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1 .~~.r-. Albert
~~" Einstein
Sobre la teoría de
la relatividad
y otras aportaciones
científicas · , ·

sarpe

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Dirección del proyecto: R. B. A. Proyectos
Editoriales, S. A.

Traducción: José· M. Alvarez Flores y Ana Goldar.


© The Estate of Albert Einstein.
© Antoni Bosch, Editor, S. A~
© Por la presente edición: SARPE, 1983 .
. Pedro Teixeira, 8. Madrid.
Traducción cedida por
.
Antoni Bosch, Editor, S. . A.

Depósito legal: M-1.281-1984 ·


ISBN: 84-499-6835~6. (tomo 3. 0 ).
ISBN: 84-499-6832-1 (obra completa).
Printed in Spain - Impreso en España.
Imprime: Altamira, S. A.
~A"'lf. J}l1;r.,no ~

- Albert Einstein

1879 Albert Einstein nació el 14 de marzo de


este año en la ciudad alemana de Ulm (Ba-
den-Württemberg), donde sus padres, Hermann Eins-
tein y Paulina Koch, se habían establecido hacía poco.
La infancia de Albert, sin embargo, transcurrió en Mu-
nich, pues desde ·1881 Hermann Einstein advirtió que
su negocio -una. pequeña empresa de fabricación de
artefactos eléctricos-·. tenía escasas perspectivas de fu-
turo en una pequeña ciudad de provincias. Hasta 1894,
Einstein vivió en Munich una existencia apacible. To-
davía habían de transcurrir treinta años para que, en
esta misma ciudad, s.e constituyera el Partido Nacional-
socialista, así que en la época en que Albert inició sus
estudios en el gimnasio Luitpold ningún judío alemán
se sentía amenazado. Porque Einsteín era hijo de ju-
díos y' aunque recibió una educación católica, herédó
de su familia ei respeto por las tradiciones de su pue-
blo. Con los años, el creador de la teoría de la relativi-
dad no se sintió atado a ningún credo, pero guardó
sietp.pre fidelidad a sus _orígenes -condición, como se ·
ha dicho, .de toda grande~a de pensamiento- y consi- .
deró que el mundo debía agradecer a los judíos <~su re-
ligión, los fundamentos de sus ideas morales y, en
cierto grado, hasta el renacimiento de la 'filosofía
griega>>. En el gimnasio Luitpold, ·Einstein no destacó
de manera espeyial en ninguna materia, pero su mydio-
Albert Einstein (Philippe .Halsman). cridad era aparente: poseía una extraordinaria ~apaci-
Albert Einstein

dad para las matemáticas -puesta de manifiesto desde .· tancia capital. El primero confirmaba la teoría del
los diez años- y le apasionaba tocar el violín. átomo mediante la explicación del movimiento brow-
Tras la quiebra de· la empresa paterna de niano; el segundo razonaba el efecto fotoeléctrico par-
1895 electricidad, Einstein se trasladó a Aarau, .. tiendo de la hipótesis cuántica de Max Planck; y el ter-
en Suiza, a fin de completar sus estudios secundarios, cero, formulado en e~ ensayo «S,obre la
mientras su familia· se establecía provisionalmente en ·' Electrodinámica_ de los _cuerpos en movimiento», desa-
··Milán. Su vocación tomó forma en aquella 'escuela rrollaba la teoría especial de la relatividad. En ésta,
suiza, y en 1896, ya decidida su orientación hacia los Einstein establecía la equivalencia de masa y energía y,
estudios físjco-matemáticos, el que sería llamado «el por otro lado, demostraba el carácter límite de la velo-
Newton del siglo XX>> ingresó en el Instituto Politéc- cidad de la luz.·
nico de Zurich. · ..
Hombre de ambiciones modestas, Einstein, que a la
· 1909 ~stas teorí~s, y en particular la de la relati-
vidad especial, tardaron en ser aceptadas en
sazón había adquirido la nacionalidad· suiza, se puso a el mundo científico, por lo. que Einstein siguió traba-
trabajar' una vez terminados sus estudios superiores, . jando como empleado en Berna todavía durante al-
en la Oficina Federal de Patentes de Berna. Pudo en- gunos años, hasta que en este año fue nombrado profe- ·
tonces casarse -corrían los primeros años del si- sor del Pplitécnico de Zurich. Iniciaba así su actividad
glo XX- con una antigua compañera de estudi?s, la docente, que sucesivamente desarrolló en Praga, de
yugoslava Mileva Marié, y simultanear su trabaJo de nuevo en Zurich y desde 1913 en Berlín, donde,
perito en patentes con la investigación científica. Aun- además de ser profesor en el Instituto Kaiser-Wilhelm,
que esto pueda sorprender, debe tenerse en cuenta que ingresó en la Academia Prusiana de Ciencias. ·
· en aquella época las investigaciones en física se realiza-
. ban con técnicas muy rudimentarias y que los descubri-
1916 , Hasta. los comienzos :?e la segunda gue!~a
mundtal, en que ·debido a la persecuc10n
mientos fueron obra de genios individuales -pié~sese nazi se viq obligado a abandonar Alemania, Einstein
l
en Rutherford, en Planck, en Bohr, en los Curie-·.. residió en Berlín. Allí contrajo matrimonio por se-
f Pero mucho más sorprendente· es qúe aquel modesto gunda vez con su· prima Elsa Einstein y dio a conocer .
funcionario suizo ·encubriera a uh hombre genial en en 1916 la teoría generál de la relatividad, que rompía
trance de hacer unos descubrimientos que iban _a revo- con la mecánica de Newton y la geometría euclidiana~
lucionar la físicacontemporánea. " · A partir de aquel momento; se convrtió en un científico
1.9 s· :Q:
. .· ·
Estos desc~bri~ientos llegara~ ~uyyro~to,
cuando Emstem contaba vemt1se1s anos ..
de fama mundial. Fue equiparado a Copérnico y a
Newton y homenaeado por todas partes. . .
·Aparecieron publicados en unar~vista científica, Anna-
len der Physik} y tres de ellos iban a tener una impor-
1921·
··
Recibió el premio Nobel de Física por su
.· explicación del ·efecto fotoeléctrico y sus

·::1·
Albert Einstein

contribuciones al campo de la física teórica. De su teo-


ría de la relatividad, la autorizada voz de sir Joseph
·La teoría de
Thompson, presidente de la Royal Society de Gran
Bretaña, llegó a afirmar que era «uno de los hechos
la relatividad y otras
más grandes, si no el más grande, en la historia del
pensamiento humano».
aportaciones científicas
1933 En esta fecha, Einstein se instaló en los Es-
tados Unidos. Durante el agitado período
de entreguerras, mientras seguía investigando y profun- Las aportaciones científicas de Einstein son de ex-
dizando en sus teorías, había desarrollado una intensa traordinaria complejidad, tanto en su expresión mate-
acción en favor de la paz, uniédose a las campañas que mática co~p.o en su formulación verbal. Hacer una
propugnaban la creaciqn de un estado judío en Pales- breve síntesis divulgativa significa correr el riesgo de
tina. Cuando el nazismo tomó el poder en Alemania una cierta def9rmación. . . · .
tomó la decisión de exiliarse en Estados Unidos, des- . En el primeró de los trabajos que publicó en la re-
pués de sendas estancias en Francia y Gran Bretaña. Su VIsta Annalen der Physik, Einstein dio plena confirma-
pacifismo activo, su oposición a los totalitarismos y su ción. d~ la teoría atómica mediante la explicación del
defensa de la libertad individual hicieron que sus teo- movimiento desordenado de las partículas ultramicros-
rías fueran atacadas desde Alemania por ciertos grupos cópicas en un líquido (movimiento browniano); en el
· antisemitas y belicistas, hasta el punto de que oficial- segundo, logró explicar el efecto fotoeléctrico, apli-
mente se le acusó en Alemania de haber realizado pro- cando la hipótesis cuántica de' Planck: Einstein pensó
paganda contra.su propio país. que los cua~tos de energía luminosa se propagaban
1940 Ein~tei~ se ~aciorralizó. n_orteam~ricano.
Hacia siete anos que res1dta en Pnnceton,
como auténticos proyectiles materiales (a una velocidad
de 300.000 krnls en el vacío) y que estos cuantos de luz
do1,1de ejercía de director del Instituto de Estudios (fot?nes en la denominación dada por Lewis en 1926} ·
Superiores, había enviudado en 1936 'i trabajaba incan- podian provocar, por choque contra los átomos, los .
sablemente en su Teoría del Campo Unico con el pro- efectos habituales de los bombardeos con partículas.
pósito de reunir en una misma síntesis la gravitación y Este descubrimiento será de capital importancia en la
el electromagnetismo. En los últimos añqs de su vida t~oría de l?s. cuantos, que iba a modificar las concep-
siguió investigando en esta dirección y luchando en fa- ciones trad1c10nales sobre la materia y la radiación al
vor de un desarme nuc;lear. confirmar la hipótesis de Planck (poco después,' en
1955.
El día 18 ~e abril,. ~1 .«gran ~abio del si-
glo XX» deJaba de ex1st1r en Pnnceton.
.1911; Bohr efectuaría la descripción del· átomo). ·· .
. En la.teoría de la relatividad especial, Einstein modi-
Albert Einstein

ficó el principio de relatividad de Galileo (la velocidad espacio se curva en la proximidad de los cuerpos con
de la luz en el vacío es infinita; el tiempo y el espacio masa). ·
poseen un carácter absoluto}; sobre el cual se había ba- -- La teoría de la relatividad no sólo revolucionó el ám--
-sado la física clásica. Partiendo de la constancia de la bito de las ciencias. Su impacto en la tradición del pen-
velocidad de la luz en el vacío, Einstein estableció que samiento occidental alteró el curso de éste, modifi-
no era posible determinar por medios físicos el moví- cando algunos de sus aspectos más esenciales. Al
-mieuto de ningún objeto perceptible con relación al es- introducir una nueva noción del espacio, del tiempo y
pacio; de ahí que tiempo y espacio fueran relativos, de la materia, Einstein cambió los axiomas de la mecá-
pero este principio llegaba a cumplirse después de de- nica clásica elaborada por Galileo y Newton, y con ello
mostrar la equivalencia entre masa y energía (ésta, al· sustrajo parte de la base en que se había fundamentado
igual que la materia, posee masa· inercial y gravitato- la filosofía a lo largo de cuatro siglos.
ria), según la fórmula E=mc2 (donde E es la energía, El primer efecto de la teoría de la relatividad es el de
m la masa y e la velocidad de la luz en el vacío). Tal que no existe un único tiempo que abarque todos los
_equivalencia -junto COfl: el carácter relativo del tiempo acontecimientos del universo; es decir, que no puede
y del espacio- tuvo consecuencias espectaculares, pues hablarse de un orden temporal definido que comprenda _
la transformación ~e la materia en energía -que acon- acontecimientos que se desarrollan en diferentes lu-
tece en las explosiones atómicas y nucleares- pudo de- gares. De lo que se deduce que no existe un «tiempo
rivarse con el tiempo de aquella expresión teórica de absoluto», sino un «espacio-tiempo», o sea, un tiempo
las energías del átoino. «local». -
Al extender los presupuestos de esta teoría restrin- Como advirtió lúcidamente ·Ortega y Gasset en su
gida al. campo gravitacional (las leyes físicas,· inva- ensayo Sentido histórico de la teoría de Einstein (1947),
riantes en sistemas dotados de movimiento rectilíneo el hecho de que el espacio y el tiempo -contraria-
uniforme pasaron a ser ahora invariantes respecto de men,.te a las tesis kantianas- fueran formas de lo real '
-
cualquier observador), Einstein estableció la teoría ge- entr~u1aba como consecuencia que el punto de vista del
neral de-la relatividad. Cuando un cuerpo está en·li~er~ sujeto, lejos de interpretarse como una deformación de.
tad queda fuera de la acción de toda fuerza y su forma su subjetividad, adquiriera un valor objetivo. De ahí
de movimiento_ expresa únicamente propiedades del· es- que definiera la teoría de la relativi~ad como «una ma-
pacio-tiempo en los lugares por donde pasa. Co;ntraria- ravillosa justificación de la multiplicidad armónica de
mente a la ley dé gravitación de Newton, Ia geometría todos los puntos de vista», previendo que, de la aplica-
del universo no es euclídea; es una geometría de cuatro .. ción de esta multiplicidad armónica a la moral y a la es-
dimensiones (una geometría en el espacio _y en el tética, podría ··nacer una nueva manera de sentir la
tiempo), que delimita un universo cerrado y finito (el_ historia y la vida. «El individuo -afirmér-, para~con-

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Albert Einstein

quistar el máximo posible de verdad, no deberá....· hecho extensible a la física moderna, desde el momento
suplantarsu espontáneo punto de vista por otro ejem- en que los aparatos con que se capta ·la realidad física
plar y normativo ... En vez de esto, procurará ser fiel al registran antes que nada su relación con esta realidad
imperativo unipersonal que representa su individuali- física. (Una cámara fotográfica, al igual que un ojo hu-
dad.» La veracidad del aserto orteguiano queda refren- mano,, capta determinadas impresiones de un objeto,
dada, si cabe, por la nueva visión de la historia, que las pero estas se han de colocar en relación con el lugar.
·últimas décadas han confirmado: «En lugar de tener que ocupa la cámara, y a su vez están relacionadas con
por bárbaras las culturas no europeas, empezaremos a el punto de vista de otra posiblé cámara emplazada en
respetarlas como estilos de enfrentamiento con el distinto lugar.)
cosmos equivalentes al nuestro.» Al modificar los conceptos profundamente anclados
Otra importante consecuencia que se deriva de la -axiomát~cos.- de tiempo, espacio y materia, Einstein
teoría de la relatividad es la referente a la noción de se enfrento duectamente a una tradición filosófica de
materia, tradicionalmente ligada a la de «substancia». cuatro sigl~s que tenía por base la hegemonía de la ra-
Esta tenía como distintivo, en primer lugar, el de ser zón pura. Esta, en el pensamiento de Einstein, pasó a
propiedad lógica atribuible al sujeto· de una proposi- ocupar un lugar mucho más modesto, en tanto que- ins-
ción, pero jamás al predicado; y, en segundo lugar, se trumento que ha de probar en cada caso su eficiencia.
caracterizaba por su permanencia a través del tiempo. Y de todo ello result? que, la f~s~ca no sólo influyó po-
Este atributo esencial de permanencia o duración derosamente en la ftlosof1a, smo que incluso la des-
quedó devaluado desde el momento en que la relativi- b~n~ó de su privilegiada posición en el campo del cono-
dad permitió considerar un fragmento de materia como Cimiento, dando lugar a un nueva corriente de
una serie de acontecimientos o manifestaciones que pensamiento, que superaba los límites marcados por la
responden a unas determinadas leyes, y que más que filosofía clásica alemana.
una entidad singularizada es una cadena de entidades . Esta nueva corriente de pensamiento, que ha reci-
que observan unas relaciones. mutuas, sujetas a una bido la denominación genérica de neopositivismo .·
cierta duración en modo alguno.absoluta. -pero a la que Bertrand Russell definió como una «fi-
Indudablemente esto ha afectado a las formulaciones losofía del realismo>>-, -y en la que se inscriben pensa-
del materialismo filosófico, y de un modo más pro- do~es de la talla del propio filósofo inglés, de Wittgen-
fundo a las"mismas nociones d~ objetividad y subjetivi- stem y de los· componentes del Círculo de Viena, se ha
dad y, por extensión, a los campos que delimitan la convertido en un polo de renovación, quizá el más im-
ciencia física y la ciencia psicológica. Si la materia ya portante, de la filosofía del siglo XX. Su carácter asis-
no cuenta con aquella solidez que hizo exclamar a Le- temático y la negativa· de estos filósofos a formar es-
. nin que era «la realidad objetiva», la subjetividad se ha cuela hace que no puedan detallarse sus rasgos, por lo

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Albert Einstein

demás no coincidentes en todos sus partidarios.


Con todo, Bertrand Russell enumeró una serie de·

El autor
· principios básicos de esta corriente «realista»~ ~ue se
generó a partir del impacto causado,en la tradtcl?~ del en el tiempo
pensamiento occidental por la teona de la rel~tlvtd~d
de Einstein. En primer lugar, se trata de una fllosof1a
· que forma una unidad esencial con la ciencia; en se- Antes de que Einstein
gundo lugar, ha abandonado la pretensión de poseer un Antecedentes hubiera dado a conocer
método filosófico especial (un sistema), y de que· me"' su teoría de la relatividad restringida, la mecánica clá-
diante este sistema puedan desvelarse aspectos con- sica había encontrado un límite insuperable- en el estu-
cretos del conocimiento, puesto que éste es, en tanto dio de los fenómenos luminosos. Un físico francés, Au-
que conocimiento, científico, es decir, susceptible de gustin Fresnel, probó, a principios del siglo XIX, que
ser verificado y comprobado por los métodos de la únicamente 1(;1· teoría ,ondulatoria permitía explicar los
ciencia; por último, esta nueva filosofía no pret;ende fenómenos de las interferencias luminosa, pero con ello
formular una explicación del universo en su totalidad. i . dio nuevo vigor a una hipótesis que la física ya había
desechado: la existencia del éter, fluido imponderable,
elástico, en el que se propagaban las ondas luminosas.
Hippolyte Fizeau logró en 1851 medir la velocidad de
. la luz en los cuerpos en movimiento. El escocés James
Maxwell demostró en 1865 la naturaleza electromagné-
tica de la Juz y esta fue posteriormente confirmada por
1
el alemán Heinrich Hertz.. Pero en el último tercio del
siglo XIX, la física no había conseguido aún probar ex-
perimentalmente la hipótesis del éter.
Dos posiciones se mantenían a este respecto: la pri-
mera, en virtud del fenómeno de la aberración de la
luz, descrito por Bradley en el siglo XVIII, sostenía
i .
¡ que el éter se hallaba en reposo; la segunda, derivada
de. un experimento realizado en 1887 por los físicos
norteamericanos Albert Michelson y Edward .lY1or1ey,
en el que se trató de demostrar si existía un desplaza-
miento de la Tierra respecto al éter; y esto, después de
Albert Einstein

comparar la velocidad de la luz en distintas direcciones, pecial no fue en principio buena. Einstein era total-
no .pudo ser confirmado, con lo cual parecía deducirse mente desconocido en los medios científicos, pero
que el éter se desplazaba junto co~ la Tierra. . además existía una reticencia a las profundas transfor-
·Los efectos negativos del expenmento de M1chelson maciones que implicaba. En Gran Bretaña, la teoría
trataron de ser explicados por George F. Fitzgerald, es- del éter no fue abandonada ipmediatamente; en Fran-
tableciendo la hipótesis de la contracción de los cia, la figura de Poincaré ocultaba la novedad de la teo-
cuerpos en movimiento en la dirección de su v~locidad. ría de Einstein al llenar por sí sola todo el espacio de la
Pero fue el físico holandés H. A. Lorentz qmen esta- investigación en electrodinámica. Sin embargo, los me-
bleció la fórmula de esta contracción mediante las dios científicos alemanes, sobre todo a través de Max
ecuaciones que llevan su nombre y que le permitieron Planck, captaron de inmediato la trascendencia de las
prever que el aumento de la velocidad de un electrón aportaciones de Einstein.
provoca el aumento de su masa. Cuando, a partir de 1906, éste se propuso generalizar
En 1902, el matemático francés Henri Poincar~, en las bases de su teoría de la relatividad restringida, in-
su obra La ciencia y la hipótesis, se refirió, hipotética- corporó una serie de nociones físico-matemáticas, que
mente a la relatividad de los movimientos de dos sis- iban a revelarse extraordinariamente fecundas. La pri-
temas 'que estén en movimiento relativo uniforme el mera de ellas fue la teoría de los campos electromagné-
uno con respecto del otro, negando la simultaneidad de ticos de Maxwell, aunque desprendiéndola de las no-
dos sucesos que acontecen en dos lugares distintos. ciones de'tiempo y espacio absolutos. El concepto de
~ Tal era el estado en que se encon- campo, que tenía también como precursores a Hertz y
SU eQOCa traba la física a principios del si- a Lorentz, Einstein lo consideró muy operativo desde
glo XX y tal fue el punto de partida del pensamiento de el momento en que expresaba una realidad físico-geo-
Einstein. ·¿Cómo resolvió éste la hipótesis del. ét~r? métrica independiente del movimiento del obsétvador.
Simplemente, eliminándola como modelo explicativo Otra teoría que incorporó fue la del espacio-tiempo,
. de los fenómenos luminosos, por la razón de que no elaborada por mí antiguo profesor suyo en Zurich, el
era posible medir velocidad alguna de la T~er~a. con res- matemático ruso Hermann Minkowsky; éste había con- .
pecto al éter. Ello suponía recupera~ ~1 pnnc1p10 de re- cebido UQ.a teoría matemática en la cual el espacio y el
latividad de Galileo frente al mecamc1smo abstracto de tiempo, a diferencia de la mecánica clásica, dejaban de
la teoría deÍ éter, a la vez que se establecía el principio ser entidades independientes. A este espacio-tiempo,
de la velocidad constante de la luz (la velocidad de la seudo-euclídeo, Einstein introdujo la noción de curva-
luz es independiente del movimiento de la fuente lumi- tura del matemático alemán Riemann, postulando que
nosa). A partir de esto, Einstein construyó su.t~oría. la presencia de grandes masas de materia en una región
La acogida dispensada a la teoría de la relatividad es- espacial determina la curvatura de esta región.
Albert Einstein

Influencia Y-nosterior La teorí~ ~e


la relativi- Bibliografía
dad general fue rápidamente acogida en el mundocien-
tífico occidental y su paternidad no ha sido puesta en
duda en ningún momento. Pues debe mencionarse que
la teoría de la relatividad restringida para algunos es-
taba ya formulada en las ecuaciones de Lorentz y en la
Del autor:
hipótesis de Poincaré. La respuesta que la historia de la EINSTEIN, A., El significado de la relatividad. Madrid,
ciencia ha dado a esta cuestión no deja lugar a dudas. Espasa Calpe, 1980. ·
Sin los trabajos de aquellos dos grandes científicos, EINSTEIN, A., GRUNBAUM, A., EDDINGTON, A.S.,
Einstein hubiera tardado, quizá, algunos años más en . y otros, La teoría de la -relatividad: Madrid, Alianza
formular su teoría, pero ésta estaba en la atmósfera Editorial, 1983.
científica de aquella época y necesitaba de un genio or-
denador como el suyo. Una época en la que se estaba
operando la gran revolución que las ciencias físicas han
conocido en nuestro siglo: al lado de la teoría cuántica Sobre er autor:
de Planck, de 1900; de la teoría atómica de Rutherford-
Bohr, de 1913, y de la nueva teoría cuántica de 1925, la FRANK, A., Einstein. Barcelona, Janés Editor, 1949.
teoría de la relatividad de Einstein transformó las no- KATZ; R., Introducción a la teoría especial de la relati-
ciones de distancia y duración y a partir de aquel mo- . · vidad. México, Reverté Mexicana, S.A., .1968.
mento la física tuvo que rehacerse por entero. Y todo LANDAU, L., RUMER, Y., ¿Qué es la teoría de la rela- ·
ello resultó una nueva concepción del universo. La teo- tividad? Madrid, Akal, 1980. · .. . ·_. .
ría de la relatividad especial es hoy aceptada unánime- PAPP, D., Einstein, historia de ún espíritu. Madrid, Es-
mente; no ocurre lo mismo con la teoría de la reli:ltivi- pasa Calpe, 1981.
dad general, que todaVía no ha sido verificada de modo . RUSSELL, B., .El ABC de la relatividad. Barcelona,
incontestable. Las modernas teOJ:ias radioastronómicas Ariel, 1979. ·
sugieren nuevos sistemas para su comprobación. En SANCHEZ RON,· J. M., El origen y desarrollo de la rela-
1969 se midió la desviación que experimentaba al pasar tividad. Madrid, Alianza Editorial, 1983.
cerca del Sol una señal de radar lanzada desde la Tierra SOMMER, H.; Relatividad sin enigmas. Un enfoque ra-
a la nave espacial Mariner VI; esta experiencia, repe- ciona[; Barcelona, Herder, 1979.
tida al año siguiente con el Mariner VII, arroja resul- BARNETT, P., El universo y el doctor Einstein. Níéxico,
tados muy cercanos a las previsiones de Einstein. Fondo de Cultura Económica, 1964.
-~- -:.
NOTA DEL EDITOR

Este volumen agrupa las contribuciones científicas de


A. Einstein inCluidas en el libro del mismo autor, «Mis
ideas y opiniones».
Sobre lc;z Teoría de la Relatividad 25

INTRODUCCION

Por Valentine Bargmann, profesor de Física Matemática, de


la Urilversida~ de Princeton.

La siguiente es una breve sinopsis del desarrollo de las


principales teorías físicas de Einstein.· En cada caso citamos
la fecha d(! publi,cación de las ideas fundam_entales y la fecha
de publicación de íá forma definitiva de la teoría, .al tiempo
que dejamos de lado muchos artículos-··no poco importan-
tes-. que describen aplicaciones y retoques de las teorías
¡, básicas. ·

l. Teoría. de la relatividad.

a) Teoría restringida.
El primer documento de .l.a teoría, de la relatividad restrin-
.·. gida (escrito en 1905, cuandO .Einstein era un empleado de
. la OfiGina de Patentes Suiza, eq Berna) presenta ya la teoría
en su forma finaL En un segt.mdo escrito publicado poco
tiempo después, Einstein señaló ·la más importante conclu-
sión de esta teoría, es decir, la· equivalencia de energía y
D).asa, -expresada en la conocida ecuación: E = m:c.l. · · ··

b) Teoría general.
La historia de la teoría de-la relativi~ad general es muc;ho
más larga. En un estudio acerca de la teoría de la relatividad _
restringida, que había aparecido en el año 1907, Einstein
señalaba la necesidad de una generalización y presentaba la
idea fundamental de que la generalización ha de estar basada
en la: equivalencia de la masa inercial y la gravitatoria. Un
trabajo escrito en 1911· discute algunas de las conclus~ones
26 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 27

de la teoría general referidas a la influencia de la gravedad tatorio surgieron, de un modo en esencia preciso, de las
sobre la luz: (1) la influencia de un campo gravitatorio sobre. ideas básicas de la relatividad general. Otros campos pueden
la frecuencia de las líneas espectrales (desviación gravitatoria ser incorporados al esquema de la relatividad general, de un
roja); (2) la curvatura de los rayos luminosos por obra del modo igualmente en esencia preciso, en el momento en que
campo giavitatorio del sol. (Algunos detalles fueron modifi- su estructura llegue a ser conocida. Pero la conexión era en
cados más tarde.) cierta medida «suelta», toda vez que la relatividad general
Después de mucho más trabajo de investigación --en espe- no podía predecir ni la existencia ni la estructura de cualquier
cial en el campo de la fundamentación matemática de la otro campo (por ejemplo, la del campo electromagnético).
teoría-, la forma definitiva de la relatividad general fue Por lo tanto, muchos científicos (Weyl, Kaluza y Eddington, ·
·publicada en 1916. (Por esos días Einstein ya había deducido entre otros) intentaron desde un primer momento extender
el tercer «efecto astronómico» de la relatividad general, o o generalizar la teoría, para lograr que abarcara todos los
sea, el movimiento del perihelio de Mercurio.) campos o, cuando menos, los campos gravitatorio y electro-
magnético. Por diversos motivos, los intentos iniciales. no
e) Otros trabajos sobre la teoría general. fueron satisfactorios. Einstein ha trabajado sin descanso en
Los problemas de la relatividad general han ocupado a este problema a partir del año 1923 y ha modificado una y
Einstein hasta el presente. Hacemos mención de tres de otra vez la forma de la teoría. La versión más reciente fue
ellos que, al parecer, poseen una particular importancia: 1) . iniciada en 1945 y recibió su forma definitiva en 1953 (fue
cosmología, 2) el problema del movimiento, 3) la teoría del publicada como Apéndice II a la cuarta edición de The Mea-
campo unificado. ning of Relativity).
1) Toda la cosmología moderna está relacionada con el
trabajo que Einstein publicara en 1917, donde por primera
vez aplicó la relatividad general a los problemas de la cosmo- 2. Teoría cuántica.
logía y de este modo situó la especulación cosmológica sobre
una base firme. (Si bien por entonces Einstein consideraba En 1900, tan pronto como Max Planck planteó la teoría
la idea de un universo estático, el desarrollo posterior ha cuántica, Einstein se convirtió en el principal pionero del
dado primacía al concepto de un «universo en expansión», nuevo campo. Su primera contribución apareció en el mismo
en vista de los datos astronómicos. La cosmología es activa- _ año (1905) -incluso en el mismo' número de los Annalen
mente estudiada por muchos científicos que tratan de hallar der Physik- en que apareciera su primer trabajo sobre la
una teoría coherente y relacionada con la constante aparición relatividad. Allí introdujo el concepto de los cuantos de luz
de nuevos datos.) o fotones y proporcionó una base para la mayor parte de los
2) La relatividad general estaba basada, en su origen, en trabajos posteriores acerca de la teoría del cuanto, en espe-
dos hipótesis independientes: las ecuaciones de campo para cial para la teoría de Bohr acerca del átomo. En 1917 apare-
el campo gravitatorio y la ley del movimiento de las partícu- cería uno de los escritos tardíos más importantes sobre este
las materiales. En 1927 Einstein ya había considerado el tema, én el cual. Einstein, sobre la base del concepto de las
problema de deducir la ley del movimiento a partir de las . probabilidades de transición, y además de un penetrante
ecuaciones de campo y volvió sobre ello de manera reiterada. análisis de las propiedades de los fotones, proporcionaría
La solución .definitiva surgiría en 1949 (fue obtenida ,en cola- una nueva derivación de la ley de la radiación de Planck.
boración con L. Infeld). Así quedó demostrado que las ecua- Aquel concepto ha sido considerado básico a partir de
ciones de campo, en sí mismas, bastaban como base de entonces.
teoría. Entre las distfutas contribuciones de Einstein, menciona-
Desde el comienzo, la teoría de la relatividad general fue mos la primera aplicación de la teoría cuántica· a la teoría
fundamentalmente una teoría del campo gravitatorio, en la del calor específico (1907) y los particularmente importantes
medida en que las ecuaciones de campo para el campo gravi- escritos sobre la teoría cuántica de los gases (1924-25). :Con
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28 Albert Einstein _f
Sobre la Teoría de la Relatividad 29

éstos se impusieron el nuevo tipo de estadística conocida


como estadística de Bose-Einstein y también en ellos están·
contenidas ideas de amplio alcance sobre las ondas de elec-
trones, ideas que sirvieron de guía a Schroedinger en sus
. trabajos sobre mecánica ondulatoria.

TEXTOS DE ALBERT EINSTEIN


3. Teoría cinética de la materia.

Entre 1902 y 1904, Einstein escribió varios trabajos en los PRINCIPIOS DE FISICA TEORICA
que establecía en forma independiente la teoría de la mecáni-
ca estadística, de un modo análogo al que había empleado el Discurso inaugural ante la Academia Prusiana de Ciencias en
gran físico norteamericano J. W. Gibbs. (La mecánica esta- 1914. Einstein había sido nombrado miembro de la Academia
dística o teoría cinética de la materia determina que· las en el año 1913. En 1933, después del surgimiento del régimen
propiedades térmicas de la materia en su conjunto provienen de Hitler, renunció a su puesto en la Academia. (Véase la
de su naturaleza, compuesta por átomos [partículas últimas] correspondencia, pp. 183 y ss. de este volumen.) Publicado
que se mueven según Las leyes mecánicas.) La. secuela de por la Academia Prusiana de Ciencias, 1914.
significación mayor ha sido un tercer trabajo, muy importan-
. te, escríto en 1905: el que trata sobre el movimiento brownia-
. no. En ese estudió, y sobre la base de la teoría cinética, Caballeros:
Einstein predijo el movimiento de partículas minúsculas sus-
pendidas en un líquido. (Ese movimiento había sido observa- ·
do unos cien años antes por el botánico inglés Robert
Brown.) A la inversa, la investigación experimental de esos
E N primer lugar debo dar a ustedes mis más sinceras
gracias por haberme concedido el mayor honor que se
puede conferir a un hombre como yo. Al elegirme miembro
movimientos (en especial el trabajo del físico francés Perrin, . de esta Academia~ me han liberado ustedes de las distraccio-
. que se había inspirado en la teoría de Einst~in) condujo a la nes y exigencias de una vida profesional y han hecho posible
verificación de las hipótesis básicas de la teoría cinética de la mi entera dedicación a los estudios· científicos. Sólo les pido
materia. que continútrn creyendo en mi gratitud y en mi celo, aun
cuando mis esfuerzos puedan parecerles pobres.
Tal vez se me permitirá ahora hacer algunas consideracio-
nes generales acercade mi esfera de actividad, la-física teóri-
1
ca, en relación con la física experimental. Hace unos días,
un amigo mío, matemático, me comentaba en tono de bro-
ma: «Un matemático es capaz de hacer muchas cosas, pero
nunca lo que tú quieres que haga en aquel momento.» A
menudo esta misma observación puede aplicarse al físico
teórico, cuando el físiCo experimental acude a él. ¿Cuál es la
causa de esta peculiar falta de adaptabilidad?
El método del teórico significa partir de la base de postula-
dos generales o «principios» para deducir de ellos conclusio-
nes. O sea que el trabajo se divide en dbs partes. En primer
lugar, h(l de descubrir sus principios y después tendrá que
extraer las conclusiones que se desprendan de ellos. Para
Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 31
30

esta segunda tarea, el físico ha recibido una excelente forma- aceleración lo bastante elevados; en consecuencia; las leyes
ción en la Universidad. Por tanto, si el primer estadio de los - del movimiento propuestas por Galileo y N ewton sólo pue-
problemas está ya resuelto para cierto campo o para cierto den ser aceptadas como leyes de limitada validez. A pesar
conjunto de fenómenos correlacionados, este científico puede de sus esfuerzos perseverantes, los teóricos aún no han logra-
estar seguro de su éxito, siempre y cuando su inteligencia y do reemplazar los principios de la mecánica por otros que
su capacidad de trabajo sean adecuadas. La primera de estas concuerden con la ley de la radiación térmica de Planck o
tareas, es decir, la de establecer los principios que deberán
.
hipó_tesis cuántica. Por muy definitivamente que' se haya esta-
'
servir como punto de partida de sus deducciones, tiene una blecido que el calor ha de ser explicado por el movimiento
naturaleza muy especial. En este caso no existe un método n;t?lecular, tendremos que reconocer que hoy nuestra posi-
que pueda aprenderse y aplicarse sistemáticamente para lle- cton ante las leyes fundamentales de este movimiento se
gar al objetivo previsto. El científico debe extraer esos prin- asemeja a la de los astrónomos anteriores a Newton ante los
cipios con habilidad de la naturaleza, percibiendo, a partir movimientos de los planetas. ·
de amplios· conjuntos de hechos empíricos, ciertos rasgos Me he referido a un grupo de hechos para cuyo análisis
generales que le permitan una formulación precisa. teórico carecemos de principios básicos. Pero bien podría
Una vez cumplida con éxito esa formulación, una deduc- ocurrir que unos principios claramente formulados nos con-
ción seguirá a otra deducción, y así, a menudo, se revelarán dujeran a conclusiones que entera o casi enteramente fueran
relaciones imprevistas, que se extienden mucho más allá del a dar fuera del _ámbito de la realidad que hoy es accesible a
ámbito de la realidad que brindaran los principios iniciales. nuestra experiencia. En este caso, se necesitaría quizá un
Pero en tanto no se descubran los principios que sirven de largo período de investigación empírica para corroborar si
base para extraer deducciones, el hecho empírico individual los principios teóricos se corresponden con la realidad. De
no tiene valor para el teórico, quien en rigor tampoco puede esto tenemos un ejemplo en la teoría de la relatividad.
hacer nada con leyes generales aisladas descubiertas empíri- . Un análisis de los conceptos fundamentales de espacio y
camente. El físico teórico se hallará impotente frente a unos tiempo nos ha demostrado que el principio de la velocidad
resultados incone~os, ofrecidos por la investigación empírica, constante de la luz en el vacío, que surge de la óptica de los
hasta que no se le hayan revelado los principios que le cuerpos en movimiento, no nos obliga a aceptar la teoría de
servirán como base para el razonamiento deductivo. un éter luminífero estático. Por el contrario, ha sido posible
Esta es la posición en que se encuentra la teoría, de mo- estru':turar una teoría general que ·da cuenta de que los
mento, ante las leyes de la radiación térmica y del movimien- expenmentos que se llevan a cabo sobre la tierra nunca
to molecular a bajas temperaturas. Hasta hace unos quince revelan el movimiento de traslación de nuestro planeta. Esto
años, nadie dudaba de la posibilidad de dar una explicación implica la utilización del principio de la relatividad, que dice
correcta de las propiedades eléctricas, ópticas y térmicas de que las leyes de la naturaleza no alteran su forma cuando sé
la materia sobre la base de la mecánica de Galileo-Newton, pasa del sistema original (admisible) de coordenadas a uno
aplicada al movimiento molecular, y de la teoría de Maxwell nuevo P?r un movimiento de traslación uniforme con respec-
sobre el campo electromagnético. Pero Planck demostraría-. to al pnmero. Esta teoría ha logrado una confirmación sus-
que, para establecer una ley de radiaCión térmica acorde con tancial por la experiencia y· nos ha llevado a una simplifica-
la experiencia, era necesario emplear un método-de cálculo ción de la descripción teórica qe grupos de hechos vinculados
cuya incompatibilidad con los principios de la física clásica entre sí.
se hacía a cada instante más evidente. Con ese método de Por otra parte, desde el punto de vista teórico, esta teoría
cálculo, Planck introdujo en la física la hipótesis cuántica, no e~ ~ompletamente satisfactoria, porque el principio de la
que ya ha recibido una brillante confirmación. Con esta hipó- relat1V1dad que hemos formulado habla de un movimiento
tesis cuántica, Planck ha destronado la aplicación de la física - uniforme. Si es verdad que no se debe adjudicar un significa-
clásica en los casos en que masas suficientemente pequeñas do absoluto· al movimiento uniforme desde el punto de vista
se muevan a velocidades lo bastante bajas y con .niveles de _ñsico, se plantea el problema de si esta aseveración debe o
32 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 33

no ser extendida a los movimientos no uniformes. Pu'es bien. sería uno de ellos y por tal motivo le estimamos pro-
se ha comprobado que se llega a una extensión de la teoría · fundamente.
de la relatividad si se parte del principio de relatividad am- -Soy consciente de que con esta imagen he expulsado a la
pliado en este sentido. De esta manera, llegamos a una ligera a muchos hombres excelentes que han sido responsa-
teoría general de la gravedad, que incluye la dinámica. En bles -importantes y hasta casi totales- de la construcción
el momento presente, no obstante, no poseemos el conjunto del templo de la ciencia. Y en muchos casos el ángel se
necesario de hechos que nos permitan comprobar la legitimi- encontraría con que le resulta muy difícil decidirse. Pero de
- dad de la introducción del principio postulado. algo estoy seguro: si los tipos de'científicos a los que hemos
Hemos afirmado que la física inductiva plantea preguntas arrojado fueran los únicos existentes, el templo jamás habría
a la deductiva y viceversa y para responder a esas preguntas llegado a existir, tal como no podría haber un bosque donde
debemos poner en juego todas nuestras energías. ¡Hago vo- sólo crecen enredaderas. Para estas personas cualquier esfera
tos para que logremos un progreso permanente gracias a de la actividad humana sería válida, llegado el caso. Que se
nuestros esfuerzos unidos! conviertan en ingenieros, militares, comerciantes o científicos
sólo dependerá de las circunstancias. Pero echemos una mira-
. da a aquellos que fueron favorecidos por el ángel. La mayo-
PRINCIPIOS DE INVESTIGACION ría _de ellos s?n ~n cierta medida extr~vagantes, poco comuni-
cativos y sohtanos, muy poco parecidos entre sí, a pesar de
Discurso pronunciado durante la celebración del sexagésimo estas característ~cas comunes y a diferencia de quienes fueron
aniveisario de Max Planck (1918), en la Sociedad de Física arrojados del templo. ¿Qué les ha llevado al templo? Esta
de Berlín. Publicado en Mein Weltbild, Amsterdam: Querido es una pregunta muy difícil y no puede .ser respondida con
Verlag, 1934. Max Planck (1858-1947) durante muchos años una única contestación. En principio, creo, junto con Scho-
jite catedrático de física teórica en la Universidad de Berlín. penhauer, que una de las más fuertes motivaciones de los
Su más importante contribución a la física es su teoría cuánti- hombres para entregarse al arte y a la ciencia es el ansia de
ca, que había formulado en 1900 y que constituyó la base huir de la vida de cada día, con su dolorosa crudeza y su
para todo el desarrollo -de la moderna física atómica. Junto horrible monotonía, el .deseo de escapar de las cadenas con
con Planck, Einstein fue el primero que trabajó en el nuevo que nos atan nuestros deseos siempre cambiantes. Una natu-
campo, en particular su teoría de los cuantos de luz ó fotones ralez~ de fino temple anhela huir' de la vida personal para
( 1905) y en la del calor especifico (1907). Y fue él quien, más retugtarse en el mundo de la percepción objetiva y el pensa-
que otros científicos, comprendió el carácter fundamental. y _ miento. Este deseo puede ser comparado con el ansia que
profundo del concepto de cuanto en _todas sus proyecciones. exper~menta el hombre de la ciudad por escapar de un entor-
no ruidoso y estrecho y dirigirse hacia el silencio de las altas
N el templo de la ciencia hay muchos tabernáculos y · montañas, don~e los ojo~ P.ueden vagar en el aire tranquilo
E muy distintos entre sí son, por cierto, quienes a ellos·
acuden, acuciados por motivos bien diversos. Muchos.,obtie-
y puro y apreciar el paiSaJe sereno, que parece hecho de
eternidad.
nen de la ciencia un gozoso sentimiento de poderío y superio- Junto ~- esta motivación· negativa surge otra, positiva. El
ridad intelectual; la ciencia es su deporte favorito y en' ella hombre mtenta_ crear para sí mismo, del modo que más le
' buscan experiencias -vívidas y la satisfacción de sus; ambicio- convenga, una 1magen del mundo simplificada e inteligible;
nes. En ese mismo templo, habrá otros que ofrecerán los después, y hasta cierto punto, intenta que su cosmos reem-
productos de sus cerebros para sacrificarlos _con propósitos place al mundo de la experiencia, porque cree que así se
utilitarios. Si un ángel del Señor llegara para arrojar (l!!l. · hará dueño de éste. Así lo hacen, cada uno a su manera el
templo a todos los que pertenecen a esas dos categorías, pintor, el poeta, el filósofo- especulativo y el científico d~ la'
quedarían sólo unos pocos hombres, tanto del tiempo presen- naturaleza. Cada uno hace que ese cosmos y su construcción
te como del -,
pasado. Nuestro homenajeado, Max '·
Planck, sean el eje de su _vida emotiva, para hallar a través de ese
34 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 35

camino la paz y la seguridad que no es posible encontrar en entrado en la materia con profundidad podrá negar que, en
el venero de la experienCia personal. la práctica, el mundo de los fenómenos determina unívoca-
Entre todas esas posibles representaciones del mundo, mente el sistema teórico, a pesar de que no existe puente
¿qué lugar ocupa la imagen del mundo que elabora el físico lógico entre los fenómenos y sus principios teóricos. Esto es
teórico?. En primer lugar, esa imagen exige el nivel más alto lo que Leibnitz, con una feliz expresión, ha definido como
!.posible de precisión y rigor en la descripción de las relacio- «armonía preestablecida». A menudo los físicos acusan a los
. :: nes, un rigor que sólo el lenguaje mate!!!ª!Í~Qpuede brindar. epistemólogos de no prestar la atención suficiente a este
\ Por otra parte, en lo que se refiere al tema en sí, el físico ha hecho. Según mi criterio, aquí está la raíz de la controversia
de autolimitarse con severidad: tendrá que contentarse con que, hace. algunos años, se desarrolló entre Mach y Planck.
la descripción de los hechos más simples que puedan presen- El anhelo de abarcar esta armonía preestablecida es la
tarse en el campo de nuestra experiencia. Cualquier evento fuente de una inagotable paciencia y perseverancia, que
de índole compleja exigiría un poder intelectual mucho ma- .., Planck ha puesto. en su dedicación a los más generales proble-
yor que el del hombre para emprender una reconstrucción mas de nuestra ciencia, como bien lo sabemos, negándose a
que posea la sutil precisión y la perfección lógica que exige ser distraído hacia fines más gratos y más fáciles de obtener.
.la física teórica. Pureza suprema, claridad y certeza a expen- Muchas veces he oído que algunos colegas tratan de atribuir
•sas del conjunto. ¿Pero ·cuál puede ser el interés de llegar a esta actitud a la extraordinaria fuerza de voluntad y a la
conocer una porción de la naturaleza tan pequeña en forma gran disciplina de nuestro homenajeado. En mi opinión, se
-exhaustiva, mientras se deja de lado, con cautela y timidez, equivocan. El estado mental que capacita a un hombre para
todo lo que implique mayor sutileza y compejidad? ¿El pro- llevar a cabo una tarea de esa índole es similar al del que •
ducto de tales esfuerzos modestos puede recibir la orgullosa profesa una religión o al del hombre enamorado. El esfuerzo
denominación de teoría del universo? cotidiano no proviene 'de una intención deliberada ni de un
Creo que esta denominación está justificada, porque las programa, sJno del CO_!!'tZ«?"n, en forma directa.
leyes generales sobre las que se basa la estructura de la Aquí está. nuestro querido Planck, y se sonríe para sí
física teórica se definen como válidas para toda .clase de mismo al ver mis infantiles jugueteos con la linterna de
fenómeno natural. Mediante esas leyes sería posible llegar a Diógenes. Nuestro afecto por él no necesita de explicaciones
la descripción --o sea, a la teoría- de todo proceso natural, gastadas. Que el amor por la ciencia continúe iluminando su
incluyendo la vida, a través de la pura deducción, si ese sendero, en el futuro, y que le conduzca a la solución del
proceso de deducción no. estuviera más allá de la capacidad más importante problema de la física de hoy, ese problema
del intelecto humano. Es decir, que la renuncia del físico a que él. mismo ha planteado y que .tanto ha hecho por resol-
la totalidad de su cosmos no es una cuestión de principio ver. ¡Que tenga éxito en la empresa de unir la teoría del
fundamental. . · cuanto con la electrodinámica y la mecánica, en un único
La tarea fundamental del físico consiste en llegar hasta sistema lógico!
· esas leyes elementales y universales que permiten construir ·
el cosmos mediante pura deducción. No hay un camino lógi-
co hacia esas leyes: sólo la intuición, fundamentada en una ¿'QUE ES LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD?
comprensión de la experiencia, puede llevarnos a ellas. Ante
esta incertidumbre metodológica, cualquiera podría ~uponú Escrito a petición del The London Times. Publicado el 28 de
que existe un elevado número de sistemas posibles de fisica noviembre de 1919.
teórica, todos bien justificados por iguaL Y,. en teoría, esta
opinión es correcta, sin duda. Pero el desarrollo de la física ""[_]fE aceptado con gusto la petición que me formulara su
ha demostrado que en todo momento, más allá de. todas las L1 colega para escribir unas líneas sobre la relatividad,
construcciones concebibles, un único sistema ha resultado para ser publicadas por el Times. Después de la lamentable
ser superior a todos los demás. Ningun~. persona que haya interrupción del antiguo y activo intercambio de ideas entre
36 Albert Einstein Sobre la Teoríá de la Relatividad 37

los hombres de ciencia, me resulta grata esta oportunidad de píos, nos encontramos con las ventajas de la perfección lógi-
· expresar mis sentimientos de alegría y agradecimiento para ca y la seguridad de los fundamentos.
los astrónomos y físicos de Inglaterra. La teoría de la relatividad pertenece a esta segunda clase.
Con total respeto por las solemnes tradiciones del traba- Para captar su naturaleza es necesario, en primer lugar, cono-
jo científico en ese país, los más eminentes hombres de cer los principios en los que está fundamentada. Sin embar-
ciencia han entregado su tiempo y su esfuerzo, y las institu- go, antes de referirme a ellos, debo recordar que la teoría
ciones científicas no han ahorrado gastos para demostrar de la relatividad reúne dos elementos distintos: la teoría
el alcance de una teoría que fue perfeccionada y publicada, especial y la teoría general. La teoría especial, sobre la que
durante la guerra, en el país de sus enemigos. Aun cuando se apoya la teoría general, se aplica a todos los fenómenos ·
la investigación de la influencia del campo gravitatorio del físicos, exceptuada sólo la gravitación. La teoría general ofre-
sol en los rayos de luz es un tema puramente objetivo, no ce la ley de la gravitación y sus relaciones con las otras
puedo menos que expresar las gracias, de manera,personal, fuerzas de la naturaleza.
a mis colegas ingleses por su trabajo. Sin esa labor es Desde los tiempos· de los antiguos griegos se sabe que,
poco probable que se hubiera obtenido durante el curso para describir el movimiento de un cuerpo, .es preciso utilizar
de mi vida la comprobación de la más importante inferen- un segundo ctierpo al cual se ha de referir el movimiento del
cia de mi teoría. primero. El movimiento de un vehículo es considerado con
En física podemos diferenciar varias clases de teorías; La referencia a la superficie de la Tierra, el de un planeta con
mayor parte de ellas son constructivas e intentan organizar . respecto a la totali~ad de las estrellas fijas visibles. En física,
un cuadro de los fenómenos más complejos a partir de mate- este cuerpo de referencia recibe el nombre de sistema de
riales que provienen de un esquema formal relativamente coordenadas. Las leyes mecánicas de Galileo y Newton, por
simple, que sirve de punto de partida. Así, la teoría cinética ejemplo, sólo pueden ser formuladas con la ayuda de un
de los gases trata de reducir los procesos· mecánico, térmico sistema de coordenadas.
y de difusión al movimiento de las moléculas, o sea que No obstante, el movimiento de este sistema de coordena-
intenta reproducirlos a partir de la hipótesis del movimiento das no puede ser elegido de modo arbitrario. Para que las
molecular. Cuando decimos que hemos logrado comprender leyes de la mecánica sean válidas, tendrá que estar libre de
- un grupo de procesos naturales, siempre queremos significar rotación y aceleración. Un sistema de coordenadas admitido
que hemos hallado una teoría constructiva que abarca el en mecánica se denomina «sistema inercial». El estado de
proceso en cuestión. movimiento . de un sistema inercial, según la mecánica, no
Junto con esta clase de teorías principales, existe un segun- está, sin embargo; determinado unívocamente por la natural-
do tipo al que llamaré «teorías de principios». En éstas se leza. Por el contrario, todo sistema· de coordenadas que se
emplea el método analítico, no el sintético. Los elementos mueve uniformemente y en línea recta con respecto a un
que configuran su base y punto de partida no se construyen · sistema inercial es, asiJ;nismo, un sistema inercial. Con el
· por vía de hipótesis, sino que se descubren empíricamente; nombre de «principio· de relatividad restringida» s~ indica la
.1
son características generales de procesos naturales, principios generalización de esta definición a cualquier fenómeno natu-
que dan origen a criterios formulados de modo matemático, ral: es decir, que toda ley universal válida en relación con
que los distintos P.rocesos o sus . representaciones teóricas un sistema de coordenadas C, también ha de ser válida en
tendrán que satisfacer. La termodinámica, por ejemplo, por relación con un sistema de coordenadas C', siempre que éste
medios analíticos, a partir de la experiencia universalmente esté dotado de un movimiento uniforme de traslación con
probada de que el movimiento perpetqo es imposible, trata . respecto a C.
de deducir las condiciones necesarias que habrán de· satisfacer El segundo principio en quese apoya la teoría de la relati-
los distintos hechos. . vidad restringida es «el principio de la constancia de la velo-
Las ventajas de la teoría constructiva son la integridad, la cidad de la luz en el vacío». Este principio afirma que la luz
adaptabilidad y la claridad; en el caso de la teoría de princi- en el vacío siempre tiene una determinada velocidad de pro-
38 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 39

pagación, independiente del estado de movimiento del obser- Las leyes tendrían que ser por completo independientes de
vador o de la fuente de luz. La confianza que los físicos esta elección (principio de la relatividad general).
depositan en este principio surge de los éxitos obtenidos por Este principio de la relatividad general se ha establecido
la electrodinámica de Maxwell y Lorentz. con cíeita facilidad gracias a un hecho de la experiencia,
Estos dos principios están poderosamente apoyados por la conocido desde hace mucho tiempo: el peso y la inercia de
· experiencia, pero no parecen ser lógicamente conciliables. un cuerpo se expresan por la misma constante (igualdad de
· La teoría de la relatividad restringida, por fin, ha logrado la masa irierte y de la masa pesante). Imaginemos un sistema
unificarlos lógicamente, a través de una modificación de la de coordenadas que mantiene un movimiento de rotación
cinemática, o sea mediante la doctrina de las leyes que rela- uniforme con respecto a un sistema inercial a la manera
cionan el espacio y el tiempo (desde el punto de vista de la newtoniana. Las fuerzas centrífugas que se manifiestan en
física). Se comprobó que hablar de la simultaneidad de dos relación con este sistema, de acuerdo con las conclusiones
hechos no tiene sentido sino con relación a un sistema de de Newton, deben ser consideradas como efecto de la inercia.
coordenadas dado y que el tamaño de los patrones de medi- Pero estas fuerzas centrífugas son proporcionales a las masas
da y la velocidad a que da vueltas el reloj dependen de su de los cuerpos, tal como las fuerzas de la gravedad. ¿No
e\;tado de movimiento con respecto del sistema de coor- sería posible en este caso considerar que el sistema de coor-
denadas. denadas está en reposo y que las fuerzas centrífugas son
.. Pero la antigua física, incluidas las leyes del movimiento de fuerzas gravitatorias? Esta interpretación parece muy clara,
.Galileo y Newton, no encaja en la cinemática relativista. De pero la mecánica clásica la prohíbe. . .
esta última han surgido condiciones matemáticas generales a Esta rápida descripción deja entrever que una teoría dé,..la
las que deben adecuarse las leyes naturales, si los dos principios relatividad general debe. proporcionar las leyes de la gravita-
antes mencionados son correctos. La física ha te:Qido, pues, ción y la perseverancia en esta idea ha justificado nuestras
que adaptarse. En particular, los científicos han llegado a una esperanzas.
nueva ley de movimiento para puntos de masa a grandes velo- Pero el camino era más arduo de lo que habíamos supúes-
cidades, que ha sido confirmada de un modo admirable en el to, porque ha exigido el abandono de la geometría euclidia-
c·aso de las partículas con carga eléctrica. El resultado más na; es decir, que las leyes según las cuales los cuerpos sólidos
importante de la teoría de la relatividad restringida se refiere a pueden estar dispuestos en el espacio no concuerdan por
las masas inertes de los sistemas corpóreos. Se ha determinado . completo con las leyes espaciales atribuidas a los cuerpos
que la inercia de un sistema depende necesariamente de su por la geometría euclidiana. A esto nos referimos al hablar
contenido de energía y esto conduce en forma directa a la . de «Curvaturadel espacio». Los conceptos fundamentales de
noción de que la masa inerte es energía latente. El principio «recta», de «plano», etcétera, pierden, por tanto, su significa-
qe conservación de la masa pierde su independencia y se fusio- do preciso en física:. .
na .con el de conservación de la energía. ·· En la teoría de la relatividad general la ciencia del espacio
La teQría de la relatividad restringida, que es simplemente y del tiempo,. o cinemática, ya no se presenta como funda-
un desarrollo sistemático de la electrodiná~ica de Lórentz y . mento independiente del resto de la física. El comportamien-
Maxwell, ·apunta hacia más allá de sí misma. ¿La indepen- to geométrico de los cuerpos y la marcha de los relojes
dencia de las leyes físicas del estado de movimiento ~ del dependen de los campos gravitatorios, que a su vez son
sistema de coordenadas ha de restringirse al movimiento producidos por la materia.
uniforme de traslación de cada sistema de coordenadas? La nueva teoría de la gravitación, en lo que se refiere a
¿Qué relación guarda la naturaleza con nuestros sistemas de· · principios, se diferencia considerablemente de la de Newton.
coordenadas y su estado de movimiento? Si a fin de describir Pero sus resultados prácticos concuerdan tan de cerca con
la naturaleza fuera necesario utilizar un sistema de coordena- los de la teoría de Newton, que es difícil hallar criterios de
das arbitrariamente introducido por nosotros, su estado de diferenciación accesibles a la experiencia. Hasta el presente .
·. movimiento no tendría que estar sujeto a ninguna restricción. ·se han descubierto:
40 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 41

l. En la revolución de las elipses de las órbitas planeta- son, hasta cierto punto, debatibles y corren el riesgo constan-
rias en torno al Sol (confirmado en el caso de te de ser invalidadas por el descubrimiento de nuevos hechos.
Mercurio). . A pesar de esto, el investigador de otro ámbito de la ciencia
2. En la curvatura de los rayos de luz por la acción de rio te,ndría que envidiar al matemático si las proposiciones
los campos gravitatorios (confirmado por las fotogra- de la matemática se refiriesen a objetos de nuestra imagina-
fías del eclipse solar de la expedición inglesa). ción y no a objetos de la realidad. Porque no puede sorpren-
3. En un desplazamiento de las líneas espectrales hacia der a nadie que personas distintas lleguen alas mismas con-
el extremo rojo del espectro en el caso de la luz clusiones lógicas cuando ya se' han puesto de acuerdo en
transmitida a nosotros. desde estrellas de considerable cuanto a las proposiciones fundamentales (axiomas) y a los .
masa (no confirmado hasta el presente)*. métodos mediante los que habrán de deducirse nuevos axio-
mas. Pero existe otra razón más que sustenta la elevada
El atractivo fundamental de la teoría radica en el hecho reputación de la matemática: esta ciencia es la que proporcio-
de que es completa desde el punto de vista lógico. Si una na a las ciencias ·naturales exactas una cierta medida de
sola de las conclusiones que ·se extraigan de ella resulta ser certeza, a la que no podrían llegar sin la matemática.
errada, tendremos que abandonarla, pues modificarla sin des- En este punto surge por sí mismo un enigma que en todos
truir toda su estructura parece ser imposible. los tiempos ha preocupado a las mentes inquisitivas. ¿Cómo
Que nadie suponga, .sin embargo, ·que el importante· traba- ~puede ser que la matemática -un producto del pensamiento
jo de Newton puede serinvalidado por esta o por cualquier 1 humano independiente de la experiencia- se adecue tan
otra teoría. Sus grandes y lúcidas ideas retendrán para siem- . admirablemente a los objetos de la realidad? ¿La razón hu-
pre su significación única como fundamentos de toda nuestra ' mana, pues, sin acudir a la experiencia, con sólo entregarse
moderna estructura conceptual dentro de la esfera de la al pensamiento, es capaz de desentrañar las propiedades de
filosofía natural. los objetos reales?
Nota: Aigunas de las afirmaciones aparecidas en su perió- En mi opinión, la respuesta a esa pregunta es, brevemente,
dico y concernientes a mi vida y mi persona tienen origen en la siguiente: en la medida en que se refieren a la realidad,
la vívida imaginación del articulista. Aquí también encontra- las proposiciones de la matemática no son seguras y, vicever-
mos una aplicación más del principio de la relatividad, para sa; en la medida en que son seguras, no se refieren a la
gozo del lector: hoy, en Alemania, se me describe como realidad. Creo que esto , no . estuvo totalmente claro para
«sabio alemán», en tanto que en Inglaterra se dice que soy todos hasta la llegada de esta formulación de las matemáticas
un «judío suizO>>. Si ini destino me llevara· a ser .definido~ que recibe el nombre de «axiomática». El progreso alcanzado
como una bete naire, me conveitiría en un «judío suizo» por la axiomática consiste en haber logrado una neta separa-
para los alemanes y en un sabio alemán para los ingleses. ción entre lo lógico-formal y su objetivo o contenido intuiti-
vo; de acuerdo con la axiomática, sólo lo lógico-formal coris:-
tituye el objeto de la matemática, que no tiene que ver con
GEOMETRIA Y EXPERIENCIA lo intuitivo ni con otro contenido asociado con lo lógi- ·
co-formal.
Conferencia pronunciada ante la Academia Prusiana de Cien- Consideremos ahora, desde este punto de vista, cualquier
cias, el 27 de enero de 1921. La última parte apar;eció por axioma de la geometría; el siguiente, por ejemplo: por dos
primera vez en una reimpresión de Springer, Berlín, 1921. puntos en el espacio pasa siempre una recta y sólo una.
¿Cómo debe interpretarse este a'tioma en el antiguo sentido
T TNA de las causas de la especial estima de que goza'la . y en el más moderno?
U matemática; por encima de todas las otras ciencias, es. La interpretación antigÚa: todos saben qué es una recta y
el hecho de que _sus proposiciones son absolutamente .cier~as
e indiscutibles, en tanto que las de todas las otras c1enc1as * Este criterio ha sido confirmado posteriormente.
42 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 43

qué es un punto. No es el matemático quien ha de decidir si remos cuerpos prácticamente rígidos. Para poder hacer algu-
este conocimiento nace de una habilidad de la mente humana na afirmación, la geometría debe ser desprovista de su carác-
o de la experiencia, _de algún tipo de unión de ambas o de ter meramente lógico-formal mediante la coordinación· de
alguna otra fuente. Este problema queda en manos del filóso- los.objetos reales de la experiencia con los·esquemasconcep-
fo. Al basarse en el conocimiento que precede a toda mate- tuales vacíos de la geometría axiomática. Para lograrlo, sólo
. mática, el axioma precitado es, como todos los axiomas, debemos agregar la siguiente proposición: los cuerpos rígidos
evidente de por sí, o sea que constituye la expresión de una están relacionados; con respecto a su posible localización,
parte de ese conocimiento apriorístico. .. • tal como lo están los cuerpos en la geometría euclidiana de
. La interpretación más moderna: la geometría trata de ob- tres dimensiones. Y ahora, las proposiciones de Euclides ya
jetos que son denominados por las expresiones recta, punto, contienen afirmaciones en cuanto al comportamiento de los
etcétera. No se presupone ni conocimiento ni intuición de cuerpos prácticamente rígidos.
estos objetos, sino la validez de los axiomas, tal como el Así completada, la geometría es evidentemente una ciencia
precitado,· que deben ser considerados en un sentido pura- natural y, de hecho, debemos considerarla la más antigua
mente formal, es decir, vacíos de todo contenido de intuición rama de la física. Sus afirmaciones descansan esencialmente
o experiencia. Estos axiomas son creación lil;>re de la mente en lá inducción a partir de la experiencia y no tan sólo en
humana. Todas las otras proposiciones de la geometría son · inferencias lógicas. Denominaremos «geometría práctica» a
inferencias lógicas de-los axiomas (que deben ser tomados esta geoiT,letría completada a la que distinguiremos en adelan-
sólo en su sentido nominal). Los axiomas definen los objetos te de la «geometría puramente axiomática». La pregunta
acerca de los cuales"trata la geometría. En su tratado de acerca ·de si la geometría práctica del univers.ó es o no eucli-
epistemología, Schlick ha caracterizado los axiomas como diana tiene un sentido Claro y la respuesta sólo puede propor~
«definiciones implícitas», con una expresión muy adecuada. donárnosla la experiencia:. Todas las mediciones de longitud
Este criterio acerca de los axiomas, sostenido por la axio- en física constituyen una aplicación de la geometría práctica
mática moderna, libera a la matemática de todos los elemen- en este sentido, así como también las mediciones de longitud
tos extraños y así disipa la ·oscuridad mística que antes rodea- en geodesia y astronomía, si se utiliza la ley empírica que
ba la base de la ciencia matemática, Pero esta expurgada dice que la luz se propaga en líne.a recta, entendiendo la
visión de la matemática también pone en evidencia que esta línea recta en el sentido de la geometría práctica.
disciplina científica, como tal, no puede enunciar nada acerca a
Concedo especial importancia la visión d~ la geometría
de objetos de la intuición o de objetos reales . En la geome- que acabo de esbozar, porque sin ella no me hubiera sido
tría axiomática las palabras «punto»' «recta»' etcétera, sólo posible formular la teoría de la relatividad. Sin ella hubiera
aluden a esquemas conceptuales vacíos. Aquello que les otor- sido. impbsible la siguiente reflexión: en un sistema de refe-
ga contenido no es relevante para la matemática. . · . rencia que posee un. movimiento de rotación con respecto a
Por otra parte, sin embargo, es innegable que la matemáti- un sistema inercial, las leyes de la localización de los cuerpos
. ca, por lo general, y la geometría, eñ especial, debe su rígidos rio corresponden a las reglás de la geometría euclidia-
existencia a la sentida necesidad de conocer algo acerca del na, de acuerdo con la contracción de Lorentz.. De modo que
comportamiento de los objetos reales. La misma palabra si admitimos los sistemas no inerciales en un pie de igualdad,
. geometría -que, corno sabemos, significa medición de la ~ebemos abandonar la geometría euclidiana. Sin la interpre-
Tierra- es prueba de ello. La medición de la Tierra se tación anterior, el paso decisivo en la transiCión hacia las
fundamenta en las posibilidades de localización de ciertos ecuaCiones generalmente covariantes no se hubiera segura-
objetos físicos en relación con otros: partes de la Tierra, mente producido. Si rechazamos la relación- entre el cuerpo
jalones, elementos de medición, etcél:era. Sin duda, el siste~ axiomático de la geometría euclidiana y el cuerpo práctica-
ma de conceptos de la geometría axiomática por sí solo no mente rígido de la realidad, llegaremos de inmediato, como
permite afirmación alguna en cuanto al comportamiento de el agudo y profundo pensador Henry Poincaré, al siguiente
los objetos reales de esta clase, es d~cir, de lo que denomina_- enunciado: la geometría euclidiana se distingue por encima
e']·.
. ~~
44 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 45

de toda otra geometría axiomática concebible gracias a su ben desempeñar ningún papel independiente en la ñsica teó-
simplicidad. Dado que la geometría axiomática en sí misma rica. Con todo, es mi convicción que en el actual estadio de
no contiene afirmaciones sobre la realidad, que sólo pueden desarrollo de la física teórica estos conceptos aún pueden
experimentarse en combinación con las leyes de la física·, emplearse como conceptos independientes. Estamos todavíá
debe ser posible y razonable -sea cual fuere la naturaleza n:tU.Y lejo~ ~e poseer un conocimient? t~n seguro de los prin-
de la realidad- conservar la geometría euclidiana. Porque si ctpiOs teoncos de la estructura atom1ca que nos capacite
aparecen contradicciones entre la teoría y la experiencia, para construir teóricamente cuetpos sólidos y relojes a partir
tendremos que decidirnos a cambiar las leyes físicas antes ¡ de conceptos elementales.
que a cambiar la geometría euclidiana axiomática. Si rechaza- ! Además, en cuanto a la objeción de que no existen cuerpos
mos la relación entre el cuerpo prácticamente rígido y la
¡
! realmente rígidos en la naturaleza y de que por ello las
geometría, no nos liberaremos con facilidad de la convención propiedades predicadas acerca de los cuerpos rígidos no se
que considera que la geometría ,euclidiana debe conservarse corresponden con la realidad física, se puede decir que no es
por ser la más simple. tan radical como podría parecer luego de una consideración
¿Por qué la equivalencia del cuerpo prácticamente rígido 1 precipitada. En rigor, no es una tarea difícil determinar el
. y del cuerpo de la geometría --que surge tan fácilmente- estado físico de un cuerpo de medición, con la exactitud
es rechazada por Poincaré y otros investigadores? Simple- necesaria para que su comportamiento con respecto a otros
mente porque una mirada de inspección revela que los cuer- cuerpos de medición esté tan libre de ambigüedad que le
pos sólidos en la naturaleza no son rígidos, puesto que su permita ser su~tituido por el cuerpo «rígido». Las afirmacio-
comportamiento geométrico -es decir, sus posibilidades de 1
nes acerca de los cuerpos rígidos deben estar referidas a
. localización relativa- depende de la temperatura, las fuerzas 1 cuerpos de medición de este tipo.
externas, etcétera. De esta manera, la relación original e
inmediata entre la geometría y la realidad física se ve destrui-
¡ Toda la geometría práctica está basada en un principio acce-
sible a la experiencia y que ahora intentaremos abordar. Supon-
da y así nos vemos impulsados a aceptar otro punto de vista, gamos que tenemos dos señales en un cuerpo prácticamente
más general, que caracteriza la posición de Poincaré. Dicho rígido. Llamaremos a este par de señales distancia. Imaginemos
punto de vista es el siguiente: la geometría (G) no predica dos cuerpos prácticamente rígidos, cada uno con una distancia
· nada acerca del comportamiento de las cosas reales y sólo la ~arcada en éL Esas dos distancias serán «una igual a la otra>>
geometría unida a la totalidad (F) de las leyes físiéas puede si las señales de una distancia pueden hacerse coinCidir perma-
hacerlo. Si utilizamos los símbolos, podemos decir que sólo nen~emente. con l'!-5 señales .de la otra. Ahora supondremos que:
la suma de (G) + (F) está sujeta a verificación experimental. S1 dos d1stanctas han s1do halladas iguales una vez y en
Puede elegirse (G) de manera arbitraria y otro tanto puede alguna circunstancia, son íguales siempre y en todas las
hacerse con partes de (F); todas estas leyes son corivenciqnes. circunstancias.
Para evitar contradicciones lo único que se necesita es ·elegir No sólo la geometría práctica de Euclides, sino también
el resto de (F), de modo tal que (G) y todo el conjunto de su más reciente generalización, la geometría práctica de Rie-
(F} estén de acuerdo con la experiencia. Enfocadas así, la mann, y la teoría general de la relatividad descansan sobre ·
geometría axiomática y las leyes naturales convencionales se esta afirmación. Mericioriáré sólo una de las razones experi-
nos muestran como epistemológicam~nte equivalentes. mentales que fundamentan esta afirmación. El fenómeno de
Sub specie aeterni, en mi opinión, Poincaré está en lo la propagación de la luz en el vacío determina una distancia
cierto. La idea de la vara de medición y la idea del reloj (el correspondiente camino de la luz) para cada intervalo de
coordinado con ella en la teoría de la relativiDad no en;;uen7 tiempo local. De aqu:í se sigue que el supuesto sobre distan-
tran su correspondencia exacta en el mundo real. También . cias antes señalado debe ser válido también para intervalos
está claro que ei sólido rígido y el reloj, dentro del edificio de tiempo de reloj en la teoría de la relatividad. Por lo
conceptual de la física, no juegan el papel de elementos tanto, podemos establecer la siguiente formulación: si dos
irreductibles, sino el de estructuras compuestas, que no de~ relojes ideales marchan a igual velocidad en cualquier mo-
46 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 47
mento y en cualquier lugar (próximos el uno del otro) siem- que seria poco posible asignar un significado fundamental a
pre funcionarán a igual velocidad, sin que importe cuándo y esta objeción. Por ende, la pregunta acerca de si el universo
dónde vuelvan a ser comparados. Si esta ley no fuera válida es espacialmente finito o no me. parece una pregunta plena
para los relojes naturales, las frecuencias propias de los dis- de significación en el sentido de la geometría práctica. Ni
tintos átomos de un mismo elemento químico no estarían en siquiera considero imposible que la astronomía dé respuesta
tan perfecta relación como lo demuestra la experiencia. La . a esta pregunta dentro de un plazo no muy largo. Recorde-
existencia de líneas espectrales agudas es una convincente mos aquí lo que la teoría de la relatividad general nos dice
prueba experimental del principio antes mencionado de geo- al respecto. Las posibilidades que ofrece son dos:
metría práctica. En último análisis, ésta es la razón que nos l. El universo es espacialmente infinito. Esto es posible
permite hablar con propiedad de una métrica riemanniana sólo si en el universo la densidad espacial media de la materia,
del continuo cuatridimensional espacio-tiempo. concentrada en las estrellas, se anula, es decir, si la razón
Según el punto de vista aquí invocado, el problema de si entre la masa total de las estrellas y el volumen del espacio en
el continuo tiene una estructura euclidiana, riemanhiana u el cual estos cuerpos están ·dispersos se aproxima a cero indefi-
otra de naturaleza distinta, es una cuestión estricta <;le la nidamente, cuanto mayores sean los volúmenes considerados.
física, que ha de ser contestada por la experiencia y no. una 2. El universo es espacialmente finito. Esto ha de ser así
cuestión de convención elegida sobre la base de la mera si la densidad media de la materia ponderable en el universo
conveniencia. La geometría de Riemann tendrá validez si las es distinta de cero. Cuanto menor sea esta densidad media,
leyes de localización de lós sólidos prácticamente rígidos se mayor será el vólumen del universo.
acercan a las de la geometría euclidiana tanto más de cerca Estoy en la obligación de mencionar que se puede aducir
cuanto menores sean las dimensiones de la región de espa- un argumento teórico en favor de la hipótesis de un universo
cio-tiempo que se tome en consideración. fi.nito. La teoría de la relatividad. general enseña que la iner-
Es verdad que esta interpretación física de la geometría se Cia de un cuerpo dado es mayor cuando existen en su
desbarata cuando se la aplica inmediatamente a espacios de proximidad mayores masas ponderables. De modo que pare-
orden de magnitud submolecular. Pero no obstante, aun en ce muy natural reducir la inercia total de un cuerpo a la
cuestiones tales como la constitución de partículas elementa- interacción entre éste y los otros cuerpos en el universo; así
les, retiene una parte de su significación. Porque incluso es como, desde los tiempos de Newton, la gravedad ha sido
cuando se trata de describir las partículas elementales eléctri- reducida por completo a la interacción entre los cuerpos. A
cas que constituyen la materia; se puede hacer el intento de partir de las ecuaciones de la teoría de la relatividad general
otorgar significado físico a esos conceptos de campo, que se puede deducir que esta reducción de la inercia a interac-
han sido definidos físicamente con el fin de describir el com- ción entre masas -tal como lo exigía E. Mach, por ejem-
portamiento geométrico de los cuerpos que son grandes en . plo- sólo es posible si el universo es espacialmente finito.
comparación con la molécula. Sólo el éxito puede· justificar Muchos físicos y astrónomos no se dejan impresionar por
ese intento, que postula realidad física para los principios este argumento. En un último análisis, sólo la experiencia
fundamentales de la geometría de Riemann, fuera del domi- se!á la que decida cuál de las dos posibilidades tiene cumplí- ·
nio de sus definiciones físicas. Es posible que se descubra mtento en la naturaleza;- ¿Cómo puede proporcionar una·
que esta extrapolación no tiene más fundamento que la extra-. respuesta la experiencia? En principio, puede parecer posiblé
polación del concepto de temperatura a partes de un ¡;;uerpo detenninar la densidad media de la materia observando la
de orden de rmignitud molecular. . · · porción de universo que nos es accesible. Esta es una espe-
. Resulta menos problemático extender los conceptos . de ranza ilusoria. La distribución de las estrellas visibles es
geometria práctica a espacios de orden cósmico de magnitud.· extremadamente irregular, de modo que de ninguna manera
Por supuesto, se podría objetar que una construcci.ón com~ podríamos aventurarnos a determinar que la densidad media
puesta. de varas sólidas se aparta de la rigidez ideal tanto de la materia estelar en. el universo es igual, dicramos, a la
más cuanto más grande sea su extensión espacial. Pero éreo densidad media en nuestra galaxia. En cualquie~ caso, por

