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SEÑOR (A)
JUEZ LABORAL DE PEQUEÑAS CAUSAS (REPARTO)
MEDELLÍN, ANTIOQUIA.

REFERENCIA: PROCESO ORDINARIO LABORAL ÚNICA INSTANCIA

DEMANDANTE: PEDRO PÉREZ


DEMANDADO: COLTEJER S.A.

ZEIDA LILIAN DANGOND, identificada con cedula de ciudadanía


N° 49.784.727 expedida en Valledupar (C) abogada en ejercicio inscrita con
tarjeta profesional N° 842.107 del Consejo Superior de la Judicatura, con
domicilio profesional en la Calle 7 No. 83-31 Conjunto Siempre Verde Torre 1
Apto 803 – barrio La Loma de los Bernal de la ciudad de Medellín (A), obrando
como mandataria judicial del ciudadano PEDRO PÉREZ identificado con
cedula de ciudadanía N° 38.583.111 expedida en Girardota (A) con domicilio
en la Carrera 45 N° 98-78 barrio Las Flores de ésta misma municipalidad,
conforme al mandato conferido, presento DEMANDA ORDINARIA LABORAL
en contra de la sociedad COLTEJER S.A. con domicilio social principal en la
Carrera 42 No. 54 A 161 con número de identificación tributaria (NIT)
890.900.2591, representada legalmente por el ciudadano MATIAS GAVIRIA
URIBE identificado con cedula de ciudadanía N° 24.675. 362 de Medellín (A)
domiciliado en la misma ciudad; previa narración de los siguientes:
HECHOS
1. El ciudadano PEDRO PÉREZ celebró contrato laboral individual a término
indefinido con la sociedad COLTEJER S.A el día veinte (20) de julio del
2018, para desempeñar el cargo de Asesor en Ventas, ejecutando sus
funciones en el punto de venta comercial ubicado en el Edificio Coltejer
local: 209 segundo piso Calle 52 No. 47-42 .

2. En ese orden de ideas, se estableció por parte de la sociedad en mención la


obligación de entregar una contraprestación mensual por concepto salarial
equivalente a ($1.200.000) un millón doscientos mil pesos M/CTE en favor
de el señor PEDRO PÉREZ , como retribución justa a su labor
desempeñada dentro de la jornada laboral ordinaria.

3. De este modo, queda claro el vínculo laboral existente entre empleador y


trabajador, en consecuencia se sobrentienden las obligaciones que acogen
las partes, la primera de cumplir a cabalidad todas las cargas
prestacionales legales y/o convencionales; si hay lugar a las ultimas,
beneficios, etc. La segunda, de rendir fidelidad y subordinación a su patrono
siempre y cuando esté acorde a desempeñar funciones que respeten la
dignidad humana y sin arbitrios.
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4. Teniendo en cuenta lo anterior, el día 15 de junio del 2019 aconteció que el


señor PEDRO PÉREZ fue despedido, puesto que COLTEJER S.A a través
de carta de despido firmado por el director ejecutivo le comunicó dicha
decisión irrevocable, de esta manera la sociedad finalizó unilateralmente el
contrato laboral individual a término indefinido celebrado.

5. El despido se ejecutó, bajo el entendido que, para la sociedad en comento


hubo lugar a una causal que amerito dicho proceder, puesto que, a su
parecer existieron hechos de una agresión física y verbal por parte del
ciudadano PEDRO PÉREZ en contra de su compañero de trabajo, el
ciudadano JUAN MANUEL CABAL y, en ese entendido, según lineamientos
de la compañía, así se debía proceder en relación al Art. 71 de su
Reglamento Interno de Trabajo (RIT).

6. COLTEJER S.A realizó diligencia de descargos el mismo día que ocurrió el


despido, esto es el día (15) de junio del 2019, según consta en el acta de
descargos de la misma fecha, la cual su contenido carece de legitimidad y
veracidad puesto que no es clara la narración en su totalidad.

7. En la consecución de la diligencia de descargos, la compañía en cuestión


no aportó pruebas, de cualquier documento de carácter representativo o
declarativo, mediante la cual sustentaran la acusación que se hizo respecto
de la agresión física que supuestamente se cometió.

