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Para el tratamiento del cáncer de mama, existen numerosos protocolos de administración del
medicamento, las dosis planificadas son según la condición fisiológica de cada paciente, en cual
estadio de la enfermedad se encuentra y si tiene otro tipo de dolencias que puedan afectar el ciclo
de quimioterapia.
En este caso, las dosis mas comunes utilizadas son:
De 400 a 600 miligramos de fluorouracilo como dosis diaria los días correspondientes al
número 1 y 8 de cada ciclo de quimioterapia, combinada con ciclofosfamida y metotrexato, cada
28 días
También se puede administrar una dosis diaria de 600 miligramos de fluorouracilo junto con
ciclofosfamida y metotrexato durante 5 días seguidos, cada 21 días.
Otra combinación frecuente es la de 300 miligramos de fluorouracilo con ciclofosfamida y
prednisona, con una dosis diaria durante 5 días.
Cáncer de ovario
En la mujer el aparato reproductor consta de dos ovarios, ubicados a cada lado del útero, los cuales
producen los óvulos a fertilizar, y las hormonas estrógeno y progesterona.
El cáncer de ovario comienza con la formación de las células neoplásicas dentro del ovario, y en una
etapa temprana de la enfermedad puede ser asintomático, en este estadio se puede recurrir a la
cirugía y al tratamiento con quimioterapia para eliminar las células cancerígenas.
En un etapa más avanzada de la enfermedad, ocurre la diseminación del cáncer a otros órganos
cercanos ocurriendo la metástasis, en este estadio los síntomas que se presentan pueden llegar a
confundirse con otro tipo de dolencia benigna en esa área.
Las opciones para enfrentar este tipo de cáncer son la cirugía y la quimioterapia.
Algunos de los síntomas de una persona con cáncer de ovario son inflamación y dolor abdominal,
pérdida de peso, molestias en el área de la pelvis, estreñimiento e incontinencia urinaria.
Para el tratamiento del cáncer de ovario, la dosis indicada del fluorouracilo es de 600 miligramos los
días 1 y 8 del ciclo de la quimioterapia, en combinación con los fármacos hexametilmelamina y el
metotrexato.
Queratosis actínica
La queratosis actínica o queratosis solar, son lesiones cutáneas las cuales se presentan como
manchas escamosas y superficiales, las cuales no producen síntomas hasta que la enfermedad esta
ya en etapa avanzada.
Es común que este tipo de lesiones, algunas veces consideradas precancerosas se manifiesten
después de los 40 años, y regularmente las áreas donde se presentan son el cuello, la cara, los labios,
las orejas, el dorso de las manos y la superficie del cuero cabelludo que está más expuesta al sol.
En el caso de la queratosis actínica, se coloca una capa delgada de fluorouracilo pero con suficiente
medicamento como para cibrir la zona afectada, se pueden utilizar cremas o la presentación en
loción, regularmente las que viene al 1% se utilizan principalmente en el cuello, cara y tórax, para el
área de las manos se utiliza el fluorouracilo que viene al 2 y al 5%.
La duración de este tratamiento es variable, dependiendo de la respuesta del organismo al
medicamento, como mínimo se debe colocar el fármaco por 2 semanas, para luego realizar la
evaluación de la evolución del caso.
Carcinoma de las células basales
Las células basales, se encuentran en la piel y producen nuevas células sanas equilibrando el número
de células en la superficie cutánea a medida que estas mueren. Este tipo de cáncer se origina por una
mutación del ADN en las células basales.
El carcinoma basocelular suele manifestarse con un cambio en la textura o coloración de la piel, así
como también con una pequeña inflamación o bulto en la superficie cutánea, casi siempre en las
zonas más expuestas a la luz solar, principalmente en la cabeza, rostro y cuello.
Algunos de los tipos de lesiones que se pueden convertir en carcinoma de las células basales son:
Un bulto que es de color blanco, o del color de la piel del paciente, que es semitransparente y
que no desaparece.
Si se tiene una mancha oscura con borde transparente y que presenta un leve relieve.
Puede ser una macha plana y rojiza con un borde con relieve, y que crece con el tiempo, lenta
pero constantemente.
EFECTOS SECUNDARIOS
Es necesario aclarar que los efectos secundarios de un medicamento como el fluorouracilo varían en
cada paciente, cuando se está comenzando el tratamiento no deben esperarse que se manifiesten
todos las reacciones adversas que pueden presentarse, eso depende de la condición de salud de la
persona y de la reacción de su organismo ante los efectos del medicamento para hacer frente al
cáncer.
Con el uso del fluorouracilo para tratamientos para el cáncer es común que el paciente sienta
trastornos digestivos como vómitos, diarreas, estomatitis, nauseas y falta de apetito.
Cuando se administra el fármaco en un tratamiento combinado junto con la leucovorina, empeora
los efectos secundarios adversos de tipo estomacal, describiéndose casos como enterocolitis,
diarreas severas que producen casos de pacientes deshidratados, aparición o empeoramiento de
reflujo gástrico, hemorragias gástricas, esofagítis, y hemorragias intestinales.
Se ha observado con la administración del fármaco vía intraarterial, puede producir síntomas de
ictericia, hepatitis, esclerosis biliar, mucositis y diarrea.
Los tratamientos anticancerosos con fluorouracilo producen trastornos hematológicos a los cuales se
les debe prestar mucha atención, tales como la neutropenia, que es la disminución de un tipo de
glóbulos blancos llamados neutrófilos en la sangre.
También puede producir leucopenia, que es la disminución del conteo de los glóbulos blancos en el
torrente sanguíneo, la cual debilita el sistema inmunológico del organismo y deja el cuerpo más
propenso a contagiarse de enfermedades.
Otro trastorno hematológico producido es la trombocitopenia, el cual consiste en la disminución
drástica del conteo de las plaquetas presentes en la sangre.
A veces el uso de este medicamento genera un hormigueo intenso y molesto de las plantas de los
pies y las palmas de las manos, los cuales se producen al caminar o al hacer alguna clase de esfuerzo
para tomar algo con las manos.
Algunos pacientes expresan tener reacciones adversas a nivel de la piel, como sarpullido o prurito, el
cual empeora si se expone al sol, se recomienda en este caso salir lo más cubierto posible y colocarse
siempre protector solar.
Al administrar el fluorouracilo por vía endovenosa se pueden presentar en el lugar de la punción
erupciones o enrojecimiento en el área, también puede presentarse la hiperpigmentación en las
venas utilizadas par la aplicación del fármaco.
Este medicamento tiene un nivel de neurotoxicidad alto, y a veces causa un síndrome que hace que
la persona no pueda coordinar sus movimientos al desplazarse, o al hacer sus actividades cotidianas.
Debido a esta característica tóxica, el fluorouracilo, causa desorientación, confusión, sensación de
euforia o tristeza intensa, dolores de cabeza intensos y constantes, somnolencia extrema y
alteraciones visuales.
El uso del flourouracilo en un paciente con cáncer puede generar alteraciones cardiológicas, como
dolor en el pecho, taquicardia, arritmias, angina de pecho e isquemia cardíaca. (Ver
artículo: Ivabradina)
CONTRAINDICACIONES