- ·~- ._ ' -

~-
48 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 49

muy gra!lde que pueda ser el espacio examinado, no pode- En primer término~ cprresponde hacer una observación de
m~s abngar la convicción de que existen otras estrellas más naturaleza epistemológica. Una teoría geométrico-física como
alla de. ese. espacio. O sea que parece imposible arriesgar tal no puede ser directamente ilustrada, toda vez que se trata
una esttmactón de esa densidad media. · meramente de un sistema de conceptos. Pero estos conceptos
Pero existe otro camino, q1,1e considero m~s practicable, tienen por objetivo aportar a la mente una multiplicidad de.
· aun cuand<:' presente grandes dificultades. Ooservemos las experiencias sensoriales reales o imaginarias. Por lo tanto, «Vi-
· conse_cuenctas de la teoría de la relatividad general (aquellas sualizar» una teoría significa proporcionar a la mente esa abun-
a~cestbles a la experiencia) y analicemos cuánto se han des- dancia de experiencias sensibles ·con respecto a las cuales la
VIado de las consecuencias de la teoría de Newton. En primer teoría ofrece una ordenación esquemática. En el presente caso
luga~, ~allaremos una desviación que se manifiesta en la hemos de preguntarnos cómo podemos representar ese compor-
proxtmtdad de una masa gravitante y que ha sido confirmada tamiento de los cuerpos sólidos con respecto a su mutua dispo-
e!l el caso del planeta Mercurio. Pero si el universo es espa- sición (contacto) que corresponde a la teoría de un universo
ctal~ente finito, ha de existir una segunda desviación de la finito. En realidad no hay nada nuevo en lo que he de decir
teor~a newtoniana que, dentro del lenguaje de esta misma sobre este tema, pero las innumerables preguntas que he recibi-
!eona, podrá expresarse así: el campo gravitatorio es de do en diversas ocasiones prueban que la curiosidad de quienes
mdole tal que se le puede considerar producido no sólo por están interesados. en estas cuestiones no ha sido satisfecha por
las masas ponderables sino además por una densidad de completo todavía. De modo que pido disculpas a los iniciados,
masa. de stgno negativo, distribuida uniformemente en el porque incurriré en la repetición de cosas que son conocidas
espacto. Dado que esta densidad de masa tendría que ser en desde hace ya mucho tiempo.
extre_mo pequeña, sólo podría ser captada en sistemas gravi- ¿Qué queremos expresar al ,decir que nuestro espacio es
tatonos de enorme extensión. infinito? T~n sólo que podríamos disponer cualquier cantidad.
~~do el caso de que conociéramos, por ejemplo, la distri- de· cuerpos de igual tamaño, unos junto a otros, sin llegar a
buclO_n estadística y las masas de las estrellas en nuestra cubrir ese espacio. Figurémonos que disponemos de un gran
galaxta,_ podríamos calcular, según la ley de Newton, el cam- número de cajas cúbicas, todas del mismo tamaño. De acuer-
po gravitatorio y las velocidades medias que han de tener las do con la geometría euclidiana podernos ponerlas unas por
e~!rellas, para que la galaxia no se desintegre bajo la atrac-- encima, por debajo y. junto a las otras hasta cubrir, arbitraria-
cton ~~tua ~e sus estrellas y continúe manteniendo su actual mente, una amplia parte del espacio. Pero esta construcción ·
extenston. St las velocidades reales de las estrellas -que jamás llegaría a estar terminada: podríamos seguir y seguir
pueden ser medidas- fueran menores q.ue las velocidades agregando cubos sin encontrarnos jamás con que no nos
calculadas 7 tendríamos una prueba· de que las atracciones a queda ya lugar. Esto es lo que queremos significar al decir
grandes dtstancias son menores que las previstas por la le~ que el espacio es infinito. Sería mejor decir que el espacio
?e ~ewton. A partir de esta desviación, se puede demostrar es infinito en relación con los cuerpos prácticamente rígidos,
mduectamente que el universo es finito. Incluso se podrían suponiendo que la geometría euclidiana proporciona las leyes
llegar a estimar sus dimensiones espaciales. .· de localización de estos cuerpos.
¿Somos capaces de visualizar un universo tridimensional Otro ejemplo de un continuo infinito es el plano. Sobre
que sea finito y, a pesar de ello, sin límites? una superficie plana podremos colocar cuadrados de cartón
La respuesta habitual a esta pregunta es «nO>>, per9 no se de modo tal, que cada lado de cada cuadrado sea adyacente
trata ?e la respuesta correcta. El propósito de las siguientes a otro lado de otro cuadrado. La construcción nunca termina-
re~ex10n?s es demostrar que la respuesta tendría que ser rá; siempre podremos continuar colocando cuadrados, si sus
''Sl>~. Qmero demostrar que sin ninguna dificultad extraordi:.. leyes de localización se corresponden con las que la geome-
nana podemos ilustrar la teoría de un universo finito a través
de, u?a representación mental a la que, con un poco de
practica, pronto podremos acostumbrarnos.

--
./ tría euclidiana postula para las figuras planas. El plano es
infinito, p_or Jo tanto, c~m respecto a los cuadrados de cartón.
Por cons1gmente, dec1mos que el plano es un continuo

.\'
50 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 51
infinito de dos dimensiones y que el espacio es un continuo discos según la localización indicada, sin interrupción, no es
infin_ito. ~e tres dímen~iones. Creo _que ~uedo dar por sabido .· posible como lo era en el caso de la geometría euclidiana del
el s1gmfica~o del nu~ero de dimensiOnes aquí aludido. i
plano. Así, quie11es no puedan abandonar la superficie esférica
Ahora eliJamos un eJemplo de un continuo bidimensional y ni siquiera puedan echar una mirada fuera de la superficie
que es finito pero sin lírr~.ites. Imaginemos la superficie de esférica hacia el espacio tridimensional, podrían llegar a descu-
un gran globo y una cantidad de pequeños discos de papel, brir, por simple experimentación con los discos, que su «espa-
todos. del mismo ta~año. A continuación, ponemos uno de cio» bidimensional no es euclidiano sino esférico.
los discos en cualqmer parte, sobre la superficie del globo. Según los últimos resultados de 'la teoría de la relatividad, es
Si movemos el disco hacia cualquier dirección, sobre la super- probable que nuéstro espacio tridimensional sea también
ficie del globo, no t~op~zaremos ~on ningún límite en ningún aproximadamente esférico, o sea que las leyes de localización
momento. Por c<:mstgu~en~e,. dectmos que la superficie de la en él de cuerpos rígidos no están dadas por la geometría
esfera es un contmuo sm limites. Por otra parte la superficie euclidiana sino, y en forma aproximada, por la geometría esfé-
esférica _es un continuo finito. Lo podemos co~probar colo- rica, si consideramos partes del espacio que sean suficientemen-
c~ndo discos de papel sobre la esfera_, _de modo que ningún te extensas. Este es el momento en que la imaginación del
dtscos se superponga a otro; la superftcte de la esfera llegará lector vacila. «Nadie puede imaginar semejante cosa>>, nos dirá,
a estar tan cubierta, que será ya imposible situar otro disco. lleno de indignación. ~~se puede decir una cosa así, pero rio es
Esto significa exactamente que la superficie esférica del glo- posible pensarla. Puedo imaginar bastante bien una superficie
bo es finita en_ ~elació_n_con los disc~s de papel. Por otra esférica, pero nada análogo a ella que posea tres dimensiones.»
parte, la superf1c1e esfenca es un contmuo no euclidiano de Debemos haéer el intento de superar esta barrera mental y
dos dimensiones, es decir, que las leyes de localización de el lector paciente verá que no se trata de una tarea de excepcio-
figuras rígidas puestas sobre ella no concuerdan con las del nal dificultad. Con este fin, en primer lugar, atenderemos una
plano euclidiano. Esto puede demostrarse de la siguiente vez más a la geometría de las superficies esféricas bidimensiona-
forma: tomemos un disco y rodeémoslo, en círculo, por otros les. En la figura adjunta, K representa la superficie esférica,
seis discos, cada uno de los cuales debe estar rodeado, a su que en S toca al plano E, en este caso representado como una
vez, por otros seis discos y así sucesivamente. Si esta cons- superficie limitada, por razones de facilidad de presentación.
trucción se realiza sobre una superficie plana se obtendrá Denominemos L un disco sobre la superficie esférica. Ahora
una colocación ~ninterrumpida el!, la que hay s~is discos que imaginewos que en el punto N de la superficie esférica, diame-
tocan a cada disco, con excepc10n de los que estén en la tralmente opuesto a S, existe un punto luminoso que proyecta
parte externa. una sombra L' (la del disco L) sobre el plano E.
N

Fig. 1
Sobre una superficie esférica esta construcción también prQ-
. mete un ~erto é~to en . el primer t;n;omento y cuanto menor Fig. 2
sea el rad1o del crrculo en proporcton al de la esfera tanto
más posible parecerá la tarea. Pero en la medida en que progre- Si el disco sobre la esfera K es movido, también se moverá
se la construcción, más claro se verá que la colocación de los su sombra V sobre el plano E. Cuando el disco L está en S,
52 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 53

coincide casi exactamente con su sombra. Si se muev~ sobre La representación que hemos visto de la geometría esférica
la superficie esférica alejándose de S hacia arriba, la sombra sobre el plano es importante para nosotros, porque nos per-
del disco, L ', sobre el plano también se aleja de S, hacia !a mite fácilmente transferirla al ámbito tridimensional.
parte externa del plano y se agranda a medida que se ~eJa ·Imaginemos· un punto S de nuestro espacio y una gnm
del punto citado. Si el disco L se aproxima al punto lummo- cantidad de pequeñas esferas L', a las que es posible hacer
so N, la sombra se desplaza hacia el infinito y se agranda ·coincidir las unas con las otras. Pero estas esferas no han de
infinitamente. ser rígidas en el sentido de la geometría euclidiana; sus radios .
Ahora nos planteamos una pregunta: ¿cuáles son las leyes han de aumentar (en el sentido 'de la geometría euclidiana).
de localización de las sombras L' sobre el plano E? Es cuando se muevan alejándose de S y hacia el infinito; ese
evidente que son las mismas que las leyes de localiza,ci~n de aumento se ha de producir de acuerdo con la misma ley que
los discos L sobre la superficie esférica. Para cada figura determinaba el crecimiento de los radios de los discos-sombra
original sobre K existe una sombra, una figura correspon- L' sobre el plano.
diente sobre E. Si sobre K dos discos se tocan, sus sombras Después de habernos forjado una imagen vívida del com-
sobre E también se tocan. La geometría de la sombra sobre portamiento geométrico de las esferas L', supongamos que
el plano concuerda con la geometría del disco soqre la esfera. en nuestro espacio no existen cuerpos rígidos en el sentido
Si denominamos a los discos-sombra figuras rígidas, la geo- de la geometría euclidiana, sino sólo cuerpos que se compor-
metría esférica es válida sobre el plano E con respecto a tan como las esferas L'. Así tendremos una clara imagen del
estas figuras rígidas. En particular, el plano es finito con espacio esféricotridimensional o, mejor aún, de la geometría
respecto a los discos-sombra, porque sólo un número finito esférica tridimensional. Ahora, las esferas deben ser llamadas
de sombras puede tener lugar dentro del pl~no. . «rígidas». Su aumento de tamaño a medida que se alejan de
En este punto, alguien dirá: «Eso no. tiene sentido. Los S no puede ser detectado mediante mediciones realizadas
círculos proyectados no son figuras rígidas. Con sólo colocar con reglas de medición, tal como en el caso de los discos-
una regla sobre el plano E podremos convencernos de que sombras sobre el plano E, porque los patrones de medida se
las sombras aumentan de tamaño constantemente, a medida comportan del mismo modo que las esferas. El espacio es
que se alejan, sobre el plano, del punto S hacia el infinito». .Í homogéneo, lo que equivale a decir que las mismas configu-
¿Pero qué sucedería si la regla en cuestión se comportara raciones esféricas son posibles en las cercanías de cada pun-
sobre el plano E de la misma manera que los discos-sombra to *. Nuestro espacio es finito porque, a causa del «Creci-
V? Sería imposible, en ese caso, demostrar que las sombras miento» de las esferas sólo un número finito de ellas puede
crecen de tamaño a medida que se alejan de S. Tal ~severa­ tener cabida en el espacio. .
Ción no tendría, pues, ninguna significación. En reahdad, la De esta manera, utilizando como punto de apoyo la prácti-
única afirmación objetiva que se puede enunciar acer~a de ca que para pensar y para visualizar nos ha dado la geometría .
los discos-sombra es la siguiente: estos discos.están relaciOna- euclidiana, hemos configurado una imagen mental de la geo-
dos exactamente. de la misma manera en que lo están los metría esférica. Nos sería posible, sin demasiadas dificulta-
discos rígidos sobre la superficie esférica, en el sentido de la des, otorgar mayor profundidad y vigor a estas ideas realizan-
geometría euclidiána. . ., do construcciones imaginarias especiales. Tampoco sería difí-
.Debemos tener bien claro que nuestra afumac1<?n con. res- cil representar, de una manera análoga, lo que se ha denomi-
pecto al crecimiento de los discos-sombra a med1da, que se nado geometría elíptica. Hoy, mi único objetivo ha sido
alejan de S hacia el infinito no tiene en sí significación .obje- demostrar aue la facultad humana de visualización no está
tiva, en cuanto no seamos capaces de comparar los óseos- .
sombra con los cuerpos rícridos euclidianos que se pueden
a
condenada rendirse. ante la geometría no euclh;Hana.
mover sobre el plano E. o;'n respecto a las leyes de localiza- * Esto es comprensible sin necesidad de cálculos -'-pero sólo para el. caso
ción de las sombras L', el punto S no tiene privilegios espe- bidimensional- si volvemos una vez más al caso del disco sobre la superficie
ciales sobre el plano ni sobre la superficie esférica. de la esfera.
54 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 55

SOBRE LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD fundamental, en este caso, es que la justificaCión de un


concepto físico estriba exclusivamente en su clara y precisa
Conferencia en el King's College, Londres, 1921. Publicada relación con hechos que pueden ser experimentados. De
en Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934. acuerdo con la teoría de la relatividad restringida, las coorde-
nadas espaciales y el tiempo aún conservan un carácter abso-
ONSTITUYE para mí un gran placer tener el privilegio luto, en tanto cuanto son medibles por relojes estáticos. y
C de hablar en la capital del país en el que han surgido
las más importantes nociones fundamentales de física teórica.
cuerpos rígidos. Pero son relatiyos en la medida en que
dependen del estado de movimiento del sistema inercial se-
Me refiero a la teoría de los movimientos de masas y a la leccionado. Según la teoría de la relatividad restringida, el
gravitación, estudiadas por Newton, y al concepto de campo continuo cuatridimensional formado por la unión del espacio
electromagnético, que sirviera a Faraday y a Maxwell para y del tiempo (Minkowski) retiene el carácter absoluto que,
situar la física sobre uha nueva base. La teoría de la relativi- de acuerdo con la anterior teoría, pertenecía al espacio y al
dad, bien puede decirse, ha puesto algo así como un toque tiempo de manera separada. La influencia del movimiento,
final al importante edificio intelectual construido . por relativo al sistema de coordenadas, en la forma de los cuer-
Maxwell y Lorentz, intentando extender la teoría de campos pos y en la marcha de los relojes, así como la equivalencia
a todos los fenómenos, incluido el de la gravitación. de la energía y la masa inerte, surge de la interpretación de
Sobre el tema específico de esta charla, la teona de la las coordenadas y el tiempo como productos de una me-
relatividad, quiero recalcar que esta teoría n~ tiene un origen dición. .
especulativo, sino que debe por entero su nacimiento· al de- En primer término, la teoría de la relatividad general debe
seo de hacer que la teoría física concuerde en la mayor su existencia al hecho empírico de la igualdad numérica entre
medida posible con los hechos observados. No tenemos en la masa inerte y el peso de los cuerpos, un hecho fundamen-
ella un acto revolucionario, sino la continuación natural de tal para el que la mecánica clásica no proporciona ninguna
una línea que puede trazarse a través de varios siglos. El interpretación. A su interpretación se ha llegado por una
abandono de ciertos conceptos de espacio, tiempo y movi- extensión del principio de la relatividad a sistemas de coorde-
miento, hasta el presente considerados como fundamentales, nadas acelerados los unos respecto de los otros. La introduc-
no ha de considerarse arbitrario, porque ha sido condiciona- ción de sistemas de coordenadas :¡¡celerados respecto a un
. do por hechos observados. . sistema inercial significa la aparición de campos gravitatorios
La ley de la constancia de la velocidad de la luz en el . i respecto a este último. Como resultado de esto, la teoría
vacío, que ha sido confirmada por el desarrollo de la electro- general de la relatividad, que está basada sobre la igualdad
dinámica y la óptica, y la equivalencia de todos los sistemas de inercia y peso, proporciona una teoría del campo gra-
inerciales (principio de la relatividad restringida), que ha vitatorio.
sido demostrada por el famoso experimento de Michelson, La introducción de los sistemas de coordenadas acelerados
han hecho necesario, en primer lugar, que el conc~pto de unos respecto a otros como sistemas igualmente legítimos,
tiempo se convierta en relativo, todavez que a cada sistema· tal como exige la identid~d de la inercia y del peso, en
inercial se le adjudica su propio tiempo especial. En la medi- conjunción con los resultados de la teoría de la relatividad
da en que esta noción se ha desarrollado, ha quedado paten- ·restringida, condujo a la conclusión de· que las leyes que
te que la conexión entre experiencia inmediata, .;por una gobiernan la localización de los cuerpos'rígidos en el espacio,
parte; y coordenadas y tiempo, por la otra, no ha sido pensa- cuando los campos gravitatorios están presentes, no guardan
da hasta el momento presente c'?n la precisión suficiente .. correspondencia con las leyes .de la geometria euclidiana.
Dicho de modo gen~ral, uno de los rasgos esenciales de la . Un resultado _análogo ocurre con la marcha de los relojes.
teoría .de la relatividad es el esfuerzo que en ella se hace Esto nos lleva a la necesidad de una nueva generalización,
para descubrir las relaciones entre los conceptos generales. y aún, de la teoria del espacio y el tiempo, porque la interpre-
los hechos. empíricos 9-e una m~nera más precisa; El prindpio tación
. directa de las coordenadas .espaciales
-
y temporales
.
a
56 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 57
través de mediciones obtenidas mediante reglas y relojes se d.ensidad me~ii~ de materia ponderable en el mundo posee
desbarata. Esta generalización de la métrica, que ya ha sido Cierto valor fimto, por pequeño que sea.
realizada en la esfera de la matemática pura gracias a las
investigaciones de Gauss y de Rieinann, se basa esencialmen- LA CAUSA DE LA FORMACION DE MEANDROS EN LOS CURSOS .
te en el hecho de que la métrica de la teoría de la relatividad DE LOS RIOS Y LA DENOMINADA LEY DE BAER
restringida, puede todavía reivindicar su validez para peque-
ñas regiones en el caso general. Conferencia leída ante la Academia Prusiana el 7 de enero de
El proceso de desarrollo aquí esbozado despoja a las coor- 1926. Publicada en el periódico alemán Die Naturwissenschaf-
denadas de espacio y tiempo de toda realidad independiente. ten, volumen 14, 1926.
Lo métricamente real ahora sólo está dado mediante la com-
cono~do
binación de las coordenadas de espacio-tiempo con las mag-
nitudes matemáticas que describen el campo gravitatorio.
Existe, empero, un segundo origen del proceso de crea-
E Sagua 1lendenpora todos el hecho de que las corrientes de
curvarse en líneas sinuosas, en lugar de
seguir la línea de máxima pendiente del terreno. También es
ción de la teoría de la relatividad general. Tal como señaló bien sabido por los geógrafos que los ríos del hemisferio norte
con insistencia Ernst Mach, la teoría newtoniana es insatis- tienden a erosionar, en especial, su ribera .derecha. Los ríos
factoria en lo siguiente: si se considera el movimiento des- del hemisferio sur se comportan de la manera opuesta (ley de
de un punto de vista p1,1ramente descriptivo y no desde un Bae,r). Se han llevado a cabo muchos intentos de explicar este
punto de vista causal, sólo existe como movimiento relativo fenomeno y no estoy seguro ·de que lo que he de decir a
de las cosas, las unas con respecto de las otras. Pero la continuación sea nuevo para el experto: algunas de mis conside-
aceleración que aparece en las ecuaciones del movimiento raciones son, por cierto, conocidas. No obstante, dado que he
de Newton es incomprensible si se parte del concepto del visto que no es fácil cruzarse con alguien que conozca a fondo
movimiento relativo. Esto obligó a Newton a inventar un las relaciones causales de estos hechos, creo que no está fuera
espacio físico en relación con el cual se supone que existe de lugar hacer una breve exposición cualitativa de ellos.
la aceleración. Esta introducción ad hoc del concepto de En primer término, está claro que la erosión ha de ser
espacio absoluto, en tanto que es lógicamente irrecusable, mayor cuanto mayor sea la velocidad de la corriente en la
. resulta en rigor poco satisfactoria. De aquí surgió el inten- orilla correspondiente, o cuantos más sean los obstáculos
.to de Mach, que se propuso alterar las ecuaciones de la ·que la hagan caer a cero en algún punto particular de esta
mecánica de tal manera que la inercia de los cuerpos pudie- orilla. Esto .es cierto por igual en todas las circunstancias, ya
ni 'reducirse a los propios movimientos relativos de éstos, se trate de una erosión que dependa de factores mecánicos o
no con referencia al espacio absoluto, sino respecto a la de otros, de naturaleza físico-química (disolución del suelo).
·totalidad de los demás cuerpos ponderables. En razón del Por lo tanto, debemos concentrar nuestra atención en las
estado del conocimiento por entonces existente, su intento circunstancias que afectan la rapidez con que· disminuye la
estaba destinado al fracaso. velocidad en la orilla. , . ·
El planteamiento del problema, 'sin embargo, parece razo-. En ambos casos, la asimetría en la caída de la velocidad
nable por completo. Esta línea de argumentación se impone se debe, en fonD.a ir1directá, a la formación de mi movimien-
por sí misma con mayor fuerza en relación con la teoría de to circular al que hemos _de dirigir nuestra atención de
la relatividad general, toda vez que, de acuerdo 1con esa .inmediato.
teoría, las propiedades físicas del espacio están afectadas por · Co~enzaré refiriéndome a un pequeño experimento que
la materia ponderable. En mi opinión, la teoría de la relatiyi- cualqmera puede repetir con facilidad. Imaginemos una t::~?'a
dad general puede resolver este problema de modo satisfacto- · de fondo plano, llena de té. En el fondo hay algunas hojas
rio sólo si concibe al mundo como espacialmente cerrado. de té, que permanecen allí porque son más pesadas que el
Los resultados matemáticos de la teoría son los que nos líquido al que han desplazado. Si se imprime un movimiento
compelen a adoptar este punto de vista, si aceptamos que la de rotación al liquido, mediante una cuchara, las hojas se
58 Albert Einstein Sobre fa" Teoría de la Relatividad 59

agruparán rápidamente en el centro del fondo de la taza. La rotación de la Tierra y cp la latitud geográfica. Así c()mo la
explicación de este fenómeno es la siguiente: la rotación del ' fricción· del suelo reduce esta fuerza en la parte del fondo,
líquido genera una fuerza centrífuga que actúa sobre él. En del mismo modo esta fuerza da origen a un movimiento
sí mismo, esto no originaría ningún cambio en la corriente circulardel tipo indicado en la figura 2.
del líquido, si la rotación de los líquidos fuera igual a la de
los sólidos. Pero en la cercanía de las paredes de la taza, el
líquido es frenado por la fricción, con lo que su ve:locidad
angular es menor allí que en otros lugares cercanos al centro.

SECCióN VERTICAL A-B


Fig. 2 ·

. ,
hg. l
Después de e.stas discusiones preliminares volvemos al pro-
blema de ·la distribución de las velocidades sobre la sección
transversal de la corriente, que es el factor de control en la
En particular, la .velocidad angular y por _consiguiente la erosión. A este fin, debemos comprender en primer lugar
fuerza centrífuga, cerca del fondo será menor que, en las cómo se origina y se mantiene la (turbulenta) distribución
zonas superiores. El resultado será un movimiento circular de las velocidades. Si el agua en reposo de un río fuera
del líquido, del tipo del que se ilustra-en la figura 1, que va puesta de pronto en movimiento por la acción de una fuerza
en aumento hasta que, bajo la influencia de la fricción del de _aceleración uniformemente distribuida, la distribución de
fondo, queda frenado. Las hojas de té son barridas hacia el las velocidades sobre la secdón transversal sería uniforme en
centro por el movimiento circular y prueban la existencia de un primer momento. Sólo al cabo de un cierto tiempo, bajo
dicho movimiento. ·· · la influencia ·de la fricción en las orillas, se establecería por
. Algo sirriilar ocurre con una corriente de forma curva (figu- sí misma una distribución de las velocidades, gradualmente
ra 2). En cada sección transversai·de su curso, donde éste se creciente desde las paredes late.rales hacia el centro de la
curva, opera una fuerza centrífuga en dirección . a la pa:Íte sección transversal. Tras la perturbación, la distrib!lción (más
exterior de la curva (desde A hacia B). Cerca del fondo, o menos) estacionaria de las yelocidades sobre la sección
·donde la velocidad de la corriente es reducida por la.fricción, transversal sólo se restablecería en forma gradual, una vez
esta fuerza tiene menos intensidad que en la parte superior. más, bajo la influencia de la fricción del fluido.
A partir· de tal hecho, se origina un movimiento circular, del La hidrodinámica representa el ·proceso por el cual se
tipo ilustrado en el diagrama. Aun cuando no haya curvas restablece esta distribución- estacionaria de las velocidades
en el río, se producirá un movimiento circular del tipo ilustra- del siguiente modo: en un flujo plano (potencial) todos los
do en la figura 2, siquiera en pequeña escala, a causa del remolinos están concentrados en las paredes del lecho. De
movimiento de rotación de la Tierra. Este movimiento pr()- ·. allí se separan y se mueven con_ lentitud hacia el centro de .la
duce una fuerza de Coriolis, transversal con respeCto a la · sección transversal de la corriente, distribuyéndose por si
dirección de la corriente, cuya componente derecha horizon- mismos en una capa de creciente grosor. Disminuye,- con
. tal equivale a 2 v Q. sen cp por unidad de masa _del. líql,lido, ello, la cafda de velocidad eh las proximidades de las paredes .
donde v ·es la velocidad :de la corriente, Q la velocidad de. Bajo la acción de la fricción interna del líquido, los remolinos
60 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 61

en el interior de la sección transversal son gradualmente absor- ~ A?emás, el agua de la superficie proviene de la orilla
bidos y su puesto es ocupado por otros nuevos, que se forman ¡zqmerda y, poi' tanto, y especialmente en el lado izquierdo,
junto a las paredes. Se produce de esta manera una distribución se moverá con_ menor velocidad que el agua que fluya a
de las velocidades casi-estacionaria. Lo importante para noso- mayor profundtdad. Esto ha sido observado en la realidad.
tros es que la distribución estacionaria de velocidades se alcan- Hay qu~ indicar, por otra parte, que el movimiento circular
za lentamente. Por esta razón, causas relativamente insignifi- posee una inercia. La circulación sólo alcanzará su máximo
cantes, operando constantemente, son capaces de ejercer una pues, más allá del punto de mayor curvatura y esto mism~
considerable influencia sobre la distribución de velocidades en se aplica, naturalmente; á la asimetría de la erosión. En el
la sección transversal. Consideremos ahora qué influencia está curso de la erosión, pues, se ha de producir un avance de la
· destinada a ejercer sobre la distribución de velocidades en la línea ondulatoria de la formación de los meandros en el
sección transversal del río el movimiento circular debido a una sentido de la corriente. Por último, cuanto más amplia sea
curva del río o a la fuerza de Coriolis, tal como está ilustrado la sección transversal del río, más lentamente será absorbido
en la figura 2. Las partículas del líquido que se mueven con el movimiento circular por la fricción. La línea ondulatoria
mayor rapidez estarán más alejadas de las paredes, es decir, de la ~~rmación de meandros aumentará, por lo tanto, con
en la parte superior del centro del fondo. Estas partículas de la secc10n transversal del río.
lle,oUa que se mueven a mayor. velocidad serán llevadas por la
circulación hacia la orilla derecha, en tanto que la orilla izquier-
da recibe el agua que ,viene de la región cercana al fondo y LA MECANICA DENE\VTON Y SU INFLUENCIA EN EL
tiene una velocidad menor. Así, en el caso representado en la DESARROLLO DE' LA FISICA TE O RICA
· figura 2, la erosión es necesariamente más fuerte sobre el lado
derecho que sobre el izquierdo. Es de notar que esta explica- Con ocasión del bicentenario de la. muerte de Newton. Publi-
ci6n está basada, de modo esencial, en el hecho de que el cado en el volumen 15 de la revista alemana Die Naturwis-
movimiento lento de circulación del agua ejerce una considera- senschaften, 1927.
ble influencia sobre la distribución de velocidades, porque la
igualación de las velocidades por la fricción interna, que neutra-
liza esta consecuencia del movimiento de circulación, es tam-
bién un proceso lento.
H ACE doscientos años moría Isaac Newton. En este mo-
mento nos sentimos obligados a recordar a este brillan-
~e ge~io, ~ue
ha det~rminado
el curso ·del pensamiento y la
Aquí tenemos, pues, explicadas las causas de la formación mvest1gac10n en Occidente como nadie lo había hecho antes
de los meandros. Con todo, ciertos detalles. podrían ser dedu- ~i nadie lo ha hecho r después. No sólo fue genial como
cidos sin dificultad de estos hechos. La erosión, no sólo. será mventor de ciertos métodos claves, sino que poseyó una
comparativamente mayor en la orilla derecha sino ta1llbién maestría única sobre el material empírico conocido en sus
en todo lado derecho del cauce, de .modo que existirá· una días y también fue dueño de una maravillosa inventiva en lo
tendencia a que se produzca un perfil como el ilustrado en qu_e se refiere a métodos de demostración matemáticos y
la figura 3. fts1cos. Por todos estos motivos Newton merece nuestro más
p_rofundo respeto. No obstante, su figura tiene una importan-
cia mayor que la que sus cualidades le podían haber acorda-
do porque el destino le situó en un punto crucial en la
historia de la civiiización. Para comprenderlo de manera cla-
ra, hemos de tomar en cuenta que antes de Newton no
existla un sistema completo de causaiidad física, capaz de·'
representar cualquiera de las características profundas del
mundo empírico. · ·
Fig. 3 Sin duda, los grandes materialistas de la antigua Grecia
62 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 63
habían insistido en que todos los sucesos materiales pueden grandes logros intelectuales de Newton. No se necesitaba
explicarse por el movimiento estrictamente regulado de los.·· tan sólo este concepto, sino también un formalismo matemá-
átomos, sin admitir como una causa independiente la volun- tico, que tenía ya una existencia rudimentaria, pero debía
tad de ninguna criatura viva. Y sin duda, a su modo, Descar- adquirir una forina sistemática. Newton la halló en el ámbito
tes había recogido una vez más esa tradición. Pero sólo se del cálculo diferencial e integral. No es imprescindible que
trataba de una ambición audaz, del ideal problemático de nos detengamos aquí en el problema de si Leibnitz recurrió
una escuela de filósofos. Unos resultados objetivos que per- o no a los mismos métodos, independientemente de Newton.
mitieran creer en la existencia de una cadena completa de En cualquier caso, era por completo necesario que Newton
causalidad física apenas existieron antes de Newton. los perfeccionara, toda vez que sólo así podía expresar sus
· La finalidad de Newton estribaba en· responder a esta ideas.
pregunta: ¿Existe alguna regla simple por la que sea posible Galileo ya había avanzado brillantemente hacia el conoci-
calcular por completo los movimientos de los cuerpos celestes miento de las leyes del movimiento; había descubierto las
en nuestro sistema planetario, si se conoce, en un determina- leyes de inerCia y la ley de caída libre de los cuerpos en .el
do momento, su estado dinámico? Newton sólo tenía ante sí campo gravitatorio de la Tierra, es decir, que una masa (con
las leyes empíricas de Kepler sobre el movimiento planetario, mayor precisión, un punto material) que no esté afectada
deducidas de las observaciones de Tycho Brahe y esas leyes por otras masas se mueve de manera uniforme y en línea
exigían explicación. Hoy todos sabemos qué prodigiosa habi- recta. La velocidad vertical de un cuerpo libre en el campo
lidad fue necesaria para descubrir estas leyes a partir de las gravitatorio aumenta proporcionalmente con el tiempo. Es
órbitas fijadas de modo empírico. Pero son pocos los que se posible que hoy . nos parezca muy pequeña la distancia que
detienen a reflexionar acerca del brillante método gracias al separa los descubrimientos de Galileo de las leyes del movi-
cual I(epler 'dedujo las órbitas reales a partir de la observa- miento de Newton. Pero ha de tenerse en cuénta que las
ción ·de las aparentes, es decir, a partir de los movimientos · dos proposiciones anteriores están formuladaS de manera tal
tal como eran observados desde la Tierra~ Es bien cierto que se refieren al movimiento como un todo, en tanto que
que estas leyes brindaron una respuesta completa a la pre- las leyes del movimiento de Newton proporcionan una res-
gunta de cómo se mueven los planetas en torno al sol:. la pues~a a la siguiente pregunta: ¿cómo cambia, en un tiempo
forma elíptica de la órbita, igualdad de las áreas recorridas '\
mfimtamente breve, el estado dinámico de un punto material
por los radios en tiempos iguales, la relación entre los semi- bajo la influencia de ·una fuerza externa? Sólo al considerar
ejes mayores y los períodos de revolución. Pero estas normas 1~ que <;>curría durante un tiempo infinitamente breve (ley
no aportan una explicación causal. Son tres reglas lógicamen- d1ferenc~al), pudo Newton llegar a la formulación de leyes
te independientes que no revelan ninguna conexión interna válidas para cuá:lquier tipo de movimiento. Tomó el concep-
entre sí. La tercera ley no puede ser simplemente transferida, to de fuerza de la estática, que ya había alcanzado un nivel
en términos cuantitativos, a otros cuerpos centrales que no muy alto de desarrollo. Estuvo en condiciones de conectar
sean el sol (por ejemplo, no existe relación entre el período fuerza y aceleración sólo al introducir el nuevo concepto de
de revolución de un planeta en torno al sol y el de la luna . masa que, por extraño que parezca, se basaba en una defini-
alrededor de su planeta). Sin embargo, lo más importante es ción ilusoria. Hoy estamos tanhabituados a formar conceptos
lo siguiente: estas leyes se refieren al movimiento como con- que corresponden a cocientes diferenciales, que apenas si
junto y no a la manera en que el estado dinámic¡o de un somos capaces de llegar a comprender qué enorme poder de
sistema da origen al estado dinámico inmediatamente poste- abstracción era necesario para obtener la ley diferencial crene-
rior. Ahora podríamos decir que éstas son leyes integrales y ral del movimiento mediante un doble proceso al límit~, en
no leyes diferenciales. · el curso del cual debía :inventarse por añadidura el conctpto
La ley diferencial es la única forma que brinda completa · de masa.
satisfacción a las exigencias de causalidad del físico moderno. Pero aún estaba muy lejano el instante en que se alcanza~
La clara concepción de la ley diferencial es uno de l~s más ría una ,.::oncepción causal de movimiento. Porque el movi-
Sobre la Teoría de la Relatividad 65
64- Albert Einstein
por corpúsculos inertes. Incluso la teoría ondulatoria ha he-
miento sólo era determinado por su ecuación en los casos en cho uso de la ley del movimiento de Newton, aplicándola a
que se conocía la fuerza~ Sin_ duda. inspira~o. por !as leyes de,. masas distribuidas continuamente. Las ecuaciones del movi-
los movimientos planetarios, Newton co?-ctbto la _tdea de que miento de Newton fueron la base única de la teoría cinética
la fuerza que opera sobre una masa esta dete_rmm~da por l_a del calor que, si por una parte preparó a la gente para el
posición de todas las masas situadas a u~~ d~st_ancta lo su~-­ descubrimiento de la ley de la conservación de la energía,
cientemente pequeña de la masa en cuest10n. Solo se llegana por otra condujo a una teoría de los gases que ha sido
a la formulación de una concepción completam~nte caus~l posteriormente confirmada hasta su último detalle y, por
del movimiento al establecer dicha conexión. Es bten conoci- fin, nos ha permitido una visión más profunda de la naturale-
da la forma en que Newton, a partir de _las leye~ de Ke~ler za de la segunda ley de la termodinámica.
referidas al movimiento de los planetas, mvesttgo la gravita- El desarrollo de la electricidad y el magnetismo ha seguido
ción y llegó a descubrir que las fuerzas motrices que actúan hasta los tiempos modernos las indicaciones newtonianas
sobre los astros y la gravedad son de igual naturaleza. La (sustancia eléctrica y magnética, fuerzas que actúan a distan-
combinación cia). Incluso la revolución que propiciaron Faraday y
Maxwell en la electrodinámica y la óptica, y que ha constitui-
Ley del niovimiento + Ley de atracción do el primer gran avance. fundamental en la física teórica
después de Newton, se originó por completo a la sombra de
es lo que constituye esa maravillosa construcción intelectual las ideas de Newton. Maxwell, Boltzmann y Lord Kelvin
que permite el cálculo de los estados pasados y futu~os de jamás dejaron de' referir los campos electromagnéticos y sus
un sistema, a partir de su estado en un momen~o pa~ticular, interacciones dinámicas a la acción mecánica de hipotéticas
en la medida en que los hechos se produzcan b_aJO la mfl_u~n­ masas de distribución continua. No obstante, como resultado
cia única de la fuerza de la gravedad. La completud logtca de la falta de éxito, o de la falta de éxitos visibles como
del sistema conceptual de Newton estriba en 9ue las únicas coronaCión de todos aquellos esfuerzos, a partir de fines del
causas de la aceleración de las masas de un sistema son las siglo XIX se produjo un cambio en nuestras nociones funda-
propias masas. mentales. La física teórica ha sobrepasado el marco newto-
Sobre la base que hemos brevemente esbozado aquí, New- niano que le había otorgado estabilidad y había servido de
ton loo-ró explicar los movimientos de los planetas, lunas Y guía intelectual a la ciencia durante casi doscientos años. ·
comet~s hasta en sus menores detalles, así como las mareas Los principios fundamentales de Newton eran tan satisfac-
y el movimiento de la Tierra que origina la p~ece~ión de !~s torios desde el punto de vista lógico que el estímulo necesa-
equinoccios: una proeza de_?uctiva d~ extra?rdmana magm~­ rio para revisarlos sólo pudo nacer de los hechos empíricos.
cencia. Tuvo que- haber stdo muy 1mpres10nante desc~b_nr Antes de proseguir, quiero insistir en que Newton conocía
que la causa del movimiento de los cuerpos celestes ~s. td.en- las debilidades de su edificio intelectual mejor que las gene-
tica a la gravedad, con la que todos estamos tan famlltanza~ raciones de científicos que le siguieron.· Este hecho siempre
dos en la vida cotidiana .. ha provocado mi más profunda admiración y por ello querría
Pero la importancia de la obra de Newton no se re?uce al_ ahorq. d~morarm~ en este terna por unos momentos.
hecho de haber creado una base útil y lógicamente satisfacto- I. Son evidentes los esfuerzos de Newton por representar
ria de la mecánica. Hasta fines del siglo XIX, esos descubri- su sistema corno necesariamente condicionado por la expe-
mientos fueron parte del programa de todo i~vestigad<?~ en riencia y por introducir el menor número posible de concep-
el campo de la física teórica. Todos los fenomenos ;fís~cos tos no directamente referidos a objetos empíricos. A pesar
debían ser referidos a masas sujetas a las leyes del mov1m1en~ de esto, establecería los conceptos de espacio absoluto y
- to descubiertas por Newton. La ley de la fuerza debía ser tiempo absoluto, cosa por la que a menudo ha sido criticado
-·simplemente extendida y adaptada al tipo de fenóm_eno que - en estos últimos años. Pero en este punto Newton es particu-
se fuera- a estudiar. El mismo Newton trató de aphcar este larmente consistente. Había comprendido que las cantidades
programa a la óptica, suponiendo que la luz está compuesta

\
\
!
Albert Einstein i
Sobre la Teoría de la Relatividad 67
66
geométricas observables (distancias entre puntos materiales) to, aquí surg_ió, de acu_erdo con el concepto de Faraday, una
y su curso en el tiempo no caracterizan por comple_to el nueva _especi<? de r~ahdad física, es decir, «el campo». En
\ movimiento en sus aspectos físicos, tal como d~mostro con' una pnmera mstanc1a, bajo la influencia del punto de vista
( su famoso experimento del cubo de agua rotatono. _P~r ello, de la mecánica se intentó interpretar el campo como un
además de las masas y sus distancias, debe de eJ_GSti~ algo e~tad~ _mecáni~o (de movimiento o tensión) de un medio
más que determina el movimiento. Newton c~ms1dero que hipotetico (el eter) que llena el espacio. Pero cuando esta
ese «algo» debía ser la relación con el «esp~ciO absolu_to»; interpretación no resultó adecuada, a pesar de los más obsti-
sabía que el espacio debe poseer una espec:e d~ r~~hdad nad~s esfuerzos, se fue gradualmente adoptando la idea de
física si sus leyes del movimiento poseen algun stgnifica~o, c_onsl?erar q~e el «campo electromagnético» es el elemento
una realidad de la misma clase que la de los puntos matena- final Irreductible de la realidad física. Debemos agradecer a
les y sus distancias. H. Hertz por haber liberado definitivamente el concepto de
Comprender a fondo todo esto nos llevará a a?~ertir la campo de todos los impedimentos derivados del arsenal con-
sabiduría de Newton y, al mismo tiempo, el lado_ de~il de su ceptual de la mec_ánica, y a H. A. Lorentz por liberarlo de
teoría, cuya estructura lógica sería más satisfactona, sm duda, su sustrato matenal. De acuerdo con este último el único
si pudiera prescindir de este concepto tan vago; en tal caso, sustrato del campo es el espacio físico vacío (o éter), que
sólo los conceptos relacionados de manera más clara con la incluso en la mecánica de Newton no estaba desprovisto de
percepción (puntos de masa, distancias) entrarían en sus ~eyes. toda función física. Llegados a este punto nadie creía ya en
II. La introducción de fuerzas que actúan en forma diiecta la a~ció~- inmedi~ta a _distancia ni siquiera' en la esfera de la
e instantánea a distancia para representar los efectos de la gravttacwn, aunque nmguna teoría de campo de esta última
gravedad, no concuerdan con la mayoría de los procesos que estaba perfilada con claridad, en razón de la carencia de un
nos son familiares en la vida cotidiana. Newton confronta conocimiento empírico suficiente .. El desarrollo de la teoría
esta objeción señalando el hecho de que s~ ley_ de _la int_er- del camp_o ~lec_tromagnético -una vez que fueron abandona-
acción gravitatoria no constituye una exphcacwn fmal smo das las h1potes1s de Newton de las fuerzas actuando a distan-
una regla derivada de la experiencia por un proceso de c~a- condujo t~~bién al intento de explicar las leyes newto-
inducción. manas del movimiento a través de electromagnetismo o bien
III. La teoría de Newton no proporciona ninguna explica- reemplazarlas por otras más precisas, basadas en la teoría de
ción para el curioso hecho de que el peso y 1~ inercia de un campos. A pesar de que estos esfuerzos no alcanzaron un
cuerpo están determinados por la misma magrutud (su !ll~sa). éxito completo, los conceptos fundamentales de la mecánica
Aunque el propio Newton había reparado en la pecuhandad dejaron de ser considerados como los elementos fundamenta-
de este hecho. ¡'i les del cosmos físico.
Ninguno de estos tres puntos puede cla~ificar~e cc:m<;> _una La teoría de Maxwell y Lorentz condujo en forma inevita-
objeción lógica a la teoría. En cierto sentido, solo s1grufican .ble a la teoría de la relatividad restringida que, al abandonar
unos deseos insatisfechos de la mente científica, en su lucha la noción de absoluta simultaneidad, excluía la existencia de
por una visión conceptual uniforme y completa de los fenó- fuerzas que actúan instantáneamente a distancia. Se deduce
menos naturales. d_e esta teoría que la masa no es una magnitud constante,
Considerada como un programa de todo el conjunt<;> ~~ la smo que depende de (en rigor, es equivalente a) la cantidad
física teórica, la teoría del movimiento de Newton rec1b10 su de e?e!gía. También demostró esta teoría que las leyes del
primer golpe de la teoría de la electricidad de M~xwelL ~e ~OVlffilento de N ewton sólo eran válidas para pequeñas velo-
había llegado a comprender con claridad que las mterac~IO­ cidades; en su lugar, estableció una nueva ley del movimien-
nes eléctricas y magnéticas entre los cuerpos no eran deb1das to en la cual la velocidad de la luz en el vado aparece como
a fuerzas que operaran de un modo instantáneo y a ~istancia, velocidad límite.
sino a procesos que se propagan a través del.·espacto _a ~na La teoría de la relatividad general constituyó el último
velocidad finita. Junto con el punto de masa y su mov1m1en- paso en el desarrollo del programa de la teoría de campos.
68 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 69

Desde el punto de vista cuantitativo, sólo modifica la te<?ría diferencial sino también la misma ley de causación, que has-
de Newton en forma mínima, pero desde el punto de vista ta el presente ha sido el postulado básico final de las ciencias
cualitativo, en cambio, la modificación es profunda. La iner- de la naturaleza. Incluso se ha negado la posibilidad de una
cia, la gravitación y el comportamiento métrico de los cuer- construc~ión espacio-temporal, que pueda ser coordinada sin
pos y relojes fueron reducidos a una única cualidad del ~am­ ambigüedades con los fenómenos físicos. A primera vista
po. Dicho campo, a su vez, fue definido corno dependiente parece difícil deducir de la teoría de campos, que opera con
de los cuerpos (generalización de la ley de la gravedad de ecuaciones diferenciales, un sistema mecánico con sólo valo-
Newton, o mejor aún, de la ley de campo que corresponde res discretos o estados de energía, como lo demuestra la
a ella, tal corno la formulara Poisson). El espacio y el tiempo experiencia. El método de Broglie-Schrodinger, que en cier-
quedaban, pues, despojados no de su realidad, sino de su to sentido tiene el carácter de una teoría de campos, deduce
capacidad causal absoluta -es decir, que pasaron de ser ciertamente la existencia exclusiva de estados discretos, en
afectantes a afectados- que Newton se había visto obligado sorprendente acuerdo con los hechos empíricos, sobre la
a atribuirles para poder formular las leyes conocid~s enton- base de ecuaciones. diferenciales que utilizan un tipo de argu-
ces. La ley generalizada de la inercia asume la functón de la mento de resonancia, aunqueesto exija renunciar a la locali-
ley newtoniana del movimiento. Esta breve sinopsis es bas- zación de las partículas y a leyes estrictamente causales.
tante para mostrar que los elementos de la teoría de Newton ¿Quién P<?d!Í~ tener hoy la presunción de decidir que han
pasaron a la teoría de la relatividad general, con lo que los de ser def1mt1vame!lte abandonadas la ley de causación y la
tres defectos que antes he mencionado quedaron salvados. -1' ley diferencial, primeras premisas en la visión newtoniana de
Al parecer, dentro del esquema de la teoría de la relatividad la naturaleza? .'
general, las leyes del movimiento pueden ser deducidas de
·las leyes de campo correspondientes a la ley newtoniana de
fuerzas. Sólo cuando se haya alcanzado por completo este SOBRE LA VERDAD CIENTIFICA
objetivo será posible hablar de una teoría de campos pura.
En un sentido más formal, también la mecánica de Newton Respuestas a las preguntas de un investigador japonés. Publi-
ha preparado el camino para la teoría de campos. La aplica- cadas en Gelegentliches, 1929, publicación que apareció en
ción de la mecánica de Newton a las masas distribuidas de una edición limitada con motivo de los cincuenta años de
manera continua llevaba inevitablemente al descubrimiento Einstein.
y aplicación de las ecuaciones diferenciales parciales, que a
su vez propmcionaron por primera vez el lenguaje para enun- l. Es difícil adjudicar una significación exacta a la expre-
ciar las leyes de la teoría de campos. En este sentido formal, . sión «Verdad científica>>. Bien se sabe que el significado de
la concepción de Newton acerca de la ley diferencial constitu- la palabra .«verdad» varía según nos enfrentemos con un
ye el primer paso decisivo en el desarrollo posterior. . . hecho de la experiencia, un postulado matemático o una
Toda la evolución de nuestras ideas acerca de los procesos teoría científica. La frase «verdad religiosa» tampoco me
de la naturaleza -los que hasta el presente nos han pr~o~u­ apórta ningún significado claro.
pado-- puede ser considerada como un desarrollo orgamco .,1' IL. La investigaCión científica puede reducir la supersti-

del pensamiento de Newton. No obstante, en pleno proceso .i
ción, al estimular a la gente a que piense y considere las
de perfeccionamiento de la teoría de campos, la radiación cosas en términos de causas y efectos. Es verdad que, detrás
térmica, los espectros, la radiactividad, etcétera, revelaron de todo trabajo científico. de elevado nivel, subyace una
los límites de aplicabilidad de este sistema conceptual, límites _ , convicción --cercana al sentimiento religioso-- de la raciona-
· que todavía hoy nos parecen imposibles de superar, a pes~r · lidad o inteligibilidad del mundo.
de los muchos éxitos obtenidos. No son pocos los físicos que III. Dentro de esta firme creencia, una creencia que está
sostienen -y esgrimen argumentos de peso en su favor-· unida a un profundo sentimiento de la existencia de-una
que ante estos hechos se ha derrumbado no sólo la ley mente superior que se revela en el mundo de la experiencia,
- ,~

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70 Albert Einstein · Sobre la Teoría de la Relatividad 71

se arraiga mi concepción de Dios. En un lenguaje corriente tarnos de esto con exactitud, debemos comprender que nun-
esto podría describirse como «panteísmo» (Spinoza). ca se ve la posición verdadera de un planeta en un momento
IV.? Las tradiciones confesionales sólo me interesan desde determinado, y que sólo se advierte en qué dirección puede
un puñto de vista histórico y psicológico; para mí no llegan ser-visto en ese momento desde la Tierra, que también· se
a tener ninguna otra significación. está moviendo en torno al Sol, de una manera desconocida.
Las dificultades parecían, pues, insuperables.
Kepler tenía que descubrir un método por el cual se pudie-
JOHANNES KEPLER ra poner orden en semejante caos: Desde el primer momen-
to advirtió que era necesario, antes que nada, determinar el
En ocasión del tricentenario de la muerte de Kepler. Publica- movimiento de la propia Tierra. Esto habría resultado senci-
do en el Frankfurter Zeitung (Alemania), el 9 de noviembre llamente imposible si sólo hubiera existido el Sol, la Tierra,
de 1930. las estrellas fijas y ningún otro planeta. En tal caso, por la
vía empírica, sólo se hubiera podido determinar el cambio
N tiempos de ansiedad e incertidumbre como los nues- de dirección de la línea recta Sol-Tierra durante el curso del
E tros, cuando tan difícil es sentir satisfacción por el curso
de la humanidad, resulta particularmente consolador pensar
año (movimiento aparente del Sol con respecto a las estrellas
.fijas). De esta forma, fue posible descubrir que las direccio-
en un hombre tan excepcional y sereno como Kepler. J ohan- nes Sol-Tierra eran todas trazables dentro de un plano esta-
nes Kepler vivió en una época en la que aún no se considera- cionario con refeJ;encia a las estrellas fijas, al menos según
ba seguro el reino de la ley en la naturaleza. La profundidad las observaciones de aquellos tiempos en que no existían los
,de su fe en la existencia de una ley natural ha de haberle telescopios. De esta misma manera también se pudo determi-
brindado la fuerza necesaria para dedicar décadas de duro y nar de qué modo la línea Sol-Tierr;:1 gira en torno al Sol. Se
paciente trabajo a la investigación empírica de los movimien- comprobó que la velocidad angular de este movimiento varía
tos planetarios y de las leyes matemáticas de esos movimien- en forma regular a lo largo del transcurso del año. Pero esto
tos; todo ello, sin ningún apoyo y con la comprensión de no servía de mucho, toda vez que por entonces se ignoraba
pocos. Si hemos de honrar dignamente su memoria, tendre- en cuánto se altera la distancia entre la Tierra y el Sol en el
mos que describir de la manera más clara su problema y las curso del año. Sólo cuando estos cambios fueron conocidos
etapas necesarias para su solución. se pudo determinar la verdadera forma de la órbita de la
Copérnico había abierto los ojos de los más inteligentes al Tierra y del recorrido de este planeta.
hecho de que la mejor manera de lograr una clara compren- Kepler halló una maravillosa forma de solucionar este pro-
sión de los movimientos aparentes de los planetas en el cielo blema. En primer lugar, de sus observaciones del Sol dedujo
era interpretarlos como movimientos en torno al Sol, al que que la aparente trayectoria solar con respecto a las estrellas
concebía como un cuerpo inmóvil. Si los planetas se hubieran fijas cambiaba de velocidad, en las distintas épocas del año,
desplazado de modo uniforn1e, en círculo en torno al Sol, pero que la velocidad de ese movimiento era siempre la
hubiera sido comparativamente fácil descubrir qué aspecto misma en el mismo momento del año astronómico y, por
debían tener·· estos movimientos vistos desde la Tierra. Sin consiguiente, que la velocidad de rotación de la recta Tierra-
embargo, como estos fenómenos son mucho más complejos, Sol era siempre la misma cuando apuntaba a la misma zona
la tarea resultaba mucho más ardua. En primer lugar, había de las estrellas fijas. Es decir, que resultaba lícito suponer
que determinar los movimientos empíricamente a pa'rtir de que la órbita de la Tierra era cerrada y descrita por nuestro
las observaciones dé Tycho Brahe. Sólo entonces podía pen- planeta del mismo modo cada año, cosa que de ningún modo
sarse en el descubrimiento de leyes generales acordes con era evidente a priori. Para quienes se adherían al sistema de
esos movímientos. Copérnico esta explicación debía aplicarse con toda segu,."idad
Constituía una tarea de extraordinaria dificultad determi- a las órbitas del resto de los planetas.
nar ios yerdaderos movimientos en torno al Sol; para perca- Lo cual, sin duda, fue una gran simplificación. ¿Pero cómo
72 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 73
determinar la verdadera forma de la órbita de la Tierra? es?s momentos conocidos, pues, SM siempre presenta la
Imaginemos una linterna, M, encendida, y brillando en algún ~1sma base, en !an~o que la Tierra siempre está en un punto
punto del plano de la órbita. Supongamos que sabemos que diferente en su orblta. Las observaciones del Sol y de Marte
esta linterna permanece permanentemente en su lugar y que, en esos momentos constituyen así un medio para determinar
de ese modo, constituye una especie de punto de triangula- ~a verdadera órbita de la Tierra, en vista de que Marte
ción para determinar la órbita de la Tierra, un punto que los J~ega en esos momentos el papel de nuestra linterna imagina-
habitantes de la Tierra pueden observar en cualquier momen- na. De esta manera Kepler descubrió la verdadera forma de
to del año. Y también supongamos que esta linterna M está la órbita de la Tierra y el modo. en que la Tierra la describe
más lejos del Sol que de la Tierra. Con la ayuda de este y nosotros, los que hemos venido detrás de él --europeos,
· punto, era posible determinar la órbita de la Tierra de la alemanes o suavos- debemos admirarle y rendirle honores.
siguiente manera: · U na _vez que la ó~bita de la Tierra ha sido empíricamente
En primer término, cada año llega un momento en que la determmada, conoctda la verdadera posición y longitud de
Tierra T pasa exactamente por la línea que une el Sol S y la la línea ST en cualquier momento, ya no le resulta a Kepler
linterna M. Si en ese momento miramos desde la Tierra, T, tan terriblemente difícil calcular las órbitas y movimientos
hacia la linterna M, nuestra línea de visión coincidirá con la del resto de los planetas a partir de la observación. No
línea SM (Sol-linterna). Supongamos que esta última está obst~nte, se trataba de una inmensa tarea, en especial si se
visible en el firmamento. Ahora imaginemos la Tierra en const?era_ ~1 . de,sarrollo de la matemática en esos tiempos.
una posición diferente y en un momento diferente. Dado As1 se m1ctana la segunda parte, y no la menos ardua de
que el Sol S y la linterna M pueden ser vistos. desde la la vida de in~estigador de Kepler. Las órbitas eran empírica-
Tierra, el ángulo T del triángulo STM es conoctdo. Pero mente conocidas, pero sus leyes debían ser deducidas de los
también conocemos la dirección de ST en relación con las datos empíricos. En primer lugar tenía que conjeturar la
estrellas fijas, a través de observaciones solares directas, en natura}eza matemática de la ~urva descrita por la órbita y
tanto que la dirección de la línea SM en relación co~ ~~s despues contrastarla con un mmenso número de datos. Si
estrellas fijas ha sido previamente obtenida en forma defimti- este i~~ento fallaba, era preciso plantear una nueva hipótesis
va. En el triángulo STM, también nos es conocido el ángulo y venf1carla _de nuevo. D~spués de una vasta investigación,
S. Por tanto, con la base SM arbitrariamente dibujada sobre se comprobo que la conJetura de que la órbita era una
un trozo de papel, en virtud de nuestro conocimiento de los elipse con el Sol en uno de sus focos era la adecuada. Kepler
ángulos de los vértices T y S, podemos construir el triángulo también descubrió la ley de la variación de la velocidad a lo .·
STM. Debemos hacer esto mismo en varias ocasiones duran- largo de cada revoluciqn, según la cual la línea sol-planeta ·
te el año; cada vez obtendremos una posición de la tierra, recorre áreas iguales en iguales períodos de tiempo. Por fin
T, con su correspondiente fecha y una· determinada posición descubrió asimismo que los cuadrados de los períodos d~
con respecto a la base SM permanentemente fija. La .órbita revolución en torno al Sol son proporcionales a .las terceras
de ~a Tierra quedará, así, determinada de manera empírica, potencias de los ejes mayores de las elipses.
dejando de lado su t~año absoluto, desde luego. Nuestr~ a_dmiración po~ es!e hombre está acompañada por
Sin duda, habrá quien pregunte ·¿pero de dónde podía otro sentmue~to de adrmr~c1ó~ y respeto producido no por
.sacar Kepler esa linterna M? Su genio y naturaleza -.benévo- un hombre, smo por la m1stenosa armonía de la naturaleza
la en este caso-- se la proporcionaron. Por ejemplo, allí ?entro de la cua~ hemos riacido. Los antiguos ya habían
estaba el planeta Marte y la duración del año marciano (o 1deado las regulandades más simples. Entre éstas, junto a la
sea, una rotación del planeta en tomo al Sol) era conocida. recta y a la circunferencia, las más imuortantes eran .la elipse
En cierto punto, puede ocurrir que el Sol, la Tierra y Marté y la hipérbola. Estas dos últimas las~ vemos realizadas --o
se hallen casi en una linea recta. Esta posición de Marte se muy · poco menos- en las órbitas de los cuerpos celestes.
repite con regularidad después de uno, dos y más años mar-. Al parecer, la mente humana ha de construir primero las
ci~mos, porque Marte se mueve en una órbita cerrada. En formas de modo independiente, para luego poder hallarlas
l.
¡
74 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad
( 75
1
en las .cosas. Las verdaderas proezas de Kepler son un ejem- re~l es c<;tpaz de cambiar. Los cuerpos perceptibles son el
plo magnífico de esta aserción: el conocimiento no puede
surgir de la experiencia tan sólo, sino de la comparación de
!'l ong~n evidente d:I concepto de punto material; éste, por lo
comun, es conce~:ndo como análogo a los cuerpos móviles, a
las invenciones del intelecto con los hechos observados. lo~ que ~~ despoJa de las características de extensión, forma,
l onentac10n en el espacio y de todas las cualidades «internas»
'
Y se les concede tan sólo la inercia y la traslación, añadiendo!
LA INFLUENCIA DE MAXWELL EN LA EVOLUCION DE el concepto de fuer~a. Los cuerpos materiales, que psicológi-l' .
LA IDEA DE LA REALIDAD FISICA camente nos con~uJeron a la formación de nuestro concepto
del «pu_nto matenal», deben ser considerados, en sí mismos,
En ocasión del centenario del nacimiento de Maxwell. Publi- como sistemas d~ puntos materiales. Hay que subrayar que
cado en 1931, en James Clerk Maxwell: A Commemoration este es_q~ema teonco es, en esencia, un esquema atomístico ·
Volume, Cambridge University Press. Y mecamco. Todos los hec~o~ debían ser interpretados de
una manera puramente mecamca, es decir, como movimien-
A creencia en un mundo exterior, independiente del suje- ·. tos ?e. puntos materiales según las leyes newtonianas del
L to perceptor, es la base de toda la ciencia natural. No .
obstante, dado que la percepción sensorial sólo brinda una '
movimiento.
El. a_specto m~n~s satisfactorio de este sistema -aparte de
información indirecta de ese mundo exterior o «realidad físi- las dificultades msltas en el concepto de «espacio absoluto»,
ca», únicamente podemos captar a esta última por medios que hac~ ~~y poco se han planteado una vez más- está en
especulativos. De aquí se concluye que nuestras nociones de su descnpcwn de laJuz, que Newton también concibió como
l.. la realidad física nunca podrán ser definitivas. Debemos estar compuesta por puntos materiales que componen la luz en el
siempre preparados para cambiar esas nociones ·-es decir, caso de que l_a luz f~e~a absor?ida. Por otra parte, 'es sin
la l:;J_ase ¡1~iom;ítica de la física- para mantener una relación du?a poco sat1sfactono mtroducu en la discusión puntos ma-
adecuada con los hechos percibidos, de la manera más lógica- te~I~les cle naturaleza muy distinta, como los que deben ser
mente perfecta. Por cierto que una mirada al desarrollo de utilizados para la representación de la materia ponderable y
la física nos muestra que esta ciencia ha pasado por cambios de luz_. ~as tarde, a estas dos clases se sumaron los corpúscu-
profundos a lo largo del tiempo. l?s _electncos, con lo cual se constituía una tercera de caracte-
El cambio mayor en la base axiomática de la física -en nstiC<;t~ por comp~eto diferentes. Por otra parte, constituía
otras palabras: de nuestra concepción de la estructura de la tamb1en un_a_ deb1h?ad fundamental el hecho de que las fuer-
realidad-, desde el momento en que Newton sentara las· zas , de accwn ~eciproca, por las cuales se determinan los
bases de la física teórica, fue provocado por los trabajos de fenomenos, debieran suponerse hipotéticamente de una ma-
Faraday y Maxwell en el campo de los fenómenos electro- nera p~rfectar:nente arbitraria. Con todo, esa concepción de
magnéticos. Trataremos de explicarlo en las siguientes líneas, !a real_19ad diO mucho de sí. ¿Cómo se llegó a tener la .·
manteniendo a la vista tanto los desarrollos iniciales como 1mpres10n de que había que abandonarla? ·
los posteriores. Con el fin de expresar matemáticamente su sistema New- .
Según el sistema de Newton, la realidad física se caracteri- ton tuvo que crear el conct;pto de cocientes diferenciales y
za por los conceptos de espacio, tiempo, punto material y , e~presa~ las leyes del movimiento en la forma de ecuaciones :,
fuerza (acción recíproca de los puntos materiales). Lo~ fenó- · d1ferencrales totales: quizá el mayor avance intelectual reali- ·
menos físicos, según el punto de vista de Newton, deben ser z~do por una sola persona. Las ecuaciones diferenciales par-
considerados como movimientos, gobernados por leyes fijas, c~ales no era~ nece~~rias para estos fines, y tampoco Nevvton
de puntos materiales en el espacio. El punto material es ' h1zo. un uso. s1stemat1co de ellas, pero fueron necesarias para
nuestro único modo de representar la realidad cuando nos la form~lac1ón de la mecánica de los cuerpos deformab1es.
enfrentamos con cambios que se producen en eíla; es el ?sto esta conectado con el hecho de que, en principio, no es
representante solitario de lo real, en la medida en que lo Importante, en estos problemas, la manera cómo se supone
··'c·-T

Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 77


76
que los cuerpos están construidos a partir de los puntos campo de Maxwell; no. obstante, este intento no alcanzó un
materiales. éxito total.
Así fue cómo la ecuación diferencial parcial entró en la Si dejamos a un lado los importantes resultados individua-
física teórica como un elemento ancilat, aunque gradual- les que. produjo la investigación de Maxwell a lo largo de
mente se ha ido convirtiendo en soberana. Esto tuvo su toda su vida en importantes ámbitos de la física y si nos
inicio en el siglo XIX, al imponerse la teoría ondul~toria concentramos en los cambios que él aportara a la concepción
bajo la presión de los hechos observa?os. La luz en ~1 de la naturaleza de la realidad física, podemos decir lo si-
espacio vacío fue explicada como un f~nomen.o ondulatono guiente: antes de Maxwell, los· investigadores concebían la
del éte.r y por tanto parecía innecesano considerarla como realidad física --en la medida en que se supone que represen-'
un conglomerado de puntos materiale~. En es_te momento; ta los fenómenos naturales- como puntos materiales, cuyos
por primera vez, la ecuación diferen~ml parcr_al s~ mostro cambios sólo consisten en movimientos que pueden formular-
como la expresión natural de las reahdade~ J?nmar~a~ de la se mediante ecuaciones diferenciales totales. Después de ·
física. En este ámbito particular de la f1s1ca teor~ca, el Maxwell, se concibió la realidad física como representada
campo continuo se convertía junto al punto. matenal,_ en por campos continuos, que no podían ser explicados mecáni-
representante de la realidad física. Este dualismo persiste. . camente, que debían representarse mediante ecuaciones dife-
aún hoy, por muy molesto que resulte para cualquier men- renciales parciales.
talidad ordenada. · Este cambio en la concepción de la realidad es el más
Aun cuando la idea de la realidad física. había dejado de profundo y fructífero que se ha producido en la física desde
ser puramente atómica, continuaba si~ndo, de n;o~ento, pu- los tiempos deiNewton; con todo, debemos admitir al mismo
ramente mecánica; en general, todavta se_ s:gma mtentando tiempo, que el programa no ha sido desarrollado aún en
explicar todos los fenómenos como mov1m1entos de masas tod~s sus partes. Los sistemas satisfactorios de la física que a
inertes y, por cierto, ningún otro enfoque de los hec~os partir de entonces se han desarrollado representan compro-
parecía concebible. Se produce entonces el gran cambiO, misos entre estos dos esquemas, que por esta misma razón
que para siempre estará asociado a los nombres de Faraday, ofrecen un carácter provisional, lógicamente incompleto; a
Maxwell y Hertz. En esta revolución, la parte del león corres- pesar de que ha facilitado grandes adelantos en algunos de
ponde a Maxwell. Demostró que el conjunto de lo que por. los aspectos investigados. .
entonces era conocido acerca de la luz y de los fenomenos En primer lugar, llama la atención el trabajo que realizara
electromagnéticos se podía expresar mediante _su conocido Lorentz para establecer su teoría de los electrones, en la
doble sistema de ecuaciones diferenciales parctales, en las cual el campo y los corpúsculos eléctricos se revelan como ·
.··que · los campos eléctrico y magné~ico ap~recen como . las elementos de idéntico valor para la comprensión de la reali-
···variables dependientes. Maxwell ~tato, por cierto,~~ explicar dad. A continuación han surgido las teorías especial y gene-
e o justificar esas ecuaciones mediante la construccwn de un ral de la relatividad que, a pesar de estar basadas por comple-
modelo mecánico. · to en ideas que se conectan con la teoría de campo, hasta el
· Construyó varios pero sin tomarse demasiado en serio nin- presente parecen incapaces de evitar la introducción indepen- .
guno de ellos, y al final quedaron las ecuaciones co~o lo diente de los puntos materiales y de las ecuaciones diferencia-
esencial y las intensidades d~ campo como . ~as entidades les totales.
irreductibles. Hacia fines del s1glo, la concepcwn del campo La última creación de lá física teórica, y la de mayor
electromagnético como entid~d ~l!ima h~bía sid_o ace?tada éxito, es decir, la mecánica cuántica, difiere de manera fun-
de manera general y muchos c1ent1fic<?s s~:x;os hab1,a~ abando- damental tanto del esquema newtoniano como del esquema
. nado los intentos de dar una exphcac10n mecamca a lqs maxwelliano, si se nos permite el uso de estos neologismos
ecuaciones de Maxwell. Y antes de que transcurriera mucho en aras de la concisión. La diíerencia estriba en que las
tiempo ocurrió, al contrario, _que se inte~.taron explic~r los magnitudes que figuran .en las leyes de la teoría cuántica no
·puntos materiales y su inerc1a por med10 de la teona de pretenden describir la misma realidad ·física, sino tan sólo las
Sobre la Teoría de la Relatividad 79
78 Albert Einstein
mi presencia en esta sala, que hoy nos alberga para conme-
probabilidades de 9ue se produzca una determinada rea~i~~d morar a un hombre que luchó durante toda su vida, y con
. física. Dirac, a qmen en mi opinión debemos la expos1c10n bravura, en bien de la unidad del conocimiento. No obstante,
más perfecta -des?e el punto de vista. ~ó~co- ?e esta desde un punto de vista objetivo, mi empresa puede justifi-
teoría señala con acierto que quizá sería difícil, por eJemplo, carse sobre la base de que, después de todo, bien podría ser
propo~cionar una de~~ripción teórica de un _f~tó~ tal qu~ nos de interés llegar a saber cómo ve su ciencia una persona que
brindara la informac10n necesaria para decidir s1 pasara por ha pasado su vida entregada a aclarar y perfeccionar sus
un polarizador s_ituado (oblicuamente) en su c~mi_no, o no. fundamentos. La forma en que ese investigador vea la evolu-
Todavía me siento proclive a sostener el cnteno de que ció~ p<isada y presente puede que dependa demasiado de lo
los físicos no se contentarán, a largo plazo, con este tipo ~e que él espera del futuro y de lo que busca en el presente;
descripción indirecta de la realidad, aun cuando la teona pero ése es el destino inevitable de cualquier persona que se
pueda ser adaptada ~1 postulado de la relatividad gen~ral de haya entregado con intensidad al trabajo, en el mundo de
una forma satisfactona. Estoy seguro de que en esas cuc~ns­ las ideas. Otro tanto le ocurre al historiador que, del mismo
tancias nos veremos obligados a volver a intentar la realiza- modo, aunque tal vez en forma inconsciente, agrupa los
ción del programa que bien podría definirse como ma:Xwellia- hechos reales en torno a ideales que se ha formulado a sí
no: la descripción de la realidad física en términos de campos mismo acerca de la sociedad humana.
que satisfagan, sin singularidades, a ecuaciones diferenciales Arrojemos ahora una mirada al desarrollo del sistema teó-
parciales. rico y prestemos una especial atención a las relaciones entre
el contenido de la teoría y el conjunto de los hechos empíri-
cos. En nuestro ámbito de trabajo, nos vemos afectados por
SOBRE EL METODO DE LA FISlCA TEORICA la eterna antítesis entre los dos componentes inseparables de
nuestro conocimiento: lo empírico y lo racional. 1/
Disertación Herbert Spencer, pronunciada en Oxford, el 10 Reverenciamos a la antigua Grecia como cuna de la ciencia
de junio de 1933. Publicada en Mein Weltbild, Amsterdam: occidental. Allí, por primera vez, el mundo fue testigo del
Querido Verlag, 1934. milagro de un sistema lógico que avanzaba paso a paso con
tal precisión que cada una de sus proposiciones era absoluta-
I alguien quisiera averiguar algo acerca de los ·J?étod<?s mente cierta: me refiero a la geometría de Euclides. Este
S que los físicos teóricos utilizan, tendrá que seguu al p1e
de la letra este consejo: no escuchar sus palabras, sino pres-
admirable triunfo de la razón dio al intelecto humano la
confianza en sí mismo necesaria para sus realizaciones poste-
tar total atención a lo que los investigadores hagan. Para riores. Si Euclides no ha logrado inflamar vuestro entusiasmo
quien es un descubridor en este campo, los p~oductos de su juvenil, esto significa que no habéis nacido para convertiros
imaginación se le presentan como ta,n necesanos y naturales en pensador científico.
que él mismo los considera -y querría que los demá_s los Pero antes de que la humanidad estuviera madura para
., consideraran- como realidades dadas y no como. creaciOnes una ciencia que abarca el conjunto de la realidad, era necesa-
del pensamiento. ria una segunda verdad fundamental, que sólo llegaría a ser·
. . Estas palabras casi parecen una invit<!-ción a que todos propiedad comiin de todos los filósofos con el advenimiento
,}:ustedes se marchen sin escuchar esta conferencia. Cada uno de Kepler y Galileo. El puro pensamiento lógico no puede
: :- de· ustedes bien se podrá decir a sí mismo que el conferen- brindarnos ningún conocimiento del mundo empírico; todo
~- ciante es un ñsico investigador y que, por tanto, tendría que J, conocimiento de la realidad comienza en la experiencia y
:~: dejar la reflexió~ sob~e la estructura de la ciencia teórica en ·.,desemboca en ella. Las leyes descubiertas mediante el uso
manos de los ep1stemologos. · de la lógica son c;ompletamente vacías en lo que respecta a
Ante tales criticas, puedo defenderme desde un punto de la realidad. Galileo comprendió esto y lo proclamó a voz en
vista persona~ as~gurando a ustedes que no se debe a mi cuello en el mundo científico, motivo por el cual se ha con-
propia iniciativa smo a la gentil invitación de otras personas
80 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 81
vertido en el padre de la física moderna y, por cierto, de XIX. Pero en fo!ma ~ausada e ininterrumpida hoy va ganan-
toda la ciencia moderna. do terreno: la distancia que en el pensamiento media entre,
Si la experiencia, pues, es el alfa y el omega de todo por una parte, los co~ceptos fundamentales y las leyes y,
nuestro conocimiento de la realidad ¿cuál es la función de la por la otra, las conclusiOnes que deben ser relacionadas con
razón pura en la ciencia? nuestras ex~e~iencias crece dí~ a _día, en la medida en que la
Un sistema completo .de física teórica está compuesto por estructura logica se vuelve mas simple, es decir, cuanto me-
conceptos, por leyes fundamentales aplicables a esos concep- ?-or es e~ número de_ elementos conceptuales lógicamente
. tos y de las conclusiones alcanzables por deducción lógic~. Y mdependtentes, considerados n,ecesarios para sostener la
estas conclusiones deben corresponder con nuestra expenen- estructura.
cia individual. En cualquier tratado teórico la deducción lógi- Newton, el primer creador de un sistema de vastos alean- ·
ca de esas conclusiones ocupa casi toda la obra. . ces y viable en el ámb!t? de la físi:a teórica, creía aún que
Esto es exactamente lo que ocurre en la geometría eucli- los conceptos y ~eye~ bas~cos de su Sistema podían ser deriva-
diana, si bien en ella las leyes fundamentales son llamadas dos d~ la expenenc1a. Sm duda, ése es el significado de su
axiomas y no se plantea que las conclusiones deban corres- conoctda frase hypotheses non fingo. · ·
ponder a ninguna clase de experiencia: Si~ embargo, ~i se En rigor, los conceptos de tiempo y espacio en esos mo-
toma la geometría euclidiana como la ciencia de las posibles mento~ no parecían presentar dificultades. Los conceptos de
relaciones mutuas de los cuerpos prácticamente rígidos en el
espacio -es. decir, si se la considera una ciencia física,_ sin
r
~asa, m~rcia y fuerza la~ leyes sobre su interrelación pare-
Clan surgu de la expenenc1a en forma directa. Una vez que
salirse de su contenido original empírico-- la homogeneidad se ~a aceptado ~sta base, la expresión para la fuerza gravita-
lógica de la geometría y de la física teórica se llega a advertir tona parece denvable de la experiencia y es razonable espe-
en toda su extensión. rar otro tanto con respecto a las demás fuerzas.
Hemos visto, pues, cuáles son los puestos de la razón De la formulación de Newton podemos ver que el concep-
pura y de la ·experiencia dentro de un sistema teóri~a de to de espacio absoluto, que incluye el de reposo absoluto le
física. La estructura del sistema es resultado del trabaJO de producía u~a s~nsación poco confortable. Comprendía que
la razón; el contenido empírico y sus mutuas relaciones deben en la e~p~nenc1a no parecía existir nada que correspondiese
hallar su representación en las conclusiones de la teoría. En a este ultimo concepto. Tampoco estaba satisfecho por com-
la posibilidad de tal representacíó? está contenido ~~ único pleto con la introducción de fuerzas que operan a distancia.
valor y la: justificación de todo el s1stema, y en espec1al la de Pero el_ tremendo éxito pr_áctico de sus doctrinas bien pudo
los conceptos y principios fundamentales que lo sust~ntan. habe! sido lo que impidió a él tanto como a los físicos de
Más allá de esto, dichos principios fundamentales son mven- los. siglos XVIII y XIX reconocer el carácter ficticio de los
. cienes libres del intelecto humano, ·que no pueden ser justifi- fundamentos de ese sistema .
cadas ni por la naturaleza de ese intelecto ni de ninguna Por el contrario, los filósofos naturales de aquellos días,
otra manera apriorística. · . . · en su mayoría, estaban poseídos por la idea de que los
· Estos conceptos y postulados fundamentales, que no p~e­ conceptos fundamentales y los postulados de la física no
den ya ser reducidos lógicamente, forman la parte esencial eran, en sentido lógico, libres invenciones de la mente huma-
de una teoría, un núcleo que la razón no alcanza a compren- na y qu~ eran deducible~; a partir de la experiencia por
der. El objetivo principal de toda teoría es lograr que estos «abstracción», es decir, por.medios lógicos. Un completo
elementos irreductibles sean tan simples y tan pocos en canti- reconocimiento del carácter erróneo de esta noción aparece-
dad corno sea posible, sin tener que renunciar a la represen- ría sólo con la teoría de la relatividad general, que demostró
tación adecuada de ningún contenido empírico. • que, a partir de una base bien distinta de la newtoniana es
El panorama que aquí he delineado, del carácter puramen- posible dar cuenta de una mayor cantidad de hechos empíri-
te ficticio de los fundamentos de la teoría científica, no era cos. Pero más allá de la cuestión de la superioridad de uno
el que prevalecía sin discusión durante los siglos XVIII y u otro punto de partida, el carácter ficticio de los principios
82 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 83

fundamentales es muy evidente, toda vez que podemos seña- En estos momentos carecemos aún de una teoría adecuada
lar dos principios esencialmente ~ifer~ntes que concuerdan para esas partes del espacio en las que la densidad de la
ambos, ampliamente con la expenenc1a., :f:sto, a la vez, de- carga eléctrica no desaparece. De Broglie ha conjeturado la
muestra que todo intento de deducción log1ca ?e los concep- existencia de un campo ondulatorio, que sirvió para explicar,
tos básicos y postulados de la mecánica a partu de las expe- tiempo después, ciertas propiedades cuánticas de la materia.
riencias elementales está condenado al fracaso. Dirac ha hallado en los spinors magnitudes de campo de un
Si es verdad, pues, que la base axiom~tic~ de la física nuevo tipo, cuyas ecuaciones más simples nos autorizan en
teórica no puede ser extraída de la expenenc1a Y debe ser gran medida a deducir las propiedades del electrón. Después
inventada con libertad ¿podemos esperar 9ue alguna :rez de esto, yo mismo, junto con mi colega el doctor Walter.
hallemos el camino correcto? Y, lo que es mas, ¿este cammo Mayer, he descubierto que esos spinors configuran un caso
correcto existe más allá de nuestras ilusiones? ¿Podemos especial de un nuevo tipo de campo, matemáticamente co-
confiar en que la experiencia sea uha guía segura cuando nectado con el sistema cuatridimensional, al que hemos lla-
existen teorías (tal como la mecánica clásica) que en gran mado «Semivectores». La ecuación más simple que esos semi-
medida hacen justicia a la experiencia pen? sin comp:en?~r vectores pueden satisfacer proporciona una clave para la
los hechos en toda su profundidad? Sin nmgun~ vacdacton comprensión de la existencia de dos tipos de partículas ele-
responderé que, según mi opinión, existe un cammo correcto mentales, de distinta ll}asa ponderable y de igual pero opues-
y que nosotros somos capaces de hallarlo. . . . ta carga eléctrica. Estos semivectores son, después de los
Hasta el momento presente nuestra ex.pen~:?c1a nos a~ton­ vectores comunes, los campos matemáticos más simples que
za a creer que la naturaleza es la reallzacwn_ de las Ideas son posibles en.iUn continuo métrico de cuatro dimensiones
matemáticas más simples que se pueda con~eb1r. Estoy con- y, al parecer, describen, de un modo natural, ciertas propie-
vencido de que, por medio de construcciOnes puramente dades esenciales de las partículas eléctricas.
matemáticas, podemos descubrir los conceptos y las leyes Para nosotros, lo importante es observar que todas estas
que los conectan entre sí, que s~r; los element_?S que propor- construcciones y las leyes que las conectan pueden ser alcan-
cionan la clave para la comprenswn de los fenomenos nc:tl!ra- zadas por el método de buscar los conceptos matemáticamen-
les. La experiencia puede sugerir los conceptos matemat1cos. te más simples y el nexo entre ellos. Es en el limitado
apropiados, pero éstos, sin duda ninguna, n<_> P':Leden_ ser número de campos y de ecuaciones simples que pueden exis-
deducidos de ella. Por supuesto que la expenenc1a retiene tir matemáticamente donde descansa la esperanza del teórico
su cualidad de criterio último de la utilidad física de una de captar lo real en toda su profundidad.
construcción matemática. Pero el principio creativo reside Entre tanto, el mayor inconveniente que se opone a una
en la matemática. Por tanto, en cierto sentido, considero teoría de campos de esta clase reside en la concepción de la
que el pensamiento puro puede c:aptar la realidad, tal como estructura atómica de la materia y la energía. Esto ocurre
los antiguos lo habían soñado. . .. porque la teoría no es atómica en sus fundamentos, en la
Con el fin de justificar esta confianza, me veo compelido medida en que opera en forma exclusiva con funciones conti-
a utilizar un concepto matemático. El mundo _físico es. ~epre­ nuas del espacio, en contraste eón la mecánica clásica, cuyo
sentado como un continuo de cuatro dimens10nes. S1 mtro-. elemento más importante ~~ punto material- justifica por
duzco en él una métrica riemanniana y pregunto cuáles son sí mismo la estructura atómica de la materia.
las leyes más simples que esa mét~ica _¡;uede satisfac<?r, llesa- La moderna teoría cuántica en la forma caracterizada por
i.
ré a la teoría relativista de la graVItacwn en el espa<;lO vac1_o. De Broglie, Schródinger y Dirac, que opera con funciones
Si en ese espacio supongo la existencia de un campo vecto_nal continuas, ha superado estas dificultades gracias a una atrevi-
o de un campo ténsorial antisimétrico que pue_de ~er denya- da interpretación que fue formulada, por primera vez, por
do de aquél y pregunto cuáles son las leyes mas s1~ples que . Max Born. Según dicha interpretación, las funciones espacia-
ese campo puede satisfacer, llegaré a las ecuaciOnes de les que aparecen en las ecuaciones no pretend~n ser un
Maxwell para el espacio vacío. modelo matemático de la estructura atómica. Esas funcü:~nes,
Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 85
84
~-_.:, del espacio ~n el pensamiento precientífico. Existen dos. mo-
se supone, sólo determinan las probabilidades matemáticas dos de considerar _l~s conce~tos, y ambos son indispensables
de hallar tales estructuras, si se han hecho las correspondien- para la comprens10n. El pnmero es el análisis lógico, que
tes mediciones en un punto particular o en ciertq estado _ responde a la pregunta: ?e.n. qué situación de dependencia
dinámico. -- ,o mutua se encuentran los JUICIOS y los conceptos? Al contes-
Esta interpretación no admite objeciones desde el punto tar, nos ~hallaremos en un te~eno ~elativamente seguro: es
de vista lógico y tiene a su favor importantes éxitos. Sin la segundad 9ue tanto nos Impresiona de la· matemática.'?.
embargo, y por desdicha, obliga a utilizar un continuo con Pero e~ta certidumbre se obtiene al precio de la vaciedad de
un número de dimensiones (cuatro) que la física hasta ahora contemdo. , h2~ C()f1Ceptos splo: p\leden adq11irir contenido
no atribuye al espacio y que se eleva indefinidamente con el c_uando est<m cone_.<::ta?os con la exBerie11cia se~~o!ial, aunque
número de las partículas que constituyen el sistema conside- s_ea de una forma md1recta:. Pero mnguna investiaación lógica
rado. No puedo menos que confesar que sólo confiero una puede reyelar esta co~exión, gue únicamente pu~de advertir-
importancia transitoria a esta interpretación. Aún creo que se a traves de la ~penmentac1ón. No obstante, esta conexión
es posible un modelo de la realidad, o sea, una teoría que es la que determma el valor cognoscitivo de los sistemas
represente las cosas en sí mismas y no tan sólo la probabili- conceptuales.
dad de su aparición. Analicemos un ejemplo. Supongamos que un arqueólogo
Por otra parte, estoy seguro que debemos abandonar la de ~na cultura posterior a la nuestra descubre un texto que
idea de describir la localización completa de las partículas en explica _1~ ge~metría euclidiana sin figuras. El arqueólogo
un modelo teórico. Según mi punto de vista, ésta es la secue- ?escubnra cual/es el uso de las palabras «punto», «recta» o
la permanente del principio de incertidumbre de Heisenberg. «plano» en los/ enunciados. También advertirá de qué mane-
Pero una teoría atómica en el verdadero sentido de la expre~ ra cada uno de los conceptos es deducido del anterior. Inclu-
sión (no meramente sobre la base de una interpretación), so llegará a ser capaz de establecer nuevos enunciados de
sin localización de las partículas en un modelo matemático, acuerdo con las reglas descubiertas. Pero la estructura de
es perfectamente concebible. Por ejemplo, para fundamentar esos e:r_mnciados será un juego de palabras vacío, porque las
el carácter atómico de la electricidad, las ecuaciones de cam- expre~wnes «punto», «recta» o «plano» no significan nada
po tan sólo deben conducir a las siguientes conclusiones: para el. · '
una región del espacio tridimensional, en cuyo contorno la Tan sólo en el mom,ento en _que esas expresiones signifi-
densidad eléctrica desaparece en forma sistemática, siempre quen. alg~, .la geometna llegara a· tener un contenido para
contiene una carga eléctrica total cuya dimensión está repre- e~e hipot~~1co arqueólogo. Otro tanto ocurriría con la mecá-
sentada por un número entero. Por lo tanto, en una teoría n:c~ analítica y con. cualquier otra exposición de una ciencia
del continuo las características atómicas se expresarían de logtcarnente deductiva.
una manera satisfactoria a través de leyes integrales sin deter- .; ' ¿Qué qmere d_ecir que expresiones o palabras como «rec-
minar la localización de las entidades que constituyen la ta», «punto» o «mterse<;:ción» signifiquen algo? Quiere decir
estructura atómica. · que con ellas se indican experiencias sensoriales ·a las que
No consideraré resuelto el enigma cuántico hasta que una esas palabras están referidas. Este problema extralógico es
estructura atómica haya sido representada de esa manera. el probien:a de la naturaleza de la geometría; que el arqueó- ·
logo podra r~solver ~e IJJ.anera_i.rt~l!itiva tratando de encon-
EL PROBLEMA DEL ESPACIO, EL ETER Y EL CAMPO,
trar en el c?nJ~nto de. su e~periencia algo que se corresponda
EN LA FISICA con esos term;nos pnmanos de la teoría y de los axiomas
Mein Weltbild, Ámsterdam: Querido Verlag, 1934. formulados. Solo ~X: este sentido se puede proponer en forma
razona?le la cuestwn de la naturaleza de una entidad descri-
L pensa~üe:r;t? científico es un desarrollo del pensamie~- . ta med1ante conceptos. ,
E to precient1f1co. Toda vez que el concepto del espacw
yá era fundamental para éste, empezaremos con el concepto
Frente a nuestros conceptos precientíficos estamos en una
86 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 87

posición muy similar a la que ocupa nuestro_ arqueólogo co~ intermedios, también resultarán equivalentes para otros in-
respecto al problema ontológico. Por así ?eci~lo, hemos olvi- tervalos distintos. Así vemos que el intervalo es independien-
dado los rasgos del mundo de la expenenc1a que nos ~a? te del cuerpo elegido para llenarlo. Esto mismo es universal-
inducido a estructurar esos conceptos y tenemos muchas dtfi- mente verdadero en lo que respecta a las relaciones espacia-
' cultades para recordar el mundo de la experienc_ia sin los les. Es evidente que esta independencia, que constituye una
cristales de la interpretación conceptual establecida desde condición principal de la utilidad de establecer conceptos
antiguo. La subsiguiente dificultad estriba en que ?u~stro puramente geométricos, no es a priori necesaria. Según mi
lenguaje está obligado a operar con palabras que es~a~ ~nse­ opinión, este concepto de intervalo, independiente del tipo
parablemente conectadas con aquellos conceptos pru_mt1vos. de cuerpo que lo llene, es el punto de partida del concepto
Nos enfrentamos, pues, con estos obstáculos cua~do _!~tenta­ del espacio.
mos describir la naturaleza del concepto precientifico de Por tanto, considerado desde el punto de vista de la expe-
espacio. . riencia sensorial, el desarrollo del concepto de espacio, des-
- ·Antes de entregarnos al análisis del problema del espacio, pués de estas breves indicaciones, parece estar referido .al ·
he de señalar algo más acerca de los conceptos en general. esquema: objeto material, relaciones espaciales de los obje-
Los conceptos tienen la experiencia sensorial como punto de ! tos materiales, intervalo, espacio. Así considerado, el espacio
referencia, pero, en un sentido lógico, ~amá~ p~eden ser ·.se nos muestra como algo real, en el mismo sentido en que
deducidos a partir de ella. Por este motivo, Jam~s _me ha · lo son los objetos materiales.
sido posible comprender la búsqueda de un a_ prwn en ·el Está claro que el. concepto de espacio como un algo real
sentido kantiano. En cualquier problema ontolo~1co nuestro ya existía en el mundo conceptual extracientífico. Sin embar-
único interés estará en descubrir dentro, del conJunto de las go, la matemática de Euclides no tenía conocimiento de este
experiencias sensoriales aquellas características a las cual~s concepto como tal y se limitaba a I.os conceptos de objeto y
se refieren los conceptos. de las relaciones espaciales entre objetos. El punto, el plan,
Por lo que respecta al conce:pto de es~acio, al parecer, la recta, el segmento son objetos sólidos idealizados. Todas
éste presupone el concepto de obJet~ matenal. La ?aturaleza las relaciones espaciales se originan a partir del concepto de
de las complejas impresiones sensonales que, posiblemente, contacto (la intersección de rectas y planos, los puntos que
son responsables de tal concepto _ha sid? descr~ta a mem-::d~. están sobre una recta, etc.). El espacio como un continuo
La correspondencia entre ciertas Impreswnes v1~uales Y. tacti- no aparece en ningún momento dentro del sistema concep-
les, el hecho de que puedan ser seguidas a t~aves del tiempo tual. El concepto de espacio fue introducido por :Qescartes,
en forma continua y de que puedan ser repetidas en cu_alqmer al describir un punto en el espacio mediante sus coordenadas.
momento (tacto, vista) son algunas de sus cara~terísttcas~. _A Aquí, por primera vez, las figuras geométricas aparecen, en
partir del momento en que el concepto de obJ_eto. matenal cierto modo, como partes de un espacio infinito, que es
ha adquirido forma en conexión con las expenenc1as antes concebido como un continuo de tres dimensiones.
mencionadas --concepto que de ninguna manera presupone La gran superioridad del tratamiento cartesiano del espacio
el de espacio o el de relación espacia~- el deseo de l~grar no está en absoluto limitada al hecho de que aplica el análisis
una captación intelectual de las relaciones de esos ob_Jetos con fines geométricos. Pero ·la cuestión fundamental estriba
dará origen a conceptos que correspondan a . !a~ relacwnes. en lo siguiente: en sus descripciones ge9métricas, los griegos
espaciales existentes entre ellos. Dos cuerpos sohdos pueden privilegiaron objetos particulares (la recta, el plano); otros
tocarse entre sí o estar distantes el uno del otro. 1 En el objetos (por ejemplo, la elipse) sólo son accesibles para esa
segundo caso, un tercer cuerpo puede ser situado entr~ los descripción a través de su construcción o definición ton la
dos primeros sin alterarlos de ninguna maner_a; en el pn~er. ayuda del punto, la recta y el plano. Por otra parte, en el
caso, eso es imposible. Estas rel~ciones esp_ac1~les son o_bvla- tratamiento cartesiano, todas las superficies, por ejemplo,
mente reales, tal como los obJetos en s1 m1smos. S1 ~os aparecen en principio en un pie de igualdad, sin ninguna
cuerpos son equivalentes para llenar uno de esos espacios preferencia arbitraria para las estructuras lineales.
.,~

88 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 89


En la medida en que la geometría ha sido concebida como ponderable: el éter, al que se consideraba como un vehículo
la ciencia de las leyes que gobiernan las relaciones espaciale~ de los ~enómenos ~lectromagnéticos y, por ende, también de
mutuas de los cuerpos prácticamente rígidos, debe ser consi~ los fe~omenos lunnnosos. Los estados de este medio, que se ·
derada como la rama más antigua de la física. Como ya lo supornan ser los de los campos electromagnéticos, en un
he mencionado, esta ciencia ha sido capaz de avanzar sin pnm_er. momento fueron concebidos desde un punto de vista
disponer del concepto de espacio como tal: fueron suficientes mecarnco, sobre la base del modelo de las deformaciones
para sus necesidades las formas corpóreas ideales, como el elásticás de los cuerpos sólidos. Pero esta teoría mecánica
punto, la recta, el plano, el segmento. Por otra parte, el de~ éter nunca obtuvo una aceptación total, y así se fue
espacio como conjunto, tal como fuera concebido por Des- deJando de lado como interpretación detallada de la natura~
cartes, constituía una necesidad absoluta para la física newto- leza de los campos
niana. Ya sabemos que la dinámica no puede trabajar sólo ." . etéreos. De este modo ' el éter se convir-
tiO en una especie de materia a la que se adjudicaba una
con los conceptos de punto de masa y de distancia variable única función: la de actuar como de sustrato de los campos
entre puntos de masa. En las ecuaciones newtonianas del eléctricos que por la índole de su naturaleza no resultaban
movimiento, el concepto de aceleración desempeña un papel an~li~able~. El cuad~o general era el que sigue: el espacio'
fundamental, que no puede ser definido sólo por las distintas e.sta mva~1do por el eter; en é.ste flotan los corpúsculos mate:-,
variables con el tiempo entre los puntos. La aceleración de nales o atomos de la matena ponderable, cuya estructura
Newton sólo puede concebirse o definirse en relación con el atómic~ había sido firmemente establecida a finales de siglo.:
espacio como un todo. Así hupo de agregarse a la realidad En VIsta de que se supo~a que la interacción de los cuer-·
geométrica del concepto de espacio una nueva función deter- pos se realizabaa través de los campos, también debía existir
rninadora de la inercia del espacio. Cuando N ewton describía un ;ampo gra~tatorio en el éter, cuya ley de campo no
el espacio como absoluto, sin duda se refería a esta significa- habm tomado aun por entonces una forma clara. Se imagina-
ción real del espacio, que le obligó a atribuirle un estado de ba que el éter era sólo el asiento de todas las fuerzas que
movimiento definido, que todavía no estaba por completo actúan en el espacio. La inercia también era vista como una
determinado por los fenómenos de la mecánica. Este espacio acción de campo localizada en el éter, porque se había com-
era concebido corno un absoluto también en otro sentido; su probado que las masas eléctricas en movimiento producen
efecto inercial era concebido )como autónomo, o sea, como un campo magnético cuya energía proporciona un modelo
no influenciable por ninguna clase de circunstancia física; el de la inercia.
espacio, pues, afectaba a las masas, pero, por su parte, no ' Hasta el gran descubrimiento de H. A. Lorentz, las propie-
era afectado por nada. .· dades mecánicas del éter constituían un misterio. Tódos los
En las mentes de los físicos el espacio ha seguido siendo, fenómenos del · electromagnetismo por entonces conocidos
. hasta tiempos muy recientes, el receptáculo pasivo de todos po.dían ser. explicados sobre la base de dos supuestos; el
· los fenómenos, y que por sí mismo no participaba. en los pnmero afirma que el éter está firmemente fijado en el
hechos físicos. Nuestro esquema de pensamiento sólo comen- espacio, es dec!r, que Iio es capaz de ningún movimiento y
zó a tomar una nueva vertiente con la teoría ondulatoria de el segundo sostiene que la electricidad está firmemente fijada
la luz y con la teoría del campo electromagnético de Faraday en las partículas elementales móviles. Hoy el descubrimiento
y Maxwell. A través de ellas se comprobó que existían en el • de L9ren~ puede . ser expresado de la siguiente forma: el
espacio libre estados que se propagan en ondas, y 1 asimismo ·. espa~IO físico y .el éter sori sólo términos diferentes para
'~ campos localizados que eran capaces de ejercer fuerzas ~obre , refenrse a una m1sma cosa; .los campos son los estados físicos -
' masas eléctricas o polos magnéticos que se situaran en el ;~el espacio. Si no es posible adjudicar al éter un estado de
punto exacto. En razón de que a los físicos· del siglo XIX les movimiento, no existe ningún motivo para introducirlo como
hubiera resultado por completo absurdo atribuir funciones o una entidad especial junto al espacio. Pero los físicos estaban
estados físicos al espacio mismo, se inventó un medio que aún muy lejos de esa forma de pensar; para ellos el espacio
ocupaba todo el espacio, según el modelo de la materia seguía siendo algo rígido, homogéneo, incapaz de cambiar o
90 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad
91
de asumir estados distintos. Tan sólo el genio de RiemanJ1, este tipo necesita haber tenido una profunda elaboración
soíítario e incomprendido, había marcado un camino: a me- antes de estar en condiciones de conducirnos a conclusiones
diados del siglo pasado, hacia una nueva concepción dei que puedan ser comparadas con la experiencia. También en
espacio, en la cual éste resultaba despojado de su rigidez y este caso el hecho observado es el árbitro supremo aunque
así se reconocía la posibilidad de ?U . ¡:¡at:ticipación en los no yodrá pronunciar ~entencia hasta tanto no se h~ya cons-
fenómenos físicos. Esta verdadera·· proeza intelectual es trmdo un puente de I~tensa y sostenida actividad pensante
acreedora de nuestra admiración, muy en especial porque ha para atravesar la amplia brecha que separa los axiomas de
precedido a la teoría del campo eléctrico de Faraday y sus consecuen~~as verificables. El teórico habrá de emprender
Maxwell. Más tarde surgió la teoría de la relatividad restrin- esta tarea herculea con la plena convicción de que sus esfuer-
gida, con su reconocimiento de la equivalencia física de todos zos sólo pue?en estar destinados a asestar un golpe de muer-
los sistemas inerciales. El carácter inseparable del tiempo y te a s~ propia teoría. El teórico que emprenda esa labor no
el eg>acio emergió en conexión con la electrodinámlca,cmi tendra _que ser acus~do de «ca~richoso», sino que, por el
illlei·cnna propagación de la luz. Hasta entonces se había contrano, se le tendra que garantizar su derecho a dar rienda
supuesto sin mayor análisis que el cp]}tinuo cuatridimensional su~lt~ a su capricho, porque no existe otro camino hacia su
de los hechos puede ser dividido en tiempo y espacio de üna o_~JetiVo. D~ todas maneras su trabajo no será una ensoña-
manera objetiva, es decir, que se había adjudicado una signi- c~on :'~na, SI~~ una.· búsqueda de las posibilidades de mayor
ficación absoluta al «ahora» en el mundo de los hechos. Con SimpliCidad log¡ca y de sus consecuencias. Este captatio bene-
,·el descubrimiento de la relatividad de la simultaneidad, el volentiae era imprescindible para que el oyente o el lector
tiempo y el espacio fueron fusionadqsen uíi úriico continuo, d_e, estas p~labras /se sintiera más inclinado a seguir con aten-
de un modo similar al empleado anterioiménte pará fusionar cwn e~ hllo argumental que se expondrá a continuación.
en un único continuo de tres dimensiones del espacio. Así, Este hilo ~rgumental es el que ha conducido desde la teoría
el espacio físico fue extendido a un espacio de cuatro dimen-, de la ,relati:'idad restringida a la general y desde ésta hasta
siones que también incluye la dimensión del tiempo. El espa- su mas re~1~nte retoño, la teoría de campo unificado. En
cio cuatridimensional de la teoría de la relatividad restringida e~~a exp~SICión no es posible evitar por completo la utiliza-'
es tan rígido y absoluto como lo fuera en su momento aquel . c1on de s1mbolos matemáticos.
espacio concebido por Newton. ' En primer término, nos detendremos en el examen de la
La teoría de la relatividad constituye un excelente ejemplo teo~ía de la ~elatividad restringida, ,una teoría que todavía
del carácter fundamental del desarrollo moderno de la cien- esta _basada d1rect~mente en una ley empírica: la de la cons-¡
cia teórica. Las hipótesis iniciales se van haciendo cada vez, tanela de la velo~1dad <;~e la luz. Consideremos que p es un l
más abstractas y más alejadas de la experiencia. Por otro punto en el espacio vacw y que P' es otro punto infinitamen-
lado, hos vamos acercando al granobjetivo de toda ciencia, te cercano, a una distancia da. Supongamos que se emite un
',.que consiste en abarcar por deducción lógica el mayor núme- ~az. de luz desde P en el tiempo t y que llega a P' en un
~{ro de hipótesis o axiomas. Entre tanto, la cadena de pensa- tiempo t + dt. Luego:
.. miento que procede desde axiomas hacia los hechos empíri-
. cos o hacia las consecuencias veriÍicables va alargándose y
adquiere un carácter más sutil. En su búsqueda de una teoría, . Si dx1, dx2, dx3 son las pro~ecciones ortogonales de da y se
el científico teórico se ve compelido a guiarse, en grado Introduce la coordenada de tiempo imaainaria V-1 ct = x
creciente por consideraciones puramente matemáticas, lor-: o •4,
en t ~)~ces 1a 1ey de la .constancia de la velocidad de la propa-
males, porque la experiencia física del experimentador no gacwn de la luz adqmere esta forma:
puede conducirle hasta las más elevadas regiones de la aJ)s-
tracción. Los métodos predominantemente inductivos, apro- r1:,...2 = dx/ + dx/ + dx/ + dx/ =O
piados para una etapa temprana de la ciencia, están dejando Dado que esta fórmula expresa una situación real oode-
paso libre al tanteo deductivo. Una estructura teórica de mos atribuir un significado real a la cantidad ds, aun ~~ando
92 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 93
los puntos cercanos del continuo cuatridimensional estén ele- pregu~ta de ~anera afirmativa. Si convertimos en principio
gidos de tal modo que el correspondiente valor ds no sea la equivalencia de todos los sistemas de coordenadas para la
cero. Tal vez esto podría expresarse diciendo que el espacio formul~c~ón de las leyes .naturales, llegaremos a la teoría de
de cuatro dimensiones (con una coordenada de tiempo imagi- larelativtdad gener~l, a condició~ de que consideremos que
' naria) de la teoría de la relatividad restringida posee una la ley .de la constancia de la velocidad de la luz es inamovible
• métrica euclidiana. o, ~n-otras palabr~s,_ que lo ~s. la hipótesis de la significación
El hecho de que esta métrica reciba el nombre de euclidia- ?b~e~Iva de la metnca euclidiana al menos para porciones
na está relacionado con lo siguiente: la postulación de tal mf1mtamel!te pequeñas del espa~io de cuatro dimensiones.
métrica dentro de un continuo de tres dimensiones es com- ?sto 9me~e. decir que. pa_r~ r~giones finitas del espacio la
pletamente ~Huivalente a la postulación de los axiomas de la e:ostenci~ (físicamente stgmftcativa) de una· métrica general
geometría euclidiana. Por tanto, la ecuación definitoria de nemanmana es postulada de acuerdo con la siguiente
esta métrica no es sino el teorema de Pitágoras aplicado a fórmula:
las diferenciales de las coordenadas.
En la teoría de la relatividad restringida esos cambios de cJs2 = ~ g11v dx11 dxv,
coordenadas (por transformación) están permitidos porque 11V
también en el nuevo sistema de coordenadas, la cantidad (1i2
(invªriante fundamental) es igual a la suma de los cuadrados
de las coordenadas diferenciales. Estas transformaciones reci- donde el sumatorio abarca todas las combinaciones de índi-
ben el nombre de transformaciones de Lorentz. ces, desde 1,1 hp:sta 4,4.
El método práctico de la teoría de la relatividad restringida La estructura de ese espacio presenta una diferencia básica
está caracterizado por el siguiente principio: sólo son admisi- con respecto a la del espacio euclidiano. Los coeficientes
bles como expresión de las leyes naturales aquellas ecuacio- g,"·· de momento, representan funciones arhitrafias de las
nes que no alteran su forma al cambiar las coordenadas coordeJ?adas x 1 hasta x4, y la estructura del espacio no está
usando una transformación de Lorentz (covarianza de las dete!mmada de ver~ad hasta tanto lleguen a conocerse estas
ecuaciones con respecto a las transformaciones de Lorentz). funcwnes. gJlv. También se puede decir que la estructura de
Este método condujo al descubrimiento de la conexión ese espaciO como tal es completamente indeterminada. Sólo ·
necesaria entre i!EE.~~_y__energía, entr~ poten~i~--;gt;:~ªIDPO pued~ ~er determin~da de manera qtás exacta mediante leyes
eléctrico y del_!_I!agnético,. ~l}!r:eju_erzas .electrostatlcas y elec- espec1fi~~s que satisfacen el campo métrico de gJlv. Sobre
trodinámicas-, entreñi"i:isa inerte y energía. Con esto, el núme- .9a~e~ flSlcas. se _llegó _al convencimiento de que el campo,
ro-de coiiceptó-sin-dependientes y de ecuaciones fundamenta- metnco era al mt~mo tiempo el campo gravitatorio. •·
les en física se ha reducido. · · En razón de que el campo gravitatorio está determinado ·
Este método-apuntaba más lejos. ¿Es verdad que las ecua- por 1~ configuración de las masas y de sus correspondientes
ciones que expresan leyes naturales son covarial±tes con res- cambiOs, la estructura geométrica de ese espacio también
pecto a las transformaciones de Lorentz solamente y no con depende, de factores físicos. Es decir, que de acuerdo con
respecto a otras transformaciones? Pues bien, formulada en esta t~ona -y tal como lo_ había conjeturado Riemann- el
esos términos, la pregunta realmente carece de sentido, por- e~pac~o. ya no es absoluto: su estructura depende de influen-
que cada sistema de ecuaciones puede ser expresado en coor- c~as ~1s1cas. La_ geometría (física) ya ha dejado de ser una
denadas generales. Lo que hemos de preguntar es' esto: ¿no c1enc1a encerrada y completa en sí misma como lo era la
están constituidas las leyes de la naturaleza de tal modo que geometría de Euclides. '
no se simpliñcan por la elección de un conjunto particular Así, el problema de la gravitación se vio reducido a un
de coordenadas? problema matemático: se requería hallar las ecuaciones fun-
. Dicho sea de paso, nuestra ley empírica de la igualdad de damentales más si!l]ples que ~ueran covariantes con respecto
la masa inercial y pesante nos empuja a responder a esa a una transformacwn arbttrana de coordenadas. Este era un
94 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 95
problema claramente definido que, al menos, podía ser . Desde el punto de vista puramente cinemática no existe
resuelto. mnguna.cl~se de duda en cuanto al carácter relativo de todos
Aquí no hablaré de la confirmación experimental de esta los _rr;tovtmte~tos; p~ro ~ablando desde el punto de vista de
teoría, pero he de explicar los motivos por los cuales esta la ~stca, el ststema merctal parecía ocupar una posición privi-
teoría no se podía dar definitivamente por satisfecha· con tal legiada, lo que daba un aire artificial al uso de sistemas
éxito. Es verdad que la gravitación había sido deducida de coordenados en movimiento.
la estructura del espacio, pero además del campo gravitacio- Desde luego que yo estaba familiarizado con la posición
nal existe el campo electromagnético. En primer lugar, éste de Mach, según la cual la resistencia inercial contrarresta no
debió ser introducido en la teoría como una entidad indepen- a la aceleración como tal, sino a la aceleración con respecto
diente de la gravitación. Hubo que agregar a las ecuaciones a la~ masas de otros cuerpos que existen en el mundo. En
fundamentales de campo unos términos que dieran cuenta esa tdea había algo. 9ue m~ resultaba fascinante, pero a
de la existencia del campo electromagnético. Pero resulta pesar de ello no surgw de alh una base de trabajo adecuada
intolerable para el espíritu teórico la idea de que existan dos. para formular una nueva teoría.
estructuras espaciales que sean independientes la una de la • Logré avanzar un paso hacia la solución cuando traté de
otra, la métrico-gravitacional y la electromagnética. Uno se~ trabajar con la ley de la gravedad dentro del esquema funda-
siente impulsado a creer que ambos tipos de campos deben mental de la teoría de la relatividad restrinaida. Como la
corresponder a una estructua unificada del espacio. mayoría de escritores de aquel tiempo, intenté enunciar una
ley de ~ampo para la gravitación, en vista de que no resulta-
ba postble -al /menos de manera natural- introducir la
NOTAS SOBRE EL ORIGEN DE LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD
acción directa a distancia a causa de la abolición del concep-
GENERAL to de simultaneidad absoluta.
Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934. Lo más sencill~, ~~sde luego, era mantener el potencial
escala: de la gravttacwn de Laplace y completar la ecuación
gustosament~ r~ego ~lgo de ~otsson de una manera obvia, mediante un término dife-
A CCEDO al de gue ?iga_ acerca
de la historia de m1 prop10 trabaJO c1ent1fico. No es re~crado con respecto al tiempo, de tal modo que quedara
que conceda un gran valor a mis esfuerzos personale~,
pero satts~e~ha la teoría especial de la relatividad. La ley del
escribir la historia del trabajo de otras personas eXIge un movt~ento .?e un punto de masa en un campo gravitatorio
grado de profundización en el pensamiento ajeno más propio tambten deb1a ser adaptada a la teoría especial de la relativi-
de la clase de tarea que desarrolla un historiador. En cambio, dad. El sendero no estaba marcado de una forma inequívoca,
arrojar un poco de luz sobre las primeras ideas que uno en este caso, porqu.e la m~sa it;terte de un cuerpo puede
mismo ha sustentado parece muy sencillo. En este caso, dep~nder del rot~~Clal g;ravtt~tono. En rigor era de esperar
gozo de una enorme ventaja frente a cualquier otra persona en VIsta del prmctpw de mercta de la energía.
y no es lícito desechar tal oportunidad por un prurito de Estas investigaciones, sin embargo, desembocaron en unos
modestia. resultados que despertaron mis más fuertes sospechas. De
En el año 1905 había llegado yo, gracias a la teoría de la acuerdo con la mecánica clásica, la aceleración vertical de
relatividad restringida, a la equivalencia de todos los llama- un cuerpo en un camp? graVitatorio vertical es independiente
dos sistemas inerciales para la formulación de las leyes de la de 1~ coill:ponente honzontal de su velocidad. En tal campo
naturaleza. En esos momentos surgió de modo natural el g~aVItatono, pues, la aceleración vertical de un sistema mecá-
problema de si no existiría una equivalencia adicional para mco o de su c~ntr? ~~ gr~yedad opera en forma independien-
los sistemas de coord~nadas. Para expresarlo con otras pala- te de su energ1a cmetlc~- mterna. Pero en la teoría que yo he
bras: si sólo se puede adjudicar un significado relativo· al . pres~ntado, la aceleracwn de un cuerpo que cae no es inde-
concepto de velocidad, ¿debemos, con todo, seguir conside- :p_endiente de su velocidad horizontal o energía interna del
rando la aceleración como un concepto absoluto? · Sistema.
96 Albert Einstein
Sobre la Teoría de la Relatividad 97
Esto no encajaba con el antiguo hecho experimental que
demuestra que todos los cuerpos sometidos a un mismo cam- que las difere~~i,as de coordenadas reflejaran resultados di-
po gravitatorio adquieren la misma aceleración. Esta ley; ~~ctos de medtcton con patrones o relojes ideales. Mi perple-
que también puede formularse como la ley de la igualdad de Jidad ante esto fue rn~y grande, porque me llevó un tiempo
las masas inerte y pesante, adquirió entonces para mí su largo llegar a _d~scubnr cuál era el significado de las coorde-
plena significación. Mi asombro ante la e)!:istencia de esta nadas en l~ fístca. Y no encontré la salida de este dilema
ley era máximo y conjeturaba yo que en ella debía estar ~ast~ el ano 1_912, cuando se me presentó después de las
encerrada la clave para una profunda y total comprensión de stgutentes consideraciones:
la gravitación y la inercia. No experimenté por entonces ~ra n_ecesario hallar una nueva formulación de la ley de
serias dudas acerca de su estricta validez, incluso sin saber la m_erct.~, que e~ caso de ausencia de un «campo real de
de los resultados del admirable experimento de E6tv6s que gra~ttac1on» ~ud~e~a trans~orm~rse en la formulación de
-si mi memoria no falla- sólo llegaría a conocer más tarde. G~l.Ileo del pnn~tpw de la mercta, si un sistema inercial se
Abandoné, pues, considerándolo inadecuado, el intento de utllt_zaba como stst_ema de coordenadas. La formulación de
tratar el problema de la gravitación -tal como lo he aludido Ga~Ileo _es corno stgue: un punto material sobre el que no
antes- dentro de la estructura de la teoría de la relatividad actua m~guna_ fuerza s~rá representado en el espacio de
restringida. Era claro que fallaba en cuanto a la propiedad cuatro dtmenswnes medtante una línea recta es decir por
fundamental de la gravitación. El principio de la igualdad de la lín~a más corta o, dicho de un modo más' correcto: por
las masas inerte y pesante podían formularse tal como sigue: una lmea extrema. E~ te. concepto presupone el de la longi-
en un campo gravitatorio homogéneo todos los movimientos tud de un ~l~mento hneal, o sea, tina métrica. En la teoría
· referidos a un sistema de coordenadas uniformemente acele- de la :elattvtdad r~stringida, como lo ha demostrado Min-
rado son equivalentes a los movimientos que se efectúan en kowskt, esta .métnca era _c~si-euclidiana, lo que significa
ausencia de campo gravitatorio. Si este principio era adecua- que el cua_drado de la «longitud» ds de un elemento lineal
do para todos los fenómenos posibles (el «principio de equi- era una c1erta función cuadrática de las diferenciales de
valencia»); eso constituía un indicio de que el principio de las coordenadas. ·
relatividad debía ser extendido a los sistemas coordenados Si se_i?trodu~en otra~ coordenadas por medio de una trans-
con aceleración variable entre sí, para llegar a una teoría formact<?n no I:neal, ds- sigue siendo una función homogénea
natural de los campos gravitatorios. Estas reflexiones me de las dtfere?_cmles de l~s coordenadas, pero los coeficientes
mantuvieron ocupado desde 1908 hasta 1911 e intenté derivar de esta _funcwn (gllv} deJan de ser constantes y se convierten
de ellas ciertas conclusiones especiales, de las que no me . en tur:ct~n.es de las coordenadas. En términos matemáticos,
propongo tratar aquí. De momento, lo importante era haber ~sto stgmfic~ 9ue ~~ espa~io físico (de cuatro dimensiones)
descubierto que una teoría de la gravitación razonable sólo t.ene una met:Ic_a nemanm~na. Las líneas extremas tempora-
podría conseguirse a través de una extensión del principio les de esta n:etnca proporciOnan la ley de movimiento de un
de la relatividad. · · punto_ matenal sobre el cual no actúa fuerza alguna distinta
Por todo esto, era necesario forjar una teoría cuyas ecua- de la fue~za de. !?ravedad; Lo_s codicientes (g¡.tv) de esta ·métri-
ciones conservaran su forma en el caso de transformaciones ca, al rr_usmo ~Ie!llpo desc!Iben el campo gravitatorio con
no lineales de las coordenadas. En· aquellos momentos me referencia al sistema de coordenadas eleaido. Así se ha
era imposible determinar si esta teoría se podría aplicar para h_allado una fo~ulación na!ural d{!l principio de eq~ivalen­
transformaciones arbitrarias (continuas) de las coordenadas Cla, c~y~ ex_tenswn a cualqmer campo gravitatorio constituye
o si sólo se aplicaría para algunas .de ellas. una fnpotes1s perfectamente.natural.
Pronto llegué a comprender que la inclusión de las tram- La solución. de~ dilema al que me he referido antes· debía
formaciones no lineales -tal como lo exigía el principio de. s~~, pue~, la s1gmente: no se adjudica significado físico a las
la equivalencia- era inevitablemente fatal para la interpreta- ~nerenc:ales de las coordenadas, sino tan sólo a la métrica
ción física simple de las coordenadas. Y a no podía exigirse nem.anmana que ~es corresponde. De este modo se obtiene
una oase de trabaJo adecuada pa:ra la teoría de la relatividad
98 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 99
general. Sin embargo, aún restaba resolver otros dos pro- .
blemas.
l. Si una ley de campo se expresa en té:rminos de la FISICA Y REALIDAD
teoría de la relatividad restringida, ¿cómo puede ser transfe-
rida al caso de una métrica riemanniana? · Tomado de The Journal of the Franklin Institute, volumen
2. ¿Cuáles son las leyes diferenciales que determinan la 221, N.o 3; marzo de 1936.
propia métrica riemanniana (es decir, g!lv)?
Me entregué al estudio de estos problemas desde 1912 l. Consideraciones generales sobre el método de la ciencia
hasta 1914, junto con mi amigo Marcel Grossmann. Com-
m~nudo
prendimos que los métodos matemáticos para resolver el
problema número l.Y~ ~staban en nuestras manos: el cálculo
diferencial absoluto de Rice y Levi-Civita.
A · que el hombre
se ha dicho, y no sin justificación por cierto,
de ciencia es un filósofo de mala calidad.
¿Por qué el físico no deja, pues, que el filósofo se entregue
Por lo que se refiere al problema número 2, era obvio que a la tarea de filosofar? Esto bien puede ser lo correcto en
su solución requería la construcción de las ecuaciones dife- :n:omento~ .en que el físico cree tener a su disposición un
renciales de segundo orden de las g!lv. Pronto vimos que - sistema ng1do de conceptos y leyes fundamentales tan bien
éstas ya habían sido establecidas por Riemann (el tensor de establecidos, que ninguna duda puede tocarlos. P~ro puede
curvatura). Ya habíamos obtenido las ecuaciones }le campo no serlo en un momento en que las bases mismas de la física
para la gravitación dos años antes de la publicación de la se han vuelto t~p. problemáticas como lo son hoy. En tiempos
teoría de la relatividad general, pero nos era imposible deter- como el presente, cuando la experiencia nos compele a bus-
minar cómo se podrían utilizar en física. Además, mi intui- car una nueva y más ~ólida fundamentación, el físico no
ción me decía que su contrastación empírica seria un fracaso. ~uede simplemente entregar· al filósofo la contemplación crí-
Por otra parte, creí que me resultaría posible demostrar, tica de los !undamentos teóricos, porque nadie mejor que él
sobre la base de consideraciones generales, que una ley de puede explicar con mayor acierto dónde le aprieta el zapato.
la gravitación invariante con respecto a transformaciones ar- . En su búsqueda de un nuevo fundamento, el físico se verá
bitrarias de las coordenadas no era compatible con el princi- obligado a poner bien en claro hasta qué punto están justifi-
pio de causalidad. Estos fueron errores gue me costaron dos cados y constituyen verdaderas necesidades los conceptos
años de trabajo excesivamente duro, hasta que me decidí a qu~ utiliza. · · ' ·.
reconocerlo así, hacia fines de 1915; después de haber retor- .·En conjunto de la ciencia es, tan sólo, un refinamiento
nado con cierta tristeza a la curvatura de Riemann pude d~lyensami~~to de cada día. Por este motivo el pensamiento
establecer la conexión entre la·teoría y los hechos de la cnhco del fís1co no ha de ser restringido, en lo posible, al
experiencia astronómica. . .. ··. . . .mero examen de los conceptos que pertenecen a su propio
A la luz del conocimiento obteni<;l~, ese feliz logro p~;n:!ce . cami?o de acción. Resultará imposible para el cientí:f1.co irvan:- ·
casi evidente, de ahí que cualquier estudiante in(~Jj~éilte zar. sm la previa consideración critica de un problema verda-
pueda entenderlo sin demasiados problemas. Pet(fiiabíi;lll· deramente arduo: el problema de analizar la naturaleza del
sido muchos los años de ansiosa búsqueda en la oscuridad'; pensamiento de cada ,día. · ·
años llenos de intensa ansiedad, de fases de plena confianza Nue~tra e?'p~riencia psicológica nos ofrece experiencias
y de total agotamiento antes de llegar a emerger a la luz. Y .sensonales, 1magenes. de ellas, recuerdos y sentimientos. A
esto sólo puede comprenderlo quien también lo haya vivido. diferencia de la psicología, ,la física se ocupa en forma direc-
ta sólo de las. experiencias se_nsoriales y de hi «comprensión»
de sus coneXIones. Pero con todo, el concepto de «mlindo
real externo» que existe en el pen~amiento de cada díarepo- ·
_sa en forma exclusiva sobre impresiones sensoriales. ·.
.. En primer término debemos subrayar que la diferenci<Í.ción
100 Albert 'Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 101

entre impresiones sensoriales e imágenes no es posible o, al La totalidad de nuestras experiencias sensoriales (uso de
L menos, no es posible establecerla con absoluta seguridad. conceptos, creación y empleo de relaciones funcionales defi-
Con la discusión de· este problema, que también afecta a nidas entre ellos y la coordinación de las experiencias senso~
nuestra noción de la realidad, no adelantaríamos mucho, de riales con esos conceptos) pueden ser puestas en orden me-
modo que consideraremos como un hecho dado la existencia diante un proceso mental: este hecho én sí tiene una natura-
de experiencias sensoriales, o sea, unas experiencias psíquicas leza que nos llena de reverente temor, porque jamás seremos
de tipo especial. · capaces de comp~end~rlo por completo. Bien se podría decir
Creo que el primer paso para el establecimiento de un «mun- que «el eterno m1steno del mundo en su. comprensibilidad».
do exterior real» es la formación del concepto de objetos mate- Uno de los más importantes logros de Emmanuel Kant ha
.riales y de objetos materiales de distintos tipos. De entre la sido postular que el externo real carecería de sentido si
multitud de nuestras experiencias sensoriales, mental y arbitra- careciera de comprensibilidad ..
riamente, escogemos ciertos conjuntos de impresiones sensoria- Aquí, al hablar de comprensibilidad, la expresión está uti-
les que se repiten (en parte en conjunción con impresiones lizada en su sentido más modesto. En este caso, la palabra
sensoriales que son interpretadas como signos de experiencias implica la creación de cierto orden en las impresiones senso-
sensoriales de otros) y relacionamos con ellos un concepto: el riales; un orden que se produce por la creación de conceptos
concepto de objeto material. Si lo consideramos desde el punto generales, de relaciones entre dichos conceptos y de relacio-
de vista lógico, veremos que este concepto no es idéntico a la nes definidas de cierta clase entre los conceptos y la experien-
totalidad de las impresiones sensoriales que a él se refieren; se cia sensorial. En este sentido es comprensible el mundo de
trata de una libre creación de la mente humana (o animal). nuestras experiencias sensoriales: El hecho de que sea com-
Por otra parte, este concepto debe su: significado y su justifica- prensible es un milagro.
ción, en forma exclusiva, a la totalidad de las impresiones En mi opinión no se puede decir nada a priori con respec-
_ sensoriales que asociamos con él. to al modo en que deben formarse y conectarse los conceptos
El segundo paso nos lleva a considerar que, en nuestro ni a la manera en que debemos coordinarlos con las experien-
pensamiento (que es el que determina nuestras expectativas), cias sensoriales. La única guía posible en la creación de ese
atribuimos a ese concepto de objeto material una significa- orden, e~ único .~actor dete~ante, es el éxito. Todo lo que
ción que en muy alto grado es independiente de las impresio- se necesita es fiJar un conJunto de normas, porque sin esas
nes sensoriales que originalmente lo han conformado. A ésto normas sería imposible adquirir el conocimiento orientado
hacemos referencia cuando atribuimos al objeto material en el sentido e11 que nos· interesa. Se puede establecer una
«una existencia real». El proceso hasta aquí descrito se justi- · comparación entre esas reglas y las reglas de un juego en el .
fica en forma exclusiva por el hecho de que, mediante esos que, si bien las normas en sí mismas son arbitrarias su
conceptos y las relaciones mentales existentes entre ellos, rigidez es ~o _único que hace· posible el juego. Sin emb~go,
nos hallamos en condiciones adecuadas para orientarnos en el establecmnento de las normas nunca podra ser definitivo.
. el laberinto de l~s impresiones sensoriales. Aun cuando son Tet;tdr~ 9ue tener yalidez tan s~lo para un campo especial de
creaciones mentales libres, estas nociones y relaciones rios aplicacron (es decu, que no eXIsten categorías últimas en el
parecen más sólidas y más inalterables que la experiencia sentido que Kant adjudicara a este termino).

sensorial individual en misma, a la que jamás se le puede La conexión de los conceptos elementales del pensamiento
garantizar por completo que no sea. una ilusión o f¡;uto de cotidiano con los conjuntos de experiencias sensoriales sólo
una alucinación. Además, estos. conceptos y relaciones, y puede ser comprendido por vía intuitiva y no puede fiiane
también la postulación de objetos reales, y hablando de ma- científicamente. La totalidad de estas conexiones -nLnguna
nera general de 1a existencia del «mundo real», están justiff::. de las cuales es expresable en términos conceptuales- es lo
cados exclusivamente en la medida en que -se conecten con único que diferencia el gran edificio de la ciencia de un
impresiones sensoriales entre las cuales configuran una. co- esquema de conceptos lógico pero vado. Gracias a esas co-
nexión mental. nexiones, las proposiciones puramente conceptuales de la
102 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 103

ciencia se convierten en enunciados generales acerca de con- j verdadera mentalidad científica, porque la totalidad de los
juntos de experiencias sensoriales. conceptos y las relaciones obtenidos de esta manera carece
Denominaremos «conceptos primarios» a aquellos concep-
! por completo de unidad lógica. Con la finalidad de cubrir
tos que están directa e intuitivamente conectados con conjun- t esta deficiencia, se" inventa un sistema más pobre en concep-
r -tos y relaciones, un sistema que considera que los conceptos
tos típicos de experiencias sensoriales. Desde el punto de
vista de la física, todas las demás nociones adquieren signifi- ! y relaciones del «primer estrato» son conceptos y relaciones
'
cado sólo en la medida en que estén conectadas con las derivados lógicamente. En bien de su más elevada unidad
nociones primarias a través de proposiciones. Hasta cierto lógica, este nuevo «sistema secundario» paga el precio de
punto, estas proposiciones son ·definiciones de los conceptos operar con conceptos elementales (conceptos del segundo ·
(y de los enunciados derivados de ellos por vía lógica) y estrato) que ya no están conectados de modo directo con las
hasta cierto punto proposiciones que no derivan de las defini- experiencias sensoriales. Una posterior búsqueda de la uni-
ciones, hecho que expresa al menos relaciones indirectas dad lógica nos conduce a un sistema terciario, más pobre
entre los «conceptos primarios» y, en este sentido, entre las aún en conceptos y relaciones, mediante la deducción de los
experiencias sensoriales. Las proposiciones de esta segunda conceptos y relaciones del estrato secundario (y de modo
clase son «enunciados acerca de la realidad» o leyes de la indirecto de los del primario). Y el proceso continúa en
naturaleza, es decir, proposiciones que deben demostrar su estos términos, hasta el momento en que hemos llegado a
validez cuando son aplicadas a las experiencias sensoriales a un sistema dueño de la mayor unidad concebible y de la
las que se puede aludir a través de conceptos primarios. mayor pobreza .·de conceptos en materia de fundamentos
· · Determinar cuáles de esas proposiciones habrán de ser consi- lógicos, que todavía es compatible con las observaciones rea-
deradas definiciones y cuáles leyes naturales dependerá en lizadas por nuestros sentidos. No sabemos si esta ambición
forma concreta de la representación elegida. Establecer esta será o no capaz de forjar alguna vez un sistema definitivo.
diferenciación se convierte en una necesidad absoluta cuando Si se recabará una opinión al respecto, lo más probable sería
se examina el grado hasta el cual no está vacío, desde el obtener una respuesta negativa. No obstante, mientras se
punto de vista físico, todo el sistema de conceptos con- lucha con los problemas, jamás se pierde la esperanza de
siderados. acercarse a ese objetivo.
Un adepto de la teoría de la abstracción o de la inducción
llamará a nuestros estratos «grados de abstracción», pero no
La estratificación del sistema científico considero justificable encubrir la independencia lógica del
concepto con respecto a las experiencias sensoriales. No se
El objetivo de la ciencia es una comprensión tan completa trata de la relación que existe entre la sopa y el pollo, sino,
como sea posible de la conexión entre las experiencias senso- más bien, de la del número del guardarropa y el abrigo.
riales en su totalidad y el logro de ese obj~tivo mediánte el_ · Los estratos además no están tan claramente separados.
liso de un mínimo de concpetos primarios y· de relaciones. No está absolutamente claro qué conceptos pertenecen al
(Mientras se busca, en la medida de lo posible, una unidad ~ªtrato primario. En rigor, estamos manejando conceptos
lógica en la imagen del mundo, es decir, parvedad- en los formados libremente que, con un grado de certeza suficiente
elementos lógicos.) en la práctica, son conectados de manera intuitiva con los
La ciencia utiliza la totalidad de los conceptos p,rimarios, conjuntos de experiencias sensoriales de tal moqÓ _qU,e, en
o sea conceptos conectados en forma directa con las expe- cualquier experiencia, no se produce ninguna incertidumbre
riencias sensoriales, y de las proposiciones que los relacionan~ en lo que respecta a la validez de una ·aserción. El hecho
En_ su primera etapa de desarrollo, la ciencia no contiene fundamental es el intento de representar la multitud de con-
nada más. Nuestro pensamiento de c~da día se contenta, en · ceptos y de proposiciones cercanos a la experienca bajo la
términos generales, con este nivel. No obstante, una situa- forma de proposiciones, deducidas por un proceso lógico a
cion así no puede resultar satisfactoria para quien posea una partir de una base -tan estrecha como sea posible-·-. de
104 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 105

conceptos y de relaciones fundamentales que pueden ser el concepto de objeto material, que está directamente conec-
elegidas con libertad (axiomas). La libertad de elección, sin tado con los conjuntos de experiencias sensoriales. Ya se ha
embargo, pertenece a una clase muy especial; no se asemeja señalado que una propiedad característica de la noción de
a la libertad de un escritor de obras de ficción. En rigor, se «objeto material» es la que le asignemos una existencia, inde-
parece a la de un hombre empeñado en resolver un crucigra- pendiente del tiempo (subjetivo) e independiente del hecho de
ma bien pensado: aunque podría proponer cualquier palabra que sea percibido por nuestros sentidos. Y esto es así a pesar
como posible solución, sólo una palabra es la que le permiti- de que percibimos alteraciones temporales en dicho objeto.
rá resolver el crucigrama con acierto: Es materia de fe que Con exactitud Poincaré ha señalado en forma enfática el hecho·
la naturaleza -tal como la percibimos a través de nuestros de que dist~gamos dos clases de alteraciones del objeto corpó-
cinco sentidos- asume las características de un crucigrama reo: «cambios de estado» y «cambios de posición>>. Estos últi-
bien pensado. Los éxitos que hasta el presente ha cosechado mos, ·señala este autor, son alteraciones que podemos con- ·
la ciencia otorgan una cierta base para manatener esa fe, sin trarrestar mediante movimientos voluntarios. ·
duda alguna. Existen objetos materiales a los cuales, dentro de cierta
La multitud de estratos a los que nos hemos referido esfera de percepción, no adjudicamos alteraciones de estado
corresponde a las diversas etapas que se han recorrido en la sino sólo alteraciones de posición; este hecho tiene una im-
lucha por la unidad. En lo que respecta al objetivo final, los portapcia fu~damental para la formación del concepto de
estratos intermedios sólo tienen una naturaleza provisional. espaCIO (en cierto sentido, incluso para la justificación de la
En su momento, habrán de desaparecer por falta de pertinen- _ mis_ma noción d~ objeto material). A este tipo de objetos le
c~a .. Sin embargo, tenemos que trabajar con la ciencia de aph~aremos l<l: denominación de «prácticamente rígidos».
hoy, en la que esos estratos representan logros parciales y St como obJeto de nuestra percepción consideramos en
problemáticos, que sirven de base los unos para los otros, forma simultánea (o sea, como una única unidad) dos cuer-
pero que también se amenazan mutuamente, porque el siste- pos prácticamente rígidos, existirán para ese conjunto unas
ma de conceptos presente contiene incongruencias muy arrai- alteraciones tales que posiblemente no puedan ser considera-
gadas que encontraremos más adelante. das como cambios de posición del conjunto, a pesar de que
La finalidad de las siguientes líneas ha de ser la de mostrar sea así para cada uno de los dos elementos constituyentes.
cuáles son los caminos por los que ha penetrado la mente Esto nos lleva a la noción de «cambio de posición relativa»
humana, para llegar a una base de la física que sea tan de los dos objetos y también de esta manera arribamos a la
uniforme como se pueda desde el punto de vista lógico. noción óe «posición relativa» de los dos objetosJAdemás se
ha demostrado que entre las posiciones relativas existe una
de un tipo especial, a la que denominamos «Contacto».* El
1~. La mecamca y los intentos de considerarla como base c~:m~a~to permanente d~ dos cuerpos en tres o más «puntos»
para, toda la física. stgmfica 9:t;te se ~an umdo en un cuerpo compuesto casi-rígi-
do. Es licito afirmar que el segundo cuerpo constituye en
. Una importante propiedad de nuestras experiencias senso-. ese caso una continuación (casi-rígida) del primer cuerpo :y
riales y, de modo más general, de todas nuestras experien- que, a su vez, podría recibir otra continuación casi-rígida.
cias, es su.orden temporal. Este tipo de orden conduce a la La posibilidad de la continuación casi-rígida de un cuerpo es
concepción de un tiempo subjetivo, un esquema ordenador ilimita~a. La totalidad de todas las continuaciones casi-rígidas
de nuestra experiencia. El tiempo subjetivo, por vía del con- conceb1bles de un cuerpo B0 es el «espacio» i.Tlfinito determi-
cepto de objeto material y de espacio, nos lleva hacia yl . nado por él.
concepto de tiempo objetivo, tal como lo veremos más
* ~stá en la natu~aleza ~e las cl?sas la posibilidad de que seamos capaces
adelante. de haolar de esos obJetos solo med1ante conceptos de nuestra creación, con-
Por delante de la noción de tiempo objetivo, sin embargo, ceptos que en sí mismos no son objeto de definición. Sin embargo, es esencial
se alza el concepto de espacio y por delante de éste hallamos, que hagamos uso exclusivo de conceptos acerca de cuya relación con nuestra
experiencia no se abriguen dudas.
106 Albert Einstein Sobre la T~oría de la Relatividad 107

