a cabo es el reflejo de lo que estamos nosotros aplicando
internamente.

Plan de Desarrollo y lucha contra la pobreza

Como lo mencionaba Rafael, una política progresista, una política con un norte social, el Plan de
Desarrollo que ustedes van a aprobar, espero, en los próximos meses, demuestra cómo nosotros
queremos darle a lo social, prioridad.

He dicho en repetidas ocasiones que el Plan de Desarrollo se puede resumir en más seguridad –porque
ese aspecto no lo podemos descuidar–, menos pobreza y más empleo, y más empleo formal.

Una de esas patas del trípode de nuestro Plan de Desarrollo, pues fue de origen

liberal. Menos pobreza es un objetivo que nos une a todos.

Este lunes, precisamente, lanzamos en Quibdó el Plan de la Red Unidos contra la Pobreza Extrema; un
plan muy bien articulado, un plan muy bien diseñado y tenemos como meta específica sacar de la
pobreza extrema a 350 mil familias, es decir, cerca de un millón 200 mil colombianos solamente a través
de la Red Unidos.

Ya ustedes se enterarán del detalle de este programa, pero es un programa muy bien diseñado.
Llevamos esos siete meses articulándolo, coordinándolo y finalmente lo lanzamos y creemos que con
muy buen resultado y muy buen pronóstico.

En la parte de la lucha contra la pobreza en general, las políticas sociales que estamos adelantando ya
están comenzando a tener efecto.

La política de empleo. Llevamos durante siete meses, cifras de empleo que se van mejorando mes tras
mes.

Empleo

Ahora les doy una magnífica noticia que me acaba de llegar.

El empleo durante siete meses ha venido descendiendo. Poco a poco.

No nos vamos a quedar quietos sino hasta ver el desempleo en un dígito. Pero estamos haciendo todo
lo que está a nuestro alcance para generar empleo y estoy seguro, doctor Rafael, que esa Ley de
Primer Empleo nos va a ayudar muchísimo a lograr ese objetivo.

Ya el Ministro de Protección (Mauricio Santamaría Salamanca) me dice que el interés en la Ley, que las
llamadas que hay al Ministerio de las empresas, queriendo aprovechar la Ley, demuestra que va a tener
un efecto muy positivo.

Y yo les pediría a ustedes que nos ayuden es a divulgar la Ley.

Es muy importante que la gente sepa los beneficios que están consignados en la Ley, no solamente
para generar empleo sino para formalizarse, que es otra de las metas que tenemos nosotros en nuestro
programa de Gobierno ¿para qué? Pues para hacer un país mucho más competitivo, porque existe la
idea de que uno compite mejor estando en la informalidad, lo cual es absolutamente falso; es todo lo
contrario.

Pero también para mantener lo que el Partido Liberal ha defendido durante toda su vida: los esquemas
de seguridad social. Ningún esquema de seguridad social, ningún sistema de seguridad social, puede
sobrevivir sin una economía formal.

¿Por qué? Porque, por ejemplo en la parte pensional, si cada vez hay menos personas cotizantes y
cada vez hay más personas beneficiándose, pues el sistema explota, simple y llanamente no es
sostenible. Por eso hay que aumentar la base de los cotizantes.

¿Cómo se hace eso? Formalizando a un porcentaje alto, ojalá todos los que están trabajando en ese 60
por ciento, porque nosotros tenemos una economía informal que abarca el 60 por ciento de la actividad
económica del país. Ahí hay que hacer un gran esfuerzo. La Ley de Tierras y la Ley de Víctimas.

En el mundo ya Colombia está siendo señalado como un país ejemplo. A mí me invitaron hace un par
de meses a Naciones Unidas; primer Jefe de Estado que ha sido invitado a hablarles a la Asamblea de
Estados Parte de la Corte Penal Internacional.

Y aquí vino el fiscal Luis Moreno y me dijo: ‘vaya a allá y cuéntele al mundo lo que ustedes haciendo.
Porque que ustedes viven es un infierno y nadie lo niega. Pero miren lo que están queriendo hacer, esa
Ley de Víctimas, esa experiencia que ustedes han tenido con la desmovilización, con las fallas que se
han presentado pero ahí hay unos resultados tangibles. Lo que quieren hacer con la Ley de Tierras, la
aplicación de los principios de Justicia, Verdad y Reparación; primer país que aplica esos principios’.

Por supuesto que todo se puede mejorar, pero fuimos el primer país, y fuimos a las Naciones Unidas. Y
allá el Secretario General, Ban Ki-moon, dijo: ‘mire, esto es realmente importante lo que ustedes están
haciendo. Queremos que ustedes nos ayuden a llevar esa experiencia a otros continentes, al África, a
otros países que están queriendo reconciliar a su sociedad’.

Y ese ejemplo y esa experiencia que ha tenido Colombia, entonces se está volviendo algo para mostrar.
Y nuevamente, el símil del ‘patito feo’, a convertirnos en un cisne a nivel internacional, ahí se vio
reflejado.

Grado de Inversión a Colombia

En la parte económica, que es una de las condiciones necesarias –no suficientes– para que nuestra
política social tenga éxito, para reducir en forma importante la pobreza, para generar empleo; eso es
muy importante y ahí hemos puesto en marcha una serie de políticas y vamos a seguir poniendo en
marcha otras políticas.

La noticia muy buena que queremos darles, que me acaban de informar, es que después de 12 años de
estar buscando el grado de inversión, la firma Standard and Poor’s, nos acaba de otorgar el Grado de
Inversión.

¿Por qué es tan importante tener el Grado de Inversión? Es como un certificado de buena conducta en
materia económica y en la práctica, lo que hace es permitirles a muchas empresas, muchos fondos, por
ejemplo de pensionados, muchas instituciones públicas que tienen cuantiosísimos recursos, les permite
invertir en Colombia.

Porque les ponen esa restricción. Ustedes solamente pueden invertir en esos países que tengan Grado
de Inversión. Y eso en la práctica práctica ¿en qué se ve reflejado? En que a todos nosotros nos baja el
costo del capital.

Que a partir de este momento va a ser más barato acceder al crédito y eso tiene un impacto muy
positivo en la economía, en la generación de empleo, en la competitividad del país.

Por eso es tan importante esta noticia que nos acaban de dar. Y hay que hacer ahora lo posible por
mantenerla e ir mejorando ese Grado de Inversión.

Hay diferentes Grados de Inversión. Hay una línea por debajo de la cual simple y llanamente uno no
tiene Grado de Inversión. Y hay otros países donde la calificación, es de 1 a 10, es de 2, 3; pero a partir
de 6 a 10, uno puede ir subiendo. Y vamos a continuar trabajando para seguir subiendo esa calificación.

Moneda sana y sostenibilidad fiscal

Ahí por ejemplo, queridos liberales y doctor Rafael, hay un aspecto que quisiera que discutiéramos para
que nos pongamos de acuerdo. Ustedes han estado en contra de la reforma constitucional sobre el
tema de la sostenibilidad fiscal.

Yo entiendo el por qué. Ayer estuve precisamente discutiendo con uno de los inspiradores de esa
posición liberal, que fue el Ministro de Gobierno en el momento en que se aprobó la Constitución, el
doctor Humberto de la Calle, estuve discutiendo con el Presidente Gaviria (César) ese tema.

Y yo entiendo la posición de principio por parte del Partido Liberal. Pero cuando uno comienza a discutir
eso con más profundidad, puede encontrar que esa posición de principio no se vulnera con aprobar esta
iniciativa constitucional para elevar a mandato constitucional la sostenibilidad fiscal.

Un principio muy importante que ha defendido el Partido Liberal toda la vida, toda la vida, ha sido el
principio de la moneda sana. Yo me acuerdo, discusiones con el doctor Alfonso Palacio Rudas, con su
padre, doctor Alfonso López Caballero (Alfonso López Michelsen), que tuvimos muchas veces sobre ese
principio de la moneda sana.

¿Por qué es tan importante defender la moneda sana? Porque no hay impuesto más regresivo que el
impuesto de la inflación, de una moneda malsana, de una moneda que pierda su capacidad adquisitiva.

¿Y por qué no ha un impuesto más regresivo? Porque, generalmente, cuando hay una inflación alta,
quienes pierden poder adquisitivo, son los que tienen únicamente ingresos y quienes ganan son los que
tienen activos. ¿Y quienes tienen activos? Los ricos. ¿Y quiénes solamente tienen ingresos? Los
pobres.

Por eso es tan importante y por eso el Partido Liberal ha defendido siempre el principio de la moneda
sana.
Pues bien. Esta reforma lo que busca es defender el principio de la moneda sana y lo digo por
experiencia propia.

Yo fui nombrado Ministro de Hacienda en la peor crisis de la economía colombiana en los últimos cien
años.

Me acuerdo que el doctor Julio Cesar Sánchez –su padre, senador Camilo–, fue uno de los que me dijo:
‘usted es un jugador, Apuéstele a eso’.

Porque los demás me decían que yo era un suicida, que cómo iba a aceptar el Ministerio de Hacienda
en el peor de todos los momentos.

Y yo fui a donde el doctor Horacio Serpa. En ese momento se perfilaba como el próximo Presidente. Le
dije: ayúdeme. Ayúdeme a tomar una serie de decisiones difíciles, si usted quiere ser Presidente de un
país viable.

A todo señor, todo honor. El doctor Horacio Serpa, que en ese momento era el jefe del Partido, me
apoyó en las reformas muy importantes, y muchos de ustedes aquí presentes, me apoyaron en esas
reformas, reformas duras e importantes, pero que salvaron la economía colombiana.

Hoy, después de lo que estábamos, tener grado de inversión, es la demostración de que sembramos las
semillas que tocaban.

Reformas donde el Partido Liberal participó en forma entusiasta, dándose también muchas pelas,
porque eran reformas duras.

Pero ¿a dónde voy? Que esa recesión producto de la moneda malsana, producto del desbalance fiscal,
produjo que un millón de familias entraran en la pobreza, que no estaban en la pobreza.

Y en estos últimos diez años, lo que hemos logrado simplemente recuperar a ese millón de familias que
no estaban en la pobreza, que se sumieron en la pobreza y las hemos venido rescatando.

O sea que en términos de pobreza estamos hoy igual a lo que estábamos hace diez años, antes de esa
gran recesión que tuvimos.

¿A dónde voy? A decirles que una política social importante –y eso es algo que muchos partidos muy
progresistas en Europa, en otras partes del mundo, han adoptado–, una política social muy progresista
es defender la moneda sana.

¿Por qué? Porque el desbalance fiscal, la insostenibilidad fiscal, inmediatamente produce más pobreza.

Y por eso, doctor Rafael, yo lo que lo invito es a que nos sentemos a reflexionar sobre ese tema. Yo
creo que nos podemos poner de acuerdo en alguna reacción que no vaya a ir contra los principios que
ustedes están defendiendo en materia constitucional, digamos del cuerpo constitucional, pero que al
mismo tiempo nos permita tener una garantía de mantener una moneda sana que a todos nos sirve.

Yo lo invito a que hagamos eso y estoy seguro que nos vamos a poner de acuerdo.

Agenda legislativa ambiciosa

Tenemos una agenda legislativa muy ambiciosa. Lo que ustedes lograron el semestre pasado, yo lo he
repetido y lo repito aquí una vez más, fue histórico.

Las leyes que se aprobaron en la última legislatura, yo creo que nunca se ha visto, por lo menos en que
yo recuerde, una legislatura tan rica, de reformas y de leyes tan importantes en tan poco tiempo.

Y nos hemos puesto, ayer estuvimos en la Mesa de la Unidad, una agenda igualmente ambiciosa, para
los próximos tres, cuatro meses, para esta legislatura.

Y ahí el Partido Liberal, espero continúe aportando sus luces en sus conceptos, sus críticas, porque esta
Mesa de Unidad, esta Unidad Nacional no es unanimismo; aquí es bienvenida, y es además una actitud
liberal.
Todas las críticas son bienvenidas, porque las críticas lo que hacen es obligarlo a uno a mejorar la
calidad de las políticas públicas, mejorar la calidad de las decisiones.

El Partido Liberal siempre ha sido un partido naturalmente crítico, y eso es un espíritu que yo los
estimulo a que se mantengan, porque eso, al igual que los periodistas –la gente me dice si yo me
molesto por las críticas de los periodistas–, pues hay algunas críticas que a veces lo ponen a uno a
pensar pues en la seriedad del crítico, pero la critica per se es algo que necesita un Gobierno

Porque o lo comparo con una especie de baldado de agua fría al comienzo del día, que lo despierta a
uno y lo deja a uno con vigor para seguir adelante durante el día.

De manera que yo espero que en esta legislatura nos podamos poner de acuerdo en aquellos aspectos
donde estemos en desacuerdo.

Pero creo que el común denominador que nos une a nosotros– yo vengo del Partido Liberal, es un
común denominador que va a darle a este país un futuro muy promisorio.

Cuando estuve en Davos hace unas semanas, me dijo el presidente de uno de los bancos más
importantes del mundo.

¿Qué celada me tienen aquí? (Entrega de reconocimiento)

Les agradezco mucho, y dice: ‘Santos, nuestro Presidente, Partido Liberal Colombiano’.

Y me siento muy honrado de ser Presidente del Partido Liberal Colombiano, muy honrado. Muchas
gracias.

Las mujeres están tomando la batuta. Me parece muy bien.

Les decía que tenemos por delante un gran desafío. Son leyes ambiciosas.

Lo que usted mencionaba, doctor Rafael, este sistema programado para los informales, para que tengan
una pensión, que usted ya lo está discutiendo con el Ministro de Protección. Él me lo había mencionado
y, me parece que es una gran iniciativa, muy social y muy justa en ese sentido.

La otra iniciativa era la de la compra venta de tierras. Como diría un gobernador liberal, ex candidato
(Horacio Serpa), me suena, me suena. Me parece que tiene mucha lógica. Discutámoslo y me parece
muy bien.

Y usted tenía otra iniciativa, doctor Pardo, que tenía el Partido Liberal, que era la reforma estructural
tributaria.

Esa reforma estudiémosla también con miras a bajar impuestos, a bajar tarifas, a ampliar la base. Y eso
defiende también mucho el principio de la moneda sana.

No nos comprometamos a que va a haber una reforma, pero estudiémosla. Estudiémosla a ver si nos
ponemos de acuerdo en esos principios. A nosotros también nos llama mucho la atención y hay mucha
gente que está también haciendo un llamado para que hagamos una reforma que simplifique el sistema
tributario, que reduzca las tarifas de impuesto de renta.

Inclusive se pueden reducir tarifas de IVA y aumentar el recaudo Paradójicamente eso es posible.

Yo me acuerdo que algo parecido sucedió con la reforma tributaria del Presidente Gaviria en su
momento. Usted era Ministro de Defensa

Y fue una reforma que tuvo un impacto muy positivo De manera que ahí hay un tema donde podemos
perfectamente también ponernos de acuerdo y sacarlo adelante.

Gravar el CO2

Inclusive, esta mañana oyendo al Vicepresidente Al Gore, que como les decía fue una conferencia
magistral que lo deja a uno impactado, decía: ‘Los países tienen que pensar en gravar el carbono’.

Y explico por qué. Sentémonos a pensar en esa reforma con el objetivo de estudiar la posibilidad de
gravar el carbono. Uno puede aumentar los impuestos a los emisores de carbono y se los puede reducir
por otro lado para que la carga tributaria sea neutra.

Pero yo creo que Colombia estaría dando una señal muy importante de nuestro compromiso con el
medio ambiente, siendo un país muy rico en materia de medio ambiente, si logramos algo en esa
dirección.

Y quién mejor que el Partido liberal para tomar esa iniciativa que es una iniciativa esa sí también muy
progresiva.

De manera que, amigos liberales, me siento como en casa.

Y me siento muy orgulloso de esta pancarta, que les agradezco de todo corazón.

Si ustedes me consideran su Presidente, pues yo los considero mi Partido.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la clausura del Foro


Unidos por la Prosperidad

Bogotá, 16 mar (SIG). “Realmente este es un evento al cual le doy una inmensa importancia.

Como decía Samuel Azout, asistía el lunes al inicio de este ciclo de conferencias, de foros sobre este
tema tan importante para mi Gobierno. Y quise venir hoy a escuchar las conclusiones, a la clausura,
para dar una señal, una señal de la importancia que yo personalmente le doy, y que le da todo el
Gobierno al trabajo que aquí se realizó en estos últimos dos días, y sobretodo al trabajo que tenemos
por delante, que va a poner en ejecución o que aquí se ha establecido.

Quiero agradecerles muy, muy especialmente a todos los que han venido contribuyendo durante no
solamente estos dos días sino estos siete meses, porque desde el momento en que yo me posesioné,
Samuel Azout con un grupo muy importante del Gobierno, y gente por fuera del Gobierno; Diego Molano
desde Acción Social, Elvira Forero desde el Icbf, y todas las instituciones que hacen parte de este
esfuerzo, y todas las empresas que han querido unirse a este esfuerzo, a todas ellas mis mas sinceros
agradecimientos, pero también decirles que el trabajo hasta ahora comienza.

Tenemos ya más o menos diseñado qué es lo que tenemos que hacer, que es un paso importantísimo,
porque parte de nuestros problemas tienen mucho que ver con la falta de planeación y la falta de
articulación, la falta de Buen Gobierno.

Yo presionaba mucho a Samuel: ‘¿Cuándo es que nos tiene listo el plan? ¿Cuándo podemos comenzar
a medirlos?’.

Y él me decía: ‘Paciencia Presidente, que este plan va a ser un plan revolucionario pero hay que darle
tiempo al tiempo’.

Y veo que ni me equivoqué al escoger a Samuel Azout, a traerlo del sector privado y ponerlo al frente de
esta iniciativa tan importante, ni me equivoqué en esperar a que nos tuviera el plan muy bien diseñado.

Esto, como lo ha dicho Samuel, como lo han dicho muchos de ustedes, realmente va a significar un
cambio muy importante, muy importante, en el panorama social de nuestro país.

Decía Samuel que lo importante es poder dejarles un mejor país a nuestros hijos. Es lo que todos
añoramos; todos, todos nosotros añoramos dejarles un mejor país a nuestros hijos. Y tenemos que
hacer esfuerzos en muchos frentes.

Esta mañana tuve el privilegio de asistir a una conferencia de un gran ser humano: el ex Vicepresidente
–casi Presidente, porque sacó más votos que quien fue finalmente elegido Presidente de Estados
Unidos- Premio Nobel de la Paz, inclusive se ganó un Oscar, Al Gore, que estuvo aquí, llegó anoche,
anoche cenamos con él.
Esta mañana dio una conferencia realmente magistral sobre el cambio climático y cómo todos nosotros
debemos responsabilizarnos y tomar acciones muy importantes para poder dejarles un mejor mundo a
nuestros hijos, porque en materia de cambio climático como vamos, vamos mal.

Pero él decía algo que me produjo un gran orgullo, un gran orgullo como colombiano, un gran orgullo
como Presidente, decía: el mundo está viviendo un drama en materia de cambio climático, dio muchos
ejemplos, mostró realidades en Australia, mostró realidades en Pakistán, mostró un drama que se ha
vivido en Europa del Este, en México, en Argentina; mostró el drama que hemos tenido nosotros aquí en
Colombia en estos últimos meses, diciendo ‘esto se va a agravar y nosotros tenemos que tomar acción,
no podemos quedarnos simplemente como unos observadores diferentes frente a lo que está
sucediendo, si no tomamos acción no podemos dejarle un mejor mundo a nuestros hijos’.

Y decía: dentro de este mundo en donde en una parte importante del planeta la gente comienza a
pensar que el mundo de mañana no va a ser mejor que el mundo de hoy, es decir, en un mundo donde
se está perdiendo la esperanza, señalan a Colombia, dice: ‘hay países que están siendo señalados por
el mundo entero como casos de éxito, casos de éxito de países que estaban siendo calificados o ya
descartados como estados fallidos y que hoy son democracias vibrantes que le están ofreciendo mayor
bienestar a sus habitantes’.

Y decía: Colombia es uno de esos países. Cada vez que vemos lo que aquí están haciendo, cada vez
que vemos el esfuerzo que han hecho los colombianos por sobreponerse, ustedes nos están sirviendo
al resto de los habitantes del planeta como un verdadero ejemplo.

Esta mañana eso dicho por Al Gore a todos nos debe llenar de orgullo, a todos los colombianos.

Pero el gran esfuerzo que debemos hacer, no solamente del cambio climático, que por supuesto para
nosotros es un gran reto, porque somos un país muy rico en materia de biodiversidad, muy rico en
materia de minería y energía, cómo hacer compatible esos dos propósitos, desarrollo sostenible y
desarrollo económico, ahí hay un gran desafío, pero nada de eso, nada de eso tiene sentido, si no
avanzamos en lo social, si el crecimiento económico no lo distribuimos mejor.

Y por eso, este programa Red Unidos, el que viene de Red Juntos, para mí es tan importante, porque
qué bueno poder decir el día de mañana que dentro de esos ejemplos que Colombia le está dando al
resto del mundo, porque en efecto les digo: me invitaron a participar en la Asamblea de los Estados
parte de la Corte Penal Internacional, y me dijeron ‘muestre el ejemplo que ustedes están dando en
materia de aplicación de los principios de justicia, de verdad y de reparación, en eliminar poco a poco
ese conflicto que les ha hecho tanto daño, es un ejemplo para el mundo’.

El ejemplo que hoy señaló la calificadora Standard and Poor’s, diciendo que a pesar de los problemas
que hemos tenido en estos últimos años Colombia ha hecho un gran esfuerzo, y se merece y nos dieron
hoy la calificación en los mercados internacionales, que se llama Grado de Inversión.

Eso se traduce para todos nosotros en que el crédito que Colombia necesita va a ser más fácil de
conseguir, y eventualmente se traduce en más acceso a crédito, y más barato el crédito.

En fin, hay muchos ejemplos.

Nos han mostrado, somos ejemplos, somos profesores en la región en combatir el narcotráfico, en
combatir las organizaciones terroristas; nos están pidiendo de todas partes que enviemos a nuestros
comandantes a que enseñen cómo desmantelar grupos terroristas, bandas criminales, en fin.

Estamos siendo ya vistos no como el ‘patito feo’ sino como ese gran cisne que puede aportar al resto
del mundo, al resto del planeta, experiencias positivas.

Pero donde más nos gustaría poder decir el día de mañana, como hoy por ejemplo decimos nosotros, y
lo dije yo en el Chocó cuando lanzamos el programa, lo que hizo por ejemplo Lula en el Brasil, de
reducir la pobreza en una forma muy importante, eso quisiera yo poder decir que Colombia logró en
estos próximos cuatro años o tres años y medio, reducir la pobreza y sobre todo la pobreza extrema.

Yo creo que nada nos puede satisfacer más como sociedad, que entregar un país con por lo menos 350
mil familias menos sumidas en la pobreza extrema. Por eso este programa es tan importante.
Y veo que ya tendremos el programa articulado, y usted verá, Samuel Azout, Diego Molano y todos los
que han participado, verán un Presidente exigiendo ahora, semana tras semana, cómo vamos, cuánto
llevamos, cómo va ese objetivo; se va a volver un sirirí, me voy a volver un sirirí, pero creo que por una
magnífica causa.

Yo creo que el país entero debe asumir este programa, este plan, este objetivo, como un plan de todos
los colombianos, de toda la sociedad.

Nada más positivo para un desarrollo económico equitativo y sostenible, que una sociedad con menos
pobreza, una sociedad donde el fruto de lo que vamos a producir, porque vamos a producir mucho, las
estrellas están alineadas, los astros están con Colombia.

Yo soy muy optimista en el futuro de este país, pero soy optimista si logramos mejorar nuestros
indicadores sociales, y el más vergonzoso, el que me produce a mí más dolor es el de la pobreza
extrema: 16 y medio por ciento de los colombianos viven la pobreza extrema, en condiciones
inhumanas.

Por eso este programa, dentro del programa de desarrollo, va a ser el prioritario.

El programa de desarrollo tiene un triangulito que dice: más seguridad, más empleo o empleo formal –
que afortunadamente en estos últimos siete meses el desempleo ha venido bajando, poco a poco,
todavía no lo suficiente, hemos venido creando más empleos formales no los suficientes, ahí tenemos
que hacer un gran esfuerzo- pero es más seguridad, más empleo formal y menos pobreza.

A ese tercer pilar, a esa tercera pata del triángulo es donde yo quiero poner todos mis esfuerzos.

A eso le quiero dar la máxima prioridad, y me sentiría muy satisfecho que dentro de tres años y medio
podamos decir con Samuel Azout y con todos ustedes: cumplimos con ese objetivo.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Foro ‘Pensar en


verde, estrategia económica para el siglo XXI’

Bogotá, 16 mar (SIG). “No podemos engañarnos.

Vivimos un momento de transición y cambio climático de peligrosas consecuencias


para la humanidad.

Se trata de un cambio que no llegará de manera gradual, sino en la forma de


dolorosísimas tragedias.

Nadie debería permanecer indiferente frente a los eventos extremos y contundentes


que venimos presenciando en el planeta.

Sin embargo, aún hay incrédulos y conformistas que dilatan y evaden su


responsabilidad en los principales foros internacionales.

Esa incredulidad —esa contumacia— no nos permite avanzar con el sentido de


urgencia que la situación exige.

Casi 20 años después de la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro, la falta de


compromiso resulta frustrante.

No hay instrumentos que hoy nos permitan disminuir las emisiones de gas a niveles
razonables.

Afortunadamente sí existen personas incansables, seres humanos excepcionales, que


pacientemente han recorrido el mundo generando conciencia para salvar el hogar
común de la humanidad.

Una de ellas es Al Gore, quizás la persona que más ha logrado comunicar —en el
concierto global— la trascendencia y gravedad de los problemas que enfrentamos.

Usted —estimado y admirado Al Gore— ha dado a conocer, de manera eficaz y


contundente, la evidencia técnica y científica para demostrar que el cambio climático
es un hecho y que no podemos perder más tiempo.

Y lo ha hecho, además, con una gran lucidez. Anoche me explicó en tres palabras algo
que yo todavía no podía entender. Me decía por qué es que el cabio climático hace
llover con más intensidad. Y con una tremenda elocuencia me decía: simple y
llanamente porque la temperatura más alta absorbe más la humedad y cuando llueve,
llueve más intensamente.

Con esa contundencia es que nos ha venido alertando sobre este peligro.

En Colombia hemos venido estudiando la incidencia del fenómeno climático y en un


país como el nuestro, que es vulnerable, tiene tremendas consecuencias. 
Cambio climático y café

Hablábamos ahora, antes de entrar, que estábamos sentados al lado de Juan Valdez,
tomándonos un café, cómo el cambio climático —es una investigación que además ha
hecho Cenicafé con gran eficacia— cómo ya hoy el cambio climático está afectando la
producción de café en forma grave.

Porque el café, que es un café de altura, al aumentar la temperatura, hay ciertas zonas
que dejan de producir café. Y eso ya hoy nos está afectando.

En el año 2001, ante el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las


Naciones Unidas, Colombia alertó acerca de la vulnerabilidad de nuestros ecosistemas.

En particular, hablamos de la fragilidad de nuestros páramos, que son los que regulan
y almacenan la mayor cantidad de agua de Los Andes septentrionales.

Somos conscientes de nuestra mega-diversidad, de esa magnífica oferta hídrica


continental al servicio del mundo.

Pero necesitamos de los esfuerzos de la comunidad internacional para que nos ayude a
proteger este patrimonio de la Tierra.

¡Y debe ser pronto!

Las variaciones climáticas ya han dejado lamentables consecuencias —sociales y


económicas— en nuestro país.

Según la Agencia de la ONU para la Atención Humanitaria, somos el tercer país del
mundo con mayor población en zonas de alto riesgo de deslizamientos e inundaciones.

Los efectos de la última ola invernal —ustedes los han visto—, una tragedia que no ha
acabado de pasar. Y lo que es más preocupante, tiende a agravarse ahora que
comienzan las lluvias sobre zonas que ya están saturadas de agua. Y en muchas de
esas zonas no hemos tenido el tiempo de hacer las labores de mitigación, porque están
llenas de agua.

Y ahí hay un desafío muy grande y las cifras son muy dicientes: cerca de dos millones
y medio de personas afectadas y las pérdidas económicas son incalculables.
Hablábamos ahora sobre el costo solamente para el país de las reparaciones en
materia de infraestructura, las carreteras. Y le explicaba yo a Al Gore que hemos
tenido que vender un porcentaje de nuestra empresa petrolera, Ecopetrol, para
financiar esas obras de infraestructura.

De esa magnitud es el costo de este desastre.

Por eso hemos dicho que padecemos la peor emergencia —porque es la peor
emergencia de la historia— en materia de inundaciones, como víctimas de este
fenómeno que han denominado La Niña.

Las sequías, deslizamientos y heladas vienen en aumento.

La intensidad y frecuencia de los fenómenos de El Niño y de La Niña son cada vez


mayores, y no sólo se traducen en fuertes inviernos.

También experimentamos prolongadas sequías, como la que se ha venido presentando


en la Amazonia central.

Por eso tenemos que ser claros, ¡muy claros!

Los estragos de hoy son inmensos, pero serán nada comparados con los de mañana si
no detenemos y revertimos las concentraciones de gases.

Nuestra meta —la meta de todo el mundo— debe ser evitar, a toda costa, que el
aumento de la temperatura llegue a los 2 grados centígrados.

Y si hay que imponer un impuesto al CO2, ¡bienvenido sea! >Y nosotros estaríamos
gustosos de liderar un proceso en esa dirección.

Crisis nuclear en Japón y anuncio de Venezuela

Por otra parte, la tragedia que hoy vive el Japón —un pueblo valiente al que hoy
extendemos nuestra mayor solidaridad; hablé hace unos minutos con el Embajador
nuevamente, hemos estado pendientes de ver cómo podemos ayudar al Japón en este
momento tan difícil—; pero esa tragedia nos lleva a una nueva y urgente reflexión.

No sólo tenemos que prepararnos para enfrentar el cambio climático, sino también
concentrarnos en prevenir otros desastres que la acción del hombre, en su carrera
tecnológica, puede causar.

La crisis de la planta nuclear de Fukushima —que esperamos se conjure positivamente


— es una voz de alarma para todos los países que usan esta clase de energía, en
extremo sensible a fallas humanas o cataclismos.

Celebramos, en este sentido, el anuncio del presidente Hugo Chávez —en un gesto de
oportuna precaución— de congelar el programa para construir una planta nuclear en
Venezuela.

Nuestro reto ahora, como humanidad, es incentivar el uso de fuentes de energía


alternativa y sostenible que no pongan en peligro nuestra subsistencia sobre el
planeta.

Y nuestro país tiene mucho que aportar en este tema.

En Colombia somos conscientes del problema del calentamiento global y de nuestra


propia riqueza ambiental, y esto nos obliga a mantener un compromiso inquebrantable
para implementar acciones concretas de mitigación y adaptación al cambio climático.

A nivel internacional, por ejemplo, venimos participando activamente en la promoción


de acuerdos intergubernamentales que detengan el aumento de la temperatura.

También hemos establecido acuerdos de cooperación con centros de excelencia


internacional en investigación científica.

Nuestra meta es traer ciencia y tecnología de vanguardia al país, para emplearla en


nuestra toma de decisiones.

En esa dirección, estamos trabajando en acuerdos de cooperación con el Instituto


Carnegie para la Ciencia, de la Universidad de Stanford.

Yo tuve la oportunidad de subirme en uno de sus aviones, que están haciendo con el
IDEAM. Este centro científico viene desarrollando herramientas para medir y
monitorear nuestra selva amazónica y el contenido de carbón de nuestros bosques.

Y no solamente el contenido de carbón, sino la riqueza de nuestra biodiversidad.

Ésta es una iniciativa muy importante porque —como en cualquier gerencia— lo que no
se puede medir no se puede gestionar ni proteger de manera adecuada.

En la Cumbre de Nagoya, adonde fue nuestra querida Sandra Bessudo, nos


comprometimos a que las ÁREAS PROTEGIDAS del país alcancen a cubrir el 25 por
ciento del territorio nacional y el 15 por ciento de nuestras áreas marinas —antes del
año 2020—.

Para nosotros, la Cumbre de Nagoya fue fructífera y, con ese entusiasmo, fuimos el
primer país —y lo quisimos hacer deliberadamente— en firmar el protocolo sobre
Acceso a los Recursos Genéticos.

Por otra parte en Cancún, adonde yo personalmente no pude ir, precisamente porque
estaba atendiendo la emergencia invernal, allá reiteramos nuestra genuina voluntad
política para avanzar de manera sustanciosa en un acuerdo ambicioso y jurídicamente
vinculante para todos los países.

Allí apoyamos decididamente el programa REDD PLUS de la ONU, dirigido —como lo


indican sus siglas— a la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de
Bosques.

A nivel interno, tenemos un compromiso con el buen uso —tanto productivo como
ecológicamente sostenible— de la tierra en nuestro país.

Ley de Tierras y ambiente

Con ese objetivo, estamos preparando el proyecto de Ley General de Tierras y


Desarrollo Rural, que vamos a presentar al Congreso este mismo año. Este proyecto
está siendo consultado con las comunidades indígenas y las comunidades
afrodescendientes, como lo obliga la Constitución, para que podamos presentarlo al
Congreso después de esas consultas.

¿Qué nos proponemos con esta iniciativa?

Delimitar la frontera agraria, mantener nuestras grandes reservas forestales y reducir


la deforestación de los bosques nativos en Colombia.

Este proyecto contemplará, además, la creación de la Unidad Nacional de Tierras y


Aguas —adscrita al Ministerio de Agricultura—, encargada de reglamentar los usos del
suelo y del agua en Colombia.

Tenemos el urgente desafío de optimizar la tierra para que la agricultura sea una
locomotora que jalone el crecimiento económico, sin que vaya en detrimento de la
sostenibilidad ambiental.

La ganadería colombiana, por ejemplo, utiliza 38 millones de hectáreas, a pesar de que


sólo 20 millones son aptas para explotación ganadera, y tan sólo 5 millones de
hectáreas tienen pastos mejorados.

En el otro lado están las actividades agrícolas que usan apenas 5 millones de
hectáreas, de un total de 21 millones que se pueden dedicar para ese fin.

Un Sistema de Gestión Ambiental y el Ministerio del Medio Ambiente

También estamos trabajando para realizar ajustes profundos a nuestro sistema


nacional de gestión ambiental.

Vamos a reformar las corporaciones regionales, estamos en ese proceso; y vamos a


diseñar una mejor articulación entre nuestros institutos ambientales.

Y como ustedes saben, nos alistamos ya con las facultades que ayer aprobó el
Congreso de la República, a crear el Ministerio del Medio Ambiente y el Desarrollo
Sostenible.

Esa era una promesa de campaña que reiteré cuando firmé —siendo candidato
presidencial— el llamado Pacto Ambiental.

Hoy celebramos una excelente noticia que nos da vía libre para cumplir con esa
promesa, con esta aprobación por parte del Congreso de la República. Y esa Ley de
Facultades nos va a permitir la pronta creación del Ministerio; es un reclamo que ha
sido constante por parte de las organizaciones ambientales en los últimos años.

El nuevo Ministerio del Medio Ambiente se encargará de que Colombia tenga una
regulación para la protección ambiental que sea compatible con el desarrollo
económico, y lo que queremos es tratar de tener una especie de ESTADO DEL ARTE en
materia de regulación, que haga compatible el desarrollo y la sostenibilidad ambiental.

¿Qué buscamos con el nuevo Ministerio?

Garantizar la conservación de nuestra biodiversidad, liderar y coordinar la gestión


ambiental con todos los agentes de la sociedad, reducir la vulnerabilidad al cambio
climático, y fortalecer la capacidad de gestión de las instituciones ambientales.

A este Ministerio lo vamos a fortalecer con capacidad técnica, que ha sido desde su
creación uno de sus grandes vacíos.

Anoche hablábamos con algunas personas cómo la mayoría de los técnicos que hoy
están por ejemplo estudiando las licencias ambientales, son personas que están por
contrato y que van y vienen con una rapidez impresionante, que no están
suficientemente capacitadas, ni tienen acumulada esa experiencia que nos pueda
garantizar unas buenas decisiones.

Por eso es tan importante la creación de este Ministerio. Hablábamos con Juan Lozano
ese tema en particular.
Un mensaje a la sociedad

Hoy también —aprovechando la excelente oportunidad de este foro que nos invita a
“Pensar en Verde”— quiero enviar un mensaje muy claro a la sociedad colombiana y al
mundo:

LA PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE NO ES INCOMPATIBLE CON EL DESARROLLO


DE SECTORES CRUCIALES DE NUESTRA ECONOMÍA.

Esa es nuestra posición como Gobierno.

Lo que debemos hacer es encontrar las fórmulas correctas para que ambos objetivos
se puedan lograr de manera armónica.

Ese es un desafío fundamental que asumiremos desde el Ministerio del Medio


Ambiente.

Dentro de su estructura, estableceremos unidades ambientales especializadas para


cuatro de nuestras locomotoras del crecimiento, como son la vivienda, la
infraestructura, la agricultura y la minería.

La idea es que esas locomotoras estén sintonizadas con la preservación de los recursos
naturales y la protección de los ecosistemas.

Y aquí quiero referirme puntualmente a la minería, que es un tema tan sensible por
estos días.

Debo señalar primero que este tipo de discusiones nunca dejan a todos contentos,
porque… o se quejan los empresarios… o se quejan los ambientalistas.

Acción contra minería ilegal

En cualquier caso, les puedo garantizar cuál es —y seguirá siendo— nuestra doctrina al
respecto:

Nuestra prioridad es ser RESPONSABLES CON EL MEDIO AMBIENTE.

Y —en esa línea— también es prioritario promover una MINERÍA RESPONSABLE.

Por supuesto —y en esto soy enfático—, no toleraremos la minería ilegal, que es tan
nociva, sobre todo con el medio ambiente, aparte de otras consecuencias negativas, y
que escapa a cualquier control.

En ese propósito necesitamos la ayuda de las empresas que operan con todas las de la
ley, para que denuncien a los que operan sin cumplir las condiciones y requisitos que
establece nuestra legislación.

Y en esto no solamente estamos diciendo, estamos haciendo. Contra la minería ilegal


estamos obrando con toda la contundencia:

Entre el año pasado y lo corrido de éste, la Policía Nacional ha intervenido 331 minas
ilegales; ha incautado 89 retroexcavadoras, 62 motobombas y 23 dragas, y ha
capturado más de 1.000 personas involucradas en esta actividad.

No más en lo que llevamos del año, han sido intervenidas 74 minas de oro y —
recientemente— 91 minas de carbón, estas últimas en Boyacá.

Tenemos unas metas concretas al respecto, como la eliminación de la minería ilegal en


5 distritos mineros y la puesta en marcha —al menos— de un proyecto de reconversión
tecnológica en cada uno de ellos.

También tomaremos medidas para reducir en 10 por ciento el uso del mercurio en los
procesos mineros.

Y sobre este tema quiero enviar también otra señal muy clara y muy contundente:

En Colombia, el título que otorga un derecho para la exploración minera no concede


automáticamente el derecho a la explotación, toda vez que se trata de un derecho
condicionado a la obtención de una licencia ambiental y de una licencia técnica,
debidamente aprobadas por las autoridades ambientales y mineras.

SIN LA OBTENCIÓN DE ESTAS AUTORIZACIONES NO SE CONSOLIDA EL DERECHO DE


EXPLOTAR y, por lo tanto, no se pueden iniciar obras ni trabajos de explotación minera
en el territorio nacional.

El Páramo de Santurbán

Brevemente quiero referirme al caso puntual de la mina en el páramo de Santurbán —


en Santander—.

Aquí somos conscientes del debate y de los argumentos que han presentado tanto la
comunidad como la empresa canadiense que posee títulos mineros en la zona.

Estamos evaluando los argumentos de una y otra parte, con total objetividad, con total
rigurosidad, bajo criterios técnicos y objetivos, y esperamos anunciar a más tardar en
tres semanas la decisión final de conceder o no la licencia ambiental para el proyecto.

No nos hemos querido ninguno del Gobierno pronunciar al respecto. Será una decisión
que consulte nuestras dos prioridades: ser responsable, es la primera, con el medio
ambiente y promover el desarrollo de una minería responsable.

Queridos amigos y amigas; querido Al Gore:

A pesar de que Colombia sólo es responsable de la emisión del 0,37 por ciento de los
gases de efecto invernadero, tenemos un compromiso real frente al cambio climático,

Asumimos nuestra responsabilidad como los poseedores privilegiados de una riqueza


natural que anhelamos conservar.

La solución —por supuesto— sólo puede ser conjunta.

Es tiempo de acciones, no de buenas intenciones.

Aquí todos tienen que sentarse a escuchar, a proponer y —sobre todo— a


comprometerse.

¡Y con más razón quienes más contaminación generan!

Necesitamos ciencia aplicada, cumplimiento de acuerdos internacionales y definición de


políticas nacionales propias y políticas internacionales.

También necesitamos que se inviertan importantes recursos porque, de lo contrario,


nos quedamos en declaraciones retóricas de buenos principios.

Éste es un reto que nos obliga a pensar a una escala geográfica que va más allá de
nuestras fronteras.
Un reto que nos obliga a conjugar la preocupación por el presente con nuestra
responsabilidad con las generaciones futuras.

Nosotros —y nuestros descendientes— urgimos a los países desarrollados para que


mitiguen sus efectos contaminantes.

Los urgimos a que abandonen la cómoda y absurda incredulidad, y asuman su


responsabilidad en este desafío que los afecta a ellos, tanto como a nosotros.

Permítame, señor Gore, terminar citando uno de los mensajes que usted transmitió al
mundo en su impactante y premiado documental Una verdad inconveniente:

‘Los errores que se cometieron en los siglos y generaciones del pasado tuvieron
consecuencias que pudimos superar. ¡Ya no podemos darnos ese lujo!’

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Asamblea de


Familias en Acción en Ciudad Bolívar

Bogotá, 18 mar (SIG). “Qué bueno estar aquí este día, hoy viernes, con unas personas que cumplen un
papel importantísimo en la sociedad, que son la gran mayoría de ustedes, que son madres líderes en
este programa de Familias en Acción.

¿Por qué es tan importante ese papel que juegan ustedes? Porque, primero que todo, le están dando
ejemplo al resto de la sociedad.

Lo que usted hace, Mery (Rodríguez, madre líder del programa Familias en Acción), lo que hacen las
madres líderes ad honorem —porque no les están pagando extra—, es crear algo que usted, senador
John Sudarsky, sabe lo importante que es, y se llama la creación de capital social, que es lo más
importante que puede tener una sociedad.

Y es tener personas líderes que le siguen a otras a ser parte responsable de una sociedad, parte
productiva de una sociedad, para que la sociedad tenga principios, tenga valores.

Por eso, ese papel que juegan las madres líderes yo lo considero que es uno de los papeles más
importantes, de los roles más importantes de cualquier miembro de nuestra sociedad.

Y por eso quiero decirle a Mery y a todas las madres líderes: muchas gracias. Les agradezco de todo
corazón este trabajo que ustedes hacen todos los días, porque así es como vamos a sacar a nuestro
país adelante, con personas como ustedes.

Y vamos por buen camino, vamos por buen camino.

Mire lo que ha sucedido esta semana. Esta semana, como lo decía Diego Molano (Director de Acción
Social), la iniciamos en el departamento más pobre del país, en el Chocó. Pero la iniciamos con una
causa muy importante y es el lanzamiento de un programa que vamos a poner en marcha, que se llama
la Red Unidos, que va a reemplazar el programa de Red Juntos.

Y ese programa de Red Unidos va a estar dirigido a ese 16 y medio por ciento de la población
colombiana que está sumida en la pobreza extrema, que viven en una condición casi que inhumana.

Y nosotros queremos hacer un programa especial para esos colombianos que bien en pobreza extrema,
para sacarlos de la pobreza extrema.

Y nos hemos fijado una meta que vamos a cumplir: 350 mil familias, a través de este programa Unidos,
las vamos a sacar de la pobreza extrema. Son más o menos millón 200 mil personas.

Por eso iniciamos bien este programa durante dos días enteros, que vinieron de Quibdó a Bogotá
expertos internacionales discutiendo el cómo hacerlo, cómo ser efectivos.
Y yo tuve el honor de clausurar ese ejercicio antenoche en el Centro de Convenciones.

Y ya tenemos claro qué vamos a hacer, ya tenemos claro cómo lo vamos a hacer.

Y para mí dentro de cuatro años o tres años y medio, cuando termine el Gobierno, poder decir que las
350 mil familias dejaron la pobreza va a ser uno de los motivos

de mayor satisfacción.

Para mí es un sueño. Porque en nuestro Plan de Desarrollo tenemos tres puntos fundamentales. Uno
podría resumir el Plan de Desarrollo, que los senadores y representantes están aprobando —ayer le
dieron la primera aprobación a ese Plan de Desarrollo— se puede resumir en tres puntos
fundamentales: más seguridad, siempre trabajaremos por tener más seguridad.

Ataque del Eln y captura en Venezuela

Y lamentamos muchísimo lo que le pasó a nuestros policías el día de ayer. Un ataque de estos
bandidos del Eln y murieron asesinados unos policías. Pero los policías también respondieron y dieron
también de baja a uno de esos bandidos e hirieron a dos.

Y en este momento esos dos bandidos que se fueron al otro lado, a Venezuela, estaban heridos, se
fueron a un hospital, y el Gobierno venezolano los está devolviendo y nos va a entregar a esos dos
bandidos del Eln que atentaron contra nuestra Policía.

En este preciso momento están en esa operación, constatando la identificación de estos bandidos.

El otro punto que tenemos en el Plan de Desarrollo es más empleo, más empleo formal.

Y por eso yo sí que celebro este ejemplo de este joven, Edwin Camilo, porque ese fue parte de mi
campaña y parte de los programas que en el Plan de Desarrollo van a quedar consignados. Y es darle la
oportunidad a esos jóvenes que con tanto esfuerzo, y eso fue un clamor de las madres, que todos les
decían: por favor, si usted va a ser Presidente, ayúdenos a que nuestros muchachos sigan estudiando
después de que se gradúen del colegio.

Y ese es el programa que estamos poniendo en marcha, para que muchos, miles de jóvenes puedan
hacer y seguir el ejemplo de Edwin Camilo (Hernández, representante de los beneficiarios del programa
Familias en Acción).

¿Y cómo lo vamos a hacer? A través del Icetex. Se estaban dando unos créditos para los jóvenes que
querían financiar su programa de educación superior.

¿Pero qué estaba pasando? Que en los estratos más bajos eso no era suficiente. Primero, la demanda
era muy superior a los recursos que se le habían dado al Icetex. O sea, había que aumentar
muchísimos los recursos para poder financiar más muchachos, más muchachas que se graduaban del
colegio y pudieran continuar en la educación superior.

Pero también descubrimos, hablando con muchas de las madres, que el pago de ese crédito les
quedaba difícil, mientras estudiaban no podían pagar el crédito. Además, era un crédito a un interés
subsidiado, pero a un interés demasiado alto.

Y otra cosa que descubrimos. Que mientras esos muchachos estudiaban quién los mantenía. Entonces
muchos tenían que salirse de su educación para conseguir trabajo para comer.

¿Entonces qué hicimos? Diseñamos un programa para que, por un lado, los créditos sean créditos
muchos más baratos, sin interés real; es decir, cero interés real, es casi un regalo. Y no lo tienen que
pagar una vez le den el crédito; lo pagan después, cuando tengan un trabajo.

Pero no sólo eso. Estamos creando un fondo para darles a esos muchachos, como Edwin Camilo, una
platica para que puedan mantenerse mientras estudian.

Y ese es el programa que estamos poniendo en marcha. Y el senador Juan Lozano me dijo allá cuando
estábamos en uno de los foros que ese era uno de los programas que quería impulsar y así lo ha
impulsado.

Este es un programa muy importante que el Gobierno está poniendo en marcha, para que ese segundo
componente, el empleo y empleo formal, lo podamos cumplir.

Cifras alentadoras

Y afortunadamente vamos por buen camino.

El desempleo en estos últimos siete meses ha venido bajando poco a poco, todos los meses en forma
sistemática.

Nos falta mucho todavía. En estos siete meses hemos generado casi 800 mil empleos. Pero mi meta —
la meta del Gobierno— es que el desempleo baje y se quede por debajo del 10 por ciento, en un dígito,
y para eso tenemos que hacer un gran esfuerzo, un esfuerzo mayor.

Pero vamos por buen camino en esa dirección.

Y en materia de pobreza extrema, porque ese es el tercer componente del Plan de Desarrollo —más
seguridad, más empleo, menos pobreza—.

Y ahí nos vamos a concentrar, menos pobreza, porque nuestro país —y debería darnos vergüenza—,
nuestro país es uno de los países más desiguales del mundo entero, y debería darnos vergüenza y a mí
me da vergüenza.

Y por eso quiero corregir esa situación. Y por eso quiero concentrarme en sacar a muchas familias, 350
mil familias, de la pobreza extrema y a muchas personas que están en la pobreza, sacarlas de la
pobreza.

Y eso se requiere un trabajo conjunto, un trabajo unidos todos los colombianos, como lo han hecho
otros países, con éxito.

Yo cito mucho el ejemplo de Brasil, como logró bajar la pobreza en los últimos años de una forma muy
importante. Yo quiero poder decir lo mismo que dijo el Presidente Lula (Luiz Inácio Lula da Silva) al
terminar su Gobierno, que redujo a menos de la mitad el número de pobres que había en Brasil.

Y yo quiero decir lo mismo, que pudimos reducir, un esfuerzo conjunto de los colombianos, el número de
pobres que hay en Colombia.

Y por eso el papel de ustedes, las madres líderes, en ese objetivo, es tan importante. Porque ustedes
son las que están, como dicen, llevando la batuta. ¿Cada una de ustedes tiene cerca de 100 madres?

Rita (Combariza) ¿cuántos padres son? 100 a 150 mamás, y ustedes le están diciendo lo que tienen
que hacer y cómo lo tienen que hacer. Y eso es un papel muy importante, una responsabilidad muy
importante.

Y afortunadamente, les decía que esta semana hemos recibido buenas noticias en muchos sentidos,
para que ese tipo de programas podamos continuarlos con mucha fuerza.

Recibimos los datos, por ejemplo, del desempeño de la industria y del comercio. Es parte de la
economía y necesitamos una economía que ofrezca más puestos de trabajo para poder tener más
empleo.

Y miren esos datos que dieron ayer: en el último mes la producción industrial subió 6,2 por ciento; el año
pasado en el mismo mes solamente había subido 1,7 por ciento. De 1,7 a 6,2 por ciento.

Y el comercio. El comercio minorista, el comercio al menudeo subió, óigase bien la cifra, 12.3 por ciento,
el año pasado, mismo mes, había subido 8.3. De 8.3 a 12.3 (por ciento).

O sea que son cifras alentadoras.

Y esas cifras han sido reforzadas por algo que sucedió a nivel internacional. Hay unas empresas que
están en el mundo entero calificando los países: Este país merece una buena calificación, este país
merece una mala calificación.

Y en un mundo donde estas empresas bajando las calificaciones de todo el mundo, a Colombia le
subieron la calificación y nos dieron, como quien dice, un certificado de buena conducta.

¿Y por qué eso es importante? Porque eso permite a muchos inversionistas del mundo entero invertir en
Colombia, cosa que no podían antes. Y al venir esa inversión, eso genera más empleo, eso nos permite
salir de la pobreza con más facilidad, eso nos reduce a todos nosotros el costo del dinero, es decir, los
intereses de los préstamos. Por eso es tan buena noticia ésa que recibimos también esta semana.

Otra buena noticia, el Plan de Desarrollo

Otra buena noticia. Otra buena noticia que recibimos fue en el Plan de Desarrollo, que ayer se aprobó
en un primer paso.

En ese Plan de Desarrollo la inversión social crece un 42 por ciento. Quiere decir que todo el esfuerzo
del Gobierno que vamos a hacer en estos próximos cuatro años va a estar primordialmente focalizado a
mejorar la situación social de nuestro país.

Yo quiero agradecerles a los senadores aquí presentes, al senador Juan Lozano, al senador Sudarsky y
al representante Simón Gaviria, y a través de ustedes al Congreso de la República, esa buena
disposición que tienen para aprobar ese Plan de Desarrollo y las demás leyes que están aprobando.

Que van a ser una verdadera revolución en el país, porque por primera vez estamos viendo un país
unido, unido en su integridad, en la forma de proceder.

La visita de Al Gore

Esta semana estuvo una de las personas más importantes del mundo. Era, fue el Vicepresidente de
Estados Unidos (Al Gore), y además fue hasta elegido Presidente, en el sentido de que sacó más votos
en una elección con el Presidente (George W.) Bush, sacó más votos.

Se ganó el Premio Nobel de la Paz, se ganó un Óscar y es uno de los grandes campeones del mundo
en la protección del medio ambiente. Estuvimos hace dos días con él.

Él llegó el lunes por la noche. Cenamos y el martes dio una conferencia maravillosa, advirtiéndonos a
todos los colombianos y al mundo entero por qué tenemos que proteger nuestro medio ambiente.

Porque todo esto que estamos viendo, estas inundaciones, estas tragedias que estamos viendo se
deben al cambio climático, a que no hemos protegido el medio ambiente.

Pero dijo una cosa que me hizo sentir orgulloso como colombiano. Dijo este señor tan importante que
vino a visitarnos que el mundo estaba muy convulsionado. Miren el terremoto de Japón, que nos duele
en el fondo del corazón.

Ayer estuve con el Embajador de Japón, acompañado de la Canciller (María Ángela Holguín),
expresándole nuestras condolencias al Embajador y a través de él a todo el pueblo japonés, a nombre
de ustedes. Ustedes han visto esa tragedia por televisión.

A nombre de todos los compatriotas colombianos fui y le dije: Embajador, estamos con ustedes, con su
pueblo, en esta tragedia.

Pero no solamente Japón. El resto del mundo está viviendo un momento difícil. Miren lo que está
pasando en el Medio Oriente.

Ayer Naciones Unidas aprobó una resolución, con el voto afirmativo de Colombia, para proteger a la
población en Libia, que está siendo masacrada por el Gobierno Libio, para intervenir esa situación y
proteger a la población civil.

Pero al mismo tiempo en Australia se están inundando igual que en Colombia y lo mismo ha sucedido
en Europa del Este.

Pero decía este señor: ‘Dentro de este mundo lleno de dificultades hay ejemplos de esperanza que nos
llenan de entusiasmo’.

Y dijo este señor tan importante: ‘uno de esos ejemplos de esperanza es Colombia. Colombia esta
mostrándose ante al mundo como un país con buen futuro, un país con optimismo, un país que está
haciendo una gran esfuerzo para salir adelante con buenos resultados’.

Y eso es cierto. Y que lo diga este señor nos llena también de entusiasmo para seguir adelante por ese
buen camino.

Miren lo que publicó ayer el Dane de un estudio que hizo, que yo creo que también nos debe llenar de
felicidad.

Decía: ‘Más del 73 por ciento de los jefes de hogar en Colombia se declararon felices y casi un 10 por
ciento como muy felices’. Eso es muy importante, porque una sociedad que está contenta, que está
feliz, es una ciudad que tiene optimismo en el futuro.

Uno va a otros países y esa misma encuesta le muestra a uno que la gente cree, sobre todo por ejemplo
en Estados Unidos o Europa, que sus hijos no van a tener un mejor futuro del que tuvieron ellos. En
cambio en Colombia —y eso es lo que queremos hacer todos juntos, por eso el trabajo de ustedes las
madres lideres es tan importante—, lo que queremos es que nuestros hijos, todos, tengan un mejor
futuro que nosotros.

Mery ¿Usted tiene cuántos hijos? Y usted está trabajando para que sus hijos tengan un mejor futuro que
usted, como todos nosotros. Y a todos los invito a que sigamos en esa dirección.

Miren, les voy a dar más datos de esa encuesta. Esto es entre el 2008 y el 2010. Son detalles, son
informaciones no muy importantes pero que en su conjunto son muy importantes.

El uso del celular. Gente con celular subió del 84 al 88 por ciento.

Hogares con acceso a Gas Natural. Subió del 47 al 52 por ciento.

Aumentó la cobertura de energía eléctrica, de alcantarillado, de acueducto, de recolección de basuras.

La población afiliada al sistema de salud subió de 86 a 89 por ciento.

Aumentaron los hogares con lavadoras, con neveras, con microondas, con televisiones, con
computadores, con motocicletas, con conexión a Internet.

Más del 55 por ciento de los jefes de hogar no se consideran pobres. Antes eran 51 por ciento.

Familias en Acción se fortalece

En eso hay que darle crédito, además —a Dios, lo que es de Dios—, al Presidente Uribe y a su
Gobierno, que hicieron un gran esfuerzo. Muchas de estas cifras son gracias al esfuerzo que hizo el
Presidente Uribe en su Gobierno, como Familias en Acción.

Familias en Acción además, inclusive hay que darle crédito al Presidente Pastrana (Andres Pastrana
Arango), que fue cuando comenzó. Ahí comenzó; el Presidente Uribe lo reforzó.

Y ahora este Gobierno, con el apoyo del Partido de la U, del Partido Liberal y en esto nos acompaña el
Partido Verde también, y por eso también quiero que se lleven ustedes un mensaje muy importante.

Senador Juan Lozano, usted reclamaba que por ahí vio que en el Plan de Desarrollo había unos planes
para disminuir Familias en Acción.

Y yo le dije: No señor, Y vuelvo y lo repito aquí ante ustedes: Familias en Acción no solamente no se
reduce, sino que se va a fortalecer.

Pero lo vamos a ir mejorando para que tenga más impacto cada día. Y por eso el papel —y vuelvo a
repetir—, el papel de las madres líderes es tan importante y que se mantengan en permanente
comunicación y ver qué instrumentos podemos utilizar para que ustedes, como madres lideres, irriguen
hacia esas 100 o 150 madres que tienen cada uno de ustedes, esa información, esa educación esa
actitud.

Porque así es como vamos a seguir mejorando nuestra sociedad y alcanzando esa paz que todos
queremos y saliendo de la pobreza y haciendo de nuestro país un país más justo, más equitativo donde
todos tengan las mismas oportunidades, donde Edwin Camilo, que ya con un gran sentido de
superación y yo lo felicito, llegó, se gradúo del colegio y ahora está en la educación superior.

Que todos nuestros hijos puedan hacer lo mismo, los hijos de ustedes puedan hacer lo mismo. Eso es lo
que todos queremos.

Por eso yo vine aquí, no a recibir el agradecimiento suyo, doctor Diego Molano, de mi respaldo a esos
programas, sino, vine es a agradecerles a ustedes la participación en estos programas.

Muchas gracias. Muchas gracias por ese papel que juegan las madres líderes. Decirles que, como les
dije al principio, ustedes son un ejemplo. Y me hacen a mí como Presidente de la Republica, pero sobre
todo como colombiano, muy orgulloso de ser su compatriota.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Acuerdo para la


Prosperidad número 27

Pasto, Nariño, 19 mar (SIG). “Esta semana, como todas las semanas, ha sido muy activa, y esta ha
sido muy productiva. Yo quiero decirles y señalarles que esta semana que termina ha sido
especialmente positiva en varios frentes.

Comenzamos el lunes en Chocó, lanzando un plan que va a tener una gran repercusión en todo el país
y en un departamento aquí como el de Nariño, Gobernador. Lanzamos el plan llamado Red Unidos, que
es el plan contra la pobreza extrema.

Este ha sido uno de los puntos fundamentales, de los objetivos importantes, prioritarios, en nuestro Plan
de Desarrollo.

Ustedes saben muy bien que nosotros tenemos un Plan de Desarrollo que se resume en tres puntos:
más seguridad, más empleo –y empleo formal- y menos pobreza.

En materia de seguridad ahora hablamos muy brevemente.

En materia de empleo, afortunadamente en estos primeros siete meses el Gobierno, en todos los meses
ha venido bajando el desempleo en forma sistemática, poco a poco. No estamos contentos todavía con
los resultados ni mucho menos, se han creado más de 800 mil empleos, pero todavía tenemos una tasa
de desempleo demasiada alta, y nuestro objetivo es no descansar hasta tener una tasa de desempleo
de un solo dígito. Ahí no podemos bajar la guardia, como tampoco podemos bajar la guardia en materia
de seguridad.

Pero donde queremos concentrar buena parte de nuestros esfuerzos es en el tercer punto, en disminuir
la pobreza y sobretodo la pobreza extrema.

Por eso, en los últimos siete meses, con asesores internacionales, un equipo liderado por el Alto
Consejero para la Prosperidad, Samuel Azout, ha venido integrando y articulando un programa que
queremos que sea muy efectivo, de coordinación entre las diferentes entidades que tienen que ver con
esos temas, y por fin lo lanzamos, después de ponerlo a prueba ante muchos expertos nacionales e
internacionales, lo lanzamos en Quibdó este lunes.

Durante dos días, expertos de todo tipo estuvieron reunidos revisando el plan, y   clausuramos el
miércoles por la noche los foros que se hicieron sobre ese plan de la Red Unidos, que ya está en
marcha.

El objetivo es muy sencillo: bajar también a un solo dígito la tasa de pobreza extrema del país, que está
en 16,5 por ciento, colocarla al término del Gobierno por debajo del 10 por ciento.
Eso implica sacar a 350 mil familias de la pobreza extrema, y tenemos ya todo un diseño, todo un plan
para que en forma sistemática vayamos cumpliendo ese objetivo.

Qué bueno sería que podamos decir al término de este Gobierno que logramos el objetivo de sacar a
esas 350 mil familias y reducir la pobreza extrema a menos de un dígito. Eso sería un logro maravilloso
y estoy seguro que lo vamos a poder lograr.

Y ese plan, que después se lo vamos a mostrar a todos los Gobernadores, porque los Gobernadores y
los alcaldes tienen que participar en forma muy importante, pues vamos a socializarlo.

Nos reunimos con el alcalde de Bogotá, en una reunión muy productiva, ahí le ratificamos que íbamos a
hacer el Metro en Bogotá, pero sobre bases sólidas, estudios sólidos, estudios bien diseñados, un
programa bien estructurado, el Banco Mundial está participando, y al mismo tiempo le pedimos muy
respetosamente que suspendiera la iniciación de las obras que iban por la carrera séptima en Bogotá,
de lo que se llama Transmilenio liviano, hasta no terminar las demás obras porque sino colapsaba el
tráfico de la ciudad, y afortunadamente el señor Alcalde accedió y creo que esa es una noticia, por lo
menos para Bogotá, muy importante.

Tuvimos unas reuniones a nivel político también muy importantes.

En primera medida con el Partido Conservador nos reunimos, hicimos todo un recuento de la agenda
legislativa, propuestas que el Partido Conservador tiene para agregarle a la agenda que ya está sobre la
mesa, discutimos varias de ellas, entre ellas una que mencionó el Senador (Eduardo) Enríquez Maya
que tiene que ver con la titulación de las tierras para acelerar el proceso de titulación de las tierras,
propuesta que acogimos porque nos parece que va totalmente en la misma dirección de lo que
queremos nosotros en el Gobierno de titular la mayor cantidad de tierras, porque eso es parte
fundamental del objetivo de formalizar la economía.

Y por eso le dimos la bienvenida a ese proyecto y a otros proyectos que el Partido Conservador nos ha
presentado.

Nos reunimos con el Partido Liberal también. Allá estuvieron representados los congresistas liberales de
Nariño. También hicimos un inventario de lo que ya estaba sobre la mesa, algunas iniciativas nuevas del
Partido Liberal que también acogimos para que la Mesa de Unidad, que también se reunió en esta
semana, pues la acogiera y la pudiéramos incluir en esas iniciativas, en el inventario de la Unidad
Nacional, que está dando tan buenos resultados.

Tan buenos resultados que en esta semana se aprobaron las facultades al Gobierno.

Reforma del Estado

Yo quiero agradecerles a los congresistas, a los senadores, a los representantes, estas facultades;
decirles que pueden confiar que el Gobierno las va a utilizar de forma responsable; aquí no va a haber
ninguna masacre laboral ni mucho menos, no se están haciendo esas reformas con criterio fiscalista con
criterio de ahorrar recursos, se están haciendo con el criterio de modernizar el aparato del Estado para
ponerlo a tono con los desafíos que tenemos, con los objetivos muy ambiciosos que nos hemos puesto.

Objetivos que tienen que ver, por ejemplo, la institucionalidad en torno a la minería. Esa institucionalidad
se quedó pequeña hace mucho tiempo, y aquí vienen inversionistas todos los días a invertir en minería,
y si no tenemos una institucionalidad importante que pueda hablarle de tú a tú a esos grandes
inversionistas, pues no vamos a poder desarrollar en forma apropiada y responsable también con el
medio ambiente, nuestra minería.

Otra institución que requiere toda una reestructuración: el Inco.

Aquí está María Inés Agudelo (Directora del Inco), ella es la que más entiende la necesidad de volver el
Inco una institución al estilo Banco de la República, que es lo que queremos, con una gran capacidad de
negociación con quienes quieren construir la infraestructura en Colombia, con los concesionarios, con
los ingenieros, para que tenga la capacidad como entidad responsable de poner en marcha toda la
infraestructura y las concesiones, pues que tenga la capacidad para hacerlo.

Hasta ahora tenemos que reconocer que no la ha tenido y por eso hemos tenido tantos problemas, que
al final de cuentas todos nosotros terminamos pagando, porque en la medida en que un proyecto quede
mal estructurado, una concesión quede mal concebida, al final de cuentas para que después funcione
tenemos que pagar más ¿Y quién lo paga? Todos nosotros, el Estado colombiano.

Ese es el objetivo de esta reforma al Estado, y por eso les agradezco mucho a los senadores y a los
representantes la confianza en el Gobierno, al haber aprobado estas facultades.

Plan de Desarrollo

El otro paso importante que se dio esta semana fue en el Plan de Desarrollo. Ya comenzó el trámite en
la primera comisión.

Ese Plan de Desarrollo, como les decía, tiene esos tres objetivos, un Plan de Desarrollo muy ambicioso,
y eso junto con la Ley de Regalías y la Ley de Ordenamiento Territorial, pero sobre todo la de Regalías
más el Plan de Desarrollo, le va a traer grandísimos beneficios al departamento de Nariño.

Yo creo que uno de los departamentos más beneficiados del conjunto de estas reformas va a ser el
departamento de Nariño, por muchos motivos: por ser un departamento fronterizo, por tener unos
indicadores en materia social por debajo del promedio nacional, por muchas razones, y por ser un
departamento que necesita una inversión muy alta.

Y mi solicitud, señor Gobernador, señores alcaldes, señores congresistas, mi consejo muy perentorio
es: pónganse de acuerdo desde ya en las grandes obras que quieren, no esperen a que lleguen los
recursos para comenzar a pensar, porque el tiempo vuela; si desde ya identifican, priorizan en dónde
quieren invertir esos grandes recursos, podemos poner en marcha los proyectos, podemos
estructurarlos.

Acuérdense algo que hemos dicho, señores alcaldes, señor Gobernador, señores congresistas, no
vamos a autorizar ninguna obra que no esté totalmente estructurada.

¿Eso qué quiere decir?

Que las obras tienen que pensarse bien y planearse bien antes de iniciarlas, porque nuevamente la
cantidad de plata que nos ha costado iniciar obras simplemente por decir ‘aquí pongo la primera piedra y
que el que venga resuelva el problema’, esa es la obra que sale más costosa de todas. Sobre todo las
obras que quedan por la mitad del camino. Esas sí que son costosas porque son obras que nunca traen
ningún beneficio y la plata que se invierte se pierde.

De manera que mi consejo –y usted puede liderarlo, señor Gobernador y los señores alcaldes,
senadores y representantes- es que desde ya planeen muy bien cómo quieren invertir esos recursos.

Celebro mucho que se esté también formando esa región del Pacífico, con los cinco departamentos.
Eso es un paso importantísimo porque muchas de las obras son regionales y el desarrollo tiene que ser
regional, y en la medida en que se pongan de acuerdo los cinco departamentos para identificar dentro
de ese volumen de recursos que va a llegar, se pongan de acuerdo, pues eso va a facilitar muchísimo la
inversión y la inversión correcta de esos recursos.

De manera que era algo que quería destacar, y nuevamente agradecer a los senadores y
representantes su apoyo y su buena disposición en estos proyectos de ley.

Visitantes ilustres

Tuvimos en esta semana unos visitantes muy ilustres: la Reina Sofía de España, que vino como siempre
llena de buena voluntad y con proyectos sociales: un proyecto muy bonito de alcantarillado en el barrio
Nelson Mandela, en Cartagena, y una escuela taller que la cooperación española ha venido financiando
en varias ciudades de Colombia.

Vino el exvicepresidente –cuasi Presidente, de los Estados Unidos, porque sacó más votos que el que
fue Presidente- Premio Nobel de la Paz, Premio Óscar, Al Gore, que hoy es tal vez el campeón mundial
en materia del cambio climático, de decirle al mundo: ‘Por Dios, no vayan a desestimar el peligro que ya
representa el cambio climático’.
Dio una conferencia magistral, se refirió a Colombia específicamente.

Nosotros somos unos de los países más vulnerables frente a ese cambio climático, que no es que vaya
a venir, es que ya llegó.

Y lo que nosotros tenemos que entender –señor Gobernador, señores alcaldes, queridos compatriotas
todos de Nariño y del país- es que este cambio climático es irreversible. La intensidad de las lluvias que
hemos visto en estos últimos tiempos no es algo que, como lo han dicho muchos, es una vez cada cien
o cada mil años, no, esa intensidad de las lluvias se va a volver la constante.

Entonces lo decía Al Gore con una gran lucidez y con unos gráficos muy elocuentes: todos esos
desastres en materia de infraestructura –y el departamento de Nariño ha sufrido muchísimo en ese
frente- él lo decía, no solamente en Colombia, en casi la mayoría de los países del mundo, él mostraba
estadísticas de Australia, mostraba estadísticas de Pakistán, de Europa del Este, de México, de
Argentina, decía: ‘tienen que acostumbrarse que eso se va a volver la constante’.

Por eso tenemos ante nosotros un enorme desafío de coordinación, de buen gobierno, de poder
responder con efectividad porque se nos vino este desastre. Nuevamente está lloviendo con una
intensidad nunca vista.

El Vicepresidente Gore, Premio Nobel, decía por qué está lloviendo con más  intensidad, y explicaba lo
siguiente: al subir la temperatura del mundo 1 ó 2 grados, el calor tiende a absorber más la humedad,
entonces cuando se abre la nube hay mucha más humedad que está alrededor del hueco que hace la
nube.

Y lo comparaba con una bañera que por virtud del aumento de la temperatura hay más agua, entonces
la intensidad de la lluvia crece y llueve más y eso es lo que estamos sufriendo y vamos a sufrir de aquí
en adelante con el cambio climático.

Nosotros en Colombia somos el tercer país más vulnerable del mundo en materia de deslizamientos, y
ustedes aquí en Nariño si que son vulnerables.

Entonces tenemos que hacer un gran esfuerzo para readaptarnos institucionalmente, psicológicamente,
y coordinarnos más frente a este nuevo fenómeno.

Creo que es una visita muy oportuna la del señor Al Gore, y yo le voy a enviar, Gobernador, la
conferencia de este señor, para que la muestre aquí en este departamento porque realmente es muy
importante y muy ilustrativa.

Nosotros tenemos que ser concientes de lo que se nos vino encima y cómo lo vamos a afrontar.

Todos los días llegan empresarios interesados en Colombia.

Hay una cosa que dijo Al Gore, que me llenó de orgullo como colombiano. Dijo: ‘Mire, el mundo está
viviendo todo tipo de problemas’, mencionó el desastre del Japón, mencionó lo del Medio Oriente;
ustedes vieron que antenoche se aprobó la resolución en Naciones Unidas con el voto afirmativo de
Colombia para la intervención en Libia. Es una resolución que esta dirigida a proteger la población civil
de esta masacre que el señor Gadafi está realizando allá en ese país.

Y esta mañana la confirmación es que sí va haber intervención militar porque las autoridades de Libia se
han burlado de la resolución y por eso va a haber intervención militar.

Para eso está Naciones Unidas, para eso está el Consejo de Seguridad. Y Colombia siempre va a
apoyar las posiciones que defiendan la libertad, que defiendan la democracia y que defiendan los
derechos humanos. Y eso es algo que nos enorgullece como colombianos.

Vino también una delegación muy importante de congresistas norteamericanos, nos expresaron
nuevamente su respaldo, pero yo les dije: estamos aburridos de oír buenas intenciones, discursos
bonitos, y recibir palmaditas en la espalda, queremos pasar del dicho al hecho.

Y ese fue el mensaje que yo les transmití a estos honorables congresistas que vinieron a darnos su
respaldo. Les dije: ya es hora de pasar del dicho al hecho, y yo espero que eso suceda, ojala pronto, en
materia de las preferencias arancelarias y en materia del Tratado de Libre Comercio.

Hicimos una reunión muy importante con el Presidente la IATA  (Asociación Internacional de Transporte
Aéreo) y las aerolíneas, el Comandante de la Fuerza Aérea, el Director de la Aerocivil, el Ministro de
Transporte.

Esa reunión buscaba ver cómo podemos descongestionar los aeropuertos, sobre todo Eldorado, que
quienes viajen a Bogotá se habrán dado cuenta que están teniendo que esperar muchas veces mucho
tiempo para poder aterrizar.

Eso tiene que ver con la falta de una serie de medidas y de aparatos técnicos. Hicimos el inventario,
fuimos chuleando uno por uno. Uno de los temas que más nos pidieron y que han venido pidiendo hace
mucho tiempo es que se permita el vuelo de las líneas comerciales por encima de la base aérea de
Palanquero. Se accedió a que eso fuese posible. Se van a comprar unos aparatos, unos radares, se va
a mejorar toda la capacidad de los controladores aéreos y esperamos que el tráfico aéreo de Eldorado
vuelva a ser un tráfico eficiente en el corto tiempo.

Tragedia de Japón

Visitamos el señor Embajador del Japón, con la Canciller. A nombre de todos los colombianos le
expresamos nuestras condolencias por lo que está sucediendo allá, le ofrecimos toda nuestra ayuda.

Realmente ese desastre ustedes lo han visto por televisión, le destroza a uno el corazón lo que está
viviendo el Japón.

Esta mañana a las 10:00 de la mañana despegó el avión de la Fuerza Aérea que va a rescatar a los
colombianos que están allá, los que se quieran venir. Está en este momento el avión retanqueando en
Barranquilla, salé para Seattle (Estados Unidos) y de ahí viaja a Tokio.

Hemos estado en permanente contacto con la Embajadora (de Colombia en Japón, Patricia Cárdenas).
La Canciller ha estado hablando con ella, yo he hablado con ella en varias ocasiones. Estamos
pendientes del bienestar de nuestros compatriotas. Afortunadamente hasta ahora no hemos tenido
ningún reporte sobre alguna víctima colombiana, gracias a Dios.

Esperamos que eso se mantenga, y el Gobierno está listo a ayudar a los colombianos que lo requieran
para ver cómo pueden sobrellevar esta tragedia de la mejor forma posible. Pero también estamos listos
a ayudar a los japoneses que nos han dado una lección de estoicismo, de disciplina. Esa tragedia
hubiera sido en vidas humanas mucho peor, si el Japón no se hubiese alistado para una tragedia de
esta naturaleza.

Si hay un país que haya hecho lo correcto antes de la tragedia, para evitar una tragedia mayor, ha sido
el Japón. Creo que es una lección que debemos aprender y aplicar siempre. Hay que alistarse, hay que
prepararse, hay que prevenir costos en las tragedias.

Yo quiero también felicitar a los alcaldes que participaron en ese proceso de alerta y al señor
Gobernador Antonio Navarro y a los otros gobernadores de los  departamentos con costa en el Pacífico,
porque el día de la tragedia y el día del tsunami respondieron en una forma muy adecuada.

Señor Alcalde de Tumaco, lo felicitó. Sé que allá hubo una disciplina y que pusieron en práctica lo que
se ha venido ensayando en varias ocasiones, y eso funcionó como un relojito. Afortunadamente no hubo
necesidad de nada más. El impacto del tsunami en nuestras costas fue mínimo, se aumentó en
centímetros el nivel del mar, pero nada más.

Pero ese ejercicio que hicieron ustedes nos da una gran tranquilidad de que hay ya institucionalidad
para afrontar situaciones como estas.

Buenas noticias en economía

En la parte económica recibimos muy noticias afortunadamente.

Esta semana nos dieron lo que llaman grado de inversión


¿Eso que quiere decir?

Hay unas calificadoras de riesgos a nivel mundial, que van calificando a los países y a ciertas empresas
¿Para qué? Para decirles a los inversionistas: ‘Este es un país serio, un país donde el riesgo de invertir
o es grande o es pequeño’.

Y eso se ha convertido como en el patrón del mundo en materia de calificación de buena conducta o de
mala conducta de los países frente a los inversionistas.

Pues bien, hay como un umbral, hay un nivel por encima del cual un país tiene grado de inversión. Es
decir, ese país en un país serio y un país donde los inversionistas pueden sentirse seguros.

Nosotros llevábamos 12 años buscado ese grado de inversión y ese grado de inversión nos llegó esta
semana.

¿Eso se traduce en qué?

Se traduce en que muchas entidades tienen como regla solamente invertir en aquellos países donde
hay grado de inversión.

Eso quiere decir que vamos a tener mucho acceso a crédito y a crédito más barato. Y eso se traduce en
un crédito más barato para todos los colombianos, no de forma inmediata, pero sí de forma paulatina.

El país, al tener acceso a más crédito y crédito más barato, eso se traduce en créditos más baratos,
también se traduce en más inversión y la inversión produce más empleo, produce más crecimiento.

También tenemos cifras importantes en materia de crecimiento. Las cifras de enero que fueron
publicadas antes ayer.   

En materia de crecimiento industrial: 6,2 por ciento creció en enero, frente a 1,7 el año anterior. De 1,7 a
6,2 (por ciento).

Y el comercio, el comercio creció a 12,3 por ciento frente a 8,3 por ciento el año anterior.

Esas son buenas noticias porque eso se traduce en empleo, esas dos cifras se traducen en empleo.

Y tenemos una cifra muy importante que produjo ayer el Dane: en el área de construcción de enero a
enero, creció 55 por ciento. O sea que la locomotora de la vivienda va viento en popa.

Eso también se traduce en más crecimiento de la industria, porque se vuelve una bola de nieve: más
construcción, la construcción jalona 32 industrias; la industria crece, hay más empleo, hay más
comercio; hay más comercio, hay más empleo.

Y esa es la bola de nieve virtuosa que nosotros queremos poner a rodar, que por fortuna las cifras
iniciales, una golondrina no hace verano, pero por lo menos vamos por buen camino. Eso sí podemos
decir: vamos por buen camino.

Seguridad

En materia de seguridad. Las Fuerzas Armadas dieron un golpe muy importante, y tiene  que ver mucho
con esta zona del país.

Este bandido ‘Oliver Solarte’, un bandido que había hecho estragos en el sur del país, sobre todo en la
frontera con Ecuador. Estábamos detrás de él hace mucho tiempo y finalmente fue dado de baja.

Felicitaciones a nuestras Fuerzas Armadas, porque esto es algo muy importante.

Todas las semanas voy a dar las cifras fundamentales. En esta semana hay una cifra que es mala. En
esta semana crecieron los homicidios, frente a la semana el año anterior: de 237 a 250, un crecimiento
del 5 por ciento en materia de homicidios.

En lo que va corrido del año hay una disminución del 9 por ciento, pero ojo señores generales con esta
cifra del homicidio, que no podemos permitir que siga creciendo, sino todo lo contrario, que esa
tendencia que viene de mucho tiempo atrás se siga disminuyendo.

En todos los demás delitos: secuestro no hubo, secuestro simple no hubo en esta semana.

La extorsión bajo, pero yo no le estoy creyendo a la cifra de extorsión, porque como esa cifra se basa en
denuncias, y a mí por todos lados me dicen que la extorsión en ciertas zonas está creciendo, lo que
tenemos que hacer, señores generales, es generar más confianza en la población para que denuncie
más; y decirles y explicarles a la población que este delito de la extorsión es un delito que si se
denuncia, en más del 95 por ciento de los casos se captura a la gente y no se tiene que pagar un solo
centavo.

Eso es bien importante de explicarle a la gente, que este delito sobre todo de extorsión, hay que
denunciarlo, para que las Fuerzas Armadas sean efectivas y las autoridades sean afectivas en
combatirlo.

En los demás delitos hay una disminución: en piratería terrestre hay una disminución del 70 por ciento,
en abigeato del 85 por ciento frente a la semana anterior, o sea que las demás cifras son positivas.

Homicidios sí crecimos un 5 por ciento, aunque repito: en lo que va del año vamos con un disminución
del 9 por ciento.

Me han llegado informes, señores generales, que aquí en Nariño la situación de seguridad no está tan
bien como en otras zonas, que por el contrario las Farc han hecho apariciones en algunas zonas donde
no habían aparecido antes.

Yo ya he hablado con el general Erazo, con el general Barrero, con los comandantes de la Policía, y
estamos haciendo toda una reestructuración de la acción de la Fuerzas Pública, no solamente en el
departamento de Nariño, sino también en el Cauca, donde también ha sucedido el mismo fenómeno,
inclusive en el Cauca con más intensidad.

Hay cuatro zonas, donde tenemos como una alerta roja: Nariño, Cauca, Norte de Santander y Arauca. Y
ahí estamos haciendo el trabajo para que esas zonas vuelvan a recuperar la tendencia que hemos visto,
y además, que por fortuna se está consolidando en el resto del país.

Las Farc están desesperadas, están tratando de dar golpes por todos lados, porque por ejemplo en el
Cauca nos metimos arriba en la montaña y allá nos quedamos, entonces ellos están desesperados
tratando de que la Fuerza Pública baje, que el Ejército descienda.

Están atacando los puestos ahora con tácticas rápidas, se repliegan como sucedió en Arauca, en
Arauca atracaron un puesto de infantería de marina, infortunadamente  asesinaron el jueves a tres de
nuestros infantes de marina, y se replegaron rápidamente, se fueron para Venezuela. Eso fue en la
frontera.

El Gobierno venezolano, el Ministro de Seguridad habló con el Ministro de Defensa colombiano, habló el
jueves y habló ayer. Capturaron a dos de los bandidos del Eln que había hecho el ataque, están heridos,
una vez estén en condiciones de poderlos trasladar nos los van a entregar.

Eso es algo muy importante y yo quiero agradecerle al Gobierno venezolano esa actitud, esa
colaboración. Nos van a entregar el lunes a cuatro delincuentes más, va a ir la Policía por ellos, y ahí
estamos colaborando con el Gobierno venezolano como hemos estado colaborando con el Gobierno de
Ecuador en toda la lucha contra el secuestro, en la lucha contra la delincuencia y el crimen en general.

La colaboración con el Ecuador ha sido una colaboración cada vez más efectiva, como lo pueden
constatar tanto los generales de la Policía, como los generales de nuestros Ejército. Ya hay una
comunicación muy fluida, y eso hace mucho más fácil la labor de la Fuerza Pública en la lucha contra el
crimen en los dos lados de la frontera.

También quiero agradecerle muy especialmente al Gobierno del Ecuador su magnífica y buena
disposición para colaborar en tener más seguridad en nuestras fronteras.

Y ahora a lo que vinimos.


Correos de las Farc

Antes de pasar al tema de la agricultura yo tenía dos resúmenes de los famosos correos   de las Farc.
No los voy a leer, pero simplemente les voy a decir de qué se tratan, de pronto pedirle al Ministerio de
Defensa que los haga públicos.

Uno de estos resúmenes es el que dice la importancia de este bandido de ‘Oliver Solarte’. Ese golpe fue
un golpe muy importante. Él manejaba todo el narcotráfico, todo el tráfico de armas del Bloque Sur, por
eso hemos dicho que este bandido era el ‘Negro Acacio’  del Bloque Sur de las Farc.

Y después, por informaciones de inteligencia, hemos ratificado el golpe tan duro que las Fuerzas
Armadas le dieron a las Farc con la baja de este bandido.

El otro correo, o una serie de correos, tiene que ver con la espada de (Simón) Bolívar, ustedes se
acordarán.

Yo no sé si cuando se la robó Antonio Navarro era de verdad o no, pero lo que sí sé es que las Farc
dijeron el año pasado que tenían en su mano la espada de Bolívar, y le hicieron gran despliegue a ese
hecho, pues es un hecho que ellos pensaban era un hecho mediático de gran trascendencia, como me
imagino que Antonio Navarro pensó lo mismo en su  época. Pero en el caso de Navarro sí fue cierto y
en el caso de las Farc era mentira. Esa es la diferencia.

Esos correos lo que demuestran es cómo las Farc quisieron engañar al mundo e entero, a los
colombianos, a los venezolanos, a ellos mismos, diciendo que tenían la espada de Bolívar cuando no la
tenían.

Ahí descubrimos los correos donde decían: ‘Tienen que decir que sí es’. Era toda una patraña, todo un
montaje.

Y es una demostración más de la poca confianza que puede tener uno en la palabra de estos bandidos.

Por eso quería traer a colación esto de la espada de Bolívar. Nada tiene que ver con el señor
Gobernador, al señor Gobernador le creemos su palabra. Además tengo que reconocerle, y le
reconozco, doctor Antonio, que su colaboración en estos 7 meses de Gobierno ha sido una gran
colaboración, y yo le agradezco mucho su permanente y buena disposición , y que hasta el último día
seguiremos trabajando juntos.

Vuelvo y les reitero lo importante que es, ojala pueda dejar coordinada y diseñada buena parte de los
proyectos que van a venir a Nariño por motivos de las regalías y del ordenamiento territorial y de las
reformas que se están pasando en el Congreso.

Ahora sí al tema que nos concierne al tema de la agricultura.

Yo le pediría al señor Ministro de Agricultura que nos hiciera la exposición sobre este tema, es un tema
que sé que aquí es muy importante. En el departamento de Nariño la agricultura es fundamental.

Ustedes saben que esa es una de nuestras locomotoras, una de nuestras prioridades. Estamos en el
proceso de ver cómo creamos las condiciones para que el campo colombiano, que ha sido un reducto
de pobreza y de atraso, invierta esa situación y se convierta el campo colombiano en una fuerza que
traiga prosperidad y crecimiento a las regiones y al país.

Es un momento muy propicio.

El Vicepresidente Gore y el mundo entero está diciendo: ‘Mire aquí hay pocos países que tienen la
capacidad para aumentar su producción de alimentos; el mundo está cada vez más ávido de alimentos;
el precio de los alimentos está en el punto más alto de su historia y las tendencias en todas partes dicen
que va  a seguir subiendo’.

Aquí hay una gran oportunidad para Colombia, gran oportunidad para las zonas productoras de
alimentos, y por eso si estructuramos bien los planes, si ejecutamos bien las políticas, eso va a traer
prosperidad al campo colombiano y por supuesto prosperidad al  campo nariñense.

De manera que sin más preámbulos, si usted quiere tomar la palabra, y de nuevo les agradezco mucho
su hospitalidad y a todos ustedes su atención.

Gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la cena ofrecida a su


homólogo del Perú, Alan García

Bogotá, 23 mar (SIG). Apreciado presidente y amigo Alan García: en los discursos protocolarios de la
vida diplomática es usual hablar de los lazos de amistad y afecto que unen a gobernantes y naciones,
como una fórmula de cordialidad y buenas maneras.

No es éste el caso hoy.

Cuando decimos que el presidente Alan García y que el pueblo del Perú –que dignamente representa–
son amigos cercanos de Colombia, no estamos acudiendo a un lugar común.

Porque esta amistad se puede probar con hechos concretos y dicientes que nos han vinculado durante
las últimas décadas y, muy especialmente, durante los últimos años.

Usted, presidente García, no sólo es un gran peruano sino también un colombiano por adopción.

No es casualidad que, en 1992, cuando infaustas circunstancias lo obligaron a dejar su país, su primera
opción hubiera sido la de buscar asilo en Colombia, donde lo recibimos como se recibe a un amigo en
dificultades, con los brazos abiertos y el corazón dispuesto.

Aquí, presidente García, usted se acabó de enamorar de Colombia, de sus paisajes y su gente, y
nosotros pudimos conocerlo todavía mejor, al punto de que hoy NO tengo que decirle que ésta es su
casa, porque hace ya muchos años que lo sabe.

Usted, Presidente, sabe de vallenatos como el mejor colombiano; conoce mejor de ajiacos, sancochos y
bandejas paisas que muchos de nosotros, y ha recorrido nuestra geografía como el más curioso y
bienvenido de los viajeros.

Pero quiero decirle que no nos quedamos atrás.

Hace unas semanas vino a Colombia el magnífico tenor peruano Juan Diego Flórez y allí estuvimos
escuchándolo, disfrutando de su arte, y cantando a voz en pecho “La Flor de la Canela”, de la
inolvidable Chabuca Granda, una canción que sentimos nuestra como todo lo peruano.

Y si se trata de gastronomía, déjeme contarle que casi no pasa semana sin que se abra un nuevo
restaurante peruano en Bogotá u otras ciudades del país, donde nos deleitamos con los cebiches, los
tiraditos y las causas, o con la dulce caricia de un “suspiro de limeña”.

¡Ni qué decir de la literatura! Los colombianos sentimos y festejamos el Premio Nobel de Mario Vargas
Llosa como si hubieran galardonado a un escritor nuestro, por dos razones:

Porque lo que le pasa al Perú –para bien o para mal– le pasa a Colombia, como corresponde a dos
pueblos hermanados por la geografía, por la historia y la amistad.

Y porque el maestro Vargas Llosa no sólo nos ha enamorado a través de sus obras, sino que siempre
ha sido un leal amigo de nuestro país y de la democracia liberal que encarnamos.

Y hablando de amigos… ¡cómo lo sentimos de cerca, presidente García, cuando el 4 de febrero de 2008
lo vimos en Lima, enfundado en una camiseta que decía “No más secuestros, no más mentiras, no más
muertes”!

Ese día histórico, esa marcha inolvidable, cuando millones de colombianos salimos a las calles a exigir
la libertad de los secuestrados, usted también estuvo con nosotros.

Cómo valoramos, presidente García, que usted y su gobierno nunca hubieran vacilado en llamar al pan,
pan y al vino, vino… ¡y al terrorista, terrorista!
Con este grado de amistad y de cercanía real de los afectos, no es de asombrarse que las relaciones
entre nuestras naciones atraviesen por un momento estelar.

Nuestro comercio bilateral se ha multiplicado por cinco en la última década y confiamos en alcanzar, y
superar, los 2 mil millones de dólares de intercambio en este año.

Los mercados de capitales se encuentran en un novedoso proceso de integración que, en una primera
fase, se ha concretado en la fusión corporativa de las bolsas del Perú y de Colombia.

Esperamos que, para el segundo trimestre de este año, se consolide también la integración entre estas
dos bolsas y la bolsa de Chile, con lo que se creará el mercado de valores más grande de la región por
cantidad de emisores.

El número de turistas peruanos que nos visitan y de colombianos que viajan a conocer las maravillas del
Perú se ha más que triplicado desde el año 2003.

En el campo de la seguridad, nunca habíamos cooperado tan bien ni tan eficazmente en la lucha contra
el narcotráfico y la criminalidad internacional, que a todos nos afecta.

Nuestras fuerzas armadas, nuestros cuerpos de investigación e inteligencia, obran con total
coordinación y cooperación, y esto ha redundado en una frontera cada vez más segura y en mayores
resultados contra la criminalidad.

Recuerdo que en el 2007 usted y el presidente Uribe se reunieron aquí en Bogotá y acordaron crear el
Mecanismo de Coordinación y Consulta conocido como “Dos más Dos”, con la participación y de los
cancilleres y los ministros de Defensa de ambos países.

A mí –que entonces era ministro de Defensa– me correspondió asistir a la primera reunión de este
mecanismo, en agosto de ese mismo año, cuando acordamos incrementar el desarrollo social en la
frontera común y poner en marcha la Comisión Binacional Fronteriza, la llamada Combifrón.

¡Qué bueno constatar que este mecanismo que inauguramos hace cuatro años ha dado resultados y
que hoy nuestros países caminan de la mano hacia el futuro, con una frontera cada vez más viva, más
progresista y más segura!

Quiero resaltar también, presidente García, la excelente iniciativa que usted tuvo –y que halló eco
inmediato en Colombia– para conformar un Área de Integración Profunda para mejorar nuestra posición
hacia los mercados del Asia-Pacífico, una iniciativa que ya da sus primeros pasos con los gobiernos de
Chile y México incluidos.

Igualmente resalto, y comparto, su propuesta para acelerar la Interconexión Eléctrica en los Andes.

Nuestros países, con tantos recursos energéticos, con tantos recursos hídricos, podemos y debemos
cooperar para que nuestros pueblos nunca carezcan de energía, y así lo haremos.

Y quiero darles las gracias, a usted y al Perú, por ese apoyo permanente que han brindado a la legítima
aspiración de nuestro país de pertenecer a la APEC, no sólo por nuestra vecindad natural con la cuenca
del Pacífico, sino por nuestra solidez democrática, estabilidad económica y vocación integracionista.

Confiamos en seguir contando con este invaluable respaldo del Perú y en que –ojalá este año– se
levante la moratoria de la APEC para el ingreso de nuevos miembros y sea considerada positivamente
nuestra postulación.

Apreciado Presidente y amigo Alan García:

Estamos muy felices de que haya incluido a Colombia en esta gira de fraternidad y despedida que
realiza por algunos países de la región.

El próximo 28 de julio entregará usted el testigo a su sucesor, que será elegido por el trámite venturoso
de la democracia.

Lo hará con el orgullo de haber vuelto a presidir su nación y de haber logrado, en estos últimos cinco
años, un crecimiento económico sin precedentes y el afianzamiento de las instituciones republicanas y
democráticas, de esa democracia liberal que usted y yo defendemos como el mejor de los gobiernos.

Pero quiero que sepa que, en los meses que faltan de su presidencia, y luego, en su condición de ex
presidente, contamos con usted, contamos con su compromiso y energía para sacar adelante esos
proyectos que tanto bien hacen a nuestras naciones.

Usted también, presidente García, cuente con Colombia, cuente con este gobierno amigo y con este
pueblo que le expresa hoy, por mi intermedio, su afecto y gratitud.

A usted, Presidente, que es peruano del alma y colombiano de corazón, le vienen muy bien estos versos
vallenatos que dedicó el maestro Escalona a su compañero Jaime Molina, que hablan de la verdadera
amistad:

“A donde quiera estaba, él estaba conmigo, 


Y donde quiera estaba, yo estaba con él”.

Así es: donde quiera esté el Perú, allí estará Colombia, y donde quiera esté Colombia, allí estará el
Perú.

Levanto mi copa por usted, presidente Alan García, y brindo por esa amistad verdadera, por esa
amistad real, que nos une –y que unirá siempre– a Colombia y el Perú.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la inauguración del Jardín Social


‘Color Esperanza’

Armenia, Quindío, 25 mar (SIG). “Quiero comenzar haciendo referencia a varios temas.

El primero, una noticia triste, que tiene entristecido a todos los televidentes de Colombia: el fallecimiento
ayer de Gloria Valencia de Castaño, que con razón la bautizaron la dama de la televisión colombiana.

Es un fallecimiento que nos entristece a todos, sobre a todo a quienes tuvimos la oportunidad de
conocerla muy de cerca.

Yo tuve el honor y la oportunidad de crecer muy de cerca a la familia Castaño Valencia, y conocí lo que
fue Gloria Valencia no solo como profesional sino como ser humano.

Por eso, hoy estamos todos de luto con su fallecimiento.

Hablé con ese gran marido que la quiso toda la vida: Álvaro Castaño, creador entre otros colombianos
de la emisora HJCK.

Hace algunas semanas condecoramos a Álvaro Castaño en el palacio presidencial, por esa gran obra y
ese gran aporte a la cultura que ha hecho durante tanto tiempo, más de 50 años.

Pero eso no hubiera sido posible –y ahí lo dijimos- sin el apoyo, el acompañamiento y la cooperación de
su esposa, de Gloria Valencia, quien por sí sola hizo toda una carrera, una carrera que a todos nos
consta, lo llenó de felicidad.

Por eso lamentamos muchísimo y le mandamos nuestro más sentido mensaje de condolencia a su
familia: a su hijo Rodrigo, a su hija Pilar, y por supuesto su marido.

Colombiano desaparecido en Japón

El segundo tema que quisiera mencionar es la llegada anoche, casi a media noche, de los 113
colombianos que nos faltaba recuperar de la tragedia de Japón.

Esta mañana hablé con la Embajadora Patricia Eugenia Cárdenas, nuestra embajadora en Tokio, quien
ha hecho una labor maravillosa y valerosa.

Muchas embajadas se fueron de Tokio, ella se quedó, se quedó apoyando a sus compatriotas y
organizado toda la evacuación de quienes tomaron la decisión de regresar a su país.

Esta mañana me dio parte de ese trabajo. Me dijo: ‘Ya todos los que quisieron irse están en Colombia’.

Eso es algo muy satisfactorio. He hablado con algunos de ellos, están muy agradecidos.

Muchos de ellos decidieron regresar del todo, y quisieron regresar del todo porque dijeron: ‘Colombia ya
es un país donde nos ofrecen todas las oportunidades. Muchos de nosotros hemos tomado la decisión
de regresar porque vemos el futuro en Colombia mucho mejor de lo que podemos tener en un país
como Japón o en otra parte del mundo’, cosa que nos reconforta enormemente.

Seguimos con el corazón arrugado viendo esas imágenes de televisión todos los días, sobre lo que
sigue sucediendo en el Japón, y también seguimos admirando ese estoicismo de los japoneses, la
forma como han enfrentado semejante desastre, terremoto, tsunami y este desastre nuclear.

Sin embargo, ahí está ese pueblo japonés listo a ayudarse los unos a los otros, a seguir como si nada
hubiera pasado.

Es increíble ese espíritu japonés y esa lección que nos ha dado al resto del mundo.

Un país que se había preparado para desastres como estos, pero lo que sucedió no estaba previsto. Sin
embrago ese carácter salió a relucir, y es algo que tenemos todos que admirar.

Afortunadamente ningún colombiano fue víctima del desastre, aunque hay un colombiano donde hay
algunas dudas. Su nombre es Luis Ayakama. Él es hijo de padre japonés y madre colombiana; vivía allá
en el sector donde el desastre fue más severo; es casado y tiene una hija, pero está desaparecido.

La Embajadora no ha podido localizar a nadie que le dé referencias de este compatriota. Seguimos


buscando que alguien nos diga qué ha pasado con él. Vuelvo a repetir su nombre: Luis Ayakama.

A la Embajadora le llegó una nota diciendo que su familia había comentado que posiblemente esté
muerto, pero no hemos podido confirmar esa noticia. Y le rogamos al que tenga alguna información, que
nos la haga saber para poder actuar en debida forma e informar a su familia si eso llega a ser cierto.

Rechazo a los violentos

Por otro lado, tenemos que lamentar y condenar en todas las formas posibles, de la forma más
enérgica, el asesinato de estos líderes campesinos que están involucrados en la restitución de tierras.

Esos asesinatos –llevamos nueve este año- son asesinatos de gente que está queriendo detener la
política del Gobierno para restituirle la tierra a los campesinos que fueron desplazados por la violencia.

‘Lo que se adquiere con violencia se defiende con violencia’, decía Gandhi.

Lo que nosotros queremos en el Gobierno es devolverles a esos campesinos la tierra que les pertenece,
por la vía de la ley y la justicia, en un acto de justicia.

Pero no vamos a permitir que los violentos vayan a detener una política que para nosotros es
fundamental.

Hemos visto otros asesinatos.

El asesinato de la juez en Arauca, un vil asesinato que también hemos condenado en todas las formas
porque esa juez encarnaba algo que para nosotros es muy importante de defender, ella no solamente
era una juez de la República –que ya de por sí representa la majestad de la justicia- sino que era una
dirigente del sindicato de Asonal Judicial, que también es algo que queremos nosotros, como política,
defender los derechos de quienes quieren pertenecer a un sindicato y quieren reivindicar sus derechos.

Estamos en una democracia. Eso fue lo que les dije yo ayer a los del Polo Democrático. Los invité a
Palacio y les dije: ‘Mire, nosotros los invitamos a ustedes a que dialoguemos, no a que se unan a la
Unidad Nacional sino que ejerzan la oposición con todas las garantías, que si sienten que tienen algún
peligro o falta de garantías, que lo podamos discutir con seriedad, con madurez’.
Y ahí discutimos muchas cosas en las cuales en algunas nos pusimos de acuerdo, en otras no.

Hicimos el inventario y yo de entrada les dije: ‘En estos puntos no nos vamos a poner de acuerdo. Y yo
les respeto a ustedes su punto de vista y ustedes respeten el punto de vista del Gobierno’.

Y ahí no nos vamos a poner de acuerdo. Por ejemplo, ellos están en desacuerdo con la resolución de
Naciones Unidas que Colombia apoyó para que al pueblo libio dejen de masacrarlo. Nosotros por
supuesto no podemos están de acuerdo con quienes están en desacuerdo con esa resolución.

O ellos están en desacuerdo con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos –que ojalá Estados
Unidos lo apruebe, el Congreso americano lo apruebe este año, Dios quiera- ellos filosóficamente están
en desacuerdo. Nos respetamos esas diferencias.

Nos trajeron un reclamo: el censo electoral que salió del Congreso en la Ley Estatutaria. Nos pusieron
un ejemplo sobre la forma como ellos estaban interpretando lo que salió de esa Ley, en esa Ley. Por
ejemplo, que en la Gobernación del Bolívar en las últimas elecciones solamente habían votado un
número muy reducido de bolivarenses, y que esa sería la base para el censo electoral en las próximas
elecciones.

Les explicamos que eso no era así, que la interpretación nuestra era mucho más amplia, pero que
dejáramos que la Corte Constitucional le diera la interpretación correcta y ojalá la más amplia. Si le daba
la interpretación restrictiva yo me comprometía a no sancionar esa Ley, porque pienso que en eso tiene
razón el Polo Democrático, si es que el punto de vista de ellos es el correcto.

¿Pero todo esto con miras a qué? A que en unos años podamos mirar para atrás y podamos todos
decir: ‘Fortalecimos nuestra democracia, fortalecimos nuestra democracia y por ende beneficiamos a
nuestro país; donde hay unas reglas de juego, donde la gente se siente libre, donde hay progreso,
donde hay bienestar’.

La Ley de Víctimas y Restitución de Tierras busca eso, busca sanar unas heridas que han sido abiertas
durante décadas de violencia, y en la medida en que podamos reparar esas víctimas y devolverle la
tierra a quienes fueron despojados por la violencia de su tierra, y ponerlos a producir y a generar
bienestar y a generar riqueza, eso es lo que a nosotros nos va a permitir mirar ese futuro más
promisorio que esos colombianos que vinieron del Japón están viendo.

Y por eso nosotros no vamos a permitir que los violentos detengan el tren del desarrollo colombiano.

¿Con las Farc, con las bandas criminales, qué está pasando?

Pues que les estamos poniendo el dedo en la llaga y no estamos dejando de combatirlos un solo
instante.

En estos últimos días dimos de baja a alias ‘Oliver Solarte’, un bandido que tenía asolado el sur del país.
Durante muchísimos años era el equivalente al ‘Negro Acacio’ en el Bloque Sur de las Farc, el
encargado de todo el narcotráfico, del tráfico de armas, y una persona que era de una crueldad
conocida.

Dimos de baja hace unos días a alias ‘Jerónimo’. Estábamos detrás de él hace mucho tiempo, inclusive
la Fuerza Pública creyó que lo había dado de baja en dos ocasiones anteriores, comandante o jefe del
Comando Central de las Farc, encargado de la seguridad de ‘Alfonso Cano’, y otra persona que ha
causado todo tipo de dolor entre muchísimos colombianos.

Y ayer dimos de baja a diez guerrilleros en un ataque que hicieron las Fuerzas Armadas al Frente 30 (de
las Farc) en el Chocó; capturamos cuatro, tres están heridos, el que no está herido era un menor; y al
mismo tiempo se incautaron 400 kilos de cocaína en Bahía Solano.

Les estamos quitando a las Farc su financiación, por eso han ido acudiendo a más extorsiones. En otras
zonas están diciendo: ‘ya no les podemos enviar más plata, entonces vean cómo hacen’.

Entonces están queriendo extorsionar más. Ahí está la Fuerza Pública lista a responder, lista a
combatirlos.
Y las Bacrim lo mismo. Lo que sucedió en Córdoba: pusimos en marcha la ‘Operación Troya’, está
dando resultados, estamos capturando más y más miembros y jefes de esas bandas criminales,
llevamos este año casi 2.000, desde el 7 de agosto a hoy casi 2.000 miembros de esas bandas que
hemos capturado.

O sea que la Fuerza Pública tiene la orden de no bajar la guardia un solo instante, y van a seguir
batallando con todo lo que tienen, porque no vamos a permitir bajo ningún punto de vista que los
violentos pongan en peligro o detengan las políticas que el Gobierno Nacional quiere poner en marcha y
ya ha comenzado a poner en marcha.

Esto de los asesinatos a los líderes que están buscando la restitución de las tierras.

Vamos con el Ministro de Agricultura (Juan Camilo Restrepo), con el Ministro de Defensa (Rodrigo
Rivera), con el Ministro del Interior (y Justicia, Germán Vargas) a poner en marcha toda una estrategia
para proteger a estos líderes, para que las víctimas de ese despojo trabajen de la mano de la Fuerza
Pública y capturemos a quienes quieran interponerse entre el objetivo del Gobierno, que es devolverle la
tierra a quienes realmente deben tenerla, y decirles a esos violentos que quieren mantener esa tierra a
punta de violencia que no van a tener ningún éxito.

Les vamos a quitar la tierra, y si se interponen los vamos a capturar. Que de eso no quede la menor
duda, que hay toda la voluntad del Gobierno para que esa tendencia de tener un país cada vez más
seguro y cada vez más en paz se mantenga.

Hoy hablaba con el Gobernador (del Quindío) y con la Alcaldesa (de Armenia): ‘¿Cómo está la
seguridad –les preguntaba- aquí en el Quindío?’.

Me decían: ‘Afortunadamente aquí todo va mejorando en materia de seguridad. Lo que teníamos hace
algún tiempo de secuestros o extorsiones en algunos municipios, eso ya cesó’.

Me decía el Gobernador: ‘Ni hay secuestros, hace mucho tiempo no hay ningún secuestro, no hay
extorsiones’.

Le pregunté por los homicidios. Los homicidios han bajado

¿Cuánto han bajado General? Setenta y tres homicidios menos en la región

¿Y aquí en Quindío? Once homicidios menos.

Ahí hay que disminuirlo. Uno es demasiado. Usted sabe cual es mi consigna.

Le preguntaba sobre los hurtos. Acá ha habido algunos problemas, pero ahí hay que apretar más la
acción de la Fuerza Pública con la colaboración de la comunidad, que es la forma de hacer que las
autoridades tengan más efectividad.

Invertir en la primera infancia

Pero todo este panorama de cierta forma queda opacado por actos como el que estamos asistiendo.

Porque cuando uno ve a estos niños y ve uno el desfile que nos acaban de hacer y ve uno cómo es de
importante que las autoridades, que el Gobierno, que el Estado, que la comunidad focalice bien sus
esfuerzos y priorice en forma correcta –y este es un ejemplo de esa priorización correcta- cuando nos
concentramos en que estos niños tengan una vida mejor, que crezcan en esa edad entre cero a 5 - 6
años, que crezcan bien alimentados, bien educados, bien dirigidos, es la mejor inversión, como se ha
dicho en muchas formas.

Aquí trajimos un Premio Nobel de Economía. Cuando lanzamos hace unas semanas el programa ‘De
Cero a Siempre’, vino un Nobel de Economía desde la Universidad de Chicago a explicarnos ya con
cifras y con modelos económicos por qué una sociedad que cuida a sus niños es una sociedad que va a
tener un mucho mejor futuro.

Y la mejor inversión social, el retorno más alto en materia social que puede tener una sociedad, es
invertir en su primera infancia.
Me decía el Gobernador ahora: ‘Cada niño de estos puede costar alrededor de 300 mil pesos, pero un
niño drogadicto, mantenerlo, cuesta millón y medio, o un niño que está en lo que llamaban reformatorio,
centro de privación de la libertad, cuesta también millón y medio’.

Es inclusive el mejor negocio desde el punto de vista monetario. Pero no solamente monetario sino un
negocio desde un punto de vista de una sociedad que tiene los valores y los principios bien distribuidos
y bien priorizados.

Por eso el Gobierno le ha querido dar tanta importancia a la Primera Infancia, a este programa ‘De Cero
a Siempre’, donde vamos a invertir una cuantía muy importante de nuestros recursos.

Y por eso estoy aquí.

Le decía yo a Elvira Forero (Directora del ICBF): Invíteme a cuantas inauguraciones de jardines
infantiles pueda invitarme, que allá estaré para hacer énfasis en la importancia de estos niños, y en la
importancia del papel de las madres comunitarias, a quienes les agradezco de todo corazón.

El papel que ustedes hacen –ahora que las veía con esos niños- para la sociedad colombiana es igual o
más importante que las que hacen los ministros o los generales o miembros prominentes de la
sociedad. Esa labor que ustedes hacen es fundamental para que tengamos una mejor sociedad, un
mejor futuro.

Y por eso me complace mucho venir a este pedacito de cielo, como decía el Presidente Uribe que es el
Quindío, a un acto tan lindo como es el de inaugurar este jardín, en un sitio que además tiene mucho
simbolismo.

Y Alcaldesa, yo le quiero decir que a quien hay que agradecerle es al Presidente Uribe, que fue el que
puso la semilla. Yo no me quiero llevar los créditos que no me corresponden.

Lo estoy inaugurando porque me corresponde como Presidente de la República.

Algo que me llamó mucho la atención. Decía Elvira Forero que este jardín fue el que más rápido se logró
construir. No solamente el más rápido sino con más eficiencia. Aquí no se robaron una puntilla

¿Por qué?

Porque la comunidad estaba involucrada, y al estar involucrada la comunidad entonces defendía esta
obra. Aquí no necesitaban policía, no necesitaban autoridades, ellos mismos se encargaban de cuidar
que esta obra nadie se la robara y que la hicieran lo más rápido posible.

Yo los felicito porque creo que esa es la forma de construir lo que llamamos nosotros y lo que hemos
querido en el Gobierno construir: capital social.

El beneficio que esto le va a dar a esta zona, al Quindío, a Armenia. Estos 300 niños bien cuidados van
a ser no unos drogadictos, no unos delincuentes, van a ser unos ciudadanos productivos, unos
ciudadanos tolerantes, unos ciudadanos responsables.

Por eso quiero hacer énfasis en la importancia de esta obra, de esta labor de las madres comunitarias, y
por eso doctora Elvira, sígame invitando a estas inauguraciones que seguiré asistiendo con mucho
placer.

Y a ustedes todos, felicitarlos porque creo que es un paso importantísimo en ese sueño que tenemos
todos para el Quindío y para Colombia.

Muchas gracias” 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la inauguración del


Jardín Social ‘Perlitas del Otún’

Pereira, Risaralda, 25 mar (SIG). “Qué bueno estar rodeado de niños y de niñas.

Pero hay una niña que tenemos que rezar para que se haga a un lado y es ‘La Niña’ que estamos
sufriendo todavía, después de varios meses, casi un año, y es la que nos ha traído esta ola invernal que
continúa.

Venimos del Quindío. Allá estaba lloviendo, aquí está medio lloviendo, medio no lloviendo, pero
infortunadamente el fenómeno de ‘La Niña’ sigue presente, vivito y coleando.

Y lo importante es que seamos conscientes que lo que vivimos en los meses pasados se puede
empeorar en los meses venideros. El nivel freático de la tierra en Colombia está muy alto; los ríos están
muy por encima de su nivel normal, los canales en donde se deposita el agua están en niveles cada vez
más altos.

Ahora viene un periodo de lluvias intensas, ya comenzó.

Y les decía yo a los gobernadores –y ahora lo vamos a discutir en el Consejo de Competitividad– que
tenemos que estar todos muy conscientes de este fenómeno que estamos sufriendo.

Aquí no ha habido verano, el país ha tenido que sufrir lluvias desde hace ya mucho tiempo, muchos
meses, lluvias muy intensas, sin precedentes. E infortunadamente somos uno de los países más
vulnerables en materia de deslizamientos y de ubicación de la población en zonas de alto riesgo.

Y quería dar ese mensaje y lo voy a seguir dando todos los días, porque el país tiene que ser
consciente.

El doctor Luis Carlos Villegas (Presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi)
en forma patriótica nos ha venido ayudando en la Junta de Calamidades, sabe que estamos haciendo
todos los esfuerzos.

El ejemplo de Japón

Pero todo el mundo tiene que poner su granito de arena para poder afrontar ese fenómeno con el
estoicismo y el carácter con que los japoneses han venido afrontando el desastre que les ha llegado.

Es una coincidencia. Estoy aquí en este barrio, Tokio. Esta mañana hablé con nuestra Embajadora en
Tokio, Japón (Patricia Cárdenas).

Me decía, anoche llegaron, como en efecto llegaron a medianoche, los últimos colombianos que
rescatamos de Japón, colombianos que decidieron evacuar y muchos de ellos venirse a buscar una
mejor vida porque han decidido que Colombia es un país con mucho mejor futuro que otros países del
mundo, incluyendo Japón.

Llegaron anoche los últimos 103. Los fuimos a recoger a Venezuela. Parte de los colombianos que
llegaron los fuimos a recoger desde Tokio; los que no cupieron en el avión nos los trajo el Gobierno
venezolano a Caracas y fuimos por ellos en un avión de la Fuerza Aérea.

Quiero aprovechar para agradecerle al Gobierno de Venezuela que haya llevado hasta Caracas desde
la ciudad de Tokio.

Y me decía la Embajadora que el carácter y el estoicismo con que los japoneses han afrontado
semejante desastre. Todos hemos visto por la televisión, a uno se le arruga el corazón.

Pero ellos, con un tremendo estoicismo, siempre tratando de ayudarle al prójimo, siempre tratando de
trabajar en equipo. Le están dando una lección al mundo –y así lo ha resaltado toda la prensa
internacional– sobre el comportamiento que debe tener una sociedad frente a los desastres, frente al
peligro.

Y eso que nos sirva a nosotros de ejemplo, porque este desastre, que ha sido el peor en nuestra
historia, ha sido un poco como la tortura china: gota por gota.

Llamado a la unidad para prevenir

Y a veces uno no entiende o no siente el golpe, sino cuando ya es demasiado tarde. Las inundaciones
que han afectado a más de dos millones de compatriotas van a aumentar en los próximos meses.
Por eso mi llamado es a esa unidad todos, gobernadores, alcaldes, Gobierno Nacional, organizaciones
sociales.

Cómo han ayudado las Fuerzas Militares, la Policía, los Bomberos, la Defensa Civil, la Cruz Roja. Pero
infortunadamente van a tener que ayudar mucho más por lo que se viene.

Y el país tiene que ser consciente de este fenómeno y por eso traigo a colación, por esa coincidencia de
estar en ‘Tokio’ el día de hoy, haber hablado esta mañana con nuestra Embajadora en Tokio, Japón.

Otro aspecto que quisiera mencionar antes de comentar este lindo evento es lo que estos niños van a
sufrir hacia delante o van a experimentar.

Todo niño que se desarrolla, en la adolescencia hay dolor de huesos, hay incomprensiones, hay ajustes
que tiene que hacer el niño para irse desarrollando bien. Un país tiene fenómenos parecidos, el
desarrollo y progreso trae desafíos especiales.

Y estamos en un momento de nuestra historia donde tenemos que ser conscientes que, para de veras
progresar, para poder decir que estamos despegando en el desarrollo, pues tenemos que tomar y
estamos tomando unas decisiones que son difíciles, que tocan muchos intereses, que ponen el dedo en
muchas llagas.

Estado unido para defender restitución de tierras

Por ejemplo, la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras está tocando un problema que ha venido
azotando al país durante muchas décadas y que ha sido el origen del conflicto; buena parte del origen
del conflicto que hemos vivido.

Millones de colombianos que han sido desplazados por los violentos de sus tierras. Y nosotros
queremos es restituirlos, restituir a esos campesinos para que puedan ser campesinos productivos.

Yo he dicho que mi sueño es que todos los campesinos en Colombia sean como un próspero Juan
Valdez, que tengan una tierrita, que puedan cosechar el producto que esté en ese momento en
demanda, que pueda mandar sus hijos a la escuela, que tenga servicios de salud, que tenga una vida
digna.

Eso es lo que queremos para la mayoría de los campesinos de Colombia y por eso queremos restituirles
las tierras que les quitaron a la fuerza.

Pero como decía Gandhi, lo que se adquiere a la fuerza, se defiende a la fuerza. Y estos violentos que
quieren mantener esas tierras a la fuerza están asesinando a los líderes campesinos a los que se les
restituyen las tierras. Y eso no lo vamos a permitir.

El Estado colombiano se va a unir todo y se está uniendo todo para no permitir que esos violentos que
no quieren que el país siga progresando, vaya a detener una política de desarrollo tan importante.

Golpes a bandas criminales y Farc

Lo mismo sucede con las bandas criminales, las Farc. Nos les estamos metiendo a la madriguera. Y se
los digo yo que los he combatido como tal vez ningún otro colombiano.

Cuando yo llegué al Ministerio de Defensa, que dije: los miembros del Secretariado van a caer, mucha
gente se rió. ‘No, eso nos vienen diciendo hace 40 años’.

Pues bien. Ahí cayeron, uno por uno, comenzando por el bandido de ‘Raúl Reyes’. Y cayó el ‘Mono
Jojoy’ y esta semana dimos de baja a dos personajes macabros, estábamos detrás de ellos hace mucho
tiempo. El alias ‘Jerónimo’ (Arquímedes Muñoz Villamil) y el alias ‘Oliver Solarte’), el ‘Negro Acacio’ del
bloque sur de las Farc.

Este alias ‘Jerónimo’ era el comandante del comando central, jefe del comando central, jefe de
seguridad de ‘Alfonso Cano’ (Guillermo León Sáenz Vargas).

Y ayer dimos de baja a 10 guerrilleros y capturamos cuatro más. Y ahí vamos a seguir insistiendo hasta
que este país encuentre esa paz que todos queremos, añoramos.

Que nos permitan dedicarnos exclusivamente a labores como esta que nos reúne el día de hoy, labores
que realmente enriquecen a una sociedad.

‘De cero a siempre’

Yo los felicito por este evento y doctor Germán Toro (Director Ejecutivo de la Red de Universidades
Públicas del Eje Cafetero), usted me daba las gracias a mí. Yo no quiero llevarme indulgencias ajenas;
gracias al Presidente Uribe que fue el que puso la semilla de esto.

Pero asisto a este evento con gran emoción, porque nosotros hemos lanzado un programa que se llama
‘De cero a siempre’, inspirado en una tesis que yo he venido defendiendo hace mucho tiempo. Que no
es mía, es una tesis de los clásicos, de la época inclusive de la época antigua: que la educación
comienza en la cuna y termina en la tumba.

Es decir, que tiene que haber un proceso permanente de educación y de un mejoramiento de la


educación.

Pero como en todo proceso de construcción, el inicio es lo más importante.

Si este edificio se construye en cimientos débiles y mal concebidos, el edificio, viene cualquier temblor,
cualquier cosa y se derrumba. Lo mismo sucede con la educación. Si el inicio es sólido, si esa primera
infancia, si los niños y niñas tienen la oportunidad de desarrollar sus habilidades que van a aplicar el
resto de sus vidas, entonces las posibilidades de que ese niño, esa niña continúe por el buen camino,
continúe por la buena educación se multiplica, son mucho mayores.

Por eso le queremos dar tanta importancia a la política de la Primera Infancia, porque ese es el camino
para ir sembrando prosperidad.

Y usted hace un mal negocio, Germán Toro. Las universidades no hacen un mal negocio. Es el mejor
negocio del mundo el asociarse a proyectos como éste.

Porque estos niños que acabamos de ver, bien nutridos, bien tratados, bien educados, mañana van a
ser ciudadanos tolerantes, ciudadanos responsables y van a ser estudiantes en sus universidades que
van a tener unas calificaciones mucho más altas, van a estar mucho mejor preparados.

Entonces su universidad va a poder sacar pecho y decir, mire esa cantidad de buenos estudiantes que
estamos graduando, porque usted tuvo la visión de invertir cuando esos niños o esos muchachos eran
niños y esos niños se estaban formando.

Por eso es tan importante que el país entienda que la educación debe ser un proceso permanente y que
hay que concentrar los esfuerzos en toda la cadena.

Y usted sabe que vamos a presentar una ley de reforma a la educación superior. ¿Qué es
controvertida? Sí, discutámosla. Pero que nos va a permitir mejorar mucho el acceso, porque ahí hay un
cuello de botella tremendo en el proceso educativo del país: que una cantidad de niños bachilleres que
quieren continuar estudiando en la educación superior y no pueden. No pueden, o porque no tienen
recursos o porque no hay cupos en las universidades.

Entonces estamos combinando que todas las madres que con gran esfuerzo les dan a sus hijos la
oportunidad de graduarse del colegio, estamos poniendo en marcha un programa que prometimos en la
campaña: que esos muchachos y muchachas, apenas se gradúen del colegio tengan la posibilidad de
acceder a un crédito a cero interés real.

Pero no solo eso, porque muchas veces dicen: bueno y yo pago la matrícula y con qué como, con qué
mantengo o con qué se mantiene mi hijo durante los años que tiene que estudiar.

Pues estamos ya creando un fondo para darle plata también para que estudie. ¿Y cuando tiene que
pagar eso? Cuando tenga un trabajo, no antes.

Aumentar oferta educativa y mantener calidad


Pero para poder cumplirles a esos muchachos, tenemos que aumentar mucho la oferta de la educación
superior y siempre manteniendo la calidad.

Por eso queremos que el país tome conciencia de permitir inversión en la educación superior que
aumente la oferta y que aumente la calidad al mismo tiempo.

No se trata –y quiero ser muy claro– de privatizar la educación pública; no se trata de eso. Se trata de
buscar, como lo ha hecho la China, como lo ha hecho Corea; la China, un régimen comunista. Más del
20 por ciento de los chinos que hoy están ganando todas las competencias de educación en el mundo.
Por eso están progresando tanto, porque han invertido en la educación; han concebido lo que usted
decía, doctor Toro, al final de su intervención: país o sociedad que no entienda que la educación es el
vehículo del progreso, se queda atrás.

Y nosotros no nos queremos quedar atrás.

Por eso desde la cuna, estos jardines, esta primera infancia, el colegio, la universidad, los centros
tecnológicos, inclusive después, para que las empresas, doctor Villegas, tomen conciencia de que a los
empleados hay que recapacitarlos cada 6, 7 años, porque la tecnología cambia, porque cambian las
formas de producción; si nosotros internalizamos ese concepto ‘De cero a siempre’, de que la educación
comienza en la cuna y termina en la tumba, vamos a ser un país mucho más poderoso, mucho más rico,
rico en todos los sentidos.

Sentido humano, sobre todo; sentido social.

Y por eso este evento de hoy, de venir a este barrio, a Tokio, a darle –como dicen– la largada a esta
gran obra, donde los niños de este barrio van a tener unas oportunidades muy parecidas a las que han
tenido mis hijos.

Yo también estuve en un jardín infantil y yo vengo del estrato 6, y no tenía nada que envidiarle a este
jardín, nada.

Y yo lo que quiero, doctora Elvira (Forero, Directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) –y
por eso le pido que me siga invitando a esto, pero sobre todo que siga haciendo este tipo de obras– es
que todos los niños de Colombia tengan las oportunidades que tuvieron mis hijos o que están pidiendo
aquí estos 300 niños que van a poder ser educados en su primera infancia; bien educados en su
primera infancia.

Por eso, señor Alcalde (de Pereira, Israel Londoño), cuente con su otro jardín infantil.

Pero entonces falta una cosa para poder darle la largada. ¿Quién lo va a operar?

¿Usted por qué no se compromete aquí a operarlo y ya cerramos el negocio?

¿Está bien? Bueno, entonces cerremos ese negocio y construyamos, y al próximo si me pueden dar las
gracias a mí, éste es para Uribe.

Madres comunitarias

Pero yo quiero también hacerles un agradecimiento a unas personas que cumplen un papel en la
sociedad demasiado importante, que son las madres comunitarias.

Por eso, yo lo he dicho muchas veces: ustedes cumplen una labor tan importante como la que cumple
un ministro, un general o ciudadanos muy prominentes del Estado colombiano, de la sociedad.

Ustedes están educando a los niños en el momento más importante de sus vidas. Y por eso tenemos
que consentirlas mucho, por eso tenemos que capacitarlas, por eso, usted sabe doctora Elvira, que le
he dicho muchas veces que a nuestras madres comunitarias hay que cuidarlas en forma muy especial.

Y yo les quiero agradecer esa labor que ustedes hacen, porque es realmente para la sociedad.

De manera, que señor Gobernador (de Risaralda, Víctor Tamayo), señor Alcalde (de Pereira): muchas
gracias por esta hospitalidad. A los pereiranos muchas gracias también por la hospitalidad. Usted sabe
que cada vez que yo vengo aquí, me siento en mi casa. Senador (Carlos Enrique) Soto, usted sabe que
así es.

Y aquí me quedaré hasta mañana. Tenemos una agenda bastante intensa. Ahora vamos a una reunión
sobre la competitividad, después sobre la ola invernal, después un Consejo de Seguridad; que mañana
tenemos un Acuerdo para la Prosperidad sobre un tema muy importante que ha afectado mucho a esta
zona cafetera, que es el empleo. Y donde estamos empeñados en ver cómo mejoramos estas cifras de
empleo.

Pero de todas formas, a todos, muchas gracias. Y a seguir educando a nuestra primera infancia”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la inauguración del


Megacolegio ‘Ciudadela del Café’, de Pereira

Pereira, 26 mar (SIG). “Qué bueno ha sido la visita a la zona cafetera.

Se inició ayer por la mañana, porque nos ha correspondido inaugurar las obras que más importancia
tienen de toda nuestra sociedad. Estuvimos en Armenia y en Pereira el viernes, inaugurando los jardines
infantiles para atender a los niños en su primera infancia, los cero y los 5 años.

Ahora estamos inaugurando este gran colegio y eso es algo muy importante para la sociedad.

Y ojalá pudiéramos inaugurar muchísimos más. Tenemos cerca de 44 en la lista, me dice el Director de
Fonade (Luis Fernando Sanz).

Ya el Gobierno pasado inauguró tres. Ahora nos va a corresponder cosechar lo que el Gobierno pasado
sembró. A Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César, el Presidente Uribe (Álvaro Uribe Vélez)
y el Gobierno pasado fueron quienes realmente sembraron la semilla de este colegio que hoy estamos
inaugurando.

Entonces resaltaba la importancia de este evento, porque ese es el ciclo que toda sociedad quisiera
tener. Incluyendo, doctor Toro (José Germán Toro, de la Red de Universidades Públicas del Eje
Cafetero), el próximo paso, que es la educación superior.

O sea, ahí tenemos el jardín infantil, tenemos el colegio y tenemos la educación superior.

Y si nosotros como país logramos que todos nuestros niños y nuestros jóvenes asistan a los centros
educativos, se formen y se formen cada vez con más calidad, eso es lo único que va a garantizar que
nuestro país en el largo plazo despegue hacia el desarrollo y hacia la prosperidad.

Sin eso es imposible. Es una condición necesaria, no es la única, pero es la más importante de todas.

Por eso hemos dicho que tenemos un Plan de Desarrollo con cinco locomotoras. Y la gente me
preguntaba, ‘pero ¿por qué no incluyó, si es tan importante, la educación como una de las
locomotoras?’.

Inclusive la Ministra decía: ‘pero pongamos a la educación como una de las locomotoras’.

No, no, no. Las locomotoras no funcionan si no hay rieles. La educación son los rieles de estas
locomotoras y así es como debe verse. Nosotros tenemos que mantener esos rieles en óptima calidad
para que las locomotoras puedan funcionar bien y puedan avanzar en debida forma.

Y por eso es tan importante que el Gobierno y que la sociedad entiendan que la educación tiene que ser
el eje transversal más importante de todos los programas del Gobierno.

Por eso me complace muchísimo el poder asistir a esta inauguración en este sitio y en este día, porque
significa mucho para Pereira, para Caldas, mucho para el país.

Es un gran esfuerzo, como aquí se ha dicho, una obra que costó más de 11 mil millones de pesos, que
va a tener un beneficio enorme. Cualquier plata bien invertida en educación es plata que se va a
multiplicar el día de mañana.
Por eso quiero felicitar a todos los que han contribuido a que este colegio sea un hecho.

Señora Rectora, usted tiene la gran responsabilidad. Estos muchachos y esta es un poco la consigna de
la Ministra de Educación (María Fernando Campo) y del Gobierno, vamos a tratar de darle cada vez
más calidad a la educación.

Que graduarse de este colegio sea como una impronta de un muchacho que tiene buena calidad en su
educación, en su educación básica, en su educación primaria y secundaria.

Y ahí se va a garantizar, y para eso estamos trabajando, para que pueda entrar a la universidad. Y que
ojalá también tenga el acceso y bueno calidad.

Y por eso tenemos que concentrarnos en que estos niños cada vez tengan la mejor formación.

Me gustó mucho que yo les preguntaba ¿cuál es su materia preferida? Entonces decían física. Algunos
me dijeron matemáticas.

Eso está muy bien. El mundo de mañana nos tiene que obligar a nosotros hoy a preparar los niños en la
parte técnica, en materias que les van a ayudar muchísimo en las carreras que el día de mañana van a
ser las carreras demandadas.

Que sea una educación pertinente, que graduemos a los niños y les enseñemos las cosas que van a
poder utilizar. Hay en muchos sitios una brecha entre qué les enseñamos y qué se necesita. Esa brecha
tenemos que disminuirla cada vez más para hacer de la educación una educación pertinente.

También a estos niños desde temprano hay que inculcarles los valores, los principios, que son como los
mapas, las brújulas que uno utiliza cuando está angustiado, cuando está perdido, cuando está
desorientado.

Si Uno tienen principios sólidos, valores sólidos, uno acude a ellos como acude a la brújula cuando está
perdido en el bosque. Y eso lo saca a uno adelante.

Por eso es tan importante en esta etapa de su formación los niños aprendan eso que es lo básico, los
valores y los principios.

Por eso me complace muchísimo poder asistir a esta inauguración.

