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Parcial 2

Camila Puyo Duque


Hoy en día es bastante frecuente encontrar en los medios de comunicación información
donde se afirma que el mundo se está enfrentando a un acelerado proceso de globalización.
Adicionalmente, solo es necesario realizar una evaluación minuciosa y detallada de algunos
de los aspectos de nuestra vida diaria para confirmar que este planteamiento es
completamente verídico. Actualmente es posible que una persona en Colombia pueda
despertarse empleando la alarma de un reloj suizo, usar ropa que ha sido elaborada en
China o inclusive montar en un sistema de transporte que haya sido ensamblado en
Alemania. Esta situación no se hace presente exclusivamente en el sector de los productos,
el fenómeno también se puede evidenciar en los servicios que usamos, podemos depositar
los ahorros en bancos de origen canadiense, usar teléfonos celulares de origen coreano y
usar la energía que nos proveen países vecinos como Chile.
Es fundamental resaltar que estos fenómenos no se presentan en una sola vía: todos los
productos y los servicios colombianos también son consumidos en otros países del mundo,
el caso más claro y concreto es el de Juan Valdés, una empresa de origen colombiano que
hoy en día se encuentra presente en un gran número de países a nivel mundial. De igual
forma, tanto las flores como los bananos de origen colombiano pueden ser adquiridas en el
mercado internacional, mientras que algunas naciones vecinas consumen la energía
proveniente de las centrales hidroeléctricas del país.
Actualmente este tipo de sucesos se observan como algo natural y propio de la
cotidianidad, pero realmente es un fenómeno que viene presentándose en las últimas
décadas, ya que históricamente la gran mayoría de las naciones han optado por buscar el
aislamiento como una medida de proteccionismo económico, un suceso que se vivió
fuertemente durante la primera mitad del siglo XX.
Independientemente de los antecedentes históricos que puedan ser identificados, la
globalización que se presenta hoy en día posee ciertas características y diferentes elementos
que son la causa de profundos debates y múltiples discusiones, algunos defienden el
fenómeno, mientras que otros lo atacan, pero lo que resulta realmente relevante es lograr el
entendimiento y la comprensión del fenómeno, de manera que se pueda tomar una posición
firme frente a si esta situación resulta beneficiosa para el contexto económico, político y
social global, o si por el contrario resulta ser perjudicial. Es por esto que se requieren
evaluar los conceptos de globalización, las características de este fenómeno y las causas y
consecuencias que el mismo puede generar, información que será planteada de manera
progresiva a lo largo del presente documento.
Teniendo presente el contexto anterior, es necesario comenzar por comentar que la
economía mundial durante las últimas décadas se ha comenzado a caracterizar por los
avances tecnológicos, pero de igual manera, por los múltiples procesos asociados a la
globalización y a la integración, quienes en su dimensión económica, son el resultado de un
sinfín de acuerdos de libre comercio, los cuales de una u otra manera obligan a las
organización a comprender desde una perspectiva diferente estos paradigmas comerciales,
de manera que las mismas se encuentren en la capacidad de formular estrategias que sean lo
suficientemente coherentes (Jiménez, 2010).
Para comenzar es necesario realizar una breve contextualización sobre lo que es la
globalización, además de añadir las diversas implicaciones que se encuentran asociadas a
este fenómeno global. Como lo define Ramírez en su artículo titulado “La globalización y
el impacto en el mundo empresarial”, la globalización “es un proceso dinámico de creciente
libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnología y
capitales” (Ramírez, 2012). Si nos remitimos a otras acepciones, es posible encontrar que
diversos autores hacen referencia a la globalización como un proceso que integra a nivel
mundial el conocimiento teniendo su referente histórico en los diferentes cambios de las
formas en como son abordados los procesos, los diversos métodos y también la información
(Flores, 2016).

Entendiendo el concepto desde otra perspectiva, como lo afirma Jaén en su


artículo titulado “La globalización económica y su repercusión en los países en
vías de desarrollo”, lo que realmente logra este concepto es argumentar “en
pro de la independencia de las naciones, la naturaleza compartida de sus
economías, la reciprocidad de sus intereses y los beneficios comunes de su
intercambio” (Jaén, s.f). La globalización como concepto, busca generar cierta
estabilidad económica internacional, al otorgarle libertades a cada uno de los
países involucrados.