Todo objeto corpóreo situado arbitrariamente puede ser de la geometría euclidiana; sino también su contenido empí-
puesto en contacto con la continuación casi-:rígida de un rico. La representación puramente lógica (axiomática) de la
cuerpo dado B 0 (cuerpo de referencia). En~~ opinión, e~te g_eom_e!ría euclid~ana ti~ne, es verdad, la ventaja de una gran
hecho es la base empírica de nuestra concepcron del espacio. srmplicrdad y clandad. Sm embargo, el precio ha sido renunciar
En el pensamiento pre~científico, la c?rtez~, sólida d~ la a la repres~nta~ón de la _conexión entre el modelo conceptual
Tierra asume el papel de Bo y su contmuac10n. La m1sma y las expene~cr':ls se~sonales, sobre cuya conexión, tan sólo,
palabra geometría indica que el cuerpo de espacio está psico- des~ansa la stgruficación de la geometría para la física. Se ha
lógicamente conectado con la tierra como un cuerpo de refe- incu~do, ~o? el tiemP_O, en el' error de considerar que la
rencia siempre presente. necesidad log~ca -antenor a toda experiencia- era la base de
La atrevida noción de «espacio» que precedió a toda la la geometría euclidiana y del concepto de espacio perteneciente ·
geometría científica transformó nuestro con~epto de las n:I!l- a ella; ese fatal error surgió del hecho de que la base empírica,
ciones entre posiciones de los objetos mate~ales en la noc1o~ sobre la cual descansa la construcción axiomática de la geome--
de posición de estos objetos en el «espaciO». Esto, por SI tría euclidiana, cayó en el olvido. .
mismo, representa una gran simplificación formal. A tr~vés En la medida en que se puede hablar de la existencia de
de ese concepto de espacio llegamos, además, a una actitud cuerpos rígidos en la naturaleza, la geometría de Euclides es
en la que cualquier descripción de posición es imp!ícitamente una ciencia física, que debe ser confirmada por experiencias
una descripción de con~acto; el enunciado que d1ce que un sensoriales. Abarca la totalidad de las leyes que deben dar
punto de un objeto material está situado en un punto P del cuenta . de las P;Osiciones ~elativas de. los cuerpos rígidos, en
espacio significa que el objeto toca el punto P del cuerpo de - fo~a 1pdepend1ente del tiempo. Vemos, pues, que la noción
referencia Bo (al que supone apropiadamente continuado) física. de espacio, tal como fuera originalmente utilizada en la
en el punto considerado. ~si~a, también está relacionada con la existencia de los cuerpos
En la geometría de los griegos, el espacio sólo asume un ng~dos.' Desde el punto de vista del físico, la importancia cen-
papel cualitativo, porque si bien se considera como dada la tral de la geometría euclidiana descansa en -el hecho de que
posición de los cuerpos en relación con el espacio, no se la s~ leyes son independientes de la naturaleza concreta de los
describe mediante números. Descartes fue el primero que objetos cuyas posiciones relativas trata. Su simplicidad formal
introdujo ese método. En su lenguaje todo el contenido de está caracterizada por las propiedades de homogeneidad e iso-
la geometría euclidiana puede estar axiomáticamente funda- tropía (y la existencia de entidades similares).
do en los siguientes postulados: (1) dos puntos definidos ?e El concepto de espacio es útil, por cierto, pero no indispen-
un cuerpo rígido determinan un segmento; (2) podemos_asig- sable para la geometría, es decir, para la formulación de las
nar números triples, X], x2, x3 -a los puntos del espaciO de reglas referidas a las posi~iones relativas de los cuerpos rígidos.
tal modo que para cada segmento P'-P", las coordenadas ,Por contraste, el concepto de tiempo objetivo, sin el cual la
de cuyos extremos sean X'b X'2, X'3, X"1> X"21 X"3, resulte formulación de los fundamentos de la mecánica clásica resulta
que _la expresión imposible, está ligado con el concepto de continuo espacial ..
La introducCión del tiempo objetivo implica dos postulados .
S2 = (X"1 - X'1f + (X"2 - X'2/ + (X"3 - X'1f que son independientes entre sí.
l. La introducción del tiempo objetivo local mediante la
sea independiente de la posición del objeto, y de la1S posicio- conexión de la sucesión temporal de experiencias con las
nes de todos y cualquiera de les demás objetos. lecturas de un «reloj», es decir, de un sistema cerrado re-
El número (positivo) s representa la longitud del segmento currente en forma periódica.
o la distancia entre dos puntos P' y P" del espacio (que son 2. La introducción de la noción de tiempo objetivo para
coincidentes con los puntos P' y P" del segmento). los fenómenos en todo el conjunto del espacio, noción por
De manera intencional se ha elegido una formulación que la cual, exclusivamente, la idea de tiempo local se extiende
exprese con claridad no sólo el contenido lógico y axiomático a la idea de tiempo en física.
108 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 109

Nota al postulado 1: Según mi punto de vista, no sería cíón con el «espacio» B 0 ) considerando X¡, X 2 , X 3 como
una petitio principii poner el concepto de recurrencia periódi- funciones del tiempo. ·
ca por delante del concepto de tiempo, en la medida en que (b) Ley de la inercia: La desaparición de los componentes
la preocupación principal sea la clarificación del origen y del de la aceleración en un punto material que esté suficiente-
contenido empírico del concepto de tiempo. Esta concepción mente alejado de todos los demás puntos.
corresponde con exactitud a la precedencia del concepto de (e) Ley del movimiento (para el punto material): Fuer-
cuerpo rígido (o casi-rígido) en la interpretación del concep- za= masa x aceleració}\. .
to de espacio. ( d) Leyes de fuerza (interacciones entre puntos mate-
Discusión adicional del postulado 2: Antes de la enuncia- riales).
ción de la teoría de la relatividad, prevalecía la ilusión de Aquí (b) no es sino un importante caso especial de (e).
que, desde el punto de vista de la experiencia, el significado Una teoría real existe sólo cuando las leyes de fuerza están
de la simultaneidad en relación con los fenómenos distantes. dadas. Las· fuerzas, en primer lugar, deben obedecer única-
en el espacio y, en consecuencia, el significado del tiempo mente a la ley de la igualdad de la acción y reacción para
físico estaba claro en forma apriorística; esta ilusión tuvo su que un sistema de puntos -permanentemente conectados
origen en el hecho de' que en nuestra experiencia de cada los unos con los otros mediante fuerzas- se pueda compor-
día podemos ignorar el tiempo que tarda la luz en propagar- tar como un punto material.
se. A causa de esto, estarnos acostumbrados a confundir lo Estas leyes fundamentales, junto con la ley de Newton
«simultáneamente visto>> con lo «simultáneamente sucedido» sobre la fuerza de · la gravedad, constituyen la base de la
y como resultado se confunde la diferencia entre tiempo y mecánica de los cuerpos celestes. En esta mecánica de New-
tiempo local. ton y en contraste con las precitadas concepciones del espacio
La falta de precisión que, desde el punto de vista empírico, derivadas de los cuerpos rígidos, el espacio B 0 aparece con
tiene la noción de tiempo en la mecánica clásica, estaba una novedad. No se adjudica validez a todo B 0 (para una
oculta por la representación axiomática del espacio y del ley de fuerza dada) a través de (b) y (e), sino para un B 0 en
tiempo como independientes de nuestras experiencias senso- estado de movimiento apropiado (sistema inercial). A causa
riales. No represent~ necesariamente un daño para la ciencia de este hecho el espacio de coordenadas adquirió una propie-
el uso de los conceptos con independencia de la base empíri- dad física independiente que no está contenida en la noción
ca que les ha dado origen. Sin embargo, sería fácil caer en de espacio puramente geométrica,, una circunstancia que dio
el error de creer que esas nociones, cuyo origen se ha olvida- a Newton mucho que pensar (experimento del cubo).*
do, son necesarias desde el punto de vista lógico y por lo La mecánica clásica no es ínás que un esquema general;
tanto inalterables; este error puede llegar a constituir u:ri se convierte en una teoría sólo a través de la indicación
serio peligro para el progreso de la ciencia. explícita de las leyes de fuerza (d), tal corno Newton lo
Para el desarrollo de la mecániéa y, por ende,· también hiciera, con éxito, en el ámbito de la mecánica celeste. Des-
para el desarrollo de la física en general, ha sido un hecho de el punto de vis.ta del objetivo de conseguir la mayor
afortunado el que la falta de precisión en el. concep~o, de. simplicidad posible de los fundamentos, este método teórico .
tiempo objetivo permaneciera oculta para los pnmeros filoso- es deficiente en la medida en que las leyes de fuerza no
íos, en lo que se refiere a su interpretación err:pír~ca. Llenos. pueden ser obtenidas mediante consideraciones lógicas y for-
de confianza
.
en el silmificado
e
real del"' espac1o-t1empo,
~ ·. r
de-
"' •

sarrollaron los fundamentos de la mecamca que, esquematl-


camente, es posible caracterizar delsiguiente modo: * Este defecto de la teoría sólo podría ser eliminado por una formulación
(a) Concepto de punto material: Un objeto material que de la mecánica que adjudicara validez a todo B 0 • Este es uno de los pasos
que conducen a la teoría de la relatividad general. Un segundo defecto,
-en lo que se refiere a su posición y movimiento- puede tambiém eliminado sólo por la introducción de la teoría de la relatividad
ser descrito con suficiente· exactitud como un punto con las general, estriba en que no existe ninguna razón dada por la mecánica para la
coo~denadas Xl> X 2 , X 3 . Su movirr.Jento se describe en rela- igualdad de la masa pesante e inercial del punto material.
110 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 111

males, de modo que su elección a priori es arbitraria hasta perdida sin esperanza dentro de esa forma de pensamiento
cierto punto. Hay que decir también que la ley de la grav~­ (el atomismo), la ciencia dio los siguientes pasos. La mecáni-
dad de Newton se distingue de otras leyes de fuerza concebi- ca de un sistema está determinada si su energía potencial
bles exclusivamente por su éxito. .. está dáda como una función de su configuración. Si las fuer-
A pesar del hecho de que, hoy, sabernos pos1t1varnente zas actuantes son capaces de garantizar el mantenimento de
que la mecánica clásica fracasa corno fundamento de, t?da la ciertas propiedades estructurales de la configuración del siste-
física, esa disciplina ocupa todavía el centro ~e la física. y ma, ésta puede ser descrita co¡;t suficiente exactitud por un
es que, mas allá del importante progreso realizado a partir número relativamente pequeño de configuraciones variables
de los tiempos de Newton, todavía no hemos llegado a una qr; la energía potencial es considerada sólo en la medida en
nueva fundamentación de la física, con respecto de la cual que depende de esas variables (por ejemplo, la descripción
tengamos la certidumbre de que la multiplicidad· de todos de la .configuración de un cuerpo prácticamente rígido me-
los fenómenos investigados, y de los sistemas teóricos parcia- diante seis variables). .
les que han alcanzado éxito, pueda ser deducida de ella_ por Un segundo método de aplicación de la mecánica, que
Ja_vía lógica. A continuación describiré con brevedad la situa- evita la subdivisión de la materia en puntos materiales «rea-
ción actual del terna. les», es la mecánica de los llamados medios continuos. Esta
1 En primer término intentemos hacernos una idea muy clara mecánica se caracteriza por la ficción de que la densidad y
de hasta qué punto el sistema de la mecánica clásica ha resulta- la velocidad de la materia dependen continuamente de coor-
do adecuado para servir de base a toda la física. Toda vez que denadas y tiempo y de que la parte de las interacciones no
aquí sólo nos importan los fundamentos de la física y su de- explícitamente dadas · puede considerarse como fuerzas de
1
sarrollo, no es necesario que nos preocupemos por los progre- superficie (fuerzas de presión) que una vez más son funciones
11
d sos puramente formales de la mecánica (ecuaciones de Lagran- continuas de posición. Aquí nos encontrarnos con la teoría
l ge, ecuaciones canónicas y demás). Una observación par~ce hidrodinámica y la teoría de la elasticidad de los cuerpos
11
ser indispensable, sin embargo. La noción de «punto rnatenal» sólidos. Estas teorías evitan la introducción explícita de pun-
11: es básica en mecánica. Si tratamos de desarrollar la mecánica tos materiales mediante ficciones que, a la luz de los funda-
11'
1
de un objeto corpóreo que én sí mismo no puede ser ·trata~o . mentos de la mecánica clásica, sólo pueden tener una signifi-
11
como un punto material -y hablando de manera estricta tódo cación aproximada. .
¡1 objeto «perceptible a nuestros sentidos>> pertenece a esta cate- Además de su gran significado práctico, estas categorías de
goría- surge una pregunta: ¿cómo imaginar el objeto constitui- la ciencia -al desarrollar nuevos conceptos matemáticos-- han
¡\
do por puntos materiales y qué fuerzas debemos suponer que creado las herramientas formales (las ecuaciones diferenciales
¡· actúan entre ellos? La formulación de esta pregunta es indis- parciales) que han sido necesarias para los posteriores intentos
pensable, si se pretende que la mecánica describa el objeto de de establecer una nueva ba8e de toda la física. ·
1
forma completa. · · ·. Estas modalidades de aplicación de la mecánica pertenecen
1
Dentro de la tendencia natural de la mecánica corresponde a la. llamada física «fenomenológica». Es característico de
suponer que estos puntos materiales, y las leyes de fuerzas que esta clase de física el hecho de que utilice en la mayor
actúan entre ellos, son invariables, porque los cambios tempo- medida posible conceptos que están cercanos a la experien-
rales quedarían fuera del alcance de una explicación mecánica. cia, aunque esto la ha llevado a renunciar, en gran parte, a
A partir de todo esto podemos ver que la mecánica clásica la unidad de sus fundamentos. El calor, la electricidad y la
debe conducimos a una interpretación atómica de la materia. luz son descritos por distintas variables de estado y por cons-
Ahora, con especial claridad, comprendemos cuán equivoca!los tantes materiales distintas de las cantidades mecánicas. De-
están aquellos teóricos que creen que la teoría surge de la tenrjnar todas estas variables en su dependencia mutua y
experiencia por vía inductiva. Aun· el gran Newton no pudo temporal constituía una tarea que, en general, sólo podía ser
.librarse de ese error («Hypotheses non fingo»). resuelta por la vía empírica. Muchos contemporáneos de
Con el fin de salvarse a sí misma del· peligro de hallarse Ma'{'.vell vieron en esta forma de presentación el objetivo
112 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad II3

último de la física, al que creyeron poder llegar de. una que hemos hablado antes. En efecto: Newton, en su teoría
manera puramente inductiva a partir de la experiencia, dada/ corpuscular de la luz, trató de reducirla a un movimiento de
la relativa cercanía de los conceptos utilizados con respecto puntos materiales. Más tarde, sin embargo, cuando los fenóme-
a ella. Desde la época de las teorías del conocimiento, St. nos de Ja polarización, difracción e interferencia de la luz
Mili y E. Mach adoptaron más o menos este punto de vista. obligaron a realizar modificaciones cada vez más incompatibles
Desde el mío, el mayor logro de la mecánica de Newton con esta teoría, se impuso la teoría ondulatoria de la luz de
estriba en que su aplicación consistente nos ha llevado más ~uygens. Es probable que esta teoría deba su origen, en esen-
allá de ese punto de vista fenomenológico, en particular cta,. a los fenómenos de la óptica ,de cristales y a la teoría del
dentro del ámbito de los fenómenos térmicos. Así ha sucedi- somdo, que por entonces ya había alcanzado cierto nivel de
do en la teoría cinética de los gases y en la mecánica estadís- elaboración. Tambié~ hem~s de a?mitir que la teoría de Huy-
tica en general. La primera relaciona la ecuación de estado gens se basaba en pnmera mstancra en la mecánica clásica. El
de los gases ideales, la viscosidad, la difusión y la conductivi- éter que todo lo penetraba hubo de ser considerado como el
dad del calor de los gases y los fenómenos radiométricos de con~uctor d~ las onda~, pero ningún fenómeno conocido podía
los gases y presenta la conexión lógica de fenqmenos que, exphcar el eter a partir de puntos materiales. Jamás se pudo
desde el punto de vista de la experiencia directa, ninguna lograr un~ ciar~ descripción de las fuerzas internas que gober-
relación guardan los unos con los otros. La segunda propor- naban. el. eter m de las fuerzas que actuaban entre el éter y la
ciona una interpretación de las ideas termodinámicas y de matena «ponderable». Por lo tanto, los fundamentos de esta
las leyes que han llevado el descubrimiento del límite de teoría permanecieron eternamente en la oscuridad. La verdade-
aplicabilidad de las nociones y leyes de la teoría física feno- ra base era una ecuación diferencial parcial, cuya reducción a
menológica en lo que respecta a la unidad lógica de sus elementos mecánicos fue· siempre problemática.
fundamentos y, además, ha obtenido valores precisos de las . Par? .la con':epción _teórica de los fenómenos eléctricos y
magnitudes verdaderas de los átomos y las moléculas por magnettcos se mtrodujeron, una vez más, unas masas de un
métodos independientes y que por lo tanto ·los sitúan más tipo especial y se conjeturó que entre esas masas existían
allá del ámbito de la duda razonable. Estos progresos decisi- fuerz.as que actuaban ~ distancia, similares a las fuerzas gravi-
vos fueron pagados por la coordinación de las entidades tatonas de Newton. Sm embargo, este tipo especial de mate-
atómicas con los puntos materiales, siendo obvio --como lo ria carecía de la propiedad fundamental de la inercia. Y las
era- el carácter especulativo de esas entidades. Nadie podrá fuerzas que a~tuaban entre esas masas y la materia pondera-
pensar jamás en <<percibir en forma directa» un átomo. Las ble permanecieron en la oscuridad. A estas dificultades hubo
leyes referidas a las variables que se conectan en forma más que agregar el carácter polar de esta clase de materia que
directa con los hechos experimentales (por ejemplo, tempera- no se adecuaba al esquema de la mecánica clásica. La base
tura, presión, velocidad) han sido deducidas de las ideas de la teoría se hizo aún más insatisfactoria cuando se conocie-
fundamentales por medio de complicados procesos de cálcu- , ron, los fenómen?~ electrodiná113i~os, a pesar de que estos
lo. Y por este camino la física (o al menos parte de ella), fenomenos permitieron a los f1s1cos la explicación de los
construida en sus orígenes de un modo más fenomenológico, . fenómenos magnéticos con lo que se hizo innecesario el su-
al basarse en la mecánica de Newton paralos átomos y las pue~to de masas magnéticas. Por cierto que estos progresos .
moléculas, se ha reducido a una base más alejada de la hubieron de pagarse aumentando la complejidad de las fuer-
experimentación directa, pero más uniforme en su yarácter. zas de interacción, cuya existencia debía suponerse, entre las
masas eléctricas en movimiento.
La salida de esta situación poco satisfactoria, gracias a la
Ill. El concepto de campo teoría de campo eléctrico de Faraday y Max'vvell, representa
probablemente la más profunda transformación en los funda-
Al explicar los fenómenos eléctricos y ópticos, 1~ mecánica . mentos de la física desde los tiempos de Newton. Una vez
de Newton ha tenido menos éxito que en los ámbitos de los más, se trata de un paso dado en el sentido de ia especulación
114 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 115

constructiva que aumenta la distancia entre los fundamentos me~á.nica de Newton y la teoría de campo de Maxwell. La
de la teoría y las experiencias sensoriales. La existencia del debthd~d de esta teoría reside en el hecho de que trataba de
campo se manifiesta, por cierto, sólo cuando son introducidos determmar los fenómenos mediante una combinación de
en éste cuerpos con carga eléctrica. Las ecuaciones diferen- ecuaciones diferenciales ~arciales (las ecuaciones de campo
ciales de Marxwell conectan los coeficientes diferenciales es- de Maxwell, para el espaCio vacío) y ecuaciones diferenciales
paciales y temporales de los campos eléctricos y magnéticos. totales (ecuacio~es de movi~~nto de puntos), procedimien-
Las masas eléctricas no son otra cosa que lugares en que la to que era obviamente arttfictal. Las insuficiencias de este
divergencia del campo eléctrico no desaparece. Las ondas punto de vista se manifestaron pór sí mismas en la necesidad
lurr:inosas se presentan como procesos de un campo ondula- de_ suponer dimensiones finitas para las partículas, a fin de
tono electromagnético en el espacio. · ~v~tar que el campo _electro~agnético que existe en sus super-
. Para cerciorarse, Maxwell inténtó una interpretación mecá- ficie~ llegara a ser mfinitamente grande. Además, la teoría
mca de su teoría de campo, a través de modelos mecánicos era mcapaz de dar una explicación de las tremendas fuerzas
del é!er. Pero gradualmente estos intentos fueron quedando que conservan las cargas eléctricas de las partículas individua-
margmados por la interpretación (despojada de todos los les. H. A_. Lorent~ aceptaba ~stas debilidades de su teoría, y
accesorios innecesarios) de Heinrich Hertz. De este modo, las conocta muy ,bten, a cambto de poder explicar los fenóme-
el campo ocupó dentro de esta teoría la posición fundamen- nos de una manera correcta, al menos en términos generales.
. tal que en la mecánica de Newton habían ocupado los puntos Por otra parte, había un aspecto que apuntaba más allá
ma!eriales. Sin embargo, en un primer momento, sólo fue del marco de la teoría de Lorentz. En las inmediaciones de
aplicada a los campos electromagnéticos en el espacio vacío. un cuerp~ eléctricamente cargado existe un campo magnético
En su etapa inicial de desarrollo; la teoría resultaba aún que con~nbuye,. ap~entemente, a su inercia. ¿No sería posi-
poco satisfactoria para el interior de la materia porque, en ble ~xphcar la mercta total de las partículas desde un punto
este caso,. había que introducir dos vectores eléctricos que de VIsta electro~agnético? Está claro que este problema sólo
estaban enlazados por relaciones dependientes de la naturale- puede ser anahz~do en forma satisfactoria si las partículas
z~ del medio, relaciones inaccesibles a cualquier análisis teó- pueden ser consideradas como soluciones reoulares de las
nco. Se produjo una situación análoga con respecto al campo ecuacion~s. difer~nciales parciales electromag;éticas. En su
magnético, y en la relación entre la densidad de la corriente forma ong:mal, sm embargo, las ecuaciones de Maxwell no
eléctrica y el campo. · admi~en tal desc~pción de las partículas porque sus corres-
Fue H. A. Lorentz quien halló la solución que apuntaba, pond~~ntes s~l~Ciones contienen una singularidad. Por ello
ade~á~, hacia una teoría electrodinámica de los cuerpos en los físicos t~o~cos han_ !ratado durante mucho tiempo de
movumento, una teoría que estaba más o menos libre de lograr su objetivo modificando las ecuaciones de Maxwell.
supuestos arbitrarios. Su teoría estaba construida sobre la Co~ todo, estos intentos no han sido coronados con el éxito.
base de las siguientes hipótesis fundamentales: · As1 comprobamos que el objetivo de erigir una pura teoría
En cualquier parte (incluido el interior de los cuerpos, de campo electromagnético de la materia, de momento conti-
ponderables) el asiento del campo es el es~acio vacío. La nú_a siend~ u~ objetivo inalcanzado, aunque en principio no
participación de• la materia en los fenómenos electromarnéti- eXIstan obJeclOnes contra la posibilidad de lograrlo. La faita
• o
cos tiene su ongen sólo en el hecho de que las partículas de un método sistemático que nos lleve a una solución ha
elementales de la materia llevan cargas eléctricas inalterables sido u~ obstáculo para nuevos intentos. No obstante, me
y, por este motivo, están sujetas, por una parte, a las accio- p_arece mnegable q~e en la fundamentación de cualquier teo-
nes ?e las fuerzas ponderomotoras y, por otra, poseen)a na de cm:npo cons1stente, el concepto de partícula no debe
propiedad de generar un campo. Las partículas elementales aparecer JUnto al concepto de campo. Toda la teoria ha de
obedecen a la ley del movimiento de Newton para los puntos estar basada, en forma exclusiva, en las ecuaciones diferen-
materiales. ciales parciales y en sus soluciones desprovistas de sin-
Sobre esta base H. A. Lorentz obtuvo su síntesis de ·la· gularidades.
116 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 117
2 dx, , , ,
ds - = r+dxz+dx7,-dx¡

IV; La teoría de la relatividad (si la unidad de tiempo está elegida de tal modo que la
velocidad de la luz e = 1).
No_ existe un método inductivo que nos conduzca a los Por este procedimiento, el tiempo pierde su carácter abso-
conceptos fundamentales de la física. La imposibilidad de luto y se asocia a las coordenadas «espaciales» como si tuvie-
comprender este hecho constituyó la base del error filosófico ra un carácter (casi) similar algebraicamente. El carácter
de muchos investigadores del siglo pasado. Tal vez también absoluto del tiempo y en particular el concepto de simultanei-
haya sido el motivo por el cual la teoría molecular y la dad fueron destruidos, quedando la descripción cuatridimen-
teoría de Maxwell sólo pudieron quedar e,stab!ecidas en una sional como la única adecuada.
fecha relativamente tardía. El pensamiento lógico es necesa- Con el fin de explicar también la equivalencia de todos los
riamente deductivo; se basa en conceptos hipotéticos y en sistemas inerciales con respecto a todos los fenómenos de la
axiomas. ¿Cómo seleccionar éstos, con la esperanza de que naturaleza, es necesario postular el carácter invariable de
se confirmen las consecuencias que de ellos se derivan? todos los sistemas de ecuaciones físicas que expresan k~yes
La situación más satisfactoria, es evidente, se hallé:J.rá en generales con respecto a la transformación de Lorentz. La
los casos en que las nuevas hipótesis fundamentales sean elaboración de esta exigencia forma el contenido de la teoría
sugeridas por el propio mundo de la experiencia. La hipóte- de la relatividad restringida.
sis de la inexistencia de un movimiento perpetuo como base Esta teoría es compatible con las ecuaciones de Maxwell
de la termodinámica proporciona el ejemplo de una hipótesis pero es incompatible con la base de la mecánica clásica. E~
fundamental sugerida por la experiencia; otro tanto ocurre verdad que las ecuaciones de movimiento del punto material
con el principio de inercia de Galileo. También dentro de la pueden ser modificadas (y con ellas las expresiones del mo-
misma categoría hallamos la hipótesis fundamental de la teo- mento y la energía cinética del punto material), de modo tal
ría de la relatividad, teoría que nos ha conducido a una que lleguen a satisfacer la teoría. Pero el concepto de la
inesperada extensión de la teoría de campo y a la sustitución fuerza de interacción y con él el concepto de energía poten-
de los fundamentos de la mecánica clásica. cial de un sistema pierde su base, porque estos conceptos se
El éxito de la teoría de Maxwell-Lorcntz ha dado gran apoyan_ en la idea de l_a simultaneidad absoluta. El campo,
confianza en la validez de las ecuaciones electromagnéticas determmado por ecuaciOnes diferenciales, ocupa el lugar de
para, el espacio vacío, y por lo tanto y en especial, en la la fuerza.
afirmación de que la luz se mueve «en el espacio» con una En razón de que la teoría anterior permite la interacción
determinada velocidad constante c. Esta afirmación del valor sólo por campos:, se requiere una teoría de campo de la
constante de la velocidad de la luz ¿es válida para todo. gravedad. Y por cierto que no es dificil formular una teoría
sistema inercial? Si así no fuera, un sistema inercial específi- en la que, tal como en la de Newton, los campos gravitatorios
co o, por mayor precisión, un estado de movimiento concre- puedan ser reducidos a un escalar, que es la solución de una
to (de un cuerpo de referencia) tendría que distinguirse de ecuación diferencial parcial. Sin embargo, los hechos experi-
todos los demás. Sin embargo, esto parecía contradecir todos mentales expresados en la teoría de la gravedad de Newton
los hechos experimentales mecánicos y electromagnéticos. apuntan hacia otra dirección: la de la teoría de la relatividad
Por estas razones era necesario elevar al. rango de princi- general. . -·
pio, la validez de la ley de la constancia de la veloCidad de Una característica poco satisfactoria de la mecánica clásica
la luz para todos los sistemas inerciales. A partir de esto se es la de que en sus leyes fundamentales la misma masa
sigue que las coordenadas espaciales X 1 , X 2 , X3 y el tiempo constante aparece en dos papeles diferentes: como «masa
X 4 deben ser transformados de acuerdo con la «transforma- inercial» en la ley del movimiento y como «masa pesante»
ción de Lorentz» que se caracteriza por el carácter invariable 1 en la Iey de la gravedad. Como resultado, la acelaración de
de la expresión un cuerpo en un. campo gravitatorio puro es independiente
118 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 119

de su material; de modo que en un sistema de coordenadas covariantes en relación con transformaciones arbitrarias, en
uniformemente acelerado (acelerado en relación con un «sis:- este sentido, tienen significado como expresiones de leyes
tema inercial») los movimientos ocurren como en un campo generales de la naturaleza (postulado de la covarianza
gravitatorio homogéneo (en relación con un sistema «inmó- general).
vil» de coordenadas). Si suponemos que la equivalencia de El primer objetivo de la teoría de la relatividad general
estos dos casos es completa, obtenemos una adaptación de era ~:r:ta versión preliminar que, aunque . no cumpliera los
nuestro pensamiento teórico al hecho de que la masa inercial reqms1tos de un Sistema cerrado, podía enlazarse de manera
y pesante son iguales. muy simple con los «hechos directamente observables». Si la
De aquí se deduce que ya no hay motivos para privilegiar, teoría se restringía a la pura mecánica gravitatoria, la teoría
corno cuestión de principio, los «sistemas inerciales»; y debe- de la gravedad de Newton podía servir como modelo. Esta
mes admitir en un pie de igualdad las transformaciones no versión preliminar puede caracterizarse así:
lineales de las coordenadas (x¡, x 2 , x 3 , x 4 ). Si realizamos l. El concepto de punto material y el de su masa se con-
esta transformación de un sistema de coordenadas de la teo- servan. Una ley del movimiento es formulada para dicho
ría de la relatividad restringida, la métrica punto y esta ley resulta ser la traducción de la ley de la
inercia al lenguaje de la teoría de la relatividad general.
. 2-dx2+dx2+dx2
ds - 1 2 3- dx24 Esta ley es un sistema de ecuaciones diferenciales totales, el
pasa a una métrica (riemanniana) general de la forma sistema característico de la línea geodésica.
2. La ley de N~wton de la interacción por la gravedad es
ds 2 =}.;gmn dxm dxn (su~ados para m y n) reemplazada por el sistema de las ecuaciones diferenciales
donde los grnn, simétricos en m y n, son funciones de x 1 .. . x 4 covariantes generales más simples que pueden establecerse
que describen tanto las propiedades métricas como el campo para el tensor grnn. Se forma igualando a cero el tensor de la
gravitatorio, en relación con el nuevo sistema de coor- curvatura riemanniana (R)MN=O).
denadas. Esta formulación permite el tratamiento del problema de
Esa mejoría en la interpretación de la base mecánica, con los planetas. Para decirlo con mayor precisión, permite el
todo, y tal como· se muestra ante un escrutinio minucioso, tratamiento del problema del movimiento de puntos materia-
hubo de pagarse: Las nuevas coordenadas ya no podían ser les de masa prácticamente despreciable en el campo gravita-
interpretadas como resultados de las mediciones con cuerpos torio (simétrico con respecto al centro) producido por un
rígidos y relojes, tal como ocurría en el sistema original (un punto material que, se supone, está «en descanso». No torna
sistema inercial con un campo gravitatorio que desaparecía). en cuenta la reacción de los puntos materiales «en movimien-
El paso a la teoría de la relatividad general se lleva a cabo to» en el campo gravitatorio ni se para a considerar cómo
mediante el supuesto de que la representación de las propie- produce ese campo gravitatorio la masa central.
dades de campo del espacio ya mencionadas a través de las . P<;>r analogía con la mecánica clásica se observa que la '
funciones gmn (o sea a través de una métrica riernanniana), s1gmente es una forma de completar la teoría; se establecen
también está justificado en el caso general, en el que no como ecuaciones de campo
existe ningún sistema de coordenadas en relación con el cual Rik-112gikR=- Tik,
la métrica adquiera la simple forma casi euclidiana de la
teoría de la relatividad especial. donde R representa el escalar de la curvatura de Riemann,
Ahora las coordenadas, por sí mismas, ya no expresan Tik el tensor de energía de la materia en una representación
relaciones métricas, sino tan sólo la «cercanía» de los objeti- · fenomenológica. El miembro izquierdo de la ecuación ha
vos cuyas coordenadas difieren muy poco las unas de las sido elegido de tal modo que su divergencia desaparece. La
otras. Todas las transformaciones de las coordenadas deben desaparición correspondiente de la divergencia del miembro
ser admitidas en la . medida en que esas transformaciones derecho produce las «ecuaciones de movimiento» de la mate-
están libres de singularidades. Sólo las ecuaciones que son ria, en forma de ecuaciones diferenciales parciales
120 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 121

para el caso en que Tik introduce, para la descripción de la


materia, sólo cuatro funciones independientes más (por ejem- la teoría original. La misma afirmación se podría hacer res-
l
plo, componentes de densidad, presión y velocidad, donde pecto a la versión proyectiva de la teoría, que ha sido elabo-
entre los últimos existe una identidad y entre la presión y la
densidad una ecuación de condición).
Con esta formulación toda la mecánica gravitatoria se re-
l rada. con gran cuidado en especial por Von Dantzig y por
Pauli.
. Las anteriores consideraciones se refieren ' en forma exclu-
duce a la solución de un único sistema de ecuaciones diferen- s1v~, a }a teoría de campo, libre de materia. ¿A partir dé
\
ciales parciales covariantes. Esta teoría evita todos los defec- ¡· ahtj que he:mos,de. hacer para obt~n~r una teoría completa
tos que hemos atribuido a la base de la mecánica clásica.
Por lo que sabemos, esta teoría es suficiente para la represen-
¡ de la matena atormca? En una teona tdeallas singularidades
tendrán que estar excluidas, sin duda, porque sin esa exclu-
tación de los hechos observados de la mecánica celestial. sión las ecuaciones diferenciales no determinan por completo
Pero es similar a un edificio, una de cuyas alas está construi- el campo total. Aquí, en la teoría de campo de la relatividad
da con fino mármol (miembro izquierdo de la ecuación), en gener~l; nos, e~fretamos con el mismo problema de la repre-
tanto que la otra ha sido hecha con madera de mala calidad
(miembro derecho de la ecuación). La representación feno-
!í sentacton teonca de campo de la materia, tal como lo había-
mos visto en relación con la teoría -pura de Maxwell.
menológica de la materia es, en realidad, sólo un rústico
sustituto de una representación que hiciera justicia a todas
¡ Y una vez más el intento de obtener una construcción
t~órica ~e camJ?o de las part~culas nos lleva, en apariencia, a
ctertas smgulandades. Tambtén en este caso se ha realizado
las propiedades conocidas de la materia.
No existe dificultad para conectar la teoría de Maxwell de un esfuerzo para/superar este defecto mediante la introduc-
campo electromagnético con la teoría de campo gravitatorio c~?n de n~evas variables ?e campo y la elaboración y exten- ·
1 ston del sistema de ecuaciOnes de campo. Sin embargo, hace
en la medida en que nos restrinjamos al espacio libre de · 1 '

materia ponderable y libre de densidad eléctrica. Todo lo


que se necesita es poner en el miembro derecho de la ante-
!
¡
poco tiempo, en colaboración con el doctor Rosen hemos
descubierto que la combinación más simple de ecuaciones de
~
rior ecuación en lugar de Tik, el tensor de energía del campo ¡ campo de la gravedad y electricidad mencionada anterior-
electromagnético ·en el espacio libre y unir al sistema de l mente produce soluciones centralmente simétricas, libres de
ecuaciones así modificado la ecuación de Maxwell para el cualquier singularidad (las conocidas soluciones centralmente
espacio libre, escrita en forma covariante general. Bajo estas simétricas d~ Schwarzschild para el campo gravitatorio puro
condiciones, entre todas estas ecuaciones existirá un número y las de Retssner para el campo eléctrico con consideración
suficiente de identidades diferenciales para garantizar su con- de su acción gravitatoria). A esto nos referiremos en un
sistencia. Podemos agregar que esta propiedad formal nece-
1r pár:afo siguiente, en forma breve. Por este camino parece
saria del sistema total de ecuaciones permite en forma arbi- ¡ posible establecer, para la materia y sus interacciones, una
traria el signo del miembro Tik, un hecho que más tarde ha teoría de campo pura, libre de hipótesis adicionales una ·
resultado ser importante. teoría que al ser sometida a verificación empírica n~ nos .
El deseo de obtener, en los fundamentos de la teoría, la cree más dificultades que las puramente matemáticas (que
mayor unidad posible ha desembocado en diversos intentos 1 desde luego, son muy serias). '
de incluir el campo gravitatorio y el campo electromagnético 1
V. Teoría cuántica y los fundamentos de la física
en un todo formal unificado. Aquí hemos de mencionar en
particular ia teoría de las cinco dimensiones de Kaluza y ¡
K1ein. Después de haber estudiado esta posibilidad con espe- 1
1 Los fi:sicos teóricos de nuestra generación están esperando
cial cuidado, considero que es preferible aceptar 1a carencia que se erija una nueva base teórica para la ñsica que usaría
de uniformidad interna que presenta la teoría original, por- · 1 conceptos distintos por completo de los que utiliza la teoria
que no creo que la totalidad de la hipótesis de la teoría de de. campo considerada hasta el presente. El motivo es que se
cinco dimensiones contenga menos elementos arbitrarios que ha demostrado que es necesario emplear -para la represen-
_r
¡.
122 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 123

tación matemática de los fenómenos llamados cuánticos- relaciona la frecuencia Halh con los valores de ·la energía
unos métodos enteramente nuevos. ¡ Ha. Por lo tanto es suficiente asignar al sistema una sucesión
En tanto que, tal como lo ha mostrado la teoría de la r- de frecueJ!cias discretas. Esto nos recuerda el hecho de que
relatividad, el fracaso de la mecánica clásica está vinculado en acústica una· serie de frecuencias discretas está vinculada
al carácter finito de la velocidad de la luz, se ha descubierto f a una ecuación diferencial parcial de primer grado (para
a comienzos de este siglo que existen otras clases de incon- 1 condiciones límite fijadas), es decir, a soluciones sinusoidales
gmencias entre las deducciones de la mecánica y los hechos periódicas. De la misma manera, Schrodinger se fijó la tarea
experimentales, incongruencias que están relacionadas con 1 de asociar una ecuación diferencial parcial para una función
el carácter finito (no nulo) de la constante h de Planck. En i escalar 'ljJ a la función de energía dada E( qr,pr), donde qr y el
particular, mientras que la mecánica molecular requiere que l tiempo t son variables independientes. En. esto tuvo éxito
tanto la cantidad de calor y la densidad (monocromática) de
¡ (para una función compleja '4') de modo que los valores
1
radiación de los cuerpos sólidos disminuyan en proporción teóricos de la energía Ha, como lo requiere la teoría estadís-
con la disminución de la temperatura absoluta, la experiencia tica, se pudieron obtener satisfactoriamente a partir de las
1 soluciones periódicas de la ecuación.
ha demostrado que disminuyen mucho más rápidamente que 1
la temperatura absoluta. Para una explicación teórica de este 1
comportamiento era necesario suponer que la energía de un ,¡ A decir verdad, no resultó posible asociar un movimiento
sistema mecánico no puede tomar valores arbitrarios, sino 1 definido, en el sentido de la mecánica de los puntos materia-
sólo ciertos valores discretos cuyas expresiones matemáticas
son siempre dependientes de la constante h de Planck. Ade-
¡ les, con una solución definida 'ljJ(qr, t) de la ecuación de
Schrodinger. Esto significa que la función 'ljJ no determina,
más, esta concepción era esencial a la teoría del átomo (teo-
ría de Bohr). Para la transición de estos estados en otros
-con o sin emisión o absorción de radiación- no podían
l al menos exactamente, la historia de los qr como funciones
del tiempo t. De acuerdo con Born, sin embargo, se ha
demostrado que es posible una interpretación del significado
establecerse leyes causales sino exclusivamente leyes estadís- físico de las funciones 'ljJ, de la siguiente forma: '4''4' (el
ticas, y una conclusión similar es válida para la descomposi- 1 cuadrado del valo'r absoluto deJa función compleja '4') es la
ción radiactiva de los átomos, que fue investigada con sumo !¡ densidad de probabilidad en el punto bajo consideración, en
. 1
cuidado por ese mismo tiempo. A lo largo de más de dos 1
el espacio de configuración de qr en el tiempo t. Es posible,
décadas, los físicos han tratado en vano de encontrar una pues, caracterizar el contenido de la ·ecuación de Schrodinaer
interpretación uniforme de este «carácter cuántico» de los l de una manera fácilmente comprensible aunque no muy p~e­
sistemas y los fenómenos. Esta empresa tuvo éxito hace cisa. Se trata de lo siguiente: ese contenido determina cómo
unos diez años, gracias a dos métodos teóricos diferentes varía la densidad de probabilidad de un conjunto estadístico
por completo entre sí. Uno de esos métodos ha sido obra de de sistemas en el espado de configuración con el tiempo. En
Heisenberg y Dirac y el otro ha surgido del trabajo de De pocas palabras: la ecuación de Schrodinger determina el cam-
Broglie y Schrodinger. La equivalencia matemática de ambos 1 bio de la función 'ljJ de qr con el tiempo.
métodos fue reconocida muy prontamente por Schrodinger ~
Aquí trataré de bosquejar la línea de pensamiento de De
¡ Ha de mencionarse que los resultados de esta teoría contie-
Broglie y Schrodinger, que está más cercana al método que nen ~omo valores límite- Jos resultados de la mecánica
utiliza el físico, y acompañaré esa descripción con algunas de partículas, si las longitudes de onda halladas en la solución
consideraciones generales. ' 1 del problema de Schrodinger son siempre tan pequeñas que
La cuestión es, en primer lugar: ¿Cómo se puede asignar 1 1~ energía potencial varía por acción de una cantidad prácti-
una sucesión ,discreta de valores de energía Ha a un sistema camente infinitesimal, para una distancia de una longitud de
concreto en el sentido de la mecánica clásica? (la, función de 1 onda en el espacio de configuración. Bajo estas condiciones
energía es una función dada de las coordenadas qr y los ¡ se puede demostrar lo siguiente: elegimos una región Go en

,~t
momentos conespondientes pr). La constante h de Planck el espacio de configuración que, aunque muy amplia (en
124 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 125

todas las direcciones) en relación con la longitud de onda, es ca (carácter incompleto) de las leyes. Ahora expondré las
pequeña en relación con las dimensiones relevantes del espa- razones de esta opinión.
cio de configuración. Bajo estas condiciones es posible elegir En primer lugar pregunto lo siguiente: ¿Hasta qué punto
una función 'li-' para un tiempo inicial to, de tal modo que se Ja función ·'V describe un estado real de un sistema mecánico?
anule fuera de la región Go y se comporte, según la ecuación Supongamos que 'tJr son la.c; soluciones periódicas (ordenadas
de Schródinger, reteniendo esa propiedad -al. menos ·según valores de energía crecientes) de la ecuación de Schró-
aproximadamente- también para un tiempo posterior, t, en dinger. De momento dejaré abierta la pregunta de hasta qué
el que la región Go se ha convertido en otra región G. De
esta forma, con cierto grado de aproximación, se puede ha-
blar del movimiento de la región G como un conjunto y es
li . punto los 'tJr individuales son descripciones completas de esta-
. dos físicos. Un sistema está primero en el estado 1.p 1 de la
:·· energía más baja E¡. Después, durante un tiempo finito, una
¡
posible aproximarse a este movimiento mediante el movi- _¡--- · pequeña fuerza perturhadora actúa sobre el sistema. Un mo-
miento de un punto en el espacio de configuración. Este mento más tarde, a partir de la ecu-ación de Schrodinger, se
movimiento coincide, pues, con el movimiento requerido por obtiene una función 'V de la forma:
las ecuaciones de la mecánica clásica.
Los experimentos sobre interferencias realizados eón· rayos
de partículas han proporciomido una brillante verificación de
la correspondencia con los hechos del carácter ondulatorio .. donde cr son constantes (complejas). Si las 'Vº están «norma-
de los fenómenos del movimiento, tal como lo supone la ... )izadas», jc 1 1 es, casi igual a 1, 1 c2 j , etc., es pequeño
teoría. Además de esto, la teoría ha logrado demostrar con · comparado con 1..1Ahora corresponde preguntar: ¿'!J describe
facilidad las ·'leves estadísticas de la transición de un sistema un estado real del sistema? Si la respuesta es afirmativa, no
de un estado· cuántico a otro, bajo la acción de fuerzas podremos por menos que adscribir a este estado * una ener-
externas lo que, desde el punto de vista de la mecánica . gía e y, en particular, una energía que excede E¡ por un
clásica, parece un milagro. Las fuerzas externas estaban re- poco (en cualquier caso Et < E < e2). No obstante esa
presentadas en este caso por aumentos de la energía poten- suposición no concuerda con los experimentos sobre imp~ctos
cial durante períodos breves de tiempo. Mientras que en la del electrón, tal como los realizaron J. Franck y G. Hertz, si
mecánica clásica ~sos aumentos pueden producir sólo cam- se toma en cuenta la demostración de Mil!ikan sobre la
bios relativamente pequeños del sistema, en la mecánica naturaleza discreta de la electricidad. En reatidad, estos
cuántica los producen de cualquier magnitud, incluso gran- experimentos nos llevan a la conclusión de que no existen
des, pero con una probabilidad pequeña, resultado que se valores de energía. situados entre los valores cuántiCos. De
halla en perfecta armonía con la .experiencia. Incluso la com- aquí podemos deducir que nuestra función '!J de ninguna
prensión de las leyes de la radiactividad, al menos en líneas manera describe un estado homogéneo del sistema, sino que
generales, surgió de esta teoría. · , es más bien una descripción est~dística en la que los cr repre-
Probablemente nunca antes se había desarrollado una teo- sentan las probabilidades de los valores individuales de ener-
ría que proporcionara la clave para la interpretación y cálcu- gía. Por lo tanto, parece claro que la interpretación estadísti-
lo de un grupo de fenómenos empíricos tan heterogéneo ca que Born hiciera con respecto a la teoría cuántica es la
como el que abarca la teoría cuántica. A pesar de esto, con única posible. La función 'V de ningún modo describe un
todo, creo que la teoría es capaz de inducirnos a 1 error en estado que pudiera ser el de un sistema único; se refiere a
nuestra búsqueda de una base uniforme para la fisica porque, muchos sistemas, a «un conjunto de sistemas>} en el sentido
a mi entender, es una representación incompleta de la reali- de la mecánica estadística. Si, con excepción de ciertos casos
dad, aunque es la única que puede construirse a partir' de
los conceptos fundamentales de fuerza y punto material * Porque de acuerdo con una consecuencia de la teoría de la relatividad
(correcciones cuánticas a la mecánica clásica). Su carácter la energia de un sistema completo (en reposo) es igual a su inercia (cOJno
incompleto necesariamente conduce a la naturaleza estadísti- conjunto). Esta, sin embargo, ,ha de tener un valor preciso.
126 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 127

especiales, la función 1jJ provee tan sólo datos estadísticos de ción del proceso concreto; este hecho está conectado con
magnitudes mensurables, el motivo está no sólo en el hecho otro: la teoría, en realidad, no opera con el sistema único,
de que la operación de medición introduce elementos desco- sino con una totalidad de sistemas.
nocidos, sino también en el hecho de que la función 1jJ, en Los coeficientes cr de nuestro primer ejemplo son apenas
ningún sentido, describe el estado de un sistema único. La alterados por la acción de la· fuerza externa. Con esta inter-
ecuación de Schrodinger determina las variaciones en el tiem- pretación de la mecánica cuántica es posible comprender el
po que ocurren en el conjunto de sistemas que pueden existir motivo por el cual esta teoría puedy explicar con facilidad el
independientemente de cualquier acción externa sobre el sis- hecho de que unas fuerzas perturbadoras débiles sean capa-
tema único. ces de producir cambios de cualquier magnitud en el estado
Esta interpretación también elimina la paradoja que no físico de un sistema. Estas fuerzas perturbadoras, por cierto,
hace mucho he demostrado con la ayuda de dos colaborado- producen sólo cambios pequeños de la densidad estadística
res y que se relaciona con el siguiente problema: del conjunto de los sistemas y en consecuencia sólo cambios
Consideremos un sistema mecánico que consiste en dos infinitesimales en las funciones 1jJ, cuya descripción matemá-
sistemas parciales A y B que se mantienen en interacción tica ofrece muchas menos dificultades que las que se presen-
durante un tiempo limitado. Supongamos que la función 1jJ tarían en la descripción matemática de cambios finitos expe-
antes de la interacción es conocida. Entonces la ecuación de rimentados por parte de los sistemas únicos. Es verdad, no
Schrodinger tendrá q:ue damos la función 1jJ después de que obstante, que lo que ocurre con el sistema único permanece
se haya producido la interacción. Determinemos ahora el totalmente sin clatificar cuando se utiliza esta interpretación.
estado físico del sistema parcial A ta:n completamente como El enfoque estadístico elimina por completo de la descripción
nos sea posible mediante mediciones. A continuación, la ese suceso_ enigmático.
mecánica cuántica nos permite determinar la función 1jJ del Pero ahora yo pregunto: ¿Existe realmente algún físico
sistema parcial B a partir de las mediciones realizadas y de que crea que jamás llegaremos a tener una percepción de
la función 1jJ del sistema total. Sin embargo, esta determina- estos importantes cambios que se producen en los sistemas
ción nos dará un resultado que depende de cuál de las canti- únicos, de su estructura y de sus conexiones causales, sin
dades físicas (observables) de A haya sido medida (por ejem- considerar el hecho de que los sucesos únicos han llegado a
plo, coordenadas o momentos). Toda vez que sólo puede estar tan cerca de nosotros, gracias a la maravillosa invención
haber un estado físico de B después de la interacción, que de la cámara de Wilson y al contador Geiger? Es posible
puede ser razonablemente considerado independiente de la creer esto, sin incurrir en contradicción desde el punto de
medición que hayamos realizado en el sistema A separado vista lógico, pero resulta tan contrario a mi instinto científico
de B, se puede· conclUir que la función 1jJ no representa sin que no puedo abandonar la búsqueda de una concepción
ambigüedad el estado físico. El que diversas funciones '\jJ más completa.
representen el mismo estado físico del sistema B demuestra A estas consideraciones debemos agregar las de otra clase,
una vez más que la función '\jJ no puede ser interpretada que también parecen indicar que los métodos· introducidos
como una descripción (completa) de un estado físico de un por la mecánica cuántica no e_stán en condiciones de propor-
único sistema. También en este caso la referencia de 'la fun- cionar una base útil para la totalidad de la física. En la
ción '\jJ a un conjunto de sistemas elimina toda dificultad *. ·¡'
ecuación de Schrodinger, el tiempo absoluto y la energía
La mecánica cuántica proporciona, de esta manera tan 1
1
potencial desempeñan un papel decisivo, en tanto que estos.
simple, teoremas sobre transiciones (aparentémente) discon- dos conceptos han sido considerados como inadmisibles en
tinuas de un estado a otro, sin brindar en rigor una de~crip- i principio por la teoría de la relatividad. Si queremos escapar
a esta dificultad, tendremos que basar toda teoria en el
* Una medición sobre A, por ejemplo, implica una transición hacia ún
conjunto menor de sistemas. Este (su función 'ljl. también, én consecuencia)
1
campo y en las leyes de campo, y no en las fuerzas de
depende del punto de vista según el cual se lleve a cabo esa reducción del interacción. Esto nos lleva a aplicar los métodos estadísticos
conjuntó de sistemas. ·1 de la mecánica cuántica a los campos, es decir, a sistep1as

..
J
:;·····t. .·.•·
·,:- C·
Sobre la Teoría de la Retatividad 129
128 Albert Einstein

con un número infinito de grados de libertad. Aunque los nos a las ecuaciones de la mecánica clásica para el movimien-
intentos que hasta aquí se han realizado han estado restringí- to de los corpúsculos o, al menos, a las ecuaciones diferencia-
dos a ecuaciones de primer grado que, tal como indica la les totales. En términos objetivos, hasta hoy no hemos llega-
teoría de la relatividad general, son insuficientes, las compli- do jamás a obtener una adecuada descripción teórica de
caciones con las que se ha tropezado resultan ya aterrado:r;as. campo de los corpúsculos libre de singularidades y a priori
Y se multiplicarían si quisiéramos obedecer las exigencias de nada_ podemos decir acerca del comportamiento de esas enti-
la teoría de la relatividad general, de cuya justificación nadie dade.s.· Sin embargo, una cosa es segura: si una teoría de
duda, en principio. campo proporciona · una representación de los corpúsculos
Es cierto que se ha señalado que la introducción de un libre de singularidades, en ese caso el comportamiento de
continuo espacio-tiempo puede ser contraria a la naturaleza los corpúsculos en el tiempo está determinado únicamente
en razón de la estructura molecular de todo aquello que por las ecuaciones diferenciales del campo.
ocurre en pequeña escala. Se ha afirmado que tal vez el
'éxito del método de Heisenberg apunta a un método pura-
mente algebraico de descripción de la naturaleza, es decir, a VI. La teoría de la relatividad y los corpúsculos
lá eliminación de las funciones continuas del ámbito de la
física. De modo que, a pesar de todo, también debería renun-
ciarse al continuo espacio-tiempo. Es concebible que el inge- Demostraré ahora, de acuerdo con la teoría de la relativi-
nio humano logre algún día hallar métodos que hagan posible dad general, que existen soluciones libres de singularidades
avanzar por ese sendero. En el momento actual, sin embar- para las ecuaciones de campo que pueden ser interpretadas
go, un programa como éste se asemeja al intento de respirar como representando los corpúsculos. Aqu'i me limitaré a las
en el vacío. partículas neutras porque, en otra publicación reciente, escri-
No cabe duda de que la mecánica cuántica ha logrado ta en colaboración con el doctor Rosen, he tratado ya este
explic;ar una buena proporción de la verdad, y de que ha de problema en detalle y porque los elementos esenciales del
ser piedra de toque de cualquier fundamento teórico futuro, problema pueden ser descritos por entero en el caso de
porque debe ser deducible de él como un caso límite, tal dichas partículas.
como la electrostática es deducible de las . ecuaciones de El campo gravitatorio está descrito por completo mediante
Maxwell del campo electromagnético o como la termodinámi- el tensor g¡.¡.v. En los símbolos de tres índices r !J.V aparecen
ca es deducibie de la mecánica clásica. No obstante, no creo también las contravariantes g¡.¡.v que se definen como los me-
que la mecánica cuántica pueda servir como punto de partida nores de g¡.¡.v divididos por el determinante g( = jgafl j). Con
·en la búsqueda de este fundamento del mismo modo que, el fin de que los Rik estén definidos y sean finitos,. no es
viceversa, no pueden hallarse a partir de la termodinámica suficiente que haya en el entorno de todo punto del continuo
(o respectivamente la mecánica estadística) los fundamentos~ un sistema de coordenadas en el que los gtJ.v y sus primeros.
de la mecánica. cocientes diferenciales sean continuos y diferenciables, sino
A la vista de esta situación, parece ser enteramente justifi- que también es necesario que el determinante g no adquiera
cable considerar con seriedad el problema de si se puede o valor nulo. Sin embargo, esta última restricción desaparece
no, de. alguna manera,. armonizar los fundamentos de la si se reemplazan las ecuaciones diferenciales Rik = O por
física de campo con los fenómenos cuánticos. ¿No es ésta la g}-Rik = O, cuyos miembros izquierdos son, funciones raciona-
única base que, con los instrumentos matemáticos de que se les enteras de gik y de sus derivadas .
. dispone en el presente, puede ser adaptada a las exigencias Estas ecuaciones tienen la solución centralmente simétrica
·de la teoria de la relatividad general? Los físicos de hoy, en dada por Schwarzschild
su mayoría, creen que ese intento es vano, Esta creencia
puede tener sus raíces. en el supuesto no justificado de que
esa teoría, en una primera aproximación, tendría que llevar- ---d?-?
1-2mir

\
130 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 131

guiente: el determinante g se anula para ese valor. Pero con


los métodos adoptados para escribir las ecuaciones de campo,
1 esto no constituye una singularidad.
d?-=- - - - dr - r- Si Q varía de -oo a +-oo, r varía de +oo~, a r = 2m y
1- 2m/r después otra vez a + oo, en tanto que para los valores de r
correspondientes a r<2m no existen valores reales correspon-
dientes de Q. Por consiguiente, la solución de Schwarzschild
se convierte en una solución regular mediante la representa-
ción del espacio físico como compuesto por dos «láminas»
idénticas en contacto en toda la hipersuperficie Q = O (es
decir, r = 2m), sobre la cual el determinante g se anula. -
Denominaremos «puente» a esa conexión entre las dos lámi-
nas (idénticas). De modo que la existencia de ese puente
entre las dos láminas en el ámbito finito corresponde a la
existencia de una partícula material neutra que se describe
libre de singularidades.
La solución al problema del movimiento _de las partículas
neutras evidentemente equivale al descubrimiento de solucio-
Esta solución posee una singularidad en r=2m, porque el nes de las ecuaciónes gravitatorias (escritas libres de denomi-
coeficiente de dr (es decir, g 11 ) se vuelve infinito sobre esta nadores), en cuanto contienen varios puentes.
hipersuperficie. Sin embargo, si reemplazamos la variable r La concepción esbozada aquí corresponde, a priori, a la
por Q definida por la ecuación estructura atómica de la materia en la medida en que el
«puente» es por su naturaleza un elemento discreto. Además,
Q2 = r-2m vemos que la masa constante m de las partículas neutras
debe necesariamente ser positiva, dado que ninguna solución
obtenemo$ libre de singularidades puede corresponder a la solución de
Schwarzschild para un valor negativo de m. Sólo el examen
de los distintos problemas de puente puede demostrar si este
método teórico proporciona o no una explicación de la igual-
dad empíricamente demostrada de las masas de las partículas
halladas en la naturaleza, y si toma en cuenta los hechos
que la mecánica cuántica ha explicado de un modo tan
extraordinario. -
º2
+·-----dr ' De una manera análoga es posible demostrar que las ecua-
2m+Q2 ciones combinadas de la gravedad y la electricidad (con la
elección adecuada del signo del miembro eléctrico en las
ecuaciones gravitatorias) producen una representación-puen-
te libre de singularidades del corpúsculo eléctrico. La más
simple de las soluciones de este tipo es la que sirve para una
partícula eléctrica sin masa pesante. ·
Esta solución se comporta con regularidad para todos los Hasta que no se consigan vencer las considerables dificulta-
valores de. Q. La anulación del coeficiente de dr (es decir, des matemáticas propias de la solución de los problemas de
g44) para Q = O resulta -es verdad- en la consecuencia si- varios puentes, nada se puede decir respecto a la utilidad de
132 Albert Einstein· Sobre la Teoría de la Relatividad 133

la teoría desde el punto de vista físico. Sin embargo, éste es procurar que la base de la física entera sea el concepto de
en realidad el primer intento de elaboración consistente de campo (después de una tentativa de compromiso con la me-
una teoría de campo, que tiene la posibilidad de explicar las cánica clásica). Este esfuerzo conduce a la teoría de la reláti-
propiedades de la materia. A favor de este intento se puede vidad (evolución de la noción de espacio y de tiempo· hacia
agregar que se ha basado en las ecuaciones de campo relati- la de continuo con una estructura métrica).
vistas más simples conocidas. Trato de demostrar, además, por qué en mi opinión la
teoría cuántica no parece capaz de aportar una fundamenta-
ción adecuada de la física: tan pronto como se intenta consi-
Resumen derar a la descripción teórica cuántica como una descripción
completa del sistema o del fenómeno físico individual, surgen
La física constituye un sistema lógico de pensamiento que contradicciones.
está en estado de evolución, cuyas bases no pueden destilar- Por otra parte, la teoría de campo es todavía incapaz de
se -por así decirlo-- de la experiencia mediante un método explicar la estructura molecular de la materia y de los fenó-
inductivo, sino que sólo puedén ser obtenidas por libre inven- menos cuánticos. Sin embargo, he mostrado que la convic-
ción. La justificación (contenido de verdad) del sistema resi- 'ción en la incapacidad de la teoría de campo para resolver
de en la verificación de sus conclusiones por los sentidos, estos problemas a través de sus métodos está basada en un
motivo por el cual la relación de éstos con aquéllas sólo prejuicio.
puede ser captada· en forma intuitiva. La evolución de la
· ciencia avanza en la dirección de una creciente simplicidad
de la base lógica. Con el fin de lograr una mayor aproxima- LOS FUNDAMENTOS DE LA FíSICA TEÓRICA .
ción a ese objetivo tenemos que aceptar que la base lógica
se separe más y más de los hechos de la experiencia y que. el Tomado de Science, Washington, D. C., 24 de mayo de 1940.
camino mental que une los fundamentos de la física con sus
conclusiones, que se correlacionan con las experiencias senso-
riales, se alargue y se dificulte de modo continuo.
Nuestra finalidad ha sido esbozar, tan brevemente como
L A ciencia es un intento de lograr que la diversidad caóti-
ca de nuestras experiencias sensoriales corresponda a
un sistema de pensamiento lógicamente uniforme; En este
fuera posible, el desarrollo de los conceptos fundamentales sistema cada. experiencia debe estar en correlación con la
en su dependencia de los hechos de la experiencia y del estructura teórica de tal modo que la relación resultante sea
esfuerzo por lograr la perfección interna del sistema. Estas única y convincente.
consideraciones pretenden iluminar el estado presente del Las experiencias sensoriales representan lo dado. Pero la
problema, tal como yo lo veo. (Es inevitable que una exposi- teoría que tendrá que interpretarlas está hecha por el hom-
ción histórica esquemática esté teñida de subjetivismo.) bre. Se trata del resultado de un proceso de adaptación de
Trato de demostrar de qué manera están conectados ·entre carácter extremadamente arduo: hipotético, nunca definitivo,
sí y con la naturaleza de nuestra_ experiencia los conceptos siempre sujeto a la crítica y a la duda.
de objeto material, espacio y tiempo objetivo y subjetivo. La manera científica de formar conceptos se distingue de
En la mecánica clásica los conceptos de espacio y tiempo se la que utilizamos en la vida de cada día no sustancialmente,
·independizaron. El concepto de objeto material es reempla-. sino sólo en la mayor ·precisión de las definiciones de los
zado. en los fundamentos de la física por el concepto de conceptos y las conclusiones; una elección más esmerada· y
punto material,- medio por él cual la mecánica se convierte sistemática del material experimental; una mayo:r economfa
fundamentalmente en atomista. La luz y la electricidad pro- lógica. Esto últi111o significa el esfuerzo por reducir todos los
ducen dificultades insuperables cuando se intenta erigir a la conceptos y correlaciones a la menor cantidad posible de
mecánica en base de toda la física. Así nos vemos llevados a conceptos y axiomas básicos lógicamente independientes.
la teoría de campo de la electricidad y, más adelante, a Lo que denominamos fisica abarca ese grupo de c:iencias
134 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 135

naturales que fundamentan sus conceptos en mediciones, y de las partes se asienta su gran significación y, asimismo, el
cuyos conceptos y proposiciones se prestan a una formulación mayor de los peligros ante cualquier nuevo factor. Cuando
matemática. Por consiguiente, su campo se define como comprendemos esto, nos sorprende que las llamadas épocas
aquella parte de la suma total de nuestro conocimiento que revolucionarias de la física no hayan cambiado sus fundamen-
es capaz de ser expresada en términos matemáticos. Con el tos más a menudo y de ~n modo más integral.
progreso de la ciencia, el campo de la física se ha expandido El primer esfuerzo por establecer una fundamentación teó-
tanto que sólo parece estar limitado por las limitaciones del rica uniforme fue la obra de Newton. En su sistema todo se
propio método. reduce a los siguientes conceptos; (1) puntos de masa con
La mayor parte de la investigación física está dedicada al masa invariable; (2) acción a distancia entre cualquier par
desarrollo de las diversas ramas de la física, en cada una de de puntos de masa; (3) ley del movimiento para el punto de
las cuales el objeto es la comprensión teórica de campos de masa. Si hablamos en términos estrictos, no se trata de un
experiencia más o menos restringidos, y en cada una de las fundamento que lo abarque todo, porque se formuló una ley
cuales las leyes y los conceptos permanecen unidos a la explícita sólo para las acciones a distancia de la gravedad;
experiencia lo más estrechamente posible. Esta disciplina en tanto que pada se estableció a priori por otras acciones a
científica, con su siempre creciente especialización, es la que distancia, a excepción de la ley de igualdad de acción y .·
ha evolucionado la vida práctica en los últimos siglos y ha reacción. Además, el mismo Newton comprendió en todo su
dado nacimiento a la posibilidad de que el hombre se haya alcance que el tiempo y el espacio eran elementos esenciales
visto liberado, por fin, del duro peso del esfuerzo físico. de su sistema, como factores efectivos desde el punto de
Por otra parte, desde el comienzo mismo, siempre ha esta- vista físico, aunqúe sólo lo fueran por inferencia.
do presente el intento de hallar una base teórica unificadora Esta base newtoniana resultó muy fructífera y fue conside-
de todas estas ramas, que consista en un mínimo de concep- rada definitiva hasta :fines del siglo XIX. N o sólo proporcio-
tos y relaciones fundamentales, y de la que todos los concep- nó resultados precisos en el caso de los movimientos de los
tos y las relaciones de cada rama puedan ser derivados por cuerpos celestes, sino que también proporcionó una teoría
un proceso lógico. A esto nos referimos al hablar de .la de la mecánica de masas discretas y continuas, una explica-
búsqueda de un fundamento para toda la física. La firme ción simple de principio de conservación de la energía y una
creencia de que ese objetivo último puede ser alcanzado es teoría térmica completa y brillante. La explicación de los
la fuente principal de la devoción apasionada que siempre fenómenos electrodinámicos dentro de los límites del sistema
ha animado al investigador. En ·este sentido están dedicadas de Newton era más forzada. Y lo menos convincente, desde
las siguientes observaciones sobre los fundamentos de la un primer momento, fue la teoría de la luz.
física. No es sorprendente que Newton prestara oídos sordos a
De lo ya dicho surge con ciaridad que la palabra funda- una teoría ondulatoria de la luz, porque tal teoría resultaba
mentos en este contexto no tiene exactamente el mismo poco acorde con sus fundamentos teóricos. El supuesto de
significado que· los fundamentos de un edificio, Desde el que el espacio estaba ocupado ·por un medio formado por
punto de vista lógico, por supuesto, las diversas leyes deJa puntos materiales que propagaban las ondas luminosas, sin
física se asientan sobre esos fundamentos. Pero en tanto que exhibir ninguna otra propiedad mecánica, debe de haberle
un edificio puede verse seriamente dañf!dO por una fuerte parecido muy artificial. Los argumentos empíricos más pode-
torment:;¡. o unas inundaciones y, sin embargo, sus fundamen- rosos en favor de la naturaleza ondulatoria de la luz, veloci-
tos permanecen intactos, en el ámbito de la ciencia el funda-· dades de propagación fijas, interferencia, difracción, polari-
mento lógico está siempre expuesto al gran peligro que pro- zación, o bien eran desconocidos o bien no se conocían en
viene de las nuevas experiencias o del nuevo conocimiento; una sintesis bien ordenada. La adhesión de N ewton a su
este peligro es mucho mayor que el que corren las distintas teoría corpuscular de la luz estaba justificada.
ramas, a causa del mayor contacto que éstas guardan con la A lo largo del siglo XIX la disputa fue dirimida en favor
experiencia. En la conexión entre el fundamento y cada una de la teoría ondulatoria; sin embargo, no surgió ninguna
136 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 137

seria duda con respecto a los fundamentos mecánicos de la Por aquel tiempo ésta era la única manera de concebir esta-.
física, en primer lugar porque nadie sabía dónde hallar un dos que estaban aparentemente distribuidos de modo conti-
fundamento de otro tipo. Sólo con ·mucha lentitud, bajo la nuo en el espacio. La peculiar interpretación mecánica de
irresistible presión de los hechos, se desarrolló una nueva estos campos permaneció en un segundo plano: una especie·
fundamentación: la física de campos. de aplacamiento de la conciencia científica en vista de la
A partir de la época de Newton, la teoría de la acción a tradición mecánica de la época de Faraday. Con el auxilio
distancia fue constantemente puesta en entredicho. No falta- de estos nuevos conceptos de campo, Faraday estuvo en
ron los esfuerzos para explicar la gravedad mediante una condiciones de formar un concepto cualitativo de todo el
teoría cinética, es decir, una teoría basada en las fuerzas de conjunto de efectos electromagnéticos descubiertos por él y
colisión de partículas de masa hipotéticas. Pero los intentos sus predecesores. La formulación precisa de las leyes de
fueron superficiales y no rindieron frutos. El extraño papel espacio-tiempo de esos campos fue obra de Maxwell. ¡Los
desempeñado por el espacio (o sistema inercial) dentro del sentimientos que debió experimentar al comprobar que las
fu~?amento mecánico fue también claramente reconocido y ecuaciones diferenciales que él había formulado indicaban
cntlcado con especial lucidez para Ernst Mach. que los campos electromagnéticos se expandían en forma de
El. gran cambio lo aportaron Faraday, Maxwell y Hertz, ondas polarizadas y a la velocidad de la luz! A muy pocos
en realidad de una manera casi inconsciente e incluso en hombres en el mundo les ha sido concedida una experiencia
contra de sus voluntades. Los tres investigadores, durante de esa índole. En ese momento crucial seguro que no se le
sus vidas, se consideraron adherentes de la teoría mecániéa. ocurrió que la enigmática naturaleza de la luz, en apariencia
Hertz halló la forma más simple de las ecuaciones del campo resuelta por completo, seguiría desconcertando a las genera-
electromagnético y declaró que toda teoría que llevara a ciones posteriores. Entre tanto, llevó todavía varias décadas
esa~ ecuaciones era una feoría maxwelliana. Sin embargo, comprender el pleno significado del descubrimiento de
hacta el fin de su breve vida, escribió un ensayo en el que Maxwell: tan enorme era el salto que su genio había obliga-
presentaba como fundamento de la física una teoría mecáni- do a dar a la física. Sólo después de que Hertz hubo demos-
ca liberada del concepto de fuerza; trado experimentalmente la existencia de las ondas electro-
Para nosotros, los que -por así decirlo- mamamos las magnéticas de Maxwell, se quebrantó la resistencia ante la
i~eas de Faraday junto con la lec.he materna, es difícil apre- nueva teoría.
Ciar la grandeza y audacia de esos hombres. Faraday debe Pero si el campo electromagnético puede existir como una
haber comprendido con un instinto infalible la naturaleza onda independiente de la fuente material, la interacción elec-
artificial de todos los intentos de referir ios fenómenos elec- trostática ya no puede ser explicada como acción a distancia.
tromagnéticos a acciones ·a distancia entre partículas que Y lo que era verdad para la acción eléctrica no podía ser
reaccionen entre sí. En un papel cubierto de limaduras de negado para la. gravedad. En todas partes, las acciones a
hierro ¿cómo podía saber cada una de ellas de la existencia distancia de Newton daban origen a campos que se expandían
de partículas eléctricas moviéndose en un, conductor cercano? a velocidad finita. · ·
Todas esas partículas eléctricas unidas parecían crear a su De los fundamentos de Newton quedaban ahora sólo los
alrededor un estado que a su vez producía cierto ordenamien- puntos materiales de masa, sujetos a las leyes del movimien-
to de las limaduras. Estos estados espaciales, hoy llamados to. Pero J. J. Thomson señaló que un cuerpo en movimiento
campos, en el caso de ser correctamente conocidos en su que lleva una carga eléctrica, según la teoría de Maxwell,
estructura geométrica y en su acción interdependhmte, pro- .posee un campo magnético cuya energia se comporta precisa-
P.orcionarian la clave para comprender las misteriosas interac- mente como un aumento de energia cinética sobre el cuerpo.
ciones electromagnéticas. Y de esto Faraday estaba convenci- Si una parte de la energía cinética consiste, pues, en energía
do. Concibió, pues, estos campos como estados de tensión de campo, ¿no podría ser esto verdad de toda la energía
mecánica en un medio que llenaba el espacio, similar a los cinética? ¿Tal vez seria posible explicar dentro de la teoría
estados de tensión en un cuerpo elásticamente distendido~ de campos la propiedad básica de la materia, su inercia?
138 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 139