Decirle Alcalde (de Pereira, Israel Londoño), que lo felicito yo a usted. He visto su entusiasmo por la
parte educativa. Ojalá otros alcaldes tuvieran el mismo entusiasmo que tiene usted por este frente. La
educación es una responsabilidad de todos, del Gobierno Nacional, del Gobierno municipal, del
Gobierno departamental. Debe ser un esfuerzo de toda la sociedad.

Porque además la educación es lo que nos va a permitir que este país sea un país más justo, sea un
país con menos desequilibrios.

Nosotros somos –y eso nos debe avergonzar– uno de los países más desiguales del mundo. ¡Del
mundo! Y eso impide un buen desarrollo, eso alimenta la violencia, eso tiene todo tipo de consecuencias
negativas.

La forma de disminuir esas brechas o una de las formas más efectivas, es la educación. Si cualquier
niño tiene acceso a una buena educación, se gradúa, so viene de un estrato muy bajo, pero tiene
acceso a la educación, el niño que viene del estrato más alto y tiene la misma educación, pues tienen el
mismo punto de partida.

Y por aquello de que la adversidad forma el carácter, el niño del estrato más bajo va a tener incluso más
posibilidades, si tiene acceso a una buena educación.

Por eso con la Ministra nuestra obsesión es a darles más acceso a la educación de calidad a los niños
de Colombia.

De manera que les deseo mucha suerte, señora Rectora. Cuente con nuestro apoyo. Ustedes, usted
Rectora, los docentes, cumplen un papel muy importante, muy importante. No creo que haya una
responsabilidad más importante para una sociedad que la educación de su juventud.

Por eso, por parte nuestra pueden contar con nuestro respaldo, con nuestro apoyo, con nuestro aprecio
y con nuestra gratitud a todas las docentes.

Y a usted, Rectora, muchas gracias y a todos ustedes, muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al instalar la jornada de


los Acuerdos para la Prosperidad en Pereira

Pereira, 26 mar (SIG). “Hoy hay buenas noticias por muchos frentes. El primero es el frente del deporte.
Ustedes vieron cómo este semana se inició el lunes con el partido entre el número uno y el número dos
de tenis del mundo: Rafael Nadal y Novak Djocovic.

Un partido que nadie hubiera imaginado hace unos años que se podía dar en Colombia. Que el número
uno y el número dos del mundo estén aquí, jugando en un espectáculo para todos los colombianos, es
una demostración de cómo ha cambiado Colombia y cómo hemos cambiado frente al mundo. Que nos
convirtamos en escenario de esos grandes eventos mundiales a nivel deportivo y a todo nivel, es algo
que nos conviene y es algo muy importante.

Las expresiones de cariño que los dos tenistas hicieron frente a Colombia es algo que nos debe llenar
de regocijo.

Nos podemos lucir en la Sub-20

Ustedes saben que también vamos a ser anfitriones de la Sub-20. Tenemos, como lo hemos dicho
muchas veces, que dar una demostración de nuestra hospitalidad. La Sub-20 es un campeonato muy
importante. Después del Campeonato Mundial de Fútbol, este es el campeonato más importante. Por
eso todas las ciudades que van a ser anfitrionas, entre ellas Pereira, Armenia y Manizales, o sea los tres
departamentos del Eje Cafetero van a ser anfitriones de ese gran evento.

Tuve la oportunidad de ver por encima el estadio aquí en Pereira. Eso va muy bien. En un 85 por ciento.
En Armenia también me dijeron que iba muy bien. ¿El de Manizales va bien? Está al pelo. Muy
importante porque eso lo va a ver el mundo entero y ahí nos podemos lucir.

El triunfo de Edwin Ávila

Ayer supimos la buena noticia de que un compatriota, Edwin Ávila, ganó la medalla de oro en el Mundial
de Ciclismo en Pista en Holanda. Nuestra felicitación muy sincera a nombre de todos los colombianos a
Edwin. Nos enorgullece que un colombiano haya ganado la primera medalla de oro de toda
Latinoamérica. Esa es una noticia bien importante.

La final del Campeonato Mundial de Fútbol Sala

Hoy vamos a jugar la final del microfútbol o llamado fútbol de salón. Jugamos contra Paraguay, que le
ganó a Rusia en penaltis. Esos muchachos, por lo que hemos visto, están jugando muy bien. Todos
tenemos que rodear con buena energía para que esta noche seamos los campeones mundiales de
microfútbol. Eso es muy importante.

Allá estaré haciéndole barra a nuestro equipo y espero que todos ustedes, desde donde estén, den
buena energía para que podamos llevarnos ese campeonato. Eso es bien importante.

La Hora del Planeta

Tengo un dilema y es el siguiente: inició hace unos años una cruzada para proteger el medio ambiente,
para evitar el cambio climático. Comenzó en el otro lado del mundo, en Sidney, en Australia.

Esa cruzada tiene unos actos simbólicos, como el de apagar las luces en una hora determinada. Resulta
que esa hora es de 8:30 a las 9:30 de la noche. Y el partido es a las 9:00. Entonces estoy en ese
dilema, porque quiero que Colombia participe de esa cruzada. Porque nosotros somos uno de los
países más vulnerables ante el cambio climático y debemos dar ejemplo.
Entonces tal vez una solución práctica es que toda regla tiene su excepción: permitir, por supuesto, que
la final se lleve a cabo, pero tratemos todos de cumplir con ese propósito de dar una señal. Todos
apagamos las luces en nuestras casas y de pronto mantenemos la televisión prendida para ver el
partido. Algo así en ese sentido. Pero vamos a ver cómo conciliamos esos dos propósitos muy
importantes.

Buenas noticias en seguridad

En el frente de la seguridad tenemos también buenas noticias, muy buenas noticias.

Hoy se cumple el tercer año de la muerte de ese bandido, ‘Tirofijo’. Hace tres años, si no me equivoco,
si la memoria no me falla, también era un sábado. Y dimos la noticia de la muerte ‘Tirofijo’, que fue el
‘marzo negro’ para las Farc. Se había dado de baja a ‘Raúl Reyes’, miembro del secretariado y a ‘Iván
Ríos’. Y después ‘Tirofijo’, que no sabemos si murió de infarto o del susto por los bombardeos que le
estábamos haciendo.

Pues bien. Las Farc en el Cauca vienen haciendo muchísimo daño. Es un grupito que ellos denominan
‘fuerzas especiales’. Los mismos que asesinaron a cuatro policías en Caloto por la espalda, hace una
semana. Estuve en Caloto después de ese asesinato. Se robaron también una plata del Banco Agrario.

Pues anoche, en una operación conjunta –como han sido todas las operaciones: con Inteligencia de la
Policía, participación de la Fuerza Aérea, de nuestro Ejército, de nuestra Armada–, hicieron una
operación y dieron de baja a 15 de esos miembros de esas ‘fuerzas especiales’. Y tienen uno que en
este momento está herido, grave, además. O sea que ese golpe contundente se dio ayer, anoche y esta
madrugada.

Eso se suma al golpe que se dio hace dos días en el Chocó, donde se dio de baja a 10 miembros de las
Farc y se capturó a cuatro. Tres estaban heridos y otro: un muchacho joven, tenía como 14 años ese
muchacho.

Pero el resto sufrieron ese golpe. Eso se suma a la dada de baja de alias ‘Jerónimo’. Estábamos detrás
de él hace mucho tiempo. Ese terrorista, ese bandido, era el comandante del comando central de las
Farc y jefe de seguridad de ‘Alfonso Cano’.

Eso se suma a otro que se dio de baja en este mismo mes, hace 15 días: alias ‘Oliver Solarte’, que es el
equivalente al ‘Negro Acacio’ del bloque sur, encargado de todo el narcotráfico y todo el tráfico de armas
de las Farc en el bloque sur.

Ayer también se dio de baja a guerrilleros en el Guaviare, en el Meta, en fin. La Fuerza Pública sigue
dando golpes contundentes. Quiero felicitar al Ejército, a la Armada, a la Fuerza Aérea y a la Policía por
estos golpes que nos van a permitir finalmente llegar a eso que todos queremos, que es un país
pacífico.

Esto produce muchas veces reacciones. Ayer también se incautaron –óigase bien– 3,5 toneladas de
droga. Ayer. 800 kilos en Buenaventura, Bahía Solano, y 2,6 – 2,7 toneladas en una operación con la
Armada francesa y la Armada norteamericana en altamar, de una droga que salió de Colombia.

¿Eso qué produce? Eso produce que los violentos se quedan sin cómo financiar su actividad.

¿Por qué digo que produce reacción? Porque, y lo hemos comprobado, se desesperan. Entonces dicen,
como lo han dicho del secretariado, les dicen a los bandidos: ‘Pues no tenemos plata. Ustedes busquen
su plata’.

Y en esa búsqueda de plata, en ciertas regiones aumenta la extorsión. Por eso tenemos que cerrar filas
todos los colombianos para no pagar un solo centavo y denunciar la extorsión.

Eso es lo que produce poner el dedo en la llaga e ir avanzando en nuestra seguridad democrática, que
ahora se tiene que convertir en una seguridad integral, para llevarla a las ciudades, para llevar la
seguridad en todo sentido.

Ahí tengo otra gran noticia. Quiero también felicitar a la Policía. Aquí en Risaralda se produjo un crimen
atroz hace muy poco. Toda una familia asesinada, cuatro personas, y después dos personas de otra
familia, en total seis personas, asesinadas cruelmente a machete. Eso consternó a Risaralda y al país
entero.

Ayer en el Consejo de Seguridad que hicimos con el señor Gobernador (de Risaralda, Víctor Manuel
Tamayo), nos decía: esto nos ha golpeado en el fondo de nuestro corazón, nos ha realmente
cimbroneado, nos decía el señor Gobernador. Y con razón.

Pues recibí esta mañana la noticia de que la Policía capturó a los responsables de ese asesinato. De
manera que lo felicito, general Guzmán (General José David Guzmán Patiño, Comandante de la Región
de Policía Número 3).

O sea que por la parte de la seguridad seguimos avanzando. Y vuelvo y repito: los avances en materia
de seguridad producen reacciones. Pero vamos por buen camino. Los indicadores todos están
mejorando. El control del territorio.

Hoy está –me acabo de comunicar con él– el almirante Cely (Édgar Cely, Comandante de las Fuerzas
Militares), en Córdoba, pasando revista de la Operación Troya contra las Bacrim.

Allá capturamos a uno de los más importantes cabecillas de esas bandas criminales: alias ‘Yeyé’. Me
dice el Almirante Cely que esa operación va produciendo muy buenos resultados. Que los homicidios en
Córdoba, que estaban realmente llegando a niveles alarmantes, se redujeron sustancialmente. Que han
capturado un número muy importante de esas bandas criminales. O sea que ahí seguimos avanzando
en materia de seguridad.

Visita del Presidente del Perú y relaciones internacionales

En materia internacional, tuvimos la visita del Presidente del Perú, una visita de Estado. El Presidente
Alan García, quien ha sido gran amigo de Colombia, nos dijo que nos llegó también al corazón. Nos dijo:
‘No quise despedirme de ningún otro país, quise despedirme de Colombia por lo que Colombia está
haciendo, por lo que Colombia representa para el Perú’.

Nosotros además le dimos asilo al Presidente Alan García el año 92. Estuvo aquí mucho tiempo. Y al
estar aquí mucho tiempo, desarrolló un gran aprecio, un gran amor por Colombia. Así nos lo expresó.

Pero no sólo eso. Con Perú tenemos una gran relación en todo sentido. Lo que estamos haciendo con el
Perú y lo que ahí reafirmamos es profundizar nuestra integración. Y no solamente con el Perú. También
con Chile. Ayer hablé con el Presidente (Sebastián) Piñera. Le agradecí sus manifestaciones de apoyo
que dio públicamente cuando estuvo el Presidente Obama allá en Santiago esta semana. Un apoyo
contundente a nuestro ingreso a ese Foro del Pacífico llamado Apec, al otro Foro Asiático donde
queremos nosotros entrar, que se llama el TPP. Y también le pidió a Estados Unidos que tomará una
decisión favorable en cuanto al Tratado de Libre Comercio.

Pero lo importante con Chile es que hace parte de ese grupo de países: Chile, Perú, Colombia y México,
que hemos decidido profundizar nuestra integración, presentarnos como bloque ante los escenarios
mundiales, sobre todo en Asia.

Los cuatro países unidos representan un mercado muy atractivo para cualquier inversionista. Los cuatro
países unidos tenemos un mercado inclusive más grande que Brasil, con más ingreso per cápita. Y eso
nos va a permitir jugar con más destreza y más peso específico en los escenarios mundiales.

Inclusive estamos haciendo asociaciones para tener representaciones conjuntas en algunos países
asiáticos. Vamos a tener una oficina Perú-Colombia o Chile-Colombia, que va a representar a los dos
países. Es un paso muy importante.

Acción de Colombia en la ONU para ayudar a Haití

Hemos avanzado mucho en la preparación de la reunión de Naciones Unidas, el 6 de abril, donde


Colombia va a presidir el Consejo de Seguridad. Nos ha correspondido un período muy interesante, muy
importante. Ustedes han visto lo que está sucediendo a nivel mundial, lo que ha sucedido en Libia, la
resolución de Naciones Unidas frente a Libia.

Pero lo que está sucediendo también en el resto del Medio Oriente, lo que está sucediendo en Somalia,
lo que está sucediendo en Costa de Marfil, en fin. Hay muchos temas que se están discutiendo en el
Consejo de Seguridad. Y el hecho de que Colombia esté ahí presente, también nos da un escenario
muy importante.

El Consejo de Seguridad va rotando la presidencia y le corresponde a Colombia presidir en el mes de


abril. Y como país escoge un tema para que el Consejo de Seguridad lo analice, lo pueda debatir, y si es
el caso tome una decisión sobre ese tema.

Nosotros escogimos el tema de Haití. ¿Por qué escogimos el tema de Haití? Porque América Latina se
está perfilando como el continente más importante. Está como surgiendo, se está despertando el león,
dicen muchos. Y tenemos unas grandes oportunidades. Pero tenemos ese caso vergonzoso de lo que
está sucediendo en Haití, que es parte de América Latina.

Haití está pasando todavía por una tragedia que es inimaginable. Yo estuve en Haití y todo lo que me
decían sobre la desgracia que allá se está viviendo, es poco frente a la realidad que vimos.

Por eso escogimos a Haití como un gesto de solidaridad para que América Latina toda se una, y que el
mundo entero y Naciones Unidas se unan a ayudar a Haití.

Entre otras cosas, porque es una demostración de lo que también queremos hacer aquí en Colombia:
que la pobreza extrema la podamos erradicar, que podamos tomar políticas y poner en práctica políticas
públicas que disminuyan las brechas, que son vergonzosas que tenemos aquí en Colombia, entre
regiones y personas.

Entonces por eso escogimos a Haití. Ha tenido muy buena acogida el tema. El tema va a ser un tema
que ha suscitado y va a ser debatido por el Consejo de Seguridad en pleno. Ocho cancilleres
latinoamericanos van a ir a esa reunión. El Presidente Bill Clinton dijo que quería asistir a esa reunión.
Allá va a estar. Él es el enviado especial de Estados Unidos a Haití.

Esperamos que Naciones Unidas tome una posición más proactiva, con más instrumentos, para que
toda esa ayuda que no se ha traducido en bienestar para Haití, pueda traducirse en una mejoría del
nivel de vida y de la situación angustiosa que está viviendo Haití.

Atención de la primera infancia

Estos últimos dos días, de ayer a hoy, estuvimos en algo que para mí es muy importante: inauguramos
en Armenia y aquí en Pereira dos jardines infantiles. ¿Por qué digo que es muy importante? Porque la
primera infancia va a ser una prioridad para nuestro Gobierno. Porque si cuidamos de los niños y les
damos a los niños la oportunidad de que en su primera infancia tengan un nivel de vida decoroso, esos
niños van a ser ciudadanos responsables, ciudadanos tolerantes el día de mañana, ciudadanos
productivos.

No hay mejor inversión para una sociedad, no hay mejor inversión, que esa inversión que se hace en la
primera infancia. Por eso lanzamos ese programa ‘De cero a siempre’, inspirado en una tesis que hace
muchos años vengo pregonando, y no es mía, es de los clásicos, muchos de ellos decían: ‘La educación
comienza en la cuna y termina en la tumba’. Y así debe ser concebido.

Nosotros los colombianos debemos entender que eso es lo que tenemos que hacer si queremos tener
un buen futuro. Por eso también, no solamente los jardines infantiles, sino que acabamos de ir con la
Ministra de Educación (María Fernanda Campo), con el señor Alcalde de Pereira (Israel Alberto
Londoño) a la inauguración de un colegio aquí en Pereira, un gran colegio, para 1.400 muchachos. Es la
continuación de los jardines infantiles.

Queremos con la ley que está presentando la Ministra, el Gobierno, ante el Congreso, que estamos en
este momento socializando y que espero que los congresistas nos ayuden, una reforma a la Ley 30 de
Educación Superior, que lo único que busca es poder ampliar el acceso de muchos más colombianos a
la educación superior y poder también mejorar la calidad de la educación superior.

Esa cadena educativa jardín infantil, colegio, educación superior, si logramos mejorarla, eso es lo que
nos asegura a los colombianos, al país, a la sociedad colombiana, un mejor futuro.

Por eso doy tanta importancia a esos eventos, que tienen un gran simbolismo, de inaugurar centros
educativos. Y decirles que no solamente la construcción física. También es la calidad de educación que
se imparta en esos centros educativos.

Reunión de competitividad

Estuvimos ayer también en una reunión con las comisiones regionales de competitividad de los tres
departamentos del Eje Cafetero: Caldas, Quindío y Risaralda.

Y me dio mucha alegría ver cómo están trabajando de bien, cómo han entendido que esto de la
competitividad, que a veces es una palabra que se usa mucho pero que la gente a veces no entiende
bien de qué se trata, se trata de preparar el país para poder ser más exitoso en la economía mundial.
Siendo más exitoso, producimos más empleo y producimos más bienestar en Colombia.

Esos tres departamentos han decidido trabajar juntos como región, en muchas de las discusiones que
se van a llevar a cabo en los próximos meses y años. Por ejemplo, en ese gran proyecto que los
congresistas están aprobando en este momento, que están discutiendo de regalías.

Estos tres departamentos van a ser beneficiados en forma muy importante con recursos muy
cuantiosos. Si desde ya las fuerzas vivas, las fuerzas políticas, las fuerzas económicas de esos tres
departamentos se reúnen y comienzan a planear bien cómo van a invertir esos recursos y comienzan a
estructurar desde ya los proyectos, estos tres departamentos van a tener una inyección de
competitividad y de actividad económica creo que sin precedentes en la historia reciente de estos tres
departamentos.

Por eso es tan importante que se vayan organizando. Y por eso me dio a mí mucha alegría ver en la
reunión de ayer que eso ya lo estaban haciendo estos tres departamentos. Los quiero felicitar porque
realmente ese es un paso muy importante, de ir previendo e ir alistándose a esta gran reforma que
vamos a tener.

Reunión de seguridad

Tuvimos también un consejo de seguridad. Ahí pudimos constatar. La verdad es que estos tres
departamentos en materia de seguridad tienen los problemas normales. Pero en términos generales la
seguridad aquí está en buen estado, por así decirlo.

Ahí lo que no se puede, generales y coroneles, es bajar la guardia. Siempre hay que estar alertas. Estos
bandidos uno nunca sabe dónde vuelvan a aparecer o qué mecanismo van a utilizar para hacer de las
suyas. Por eso no hay que bajar la guardia y en eso todos, no solamente estos tres departamentos, sino
todo el país tenemos que estar siempre alerta.

Tema del empleo

Ahora a lo que vinimos, que es un tema que a los tres departamentos les concierne mucho. Porque
paradójicamente tres departamentos que han sido departamentos modelo, que muchas veces han sido
señalados como departamentos con instituciones que son ejemplo, que tienen gobierno y con una
gobernabilidad muy por encima del promedio nacional, pero que en el indicador del empleo salen muy
mal calificados, porque hay mucho desempleo.

Por eso quisimos hacer este Acuerdo por la Prosperidad aquí, en Pereira, para hablar de ese gran
propósito que tiene el Gobierno. Es uno de los tres propósitos fundamentales de nuestro Plan de
Desarrollo.

Acuérdense que el Plan de Desarrollo se puede resumir en más seguridad, más empleo, sobre todo
empleo formal, y menos pobreza. En eso se resume todo nuestro Plan de Desarrollo. Si podemos llegar
al final del Gobierno, mirar para atrás y si podemos decir: dejamos a Colombia con menos pobres, con
más gente empleada y con más seguridad, podemos sentirnos muy satisfechos. Eso es lo que
queremos hacer en estos próximos años.

Por eso tenemos que ir tejiendo ese proceso. Eso no se da por generación espontánea. Eso se da por
políticas bien concebidas y bien ejecutadas.

Locomotoras están despegando


Tuvimos una noticia importante que tiene mucho que ver con la generación de empleo: la noticia sobre
el crecimiento económico.

El Dane, hace dos días, publicó el crecimiento económico del año pasado: crecimos más de lo que la
gente estaba esperando, sobre todo en el último trimestre: crecimos al 4,6 por ciento. Eso está por
encima de lo que la gente esperaba, sobre todo por el invierno que nos pegó y nos sigue pegando tan
duro.

Ahí hay elementos importantes que tienen que ver con el empleo. Por ejemplo, el sector agropecuario,
que estaba con un crecimiento negativo en los primeros nueve meses, creció en los últimos tres meses
del año 4,2 por ciento.

Eso puso al sector agropecuario a crecer casi al cero por ciento, porque estaba en negativo en los otros
tres trimestres. Pero quiere decir que ya esa locomotora está comenzando a despegar.

Lo mismo la construcción, que es una actividad que es otra de nuestras locomotoras, que jalona 32
industrias, y por eso queremos que esa locomotora funcione. En los últimos tres meses esa locomotora
comenzó a funcionar o a andar más rápido. Y creció por encima del 4 por ciento, que era importante que
eso sucediera.

Ese es un elemento, una de las condiciones necesarias para poder generar empleo. El empleo no se
genera muy fácilmente. Hay que trabajar en forma conjunta y coordinada con diferentes instituciones y
diferentes políticas.

El gran desafío del mundo entero es cómo generamos más empleo. En España están desesperados:
tienen un desempleo del 20 por ciento. Nosotros, por fortuna, en lo que llevamos del Gobierno, en estos
últimos siete meses, el desempleo ha venido bajando mes tras mes. Desde agosto a hoy, el desempleo
todos los meses ha venido bajando. Pero sigue siendo un nivel demasiado alto, por encima del 11 por
ciento. Queremos que ese desempleo, y esa es nuestra meta, se coloque a un nivel de un dígito. Eso es
lo que hemos dicho. Y que se quede ahí.

Para eso tenemos que seguir trabajando en fomentar y atraer inversión, en facilitar el crecimiento, en
ver cómo se puede preparar a la gente, capacitarla para que tenga una preparación relevante, para que
la educación sea lo que llaman pertinente.

Son una serie de políticas que, todas juntas, nos van a permitir generar más empleo. Y nos van a
permitir quitarnos de encima esa vergonzosa situación de ser el país en América Latina con una de las
tasas de desempleo más altas. Ese es un propósito muy importante.

Por eso es tan importante este Acuerdo para la Prosperidad. Porque aquí, Pereira que tiene problemas
de empleo, vamos a hacer un gran esfuerzo y vamos a analizar qué se puede hacer para que podamos
mejorar esa situación de empleo. Si la podemos mejorar en Pereira, la podemos mejorar en el resto del
país.

Por eso les agradezco mucho, señor Gobernador, señor Alcalde, su hospitalidad. Como siempre, aquí
nos sentimos en casa. Tuve el gran placer, la gran satisfacción de dormir aquí en Pereira. Uno se
levanta y ve este entorno y salí aquí uno refrescado. Sale uno es entusiasmado. De manera que
muchas gracias también a todos los pereiranos por su hospitalidad.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación de 11


nuevos proyectos de ley

Bogotá, 28 mar (SIG). “Este mes empezó un nuevo periodo de sesiones en el Congreso y todos los
colombianos, y el Gobierno, tenemos grandes expectativas puestas en los honorables congresistas.

Quiero repetir una vez más:

Su trabajo en el semestre pasado fue excepcional, en cantidad y en calidad. Los colombianos, todos,
pudimos ver el buen juicio y la altura de los diferentes debates que realizaron, para darle al país unas
leyes muy, muy importantes para el futuro de Colombia.
Para nosotros, ese buen trabajo no es una razón –y creo que para ustedes tampoco-para dormirnos en
los laureles, sino todo lo contrario, para seguir trabajando, trabajando y trabajando más y mejor.

Estamos a la espera de que se aprueben los actos legislativos muy importantes, como la reforma a las
regalías, el acto legislativo de sostenibilidad fiscal, así como el que elimina el rango constitucional de la
Comisión Nacional de Televisión.

También aguardamos la culminación del trámite en el Senado de una ley muy Importante, muy
importante, una ley que ha generado una gran expectativa a nivel internacional, que es la Ley de
Víctimas; y también está sobre la mesa la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, que tengo
entendido que varios de ustedes salen para Barranquilla a seguir discutiendo esta ley que ya va
bastante avanzada.

En la Cámara de Representantes, por su parte, sólo queda darles último debate al Estatuto
Anticorrupción y a la Ley de Seguridad Ciudadana, iniciativas con las que todos los senadores y todos
los representantes han sido muy diligentes.

Por eso podemos decir que el Congreso de la República se ha comportado como una especie de
SEXTA LOCOMOTORA, que nos ha permitido el avance de las otras que impulsamos en el Gobierno, y
estoy seguro de que esa sexta locomotora seguirá marchando a todo vapor.

Por eso queremos aprovechar ese dinamismo del Congreso para avanzar en otras reformas que son
igualmente importantes.

Decía un pensador que “quien trabaja con diligencia, pero sin método, arroja con una mano lo que gana
con la otra”.

Por eso nos reunimos hoy, para seguirle dando diligencia y método a nuestro trabajo armonioso con el
Congreso.

El Ministerio del Interior y de Justicia ha elaborado una batería de 10 proyectos de ley –todas muy
importantes- que venimos a presentar en este evento.

También vamos a presentar un proyecto de gran importancia, que es el proyecto de Ley de Inteligencia
y Contrainteligencia.

Se trata del mismo proyecto que cuando yo estaba de Ministro de Defensa radicamos en el Congreso, y
que fue aprobado por amplias mayorías en el Congreso.

Y fue aprobado sin un solo voto en contra en el último debate en la Cámara de Representantes, porque
hicimos una labor muy importante de poner de acuerdo al Gobierno y a la oposición.

En ese momento el Partido Liberal estaba en la oposición, el Partido Liberal y el Polo Democrático
participaron en la discusión de ese proyecto de ley, con el mismo criterio con el que hace unos días le
dije al Polo Democrático: ‘Pongámonos en desacuerdo en casi todo’, porque estamos en desacuerdo
con el Polo en casi todo, pero hay cosas en las que podemos ponernos de acuerdo.

Eso es madurez política, eso es madurez democrática.

Y así lo hicimos con este proyecto.

Decía (Benjamín) Disraeli que uno debe legislar pensando en que el día de mañana uno está en la
oposición, y que es la forma de ver una buena legislación. Y creo que con este proyecto de inteligencia
tenemos que hacer eso. Y yo invité al Polo a que nuevamente se incorporara a una discusión
constructiva, pensando que el día de mañana nosotros podemos estar en la oposición y que esa ley los
va a proteger a ellos como nos va a proteger a nosotros o a cualquier ciudadano.

Esa Ley fue declarada inexequible en la Corte por unos asuntos de procedimiento, porque la Corte dijo:
‘La Ley toca derechos fundamentales y por eso tiene que ser una ley estatutaria’. La habíamos
aprobado como ley ordinaria.

Espero que esta discusión la podamos llevar a cabo con la misma madurez. Ahora les haré referencia a
qué incorporamos como nuevo.

La aprobación de estos 11 proyectos de ley, que radicaremos posiblemente esta misma semana, nos
servirá para actualizar temas trascendentales del orden nacional y local, así como para llenar algunos
vacíos en la legislación de nuestro país.

En primer lugar, está la reforma al régimen departamental.

El propósito de esta reforma es dotar a los departamentos de un régimen político y administrativo que
sea útil para su gestión, que los fortalezca y que impulse una descentralización efectiva.

Queremos que los gobernadores tengan las herramientas necesarias para que sean los mejores
gerentes de sus regiones. Sobre todo ahora que viene un proceso muy interesante con la Ley de
Ordenamiento Territorial, con la Ley de Regalías, con la discusión de las grandes obras, megaproyectos
regionales. Creo que viene como anillo al dedo este nuevo régimen departamental.

La ley reforzará la responsabilidad de los gobernadores en la prevención y la atención del riesgo para
casos de emergencia, como la ola invernal que seguimos padeciendo y que seguiremos padeciendo.

En esto quiero ser repetitivo: el fenómeno de La Niña nunca ha terminado y sigue, y se nos viene algo
peor de lo que teníamos o de lo que sufrimos en los meses anteriores.

Estábamos precisamente con los representantes de la Cepal y del PIB haciendo una evaluación de los
costos de esta tragedia, y analizábamos que lo que se viene puede ser peor.

Esta ley también les dará, entre otras facultades, la función de armonizar los planes de ordenamiento
territorial en los municipios.

Se aplicarán, además, las normas de la reforma política a las asambleas departamentales –por ejemplo,
la figura de la ‘silla vacía’ y el régimen de bancadas–, y se sancionará la inasistencia de los diputados.

Igualmente, se refuerza el control político de las asambleas, dándoles instrumentos como la moción de
censura y la moción de observaciones.

El proyecto también crea una regulación especial para departamentos de frontera, de manera que
puedan convenir programas de cooperación y de integración fronteriza con entidades territoriales de
países vecinos, para impulsar el desarrollo sostenible, la prestación de servicios públicos, la protección
del medio ambiente y la ejecución de obras públicas.

Un segundo proyecto de ley es la reforma del régimen municipal.

Aquí la idea es evitar desorden en la conformación política del territorio nacional.

Este proyecto endurece los requisitos para crear nuevos municipios, de manera que se tenga en cuenta
su viabilidad fiscal y el impacto político en la gobernabilidad territorial.

Uno de esos requisitos, por ejemplo, es el que el número mínimo de habitantes pasaría de 14 mil a 18
mil.

En concordancia con el proyecto de Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, se amplía el concepto de


la asociación de municipios para que abarque la integración de sus respectivos planes de desarrollo en
un modelo de planificación integral conjunto.

A los alcaldes –al igual que a los gobernadores– se les dará mayores facultades para obrar con
prontitud en situaciones de emergencia.

Los ediles, por su parte, tendrán nuevas funciones, como elaborar el plan de inversiones de sus
comunas o corregimientos.

Y hago una aclaración sobre un tema sobre el cual existe una muy justa expectativa:

La reforma a las contralorías departamentales y municipales NO irá en estos proyectos porque quedará
incluida en el Estatuto Anticorrupción, que ya está haciendo trámite en el Congreso.
Un tercer proyecto –muy importante– es el de derechos de autor.

Por un lado, busca ampliar la tipificación del delito de violación a los derechos patrimoniales de autor.

Por un lado, busca ampliar la tipificación del delito de violación a los derechos patrimoniales de autor.

La pena hoy es de 4 a 8 años de prisión, pero está limitada a la piratería de obras físicas; es decir, libros
y CD de música y películas que, por ejemplo, se vendan en la calle.

Este proyecto apunta a sancionar en igual medida a quienes ‘pirateen’ obras no digitales, es decir, a
quienes comercialicen este tipo de material a través de las redes informáticas.

Por otra parte, la ley regulará la responsabilidad de las empresas que prestan servicios en Internet –
pues sus redes son las que usan los piratas–.

La idea es que estas empresas estén obligadas a bloquear contenidos que atenten contra los derechos
de autor.

El proyecto contempla que –si las empresas no actúan como deben– los jueces podrán ordenar el
bloqueo de esos contenidos en un proceso judicial o con medidas cautelares.

El cuarto proyecto es el de voluntariado

Con esta iniciativa crearemos el Sistema Nacional de Voluntariado, para articular los esfuerzos de la
Defensa Civil, la Cruz Roja y los Bomberos.

Ellos son ese cuerpo de Primera Respuesta que le pone el pecho –antes que nadie– a las emergencias
o calamidades.

Lo hemos visto en esta tragedia de estos últimos meses, cómo han trabajado la Defensa Civil, la Cruz
Roja, los bomberos, cómo han trabajado y cómo estamos tan agradecidos con ellos.

Sus esfuerzos serán mejor aprovechados si se sientan a coordinar su trabajo de prevención y atención
de desastres.

Por otra parte, conscientes de su importante servicio a la sociedad, estos voluntarios tendrán algunos
beneficios.

En educación, por ejemplo, quienes completen 3 años de servicio –a partir de la expedición de la ley–
tendrán descuentos en matrículas de educación formal y no formal, además de prioridad en becas de
educación superior.

También podrán acceder a subsidios de vivienda y programas de vivienda de interés social.

Además, quienes no estén afiliados a salud, quedarán incluidos en el régimen subsidiado, porque
entendemos la desprotección de algunos que no tienen vinculación laboral.

Un quinto proyecto es la reforma al Sistema Nacional de Bomberos

Queremos consolidar una institucionalidad que los haga sostenibles, porque no podemos tener unos
bomberos que vivan de rifas y de bingos.

Y además, da grima. Me tocó muchas veces durante la campaña y antes, durante estos 10 años que
hemos venido recorriendo el país, ver cómo trabajan los bomberos con las uñas, por eso creo que es un
proyecto que estábamos en mora de presentar ante el Congreso.

Por una parte, aumentaremos los recursos del Fondo Nacional de Bomberos, que se alimenta
actualmente con el uno por ciento de las pólizas contra incendios.

Hemos encontrado que ese tipo de póliza no tiene mucha demanda, porque la gente adquiere pólizas de
riesgo por daños materiales –que incluye el riesgo de incendio–.

Por eso, el proyecto contempla que al Fondo se destine el 2 por ciento de las pólizas por riesgos de
daños materiales.

Eso permitirá aumentar los recursos anuales –que hoy son de sólo 900 millones de pesos– a 10.000
millones de pesos.

Esos dineros se distribuirán con buen juicio y para ello crearemos las Juntas Departamentales de
Bomberos, que deberán presentar planes anuales como requisito para recibir los recursos.

Los municipios, además, quedarán obligados a establecer un rubro para su cuerpo de bomberos.

Repito: yo creo que estos es algo que el país estaba en mora de hacer. El país debe estar muy
agradecido con nuestros bomberos, al igual que con la Defensa Civil, al igual que con la Cruz Roja, pero
el cuerpo de bomberos necesita urgentemente esta inyección. Es lo más justo

Un sexto proyecto es el Código General del Proceso.

Esta iniciativa responde a la exagerada lentitud con que se tramitan los procesos judiciales en Colombia.

Este Código contribuirá significativamente a corregir ese cuello de botella y aplicará para procesos
civiles, comerciales, agrarios y de familia.

No sólo prevé la oralidad sino también el uso adecuado de las TIC, la unificación y simplificación de
procedimientos, y la utilización racional del aparato judicial.

Lo que se pretende, básicamente, es un total rediseño de las etapas del proceso, que hoy tardan –en
promedio– 4 años.

El proyecto contempla que sólo sea escrita la etapa inicial de la demanda y la contestación; el resto
deberá ser oral, es decir, la audiencia para la práctica de pruebas, la audiencia del fallo y la misma
sentencia.

Así, prevemos que –como máximo– los procesos tarden un año en primera instancia y 6 meses en
segunda instancia, manteniendo, eso sí, las debidas garantías para las partes.

El séptimo proyecto que anunciamos hoy es el estatuto de registro de instrumentos públicos

¡Debemos corregir las debilidades del registro inmobiliario!

Por un lado, el proyecto establece que, en tres años, la Superintendencia de Notariado y Registro
sistematice todos –absolutamente todos– los folios de matrícula inmobiliaria.

Esta medida servirá para tener mayor control y protección de la información relacionada con la
propiedad inmueble.

El estatuto también busca ponerle ‘tate-quieto’ a quienes se apropian de terrenos baldíos –en algunos
casos teniendo como cómplices a autoridades de registro–.

Eso ha sido posible porque el Estado no tiene un sistema de identificación de esta clase de predios.

Por eso, nuestra iniciativa permite abrirle un folio de matrícula inmobiliaria a cada baldío, para que
quede constancia de la propiedad del Estado sobre ellos.

También estamos proponiendo un concurso público y abierto para quienes quieran ingresar a la función
registral –similar al concurso de notarios–.

Los registradores de instrumentos públicos, además de ser nombrados por sus méritos profesionales y
académicos, contarán con un estricto régimen disciplinario.

En ese mismo propósito de transparencia, la Superintendencia tendrá facultades para intervenir oficinas
que presenten irregularidades.

El octavo proyecto es el de jueces de paz.

Se refiere a esos jueces a quienes se acude para resolver conflictos por cuantías inferiores a 100
salarios mínimos, susceptibles de transacción y conciliación.

Los jueces de paz –si bien existen desde 1999– no han alcanzado logros significativos.

Por ello proponemos rediseñar el sistema, de manera que tengan un papel más relevante en la
resolución de conflictos.

El proyecto de ley prevé que los jueces de paz sean elegidos por concurso de méritos, lo cual permitirá
eliminar el sistema de elección popular que ha sido nocivo e inoperante.

También tendrán una remuneración por sus servicios, lo que servirá como incentivo para que presten un
mejor servicio a la comunidad.

El noveno proyecto es el Código Penitenciario y Carcelario.

Por un lado, contempla que los servicios de vigilancia interna –así como la administración de los centros
penitenciarios– puedan ser contratados con particulares.

De otra parte, para nadie es un secreto que hoy se siguen cometiendo delitos al interior de las cárceles,
a través de medios de comunicación como los teléfonos celulares.

Por eso, en el nuevo estatuto quedará consignada la obligación de las autoridades de implementar
dispositivos para interrumpir este tipo de comunicaciones ilegales, aunque ya se está haciendo; ya le di
la orden al Inpec que en los principales centros carcelarios se está haciendo la gestión con las
empresas de comunicaciones, para que comiencen con ese bloqueo, pero eso se va a llevar mucho
más allá con ese proyecto de ley.

Además, se llevará un registro de las llamadas autorizadas a los internos, para verificar su duración y
destino, con el fin de prevenir o investigar actividades delincuenciales.

El país no se alcanza a imaginar la cantidad de delitos que se cometen desde las propias cárceles;
quedaría uno bastante sorprendido.

Sobre los operativos de traslado para presentar a los internos ante autoridades judiciales, encontramos
que además de su altísimo costo, implican un serio riesgo de fuga.

Para esto, el proyecto establece como obligatorias las audiencias virtuales, particularmente cuando se
trate de delincuentes de alta peligrosidad.

Cuántas veces llegan las solicitudes para que se traslade un delincuente de altísima peligrosidad a unos
pueblitos o a unos sitios de poca infraestructura. Eso se puede hacer con los aparatos que hoy se están
utilizando en el mundo entero y se están utilizando aquí en Colombia, donde uno simplemente hace la
audiencia virtual, y se ahorra todo el dinero del mundo, que es lo que además queremos establecer con
muchas de las cumbres a nivel regional.

Yo le decía al Presidente del Perú, Alan García, que porque no iniciábamos cumbres virtuales en lugar
de tener que viajar a Lima o a Santiago de Chile o a México para esta cumbre que vamos a hacer de los
cuatro países del Arco del Pacífico, que la hiciéramos virtual y que estableciéramos este procedimiento.

La cantidad de plata y la cantidad de tiempo que nos ahorramos es infinita.

Buscamos también fortalecer el sistema de vigilancia electrónica para los permisos de 72 horas y 15
días, que hoy se conceden sin ningún tipo de control. Eso es algo que estábamos en mora de hacer
hace mucho tiempo.

El décimo proyecto de ley que hemos preparado es el Estatuto Arbitral Nacional e Internacional.

Éste será –sin duda– un instrumento muy importante de descongestión judicial.

La especialidad arbitral es un primer reto, porque hoy en día los árbitros atienden negocios de todo tipo.

En ese sentido, el proyecto exige que los árbitros se desempeñen en una sola materia, demostrando
conocimiento especializado a través de sus estudios y experiencia laboral.
Por otra parte, se prevé que sean elegidos por sorteo público, como medida de transparencia en la
designación de árbitros para asuntos en los que intervenga el Estado.

Así mismo, se determina que un árbitro o secretario únicamente podrá participar en un número máximo
de tribunales de arbitramento, no sólo para permitirles mayor dedicación y agilidad en los procesos en
que participen, sino también para evitar que se presenten ‘carruseles’ –ahora que la palabra está tan de
moda- de privilegios en la justicia arbitral.

Además, se obliga a los árbitros a revelar toda la información que pudiese poner en riesgo su deber de
imparcialidad para resolver la controversia, más allá del régimen tradicional de impedimentos y
recusaciones.

En cuanto al arbitraje internacional, nuestra propuesta se basó en la Ley Modelo de la Comisión de las
Naciones Unidas sobre Ley Internacional de Comercio y en la Ley Francesa de Arbitraje.

Así lograremos que Colombia sea sede de arbitrajes internacionales, siguiendo el ejemplo de países
como Chile.

Finalmente, el proyecto de ley número once, como ya les dije, es el de inteligencia y


contrainteligencia.

Es increíble, pero cierto: Colombia no cuenta con un marco jurídico integral que oriente, regule y limite la
actividad de inteligencia.

Todos estos problemas que hemos tenido de las famosas ‘chuzadas’, tiene mucho que ver con una
‘zona gris’ que hay en la operación de todas las entidades que tienen que ver con inteligencia: hasta
dónde llega, qué puede hacer una persona y qué puede hacer otra, qué puede hacer una agencia. Eso
todavía está en construcción. Por eso es tan importante tener claro y evitar situaciones como las que
hemos tenido que vivir en estos últimos años

No tener eso es muy grave para el país, y muy grave para la propia inteligencia.

Si algo me quedó claro en mi paso por el Ministerio de Defensa, y lo veo hoy todos los días en la
Presidencia, es que la base de la seguridad es la inteligencia.

Ningún otro país de América Latina ha enfrentado amenazas del tamaño que nosotros hemos
enfrentado: el terrorismo, el crimen organizado, el secuestro, el narcotráfico.

Si hemos sido exitosos, es porque las decisiones que hemos tomado –desde los golpes tácticos de
impacto estratégico hasta el direccionamiento de toda la política de seguridad– han estado fundados en
buena inteligencia.

Por eso, desde que yo asumí el Ministerio de Defensa lo primero que hice inclusive antes de asumir fue
ver cómo reforzábamos y cómo poníamos a trabajar en equipo y cómo mejorábamos la inteligencia.

El proyecto de ley se puede resumir en un verbo: proteger

Este proyecto de ley lo que hace es proteger.

Vamos a proteger todos los estamentos que tienen que ver con inteligencia

En primer lugar, proteger los derechos fundamentales de todo ciudadano: protegerlos de toda amenaza,
gracias al fortalecimiento de la inteligencia, y protegerlos de eventuales excesos de la inteligencia,
delimitando claramente su ámbito de acción.

Este concepto es bien importante. El ciudadano tiene que entender que la inteligencia lo protege en su
derecho a la vida, porque con inteligencia vamos detrás de los terroristas; que lo protege en su derecho
a la libertad, porque con inteligencia vamos detrás de los secuestradores y de quienes quieren coartar la
libertad; y también los protege de los abusos de la propia inteligencia.

Si concebimos el proyecto en esa forma, y lo discutimos con ese énfasis, ahí vamos a entender muy
bien por qué es tan importante este proyecto.
Un segundo aspecto del proyecto: queremos proteger a los propios funcionarios que realizan estas
actividades. Nuestros hombres y mujeres de inteligencia corren a diario enormes riesgos, y no gozan de
ninguna protección legal. Eso no puede ser así.

Les voy a decir algo que suena ridículo pero así es.

Una operación encubierta como las que vemos en las películas, que uno se infiltra en una organización
terrorista, está infiltrado el agente de inteligencia y resulta que lo agarran y lo matan, pero como estaba
bajo otro nombre, ese agente de inteligencia no tiene ningún derecho porque mataron a una persona
que no era.

Entonces para proteger a los propios agentes de inteligencia, esta ley también es muy importante.

Y tercero, tenemos que garantizar la protección de la información de inteligencia, es decir, la reserva,


para que ni se ponga en riesgo la seguridad nacional por filtraciones a nuestros enemigos, ni se ponga
el riesgo el derecho a la intimidad haciendo pública esa información.

Eso también es muy importante, porque ahora como es costumbre filtrar todo, y los medios de
comunicación publican todo. A eso hay que ponerle también cierto tatequieto porque mucha de esa
información le da una información a los bandidos, a los terroristas, a los enemigos, valiosísima, para
protegerse de cualquier acción.

Este proyecto gozó ya de un gran consenso parlamentario cuando lo presentamos por primera vez en
2008.

Sin embargo, la Corte Constitucional exigió que su trámite fuera el de una ley estatutaria.

Por eso lo estamos presentando de nuevo.

En el texto original consensuado con los partidos introdujimos algunos ajustes, teniendo en cuenta
algunos argumentos razonables de quienes demandaron la ley en su momento, y también incorporamos
recomendaciones que nos hicieron organizaciones de derechos humanos o inclusive las propias
Naciones Unidas.

Lo primero que hace el proyecto, y tal vez lo más importante, es establecer los fines legítimos de la
actividad de inteligencia, y los límites correspondientes.

Esa es la estrella polar de toda la inteligencia, la que permite establecer el marco de legalidad: lo que no
tenga que ver con esos fines, es ilegal.

El nuevo proyecto fortalece aun más el sistema de controles y le da más dientes a la nueva Comisión
Parlamentaria.

En ella tendrán asiento los partidos de oposición y en adelante será el Congreso mismo, no el Ejecutivo,
quien haga los estudios de seguridad correspondientes a los miembros de la Comisión y tome las
decisiones del caso.

Eso garantiza una mayor independencia del sistema de controles externos.

Finalmente, un punto MUY IMPORTANTE es la depuración de los archivos de inteligencia.

Esta es una petición que nos han venido haciendo muchas organizaciones de derechos humanos, que
han venido haciendo en la Procuraduría, que han venido haciendo en diferentes estamentos.

Debemos ‘limpiar’ esas bases de datos para excluir a cualquier ciudadano que esté allí por la simple
razón de su pertenencia a un sindicato, a una organización de derechos humanos o a un partido político.

Establecer unos criterios generales de depuración no es una tarea fácil.

Existen tensiones, por ejemplo, entre proteger el derecho a la intimidad, depurando información que ya
no tenga por qué estar en los archivos, y el interés general en preservar la memoria histórica de la
Nación.
Esos criterios no los puede establecer sólo el Gobierno, y por eso hemos creado una comisión
independiente para la depuración, que esté presidida por el Procurador General de la Nación, para que
nos hagan las recomendaciones correspondientes.

En todo caso, quiero que quede muy claro:

En Colombia A NADIE, a NADIE se le podrá hacer seguimiento por motivo de su filiación política o su
participación en organizaciones no gubernamentales. Que eso quede absolutamente claro.

Eso –que era algo obvio– lo deja absolutamente claro este proyecto de ley.

Apreciados amigos:

Para terminar, quiero resaltar el trabajo dedicado –en estos casi ocho meses de gobierno– de todos los
que han contribuido a elaborar estos proyectos de ley, los que se han aprobado, estos que está
presentando el Ministerio del Interior y Justicia, y convoco a todos los actores involucrados en este tema
a que sigamos trabajando

Aquí hubo un importantísimo trabajo de concertación, de discusión de ideas y compromiso con los
ajustes que necesita la legislación del país.

Hablamos con gobernadores, diputados, concejales, ediles, magistrados, académicos, representantes


de los cuerpos de voluntariado y –en fin– expertos de cada materia, entre muchos otros que no
menciono por falta de tiempo.

Para la presentación de estos proyectos hubo un vigoroso ejercicio de la Unidad Nacional.

Y es que… ¡de eso se trata la Unidad Nacional!

Como lo he dicho tantas veces, no es sólo un acuerdo entre partidos políticos, sino una actitud patriótica
de todos los sectores de la sociedad para trabajar unidos en los temas que necesita el país.

También quiero exaltar –no me canso de decirlo– la labor de los senadores y representantes, que han
hecho posible el avance de la importante agenda legislativa, y que están prestos para seguir trabajando
por el país.

¡Seguimos contando con ustedes, honorables congresistas!

Y quiero reconocer el trabajo de todos los ministerios y de sus respectivos equipos, que han preparado y
concertado –y lo siguen haciendo– éstas y muchas otras iniciativas.

Porque, así como hoy presentamos nada menos que once importantes proyectos de ley, debo decirles
que –para usar un término del argot electoral- “faltan datos de otros municipios”, y pronto daremos a
conocer otras reformas necesarias que estamos preparando en otros aspectos de la vida nacional.

Lo que viene es más trabajo, mucho más trabajo juicioso y responsable, en el Congreso de la
República, que seguiremos acompañando desde el Gobierno en el natural proceso de discusión del
Legislativo.

Como les dije al principio: “Quien trabaja con diligencia, pero sin método, arroja con una mano lo que
gana con la otra”.

De manera que usemos las dos manos, y hagámoslo juntos, para que este nuevo periodo de sesiones
en el Congreso sea tanto o más exitoso que el anterior.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al condecorar a la


Selección Colombia de Fútbol de Salón

Bogotá, 28 mar (SIG). “Ojalá pudiéramos hacer este tipo de eventos todos los días. Son los eventos
que a uno le llenan el alma y el corazón de entusiasmo, de patriotismo y de fe en el futuro. Porque eso
es lo que ustedes han hecho: llenar a Colombia de entusiasmo, de patriotismo y de fe en el futuro.

Son un orgullo para Colombia. Por eso están aquí y por eso quería hacerles este pequeño, pero muy
sentido homenaje y el reconocimiento a nombre todos los colombianos.

Allá tuve el honor de acompañarlos y el entusiasmo que sentí, lo sentimos todos los colombianos desde
el primer gol hasta el octavo. Además fue por goleada para que no quede la menor duda.

Ustedes han dado un gran ejemplo en una actividad como es el deporte, que estamos empeñados con
el doctor Clopatofsky y con el Gobierno en general de empujar cada vez más.

El deporte no solamente es una actividad que es buena para la salud. Hemos dicho y seguiremos
diciendo durante todo el Gobierno: hagan deporte, porque eso les va a evitar muchos problemas, les va
a mejorar su bienestar, la salud va a ser mucho mejor, van a evitar que el Estado y que ustedes mismos
los colombianos incurran en costos para curarse de enfermedades.

El deporte es una actividad que previene las enfermedades y que mejora la salud. Pero no sólo eso sino
que el deporte tonifica a una sociedad, el deporte une a una sociedad.

A mí me impresionó muchísimo ver la película de ‘Invictus’. ¿Ustedes han visto la película? No.
Entonces les voy a hacer una invitación cuando estén aquí reunidos, acá hay una sala de cine, los invitó
a ver esa película a todos ustedes.

Es un película que a mí me impacto muchísimo, sobre el papel del deporte en una sociedad, una
película que es la vida de Mandela, y cómo utilizó un equipo, el equipo de rugby en Sudáfrica, para unir
un país que durante décadas, siglos, se han matado entre blancos y negros. En torno al equipo se unió
ese país.

Pero una película con una gran fortaleza. Tan es así que me fui a buscar al autor del libro sobre el cual
se basó la película, finalmente lo encontré. Me regaló el libro, lo leí. El libro, como todo libro, entra en
más detalles sobre el papel del deporte, el papel de un equipo en una sociedad. Eso me dejó a mí muy
impactado.

Yo se lo dije a Jairo (Clopatofsky) cuando lo nombré ahí en Coldeportes, le dije: mire, es que el deporte
es tan importante en un momento de nuestra historia como el que estamos viviendo, que eso tenemos
que promoverlo en todas las formas.

Por eso qué gran satisfacción, como Presidente, que ese sueño de tener un equipo campeón mundial,
en tan corto tiempo, en ocho meses ustedes me hayan dado ese regalo.

Ustedes son los que nos dieron a mí y a todos los colombianos semejante regalo: el entusiasmo de las
barras. Y además es un deporte que me dicen que es el más popular: más de un millón 200 mil
colombianos que practican este deporte en el país.

Doctor Jaime Arroyave: ese legado que usted le deja a Colombia habiendo traído este deporte,
habiéndolo proporcionado, es algo invaluable para la sociedad. Por eso qué inmenso honor haberle
dado ese pequeño, pero muy sentido reconocimiento.

Tiene usted un heredero, quien además fue quien llevó al equipo en el año 2000 a ser el campeón
mundial por primera vez en Bolivia. Lo vi con el entusiasmo que se requiere. Allá estaba al lado mío.
Cada gol lo sentíamos con ese ímpetu que sentimos todos ese triunfo. Por eso también los felicito. Su
asistente en Bolivia ahora es el Director Técnico, que también merece toda nuestra felicitación. Ustedes
tres realmente han hecho una labor extraordinaria.

Les preguntaba sobre la película por lo siguiente. Se me ocurre una idea, ojalá que no sea algo
totalmente fuera de lugar. ¿Ustedes qué hacen en su vida diaria? ¿La mayoría de ellos trabajan?
¿Cuántos están desempleados? Bueno. ¿Cuántos están estudiando? Entonces les voy a hacer una
propuesta. Todos ustedes vienen de diferentes ciudades, de diferentes comunidades, por qué no
hacemos que cada uno de ustedes en sus comunidades hablen con los barrios o el alcalde local y
busquen un espacio para construir una cancha, que además es una cancha que puede ser
multipropósito. Y apenas encuentren el espacio les doy los recursos a esa comunidad para construir la
cancha.

Pero aparte de eso, los contratamos como entrenadores para que ustedes entrenen a los muchachos, a
los jóvenes, y estimulen ese deporte, con un sueldo bien decoroso, doctor Jairo.

Porque en esa película vi cómo el Presidente Mandela dijo a cada uno de los integrantes del equipo:
‘Vayan a los barrios y estimulen el deporte’. Quiero que ustedes se conviertan en mis embajadores para
el deporte en sus barrios y les voy a dar los instrumentos para hacer eso, o sea los recursos para
construir la cancha y los contratamos a ustedes como entrenadores, para que todos tengan esa
seguridad en términos laborales y puedan aportar.

¿No es muy loco, cierto? Creo que esto se puede hacer y lo hacemos. Entonces a partir de este
momento, doctor Jairo y doctor Juan Carlos Pinzón, hacemos ese esfuerzo. Los recursos los
conseguimos. No sé cuánto puede costar por cancha. Pero son 13 canchas. 13 canchas que nosotros
nos comprometemos a hacer. Entonces sí puede llevar el nombre de cada uno.

Pero que sobre todo que ustedes van a tener un ingreso. Los que puedan seguir estudiando también les
facilitamos para que sigan estudiando. Es muy importante que ustedes continúen su carrera y puedan
graduarse y puedan seguir estudiando. Ahí también les ofrezco esa facilidad.

Y una tercera, que fue una promesa, ¿quién fue el que me dijo: si ganamos nos dan una casita? Ya
averigüé qué podemos hacer. Vamos a hacer lo siguiente. El doctor Sánchez muy generosamente se
consiguió una plata muy importante: 150 millones de pesos. Entonces esa plata distribuida entre
ustedes da unos recursos: 10 millones y pico, 11 millones.

Entonces les ofrezco que aparte de eso, 11 millones de pesos a cada, se los doy a través del subsidio,
el Gobierno les puede dar. Estuve averiguando legalmente qué se puede hacer. Y si hace falta, el Fondo
Nacional de Ahorro les da el crédito a un interés muy bajo, a largo plazo, para que cada uno tenga su
casa.

Si tienen su casa y tienen su cancha y tienen su trabajo, ustedes están hechos en la vida. Quiero que
esto sirva de ejemplo para el resto del país.

Esos muchachos que se esforzaron, que a punta de buen juego, porque ahí los vi, todos nos han dado
un gran motivo de orgullo como colombianos. Se merecen esta ayuda. Por ser ustedes un ejemplo,
entonces apliquen eso para darles ese beneficio a muchos más jóvenes que vienen detrás de ustedes.

Creo que este es un gana – gana para todo el mundo. De manera que qué buen evento. Por eso decía
al principio: ‘Ojalá pudiéramos hacer eso todos los días’.

Y además el deporte colombiano esta pasando por un momento muy especial.

En estos días ganamos el campeonato mundial de pista en ciclismo, allá en Holanda: Edwin Ávila, a
quien nuevamente felicitamos.

A Nairo Quintana que ganó fue en Cataluña, se convirtió en el campeón de montaña en Cataluña. A él lo
tuvimos aquí cuando ganó el Tour de l’Avenir. Él ya tiene su casa. Y por él estamos construyendo con el
doctor Clopatofsky el Centro de Alto Rendimiento en Boyacá. Esa es una gran inversión.

Entonces, en la medida en que nos den más triunfos, más apoyamos el deporte, y eso se vuelve un
ciclo virtuoso.

Espero que en la Sub20 nos vaya muy bien, el país se está preparando, eso va a ser también un gran
evento. Y en todos los deportes, promover los deportes es algo muy importante.

De manera que de nuevo muchas felicitaciones a todos y cada uno de ustedes.

Por favor, me avisan cuando estén todos reunidos y los invito a ver la película, que eso los va a
impactar, una gran película, se llama ‘Invictus’. Aquí en el Palacio los invito. Ese es un ejemplo sobre lo
que pueden ustedes hacer hacia el futuro y tienen ahí todas las facilidades.

Cada uno váyase para sus comunidades, para sus barrios, busquen el terreno, nosotros les ayudamos,
ponemos a alguien aquí, usted Jairo, a hablar con los alcaldes respectivos a ver qué conseguimos.

Construimos la cancha y después los contratamos formalmente, para que ustedes se vuelvan el ejemplo
para el resto de los muchachos en cada uno de los sitios donde ustedes viven.

Y ahí vemos a ver lo de la casa, en dónde podemos darles esa casa que sea lo más cerca posible a la
comunidad.

De manera que Dios los bendiga, y muchas gracias de nuevo”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Sexagesimoprimera


Asamblea de Gobernadores

Bogotá, 28 mar (SIG). “Qué bueno oír de parte, por un lado de Andrés González (Gobernador de
Cundinamarca), como vocero de los gobernadores y de Jorge Londoño, como cabeza de Colombia
Humanitaria, lo que acabo de escuchar.

Primero que todo resaltar lo que usted dijo, doctor Andrés, al principio y es la actitud que tienen los
gobernadores y que debe ser ejemplo para el resto del país, de afrontar este problema con esa voluntad
de trabajar en equipo, de hacer lo mejor posible para que esta tragedia nos cause el menor daño
posible.

Esa es la actitud con la cual todos debemos enfrentar una tragedia de esta magnitud. Sin esa actitud es
muy difícil, muy difícil, salir adelante.

Yo he repetido muchas veces el ejemplo que nos está dando el Japón. El Japón, con semejante
tragedia que está viviendo, un terremoto, un tsunami y después esta tragedia nuclear. Y sin embargo,
los japoneses todos viendo a ver cómo se ayudan los unos a los otros, cómo cumplen con sus labores
de la mejor forma posible, cómo en cierta forma reclaman lo menos y hacen lo más.

Y el estoicismo con que están afrontando esta tragedia es un ejemplo para el mundo entero. Y creo que
para nosotros también.

Por eso quiero celebrar mucho y recalcar esa actitud que usted acaba de mencionar, doctor Andrés, en
esta reunión y en este proceso.

Emergencia invernal continúa y se agravará

Infortunadamente esta tragedia, como ustedes saben, nos agarró por sorpresa. Nunca habíamos tenido
una tragedia de esta magnitud y tenemos que ir haciendo camino al andar para poder modelar y
construir un proceso que sea efectivo, no sólo ahora sino en el largo plazo.

Y es muy, muy importante que todos entendamos, no sólo doctor Londoño que esto es un huracán de
seis meses, sino es un huracán que llegó para quedarse. Porque esa es la actitud con la cual debemos
asumir este problema, porque, por un lado, digamos en el corto plazo, la ola invernal en el fondo nunca
ha cesado; en ciertas regiones ha disminuido, pero en todas esas regiones ha llovido muy por encima
del promedio.

Mientras llovía en el Caribe, en la zona Caribe, pues también llovía en la zona Andina y viceversa, ahora
no está lloviendo tanto en la zona Caribe, aunque va a comenzar, pero sigue lloviendo con una
tremenda intensidad en la zona Andina; ni hablar del Sur del país.

Entonces ¿qué es lo que ha sucedido? Que el Fenómeno de La Niña, como me imagino que lo habrá
dicho el doctor Lozano —porque es el que más conoce este tema—, pues el Fenómeno de La Niña no
ha terminado, nunca paró, continúa y se va a agravar, que es lo que hay que entender. Se va a agravar.

¿Y por qué se va a agravar? Porque la intensidad de las lluvias, por la época, abril y mayo —
acuérdense ‘abril aguas mil, mayo hasta romper el sayo’—, eso se viene; pero se viene en unas
circunstancias yo creo que nunca vistas en un abril o en un mayo.

Y es el nivel freático que tiene la tierra colombiana, el nivel de agua que hay ya en los ríos y los canales.
Nunca en nuestra historia habíamos tenido unas circunstancias tan adversas para lo que se nos viene.
Y se nos viene un invierno muy por encima en intensidad de lo acostumbrado.

Entonces, sumando esos factores, uno puede comenzar a visualizar lo que tenemos por delante.

O sea, si hemos visto tragedia hacia atrás, preparémonos para ver la tragedia hacia adelante y esa es la
cruda realidad. Y por eso es tan importante que esa actitud que usted acaba de demostrar y mencionar,
doctor Andrés, se mantenga hasta que podamos superar esta fase de La Niña, pero también la
podamos adaptar a la fase de adaptación.

Y perdóneme la redundancia, pero así es, porque el Fenómeno de La Niña en cierta forma no va a
desaparecer por completo, porque el cambio climático llegó para quedarse.

Colombia, país vulnerable

Y no sé cuántos de ustedes, señores gobernadores, yo les voy a enviar una copia de la conferencia del
Premio Nobel, Vicepresidente, cuasi Presidente de Estados Unidos, Premio Oscar, pero sobre todo tal
vez la persona más, más enterada y con una visión más integral de es te fenómeno del cambio
climático, como es Al Gore, que estuvo aquí hace un par de semanas.

Es importante que ustedes vean esa conferencia y la internalicen y la asuman, la entiendan. Es que el
mundo cambió e infortunadamente dentro de ese mundo que este señor nos describe y que están
describiendo los expertos a todo nivel, Colombia es un país extremadamente vulnerable.

O sea un cambio en el mundo y desafortunadamente dentro de los países vulnerables, por nuestra
geografía, por nuestra localización, por mil factores, nosotros somos uno de los países más vulnerables.
Y eso es lo que es más importante que ustedes y el pueblo colombiano entiendan.

Y ustedes tienen que volverse en cierta forma pregoneros de esa realidad para que todos estemos
preparados y para que todos asuman esa actitud que usted acaba de mostrar, doctor Andrés González.

Eso es bien importante para poder abordar después las soluciones. Tener conciencia de la realidad,
tener conciencia de la magnitud del problema.

Dicho esto, pues me complace muchísimo ver cómo se avanzó el día de hoy en algo que es
fundamental y es irnos poniendo de acuerdo, porque este proceso no ha sido fácil; es un proceso donde
hemos tenido que improvisar mucho, es un proceso donde la coordinación, que es tan importante,
muchas veces no se ha dado. No diría por falta de voluntades, sino por falta de experiencia.

Reforzar Sistema de Prevención de Desastres

Nosotros teníamos un sistema muy bueno y hay que resaltarlo, lo han exaltado todos los observadores
internacionales, el Sistema de Prevención de Desastres, que está a cargo de la doctora Luz Amanda
(Pulido) bajo el Ministerio del Interior.

Ese sistema hay que mantenerlo y reforzarlo, es un mensaje muy importante: no lo vamos a reemplazar,
porque ya tenemos un activo ahí.

Lo que pasa es que esta tragedia desbordó con creces la capacidad de ese sistema. Pero el principio
que fundamenta el sistema, de los comités locales de riesgo, de los comités departamentales, ese
principio y esa estructura es muy importante de mantener.

La presencia de Colombia Humanitaria en ninguna forma debe significar que hacemos a un lado o
desconozcamos la estructura que tenemos, y que hemos venido mejorando año tras año y que ha
funcionado. Y que por fortuna funcionó, por ejemplo, antes de que Colombia Humanitaria apareciera.

Lo que ha hecho ese sistema en la ayuda humanitaria al comienzo de la tragedia pues es una labor
supremamente loable, muy efectiva. Lo que pasa es que —vuelvo y repito— la magnitud de la tragedia
desbordó la capacidad del sistema.

Ese es otro mensaje que quisiera dejarles: el sistema hay que reforzarlo, el sistema hay que irlo
mejorando, el sistema hay que utilizarlo en la mejor forma posible.
Y que la utilización de esquemas paralelos no vaya a significar que quienes han estado al frente y han
venido acumulando experiencia se sientan desplazados. Más bien que sientan que puede ser un
complemento y busquemos la forma y busquen ustedes la forma de que funcione así, como un
complemento, como algo que se ayuda lo uno a lo otro. Creo que eso es algo bien importante.

Mejoran cifras de ayuda humanitaria

Me complace mucho también ver cómo las cifras han venido mejorando también.

Estábamos por los lados del 50 y ya vamos por el 80 (por ciento). La ayuda humanitaria para todos
nosotros es la prioridad; la vida, la parte humana es para nosotros fundamental, salvar vidas, que la
gente no sufra de hambre, que no se enferme, que tenga un techo así sea mínimo, es lo importante. Y
en la medida que podamos ir satisfaciendo esa necesidad básica, pues vamos por lo menos a sentirnos
muy satisfechos.

Vamos a ver —yo creo que esto muy importante— cómo vamos a afrontar esa nueva ola invernal.

Allá cuando yo veía al Gobernador de Atlántico (Eduardo Verano de la Rosa) corriendo de un lado para
el otro por lo del Canal del Dique, y cómo íbamos a atender esa cantidad de gente que fue desplazada
por las inundaciones.

Pues ahora que tenemos un sistema que está funcionando cada vez mejor, por lo menos vamos a tener
los instrumentos para utilizarlo y reaccionar más rápido, ante la tragedia que se nos viene encima.

Y concuerdo con usted, señor Gobernador, que hagamos ese esfuerzo conjunto para elevar ese 80 por
ciento ojalá al 100 por ciento.

Y que si podemos decir que llegamos al 100 por ciento, es un gran logro. Porque ahí tenemos el primer
pilar, lo más fundamental de todo proceso de ayuda humanitaria en tragedias como la que estamos
viviendo.

Vienen las otras fases, como usted bien lo mencionaba. La parte de los arrendamientos, la posibilidad
de poder transferir, si hay plata para albergues, pero necesitan plata para arrendamientos.

Si hay plata para arrendamientos, que se pueda más bien concentrar en reparación de vivienda, me
parece que es algo totalmente práctico, de sentido común. Eso lo discutimos con los gobernadores del
Eje Cafetero el viernes.

Y los alcaldes de los tres departamentos del Eje Cafetero hacían esa solicitud: ‘¿Por qué no nos dejan
cierta flexibilidad en función de la verdadera demanda, de las verdaderas necesidades?’.

Me parece que tiene toda la lógica del mundo. No sé ustedes que han decidido sobre eso, pero creo que
eso va a hacer un uso mucho más eficiente de los recursos, porque si hay una gran demanda por
reparación de vivienda y la gente prefiere eso a que le construyan un albergue, eso es como dicen, de
puro sentido común.

El tema de construir vivienda y de trasladar la gente que está viviendo en los sitios de alto riesgo, no
mitigable, a los sitios de bajo riesgo, mitigable, es decir, trasladar esa gente, ese es un desafío de marca
mayor. Eso requiere un inmenso esfuerzo en materia de comenzar identificando cuál es esa tierra y
esas zonas de riesgo no mitigable.

Ahí hay algunos estudios, el Igac tiene unos estudios sobre cuál es la zona que todas maneras se va a
inundar, cuál deberíamos finalmente descartar, chulear, y decir aquí definitivamente hay que devolverle
al río lo que le pertenece al río.

Urge labor pedagógica

Son decisiones de gran envergadura. Hay gente que ha vivido allí generaciones y ustedes saben mejor
que yo cómo están de arraigadas y cómo no quieren dejar su entorno, eso es absolutamente natural.

No más cuando uno ve aquí en las laderas de Soacha una persona diciendo ‘yo no me voy de mi casa’.
Y uno ve que esa casa se va a destruir, pero dice ‘no me voy de mi casa’. Entonces imagínense
poblaciones enteras.

Esa es una gran empresa, pero hay que hacerla si queremos realmente afrontar este nuevo mundo,
esta nueva realidad. Y hay que priorizar cuáles son los de altísimo riesgo, cuáles son los que sabemos
que se va a venir muy rápido.

Ayer veíamos lo de Manizales, Gobernador.

Y eso va infortunadamente a crecer por lo que les decía del nivel freático de la tierra. Entonces eso que
vimos ayer en Manizales y que hemos visto en otras partes del país, esos derrumbes y esa tierra que se
viene abajo, eso se va a volver pan de cada día infortunadamente.

Y ahí es donde hay que hacer una gran labor de pedagogía. Decirles miren, ustedes aquí, miren lo que
está pasando. Inclusive pasarles hasta películas, pueden quedar enterrados.

Me acuerdo cuando fui a Bello, allá en Medellín, que fuimos, Gobernador, con usted. Eso que sucedió
allá puede suceder y va a suceder cada vez con más frecuencia y en muchas zonas del país,
infortunadamente.

Porque esa es una de las grandes vulnerabilidades que a nivel mundial nos está diciendo: Colombia en
materia de deslizamientos, por la forma como están formadas nuestras cordilleras, son cordilleras en
formación. Entonces todavía no están sólidas.

Entonces vamos a tener ese tipo de problemas más y más. Y eso hay que tenerlo muy presente.

Priorizar necesidades

¿Cuánto cuesta eso? Eso cuesta toda la plata del mundo. Yo creo que si queremos en este momento
decir vamos a trasladar a toda la población que está en zona de riesgo no mitigable a zonas seguras, yo
creo que todo lo que tenemos previsto, todo lo que tenemos previsto, no alcanza. No alcanza ni para la
mitad en lo que tenemos hoy en día previsto para invertir.

Entonces tenemos que priorizar y ese proceso de priorización hay que hacerlo con urgencia para ir
trasladando la gente que está en más alto riesgo; o altísimo, alto, menos alto, pero iniciar el proceso.

De manera que eso me parece que eso es algo que aquí se discutió y que merece toda la atención.

El deseo de iniciar desde ya las obras de infraestructura, las de adaptación, eso para todos debe ser
una prioridad, con el Ministro de Transporte y con todos los ministros hemos dicho eso es muy
importante.

Entre otras cosas porque las obras no se pueden empezar así: hágase la carretera y la carretera se hizo
o se comenzó. No, eso tiene todo un proceso que lo hemos repetido en todas las formas posibles: hay
que estructurar bien los procesos para que las obras queden bien hechas.

No sé cuántos de ustedes se leyeron ese informe que apareció ayer en El Tiempo sobre la situación de
nuestra infraestructura, la lamentable situación de nuestra infraestructura.

Eso se debe en buena parte a lo que estamos tratando de corregir y es a la falta de estructuración de
los proyectos, el afán por poner la primera piedra o por mostrar algún resultado, comienza la obra sin
estar bien diseñada y sin estar bien financiada.

Y eso resulta a la larga en obras mucho más costosas, en obras que quedan por la mitad, que son las
más costosas de todas, las que no se terminan y en obras mal concebidas que no tienen mantenimiento
y que finalmente acaban generando un perjuicio terrible para el país.

Por eso es tan importante que en ese proceso de iniciar desde ya las obras, iniciemos con el pié
derecho y ahí pues tendrán todo, todo el apoyo del Gobierno Nacional.

Parte del desafío ahora con las facultades que el Congreso nos va a dar es crear una institucionalidad
que ayude a estructurar bien los proyectos y que ayude a los gobernadores a estructurar bien los
proyectos, porque eso nos va a garantizar un uso mucho más eficientes los recursos y que las obras
queden bien hechas.

Pero hay que comenzar desde ya. A mí me gustaría —se lo he dicho a muchos de ustedes— que
ustedes pudieran dejar esas obras contratadas, esas obras en marcha.

No queda mucho tiempo. Siete meses, ocho meses. ¿Cuánto les queda? Nueve meses. No es mucho
tiempo, pero yo creo que en nueve meses muchas de las obras, así no sean las más importantes, se
pueden dejar contratadas.

Y a nosotros nos interesa también, nos interesa muchísimo, acelerar ese proceso.

De manera que ahí estamos, ahí coinciden totalmente sus deseos y nuestros intereses. Y ahí podemos
trabajar juntos en ese sentido también.

Lo de los recursos que Colombia Humanitaria les dio a las corporaciones, importantísimo. Ustedes
tienen que vigilar que eso se ejecute rápido y se ejecute bien; son más de 300 mil millones de pesos y
creo que van a hacer un impacto importante.

Y esas obras que ustedes quieren que queden en el Plan de Desarrollo, nosotros también queremos
que queden y que no solamente queden en el Plan de Desarrollo, sino se hagan. Por ejemplo, la
canalización del río Magdalena y del río Bogotá. Ustedes saben, eso lo hemos discutido con Andrés
González muchas veces, por supuesto que eso debe de quedar; lo de la reforestación, es una prioridad
para nosotros.

Hoy estábamos en un Conpes, antes de venir acá, haciendo un análisis de las metas del milenio y el
propio Ministro de Agricultura llamó la atención ahí en un documento que presentó Planeación. Dijo: ‘me
parecen muy tímidas las metas que nos estamos proponiendo en materia de reforestación frente a la
comunidad internacional, frente al milenio, porque nosotros tenemos unas metas mucho más agresivas’.

Pero para cumplirlas tenemos que ya iniciar ese proceso. De manera que ahí hay total coincidencia.

Los embalses, pues en fin, las obras que todos hemos, en cierta forma, discutido, si ustedes ven que no
queda una muy importante, no es sino que nos lo mencionen para poderla agregar en el Plan de
Desarrollo.

Porque ahí también hay una gran coincidencia. Necesitamos que el Fondo de Adaptación tenga esas
obras y ojalá estructuradas también a la mayor brevedad posible, para poder iniciarlas a la mayor
brevedad posible.

Quedar mejor que antes

Porque, nuevamente, el objetivo de todo este ejercicio, se resume —y políticamente esto tiene un gran
beneficio—, en que quedemos mejor que antes de la tragedia.

Y creo que eso es posible. Estoy seguro de que lo podemos hacer. Vamos a quedar mejor que antes de
la tragedia.

Pero para eso tenemos que coordinarnos muy bien, tenemos que trabajar muy duro y tenemos que
asumir ese espíritu que nos mostraba el doctor Andrés González.

Un último tema que quisiera mencionarle al Consejo de Gobernadores: la necesidad de que ustedes
trabajen, guíen y hagan pedagogía con los alcaldes.

Muy importante que cada gobernador se siente con sus alcaldes; que entre todos puedan ir corrigiendo
las fallas, corrigiendo los problemas, priorizando el uso de los recursos y que los propios alcaldes, a su
vez, involucren a las comunidades, que hagan partícipes a las comunidades de muchos de estos
procesos.

Y todos los ejemplos, todos los ejemplos de los países que han tenido que afrontar ese tipo de
problemas, que las comunidades se sientan en alguna forma partícipes, es absolutamente fundamental.

Y por eso los gobernadores con los alcaldes, los alcaldes con sus comunidades, con las organizaciones
comunitarias sociales, que se sientan partícipes es muy, muy importante.

Yo coincido con el doctor Londoño (Jorge Londoño Saldarriaga) en que a estas alturas podemos decir:
mire, vamos bien.

La tortura china

Sin duda ha habido muchas fallas, pero es que el desastre ha sido muy grande y muchas veces uno,
esto ha sido como la tortura china.

La tortura china, acuérdense es, una gota aquí en la frente cada cierto tiempo. Entonces uno como que
al principio no le pasa nada, no le duele, nada. Al final lo enloquece a uno, porque uno no sabe en qué
momento viene la gota siguiente, entonces queda uno enloquecido.

Esta tortura china que hemos vivido nosotros —que no sabemos cuando llueve, pero que sabemos que
va a llover más—, nos ha obligado a diseñar un proceso; el proceso hasta ahora se está funcionando
bien, vuelvo y repito, con fallas, pero fallas que vamos a ir corrigiendo en el camino.

Hay recursos importantes, afortunadamente en eso podemos estar medianamente tranquilos, porque no
son ilimitados.

Yo le decía a —lástima que no esté aquí, no me gusta hablar de la gente que no está presente—, pero a
nuestro querido amigo, el Gobernador de Risaralda (Víctor Manuel Tamayo), cuando me dijo: ‘no, pues
es que esos proyectos pequeños, cómo es que los van a aprobar, porque yo mandé 159’.

Entonces le dije: Huy, Gobernador, usted sí vuela con los motores apagados, porque 159 proyectos así
de un solo envión…

Hay que tener también un poco de realismo, que los recursos son limitados.

Yo entiendo que cada gobernador y cada alcalde va a querer jalonar el mayor y la mayor cantidad de
recursos. Nuestro interés es que se ejecuten esos recursos de la mejor forma posible.

Ahí hay un interés, hay una coincidencia de intereses. Nosotros queremos que esos recursos se
ejecuten; ustedes quieren gastarlos cada uno en sus regiones, perfecto. Y cada alcalde va a querer
también jalonar para su municipio, perfecto

¿Qué nos interesa a nosotros? Que esos recursos que se inviertan y se inviertan bien, y produzcan el
resultado que queremos buscar, en forma transparente.

Pero no nos importa y se lo dijimos al Gobernador de Risaralda. Si usted tuvo la audacia de mandar 159
proyectos y todos están bien concebidos y todos cumplen con los requisitos y todos cumplen con los
objetivos, pues no se le haga raro que de pronto los 159 sean aprobados, no hay ninguna
incompatibilidad.

Pero lo que les quiero decir con eso es que los recursos son limitados; hay recursos importantes, como
en cualquier inversión y sobre todo, en las inversiones públicas, cuidemos la platica de la mejor forma
posible, invirtámosla de la forma más eficaz posible, apliquemos los principios del Buen Gobierno y creo
que todos vamos a salir beneficiados.

Hacer lo mejor posible

Esto yo lo veo como una oportunidad también para que ustedes, señores gobernadores, en cierta forma
salgan por la puerta grande en diciembre de este año, pudiendo decir: mire, hicimos frente a semejante
tragedia lo mejor que se ha podido hacer.

Y ese es otro enfoque del mismo espíritu que Andrés González nos exponía. Si podemos mirara para
atrás y decir hicimos todo lo que pudimos haber hecho para mitigar los efectos negativos de esta
tragedia y sentir esa tranquilidad, todos podemos irnos a dormir más tranquilos después de nuestros
respectivos mandatos.

De manera que yo les agradezco enormemente su colaboración. Esta es una especie de alto en el
camino, una rendición de cuentas, o más que rendición de cuentas, un análisis de cómo vamos.

En términos generales yo creo que vamos bien. Sabemos que hay fallas, sabemos que hay vacíos,
sabemos que hay problemas. Pero hagamos el esfuerzo, como usted bien dice, Andrés, para que los
podamos resolver lo más pronto posible.

De parte nuestra ustedes saben que tienen toda la voluntad, todo el interés. Nos une a sus intereses el
hecho de que todos queremos que nuestros compatriotas y todo el país sientan que ahí estamos
haciendo lo que está en nuestras manos para poder afrontar semejante desastre.

De manera que yo le agradezco mucho su hospitalidad, doctor Andrés. Y como usted bien dice, me
siento en casa aquí en Cundinamarca, aunque me siento en casa en todos los departamentos, para que
no vaya a haber ningún reclamo.

Y no. Y vamos para adelante.

Mire, esta mañana estuve con los muchachos estos, los campeones mundiales de fútbol de salón.

Qué entusiasmo el de esos muchachos, qué patriotismo.

Les decía: ustedes son un ejemplo para el resto del país. Les dije —de pronto alguno de los
gobernadores pueden ayudar— son 13 muchachos, casi todos desempleados, todos vienen de barrios
muy pobres.

Y les dije ¿por qué no hacen lo siguiente? Hablen con su gobernador o su alcalde y que les entreguen
un terrenito. Y el Gobierno les financia la construcción de una cancha. Que además es multipropósito,
pues sirve para basquetbol, sirve para fútbol de salón, y todos quedan contratados automáticamente
como entrenadores, para que los niños de todas sus comunidades aprendan a jugar fútbol de salón, que
ya hay un millón 200 mil colombianos que están jugando fútbol de salón.

Y esos muchachos estaban ya que golpeaban en las gobernaciones.

De manera que les van a llegar. Ayúdenles. Nosotros financiamos la construcción y vamos a darles a
cada uno de esos muchachos un puesto de entrenadores.

No sé ustedes si han visto la película de Mandela, ‘Invictus’. Esa película para mí fue aleccionadora.

Fue una inyección de entusiasmo al deporte. Pero lo que quería era resaltar esa experiencia esta
mañana con esos muchachos, que fue maravillosa y lo llena a uno de optimismo.

Como estoy seguro que todos tenemos ese optimismo para sacar este país adelante, a pesar de la
tragedia.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Santos al poner en servicio el Pabellón de Alta


Seguridad de la cárcel La Picota

Bogotá, 30 mar (SIG). “Yo quisiera referirme brevemente –antes de hacer referencia a esta visita- al fallo
de la Corte Constitucional el día de ayer.

Como ya lo dijimos en el comunicado que expedimos anoche, por supuesto acatamos el fallo de la
honorable Corte Constitucional, y vamos a hacer todos los esfuerzos para que los damnificados no
vayan a sufrir las consecuencias.

¿Qué quiere decir eso?

Que vamos a hacer todos los esfuerzos para que las ayudas sigan llegando a los sitios.

Vamos a acelerar algunos trámites en el Congreso; en este momento estamos preparando la


presentación de la adición presupuestal que es parte de los problemas que más nos preocupan: no
tener la autorización legal para utilizar esos recursos, los recursos que se invierten en la ayuda
humanitaria.

Vamos a incluir en el Plan de Desarrollo la mayoría de los decretos que se cayeron, que estaban
incluidos en la segunda emergencia.

Hay unos problemas que vamos a ver cómo los resolvemos, que tienen que ver con las facilidades en la
contratación y en los trámites sobre todo de las entidades departamentales y municipales.

Pero en términos generales lo que quiero expresarle al país es que el Gobierno hará todo lo posible
para que este fallo no vaya a perjudicar a los damnificados.

Sobre todo que hay que advertirlo: la emergencia se va a agravar, todos los pronósticos es que las
lluvias se van a acrecentar, y lo que hemos visto en los últimos meses, vamos a ver mucho más en los
meses venideros.

Ayer hacíamos un análisis con las autoridades, con el Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y
Estudios Ambientales de Colombia), con el Igac (Instituto Geográfico Agustín Codazzi), sobre qué
porcentaje de la tierra inundada, de los terrenos inundados, hoy están secos. Es un porcentaje mínimo.

Es decir que vienen las lluvias sobre lo que ya esta inundado y eso tiende a agravar el problema.

También el nivel freático del territorio nacional, donde ha venido lloviendo, pues esta muy alto.

¿Cuando llueve sobre un nivel freático alto, qué quiere decir eso?

Más deslizamientos, más problemas.

Por eso pues sí nos preocupa mucho el fallo en el sentido de que nos ata las manos para ser más
expeditos en llegarles a los damnificados, pero vamos a hacer todos los esfuerzos que están a nuestro
alcance para ver que el proceso que estamos llevando a cabo hace unos meses, que estamos afinando
cada vez más, no sufra una solución de continuidad.

Por otro lado, pues también hemos visitado con el señor Ministro del Interior y Justicia (Germán Vargas
Lleras) esta cárcel, estas nuevas instalaciones. Ya habíamos estado en una nueva cárcel en Florencia
hace algunas semanas, pudimos recorrer lo que se le va a entregar al país en materia de la cárcel La
Picota tiene que ofrecer cerca de 3 mil 500 cupos nuevos.

Es una construcción que costó cerca de 110 mil millones de pesos, una de muchas que nos dejó el
Gobierno anterior. Yo quiero reconocer, y a Dios lo que es de Dios, que esta cárcel como las demás que
estamos inaugurando no fue producto de esta administración, nosotros estamos recogiendo la cosecha
que se sembró en el Gobierno anterior en ese sentido.

¿Cuáles son los beneficios de estas instalaciones y de estas nuevas cárceles?

Pues son muchos, pero tal vez el más importante es disminuir el hacinamiento en que están nuestros
presos. Son condiciones en muchos casos realmente inhumanas, y por eso este paso de ir ofreciendo
más cupos, de tener una disponibilidad mayor en materia de capacidad carcelaria, es algo que trae unos
beneficios importantes para nuestros presos.

En esto de nuestros presos quiero también hacer una anotación al margen.

Hace unos días el país conoció una operación que realizaron nuestras Fuerzas Armadas en el Chocó,
una operación contra las Farc que fue muy bien concebida y muy bien ejecutada; ahí contra el Frente 30
de las Farc se dieron de baja diez guerrilleros y se capturaron cuatro, tres de ellos estaban heridos, en
una operación muy importante.

Pues bien, la semana pasada a uno de estos guerrilleros lo llevaron a Buenaventura, llevaron a los que
estaban enfermos, que estaban heridos a Buenaventura, por razones también humanitarias.

El que ya no necesitaba ningún tipo de atención lo llevaron ante un juez. Lo agarraron in fraganti, con
uniforme, dentro del campamento que fue atacado, y el juez lo liberó.

Eso, la verdad es que causa mucha sorpresa, mucho desánimo, porque después de semejante esfuerzo
–la Fuerza Pública iba detrás de esa gente hace mucho tiempo- que un juez de buenas a primeras, en
una situación tan clara, tan evidente, le dé por utilizar alguna argucia jurídica para liberar a uno de esos
guerrilleros, me parece que es algo que no está bien.

Yo quisiera hacerles un cordial llamado a las autoridades judiciales para que ese tipo de situaciones no
se repitan, porque eso genera un desánimo y tiene unas consecuencias muy negativas para el país.

Ayer por fortuna el Ministro de Defensa (Rodrigo Rivera) tuvo la oportunidad de comentar el tema con el
Presidente del Consejo Superior de la Judicatura (Francisco Escobar Henríquez) recibió una respuesta
muy positiva, y esperamos que realmente este tipo de situaciones no se repitan.

Volviendo a la situación de los presos y a nuestra política carcelaria.

Como anunciamos esta semana al país, dentro del paquete de medidas de proyectos de ley que
estamos presentando al Congreso está uno que tiene que ver con la política carcelaria y penitenciaria.

Yo le voy a pedir al señor Ministro del Interior que brevemente les explique en qué consiste esa nueva
política carcelaria y penitenciaria, que nos va a permitir y nos va a dar más instrumentos para manejar
mejor las cárceles, para mejorar el control de las cárceles, para mejorar el proceso de resocializar a los
presos –eso es algo muy importante- y también nos va a dar instrumentos para hacer mucho más
eficientes en el uso de los recursos dedicados a la política penitenciaria y carcelaria.

Por último, yo quisiera decir algo sobre el tema que les comenté al principio, de la emergencia: es
hacerle un muy respetuoso saludo, pero al mismo tiempo una petición a la Corte Constitucional. Se trata
de una posibilidad de modular el fallo, sobre todo el que tiene que ver con el presupuesto de este año.

Le pedimos a la Corte, en forma muy respetuosa, que considere esa posibilidad, porque simplemente
nos quedamos sin la capacidad de continuar con los pagos para que las ayudas les lleguen a los
damnificados que hoy están sufriendo, mientras el Congreso nos aprueba el nuevo presupuesto, la
adición presupuestal, pues sí sería muy útil tener esa capacidad de continuar utilizando los recursos que
se disponen para poder ayudar a estos damnificados.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Asamblea de la


Cámara de Comercio Colombo-Americana

Bogotá, 30 mar (SIG). “Un saludo muy especial y un agradecimiento por esta invitación.

Aquí estuve en la Cámara dos veces cuando era Ministro de Comercio, cuando fui Ministro de Hacienda,
cuando fui Ministro de Defensa y ahora, pues me siento muy honrado de venir ante ustedes como
Presidente de la República.

Sobre todo cuando coincide con la dirección ejecutiva de un ex compañero mío de colegio.

Camilo Reyes era compañero mío de colegio. Cuando tenía pelo le decíamos ‘la bruja’, porque era un
pelo rojo que parecía una bruja. Pero era un gran compañero de colegio y por eso me complace mucho
estar aquí.

Y creo que un momento muy importante de nuestra historia como país y muy importante en nuestras
relaciones, unas relaciones que nosotros valoramos y les damos toda la importancia que tienen.
Nuestras relaciones con Estados Unidos.

¿Por qué digo que estamos atravesando un momento muy, muy interesante de nuestra historia? Porque
han coincidido de cierta forma muchas circunstancias que han colocado a Colombia en una posición
muy especial.

Ustedes bien conocen el avance que hemos hecho en materia de seguridad, lo que eso ha significado
en materia de inversión, lo que eso ha significado en el fortalecimiento de nuestra democracia, lo que
está jugando América Latina como región hacia el futuro, dentro del contexto no solamente económico,
sino político.

En fin. Hay una serie de circunstancias que hacen que nuestra relación, nuestra situación colombiana
sea especialmente interesante y tenemos que aprovechar esas circunstancias para poder traerle a
nuestra población más bienestar y más prosperidad, que es el objetivo de todo gobierno y de todo
gobernante.

TLC y preferencias

Yo quiero agradecerles a ustedes, además, el apoyo permanente que le han dado a esta relación, a los
diferentes frentes que tienen que ver con la relación y el caso específico, pues por supuesto apoyo muy,
muy importante que siempre le ha dado la Cámara a nuestro propósito de tener un Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos y también a tener las preferencias arancelarias que a mí me tocó
negociar como Ministro de Comercio hace ya 17 años.

Preferencias que están en este momento suspendidas. No por falta de voluntad, como ustedes conocen,
sino por circunstancias políticas internas dentro del Congreso.

A veces es difícil para los colombianos que no conocen bien los intríngulis políticos entender por qué
nos dejaron sin preferencias y por qué nos dejaron sin Tratado de Libre Comercio; qué está pasando
con la relación con Estados Unidos. ¿Es que nos estamos distanciando, nos están castigando por algo?
Qué está pasando.

Y hay que explicarles bien a quienes hacen las preguntas que también en este caso, se han juntado una
serie de circunstancias, pero que en nada, en nada afectan esas buenas relaciones que hemos tenido.
Y yo creo que todo esto se va a resolver positivamente.

Ayer —veo aquí al Presidente de Asocolflores (Augusto Solano)— fue muy significativo que cera de 530
ó 35 oficinas del Congreso (de EE.UU.) recibieron su flor —tengo entendido que tuvo un gran impacto
positivo además—, diciendo ¿qué pasa con las preferencias?

Me pareció muy creativo y audaz ese paso. Y muy constructivo y muy positivo. Y estamos esperando a
que eso se resuelva a la mayor brevedad posible. Estoy en permanente contacto con el Embajador (en
Washington, Gabriel Silva).

Y realmente es una cuestión de falta de una coyuntura especial que permita que esas voluntades, tanto
de los demócratas como de los republicanos frente a las preferencias a Colombia, se puedan expresar,
porque es un debate que ha tenido arandelas diferentes a las preferencias y que eso es lo que ha
impedido que se puedan materializar, que se puedan extender.

Mientras tanto se han tomado las medidas, señor Viceministro, que lo veo aquí, en el Ministerio de
Comercio Exterior para darles a los exportadores todas las facilidades, todas las ayudas posibles.

Y estamos pensando en este momento en dar más ayudas para que no haya solución de continuidad en
esas exportaciones hacia Estados Unidos y confiamos que el Congreso las apruebe, apruebe la
extensión, a la mayor brevedad posible.

Lo mismo esperamos que el Tratado de Libre Comercio —ustedes conocen mejor que yo cuáles han
sido las limitaciones, cuáles han sido los problemas—, pues yo también confío que muy pronto tenga
una evolución positiva.

Pero quería yo más bien hablarles de la cultura económica que tenemos y de la cultura en general que
estamos viviendo. Reiterando lo que les decía al principio, de que estamos en unas circunstancias muy
especiales.

Y la mayoría de ustedes son empresarios que quieren saber o quieren saber y oír en forma reiterada
cuáles son las reglas de juego y qué es lo que estamos pensando en el Gobierno.

Lo primero que les diría es que la política que puso el Presidente Uribe (Álvaro Uribe Vélez) y su famoso
triangulito, que sacaba a relucir con tanta frecuencia, decía: Seguridad democrática, confianza
inversionistas y cohesión social.
Yo hice mi campaña presidencial con base en la continuidad de esa política y eso es lo que estamos
ejecutando: continuidad de la política que sembró el Presidente Uribe en esos tres frentes. En el frente
de la seguridad, en el frente de la confianza inversionista y en el frente de la cohesión social.

Mejoran todos los índices de seguridad

En el frente de la seguridad aquí no ha habido para nada ningún tipo de solución de continuidad, no ha
habido para nada ningún tipo de baja de guardia, por así decirlo, frente a seguridad. Todo lo contrario;
los indicadores de seguridad todos han seguido mejorando, en algunos casos de forma muy importante.

No quiere decir esto que seamos un paraíso o que no hayan surgido problemas nuevos. La delincuencia
y la inseguridad tienen una capacidad para adaptarse a las nuevas circunstancias, para aprovechar
nuevas coyunturas, y por eso el Estado tiene que estar siempre a la vanguardia, anticipando esos
hechos.

La evolución de las llamadas bandas criminales, que no son grupos paramilitares, como se ha dicho;
son bandas criminales al servicio del narcotráfico, pero que tienen en cierta forma, la costumbre y las
estrategias y las tácticas de los antiguos grupos paramilitares, porque muchos de los delincuentes que
hoy están en esas bandas, pertenecían a los antiguos grupos paramilitares.

Pero es un contexto totalmente distinto en el sentido en que esos grupos no tienen una visión
contrainsurgente ni están interesados en adquirir poder político. Están es interesados en mejorar su
negocio del narcotráfico. Eso en cierta forma los lleva a tratar de tener algún tipo de control de los
corredores de exportación de la droga.

Y entonces ahí en algunas facetas se asemejan al comportamiento de grupos paramilitares de antaño.


Pero son dos fenómenos completamente distintos.

A esos grupos los estamos persiguiendo. Tienen una capacidad de renovación, por estar financiados
por el narcotráfico, muy importante. La verdad que el esfuerzo que ha hecho la fuerza pública ahí ha
sido descomunal y lo que estamos tratando de hacer es que el esfuerzo integrado del Estado sea más
efectivo, porque el cuello de botella que hemos descubierto está en la justicia, en la capacidad de la
justicia de lograr procesar y mandar a la cárcel ese número creciente de miembros de esas bandas
criminales que la Fuerza Pública está capturando.

De resto, hemos avanzado en la lucha contra las Farc. Ahí también hemos avanzado. Es que a veces la
gente no entiende, no se da cuenta de los golpes que se han dado en estos últimos meses o que se van
acostumbrando a que tiene que haber golpes muy importantes cada cierto tiempo.

Pues el golpe más importante se lo dimos en septiembre del año pasado a las Farc con la muerte de
este bandido ‘Jojoy’ (‘Mono Jojoy’), pero desde entonces hemos seguido dado unos golpes que son muy
importantes dentro de la estrategia de ir desarticulando las estructuras.

En los últimos 15 días el golpe que se le dio a un alias ‘Oliver Solarte’. Ese era el equivalente al ‘Negro
Acacio’ en todo el bloque sur. Ese bandido controlaba un territorio amplísimo en materia de narcotráfico.
Era el vínculo con los carteles de México. La inteligencia nos decía llegaba este señor a unos bares en
Ecuador, en Lago Agrio, donde se oían rancheras y era dueño y señor; era un bandido muy poderoso
dentro de ese mundo criminal de tráfico de drogas y tráfico de armas al servicio de las Farc. Ese señor
ya no está al servicio de las Farc, está bajo tierra.

Este alias ‘Jerónimo’, que se dio de baja hace unos días. Un personaje que era el comandante, el jefe
del comando central de las Farc y era persona que teníamos en la mira hace mucho tiempo; jefe de
seguridad de ‘Alfonso Cano’ y otro personaje simbólico.

Pero no solo eso, sino que ¿qué ha pasado? Que nos hemos ido a las madrigueras de ciertos sitios
donde nunca había llegado la Fuerza Pública.

Y por ejemplo en el Cauca. En el Cauca nos fuimos para arriba, para la montaña, para el pico de la
montaña que era territorio de las Farc hace 40 años. Los sacamos de ahí, están desesperados.

¿Qué están haciendo? Pues están poniendo minas por todos lados, atacando a los policías cuando los
ven, a ver si atraen nuevamente a las Fuerzas Militares y al Ejército al nivel donde ellos operan para
quitarlos de las madrigueras.

Sabemos que eso es lo que quieren. No vamos a caer en esa trampa.

Pero lo que quiero decirles ahí es que, en materia de seguridad seguimos avanzando, pero muchas
veces ese avance es traumático. Cuando pone uno el dedo en la llaga eso duele, pero si uno no pone el
dedo en la llaga, pues la llaga nunca se va a sanar y en ese sentido vamos avanzando.

En lo que llevamos en este año, en incautaciones de narcotráfico no hay precedentes en el volumen que
se ha incautado. Eso les quita recursos, los obliga a ir a extorsionar.

Entonces a veces ve uno que es que están extorsionando en ciertas zonas. Y puede ser cierto que en
algunas zonas ha aumentado, pero eso es producto de la eficacia de la política en general.

Entonces ahí quiero decirles simplemente que el mensaje es de total continuidad y las cifras de
homicidios, las cifras de secuestro, las cifras de extorsión —aunque no creo mucho yo en las cifras de
extorsión porque ahí la falta de denuncia tergiversa mucho— pero las cifras en general que hemos
venido utilizando hace muchísimos años, todas nos dicen que vamos por mejor camino.

Confianza inversionista

En la parte de la confianza inversionista. Eso es algo que le admiré siempre al Presidente Uribe, la
cantidad de tiempo que le dedicaba a cada inversionista en particular, sobre todo a los inversionistas
extranjeros.

Y es algo que le sirvió muchísimo al país y algo que hemos continuado y algo que estamos haciendo a
diario, todos los días recibimos inversionistas.

Pero no es solo el hecho de recibirlos personalmente, que eso es parte de una demostración de aprecio,
más diplomática que cualquier cosa. Lo importante es que los inversionistas tengan claridad sobre a qué
tipo de país llegan, con qué tipo de reglas de juego.

Yo lo que he, un poco dicho jocosamente, es que cuando a uno le dicen que una persona es predecible,
inmediatamente se imagina uno una persona muy aburrida, si una persona es predecible, pues debe ser
muy aburrido.

Pero que en términos de país, con los inversionistas queremos ser muy aburridos como país; es decir es
totalmente predecibles para los inversionistas, con reglas de juego totalmente claras y estables. Que
sientan que hay no solamente seguridad física, sino seguridad jurídica y seguridad en las reglas de
juego.

Ahora, hay siempre inexorablemente cambios en esas reglas por circunstancias que siempre debe
explicarse de forma clara para que se entienda.

Por ejemplo, quitamos la deducción tributaria en las inversiones en activos fijos que se había dado como
un estímulo a la inversión.

Algunos dicen ‘cambio de las reglas de juego’. No, no son cambios a las reglas de juego. Esos
estímulos se dieron siempre y siempre se dijo como una fórmula transitoria, porque en el momento en
que se pusieron esos estímulos aquí nadie ni siquiera pasaba por Bogotá, porque sus empresas ni
siquiera les permitían viajar a Bogotá porque no les aseguraba las aseguradoras.

Eran otras circunstancias y otros tiempos. Esos estímulos ya no son necesarios.

Y fue el propio sector privado, el Presidente del Consejo Gremial, a nombre de todos los agremiados
quien propuso ‘mire, esto ya no se necesita. Y por eso los desmontamos’.

Que el impuesto al patrimonio. Que eso es un cambio en las reglas del juego para algunos. Es cierto,
pero también entiendan la emergencia que estamos viviendo y que seguimos viviendo.

Ahí hay un mensaje muy claro que le estamos dando al país: si lo que vimos en los últimos meses en
materia de desastre por la ola invernal ha sido grave, pues va a ser más grave lo que se nos viene.
¿Por qué? Porque el nivel freático de la tierra está cada vez más alto, porque a estas alturas, finales de
marzo, supuestamente deberíamos estar terminando el verano.

Pues verano no hubo. Los ríos siguen en un nivel mucho más alto del tradicional, las lluvias que hemos
visto en estos últimos tres meses, mucha más alta la intensidad que lo tradicional.

Entonces lo que se nos viene, el Fenómeno de La Niña para abril y mayo, y posiblemente junio, pues va
a ser peor. Entonces ahí hay que conseguir recursos y eso fue lo del Impuesto al Patrimonio.

Y que las zonas francas, que hemos dicho que en las zonas francas no vamos a dar las mismas
aprobaciones al ritmo que se venían dando. También es cierto, porque también no se justifican en
ciertos casos.

No quiere decir que no vamos a continuar con la política de las zonas francas. Pero no le vamos a dar
zonas francas a todo el mundo que vaya pidiendo zonas francas, porque entonces se vuelve todo el
país una zona franca. Llega un momento en donde se copa la capacidad y la racionalidad de esas
zonas francas.

Pero en términos generales, lo que hemos querido hacer es poner en marcha un Plan de Desarrollo y
unas políticas que sean atractivas para la inversión porque entendemos que la inversión es fundamental
para lograr los objetivos primordiales que estamos persiguiendo.

Y está teniendo un efecto positivo. Las cifras de inversión en estos últimos meses han crecido en una
forma muy importante. No solamente la inversión extranjera.

¿Cuánto ha crecido? 57 por ciento, eso no se ve hace rato.

Y la inversión interna también está creciendo de una forma muy importante.

Optimismo, Unidad Nacional y legislatura

Eso es producto también de un clima como de optimismo que es importante de mantener en el país. El
optimismo y la esperanza de un país, algunos dicen que es como una especie de sol a las plantas, es lo
que hace crecer al país, y todas las encuestas nos dicen que ese optimismo y esa sensación sigue
vigente y se está fortaleciendo.

Y hay que alimentarla todos los días. No solamente echando discursos sino haciendo cosas. Y es lo que
queremos hacer y lo que queremos poner en marcha, lo que hemos ya puesto en marcha en muchos
frentes.

La parte legislativa, que es tan importante. Hay muchos países que encuentran es una falta de
gobernabilidad o se estrellan con una falta de gobernabilidad por razones políticas.

Muy impresionante lo que repercute en un buen ambiente de negocios una mala situación política y al
revés, es muy positivo cuando hay una buena gobernabilidad lo que eso significa para el buen ambiente
para los negocios.

Pues por fortuna esa Mesa de la Unidad Nacional que hemos construido, ese espíritu de unidad
nacional que hemos vendido, pues ha tenido efectos ya prácticos en materia legislativa.

La legislación pasada fue tal vez la más rica legislación que hemos tenido en la historia reciente del
país. Y no en número, sino en calidad también. En número y calidad, en ambos.

Las reformas que estamos pasando en el Congreso son reformas que estaban, como dicen, entre el
tintero hace mucho tiempo y que nadie había sido capaz porque no tenía la capacidad política de
hacerlas aprobar.

Pues nosotros las estamos haciendo aprobar.

La reforma que pasamos a la salud, una reforma muy difícil pero muy necesaria. La reforma a las
regalías, que es una reforma constitucional que pasó en su primer tramo y que ahora comienza el
segundo. Esa reforma es absolutamente crucial para lograr los objetivos de mayor equidad que
queremos en este país y para distribuir mejor unos recursos muy cuantiosos que el Estado va a recibir
en el futuro por las inversiones, sobre todo en minería y en petróleo.

Las reformas de primer empleo, la reforma que se le hizo para la formalización.

Ley de Tierras y futuro

Lo que está en mitad de camino, como por ejemplo, la reforma que tienen que ver con las víctimas y la
restauración de tierras. Una reforma que ha llamado muchísimo la atención, no solamente nacional sino
internacional.

Y es una reforma a la cual le damos gran importancia.

¿Por qué le damos gran importancia? Por algo muy sencillo. Yo digo que, o no digo yo, dice la gente
que los latinoamericanos tenemos una gran diferencia con los asiáticos, que nosotros en América Latina
gastamos el 80 por ciento del tiempo hablando del pasado y solamente el 20 por ciento hablando del
futuro.

En cambio los asiáticos dedican el 20 por ciento hablando del pasado y 80 por ciento del futuro.

Esa Ley de Víctimas tiene mucho que ver con eso. ¿En qué sentido? En que la Ley de Víctimas y la
restauración de tierras a aquellos campesinos que fueron desplazados a la fuerza de sus propiedades,
de sus parcelas, lo que busca es sanar unas heridas que hemos abierto los colombianos durante las
últimas décadas, casi que siglos pero yo diría que décadas.

Heridas que están abiertas. Y en la medida en que podamos reparar las víctimas —y son reparaciones
en el fondo simbólicas—, y al mismo tiempo restituirles las tierras a esos campesinos, ahí vamos a
poder en el país pensar 80 por ciento en el futuro y dejar de tratar de sacarnos clavos, de vengarnos los
unos con los otros o lo que digo yo, Dios nos libre de tener en cada plaza de Colombia a las mujeres,
como en Argentina, las abuelas de la Plaza de Mayo, reclamando justicia todos los días.

Entonces tiene ese propósito de irnos inclusive anticipando y de irles quitando el discurso a quienes
están inclusive a tiros, como sucede con la guerrilla, decir ‘nosotros estamos en el monte por esas
injusticias o por la restitución de las tierras’.

Entonces en ese sentido esas leyes tienen también un profundo significado que repercute positivamente
en el ambiente empresarial, en el ambiente de los negocios.

Porque —y eso que quede muy claro— aquí lo de la restitución de tierras en nada —y todo lo contrario,
estamos haciendo una reforma que va a cambiar la política en materia agropecuaria—, en nada
contradice las inversiones en la gran agroindustria.

Lo que hemos querido es —afortunadamente somos uno de los pocos países del mundo que tenemos
una capacidad grande, porque tenemos tierras—, aumentar nuestra producción agropecuaria, nuestra
producción de alimentos, en un momento donde la producción de alimentos se vuelve clave por la crisis
alimentaria que está viviendo el mundo.

¿Y qué queremos? Que esa nueva tierra y que la vieja tierra que estamos recuperándoles a los
narcotraficantes, a los paramilitares, a quienes se hicieron a ella por la vía ilegal, pues se convierta en
un factor de producción y de bienestar.

Y no es difícil si podemos hacer proyectos asociativos como los que se están haciendo ya. Los
campesinos por un lado con los grandes empresarios al lado, comprando los campesinos, dándoles
asesoría técnica y poniendo sus fábricas o sus procesadoras al lado de los mercados para poder
exportar ojalá un producto libre de arancel de los Estados Unidos, señor Embajador (Michael
MacKinley), para poder tener un mercado.

Yo les decía por ejemplo, en los Montes de María. No sé cuántos de ustedes conocen los Montes de
María.

Los Montes de María, con una buena carretera que las estamos construyendo, llega uno en 40 minutos
a cualquiera de los puertos, a Barranquilla, a Santa Marta o a Cartagena.

Esa región, con muy poca inversión se convierte, ya se está convirtiendo en una región de una gran
fertilidad, con una gran productividad. Ustedes no se imaginan por ejemplo los aguacates que se dan en
los Montes de Maria.

Yo les decía a los campesinos de los Montes de María que llevan 40 años debajo de la férula de las
Farc —que ya los recuperamos—, que esos campesinos cuando comiencen a vender esos aguacates
en un supermercado en Miami que está a dos horas de vuelo de cualquiera de los puertos, eso
transforma completamente toda una región y eso transforma completamente a todo un país.

Y por eso estamos optimistas y por eso el mundo está optimista en Colombia. Me decía el Ministro de
Hacienda (y Crédito Público, Juan Carlos Echeverry) que llegó ayer de Calgary en Canadá, que el
entusiasmo por Colombia es impresionante.

Estructurar proyectos

Y curiosamente lo que nos falta y lo que yo los estimulo a ustedes a que todos juntos, en esa asociación
público-privada que es tan productiva, hagamos es la estructuración de proyectos. Los inversionistas
quieren venir a invertir en Colombia y no tienen dónde.

Entonces ¿dónde invertimos? Por eso en los pocos proyectos se vuelven unos proyectos muy atractivos
para inversión.

Ahí hay un gran desafío del sector público y del sector privado: estructurar rápidamente buenos
proyectos.

En el caso nuestro, proyectos de infraestructura, por ejemplo.

Uno de los cuellos de botella que hemos tenido durante mucho tiempo es que no hemos sabido o no
hemos querido estructurar bien los proyectos por el afán de ponerlos a marchar y decir yo estoy
haciendo esto, yo estoy haciendo aquello, yo puse la primera piedra.

Entonces licitan en la fase uno los proyectos, máximo la fase dos. Los proyectos quedan mal hechos,
quedan mal diseñados, vienen los sobrecostos o sucede lo que ha sucedido tanto y es que los
proyectos se quedan a mitad de camino.

Cuántas carreteras o cuántos proyectos no se han quedado a mitad de camino que es el más costoso
de todos los proyectos, el que no se termina.

Ese informe que publicó El Tiempo el domingo sobre la infraestructura, es un informe real, pero ahí es
donde estamos nosotros concentrados a corregir esos problemas. Y ahí hay una gran oportunidad y que
va a ser de gran beneficio para la competitividad del país.

Ahí hay otro frente en donde estamos trabajando con el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, el
frente de la competitividad.

Estamos empoderando a los comités regionales, cada vez más internalizando entre empresarios y
sector público: gobernadores, alcaldes, la necesidad de siempre tener esa palabrita, competitividad,
como uno de los parámetros para poder tomar las decisiones acertadas y poder tener unas políticas
coherentes y efectivas en materia de crecimiento.

Entonces nosotros hemos hecho y seguiremos haciendo todos los esfuerzos para atraer inversión.

Interés en invertir Colombia

Esta mañana estaba en mi oficina una delegación de toda la comunidad judía a nivel mundial. Primera
vez que venían a Colombia.

El Presidente de esa comunidad, un señor (Ronald) Lauder, que es el de las empresas de cosméticos
de Estée Lauder, decía: ‘este es un país ideal para traer alta tecnología’.

Y le decía, pues eso para mí es música celestial, transferir esos centros tecnológicos que ve uno por
ejemplo en Israel, aquí a Colombia, imagínese lo que eso significaría para el país.
Y ahí hay un gran apetito que tenemos todos que aprovechar.

El grado de inversión que nos dieron hace unos días —me dicen que Moody’s lo va a dar muy pronto y
seguirá Fitch, creo que es el que queda, también me dicen que muy pronto lo va a dar— eso significa un
paso adicional en la confianza inversionista.

Ustedes saben perfectamente cuál es el efecto práctico del grado de inversión, que muchas empresas y
muchas instituciones tienen en sus estatutos o en sus formas de proceder que solamente invierten en
aquellas empresas o aquellos países que tienen grado de inversión.

Entonces los fondos de pensiones por ejemplo de Estados Unidos, no invierten sino en países que
tienen grado de inversión.

Entonces ya podemos acceder a esos muy importantes recursos que no estaban abiertos a nuestra
demanda. De aquí en un futuro eso debe reducir los costos de la deuda colombiana. Eso repercute en
costo de los intereses y todo eso son noticias muy positivas.

Mantener la confianza

Por supuesto que como en la seguridad, la parte de mantener la confianza inversionista, mantener el
interés, es algo que hay que trabajar todos los días. El mundo cambia, las circunstancias cambian y uno
tiene que estar siempre a la vanguardia.

Por ejemplo, por eso, con el Presidente Alan García, que estuvo la semana pasada, con el Presidente
(de Chile, Sebastián) Piñera, con el Presidente (Felipe) Calderón de México, decidimos como
profundizar nuestra integración y comenzar a mostrarnos como un solo bloque. Cuatro países que
sumados tienen un mercado más importante que el de Brasil, con un ingreso per cápita más alto que el
de Brasil.

Y estamos en este momento negociando a ver cómo nos integramos en materia de transmisión
eléctrica, cómo podemos desaparecer cualquier restricción en movimiento de capitales, movimiento de
personas, movimiento por supuesto de bienes; cómo podemos trabajar juntos en ciertas negociaciones.

E inclusive estamos abriendo oficinas conjuntas. Colombia está abriendo oficinas, por un lado con Perú
en el Asia y por el otro lado con Chile, también en el Asia.

Y compartimos oficina y vendemos nuestros países al mismo tiempo, como países, y eso pues tiene una
importancia especial. La parte comercial es por supuesto para nosotros fundamental.

Lucha contra la pobreza

Y en la parte de la cohesión social, todo esto que estamos haciendo, todo el Plan de Desarrollo —que
como ustedes saben, así como el Presidente Uribe decía: más seguridad, más inversión o confianza
inversionista, más cohesión social—, nuestro Plan de Desarrollo, también es más seguridad, más
empleo, y empleo formal y menos pobreza.

Y ahí vamos a concentrar una parte importante de nuestros esfuerzos para poder dejar este país con
unos indicadores de pobreza mejores de los que tenemos ahora, porque los que tenemos ahora son
vergonzosos. Somos uno de los países más desiguales del planeta y que el 44 por ciento de los
colombianos estén viviendo en pobreza y el 16 y medio por ciento en pobreza extrema, es algo que nos
debe avergonzar a todos.

Y por eso hemos diseñado y hemos lanzado toda una política social muy agresiva para mejorar esos
indicadores de pobreza, sobre todo los de pobreza extrema.

Tuvimos la oportunidad de —allá estuvo el Embajador— de lanzar hace como 15 días en Quibdó un
programa que se llama Unidos, Red Unidos.

Es un programa muy específico para tratar de sacar de la pobreza extrema a por lo menos 350 mil
familias en los próximos tres años y medio; creemos que lo podemos lograr, vamos a trabajar muy duro,
vamos a monitorear eso de forma permanente, vamos a hacer políticas que tienen que ver con la
movilidad social.
Educación y generación de empleo

Por ejemplo una política que hemos puesto hoy en marcha que es de tener unos dividendos sociales
muy altos, es la política de darles crédito a los bachilleres que no pueden entrar a la educación superior,
darles crédito para que continúen su educación superior y puedan comenzar a pagar ese crédito,
solamente cuando tengan un empleo.

¿Qué ha pasado hasta el momento? Que con gran esfuerzo —y en eso el país ha avanzado bastante—
la cobertura en educación básica es casi del cien por ciento, y hay un número importante de
colombianos, de muchachos y de empresas colombianas que logran graduarse del colegio.

Pero ahí hay un cuello de botella enorme y el porcentaje que logra entrar a la educación superior, se
reduce sustancialmente, no más del 34 por ciento.

¿Qué pasa con esos miles y miles de muchachos que no pueden entrar a la educación superior? Pues
que se vuelven inmediatamente las víctimas de la violencia, de las pandillas, de la droga, de todo lo
malo de la sociedad e inmediatamente pasan a engrosar las filas del desempleo. Por eso el desempleo
entre los 18 y los 26 años es más del doble que el promedio nacional.

¿Entonces qué vamos a hacer sobre ese problema en particular? Pues estamos poniendo en marcha
una política de darles a esos muchachos, sobre todo de los estratos más bajos, unos créditos a cero
interés real, que solamente le cobramos la inflación, pero se la cobramos cuando tenga un empleo.

Y también le vamos a dar, porque es algo que también descubrimos, porque la pobreza aquí es muy
aguda, la gente no tiene con que sostener a esos muchachos, así les paguen la universidad. ’¿Y con
qué puedo vivir yo?’

Y por eso también hay una deserción altísima. Entonces les vamos a dar también recursos para poderse
sostener los años que estudian.

Y ahí esperamos poder romper ese cuello de botella que tiene una repercusión social enorme, enorme y
al mismo tiempo pues estamos tratando, y ahí ustedes pueden ayudar mucho, en ir mejorando todos los
sistemas de capacitación.

Vamos a ver si podemos poner en marcha una política agresiva de centros de educación técnica y
tecnológica para invertir la proporción que hoy tenemos entre educación universitaria y educación
técnica y tecnológica, que es más o menos de 65-35, con preponderancia a la universitaria, cuando en
los países desarrollados es a la inversa, son 35. 30, 35 universitaria y el resto técnica, tecnológica.

Muchos de ustedes deben tener problemas a veces contratando técnicos con ciertas capacidades
particulares. Ahí tenemos que hacer un gran esfuerzo.

Nombramos a un padre (Camilo Bernal) en el Sena, a un padre que viene de una universidad muy
exitosa, la Universidad Minuto de Dios.

Y ese esfuerzo tiene que ser esfuerzo apalancado por el sector privado, que debe dar las señales, el
tiempo de capacitación que más requieren, que eso también es un proceso de mejoramiento continuo,
porque las demandas van cambiando.

El técnico electrónico de hace 20 años hoy está completamente obsoleto. Hace 20 años ni siquiera
usábamos celular el celular.

Entonces ahí hay unos retos de ir actualizando, de ir modernizando todo nuestro aparato en
capacitación y educación, que es muy importante poder llevar a cabo.

Jugadores a nivel internacional

Y queremos también ser jugadores a nivel internacional, y utilizar el mundo, porque estamos en un
mundo globalizado, umbrales internacionales.

Por eso estamos aplicando a entrar a la OECD.


¿Qué es la OECD?

Es un grupo de países de buenas prácticas, que permanentemente —ese es su gran activo- están es
comparando las políticas públicas que tienen éxito dentro de los países, para que los demás puedan
aprender de ellos. Y están permanentemente viendo qué funciona y qué no funciona.

Pues creo que para Colombia, así como hace 20 años yo tenía el cargo que tiene hoy Sergio Díaz-
Granados (Ministro de Comercio), entramos a que nos midieran nuestra competitividad en Davos
(Suiza), en el Foro Económico Mundial, ahora queremos que nos midan nuestra competitividad pero en
la OECD.

Y allá le miden a uno otras cosas: la calidad, por ejemplo, de los bachilleres que estamos graduando;
eso se vuelve importantísimo. La calidad de nuestras universidades, que se vuelve fundamental. La
calidad de nuestras políticas en salud, la calidad de nuestras políticas en infraestructura.

Todo eso es lo que la OECD nos va a permitir, por lo menos, tener una referencia y una asesoría para
entrar en ese club de buenas prácticas. Y eso a su vez también reafirma la confianza.

Les decía del avance internacional. Colombia es un país con un gran potencial para ser un país con
peso específico en muchas discusiones a nivel mundial y creemos que eso nos conviene y creemos que
somos capaces y creemos que eso es algo que como país nos corresponde.

Colombia ya no es el país paria

En lugar de ser los parias del mundo, como infortunadamente hemos sido catalogados durante tanto
tiempo y como lo dijo la Secretaria (Hillary) Clinton, la semana pasada en una conferencia en el CSIS,
dijo algo así: Colombia después de ser considerado un país paria, hoy es un ejemplo para el mundo
lleno de inspiración.

Lo mismo dijo el ex presidente Al Gore, que vino aquí hace tres semanas. Mostró un mundo catastrófico
con todo lo que está pasando en el Medio Oriente, el terremoto de Japón, lo que está pasando en el
cambio climático.

Sin embargo hay países que lo llenan a uno de esperanza y dijo como Colombia.

Acuérdense lo que Al Gore había dicho hace algunos años sobre Colombia. Eso es un cambio muy
importante que tenemos nosotros que aprovechar. Y lo estamos aprovechando.

Con nuestros vecinos estamos teniendo unas buenas relaciones, no porque yo me haya vuelto chavista.
Ni creo que Chávez (Presidente de Venezuela, Hugo Chávez) se haya vuelto santista. Sino porque nos
conviene, porque tenemos 2 mil 200 kilómetros de frontera, y si nos respetamos las diferencias y
colaboramos en algo que nos compete a los dos, todos vamos a ganar.

Lo que ha sucedido con Venezuela en los últimos ocho meses que llevamos de Gobierno, ha sido una
ganancia neta para Colombia en todo, en todo. Y eso es lo que queremos nosotros, que la política
internacional redunde en la prosperidad y el bienestar de los colombianos. Para eso es una buena
política internacional.

¿Quién se iba a imaginar que Colombia iba a presidir la Unasur hace unos meses? Eso tiene un peso
específico

¿Quién iba a pensar que Colombia iba a llegar a ser parte del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas? Yo voy a presidirlo la semana entrante, a presidir el Consejo de Seguridad. Eso nos da un peso
específico en muchas de las discusiones a nivel mundial.

Ya Inglaterra entonces está llamando a consultar cierta cosa, ya Francia entonces nos está invitando al
G8 para participar en las discusiones.

Eso es una política internacional que queremos alimentar cada vez más, para que esa política
internacional redunde en un mayor bienestar del pueblo colombiano.

De manera que vamos por buen camino y nosotros queremos continuar de la mano también con
Estados Unidos, que ha sido nuestro aliado estratégico.

Lo digo siempre con mucho orgullo: a nosotros no nos avergüenza decir que somos amigos de los
Estados Unidos. Todo lo contrario, nos parece que es algo que nos honra.

Yo me crié en Estados Unidos. En la parte educativa, allá estudié en la universidad, hice mi postgrado,
estuve en varias universidades. Tengo un gran aprecio por el sistema democrático americano. Hemos
copiado muchas de sus instituciones.

¿Y qué mejor que tener las mejores relaciones con Estados Unidos y tener a las empresas americanas
trabajando aquí, invirtiendo aquí, produciendo aquí, porque eso es parte también de la política que
queremos fomentar nosotros cada vez mas.

Porque eso redunda también en la prosperidad y economía de nuestro pueblo, que es el objetivo
fundamental, el nuestro.

Y por eso vine aquí a darles ese saludo, a agradecerles el apoyo de todos ustedes.

Siempre lo he tenido desde que fui Ministro de Comercio, como les dije, en los tres ministerios; ahora en
la Presidencia.

Yo soy muy optimista de lo que va a suceder con los Estados Unidos hacia adelante. Soy optimista
porque los conozco, soy optimista porque sé que lo que está sucediendo no es una cosa contra
Colombia, como algunos lo han interpretado. Ni es tampoco lo que estamos desarrollando en materia de
política exterior nada en contra de Estados Unidos, como otros han querido tratar de decir.

Es que hay cuestiones que no son excluyentes para nada. La gente cree que, por ejemplo, nuestras
relaciones nuevas con Venezuela o con Ecuador van a poner a Estados Unidos en contra de Colombia.
Todo lo contrario.

Lo que hemos recibido, me lo dijo el Presidente Obama (Presidente de Estados Unidos, Barack Obama)
usted se recordará, Embajador; la Secretaria Clinton y todos los americanos que entienden cómo
funciona el mundo dicen: eso es lo mejor que ha podido hacer Colombia.

Es que no es excluyente tener buenas relaciones con los vecinos y tener buenas relaciones con Estados
Unidos. Todo lo contrario, Colombia puede ser mucho más constructivo para las relaciones con la región
si Colombia tiene buenas relaciones con la región, porque somos socios estratégicos.

Y es una forma que uno tiene que ver por la positiva estos movimientos. Creo que todo lo que se ha
logrado en este poco de meses es muy positivo. Tenemos muchos desafíos por delante. Por supuesto
Colombia todavía no es un paraíso, hay muchos problemas. Pero ahí lo estamos sorteando con
dedicación, con patriotismo y sobre todo con la colaboración de todos los colombianos.

Porque, para finalizar, esa política de la Unidad Nacional no es simplemente una cuestión de unidad
entre unos políticos en el Congreso. Es que cuando una sociedad aprovecha una coyuntura y se une
para tomar decisiones acertadas y se une para lograr propósitos que esa sociedad nunca lo había
soñado, generalmente lo logra.

Así nos lo dice la historia y creo que nuestra coyuntura, como lo dije al principio, es muy especial, con
unas circunstancias muy especiales.

Y por eso unidos, todos, creo que vamos a poder lograr esos objetivos, muy ambiciosos que nos hemos
puesto, pero que nos merecemos.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos al iniciar la rendición de cuentas sobre


el balance de gestión durante la emergencia invernal

Bogotá, 30 mar (SIG). “Nosotros lo que queremos es gobernar en una urna de cristal. Eso quiere decir
gobernar con total transparencia y rindiendo cuentas de todos nuestros actos: qué hemos hecho, qué
nos falta por hacer y cómo lo hemos hechos.

En la medida en que la opinión pública esté enterada, entienda muchas veces los problemas que tiene
el Gobierno, que tiene el país, esa relación Gobierno y gobernados va ser mucho más fructífera, muchos
más rica y mucho más productiva.

Y ese es el espíritu con el cual venimos hoy a contarle a la opinión pública qué ha paso con esta
tragedia, este desastre que infortunadamente nos llegó por virtud del cambio climático, qué hemos
hecho, cómo lo hemos hecho, qué problemas hemos tenido y qué nos falta por hacer.

Aquí están los ministros que tienen que ver con la atención de este desastre, los altos consejero, está el
doctor Jorge Londoño, quien es como la cabeza de todo el sistema que hemos creado con el Fondo de
Calamidades, el Fondo de Adaptación, son dos fondos con un solo paraguas.

Está doctora Luz Amanda Pulido, quien hasta hace unos días estaba a cargo del Sistema de Atención y
Prevención de Desastres en el Ministerio del Interior, y que ahora junto con el Alto Consejero (para las
Regiones y la Participación Ciudadana), el doctor Miguel Peñaloza, van a trabajar directamente en
Presidencia atendiendo esta situación.

Y como ya se mencionó, está también el Alto Consejero para la Acción Social, que tiene mucho que ver
en la acción que se hace con los damnificados directamente.

Está por supuesto el Director del Ideam, que nos va a contar cómo está viendo el Ideam lo que ha
sucedido y lo que se nos viene en los próximos meses.

Lo mismo el Director del Instituto Agustín Codazzi, que ha hecho unos estudios y unos análisis que son
muy claros y muy preocupantes, porque nos dice exactamente cuál es la realidad, y eso es lo que
queremos decirles a los colombianos; no queremos esconderles la realidad, la realidad es difícil, pero
conociendo esa realidad es como mejor podemos afrontarla y como mejor podemos administrar un
desastre de esta naturaleza, que nunca en nuestra historia nos había tocado.

Y Luz Amanda Pulido, que ha tenido muchísima experiencia en ese frente, pues ella misma decía: ‘Esto
nos rebasó’.

El sistema que tenía Colombia para atender desastres se quedó pequeño, y nos ha tocado improvisar
un sistema mucho más grande y un sistema frente a una tragedia que es diferente a otras tragedias.

Si hay un terremoto, pues uno se concentra en el terremoto y comienza a reconstruir lo que se ha


destruido.

Esta tragedia ha sido como una tortura china: gota a gota, que ha venido causando cada vez más
daños, y lo grave, lo que creo que el pueblo colombiano tiene que entender, es que esta tragedia no ha
cesado ni va a cesar en los próximos meses.

¿Qué quiero decir con esto?

Que las inundaciones, la cantidad de agua que ha caído desde hace muchos meses pues continua,
porque el fenómeno de ‘La Niña’ continua.

En estos meses de diciembre, enero y febrero, que generalmente son meses secos, pues no han sido
tan secos. Ha llovido muy por encima del promedio. Marzo lo mismo. En algunas ciudades ese
porcentaje es altísimo. La intensidad de la lluvia, los colombianos lo han visto.

Aquí en Bogotá cuando llueve la cantidad de agua que cae es mucho mayor a la cantidad de agua que
tradicionalmente ha caído.

¿Y eso qué significa?

Que las regiones que se inundaron a finales del año pasado pues no han tenido la oportunidad de
secarse, siguen inundadas en un altísimo porcentaje.

Los ríos, que deberían tener en este momento un nivel muy bajo, pues no están en un nivel muy bajo,
están en un nivel muy alto.

Ciertos canales que están secos en esta época del año, pues no están secos, están llenos de agua.

Los embalses que deben estar en un nivel bajo, pues tampoco, están en un nivel alto.

Y se nos vino otra vez la ola invernal, ola invernal que va a ser, por el fenómeno de ‘La Niña’, mucho
más intensa que el promedio, que lo acostumbrado.

O sea que sobre lo que ya está mojado va a caer más agua. Por eso el nivel freático de la tierra, de
nuestras montañas, está altísimo, y sobre eso va a llover.

¿Entonces eso qué causa?

Más deslizamientos, más problemas, y ese es el problema que tenemos nosotros por delante.

Vamos a hacer un recuento de lo que hemos logrado hasta ahora.

Yo creo que lo que se ha logrado hasta ahora es muy satisfactorio.

Una tragedia de esta magnitud, afrontarla casi de la noche a la mañana, y los resultados que se han
podido obtener, por ejemplo en la ayuda humanitaria, que la gran mayoría de los colombianos no hayan
tenido que sufrir el hambre o tener problemas de salud.

Sé que mucha gente ha tenido que sufrir, y sufrir en forma grave, pero que hemos podido mitigar ese
sufrimiento.

Haciendo una logística, creando una logística bastante efectiva, pues le hemos llegado a muchos
colombianos, a la gran mayoría de los colombianos, y hemos iniciado y puesto en marcha un proceso
que cada vez estamos refinando más, que cada vez nos va a permitir ser más efectivos, sobre todo por
lo que se nos viene encima.

Y ese es el mensaje que queremos darle a los colombianos en este momento: qué ha hecho cada
Ministerio, dónde hemos concentrado los esfuerzos.

Por supuesto que hemos encontrado problemas, por supuesto que hay cortocircuitos.

Aquí se requiere una gran coordinación con las gobernaciones, con las alcaldías, con los organismos de
socorro, con las Fuerzas Armadas, con tanta gente, y esa coordinación en algunos casos se da, en
otros casos no es tan fácil y ahí surgen problemas, pero los hemos venido poco a poco arreglando y
poniendo en marcha, como les decía, un proceso que cada vez va a darnos mejores resultados.