8. En ese contexto, tampoco aportó requerimiento o queja previa a la


diligencia de descargos; del supuestamente agredido esto es el ciudadano
JUAN MANUEL CABAL; por medio de la cual colocara en manifiesto a su
jefe inmediato, administrador de punto o en su defecto dueño de la
sociedad que ocurrió el acto agresor y sirviera para dar luces de que
efectivamente en este caso concreto existió agresión física.

9. En ese sentido, no hay documento representativo o declarativo de algún


testigo (Cliente-Compañero de trabajo) que haya presenciado el supuesto
acto de agresión, en consecuencia se carece de piezas probatorias para
determinar la agresión física que se alude y la legitimidad del despido
dando lugar a toda duda razonable del real desenvolvimiento de los hechos.

10. En continuidad a lo relacionado con la diligencia de descargos, se debe


decir que la ejecución de la misma solo se ciñó a realizar un cuestionario de
siete (7) preguntas al ciudadano PEDRO PÉREZ, se le inculpó de agredir
física y verbalmente a sus compañeros, antes de dar respuesta a las
preguntas, con el fin de inducirla a que aceptara la acusación sin brindarle
la oportunidad de ejercer su defensa, controvertir las pruebas, presentar
propias si ha bien lo consideraba, téngase en cuenta que la sociedad no
aportó alguna, ni siquiera rindió indagatoria al ciudadano JUAN MANUEL
CABAL.
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11. Dicha acta de descargos carece de franqueza y en consecuencia de licitud


ya que las circunstancias de modo y tiempo de la consecución de los
hechos es imprecisa y como resultado se está frente a un atropello por
parte de un empleador hacia su trabajador.

12. Así las cosas el señor PEDRO PÉREZ mientras estuvo a su alcance,
manifestó haber ignorado los comentarios molestos hechos por parte de su
compañero JUAN MANUEL CABAL, tratando de evitar al máximo cualquier
acontecimiento incomodo que afectara su rendimiento laboral.

13. A causa de la obstinación de su compañero de trabajo el ciudadano JUAN


MANUEL CABAL y el estrés común laboral y personal por diversas
preocupaciones personales se vio envuelto PEDRO PÉREZ en un roce,
desentendimiento, disconformidad, disgusto fuerte verbal, en el que
cualquier ser humano en algún momento se puede ver inmerso; más si se
tiene en cuenta en un escenario laboral, donde es propenso a existir
acumulación excesiva de trabajo o posible acoso laboral, que es importante
analizar en este caso concreto.

14. Además de lo anterior, también se tiene que el procedimiento para realizar


el despido que utilizo COLTEJER S.A fue exabrupto teniendo en cuenta
que el mismo día que finalizó la diligencia de descargos se le notificó a
PEDRO PÉREZ de éste, desconociendo los principios de controversia,
inocencia, imparcialidad y en especial el de la doble instancia, el cual
permite que la decisión tomada sea revisada por el superior jerárquico de
quien decidió.

15. Manifestado lo anterior queda en evidencia que el empleador no observo


los requisitos y formalidades mínimas que integran el debido proceso,
violentó normas de carácter constitucional y legal ejecutando un despido
totalmente injusto, cercenando derechos fundamentales del trabajador
como el debido proceso, mínimo vital, la seguridad social y trabajo que
colocan en riesgo su sustento vital y el de su familia.

16. Además, el empleador pasó por alto la situación de vulnerabilidad en la que


se encuentra el ciudadano PEDRO PÉREZ al tener el rol de ser padre
cabeza de familia; puesto que está a cargo de su hijo JUAN PÉREZ menor
de edad de catorce (14) años el cual está en situación de discapacidad
circunscrito a su padecimiento EPILEPSIA ASTATOMIDOCLONICA, ASMA
NO CONTROLADA, RINITIS ALÉRGICA, Y CINDROME (SIC) DE DOOSE ,
desde el mes de marzo de 2016, y ha sido el constituyente quien estableció
la obligación de proteger este tipo de sujetos en el ámbito laboral y
ocupacional en comparación con otros.

17. Con lo anterior se tiene que a la fecha el ciudadano PEDRO PÉREZ ha


estado imposibilitado de cubrir los gastos económicos periódicos que
acarrea la formación integral de su hijo, en el entendido que no ha sido
factible sufragar los gastos educativos, en consecuencia no ha podido
asistir JUAN PÉREZ a las aulas de clase, teniendo en cuenta que son
costosos por la condición en la que este se encuentra.
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18. Téngase en cuenta que actualmente ostenta un crédito vigente con una
entidad crediticia para cumplir tal fin y está a la deriva de poder continuar
con el pago efectivo del mismo.