Esta pregunta condujo hacia una interpretación de la materia estar muy alejados de poderse fundir en una teoría unificada.
en términos de la teoría de campos, que habría de proporcio- Debemos discutir las ideas básicas de esos dos sistemas.
nar una explicación de la estructura atómica de la materia. La teoría de la relatividad ha surgiiio de los esfuerzos
Prontamente se advirtió que la teoría. de Maxwell no podía realizados para mejorar, en el ámbito d~ la economía lógica,
cumplir con ese programa. A partir de entonces, muchos los fundamentos de la física tal como ·existían a fines del
científicos han empeñado todo su esfuerzo en tratar de com- sigl-o pasado. La llamada teoría de la relatividad especial o
pletar la teoría de campos mediante alguna generalización restringida está basada en el hecho de que las ecuaciones de
que incluyera· una teoría de la materia. Pero hasta el presen- Maxwell (y así la ley de la propagación de la luz en el
te esos esfuerzos no han sido coronados con el éxito. Cuando espacio vacío) se convierten en ecuaciones de la misma forma.
se trata de forjar una teoría, no basta tener una clara concep- cuando son sometidas a la transformaci<?-J! de Lorentz. Esta
ción del objetivo. También se ha de fijar un punto de vista propiedad formal de las ecuaciones de 'N1axwell se comple-
formal que restrinja suficientemente la ilimitada variedad de menta con el buen conocimiento empírico de que las leyes
posibilidades. Hasta estos momentos no se ha hallado; por de la física son las mismas con respecto a todos los sistemas
ello, la teoría de campos no ha podido proporcionar una inerciales. Por esta vía se llega al siguiente ·resultado: la
fundamentación de toda la física. transformación de Lorentz -aplicada a las coordenadas de
A lo largo de varias décadas, la mayoría de físicos se espacio y tiempo- debe regir la transición de un sistema
aferraron a la convicción de que se encontraría una subes- inercial a otro. El contenido de la teof{a de la relatividad
tructura mecánica a la teoría de Maxwell. Pero los resultados restringida pued~, en consecuencia, resumirse en una sola
insatisfactorios de stis esfuerzos condujeron a una gradual expresión: tod~s las leyes naturales deben estar condiciona-
aceptación de los nuevos conceptos de campo como funda- das de tal manera que resulten covariantes con respecto a
mentales e irreductibles; en otras palabras: los físicos se las transformaciones de Lorentz. De esto se concluye que la
resignaron a dejar de lado la idea de una fundamentación simultaneidad de los sucesos distantes no es un concepto
mecánica. invariante y que las dimensiones de los cuerpos rígidos y la
Y así, los físicos se remitieron a un programa basado en la marcha de los relojes dependen de sus estados dinámicos
teoría de campos. Pero no podía llamarse un fundamento, respectivos. Otra consecuencia posterior fue la modificación
en razón de que nadie podía decir si una teoría de campos de las leyes del movimiento de Newton, en los casos en que
consistente podría llegar a explicar la gravedad, por un lado, la velocidad de un cuerpo dado no era pequeña comparada
y los componentes elementales de la materia, por otro. En con la velocidad de la luz. De aquí se dedujo el principio de
ese estado de cosas, era necesario considerar las partículas la equivalencia de masa y energía; las leyes de conservación
materiales como puntos de masa sujetos a las leyes del movi- de la masa y de la energía se convirtieron en una sola y la
miento de Newton. Este fue el procedimiento seguido por misma. Una vez que se hubo demostrado que la simultanei-
Lorentz al Grear su teoría del electrón y la teoría de los dad era relativa y dependía del marco de referencia, desapa-
fenómenos electromagnéticos de los cuerpos en movimiento. reció toda posibilidad de mantener las acciones a distancia
A este punto habían llegado las concepciones fundamenta- dentro de los fundamentos de la física, porque ese concepto
les a fines del siglo pasado. Se había logrado un inmenso presuponía el carácter absoluto de la simultaneidad (debe
progreso en la penetración y comprensión de importantes ser posible establecer la posición de dos puntos de masa que
grupos de fenómenos nuevos; pero la erección de un funda- estén en interacción «al mismo tiempo»).
mento unificado para la física parecía, sin duda, muy remota. La teoría de la relatividad general debe su origen al esfuer-
Y esto se ha visto agravado, incluso, por los avances posterio- zo por explicar. un hecho conocido desde los tiempos de
res. Lo ocurrido en este siglo se caracteriza por dos sisteri{as Galileo y Newton, pero que hasta el presente eludía toda
teóricos esencialmente independientes el uno del otro: la interpretación teórica: la inercia y el peso de un cuerpo, dos
teoría de la relatividad y teoría cuántica. Los dos sistemas cosas en sí mismas por completo distintas, son medidas por
.no se contradicen entre sí en forma directa, per9 parecen una misma constante, la. masa. A partir de .
esta corresnon-
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140 Albert Einstein
Sobre la Teoría de la Relatividad 141
dencia se sigue que es imposible descubrir por medios .experi- En el año 1900, en el curso de una investigación puramen-
mentales si un sistema dado de coordenadas es acelerado o te teórica, Max Planck hizo un descubrimiento muy impor-
si su movimiento es recto y uniforme y los efectos observados tante: la ley de la radiación de los cuerpos como función de
deben su origen al campo gravitatorio (éste es el principio la temperatura no podía ser derivada en forma exclusiva de
de equivalencia de la teoría de la relatividad general). Esto las leyes de la electrodinámica de Maxwell. Para llegar a
destroza los conceptos del sistema inercial, tan pronto como resultados coherentes con la experiencia, la radiación de una
aparece la gravedad. Debemos señ~la! aquí. q~1e el sistel?a frecuencia dada debía ser tratada como si estuviera integrada
inercial es un punto débil de la mecamca galileico-newtoma- por átomos de energía hv, donde, hes la constante universal
na. Se presupone en ella una misteriosa propiedad del espa- de Planck. Durante los años posteriores se demostró que la
cio físico, que condiciona el tipo de sistem~s de. coordenadas luz era siempre producida y absorbida ·en esos cuantos de
para el que resultan válidas la ley de Ja mercta y las leyes energía. En particular, Niels Bohr fue capaz de comprender
newtonianas del movimiento. la estructura del átomo, bajo el supuesto de que los átomos
Estas dificultades son evitables gracias al siguiente postula- sólo pueden poseer valores discretos de energía y de que _las
do: las leyes naturales deben formularse de tal manera que transiciones discontinuas entre ellos están conectadas con la
su forma sea idéntica para sistemas de coordenadas de cual- emisión o la absorción de esos cuantos de energía. Esto
quier clase de estados dinámicos. Llevar esto a cabo es la arrojó alguna luz sobre el hecho de que en su estado gaseoso
tarea de la teoría de la relatividad general. Por otra parte, los elementos y sus componentes sólo irradian y absorben
deducimos de la teoría .restringida la existencia de una métri- luz de ciertas frecuencias muy definidas. Esto era por co~­
ca de Riemann dentro del continuo espacio-tiempo que, de pleto inexplicable dentro del esquema de las teorías que
acuerdo con el principio de equivalencia, describe tanto el existían por entonces. Estaba claro que, al menos dentro del
campo gravitatorio como las propiedades métricas del espa- campo de los fenómenos atómicos, el ~arácter de todo lo
cio. Si suponemos que las ecuaciones de campo de la grave- que sucede está determinado por estados discretos y por
dad son diferenciales de segundo orden, la ley de campos transiciones aparentemente discontinuas entre ellos, donde
quedará determinada de un modo clar_o. . , . la constante h 'de Planck jugaba un papel decisivo.
Además de este resultado, la teona hbera a la fís1ca de El siguiente paso fue dado por De B:toglie, quien se pre-
campos de los problemas -en común con la mecánica de guntó cómo podían entenderse los estados discretos median-
Newton- derivados de la adscripción al espacio de aquellas te la ayuda de los conceptos corrientes, encontrando un para-
propiedades físicas independientes que hasta entonces habían lelo con las ondas estacionarias, co_mo por ejemplo en el
quedado ocultas por el uso de un sistem~ inercial. Pe.rc: no caso de las frecuencias adecuadas de los tubos de órgano y
se puede aducir que estas partes d~ la teona de l.a. relatiVIdad de las cuerdas, en acústica. Es cierto que las acciones de las
general, que hoy pueden ser corts1de:adas defimt1vas, ~ayan ondas del tipo aquí requerido eran desconocidas, pero podían
aportado a la física una fundamentación completa y satisfac- ser construidas y sus leyes matemáticas formuladas mediante
toria. En primer lugar, el campo total aparece en ell~ con:- el uso de la constante h de Planck. De Broglie concibió un
puesto por dos partes lógicamente inc~ne~as, la grav1t?tona electrón que giraba en torno al núcleo. atómico como si
y la electromagnética. Y en segundo termmo esta teona, tal estuviera conectado con un hipotético tren de ondas y así
como las primeras teorías de campos, de momento no ha hizo comprensible, hasta cierto punto, el carácter discreto
proporcionado una explicación de la estructura atómica· de de las trayectorias «permitidas» de Bohr por el carácter esta-
la materia. Este fracaso está, quizá, conectado con 1 el hecho cionario de las ondas correspondientes.
de que hasta el. presente no haya c~ntribuido en nada a la , Ahora bien, en la mecánica, el movimiento de los puntos
comprensión de los fenómenos cuánt1~os. Para abarcar e~tos. materiales está deter1TIÍ!.'"lado por fuerzas o campos de fuerza
fenómenos, los físicos se han visto obligados a adoptar meto- . que actúan sobre ellos. Debía esperarse, pues, que esos ca~n­
dos enteramente nuevos, cuyas características básicas analiza- pos de fuerza también ir.Jluenciaran los campos ondulatonos
remos a continuación. de De Broglie de una manera análoga. Envin Schrodinger
142 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 143

demostró de qué modo debía ser tomada en cuenta .esta El tratamiento teórico cuántico de este caso es el siguiente:
influencia, volviendo a interpretar ciertas formulaciones de . en el tiempo to tenemos un sistema de ondas de Schrodinger
la mecánica clásica con un ingenioso método. Incluso consi- dentro por completo de G. Pero a partir del tiempo t0 y en
guió extender la teoría ondulatoria mecánica hasta el punto adelante, las ondas abandonan el interior de la región G en
que, sin la introducción de ninguna hipótesis adicional, se todas las direcciones, de tal manera que la amplitud de la
hizo aplicable a cualquier sistema mecánico compuesto por onda de salida es pequeña si se la compara con la amplitud
un número arbitrario de puntos de masa, es decir, poseedor inicial del sistema de ondas dentro de G. Cuanto más se
de un número arbitrario de grados de libertad. Esto era extienden estas ondas, tanto más 'disminuye Iá amplitud de
posible porque un sistema mecánico que consista en n puntos las ondas que se hallan dentro de G y, por tanto, la intensi-
de masa es matemáticamente equivalente, en un grado consi- dad de las últimas ondas que salen de G. Sólo después de
derable, a un único punto de masa que se mueva en un que haya transcurrido un tiempo infinito se agotará la provi-
espacio de 3 n dimensiones.
Sobre la base de esta teoría fue posible obtener una repre-
sentación sorprendentemente buena de una inmensa variedad
l sión de ondas dentro de G, ya que las ondas exteriores se
habrán extendido sobre un espacio creciente.
¿Pero qué relación guarda este proceso ondulatorio con el
de hechos que, de otro modo, se mostraban incomprensibles primer objeto de nuestro interés, la partícula originalmente
por completo. Pero, curiosamente, se fracasó en un punto: encerrada en G? Para responder a esta pregunta debemos
se comprobó que e;r:a imposible asociar con estas ondas de 1 imaginar algún sistema que nos permita efectuar mediciones
Schrodinger movimíéntos precisos de los puntos de masa; y sobre la partícula. Por ejemplo, imaginemos que en algún
esto, después de todo, había sido el objetivo original de 1 punto del espacio circundante hay una pantalla de tal natura-
todo el esfuerzo. leza que la partícula, al ponerse en contacto con ella, queda
La dificultad parecía insuperable, hasta el momento en adherida. Después, a partir de la. intensidad de las ondas
que fi!e solucionada por Bom, con un método tan simple que choquen contra la pantalla en determinado punto,
como inesperado. Los campos ondulatorios de De Broglie- 1! extraeremos conclusiones acerca de la probabilidad de que
Schrodinger no debían interpretarse como descripciones ma- ¡¡. la partícula haya chocado contra la pantalla en ese lugar y
temáticas de cómo_ se produce de verdad un hecho en el en ese momento. Tan pronto como la partícula ha chocado
tiempo y en el espacio, aun cuando -por supuesto-- tienen contra algún punto particular de la pantalla, la totalidad del
que ver con ese hecho. En realidad, esos campos son una cámpo ondulatorio pierde toda su significación física; su úni-
descripción matemática de lo que podemos realmente saber co fin era hacer predicciones en términos de probabilidad
acerca del sistema, y sólo sirven para hacer afirmaciones del lugar y del momento en que la partícula chocaría contra
estadísticas y predicciones de los resultados. de todas las me- la pantalla (o, por ~jemplo, de su momento en el instante
diciones que podames lleyar a cabo sobre eLsistema, en que chocara contra !apantalla).
Ilustraré ahora estas características generales de la mecánica Todos los demás casos son análogos. El objetivo de la
cuántiCa por medio de un ejemplo sencillo. Consideraremos teoría es determinar la probabilidad de los resultados de la
un punto de masa que está dentro de una región restringida G . medición sobre un sistema en un momento determinado.
porque sobre él se ejercen fuerzas de valor finito. Si la energía Por otra parte, no pretende proporcionar una representación
cinética de ese punto de masa está por debajo de cierto límite, matemática de lo que realmente está presente o sucede en el
de acuerdo con los principios de la mecánica clásk;a, nunca espacio y ~~tiempo. En este punto, la teoría cuántica de hoy
podrá salir de la región G. Pero de acuerdo con la mecánica difiere en forma fundamental de todas las teorías previas de
cuántica, el punto en cuestión, después de un periodo que no ' la física, tanto las mecánicas como las de campos. En lugar
es predecible inmediatamente, está en condiciones de abando- de un modelo de los hechos espacio-temporales reales, brin-
nar la región G en una dirección impredict:ible y huir hacia el · da las distribuciones de probabilidad de posibles mediciones
espacio lindante. De acuerdo con Gamow, éste es un modelo como funciones del tiempo.
simplificado de la desintegración radiactiva. Debe admitirse que la nueva concepción teórica se debió
Sobre la Teoría de la Relatividad,. 145
144 Albert Einstein

no a la fantasía de unos científicos, sino al peso de los


EL LENGUAJE COMUN. DE LA CIENCIA
hechos empíricos. Todos los esfuerzos por representar l(ls
características ondulatorias y de partícula observados en la
luz y la materia, recurriendo eri forma directa al modelo Grabación emitida por radio en ocasión de la Conferencia
espacio-tiempo, hasta el presente han desembocad? en el . científica de Londres, el 28 de septiembre de 1941. Publicada
fracaso. Y Heisenberg ha demostrado de modo convmcente, en Advancement of Science, Londres, volumen 2, n.o 5.
desde un punto de vista empírico, que cualquier decisión en
cuanto a una estructura de la naturaleza rigurosamente deter- L primer paso hacia ellenguáje consistió en unir acústi-
minista está descartada de una manera definitiva, en razón
de la estructura atómica de nuestro aparato experimental.
E camente, o de cualquier otra manera, las impresiones
sensoriales con unos signos conmutables. Casi todos los ani-
Por ello es probable que esté descartado que algún conoci- males sociales han llegado a ese primitivo tipo de comunica- /
miento futuro pueda obligar a la física a abandonar su funda- ción, al menos hasta cierto grado. Un desarrollo de mayor
mento actual teórico de carácter estadístico, en favor de nivel se alcanza cuando son establecidos y comprendidos
otro determinista, que tratara con la realidad física en forma unos signos adicionales, que establecen relaciones con los
directa. Desde el punto de vista lógico, el problema parece primeros signos que señalaban ~presiones sensori~les. En
ofrecer dos posibilidades, frente a las cuales, en principio, este estado ya es posible dar notlcras de algunas senes com-
estamos en condiciones de elegir. En última instancia, la plejas de impresiones; podemos. decir que ~1 lenguaje h_a
· elección se hará de acuerdo con el tipo de descripción que nacido. Si la fup:ción del lenguaJe es producu un entendi-
produzca la formulación más simple de los fundamentos, miento, han de· existir reglas sobre las relaciones entre los
hablando en términos de lógica. De momento carecemos de · signos, por una parte, y debe haber una correspondencia
toda teoría determinista que describa directam~nt_e .los pro- estable entre los signos y las impresiones, por otra parte. En
pios sucesos y esté en consonancia con los hechos. · su infancia los individuos con un nüsmo lenguaje asimilan
estas regla; y estas relaciones fundamentalmente gracias a la
Tal como están las cosas, debemos admitir que no posee- intuición. Cuando el hombre adquiere concie:ricia de las re-
mos ninguna base teórica para la física, ninguna base a la glas sobre las relaciones entre signos, queda establecida la
que se pueda considerar el fundamento lógico de esta discipli- denominada gramática de la lengua.
na. La teoría de campos, hasta el momento presente, ha En .una etapa muy primaria, las: palabras pueden corres- ,
fracasado en la esfera molecular. Comúnmente se acepta ponder en forma directa a las impresiones. En otra etapa, '/
que el único principio que podría servir de base a la teoría más tardía, esta conexión directa se pierde, en la medida en
cuántica sería el que representar¡l una translación de la teoría que algunas palabras se ~relacionan con alguna percepción
de campos a un esquema de la estadística cuántica. Nadie sólo en el caso de utilizarse junto con otras palabras (por
está hoy en condiciones de aventurarse -a asegurar si tal cosa ejemplo, vocablos como «es», «O», «cosa»). En esta situa-
podrá producirse de una manera satisfactoria. ción, son los grupos de palabras, más que las palabras aisla-
_-;.:
das, los que se refieren a las percepciones. Así, cuando el
Algunos físicos, y yo mismo entre ellos, no pueden creer lenguaje se independiza paréialmente del trasfondo de impre-
que debamos abandonar para· siempre la idea de una repre- siones, se ha ganado una mayor coherencia interna ..
sentación directa de la realidad física en el espacio y en el
tiempo, o que tengamos que aceptar el criterio que sostiene Tan sólo en este desarrollo posterior, en el que muy. a
que los sucesos naturales son análogos a un juego de azé'J. menudo se hace uso de los comúnmente denmninados con-
Cada hombre debe elegir la dirección de sus esfuerzos·; y ceptos abstractos, el lenguaje se convierte. en un verdadero:
instrumento del razonamiento en el exacto sentido de ·la
también cada hombre· puede encontrar solaz en la magnifica
frase de Lessing, que asegura que la búsqueda de laverdad palabra. Pero, asimismo; este desarrollo convierte al lengua-,
je en una peligrosa fu.ente de error y engaño. Todo depende,
es más preciosa que su posesión.
146 Albert Einstein

del grado en que las palabras y las combinaciones de palabras


~r Sobre la Teoría de la Relatividad

a través de un esfuerzo cooperativo en lo que se refiere al


147

se correspondan con el mundo de las impresiones. efecto final, esos hombres han creado las herramientas espiri-
1
..l ~ t~ Qué es lo que de~ermina que exista u?naNconhexión tan !. tuales para las revoluciones técnicas que han transformado
. mima entre e1 1enguaJe y el pensamiento. ¿ o ay pensa- la _vida de la humanidad en los últimos siglos. Su sistema
miento sin el uso del lenguaje, es decir, mediante conceptos
y combinaciones de conceptos para los cuales no haya nece-
¡ de conceptos ha servido de guía en medio del enorme caos
de percepciones, y así hemos sido capaces de aprender a
sariamente que pensar en palabras? ¿N o hemos luchado cada
uno de nosotros, alguna vez, por encontrar las palabras, a
¡
¡
captar verdades generales a partir. de observaciones parti-
culares. , ~; .,,~,>S ', · · ·"- ,. -
pesar de que la conexión entre las «cosas» ya se mostraba ¿Qué esperanzas y qué temores aporta el.método.ci~ntífico·/
por completo clara? · a la hu~anic:lªd? Creo que ésta no es la forma correcta de
Podríamos decidirnos a atribuir el acto del pensar una 1 plantear la pregunta. Lo que esta herramienta haya de produ-
independencia total ante el lenguaje, si el individuo formara cir en las manos del hombre depende por completo de la
o fuera capaz de formar sus conceptos sin la guía verbal de naturaleza de /los objetivos que permanecen vivos en esta
su entorno. Sin embargo, en la mayoría de casos, la estructu- 1 humanidad. Una vez fijado el objetivo, el método científico
!
ra mental de una persona que hubiera crecido en tales condi- proporciona los medios para realizarlo. Pero no puede brin-
, clones sería muy pobre. Por consiguiente, debemos conclujr dar los objetivos mismos. El método científico en sí no nos
que el desarrollo mental del individuo y su modo de formar f hubiera conducido a ninguna parte y ni siquiera hubiera
los conceptos depende del lenguaje hasta un nivel muy eleva- 1· visto la luz sin una lucha apasionada para alcanzar un enten-
do. Esto nos hace comprender hasta qué punto un mismo 1 dimiento claro. i ·

lenguaje significa una misma mentalidad. En este sentido, En mi opinión, la perfección de los medios y la confusión
'" pensamiento y lenguaje están unidos entre sí. J
de los objetivos parece ser la característica de nuestros tiem-
¿Cuál es la diferencia que existe entre el lenguaje de la pos. Si deseamos con sinceridad y· apasionamiento la seguri-
r
ciencia y el lenguaje tal como habitualmente entendemos la dad, el bienestar y el libre desarrollo del talento de todos
palabra? ¿Cómo puede ser que el lenguaje científico sea 1
los hombres, no hemos de carecer de los medios necesarios
internacional? La ciencia se esfuerza por lograr una extrema- j para llegar a conseguirlo. Aun cuando sólo una pequeña
da agudeza y claridad de conceptos con respecto a la relación
de éstos entre sí y a su correspondencia con los datos senso- ! parte de la humanidad luche por esos fines, su superioridad
terminará por imponerse con el transcurso del tiempo.
riales. A modo de. ~lustración, analicemos la geometría de
Euclides y el álgebra. Ambas disciplinas operan con un pe- l.
1
queño número de conceptos y símbolos, respectivamente, . 1
independientemente introducidos, tales como el número en- Tomado de Science Illustrated, Nueva York, abril de 1946.
. tero, la recta, el punto, así como los signos de las operacio-
nes fundamentales, es decir, las conexiones entre esos con- Con el fin de oomprender la ley de la equivalencia de la
" ceptos fundamentales. Esta es la base para la construcción y masa y la energía, debemos remontarnos a dos principios de
la definición, respectivamente, de todos los demás enuncia"' conservación o «equilibrio~ que, independientes el uno del
dos y conceptos. La conexión entre conceptos y enunciados; otro, han ocupado un elevado lugar en la física anterior a la
por una parte, y, por otra, los datos sensoriales, se establece teoría de la relatividad. Se trata del principio de la conserva-
ejecutando acciones cómo contar y medir, cuyo !resultado ción de la energía y del principio de la conservación de la
está suficientemente bien determinado. masa. El primero, enunciado por Leibnitz en tiempos tan
El carácter supranadonal de los conceptos científicos y .del lejanos como el siglo XVII, fue desarrollado en el siglo XIX
lenguaje científico está fundamentado en el h~cho de que esencialmente como corolario de un principio de la mecánica.
hayan sido establecidos por los mejores cerebros de todos Considere:rnos, por ejemplo, un péndulo cuya masa oscila
los países y de todos los tiempos. En solitario, y sin embargo entre los puntos A y B. En esos puntos la masa m es mayor
148 Albert Einstein · Sobre la Teoría de la Relatividad 149
que en e por la cantidad h; e (véase el dibujo) es el punto producida por fricción, una cantidad exactamente proporcio-
más bajo del recorrido. nal de energía debe ser consumida. Así se ha llegado al
principio de la «equivalencia de trabajo y calor». Con nuestro
péndulo, por ejemplo, la energía mecánica se convierte en
calor merced a la fricción, y de manera gradual.
De esta forma los principios de la conservación de las
energías mecánica y térmica se fundieron en uno solo. A
raíz de esto, los físicos se conven~ieron de que el principio
de conservación podía ser extendido aún más, para llegar a
abarcar los procesos químicos y electromagnéticos, es decir,
DIBUJO DEL MANUSCRITO DE ALBERT EINSTEIN que podía ser aplicado a todos los campos. Se supuso que
en nuestro sistema físico existía una suma total de energías
En e, por otra parte, la altura de elevación es cero y la que se matenía constante a través de todos los cambios que
masa tiene una velocidad v. Es como si la altura de elevación se produjeran.
pudiera ser convertida por completo en velocidad, y vicever- Por lo que respecta al principio de conservación de la
sá. La relación exacta se expresaría así: mgh = -f- , con g masa, ésta se define como la resistencia que un cuerpo opone
representando la aceleración de la gravedad. Aquí es intere- a su aceleración (masa inerte). También se la puede medir
sante señalar que esta relación es independiente tanto de la por el peso del cuerpo (masa pesante). Que estas dos defini-
longitud del péndulo como de la forma de la trayectoria que ciones, tan radicálmente diferentes, conduzcan a un mismo
describe la masa. valor de la masa de un cuerpo es un hecho de verdad asom-
El significado es que algo permanece constante a través broso. De acuerdo con aquel principio -es decir, que las
del proceso y que ese algo es la energía. En A y B se trata masas permanecen invariables a través de los cambios quími-
de una energía de posición o «potencial»; en e tenemos una cos o físicos- la masa representa la cualidad esencial (por
energía de movimiento o energía «cinética». Si este concepto invariable) de la materia. El calentamiento, la fusión, la
es correcto, la suma mgh+m ~ tendrá que tener 'el mismo vaporización o las combinaciones en compuestos químicos
valor para cualquier posición -del péndulo, si se determina no llegarán a alterar la masa total.
que h representa la altura por encima de C y v representa la Los físicos habían aceptado este principio hasta hace unas
velocidad en ese punto de la trayectoria del péndulo. Se ha pocas décadas. Pero frente a la teoría de la relatividad espe-
demostrado que ésa es, precisamente, la situación. Al genera- cial este principio resultó poco satisfactorio. Por consiguiente
tizar este principio se ha obtenido la ley de la conservación fue fusionado con el principio de energía, tal como, hace
··de la energía mecánica. ¿Pero que suce.de cuando la fricción unos sesenta años, el principio de conservación de la energía
detiene al péndulo? mecánica se había combinado con el principio de la conserva-
La· respuesta a tal pregunta fue obtenida en el estudio de ción del calor. Podemos decir que el principio de conserva-
.los fenómenos térmicos. Basado sobre el supuesto de que el ción de la energía, después de haberse tragado el de conser-
calores una sustanciaindestructible que fluye desde un obje- vación del calor, ahora se <;lisponía a tragar el de conserva-
to más caliente hacia otro más frío, este estudio nos propor- ción de la masa y erigirse en único señor.
cionó un principio_ de «conservación del calor». Por otra Es muy corriente expresar la equivalencia de masa y ener-
parte, desde tiempos inmemoriales se sabe que el calor pue- gía ( aun~ue un tanto inexactamente) mediante la fórmula
de ser producido. por fricción, tal como lo hacían los indios E = me-, donde e representa la velocidad de la luz, sobre
con un par de palos. Durante largo· tiempo los ñsicos han unos 300.000 kilómetros por segundo. E es la energía que
_sido incapaces de dar cuenta de este tipo de «producción» . está contenida en un cuerpo fijo; m es la masa. La energía
·de calor. Sus dificultades fueron superadas cuando se estable- que pertenece a la masa m es igual a esta masa, multiplicada
ció en forma satisfactoria que, para cada cantidad de- calor por el cuadrado de la enorme velocidad de la luz, lo ·que
-:f~ ·' -
' ·.•·•.·. ·.··f·.• ·. ·. ···
"'_-'c.o,-.-

150 Albert Einstein cr. Sobre la Teoría de la Relatividad 151

equivale a decir una enorme cantidad de energía para cada ¡


¡
fórmula de la equivalencia. También la ley nos permite calcu-
unidad de masa. lar con anticipación, a partir de pesos atómicos determinados
Pero si cada gramo de materia contiene esa tremenda en forma precisa, qué cantidad exacta de energía será libera-
energía, ¿por qué no ha sido advertida durante tanto tiempo? da con cualquier desintegración atómica. Las leyes, desde
La respuesta es bastante simple: , en la medida en que la luego, nada dicen acerca de si se producirá la reacción de
energía no se pierde externamente, es imposible que sea desintegración o acerca de cómo se producirá.
observada. Es como si un hombre dueño de grandes riquezas Lo que ocurre puede ser ilustrado con la ayuda dei ejem-
no pudiera jamás gastar ni dar un céntimo; nadie sabría plo de nuestro hombre rico. El átomo M es un rico avaro
cuán rico es. que, durante el transcurso de su vida, no gasta dinero (ener-
Ahora podemos invertir la relación y decir que un aumen- gía). Pero en su testamento lega su fortuna a sus hijos M' y
to de E en la cantidad de energía debe estar acompañado M", con la condición de que ellos entreguen a la comunidad
por un aumento de ~- en la masa. Es posible suministrar una suma mínima, menos de la milésima parte de todos los
energía a la masa con facilidad: por ejemplo, calentándola bienes (energía o masa).En conjunto, los hijos tenían algo
diez grados. ¿Y por qué no medir el aumento de la masa, o menos que lo que tenía el ,padre. (la suma de masas
el aumento del peso, relacionado con este cambio? El proble- M',+ M" es algo menor que la masa M del átomo radiactivo).
ma . estriba en que en el aumento de la masa el enorme Pero la parte entregada a la comunidad, aun cuando es
factor él se presenta en el denominador de la fracción. En
tal caso, el aumento es demasiado pequeño para ser medido
,¡1 relativamente pequeña, es aún tan tremendamente grande
(considerada como energía cinética) que conlleva una gran
en forma directa, incluso con la más sensible de las balanzas. 1 amenaza. Evitar/esta amenaza se ha convertido en el proble- .
Para que un aumento de masa sea detectable,· el cambio mamás urgente de nuestro tiempo.
de energía por unidad de masa tendrá que ser enormemente
grande. Sabemos sólo de una esfera en la que tales cantida-
des de energía por unidad de masa. son liberadas: la desinte:.. ACERCA DE LA TEORIA DE LA GRAVEDAD
gración radiactiva. Para describirlo de manera esquemática, GENERALIZADA
podemos decir que el proceso es así: un átomo de masa M
se divide en dos átomos de masas M' y M", que se separan Tomado de Scientific American, vol. 182, n.o 4, abril de 1950.
con una tremenda energía cinética. Si imaginamos a esas dos
masas en reposo --es decir, si extraemos de ellas esa energía OS directores de Scientific American me han pedido que
de movimiento-, entonces, considetadas en conjunto, son
esencialmente más pobres en energía que el átomo original.
L escriba un comentario acerca de mi último trabajo, que
acaba de ser publicado. Es una investigación matemática
De acuerdo con el prinéipio de equivalencia, la suma de las sobre los fundamentos de la física de campos.
masas M'+ M", de los productos de la desintegración, debe Algunos lectores quizá se pregunten asombrados: ¿no lo
tqmbién ser algo más pequeña. que la masa original, 'M, del aprendimos todo ya, sobre los fundamentos de la física, cuan-
átomo a punto de desintegrarse, en contradicción con el do estábamos en el colegio? La respuesta puede ser <<SÍ» o
viejo principio de la conservación de la masa. La diferencia «no», según la interpretaci9n que se adopte. Nos hemos ido
relativa de los dos está dentro del orden de un décimo del habituando a trabajar con conceptos y relaciones generales
uno por ciento. que nos capacitan para comprender un inmenso espectro de
En realidad, no estamos en condiciones de pesar los áto- experiencias y las hacen accesibles a un tratamiento matemá-
mos en forma individual. Sin embargo, hay métodos indirec- tico. En un cierto sentido esos conceptos y relaciones son
tos para medir sus pesos con exactitud. Asimismo, estarp.os probablemente incluso definitivos. Esto, por ejemplo, es ver-
en condiciones de determinar las energías cinéticas que son dad en lo que se refiere a las leyes de la refracción de la luz,
transferidas a los productos M' y ]l¡f" de la desintegración. a las relaciones de la termodinámica clásica en cuanto está
De esta manera ha sido posible comprobar y confirmar la basada sobre los conceptos de presión, volumen, temperatri-
152 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 153

ra, calor y trabajo, y a la hipótesis de la inexistencia de una consideraciones lo llevaron a la conclusión de que en estas
máqui:r~a de movimiento perpetuo. transiciones la «esencia» del objeto no ha sufrido ninguna
¿9ue es lo q~~ nos impele, pues, a. forjar teoría tras clase de cambio. Quizá el objeto esté compuesto por partícu-
~e~na? ¿Por que m ventamos teorías? La respuesta a esta las. inmutables y el cambio sólo sea un cambio en el ordena-
ultima pregunta es sencilla: porque nos complacemos en miento espacial de esas partículas. ¿No podría ser esto cierto
«comprender», es decir, en reducir los fenómenos mediante de todos los objetos que emergen una y otra vez con cualida-
un. proceso lógi.co a ~lg~ ya conocido o (aparentemente) des casi idénticas? ·
eVIdente. En pnmer termmo, son necesarias nuevas teorías . Esta idea no se perdió por completo durante la larga hiber-
cuan~o nos enfrentamos con hechos que no pueden ser nación del pensamiento occidental. Dos mil años después de
«explicados» por las teorías existentes. Pero esta motivación Leucipo, Bemouilli se pregunta por qué el gas ejerce presión
para establecer nuevas teorías es, por así decirlo, trivial, sa,bre las paredes de un recipiente. ¿Sería posible «explicar»
Im~uesta des?e fuera. Existe otra motivación, más sutil, y este hecho por la repulsión mutua de las partes del gas, en
de ~porta.ncia. no menor. Se trata del esfuerzo por la unifi- el sentido de la mecánica de Newton? Esta hipótesis parece
caci~m Y simplificación de las premisas de la teoría en su absurda 1 dado que la presión del gas depende de la tempera-
conJunto (es decir, el principio de economía de Mach, inter- tura, mientras todo lo demás se mantenga constante. Suponer
pretado como ~rincipio lógico). · que las fuerzas newtonianas de interacción dependen de la
Podeii_los decu que existe una pasión por el entendimiento, temperatura va en contra del espíritu de la mecánica de
de la m1sm~ _manera que existe una pasión por la música. Newton. Bernouilli conoce el concepto del atomismo y por
Entre los runos, el apasionamiento es un hecho corriente lo tanto se siente obligado a concluir que los átomos (o
pero se .~ierde, con el tiempo, en la mayoría de casos. Su;_ moléculas) chocan contra las paredes del recipiente y al ha-
esta pas10n no existirían ni las matemáticas ni las ciencias de cerlo así ejercen una presión. Después de todo, es preciso
la; naturaleza. Una y otra vez, la pasión por comprender ha suponer que los átomos están en movimiento: ¿de qué otra
dado lugar a la ilusión de que el hombre es capaz de aprehen- forma sería posible dar razón de los cambios de temperatura
d~r el mu~do objetivo por la vía racional, por el puro pensa- . de los gases?
rme~to, sm fundamentaciones empíricas: en una palabra, a Una simple consideración mecánica demuestra que esta
traves de la metafísica. Según mi opinión, cada teórico verda- presión depende, de manera exclusiva, de la energía cinética
dero, es ~na especie de metafísico domesticado, por mucho de las partículas y de .su densidad en el espacio. Esto tendria
que el rmsmo fantasee acerca de su «positivismo». El metafí- que haber conducido a los físicos de aquel tiempo a la conclu-
SICO cree que lo lógicamente simple es también lo real. El sión de que el calor consiste en el movimiento aleatorio de
metafísi~o domesticado cree que no todo lo que es lógica- los átomos. De haberse tomado esta conclusión con la serie-
mente srmple. es :ealidad empírica, sino que la totalidad de dad que se merecía, el desarrollo de la teoría térmica -de
toda la expenen~Ia sensorial puede ser «comprendida>~ sobre modo especial el descubrimiento de la equivalencia de calor
la base ?e Un SIStema conceptual, construido COn el .apoyo y energía mecánica- se habría visto considerablemente
de prermsas d~ gran simplicidad. El escéptico · dirá que esto . facilitado.
es «fe en el rmlagro». Admitámoslo así, pero se trata de un Este ejemplo pretende ilustrar dos cosas. La idea teórica
credo que, con el desarrollo de la ci~ncia, ha resultado de (en este caso el atomismofno surge como un hecho alejado
manera asombrosa. e independiente de la experiencia; tampoco puede ser deriva-
El surgimi~nto del atomismo es un buen ejemplo. ¿Cómo da de la experiencia a través de un procedimiento meramen-
pudo concebu L~ucipo esta atrevida idea? Cuando el agua te lógico. En realidad, es el producto de un acto creativo.
se congela y se convierte en hielo -·-aloo que parece total· Una vez que se ha formulado una idea teórica, es preciso
men~e distinto del agua-, ¿cómo pued~ ser que el hielo, al .· aferrarse a ella hasta el momento en que nos conduzca a
. fundrrse da algo que no parece diferenciarse del agua? Leuci- una conclusión insostenible.
po estaba perplejo e intentó dar con una «explicación». Sus En lo 9ue respecta a mi último trabajo teórico, no estimo
154 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 155

que sea justificado exponer en detalle su contenido ante un Esta incorporación de la óptica a la teoría del electromag-
grupo amplio de lectores que se interesen por la ciencia, netismo representa una de las más grandes victorias en la
porque esto sólo debe hacerse con las teorías que hayan sido ! batalla hacia la unificación de los fundamentos de la física.
confirmadas por la experiencia. De momento, lo que habla t- Maxwell consiguió esa unificación mediante argumentos pu-
en favor de la teoría que discutiremos aquí es, en principio, ramente teóricos, mucho antes de que fuera corroborada
la simplicidad de sus premisas y su estrecha conexión con lo por la labor experimental de Hertz. El nuevo enfoque permi-
que ya es conocido (a saber, las leyes del campo gravitatorio [ tió prescindir de la hipótesis de acción a distancia, al menos
puro). No obstante, podría ser de interés para un amplio en el ámbito de los fenómenos electromagnéticos. El campo
grupo de lectores familiarizarse con el proceso mental que 1 intermediario pasaba a ser el únicó portador de la interacción
l
conduce a empresas de naturaleza tan especulativa. Además, 1 electromagnética entre los cuerpos y el comportamiento del
se indicará el tipo de dificultades con las que nos tropezamos campo quedaba completamente determinado por unos proce-
y en qué sentido han sido superadas. sos contiguos, expresados por ecuaciones diferenciales.
1
En la física de Newton, el concepto teórico elemental
sobre el cual está fundamentada la descripción teórica de los
cuerpos materiales es el punto material o partícula. Por con-
¡ En ese momento surgió una pregunta: tomando en cuenta
que el campo existe incluso en el vacío, ¿habrá que concebir
el campo como un estado de un «portador» o habrá que
siguiente, la materia es considerada como discontinua, de atribuirle una existencia independiente, no reducible a ningu-
forma apriorística. Esto exige que la acción que los puntos 1
¡ na otra cosa? En otras palabras: ¿existe un «éter» portador
materiales ejercen los unos sobre los otros sea denominada del campo; un éter en estado ondulatorio, por ejemplo, cuan-
«acción a distancia». Este último concepto parece contrario 1 do lleva ondas luminosas?
por completo a nuestra experiencia de cada día; por lo tanto,
es natural que los contemporáneos de Newton -y por cierto ¡
·( .
La pregunta tiene una respuesta natural: al no poderse
prescindir del concepto de campo, es preferible_ no introducir,
el propio Newton- encontraran difícil aceptarlo. Sin embar- 1
r además, un portador con propiedades hipotéticas. Sin embar-
go, debido al casi milagroso éxito del sistema newtoniano, go, los investigadores que primero reconocieron la indispen-
las generaciones sucesivas de físicos se habituaron a la idea 1 sabilidad del concepto de campo todavía conservaban arrai-
de acción a distancia. Toda duda fue enterrada durante un gada con fuerza la tradición mecánica de pensamiento y no
largo tiempo. estaban preparados para aceptar sin vacilaciones este punto
Pero en la segunda mitad del siglo XIX, cuando las leyes de vista más simple. Pero en el curso de las décadas siguien-
de la electrodinámica fueron enunciadas, resultó que no pu- tes este enfoque comenzó a ganar terreno.
dieron ser incorporadas al sistema de Newton en forma satis- í La introducción del campo como un concepto elemental
factoria. Es interesante preguntarse si Faraday hubiera logra-
do descubrir la ley de la inducción electromagnética en el ¡t dio origen a una inconsistencia de la teoría como conjunto.
La teoría de Maxwell, aunque describa de manera adecuada
caso de haber recibido una educación académica normal. Sin !~ el comportamiento de las partículas con carga eléctrica en su
. estar atado a la manera tradicional de pensar; advirtió que interacción mutua, no explica el comportamiento de las den-
la introducción del «campo» como un elemento independien- f sidades eléctricas, es decir, que no proporciona una teoría
te de la realidad le ayudaba a coordinar los hechos experi.,
¡ de las partículas en sí mismas. Por consiguiente, éstas deben
mentales. Fue Maxwell quien logró comprender en profundi-
dad la significación del concepto de campo y llevó a cabo el
! ser tratadas como puntos de masa sobre la base de la antigua
teoría. La combinación de la idea de un campo continuo con
descubrimiento. fundamental de que las leyes de la ,electrodi- 1 la de los puntos materiales discontinuos en el espacio parece
námica hallan su expresión natural en las ecuaciones diferen- inconsistente. Una teoría de campo consistente requiere una
ciales de los campos eléctricos y magnéticos. Estas ecuaciones continuidad de todos los elementos de su teoría, no sólo en
implicaban la existencia de ondas, cuyas propiedades corres- el tiempo, sino también en el espacio, y en todos los puntos
pondían a las de la luz, en la medida en que éstas eran· del espacio. De aquí que la partícula material no tenga lugar
conocidas en esta época. como concepto fundamental en una teoría de campo. O sea
·e

156 Albert Einstein . Sobre la Teoria de la Relatividad 157

que, incluso más allá del hecho de que la gravedad no esté a A, siendo la aceleración de todos los puntos igual en
comprendida en ella, la electrodinámica de Maxwell no pue- magnitud y en dirección. Estos puntos se comportan como si
de ser considerada una teoría completa. un campo gravitatorio existiera con respecto a A, porque
Las ecuaciones de Maxwell para el espac~o vacío no. expe- una propiedad característica del campo gravitatorio es que la
rimentan cambios si las coordenadas espaciales y el tiempo aceleración es independiente de la naturaleza particular del
están sujetos a una transformación lineal especial: la tran~fo:r.;. cuerpo.
mación de Lorentz ( «covarianza» con respecto a las transfor- No existe ningún motivo para excluir la posibilidad de
maciones de Lorentz). La covarianza se cumple, por supues• · interpretar este comportamiento como el efecto de un «ver-
to, para una transformación compuesta por do~ o más trans- dadero» campo gravitatorio (principio de equivalencia). Esta
formaciones de esa índole; esto es lo que recme el nombre interpretación trae como resultado el hecho de considerar
de propiedad de «grupo» de las transformaciones de Lor~p.tz. que A es un «sistema inercial», incluso cuando es acelerado
Las ecuaciones de Maxwell implican el «grupo de Lo- con respecto a otro sistema inercial. (Para este argumento,
rentz», pero el grupo de Lorentz no implica las ecu~ciories lo esencial es que la introducción de campos gravitatorios
de Maxwell. El grupo de Lorentz puede se:r defimdo en . independientes Sf considere justificada aunque ninguna masa
forma independiente de las ecuaciones de Maxwell como un· generadora del campo esté definida. Por consiguiente, para
grupo de transformaciones lineales que .dejan invariante un Newton este argumento no hubiera resultado convincente.)
valor particular de la velocidad: la veloc~d~;l de la luz .. Estas Así, a los conceptos de sistema inercial, a la ley de la inercia
transformaciones se cumplen en la trans1cmn de un «Slstem~ y a la ley del movimiento se les priva de su significación
inercial» a otro que este en movimiento uniforme con respec;.. concreta, no sóló en hi mecáPJca clásica sino también en la
to al primero. La propiedad nueva más importante de este relatividad especial. Además, siguiendo con esta idea, obser-
grupo transformacional es que suprime el cará~ter absoluto vamos que con respecto a A el tiempo no puede ser medido
del concepto de simultaneidad de los sucesos d1stantes unos por relojes idénticos; en realidad incluso la significación físi- ,
de otros en el espacio. Sobre esta base, hay que esperar que ca inmediata de diferencias de coordenadas se pierde, por lo
todas las ecuaciones de la física sean covariantes con respec- general. En vista de todas estas dificultades, ¿no sería nece-
to a las transformaciones de Lorentz (teoría de la relatividad sario, después de todo, asirse con firmeza al concepto del
especial). De esta forma ocurrió que las ecuaciones de sistema inercial, abandonando el esfuerzo por explicar el
Maxwell condujeron .a un principio heurístico válido .mucho carácter fundamental de los fenómenos gravitatorios que se
más allá del campo de aplicabilidad o incluso de vahdez de manifiestan en el sistema newtoniano como la equivalencia
las propias ecuaciones. . .. , . de la masa inerte y pesante? Aquellos que tengan confianza
·La relÍ:ltividad especial tiene algo en común con la 11?-~c~m­ en la comprensibilidad de la naturaleza deberán responder
ca de Newton: las leyes de amba., teorías se suponen vá11das «TIO».
sólo con respecto a ciertos sistemas de ~oord~nadas, los .que He aquí la médula del principio de equivalencia: con el
conocemos bajo el nombre de «sistemas merc1ales.>>. Un SISte., fin de dar razón de la igualdad entre masa inerte y masa
1
ma inercial·es un sistema en un estado dinámico tal, que los pesante dentro de la teoría, es necesario admitir trans!orma-
puntos materiales «libres de fuerzas» que contiene n~ están ciones no lineales de las cuatro coordenadas. Es decir, que
acelerados con respecto al sistema de coord~na:Jas. Sm ~m­ debe extenderse el grupo de las transformaciones de Lorentz
bargo, esta definición es vacua si no hay med1os mdependi~n­ y, por ende, el conjunto ·de sistemas de coordenadas
tes para .reconocer la ausencia de fuerzas: Pero estos med10s «permitidos».
de reconocimiento no existen si se considera a 1a gravedad ¿Qué grupo de transformaciones de coordenadas puede
como un {<camvo». , sustituir, pues, el grupo de las transformaciones de Lorentz?
. Denom:inembs A a un sistema uniformemente acelerado La matemática sugiere una respuesta que se basa en las
con respecto a un <<sistema inercial» l. Los puntos materiales, investigaciones fundamentales de Gauss y Riemann, a saber,
•no acelerados con respecto a J, están acelerados con respecto que el sustituto· ap:ropiado es el grupo de todas las transfor-
158 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 159
maciones de coordenadas (analíticas) continuas. Bajo el efec- Una teoría relativista habrá de contestar a dos preguntas:
to de estas transformaciones lo único que permanece invaria- (1) ¿Cúal es el carácter matemático del campo? (2) ¿Qué
ble es el hecho de que los puntos cercanos tienen casi las ecuaciones representan este campo?
mismas coordenadas; el sistema de coordenadas expresa sola- Con respecto a la primera pregunta: desde el punto de
mente el orden topológico de los puntos del espacio (incluido vista matemático el campo se caracteriza, en esencia, por Hi
su carácter cuatridimensional). Las ecuaciones que expresan forma en que sus componentes se transforman si se aplica
las leyes de la naturaleza deben ser covariantes con respecto una transformación de coordenadas. Con respecto a la segun..:·
a todas las transformaciones continuas de las coordenadas. da pregunta: las ecuaciones deben determinar el campo de
Este es el principio de la relatividad general. forma suficiente, cumpliendo al mismo tiempo los postulados
El procedimiento que acabo de describir supera una defi- de~ la relatividad general. De la elección del tipo de campo
ciencia en los fundamentos de la mecánica, que ya había dependerá que este requisito pueda o no ser satisfecho.
sido advertida por Newton y fue criticada por Leibnitz, como El intento por comprender las correlaciones entre los datos
también por Mach, dos siglos más tarde. Se decía que la empíricos sobre la base de un programa de índole tan abs-
inercia resiste a la aceleración, ¿pero a su aceleración relati- tracta podría'parecer, en un primer momento, casi sin espe-
va a qué? Dentro del marco de la mecánica clásica la única ranzas. De hecho, el procedimiento equivale a plantearse la
respuesta posible es: la inercia resiste a la aceleración relativa siguiente pregunta: ¿Cuál es la propiedad más simple que
al espacio. Una de las propiedades físicas del espacio es ésa: puede exigirse de qué objeto de simpleza máxima (campo)
el espacio actúa sobre los objetos, pero los objetos no actúan mientras se cumple el principio general de la relatividad?
sobre el espacio. Es probable que en esto resida la significa- Considerado desde el punto de vista de la lógica formal, el
ción profunda de la afirmación de N ewton spatium est abso- carácter dual de la pregunta parece, de por sí, una verdadera
lutum. Pero la idea no gustó a todos, en particular a Leibnitz, calamidad, sin tomar en cuenta la vaguedad del concepto
que no otorgó existencia independiente al espacio, conside- «simpleza». Además, desde el punto de vista de la física no
rándolo como mera propiedad de las «cosas» (contigüidad existe nada que garantice el supuesto de que una teoría que
de los objetos físicos). De haber ganado terreno en aquellos '~ es «lógicamente simple» deba ser también «verdadera».
días estas justificadas dudas, poco beneficio habrían reporta- ¡ Toda teoría es especulativa. Cuando los conceptos básicos
do a la física, porque los fundamentos empíricos y teóricos de una teoría son comparativamente «cercanos a la experien-
necesarios para llevar hasta sus últimas consecuencias la idea t
1 cia» (por ejemplo, los conceptos de fuerza, presión, masa),
de Leibnitz no eran accesibles en el siglo XVII. ¡ su carácter especulativo no es discernible con tanta facilidad .
.De acuerdo con la relatividad general, el concepto de No obstante, si una teoría posee una índole tal que requiera
espacio desprendido de todo contenido físico no existe. La la aplicación de unos procesos lógicos complicados, con el
realidad física del espacio está representada por un campo 1 fin de extraer conclusiones a partir de unas premisas que
cuyos componentes son funciones continuas de las . cuatro pueden ser confrontadas con la observación, todo el mundo
variables independientes: las coordenadas de espacio y tiem- 'i es consciente de la naturaleza especulativa de la teoría. En
po. Es precisamente esta clase particular de dependencia lo
que expresa el carácter espacial de la realidad física.
¡ tal caso, un sentimiento casi irresistible de aversión nace en
quienes no están familiarizados con el análisis epistemológico
Dado que la teoría de la relatividad general. implica la
representación de la realidacffísica mediante un campo conti-
! y en quienes no tienen una clara idea de la naturaleza preca-
ria del pensamiento teórico en aquellos campos en los que
nuo, el concepto de partículas o puntos materiales 1no puede ellos trabajan habitl1almente.
r
desempeñar un papel fundamental como tampocó lo puede Por otra parte, s;; ha de conceder que una teoría tiene
hacer el concepto de movimiento. La partícula sólo puede una importante ventaja si sus conceptos básicos y sus hipóte-
aparecer como una región limitada del espacio en la que la sis fundamentales se hallan «cercanos a la experiencia». Una
fuerza del campo o la densidad de energía son partic1,11armen- mayor confianza acordada a esta clase de teorías está justifi-
te elevadas. · cada. Existe menor riesgo de coger por mal camino, en
160 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 161

particular porque exige menor cantidad de tiempo y de es- y tiene 'validez para todos los sistemas inerciales, con la
fuerzo rechazar esas teorías experimentalmente. Sin embar-:- condición de que las transformaciones de coordenadas estén
go, cada vez más, a medida que nuestros conocimientos restringidas a las de la relatividad especial. Sin embargo, la
ganan profundidad, debemos renunciar a esta ventaja en · relaciónpierde esta forma si son admitidas transformaciones
nuestra búsqueda de simplicidad lógica y de uniformidad en continuas de las coordenadas, de acuerdo con el principio de
los fundamentos de la teoría física. Hay que admitir que la la relatividad general. Entónces la relación asume la forma
relatividad general ha avanzado más que las anteriores teo-
rías físicas, al abandonar «la proximidad a la experiencia» de
·r más general:

los conceptos fundamentales con el fin de obtener una simpli- 1 'í:.gikdxidxk=O


cidad lógica. Esto es ya cierto de la teoría de la gravedad, e ! ík
incluso más de la nueva generalización, que es un intento de 1
· abarcar las propiedades del campo total. En la teoría genera-
lizada, el procedimiento de derivar de las premisas de la Las gik son. funciones de las coordenadas que se transfor-
teoría unas conclusiones que puedan ser confrontadas con man de una manera definida si se· aplica una transformación
los datos empíricos es tan difícil que hasta el presente no ha continua de coordenadas. De acuerdo con el principio de
equivalencia, estas funciones gik describen una clase particu-
sido posible obtener ese resultado. En estas circunstancias, t lar de campo gravitatorio: un campo que se puede obtener
en favor ·de esta teoría cuentan ·su simplicidad lógica y su
«rigidez». Rigidez, en este caso, significa que la teoría puede
·~ mediante la transformación del espacio «libre de campo».
ser verdadera o falsa, pero· no modificable. Las gik satisfacen una ley particular de transformación. Si
La mayor dificultad interna que impide el desarrollo de la · hablamos en términos matemáticos, son los componentes de
teoría de la relatividad es la naturaleza dual del problema, un «tensor» con una propiedad de simetría que se mantiene
1 en todas las transformaciones; la propiedad simétricá se
indicada por las dos preguntas que he planteado antes. Esta
dualidad es el motivo por el cual el desarrollo de la teoría se 1 expresa de la siguiente forma:
ha producido en dos etapas tan distantes entre sí. El primer
paso, la teoría de la gravedad, está basado en el principio de f
la equivalencia discutido antes y descansa sobre la sigujente
consideración: de acuerdo con la teoría de la relatividad La idea surge por sí sola: ¿No . podemos adjudicar una
especial, la luz tiene una velocidad de propagación constante.
Sí un rayo de luz en el vacío arranca desde un punto, desig-
' significación objetiva a este tensor simétrico, aun cuando el
campo no pueda ser obtenido a partir del espacio vacío de la
nado por las coordenadas x 1 , x 2, y x 3 , en un sistema tridimen- relatividad especial por una mera transformación de coorde-
sióña.l· de coordenadas, en el tiempo x 4, se expande como nadas? A pesar de que no cabe esperar que este tensor
una onda esférica y alcanza un punto cercano. (x 1 +dx¡, simétrico describa el campo más general, bien podría descri-
x2+dx21 x3 +dx3 ) en el tiempo x 4 +dx4 • Si introducimos la bir. el caso particular del «campo gravitatorio puro». De
velocidad de la luz, e, escribimos la expresión: manera que resulta evidente cuál es el tipo de campo que, al·
menos para un caso especial,· tiene que postular la relátividad
general: un campo de tensor. simétrico.
En consecuencia sólo nos queda la segunda pregunta: ¿qué
Esto también puede escribirse de la forma: clase de campo general covariante puede ser postulado para
un campo de tensor simétrico? ·
dx!1+d;r2+dx?3-<1 d.r4=0 No ha resultado dÍfícil responder a esta pregunta en la
actualidad, porque ·las .concepciones matemáticas necesarias
Esta expresión representa una relación objetiva en~re pun- ya estaban a nuestro alcance, bajo la forma de la teoría
tos cercanos del espacio y del tiempo en cuatro dimensiones, métrica de superficies; creada hace un siglo por Gauss y
---->-" -

.."··...·•·
. ..···.:······.·

__ ,:-_ -·

162 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 163

ampliada por Riemann a variedades de un número arbitrario por obtener un conocimiento más profundo de los fundamen-
de dimensiones. El resultado de esta investigación puramen-
·j·····
--
tos de la física me parecen destinados al fracaso a menos
t~ forma~ ha si~o asombroso en muchos aspectos. Las ecua- que los conceptos básicos estén en concordancia con la relati-
ciOnes diferenciales que pueden ser postuladas como leyes vidad general ya desde un principio. Esta situación hace que
de can:po para gik deben ser por lo menos de segundo orden, sea difícil utilizar nuestro conocimiento empírico, a pesar de
es decir, que deben contener, al menos, las segundas deriv.a- su gran amplitud, en la búsqueda de los conceptos y relacio-
das de gik con respecto a las coordenadas. En el caso de nes fundamentales de la física y nos obliga a especular con
suponer que en las leyes de campo no aparecen órdenes . una libertad mucho mayor de la que, de momento, acepta la
mayore_s. que el de las segundas derivadas, aquéllas están 1 mayoría ?e .l?s físic?s. ~o veo nin~una razón para suponer
matematzcamente determinadas por el principio de la relativi- 1 que el stgmficado mtmttvo del pnncipio de la relatividad
dad general. El sistema de ecuaciones puede ser escrito en la 1 general esté restringido a la gravedad y que el resto de la
forma: · física pueda estudiarse por .separado sobre la base de una
relatividad especial, con la esperanza de que más adelante
todo el conjunto pueda ser consistentemente acomodado dentro
de un esquema relativista general. Aun cuando sea comprensi-
ble desde ~1 P";lflto de vista histórico, no creo que tal actitud
Las Rik. ~e transforman del mismo modo que las gík, o sea, 1
que tambten forman un tensor simétrico.
E~tas ecuaciones diferenciales sustituyen por completo la ¡ pueda_ ser JUstificada de un modo objetivo. La comparativa
pequenez de lo que hoy conocemos como efectos gravitatorios ·
teon~ -~e Newton del movimiento de los cuerpos celestes, a
c?nd1c1on de que las masas estén representadas como singula- ¡ no e_s .una razón concluyente para ignorar el principio de la
relatiVIdad general en las investigaciones teóricas de carácter
fundamental. En otras palabras, no creo que esté justificado
ndades del campo. En otras palabras: esas ecuaciones contie-
nen . al. mismo tiempo las leyes de fuerza y las leyes del
¡ preguntar: ¿cómo sería la física sin la gravedad?
moviiDiento, y quedan eliminados los «sistema inerciales». El .segundo !?unto. que hemos de considerar es que las
. ~1 hecho de que las masas aparezcan como singularidades f ecua'?-ones grav1tatonas son diez ecuaciones difereciales para
md1ca que estas ~a~as. en sí mismas no pueden ser explicadas l los d1ez componentes del tensor simétrico gik. En el caso de
po~ campos gik stmetf1cos, o «campos gravitatorios>>. Ni si-
una teoría relativista no general, un sistema no está, normal-
1 mente, sobredeterminado si el número de ecuaciones es igual
qmera el hecho de q~e existen sólo masas gravitatorias posi-
tzvas puede. ser deducido de esta teoría. Evidentemente una
teoría relativista de campos completa debe estar basada en
l
¡'
~
al número de funciones desconocidas. La variedad de solucio-
nes es tal que ~ent~o de 1~ soluci?n general es posible elegir
de manera arbttrana un Cierto numero de funciones de tres
un ca~po .~e naturaleza más compleja, es· decir, en una
generahzacton del campo de tensor simétrico. · '~ variables. Esto no puede esperarse sin más en una teoría
! relativista general. La libre elección con respecto ál sistema
· Antes de considerar esta generalización, son esenciales !
para la explicación siguiente dos observaciones atinentes a la . 1 de coordenadas implica que, de las diez funciones de una
teoría gravitatoria. · 1 solución, o componentes del campo, cuatro pueden fijarse
La pri~era obser:'ación es que el principio de la relatividad d_e, modo que asuman valores prescritos, mediante una elec-
gener~l Impone senas restricciones a las posibilidades teóri-
r Cion adecuada del sistema de coordenadas. Dicho con otras
p~labras, el princip~o de la relatividad_general implica que el
cas. Sm este _Principio restrictivo sería prácticamen~e impos1-
b.le 9ue al~~Ien acertara con las ecuaciones gravitatorias, ,ni nume!o de l~s func10nes a ~er determmadas por las ecuacio-
r
s1q~1era utlhzando el principio de la relatividad especial, aun ¡ nes diferenciales no es 10 smo 10-4=6. Para estas seis fun-
: ciones sólo seis ecuaciones diferenciales independientes pue-
s~b1end~ que el campo debe ser descrito por un tensor siiné- ¡
!