Los observadores internacionales, expertos en este tipo de situaciones, que hemos traído, que nos han
evaluado, han dicho: ‘Hombre, lo que ustedes han hecho es encomiable; la verdad que han hecho lo
correcto, han hecho lo que toca hacer’.

Muchas veces –y ese es un poco la consigna- queremos hacer lo máximo que podemos hacer. Que nos
quede esa tranquilidad de conciencia, que miremos para atrás y podamos decir todos, como Gobierno:
‘Hicimos todo lo que se podía hacer’. Esa es la consigna.

Vuelvo y repito: muchas veces nos encontramos con imprevistos, han surgido problemas, los hemos
querido resolver.

Y aquí hay que tener una gran dosis de paciencia. Yo sé que es difícil, yo sé que para una persona que
tiene su casa inundada, que el Presidente de la República sentado en su Palacio le diga: ‘Tenga
paciencia’, pues que no es fácil de digerir, pero infortunadamente es una tragedia que no habíamos
sufrido en toda nuestra historia, y que en cierta forma estamos aprendiendo a manejarla, a afrontarla.

Acuérdense que el cambio climático llegó no solamente a Colombia, al mundo, para quedarse.

Aquí la exposición que nos hizo el ex Vicepresidente (de Estados Unidos) Al Gore, que vino hace unas
semanas, y nos describió lo que estaba sucediendo a nivel mundial, pues es bien preocupante.

Por eso tenemos que cambiar en cierta forma de paradigma, acostumbrarnos a esta nueva realidad, y
dentro de ese mundo nuevo Colombia es el tercer país más vulnerable del mundo entero.

Por eso tenemos nosotros que ser concientes de eso.

Yo he dicho muchas veces ‘qué gran lección que nos ha dejado el Japón, la forma como esa sociedad
japonesa, como los japoneses están afrontando semejante desastre: terremoto, tsunami y crisis
nuclear’.

Pero ese estoicismo, esa cooperación entre ellos, la paciencia con que han tenido que afrontar
semejante desastre, es una lección para el mundo entero y para nosotros”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación de la


campaña contra minas antipersonal '¡Remángate!'

Bogotá, 31 mar (SIG). “Buenos días.

Yo quiero felicitar a todos los promotores de esta campaña, una campaña necesaria para sensibilizar al
mundo entero sobre ese crimen atroz, crimen de lesa humanidad, que representan estas minas que
tanto daño les han causado a nuestros compatriotas.

Por eso se denomina un crimen de lesa humanidad y los responsables de ese crimen se llaman las Farc
y el ELN; son los únicos que están poniendo esas minas.

El Estado colombiano hace parte de la Convención de Ottawa. Inclusive tuvimos una reunión aquí en
Colombia.

Nosotros nos comprometimos –y hemos venido cumpliendo– a limpiar lo que concierne al territorio
colombiano de minas que han puesto en el pasado algunas instalaciones militares para proteger sus
instalaciones.

Eso ya es prohibido, eso ya es historia del pasado.

Y por eso el llamado es a que el mundo entero presione a estos grupos terroristas para que cese esa
práctica.

Una práctica que ha afectado muchísima gente, porque más del 40 por ciento de las personas que han
sido víctimas de estas minas son civiles y más del 10 por ciento ¡10 por ciento y son muchísimos! han
sido niños, niños y niñas y eso es realmente vergonzoso y escandaloso.

Por eso yo, entusiasmado, me uno a esta campaña, para rechazar esa acción criminal tan despiadada y
por eso yo también me voy a remangar”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la XXXVIII Asamblea


General de Asocolflores

Bogotá, 31 mar (SIG). “Qué bueno estar aquí nuevamente en Asocolflores, donde estuve la primera vez
–la recuerdo muy bien– como Ministro de Comercio Exterior.

Estábamos creando el Ministerio. Asocolflores era una de las puntas de lanza de toda nuestra
estrategia. Me correspondió como Ministro de Comercio Exterior negociar las primeras preferencias
arancelarias con Estados Unidos.

Y recuerdo perfectamente el caso de las flores y cómo se lo expusimos al Presidente (George) Bush
padre. Y fue una reunión en San Antonio (Texas). Y estaba él con el Secretario (de Estado, James)
Baker.

Y ahí le expusimos el caso con el Presidente (César) Gaviria. Y ahí se le dio la bendición al inicio de las
preferencias en ese momento. Se hizo ahí porque en San Antonio se estaba llevando a cabo una
cumbre antidrogas.
Y todo el concepto de las preferencias era una especie de compensación o de ayuda a la lucha contra
las drogas. Y así fue que nació esa idea que ha venido, afortunadamente, extendiéndose durante 17
años y que espero –ahora hago referencia a ello– se haga también muy pronto.

Pero a principios de este mes, cuando se acercaba el Día de la Mujer, pasamos un buen tiempo
pensando con quién debíamos celebrar esa importante fecha.

En medio de esa discusión apareció mi señora Maria Clemencia –que siempre tiene buenas ideas– y
me propuso reunirme con las mujeres floricultoras.

Y me pareció una excelente opción. No sólo porque en este sector el 60 por ciento de sus trabajadores
son mujeres –la mayoría cabeza de hogar– sino porque ellas representan una actividad económica de
inmensa importancia para el país.

Disfruté muchísimo de esa reunión y salí muy contento por una sencilla razón:

Me di cuenta de que, detrás de cada flor hay una mujer –y por supuesto una familia– feliz y agradecida
de tener un empleo formal que le ha dado lo necesario para vivir –y para vivir bien–.

Hoy vuelvo a reunirme con el gremio, esta vez con ustedes, los empresarios que, al igual que esas
mujeres, hacen parte de esa cadena de esfuerzos que nos ha llevado a convertirnos, orgullosamente,
en el segundo país del mundo en exportación de flores y el primero en exportación de claveles.

Los 38 años de trabajo comprometido de Asocolflores han dado los mejores frutos o –debería decir– la
mejor floración.

Y yo le cuento, doctor Bazzani (Francisco Bazzani, Presidente de la Junta Directiva de Asocolflores),


que me arrepentí muchísimo ahora que menciona usted a ‘Charlie’ Weston (empresario Charles
Weston). En el año 69 fue eso.

Yo en el año 1973 estaba viviendo en Londres y llegó ‘Charlie’ Weston –llegó me acuerdo, con Gabriel
Restrepo–, y me invitaron a ser socio de una empresa de flores. Y siempre me arrepentí de no haber
dicho que sí. No tenía la plata, infortunadamente.

Buenos resultados del sector floricultor

Sólo el año pasado las exportaciones de flores crecieron un 18%, alcanzando 1.240 millones de dólares.

Estos son resultados buenos y son un gran ejemplo para otros sectores por varias razones.

Porque han logrado posicionar a la floricultura en el primer renglón de exportaciones agrícolas no


tradicionales del país y porque han sabido ser estratégicos en la conquista de nuevos mercados.

Después de Estados Unidos, que sigue siendo el principal destino, nuestras flores han tomado un nuevo
rumbo hacia Rusia, país al que en el 2010 vendimos 60 millones de dólares, consolidándose como el
segundo destino de nuestras flores.

Y también hacia Japón, que nos compró flores por 47 millones de dólares, un mercado que hoy –por
razones obvias– atraviesa por dificultades que esperamos se superen pronto.

Este proceso de diversificación de mercados se debe, entre otras cosas, a la participación constante en
ferias internacionales, donde nos damos a conocer a potenciales compradores.

Y en esto, Asocolflores, de la mano de Proexport, ha hecho un gran trabajo respaldando la participación


de nuestros empresarios en las ferias más importantes del mundo.

Me consta, cuando yo vivía en Londres, cómo iban a esa gran feria allá en Londres y ahí conquistando
poco a poco esos mercados.

El año pasado se envió una misión comercial a Holanda para establecer contacto con los importadores
mayoristas, algo clave si se tiene en cuenta que es mayor jugador del mercado de flores cortadas y
follajes de la Unión Europea, que consume más del 50 por ciento de las flores del mundo.
Esta estrategia de nuevos mercados y no se nos olvide que hoy el 55 por ciento de la economía –me
corrige, señor Ministro de Hacienda–, está siendo jalonada por los países emergentes. O sea, el mundo
está cambiando, Por eso esa estrategia agresiva de buscar los mercados, es tan importante.

Quién se iba a imaginar que Rusia se iba a convertir en un mercado tan importante para las flores hace
algunos años. Yo creo que va a seguir aumentando y va a haber muchos más mercados igualmente
interesantes.

Y esos nuevos mercados nos permitirán seguir siendo líderes en exportación y lograr que nuestros
empresarios tengan cada vez más oportunidades de expansión.

Como parte de nuestro compromiso en este tema, destinaremos este año, a través del Ministerio de
Agricultura, 2.500 millones de pesos única y exclusivamente para la promoción del consumo de flores,
mediante campañas o presencia en ferias y exhibiciones internacionales.

Y hablaba yo con el doctor Auguro (Solano, Presidente Ejecutivo de Asocolflores) del Día de la Madre,
que hicieran ofertas o propuestas de hacer campañas más agresivas por ejemplo en Estados Unidos,
porque me explicaban que si logramos aumentar un poquito no la participación de mercado sino el
mercado mismo, por ser nosotros los mayores exportadores, pues el beneficio es exponencial.

Yo creo que es una buena inversión y hagamos eso, señor Presidente de Asocolflores, porque yo creo
que es una buena inversión.

Ocho programas para impulsar floricultura

En el Gobierno somos conscientes de que algunos floricultores han tenido problemas.

Ustedes mismos nos lo han hecho saber a través del informe que nos presentaron hace unas semanas,
en el que proponen un plan estratégico para enfrentar la crisis del sector.

Hoy quiero destacar al menos OCHO instrumentos o mecanismos que estamos impulsando desde el
Gobierno para favorecer la actividad floricultura, y a los exportadores en general.

El PRIMERO tiene que ver con los contratos de aprendizaje que el sector está obligado a realizar.

Al respecto puedo contarles que el próximo 7 de abril el director del SENA –teniendo en cuenta que el
sector floricultor depende en gran medida de sus exportaciones a los Estados Unidos– presentará al
Consejo Directivo Nacional una propuesta para que se suspenda, inicialmente por tres meses, la
obligación de contratar aprendices en el sector –eso sí, sin afectar los contratos vigentes–.

Durante dicho plazo, se reunirá una mesa de trabajo con los floricultores, los ministerios de Comercio y
de Protección Social, y el SENA, para determinar las estrategias que alivien su situación mientras se
prorroga el ATPDEA o se aprueba el TLC.

Yo espero que así como fui una persona responsable por la iniciación de las preferencias hace ya 17, 18
años, espero también el Presidente que les deje a ustedes –y ojalá sea muy pronto– esas preferencias
consolidadas y u Tratado de Libre Comercio. Estoy muy optimista de que así será.

Un SEGUNDO tema –muy importante–, sobre el cual ya tenemos luz verde, es la ELIMINACIÓN DEL
ARANCEL PARA LA IMPORTACIÓN DE AGROQUÍMICOS Y FERTILIZANTES, que hoy está en el 5
por ciento, y la simplificación de los trámites de importación de estos productos.

Ustedes lo han pedido, hemos analizado su conveniencia, y en las próximas semanas –no más en lo
que demore el trámite de preparación y expedición del decreto– haremos efectiva esta medida, que
representará para ustedes una economía de casi 16 mil millones de pesos anuales.

Un TERCER estímulo para el sector vendrá por parte de la ley que elimina la sobretasa a la energía
para las empresas, la cual que ya fue sancionada y les significará a los floricultores un ahorro de unos
8.300 millones de pesos.

En CUARTO lugar, Banagrario y Bancoldex ya están avanzado bastante en los mecanismos que
permitan la conversión de deudas en pesos a dólares, lo que reduciría el impacto de la volatilidad de la
tasa de cambio.

Como un QUINTO apoyo, muy importante, tenemos las líneas de crédito de Bancoldex para respaldar a
los exportadores frente a la demora en la extensión del ATPDEA, que venció el pasado 12 de febrero y
está en manos del Congreso estadounidense.

No es para menos su preocupación, si tenemos en cuenta que en el 2010 las flores fueron el producto
que más se exportó con beneficios del ATPDEA después del petróleo.

La primera línea de crédito –que dispone de 30 millones de dólares– servirá para financiar el 100% de
los aranceles que se paguen mientras las preferencias estén vencidas, con un interés subsidiado.

Las Mypimes que lo requieran pueden contar con una garantía automática del Fondo Nacional de
Garantías hasta por el 100% del valor del crédito, cuyo costo cubrirá la Nación.

Esta línea era originalmente destinada a los exportadores directos pero –escuchando sus inquietudes,
señores floricultores– la hemos modificado para permitirles a los exportadores indirectos que también
tengan acceso a esta financiación.

Hay, además, otras dos líneas de crédito –por un total de 250 millones de dólares– para atender las
necesidades de capital de trabajo y modernización de los exportadores cobijados por el ATPDEA, de las
cuales ya se han desembolsado este año más de 20 millones de dólares.

Estamos listos para seguir trabajando con los floricultores y con todos los exportadores que se
benefician de las preferencias, para mantener su competitividad y sus retornos, con medidas
imaginativas y eficaces, sin que incurramos en prácticas de comercio que pudieran ser calificadas como
dumping.

Se hace todo por prórroga de ATPDEA

Créanme que, desde el Gobierno, estamos haciendo todo lo posible para que la prórroga del ATPDEA
se apruebe, y con retroactividad.

Yo mismo me he reunido en las semanas y meses pasados con una buena cantidad de congresistas
norteamericanos, de ambas bancadas, que me han expresado su sincero respaldo a esta iniciativa.

Infortunadamente, los asuntos de la política interior de los Estados Unidos a menudo se cruzan con
nuestra agenda, y eso es básicamente lo que ocurre en este caso.

Incluso hace dos días –como ustedes saben– la Embajada de Colombia acudió a una medida bastante
original para mover el tema en el Congreso norteamericano.

Le envió a cada uno de sus 535 miembros una rosa con un mensaje que decía: ‘Este año las flores para
el Día de la Madre serán mucho más costosas si no se aprueba el ATPDEA’.

Y valga recordar –porque se trató de una labor verdaderamente heroica para apoyar a los floricultores–
que nuestra Embajada en Washington logró el 23 de diciembre pasado, el último día de trabajo
legislativo en Estados Unidos, que la última ley que aprobara el Congreso norteamericano fuera la
extensión de las preferencias por lo menos hasta el 12 de febrero, ¡todo para salvarles a ustedes las
ventas de San Valentín!

Sé que tuvieron buenas ventas, y nada nos alegra más en el Gobierno.

Tenemos toda la confianza en que nuestras gestiones y las de ustedes sean exitosas para que las
preferencias se renueven cuanto antes.

Pero tenemos que ser claros –y esto lo deben entender también los empresarios y trabajadores de
Norteamérica–: el ATPDEA no sólo genera empleo y bienestar en Colombia, sino también en Estados
Unidos.

No más en la cadena logística de manejo y distribución de las flores colombianas, se están poniendo en
riesgo medio millón de empleos en la nación del norte.
Y lo mismo podemos decir de un eventual Tratado de Libre Comercio, cuya presentación al Congreso y
posterior aprobación esperamos se dé más pronto que tarde.

Así como es bueno este tratado para los exportadores y los trabajadores colombianos, así como creará
empleo y prosperidad en nuestro país, de la misma manera creará trabajo y bienestar en los Estados
Unidos.

Según dijo recientemente el Presidente Obama en su discurso de Santiago de Chile, las ventas de
Estados Unidos a América Latina son tres veces mayores que sus ventas a China, y muy pronto
sustentarán 2 millones de empleos norteamericanos.

Estados Unidos –según la Secretaria (de Estado) Hillary Clinton– exporta más a Chile o a Colombia que
a Rusia.

Con datos como estos, resulta prácticamente absurdo pretender que el tratado de libre comercio es algo
que Colombia demanda por su propio interés.

No, todo lo contrario. Nos beneficia tanto a unos como a otros y, así como las empresas y gremios
colombianos hacen cabildeo por su aprobación, también las empresas y gremios de Estados Unidos
deberían hacer lo mismo.

Porque el libre comercio es una puerta de oportunidades que se abre para ambos lados.

El SEXTO instrumento de apoyo tiene que ver con un tema que también los ha afectado mucho: la
volatilidad en la tasa de cambio.

Según datos de Asocolflores, en el último año la revaluación ha causado la pérdida de 18.000 empleos y
el cierre de 28 empresas.

Desde el 2005 existe el Programa de Coberturas Cambiarias para proteger el ingreso de los productores
del sector exportador frente a dichas variaciones, y desde entonces se han invertido 196 mil millones de
pesos en estos subsidios.

Ahora bien, quiero asegurarles que, desde el Gobierno, y en coordinación con el Banco de la República,
monitoreamos continuamente el comportamiento de la tasa de cambio, y que hemos tomado –y
seguiremos tomando– las medidas necesarias para evitar efectos negativos sobre la productividad de
las empresas y el empleo.

Un SÉPTIMO programa está dirigido a atender la sanidad de los cultivos afectados por la ola invernal.

A fines del año pasado visité Mosquera y pude comprobar directamente los terribles daños en los
cultivos de flores causados por las inundaciones, una calamidad que –como he dicho y tengo que volver
a decirlo– aún no termina.

El Ministerio de Agricultura ha gestionado 970 millones de pesos para atender a los floricultores
afectados por el invierno.

Quiero aprovechar este momento para hacerles una invitación muy especial.

Los invito a que participen en el programa que diseñamos para la rehabilitación y reconstrucción de
viviendas por la ola invernal, que involucra precisamente a los gremios del país.

Sabemos de la experiencia y el conocimiento que han desarrollado con el programa Asocolflores-Hogar


y sería muy valioso aprovecharlo.

Y hablando de experiencia y conocimiento, el OCTAVO y último programa al que quiero hacer referencia
está relacionado, precisamente, con la investigación y transferencia de tecnología.

El sector floricultor, mediante la presentación de proyectos, podrá acceder a 12 mil millones de pesos
asignados a través de Corpoica, para realizar actividades de innovación y transferencia de tecnología.

Floricultores seguirán teniendo apoyo


Todas estas iniciativas apuntan a un mensaje, que ya he dicho pero que hoy quiero reiterar:

Los floricultores colombianos han tenido, tienen y seguirán teniendo el apoyo del Gobierno nacional.

Es un sector que admiramos, por su aporte al empleo formal y a la economía, por su dinamismo en el
comercio exterior, porque muestra al mundo la mejor imagen de Colombia.

Y por eso quiero que quede MUY CLARO: Si algunas pocas empresas hicieron mal uso en el pasado de
los subsidios y programas del Gobierno, esto no puede ser razón para estigmatizar a todo el sector.

Creemos en el sector floricultor porque ha sido un actor serio y siempre positivo en la economía y la vida
del país.

Valoramos mucho el empleo formal que ustedes generan –cerca de 140 mil puestos de trabajo en forma
directa– y es una prioridad para nosotros protegerlo.

Sabemos que, más allá de los buenos resultados en producción y en exportaciones, la floricultura lleva
muchos años siendo un modelo en innovación, ecología y responsabilidad social.

Ahora que el calentamiento global es una realidad inevitable, merece especial reconocimiento el
esfuerzo de Asocolflores por desarrollar una conciencia ambiental en sus asociados a través del
Programa ‘Florverde’, que busca implementar prácticas para mitigar el impacto de la actividad sobre los
recursos naturales.

También debo destacar el valioso esfuerzo que han hecho para ser cada vez más competitivos y tener
mejores estándares de calidad a través del Centro de Innovación de la Floricultura Colombiana,
Ceniflores.

Todas estas acciones, unidas a sus programas de responsabilidad social, hacen que ustedes sean un
verdadero ejemplo en el país.

Gracias por hacer que nuestras flores lleguen cada vez más lejos como las mejores embajadoras de la
belleza y el emprendimiento de Colombia.

Termino haciéndoles una invitación, a propósito de una frase del inmenso escritor francés Víctor Hugo:

‘El futuro tiene muchos nombres: para el débil es lo inalcanzable, para el miedoso es lo desconocido.
Para el valiente, la oportunidad’.

Los invito a que seamos valientes y a que veamos en el futuro no una, sino muchas oportunidades de
crecimiento, desarrollo y expansión.

Nuestro propósito es que la floricultura siga siendo –en Colombia– un ejemplo para todos y –en el
exterior– la mejor muestra del país próspero y productivo que somos.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Santos durante el Acuerdo para la Prosperidad


número 29

Valledupar, Cesar, 2 abr (SIG). “Esta semana, como todas, fue una semana muy activa, con varios
eventos que quisiera destacar.

El primero de ellos fue la presentación, ante el honorable Congreso, de 11 proyectos de ley, todos muy
importantes, todos que tienen que ver con nuestras vidas hacia el futuro.

Unas que tienen que ver con el régimen departamental, otras con el régimen municipal; un proyecto de
ley sobre derechos de autor, para tener más control sobre la piratería; uno muy, muy justo, un proyecto
de ley que le va a dar recursos y una institucionalidad más fuerte a los bomberos y a la Defensa Civil,
estas organizaciones que están siempre pendientes, que en todas las tragedias llegan de primero, pero
que están en unas condiciones realmente lamentables, este proyecto de ley sí que es justo y sí que me
complace haberlo presentado.

Vamos a hacer una modificación al Código General del Proceso, al Estatuto de Registro de
Instrumentos Públicos, para evitar toda esa utilización indebida de esa autoridad que tanto daño nos ha
hecho; un código penitenciario y carcelario que permita un control más efectivo, unas condiciones más
humanas en las cárceles, pero al mismo tiempo que no sigan los bandidos delinquiendo en las cárceles,
que es una queja que hemos tenido desde hace mucho tiempo, y que este código nos va a permitir un
control mayor.

Algo muy importante para la justicia del país: se está presentando un estatuto arbitral nacional e
internacional, y por último el proyecto de ley de inteligencia. Fue el mismo proyecto que presentamos
cuando yo era Ministro de Defensa, un proyecto que fue muy consensuado con la oposición también.

Uno debe legislar siempre pensando –ese es un consejo que daba un gran estadista ingles, Disraeli-
decía: ‘Uno debe legislar siempre pensando que está al otro lado, que uno está en la oposición y que
esta ley va a estar vigente dentro de muchos años’.

Fue con ese espíritu con el que armamos un consenso en torno a la ley de inteligencia. La ley se cayó,
infortunadamente, porque la Corte Constitucional determinó que por tocar derechos fundamentales tenía
que ser una ley estatutaria, no una ley ordinaria; la estamos volviendo a presentar con unas adiciones,
unas modificaciones, unas mejoras, basadas en observaciones que recibimos de Naciones Unidas, de
algunos organismos internacionales y de la propia discusión y de la propia sentencia de la Corte.

Yo espero que surta el mismo proceso; se lo dije al Polo Democrático cuando lo invitamos a Palacio, les
dije: participen en esta ley, no tenemos que ponernos de acuerdo en lo que no estamos de acuerdo,
pero en esta ley sería muy bueno, como una demostración de madurez política y democrática del país,
que volviera esta ley a ser aprobada por consenso, sin votos en contra, simplemente para mostrar cómo
en cosas fundamentales todos los colombianos nos podemos poner de acuerdo.

De ahí la importancia de la discusión de esta ley que ya está en el Congreso.

Tuvimos un Conpes muy importante sobre asuntos que tienen que ver con las gobernaciones, con las
alcaldías, con el desarrollo del país.

Ola invernal

Y tuvimos una reunión con los gobernadores sobre la emergencia invernal. Yo creo que fue una reunión
bastante productiva, Gobernador Eduardo Verano, usted que estuvo ahí tan activo, yo creo que eso nos
aclaró muchas cosas.

Este proceso de la ola invernal es un proceso en el que tenemos que ir, como lo he dicho tantas veces,
haciendo camino al andar.

Es que este fenómeno nos golpeó en una forma sin precedentes en nuestra historia. La institucionalidad
que teníamos prevista para los desastres se quedó muy pequeña, muy chiquita, y por eso tenemos que
ir adaptando los procedimientos.

En términos generales vamos bien, lo grave y lo preocupante es que ya se nos viene otra vez la ola
invernal y muchas regiones siguen inundadas, que es el mensaje que hemos dado y que seguiremos
dando: tenemos que ser conscientes que lo que se viene puede ser peor de lo que vivimos en los meses
anteriores, y por eso tenemos que prepararnos mejor y por eso tenemos que coordinarnos mejor.

Por eso todas esas reuniones que hagamos para ir calibrando los procesos para enfrentar el nuevo
fenómeno de ‘La Niña’, del cambio climático, fenómeno de ‘La Niña’ que no ha cesado en ningún
momento; sigue lloviendo con más intensidad que en el pasado y en todas las regiones del país, y ahora
que viene la ola invernal pues va a llover sobre mojado, por así decirlo, y eso significa problemas
adicionales, pero ahí estamos enfrentando esa situación.

La Corte nos tumbó la segunda emergencia. La primera la avaló, la segunda la tumbó, y ahí se fueron
una serie de decretos ley que habíamos expedido para poder afrontar con más eficacia este fenómeno.

Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para poder resarcir, digamos, los vacíos que deja
el fallo de la Corte. El más importante que nos dejó sin poder gastar la plata, la adición presupuestal,
pero hay otros igualmente importantes que estamos introduciendo, algunos en el Plan de Desarrollo,
otros en un paquete de leyes que el Congreso va a darle trámite excepcional, muy rápido.

Y esperamos que en la medida de lo posible no se presente una solución de continuidad, es decir, que
no haya una interrupción en las ayudas que se están distribuyendo.

Va a haber problemas, ya tenemos algunos problemas, pero los estamos arreglando muy rápido, y eso
son situaciones de la democracia que se presentan y hay que manejarlas.

Acatamos ese fallo, por supuesto, es parte de nuestras reglas de juego en la democracia, lo único que le
pedimos a la Honorable Corte Constitucional –como lo dijimos esta semana- es que ojalá puedan
modular, es decir, hacer que esos fallos permitan que sigamos operando en ciertos frentes.

Por ejemplo, señor gobernadores y señores alcaldes, uno de los fallos es que les quitan a ustedes la
agilidad para contratar y entonces todo este proceso que tenemos en marcha, de la contratación de los
operadores y los mercados, pues eso se dificulta.

Estamos viendo a ver cómo arreglamos eso.

Pero por eso le hemos pedido a la Honorable Corte que module, también en la adición presupuestal,
que mientras en el Congreso se aprueba esa adición presupuestal, que con toda seguridad se va a
aprobar, 5.8 billones de pesos que nos permitan seguir dándoles recursos a los gobernadores, a los
alcaldes, para poder seguir alimentando el proceso, y que no sufran –ese es el objetivo fundamental-
que no sufran los damnificados, que no sufra la gente, que si hay gente que necesita alimentos, que le
lleguen los alimentos.

De manera que ahí, de todas formas, estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para poder
afrontar esta situación que se nos vino encima con el fallo de la Corte, tumbando la segunda
emergencia.

Tasa de desempleo

Tuvimos una cifra esta semana de empleo, yo diría que es una cifra agridulce.

¿Por qué digo que agridulce?

Durante los últimos siete meses veníamos mes tras mes reduciendo la tasa de desempleo, la tendencia
era muy positiva, no con la intensidad que quisiéramos –eso no es fácil- pero la tendencia era muy
positiva.

Este mes de febrero, la cifra del mes de febrero, la tendencia no podemos decir que se reversó, porque
la cifra es igual, pero no continuó su descenso. Por eso digo que es un poco agrio.

¿Dónde está la parte dulce?

Los analistas y los economistas que estudiaron estas cifras dicen lo siguiente: ‘La tendencia en general
va a seguir en buen camino, va a seguir en la dirección correcta’.

Las trece ciudades que se midieron, en todas las ciudades mejoró la tasa de desempleo.

Donde vimos que hubo una desmejora fue en el sector rural, y eso muy posiblemente –dicen los
economistas- se explica por la ola invernal.

Ojala sea así, porque entonces continuaríamos –y eso es uno de nuestros objetivos fundamentales-
para llevar esa tasa de empleo a un solo dígito.

Y otra noticia importante y positiva dentro de las cifras de empleo, es que se crearon 239 mil empleos.
Eso es una cifra muy importante.

Por eso digo que la cifra de empleo y desempleo es agridulce, pero yo diría que es más dulce que agria,
pero hay que decir las cosas como son.
Violencia en las universidades

Por otro lado, hemos visto unos disturbios en varias universidades, unos disturbios que inclusive han
ocasionado muertos, como en la Universidad de Nariño, y hemos visto la infiltración de grupos violentos
muy bien organizados.

Sobre el particular yo quisiera reiterar lo siguiente: Ministra, debemos decirles a nuestros delegados en
todas las universidades, que lleven a los consejos directivos un mensaje muy importante: la universidad
tiene que deslindarse de esos grupos violentos que están aprovechando ciertas situaciones, y
estimulando ciertas situaciones, para crear violencia y generar problemas, que ese es su objetivo, su
objetivo político, su objetivo estratégico.

Sabemos que muchas universidades están infiltradas, y por eso a las universidades, al cuerpo directivo
de las universidades el llamado es: ojo, hay que diferenciar muy bien.

La protesta es bienvenida, protestar es algo inherente a las universidades. En la universidad yo estimulo


que protesten intelectualmente, poner en tela de juicio las teorías que están en boga, pues es parte del
ejercicio intelectual de una universidad, pero otra cosa muy diferente es prepararse con bombas, con
explosivos, para crear daño. Eso no tiene nada que ver con el papel de la universidad.

Y sobre todo cuando se aduce una razón que no es válida, no es cierta.

Allá están propagando la idea de que la reforma que la Ministra está socializando con las propias
universidades, con los docentes, con los empresarios, con el país, que eso lo que significa es una
privatización de la educación superior.

Vuelvo y repito por enésima vez: eso no es cierto.

Y sería muy bueno que estimularan la discusión sobre la ley, porque ¿qué es lo que busca esa ley? Esa
ley busca mejorar la calidad de la educación superior y ampliar los cupos en la educación superior.

Nosotros tenemos un cuello de botella en nuestra cadena educativa, un cuello de botella entre los
bachilleres que se gradúan y la educación superior, donde estamos dejando por fuera de la educación
superior un porcentaje muy importante de nuestros jóvenes.

De los muchachos y las muchachas que se gradúan del colegio, solamente un porcentaje pequeño entra
a la universidad, sigue en la educación superior.

¿Qué pasa con esos muchachos?

Que van a alimentar las filas del desempleo, que se vuelven carne de cañón para las bandas criminales,
para el narcotráfico, para la propia guerrilla, y por eso estamos empeñados en darles una oportunidad a
esos muchachos a que continúen su educación.

Por eso montamos un programa que ha sido muy, muy bien acogido, a través del Icetex, un programa
que propusimos en la campaña, de darle créditos a los muchachos, a todos, pero sobre todo a los
estratos uno y dos, créditos a cero interés real, es decir, casi un regalo.

Y fuera del crédito, les estamos ofreciendo un fondo para poder darles dinero para que se mantengan
durante los años que están estudiando, porque muchos de los muchachos o muchachas que se van,
que tienen una matrícula, dicen: ‘La matrícula es bienvenida, por supuesto, porque no podemos pagar la
universidad ¿pero con qué vivimos mientras estudiamos?’.

Entonces les vamos a dar también los recursos para vivir mientras estudian.

¿Pero cuál es el otro problema?

No hay oferta suficiente de educación superior, y esa ley –entre otros muchos propósitos importantes y
necesarios para el país- quiere aumentar esa oferta, permitiendo que la educación privada, que los
recursos privados puedan ampliar también la capacidad de las instituciones privadas y de las públicas,
pero eso no quiere decir que se esté privatizando, en ninguna forma, la educación superior.

Pero han cogido este caballito de batalla para decir que esa es la razón de ser de la protesta, es un
sofisma, eso no es cierto.

Pero lo importante, y este es un mensaje también –vuelvo y repito, Ministra- para las universidades y los
consejos directivos: no permitan que esos grupos, que los vimos clarísimamente con la estrategia casi
escrita en un papel, se organizan, se encapucha, sacan explosivos, y después se vuelven víctimas de la
Fuerza Pública.

Y entonces ven una cámara de televisión y dicen: ‘Miren, todo esto es culpa de la Policía, todo esto es
culpa de la Fuerza Pública’.

Eso es parte de la estrategia, la conocemos de memoria. Entonces no caigamos en esa trampa.

Y el general Naranjo y la Fuerza Pública tienen instrucciones clarísimas: No vamos a permitir violencia
en ningún establecimiento de educación, en ninguna parte. Donde haya violencia entra la Fuerza
Pública a controlar.

De manera que eso claro, y Ministra, le pediría que les digamos a nuestros representantes en las
universidades que lleven ese tema a los respetivos consejos directivos.

Eso es, entre otras cosas, para proteger a las propias universidades.

¿Quiénes son los que sufren, a la larga, cuando tienen que cerrar clases por la violencia?

Los estudiantes, la educación.

Y vuelvo y repito: la protesta es bienvenida, pero sin violencia.

Lo que me lleva también al siguiente punto.

Reunión con líderes sindicales y empresarios

Nos reunimos con las centrales obreras y con los representantes de los empresarios en esa instancia
tripartita que tiene vigencia un poco al modelo de la OIT: la comisión tripartita, para ir concertando
ciertas políticas económicas, y políticas sociales.

Fue una reunión, diría yo, muy constructiva.

Discutimos con los empresarios, con los sindicatos, temas que preocupaban a unos y a otros, y nos
comprometimos a tomar una serie de medidas.

Por ejemplo, las cooperativas de trabajo asociado, que es un tema que a los tres nos ha preocupado,
sobre todo porque se están utilizando algunas de esas cooperativas para violar los derechos de los
trabajadores.

Y ahí estamos todos de acuerdo en que eso no puede seguir sucediendo. Un artículo en la ley de
formalización y de primer empleo tiene que ver específicamente con ese tema, y acordamos que la
reglamentación de ese articulo lo vamos a discutir para ponerle más dientes, para ponerle más eficacia,
para poder eliminar ese abuso que están haciendo algunos con las cooperativas para violarles los
derechos a los trabajadores.

En eso acordamos que así sería, entre otros varios temas que discutimos.

Pero en esa discusión les dijimos a las centrales, a quienes están participando de una jornada de
protesta el próximo 7 de abril –la CUT y creo que la CTC, porque la CGT no está participando- les
dijimos: bienvenida la protesta, no sabemos por qué están protestando, pero como tienen que protestar
por algo, pues bienvenidos, sin embargo, tenemos que sentarnos a trazar una hoja de ruta para que la
protesta sea pacífica, y en eso estuvieron totalmente de acuerdo las directivas.

El general Naranjo y las directivas de las centrales obreras que están participando en la jornada de
protesta de la semana entrante están en ese proceso.

Por eso hago un llamado: ojo no permitamos que los violentos que están bien organizados, que quieren
aprovechar para pescar en río revuelto, utilicen o bien las universidades o bien las jornadas de protesta
para hacer de las suyas.

Reunión con Chávez y viaje a Estados Unidos

Finalmente, el día de ayer teníamos la visita del Presidente Chávez. Se le dañó el avión. Yo hablé con él
y me dijo que regresaría el próximo sábado, porque yo tengo un viaje a Estados Unidos la semana
entrante. Viajamos a presidir el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, entre otras cosas, y a poner
sobre la mesa un tema muy sensible socialmente: el tema de Haití.

En Haití la situación después del terremoto sigue dramática. América Latina está siendo señalada como
el continente que está despegando, el continente del futuro. Y si es así, como yo creo que es así –y por
fortuna Colombia dentro de ese contexto está también siendo señalada como la estrella de América
Latina, eso se reiteró en varios foros de esta misma semana- tenemos un lastre los latinoamericanos y
el mundo, que se llama Haití.

Y Naciones Unidas tiene ahí una situación muy embarazosa, porque Naciones Unidas se comprometió a
sacar a Haití de esa situación tan deplorable después del terremoto, y resulta que parecemos montados
en una bicicleta estática, patinando, sin resultados verdaderos.

Y queremos llevar eso al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para darle un giro a la intervención,
a la participación de Naciones Unidas y de la comunidad internacional, y poder ayudarle a este país a
que por sus propios medios, por su propio esfuerzo, pueda recuperarse de semejante tragedia.

Por eso le dije al Presidente Chávez que lo podía recibir hasta el sábado, y ahí vamos a hacer un
monitoreo a los acuerdos que hicimos hace ya seis meses.

El primer monitoreo fue en Caracas, hace tres meses; el segundo va a ser en Colombia: después el
tercero va a ser nuevamente en Caracas. Cada tres meses iremos haciendo una revisión sobre los
avances.

Ayer los ministros que lograron llegar, que no estaban con el Presidente Chávez, llegaron a Cartagena y
lograron avances importantes.

Por ejemplo con el Ministro (de Transporte, Germán), Cardona, avances bien importantes de aspectos
prácticos que van a tener una gran incidencia en Colombia, en Venezuela, en la integración.

Ayer mismo debió iniciarse la venta de gasolina, que es algo que estaba pidiendo Colombia con toda la
vehemencia, y ayer mismo se debió iniciar la venta de gasolina de PDVSA a Colombia.

En fin, ya se ven algunos avances adicionales, y esperamos dentro de una semana concretar otros que
están en la tubería.

Seguridad alimentaria

Finalmente pues vamos al punto que nos convoca el día de hoy, es este punto muy importante: la
seguridad alimentaria, todo lo que tiene que ver con la producción de los alimentos.

Es algo que tiene mucha importancia por muchas razones, pero una de ellas es que si hay algo que
incide en la pobreza es la falta de alimentos o cuando los alimentos se vuelven demasiado caros y la
gente no los puede comprar.

El hambre y la pobreza van de la mano.

Uno de nuestros propósitos –yo diría que el más importante de todos- es poder decir dentro de cuatro
años que logramos disminuir la pobreza en Colombia, sobre todo la pobreza extrema, doctor Samuel
Azout. Si este es uno de nuestros propósitos, entonces la seguridad alimentaria es una condición
necesarísima para poder lograr el propósito.

Por eso, entre otros muchos, es tan importante el tema de hoy.

Tiene que ver también con la política agropecuaria, tiene que ver con los incentivos correctos, tiene que
ver con la distribución de la tierra, la buena utilización de la tierra.
Titulación de tierras

Ahí tenemos una buena noticia: el plan de choque que nos propusimos con el señor Ministro de
Agricultura, (Juan Camilo Restrepo), y el señor Director del Incoder, mi tocayo, el doctor Juan Manuel
Ospina.

Nos propusimos un plan de choque entre septiembre y abril, mayo, mientras salía la ley de víctimas y de
tierras. Pues bien, las últimas cifras es que llevamos el 80 por ciento de la meta cumplida: 176 mil, casi
177 mil hectáreas que han sido tituladas, y hay 6.122 titulaciones, y eso sin incluir lo que se le ha dado a
las comunidades indígenas y a las comunidades afrodescendientes.

Eso nos tranquiliza, nos demuestra que se ha hecho un gran esfuerzo, pero no quiere decir, doctor Juan
Manuel Ospina, que nosotros no tengamos que prepararnos institucionalmente, de una forma muy
eficaz y muy eficiente, para que cuando la ley sea aprobada y entre en vigencia podamos continuar con
ese proceso, el proceso de restituirle la tierra a aquellos campesinos que fueron desalojados en forma
violenta.

Los dueños de la tierra –lo hemos dicho en todas las formas posibles y lo volvemos a repetir- los dueños
de la tierra que tienen títulos legítimos, que son dueños legítimos, nada tienen que preocuparse, todo lo
contrario, toda la política que vamos a poner en marcha y que estamos poniendo en marcha los va a
beneficiar a ellos también, por supuesto que también.

Y lo que queremos es demostrar, como ya lo estamos demostrando, que el pequeño campesino y el


gran empresario pueden convivir juntos. Ni lo uno exclusivamente ni lo otro exclusivamente, los dos
pueden convivir y pueden complementarse.

Aquí un amigo que ustedes conocen muy bien, el doctor Carlos Murgas, es uno de los ejemplos de
cómo se puede promover ese concepto del gran empresario y los pequeños campesinos trabajando
juntos y produciendo posteridad y riqueza.

Eso es lo que queremos que se vuelva la norma, no la excepción.

Por eso me complace tanto que hayamos avanzado en esa titulación, en este plan de choque.

Yo voy a dejar que el Ministro les exponga ya en más detalle la política que tiene el Ministerio para la
seguridad alimentaria, los acuerdos a que se han llegado.

Se ha llegado a unos acuerdos importantes. La producción de maíz, por ejemplo el concepto de País
Maíz es un concepto bien bonito y además de una inmensa utilidad; y que los cafeteros, que tienen
tanta importancia puedan sembrar café, y entre cafetal y cafetal puedan también sembrar maíz, lo
mismo con la palma, eso tiene un gran significado y tienen una gran importancia, porque la producción
tiene todo tipo de efectos positivos en la alimentación, pero también en la generación de empleo, pero
también en el crecimiento de la economía.

Pero le dejaré al señor Ministro Juan Camilo Restrepo que nos hable sobre eso, y a las mesas
temáticas, que tengo entendido, Miguel (Peñaloza, Alto Consejo para las Regiones de la Presidencia)
que se reunieron la semana pasada, porque aquí hubo el encuentro sobre seguridad alimentaria que fue
muy importante.

Se aprovecho para que estas mesas discutieran en ese entorno, y esas mesas son las que nos van a
dar hoy los resultados para que hagamos los acuerdos aquí.

¿Cómo vamos en el cumplimiento de los acuerdos, Miguel?

¿En los acuerdos anteriores qué se ha cumplido? Queremos un seguimiento estricto a todos los
acuerdos que aquí se hacen, para que se cumplan, y esa es una política de buen gobierno que el doctor
Miguel sabe que estoy aplicando en todas las dependencias.

¿Cuál ha sido el cumplimiento de estos acuerdos hasta ahora?

Alto Consejero para las Regiones, Miguel Peñaloza: Tenemos hasta el momento 1.237 acciones
surgidas de los 28 acuerdos. De esas están realizadas el 39 por ciento, 477 acciones, y están en
proceso 760 para el 61 por ciento, pero con cumplimiento en el informe del 100 por ciento de las tareas,
Presidente.

Presidente Juan Manuel Santos: Bueno, muy bien. Hay que apretar, aunque se esté cumpliendo.

Seguridad y correos de las Farc

Y finalmente, antes de darle la palabra al señor Gobernador, como siempre hacemos, ¿cómo van las
cifras de seguridad?

Homicidio común, entre el 1° de enero y el 31 de marzo: menos 4 por ciento

Secuestro extorsivo: menos 44 por ciento

Acciones subversivas: menos 18 por ciento.

Hurto común: menos 14 por ciento.

Extorsión, pero no creo en las cifras de extorsión porque eso depende de la denuncia, y lo que yo estoy
viendo es que la denuncia se ha venido cayendo, eso es algo preocupante; si se cae la denuncia, es
decir, se comete el crimen pero no denuncian, eso quiere decir falta de confianza, eso me preocupa, y
ahí vamos a tener que hacer una labor especial, comandantes de la Policía y del Ejército, ustedes saben
que estamos en eso, pero ahí tenemos que hacer una acción especial.

Lesiones comunes: menos el 19 por ciento.

Y en esto de la seguridad hoy traje uno de los correos del ‘Mono Jojoy’, a propósito de lo que se nos
viene, que son las elecciones.

Ustedes vieron que ya hay una persona involucrada en la llamada ‘farcpolítica’, y las Farc siempre han
querido –de una u otra forma- también participar, influir, sabotear las elecciones, es parte de su
estrategia.

De los muchos correos que tenemos, sobre este propósito en particular hay dos que quiero leerles,
simplemente para demostrarles cómo las Farc siempre están pendientes del resultado de las
elecciones.

Dice un correo de junio 10, junio 8 del año pasado.

“Camaradas del secretariado, saludo bolivariano. De acuerdo con la propuesta de Joaquín –Joaquín es
‘Joaquín Gómez’- para quitarle unos votos a Santos con nuestra propaganda, lo que es cierto es que la
maquinaria imperialista en cabeza de la oligarquía colombiana, de momento liderada por el uribismo, se
reafirma en la Casa de Nariño y nos toca tensar esfuerzos para bajarlos del curubito presidencial,
aprovechando y generando una crisis generalizada que tienen, y el empuje combativo de las masas
populares y de las Farc. Abrazos Jorge”.

¿A qué se refería este bandido que ya está bajo tierra –Jorge es el ‘Mono Jojoy’- a qué se refería él con
la estrategia de ‘Joaquín Gómez’?

Se refería a otro correo que dice lo siguiente:

“Camaradas del Secretariado, nuestro abrazo. Como la segunda vuelta para elegir Presidente tendrá
lugar el 20 de junio, sugerimos que a nivel de Farc saquemos unas chaponas, para hacer reflexionar un
poco a la gente para que desista de votar por Juan Manuel Santos.

“Aquí sacamos unas con el siguiente contenido: En la parte superior izquierda aparece la foto de Uribe,
con gafas oscuras, de medio cuerpo, seguido de un signo mas en rojo. A continuación la foto de Juan
Manuel Santos, seguido de un signo igual a falsos positivos, y aparecen las fotografías de unos
cadáveres. Arriba de las dos fotografías un título que dice mafia narco paramilitar, debajo de las fotos
debe decir: si votas por Juan Manuel Santos tu hijo será la próxima víctima de los falsos positivos,
decídete por la mejor elección: no votar.

“Estamos seguros que una propaganda de esta naturaleza pone a pensar a la gente y le restara votos
en la segunda vuelta, aunque no evitara que gane, pero lo va a debilitar. Abrazos Joaco”.

No sé, pero les agradezco mucho esta propaganda porque lo que hizo fue subir la votación. El resultado
final, a pesar de la lluvia, fue un resultado sin precedentes, como demostración de la democracia
colombiana contra esos bandidos de las Farc.

Otro correo, el último:

“Camaradas del Secretariado –este es de junio 11 del año pasado - para las elecciones presidenciales
redoblemos esfuerzos por la abstención. Como está la campaña, Santos sacará una enorme ventaja
que fortalecerá su mandato. Sería importante que el porcentaje de abstención aumentara, que
ganáramos nuevos espacios para abstención conciente, y que también hiciéramos una que otra fuerza,
por ejemplo, notificando a las empresas de transporte el viernes 18 por la tarde, que no debe hacer
transporte público ese fin de semana, manejando el tema en secreto hasta ese día, para que no se
preparen.

Son muchos los votos uribistas que salen de nuestras áreas de influencia, por cuenta del chantaje de
Familias en Acción, y van a esforzarnos por su neutralización. Es todo, un abrazo”, y firman ‘Pablo
Catatumbo’ y ‘Alfonso Cano’.

Porque saco a relucir estos correos en este momento.

Simplemente para que estemos conscientes que ahora que viene una campaña electoral, allá van a
estar las Farc tratado de influir.

Denuncie, no se queden callados, denuncien cada vez que vean que hay un peligro o que esta gente
está haciendo algo para influir en las elecciones. No lo vamos a permitir.

Las elecciones pasadas fueron unas elecciones muy pacíficas, y eso lo reconoció el mundo entero.
Fueron unas elecciones donde se pudo votar hasta en el último rincón del país; eso fortalece nuestra
democracia, es un activo que tenemos nosotros, y que nosotros todos tenemos que defenderlo, no
solamente la Fuerza Pública, todos los colombianos.

De manera que muchas gracias de nuevo, Gobernador, por su acogida, señor Alcalde.

Le doy la palabra al señor Gobernador”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al término del Diálogo de


Gestión en el Ministerio de Hacienda

Bogotá, 4 abr (SIG). “Muy buenas tardes a todos.

Muy complacido. Créanme que de todo corazón me complace mucho estar nuevamente aquí en el
Ministerio de Hacienda, donde con muchos de ustedes trabajamos juntos, inclusive con el actual
Ministro de Hacienda (Juan Carlos Echeverry), hace ya once años, pero que fueron épocas muy
difíciles. Épocas en donde sembramos unos árboles muy importantes, árboles que ya han comenzado a
dar sus frutos.

Estamos en un proceso de ir visitando ministerio por ministerio para evaluar el rumbo que tenemos que
tomar o continuar, cómo vamos a medir a cada ministerio.

Ustedes saben mi obsesión por los principios del Buen Gobierno. Lo que no se mide no se puede
controlar. Y por eso ese tipo de ejercicios, para ponernos de acuerdo en la forma como nos vamos a
medir y a controlar, pues son tan importantes para la buena gestión del Gobierno.

Quiero ante todo agradecerles a todos y cada uno de ustedes su trabajo, agradecerles su dedicación, su
patriotismo. Los servidores públicos estamos es para servir y ustedes —me consta personalmente—,
son unos grandes servidores, que además están dando unos buenos resultados.

En el análisis que hicimos hoy la economía va bien, vamos por buen camino; las cuentas fiscales
también van bien.
Ahí estuvimos analizando, por ejemplo el recaudo, el recaudo. El recaudo frente a unas metas que eran
ya de por sí bastante ambiciosas, porque nos propusimos en todos los frentes ponernos metas
ambiciosas, porque el que no es ambicioso pues no llega a ningún lado. Y como Gobierno queremos ser
ambiciosos.

Pues esas metas de recaudo, por ejemplo en estos primeros tres meses, se han superado y superado
con creces. Más de un billón de pesos por encima de la meta en lo que llevamos de los tres meses del
año. Y eso es un buen indicador.

Las cifras de crecimiento sector por sector. Vemos que en la mayoría de los sectores también van en la
dirección correcta. Pero, como siempre, no podemos bajar la guardia, y todo lo contrario, tenemos que
redoblar esfuerzos, porque las metas que tenemos para el cuatrienio son también muy ambiciosas.

Por ejemplo en la parte fiscal debemos terminar el cuatrienio con un equilibrio fiscal. Eso es un logro
muy importante que además va a significar que en los demás frentes de la economía podamos hacer las
inversiones, la parte social, que es algo que nos concierne a todos, que ese frente se pueda cumplir.

Pero para que la economía y el Gobierno en general den resultados, una situación fiscal
macroeconómica responsable y con buenos resultados, es una condición necesarísima. Y hemos
diseñado un camino que iremos cumpliendo mes tras mes, año tras año, para llegar a ese objetivo.

Y ese fue el mismo camino que analizó la calificadora de riesgo Standard and Poor’s. Las calificadoras
de riesgo lo que hacen es eso exactamente, sentarse con los países, decir bueno, cuáles son sus
planes, cuál ha sido su desempeño, para dónde va. Y si ellos consideran que esos planes son
realizables, si son sensatos, si tienen coherencia, le dan una buena calificación.

Si piensan que la situación no es tan halagüeña, no es tan clara, pues no le dan esa buena calificación.
Todo lo contrario, lo que hemos visto en muchas economías sólidas en el mundo es que las
calificadoras de riesgo le están bajando la calificación.

Por eso es tan importante lo que sucedió en el caso nuestro, nos subieron la calificación, nos dieron
grado de inversión. Las otras dos calificadoras en poco tiempo deben seguir ese ejemplo de Standard
and Poor’s y yo espero que en unos meses, Ministro, tengamos esa calificación, ese grado de inversión
de las otras calificadoras.

Pero no solo eso, sino que dentro del grupo de países con grado de inversión hay también otras
calificaciones y vamos es ir aumentado para estar cada vez más sólidos en materia económica. Eso nos
baja el costo de la deuda, eso nos trae muchísimos beneficios.

Y lo que hemos logrado se debe al trabajo de todos y cada uno de ustedes. Por eso les decía al
principio que el motivo principal de esta reunión es agradecerles, ya no como Ministro de Hacienda, sino
como Presidente de la República, agradecerles su trabajo.

En las metas que nos hemos puesto hay, como ustedes bien saben, el Ministerio de Hacienda cubre
múltiples frentes, casi todos los frentes.

Hay algunas políticas muy importantes. Por ejemplo una lucha frontal contra la evasión y contra el
contrabando. El Director de la Dian (Juan Ricardo Ortega) nos expuso la situación; se ha hecho
muchísimo ahí.

Pero lo que falta por hacer también es muchísimo. Y ahí vamos a hacer un gran esfuerzo, porque como
lo dijimos en la campaña, una parte importante de los ingresos que por fortuna ya con esfuerzos
marginales estamos consiguiendo, se concentran en la lucha contra la evasión y contra la elusión.

Y buena parte del buen desempeño del recaudo tiene que ver con ese fenómeno. Pero ahí hay un
campo muy, muy interesante donde podemos mejorar muchísimo la eficacia del Ministerio, de la Dian, y
ese es un frente que sin duda alguna va a ser prioritario para nosotros.

En temas del recaudo en general como porcentaje del PIB. Ahí nos pusimos unas metas importantes.
Queremos entrar a ese mundo de países que ya tienen lo que hoy los economistas valoran tanto, que es
la ‘capacidad estatal’. Y la ‘capacidad estatal’ se mide en cierta forma por lo que representa el recaudo
como porcentaje de la economía, como porcentaje del PIB. Y ahí nos hemos puesto unas metas
también muy ambiciosas.

En materia de transparencia y eficiencia en el gasto público, también nos hemos puesto unas metas
bastante ambiciosas.

Ustedes recordarán que en el Ministerio mío comenzamos con el SIIF (Sistema Integrado de
Información Financiera), el SIIF 1. Al comienzo era algo bastante utópico. El SIF 1 ya funciona y
estamos ahora en la etapa del SIIF 2.

Eso es simple y llanamente instrumentos para hacer que el manejo de las finanzas, el manejo del gasto,
sea cada vez más eficiente.

Vamos a poner unos indicadores en cada ministerio para controlar mucho la ejecución del gasto. Yo he
dicho en muchas ocasiones —se los recordé a los ministros— que dentro de las diferentes formas de
definir qué es gobernar, una de ellas, que a mí me gusta mucho como ex ministro de Hacienda es
‘gobernar es ejecutar’. Gobierno que no ejecuta es un gobierno ineficiente.

Y por eso vamos a controlar desde el Ministerio de Hacienda al resto del Gobierno en su capacidad de
ejecución mes tras mes, para que no vayamos a pasar el año sin ejecutar los recursos. Porque eso es
como dicen ‘tener mamá, pero muerta’, si uno tiene recursos, pero no los ejecuta.

De manera que yo salgo, Ministro, muy complacido de esta reunión. Como se lo dijeron las calificadoras
de riesgo, saben para dónde van, tienen un plan coherente y tienen un gran equipo. Este equipo que
usted tiene aquí —me consta, a usted le consta— es un equipo excepcional. La calidad de la gente aquí
en el Ministerio la reconoce, no solamente, la opinión nacional sino la opinión internacional.

Este Ministerio —y nos debemos sentir muy orgullosos— es un Ministerio que sobresale siempre por su
alta calidad profesional y en eso también quiero hacerles este reconocimiento y felicitarlos.

De manera, Ministro, que aquí, como usted bien sabe, tenemos unos objetivos ambiciosos, los estamos
cumpliendo, vamos por buen camino, pero por ningún motivo podemos bajar la guardia.

Hay siempre nubes negras que tenemos que ir sorteando, hay desafíos complejos. Pero en términos
generales creo que vamos con el viento en popa, como dirían los marinos.

Si quiere usted hacer alguna alusión a los indicadores más precisos, a las metas más precisas, Ministro,
con mucho gusto”.

Conferencia del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en la


Universidad de Brown

‘POR QUÉ AMÉRICA LATINA IMPORTA MÁS QUE UN BLEDO’

Providence, Rhode Island (EEUU), 5 abr (SIG).

Medio siglo desde la Alianza por el Progreso

“El pasado 13 de marzo se cumplieron 50 años de un hecho memorable que marcó las relaciones entre
los Estados Unidos y América Latina.

Ese día, el presidente Kennedy —desde la Casa Blanca—, pronunció un discurso histórico frente a los
diplomáticos de la región. Permítanme citar sus palabras:

“Nuestras naciones son producto de una lucha común: el levantamiento contra el dominio colonial. Y
nuestros pueblos comparten una herencia común: la búsqueda de la dignidad y la libertad del hombre
(…)”

Pero el presidente Kennedy fue más allá en su discurso de 1961 e hizo una importante confesión, al
tiempo que lanzó una audaz iniciativa:

“Como ciudadano de los Estados Unidos déjenme ser el primero en admitir que nosotros, los
norteamericanos, no siempre hemos captado el significado de esta misión común, así como muchos en
sus propios países no han entendido totalmente la urgente necesidad de sacar a su población de la
pobreza, la ignorancia y la desesperación. Pero debemos convertir los errores —los fracasos y los
malentendidos del pasado— en un futuro lleno de riesgos pero brillante de esperanza”.

Con base en estas premisas, el presidente Kennedy lanzó la Alianza para el Progreso, un plan de 10
años para las Américas que buscaba hacer de los años sesentas una década de cambios sin
precedentes para América Latina, tanto democráticos como sociales y económicos.

Esta conferencia busca rendir tributo a esa visión histórica: la más ambiciosa iniciativa jamás lanzada
para alcanzar el desarrollo de las Américas.

Es un verdadero privilegio para mí ser orador en las Conferencias Ogden de la Universidad de Brown —
en donde estudia mi única y adorada hija, María Antonia—.

No obstante, hay días en los que me pregunto —debo decirlo— si parte de mi trabajo se mantiene en
sintonía con las enseñanzas del “profesor Josiah Carberry”.

La Alianza para el Progreso tuvo como antecedente la Operación Panamericana, que partió de una
propuesta hecha en 1958 por el visionario y audaz presidente brasileño Juscelino Kubitschek al
presidente Eisenhower.

¿Y cuál era el objetivo de la Operación Panamericana?

Muy sencillo. Su meta era ampliar el enfoque del Sistema Interamericano —hasta ese momento basado
exclusivamente en asuntos jurídicos y de defensa— para incluir temas de cooperación en cuanto a
desarrollo social y económico.

En tiempos de la Guerra Fría, el presidente Kubitschek presentó su propuesta de cooperación como una
forma de contrarrestar las ideologías “extrañas y antidemocráticas” —con lo cual se refería al
comunismo—.

Podemos decir que la Operación Panamericana —y los principios que representaba— tuvo efectos
importantes, particularmente para nuestra integración.

En los dos años siguientes a su lanzamiento —1959 y 1960— se crearon el Banco Interamericano de
Desarrollo, la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) y el Mercado Común
Centroamericano.

El mismo presidente Kennedy, en el discurso de lanzamiento de la Alianza para el Progreso, dijo que
ésta era “una aproximación consistente con el majestuoso concepto de la Operación Panamericana”.

Estados Unidos se comprometió a proveer hasta 20 mil millones dólares en ayuda para los países al sur
del Río Grande y así promover el progreso social y el desarrollo económico, un programa más grande y
más ambicioso que el mismo Plan Marshall.

Dos visiones opuestas

El trágico asesinato del presidente Kennedy, en 1963, significó la pérdida del líder norteamericano que
mejor entendió la importancia de América Latina.

En menos de tres años de mandato, el presidente Kennedy visitó cuatro países latinoamericanos y
recibió a siete mandatarios de la región en la Casa Blanca.

Desde entonces, Vietnam, el Medio Oriente, Europa del Este, Afganistán, Iraq y otras conflictivas y
peligrosas zonas del mundo han copado la atención de Washington. Latinoamérica ha quedado en la
gaveta de los asuntos que se pueden posponer.

Nada más diciente que la conversación que tuvieron en 1971 el entonces presidente Richard Nixon y su
joven asesor Donald Rumsfeld.

Esto dijo Nixon a Rumsfeld:

“La única cosa que importa en el mundo es China, Rusia y Europa. América Latina no importa.
Conscientemente, a la gente le importa un bledo América Latina ahora. Les importa un bledo”.

¡Cómo cambiaron las cosas en sólo 10 años!

Pasamos del mensaje de integración y cooperación del presidente Kennedy a la práctica negación de
nuestra relevancia por parte del presidente Nixon.

En mayor o menor medida, las palabras de Kennedy se hicieron realidad: LOS ESTADOUNIDENSES
NO HAN ENTENDIDO QUE COMPARTEN UNA MISIÓN COMÚN CON LATINOAMÉRICA.

Después de la caída del Muro de Berlín y de la desaparición de la Cortina de Hierro, se desvaneció el


fantasma del comunismo, que era el pretexto para la acción colectiva entre nuestros pueblos.

Las dictaduras militares en América Latina y el Caribe también desaparecieron, al punto de que hoy —
salvo una excepción, que espero no dure— todos nuestros países viven en democracia.

La amenaza del comunismo fue, entonces, reemplazada por otra causa: la lucha contra las drogas.

El presidente Nixon había declarado, desde 1971, la Guerra contra las Drogas, la cual fue luego
ratificada por el presidente Reagan, cuando calificó al narcotráfico como una amenaza a la seguridad
nacional.

En Colombia hemos combatido al narcotráfico, tal vez más que cualquier otro país del planeta. En esta
sangrienta lucha hemos perdido a nuestros mejores líderes, a nuestros mejores policías, a nuestros
mejores jueces, a nuestros mejores periodistas.

Pero déjenme ser claro. Nosotros combatimos al crimen organizado y al narcotráfico por convicción
propia, porque sabemos que son un poderoso enemigo de la democracia colombiana, y una amenaza
para las comunidades y familias del mundo.

Al final, hemos logrado la desarticulación de los grandes carteles, así como una importante reducción de
las hectáreas de coca sembradas en nuestro país y de las toneladas de droga exportadas.

Desafortunadamente, el negocio continúa. Así que seguimos combatiendo este flagelo, atacando todos
los eslabones de esta diabólica cadena porque, para nosotros, éste es REALMENTE un asunto de
seguridad nacional.

Nosotros continuamos cooperando con nuestros socios porque somos totalmente conscientes de que
hay una corresponsabilidad y de que todos tenesmos la obligación de ayudar contra una amenaza que
no respeta fronteras.

Nuestros logros han sido posibles, en parte, gracias al Plan Colombia, posiblemente el plan bipartidista
de política exterior de los Estados Unidos más exitoso de los últimos tiempos.

Cuando se lanzó el Plan Colombia, nuestro país era considerado por muchos como una nación al borde
de convertirse en un Estado fallido.

Hoy —como la secretaria Clinton dijo recientemente, y lo reiteran muchos otros analistas— Colombia ha
pasado de ser una fuente de peligro a convertirse en una fuente de inspiración y en un socio decisivo
para afrontar los grandes asuntos que afectan el futuro de la humanidad.

Pero no nos sentimos triunfadores ni el problema ha desaparecido. El crimen organizado está siempre
buscando el camino de menor resistencia. Mientras Colombia fortalece sus instituciones legales y
judiciales —y aumenta el costo de operar desde nuestro país— los capos miran hacia otros ambientes
menos severos.

El narcotráfico, con sus inevitables consecuencias de violencia y terror, está migrando a otras regiones
como Centroamérica y el Caribe, México y nuestros vecinos en Suramérica. Incluso África Occidental se
ha convertido en un centro de distribución.

Cuarenta años después, el problema de las drogas sigue causando estragos a nivel mundial.

Por eso hay un sentimiento creciente que pide la adopción de nuevas estrategias, nuevas visiones y
nuevos enfoques para esta problemática. Y esto sólo es posible si lo hacemos a nivel global, porque es
un desafío que afecta no sólo a unos pocos, sino al mundo entero.

Y en esa discusión, Estados Unidos, como el mayor consumidor del mundo, tiene que estar presente.

De nuestra parte —con la autoridad moral y experiencia que tenemos a partir de nuestros sacrificios y
los logros obtenidos— estamos listos para participar en este debate, compartir nuestra experiencia y
explorar alternativas con otros países.

Pero, repito, no podemos hacerlo solos.

La importancia de América Latina

En 1960, el presidente colombiano Alberto Lleras vino en visita oficial a Estados Unidos e hizo esta
impactante declaración:

“América Latina está al borde de una crisis económica y social sin precedentes en su historia”.

No era cualquier dignatario quien decía esto.

Lleras era un hombre de talla internacional, cuya calidad de estadista era reconocida en el mundo y
particularmente respetada en el hemisferio. Era el primer Secretario General de la OEA.

Con esa frase, el presidente Lleras lanzó una clara advertencia: a menos que América Latina recibiera
ayuda económica, la región seguiría el camino de Cuba hacia la revolución.

Pues bien: más de medio siglo después de que un presidente colombiano viniera a los Estados Unidos y
diera una voz de alerta sobre la situación de necesidad de América Latina, yo quisiera —en el mismo
país y ostentando la misma dignidad—, entregar un mensaje diametralmente opuesto.

NO VENGO A DECIRLES A LOS ESTADOUNIDENSES QUE AMÉRICA LATINA NECESITA DE SU


AYUDA. NO.

Hoy vengo a decirles, con profunda convicción y absoluto respeto, que es tiempo de que Estados
Unidos revalúe sus prioridades en relaciones internacionales y dirija su mirada hacia su propio
hemisferio.

NO TANTO POR LOS INTERESES DE AMÉRICA LATINA, SINO POR LOS PROPIOS INTERESES
ESTADOUNIDENSES.

Por su propio bien, Estados Unidos no puede —y no debe— continuar ignorando el inmenso potencial
económico, político, ambiental y humano que existe al sur de sus fronteras.

Mientras el resto del mundo, desde Europa hasta Asia, afianza sus lazos con nuestra región, Estados
Unidos mantiene una actitud pasiva, desconectada.

¡ESO NO SÓLO ES EQUIVOCADO SINO SUICIDA!

Yo espero —realmente espero— que este mensaje sea escuchado.

Espero que entremos —como dijo recientemente el presidente Obama— en una “nueva era de
asociación”.

¿Qué tipo de asociación? El presidente Obama la describió bien: aquella en la que “los vecinos se unen
para desatar el progreso que ninguno de nosotros puede alcanzar por sí solo”.

Debo decir que en América Latina estamos listos, más que listos, para participar en esta nueva era.

TODO LO QUE NECESITAMOS ES QUE ESTADOS UNIDOS CONVIERTA ESAS BUENAS


INTENCIONES EN ACCIONES CONCRETAS.

Entre tanto, como alguien que guarda especial afecto por Estados Unidos —un país al que admiro y
quiero, donde viví y estudié por varios años—, hoy quisiera, desde este podio en la Universidad de
Brown, contribuir a que —no sólo el Gobierno sino también la academia, el sector privado y el pueblo
estadounidense— superen el ‘Síndrome de Hipermetropía’.

La hipermetropía es el defecto en la visión que permite ver bien los objetos distantes, pero dificulta el
enfoque de aquellos que tienen a corta distancia.

Déjenme contarles, o recordarles, por qué América Latina —parafraseando al presidente Nixon—
“importa más que un bledo”.

El aporte de América Latina al mundo

AMÉRICA LATINA —COMO COLOMBIA— ES BIEN CONOCIDA, PERO NO BIEN COMPRENDIDA.

Piensen en esto: América Latina ocupa una superficie cercana a 8 millones de millas cuadradas, más
grande que Estados Unidos y China sumados.

Tiene una población cercana a los 600 millones de habitantes, el doble que la de Estados Unidos. Con
una característica muy importante: es una población mayoritariamente joven y con capacidad
productiva, con una edad promedio de 27 años, y una dinámica y creciente clase media.

¿Qué ha aportado América Latina al mundo?

La literatura más vibrante de las últimas décadas viene de América Latina y el Caribe.

Premios Nobel de Literatura como Gabriela Mistral, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, Gabriel García
Márquez, Octavio Paz, Derek Walcott, V.S. Naipaul y Mario Vargas Llosa, nacieron en nuestra región.

No podemos olvidar a otros grandes de la literatura universal como Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato,
Julio Cortázar, Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Juan Rulfo, José Donoso, Jorge Amado, Roberto
Bolaño y, por supuesto, mi buen amigo —quien fuera mi profesor y ahora lo es de esta universidad—
Carlos Fuentes.

Carlos, gracias por todo lo que aprendí de usted y por las puertas de la curiosidad y el descubrimiento
que abrió para mí y para todos sus estudiantes.

En lo que toca al arte, nadie puede negar la importancia de muralistas mexicanos como Rivera, Orozco
y Siqueiros; de los también mexicanos Frida Kahlo y Rufino Tamayo; del uruguayo Joaquín Torres
García; de los chilenos Roberto Matta y Claudio Bravo; del cubano Wilfredo Lam, o del colombiano
Fernando Botero, uno de los artistas vivos más reconocidos del mundo.

El cine nos sorprende positivamente con directores tan destacados como los mexicanos Alejandro
González Iñarritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro; los brasileños Fernando Meirelles y Walter
Salles, o el colombiano Rodrigo García, además de los excelentes representantes del cine argentino,
que ha ganado dos premios Oscar a la mejor película en lengua extranjera.

¡Y cómo no valorar el aporte latinoamericano al mundo de la música!

Ritmos que todos conocen, bailan o cantan, como el bolero, el tango, la samba, el mariachi, el vallenato
y la salsa han contagiado al mundo la pasión de los latinos.

Las canciones de Shakira, Juanes, Mariah Carey, Jennifer Lopez, Christina Aguilera y Gloria Estefan
serían impensables sin su sangre latina.

La lista podría ser interminable, pero no quiero agobiarlos.

Hay tantos aportes latinoamericanos en áreas como la ciencia, la medicina, la arquitectura o la filosofía;
tantos deportistas excepcionales —incluyendo al colombiano Edgar Rentería, el jugador más valioso de
la última Serie Mundial de Beisbol—; tantos talentos que el mundo aún desconoce.

La fuerza hispana en Estados Unidos

La realidad de América Latina, además, ya se instaló dentro de sus fronteras. Para atestiguar la vitalidad
y la capacidad de los latinoamericanos, no hace falta ir muy lejos.

La población hispana en Estados Unidos sobrepasa los 50 millones —más del 15 por ciento del total de
la población— y es la más grande minoría del país. Según proyecciones demográficas, para el año 2050
serán el 30 por ciento

Uno de cada cuatro niños que nacen aquí es de origen latino.

De hecho, ¡Estados Unidos es el segundo país con más hispanohablantes en el mundo, después de
México!

Hay casi 10 millones de votantes latinos en Estados Unidos que tienen el poder de inclinar la balanza en
los procesos electorales.

Son latinos orgullosos de sus raíces, de su idioma y su cultura, pero también son verdaderos
norteamericanos dispuestos a trabajar y a entregar sus vida por el país en el que viven.

Muchos jóvenes latinos defienden los intereses de Estados Unidos con valentía y honor en lugares tan
apartados como Iraq y Afganistán, y algunos de ellos han regresado a casa heridos o en blancos
ataúdes.

Pensando en ellos, y en su sacrificio, planteo la siguiente pregunta:

¿Dónde está realmente el interés estratégico de los Estados Unidos?

Tal vez está más cerca de su propia casa, en el aporte a una América Latina más próspera, pacífica y
justa, y en hacer de ella su verdadero socio para el futuro.

La secretaria Clinton resumió este dilema en una diciente comparación: lo que se ha invertido en el Plan
Colombia en once años —con todos los beneficios que éste ha traído— se gasta (y sinceramente
espero que no se despilfarre) en Afganistán en tan sólo una semana.

La década de América Latina

En septiembre del año pasado hablé ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Allí expresé mi convicción de que ésta es la década de América Latina y el Caribe, y de que el mundo
debe mirar a esta región como un socio estratégico para resolver los grandes retos de la humanidad.

Nuestra región tiene lo que el mundo necesita: alimentos, agua, energía, bosques, biodiversidad y una
fuerza de trabajo joven y creciente, todo esto en un continente con estabilidad democrática y sanas
políticas económicas.

América Latina está compuesta por diferentes países, con muchos aspectos culturales comunes, pero
cada uno con fortalezas particulares.

En la medida en que nuestros países se integren y trabajen juntos —como en efecto está pasando—
esas fortalezas se potencian y convierten a la región en un factor insoslayable de poder económico y
político en el planeta.

Déjenme darles ocho buenas razones que me han llevado a decir que ésta es la década de América
Latina:

PRIMERO: Nuestras economías están creciendo y así mismos aumentan nuestras oportunidades. Los
países de América Latina cuentan con altas tasas de crecimiento sostenido y los pronósticos son aún
mejores.

En 2010, América Latina mostró una sólida recuperación económica con un crecimiento del PIB de más
del 6 por ciento.

Según The Economist, si la región mantiene el crecimiento de los últimos años, doblará su ingreso per
cápita para el año 2025, alcanzando un promedio de 22 mil dólares.

Un reciente estudio del banco HSBC predice que cinco países latinoamericanos —Brasil, México,
Argentina, Colombia y Venezuela— estarán dentro de las 30 mayores economías del mundo para el año
2050.
Dos de ellas —Brasil y México— estarán dentro de las 10 primeras economías, por encima de países
como Francia, Italia, Canadá, Corea del Sur y España.

SEGUNDO: No sólo planeamos sino que ejecutamos nuestros planes. América Latina fue una de las
regiones menos afectadas por la reciente crisis financiera mundial, gracias a adecuadas políticas
fiscales y monetarias.

Nuestra región reaccionó a la crisis de la deuda de los años ochentas con reformas financieras,
monetarias y fiscales que ayudaron a blindarla ante situaciones como ésta.

Estas reformas contribuyeron a una mayor estabilidad macroeconómica, con bancos centrales más
independientes, una inflación controlada y bajo endeudamiento.

Yo mismo, como Ministro de Hacienda en el año 2000, enfrenté la peor recesión en Colombia en setenta
años, y salimos adelante con medidas que no sólo salvaron a las entidades financieras y el ahorro del
público, sino también las viviendas de cientos de miles de personas con deudas hipotecarias.

Por otro lado, siendo las latinoamericanas las economías menos afectadas, porque aprendimos de
nuestras experiencias, fuimos también las que más rápido repuntamos después de la crisis, impulsadas
por la demanda mundial de productos básicos y por el flujo de capitales internacionales, que buscaron
refugio —¡quién lo creyera!— en los mercados emergentes.

TERCERO: Nosotros vemos al mundo como una oportunidad, no como una amenaza. Los países de
América Latina se han adaptado a la globalización generando las condiciones apropiadas para la
inversión extranjera.

Con escasas excepciones, la región se mueve hacia un ambiente favorable a la inversión.

Varios países, incluido Colombia, garantizan estabilidad jurídica a los inversionistas y promueven la
suscripción de acuerdos para la protección recíproca de inversiones.

El resultado es que América Latina es hoy el segundo más grande receptor de inversión extranjera
directa en el mundo en desarrollo, siendo todavía los Estados Unidos el mayor inversionista en la región,
seguido por España y Canadá.

Es bueno constatar, sin embargo, que otros países como China e India incursionan en América Latina
cada vez con más confianza, invirtiendo en sectores como infraestructura, minería, agricultura y
tecnología.

CUARTO: La democracia es la base de nuestro futuro. Hoy podemos decir, con inmensa satisfacción,
que en América Latina la democracia es la regla y no la excepción, con sistemas políticos que
promueven las libertades civiles.

Por estos días, varios países de la región hemos celebrado los 200 años desde la independencia del
imperio español.

Hay que recordar que — junto con los Estados Unidos— los países de América Latina fueron los
primeros en el mundo moderno en instaurar repúblicas, con sistemas democráticos y elecciones, y que
fueron también los primeros en acabar con instituciones aberrantes como la esclavitud.

Esa tradición democrática —que se vio interrumpida en algunos países por dictaduras militares— está
presente a lo largo del continente, y podemos decir con certeza y orgullo que la democracia está aquí
para quedarse.

Existen varios matices y tendencias ideológicas, pero una sola democracia, viva y operando, desde
México hasta la Patagonia.

Como dijo el presidente Obama, “las lecciones de América Latina pueden ser una guía para los pueblos
del mundo que están comenzando su recorrido hacia la democracia”.

QUINTO: Pensamos en la gente. Los gobiernos de la región están comprometidos a mejorar la calidad y
la cobertura de sus sistemas de educación y salud, y a disminuir la pobreza de una vez por todas.
Somos conscientes de que la inversión en educación es el único camino para avanzar definitivamente
hacia el desarrollo, y hemos hecho de ella una prioridad central en nuestras agendas de gobierno.

De hecho, muchos países de la región —incluido Colombia— hemos alcanzado la Meta de Desarrollo
del Milenio de tener al 100 por ciento de los niños en educación primaria.

Con una importante característica: a diferencia de otras regiones, los países de América Latina tenemos
ahora más mujeres que hombres estudiando en educación secundaria y universitaria.

Estamos preparando a nuestros estudiantes para el mundo global, incentivando el aprendizaje del inglés
y otros idiomas.

Y permítanme hacer una reflexión recíproca: ¿Cuántas escuelas en Estados Unidos están enseñando
español, un idioma que hablan al menos 400 millones de personas en cerca de 25 países? ¿Cuántas
oportunidades de viajes y negocios se pierden porque los estadounidenses no hablan la segunda lengua
occidental más extendida del planeta?

La pobreza y la desigual distribución del ingreso siguen siendo un inmenso desafío para América Latina,
que afecta a un tercio de su población, y lo estamos enfrentando con diversas herramientas.

Es bueno poder decir, sin embargo, que, desde el año 2002, más de 40 millones de latinoamericanos
han salido de la pobreza, y que se ha mejorado también la distribución del ingreso.

Pero esto no es en absoluto suficiente. Nos falta mucho por hacer, y éste es uno de los retos
fundamentales, una de las obligaciones, que tenemos en el futuro inmediato.

SEXTO: Unidos somos una potencia mundial. América Latina está cada vez más integrada.

Mecanismos de concertación política, como las Cumbres Iberoamericanas, el Grupo de Río y la Unión
Suramericana de Naciones —Unasur—, operan con regularidad y eficacia, y le han permitido a la región
obrar con una sola voz en otros organismos internacionales.

Hay que destacar la madurez política de nuestras naciones que han logrado resolver sus diferencias —a
veces complejas— a través de estos escenarios de concertación.

Colombia y Venezuela, por ejemplo, tenían unas relaciones muy tensas, meses atrás, por discrepancias
en asuntos de seguridad regional. Las hemos resuelto por la vía del diálogo, y hace unas semanas se
decidió que representantes de ambos países alternaran en la Secretaría General de la Unasur.

El presidente Chávez y yo, siendo muy diferentes, quizás somos opuestos, pero hemos decidido que por
nuestros pueblos, vamos a respetar nuestras diferencias.

Él sabe que no me voy a convertir en un bolivariano revolucionario, y yo no quiero convertirlo en un


liberal demócrata, pero respetamos nuestras diferencias por nuestro pueblo, y eso fue lo que decidimos.

En el campo comercial, nuestra región está cada vez más integrada, con mecanismos vigentes como el
Mercosur, la Comunidad Andina, el Mercado Común Centroamericano, el Caricom y múltiples tratados
de libre comercio entre nuestros países y el resto del mundo.

Hemos aprendido a cooperar. Por muchas décadas, por más de un siglo, buscamos la respuesta a
nuestras necesidades en el norte, y ahora la estamos encontrando mirando al sur y descubriendo allí
nuestro propio norte.

SÉPTIMO: Tenemos lo que el mundo necesita. América Latina tiene la capacidad y el potencial de
producir los alimentos, la energía y el agua que demanda el planeta, más aún cuando se esperan
tiempos difíciles como consecuencia, en parte, del calentamiento global y, también en parte, de la baja
productividad en otras regiones.

El solo crecimiento de la China e India que contendrán, a mediados de siglo, la tercera parte de la
población mundial, representa un desafío inmenso para el mundo, que deberá buscar la manera de
alimentar y de calmar la sed de unas 3 mil millones de personas.

América Latina, por su ubicación tropical, por la calidad de sus suelos, bosques y ríos, puede suplir esta
demanda de alimentos y agua, sin afectar el equilibrio ecológico.

En el campo energético, son cada vez más las reservas de hidrocarburos que se encuentran en nuestra
región, que es pionera, además, en el tema de las energías alternativas y los biocombustibles.

Como lo ha destacado The Economist, América Latina tiene el 15 por ciento de las reservas de petróleo
del mundo, un gran inventario de minerales, más de un cuarto de la tierra cultivable y el 30 por ciento del
agua dulce.

Por donde se mire, tenemos un futuro promisorio en estos campos.

OCTAVO: Valoramos y protegemos nuestra biósfera. Nuestra región es la más rica en biodiversidad del
planeta, con el país más megadiverso del mundo, que es Brasil, y el país con mayor biodiversidad por
kilómetro cuadrado, que es Colombia.

La Amazonía concentra el 20 por ciento del agua dulce del mundo y el 50 por ciento de la biodiversidad
del planeta.

Con las debidas compensaciones económicas, tenemos una inmensa capacidad para reducir los niveles
de deforestación y plantar nuevos bosques, cambiando la historia no sólo de la región sino del mundo
entero.

Cuando constatamos, día tras día, los terribles e irreversibles efectos del calentamiento global, América
Latina surge como una potencia ambiental que puede beneficiar a la humanidad.

Así lo remarcó el ex vicepresidente Al Gore en una reciente visita que hizo a nuestro país, en la que
reiteró su propuesta de ponerle un precio al carbono.

Tal como se lo dije a él, lo repito aquí: Colombia apoya la creación de un impuesto al carbono, y está
dispuesta a liderar esta tesis en la región.

¡Vayan al Sur y vayan pronto!

Después de plantear estos argumentos, sólo queda una pregunta:

¿Los Estados Unidos, su gobierno y su pueblo, son conscientes del inmenso potencial que hay más allá
de su frontera sur?

Como escribió el poeta uruguayo Mario Benedetti, es tiempo de recordarles que “el Sur también existe”.

Y no sólo como una promesa para el futuro, sino como una poderosa y positiva realidad para el
presente.

Estoy seguro de que ustedes conocen la famosa frase que Horace Greeley, editor de The New York
Tribune, escribió en 1865, invitando a la juventud norteamericana a descubrir nuevos horizontes: “¡Ve al
Oeste, joven!”.

Pues bien, hoy, queridos amigos de la Universidad de Brown, quiero darles una nueva consigna:
¡VAYAN AL SUR, JÓVENES MUJERES Y HOMBRES! ¡Y VAYAN PRONTO!

¡NO PIERDAN ESTE TREN! ¡PORQUE YA ESTÁ PARTIENDO DE LA ESTACIÓN!

Por supuesto, como otros, aún tenemos muchos problemas y muchos aspectos para mejorar.

Debemos aumentar la inversión en investigación y desarrollo, innovación, tecnologías verdes, y trabajar


en la calidad y el acceso a la educación.

Tenemos que disminuir las grandes brechas en la distribución del ingreso de nuestra población, y
reducir la inaceptable desigualdad en las oportunidades.

En eso hemos fallado y es, sin duda, el más grande desafío que enfrentamos si queremos cruzar el
umbral del desarrollo.

Es importante aprovechar nuestras ventajas en la producción de productos básicos, pero al mismo


tiempo debemos evitar la dependencia de los mismos, fortaleciendo nuestra capacidad industrial y
aumentando la productividad de sectores no agrícolas, particularmente las llamadas tecnologías verdes
o sostenibles.

Varios países, incluido Colombia, enfrentamos bandas criminales financiadas por el narcotráfico, y
debemos robustecer nuestro compromiso para combatirlas, erradicarlas y castigarlas.

Celebramos la expansión de la democracia a lo largo de todo el continente, pero también somos


conscientes de que debemos consolidar y mejorar su calidad día tras día.

De cualquier forma, más allá de las decisiones y retos que nos esperan, no debe caber la menor duda
de que América Latina es una región con estabilidad política, económica y social, llena de potencial,
capaz de enfrentar los desafíos del futuro y de aportar a las necesidades más urgentes de la
humanidad.

América Latina merece tener una voz más fuerte en el escenario internacional, y está empezando a
encontrar esa voz.

América Latina —parafraseando a Gabriel García Márquez— no está condenada a vivir otros “cien años
de soledad”.

El próximo año, los gobernantes de los países de nuestro hemisferio se reunirán en la hermosa ciudad
de Cartagena de Indias, donde tendremos el gusto y el honor de ser los anfitriones de la Sexta Cumbre
de las Américas.

¡Allí podremos revivir el espíritu de cooperación que simbolizó la Alianza para el Progreso hace medio
siglo!

Si el presidente Kennedy pudiera estar hoy aquí, estoy seguro de que estaría muy orgulloso de
constatar cómo América Latina ha encontrado su propio camino hacia el desarrollo.

Estoy seguro de que él nos ayudaría a rebatir, como hoy lo hacemos —con respeto y argumentos— la
frase de Nixon que nos ha servido como pretexto para esta discusión.

Tal vez lo señalaría y le diría: ¡Usted estaba equivocado y yo estaba en lo correcto!

Tal vez citaría las palabras del presidente Obama del pasado 21 de marzo: “América Latina es más
importante que nunca para la prosperidad y seguridad de los Estados Unidos”.

Dicho esto, si a algunos estadounidenses todavía les importa un bledo América Latina, es simplemente
por falta de información y entendimiento.

Padecen del ‘Síndrome de Hipermetropía’ que les mencioné antes; ese defecto de la visión que, por
fortuna, es fácilmente corregible.

América Latina está avanzando, a paso acelerado, hacia un futuro de progreso, esperanza y
oportunidades, y quien no esté a su lado, quien no sea su socio, se perderá del viaje.

Tras escuchar estos argumentos, tal vez ustedes puedan ayudarme a responder la siguiente pregunta:

¿Importa América Latina para los intereses de Estados Unidos?

¿Importa?

Creo que puedo adivinar su respuesta.

¡Sí! ¡Sí importa!

¡Importa ahora más que nunca!

Definitivamente importa más… ¡MUCHO MÁS QUE UN BLEDO!”


alabras del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ante el
Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas

Nueva York, 6 abril (SIG). “Men anpil chay pa lou”. Permítanme comenzar estas palabras utilizando un
idioma que no hace parte de las lenguas oficiales de las Naciones Unidas pero que sí forma parte de la
vida de varios millones de habitantes del Caribe.

“Men anpil chay pa lou” es un proverbio –en creole– que significa “muchas manos hacen el peso más
liviano”.

Hoy, ante el órgano responsable del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, con la
presencia de tan notables invitados, quiero decirles que las manos del mundo pueden hacer más liviano
el peso de Haití.

Y lo digo en creole, porque nuestro corazón hoy habla el idioma de esta isla.

Colombia, al asumir la presidencia del Consejo de Seguridad, quiere promover un debate abierto sobre
Haití, que renueve el impulso a la estabilización y al fortalecimiento del Estado de Derecho en ese país.

Y no es precisamente para felicitarnos por lo bien que hemos hecho todo.

Los precarios resultados obtenidos nos exigen una reflexión sobre la forma en que estamos cumpliendo
nuestra tarea.

Los problemas sociales y económicos de Haití y su reconstrucción no son recientes, si bien se


recrudecieron con el trágico terremoto del 12 de enero del año pasado.

Los mismos haitianos dicen que es necesario reconstruir su país, física e institucionalmente, y la
comunidad internacional tiene el deber moral de contribuir a este fin.

Pero debemos hacerlo de manera coordinada y coherente, con una vocación de logros concretos,
sostenibles y de largo plazo, dejando de lado el caos de la cooperación bien intencionada pero
inmediatista y sin efectos perdurables.

Hoy por hoy, la proliferación de organizaciones que actúan en la isla –sin coordinación entre sí ni con las
autoridades haitianas– debilita cualquier esfuerzo para fortalecer la institucionalidad y afectan la
posibilidad de emprender iniciativas de largo plazo, lo que lleva a que los esfuerzos no se concreten.

Y lo que es peor: la sensación de fracaso alimenta un círculo vicioso de pobreza y corrupción.

Durante mi visita a Haití el año pasado entendí que, si queremos ayudar verdaderamente, debemos
hacerlo de otra manera.

Los haitianos claman por ser escuchados.

A Haití no le sirve una comunidad internacional que no tenga en cuenta la visión de los haitianos sobre
sus propios problemas.

En esto debemos ser claros: sabemos que la primera responsabilidad, la responsabilidad central de la
reconstrucción, corresponde al mismo gobierno de Haití y a los dirigentes haitianos.

También sabemos que el drama que sufren los haitianos no terminará si no se complementa el esfuerzo
local con la ayuda externa.

Por lo mismo, si los haitianos aceptan un acompañamiento renovado de la comunidad internacional,


proponemos que éste se funde sobre bases que garanticen la eficacia de nuestra acción conjunta.

Bases como las siguientes:

La elaboración de proyectos concretos con medidas de transparencia para que realmente conduzcan a
un mejoramiento de la calidad de vida; 
La elaboración de una estrategia de desarrollo de largo plazo; 
Un compromiso con la rendición de cuentas, y 
La apropiación por todos los haitianos de su destino común.

Es preciso contrarrestar los enemigos del desarrollo y la estabilidad, como son la debilidad de las
instituciones, la falta o incumplimiento de las leyes, y el precario control y suministro de los servicios
básicos del Estado, incluyendo el servicio de justicia.

Tenemos que creer y pensar en el largo plazo de Haití, para contribuir a resolver estos problemas de
fondo, algo que –debemos admitirlo– no hemos logrado con el actual esquema de cooperación.

Tal como lo afirmé en septiembre del año pasado, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas,
todos debemos comprometernos con una visión diferente de reconstrucción de Haití.

Si utilizamos de manera más eficiente y efectiva los recursos disponibles, procurando el bienestar
económico y social, podremos tomar medidas más concretas y coherentes, incluso desde estructuras
existentes como la Comisión Interina de Reconstrucción.

Y pienso que debemos ir más allá de la discusión acerca de si se debe o no modificar el mandato de la
MINUSTAH.

En algún momento tendremos que hacerlo, pues es claro que el problema de paz y seguridad en Haití
sólo se resuelve si este país logra un desarrollo económico y social.

Entre tanto, los objetivos de desarrollo de mediano y largo plazo fijados por Haití deben constituirse en
un punto de referencia obligado para la coordinación de las actividades de la MINUSTAH y de las
agencias de la ONU, una tarea en la que resulta fundamental la labor del Representante del Secretario
General.

Sea la oportunidad para destacar y reconocer el buen trabajo que ha realizado el señor Edmond Mulet,
quien asumió este cargo y la dirección de la MINUSTAH después del terremoto, y ha logrado mucho en
medio de las difíciles condiciones.

Ahora bien: creemos que –aun obrando dentro del mandato ya acordado de la MINUSTAH– podemos
contribuir en aspectos esenciales para la población de Haití.

Pensemos en lo que podría lograrse si –en lugar de tener un alto porcentaje de personal militar– la
misión tuviera más personal civil e ingenieros que coordinaran asuntos prioritarios como, por ejemplo, la
remoción de escombros, una tarea en la cual –por fortuna– ya comienzan a verse importantes adelantos
gracias a los esfuerzos de las autoridades haitianas.

Por un lado, se empezaría a recobrar el paisaje anterior al terremoto, restaurando una noción de
normalidad que los motive a creer que las cosas sí pueden cambiar.

Por otro lado, se generaría empleo, un objetivo vital para la viabilidad de los esfuerzos que hagamos
todos hacia la reconstrucción.

Miremos el asunto desde el punto de vista práctico.

Si ya tenemos una operación de Naciones Unidas en Haití, ¿por qué no utilizarla para ponerla al servicio
de sus necesidades inmediatas y empezar a cimentar su tránsito hacia el desarrollo?

Otro proyecto vital que puede ser ejecutado por la comunidad internacional es la construcción de
vivienda, que podríamos asumir con proyectos bilaterales y multilaterales que tengan un
acompañamiento de principio a fin por parte de los donantes con sus arquitectos, ingenieros,
ambientalistas y paisajistas.

Al apoyar la construcción de vivienda –una vivienda digna y bien planificada, que eleve la calidad de
vida de la población–, no solamente se generaría empleo, sino que se resolvería la situación de miles de
personas que siguen viviendo en tiendas de campaña.

El esquema uno más uno, que involucra a Haití –tanto su gobierno como su sociedad– en su propia
reconstrucción, es el único viable si queremos fortalecer su institucionalidad.
Son los propios haitianos quienes nos pueden y nos deben ayudar a priorizar los recursos que –dentro
de ese esquema– se orienten a la construcción de largo plazo de Haití.

Y éste debe ser el mismo esquema que propongamos para los demás sectores que necesitan ser
reorganizados.

La salud, la agricultura, la educación, la construcción de vías e infraestructura, de acueductos, deben


hacer parte de este acompañamiento integral.

La salud y la educación, por ejemplo, no pueden seguir en manos de organizaciones de caridad del
exterior, sino que deben trasladarse, progresivamente, al liderazgo y la gestión del propio Estado
haitiano, con la cooperación decidida y el acompañamiento de la comunidad internacional.

Estamos hablando de la capacitación de una población que tiene un 60 por ciento de jóvenes, que no
pueden depender de ayudas esporádicas.

Cuando los fondos de los donantes no lleguen y las organizaciones que realizan estos servicios se
vayan, ¿qué pasará entonces con los niños y los jóvenes haitianos?

Quiero, por último, también reiterar el decidido compromiso de mi país en el fortalecimiento de las
instituciones de seguridad en Haití.

Entendemos que la seguridad es una condición necesaria para la buena salud del Estado de Derecho y
de las instituciones democráticas, y para el logro de un desarrollo sustentable, y por eso estamos
contribuyendo a robustecer su Policía Nacional.

Tenemos 31 policías colombianos cooperando con la policía de Haití y renovamos nuestro compromiso
para que cumplan con esta misión de apoyo.

No quisiera terminar sin hacer un reconocimiento al presidente René Préval por los avances en el país,
el respeto a las libertades, y por garantizar un proceso electoral pacífico y ordenado que –de acuerdo
con los resultados preliminares reportados por la OEA y CARICOM– concluyó con el triunfo de Michel
Martelly.

En los próximos meses se instalará un nuevo gobierno en la isla, y esto constituye una oportunidad ideal
para reorganizar nuestra cooperación con Haití y nuestra contribución con su desarrollo sostenible.

Porque la paz no se construye aumentando la dependencia y el asistencialismo.

Parafraseando al Libertador Simón Bolívar, a quien los haitianos ayudaron en un momento muy difícil de
su vida, dándole refugio y apoyándolo en su campaña militar, podríamos decir que la paz, y el desarrollo
que la hace posible, “no vendrá por prodigios divinos sino por efectos sensibles y esfuerzos bien
dirigidos”.

Por eso hoy –cuando Colombia ejerce honrada la presidencia del Consejo de Seguridad– invitamos a
las demás naciones que forman parte del Consejo y de la Organización a reflexionar sobre lo que
hemos hecho hasta ahora en Haití y cómo podemos implementar nuevos métodos y conceptos en su
reconstrucción.

Pensemos en construir un mejor Haití no sólo hoy, no sólo mañana, sino en los próximos 25 años.

Debemos imaginar el Haití del futuro, y poner los cimientos para que sean los haitianos mismos quienes
continúen su reconstrucción.

Estoy seguro de que esta tarea no supera nuestras capacidades ni los recursos que ya hemos
comprometido y los que estamos dispuestos a comprometer en un esquema de cooperación más
coordinado.

Concluyo con un mensaje central:

No claudiquemos, no dejemos atrás a Haití, no olvidemos a Haití, por pensar que cualquier esfuerzo es
insuficiente.
Retomemos el curso de nuestra contribución con metas claras y precisas de ejecución posible.

Hoy invito a la comunidad internacional a mirar a Haití de otra manera, y también invito a Haití a darle la
bienvenida a una nueva estrategia de cooperación que cumpla con un precepto fundamental:

La cooperación a través del sistema de Naciones Unidas es exitosa sólo en la medida en que tenga
estrategias de salida, en la medida en que se avance hacia un horizonte en el que el país asistido pueda
vivir sin esa cooperación y sin la omnipresencia del sistema.

Es tiempo de que Haití se levante y progrese, y asuma la construcción de su futuro, con la cooperación
internacional y con el esfuerzo decidido de los mismos haitianos.

Como dije al principio, “muchas manos hacen el peso más liviano”.

“Men anpil chay pa lou”.

Muchas gracias".

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos con motivo del almuerzo
ofrecido por el Rey de España, Juan Carlos I

Madrid, 11 abr (SIG). “Con honda emoción –y una venia reverente hacia la Historia– venimos hoy al
Palacio Imperial de Madrid a una cita de afecto y amistad con Sus Majestades, los Reyes de España, y
con el querido pueblo español que representan.

Caminar estos suntuosos pasillos, habitar –así sea por unas horas– estos salones imponentes, donde
las obras de Goya, Velásquez, Juan del Pino, Caravaggio, son huéspedes habituales; donde se respira
la trascendencia de los momentos cumbres que aquí se vivieron desde los tiempos de los Reyes
Católicos hasta los monarcas actuales, es un honor que nos llena de alegría y que nunca olvidaremos.

Porque el afecto que guardamos los colombianos por España va más allá de lo diplomático y de lo que
dictan las relaciones de respeto entre los pueblos.

España, para los colombianos, es la fuente de nuestra cultura; la raíz de un idioma que veneramos y
cultivamos como pocos; la tierra maravillosa que nos dio a Cervantes, a los autores del Siglo de Oro, a
los poetas y narradores de las lúcidas generaciones del 98 y el 27; a Lorca y a Buñuel; a Dalí y a
Picasso; a Almodóvar y Serrat.

Cuando venimos a España nos sentimos –sincera e integralmente– en casa, porque España es la casa
materna de todos los latinoamericanos y de todos los que admiramos su historia, sus tradiciones y, al
mismo tiempo, su espíritu progresista.

Debo decir, Sus Majestades, que para mí venir a este encuentro, por primera vez como Presidente de
mi país, tiene también un significado personal.

Si de algo nos enorgullecemos mi hermano Enrique y yo, en nuestra trayectoria profesional y


periodística, es de haber recibido de manos del Rey Don Juan Carlos –en 1985– el Premio de
Periodismo Rey de España, que nos fue concedido por unas crónicas que hicimos sobre la situación de
la prensa en Nicaragua y la forma en que los sandinistas habían despilfarrado su triunfante revolución.

Recuerdo también cuando mi padre, Enrique Santos Castillo, un hispanófilo como pocos, vino dos años
después –y más feliz que ninguno– a recibir el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y
Humanidades con el que fue galardonado el diario El Tiempo –al que dedicó toda su vida– por su
testimonio solidario en la denuncia del narcotráfico y la violencia terrorista.

Porque eso también nos une a España y a Colombia: el respeto indeclinable por el valor de la libertad,
en todas sus facetas, comenzando por supuesto con la libertad de expresión.

Sea el momento para expresar nuestro agradecimiento por la mirada atenta y solidaria que ha tenido
siempre España hacia nuestro país.
La reciente visita a Colombia de la Reina Doña Sofía –que fue a supervisar los avances del programa de
Escuela Taller de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y a lanzar un
programa de cofinanciación de un alcantarillado en un barrio marginal de Cartagena– es una muestra
más del profundo compromiso de España y sus monarcas con nuestro país.

Es un compromiso que sentimos también en toda Latinoamérica.

Las Cumbres Iberoamericanas –la última de las cuales, en Mar del Plata, tuvimos el gusto de compartir–
se han convertido en escenarios propicios para el diálogo y la cooperación entre las naciones que
participamos del legado ibérico.

Son cumbres que, por fortuna, gracias a la labor coordinadora de la SEGIB, se traducen cada vez más
en resultados concretos de cooperación hacia el desarrollo común de nuestros pueblos.

En Argentina discutimos el tema de la ‘Educación para la Inclusión Social’, tan importante para naciones
que –como Colombia– están empeñadas en hacer de la educación el instrumento para el progreso y la
disminución de las desigualdades, y nos fijamos metas de reducción de brechas y universalización del
derecho a la educación.

Este año nos volveremos a ver –como usted bien lo dijo, Majestad– en Paraguay, donde dialogaremos
sobre la mejor forma de cooperar para generar transformaciones en nuestros Estados que potencien el
desarrollo.

Ese es el sentido y el valor real de estas reuniones iberoamericanas.

Sus Majestades; apreciados amigos de España y de Colombia:

Hace poco más de 200 años la entonces colonia de la Nueva Granada rompió vínculos de dominación
con el imperio español, un hecho que hemos conmemorado como el inicio de una era republicana pero
jamás como un acto de distanciamiento, porque ni el mismo Atlántico ha logrado separarnos.

Hoy traemos a 47 millones de españoles el afecto sin fronteras de más de 45 millones de colombianos
que se abrazan con España en un solo ideal de libertad, paz y armonía entre las naciones.

Como dice un hermoso bambuco de nuestro país –que por cierto canta espléndidamente Paloma San
Basilio–, en Colombia ‘la capa del viejo hidalgo se rompe para ser ruana y cuatro rayas confunden el
castillo y la cabaña’.

Hoy la capa y la ruana, el castillo y la cabaña, el flamenco y el bambuco, se funden nuevamente –con
vocación de futuro– en el marco inmejorable de este Palacio Imperial.

Con ese espíritu de unidad aflorando en el alma, los invito a levantar las copas y a brindar por el Reino
de España, por sus Majestades Don Juan Carlos y Doña Sofía, y por la feliz ventura de nuestros
pueblos.

¡SALUD!”

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante el encuentro con


empresarios españoles en el Hotel Ritz de Madrid, España

Madrid, España, 12 abr (SIG). “¿Por qué le doy tanta importancia a esta visita? Porque Colombia está
viviendo un momento muy particular y muy positivo de su historia. Estamos celebrando este año 200
años de nuestra Independencia de España. Por las circunstancias que estamos en este momento
viviendo, el mundo entero está diciendo que las estrellas se alinearon encima de Colombia.

Hay unas grandes oportunidades. Oportunidades que queremos aprovechar. Por eso quiero
transmitirles ese mensaje de que esas oportunidades las podemos compartir. Porque aquí en España
hay mucho de lo que nosotros necesitamos. Ese es el propósito fundamental de esta visita.

Decirles a los empresarios españoles: aquí hay un país que quiere crecer a tasas altas, que quiere dar
un salto hacia el desarrollo, que necesitamos de su tecnología, de su inversión, que necesitamos de
obras importantes. Y al mismo tiempo ustedes requieren en su proceso económico, en sus dificultades
que en este momento están viviendo Europa y España, también tener esas oportunidades de negocios.

O sea que aquí hay oportunidades de lado y lado. Ese es el propósito fundamental de esta reunión y es
el mensaje que quiero dejarles a todos y cada uno de ustedes.

¿Por qué digo que Colombia está viviendo un momento muy especial? Lo digo por varias razones.
Primero: nosotros tenemos tal vez la democracia más antigua de América Latina. Hemos sido un país
con una gran tradición de cumplir con nuestros compromisos. Nunca hemos renegociado ni siquiera
nuestra deuda externa.

Hemos tenido un problema de hace mucho tiempo, en las últimas décadas, un problema de seguridad,
que en cierta forma había impedido que ese potencial de Colombia que hemos tenido siempre se
manifestara con la plenitud que se requería.

Ese problema de seguridad el Gobierno del Presidente Uribe lo resolvió en buena parte. No podemos
decir que está resuelto totalmente. Pero lo resolvió hasta un punto lo suficientemente alto, que nos ha
permitido cambiarle la agenda a Colombia interna y externamente. Es decir, la seguridad ya dejó de ser
la preocupación fundamental. Y ya podemos darnos el lujo de hablar sobre otros temas y ya el mundo
nos está viendo con otros ojos.

Ese es un cambio muy importante para Colombia. Precisamente porque nosotros durante décadas lo
único que hicimos fue protegernos de la percepción, que estaba basada en la realidad, de un país con
un problema de seguridad que ahuyentaba la inversión extranjera, que detenía el crecimiento
económico, que era un obstáculo para nuestro desarrollo.

Liberado de ese miedo, de ese yugo, ahora se desatan esas potencialidades que siempre ha tenido el
país. Eso es lo que queremos nosotros aprovechar y encausar en forma correcta.

Ya lo estamos viendo. Ustedes podrán apreciar, por ejemplo, que después de muchos años nos
retornaron el grado de inversión. Una de las calificadoras de riesgo la Standar & Poor’s. Muy
posiblemente los próximos dos meses las otras dos calificadoras ya anunciaron que iban a seguir ese
paso.

Es un reconocimiento a una política económica seria. Ustedes saben perfectamente que las
calificadoras lo que evalúan es la capacidad del país de pagar sus deudas y de tener una política
económica que dé confianza en el futuro. Para nosotros ese era un paso importantísimo. Y lo hemos
logrado. Aunque no nos vamos a conformar. Porque nos hemos puesto una serie de umbrales que
vamos a ir superando, para ser un país cada vez más atractivo para la inversión. Eso es algo para
nosotros fundamental.

El comercio. Fui el primer Ministro de Comercio Exterior del país. Me tocó el proceso de apertura
económica. Pero el comercio siempre lo hemos visto como lo debe ver cualquier país: como un medio
más que como un fin en sí mismo. Como un medio para generar producción, para general inversión,
para generar empleo.

En materia comercial hemos avanzado muchísimo. Esta última semana ha sido excepcionalmente
positiva. Les voy a mencionar hechos concretos en los últimos ocho días.

El martes pasado el Senado mexicano aprueba la profundización del Tratado de Libre Comercio entre
México y Colombia. Eso nos abre a los colombianos un mercado que estaba cerrado para muchos
productos que no habían sido incluidos en el acuerdo comercial con México. Eso fue el martes.

El miércoles la Cancillería recibe de la Corte Constitucional colombiana la notificación de la aprobación


formal del Acuerdo de Libre Comercio con Canadá y la Cancillería colombiana envía la nota diplomática
necesaria para que ese acuerdo entre en vigencia y debe entrar en vigencia en los próximos meses”.

Apenas la Cancillería canadiense responda, se producen los términos y entra en vigencia el primer
acuerdo realmente con un país desarrollado. Aunque habíamos también suscrito con Suiza en la última
reunión de Davos, con la Presidenta de Suiza, la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con
Suiza que habíamos negociado y que no había sido ratificado, pero ya hay la decisión de ponerlo en
marcha. El miércoles.

El jueves estuvimos en Washington y el Presidente Obama le dio luz verde al Tratado de Libre Comercio
con Estados Unidos, que para nosotros era un objetivo fundamental. Llevábamos no cinco años, como
se ha dicho, desde el momento en que se firmó el tratado. Llevábamos 20 años tratando buscando ese
Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, desde el momento en que se creó el Ministerio de
Comercio Exterior. Cuando negociamos el llamado G-3 con México y Venezuela, lo negociamos
pensando en que nosotros íbamos a ser parte del Nafta

Y así fue concebido. Las reglas de origen que se negociaron con México y con Venezuela en su
momento, tenían ese propósito: tener unas reglas parecidas a las que se negoció entre Canadá,
Estados Unidos y México, porque nosotros íbamos a ser parte de esa gran área de libre comercio. Por
razones que no viene al caso repetir y que ustedes conocen, eso no se dio. Sin embargo, se negoció el
tratado 15 años después y no se pudo poner en vigencia por la falta de aprobación del Tratado y
presentación en el Congreso norteamericano.

Pues el viernes que eso ya se corrigió, ya se negoció con el Gobierno del Presidente Obama lo que se
denominó plan de acción, en unos puntos en que tenía dificultades el tratado. Puntos que tienen que ver
con el respeto por los derechos laborales, los derechos humanos. Ese plan de acción se aprobó por
parte de los dos países. Eso fue el jueves.

¿Qué esperamos que suceda en los próximos meses? Que en el próximo mes el Gobierno
norteamericano notifique a las comisiones correspondientes que va a presentar el Tratado. Es el
procedimiento interno del Congreso norteamericano.

Hay dos meses en promedio que se toma el Congreso para preparar la discusión sobre el Tratado y
luego tiene el procedimiento del Fast Track. Es decir, el Tratado no se puede modificar. Esperamos que
este Tratado sea aprobado por el Congreso diría que a más tardar en septiembre. Eso fue el jueves con
el Presidente Obama.

El sábado con el Presidente Chávez, de Venezuela. El 21 de abril formalmente Venezuela deja de hacer
parte de la Comunidad Andina de Naciones. Sobre la jurisprudencia de esa Comunidad era que nuestro
comercio se estaba administrando entre Colombia y Venezuela. Tratado de Libre Comercio que me
correspondió precisamente negociar hace cerca de 17 – 18 años.

Entonces nos quedábamos sin un paraguas jurídico para poder fomentar nuevamente un comercio, que
para Colombia fue muy importante. Que se suspendió por las razones que ustedes conocen y que ahora
estamos empeñados en restablecer. Aunque les hemos dicho a los exportadores colombianos que es
muy posible que no lo vayamos a restablecer en las magnitudes que tuvimos hace unos años, pero que
sí sigue siendo un país con un enorme potencial para Colombia y con un mercado que para nosotros es
natural.

El sábado decidimos extender ese paraguas jurídico para mantener la estructura formal para que
nuestro comercio fluya y darles tiempo a los negociadores para acordar un nuevo tratado de libre
comercio con Venezuela.

Venezuela fue durante mucho tiempo el segundo país más importante para nosotros en términos
comerciales, y el primer país productor de manufacturas y de productos con valor agregado. Más
importante que Estados Unidos. Por eso ahí hay potenciales enormes.

Sin embargo, por lo que hemos vivido en los últimos tiempos, los exportadores colombianos aprendieron
a diversificar sus exportaciones y hoy en día todo lo que ganemos con Venezuela es una ganancia neta.
Es decir, a pesar de que el comercio con Venezuela ha estado estancado, nuestras exportaciones
siguen creciendo.

Solamente en estos dos últimos meses las exportaciones crecieron más del 30 por ciento frente al año
pasado. Y en las no tradicionales, que es lo que más nos interesa, crecieron cerca del 12 por ciento sin
Venezuela.

Ustedes pueden imaginarse que una vez comenzamos a crecer en Venezuela, eso va a potenciar
mucho las exportaciones.
El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, hemos calculado que eso aumenta las exportaciones
totales de Colombia en un 6 por ciento, y genera un incremento del comercio bilateral del orden de 6
billones de dólares.

Estamos listos a profundizar la integración que tenemos con Chile, con Perú y con México, dentro un
grupo que se llama el Arco Pacífico. Esa es una decisión que tomamos los presidentes en la última
Cumbre Iberoamericana en Mar del Plata. Nos vamos reunir supuestamente el 28 de abril para tomar
esa decisión de profundizar en la integración entre estos cuatro países.

Tenemos la decisión también de seguir adelante y de seguir empujando el Tratado de Libre Comercio
con Europa.

El Ministro de Comercio, que está con nosotros hoy, viaja esta tarde a Bruselas. Va a firmar, a inicializar
el texto de formal del Tratado que tiene que repartirse entre los 25 países y traducirse creo que a 25
idiomas. Es un proceso que toma un tiempo.

Pero es un paso que era muy importante, porque una vez se cumpla con ese trámite pasará a la
comisión, para luego ser puesto a consideración del Parlamento Europeo, donde hemos recibido un
apoyo muy importante, por ejemplo, de los eurodiputados españoles de ambos partidos.

Creemos que ese tratado no debe tener ningún problema en probarse. Y esperamos, es algo que a
ustedes les interesa mucho, que ese Tratado esté ya en vigencia ojalá a principios del año entrante.

De manera que en la parte comercial tenemos bastante claro el camino y estamos explorando.

Hemos avanzado los tratados con el Asia, hemos avanzado con Corea, estamos explorando la
posibilidad de hacer algo con China, de hacer algo con Japón.

Porque es parte de nuestro interés estratégico, como lo es del mundo entero. Hoy el Presidente
Zapatero está en la China. Porque el Asia se ha convertido en un motor también del desarrollo y del
crecimiento de la economía mundial y nosotros queremos participar en esos mercados.

Pero, como les decía, todo esto es un medio, no un fin en sí mismo. El fin es atraer inversión para
generar prosperidad, para generar riqueza. Es ahí donde entran las empresas españolas y los
inversionistas extranjeros.

Nosotros hemos puesto en marcha el Plan de Desarrollo, que está en este momento siendo discutido en
el Congreso. Es tal vez por primera vez un Plan en Colombia que tiene total coherencia dentro de sus
diferentes objetivos.

Me explicó en ese sentido. ¿Qué quiere decir por primera vez tiene coherencia? Porque generalmente
los Planes de Desarrollo se hacían sumando los planes de cada sector. Entonces en cada sector hay un
plan. Entonces lo pone en el Plan de Desarrollo. Y el otro sector tiene su plan y lo pone en el Plan de
Desarrollo.

En esta ocasión quisimos que fueran coherentes para que no entraran en contradicción un sector con
otro, que era un poco lo usual. Por eso es un plan muy coherente, donde los diferentes factores se
complementan los unos a los otros para lograr los objetivos. Unos objetivos ambiciosos. Objetivos que
tienen que ver mucho con la parte social también. Y donde queremos poner al país en un camino de
crecimiento sostenido alto, que es a donde quieren llegar la mayoría de los países del mundo, por
supuesto.

Si el plan tuviéramos que resumirlo en tres objetivos fundamentales, los podría describir de la siguiente
forma: continuar con la política de seguridad. Es decir: mantener la política de Seguridad Democrática
que el Presidente Uribe puso en marcha, donde tuve el honor y el privilegio de participar como Ministro
de Defensa, que ha sido la base para esta transformación que ha tenido Colombia en los últimos años.
Como les decía, eso tiene que ser un objetivo permanente.

Con el Presidente Uribe nos unen muchas cosas, entre ellas un postulado de los propios romanos
cuando se invitaron la República, cuando decían que la seguridad debe ser la primera ley de la
República. Sin esa ley aplicada a cabalidad, las demás leyes se vuelven inocuas. Un país que ha sufrido
la falta de seguridad y la falta de ponerle atención a ese postulado, ha sido Colombia. Por eso para
nosotros mantener la seguridad es tan importante.

Ahí tenemos unos desafíos. Todavía las Farc no han sido derrotadas. Estamos ganando, pero no hemos
ganado todavía. Tenemos todavía problemas de narcotráfico. Hemos logrado vencer los grandes
carteles de la droga. Ya ese poder que prácticamente tenían de rodillas a la democracia colombiana,
eso es historia patria. Eso ya es del pasado. Sin embargo seguimos teniendo problemas.

Más seguridad es uno de los objetivos. Y menos pobreza y más empleo. Y empleo formal. Más empleo
y empleo formal es por supuesto algo que todos los países también buscan. Parte de la competencia a
nivel mundial, en un mundo globalizado, tiene que ver con eso: con generar empleo y bienestar a la
población.

Nosotros tenemos ahí un gran desafío. Tenemos unas de las tasas de desempleo más altas de América
Latina. Y tenemos la informalidad demasiado alta. Si queremos que la economía sea viable en el largo
plazo, tenemos que hacer algo que España hizo con mucho éxito, y queremos aprenderle de la
experiencia española, que fue ir formalizando su economía cada vez más. Ahí hay un gran desafío.
Parte del Plan de Desarrollo tiene que ver con ese aspecto de crear empleo formal.

Y menos pobreza. Tenemos una distribución del ingreso y unos desequilibrios sociales que son, y lo
digo con toda la franqueza, son vergonzosos para un país como Colombia.

Dentro de América Latina somos de los países más desiguales. Y America Latina es una de las regiones
más desiguales del mundo. Eso es un obstáculo para desarrollo de largo plazo. Está comprobado que a
un país que tiene ese tipo de desequilibrios, le queda más difícil el desarrollo sostenibles.

Por eso estamos atacando ese problema con medidas concretas, con planes concreto. La pobreza
extrema la queremos reducir, por ejemplo, del 16,5 por ciento a menos del 9 por ciento en los próximos
tres años y medio. Sabemos exactamente cómo hacerlo. Tenemos contabilizadas el número de familias
que queremos sacar de la pobreza extrema.

Tenemos además en marcha una serie de reformas que van disminuir los desequilibrios regionales, que
son también muy importantes para que el desarrollo del país sea más armónico hacia el futuro.

Están en discusión en el Congreso una serie de reformas, entre ellas la reforma a las regalías. Eso era
algo impensable hace poco tiempo. Gracias a un aspecto que creo que ustedes valoran mejor que
nadie, y es la gobernabilidad que hemos logrado construir en Colombia.

Estamos dándonos el lujo de poder aprobar legislaciones y reformas en el Congreso que antes eran un
sueño o eran imposibles políticamente de aprobar, pero que son muy necesarias para el país.

La reforma a la regalías es una de ellas. Las regalías las vamos a distribuir en una forma mucho más
equitativa, dándoles a las regiones más pobres unas preferencias. Son unas regalías que están
creciendo y que van a constituir una fuente muy importante de financiamiento para el desarrollo regional.

Otra ley que estamos aprobando, que llevamos 19 intentos y nunca ha sido probada, pero que la vamos
a aprobar ojalá en esta legislatura. Es el llamado plan de ordenamiento territorial, que es la creación de
las regiones, para poder tener una concepción de desarrollo por regiones. Algo que ustedes aquí
conocen mejor que nadie. Así el desarrollo de hace más armónico y más fácil. Y más efectivo sobre
todo.

Los planes de desarrollo que tienen visión regional en lugar de visión más pequeña, son planes que a la
larga dan mejores resultados.

En todo este proceso, una de las condiciones necesarias, no es la única, pero esa condición es
necesaria para lograr ese objetivo, es tener un crecimiento alto.

Hemos identificado unas fuentes de crecimiento. El crecimiento no se da por generación espontánea.


Nosotros mismos sufrimos el pecado de creer que los mercados iban a escoger a aquellos sectores que
iban a ser los motores del desarrollo. Y resulta que la historia nos ha enseñado que hay que inducir o
por lo menos estimular ciertas fuentes de crecimiento.

Nosotros hemos decidido identificar cinco fuentes de crecimiento, que las hemos llamado las cinco
locomotoras. Tres de ellas son fuentes de crecimiento donde el país está rezagado, se ha quedado
atrás frente a lo que deberíamos haber logrado con nuestro nivel de desarrollo. Y que solamente
poniéndonos al día, eso genera un crecimiento alto y, a su vez, es un gran estímulo para el crecimiento
posterior.

Esos tres sectores que identificamos desde un principio dentro de las cinco locomotoras donde estamos
rezagados. La vivienda. Tenemos un déficit grande y creciente en materia de vivienda y por eso hemos
decidido que vamos por lo menos a más que duplicar el número de viviendas que vamos a construir
cada año. Nos hemos puesto unas metas muy ambiciosas y las estamos comenzando a cumplir. ¿Y por
qué digo que esta es una locomotora muy importante? Porque la vivienda jalona 32 industrias y es una
actividad que genera mucha actividad adicional en materia económica. Esa es una primera locomotora.

Una segunda locomotora es la parte agropecuaria. Colombia es un país con vocación agrícola por
excelencia. De los pocos países que tienen hoy en el mundo una gran posibilidad de aumentar su tierra
cultivable sin destruir bosques tropicales, que por la inseguridad y la falta de presencia del Estado eran
tierras de nadie, baldíos, que hoy con pequeñas inversiones o inversiones marginales pueden
convertirse en grandes productoras de alimentos en un mundo donde cada día hay más necesidad de
alimentos, sobre todo cuando uno ve uno los crecimientos de la China, de la India, de Indonesia.

Ahí hay otra locomotora que ya hemos identificado, que ya está poniéndose en marcha. Ahí está
también para aprobación en el Congreso una ley bastante audaz, una ley que tiene que ver con la
reparación de las víctimas de la violencia y la restitución de tierras a aquellos campesinos que fueron
desplazados por la violencia, por los narcotraficantes, los paramilitares, la propia guerrilla.

Lo que hemos querido y estamos poniendo en marcha son asociaciones productivas entre grandes
empresarios y pequeños campesinos. Esa concepción de poner a producir el campo en dos esquemas
que son complementarios, no los consideramos para nada excluyentes, sino complementarios. Ya está
funcionando en algunos sectores y creemos que hay un enorme potencial para invertir y para producir.
Entonces esa es una segunda locomotora.

Una tercera locomotora que tiene que ver con la actividad de muchos de ustedes, está en el área de la
de infraestructura, donde por diversas razones también estamos muy rezagados y donde queremos dar
ese salto, como el que dio España en su momento, para ponernos a tono y volver al país mucho más
competitivo.

Ahí estamos buscando desesperadamente inversión y obras. Aquí es donde creo que las necesidades
de muchos de ustedes que tienen gran capacidad, que tienen gradan experiencia e inclusive tienen
maquinaria ociosa, porque no hay la demanda que tenían ustedes en el futuro reciente, pues allá hay
una demanda muy importante.

Entonces si trasladamos ese conocimiento y esa tecnología, inclusive esa maquinaria a Colombia, eso
sería un gana-gana para todo el mundo y ese es parte de mi mensaje aquí.

Por financiación casi que no hay problema. Nosotros preferimos, por la parte fiscal, el ideal es las obras
por concesión, porque no tenemos ese limitante fiscal. Preferimos más concesión que obra pública.
Sabemos que vamos a tener que hacer obra pública y ahí tenemos recursos. Pero la concesión para
nosotros es el vehículo más idóneo y más conveniente en este momento. Esas son tres de las
locomotoras.

La cuarta locomotora es una locomotora que ya está marchando a una velocidad importante. Está
creciendo a un promedio del 12 – 13 por ciento, donde hay un interés creciente del mundo entero, que
tiene que ver con la energía y la minería: el petróleo, sobre todo carbón, y la minería en general.

En buena parte la inversión que ha llegado a Colombia ha llegado a esos sectores. Queremos que la
inversión que llegue no se concentre en esos sectores, aunque no les estamos diciendo, ni mucho
menos, a los inversionistas en petróleo y en minería que no son bienvenidos. Por supuesto que son
bienvenidos, pero tenemos que tener mucho cuidado con concentrar demasiado la inversión en ese
sector. La enfermedad holandesa la queremos evitar. Hemos visto que hay cierto comienzo de síntomas
de enfermedad holandesa que, por supuesto, no queremos que nos afecte en el largo plazo.

Esa locomotora ya va marchando. Esa locomotora va a tener cada vez también más espacio. En la
parte de la minería estamos haciendo una especie de reformas institucionales para poder tener una
regulación, unas instituciones parecidas a las que se crearon con el petróleo, con la Agencia Nacional
de Hidrocarburos, para tener unas reglas de juego claras y estables.

La quinta locomotora es algo que toda América Latina debería asumir como un gran reto, donde hay un
tremendo potencial para crecer también, es el campo de la innovación. La innovación es hoy lo que
realmente está moviendo a muchos sectores económicos. En Colombia como en América Latina la
productividad de la economía es relativamente baja. Por eso en la mediada en que nosotros podamos
fomentar la innovación, eso como factor de crecimiento va a ser muy importante.

Pensando en eso, dentro de la reforma de las regalías le vamos a destinar un 10 por ciento de todas las
regalías, y es la única destinación específica de las regalías, a las inversiones en ciencia y tecnología a
nivel regional.

Ahí hay también una gran oportunidad. Aquí hay una gran tecnología por ejemplo en energía solar, en
energía eólica, en muchos frentes donde España podría apalancar con inversión española e inversión
colombiana y con la facilidad que el Estado quiere darles para que esos procesos se puedan desarrollar.

Esas cinco locomotoras son lo que va a jalonar lo que nosotros llamamos vagones del comercio, de la
industria, en donde está concentrado el empleo.

Paralelamente, por supuesto, hay políticas transversales. Una de ellas es la educación. Cualquier país
que quiera tener un futuro promisorio tiene que invertir en educación. Ahí, con la Ministra de Educación,
hemos hecho énfasis en que el Gobierno del Presidente Uribe hizo un gran paso muy importante en
lograr una universalización de la educación a nivel básico, un 100 por ciento de cobertura.

Nos queda mucho por hacer en materia de educación superior. Hay una ley que en estos momentos
estamos presentando, que ha sido muy controvertida pero que es muy necesaria para aumentar la
oferta de la educación superior.

Tenemos que hacer un gran esfuerzo en la educación superior técnica, tecnológica, porque tenemos
unas proporciones que están a la inversa: no sé cual será la proporción aquí en España, pero países
desarrollados tienen 70 por ciento de educación técnica y tecnológica y 30 por ciento universitaria.
Nosotros tenemos la inversa: 70 por ciento o 65 por ciento universitaria y solamente 30 ó 35 por ciento
técnica y tecnológica. Por eso le estamos dando una gran importancia a la educación técnica y
tecnológica para poder sentar la base de la mano de obra y del empleo productivo. Esa es una política
transversal.

Otra política transversal tiene que ver con el medio ambiente. Somos un país muy rico en materia de
medio ambiente y diversidad. Lo que les reclamo a todos los inversionistas, y la única condición que les
pongo cuando van a Colombia, es que sean responsables ambientalmente y socialmente. Del resto son
bienvenidos como socios. Pero la responsabilidad ambiental y la responsabilidad social son condiciones
que para mí Gobierno son fundamentales en cualquier inversionista.

Para todo este plan que tenemos bien concebido, tenemos la oportunidad única de tener una gran
gobernabilidad. Hoy en día hemos logrado crear una coalición que hemos llamado de Unidad Nacional,
donde están representados los cuatro principales partidos políticos. Hay un apoyo del Congreso cercano
al 85 por ciento, que nos ha facilitado mucho la aprobación de reformas que, como les decía hace un
momento, era imposible de pensar que pudieran ser aprobadas.

Por eso digo que hay unas circunstancias muy especiales, en un mundo donde América Latina está
surgiendo como un continente donde el potencial es enorme, donde el mundo está buscando lo que
América Latina tiene: energía, agua, biodiversidad, población joven, producción de alimentos. Eso es
algo que para nosotros representa una enorme oportunidad y donde las empresas españolas pueden
ser socias.

¿Cuál es nuestra actitud frente a la inversión extranjera, que es lo que queremos buscar? Por eso reglas
de juego estables son para nosotros fundamentales: que ustedes sientan que aquí hay un país serio, un
país donde el Gobierno es predecible. Nosotros queremos para los inversionistas ser un país aburrido
porque somos predecibles. Es decir, tenemos las reglas de juego claras.
Garantía de no cambiar las reglas de juego. En la medida de lo posible, por supuesto. A veces hay que
cambiar algunas reglas de juego. Las circunstancias van obligando a ciertos cambios. Pero en la medida
de lo posible, nuestra intención es tener una cancha de juego equitativa, estable y predecible. Eso es lo
que queremos ofrecerles para que sean socios de ese gran potencial que tenemos.

Finalmente la parte de las relaciones internacionales. Cada vez el mundo está más globalizado.
Colombia duró 40, 45, 50 años defendiéndose en su política internacional de una realidad que estaba
siendo reflejada en las carátulas de las revistas, en los titulares de los periódicos. Todavía. Esta mañana
venía de una entrevista en la televisión española y seguían con el cuento de los derechos humanos, de
los falsos positivos, de esa imagen que Colombia durante tanto tiempo le tocó sufrir y le tocó defenderse
de esa imagen.

Pero hoy Colombia es un país diferente, donde estamos irrumpiendo en el escenario internacional con
un peso específico. En la última reunión del BID, dividían a América Latina como en dos grandes
clusters: cluster México y cluster Brasil. Y enumeraban a los países que pertenecían a uno y a otro.
Colombia se está especializando es como en una especie de bisagra entre esos dos clusters. Somos un
país que además tiene una ubicación privilegiada: el único país de Suramérica que tiene costas en los
dos océanos. Y podemos jugar un papel, como lo estamos jugando. Estamos en este momento
presidiendo, quién lo iba a pensar, Unasur. Al mismo tiempo presidimos la Reunión de Mesoamérica.
Mesoamérica es México y todo Centroamérica. Y ahora con Tratado de Libre Comercio con Estados
Unidos, pero al mismo tiempo vamos a tener un Tratado con Europa.

Entonces estamos jugando un papel de bisagra dentro de esas grandes zonas de América Latina, pero
donde también a nivel internacional Colombia está ahora haciendo parte del Consejo de Seguridad de
las Naciones Unidas.

Estamos queriendo ser revelantes en el escenario internacional. En materia de biodiversidad, por lo que
representamos, por las alianzas que podemos hacer, también vamos a ser un país muy revelante.

Queremos es simplemente que ustedes como empresarios miren a Colombia como una oportunidad y
decidan ser socios nuestros en este proyecto, en ese sueño que tenemos de que Colombia despegue
finalmente hacia ese desarrollo que los colombianos nos merecemos desde hace mucho tiempo”.

Palabras del Presidente Santos durante el Foro de la Nueva Economía

Madrid, España, 12 abr (SIG). “Permítanme brevemente compartir con ustedes nuestra visión sobre lo
que queremos de Colombia, y donde esperamos que los españoles, los empresarios españoles, pero
los españoles en general, participen de esa visión y compartan con nosotros ese futuro halagüeño que
estamos viendo para nuestro país.

La economía internacional está pasando por una situación compleja. La economía está confusa.

Tenemos los problemas del Medio Oriente, del Norte de África; el precio del petróleo sigue subiendo;
tenemos las consecuencias de ese terrible desastre que está viviendo el Japón, que es una de las
economías más grandes del mundo; tenemos los problemas que España y el resto de Europa están
sufriendo como coletazo de esa crisis del año 2008, coletazo que ha significado un crecimiento muy
lento de las economías que tradicionalmente eran el motor del crecimiento de la economía mundial.

Hemos visto el día de ayer cómo el Fondo Monetario le advierte a Estados Unidos el peligro que tiene
para esa economía y para el mundo mantener un déficit de esa magnitud, que tiene hoy Estados
Unidos.

En fin, hay nubes negras en la economía mundial, pero también hay espacios que le dan al mundo una
perspectiva más optimista.

Y paradójicamente, aquellos países que usualmente eran los países donde los capitales se iban
rápidamente como las golondrinas, porque no consideraban  esos países seguros, hoy se han
convertido en el oasis a donde esos capitales van a resguardarse, son los países emergentes.

El Asia y América Latina son las regiones hoy que el mundo entero está viendo como las regiones con
más futuro, donde se está pronosticando el mayor crecimiento.

Asia y América Latina se están convirtiendo en los motores, los nuevos motores del crecimiento a nivel
mundial.

Los países emergentes, que hace pocos años representaban el 20 por ciento del PIB, hoy representan
el 30 (por ciento) y muy pronto van a representar el 35 o el 40 por ciento, si las tendencias de la
economía mundial siguen como las hemos visto en los últimos años.

Dentro de ese panorama está América Latina, y ahí hay como dos grandes torres.

En la última reunión de la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los economistas del
Banco hicieron una presentación bastante interesante, diciendo cómo América Latina se dividiría como
en dos –así lo llamaron- dos cluster: el cluster México y el cluster Brasil, y enumeraron los países que
estaban debajo de cada uno de estos clusters.

Pues bien, dentro de esa división de América Latina, Colombia está exactamente en la mitad. El único
país de Suramérica que tiene costa en el Pacífico y costa en el Mar Caribe. Y estamos jugando el papel
de bisagra de esos dos grandes cluster en América Latina.