Sin lugar a dudas, la globalización tiene un fuerte componente económico, este fenómeno
abarca principalmente el sector asociado a la comercialización de productos y servicios,
adicionalmente esta se caracteriza por lograr una integración, mediante la cual se busca la
“eliminación de las barreras económicas del comercio de bienes y servicios entre países”
(Jiménez, 2010). Desde esta perspectiva económica, la globalización se entiende como un
fenómeno que permite operar con costos relativamente bajos debido a la integración
existente entre los mercados de los diferentes países.
El origen de la globalización como un fenómeno netamente económico:
“Nace con el comercio internacional y se fue expandiendo hasta producir la
movilidad de los factores de producción en el mundo, redimensionando la
distribución geopolítica de los factores de producción en el mundo. La
literatura da cuenta de ello, sin embargo existen estudios que han marcado la
diferencia por su contribución ya sea por el enfoque o por la novedosa forma
de abordar su estudio que aunque tienen preponderancia económica no dejan
de considerar las variables social, política y tecnológica” (Flores, 2016).

Adicionalmente, hay un gran número de tendencias emergentes a nivel


internacional que están movilizando a la sociedad hacia la globalización, a lo
mejor las me mayor relevancia son las siguientes. En primer lugar encontramos
la presencia de una gran transformación que se encuentra impulsada por la
revolución tecnológica e industrial, adicionalmente está el nuevo esquema de
producción global a través de la fábrica mundial, de igual forma encontramos la
creciente integración de las diferentes economías nacionales hacia una nueva
dinámica de los mercados globales, y finalmente la formación de alianzas
estratégicas que se dan entre diferentes países y empresas (Villareal, s.f).

Realmente este fenómeno permite lograr una apertura significativa ante un mundo
completamente dinámico, como lo afirma Vite en su artículo “La globalización económica:
¿Una nueva fase de la mercantilización de la vida social?” (2000):
“La remoción de las regulaciones estatales en el mercado nacional favorece la
movilidad del capital, que siempre ha buscado eludir los controles normativos e
institucionales que evitan el aprovechamiento de las ventajas de localizacion,
de transporte y comunicación, de asociación entre firmas, de fragmentación de
los procesos productivos, todo avalado por las instituciones financieras
internacionales con el apoyo de los diferentes gobiernos de los países
desarrollados”.

Hasta ahora tenemos claridad sobre lo que es el concepto de la globalización y


las implicaciones y cambios económicos que se encuentran asociados a este
fenómeno. Se requiere continuar realizando un análisis referente a la
globalización como fenómeno de mercado, ya que este es un proceso que
permite impulsa la capacidad que tienen los diferentes sectores de la economía
a nivel mundial de movilizar todo tipo de bienes y de servicios, además de
dinero, personas e inclusive lograr la movilización de la información.

Quienes logran impulsar la globalización desde la dimensión económica son


quienes representan las condiciones del mercado, las cuales finalmente son las
que determinan tanto el potencial como la necesidad de realizar o ejecutar
algún tipo de competencia ya sea con estrategia o con planificación a una escala
global. Algunos de los factores impulsores son por ejemplo los costos, los
aspectos gubernamentales y el mercado, del cual “depende el patrón de
conducta del consumidor, de la organización y estructura de los canales de
distribución y de la estrategia de marketing” (Jiménez, 2010).

Referencias
Flores, Maria Victoria. (2016). La globalización como fenómeno político, económico y
social. Revista científica electrónica de ciencias humanas (Num 34) 26-41. Recuperado de
http://www.redalyc.org/pdf/709/70946593002.pdf
Jaén, Manuel (Sin fecha). La globalización económica y su repercusión en los países en
vías de desarrollo [en línea, PDF, material educativo]. Dialnet.
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/280898.pdf
Jiménez R, A. (10 de diciembre de 2010). Los procesos de globalización e integración
económica: retos y oportunidades para el mercadeo internacional de las empresas. Tomado
de http://www.redalyc.org/pdf/364/36418856005.pdf
Ramírez Velasco, A. (8 de noviembre de 2012). La globalización y el impacto en el mundo
empresarial. Tomado de https://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/la-
globalizacion-y-el-impacto-en-el-mundo-empresarial
Villareal, René. (Sin fecha). La globalización económica [en línea, PDF, material
educativo]. Revista digital. Recuperado de
https://revistadigital.sre.gob.mx/images/stories/numeros/n35/villareal.pdf
Vite Perez, Miguel Angel. (2000). La globalización económica: ¿Una nueva fase de la
mercantilización de la vida social? Frontera Norte (Vol 12, Num 23). Recuperado de
http://www.scielo.org.mx/pdf/fn/v12n23/v12n23a6.pdf

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