19. Además se vio en la penosa obligación de suspender tratamientos que


ayudan eficazmente al funcionamiento de la salud de su hijo, autorizados
por galeno tratante, toda vez que no aparece registrado como tampoco el
menor antedicho en la base de datos de la Entidad Promotora de Salud a la
cual estaban afiliados, a raíz de no gozar de los recursos económicos
provenientes de su labor como Asesor en Ventas y como tampoco cuenta
con algún recurso económico que permita acceder a los servicios de forma
particular.

20. Por ende emergió un perjuicio adicional, a causa del arbitrario despido
injustificado puesto que desestabilizó su bienestar y el del menor.

21. La referida decisión tomada por COLTEJER S.A de dar cesación sin justa
causa al contrato laboral individual celebrado con PEDRO PÉREZ y en
consecuencia desprenderse de toda obligación laboral prestacional para
con el trabajador, pone en riesgo inminente su vida, dignidad humana y la
de su entorno; especialmente la de su hijo, y está en contravía a los
preceptos constitucionales que establecen que el trabajo es factor básico de
la organización social, el cual es principio fundante de nuestro Estado
Social de Derecho.

22. Para este caso concreto, debió ser otra la postura asumida por parte del
empleador, teniendo en cuenta que de existir una conducta de roce,
desentendimiento, disconformidad, disgusto fuerte verbal entre compañeros
de trabajo, no debió desencadenar un despido con justa causa; perjudicial
para el bienestar del trabajador y el de su familia; como lo quiere hacer
entender la compañía en mención, si no por el contrario una amonestación
mediante llamado de atención, pues así lo ha manifestado la Honorable
Corte Suprema de Justicia Sala Laboral mediante Sentencia del 7 de
octubre de 2003 radicación 20387, con ponencia del magistrado Luis
Gonzalo Toro Correa, más si se tiene en cuenta que ocurrió por primera y
única vez.  

23. En suma, el despido sin justa causa elaborado por parte de COLTEJER S.A
que tiene como propósito terminar el vínculo laboral del ciudadano PEDRO
PÉREZ carece ampliamente de sustento probatorio en relación con los
hechos ocurridos entre él y su compañero de trabajo JUAN MANUEL
CABAL, además, no cumple con los rituales procedimentales (debido
proceso) que establece la Carta Política en su artículo 29 que deben acatar
los empleadores en su facultad disciplinaria o sancionatoria con el fin de
evitar atropellos y decisiones arbitrarias que desconocen principios de
contradicción, doble instancia, inocencia, para sus trabajadores, también
contemplados en el artículo 115 del Código Sustantivo del Trabajo, con aras
de garantizar una decisión justa, proporcional y adecuada a la falta o
altercado, así pues es pertinente la pretensión de una indemnización de
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perjuicios a cargo del empleador como lo dispone el artículo 64 del Código


Sustantivo del Trabajo atendiendo las facultades ultra y extra petita del A-
quo de la relevancia de los derechos reclamados.