Una bisagra que queremos que cada día tenga más dinamismo, que cada día tenga mayor atracción
para la inversión extranjera que tanto necesitamos, que tanto necesita cualquier país si quiere crecer y
si quiere tener un futuro promisorio.

Un periodista me preguntaba hace unos días que por qué yo había sido elegido con los principios del
Presidente Uribe, como un Gobierno que iba a continuar con esas políticas, pero que cuando llegué al
poder cambié de manera de pensar, y por qué estoy aplicando políticas diferentes.

Esa pregunta está equivocada, la forma de preguntar es equivocada.

Si algo estamos haciendo en este momento es precisamente continuar con las políticas fundamentales
que puso en marcha el Presidente Uribe, quien aquí en este mismo salón, hace algún tiempo, algún par
de años, esbozo de forma muy clara su visión sobre Colombia.

Y él tenía una forma de proyectar lo que él quería hacer en Colombia, y tenía tres ejes fundamentales, y
voy a tratar de explicarles por qué en Colombia no ha habido solución de continuidad, todo lo contrario,
lo que estamos haciendo es continuando con una política aceptada que puso en marcha el Presidente
Uribe, pero agregándole valor  a esa política, precisamente porque el éxito que ha tenido Colombia en
los últimos años en materia de seguridad nos han permitido, y nos podemos dar el lujo de agregar en
nuestra agenda otros temas que antes no eran prioritarios.

El Presidente Uribe, aquí mismo, dijo que su política podría resumirse en tres temas fundamentales: el
tema de la seguridad democrática, el tema de la confianza inversionista y el tema de la cohesión social.

Pues bien, lo que quiero explicarles a ustedes es que esos tres temas son temas que mi Gobierno está
continuando y fortaleciendo, y le estamos agregando algunos ingredientes para que esas tres políticas
sean más exitosas.

Seguridad democrática, una política de defensa a los derechos humanos

El tema de la seguridad democrática. La palabra democrática no es un simple adjetivo, la palabra


democrática tiene dos significados: la seguridad para todos los colombianos y la seguridad dentro de
una política de respeto a nuestra Constitución y a nuestras leyes, el respeto por los derechos humanos.

La política de seguridad democrática en el fondo es una política de defensa de los derechos humanos
de los colombianos, comenzando por el derecho más importante, que es el derecho a la vida, el derecho
a la libertad, el derecho a poderse expresar en forma libre, sin tener ningún temor.

Esta política de seguridad democrática la estamos continuando y la estamos fortaleciendo.

Todos los indicadores, todos los indicadores en materia de seguridad en el país, que durante el
Gobierno del Presidente Uribe tuvieron una mejoría extraordinaria, siguen su tendencia positiva. En
materia de homicidios, en materia de secuestros, en materia de extorsiones, en materia de hurtos,
cualquiera de los indicadores que se utilizan normalmente para medir la seguridad del país, eso
continúa mejorando.

Reconocemos que no estamos todavía en el paraíso, reconocemos que grupos terroristas como las
Farc no han sido derrotados; estamos ganando pero no hemos ganado todavía.

Ese paraguas de la Constitución y de las leyes, del respeto por los derechos humanos, también lo
hemos continuado.

Hoy en día Colombia es una democracia donde el respeto por los derechos humanos es una prioridad.

Nuestras Fuerzas Militares, nuestras Fuerzas Armadas, nuestra Policía, nuestro Ejército, nuestra
Marina, hoy son reconocidos como instituciones que han asimilado el respeto por los derechos humanos
como pocas instituciones, y en un tiempo muy corto les ha permitido poder decir que su legitimidad se
ha acrecentado en los últimos años.

No en vano, no en vano, cuando hacen cualquier tipo de encuesta sobre la popularidad, la favorabilidad
de las instituciones en Colombia, quienes siempre aparecen en primer lugar, por encima de los medios
de comunicación, por encima de la propia Iglesia, son las Fuerzas Armadas de Colombia.

Eso demuestra cómo ha evolucionado la imagen que algunos han querido imponerle a nuestras Fuerzas
Armadas, pero eso refleja también cómo las Fuerzas Armadas se han venido ganando el corazón del
pueblo, y cómo su legitimidad cada día es mayor.

Pues eso es lo que nosotros hemos continuado, y es lo que queremos fortalecer cada vez más para
lograr un país en paz, un país pacífico.

Como decía, no hemos llegado al otro lado del río, nos falta todavía, todavía hay zonas en el país donde
hay problemas, pero vamos avanzando con legitimidad, sin retroceder, hasta llegar –que ese es el
sueño de todos los colombianos- a tener un país totalmente pacificado.

En ese proceso tenemos el apoyo del pueblo colombiano.

El 97 por ciento del pueblo colombiano rechaza a estos grupos terroristas, por eso nuestro mandato –y
así salimos elegidos- es el de continuar dándole cada vez más seguridad a los colombianos, por una
sencilla razón, porque con el Presidente Uribe lo discutimos muchas veces, compartimos un precepto
fundamental que los propios romanos lo decían cuando se inventaron la República: La primera Ley de la
República debe ser la de seguridad; si esa ley no funciona eficazmente, las demás leyes se vuelven
inocuas.

Por eso ustedes pueden tener la total seguridad que nosotros vamos a continuar con esa política de
seguridad democrática, donde yo tuve el inmenso honor de participar como parte fundamental del
Gobierno del Presidente Uribe en la aplicación de esa política.

Confianza inversionista y Plan de Desarrollo

El segundo tema que el Presidente Uribe mencionaba: la confianza inversionista. Eso es exactamente lo
que hemos venido haciendo en estos últimos ocho meses, tratando de abonar el terreno para que los
inversionistas del mundo entero, entre ellos los españoles, vean a nuestro país como un país donde vale
la pena invertir, donde vale la pena arriesgar sus capitales, donde vale la pena ir a producir, porque eso
para nosotros es el fundamento de la competencia en un mundo cada vez más globalizado.

En un libro fascinante que acaba de publicar Francis Fukuyama, él decía cómo a través de la historia,
antes, la competencia entre los países era por la primacía militar y las estrategias militares, pero que en
el mundo de hoy la verdadera competencia se da por la tecnología, por la competitividad, por la
inversión. Por eso, para nosotros atraer inversión, hacer sentir a los inversionistas como en su propia
casa, es una política fundamental.

¿Y qué estamos haciendo para eso?

Estamos acabando de arreglar esa casa, de volverla cada vez más atractiva a través de políticas que
nos aseguren un crecimiento alto, sostenible en el tiempo, y poniendo en marcha políticas que a los
inversionistas les den garantías y se sientan seguros con estabilidad en las reglas de juego.

Yo digo con cierto humor que si una persona dicen que es predecible, la reacción es: ‘esa persona debe
ser muy aburrida si es predecible, si uno sabe exactamente lo que va a decir, lo que va a hacer’.

Pues bien, en materia de inversión extranjera nosotros queremos volvernos un país aburrido, o sea un
país predecible, un país donde sepan que las reglas de juego son claras y son estables.

Y para eso hemos puesto en marcha todo un Plan de Desarrollo, y están   siendo aprobadas por el
Congreso una serie de reformas que están abonando el terreno para que cada vez más el país sea más
atractivo para la inversión, para el crecimiento.

Porque además, dentro del tercer objetivo, la cohesión social, la parte social, si no hay riqueza, si no hay
una economía que produzca bienestar, ese bienestar no se puede repartir, no se puede ser socialmente
más aceptable.

Ese Plan de Desarrollo se puede resumir –así como lo resumía el Presidente Uribe en tres puntos-
nuestro Plan de Desarrollo se puede resumir en más seguridad, más empleo formal y menos pobreza.

Y ahí hemos puesto en marcha unas series de políticas, que tal vez por primera vez en la historia de
nuestro país, desde que la Constitución del 91 obliga a la presentación de un Plan de Desarrollo que en
este momento se está discutiendo en el Congreso, por primera vez se ha elaborado un Plan de
Desarrollo coherente, que se complementa.

Los diferentes capítulos del Plan tienen una relación íntima, una corelación uno con el otro. Antes el
Plan de Desarrollo era una sumatoria de lo que cada sector necesitaba o pensaba que iba a hacer. En
este Plan lo que hemos hecho es que sea un plan integral, donde todo sea como un motor, donde todo
esté coordinado con el resto. Por eso es que es coherente.

Y ese Plan lo estamos haciendo aprobar en el Congreso, que dicho sea de paso, creo que otra de las
estrellas que tenemos en este momento, porque la gente dice que las estrellas están alineadas sobre
Colombia, una de esas estrellas es la gobernabilidad.

Logramos en el Congreso y en el país generar un Gobierno que hemos llamado de Unidad Nacional.
Los cuatro partidos principales, los partidos políticos están respaldando la política del Gobierno, están
respaldando ese Plan de Desarrollo. Tenemos cerca del 85 por ciento de apoyo en el Congreso, lo cual
nos ha permitido aprobar reformas que antes eran un sueño, que nadie se había atrevido a presentar al
Congreso porque era un imposible político.

Por eso ahorita estamos haciendo aprobar por fin reformas como por ejemplo el régimen de regalías,
para distribuir mejor unas crecientes regalías que estamos recibiendo por la inversión que está llegando
en minería, en petróleo.

Una reforma que tiene que ver con el ordenamiento territorial, para que el desarrollo sea un desarrollo
concebido por regiones, que es un desarrollo mucho más efectivo; diecinueve veces se ha presentado
esta reforma y diecinueve veces ha fracasado.

Pues esta vez no va a fracasar y ya tenemos unas mayorías amplias para poder aprobar esa reforma.

En fin, tenemos esa gobernabilidad, por fortuna, y queremos aprovecharla para seguir abonando el
terreno y mejorando la casa para que esa inversión extranjera e inversión también nacional sea cada
vez mayor.

Ya hemos tenido un éxito importante: somos el país en América Latina con el crecimiento más alto en
inversión extranjera de cualquier país. Luego ese liderazgo lo queremos mantener y acrecentar.

Ese Plan de Desarrollo, requiere una serie de condiciones, una de ellas es un crecimiento alto, un
crecimiento sostenido y el crecimiento no se da por generación espontánea, el crecimiento no se da
simplemente porque uno dice: ‘aquí hay unos planes coherentes y entonces el crecimiento se produce’.

No, la historia nos ha enseñado –y sobre todo la crisis que algunos países han vivido en los últimos
años- que el mercado sólo no es la solución.
Por eso, como lo dijo el señor Rojas: aquí lo que yo pienso es que la tercera vía donde el Estado se
hace presente cuando el mercado no funciona, es esa situación.

En el caso de mi país sí que lo necesitamos: dejar que el mercado opere, pero cuando no opera
tenemos que poner el Estado a funcionar.

Un Estado efectivo, un Estado con buen gobierno, un Estado transparente, ese es el tema de la próxima
Cumbre Iberoamericana.

En América Latina sí que necesitamos mejorar la eficacia de nuestros Estados.

Y estamos haciendo una reforma profunda dentro del Estado colombiano. Yo he tenido esa obsesión
desde el inicio de mi carrera pública. Tengo una fundación que se llama la Fundación Buen Gobierno,
dedicada a hacer que el Estado sea efectivo.

Si uno tiene un Estado efectivo y un mercado cada vez funcionando mejor, ahí se producen los
resultados.

Y en ese orden de ideas pues hemos identificado las fuentes del crecimiento: el Estado tiene que por lo
menos identificar esas fuentes de crecimiento y darles ciertos estímulos.

Locomotoras para el crecimiento económico

Identificamos cinco fuentes de crecimiento económico para ese crecimiento sostenible, como condición
básica para poder tener buenos resultados en el Plan de Desarrollo, cinco sectores que hemos llamado
las locomotoras.

Tres de ellos son sectores donde estamos rezagados como país, donde simplemente desatrasarnos ya
representa un paso importantísimo.

Un sector es el sector de la vivienda, en donde tenemos un déficit creciente del número de viviendas
frente a la demanda de la población. Ahí ya tenemos en marcha un plan para duplicar, por lo menos, el
número de viviendas.

Y ese sector de la construcción jalona 32 industrias más. Un gran generador de crecimiento económico.

Un segundo sector es el sector de la infraestructura.

La infraestructura en Colombia esta muy atrasada. Ahí los empresarios españoles sí que nos pueden
ayudar, y hay unas oportunidades enormes.

Lo que España hizo en materia de infraestructura en un tiempo relativamente corto, es algo que
nosotros queremos hacer en Colombia.

Por eso, uno de los propósitos fundamentales y concretos de esta visita es decirles a los empresarios
españoles que tienen que ver con la infraestructura, que hoy donde hay lucro cesante –y hay bastante
lucro cesante, porque el crecimiento en España y en Europa no es el mejor- donde hay capacidad
ociosa, allá en Colombia hay una gran demanda y ahí hay una enorme oportunidad para hacer
negocios, negocios productivos, y ganar de lado y lado grandes beneficios.

Esa infraestructura en carreteras, en puertos, en aeropuertos, infraestructura en materia de tecnología,


toda esa infraestructura es la que queremos nosotros adelantar y fortalecer.

Una tercera locomotora es la industria agropecuaria, el campo.

Colombia es uno de los pocos países del mundo con un terreno amplio para aumentar la producción de
alimentos, en un mundo que está entrando en una crisis de alimentos, crisis que se va agravar a medida
que pasa el tiempo, porque a medida que pasa el tiempo más chinos, más indonesios, más
latinoamericanos van a entrar a ser consumidores de alimentos.

Y ahí hay una gran oportunidad. Colombia tiene esa vocación agrícola, y como les decía, una tierra
amplia, fértil para poder producir alimentos sin sacrificar nuestros bosques tropicales. Ahí hay otra
locomotora muy atractiva y muy interesante.

Una cuarta locomotora tiene que ver también con la minería y el petróleo.

Colombia tiene una gran oportunidad de crecer su inversión en la minería y en el petróleo. Esa
locomotora ya va marchando a un ritmo bastante aceptable de 12, 13, 14 por ciento está creciendo, pero
ahí está concentrada una parte importante de la inversión en este momento. Queremos diversificarla en
otros sectores para no sufrir de la enfermedad holandesa, pero ahí hay también un vagón de
oportunidad.

Y la quinta locomotora es la innovación.

América Latina en general tiene una productividad de su economía muy baja. Solamente haciendo las
cosas mejor, innovando, el potencial y el crecimiento de América Latina es enorme, y en Colombia
también.

Y por eso estamos, por ejemplo, en la reforma a las regalías. La única destinación específica de unas
regalías crecientes, y muy importantes, el 10 por ciento lo vamos a dedicar, por Constitución, a la
ciencia y a la tecnología.

Y eso nos debe dar una base para hacer cada vez más innovadores, y eso hace que la economía sea
cada vez más productiva y más competitiva.

Esas cinco locomotoras: vivienda, infraestructura, sector agrícola, la minería y el petróleo, y la


innovación, deben sostener la economía con un crecimiento por encima del 5 y medio, 6 (por ciento).
Este año esperamos crecer por encima del 5 y medio por ciento, ojala el 6 por ciento.

Y eso jalona los vagones del comercio, de la industria, donde queremos es  generar empleo y empleo
formal.

Uno de los grandes retos que tenemos nosotros es el empleo formal. La  informalidad de la economía es
un obstáculo para la sostenibilidad de nuestro crecimiento de largo plazo.

Y ahí estamos también queriendo aprender mucho de España.

España formalizó su economía también en un tiempo relativamente corto, y ahí tenemos un desafío
muy, muy importante.

Esas locomotoras y ese crecimiento también tenemos que traducirlo en bienestar para la mayoría de los
colombianos.

Reducción de la pobreza y la desigualdad

Y esa la otra pata de ese trípode de nuestro Plan de Desarrollo: menos pobreza, menos desigualdad.

Colombia es un país muy desigual, con grandes desequilibrios. América Latina ya de por si es un
continente que tiene ese gran defecto: hay unas enormes inequidades, y dentro de América Latina,
Colombia es uno de los países más desiguales.

Por eso, si ustedes me preguntan cuál es mi prioridad dentro de todo eso, yo diría que esa pata, el
avance en los indicadores sociales, menos pobreza más equidad.

Para eso hemos puesto en marcha toda una política concreta.

Por ejemplo, nosotros tenemos una pobreza extrema totalmente inaceptable: el 16 y medio por ciento de
nuestra población vive en pobreza extrema, queremos bajar esa pobreza extrema a menos del 9 por
ciento en los próximos tres años y medio.

Tenemos diseñados planes concretos con número de familias, 350 mil familias, y tenemos ubicadas
esas familias en el territorio nacional, para hacer de nuestro país un país más equitativo, porque eso
también es un obstáculo para el crecimiento.

Está comprobado por todas las teorías económicas que a un país con desigualdades extremas le queda
mucho más difícil crecer de forma sostenida.

Por eso, también una de las condiciones fundamentales de nuestro plan es combatir la desigualdad.

Estamos poniendo en marcha una ley muy audaz, una ley que tiene que ver con la reparación de las
víctimas de la violencia y con la restitución de tierras.

La gente se pregunta por qué esta ley.

¿Por qué estamos nosotros en este momento apostándole a la reparación de las víctimas y a la
restitución de las tierras de aquellos campesinos que fueron desplazados por la violencia, si nuestro
conflicto no ha terminado?

La razón es muy sencilla y muy fácil de explicar.

Con esa ley, reparar unas víctimas que han sufrido en las últimas décadas –casi siglos- la violencia en
Colombia, porque ha sido uno de los países más violentos del mundo, con eso vamos a sanar heridas,
sanar las heridas que se han venido abriendo y creciendo a través del tiempo, precisamente por la
violencia que nos ha azotado.

En la medida en que nosotros podamos comenzar a reparar esas víctimas y podamos sanar esas
heridas, vamos a poder ver el futuro con mucho más optimismo y dedicarnos más a trabajar por el futuro
que a pensar en el pasado.

Hay diferencias fundamentales entre los asiáticos y los latinoamericanos que muchos escritores
señalan, una de ellas es –miren lo curioso- los asiáticos piensan el 80 por ciento del tiempo en el futuro
y solamente se dedican a pensar y a hablar el 20 por ciento del tiempo sobre el pasado.

En América Latina es a la inversa: nosotros hablamos el 80 por ciento de nuestro tiempo sobre el
pasado y solamente el 20 por ciento sobre el futuro.

Pues bien, yo creo que Colombia y que América Latina pensemos más en construir futuro, pensemos
más en cómo podemos construir un mejor futuro, en lugar de estar sacándonos los clavos sobre el
pasado.

Yo digo que no quiero que en cada plaza de cada pueblo en Colombia haya unas madres de la Plaza
Primero de Mayo clamando por su justicia, después de la violencia que hemos vivido.

Y una forma para evitar eso es reparando a las víctimas, y devolviéndoles la tierra a aquellos
campesinos que fueron desplazados por los violentos, por el narcotráfico, por el paramilitarismo, por la
guerrilla, de sus parcelas.

Hay una ventaja: nosotros tenemos tierras muy importantes, muy fértiles, que hemos incautado al
narcotráfico, pueden ser más de dos millones de hectáreas que vamos a devolverles a los campesinos,
ahí no hay que expropiarle a nadie.

Y tenemos baldíos, tierras baldías que podemos titular a esos campesinos, porque hay también un
mensaje muy claro: nadie en Colombia que tenga un título legítimo sobre la propiedad de una tierra,
tiene porque tener el más mínimo temor, todo lo contrario, parte del mensaje y lo que queremos hacer
es garantizar la propiedad privada, garantizar los títulos de propiedad, tener reglas de juego estables en
ese tema.

Pero esa oportunidad la queremos aprovechar y por eso estamos aprobando esa ley que hoy debe estar
discutiéndose en su última fase en el Senado de nuestro país. Ya pasó por la Cámara de
Representantes, ya pasó la primera comisión del Senado, no le falta sino un debate en el Senado para
convertirse en Ley de la República.

Eso nos debe ayudar a pensar más en el futuro, a pensar más en cómo mejorar el bienestar de la
mayoría de los colombianos.

Política proactiva en las relaciones internacionales

Y un paraguas que está cobijando toda está política tiene que ver con nuestras relaciones
internacionales, con nuestra política exterior.

Ahí hemos querido jugar un papel proactivo para mejorar las relaciones con nuestros vecinos y para
colocarnos como país en un sitio de relevancia en la discusión internacional.

Somos un país con activos muy importantes, que infortunadamente el mundo no los ha conocido porque
durante demasiado tiempo nuestra política exterior se redujo a defendernos de los titulares de los
periódicos, de las carátulas de las revistas que nos señalaban como un país paria, como un país
campeón del narcotráfico, del secuestro, de la violencia.

Y no era simple percepción, era una realidad, una realidad que ya quedó en el pasado.

Lo que queremos es mostrar esa nueva realidad colombiana, esa nueva Colombia, y nuestra política
exterior queremos convertirla en una política proactiva.

Por eso, lo primero que dijimos fue: arreglemos los problemas de la región.

¿Quién iba a querer invertir en Colombia si se hablaba de guerra con Venezuela, si se hablaba de
guerra con el Ecuador?

Una región convulsionada, por eso dimos el paso para restablecer las relaciones con Venezuela, con
Ecuador, dentro de un espíritu de respetarnos las diferencias.

Con Venezuela y con el Presidente venezolano tenemos diferencias muy profundas en la manera de ver
las cosas, sobre ciertos temas, pero las personas que se respetan las diferencias pueden tener una
relación cordial, llevadera.

Y aún, un par de países que tienen más de mil 200 kilómetros de frontera están obligados a tener
buenas relaciones si quieren que los dos pueblos, el venezolano y el colombiano, progresen.

Y eso fue lo que decidimos con el Presidente Chávez: respetarnos nuestras diferencias.

Puede tener él una idea sobre lo que significa el papel de la propiedad privada en su modelo de
desarrollo. Yo tengo otra.

Nos respetamos esas diferencias, pero nos podemos poner de acuerdo en cooperar en aquellos
asuntos que nos convienen a los dos países, a los dos pueblos, y en eso estamos.

La última reunión que tuvimos el sábado pasado, la tercera reunión desde el 10 de agosto del año
pasado que nos reunimos por primera vez, hicimos todo un inventario para ver cómo avanzamos en los
diferentes temas, y hemos avanzado mucho en el tema comercial, en el tema de la infraestructura de
cómo podemos conectar la infraestructura venezolana con la colombiana, cómo podemos hacer
proyectos conjuntos Colombia y Venezuela –por ejemplo en Venezuela para producir bienes que no
estamos produciendo- cómo podemos conectar el gas de Venezuela, el petróleo de Venezuela con un
puerto en el Pacífico, ahí requerimos poliductos, gasoductos, oleoductos, carreteras. Unas enormes
posibilidades de una encontrar una oportunidad.

Con Ecuador tenemos un comercio muy fluido. Hay hoy en día unas relaciones totalmente
normalizadas.

¿Y qué ha significado eso?

Pues que la región la ve el mundo entero como una región que está progresando, que se puede poner
de acuerdo en cosas fundamentales.

¿Quién iba a pensar que Colombia iba a presidir Unasur, hace 6 u 8 meses?

O que por ejemplo lo que sucedió el sábado, que vino el Presidente (Porfirio) Lobo de Honduras a
Cartagena y se entrevistó con el Presidente Chávez, por primera vez se conocieron.

¿Y eso qué produjo?

Que se va a arreglar un problema que tiene la OEA, que tiene la Cumbre Iberoamericana, y era que
Honduras no hacía parte de esa organización porque lo vetaban una serie de países, y eso producía un
fraccionamiento en la integración de nuestros países. Eso se va a arreglar.

Entonces estamos queriendo tener una política exterior proactiva.

Fuimos a Estados Unidos la semana pasada.

En materia comercial, por ejemplo, esta última semana ha sido excepcional. El martes pasado, se
aprueba en el Senado mexicano el 
Tratado de Libre Comercio, la extensión, la profundización del Tratado de Libre Comercio con Colombia.

El miércoles la Canciller envía la nota diplomática al Canadá, notificándole al Canadá que la Corte
Constitucional le dio vía libre al Tratado de Libre Comercio con Canadá, y apenas se responda esa nota
entra en vigencia el Tratado de Libre Comercio con Canadá.

El jueves me reúno con el Presidente Obama y se le da luz verde, por fin, a un sueño que teníamos
nosotros, no de hace cinco años cuando se firmó el acuerdo, de hace casi 20 años cuando se creó el
Ministerio de Comercio Exterior, porque el Acuerdo de Libre Comercio para nosotros con Estados
Unidos, era una prioridad en nuestra política internacional, política económica y comercial.

Finalmente, el jueves de la semana se logró esa luz verde.

El sábado nos reunimos con el Presidente Chávez. Acordamos extender el paraguas jurídico que cobija
nuestras relaciones comerciales, mientras negociamos un nuevo acuerdo porque el 21 de abril
Venezuela deja de ser parte de la Comunidad Andina de Naciones.

Hoy por la tarde se va nuestro Ministro de Comercio Exterior a Bruselas, a inicializar el Tratado de Libre
Comercio con Europa.

Esperamos, y yo no tengo palabras cómo agradecerle a España el apoyo que nos ha dado para que ese
Tratado sea una realidad, yo espero que a finales de este año o a principios del año entrante.

Pero al mismo tiempo estamos profundizando nuestra integración con los países de la cuenca del
Pacífico de América Latina: México, Chile, Perú y Colombia, el llamado Arco, los países Arco del
Pacífico.

El próximo 28 de abril nos reunimos los cuatro presidentes a tomar la decisión de profundizar esa
integración

¿Con miras a qué?

También a aprovechar el Asia y el Pacífico.

Todo eso forma parte de nuestra política exterior.

En materia de medio ambiente, Colombia es uno de los países más ricos del mundo, del planeta. Somos
el país más rico en diversidad por kilómetro cuadrado en el planeta, en un mundo que está sufriendo el
cambio climático, las consecuencias de nuestra irresponsabilidad, la de la humanidad frente al medio
ambiente, queremos ser relevantes en esa discusión.

De manera que todo este Plan de Desarrollo, todos estos objetivos que tenemos, tienen que estar
también cobijados por una política exterior coherente y consecuente, y eso es lo que estamos
elaborando.

O sea que tenemos claro para dónde queremos ir. Creemos que tenemos unas circunstancias
favorables, que debemos aprovechar esas circunstancias.

Me decía –no ahora que lo vi, pero hace algunos meses- Felipe González, me   decía: ‘A los pueblos
solamente de vez en cuando se le alinean los astros, si no aprovechan que los astros están alineados
para tomar decisiones correctas, la historia después los va a juzgar y los va a juzgar mal’.

Pues bien, creo que los astros están alineados para Colombia y nosotros queremos aprovechar esa
alineación, y queremos poner en marcha esas políticas que después podamos recoger los frutos.

Creemos que vamos por buen camino, pero no lo podemos hacer solos. Necesitamos la ayuda de la
comunidad internacional, la ayuda de países como España y de inversionistas y empresarios como los
españoles, que han sido ya unos socios importantes. Muchos de ustedes han tenido una presencia
grande en Colombia, conocen a Colombia, saben de su potencial.

Por eso los invito a que continúen creyendo en Colombia, creyendo en ese pueblo colombiano que
como aquí se dijo, es lo mejor que tenemos: nuestro pueblo, nuestra gente.

Con la ayuda de ustedes estoy seguro que ese rumbo, esas estrellas alineadas nos va a representar un
gran beneficio.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en el encuentro sobre cooperación en


materia de educación, ciencia, investigación e innovación

Berlín, Alemania, 13 abr (SIG). “No se equivocó el Libertador Simón Bolívar cuando dijo:

“Alexander von Humboldt es el verdadero descubridor de América del Sur. Su estudio ha dado a
América algo mejor que todos los conquistadores juntos”.

Fue inmensa la sorpresa que se llevo el barón de Humboldt cuando conoció en 1801, en el entonces
Virreinato de la Nueva Granada, al sacerdote botánico español José Celestino Mutis, del que todos
hablaban.

Nunca pensó encontrar en tierras tan lejanas a un científico con un equipo tan organizado de herbolarios
y pintores trabajando en una gran empresa, similar a la suya, llamada la Expedición Botánica.

Han pasado ya más de 200 años y Humboldt sigue siendo un hombre admirado y estudiado en
Colombia, y un vínculo entrañable entre nuestras naciones.

Por muchos años hemos trabajado juntos, alemanes y colombianos, no sólo para mantener ese legado
común que él nos dejó, sino también para consolidar esa sólida relación de cooperación que hoy
tenemos.

Y debo decir que es un honor estar aquí, ante un auditorio de tan alto nivel, para hablar de temas que
son esenciales para el desarrollo de nuestro país y sobre los que –estoy seguro– avanzaremos gracias
a su cooperación.

Quiero agradecer a la Ministra de Educación, la doctora Annette Schavan, por el constante apoyo que
nos ha brindado en los temas de educación, tan importantes para nuestro gobierno.

La ministra Schavan nos honró con su visita al país en el 2009, en un reconocimiento a esa labor de
cooperación que hemos establecido con Alemania y que a la fecha nos permite mantener 68 acuerdos
vigentes.

El conocimiento y la experiencia que ustedes pueden aportarnos en campos como la formación técnica
y el fortalecimiento de las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación son de gran valor para
Colombia.

Y lo son especialmente ahora, cuando hemos diseñado, desde nuestro plan de Gobierno, estrategias
claras para lograr una verdadera revolución en estos frentes.

En Colombia somos conscientes de que la educación es la herramienta más poderosa para generar
equidad social.

Entre el 2002 y el 2010 la inversión en educación aumentó un 66 por ciento.

Desde el 2003 –cuando teníamos sólo cuatro universidades acreditadas en alta calidad– pasamos a
veintiún este año, y a la fecha ya contamos con siete centros de excelencia en investigación.

Estos logros son apenas una muestra del interés que tenemos en avanzar en la educación y en financiar
la investigación.

Pero también nos hemos planteado otros esfuerzos importantes, sobre los que estamos trabajando.

El primero es la ampliación de la cobertura.

Orgullosamente, hemos alcanzamos la meta de 100% de cobertura para la educación básica –hasta
noveno grado–, cumpliendo anticipadamente con una de las Metas del Milenio.

Así que en estos cuatro años queremos concentrarnos en mejorar la cobertura en educación superior,
pasando del 37% de cobertura actual, a por lo menos el 47% por ciento en el 2014.

Esto también implica un esfuerzo en equidad, para garantizar que los jóvenes de bajos recursos puedan
acceder a la educación superior, sea profesional o técnica, a través de becas o créditos subsidiados por
el Estado.

Pero, además de la cobertura, sabemos que –si queremos competir en el mundo global– debemos
hacer énfasis en la calidad.

Sólo mejorando la calidad podremos cumplir otro de nuestros grandes objetivos: elevar nuestro
desempeño comparativo, en pruebas como la PISA, de la OECD, en las que estamos por debajo de
muchos países.

Aunque en el 2009 los resultados mejoraron, posicionando a Colombia entre los países con los
incrementos más altos, aún nos falta avanzar mucho más.

Necesitamos hacer énfasis especial en mejorar las competencias de nuestros estudiantes en


matemáticas, ciencias y lenguaje, y en eso nos estamos enfocando, acompañando a los planteles
educativos que presentan desempeños más bajos.

Sea el momento para decir que en este tema de la calidad, Alemania es para nosotros un modelo a
seguir, no sólo por ser el país con la red académica más amplia a nivel mundial, sino también por la
infraestructura de universidades y centros de investigación tan desarrollada que tiene.

Es un honor para Colombia ser el tercer país de América Latina –después de Brasil y México– que más
estudiantes envía a instituciones alemanas.

Y quiero aprovechar este encuentro para manifestarles nuestro gran interés en seguir incentivando el
intercambio de estudiantes y científicos con Alemania, que es uno de los instrumentos de cooperación
más importantes que tenemos.

Otra de nuestras metas en educación está orientada a cerrar la brecha entre lo rural y lo urbano.

Con esto buscamos garantizar que todos los colombianos, hasta el último rincón de nuestra geografía,
accedan al sistema educativo, permanezcan en él y puedan ser ciudadanos con las competencias
necesarias que demanda el mundo de hoy.

Para lograrlo estamos implementando un programa que nos ayude a mejorar la formación de los
educadores y el fortalecimiento de las competencias básicas en las regiones.

Nos preocupa también que nuestro proceso educativo cumpla con el objetivo de la pertinencia –es decir,
que los jóvenes estudien lo que la sociedad y las empresas están demandando–.

En este aspecto estamos apoyando particularmente la educación técnica y tecnológica, tan importante
para un país en desarrollo como el nuestro.

En Colombia, el 65% de la educación superior es universitaria y el 35% es técnica, mientras que en


países desarrollados la proporción es al revés.

Y en esto tenemos una gran meta: vamos casi que a duplicar el número de cupos para carreras
técnicas.

Pasaremos de 195.000 nuevos cupos entre el 2007 y el 2010, a 320.000 nuevos cupos para los
próximos cuatro años.

En este objetivo ustedes, que cuentan con una gran experiencia, pueden ser de gran ayuda.

Por eso, me complace saber que hoy estamos firmando convenios para fortalecer los centros de
formación para técnicos.

Este apoyo deberá canalizarse a través del Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA –el equivalente al
Instituto Federal de Formación y Educación Profesional, BIBB– una entidad que nació y se ha
desarrollado con importante aporte alemán.

Su fundador se basó en el sistema dual que existe en este país para crear esta entidad en 1957.

Unos años después, un grupo de alemanes residentes en Barranquilla, una ciudad del Caribe
colombiano, fueron los que propiciaron los primeros convenios de cooperación entre nuestras naciones.

Esos primeros convenios dieron origen al centro Colombo Alemán de Barranquilla, que hoy es uno de
los centros de capacitación más importantes del país, cuyos instructores se preparan precisamente aquí
en Alemania.

Qué bueno saber que, en Santa Marta, otra hermosa ciudad de nuestro Caribe, tendremos el privilegio
de contar con el Centro de Excelencia en Ciencias Marinas –Ceman– que es uno de los cinco centros
de excelencia del mundo apoyados financiera y técnicamente por Alemania.

Con proyectos como éste y convenios como los que hoy firmamos se ratifica que Alemania considera a
Colombia como un verdadero socio de cooperación para estos temas de educación y formación técnica.

Pero no sólo en este campo. También en el de la innovación, un área tan importantes para el desarrollo
de las capacidades de nuestro país.

Es bueno poder contarles que, desde el 2009, contamos en Colombia con una nueva Ley de Ciencia,
Tecnología e Innovación.

En nuestro gobierno hemos incluido a la innovación como uno de los sectores que vamos a promover de
forma preferencial para que nos ayude a impulsar el resto de la economía, teniendo en cuenta que es
transversal a las demás actividades.

Por eso vamos a destinar el 10 por ciento del dinero que pagan las empresas a las regiones por la
explotación del subsuelo –las regalías– para que se invierta única y exclusivamente en proyectos de
ciencia, tecnología e innovación.

Esta medida nos ayudará a disminuir las brechas entre las regiones, garantizando que los recursos
lleguen a todos los rincones del país, e incrementando la inversión regional en este tipo de proyectos en
por lo menos un 50 por ciento.

Queremos cumplir el sueño de tener centros de innovación e investigación científica en todos los
departamentos de nuestro país, incluso en las regiones más apartadas.

Si logramos crear una industria de base tecnológica, alcanzaremos una mayor productividad, seremos
más competitivos y dispondremos de mayores recursos para disminuir factores de inequidad social
como el desempleo y la pobreza.

En esa misma dirección, hemos determinado que nuestro Departamento Administrativo de Ciencia,
Tecnología e Innovación –Colciencias– dé prioridad a la entrega de recursos a trabajos de investigación
que tengan aplicación en la lucha contra la pobreza.

En el campo de las comunicaciones digitales, nos enorgullece poder decir que Colombia es el país más
desarrollado de América Latina en presencia de sus instituciones de gobierno en Internet.

Pero sabemos también que, en un mundo globalizado como el de hoy, es necesario hacer mayores
esfuerzos para fortalecer el uso y apropiación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Por eso queremos pasar de 2,2 millones de hogares con conexión de banda ancha –lo que existe hoy–
a 8,8 millones de conexiones de este tipo en el 2014.

Hermann Hesse decía:

“Hay quienes se consideran perfectos, pero es sólo porque exigen menos de sí mismos”

En Colombia queremos ser cada vez más exigentes y ambiciosos con las metas que nos hemos
propuesto.

Estamos exigiendo lo mejor de nuestra gente y de nuestras empresas para alcanzar excelentes
resultados, porque sólo así avanzamos hacia esa patria igualitaria, equitativa y próspera que soñamos y
que el mismo Humboldt un día describió como su segunda patria.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos durante la reunión con empresarios


europeos

Berlín, Alemania, 13 abr (SIG). “Es un gran honor para mí, como Presidente de Colombia, estar aquí en
Alemania en mi primera visita oficial como Presidente, y estoy aquí porque le otorgamos en Colombia
muchísima importancia a las relaciones entre Colombia y Alemania, y entre América Latina y Europa.

Esta tarde tuve una oportunidad de estar con la Canciller (Ángela) Merkel. Esta mañana con el
Presidente de Alemania (Christian Wulff) con varios de los dirigentes de los diferentes partidos, pero
tuve una experiencia muy bonita que me llegó al  fondo del corazón y que en cierta forma resume lo que
ha sucedido con mi país.

Tuvimos una reunión con todos los directivos y cabezas de los centros de investigación y con la Ministra
de Educación de Alemania (Anette Schavan), una reunión muy fructífera donde lo que discutíamos era
cómo mejorar la forma de hacer investigación, cómo mejorar la calidad de nuestra educación, qué
experiencias podemos extraer de la experiencia alemana.

Y al final de la reunión yo veía una mesa larga, los funcionarios colombianos, el Director de Colciencias
(Jaime Restrepo Cuartas), que es la entidad gubernamental que reúne todo lo que es la investigación y
el desarrollo; la  Ministra de Educación (María Fernanda Campo); un reverendo padre que debe estar
aquí con nosotros, que es el que dirige todo el centro de aprendizaje del Gobierno colombiano, que tiene
una gran importancia, y les decía cómo me llegó al corazón ver más de 20, 25 científicos y educadores
en esa reunión  firmando acuerdos con el Gobierno colombiano, porque eso lo que demuestra es cómo
nuestra agenda ha cambiado durante los últimos 30 o 40 años.

Nuestra agenda internacional con muchos países, entre ellos Alemania, casi se limitaba a ver cómo
cooperábamos en forma más eficaz en la lucha contra el narcotráfico, en la lucha contra el secuestro, en
la lucha contra la violencia, en la lucha contra el terrorismo.

Pero por fortuna eso ya es cosa del pasado, y hemos tenido la oportunidad de ampliar nuestra agenda y
de permitir que esa potencialidad que en cierta forma estaba reprimida en el país, pudiese surgir como
está surgiendo.

Les decía: ‘Qué bueno que en estas visitas ya oficiales no estén los generales, los militares expertos en
temas de seguridad –con quienes no tengo ningún problema, ni más faltaba, y yo fui Ministro de
Defensa- sino que la agenda  de Colombia sea otra, que sea la agenda que nos proyecte hacia el futuro,
que nos prepare para el despegue en nuestro desarrollo,

Veía recientemente el último libro de Francis Fukuyama, donde decía cómo durante siglos las grandes
alianzas se hacían en torno a los militares, pero que hoy las grandes alianzas se hacen en torno al
desarrollo tecnológico y a la inversión.

Y por eso estoy aquí, y por eso me complace sobremanera estar aquí hoy en este auditorio frente a los
empresarios alemanes, porque ese es el tipo de alianzas que queremos hacer nosotros para poder ser
relevantes en el mundo y poder despegar en nuestro desarrollo.

Mucha gente dice que las estrellas se alinearon encima de Colombia y que Colombia está viviendo un
momento estelar, y en cierta forma eso es la verdad.

Colombia está viviendo una circunstancia muy especial en su historia, circunstancias donde queremos
aprovecharlas para poder sembrar realmente el proceso de crecimiento y de prosperidad que le permita
a nuestro país hacer uso de esos recursos que tenemos, y hacer uso de la potencialidad de desarrollo
que en este momento nos está dando el mundo 

Un mundo que esta viviendo una situación confusa, incierta: la economía –ustedes lo viven todos los
días y lo conocen mejor que yo- la incertidumbre empresaria y fiscal aquí en Europa; el impacto
económico que tiene el desastre que a todos nos ha conmovido, del Japón; todo lo que está sucediendo
con los productos básicos, el aumento del precio del petróleo producto de la incertidumbre y la
inestabilidad del Medio Oriente y el norte de África.

La recesión que vivió el mundo sorprendió al mundo, sorprendió a los economistas en el 2008 por su
intensidad, recesión de la cual todavía los motores tradicionales de la economía mundial no se han
recuperado.

Y quién iba a pensar hace unos años que los capitales iban a buscar el oasis, la seguridad en los países
emergentes, países emergentes que han venido aumentando su participación en la producción mundial
y que proyectan hacia  el futuro ser cada vez más relevantes.

Y dentro de esos países emergentes destacan el Asia y América Latina, y dentro del Asia y América
Latina, Colombia, ha surgido como una de las estrellas.

En un reciente análisis –de hace un año- uno de los bancos, así como se habían inventado en un banco,
en el Goldman Sachs, se inventaron los Bric: Brasil, Rusia, India y China como los países que iban a
jalonar la economía, otro banco, el Hong Kong Shanghai Bank Corporation (HSBC), en una gran
conferencia que hizo en Hong Kong, dijo que detrás de los Bric iban los Civets,  queriendo decir
Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica.

Esa sigla decía que eran los países que estaban perfilándose como con más proyección en la economía
mundial. El único país de América Latina era Colombia.

Le pregunte después en Davos (Suiza), hace unos meses, al Presidente del banco por qué había
incluido a Colombia y por qué había incluido a Colombia en otro estudio que hizo ese mismo banco,
proyectando la economía mundial al año 2050, y decía que Colombia era el país que iba a tener el mejor
desempeño de toda América Latina, y que en el año 2050 íbamos a estar por encima de países como
Noruega, como Suiza, como Sudáfrica, como Portugal como España.

Le dije: ‘Usted por qué, con base en qué hace ese pronóstico, y cómo nos pone a nosotros semejante
responsabilidad, porque para lograr eso tenemos que trabajar desde hoy muy duro’.

Y me decía: ‘Analice bien su país, analice los recursos que tiene, su posición geográfica, y analice
también su población joven, el talento y la facilidad de la mano de obra de los colombianos’.

Por supuesto me sentí muy orgulloso como colombiano, pero me puso un desafío muy grande, desafío
que todos los colombianos hemos asumido para vencer una historia de violencia y transformar una
imagen muy negativa, en una historia de éxito y de prosperidad y desarrollo para nuestro pueblo.

Cómo hemos pensado hacer eso:

El Presidente anterior, el Presidente Uribe, entendió algo –y yo tuve una participación en ese gobierno
como Ministro de Defensa- nosotros discutíamos algo muy elemental, que la seguridad debe ser la base
de todo desarrollo, que los propios romanos cuando se inventaron el concepto de Republica decían: ‘La
seguridad debe ser la primera Ley de la Republica’.

Si esa ley no funciona adecuadamente, las demás leyes quedan en el aire, son inocuas. Eso lo
entendimos los colombianos y nos propusimos avanzar en materia de seguridad, para darles a los
colombianos esa elemental condición de que se sintieran seguros. No solamente a los colombianos sino
al mundo, que se sintiera seguro en Colombia.

La seguridad democrática, que fue como se denominó esa política, tenía dos definiciones muy claras:

Democrática quiere decir seguridad para todos, y democrática quiere decir respetando la Constitución y
las leyes de Colombia; una Constitución muy garantista, que a veces hacía más difícil esa seguridad,
pero la hacía y la hace más sostenible en el tiempo, porque la hace más legítima.

Por fortuna pudimos avanzar mucho. No estamos al otro lado del río, todavía tenemos problemas de
seguridad en Colombia pero hemos avanzado. Venimos de una situación muy difícil; hace 10 años, 11
años, el Presidente Clinton fue a Colombia a rescatarnos, con el Plan Colombia, de una situación que
los académicos calificaban de un estado fallido, un Estado que no podía controlar su población.

Hoy esa situación es diametralmente opuesta, es una democracia funcionando, una democracia
actuando, una democracia que está dando garantías de todo tipo a sus ciudadanos.
Y con base en esa seguridad hemos comenzado a construir unos planes de desarrollo que tienen
componentes muy importantes. Uno de ellos es atraer inversión, porque hemos entendido algo también
muy elemental: que el comercio es un medio, el fin es la producción y el empleo, y eso solamente lo
puede traer la inversión, así de sencillo.

Y por eso nuestro programa de desarrollo, nuestro programa económico, tiene como unas prioridades
fundamentales darles a los inversionistas confianza, darles garantías, darles unas reglas de juego
estables, hacerlos sentir como socios de nuestro crecimiento y nuestro desarrollo.

Y ha tenido mucho éxito. Hemos sido el país que ha tenido el crecimiento más alto de inversión
extranjera de toda América Latina en los últimos años, y hemos multiplicado ese interés por la inversión
en Colombia.

Y a eso he venido también a Alemania, a estimular la inversión alemana en nuestro país, no solamente
en aquellos sectores donde la inversión ha sido muy alta tradicionalmente, y sobre todo en los últimos
años, sectores como la minería y el petróleo, sino en sectores nuevos donde hay una amplísima
oportunidad; amplísima oportunidad porque nuestra política comercial también da unas condiciones muy
especiales para quien decida invertir en Colombia.

Solamente en los últimos nueve días ha sucedido lo siguiente:

El martes de la semana pasada se aprobó en el Senado mejicano la extensión del Tratado de Libre
Comercio que tenemos nosotros con México.

El miércoles la señora Canciller (María Ángela Holguín) –que está aquí con nosotros- le envió una nota
diplomática al Canadá, notificándole que la Corte Constitucional de Colombia le había dado el visto
bueno al Tratado de Libre Comercio con Canadá, para que al regreso de esa nota entre en vigencia el
Tratado con Canadá. Eso fue el miércoles.

El jueves de la semana pasada me senté con el Presidente Obama, y después de cinco años de espera
le dio luz verde al Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos con Colombia.

El sábado me reuní con el Presidente Chávez para firmar la extensión del marco legal que había
cobijado nuestro comercio –que para Colombia ha sido muy importante- y que en cierta forma se
suspendió abruptamente cuando los enfrentamientos entre los dos países surgieron hace algún tiempo,
pero que estamos ahora empeñados en promover de nuevo.

Todo eso en la semana pasada.

El 28 de este mes viajamos a Lima para reunirnos con los presidentes del Perú, de Chile y de México,
para profundizar la integración de estos cuatro países, cuatro países que sumados tenemos un mercado
más grande que el de Brasil,  con un ingreso per cápita más alto que el de Brasil.

Queremos ser un conjunto de países actuando en forma integrada para atraer inversión, para poder
tener un comercio más activo, que además tenemos en común, entre otras muchas cosas, que somos
países con costa en el Pacífico, y vemos también la oportunidad del Pacífico del Asia, como una
dirección interesante para adelantar nuestros negocios y nuestras inversiones.

De manera que ahí hay toda una serie de condiciones que han permitido que Colombia vaya surgiendo
como un país atractivo para la inversión.

Y hemos puesto internamente, ante el Congreso, una serie de reformas que antes nadie había siquiera
pensado que eran posible de aprobar, pero que por fortuna –y esa es otra de las estrellas que tenemos
en el firmamento, que están alumbrando a Colombia- logramos una coalición política en el Congreso y
en el país que nos está dando unas amplísimas mayorías –el 85 por ciento del Congreso está apoyando
las políticas- y eso nos está permitiendo aprobar reformas como por ejemplo: una redistribución de
todas las regalías que estamos recibiendo por las inversiones en petróleo y minería, para que sean
distribuidas con más equidad entre las regiones para hacer de nuestro crecimiento un crecimiento
mucho más equitativo.

Yo les explicaba a estos científicos esta tarde, que dentro de esas regalías lo único que pusimos en la
Constitución, como objetivo concreto de esas regalías, fue el 10 por ciento que tiene que ir a la ciencia y
la tecnología.

Y les decía: ‘Qué interesante poder reunir la capacidad de investigación de Alemania, tanto oficial como
privada, y poder aprovechar y apalancar esos recursos, que son recursos muy cuantiosos, porque eso
es invertir en el futuro’.

Esa reforma está siendo aprobada, es una reforma constitucional que ya surtió cuatro debates el
semestre pasado, tiene que surtir cuatro adicionales este semestre. Eso va marchando bien.

Otra reforma que ayer se aprobó en el Congreso, reforma constitucional y es una reforma que hemos
llamado de sostenibilidad fiscal.

¿Qué dice esa reforma?

Esa reforma nos impone unas obligaciones de responsabilidad en materia fiscal y la pusimos en marcha
y la presentamos muy a semejanza de lo que aquí era Alemania, porque eso le ha dado a Alemania una
gran solidez en su economía, y  ha sido la responsabilidad en materia fiscal.

Esto que mucha gente decía que era imposible, nos va a blindar hacia el futuro, y es un elemento
adicional de seguridad legal y de seguridad económica que estamos poniendo en marcha en nuestro
país.

Otro aspecto que nos hemos impuesto, y otro reto, otro objetivo que hemos puesto sobre la mesa, es
nuestro ingreso a la OECD, que Alemania fue uno de los primeros países en apoyarnos.

¿Por qué queremos nosotros ingresar a la OECD?

Porque lo consideramos no el club de países ricos sino el club de países con buenas prácticas. El
ingreso de la OECD en cierta forma nos va a obligar a mantener una buena calidad en nuestras políticas
públicas, algunas de las cuales ya tenemos.

Con cierta ironía y con cierta arrogancia hemos dicho que Colombia y muchos países de América Latina
le podrían enseñar a Europa cómo manejar las crisis económicas.

Ahora, en la última crisis, salimos mucho mejor librados los latinoamericanos que los europeos.

Pero en otras políticas públicas estamos muy atrasados, una de ellas la discutimos hoy: la calidad de la
educación.

Pero el ingreso a la OECD también nos obliga también a mantener un umbral alto, importante, en toda la
calidad de políticas públicas.

Y hemos diseñado un Plan de Desarrollo que se puede describir en más seguridad, más crecimiento,
menos pobreza y más empleo formal. Todo el plan está diseñado para eso.

Pero el crecimiento económico no se da por generación espontánea, el crecimiento económico es el


producto de una serie de circunstancias, condiciones y políticas, entre ellas la de identificar cuáles son
realmente las fuentes del crecimiento.

Y ahí nosotros hicimos todo un análisis objetivo para tratar de identificar esas fuentes de crecimiento, y
pudimos identificar cinco, cinco fuentes de crecimiento que nos permitan cumplir con esa condición de
un crecimiento de un mínimo 5 a 5 y medio por ciento sostenido.

La primera fuente, que las hemos llamado las locomotoras de nuestro Plan de Desarrollo, son tres
fuentes de cinco, tres que son sectores o áreas donde nos hemos rezagado, donde simplemente con
ponernos al día significaría un enorme empuje al crecimiento de la economía.

La primera de ellas es la vivienda.

¿Por qué la vivienda?

Porque hay un déficit grande en vivienda, porque la vivienda jalona, la construcción jalona 32 industrias,
y aquí en Alemania, en Estados Unidos, en cualquier parte del mundo es un gran motor de crecimiento.

Y hemos puesto ya en marcha un plan muy agresivo, con subsidios a la tasa de interés, y ya la
construcción se viene disparando en nuestro país.

Segunda locomotora, donde estamos también muy rezagados, es en el desarrollo de toda nuestra área
rural.

Durante muchísimos años la gente no invirtió en el campo, por la inseguridad, porque el Estado no
estaba presente, porque eran áreas controladas por los paramilitares y la guerrilla.

Al recuperar el control de ese territorio somos de los pocos países que tiene área muy amplia para
producir alimentos en un mundo que está comenzando a tener una crisis de alimentos.

Áreas donde se puede invertir sin necesidad de sacrificar bosques naturales. Ahora el dilema es cuánto
le dedicamos a los biocombustibles y cuánto le dedicamos a los alimentos, pero somos de los pocos
países del mundo que nos podemos dar el lujo de tomar ese tipo de decisiones, porque tenemos casi
una cuarta parte de nuestro territorio en esas condiciones.

Una tercera locomotora es la infraestructura de todo tipo: carreteras, puentes, puertos, aeropuertos;
infraestructura técnica, por ejemplo tenemos un plan de ampliar la cobertura de la banda ancha de 200
municipios, que es más o menos el 16, 17 por ciento de los municipios, a cerca del 80, el 85 por ciento
de los municipios en los próximos cuatro años, para poder llevar la educación, para poder llevar la
tecnología a los municipios más remotos del país.

En esa locomotora pues las posibilidades de inversión son casi infinitas.

Una cuarta locomotora, que ya está marchando a una alta velocidad, está creciendo todos los años al
13, 14 por ciento más o menos, tiene que ver con la energía, el petróleo, la minería.

Colombia es un país muy rico en energía, tenemos petróleo, estamos descubriendo más petróleo, este
año vamos a terminar con una producción superior al millón de barriles diarios, somos el segundo
exportador de carbón en el mundo y no cualquier carbón, un carbón metalúrgico de buena calidad.

Y tenemos otra gran riqueza: agua. Somos uno de los países más ricos en agua del mundo, y por eso
nos hemos podido dar el lujo de tener y de estar construyendo hidroeléctricas que nos permiten tener
una amplia oferta de energía.

Aparte de eso, ya iniciamos, somos después de Brasil el país que más avanzado estamos en la
producción de Etanol, de biocombustibles, pero queremos atraer la inversión –que aquí en Alemania es
muy importante- de otro tipo de energía: energía solar, energía eólica, porque queremos como parte de
nuestro Plan de Desarrollo, de nuestro futuro, ser una potencia energética.

Y en efecto ya en cierto sentido estamos siendo a nivel regional un país con una gran oferta de energía.
Estamos vendiendo energía a Ecuador, acabamos de hacer una negociación con Panamá para poder
vender energía a todo el norte hasta México, empresas colombianas están fundando distribuidoras de
energía en Guatemala, en Hondura y en El Salvador, y estamos también mirando hacia el sur.
Ya hemos negociado con Perú, Ecuador y Chile la construcción de transmisión eléctrica hasta Chile,
donde con el Presidente (Sebastián) Piñera hemos discutido la necesidad que ellos tienen de nuestra
electricidad, un suministro garantizado para inversiones muy grandes, mineras, que están haciendo en
el norte de Chile.

Empresas colombianas hoy son las que controlan la distribución de energía en Sao Paulo (Brasil).

Y en ese frente, en esa locomotora vemos también un gran potencial.

Y la quinta locomotora también tiene que ver con la visita a Alemania, que hemos identificado como otro
de las grandes fuentes de crecimiento de nuestra economía, que es la innovación.

En América Latina uno de los muchos defectos que tenemos los latinoamericanos es la falta de
productividad de nuestra economía, que tiene que ver con la falta de investigación y   la falta de
innovación, por eso en la última asamblea del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) se identificó la
innovación como una de las grandes necesidades de toda América Latina.

Y por eso queremos también concentrarnos en la innovación para ser más productivos y para que la
economía crezca a tasas más altas.

Otro gran defecto de América Latina, que es obstáculo del crecimiento, es la desigualdad, la
desigualdad tanto regional como en la población. El ingreso per cápita de unos y otros tiene unas
diferencias que son las más agudas del mundo, por eso también en nuestro Plan de Desarrollo estamos
atacando ese problema directamente.

Con reformas muy audaces, con reformas como por ejemplo restituirle la tierra a los miles, millones de
campesinos que fueron desplazados por la violencia, y que afortunadamente en el caso nuestro
tenemos tierra para entregarles, pero ahí vamos a necesitar una gran institucionalidad que nos permita
poder, no solamente entregarles tierras a los campesinos, sino darles asesoría técnica, garantizarles en
alguna forma el mercado para sus productos y que esa locomotora agropecuaria no solamente sirva de
crecimiento sino de vehículo para buscar más equidad.

Todo esto tiene un paraguas que hemos querido también darle, en un mundo cada vez más globalizado:
nuestra política exterior.

Por eso, dentro de las primeras acciones que hicimos al llegar al Gobierno fue arreglar nuestras
diferencias con los países vecinos, con quienes estábamos en serias dificultades.

Con un vecino como Venezuela, con el que habíamos tenido el comercio más activo de dos países en
vía de desarrollo. Cuando yo fui Ministro de Comercio Exterior hace 20 años, negociamos el tratado de
libre comercio con Venezuela y el comercio subió de 300 millones a 7 mil millones de dólares. Ese
comercio se vino abajo por el enfrentamiento con el Presidente Chávez.

Entonces cuando llegamos al Gobierno decidimos que lo racional era buscar la forma de entendernos
en una forma responsable.

No quiere decir que nosotros vayamos a copiar el modelo del Presidente Chávez.

No quiere decir que yo piense como el Presidente Chávez ni que él vaya a pensar como yo, tenemos  
unas concepciones muy diferentes sobre lo que es el desarrollo, sobre lo que es los modelos eficaces
para poder crecer, en fin, y tenemos muchas diferencias, pero decidimos respetar nuestras diferencias y
poder colaborar en lo que nos conviene a los dos países.

Y llevamos ocho meses creando esa confianza, generando una dinámica positiva que le ha cambiado
mucho la cara a la región. Lo mismo hicimos con Ecuador, y hoy América Latina se está perfilando como
una región cada vez más integrada.

Colombia está liderando Unasur, hace seis u ocho meses nadie iba a pensar que eso era posible, y eso
nos está fortaleciendo, porque hemos dicho todos que cada país tiene una fortaleza particular, pero
unidos somos una verdadera potencia.

Colombia, como les decía, está haciendo también una integración más profunda con México, Perú y
Chile.

Y todo eso, todas esas políticas tienen un objetivo: darle más prosperidad a nuestra población, generar
más empleo, y para eso necesitamos la tecnología, la inversión.

Y por eso nuestra política fundamentalmente tiene que ver con atraer inversionistas del mundo entero,
diciéndoles: ‘Miren, América Latina y Colombia tienen lo que el mundo esta buscando. Tienen esa
energía, tienen capacidad de producir alimentos, tienen población joven, tienen biodiversidad, tienen las
circunstancias para poder aprovechar esos recursos y tener una complementación beneficiosa para
todos’.

Por eso nosotros valoramos tanto esta relación con Alemania, porque también Alemania tiene lo que
nosotros necesitamos, es una necesidad de doble vía: nosotros tenemos lo que Alemania necesita, pero
Colombia necesita lo que Alemania tiene.

Y ahí es donde creo yo que sí hay una serie de circunstancias favorables, y  estoy seguro que quienes
no han conocido Colombia en los últimos tiempos, como aquí se dijo, tomen el riesgo de ir, y estoy
seguro que de pronto se quedan porque Colombia ha cambiado mucho.

Los mejores embajadores que tenemos los colombianos en este momento son los propios inversionistas
alemanes que ya están en Colombia o extranjeros en general.

Yo creo que –y he querido- que los inversionistas extranjeros sean los que ellos mismos digan cómo ha
cambiado nuestro país para bien y cómo están viendo el futuro de nuestro país, porque eso se vuelve
un círculo virtuoso que atrae más y más inversión.

Tenemos gobernabilidad y tenemos, además, una gran energía interna los colombianos, en este
momento en que los astros están alineados en torno a Colombia y queremos aprovechar esa
oportunidad.

Con el ex Presidente (de España) Felipe González hace unos días, discutíamos cómo es de importante
que los países aprovechen las oportunidades que se presentan”.

Palabras del Presidente Santos en la Conferencia, ‘Reformas Exitosas


y Sistemas Educativos de alto Desempeño’

Bogotá, 15 abr (SIG). “El tema de la educación en Colombia lo queremos volver el tema transversal,
como usted bien dice, que es una condición necesaria para cualquier país que quiera progresar, lo
queremos volver una política transversal y prioritaria en todas las políticas públicas.

Por eso hemos dicho, en términos un poco figurativos, que nosotros tenemos cinco locomotoras que van
a jalonar nuestro desarrollo, nuestro crecimiento, pero que los rieles son la educación. Sin esa
educación, las locomotoras en el largo plazo no van a funcionar.

Y por eso nuestra obsesión ahora es con la calidad, porque de nada nos sirve tener una buena
cobertura si no hay buena calidad. Como todos ustedes aquí presentes saben, el Gobierno hizo un
esfuerzo muy importante, y hay un reconocimiento no solamente del país sino del mundo entero en
cuanto a la cobertura, cómo la hemos mejorado en Colombia.

En la educación básica tenemos, prácticamente, un cien por ciento, tenemos unos faltantes en cobertura
muy importantes en la educación superior y en la educación media, y ahí tenemos que hacer esfuerzos
muy grandes para seguir ampliando la cobertura.

Pero al mismo tiempo, porque no son excluyentes, son complementarios, el tema de la calidad de la
educación se nos ha vuelto a nosotros el reto más importante, por eso toda la política de educación
tiene como uno de sus fundamentos el mejoramiento de la calidad, entre otras cosas, para poder ser
cada vez más competitivos.

Usted bien lo decía: no es suficiente mejorar la calidad de la educación respecto de los parámetros
internos, porque el resto de los países siguen mejorando y siguen avanzando en materia de calidad.
Y esto es una competencia entre los países, no una competencia con uno mismo. Por eso es tan
importante la medición a nivel internacional, y por eso le damos tanta importancia a su presencia aquí y
a nuestra relación con la OECD.

Desde que yo pensé en lanzarme a la Presidencia de la República tuve como uno de los programas
fundamentales del Gobierno hacernos partícipes y ser miembros de la OECD, porque conozco bastante
bien como funciona la OECD –soy, además, amigo personal de su director, de Ángel Gurría- y la OECD
no es nada diferente a un grupo de países, no de países ricos, como algunos los han llamado, sino de
países con mejores prácticas, y dentro de esas mejores prácticas en materia de políticas públicas, la
educación es fundamental, no en vano esta prueba Pisa es administrada y conducida por la OECD.

Y nuestra política de ser parte de la OECD tiene que ver, precisamente, con esa visión de colocarnos
cada vez en un lugar mejor frente al resto de los países, y de estar en un proceso de mejoramiento
continúo en toda la calidad de nuestras políticas públicas, porque el mundo va cambiando, porque las
circunstancias van cambiando.

Y aquí hay una expresión muy popular, muy nuestra que dice: ‘camarón que se duerme se lo lleva la
corriente’. Es decir, si uno no progresa cada vez más se queda rezagado y de por vida, y en términos de
educación eso sí que es cierto.

He sido un defensor toda mi vida de una concepción de la educación que tenían los clásicos, que decían
que la educación comienza en la cuna y debe terminar en la tumba. O sea, que uno tiene que estar
permanentemente educándose. Y ahora más que nunca, cuando la tecnología y los avances en los
diferentes frentes, nos vuelven obsoletos tan rápido en muchos de los tipos de educación, y por eso
tiene que estar uno permanentemente actualizándose.

Y ese es el cambio de paradigma que nosotros queremos hacer en Colombia.

Y usted mencionaba algo importantísimo: que la gente valore, los padres de familia, los propios
estudiantes, valoren la educación como el único vehículo para realmente progresar en la vida, no
solamente como sociedad sino individualmente.

En la medida en que ese cambio de paradigma y esa concepción se internalice, y que todo el mundo
entienda que lo más importante que le puede dejar uno a un hijo es una buena educación, eso casi
garantiza que la sociedad va a funcionar mucho mejor, y en eso estamos.

Me complace mucho oír sus palabras positivas en cuanto a destacar, por ejemplo, lo que Brasil y
Colombia hemos hecho y dónde estamos dentro del contexto latinoamericano. Pero le confieso que yo
no quiero compararme con el resto de América Latina, quiero compararme con Asia.

Yo le he dicho a los ministros: vamos a ponernos unos umbrales frente a quienes realmente nos
queremos comparar, por ejemplo un país como Malasia, que es antípoda.

En la última reunión de Buen Gobierno que hicimos con todo el gabinete, nos propusimos que no vamos
a compararnos con Ecuador o con Venezuela o con Perú o con Argentina, vamos a compararnos con
los países asiáticos, que son, como usted bien dice, los que han entendido mejor los aspectos
fundamentales que hacen que una sociedad se pueda desarrollar más rápido y, por supuesto, la
educación es el principal.

A mí me impresionó mucho: yo estaba en París (Francia), cuando nos dieron los resultados de la última
prueba Pisa. No era en París, era en Mar del Plata (Argentina), estábamos con la Ministra, me dijo Ángel
Gurría: ‘Mire esto tan interesante’, y nos describió cómo por primera vez se midió a la China, a Shangai,
y cómo Shangai dejó regado en el terreno al resto de los países, y cómo han progresado en tan corto
tiempo, como usted bien lo decía, los chinos, pero sobre todo los chinos de Shangai.

Porque también otros me decían: ‘Si usted compara, el promedio de la China está todavía muy
rezagado’.

Pero ese sí es, exactamente, lo que usted describe como una isla de excelencia, una isla de excelencia
muy iluminante para servir de ejemplo a países como Colombia.

Ahí el reto es grande, muy grande, y no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana. La última
prueba Pisa fue del 2009 y la próxima va a ser el año entrante, en el 2012.

Hablábamos con la Ministra (de Educación, María Fernanda Campo) la posibilidad de hacer que esas
pruebas se hicieran con más frecuencia, porque si pudiéramos –por lo menos en el caso nuestro- tener
una medición año tras año o máximo cada dos años, en la filosofía que hemos querido implantarle a
este Gobierno, de Buen Gobierno, lo que no se mide no se puede controlar.

Y en eso, si pudiésemos de pronto tener un sistema para controlar o para medir el avance en la calidad
de la educación, que sea con más frecuencia, eso nos va a dar instrumentos para poder ser más
exigentes y poder medir más el avance que hemos logrado.

Las pruebas por ejemplo de matemáticas, de ciencias, que son áreas donde el mundo se está
concentrando, ahí nos va especialmente mal, infortunadamente, pero hay algunos colegios y algunos
sectores donde nos va bien.

¿Qué es lo que ellos han hecho bien que el resto ha hecho mal?

En eso tenemos que hacer un gran esfuerzo para poder usar esas experiencias positivas y que se
extiendan al resto de los colegios.

Yo le decía a la Ministra que me da pena con ella y me da pena con los rectores de los colegios –no va
a ser el caso del Gimnasio Moderno- pero cuando estaba yo esperando al Presidente (de Venezuela,
Hugo) Chávez en Cartagena, y no llegó, el sábado hace ocho días, me fui para un colegio, y yo ya tengo
mi lista de preguntas, entonces me voy a las clases a preguntarles a los estudiantes:

‘Bueno, dígame usted’, si es de décimo pues entonces le pregunto algo de matemáticas, si es de quinto
le pregunto algo de lenguaje, un poco para estimular la parte de la calidad. Y eso va a ser una obsesión
no solamente del Presidente sino de todos los miembros del Gobierno.

Precisamente para hacer lo que usted acaba de mencionar, para que todos internalicemos la
importancia de una buena educación.

Personalmente he sido un convencido de la excelencia académica hace mucho tiempo; tuve el privilegio
de participar, de poner un granito de arena en la creación de un colegio que hoy es uno de los mejores
en materia de los resultados del Icfes, que es el Colegio de los Nogales, y fui durante 17 años miembro
del Consejo Superior de la Universidad de los Andes.

Ahí me tocó todo el inicio del proceso de acreditación, en donde fue tal vez una de las primeras
universidades que se acreditó internacionalmente, y creo que eso es lo que tenemos que hacer con,
ojala, todas las instituciones educativas de nuestro país, y es que cada vez mejoren en materia de
calidad de la educación.

También usted mencionaba algo que es un gran reto –y ahí hay que hacer mucha pedagogía, hay que
tener mucho diálogo constructivo- y es preparar mejor a los docentes, a los profesores, y dignificar más
la profesión del profesor.

Yo he dicho que si a mí me hubiera derrotado Antanas Mockus, yo estaría de profesor, y a mucho


honor, porque creo que esa es una de las profesiones más lindas.

He tenido la oportunidad, muy poca, muy corta, de dictar clases, pero si hay una actividad donde uno se
sienta realmente realizado es esa de poder tener unos estudiantes y dictarles clase y tener una
interacción con ellos.

Y posiblemente me verán después de esta responsabilidad que el pueblo colombiano me dio, me verán
dictando clase como ex Presidente y no molestando a los presidentes de turno.

Yo quisiera aprovechar esta oportunidad –y veo que la prensa esta aquí- para decirles algo muy
importante.

Ayer (jueves) cuando volábamos con la Ministra (de Educación) desde Alemania, de donde vinimos de
hablar de educación con el Gobierno alemán, con la Canciller Mérkel, con el Presidente del Gobierno,
con los ministros, con la Ministra de Educación de Alemania.
Hablamos principalmente de educación, no hablamos de la lucha contra el narcotráfico o hablamos
tangencialmente, no hablamos del respeto por los derechos humanos o hablamos tangencialmente,
hablamos de educación, de cómo podemos aprender de Alemania –que es un país donde la calidad de
la educación es reconocida mundialmente- qué podemos aprender y qué acuerdos podemos hacer –y
firmamos varios acuerdos- cómo podemos hacer que esa concepción alemana de la educación técnica y
tecnológica la podamos asimilar para que sea una educación también pertinente.

Cómo podemos –y esa fue una de las reuniones más agradables- cómo podemos hacer para que la
ciencia y la tecnología también se vuelvan pan de cada día en las políticas públicas de nuestro país.

Y tuvimos una reunión muy linda, porque de un lado estaban todas las cabezas de todos los centros de
investigación alemán, desde el Instituto Humboldt hasta, todos, todos estaban ahí.

Y del lado colombiano pues estaban la Ministra, el Director de Colciencias (Jaime Restrepo), estaba el
Director del Sena (Camilo Bernal), que aquí es un Padre, que lo escogimos por pura meritocracia y
resultó ser un Reverendo Padre; nos tocó pedirle permiso al Papa (Benedicto XVI) para que le
permitiera ser Director del Sena, pero está haciendo una gran labor, había sido Rector de una
universidad –Minuto de Dios- muy exitosa.

Y les decía yo: ‘Qué maravilla, qué maravilla esa reunión en donde uno ve las cabezas de todos los
centros de investigación y de docencia de allá de Alemania con la delegación colombiana hablando de
ese tema y no sobre los temas que nos ha tocado hablar en los últimos 40 años en nuestra agendas
multilaterales y bilaterales, que eran los temas de violencia y narcotráfico’, y eso es lo que me dio a mí
un gran espíritu.

Pero todo esto lo digo porque anoche, cuando volábamos, estaba ingresando la Policía –
infortunadamente- a la Universidad Nacional, estaba ingresando a controlar un grupo de violentos que
estaba tratando de destruir la infraestructura de la universidad, protestando.

Y eso es lo que quiero hoy reiterar. Hace ocho días, el jueves hace ocho días, se presentó una jornada
de protesta de algunas centrales obreras y de algunas universidades.

Nos sentamos con las centrales obreras, yo personalmente me senté con ellas, y les dije: ‘La protesta
es bienvenida, es más, me gusta la protesta. En la universidad el espíritu contestatario es algo
intrínseco, no aceptar el statu quo simplemente porque ahí está, sino cuestionarlo. Eso es parte de la
buena educación, creo yo, pero la protesta es necesaria y es buena cuando se hace sin violencia’.

Y la jornada de protesta que se presentó hace una semana, el jueves pasado, ayer hace ocho días, fue
una jornada ejemplar. No hubo ninguna manifestación de violencia, y acordamos con los que estaban
protestando, esos procedimientos.

Inclusive por primera vez mandamos delegados de las centrales a los puestos de control de la Policía, y
entre los dos, Policía y centrales obreras, vigilaban que no hubiese gente infiltrada queriendo sabotear o
aprovecharse de la protesta para generar violencia.

Eso es muy importante.

Y el día de ayer sucedió algo bien importante que también quiero subrayar: la Policía le tocó entrar
porque estaba ese grupo de violentos destruyendo parte de la universidad, pero entraron con un
tremendo respaldo de los estudiantes.

Me decía el general (Óscar) Naranjo que la cantidad de estudiantes que desde la propia universidad
comenzaron a decir: ‘Miren, ya llegaron los violentos, ya están preparándose, ya están organizados,
vengan, no los dejen’, porque eran estudiantes que quieren estudiar, y que si quieren protestar tienen
todo el espacio para protestar, pero no quieren violencia, y eso creo que es una lección bien importante
y un paso de madurez en la protesta, que considero muy importante de resaltar.

Esa colaboración del propio estudiantado diciendo: ‘No queremos que los grupos violentos, que siempre
son organizados, que tienen consignas, que sabemos cómo operan, nos hagan a los que queremos
seguir estudiando o a los que queremos protestar pacíficamente, no queremos que se mezclen lo uno
con lo otro’.
Y es un tema bien importante y bien importante subrayar.

En fin, ahí tenemos –como usted lo dijo al principio de su intervención- hemos progresado pero nos falta
muchísimo por hacer.

Como país, como sociedad, y cada institución educativa, el Gobierno mismo, todos los días estamos
tratando de ver cómo mejoramos la calidad de nuestras políticas públicas. Instituciones como las que
usted representa, la OECD, pues para nosotros siempre va a ser una fuente de inspiración y de
consulta.

Por eso le agradecemos tanto su presencia aquí. Dígale a nuestro querido amigo, Ángel Gurría, que
muchas gracias y que estamos haciendo todo el trabajo para poder ingresar por la puerta grande a esa
institución.

Ahí estamos avanzando en todos los frentes. Nos han puesto unos umbrales altos, como debe ser, pero
qué bueno pertenecer a una organización donde la discusión es cómo mejorar las políticas públicas, las
políticas sociales, las políticas económicas, las políticas ambientales, las políticas educativas.

De manera que muchas gracias por su presencia y por la explicación que ustedes nos han dado y por el
trabajo que ustedes vienen realizando para la educación en nuestro país.

Gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Asamblea General


de Afiliados del Consejo de Empresas Americanas

Bogotá, 15 abr (SIG). “Qué bueno estar aquí en este evento con esta institución, con todos ustedes,
celebrando una noticia importante y además, pudiendo hacerles un recuento de lo que ha sido la
actividad de comercio exterior y la actividad económica del país a nivel internacional en los últimos días,
que ha sido bastante dinámica esa actividad.

La semana pasada, el martes de la semana pasada, el Senado mejicano aprobó la extensión del
Tratado de Libre Tratado de Comercio con Colombia. Allá teníamos cierta resistencia, ciertos
obstáculos, pero finalmente se aprobó, profundizando la integración con México y ampliando el mercado
de la producción colombiana a una población tan importante como México. Eso fue el martes.

El miércoles, la Canciller (María Ángela Holguín) envió una comunicación a Canadá, el canje
diplomático, notificando que la Corte Constitucional había dado el visto bueno ya formal para el Acuerdo
de Libre Comercio con Canadá. Eso fue el miércoles.

El jueves, en Washington con el Presidente Obama (Presidente de Estados Unidos, Barack Obama)
finalmente se dio luz verde al Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos, que no estábamos
buscando hace 5 años, sino hace 20.

Cuando yo fui nombrado Ministro de Comercio Exterior, en la época en que iniciamos la apertura
económica, diseñamos un plan de acuerdos de libre comercio y en primera fila, de primero estaba
Estados Unidos, porque era el país natural para nosotros, de tener libre comercio.

La importancia del comercio con Estados Unidos así lo determinaba y la importancia de la inversión de
Estados Unidos a Colombia así lo determinaba.

Por eso cuando se negoció el NAFTA –Canadá, México, Estados Unidos–, nosotros negociamos el G3,
Venezuela y México. Y todo lo que se negoció ahí en el G3 tenía las características del NAFTA, las
reglas de origen y todas las minucias que ahí se negociaron, las negociamos de forma tal que
pensábamos nosotros que el paso a seguir sería sumarnos al NAFTA.

Ustedes conocen la evolución política de ese momento y las dificultades que surgieron. Luego los
intentos para negociar el acuerdo, que finalmente se llevó a cabo hace 6 años, 5 años, se firmó el
acuerdo. Y ustedes conocen mejor que yo el viacrucis para que ese acuerdo sea presentado al
Congreso norteamericano.
Finalmente esa luz verde para presentarlo al Congreso se dio el jueves pasado, luego de que los
equipos del Gobierno y de la Casa Blanca, del Gobierno del Presidente Obama y del Gobierno
colombiano, se pusieron de acuerdo en lo que se llamó un Plan de Acción, como bien lo mencionó el
señor Embajador (Embajador de Estados Unidos en Bogotá, Michael McKinley). Un Plan de Acción que
tiene una serie de compromisos para cumplirse en fechas determinadas.

La primera fecha que aparece en el plan es el 22 de abril. Y hoy, apenas amanecí, le pregunté a
Catalina Crane (Alta Consejera Presidencial para la Gestión Pública y Privada), que está aquí presente,
que fue una de las principales negociadoras de ese Plan de Acción, en qué íbamos para cumplir con la
fecha del 22.

Ella me ha informado que todo se ha cumplido ya. Y el lunes mismo vamos a enviar el paquete de
documentos, cumpliendo con todos los requisitos del Plan de Acción que estaba previsto para el 22 de
abril. O sea, casi que una semana antes.

Y ayer en una conversación muy constructiva entre la Oficina Comercial de la Casa Blanca y el
Embajador Silva (Embajador de Colombia ante Estados Unidos, Gabriel Silva) establecieron
concretamente, ya en forma clara y específica, que apenas recibieran ese paquete de acciones, en
cumplimiento a lo que Colombia se comprometió, ellos les enviarían las comunicaciones a las
comisiones respectivas anunciando la presentación del Tratado. Ese es el procedimiento interno dentro
del Congreso norteamericano.

O sea que bien podemos ver que aquí esto ya es irreversible, esto va marchando y bien podemos ver
también que, de pronto antes del 22 de abril, esas cartas puedan estar en manos del Congreso
norteamericano.

¿Eso qué significa? Que habrá un tiempo en promedio —me dicen que son 37 días— para que se haga
la presentación formal del acuerdo y ahí comienza el  fast track, comienza la votación y comienza la
aprobación.

Nosotros creemos que tenemos los votos suficientes, pero en estas cosas nunca hay que pecar por
exceso sino por defecto.

Ustedes han sido fundamentales en este proceso. El apoyo de ustedes ha sido muy importante para que
esto que se ha dado, se hubiese podido dar y yo les pediría simplemente que nos ayudaran en el último
empujoncito.

Que con todos sus lobistas, y los senadores y representantes que tienen con ustedes algún tipo de
vínculo, que ese último empujón que es la aprobación final por parte del Congreso, se pueda dar lo más
pronto posible.

Yo esperaría que se dé antes del receso de agosto. Si los tiempos que les estoy señalando se cumplen
y creo que se van a cumplir. Entonces ese es el último empujoncito que necesitamos.

Como les digo, pensamos que tenemos los votos, pero en eso no nos podemos confiar. En estos
procesos políticos, la situación política en Estados Unidos no es la más tranquila, por decir lo menos, y
ustedes han visto que muchas veces se pegan de ciertas posiciones, uno u otro partido, para poner
aspectos en los cuales los dos partidos están de acuerdo, en tela de juicio.

Por eso es tan importante que a este proceso se le de el último envión en el Congreso, ojalá entre junio
y julio. Y la ayuda de ustedes va a ser muy importante.

Importancia del comercio con Venezuela

Luego de esa reunión con el Presidente Obama, el sábado tuvimos una reunión con el Presidente
Chávez (Presidente de Venezuela, Hugo Chávez) y ahí acordamos extender el paraguas jurídico que
informa las situaciones comerciales con Venezuela, toda vez que Venezuela deja de hacer parte
formalmente de la CAN, el 21 de abril.

Y necesitamos algún instrumento jurídico para que nuestro comercio, que estamos queriendo impulsar
de nuevo, tenga un paraguas jurídico. Entonces decidimos extenderlo durante tres meses, mientras
negociamos un nuevo acuerdo de libre comercio.

Lo que yo les diría a ustedes —muchos de ustedes tienen producción colombiana, para exportar a la
región—, el comercio con Venezuela, que fue tan dinámico, no creo que vaya a retornar a esos niveles
que tuvimos hace un par de años.

A mí me tocó negociar como Ministro de Comercio Exterior el Acuerdo de Libre Comercio con
Venezuela. En ese momento estaba en 300 millones el comercio bilateral y subió a 7 mil millones.
Luego se vino abajo por las razones que todos conocemos y queremos volverlo a impulsar bajo unas
condiciones diferentes, porque hay unas realidades diferentes.

El Libre Comercio como lo conocimos nosotros con Venezuela, por lo menos el futuro inmediato, no se
va a dar. Se va dar más bien un Libre Comercio entre empresarios privados colombianos y el Gobierno
venezolano, posiblemente también con empresarios privados venezolanos, pero en cierta forma un
comercio mucho más regulado, mucho más dirigido.

De todas formas, el mercado venezolano para nosotros es un mercado muy importante. Alcanzó a ser,
en términos de venta de productos manufacturados, más importante que el propio Estados Unidos y por
eso nosotros valoramos mucho cualquier avance que hagamos en materia comercial. Y deben valorarlo
todos quienes tienen producción aquí en Colombia, porque ese un mercado natural para Colombia, un
mercado donde la producción colombiana es casi que el oferente obvio para las necesidades de la
economía venezolana. Eso fue el sábado.

Acuerdo con UE e integración con Chile y Perú

Fuimos a Europa y el día de antes de ayer, el Ministro de Comercio Exterior (Sergio Díaz-Granados)
viajó a Bruselas para ponerle las iniciales a la versión oficial del Acuerdo de Libre Comercio con Europa.

Y la Comisión Europea ya dijo formalmente que el proceso se va a dar de la siguiente manera: se


reparte ese texto original para ser traducido en los 25 o 26 idiomas. Una vez surta ese proceso, la
Comisión le da el visto bueno para ser presentado ante el Parlamento Europeo y eso se debe dar a más
tardar el primer semestre del año entrante. Antes de un año debe estar aprobado por el Parlamento
Europeo.

El próximo 28 de abril vamos a viajar con la Canciller a Perú, donde nos vamos a reunir con el
Presidente de Chile (Sebastián Piñera), el Presidente de Perú (Alan García) y el Presidente de México
(Felipe Calderón) con el fin de profundizar nuestra integración.

Con todos tenemos Acuerdos de Libre Comercio, pero queremos ir mucho más allá en la integración de
nuestros mercados y de nuestros países.

Eso se los relato simplemente para poner de presente que nosotros vamos moviéndonos a muy buen
ritmo y creo que ustedes, que son todos empresarios con importantes inversiones en nuestro país,
conscientes de la importancia de ese ambiente económico y ese ambiente comercial, pues que tengan
la seguridad que aquí lo que tenemos es un país, un Gobierno, que está avanzando cada vez más en la
dirección que a ustedes también les interesa.

Me decían que aquí les hemos dado en los últimos años seguridad física y que quieren seguridad
también jurídica.

Yo entiendo perfectamente el papel del inversionista extranjero. Lo consideramos un socio, lo


consideramos un amigo y parte fundamental de nuestro crecimiento y nuestro desarrollo.

Sólo dos condiciones a inversionistas

A los inversionistas extranjeros que están llegando, yo simplemente les digo que no hay sino dos
condiciones: la condición de que tengan responsabilidad social y la condición de que tengan
responsabilidad ambiental. Esas son las únicas condiciones.

De resto, lo que van a encontrar es un Gobierno muy interesado en que quienes están aquí inviertan
más y produzcan más. Y quienes vengan por primera vez, que vengan a producir y a invertir a
Colombia.
Nuestro programa económico, nuestros planes son muy agresivos, tienen objetivos que nos hemos
puesto muy altos.

Veníamos con la Ministra de Educación (María Fernanda Campo) de un evento donde estábamos
oyendo el informe del experto en materia de educación y sobre todo en las llamadas Medición PISA,
para medir la calidad de la educación en Colombia.

Lo escuchábamos con mucha atención para ver dónde es que tenemos nosotros que concentrar
nuestros refuerzos para mejorar la calidad de la educación, que es una condición fundamental para que
el país realmente tenga un desarrollo sostenible en el largo plazo.

Ahí tenemos que hacer unos enormes esfuerzos, los estamos haciendo. Y ahí vamos a necesitar mucho
el concurso del sector empresarial, el sector privado; de ustedes.

Ustedes valoran mejor que nadie lo que es tener buena mano de obra, capacitada, buenos gerentes,
buen personal.

Educación y Oecd

Ustedes más que nadie entienden la importancia de la educación para el desarrollo de cualquier país y
por eso nosotros estamos empeñados en tener los más altos estándares a nivel mundial no solamente
en educación, en muchos frentes.

Por eso nuestro objetivo de ingresar a la Oecd (Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económicos) que a propósito, también recibimos —que no lo habíamos tenido o por lo menos
formalmente no había sido dicho de manera clara y categórica—, recibimos el apoyo de los Estados
Unidos para ingresar a la Oecd.

Eso fue también parte de la reunión que tuvimos la semana pasada y es algo que nos estimula
muchísimo a continuar en ese camino. Porque eso lo que nos hace es garantizar, y a ustedes les debe
interesar mucho, porque eso nos garantiza a todos hacia el futuro que vamos a tener un mínimo de
calidad en nuestras políticas públicas.

Porque la Oecd es, no un grupo de países ricos, sino un grupo de países con buenas prácticas que
están permanentemente intercambiando experiencias sobre cómo mejorar la calidad de las políticas
públicas en temas tan fundamentales como por ejemplo la educación.

Para que un país como Colombia haga parte de ese club, lo que nos da es una garantía de que vamos a
tener un mínimo de calidad en materia de nuestras políticas públicas.

Es un poco como el grado de inversión de las calificadoras de riesgo en materia financiera, que dan una
calificación cuando el país cumple con una serie de requisitos que garantizan que hacia el largo plazo va
a poder tener la capacidad de pagar sus deudas.

Lo mismo en la Oecd. Ese umbral está permanentemente revisándose para que no solamente el umbral
frente al propio país, sino al resto de los países. Porque de eso se trata. La globalización es una
competencia entre muchos países del mundo, por eso se llama globalización.

Y por eso nosotros hemos querido desde hace algún tiempo, desde que ingresamos al Foro Económico
Mundial, para que nos incluyeran en su listado de países donde le miden la competitividad. Porque
sabemos que tenemos que ser excelentes, no frente a nosotros mismos, que por supuesto tiene que ser
así, sino también frente al resto del mundo.

En materia de educación. Me decía este señor tepresentante de la Oecd que nosotros con Brasil somos
los países que más hemos avanzado en América Latina.

Y yo le decía que eso no es suficiente para mí, que yo prefiero compararme con el Asia, que son
nuestros verdaderos competidores. Que cuando me digan a mí que la mano de obra colombiana
compite con la mano de obra asiática y la educción colombiana está con los mismos estándares que
está por ejemplo en Corea, que ahí si me sentiré satisfecho. Antes no.

Pero en todo ese proceso la concertación, la asociación entre el sector público y el sector privado, es
fundamental. Durante muchísimos años esa era una relación antagónica.

En las economías cerradas, como la tuvimos nosotros durante tantos años, el sector privado era visto
como alguien a quien había que controlar y no como un socio.

Eso afortunadamente ha cambiado y hoy lo que queremos es estimular esa sociedad. Sobre todo ahora
que tenemos ese ambiente económico y comercial tan promisorio.

Creo que pocas veces en la historia de nuestro país se ha presentado una coyuntura tan positiva.
Ustedes lo están viendo, los inversionistas que vienen todos los días. Nos hemos vuelto, del patito feo al
cisne atractivo del lago, y eso tenemos que aprovecharlo.

Porque al fin y al cabo lo que queremos es generar prosperidad. Y la prosperidad se genera con
inversión, con producción, con empleo; facilitándoles a ustedes la vida, Que en la medida en que
ustedes sean productivos y tengan utilidades, y estén satisfechos, pues eso repercute directamente en
los objetivos que tenemos nosotros de luchar para disminuir la pobreza, para mejorar la equidad de este
país, para generar más empleo; empleo formal. Y por supuesto para dar más seguridad física, social,
económica y jurídica.

O sea que por fortuna esta reunión coincide con el epílogo de unos viajes que hemos hecho con la
señora Canciller, fuimos a Alemania; con la Ministra de Educación (María Fernanda Campo).

Miren lo interesante. Yo les decía nos reunimos con la Canciller (de Alemania, Ángela) Merkel, con el
Presidente de Alemania (Christian Wulff), con la Ministra de Educación (Annette Schavan) y con los
dirigentes, las cabezas de los principales centros de investigación y principales centros tecnológicos de
Alemania.

Y los acuerdos que firmamos fueron en torno a esos temas. A cómo transferir tecnología, a cómo
mejorar por ejemplo la calidad del Sena (Servicio Nacional de Aprendizaje), allá nos fuimos con el Padre
Camilo Bernal, nuestro nuevo Director del Sena; cómo hacer más pertinente esa educación en el Sena
para que ustedes, que están todos los días evolucionando tecnológicamente, tengan la oferta de mano
de obra apropiada para poder crecer, para poder hacer sus negocios, para poder exportar.

Una agenda diferente

Y me produjo una gran satisfacción. Y por supuesto como ex Ministro de Defensa y parte fundamental,
porque yo digo que uno de los grandes honores que he tenido en mi vida ha sido portar el uniforme de
las Fuerzas Armadas colombianas; pero me dio una gran satisfacción que en esa reunión que tuvimos
con la Ministra de Educación estaban todos los dirigentes de las entidades de investigación, de
docencia, tecnología alemana y del lado nuestro estaba el Director del Sena, el Director de Colciencias
(Jaime Restrepo), la Ministra, varios funcionarios.

Y decía —mire lo curioso— no hay ningún general, no hay ningún Director del DAS (Departamento
Administrativo de Seguridad), no hay ningún experto en la lucha contra el narcotráfico.

Que eso es lo que ha cambiado en mi país. No es que no valoremos. Por supuesto, la seguridad es la
base de todo el progreso y ahí no podemos bajar la guardia.

Pero hemos avanzado lo suficiente —gracias a la labor que ustedes hoy han reconocido del (Director de
la Policía) General (Óscar) Naranjo y de nuestras Fuerzas Armadas—. hemos avanzado lo suficiente
para darnos el lujo de tener una agenda mucho más amplia.

Una agenda que va a repercutir enormemente en el progreso de nuestro país. Y con la ayuda de
ustedes, con el concurso de ustedes, pues ese progreso se va a hacer cada vez más realizable.

Por eso les agradezco mucho esta oportunidad. Decirles que nuevamente nos den ese último
empujoncito en el Congreso norteamericano para que ya no tengamos que rezarle —yo le rezo a la
Virgen de la Milagrosa para que todos los años nos aprueben el Atpdea y que nos aprueben las
preferencias—, sino que tengamos un Tratado de Libre Comercio, que podamos hablarnos de tú a tú
con los Estados Unidos, y poder, además, seguir promocionando a América Latina en Estados Unidos.

Quiero finalizar simplemente diciéndoles que en este periplo, lo inicié con una conferencia que di en la
Universidad de Brown, en donde les decía que pensaran los norteamericanos dónde estás sus
verdaderos intereses estratégicos.

Acababa de leerme yo el libro muy interesante de Bob Woodward, que se llama ‘Obama’s Wars’, las
discusiones dentro del Gobierno sobre qué hacer en Afganistán, qué hacer en Irak y las ingentes sumas
de dinero que están invirtiendo allá. Como lo dijo la Secretaria (de Estado de Estados Unidos, Hillary)
Clinton, ‘todo el Plan Colombia en estos 11 años ha costado lo que Estados Unidos le ha invertido a
Afganistán en una semana’.

Y ustedes ven dónde están los verdaderos intereses, los beneficios del Plan Colombia, lo que eso
representa.

Entonces yo les decía en esa conferencia que así como en el siglo XIX un famoso editor de un periódico
muy famoso esa época, el New York Tribune, les dijo a unos muchachos que le preguntaron —Mister
Greeley, se llama el editor—: ¿Usted qué nos aconseja para buscar un mejor futuro’’. Y míster Greeley
les dijo: ‘Young man, go west’. (Jóvenes, vayan al oeste).

Entonces yo les dije a los estudiantes de la Universidad de Brown que si me hacen a mi esa pregunta,
yo les diría: ‘Young men and young women of Brown, look south’ (miren al sur), que ahí está el futuro.

Esa sinergia y esa asociación de las Américas, Estados Unidos y Colombia que hemos sido socios
estratégicos, a todos nos conviene fortalecerla cada vez más.

Por eso les agradezco muchísimo toda la ayuda que nos han venido dando. Ayuda de todo tipo, porque
inclusive su propia inversión aquí es parte de esa ayuda.

Agradecerle al Embajador (de Estados Unidos), que desde el momento en que llegó ha estado
pendiente para que esas relaciones se fortalezcan cada vez más. Y como en toda relación, eso es un
proceso de mejoramiento continuo, porque no hay relación perfecta.

Y por eso los invito a que sigamos trabajando todos juntos para seguir mejorando y mejorando más y
más esa relación entre Estados Unidos y Colombia.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos durante el Acuerdo para la Prosperidad


número 30

Girardot, Cundinamarca, 16 abr (SIG). “Esta última semana fue muy activa en la parte internacional.
Tuvimos un periplo bastante largo, 27 mil 500 kilómetros que volamos de un sitio para otro, pero creo
que con resultados muy positivos para nuestro país.

En la parte comercial lo que ha sucedido en los últimos 10 días para Colombia ha sido realmente
importante.

El martes de la semana pasada, en el Senado de México se aprobó la extensión del Tratado de Libre
Comercio con ese país, incluyendo una serie importante de productos colombianos al Tratado, y eso va
a beneficiar a nuestros productores de forma muy importante.

Al día siguiente –eso fue el martes- el miércoles, la Canciller envió la nota, el canje diplomático a
Canadá, notificando que ya la Corte Constitucional dio formalmente el visto bueno al Tratado. Ese cruce
de notas, ese canje de notas es el paso previo a la entrada de vigencia del Tratado con Canadá, un país
muy importante que cada vez tiene más y más interés en Colombia. Eso fue el miércoles.

El jueves de la semana pasada nos desviamos, estábamos en Nueva York presidiendo el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas, nos devolvíamos a Colombia; se hicieron unas series de gestiones,
volamos a Washington, ahí tuvimos una reunión con el Presidente (Barack) Obama –eso fue el jueves- y
ahí se le dio vía libre al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

Un Tratado que muchos dicen que hace cinco años estábamos tratando de que se aprobara; y no son
en el fondo cinco años, son 20 años, porque desde cuando se creó el Ministerio de Comercio Exterior –
yo tuve el inmenso honor y privilegio de ser el primer Ministro de Comercio Exterior- desde entonces se
puso como prioridad número uno el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, por una razón muy
sencilla: porque es el mercado más importante del mundo, porque somos el país suramericano más
cerca de Estados Unidos y es un mercado natural para nosotros.

Por eso es tan importante lo que sucedió el jueves de la semana pasada con el Presidente Obama.

No falta sino que el Gobierno norteamericano le envíe una carta a los presidentes de los comités
respectivos en el Congreso, notificándoles que va a presentar el Tratado para su aprobación, y que, por
supuesto, el Congreso lo apruebe.

Creemos que tenemos los votos suficientes, pero ahí tenemos que seguir trabajando para que esa
votación se produzca, ojalá, antes de las vacaciones del Congreso norteamericano en agosto, y eso
sería un paso importantísimo para Colombia.

Eso fue el jueves de la semana pasada.

El sábado tuvimos la visita del Presidente Chávez. Ahí acordamos, firmamos 16 acuerdos, pero uno de
esos acuerdos –ese no fue firmado, ese fue acordado con él- es extender el ‘paraguas’ jurídico para que
el comercio entre los dos países tenga una legislación y un marco jurídico dentro del cual puedan operar
los exportadores y los importadores.

Se extendió por tres meses, mientras acabamos de negociar un nuevo Tratado de Libre Comercio con
Venezuela, toda vez que Venezuela el 21 de abril deja de pertenecer a la Comunidad Andina de
Naciones. Al dejar de pertenecer a la Comunidad Andina de Naciones, la legislación andina, que es la
que en este momento cobija nuestras relaciones con Venezuela y que ha sido así en los últimos 20
años, desde que acordamos y firmamos un Tratado de Libre Comercio con Venezuela, pues al
desaparecer Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones queda sin piso jurídico nuestro comercio.

Por eso fue tan importante la extensión con el ‘paraguas’ de Aladi, de esas reglas de juego y el
compromiso de renegociar el acuerdo antes de tres meses. Eso fue el sábado pasado.

La semana pasada, o esta semana, viajamos –después de reunirnos con el Presidente Chávez- a
España y Alemania, y el Ministro de Comercio, quien viajó con nosotros, se fue a Bruselas a ponerle su
firma a la versión oficial del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, un mercado también muy,
muy importante para Colombia.

Y ahí la comisión, el comisionado de la Unión Europea se comprometió a que el procedimiento que


sigue es el de distribuir la versión oficial entre los 25 países, se tiene que traducir a 25 idiomas; cuando
cada país devuelva con su firma esa versión oficial se le va a presentar al Parlamento Europeo, y el
compromiso es que se haga a más tardar en el primer trimestre del año entrante, es decir, en menos de
un año.

Eso fue lo sucedió en los últimos nueve días, 10 días.

Aparte de eso, tuvimos unos contactos muy importantes con las autoridades españolas, con el Rey y
con la Reina –que han sido tan especiales con Colombia- con el Presidente (de España, José Luis
Rodríguez) Zapatero, con los presidentes de los partidos, con el Presidente del Congreso, pero sobre
todo con muchos inversionistas; el interés en invertir en Colombia crece cada vez más.

Y lo mismo sucedió en Alemania. Nos reunimos con la Canciller (Ángela) Merkel, con el Presidente de
Alemania, el Presidente Jefe de Estado, nos reunimos con el Presidente del Parlamento, pero también
tuvimos muchísimas reuniones con inversionistas que también están muy interesados en invertir en
Colombia.

Todo esto, los colombianos se preguntan: ‘¿Cómo nos afecta directamente?’

La palabra es empleo. Todo esto que estamos haciendo es para atraer inversión, para generar
mercados a nuestros productos. Esa inversión viene, comienza a producir y el mercado nacional no da
abasto, hay que exportar, y eso es lo que produce empleo.

Todas esas gestiones se pueden reducir a gestiones para aumentar el empleo en Colombia, que es la
base para generar más prosperidad.

Eso la verdad que son buenas noticias para Colombia en la parte de la gestión internacional. Y vamos
por buen camino, aunque ahí no podemos –como en ningún otro frente- bajar la guardia.

Calidad educativa

Ayer estábamos con la señora Ministra de Educación en un seminario importante, sobre la educación
superior, sobre la educación en general, y estábamos oyendo el análisis que hizo el experto de la Oecd.
La Oecde es una institución, como muchos de ustedes me han oído decir, que no es un club de países
rico, sino es un club de países de buenas prácticas.

Nosotros aspiramos a ser parte de esa organización, ya tenemos el respaldo de Alemania, tenemos el
respaldo de España, tenemos y conseguimos el respaldo, la semana pasada, de Estados Unidos,
tenemos el respaldo de muchos otros países, pero ese respaldo no es suficiente, lo que realmente nos
va a permitir ingresar a ese club de países con buenas prácticas es que nosotros pongamos en marcha
buenas políticas públicas, políticas públicas de alta calidad, y una de ellas es la educación.

Y aquí vino el experto de esa organización para explicarnos. Ellos tienen una medición de la calidad de
la educación en el mundo, se llaman las pruebas Pisa, y les hacen exámenes a los estudiantes de los
países que ellos miden.

Nosotros nos incluimos en esos países para compararnos con el resto del mundo, porque de nada sirve
en un mundo globalizado que nosotros nos miremos al espejo y nos comparemos con nosotros mismos.
Eso no tiene ningún sentido, hay que compararse con el resto del mundo, porque esta globalización es
una competencia por el empleo a nivel mundial.

Por eso es tan importante que nuestros estudiantes sean cada vez más capaces, salgan mejor
formados, por eso es tan importante lo que estamos haciendo, lo que está haciendo la Ministra de
Educación en materia de calidad.

Vino este señor y nos hizo una explicación muy detallada de dónde estábamos nosotros.

No estamos bien, tenemos que reconocer que hemos hecho un gran avance en cobertura, pero no
hemos hecho un avance importante en calidad.

Estamos muy rezagados, y por eso tenemos que hacer un gran esfuerzo por mejorar la calidad de la
educación.

Y él decía que uno de los caminos más efectivos para mejorar la calidad de la educación es hacer de la
docencia una profesión atractiva, es exaltar al profesor, exaltar al docente, es colocarlo donde debería
estar

¿Qué más importante para una sociedad que quienes educan a nuestros hijos, a nuestros niños?

‘Con el Presidente Uribe mantengo las mejores relaciones’

Yo dije en esa reunión que a mí, toda mi vida, había querido ser docente, y le dije a este señor: “Si
Antanas Mockus me hubiera derrotado en las elecciones yo estaría ahora de profesor”.

Y dije, también, que apenas deje esta inmensa responsabilidad que el pueblo colombiano me confirió,
que me iba a dedicar a la docencia.

Y agregué una frasecita, dije: “Me voy a dedicar a la docencia, voy a ser profesor y no voy a molestar al
Presidente de turno”.

Miren cómo son las cosas, miren cómo son las cosas. Yo estaba pensando en la frase “molestar al
Presidente de turno” por una conversación que tuvimos en España.

Estábamos sentados en un almuerzo que nos ofreció Su Majestad el Rey. Estaba el Rey, estaba la
Canciller y estaba el Presidente Zapatero; yo estaba al lado de la Reina, del otro lado de la mesa. Y le
dice la Canciller, le pregunta la Canciller al Presidente Zapatero –él había anunciado el día anterior que
él no iba a presentarse nuevamente a las elecciones, o sea que iba a dejar de ser Presidente de
España- la Canciller María Ángela Holguín, nuestra Canciller le preguntó: ‘¿Presidente, y a qué se va a
dedicar?’.

Y el Presidente Zapatero le respondió, dijo: ‘Me voy a dedicar a todo menos a molestar a quien me
suceda, porque uno debe –le dijo así el Presidente Zapatero a la Canciller- uno debe simplemente darle
gracias a Dios y al pueblo que lo eligió por haber tenido semejante oportunidad, y ayudar en lo que sea
posible. No molestar por ningún motivo a los presidentes de turno’.

Cuando yo me referí a eso me estaba recordando de la frase que le dijo el Presidente Zapatero a la
Canciller.

Pero nuestro periodismo –que es muy suspicaz- armó semejante lío: ‘Que no, que yo ya estoy peleando
con el Presidente Uribe, que eso fue un vainazo al Presidente Uribe, que ya comenzó ese ‘choque de
trenes’.

Y quiero decirles a quienes han interpretado eso, que están equivocados.

Con el Presidente Uribe he mantenido las mejores relaciones. Todos sus comentarios, todas sus
observaciones son bienvenidas.

Por ejemplo, desde Washington hablamos. Yo llamé al Presidente Bush y llamé al Presidente Uribe
después de mi conversación con el Presidente Obama, y les dije a ambos: ‘Ustedes, ustedes dos,
Presidente Bush y Presidente Uribe, hicieron muchísimo por el Tratado de Libre Comercio y tienen que
llevarse los créditos, y en buena parte de este éxito que estamos logrando el día de hoy’.

Le dije inclusive al Presidente Uribe que si me ayudaba a hacer lobby en el Congreso para que los
congresistas aprobaran ese Tratado a la mayor brevedad posible. Y me dijo que por supuesto. que lo
haría. Como le dije también, y le pedí al Presidente Pastrana y al Presidente Gaviria, y los tres me
dijeron que por supuesto.

Y vamos a ver a nuestros tres ex presidentes haciendo gestiones para que ese Tratado de Libre
Comercio se apruebe en el Congreso norteamericano.

Ese es el espíritu con el cual tenemos que trabajar.

No nos inventen peleas que no existen.

Yo con el Presidente Uribe no tengo sino palabras de agradecimiento, de respeto y de admiración.

Y yo les pediría que simplemente escucharan –debe estar registrada en alguna parte de Internet- la
intervención que hice en España, en el mismo sitio donde habló el Presidente Uribe hace un par de
años.

¿Y qué dije?

Palabras más, palabras menos –claro que no usando ese mismo lenguaje- que yo le estaba cuidando
muy bien los tres huevitos al Presidente Uribe, que la Seguridad Democrática va viento en popa, que
estamos en la última fase.

El general (en uso de retiro, Jorge Enrique) Mora sabe perfectamente que esas últimas fases son las
más difíciles, pero nosotros no hemos bajado la guardia, todo lo contrario, la estamos redoblando.

Que en confianza inversionistas vamos muy bien, vamos inclusive mejor. La inversión extranjera en
estos últimos meses ha crecido a una tasa nunca vista en Colombia.

Que la cohesión social también va por buen camino. Las reformas que estamos poniendo en marcha
son todas reformas que buscan unos mejores indicadores sociales, que las desigualdades, las brechas
en este país se reduzcan.

Que las diferencias entre las regiones, que son realmente vergonzosas, se reduzcan.

Me contaba el Ministro de Minas y Energía que en el debate de la Comisión Primera sobre el tema de
las regalías se logró reforzar el fondo de compensación económica, que tiene como propósito
fundamental reducir la brecha entre las regiones. Ese otro huevito va muy bien.

Que pueda que tengamos algunas diferencias de estilo, que pueda que tengamos diferencias en la
forma de aproximarnos a nuestras relaciones internacionales, es posible –con el Presidente Uribe- pero
en lo fundamental estamos totalmente de acuerdo.

Yo no hubiera trabajado –y a mucho honor que trabajé en su Gobierno- si no hubiera sido así.

De manera que a los que quieren ponernos a pelear les recomiendo que se dediquen a otra cosa,
porque por este lado, por lo que a mí respecta, no va a haber aquí pelea.

Alerta por ola invernal

Ayer fuimos con el señor Gobernador (de Cundinamarca, Andrés González Díaz), a visitar a los
damnificados de Puerto Salgar, de La Dorada, a los damnificados de esta ola invernal.

Yo quisiera reiterar aquí lo que hemos venido diciendo hace ya varios meses: este fenómeno de La Niña
–y al final, tal vez no ahora sino al final, le voy a pedir al señor Director del Ideam, al doctor (Ricardo)
Lozano que nos haga un resumen sobre cómo vamos y por qué esta situación es tan complicada-
hemos venido diciendo, que este fenómeno nunca lo habíamos visto, que las consecuencias de este
fenómeno van a ser devastadoras, ya han sido devastadoras, y que tenemos todos que trabajar juntos:
alcaldes, gobernadores, Gobierno Nacional, organismos de socorro –por quienes no tengo sino palabras
de agradecimiento- la Defensa Civil, los bomberos, la Cruz Roja, todos los que han puesto un gran
entusiasmo desde hace muchos meses para ayudar a sus compatriotas; ni qué decir de las Fuerzas
Armadas, el Ejército, la Policía, la Fuerza Aérea, la Armada Nacional, cómo han ayudado.

Pero este fenómeno y este desastre nos desbordó, esa es la verdad. Y por eso tenemos que ser cada
vez más eficaces y cada vez más coordinados.

Y tenemos que ser consientes de que lo que se viene en los próximos meses va a ser peor de lo que
vivimos en los meses anteriores

¿Por qué?

Porque la intensidad de las lluvias, que por el fenómeno de La Niña va a ser muy superior a lo normal.

Esa intensidad va a golpear a nuestro país sobre una situación ya de por sí muy débil. Me explico: el
nivel freático de la tierra, por la cantidad de agua que ha caído, por la cantidad de lluvias que hemos
tenido, pues el nivel freático esta muy alto; los ríos están muy altos; los embalses están muy altos; los
canales, que en esta época, cuando comienza la época de lluvias en abril deberían estar secos, están
llenos; entonces vamos a ver con las lluvias que se vienen y que ya llegaron, lo que ya estamos viendo:
unos deslizamientos impresionantes en todo el territorio nacional, vamos a ver unas inundaciones jamás
vistas, y por eso es que tenemos todos que ser conscientes y ayudarnos los unos con los otros, estar
unidos, estar coordinados.

Afortunadamente tenemos unos buenos equipos.

Yo les he dicho también a los gobernadores, a los alcaldes: sus comités regionales, sus comités
municipales manténgalos bien aceitaditos porque los vamos a necesitar, y ya lo estamos necesitando.

A la población en general: que sea consciente del fenómeno que nos está golpeando, que sean
responsables.

La cantidad de vidas que por fortuna hemos salvado, porque la ciudadanía le ha hecho caso a las
autoridades cuando las autoridades les dicen: ‘Por favor evacuen, esto es una medida preventiva, pero
el riesgo es muy alto’.

Y ayer me decían que por lo menos 4 mil colombianos han salvado sus vidas porque han hecho caso a
esas evacuaciones preventivas.

Cuando vayamos a viajar, ahora que estamos en Semana Santa: no es que no viajemos, pero tengamos
las precauciones.
Yo le di ayer las instrucciones a la Policía, al general (Rodolfo) Palomino (Comandante de la Policía de
Carreteras), a la oficina de Control de Riesgo del Ministerio del Interior, también al Ideam, que cada dos
horas fueran actualizando la información e informando a los colombianos dónde hay riesgos, dónde va a
llover, dónde pueden ir y dónde mejor no vayan

¿Para qué?

Para poder ser responsables en nuestras actuaciones del día a día, y sobre todo en esta semana de
Semana Santa.

Afortunadamente no va a llover en la Costa (Caribe) según dice el doctor Lozano –y ya el país le cree
mucho al doctor Lozano porque ha venido acertando hace ya muchos meses sobre lo que va a suceder-
pero sí va a llover mucho en esta zona, en la zona cafetera, en los santanderes, y vamos a ver cada vez
más deslizamientos.

Yo me siento muy compungido por las víctimas que ya tenemos, muy compungido, y por eso quiero
evitar al máximo más víctimas. Posiblemente las vamos a tener, pero tratemos todos de que sea el
menor número posible, de mitigar, además, el sufrimiento de quienes de pronto pierden sus casas o
quienes ven sus ranchos, sus tierras inundadas.

Ahí tenemos todo el sistema operando.

Colombia Humanitaria, el doctor Everardo Murillo, el doctor Jorge Londoño, uno de los empresarios tal
vez el empresario más reconocido de este país al frente de este proceso con los gobernadores, con los
alcaldes, pero lo importante es que nos coordinemos todos y que actuemos con responsabilidad.

Pero tal vez más al final de este acuerdo haremos alguna referencia sobre este punto en particular.

Correos del ‘Mono Jojoy’

Les decía que al general Mora lo llamábamos el Libertador de Cundinamarca, y es que Cundinamarca
ha sido el departamento que estos bandidos de las Farc siempre han querido tener bajo su control. Y
aquí nos encontramos una serie de correos en los computadores del ‘Mono Jojoy’ –que seguimos
encontrando perlas- aquí encontramos una serie de correos donde las Farc reconocen cómo el Estado
colombiano los ha venido sacando de sitios estratégicos.

Oigan este correo del ‘Mono Jojoy’ al secretariado, dice: “Cálido saludo. Cuando nos sacaron de
Cundinamarca hicimos los máximos esfuerzos por mantener la fuerza, y todos los refuerzos fueron
aniquilados. Lo que hicimos fue recoger lo poco que quedó de 10 frentes, completarlos de nuevo y
ubicarlos en el Meta y Guaviare, mientras se crean de nuevo las condiciones para volver a avanzar.

“En la parte financiera todo está destruido y estamos gastando más de lo que entra. Sugiero que si no
hay condiciones de resistir y conservar esos territorios la fuerza guerrillera, lo mejor es replegar a las
áreas donde se pueda reorganizarla”.

Ese es el reconocimiento del ‘Mono Jojoy’ sobre su labor, general Mora.

Y hay mucho más.

Dice también este bandido, el ‘Mono Jojoy’, “que elaboramos en Cundinamarca unos planes tales
frentes, pero todos han sufrido golpes contundentes, incluyendo el mayúsculo donde murió ‘Gaitán’.
Todos han sido rechazados por el enemigo. Le agregamos desertores, muertos en combate, lisiados,
desmoralizados, falta de comida, dotación, material de guerra, medicamentos”.

Otro de julio del año pasado, reciente.

Ellos han querido regresar siempre a Cundinamarca. Eso para ellos es una obsesión, lo tenemos
ubicado en todos los planes de inteligencia que les hemos agarrado ahí está: ‘tenemos que volver a
Cundinamarca, tenemos que volver a Cundinamarca’ y han querido volver.

En julio del año pasado: “Camaradas del Secretariado, revolucionario saludo. Aquí nos sacaron de
nuevo de Cundinamarca y el regreso nos ha costado más bajas y nuevos repliegues al Meta. De
acuerdo que entre todos hagamos esfuerzos de sostenernos no sólo en esa parte de Colombia sino en
otras áreas donde nos ordena el plan estratégico”.

El mensaje aquí a los señores comandantes tanto del Ejército como de la Policía es que no se puede
bajar la guardia. Ellos van a seguir insistiendo, así sea grupos pequeños, pero para ellos Cundinamarca
es una joya de la corona. Y simplemente decirle al Gobernador y a todos los cundinamarqueses que
tengan el ojo avizor, y que si ven algo así como raro que avisen inmediatamente, que esa es la mejor
forma de mantener a estos bandidos donde les corresponde.

Bienvenida la protesta pacífica

Lo otro que quería resaltar –antes de entrar a nuestro tema del día- es lo que sucedió el día de antes de
ayer y lo que sucedió el jueves hace ocho días

¿Qué sucedió el jueves hace ocho días?

Una jornada de protesta que hicieron algunas de las centrales, no todas se unieron.

Protestaban por diferentes motivos. Unas porque no les habían subido los salarios lo suficiente, otras
por algunas propuestas que está haciendo el Gobierno o que están haciendo algunos empresarios, en
fin, había una jornada de protesta.

Y nosotros nos reunimos con las centrales obreras y les dijimos: ‘Bienvenida la protesta, bienvenida la
protesta del jueves siempre y cuando sea pacífica. La democracia es un sistema donde tiene que
validarse el derecho a cualquier colombiano a protestar si no le gusta lo que está viendo, de eso se trata
la democracia, la libertad se trata de eso. Entonces señores de las centrales obreras: bienvenida la
protesta, pero siempre y cuando no ponga en peligro los derechos del resto de los ciudadanos, y la
violencia pone en peligro los derechos del resto de los ciudadanos’.

Entonces dijeron: ‘perfecto’. Y ese jueves, por primera vez tal vez en la historia, los delegados de las
centrales obreras participaron con la Policía en los centros de control, los cuarenta y pico centros de
control de las marchas, de la protesta, y fue tal vez la protesta más pacífica que hemos visto en
muchísimos años. Eso fue el jueves hace ocho días.

Hace dos días hubo una protesta en la Universidad Nacional, y me tocó intervenir.

Como yo he dado instrucciones precisas al general Naranjo: ‘Si hay un grupo de violentos generando
violencia, donde sea, en cualquier parte del territorio, entre, incluyendo las universidades; entre y
cumpla con su deber’.

Y eso sucedió con la Universidad Nacional hace un par de días.

¿Pero qué es lo positivo de eso?

Que entró la Fuerza Pública, ubicó a quienes estaban destruyendo la infraestructura de la universidad,
encapuchados muy bien organizados, con el apoyo de la mayoría de los estudiantes y con la solicitud de
muchos de ellos que le decían a la Policía: ‘Aquí están, ya se están organizando, ya comenzaron a
destruir, entren’.

Esos estudiantes, que son la inmensa mayoría, rechazando a aquellos, a esos grupos organizados y
entrenados por las Farc, porque aquí tengo otros correos que dicen claramente cómo las Farc ha
querido penetrar las universidades y generar este tipo de situaciones, de grupos violentos que están
muy bien organizados; ustedes vieron por ejemplo lo de Nariño, tenían explosivos, ahí murió un
estudiante que le explotó una de esas papas bombas en la cara y lo mató. Esos grupos, que son los que
quieren generar violencia, están siendo rechazados por el resto de los estudiantes.

Y eso es algo muy positivo, porque eso nos está llevando a un nivel de madurez democrática donde las
diferencias se van a poder dirimir en forma responsable y pacífica, no a punta de bala o a punta de
papas bomba o a punta de protestas llenas de violencia.

Les voy a leer tal vez uno de los muchos correos que tenemos del ‘Mono Jojoy’ de ese computador,
donde claramente se ve la estrategia de penetrar las universidades, el famoso pc3, y poder reclutar
gente y organizar para pescar en río revuelto, para generar caos cuando haya protestas,.
Dice por ejemplo, este es del 28 de abril del año pasado: “Los camaradas vienen adelantando otras
actividades que sirven para ambientar el evento, son un foro de la universidad equis el 18 de julio con el
título ‘El Cagúan ocho años de excepción”.

De otro, dice: “Manuela es la única guerrillera que está en Bogotá en tareas relacionadas con el evento,
orientando a través de militantes del partido clandestino dos grupos juveniles de barrios de la localidad
de La Candelaria, y una organización de mujeres, un núcleo de estudiantes de la Universidad
Externado, un trabajo de gente de Kennedy, cinco juntas de acción comunal, la localidad Ciudad Bolívar,
contactos con la Federación Departamental de juntas de Acción Comunal”.

Todo esto es una acción dirigida por este bandido ‘Carlos Antonio Lozada’, para penetrar las protestas y
para penetrar ese tipo de escenarios y poder generar el caos que ellos están buscando.

Por eso quería resaltar lo que sucedió tanto en la jornada nacional como en la Universidad Nacional y
estimular a los estudiantes a que actúen como actuaron los estudiantes de la Nacional.

Plántense, digan ‘no queremos violencia’, si quieren protestar protesten, por supuesto.

Es más, en la universidad eso es algo natural, aceptar el statu quo es algo que va contra la educación
universitaria. Todos debemos ser rebeldes intelectualmente, pero no hacerle juego a los violentos, que
lo único que causan es que los estudiantes que con mucho esfuerzo quieren estudiar, no puedan seguir
estudiando.

Quería resaltar esa parte, que me pareció muy importante.

Vivienda

Ahora vamos al tema que nos reúne hoy, un tema muy importante, el tema de la vivienda.

Ustedes saben que esta es una de las locomotoras que hemos identificado. Con esta ola invernal el
tema se vuelve todavía más importante por la cantidad de compatriotas que están perdiendo sus
viviendas, otros que tenemos que trasladarlos de las zonas de alto riesgo a nuevas zonas, y tenemos
que ver cómo les podemos dar vivienda, pero además porque esta locomotora es una gran locomotora
que jalona 32 industrias, genera mucho empleo, o sea que hay un componente muy importante social y
un componente muy importante económico.

Por eso esta locomotora de vivienda es tan importante.

Pero yo voy a dejar que sea la Ministra de Vivienda (Beatriz Uribe) que nos diga en qué vamos; me
dicen que vamos bien, que vamos con unas cifras muy positivas.

Antes de pasarle la palabra a la Ministra o al señor Gobernador, quiero hacer referencia a otro frente,
donde tenemos unas metas muy ambiciosas, por el impacto que eso tiene en la educación, en la salud y
en la competitividad de la economía.

Tecnología

Es el esfuerzo que estamos haciendo de infraestructura, pero infraestructura tecnológica.

Con el Ministro de las Tecnologías y las Comunicaciones (Diego Molano Vega) nos hemos puesto unas
metas, que mucha gente nos dijo al principio se lo dijeron al ministro, que era una locura ponernos esas
metas. Pero el Ministro me dijo no, yo creo que si hacemos las cosas bien las podemos cumplir, ye l
Ministro dio un parte muy positivo esta semana que quiero resaltar.

Primero, que Colombia mejoró dos puestos en el ranking mundial de tecnología, del puesto 60 pasó al
puesto 58 entre 138 naciones.

Yo le diría Ministro, muy buena tendencia, pero tenemos que avanzar mucho más, porque de 58 entre
138, pues no estamos tan mal, pero no estamos tan bien, hay que seguir ese esfuerzo.

Pero lo que me llamó la atención, es que uno de los objetivos, de las metas, que se ha puesto el
Ministerio y el Gobierno, es aumentar de 2.2 millones de conexiones a Internet de banda ancha y llegar
a 8.8 millones en el año 2014.

Todos los expertos del mundo dicen sería el país que tal vez avanzara más rápido si cumplen esa meta.

El Ministro me dice, la voy a cumplir, y va muy bien.

Comenzamos con 2.2 millones de conexiones y ya vamos en tres millones cero siete en ocho meses de
Gobierno, es un avance muy importante, de 2.2 millones a 3.07.

Pero yo hago el siguiente cálculo Ministro, eso es más o menos 800 mil adicionales en 8 meses, un
promedio de cien mil al mes, nos quedan 40 meses de Gobierno, si le aplicamos esa misma proporción,
no llegamos, porque 40 meses a 100 mil son 4 millones, más 3.07 serán 7.07 y no 8.8.

Entonces tenemos que meterle un poquito más el acelerador, para que ese aumento sea un poco mayor
y después si lo mantenemos lleguemos al 8.8.

O sea, el avance es muy impresionante, de 2.2 a 3.07, pero no es suficiente so queremos cumplir
semejantes metas, que sabemos que son muy ambiciosas, pero como dicen usted me convenció de
ponerlas y tenemos que cumplirlas.

Lo otro es el número de municipios. Cuando llegamos había 200 municipios en Colombia conectados
con red de fibra óptica. El objetivo, la meta, es llegar a 700. De 200 ya vamos en 317.

Nuevamente, no sé si ese ritmo nos llegue a los 700 o no, yo espero que sí, porque eso es
importantísimo.

¿La red de fibra óptica y la banda ancha qué le van a permitir?

Municipios muy alejados van a tener acceso a la mejor educación y a la mejor salud, tener en un puesto
de salud en un municipio muy alejado la posibilidad de tener a un paciente y se pueda conectar con el
mejor médico de esa enfermedad, no solamente en Colombia sino en el mundo, y que ese médico le
pueda recetar a ese paciente el remedio que sea necesario.

De esos e trata la tecnología, por eso el mundo está avanzando tan rápido y ahí es donde nosotros no
nos podemos quedar.

Pero Ministro, creo que las cifras son muy buenas y hay que apretar un poco más, para que esas
viviendas que está construyendo la Ministra Beatriz Uribe, tengan la posibilidad de poder acceder a esa
tecnología que usted está distribuyendo por todo el país.

Sin más señor Gobernador, creo que tienen el uso de la palabra y concertémonos en el tema que hoy
nos ha convocado.

De nuevo muchas gracias por la hospitalidad, señor Alcalde, en Girardot.

En Girardot pasé muchos meses de mi niñez, aquí veníamos con mi familia todas las vacaciones.

Qué grato estar aquí de nuevo”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al concluir encuentro con


delegación de congresistas estadounidenses

Bogotá, 19 abr (SIG). “Damos la bienvenida a esta delegación de congresistas tan importantes que nos
visitan esta semana. La delegación está presidida por el Presidente del Comité de Medios y Arbitrios, el
representante Dave Camp. Viene acompañado del líder de la minoría en ese Comité, el representante
Steny Hoyer, y de otros representantes que han querido visitar nuestro país y enterarse de primera
mano de los avances que hemos hecho.

Algunos de ellos, como el representante Gregory Meeks, han venido muchas veces. Todos han sido
unos amigos de Colombia, que han apoyado la causa colombiana. Todos están a favor del Tratado de
Libre Comercio. Nos han dicho que apenas se presente usarán sus buenos oficios para aprobarlo a la
mayor brevedad posible.

Además hemos hablado sobre qué pasa después de que se apruebe el Tratado. La relación con
Estados Unidos para nosotros es una relación muy importante. Una relación estratégica. Por eso una
vez, y ojalá suceda lo más pronto posible, se apruebe el Tratado de Libre Comercio, esas relaciones
seguirán fortaleciéndose en la medida de lo posible.

Quiero agradecerle al representante Camp, al representante Hoyer y a toda la delegación su visita, su


interés y su apoyo. Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Congreso Nacional


de la Confederación General del Trabajo (CGT)

Bogotá, 26 abr (SIG). “Piero, ese gran cantautor argentino, con alma y nacionalidad de colombiano –el
de Pedro Nadie, Juan Boliche, Y todos los días–, se hizo famoso en los años setenta por su canción
protesta.

Sin embargo, hace unos días le escuché a Piero decir que –más que de canción protesta– ahora
prefiere hablar de ´canción-propuesta´.

Según Piero, ‘protestar per sé ya no tiene gracia’.

Lo más difícil, lo que realmente nos toca hacer en la democracia, es PROPONER, volver a crear.

Y proponer requiere más trabajo que protestar.

Por eso me siento feliz, me siento muy honrado, al acompañar hoy, como Presidente de la República, la
instalación del Noveno Congreso Nacional de la Confederación General del Trabajo –CGT–, en la
celebración de sus 40 años.

¿Y por qué me siento honrado?

Porque la CGT sabe protestar –y eso es importante; la protesta es un instrumento esencial de la


democracia– pero, sobre todo, porque la CGT también sabe PROPONER, que es el estadio superior de
la protesta.

Yo vengo de una tradición liberal, en el sentido más amplio de la palabra.

Mi padre siempre me recordaba esa famosa frase de Voltaire, que he convertido en una máxima de
vida:

‘Puedo no estar de acuerdo con lo que dice, pero daría mi vida por defender su derecho a decirlo’.

La tolerancia, la aceptación del diferente, el pluralismo ideológico, son las bases fundamentales de una
democracia, más allá del simple ejercicio del sufragio.

Y en Colombia queremos vivir en una democracia fuerte, sólida, que haga realidad la justicia social para
todos los trabajadores de nuestra Patria.

Para tener esta democracia todos necesitamos una institucionalidad que garantice los derechos
fundamentales de los ciudadanos, y organizaciones sociales –como los sindicatos– igualmente fuertes.

Durante mi vida pública he defendido el concepto de la Tercera Vía –que compartí con el ex primer
ministro Tony Blair de Inglaterra, laborista por cierto, quien llega hoy a nuestro país–, y el cual se
resume en una frase muy sencilla:

El mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario.

Dicho en términos más populares, refiriéndose a la intervención del Estado en la economía, podríamos
sintetizarla así:
Ni tan cerca que queme al santo, ni tan lejos que no lo alumbre.

Es importante, es crucial, para el desarrollo de un país, proteger al capital y a la inversión, para generar
empleo y riqueza, pero es igualmente importante tener un Estado capaz de promover los derechos de
los trabajadores y la inclusión social.

Por eso la Tercera Vía es también encontrar un sano equilibrio entre el capital y el trabajo, para que
funcionen unidos en lugar de enfrentados.

Estoy convencido –y así lo he dicho siempre, desde cuando ocupé hace veinte años la cartera de
Comercio Exterior– de la necesidad de tener una clase trabajadora bien remunerada, con condiciones
dignas de trabajo y de vida.

Reconocimiento al Vicepresidente Garzón

El señor Vicepresidente (Angelino Garzón) es testigo de eso. Cuando él era Ministro de Trabajo y yo
Ministro de Hacienda, pudimos durante dos años seguidos pactar con los sindicatos el aumento del
salario mínimo; no decretarlo en forma unilateral.

Y él desde esa época, por eso lo llamo compañero, porque hemos sido compañeros de muchas luchas.

Por eso creo en un sindicalismo responsable–como el que practica la CGT–, dispuesto a proponer y a
dialogar, más que a destruir, en el propósito común de alcanzar una sociedad más justa para todos.

Miremos el caso de la jornada de protesta convocada por la CUT, Fecode y otras organizaciones
sociales –sé que la CGT la apoyó pero no participó activamente por estar preparando este congreso– el
pasado 7 de abril.

Fue una protesta pacífica, sin hechos que lamentar, que contó no sólo con el respeto del Gobierno sino
con el acompañamiento de la fuerza pública.

Por primera vez en la historia del país, los representantes de los sindicatos estuvieron presentes en los
puestos de control al lado de la Policía para ayudar a evitar disturbios o actos de violencia causados por
infiltrados ajenos al movimiento sindical.

Porque esos infiltrados existen, se organizan y siempre buscan la confrontación violenta y causar el
mayor daño posible.

En los archivos de los computadores encontrados en los campamentos de las FARC aparece como una
constante la pretensión de este grupo ilegal, y de otros más, de infiltrar los movimientos sindicales y las
universidades.

Y no hay nada más peligroso para los sindicatos –que son organizaciones legales y pacíficas– que
dejarse manipular por quienes sólo creen en la violencia, y de ahí la importancia del trabajo conjunto
que realizamos en la jornada del 7 de abril.

¡Y se logró el objetivo! No sólo la protesta transcurrió en calma sino que al otro día, por la tarde, me
reuní personalmente con los líderes sindicales en la Casa de Nariño para escuchar sus planteamientos,
las razones de su protesta, y aproveché para compartir con ellos los avances laborales que nos
ayudarán a despejar el camino del TLC.

Y ésta ha sido la regla. Desde el primer mes de mi gobierno, en agosto del año pasado, me reuní con
las organizaciones sociales y sindicales, y lo he hecho en varias oportunidades desde entonces, porque
soy un convencido del diálogo social como estilo de gobierno.

No tenemos que estar de acuerdo en todo sino en una cosa: en la capacidad de tramitar las diferencias
por vías pacíficas y respetuosas, en el marco de la Constitución y de la ley.

Creo tanto en el diálogo que postulé como mi fórmula electoral a un reconocido líder sindical y social,
que es hoy –para fortuna de Colombia– el Vicepresidente del país: Angelino Garzón.

La trayectoria vital, el compromiso social, de Angelino Garzón, están por fuera de toda discusión.
Él es –como muchos lo han comparado– nuestro ‘Lula colombiano’, que comparte con el ex presidente
brasileño una historia personal muy parecida y el mismo talante para concertar, para acercar posiciones
contradictorias y lograr resultados que de otra forma serían imposibles.

Angelino es, además, un verdadero campeón de los derechos humanos, un promotor como pocos de la
inclusión y la defensa de las minorías, que es garantía dentro de nuestro gobierno de que jamás
olvidaremos nuestro deber hacia el pueblo.

Porque lo dije en mi campaña, lo proclamé el día de mi posesión, y lo repito hoy, ante los trabajadores
de Colombia:

El compromiso de nuestro Gobierno es con los pobres, es con la creación de trabajo formal y digno, es
con el cierre de las profundas brechas sociales que aún existen en nuestra sociedad.