tnco: N1 por muchos datos empíricos que se poseyeran se


!
!
den ser postuladas. Del total de diez ecuaciones diferenciales
podna lle~a~ a estas ecuaciones sin hacer uso del principio del campo gravitatorio, seis tan sólo deben ser independien.c>
de la relat1v1dad general. Por este motivo todos los esfuerzos tes unas de otras, en tanto que las cuatro restantes deben
164 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 165

e~tar ~onectadas con estas seis por medio de cuatro relaciones no basta para determinar de manera completa las ecuaciones
(Identidades). Y, realmente, en los miembros izquierdos, de campo, en especial porque la ley de transformación de la
Rik, de las dtez ecuaciones gravitatorias existen cuatro identi- parte simétrica del campo no afecta a los componentes de Ja
dades -las «identidades de Bianchi>>-- que aseguran su parte antisimétrica_ o viceversa. Es probable que. por esta
«compatibilidad». . . causa nunca, o casi nunca, antes se haya intentado este tipo
·En un caso como éste --en el que el número de variables de generalización del campo. La combinación de las dos
de campo es igual al número de ecuaciones diferenciales- p~rt_es del campo s~lo puede ser demostrada como un proce-
siempre está asegurada la compatibilidad si las ecuaciones dirmento natural SI en el formalismo de la teoría sólo el
pueden s~r obtenidas a partir de_ un principio variacional. can:t~o !ot_al desempeña un papel y no las partes simétrica y.
. Est~ es, ctertamente, _el caso de las ecuaciones gravitatorias. ant1s1metnca por separado.
Sm embargo, las dtez ecuaciones diferencüiles no pueden ~e ha comprobado que este requisito puede llegar a ser
ser totalmente sustituidas por seis. El sistema de ecuaciones ~attsfecho de un~ m_a~era natural. Pero incluso este requisito,
e~tá, sin d~da, ~<sobredeterminado», pero debido a la existen- JUnto con e_I pnnctpto de la relatividad general, no basta
cia de las Identidades, está sobredeterminado de una manera para detenmnar unívocamente las ecuaciones de campo. Re-
tal .que su compatibilidad no se pierde, lo que equivale a cordemos aquí que el sistema de ecuaciones debe satisfacer
decu que la vanedad de soluciones no está críticamente res- ~na condición más todavía: las ecuaciones han de ser compa-
tringida. El hecho de que las ecuaciones gravitatorias impli- tibles .. Ya hemos señalado más arriba que esta condición
j queda satisfecha si las ecuaciones pueden ser derivadas de
quen las leyes del movimiento para las masas está conectado
de un modo íntimo con esta (permisible) sobredeterminación. 1 un 'principio variacional. · . ·.
Después de esta explicación preliminar resultará fácil com-. } , Ya se ha obtenido este resultado, aun cuando no por una
r vm tan natural como en el caso del campo simétrico. Ha
prender la naturaleza de la investigación actual, sin entrar
en detalles matemáticos. El problema consiste en establecer 1 sido inquietante hallar que esto se puede lograr de dos for-
una teoría relativista del campo total. La clave más importan- mas distintas. Los principios variacionales proporcionan dos
t sistemas de ec~a~iones -a los que denominaremos E 1 y
te para h~l-lar la solución está en el hecho de que ya existe ¡
Ez- que son d1stmtos entre sí (aunque sólo mínimamente)
una solucwn para el caso especial del campo gravitatorio
puro. La teoría que estamos buscando, por consiguiente,
i
¡ y .que muestran, ambos, imperfecciones concretas. Conse-
¡ ~uen~e:nente, incluso la condición de compatibilidad ha sido
~ebe ser ~na generalización de la teoría del campo gravitato-
no._ ~a pnmera preguntá es la siguiente: ¿Cúal es la generali- msufic1ente para determinar de manera unívoca el sistema
zacwn natural de un campo de tensor simétrico? de ecuaciones.
, Esta pregun.t~ no podrá ser contestada por sí misma, síno 1
¡,
. En realidad, fueron los defectos formales de los sistemas
solo en conex10n con la otra pregunta: ¿qué generalización ¡ E¡ y E1 los que indicaron una posible solución. Existe un
tercer sistema de ecuaciones, E3 , que está libre de los defec-
del campo proporcionará el sistema teórico más natural? La
r~spuesta _que sirve de fundamento a la teoría que aquí se
dtscute afirma que el campo de tensor simétrico debe· ser
i
¡
tos formales de los sistemas E 1 y E1 y representa una combi-
nación de_ ~llos en el sentido de que cada solución de E 3 es
i una. solucwn ~e E1 tanto •.co~o de E1 . Esto sugiere que E3
reemp~~zado por otro no simétrico. Esto significa que la 1
cond1eton gik=gki para los componentes del campo ha de ser puede ser el Sistema que estabamos buscando. ¿Por qué no
f postular, pues, E 3 como el sistema de ecuaciones? Tal proce-
d7sechada. En tal caso, el campo tiene dieciséis en lugar de
diez componentes indeuendientes. . 1 -
t dimient_o .?o ~stá j~stificado. sin más análisis, dado que la
com¡~at1bmdaa_ de E y la de E 1 no implica la compatibilidad
Y así, lo que persist~ es la labor de establecer las ecuado- f
n_es , d~ferendales relativistas para' un campo de tensor no·
' del s1stema mas fuerte E 3 , donde el número de ecuaciones
s1metnco. Cuando' se intenta resolver este problema, hay e:-¡: cede en ~uatro., el. número .de componentes del campo.
que enfrentarse con una dificultad que no sur o e ·en el caso Una cons1derac10n mdepend1ente muestra que, prescidien-
del· campo simétrico. ,El principio de la relati~idad general do de la cuestión de compatibilidad,
.
el . sistema más fuerte--
. '

-,-.......
166 Albert Einstein
-¡ Sobre-la Teoría de la Relatividad 167

EJ, es la única generalización realmente natural de las ecua- _'i


único que puedo hacer es dirigirme a ustedes en forma breve
ciones gravitatorias. · · desde mi casa al otro lado del océano. Al hacerlo no m~
Pero E3 no es un sistema compatible en el mismo sentido· t hago ilusiones eón !especto a la posibilidad de que r~almente
en que lo son los sistemas E 1 y E21 cuya compatibilidad está tenga algo que decu que de verdad pueda ampliar el conoci-
~e~_rada por un número suficiente .de identidades, lo que
miento y la comprensión de ustedes. No obstante estamos
stgmfica que. c_ada campo que satisface las ecuaciones para
J viviendo en un período de tanta inseguridad extern'a e inter-
un valor defimdo del tiempo tiene una extensión continua,
1 n.c: y con tal carencia d~ o_bjetivos firmes, que la mera confe-
que :epresenta u~a solución en el espacio cuatridimensional. Sion de nuestras con_vu::cwnes puede tener un significado,
aun cuado estas convicciones, como todos los juicios de va-
El ststema E 3 , sm embargo, no es extensible del mismo 1 lor, no puedan ser demostradas a través de deducciones
mod<_>. Hacien~o uso del lenguaje de la mecánica clásica,
p~d?amos decu: en el caso del sistema E 3 la «condición
lógicas.
f E~ este punto, su:ge de inmediato la pregunta: ¿Debemos
~mc1al» no puede ser elegida con libertad. Lo que de verdad
considerar que la busqueda de la verdad o, para decirlo de
1mpo~a es la re~puesta a esta pregunta: ¿Es la variedad de
solu~~mr;~s. del sistema E 3 tan ·extensiva como requiere una
una ~anera más mod~sta, nue~tro esfuerzo por comprender
teo;m. fís1ca? Este problema de índole puramente matemática 1 el umve~so congnosclJ:>le. mediante el pensamiento lógico
esta sm resolver hasta el presente. constru;tiv?, es un ?bJetivo autónomo de nuestro trabajo?
El _escéptico dirá: «Bien puede ser que este sistema de> 1 ¿0, m~s bien, la busqueda de la verdad tendría que estar
s~bordin~d~ a algún otro objetivo, por ejemplo a algún obje-
ecuaciOnes resulte razonable desde un punto de vista lógj,co,
tivo «practiCO»? Esta pregunta no puede contestarse sobre
p~ro eso no prueba que se corresponda con la naturaleza».
T1ene usted razón, estimado escéptico. Sólo la experiencia 1 una ~ase ló~ca. 'No. obstante, la decisión al respecto tendrá
puede decidir acerca de la verdad. Y con todo algo habremos r una 1nflue~cr~ con~1~e!able en nuestro pensamiento y en
logrado en el caso de que, siquiera, hayamos podido formu-
lar .una pregunta significativa y precisa. La afirmación o la ¡ nue.stro cnteno y JUlCIO moral, a condición de que haya
nacido de una profunda e inamovible convicción. Permítan-
m~ ustedes hacer una conf~si?n: ~ara mí, la lucha por saber
refutación no serán fáciles, a pesar de la abundancia de
hechos empíricos conocidos. Derivar de las ecuaciones unas 1 mas es ~n~ ~e aquellos objetivos mdependientes sin los cua-
'' les un md1V1duo pensante encontraría imposible tener una
conclu~i~nes que puedan ser confrontadas con la experiencia
requenra duros esfuerZos y, tal vez, nuevos métodos ma-
¡ actitud consciente y positiva frente a la vida.
temáticos. ¡t
La esencia misma de nuestro batallar por una comprensión
mayor ~s qu~, por una parte, intentamos abarcar la gran y
1 compleJa vanedad de e~pe~e~cias del hombre y que, por
l\IIENSAJE A LA SOCIEDAD ITALIANA lPARA EL
PROGRESO DE LA CIENCIA
¡ .otra parte, buscamos la Simplicidad y la economía de nuestros
supuestos _b~sicos. L~ creencia de que estos dos objetivos
~ueden ex1stu el uno JUnto al otro, en vista del estado primi-
Enviado al cuadragésimo segundo encuentro de la «Societa 1 tiyo de nuestro conocimiento científico, es cuestión de fe. ,.
Italiana per fJ Progresso delta Scie[lza.», Lucca (Italia), 1950.
!
f Sm esta ~e,~ yo no podría haber abrigado mi convicción pode-!
Pz:b!icado en inglés en la revista Impact, ae la· Unesco, en el rosa ~ · ~nconmov1ble acerca del valor independiente del
numero de otoño de 1950. r COnOCimiento.
. . Est~ actitud_ en cierto sentido religiosa del científico tiene
N yrimer lugar, perrnitanme agradecerles con toda since- c~e~a mfluencaa sobre toda su personalidad. Aparte del cono..,
E ndad la gentileza que han tenido al invitarme al encuen-
tro de la «Sociedad para el Progreso de la Ciencia»; Habrla
CliT.uento obtenido de la experiencia acumulada y aparte de
..,,:;:,~ .., d"'l
la~" ..~"""'1a<> '-H" ~. "'n&o
"" po~~aml· '-' L: 1' · · no e:;ns
OglCO,, · t en, en pnnc1p1o,
' · · .
aceptad? _la invitación con sumo placer si mi salud me hubie- p~ra el. hombre de c1_en~1~, autondad~s cuyas decisiones y
ra permitido hacerlo. Pero en las presentes circunstancias lo añrmaCiones puedan s1gmf:icar por sí :rmsmas una apelación a
168 Albert Einstein 0J Sobre la Teoría de la Relatividad 169

la «Verdad>>. Esto conduce a la paradójica situación de que _-_ -t•l De modo que el hombre de ciencia, tal como podemos
una persona que entrega todas sus energías a cuestiones
objetivas, se convertirá, desde un punto de vista social, en
l comprobarlo con nuestros propios ojos, es presa de un desti-
no trágico. En su lucha sincera por la claridad y la indepen-
un individualista absoluto que, al menos en principio, no r- dencia interior, él mismo, a través de sus esfuerzos sobrehu-
tiene fe en nada que no sea su propio juicio. Es muy posible manos, ha ·construido los instrumentos que están siendo utili-
que el individualismo intelectual y las épocas científicas ha- zados para convertirlo en un esclavo y para destruirlo incluso
yan emergido en forma simultánea en la historia y hayan 1 por dentro. No puede evitar que lo amordacen quienes tienen
permanecido inseparables desde entonces. l entre sus manos el poder político. Como un soldado, se ve
Se podría sugerir que el hombre de ciencia que está apenas 1
.¡-_ en la obligación de sacrificar su propia vida y de destruir las
esbozado en estas palabras no es más que una abstracción vidas de otros, aun cuando está convencido de la índole
que no tiene existencia verdadera en este mundo, tal como 1 absurda de esos sacrificios. Tiene plena conciencia de que la
no existe el hamo oeconomicus de la economía clásica. Sin construcción universal es ineludible, en razón de que el de-
embargo, me parece que la ciencia tal como hoy la conoce,.
1
sarrollo histórico ha concentrado todo el poder económico,
mos no podría haber surgido y no podría haber perdurado
con vida si muchos individuos, a lo largo de muchos siglos,
l1 político y militar en manos de los estados nacionales. Asúnis-
mo, el científico comprende que la humanidad puede ser
no hubieran llegado muy cerca del ideal. _. . salvada sólo si un sistema supranacional, basado en la ley,
Desde luego que para mí no. es un hombre de ciencia, l fuera creado para eliminar para siempre la fuerza bruta.
cualquiera que haya aprendido a utilizar los instrumentos y
los métodos que en forma directa o indirecta parecen ser l Pero el hombre de ciencia ha descendido tanto, que acepta
la esclavitud qu~ le han infligido los estados nacionales, como
«científicos». Sólo estoy aludiendo a esos individuos en quie- ·
nes está verdaderamente viva la mentalidad científica.
¿Cuál es hoy, pues, la posición del hombre de ciencia
como miembro de la sociedad? Es obvio que estará muy
i1

si se tratara de su destino inevitable. Incluso se degrada a sí
mismo hasta el punto de contribuir, obediente, a perfeccionar
los medios de destrucción de la humanidad.
¿Existe escapatoria alguna para el hombre de ciencia?
orgulloso de que el trabajo de los científicos haya contribui- 1
1 ¿Realmente ha de tolerar y sufrir todas. estas indignidades?
do a cambiar en forma radical la vida económica de los tl ¿Ha pasado para siempre el tiempo en el que, inspirado por
hombres por medio de la eliminación casi completa del traba- su libertad interior y por la independencia de su pensamiento
jo muscular. Pero al mismo tiempo se sentirá inquieto por el 1 y de su trabajo, tenía la posibilidad de iluminar y enriquecer
hecho de que su trabajo científico haya originado una grave
amenaza para la humanidad, desde que cayera en manos de rt- las vidas de sus congéneres? ¿Al situar su trabajo sobre una
base excesivamente intelectual, ho ha olvidado su responsabi-
exponentes del poder político moralmente ciegos. También lidad y su dignidad? Mi respuesta es: si bien es verdad que
será consciente del hecho de que los métodos tecnológicos ¡I una persona dueña de un sentido inherente de la libertad y
han dado lugar a que su trabajo haya desembocado en una escrupulosa pJ.Iede ser destruida, este individuo nunca será
concentración del poder económico y también del político esclavizado ni utilizado como herramienta ciega.
en manos· de pequeñas minorías que han. llegado a dominar Si el hombre de ciencia de nuestros días puede hallar el
por completo las vidas de las masas populares que parecen \ tiempo necesario, y el valor, para pensar con honestidad y
cada día más y más amorfas. Pero aún hay algo peor: _la sentido crítico acerca de su situación y de las tareas que le
1
concentración del poder económico y político en unas pocas 1 competen, y si es capaz de aduar de acuerdo-con sus reflexio-
manos no sólo ha hecho dependiente al hombre de ciencia nes, las posibilidades de hallar una solución sensata y satisfac-
en el campo económico, sino que también representa una toria de la presente y peligmsa situación internacional au-
amenaZa interna. Las sagaces formas de influencia intelect11al mentarán de forma considerable.
y psfqui.ca que esta situación conlleva han de impedir el
desarrollo de personalidades verdaderame~te independien-
tes. -·-·
170 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 171

LA RELATIVIDAD Y EL PROBLEMA DEL ESPACIO

Tomado de la edición revisada de Una .exposición simple de


la teoría de la relatividad restringida y generaL

T TNA de las características de la física newtoniana es su


U necesidad de adjudicar una ~xistencia independiente y
MENSAJE EN EL ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE COPERNICO real al espacio y al tiempo así como a la materia, porque en
las leyes del movimiento de. Newton aparece el concepto de
En ocasión de la velada conmemorativa que se celebrara en aceleración. Pero en esta teoría, la palabra aceleración sólo
la Columbia University, Nueva York, en diciembre de 1953. puede denotar «aceleración con respecto al espacio». Por
consiguiente, el espacio de Newton debe ser concebido «en
ON regocijo y gratitud honramos hoy la ~em,?ria
de. un reposo» o, al menos, «no acelerado», con el fin de que sea
C hombre que, más que ningún otro contnbuyo a la
ración de la mente esclavizada por las cadenas del domrmo
~b~­ posible considerar que la aceleración que aparece en las
leyes del movimiento es una magnitud con algún significado.
clerical y científico en Occidente.
Es verdad que en el peijodo clásico griego al~os pensa- Algo similar ocurre con el tiempo que, desde luego, está
dores habían llegado a la convicción de que .1~ Tierra ~o era relacionado con el concepto de aceleración. El mismo New-
el centro natural del universo. Pero esta vis1on del umverso ton y los más críticos de sus contemporáneos consideraban
no logró obtener un reconocimiento real en }a anti~üedad. un tanto embarazoso tener que atribuir una realidad física
·Aristóteles y la escuela griega de astronol!lla c?ntmm;ron tanto al espacio como a su estado dinámico, pero por enton-
sustentando la concepción geocéntrica y casi nadte dudo de ces no existía otra alternativa, si lo que se quería era otorgar
ella. una significación clara a la mecánica.
Una rara independencia de pensamiento, una gran intui- Es un requisito muy exigente el de tener que adjudicar
ción y también un profundo conocimient~ de los hechos una realidad física al espacio y, en especial al espacio vacío.
astronómicos -poco accesibles en aquellos tiempos- fue~<?n Una y otra vez, desde los tiempos 01ás remotos, los filósofos
necesarios para exponer la superioridad de . la concepcron se han resistido a esa presunción. Descartes propuso, poco
heliocéntrica de un modo convincente. Esta. verdadera proe- más o menos:; lo siguiente: El espacio es idéntico a la exten-
za de Copérnico no sólo allanó la vía hacia la astronomía sión, pero la extensión está conectada con los objetos mate-
moderna, sino que también contribuyó a que ~e operara un riales; en consecuencia no hay espacio sin objetos y, por
cambio decisivo en la actitud del hombre hacra el cosii1~s. cqnsiguiente, no existe el espacio vacío. La debilidad de este
Una vez que se hubo reconocido que la. Tierra no era el argumento estriba, en primer término, en qu~ si bien es
centro del mundo sino sólo uno de los más pequeños plane- cierto que el concepto de extensión debe su origen a nuestra
tas, la ilusión del papel central del hombre se~ hizo .insosteni- experiencia con los objetos Ip.ateriales, no es posible deducir
ble. De ahí que Copérnico, merced a su· trabaJO Y a la que el concepto de extension no pueda estar justificado en
grandeza de su personalidad, enseñara al hombre a ser aquellos casos que, por sí mismos, no hayan dado origen a
modesto. ·1 la formación de este concepto. Esta ampliación conceptual
Nimruna nación debería arrogarse el derecho a sentirse podrá ser justificada de manera indirecta por su papel ·en la
orgull~sa de que ese hombre hubie!a surgi~? en su sen?: ~~ .• . comprensión de los resultados empíricos. La afirmación de
orgullo nacionalista es una mezquma debilidad que dd1cll- que la extensión está limitada a los objetos es, por tanto,
mente podría justificarse ante un hombre dueño de la profun- infundada; Más adelante veremos, sin embargo, que la teoría
da independencia qué caracterizó a Copérnico~ de la relatividad general confirma la concepción de Descartes
. 172 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 173

de una manera indirecta. Descartes elucubró su extraño pun- Pero no es posible negar que, incluso durante esa primitiva
to de vista llevado sin duda, por la idea de que, sin una etapa, hay algo poco satisfactorio adherido al concepto de
necesidad urgentísi~a, no es preciso a_djudicar c3:rácter real espacio, o al espacio entendido como algo real e inde-
a algo como el espacio, que no es posible «expenmentar en pendiente.
forma directa» *. . Las formas en que pueden ser almacenados los cuerpos en
El origen psicológico de la idea de espacio, o de su necesi- el espacio (caja) son el tema de la geometría euclidiana
dad está lejos de ser todo lo evidente que puede parecer tridimensional, cuya estructura axiomática nos induce fácil-
desde el punto de vista de nuestros háb~tos actu~les de pensa- mente al error de olvidar que ·Se refiere a situaciones
miento. Los antiguos geómetras maneJaban objetos concep- realizables.
tuales {la rec~a, el punto, la superficie), pero no el espac~o Si el concepto de espacio se forma tal como lo hemos
como tal, como ocurriría tiempo desp~és en~ la ge<;>metna sugerido antes, y según lo comprobado en la experiencia de
analítica. Sin embargo, la idea de espacio esta sugenda por «llenar» la caja, podemos decir que ese espacio es, en prime-
ciertas experiencias primitivas. Supon&amos que se ha ~ons­ ra instancia, un espacio acotado. Esta limitación no parece
truido una caja; dentro de ella es posible acomodar obJetos ser esencial porque, como es sabido, siempre es posible con-
de forma que se llene. La posibilidad de que esto ocurra es seguir una caja mayor que sirva para contener a la anterior.
una propiedad del objeto material «caja?>, algo que va con la De esta manera, el espacio se nos mostrará como ilimitado.
caja, el «espacio encerrado» por la caJa. Esto es algo que No he de recordar aquí la forma en que se podrían rastrear
será distinto para distintas cajas, algo _que, en forma natur~l, los conceptos de la naturaleza tridimensional y euclidiana
es pensado como un hecho independiente de qu~, en algun del espacio hasta/remontarnos a experiencias relativamente
momento, haya o no objetos dentro de 1~ caJa; Cua?-do antiguas. Prefiero considerar, en primer término, desde otros
dentro de la caja no hay objetos, el esp~c1o esta «Va~IO». puntos de vista, el papel del concepto de. espacio en el de-
Hasta aquí nuestro concepto de espaCio se . h~. asociado sarrollo del pensamiento físico.
con la caja. Sin embargo, ocurre que l~s pos~bthdades_ de Cuando una pequeña cajas está situada, enreposo relati-
almacenaje que ofrece el espacio de la C~Ja son mdepend~en­ vo, dentro del hueco de una caja mayor, S, el espacio hueco
tes del espesor de las paredes de la caJa: ¿No sera _POSible de s es parte del espacio hueco de S, y el mismo «espacio»
reducir a cero el espesor de las paredes, sm que se pierda el que las contiene a ambas pertenece a cada una de las cajas.
«espacio» co111:o. resultado? El carácter natural de esta r_educ- Cuando s está en movimiento con respecto a S, sin embargo,
ción al límite es evideJ}te y ahora, ante nues_tro pensam1ent~, el concepto es menos simple. Entonces el observador se
ha quedado el espacio sin la caja, algo e_v1de~te de por s~, siente inclinado a pensar que s encierra, siempre el mismo
aun cuando resulta irreal por completo, st olvidamos el on- espacio, pero una parte variable del espacio de S. Se hace
gen de este concepto. Es comprensible. que .a ~escartes no necesario, pues, adjudicar a cada caja su espacio particular,
le ~ustara considerar el espacio como 1n_depe~d~en~e de ·los no pensándolo como acotado, y suponer que esos dos espa-
objetos materiales, como algo que po~:ha _extsfl~ _sm mate- cios están en movimiento· el uno con respecto al otro.
ria * *. (Al mismo tiempo, esto no 1~ Impt~t? utthzar como Antes de caer en esta complicación, el espacio parece ser
concepto fundamental de su geometna anaht1ca, e! concepto un medio sin límites. o· un recipiente en el que están flotando
de espacio.) El vacío que se form~ en. un baromet!o de los objetos. Pero· se ha de recordar que existe un número
mercurio acabó, sin duda, con el último de los cartesianos. infinito de espacios que están· en ·movimiento los unos con
respecto de los otros. El concepto de espacio como algo que
* Esta expresión ha de entenderse cum grano salis.
tiene existencia objetiva e independiente de las cosas perte-
** Kant intentó superar la dificultad negando el c_arácter obj~!':o qd nece al ámbito del pensamiento precientífico, pero no ocurre
espacio, aunque esto difícilmente puede toma:se en s~r~o .. Las pos1bllid_ades
de almacenaje del espacio interno de una caJa son O?Jetlvas, ~n el m1smo lo mismo con la .idea de la existencia de un número infinito
sentido en que lo es la propia caja y lo son los objetos que pueden ser de espacios en movimiento los unos con respecto' de los
, . acomodados dentro de ella. otros. Esta última idea es inevitable desde el punto de vist.a
174 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relátividad 175
lógico, pero está muy lejos de haber desempeñado un papel
importante ni siquiera en el pensamiento científico. por consiguiente y también será posterior a a (sucesión de
¿Pero qué ocurre con el origen psicológico del concepto' experiencias): ¿Qué ocurre con los «sucesos» relacionados
de tiempo? Este concepto está indudablemente asociado a la con estas expe~encias? A primera. vista parece muy claro
«memoria», así como a la diferencia entre experiencias senso- suponer que eXIste un orden temporal de los sucesos, acorde
riales y su posterior recuerdo. Por sí mismo, es difícil deter- con el o~den te~poral ~e las experiencias. En general, y de
minar si la diferencia entre experiencias sensoriales y recuer- maner~ m~onsc1ente, ~~~ sucede o sucedía hasta que empezó
do (o una mera imagen mental) es algo que psicológicamente a cundir crerto esceptiCismo *. Con el fin de llegar a la idea
nos es dado en forma directa. de un ml!ndo ~bjetivo, todavía necesitamos de un concepto
Todos hemos tenido alguna vez la duda: ¿Hemos experi- constructivo adictonal: el suceso está localizado no sólo en el
mentado algo de verdad o lo hemos soñado? Es probable tiempo sino también en el espacio.
que la capacidad para discriminar entre estas alternativas se En los párrafos anteriores hemos tratado de describir cómo
produzca, en primer lugar, como resultado de una actividad p~eden. rel~ci~:marse con las experiencias, desde el punto de
ordenadora de la mente. VIsta pstcologtc<?, _los conceptos de espacio, tiempo y suceso.
Una experiencia está relacionada con un «recuerdo» y de Considerados logtcamente, son creaciones libres de la inteli-
aquélla se dice que es «anterior» a las «experiencias presen- gencia humana, instrumentos mentales que han de servir
tes». Este es un principio de ordenamiento conceptual de las para establecer relaciones entre las experiencias, con el fin
expresiones recordadas y su posibilidad da origen al concep- de que puedan ser mejor estudiadas. El intento de cobrar
to subjetivo de tiempo, es decir, al concepto de tiempo que conciencia de las fuentes empíricas de estos conceptos funda-
se refiere al orden de las experiencias individuales. mentales nos demostrará hasta qué punto estamos vinculados
¿Qué queremos decir cuando hablamos de convertir el a esos conceptos. Por este camino nos hacemos sabedores
concepto de tiempo en un concepto objetivo? Analicemos el de nuestra libertad, la cual, en caso de ser necesario siempre
siguiente ejemplo. Una persona A («yo») tiene la experiencia · nos resulta difícil utilizar con sensatez. '
«está relampagueando». Al mismo tiempo, esta persona A To~avía h~mo~ _de agregar algo esencial a este bosquejo
también tiene la experiencia de cierto comportamiento de la del ongen ps1colo~co de los con~eptos espacio-tiempo-suceso
persona B, que pone en relación ese comportamiento de B (a los que denommaremos «de tipo espacial», para abreviar,
con su propia experiencia «está relampagueando». De esta en co~traste con los conceptos de la esfera psicológica). He-
manera, se produce una situación tal que para A la experien- mos vmc:ulado el concepto de espacio con las experiencias
cia .«está relampagueando» queda asociada con B. Y así,. de las caJas y del acomodamiento de objetos materiales den-
esta persona A llega a pensar que otras personas también tro de ellas. Así, pues, esta elaboración de conceptos ya
participan de la experiencia «está relampagueando». A partir presup~me el co~cepto de objetos materiales (por ejemplo,
de ese momento, «está relampagueando» ya no es interpreta- las «CaJas»). De Igual manera, las personas que introducimos
da como una experiencia exclusivamente personal, sino como en la formación del concepto objetivo de tiempo también
una experiencia de otras personas (o, en todo caso, sólo desempeñan ~1 ~apelde objetos materiales. Por con'siguiente,
como una «experiencia potencial»). De esta forma. surge la · cre:o que est~ b1en claro que la formación del concepto de
interpretación siguiente: «está relampagueando», que origi- ob;eto ma~enal debe precéoer nuestros conceptos de tiempo
nalmente ingresaba en la conciencia como una «experiencia>>, y de espacto.
ahora también es interpretada como un «suceso» (objetivo). Todos estos conceptos de tipo espacial ya pertenecen al
Cuando hablamos del «mundo exterior real» nos estamos ~ens~mien~o pre:~ientffic?, junto con conceptos como dolor,
refiriendo a la suma total de todos los sucesos. , finalidad, mtencwn, etcetera, del campo de la psicología.
Hemos visto que tendemos a adjudicar un orden temporal : .Por ejemplo,_ el _orden temporal de las experiencias obtenido por medios
a nuestras experiencias, poco más o menos de ·la manera acusbcos, puede d¡fenr con respecto ai orden temporal obtenido visualmente
que paso a explicar. Si 13 es posterior a a. y y post~rior a ¡3, de tal modo que no se puede simplemente identificar la sucesión temporal d~
los sucesos con la suceswn temporal de las experiencias. ·
176 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 177

Una de las características del pensamiento en física· -tal vez que la física, después de todo, debe echar mano de la
como ocurre en general en el campo dé las ciencias natura- _ - geometría para la configuración de sus conceptos, el conteni-
les-- es que, en principio, pretende trabajar con conceptos do empírico de la geometría puede ser establecido y compro-
del tipo espacial solamente, y se esfuerza por expresar con la bado sólo dentro del marco del conjunto de la física ..
ayuda de ellos todas las relaciones que tengan forma -de Dentro de esta situación debemos pensar en los atomistas
leyes. El físico trata de reducir los colores y los tonos a y en su concepto de divisibilidad finita, porque los espacios
vibraciones; el fisiólogo considera que pensamiento y dolor de extensión subatóJ!lÍca no pueden ser medidos. Los atomis-
son procesos nerviosos, de tal modo que el elemento psíqui- tas también nos fuerzan, en principio, a abandonar la idea
co es eliminado del nexo causal de existencia y con ello de superficies de cuerpos sólidos exacta y estáticamente defi-
desaparece como vínculo independiente en las asociaciones nidos. Para hablar con exactitud, no existen leyes precisas ni
causales. Esta actitud considera que la comprensión de todas siquiera en la macrorregión, para las posibles configuraciones
las relaciones mediante el uso exclusivo de conceptos de tipo de cuerpos sólidos que se tocan los unos a los otros.
espacial es posible en principio; y sin duda es a esta actitud A pesar de esto, nadie pensó en renunciar al concepto de
a la que hoy se denomina a menudo «materialismo» (puesto espacio, porque se lo consideraba indispensable dentro del
que «materia» ha perdido su papel de concepto funda- conjunto del satisfactorio sistema de la ciencia mitural. En el
mental). · 1
siglo XIX, Mach fue el único que pensó con seriedad en la
¿Por qué es necesario arrastrar desde las cimas olímpicas ¡ eliminación del concepto de espacio, cuando quiso reempla-
las ideas fundamentales ·platónicas pertenecientes al pensa- zarlo por la noción de la totalidad de las distancias instantá-
miento de las ciencias naturales y por qué revelar su linaje -1 neas entre todos los puntos materiales. (Mach .nevó a cabo
terrenal? Respuesta: con el fin de liberar estas ideas del este intento con el fin de llegar a una comprensión satisfacto-
tabú que las ·acompaña, y así conquistar una mayor libertad ria de la inercia.)
en la formación de ideas o conceptos. Uno de los méritos 1
perdurables de D. Hume y de E. Mach consiste en que 1
ellos, con más ahínco que otros, introdujeron esta actitud El campo
crítica. 1
La ciencia ha adoptado del pensamiento pre-científico los En la mecánica de Newton el espacio y el tiempo desempe-
conceptos de espacio, tiempo y objeto material (con el im- ñan un doble papel. En primer lagar, desempeñan las funcio-
portante caso especial de «cuerpo sólido») y los ha modifica- nes de portador o de marco de las cosás que ocurren en
do, -los ha hecho más exactos. Su primer logro importante física, con respecto a la cual los fenómenos son ·descritos
ha sido el desarrollo de la geometría euclidiana, cuya formu- mediant~ lascoorden!'ldas de espacio y tiempo. En principio,
lación axiomática no debe cegarnos e inducirnos a error eil la matena es ~oncebtda como algo que está compuesto por
cuanto a su origen empírico (las posibilidades de acomodar «puntos matenales», puntos cuyos movimientos constituyen
o yuxtaponer cuerpos sólidos). En particular, la naturaleza un hecho físico. Cuando se considera la materia como conti-
tridimensional del espacio tanto como su carácter euclidiano nua, se suele suponer de manera provisional, cuando no se
tienen un origen empírico .(puede ser llenado por completo quiere o no resulta posible~ describir su estructura discreta.
por «cubos» concebidos de la misma manera). En este cas_o unas pequeñas partes (el~mentos de volumen)
La sutileza del concepto de espacio fue realzad~ por el de la rnatena son tratadas en forma s1m1lar a puntos materia-
descubrimiento de que no existen cuerpos completamente les, al menos en la medida en que estamos interesados sólo
rigidos. Todo~ los cuerpos son elásticamente deformables y por los movimJentos y no por las circunstancias que, de
alteran su volumen con un cambio de temperatura. Las es- momento, no queremos o no nos sirve de nada atribuir a los
tructuras, cuyas posibles co111.'1.gu:raciones habrían de ser des- movimientos (por ejemplo, los cambios de temperatura, los
critas por la geometria euclidiana, no pueden ser caracteriza- procesos químicos). El segundo papel del espacio y del tiem-
das, por consiguiente, sin referencia a 'la física. Pero toda po es el de constituir un «sistema inercial». Los sistemas
178 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 179

inerciales eran considerados distintos de todos los concebibles ble; sirviendo en forma exclusiva para describir un estado de
sistemas de referencia porque con respecto a ellos la ley de. esta materia. Según el desarrollo histórico del concepto de
la inercia tenía validez. · campo, donde no había materia tampoco podía existir cam-
Aquí, lo esencial es que la «realidad física», considerada po • Pero durante el primer cuarto del siglo XIX se demostró
independiente de los sujetos que la experimentan, fue conce- que los fenómenos de la interferencia y de la difracción de
bida como algo que, en principio, consistía en espacio y la luz podían ser explicados, con una exactitud asombrosa
tiempo por una parte y por otra en puntos materiales, de considerando la luz como un campo ondulatorio análoa~
existencia permanente, en movimiento continuo con respecto por completo al campo mecánico de vibraciones ed los cu;r-
al espacio y al tiempo. La idea de la existencia independien- pos sólidos elásticos. Fue así como se comenzó a sentir la
te del espacio y del tiempo puede ser expresada de una necesidad de introducir un campo, que también podía existir
manera drástica así: si la materia tuviera que desaparecer, en el «espacio vacío», en ausencia de materia ponderable.
sólo quedarían tras ella el espacio y el tiempo (algo así· Tal estado de cosas cre_aba una situación paradójica, por-
como un escenario de las acciones físicas). · que, de acu~rd<;> con su onge~, ~~concepto de campo parecía
Este punto de vista ha sido superado a lo largo de un quedar restnngido a la descnpc1ón de estados en el interior
proceso que, en primer lugar, y en apariencia, nada tiene de un cuerpo ponderable. Esto parecía tanto más cierto cuan-
que ver con el problema del espacio y del tiempo; se trata to que ~e sostenía la convicción de que todo campo ha de
del surgimiento del concepto de campo y su pretensión de ser co~~1derad~ ~omo un estado capaz de aceptar una inter-
reemplazar, en principio, la idea de partícula (punto mate- preta~IOn mecamca, y esto presuponía la presencia de la
rial). Dentro de la estructura de la física clásica, el concepto ~ate!la· Y por ~llo se llegó a suponer que en todas partes,
de campo aparece como un concepto auxiliar en casos en los mclmdo el espacro que hasta ese momento había sido defini-
que la materia era tratada como un continuO. Por ejemplo, do como vacío, existía una forma de materia a la que se
en la conducción térmica de un cuerpo sólido, el estado del denominó «éter». · ·
cuerpo es descrito mediante la determinación de la tempera- La emancipación del concepto de campo de su base mecá-
tura en cada punto del cuerpo y en cada momento del tiem- nica se sit:úa entre los sucesos psicológicamente más intere-
po. Desde el punto de vista matemático, esto significa que s~I!tes regtstrados a lo largo del desarrollo del pensamiento
la temperatura T está representada como una expresión ma- fístco. Durante el transcurso de la segunda mitad del siglo
temática (función) de ias coordenadas de espacio y tiempo t pasado, en rel31~~ón con !as investigaciones de Faraday y
(campo de temperatura). La ley de la conducción del calor Maxwell, adqmno cada d1a mayor fuerza la convicción de '
es representada como una relación local (ecuación diferen- q~e la descripción de los procesos electromagnéticos en téi-
cial), que abarca todos los casos especiales de conducción mmos de campo resultaba muy superior al tratamiento hasta
del calor. La 'temperatura aquí no es más que un simple ento~c.es empleado, que se _fundament~ba en los conceptos
ejemplo del concepto de campo. Es decir, que se trata de mecamcos de puntos matenales. Gracias a la introducción
una magnitud (o bien de un conjunto de magnitudes) que es del co~cepto ~e. campo ~i1la ~lectrodinámica, Maxwelllogró
función de las coordenadas y deli tiempo. Otro ejemplo más predecir con ex1to la eXIstencia de ondas electromagnéticas ·
es la descripción deL movimiento de un líquido. En cada ~e :uya identidad esencial.con la luz no se podía dudar:
punto de ·ese líquido existe en cualquier momento una veloci- s1qmera porque estaba probada la irualdad de su velocidad
dad que, desde el punto de vista cuantitativo, es de~crita por de propagación ..c~~o consecuenci~ de ello, la óptica fue
sus tres «componentes» con respecto a los ejes de u·n sistema absorbida, en pnnc1p10, por la electrodinámica. Un efecto
de coordenadas (vector). Los componentes de la velocidad psicológico, de ~ste enorme éxito fue que el concepto · de
en un punto (componentes de campo) aqui también son co..mpo gano en forma gradual una mayor independencia con
funciones ·de las coordenadas (x, y, z) y del tiempo (t). respecto a la armadura mecánica de la física clásica.
. Una de las caracteristicas de los campos mencionados es No obstante, en un primer momento se dio por sentado
la de que se presenten tan sólo dentro de una masa pondera- que los campos electromagnéticos debían ser interpretados
Sobre la- Teoría de la Relatividad 181
180 Albert Einstein
cía de las leyes naturales con respecto a la transición de un
como estados del éter y se trató de explicar, COJ.?- gran empe- sistema inercial a otro. Los experimentos electromagnéticos
ño dichos estados como mecánicos. Pero a medtda que estos y opticos, por otra párte, nos mue~tran lo mismo con notable
esfuerzos iban fracasando ' la ciencia se acostumbró., gradual-
, . exactitud. Pero los fundamentos de la teoría electromagnética
mente a la idea de renunciar a esa interpretac10n mecamca. nos han enseñado que hay un sistema inercial particular
·Sin embargo, aún perduraba la convicción ~e que l~os campos preferente, a saber, el del éter luminífero en reposo. Esta
electromagnéticos debían ser estados del eter y esta era la fundamentación teórica resultaba demasiado insatisfactoria.
situación hacia fines del siglo. , ¿No existía una modificación que,, como la mecánica clásica,
La teoÍía del éter trajo consigo un_a pregu~t~: ¿como se conservara la equivalencia de los sistemas inerciales (princi-
comporta el éter desde el punto de VIsta n:ecamco co_n ~es­
pecto a los cuerpos ponderables? ¿Acampana los moVIrmen-
tos de los cuerpos, o sus partes permanecen en repo~o las
l
:1
pio de la relatividad especial)?
La respuesta a esta pregUnta es la teoría de la relatividad
especial. Esta teoría torna de la de Maxwell-Lorentz el su-
unas con respecto a las otras? Muchos fueron l?s. expenmen- 1 puesto de la constancia de la velocidad de la luz en el espacio
tos ingeniosos que se llevaron a cabo par~ decrd1r e~ta. cues- vacío. Para que esto esté en armonía con la equivalencia de
. tión. En relación con esto, debemos menciOnar los stgu~~ntes los sistemas inerciales (principio de la relatividad especial),
1
hechos importantes~ la «aberración» de la~ estrellas fijas a debe abandonarse el carácter absoluto de la simultaneidad;
consecuencia del movimiento anual de la tierra Y el· «~fecto · ad~más, las transformaciones de Lorentz para las coordena~
Doppler», es decir, la influencia d~l movimiento relativo de · \
das de tiempo y espacio valen para la transición de un siste-
las estrellas fijas sobre la frecuencia d~. ~a luz que: nos llega ma· inercial a otro. El contenido total de la teoría de la
desde ellas con frecuencias de emiston conocidas. Con 1
relatividad especial está incluido en el siguiente postulado:
excepción d~l experimento de Michelson-Modey, los r~sulta­ las leyes de la naturaleza son invariantes con respecto a las
dos de todos estos hechos y experimentos fu~n;m explicados transformaciones de Lorentz. La importancia de este requisi-
por H. A. Lorentz partiendo del supuesto basteo de que el to estriba en el hecho de que limitá las posibles leyes natura-
éter no toma parte en los movimientos de los cuerpo~ p~mde­ les de una manera definida.
rables y de que las partes del éter no tienen movmnentos
relativos las unas con respecto de las otras. De es~~ manera
¡ ¿Cuál es la posición de la teoría de la relatividad especial
con respecto al problema del espacio? En primer lugar, tene-
el éter apareció, por así decirlo, como la en~arna?1on. ?e un
1

mos que desterrar la opinión de que el carácter cuatridimen-


espacio absolutamente en reposo. Pero la mvest1gac1<:n de sional de la realidad ha sido introducido por primera vez por
Lorentz logró aún algo más. Explicó todos. los procesos mter- esta teoría. Incluso en la física clásica un fenómeno es locali-
nos electromagnéticos y ópticos de lo~ cuerpos ponderables zado por cuatro números, tres coordenadas espaciales y una
conocidos en aquellos tiempos, a partu del supuesto de_ qu~ . coordenada temporal; de modo que se considera a ·¡a totali-
la influencia de la materia ponderable sobre el c~mpo electn- dad de los «sucesos» físicos ininersa en una variedad continua
co ·--e inversamente- se debe en forma excluslVa al becho de cuatro dimensiones. Pero de acuerdo con la mecánica
de que las partículas constitutivas .de. la materia llevan ~argas clásica, este continuo de cuatro dimensiones se fracciona
eléctricas, que comparten los movn~nentos de esas partículas. objetivamente en el tiempo unidimensional y en el espacio
Con respecto al experimento de Mtchelson. y Morley, H. A. tridimensional, espacio que ·sólo abarca los sucesos simultá-
Lorentz demostró que el resultado obtemdo al menos no neos. Esto ocurre con todos los sistemas inerciales. La simul-
contradice la teoría de urt éter en reposo. . . taneidad de dos sucesos definidos con referencia a un sistema
A pesar "de todos estos hermosos éxitos, el e~tado de la iner¡:;ial implica la simultaneidad de estos sucesos con referen-
temía no era po:r completo satisfactorio, por vanas :razones. cia a todos los sistemas inerciales .. A esto aludimos al decir ,,
Por una parte, la mecánica clásica, de cu;:o grado. de que el tie~po de la mecánica clásica es absoluto. De acuerdo 1'
1 !

apn:::ximadón a la r~:alidad :t;lO se. dudaba, ens~na 1~ :q~1va­ con la teoria de la relatividad especial la cuestión es distinta.
·1enc1a de todos los s1stemas mercmles o «espac:os» l!l,_,rcr~les La. totalidad de los sucesos que son simultáneos con un suce- 1
1
en la formulación de las leyes naturales, es decu, la ~vanan- 1.
f

1
1
1
--'-~:·
182 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad
183
so seleccionado existe, es verdad, con relación a un sistema ciones lineales de Lorentz. En razón de que en esta estructu-
inercial particular, pero ya no en forma independie~te de _la ra cuatridimensional ya ~o. existen secciones que representen
elección del sistema inercial. El continuo de cuatro drmensiO- el «ahora>> en forma obJetiva, los conceptos de ocurrencia y
nes ya no puede fraccionarse de manera objetiva en secciones de de~enir no están por completo en suspenso, pero resultan
que contengan todos los sucesos simultá~eos. E~ «~~ora» complicados. Por lo tanto, parece más natural considerar la
pierde para el mundo de extensión espaCial ~u s1gmficado realidad física como un ente cuatridimensional y no, como
objetivo. Por este motivo el tiempo y el espacro han de ser se ha hecho hasta ahora, como la evolución de un ente
considerados como un continuo de cuatro dimensiones que, tridimensional.
desde un punto de vista objetivo, es irresoluble, si lo que se 1 Este espacio rígido de cuatro dimensiones de la teoría de
desea es expresar la sustancia de las relaciones objetivas sin ¡ la re~a?vidad especial es, hasta cierto punto, un· análogo
tener que recurrir a innecesarias arbitrariedades conven- ¡ cuatn~rmensional del éter tridimensional rígido de Lorentz.
cionales. También para esta teoría es válida la siguiente enunciación:
Al revelar la equivalencia física de todos los sistemas iner- La de~c!Í:pción. de los estados físicos postula al espacio como
ciales, la teoría de la relatividad especial demostró el caráct~r d~do Irucralm~nte y como dueño de una existencia indepen-.
insostenible de la hipótesis de un éter en reposo. Por consi- diente. Es decrr, que tampoco esta teoría disipa el desasosie-
guiente, fue necesario renunciar a la idea de que el campo go ?e ~~escartes ante la existencia independiente, o incluso
electromagnético debe ser considerado como el estado de un· apnonstica, del «espacio vacío». La verdadera finalidad de
portador material. Por esta vía, el campo se convirtió en un la discus~ón elemental reseñada en estas líneas es demostrar
elemento irreducible de la descripción física, irreducible en hasta que p~nto e.stas dudas han sido superadas por la teoría
el mismo sentido en que lo era el concepto de materia -en la de la relatividad generaL
teoría de N ewton.
Hasta este momento hemos dirigido nuestra atención a
describir en qué sentido los conceptos de espa.ci_? y de tie~po El concepto de espacio en la teoría de la relatividad general
fueron modificados por la teoría de la relatiVIdad especral.
Ahora, enfoquemos nuestra atención en los elementos. ~e la En un prime: momento esta teoría surgió del esfuerzo por
mecánica clásica adoptados por la teoría de la relati;n.dad comprender la Igualdad de las masas inercial y pesante. Esco-
especial. También en este caso, lasleyes naturales son válidas gemo~ como punto de partida un sistema inercial Sh cuyo
sólo cuando un sistema inercial está tomado como base de la espacio --desde el punto de vista físico-- está vacío. En
descripción espacio-temporal. El principio de inercia y el otras palabras, en esta parte del espacio por nosotros contem-
principio de la constancia de la velocidad de la luz son válidos plada no existen ~i materia (en el sentido habitual) ni un
exclusivamente con respecto a un ·siste¡na inercial. Las leyes campo (en el sentido _de la teoría de la _relatividad especial).
de campo tampoco tienen significado y· validez más que en Con respecto a S1 eXIste un segundo Sistema de referencia
relación con un sistema inercial. De este modo, como en la S,2, en -a~eler~ción uniforme. Por consiguiente, S2 no es u~
· mecánica clásica, el espacio es también ~n co~r:onen~e. ind~­ siStema mercml. Con respecto a S2 toda masa testigo se ha
pendiente en la representación de la real1dad fís1ca. S1 rmag¡- · de mover con una aceleración que es independiente de su
namos que la materia y el campo han sido e~ados, el na~uraleza física y química. -Por tanto, con respecto a s
2
espacio inercial o, para decirlo con ~ayor exactitud, e~e ex1ste un es~a~o q?e, al menos en una primera aproximación,
espacio junto eón su correspondiente t1empo, permanecera. no puede d1stmgmrse de u~ campo gravitatorio. El siguiente
La estructura cuatridimensional (espado de ~iinkowski) es concept?~ pues, e~ compatlble co~ los hechos observables:
considerada portadora de la materia y del campo. Los espa- S2 tamb1en es eqmYalente a un «Sistema inercial»; pero con
cios inerciales, junto con sus correspondientes tiempos, nb respecto, a S2 comprob_amos que existe un campo gravitatorio
son más que sistemas cuatridimensionales de coordenadas (homogeneo), cuyo o~gen no nos preocupa. Así, pues, cuan-
privilegiados que están enlazados entre sí por las transforma- do el campº graVItatono pasa a ser incluido en nuestro mode-
184 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 185

lo, el sistema inercial pierde su significado objetivo, supo- de las masas que producen este campo sea planteada. En
niendo que este «principio de equivalencia» puede extender- virtud de est?s razonamientos, también se puede llegar a
se a cualquier movimiento relativo de los sistemas de referen:- captar el motivo por el cual las leyes de campo gravitatorio
cia. Si es posible edificar una teoría consistente sobre la puro -están más directamente enlazadas con la idea de la
base de estas ideas fundamentales, tal teoría satisfacerá por relatividad general que las leyes de campos generales (cuan-
sí misma la igualdad de las masas inercial y pesante, igualdad do, por ejemplo, está presente un campo electromagnético).
_que ha sido sólidamente confirmada por vía empírica. .Es decir, que tenemos un buen fundamento para suponer
Considerada desde el punto de vista cuatridimensional, que el espacio «libre de campo» de Minkowski representa
una transformación no lineal de las cuatro coordenadas un caso especial posible de las leyes de la naturaleza; de
corresponde a la transición de S 1 a S 2 • Y aquí surge una hecho, el más simple de los casos especiales concebibles.
pregunta: ¿Qué tipo de transformaciones no lineales serán Con respecto a su carácter métrico, ese espacio está caracte-
las permitidas o cómo se hml de generalizar las transforma- rizado por el hecho de que d:x? 1 + d:x? 2 + d:x?3 es el cuadra-
ciones de Lorentz? Para responder a esta pregunta es decisi- do de la separación espacial, medida con un cierto patrón,
va la siguiente consideración: de dos puntos infinitesimalmente cercanos de una sección
Adjudicarnos al sistema inercial de la teoría primitiva esta transversal de un «espacio» tridimensional (teorema de Pitá-
propiedad: Las diferencias de coordenadas son medidas por goras) donde dx 4 es la separación temporal, medida con una
reglas «rígidas>) estacion~rias y las diferencias de tiempo por unidad de tiempo adecuada, de dos sucesos con (xz, x 2 , x 3 )
relojes en reposo. Este primer supuesto se complementa con comunes. Todo esto simplemente significa que se adjudica
otro: Para la colocación relativa y el ajuste de las reglas de un significado métrico objetivo a la cantidad
medición en reposo, son válidos los teoremas de «longitudes»
de Euclides. De los resultados de la teoría de la relatividad
especial se concluye, pues, a través de consideraciones ele-
IJ1entales, que esta interpretación física directa de las coorde- como se puede demostrar fácilmente con la ayuda de las
nadas se pierde para los sistemas de referencia (S2 ) acelera- transformaciones de Lorentz. Desde el punto de vista mate-
dos con respecto a los sistemas inerciales (S 1). Pero si esto ~átü::o, este hecho corresponde a la condición de que d.il es
es así, ahora las coordenadas sólo expresan el orden o el 1nvanante con respecto a las transformaciones de Lorentz. J
rango de «contigüidad» y, en consecuencia, el número de Si ahora, en el sentido del principio de la relatividad aene-
di~ensiones del espacio, pero no expresan riinguna de sus ral, este espacio (véase la ecuación 1) quedara sujeto ; una
propiedades métricas. Nos vemos, pues, llevados a extender -transformación continua arbitraria de coordenadas, entonces
las transformaciones hasta incluir las transformaciones conti- la cantidad ds estaría expresada en el nueVo sistema de coor-
nuas *. Esto conduce al principio de la relatividad general: denadas por la relación
Las leyes naturales deben ser covariantes con respecto a
transformaciones continuas arbitrarias de las coordenadas. (la)
Este requisito (combinado con el de la mayor simpliCidad
lógica posible de las leyes) limita las leyes naturales relevan- sumada para todos los valores de los índices i y k desde 1,1;
tes con una fuerza incomparablemente mayor que la del 1_,2; ... , ~asta 4,4. Los términos g¡k ahora no son constantes,
principio de la relatividad especial. 1
smo func10nes de las coordenadas, que están determinadas
Este encadenamiento de ideas está basado, en esencia, en 1 por la transformación elegida arbitrariamente. Sin embarcro
d campo como concepto independiente, porque las condicio- los términos gik no son funciones arbitrarias de las nue~a~
f
coordenadas, sino funciones tales que la forma (1 a) puede
nes que prevalecen con respecto a S 2 son interpretadas co'mo.
un campo gravitatorio, sin que la cuestión de la existepcia !
l
volver a transformarse en la forma (1) mediante una transfor-
mación continua de las cuatro coordenadas. Para que esto
·[
* Esta forma poco exacta de expresarse quizá baste en este caso, ¡ sea posible, las funciones gik deben satisfacer ciertas ecuacio-
186 Albert Einstein Sobre la Teoría de la Relatividad 187
nes covariantes generales de condición, que fueron derivadas relatividad general, no es un espacio sin un campo, sino un
por B. Riemann más de medio siglo antes de que se formula- caso especial del campo gik, para el cual -para el sistema
ra la teoría de la relatividad general («condición de Rie- de coordenadas que se haya utilizado que, en sí mismo no
mann»). De acuerdo con el principio de equivalencia, (1 a) tiene significación objetiva- las funciones gik tienen valores
describe en una forma covariante general un campo gravita- que no dependen de las coordenadas. No existe algo que se
torio de un tipo especial cuando las funciones gik satisfacen pueda denominar espacio vacío, es decir, un espacio sin
la condición de Riemann. campo. El espacio-tiempo no reivindica para sí una existencia
Por consiguiente, de aquí se deduce que las leyes del propia, sino que reclama la categoría de cualidad estructural
campo gravitatorio puro de tipo general deben satisfacerse del campo.
cuando la condición de Riemann queda satisfecha; pero ha De modo que Descartes no se hallaba tan lejos de la
de ser más débil o menos restrictiva que la condición de verdad cuando creía que era necesario excluir la existencia
Riemann. De esta manera, las leyes del campo gravitatorio de un espacio vacío. La noción, por cierto, parece absurda,
puro están prácticamente determinadas por completo, un en la medida en que la :realidad física sólo es vista en los
resultado que aquí no hemos de justificar en forma más cuerpos ' ponderables. Hace falta la idea de campo como
detallada. representante de la realidad, en combinación con el principio
Ahora nos hallamos en posición de ver hasta qué punto la de la relatividad general para mostrar cuál era el verdadero
transición hacia la teoría de la relatividad general modifica meollo de la idea de Descartes: no existe espacio «vacío de
el concepto de espacio. De acuerdo con la mecánica clásiCa campo».
y de acuerdo con la teoría de la relatividad especial, el
espacio (el espacio-tiempo) tiene una existencia independien-
te tanto de la materia como del campo. Con el fin de estar Teoría gravitatoria generalizada
en condiciones de describir lo que llena el espacio y es
dependiente de las coordenadas, ha de creerse en la existen- Por todo lo visto hasta aquí, comprendemos que puede
cia previa del espacio-tiempo o del sistema inercial con sus obtenerse fácilmente la teoría del campo gravitatorio puro,
propiedades métricas, porque de otra manera la descripción sobre la base de la teoría de la relatividad general, porque
de «lo que llena el espacio» carecería de sentido *. Sobre la podemos confiar en que el espacio «libre de campo» de
base de la teoría de la· relatividad general, por otra parte, el Minkowski con su métrica, en conformidad con (1) debe
espacio, por oposición a «lo que llena el espacio» que depen- satisfacer las leyes generales de campo. A partir de este caso
de de las coordenadas, no tiene existencia separada. Es decir, especial se siguen las leyes de la gravitación mediante una
que un campo gravitatorio puro podrla haber sido descrito generalización que está prácticamente libre de arbitrariedad.
en términos de las gik (como funéiones de las coordenadas), El posterior desarrollo de la teoría no está determinado de
mediante la solución de las ecuaciones gravitatorias. Si imagi- manera tan inequívoca por el principio de la relatividad gene-
namos que el campo gravitatorio, es decir, las funciones gik, ral. Este desarrollo ha sido abordado en diversas direcciones
es eliminado, ya no quedará un espacio del tipo (1), sino a lo largo de las últimas décadas, El .factor común de todos
absolutamente nada, ni siquiera un .«espacio topológico». Y esos intentos es concebir la .realidad física como un campo y,
esto porque las funciones gik describen no sólo el campo, · lo que es más, como un campo que es una generalización
sino también -y al mismo tiempcr-- las propiedades estruc- del campo gravitatorio .y en el que la ley de campo es una
turales topológicas y métricas de la variedad. Un espacio del generalización de la ley del ca1p.po gravitatorio puro. Después
tipo (1), juzgado desde el punto de vista de la teoría de la de largas investigaciones, ahora creo haber hallado la forma
más natural de esta generalización, pero todavía no he podi-
" Si consideramos gue todo lo que llena el espacio (por ejemplo, el ca~­ do comprobar si esta ley generalizada es acorde con los
po), debe ser eliminado, aún quedará el espado métrico de acuerdo con (1),
que también podria determinar el comportamiento inercial de un cuerpo testi- datos empíricos *.
go que fuera introducido en é1.
188 Albert Einstein

La cuestión de la ley de campo concreta es secundaria en


las consideraciones generales precedentes. En el momento
actual, el problema principal está en determinar si una teoría
de campo, de la índole de la que aquí contemplarnos, está
en condiciones de llevamos hasta nuestro objetivo. Para esto
será necesario obtener una teoría que describa en forma
exhaustiva la realidad física, incluido en ella el espacio de
cuatro dimensiones, por medio de un campo. La actual gene-
ración de físicos se inclina por responder en forma negativa
a esta pregunta.
De acuerdo con la forma actual de la teoría cuántica, se
Mis ideas y Opiniones
cree que el estado de un sistema no puede especificarse de
manera directa, sino sólo de un modo indirecto por la des-
cripción estadística de los resultados de las mediciones que
se hayan obtenido sobre el sistema. En términos generales
· prevalece la convicción de que la dualidad experimental (es- .~. ·'

tructura corpuscular y estructura ondulatoria) puede ser com-


prendida tan. sólo mediante un debilitamiento del concepto
de realidad. Por mi parte, creo que una renuncia teórica de
tan largo alcance no está justificada, de momento, por el
estado actual de nuestros conocimientos y que no hay moti-
vos para no continuar hasta el final del camino abierto por
la teoría de campo relativista.

* La generalización puede caracteriZarse de la siguiente manera.: Según su


derivación del «esnacio vacío de Minkowski», el campo gravltatono puro d¡;;
las funciones g;:c tiene la propiedad de la simetr.ía, expresada por gik = gki
(g12 = g21, etc.). El campo generalizado es del nrismo tipo, pero sin. esta
propiedad de sin •.etria. La derivación de la ley de campo es completamente
análoga a la del <aso especial de la gravedad pura.

. .,
.\
Mis ideas y opiniones 191

PARAISO PERDIDO

Escrito poco después de fundarse la Sociedad de Naciones


en 1919 y publicado originalmelJ.te en francés. Publicado tam-
bién en Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1924.

N el siglo XVII, los sabios y artistas de toda Europa


E estaban aún tan estrechamente unidos por el lazo de un
ideal común que los acontecimientos políticos apenas afecta-
ban su cooperación mutua. El uso general de la lengua latina
fortalecía aún más su unidad.
Hoy contempÍamos aquella situación como un paraíso per-
dido. Las pasiones nacionalistas han destruido esta comuni-
dad intelectual, y el latín, que en tiempos unió tgdo aquel
mundo, ha muerto. Los intelectuales y los hombres de cien-
cia han pasado a ser representantes· de las tradiciones nacio-
nales más extremas y han ·perdido aquella idea de comunidad
intelectuaL
Nos enfrentamos hoy con el triste hecho de que los políti-
cos y los hombres de negocios se han convertido en exponen-
tes de las ideas internacionales. Son ellos quienes han creado
la Sociedad de Naciones .

.· :MIS PRIMERAS IMPRESIONES DE ESTADOS UNIDOS

Entrevista para Nieuwe Rotterdamsche Courant, 1921. Publi-


cado en Berliner Tageblatt; 7 de julio de 1921.

LTE de cumplir mi promesa de comentar mis impresiones


..r1 sobre este país. No me resulta nada fácil. No es fácil
adoptar la actitud de observador imparcial cuando le reciben
a uno con tanta amabilidad y con un respeto tan inmerecido
como se me ha recibido a mi en Norteamérica. En primer
lugar, he de decir. algo a este :respecto.
El culto al individuo es siempre, en mi opinión, injustifica-
192 Albert Einstein Mis ideas y opinYones 193

do. La naturaleza distribuye, sin duda, sus dones irregular- sesos; además, a fin de cuentas, no es absolutamente seguro
mente entre sus hijos. Pero, gracias a Dios, hay gran cantidad que cada interrogante planteado admita una respuesta
de sujetos bien dotados y estoy firmemente convencido de racional.
que la mayoría de ellos viven tranquila y modestamente. Me La segunda cosa que sorprende al visitante es la actitud
parece injusto, e incluso de mal gusto, escoger a algunos de alegre y ·positiva hacia la vida. Las caras sonrientes en las
ellos para tributarles una admiración sin ·límites, atribuyéndo- fotos son símbolo de uno de los grandes valores de los nor-
les una capacidad mental y una fuerza de carácter sobrehu- teamericanos. El norteamericano es cordial, optimista, confía
manas. Ese ha sido mi destino, y el contraste entre la idea en sí mismo ... , y no tiene envidias'. A los europeos les resul-
generalizada de mi capacidad y mis éxitos y la realidad, es ta fácil y agradable, en general, la relación con los nor-
, sencillamente grotesco. La conciencia de esta extraña situa- teamericanos.
ción resultaría insoportable si no fuese por un agradable Comparado con el norteamericano, el europeo es más crí-
consuelo: es un síntoma esperanzador el que una época, a la tico, más tímido, menos amable y solícito, más retraído, más
que suele tacharse de materialista, transforme en héroes a selecto en sus diversiones y lecturas, y tiende, en general, a
hombres cuyos objetivos se centran exclusivamente en la ser un poco pesimista. .
esfera moral e intelectual. Esto demuestra que para un gran Se concede aquí gran importancia a las comodidades materia-
sector de la especie humana el conocimiento y la justicia les de la vida, y a ellas se sacrifican el sosiego, la tranquilidad
están por encima de la riqueza y el poder. Mi experiencia y la seguridad. El norteamericano vive aún más para sus obje-
me enseña que esta visión idealista está muy generalizada en tivos, para el futuro, que el europeo. La vida para él siempre
Norteamérica, país acusado de ser pru:ticularmente materia- está llegando a sér, nunca es. A este respecto, está aún más
lista. Tras esta digresión, pasaré al tema enunciado con la alejado de los rusos y los asiáticos que el europeo.
esperanza de que no se conceda a mi modesto comentario Pero hay un aspecto en el que se parece más a los asiáticos
más peso del que merece. que a los europeos: es menos individualista que los euro-
Lo primero que sorprende al visitante es la superioridad peos ... , es decir, desde el punto de vista psicológico, no del
de este país en tecnología y organización. Los objetos de económico.
uso normal son más sólidos que en Europa, las casas están Se hace más hincapié en el «nosotros» que en el «yo».
proyectadas de un modo mucho más práct~co. Todo _está Como consecuencia natural de esto, las costumbres y conven-
enfocado a ahorrar trabajo humano. El trabaJo es caro, por- ciones sociales tienen mucha fuerza, y hay mucha más unifor-
que el país está poco poblado para sus recursos naturales. El midad, tanto en el enfoque de la vida como en las ideas
elevado precio del trabajo fue el estímulo que provocó el estéticas y morales, entre los norteamericanos que entre los
maravilloso desarrollo de nuevos métodos de trabajo y nue- europeos. Este hecho es causa principal de la superioridad
vos instrumentos técnicos. Un ejemplo del extremo opuesto de Norteamérica sobre Europa. La cooperación y la división
es la superpoblada China, o la India, donde el bajo precio del trabajo resultan más fáciles y producen menos fricciones
de la fuerza de trabajo ha obstaculizado el desarrollo de la que en Europa. Tanto en la fábrica y en la universidad
maquinaria. Europa ocupa una posición intermedia. Cuando como en la beneficencia privada. Este sentido social quizá se
la máquina adquiere un desarrollo suficientemente grande, deba en parte a la tradición- inglesa. En aparente contradic-
acaba siendo más barata que el trabajo más barato. Que no ción con lo dicho destaca el hecho de que las actividades del
olviden esto los fascistas de Europa, que desean, con p1ezqui- Estado son relativamente limitadas si comparamos con Euro-
nos objetivos políticos, que sus paises estén más densamente pa. El europeo se sorprende al descubrir que el telégrafo, el
poblados. Sin embargo, el meticuloso cuidado con que Está- teléfono, los ferrocarriles y la enseñanza están predominante-
dos Unidos impide la entrada de articulas extranjeros por mente en manos privadas. Esto es posible aquí por esa acti-
medio de aránceles prohibitivos, coP..stituye un extraño con- tud más social del individuo qu~ he mencionado. Otra conse-
traste, sin duda, con el cuadro generaL. Pero no debe espe- .cuencia de esta actitud es que la distribución extremadamen- _
ra.Tse que un inocente visitante se devane demasiado los .te desigual de la propiedad no genera una miseria intolerable.
194 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 195
La conciencia social de los ricos está mucho más desarrollada internacionales es inmensa. Pero es un país grande y sus habi-
que en Europa. El individuo se considera obligado, como· tantes no han mostrado hasta ahora mucho interés por los
algo natural,· a poner una gran parte de su riqueza, y a . gr~des problemas internacionales, entre los que ocupa un
menudo también de sus propias energías, a disposición de la pn:mer lugar el _del_ desarme. Esto debe cambiar, aunque sólo
comunidad; se lo exige imperiosamente la opinión pública, sea por los propios mtereses de Norteamérica. La última guerra
esa fuerza todopoderosa. Por eso pueden dejarse en manos ha demostra~o que ya no hay barreras entre los continentes y
elle la iniciativa privada las funciones culturales más importan- que los destmos de todos los pueblos están estrechamente
tes y el papel jugado por el Gobierno en este país es relativa- entre~azados. Los habitantes ~e. este país deben comprender
mente limitado. 9ue tlen_en una gran ~esponsab1lidad en la esfera de .la política
El prestigio del Gobierno ha descendido considerablemente, . mterna~onal. La acntud de espectador pasivo es indigna de
sin duda, con la legislación antialcohólica. Nada destruye más este prus y puede llevar, a la larga, a un desastre generalizado.
el respeto por el Gobierno y por la ley de un país que la
aprobación de leyes que no pueden ponerse en ejecución. Es.
RESPUESTA A LAS MUJERES DE NORTEAMERICA
un secreto a voces que el peligroso aumento de la delincuencia
en este país se relaciona estrechamente con este hecho.
Creo que además esta legislación socava, de otro modo, la Respuesta de Ein~t~in a la propuesta de una organización de
autoridad del Gobierno, Los bares y tabernas son lugares
muJeres por su vzszta a Estados Unidos. Publicada en Mein
Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934.
que proporcionan a la gente la oportunidad de intercambiar
puntos de vista e ideas sobre cuestiones públicas: Por lo que
he podido ver, en este país se carece de tal posibilidad, y el NCA había sufrido un rechazo tan absoluto y enérgico
resultado es que la prensa, controlada en su mayoría por del bello sexo. O, al menos, nunca de tantas mujeres a
la vez. · ·
interes~s encubiertos, ejerce una influencia excesiva sobre la
opinión pública. Pero, ¿acaso no tienen estas atentas ciudadanas .toda la
La sobreestimación del dinero es aún mayor en este país razón? ¿Por 9ué abri: las pue::ta~ del país a una persona que
que en Europa, aunque creo que está disminuyendo. Al devora a los mcorr.egibles capttahstas con el mismo apetito y
menos está empezando a comprenderse que para llevar una gusto con que el mmotauro cretense de la anticrüedad devora-
vida feliz y satisfactoria no es necesario poseer grandes b:'llozanas doncellas griegas, y que es, además, lo bastante
riquezas. vil para rec~azar toda clase de guerras, salvo la inevitable
Respecto a las cuestiones artísticas, me ha impresionado · ~on _la propia esposa? Prestad atención, pues, a vuestras
mucho el buen gusto que demuestran los edificios modernos Inteligentes y paJrióticas mujeres y recordad que el Capitolio
y los objetos de uso corriente. Por otra parte, las artes de la poderosa Roma se salvóuna vez gracias a los graznidos
visuales y la música ocupan muy poco espacio en la vida de de sus fieles ocas.
- la nación, en comparación con Europa.
Siento una profunda admiración por los logros de los insti- . . EL MUNDO TAL COMO YO LO VEO
tutos de investigación científica norteamericanos. Somos in-
justos al intentar atribuir la creciente superioridad del traba- Publicado por primera vez en Forum and Century, vol. 84,
jo de investigación norteamericano sólo a una mayor riqueza p. 193-194~ el núme:._o 13 d~ lf! serie.Forum, «Filosofías actua-
de medios; en ·su éxito juegan un papel importante la dedica- les». Incluzdo tambzen en Llvmg Ph1losophies (p. 3-7), Nueva
ción, la paciencia, el espíritu de camaradería y la capadqad York, Simon & Schuster. ·
de cooperación. '
Una observación más, para terminar. Estados Unidos es · . Q·;
:UE :xtraña suerte la de nosotros .los mortales! Estamos
hoy el país más poderoso entre los técnicamente avanzados . aqm por un breve período; TI<? ~abemos con qué propó-
del mundo. Su influencia en la configuración de las relaciones S1to, aunque a veces creemos perc1b1rlo. Pero no hace falta
196 Albert Einstein Mis ideas y opmwnes 197

reflexionar mucho para saber, en contacto con la realidad humanos (posesiones, éxito público, lujo) me han parecido
cotidiana, que uno existe para otras personas: en primer . despreciables.
lugar para aquellos de cuyas sonrisas y de cuyo bienestar . ~ pro~do sentido de la justicia social y de la responsa-
depende totalmente nuestra propia fe_licidad, y luego, para bi!Idad S<;lCial han contrastado siempre, curiosamente, con
los muchos, para nosotros desconocidos, a cuyos destinos nu notona falta de necesidad de un contacto directo con
estamos ligados por lazos de afinidad. Me recuerdo a riú otros seres h~~anos y _otr~s co~unidades humanas. Soy en
mismo cien veces al día que mi vida interior y mi vida verdad un «VIaJero sohtano» y Jamás he pertenecido a mi
exterior se apoyan en los trabajos de otros hombres, vivos y p~ís, a mi casa, a mis amigos, ni siquiera a mi familia inme-
muertos, y que debo esforzarme para dar en la misma medi- . diata, c?n todo mi _corazón. F~ente ~todos estos lazos, jamás
da en que he recibido y aún sigo recibiendo. Me atrae pro- he perdido el sentido de la distancia y una cierta necesidad
fundamente la vida frugal y suelo tener la agobiante certeza de estar solo .... sentimientos que crecen con los años. Uno.
de que acaparo una cuantía indebida del trabajo de mis toma clara conciencia, aunque sin lamentarlo de los límites
. semejantes. Las diferencias de clase me parecen injustificadas del entendin:Uento y la arm~nía con otras pe;sonas. No hay
y, en último término, basadas en la fuerza. Creo también duda de g~e con esto uno pierde parte de su inocencia y de
. que es bueno para todos, física y mentalmente, llevar una su tranqmlidad; p~r ?tra parte, gana una gran independencia
vida sencilla y modesta. respe~to a las opmwnes, los hábitos y los juicios de sus
No creo en absoluto en la libertad humana en el sentido semeJante~ y ~vita la tentación de apoyar S1J. equilibrio inter-
filosófico. Todos actuámos no sólo bajo presión externa, no en tan mseguros cimientos.
sino también en función de la necesidad interna. La fr;:J.se de Mi ideal po~tic? ~s la democracia. Que se respete a cada
Schopenhauer: «Un hombre puede hacer lo que quiera, pero hombre como md1v1duo y que no se convierta a ninguno de .
no q~erer lo que quiera», ha sido para mí, desde mi juven- ellos e~ ídol~. Es una ironía del destino el que yo mismo
tud, una auténtica inspiración. Ha sido un constante consue- haya stdo ?bJeto ?e exce~iva admiración y reverencia por
lo en las penalidades de la vida, de la mía y de las de los parte de nus semeJantes, sm culpa ni mérito míos. La causa
demás, y un manantial inagotable de tolerancia. El compren- de esto quizá sea el deseo, inalcanzable para muchos de·
der esto mitiga, por suerte, este sentido de la responsabilidad c~~prender las pocas ideas a las que he llegado con 'mis
que fácilmente puede .llegar a ser paralizante, y nos impide debt~es ~erzas gracias a una lucha incesante. Tengo plena
tomarnos a nosotros y tomar a los demás excesivamente en co:r;tci~ncia de que l?ara que una sociedad pueda ·lograr sus
serio; conduce a un enfoque de la vida que, en concreto, da obJetivos es l!ec~sano que haya alguien que piense y dirija y
al humor el puesto que se merece. a~~ma, en termmos generales, la responsabilidad. Pero el
Siempre me ha parecido absurdo, desde un punto de. vista dingente no debe imponerse mediante la fuerza, sino que
objetivo, buscar el significado o el objeto de nuestra propia los_ ~~mbres debe~ poder elegir a su dirigente~ Soy de ía
existencia o de la de todas las criaturas. Y, sin embargo, optmon que un sistema autocrático de coerción degenera
todos tenemos ciertos ideales que determinan la dirección de muy pronto. La fuerza atrae siempre. a hombres de escasa
nuestros esfuerzos y nuestros juicios. En tal sentido, nunca moralidad, y considero regla invariable el que a los tiranos
he perseguido la comodidad y la felicidad como fines en sí de talento sucedan siempre pícaros y truhanes. Por esta ra-
mismos ... , llamo a este planteamiento ético el ideal de. la zón, me he opuesto siempre apasionadamente a sistemas
pocilga. Los ideales que han iluminado mi camino y me han como los que hay hoy en Italia y en Rusia. Las causas det
proporcionado una y otra vez nuevo valor para afrontar la descrédito de la f?::m<: de den.10~<:cia que existe hoy en
vida alegremente, han sido: Belleza, Bondad y Verdad. Sin Europa :r:o deben a ..nbmrse al pnnc1p10 democrático en cuan-
un sentimiento de comunidad con hombres de mentalidad to ~a:, s~no a la falta d~ estabilidad de los gobiernos y al
similar, sin ocuparme del mundo objetivo, sin el eterno inal- carac.er Impersonal del s1stema electoral.
canzable de las tareas del arte y de la ciencia, la vida me Creo, a este respecto, que los Estados Unidos han encon-
habría parecido vacía. Los objetivos triviales de los esfuerzos trado el caminojusto. Tienen un presidente a quien se elige
198 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 199
por un período lo bastante largo y con poder suficiente para las almas débiles, por miedo o por absurdo egoísmo, se
ejercer adecuadamente su cargo. Por otra parte, lo que yo. complazcan en estas ideas. Y o me doy por satisfecho con el
valoro en el sistema político alemán es que ampara mucho misterio de la eternidad de la vida y con la conciencia de un
más ampliamente al individuo en caso de necesidad o. enfer- vislumbre de la estructura maravillosa del mundo real, junto
medad. Lo que es realmente valioso en el espectáculo de la con el esfuerzo decidido por abarcar una parte, aunque sea
vida humana no es, en mi opinión, el estado político, sino el muy pequeña, de la Razón que se manifiesta en la na-
individuo sensible y creador, la personalidad; sólo eso crea turaleza.
lo noble y lo sublime, mientras que el rebaño en cuanto tal,
se mantiene .torpe en el pensamiento y torpe en _el sen-
. timiento. EL SIGNIFICADO DE LA VIDA
Este tema me lleva al peor producto de la vida de rebaño,
al sistema militar, el cual detesto. Que un hombre pueda Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934.
disfrutar desfilando a los compases de una banda es suficien-
te para que me resulte despreciable. Lt; habrán dado su gran
cerebro sólo por error; le habría bastado con médula espinal
Q UE.significado tiene la vida del ho.mbre, o, en realidad,
la de cualquier criatura? Tener una respuesta a esta
desprotegida. Esta plaga de la civilización debería abolirse pre~nta significa ser religioso. Tú preguntas: «¿Tiene algún
lo más rápidamente posible. Ese culto al héroe, esa violencia sentido, pues, plantear esta pregunta?» Yo cpntesto: «Aquel
insensata y todo ese repugnante absurdo que se conoce con que considera su, vida y la de sus semejantes carente de
el nombre de patriotismo. ¡Con qué pasión los odio! ¡Qué s~ntido, no sólo· es .desdichado, sino poco hecho para la
vil y despreciable me parece la guerra! Preferiría que me Vida.» ·
descuartizasen antes de tomar parte en actividad tan abomi-
nable. Tengo tan alta opinión del género humano que creo EL AUTENTICO VALOR DEL SER HUMANO
que este espantajo habría desaparecido hace mucho si los ·
intereses políticos y comerciales, que actúan a través de los Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934.
centros de enseñanza y de la prensa, no corrompiesen siste-
máticamente el sentido común de las gentes.
~uténtico ~n
La experiencia más hermosa que tenemos a nuestro alcan-
ce es el misterio. Es la emoción fundamental que está en la
E.
L val<;>r de ser huma;10 depende, en princi-
p10, de en que med1da en que sentido haya logrado
liberarse del yo.
y
·
cuna del verdadero arte y de la verdadera ciencia. El que no
la conozca y no pueda ya admirarse, y no pueda ya asombrar-
se ni maravillarse, está como muerto y tiene lo ojos nublados. BIEN Y MAL
Fue la experiencia del misterio (aunque mezch1da con el
miedo) la que engendró la religión. La certeza de que existe Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934.
algo que no podemos alcanzar, nuestra percepción de la
razón más profunda y la belleza más deslumbradora, a las ·
que nuestras mentes sólo pueden acceder en su formas más
toscas ... , son esta certeza y esta emoción las que constituyen
E S justo, en principio, que los más estimados. sean aquellos
que más han contribuido a elevar al género humano y a
elevar la vida humana. Pero sí uno pasa a preguntar quiénes
la auténtica religiosidad. En este sentido, y sólo eri éste, es son, se encuentra con dificultades nada desdeñables. En el
en el que soy un hombre profundamente religioso. No puedo caso de los caudillos políticós, e incluso religiosos, resulta a
imaginar a un dios que recompense y castigue a sus criaturas, menudo sumamente dudoso si han hecho más 'bien que mal.
o que tenga una voluntad parecida a la que experimentamos En ~~nsecuencia, creo, con toda sinceridad, que el mejor
dentro de nosotros mismos. Ni puedo ni querría imaginar serv1c10 que uno puede prestaral prójimo-es el de proporcio-
que el individuo sobreviv<;i a su muerte física; dejemos que narle un trabajo que le estimule positivamente y le eleve asf
Jl