RAZONES Y FUNDAMENTOS DE DERECHO

Como claramente se advirtió en la narración de los hechos anteriores el


señora PEDRO PÉREZ, se desempeñaba como Asesor en ventas en la
Calle 52 No. 47-42 , brindando atención a los clientes ejerciendo las
actividades básicas del proceso de servicio al cliente desarrollado en las
oficinas comerciales dando respuestas a las necesidades de los mismos.
En consonancia con el hecho No. 2 recibía una remuneración económica
justa de acuerdo a sus funciones, permitiendo cubrir necesidades básicas
propias y familiares.
La conducta que siempre expuso frente a sus compañeros de trabajo,
superiores y clientes fue la mejor con valores propios como honradez,
cordialidad, diligencia, cooperación, eficacia y empatía que ayudaban al
buen funcionamiento del desarrollo del objeto social de COLTEJER S.A.,
ésto es ofrecer productos.
Ahora bien es necesario resaltar que dicho despido carece de legalidad por
violación al debido proceso respecto de la sujeción estricta a este por parte
de los empleadores la Honorable Corte Constitucional se ha pronunciado a
través de Sentencia C 593 del 2014 en consonancia con el artículo 115 del
Código sustantivo del trabajo, manifestando lo siguiente:
En todos los campos donde se haga uso de la facultad
disciplinaria, entiéndase ésta como la prerrogativa de un sujeto
para imponer sanciones o castigos, deben ser observados los
requisitos o formalidades mínimas que integran el debido
proceso”. En virtud de lo anterior, ha determinado que este
mandato “no sólo involucra u obliga a las autoridades públicas, en
el sentido amplio de este término, sino a los particulares que se
arrogan esta facultad, como una forma de mantener un principio
de orden al interior de sus organizaciones (v. gr. establecimientos
educativos, empleadores, asociaciones con o sin ánimo de lucro,
e.t.c.)”. Agregó la Corporación, en relación con la sujeción al
debido proceso en los procedimientos en que los particulares
tienen la posibilidad de aplicar sanciones o juzgar la conducta de
terceros, lo siguiente “no podría entenderse cómo semejante
garantía, reconocida al ser humano frente a quien juzga o evalúa
su conducta, pudiera ser exigible únicamente al Estado. También
los particulares, cuando se hallen en posibilidad de aplicar
sanciones o castigos, están obligados por la Constitución a
observar las reglas del debido proceso, y es un derecho
fundamental de la persona procesada la de que, en su integridad,
los fundamentos y postulados que a esa garantía corresponden le
sean aplicados”.
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Así mismo indicó:


La jurisprudencia ha sostenido que es “indispensable que los
entes de carácter privado fijen unas formas o parámetros mínimos
que delimiten el uso de este poder y que permitan al
conglomerado conocer las condiciones en que puede o ha de
desarrollarse su relación con éstos. Es aquí donde encuentra
justificación la existencia y la exigencia que se hace de los
llamados reglamentos, manuales de convivencia, estatutos, etc.,
en los cuales se fijan esos mínimos que garantizan los derechos
al debido proceso y a la defensa de los individuos que hacen
parte del ente correspondiente”. De igual forma, se ha
especificado que en los reglamentos a los que se alude “es
necesario que cada uno de las etapas procesales estén
previamente definidas, pues, de lo contrario, la imposición de
sanciones queda sujeta a la voluntad y arbitrio de quienes tienen
la función de solucionar los conflictos de los implicados .