Estamos trabajando, con toda la decisión, para lograrlo, y qué bueno contar con la comprensión y el
apoyo del movimiento sindical, y con su crítica constructiva si nos desviamos del camino.

Colombia y el sindicalismo internacional

Muchas gracias, apreciado Julio Roberto Gómez y apreciados amigos de la CGT, por darme la
oportunidad de compartir con ustedes este congreso histórico.

Presento un saludo muy especial también a las representantes de la Confederación Sindical


Internacional –CSI– y de la Confederación de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas –CSA– que
validan, con su presencia, la importancia del movimiento sindical colombiano en el mundo.

Nuestro gobierno está convencido de la conveniencia de la veeduría internacional para nuestros


procesos de cambio y mejoramiento.

Por eso damos la bienvenida, y así lo hemos dicho a sus representantes, a una mayor presencia de la
OIT en nuestro país, para que nos ayude a cumplir con los enormes retos que tenemos por delante.

Hace poco menos de un año la Comisión de Aplicación de Normas de la Conferencia Internacional del
Trabajo excluyó a Colombia de la lista de países que deben presentar informes a la misma, lo que
constituye una prueba de los avances que hemos tenido.

Pero sabemos que no es suficiente, y por eso –así como invitamos a la Oficina de la Alta Comisionada
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a tener un representante en nuestro país– hemos
solicitado una presencia más activa de la OIT.

Porque la verdad es que perseguimos los mismos objetivos: defender los derechos humanos y defender
los derechos de los trabajadores.

Estoy convencido de que, si trabajamos juntos para alcanzarlos, seremos más eficaces.

Sin embargo, ya hemos avanzado –muchas veces de la mano de ustedes, los sindicalistas– y creo que
es justo reconocerlo.

Formalización y primer empleo

Compartimos otro objetivo, que es común, y es el de disminuir el desempleo a cifras de un dígito –algo
que no ocurre desde hace más de 15 años– y generar empleo decente, empleo formal para los
colombianos.

No cabe duda de que la formalización de la economía y del empleo es la clave para cerrar las brechas
sociales en nuestro país.

Por eso le apostamos, con la participación de los sindicatos, con el apoyo de las cámaras de comercio y
las cajas de compensación familiar, a diseñar una Ley de Formalización y Generación de Empleo –la
llamada ‘Ley de Primer Empleo’–, que ya está en vigencia.

Con esta ley facilitamos la contratación de nuevos trabajadores formales o la formalización de los
informales, y apoyamos a sectores vulnerables de la población como los jóvenes, las mujeres, las
personas con discapacidad, los desplazados y reinsertados.

Invito, muy especialmente, a la CGT y a todo el movimiento sindical del país, a que nos ayuden a
promocionar esta ley y a multiplicar sus efectos.

¿Por qué? Porque más trabajadores formales son más familias con salarios dignos, seguridad social y
mejor calidad de vida.

Más trabajadores formales significan una mayor base para el movimiento sindical, porque la
informalidad no sólo lesiona la economía sino también el sindicalismo.

Otras iniciativas de impacto social, como la Reforma a las Regalías –que permitirá una repartición más
justa y equitativa de los recursos del subsuelo– y la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, son
normas de avanzada que merecen el respaldo de los trabajadores de Colombia.

Hablar claro del TLC con Estados Unidos

Y permítanme ahora hablar del Tratado de Libre Comercio que hemos suscrito con los Estados Unidos,
y de sus buenos efectos en materia laboral.

En este aspecto, me ha parecido, Julio Roberto, muy sensata la posición de la CGT que usted ha
expresado, cuando dice que la Confederación quiere que hablemos claro, que le hablemos claro al país
sobre la conveniencia o no de ese Tratado de Libre Comercio.

¡Y de eso se trata! De hablar claro y de ser transparentes en las posiciones.

El TLC –que esperamos que pronto se someta a aprobación del Congreso de los Estados Unidos– es
único en su género, en el sentido de que no sólo regula el comercio de bienes y servicios, sino que
contiene también un capítulo laboral que garantiza los derechos de los trabajadores de ambos países.

Lo que busca este capítulo es reafirmar las obligaciones de Colombia y de Estados Unidos de cumplir
con los compromisos adquiridos en el marco de la OIT y de aplicar, sin cortapisas, las leyes laborares
que protejan a los trabajadores.

Y permítame recordarle, querida Linda Chávez (Presidenta de la Confederación Sindical de


Trabajadores de las Américas), que creo que Colombia está cumpliendo más con la OIT que los propios
Estados Unidos.

El objetivo es garantizar que ningún país hará más laxas sus normas laborales, en desmedro de los
trabajadores, para volver más competitivos sus productos.

Todo lo contrario: el TLC será garantía de que las normas y principios laborales se cumplan al pie de la
letra.

Plan de Acción para TLC

Como ustedes saben, hace menos de tres semanas acordé con el presidente Obama un Plan de
Acción, en el tema de avances laborales, para destrabar finalmente el trámite del TLC, y me complace
decir que dichos avances han sido, desde siempre, un compromiso de nuestro Gobierno.

No es un Plan de Acción impuesto por las circunstancias sino algo que hemos construido con base en
nuestras propias convicciones, a partir de lo que creemos y lo que ofrecimos en nuestra campaña.

Lo que hicimos ahora es ordenar y poner fechas a acciones que ya veníamos adelantando, y que
creemos que son las correctas.

¿Cómo no va a ser correcto expandir los niveles de protección a los líderes sindicales?

Ya hay en Colombia cerca de 1.500 sindicalistas beneficiados con medidas de protección, y hemos
emitido una resolución ampliando el alcance del Programa de Protección a activistas sindicales, a
personas con la expectativa seria y real de asociarse como sindicato, o ex sindicalistas.

Para el 2012 aumentaremos los fondos del programa en más del 50 por ciento.
Claro que el objetivo central de mi gobierno no se limita a incrementar la protección a los sindicalistas.

Lo que queremos es alcanzar un grado de seguridad y de tranquilidad en el país que les permita vivir y
trabajar sin necesidad de esa protección.

¿ Cómo no va a ser correcto revisar el programa de reubicación y protección de profesores?

Sabemos que los maestros son especialmente vulnerables, y por eso estamos mejorando y agilizando
su programa de traslado y protección.

Nuevamente, lo que esperamos, nuestra meta final, va más allá.

Aspiramos a devolver la seguridad a las zonas rurales y a que en Colombia los maestros –que
desempeñan uno de los oficios más hermosos y más importantes del mundo– no requieran traslados
forzosos ni protección, sino que puedan ejercer su labor, sin miedo, en cualquier lugar de nuestra
geografía.

¿Cómo no va a ser correcto combatir la impunidad de los crímenes contra sindicalistas?

Aunque falta mucho, ya hemos avanzado.

Pasamos de alrededor de 200 sindicalistas asesinados en 2001 a entre 40 y 50 en el 2010,


dependiendo de los criterios de inclusión en las estadísticas.

Hay una disminución del 75 por ciento en 10 años, pero no es suficiente. ¡Un solo sindicalista asesinado
es demasiado!

Y pasamos, por otra parte, de una sola sentencia proferida en el 2001 a 77 sentencias el año pasado

En el Plan de Acción contemplamos la asignación de 95 policías judiciales de tiempo completo para que
apoyen a los fiscales que manejan crímenes contra sindicalistas, los cuales estarán en funciones antes
del 30 de julio.

También se convocarán reuniones mensuales con las centrales obreras y la Escuela Nacional Sindical
para conciliar la lista de homicidios pendientes de resolver.

¿Cómo no va a ser correcto –me pregunto– defender el derecho de sindicalización y de


negociación colectiva?

Asociación sindical e inspectores de trabajo

Para ello, en el proyecto de reforma al Código Penal que ya cursa en el Congreso se incluyó un artículo
que establece como delito la utilización de pactos colectivos para vulnerar el derecho de asociación
sindical y negociación colectiva mediante el ofrecimiento de mejores condiciones a los trabajadores no
sindicalizados.

Y también se restablecen sanciones penales para los empleadores que atenten contra el derecho de
asociación sindical, de reunión y de negociación colectiva.

¿Cómo no va a ser correcto aumentar la planta de inspectores para defender los derechos de los
trabajadores?

Nos hemos propuesto contratar, por medio de concurso, a 480 nuevos inspectores de trabajo en los
próximos cuatro años.

Y ya comenzamos: el Ministerio de Protección Social ya expidió el decreto para contratar los primeros
100 nuevos inspectores este año.

¿Cómo no va a ser correcto –finalmente– acabar con el uso indebido de cooperativas o cualquier
otra forma de relación que viole los derechos laborales?

Ya en la Ley de Primer Empleo se determina que el personal contratado para desarrollar las actividades
misionales de cualquier empresa o entidad no puede estar vinculado a través de Cooperativas de
Servicio de Trabajo Asociado, con duras sanciones si se incumple esta norma.

Es insólito constatar cómo –para dar un ejemplo– miles de muchachos humildes que trabajan como
empacadores de las grandes cadenas de supermercados –y se asocian a dichas cooperativas– no
tienen un ingreso básico mínimo sino que dependen de la generosidad de las propinas, cuando en
realidad cumplen un servicio que es propio del supermercado.

Y esto se da en muchos otros sectores.

Vamos a destinar 100 inspectores de trabajo exclusivamente a controlar el uso indebido de las
cooperativas para lesionar los derechos de los trabajadores.

Son muchos más los avances y compromisos, pero creo que ya ha quedado claro lo fundamental.

Nuestro gobierno –con TLC o sin TLC– está absolutamente comprometido con la protección de los
hombres y mujeres de nuestro país que conforman nuestra fuerza laboral.

Toda la vida he predicado que la mejor manera de controlar las políticas públicas es con metas, con
indicadores que nos sirvan para medirlas, y para esto nos sirve el Plan de Acción.

Por eso le agradezco mucho, Julio Roberto (Gómez, Secretario General de la CGT), sus palabras sobre
el Plan de Acción. Y a usted también doña Linda, su apoyo a este Plan de Acción, que creo que es un
avance importante.

Pero nuevamente –repito– no es por imposición de nadie, sino por convencimiento de un Gobierno que
cree que para la democracia lo mejor es tener una clase trabajadora fuerte, pujante, digna; con salarios
dignos también.

Solidaridad sindical ante emergencia invernal

Apreciado Julio Roberto, amigos compañeros sindicalistas de Colombia y el mundo:

No quisiera terminar sin agradecerles a las centrales obreras la solidaridad que han demostrado con el
resto de la población de nuestro país, que está sufriendo las consecuencias de la más grande tragedia
natural de nuestra historia.

El invierno y sus estragos –como lo dije anoche en mi alocución al país– nos conciernen a todos, y
nuestro deber hoy es la unidad y la solidaridad.

La CGT ha propuesto el aporte –y se lo agradezco muchísimo– de un día de salario de sus afiliados


para apoyar a las víctimas del invierno en Colombia y el 20 por ciento de lo que se recaude para esa
población que ha sufrido tanto, la población haitiana.

¡Nada más noble y más oportuno!, querido Julio Roberto.

Y quiero aprovechar para anunciar que el programa de ‘Empleo de Emergencia’ –que habíamos creado
con uno de los decretos que se cayó por el fallo de la Corte Constitucional– va a revivir a través de su
inclusión en la ley del Plan de Desarrollo que ya está para su último debate.

La idea es crear –hasta mediados del 2012– al menos 100 mil empleos en los que damnificados y
afectados trabajen, con remuneración y seguridad social, en la reconstrucción de sus propias
comunidades.

Destinaremos 300 mil millones de pesos a este propósito.

Porque –como dije anoche– de esta emergencia saldremos adelante, y saldremos unidos y saldremos
fortalecidos.

Gracias a la CGT por su vocación solidaria y gracias por invitarme a su congreso.

Ésta es una confederación que sabe protestar, cuando toca, pero que también –como dice Piero– sabe
PROPONER.
Ustedes hacen realidad el pensamiento del poeta y líder cubano José Martí:

El decía:

‘El derecho del obrero no puede ser nunca el odio al capital; es la armonía, la conciliación, el
acercamiento común de uno y del otro’.

Con este pensamiento, y con la reiteración de que en nuestro Gobierno encontrarán siempre abiertas
las puertas para el diálogo y siempre dispuesta la voluntad para proteger la vida y las libertades de
nuestros trabajadores, termino estas palabras.

¡Que viva la libertad!

¡Que viva la dignidad del trabajador colombiano!

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la apertura del 44


Festival de la Leyenda Vallenata

Valledupar, Cesar, 26 abr (SIG).

“Señores, voy a contarles. 


Hay nuevo encanto en la sabana. 
En adelanto van estos lugares. 
¡Ya tienen su diosa coronada!”

¡Qué alegría volver a Valledupar, y qué alegría venir a este Festival Vallenato, patrimonio cultural de
Colombia!

¡Qué gusto, además, hacerlo en esta versión número 44, cuando el pueblo vallenato rinde homenaje a
dos de los más grandes juglares de su historia: Lorenzo Morales y Leandro Díaz!

Comencé estas palabras con los versos inmortales de Leandro, con esa ‘Diosa Coronada’ que nos
encanta a todos. Aunque no es novedad que un texto comience con ellos.

Ya antes Gabriel García Márquez, nuestro querido Nobel, había utilizado los mismos versos como
epígrafe de su gran novela El amor en los tiempos del cólera.

Y no contento con eso, Gabo hizo que su protagonista, Florentino Ariza, se adjudicara la composición de
este paseo de Leandro, y que llamara así, ‘la diosa coronada’, a su adorada Fermina Daza, el amor de
su vida.

Porque los vallenatos son tan grandes que ya están graduados de Nobel de Literatura, están graduados
de Grammy Latino y, sobre todo, están graduados en el alma de Colombia, que no se cansa y nunca se
cansará, de escucharlos y de cantarlos.

No es la primera vez que vengo a un Festival Vallenato y tengan la seguridad de que no será la última.

Aquí he venido desde muy joven, como estudiante, como periodista, como ministro, incluso vine hace
dos años en representación del Presidente Álvaro Uribe, pero ésta es la primera vez que vengo como
Presidente de la República, y es algo que me llena de emoción.

Porque asistir al Festival Vallenato es vivir, vivir en el lugar que toca, la más honda tradición caribe de
nuestro país.

Es contagiarse de sentimiento, de leyendas, de tradiciones, que han forjado la nación que somos y que
queremos ser.

Cuando instalé el Festival hace dos años, el maestro Rafael Escalona estaba muy enfermo, yo acababa
de visitarlo en su hospital en Bogotá, y nos dejó a los pocos días.
Pero no se fue del todo.

Las canciones de Rafael Escalona siguen vivas, vigentes en los corazones de los colombianos, como si
acabara de componerlas, y nos recuerdan su estatura como compositor.

Desde el Parque de la Leyenda Vallenata hoy –como siempre- recordamos y honramos la memoria del
gran Rafa Escalona.

Pero a los juglares vallenatos es mejor honrarlos en vida, y por eso recibí con alegría la noticia de que
esta versión del festival se dedicaría a Lorenzo Morales y a Leandro Díaz, aquí presentes.

¡Así es como hay que honrar a nuestros artistas! Cuando están con nosotros, con sus palabras y con su
ejemplo.

¡Quién no recuerda a Moralito, inmortalizado por Emiliano Zuleta, el viejo Mile, en ‘La gota fría’, bajo la
dudosa acusación de que estuvo en Urumita y no quiso hacer parada!

Lo cierto es que ‘La gota fría’ es apenas un episodio de muchos enfrentamientos musicales que tuvieron
Emiliano Zuleta y Lorenzo Morales en una “piqueria” que duró varios años.

¡Ojalá todas las diferencias entre colombianos se arreglaran así, entre copla y copla; entre sones,
paseos y merengues; con generosidad e hidalguía!

¡Ojalá!

Es sabido que la pretendida rivalidad entre el Viejo Mile y Moralito se zanjó con un abrazo, y que luego
se volvieron amigos inseparables.

Tanto es así, que Morales, unos de los más grandes acordeoneros que ha dado este Valle de Upar,
silenció su acordeón el mismo día en que murió Zuleta, en cumplimiento de una promesa que se habían
hecho el uno al otro.

¡Gracias, Lorenzo Morales –orgulloso de que le digan ‘negro yumeca’ y de haberse criado entre los
cardonales de Guacoche- por su aporte al folclor de nuestra patria!

Gracias por ese acordeón que aprendió a tocar desde los doce años, siguiendo la tradición de Chico
Bolaños; que estuvo a la altura de otro grande, como es el maestro Abel Antonio Villa, y que hizo
historia en todas las parrandas del Cesar, de La Guajira, de la Sierra y de la Zona Bananera.

Bien dijo Escalona en su famoso paseo ‘Buscando a Morales’, haciendo honor a su trashumancia:

‘Porque Moralito es hombre andariego,

que cambia de nido ni el cucarachero.

Porque Moralito es una enfermedad

que llega a todas partes y en ninguna está’.

Gracias, maestro Morales; gracias, Moralito, por esas canciones que se han transmitido de boca en
boca y que se siguen cantando, como se cantarán siempre los clásicos.

¿Quién, si no Lorenzo Morales, nos iba a regalar unos versos tan hermosos como los de ‘El Errante’?

‘Tengo que vivir errante en la vida

por tu amor que me ha causado demencia.

Por eso es que el corazón me titila.

Yo sé que la criminal es la ausencia’.

¡Gracias, Lorenzo Morales!


Tiene usted razón: ¡De esa tela suya ya no se consiguen los juglares!

¡Y qué decir del inmenso Leandro Díaz, el poeta ciego de la canción vallenata!

Ciego era Homero, el bardo griego que creó La Ilíada y La Odisea, ¡y miren los prodigios que dejó a la
humanidad!

Así es el caso de Leandro Díaz, este hijo de La Guajira, que nos ha dejado canciones tan emblemáticas
como ‘Matilde Lina’ y ‘La Diosa Coronada’.

Maestro Leandro, tiene usted razón: Dios no le dio la vista de las cosas externas para que pudiera ver
con los ojos del alma, ¡y así lo demuestran sus canciones!

Y tiene también razón, Leandro, cuando ha dicho que usted no es un compositor, sino un pensador que
tuvo la suerte de ponerle melodías a sus pensamientos.

Porque eso es el vallenato, como decía Gabo: ¡el arte de contar cantando!

Y cómo serán las cosas de la vida, maestro Leandro, que ahora me acuerdo de una anécdota, hace
unos nueve años, en el Castillo de San Felipe en Cartagena.

Esa noche, después de que usted deleitó al público con sus sones y paseos, subió al escenario el ex
presidente Bill Clinton y nos brindó un improvisado concierto de saxofón.

¡Qué otro cantor vallenato puede decir que compartió tarima ni más ni menos que con Bill Clinton!

Pero es que a Clinton, como a muchas otras personalidades del mundo, el vallenato también le llega al
alma.

De la misma manera como nos llegan a nosotros al alma los versos que usted creó para Matilde Lina:

‘Un mediodía que estuve pensando

en la mujer que me hace soñar,

las aguas claras del río Tocaimo

me dieron fuerzas para cantar’.

¡Gracias, maestro Leandro Díaz, por su aporte a la cultura y el folclor de Colombia!

Y gracias a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y a su presidente Rodolfo Molina Araujo, por
organizar este homenaje y esta nueva edición del festival.

Pero no paran acá los tributos.

Esta noche tengo el inmenso placer de ver condecorado a un gran vallenato, pero sobre todo a un gran
amigo que ha sido alma y nervio del Festival Vallenato por muchos años: nuestro querido Darío
Pavajeau Molina.

Darío, el confidente de Escalona, el gallero de grandes ligas, el generoso anfitrión de miles de


parrandas, es –como decía el mismo Rafa- ‘la dignidad de toda una generación’.

Como fundador de este Festival, Darío Pavajeau ayudó a llevar al vallenato al trono que hoy ocupa en la
música nacional e internacional, y esta noche recibió, como corresponde, el reconocimiento y la gratitud
de su pueblo.

Y yo también le agradezco, Darío.

Aquí he venido a este Festival más de 20 veces. Siempre me he quedado en la casa de Darío, salvo la
primera vez que me quedé donde ‘Pepe’ Castro, en la habitación y en la cama de su hija Josefina, pero
sin ella, tengo que aclararlo.

Pero desde entonces, desde entonces, siempre he venido a donde Darío Pavajeau. ¡Qué gran vallenato!
Muy merecido este reconocimiento, y qué bueno que me haya tocado entregarles la medalla.

Porque el vallenato tiene cuerda para largo.

¡Qué bueno ver que, detrás de juglares como Lorenzo Morales y Leandro Díaz vienen las nuevas
generaciones, con talento y vocación, enamorando a Colombia y al mundo de este ritmo tan
colombiano!

¡Qué bueno constatar el positivo impacto que tiene el festival para el turismo del Cesar, y cómo ha sido
semillero de talentos!

La Escuela de Música del Turco Gil y la Escuela de Talento Vallenato Rafael Escalona, junto con esos
pequeños grandes embajadores que son ‘Los niños del vallenato’, son procesos que merecen el
respaldo de nuestro sector cultural.

Gracias al apoyo del Ministerio de Cultura y al compromiso departamental y municipal, hoy podemos
decir que el Cesar tiene todos sus municipios con escuela municipal de música, convirtiéndose en un
referente a nivel nacional.

La Nación, a través del Ministerio de Cultura y del Fondo Nacional de Regalías, apoya también este
Festival Vallenato porque sabemos que no sólo es patrimonio cultural, sino, sobre todo, parte del
corazón de Colombia.

Estamos comprometidos con la cultura vallenata y estamos comprometidos con el Cesar y con su
desarrollo.

A principios de este mes tuve oportunidad de presidir aquí, en Valledupar, un Acuerdo para la
Prosperidad sobre el importante tema de la seguridad alimentaria, que significa apoyo al sector
agropecuario y programas sociales para la nutrición de nuestros niños.

Y quiero reiterarles –desde este parque que lleva el nombre de esa buena amiga que fue mi colega de
gabinete, Consuelo Araujonoguera- que vamos a apoyar al Cesar en su camino hacia la prosperidad
económica y social.

Hemos incluido en el Plan de Desarrollo recursos por alrededor de 12 billones de pesos para El Cesar.

Estos recursos irán a importantes proyectos como las concesiones de la Ruta del Sol, en sus tramos 2 y
3; el tramo 1 de la concesión Transversal de las Américas, y –algo muy importante para los vallenatos-
el Sistema Estratégico de Transporte Público de Valledupar.

Igualmente se invertirán en la construcción del Megacolegio de Chiriquí, en Valledupar; en la


Universidad Popular del Cesar, y en el Macroproyecto de Vivienda ‘Ciudad Nuevo Valledupar’.

Además, nos hemos comprometido con la estructuración del proyecto de navegabilidad y de la zona de
reserva forestal del Río Magdalena; del proyecto de recuperación de la Ciénaga de Zapatosa; del Centro
de Convenciones de Valledupar, y del despacho judicial de Becerril.

Y también con la estructuración de otros proyectos de vías que están en etapa de estudios, como las
vías Valledupar-La Paz-San Diego; Valledupar-Badillo-San Juan del Cesar, y El Banco-Arjona-Cuatro
Vientos-Codazzi.

Alcalde, no se me ha olvidado la solicitud que me hizo Valledupar en la campaña: la Represa de


Besotes, que ya la incluimos en el Plan de Desarrollo que hoy está votando el Congreso.

Queridos amigos vallenatos:

Venir a Valledupar; sentir el aroma de los mangos; admirar la belleza de las trinitarias; oír el suave
rumor del Guatapurí; disfrutar del sonido de acordeones, cajas y guacharacas, es un bálsamo para el
alma.

Pero no todo es alegría, infortunadamente.

Esta tarde, antes de venir acá, viajé al sur del Cesar, donde me reuní con los alcaldes de Aguachica,
Gamarra, La Gloria y Tamalameque, afectados por el invierno y por el caudal crecido del Río
Magdalena, y analizamos la situación de sus municipios.

Llegué a pensar, en medio de las dificultades que hoy viven estos y muchos otros compatriotas, que tal
vez no era momento, no era oportuno venir al Festival.

Pero pronto reflexioné: El Festival Vallenato es un reflejo del alma de Colombia, en las buenas y en las
malas, y sus cantos son el símbolo de un pueblo valiente, corajudo, que no se achicopala ante las
dificultades.

Por eso estoy acá, acompañando esta tradición de décadas, y prefiero, más bien, traer a cuento los
hermosos versos de ‘La Creciente’, la mejor canción del recordado Hernando Marín:

‘Y así, como en invierno un aguacero,

lloran mis ojos como las tinieblas.

Y así como crecen los arroyuelos,

se crece también la sangre en mis venas’.

¡Que crezca, SÍ SEÑORES, que crezca la sangre en las venas de los colombianos para que
enfrentemos con entereza la mayor tragedia natural de nuestra historia!

Hoy, desde Valledupar, desde el Festival Vallenato, enviemos un saludo solidario a tantos compatriotas
que están en refugios, con sus cultivos inundados, incomunicados, por causa de este desastroso
invierno que sufrimos.

El vallenato es un ritmo que une a Colombia y por eso, desde aquí, quiero reiterar la invitación a mis
compatriotas a la unidad, a la solidaridad, al emprendimiento, para que salgamos fortalecidos de este
difícil momento de nuestra patria.

Al igual que Francisco El Hombre, que venció al diablo en un duelo musical cuando le tocó el credo al
revés, los colombianos vamos a superar la adversidad con fortaleza, con trabajo y con ingenio.

Por lo pronto, queridos amigos, ¡que suenen los acordeones!

¡Que canten los juglares!

¡Que se escuche en todas partes ese gran sentimiento vallenato, que es el sentimiento de Colombia!

Con emoción en mi corazón, con el recuerdo imperecedero de Escalona y la Cacica, con el homenaje
que merecen Lorenzo Morales y Leandro Díaz, declaro instalado, solemnemente, este Festival de la
Leyenda Vallenata número 44.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Santos en la presentación del Plan de


Seguridad para la Copa Mundial de Fútbol Sub 20

Cartagena, 27 abr (SIG). “Primero, quiero felicitar una vez más a la Policía por lo que me acaban de
informar: 23 capturas en el Sur de Bolívar, de ‘Los Urabeños’, esa banda que tanto daño le ha causado
a esa región y a otras regiones del país.

Me dicen que dentro de los capturados hay varios que son peces más gordos, lo cual es una noticia muy
positiva, y nuevamente felicitaciones, general (Óscar) Naranjo (Director de la Policía Nacional).

Ahora se va a realizar el sorteo para ver cómo quedan enfrentados los equipos en este evento tan
importante para nuestro país como es la (Copa Mundial de Fútbol) Sub-20.

La Sub-20, como ustedes bien saben, es el campeonato más importante después del Campeonato
Mundial, y el país está comprometido en hacer de esta Sub-20 la mejor de la historia.

Y eso es un compromiso que vamos a cumplir, porque el país va a quedar muy bien ante, se calcula,
500 millones de personas que van a ver los partidos.

En cada transmisión va a haber un comentario sobre cómo está el estadio, sobre cómo están los
equipos, sobre cómo están las ciudades, sobre cómo esta el país. O sea que es una magnífica
oportunidad para vender esa nueva imagen, esa nueva realidad colombiana, nueva realidad que
estamos viviendo gracias, entre otras, a esa magnífica labor de la Policía en todos estos años.

Esta oportunidad para mostrar lo positivo de nuestro país, pues tiene muchos desafíos: desafíos de la
parte de la organización propiamente dicha, en la parte de la infraestructura, en el trato de la gente
nuestra frente a quienes van a llegar a visitarnos y a ver los partidos; desafíos de nuestro equipo para
que ojalá quedemos de campeones.

Pero todo eso tiene una plataforma que tiene que funcionar bien y que estoy seguro que va a funcionar
bien porque estamos en las mejores manos, con nuestra Policía.

Lo acabamos de ver, se han venido preparando, se han venido acoplando. Yo diría que esto es el
estado del arte en materia de tecnología para tener un buen control de la situación, y eso es un aspecto
fundamental para lograr el objetivo de hacer de esta Sub 20 la mejor de la historia.

Porque ustedes saben muy bien que cualquier noticia en materia de seguridad inmediatamente tiene
una repercusión en los medios, y va a tener una repercusión en los comentarios de esos periodistas que
van a transmitir los partidos desde las ocho ciudades donde se van a jugar, y después desde la final.

Y si obviamente hay un buen ambiente, sobre todo porque muchos de ellos van a venir prevenidos,
nosotros estamos en un proceso de mostrarle la realidad que hoy vive Colombia a mucha gente que
todavía cree que vivimos en el pasado y que viene con muchas prevenciones.

Cuando vean lo que es la realidad y cuando vean un país donde se puede llevar a cabo semejante
campeonato con total tranquilidad, esa sorpresa va a ser transmitida y va a ser parte de ese éxito que
vamos a tener en esa Sub 20.

Y el papel de todos y cada uno de ustedes, comenzando por el suyo, general Naranjo, pues va a ser
muy importante.

Por eso, yo por lo menos como Presidente me siento muy tranquilo porque sé que estoy en buenas
manos. Una institución que ha dado de todas las formas posibles demostración de su profesionalismo,
de su capacidad y que espero que en esta oportunidad repitan con creces lo que son capaces de hacer.

Aquí están los comandantes de la Policía de las 8 ciudades donde se van a realizar los partidos.

Cada uno ya sabe exactamente qué tiene que hacer, cómo hacerlo.

Esta tecnología es bastante impresionante.

Yo tengo un hijo, el menor, tiene 17 años y se lo estaban disputando –porque cuando cumpla 18 quiere
meterse al Ejército- se lo estaba disputando la Policía y se lo estaba disputando la Armada, y él dijo:
‘No, me voy para el Ejército’.

Pero viendo ese helicóptero no tripulado, si usted le ofrece a mi hijo que va a manejar ese helicóptero,
de pronto se lo trae para la Policía.

El uso de la tecnología en materia de seguridad es cada vez más importante.

Yo celebro mucho, además, que estén en eso.

Nuestra Policía, por fortuna, siempre está a la vanguardia. Creo que en muchos frentes podemos –como
ya lo reconoce el mundo entero- dar lecciones, no que nos den lecciones.

Veo que aquí también estamos avanzando mucho en seguridad de estadios, en seguridad de eventos
como los que vamos a tener, y eso creo que ese es otro motivo de orgullo de los colombianos con
nuestra Policía.

De manera que los felicito, los felicito por la presentación que acaban de hacer. Me voy de aquí
tranquilo.

No bajen la guardia y sean conscientes, seamos todos conscientes, todos los colombianos, de la
importancia para el país de dar un buen espectáculo, de ofrecer un país amable, un país hospitalario, y
que hagamos nuevamente como consigna de esta Sub20, la mejor Sub 20 de la historia.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el sorteo del Mundial


de Fútbol Sub-20

Cartagena, 27 abr (SIG). “Yo venía en el avión con el ex primer ministro británico Tony Blair. Voy a
cenar con él más tarde, nos está visitando por primera vez aquí en Colombia y por pura coincidencia le
pregunté que para dónde iba después. Porque mañana vamos a Barranquilla, él sigue para Brasil y yo
sigo para el Perú.

Y me decía: ‘voy a Brasil a participar en una discusión del Foro Económico Mundial sobre la importancia
para un país de tener un acontecimiento como la Copa Mundial de Fútbol o como las Olimpiadas’.

El ex primer ministro Blair ganó la competencia para que Inglaterra fuera sede de las próximas
olimpiadas. Por eso lo invitaron al Brasil.

Y discutimos todo el viaje de Bogotá a Cartagena sobre ese tema. ¿Qué significa para un país tener un
evento como éste, como la Sub-20, el Campeonato Mundial Sub-20 de fútbol, o el Campeonato Mundial
o unas Olimpiadas?

Significa muchísimo. Significa que el mundo entero va a estar pendiente durante todos los días del
evento, sobre cómo es el país, qué tipo de gente, qué tipo de hospitalidad.

Significa mucho para el turismo; significa mucho para la infraestructura deportiva y turística. Significa
mucho para los jóvenes y los niños, porque van a ver eventos muy importantes, en este caso los
mejores jugadores jóvenes del mundo jugando fútbol.

Por eso, como Presidente de la República me siento tan contento que este sueño que tenía Colombia
de ser sede de este campeonato, hoy se esté haciendo realidad.

Y se está haciendo realidad gracias al esfuerzo de mucha gente. Quiero agradecerle, primero al
Presidente (Álvaro) Uribe y a su Vicepresidente Francisco Santos, porque ellos ganaron en franca lid la
sede.

Pero luego el Vicepresidente Angelino Garzón y la Ministra (de Cultura) Mariana Garcés, Fernando
Panesso (Gerente del Mundial Sub-20) y los demás funcionarios que han entregado todo para que este
evento sea un éxito. Jairo Clopatofsky, como Director de Coldeportes; los alcaldes, todos han hecho un
gran esfuerzo para que en sus ocho ciudades sedes todo esté como la Fifa lo exige.

Y todos los que detrás de bambalinas están también trabajando.

Acabo de venir de la presentación que hizo el General (Óscar) Naranjo (Director de la Policía) de toda la
Policía, cómo va a ser la seguridad en este evento.

Por eso me siento tranquilo. Pero no vamos a bajar la guardia, porque señor (Jack) Warner
(Vicepresidente de la Fifa), tenga la seguridad, así como se lo prometimos al señor (Joseph) Blatter
(Presidente de la Fifa) en su momento, este va a ser el mejor Campeonato Sub-20 de la historia del
mundo.

Vamos a seguir trabajando todos para que, como decía Luis Bedoya (Presidente de la Federación
Colombiana de Fútbol), el mundo entero se dé cuenta la maravilla de país que tenemos, a través de
semejante acontecimiento deportivo.
Por eso, lo único que me queda es decirles a todos, a todos los que han hecho posible que Colombia
sea sede y los que van a hacer posible que sea todo un éxito: muchas, muchas gracias.

Y a todas las delegaciones que nos acompañan hoy, mucha suerte ahora en el sorteo. Que todos
queden muy bien posicionados.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el sorteo del Mundial


de Fútbol Sub-20

Cartagena, 27 abr (SIG). “Yo venía en el avión con el ex primer ministro británico Tony Blair. Voy a
cenar con él más tarde, nos está visitando por primera vez aquí en Colombia y por pura coincidencia le
pregunté que para dónde iba después. Porque mañana vamos a Barranquilla, él sigue para Brasil y yo
sigo para el Perú.

Y me decía: ‘voy a Brasil a participar en una discusión del Foro Económico Mundial sobre la importancia
para un país de tener un acontecimiento como la Copa Mundial de Fútbol o como las Olimpiadas’.

El ex primer ministro Blair ganó la competencia para que Inglaterra fuera sede de las próximas
olimpiadas. Por eso lo invitaron al Brasil.

Y discutimos todo el viaje de Bogotá a Cartagena sobre ese tema. ¿Qué significa para un país tener un
evento como éste, como la Sub-20, el Campeonato Mundial Sub-20 de fútbol, o el Campeonato Mundial
o unas Olimpiadas?

Significa muchísimo. Significa que el mundo entero va a estar pendiente durante todos los días del
evento, sobre cómo es el país, qué tipo de gente, qué tipo de hospitalidad.

Significa mucho para el turismo; significa mucho para la infraestructura deportiva y turística. Significa
mucho para los jóvenes y los niños, porque van a ver eventos muy importantes, en este caso los
mejores jugadores jóvenes del mundo jugando fútbol.

Por eso, como Presidente de la República me siento tan contento que este sueño que tenía Colombia
de ser sede de este campeonato, hoy se esté haciendo realidad.

Y se está haciendo realidad gracias al esfuerzo de mucha gente. Quiero agradecerle, primero al
Presidente (Álvaro) Uribe y a su Vicepresidente Francisco Santos, porque ellos ganaron en franca lid la
sede.

Pero luego el Vicepresidente Angelino Garzón y la Ministra (de Cultura) Mariana Garcés, Fernando
Panesso (Gerente del Mundial Sub-20) y los demás funcionarios que han entregado todo para que este
evento sea un éxito. Jairo Clopatofsky, como Director de Coldeportes; los alcaldes, todos han hecho un
gran esfuerzo para que en sus ocho ciudades sedes todo esté como la Fifa lo exige.

Y todos los que detrás de bambalinas están también trabajando.

Acabo de venir de la presentación que hizo el General (Óscar) Naranjo (Director de la Policía) de toda la
Policía, cómo va a ser la seguridad en este evento.

Por eso me siento tranquilo. Pero no vamos a bajar la guardia, porque señor (Jack) Warner
(Vicepresidente de la Fifa), tenga la seguridad, así como se lo prometimos al señor (Joseph) Blatter
(Presidente de la Fifa) en su momento, este va a ser el mejor Campeonato Sub-20 de la historia del
mundo.

Vamos a seguir trabajando todos para que, como decía Luis Bedoya (Presidente de la Federación
Colombiana de Fútbol), el mundo entero se dé cuenta la maravilla de país que tenemos, a través de
semejante acontecimiento deportivo.

Por eso, lo único que me queda es decirles a todos, a todos los que han hecho posible que Colombia
sea sede y los que van a hacer posible que sea todo un éxito: muchas, muchas gracias.
Y a todas las delegaciones que nos acompañan hoy, mucha suerte ahora en el sorteo. Que todos
queden muy bien posicionados.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al instalarse la Cumbre de


Lima para la Integración Profunda

Lima, 28 abr (SIG). “Decirles cómo estamos de contentos de estar aquí en este momento, porque lo
que ha dicho el Presidente Piñera es así: este es un paso histórico para el futuro de nuestros pueblos.

Alguien me preguntaba antes de abordar el avión, estaba en Barranquilla en un evento y una persona
me dijo: ‘¿Esto que van a hacer ustedes cómo me afecta y cómo me beneficia?’.

Esa es una pregunta válida: ¿cómo beneficia a nuestros pueblos este paso que estamos dando? La
respuesta es bastante clara y bastante contundente.

En primer lugar, la integración de los pueblos, la integración de los países, es tal vez de las teorías
económicas que nunca se han controvertido. Cuando se unen los pueblos, cuando se unen los países
para buscar objetivos comunes, siempre los alcanzan con más facilidad.

Divididos es más difícil. Unidos es más fácil. Por eso la tendencia a nivel mundial es hacia la integración.
Desde la década de nuestros libertadores. Simón Bolívar decía: sueño con una América Latina
integrada. Porque desde entonces esa tesis de la integración era válida.

¿Por qué beneficia a nuestros pueblos? Porque unidos nos volvemos más atractivos, somos un
mercado más importante, porque nos volvemos más competitivos. Eso trae más inversión, que produce
más bienes, más servicios. Y eso genera empleo y el empleo se traduce en más prosperidad. Así de
sencillo, pero así de contundente.

Pero no solo eso, sino que la coyuntura del momento favorece enormemente este paso que estamos
dando estos cuatro países. Ojalá se nos unan Panamá hacia el futuro y otros países. Porque esta no es
una integración cerrada. Es una integración abierta. Y bienvenidos los países que quieran sumarse a
este proceso tan interesante que estamos lanzando en el día de hoy ya formalmente.

¿Por qué digo que es una coyuntura muy especial? Porque el mundo está viviendo un momento muy sui
generis: de crisis en muchas zonas del planeta. No se han recuperado las grandes economías del
mundo de la gran recesión del año 2008. El mundo está comenzando a buscar áreas que tengan
verdadero potencial. Y ha surgido América Latina como una de esas áreas con verdadero potencial
hacia el futuro.

¿Por qué ha surgido América Latina? Porque América Latina tiene lo que el mundo está demandando.
Porque América Latina tiene una población joven. Porque América Latina tiene biodiversidad. Porque
América Latina tiene un enorme potencial para multiplicar su producción de alimentos, en un mundo que
está comenzando una crisis de alimentos. Porque América Latina tiene energía.

Y dentro de América Latina, estos cuatro países de hoy que están decidiendo integrarnos con más
profundidad, tenemos otras cosas en común. Tenemos ya entre nosotros tratados de libre comercio.
Tenemos modelos económicos muy parecidos. Tenemos modelos políticos muy parecidos.

Creemos, como lo decía el Presidente (del Perú) Alan García, firmemente, en la libertad, en la
democracia. Que tiene mucho que ver también con el modelo económico: el respeto a la propiedad
privada, el respeto al Estado de Derecho.

Y si nos unimos, como nos estamos uniendo, eso nos convierte en un polo muy interesante en esta
coyuntura mundial. Y eso le va a producir más prosperidad a nuestros pueblos, que es en últimas
nuestro objetivo, la razón de ser de estar en los puestos de responsabilidad que tenemos en este
momento.

Por eso celebro enormemente este paso que estamos dando. Como lo ha dicho el Presidente Piñera,
hasta ahora es un primer paso. Tenemos que trabajar muy duro.

Lo que anunció el Presidente Alan García: creo que es un paso importantísimo, dentro de muchos pasos
que tenemos que dar, la fusión de las Bolsas de Perú y Colombia, de Lima y Bogotá. Además se está
trabajando mancomunadamente con la Bolsa chilena y esperamos también hacerlo pronto con la Bolsa
mexicana.

Eso convertiría nuestro mercado financiero, nuestro mercado de acciones, en un gran mercado a nivel
mundial o del mismo tamaño que eso significa.

Aquí también se ha mencionado: las exportaciones nuestras duplican prácticamente las exportaciones
del Mercosur. O sea que somos ya economías bastante abiertas.

Y con ese común denominador que se llama el Pacífico, que no es el océano del futuro, querido
Presidente Alan García: es el del presente. Ya. Hoy el Pacífico es un área donde tenemos que estar,
porque ya se ha demostrado que ahí también hay un motor del crecimiento a nivel mundial.

Lo que me lleva también, Presidente Calderón, Presidente Piñera, Presidente García, a agradecerles
enormemente el apoyo que ustedes le han brindado a Colombia para el ingreso al Apec. Espero que en
noviembre, si se levanta la moratoria, podamos ser parte de esa organización ya formalmente. Pero ese
apoyo de ustedes ha sido muy importante y se lo agradecemos a todos de corazón.

De manera que este día, efectivamente, Presidente Piñera, es un día histórico. Muchas gracias,
Presidente Alan García, por la iniciativa y por invitarnos aquí.

Lo que nos queda por hacer es mucho. Por eso tenemos que regresar a nuestros países a seguir
trabajando por esta integración, que estoy seguro de que si aprovechamos el momento y actuamos de
manera unida y coordinada, esto va a traer unos grandes beneficios a nuestros pueblos: el pueblo
mexicano, el pueblo chileno, el pueblo peruano y el pueblo colombiano. Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Acuerdo para la


Prosperidad número 31

Chiquinquirá, Boyacá, 30 abr (SIG). “Qué bueno estar aquí en Boyacá, señor Gobernador.

Le cuento que hace tres semanas descubrí que no solamente mi padre había nacido en Boyacá, sino
que también mi abuelo materno nació en Boyacá.

Yo sabía que mi mamá había vivido un tiempo allá donde hoy es el Museo Religioso San Rafael -vivió
los primeros 10 años de su vida- pero lo que no sabía, y que supe hace tres semanas, es que por el
lado materno también mi sangre es boyacense, de manera que muy complacido de estar aquí.

Y muy complacido de estar aquí en Chiquinquirá, el día de hoy, porque dos razones: primero, porque
mañana es la beatificación de ese gran ser humano, ese gran Papa que tuvimos, Juan Pablo II, quien
estuvo aquí en Chiquinquirá, si la memoria no me falla, el 3 de julio del año 86.

Entonces los chiquinquireños tienen motivo para celebrar que mañana van a beatificar a quien aquí
estuvo y los visitó con tanto cariño, como visitó el mundo entero. Por eso le decían el peregrino, porque
visitó el mundo entero llevando la voz de aliento, el Papa Juan Pablo II, y por eso me place muchísimo
estar aquí el día de hoy.

Allá está, representando al Gobierno y a los colombianos, nuestra Canciller María Ángela Holguín,
acompañada de una delegación importante, en este trascendental evento que se va a realizar mañana
en Roma.

Y la segunda razón por la cual me parece muy importante estar aquí en Chiquinquirá es porque yo vine
aquí durante la campaña, le pedí a la Virgen que me ayudara en la elección, y miren, sacamos más de 9
millones de votos.

Un mandato clarísimo y he venido a cumplir con mi promesa de que aquí regresaría, y esa bendición
que usted me dio, Monseñor, es muy importante porque ahora pasaré a pedirle nuevamente a la Virgen
que me dé esa sabiduría, esa templanza, esa justicia, esa prudencia que requiere cualquier Mandatario
para ser un buen gobernante. Aquí en Chiquinquirá para mí eso es muy importante.

Captura de los asesinos de la jueza

Yo quisiera comenzar dando una buena noticia, y es que esta mañana, en una operación conjunta entre
la Fiscalía y la Policía Judicial, en Arauca, lograron capturar a los asesinos de la juez Gloria Constanza
Gaona.

Ustedes recordarán cómo ese asesinato estremeció al país.

Esta mañana ya resolvieron ese asesinato. Son cinco personas que han identificado, cinco integrantes
del Eln, milicianos del Eln.

O sea que todas esas insinuaciones que apuntaban a nuestra Fuerza Pública quedan totalmente
desvirtuadas.

Y están en poder de las autoridades tres de esos cinco delincuentes: el que disparó, el que iba
conduciendo la moto, y tengo entendido que también el campanero, el que avisaba. Faltan los otros dos,
que están plenamente identificados.

Yo quiero felicitar a la Policía y felicitar a la Fiscalía, que en ese trabajo conjunto se haya resuelto este
crimen, como se había prometido, y en un tiempo tanto corto. Creo que es una buena noticia para el
país.

Balance semanal

Esta semana ha sido una semana también muy activa, como todas.

Iniciamos la semana con un Consejo de Ministros, después de haberlo convocado durante el Jueves
Santo, para seguir discutiendo y tomando las decisiones a que haya lugar para enfrentar esta ola
invernal.

Ese Consejo de Ministros tomó una serie de decisiones que ya están en marcha, que creo que las
discutieron aquí en el día de hoy.

Pero eso es un trabajo permanente. El Consejo de Ministros se reunió nuevamente el miércoles por la
mañana, y se va a reunir nuevamente el próximo lunes, para tratar de seguir tomando las medidas y
coordinando lo que sea necesario para enfrentar esta ola invernal.

Estuvimos en el Congreso de la CGT (Confederación General del Trabajo). Hacía mucho tiempo no
asistía un Presidente a un Congreso de una central obrera.

En esta ocasión fuimos a la CGT, allá reiteramos nuestro compromiso que desde la campaña hemos
venido haciendo, de defender los derechos de los trabajadores, de proteger a los sindicatos cuando
están siendo atacados bien en su integridad física o en su intención de defender los derechos de los
trabajadores o de organizarse.

Anunciamos una serie de medidas que estamos tomando en el plan de acción que ya el país conoce.

Mañana es el Día del Trabajo, y mañana haré un pronunciamiento muy en la dirección del
pronunciamiento de ese Congreso de la CGT. Yo creo que esas relaciones con la clase trabajadora, con
la clase empresarial y el Gobierno, van cada vez marchando mejor.

Porque quiero reiterar que la voluntad de este Gobierno es dialogar y poder llegar a acuerdos, como
afortunadamente hasta ahora en la mayoría de los casos hemos logrado.

Vino aquí a Colombia, por primera vez, el ex Primer Ministro Tony Blair, del Reino Unido. Vino y se
reunió con el Consejo de Ministros durante toda una mañana, luego participó al otro día en una reunión
de Expogestión, sobre gestión pública en Barranquilla.

Esa visita del Primer Ministro fue muy importante para mí personalmente, porque tengo una vieja
amistad, pero también para el país.

Creo que fue una de las reuniones más interesantes que hemos tenido en el gabinete. Él compartió con
nosotros cómo logró en los 10 años que estuvo en el Gobierno semejante prosperidad que le dio al
pueblo británico. Tal vez el Primer Ministro que más prosperidad le ha llevado al pueblo británico en toda
su historia, en esos 10 años.

Y fue una mezcla de combinar unas tesis, una ideología, una forma de concebir el Estado que
compartimos: la Tercera Vía, con una filosofía de gerencia que se llama la filosofía del Buen Gobierno.
Tercera Vía y Buen Gobierno.

Y vino y nos dijo cómo él, que es tal vez uno de los padres de la Tercera Vía, lo puso en marcha en el
Reino Unido con tanto éxito, y cómo los principios del Buen Gobierno, la transparencia, la eficacia, la
eficiencia, la rendición de cuentas, cómo siempre tienen que estar presentes para que lo que se planea,
lo que se crea como política pública, realmente tenga resultados.

Fue una gran experiencia, y además nos dio un gran estímulo, porque al ver cómo íbamos nosotros
aplicando esos principios nos dijo que nada teníamos que aprenderle, que todo lo contrario, que
nosotros habíamos innovado. Cada país tiene sus circunstancias especiales, sus situaciones
particulares y que en el caso colombiano íbamos por muy buen camino.

Plan de Desarrollo y reducción del desempleo

En ese orden de ideas, pues se aprobó también –y gracias al Congreso de la República, a los señores
senadores, a los señores representantes- el Plan de Desarrollo.

Es un Plan de Desarrollo que tiene un énfasis eminentemente social, que como ustedes lo habrán oído
en varias oportunidades, se puede resumir en más seguridad –porque la seguridad no la podemos
descuidar- más trabajo y menos pobreza.

Y vamos marchando en la dirección correcta.

Ayer se publicaron las cifras de desempleo del mes de marzo. Esas cifras de desempleo,
afortunadamente, nos indican que la tendencia que comenzó en agosto del año pasado, que se ha
venido consolidando mes tras mes, con la excepción del mes anterior, que no bajó pero tampoco subió,
pero este mes bajó 1 por ciento a 10,8 por ciento, el nivel más bajo de los últimos 10 años, el nivel más
bajo de desempleo en el país en los últimos 10 años a pesar de semejante tragedia, semejante ola
invernal que estamos sufriendo.

Eso es una buena noticia, pero yo les he dicho a mi gabinete, a mi Gobierno, que no podemos sentirnos
satisfechos ni mucho menos, que nuestro objetivo es un desempleo de un solo dígito y que se quede
ahí, y que seguiremos trabajando con todo lo que esté a nuestro alcance para lograr ese objetivo y darle
trabajo, trabajo formal, a la mayoría de los colombianos.

Y para eso, el Pan de Desarrollo que aprobó el Congreso, los senadores y los representantes, pues va a
ser un instrumento muy útil para lograr ese objetivo social tan importante. Entre los muchos objetivos
sociales, y yo diría que el más importante, es el de reducir la pobreza.

Esos índices de pobreza que tiene Colombia son inaceptables, son vergonzosos, y por eso cuando a mí
me preguntan cuál es entre todas las prioridades la primera prioridad, yo no vacilo en decir: reducir la
pobreza entre nuestros compatriotas y sobre todo la pobreza extrema.

Pero gracias, nuevamente al Congreso, gracias señores senadores y representantes, porque eso que
hicieron ustedes, además, es una demostración de responsabilidad: el jueves por la noche, a la 1:00 de
la mañana estaba el 85 por ciento del Congreso ahí sentado cumpliendo con su deber. Muchas gracias.

Apoyo a la Sub-20

Fuimos Cartagena a lanzar el Plan de Seguridad para el campeonato de fútbol de la Sub-20. La Policía
hizo una demostración maravillosa de la última tecnología para garantizar la seguridad en ese evento
tan importante.
Es un evento realmente importante. Después del Campeonato Mundial de Fútbol, el evento más
importante en el mundo es este, y por eso para nosotros es una gran oportunidad para mostrar ese
nuevo país que estamos construyendo.

Nos van a ver más de 500 millones de personas alrededor del mundo, van a ver estos partidos, van a
estar pendiente de los comentarios; los comentarios se originan en el ambiente que van a encontrar
quienes van a venir a transmitir, quienes van a venir a ver jugar a las 24 selecciones que se enfrentan
en ese campeonato.

Y por eso, nosotros, todos los colombianos, tenemos un gran reto: de hacer de ese compromiso el mejor
campeonato mundial de la Sub-20 en la historia, y lo vamos a realizar.

Y lo que estamos haciendo con los estadios, lo que estamos haciendo en materia de organización para
que quienes vengan se sientan realmente en un país que los acoge, amable, eso para nosotros va a ser
muy importante.

Y esa operación de seguridad ya está perfectamente diseñada, la Policía debe sentirse orgullosa de la
forma como ha venido trabajando en ese frente.

Hicimos el sorteo y quedamos en un grupo fuerte. El primer partido de Colombia es contra Francia ni
más ni menos, que es el campeón europeo, pero yo estoy seguro que nuestra selección, y todo el país
va a estar detrás de nuestra selección, va a demostrar que así el contendor sea campeón de Europa lo
podemos derrotar.

De manera que ahí somos muy optimistas, que vamos a darles a todos los colombianos un respaldo a
nuestra selección. Eso une al país, y yo espero que ese campeonato nos traiga mucha satisfacción y
muy buena imagen ante el mundo.

Acuerdo para profundizar integración

Luego, al día siguiente estuve con el Primer Ministro, el jueves, Tony Blair, en Barranquilla y de ahí viajé
a Lima, a un evento muy importante para el futuro nuestro.

Ahí, con los presidentes de Chile (Sebastián Piñera), de México (Felipe Calderón) y de Perú (Alan
García) firmamos un acuerdo para profundizar nuestra integración, para unirnos más, para actuar en
bloque, para mostrarnos ante el mundo como un bloque que tiene unos comunes denominadores muy
claros, no solamente en materia política sino en materia económica.

Que tenemos unos modelos de desarrollo parecidos, que somos los países que más estamos creciendo
en el continente, que tenemos un mercado más importante que el Mercosur (Mercado Común del Sur),
más importante que Brasil, que nuestras exportaciones prácticamente duplican las exportaciones del
Mercosur.

Y eso nos va a permitir a los cuatro países tener más peso específico, ser más relevantes, pero sobre
todo ser más atractivos para la inversión y para el comercio, por ejemplo con el Asia; porque son cuatro
países que tienen en común, entre otras cosas, costas del Pacífico, y el Pacífico es el mar del futuro o el
mar del presente, porque ya está creciendo a tasas muy altas.

O sea que esto es algo muy importante que se va traducir para los colombianos en más oportunidades
económicas, en más empleo, y en más empleo formal, que es al fin y al cabo el objetivo último: crear
prosperidad. Y esto que hicimos en Perú el jueves pasado es un paso importantísimo en esa dirección.

Pero es más.

Esta mañana me llamó el Embajador nuestro en Londres. Me dijo que había un informe en uno de los
periódicos más importantes de Londres, el Independent, que publicaba un análisis económico, y decía –
a raíz de lo que sucedió en Perú- que las dos economías más atractivas del mundo entero, después de
los llamados Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), son las economías de México y Colombia,
dos países de los cuatro que nos reunimos el jueves pasado.

Eso lo que quiere decir en el fondo es que vamos por buen camino, y no nos vamos a desviar y vamos a
consolidar un crecimiento alto, que es una condición necesaria, no suficiente, para crear la prosperidad
que estamos queriendo que todo el pueblo colombiano, no solamente un sector, todo el pueblo
colombiano, pueda generar.

Emergencia por la temporada de lluvias

Finalmente lo de la ola invernal.

El miércoles que estuve también en Gamarra (Cesar), y sobrevolé entre Barrancabermeja y Gamarra –
más o menos 40 minutos de sobrevuelo en helicóptero- fue realmente una experiencia traumática
porque la cantidad de agua que vi nunca la había visto en forma tan voluminosa: 20 o 30 kilómetros al
margen de cada lado del río Magdalena todo inundado, 40 minutos, 45 minutos sobrevolando áreas
totalmente inundadas.

Y esta mañana, que me vine en helicóptero sobrevolando Cundinamarca, la zona de Ubaté,


prácticamente todo está inundado. Eso pues nos reconfirma la magnitud de esta tragedia tan
monumental que estamos viviendo en materia de ola invernal.

Como lo hemos dicho tantas veces, el invierno no ha cesado. No es que el invierno pasado y el invierno
actual, no. El invierno comenzó desde julio o inclusive antes, abril del año pasado, y no ha parado de
llover, no ha parado de llover en el país, y lo que estamos viendo ahora es las lluvias sobre mojado.

Por fortuna me dice el Alcalde (de Chiquinquirá, Luis Sanabria), que aquí no ha llovido en los últimos
cinco días o cuatro días.

Dios quiera, Monseñor (Luis Sánchez, Obispo de Chiquinquirá) ojala que usted también nos ayude a
que no llueva. San Isidro Labrador quita el agua y pone el sol. Eso es lo que tenemos que rezar todos.

Pero al mismo tiempo lo que tenemos que hacer es enfrentar esta tragedia con valentía, con decisión.
No nos vamos a dejar vencer de la furia de la naturaleza.

Y en esos estamos totalmente empeñados en el Gobierno, con los señores gobernadores, con los
señoreas alcaldes.

Yo quiero agradecerles a los gobernadores. Ustedes dos han sido ejemplo de la forma como se debe
trabajar en coordinación con los alcaldes, con el Gobierno Nacional, con los organismos de socorro, las
Fuerzas Armadas, han ayudado en una forma realmente impresionante.

El Rector de la Universidad de la Sabana me decía: ‘Mire, apenas se rompió ese jarillón –que
afortunadamente se arregló el día de ayer- el Gobernador Andrés González me decía: ‘Allá estaba el
Ejército reconstruyendo jarillones y en 24 horas lo reconstruyeron’.

Y eso lo estamos viendo en todo el país.

Y la Policía permanentemente al frente de la situación cuando se requiere algún tipo de ayuda.

Policía, Ejército, Fuerza Aérea, Armada Nacional, en todas partes, desplegados por todo el país
ayudándoles a nuestros compatriotas en esta emergencia.

Los organismos de socorro, la Defensa Civil, los bomberos, la Cruz Roja, y tantos otros colombianos
que en forma desinteresada han querido ayudar.

Algunos físicamente, algunos monetariamente, a todos esos colombianos y extranjeros –por ejemplo el
día de antes de ayer necesitábamos urgentemente unas carpas, el doctor Carlos Iván Márquez (Director
de la Oficina de Gestión del Riesgo) decía ‘necesitamos carpas porque mire lo que esta sucediendo
aquí y allá’, inmediatamente el Gobierno de España nos mandó 20 toneladas de carpas que tenía en
Panamá y el Gobierno de Inglaterra nos envió otro tanto- a todos ellos quiero agradecerles de todo
corazón, a nombre del pueblo colombiano, su solidaridad.

Pero al mismo tiempo pedirles nuevamente a todos, que nos queda tal vez la parte más difícil por lo que
les he venido diciendo, aquí estamos lloviendo sobre mojado y las lluvias más intensas,
infortunadamente –espero que el doctor (Ricardo) Lozano (Director del Instituto de Hidrología,
Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, Ideam) me rectifique, pero creo que no va a ser así-
las lluvias más intensas se van a presentar de aquí a finales de mayo.

O sea nos queda un mes o un mes larguito de lluvias, y ustedes han visto cómo esta la situación.

Por eso hay que tener templanza, porque apenas termine La Niña –y el doctor Lozano me dice que esa
espantosa Niña se va a ir definitivamente en junio o julio- apenas termine La Niña vamos a reconstruir
este país.

Ya con los ministros estamos diseñando todas las obras que tenemos que hacer para reconstruir el país
y quedar mejor de lo que estábamos antes, aprovechar esto como una oportunidad.

Tenemos recursos. Gracias al Congreso, gracias a los senadores y representantes tenemos los
recursos.

Lo importante ahora, señores gobernadores y señores alcaldes, lo importante ahora es aprovechar.

Ustedes se van el 31 de diciembre, pero miren qué oportunidad tan linda que tienen de dejar sembrado
obras importantes, que ustedes puedan decir el día de mañana, todos ustedes: ‘Miren esta obra, la
iniciamos en mi periodo’.

Nosotros estamos listos. Lo importante –aquí hay un gran desafío de Buen Gobierno- es poder
sentarnos a priorizar y luego a ejecutar.

La gente se pregunta: ‘¿Pero por qué no han comenzado ya? ¿Por qué no han comenzado hace dos o
tres meses?’.

Porque hay que esperar a que terminen las lluvias, porque construir sobre arena movediza es botar la
plata. Hay que esperar a que el fenómeno de La Niña se vaya.

Mientras tanto, a lo que hemos estado totalmente dedicados es a ayudar a los damnificados a que no
sufran de hambre, que tengan un techo, que los niños no pierdan colegio, que no haya epidemias, que
no haya problemas de salud, y en eso creo que hemos sido bastante efectivos.

Por supuesto que se han presentado problemas, y que se robaron los mercados en tal sitio, y que tal
alcalde o alcaldesa está haciendo política.

Eso siempre pasa, vamos a actuar con contundencia cuando eso suceda, pero en términos generales el
porcentaje de personas atendidas y la forma como está llevando el sistema que hemos tenido que crear,
de una situación precaria.

Nuestro sistema de atención de riesgos era muy, muy pequeño frente a semejante tragedia que
estamos viviendo, y hemos hecho, como dice la canción, hemos hecho camino al andar, y creo que así
lo validan los veedores internacionales, hemos hecho lo correcto y estamos bien enfocados.

Ahí continuaremos, pero necesitamos la ayuda de gobernadores, alcaldes, las comunidades.

Pero créame que vamos a salir fortalecidos de esta tragedia.

Sin más, yo quisiera darles la palabra a los gobernadores.

Equilibrio entre minería y medio ambiente

Vinimos no solamente acá a hablar de ola invernal, sino de una oportunidad enorme que tiene el país,
un desafío enorme, que es una de las locomotoras, que es el tema de la minería, que tanto atañe a este
departamento.

Cómo podemos enfocar la minería en Boyacá, para que a Boyacá y al país entero le traiga una gran
prosperidad sin destruir el medio ambiente. Ese es el gran desafío que tenemos en Colombia.

Lo comentábamos con el Primer Ministro Blair: cómo hacemos para encontrar ese punto medio que
haga compatible la explotación de nuestros recursos naturales, de nuestra minería, de nuestro petróleo,
con la conservación y la protección de nuestro medio ambiente, que es otra gran riqueza.

Y él decía: ‘Hay quienes creen que son excluyentes. Los extremos van a decir siempre que son
excluyentes. O sea que los verdes extremos van a decir que no haya minería, y los extremos del
desarrollismo van a decir que no haya ninguna restricción’.

Ni lo uno, ni lo otro. Ahí sí como dicen: ‘ni tanto que queme al santo, ni tampoco no lo alumbre’.

Vamos a encontrar un término medio que nos permita a los colombianos poder aprovechar esa riquezas
en materia de minería, en materia de energía, y al mismo tiempo preservar ese activo importantísimo,
porque Colombia es uno de los países más ricos del mundo en materia de biodiversidad, de agua, de
medio ambiente.

Y ese es nuestro gran reto. Por eso es tan importante, Ministro (de Minas y Energía, Carlos Rodado
Noriega) esta discusión en un departamento que tiene ambos atributos; tiene una gran diversidad y tiene
una gran riqueza minera.

Cómo hacemos para que los dos jueguen y produzcan prosperidad a los boyacenses, y en el país que
se jueguen los dos y produzcan prosperidad a todos los colombianos, ese es el gran reto.

Muchas gracias”. 

Alocución del Presidente de la República, Juan Manuel Santos

Bogotá, 25 abr (SIG). “Queridos compatriotas:

Disculpen la interrupción, pero quiero pedirles unos pocos minutos para hablar con ustedes sobre la
difícil situación que atraviesa nuestro país por causa de la ola invernal, un invierno que no ha cesado de
golpearnos y que nos seguirá afectando por lo menos por otros dos meses.

El fenómeno climático que sufrimos –conocido como La Niña 2010-2011– ha sido catalogado como La
Niña más fuerte de la historia, y se ha manifestado a través de unas lluvias muy, muy por encima de lo
normal, que han durado prácticamente un año.

No han sido, como pensábamos, dos fases de la ola invernal –con una pausa al medio– sino un solo
invierno ininterrumpido.

Es como si todo nuestro territorio fuera afectado por un huracán que entró a mediados del año pasado y
no ha querido salir.

Por eso no pudimos aprovechar, como hubiéramos querido, los meses de menos lluvias para comenzar
las obras de gran calado, porque hubiera sido como despilfarrar los recursos construyendo sobre arena
movediza.

Nos hemos tenido que concentrar –y seguimos concentrados, por lo pronto– en la asistencia
humanitaria, de emergencia.

Porque ésta es, sin duda, la peor tragedia natural de que tengamos memoria.

Son ya cerca de 3 millones de compatriotas los afectados por este fenómeno; muchas vías nacionales,
muchas vías regionales o veredales han colapsado; cientos de miles de hectáreas permanecen bajo el
agua.

El Gobierno Nacional, de la mano de los gobiernos regionales, de la Fuerza Pública, de los organismos
de socorro, de la Pastoral Social de la Iglesia –con la que firmamos un acuerdo de cooperación–, no ha
cesado ni cesará de trabajar para enfrentar el invierno.

Convoqué el Consejo de Ministros el Jueves Santo y nos volvimos a reunir esta mañana para analizar
todas las medidas que se han tomado, para acelerar sus efectos y para adoptar las decisiones que se
requieren para seguir enfrentando semejante crisis.

Para la atención global de la emergencia, a través de Colombia Humanitaria, se han destinado cerca de
4,5 billones de pesos del Presupuesto de la Nación para el 2010 y el 2011 –sin incluir lo que se invierte
a través de ministerios y entidades territoriales–, de los cuales se ha comprometido ya el 95 por ciento
de los recursos.

Desde el año pasado hasta hoy se han girado a departamentos y municipios cerca de 450 mil millones
de pesos exclusivamente para asistencia humanitaria y alojamiento –que es lo más urgente, porque hay
que garantizar la comida y un lugar para dormir a las familias damnificadas–.

Y algo muy importante: dispusimos que los censos se hagan de forma inmediata, de manera que los
damnificados se acerquen a los operadores autorizados en cada región o a los Comités Locales para la
Prevención y Atención de Desastres –los Clopad– y reciban el auxilio urgente que necesitan.

En medio de la dimensión de la tragedia debemos también reconocer que nuestro sistema ha


funcionado y que la atención humanitaria –que, repito, es la prioridad ahora y siempre ha sido– está
llegando oportunamente a quienes la necesitan.

Para obras menores –como los jarillones en algunos ríos, las labores de dragado, saneamiento básico,
reforzamiento y contención de cuerpos de agua, entre otras– hemos autorizado más de 1.300
solicitudes por unos 300 mil millones de pesos a alcaldías y gobernaciones, y ahora depende de ellas su
ejecución.

¡No pararemos! No podemos descuidar a las familias afectadas, ni bajar la guardia un solo milímetro.

El campo ha sido particularmente damnificado, y hemos comprometido cerca de 400 mil millones de
pesos, en diversos programas, para apoyar la agricultura y la ganadería afectadas.

En el tema de educación, tenemos ya 850 sedes educativas atendidas en las fases de ayuda
humanitaria y de rehabilitación, y vamos a comenzar en julio la rehabilitación definitiva de otros 1.400
planteles.

También hemos puesto toda la atención al tema de la salud.

A pesar de las personas muertas y heridas –y nuestro corazón está con ellas–, tenemos que destacar
que una calamidad de este tamaño no haya causado mayores estragos o más epidemias en la
población afectada, gracias a las campañas de prevención y a los auxilios de emergencia.

En cuanto a las vías, también avanzamos en la medida de lo posible.

Para atender las emergencias viales en todo el país, y las fluviales en la región, por ejemplo de La
Mojana y del Canal del Dique, se han ejecutado ya 319 mil millones de pesos.

En la actualidad se están ejecutando obras de atención y rehabilitación en más de medio centenar de


vías, en 22 departamentos, por 310 mil millones de pesos, y se tienen disponibles para ejecutar en el
corto plazo otros 100 mil millones.

Tenemos los recursos, además de todo el personal del Invías y de los contratistas, dedicados a atender
las continuas emergencias viales que se presentan.

Sin embargo, el ritmo de recuperación se dificulta –hay que entenderlo– por las mismas lluvias y por los
deslizamientos.

Lo mismo en el tema de vivienda: hemos avanzado en alojamientos temporales y subsidios de arriendo


pero la reconstrucción en firme de pueblos y barrios, y su reubicación en zonas sin riesgo, demora un
poco más.

Por ahora –y en esto soy enfático– tenemos que dedicarnos a aliviar las crisis inmediatas, porque las
grandes obras, las obras de rehabilitación y reconstrucción definitivas –como Gramalote, como el gran
proyecto de La Mojana, como el Canal del Dique– no podemos iniciarlas sino hasta cuando cesen las
lluvias, a mediados del año.

Hemos hecho lo que podemos con lo que tenemos, en medio de un desastre de una dimensión que no
habíamos conocido en nuestra historia.

Seguramente ha habido fallas en algunos casos específicos, pero quiero asegurarles que nuestro
propósito es cumplirles a todos los damnificados y al país.

Ahora, más que nunca, hago un llamado a la UNIDAD, a la SOLIDARIDAD.

Convoco a los alcaldes y gobernadores –cuyo papel es fundamental–, a los partidos políticos, a los
gremios, a los sindicatos, a las organizaciones sociales, a los medios de comunicación, A TODOS, a
que trabajemos unidos por esta causa.

Ahora, más que nunca, estamos dedicados a aplicar los principios del BUEN GOBIERNO, de eficiencia,
de eficacia, de transparencia y de rendición de cuentas.

Porque la emergencia es grave y tenemos el compromiso de estar a la altura del desafío que se nos
presenta.

En tres meses, cuando La Niña haya pasado, tendremos que asimilar las lecciones y comprometernos a
preparar al país para fenómenos como el que hoy vivimos, que serán la constante más que la
excepción, pues el cambio climático llegó para quedarse, es irreversible.

Tenemos que devolverles a los ríos sus zonas de ronda, sus humedales, todo ese terreno que les
pertenece y que les hemos ido quitando en forma irresponsable.

En esta tarea es fundamental el trabajo de las Corporaciones Autónomas Regionales y por eso
insistiremos en su reforma, y vamos a presentar al Congreso, en las próximas semanas, un proyecto en
esa dirección.

Nuestro deber es construir un país mejor, más preparado para las contingencias, que el que teníamos
hace un año

Y no sólo me refiero a obras físicas.

Tenemos que construir un país más solidario, más unido, más ético, con más sentido de comunidad y
de corresponsabilidad de todos frente a nuestro futuro común.

Con la estrategia ‘COMÚN-UNIDAD’ de Colombia Humanitaria estamos apuntando, no sólo a construir


nuevas casas, sino a fortalecer nuestro tejido social.

Entre tanto, mantengámonos alerta.

Con las lluvias que se esperan esta semana aumentará el riesgo de deslizamientos, de inundaciones y
de crecientes en la región Andina, en el sur de la región Caribe, en la Orinoquia y la región Pacífica.

Mandatarios locales, líderes comunales, organismos de socorro, gestores sociales de la Red Unidos,
todos los ciudadanos tenemos la responsabilidad de evitar tragedias anunciadas y de ayudar a controlar
–además– que los recursos y auxilios lleguen y se repartan en forma debida.

Pero hay que ser claros. Ésta no es una tarea solamente del Gobierno Nacional: nos involucra a todos, y
muy especialmente –¡muy especialmente!– a los alcaldes y a los gobernadores, que son, en últimas,
quienes solicitan y ejecutan los recursos.

Gracias, muchas gracias, a todos los héroes anónimos que trabajan por sus compatriotas: a los
miembros de Colombia Humanitaria, a los bomberos, a la Cruz Roja, a los miembros de la Defensa Civil,
a la Iglesia, a los soldados y policías, a tantos voluntarios que dedican tiempo y esfuerzo a ayudar a
quienes más lo necesitan.

Gracias, muchas gracias, a tantos colombianos, a tantas empresas, a tantos gobiernos extranjeros, que
han ayudado con sus donaciones:

Hemos recibido más de 86 mil millones de pesos en dinero y más de 74 mil millones de pesos en
especie, que han sido fundamentales para la atención humanitaria.

Pero no podemos detenernos, no podemos dejar de aportar.

Porque infortunadamente la calamidad persiste ¡y vamos a demostrar que podemos con ella!
El pueblo colombiano es superior a los obstáculos que nos opone el destino, incluso a una tragedia tan
grande como lo que hoy vivimos.

Porque, en medio de las dificultades –y es bueno resaltarlo–, nuestro país sigue funcionando.

No más en la semana pasada, en la Semana Santa –a pesar de los problemas en las vías– más de 5
millones de vehículos recorrieron nuestra geografía en busca de destinos turísticos, superando la cifra
del año pasado.

También, gracias al esfuerzo del Ministerio de Educación, y las secretarías de Educación


departamentales y municipales, la inmensa mayoría de nuestros niños y de nuestros jóvenes retornan
esta semana a sus escuelas y colegios, sin afectar su jornada escolar.

Porque repito: COLOMBIA ES MÁS GRANDE QUE LA ADVERSIDAD POR LA QUE ATRAVESAMOS.

Tengan la seguridad, tengan la TRANQUILIDAD, de que el Gobierno Nacional está trabajando 24 horas
al día, sin pausa, para que nuestro país supere este trance.

Unidos –solidarios– LOS COLOMBIANOS SALDREMOS ADELANTE.

UNIDOS SALDREMOS FORTALECIDOS.

Buenas noches”. 

Palabras de la señora María Clemencia Rodríguez de Santos, en la


Conferencia Iberoamericana de Responsabilidad Social de las
Empresas

Medellín, 3 may (SIG). La educación es la clave del futuro. Es la clave del destino del hombre y de su
posibilidad de actuar en un mundo mejor.

Esta cita del presidente Kennedy refleja una tesis que ha sido constante en los grandes líderes y
pensadores del mundo, quienes, de manera consistente, han visto a la educación como un elemento
trascendental en el desarrollo de una sociedad.

Educar, cuidar bien a nuestros niños, es una responsabilidad que debemos asumir hoy, no sólo porque
ellos sean promesa de futuro, sino, sobre todo, porque son sujetos de derecho y realidad del presente.

Es una responsabilidad admirable porque la educación –y no sólo ella, sino la atención integral en todas
las áreas del crecimiento– es, como bien lo sabía Kennedy, el mejor aporte que se puede dar al capital
humano de un país.

En Colombia ese aporte, esa valiosa tarea, la han realizando desde hace décadas un grupo de
organizaciones y empresas que han liderado el tema de la Responsabilidad Social.

Entre ellas, por supuesto, Comfama, que desde hace más de 50 años trabaja por mejorar la calidad de
vida de sus afiliados y sus familias en distintos ámbitos, entre los que se encuentra, por supuesto, la
educación, cuidado y formación de nuestros niños.

No puedo dejar de mencionar a la Fundación Carolina de España, una organización sin ánimo de lucro
que desde el 2004, cuando llegó al país, ha desarrollado una gran red de apoyo para fomentar las
actividades académicas y de investigación.

Ustedes han invertido no sólo dinero sino también esfuerzo para permitir que nuestros niños y jóvenes
tengan acceso a la mejor herramienta para el futuro: la formación de calidad. 

Soy una convencida de que esa es la mejor forma de ejercer la Responsabilidad Social.

La educación, la formación de los niños, genera valor para la sociedad y contribuye a reducir las
diferencias sociales sin caer en paternalismos ni asistencialismos.
De eso, precisamente, se trata la Responsabilidad Social de las empresas: no sólo de mirar hacia
adentro, sino de aportar bienestar y  desarrollo a su entorno. 

Hoy quisiera hablarles de un programa, que ha sido considerado prioritario por el Gobierno, y al que le
tengo un afecto y dedicación especial, que lanzamos hace algo más de dos meses: “De Cero a
Siempre”.

Este programa se basa en una sencilla premisa:

Si garantizamos una atención integral a los niños menos favorecidos desde la primera infancia –que es
la etapa en que se forman el cerebro y las habilidades del ser humano–, les daremos las herramientas
para construir un futuro con más opciones y para integrarse mejor en la sociedad.

¿A qué me refiero cuando hablo de atención integral?

Desde construir ambientes adecuados y seguros en todos los contextos donde transcurre la vida de los
niños, hasta garantizarles una buena nutrición, una adecuada vacunación, acceso a servicios públicos,
buen cuidado y educación de calidad. 

El premio nobel de economía James Heckman –quien nos acompañó el día que lanzamos el programa–
ha demostrado que invertir en la atención de los niños de familias más pobres durante sus primeros
años de edad, redunda en una sociedad con oportunidades más equitativas, y con mayor potencial de
generación de riqueza y prosperidad.

En nuestro país existen 2’800.000 niños entre los cero y los cinco años en situación vulnerable.

De estos, sólo un poco más del 20 por ciento recibe una atención integral.

Para el 2014 nos hemos propuesto la meta de pasar de 600 mil niños –que atendemos hoy– a por lo
menos 1 millón 200 mil, con una inversión de 5,6 billones de pesos.

Ya varias empresas se han vinculado a este programa esencial para la creación de una sociedad más
justa, y quiero aprovechar este momento para invitarlos a participar de nuestro proyecto “De Cero a
Siempre”. 

Ustedes, que cuentan con el conocimiento y la experiencia en proyectos educativos exitosos, seguro
tienen mucho que aportar a este sueño que queremos y que vamos a cumplir.

Si unimos esfuerzos para remar hacia la misma meta, el camino se hará más liviano y llevadero.

Quiero resaltar, también, la importancia de reflexionar sobre el papel que tienen las empresas en una
sociedad en busca de equidad y desarrollo como la nuestra.

Gracias, Comfama y Fundación Carolina, por ponernos a pensar en que todos podemos contribuir a
crear ese país prospero y equitativo que soñamos.

Gracias también por apostarle a la niñez del país porque, como dijo la poetisa Gabriela Mistral:

“El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde”.

Muchas gracias.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos con motivo de la Cátedra


Colombia que dictó en la Escuela Superior de Guerra

Bogotá, 4 may (SIG). “Tengo un discurso, una cátedra preparada y escrita. Pero me sucede algo
peculiar. Y es que me siento como si fuera con un discurso a celebrarle el cumpleaños a mi familia y
tener que hablar dictando o leyendo a un pariente mío, porque se celebra su cumpleaños o se casa. Por
eso voy a hacer caso omiso de este discurso y más bien tener con ustedes una conversación franca,
porque me siento es en mi casa. Por eso no voy a decir nada escrito, ni cátedra, sino más bien una
charla y una serie de reflexiones, que creo que es el momento de compartir con ustedes. Como les digo,
porque me siento en mi casa.

Quisiera comenzar agradeciendo muchísimo ese diploma que me entregaron: Magíster en Defensa y
Seguridad. Mire la coincidencia, Almirante (Édgar) Cely (Comandante de las Fuerzas Militares): hace 43
años recibí mi primer diploma de bachiller de manos de un almirante: el Almirante Mantilla. La Escuela
Naval de Cadetes me entregó el diploma de bachiller. Y el último diploma que recibo es el diploma de
Magíster en Defensa, también de manos de un almirante, cosa que me honra muchísimo.

Operativo de las Fuerzas Armadas en Jambaló, Cauca

Un segundo tema que quisiera tocar antes de entrar a reflexionar con ustedes sobre varios asuntos, que
creo que es importante, es una felicitación a nuestras Fuerzas Armadas por una operación que hicieron
el 29. Pero es que no se ha sabido sobre esa operación. Una operación arriba de Jambaló, donde les
dimos de baja nueve bandidos de las Farc. Se hirieron doce. Nueve dados de baja y doce heridos. O
sea veintiuno.

Si mantienen ese ritmo y ese promedio, porque la verdad es que en las últimas tres, cuatro semanas, si
ustedes han visto, el promedio de las operaciones efectivas ha sido realmente importante.

Quiero felicitarlos nuevamente por esa efectividad. No bajen la guardia sino que sigan así. Aquí no hay
que descansar sino seguir atacando al enemigo hasta que se dé cuenta de que por esa vía no va a
llegar a ningún lado. De manera que muchas felicitaciones.

TLC con Estados Unidos

Otro tema muy importante que quiero comentar con ustedes es que acabamos de recibir una noticia:
que el Secretario de Comercio de Estados Unidos le envío ya una notificación al Congreso de que van a
presentar el TLC en el Congreso de Estados Unidos. Es una noticia muy importante para el país. Eso lo
estábamos esperando hace mucho tiempo.

Con el Presidente Obama, en la última reunión que tuvimos, hace unas semanas, un par de semanas,
habíamos acordado que este paso era el que se tenía que dar. Ya está en manos del Congreso. Lo que
estábamos buscando era que el Gobierno diera ese paso. El Gobierno lo acaba de dar. Ahora vamos a
hacer todo lo posible para que el Congreso lo apruebe a la mayor brevedad posible.

¿Cómo es el procedimiento? El Gobierno le notifica al Congreso de Estados Unidos que va a llevar el


Tratado a discusión. El Congreso prepara la discusión y la votación sobre ese Tratado. Eso se debe dar
en más o menos dos meses. Y en dos meses se presenta ya formalmente y se inicia la discusión y la
votación.

Ahora la labor nuestra y la labor de todos los amigos de este Tratado de Libre Comercio debe ser
buscar los votos suficientes para que sea aprobado. Tiene algunos enemigos. Pero confío en que esos
enemigos son la minoría. Lo que hemos percibido por parte de los dos partidos políticos en Estados
Unidos, tanto los republicanos como los demócratas, es que hay una mayoría a favor de este Tratado.

Pero eso tenemos que reforzarlo. Uno nunca sabe en estas circunstancias cómo evolucionan estos
procesos. Por eso tenemos todos que hacer el trabajo ahora de la última fase para que eso se concrete,
se protocolice. Es una noticia muy importante para Colombia.

De antemano quiero agradecerles a los tres expresidentes con los que hablé para ver si nos ayudan con
sus respectivos amigos en el Congreso: el ex presidente Uribe, el ex presidente Pastrana y el ex
presidente Gaviria, quienes muy generosa y patrióticamente se ofrecieron para hacer lobby en el
Congreso, para que el Tratado fuese aprobado.

Entonces llegó la hora y espero que ellos tres, como muchos otros colombianos, todos los empresarios,
hagamos este último esfuerzo para que ese Tratado sea una realidad a la mayor brevedad posible.

El papel de las Fuerzas Armadas en la actual coyuntura

Dicho esto, quiero entrar al tema que nos congrega: y es dónde estamos, para dónde vamos, cuál es el
papel de nuestras Fuerzas Armadas en la actual coyuntura, qué podemos hacer para mejorar la
efectividad y mejorar ese papel, y dentro de qué circunstancias nos tenemos que mover.
El país está pasando por una situación muy sui generis, muy especial. Porque, como muchos lo dicen,
las estrellas están alineadas encima de Colombia. Estamos en un momento de nuestra historia en
donde tenemos que aprovechar las oportunidades que tenemos. Pero también seguimos manteniendo
unos retos muy grandes, unos desafíos muy importantes.

Cómo hacemos para conciliar esas oportunidades con esos retos, cómo hacemos para conciliar las
dificultades con las oportunidades y convertir esas dificultades en oportunidades, como tanto aconsejan
los chinos: toda crisis, todo problema, debe convertirse, debe tratar uno de convertirlo en una
oportunidad.

Hagamos un poquito de historia para tener mi contexto claro sobre el papel las Fuerzas Armadas en
este momento y lo que el Gobierno está haciendo. Gobierno y Fuerzas Armadas son una unidad que
tienen que trabajar mancomunadamente.

Hace 11 años, recuerdo perfectamente, era Ministro de Hacienda. Llegó el Presidente Clinton a
Cartagena. Llegó a lanzar el Plan Colombia. El Plan Colombia era una iniciativa del Gobierno
norteamericano con el Gobierno colombiano, para rescatar en cierta forma nuestra democracia, que se
estaba viendo amenazada por muchos frentes, porque nuestro país estaba siendo catalogado por los
académicos como un país con un Estado a punto de ser considerado fallido. Es decir, un Estado donde
el Estado no controla, donde el Estado no puede ejercer su función como Estado, no puede hacer
justicia, no puede dar seguridad.

Me acuerdo perfectamente esa reunión. Se celebró en el Fuerte de Manzanillo, allá en la Escuela Naval
de Cadetes. El Presidente Clinton vino con una delegación bipartidista. Estaba ahí presente el actual
Vicepresidente de Estados Unidos, el señor Biden. Estaban las mayorías republicanas. En ese momento
los republicanos controlaban las dos cámaras del Congreso: la Cámara y el Senado.

Dijeron: nosotros estamos invirtiendo mucho de nuestro capital político, ambos partidos, en este
esfuerzo. Colombia tiene que responder. Ayúdennos a que todos salgamos airosos de esta iniciativa.

Yo le decía al Presidente Obama, hace dos semanas, que esa iniciativa, que se tomó hace 11 años, ha
sido la iniciativa más exitosa, bipartidista, de política exterior, que ha tenido Estados Unidos en la
historia reciente.

Le decía que ha sido exitosa porque ese Estado fallido que teníamos hace 11 años, hoy es una
democracia vibrante, una democracia actuante, una democracia que está dando ejemplo al mundo
entero.

En ese proceso la columna vertebral, quienes han jugado el papel más importante de ese cambio de
180 grados, han sido nuestras Fuerzas Armadas, para orgullo de los colombianos y para admiración del
mundo entero.

Eso ya no es algo que se escucha en los corrillos. Es una verdad reconocida, inclusive por los críticos
más ácidos que tenemos. Nuestras Fuerzas Armadas en ese papel de ir recuperando el Estado y
fortaleciendo la democracia, han jugado un papel muy importante, fundamental, el más importante, sin
duda alguna.

Ahora: no ha sido un proceso fácil. Ha sido un proceso lleno de obstáculos, lleno de dificultades, como
es todo proceso, sobre todo en circunstancias tan complicadas como las que nos ha tocado vivir.

No es sino hacer composición de lugar para entender el tipo de país que teníamos y las limitaciones que
teníamos como país.

Me acuerdo perfectamente que siendo Ministro de Hacienda en esa época, me reuní con el general
Tapias, que era el Comandante general de las Fuerzas Militares, y con el general Mora, que era
Comandante del Ejército.

Me decían: ‘Nosotros necesitamos dinero para mejorar nuestra capacidad’. Estábamos en la mitad del
Caguán. Todo el mundo hablaba de la paz. Y les dije al general Tapias y al general Mora: ‘Creo que
esto es muy importante’.

Me acuerdo que estaba el Vicepresidente Ramírez de Ministro de Defensa. ‘Esta paz puede
perfectamente fracasar y nosotros tenemos una gran responsabilidad con el país y es tener una
alternativa’.

Nos sentamos con el Presidente Pastrana. Hay que reconocerle al Presidente Pastrana que él dio el
visto bueno y apoyó la política paralela de iniciar la modernización y el fortalecimiento de las Fuerzas
Militares.

Al General Tapia y al General Mora hay que darles también ese reconocimiento de que en este
momento, apoyando como militares lo que el Gobierno estaba haciendo, y al mismo tiempo diciendo:
nosotros no podemos descuidar esta parte.

La historia les dio la razón. El Presidente Uribe, cuando llegó al poder, inmediatamente, con ese olfato
político impresionante que él tiene, se dio cuenta de que ese proceso que se había iniciado había que
reforzarlo.

Él entendió también algo elemental, pero que a mucha gente se le olvida y se le sigue olvidando: que la
seguridad es la base de cualquier acción efectiva de cualquier Estado. Eso es algo universal e histórico.
Es decir, desde que se inventaron las instituciones democráticas o las instituciones, la seguridad ha sido
siempre el objetivo fundamental de cualquier Estado.

He repetido muchas veces una frase que está en los libros de historia. Los romanos, cuando se
inventaron la República, el concepto de República, decían: la seguridad tiene que ser la primera ley de
la República.

Y tiene que ser efectiva, porque de lo contrario las demás leyes son inocuas, son inoperantes. El
Presidente Uribe entendió perfectamente ese concepto. Lo aplicó. Y lo aplicó dentro de un concepto
más amplio que hasta ese momento se había mantenido, como el concepto de seguridad, de seguridad
nacional, el concepto tradicional de seguridad nacional. Él le dio un enfoque un poco más amplio y lo
llamó seguridad democrática.

La parte democrática la dividió en dos definiciones, en dos conceptos, que tenían que aplicarse
permanentemente: democrática tenía que significar: vamos a iniciar una seguridad para todo el mundo,
que esté dentro de la Ley, no importa si es enemigo político o no. Si está dentro de la democracia, la
seguridad es para todos.

La otra definición de democrática era que había que jugar dentro de la Constitución y las leyes.

Ahí comenzaba el primer gran desafío, porque la Constitución colombiana, después del año 91, y las
leyes colombianas, que son producto de esa Constitución, son una de las constituciones más
garantistas que hay en el universo. Si ustedes comparan las constituciones que tienen los diferentes
países, una de las que más garantiza los derechos individuales de los ciudadanos es la Constitución,
aparte de ser una de las más extensas.

¿Por qué se produjo eso? Eso se produjo porque en el momento en que nuestros constituyentes se
comenzaron a nutrir de las ideas para reescribir nuestra Constitución, había una ola, una avalancha a
nivel mundial, sobre todo en Europa, pero a nivel mundial, que estaba favoreciendo los derechos
individuales, que por fin podían imponerse sobre los derechos colectivos, gracias a que había
desparecido el Muro de Berlín y se había derrumbado la Unión Soviética.

La presencia de la Unión Soviética, la amenaza comunista, había impedido que las corrientes que
defendían los derechos individuales sobre los derechos colectivos, se impusieran. Porque ha sido una
constante en la historia que los derechos individuales y los derechos colectivos compiten entre sí.

¿Dónde traza la línea divisoria? Depende de las circunstancias. Si hay amenaza, se impone el derecho
colectivo. Si no hay amenaza, se impone el derecho individual.

Y nosotros en Colombia, cuando decidimos reescribir nuestra Constitución, estaba en boga, pero con
gran fuerza, la corriente que por fin, después de muchas décadas en el mundo entero, había podido
desatarse, que era la corriente de los derechos individuales. Y nuestros constituyentes, nutriéndose de
esas fuentes, escribieron nuestra Constitución.

Entonces cuando el Presidente Uribe lanzó su política de seguridad democrática, en cierta forma al decir
‘democrática’ bajo la Constitución y las leyes, le ponía una dificultad a la posibilidad de conducir con
más efectividad los objetivos.

Me explico. Ustedes lo entienden perfectamente. Cuando uno tiene un enemigo que no respeta
derechos humanos, que no respeta leyes, que no respeta normas, y uno las tiene que respetar, uno de
cierta forma se siente como amarrado, se siente limitado. ¿Por qué diablos tengo que seguir las reglas y
este señor no? Pues esa es una dificultad con la cual nosotros desde el principio hemos tenido que vivir
dentro de nuestra guerra, porque las circunstancias a nivel mundial así nos lo ponían.

Pero también por otro motivo muy importante, que a veces no lo tienen tan en cuenta. Porque a la larga
la victoria es sostenible si es legítima. La victoria que se obtiene por vías ilegítimas no es sostenible.
Esa también es una regla universal histórica.

Si uno estudia la historia universal y la historia de las guerras, la historia de los conflictos, son
sostenibles aquellos que se ganan en circunstancias legítimas. La legitimidad es un activo de gran
importancia. La legitimidad es lo que diferencia las Fuerzas Armadas de un país, lo que las contrapone
contra los delincuentes, los que están al margen de la ley. Esa legitimidad es un activo importantísimo
que se convierte, en las circunstancias actuales, en el centro de gravedad de toda la acción.

Uno tiene que en cierta medida mantener ese centro de gravedad presente, así a veces sea más difícil.
Porque –repito– entiendo perfectamente, y ustedes mejor que yo, que cómo es posible que hoy, uno le
dice: ‘Aquí este bandido de las Bacrim tiene una tarjeta azul’. Entonces dice: ‘Yo no le puedo dar de baja
porque me lo prohíben las reglas de encuentro. Tengo que esperar a que él me dispare y después sí lo
puedo dar de baja’.

Eso a primera vista aparece como muy injusto. Aquí no es un campo equilibrado. Pero son las
circunstancias que se imponen y que uno tiene que seguir si quiere mantener esa legitimidad y hacer
perdurable la victoria y sostenible la victoria.

Esa ha sido una dificultad permanente desde el momento en que el Presidente Uribe puso en marcha la
política de seguridad democrática. Y quiero hacerle un reconocimiento muy especial el día de hoy,
porque es el reconocimiento que le hace a uno la comunidad internacional y la gente que realmente
conoce la historia nuestra, la historia de nuestras Fuerzas Armadas.

Las Fuerzas Armadas entendieron en su conjunto ese desafío. Se propusieron ser victoriosos con esas
limitaciones y preservando ese centro de gravedad. Y lo hicieron de una forma que pocos ejércitos del
mundo, pocos países del mundo, lo han hecho en forma tan rápida y tan efectiva.

Hoy, 11 años después –menos: nueve años, ocho años después–, tenemos unas Fuerzas Armadas que
son ejemplo para el resto del mundo. Unas Fuerzas Armadas que entienden cómo actuar respetando los
derechos humanos, respetando las normativas, preservando la legitimidad, ese centro de gravedad.

Es una adaptación muy difícil. Pongan un soldado profesional que haya estado en la selva, como
existen muchos, 12 – 13 – 14 años. Y explíquele que lo va a transferir al Valle del Cauca y que se
encuentra con una Bacrim y que no puede dar de baja. Difícil. Bien difícil.

Pero ese cambio cultural y ese cambio de actitud, en términos generales, se hizo. Se hizo con una gran
efectividad. Y con un gran liderazgo de quienes han venido ejerciendo el liderazgo en nuestras Fuerzas.
Y con un gran ejemplo.

Por supuesto que es traumático. Por supuesto que ha traído situaciones muchas veces injustas. Pero en
términos generales, hoy uno de los grandes activos que tienen nuestras Fuerzas Armadas es que el
mundo entero reconoce que hicieron un gran esfuerzo en adaptarse a un rol nuevo y dentro de unas
reglas de juego muy complicadas.

Porque es que mucha gente no entiende las dificultades de nuestro entorno. Porque es que nosotros
teníamos paramilitares, autodefensas, guerrilla, y todo atravesado por la flecha venenosa del
narcotráfico.

Actuaciones mafiosas y un entorno donde se confundían los unos con los otros: las autodefensas con la
guerrilla, con los narcotraficantes. Y todos ellos usando los métodos y los procedimientos más violentos,
muchas veces más eficaces. Mucha gente que despotrica desde sus escritorios en algunos lados se ha
dado cuenta de la dificultad del entorno en el cual le ha tocado a nuestras Fuerzas Armadas
desenvolverse y ser exitosos.

Los que sí conocen eso son los que más hoy dicen: qué ejemplo le han dado nuestras Fuerzas Armadas
al resto del mundo y qué éxito el que han obtenido en ese frente.

Pero no solamente en ese frente, sino el objetivo importante, que fue la recuperación del territorio, que
fue reversar esa situación que encontramos, en donde, la verdad sea dicha, estaban ganando los
enemigos.

Yo me acuerdo personalmente en una pre-campaña que tuve a finales de los 90, que a mí me tocó pedir
permiso a las autodefensas para ir a hacer campaña en San Juan de Urabá, y a la semana siguiente me
tocó pedir permiso a la guerrilla para ir al Tambo, Cauca. O si no, no me dejaban. El Estado no
funcionaba.

El objetivo de recuperar el control del Estado se ha cumplido. Y se ha cumplido en qué forma:


cuatrocientos y pico de alcaldes no despachaban desde sus municipios porque la seguridad no les
permitía. Hoy no hay un solo alcalde que no despache desde su municipio y no hay un lugar vedado
para ningún colombiano en ninguna parte.

Que continúan áreas difíciles, sí, porque no hemos terminado. La labor no se ha completado. Pero
hemos avanzado muchísimo. Por eso en este contexto es importante ver qué es lo que tenemos que
hacer ahora y aquí en adelante.

Cuando asumí el Ministerio de Defensa, me acuerdo perfectamente, me reuní con el presidente Uribe y
me decía: ‘Hombre, Ministro, tengo una gran frustración: no hemos podido agarrar a ningún miembro del
Secretariado; un pez verdaderamente gordo no hemos podido, y llevamos 40 años’.

Había un grupo que se llamaba ‘Cancerbero’, si la memoria no me falla, que era un grupo que se reunía
para identificar los objetivos de alto valor. Y se discutía muchísimo. Asistí por ahí a unas diez reuniones
del grupo ‘Cancerbero’. Y yo miraba y escuchaba. Y hacían análisis y daban información sobre dónde
podían estar y los intentos que se habían realizado. Y ninguno había logrado el objetivo.

Entonces ahí surgió mi obsesión por el Buen Gobierno, por la eficacia y la eficiencia. Me acuerdo
perfectamente, creo que esto no lo he contado nunca, que tuvimos una reunión en el Club de la Fuerza
Aérea, un grupo más pequeño, para hacer un ejercicio de pos-operación, crítico y descarnado: que
nadie se guardara ninguna crítica y ningún clavo que tenía escondido, que nos sacáramos todos los
clavos para ver dónde estábamos fallando.

Tuvimos esas reuniones y comenzaron a surgir las verdaderas fallas. Comenzó a surgir, por ejemplo, lo
siguiente: un desprecio por parte de quienes hacían las operaciones de la comunidad de inteligencia. No
les creían. ‘A la inteligencia de las Fuerzas no les creemos’. Y entre las propias Fuerzas no se
colaboraban en materia de inteligencia. Como la inteligencia es información y la información da poder,
entonces cada uno guardaba su inteligencia.

Y como cada uno guardaba su inteligencia, la inteligencia no era buena. Y como no era buena, los que
hacían las operaciones decían: ‘Yo no me voy a ir con esa inteligencia; yo hago la mía antes de
arriesgar la vida’. Y cuando llegaban, por supuesto, llegaban demasiado tarde. Así de sencillo. Así lo
diagnosticamos y surgió.

¿Entonces qué iniciamos? ¿Qué procesos? Primero que todo, el esfuerzo enorme de generar confianza
para que se compartiera la inteligencia. Y comenzó un proceso que no fue fácil. Yo soy consciente de
esa competencia sana, y a veces no tan sana, que existe entre las Fuerzas. Yo fui muchas veces a los
juegos interescuelas. Recuerdo que el almirante Rozo era un gran espadachín. Hoy día la Armada no
está ganando tantas medallas de oro como en esa época. Pero me acuerdo de esa competencia sana y
a veces malsana.

Pero entonces eso traducido, por ejemplo, en la comunidad de inteligencia, era un desperdicio, porque
ahí sí que se generan sinergias. Sinergia es: uno más uno suma más de dos. Entonces la Armada tenía
una inteligencia sobre un objetivo de alto valor, que por sí sola decía poco. Y la Policía o el Ejército
tenían otra información, que por sí sola decía poco. Pero si juntábamos esa inteligencia era una
inteligencia muy importante.

Entonces comenzamos a ver cómo podíamos mejorar la inteligencia, para generar más confianza en la
gente que hacía las operaciones en la inteligencia.

Y cómo podíamos acortar el tiempo. Me acuerdo que lo medimos inclusive. General Pinilla: usted estuvo
ahí. Cómo medíamos. Cuánto se está demorando una operación desde el momento en que llegó la
inteligencia. Que hay un objetivo de alto valor en tal sitio: muchas veces descubríamos que se
demoraba una semana, diez días. Pues, por supuesto, una semana o diez días es mucho tiempo. Y lo
fuimos acortando y lo fuimos acortando y lo fuimos acortando. Y comenzaron las operaciones a ser
mucho más exitosas. Y más exitosas. Y eso se volvió una especie de bola de nieve virtuosa.

La inteligencia comenzó a funcionar mejor. Las operaciones comenzaron a ser mucho más efectivas. Y
ustedes han visto los resultados desde ese momento.

Comenzaron a caer objetivos de alto valor uno tras otro. Y siguen cayendo. Y hoy lo que pasa es que se
nos están acabando los objetivos de alto valor. Entonces la gente ya no valora ese tipo de operaciones,
como la de ayer o la de antes de ayer, en la que el jefe de esa cuadrilla, de ese grupo, fue dado de baja
o herido. Y 12 guerrilleros. ‘No, es que ya no es suficiente, porque ya Jojoy no está’.

Nos quedan algunos que van a caer tarde o temprano. Porque eso fue lo que le dije al Presidente
Obama hace un par de días, cuando llamé a felicitarlo. Le dije: ‘Qué buena operación, lo felicito, hay que
perseverar contra el terrorismo’. Y eso es lo que vamos a hacer.

Pero créanme que cuando veía esa operación, decía: nada tienen nuestras Fuerzas Armadas, nuestras
Fuerzas Especiales, que envidiarle a esa operación que hicieron contra Osama Bin Laden. Nada. Es
más: hemos hecho operaciones igual o más audaces y más efectivas. Entrenados por ellos.

Lo dicen los propios militares americanos: que los estudiantes, porque ellos nos han entrenado en
muchos frentes, los navy seals, que fueron los que participaron allá, que aquí han estado aquí y aquí
están, hoy nosotros les damos en cierta forma lecciones a ellos en muchos frentes. Y eso es algo que
también nos enorgullece.

Entonces comenzó esa efectividad, en un procedimiento que es muy importante que las Fuerzas
Armadas mantengan permanentemente, que es la cultura del mejoramiento continuo. Eso es aplicable a
la educación de todo tipo, pero a las Fuerzas Armadas sí que es aplicable.

La doctrina, el procedimiento, la filosofía del mejoramiento continuo: cómo podemos permanentemente


mejorar nuestra actuación y ser más efectivos.

Porque el mundo cambia, el enemigo cambia. Y si uno no cambia, inmediatamente se queda rezagado y
comienza a no ser efectivo. En cierta forma el gran desafío es ese hacia delante: cómo podemos
nosotros, como Gobierno o como Estado, pero las Fuerzas Armadas cómo pueden hacer una
reingeniería permanente y mantener esa ofensiva.

Un enemigo que se dio cuenta, por los golpes que le hemos dado, que ya no tienen la capacidad para
continuar en lo que estaba, un enemigo que se replegó, un enemigo que está desesperado por
mantener vigencia, porque esa es su obsesión, lo sabemos todos los que están en inteligencia, cómo a
ellos lo único que les importa en este momento es que no vayan a decir que desaparecieron. Entonces
tienen que estar vigentes.

¿Cuál es la forma de estar vigentes? Lo que están haciendo ahora, que es una especie de combinación
de operación avispa con plan pistola. Lo llamaría así: grupitos pequeños, que no es difícil, van a algún
sitio donde haya soldados o policías, les disparan y salen corriendo o les botan una granada y salen
corriendo. Esa es la modalidad en que están. Y lo hacen con la mayor frecuencia posible para ver. Y
mire lo curioso: siempre, así sea muy pequeño, sale en los medios de comunicación.

Están obsesionados por mantener vigencia. Entonces el gran reto es ese. Esa es la estrategia del
enemigo ahora. Cómo vamos a ser efectivos frente a eso. Cómo podemos ir ganando terreno.

Ese tipo de reflexión fue el que hicimos, por ejemplo, también, después del 2006, en materia de
consolidación.

El gran objetivo era recuperar el territorio. O sea, desplazar del territorio en la medida de lo posible a
estos grupos. Pero más importante aún era consolidar el territorio.

Por eso en la segunda fase de la política de seguridad democrática la bautizamos: la consolidación de la


seguridad democrática. Ustedes saben mejor que yo qué quiere decir consolidación. Y ese sigue siendo
hoy el gran reto. Porque la estrategia era sacarlos, quitarles cualquier apoyo, que el Estado como
Estado llegara a las regiones. E impedir que el día de mañana, si quisieran volver, encontraran alguna
capacidad, algún terreno fértil de apoyo para seguir cometiendo sus crímenes.

Ahí fue que nació la política de consolidación de la seguridad democrática. Esa política de consolidación
es hoy parte fundamental del plan de guerra, que no es solamente la acción de la Fuerza Pública sino la
acción del Estado.

Eso lo hemos venido refinando, ha tenido sus avances, sus reveses. Hay algunos ministros que no han
entendido la importancia de eso. Pero hoy hay un Presidente que sí entiende la importancia de eso y
que tiene y va a tener alineados a todos los ministros en esa dirección, para que el Estado ya no sea las
Fuerzas Armadas trabajando, también trabajando en la forma más coordinada posible, sino el Estado
como un todo también trabajando en la forma más coordinada posible. Para ir pintando el mapa de
Colombia de verde y borrando, en la medida de lo posible, el rojo. Rojo son las zonas conflictivas y
verdes son las normales.

Si uno sobrepone el territorio colombiano con esos colores en los últimos diez años, ahí es cuando uno
se da cuenta cómo, gracias a ustedes, hemos avanzado.

Pero también tenemos que reconocer que no hemos terminado la tarea. ¿Y cómo vamos a continuar
esa tarea? Ahí viene el Plan de Desarrollo. Plan de Desarrollo que, si ustedes lo ven, se divide en tres
planes fundamentales. Sigue siendo el objetivo número uno: seguridad. La seguridad sigue siendo la
base de todo. Más trabajo y menos pobreza. En eso se resume el Plan de Desarrollo que acaba de
aprobar el Congreso.
 
¿Cómo hacemos para dar más seguridad? Entonces ahí viene la parte de irnos acoplando a las nuevas
circunstancias. Hay que continuar con el plan de consolidación. Sobre eso no nos quepa la menor duda.
Hay que identificar zonas nuevas. Eso quiere decir ser más efectivos en la lucha contra el narcotráfico.
Quiere decir darles a esos campesinos una oportunidad para que en lugar de sembrar coca puedan
sembrar otro producto, pero también quiere decir que lo puedan sacar.

Y quiere decir también que brigadas de profesores, de salud, lleguen a esas zonas, como en efecto
están llegando. Y que el Estado se haga presente. Y que la gente recupere la confianza en el Estado.

Porque también es muy difícil cambiarle la mentalidad a gente que ha vivido décadas con gran
escepticismo, con gran desconfianza. Porque, ¿qué pasaba? Ustedes también lo conocen mejor que yo.
Llegaba el Ejército, llegaban las Fuerzas Armadas, limpiaban la zona, por así decirlo. Se replegaban. Se
iba el Ejército, porque el Ejército no puede estar presente en todas partes. Y llegaban los otros a tomar
represalias, a decir: usted le colaboró al Ejército, la lleva. Entonces después de mucho tiempo de sufrir
ese fenómeno, la confianza de la gente en el Estado pues no era la mejor.
 
Entonces ese gran reto que tiene el Estado de recuperar la confianza de la gente, eso se está haciendo,
se ha hecho con mucha efectividad. Y también ahí comienza a operar la coordinación de las Fuerzas
Armadas con el resto del Estado.

Por ejemplo: un nuevo enemigo, porque el otro no ha desaparecido, un nuevo enemigo son las famosas
Bacrim. Las bandas criminales al servicio del narcotráfico. Tienen un comportamiento totalmente
mafioso y tienen un comportamiento también de las antiguas autodefensas de control de territorio, por lo
menos para controlar los corredores a través de los cuales exportan su droga.

Hay unas reglas de encuentro con ellos diferentes a las reglas de encuentro con la guerrilla. Eso no es
fácil de entender. Y ahí la alianza, en la otra también, pero aquí la alianza de las Fuerzas Armadas con
la Fiscalía, por ejemplo, es fundamental. Y ahí encontramos que había un gran vacío. Y lo estamos
corrigiendo. Zonas en donde ni siquiera había fiscales.

¿Entonces qué pasaba? La Fuerza Pública llegaba, capturaba a esa gente y a los quince días estaban
libres. Que los capturaron en forma ilegal, que no los supieron capturar. O el juez simplemente los
liberaba porque se le daba la gana.

Llegaban esas personas otra vez a las comunidades. Y las comunidades los ven recién capturados y
otra vez libres, y dice: ¿y para qué voy a colaborarle a la Fuerza Pública si esta gente está libre a los
quince días? Entonces comienza esa confianza en el Estado a resquebrajarse.

Ese tipo de coordinación es otro de los grandes retos que tenemos, que tenemos como Gobierno, que
tenemos como Fuerzas Armadas y que tenemos como Estado.

Cuando eso funciona, como sucedió, por ejemplo, en Córdoba, con el Plan Troya, los resultados se ven
casi de inmediato. ¿Cuánto ha bajado? Cincuenta homicidios menos. Y la gente diciendo: ‘Aquí hay la
seguridad’. En menos de dos o tres meses.

Entonces tenemos que mantener esa filosofía del mejoramiento continuo, mantener una armonía y una
coordinación dentro de las Fuerzas y de las Fuerzas con el resto del Estado. Porque vamos digo que en
la fase final. Vamos en la fase final.

Favorabilidad de las Fuerzas Armadas

Vengo de un evento que organizó la Consejería de Reintegración viendo ejemplos de desmovilizados


que se han reintegrado a la sociedad. Había mucho empresario. Les decía: estos ejemplos, si ustedes lo
proyectan, van a facilitar que el fin de este proceso se acelere, al ponerles ese otro estímulo.

Hay dos estímulos: uno negativo y otro positivo. El negativo es el que ustedes mejor saben hacer, que
es la presión militar. En ese no podemos bajar la guardia un solo segundo. Es más: en este proceso que
diría es la fase final, hay que crecentar esa presión.

Creo, señores oficiales, que ustedes van a ser testigos del final de este conflicto, porque las
circunstancias se están dando. Pero si queremos ver el final, tienen que ser muchos más efectivos en la
parte de la presión militar. En eso que no quepa la menor duda.

Pero al mismo tiempo: el estímulo positivo que usted menciona tiene que estar presente. Porque si una
persona dice: me desmovilizo para nada, para que me maten, pues prefiero que me maten aquí en el
monte.

Entonces esas dos presiones: la negativa y la positiva, tienen que darse. Y tienen que darse en forma
simultánea. Y diría que ahora con más contundencia porque las circunstancias también se están dando.

Porque políticamente, ellos siguen creyendo que hay alguna posibilidad de recuperar su espacio
político. Espero que sigan creyendo, pero eso les va a quedar muy difícil. En cambio el espacio político
de la institucionalidad y el espacio político dentro de la institucionalidad de las Fuerzas Armadas, es
impresionante.

Voy a compartir con ustedes el resultado de una encuesta que se hizo la semana pasada, que no se ha
divulgado ni se va a divulgar. Es una encuesta nuestra, interna, muy grande. Miren lo que dice la
encuesta. Me la entregaron el viernes.

• Favorabilidad de las Fuerzas Militares: 84,3 por ciento.

• Favorabilidad del Ejército de Colombia: 84,7 por ciento.

• Favorabilidad de la Armada Nacional 82,4 por ciento.

• Favorabilidad de la Fuerza Aérea: 84,2 por ciento.

• Ya estoy comenzando a tener algunos celos.

• Favorabilidad del General Navas: 84,7 por ciento.


• Favorabilidad del General González: 84,6 por ciento.

• Almirante Echandía: 80,3 por ciento.

• Almirante Cely: usted y yo estamos ahí a la par, más o menos con el 77 por ciento.

Eso es muy importante. Esos resultados de esa encuesta era lo que les mencionaba: el activo que
tienen nuestras Fuerzas Armadas.

La imagen de la Policía es igualmente positiva. La del General Naranjo también.

Ese es un activo muy importante, que da la legitimidad y hay que cuidar. Que hay que cuidar a toda
costa.

Por eso voy a terminar simplemente mencionando dos puntos que sé que son de gran importancia y que
tienen que ver mucho con esto.

Como políticamente, como militarmente, no tienen nada que hacer, porque vamos y seguiremos
avanzando, entonces ahora, ya tienen algún tiempo, entonces es por la vía judicial, a ver si nos pueden
pegar judicialmente.

Aprovechando que hay mucha gente que no entiende el entorno nuestro, ni ha entendido el progreso
nuestro y que sigue pensando que nosotros estamos viviendo como vivíamos hace diez años, y todo
eso lo mezclan, para ver si nos pegan judicialmente.

Por eso ahí hay que tener mucha más efectividad. El Ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, me pidió
permiso de irse. Pero él sabe muy bien que para mí se está volviendo eso una prioridad y una obsesión:
que el Estado colombiano, que el Gobierno, diseñe un sistema efectivo de defensa judicial de las
Fuerzas Armadas.

Un sistema que nos defienda también de ese flanco, que lo están utilizando clarísimamente, como un
flanco donde están viendo a ver qué tipo de golpes nos pueden dar, para ver si pueden para socavar la
moral. Y han sido exitosos en algunos casos.

Pero ahí tenemos nosotros que reforzar nuestra efectividad. Ese es uno de los grandes retos que
tenemos, porque vamos a ver ese flanco cada vez más vigoroso, porque es el único que les queda y
donde han visto que hay alguna posibilidad de poder golpearnos. Por eso ahí tenemos nosotros también
que readaptarnos y ser igualmente efectivos. Ese es un gran desafío.

El otro tema para mantener ese activo tan importante que son estos porcentajes de favorabilidad,
porque la opinión pública quiere a sus Fuerzas, es la parte interna, la parte de la corrupción interna. Ahí
hay que hacer un esfuerzo permanente también de mejoramiento continuo.

Que no vayamos a dar papaya, como dicen los jóvenes, en ese frente, que es un frente donde la opinión
pública, con razón, está muy sensible, no solamente por posible corrupción en algunas partes de las
Fuerzas sino en el país entero. Ahí también hay que hacer un gran esfuerzo, de arriba para abajo y de
abajo para arriba, en estar vigilantes.

Porque en toda institución hay gente desviada, gente torcida, gente que no sigue las normas. Pero
ustedes son los primeros en entender y los primeros en defender lo que es el honor militar de cualquier
intento o cualquier situación que ponga en tela de juicio ese honor militar o esa fortaleza de nuestra
institución, de nuestras Fuerzas Armadas.

Ahí hay que hacer, en ambos frentes, un esfuerzo muy importante.

Porque como decía el coronel: ‘Vamos bien’. Y me gusta oírlo así: porque vamos bien, vamos por buen
camino. Este país está siendo señalado por el mundo entero como un país ejemplo en América Latina,
¿gracias a quién? Gracias a ustedes.

Este país creció el año pasado al doble de lo que crecieron los países desarrollados. Y va a crecer este
año al 5 por ciento, ¿gracias a quién? Gracias a ustedes.

Este país obtuvo la cifra de desempleo más baja en los últimos diez años. Hace cuatro días se conoció
esa cifra. ¿Gracias a quién? Gracias a ustedes.

A este país le dieron grado de inversión después de 12 años. ¿Gracias a quién? Gracias a ustedes.

Y este país ya está hablando de que la paz es posible y creo que es posible. ¿Gracias a quién va a ser
posible? A ustedes.

Porque el objetivo último de cualquier guerra es la paz. No puede ser la guerra. Nunca ha sido. Ustedes
han estudiado a todos los filósofos de la guerra. Todos dicen: la mejor guerra es la que no se libra. La
que se gana antes. Esa es la mejor.

Y después, si hay que librarla, conseguir la paz. Y una paz duradera.

Por eso la labor que ustedes están haciendo, la forma como la están haciendo, es tan importante. Por
eso creo que ustedes van a tener una gran oportunidad: que en los próximos años, ustedes, que están
ya en posiciones importantes en nuestras Fuerzas Armadas, van a tener una gran oportunidad de ser
los responsables de traerle finalmente la paz a este país.

Me siento muy honrado de ser en este momento su Comandante Supremo. Y si logramos ese objetivo
juntos, pues me iré a la tumba con una sonrisa en la boca. Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en el Foro ‘La Reintegración, un


negocio que le apuesta a la paz’

Bogotá, 4 may (SIG). “Yo quiero comenzar agradeciéndoles a todos los que están aquí presentes,
porque todos en una u otra forma están interesados en este proceso.

A Felipe Márquez decirle lo agradecido que estamos con su colaboración y su pasión que ha mostrado
por este programa.

Lo que usted acaba de decir, y la forma como lo dijo, pues demuestra que usted ha entendido a
cabalidad la importancia.

A los altos consejeros que han estado al frente de este tema –Alejandro Eder, de la Reintegración;
Sergio Jaramillo (Alto Asesor de Seguridad Nacional), quien estuvo además como Viceministro muy
involucrado en la parte de la desmovilización- tienen mucho que ver con este programa.

También saludo a todos los empresarios que están presentes: al doctor Fabio Echeverri, me complace
verlo; al doctor Tulio Zoluaga, de Asopartes, que además me dio una muy buena noticia, me acaba de
dar una buena noticia, 58 por ciento de aumento de las ventas este año, eso es una buena noticia.

A todos los que han venido apoyando este proceso, y a John Jairo (Burbano) también muchas gracias
por su testimonio.

Cuando Alejandro (Eder) me dijo que si yo quería venir a participar en este evento, le dije que por
supuesto, que por supuesto porque cuando uno hace una reflexión sobre lo que ha sucedido en este
país en las últimas décadas, y sobre todo lo que ha sucedido en la última década.

Cuando el Presidente Uribe llegó al poder no nos podemos olvidar qué tipo de país teníamos.

Me recuerdo perfectamente cuando vino el Presidente Clinton a Cartagena a lanzar el Plan Colombia.
Este país era un país que estaba ad portas de ser declarado por los académicos como un estado fallido,
y eso lo vivíamos todos nosotros, todos nosotros.

Como lo decía Felipe, o eran las Auc o era el Eln o eran las Farc, todo atravesado por una flecha
venenosa que tanto daño le ha hecho al país, que se llama el narcotráfico, estábamos perdiendo el país,
no era nuestro.

Yo me acuerdo en una precandidatura, año 98, que tenía que pedirle permiso a las Auc para ir a San
Juan de Urabá, y tenía que pedirle permiso a las Farc para ir al Tambo (Cauca). O sea, el país ya no era
del Estado.
El Presidente Uribe entendió eso perfectamente, las circunstancias se dieron, y puso en marcha una
política que por lo sencilla era lo contundente. Él dijo una política de Seguridad Democrática. La palabra
democrática no era un simple adjetivo, era la definición de dos conceptos que tenían que acompañar
esta política de seguridad, para recuperar el país.

Los conceptos eran: democrática quiere decir seguridad para todos, todos los que estén dentro de la
ley; y democrática también quería decir de acuerdo y bajo el paraguas de nuestra Constitución y
nuestras leyes.

Una constitución muy garantista, muy garantista, producto también, en su momento, de las
circunstancias

¿Por qué es tan garantista nuestra Constitución?

Porque quienes la redactaron, quienes la aprobaron, se nutrieron de esa ola que se desató después de
terminar de destruir la cortina de hierro. Y entonces todos los abanderados de los derechos individuales
por encima de los derechos colectivos, que han estado reprimidos por la amenaza comunista, se
sintieron con toda la libertad, y esa ola intelectual nutrió en forma directa a quienes estaban redactando
nuestra Constitución en el año 90.

Y por eso tenemos una Constitución, que comparada con el resto del mundo, es una de las más
garantistas.

Y librar una guerra respetando una Constitución garantista no es fácil.

Pero el Presidente Uribe tenía un concepto que es fundamental en ese sentido, que era el concepto de
la legitimidad: para que una política de seguridad sea legítima, tiene que estar cobijada por la
Constitución y por las leyes. Entonces, la palabra democrática quería decir esas dos cosas.

Y se inició un proceso, que por supuesto tiene una serie de fases, de etapas, de eslabones.

El primer proceso, el más importante, era contrarrestar el avance de quienes estaban tomando el poder,
que eran las Auc y la guerrilla, nuevamente financiados por ese fenómeno tan macabro que es el
narcotráfico.

Se inició ese proceso, comenzó a tener éxito, comenzó a contrarrestar, comenzó otra vez el Estado a
recuperar su control del territorio, que era lo fundamental. Y ustedes pues han visto la evolución: el
Estado volvió a recuperar su territorio.

Cuando llegó el Presidente Uribe al poder hace nueve años, sí, hace casi nueve años, más de 420
alcaldes no despachaban desde sus municipios; hoy no hay un alcalde que no despache desde sus
municipios; no hay tal vez ningún territorio vedado para ningún colombiano.

Hay todavía, todavía –y eso es lo importante también de resaltar- áreas donde las hemos considerado
zonas rojas. O sea, presencia de la guerrilla hay.

Las Auc se desmovilizaron pero surgió un fenómeno que se ha denominado las bandas criminales, al
servicio del narcotráfico.

La violencia no ha parado, se ha disminuido notablemente, pero no ha parado.

Pero el Estado volvió a recuperar el control del territorio y volvió a tomar la iniciativa.

En esa política, como les decía, había varias fases: la fase puramente militar, contrarrestar unas fuerzas
también armadas, que estaban usando su poder militar para ir ocupando cada vez más territorio y
controlando cada vez más territorio.

Y esa ofensiva o esa contraofensiva comenzó a tener éxito, y como en cualquier guerra siempre tienen
uno que pensar cómo termina: cómo termina esta guerra, cómo termina este conflicto, cómo termina
este proceso. Y de ahí nació el programa de reintegración.

Aquí hay varias formas de ir disminuyendo y debilitando a la contraparte.


Una es, por supuesto, por la vía militar; otra es la captura; otra es la desmovilización, y la
desmovilización jugaba una parte muy importante y comenzó a tener cada vez más éxito en la medida
que el Gobierno se dio cuenta, y el Estado se dio cuenta, que había ahí una oportunidad muy grande,
inclusive más efectiva que la propia acción militar.

Y por eso se le dio un gran incentivo a la política de desmovilización.

Y si ustedes ven las cifras de gente dada de baja y gente desmovilizada dentro de los grupos, pues se
disparó la gente desmovilizada.

¿Qué hicieron con las Auc?

Con las Auc hay una máxima de toda la teoría militar y de guerra desde hace mucho tiempo: la mejor
forma de ganar la guerra es evitar que siga el combate, si uno logra los objetivos.

Con esa premisa muy sencilla, se le ofreció a todos los grupos de autodefensa, a los llamados
paramilitares, que se desmovilizaran. Y afortunadamente para el país eso se logró.

Se logró desmovilizar cerca de 30 mil personas que estaban en armas, y sus jefes hoy –ese es el hecho
contundente- los jefes paramilitares que manejaban semejante máquina del terror, están todos en la
cárcel o muertos.

Y hay 30 mil colombianos que estaban en armas, matando a otros colombianos que están
desmovilizados.

Ahora, que ese proceso tuvo inconvenientes, por supuesto. Que hay gente que no se desmovilizó,
también es cierto. Que hay unos que se colaron como desmovilizados, muy posiblemente.

Pero el hecho contundente es que no hay uno de esos grupos que estaba ganando cada vez más poder
en el territorio, no está en este momento organizado actuando en contra del resto de los colombianos y
del resto del Estado, y eso es una verdad de a puño y es una realidad.

Entonces viene a jugar la fase de qué hacer con esa gente.

Se desmovilizan 30 mil personas, que además si uno suma esas 30 mil –eran  32 mil que se
desmovilizaron de los paramilitares- más los que se han venido desmovilizando de la guerrilla suman 52
mil desmovilizados en total, 52  mil.

Eso no creo que tenga precedentes en ninguna parte.

En Colombia por supuesto que no, pero en ninguna parte ha habido una desmovilización tan grande.

Una sociedad que tenga que aceptar 52 mil personas que estaban armadas, disparando, que la
sociedad tenga que aceptarlas, que reintegrarlas, por eso se llama reintegración.

Ahí el desafío era enorme, y  el trabajo que se ha venido haciendo ha sido un trabajo supremamente
efectivo si uno mira con objetividad las circunstancias, un trabajo que además ha tenido una gran
repercusión en todo el proceso de ir buscando la paz de este país.

La política de desmovilización frente a la guerrilla, después de que se desmovilizaron los paramilitares,


fue una política bastante efectiva también, de llevarle el mensaje a la guerrilla. Yo creo que fue efectiva,
pero ha podido ser mucho más efectiva y puede ser mucho más efectiva en este momento, sobre todo
en lo que diría la fase final de este conflicto que hemos tenido en este país.

Digo yo que puede ser más efectiva porque las circunstancias están dadas para que personas como
John Jairo, que están pensando allá cuál va a ser mi futuro, ven que sí hay un futuro mejor.

Porque uno se pregunta cuál va a ser el final de este proceso.

Estamos  ganando, sin duda alguna estamos ganando. Como les decía al principio no hay en este
momento sitio vedado para la Fuerza Pública ni para ningún colombiano.

Las Farc están debilitadas, no están derrotadas. Se calcula puede haber 6 (mil), 7 mil, 8 mil miembros
de las Farc, no se sabe realmente cuántos, pero no son los 25 (mil) o 30 mil que tenían antes. No tienen
la capacidad ahora de tomarse los pueblos, tienen capacidad de hacer operación avispa combinada con
la ‘operación pistola’; ir en grupitos de 2 - 3 poner una granada, disparar y replegarse para decir ‘aquí
estamos vivos’.

Pero su capacidad militar está muy mermada, su capacidad política está prácticamente desaparecida;
todas las encuestas dicen que el 97, 98 por ciento del país rechaza la guerrilla, rechaza las Farc,
rechaza el Eln. Pero hay todavía mucha gente causando daño. Seis o siete mil miembros de las Farc y
el Eln, y no se sabe cuántos supuestos milicianos.

Entonces uno se pregunta: ¿Qué hacer con ellos? ¿Cómo derrotarlos lo más rápido posible?

Por supuesto la acción militar continúa, ellos cada vez se adaptan mejor,  continúan con la fuente de
financiación del narcotráfico, ¿y entonces para ellos el final cómo va a ser?

Les hemos dicho: desmovilícense –esa es parte de la campaña- porque si no la alternativa es una cárcel
o una tumba. Y esa es la realidad: o se desmovilizan o es cárcel o es tumba.

Para que eso suceda hay que hacer más atractivo la desmovilización y la amenaza de la cárcel o la
tumba más efectiva.

Por  eso tenemos que continuar y hacer cada vez más efectiva la acción militar. Ahí no podemos
detenernos.

Ellos se adaptan y parte del desafío es adaptarnos nosotros a esos cambios que ellos hacen.

La capacidad de adaptación de esa gente es a veces muy impresionante. Entonces nosotros tenemos
que estar ahí presentes para mantener la presencia militar.

Pero la otra parte, la que ha sido en estos últimos años más efectiva, porque como les decía al principio
hay muchos más desmovilizados que dados de baja.

Si volvemos eso más atractivo, vamos a terminar este proceso, este conflicto, más rápido.

Y la forma de volverlo más atractivo es lo que acabo de ver hoy.

Tengo que confesar que yo pues estuve tres años de Ministro de Defensa hablando de
desmovilizaciones, hablando muchísimo de los desmovilizados, eran una fuente importante –y siguen
siendo- de inteligencia, para que me cuenten qué está pensando las Farc, qué está pensando el Eln,
cómo se sienten, cómo están operando, por qué se desmovilizaron, qué fue lo que a usted lo atrajo de la
desmovilización.

Lo que decía John Jairo es cierto. Todavía hoy, la mayoría de la gente que está en el monte piensa,
piensa efectivamente que si se desmoviliza aquí los torturan, los dan de baja o que todo esto es una
farsa.

Ahí yo creo que hemos sido –y es una autocrítica- no lo suficientemente efectivos en nuestra
comunicación, en llegarle a esa gente, claro que hay dificultades logísticas, pero llegarle con el mensaje
correcto.

Pero el mejor mensaje, el que yo de pronto les pediría a todos los empresarios que están aquí
colaborando con este proceso es no solamente que se les quite el miedo de contribuir a este proceso
porque es la mejor forma de acabar definitivamente con este conflicto, sino que también nos ayuden a
divulgarlo, a divulgarlo con más efectividad.

Esos ejemplos que yo vi entrando a esta reunión, unos desmovilizados de las Auc, otros desmovilizados
de la guerrilla, con un gran entusiasmo diciendo: ‘Mire mi empresa, mire mi actividad. Presidente, aquí le
doy esta camisa para que usted se la ponga’. Me regalaron una corbata, que la marca del café que
están produciendo.

Ver a esa gente que antes estaba era disparando, secuestrando o extorsionando, como ciudadanos
productivos, es la mejor forma si la podemos divulgar y podemos incentivar más la desmovilización; eso
vale por 5 batallones, 10 batallones, 4 brigadas del monte, porque las cifras así lo han demostrado.

La desmovilización es más efectiva para ir atrayendo gente que la propia acción militar que, repito, no
podemos dejar de hacerla y la vamos a continuar, y la vamos a ir fortaleciendo cada vez más.

Pero esta parte de la desmovilización es muy importante.

Y –nuevamente- el atractivo para ellos de ver que sí efectivamente tienen un futuro, es determinante.

Además, en la cifra que estamos viendo: 52 mil desmovilizados, la historia a nivel mundial le dice a uno,
le enseña a uno que cerca del 10 por ciento, entre el 10 y 15 por ciento de estos procesos de
desmovilización cuando hay procesos de paz, cuando hay procesos de desmovilización, vuelven a
delinquir porque es lo único que han aprendido a hacer.

En el caso colombiano tenemos un fenómeno complicado, y es el del narcotráfico, que está pendiente
de ver cómo se nutre de quienes han sido entrenados para matar, extorsionar y secuestrar. Para
volverlos a enganchar porque inclusive se ahorran el entrenamiento.

Entonces las bandas criminales por eso ustedes ven la velocidad con la cual estamos capturando gente,
pero la misma velocidad con la que se vuelven a formar; y cómo tienen esa capacidad de reciclarse:
capturamos a los jefes y se reciclan. Es por la presencia del narcotráfico.

Otra historia sería que no hubiera narcotráfico y no hubiera ese incentivo. Por eso también no podemos
bajar la guardia en la lucha contra el narcotráfico.

Y ahí hemos reforzado mucho esa parte de la lucha contra la violencia, pero eso genera otras secuelas.

Entonces uno es efectivo consolidando zonas, quitándoles la fuente de financiación, pero como están
organizados y necesitan algún tipo de financiación, cuál es la respuesta.

La respuesta de ellos es: sálvense quien pueda,  busquen su propia fuente de financiación, y por eso
vemos que en algunas zonas aumenta la extorsión  porque no están haciendo dinero del narcotráfico
porque les hemos quitado parte de su flujo de caja, entonces van a tratar de sobrevivir porque todavía
necesitan recursos.

De manera que esta política de seguridad es integral, pero la parte más efectiva en esta última fase es
la parte de la desmovilización y la reintegración.

Y no solamente para incentivar a que se desmovilice, para decirles ‘aquí hay un futuro diferente a la
tumba o la cárcel’, sino también a quienes se desmovilizaron, quitarles el incentivo de que vuelvan a
delinquir.

