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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES

LITERATURA ESPAÑOLA DE LOS SIGLOS XVIII Y XIX


ACTIVIDAD 6

Tema: Novela costumbrista

1. Identifica tres cuadros de costumbres en la novela y coméntalos.

Uno de los primeros cuadros de costumbres que podemos hallar dentro de la obra de Fernán
Caballero es cuando Don Modesto y Rosa Mística hablan de que deberían separarse, Rosa
dice que esto sería dar de que hablar a malas lenguas: Después del entierro, y pasados los
nueve días de duelo, la señora Rosa dijo un día a don Modesto: “—Don Modesto, siento
mucho tener que decir a usted que es preciso separarnos. —¡Separarnos! —exclamó el buen hombre
abriendo tantos ojos y poniendo la jícara de chocolate sobre el mantel, en lugar de ponerla en el
plato—. ¿Y por qué, Rosita? Don Modesto se había acostumbrado por espacio de treinta años a
emplear este diminutivo cuando dirigía la palabra a la hija de su antigua patrona. —Me parece—
respondió ella arqueando las cejas que no debía usted preguntarlo. Conocerá usted que no parece
bien que vivan juntas, y solas, dos personas de estado honesto. Sería dar pábulo a las malas lenguas.
—Y ¿qué pueden decir de usted las malas lenguas? —repuso don Modesto—; ¡usted, que es la más
ejemplar del pueblo! —¿Acaso hay nada seguro de ellas? ¿Qué dirá usted cuando sepa que usted
con todos sus años y su uniforme y su cruz, y yo, pobre mujer que no pienso más que en servir a
Dios, estamos sirviendo de diversión a estos deslenguados?” (Caballero, 1995, s.p)

Si lo pensamos de esa manera, debía ser gravísimo que dos personas vivirían en compañía
sin estar bajo las leyes del matrimonio, que eso era pecado, y si bien nos fijamos, en
algunas zonas rurales de nuestro país sigue siendo mal visto vivir juntos sin estar casados, o
bien en las ciudades esto es mal visto por la gente de mayor edad, simplemente para ver
desde cuando se tiene ese pensar.

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Ahora bien, otro de los cuadros que se encuentran en la obra, es esta escena que retrata
Caballero, cuando llega Stein/Federico de Villamar junto con Momo y ve a toda esta
familia de campo realizando cada uno actividades distintas, inclusive parece que uno como
espectador, está viendo un cuadro de pintura, dada la descripción tan detallada que se hace
sobre esta: “Cuando Stein llegó al convento, toda la familia estaba reunida, tomando el sol en el
patio. Dolores, sentada en una silla, remendaba una camisa de su marido. Sus dos niñas, Pepa y
Paca, jugaban cerca de la madre. Eran dos lindas criaturas, de seis y ocho años de edad. El niño de
pecho, encanastado en su andador, era el objeto de la diversión de otro chico de cinco años,
hermano suyo, que se entretenía en enseñarle gracias que son muy a propósito para desarrollar la
inteligencia, tan precoz en aquel país.” (Caballero, 1995, s.p)

Si lo pensamos un poco más podríamos incluso estar viendo la imagen de una familia
mexicana, tal vez en una familia contemporánea, pero sí que podemos verla en algún punto
de nuestra historia.

Por último, pero no menos importante, me parece clave esta imagen de una sociedad
altamente religiosa, gente muy apegada a sus creencias, lo vemos mayormente en la
primera parte, pero en especial me resulta curioso que cuando Federico/Stein está hablando
de la guerra y que va a volver a su tierra que es Alemania, la tía María le pregunte sobre si
es verdad que no tienen fe: “—Don Federico—dijo la tía María después de un rato de silencio—,
¿es verdad que hay por esos mundos de Dios hombres que no tienen fe? Stein calló.” (Caballero,
1995, s.p) Y es que si lo analizamos y comparamos, podemos ver que Caballero nos está
planteando un punto de vista que contrasta a dos naciones; España y Alemania, una cuya fe
es de las más fuertes (cabe señalar que esta pregunta por parte de Tía Marías se da después
de cantar coplas religiosas o que hacen alusión a la religión) y por el otro lado tenemos a
Alemania como una nación guiada por el razonamiento, carente de fe. Es todo el contexto
que se tiene previo a esta pregunta, la que nos da este cuadro de costumbre: una España
creyente.

2. Comenta en qué estrategias se basa la construcción de los personajes en la novela.


En cuanto a la construcción de personajes notó un cambio en cuanto a los
personajes que revisamos en las obras del Romanticismo. Hay cierta falta de
dinamismo podría decirse, es decir, los personajes no tienen tantas acciones como

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las tenían los románticos. Ahora, Caballero construye sus personajes a través de la
descripción; de sus actitudes, de su ropa, de sus actividades como parte de una
función social. Algo que me causa un poco rareza, es que, aunque no haya leído la
novela con anterioridad, los personajes tienen cierto aire de familiaridad, como si
estos pudieran estar en otras novelas. A manera de ejemplo de esto que comento
podemos ver a Don Modesto, el soldado leal y viejo; a Manuel el campesino por
excelencia que además es honrado. Podría decir que Caballero está haciendo uso de
tipos, o tal vez sea mi imaginación.

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Lista de referencias:

Rubio, E. (Ed.) (1995). La Gaviota. Madrid: Espasa-Calpe.

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