Albert Einstein 1 Mis ideas y opiniones 201


200 ~
1 El individuo es lo que es y tiene la importancia que tiene,
de modo indirecto. Esto se aplica sobre todo a los grandes :¡
artistas, pero también, en menor grado, al científico. No no tanto en virtud de su individualidad como en virtud de su
son, desde luego, los frutos de la investigación científica los c<;n~dición de _miem~ro de. ~na gran comunidad humana que
que elevan al hombre y enriquecen su personalidad, sino el dmge su existencia espmtual y material de la cuna al
deseo de comprender, el trabajo intelectual, creador o recep- sepulcro.
tivo. No sería razonable, pues, juzgar el valor de Talmud, ~1 _v~lor de un h?mbre para la comunidad depende, en
por ejemplo, por sus frutos intelectuales. Pf!-nCipiO, de 1~ medtda en que dirija sus sentimientos, pensa-
rmentos y acciOnes a promover, el bien de sus semejantes.
Podemos llamarle bueno o malo según su posición a este.
SOBRE LA RIQUEZA
respecto. Parece, a primera vista, como si nuestra valoración
de un hombre dependiese por completo de sus cualidades
Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934. sociales. ·
Y, sin embargo, ~al actitud se~a errón~a: Es fácil ver que
STOY absolutamente convencido de que n? hay riqueza todos l<;> .logros valioso~, matenales, espmtuales y morales
E en el mundo que pueda ayudar a la humamdad a progre-
sar, ni siquiera en manos del más devoto partidario de tal
que rectb1mos de _la soc1e~d~ ~an sido elaborados por innu-
merables generaCiones de md1v1duos creadores. Alguien des-
causa. Sólo el ejemplo de los individuos grandes y puros cub~ó en determinado m<;>mento el uso del fuego. Otros, el
puede llevarnos a pensamientos y acciones nobles. El dinero culn_vo de. pl~~tas comestibles. Otro, la máquina de vapor.
sólo apela al egoísmo e invita irresistiblemente al abuso. Solo el mdtviduo puede pensar (y crear así nuevos valores
¿Puede alguien imaginarse a Moisés, Jesús o Gandhi arma- para la sociedad) e incluso establecer nuevas normas morales
dos con las bolsas de dinero de Carnegie? · a las que se adapta la vida de la comunidad. Sin personalida-
des creadoras capaces de pensar y crear con independencia,
el progreso de la sociedad es tan inconcebible como la evolu-
SOCIEDAD Y PERSONALIDAD
ción de la personalidad individual sin el suelo nutricio de la
comunidad.
Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934. La salud de la sociedad depende, pues, tanto de la inde-
pendencia de los individuos que la forman como de su íntima
UANDO revisamos nuestras vidas y afanes, pronto ad-. cohesi~n social. Se ha dicho muy razonablemente que la

C . vertimos que casi todas nuestras acciones y deseos están


ligados a la existencia de otros s~res humanos. Percibimos
~ase rmsma de 1~ cultura greco-europea-americana, y en par-
ticular de su bnllante florecer en el Renacimiento italiano
que nuestro carácter es muy parecido al de los animales que puso fin al estancamiento de la Europa medieval fue 1~
sociales. Comemos alimentos que otros han producido, vesti- liberación y la relativa independencia del individuo. '
mos ropas que otros han hecho, vivimos en casas que han ~ensemos aho~a ~n _la época en que vivimos. ¿Cómo va la
construido otros. La mayor parte de nuestros· conocimientos sociecJad? ¿Y el mdiv1duo? La población de los países civili-
y creencias nos han sido comunicados por otras personas por zado~ es extremadamente densa si la comparamos con épocas
medio de un lenguaje que otros han creado. Nuestra capaci- antenc:res. Hay en Europa hoy tres veces más personas que
dad mental seria pobre, en verdad, sin el idioma; seria com- hace cten años. Pero el número de personalidades destacadas
1
parable a la de los animales superiores. Hemos de admitir, ha disminuido desproporcionadamente. Las masas sólo cono-
en consecuencia, que debemos nuestra principal ventaja so- cen a unos cuantos individuos por sus logros creadores. La
bre los animales al hecho de vivir en sociedad. Si se dejase organiza?ón ha ocupado en cierto. modo el lugar de esas
solo al individuo desde el nacimiento, se mantendría en un personalidades destacadas, sobre todo en la esfera técnica
estado primitivo similar al de los animales, en sus pensamien- pero también, de modo muy patente, en la científica. '
tos y sentimientos, hasta un grado diñcilmente imaginable. La falta de figuras destacadas es particularmente notable
202 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 203

en el campo del arte. La pintura y la música han degenerado LOS ENTREVISTADORES


claramente y han perdido en gran medida su atractivo popu-
lar. En la política no sólo faltan dirigentes, sino que han Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934. ·
disminuido en gran medida el espíritu independiente- y el
sentido de justicia del ciudadano. El régimen parlamentario
democrático, que se basa en esa independencia de espíritu,
se ha visto socavado en varios lugares; han surgido dictaduras
E L que te hagan responsable públicamente de todo lo que
has dicho, aun en broma, por un exceso de buen humor
o por una cólera súbita, puede ser sin duda comprometido,
que son toleradas porque ya no es suficientemente fuerte el aunque sea hasta cierto punto ,razonable y natural. Pero el
sentido de la dignidad y de los derechos del individuo. En que te hagan responsable públicamente de lo que han dicho
cuestión de dos semanas, los periódicos pueden sumergir a otros en tu nombre, cuando no puedes defenderte es, sin
las masas borreguiles de cualquier país en un estado de duda, una triste suerte. «¿Pero a quién le sucede eso?»,
nerviosa furia en que todos están dispuestos a vestir uniforme preguntarás. Pues bien, a todo el que atrae suficiente interés
y matar y morir en defensa de los sórdidos fines de unos público como para que los periodistas le persigan. Ya veo
cuantos grupos interesados. El servicio militar obligatorio que sonríes incrédulo, pero yo he tenido suficiente experien-
me parece el síntoma más desdichado de esa falta de dignidad cia qirecta y te hablaré de ello.
personal que padece hoy la humanidad civilizada. No es
Imagínate la siguiente situación: Una mañana llega un
extraño que haya tantos profetas que anuncien el inminente periodista y te pide, en tono amable y cordial, que le digas
eclipse de nuestra civilización. No soy yo tan pesimista; creo
algo sobre tu .amigo N. Al principio, ante tal propuesta, no
que se acercan tiempos mejores. Permitidme que exponga hay duda de que fácilmente puedes sentirte indignado. Pero
brevemente las razones en las que baso tal confianza.
descubres en seguida que no hay escapatoria. Si te niegas a
Estas manifestaciones actuales de decadencia se explican,
hacer comentarios, ese hombre escribirá: «Le pregunté a
en mi opinión, por el hecho de que la evolución económica
uno de los supuestamente mejores amigos de N sobre él. Y
y tecnológica ha intensificado de modo notable la lucha por este amigo eludió prudentemente mis preguntas. Esto, por sí
la existencia, en detrimento, sobre todo, del libre desarrollo
solo, permite al lector extraer las conclusiones inevitables.»
del individuo. Pero .la evolución de la tecnología significa
que el individuo necesita trabajar cada vez menos para satis~ No hay, pues, escapatoria, así que proporcionas al periodista
facer las necesidades comunitarias. Se hace cada vez más 1~ siguiente información: «El señor N es un hombre muy
acuciante una división planificada del trabajo, división q11:e smcero y cordial, muy querido de todos sus amigos. Es una
producirá la seguridad material del individuo. Esta seguridad persona capaz de ver siempre el lado positivo de las cosas.
y el ahorro de tiempo y energía de que dispondrá el indivi- Su espíritu emprendedor y su ingenio y su laboriosidad no
duo, pueden enfocarse hacia el desarrollo de su personalidad. tienen límites. Consagra a su trabajo todas sus energías. Es
De este modo, la comunidad puede recuperar la salud, y hombre devoto a su familia y entrega cuanto posee a su
esperamos que futuros historiadores expliquen los síntomas esposa ... »
mórbidos de la sociedad actual como enfermedades infantiles
Veamos ahora la versión del periodista: «El señor N no se
de una humanidad en ascenso, debidos enteramente a la
velocidad excesiva a la que avanzaba la civilización. toma ~ada en serio y tiené una habilidad especial para hacer-
se estimar, para lo cual cultiva cuidadosamente una actitud
c.ordial. y afable. Es un tal esclavo de su trabajo, que no
. t1ene t~empo. r:ara ningún asunto de carácter genera] o para
cualqmer act1v1dad mental ajena a su disciplina. Mima increí-
blemente a su mujer, que le tiene en un puño ... » ·
Un verdadero periodista escribiría algo I!1ás sabroso; pero
supongo que esto será bastante para uno y para su amigo N.
204 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 205

A la: mañana siguiente, tu amigo lee en el periódic<:> lo e~cri­ MENSAJE DE LA CAPSULA DEL TIEMPO
to, y algo más del mismo estilo, y su rabia contra ti no tiene
límites, por muy animoso y afable que sea. ~a ofen~a .que Feria Mundial, 1939.
esto constituye para él te produce un dolor mdescnpttble,
sobre todo cuando lo estimas realmente.
¿Cuál es el próximo paso que puedes dar, amig? mío? Si "'\ JIVIMOS una época fecunda en inteligencias creadoras,
lo sabes, dímelo en seguida para adoptar tu metodo con V cuyas creaciones pueden facilitar considerablemente
toda rapidez. nuestras vidas. Cruzamos los 'mares mediante energía de-
sarrollada por el hombre, y utilizamos también esa energía
para aliviar a la humanidad del trabajo muscular agotador.
FELICITACION A UN CRITICO Hemos aprendido a volar y somos capaces de enviar m~nsa­
jes y noticias sin dificultad alguna a todos los lugares del
Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934. mundo, por medio de ondas eléctricas.
Sin embargo, la producción y distribución de bienes está
""{ TER con los propios ojos, percibir y juzgar sin sucumbir totalmente desorganizada, de modo que todos han de vivir
V a:l poder sugestivo de la moda del día, ser capaz .de temerosos ante la posibilidad de verse eliminados del ciclo
expresar lo que uno ha visto y sentido en una frase senctlla económico, sufriendo así la falta de todo. Además, los habi-
o incluso en una palabra hábilmente aplicada ... , ¿no es eso tantes de los djstintos países se matan unos a otros a interva-
glorias~? ¿No es motivo digno de felicitación? los irregulares, con lo que también por esta razón debe
sentir miedo y terror todo el que piense en el futuro. Débese
esto al hecho de que la inteligencia y el carácter de las
A LOS COLEGIALES DEL JAPON masas son incomparablemente inferiores a la inteligencia y
el carácter de los pocos que producen algo valioso para la
Einstein visitó Japón en 1922. Este mensaje se publicó en comunidad. Confío en que la posteridad lea estas afirmacio-
Mein Weltbild, Amsterdam: QuerUio Verlag, 1934. nes con un sentimiento de orgullo y de justificada su-
perioridad.
L enviaros este saludo a ·vosot.ros, colegiales jap~n~ses,
A puedo alegar un derecho especial a hacerlo. He v1s1tado
vuestro hermoso país, he visto sus ciudades y casas,. sus COMENTARIOS A LA TEORIA DEL CONOCIMIENTO DE
montañas y bosques, y a los muchachos japoneses q~e han BERTRAND RUSSELL
aprendido a amar a su país por su 'belle::a .. Tengo siempre
en mi mesa un libro grande lleno de dtbujos en color; de De The Philosophy of Bertrand Russell, vol. V, de «The
niños japoneses. , Library of Living Philosophers», recop. por Paul Arthur
Si recibís mi mensaje desde tan lejos; recordad que la Schilpp, 1944..
nuestra es la priJ!lera época de la historia que estable~e. una
relación comprensiva y amistosa entre pueb.los de . d~stmtas
. nacionalidades; en épocas anteriores, las nac:ones se I~?ra­ ·CUANDO el recopilador de este volumen me pidió que
ban entre si, y de hecho se temían y od1aban~ _?Jala el , · escribiese algo sobre BertrandRussell, mi admiración y
espíritu de commensión fraternal sea cada vez mas fuerte respeto por ese autor me indujeron de inmediato a decir
éntre ellas. Teni~ndo esto en cuenta, yo, un viejo, os saludo. que si. Debo innumerables horas de satisfacción a la lectura
~ vosotros, colegiales japoneses, desde muy lejc:s_, y espero de las obras de Russell, cosa que no puedo decir de ningún
aue los triunfos y méritos de vuestra generae1on puedan otro escritor científico contemporáneo, con la excepción de
algún: día avergonzar a la rnia. Thorstein Veblen. Pronto descubrí, sin embargo, que era


206 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 207

más fácil hacer la promesa que cumplirla. Y o había prometi- Esta ilusión más aristocrática respecto a la capacidad ilimi-
do decir algo sobre Russell como filósofo y epistemólogo. tada de penetración del pensamiento tiene como contraparti-
Tras empezar a hacerlo muy confiado, advertí en seguida en da la ilusión más plebeya del realismo ingenuo, la de que ·las
qué terreno resbaladizo me había aventurado, pues. hasta cosas «SOn» lo que percibimos que son por nuestros sentidos.
entonces me había limitado, cautelosamente, por falta de Esta ilusión domina la vida diaria de hombres y animales.
,experiencia, al campo de la física. Las actuales dificultades Es además el punto de partida de todas las ciencias, sobre.
ide su ciencia obligan al físico a afrontar problemas filosóficos todo de las ciencias naturales.
en grado muy superior a lo que sucedía en anteriores genera- Estas dos ilusiones no pueden superarse independiente-
ciones. Aunque no hablaré aquí de esas dificultades, fue mi mente. La superación del realismo ingenuo ha sido relativa-
preocupación por ellas, más que nada, lo que me llevó a la mente fácil. En su introducción a su libro An Inquiry into
posición esbozada en este ensayo. Meaning and Truth, Russell ha delineado este proceso con
En la evolución del pensamiento filosófico a través de los maravillosa concisión:
siglos, ha jugado un papel decisivo la siguiente cuestión:
¿qué conocimiento puede proporcionar el pensamien~o puro «Todos partimos del "realismo ingenuo", es decir, la
con independencia de la percepción sensorial? ¿EXIste tal doctrina de que las cosas son lo que parecen. Creemos
conocimiento? Si no existe, ¿cuál es exactamente la relación que la hierba es verde, las piedras duras y la nieve fría.
entre nuestro conocimiento y la materia prima que proporcio'" Pero la física nos asegura que el verdor de la hierba, la
nan las impresiones sensoriales? A estas preguntas, y a algu- dureza de l(.ls piedras y la frialdad de la nieve no son el
nas otras íntimamente relacionadas con ellas, se corresponde verdor, la dureza y la frialdad que conocemos por nues-
un caos casi infinito de opiniones filosóficas. No obstante, tra propia experiencia, sino algo muy distinto. El obser-
en esta serie de tentativas relativamente estériles, pero heroi- vador, cuando piensa que está observando una piedra,
cas, es visible una tendencia evolutiva sistemática que pode- está observando en realidad, si hemos de creer a la
mos definir como un creciente escepticismo respecto a cual- física, los efectos de la piedra sobre él. La ciencia pare-
quier tentativa de descubrir, por medio del pensamiento ce, pues, en guerra consigo misma: cuanto más objetiva
puro, algo sobre el «mundo objetivo», sobre el mundo de pretende ser, más hundida se ve en la subjetividad, en
las «cosas» frente al mundo de los meros «conceptos e ideas». contra de sus deseos. El realismo ingenuo lleva a la
Digamos entre paréntesis que, lo mismo que haría un verda- . física, y la física, si es auténtica, muestra que el realismo
dero filósofo, utilizo aquí comillas para introducir un concep- ingenuo es falso. En consecuencia, el realismo ingenuo,
to ilegítimo, que pido al lector que admita de momento, . si es verdadero, es falso. En consecuencia, es falso.»
\'aunque sea sospechoso a los ojos .de la policía filosófica.
iJ Durante la infancia de la filosofía, se creía, en general, que Aparte de la magistral formulación, estas líneas dicen algo
'-:>' era posible descubrir todo lo cognoscible por medio de la que a mí nunca se me había ocurrido. En un análisis superfi-
simple reflexión. Era una ilusión fácilmente comprensible si, cial, . el pensamiento de Berkeley y el de Hume parecen
por un momento, olvidamos lo que hemos aprendido de la oponerse a la forma de pensamiento de las ciencias naturales.
filosofía posterior y de las ciencias naturales; no debe sorpren- Sin embargo, el citado ·comentario de Russell descubre una
demos el que Platón concediese mayor realidad a las <<ideas» conexión: Si Berkeley se basa en el hecho de que no capta-
que a las cosas empíricamente experimentables. Incl~so . en ; mos directamente las «cosas» del mundo exterior a través de
Spinoza, y hasta en un filósofo tan moderno como Hegel, fue : nuet:ros sentidos, sino que sólo llegan a nuestros órganos
este prejuicio la fuerza vitalizadora que parece haber jugado el
1
sensoriales acontecimientos que tienen una conexión causal
papel decisivo. Alguien podría, sin duda, plantear incluso la'· con la prese~cia de las .«cosas», nos· encontramos con que
cuestión de si, sin participar de esta ilusión, puede lograrse esto es una consideración cuya fuerza persuasiva emana de
algo realmente grande en el reino del pensamiento filosófico ... , nuestra confianza en la forma de pensamiento de la física.
pero nosotros no deseamos analizar esta cuestión. En consecuencia, si uno duda de la for;ma de pensamiento
208 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 209

de la física, incluso en sus características más generales, no seguro» (Hume). En consecuencia, si tenemos conocimientos
~hay ninguna necesidad de interpolar entre el objeto y el acto ciertos definidos, han de basarse en la razón misma. Así
de la visión algo que separe objeto de sujeto y haga proble- sucede, por ejemplo, con las proposiciones de la geometría
' mática la «existencia del objeto». y con el principio de causalidad. Estos tipos de conocimiento
· Fue, sin embargo, la misma forma de pensamiento de la y otros tipos determinados son, como si dijésemos, una parte
física y sus éxitos prácticos quienes socavaron la confianza de los instrumentos del pensamiento y no han, en consecuen-
en la posibilidad de ·entender las cosas y sus relaciones a cia, de obtenerse previamente a partir de los datos sensoria- .
___ ,,través del pensaiJJ.ient_o puramente_especulativo. Poco a poco, les. Es decir, son conocimiento a priori. Hoy, todo-el mundo,;:.,;
fue admitiéndose la idea de que'etodo conocimiento de las sabe ya que los mencionados conceptos no contienen nadá , .-
cosas es exclusivamente una elaboración de la materia prima de la certeza, de la inevitabilidad intrínseca, que les había / :.é<,
proporcionada por los sentidoS\ En esta forma general (y un atribuido Kant. Considero, sin embargo, que de la exposición
tanto vagamente formulada á' propósito) es muy probable que hace Kant del problema es correcto lo que sigue. Al
que esta frase sea hoy de aceptación general. Pero no se pensar, utilizamos, con cierta «corrección», conceptos a los
basa esta idea en el supuesto de que alguien haya llegado a que no hay ningún acceso partiendo de los materiales de la
:~·:·demostrar concretamente la imposibilidad de conocer la rea- experiencia sensible, si se enfoca la situación desde el punto
, lidad por medio de la especulación pura, sino más bien en el de vista lógico.
hecho de que el procedimiento empírico (en el sentidoantes Estoy convencido, en realidad, de que puede afirmarse
mencionado) ha demostni.do que puede por sí solo constituir aún mucho más: Jos conceptos que surgen en nuestro pensa-
una fuente de conocimiento~ Galileo y Hume fueron los miento y en nuestras expresiones lingüísticas son todos (cuan-,
primeros en sostener este principio con absoluta claridad y do se enfocan lógicamente) creaciones libres del pensamiento·.
precisión. que no pueden inducirse a partir de experiencias sensoriales. ,.
Hume vio que los conceptos que debemos considerar bási- Esto no se advierte fácilmente, porque tenemos el hábito de i
cos, como por ejemplo la conexión causal, no pueden obte- combinar ciertos conceptos y relaciones conceptuales (propo-
nerse a partir del material que nos proporcionan los sentidos. siciones) tan definidamente con ciertas experiencias sensitivas
Esta idea le llevó a una actitud escéptica hacia cualquier que no nos damos cuenta del abismo (insalvable desde un
tipo de conocimiento. Al leer los libros de Hume uno se punto de vista lógico) que separa el mundo de las experien-
asombra de que muchos filósofos posteriores a él, a veces cias. ~ensibles · del. mundo de los conceptos y de las pro-
filósofos muy estimados, hayan sido capaces de escribir tan- postClones.
tas cosas oscuras e intrincadas e incluso hallar lectores agra- Así, por ejemplo, la serie de los números enteros es sin
decidos. Hume ha influido permanentemente en la evolución lugar a dudas un invento del pensamiento humano, un instru-
de los mejores filósofos posteriores a él. Se le percibe al·leer mento autocreado que simplifica la ordenación de ciertas
los análisis filosóficos de Russell, cuya inteligencia y sencillez experiencias sensoriales. Pero no hay manera alguna de que
_;·de expresión me lo han recordado muchas veces. · - podamos hacer crecer, como si dijésemos, este concepto di-
·· El hombre tiene un profundo anhelo de certeza en sus rectamente de experiencias sensoriales. He elegido delibera-
conocimientos. Por eso parecía tan devastador el claro men- damente el concepto de número, porque pertenece al pensa-
saje de Hume: «La materia prima sensorial, la única fuente .miento precientí:fico y porque, a pesar de este hecho, su
de nuestro cónocimiento, puede llevarnos, por hábiro, a la carácter constructivo es de todos modos fácilmente visible.
, Je y a la esperanza, pero no al conocimiento, y aún menos a Pero cuanto más analizamos los conceptos más primitivos de
·· la captación de relaciones expresables en forma de Leyes». la vida cotidiana, más dificil resulta identificar el concepto
Luego salió a escena Kant con una idea que, aunque cierta- entre la masa de hábitos inveterados como una creadón
mente insostenible en la forma en que él la expuso,. significa- independiente del pensamiento. Fue as:í como pudo surgir la
ba un paso hacia la solución del dilema de Hume: «Todo lo fatídica concepción (fatídica, quiero decir, para una compren-
que en el conocimiento sea de origen empírico nunca es sión de las condiciones aquí existentes), según la cual los ·
210 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 211

conceptos nacen de la experiencia a través de la «abstrac- una «masa ?e c~alidades~>,. «cualidades» que deben tomarse
ción», es decir, a través de la omisión de una parte de su/ de 1~ mate~a pnma sensonal. Ahora bien, el hecho de que
contenido. Quiero explicar ahora por qué me parece a mí se diga que dos cosas sean una y la misma si coinciden en
tan fatídico este concepto. todas sus cualidades, nos obliga a conside;ar las relaciones
En cuanto uno se familiariza con la critica de Hume, pue- geométricas entre las cosas como cualidades de éstas. (De
de fácilmente verse inducido a creer que todos los conceptos otro modo, nos veríamos obligados a considerar «la misma
y proposiciones que no pueden deducirse de la materia prima cosa>~ la Torre ~iffel de París. y _un rascacielos neoyorqui-
sensorial deben eliminarse del pensamiento por su carácter no.) No veo, sm embargo, mngun peligro «metafísico» en
«metafísico», pues un pensamiento sólo adquiere contenido tomar el objeto, el objeto en el sentido de la física como un
.material a través de su relación con ese material sensorial. concepto independiente dentro del sistema junto ~on ·la es-
Considero totalmente válida esta última proposición, pero tructura espaCio-temporal adecuada.
sostengo que la norma de pensamiento que se basa en ella , Tenie~do todo esto en cuenta, me siento particularmente
es falsa. Pues nos lleva (si se aplica coherentemente) a recha- ~omplac1do por el hecho de que, en el último capítulo del
- zar por completo cualquier género de pensamiento por libro, ~esulta po: ~n que uno no puede, en realidad, arreglár-
«metafísico». selas sm «metafísica». Lo único que puedo reprochar a este
Con el fin de que el pensamiento no pueda degenerar en respecto es la mala conciencia intelectual que se percibe
«met;;tfísica», o en vana palabrería, basta que haya suficientes entre líneas.
proposiciones del sistema. conceptual lo bastante firmemente
conectadas a experiencias sensoriales y que el sistema con- UNA INTELIGENCIA MATEMATICA
ceptual, por su función de ordenador y supervis'or de la
experiencia sensitiva, muestre la máxima unidad y parquedad Elogio a An Essay on the Psychology on Invention in the
posibles. Además de esto, sin embargo, el «sistema» es (res- Mathematical Field, de Jacques S. Hadamard, Princeton Uni-
pecto a la lógica) un juego libre con símbolos que siguen versity Press, 1945.
unas normas arbitrariamente establecidas (desde el punto de
vista lógico). Todo esto es válido tanto (y del mismo modo)
para el pensamiento de la vida diaria como para el pensa- JACQUES Hadamaid, matemático francés realizó un estu-
dio psicológico con ~~temáticos, !?ara determinar sus pro-
miento de las ciencias, elaborado de modo más consciente y cesos ment~les. Transcnbrmos a contmuación dos de las pre-
sistemático. guntas segmdas ·de las respuestas de Albert Einstein ..
Se verá así claramente lo que quiero decir si hago la ~e!Ía, de gra1_1 ayuda para la investigación psicológica saber
siguiente .afirmación: Por su incisiva critica, no sólo imprimió 9ue rmagen~~ mtemas o mentales, qué genero de «palabras
Hume un decisivo avance_ a la filosofía; sino que además U?-temas» utih~an los ma!emáticos; si son motrices, auditivas,
(aun sin culpa suya) creó un peligro para esta disciplina, VIsuales o miXtas, segun el tema que estén estudiando.
pues, a causa de su critica, surgió un fatídico «miedo a la Co~cretamente e~ el proceso de investigación, ·¿las pala-
metafísica» que ha llegado a convertirse en una enfermedad bras _mt;e;nas, o las rmágenes mentaJes, se presentan a plena
de la filosofía empírica contemporánea. Esta enfermedad es concrencra o en el umbral de la conciencia ... ?
la contrapartida del antiguo filosofar en las nubes, que creía
poder menospreciar lo que aportaban los sentidos y prescin- Mi querido colega:
dir de ello.
Por mucho que uno pueda admirar el agudo análisis que ·Intento contestar. a continuación, brevemente, sus pregun-
Russell nos aporta en su último libro, M eaning and Triith, tas en la medida en que soy capaz de hacerlo. No me satisfa-
pienso que incluso en este caso se percibe el peso negativo
del espectro del miedo metafísico. Este miedo me parece, 1
Cotejar con An Inquiry into Meaning and Truth de Russell 119-120,
por ejemplo, la causa de que se conciba el «Objeto» como cap. sobre «Nombres propios>>. · . '
212 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 213

EL ESTADO Y LA CONCIENCIA INDIVIDUAL


cen mis respuestas y estoy dispuesto a contestar a más pre-
guntas si cree usted que esto pudiera ser útil para la tarea,
tan interesante y difícil, que se ha propuesto. Carta .abierta a la Society for Social Responsability in Scien-
(A) Las palabras o el lenguaje, tal como se escriben o ce, publicada en Science, vol. 112, 22 de diciembre de 1950, _
hablan, no parecen jugar ningún papel en mi mecanismo p. 760.
mental. Las entidades físicas que al parecer sirven como
elementos de pensamiento son ciertos signos y ciertas imáge-
nes más o menos claras, que pueden reproducirse y combi- Queridos colegas:
narse «voluntariamente».
Existe, desde luego, una cierta conexión entre esos ele-
mentos y conceptos lógicos relevantes. Es evidente también L problema de cómo ha de actuar el hombre si su gobier-
que el deseo de llegar en último término a conceptos relacio-
nados lógicamente es la ba_se emotiva de este juego, más
E. no prescribe acciones o la sociedad espera un comporta-
miento que su propia conciencia considera erróneo es, sin
bien vago, con los elementos mencionados. Pero desde un duda alguna, muy antiguo. Es fácil decir que no puede consi-
punto de vista psicológico, este juego combinatorio parece derarse responsable al individuo por actos ejecutados bajo
ser la característica esencial del pensamiento productivo antes una presión irresistible, porque el individuo depende plena-
de que haya conexiónalguna con una elaboración lógica en mente de la sociedad. en la que vive y ha de aceptar, en
palabras u otro tipo de signo comunicable a los demás. consecuencia, sus/normas. Pero la misma formulación de
(B) Los elementos mencionados son, en mi caso, de tipo esta idea deja bién patente hasta qué punto tal concepción
visual y algunos de tipo muscular. Los términos convenciona- contradice nuestro sentido de la justicia.
les, u otros signos, han de buscarse, trabajosamente, ya en La presión externa puede, en cierta medida, reducir la
una etapa secundaria, una vez bien establecido el juego aso- responsabilidad del individuo, pero eliminarla, nunca. En
ciativo ya mencionado, cuando puede ya reproducirse a los juicios de Nuremberg se dio por supuesto este principio.
voluntad. Todo lo moralmente importante de nuestras instituciones,
(C) De acuerdo con lo dicho, el juego con los menciona- leyes y costumbres puede deducirse de la interpretación del
dos elementos tiende. a ser análogo a ciertas conexiones lógi- sentido de la justicia de innumerables individuos. Las institu-
cas que uno está buscando. ciones son impotentes, en un sentido 'moral, a menos que las
(D) Elementos visuales y motores. Cuando intervienen las apoye el sentipo de la responsabilidad de individuos vivos.
palabras, éstas son, en mi caso, puramente auditivas, pero Todo esfuerzo por elevar y fortalecer este sentido de la
sólo intervienen en una segunda etapa, como ya he men- responsabilidad def individuo es un .importante servicio a la
cionado. humanidad.
(E) Creo que lo que usted llama: conciencia plena es un · En nuestra época, los científicos y los ingenieros tienen
caso límite que nunca puede alcanzarse totalmente. Esto me una responsabilidad moral muy especial, porque la cre~ción
parece relacionado con el hecho llamado la estrechez de y perfeccionamiento de insti1J._mentos militares de destrucción
conciencia (Enge des Bewusstseins). · . . generalizada cae dentro pe su campo concreto de actividad.
Una observación: El profesor Max Wertheimer se ha pro- Considero, por tanto, que la creación dé la Society for Social
puesto estudiar la diferencia entre mera asociación o combi- Responsability in Science satisface una verdadera necesidad.
nación de elementos reproductibles y comprensión (organis- _Esta asociación, mediante la· discusión de los problemas de
ches Begreifen); no puedo juzgar hasta qué punto su an4fuis su· cOD;J.petencia, permitirá al individuo aclarar mejor sus
psicológico capta la cuestión esencial. ' ideas y llegar a una postura definida en cuanto a su propia
situación; además, la ayuda mutua es esencial para quienes
afrontan dificultades por obrar según su conciencia.
214 Albert Einstein · Mis ideas y opiniones 215

SOBRE LA LIBERTAD

AFORISMOS PARA LEO BAECK

De la publicación conmemorativa en dos volúmenes en honor


del 80 aniversario del nacimiento de Leo Baeck, 23 de mayo
de 1953. SOBRE LA LIBERTAD ACADEMICA

ALUDO al hombre que pasa por la vida siempre al servi- Comentario sobre el caso Gumbel, 1931. E. J. Gumbel, pro-
S cio del prójimo, sin conocer el miedo, ajeno a toda
agresividad y a todo resentimiento. De este material están
fesor de la Universidad de Heidelberg, Alemania, había de-
nunciado valerosamente los asesinatos políticos cometidos por
hechos los grandes caudillos morales que brindan consuelo a los nazis alemanes y por otros miembros de la extrema dere-
la humanidad en las miserias que ella misma crea. cha. Y a causa de ello fue violentamente atacado, sobre todo
por estudiantes derechistas. Publicado en Mein Weltbild,
La tentativa de combinar sabiduría y poder ha tenido éxito Amsterdam:·Querido Verlag, 1934.
muy pocas veces; y cuando lo ha tenido, ha sido por muy
poco tiempo. 1\..TUMEROSAS son las cátedras universitarias, pero pocos
1 ~ los maestros sabios y nobles. Numerosas y grandes son
El hombre suele evitar atribuir ingenio a otro ... a menos las aulas, pero. mucho menos numerosos los jóvenes con
que sea un enemigo. verdadera sed de verdad y justicia.· Numerosos son los obje-
tos de la naturaleza, pero pocos· son sus productos escogidos.
Pocos son capaces de expresar con ecuanimidad opiniones Todos sabemos esto, ¿por qué nos quejamos entonces?
que difieran de los prejuicios de su entorno social. La mayo- ¿No fue siempre asi, y no lo será siempre?
ría son incapaces, incluso, de elaborarlas. · Desde luego, y uno debe aceptar lo que la naturaleza le
ofrece. Pero existe también algo llamado el espíritu de la
La primacía de los tontos es insuperable y está garantizada época, una actitud mental característica· de una generación
para siempre. Su falta de coherencia alivia, sin embargo, el concreta, que pasa de individuo a individuo y constituye el
terror de su despotismo. rasgo distintivo de una sociedad. Todos hemos de poner
nuestro grano de arena para cambiar este espíritu de la
Para ser miembro irreprochable de un rebaño de ovejas, época.
uno debe ser, por encima de todo, una oveja. · . Comparemos el espíritu que animaba a la juventud de
·nuestras universidades con el que hoy prevalece. Ellos tenían
Los contrastes y contradicciones que pueden convivir pací- fe en el progreso y el perfeccionamiento de la sociedad huma-
fica y permanentemente dentro de un cráneo hacen ilusorios na, respetaban toda opinión honesta, tenían esa tolerancia
todos los sistemas de/ los optimistas y pesimistas políticos. por la que han vivido y luchado nuestros grandes talentos.
1
En aquellos tiempos se luchaba por una mayor unidad políti-
La risa de los dioses hace naufragar a quien intente procla- ca que, por entonces, se llamaba Alemania. Era en los estu-
marse juez en el campo de la Verdad y del Conocimiento~ diantes y en los profes'ores de las universidades donde esta-
ban vivos estos ideales .
.La alegria de mirar y comprender es el don más hermoso También hoy existe un anhelo de progreso social, de tole-
de la. naturaleza. rancia y libertad de pensamiento, de una mayor unidad poli-

\
"\
Albert Einstein Mis ideas y opiniones 217
216
tica, que hoy llamamos Europa. Pero los estudiantes de nues- mos los. triunfos sobresalientes de la inteligencia europea y
tras universidades han dejado de encarnar, como sus profeso- los consideramos nuestros valores IJJáS altos. Estas conquistas
res, las esperanzas y los ideales del pueblo. Todo el que / se. b3:s~n en la libertad de pensamiento y enseñanza, en el
examine nuestra época con sobriedad y desapasionamiento, pnnCipiO de que el deseo de alcanzar la verdad debe antepo-
debe admitirlo. nerse_~ ~todos los de~~~- F~e e_st~ principio, y sólo él, el que
Estamos hoy reunidos aquí para reflexionar sobre nosotros permitlo a nuestra CIVIlización IniCiar su desarrollo en Grecia
mismos. La razón externa de esta reunión es el caso Gumbel. y celebrar su resurrección en Italia en el Renacimiento. He-
Este apóstol de la justicia ha escrito sobre crímenes políticos mos pagado por este principio, que es nuestra posesión más
impunes con infatigable inteligencia, un gran valor y un ejem- valiosa, con la sangre de hombres grandes y puros, verdade-
. piar sentido de la justicia, y ha hecho un señalado servicio a· ros má~tires, por los que Italia aún es hoy amada y
la comunidad con sus libros. Y éste es el hombre al que reverenciada.
intentan hoy expulsar por todos los medios los estudiantes y No pretendo discutir con usted qué aspectosde la libertad
buen número de profesores de su universidad. humana puedan limitarse con el justificante de la razón de
Es inadmisible que llegue a este punto la pasión política. Estado. Pero la búsqueda de la verdad científica, al margen
Estoy seguro de que ·t'odos .}os que lean los libros del. señor de los in!ereses prác!icos d~ la vida cotidiana, es algo que
Gumbel con espíritu abierto sacarán de ellos la misma impre- todo gobierno debena considerar sagrado, y, en interés de
sión que saqué yo. Necesitamos hombres como él si quere- todos, debería dejarse trabajar en paz a los honrados servido-
~es de la verdad.. Esto va también, sin duda alguna, en
mos construir una sociedad política sana.
¡Que cada cual juzgue por sí mismo, o por sus propias mterés del Estado italiano y de su prestigio a los ojos del
lecturas, no por lo que otros le digan! mundo.
Si es así, el caso Gumbel, tras un principio nada edificante,
puede resultar aún bueno y positivo.
SOBRE LA LIBERTAD

FASCISMO Y CIENCIA
De Freedom, ist meaning, recopilado por Ruth Nanda Ans-
hen, Nueva York: Harcourt, Brace, and Company, 1940.
Carta al señor Rocco, ·ministro de Justicia y Educación de
que es empres~ inút~l discutir sobre juicios de valor
Mussolini, 1925-1932. Publicado en Mein Weltbild, Amster-
. dam: Querido Verlag, 1934. SE . fl:ndamentales: S1. :Ugmen ~prueba, por ejemplo, como
obJetivo, la erradicaCion del genero humano de la Tierra
Muy señor mío: nadie puede refutar tal punto de ·Vista sobre bases racionales:
Pero si ~ay ~cuer~o sobre ciertos objetivos y valores, uno
OS de los hombreS de ciencia más eminentes y. respeta- puede discutir raciOnalmente sobre los medios por los que
D dos de Italia han acudido a mí exponiéndome sus pro-
blemas de conciencia y pidiéndome le escriba a usted con el
pu~d~n alcanzarse estos .objetivos. Indiquemos, pues, dos
obJetivos sobre los que quizá estén de acuerdo casi todos los
que lean estas líneas. ··- ·
objeto de impedir, si es posible, una grave amenaza que
pesa sobre los intelectuales y científicos de Italia. Me refiero · 1. Los bienes instrumentales destinados a sustentar la vida
al juramento de fidelidad al sistema fascista. Pretendó básica- · y la saluJd .de todos. los. seres humanos deberían producirse
mente .con esta petición que tenga usted la bondad de acon- con el nnmmo trabaJO posible.
sejar al señor 1víussoli:rü que ahoue esta humillación a la flor 2. La satisfacción de las necesidades fisicas es sin duda
de los intelectuales de Italia. la condición previa indispensable de una existenci~ satisfacto~
Por mucho qrie puedan diferir nuestras políticas, sé que ria, pero no es suficiente por sí sola. Para que los hombres
estamos de acuerdo en una cuestión básica: ambos admira- estén satisfechos deben tener también la posibilidad de de-
218 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 219
sarrollar su capacidad intelec;tual y artística de acuerdo con puede hacer también mucha labor de estímulo en este senti-
sus características y posibilidades personales. _, do como mínimo no poniendo trabas. Las escuelas y -los
El primero de estos dos objetivos exige la difusión de !¡
sistemas de enseñanza pueden obstacul~zar. el d~sarrol!o de
todos los conocimientos relacionados con las leyes de la natu- la ·libertad interna con influencias autontanas o 1mpomendo
raleza y de los procesos sociales, es decir, el estímulo de a los jóvenes cargas espirituales excesivas; las instit~ciones
todas las investigaciones científicas. Pues la tarea científica de enseñanza pueden, por otra parte, favorecer esta liberta?
es un conjunto natural, cuyas partes se apoyan ~utuamente fomentando el pensamiento independie~te. Sól~ si se persi-
de forma que nadie puede, en realidad, pr~ver. Sm_ em.~arg?, guen constante y conscien~e~ente la libertad mte~n~ y la
el progreso de la ciencia exige que sea posible la difus1on sm libertad externa existe posibilidad de progreso espmtual y
restricciones de opiniones y resultados: libertad de expresión de conocimiento y con ello de mejorar la vida externa e
y de enseñanza en todos los campos de actividad intelectual. interna del hombre.
Por libertad entiendo condiciones sociales de tal género que
el individuo que exponga opiniones y afirmaciones sobre
DISCURSO AL RECOGER EL PREMIO LORD & TAYLOR
cuestiones científicas e intelectuales, de carácter ·general y
particular, no corra por ello peligros o riesgos graves. Esta
libertad de comunicación es indispensable para el desarrollo Emitido por radio (grabación), 4 de mayo de 1953.
y crecimiento de los conocimientos científic~s, una considera-
CEPTO gustoso este premio como expresión de un sen-
ción de gran importanc;ia práctica. En pnmer lugar, debe
garantizarla la ley. Pero las leyes solas no pueden asegurar A timiento afectuoso. Me produce un gran placer, desde
luego, ver que se aplaude cálid~mente la o?stinación _de un
la libertad de expresión; para que un hombre pueda e:.xponer
sus puntos de vista sin sufrir castigo, debe haber espmtu de inconformista incorregible. Nos mteresa aqm, claro, el mcon-
tolerancia en toda la sociedad. Un ideal de libertad externa formismo en un campo de actividad un tanto remoto, y
como éste jamás se logrará de modo pleno, pero debe perse- ningún comité senatorial ha sentido hast~ ahora. <;Jeseos de
guirse con denuedo si queremos que avance lo más posible emprender la importante tarea de combatir, .tamb~en en este
el pensamiento científico, y el pensamiento filosófico y crea- campo, los peligros que amenazan la segundad mterna del
dor en general. ciudadano ignorante o amedrentad~.. .
Para alcanzar el segundo objetivo, es decir, que sea posible En cuanto a las palabras de cahdo elogHl qul· 11\L' han
L'l dL'sarrollo espiritual de todos los individuos, hace falta un
prodigado, procuraré no discutirlas. ¿Qui~n cr-.:L' aun que
"l'!!t!lld( 1 género de libertad exterior. El indivi~uo no ~a. de
exista la modestia auténtica? Correría el nesgo de que me
tt:ner que trabajar tanto para cubrir sus necesidades vitales considerasen sencillamente un viejo hipócrita. Comprende-
que no le qu~den fuerzas ni· tiempo para actividades persona- rán, sin duda, que no tengo valor. suficiente para afrontar tal
peligro. · ·
les .. Sin esto segundo tipo de libertad externa, de. n~da !e
servirá la libertad de expresión. El progreso tecnológtco hana Lo único que cabe, en consecuencia, es confirmar mi
posible este tipo de libertad sí se lograse una división nacio- gratitud.
nal del trabajo.
La evolución de la ciencia y de las actividades creadoras
del espíritu en general exige otro tipo de libertad, que. puede
calificarse de libertad interna. Es esa libertad de espíntu que
consiste en pensar con independencia de las limitaciones de
los -prejuicios autoritarios y sociales así como frente a ,la
rutina antifilosóf:ica ·y al hábito embrutecedor en general.
Esta libertad interna es un raro don de la naturaleza y un ·
objetivo digno para el individuo. Sin embargo, la comunidad
Mis ideas y opiniones 221

METODOS INQUISITORIALES MODERNOS

Carta a William Frauenglass, profesor de Brooklyn, Nueva


York, qif.e se negó a declarar ante un comité del Congreso
norteamericano, publicada el12 de junio de 1953 en el New
York Times.

16 de mayo de 1953

Q¡¡,erido señor Frauenglass:

GElRACIAS por su nota. Por «campo remoto» me refiero


a los fundamentos teóricos de la física.
problema con que se enfrentan los intelectuales de este
país es muy grave; Los políticos reaccionarios han logrado
que el público· sospeche de cualquier empresa intelectual,
cegándole con la amenaza de un peligro exterior. Como han
tenido éxito hasta ahora, han pasado ya a limitar la libertad
de enseñanza y a privar de sus puestos a todos aquellos que
no se muestran sumisos, es decir, a matarles de hambre.
¿Qué debe hacer contra este peligro la minoría de los
intelectuales? Sinceramente, no veo más sistema que el méto-
do revolucionario de no cooperació:o., en el sentido de Gand-
hi. Todo intelectual al que convoque uno de esos comités,
debe negarse a declarar. Es decir, debe estar dispuesto a ir
a 1(1 cárcel ·y a correr el riesgo de la ruina económica, a
· sacrificar, en suma, su bien,estar personal en pro del bienes-
tar cultural del país.
Esta negativa a declarar no debe basarse, sin embargo, 'en
el conocido subterfugio de invocar la Enmienda Quinta de
la Constitución por la posil;>ilidad de autoacusación, sino en
la afirmación de que es vergonzoso para un ciudadano sin
tacha someterse a ese procedimiento inquisitorial, y que ese
procedimiento viola e~ .espíritu de la Constitución.
Si hay bastantes individuos dispuestos a dar este grave
paso, se conseguirá el triunfo. Si no, los intelectuales de este
país sólo merecerán la esclavitud que se proyecta para ellos.
P. D.: Esta carta no es n_ecesario que se . considere «con-
fidencial».
222 Albert Einstein Mi$ ideas y opiniones 223

recibir unos ingresos adecuados por su trabajo; libertad JL·


discusión y de enseñanza; participación adecuada del indivi-
· DERECHOS HUMANOS duo en la formación de su gobierno. Estos derechos humanos
se reconocen hoy teóricamente, pero, mediante el uso abun- ·
Discurso ante la Chicago Decalogue Society, 20 de febrero dante de maniobras legales y formalismos, resultan violados
de 1954. en una medida mucho mayor, incluso, que hace una genera-
ción. Hay, además, otro derecho humano que pocas veces
Señoras y señores: se menciona pero que parece des~inado a ser muy importan-
te: es el derecho, o el deber, que tiene el individuo de no
E han reunido. ustedes hoy para dedicar su atención al
S problema de los derechos humanos y han decidido ofre-
cerme un premio con este motivo. Cuando me enteré de
cooperar en actividades que considere erróneas o perniciosas.
A este respecto, debe _ocupar un lugar preferente la negativa
a prestar el servicio militar. He conocido casos de individuos
ello, me deprimió un poco su decisión. ¿En qué desdichada de excepcional fortaleza moral y gran integridad que han
situación, pensé, debe hallarse una co!J1unidad para no dar chocado por ese motivo con los ór-ganos del Estado. El juicio
con un candidato más adecuado a quien otorgar esta de Nuremberg contra los criminales de guerra alemanes se
distinción? basaba tácitamente en el reconocimiento de este principio:
He dedicado, durante una larga vida, todas mis f~cultades no pueden excusarse los actos criminales aunque se cometan
a lograr una visión algo más profunda de la estructura de la por orden de un gobierno. La conciencia está por encima de
realidad física. Jamás he hecho esfuerzo sistemático alguno la autoridad de Ja ley del Estado.
para mejorar la suerte de los hombres, para combatir la La lucha de nuestra época gira primordialmente en torno
injusticia y la represión, y para mejorar las formas tradiciona- a la libertad de ideas políticas y a la libertad de debate, así
les de las relaciones humanas .. como de la libertad de investigación y de enseñanza.. El
Sólo hice esto: con largos intervalos, expresé mi opinión miedo al comunismo ha llevado a prácticas que han llegado
sobre cuestiones públicas siempre que me parecieron tan a ser incomprensibles para el resto de la humanidad civiliza-
desdichadas y negativas que el silencio me habría hecho da y que exponen a nuestro país al ridículo. ¿Hasta cuándo
sentirculpable de complicidad. toleraremos que políticos hambrientos de poder intenten ob-
La existencia y la validez de los derechos humanos no tener ventajas políticas de ese modo? A veces, parece que la
están escritas en las estrellas. Los ideales sobre el comporta- gente ha perdido su sentido del humor hasta el punto de
miento mutuo de los seres humanos y la estructura más que ese dicho francés «el ridículo mata» haya perdido ya su
deseable· de la comunidad los concibieron y enseñaron in di vi-, validez. ·
. duos ilustres a lo largo de toda la historia. Estos ideales y
creencias derivados de la experiencia histórica, el anhelo de
belleza y armonía, han sido aceptados de inmediato en teoría
por el hombre ... y pisoteados siempre por la misma gente
bajo la presión de sus instintos animales. Una gran parte de
la historia la cubre por ello la lucha en pro de esos derechos
humanos, una lucha eterna en la que no habrá nun.ca una
victoria definitiva. Pero desfallecer en esa lucha ~ignificaría
la ruina de la sociedad. . ·
Al hablar hoy de derechos humanos, nos referimos primor-
dialmente a los siguientes derechos· básicos:. protección del ·
individuo contra la usurpación arbitraria de sus derechos por
parte de otros, o por el gobierno; derecho a trabajar y a
224 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 225

SOBRE RELIGION afianzada por la formación de una casta sacerdotal que se


erige como mediadora entre el puebJo y los seres a los que
el pueblo teme, y logra sobre esta base una hegemonía. En"
muchos casos, un caudillo o dirigente o una clase privilegiada
cuya posición se apoya en otros factores, combina funciones
sacerdotales con su autoridad secular a fin de reforzarla; o
hacen causa común con la casta sacerdotal para defender sus
intereses.
Los impulsos sociales son otra fuente de cristalización de
RELIGION Y CIENCIA
la religión. Padres y madres y dirigentes de las grandes comu-
nidades humanas son mortales y falibles. El deseo de guía,
Escrito expresamente para el New York Times Magazine. de amor y de apoyo empuja a los hombres a crear el concep-
Publicado el 9 de noviembre de 1930 (pp. 1-4). El texto to social o moral de Dios. Este es el Dios de la Providencia,
alemán fue publicado en el Berliner Tageblatt, el 11 de no- ~ - que protege, dispone, recompensa y castiga; el Dios que,
viembre de]930. 1 según las limitaciones de enfoque del creyente, ama y prote-
i . ge la vida de la tribu o de la especie humana e incluso la
ODO lo que ha hecho y pensado la especie humana se misma vida; es el qué consuela de la aflicción y del anhelo
T relaciona con la satisfacción de necesidades profunda-
mente sentidas y con el propósito de mitigar el dolor. Uno
insatisfecho; el que custodia las almas de los muertos. Esta
es la concepción/social o moral de Dios.
-- ha de tener esto constantemente en cuenta si desea compren- Las Sagradas Escrituras judías ejemplifican admirablemen-
der los movimientos espirituales y su evolución. Sentimiento te la evolución de la religión del miedo a la religión moral,
. -y anhelo son la fuerza motriz que hay tras todas las empresas evolución que continúa en el Nuevo Testamento. Las religio-
.. humanas y todas las creaciones humanas, _por muy excels~s nes de todos los pueblos civilizados, especialmente los pue-
que se nos quieran presentar. Pero, ¿cuales son los senti- blos del Oriente, son primordialmente religiones morales. El
mientos y las necesidades que han llexado al homb~e al paso de una religión del miedo a una religión moral es un
pensamiento religioso y a creer en el sentido más· amplio de gran paso en la vida de los pueblos. Y sin embargo, el que
estos términos? Un poco de reflexión bastará para _darnos las religiones primitivas se basen totalmente en el miedo y
cuenta de que presidiendo el nacimiento del pensamiento y las de los pueblos civilizados sólo en la moral es un prejuicio
la experiencia de lo religioso están las · emociones más frente al que hemos de ponernos en guardia. La verdad es
variadas. que en todas las religiones se mezclan en .·cuantía variable
En- el hombre primitivo, es sobre todo el miedo ~1 que ambos tipos, con esa dif~renciación; que en los niveles más
produce ideas religiosas: miedo al hambre, a los anupales elevados de la vida social predomina la religión de la moral.
. salvajes, a la enfermedad, a la muerte. Como en esta etapa Común a todos estos tipos de religión es el carácter antro-
· · de la existencia suele estar escasamente desarrollada la com- pomórfico de su concepción de Dios. En general, sólo indivi-
- prensión de las conexiones causales, el pensamiento humano duos de dotes excepcionales, y comunidades excepcionalmen-
. ·crea seres ilusorios más o menos análogos a sí mismo de te idealistas, se elevan en una medida considerable por enci-
"- cuya voluntad y .acciones dependen esos acontecimientos so- ma de este nivel. Pero hay un tercer estadio de experiencia
brecogedores. Así, uno intenta asegurarse el favor de 'tales religiosa común a todas ellas, aunque raras veces se halle en
seres ejecutar':ldo actos y ofreciendo sacrificios que, según Ja una forma pura: lo llamaré sentimiento religioso cósmico.
tradición tr2mmitida a través de generacionés, les hacen mm¡- Es muy difícil explicar este sentimiento al que carezca por
tra:rse propicios y bien dispuestos hacia los mortales. En este completo de él, sobre todo cuando de él no surge una con-
sentido, hablo yo de una religión del miedo. Esta, aunque cepción antropomórfica de Dios.
no creada poi los sacerdotes, se halla en un grado notable El individuo siente la inutilidad de los deseos y los objeti-
226 Albert Einstein Mis ideas Y. opiniones 227

vos humanos y el orden sublime y maravilloso que revela la a la ciencia d: ~ocavar la moraJ, pero la acusación es injusta.
naturaleza y el mundo de las ideas. La existencia individual La conducta et1ca de un hombre debería basarse en realidad
le parece una especie de cárcel y desea experimentar el en _la compasión, la educación y los lazos y necesidades
universo como un todo único y significativo. Los inicios del: socia~e.s; no hace falta ninguna base religiosa. Triste sería la
sentimiento religioso cósmico aparecen ya en una etapa tem- · con~hctón dél hombre si tuviese que contenerse por miedo al
prana de la evolución, por ejemplo, en varios de los salmos castigo y por la esperanza de una recompensa después de la
de David y en algunos textos de los profetas. El budismo, muerte.
como hemos aprendido gracias sobre todo a las maravillosas . Es, por tanto, fácil ver por qu~ las iglesias han combatido
obras de Schopenhauer, tiene un contenido mucho más rico · Siempre a la ciencia y perseguido a los que se consagran a
aún en este sentimiento cósmico. . ella. ~or otra parte, yo sostengo que el sentimiento reli!Zioso
·. Los genios religiosos de todas las épocas se han distinguido c?~mi~o e~. el m~tivo ~ás fuerte y más noble de la inve~iga­
por este sentimiento religioso especial, que no conoce dog- cwn Cienttfica. Solo qmenes entienden los inmensos esfuerzos
mas ni un Dios concebido a imagen del hombre; no puede y, so~r~ todo, esa devoción sin la cual sería imposible el
haber, en consecuencia, iglesia cuyas doctrinas básicas se trabaJo mnovado~ e_n la cien~~ teórica, son capaces de captar
apoyen en él. Por tanto, es precisamente entre los herejes la .fuerza ~e la . umca emocron ~e la que puede surgir tal
de todas las épocas donde encontramos hombres imbuidos empresa, siendo como es algo alejado de las realidades inme-
de este tipo superior de sentimiento religioso, hombres consi- dia~as d_e la vida. ¡Qué profundos debieron ser la fe en la
derados en muchos casos ateos por sus contemporáneos, y a racw_nahdad del_ universo y el anhelo de comprender, débil
veces considerados también santos. Si enfocamos de este refleJo de la razqn que se revela en este mundo, que hicieron
modo a hombres como Demócrito, Francisco de Asís y Spi- c~msagrar a u~ Kepler ~ a_ u? Newton años de trabajo solita-
noza, veremos que existen entre ellos profundas relaciones. no a desentranar los pnncip_ws de_ la mecánica celeste! Aque-
¿Cómo puede comunicar y transmitir una persona a otra ll~s ~uyo contacto con la mvestigación científica se deriva
este sentimiento religioso cósmico, si éste no puede engen- prmc1palme~te de sus resultados prácticos es fácil que se
drar ninguna noción definida de un Dios y de una teología? hagan una Idea totalmente errónea de la mentalidad de los
Según mi opinión, la función más importante del arte y de hombres que, en un mundo escéptico, han mostrado el cami-
la ciencia es la de despertar este sentimiento y mantenerlo no a espíritus similar~s a ello_s, esp~rcidos a lo largo y ancho
vivo en quienes son receptivos a él. ~el mu_nd_o y de los s1glos. Solo qmen ha dedicado su vida a
L~egamos así a una concepción de la relación entre religión fmes similares puede_ tener idea clara de lo que inspiró a
y ciencia muy distinta de la habitual. Cuando uno enfoca la e_sos hombres. y _les diO la fuerza necesaria para mantenerse
cuestión históricamente, tiende a considerar ciencia y religión flele_s ~ su ObJetivo a pesar de innumerables fracasos. Es el
antagonistas irreconciliables, y por una razón de lo más evi- sentimiento religioso cósmico lo que proporciona esa fuerza
dente. El individuo que está totalmente imbuido de la aplica- al hombre. Un comtemporáneo ha dicho, con sobradas razo-
ción universal de la ley de la causalidad no puede ni por un nes,· que en estos tiempos materialistas que vivimos la única
instante aceptar la idea de un ser que interfiera en el curso gente ~rofundamente religiosa son los investigadores científi-
de los acontecimientos ... siempre, claro está, que se tome la • -cos senos.
hipótesis de la causalidad verdaderamente en serio. Para .él
no tiene ningún sentido la religión del miedo y lo tiene mu,y
escaso la religión moral o social. Un Dios que premia y
castiga es inconcebible para él por la simple razón de c¡ue
las acciones del hombre vienen determinadas por la necesi-;-
dad, externa e interna, por lo c¡ue no puede ser responsable,
a los ojos de Dios, lo mismo que no lo es un objeto inanima-
do de los movimientos que ejecuta. Se ha acusado, por ello,
Mis ideas y opiniones 229

EL ESPIRITU RELIGIOSO DE LA CIENCIA

Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag, 1934.

IFICILMENTE encontraréis entre los talentos científi-


D cos más profundos, uno solo que carezca de un senti-
miento religioso propio. Pero es algo distinto a la religiosidad
del lego. Para este último, Dios es un ser de cuyos cuidados
uno espera beneficiarse y cuyo castigo teme; una sublimación
de un sentimiento similar al del hijo hacia el padre, un ser
con quien uno mantiene, como si dijésemos, una relación
personal, aunque pueda estar profundamente teñida de te-
mor reverente.
Pero el científico está imbuido del sentimiento de la causa-
lidad universal. Para él, el futuro es algo tan inevitable y
determinado como el pasado. En la moral no hay nada divi-
no; es un asuntó puramente humano. Su sentimiento religio-
so adquiere la forma de un asombro extasiado ante la armo-
nía de la ley natural, que revela una inteligencia de tal
superioridad que, comparados con ella, todo el pensamiento
y todas las acciones de los seres humanos no son más que
un reflejo insignificante. Este sentimiento es el principio rec-
tor de su vida y de su obra, en la medida en que logre
liberarse de los grilletes del deseo egoísta. Es sin lugar a
dudas algo estrechamente emparentado con lo que poseyó a
los genios religiosos de todas las épocas.

CIENCIA Y RELIGION

La parte 1 procede de un discurso pronunciado en el Semina-


rio Teológico de Princeton, e/19 de mayo de 1939; publicado
en Out of My Later Years, Nueva York, Philosophical Li-
brary, 1950. La parte JI de Science, Philosophy and Religion,
simposio publicado por la Conference on Science, Philosophy
and Religion in Their Relation to the Democratic \Vay of
Life. Nueva York, 1941.