Por eso estos programas que se están haciendo con la empresa privada, y tiene que ser la empresa
privada, son tan importantes.

Entonces yo lo que quería era decirles, reiterarles el interés que tiene el Gobierno y que ustedes
entiendan la importancia de participar en estos procesos de reintegración.

Está más que comprobado que el miedo que tienen es un miedo que es innecesario, no está justificado.
La inmensa cantidad de reinsertados, de desmovilizados que decidieron entrar, todo lo contrario,
agradecen, cambian el chip, cambian su forma de pensar y agradecen enormemente a una sociedad
que los acogió.

En muchos casos que me han dicho se vuelven inclusive trabajadores ejemplares, trabajadores más
productivos, líderes, hay una especie de como, lo que usted dijo, John Jairo, me pareció muy
importante: ‘perdón por lo que hicimos’.

Ese sentimiento como de culpa por la experiencia que tuvieron en esos grupos alzados en armas, esos
grupos violentos, genera como una especie de empatía y de actitud que muchas veces se vuelven
mejores trabajadores que el común.

Entonces yo lo que quisiera aprovechar antes de irme es ver, los que han participado, los que tienen
personas que se han desmovilizado trabajando con ellos.

Y los que no ¿qué más podríamos hacer nosotros ahora para fortalecer este proceso?

Porque si fortalecemos este proceso el final, y todo final es complicado, finalmente los finales son más
complejos, pero yo creo que el final lo estamos viendo, y una parte de acelerar ese final y hacerlo de
buena forma es a través del programas más efectivos de reinserción y  de darles a los desmovilizados
más oportunidades.

Por ejemplo en la Ley de Primer Empleo pusimos que una serie de colombianos, grupos vulnerables,
pero también los reinsertados, tuvieran un inventivo especial en las empresas para que los engancharan

¿Pero qué más podríamos?

¿Qué más se les ocurre con la experiencia que ustedes han tenido?

¿Qué puede hacer el Gobierno? O ¿qué puede hacer la sociedad publico-privada? Porque yo creo que
yo creo que es un empeño público – privado, el Gobierno solo no puede, el Gobierno solo no alcanza a
mantener el, a estos 52 mil, y espero que siga creciendo hasta que no haya ninguno en el monte y todos
estén reinsertados, para que no solamente se desmovilicen sino que realmente se reintegren a la
sociedad, que es la forma donde podríamos decir que sería el final feliz más conveniente.

De manera que eso era lo que yo quería dejarles en la mente a ustedes.

El programa de reintegración es fundamental, ha sido fundamental, pero sobre todo ahora en esta fase
se vuelve especialmente importantes, y cómo lo podemos mejorar –aparte de la importancia que le
Gobierno mismo le está dando y que le quiere dar- cómo podemos mejorar esa sinergía entre el sector
público y sector privado en este frente, sería algo que si en este foro nos enriquece en ese sentido, pues
bien vale la pena haberlo organizado.

De nuevo quiero agradecerles a todos los que han contribuido, porque realmente ha sido muy
importante. Eso que usted hace, doctor Felipe, es tan importante como cuando allá va un Coronel al
frente de un batallón a pelear por la paz de los colombianos en el monte, lo mismo que usted está
haciendo, esa labor es igualmente importante y sobre todo este instrumento.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la inauguración de la 24° Feria


Internacional del Libro de Bogotá

Bogotá, 5 may (SIG). “¿A quién en su sano juicio –me pregunto- a quién puede ocurrírsele que la lectura
sea una especie de asignación obligatoria en las escuelas y colegios?

¿Quién puede llamar “tarea” al acto maravilloso de abrir una novela, abrir un libro de poesías, un cuento,
y dejarnos llevar por la imaginación?

¿Acaso en los colegios –señora Ministra de Educación- existe la “tarea” de ir al cine, de ver televisión,
de navegar por las redes sociales, de jugar o hacer deporte con los amigos, de asistir a fiestas?

¡Claro que no! Porque nadie tiene que obligarnos a hacer algo que disfrutamos, que nos emociona, que
nos invita a soñar y a volar más allá de los límites.

Hablo por mi propia experiencia, y por la experiencia de tantos millones de seres humanos que
encontramos en los libros a amigos entrañables, cómplices y maestros de vida.

Quien visite la Biblioteca Pública de Nueva York, encontrará, sobre el dintel de la puerta de una sus
salas de lectura, una frase que resume muy bien lo que significan los libros.

Es del poeta inglés John Milton –parte de un famoso escrito suyo de 1644– y dice así:

“Un buen libro es preciosa sangre vital de un espíritu superior, embalsamada y conservada como tesoro
para que alcance una vida más allá de la vida”.

¡Qué acertada definición! Porque los libros conservan y transmiten conocimientos, pensamientos,
inquietudes, revelaciones, emociones, y los llevan a nuevas dimensiones, a nuevas vidas, que se
renuevan en cada lector.

Los libros son, sobre todo y ante todo, LIBERTAD.

Y nadie tiene que obligarnos a la libertad, porque la libertad es lo que queremos día tras día, la
condición esencial del ser humano, la razón de ser de todas nuestras luchas.

Creo en la libertad –creemos en la libertad, los colombianos creemos en la libertad- y por eso me
emociona lanzar hoy, en esta Feria –con la presencia muy bienvenida del Ecuador como país invitado y
de su Presidente Rafael Correa- un Plan Nacional de Lectura que está llamado a cambiar positivamente
la vida de los colombianos.

Porque los libros hacen libres a los lectores, porque los libros transforman.

Hace apenas dos semanas, en la Feria del Libro de Buenos Aires, nuestro flamante Premio Nobel Mario
Vargas Llosa –a quien tanto admiramos– dijo en una conferencia, a la que llamó ‘La Libertad y los
Libros’, lo siguiente:

“Los libros nos ayudan a derrotar los prejuicios racistas, étnicos, religiosos e ideológicos entre los
pueblos y las personas, y a descubrir que, por encima o por debajo de las fronteras regionales y
nacionales, somos iguales en el fondo, que los ‘otros’ somos en verdad ‘nosotros’ mismos”.

 ¡Esa es la idea de la lectura! Descubrir la verdad del “otro” y, al hacerlo, aprender un poco más de
nuestra propia realidad.

Eso es lo que queremos que pase a los niños y jóvenes de Colombia –no por imposición, sino por
placer– desde la primera infancia, desde esos años iniciales en que se forman el cerebro y las
habilidades básicas para la vida.

A esto va dirigido el Plan Nacional de Lectura que –por primera vez en nuestra historia– se ha diseñado
y se ejecutará conjuntamente por los Ministerios de Educación y de Cultura.

Dos ministerios afines, trabajando de manera coordinada y complementaria con un solo propósito de
nación.

Hay muchas razones para promover la lectura.

Porque es una forma de adquirir información y conocimientos y, en general, de acceder a la educación y


la cultura; porque mejora la calidad de nuestro capital humano y, con ella, nuestra competitividad;
porque, al hacerlo, hay mayor equidad social.

Todas son razones válidas y muy importantes, pero de alguna manera innecesarias.

Como lector impenitente que soy, creo que hay una razón suprema que justifica este plan, y que justifica
ésta y toda otra inversión que se haga en los libros: ¡el placer infinito que significa leer!

Eso es suficiente.

Conscientes de esto, vamos a dedicar nuestros esfuerzos para que el mundo maravilloso de los libros
esté al alcance de más y más colombianos, sobre todo de nuestros niños y jóvenes.

El Ministerio de Cultura invertirá este año más de 6.500 millones de pesos –tres veces la suma que se
invirtió el año pasado– en el Plan de Lectura.

Con estos recursos renovaremos los inventarios de las bibliotecas públicas y entregaremos una
colección de libros cuidadosamente seleccionada a 25 mil hogares de Bienestar Familiar en todo el país,
con especial énfasis en la primera infancia.

Nos hemos propuesto, además, conectar tecnológicamente a una red de 700 bibliotecas públicas –en
un esfuerzo en el que participa el Ministerio de las Comunicaciones y la Tecnología–, para lo cual
usaremos no sólo recursos propios sino también recursos muy importantes de cooperación
internacional.

Con el Ministerio de Educación vamos a fortalecer las bibliotecas de 6.900 instituciones educativas con
una colección semilla de libros seleccionados, y vamos a fomentar en dichas instituciones estrategias de
promoción de la lectura y la escritura.

En otras palabras: ¡garantizaremos que en el CIENTO POR CIENTO de las instituciones educativas
oficiales del país haya una biblioteca de calidad!

También está prevista la formación de más de 30 mil docentes, gestores culturales y otros agentes
educativos para que sean mediadores y animadores de la lectura y la escritura.

Y se buscará una articulación eficaz entre el trabajo de las bibliotecas públicas y las instituciones
educativas.

En suma, lo que proponemos y lanzamos hoy es un GRAN PACTO para promocionar la lectura –y
también la escritura– que va más allá del propio Estado.

El Gobierno trabajará en la dotación, en la conectividad, en las estrategias, en la formación de docentes


y bibliotecarios, pero la cruzada por la lectura debe ser tarea de todos.

Hoy invito a que se unan a ella a la industria editorial, a los maestros, a las escuelas y colegios, a los
artistas y escritores, y, sobre todo, a los padres y abuelos.

No se imaginan cuánto bien hace un adulto que le lee una historia a un niño –aunque sea 15 minutos al
día–, enseñándole, con el ejemplo, que leer no es una tarea sino una experiencia feliz.

Este fin de semana se nos fue de la tierra –pero nunca de nuestros corazones ni de nuestras mentes– el
gran escritor Ernesto Sábato, el que nos llevó de la mano por laberintos existenciales y nos abrió, con
sus novelas y ensayos, insospechados horizontes.

Él dijo, al lanzarse en Argentina un plan como el que hoy presentamos, unas palabras que vienen bien a
cuento.

Dijo Sábato en esa ocasión:

“Les quiero pedir a los chicos y a los jóvenes, con la autoridad que me dan los años, que lean. Yo
también he leído, de chico, y fueron los libros quienes me ayudaron a comprender y a querer la
grandeza de la vida. Quienes sembraron en mi alma lo que luego los años pudieron expandir. (…) Leer
les agrandará, chicos, el deseo y el horizonte de vida”.

Que sus palabras sean la brújula de este plan que hoy comienza, y que sirva este momento también
para hacer un homenaje de gratitud al autor de novelas como El túnel y Sobre héroes y tumbas –que les
movieron el piso a sus lectores–, y de tantos ensayos de tremenda lucidez.

No hay panteón capaz de contener la grandeza de Sábato; por eso vive en sus libros y vivirá para
siempre en el universo literario.

Por leer narraciones como las suyas, por disfrutar poemas como los del chileno Gonzalo Rojas –otro
grande que nos dejó la semana pasada–, somos hoy quienes somos, y queremos que ese legado de
asombro e inteligencia llegue renovado y potente a las nuevas generaciones.

Debo resaltar, finalmente –antes de hablar de nuestro invitado especial– la creación en el Ministerio de
Cultura de la Oficina del Libro, para promover, precisamente, su circulación.

Desde esta oficina queremos acercarnos a los editores, analizar la cadena y buscar la manera de que
los beneficios del sector lleguen al consumidor final, para que los libros sean cada día más accesibles.

Queremos también mejorar la forma en que el Estado compra los libros y promover una política de
estímulo a las traducciones para que más autores colombianos sean conocidos en otros idiomas.
Queridos amigos de los libros; apreciado presidente Rafael Correa:

¡Qué alegría acercarnos al Ecuador a través de los libros y la cultura!

¡Qué alegría recibir al mandatario de un país vecino no sólo como Jefe de Estado, sino también como
un autor que viene a presentar una obra suya!

Queremos –querido Rafael- queremos mucho al Ecuador, sabemos mucho sobre nuestros vecinos, pero
debemos confesar –con vergüenza– que no es mucho lo que se conoce en Colombia sobre su literatura
actual, y tenemos el grato desafío de enmendar esta deficiencia.

Porque no tiene excusa.

Desde los tiempos de la colonia y la independencia, Quito y Santafé estábamos unidos por el amor a los
libros y la lectura.

Dos próceres con vidas paralelas –Eugenio de Santa Cruz y Espejo, y Antonio Nariño– pagaron con
prisión y con cadenas la osadía de expandir la ideas de la libertad y de la Revolución Francesa.

Se sabe que el sabio Francisco José de Caldas, de Popayán, le escribió alguna vez a otro grande,
Alejando de Humboldt, unas palabras que daban cuenta de su viaje a la Provincia de Quito de la
siguiente manera:

“Yo no acabo de admirar cómo ha podido venir tanto libro a esta ciudad: apenas hay particular que no
los tenga, y libros que no los pude ver en Santafé los he hallado aquí”.

Así que, desde entonces, había una emulación y un complemento entre nuestras culturas y nuestras
letras.

Juan Montalvo, el más grande prosista ecuatoriano del siglo XIX, vivió varios años en Colombia, más
precisamente en Ipiales.

Y muchos, en el colegio, nos asombramos con la lectura de ese clásico de la denuncia que es el
Huasipungo de Jorge Icaza, donde aprendimos las injusticias que por centurias se han cometido con los
pueblos indígenas de nuestro continente.

Pero no es mucho más lo que sabemos, salvo que nos acepten como literatura los versos –sin duda
hermosos– de las canciones de Julio Jaramillo o Juan Fernando Velasco.

Por eso celebramos de todo corazón, Presidente Correa, que comande usted esta delegación de
grandes artistas e intelectuales ecuatorianos –como Javier Vásconez, Gabriela Alemán y Edna Iturralde,
entre otros– que nos traen las voces de este Ecuador multicultural y asombroso del siglo XXI.

Tal vez por eso, tal vez para actualizarnos en esa materia, usted tuvo la buena idea de nombrar un
embajador en Colombia que no sólo representara la diplomacia de su país, sino que fuera un escritor de
grandes quilates.

Un embajador como Raúl Vallejo –cuentista, novelista, poeta– que conoce tan bien a nuestro país:
desde Gabo –a quien ha entrevistado– hasta los buenos vallenatos.

Prometemos –Presidente Correa, Embajador Vallejo– ponernos al día con las letras ecuatorianas, y nos
complace saber que no sólo ellas, sino también su música, sus paisajes, su gastronomía, tendrán
presencia principal en esta Feria del Libro, la tercera más importante de América Latina.

Ecuador, como dice el lema de su exposición, “ama la vida”, y nosotros queremos unirnos a esa
campaña de amor, vinculándonos no sólo a través de cordilleras y mares, sino a través del arte y la
cultura.

Y prometo también, Presidente Correa, leer con juicio su libro Ecuador: de Banana Republic a la No
República, que anticipa lúcidas reflexiones sobre el manejo económico y político de Ecuador –y de
América Latina– durante las últimas décadas.

Como usted sabe, soy un convencido y un practicante de la Tercera Vía, que promueve una solución
intermedia, pragmática –si se quiere- entre el liberalismo económico y el intervencionismo estatal.

Por eso no me asombraría que –leyendo su libro– encuentre que coincidimos en más de una
apreciación.

Porque eso es lo que queremos con Ecuador y con toda América Latina: coincidir más que disentir;
respetarnos en medio de nuestras diferencias, y apoyarnos con un sentido de hermandad y de unidad
que viene de tiempos inmemoriales.

Que los libros, como siempre, nos unan.

Que el arte, como siempre, nos una.

Que la libertad, como siempre, nos una.

Ese es el espíritu de esta Feria del Libro, que promueve la lectura y, con ella, la LIBERTAD.

La libertad de expresión; la libertad de escribir lo que se quiere y de leer también lo que se quiere, no
porque nadie lo mande, sino porque es uno de los mayores placeres que ofrece la existencia.

Termino recordando un texto que encontré recientemente, y que me emocionó muchísimo, pronunciado
por Federico García Lorca en 1931, ¡hace 80 años!, al inaugurar una biblioteca en el pueblo de Fuente
de Vaqueros, en su querida Granada.

Decía García Lorca:

“No sólo de pan vive el hombre (…) Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no
puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un
pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una
terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?

“¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los
pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras”.

Digamos, pues, siguiendo el consejo de García Lorca:

¡QUEREMOS MÁS LIBROS, LIBROS, COMO QUEREMOS SIEMPRE EL AMOR, AMOR!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Taller de Innovación

Medellín, 6 may (SIG). “Ayer, tengo entendido, hubo un seminario con una asistencia bastante amplia.
El seminario de hoy es más restringido, está dirigido primordialmente a las personas del Gobierno, y
mañana haremos un Acuerdo para Prosperidad sobre el mismo tema, tema de la innovación, que es una
de las locomotoras.

Como ustedes bien saben, desde que diseñamos la campaña, tal vez fue una de las primeras que
incluimos como prioridades del Gobierno.

¿Y por qué hicimos eso? ¿Por qué la innovación es una de las locomotoras?

Ahí hubo una gran discusión: cuales serían locomotoras y cuales sería políticas transversales.

Uno podría decir que la innovación también es una política transversal como es la educación, como es
el medio ambiente.

Pero decidimos colocarla como una de las locomotoras porque efectivamente si nosotros como
colombianos internalizamos la importancia de la innovación, la volvemos parte de nuestra cultura y la
volvemos sostenible en el tiempo, uno de los objetivos fundamentales del Gobierno hoy es el de colocar
nuestra economía en un camino de crecimiento alto, sostenible en el tiempo.
Si hacemos eso, pues el objetivo se va a lograr.

Si no lo hacemos, el objetivo no se logra.

Porque, por ejemplo, la coyuntura actual. Vamos bien, vamos por buen camino. Si uno toma los
indicadores, el país realmente está viviendo un momento muy especial y muy positivo.

La psicología de la gente puede no ser tan optimista, porque tenemos dos fenómenos que están
golpeando esa psicología: el fenómeno del invierno y el fenómeno de los escándalos que están saliendo
a relucir de la corrupción.

Esos dos fenómenos espero que sean pasajeros.

El Fenómeno de ‘La Niña’ debe terminarse el mes entrante, según nos promete el Ideam. Yo estoy
creyendo cada vez más en el Ideam, y espero no estar pensado con el deseo.

No podemos hacer las obras que se requieren hasta que ese fenómeno no se vaya.

Hablábamos con el señor Gobernador cuando veníamos. Esta carretera de aquí a Santa Helena, que le
invirtió 6 mil, 7 mil millones de pesos –todo el mundo quedó muy contento- en el último año, y en los
últimos 15 días prácticamente se destruyó totalmente esa carretera.

Por eso tenemos que esperarnos a que se vaya el Fenómeno de ‘La Niña’ para reconstruir el país.

Y como hemos dicho tantas veces: yo espero que quedemos mejor, y así lo estamos diseñando. El
señor Ministro de Transporte hace dos días anunció una primera fase de construcciones que vamos a
hacer, muy importantes, en este país, en los próximos cuatro años, en una primera fase, porque
vendrán más.

‘Estamos enfrentando la corrupción con toda la contundencia’

Y en el fenómeno de la corrupción lo que la gente debe entender es que se está actuando contra la
corrupción.

Es como cuando los grupos al margen de la ley controlan una zona. Si la controlan los homicidios bajan,
si la controlan no hay mucha inseguridad, pero cuando los combate ahí hay una situación de
enfrentamiento y aumentan los homicidios y aumenta la inseguridad temporalmente.

Eso está sucediendo en varias zonas del país y está sucediendo con la corrupción.

Estamos enfrentado la corrupción con toda la contundencia, estamos sacando a relucir y metiendo a la
cárcel a los corruptos.

Por supuesto la gente ve que hay corrupción y no entiende que lo que estamos viendo es porque
precisamente el Estado colombiano está combatiendo la corrupción.

Entonces digo yo que dentro de esos dos fenómenos que han golpeado en cierta forma el optimismo de
la gente, cuando uno se pone a analizar la cifras y a analizar lo que está sucediendo, llega a la
conclusión de que vamos por muy buen camino, muy bien camino.

Cifras destacadas

Cifras que uno pudiera destacar –son muchísimas- por ejemplo el desempleo. La cifra última de
desempleo es el desempleo más bajo en los últimos 10 años, por lo menos.

La cifra de inflación, la última, que salió hace unos días, la más baja en los últimos 14 años.

Esa suma de desempleo e inflación es lo que usaban muchos economistas para decir el indicador de
miseria de un país. Entonces es el más bajo de los últimos 15 años.

El recaudo tributario. Aquí está el doctor (Juan Ricardo) Ortega (Director de la Dian) que vino con
nosotros. Bueno, el recaudo tributario va disparado: 15 por ciento más, 2 billones de pesos por encima
de las metas que nos habíamos puesto y que eran metas muy ambiciosas.
Un indicador que tiene que ver mucho con la innovación, que es una meta ambiciosísima que nos
pusimos con el Ministro de las Tics, que fue el número de usuarios de banda ancha.

Las metas que nos pusimos son realmente ambiciosas. Todo el mundo le dijo al Ministro, y por
consiguiente al Presidente, que estábamos locos.

Pero mire lo que sucedido: en los primeros 9 meses el número de usuarios de banda ancha ha crecido
40 por ciento, de 2.2 millones a 3.1 (millones) en solamente 9 meses. O sea que si seguimos en ese
ritmo podemos cumplir esa meta que todo el mundo dijo que no era cumplible.

Eso para la innovación es muy importante.

El número de licencias de construcción: entre agosto y abril habilitaron 63 por ciento, 63 por ciento, que
es otra de nuestras locomotoras, la construcción.

Y eso explica el número de empleos que se ha creado, se han creado casi 800 mil empleos, el 25 por
ciento se está generando en el sector de la construcción.

La inversión extranjera ha crecido 55 por ciento, 55 por ciento sobre una base que ya era de las más
altas que hemos tenido en nuestra historia.

La industria creció 5.2 por ciento.

El comercio –doctor Manuel Santiago (Mejía) usted es testigo de eso- 13.2 por ciento. Yo cada vez que
me lo encuentro es una especia de bálsamo.

(Le digo): ‘¿Cómo vamos doctor Manuel Santiago?’

Y me dice: ‘Estoy vendiendo como nunca’. Cosa que nos complace enormemente, porque de eso se
trata.

En fin, son en términos generales unas cifras muy importantes.

Pero si queremos que esto sea sostenible en el tiempo, la parte de la innovación es fundamental.

Todos los países que han logrado colocarse en ese carril del crecimiento alto, sostenido en el tiempo, lo
ha logrado porque le han dado una gran importancia a la innovación. En muchos casos explica la mitad
del crecimiento.

Y esa ha sido tradicionalmente una falencia no solamente de Colombia, de América Latina.

En la última Asamblea anual del BID, la del año pasado, esa fue la gran conclusión: América Latina si
quiere realmente despegar tiene que mejorar su productividad.

Productividad, innovación, todo tiene que estar relacionado, y América Latina tradicionalmente ha tenido
una productividad muy baja.

En Colombia nosotros hemos tenido –el crecimiento se puede explicar- un aumento de productividad de
1.4 por ciento a comienzos de los 90; fuimos bajando, fuimos bajando, fuimos bajando, inclusive tuvimos
productividades negativas.

Volvimos otra vez al nivel que teníamos a comienzos de los 90: 1.3 (por ciento) 1.4 (por ciento). No es
suficiente, tenemos que aumentarla si queremos realmente mantener un crecimiento por encima del 5 y
medio o 6 por ciento, sostenido.

Y por eso es tan importante esto que estamos haciendo en el día de hoy.

Y por eso es tan importante la presencia de las personas del extranjero que nos están ayudando,
visitando, y les agradezco de todo corazón su presencia y su aporte.

Y yo los estimulo a todos los demás a que aprovechen, que no todos los días un país tiene el privilegio
de tener reunidos a quienes hoy nos acompañan.
Voy a mencionarlas porque creo que es importante para que ustedes entiendan quienes están aquí.

Está Arnold Wasserman, que es el principal consejero del Gobierno de Singapur, que como ustedes
saben, si hay un país exitoso en el mundo ha sido Singapur. Un país pequeño, un país que hace 50
años era insignificante, hoy es una potencia gracias, entre otras cosas, a la innovación. Por eso, qué
privilegio de tener al señor Wasserman aquí.

Baary Katz, otro gran experto en estrategias y procesos de innovación.

Zhahaf Gal, tiene 25 años de experiencia en liderazgo innovador, en la educación, en la investigación.

Ezri Tarazi, fundador de Desing Bazalel, que es un modelo único para la innovación y la cooperación,
que es muy importante en la academia y la empresa.

Cómo es de importante –que es otro de los grandes retos- crear vasos comunicantes cada vez más
efectivos entre las universidades, la academia y el sector productivo.

El señor Michal Eitan, con una gran experiencia en políticas de gobierno y estrategias sectoriales.

Zohar Ginosar, especializado en metodologías para analizar y diseñar estrategias en varias áreas en
cuestión de transformación nacional.

Amigos de un país que en esto ha sido el más exitoso de América Latina, que ha sido Chile: Nelson
González, experto en la cultura de innovación y en su uso para mejorar las condiciones de vida de los
niños en pobreza; Juan Carlos Navarro, que es un especialista del BID en innovación; Claudio Madyi,
expresidente de Colfa en Chile; Eduardo Vitrales, Ministro de Infraestructura de Chile y Presidente del
Consejo de Innovación; José Miguel Benavento, del Consejo de Innovación de Chile.

A todos ellos mis agradecimientos, y a todo el resto, aprovéchelos, aprovéchelos porque es un talento y
una experiencia que reunida, como les decía al principio, no la tienen muchos países en una
oportunidad como esta.

Cultura de la innovación

Y aquí hay muchos frentes donde la innovación la tenemos que estimular, porque no es solamente en el
sector privado, también es en el sector público, también es en el Gobierno.

Ustedes conocen mi filosofía, que he defendido con tanto ahínco durante tanto tiempo, de Buen
Gobierno.

Buen Gobierno en cierta forma –o una parte de la filosofía de Buen Gobierno- es innovación, es
eficiencia y eficacia, cómo hacer mejor las cosas.

¿Uno cómo define innovación?

No sé, el señor Wasserman nos podía de pronto decir cuál es la mejor definición de innovación.

Yo la defino, simplemente, cómo hacer mejor las cosas.

Hace muchos años, cuando yo estudié en la universidad administración, entonces le decían a uno: el
departamento de organización y métodos de las empresas.

Y luego entonces la reingeniería, y luego todo eso se resume es en una cultura de mejoramiento
continúo: cómo mejorar los procesos, cómo innovar, cómo emprender. Todo está íntimamente ligado, y
eso requiere una cultura; requiere un entorno, un ambiente una materia prima.

Por fortuna estamos en el sitio de Colombia donde esa cultura está más desarrollada, donde brota
naturalmente.

El resto de los colombianos vivimos muy envidiosos de los antioqueños, de los paisas, porque son
innovadores por naturaleza, son recursivos, son emprendedores; no en vano aquí nació la industria.

Aquí, por ejemplo, está empresa la ruta M, que hizo la EPM, no en vano aquí se hizo con Eafit, doctor
Mejía, la academia y el sector productivo, y están ya produciendo resultados. Eso fue lo que trajo a
Hewlett Packard.

Esa es la forma de ir generando esa cultura, generando esas condiciones y produciendo resultados.

¿Cuántos empleos traerá Hewlett Packard?

Eso genera más inversión, eso es una bola de nieve virtuosa, y eso es lo que nosotros queremos
establecer en este país si realmente logramos que esa cultura de la innovación la podamos internalizar.

Y sin esa cultura no vamos a ser competitivos.

Innovación y comercio

Todo lo que estamos haciendo en materia comercial, en materia de relaciones internacionales, nos
estamos perfilando como el país con una localización geográfica estratégica y con unos acuerdos de
libre comercio que nos colocan en una posición ideal para venir a producir aquí.

El Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos, que acabamos de tener la magnífica noticia de que
por fin se va a presentar al Congreso.

Y no llevábamos cinco años, llevábamos 20 años buscando este acuerdo.

Yo me acuerdo perfectamente cuando fui nombrado el primer Ministro de Comercio Exterior.

Diseñamos con el equipo del Ministerio –allá estaba Catalina Crane en ese equipo, hace 20 años, no le
ha pasado un día a Catalina- diseñamos la estrategia comercial, era la apertura de la economía.

¿Cuál era el mercado para nosotros?

Obvio, más importante, Estados Unidos.

Y todo lo que hicimos en materia comercial. Primero los vecinos, por supuesto que eran unos mercados
naturales, obvios, pero Estados Unidos lo pusimos como una estrategia.

Y toda nuestra negociación con el G-3, México, la hicimos en función de entrar al Nafta. Por eso las
reglas de origen del G-3 cuando se negociaron, eran reglas de origen con el umbral Nafta.

Por razones políticas después eso no se pudo continuar, pero es desde hace 20 años que nosotros
estábamos buscando un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, y la noticia de hace dos días yo
creo que da vía libre a eso porque yo espero –y creo- que tenemos los votos.

No podemos bajar la guardia en estas situaciones, pero yo espero que antes de agosto, septiembre,
esté aprobado el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

El de Europa va viento en popa. Yo esperaría que en principios del año entrante eso también esté
aprobado.

Los acuerdos que estamos profundizando con los países de la Cuenca del Pacífico en América Latina:
México, Chile, Perú, Colombia, eso nos va a dar también un gran potencial, mirando hacia el Asia.
Debemos terminar el Acuerdo de Libre Comercio con Corea, si las circunstancias así lo determinan, y
seguiremos con otros países.

En fin, ese panorama comercial para convertirnos en un punto de exportación es posible si aquí hay
cultura innovadora, si los inversionistas vienen y encuentran, como han encontrado –por fortuna- una
buena calidad de gerentes.

Los gerentes colombianos, en términos generales, comparados con el resto de América Latina, tienen
una muy buena calificación.

La mano de obra colombiana está bien calificada, sobre todo la antioqueña. Curiosamente yo aquí me
acuerdo perfectamente cuando estábamos negociando el G-3, que fueron unos confeccionistas
antioqueños al Ministerio a decirme que cómo se me ocurría negociar un acuerdo con México si México
estaba negociando a su vez una acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, y estaban
estableciendo las maquilas al norte de México para exportar a Estados Unidos, que quién iba a poder
competir con las maquilas.

Entonces les dije: ‘Hombre, me sorprende sobre todo que vengan ustedes, los antioqueños, que
siempre son emprendedores y echados para adelante, que me digan eso. Pero hagamos un ejercicio:
contratemos una firma internacional que mide la productividad de la mano de obra y comparemos la
productividad de la mano de obra en Antioquia, con México, y escojan cualquier sitio de México –y
efectivamente lo hicimos- si aparece México por encima de Colombia, quitamos las confecciones y su
sector del tratado. Si no, lo incluimos’.

Trato hecho, hicimos el examen y salió que la productividad del antioqueño era tres veces el del
mexicano en el sitio donde se está localizando las maquilas

Eso lo digo simplemente para decirle que nosotros tenemos ya cierta materia prima, pero lo que no
tenemos todavía es la cultura.

Innovación social

Aquí puede que haya una cultura medianamente desarrollada, en Antioquia, pero en el resto del país
nos falta mucho, y por eso este seminario es tan importante para ver cómo, qué políticas públicas, qué
políticas en el sector privado, para que el sector privado y el sector público trabajen de la mano, qué
políticas públicas en materia social para fomentar la innovación en materia social.

Uno de los grandes objetivos que tenemos es luchar contra la pobreza, cómo podemos ser más
efectivos en nuestras políticas sociales para realmente tener más efectividad en la lucha contra la
pobreza.

Ahí la innovación social, la innovación del sector público es también muy importante.

Y ahí también requiere de políticas, requiere de ambiente, pero sobre todo de una mentalidad que esté
en la cabeza de todos los funcionarios y ojala en la cabeza también de todos los empresarios.

Y funcionarios y empresarios trabajando todos por la innovación hace de este país un país imparable.

Por eso, para mí es tan importante este seminario, porque creo que es el lanzamiento formal de nuestra
locomotora de la innovación.

Y si sembramos bien ese arbolito y construimos bien esa locomotora, el beneficio para el país de aquí
en adelante va a ser enorme, enorme.

De manera que yo les agradezco muchísimo que estén todos los que están aquí sentados, porque
entienden ese problema, porque han captado lo importante que es ese desafío para el país. En este
momento sí que es importante.

Y de nuevo quiero agradecerles muchísimos a los invitados del exterior por su aporte, porque realmente
ese aporte para nosotros en este momento va a ser fundamental.

De manera que les deseo mucha suerte.

Muchas gracias, doctor Jaime Restrepo, usted como director de Colciencias tiene mucho que ver en la
parte de innovación, y Planeación Nacional, que va a ser como el coordinador de toda esta política de
innovación.

Regalías para ciencia y tecnología

La parte de la ciencia y de la tecnología es un componente fundamental. Por eso, el único sector que –
desde el primer día de la campaña lo dijimos- que el único sector en la reforma de las regalías va ha
tener unos recursos específicos de regalías; el 10 por ciento –ni más ni menos- de todas las regalías del
país, van a ir a ciencia y tecnología, a la innovación.

Otro gran reto –y ojala se pueda discutir- es qué tipo de instituciones o de organizaciones podemos
construir rápidamente, para poder recibir y aprovechar en la mejor forma esos recursos.
Porque esos recursos vienen el año entrante. Son recursos muy cuantiosos.

Hoy en día en ciencia y tecnología invertimos cerca del 0.16 por ciento del PIB, la meta es mínimo 0.60
por ciento. Vamos a multiplicar de 16 (por ciento), a 60 (por ciento).

Y en ese proceso, que son recursos muy cuantiosos, (vamos a ver) cómo los aprovechamos mejor, si
son las universidades, si son las universidades con las empresas, si es Colciencias fortaleciendo lo que
ya tiene Colciencias, creando algo nuevo.

Ahí hay algo nuevo, y se nos está agotando el tiempo porque ya vienen los recursos. Y lo más triste
sería que no estuviéramos preparados para semejante oportunidad.

De manera que ojala pudiésemos también tener conciencia un poco de la urgencia, de ir diseñando la
parte institucional, la parte de organización, para poder hacerle frente a ese desafío tan lindo, tan
importante y tan determinante para nuestro futuro.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Asamblea General


de Proantioquia

Medellín, 6 may (SIG). “Ante todo muchas gracias por esta invitación.

Como lo decía Juan Sebastián (Betancur, Presidente de Proantioquia), en Proantioquia ha estado en


muchas ocasiones.

Estuve cuando fui Ministro de Comercio, discutiendo con ustedes todo el proceso de la apertura
económica, los acuerdos comerciales. Estuve luego como periodista en varias oportunidades, estuve
luego como Ministro de Hacienda, discutiendo con ustedes cómo salir de esa recesión, la más profunda
que hemos tenido en el último siglo, de la cual afortunadamente salimos bastante bien.

También estuve como Ministro de Defensa, explicándoles cuál iba a ser la política de consolidación de
la Seguridad Democrática y yo menciono con mucho orgullo, en muchas partes, en Colombia y en el
exterior, una reunión que tuve en Proantioquia, recién nombrado Ministro de Defensa, cuando a algunos
de ustedes les planteé en medio de un whisky, un aguardiente, uno que otro chicharrón, les planteé la
posibilidad de un nuevo impuesto al patrimonio para continuar con la política de Seguridad Democrática.

Y la respuesta fue unánime. Que sí.

Pero lo increíble es que muchos de ustedes dijeron: ‘y si hay que poner un poquito más, lo ponemos’.
Por la sencilla regla de tres que hacíamos. Cuánto le ha representado en los activos de los empresarios
el elemento de mayor seguridad, y por eso cuánto están dispuestos a sacrificar temporalmente.

Eso lo digo porque siempre resalto el espíritu constructivo con el que el empresariado colombiano, y
sobre todo el empresariado antioqueño, ha siempre asumido los grandes retos de este país.

Por eso, en esas numerosísimas ocasiones en que he estado con ustedes aquí en Proantioquia,
siempre ha sido una experiencia muy aleccionadora y muy satisfactoria.

Y ahora, pues, como Presidente de la República, me complace muchísimo estar nuevamente aquí. Y así
me siento, doctor Juan Sebastián. Me siento en mi casa.

Por eso creo que la mejor forma de proceder en esta reunión es hablar con la misma franqueza y el
mismo desparpajo que hablamos en tantas ocasiones anteriores.

Voy a tratar de referirme a muchos de los temas que usted acaba de mencionar, a tratar de transmitirles
a ustedes cuál es el norte que nosotros nos hemos puesto y a contarles cómo estamos poniendo en
marcha ese programa y cómo ese puerto de destino que tenemos, lo estamos utilizando para que todos
los vientos nos lleven a él.

Buen Gobierno y Tercera Vía


Comencemos por algo que Juan Sebastián mencionaba, El Buen Gobierno. El Buen Gobierno y los
principios que siempre he tenido yo como norte para las actuaciones en diferentes cargos públicos.

Muchos de ustedes conocen muy bien mi vocación por los principios y las tesis de la Tercera Vía,
porque creo firmemente, y sigo creyendo, que es un enfoque pragmático aplicable en su integridad al
caso colombiano. Y que nos ayuda a tomar muchas de las decisiones difíciles que enfrenta cualquier
gobierno, en cuanto a ver cómo divide uno o dónde traza la línea divisoria entre el Estado y el mercado.

Esa frase que resume la Tercera Vía, el Estado: el mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta
donde sea necesario.

Y después de  la crisis del 2008, que sufrió el mundo entero –lo hablábamos con el Primer Ministro Tony
Blair, la semana pasada, que estuvo en Colombia por primera vez–, las tesis de la Tercera Vía se
reforzaron.

No hay una filosofía económica que sea aplicable a todas las circunstancias; hay que tener un enfoque
pragmático. Y cada país tiene sus propias condiciones.

De manera que la línea divisoria que utiliza un país no es la misma, ni debe ser la misma que utiliza
otro.

Pero cualquiera que sea esa decisión de donde trazar la línea, necesitamos de todas formas un Buen
Gobierno para ser efectiva cualquier política pública. Y el Buen Gobierno no es nada diferente a un
Estado que sabe hacer las cosas, que hace las cosas bien, que es efectivo, que es eficiente, que es
transparente y que rinde cuentas.

Esos cuatro elementos resumen en buena parte la filosofía de Buen Gobierno.

Y esos dos elementos, Tercera Vía, Buen Gobierno, es en cierta forma lo que ha inspirado todo este
programa que con mucho cuidado hemos venido construyendo con mi equipo de Gobierno.

Plan de Desarrollo

El Plan de Desarrollo que aprobó el Congreso la semana pasada es un plan muy bien concebido y por
primera vez, diría yo, un plan que tiene total coherencia. No es simplemente la sumatoria de los
diferentes capítulos. Que el Ministerio de Transporte presenta su capítulo y lo coloca en el Plan de
Desarrollo y el Ministerio de Salud o de Protección Social hace lo propio.

No. Aquí lo que quisimos hacer es que todas las acciones que hacen dentro del Gobierno los diferentes
ministerios, los diferentes institutos, las diferentes políticas públicas, estén sincronizadas. Que lo que se
haga en salud, en cierta forma esté sincronizado cono lo que se haga en la justicia. Eso le da mucha
más fuerza a un plan de desarrollo.

Y por eso yo me siento muy orgulloso del trabajo que hizo mi equipo en ese sentido y muy agradecido
con el Congreso de la República, porque la verdad que la discusión fue de mucha altura y el Plan de
Desarrollo que salió del Congreso, en buena parte fue lo que nosotros presentamos.

Y no sucedió lo que suele suceder, que el plan se vuelve una especie de árbol de navidad, al cual se le
agregan todo tipo de artículos que lo desvirtúan. Eso no sucedió en esta ocasión. 

Y ese Plan, como ustedes me han oído posiblemente muchas veces, se resume en tres principios
fundamentales o en tres objetivos fundamentales: más seguridad, más trabajo y menos pobreza.

Reforzar el concepto de seguridad

Lo de más seguridad es simple y llanamente es la continuación de algo que el Presidente Uribe entendió
con una gran claridad, y no solamente claridad sino con una gran fuerza. Y que sin seguridad no hay
ninguna otra ley, ninguna otra política que pueda funcionar.

Nosotros en materia de seguridad  lo que vamos a hacer es continuar reforzando el concepto de


Seguridad Democrática. Y acuérdense que la palabra democrática tenía dos definiciones: seguridad
para todos los que estén dentro de la ley y seguridad bajo la Constitución y las leyes, que son muy
garantistas.

Pero todo fenómeno de seguridad, aquí y en cualquier parte del mundo –la historia universal así lo
comprueba– va evolucionando porque el enemigo se va adaptando, porque surgen nuevos enemigos. Y
nosotros tenemos la obligación de ser conscientes de eso y de también adaptarnos  a esas nuevas
circunstancias. Y eso es lo que estamos haciendo.

Cuando yo llegue al Ministerio de Defensa rebauticé  la política de seguridad con la palabra


‘consolidación’. Había que consolidar aquellas áreas que íbamos recuperando, porque durante décadas
lo que se había hecho era llegar a ciertas áreas, desplazar a los violentos; cuando la Fuerza Pública se
iba, los violentos regresaban. Por eso había que consolidar el área, llegar con todo el Estado.

Y se inicio un proceso en los Montes de Maria (Córdoba), en La Macarena (Meta); proceso que se está
extendiendo a otras áreas. Parte del objetivo en ese sentido, por ejemplo, es el Nudo de paramillo, que
ha sido un fortín de la guerrilla durante tanto tiempo.

Y esa política y esa adaptación sufre traumas y tiene nuevas manifestaciones. La guerrilla en este
momento, al verse replegada en forma definitiva de ciertas áreas y en una política que estamos
siguiendo con el plan de guerra en forma muy cuidadosa, de meternos en los sitios, en las madrigueras
tradicionales desde donde operan y han operado esos grupos ilegales –la guerrilla sobre todo durante
tanto tiempo–, eso ha producido un fenómeno nuevo, una especie de combinación de plan pistola con
operación avispa.

El desespero en que están muchos de estos grupos por mantenerse vigentes, por decir ‘estamos vivos’
y por hacer el mayor daño posible con el menor costo posible, nos ha llevado a esa técnica de plan
pistola combinado con un plan avispa, y de poner minas en todas partes que pueden poner minas.

Porque saben que es una forma fácil y barata de operar y donde la capacidad de respuesta es en cierta
forma limitada, porque, como sucede en muchos casos, dos o tres personas que simplemente salen
corriendo, la Fuerza Pública es poco lo que puede hacer frente a ese tipo de fenómenos.

Milicias, bandas criminales y narcotráfico

Pero ahí, por ejemplo, estamos haciendo una labor importante en ir detrás de la milicias, que
tradicionalmente no habían sido objetivo fundamental.

Las milicias son lo que soporta estos grupos, los que todavía se mantienen en algunas zonas. Y el
proceso de judicialización de esas milicias, que no es un proceso fácil pero ha sido muy exitoso. Y poco
a poco hemos venido quitándoles esas milicias a esos grupos y por eso esos grupos cada vez están
siendo  más vulnerables.

Y  si ustedes hacen un recuento de lo que ha sucedido en los últimos meses, golpes a estructuras   y
golpes a personas claves dentro de esas estructuras, ustedes se pueden dar cuenta que esa política ha
sido bastante efectiva.

Ha surgido el tema de las bandas  criminales. El tema de las bandas criminales es un fenómeno que
viene de hace mucho tiempo, porque esa violencia que nosotros hemos sufrido en este país ha sido
atravesada desde hace décadas –y ustedes lo saben mejor que nadie porque lo han sufrido más que
nadie– por esa flecha venenosa del narcotráfico.

El narcotráfico continúa, ese negocio no se ha acabado. Pero frente a ese fenómeno y frente al
fenómeno y frente al fenómeno de las bandas criminales también hemos venido desarrollando toda una
estrategia que ha sido efectiva. El número de las bandas criminales se ha venido reduciendo; algunas
de ellas se han venido fortaleciendo por que se fusionan.

Pero contra ellas hemos venido actuando. Lo que pasa es que tienen una gran capacidad de
renovación, precisamente porque tienen la financiación del narcotráfico. Y tienen una materia prima que
para ellos es relativamente fácil de reclutar, que es todos esos 52 mil desmovilizados, que
afortunadamente hemos logrado quitarle a esos grupos y desmovilizarlos y volverlos a integrar en la
sociedad.

No es que la mayoría de ellos estén  otra vez en las bandas criminales; un porcentaje. Pero un
porcentaje cualquiera que sea de 52 mil es un número importante.

En la lucha contra el narcotráfico, que es otra parte muy importante de la estrategia nuestra  contra esos
actores ilegales, si ustedes analizan las cifras, las cifras son muy dicientes de la efectividad con la cual
está operando la Fuerza Pública; Policía, Ejercito, la Armada, la Fuerza Aérea.

Parte del objetivo de esa estrategia es, por supuesto, quitarles las fuentes de financiación a esos grupos
ilegales. Y ha sido en algunas áreas bastante exitoso. Tan es así que información de inteligencia y de
los propios desmovilizados que se entrevistan, dicen que en muchas zonas las instrucciones es ‘ya no
hay plata,  bandéense como puedan’.

¿Qué hacen? Tratan de acudir a la extorsión, tratan a veces de acudir al secuestro. La única cifra que
no hemos mejorado de todas las cifras que se utilizan tradicionalmente, es la del secuestro.

Y no es que se hayan disparado. Simplemente hay  tres o cuatro secuestros más este año que el año
pasado. Pero, eso es producto de la efectividad de quitarles  a esos grupos una de sus fuentes de
financiación. Y por eso tienen que acudir a esas modalidades: la extorsión, el secuestro.

Y  las bandas criminales, que  también se alimentan del narcotráfico, pues vienen de un ambiente
muchos de ellos antiguos miembros de las autodefensas, que estaban acostumbrados a esa modalidad:
control de territorio y la extorsión.

Pero ahí también hemos sido muy efectivos. El número de miembros de esas bandas que hemos
capturado, los jefes de las bandas que hemos capturado, las bandas que hemos desarticulado. El
inventario es muy impresionante cuando uno lo pone todo sobre la mesa.

Ahí no nos queda sino perseverar  y ser cada vez más ingeniosos en ir debilitando esas fuentes de
violencia.

No estamos retrocediendo en seguridad

Y estamos yo diría que en una etapa muy importante en materia de seguridad. Estamos en una etapa
que podría significar el fin de muchos ciclos de violencia que hemos vivido en mucho tiempo.

Ya esos grupos están entendiendo que no tienen futuro, están entendiendo que van a acabar realmente
en una cárcel o en una tumba si no se desmovilizan. Muchos de ellos se están desmovilizando con 15
hasta 20 años  que llevan en la guerrilla. Eso no lo habíamos visto en mucho tiempo.

Y ahí lo que tenemos que hacer es perseverar y mantener esa presión a como dé lugar. Tenemos que ir
mejorando la inteligencia, que ha sido tan efectiva en el pasado, acoplándonos a las nuevas
circunstancias y manteniendo la presión.

En materia de seguridad, lo que les quiero decir es que no estanos retrocediendo. Puede que en
algunas zonas se hayan presentado situaciones nuevas –estamos encima de esa situaciones nuevas– y
que la voluntad del Gobierno y la voluntad de la Fuerza Pública es la de continuar esa presión. ¨

Porque además yo se lo he dicho a nuestros soldados, a nuestros policías, que ellos en estos próximos
años pueden ser testigos y protagonistas de una situación en el país, que es la que todos añoramos,
que es la tener un país finalmente en paz, un país sin violencia, un país donde ese tema de la seguridad
sea simplemente un tema normal, como en muchos otros países del mundo.

Aspecto social y económico, las locomotoras

Los otros dos temas, la parte social y la parte económica. Más empleo, menos pobreza.

Ahí estamos haciendo un gran esfuerzo que afortunadamente está rindiendo frutos, gracias a la mejor
seguridad. Y eso –no me caso de repetirlo–, gracias a esa mejor seguridad que hemos logrado en estos
últimos años, la situación en el país frente a las políticas económicas y sociales se ha facilitado
enormemente. Y las circunstancias han mejorado enormemente.

Y ahí tenemos muy claro qué queremos y para dónde vamos. Queremos tener un país con un
crecimiento sostenible, más alto del promedio que hemos logrado en las últimas décadas. Nos hemos
puesto como meta mínimo el 5 y medio por ciento sostenible en los próximos años. Es un meta
ambiciosa, pero creo que realizable.

Y para ello hemos puesto en marcha toda una serie de políticas. Ustedes han oído el cuento de las
locomotoras. La locomotora de la vivienda, que va por muy buen camino.

En esto últimos nueve meses el número de licencias aprobadas se ha aumentado en un 62 por ciento. Y
creemos que esa meta que nos pusimos de un millón de viviendas en los próximos 4 años, con la
‘madrina’ de Antioquia que es nuestra Ministra de Vivienda, Beatriz Uribe, como vamos creo que lo
vamos a lograr. Eso es más del doble anualmente del mejor año en la historia. Y tenemos que
sostenerlo durante 4 años.

Pero como vamos, si seguimos con este ritmo, lo vamos a cumplir.

Y curiosamente, paradójicamente esta ola invernal nos puede ayudar a cumplir con esa meta, porque si
hay necesidad después de ola invernal, es la de reubicar y darle vivienda a tanta gente que perdió su
vivienda o que tiene que ser reubicada porque están en zonas de alto riesgo no mitigable.

La locomotora de la agroindustria. Ahí hay un potencial enorme.

Si hay un sector que ha golpeado duro este invierno ha sido el sector de la agricultura. Pero a pesar de
eso, el sector comenzó a crecer a tasas más altas.

Crisis alimentaria mundial

Claro hay situaciones particulares, pero también oportunidades particulares. Nunca antes el mundo
había viviendo una situación de precios de los alimentos como la que estamos viviendo. Estamos ad
portas de una crisis alimentaria en el mundo.

En los próximos años, solamente para poder satisfacer las demandas de China, Indonesia y la India,
vamos a tener que producir comida para dos billones de personas más.

¿De dónde sale esa producción? No hay muchos sitios, no hay muchas áreas, no hay muchas zonas. El
mundo va a necesitar una nueva revolución verde en materia de productividad.

Colombia tiene ahí una gran oportunidad, porque somos de las pocas áreas donde hay un campo
amplio para conquistar, para poner a producir, y un campo mucho más amplio para mejorar la
productividad.

La productividad de la tierra en Colombia que puede producir alimentos es realmente deplorable. ¿Por
qué? Porque la mayoría de la tierra está en ganadería extensiva, que es tal vez la forma más ineficiente
de utilizar la tierra.

Y mucha de la tierra que ni siquiera la hemos podido poner a producir por falta de infraestructura,
porque el Estado ha estado ausente durante tanto tiempo.

Ahí creo que hay otra gran oportunidad. Tenemos unos planes muy concretos. Con el Ministro Juan
Camilo Restrepo, hemos querido poner en marcha unos incentivos y unas políticas para atraer
inversión. Pero al mismo tiempo, poner a producir buena parte de esa tierra que no está produciendo
bien.

Ahora más tarde les comento sobre la Ley de Tierras y la Ley de Víctimas.

Minería, energía e infraestructura

Está la otra locomotora, que es la de minería la parte energética. Ahí este departamento tiene un error
potencial. Es una locomotora que ya va marchando a buen ritmo. El gran desafío en ese frente es evitar
que esa locomotora en cierta forma apabulle al resto de las locomotoras; la famosa enfermedad
holandesa.

En la reforma a las regalías hay un instrumento muy importante que sido el instrumento más efectivo,
que han utilizado los países que en forma responsable han logrado manejar situaciones como éstas
para crear un fondo en el exterior para mitigar un  poco el impacto del ingreso de esos recursos.
Y el otro gran reto ahí es el de poder diseñar –y lo estamos haciendo– una regulación, que lo llamaría yo
el estado del arte para un país como Colombia en las circunstancias actuales, que haga compatible la
preservación del medio ambiente con la explotación minera y energética.

Ahí hay un gran reto. Y esa locomotora tiene también  muchísimo futuro; buena parte de la inversión que
está llegando, está llegando a esos sectores.

Está la otra locomotora de la infraestructura. Esa es una locomotora necesarísima.

El país, por muchos motivos, se ha venido rezagando frente a países del mismo novel de desarrollo, y
hoy nuestra infraestructura es  deplorable por decir lo menos.

En cualquier indicador que utilicemos es una infraestructura que hace el país muy poco competitivo,
encarece todo y ahora con la ola invernal, peor aún.

Sin embargo hay una gran oportunidad también. Yo veo esta situación que estamos viviendo como una
situación donde se nos están alineando los astros.

Porque si el Fenómeno de La Niña, que supuestamente iba a desaparecer el mes entrante –Dios quiera
que así sea–, que lleva tanto tiempo y que tanto daños nos ha causado, si podemos organizarnos –y 
ahí doctor Juan Sebastián (Betancur), el sector público y el sector privado tienen que unirse para no
solamente diseñar el mejor futuro posible, sino ejecutarlo– ahí vamos a tener una inmensa oportunidad.

Porque se combinan unas fuentes de recursos especialmente importantes. Lo que va a venir de las
regalías son recursos cuantiosísimos y lo que va a venir también de los recursos que vamos a dedicar al
Fondo de Adaptación que maneja aquí el doctor Jorge Londoño.

Con estas dos fuentes de recursos, las necesidades que tenemos, ahí hay un gran desafío y una gran
oportunidad.

Pero queremos hacer las cosas bien, y  muchas veces las cosas bien se demoran un poquito más.

En el Estatuto Anticorrupción que se aprobó hace dos días, pero eso era de todas formas una política
que nos habíamos puesto desde el comienzo del Gobierno, establece que no puede haber ninguna
licitación sin que el proyecto esté completamente estructurado, bien estructurado.

Porque parte del atraso de nuestra infraestructura tiene que ver con algo hasta normal, hasta natural, y
es el afán de iniciar las obras para mostrar que se iniciaron, pero esa irresponsabilidad nuestra de
empezar las obras sin planear cómo se van a terminar.

Y eso ha significado un costo enorme para el país. La obra más cara es la que no se termina.

Y todos los pleitos, todos los sobrecostos que nos ha tocado pagar a todos nosotros, se deben en buena
parte a ese sencillo mecanismo de iniciar obras sin haberlas estructurado bien.

Lo que vamos a hacer se va a estructurar bien. No vamos a alistar ninguna obra que no esté
estructurada en sus tres fases. Y ya vamos a iniciar  y ahí necesitamos el apoyo del sector privado para
priorizar, estructurar bien e iniciar las obras apenas estén las obras listas para ponerlas a licitación.

Es increíble que este país no tenga un inventario de obras. Es increíble que vienen los fondos de
inversión a decir:’ queremos invertir en su país, porque nos parece que su país va por buen camino.
¿Qué proyectos tienen?’

Y uno dice, pues no hay; los estamos pensando.

Eso es increíble. Con semejantes necesidades que tenemos. Pues estamos en ese proceso de ir
estructurando, identificando y poniendo la institucionalidad a funcionar en forma adecuada.

Y creando esa institucionalidad, porque la verdad sea dicha, no la teníamos.

Muchos de ustedes conocen lo que era el Inco; todavía, lo que el Inco. Semejante institución con
semejante responsabilidad, sin ningún tipo de capacidad técnica. Ni siquiera para poder hablar de tú a tú
con los concesionarios. Ahí hay un gran desafío, pero también una inmensa oportunidad.

Innovación

Y por último está la locomotora de la innovación, que estamos en cierta forma lanzando esta semana,
mañana, hoy, ayer. Quisimos que fuera aquí en Medellín, Antioquia, porque si hay un sitio en donde la
innovación se da por generación espontánea, es aquí en Antioquia.

Yo digo que el resto del país sentimos ciertos celos, cierta envidia de la buena con los paisas, por el
espíritu emprendedor que tienen.

Esa es una locomotora necesarísima si queremos cumplir con el objetivo de tener una tasa alta de
crecimiento sostenible.

En los países que han logrado eso, que han logrado tasas altas de crecimiento sostenible, la innovación
representa generalmente cerca de la mitad de ese crecimiento. Si es 5 por ciento, representa dos y
medio por ciento; así sucede en la China, así sucede en Brasil, así sucede en Singapur, por supuesto.

Y nosotros infortunadamente hemos tenido una productividad muy baja. Es un mal no solo colombiano,
es un mal latinoamericano. Si América Latina quiere surgir como el continente en el futuro, tienen que
elevar su productividad. Y de eso se trata esa locomotora de la innovación.

Se hizo un ejercicio, algunos de ustedes estuvieron presentes, ayer y hoy. Se trajo a un grupo muy
connotado de expertos internacionales, algunos asesores Lee Kuan Yew, de allá en Singapur, otros
israelitas, que son los magos de la innovación y también chilenos, para que nos ayuden a pensar cómo
creamos esa cultura, cómo la encauzamos, mejor, cómo generamos unas políticas públicas que sean
amigables y que incentiven el emprendimiento y la innovación, para ver si podemos nosotros en el país,
en cierta forma, asimilar lo que aquí en Antioquia se da en forma espontánea, que es la cultura del
emprendimiento. Cómo hacer las cosas mejor.

Hay muchas definiciones sobre qué es la innovación, qué es entendimiento. Yo creo que las más
acertada es cómo hacer cada vez las cosas mejor.

Esta mañana hubo una conferencia del asesor de Lee Kuan Yew, un americano, que dijo una frase que
a mí me quedó sonando: No es suficiente tener buenas prácticas, hay que pensar en las próximas
prácticas.

Eso me cambió un poco a mí el paradigma. Nosotros estamos, uno de los objetivos, que tenemos en
materia económica y en materia de desarrollo, es ser miembros en propiedad de la OECD. Ya hemos
avanzado bastante.

¿Por qué queremos entrar a la OECD? Porque es el club, no de los países ricos, sino es el club de los
países de buenas prácticas.

Y oyendo a este individuo esta mañana me dije: no va a ser suficiente ser miembros de la OECD, sino
que vamos a tener que pesar permanentemente en ser innovadores dentro de las buenas prácticas de
la OECD.

Ese es el tipo de objetivos y de ambiciones que una sociedad tienen que ponerse para poder realmente
progresar.

Esas locomotoras, como ustedes también me han oído muchas veces, pues jalonan unos vagones,
comercio, en la industria y ahí es donde se genera el empleo.

Estamos haciendo un gran esfuerzo para generar el empleo. Si no formalizamos el empleo, fracasamos.
Es que una economía no puede subsistir y un Estado que tiene un mínimo de protección social, no
puede subsistir con una informalidad del 60 por ciento.

Los esquemas no son viables. Por eso es tan importante la política de formalización.

La buena noticia es que la Ley del Primer Empleo y de Formalización, que se aprobó en el Congreso en
la legislatura pasada ¿lleva cuanto tiempo en vigencia? Creo que tres meses no más y ha tenido un
éxito impresionante en el número de empresas que se están formalizando. Más de 50 mil empresas que
se están formalizando.

Es un número que a mí me sorprendió muchísimo.

Si eso continúa el objetivo de formalizar, y ustedes mejor que nadie entienden la importancia de
formalizar una economía, eso ha significado, entre otras cosas, y eso va a significar entre otras cosas
que, por ejemplo, los recaudos tributarios se disparen.

Los recaudos tributarios van por encima cerca de dos billones. ¿Así es Ministro? El 15 por ciento por
encima, sin haber hecho mayor cosa. Y esto hasta ahora está comenzando.

No, digo, yo en materia de aumento de tributos. No, un gran esfuerzo pero digo yo, cambios más de
eficiencia que cualquier otra cosa.

Inversión extranjera sube

Y el atractivo que tiene Colombia para la inversión extranjera y cómo el mundo está viendo a Colombia,
ese es otro gran activo que tenemos. El mundo está comenzando a ver a Colombia con ojos muy
diferentes a los tradicionales.

La inversión extranjera está creciendo este año a 55 por ciento, frente al año pasado.

Yo decía que yo admiraba mucho al Presidente Uribe por la cantidad de tiempo que les dedicaba a los
grandes inversionistas. Y él personalmente los recibía, les vendía el país, les decía qué necesitaban y él
era obsesivo –y con razón– en la parte de la confianza inversionista, de generar confianza. Sin inversión
no hay producción, no hay empleo, no hay crecimiento.

Pues bien. Eso es lo que está sucediendo ahora todos los días, Mi Secretario Privado (Juan Carlos
Mira) me dice: ‘tiene que recibir a fulano o a sutano, porque este es el presidente de esta gran
compañía, este es el mayor accionista de esta otra gran compañía’.

Hay una especie de avalancha de inversionistas hacia Colombia. Y eso es una gran noticia, una gran
noticia. Y lo que hemos querido hacer y lo que continuaremos haciendo es volviendo a Colombia un país
lo más amigable posible para la inversión, nacional y extranjera.

Porque esa es la sangre que va a mover todas esas locomotoras y toda la economía. Y yo creo que
vamos bien.

Las cifras de crecimiento de la industria, doctor (Luis Carlos) Villegas, son por encima del 5 por ciento,
5.2 por ciento.

Yo digo que cada vez veo a Manuel Santiago Mejía, es como un bálsamo, porque le digo ¿cómo van las
ventas? y me dice: ‘disparadas. 13.3 por ciento el comercio creció, según las últimas cifras. No sé si
ustedes todos pueden constatar eso.

Medidas contra revaluación

Pero vamos por buen camino. Las cifras todas están tornándose positivas; unas más que otras. No veo
mayores nubarrones, así, obstáculos, peligros que uno pueda decir, aparte, en ciertos sectores, de la
tasa de cambio. Ciertos sectores que la tasa de cambio los golpea. Ahí estamos haciendo con el
Ministro de Hacienda todo lo posible para mitigar ese efecto.

Estamos haciendo operaciones financieras, estamos poniendo en marcha unas políticas que nos
permitan ojalá ser tan exitosos como hemos sido, en términos relativos, frente a otros países.

Antes éramos los campeones de la revaluación. Durante los primeros seis meses del Gobierno fuimos
los campeones de la devaluación. Últimamente se nos ha revaluado, eso ha sucedido en la mayoría de
los países, pero vamos a ver cómo seguimos mitigando ese peligro.

Pero en términos generales, la economía va por muy buen camino.

Desigualdad y programas sociales


Y ahora viene la parte social. Infortunadamente nuestro país es el país más desigual del continente, y el
continente es el continente más desigual del mundo.

O sea que somos de los países donde hay más inequidad en el mundo entero. Eso es una verdad.

Y a un país con esos índices de inequidad le queda mucho más difícil poner a funcionar la máquina. Las
locomotoras tienen que cargar mucho más carbón, con esos índices de inequidad.

Por eso son tan importantes los programas sociales. Por eso es tan importante tratar de buscar un
mayor equilibrio –por ponernos en términos tradicionales– entre capital y trabajo.

Por eso es tan importante focalizar las políticas sociales en la pobreza, y sobre todo en la pobreza
extrema, pero en la pobreza en general.

Ahí también hemos hecho unos esfuerzos muy grandes.

Estamos poniendo en marcha unas políticas bastante audaces, sobre todo en lo que tiene que ver con
la lucha contra la pobreza extrema.

El programa Juntos, que creó el Presidente Uribe, es una joya, una joya que encontramos, pero una
joya que no había sido suficientemente bien explotada. Lo renovamos, lo fortalecimos y ese va a ser
nuestro gran instrumento para sacar a 350 mil familias –las tenemos identificadas, las tenemos
ubicadas– y vamos a sacarlas de la pobreza extrema.

Son un millón 200 mil personas que van a salir de la pobreza extrema, con unos parámetros y unos
indicadores que ya tenemos también muy claros, y tenemos la forma de llegarles a esas familias.

En materia de pobreza en general. Ahí vamos a hacer también un gran esfuerzo, que tiene que ver, por
un lado, el efecto del crecimiento más alto y sostenido. Eso ya de por sí tiene un efecto sobre la
pobreza. Pero eso tiene que ser complementado por un esfuerzo focalizado en la acción del Estado, que
también lo tenemos muy bien diseñado, para ver si al final de este gobierno, en cuatro años, podamos
reducir, por lo menos con los indicadores que hoy tenemos, desde el 45 por ciento, poquito más, bajarlo
por lo menos al 38 por ciento.

Estamos haciendo algo muy interesante, y no lo comenzamos nosotros, lo comenzó el gobierno anterior,
pero yo creo que es muy acertado y muy importante.

Las cifras de pobreza en el país. Nosotros en cierta forma nos flagelamos, porque usamos unos
umbrales más altos que el promedio, por ejemplo, latinoamericano.

Y hay una gran discusión sobre la medición de pobreza.

Hemos traído expertos del mundo entero para ver si las cifras que nosotros estamos utilizando son las
correctas. Se han encontrado unas falencias.

Y por otro lado, se ha iniciado un ejercicio muy interesante, México y Colombia, en una medición
completamente diferente sobre la pobreza.

Eso simplemente lo digo porque vamos a tener tres indicadores de pobreza: el tradicional, para que no
nos digan y no nos acusen de que estamos simplemente cambiando las cifras para mejorar, sino
queremos tener más certeza de que estamos siendo efectivos en nuestra política social.

Entonces vamos a tener el indicador que utilizamos, más ese indicador revisado y uno nuevo,
totalmente diferente, que tal vez los más connotados expertos internacionales están revisando esa
metodología para aplicarla, y la vamos a aplicar en México y Colombia.

Con esos tres indicadores vamos a hacerle seguimiento a esa política social, para ver si somos más
efectivos, porque creemos que eso es un aspecto fundamental de todo el programa de gobierno.

Buena parte de esas políticas están contenidas en el Plan de Desarrollo; buena parte de lo que estamos
haciendo está incluido en el Plan de Desarrollo, con su financiación, con los instrumentos legales, para
llevarlos a cabo.
Ley de Tierras, Ley de Víctimas y conflicto

Y dentro de ese programa social, dentro de esa concepción social que queremos darle a nuestro Plan
de Desarrollo y a nuestro programa de Gobierno, pues hay otros aspectos que hemos considerado muy
importantes, que son, además, muy oportunos.

Está la Ley de Tierras, la Ley de Víctimas.

¿Cuál es la razón que me llevó a mí a impulsar esa ley con el entusiasmo con el cual la hemos
impulsado?

Eso tiene que ver con nuestra historia, con nuestra historia de violencia. Como dice el Presidente Uribe
con tanta realidad, él y yo pertenecemos a una generación que ha vivido siempre en guerra,
matándonos los unos con los otros. No hemos conocido un día de paz.

Esa situación, que viene inclusive de tiempo atrás, antes de que naciéramos el Presidente Uribe y yo,
pues ha generado toda una cultura de violencia, ha abierto muchas cicatrices. Cicatrices que en lugar de
curarse muchos le ponen sal, le ponen pimienta y las abren más y más.

Y a pesar de que seguimos en medio del conflicto, y quiero brevemente explicarles por qué dije que
hace mucho tiempo vivimos en un conflicto armado interno.

Porque es la realidad. No dije nada nuevo. Lo que dije fue: ‘Hace rato vivimos en un conflicto armada
interno’.

Ese concepto del conflicto armado interno ha sido aceptado por el Gobierno anterior y por gobiernos
anteriores también, por el Congreso anterior y los congresos anteriores. Y es un concepto que
simplemente refleja una realidad.

¿Por qué es importante aceptar esa realidad?

Es importante aceptar esa realidad, entre otras cosas, porque en este mundo nuevo que estamos
viviendo, donde la justicia internacional –nosotros a partir del año 2000 somos parte de la Corte Penal
Internacional, del Tratado de Roma– y estamos obligados constitucionalmente por las leyes y los
procedimientos de ese tratado.

Y ese tratado, por ejemplo, dice que el general Mejía en su uniforme y con un fusil, si ve a un guerrillero
con uniforme y fusil, le puede disparar, pero si ve al miembro de la banda criminal que está de civil con
una pistola no le puede disparar.

Y le puede disparar al guerrillero si hay conflicto armado interno, si no hay conflicto armado interno y le
dispara a ese guerrillero, el general Mejía lo llevan a un juicio en La Haya y lo condenan.

El Derecho Internacional Humanitario es el paraguas dentro del cual se mueven quienes están en un
conflicto armado interno.

El resto de los países que no tienen conflicto armado interno tienen que moverse dentro de lo que
llaman el ámbito de los derechos humanos, que restringe fundamentalmente y en forma grave el marco
de acción de la Fuerza Pública.

Si no aceptamos que hay conflicto armado interno, el Presidente Uribe y yo nos vamos a la cárcel por
haber ordenado los bombardeos a tantos jefes guerrilleros. Así de sencillo.

Porque los bombardeos se permiten dentro del Derecho Internacional Humanitario, no dentro del ámbito
de los derechos humanos.

Los oficiales de la Fuerza Aérea que fueron condenados por la operación de Santo Domingo (Arauca).
Ahí os condenaron porque como no estaba claro si había o no había conflicto armado interno, entonces
les pusieron que esto es una operación dentro del ámbito de los derechos humanos. ¿Y cuántos años
de cárcel les dieron de cárcel? 30 años de cárcel por cumplir con su deber.

Esa es la importancia de esa expresión ‘conflicto armado interno’.


Ahora, ya el Congreso de la República en dos leyes aprobadas por el Gobierno anterior incluyó la
expresión conflicto armado interno.

Todas las desmovilizaciones que se han hecho, 30 mil paramilitares y 22 mil guerrilleros, se han hecho
dentro de ese ámbito.

¿Que eso quiere decir que le estamos dando un estatus político a la contraparte? 

De ninguna manera, en ninguna forma.

¿Qué va a abrir el camino a la beligerancia?

Tampoco. No tiene nada que ver lo uno con lo otro.

Esos sinvergüenzas, terroristas, narcotraficantes, siguen siendo terroristas narcotraficantes porque eso
es lo que son; porque actúan como terroristas y como narcotraficantes, porque eso es lo que hacen.

No tiene nada que ver lo uno con lo otro. 

Y uno podría inclusive decir lo siguiente. Que hace 9 años, cuando llegó el Presidente Uribe al poder,
había alguna posibilidad de que esa gente pudiera reclamar –aunque nadie puede reclamar sino tienen
que otorgarle– el grado de beligerancia o el estatus de beligerancia, que además es un concepto
totalmente obsoleto, anacrónico.

En el Derecho Internacional moderno eso de ser beligerante ha desaparecido con estos nuevos
conceptos de Derecho Internacional Humanitario. Eso está cada vez más revaluado.

Pero usando esos conceptos antiguos, en el año 2002 podría uno aducir, argumentar que las Farc, si
alguien les daba el estatus de beligerancia, lo podía hacer porque controlaban, por ejemplo, territorio.

Gracias al Presidente Uribe, gracias a la Fuerza Pública, hoy no controlan territorio en Colombia. Puede
que tengan alguna influencia en algunas zonas alejadas, pero control de territorio como tenían antes,
no, eso no es hoy una realidad.

O sea que hoy con menos razón puede haber una conexión entre lo uno y lo otro.

Entonces quería hacer este paréntesis por la discusión que se ha generado sobre el tema del conflicto
armado interno.

Pero volviendo a la Ley de Víctimas, ¿cuál es el propósito de esa Ley y la restitución de tierras?

No es nada más ni nada menos que comenzar a sanar las heridas de este país.

Yo no quisiera que Colombia en los próximos 20, 25 años tuviera en todas las plazas. Aquí en Medellín
en Bogotá y en todas las ciudades del país a las madres a las hijas, las Madres de Mayo o las Abuelas
hoy en día de mayo, reclamando justicia.

Porque el mundo entero, el mundo de hoy va a estar interesado en que   si no hay justicia, la gente
reclame. Las ONG por el mundo entero están pendientes es de eso.

Entonces si uno comienza a sanar esas heridas va a poder dedicarse a construir ese futuro que
nosotros queremos.

Yo decía con cierta, con cierto pragmatismo que los latinoamericanos nos diferenciamos de los asiáticos
en muchos aspectos, pero en uno sobre todo. Doctor Urrea (Carlos Urrea, Embajador en China), usted
lo va a poder vivir en vivo y en directo.

Que los asiáticos piensan el 80 por ciento del tiempo en el futuro y solamente cuando hablan, hablan 20
por ciento del pasado. Y cuando uno va a Beijing y se da cuenta que ya tienen diseñado el Beijing del
año 2050 y saben exactamente qué va a necesitar el año 2070 y se están preparando para eso.   

Y llega uno a Colombia y lo que está es añorando lo que tuvimos a mediados del siglo pasado y
hablando sobre el pasado.
Yo quisiera que   pudiéramos hablar del 80 por ciento del futuro como los asiáticos y no dedicar el 80
por ciento a hablar del pasado, como es costumbre en América Latina.

Fíjense la literatura, todo es siempre refiriéndose al pasado. Cambiemos esa mentalidad. Pero para
hacer eso hay que sanar las heridas.

Y esa Ley de Víctimas lo que busca es eso. Es que la gente se sienta, las que realmente fueron víctimas
de la violencia, que en alguna forma  han sido reparadas. Esos principios de justicia, verdad y
reparación,  esa palabra reparación, es importante para una sociedad, para que una sociedad pueda
unida mirar hacia el futuro.

Y la Ley de Tierras tiene un objetivo parecido. Aquí a nadie que tenga un titulo de tierras legítimo, se le
va a afectar. Y vamos a ser muy cuidadosos en eso.

Afortunadamente, y eso es una coincidencia feliz, el fenómeno del narcotráfico, del paramilitarismo y la
propia guerrilla, que también ha desplazado mucha gente de ciertas zonas, nos va a permitir que con la
tierra que era del narcotráfico  y la tierra que claramente ha sido producto de los desplazamientos 
violentos  de los grupos ilegales, con esa tierra vamos a poder devolverles a los campesinos que fueron
desplazados un pedazo de tierra.

¿Para qué? Para ponerla a producir y esa locomotora de la agroindustria ponerla a funcionar, en un
concepto que yo creo que es el más adecuado, el concepto de asociar a los campesinos  con los
grandes empresarios agroindustriales.

Esa unión tiene un gran poder y tiene un gran futuro.

Repito, quienes han pensado que esto se va a utilizar para quitarle tierras a quienes en forma legítima
tienen propiedad sobre esas tierras, están totalmente equivocados. Y vamos a ser especialmente
cuidadosos y eso lo hemos hablado muchas veces con el doctor Juan Camilo (Ministro de Agricultura),
especialmente cuidadosos en ese sentido.

Creo que el Ministro de Agricultura también lo ha dicho en todas las formas y yo quiero reiterarlo.

Pero imagínense  ustedes, la propia guerrilla está diciendo que le estamos quitando su razón de ser,
porque la violencia que ellos han venido generando  o la ideología que ellos han venido esbozando,
tiene que ver mucho con la parte de la  tierra.

Y ellos mismos han dicho nos están quitando el piso político, si es que tienen, porque yo creo que ya lo
perdieron todo. Pero ese es el objetivo de esa Ley de Victimas y Ley de Tierras.

Es un gran desafío institucional –yo lo sé– que hay una institucionalidad que tenemos que crear muy
efectiva,. Y el Buen Gobierno va a tener que operar muy bien ahí. Y también ahí hay esta alianza
publico privada puede ser muy efectiva. Y poder trabajar juntos para ver en qué forma podemos
desarrollar es ley, que si se desarrolla normalmente, creo que le va a traer grandes beneficios al país.

Relaciones Internacionales

La parte internacional, que es como un gran paraguas. Aquí está nuestra Canciller (María Ángela
Holguín).

A algunos no les ha gustado que tengamos buenas relaciones con Venezuela o con Ecuador. ¿Cuál fue
el raciocinio en ese frente? Con Venezuela teníamos el peor de todos los mundos; no había dialogo, no
había relaciones diplomáticas o sea, ni siquiera teníamos embajadores, no había comercio. Lo único
que había era agresiones verbales y amenazas de agresiones militares, amenazas de guerra. Eso es lo
que queríamos.

¿Qué era peor que eso? Guerra. Para mí es inconcebible que a estas alturas Colombia y Venezuela se
enfrasquen en una guerra. Era realmente absurdo y ridículo.
         
¿Qué hicimos? Que hay un señor que está al otro lado, con el cual no he tenido tradicionalmente las
mejores relaciones, todo lo contrario. Pero resulta que el pueblo colombiano me dio a mí una
responsabilidad, ya no soy ni Ministro de Hacienda ni Ministro de Defensa. Soy Presidente de la
República.

¿Qué es lo mejor como hombre de Estado con Venezuela? Tener las mejores relaciones posibles y
cooperar en lo que sea posible.

¿Este señor estará dispuesto a hacerlo? Pues sino ensayamos nunca vamos a saber.

Lo ensayamos y él, por cualquiera que sea la circunstancia, decidió que sí. Y desde entonces, del 10 de
agosto del año pasado a hoy, lo único que hemos tenido con Venezuela y con Ecuador es una mejoría
en todos los frentes.

¿Que no es el ideal? Es posible.

¿Que todavía no nos ha pagado la totalidad de las exportaciones que nos deben?
Es posible. Pero nos han pagado el 80 por ciento.

¿Que no tenemos el comercio que tuvimos hace tres, cuatro, cinco años? Es posible. Y creo que no lo
vamos a tener otra vez.

Porque tenemos que acostumbrarnos a que ellos tienen una economía diferente a la nuestra, un modelo
diferente; es una economía administrada.

Ese libre comercio que tuvimos durante tanto tiempo y que fue tan benéfico para Colombia, no creo que
lo vayamos a tener en un futuro cercano. Pero vamos a poder vender muchos productos; de otra forma,
pero los vamos a poder vender.

Un mercado importantísimo de todas formas. Petróleo por encima de 100 dólares, es un mercado muy
atractivo.

E inclusive en materia de seguridad la situación es muy diferente. Quién de ustedes  se hubiera


imaginado lo que sucedió hace ocho días, que el director, reportero o periodista de Anncol, que tanto
daño nos ha hecho allá en Europa, llegue a Venezuela lo capturen  y a las 12 horas esté aquí. Que le ha
producido a (Hugo) Chávez todo tipo de críticas.

Allá están quemando los retratos del Canciller y de Chávez, y que traidor. Pero lo hizo.

¿Y qué está produciendo en la guerrilla? Ah caray, aquí nos está cambiando el juego. Para nosotros es
ganancia neta en todo sentido.

Y con Ecuador. Ayer estuvo el Presidente de Ecuador aquí.

¿Cuál fue el reclamo del Ecuador? ‘Presidente, ¿cómo hacemos para venderles más a ustedes, porque
nos están vendiendo demasiado a nosotros?’.

Una balanza comercial muy favorable a Colombia, con proyectos de invertir más en ese país, ganancia
neta.

Que eso va a producir algún tipo de distanciamiento de Estados Unidos. Que es que si yo le doy la
mano a Chávez, entonces cómo le doy después la mano a Obama (Presidente de Estados Unidos).

Eso es una forma muy miope de ver el mundo.

Todo lo contrario. Los americanos están es agradecidos que hayamos hecho lo que hicimos, porque
para ello una región en paz es mucho mejor que una región llena de conflictos.

Tratados de libre comercio

Tan es así que ustedes vieron que esta misma semana finalmente, no después de cinco años, después
de 20 años, muchos de ustedes, doctor Valencia usted se acuerda cuando iniciamos el Ministerio de
Comercio. ¿Cuál fue el norte de nuestra política comercial? El Tratado de Libre Comercio con Estados
Unidos.

Desde entonces, como lo quería México. Y nosotros negociábamos el G3 con México, las reglas de
origen fueron las reglas de origen Nafta, porque queríamos entrar a ese mercado vía Nafta.

Por razones que ustedes todos conocen eso no se pudo. O sea, hace 20 años estamos queriendo tener
un Tratado de Libre Comercio con el mercado más importante del mundo.

Pues finalmente lo vamos a tener este año. Es un gran desafío, pero va a ser una gran oportunidad.

Con Europa. El Ministro (de Comercio, Sergio Diaz-Granados) firmó hace un par de semanas ya el
tratado en su versión oficial.

Lo que nos dicen los que conocen los procedimiento es que tiene que ser distribuido a todos los países,
traducido. Lo presentan al Parlamento Europeo, ojala a finales de este año, yo creo que para ser más
seguros va a ser a principios del año entrante. Y eso va a ser una gran oportunidad, el mercado
europeo.
             
El mercado latinoamericano.

¿Qué hicimos? Decidimos con México, con Perú y con Chile: vamos a hacer una profundización de
nuestra integración, vamos no solamente a buscar un  comercio libre, sino profundizar la integración.

¿Para qué? Porque los 4 somos países que tenemos mucho en común. Que juntos vamos a tener
mucha más relevancia  en el mundo comercial, en el mundo económico.

Y además tenemos en común que tenemos una costa en el Pacífico.

El Pacífico

Usted mencionaba en su discurso, doctor Juan Sebastián, a Apec. Apec hace mucho tiempo estamos
desde la época del Ministerio de Comercio Exterior. Yo fui con el doctor Villegas al ingreso de Colombia
a lo que se llamaba el Pbec (Pacific Basin Economic Council). Fuimos a Kuala Lumpur. Eso fue hace 20
años. Hace 20 años estamos queriendo entrar al Apec.

Pues yo creo, y ojala no me equivoque, que si levantan la moratoria, y posiblemente la levanten, en


noviembre de este año podemos estar dentro del Apec. Y eso va a significar algo muy importante para
Colombia.

Que tenemos un mar Pacífico que hemos, en cierta forma, descuidado hace mucho tiempo. Siempre
hablábamos de la importancia del mar Pacífico, pero cuando quiere ver realmente qué se ha hecho, no
se ha hecho mucho. Por eso nombramos embajadores tan buenos en la China como el doctor Vélez
(Guillermo Ricardo Vélez) y el doctor Urrea que ahora lo reemplaza; para ir abriendo esos mercados que
son tan importantes.

Ahí hay un gran desafió. Y fíjense lo que está sucediendo. El doctor Luis Fernando Alarcón (Presidente
de ISA) aquí presente, tiene unas oportunidades enormes con lo que estamos negociando con Panamá
en materia energética y de pronto conectarnos hasta México, porque hay un gran interés.

Creo que EPM está muy activa en algunos países centroamericanos. Lo mismo queremos hacer con el
sur. Chile quiere la energía colombiana.

La Canciller estuvo con los cancilleres y ministros de Energía colombianos, chilenos, ecuatorianos y
peruanos, viendo cómo es que nos vamos a conectar.

Y aquí en Antioquia se está construyendo la Hidroeléctrica de Ituango y muchas más que se pueden
construir  hacía el futuro. Ahí hay una oportunidad enorme, importantísima.

O sea que todo esto, en cierta forma como les decía al principio del Plan de Desarrollo, todo esto está
conectado lo uno con lo otro: la política exterior, la política económica, la política social.

¿Qué queremos? Simplemente que este país despegue. Yo soy optimista de que vamos a despegar, yo
soy muy optimista de lo que estamos haciendo. Creo que estamos haciendo lo correcto. Por supuesto
que hay muchos desvíos, por supuesto que hay muchos obstáculos, nada es fácil en esta vida, pero sí
creo, como dicen, que los astros están alineados encima de Colombia y es una oportunidad que
tenemos que aprovechar.

La gobernabilidad que tenemos. Cuando uno va a otros países y los presidentes le dicen a uno:
‘increíble las leyes que usted ha podido sacar en nueve meses’. Esa gobernabilidad vale oro,
aprovéchemela.

Y aprovechemos este momento para fortalecer esto que ustedes hacen aquí en Proantioquia, esa
asociación público privada.

Yo he sido siempre un convencido de la necesidad de la concertación, de esa alianza público privada.


La Tercera Vía tiene eso como un principio fundamental.

Yo nací profesionalmente en una institución donde la concertación era obligatoria por ley, que era la
Federación de Cafeteros. Y me di cuenta de que esa es la mejor forma de generar buenas políticas
públicas.

Por eso los invito a que continuemos con esa alianza. Ustedes son parte fundamental de todo este
proceso.

Y no quiero terminar sin hacer referencia al último punto que hizo Juan Sebastián.

En el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos ¿qué fue lo que hicimos para destrabarlo con
el Presidente Obama? Él necesitaba algo adicional.

Así como cuando llegó Clinton al poder, con México dijo: ‘necesito algo, eso no puede ser el tratado
negociado por el republicano y yo lo acepto. Políticamente es inviable’.

Lo mismo sucedió con Obama. ¿Qué fue lo que hicimos? Nada diferente a recoger lo que habíamos
prometido en la campaña, lo que habíamos prometido a la OIT en sus diferentes misiones. La última fue
hace dos o tres meses;  ponerlo como en una paquete, reempaquetarlo y ponerlo como en un Plan de
Acción. Nada diferente a lo que habíamos planeado.

El punto que preocupa a algunos, el punto de penalizar las acciones de los empresarios que impidan en
forma ilegal la creación de sindicatos. Eso se cae de su propio peso, que si hay alguna preocupación en
la redacción  de eso, lo podemos revisar. Y yo creo que con el doctor Villegas, que hemos estado
hablando sobre eso.

Pero negarse usando procedimientos ilegales a que se cree un sindicato, pues eso yo creo que nadie
esté de acuerdo con el contrario.

De manera que ahí no hay nada nuevo, doctor Juan Sebastián, nada nuevo en ese paquete, en ese
Plan de Acción, fue una recopilación de un inventario que ya estaba sobre la mesa. Costo cero. Y eso
nos destrabó el Tratado de Libre Comercio, que yo espero que este aprobado antes de agosto.

Ahora lo que les pido a muchos de ustedes que tienen grandes amigos en el Congreso americano, o
que empresas que tienen lobistas muy importantes y muy efectivos, hagamos más bien todo un
esfuerzo público privado para que ese tratado lo aprueben a la mayor brevedad posible.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos al instalar la jornada de


los Acuerdos para la Prosperidad en Medellín

Medellín, 7 may (SIG). “Esta semana también una sido una semana muy activa. Llena de
acontecimientos. Iniciamos la semana el lunes con una conversación con el Presidente Obama. Lo
felicitamos por el golpe que dio su Fuerza Pública, sus Fuerzas Especiales el día anterior en contra del
terrorismo.

El Presidente agradeció la llamada y me comunicó que prontamente iba a enviar al Congreso de


Estados Unidos el Tratado de Libre Comercio. No nos imaginamos que iba a ser tan pronto, porque a
los dos días se estaba anunciando oficialmente por parte del Departamento de Comercio que el Tratado
de Libre Comercio con Colombia iba a ser presentado al Congreso de los Estados Unidos.

Ese era el paso que nosotros estábamos esperando. No solamente hace cinco años. Hace 20 años.
Porque desde que se creó el Ministerio de Comercio Exterior, tuve el honor de ocupar ese cargo en ese
momento, estábamos buscando el Acuerdo de Libre Comercio. Lo que lo tenía entrabado en ese
momento era que el Gobierno no había querido, por varias razones, enviar al Congreso el Tratado.

Ya con este anuncio lo que corresponde es que el Tratado se presente efectivamente. Eso se demora
un par de meses. El Congreso procederá a aprobarlo. Eso es lo que falta. El último empujón será con el
Congreso, donde creemos que tenemos los votos suficientes. Pero en esto no puede uno confiarse
nunca. Hay que trabajar hasta el día de la votación.

Pero es una gran noticia para Colombia porque esto se va a traducir en más oportunidades económicas
y más empleo para los colombianos.

Lucha contra la corrupción

Luego de esa llamada al Presidente Obama, hicimos con las autoridades de control, con los organismos
de control: con la Fiscalía, con la Contraloría, con la Procuraduría, con la Policía, un anuncio muy
importante. Fue el anuncio del resultado inicial de una investigación que venimos adelantando
prácticamente desde el inicio de Gobierno. Porque desde la campaña habíamos prometido que íbamos
a poner unas unidades especiales dedicadas a descubrir y denunciar y poner a buen recaudo a los
responsables de esos focos de corrupción que tanto daño le han hecho al país, que tanto recursos de
todos los colombianos se han robado.

El primer sector donde nos concentramos desde hace ya varios meses fue el sector de la salud.
Ustedes vieron los anuncios que hicimos. Como les dije en ese entonces y lo han dicho las autoridades,
eso hasta ahora es el inicio del proceso, porque solamente cobijamos un porcentaje pequeño, un
muestreo de la información que tenemos. O sea que eso seguirá.

Pero lo que quiero decirle al país, reiterarle una vez más, es que este Gobierno no va a tener ningún tipo
de contemplación, ni más faltaba, todo lo contrario: va a redoblar todos los esfuerzos, con todas las
autoridades de control. El Estado como Estado va a dedicar sus esfuerzos para combatir la corrupción
como estamos combatiendo el terrorismo. La corrupción hace igual o muchas veces más daño que el
propio terrorismo.

De manera que ahí no vamos a bajar la guardia. Seguiremos con esas unidades especiales focalizando
nuestro esfuerzo en ese sentido en aquellos sectores donde está concentrada la corrupción. No vamos
a parar hasta que limpiemos las venas de ese cuerpo y dejemos el cuerpo otra vez funcionando
adecuadamente.

Temporada de lluvias

Nos reunimos en el Consejo de Ministros y nuevamente con los alcaldes de las capitales en Bogotá, allá
estuvo el señor Alcalde de Medellín, para seguir calibrando todo el esfuerzo que estamos haciendo para
afrontar esta ola invernal.

Vamos bien. Por supuesto que se han presentado problemas, se han presentado cuellos de botella, se
ha presentado alguna falta de información, falta de coordinación. Todo eso lo estamos mejorando. En
términos generales el esfuerzo que se ha hecho es un esfuerzo que está produciendo los resultados.

En la parte humanitaria seguimos con las antenas puestas, porque es nuestra prioridad número que la
gente no sufra, que la gente no vaya a tener hambre o que no tenga donde cobijarse bajo un techo,
mientras pasa este Fenómeno de la Niña.

El gran reto que tenemos después es la reconstrucción del país. Con los alcaldes, con los
gobernadores, cómo vamos a volcar nuestro esfuerzo para reconstruir lo que este invierno ha destruido,
que ha sido mucho. Cómo en el sector agropecuario podemos volver a ayudar a los campesinos a que
vuelvan a sembrar, vuelvan a producir y quedar, como hemos dicho tantas veces, mejor de lo que
estábamos antes. Francamente creo que vamos por el camino correcto.

Seguiremos en ese tipo de reuniones en el Gabinete, con los gobernadores, con los alcaldes. Ayer
tuvimos una reunión con todos los alcaldes de Antioquia, con el señor Gobernador, sobre el mismo
tema. Hicimos como un barrido. Los temas ya concretos de cada municipio, cómo los podíamos
solucionar, qué podemos hacer, qué le corresponde hacer a la Alcaldía, qué le corresponde hacer a la
Gobernación, cómo puede ayudar el Gobierno Nacional.

Solamente en Antioquia se han comprometido por parte de Colombia Humanitaria cerca de 250 mil
millones de pesos. Seguiremos apoyando la encomiable labor que ha hecho el Gobernador en este
frente y quiero reconocerle su trabajo.

Alcaldesa encargada de Bogotá

Tuvimos también la necesidad de nombrar una Alcaldesa encargada de Bogotá. Lo hicimos con la
Ministra de Educación, por la suspensión del cargo que hizo el Procurador del Alcalde. Ahí estamos con
la Ministra apoyándola en todo lo que ella necesita como Alcaldesa encargada, para que Bogotá no
vaya a sufrir o sufra lo menos posible con esta situación difícil que está viviendo. Y también buscando a
ver cómo podemos ayudar a Bogotá en estos momentos de dificultad.

Foro de Reintegración

Hicimos un Foro sobre Reintegración: cómo va la reintegración en el país. Eso es algo muy importante.
Son 52 mil colombianos que se han reintegrado a la sociedad, que estaban en armas. 52 mil
desmovilizados.

Ese proceso tiene que continuar. Tiene que fortalecerse. El apoyo del sector privado es muy importante.
Seis mil 500 desmovilizados tienen hoy trabajos formales. Están haciendo una labor constructiva para la
sociedad. Es el mejor ejemplo del cambio de vida que pueden tener quienes se desmovilicen. Por eso
hicimos un llamado nuevamente a quienes continúan en esa locura de estar por el monte echando bala,
donde van a acabar en una cárcel o en una tumba.

Aquí hay una oportunidad. Si se desmovilizan, van a tener una vida normal, una vida en familia y una
vida productiva y llena de oportunidad.

A propósito de los que están allá en el monte echando bala, tengo un correo interesante. Un correo o
una serie de correos que se los voy a sintetizar, porque lo que demuestran son las dificultades ya de tipo
personal: la salud de miembros del Secretariado y de miembros del Estado Mayor Central. Les voy
simplemente a dar un resumen. Son muchos correos que sirven de base para este resumen, pero les
voy a resumir el resultado de ese barrido.

Correos de la guerrilla

Alias ‘Bertulfo Álvarez’ tiene un problema serio de corazón. Alias ‘Pablo Catatumbo’ –los dos son
miembros del secretariado– sufrió un accidente grave. Se fue por una colina y se fracturó varios huesos
del cuerpo.

Por ejemplo, con referencia a ese caso en particular, les voy a leer el correo que descubrimos, que dice:

“Camaradas del secretariado: el 31, en las horas de la mañana, trasladándose a otro campamento
Pablo –que es ‘Pablo Catatumbo’– rodó por un peñasco bastante alto, se golpeó muy fuerte, tuvo una
fractura, trabajamos por acelerar su atención de la mejor manera. No esta fácil por la situación militar del
área y la fecha. Hemos limitado estrictamente la información del hecho, está en recuperación y les envía
un saludo a todos”.

Después dice que “la fractura fue bastante seria, está en convalecencia. Posteriormente ampliaremos”.
Y agradece la solidaridad de todos. Dice eso sobre ‘Pablo Catatumbo’.

‘Santrich’ tiene problemas neurológicos y de ceguera serios. Alias ‘Hermes’ tiene problemas de próstata
y problemas circulatorios serios.

Alias ‘Fernando Marquetalia’ tiene tromboflebitis y artritis. Alias ‘Víctor Tirado, estado mayor bloque
oriental, tiene hepatitis y una hernia umbilical. Alias ‘Alberto Escuela’, del estado mayor del bloque
oriental, tiene síndrome de parkinson crónico. Alias ‘Martín Villa’ tiene problemas serios de corazón.
Alias ‘Henry Castrillón Garzón’ tiene problemas serios de columna. Ese es ‘Romaña’. ‘Romaña’ tiene
unos problemas serios de columnna que le hacen difícil poder caminar. Jaime Cotrino Díaz, alias
‘Arcesio Niño’ tiene paludismo cerebral, anemia y problemas en los riñones.

Alias ‘Albeiro Córdoba’ tiene problemas gastrointestinales y hemorroides. Y alias ‘John 40’ se está
recuperando del último bombardeo pero sigue grave.

General Mejía: no dejemos que estos se vayan a morir de viejos. Hay que seguirlos persiguiendo. Hay
que seguirlos presionando.

Pero esta es la demostración de cómo están terminando. Este es el secretariado y el estado mayor de
las Farc. Entonces vemos cómo se van deteriorando cada vez más esos personajes que tanto daño le
han hecho al país.

Cátedra Colombia y Plan Troya

Tuvimos también durante esta semana la presentación de una Cátedra de la Escuela Superior de
Guerra. Con todos los altos oficiales hicimos un recuento de todo lo que está en este momento planeado
en el plan de guerra.

Ese día se dio la noticia de un bombardeo muy efectivo que dio de baja a nueve miembros de la guerrilla
e hirió a otros 12 en el Cauca.

Ese mismo día fuimos a Tumaco. Lanzamos halla el Plan que llamamos Troya Pacífico. Es un plan
contra las bandas criminales. Muy a imagen y semejanza del Plan Troya Caribe que lanzamos en
Córdoba, que está teniendo unos muy buenos resultados.

Lo que se ha hecho contra las Bacrim, en una acción conjunta de todas la fuerzas: Policía, Ejército,
Armada, Fuerza Aérea, con la Fiscalía –que es bien importante resaltar la coordinación con la Fiscalía–,
está teniendo unos muy buenos resultados.

Estamos replicando ese mismo procedimiento en los departamentos del Valle del Cauca, del Cauca y de
Nariño, donde también las bandas criminales han hecho mucho daño y siguen operando.

Estatuto Anticorrupción

Ese día por la noche se aprobó por parte del Congreso el Estatuto anticorrupción. Ese va a ser un
instrumento adicional, que nos va a permitir luchar con más eficacia contra la corrupción. Ahí se creó
una institucionalidad que voy a presidir personalmente. Una comisión con las entidades de control. O
sea, lo que estamos haciendo va a tener como una especie de paraguas institucional.

Se dieron una serie de instrumentos y se aprobaron una serie de artículos que van a fortalecer en forma
importante la lucha contra la corrupción.

Visita del Presidente de Ecuador

Vino a visitarnos el Presidente del Ecuador, Rafael Correa. Ecuador es el país invitado de honor a la
Feria del Libro de Bogotá. El Presidente Correa también vino a presentar un libro que él escribió. Ahí
hicimos una reunión bilateral, su equipo de Gobierno y el equipo de Gobierno nuestro, para ir haciéndole
un monitoreo a los diferentes puntos de la agenda bilateral.

En términos generales, esa relación va mejorando cada vez más en todos los ámbitos. En el ámbito
comercial, en el ámbito de seguridad, en el ámbito de colaboración en la frontera y en el ámbito
diplomático.

Agenda en Medellín

Ayer aquí en Medellín continuamos con el taller del tema que hoy nos concierne. Fuimos a entregar con
el señor Alcalde unas viviendas en un proyecto muy bonito. Un proyecto que es no solamente bonito
sino que es muy importante. Son más de 4.500 viviendas. Ayer entregamos 575. Tuve la oportunidad de
entrar a una de esas viviendas. La verdad es que son viviendas muy bien construidas, muy bien hechas,
donde la gente va a poder vivir dignamente.
Está concebido, como deben concebirse los proyectos de vivienda, en forma integral, con todos los
servicios, con las facilidades para que el ambiente dentro del cual puedan vivir esas familias sea un
ambiente sano, un ambiente agradable. Pudimos constatar que en este proyecto así es.

Fuimos también, como lo mencioné, a una reunión con los alcaldes y con el Gobernador sobre la ola
invernal. Y finalmente estuvimos anoche en ProAntioquia compartiendo con todos los miembros de
Proantioquia, los empresarios, el programa de Gobierno: en dónde estamos y para dónde vamos.

Cifras positivas

Ayer cumplimos nueve meses en el Gobierno. CM& hizo una encuesta en varias ciudades del país. Una
encuesta mucho más representativa que lo que había hecho Gallup el día anterior. Los resultados son
muy positivos. El 74 por ciento de los colombianos creen, Alcalde, lo que usted dijo ayer: Medellín va por
buen camino. El 74 por ciento de los colombianos cree que Colombia también va por buen camino. Eso
es muy importante. Es un activo muy importante.

El 83 por ciento de los colombianos aprueba la gestión del Gobierno. Eso es producto y resultado del
equipo de Gobierno, pero a ellos mismos les digo: eso nos compromete mucho más a seguir trabajando
con más pasión y con más resultados. Porque para mantener esa aprobación hay que dar resultados.

Y estamos dando resultados. Las cifras que tenemos sobre diferentes frentes son todas muy positivas.
Les voy a mencionar algunas.

Salio la ultima cifra de inflación hace dos días. La cifra del Dane de inflación para el mes de abril. La
cifra mensual es de 0,12 por ciento. Y año corrido es 1,91 por ciento. Esa es la cifra más baja de los
últimos 11 años. Y de ahí para atrás creo que también.

Creo, doctor Hernando José, que esa es la cifra más baja de la historia. Porque es que antes la inflación
era mucho más alta. Podríamos decir de pronto que esta es la cifra más baja de la historia, año a año, o
sea 1,91. Por lo menos en los últimos 30 años. Ese es un logro muy importante.

Eso sumado a la cifra del desempleo. Cifra con la cual no estamos contentos, porque hemos dicho que
no vamos a bajar la guardia en ningún momento y no debemos de estar contentos hasta tener ese
desempleo en un solo dígito, pero la última cifra de desempleo es la más baja también en los últimos 14
años.

Esa combinación inflación y desempleo es lo que los economistas llamaban la cifra de miseria de un
país. Pues tenemos esa cifra en la más baja. Si combinamos las dos, ahí sí creo que de la historia. Creo
que en la historia no habíamos tenido una cifra tan baja. Pero no nos podemos contentar. Tenemos
mucho que hacer por delante. Tenemos mucho para mejorar esas cifras.

Reducción de cultivos de coca

Otras cifras importantes. Se dio a conocer la cifra del hectareaje cultivado en coca. La cifra más baja
desde que se comenzaron a tomar medidas sobre el hectareaje en coca a raíz del Plan Colombia. La
más baja.

Quiero felicitar a la Policía y felicitar a las Fuerzas Armadas y felicitar al Ejército, porque eso es producto
del esfuerzo que ustedes están haciendo. Felicitar a Acción Social, doctor Diego Molano. Ustedes han
hecho una labor extraordinaria en asocio con la Policía y con el Ejército.

Con un peligro alto. La cantidad de compatriotas que han sufrido producto de las minas. Porque esos
bandidos ponen minas ahí en los cultivos para ver si nos les erradican, si no les acaban los cultivos.
Pues ha sido con un sacrificio alto, pero está dando unos resultados muy importantes. Esa es una cifra
también muy importante, porque demuestra que en ese frente estamos avanzando.

Recaudo tributario

En el frente tributario, de recaudo tributario, el aumento ha sido del 15 por ciento: 2 billones de pesos
más en recaudo tributario. Eso quiere decir que la actividad económica va bien. Y la actividad
económica va bien porque las cifras así lo demuestran.
Más del 5 por ciento de crecimiento de la industria: 5,2 por ciento. Más del 13 por ciento en el
crecimiento del comercio: 13,2 por ciento.

En fin: hay cifras muy positivas en muchos frentes y lo que tenemos es que no bajar la guardia y reforzar
ese crecimiento

Innovación

Eso me lleva al tema de hoy. Para que ese crecimiento, para que esas cifras, para que la actividad
económica continúe por buen camino, continúe en forma positiva, esa locomotora que nosotros hemos
identificado, la de la innovación, es fundamental.

Porque esa locomotora es a la vez locomotora y es una política transversal que debe estar presente en
todas las actividades tanto públicas como privadas. La cultura de la innovación, que es lo que aspiro a
que los colombianos podamos internalizar y podamos ponerla en práctica en todas nuestras actividades.

Tengo una definición de las muchísimas que hay sobre innovación: simplemente cómo hacer las cosas
mejor, cómo mejorar los procesos, cómo mejorar la actividad económica, cómo mejorar la política social,
cómo inventarse productos nuevos, cómo hacer las cosas mejor.

Ningún sitio más adecuado para lanzar esa política ya oficialmente que Medellín, que Antioquia, porque
aquí esa cultura de la innovación florece por generación espontánea. Aquí los paisas tienen esa forma
de ser de buscar siempre mejorar los procesos y mejorar las cosas. Son creativos. Como decimos,
echados pa’lante.

Entonces me parece tan importante este ejercicio que se ha venido realizando en estos últimos dos días
y este Acuerdo para la Prosperidad para poner en blanco y negro cómo va a ser nuestra política
nacional de innovación.

Algo a lo cual le damos la mayor importancia. Estaremos pendientes desde la propia Presidencia de la
República. Yo personalmente, con el Director de Planeación, con el Director de Colciencias, con la Alta
Consejera para el Buen Gobierno, con la doctora Catalina Crane, que es la Alta Consejera para la
Gestión Pública y Privada.

Todo el Gobierno. Porque todo el Gobierno tiene que estar pendiente. Con el Ministro de las TIC, quien
también tiene un resultado muy positivo. El Ministro se puso como meta, y nos embarcó a todos en el
Gobierno, crecer de 2,2 millones de usuarios de la banda ancha a 8 millones.

Todo el mundo, me consta, le dijo que estaba loco. Que eso no era posible. Pues por ahora, en estos
nueve meses, lleva un aumento del 40 por ciento. De 2,2 millones ya va en 3,1 millones. Si sigue con
ese crecimiento, vamos a poder lograr esa cifra. Él me promete que lo va a lograr.

Eso, por ejemplo, va a tener una gran repercusión en materia de innovación. Imagínense ustedes un
municipio muy alejado del país que tenga la posibilidad de conectarse con el mundo a través de banda
ancha, con su computador. Esos muchachos allá que están en un entorno muy especial, con acceso a
toda la información a través de Internet, produciendo ideas o sugiriendo formas de mejorar equis o ye,
eso alimenta esa cultura de innovación. Por eso es tan importante la labor del Ministerio de TIC en este
proceso.

De manera que, sin más preámbulos, quisiera darle la palabra al señor Gobernador de Antioquia.

Palabras del Presidente Santos en el Congreso Internacional de


Derecho Constitucional ‘20 años de la Constitución Política de
Colombia’

Bogotá, 11 may (SIG). “No era fácil ser joven en nuestro país a finales de los ochenta.

No eran tiempos propicios para la esperanza, y menos aún para los jóvenes estudiantes de Derecho o
abogados que habían atestiguado el sacrificio de una Corte admirable en el holocausto del Palacio de
Justicia.
Menos aún para los millones de colombianos que habían creído en el proyecto político renovador de
Luis Carlos Galán, y lo vieron caer, también, atravesado por las balas del odio, en la plaza de Soacha.

No. No era fácil ser joven a fines de los ochenta.

Por fortuna, la juventud tiene la virtud de mirar más allá de los obstáculos, y de buscar salidas donde
otros sólo ven puertas cerradas.

Fue así como una generación de estudiantes –aquí en la Javeriana, en el Rosario, en Los Andes, en el
Externado, en la Nacional– generaron un profundo cambio institucional que dio forma a una nueva
Colombia, la Colombia que hoy vivimos.

Me siento honrado de instalar hoy este Congreso Internacional de Derecho Constitucional en la


Universidad Javeriana, porque su aporte al país ha sido fundamental desde su creación en el siglo
diecisiete y, en particular, desde su restablecimiento en 1930.

Sea la oportunidad para reiterar mi felicitación a la Facultad de Ciencias Jurídicas por sus 80 años que
ha celebrado en los recientes meses.

Puedo decir –con orgullo– que varios egresados de esta facultad hacen parte destacada de mi gobierno.

Es el caso del Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo; el Alto Consejero Presidencial para las
Comunicaciones, Juan Mesa; el Secretario Privado de la Presidencia, Juan Carlos Mira; la Secretaria
del Consejo de Ministros, Cristina Plazas; el Presidente de Bancoldex, Santiago Rojas, Juan Carlos
Torres, mi muy cercano asesor, entre otros varios.

Los nombres del edificio donde nos encontramos –Gabriel Giraldo- y de esta aula máxima –Luis Carlos
Galán- nos evocan dos grandes hombres detrás de la Constitución de 1991.

Ni qué decir el nombre de ese otro ilustre abogado a quien hoy rendimos homenaje, el doctor Álvaro
Gómez Hurtado, copresidente y brújula moral de la Asamblea Nacional Constituyente.

Y miren esta paradoja:

Si bien la facultad de Ciencias Jurídicas era percibida como un bastión de la tradición, fue de aquí –de la
clase de Derecho Constitucional de un joven profesor javeriano que también enseñaba en el Rosario y
en los Andes- de donde surgió uno de los eventos más revolucionarios: la Séptima Papeleta.

En estas aulas se produjo la génesis de uno de los documentos más progresistas de la historia
constitucional de América Latina, como resultado de una revolución pacífica protagonizada por los
estudiantes.

El magnicidio de Luis Carlos Galán fue, sin duda, un factor desencadenante que mostró a los jóvenes
que, si no tomaban las riendas de su propio futuro, la viabilidad del país –de su país- estaría en peligro.

Fue así como el 25 de agosto de 1989 –una semana después del horrendo asesinato- una inmensa
manifestación estudiantil, liderada, entre otros, por el profesor y abogado Fernando Carrillo, se tomó las
calles en una estremecedora ‘Marcha del Silencio’.

‘Por todo lo que nos une y contra todo lo que nos separa’, me acuerdo muy bien, era su lema.

Cuentan que, cuando la marcha salió de la Javeriana, el apesadumbrado padre Giraldo se asomó a una
de las ventanas del tercer piso del entonces Edificio Central y levantó sus manos como estimulando a
los muchachos a participar en esa manifestación, que sería el germen de la Constitución de 1991.

¡Una marcha estudiantil incentivada por sus directivas, como no se había visto en toda la historia de
este claustro!

Por todo esto, cuando un grupo de jóvenes me planteó la historia de la papeleta en las oficinas de El
Tiempo, a comienzos de febrero de 1990 –siendo yo subdirector del periódico- les ofrecí darles un
espacio en las páginas editoriales para que explicaran su audaz idea, porque entendí la importancia y la
potencialidad de esa propuesta.
La columna se publicó bajo el título ‘La Asamblea Nacional Constituyente’, y en ella, Fernando Carrillo –
como vocero de una generación desencantada, una generación que incluía a jóvenes juristas como
Manuel José Cepeda, Marcela Monroy y Camilo Ospina- expuso una ruta novedosa para cambiar la
Constitución después de tantos infructuosos intentos en los años recientes.

La propuesta era que el mismo pueblo colombiano abriera la llave a una consulta plebiscitaria en las
elecciones parlamentarias y regionales del 11 de marzo, para convocar una Asamblea General
Constituyente.

Pocos días después me comprometí personalmente con esa causa, y el 22 de febrero de 1990 escribí
un editorial del periódico apoyando la idea.

Es más: estaba tan convencido de esta causa que, desde El Tiempo –y aprovechando la ausencia de mi
tío Hernando, que me había dejado de director encargado- ordené la impresión en la rotativa de miles
de papeletas para repartir.

Cosa que me produjo el regaño de mi tío y de mi padre semanas después.

Esa es la razón por la cual me siento tan cercano al proceso y tengo un gran compromiso de defensa de
esta Carta política.

La generación de la constituyente

No puede olvidarse que esa nueva generación que forjó la actual Carta Política de Colombia fue testigo
de primera línea de la caída del Muro de Berlín, del inicio del proceso de globalización, y le tocó
acostumbrarse a lidiar con el problema de la media docena de violencias en Colombia -la política, la
social, la económica, la guerrillera, la paramilitar, la terrorista-.

En medio de ese difícil escenario, dicha generación dejó una marca muy alta en términos de ejecutorias:
el proceso constituyente de 1991.

Sin embargo, el recorrido que inició con la Marcha del Silencio no fue un camino fácil.

El mismo profesor que la impulsó tuvo que dejar su cátedra temporalmente porque la idea de la reforma
fue considerada como subversión del orden constitucional por algunos defensores de la Carta
centenaria.

Vista dos décadas después, esa Marcha del Silencio que salió de la Javeriana fue un verdadero grito de
ciudadanía después del magnicidio de Galán.

Sin duda, fue una de las primeras expresiones auténticas en el continente de una sociedad civil
organizada para perseguir una meta política, para demostrar que la política sí puede transformar
positivamente a una sociedad.

Fue, a su vez, un esfuerzo para recuperar el espacio de lo público, que venía siendo ocupado por los
violentos y la delincuencia organizada.

Eso sólo podía lograrse desde una trinchera distinta de la política tradicional, una trinchera
incontaminada como lo eran las universidades.

La dimensión global de la Constitución

El proceso constituyente de 1991 no fue ajeno a las múltiples dificultades y grandes obstáculos propios
de sociedades divididas como la colombiana.

Infortunadamente, seguimos a veces divididos.

No es producto del azar que, desde fines de los años ochenta, los procesos de “hacer las
constituciones” en nuestra región hayan dejado de ser la reunión de un grupo de expertos nacionales e
internacionales para convertirse en pactos de relanzamiento de acuerdos políticos y sociales dentro de
la democracia.

La búsqueda de constituciones ‘hechas a la medida del país’ –y no documentos con instituciones


prestadas o mal injertadas- ha sido una tendencia clara, pese a que en la práctica pocos países lo
hayan logrado.

Colombia misma, desde su independencia, cayó a menudo en la tentación de copiar y homologar


instituciones muchas veces híbridas y difíciles de poner en marcha.

Sin embargo, esta vez, la excepcionalidad y especificidad de nuestra realidad llevaron a mirar con
escepticismo la simple importación de instituciones foráneas.

Y quiero resaltar que las consecuencias trascendieron nuestras fronteras nacionales.

El proceso iniciado en Colombia en 1990 con un papelito aparentemente inofensivo que entró
clandestinamente a las urnas el 11 de marzo, gracias a los estudiantes, y que fue en buena hora
reconocido por el gobierno Barco e implementado por el gobierno Gaviria, precipitó una avalancha de
reformas a lo largo y ancho de América Latina.

El papel del presidente Gaviria y de su gobierno –del cual me honro haber pertenecido- quedaría para
siempre instalado en la historia al sancionar el 4 de julio de 1991 –en medio de los acordes imponentes
del Mesías de Handel- la nueva Carta fundamental de nuestra nación.

En la última década se ha acentuado una tendencia de procesos similares de reforma constitucional en


el hemisferio –más de quince- como mecanismos de consolidación democrática que apuntan a la
democracia participativa, el Estado Social de Derecho, la vigencia efectiva de los derechos
fundamentales, y la recuperación de los espacios perdidos para el poder judicial.

A veces se ha hecho con fortuna; otras, se han replicado algunos de los errores o se han ignorado
algunas de las asignaturas que quedaron pendientes en Colombia en 1991.

Es el caso de la renovación de las costumbres políticas, donde –tenemos que reconocerlo- los
resultados han sido bastante modestos, pues el ‘Buen Gobierno’ y ante todo la ‘Buena Política’ no
siempre logran aplicarse, dejando a nuestras sociedades con graves saldos en rojo en temas como la
corrupción o las brechas de inequidad.

En esa tarea –larga y difícil, pero posible- nos encontramos empeñados en este Gobierno, siguiendo un
norte, un faro, que es luz e inspiración de nuestras acciones: los principios que encarna la Constitución
de 1991.

El balance de dos décadas

Visto en perspectiva, el proceso que se inicio en 1990 con la séptima papeleta, en las aulas
universitarias, fue la búsqueda del consenso político más grande de la historia reciente de Colombia
después de la inercia creada por el Frente Nacional que nos llevó a pensar que la juridicidad podía
darse por sentada sin reparar en la trascendencia de que los ciudadanos ejercieran sus derechos.

Hoy podemos decir que, pese a las diferentes reformas que se han aprobado, el núcleo puro y duro de
la Carta del 91 no se ha tocado.

No faltan quienes añoren, sin embargo –con nostalgia-, congresos de bolsillo, jueces sumisos,
ejecutivos omnipotentes, autoridades de control inexistentes, y quisieran devolver el reloj de la
democracia, olvidando lo que ha pasado en Colombia y en el mundo en los últimos cuatro lustros.

Varios intentos de reforma han ido en esa dirección pero la mayoría de ellos se han frustrado porque la
Carta ya traspasó la línea de no retorno, sobre todo en materia de derechos.

También nuestro gobierno ha propuesto reformas, que hoy cursan con buenas perspectivas en el
Congreso, pero con un sentido bien definido: no limitar derechos sino hacerlos más eficaces y más
equitativos.

Es el caso de la Reforma las Regalías, que busca que los importantes recursos del subsuelo, que son
de todos los colombianos, lleguen –como debe ser- a todos los colombianos.

El objeto es que las regalías se repartan con criterios de equidad, no sólo social, sino también
generacional; nuestros hijos y nuestros nietos tienen derecho a esa regalías. Con un criterio también –
no sólo generacional- sino defendiendo los derechos de los más vulnerables, de los más excluidos y de
las futuras generaciones.

Por su parte, el acto legislativo llamado de Sostenibilidad Fiscal procura un adecuado balance entre el
ejercicio y protección de los derechos individuales y la defensa del bienestar común, que exige que el
Estado tenga unas finanzas sanas y que no se comprometa por encima de sus posibilidades.

Cuando se leen informes –como uno reciente que salió en la prensa- donde se cuenta que asesores
legales aconsejaban inundar los juzgados con tutelas para hacer colapsar el sistema de salud, se ve la
importancia de encontrar un equilibrio que, sin lesionar los derechos individuales, proteja los derechos
colectivos de la sociedad.

Y hay otra reflexión que vale la pena hacer:

La Constitución, como carta fundamental del país, debe regular, precisamente, los temas más
esenciales de la nación y los órganos de poder, pero no caer en la exagerada reglamentación.

No tiene sentido que un órgano como la Comisión Nacional de Televisión tenga origen y regulación
constitucional, y por eso estamos promoviendo una reforma para quitarle dicho carácter.

Son, pues, reformas que tienden a reforzar, más que limitar, el carácter social de nuestra carta, y a
hacerla más liviana y concentrada en los temas esenciales.

¿Y qué balance, rápido y sumario, podemos hacer del proceso constituyente que se ha vivido hace dos
décadas?

Dicho proceso, el consenso alcanzado y la Constitución del 91, lograron, en primer término, relegitimar
el ejercicio de la autoridad pública en Colombia.

Ganar en legitimidad fue un primer paso indiscutible.

En segundo lugar, propiciaron un Estado con una institucionalidad fuerte, inteligente, estratégico y
vigoroso para cumplir con responsabilidades esenciales de vigilancia, regulación y control; capaz de
crear reglas de juego, por ejemplo, para la iniciativa privada.

Así como hace 20 años se decía –responsablemente- que una nueva Constitución no iba a arreglar
todos los problemas del país, hoy se puede afirmar que regresar al pasado centralista, autoritario y
excluyente previo a 1991, no es una opción en un mundo donde la democracia va mucho más allá de
las elecciones.

Hoy, por fortuna, la democracia exige un ejercicio diario de control de los abusos del poder en la
búsqueda del bien común, por la vía del buen gobierno y de la buena política, una vía que comienza
donde tiene que comenzar: por el respeto de los derechos de la gente.

Hoy renuevo –como Presidente- mi compromiso y el compromiso de mi gobierno, no sólo con las
normas, no sólo con los principios, sino sobre todo con el espíritu que iluminó el proceso que condujo,
hace 20 años, a nuestra Constitución.

Me siento honrado de hacerlo en la Universidad Javeriana, que participó de tantas formas en el camino
que llevó a este histórico instrumento de modernización política.

La nuestra no es ¬–ni más faltaba¬- una constitución perfecta: Es demasiado larga y quizá demasiado
casuística.

Y yo hablaba de los derechos individuales y los derechos colectivos.

A veces he dicho, en diferentes escenarios, he puesto la duda –y yo la tengo, tengo que confesarlo-
nuestros constituyentes se nutrieron en ese momento de esa ola que se desató después del derrumbe
del muro de Berlín, y pusieron en marcha toda esa avalancha de defensa de los derechos
fundamentales, y yo me pregunto si no produjimos una Constitución demasiado garantista.

Muchos me dicen: ‘En eso no hay demasiado. Es como demasiada democracia o demasiada juventud o
demasiada belleza. Eso no existe, demasiado garantista’.

Yo tengo una duda: porque los derechos individuales tienen una línea divisoria, y esa ha sido, en cierta
forma, la discusión política por excelencia desde los griegos

¿Dónde traza uno la línea divisoria entre derechos colectivos y derechos individuales?

No sé, es una duda que siempre he tenido. Si a nosotros se nos fue un poco la mano: la línea divisoria
demasiado a favor de los derechos individuales y un poco menos en los derechos colectivos.

El tema de la sostenibilidad fiscal tiene que ver con eso. Los derechos colectivos, el derecho de todo el
mundo a tener una economía sana, es un derecho que además afecta todos los derechos.

Sin una economía sana, el derecho a la educación, el derecho a la salud, el derecho a la justicia, puede
estar en tela de juicio.

Y ahí hay un interrogante que siempre seguiremos discutiendo, porque desde que se inventaron la
democracia esa ha sido la discusión: dónde traza un esa línea divisoria

La Constitución tuvo errores que se han enmendado y otros que se seguirán corrigiendo; por ejemplo,
dar a los altos magistrados funciones nominadoras que los distraen de su función jurisdiccional, o
conferir rango constitucional –como ya dije- a instituciones que no lo ameritan, dificultando su reforma.

Pero nuestra Carta también es –claro que lo es- una constitución virtuosa, centrada en el ser humano,
sus derechos y sus libertades, que nos propuso –y nos sigue proponiendo- el inmenso desafío de hacer
realidad en nuestro querido país el Estado Social de Derecho.

Nuestro reto como gobernantes, como servidores públicos, es cumplir su esencia y mantener ese
delicado equilibrio entre sus encumbrados ideales y la tozuda realidad.

Termino recordando una frase de Luis Carlos Galán, que bien pudo ser la inspiración de esos jóvenes
estudiantes y docentes que comenzaron hace dos décadas el camino que hoy recorremos:

‘No hay democracia si no se entiende la Nación como una misión colectiva, un compromiso de todos’.

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Primer Foro del


Transporte Aéreo en Colombia

Bogotá, 12 may (SIG). “Leí hace poco sobre un famoso piloto de combate de Estados Unidos, que se
hizo leyenda en la Primera Guerra Mundial por sus victorias en el aire, derribando aviones alemanes.

Y a pesar de ser un hombre que ‘vivía en el cielo’, nunca dejó de sorprenderse de la maravilla de volar.

El decía que ‘la aviación prueba que, con voluntad, tenemos la capacidad de lograr lo imposible’.

Y es cierto. Yo todavía me sorprendo de los avances tecnológicos y los comerciales, a pesar de haber
viajado por tantos años y de ser testigo de la evolución de esta industria.

Yo me acuerdo perfectamente el día que llegó aquí el Jumbo (Boeing 747). Yo estaba trabajando en
Londres, los dos dueños de Avianca en ese momento, Julio Mario Santo Domingo y Fernando Mazuera,
me invitaron a participar de ese vuelo inaugural. Fuimos a la Boeing, allá a Seattle; recogimos el Jumbo
y aterrizamos. Eso era como si hubiera llegado el Mesías. La gente veía ese avión con gran entusiasmo.

Pero ¡cómo ha evolucionado esta industria! Todavía me parece increíble ver despegar esas naves
llenas de toneladas, llenas de pasajeros, pesadísimas, y vuelan. Y lo que me parece más increíble es
que llegan y aterrizan intactas. Eso es un avance realmente impresionante en esta industria.

Y fíjense cómo cambian las cosas. Alguien me preguntó recientemente, alguien que tiene buen humor y
tiene algo, un sentido de nostalgia, me dijo si yo me recordaba cuando el sexo era seguro y volar era
peligroso.

Hoy parece que los términos se han invertido.

Y en esa evolución de la aeronáutica, Colombia ha estado siempre presente. Nos enorgullecemos de


tener la línea aérea más antigua de América. Por nuestra geografía, por lo que sea, pero ese es un
hecho.

Cifras históricas de transporte aéreo

Las cifras del transporte aéreo del país marcaron un hito el año pasado.

Tuvimos una tasa de crecimiento histórica de pasajeros. Más del 23 por ciento, movilizando a casi 20
millones de personas.

Es un aumento muy significativo si se tiene en cuenta que el promedio anual de crecimiento de los
últimos 19 años fue solamente del 5 por ciento.

Hoy somos el tercer mercado de Latinoamérica, después de Brasil y México, y por delante de Argentina,
por delante de Chile, por delante de Perú y por delante de Venezuela.

Además, nuestros niveles de ocupación son superiores al 75 por ciento, lo que es un muy buen
indicador.

Por cifras como éstas nos complace saber que los transportadores aéreos estarán incrementando en
este cuatrienio la flota de aeronaves de última generación, flotas más eficientes, flotas menos ruidosas y
flotas más amables con algo que tenemos nosotros siempre que cuidar como es el medio ambiente.

Y está previsto que sean inversiones cercanas a los 10, algunos hablan de 15 billones de pesos.

Esos números del sector reflejan en buena parte el momento tan positivo, no solo de esta industria sino
del país. Y para constatar eso que acabo de decir les voy a recordar unos datos.

En comparación con el año pasado, la inversión extranjera en Colombia ha crecido un 55 por ciento. Las
cifras del crecimiento de la industria; ayer la Andi (Asociación Nacional de Empresarios) hizo pública la
última encuesta. El crecimiento es del 6,2 por ciento.

La última cifra de crecimiento del comercio 13,2 por ciento.

La última cifra de tasa de desempleo, la más baja en los últimos 10 años. Sigue siendo para mí
demasiado alta, nuestro objetivo es que sea de un solo dígito. Pero es la más baja en los últimos 10
años, y la inflación es la más baja en los últimos cuarenta años.

Y si sumamos esas dos cifras, desempleo e inflación, que es un indicador que durante muchísimo
tiempo los economistas llamaban el indicador de miseria, es el indicador de miseria más bajo en nuestra
historia. Eso es algo muy importante.

El recaudo tributario, que es el reflejo de la actividad económica, supera en dos billones de pesos la
meta que nos habíamos puesto y nos habíamos puesto una meta muy ambiciosa. Sobre esa meta ya
vamos en dos billones de pesos.

Crecen exportaciones y turistas

Y también se acabó de conocer hace un par de días, las cifras de exportaciones a marzo que nos
muestran que en los 12 últimos meses Colombia exportó una cifra récord 43.200 millones de dólares.

Y las exportaciones de marzo, o sea del último mes que se conocen las cifras, aumentó casi el 50 por
ciento sobre el mismo mes del año anterior. O sea que la tendencia esta creciendo y creciendo.

Y otro dato, de gran interés para ustedes, es el aumento en el número de turistas. El número de turistas
este año va aumentando el 15 por ciento.

Son buenas noticias, que nos deben llenar de entusiasmo para seguir por el camino del Buen Gobierno
y las buenas políticas.

Usted mencionaba, doctor Leal (Manuel Leal, Presidente de la Asociación de Transporte Aéreo en
Colombia, Atac), a Tony Blair, con quien tuvimos la oportunidad de estar reunidos con todo el Gabinete
intercambiando opiniones. Cómo fue que él logró ser Primer Ministro británico que más prosperidad le
llevó a su país en una década en toda la historia de la Gran Bretaña.

Y tiene una filosofía muy sencilla. Ustedes saben que yo comparto con él lo de la Tercera Vía, pero es la
parte práctica, la parte de hacer que las cosas se hagan. Así decía: hay que hacer que las cosas se
hagan. Buen Gobierno.

Y ahí hubo un intercambio muy interesante, y eso es también lo que queremos hacer aquí en Colombia.

La prosperidad, que hemos llamado, que busca nuestro Plan de Desarrollo, tiene, como ustedes saben,
esos tres objetivos fundamentales: menos pobreza, más empleo y más seguridad

Los tres son igualmente importantes, los tres se retroalimentan los unos a los otros.

Resultados en seguridad

En materia de seguridad, por ejemplo. Ahí no vamos a ceder, no vamos a ceder un solo milímetro. Todo
lo contrario, estamos reforzando todos los operativos, reforzando a nuestras fuerzas. Con el general
González (Julio González, Comandante de la Fuerza Aérea Colombiana), con los comandantes de las
demás fuerzas, con el Director de la Policía (General Oscar Naranjo), estamos en un proceso de
permanente mejoramiento.

Buscando cómo es que el enemigo cambia sus prácticas para poderlo perseguir con más eficacia. Y los
resultados se están viendo.

El último resultado, lo escuchamos anoche tarde, un resultado muy importante que quiero resaltar, y
quiero aprovechar la oportunidad para felicitar a la Policía.

El general Naranjo está en este momento en Aruba. Allá se capturó a un individuo que se llama Gustavo
Álvarez Téllez, alias ‘El Tavo’.

¿Por qué es tan importante esta captura?

Estábamos detrás de este individuo hace mucho tiempo. Es el número dos. Un delincuente muy
peligroso que ha generado todo tipo de violencia en el país, sobretodo en Medellín, que tiene el alias de
‘Valenciano’.

‘Valenciano’ y otro individuo que se llama ‘Sebastián’ son dos delincuentes que se están disputando
entre ellos el control de esa organización criminal que se llama ‘La Oficina de Envigado’.

Es una organización delincuencial que viene desde la época de Pablo Escobar y que la heredó en cierta
forma este delincuente que está hoy a buen recaudo en Estados Unidos, ‘Don Berna’. Que luego,
cuando ‘Don Berna’ se fue, comenzó esta disputa. Y ahí se genera una parte de la violencia que uno ve
en Medellín; la disputa entre estos dos individuos, ‘Valenciano’ y ‘Sebastián’.

El operativo de ‘Valenciano’, un tipo que le hace todas las operaciones de narcotráfico, y que le manda
la plata para financiar esa guerra interna que tanta violencia ha generado en Medellín, se llama alias ‘El
Tavo’.

Ese fue el individuo que capturamos. Lo capturamos en Aruba en una operación con la DEA, con las
autoridades holandesas y por supuesto las autoridades locales allá en Aruba. Yo tuve la oportunidad de
hablar con el Ministro Presidente de Aruba esta mañana; lo felicité, el señor Michel Eman. Le dije que
ésta era una magnífica señal para seguir demostrando que estos delincuentes, no importa donde se
encuentren, van a caer. Caerán tarde o temprano, pero caen.

Estos individuos a veces se creen intocables. No hay uno que sea intocable. Y esa cooperación
internacional con las autoridades de otros países, Centroamérica, de las islas del Caribe, es cada vez
mejor. Y cada vez estos individuos que creen que se pueden esconder en otros países, van a estar cada
vez más vulnerables. Y esta captura creo que es una demostración de que así será.

Cifras impactantes contra criminales

En las operaciones contra estas bandas criminales, en lo que llevamos de Gobierno, las cifras realmente
son realmente impactantes.

Hemos capturado 2 mil 362 personas miembros de las bandas criminales. Eso no es el terrorismo de las
Farc, son lo que hemos considerado bandas criminales al servicio del narcotráfico. 2 mil 362 personas.

Hemos hecho 261 operaciones, lo que denominamos objetivos de alto valor, los que controlan esas
bandas criminales. Llevábamos ocho.

Yo consideraría éste como el noveno objetivo de alto valor, porque este estaba ahí dentro de los grupos
de alto valor.

En esas operaciones les hemos quitado más de 15 toneladas de cocaína, aparte del armamento, aparte
de toda la información que hemos obtenido.

O sea, hay avances muy importantes pero ahí no podemos bajar la guardia y vamos a seguir
avanzando.

El Gobierno del Presidente Uribe lideró una cruzada en la seguridad, una cruzada en la cual yo me
honro de haber participado, y tengan la seguridad de que vamos a continuarla, fortalecerla y mejorarla.

Porque entendemos –como entiende el mundo entero– que la seguridad es la base del progreso. Con
seguridad se incrementa la confianza, se logra más tranquilidad, las políticas sociales resultan más
efectivas, hay más inversión, hay más trabajo. En fin, la seguridad es la base del progreso.