De la misma manera el artículo 115 del Código Sustantivó del Trabajo reza:
ART.115.-PROCEDIMIENTO PARA SANCIONES. Modificado por
el art. 10 del Decreto 2351 de 1965. El nuevo texto es el
siguiente: Antes de aplicarse una sanción disciplinaria, el
empleador debe dar oportunidad de ser oídos tanto al trabajador
inculpado como a dos representantes del sindicato a que este
pertenezca no producirá efecto alguno la sanción disciplinaria que
se imponga pretermitiendo este trámite.
Así las cosas se tiene que cuando se llevó a cabo la diligencia de
descargos debió existir pleno conocimiento de mi mandante de las
estipulaciones previas del Reglamento Interno de Trabajo para desarrollar
un debido proceso de la conducta la cual se le acarreaba y además de ello
la sociedad debió allegar las pruebas en las que fundamentaba la supuesta
falta grave por agresión física y verbal, cosa que no ocurrió, el acta de
descargos fue diligenciada solo con las temerarias preguntas que de forma
capciosa e inductivas hacia mi mandante fueron formuladas y las respuesta
de esta última, lo que quiere decir que la acusación de la agresión física y
verbal es conjeturada por el empleador puesto que ni siquiera hay prueba
de alguna declaración hecha en la misma audiencia de descargos o fuera
de esta por el señor JUAN MANUEL CABAL y tampoco hay conocimiento
de algún testigo que presente.
Ahora bien, cuando me refiero en el hecho No. 11 en el que manifiesto no
son claras las circunstancias de modo y tiempo y en consecuencia no se
tenga certeza de la consecución de los hechos, es porque repasando el
documento que cita a mi mandante a una diligencia de descargos, este
textualmente reza lo siguiente en el párrafo primero renglón cinco:
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para que rinda descargos con el fin de aclarar la situación presentada el día
28 de mayo a las 04:54 pm, en la cual usted agredió física y verbalmente a
uno de sus compañeros, el señor Juan Manuel Cabal.
Y en comparación con el acta de descargos del día 15 de junio señala mi
mandante en la respuesta a la pregunta N°2 que:
primero el día 24 de noviembre de 2018, yo estaba cumpliendo con mi
jornada habitual de trabajo que inicia a las 8:00 am y termina a las 5:00 pm,
cuando ya iban a hacer las 5:00 pm, yo me dirigía al baño cuando el señor
Juan Manuel Cabal me hizó un comentario respecto a mi comportamiento
en el trabajo, yo lo ignore y continúe mi camino, cuando regresaba del baño
el me hizo nuevamente el mismo comentario y por el estrés y la carga
pesada del día, reaccione de manera violenta, primero le dije algunas cosas
y como él me respondió con un comentario amenazante yo lo agredí.
Una vez expuestos los dos se tiene por decir que la fecha que da a conocer
mi mandante no la objeta la compañia teniendo en cuenta que en el
documento escrito por el cual se citó a PEDRO PÉREZ a diligencia de
descargos figura la fecha de 11 de junio de la incierta agresión siendo esta
última más reciente.
Ahora bien es menester hacer saber que al no existir objeción de la fecha
que manifestó mi mandante en su respuesta se tendrá por cierta ya que,
valga la redundancia, la compañia inicialmente hizó saber una fecha distinta
y si era esa la correcta en el acta de descargos tenía la oportunidad para
corregirla.
En ese contexto, se tiene que si hubo lugar a alguna agresión física o verbal
entre los anteriormente mencionados compañeros de trabajo, se dejó pasar
más 6 meses para dar trámite a una audiencia de descargos y escuchar a
una de las partes cuando respecto de este asunto la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) ha sido clara y coloco unos parámetros de
cómo se debe proceder ante un despido por justa causa en lo siguiente:
R166 - Recomendación sobre la terminación de la relación de trabajo,
OIT. Adopción: Ginebra, 68ª reunión CIT (22 junio 1982)
ART.10.-Se debería considerar que el empleador ha renunciado a
su derecho de dar por terminada la relación de trabajo de un
trabajador a causa de una falta de éste si no hubiera adoptado
esta medida dentro de un período razonable desde que tuvo
conocimiento de la falta.
En este caso concreto, al dejar pasar 6 meses se sobrepasó el periodo
razonable el cual manifiesta la OIT y en consecuencia se dio una exención y
se excluyó toda motivación de iniciar una sanción o cualquier otra medida
contemplada en el RIT o en la misma ley. Así las cosas de suceder una
agresión física y verbal el empleador dejo pasar demasiado tiempo para
iniciar a esta fecha una audiencia de descargos y por lo tanto no tendría
fundamento para iniciarla si tácitamente renuncio a su derecho de terminar
una vinculación laboral.
Por otro lado, téngase en cuenta que, no hay prueba de que existió una
agresión física, ya que mi mandante así lo hace saber en el acta de
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descargos al responder todas las preguntas, lo único que se expone es que


hubo una reacción violenta por razón del estrés personal y carga laboral de
ese día, en esa reacción en ningún momento existió agresión física solo una
discusión exaltada, ese comportamiento por parte del señor PEDRO
PÉREZ, se desencadeno obedeciendo al estrés personal y carga laboral y
ocurrió por primera vez en su sitio de trabajo mas no porque sea algo
habitual en su puesto de trabajo o por que sea una persona conflictiva
incluso en la última pregunta que se le hace expresa no volverlo a cometer.
Por lo anterior es necesario traer a colación lo manifestado por la Honorable
Corte Suprema de Justicia Sala Laboral de Casación en sentencia del 7 de
octubre de 2003 radicación 20387, con ponencia del magistrado Luis
Gonzalo Toro Correa, la cual expresó:
…lo cual claramente da a entender que la citada voz alude a
la persona que exhibe una permanente disposición al conflicto y
busca desunir, enemistar o enemistarse, dividir, encizañar, en una
palabra a la persona conflictiva y problemática que genera con su
actitud un ambiente que imposibilita el desarrollo normal de las
actividades de la empresa y no a aquella que tiene
ocasionalmente una dificultad con un compañero o una
compañera de trabajo. Aceptar este último entendimiento de la
locución implicaría que lo que se busca con la cláusula contractual
es crear un ambiente “aséptico” y absolutamente desconocedor
de la condición humana.
Pero lo que no puede aceptarse es que la cláusula contractual
pueda entenderse como cualquier inconveniente, disconformidad
o roce aislado que tenga un trabajador con un solo compañero…

