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Lucas 24:13-15

13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a
sesenta estadios de Jerusalén.
• Es decir, a unos once kilómetros de Jerusalén
14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.
• Iban hablando de cómo sus esperanzas se habían esfumado, de cómo el Salvador no
pudo salvarse a si mismo, su Maestro, el hombre poderoso en hechos y palabras fue
puesto en una cruz como un criminal mas.
• ¿qué podían esperar ahora? Simplemente volver al lugar de donde seguramente se
habían criado, a la aldea de Emaús.
• La situación es que estos dos discípulos vuelven con corazones desilusionados a su
pueblo, ¿podemos imaginar el paso lento al caminar?, ¿las interrogantes en su
conversación, las preguntas, las dudas, las faltas de respuestas, todo un manojo de
incertidumbre y cuestionamientos a todo lo que ha sucedido?
• ¡¿Por qué aquel en quien pusimos nuestra esperanza ha muerto, ya no esta? Si él era
el único que nos podía redimir ¿qué paso? ¿por qué no hizo un milagro de los tantos
que había hecho, porque no actuó con autoridad, porque se dejó maltratar?! Y
cabizbajos siguen caminando...pero...
15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y
caminaba con ellos.
 Esta es la ternura de Cristo, quien ve a los suyos en esta situación pero no los
abandona. Hay una gran diferencia entre caminar con los que sufren y están
desesperanzados y solo observar el dolor de otros. Quiere decirles a los familiares
aquí presentes si estamos como iglesia acompañándoles es que significa que nos
hemos acercado y caminamos con ustedes. El apóstol Pablo dirá en una de sus
cartas “Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos
consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a
nosotros” 2Co.1:4
 ¿Qué preguntas le haría a Jesús si estuviera a su lado? Jesús es de aquellos
caminantes que muchas veces se dedica mas a escuchar a que hablar. Muchas veces
Dios envía a personas que se sientan a nuestro lado y que solo están dispuestas a oír
nuestro dolor, ¿le ha pasado? ¿le ha pasado que después de hablar de nuestras
cargas con alguien apropiado nos sentimos as aliviados? Pero las quejas surgen o
continúan cuando nos pasa lo que le sucedió a estos discípulos, ¿qué dice el texto?:

16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.


 También nos pasa muchas veces que no reconocemos la ayuda de Dios, y nos pasa
porque la ayuda de Dios no viene de la manera que esperamos.
• Además No solo los ojos de ellos estaban velado, sino también el corazón por la
desesperanza que se albergaba en ellos.
• ¿qué significa tener los ojos velados? Significa impedidos de reconocerle. Porque a
final de cuentas la revelación siempre depende de Dios. Solo un corazón agradecido
reconocerá y vera la manera en que Dios se ha acercado a nosotros. Y él lo hace a
través de las personas. ¡que podamos reconocer eso!
17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y
por qué estáis tristes?
• Estas no son simples preguntas son de veras de aquel que esta interesado en ellos,
en su situación de tristeza.
• Y es que a veces simples preguntas pueden hacer que el corazón de uno se abra.
Aquí esta de manifiesto la sabiduría de aquel que sabe como tocar las fibras mas
intimas de nuestro ser, es como cuando un hermano/a en la fe te pregunta con toda
la ternura de Cristo y ¿usted como esta? Es esa ternura y compasión que hace que
nos sintamos tan amados.
18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único
forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos
días?
 Cleofas es el que inicia el diálogo con este forastero. No podemos saber en que tono
le hace la pregunta, pero por el contexto parece ser en tono de desesperanza. El
forastero en este momento solo pregunta y escucha. ¡es que cuando alguien pierde la
esperanza es lo mas sabio que podemos hacer! Escuchar y entender muy bien su
historia.
• ¿Cuantos de nuestros hermanos en la fe, familiares y conocidos están hoy sin
esperanza? ¿cómo se la devolvemos? Es eso lo que estos primeros párrafos quieren
hacer.
• Jurgen Moltman quien escribió sobre la teología de la esperanza. No escribe desde
lo teórico sino mas bien tuvo que aprender de la esperanza desde las situaciones mas
difíciles de la vida, al igual que muchos de nosotros en esta tarde.
• En su libro “Cristo para nosotros hoy” dice que la esperanza es para el hoy, para el
presente, la esperanza se vive y se palpa en este momento de la vida. Y menciona
“el sufrimiento sin sentido, sin salida, sin fin lleva a los seres humanos a buscar a
Dios a gritos y a desesperar de Dios” y añade, cuando clamamos ante el sufrimiento
y la desesperanza ¿qué estamos pidiendo? Algunos preguntan a Dios teóricamente
¿cómo puede Dios permitir esto? Porque tienen la impresión que Dios es una ciega
e insensible fuerza del destino que no se preocupa por nada, como si a Dios le diera
lo mismo que mueran los niños en las guerras o en los suburbios. Y parece ser que
esta pregunta ¿cómo puede Dios puede permitir esto? Es la de un simple espectador.
Porque quien esta interesado de veras en el sufrimiento y la desesperanza de los
demás hace lo que hizo Jesús “Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos”
• Moltman cuenta que sobrevivió a un bombardeo donde murieron 80.000 personas y
donde su ciudad natal fue totalmente destruida y la pregunta no fue ¿por qué
permite Dios que esto ocurra? Sino mas bien ¡¿Dios mío donde estas?!
• Si los discípulos esa tarde camino a Emaús se preguntaban donde estaba Dios, la
respuesta es “se ha acercado y camina con ustedes” pero parece que ustedes no lo
pueden ver. Pregunto ¿es nuestro Dios, un Dios insensible o un Dios compasivo?
• Jesús sufrió el silencio de Dios, y en su grito de angustia “clamó a gran voz,
diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
desamparado?, es por eso que puede acompañar a los que están desesperanzados.
• ¿podemos recobrar las esperanzas? ¡claro que sí! ¿podemos ver un nuevo día? Con
Cristo es posible. Dios nos ayudara ¿de que manera? Haciendo que amemos mas la
vida que nos ha permitido vivir, porque quien ama la vida se vuelve mas vulnerable,
mas sensible y disfruta lo que Dios le da.
• ¡fortalezcamos en los hombre el deseo de vivir, démosle un soplo de libertad por la
vida! Y que Cristo se haga real y esperanzador en cada uno que sufre.

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