La locomotora de la infraestructura

Y al mismo tiempo, estamos trabajando en otros temas que son de gran importancia para Colombia.

Uno de ellos en donde estamos muy rezagados, ustedes son víctimas de ese rezago, es el de la
infraestructura, por eso la hemos considerado una de las cinco locomotoras para jalonar el crecimiento
que queremos tener hacia el futuro, un crecimiento alto y sostenible.

Se trata de un sector que contribuye en forma muy importante a otros dos pilares de nuestro Plan de
Desarrollo, al empleo y a la reducción de la pobreza. Por eso es tan importante.

Y por eso quiero resaltar lo que el Ministerio del Transporte anunció la semana pasada y es un gran
Plan de Ingeniería. El país debe entender la magnitud de lo que queremos, porque estamos realmente
siendo muy ambiciosos y pensando en grande. Lo hemos llamado el Plan de Infraestructura para la
Prosperidad.

¿Y de cuánta plata estamos hablando? Estamos hablando de 100 billones de pesos en los próximos 10
años. El país nunca había manejado este tipo de cifras. Pero si nosotros no pensamos en grande no
llegamos a ningún lado. Los países que han logrado dar el salto es porque piensan en grande.

Entonces nos vamos a proponer realizar ese plan de infraestructura e invertir esos recursos. Y los
tenemos. Aquí el apetito por la inversión está creciendo cada vez más.

Es una hoja de ruta que hemos diseñado muy completa, que incluye en la primera etapa –esto es muy
importante– los estudios completos y los diseños completos; luego las interventorías, luego los
proyectos y obras viales, las obras ferroviarias, fluviales, portuarias, urbanas y aeroportuarias. El plan es
integral.

¿Por qué hago énfasis en la parte de los diseños y de los estudios? Porque el problema que hemos
tenido en Colombia y en buena parte en América Latina hasta hace algún tiempo, era ese afán por
hacer las cosas. Y del afán no queda sino el cansancio.

Y el afán de hacer obras publicas tiene como consecuencia que las obras se quedan por la mitad del
camino, que son las más costosas de todas, las obras que no se terminan, o tienen como consecuencia
un sobre costo de cinco, seis, 10 veces, como ha sido la constante en la mayoría de nuestras obras
públicas.

Si uno hace un análisis hacia atrás y ve, y hace una comparación. Cuánto estaba pronosticado que
costara esta obra en promedio y cuánto resulto costando. Es sorprendente cómo se multiplica el costo
de las obras.

Buena parte de ese costo se origina en que abren la licitación sin que los diseños estén completos, sin
que estén bien estructurados en las diferentes fases y ahí vienen los reclamos, ahí vienen los cambios
de diseño y ahí vienen los sobrecostos.

Por eso tenemos clarísimo que no vamos a abrir ninguna licitación si la obra no está totalmente
diseñada, estructurada en sus tres fases.

Con esa condición y por eso algunas obras se van a demorar un poco en comenzar, pero el proceso ya
está despegando. Un proceso muy, muy importante. Lo hemos previsto con toda rigurosidad y pensando
por supuesto´, como están pensando todos los países que están progresando; como están pensando
los países asiáticos: a largo plazo.

Nuestros hijos y nuestros nietos qué tipo de país quieren vivir. Con ese concepto estamos nosotros
diseñando ese plan de infraestructura.

O sea, tenemos bastante claro nuestro puerto de destino y no es otro que tener un país competitivo, que
progrese, que genere riqueza, que genere prosperidad.

Nuestro objetivo es hacer que la infraestructura nacional esté a la altura de nuestra capacidad y del
potencial que tenemos como país. Potencial que ya está siendo resaltado por el mundo entero.

Esta mañana me decía el Embajador en Gran Bretaña (Mauricio Rodríguez), cómo las publicaciones
están diciendo ‘Colombia es el país más atractivo de América Latina para invertir’; cómo el Reino Unido
en el único país donde piensa aumentar su personal en la Embajada es en Colombia. No por seguridad
sino por el potencial comercial.

Y eso es bien importante, que estén aumentando el personal en las embajadas de los países
extranjeros, no por cuestiones de seguridad sino por cuestiones económicas, es una señal bien
importante.

Y de hecho ¿por qué hacemos esto? Porque la calidad de nuestra infraestructura en una escala de uno
a cinco está por debajo de tres, cuando nos comparamos simplemente con los países de los llamados
Civets (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica) donde nos han ubicado. Los países
del futuro, los buenos países, pues dentro de esos países estamos en infraestructura muy rezagados.

Por eso, nuestro Plan de Infraestructura para la Prosperidad espero que nos ponga a tono con las
expectativas que el mundo tiene sobre nosotros.

También es nuestra obligación estar a la altura de las empresas de transporte aéreo del país y ser muy
diligentes para generarles las condiciones necesarias, de manera que mantengan el buen crecimiento
que vienen demostrando.

Todo esto es un círculo virtuoso. Si al país le va bien, si a la industria le va bien, al resto le va bien y se
van retroalimentando.

Y prueba de ello es el informe de Fedesarrollo sobre el impacto del transporte aéreo en la economía
colombiana, que celebro y que además lo felicito por la rigurosidad de ese estudio.

Y me parece muy diciente lo que ahí se revela, como usted lo dijo, doctor Manuel Leal, una cifra
bastante impresionante: que cada peso en consumo que se gasta en este sector se traduce en 11 mil
pesos gastados en la economía colombiana.

O sea que un buen indicador de lo que va a suceder en la economía es lo que suceda con este sector,
cosa que me parece que es bien diciente.

Estamos hablando de una vigorosa actividad económica que va a genera más empleo y más recursos
tributarios, por consiguiente más inversión social y se alimenta ese círculo virtuoso.

Plan de obras en El Dorado

Y aprovechando esta invitación que me hizo el doctor Leal, que me hizo Atac, hay varios temas de
interés para el sector sobre los que quisiera yo detenerme.

En primer lugar, hablar de nuestro Aeropuerto El Dorado.

Por supuesto que todos queremos descongestionar este importantísima terminal del país.

No es posible, uno a veces se desespera cuando ve tanto desperdicio de tiempo y de recursos


simplemente viendo volar los aviones alrededor. El costo de oportunidad de los ejecutivos que están allá
adentro, el costo del combustible de las aerolíneas, eso tiene un costo muy importante.

A mi me impresionó cuando me dijeron ‘el Aeropuerto El Dorado tiene las mismas pistas que tiene el
aeropuerto de Heathrow‘ (Londres). Y dije no puede ser.

Sí, los dos aeropuertos tienen dos pistas. La diferencia es que uno, Heathrow, tiene un tráfico de 5
millones de pasajeros y El Dorado, 800 mil. Y eso parece que fuera a la inversa por la congestión.

Entonces ahí esta el desafío.

¿Por qué se da eso? Hay toda clase de explicaciones, ustedes las conocen mejor que yo.

Que la licencia ambiental solamente permite ocho horas, que aquí hay operación comercial, operación
de aviones privados, operación de carga, operación militar, operación de todo tipo. En Heathrow no hay
sino uno o dos tipos de operaciones y por supuesto, tal vez el motivo más diciente es que nos quedó
chiquito el aeropuerto. Es así de sencillo.

Y la pregunta: Bueno y ¿qué vamos a hacer al respecto’ Qué se esta haciendo? Ustedes ya conocen
bien lo que se esta haciendo.

Nosotros tuvimos una reunión con algunas líneas aéreas, con Atac, diciéndoles ¿qué podemos hacer
nosotros en el corto plazo para descongestionar El Dorado? Y ahí nos pusimos unas metas que
estamos cumpliendo.

El Ministerio de Hacienda ya autorizó los recursos para contratar inicialmente 50 controladores aéreos.
Esos cuellos de botella que uno no se imagina que existen pero existen. Había un déficit de bomberos;
entonces vamos a aumentar el número de bomberos, 22 Bomberos más, 12 oficiales de información
aeronáutica más, que van a ayudar a que se descongestione la parte del tráfico aéreo, hacerlo más
expedito y más seguro.

Estamos también trabajando en la adecuación de las pistas para elevar su categoría, de manera que
puedan operar bajo una mayor variedad de condiciones meteorológicas. Ahí también había como un
cuello de botella.

Con el DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) se ha hecho un gran esfuerzo para aumentar
el tráfico, para facilitar todos los procesos de migración. Ahí se puede hacer muchísimo más; todavía
estamos mal en eso pero se ha hecho un gran esfuerzo.

Estamos comprometidos con un importante Centro de Gestionamiento de Tráfico Aéreo, que incluye una
torre de control nueva, software avanzado y tecnología de punta y en eso cuenten que el Gobierno va a
estar totalmente comprometido con ese objetivo que trazamos.

En ese centro se van a invertir cerca de 90 mil millones de pesos y ojala podamos inaugurarlo a finales
del año 2013, ese es el objetivo.

Una vieja petición, una vieja solicitud que se había hecho desde hace mucho tiempo, y es la posibilidad
de que los aviones vuelen por encima de la base de Palanquero. Estaba restringido ese tráfico.

En esa reunión le comunicamos al doctor Leal y a las compañías aéreas que se iba a levantar esa
restricción, y ya ese compromiso está listo, acabo de ratificarlo con el general González.

Hay una contraparte, esa contrapartida por parte de las líneas aéreas: ustedes cumplen y nosotros
cumplimos. Sociedad público-privada. Y eso debe facilitar también o debe descongestionar o ayudar a
descongestionar el tráfico de El Dorado.

Son en su conjunto unas herramientas que deben ayudar a que el tráfico se descongestione. Y que
espero que cuando el aeropuerto lo entreguen, el aeropuerto esté a la altura de cualquier aeropuerto del
mundo, aunque algunos me dicen que ya cuando lo entreguen se nos habrá quedado pequeño por el
crecimiento que estamos teniendo, y que ya tenemos que comenzar a pensar en aeropuertos alternos,
en aeropuertos para seguir el proceso de descongestión.

Invitación a empresarios

En segundo lugar quisiera resaltar el llamado que hizo el Ministro de Transporte la semana pasada.

Se trata de la invitación a los empresarios con buen músculo financiero para que inviertan en grandes
proyectos que estamos promoviendo. Uno de ellos tiene que ver con el aeropuerto alterno de Bogotá,
con el propósito de trasladar allí eventualmente los vuelos privados y los vuelos militares, y
descongestionar esos vuelos de El Dorado.

Y el objetivo es claro: que se dedique El Dorado exclusivamente a la operación comercial y a la


operación de carga, para las que aparentemente son suficientes las dos pistas.

Aquí estuvo el Presidente de Iata. En un momento dado dijo que se requería una tercera pista; tengo
entendido que recogió esas velas y dijo que no, que no se requería una tercera pista.

Si con las dos damos abasto, perfecto; mucha gente está hablando de la posibilidad de un aeropuerto
alterno de carga. Se habla de Flandes. Y con la doble calzada a Girardot y con el incremento en la
movilidad en infraestructura, de pronto eso se hace viable. Otros hablan de Villavicencio. Esto es una
posibilidad hacia el futuro.

Y de otra parte, se invitó a los inversionistas a que inviertan en la construcción de un gran centro
hotelero aquí en El Dorado, de más de 17 mil metros cuadrados, aledaño al aeropuerto.

Son proyectos donde todo el mundo va a ganar: se beneficia la ciudad, se beneficia al país y se
benefician los empresarios que quieran invertir.

Aeropuerto del Caribe y cielos abiertos con EEUU

Está también en tercer lugar la concesión del Aeropuerto de Barranquilla.

Este aeropuerto no lo concebimos como una terminal aérea de alcance local; no queremos que se vea
simplemente como el Aeropuerto de Barranquilla.

Ojala podamos aprovechar y hacerle una reingeniería y convertirlo en el Aeropuerto del Caribe. Su
ubicación geográfica nos permite pensar como en una especie de gran terminal suramericana, un centro
de conexión internacional como es hoy el Aeropuerto de Panamá.

En cuarto lugar, quiero destacar lo que ya mencionó Manuel Leal, el acuerdo de cielos abiertos con
Estados Unidos, que firmó nuestra Canciller hace dos días con el Subsecretario, o quien va a ser el
Subsecretario de Estado de Estados Unidos (William Burns).

Se trata del primer acuerdo real de cielos abiertos de nuestro país, que cuando se anunció mereció gran
de felicitación de Atac, lo que a su vez quiero resaltar como la demostración del talante competitivo de
nuestra industria.

Ellos no le tienen miedo a la competencia siempre y cuando esa competencia sea justa y eso así es que
debe ser. O sea que están dispuestos a competir de ‘tú a tú’ con la competencia extranjera, siempre y
cuando esa competencia sea justa y en eso estamos totalmente de acuerdo.

Este acuerdo va a entrar en vigencia en enero del 2013 y además contribuye en forma muy significativa
a ese espíritu que nuevamente se esta generando muy importante, de abrir todos los espacios con el
primer mercado del mundo que es el mercado de los Estados Unidos.

El TLC con EEUU

Ayer ustedes vieron en las noticias el buen ánimo que hay en el Congreso norteamericano para la
aprobación de este tratado.

El Presidente de la Comisión de Finanzas, el senador Max Baucus, hizo lo que llaman allá una
audiencia, un hearing, sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y en términos generales,
las opiniones y los análisis que se hicieron ahí fueron todos muy positivos.

El informe que yo recibí, inclusive algunas personas dijeron, aquí hay personas que antes estaban
totalmente en contra del Tratado, como era él en su momento candidato a la Presidencia de los Estados
Unidos, hoy Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores el Senador (John) Kerry, que hizo ayer
un gran elogio del país, diciendo que este país va por buen camino. Y el mismo dijo: ‘yo estaba en
contra de este tratado y ahora quiero que se apruebe y se apruebe a la mayor brevedad posible’.

Esto tiene una gran importancia política, porque es el senador más importante del Comité de Relaciones
Exteriores y senador demócrata. Y quienes estaban frenando ese tratado eran los demócratas. De
manera que lo que sucedió ayer tiene un significado muy especial.

Estamos viendo a ver cómo aceleramos ese proceso y eso nos va a permitir a los colombianos cumplir
un sueño, que algunos decían que tenemos hace cinco años cuando firmamos el acuerdo.

Y yo los corrijo. No hace cinco años. Desde que se creó el Ministerio de Comercio Exterior, cuando
diseñamos la política de apertura económica, de apertura comercial de Colombia, en el año de 1991,
pusimos como objetivo prioritario el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.

Por obvias razones. Porque es el mercado más importante del mundo y porque estamos a dos horas.
De Barranquilla a Miami hay dos horas de vuelo y eso para nosotros es una tremenda oportunidad.

Y cuando negociamos el G3 con México y con Venezuela, todos los detalles de esa negociación, lo que
llaman en la jerga comercial las reglas de origen, se negociaron con estándar del Nafta, porque
estábamos empeñados desde entonces en que íbamos a tener un acuerdo de libre comercio con
Estados Unidos.

Por mil razones eso no se pudo. Razones políticas, de otra índole. Pero ese era un sueño que teníamos
hace prácticamente 20 años. O sea que ojala, y yo espero que este año, podamos cerrar ese acuerdo,
tenerlo funcionando a partir de principios del año entrante.

Canadá y la UE

Hablé ayer con el Primer Ministro (Stephen) Harper de Canadá. Lo llamé a felicitarlo, porque fue
reelecto. Va a tener oportunidad de gobernar Canadá durante los próximos 5 años, con él tenemos unas
magníficas relaciones. Y el acuerdo con Canadá está a punto de entrar ya en vigencia en la práctica.

¿En qué está eso? La Cancillería colombiana le envió a la Cancillería canadiense una comunicación
oficial notificándole que tenemos el visto bueno último, que era el de la Corte Constitucional, para poner
en marcha el tratado.

Apenas Canadá haga lo mismo, inmediatamente entra en vigencia el acuerdo.

Nos propusimos con el Primer Ministro Harper que eso tendría que hacerse antes de septiembre. O sea
que antes de septiembre va a entrar en vigencia el tratado de libre comercio con Canadá, el primer
tratado de libre comercio con un país desarrollado.

Con Europa vamos bien, el ambiente es positivo, las delegaciones que han venido a Colombia; en su
gran mayoría de parlamentarios europeos, están respaldando el acuerdo.

Reiteraron el respaldo el Presidente de España (José Luis Rodríguez Zapatero), la Canciller (alemana,
Ángela) Merkel, ahí hay un muy buen ambiente.

O sea que Colombia está cada vez más relevante a nivel internacional, a nivel comercial, y por eso tan
importante que tengamos una buena infraestructura aeronáutica.

Nos estamos viendo importantes a nivel internacional. Eso es algo que nos va a beneficiar mucho, pero
a eso hay que ayudarlo con facilitarle a la gente venga a Colombia, que haga sus negocios en
Colombia, que pueda viajar y pueda sentirse a gusto y por eso es tan importante que esta industria
también le vaya bien.

Usted mencionaba, doctor Leal, una realidad que es así. Que hemos suscrito 40 acuerdos
aerocomerciales y solamente están en vigencia ¿usted dijo que 18?

Hay que ser mucho más pertinentes en esas negociaciones y no ir firmando simplemente por firmar
acuerdos.

Yo entiendo perfectamente, muchas veces en esas visitas que hacen los ministros dicen ‘bueno ¿y aquí
que podemos firmar con este país? Pues firmemos un acuerdo aereocomercial’.

Y ¡pum! Firman y queda ahí firmado y nunca se pone en vigencia.

Hay que ser un poco más serios ahí, más pertinentes, porque realmente el mundo se está achicando
cada vez más, cada vez es más pequeño y por eso ese tipo de acuerdos son cada vez más importantes
y esa pertinencia es cada vez más importante.

De nuestra parte vamos a invertir algo más de un billón de pesos para actualizar los sistemas de
radares, de aeronavegación satelital, vamos a seguir mejorando los 23 aeropuertos que hay en el país y
vamos a ver cómo ahí vamos en otros proyectos.

Estimamos otro billón de pesos de inversión privada, en proyectos como los que mencioné del
Aeropuerto El Dorado. Se suman a eso las inversiones de cerca de 1,7 billones de pesos que fueron
contratadas por el gobierno del Presidente (Álvaro) Uribe y que vamos a ejecutar bajo el esquema de
concesión de los 18 aeropuertos.

O sea, apreciados amigos de la Asociación del Transporte Aéreo:

Estamos pensando en grande en materia de infraestructura, porque nuestro país es grande y así es
como debemos pensar.

También lo hacemos porque ustedes nos acompañan en este camino a la prosperidad, y lo hacen como
dice el Padrenuestro: “así en la tierra como en el cielo”.

Este Gobierno siente gran orgullo de tener como coequipero al gremio del transporte aéreo, que es una
pieza vital de la infraestructura. Por eso estoy aquí, doctor Leal; es una pieza vital del progreso y es una
pieza vital de la competitividad, doctora (Rosario) Córdoba, de nuestro país.

¡Ustedes –como les digo a los sectores mejor engranados del país, ustedes y como dicen algunos
paisas, ustedes vuelan con los motores apagados!

Un piloto francés decía que ‘inventar un avión no es nada… construirlo ya es algo… pero volar LO ES
TODO’.

Ustedes, que hacen lo imposible… ayúdennos a imaginar y a hacer lo impensable”,

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Asamblea de


Familias en Acción

Buenaventura, 13 may (SIG). “Qué bueno estar aquí este día. Y les cuento que tengo el corazón
alegre, porque yo también soy un poco olvidadizo, comadre Omaira (Campaz), yo soy un poco
olvidadizo; a veces me recuerdo las cosas, y viéndola a usted también como olvidadiza yo me recordaba
cómo fue que nació este programa Familias en Acción.
Y yo buscaba en la mente y no me recordaba, y me recordé, me acabo de recordar.

Fue hace diez años, fue hace diez años que este programa Familias en Acción nació.

Había un Ministro de Hacienda que yo no me acordaba cómo se llamaba y me acordé; ese Ministro de
Hacienda se llamaba Juan Manuel Santos.

Y había un Director de Planeación. Me acuerdo que estábamos el Ministro y el Director de Planeación,


nos llegó la idea del programa Familias en Acción; y ese Director de Planeación me dijo: ‘Oiga Ministro,
este es un programa que tiene mucho futuro’. Y le dimos los primeros pesitos para el programa, y así
nació hace diez años Familias en Acción.

Luego vino el Presidente Uribe y con ese olfato político que tiene de percibir las cosas cuando son
buenas, reforzó desde el primer día el programa Familias en Acción, porque se dio cuenta de ese
potencial.

Y así comenzó a crecer, pero era inicialmente un programa dedicado solamente a las zonas rurales.

Y se preguntaron: ¿Y por qué no puede ir también a las ciudades?

Y resulta que Buenaventura en el año 2005 se convirtió en la primera ciudad, en la primera ciudad
donde se lanzó Familias en Acción en los centros urbanos.

Y ahí vimos, comadre Omaira, cómo fue creciendo de 1.900 en el año 2005, 12.460 en el 2006, 17 mil
en el 2007, hoy tenemos casi 20 mil, 19.400 familias.

Y por eso digo que me alegra mucho el corazón, porque esos testimonios con humor, jocosos, no son
una fábula, son una realidad.

La cantidad de familias colombianas que en una u otra forma pueden decir lo que estas mujeres
admirables nos han dicho, nos han contado hoy a través de los versos; son dos millones 460 mil familias
que hoy se están beneficiando del programa Familias en Acción.

Y lo primero que quiero decirles, porque ahí hubo una serie de rumores que han venido circulando ‘que
el Gobierno iba a ir reduciendo el programa’, quiero decirles a todas y a cada una de ustedes que eso
no es cierto, todo lo contrario, vamos a ir fortaleciendo, vamos a ir complementando, como por ejemplo
con el programa de Mujeres Ahorradoras, para incentivar el ahorro y darles recursos y oportunidades a
todas las familias, a los miembros de las familias para que tengan un mejor futuro.

De eso se trata nuestro programa de desarrollo, que el Congreso de la República, que la Senadora
Dilian Francisca (Toro), por ejemplo, que estuvo muy activa apoyando la parte social de ese programa
de desarrollo, y que finalmente se convirtió en Ley de la República.

Y el programa tiene como uno de sus más importantes objetivos reducir la pobreza en Colombia.

Y yo he dicho muchas veces, que me han preguntado los periodistas, que yo cómo quedaría contento
con mi Gobierno.

Yo digo que quedaría muy contento, me iría tranquilo si miro para atrás y veo que pude lograr el objetivo
que tenemos de reducir la pobreza en Colombia en forma importante.

Ya hemos montado una serie de programas para lograr esos objetivos. Y yo quiero que Colombia en
unos años pueda decir que ha sido el país más exitoso en reducir la pobreza de toda América Latina.

¡Quiero decir eso, y lo vamos a lograr!

Ya dijo Diego Molano (Director de Acción Social) les contaba cómo hay un programa que se llama la
Red Unidos para sacar de la pobreza extrema a 350 mil familias.

Y no es un programa en las ideas, es un programa que ya está escrito con objetivos concretos, con
familias concretas, con una serie de acciones concretas para ir cumpliendo ese objetivo.

Pero en el fondo lo que tenemos que hacer es darle oportunidades a todos nuestros hijos para que
tengan una mejor vida que nosotros, para que ustedes tengan la satisfacción de que sus hijos van a
tener más oportunidades de las que tuvieron ustedes.

Y de eso se trata este programa, de eso se trata el Plan de Desarrollo.

Y quiero decirle a Alonso, que me hizo una petición sobre el acceso de los muchachos a la educación y
a la educación superior, que ese propósito es una de las piezas fundamentales de mi Gobierno.

Yo estuve aquí en Buenaventura y a algunos de ustedes les prometí que sus hijos, que después de
tanto esfuerzo se graduaban del colegio y no encontraban la oportunidad de seguir estudiando ni
tampoco encontraban un empleo, y yo les prometí que íbamos a poner en marcha un programa con
recursos donde se le dieran unas becas y unos créditos con cero interés, es decir, casi un regalo, a los
jóvenes de estrato 1 y 2, a las muchachas y muchachos de estrato 1 y 2, del Sisbén 1 y 2, para que
pudieran acceder a ese crédito y pagar su educación, y no solamente la educación, también tuvieran la
platica para poder sobrevivir mientras estudiaban, y que ese crédito solamente será pagado –un crédito
casi regalado porque es a cero interés real- solamente será pagado cuando ese muchacho o esa
muchacha tengan un empleo, antes no.

Ese programa ya está funcionando, ese programa ya esta funcionando y lo estamos ampliando cada
vez más, porque ahí hemos encontrado que esa es una de las mejores formas de lograr ese objetivo de
reducir la pobreza, porque cualquier muchacho o muchacha que acceda a ese crédito, que pueda
educarse, y que por otro lado le podamos ofrecer oportunidades de trabajo, ahí salió ya de la pobreza.

Ese es el propósito que tiene mi Gobierno: hacer énfasis en todo lo que tenga que ver con el avance
social de los colombianos.

Por eso el Plan de Desarrollo tiene ese énfasis en lo social. Hemos dicho: más seguridad, más empleo,
menos pobreza, así se reduce todo el Plan de Gobierno.

Y vamos marchando, afortunadamente, en esa dirección. Vamos por buen camino.

El empleo, cada vez estamos creando más empleo. La cifra de desempleo del mes anterior fue la cifra
más baja en los últimos 12 años.

La economía está creciendo a tasas que no habíamos visto hacía mucho tiempo.

La inversión está viniendo y creando puestos de trabajo, creando empleo. De aquí salgo a la
inauguración de un terminal de contenedores, aquí en Buenaventura, que va a generar cerca de 18 mil
empleos permanentes.

Y tenemos, además, grandes planes para esta región del país.

Con la reforma a las regalías que los senadores aprobaron –gracias doctora Dilian Francisca, gracias
por esa aprobación- ¿ustedes saben cuánto más de platica va a llegar a la región Pacífica para poder
invertir en todas las obras sociales y en las obras de infraestructura? Al año 1 billón, no millón, billón, un
millón de millones 240 mil millones de pesos a toda la región Pacífica.

Aquí en el Valle del Cauca el año pasado les llegaron 16 mil millones (de pesos) por regalías, 16 mil

¿Saben cuánto le va a llegar después de la reforma?

Trescientos cincuenta mil millones (de pesos).

Y ojo, ojo que ahí hay un fondo de compensación dentro de esa gran reforma que se va a aprobar muy
pronto en el Congreso, un gran fondo de compensación para que una plata importante –encima de la
que le estoy diciendo- se vaya a las regiones más pobres del país

¿Y cuál es la región más pobre del país?

La región Pacífica. O sea que van a recibir todavía más dinero.

Lo importante es que se inviertan bien esos recursos.


Y yo les he pedido a los gobernadores, a los alcaldes –Alcalde (de Buenaventura, José Félix) Ocoró- les
he pedido que desde ya comiencen a diseñar cómo van a invertir esa plata, y que involucren a las
comunidades, que les pregunten cómo quieren que se invierta esa plata, para que todo el mundo quede
satisfecho.

Eso es bien importante, porque esa es la forma como vamos a sacar este país de la pobreza, a ponerlo
a crecer cada vez más. Las comunidades y las autoridades todas trabajando unidos para lograr los
objetivos.

Por eso salgo de aquí entusiasmado, viendo ese espíritu que acabamos de ver todos, de quienes están
siendo beneficiados por uno de los programas del Gobierno: Familias en Acción.

Quiero agradecerles de todo corazón, a Acción Social, a todas las personas que han hecho posible que
este programa funcione bien.

Agradecerles a los senadores y representantes, que en el Congreso de la República nos autorizaron los
recursos, el presupuesto para financiar Familias en Acción.

Agradecerles a las madres líderes, que son una pieza fundamental de todo este proceso. Ese liderazgo
que ustedes ejercen es muy importante, muy importante.

Y pedirles a todos, a todos ustedes, que sigan trabajando con ese espíritu que acabo de ver, que es la
forma como vamos a sacar este país adelante.

Hemos sufrido mucho, lo sé, este país ha estado golpeado por muchos flancos, lo sé, ahora estamos en
la ola invernal que nos ha golpeado especialmente duro, pero vamos todos a salir especialmente
adelante y vamos a quedar todos mejor que antes, porque somos un país grande, somos un país con
futuro.

Esta mañana, por pura casualidad, me llamó nuestro Embajador en la India, no el de la película, el
verdadero Embajador, nuestro Embajador en la India –allá son ocho horas más tarde- y me dijo:
‘Acabamos de firmar el acuerdo de doble tributación con la India, que era lo que los empresarios indios
estaban esperando para venir a invertir en la Colombia’.

El comercio solamente con la India creció 40 por ciento: la inversión de la India en Colombia ha crecido
el 50 por ciento, y eso todo es por el Pacífico.

Yo por eso les he dicho tantas veces –y les voy a decir otra vez a los gremios y a las autoridades del
Valle del Cauca, de toda la región Pacífica- el mar Pacífico es el mar del futuro; lo hemos tenido
abandonado pero tenemos que darle cada vez importancia, y ustedes van a ser participes de esa
política.

Por eso quiero decirles a todos: gracias.

Gracias por ese espíritu, gracias por apoyar este programa de Familias en Acción, gracias por participar
en el programa Familias en Acción porque su participación y esa actitud es lo que hace que una política
social sea exitosa.

El programa de acceso a la educación superior lo vamos a ir reforzando cada vez más. Inclusive
tenemos previsto que los que tengan las mejores calificaciones de los hijos de las madres que están en
Familias en Acción entren directamente a la educación superior financiados por este programa. Eso es
algo bien importante.

De manera que doctor Diego (Molano), yo lo felicito a usted y a todos los funcionarios que trabajan en
Acción Social. Se merecen el reconocimiento de todos, un aplauso para ellos.

Y decirles que seguimos adelante, que aquí seguiré viniendo a Buenaventura, y aquí seguiré viniendo
para decirles que vamos progresando, que cada vez va a haber menos gente en la pobreza absoluta o
en la pobreza, que cada vez va a haber más inversión, que cada vez va a haber más empleo.

El empleo es el otro gran objetivo del Plan de Desarrollo, y en eso estamos obsesionados.

Hemos creado en mi Gobierno, en lo que llevamos, en los pocos 9 meses, cerca de 800 mil empleos,
que no son suficientes pero son una cifra muy importante.

Ayer me decía el Presidente de la Andi que la industria creció 6,1 por ciento, pero que lo importante era
que el empleo en la industria se había estancado y por primera vez estaba comenzado a subir.

Y le dije: ‘Doctor Villegas, redoble ese esfuerzo, que eso es lo que necesitamos: empleo, educación, y
así vamos a salir todos adelante.

Que Dios los bendiga y muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la inauguración del


Terminal de Contenedores de Buenaventura

Buenaventura, Valle del Cauca, 13 may (SIG). “Me contaban que Ángel Pérez-Maura –que es el
encargado para Colombia del Grup Marítim TCB– estaba aquí hace cuatro años, en el 2007, cuando
una serie de explosiones, a las que estaban ya habituados los bonaerenses, afectaron a esta población.

Me dice la gente que estaba con él, que se preocuparon mucho por el desarrollo del puerto, y temieron
que su principal socio se fuera a ir.

Pues aparentemente lo que él les respondió fue que allá en España las bombas de la ETA sonaban más
duro, y por eso no podían temer porque la inversión se fuera a ir. O sea que el inversionista no iba a
abandonar la idea de construir este puerto. Que no se preocuparan –dijo- que ellos estaban
acostumbrados.

Recuerdo esto, porque esa valiente y comprometida actitud que demuestra muy bien el carácter de una
familia que es bien conocida en España y ya es bien conocida en Colombia, que es la familia Pérez-
Maura. Una familia que ha creído en nuestro país.

Una familia que inclusive tiene una ‘oveja negra’ que se dedicó al oficio más lindo que existe, que es el
periodismo, que es Ramón, quien está aquí con nosotros; me decía ayer que yo había sido el quinto
Presidente que él había entrevistado, en el mismo sitio, en el mismo asiento.

Tenemos muchos agradecimientos hacia la familia Pérez-Maura.

Ellos tienen experiencia sorteando tormentas, y tienen experiencia en terminales portuarios que van
desde el Océano Pacífico hasta el Mar Egeo.

Y hasta aquí han llegado. Incluso hoy tenemos el honor de contar con la presencia de  doña Elena –que
es la madre de la familia- a quien agradecemos de corazón por su visita en la inauguración de este
Terminal.

No se equivocan –queridos amigos españoles- al creer y al invertir en nuestro país.

Porque Colombia va por BUEN CAMINO.

Por un lado, la inversión extranjera en nuestro país se ha disparado: ¡ha crecido un 55 por ciento en lo
corrido del año!

Las exportaciones también están mostrado un crecimiento exponencial.

En los últimos doce meses, con corte a marzo, hemos exportado 43.200 millones de dólares, una cifra
sin precedentes.

Tan sólo en marzo aumentaron casi el 50 por ciento, en comparación con el mismo mes del año pasado.

El desempleo –del mismo mes de marzo- fue el más bajo de la última década, mientras el dato de
inflación fue una de las más bajas de los últimos 15 años.

Esa sumatoria: inflación más desempleo es lo que los economistas llamaban el Índice de Miseria.
Tenemos hoy en Colombia el Índice de Miseria más bajo en la historia de nuestro país.
El doctor Luis Carlos Villegas me decía ayer que acababa de hacer su encuesta industrial, que mostraba
un crecimiento del orden del 6.1 por ciento. La industria creciendo por encima del 6 por ciento, y algo
muy importante: el empleo industrial, que estaba estancado, comenzó a ascender.

El recaudo tributario, por su parte, sobrepasa en dos billones de pesos nuestra meta inicial, que ya de
por sí era muy ambiciosa.

En ese contexto, nuestro Plan Nacional de Desarrollo habla de tres pilares fundamentales, en los que
trabajamos a diario para aprovechar nuestro buen momento: más seguridad, más empleo y menos
pobreza.

Sobre la seguridad es mucho lo que hemos logrado en la última década, y tengan ustedes la seguridad
de que estamos decididos a mantenerlo y a mejorarlo.

Bien decían los romanos cuando se inventaron el concepto de República –y ustedes me han oído hablar
mucho de esto- que la primera Ley de cualquier República debe ser la seguridad, porque sólo a partir de
esa Ley, si funciona, pueden funcionar todas las demás.

Con la seguridad que hemos recuperado, hemos traído más inversionistas, como ustedes. Llegan a
nuestro país para crear empleo, para crear oportunidades, para  transferir tecnología.

Por eso quiero asegurarles que no solamente vamos a seguir comprometidos con ese énfasis en la
seguridad que nos legó el Presidente Uribe, sino que estamos mejorando cada vez más. Estamos
haciendo una labor de mejoramiento continuo en este frente de la seguridad.

Recuerdo muy bien, cuando fui Ministro de Defensa, los golpes tan duros que asestamos a los grupos
armados ilegales en este puerto.

Y las cifras lo confirman.

Yo recuerdo que el primer Consejo de Seguridad que hice como Ministro de Defensa fue en el Valle del
cauca con el entonces Gobernador del Valle y hoy Vicepresidente de la República, Angelino Garzón, y
decidimos con la Policía y la Armada intervenir a Buenaventura.

Esta población estaba prácticamente tomada por la delincuencia.

Hemos progresado.

Aquí, por ejemplo, entre el 2003 y el 2010 los homicidios bajaron más del 50 por ciento.

Todavía están muy altos, tenemos que seguir insistiendo.

En los 4 meses y medio que llevamos del año, frente al mismo periodo del año pasado, han disminuido
los homicidios en un 23 por ciento en Buenaventura.

Y hablando de homicidios, yo quisiera referirme a un homicidio que nos dolió a todos los colombianos
muchísimo: el homicidio del Capellán de la Universidad Minuto de Dios (Gustavo García Bohórquez),
que sucedió en Bogotá, donde aparentemente para robarle un celular lo asesinaron.

Quiero, por supuesto, condenar ese homicidio en todas las formas posibles.

El padre (Diego) Jaramillo, quien dirige el Minuto de Dios, salió esta mañana y en un acto de nobleza
espiritual dijo que perdonaba a los asesinos.

Yo admiro esa nobleza espiritual y sé que pertenece a la Ley Divina, pero estoy sujeto  a la ley
colombiana y a la ley terrenal. Por eso quiero anunciar que detrás de esos asesinos iremos con todo. Ya
le di instrucciones a la Policía, ya les dije que ofrecieran una recompensa y que iniciaran toda la
investigación para traer a juicio al asesino o asesinos de este capellán.

Y la Alcaldesa encargada, la Ministra de Educación, me ha pedido esta semana, a comienzos de la


semana, que Bogotá necesitaba más policías.

Y quiero decirle aquí desde Buenaventura, allá a la Alcaldesa encargada de Bogotá, que
responderemos positivamente esa petición, y que el lunes mismo –ya hablé con el general (Óscar)
Naranjo- le vamos a entregar a Bogotá 500 policías adicionales, 500 Policías para que ayuden –cien de
ellos con motos- a mejorar la seguridad.

Y a la Alcaldesa le voy a decir también, que yo sé que ella está solicitando que la releve de esa
responsabilidad tan grande que tiene en este momento, y que vuelva a estar en toda su energía a esa
excelente labor que está haciendo como Ministra de Educación.

Pero le voy a pedir que tenga paciencia, porque yo había dicho y le había anunciado al país que la terna
que me anunciaron la iba a estudiar jurídicamente para luego entrevistarme con cada uno de los
candidatos.

Ese estudio jurídico, aparentemente –es el resultado preliminar- indica que dos de los tres ternados
están inhabilitados.

Yo le dije a nuestra Secretaria Jurídica de la Presidencia que revisara bien ese concepto y que entre
lunes y martes me lo diera oficialmente.

Por eso le voy a pedir a la Ministra de Educación, oriunda del Valle del Cauca, que tenga un poco de
paciencia y que siga cumpliendo sus deberes como Alcaldesa de Bogotá, que lo está haciendo muy
bien.

Pero seguimos trabajando y seguiremos trabajando, con convicción y sin bajar la guardia un solo minuto
–con la Alcaldesa de Bogotá y con todos los alcaldes y gobernadores del país- para garantizar a diario
la tranquilidad de los colombianos y de quienes creen –como ustedes, los inversionistas españoles- en
nuestra patria.

También trabajamos para mantener la confianza inversionista en Colombia.

Hoy somos el primer país de América Latina en protección al inversionista y el tercero más amigable
para hacer negocios, según el Foro Económico Mundial.

Por eso he dicho –y lo recalco en este nuevo puerto que tanto nos entusiasma- que tenemos que seguir
facilitándoles la vida a los empresarios y a los inversionistas, nacionales o extranjeros.

Las entidades del Estado –desde la Presidencia de la República hasta la más pequeña oficina estatal-
deben trabajar con permanente diligencia para que los trámites fluyan, para disminuir las trabas y los
obstáculos burocráticos, y para hacer que el inversionista se sienta en su casa y esté siempre motivado.

Avanzamos en otros dos pilares –como les dije- además de la seguridad: generar más empleo y reducir
la pobreza.

Y –persiguiendo esos propósitos- hemos puesto a andar cinco locomotoras que están jalonando nuestro
camino a la prosperidad.

Una de ellas –muy importante- es la locomotora de la infraestructura, que hoy recibe, con esta terminal,
un impulso adicional.

La semana pasada el Ministro (de Transporte, Germán) Cardona presentó al país lo que hemos llamado
el Plan de INFRAESTRUCTURA PARA LA PROSPERIDAD.

Se trata de una rigurosa hoja de ruta que significa cerca de 100 billones de pesos de inversión para los
próximos 10 años.

Allí contemplamos todas las obras viales, ferroviarias, fluviales, portuarias, urbanas y aeroportuarias que
debemos poner en marcha para darle una sólida base a nuestro país y a su competitividad.

En materia de puertos, podemos decir que los nuestros funcionan internamente muy bien y son modelo
a seguir a nivel internacional.

El Presidente (César) Gaviria fue el que dio el primer paso en la privatización de los puertos. Yo era
Ministro de Comercio Exterior en esa época, hace 21 años, y creo que mirando retrospectivamente fue
una de las mejores decisiones que ha tomado el Estado colombiano.

El problema es que, por un lado, los puertos se están quedando insuficientes frente a la demanda, y por
otro lado, tenemos el gran desafío de la profundización de los canales de acceso.

Al respecto quiero destacar cuatro puntos:

Primero, durante este gobierno se invertirán –óigase bien- 2 billones de pesos en desarrollo portuario,
que incluye la profundización de canales de acceso.

Esos recursos –entre públicos y privados- están dirigidos, entre otras cosas, al Canal del Dique, la Bahía
de Cartagena –incluyendo Varadero- Ciénaga y Bocas de Ceniza.

Por supuesto –ni más faltaba- allí también están contemplados los recursos para el canal de acceso a
Buenaventura.

Somos conscientes de la urgencia de esta tarea, como requisito indispensable para hacer de
Buenaventura una digna competencia de lo que será el nuevo canal de Panamá.

Por  lo mismo –y éste es el segundo punto que quiero resaltar- estamos estudiando rápidamente el
esquema de iniciativa privada para contratar tanto el dragado como el mantenimiento.

Quiero decirles lo siguiente: en menos de un mes tenemos eso definido. Yo prefiero y el Ministro
también, que sea por iniciativa privada –y ojalá puedan llegar a un acuerdo para que así sea- sino lo
hacemos como obra pública, pero lo hacemos de todas formas y comienza eso dentro de un mes.

Y Amparo, ya que usted me hace una serie de solicitudes, esta era la primera, la otra era la ayuda para
Buenaventura, para el Valle del Cauca en materia de infraestructura, y recibí el mensaje cuando decía
‘esto es una cadena’, y estamos muy conscientes,  muy conscientes.

Gracias a la Reforma de las Regalías el Valle del Cauca va a recibir cerca de 320 mil millones de pesos,
al año, adicionales a lo que viene recibiendo, que solamente eran 16 mil millones, fue el año pasado en
Regalías.

Y la Región Pacífica cerca de 1,4 billones de pesos al año, entre otras, y primordialmente para obras de
infraestructura.

Eso va a ser mucha plata.

Y Amparo, usted me dice que el Gobierno Nacional ayude y vamos a ayudar, pero ustedes también
tienen que ayudarse a sí mismos, eligiendo gente honesta, porque el país está aburrido, el país está
aburrido de algunos elegidos que se roban la plata y que dejan a ciertas comunidades sin agua, sin
obras, en la inopia.

Y la idea es evitar –como ocurre hoy en día- que los canales se vuelvan a sedimentar y que tengamos
que pagar de nuevo por el dragado completo.

En todo caso –si los conceptos jurídicos no permiten acoger la iniciativa privada- de todas formas los
recursos están ya garantizados para que las obras del dragado a través del tradicional sistema de
licitación pública se hagan.

En tercer lugar, sabemos que para llegar a los puertos se requiere de buenas vías, conexiones férreas y
excelentes canales de acceso.

Por eso, en el caso concreto de Buenaventura, hemos previsto un agresivo programa de vías, que está
incluido en el Plan Infraestructura para la Prosperidad.

Nuestra meta es consolidar las obras de doble calzada del corredor Bogotá-Buenaventura y del corredor
Cali-Buenaventura.

Allí –por supuesto- vamos a terminar lo ya se había dejado contratado. Esa es parte de nuestra política:
terminar todo, porque la obra más cara es la que no se termina. Vamos a terminar todo lo que se dejó
contratado y, además, vamos contratar lo que falta.

Además, estamos estudiando la construcción de un moderno corredor férreo entre Buenaventura y el


centro del país.

Se trata de un proyecto que estamos elaborando con un grupo de inversionistas chinos, que están
apoyados por el gobierno de ese país y por el Banco de Desarrollo de China, según me ha informado el
señor Ministro de Transporte.

Como cuarto punto quiero destacar la importancia de esta Terminal que hoy inauguramos, como una
obra estratégica para nuestro propósito de conquistar los mercados asiáticos.

Se prevé que ustedes tendrán una participación del 30 por ciento del mercado de Buenaventura,
moviendo 200 mil contenedores en su primera fase.

De hecho, me dicen que en los primeros 100 días ya han atendido 36 buques y movilizado más de 45
mil contenedores.

Eso, por un lado, es un gran aporte a nuestra meta de aumentar la capacidad portuaria de Colombia en
un 70 por ciento.

De otra parte, este Terminal fortalece a Buenaventura como un punto vital del comercio marítimo, no
sólo de Colombia sino también en países vecinos como Venezuela que necesitan una salida al Pacífico.

También contribuye a mejorar nuestro desempeño en la llamada Alianza del Pacífico, que oficializamos
hace dos semanas con el Presidente Calderón de México, el Presidente Piñera de Chile y el Presidente
Alan García del Perú, en Lima.

Esa Alianza la hicimos pensando en las enormes oportunidades que tenemos en los mercados del Asia
y del Pacífico.

El potencial de comercio es tan grande como el océano que nos separa de ese continente asiático, más
ahora que Colombia tendrá la oportunidad –eso esperamos- a finales de este año, de ingresar por fin a
la Apec.

Un viejo sueño que estamos cumpliendo. Ustedes cumplieron el sueño de este terminal, porque así se
construyen las grandes obras: soñando y poniendo en ejecución esos sueños para convertirlos en
realidad.

Hace 20 años yo tenía un sueño cuando fui Ministro de Comercio Exterior: entrar a la Apec. Desde
entonces nos fuimos con unos industriales, con unos empresarios, a una conquista de los mercados
asiáticos.

Me acuerdo muy bien que fuimos también con el hoy Presidente de la Andi, al ingreso de Colombia al
primero de los foros del Pacífico, que se llama el Pbec, Pacific Basin Economic Council.

Fuimos a Kuala Lumpur, ingresaban al Pbec, China, Rusia y Colombia, y desde esa época, no desde
hace cinco años, también teníamos los ojos puestos en Tratado de Libre Comercio con los Estados
Unidos.

En nuestro programa, y por eso negociamos el G3, estaba el mercado más importante del mundo,
Estados Unidos, como meta para ingresar sin aranceles a través de un Tratado de Libre Comercio.

Ustedes vieron ayer o antes de ayer los resultados de la audiencia que hicieron en el Senado
americano. Ya ese tratado va por muy buen camino. Yo espero que ese tratado lo apruebe el Congreso
norteamericano antes de septiembre, y que el tratado esté funcionando antes de comenzar o al
comienzo del año entrante, y así toda esa costa oeste de Estados Unidos estará disponible para
Buenaventura.

Y en el Asia, la semana entrante voy a posesionar a nuestro nuevo Embajador, escogimos un


Embajador de lujo, Presidente de una de las compañías más exitosas en materia de exportación
colombiana, el Presidente de Leonisa, Carlos Urrea.
Y le dije váyase a la Embajada, aprovechemos lo que está sucediendo en la China, que es una
verdadera revolución, y penetremos ese mercado, y penetrémoslo como se ha penetrado los mercados
de su compañía Leonisa.

Y en Corea, un distinguido vallecaucano, el doctor (Jaime Alberto) Cabal, lo nombramos de Embajador.


El Tratado de Libre Comercio con Corea va a ser también una realidad.

Esa conquista del Pacífico, ese sueño que teníamos, lo vamos a convertir en una realidad, como este
terminal ya es una realidad.

Y ahí –amigos de este Terminal- ustedes salen ganando… Buenaventura, el Valle del Cauca y Colombia
ganan con la realización de este tipo de sueños.

Si bien la mayoría accionaria del Terminal es de los amigos españoles –y les agradecemos su confianza
y su emprendimiento- podemos decir también que se trata de una obra de Buenaventura y para
Buenaventura, para el Valle del Cauca también.

Su construcción generó cerca de 900 empleos y hoy –ya en operación- genera más de 1.600 empleos
directos e indirectos.

Se trata de un importante generador de prosperidad para la región, un polo de desarrollo del Pacífico
colombiano, que está destinado a tener un horizonte mucho más promisorio.

¡Cómo me complace saber que hay casi 800 accionistas minoritarios que hacen parte de este proyecto,
que implicó una significativa inversión en su primera fase de 250 millones de dólares!

Debo resaltar que es una inversión ciento por ciento privada que contó con financiación de la banca
multilateral, liderada por la IFC (International Finance Corporation del Banco Mundial).

Y me decía Ángel que el IFC, que es muy riguroso en materia ambiental, prácticamente no tuvo ningún
reparo, desde el primer momento cuando se le presentó el proyecto, lo cual también habla muy bien de
cómo fue concebido, porque la parte ambiental está siendo cada vez más importante.

Yo a los inversionistas extranjeros que llegan lo único que les digo es que hay dos condiciones: que
sean responsables socialmente y responsables ambientalmente, que de resto aquí van a tener un país
que los recibe con los brazos abiertos, ansiosos de más inversión.

Se lo dije al señor (Eike) Batista con quien me reuní hace tres días. Y me dijo: ‘Bueno, la inversión inicial
que tenemos nosotros aquí en Colombia prevista es de 4 mil millones de dólares’.

Y le dije: ‘Pues muy bienvenido y ojalá traiga otros 4 mil millones en una segunda fase, porque eso es lo
que necesitamos’.

Y tengo entendido que esta es la primera obra de infraestructura portuaria que financia la IFC en nuestro
país, y también espero que vengan muchas más.

Entre los accionistas hay ex sindicalistas de Colpuertos, monjas, pescadores, pensionados y pequeños
comerciantes.

Todos ellos –todos ustedes aquí presentes- pueden tener el orgullo de decir que son dueños –nada más
ni nada menos- del Terminal de Contenedores de Buenaventura, y merecen un gran aplauso de
felicitación.

No puedo terminar estas palabras sin hacerle un reconocimiento especial a los esposos Óscar Isaza y
Amparo Pinzón.

Sé que ellos son unos empresarios que se han ganado el respeto y admiración de los habitantes de
Buenaventura, gracias a su espíritu emprendedor y liderazgo social.

Son ellos los gestores de este Terminal; ellos buscaron con diligencia a los inversionistas y la
financiación de esta obra que hoy aplaudimos.

También sé –y perdónenme que lo diga en público- que a Amparo le dicen ‘la Jefe’, y que se ha ganado
ese título a pulso.

Por algo es ella la presidenta de la junta directiva de este Terminal.

Esta construcción habla muy bien de la vocación valiente y perseverante de Óscar y Amparo, de los
bonaverenses, y de nuestros queridos amigos españoles.

Todos –¡todos ustedes!– decidieron apostarle a Buenaventura a pesar de las dificultades y de la


violencia de algunos pocos.

Su determinación demuestra que, si bien los violentos pueden destruir edificios o incluso acabar vidas,
nunca podrán extinguir las buenas ideas ni el sentido de futuro de una comunidad.

Bien decía un escritor que ‘la violencia es el último recurso del incompetente’.

Ustedes han demostrado, no sólo que son muy competentes, sino también que son decididos e
incansables trabajadores.
 
No me equivoco cuando digo que la familia Pérez-Maura cuenta con unos socios de lujo, y viceversa.

¡Felicitaciones, muchas felicitaciones a todos por esta gran demostración de trabajo en equipo,
perseverancia y emprendimiento!

¡Gracias por este aporte a la infraestructura y la competitividad de Colombia!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Acuerdo para la


Prosperidad número 33

Buenaventura, Valle del Cauca, 14 may (SIG). “Esta semana, como todas las semanas, ha sido una
semana muy agitada.

Iniciamos la semana el lunes con un Consejo de Seguridad en el Guaviare. Fue un Consejo de


Seguridad importante, porque el Guaviare –como en cierta forma esta región- reúne, es una especie de
laboratorio de muchos de los problemas que hemos tenido: narcotráfico, guerrilla, paramilitares.

Y allá hicimos una revisión de cómo iba la seguridad democrática, cómo iban los planes de seguridad en
esa región, y sobre todo después de haber dado de baja al ‘Mono Jojoy’, que operaba en esa región del
Guaviare.

Y los golpes que les hemos dado a las Farc en los últimos meses, en los últimos años allá en el
Guaviare, que además ha significado que los cultivos de coca se han venido reduciendo cada vez más,
a tal punto que tenemos en el país, de acuerdo a Naciones Unidas, a la medición que hacen, el nivel
más bajo de cultivos de coca desde que comenzaron a hacerle un seguimiento a esos cultivos.

O sea que estamos siendo exitosos en ir reduciendo las áreas cultivadas por la coca.

Aquí, en esta región, también hemos sido exitosos. Y en eso de la seguridad democrática y de la lucha
contra la inseguridad yo quiero resaltar lo que ha sucedido aquí en Buenaventura.

Yo me acuerdo cuando me posesioné como Ministro de Defensa en el año 2006. El primer Consejo de
Seguridad lo hicimos en Tuluá, aquí en el Valle del Cauca, pero el problema real era Buenaventura:
bombas todos los días, asesinatos todos los días, era una verdadero infierno, a tal punto que con el
entonces Gobernador del Valle del Cauca –hoy Vicepresidente de la República- Angelino Garzón le dije:
‘Vamos a intervenir a Buenaventura desde el punto de vista de la seguridad’. Y en una operación
comandada principalmente por la Armada Nacional y la Policía Nacional, desde entonces hicimos esa
intervención. Año 2006.

En ese momento Buenaventura tenía una tasa de homicidios que era de las más altas del país: 80
homicidios por cada 100 mil habitantes. El promedio del país en este momento está en 34.
Pues bien, poco a poco, con una labor de las autoridades, de las Fuerzas Armadas, con colaboración de
las comunidades, la situación se ha venido mejorando y mejorando.

Con operaciones del Ejército, de la Fuerza Aérea, de la Armada, de la Policía alrededor de


Buenaventura, en toda esta región, hoy tenemos un tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes casi
una tercera parte del promedio nacional: 12 homicidios por cada 100 mil habitantes, de 80 hemos venido
bajando a 12.

Y las cifras del resto de los delitos aquí en Buenaventura.

Bueno, los homicidios bajaron 67 por ciento.

Los hurtos del 2006 al 2010 bajaron 19 por ciento, y del año pasado a este año, en lo que va
transcurrido del año –o sea de enero a mayo- han bajado 49 por ciento.

Los secuestros, 64 por ciento entre 2006 y hoy; y no ha habido un secuestro en el año 2011, o sea, del
primero de enero para acá no ha habido un secuestro en Buenaventura.

Las acciones terroristas bajaron 89 por ciento.

Víctimas de acciones terroristas (bajaron) 88 por ciento.

Y en cultivos ilícitos detectados en esta región se ha bajado un 52 por ciento.

Eso quiero destacarlo, porque a veces se nos olvida lo que era Buenaventura y lo que es hoy, aunque
no podemos bajar la guardia. Esto puede volver a deteriorase muy fácilmente, por eso hay que
mantener el ojo avizor y seguir colaborando con las autoridades, con las Fuerzas Armadas, y las propias
comunidades empoderarse cada vez más del tema de la seguridad.

Porque acuérdense que sin seguridad no hay empelo, sin seguridad no hay inversión, sin seguridad no
hay progreso.

Y a mí me complace muchísimo poder constatar hoy ese progreso que ha tenido Buenaventura en ese
tema de la seguridad, porque muchas veces sucede con las regiones lo que ha sucedido con el país: el
país progresa pero la percepción de que Buenaventura es un infierno sigue en la mente de la gente.

Buenaventura no es ningún infierno. Buenaventura está progresando. Buenaventura está mejorando


todos sus indicadores como está sucediendo en el resto del país.

Quiero simplemente dar las cifras entre el 1° de enero y el 13 de mayo, el 13 de mayo, día de la Virgen.

El consolidado de los delitos de seguridad democrática, es decir, homicidios, secuestros, extorsión,


terrorismo, continua la disminución, 11 por ciento menos en todo el país.

Seguridad ciudadana, que son lesiones, hurtos, piratería terrestre, han bajo 10 por ciento. Continúa esa
tendencia.

Seguridad vial, que son lesiones y muertes en accidentes de tránsito, ha bajo 8 por ciento.

El total de desmovilizados de la guerrilla, 664 en lo que va corrido del año.

Muchos de ellos –lo comentábamos ayer en el Consejo de Seguridad que hicimos anoche con los
comandantes de las Fuerzas y de la Policía- muchos de ellos, la mayoría de ellos, es gente que llevaba
muchos años en la guerrilla, que es muy diciente, porque los desmovilizados antes eran jóvenes que
entraban, salían y se aburrían, pero los que se están desmovilizando ahora son veteranos, gente que
lleva 10, 12, 15 años, y eso es muy diciente.

Personas rescatadas por la Fuerza Pública –esta es otra cifra bien importante- 61 personas que han
sido rescatadas. Cada vez más nosotros estamos exportando un nuevo servicio: seguridad.

Cada vez más nuestras Fuerzas Armadas, nuestra Policía, están siendo solicitados por otros países
para que les ayudemos a ver cómo combaten ellos la inseguridad.
Nos hemos vuelto famosos en Colombia por este tema de saber cómo confrontar la inseguridad.

El Ministro de Defensa (Rodrigo Rivera) y el Ministro del Interior (Germán Vargas Lleras) acaban de
llegar hace dos días de una reunión del G8 en Francia, una reunión de los países más importantes del
mundo.

Me había invitado el Presidente (Nicolás) Sarkozy, fueron los dos ministros para decir al mundo cómo es
que Colombia ha mejorado tanto en temas de seguridad.

Y me dicen los dos ministros que el mundo entero, allá en esa reunión, constató y valoró muchísimo lo
que estamos haciendo en Colombia, y está solicitando cada vez más que nosotros podamos ayudar al
resto de los países.

Y en el Informe que me pasó el general (Gilberto) Ramírez (Secretario para la Seguridad Presidencial)
esta mañana, sobre novedades en materia de seguridad, aparece que en Honduras se rescató un
secuestrado, esta mañana, un secuestrado en Honduras, por parte de la Policía con colaboración y con
asesoría de la Policía Nacional.

O sea que en seguridad vamos mejorando cada vez más.

Sé que hay problemas. Por ejemplo en el Guaviare constatamos que como hemos sido exitosísimos en
la lucha contra el narcotráfico, porque no solo estamos reduciendo el área cultivada sino que estamos
incautando cada vez más droga, me decía el almirante (Hernando) Wills (Comandante de la Fuerza
Naval del Pacífico) anoche, que en lo que lleva del año ha incautado más droga que lo que se incautó
en todo el años pasado. O sea, en los primeros cinco meses se ha incautado más droga que lo que se
incautó en todo el año pasado.

¿Eso que quiere decir?

Que si estamos reduciendo la producción y estamos reduciendo el volumen de droga que está saliendo,
les estamos pegando donde toca.

¿Y eso en qué se está traduciendo?

Por ejemplo en el Guaviare lo que nos decía la gente es: ‘Están desesperados y están tratado de
extorsionar nuevamente, porque necesitan fuentes de alternativas de financiación’.

Y ahí es donde tenemos que tener la mano firme, decirle a las comunidades: por ningún motivo vayan a
pagar una sola extorsión, denuncien la extorsión, que podo a poco vamos acabando esos grupos
violentos; les estamos quitando el oxígeno y es otra forma de acabarlos. O sea que vamos por buen
camino.

Es lo mismo que en los casos de corrupción. Estamos detectando la corrupción, estamos siendo
contundentes. La gente dice: ‘Uy qué cosa tan terrible, miren la corrupción que hay’. Pero la corrupción
sale a relucir cuando uno la combate.

Los grupos al margen de la ley, los grupos violentos se vuelven más violentos cuando uno –como los
avisperos- los agita y les pega. Ahí comienzan a picar porque están desesperados.

Eso es lo que estamos viviendo en materia de seguridad, y creo que vamos por muy bien camino.

Eso en cuanto a la seguridad, que quería comentarles, aprovechando que estoy aquí en Buenaventura,
y donde, afortunadamente, lo que se ha hecho ha tenido muy buenos resultados.

Reconocimiento del conflicto armado interno

Tuvimos una reunión el martes con la bandada de la U en el Senado, sobre la Ley de Víctimas y la
restitución de tierras. Surgió una discusión que yo realmente nunca entendí por qué surgió esa discusión
si aquí no hay nada nuevo.

Surgió la discusión sobre si incluir en la ley la referencia al conflicto armada interno, ¿para qué?, para
que las víctimas que se van a reparar sean las víctimas del conflicto armado interno, y no las víctimas
de los ladrones, que le robaron el reloj a una persona, unos delincuentes comunes, o las víctimas de las
bandas criminales. No, se van a reparar las víctimas del conflicto armado interno.

Esa expresión aparece igualita en dos leyes de orden público, en cierta forma con el mismo propósito de
restringir el ámbito, de definir el ámbito de la ley, en dos leyes que se aprobaron y que promovió el
Gobierno anterior, conflicto armado interno, referencia al conflicto armado interno.

Sobre el conflicto armado interno la Corte Constitucional y la Corte Suprema de Justicia también han
hecho referencia a la existencia de un conflicto armado interno.

Pero lo que yo quiero que todo el mundo entienda muy bien es lo siguiente:

Hoy, bajo las normas del derecho internacional, un país y una Fuerza Pública, unas Fuerzas Armadas
como las que tenemos nosotros, pueden operar bajo un paraguas que se llama el Derecho Internacional
Humanitario, que presupone un conflicto armado interno, o un paraguas que se llama el ámbito de los
derechos humanos, que es el paraguas que utiliza cualquier país en cualquier parte del mundo.

Nuestras Fuerzas Armadas vienen operando bajo el paguas del Derecho Internacional Humanitario,
porque ese paraguas le da mucha más flexibilidad, amplia el margen de operación. Bajo las normas del
Derecho Internacional.

Como estamos operando bajo el Derecho Internacional Humanitario, eso presupone automáticamente
que hay un conflicto armado interno. O sea que aquí no hay nada nuevo.

Pero lo que quiero que entiendan, es que si decimos que no hay un conflicto armado interno, se
restringe la capacidad de operación de nuestras Fuerzas y el Presidente Uribe y quien fue su Ministro de
Defensa, hoy Presidente de la República, este servidor de ustedes, y los señores comandantes, nos
vamos directo a la cárcel, porque si no hay conflicto armado interno entonces no podemos bombardear
a los jefes de la guerrilla, a los campamentos guerrilleros.

Bajo el ámbito de los Derechos Humanos eso está prohibido, bajo el ámbito del Derecho Internacional
Humanitaria está permitido.

Entonces si decimos que no hay conflicto armado interno allá nos vamos para La Picota el Presidente
Uribe, los señores comandantes y este servidor.

Quiero que ustedes entiendan eso.

¿Que esto presupone que estamos equiparando la guerrilla con la Fuerza Pública?

Para nada. Si hemos venido llamándolos narcoterroristas, porque son unos narcoterroristas, trafican con
droga y hacen terrorismo, y van a seguir siendo señalados como unos narcoterroristas.

Acuérdense que el Presidente Pastrana con todo y el Caguán logró que Europa y Estados Unidos los
incluyera en la lista de terroristas, ¿por qué? porque hacen terrorismo. Ahí no estamos equiparando de
ninguna forma a nuestra Fuerza Pública, a nuestras Fuerzas Armadas, que mantienen, además, gracias
a Dios, el respeto y el respaldo de toda la población colombiana, con estos narcoterroristas. De ninguna
forma los estamos equiparando.

Y otros dicen: ‘No, es que es el primer paso para la declaratoria de beligerancia’.

Eso no tiene ni pies ni cabeza. No sé de donde sale ese argumento, que además el concepto de
beligerancia es un concepto obsoleto, ya no se utiliza en el Derecho Internacional, la última vez que se
utilizó fue con los sandinistas por allá en los años 70. Es un concepto que ya todo el mundo dice que no
tiene ninguna validez.

De manera que yo no entiendo realmente por qué surgió esta discusión.

Yo espero que el país tenga claro que aquí no hay ningún cambio frente a lo que veníamos haciendo en
el pasado, que la contundencia con la cual vamos a atacar a esos grupos narcoterroristas seguirá igual
o mejor, porque –perdóneme la falta de modestia- si alguien sabe cómo enfrentar estos grupos es este
servidor, que ya hemos demostrado, gracias a las Fuerzas Armadas, cómo les podemos pegar donde
más les duele y donde más efecto hace, y seguiremos con toda la contundencia del caso, que de eso no
quede ningúna duda.

Confianza inversionista y comercio

Ese mismo día recibimos la visita de un inversionista muy importante en el mundo. Dicen que va a ser
una de las personas más ricas del mundo, el señor (Eike) Batista, del Grupo MX.

Llegó y me dijo: ‘Estoy enamorado de su país’.

Le dije ‘Pues muchas gracias, pero cuánta platica va a traer’.

Entonces me dijo: ‘Pues vamos a comenzar haciendo inversiones por 4 mil millones de dólares’.

¡Cuatro mil millones de dólares un solo inversionista¡

Y le dije: ‘Bueno, me parece muy importante. Yo únicamente le exijo dos cosas –que es lo que le digo a
todos los inversionistas extranjeros- que sean responsables socialmente y que sean responsables
ambientalmente, de resto que vengan a producir empleo, porque es lo que más nos interesa, empleo’.

Y le dije: ‘¿Qué quiere que hagamos o qué considera usted que Colombia debe mejorar en materia de
atraer inversionistas como usted?’.

Y la respuesta me dejó sorprendido, dijo: ‘Nada, lo que están haciendo lo están haciendo perfecto’.

Y realmente la inversión extranjera está creciendo como espuma, 55 por ciento de crecimiento este año
frente al año pasado.

Y ayer (viernes) estuvimos aquí inaugurando otra inversión extranjera muy importante: el Terminal de
Contenedores; un terminal que ya tiene la mejor tecnología, que va a generar buen empleo, todo el
empleo de ese terminal va a ser de aquí de Buenaventura, y eso es lo que nosotros queremos para todo
el país, por eso es tan importante.

En esta semana hablé con el Primer Ministro de Canadá. Lo llamé entre otras cosas para felicitarlo
porque lo acaban de reelegir. Le dije que aceleráramos la puesta en marcha del Tratado de Libre
Comercio con Canadá. Me dijo que iba a poner el acelerador a ver si a más tardar en septiembre ese
acuerdo está vigente.

Ya está aprobado por el Parlamento canadiense, por el Congreso colombiano, ya la Corte Constitucional
le dio su visto bueno, ya es cuestión de ponerlo en marcha. Y vamos a ver si en el mes de septiembre
ponemos en marcha ese tratado.

Ese tratado también tiene que ver con Buenaventura, porque toda esta política de mirar hacia el Asia,
hacia el Pacífico, toda la integración profunda con Chile, con Perú, con México, el Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos por la costa oeste y con Canadá también por la costa oeste, el centro de
operaciones va a ser Buenaventura.

O sea, ahí lo que estamos haciendo es abriendo oportunidades en todas partes, y quien está mejor
posicionado para aprovechar esas oportunidades es Buenaventura. Por eso es tan importante que aquí
tengan esa visión de largo plazo y comiencen a planear, por ejemplo, cómo van a invertir los recursos
de las regalías, qué obras de infraestructura y de ahí el tema que hoy nos convoca se vuelve crucial.

Pero ese tema lo vamos a seguir discutiendo o a discutir más adelante.

Terna para Alcalde de Bogotá

Estuvimos también recibiendo la terna por parte de la Presidenta del Polo Democrático, para designar
un nuevo Alcalde de Bogotá. Eso fue el jueves.

Yo le dije a la doctora Clara López en forma muy amable –porque el trato con ella ha sido muy amable
en doble vía- le dije que le agradecía mucho que me haya entregado la terna personalmente, que
enviaría la terna a hacer un estudio jurídico y que una vez se surtiera ese paso yo me entrevistaría con
cada uno de los ternados para tomar una decisión.
Ayer cuando estaba despegando hacia Buenaventura, de la oficina jurídica de la Presidencia me dijeron
que el estudio preliminar de la terna indicaba que uno de los ternados estaba inhabilitado y otro estaba
impedido.

Yo les dije a los de la oficina jurídica de la Presidencia ‘por favor hagan un análisis más profundo,
verifiquen bien esos conceptos, y entre lunes y martes me lo dan por escrito para poder yo responderle
al Polo Democrático o enviarle al Polo Democrático esa información’.

Y eso es lo que se está haciendo.

Por supuesto que no podemos, a estas alturas, decir ni qué está pasando ni quiénes son, lo único que
estamos diciendo es exactamente lo que sucedió; no es una medida dilatoria, no es una leguleyada, es
una realidad.

Y estamos siendo totalmente transparentes con el país, totalmente transparentes con los bogotanos.

Vuelvo y repito: ayer antes de viajar a Buenaventura, aquí a Buenaventura, me señaló la Secretaria
Jurídica de la Presidencia: ‘Presidente hemos encontrado que uno de los ternados está impedido y el
otro está inhabilitado’.

Le dije: ‘Esto es muy serio. Vaya y reconfirme esos conceptos, haga un análisis más profundo, haga
unas consultas y me da eso por escrito a más tardar el martes’. Y eso es lo que va a suceder.

Apenas yo reciba ese concepto, si el concepto es como me dicen que aparentemente va a ser, pues yo
se lo comunicaré al Polo Democrático. Si no, procederé a hacer las entrevistas del caso.

Vuelvo y repito, lo que hemos querido es ser es totalmente transparentes y abiertos en el procedimiento.

Infraestructura

Y finalmente, el tema que nos convoca el día de hoy, el tema de la infraestructura.

Es una de las locomotoras, muy importante, el país tiene una gran oportunidad de dar ese salto
cualitativo en nuestra infraestructura.

Con el doctor Juan Martín Caicedo, Presidente de la Cámara de Infraestructura, hemos tenido un par de
reuniones sobre cómo diseñar mejor para que las cosas se hagan a la mayor brevedad posible pero se
hagan bien.

Y creo que estamos de acuerdo en los procedimientos.

Primero, que los estudios que se hagan sobre las obras sean estudios bien hechos y en todas sus
fases, completos, porque infortunadamente nosotros hemos tenido la costumbre de precipitarnos y de
iniciar las obras con estudios preliminares o con la fase uno, estudios que nos están, obras que no están
bien estructuradas.

Hemos, con el Ministro de Transporte (Germán Cardona), tomado la decisión de que todas las obras
van a estar bien estructuradas antes de iniciar el proceso de licitación.

Puede que se demore un poquito más, pero tengan la seguridad todos los colombianos que esa
pequeña demora, hacer bien los estudios, estructurar bien los proyectos, va a significar que los
proyectos se hacen más rápido y a más bajo costo. De eso tengan la absoluta seguridad.

Si hacemos un análisis hacia atrás de la cantidad de obras que este país ha hecho, y comparamos lo
que estaba previsto al inicio de la obra y lo que finalmente resultó costando, uno queda realmente
atónito.

¿Y por qué es eso?

Por el afán de iniciar las obras antes de que estén bien estructuradas.

Entonces ahí hay una gran oportunidad para corregir la forma y el fondo, y el fondo el Ministro les dará
un breve resumen de lo que tenemos en mente.
Vamos a invertir en los próximos 10 años 99 billones de pesos. Eso es una cifra muy, muy importante,
porque queremos pensar en grande, queremos que este país dé finalmente el salto cualitativo en
infraestructura que el país requiere y que el país puede hacer.

Y eso nos va a cambiar la vida, porque eso va a significar mucho más empleo, va a significar mucha
más competitividad; hay unos cuellos de botella en nuestra infraestructura que son realmente
lamentables y hasta vergonzantes.

Yo entiendo perfectamente cuando los camioneros le reclaman a uno: ‘Bueno y a mí quién me va a


compensar que me dejen esperando 36 horas, 48 horas allá haciendo cola para que me carguen o me
descarguen la tractomula’.

¿Por qué es eso?

Porque hay un cuello de botella, porque la carretera no es lo suficientemente buena, porque estamos
llenos de cuellos de botella, y eso es lo que queremos solucionar, uno por uno o todos al tiempo, no
importa, pero hacerlo bien.

Y de eso se trata este Acuerdo para la Prosperidad.

Y me encanta también que sea en Buenaventura. Si hay un sitio donde necesitamos buena
infraestructura por todo este futuro que tenemos hacia el Pacífico, que por fin lo estamos viendo.

Ayer me llamó el Embajador en la India y me dijo: ‘Presidente, acabo de firmar el acuerdo de doble
tributación con la India’.

Ustedes se preguntarán: ‘¿Y eso cómo nos afecta, por que es tan importante un acuerdo de doble
tributación con la India?’.

La respuesta es muy sencilla: La India es otro de esos países, como la China, que está irrumpiendo en
la economía internacional con un gran ímpetu.

Con la India hemos tenido un crecimiento del comercio del 40 por ciento y de la inversión del 50 por
ciento. Es un mercado inmenso, va a haber más indios que chinos dentro de no muy poco tiempo.

¿Quién los va a alimentar?

¿Quién les va a dar todo lo que van a comenzar a demandar?

Ahí tenemos nosotros una gran oportunidad.

Por eso, lo que queremos es cada vez abrir más mercados en el Asia.

¿Y quién se beneficia de eso?

Buenaventura, el Valle del Cauca, la región Pacífica, que además va a recibir de regalías 1,4 billones de
pesos al año más, ¿para qué? para obras de infraestructura, para prepararnos para ese gran desafío.

Y eso es lo que tenemos nosotros que planear bien y ejecutar bien, y por eso les decía que me gustaba
mucho que este Acuerdo para la Prosperidad –doctor Miguel (Peñaloza, Alto Consejero Presidencial
para las Regiones y la Participación Ciudadana)- se hubiera hecho aquí en Buenaventura.

De manera que adelante con el Acuerdo, Ministro Cardona, y les agradezco a todos su atención y su
presencia”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Encuentro Nacional


de Juntas de Acción Comunal

Bogotá, 16 may (SIG). “El Ministro Vargas Lleras y yo estamos muy complacidos de haber realizado
este encuentro, por primera vez en la historia.

Y estamos muy complacidos porque quien inició la acción comunal en nuestro país fue un gran
Presidente, el Presidente Alberto Lleras Camargo –año 1958- que con gran visión inició todo este
proceso, porque entendió desde entonces –acabábamos de pasar por esa interrupción de la
democracia, una de las pocas interrupciones democráticas que ha tenido el país- el Presidente Lleras
Camargo dijo entonces que la acción comunal se iba a convertir y estaba destinada a ser la base de la
democracia colombiana, y que por eso teníamos que fortalecerla cada vez más.

La acción comunal desempeña un papel fundamental en la democracia, porque es lo que alimenta todos
esos vasos comunicantes entre las comunidades y el Gobierno Nacional, entre las comunidades y las
instituciones democráticas. Por eso, con el Ministro Vargas decidimos volver a darle fortaleza a la acción
comunal, y por eso estamos aquí.

Y este encuentro y la presencia del Presidente de la República, acompañado de su Ministro del Interior y
de Justicia, y de su Viceministro, es una señal clarísima que este Gobierno quiere mantener como
prioridad el diálogo social.

Así como fuimos por primera vez en 40 años a un congreso de una de las centrales obreras a decirles a
los miembros de la CGT que el Gobierno estaba interesado en promover el diálogo social con ellos, en
encontrar soluciones que fortalecieran nuestra democracia, hoy también venimos a decirles a los
comunales que este Gobierno está interesado en ese diálogo con ustedes.

Y ese diálogo lo único que hace es enriquecer nuestra democracia y permitirnos ser más eficaces en
esos objetivos que tenemos planteados y que además compartimos.

Ahora veía con mucho interés la redacción del himno comunal.

¡Cómo se identifican los objetivos de este himno con los objetivos de nuestro Gobierno!

Miren les hago un breve recuento. Dice el himno: ‘Como hermanos que amamos la Patria, olvidemos el
odio el mal’.

Pues bien, una de las leyes bandera de este Gobierno, la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, tiene
como uno de esos propósitos olvidar el odio, olvidar los rencores, sanar heridas y mirar hacia adelante.

Reparar a las víctimas de la violencia y restituirle la tierra a los campesinos que fueron desplazados por
la violencia, eso es olvidar el odio y el mal, y unirnos como sociedad para cosechar y obtener un mejor
futuro.

Por eso digo que su himno, el himno comunal, se identifica plenamente con los objetivos de este
Gobierno.

Pero seguimos a librar la batalla gloriosa de la transformación nacional, esa transformación nacional,
ese salto de la Seguridad Democrática a la Prosperidad Democrática con justicia social. Eso es lo que
queremos en el Gobierno.

Los índices de desigualdad vergonzosos que tenemos, porque eso son: vergonzosos, queremos cerrar
las brechas de las inequidades regionales y las inequidades personales.

Hacia eso está destinado nuestro Plan de Desarrollo, hacer esa gran transformación de que habla el
himno comunal.

Nuestro Plan de Desarrollo se resume en tres postulados fundamentales: más seguridad, más empleo y
menos pobreza.

Y esos tres postulados fundamentales son los que aquí también veo en el himno comunal: ‘Nuestro cielo
claro ha de brillar. Cambiaremos el medio ambiental con salud, educación y trabajo, y que viva la acción
comunal’.

¡Salud, educación y trabajo!

Si ustedes leen con detenimiento el Plan de Desarrollo, allí está estipulado cómo nuestro Gobierno
quiere más y mejor salud para los colombianos, más y mejor educación para los colombianos y sobre
todo más trabajo para los colombianos.
Ese es nuestro objetivo, el mismo que está consignado en el himno comunal.

En la salud tenemos planes muy ambiciosos, el primero de ellos, erradicar la corrupción de la salud.

Por eso, personalmente desde el 7 de agosto puse un grupo especializado de inteligencia a descubrir
dónde era que se estaban robando la plata de la salud, y hace unos días con la Fiscalía, con la
Contraloría, con la Procuraduría, con la Policía, con el Ministro de Protección Social, le presentamos al
país los resultados de esa investigación, que desentrabaron ese proceso de limpieza que estamos
realizando en el sistema de salud para darle a los colombianos más y mejor salud.

En materia de educación, los objetivos también son muy ambiciosos.

Queremos darles más educación, por ejemplo, a todos esos muchachos que se gradúan del colegio con
tanto esfuerzo, pero que no pueden acceder a la educación superior.

¿Qué estamos haciendo?

Pusimos ya en marcha –ya están funcionando- unas becas crédito para que, sobre todo, los estudiantes
del Sisben 1 y 2 puedan acceder –y el Sisben 3 también- puedan acceder a esas becas crédito que les
va a permitir lo siguiente: crédito a cero interés real, es decir prácticamente gratis, crédito para pagar la
universidad o la educación superior y también para poder pagar el sostenimiento diario, para poder
sobrevivir mientras estudian. Y ese crédito solamente será pagado cuando ese muchacho o esa
muchacha tengan un empleo formal.

Eso es Prosperidad Democrática.

¿Y qué decir del trabajo?

Las cifras de desempleo que hemos logrado durante estos primeros nueve meses han sido cada vez
mejores.

El desempleo desde agosto del año pasado a la última cifra de marzo de este año ha venido bajando
sistemáticamente.

Tenemos la cifra de desempleo más baja de los últimos diez o quince años, pero no es suficiente,
tenemos mucho por hacer porque lo que queremos en el Gobierno es que todas las familias en
Colombia tengan por lo menos un miembro con un empleo formal, y no vamos a descansar hasta que la
tasa de desempleo esté en un dígito y siga bajando.

Por eso también estamos totalmente de acuerdo con el himno comunal, cuando dice: salud, educación y
trabajo.

También el último párrafo del himno, que dice: ‘Que la paz reviva en los campos y la tierra volvamos a
arar’.

Eso es lo que queremos nosotros.

Por eso la Ley de Tierras, por eso también vamos a presentar una Ley de Desarrollo Rural que vamos a
iniciar el proceso de consultas con las comunidades indígenas, con las comunidades afrocolombianas,
para presentar en la próxima legislatura una Ley de Desarrollo Rural que complemente la Ley de Tierras
y que convierta el campo en una fuete de prosperidad y no una fuente de pobreza y de violencia.

Eso es lo que queremos nosotros con el campo colombiano, por eso estamos totalmente identificados
con este himno comunal, porque así es como vamos a hacer revivir la paz en Colombia, dándole
prosperidad al campo colombiano, al campesino colombiano para que vuelva a arar y a producir
alimentos, para que esos alimentos también se conviertan en una fuente de prosperidad social.

Y qué tal la última frase del himno: ‘Para ver orgullos flameando

nuestro gran tricolor nacional’.

Eso es lo que estamos haciendo en nuestra política internacional. Que los colombianos puedan ir a
cualquier parte del mundo, sacar pecho y decir con orgullo: ‘Soy colombiano’.

Eso es lo que estamos haciendo.

Y ya hemos logrado mucho en estos nueve meses: tenemos la Presidencia de Unasur, somos miembros
y presidimos ni más ni menos que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Ya están viendo a Colombia como un país importante y relevante en el escenario internacional. Por eso
vamos a ver orgullosos flameando nuestro gran tricolor nacional.

¡Qué bueno este himno!

Querido Náimen Martínez (Presidente de la Confederación Colombiana de Juntas de Acción Comunal),


ese himno se confunde con los objetivos de nuestro Gobierno y por eso estamos tan interesados en
fortalecer todo este proceso comunal aquí en este Gobierno.

Y quiero decirle, quiero decirle lo siguiente:

Aquí hay una serie de solicitudes que vamos a ir estudiando, pero quiero decirle desde ya lo siguiente:
usted me decía que quieren mayor interlocución en el Gobierno, y usted me pedía que en la reforma que
está haciendo el Ministro Vargas Lleras, del Ministerio del Interior y de Justicia, dividiendo el Ministerio
del Interior y de Justicia, usted quiere que se pueda crear una Dirección de Participación Ciudadana y
Acción Comunal.

Pues ya me comprometo que así sea.

Y esa gran Dirección de Participación Ciudadana y de Acción Comunal será la interlocutora para que
vayamos revisando buena parte de estas solicitudes, muchas de ellas totalmente razonables.

No quiero ser irresponsable y decirle que le voy a aceptar todas las solicitudes, porque no quiero pasar
por ingenuo y después decir que les puse conejo, no quiero hacer eso. Lo que sí le digo es que apenas
hagamos esa reforma, que va a ser en los próximos meses, ahí comenzamos una interlocución para
que nos reunamos con más frecuencia y podamos –como dijo el vocero de la primera mesa temática-
podamos hacerle un seguimiento a cada una de las solicitudes y decirles, cuando no se pueda, que no
se puede, pero lo que sí se puede ponerlo en ejecución e ir cumpliendo cada uno con una meta y una
ruta crítica.

Por ejemplo, yo puedo desde ya también comprometerme a lo que pedía el vocero de la mesa número
cuatro, que me parece razonable.

Él decía: ‘Que el Gobierno nos dé algunos recursos para la confederación y las federaciones de cada
municipio, para que puedan realizar sus reuniones y tener algunos recursos”.

Yo me comprometo que en el presupuesto del año entrante esos recursos los vamos a poner en
marcha.

Otra solicitud con la cual yo también me puedo comprometer desde ahora, porque me nace, me nace
del corazón.

Cada vez más, óigase bien, cada vez más tenemos que darle mayor importancia al deporte, a la
recreación y el deporte.

Cada vez más tenemos que hacer más ejercicio, comer mejor y también recrearnos, porque eso nos
trae mejor salud.

No hay nada más preventivo para tener buena salud que hacer deporte. Por eso, fomentar los juegos de
todo tipo va a ser prioritario para el Gobierno. Ya es prioritario.

Por eso le acepto también su solicitud, querido Náimen, de que hagamos esos juegos cada tres, o si se
puede, cada dos años.

Le voy a decir al Director de Coldeportes que se ponga de acuerdo con usted. Escogemos las
disciplinas.

Además estamos poniendo a partir del año entrante –aunque ya en parte está en marcha- un plan que
se llama el plan supérate, con siete disciplinas digamos de recreación, culturales, y siete disciplinas de
deporte, para hacer todo un proceso de competencias desde la base.

Lo que quiero es que todas la Juntas de Acción Comunal participen, y yo quiero que me ayuden a
identificar en muchos sitios dónde podemos ayudar a construir una canchita de fútbol o de microfútbol,
de lo cual somos campeones mundiales, o de basquetbol, y fomentar entre la gente y sobre todo entre
la juventud, más deporte y más recreación.

Eso saca a nuestra juventud del vicio, de la violencia. Volvámonos buenos deportistas.

Por eso le acepto también, Náimen, esa solicitud.

Quiero también pedirles y aceptarles también una participación más activa para que ustedes nos ayuden
en esta tremenda ola invernal.

Esta ola invernal nos ha golpeado con una dureza que nadie se había imaginado. Nunca el país había
vivido una tragedia natural tan dura como la que estamos sufriendo en este momento.

Llevamos un año de lluvias permanentes, un año con el Fenómeno de La Niña, y eso lo que ha hecho
es, en cierta forma, derretir nuestras montañas, inundar regiones que nunca antes habían estado
inundadas. Ese es el efecto del cambio climático.

Pero los colombianos sabemos como sobre ponernos a las dificultades.

Esta Niña, aparentemente, se va el mes entrante. Todos –y ustedes tienen que participar muy
activamente- todos vamos a hacer una gran esfuerzo este último mes para afrontar esa tragedia con
templanza, con entereza, y al mismo tiempo planear nuestra reconstrucción.

Y ahí las Juntas de Acción Comunal van a poder ser participes activos de ese proceso de
reconstrucción, porque vamos a reconstruir el país desde lo pequeño hasta lo grande, porque nos
vamos a levantar de esta tragedia y vamos a ser más grandes todavía. Y ahí ustedes pueden jugar un
papel muy importante.

Por el momento, en estos dos meses que vienen reforzar la vigilancia para que la ayuda humanitaria le
llegue a quien debe llegarle. Que cuando ustedes vean que alguien se está robando esa ayuda lo
denuncien, y que ese ladrón se vaya para la cárcel.

Allá está la Defensa Civil, están los bomberos, están los organismos de socorro. Les vamos a dar
instrucciones –aunque en muchos sitios ya se está haciendo- de hacer cada vez más coordinación con
las Juntas de Acción Comunal, que son quienes mejor conocen el estado real de estos damnificados.

Y le voy a decir al Dane también, que el censo –que ha hecho una labor muy importante- que ese censo
lo podamos ir revisando permanentemente con ustedes.

Usted decía, Náimen, la importancia de las próximas elecciones.

Ojo, lo único que les voy a decir es: participen y escojan bien, escojan a gente honesta, honesta;
escojan a gente que más seguridades les de a ustedes. Ustedes tienen una gran responsabilidad, y ahí
todo el movimiento comunal puede hacer una gran diferencia.

De manera que con el Ministro Vargas, a partir de este momento, nos comprometemos a que se inicia el
proceso de fortalecimiento de todo el Acción Comunal y de todos los comunales de Colombia.

Vamos a ir poco a poco fortaleciendo, pero ustedes también tienen que aportar.

Olvidémonos de que el Gobierno es el único que da.

Alguno de los voceros decía: ‘No queremos ser solamente beneficiarios, queremos ser participes y ser
activos en el proceso de desarrollo del país. Eso es lo queremos nosotros. No preguntar
permanentemente qué puede hacer el Gobierno por nosotros sino qué puede hacer la Acción Comunal
por el desarrollo del país’.

Y puede hacer muchísimo.

Nuestra responsabilidad es darles los instrumentos para que ustedes, ustedes sean los protagonistas de
ese desarrollo, de ese progreso y de esa prosperidad”.

Palabras del Presidente Santos en la presentación de la campaña ‘Mi


País, Mi Bandera’

Bogotá, 17 may (SIG). “Un pueblo unido es capaz de hacer milagros. Eso lo ha demostrado la historia.

Me acuerdo que hace unas semanas, aquí en este mismo Palacio, cuando recibí por invitación personal
mía a la Selección Colombia que ganó el Mundial de Fútbol de Salón, les mencioné un libro que a mí me
impresionó mucho, y una película basada en ese libro: la película se llama Invictus, el libro es un libro
escrito por un inglés-español que se llama John Carlin.

Esa película Invictus, que muchos de ustedes habrán visto, es el reflejo, la demostración de cómo,
cuando un país se une, puede realmente producir milagros.

La película está basada en una historia real, cuando Nelson Mandela, en Sudáfrica, una sociedad, un
país que estaba dividido, polarizado por siglos, y donde ni siquiera se hablaban los unos con los otros,
no hacían sino matarse, a través del rugby y a través de su selección, Mandela logró unir al país.

Por cierto, en esa película Invictus el actor principal, un gran actor, Morgan Freeman hizo de Mandela, y
ahora viendo a este querido compatriota que tanto apreciamos, (Efraín) ‘Caimán’ Sánchez, tiene su
parecido a Morgan Freeman.

Bienvenido ‘Caimán’.

Además tiene esa clase, esa forma de ser que los caracteriza a los dos.

Y esa película demuestra cómo, a través de un equipo, toda una sociedad unida produce milagros.

Sudáfrica no era en ese momento la favorita para ganar el mundial de rugby, pero fue el entusiasmo del
pueblo sudafricano, que vio en el equipo como el emblema de su unidad, que se transmitió a los
jugadores, y los jugadores lograron coronarse campeones mundiales gracias al respaldo que recibieron
de todo el país.

Y traigo esto a colación, porque esto que estamos haciendo el día de hoy es algo muy parecido.

Colombia está sufriendo la peor tragedia en su historia. Nunca antes habíamos sufrido tanto los
colombianos con una tragedia natural, con esta ola invernal. Más de 3 millones 300 mil damnificados.
Ustedes ven todos los días las imágenes en la televisión, en la prensa, compatriotas sufriendo los
estragos del invierno.

Pero ese Fenómeno de La Niña está por irse.

Dios quiera que el Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia)
esté en lo correcto y que el mes entrante, en el mes de junio, ya el fenómeno de La Niña haya
desaparecido.

Y vamos a ver cómo, unidos los colombianos, como hemos estado frente a esta ola invernal –porque la
verdad es que yo tengo que resaltar cómo los colombianos han venido afrontando durante un año esta
tragedia, pero lo más importante es cómo vamos a salir de ella- cómo vamos a reconstruir el país, luego
de que el Fenómeno de La Niña haya desaparecido.

Y viene como anillo al dedo este evento y la presencia de miles, de miles de ciudadanos del mundo,
aficionados al fútbol, aquí en Colombia; y viene como anillo al dedo que somos anfitriones del evento
deportivo más importante del planeta en este año 2011; y viene como anillo al dedo que tenemos una
muy buena selección, no es favorita pero es una muy buena selección.
Y por eso ese sueño, unidos, de reconstruir a Colombia, va a ser puesto en práctica cuando todos los
colombianos nos podamos unir para decir y demostrar que somos capaces de hacer el mejor
Campeonato Sub-20 en la historia.

Ese es un primer reto, y eso lo vamos a hacer.

Cada colombiano se va a convertir en un guía turístico, cada colombiano se va a convertir en un gran


anfitrión para que todos esos miles de miles de ciudadanos del mundo que vienen a Colombia, esos
más de mil periodistas que van a estar aquí comentando lo que ven alrededor, van a transmitirle a esos
casi mil millones de televidentes alrededor del mundo, esta maravilla de país que nosotros tenemos.

Ese sueño lo vamos a realizar, y vamos a realizar otro sueño, y es el de hacer de nuestra selección la
selección que va a ganar el Campeonato Mundial Sub – 20.

Con el apoyo de todos los colombianos vamos a hacer crecer esos muchachos. Esos muchachos van a
estar sintiendo ese respaldo, esa energía positiva que hoy comienza con la firma de este gran programa
‘Mi Bandera, Mi País’.

Y ustedes van a ver cómo eso se va transmitir en goles, en goles que ni siquiera el Caimán Sánchez va
a poder tapar.

Eso es lo que queremos con esta oportunidad que se nos presenta.

No creo que sea una coincidencia. Salimos de la peor tragedia, nos enfrentamos al evento deportivo
más importante del planeta.

¡Qué buena oportunidad para unirnos todos y demostrarle al mundo lo que somos los colombianos!

De manera que los invito a que todos participen de lo que hoy comienza, de una cruzada para apoyar a
la selección, para hacer de nuestro país el mejor anfitrión, con el mejor Campeonato Sub-20 en la
historia del mundo.

Quiero agradecerle muchísimo a Coca Cola y a los demás patrocinadores esta iniciativa que hoy
lanzamos, porque eso lo que va es a cristalizar el sentimiento de un pueblo, un pueblo unido, que va a
hacer muchos milagros.

Ahí están los primeros dos, pero son muchísimos los milagros que vamos a realizar en los próximos
años este gran pueblo colombiano unido.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos en la firma del Acuerdo de Ejecución


de Sentencias entre el Gobierno de Colombia y la Corte Penal
Internacional

Bogotá, 17 may (SIG). “Señor Presidente:

El pasado 6 de diciembre en Nueva York –en un hecho de alguna manera histórico- tuve la oportunidad
de participar, como el primer presidente en el mundo en hacerlo, en la Asamblea de Estados Partes de
la Corte Penal Internacional.

Lo hice convencido de la importancia del papel de la Corte en la lucha contra la impunidad por crímenes
atroces, la protección y defensa de los derechos humanos, y el reconocimiento y la reparación de las
víctimas.

En aquella oportunidad anuncié que –como parte de la voluntad de nuestro país de cooperar con la
Corte- Colombia suscribiría un acuerdo para hacer posible que algunas de las personas condenadas por
este tribunal paguen sus condenas en nuestro país.

Hoy –tan sólo 5 meses después- estamos reunidos para cumplir ese compromiso y por eso lo hemos
invitado a usted, señor Presidente Song, a visitar a Colombia para suscribir este Acuerdo de Ejecución
de Sentencias entre el Gobierno de Colombia y la Corte Penal Internacional.

Somos el primer país de América Latina en firmar un acuerdo de esta naturaleza, y lo hacemos porque
estamos convencidos de que, en tan pocos años de existencia, la Corte ha logrado consolidarse como
un destacado actor de la comunidad internacional.

Su creciente legitimidad y prestigio la han convertido en un referente obligado para aquellos países que,
como Colombia, buscan una transición de la violencia a la paz sin olvidar las exigencias de la justicia y
el imperativo de reconocer y hacer efectivos los derechos de las víctimas.

Hoy en día –gracias a una mayor conciencia humanitaria- no es posible adelantar procesos de
reconciliación sostenibles que no incluyan algún componente de justicia.

Es por eso que Colombia ha venido adelantando un ambicioso proceso de justicia transicional que
pretende lograr, justamente, ese delicado equilibrio entre la justicia y la paz.

El nuestro ha sido el único país en el mundo que ha intentado un proceso completo de verdad, justicia y
reparación sin haber superado totalmente la amenaza de los grupos violentos.

Quiero resaltar, en este punto, el papel que ha jugado el juez Baltasar Garzón en la validación del
proceso.

Él, como miembro de la Junta Directiva del Centro Internacional de Toledo para la Paz –al cual también
pertenezco- escuchó en su momento los planteamientos del presidente Álvaro Uribe sobre los
fundamentos del proceso, entendió sus bondades, también sus dificultades, y ha estado presto a
apoyarnos en lo que hemos requerido.

Por eso celebramos que la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los
Estados Americanos, establecida en 2004 y prorrogada por tercera vez en enero de este año –que nos
acompaña en el proceso de justicia y paz, y de justicia transicional- lo haya vinculado como consultor.

Su amplia y reconocida experiencia internacional en estos temas –que se enmarcará en el preciso


mandato de la OEA en nuestro país- contribuirá, sin duda, a que continuemos aplicando de la mejor
manera los principios de verdad, justicia y reparación.

Porque éste ha sido un proceso complejo, con obstáculos y dificultades, que ha requerido ir aprendiendo
sobre la marcha y que ha exigido de mucha creatividad.

Por ese motivo hemos complementado la llamada Ley de Justicia y Paz, que creó el marco jurídico para
el proceso de justicia transicional, con la Ley de Víctimas que está siendo discutida en último debate por
el Congreso de la República y que confiamos será aprobada en muy corto tiempo.

Su objetivo es reparar integralmente a las víctimas de crímenes atroces.

Su objetivo es ayudarnos a cerrar las heridas que aún están abiertas en nuestra sociedad.

El proyecto incluye, además, una moderna y completa normatividad para la restitución de tierras, a fin
de que los campesinos que han sido despojados de sus parcelas por los actores armados ilegales
puedan regresar a ellas de manera digna y sostenible.

El Estado colombiano está dispuesto a hacer un gran esfuerzo para que se alcance la justicia y se logre
la reparación de las víctimas, y podemos decir, por fortuna, que contamos con el acompañamiento de la
comunidad internacional.

Por eso quiero aprovechar esta oportunidad para hacer un reconocimiento a todos los países que
cooperan con Colombia en estas áreas, así como a la Organización de Estados Americanos, a las
agencias de las Naciones Unidas, a la Unión Europea y demás organizaciones internacionales.

Mi reconocimiento también para la sociedad civil, tanto nacional como internacional, sin cuyo esfuerzo y
dedicación habría sido difícil alcanzar tantos logros.

Este acompañamiento, repito, ha sido fundamental y se enmarca dentro del principio de


COMPLEMENTARIEDAD, eje del Estatuto de Roma.

Este tema de la complementariedad es central dentro de los desafíos que enfrenta la justicia penal
contemporánea, porque resulta claro que son los Estados los principales llamados a administrar justicia
y –sólo cuando estos no  tengan la capacidad o la disposición- debe hacerlo la Corte Penal
Internacional.

No creemos –y así lo dije en Nueva York- que exista una dicotomía entre la justicia penal internacional y
las justicias domésticas.

Ambas hacen parte del sistema creado por el Estatuto de Roma y, por ello –y en esto soy enfático- la
dicotomía no es entre los Estados y la Corte Penal, sino entre los Estados y la Corte –de un lado- y los
perpetradores de crímenes atroces, del otro.

Es precisamente por eso por lo que nuestro gobierno concibe a la Corte Penal Internacional como una
ALIADA en la lucha contra la impunidad.

Porque sólo uniendo esfuerzos de lado y lado lograremos derrotar, armados con la Ley, a quienes se
empeñan en el odio y la violencia.

Dicen que “el crimen no paga” y esta verdad se comprueba día tras día.

Nadie puede escapar de la justicia porque ésta llega tarde o temprano.

Colombia, como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, votó afirmativamente la
resolución que autorizó la intervención en Libia.

Por eso, registramos como un paso hacia la justicia la reciente decisión del fiscal jefe de la Corte Penal
Internacional, Luis Moreno-Ocampo, de solicitar órdenes de arresto contra Muamar Gadafi, su hijo y su
cuñado, por “asesinato y persecución” de civiles.

En Libia, y en cualquier del mundo, quienes cometan crímenes de lesa humanidad deben comparecer
ante la Ley y responder por sus crímenes.

Señor Presidente:

Es un verdadero gusto tenerlo en nuestro país para firmar este Acuerdo.

Y nos complace que aproveche su visita para que conozca de primera mano los esfuerzos y logros no
sólo del Gobierno sino también de la Rama Judicial y otros organismos del Estado en materia de lucha
contra la impunidad y reparación de víctimas.

Asimismo, para que constate la labor de los organismos internacionales presentes en Colombia y el
trabajo activo de la sociedad civil organizada.

El placer de tenerlo acá, señor Presidente, se incrementa por el hecho de provenir usted de un país que
es muy cercano al corazón de los colombianos, como lo es Corea del Sur. 

Colombia se siente orgullosa de haber sido la única nación de América Latina que acudió, en los años
cincuenta, al llamado de las Naciones Unidas para defender a su país.

Enviamos tropas y equipos de combate para apoyar la causa común de la democracia, en una decisión
que llenó de gloria nuestras Fuerzas Militares y que afianzó para siempre los lazos entre nuestros
pueblos.

Señor Presidente:

Como usted podrá testimoniar, el modelo colombiano de justicia transicional es un laboratorio de


experiencias que, a pesar de no ser perfecto, puede servir como ejemplo a otros esfuerzos similares que
se lleven a cabo en otros lugares del mundo.

Por eso hemos empezado ya a ofrecer nuestros conocimientos a otros países e instituciones.

El año pasado, por ejemplo, estuvimos en la Corte compartiendo nuestra experiencia en materia de
reparaciones.

Este año esperamos hacer algo similar en el tema de educación para la prevención de la violencia y la
criminalidad.

Hemos sido también muy activos en apoyar iniciativas relacionadas con la justicia penal internacional y,
de hecho, estamos adelantando los trámites para hacer efectiva la donación al Fondo de Víctimas de la
Corte Penal Internacional.

Hacemos parte del Grupo Coordinador del Mecanismo de Justicia Rápido, ejercemos la coordinación del
Grupo de Amigos de la Corte en La Haya, y contamos con un miembro colombiano –el doctor Eduardo
Pizarro- en el Fondo Fiduciario para la Reparación de Víctimas de la CPI.

Quiero aprovechar su visita a Colombia para reiterar, una vez más, el compromiso esencial e inalterable
de nuestro gobierno con la Corte y con los principios que representa.

Puede usted estar seguro de que continuaremos apoyando su labor y cooperando con sus actividades,
con el fin de fortalecerla.

Sólo así –unidos- los Estados y la Corte lograremos un mundo más justo donde se respete la Ley y se
haga efectivo el derecho a vivir en paz.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Santos luego de la reunión con el cuerpo de


generales de la Policía Nacional

Bogotá, 17 may (SIG). “Hemos terminado una reunión con los generales de la Policía. El día de hoy
coincide con un nombramiento hace cuatro años del general Naranjo como Director de la Policía.

Y estábamos haciendo una revisión de lo que han sido estos cuatro años, cuatro años llenos de éxitos
para la Policía y por consiguiente para el país.

Lo que se ha aprendido, los logros alcanzados, pero también los desafíos que esos logros generan.

Por ejemplo en la lucha contra el narcotráfico, desde que se lanzó el Plan Colombia y se comenzó a
medir realmente el número de hectáreas cultivadas en coca llegamos a la cifra más baja desde que se
comenzó a medir, y al mismo tiempo, al número de toneladas incautadas más alta frente al año anterior.

Eso quiere decir que hay un gran éxito en la lucha contra el narcotráfico, pero eso a su vez genera
problemas nuevos, porque los grupos violentos acuden a otras fuentes de financiación.

Mencionábamos la minería ilegal, que se ha convertido en una fuente de financiación alternativa para
los grupos violentos, y ahí la Policía tiene que hacer un esfuerzo adicional.

Casi automáticamente, cuando se ven sin recursos acuden a la extorsión.

Ahí también la Policía, que ha demostrado una gran habilidad –los Gaulas de la Policía- en materia de
secuestro y de extorsión. Ha demostrado que tal vez no hay iguales en el mundo, pero el desafío crece.

En materia de seguridad ciudadana la gente en la medida en que ve que la seguridad está llegando al
país en aquellos temas que más los inquietaban, va cambiando la percepción y va cambiando la
exigencia; y va demandando más seguridad en las calles, más seguridad alrededor de los bancos, más
seguridad en los almacenes; y ahí la Policía tienen un gran reto, sin descuidar el otro terreno donde se
ha sido tan exitoso.

Este ejercicio que están haciendo el día de hoy, y que continuaremos haciendo hacia el futuro, es una
actitud que afortunadamente han tenido nuestras Fuerzas Armadas, ha tenido la Policía en particular, y
es la actitud, la filosofía del mejoramiento continuo, de estar siempre tratando de innovar y de estar a la
vanguardia y no a la retaguardia en la lucha contra el crimen.

Les he dicho a los 29 generales aquí presentes –hay dos que están en el exterior- y a su Director,
general Naranjo, que estoy muy satisfecho con la labor que han venido cumpliendo en estos últimos
años, pero que al mismo tiempo  tenemos que ser conscientes que los desafíos son muy grandes; que
el país exige cada vez más de sus instituciones, y dentro de ellas por supuesto de la Policía; que
pueden sentirse orgullosos que el mundo entero los ve como un ejemplo.

Tan es así, que están demandando sus servicios en muchos países.

Tan es así que el general Naranjo fue votado como el mejor Policía del Mundo hace unos meses, pero
eso nos obliga al mismo tiempo a ser cada vez más efectivos y lograr cada vez mejores resultados.

De manera que ese es el espíritu que siempre ha caracterizado a la Policía, que hoy está más presente
que nunca.

Y que ese trabajo en equipo: Policía y Fuerzas Militares, más –y en eso no puedo dejar de recalcar- más
el apoyo de la comunidad, el apoyo de la población, sin ese apoyo la eficacia de las Fuerzas Armadas
se reduce sustancialmente, con ese apoyo esa lucha permanente contra el delito y contra el crimen
seguirá siendo exitosa.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la Cumbre de


Científicos del Microsoft Research

Cartagena, 18 may (SIG). “Alguna vez un pensador se preguntaba: ¿por qué esta magnífica tecnología
científica de hoy, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad?

La repuesta que el pensador se daba a sí mismo es que aún no hemos aprendido a usar la tecnología
con tino.

Pues hoy me complace ser testigo presencial de la voluntad y del trabajo de personas que transmiten su
conocimiento y su experiencia –con tino– a favor de la ciencia y en beneficio de la humanidad.

Recibimos con gran orgullo esta Cumbre de Científicos de Microsoft Research, el más importante
evento de ciencia, investigación y tecnología que reúne a reconocidos expertos de las ciencias
computacionales de América Latina.

Rick Rashid –Director mundial de este centro investigativo, que nos honra con su presencia, ha dicho
siempre que la prioridad número uno de su equipo es expandir el estado del arte en cada una de las
áreas en las que hacen investigación.

Pues hoy los colombianos podemos decir y eso nos llena de alegría– que Microsoft Research expande
el estado del arte aquí, en nuestra tierra.

Este evento pone a Colombia en un lugar privilegiado; hace que los reflectores se dirijan hacia nosotros
y contribuye al propósito de ser reconocidos como líderes latinoamericanos en ciencia y tecnología e
innovación.

Gracias, doctor Jaime Restrepo (Director de Colciencias) y gracias a todos los que hicieron realidad esta
muy importante cumbre.

Yo sé que Colciencias ha realizado un arduo trabajo en los últimos tres años para llegar a este punto, y
los felicito por su constancia y por el resultado que hoy tenemos ante nosotros.

Mi Gobierno tiene un objetivo primordial: la prosperidad para todos, como está debidamente consignado
en nuestro Plan Nacional de Desarrollo.

Esa prosperidad tiene tres ejes principales: más seguridad, más empleo y menos pobreza.

Son elementos indispensables para nuestro crecimiento económico, que esperamos jalonar a través de
lo que hemos llamado cinco locomotoras: la agricultura, la infraestructura, la vivienda, la minería y
energía, y la innovación.

Y con este evento, ustedes –amigos de la comunidad científica– le dan un empujón importantísimo a es
ultima locomotora, la locomotora de la innovación.

Uno se pregunta ¿qué es la innovación?

No es otra cosa que crear con ingenio, pensar lo impensable y –por supuesto– hacerlo realidad.

Incluso, hay una definición de innovación que –a mi juicio– es la mejor de todas por lo sencilla:, innovar
simplemente es hacer mejor las cosas.

Esa definición tuvo como una especie de consenso hace unos días en un taller que el Gobierno
organizó en Medellín, con expertos en innovación de Singapur, de Israel, de Chile, tres países que han
sobresalido por ser innovadores.

Precisamente, en ese taller hablamos de una urgente necesidad y es que Colombia invierta –al menos–
el 1 por ciento de su PIB en ciencia, tecnología e innovación. Hoy estamos muy por debajo, hoy
solamente invertimos el 0,4 por ciento.

Y para ese propósito necesitamos, por un lado, la participación del sector productivo, y para ello
debemos –entre otras cosas– mantener los incentivos a la inversión privada.

De hecho, nuestro Plan de Desarrollo incrementa hasta en 175 por ciento las exenciones y los
descuentos tributarios por inversión en ciencia, tecnología y en innovación.

Y de otra parte, estamos haciendo una apuesta muy fuerte para darle –desde el Estado– los recursos
necesarios, unos recursos muy significativos a este sector.

En ese orden de ideas, avanza muy bien y a buen paso en este momento en el Congreso de la
República una reforma de nuestra Constitución y esa reforma lo que busca entre otras cosas, es mejorar
la distribución de regalías pero destinar el 10 por ciento de todas las regalías, destinar exclusivamente a
la ciencia y la tecnología.

Es bueno poder decirles que –para que esta reforma se haga realidad– sólo faltan dos debates en la
Cámara de Representantes, las reformas constitucionales necesitan ocho debates, dos en la Cámara,
dos en el Senado y luego otra vuelta, dos en el Senado y dos en la Cámara, faltan estos últimos dos, es
decir, ese acto legislativo yo creo que va a ser aprobado en los próximos, máximo dos meses.

Y yo tengo la confianza en que los Representantes a la Cámara van a hacer un trámite rápido porque
saben de la importancia de esta reforma.

Una vez aprobada esa reforma, podremos decir que somos un país que invierte –ahí si de verdad,
verdad– en ciencia y tecnología.

Porque serán, hemos calculado 9,4 o 9,5 billones de pesos, un millón de millones que podremos
destinar durante los próximos 9 años a la investigación y al desarrollo tecnológico!

Es una gran oportunidad para sacarle provecho a nuestro potencial en materia de innovación, que es
fundamental para el avance de las otras cuatro locomotoras y lograr así la prosperidad que todos
queremos.

Somos unos convencidos de que la innovación estimula al sector productivo al proveerlo de


investigación y de conocimiento cada vez mejor.

En palabras más gráficas, la innovación permite que nuestras otras locomotoras avancen más rápido, y
ojala con menos combustible, o sea de una forma más eficiente y más eficaz.

Por otra parte, también estamos centrando esfuerzos en una estrategia de Gobierno que hemos
denominado el Plan Vive Digital, liderado por nuestro Ministro de Tecnología, de la Información y las
Comunicaciones Diego Molano, que hoy nos acompaña.
Se trata de un plan integral para proporcionarle una red moderna de conectividad a Colombia, porque
nuestra estructura aún es muy básica, es muy precaria y estamos frente a otros países con los cuales
competimos, rezagados según su fuente.

Y a grandes rasgos, el Plan Vive Digital estimula la oferta y la demanda de bienes y servicios con el
objeto de masificar el uso eficiente de Internet en todas las regiones y en todos los estratos sociales.

En la práctica, eso significa, por ejemplo, que el más humilde campesino pueda usar Internet –a través
de un computador o a través de su celular– ya sea para ver un correo electrónico o de pronto para
realizar una transacción bancaria en línea.

Estamos invirtiendo en estos 4 años, 5,5 billones de pesos, millón de millones de pesos, en Vive Digital
para promover infraestructura, para promover servicios y aplicaciones y el uso de las TIC por parte de
todos los colombianos.

Y esperamos, queridos amigos de la comunidad científica y tecnológica, que el sector privado invierta
mucho más, hemos calculado que va a invertir cuatro veces esta cifra.

Y entre otras cosas, tenemos el reto de multiplicar por cuatro el número de conexiones a Internet, nos
hemos puesto ese objetivo. Cuando mencionamos la cifra con el Ministro Molano, la gente nos dijo que
estábamos locos, que eso era imposible.

Pero vamos a demostrar que no estamos locos, que los locos son los que creen que las cosas no se
puedan hacer cuando uno realmente las quiera hacer.

Hace un año existían 2,2 millones de conexiones de banda ancha y queremos llegar a 8,8 millones en el
año 2014.

Y vamos bien, porque a estas alturas, llevamos nueve meses de Gobierno, ya de 2,2 estamos en 3,1,
¿eso es correcto?, 3,1 millones de conexiones ya, sabemos que en nueve meses casi aumentaron un
millón y si seguimos pues vamos a lograr el objetivo.

Otra gran meta es pasar, hoy tenemos 200 municipios conectados a la red, pasar a 700 municipios
conectados a la red de fibra óptica nacional, de manera que queden ‘en línea’ el 90 por ciento de
nuestra población.

Y ayer, en el Día Mundial de la Internet, abrimos la licitación pública para encontrar un socio que nos
ayude a construir esta verdadera autopista de la información, es parte también de nuestra
infraestructura fundamental.

Será un inversionista nacional o internacional al que se le asignarán más de 400 mil millones de pesos y
quien deberá aportar, de su parte, otros 800 mil millones, en un ejemplo, 400 mil millones aportamos
nosotros, 800 mil millones aporta el inversionista un ejemplo de algo que para nosotros es muy
importante, la alianza público-privada para la conectividad del país.

Y valga resaltar que, en ese objetivo, ya avanzamos de 200, cuando comenzó el Gobierno y ya tenemos
fibra óptica de conectados a 317 municipios.

También nos hemos propuesto que el 100 por ciento de las cabeceras municipales tengan Internet
inalámbrico.

Y ese es otro objetivo que estamos muy seguros, vamos a lograr.

Pero la infraestructura no es suficiente.

Tenemos que generar aplicaciones para que las personas y las empresas –especialmente las Pymes–
usen la Internet.

Para esto, el Ministerio del doctor Molano, el Ministerio TIC y Colciencias acaban de crear un fondo de
48.000 millones de pesos para promover el desarrollo de aplicaciones para las Pymes colombianas.

Estamos seguros de que muchos de ustedes nos van a ayudar en esa tarea.
En un nivel más arriba, en esto está Colciencias, con su visión para encaminarnos en el camino de la
innovación.

Colciencias tiene una serie de metas que deberán cumplirse de aquí al año 2014 y para ello cuentan
con todo el respaldo de este Gobierno.

Se trata de objetivos muy bien orientados que se desprenden de tres pilares que quiero resaltar:

En primer lugar, aumentaremos el capital humano que es tan importante, yo diría, hablábamos con el
señor Rashid, que eso es lo más importante de todo es el capital humano dedicado a la investigación, a
la innovación.

Benjamin Franklin decía: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.

¡Nosotros queremos involucrar por ejemplo a nuestros niños con la ciencia!

En ese sentido, tenemos la meta de vincular a dos millones y medio de niños al Programa que hemos
denominado Ondas.

Se trata de una alianza público-privada dirigida a que los pequeños hagan investigaciones propias y se
propongan soluciones frente a problemáticas de sus comunidades.

Otra meta es conseguir 10 mil pasantías para jóvenes investigadores que trabajen en áreas de
innovación y desarrollo tecnológico que son prioritarias para el país –con un enfoque regional y que lo
hagan en el sector productivo–.

Colciencias, además, en su Programa de Formación Doctoral, va a entregar 3 mil 500 becas para
estudios en el país y en el exterior.

También tenemos el propósito de otorgar 4mil, lo hemos llamado becas-crédito para maestrías en el
exterior orientadas exclusivamente a la investigación.

Nuestro segundo pilar es la transformación social del país, a partir del conocimiento y de la innovación.

Y ahí también hay unas metas muy claras y concretas.

Vamos a apoyar 40 programas estratégicos de investigación –de mediano y largo plazo– desarrollados
por redes en las que participan la academia, las empresas y la sociedad civil.

De hecho, en los próximos días se va a abrir una convocatoria para apoyar los primeros 10 programas.

También vamos a duplicar el número de investigadores activos en Colombia –que hoy en día son cerca
de 15 mil– y vamos a apoyar al menos 10 experiencias de innovación social aplicadas a problemas
nacionales y regionales.

Y finalmente, nuestro tercer pilar se refiere a lo que hemos llamado la transformación productiva del
país.

¿Qué es eso? Eso significa que las investigaciones se pongan en práctica, algo del sentido común, al
servicio de la economía nacional y regional.

Por eso, vamos a apoyar la creación de empresas de base tecnológica y el desarrollo tecnológico de
proveedores en sectores como el automotriz y el sector minero, así como la cofinanciación directa a
proyectos de investigación y desarrollo tecnológico en las empresas.

También vamos a beneficiar a 100 empresas de nuevos sectores emergentes, los que hemos llamado
los nuevos sectores, incorporando y transfiriendo nuevas tecnologías.

Me refiero a sectores como las TIC por ejemplo, la biotecnología, hablábamos ahora de la importancia
de la biotecnología, somos el país más rico del mundo por kilómetro cuadrado en biotecnología, en
biodiversidad, la biotecnología va creciendo como espuma en el mundo, cómo hacemos para conectar
esa riqueza que tenemos con el boom de la biotecnología, ¿cómo conectamos eso? ahí tenemos un
gran reto.
En la industria del software, en la industria por ejemplo que aquí en Cartagena se esta volviendo cada
vez más importante porque tenemos alta calidad, el turismo de salud, entre otros muchos.

Se van a promover, además, 220 proyectos que surjan de las ruedas de negocios entre, y esta trilogía sí
que es importante, entre el Estado, los empresarios y las universidades, Estado, empresarios y
universidades, eso va a ser otra trilogía muy importante que estamos fomentando cada vez más.

De otro lado, vamos a financiar por lo menos 40 proyectos de nuestros otros sectores económicos, de
nuestras otras locomotoras: es decir en la agroindustria, en la minería, energía y petróleo, en la
infraestructura y en la vivienda.

Además, vamos a promover plataformas regionales para la transferencia tecnológica y la innovación,


como los parques tecnológicos, los centros de desarrollo tecnológico y de innovación y las, algo que es
muy, muy importante, las incubadoras de empresas.

Finalmente, se impulsarán 16 proyectos de ciencia y tecnología en alianza con el sector de seguridad y


defensa, ahí también tenemos un gran potencial, tenemos una experiencia en materia militar y policial
que pocos países han tenido por los problemas que nosotros hemos sufrido durante tantas décadas.

Y hoy estamos curiosamente siendo vistos en el mundo como unos grandes exportadores de ese
conocimiento y de esa experiencia estamos ayudando a países de centro America a países en el África
a países en el Caribe, pero también en la parte de la industria militar donde ha surgido a través de la
historia buena parte de la industria en los países desarrollados que nació la industria militar ahí también
queremos nosotros poner esa semilla.

De manera queridos amigos de la comunidad científica que a pesar de nuestros rezagos, el mundo cree
en nuestro potencial y prueba de ello es este importante evento.

Fue hace apenas tres años cuando un grupo de científicos de Microsoft Research visitó algunos centros
de investigación del país, además de universidades públicas y privadas.

Los cuatro días que estuvieron en Colombia fueron suficientes para que se sorprendieran porque eso
fue lo que me dijeron, que se habían sorprendido por nuestra rica biodiversidad y por el gran potencial y
talento humano del país.

Así se lo hicieron saber al señor Bill Gates, quien actuó de inmediato enviando una carta al Gobierno
colombiano en la que expresaba el entusiasmo por los logros encontrados.

Poco después se estableció una agenda de trabajo de largo plazo que ya ha dado sus primeros frutos.

Quiero destacar especialmente entre esos frutos: el Centro de Bioinformática y Biología Computacional,
que desde ya se proyecta como el más importante de su clase en la región.

Este centro va a comenzar a operar en los próximos meses en Manizales y comprometió –desde el
Gobierno del presidente Uribe- una inversión inicial de más de 2 millones de dólares.

Ese centro, el Centro de Bioinformática nos permitirá aplicar la computación para el estudio de las
ciencias biológicas.

En pocas palabras, podremos analizar nuestra riqueza ambiental a través del procesamiento de datos
complejos como el genoma de especies animales y el genoma de especies vegetales.

Estamos hablando, por ejemplo, de desarrollar estudios genómicos del café, tenemos Cenicafé que es
uno de los centros de investigación tal ves más avanzados del mundo en materia de café, espasmo
hablando del manejo de microorganismos para investigaciones de la salud o del desarrollo de
biocombustibles que es otro frente donde estamos progresando cada vez más, eso para mencionar
algunas de las muchas posibilidades.

El Centro de Bioinformática es, además, un sistema compartido, al que se podrá acceder desde otras
ciudades, para el uso de las universidades u otros centros de investigación independientes.

En este proyecto, Microsoft Research pone nada más ni nada menos que la tecnología –la más
sofisticada tecnología- así como la capacitación de los científicos.

Y no es una inversión de poca monta, porque tengo entendido que tan sólo dotar un Centro de
Bioinformática como éste puede costar más de 10 millones de dólares

Es una apuesta de enorme trascendencia para nuestro país, para Colombia, para que nuestros
científicos y nuestros investigadores tengan la oportunidad de aplicar sus conocimientos aquí, ¡en su
país! No tengan que irse al exterior sino que se puedan quedar aquí investigando y creando esa masa
crítica tan importante.

Hoy también felicitamos a los dos primeros colombianos que ganaron el privilegio de viajar a los
laboratorios de Microsoft Research para ampliar allí su formación científica.

Por un lado está Juan Carlos Caicedo, quien el año pasado estuvo en los laboratorios de Redmond de
los Estados Unidos y hoy nos acompaña en este evento, ¿dónde esta Juan Carlos? Felicitaciones.

De otra parte, está Juan Carlos Mendivelso, que acabó de llegar –el pasado lunes- a los mismos
laboratorios de Redmond para iniciar su trabajo.

¡Ellos son la prueba de nuestro excepcional talento humano!

Y como lo resaltó hace dos días una importante publicación económica, el talento colombiano ha hecho
que empresas como Microsoft, IBM y Hewlett Packard inviertan cerca de 70 millones de dólares para
convertir a nuestro país en centro de varias de sus operaciones estratégicas.

¡Estas compañías saben muy bien que nosotros estamos pensamos en grande! que es lo que estamos
queriendo hacer, pensar en grande.

También siento hoy profunda gratitud con nuestros amigos de Microsoft por un proyecto que me
emociona y conmueve de manera especial.

Se trata de un trabajo conjunto con los indígenas arhuacos, nosotros les decimos nuestros hermanos
mayores de la Sierra Nevada de Santa Marta, los mismos que nos alertaron que si no cuidamos bien
nuestra madre tierra ella se volvería contra nosotros, como en efecto infortunadamente ha sucedido.

Esta iniciativa consiste en un proyecto multimedia e interactivo, lo acabo de ver, impresionante, –con
tecnología de punta- para que los arhuacos narren la tradición de su historia a través de herramientas
digitales.

Lo bonito de este proyecto es la oportunidad que tienen los arhuacos de contar lo que ellos quieren, en
el lenguaje que ellos quieren, para su propia comunidad.

Será una herramienta maravillosa para transmitir su sabiduría indígena de manera mucho más clara y
didáctica, teniendo en cuenta que –hasta hoy- su tradición ha sido solamente oral.

Valga decir que se trata de un proyecto que gestionó nuestro apreciado amigo Daniel Villafañe –un
relacionista público como pocos he visto en mi vida y que encontró eco en otro gran colombiano que
esta aquí presente y que admiramos mucho: Orlando Ayala.

Como todos saben, Orlando es hoy Vicepresidente del Grupo de Desarrollo de Mercados Emergentes
de Microsoft y es el vivo ejemplo del colombiano emprendedor y visionario que –estando lejos de su
país- trabaja a favor de un mejor mundo y también a través de su propia gente.

Hablo por todos sus compatriotas, Orlando, al decir que nos sentimos muy orgullosos de tener a un
bogotano ejerciendo una de las más altas responsabilidades en una corporación como Microsoft, donde
–si no estoy mal- está cumpliendo este mes 20 años de vinculación.

Con toda esta serie de acontecimientos, creo que no es exagerado decir que las estrellas también se
están alineando para hacer de nuestro país algo que para mi siempre ha sido un sueño: un centro de
investigación, un centro de ciencia y tecnología, que sea referente en este continente de América Latina
que el continente, estoy convencido, del futuro..

Por un lado –como les dije al inicio- esta cumbre de científicos nos ubica en el mapa como líderes
regionales en la materia.

De otra parte, estamos ad portas de una reforma constitucional que dirigirá cuantiosos recursos para la
innovación.

Por eso decía que es el momento de pensar en grande, de pensar lo impensable, de ser pioneros.

Henry Ford –ese hombre que revolucionó la industria de los automóviles- decía que si le hubiera
preguntado a la gente qué hacer, pues la gente le habría respondido que quería un caballo más rápido,
es momento de ver como lo hizo Henry Ford en su momento, más allá de lo evidente.

Eso les dije yo –quiero contarles a ustedes- a los encargados de la inteligencia militar para que
recuperaran a los secuestrados en la Operación Jaque.

Les dije: ‘Piensen lo impensable, piensen más allá, sálganse del paradigma tradicional’, y produjeron la
operación –me enorgullezco de decirlo- la operación militar más exitosa en la historia reciente de la
humanidad.

Sin un solo tiro, sin una sola gota de sangre, se rescataron de la entraña de la guerrilla, en la mitad de la
selva, a 15 secuestrados. Ustedes oyeron de esa operación.

¿Por qué se hizo?

Por salirse de lo normal y por pensar lo impensable.

Es momento de proponernos metas y proyectos ambiciosos, metas que nos inspiren y nos inviten a
trabajar por ellas.

Por eso nos pusimos la meta de invertir más de 99 billones de pesos en los próximos 10 años para
construir la infraestructura que necesitamos para alcanzar la prosperidad.

Por eso nos fijamos el objetivo de construir un millón de viviendas durante el cuatrienio, más que el
doble del mejor año de cualquier Gobierno.

Por eso nos hemos comprometido, a través de la Red Unidos, a sacar a 350 mil familias de la pobreza
extrema.

Por eso esperamos duplicar el número de niños que reciben atención integral en la etapa de la primera
infancia.

Porque un país que tiene grandes metas, y que piensa en grande, produce grandes resultados.

Hoy diría que vivimos un cuarto de hora que podemos extender en el tiempo para que no se acabe.

Estamos ante una oportunidad de oro los colombianos para convertirnos en un país que aplica ojala el
“estado del arte” en materia de investigación, para un país como Colombia.

En el taller de Gobierno que hicimos en Medellín sobre innovación, me llamó la atención una exposición
que hizo un norteamericano, el profesor Arnold Wasserman, quien fue uno de los principales si no el
más importante, asesor de Lee Kuan Yew en Singapur, en ese milagro económico que además colocó a
Singapur como el ejemplo de un país que innova permanentemente.

Wasserman habló de un concepto que me llamó mucho la atención, me llamó la atención por lo
siguiente: uno de los objetivo importante qUe tenemos en Colombia es pertenecer a la OECD, ¿por qué
queremos ser parte de la OECD?, porque la OECD no es un club de países ricos sino un club de países
con buenas prácticas, y yo estaba muy contento con eso cuando oí al señor Wasserman y dijo que ‘no
es suficiente con tener buenas prácticas, hay que pensar en las próximas prácticas’, the next face.

Eso me cambió un poco el paradigma.

Y uno de los objetivos que tiene nuestro Gobierno es el de lograr no solamente el ingreso a la OECD
que como les decía es un país de buenas prácticas, sino que oyendo a Wasserman me dije: no va a ser
suficiente con ser miembros de la OECD, sino que vamos a tener que pensar permanentemente en ser
innovadores dentro de las buenas prácticas de la OECD.

Ese es el tipo de objetivos y de ambiciones que una sociedad debe tener para poder realmente
progresar.

Hay que ir más allá de lo que en inglés llamaríamos “best practice” para pensar, desde ahora, en la
“next practice”.

Y lo digo en inglés, porque me trae a la memoria el llamativo lema de Microsoft –“Be what’s next”–; que
hoy quisiéramos asumir como propio.

Ese lema indica que no sólo hay que actuar en el presente sino poner, desde ahora, nuestras
capacidades al servicio del futuro.

Por eso apreciados amigos de Microsoft y queridos asistentes a este seminario:

Hoy los invito a adoptar un nuevo eslogan: ¡Colombia is next!

¡Colombia es el próximo país que se instalará, definitivamente, en las tecnologías del futuro para
construir una mejor realidad!

Yo les pido a los colombianos que sigamos el ejemplo de los asiáticos, que dedican el 80 por ciento a
pensar en el futuro y solamente el 20 por ciento a pensar en el pasado.

Porque en América Latina es a la inversa, queremos cambiar ese paradigma, la cumbre de hoy es el
mejor ejemplo de que ya estamos comenzando a hacerlo, por eso les agradezco mucho su presencia
aquí.

Los felicito y muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la entrega del


Acueducto de Sincelejo

Sincelejo, 18 may (SIG). “Qué bueno estar aquí hoy en Sincelejo.

Y no se imaginan la sensación que tuve cuando me invitaron a abrir esa llave y salió el chorro de agua.
Es una sensación que hace que todas estas mortificaciones, sinsabores, que tiene la responsabilidad de
gobernar un país tan lindo, tan bello, pero tan complejo como Colombia, todas esas dificultades se
compensan con satisfacciones como las que acabo de sentir.

Es lo que realmente lo estimula a uno a seguir adelante.

Como lo mencionaba con Jairo Merlano, hace muchísimos años había oído yo sobre este proyecto, la
necesidad de que Sincelejo tuviera agua potable, sobre todo los barrios más necesitados.

Y a veces la gente no aprecia lo que significa tener cosas tan básicas como es el agua potable. Alguien
decía que nadie aprecia lo que es el oxígeno hasta cuando a uno le hace falta, nadie aprecia lo que es
la libertad sino cuando a uno le hace falta, nadie aprecia lo que es la democracia sino cuando a uno le
hace falta.

Y en cierta forma lo mismo sucede, como decía el Presidente López Michelsen, con los servicios
públicos básicos. Los que hemos tenido el privilegio de tener agua potable todas nuestras vidas, cuando
se va el agua una hora, siente uno que se le fue el mundo; cuando se le va a uno la electricidad tres
horas, siente uno que se le fue el mundo. Cómo será la gente que nunca lo ha tenido y que le llega.

Eso es parte de una política social que tiene una gran coherencia ideológica, una coherencia
administrativa. Proveer de servicios públicos a quienes no lo tienen, tiene que ser, siempre debe ser,
una prioridad para cualquier gobierno. Sobre todo para los gobiernos que quieren erradicar la pobreza.
Ahí está concentrado buena parte de lo que nosotros queremos hacer.

Por eso me siento tan satisfecho de estar aquí dándole agua a 66 mil sincelejanos; 66 mil sincelejanos
que nunca habían tenido agua. Eso es un paso muy importante, muy importante.

Y eso es lo que queremos seguir haciendo en todo el país.

Luchar contra la pobreza

Humberto Rodríguez hablaba de la Tercera Vía, tesis de lo cual yo soy ferviente partidario, y es la unión
del sector privado, del sector público ¿para qué? Para beneficiar a la gente y sobre todo a los más
necesitados.

Cuando nuestro Plan de Desarrollo, que lo hemos denominado Prosperidad para Todos, y lo resumimos
en más seguridad, más empleo y menos pobreza, ahí está enmarcado el foco de nuestra atención y de
nuestra acción. Y ahí están enfocadas políticas como la de proveer de servicios públicos básicos a
quienes no lo tienen.

Por eso digo yo que para mí es tan importante haber venido hoy a dar este paso simbólico, pero
importantísimo. Y que se hace realidad un sueño que tenían los sincelejanos desde hace tanto tiempo.