En este caso el empleador no puede tomar una decisión apresurada que


configure un despido con justa causa por una fuerte discusión, incluso si así
lo dispone el reglamento interno del trabajo, más cuando ha sucedido por
primera vez ya que pudo haber optado por ejercer una amonestación
mediante un llamado de atención y no de forma temeraria vulnerar el
derecho al trabajo teniendo en cuenta el rango constitucional que este
tiene, ya que es un pilar básico en el que se forma el estado social de
derecho que nos rige, así lo hizo saber la Corte Constitucional:

Sent-593-2014 …La protección constitucional del trabajo, que


involucra el ejercicio de la actividad productiva tanto del
empresario como la del trabajador o del servidor público, no está
circunscrita exclusivamente al derecho a acceder a un empleo
sino que, por el contrario, es más amplia e incluye, entre otras, la
facultad subjetiva para trabajar en condiciones dignas, para
ejercer una labor conforme a los principios mínimos que rigen las
relaciones laborales y a obtener la contraprestación acorde con la
cantidad y calidad de la labor desempeñada. Desde el Preámbulo
de la Constitución, se enuncia como uno de los objetivos de la
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expedición de la Constitución de 1991, el asegurar a las personas


la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el
conocimiento, la libertad y la paz. Es decir, el trabajo es un
principio fundante del Estado Social de Derecho.

Finalmente se pasó por alto la protección constitucional del menor


FULANITO QUINTERO puesto que es menor de edad y se
encuentra en situación de discapacidad a causa de su
padecimiento patológico de EPILEPSIA ASTATOMIDOCLONICA,
ASMA NO CONTROLADA, RINITIS ALÉRGICA, Y CINDROME
(SIC) DE DOOSE y al ser su padre la única persona que pueda
proveer por el resulta ser un afectado directo y la premeditada
decisión de la compañía COLTEJER S.A. resulta causando daños
colaterales a su bienestar y es por ello conducente lo que sostiene
la jurisprudencia constitucional frente a estos casos:
Sentencia T-406/15 DERECHO A LA SALUD DE NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES EN SITUACION DE DISCAPACIDAD
Los niños y niñas en condición de discapacidad gozan de una
protección especial en la que prevalecen sus derechos sobre los
de los demás y que cualquier vulneración a su salud exige una
actuación inmediata y prioritaria por parte de todas las
autoridades públicas, incluyendo al juez constitucional. Por ende,
cuando la falta de suministro del servicio médico afecta los
derechos a la salud, a la integridad física y a la vida de los niños y
las niñas, se deberán modular o inaplicar las disposiciones que
restrinjan el acceso a los servicios que requieren, teniendo en
cuenta que tales normas de rango inferior impiden el goce efectivo
de sus garantías superiores.

Todo lo anterior es pertinente ya que resulta de trascendental importancia


cuando se trata de relaciones laborales en donde existe un alto grado de
subordinación y el trabajador se constituye como la parte débil de dicha
relación jurídica, en concordancia con lo aquí mencionado anteriormente, se
debe tener en cuenta normas de rango constitucional que dan mayor
afincamiento a la defensa de nuestros intereses, tales como la favorabilidad,
el debido proceso de nuestra Carta Política.
PRETENSIONES

1. Que se declare el despido SIN JUSTA CAUSA realizado el día 15 de junio


del 2019 por parte de COLTEJER S.A. en contra de PEDRO PÉREZ
2. Que se condene a COLTEJER S.A. a realizar los pagos equivalentes a una
indemnización de perjuicios que permite el artículo 64 del Código
Sustantivo del Trabajo a causa de haber terminado la relación laboral
contractual sin una justa causa en una cuantía de ($ 1.200.000) MCT
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3. Que se condene a COLTEJER S.A. a pagar lo correspondiente por