La pobreza se combate de dos formas que son complementarias y que son ambas condiciones
necesarias para poder ser efectivos. Por un lado, que la economía crezca, que la economía pueda
proveer los puestos de trabajo y la inversión social que el Estado necesita hacer, focalizada en los más
necesitados.

Para eso tenemos todo un plan, las cinco locomotoras, que van a jalonar la economía. Y vamos bien,
vamos bien. Las cifras de crecimiento económico van por muy buen camino. Las de los últimos meses
nos indican que ya esas locomotoras están funcionando.

¿Cuánto ha crecido, Ministra, por ejemplo su locomotora de vivienda? 63 por ciento. Lo cual ratifica lo
que usted está diciendo, Alcalde (Jesús Antonio Paternina), de que la Ministra es efectiva.

63 por ciento va creciendo la locomotora de la vivienda. Y así sucesivamente y eso se está traduciendo
en más empleo. Tenemos la tasa de desempleo más baja de los últimos, creo que de 10 o 14 años, que
todavía está demasiado alta.

Porque vamos a seguir trabajando para que la meta que tenemos de poner la tasa de desempleo en un
solo dígito y que se quede ahí, la hayamos cumplido.

Pero la otra parte importante de luchar contra la pobreza es lo que el Estado puede hacer en su política
de focalizar las poblaciones más pobres. Por eso establecimos la Red Juntos, para que a través de esa
Red podamos sacar de la pobreza extrema a 350 mil familias, mínimo. Y vamos a cumplir esa meta.

Y dentro de esa política de focalizar está, precisamente, darle agua potable. ¿Cómo puede uno
pretender sacar a una familia de la pobreza si ni siquiera tiene agua potable? Por eso es tan importante
esto que está sucediendo hoy.

Problema histórico de Sucre

Y, Alcalde, usted muy de buenas porque su señora está cumpliendo años hoy. Entonces a ella le vamos
a dar el regalo del pozo. Lo vamos a llamar el pozo ‘Margarita’.

Y ese regalo, Ministra, dígame si me puedo comprometer a que en la próxima reunión del Comité de
Regalías podemos aprobar ese pozo. ¿Puedo comprometerme a eso?

Entonces ahí está. Eso para que siga complementando, porque realmente esto es algo muy importante.

Entonces ahí tenemos. Listo, Margarita, ahí está. Feliz cumpleaños, Margarita; feliz cumpleaños.

Y vamos a hacer un gran esfuerzo, querido Gobernador, querido Alcalde. Y futuro gobernador y futuros
alcaldes.

Sucre ha sufrido mucho y tiene un problema casi que endémico de pobreza. Miren, las cifras son muy
dicientes. El nivel de pobreza, que es altísimo y que es vergonzoso, y a mí me produce escalofríos. Y
por eso mi prioridad dentro del Plan de Desarrollo es ese: menos pobreza, y dedicar la acción del
Estado a los más pobres.

¿Pero por qué? Porque el nivel de pobreza supera el 45 por ciento, 45,5 por ciento. Y la pobreza
extrema está en el 16,4 por ciento, 16,4 por ciento de nuestros compatriotas.

Ustedes lo ven aquí en Sucre, lo ven aquí en Sincelejo; viven en la pobreza extrema.

En un país tan rico como Colombia, eso es inaceptable. Por eso nuestra acción, la de todos los
ministros, la de todo el Gobierno, va a estar focalizada a que –por eso lo digo con mucho orgullo y con
mucho entusiasmo– si yo puedo llegar al final de mi Gobierno y mirar para atrás y decir que cerramos la
brecha –no del todo, pero en buena parte– de la pobreza, yo me podré ir a la tumba totalmente
satisfecho y tranquilo.

Y yo creo que aquí en Sucre tenemos que hacer una labor especial y muy importante, porque la pobreza
en el país es 45 y en Sucre es 68 por ciento. Y la extrema en el país es 16,4 por ciento y aquí en Sucre
es el 28,5 por ciento.

Sucre tendrá papel fundamental

Por eso tenemos que concentrar más la acción con los alcaldes y con el Gobernador, más la acción
social aquí en el departamento. Y nos comprometemos a hacerlo, porque va a ser rentable en el sentido
en que si podemos ser exitosos con proyectos como éste, podremos decir dentro de unos años que los
índices de pobreza del departamento de Sucre bajaron sustancialmente y podremos todos irnos a la
tumba tranquilos.

Creo que ese es un compromiso que tenemos que hacer con proyectos como éste.

Por eso, yo les quiero decir que dentro de las prioridades del Gobierno y dentro de las políticas que
tenemos diseñadas, Sucre va a tener un papel, va a jugar un papel muy importante.

A Sucre le van a llegar unos recursos importantísimos con la Reforma a las Regalías. Le va a llegar, le
preguntaba yo, más o menos, Gobernador, cuánto le llega adicional al año, cuando los honorables
congresistas apoyen el proyecto de Regalías.

Van a llegar 400 mil millones al año.

Si invertimos esa plata bien, más la plata adicional, por ejemplo del Fondo de Compensación, por eso, el
10 por ciento en ciencia y tecnología. Si, por ejemplo, conectamos a los municipios –yo vengo de una
reunión con los científicos a nivel mundial en Cartagena, que estaba organizando Microsoft; parte de
nuestro programa es conectar a los municipios con la red de banda ancha y fibra óptica, para que
puedan dar un salto en su calidad de la educación, por ejemplo, y que los colegios en los sitios más
remotos tengan acceso a la tecnología–, eso inmediatamente tiene un efecto multiplicador en la
prosperidad, en el nivel de vida.

Con esos 400 mil millones, más los recursos del presupuesto nacional, si los invertimos bien, si los
diseñamos bien, podemos reducir esos índices de pobreza en este departamento y esta ciudad en
forma importante.

Yo creo que eso es un compromiso que todos –porque aquí tenemos que participar todos– podemos
hacer. Y por mi lado, por el lado del Gobierno y del Presidente tengan la absoluta seguridad que ese va
a ser un compromiso que yo voy a cumplir.

De manera que ahí hay un gran desafío, tenemos que sentarnos a diseñar bien la forma cómo vamos a
ejecutar esos recursos. Porque ahí es parte del problema, que a veces no se ejecutan bien, no se
planean bien, no se estructuran bien y los recursos se pierden.

Cuando uno planea bien y cuando uno está preparado, los recursos rinden. Y es lo que quiero que
hagamos aquí en el departamento de Sucre. Y cuenten con todo el apoyo del Gobierno Nacional.

Yo aquí voy a volver dentro de 15 días, de este sábado en 15 hacemos el Acuerdo para la Prosperidad
aquí, aquí en Sincelejo.

Vamos a tener la oportunidad de reunirnos con los alcaldes; con los alcaldes vamos a tener la
oportunidad de ver cómo comenzamos a diseñar ese mejor futuro, para que podamos hacer las cosas
correctamente, para que podamos hacer las cosas como Dios manda. Como se hizo este proyecto, que
finalmente después de muchos ensayos, finalmente se logró. Entonces ahí vamos a hacer.

No, no miren, los Acuerdos tienen un procedimiento; no solamente con los alcaldes. Es con toda la
comunidad y los temas se van discutiendo, se van decantando y vamos teniendo en cuenta y ahí hay
una participación importante.

Entonces yo les comunico que ese va a ser un tema para nosotros prioritario.

Emergencia por lluvias

Quiero finalmente hacer referencia, infortunadamente, al agua, pero al agua que nos está inundando
con la ola invernal.

Aquí está el doctor Ricardo Lozano, del Ideam. Él me ha dicho que de acuerdo al Ideam –y la verdad es
que se ha equivocado muy poco–, las lluvias van a seguir hasta mediados de junio. ‘La Niña’ se va a ir
del país a mediados de junio. Una ‘Niña’ que nos ha azotado durante un año entero, porque el invierno
no ha parado.

En algunas zonas ha llovido menos, en algunas zonas ha llovido más, pero en términos generales, en
todo el país ha llovido muchísimo más que el promedio.

Por eso estamos viendo los niveles de los ríos en los niveles más altos de la historia. Y por eso estamos
viendo cómo las montañas se están derritiendo; han recibido tanta agua que los deslizamientos son
cada vez mayores.

Y vamos a ver cada vez más deslizamientos y más inundaciones en el próximo mes, infortunadamente.

Yo quiero resaltar la forma como en la mayoría de los casos la gente ha respondido a las evacuaciones
preventivas. Hemos salvado muchísimas vidas porque la gente ha sabido responder y responder a
tiempo. Eso es muy importante para salvar vidas, que es para nosotros la prioridad número uno.

Vamos a ver, infortunadamente, lluvias más intensas aquí en la Costa, aquí en el Caribe y en la
Orinoquía de aquí a mediados de junio.

Hay que estar muy alertas. Los alcaldes tienen que estar muy alertas, los comités de prevención y
administración de los riesgos, muy alertas, para que la gente sufra lo menos posible. Y cuando venga
una inundación poder atender a esa gente lo más rápido posible.

La parte humanitaria. Esto ha funcionado relativamente bien; yo quisiera que funcionara mejor. Pero eso
también depende de las propias comunidades que nos ayuden a que esa ayuda humanitaria, cuando se
necesite, llegue a tiempo.

Pero quiero decirles que lo que tenemos que hacer ante todo y sobre todo es estar alertas.

Ayer un niño de cinco años, en un deslizamiento en San Vicente de Chucurí, quedó muerto por el alud,
el deslizamiento que se llevó el niño; cinco añitos tenía ese niño. Hubiéramos podido salvarle la vida si
hacemos una evacuación preventiva a tiempo.

Evitemos. Falta un mes; dentro de un mes podemos comenzar la reconstrucción del país, dentro de un
mes vamos a levantarnos de esta tragedia que ha sido la peor en nuestra historia.

99 billones en infraestructura

Y vamos a levantarnos y hacer de Colombia el país que somos, un país grande, Vamos a invertir 99
billones de pesos en los próximos diez años en infraestructura,

Ahí va a haber mucho empleo, va a haber progreso. Y por eso quiero que Sucre, planeemos bien y que
sea parte integral de ese esfuerzo en el que todos estamos comprometidos.

De manera que, que yo quiero simplemente decirles a ustedes: aquí volveré en 15 días, vamos por buen
camino.

Este evento de hoy es muy significativo, me voy muy satisfecho. Esa satisfacción de haber abierto esa
llave y de ver que a 66 mil sincelejanos les va a llegar agua potable, me produce una gran felicidad de
corazón.

Ojalá podamos hacer de estas obras todos los días. Ojalá, Ministra, podamos venir a darle vivienda
social a miles de sincelejanos lo más pronto posible. Yo sé que usted tiene eso en su mente.

Ojalá podamos venir y conectar todos los municipios de Sucre en la parte de fibra óptica.

Y después venir con la Ministra de Educación y elevar la calidad de los niños, que los niños de cero a
seis años, en su primera infancia, reciban el alimento que necesitan para que sean después niños
productivos, jóvenes buenos estudiantes. Eso es lo que queremos para nuestro gran pueblo
colombiano.

Les agradezco mucho esta oportunidad que me han brindado. Tengan la seguridad que tendrán un
Presidente que estará pendiente de estos indicadores que les acabo de mencionar mejoren cada vez
más.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la instalación de VII


Congreso Internacional Minería, Petróleo y Energía

Cartagena, 18 may (SIG). “Un antiguo proverbio chino dice: ‘Excava el pozo antes de que tengas sed’.

De alguna forma eso es lo que hacen los sectores minero, petrolero y energético en nuestro país:
excavar en el presente para garantizar el futuro.

Por eso vengo con tanto entusiasmo a este Séptimo Congreso Internacional de Minería, Petróleo y
Energía que en buena hora se realiza. No podía, diría yo, ser un momento más oportuno.

Sean mis primeras palabras de gratitud y reconocimiento a los organizadores del Congreso.

A la Asociación Colombiana del Petróleo y a su presidente, Alejandro Martínez; a la Cámara


Colombiana de la Minería y a su presidente César Díaz, y a la Asociación Nacional de Exportadores y a
su presidente, Javier Díaz, y a quienes con su apoyo hacen posible, e hicieron posible este evento.

¿Y por qué es oportuno? Porque los sectores aquí representados –minería, petróleo y energía– tienen
hoy un panorama más propicio para sus negocios que nunca antes, y porque nuestro país tiene la
oportunidad de dar un salto histórico en su desarrollo económico y social en general y en esos sectores
en particular.

La locomotora minera

En nuestro gobierno nos hemos fijado una meta, un ideal, que es la Prosperidad para Todos, la cual se
fundamenta en tres ejes muy sencillos, que son los ejes de nuestro Plan Nacional de Desarrollo: Más
seguridad, más trabajo y menos pobreza.

Para lograr estas metas fundamentales nos hemos propuesto impulsar prioritariamente 5 sectores –a los
que hemos denominado las locomotoras– para que jalonen el resto del tren, el tren de nuestra
economía, generando empleo formal y oportunidades.

Una de estas locomotoras –como ustedes bien lo saben– es la locomotora de la minería, el petróleo y la
energía.

Pero no es una locomotora que apenas arranca ni tampoco tiene que calentar motores.

Todo lo contrario, para fortuna del país, esta locomotora ya está andando, va a toda marcha y a todo
vapor.
Nunca antes Colombia había emprendido una travesía de igual proporción ni avizoraba un futuro tan
promisorio de la mano del sector minero-energético.

Miren estos datos, que varios de ustedes conocen mejor que yo:

En estudios, exploración y producción de HIDROCARBUROS tenemos 38 millones de hectáreas


contratadas, para darle un contraste con 8 millones de hectáreas de 2004.

Producción de crudo subió a 903 mil barriles

Mientras en julio del año pasado producíamos 783 (780) mil barriles de petróleo por día, hoy –en apenas
nueve meses– hemos incrementado la producción a 903 mil barriles diarios, según la cifra de abril, y
tenemos la meta de llegar, antes de terminar el cuatrienio, a 1 millón 150 mil barriles.

No en vano –y pese a que nuestra producción aún es baja frente a otros jugadores– somos el tercer
país en producción de petróleo en la región, las reservas estimadas por Ecopetrol son del orden de los
47 de billones de barriles, y los hidrocarburos ya representan el 5,4% del PIB.

Tenemos el objetivo de firmar al menos 205 nuevos contratos de aquí al 2014 y que se perforen 570
pozos exploratorios.

Y creo que vamos bien, vamos por buen camino: no más en lo corrido del año se han perforado 49 de
estos pozos.

Otro objetivo –que demandará inversiones por encima de los 6.500 millones de dólares– es el de
duplicar la infraestructura de transporte de crudos para pasar de una capacidad de 700 mil barriles por
día al doble, a 1,4 millones de barriles por día en el 2014.

Adicionalmente, seguirá el proceso de modernización de las refinerías para aumentar –con inversiones
cercanas a los 8 mil millones de dólares– la capacidad de refinación en 85 mil barriles por día.

Producción de gas

En cuanto al gas, la producción también viene subiendo.

Hoy estamos en niveles de 1.100 millones de pies cúbicos por día y esperamos terminar el cuatrienio
con una producción de por lo menos 1.350 millones de pies cúbicos diarios.

Pareciera, sin embargo, que el país no se ha dado cuenta del enorme potencial y los beneficios de este
producto energético que además tiene un bajo precio frente a otras fuentes de energía.

La producción de gas no es mayor, pudiendo serlo, porque la demanda interna no jalona la producción,
y esto se debe en buena parte a que los inversionistas, los ciudadanos aún no tienen certeza sobre la
confiabilidad del suministro.

La demanda también sería mucho mayor si liberamos las exportaciones de gas, y hoy quisiera anunciar
en este en este Congreso- que lo vamos a hacer con la próxima expedición del decreto de gas natural.

Porque queremos exportar más gas –como lo hacemos hoy con Venezuela– y para ello es necesario
liberar las exportaciones.

Hay que tener en cuenta –eso sí– que, si se presentara un déficit en el mercado local, siempre se debe
privilegiar el mercado interno, con la aclaración de que, a los exportadores que acudan a suplir la
demanda nacional, se les pagará el producto a su precio de oportunidad en el mercado externo.

Yo creo que así se benefician los productores y se protege y garantiza el suministro de gas a los
colombianos.

Es indispensable, por otro lado, mejorar la capacidad de almacenamiento de gas y también de


transporte, en especial hacia el interior del país, lo que contribuye a reducir aún más su costo.

Y también impulsar el estudio de nuevos yacimientos, en tierra y en el mar, para lo cual Colombia ya
cuenta con la mejor experiencia y, todo el mundo dice, con muy altos estándares.
Por lo pronto, puedo anticiparles que, dentro de los objetivos del Gobierno en este tema, se aumentará
la capacidad de transporte de gas del país en 275 millones de pies cúbicos por día, con inversiones que
van a superar los 1.000 millones de dólares.

Estamos convencidos de que todo incremento en la inversión en el sector de hidrocarburos significa un


paso más hacia el objetivo que les mencionaba al principio, el de la prosperidad para todos.

Las cifras de su aporte al bienestar de la sociedad son incontrastables:

Se calcula que, entre el 2010 y el 2014, el sector de hidrocarburos generará ingresos a la Nación para
desarrollo social –en regalías, impuestos y dividendos– cercanos a los 44 mil millones de dólares.

Son recursos del subsuelo para mejorar el presente y el futuro de los colombianos.

La minería ahora es importante

En MINERÍA sucede algo similar, guardadas proporciones.

Nunca antes en la historia contemporánea del país la minería se perfilaba como un instrumento tan
importante del desarrollo.

Hoy ya tiene una participación del 2,2 por ciento del PIB.

El otorgamiento de títulos mineros se ha incrementado en los últimos años, pasando de poco más de mil
títulos en el 2002 a casi 9 mil títulos en el 2009, equivalentes a 4,8 millones de hectáreas –50% en
metales preciosos, 27% en carbón y 12% en esmeraldas, entre otros–.

Hay, además, cerca de 19.000 títulos mineros que están solicitados, sobre lo que me referiré más
adelante.

Las empresas nacionales y extranjeras, motivadas por el potencial minero del país y el alto precio
internacional de algunos metales preciosos, han fijado –con razón– su mirada en el país, con una
dinámica de exploración y explotación sin precedentes en nuestra historia.

Somos el primer productor de carbón de América Latina y el cuarto exportador a nivel mundial de este
mineral; somos el séptimo mayor productor de ferroníquel del mundo, y somos el primer productor de
esmeraldas del planeta.

Y esto es apenas lo que sabemos, porque el potencial puede ser mucho mayor.

Sólo se han realizado estudios de geología básica en la mitad del territorio, luego imaginen las riquezas
que faltan por descubrirse y explotarse.

En ENERGÍA el avance también es significativo.

Pasamos de tener un sector de propiedad estatal a un sistema de mercado regulado con un interés
creciente del sector privado.

Este es un ejemplo perfecto de una filosofía que hemos seguido y que yo estoy siguiendo, que hemos
llamado de la Tercera Vía, que se puede resumir: el mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta
donde sea necesario.

Ese concepto en el sector energético creo que se ha aplicado al pie de la letra y está dando muy buenos
resultados.

Y hemos aprendido de las crisis y hemos identificado mejor las vulnerabilidades y retos, para
garantizarle al país una capacidad suficiente de generación eléctrica ahora y para los próximos años.

Ello ha sido posible gracias a la confianza del sector privado, manifiesta en la última subasta de energía,
que nos garantizará más de 3.400 megavatios adicionales –el 90% de origen hídrico– entre 2012 y
2018.

Se trata de un incremento del 25%, suficiente para atender las necesidades de nuestra población y de
nuestra economía, sin perjuicio de que identifiquemos más opciones y proyectos en generación y
transmisión eléctrica.

Exportación de energía

Las empresas del sector energético de Colombia han demostrado, por otra parte, ser jugadoras de talla
mundial, con presencia y filiales en Centro y Sudamérica que dan fe del empuje y la capacidad del
talento colombiano.

Compañías como ISA, EPM y la Empresa de Energía de Bogotá, entre otras, que adelantan proyectos
energéticos e incluso de infraestructura vial en varios países de la región –con eficiencia y excelencia–
son un verdadero motivo de orgullo para el país.

Y en este campo energético las oportunidades se abren cada vez más. Por ejemplo, tenemos ya unas
negociaciones que están muy adelantadas con Panamá para hacer la conexión con Panamá y de ahí
poder vender energía por Centroamérica. Ya muchas de nuestras empresas están negociando
distribuidoras en países centroamericanos y llegar hasta México.

De la misma manera, ya hay preacuerdos con Ecuador, con Perú y con Chile para que eso que hemos
hecho con Ecuador, conectarnos y venderles energía, lo podamos ir extendiendo hasta llegar a Chile.
Está Chile muy interesada en la energía colombiana. Ahí hay un enorme potencial.

Y por supuesto todas las inversiones que están previstas para la generación aquí en Colombia,
aprovechando esa riqueza que tenemos que cuidar con mucho esmero, como es nuestra riqueza
hídrica.

Nos enfrentamos, sin duda, a una ventana de oportunidad que, bien entendida y bien administrada, nos
conducirá a escenarios de grandes beneficios: para los inversionistas y para el país en su conjunto.

El sector minero-energético, su potencial, su desarrollo, sus perspectivas, nos llena de razones para el
optimismo.

Pero debemos también ser realistas.

No todo es perfecto y TENEMOS MUCHOS DESAFIOS POR DELANTE.

Este panorama de crecimiento y progreso sólo será posible si pensamos en grande y si actuamos con
responsabilidad y coherencia, con coordinación y eficiencia.

Energía, medio ambiente y lucha contra la pobreza

Ser responsable y coherente es saber que estamos frente a una oportunidad que reclama un manejo
serio en lo social, en lo económico y en lo ambiental.

El nuestro es un país rico en recursos naturales pero pobre en presupuesto.

Y subsisten –no podemos negarlo– altos índices de pobreza e inequidad social.

Por eso, al presentarse un crecimiento en los ingresos gracias al sector petrolero-minero-energético,


debemos preguntarnos cómo aprovechar mejor esa circunstancia para sacar de la pobreza a cientos de
miles de colombianos y avanzar hacia una sociedad más equitativa.

Lo responsable es destinar esos ingresos temporales a proyectos realmente estratégicos de orden


regional, que tengan como finalidad reducir las brechas.

La experiencia nos indica, infortunadamente, que –salvo contadas excepciones– dichos recursos no han
logrado cambios significativos en la calidad de vida de las personas en las regiones que históricamente
se han beneficiado de las regalías.

Por eso es tan importante modificar este sistema.

En esa dirección va enfocada la Reforma a las Regalías, que avanza a buen ritmo en el Congreso, para
que esos recursos del subsuelo –que son recursos de todos los colombianos– beneficien a todos los
colombianos y se traduzcan en obras que mejoren la competitividad regional y nacional.
Así mismo, somos conscientes de las INQUIETUDES QUE SURGEN SOBRE EL DESARROLLO
ECONÓMICO Y SU COMPATIBILIDAD CON EL MEDIO AMBIENTE.

Estas inquietudes se hacen más patentes en un país como Colombia, donde se avizora un desarrollo sin
precedentes de la industria petrolera, minera y energética, y donde tenemos una biodiversidad
extraordinaria.

En este punto, quiero dejar constancia de que el sector minero-energético ES UNA PRIORIDAD para el
Gobierno, así como debe serlo para todos los colombianos.

Por lo mismo, no escatimaremos esfuerzos para que esta industria alcance sus objetivos y el país se
beneficie de esa situación excepcional.

Pero no a cualquier precio. ¡NO A CUALQUIER PRECIO!

Porque tenemos también una obligación inexorable con el medio ambiente.

De mi parte, estoy convencido –y espero que ustedes así lo entiendan– de que el desarrollo económico
y social y la protección de la biodiversidad no son incompatibles.

El gran desafío que tenemos en Colombia, y que estamos asumiendo en nuestro gobierno, es el de
estimular la minería –y la prosperidad que viene con ella– sin destruir el medio ambiente.

Hace una par de semanas vino el ex primer ministro británico Tony Blair, un verdadero experto en
materia de medio ambiente. A su Gobierno le tocó enfrentar este tipo de problemas y de dilemas.

Y él decía: “Hay quienes creen que los dos temas son excluyentes. Los verdes extremos quisieran que
no hubiera minería, y los extremos del desarrollismo quisieran que no hubiera ninguna restricción”.

Nuestro compromiso es alejarnos de los extremismos y encontrar ese término medio que nos permita a
los colombianos aprovechar nuestro capital minero y energético, y al mismo tiempo preservar ese activo
importantísimo de nuestro país que es nuestra biodiversidad.

El nuevo Ministerio del Medio Ambiente se encargará de que Colombia tenga una regulación para la
protección ambiental que sea compatible con el desarrollo económico, y que represente el ESTADO
DEL ARTE en esta materia.

Les estamos preguntando a los australianos, a los neozelandeses, a los canadienses, a los grandes
expertos, que nos ilustren a ver dónde realmente trazamos esa línea. Y una vez la tracemos, que todo el
mundo entienda que aquí hay unas reglas claras. Muy posiblemente los extremos, ninguno de los dos
va a quedar contento. Pero ese es el costo de este tipo de decisiones.

Porque repito: LA PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE NO ES INCOMPATIBLE CON EL


DESARROLLO DE SECTORES CRUCIALES DE NUESTRA ECONOMÍA, COMO EL MINERO.

Sea la ocasión para registrar, con enorme complacencia, que hoy somos los segundos productores de
biocombustibles en América Latina, con más de 2,4 millones de litros por día.

Éste es un sector que reclama la mayor atención y respaldo, junto con otras alternativas de energía
limpia, en las que nuestro país debe y puede incursionar con más decisión.

Otro asunto a mejorar es la COORDINACIÓN Y LA CELERIDAD

Entendemos que todos –las distintas entidades del Gobierno, la industria minero-energética, las
entidades territoriales y sus comunidades– somos parte de un mismo equipo; que compartimos una
misma embarcación y un mismo puerto de llegada.

En cumplimiento de esta convicción, el Gobierno participa en los espacios de trabajo conjunto y


periódico creados con el sector petrolero y el de generación eléctrica, y avanza en esa dirección con el
sector minero.

Además –y para contribuir a la formulación de políticas que nos permitan soluciones de fondo en
seguridad y conflictividad– asignamos a la Alta Consejería Presidencial para la Convivencia y Seguridad
Ciudadana una interlocución constante con la industria y la tarea de apoyarlos en sus problemas,
buscando una mejor articulación dentro del Gobierno.

Así mismo –y dado el volumen creciente de solicitudes y permisos en materia ambiental y los
relacionados con la presencia y protección de comunidades indígenas– estamos reforzando los equipos
de la dirección de Licencias Ambientales del Ministerio de Medio Ambiente y Vivienda, y la dirección de
Control Previo del Ministerio del Interior y Justicia.

Somos conscientes de que existe un atasco y un atraso en el tema de las licencias ambientales, por lo
que –luego de no pocas dificultades– se están contratando 60 profesionales adicionales para que el
Plan de Choque previsto reduzca los tiempos de estudio y permita que el Ministerio de Ambiente y
Vivienda se ponga al día en este tema, antes de terminar el próximo mes.

A ello se ha comprometido el Ministerio, y no dudo que lo cumplirá.

Con la escisión de los mencionados ministerios –además– se fortalecerán, en equipo y presupuesto, las
direcciones responsables de las licencias y permisos ambientales, así como la de consultas previas.

Y nos proponemos revisar la forma de hacer más expeditos los procedimientos y trámites para
responder con responsabilidad, celeridad y transparencia al volumen creciente de solicitudes.

Sé que la industria valora los esfuerzos realizados y ha sido comprensiva.

Pero no tiene por qué soportar ineficiencias por falta de previsión y de coordinación interna, y eso lo
estamos corrigiendo.

Y algo más: somos conscientes de que la INSTITUCIONALIDAD MINERA no creció al mismo ritmo que
la actividad minera, y por eso estamos trabajando en el Ministerio de Minas –con la firma consultora
McKinsey– en la creación de una Agencia Nacional de Minerales que nos ayude a fortalecer y
modernizar el sector.

En ese orden de ideas, y con el propósito de evitar talanqueras al desarrollo de megaproyectos


relacionados con los servicios públicos y, en especial, para evitar que por falta de diligencia estos se
frustren, hemos procedido –tal como me comprometí con el sector energético– a reformar el régimen de
amparo policivo, para que, en el caso en que los alcaldes no cumplan su deber, subsidiariamente lo
hagan los gobernadores.

Ya firmé el decreto, doctora María Zulema Vélez, presidenta de ACOLGEN, y está vigente para garantía
y tranquilidad de los grandes proyectos energéticos.

Un modelo de seguridad para el sector energético

Deseo referirme brevemente a DOS ASUNTOS FUNDAMENTALES para la industria: LA SEGURIDAD y


la relación con las ENTIDADES TERRITORIALES y con la COMUNIDAD.

La mejoría en SEGURIDAD en las zonas de influencia del sector ha sido significativa, aunque
reconocemos que todavía falta mucho.

Mientras en el año 2004 se presentaron 2.300 denuncias de extorsión en el sector de hidrocarburos, el


año pasado la cifra de denuncias estuvo por debajo de 1.400.

Respecto de actos terroristas, pasamos de 1.645 hechos delictivos en 2002 a 471 en 2010 y, en
secuestro extorsivo, de 1.708 en 2002 a 188 en 2010 –una disminución del 90%–.

En lo que va corrido del año los violentos han insistido en actos de terrorismo contra la infraestructura
minero-energética, en una acción desesperada y miope por mostrarse, en medio de su debilidad, sin
importarles el daño que causan a las regiones productoras y a la ciudadanía en general.

Quiero decirles que el Gobierno nacional es consciente de las inquietudes que en materia de seguridad
subsisten en el sector.

Y quiero ser enfático en esto: No hemos escatimado –ni escatimaremos– esfuerzo alguno para
garantizar la seguridad en las zonas comprometidas con el desarrollo del sector petrolero, minero y
energético.

No hay duda de la determinación de las Fuerzas Armadas al respecto, pero –debido al crecimiento de la
industria– requerimos UN NUEVO MODELO DE SEGURIDAD para la misma que incluya análisis
continuos de riesgos, un mejor aprovechamiento de los recursos, y el uso de tecnología de punta para
seguridad.

El Ministerio de Defensa está trabajando en una nueva política para garantizar mejores condiciones de
seguridad al sector, con esquemas más eficaces de colaboración entre el Gobierno y la industria, cuya
puesta en marcha se hará de la mano y en común acuerdo con los sectores aquí representados.

Y algo más sobre la seguridad:

El Gobierno reconoce y estimula la postura firme de la industria frente a las amenazas, el chantaje y las
extorsiones de los grupos armados ilegales.

Si bien éstas han mermado por la mejoría en seguridad y al no encontrar terreno fértil en la industria, es
mi deber reiterar nuestra política al respecto.

Hacerle el juego a las amenazas, el chantaje o la extorsión de los criminales, sólo contribuye a
fortalecerlos y a perpetuar esa práctica a futuro.

No se tolerarán extorsiones ni vías de hecho

El país vivió épocas en las cuales era usual ceder ante el chantaje y estamos pagando sus nefastas
consecuencias.

Nuestra proclama respetuosa –pero firme y sin ambages– a las empresas, a los contratistas, y a
quienes están vinculados a la industria, es clara y aquí la reitero: NO VAMOS A TOLERAR EL PAGO
DE EXTORSIONES. ¡Hágalo quien lo haga!

Y la seguridad –en otro enfoque– es también la seguridad de los mineros.

Ayer tuvimos la buena noticia de que ocho mineros de una mina de carbón en el Valle fueron
exitosamente rescatados después de que un derrumbe bloqueara la salida de la mina.

Pero accidentes como estos no pueden ser la noticia de todos los días.

El Ministerio está adelantando una política de mejoramiento de la seguridad minera con el objetivo de
bajar el índice de fatalidades por lo menos a la mitad para el 2014.

En esa dirección, Ingeominas está implementando el Plan de Inspección Inmediata de Seguridad Minera
que verifica el cumplimiento de todos los estándares de prevención de accidentes.

Pero no hay que esperarse a la inspección.

Ustedes, en la industria minera, deben ser los primeros interesados en implementar medidas de
prevención y protección, por el bien de sus negocios y, sobre todo, por la vida y salud de sus
trabajadores.

Un segundo aspecto en el que hay avances importantes es en la RELACIÓN CON LAS ENTIDADES
TERRITORIALES Y LA COMUNIDAD.

Pareciera natural que la llegada de empresas nacionales y extranjeras a regiones apartadas, donde la
presencia institucional del Estado y del sector privado ha sido históricamente precaria, genere
inquietudes por parte de los gobiernos departamentales y locales, y todo tipo de expectativas.

En el imaginario colectivo se las ve solamente como empresas que manejan importantes recursos, pero
no se entienden las complejidades e inversiones que implica adelantar esas tareas.

Las exageradas expectativas y la falta de conocimiento y comprensión de la industria han llevado a que
en algunas regiones aún se acuda a los bloqueos y vías de hecho, como método de presión al
Gobierno, y ante las propias empresas.
En este sentido, se requiere un trabajo cercano y franco con las autoridades territoriales y sus
comunidades para que conozcan mejor la industria y entiendan que son ellas las más beneficiadas con
su llegada.

Esa labor, sin embargo, no puede estar mediada por presiones indebidas, chantajes o vías de hecho.

Nuestro gobierno cree en el derecho a disentir y es amigo del diálogo social, pero no a las malas, ni de
cualquier manera.

Así ya lo han constatado quienes han optado por bloquear la industria para presionarla, o presionar al
Gobierno.

Nuestra posición es muy sencilla: SÍ al disentimiento democrático y al diálogo, pero NO a las vías de
hecho.

Es más, hemos incluido en la Ley de Seguridad un artículo que criminaliza los bloqueos de vías,
selectivos o generales.

Y vamos a aplicarla con rigor.

Hay que recordar, por otro lado, que estamos en un año electoral en el que no debe sorprender que
grupos armados ilegales traten de causar daño para llamar la atención.

Se verá el afán de funcionarios en las postrimerías de sus mandatos, o de políticos ávidos de


protagonismo, de apelar a posturas críticas hacia la industria o contra el Gobierno nacional en razón de
sus políticas sobre el régimen de regalías.

Frente a la acción armada, se responderá con contundencia; frente a la crítica política, se responderá
con respeto, sin perjuicio del derecho que asiste al gobierno exponer sus tesis y contra-argumentar.

Los funcionarios y candidatos, sin embargo, deben tener cuidado de que, en su intento por ganar
respaldos o indulgencias, no terminen haciéndoles el juego a los violentos, cohonestando sus actos
delictivos o incurriendo ellos mismos en acciones delictivas.

Nuestro gobierno, por otra parte, aplaude la seriedad y la responsabilidad con la que la mayoría de
compañías de la industria entienden el negocio y sus deberes con Colombia.

No existe duda del compromiso de la mayoría de las empresas nacionales y extranjeras con el país y su
responsabilidad social.

Es más: algunas, en el ánimo de cumplirle con creces al país y procurar el bienestar integral de las
comunidades en las que operan, las malacostumbran pues asumen roles que no necesariamente han
de corresponder a la empresa.

Así mismo, reconozco la importancia que muchas dan a la seguridad industrial y a los derechos
humanos.

No en vano Colombia es líder en el cumplimiento de los Principios Voluntarios, que el gobierno


comparte y está decidido a impulsar.

Contra la minería ilegal

Nos preocupa, sin embargo –y esto hay que decirlo– la especulación con los bloques de hidrocarburos y
los títulos mineros, porque parece estar ganando terreno la reventa de bloques y de títulos.

Es lícito y deseable que se adelanten negocios entre particulares, y el hecho de que exista interés de
muchos en vincularse ahora al negocio de hidrocarburos y minería es señal de confianza.

Sin embargo, los criterios de adjudicación de títulos mineros –que el primero que llega obtiene el título
cumpliendo unos requisitos mínimos– y el bajo precio de adjudicación –de apenas un salario mínimo–
explican que el grueso del territorio esté otorgado o solicitado.

Es positivo registrar el interés de hacer minería en el país, pero –al examinar el procedimiento que por
años se ha venido utilizando en Colombia y la proporción de territorio a la espera de títulos– pareciera
que aquí no se le negaba un título minero a nadie.

Eso no está bien, y vamos a hacer algo al respecto.

Se ha ordenado un alto en el camino y hemos detenido la recepción de nuevas solicitudes de títulos


mineros porque ya tenemos cerca de 19.000 por resolver, entre Ingeominas y los departamentos que
tienen delegación.

Estamos organizando la casa, con diligencia, con el objetivo de que, en adelante, los títulos se
entreguen de manera ágil, transparente y muy seria.

Sea el momento para referirme a un asunto de particular importancia y gravedad: la MINERÍA ILEGAL.

Creo que no exagero si señalo que la minería ilegal es un cáncer que amenaza con descarrillar una de
las locomotoras en las que el país cifra sus esperanzas de desarrollo y, lo que es peor, con destruir el
medio ambiente.

Infortunadamente, los altos precios internacionales del oro y de otros metales preciosos han incentivado
una minería de tierra arrasada, que ahuyenta la minería legal y desdibuja la artesanal.

En lo corrido del año se han incrementado las capturas y la incautación de retroexcavadoras, y se han
intervenido y cerrado decenas de minas.

La determinación del Gobierno es estricta: COMBATIR con contundencia y eficacia LA MINERIA


ILEGAL.

Para ello es fundamental el compromiso de los gobernadores y alcaldes, y les hago un llamado a su
efectiva colaboración.

Estabilidad en las reglas del juego

Y CONCLUYO CON UNAS BREVES REFLEXIONES.

La historia de Colombia con el sector minero-energético se partió en dos cuando dejamos de pensar en
pequeño y nos atrevimos a soñar.

Cuando entendimos que solos jamás alcanzaríamos nuestras metas y que debíamos atraer inversión
nacional y extranjera.

Cuando supimos que, para lograrlo, era fundamental la seguridad, la estabilidad en las reglas del juego,
la celeridad y transparencia en los trámites y procesos, y el respeto por los derechos humanos.

Yo sé que hay reclamos por unas medidas recientes en materia tributaria, que le quitamos las
exenciones tributarias a las inversiones en activos productivos. Esa medida siempre fue temporal. Y
acuérdense que cuando se puso, era porque no había inversión, pero siempre fue con carácter
temporal.

Que el impuesto al patrimonio. Creo que ustedes más que nadie entienden por qué el impuesto al
patrimonio. Cuando mira uno el desastre de la ola invernal y la forma de financiar lo que el Estado está
haciendo para afrontar semejante desastre. Es también algo temporal, fue algo necesario.

Que hicimos cambios en los aranceles. Por muchos años, desde que yo era Ministro de Comercio
Exterior, se está pidiendo a gritos que simplificáramos el sistema tributario y que simplificáramos el
sistema arancelario; que bajáramos los aranceles, que bajáramos la protección efectiva, para volvernos
más competitivos.

Eso fue lo que hicimos. Sé que algunos salieron afectados. Pero quiero decirles lo siguiente:
efectivamente se han hecho cambios que los han afectado. Creo que los cambios en la mayoría de los
casos eran justificados.

Si el día de mañana hacemos una reforma tributaria, no será para subir tarifas sino para hacer más ágil
y eficaz el recaudo.

Ustedes pueden estar tranquilos, señores inversionistas, sobre la estabilidad en las reglas de juego.

Es más, la reforma que imaginamos es una reforma que traerá más volumen de negocios a la
economía, y que hará que los inversionistas y emprendedores se sientan más a gusto.

Porque es mejor incrementar los ingresos tributarios, no porque suben las tarifas, sino porque aumenta
el nivel de los negocios.

¡Esa es la idea, y ese es nuestro compromiso!

Ahora bien, vuelvo a hacer un llamado al realismo:

Es cierto que hemos logrado avances significativos en la industria minero-energética, pero NO debemos
confundir el ‘boom’ de los estudios y la exploración petrolera y minera con el ‘boom’ de la producción, ni
el inicio de importantes proyectos en generación eléctrica con la generación misma.

Los periodos de auge de la producción y la generación llegarán – no tengo dudas– siempre que
hagamos bien las cosas.

¡Y van a llegar! Porque estamos afianzando la confianza en el país y la confianza en los inversionistas.

¡Van a llegar! Porque estamos siendo coherentes y responsables en la política pública y en su


aplicación.

¡Van a llegar! Porque estamos decididos a actuar coordinadamente y con mayor efectividad en el
Gobierno –y con la industria– para superar los escollos presentes y prepararnos con tiempo para los
desafíos.

Estamos frente a una ventana de oportunidad, tan amplia o estrecha, y tan breve o perdurable, como la
queramos y logremos construir.

Los invito, apreciados amigos de nuestra locomotora minera, petrolera y energética, a trabajar hombro a
hombro con nosotros.

Los invito a pensar en grande, a pensar lo impensable.

¡Los invito a ser socios de una empresa común y rentable llamada Colombia!

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la posesión del


Embajador en China, Carlos Ignacio Urrea

Bogotá, 19 may (SIG). “Embajador:

Para mí es muy placentero haber posesionado a Carlos Urrea como nuestro Embajador ante un país tan
importante como lo es la Republica Popular China.

Hace cerca de 20 años, en uno de mis primeros actos públicos como Ministro de Comercio Exterior,
creo que la primera vez que yo puse una condecoración fue a su padre (Joaquín Urrea), por una
destacadísima labor al frente de esa gran empresa que es Leonisa, que en ese momento, como siempre
ha sido, era una empresa que le daba ejemplo al resto de los colombianos de cómo crear mercados o
cómo innovar y cómo ser exitosos.

Y desde entonces las demostraciones de los ejemplos que han dado la generación de su padre y lo que
ustedes han seguido, pues han multiplicado en qué forma esos éxitos.

Y eso fue una de las muchas razones por las cuales, en un análisis que hicimos con la Canciller (María
Ángela Holguín), de quién seria la persona ideal en este momento tan importante de enviar a la China,
que se ha convertido en un país motor de la economía mundial, un país fundamental para cualquier otro
país que quiera tener un buen futuro en la parte económica, en la parte política, pero sobretodo en la
parte económica. Y ahí llegamos al nombre de Carlos Urrea.

Por eso me complace muchísimo que esto se haya dado. El país está en muy buenas manos con usted
como Embajador en la China.

Tenga la absoluta seguridad de que estaremos apoyándolo en toda su labor y si hace medianamente lo
que ha hecho con esa gran empresa que es Leonisa, en penetrar el mercado chino, ahí ya nos
podremos dar por muy satisfechos.

Le deseo muy buena suerte.

Allá creo que vamos a ir de visita oficial en septiembre, una visita a la cual estamos dando mucha
importancia.

De manera creo que es el perfil adecuado para el sitio adecuado con la persona adecuada. Entonces
muchas felicitaciones y mucha suerte”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la posesión del


Embajador en China, Carlos Ignacio Urrea

Bogotá, 19 may (SIG). “Embajador:

Para mí es muy placentero haber posesionado a Carlos Urrea como nuestro Embajador ante un país tan
importante como lo es la Republica Popular China.

Hace cerca de 20 años, en uno de mis primeros actos públicos como Ministro de Comercio Exterior,
creo que la primera vez que yo puse una condecoración fue a su padre (Joaquín Urrea), por una
destacadísima labor al frente de esa gran empresa que es Leonisa, que en ese momento, como siempre
ha sido, era una empresa que le daba ejemplo al resto de los colombianos de cómo crear mercados o
cómo innovar y cómo ser exitosos.

Y desde entonces las demostraciones de los ejemplos que han dado la generación de su padre y lo que
ustedes han seguido, pues han multiplicado en qué forma esos éxitos.

Y eso fue una de las muchas razones por las cuales, en un análisis que hicimos con la Canciller (María
Ángela Holguín), de quién seria la persona ideal en este momento tan importante de enviar a la China,
que se ha convertido en un país motor de la economía mundial, un país fundamental para cualquier otro
país que quiera tener un buen futuro en la parte económica, en la parte política, pero sobretodo en la
parte económica. Y ahí llegamos al nombre de Carlos Urrea.

Por eso me complace muchísimo que esto se haya dado. El país está en muy buenas manos con usted
como Embajador en la China.

Tenga la absoluta seguridad de que estaremos apoyándolo en toda su labor y si hace medianamente lo
que ha hecho con esa gran empresa que es Leonisa, en penetrar el mercado chino, ahí ya nos
podremos dar por muy satisfechos.

Le deseo muy buena suerte.

Allá creo que vamos a ir de visita oficial en septiembre, una visita a la cual estamos dando mucha
importancia.

De manera creo que es el perfil adecuado para el sitio adecuado con la persona adecuada. Entonces
muchas felicitaciones y mucha suerte”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la presentación


de la Ley del Deporte
Bogotá, 24 may (SIG). “Cuando iniciamos este gobierno, teníamos plena claridad de que uno de
nuestros objetivos más importantes era trabajar por el fútbol colombiano.

Desde el principio pensamos en la necesidad de medidas integrales, que involucraran a todos los
actores, desde dirigentes deportivos, hasta los hinchas que acuden a los estadios.

De eso hablamos –precisamente– el pasado mes de marzo, en nuestro primer Acuerdo para la
Prosperidad DEDICADO AL FÚTBOL, donde realizamos varios compromisos a los que luego me
referiré.

El Acuerdo es apenas una parte de un esfuerzo integral de gobierno para que nuestro fútbol sea
sostenible, digno, transparente y en paz.

En ese sentido, hoy también le presentamos al país una importantísima ley que contribuye en ese
propósito.

Se trata de la Ley del Deporte, en la que –puedo decir con satisfacción– hemos trabajado como un buen
equipo, unidos y sincronizados.

Aquí hubo un esfuerzo conjunto entre los actores del deporte, el Congreso de la República y el Gobierno
nacional.

Yo no sé qué tan buenos deportistas sean quienes participaron activamente en esta iniciativa.

En mi caso, como decía un futbolista, tengo dos problemas para jugar el fútbol: uno es mi pierna
izquierda y el otro… es mi pierna derecha.

Por fortuna, la construcción de esta norma requería más cabeza que piernas, y hoy mostramos los
resultados de este trabajo conjunto que se traduce en una ley integral en materia deportiva.

Fue un vigoroso proceso de concertación que tuvo como resultado unas votaciones unánimes de la ley,
tanto en la Plenaria de Cámara como en la Plenaria de Senado.

Felicitaciones al Ministro del Interior –doctor Germán Vargas Lleras– y a su Viceministro Aurelio Iragorri,
por ese buen liderazgo que ejercieron.

Muchas gracias, en particular, a los honorables representantes Lina María Barrera, Didier Burgos,
Libardo García, Pablo Sierra, Juan Manuel Valdés y Víctor Yepes.

Muchas gracias también a los honorables senadores Antonio José Correa, Édinson Delgado, Teresita
García, Dilian Francisca Toro, Gloria Inés Ramírez y Gilma Jiménez.

Muchas gracias a TODO el Congreso, que debatió de manera responsable y seria, como debe ser, a
favor del deporte colombiano.

Gracias, además, a Coldeportes y a la Superintendencia de Sociedades, porque sus aportes fueron


clave en el tema de vigilancia, control y transparencia de los clubes deportivos.

Nuestra gratitud –por supuesto– a la Comisión Nacional de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el


Fútbol, en la que participan la Policía Nacional, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Educación, la
Dimayor, La Federación Colombiana de Fútbol y el Ministerio del Interior.

Sus propuestas fueron fundamentales para la articulación de medidas que apuntan a la paz en los
escenarios deportivos.

Gracias, finalmente, al doctor Luis Bedoya y al doctor Ramón Jesurún por su compromiso con esta ley,
por su compromiso con el deporte y –por supuesto– con el fútbol colombiano.

Esto es un magnífico ejemplo de lo que se puede hacer si ponemos en práctica la UNIDAD NACIONAL.

Aspectos destacados de la ley

¡De esto se trata! Es la perfecta demostración de que UNIDOS LO HACEMOS MEJOR.


Son cinco aspectos los que quiero resaltar de la ley, que demuestran la integralidad de esta iniciativa.

En primer lugar está la VIGILANCIA, TRANSPARENCIA Y CONTROL de los clubes deportivos.

A partir de esta ley, y durante el próximo año, los clubes deben escoger entre dos opciones: o funcionan
como Corporaciones Sin Ánimo de Lucro o funcionan como Sociedades Anónimas.

Así estamos acabando con esas asociaciones híbridas que nadan en dos aguas evitando el control del
Estado.

Por un lado, las Sociedades Anónimas quedan sometidas al régimen del Código de Comercio.

Y de otra parte, las Corporaciones Sin Ánimo de Lucro quedan sometidas al Código Civil.

Esta medida nos permitirá saber quiénes son los dueños de los clubes deportivos y hacer un mejor filtro
para evitar el ingreso de dineros provenientes de actividades ilegales.

Además, los representantes legales de los equipos quedan ahora con la OBLIGACIÓN de informar
semestralmente a la UIAF sobre los recursos de sus accionistas o asociados.

También, los representantes legales están obligados a reportar cualquier ingreso de dineros
sospechosos.

¡No puede ser, y no vamos a permitirlo, que el deporte sea financiado solapadamente por delincuentes!

El segundo aspecto que quiero destacar es la DEMOCRATIZACIÓN E INYECCIÓN DE


RECURSOS para los clubes deportivos.

En el caso de las Corporaciones Sin Ánimo de Lucro, todos sus aportantes tendrán el mismo derecho a
UN SOLO VOTO.

En otras palabras, todos tendrán el mismo poder de decisión, independientemente del aporte.

Si se quieren convertir en Sociedades Anónimas, allí sí podrán tener tantos votos como acciones
posean.

Pero eso tiene una condición y es que, quienes quieran dar ese paso, deberán al menos duplicar su
aporte inicial para hacer parte de la nueva sociedad.

Eso va a significar no sólo la llegada de nuevos inversionistas sino también de nuevo capital.

En todo caso, ninguna persona natural o jurídica podrá tener control en más de un club del mismo
deporte, ni directamente ni por vía de intermediarios.

Un tercer aspecto de esta ley –importantísimo– tiene que ver con la PROTECCIÓN DE LOS
DERECHOS LABORALES DE LOS DEPORTISTAS.

No queremos que se siga repitiendo la historia de jugadores que no reciben lo que es apenas justo y
razonable: me refiero a sus salarios.

No tiene lógica que los deportistas se entreguen en una cancha, por su equipo y por su afición, con los
bolsillos y el estómago vacíos.

Ahí –como dije al comienzo– estamos poniendo un ‘tate-quieto’ con esta ley.

Sencillamente, Coldeportes les suspenderá el reconocimiento deportivo a los clubes que incumplan con
el pago a sus jugadores por más de 60 días.

En la práctica, eso significa –por ejemplo– que un club que se atrase en el pago de la nómina, no podrá
seguir jugando el campeonato hasta que se ponga al día.

Por otra parte, ningún club podrá obtener un nuevo reconocimiento deportivo por parte de Coldeportes
hasta que se confirme la cancelación de todas sus obligaciones laborales y de seguridad social.
Así queremos evitar esa especie de 'carrusel' que permite a los clubes cambiar de nombre para evadir
deudas frente a jugadores y acreedores.

Hay que resaltar que en el Acuerdo para la Prosperidad que realizamos en marzo se habló de facilitar
un crédito con Findeter para que los clubes de fútbol profesional se pongan al día en sus obligaciones
laborales.

Pues me complace mucho decirles que –con el acompañamiento de nuestro Vicepresidente Angelino
Garzón– eso avanza a buen paso.

Hace unos días se firmó un acuerdo entre Coldeportes, la Dimayor y la Fedefútbol, para abrir una línea
especial de crédito con Findeter por hasta 50 mil millones de pesos.

Son recursos destinados –óigase bien– a que los clubes se pongan al día en el pago de la nómina.

Y sobre el tema quiero ser muy claro: ahí hay un compromiso de los clubes de fútbol, a través de la
Dimayor, de estar a paz y salvo con sus obligaciones laborales.

Y eso deberá ser antes de que inicie el torneo en el segundo semestre de este año –es decir, antes del
próximo 24 de agosto–.

De lo contrario –quienes no cumplan– se atienen a las consecuencias de no poder jugar el torneo.

Así de claro es este asunto: de la misma manera en que hemos sido generosos con el fútbol, seremos
muy severos frente al incumplimiento.

Finalmente, el cuarto aspecto de esta ley –fundamental– es el relacionado con la SEGURIDAD Y LA


SANA CONVIVENCIA EN LOS ESPACIOS DEPORTIVOS.

Alguien decía que un país habrá llegado al máximo de su civismo cuando el fútbol se pueda jugar sin
árbitros.

Por lo pronto, nosotros trabajamos para que el fútbol en Colombia se pueda jugar sin necesidad de
mallas que separen la tribuna del campo de juego, además de una silletería completamente numerada.

No podemos tolerar violencia

En el Acuerdo para la Prosperidad sobre el fútbol nos comprometimos a trabajar de la mano con los
hinchas y –en efecto– ya están funcionando unas mesas de trabajo en las que participan Coldeportes, el
Ministerio del Interior y representantes de las barras organizadas.

Lo hacemos porque creemos que las barras están conformadas –en su mayoría– por hinchas de bien,
con una sana pasión por sus equipos.

Es más, estamos convencidos de que las barras SON PARTE DE LA SOLUCIÓN y no parte del
problema.

Lo que sí no podemos tolerar es que el comportamiento violento y peligroso de algunos hinchas


convierta a los estadios en campos de batalla y no en escenarios de paz, como deben ser.

Queremos que los eventos deportivos sean espacios de convivencia a los que asistan las familias sin
miedo a salir heridos por el comportamiento agresivo de algunos desadaptados.

Y con esta ley lo van a tener que pensar dos veces antes de perturbar el desarrollo de una competencia.

Estamos hablando de cárcel de entre 1 y 5 años para quienes lancen objetos peligrosos, no sólo dentro
de un estadio, sino en cualquier lugar relacionado con el evento deportivo.

En dicho sentido, habrá cárcel para los vándalos que destruyen los alrededores comerciales y
residenciales de los estadios.

Y también habrá prisión para quienes hagan cosas tan absurdas como tirarle piedra a un bus con
jugadores o hinchas de otro equipo.
Esa pena aumentará si se usan artefactos explosivos, elementos incendiarios o sustancias químicas.

La agresión física o verbal –o el daño a la infraestructura deportiva– motivará sanciones que no sólo
contemplan multas, sino también la prohibición de volver a escenarios deportivos hasta por 5 años.

En el caso de los menores de edad, los padres tendrán que responder por los desmanes de sus hijos, e
incluso corren el riesgo de empezar un proceso de pérdida de custodia.

Hay un quinto y último aspecto de la ley que quiero estacar:

Me refiero a la destinación del 20 POR CIENTO DE TODA LA PUBLICIDAD ESTATAL AL FOMENTO


DE LA CULTURA Y EL DEPORTE.

Allí hay una demostración inequívoca del compromiso con nuestros atletas; es una comprobación de
nuestro apoyo decidido al deporte nacional.

De hecho, este Centro de Alto Rendimiento es otra prueba del valor que le damos nuestros deportistas.

Aquí el Gobierno le está dando continuidad a un proceso de actualización de la infraestructura –a la


altura de los estándares que exige el deporte a nivel internacional–.

Han sido unos 2.500 millones de pesos los que hemos puesto para aspectos que van desde el auditorio
hasta la piscina olímpica y la adecuación de 9 canchas de tenis, además de un nuevo complejo de
alojamientos para deportistas élite –que estará terminado para el próximo mes de octubre–.

Programa Supérate

Seguimos trabajando, además, para cumplir con nuestra promesa de campaña: EL PROGRAMA
SUPÉRATE.

Se trata de una estrategia que abarca todo el territorio nacional, para ‘cazar’ esos talentos deportivos
que se esconden en los centros urbanos y veredas.

Como muchos saben, el Programa SUPÉRATE es un Sistema Nacional de Competencias Deportivas y


Académicas para seleccionar a los mejores entre los mejores en escuelas y colegios de 1.100
municipios y 100 zonas urbanas.

Los jóvenes de esas 1.200 divisiones competirán por el título en cinco regiones y, a su vez, quienes
ganen los campeonatos regionales competirán por el título nacional.

El sistema compensará tanto a niños y jóvenes, como a maestros, entrenadores y centros educativos o
juntas de acción comunal que inscriban a los participantes.

Este programa implica una inversión de 70 mil millones de pesos al año, entre otras cosas, para premiar
con becas de educación superior a cerca de 300 estudiantes.

Es algo muy importante para una sociedad.

Cuando leo el libro de Coldeportes, ahí hay unos principios, algo muy importante que quiero resaltar,
porque ese es el deporte.

Dice: ‘el deporte es el leguaje común que une a los pueblos del mundo. No se compite por sexo, por
edad, ni raza, ni edad, sino por dignidad’.

Dice también: ‘ siempre, siempre tiene un sueño el alba y hay que luchar por lograrlo para triunfar en la
vida’.

Y esa frase de que hay que jugar juego limpio, ojala pudiéramos todos jugar juego limpio en todas
nuestras actividades.

Superar el pasado vergonzoso

Queridos amigos del deporte:


Quiero hacer una mención adicional acerca del fútbol.

La semana pasada, The Economist publicó un artículo en el que expone el panorama de los últimos 30


años.

Allí se habla de cómo los narcotraficantes –en los años 80– metieron sus manos sucias en este deporte
y de cómo esa sombra siguió rondando al fútbol hasta el año pasado.

El artículo también habla de las crisis económicas, de cómo ha disminuido la asistencia en los estadios y
de cómo NO hemos clasificado a un mundial desde 1998.

Todo eso, lamentablemente, es más que cierto.

Sin embargo, el mundo debe saber que NO nos arrodillamos frente a ese pasado vergonzoso.

¡No nos resignamos a criar mala fama y a echarnos a dormir!

En varias ocasiones he hablado del libro en que se basa la película Invictus –que cuenta la historia de
cómo Nelson Mandela logró unir a su pueblo a través del Rugby–.

Y cuenta, además, cómo ese pueblo unido logró impulsar a la selección sudafricana hasta el mismo
campeonato mundial, a pesar de que no era favorita para ganar la copa.

El título de la película se refiere a un poema de William Ernest Henley, que Mandela leía todos los días
en su celda para no rendirse ante los duros años de encierro.

La última estrofa de ese poema dice lo siguiente:

‘No importa cuán estrecha sea la puerta, 


cuán cargada de castigos la sentencia. 
Soy el amo de mi destino. 
Soy el capitán de mi alma’.

Pues hoy hemos retomado el comando de este barco para darle un mejor rumbo.

Si alguna vez estuvimos caídos, nuestra promesa, nuestro compromiso, es levantarnos y hacernos
grandes.

A finales del año pasado, en la premiación del 'Deportista del Año', dije claramente que era momento de
tomar acciones:

Lo que dije en esa ocasión fue: '¡O cambiamos el fútbol o se nos acaba el fútbol!'.

Pues aquí nos tienen, cumpliendo con esta importantísima ley que abarca asuntos fundamentales para
todos los deportes y en especial para nuestro fútbol.

¡Hoy somos dueños y amos de nuestro destino!

¡Hoy estamos haciendo realidad la necesaria y justa democratización del deporte!

¡Hoy le estamos dando dientes al Estado para hacer el debido control sobre los clubes deportivos!

¡Hoy estamos reivindicado el derecho al trabajo de los deportistas!

¡Hoy estamos generado herramientas para combatir a los violentos y que los aficionados acudan en paz
a los estadios!

Y debemos seguir trabajando unidos, como nación.

El Mundial Sub-20, prueba de oro

Tenemos una primera gran prueba de oro como anfitriones del mundial Sub-20 que inicia el próximo 29
de julio, casi en dos meses.
Allí hay un gran aporte en materia de infraestructura, de escenarios de talla mundial de los cuales nos
tenemos que apropiar todos los colombianos.

Coldeportes invirtió más de 93 mil millones de pesos en la adecuación de ocho estadios con todas las
condiciones técnicas que requiere el segundo campeonato de fútbol más importante del mundo.

Se calcula que serán 3.000 empleos directos y 9.000 indirectos los que se crearán con ocasión de este
evento.

Y no sólo beneficiaremos a las ciudades sede del campeonato mundial.

En el Acuerdo para la Prosperidad que realizamos en marzo nos comprometimos con la adecuación de
los seis estadios de la Primera A que no fueron remodelados para este Mundial Sub-20.

Ya está acordado que cofinanciaremos –a través del Fondo Nacional de Seguridad y Convivencia
Ciudadana– la adecuación de los estadios de Tunja, Neiva, Cúcuta, Ibagué, Envigado e Itagüí.

Estamos hablando de la remodelación de sus estructuras, nueva silletería, sistemas de circuito cerrado
de televisión, arcos detectores de metales y centros de atención de salud.

Así, todos los estadios de la Primera A estarán a la altura de los estándares de la FIFA –en cuanto a
seguridad y comodidad–, tal como están quedando los ocho que hoy son sede del Mundial.

Y valga decir que eso está muy en sintonía con los TRES PILARES DE LA PROSPERIDAD que hemos
plasmado en el Plan Nacional de Desarrollo: más empleo, menos pobreza y más seguridad.

Ahora –en el Mundial Sub-20– la tarea es de todos: de nuestra Selección Colombia y de un país que
debe ponerse la camiseta.

Alguien decía que el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, que lo saben jugar los brasileños
y en el que siempre ganan los alemanes.

Es hora de demostrar que un pueblo unido, respaldando su selección, puede cambiar la historia.

Es responsabilidad de nuestros jóvenes hacer un buen papel en el mundial, y estoy seguro de que se
preparan cada día para ello.

Pero es también responsabilidad nuestra, como país, apoyarlos, colmar los estadios y dar, además, un
ejemplo de buen comportamiento, de civismo y hospitalidad hacia los visitantes.

Se ha dicho que el deporte no forja el carácter, sino que lo pone de manifiesto.

Con esta nueva Ley del Deporte y con el próximo Mundial Sub-20, ¡VAMOS A DEMOSTRAR DE QUÉ
ESTAMOS HECHOS!

Muchas gracias”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la entrega de títulos de


predios en Tibú

Tibú, Norte de Santander, 25 may (SIG). “A todos ustedes, a todos los tibuyanos, un saludo muy
cariñoso.

Qué bueno estar aquí este día donde surge una muy feliz coincidencia.

Este evento tan importante de la entrega de títulos, se había programado hacía más de dos meses para
el día de hoy. Entre otras cosas para cumplirles una promesa al señor Gobernador (de Norte de
Santander, William Villamizar) y a muchos de ustedes, de venir a Tibú a la mayor brevedad posible.

Y por eso habíamos programado este evento para venir aquí a hacer la entrega de títulos y luego
haremos un consejo de seguridad con el Ministro de Defensa, los comandantes de las diferentes
fuerzas, el Comandante General de las Fuerzas Militares, y el Director de la Policía.

Lo que no teníamos programado, porque es imposible programar, es que los honorables senadores de
la República ayer noche le dieran el sí final a esta ley histórica de darles una reparación a las víctimas y
de restitución de tierras.

Y digo que es una ley histórica porque lo es. Los alcances de esta ley, el Presidente que sienta sus
objetivos, todo eso lo hace una ley que realmente va a cambiar en muchos aspectos la historia del país.

Fue por eso mismo, fue por eso mismo que en un acto de audacia, algunos dicen un poco
irresponsable, como Presidente fui personalmente –eso no se usa– a presentar la ley allá ante el
Congreso de la República.

Pero lo hice para subrayar la importancia que el Gobierno Nacional y que yo personalmente le daba a
esa ley. Dije inclusive, cuando hicimos la presentación de la ley, que si esta ley se aprobaba, ya yo
como Presidente de la República podría darme como satisfecho de mi labor como Presidente.

Visita del Secretario de la ONU

Pero por supuesto que la aprobación de la ley, y yo espero que además la conciliación se vote a la
mayor brevedad posible, para poder sancionar la ley aprovechando una visita muy importante para
Colombia, como es la del Secretario General de Naciones Unidas (Ban Ki-moon).

Él viene en unos 15 días, y yo quisiera aprovechar su presencia aquí en Colombia. Hace cerca de 30
años no viene un Secretario General de Naciones Unidas a Colombia. Yo quisiera aprovechar su
presencia para sancionar la ley y teniendo al señor Ban Ki-moon como testigo. Esto sería algo también
histórico.

Y esta ley lo que tiene como objetivo –así lo hemos dicho en diversas ocasiones– es iniciar el proceso
de ir sanando unas heridas que hemos abierto durante tanto tiempo, tantos años, tantas décadas, y casi
siglos de violencia en este país.

La reparación de las víctimas en el fondo es una reparación más que todo simbólica. Por eso no hay
que generar demasiadas expectativas. Pero es una reparación muy importante, porque cualquier víctima
lo que quiere es que la reconozcan como víctima.

Y nosotros por diversas razones, motivos o circunstancias hemos concentrado nuestra atención en los
victimarios y ya era hora que nosotros también concertáramos en forma importante –no quiere decir que
no las hayan tenido en cuenta antes–, pero que ahora de una forma metódica y con gran envergadura,
podamos dedicarnos a las víctimas.

Importancia para el Catatumbo

Me decía el señor Alcalde (de Tibú, José del Carmen Gacía), dos hermanos del alcalde asesinados por
la guerrilla.

Aquí, en el Catatumbo tal vez hay una gran mayoría de gente que, en una u otra forma, han sido
víctimas de la violencia, porque esa región del país ha sido una de las más violentas, donde los grupos
al margen de la ley, la guerrilla, el narcotráfico, los paramilitares, todos han hecho su agosto a expensas
del pueblo nortesantandereano, de todos ustedes.

Y por eso esta ley, como usted lo pedía, señor Alcalde, va a tener una presencia importante aquí en el
Catatumbo, precisamente porque ha sido una de las regiones más victimizadas.

La deuda del Estado colombiano con las víctimas

El objetivo de la ley tiene también un contenido social muy importante, y es el de iniciar el proceso de
restituir las tierras a quienes fueron despojadas de ellas por la violencia.

Esa es una deuda que tiene el Estado colombiano con esas víctimas desde hace mucho tiempo. Y esta
ley nos va a dar los instrumentos legales y los procedimientos para hacerlo.

Ahora, en los dos frentes, en los de la reparación de víctimas y en la restitución de tierras, el gran
desafío ahora es crear los mecanismos, la institucionalidad para que esta ley y sus objetivos se puedan
convertir en una realidad.

No va a ser fácil. Lo hemos venido discutiendo dentro del Gobierno, con los organismos internacionales,
con muchísima gente. Cómo vamos a poner a operar la ley, cómo vamos a hacer para que quienes
sientan que fue desplazado por la violencia y quiera volver a su tierra y poder recuperar esa tierra desde
la cual fue despojado, pueda hacerlo.

Qué hace la persona que de pronto 20 años más tarde compró esa tierra de buena fe, se la compró a un
testaferro o a alguien que la había comprado a su vez a otro testaferro, y ese había sido el que había
despojado a esa persona de esa tierra.

Eso es un proceso complicado, y por eso con el Ministro, con el Consejo Superior de la Judicatura, con
el Estado todo, vamos a poner en marcha unos procedimientos que sean ágiles y que sean justos.

Yo quiero repetir algo aquí my importante:

Nadie, ningún colombiano que sea poseedor de buena fe de una tierra, va a salir perjudicado. Si tiene
títulos legítimos, no va en ninguna forma a salir perjudicado. Yo diría que todo lo contrario.

Y allí hay que tener mucho cuidado y vamos a tener mucho cuidado. Y también en el proceso de reparar
a las víctimas: quién es víctima y quién no, cómo los escogemos, cuál es el procedimiento, en qué
orden. Todo eso es un trabajo muy engorroso, difícil, pero por supuesto estamos listos a afrontarlo, y a
ponerlo en marcha de la mejor forma posible.

Pero ahí es también muy importante que las propias comunidades ayuden, que las propias
comunidades sean quienes pueden suministrar información real; así como en la ola invernal muchas
comunidades nos han ayudado a identificar a los verdaderos damnificados, porque ustedes saben que
mucha gente se quiere colar a que les den los mercados sin ser damnificado, a que les den la ayuda sin
ser damnificado, de la misma forma la identificación de esas víctimas, la participación de las propias
comunidades, de las propias verdaderas víctimas, va a ser un proceso muy importante.

Cómo canalizar eso, cómo ordenar ese suministro de información, es otro de los grandes retos y de los
grandes desafíos.

Gratitud con el Congreso

Yo quiero aprovechar esta ocasión para agradecerle al Congreso de la República, la forma como vino
discutiendo esta ley, la forma como vino mejorando la ley. Porque creo que la ley que está hoy para
conciliación por el Congreso en su parte definitiva, es una mejor ley de la que inicialmente presentamos
en el Gobierno.

Y eso se debe gracias a una labor desinteresada en el sentido político, interesada en el sentido de que
surgiera y saliera de ahí una buena ley.

Creo que lo que logramos es lo mejor posible. Que va a haber fallas. Supuestamente o posiblemente o
seguramente sí.

Que hay vacíos. Seguramente hay vacíos, pero en su conjunto es una ley muy completa, una ley muy
audaz, una ley que como les decía al principio, va a cambiar la historia de este país y nos va a abonar el
terreno para un futuro mejor.

Porque si logramos sanar esas heridas que durante tanto tiempo nos hemos causado los unos a los
otros, sanar esa heridas para poder pensar en el futuro y no permanecer anclados al pasado
sacándonos clavos. ‘Ah, que este señor hace 20 años me hizo tan cosa. Y que este otro señor hace 30
años me hizo esta otra cosa. O que esta familia. O que este población contra esta otra’.

Eso es lo que nosotros queremos dejar en el pasado y esta ley creo que va ayudar mucho, para que
como país, unidos, podamos tener un mejor futuro.

Por eso, muchas gracias senador (Juan Fernando) Cristo. Muchas gracias a los otros ponentes, al
senador Roy Barreras, al senador (Hernán) Andrade, al senador (Jorge) Londoño; a todos los que
participaron en la dicción de esta ley. Porque me consta el corazón que le pusieron, la dedicación que le
pusieron a esta discusión y ustedes deben sentirse también muy satisfechos.

A todos los miembros del Gobierno, al doctor Juan Camilo (Restrepo, Ministro de Agricultura), al doctor
Germán Vargas (Lleras, Ministro del Interior y de Justicia), Diego Molano (Director), de Acción Social.

Todos los que participaron, al doctor Juan Carlos Pinzón (Secretario General de la Presidencia de la
República), que fue clave para ir dirimiendo las controversias en la medida en que iban surgiendo; el
doctor Sergio Jaramillo (Alto Asesor Presidencial para la Seguridad Nacional), muy consciente de ver
cómo esta ley, no solamente podía arreglar problemas del pasado, sino también anticipar posibles
problemas del futuro.

Conflicto no es nada nuevo

Por ejemplo, la mención del conflicto armado interno. Eso, vuelvo y repito, no es nada nuevo.

Hoy veía unos titulares en algunos medios de comunicación que decían: ‘la ley que reconoce la
presencia de un conflicto armado interno’. Eso es equivocado decir eso.

Lo que hemos dicho es que no hay nada nuevo. Referencias al conflicto armado interno están en forma
explícita mencionadas en leyes anteriores; aquí no hay nada nuevo, aquí no cambió nada en ese
sentido.

Los grupos al margen de la ley que cometen actos de terrorismo y que trafican en droga, seguirán
siendo narcoterroristas, porque son traficantes de droga y son terroristas; ahí no hay ninguna diferencia.

Que esto le abre la puerta, en cierta forma, al reconocimiento de beligerancia, tampoco. No hay ningún
argumento, ninguna posibilidad que de que eso sea posible, de que esta ley abra la puerta al
reconocimiento de beligerancia de grupos, que además es un concepto bastante anacrónico ese
reconocimiento de beligerancia.

La última vez que se hizo –lo recordaba ayer con el Embajador de Nicaragua (Julio Calero Reyes), que
fue a presentar credenciales– fue durante la guerra allá en Nicaragua que se le hizo un reconocimiento
por parte de algún país a los sandinistas. Esa fue la última vez que se aplicó ese concepto.

De manera que aquí no hay nada nuevo en ese frente, Hay mucho nuevo en el aspecto de ir reparando
a las víctimas y de restituirle la tierra a los campesinos.

Por eso celebro muchísimo que haya coincidido, doctor Juan Manuel Ospina (Gerente del Incoder),
doctor Juan Camilo (Restrepo, Ministro de Agricultura), la entrega de estos títulos, que tienen muchísimo
que ver con la ley, porque precisamente lo que hoy hicimos, entregamos títulos a 5 familias
representado a 80. Otras 700 familias van a recibir esos títulos en los próximos meses.

¿Cuándo van a recibir esos títulos, doctor Juan Manuel? Este año 700 familias más van a recibir títulos
como los recibieron estas 5 familias del día de hoy.

Eso es algo muy importante, porque yo les preguntaba ¿hace cuánto está esperando este título?.

Unos me decían hace 16 años, otros me decía, hace 20, otro me decían hace 25 años.

Ese título en el fondo es una formalización, que es una obsesión de este Gobierno, ir formalizando
nuestra economía.

Estas personas, como lo explicó el doctor Juan Camilo, estas familias van a tener un instrumento, un
título que les va a permitir hacer préstamos, que les va a permitir ser parte de un engranaje económico
que les abre las puertas al progreso y a la prosperidad, que es el objetivo final de nuestro plan de
desarrollo: Más seguridad, más empleo, menos pobreza.

Este paso de ir formalizando cumple con la misión de irnos acercando a un país más prospero. Y
también cumple con el objetivo de ir entregando a la mayor cantidad de familias de campesinos posible
un título para volverse más productivos y convertir el campo colombiano en esa gran locomotora que
queremos que sea.
Contra grupos violentos por las buenas o las malas

Una región como el Catatumbo, cuando uno sobrevuela, dice esta región es una región es muy rica, una
región que tiene unas enormes posibilidades, además rica en la parte agrícola y rica en la parte de
petróleo.

Sin embargo, ha sido asolada toda la vida por los grupos violentos. Precisamente tal vez por lo rica,
porque quieren siempre mantener aquí una presencia a ver cómo pueden usufructuar de esa riqueza.

Y lo que han hecho es traer pobreza. La violencia lo único que hace es traer pobreza.

Ya no hay ninguna razón para que grupos que se dicen con alguna ideología estén con un fusil matando
a sus compatriotas en aras de una ideología. Eso es anacrónico, estamos en el siglo XXI. Eso está
obsoleto, eso ya no tiene ningún sentido.

Y por eso nosotros estamos empeñados en ir erradicando esos grupos violentos por las buenas o por
las malas. Pero aquí la paz –querido Alcalde– la vamos a traer. Por las buenas o por las malas, pero la
traemos.

Y una forma de ir trayendo la pez es lo que hicimos hoy; es convirtiendo al campesino en propietario
formal de su tierrita. Ese campesino la va a defender, ese campesino se va a identificar con las
instituciones, con nuestra democracia.

Es una forma de ir quitándoles argumentos a quienes todavía piensa que a través de la violencia
pueden conseguir algo. Se están quedando totalmente sin argumentos, totalmente sin argumentos.

Y por eso la acción de Fuerza Pública va a ser cada vez más contundente, señor Gobernador (de Norte
de Santander). Aquí en el Catatumbo y en resto del país. La acción de la Fuerza Pública va a ser cada
vez más contundente.

Ahora vamos a hacer una revisión de cómo está la situación aquí y lo que haya que hacer lo vamos a
hacer.

Y algunos creen que estamos haciendo la guardia. A esos les respondo que a mí nadie me enseña
cómo darle duro a la guerrilla, porque los últimos años lo han demostrado. Y si hay que darles más duro,
le damos más duro.

Planta y puente

Usted me planteaba una serie de solicitudes, Alcalde, muy respetosamente, y yo le digo mire, todo lo
que usted me planteó puede tener una solución.

La planta, hablaba ahorita con el Ministro, si se organizan ahí hay recursos para poder traer esa planta
aquí, que sé que es una necesidad.

Y ahí una solicitud concreta que a mí me tiene, yo les confieso, bastante avergonzado, que es el puente
de Campo Dos. Hace 6 meses o 5 cinco meses, noviembre creo que fue que volaron el puente.

Esos violentos que volaron ese puente se habrán preguntado ¿y a quién beneficia haber volado ese
puente? 12 mil campesinos se quedaron sin poder sacar sus productos, 12 mil campesinos. ¿Es así,
señor Gobernador? Fueron 12 mil campesinos.

¿Qué sentido tiene? Cuando me dijeron, el doctor Carlos Murgas, me acuerdo que estaba yo en la
Costa, dijo ‘volaron el puente, necesitamos un puente. El único que lo tiene ahí listico es el Presidente
(de Venezuela, Hugo) Chávez’.

Le dije listo, yo lo llamo; ahora que estamos de amigos.

Lo llamé y nos puso el puente hace seis meses. Y yo estoy muerto de la vergüenza que ese puente no
esté siendo utilizado. Entonces pregunté ¿qué diablos está pasando aquí?

Y me respondieron eso que responden con tanta frecuencia, es un ping-pong. No, que el Gobernador no
contrató, pero entonces que le tocaba a Invías, que le tocaba a Colombia Humanitaria. Ese ping-pong
comenzó de un día para otro.

Entonces Gobernador, me produjo una gran satisfacción oírlo a usted diciendo que a final de este mes
está contratado.

Es que no se necesitan sino unos pilones para poner el puente; el puente está listo. Entonces si eso
está contratado, usted y yo nos comprometemos a que ese puente está funcionando dentro de cuánto,
Gobernador.

No, mucho. ¿Y no podemos anticiparlo?

Nos vamos a comprometer el Gobernador y yo a hablarnos todos los días para ver cómo aceleramos
ese puente a ver. Porque yo entiendo el enorme daño que hace no tener ese puente y el enorme
beneficio de tenerlo.

Y no sólo eso, Alcalde, sino que también voy a decirle al Ministro, porque es un puente prestado, es un
préstamo de mi amigo el Presidente Chávez que tengo que devolvérselo, si queremos mantener la
amistad. Entonces vamos a construir un puente como Dios manda para que eso sea.

La emergencia por las lluvias

El tema de las vías. Yo sé que es un tema muy complicado.

Ahí lo que ha sucedido es que este Fenómeno de la Niña que nos ha golpeado como nunca en nuestra
historia. Nunca habíamos tenido nosotros un fenómeno como el que hemos vivido en el último año.

¿Qué hizo este fenómeno? Que ya unas tierra que de por sí era bastante frágil, comenzó a llover y a
llover y a llover sobre lo que ya estaba mojado y las montañas comenzaron casi que a derretirse.

¿Y quiénes son las primeras víctimas? Las vías. Las vías comienzan a desaparecer.

Por eso el plan desafío que tenemos nosotros en reconstruir buena parte de nuestra malla vial a nivel
nacional y eso vamos a tener que hacerlo todos juntos.

Aquí hay unas responsabilidades. El Gobierno Nacional tiene unas vías, los gobiernos departamentales
tienen otras, los gobiernos municipales tienen otras, y ahí tenemos que trabajar en forma coordinada
para ver cómo comenzamos esa reconstrucción.

No se había hecho antes por qué. Aunque muchas de las vías si se han reconstruido para poder
mantener el paso de los vehículos. Pero no tiene sentido reconstruir una vía, como nos ha sucedido en
varias ocasiones y en varios sitios, sabiendo que la vía se va a volver a desplomar al mes, porque va a
seguir lloviendo.

Teníamos entonces que esperar a que el Fenómeno de La Niña se fuera y aparentemente, nos dice el
Ideam, que esa maldita Niña se yendo ya en las próximas semanas.

Entonces le decimos ‘bien ida’ y que no vuelva, que no vuelva por acá. Y eso nos va a permitir
comenzar el proceso de reconstrucción.

Yo le he dicho al país que vamos a hacer todo un cronograma y lo tenemos ya bastante bien adelantado
y elaborado, de forma tal que quedemos todos, incluyendo el Catatumbo, incluyendo Tibú, mejor que
antes. Y lo vamos a hacer.

Hay recursos y por eso desde ya, usted me ha oído esto Gobernador, desde ya tenemos que comenzar
a planear esas grandes obras que vamos a realizar en los próximos años con recursos de Colombia
Humanitaria, con recursos de las regalías y con una planeación bien hecha.

Porque eso es lo que nos ha faltado en buena parte: planear bien, que las obras se estructuren bien.
Estamos acostumbrados a ‘bueno construyamos los primeros cinco kilómetros y vamos a ver qué pasa
con el resto’.

Es la obra más cara, la que nunca se termina. ¿Y quiénes acabamos pagando todo? Todos los
contribuyentes.

Por eso, Alcalde, yo le digo vamos a tener la oportunidad de sentarnos a hablar sobre muchos de estos
temas que usted mencionó.

Por ejemplo, me llama mucho la atención el centro del Sena. Creo que eso sería muy importante por el
enorme potencial que tiene esta región.

Consolidación de la Seguridad Democrática

Y hablaban ustedes con mucha razón de la consolidación.

Ese concepto es muy importante, muy importante. Cuando yo le dije al Ministerio de Defensa: nosotros
rebautizamos la política de Seguridad Democrática como la política de la Consolidación de la Seguridad
Democrática.

Eso lo hicimos con un criterio muy claro y es el componente militar es una condición necesaria,
fundamental, pero no es suficiente para consolidar la paz en una región.

Acompañado del componente militar tiene que ir el resto del Estado: la educación, las vías, la salud,
infraestructura en general, la producción, la producción, muchas actividades del Estado.

Entonces por ser el Catatumbo una de las regiones claves, por haber sufrido tanto y estar sufriendo
tanto, porque es que aquí, aquí la paz no ha llegado; aquí vemos todavía esos grupos haciendo de las
suyas y queriendo cada vez más hacer presencia para decir: ‘no estamos muertos; aquí estamos vivos’.,

¿Y cómo lo hacen? Con terrorismo, asustando a la población, volando carreteras, volando puentes,
generando pobreza. Porque es lo que hacen.

Aquí no se ha consolidado la paz. Por eso escogimos dentro de las regiones prioritarias para el
programa de consolidación la región del Catatumbo.

Y ahí vamos a tener una gran oportunidad, porque fíjense lo que se les va a presentar a ustedes: en la
Ley de Regalías hay un fondo de compensación que va a darles prioridad a las zonas fronterizas. Aquí
hay una zona fronteriza.

En el programa de consolidación va a haber una prioridad para los programas de consolidación y aquí
hay un programa de consolidación. Las regalías, en general, para que la región, los santanderes, tengan
proyectos de alta envergadura, de gran envergadura, aquí también van a llegar esos recursos.

Lo importante es que nos sentemos todos, ustedes señores alcaldes con la comunidad, con el
Gobernador, con el Gobierno Nacional, y prioricemos esas obras. Qué es lo más importante, qué es lo
que queremos aquí, qué es lo que queremos allá.

Simultáneamente, Ministerio de Agricultura, muy importante iniciar todo el proceso de ayuda a todos los
campesinos que sufrieron por ola invernal.

Pero no sólo eso, porque vamos a quedar mejor que antes. No solamente vamos a ayudar a los que
sufrieron por ola invernal, sino que esos proyectos productivos, ese concepto de los proyectos
asociativos, eso lo vamos a fortalecer.

Nos decía el Ministro de Agricultura que hay once proyectos aquí en el Catatumbo.

Pues esos y muchos más. Y hay los recursos. Pero ahí también necesitamos algo muy importante que
quiero dejarles ese mensaje a ustedes también. Tanto en la Ley de Víctimas, como en la restitución de
tierras, como en el desarrollo en general.

Participación de la comunidad

Había un Presidente norteamericano que fue tal vez el que más visión tuvo frente a América Latina.
Inició los famosos Cuerpos de Paz. (John F.) Kennedy.

Pero Kennedy en su alocución inaugural le dijo al pueblo americano, le dijo: ‘Miren, no vayan a
preguntarme durante todos los cuatro años de mi Gobierno qué puedo hacer yo por el pueblo
americano. Yo les invierto esa pregunta porque ahí está la clave del progreso de una sociedad: Qué
puede hacer el pueblo para ayudar al Gobierno a ser efectivo.

Esto es un desafío de todos, no podemos esperar que, que papá Gobierno llegué con todas las
soluciones. Las soluciones nacen de abajo para arriba, y el Gobierno –y yo a eso me comprometo–
ayuda en todas las formas posibles a que esas soluciones se puedan dar. Pero ahí la comunidad tiene
que participar.

Y por eso es muy importante que se organicen, que prioricen y que se reúnan con el alcalde, y que se
reúnan con el Gobernador, y que cuando venga el doctor Juan Manuel Ospina, entonces se pongan
unas metas, unos planes.

Qué tipo de cultivos vamos a sembrar para sustituir la coca que estamos erradicando y cómo vamos a
comprar esos productos a esos campesinos. Por dónde va a salir. Eso es lo que hay que planear con
mucho cuidado, porque es la forma de salir adelante.

Oportunidad en crisis mundial de alimentos

Y vuelvo y repito. Yo veo a esta región del Catatumbo con una gran posibilidad de proyectarse hacia el
futuro.

El mundo está viviendo dos crisis que ya se palpan por todas partes.

Nunca antes, óigase bien, nunca antes los precios de los alimentos estaban tan altos. Por qué. Porque
hay una crisis de alimentos, porque la población en el mundo está creciendo y la producción de
alimentos no está creciendo al mismo ritmo.

¿Por qué tenemos hoy el café a millón de pesos la carga? ¿Por qué el azúcar está en el nivel más alto?,
¿Por qué el cacao está en el nivel más alto? Por eso todos los expertos dicen que eso no va a volver a
bajar o que si baja es momentáneo y que eso sigue subiendo.

Hay que alimentar en los próximos años 2 billones de personas más en la India, en la China, en
Indonesia.

Los colombianos tenemos una gran oportunidad.

Y hay una segunda crisis: la crisis de energía. La crisis de energía es cada vez mayor.

Aquí hay riqueza energética. Si combinamos esas dos riquezas que tienen en el Catatumbo, las
invertimos bien en la gente, en el progreso de la gente, esta región se dispara.

Pero para eso también necesitamos la paz. Y por eso necesitamos la ayuda de las comunidades.

A decirle a esos violentos que no los queremos más. La Fuerza Pública les va a dar duro. Pero no los
queremos más; no los queremos más porque queremos que por fin el pueblo colombiano por fin tenga
una oportunidad de vivir en paz y de progresar en paz.

Este pueblo tiene demasiado tiempo sufriendo la violencia y tiene demasiadas posibilidades para surgir
como un pueblo prospero que es lo que queremos.

Ese es mi Plan de Desarrollo, la Prosperidad para todos. Más seguridad, porque es la base de todo;
más empleo, menos pobreza.

Tenemos todos los elementos. El mundo entero, todos los inversionistas extranjeros están mirando a
Colombia como el país del futuro. No podemos defraudarlos, pero sobretodo no podemos defraudarnos
a nosotros mismos.

Con la ayuda de ustedes vamos a salir adelante. Estoy seguro”.

Muchas gracias. 
Palabras del Presidente Santos durante la firma del Acuerdo Laboral
entre Gobierno, centrales obreras y gremios de la producción

Bogotá, 26 may (SIG). “Desde la campaña presidencial, con el señor Vicepresidente (Angelino Garzón)
nosotros nos propusimos una meta dentro de las muchas que tenemos para cumplirle al país, una de
ellas, muy importante, fue restablecer lo que algunos llaman el diálogo social y establecer el diálogo
como mecanismo para solucionar los problemas, para solucionar los conflictos, para solucionar las
diferencias.

Y yo creo que este acuerdo que hoy se está firmando es el cumplimiento de esa meta entre tres actores
fundamentales de la democracia: los trabajadores, los empleadores y el Gobierno.

¿Qué quiere el Gobierno?

El Gobierno quiere unos empleadores fuertes, unos empleadores competitivos, unos empleadores que
generen cada vez más y mejor empleo, que produzcan utilidades, que reinviertan sus utilidades y
generen más crecimiento económico.

Al mismo tiempo, el Gobierno quiere unos trabajadores bien remunerados, bien capacitados, a los
cuales se les respeten sus derechos.

Y queremos, además, que empleadores y trabajadores jueguen del mismo lado queriendo meter goles
en la misma dirección, en un mundo cada vez más globalizado, donde la competencia es cada vez más
difícil.

Y en la medida en que trabajadores y empleadores puedan ponerse de acuerdo en unas reglas de juego
en donde todos ganen –porque eso es lo que queremos, que todos ganen- el país va a salir muy
beneficiado.

Por eso yo celebro enormemente este hecho que hoy hemos presenciado, de actualizar el acuerdo
tripartita que se había firmado en el 2006, y actualizarlo de forma tal que los trabajadores –como lo dijo
Julio Roberto (Gómez)- sientan la plena confianza que este acuerdo los va a beneficiar, que aquí no hay
nada en contra de los trabajadores.

Y que al mismo tiempo, los trabajadores entiendan que este acuerdo lo que hace es mejorar esas
relaciones que muchas veces son conflictivas –el conflicto lo que trae son problemas- y que abre el
espacio o un espacio más amplio a un diálogo constructivo, en donde los propios empleadores también
van a salir fortalecidos.

El Gobierno lo que quiere es estimular cada vez más ese diálogo, para que produzca los resultados
constructivos que cualquier diálogo en esas circunstancias debe producir.

Esa fue la razón por la cual nosotros acogimos con beneplácito la sugerencia de la OIT (Organización
Internacional del Trabajo) cuando dijo: ‘¿Por qué no renuevan el diálogo tripartita?’

Y me encanta, doctor Villegas (Luis Carlos, Presidente de la Andi) que usted pueda viajar hoy mismo y
decir: ‘Aquí está’. Porque de cierta forma es el cumplimiento de una oferta que también le hicimos a la
OIT: ‘Vamos a hacer como Gobierno lo posible para poder lograr esa actualización de ese diálogo
tripartita’.

Yo le agradezco mucho a la CGT (Confederación General del Trabajo), don Julio Roberto (Secretario
General de la CGT), a la CPC (Confederación de Pensionados de Colombia) este paso que creo que va
en beneficio de ustedes también, directamente. Les agradezco mucho porque esto fortalece nuestra
democracia, porque esto fortalece el diálogo social y nos ayuda a cumplir esa promesa que nos
propusimos con el señor Vicepresidente, de tener un diálogo social cada vez más fluido y más
enriquecedor.

Yo quiero hacer una nueva invitación a la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) y a la CTC, a que se
unan a este proceso, porque como lo dijo Julio Roberto clarísimamente, aquí está todo lo que han
venido pidiendo, y aquí lo único que tienen es interlocutores dispuestos a un diálogo constructivo, a un
diálogo franco, donde como en cualquier diálogo muchas veces no nos vamos a poner de acuerdo, eso
es normal, pero donde se establezcan unas reglas de juego y unos procedimientos que sin duda nos
van a traer a todos más beneficios.

Queda abierta esa posibilidad, y ojalá eso sea posible. Pero el solo hecho de que aquí estén presentes
organizaciones sociales tan importantes como la CGT y la CPC, le da un gran valor –y yo quiero hacer
ese reconocimiento- un gran valor a este acuerdo tripartito, por lo que ustedes representan.

Ustedes son organizaciones de un peso específico muy importante, y el Gobierno valora muchísimo
este aporte que ustedes hacen.

Aquí hay una serie de puntos que fueron incluidos en el plan de acción con Estados Unidos; una serie
de puntos que fueron incluidos en los tratados de libre comercio con otros países; están una serie de
puntos que fueron en cierta forma discutidos con la OIT.

Aquí lo que hemos hecho es ir avanzando e ir ordenando un paquete, por así decirlo, de garantías a los
trabajadores y también de fortalecimiento a los empleadores, porque yo considero que en la medida en
que los trabajadores se sientan que están bien remunerados y con sus garantías, eso aumenta la
productividad, aumenta el resultado del trabajo en beneficio directo a los empleadores y al país.

De manera que yo eso lo celebro mucho, no voy a entrar en los detalles que ustedes conocen bien, los
detalles de este acuerdo.

Sí quiero resaltar el punto de la seguridad de los trabajadores. Ahí hay un esfuerzo grande para
garantizar la seguridad de los trabajadores no solamente en su legítimo derecho a asociarse, sino
también en castigar en forma clara y contundente cualquier tipo de crimen contra los trabajadores, sobre
todo cuando están en ejercicio de sus funciones como líderes sindicales.

Eso es algo que el país tiene que hacer si quiere ser respetado internacionalmente como una
democracia que defiende los derechos fundamentales de sus ciudadanos.

Por eso también ahí vamos a hacer un gran esfuerzo con la Fiscalía, para que la impunidad que hay
frente a los crímenes contra la clase trabajadora se pueda reducir, ojalá desaparecer del todo; y vamos
a hacer un gran esfuerzo en nombramiento de fiscales e investigadores de la Policía para que así sea.

Las medidas de protección también se van a ampliar. Aquí está el doctor Germán Vargas, que ha hecho
también un esfuerzo importante en ese frente.

El ideal nuestro en el fondo es que no se requieran esas medidas de protección.

El país está invirtiendo una suma muy importante de dinero, solamente para proteger a ciertos sectores
vulnerables. El sólo Ministerio del Interior y de Justicia está invirtiendo cerca de 350 mil millones de
pesos. Eso es una suma muy importante. Lo ideal es que no se requiera de eso.

Por eso estamos tan empeñados en fomentar esa filosofía del diálogo, para que cada vez este país siga
disminuyendo sus índices de criminalidad, el índice de homicidios, y que seamos una democracia
normal, donde no necesitemos ninguno de nosotros protección, donde las cosas se puedan dirimir en
forma civilizada.

Yo creo que es un paso importante el que hemos dado hoy como lección al resto del país y al resto del
mundo –en cierta forma- de dos sectores: trabajadores y empleadores, con el Gobierno en el medio,
diciendo ‘aquí hay un espíritu constructivo de diálogo social’.

Y por eso yo celebro tanto este acuerdo.

El punto que mencionaba el doctor Julio Roberto. Dentro de las promesas de la campaña y dentro de las
solicitudes que toda la clase trabajadora viene haciendo estaba la creación de nuevo del Ministerio del
Trabajo.

Eso va a ser un hecho, va a ser un Ministerio con una visión moderna, un Ministerio que ayude a
generar empleo, un Ministerio que por supuesto contribuya a garantizar los derechos de los
trabajadores, un Ministerio que esté a la vanguardia de uno de los pilares nuestros, de lo que más
añoramos como Gobierno y es la generación de empleo formal, y de formalizar el empleo. Eso lo único
que trae es beneficios, inclusive para los propios pensionados.

Todo el sistema de seguridad social necesita de una economía formalizada. La garantía de una
destrucción de los sistemas de seguridad social es la informalidad, simplemente porque ahí se va a ir
destruyendo la base que sostiene todo el engranaje, toda la estructura. Por eso, el Ministerio de Trabajo
va a cumplir un papel muy importante en ese propósito, y por eso creo que este acuerdo que incluye la
creación del Ministerio de Trabajo es un paso muy importante en esa dirección.

De manera que yo los felicito. Celebro mucho que esto haya sido posible, señor Vicepresidente
(Angelino Garzón), señores Ministros, señores dirigentes sindicales y también doctor Luis Carlos
Villegas.

Yo celebro muchísimo este acuerdo que acabamos de firmar, y yo espero que esto sea el inicio de más
acuerdos, donde nos pongamos todos –y perdonen la redundancia- de acuerdo en hacer de nuestra
economía una economía más competitiva, más pujante, que nos traiga prosperidad a todos, que es lo
que queremos con nuestro Plan de Desarrollo Prosperidad para Todos: un país más justo, donde las
brechas tanto regionales como personales, las vayamos disminuyendo cada vez más.

Y creo que es un paso muy importante en esa dirección.

Vuelvo y repito: aquí estamos abiertos al diálogo siempre, es un Gobierno que cree en el diálogo.

Yo hablé esta mañana con el doctor Tarcisio Mora, viene hoy a las 6:00 de la tarde, viene más como
candidato a la Alcaldía que como Presidente de la CUT; voy a entrevistarlo como parte de la terna, pero
le voy a decir que esta es una gran oportunidad para toda la clase trabajadora, porque aquí hay un
espacio importante donde todos podemos salir ganando.

Muchas gracias”.

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la reunión del


programa Madres Comunitarias en el Valle del Cauca

Cali, 27 may (SIG). “Qué bueno estar aquí en este evento.

Yo digo que este oficio de gobernar tiene sus momentos buenos y sus momentos difíciles. Realmente
son momentos difíciles, porque a los gobernantes nos toca siempre resolver problemas, tomar
decisiones complicadas, afrontar quejas, reclamos; porque siempre lo que la gente pide es mucho más
de lo que el Gobierno y el Estado puede ofrecer.

Pero eso se compensa con momento satisfactorios que le llenan a uno el alma y el corazón de felicidad.
Momentos en donde uno le da una inyección de optimismo y de esperanza al espíritu para que sigamos
trabajando todos con entusiasmo por este país.

Uno de esos eventos, a los que tanto me gusta asistir es éste; eventos con las madres comunitarias.

Y lo digo por muchas razones. Primero, les decía al principio que aquí en este sitio, cuando estaba en la
campaña presidencial, hice una serie de compromisos con el pueblo colombiano, con ustedes.
Compromisos que tenían que ver con los grandes objetivos de nuestro Gobierno, que se resumen en lo
que el Plan de Desarrollo identifica en tres frases: Más seguridad; más empleo y menos pobreza. Es
decir. Prosperidad para Todos.

Eso tiene toda una explicación y toda una serie de acciones que nos llevan a cumplir esos objetivos. En
estos primeros casi diez meses de Gobierno hemos avanzado muchísimo, hemos avanzado en muchos
frentes. La parte legislativa, las leyes que se han aprobado gracias al Congreso de la República, ha sido
tal vez un periodo histórico.

La última ley que se aprobó, la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, eso va a partir en dos la
historia del país, nos va a ayudar a iniciar un proceso de sanar nuestras heridas y ver el futuro con más
optimismo. Pero sobre todo con más solidaridad y más unión.
La Ley de Regalías

Leyes como las de regalías, que se van acabar de aprobar la semana entrante, nos van a permitir hacer
un gran esfuerzo para cerrar las brechas de las desigualdades en este país. No solamente las
desigualdades entre los pocos que tienen mucho, y los muchos que no tienen nada, sino también las
enormes desigualdades regionales.

Hay regiones del país que tienen índices sociales muchos más altos que otras y queremos cerrar esa
brechas. Y esa Ley de Regalías nos va a permitir los recursos suficientes para hacer un gran esfuerzo
en cerrar esas brechas y lograr esa prosperidad para todos, no para solamente algunos.

Y dentro de esas acciones, tal vez de las acciones más importantes para una sociedad está la
educación de sus niños, de sus jóvenes, la educación de la sociedad, que es lo único que el fondo y a la
larga hace que un pueblo realmente progrese.

La primera infancia

He sido siempre un convencido de esa cadena de la educación que comienza en la cuna y debe
terminar en la tumba. Y dentro de esa cadena hay un eslabón fundamental y es el eslabón de la primera
infancia, de todos nuestros niños y nuestras niñas que nacen y en los primeros cinco o seis años
adquieren sus verdaderas capacidades que van a utilizar por el resto de sus vidas.

Por eso aquí en este parque y lo hice también en Bogotá en un evento extraordinario con madres
comunitarias —uno que organizó uno de nuestros Representantes a la Cámara del Partido de la U,
Ángel Custodio Cabrera, a quien le envío un saludo desde aquí, porque sé que nos está escuchando—,
yo les dije hay que hacer una gran esfuerzo para que esa Política de Primera Infancia se fortalezca en
todos sus frentes. Y uno de esos frentes es fortaleciendo el papel de las Madres Comunitarias.

Pero eso eventos como el de hoy lo que hacen es reforzar la política de educación, de buena educación,
la Política de Primera Infancia. Y por eso he venido aquí con gran placer, acompañado de mi señora,
para primero que todo agradecerles a todas ustedes madres comunitarias, ese papel tan importante que
juegan en la sociedad.

Hemos dicho en todas las formas que esa primera infancia, que la forma como tratemos a esos niños y
a esas niñas, la forma como los eduquemos, como les demos el primer amor, como los alimentemos, va
a determinar el fututo de la sociedad. Y eso es así.

Pero eso aquí hemos traído todos los expertos. Inclusive trajimos, cuando lanzamos la política De Cero
a Siempre, a un Premio Nobel de Economía, experto en esas materias (James Heckman, Premio Nobel
de Economía 2000). Y él nos repetía lo que ya sabíamos, que no hay inversión más rentable, desde el
punto de vista social, que la inversión que se hace a los niños y a las niñas de primera infancia.

En esa etapa es donde más rendimiento produce cualquier inversión social.

¿Y quiénes son parte fundamental de ese proceso? Pues nuestras Madres Comunitarias.

Medidas para mejorar Madres Comunitarias

Por eso le hemos dado también mucha importancia a este papel en el Plan de Desarrollo. Ustedes ya
saben —lo vieron en el video, la doctora Elvira Forero (Directora del Icbf) les ha comunicado— que ya
hicimos una serie de esfuerzos para poder mejorar las condiciones de la Madres Comunitarias y ampliar
el número de Madres Comunitarias para que estén, no solamente mejor distribuidas, sino mejor
capacitadas y en mejores condiciones.

El hecho de determinar en el Plan de Desarrollo que los ingresos se van a aumentar el doble de lo que
se le aumenta generalmente a todos los ciudadanos, el doble de lo que dice el Dane que va a subir la
inflación.

El acceso especial a las cajas de compensación familiar para que tengan seguridad social.

Lo que se les va entregar inicialmente para que se aseguren por los riesgos profesionales.

Lo que vamos a hacer para que con una cuota muy pequeña puedan ser parte de las cajas de
compensación familiar, el 0.6 por ciento. Eso es una cuota muy pequeña.

Y eso es un esfuerzo grande que estamos haciendo para que, cada vez más tengamos, a unas Madres
Comunitarias cumpliendo un mejor papel, porque esa es la mejor inversión que podemos hacer en
nuestros niños.

Educación

Este programa para nosotros es prioritario, para nosotros es uno de los programas más importantes. Y
este programa tiene una continuidad: llega a los niños, van al colegio, después se gradúan de
bachilleres.

Y ahí entra el otro programa que anuncié aquí también, el de las becas-crédito, para que esos
muchachos y esas muchachas que las Madres Comunitarias les dan las capacidades para que estudien
y se gradúen de bachillerato, encuentren una oportunidad para tener una educación en el nivel superior,
y luego se vuelvan ciudadanos productivos y responsables.

Ahí también estamos haciendo un gran esfuerzo para poder darle esa educación De Cero a Siempre, y
educación de la cuna a la tumba, que les hablaba al principio.

Hay un antiguo proverbio judío que a mí me gusta utilizar mucho. Dice ‘como Dios no puede estar en
todas partes, entonces hizo a las madres’. Ese es un proverbio sabio.

Y por eso a todas las madres yo quiero decirles que, como Presidente de la República, el Gobierno
Nacional, siempre vamos a estar pendientes; pendientes de cómo podemos mejorar cada vez más este
trabajo que ustedes hacen, hacerlo más efectivo, hacerlo más agradable, hacerlo más amable con el
entorno, para que podamos todos vivir en una sociedad más generosa y más solidaria.

Porque es ahí en esa edad que ustedes tienen a esos niños cuando ellos aprenden a querer; cuando
ellos aprenden a aprender, cuando desarrollan esa curiosidad, cuando aprenden a vivir en sociedad.

Si un niño de esos lo único que ve es violencia, agresión, inmediatamente, casi automáticamente, se va


a volver violento y agresor.

Si en ese entorno, en cambio, encuentra un ambiente de amor, de fraternidad, esos niños y esas niñas
en el colegio y luego en la universidad o en la educación superior, y luego en la vida, le van a transmitir
al resto de la sociedad esas actitudes, esos valores.

Jardines infantiles

Por eso, también la creación de los jardines infantiles para nosotros es una prioridad.

Vamos a tratar de crear el mayor número de jardines infantiles que nos permita el presupuesto.

Tenemos planeados doctora Elvira ¿cuántos hasta ahora? 100 nuevos jardines infantiles. 100 del Icbf.

Y vamos ver cómo podemos ir mejorando ese número, no solamente a través del Icbf, sino a través de
otros caminos, porque esa inversión es muy importante. Y ahí, paralelo a eso, tendrá que venir esa
mejor capacitación y mejores condiciones de las Madres Comunitarias.

De manera que aquí he venido a Cali a cumplir varios propósitos. Pero el más importante, el primero de
ellos, es el de decirles a ustedes muchas gracias. Muchas gracias por su trabajo, muchas gracias por su
dedicación, muchas gracias por lo que hacen por nuestros niños.

Luego tendremos una reunión con todo el sector productivo, el Consejo de Competitividad. Esta tarde
tendremos un Consejo de Seguridad; un Consejo de Seguridad al cual le damos mucha importancia
porque sé, soy consciente de los problemas de seguridad que tiene esta ciudad, que tiene el Valle del
Cauca, pero sobre todo la ciudad de Cali.

Seguridad

Y queremos discutir y tomar correctivos para que entre todos podamos seguir viviendo una vida mucho
más segura y más próspera.

La seguridad, como lo decía al principio, es parte fundamental de nuestro Plan de Desarrollo. Y esa
seguridad la tenemos que garantizar.

Yo estuve, cuando fui Ministro de Defensa, en Tuluá, en mi primer Consejo de Seguridad. Y allá
decidimos, en ese entonces, año 2006, cuando el número de homicidios en Buenaventura estaba
disparado -Buenaventura se había vuelto invisible, nadie quería ni siquiera acercarse- hicimos una
intervención. Una intervención muy directa con la Policía, con la Armada Nacional.

Estuvimos en Buenaventura ¿cuándo fue, Gobernador? Hace 15 días.

Y pudimos constatar como el número de homicidios en Buenaventura desde ese entonces ha venido
descendiendo y hoy está muy por debajo —casi una tercera parte— del promedio nacional.

Infortunadamente eso no está sucediendo en Cali. Y vamos a estudiar cómo podemos hacer en Cali lo
que hicimos en Buenaventura.

Pero no solamente en materia de homicidios, sino de otros delitos que sé que están afectando a la
población.

Importancia de las Madres Comunitarias

Pero para que —y repito—, para que la sociedad crezca en un ambiente amable, no violento, eso
también tiene uno que sembrar semillas, hay que sembrar las semillas. Y las semillas se siembran en
los jardines infantiles, en la forma como ustedes, Madres Comunitarias, cuidan y educan a esos niños
en su primera infancia.

Por eso para mí una madre comunitaria es tan importante como un general de la República. Porque
ustedes cumplen, porque ustedes hacen bien su labor.

A los generales de la República les va a quedar mucho más fácil la de ellos; esa es la verdad.

Por eso muchas gracias por esta invitación.

Y no quiero terminar sin felicitar a Comfenalco, a todos los que participaron, al Alcalde (Jorge Iván
Ospina), al Gobernador (Francisco Lourido), a la Ministra (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial)
Beatriz Uribe.

Porque hace unos cuatro, cinco meses, estuvimos aquí haciendo la entrega de los primeros
apartamentos de un conjunto de vivienda de interés social. Altos de Santa Helena. Yo quedé muy
impresionado con la calidad de la construcción y además la forma como se construyó guardando el
medio ambiente y lo amable que era el entorno.

Les dije desde ese entonces me gustó muchísimo, construyamos muchas más viviendas para darle a la
gente su casita, viviendas de este tipo.

Pues ayer salió el resultado del Premio Nacional de Construcción que da una gran empresa, Cemex, y
ese proyecto se ganó el premio. El mejor programa de vivienda de interés social en todo el país. Muchas
felicitaciones.

Y miren ustedes cómo se van sumando los factores que hacen posible ese sueño que tengo yo y que
tenemos todos, de que Colombia sea un país próspero para todos.

Tenemos vivienda, una vivienda digna, un plan muy agresivo, muy ambicioso. Con la Ministra queremos
que por lo menos un millón de familias tengan su casa propia. Porque tenemos un alto déficit. Aquí en
Cali hay un déficit muy alto.

Pero ese hogar, esa casita tiene que estar alimentada por los otros factores que hacen a una sociedad
una sociedad prospera: la educación. Buenos jardines infantiles, buenas Madres Comunitarias.

Así vamos construyendo un país que por fortuna ya está viendo un futuro mucho más optimista.
El mundo entero está hoy viendo a Colombia con unos ojos muy diferentes a los que nos veían hace
algunos años; están viendo a Colombia como una Nación pujante, una Nación con gran futuro.

Todo esto que estamos haciendo en materia comercial —está aumentando nuestras exportaciones, todo
lo que estamos haciendo con el Pacífico, los nuevos puertos, que aquí estuvimos inaugurando, un
puerto de contenedores muy importante— todo eso va a redundar en más prosperidad para esta región
tan rica y tan importante de nuestra querida Colombia.

Pero, nuevamente, el papel fundamental de ustedes las Madres Comunitarias es clave. Y por eso quería
venir a decirles gracias. Muchas gracias. Y reciban ustedes siempre nuestro apoyo”. 

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Acuerdo para la


Prosperidad número 34

Cali, 28 may (SIG). “Yo quisiera iniciar este Acuerdo para la Prosperidad con una noticia muy importante
que nos trajo el doctor (Ricardo) Lozano (Director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios
Ambientales de Colombia).

El Ideam ya oficialmente ha manifestado que la temperatura del Pacífico Tropical, las aguas del Pacífico
Tropical se normalizaron

¿Eso qué quiere decir?

Que el Fenómeno de ‘La Niña’ se acabó.

El Fenómeno de ‘La Niña’ y ‘El Niño’ se producen por el cambio de temperaturas en el Pacífico Tropical.
O bien se ponen por debajo de lo normal o por encima, y eso genera un fenómeno que se denomina –
dependiendo de si sube o si baja- ‘El Niño’ o ‘La Niña’.

¿La Niña en qué consistía?

Al aumentar la temperatura, la humedad se recoge con más intensidad. Ese es el fenómeno


climatológico que produce que la humedad se concentre con más intensidad, entonces cuando llueve,
llueve con mucha más fuerza porque hay más humedad concentrada.

De eso se trata el Fenómeno de ‘La Niña’, que llevamos padeciendo un año y con una fuerza sin
precedentes en la historia, porque este Fenómeno de ‘La Niña’, de acuerdo a todas las autoridades
internacionales, ha sido el más fuerte de la historia.

Esa es la noticia buena.

¿Cuál es la noticia no tan buena?

Que de todas formas hay una secuela, que va a seguir lloviendo en las próximas semanas en algunas
regiones del país y que esa lluvia, como ha llovido tanto, va a seguir produciendo deslizamientos,
avalanchas, estragos.

Por eso no podemos bajar la guardia.

Por eso tenemos que continuar con el ojo avizor, alertas a cualquier fenómeno que pueda producir un
daño, sobre todo en las vidas humanas.

De manera que celebramos enormemente esta noticia que nos trae el Ideam, que ‘La Niña’ se acabó,
pero insistimos que de todas formas las lluvias van a continuar las próximas semanas, y que como hay
un nivel feátrico, las montañas están llenas de agua, hay regiones inundadas, cualquier gota adicional
pues va a producir más estragos.

O sea que la parte de los daños y el dolor que ha producido ‘La Niña’ no termina con este anuncio, y por
eso nosotros tenemos que estar –todos- muy coordinados para evitar los estragos.

Ahora, un llamado muy perentorio a los señores gobernadores, no solamente los cuatro del Pacífico
aquí presentes, sino a todos los gobernadores, a todos los alcaldes y a todas las comunidades.

Se va a volver –en cierta forma- a regularizar las lluvias y el clima en el país, se va a normalizar, pero
como sufrimos tanto, cualquier lluvia por ejemplo a partir de septiembre de este año, de todas formas va
a llover sobre una situación que ha generado mucho daño, sobre un nivel freático todavía alto porque
eso demora mucho tiempo en normalizarse.

Por eso quiero hacer un llamado a aprovechar –si lo que el Ideam nos dice y las autoridades
meteorológicas internacionales nos confirman, que el Fenómeno de ‘La Niña’ ya terminó- aprovechar los
meses de verano para hacer las obras de reconstrucción más importantes, para que cuando venga la
lluvia normal el efecto lo podamos controlar sin ningún problema.

Entonces ese es el llamado que yo les hago: prioricemos las obras, en eso Colombia Humanitaria está
muy pendiente de ir desembolsando y autorizando las partidas para las obras.

Aceleremos la ejecución de las obras. Para mí ejecución es cuando comienzan las comunidades a ver si
realmente se está construyendo este jarillón o esta carretera se está reparando. Eso es para mí es
ejecución, y eso es lo que hay que acelerar.

Muy bien, ya con esta noticia quiero hacer referencia, como usualmente lo hacemos, a la semana que
termina.

Comenzamos el lunes con un importante foro del Congreso de la República, un foro académico sobre
legislación en materia de desmovilización, de reintegración, de justicia transicional.

Esto es una discusión bien importante porque nosotros somos un país que hemos sido señalados como
ejemplo del mundo en materia de aplicar los principios de justicia, verdad y reparación en medio todavía
de un conflicto, y la legislación que el Congreso de la República tiene que hacer en este proceso, no
solamente para lo que ha sucedido, sino para lo que pueda venir hacia el futuro, es bien importante.

Restitución de tierras

Esa misma mañana nos trasladamos a San Vicente de Chucurí, donde estuvimos con el señor veedor
para entregar unos títulos a unos campesinos, 80 títulos entregamos allá de 700 que se van a entregar
en la región del Catatumbo, títulos de de propiedad a unos campesinos en ese empeño que tiene el
Gobierno en formalizar el campo, de entregarle a los campesinos sus títulos de propiedad para que
sean sujetos de crédito, para que puedan emprender proyectos asociativos con grandes empresarios o
ellos por su lado.

Ese es uno de los grandes objetivos que tenemos, donde vamos a enfocar nuestra energía.

Con el señor Director del Incoder, Juan Manuel Ospina, ya se han entregado en el plan de choque más
de 300 mil títulos. Eso era más o menos lo que estaba previsto: 320 mil títulos en el plan de choque
hasta ahora hasta mayo.

Se cumplió el plan de choque. Vamos a entregar 500 mil títulos de aquí al final de años.

Y la ley que aprobó el Congreso, que espero –doctor Germán (Vargas Lleras, Ministro del Interior y de
Justicia)- que la conciliación se apruebe la semana entrante, para poder sancionar esa ley en presencia
del señor Secretario General de Naciones Unidas (Ban Ki-moon), que nos va a honrar con su presencia,
esa ley nos va a permitir acelerar el proceso de entregarles los títulos a los campesinos, a las
comunidades afrocolombianas, a las comunidades indígenas, para que la propiedad se formalice, que
es un aspecto muy importe como base del desarrollo de todo el campo que queremos convertirlo, en
lugar de una concentración de pobreza y violencia, más bien en una fuente de convivencia y
prosperidad.

Ley del deporte

Se presentó el martes, lo presentamos con el doctor Clopatofsky (Jairo, Director de Coldeportes) aquí
presente, la Ley del Deporte.

La Ley del Deporte es un paso bien importante, no solamente para fortalecer nuestro futbol.
Cuando yo veía los informes sobre la preparación de la final de la Copa de Europa, la que se va a jugar
hoy entre el Manchester y el Barcelona, lo que eso le representa a Londres, lo que le representa a los
equipos, lo que representa a toda esa organización, beneficios por todos lados, yo decía: qué importante
es poder organizar nuestro futbol para que sea un fútbol prospero, no macartizado y satanizado como
un futbol que es receptor de dineros ilegales, sino un fútbol donde se recoja a todas estas hinchadas y
se vuelva un factor de unión nacional.

El deporte lo que hace es eso, es unir el país en torno a sus selecciones, en torno a sus estrellas, y eso
es lo que queremos hacer con el deporte aquí en Colombia.

Las comunidades afrocolombianas tienen ahí un papel muy importante, porque ustedes son los mejores
deportistas que hay en mundo, eso lo han demostrado en todas las formas, y por eso yo quiero resaltar
la Ley del Deporte.

Ahí vamos también a hacer una serie de iniciativas, vamos a poner en marcha una serie de iniciativas
para que en los barrios de las diferentes localidades, en las diferentes ciudades comiencen a fomentar
el deporte entre los muchachos, las competencias deportivas.

Ayer en el Consejo de Seguridad que hicimos se mencionó ese tema: Por qué no hacemos una
inyección masiva de recursos para que los muchachos puedan tener competencias deportivas de toda
índole, y ponerlos a hacer deporte que, entre otras cosas, tiene un efecto muy importante en la salud de
los colombianos.

Miren lo increíble.

Nosotros, que somos unos de los países más desiguales, con el 45 por ciento –y es una cifra
vergonzosa que nos vamos a dedicar a corregir- 45 por ciento de la gente en la pobreza y el 16 por
ciento en la pobreza extrema, sin embargo ya estamos teniendo problemas sobre todo en los estratos
más bajos, de obesidad.

Eso quiere decir que estamos comiendo mal y no estamos haciendo deporte. Eso genera unos costos
para la salud enormes, para la eficiencia, inclusive para la convivencia.

Entonces el deporte es algo que vamos a estimular muchísimo desde la base, desde las comunas, que
las comunas en lugar de tener esas padillas, que se dan bala para que ver quien controla el negocio del
microtráfico, que más bien compitan a ver quien mete más goles en una cancha de fútbol. Eso es lo que
queremos.

El Congreso aprobó la Ley de Víctimas y la Ley de Tierras que es algo muy importante. Eso sucedió
esta semana.

El jueves vinieron varios inversionistas extranjeros a decir cómo quieren invertir más en Colombia.
Llegaron dos inversionistas y que entre los dos iban a invertir 500 millones de dólares, solamente entre
dos inversionistas.

Acuerdo tripartito con sindicatos y gremios

A renglón seguido me fui a firmar algo muy importe: un acuerdo tripartito, los empresarios, los
empleadores, los trabajadores y el Gobierno. Ese acuerdo ya está siendo protocolizado, por lo menos
puesto sobre la mesa en la reunión de la OIT que se está celebrando en este momento. Y es un
acuerdo muy importante porque es una demostración más de algo que tiene que ver con este Acuerdo
para Prosperidad.

Nosotros queremos promover el diálogo social, porque a través del diálogo social llegamos a
consensos, llegamos a decisiones que van a ser mucho más benéficas para el desarrollo social de esta
país; con los sindicatos, con la CGT, con los pensionados.

Yo espero que los otros dos sindicatos, la CUT y la CTC se unan, porque esto lo único que hacen es
abrirle las puestas al diálogo, y así lo reconoció el Presidente la CUT, Tarcisio Mora.

Eso realmente es un paso muy importante donde nos podemos poner de acuerdo o no, no importa;
muchas veces es posible que no nos pongamos de acuerdo, pero el sólo hecho de tener instancias de
diálogo es algo muy importante para una democracia, muy importante para una sociedad.

Y por eso me gusto mucho lo que dijo Julio Roberto Gómez, el Presidente de esa gran central obrera
que es la CGT, que este acuerdo era el acuerdo más ambicioso, más avanzado que ha firmado
cualquier sindicato en este país en los últimos 50 años.

Eso me complace muchísimo porque es el espíritu con el cual nosotros queremos gobernar, un espíritu
conciliador sin perder nunca de vista quién es la autoridad y la institucionalidad. Pero el diálogo para
nosotros es importante, porque lo que se dialoga, lo que se discute, generalmente la decisión final es
una mejor decisión.

Madres comunitarias

Ayer estuvimos aquí –como les decía al principio- en este mismo sitio en un evento con las madres
comunitarias, dándoles las gracias por esa labor que hacen tan importante para la sociedad, de ir
educando a nuestros niños en su primera infancia, que es tal vez el momento más crucial para cualquier
persona.

Un niño que es bien tratado entre el momento en que nace y los seis años, que es bien alimentado, es
un niño que aprende a aprender y un niño que después va a ser un ciudadano responsable, un
ciudadano tolerante, y que si se genera en un ambiente de amor, pues no va a ser un ciudadano
violento.

Por eso es tan importante esa fase del crecimiento de nuestros niños y de nuestra juventud.

Por eso es tan importante la labor de las madres comunitarias.

Competitividad de la Costa Pacífica

Luego tuvimos una reunión muy constructiva con todo el Consejo Regional de Competitividad, los
empresarios y diferentes voceros de diferentes organizaciones, y lo que hicimos fue un barrido del
potencial tan grande que tiene esta región Pacífica ahora con los tratados de libre comercio, con el
acercamiento real que estamos haciendo con los países asiáticos, con lo que hicimos hace unas
semanas para integrarnos más los países suramericanos, latinoamericanos –porque México también
está con costa en el Pacífico- para jugar unidos en el escenario del Asia Pacífico, con el posible ingreso,
que es otra de nuestra metas.

Ya logramos ingresar –y espero que se desembotelle y esté todo aprobado- al Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos; ya lo de Canadá se va a poner el marcha en una par de meses; yo hablé
con el Primer Ministro canadiense hace un par de semanas y nos comprometimos a poner en marcha
ese acuerdo; con Suiza ya se está poniendo en marcha.

Todo eso va a dar una oportunidad de oro para la región Pacífica.

Pero lo que más quiero resaltar es que internamente la Ley de Regalías, la reforma a las regalías,
reforma constitucional a las regalías, más los recursos de Colombia Humanitaria, más el Fondo de
Compensación que se está creando en la reforma a las regalías, más el presupuesto normal que
reciben estas regiones, si se ponen de acuerdo desde ya, si identifican las obras, los proyectos, los
estructuran bien, el Pacífico va a tener un salto cualitativo en su desarrollo como nunca en su historia
había visto.

Por eso está en sus manos, señores gobernadores, señores alcaldes, porque lo importante es que salga
de abajo para arriba con todo el concurso del Gobierno Nacional, y nosotros ayudaremos a estructurar
los proyectos, los señores senadores, los señores representantes, hay que hacer un trabajo de equipo,
pero nuevamente: lo importante es prepararnos bien, para que cuando vengan esos recursos se
inviertan bien, porque lo que ha sucedido generalmente es que llegan recursos, nadie ha planeado,
nadie ha pensado, comienzan a distribuirlos sin ninguna organización y esos recursos se pierden, se los
roban o quedan mal invertidos.

Por eso es tan importante, con esa cantidad de recursos que van a llegar –solamente por la reforma a
las regalías, solamente por eso, le va a llegar a la región Pacífica 1.3 o 1.4 billones de pesos adicionales
al año. Eso es mucha plata. Gastémosla bien, invirtámosla bien, que aquí hay un gran potencial por
todas las circunstancias que rodean a esta región Pacífico.

El Fondo de Compensación para compensar las regiones que han estado más atrasadas. El Pacífico es
de las regiones más atrasadas del país. Ahí también va haber recursos importantes y una inversión
social bien enfocada, bien focalizada, va a ser también motivo de mucha prosperidad.

Medidas de seguridad para Cali

Y luego tuvimos un larguísimo consejo de seguridad. Nos reunimos al principio con voceros de las
diferentes comunas, empresarios, representantes políticos, escuchando cual era la percepción, cuales
eran los problemas y cuales eran las soluciones.

Para resumirles, ahí lo que establecimos y decidimos fue que aquí en Cali hay problema –sin duda
alguna- de seguridad. La única ciudad donde realmente ha crecido en una forma importante el
homicidio, mientras en el resto del país ha venido descendiendo.

La última cifra, a 24 de mayo, son 747 personas que han muerto en forma violenta hasta el 24 de mayo,
son 34 más que el año anterior. La tendencia a nivel nacional ha bajado 11 por ciento. Entonces aquí
hay problema. No me voy a detener en las causas de lo que analizamos.

Lo único que quiero reitérales es que decidimos que aquí se viene el señor general (Óscar) Naranjo
(Director de la Policía Nacional) a hacer una intervención en la ciudad de Cali en materia de seguridad.
Se vienen con 700 policías adicionales y vamos a hacer una intervención directa.

Y eso va a venir acompañado de algo muy importante: desde ya hace muchos meses, cuando creamos
la Alta Consejería para la Convivencia y Seguridad Ciudadana, que pusimos a un muy distinguido
caleño, el doctor Francisco José Lloreda al frente de esa Alta Consejería, él ha venido elaborando todo
un programa de seguridad ciudadana que tiene muchos elementos, que tiene que ver desde las madres
comunitarias hasta el acceso a las universidades y a la educación superior de los muchachos que hoy
están dedicados al crimen, que tiene que ver con el deporte, que tiene que ver con todo un enfoque
integral.

Lo ha venido enriqueciendo, ha venido estudiando las experiencias internacionales que han sido
exitosas, las que no han sido tan exitosas, porque este problema lo tienen en todas partes.

Y ha llegado a un plan bastante completo, y entonces vamos a utilizar a Cali como plan piloto, vamos a
lanzar ese plan aquí, a ponerlo en marcha aquí como plan piloto para ver si lo podemos rápidamente
extender al resto del país.

Entonces van a venir el general Naranjo a hacer una intervención directa, física, en materia de
seguridad, y viene el Alto Consejero a despachar desde aquí, a poner en marcha el Plan Integral de
Seguridad.

Yo creo que eso es algo muy importante, señor Alcalde (de Cali, Jorge Ospina) señor Gobernador (del
Valle del Cauca, Francisco Lourido) y queridos caleños, porque lo que sí les quiero decir es que no nos
vamos a dejar amedrentar de los violentos, aquí Cali ha sufrido demasiado la violencia para que el
Gobierno Nacional no esté aquí listo a defenderlos.

Lucha contra la corrupción

Y hay otra forma de hacer violencia. Yo he dicho que hay algo que es tan nocivo como el propio
terrorismo, que es la corrupción.

Y ahí también estamos haciendo una intervención más silenciosa aquí en el Valle del Cauca, con la
Fiscalía, con la Procuraduría, con la Contraloría. Hemos avanzado mucho, y señor Gobernador, pronto
vamos a dar unos resultados y aquí va a haber gente que se va a ir a la cárcel por corruptos.

Este es otro flagelo donde no vamos a bajar la guardia por ningún motivo, porque así como vamos a
extirpar la violencia terrorista, vamos también a extirpar ese cáncer de la corrupción y en eso no va a
descansar un solo minuto.

Igualdad y prosperidad
Vamos entonces al tema que nos convoca el día de hoy.

La prosperidad es mi sueño, para todos; no una prosperidad para algunos, que estos buenos momentos
que estamos viviendo, que estas grandes inversiones que ya nos están ubicando en el mundo como el
país estrella, que eso no se quede en unas pocas manos, que eso lo aprovechemos todos los
colombianos.

Por eso el Plan de Desarrollo tiene como consigna Prosperidad para Todos; que podamos cerrar las
brechas, las brechas de desigualdad; la desigualdad en Colombia es aberrante, es vergonzante, nos
debe dar vergüenza presentarnos ante el mundo con esos índices de desigualdad, uno de los países
más desiguales del mundo entero y eso estamos empeñados en corregirlo.

No se puede hacer de la noche a la mañana, pero se pueden iniciar unos procesos importantes.

Dentro de ese plan de Prosperidad para Todos estamos focalizando acciones concretas, acciones con
las poblaciones más vulnerables, con las poblaciones que más han sufrido.

Por eso la Ley de Víctimas quiere reparar a las víctimas de la violencia; por eso la Ley de Tierras quiere
reparar a los campesinos que fueron desplazados por la violencia de sus tierras; por eso el Plan Unidos,
para focalizar la acción del Estado en la pobreza extrema y sacar a 350 mil familias, por lo menos, de la
pobreza extrema.

Y una de las poblaciones vulnerables, con las cuales queremos tener la mejor interlocución y poder
desarrollar programas que realmente tengan un efecto positivo, es la población afrodescendiente.

Por eso este Acuerdo el día de hoy, en donde lo que queremos es identificar bien los programas que
iremos mejorando cada vez más, donde se sienta que las comunidades afrodescendientes sientan que
hay un Estado que los escucha, y que de común acuerdo podemos ir encausando la acción del Estado y
la acción de ustedes mismos, porque el espíritu paternalista es contraproducente.

Aquí todos tenemos que trabajar, aquí no podemos esperar a que papá Gobierno viene y nos resuelva
los problemas. Los vamos a resolver todos juntos, pero hay que contribuir de parte y parte.

Y por eso, por primera vez en un Plan de Desarrollo hay un capítulo dedicado exclusivamente a la
comunidad afrodescendiente.

Hemos tenido –me corrige el Viceministro (Aurelio Iragorri) o el Ministro (Germán Vargas)- más de 80
reuniones, el Gobierno ha tenido más de 80 reuniones. Queremos seguir esa interlocución y queremos
seguir mejorando toda esta política que estamos poniendo en marcha y que hoy vamos a escuchar
diferentes aspectos de esa política.

Eso también para nosotros es muy importante.

Yo sé –y quiero decirles con toda la franqueza- yo sé que hay diferencias dentro de las comunidades
afrodescendientes: diferencias en cuanto a querer ser los interlocutores, diferencias en cuanto a recibir o
ser los responsables de canalizar ciertos recursos.

En eso yo les enviaría un mensaje muy claro: la institucionalidad es muy importante. Una democracia
funciona si respeta su institucionalidad. Si no respeta la institucionalidad, la democracia pierde vigor,
pierde efectividad.

Y aquí hay una institucionalidad que está establecida.

Ahora, para que esa institucionalidad funcione mejor se requiere también diálogo entre quienes se
sienten representados y los que no se sienten representados por esa institucionalidad.

Mi mensaje es: nosotros, el Gobierno, que de pronto hemos podido dar señales, digamos señales
equívocas en cuanto a quién tiene la interlocución, o mensajes que son interpretados de diferentes
formas, vamos a unificar nuestro mensaje.

Pero también yo les pediría a las comunidades afrodescendientes que establezcan unas mesas entre
ustedes, para también poder tener una interlocución más constructiva con el Gobierno.
Esa es la forma como creo que podemos avanzar para bien de todos.

Es mucho lo que podemos hacer.

Si nos enfrascamos, si ustedes se enfrascan en peleas pequeñas en cuanto a representatividad,


interlocución, no podemos avanzar en lo importante, en lo grande.

Por eso mi llamado muy de corazón es que nos pongamos todos de acuerdo y verán cómo todos
podemos salir ganando en este ejercicio que hoy vamos a hacer y que vamos a continuar en las
semanas y meses venideros.

De manera que sin más preámbulos, yo le daría la palabra al señor Gobernador, agradeciéndoles de
nuevo su presencia en este Acuerdo para la Prosperidad.

Decirles que este Acuerdo para mí es muy importante, y haremos seguimiento muy preciso de las
conclusiones y los acuerdos a que aquí lleguemos”.

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