concepto de aportes a las Cesantías puesto que no se aporta documento
que certifique el pago, en una cuantía de ($ 594.473) MCT
4. Que se condene a COLTEJER S.A. a pagar lo correspondiente a pago de
intereses a las cesantías del 12% correspondientes al periodo trabajado en el
año 2019, en una cuantía de ($ 32.696 )
5. Que se condene a COLTEJER S.A. a pagar lo correspondiente por daños y
perjuicios causados al hijo menor de PEDRO PÉREZ a causa de la
desvinculación laboral en una cuantía de ($4.160.000)
6. Que se condene a COLTEJER S.A. a pagar lo correspondiente por
vacaciones, en una cuantía de ( $275.000).
7. 6. Que se condene a COLTEJER S.A. a pagar lo correspondiente por prima
de servicios, en una cuantía de ( $594.473).
8. Facultades ultra y extrapetita del Sr. Juez(a) en virtud de la relevancia de
los derechos fundamentales propios y de su hijo.
9. Que se condene a COLTEJER S.A. al pago de costas del proceso y
agencias en derecho.

CUANTIA

La estimo inferior a veinte 20 SMLMV , de conformidad con lo establecido


en el Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, pues las
pretensiones se tasan a la fecha en ($6.856.642) Por lo tanto es usted
competente señor(a) Juez además por el domicilio de las partes, lugar de la
prestación del servicio y la celebración del contrato.

PRUEBAS
Para que valoren como tales, aporto las siguientes:
1. Copia del diagnóstico médico de Juan Pérez
2. Copia Historia Clínica de Juan Pérez
3. Copia del certificado de estudios de Juan Pérez
4. Copia del crédito educativo vigente para financiar estudios especiales de Juan
Pérez
5. Copia de medicamentos de Juan Pérez
6. Certificado de Porvenir el cual indica última fecha de cotización a favor de
Pedro Pérez, que no estuvo a cargo de la sociedad accionada.
7. Certificados de otros fondos de Cesantías del país en donde no se registra
cotización a favor de mi mandante
8. Sentencia C-593-del 2014, de la Honorable Corte Constitucional la cual
enfatiza el debido proceso para la consecución de la diligencia de
descargos. .
9. Sentencia T-406-2015, de la Honorable Corte Constitucional la cual enfatiza
derecho a la salud fundamental de los niños como sujetos de especial
protección constitucional.
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10. Sentencia 20387 de octubre 7 de 2003 de la Honorable Corte Suprema de


Justicia Sala de Casación Laboral, en la cual da lineamientos acerca de los
roces entre compañeros de trabajo.
11. Recomendación 116 de la OIT, todos acogidos por el estado Colombiano,
proceso que se debe tener en cuenta antes de despedir un trabajador.
12. Certificado de Existencia y Representación Legal de la sociedad en
comento
13. Documento con cuantías correspondientes a cesantías, interés a las
cesantías y sanción por no pago de cesantías.
14. Documento con cuantía por indemnización a razón de despido sin justa
causa.
15. Copia documento de identidad de la parte accionante
16. Copia documento de identidad apoderado
17. Copia Tarjeta Profesional de apoderado.
18. Copia citación a descargos
19. Copia Acta de descargos
20. Carta de despido
21. Copia contrato laboral a término indefinido;
ANEXOS
1. Poder a mi conferido.
2. Copia de la demanda con anexos para el traslado al demandado y para el
archivo del juzgado

NOTIFICACIONES
El suscrito en la Calle 7 No. 83-31 Conjunto Siempre Verde Torre 1 Apto
803, barrio La Loma de los Bernal de la ciudad de Medellín (A)
Celular: 3102746186, Correo electrónico: zeidadangond@hotmail.com
Demandante: PEDRO PÉREZ calle 22 No. 121- 81. Girardota (A)
Celular: 3164568791, Correo electrónico: pedroperez@hotmail.com
La Demandada: COLTEJER S.A.; en la Carrera 42 No. 54 A 161,
representada legalmente por el ciudadano MATIAS GAVIRIA URIBE (A)
quien comparte la calidad de Representante Legal; cuyo lugar se entenderá
para efectos de surtir notificaciones judiciales.
Celular: 3060299210 Correo electrónico:
notificacionesjudiciales@coltejer.com

Del Señor Juez,

_________________________
ZEIDA LILIAN DANGOND.
C.C. N° 49.784.727 expedida en Valledupar (C)
T. P N° 842.107 del C S de la Judicatura

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