URANTE el siglo pasado, y parte del anterior, se sostu-


D vo de modo generalizado que existía un conflicto insal-
vable entre ciencia y fe. La opinión predominante entre las

\
\\
230 Albert· Einstein Mis ideas y opiniones 231
personas de ideas avanzadas era que había llegado la hora verdad. Nos enfrentamos aquí, en consecuencia, a los límites
de que el conocimiento, la ciencia, fuese sustituyendo a la de la concepción puramente racional de nuestra existencia.
fe; toda creencia que no se apoyase en el conocimiento era' . Pero n? debe suponerse que el pensamiento inteligente no
superstición, y, como tal, había que combatirla. Según esta 1u7~ue ?~ngún papel en 1~ formación del objetivo y de los
concepción, la educación tenía como única función la de JUICIOS et1cos. Cuando algmen comprende que ciertos medios
abrir el camino al pensamiento y al conocimiento, y la escue- serían útiles para la consecución de un fin los medios en sí
la, como órgano destacado en la educación del pueblo, debía . '
~e convierten por ello en un fin. La inteligencia nos aclara la
servir exclusivamente este fin. rnterrelación de ~edios y fines. ,Pero el mero pensamiento
Probablemente sea difícil encontrar, si se encuentra, una no puede proporciOnarnos un ~entido de los fines últimos y
exposición tan tosca del punto de vista racionalista; toda fundamentales. Aclarar estos fines y estas valoraciones fun-
persona sensata puede ver de inmediato lo unilateral de esta damentales, e introducirlos en la vida emotiva de los indivi-
exposición. Pero es aconsejable también exponer una tesis duos, m~ .~arece co~cretam_ente la función más importante
de forma nítida y concisa si uno quiere aclarar sus ideas de la ~ehgwn ~n la vtda s<;>cial del hombre. Y si se pregunta
respecto a la naturaleza de esa tesis. de· que se denva la autondad de tales fines fundamentales
No hay duda de que el mejor medio de sustentar cualquier dado que no pueden cimentarse y justificarse únicamente e~
convicción es basarla en la experiencia y en el razonamiento la razón, sólo cabe decir: son, eh una sociedad sana tradicio-
claro. Hemos de aceptar sin reservas a este respecto el racio- nes poderosas,. q_u~ influyen e!ll~ conducta y en las ~spiracio­
nalismo extremo. El punto débil de esta concepción es, sin nes y en los JUICIOS de los md1viduos. Es decir, están allí
embargo, éste, que aquellas concepciones que son inevitables como algo vivo, sin que sea necesario buscar una justificación
Y que determinan nuestra conducta y nuestros juicios, no de su existencia. Adquieren existencia . no a través de la
pueden basarse únicamente en este sólido procedimiento de~ostraci~n, sino de la revelación, por intermedio de perso-
científico. na}Ida?es VIgorosas. No hay que intentar justificarlas, sino
En realidad, el método científico solo no puede mostrarnos mas b1en captar su naturaleza simple y claramente.
cómo se relacionan los hechos entre sí y cómo están mutua- . _L?s más elevados principios de nuestras aspiraciones y
mente condicionados. El anhelo de alcanzar este conocimien- JUictos nos los. p~oporciona la tradición religiosa judeocristia-
to objetivo pertenece a lo más elevado de que es capaz el na. Es un obJetivo muy elevado que, con nuestras débiles
hombre, e imagino, por supuesto, que nadie sospechará que fuerzas,. sólo podemos alcanzar muy pobremente, pero que
intente yo rebajar los triunfos y las luchas heroicas del horn-. propor~mnan f\lndamento seguro a nuestras aspiraciones y
bre en esta esfera. Es también evidente, sin embargo, que el valoraciOnes . S1 se desvinculase este objetivo de su forma
conocimiento de lo que es no abre la puerta directamente a rel~~osa Y. se examinase en su aspecto puramente humano,
lo que debería ser. Uno puede tener el conocintiento más qmz~ p~~Iese exponerse así: Desarrollo libre y responsable
claro y completo de lo que es, y no ser capaz, sin embargo, ~el mdividuo, de modo que pueda poner sus cualidades
de deducir de. ello lo que debena ser el objetivo de miestra:s libres y alegremente, al servicio de toda la humanidad~
aspiraciones humanas. El conocimiento objetivo nos propor- No c~be_ a9uí divinizar una nación, una clase, y no digamos
ciona pod~:tosos instrumentos para lograr ciertos fines, pero ya un md~vtduo. ¿No so~?s !o?os hijos de un padre, tal
el objetivo último en sí y el anhelo de alcanzarlo deben como s~ ?t~e e!: ellengu.?-Je rehg:¡oso? En realidad, ni siquie-
venir de otra fuente. Y no creo que haga falta siquiera . ra la dtvimzacmn del genero humano, corno una totalidad
.·defender la tesis de que nuestra existencia y nuestra actividad abstracta_, c<;>~espondería ~1 espíritu de ese ideal. Sólo posee
sólo adquieren sentido por la persecución de un objetivo tal alma el md1v1duo. Y el fin superior del individuo es servir
. y de valores correspondientes. El conocimiento de la verd?d má~ que regir, o imponerse de cualquier otro modo .
en cuanto tal es maravilloso, pero su utilidad como guía es S1 uno examina la.sustancia y olvida la forma, puede consi-
tan escasa que no puede demostrar siquiera la justificación y derar estas palabras expresión, además de la actitud demo-
el valor de la aspiración hacia ese mismo conocimiento de la crática fundamental. El verdadero demÓcrata no puede ado-

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\
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232 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 233

rar a su nac10n lo mismo que no puede el hombre que es En principio, pues, en vez de plantear lo que es la religión,
religioso, en nuestro sentido del término. preferiría plantear lo que caracteriza las aspiraciones de una
¿Cuál es, pues, en todo esto, la función de la educación y persona que a mí me parece religiosa: la persona que a mí
de la escuela? Debería ayudarse al joven a formarse en un me parece religiosamente ilustrada, es la que se ha liberado,
espíritu tal que esos principios fundamentales fuesen para él en la medida máxima de su capacidad, de los grilletes de los
como el aire que respira. Sólo la educación puede lograrlo. deseos egoístas y está entregada a pensamientos, sentimien-
Si uno tiene estos elevados principios claramente a la vista, tos y aspiraciones a los que se adhiere por el valor supraper-
y los compara con la vida y el espíritu de la época, comprue- .!
sonal que poseen. Creo que lo importante es la fuerza de
ba palpablemente que la humanidad civilizada se halla en la este contenido suprapersonal y la profundidad de la convic-
actualidad en grave peligro. En los Estados totalitarios son ción relacionada con su significación irresistible, independien-
los propios dirigentes quienes se esfuerzan por destruir ese temente de que se haga cualquier tentativa de unir ese conte-
espíritu de humanidad. En zonas menos amenazadas son el nido con un ser divino, pues de otro modo no sería posible
nacionalismo y la intolerancia, y la opresión de los individuos incluir a Buda y a Spinoza entre las personalidades religiosas.
por medios económicos, quienes pretenden asfixiar esas va- En consecuencia, una persona religiosa es devota en el senti-
liosísimas tradiciones. do de que no tiene duda alguna de la significación y elevación
Crece, sin embargo, la conciencia de la gravedad del peli- de aquellos objetos y objetivos suprapersonales que no re-
gro entre los intelectuales, y se buscan afanosamente medios quieren un fundamento racional ni son susceptibles de él.. .
. de combatir el peligro ... medios en el campo de la política Existen con la .misma inevitabilidad y naturalidad con que
nacional e internacional, de la legislación, o de la organiza- existe el individuo mismo. En este sentido, la religión es la
ción en general. Tales esfuerzos son, sin duda alguna, muy vieja tentativa humana de alcanzar clara y completa concien-
necesarios. Sin embargo, los antiguos sabían algo que noso- cia de esos objetivos y valores y de fortalecer y ampliar
tros parecemos haber olvidado. Todos los medios resultan constantemente su efecto. Si uno concibe la r~ligión y la
ser instrumentos inútiles, si tras ellos no hay un espíritu ciencia según lo dicho, resulta imposible un conflicto entre
vivo. Pero si el anhelo de lograr el objetivo vive poderoso ellas. Porque la ciencia sólo puede afirmar lo que es, pero
dentro de nosotros, no nos faltará fuerza para hallar los no lo que debiera ser, y fuera de su campo siguen siendo
medios de alcanzar ese objetivo y traducirlo en hechos. necesarios juicios de valor de todo tipo. La religión, por
otra parte, aborda sólo valoraciones de pensamientos y accio-
nes humanos: no puede hablar, justificadamente, de datos y
II relaciones entre datos. Según esta interpretación, los famosos
conflictos entre religión y ciencia del pasado, deben atribuir-
O sería difícil llegar a un acuerdo respecto a lo que se, todos ellos, a una concepción errónea de la situación que
N entendemos por ciencia. Ciencia es el empeño, secular
ya, de· agrupar por medio del pensamiento sistemático los
se ha descrito.
Surge, por ejemplo, conflicto cuando una comunidad reli-
fenómenos perceptibles de este mundo en una asociación lo giosa insiste en la veracidad absoluta de todas las afirmacio-
más amplia posible. Dicho esquemáticamente, es intentar nes contenidas en la Biblia. Esto significa una intervención
una reconstrucción posterior de la existencia· a través del de la religión en la esfera de la ciencia; aquí es donde hemos
proceso de conceptualización. Pero cuando me pregunto lo de situar la lucha de la Iglesia contra las doctrinas de Galileo
que es la religión, ·no puedo dar tan fácilmente ;con una y Darwin. Por otra parte, representantes de la ciencia han
respuesta. E incluso después de . dar con una que pueda intentado muchas veces llegar a juicios fundamentales sobre
satisfacerme en este momento concreto, sigo convencido de valores y fines basándose en el método científico, v han
que nunca podré, de ningún modo, uniñéar, aunque sea un chocado así con la religión. Estos conflictos han originado,
poco, los pensamientos de todos los que han prestado una todos ellos, errores fatales~
consideración seria a esta cuestión. Ahora bieri, aunque los campos de la religión y de la
234
Albert Einstein Mis ideaS y opiniones 235

ciencia están en sí mismos claramente diferenciados, existen Al administrar premios y castigos, estaría en cierto modo
entre ambos relaciones y dependencias mu~u~s. Aunque ~a juzgándose a sí mismo. ¿Cómo conciliar esto con la bondad
religión pueda ser la que determi~e el _?bJetiV<?, sab~, sm y la rectitud que se le asignan?
embargo, por la ciencia, en el sent1do mas ampho, que me- La fuente principal de .conflicto entre el campo de la reli-
dios contribuirán al logro de los objetivos marcados. Pero la gión y el de la ciencia se halla, en realidad, en este concepto
ciencia sólo pueden crearla los que están profundamente de un Dios personal. El objetivo de la ciencia es establecer
imbuidos de un deseo profundo de alcanzar la verd~d Y de normas generales que determinen la conexión recíproca de
comprender las cosas. Y este sentimiento brota, precisamen- objetos y acontecimientos en .el tiempo y en el espacio.
te, de la esfera de la religión. También pertenece a ella la fe Estas normas, o leyes de la naturaleza, exigen una validez
en la posibilidad de que las normas válidas para e~ mundo absolutamente general. .. no probada. Es básicamente un pro-
de la existencia sean racionales, es decir, comprensibles por grama, y la fe en la posibilidad de su cumplimiento sólo se
medio de la razón. No puedo imaginar que haya un verdade- basa en principio en éxitos parciales. Pero difícilmente podría
ro científico sin esta fe profunda. La situación puede expre- alguien negar estos éxitos parciales y atribuirlos a la ilusión
sarse con una imagen: la ciencia sin religión está coja, la humana. El hecho de que basándonos en tales leyes podamos
religión sin ciencia, ciega. . . . predecir el curso temporal de los fenómenos en ciertos cam-
Aunque he dicho antes que no puede ~x1stu en rea~dad pos con gran precisión y certeza, está profundamente enraiza-
verdadero conflicto entre religión y ciencia, .debo matiZar, do en la conciencia del hombre moderno, aunque pueda
sin embargo, tal afirmación, una vez más, en un punt? ~sen­ haber captado muy poco del contenido de las citadas leyes.
cial. En lo que respecta al contenido real de las rehg¡ones Basta con que piense que los movimientos de los planetas
históricas. Esta matización se relaciona con el concepto de dentro del sistema solar pueden calcularse previamente con
Dios. Durante la etapa juvenil de la evolución ~sp~ritual del gran exactitud a partir de un número limitado de leyes sim-
género humano, la fantasía de los hombre~ creo d1osí?s a su ples. De modo similar, aunque no con la misma precisión,
propia imagen que con su volunt~d parec1an _dete~mmar _el es posible calcular por adelantado el fuiJ.cionaniiento de un
mundo fenoménico, o que hasta c1erto punto mflm~n en el. motor eléctrico, un sistema de transmisión o un aparato de
El hombre procuraba influir la actitud de estos d1oses _en radio, aun cuando se trate de cosas recientes.
favor propio con la magia y con la oración. La id~a d~, D1os Desde luego, cuando el número de factores que intervie-
de las reli criones que se enseñan hoy es una subhmaCion de nen en un complejo fenomenológico es demasiado grande,
aquel antiguo concepto de los dioses. Su carácter antropo- nos falla en la mayoría .de los casos el método científico.
mórfico lo muestra, por ejemplo, el hecho de que_ los hom- Basta que pensemos en la meteorología, y que pensemos
bres apelen al Ser Divino con oraciones y le supliquen que que la predicción del tiempo, incluso por un período de
satisfaga sus deseos. . . unos cuantos días, resulta imposible. Nadie duda, sin embar-
Nadie negará, desde luego, que la 1d~a ~e qu~ ex1st~ un go, de que se trata de una conexión causal cuyos componen-
Dios personal, omnipotente, justo y mise?cordiOso puede tes causales nos son conocidos en su mayoría. Los fenómenos
proporcionar al hombre solaz, aYI!da y gma, y ad~ma~, en de este campo no permiten una predicción exacta debido a
virtud de su sencillez resulta accesible mcluso a las mtehgen- la variedad de factores-implicados, no a un fallo de las leyes·
cias menos desarroliadas. Pero, por otra parte, esta idea de la naturaleza.
conlleva un fallo básico, que el hombre ha percibi~o d?loro- Hemos penetrado con mucha menor profundidad en las
samente desde el principio de la historia. Es decu, s1_ este regularidades que se derivan del reino de las cosas vivas,
ser es omnipotente, todo suceso, incluidas todas las acCion~s pero sí lo bastante, sin embargo, para percibir al menos la
humanas, todos los pensa:rrJ~ntos humanos y todos los sent1-::-. norma de necesidad fijada. Basta pensar en el orden siste-
mientos y aspiraciones humanos son también obra suya; ¿có- mático de la herencia, y en el efecto de tóxicos, como por
mo es posible pensar que los hombres sean responsables de ejemplo el alcohol, en la conducta de los seres humanos.
sus actos y de sus pensamientos ante tal ser todopoderoso? Lo que falta en este campo es captar conexiones de genera-

\
í·,
236 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 237
,.i
i lidad profunda, pero no un conocimiento del orden en sí éxitos, aunque sea precisamente esta tentativa lo que presen-
t. mismo. ta un mayor nesgo de caer víctima de ilusiones. Pero todo el
Cuanto más imbuido está un hombre de la regularidad que haya pasado por la profunda experiencia de un avance
ordenada de todos los acontecimientos, más sólida es su positivo en este campo se siente conmovido por una profun-
convicción de que no queda espacio al margen de esta· regu- da reverencia hacia la racionalidad que se manifiesta en la
laridad ordenada para causas de naturaleza distinta. Para él vida. Mediante la comprensión, logra emanciparse en gran
no existía la norma de lo humano ni la norma de lo divino medida de los grilletes de las esperanzas y los deseos perso-
como causa independiente de los acontecimientos naturales. nales, alcanzando así esa actitud mental humilde ante la
No hay duda de que la ciencia no refutará nunca, en el grandeza de la razón encamada en la existencia, que es
.sentido auténtico, la doctrina de· un Dios personal que inter- inaccesible al hombre en sus profundidades más hondas. Sin
viene en los acontecimientos naturales, donde esta doctrina embargo, esta actitud me parece religiosa en el sentido más
siempre puede refugiarse en aquellos campos en los que aún elevado del término. Y me parece asimismo que la ciencia
no ha sido capaz de afianzarse el conocimiento científico. no sólo purifica el impulso religioso de la escoria del antropo-
Pero estoy comenc1Jo de que el que los representantes de morfismo, sino que contribuye también a una espiritualiza-
la religión adoptasen esa conducta no sólo sería indigno, ción religiosa de nuestra visión de la vida.
sino también fatal para ellos. Creo que una doctrina que no Cuando más progrese la evolución espiritual de la especie
es capaz de mantenerse a la luz, sino que ha de refugiarse humana, más cierto me parece que el camino que lleva a la
en las tinieblas, perderá inevitablemente su influencia sobre verdadera religiosidad pasa, no por el miedo a la vida y el
el género humano, con un daño incalculable para el progreso miedo a la muerte y la fe ciega, sino por la lucha en pro del
de éste. En su lucha por el ideal ético, los profesores de conocimiento racional. Creo, a este respecto, que el sacerdo-
religión deben tener talla suficiente para prescindir de la 1 te ha de convertirse en profesor y maestro si desea cumplir
doctrina de un Dios personal, es decir, abandonar esa fuente l dignamente su excelsa misión educadora.
de miedo y esperanza que proporcionó en el pasado un
póder tan inmenso a los sacerdotes. Tendrán que valerse en
su labor de las fuerzas que sean capaces de cultivar el Bien, RELIGION Y CIENCIA: ¿IRRECONCILIABLES?
la Verdad y la Belleza en la humanidad misma. Se trata, sin
duda, de una tarea más dificil, pero muchísimo más meritoria Respuesta a una felicitación enviada por el Liberal Ministers'
y digna 1 . Cuando los maestros religiosos logren realizar el Club of New York City. Publicada en The Christian Register,
proceso indicado, sin duda verán con alegría que la auténtica junio 1948.
religión resulta ennoblecida por el conocimiento científico
que la hará más profunda. · ·
-Si uno de los objetivos de la religión es el de liberar al
. E.XISTE
l.
en verdad una contradicción insuperable entre
religión y ciencia? ¿Puede la ciencia suplantar a la
máximo al género humano de las ataduras de los temores, Migión? A lo largo de los siglos, las respuestas a estas
· deseos y anhelos egocéntricos, el razonamiento científico preguntas han dado lugar a considerables polémicas y, más
pued~ ayudar a la religión también en otro sentido. Aunque aún, a luchas denodadas._ Sin embargo, no me cabe duda·
sea cierto que el objetivo de la ciencia es descubrir reglas alguna de que una consideración desapasionada de ampas
que permitan asociar y predecir hechos, no es éste su áruco cuestiones sólo puede llevarnos a una respuesta negativa. Lo
objetivo. Pretende también reducir las conexiones descubier- que complica la cuestión es, sin embargo, el hecho de que
tas, al menor número posible de ele.mentos conceptuales mientras la mayoria coincide fácilmente en lo que se entien-
mutuamente independieñtes. Es en esta búsqueda de la unif:j- · de por «ciencia», suele diferir en el significado de <<religión».
cación racional de lo múltiple donde se hallan sus mayores Respecto a la ciencia, podemos muy b:ien de:f:inirla para ' .
1
nuestros propósitos como <~pensamiento metódico encamina- ·
. Herbert Samuel expone muy convincentemente este pensaTirlento en su
libro 13e!ief and Action.
do a la determinación de conexiones normativas entre nues'-
238 · Albert Einstein Mis ideas y opiniones 239

tras experiencias sensoriales». La ci~nc~a produce. de modo el fraude y el asesinato no podría subsistir mucho tiempo.
inmediato conocimiento y de modo ·mduecto medtos de ac- Pero cuando nos enfrentamos con un caso concreto, no es
ción. Lleva a la acción metódica si previamente se es~a~lecen tarea fácil determinar claramente lo que es deseable y lo
objetivos definidos. Pero la función de establec_er objet~vo~ y que debería evitarse, es algo tan difícil corno definir qué es
de definir juicios de valor trasciende sus funcwnes. ~~ bi_en exactamente lo que hace que un cuadro o una sinfonía sean
es cierto que la ciencia, en la medida en que capta conexiO- buenos. Es algo mucho más fácil de apreciar de modo intuiti-.
nes causales, puede llegar a conclusiones _importantes so~re vo que mediante la comprensión racional. Asimismo, los
la compatibilidad o incompatibilidad deobjetivos y valoraciO- grandes maestros morales de la humanidad fueron, en cierto
nes, las defir~iciones independientes y fundamentales respec- modo, genios artísticos del arte de vivir. Además de los.
to a objetivos y valores quedan fuera de su alcance. preceptos más elementales, nacidos direc;tarnete del deseo
En lo que respecta a la religión, por otra par~e,. suele de mantener la vida y de evitár sufrimientos innecesarios,
haber acuerdo general de que su campo abarca objeti':os Y hay otros a los que, aunque no sean en apariencia del todo
valoraciones y, en general, la base emotiva de~ pensamiento mensurables según las normas básicas, concedernos, sin em-
y las acciones de los seres humanos, en la medida en que. no bargo, considerable importancia. ¿Debe buscarse, por ejem-
estén predeterminados por la inalterable est~uctura heredita- plo, la verdad incondicionalmente aun cuando obtenerla y
ria de la especie. La religión aborda la act1tu~ del h_ombre hacerla accesible a todos pudiesen entrañar grandes sacrifi-
hacia la naturaleza en su conjunto,. estableciendo Ideales cios en esfuerzos y felicidad? Hay muchas cuestiones de este
para la vida individual y comunitaria; y para las m'!tuas cariz que no pueden tener solución fácil desde una favorable
relaciones humanas. Y la. religión intenta alcanzar esos rdea- posición racional, o que no tienen respuesta posible. Sin
les ejerciendo una influencia educadora en la tradi~ión por embargo, yo no creo que sea correcto el llamado punto de
la elaboración y difusión de determinados pe~sarn1entos Y vista «relativista», ni siquiera en el caso de las decisiones
narraciones fácilmente accesibles (epopeyas y mitos) capaces morales más sutiles. ·
de influir en la valoración y la acción dentro del marco de Si consideramos las condiciones de vida actuales de la
los ideales afectados. humanidad civilizada de nuestra época, aun desde el punto
En este contenido mítico, o más bien simbólico, de las de vista de las normas religiosas más elementales, hemos de
tradiciones religiosas el que suele chocar ~on la ~~e~cia. sentir sin duda una desilusión profunda y dolorosa ante lo
Ocurre esto siempre que este conjunto de 1d~as rehgwsas que se nos ofrece. Pues mientras la religión prescribe amor
contiene afirmaciones doarnáticarnente
0
establecidas sobre te- fraterno en las relaciones entre individuos y grupos, el esce-
mas que pertenecen· al carnpo de la ciencia. Es de vital nario actual más parece un campo de batalla que una orques-
importancia, en consecuencia, I?ara preservar I.a verdadera ta. El principio. rector es, en todas partes, tanto en la vid~
religión, que se eviten tales confltctos cuando suiJan en~ ~ernas económica corno en la política, la lucha implacable por el
que,· en realidad, no son esenciales para la consecuc1qn de éxito a expensas del prójimo. Este espíritu competitivo prei
los objetivos religiosós. . . . . . ·. · domina incluso en escuelas y universidades y, destruyendo
Cuando cOnsiderarnos las diVersas rehgwnes existentes .en todos los sentimientos de cooperación y fraternidad, concibe
cuanto a su esencia básica,· es. decir, si las desnudarnos de el triunfo no como algo derivado del amor al trabajo fecundo
sus mitos, no me parece que difieran tan fundarne~talrnent~ y concienzudo, sino corno algo que nace de la ambición
como quieren que creamos los defensores de la teona «relati- personal y del miedo al rechazo.
vista>~ o convencional. Y esto no tiene por qué sorprender- . Hay pesimistas que sostienen que esta situación es algo
nos. Las actitudes morales de un pueblo que se apoya en la inevitable, inherente a la naturale:¡ca de los seres humanos.
religión han de ir siempre encaminadas al obj~tiv? de prese\~ Los que proponen estos puntos de vista son los auténticos
var y fomentar la salud y la vitalidad co::numtanas y .la~ de enemigos de la religión; sostienen implícitamente que las
los miembros de la comunidad porque, s1 no, la comumdad . doctrinas religiosas son ideales utópicos no aptos para regir
perecería.. Un pueblo que honrase la falsedad, la difamación, los asuntos humanos. El estudio de las normas sociales de
240 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 241

ciertas culturas llamadas primitivas parece haber demostrado · En. aqúella época se creía que podía esperarse todo del
patentemente, sin embargo, que este punto de vista derrotis- est~~IO de los. ~e~hos científi~~ comprobables y de la elimi-
ta carece por completo de base. Todo el interesado por este nacwn de preJUICIOs y supersticiOnes. Todo esto es sin duda
problema, un problema crucial en el estudio de la religión importante y digno de los mayores esfuerzos d~ los má~
en cuanto tal, debería leer lo que nos dice de los indios capaces. Y. en tal sentido se ha logrado mucho en estos
pueblo el libro Pattern of Culture, de Ruth Benedict. Al s_etenta y cmco años, que se ha difundido a través de la
parecer, esta tribu ha logrado, bajo las condiciones de vida literatura y desde la escena.
más duras, el difícil objetivo de liberar a sus miembros de la Pero la e~~nación de ot;>stáculos no conduce por sí sola a
presión del espíritu competitivo e inculcarles una forma de un ennoblecmnento de la VIda social e individual. Pues junto
vida basada en la moderación y la cooperación, libres de a esto, es de la may_or ~II_lportancia el anhelo de lucha en pro
presiones externas y sin ninguna restricción de la felicidad. ~e una estructurac10n etico-moral de nuestra vida comunita-
La interpretación de la religión que se expone aquí implica na. En este punto no hay ciencia que pueda salvarnos. Creo ·
una subordinación a la actitud religiosa por parte de la cien- realmente que el excesivo hincapié· en lo puramente intelec-
cia; relación que, en esta época nuestra predominantemente tual ~que suele dirigirse sólo hacia la eficacia y hacia · lo
materialista, se menosprecia con demasiada facilidad. Si.bien práctico) de nuestra educación, ha llevado al debilitamiento
es cierto que los resultados científicos son por completo inde- de los valores éticos. !'fo. pienso tanto en los peligros que
pendientes de consideraciones morales o religiosas, no hay conlleva el progreso tecmco para la especie humana como
duda de que todos los individuos a los que debemos los en la, a~fixia de la co~sideración · mutua entre hombres por
grandes descubrimientos fecundos de la ciencia estaban im- un _habito de pensamiento muy «matter of· fact», que ha
-:':'> buidos de la convicción, genuinamente religiosa, d~ que este v~mdo a extenderse como una terrible helada sobre las rela-
~- universo nuestro es algo perfecto y susceptible de un análisis ciOnes humanas.
racional. Si esta convicción no hubiese· sido una convicción . La plenitu? ~n los aspectos mor~les y estéticos es un obje-
vigorosamente emotiva y si esta búsqueda de conocimiento tivo muy prox1mo a las preocupaciones del arte más que a
no se hubiese inspirado en el Amor Dei Intellectualis, difícil- ~~~ de la ciencia. Es importante, por supuesto, la compren-
mente habrían podido desplegar esa devoción infatigable que swn de nuestros semeJantes. Pero esta comprensión sólo
es lo .único que permite al hombre alcanzar sus triunfos resulta fecunda cuando la sustenta un sentimiento cordial y
mayores. fraterno en la alegría y en la aflicción. El cultivo de esta
imp~~antísima f;Iente de acción moral es lo que queda de la
r~~g¡on cuando esta se ha purificado de los elementos supers-
LA NECESIDAD DE UNA CULTURA ETICA ~ciosos. En este sentido, la religión constituye una parte
Imp~rtant~ _de la educa~ón, en la qu~ recibe una escasísima
Carta leída con motivo del 75 aniversario de la Ethical Cultu- consideraCton, y no sufiCientemente sistemática.
. re Society, Nueva York, enero 1951. Publicado en Mein Welt-. . El d~ema aterrador que plantea la situación política mun-
bild, Zurich, Europa Verlag, 1953. ~~~1 esta estrech~e~~e r~!acionado co~ este pecado de omi-
Slon que nuestra ClVIlizacton comete. Sm una «cultura ética»
1\ ¡fE siento obligado a enviar mi felicitación y a desear los no hay salvación para la humanidad.
1V ..L ·mayores éxitos ·a su Sociedad para una Cultura¡ Etica,
con motivo de la celebración. de su aniversario. No es éste,
ciertamente, el momento de contemplar satisfechos los resul-
tados obtenidos en estos setenta y cinco años de honrados
esfuerzos en el plano ético. No podemos decir que los aspec-
tos .morales de la vida humana en general sean hoy má&
satisfactorios que en 1876.
242. Albert Einstein Mis ideás y opiniones 243

SOBRE LA EDUCACION Se convierten en una especie de. plantas de invernadero y,


una. vez curado su cuerpo, puede resultarles difícil volver a
la VIda normal. Esto es especialmente cierto en el caso de
~os estudiantes universitairos. La interrupción de la educación
mtelec_tual e_n el período formativo ·de lc;t juventud puede
mu~ bien deJar un hueco difícil de llenar más tarde.
Sm embar~o, como norma general, el trabajo intelectual
moderado, leJos de retrasar la cu,ración, la estimula directa-
CURSOS UNIVERSITARIOS DE DA VOS . m~nt~, lo mismo que el trabajo físico moderado. Con este
entena se crearon los cursos universitarios no sólo con el
Einstein participó en 1928 en los cursos universitarios interna- - ~ropósito -~e preparar_ a estos jóvenes par~ una profesión,
cionales de Davos, famoso lugar de retiro suizo para enfermos smo tambten para estimularles a la actividad intelectual en
tuberculosos. Este discurso precedió a su lección: «Conceptos c'!a.nto tal. El objetivo es proporcionar trabajo, formación e
fundamentales de la física y su desarrollo». Publicado en higiene en la esfera de la inteligencia.
Mein Weltbild, Amsterdam, Querido Verlag, 1934. N~ olvidemos _qu~ _esta empres~ es ideal para fomentar
relacwnes entre mdtviduos de. naciOnalidades distintas, que
au~em be~tia. E~to pueden ayudar a fortalecer la Idea de una comunidad euro-
S ENA !ORES b?_ni viri, senatus escribió
en cierta ocas10n un: profesor smzo amigo mio, en tono
jocoso, dirigiéndose al cuerpo de profesores de una universi-'
pea. Es probable que los efectos de la nueva institución
resulten en _este senti~o mucho más positivos por el hecho
dad ·con el que estaba molesto. Las comunidades suelen de q~e. las ci:cunstanc_I~s de su na~imiento eliminan cualquier
atenerse a los imperativos de la conciencia y del sentido de condicionamiento pohtlco. El meJor medio de servir la causa
la responsabilidad en menor medida que los individuos. del internacionalismo es cooperar e,n un trabajo útil.
¡Cuántas desdichas causa este hecho a la especie humana! P<?r todas estas razones, me complace comprobar que,
Es origen de guerras y de todo género de opresión, y llena . gracias a la energía e inteligencia de sus fundadores los
la tierra de dolor, gemidos y amarguras. cursos universitarios de Davos han logrado ya tal éxito,' que
Y, sin embargo, nada valioso puede lograrse si no es por la emp~esa ~a superad? lo~ pro?Iemas iniciales. Ojalá prospe-
la cooperación desinteresada de los individuos. En conse- re, ennquec1endo la vtda mtenor d~ muchas personas valio-
cuencia, el hombre de buena. Voluntad nunca es tan feliz sas Y rescatando a muchos de la pobreza de la vida
como cuando se inicia una empresa comunitaria a costa de . hospitalaria.
grandes sacrificios, con el único o_bjetivo de fomentar la vida
y la cultura.
Esta alegríapura fue la que sentí yo al tener noticia de los PROFESORES Y ALUMNOS
¡· cursOs universitarios de Davos. Se desarrolla aquí una tarea
de rescate con inteligencia-y sabia moderación, basada en
1

Charla. a un grupo de niños. Publicada en Mein Weltbild.


una grave necesidad, aunque quizá se trate de un:a necesidad Amsterdam: QueridoVerlag, 1934. .
- que no resulte eviden~e a todos de modo inmediato. Muchos El verdad~ro arte del n:aestro consiste en despertar la q,legr(a
jóvenes llegan a este valle con las esperanzas puestas en el por el traba¡o y el cc:noClmiento. · · ·
poder curativo de estas montañas soleadas, donde esperan
recuperar su salud corporal. Pero retirados aquí por períodos Mis queridos niños:
largos de la disciplina del trabajo cotidiano que endureceJa
voluntad, y fáciles presas de mórbidas reflexiones sobre su ·
estado físico, pronto pierden su flexibilidad mental, la sensa-
.:
M
l.
E alegra ve.ros aquí hoy, juventud feliz de ·una tierra
· alegre y dichosa.
cion de ser capaces de plantar cara en la lucha p()r la vida. No olvidéis nunca que las cosas maravillosas que aprendéis
244 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 245

en la escuela son obra de muchas generaciones, producto


del esfuerzo entusiasta y del trabajo incansable de todos los
países del mundo. Se deposita todo esto en vuestras manos EDUCACION Y PAZ MUNDIAL
como herencia para que lo recibáis, lo honréis, lo aumentéis
y podáis transmitirlo un día fielmente a vuestros hijos. Así Mensaje a la Progressive Education Association, 23 de no-
es como nosotros, los mortales, alcanzamos la inmortalidad viembre de 1934.
en las cosas permanentes que creamos en común ..
. Si nunca olvidáis esto, hallaréis un sentido a la vida y al T OS Esta?os Unid~s: _debid~ <l: su emplazamiento geográfi-
trabajo, y adoptaréis la actitud más correcta hacia otras na- L co, estan en posicion envidiable para poder enseñar en
. ciones Y.otras épocas. sus escuelas un sano pacifismo, pues no existe aquí peligro.
grave de agresión extranjera y, en consecuencia, no es nece-
sario inculcar a la juventud un espíritu militar: Existe sin
EDUCACION Y EDUCADORES embargo, el peligro de que el problema de educar a la ju'ven-
tud para la paz pueda enfocarse desde un punto de vista
Carta a una joven. Publicada en Mein Weltbild, Amsterdam: emotivo y no desde un punto de vista realista. Poco ganaría-
Querido Verlag, 1934. mos sin una amplia comprensión de las dificultades intrínse-
cas del problema.
.Estimada señorita: La juventud norteamericana debería entender, en primer
lugar, que aunque sea improbable una invasión concreta del
T_TE leído unas dieciséis páginas de su manuscrito y me ha territorio norteamericano, es posible que los Estados Unidos
~hecho ... sonreír. Es inteligente, minucioso, honrado, se vean envueltos en cualquier momento en un conflicto
hasta cierto punto bien construido y, sin embargo, típicamen- internacional. Basta pensar en la participación norteamerica-
te femenino: imbuido de resentimiento personal. Yo sufrí a na en la Guerra Mundial para comprender que debe dejarse
manos de mis profesores un tratamiento similar;· me detesta- muy claro este punto.
ban por mi independencia y me excluían cuando querían La seguridad, tanto para los Estados Unidos como para
ayudantes (he de admitir, sin embargo, que no era tan buen otros países, sólo puede basarse en una solución satisfactoria
estudiante como usted). Pero no me habría valido la pena del problema de la paz mundial. No, debe dejarse creer a la
escribir sobre mi. vida escolar, y me habría gustado aún juventud que es posible la seguridad mediante el aislamiento
menos ser responsable de .que alguien lo editase o llegase a político. Debería fomentarse, por el contrario, un seriointe-
.leerlo. Además, uno sie~pre ofrece un triste espectáculo rés por el problema de la paz general. Sobre todo, debería
. cuando se queja de otros que también procuran vivir a su hacerse comprender claramente a los jóvénes la gran respon-
manera. sabilidad que asumieron los políticos norteamericanos al no
· En consecuencia, le aconsejo que controle su temperamen- apoyar los planes liberales del presidente Wilson al finalizar
, to y guarde el manuscrito. para sus hijos e hijas, con el fin la Guerra Mundia! y después, obstaculizando así la tarea de
.de que puedan hallar en él consuelo yno den importancia a la Sociedad de Nacípnes e~ la solución de este problema .
lo que les digan o piensen de ellos .sus profesores. Habría que insistir en que nada puede lograrse por el
Por otra. parte, he venido a Princeton sólo a investigar, no simple procedimiento de exigir el desarme, mientras haya .
a enseñar. Hay ya demasiada educación fo:r:mal, sobre todo paises poderosos que no rechazan el uso de métodos milita- .
en los centros de enseñanza norteamericanos. El único medio ristas para ali;;anzar posiciones más ventajosas en el mundo.
racional de educar es dar ejemplo,· y sino hay otro remedio, Deberían explicarse, además, la justificación de propuestas · '
un ejemplo que ponga sobre aviso. como las propiciadas por Francia, por ejemplo, para salva-
guardar a paises concretos e indiv.iduales mediante la crea-
ición de instituciones internacionales. La seguridad sólo. se
li

11
1' 246 Albert Einstein · Mis ideas y opiniones
¡j 247
,:¡
lf

obtendrá mediante tratados internacionales de defensa mutua No me queda, pues, más opción que hablar de cuestiones
!¡ contra el agresor. Esros tratados son necesarios, pero no que, ~hora y siemp~e, con independencia del tiempo y del

li suficientes por sí solos. Debería darse un paso más. Deberían espaciO, estan relaciOnadas con cuestiones educativas. No
intérnacionalizarse los medios militares de defensa, fundien- puedo pretender ser una autoridad en esto, sobre todo cuan-
11 do e intercambiando fuerzas en tan amplia escala, que las do personas inteligentes y bien intencionadas de todos los
1! tropas estacionadas en un país cualquiera ne estuviesen liga- tiempos han abord~do los problemas educativos y han expre-
Ji das únicamente a los intereses de ese país. Para preparar sado clara y repetidamente sus puntos de vista sobre ellos.
¡¡ este paso, debe la juventud comprender la importancia del ¿De dónde puede~ obtener el val~r yo, que soy en parte lego
problema. . en el campo de la pedagogía, para exponer opiniones sin
!l
li.,
Debería fortalecerse también el espíritu de solidaridad in- más ~ndamento que mi experiencia y mis creencias persona-
'1 ternacional, debería combatirse el espíritu patriotero como les? St se tratase de una cuestión científica, sin duda me
!r sentiría inclinado a guardar silencio.
11
un obstáculo para la paz mundial. Debería utilizarse la histo-
¡r ria en el sistema educativo para interpretar el progreso de la Pero la cuestión es distinta tratándose de asuntos de hom-
civilización y no para inculcar ideales de poder imperialistas bres en activo. Aquí no basta sólo el conocimiento de la
y de éxito militar. Desde este punto de vista, opino que verdad; por el contrario, este conocimiento debe renovarse
deberla recomendarse a los estudiantes la Historia del mundo continuamente mediante esfuerzos incesantes. Es como una
de H. G. Wells. Por último, es cuando menos indirectamen- estatua de mármol que se alza en el desierto y a la que la
te importante el que, tanto en geografía como en historia, se arena amenaza con sepultar. Las manos serviciales deben
aliente un entendimiento fraterno de las características de trabajar continuamente para que el mármol siga brillando a
los diversos pueblos, que incluya a los pueblos que suelen la luz del sol. Estas manos mías forman también parte de
llamarse «primitivos» o «atrasados». todas esas manos serviciales. · .
1
La e~~eñanza ha sido siempre el medio más importante de
SOBRE LA EDUCACION t~an~mttu el tesoro de la tradición de una generación a la
s1gmente._ Esto sucede h?Y aún en mayor grado que en tiem-
De· un discurso pronunciado en Albany, Nueva York, en la pos antenores, pues debtdo al desarrollo moderno de la vida
celebración del tricentenario del inicio de la enseñanza supe- económica se ha debilitado la familia en cuanto portadora
rior en Norteamérica, e/15 de octubre de 1936. Publicado en de la tradició_n y de la educación. 1;.-a continuidad y la salud
. Out of My Later Years: Nueva York, Philosophical L{brary, de la humamdad depende, en consecuencia, en grado aún
1950. ' mayor que antes, de las instituciones de enseñanza.
. A v~~es, uno, ~ólo ve la esc~ela como instrumeQto ·para
T OS aniversarios suelen dedicarse más que nada a visiones 1 transmitir el max1mo de conocimientos a la generación en
L retrospectivas, sobre todo a evocar el recuerdo de perso- . desarrollo. Pero esto no es correcto. El conocimiento está
najes que se han destacado en especial por el fomentó de la muerto; la escuela, sin embargo, sirve a los vivos. Deberían
vida cultural. No hay que menospreciar, desde luego, este cul!ivarse en los _individuos jóvenes cualidades y aptitudes·
homenaje amistoso a nuestros predecesores, sobre todo con- vahosas p~ra el_ bt~~ co~ú~. Pero eso _no. s~gnifica que haya
siderando que este recuerdo, de lo mejor del pasado estimula que destruu la md1v1duahdad y que el md1v1duo se convierta
a quienes en el presente se hallan bien dispuestos para un en mero ~nstrumento de la comunidad, como una abeja o
valeroso esfuerzo en el mismo sentido. Pero estd debería · una horm1ga. Una comunidad de individuos cortados con el
hacerlo alguien que, desde su juventud, haya estado en con- mismo patrón, sin originalidad ni objetivos propios sería una
tacto con este pais y esté familiarizado con su pasado, no un comunidad pobre, sin posibilidades de evolución. El objetivo
individuo que, como, un gitano, ha andado siempre vagando h~ de ser, p~r el contrari_o, formar individuos que actúen y
de un lugar a otro y acumulando experiencias de todo tipo p1e?sen, co~ mderer:dencia y que consideren, sin embargo,
de países.· su mteres v1tal mas Importante el servir a la comunidad. Por
248 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 249

lo que he podido ver, el sistema de educación inglés es el fuente del respeto del alumno hacia el profesor sean las ·
que más se aproxima a este ideal. cualidades humanas e intelectuales de éste. .
Pero ¿cómo alcanzar este ideal? El motivo que enumeramos en segundo lugar, la ambición ·
¿Debe intentarse moralizando, quizá? En modo 'alguno. -¡
o, dicho en términos más moderados, la busca del respeto y·
Las palabras son y siguen siendo un sonido vacío, y el cami- -'
- j la consideración de los demás, es algo que se halla firmemen-
no de la perdición siempre ha estado sembrado de fideli- te enraizado en la naturaleza humana. Si faltase un estímulo
dad verbal a un ideal. Las grandes personalidades no se mental de este género, sería totalmente imposible la coopera-
forman con lo que se oye y se dice, sino con el trabajo y la ción entre seres humanos. El deseo de lograr la aprobación
actividad. del prójimo es, sin duda, uno dé los poderes de cohesión
En consecuencia, el mejor método de educación ha sido más importantes de la sociedad. En este complejo de senti-
siempre aquel en que se urge al discípulo a la realización de mientos yacen estrechamente unidas fuerzas constructivas· y
tareas concretas. Esto es aplicable tcfnto a las primeras tenta- destructivas. El deseo de aprobación y reconocimiento es un
tivas de escribir del niño de primaria como a una tesis univer- estímulo sano; pero el deseo de que le reconozcan a uno
sitaria, o a la simple memorización de un poema, .a escribir como mejor, más fuerte o más inteligente que el prójimo o
una composición, a interpretar o traducir un texto, a re.solver el compañero de estudios, fácihnente conduce a 'una actitud
un problema matemático o a la práctica de un deporte. psicológica excesivamente egoísta, que puede resultar dañosa
Pero detrás de cada triunfo está la motivación que constitu- para el individuo y para la comunidad. En consecuencia, la
ye su cimiento y que a_su vez se ve fortalecida y nutrida por institución de enseñanza y el profesor deben guardarse de
la consecución del fin de la empresa. Ahí están las principa- emplear el fácil método de fomentar la ambición individual
les diferencias, de importancia básica para el valor educativo para impulsar a Íos alumnos al trabajo diligente.
de la escuela. El mismo esfuerzo puede nacer del miedo y la Muchas personas han citado la teoría de la lucha por la
coacción, del deseo ambicioso de autoridad y honores, o de vida y de la selección natural de Darwin a este respecto
un interés afectivo por el objeto y un deseo de verdad y como una autorización para fomentar el espíritu de lucha. ·
comprensión, y, en consecuencia, de esa curiosidad divina Han intentado algunos también de ese modo demostrar seu-
que todo niño sano posee, pero que tan a menudo se debilita docientíficamente que es n~cesaria la destructiva lucha eco-
prematuramente. La influencia educativa que puede ejercer nómica fruto de la competencia entre individuos. Pero esto
sobre el alumno la ejecución de un trabajo puede ser muy es un error, pues el hombre debe s~ fuerza en la lucha por
distinta, según nazca del miedo al castigo, la pasión egoísta la vida al hecho de ser un animal que vive socialmente. Al
. o el deseo de placer y satisfacción. Y nadie sostendrá, supon- igual que la lucha entre las hormigas de un mismo hormigue-
go, que la administración del centro de enseñanza y la actitud . ro impediría la supervivencia de éste, la lucha entre los
de los profesores no influye en la formación, de la psicología miembros de una misma comunidad humana atenta contra
de los alumnos. la supervivencia de esa comunidad. ·
¡ Para mí, lo peor es que la escuela utiliza fundamentalmen- En consecuencia, hemos de prevenirnos contra quienes
';te el miedo, la fuerza y la autoridad artificial. Este tratamien- predican a los jóvenes el éxito, en el sentido habitual, como
.to destruye los sentimientos sólidos, la sinceridad y la con- · objetivo de la vida. Pues el hombre que triunfa es el que
fianza del alumno en sí mismo. Crea un ser sumiso. No es recibe mucho de sus semejantes, normalmente muchísimo
raro que tales escuelas sean norma en Alemania y Rusia. Sé más de lo que corresponde al seryicio que les presta. El
que los centros de enseñanza de este país estánr libres de valor de un hombre debería juzgarse en función de lo que
este mal, que es el peor de todos; lo mismo sucede en Suiza da y no de lo que es capaz de recibir.
y probablemente en todos Jos países con un gobierno demo- La motivación más importante del trabajo; en la escuela y.
crático. Es relativamente fácil liberar los centros de ensenan- en la vida, es el placer que proporciona eltrabajo mismo, el
za de este pésimo mal. El poder del maestro debe basarse lo placer que proporcionan sus resultados y la certeza del ·valor
menos posible en medidas coercitivas, de modo que la única c¡ue tienen estos resultados para la comunidad. Para mí, la
250 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 251

tarea más importante de la enseñanza es despertar y fortale- los partidarios de la educación clásica filológico-histórica y
cer estas fuerzas psicológicas en el joven. . los de la educación más orientada a las ciencias naturales.
Este cimiento psicológico genera por sí solo un deseo gozo- Quiero atacar, por otra parte, la idea de que la escuela
so de lograr la posesión más valiosa que pueda alcanzar un deba enseñar directamente ese conocimiento especial y esas
ser humano: conocimiento y destreza artística. habilidades especiales que se han de utilizar posteriormente
Despertar estos poderes psicológicos productivos es, claro y de forma directa en la vida. Las exigencias de la vida son
está, más difícil que el uso de la fuerza o que despertar la demasiado múltiples para que resulte posible esta formación
ambición individual, pero es mucho más valioso. Todo con- especializada en la escuela. Y aparte de esto, considero criti-
siste en estimular la inclinación de los niños por el juego y cable tratar al individuo como una herramienta inerte. La
el deseo infantil de reconocimiento y guiar al niño hacia escuela debe siempre plantearse como objetivo el que el
campos que sean importantes para la sociedad; la educac~ó~ joven salga de ella con una personalidad armónica y no
se fundamenta así principalmente en el deseo de una a:tivi- como un especialista. En mi opinión, esto es aplicable, en
dad fecunda y de reconocimiento. Si la escuela logra estimu- cierto sentido, incluso a las escuelas técnicas, cuyos alumnos
lar con éxito tales enfoques, se verá honrada por la nueva se dedicarán a una profesión totalmente definida. Lo prime-
generación y las tareas que asigne esa escuela serán aceptadas ro debería ser, siempre, desarrollar la capacidad general para
como si fueran un regalo. He conocido niños que preferían el pensamiento y el juicio independientes y no la adquisición
la escuela a las vacaciones. ' de conocimientos especializados. Si un individuo domina los
Una escuela así exige que el maestro sea una esp~cie de · fundamentos de su disciplina y. ha aprendido a pensar y a
artista en su campo. ¿Qué puede hacerse para que Impere trabajar con independencia, hallará sin duda su vía y además
este espíritu en la escuela? Es muy difícil dar aquí ~on una será mucho más hábil para adaptarse al progreso y a los
solución universal que satisfaga a todos. Pero. hay, sm duda, cambios que el individuo cuya formación consista básicamen-
condiciones fijas que deben cumplirse. En pnmer lugar, hay te en la adquisición de unos conocimientos detallados.
que. formar a los propios profesores en escuelas así. ~n Por último, deseo subrayar una vez más que lo dicho aquí
segundo, debe darse amplia libertad al profesor para ~eleccw­ de forma un poco categórica no pretende ser más que la
nar el material de enseñanza y los métodos pedagóg¡cos que opinión personal de un hombre que únicamente se basa en
quiera emplear. Pues también en su. caso se. aplica lo ~e .que su propia experiencia personal como alumno y como pro-
el placer de la organización del prop1o traba;o se ve asflXlado fesor.
por la fuerza y la presión exteriores. . .
Si han seguido hasta aquí atentamente m1s reflexiOnes,
puede que se pregunten una cosa. He ha?lad~ ex~en~amente SOBRE LA LITERATURA CLASICA
del espíritu en que debe educarse, segun mi cnteno, a la
juventud. Pero nada he dicho aún sobre la elección de las Escrito para Jungkaufmann, publicación mensual del
disciplinas a enseñar ni sobre el método de enseñanz":. ¿I?e.- «Schweizerf:scher Kaufmaennischer Verein, Jugendbund», 29
be predominar el idioma o la formación técnica en la crenc1a? défebrero de 1952.
A lo cual contesto: en mi opinión, todo esto es de una
importancia secundaria. Si un joven ha entrenado sus múscu- T TNA persona que lee sólo periódicos y como mucho libros
los y su resistencia física andando y haciendo gimnasia, podrá U de autores contemporáneos dice que soy como un mio-
más tarde realizar cualquier trabajo físico. Lo mismo sucede pe que se burlase de las gafas. El depende por completo de
con el adiestramiento de la inteligencia y el ejercicio de la los prejuicios y modas de su época, puesto que nunca llega a
capacidad mental y manual. No se equivocaba, pues, quien ver ni oír otra ·cosa. Y lo que una persona .piensa por su 1
definió así la educación: «Educación es lo que queda cuando cuenta, sin el estímulo de los pensamientos y- experiencias !
·•· se olvida lo que se amendió en la escuela.» Por tal· motivo, de los otros, es, aun en el mejor de los casos, bastante \
no me interesa en absoluto tomar partido en la lucha entre mezquino y monótono. '
252 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 253

Sólo hay unas cuantas personas ilustradas con una mente of li[e» o de la de los rusos. Se trata, en ambos casos, de
lúcida y un buen estilo en cada siglo. Lo -que ha quedado de una serie de tradiciones y costumbres que no forman tin
su obra es uno de los tesoros más preciados de la humanidad. todo orgánico. Tiene más sentido, sin duda, preguntarse qué
A unos cuantos escritores de la antigüedad debemos el que institucion~s y tradiciones son perniciosas y cuáles son útiles -
las gentes de la Edad Media se libraran poco a poco de las a los seres humanos; cuáles proporcionan una mayor felicidad
supersticiones y de la ignorancia que habían ensombrecido - y cuáles una aflicción mayór. Debemos luego esforzarnos
la vida durante más de cinco siglos. por adoptar las que mejores nos parezcan, sin tener en cuen-
No hay nada mejor para superar la presuntuosidad mo- ta si las vernos plasmadas, en el presente, en nuestro país o
dernista. en otro distinto.

PARA ASEGURAR EL FUTURO DE LA HUMANIDAD .EDUCACION Y PENSAMIENTO INDEP~NDIENTE

Mensaje a la «Canadian Education Week», 2-8 de marzo de


1952. Publicado en Mein Weltbild, Zurich: Europa Verlag, De!New York Times, 5 de octubre de 1952.
1953.
O basta con enseñar a un hombre una especialidad.
L de~cubrimientode -las reacciones nuc.l;ares en cade~a N Aunque esto/pueda: convertirle en una especie de má-
E no tiene por qué provocar la destruccwn de la especie ·
humana, al igual que no la provocó el descubrimiento de las
quina útil, no tendrá una personalidad armoniosamente de-
sarrollada. Es esencial que el estudiante adquiera una com-
_cerillas. Pero hemos de hacer todo lo posible para impedir prensión de los valores y una profunda afinidad hacia ellos.
que se abuse de este descubrimiento. En el estadio actual Debe adquirir un vigoroso sentimiento de lo bello y de lo
del desarrollo tecnológico, sólo puede.protegernos una orga- moralmente bueno. De otro modo, con la especialización de
nización supranacional que disponga de un poder ejecutivo sus co~ocimientos más parecerá un perro bien adiestrado-
lo bastante fuerte. Una vez de acuerdo en esto, hemos de que una persona armoniosamente desarrollada. Debe apren-
hallar la energía necesaria para los sacrificios inevitables que der a comprender las motivaciones _de los seres humanos,
exigirá esta tarea de asegurar el futuro de la especie. Si no sus ilusiones y· sus sufrimientos, para lograr una relación
se alcanza este objetivo a tiempo, todos seremos culpables. adecuada con su prójimo y con la comunidad.
Se corre el peligro de que nadie haga nada en espera de que Estas cosas preciosas se transmiten a las generaciones más
los demás actúen. jóvenes mediante el contacto personal con los que enseñan,
El progreso de la ciencia en nuestro siglo es respetado por no (o al menos no básicamente) a través de libros d~ texto. ·•
toda persona culta, e incluso por el hombre común que sólo Es esto lo que constituye y conserva básicamente la cultura.
-percibe las aplicaciones técnicas de la ciencia. Sin embargo,- Es en esto en lo que pienso cuando recomiendo el «arte y
si se tienen en cuenta los problemas fundamentales de la las letras» como disciplinas i111portantes, y no sólo. el árido y
ciencia se conseguirá no exagerar el alcance de los triunfos estéril conocimiento especializado en los campos de la histo-
recientes. Si cuando vamos en un tren nos fijamos sólo en ria y de la filosofía. · ., ·
objetos cercanos, tendremos la sensación de movernos a ,una La insistencia exagerada en el sistema competitivo y la
velocidad increíble, mientras que_ si dirigimos nuestra aten- especialización prematura en base a la utilidad inmediata
ción a rasgos prominentes del paisaje, como unas montañas matan el espíritu en que se basa toda 'vida cultural, incluido
elevadas, el escenario parece cambiar muy lentamente. Lo el conocimiento especializado.
mismo sucede con 'los · problemas básicos de la- ciencia. Es también vital para una educación fecunda que se de-
Creo que n siquiera es razonable hablar de nuestra <<way sarrolle en el joven una capacidad de pensamiento crítico
--. j-- - -- •.
254 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 255

,,independiente, desarrollo que_ corre ~r~ve_s riesgos si se le


sobrecarga con muchas y vanadas d1sc1phnas. Este exceso
conduce inevitablemente a la superficialidad. La enseñanza SOBRE LOS AMIGOS
debería ser de tal naturaleza que lo que ofreciese se recibiera \
como un don valioso y no como un penoso deber. ·

JOSEPH POPPER-LYNKAEUS

1838-1921. Austriaco. Ingeniero de profesión.· Famoso como


escritor por su acerva crítica del Estado y de la Sociedad y su
audaz progr{lma para aliviar los males. sociales. Algunos de
sus libros fueron prohibidos en la Austria imperial. Esta nota
apareció en Mein Weltbild, Amsterdam: Querido Verlag,
1934.

OPPER-Lynkaeus fue algo más que un brillante ingeniero


P y un brillante escritor. Fue una .de las pocas personalida-
des sobresalientes que encarnaron la conciencia de una gene-
ración. Insistió en convencernos de que la sociedad es res-
ponsable del destino de todos sus miembros y nos mostró un
medio de traducir en hechos la consiguiente obligación de la
comunidad. La comunidad o Estado no fue para él ningún
fetiche; para él, el derecho del Estado o de la comunidad a
exigir sacrificios a los individuos se basaba 'únicamente en el
deber recíproco de proporcionar a todo individuo la oportu-
nidad de un desarrollo armonioso.

SALUDO A GEORGE BERNARD SHAW

Con motivo de una visita de Einstein a Inglaterra en 1930. Se


publicó por primera vez en Mein Weltbild, Amsterdam.~ Que-
rido Verlag, 1934.

XISTEN muy pocas personas con la suficiente indepen-


dencia! como para ver las debilidades y locuras de sus
contemporáneos y mantenerse imriunes a ellas. Y cuando
estos escasos seres aislados se enfrentan a la obstinaación

\
\
256 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 257

humana suelen perder muy pronto su deseo de ar~eglar las que amenaza con privarle de su amplio horizonte y le degra-
cosas. Sólo a una pequeña minoría le es d_ado f~scmar a su da al nivel de un mero mecánico.
generación mediante un humor y una gracia ~utlles Y poner Todos hemos. padecido este mal, sin hacer el menor esfuer-
ante ella un espejo mediante el instrumento_ ~mpersonal del zo por mitigarlo. Pero, en el mundo de habla alemana, Berli-
arte. Quiero saludar hoy cqn sincera emoc10n al sl!'premo ner se lanzó a la lucha del modo más admirable. Se dio . .
maestro de este método, que a todos nos ha ·deleitado Y cuenta de que las publicaciones periódicas populares que
educ:ado. había no bastaban para instruir y t;stimular al no especialista.
Pero percibió también la necesidad de una publicación bien
equilibrada dirigida en especial a informar al científico que
EN EL SETENTA ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE quisiese familiarizarse con la evolución de los problemas, los
ARNOLD BERLINER
métodos y los descubrimientos científicos para poder formar
su propio juicio. A lo largo de muchos años de trabajo
laborioso, ha ido dedicándose a este objetivo con gran inteli-
De Die Naturwissenschaften, vol. 20, p. 913, 1932. Berline_r, gencia y con un empeño no menos grande, y nos ha propor-
físico alemán, fue director de ese semanari? de_ 19~3.? 193~, cionado a todos, y ha proporcionado a la ciencia, un servicio
año en que, por ser judío, el gobierno n~~z ~e z~pzdzf! seguzr que nunca podremos agradecerle bastante.
desempeñando tal cargo. Berliner se swczdo szete anos des-
Tuvo que lograr la cooperación de científicos consagrados
pués, a los ochenta, cuandoiban a deportar/e.
y persuadirles a escribir del modo más inteligible para el no
especialista. Solía contarme las luchas que tenía que librar
·ME gustaría.aprovechar ·esta oportunidad para explicar a para alcanzar este objetivo, y una vez me lo explicó con el
mi amigo Berliner y a los lectores de esta reVIsta por siguiente acertijo: Pregunta: «¿Qué es un autor científico?».
qué les concedo tanto valor a él y a su obra. ~e de hacerl_o Respuesta: «Un cruce de mimosa y puercoespín». La tarea
en esta fecha porque es nuestra única oportumdad d~ decu de Berliner sólo fue posible porque su anhelo de una visión
estas cosas; nuestro hábito de objetividad ha convertido ~n clara y global de un área lo más amplia posible de la investi-
tabú todo lo personal; I).Orma que nosotros, ~ortales, solo gación científica se ha mantenido vigorosamente vivo. Este
podemos transgredir en muy excepcionales ocas1ones; en oca- sentimiento le llevó tainbién a escribir un texto de física,
siones como ·ésta. · . . fruto de varios años de arduo trabajo, del que un estudiante
Y ahora, después de este arr::'nque. de. ~ibe~ad: ]Vuelta a de medicina me dijo el otro día: «No sé cómo habría podido
la objetividad! El campo de la mye~ttgac10n_ ~tenttfica se _h_a llegar a tener una idea clara de los principios de la física
ampliado enormemente y el con~cu:!u~nto t~on~~ es muchisi- moderna, con el tiempo de que disponía, sin este libro».
mo más profundo en• todas las diSCiplinas ctent1f1cas_. Per.o la La Iuéha de Berliner en pro de la claridad y de un enfoque
capacidad de asimilación del intelecto hu~ ano. esta Y sigue amplio de la ciencia ha contribuido notablemente a alumbrar en
estando estrictamente limitada. Es,. pues, mevitable que. la muchas inteligencias los problemas, métodos y descubrimientos
actividad del investigador individual se limite a un sector de la ciencia. La vida científica_ de nuestra época no es concebible
cada vez más reducido de los conocimientos humanos. y' . ya sin su revista. Es tan import.ante dar vida al conocimiento y
peor aún, esta especialización hace ca~a ~ez más difíc~l que mantenerlo vivo como resolver problemas concretos. ·
. podamos captar de modo g~~eral 1~ c1en~1a ~r; su copJun:o,
sin lo cual el verdadero espmtu de mvestlgacwn queda .m....~­
mado sin remedio a medida que aumenta e1 progreso c1ent1- LA LABOR DE H. A. LOREN7Z POR LA CAUSA DE LA
fico. Se crea una situación similar a la que la Bibliar~pre~~n­ COOPER..<\CION INTERNACIONAL
ta simbólicamente con la Torre de Babel. Todo c1entifico
serio tiene la dolomsá conciencia de esta relegación involun- · Escrito en 1927. H. A. Lorentz, físico teórico holandés, fue
taria a una esfera cada vez más limitada del· conocimiento, uno de los científicos más destacados de su época. Su obra

'\
Albert Einstein Mis ideas y opiniones 259
258
celebraron en Bruselas en 1909 y 1911. Luego llegó la guerra
abarcó varios campos de la física, pero sus aportaciones más europea, que fue un golpe terrible para todos los que lucha-
sobresalientes fueron las que hizo a la teoría de! e~ectromagne- . · ban por mejorar las relaciones humanas. Ya antes de que la
tismo en todas sus ramificaciones. Sus descubrzmzentos prepa- guerra terminase, pero sobre todo después de ella, Lorentz
raron el terreno a muchos de los descubrimientos modernos se consagró a la tarea de la reconciliación internacional. Sus
de la física y, muy especialmente, a la t~oría de la relatividad: esfuerzos se centraron en el restablecimiento de una coopera-
Después de la Primera Guerra Mundzal, Lor~ntz consagro ción amistosa y fructífera entre hombres de ciencia, intelec-
gran parte de sus energías a la tarea de r~org_amzar la co_ope- tuales y asociaciones científicas. El individuo ajeno a estas
ración internacional sobre todo entre Clentíficos. Graczas a esferas es difícil que pueda hacerse idea de lo ardua que
su indiscutible prestigio y al respeto de que go_zó entre intelec- resultaba esta tarea. El resentimiento acumulado en el perío-
tuales de todos los países, sus esfuerzos se v~eron coronc:dos do de guerra aún no se había desvanecido, y muchos hombres
por el éxito. Durante los últimos años de su vzda fue preszden- influyentes persistían en la actitud hostil a la que se habían
te del Comité de Cooperación lntelectuc:l de la ~oczedad de dejado arrastrar por presión de las circunstancias. Los esfuer-
Naciones. Este ensayo apareció en Mem Weltblld, Amster- zos de Lorentz parecían los de un médico con un paciente
dam: Querido Verlag, 1934. recalcitrante que se niega a tomar el remedio cuidadosamen-
te preparado para curarle.
ON la creciente especialización de la investigación cientí-
C fica. que trajo consigo el Siglo XIX, resulta raro que un
hombre que ocupa una . posición d~staca~a. en una ~e las
Pero Lorentz no se daba por vencido fácilmente una vez
'convencido de cuál era el camino a seguir. Nada más termi-
nar la guerra ingresó en el órgano rector del Conseil de la
.o ciencias logre, al mismo tiempo, servu co~ eXI_to a la s?c1edad Recherche, creado por hombres de ciencia e intelectuales de
en el campo de la organización y 1~ po~ítica _mternacwn~e~. los países victoriosos, y del que intelectuales, hombres de
Tal servicio no sólo exige firmeza, m_tehgencm .Y un prest1~1? ciencia y asociaciones científicas de las Potencias Centrales
basado en méritos sólidos, sino también estar hbre de preJUI- quedaban excluidos. Su objetivo al dar este paso, qu.e consti-
cios nacionales, consagrándose a los fines comunes a t?dos, tuyó una grave ofensa para el mundo académico de las Poten-
lo cual resultá difícil en nuestros tiempos. No he conocid?_ a cias Centrales, era el de influir en esta institución para que
nadie que aunase todas estas cual_idades con tanta perfeccwn se ampliase hasta" convertirse en algo verdaderamente inter-
como H. E. Lorentz. Lo maravilloso de los efectos de su nacional. El y otros hombres justos lograron, tras esfuerzos
personalidad es que los temperamentos independie~tes Xobs- denodados, que se eliminase la ofensiva cláusula de exclusión
tinados, que tanto abundan entre los hombr~s de ciencia, no de los estatutos del Conseil. El objetivo, que era la restaura-
suelen doblegarse fácilmente a la v_oluntad aJ~na. !'ero cuan- ción de una cooperación normal y fecunda entre asociaciones
do Lorentz está en la presidencia; se crea mvanablemente científicas, no se logra, sin embargo, porque el mundo acadé-
una atmósfera de cooperación, aunque muchos de los presen- mico de las Potencias Centrales, exasperado por diez años
tes discrepen en sus objetivos y hábitos mentales. ~! secreto de exclusión de casi todas las reuniones científicas internacio-
·de este éxito no sólo estriba en su rápida comprer1s1on de. las nales, ha caído en el hábito de mantenerse encerrado en sí
personas y de las . cosas y en su maravillC?so dominio del mismo. Ahora, sin embargo, hay buenas bases para esperar
lenguaje, sino, sobre todo, en qu~ ':~o percibe que ha pues: que el hielo se rompa pronto, gracias al tacto y a los esfuer-
to todo el corazón en la empresa ImCiada, y que cuan~o esta zos de Lorentz, al que impulsa un entusiasmo puro por la
trabajando, en su pensamiento no hay lugar para _mnguna buena causa.
otra cosa. Nada desarma tanto como esto a los recalcitrantes.
H. A. Lorentz ha dedicado también sus energías al servicio
Antes de h guerra, las actividades de L?rentz por._l~ causa , de fines culturales internacionales de otro modo, aceptando
de las relaciones internacionales se reducmn a pres1du c<?n- un puesto en el Comité de Cooperación Internacional de la
gresos de física. Entre ellos, fueron particularmente notonos Sociedad de Naciones, que se creó hace unos cinco años,
Jos Congresos de Sol vay, los dos primeros de los cuales se
260 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 261

con Bergson como _presidente. Durante el último año, Lo- especial de materia ponderable en el que la relación entre
rent:Z ha presidido este comité, que, con el apoyo activo del fuerza de campo y desplazamiento resultaba ser particular-
Inst1tut.o. de París, ha de actuar de puente, en el campo dé mente simple. Esta interpretación tenía como consecuencia
las actividades intelectuale·s y artísticas, entre las diversas que los campos magnético y eléctrico no pudiesen concebirse
esferas de la cultura. También ahí la influencia benéfica de con independencia del estado de movimiento de la materia,
esta personalidad sabia, humana y modesta, cuya máxima, · que actuaba de agente .portador del campo.
tácita pero fielmente seguida, es «no dominar, servir», guiará El estudio de los trabajos de H. A. Hertz sobre la electro-
a las gentes por el buen camino. dinámica de los cuerpos en movimiento nos proporciona una
¡Ojalá su ejemplo contribuya al triunfo de este espíritu! buena visión de la interpretación de la electrodinámica de
Maxwell entonces predominante.
Ahí llega la decisiva simplificación de la teoría por parte
H. A. LORENTZ, CREADOR Y PERSONALIDAD de H. A. Lorentz, quien basó sus investigaciones, con inta-
chable coherencia, en las siguientes hipótesis:
Mensaje pronunciado en Leyden, Holanda, 1953, en la con- La sede del campo electromagnético es el espacio vacío.
memoración del centenario del nacimiento de Lorentz. Publi- En él sólo hay un vector de campo eléctrico y un vector de
cado en Mein Weltbild, Zurich, EurQpa Verlag, 1953. · campo magnético. Forman este campo cargas eléctricas ató-
micas sobre las que el campo a su vez aplica fuerzas pondero-
motrices. La única conexión entre el campo electromagnético
H ACIA fines de siglo, los físicos teóricos de todos los
países consideraban a H. A. Lorentz como el más des-
tacado de todos ellos, y con toda razón. Los físicos de nues-
y la materia ponderable nace del hecho de que las cargas
eléctricas elementales están estrictamente ligadas a partículas
1
tra época no tienen, en general, plena conCiencia del papel 1' atómicas de materia. Para los átomos se cumplen las leyes
decisivo que jugó H. A. Lorentz en la estructuración de las del movimiento de Newton. ·
ideas fundamentales de la física teórica. La raión de este Sobre esta base simplificada, Lorentz edificó una teoría
\
extraño hecho es que las ideas. básicas de Lorentz han llega- completa de todos los fenómenos electromagnéticos entonces
do a ser tan familiares que resulta difícil advertir lo audaces 1 conocidos, incluyendo los de la electrodinámica de los cuer-
que fueron y hasta qué punto han simplificado los fundamen- pos en movimiento. Es un trabajo de una coherencia, una
tos de la física. · ·
Cuando H. A. Lorentz inició su labor investigadora, se
.
l
\.
lucidez y una belleza que muy pocas veces se alcanzan en
una ciencia empírica. El único fenómeno que no pudo expli-
había impuesto ya la teoría del electromagnetismo de carse del todo sobre esta base, es decir, sin supuestos adicio-
Maxwell. Pero la extraña complejidad de los principios fun-
J. nales, fue el famoso experimento de Michelson-Morley. Sin
damentales ?e esta teoría impedía explicar claramente . sus J
1
la localización del campo electromagnético en el espacio va-
rasgos esenciales. Aunque el concepto de campo había des- cío es muy probable que este experimento no hubiese llevado
plazado realmente al concepto de acción a distancia, los a la teoría de la relatividad restringida. En realidad, el paso
campos eléctricos y magnéticos aún no se concebían como esencial ·consistió en reducir el electromagnetismo a las ecua-
entidades primarias, sino más bien como estados de la mate- 1 ciones de Maxwell en el espacio vacío o (tal como se decía
1 en la época) en el éter.
ria ponderable, tratada, posteriormente, coino un continuo. 1
En consecuencia; el campo eléctrico se descomponía en la i H. A. Lorentz descubrió íncluso la «transformación de Lo-.
fuerza de campo y el desplazamiento dieléctrico. En el caso rentz», que recibió su nombre, aunque sin identificar su carác-
más simple, estos dos campos estaban conectados por la ter de grupo. Para él, las ecuaciones de Ma.'("well en el espacio
constante dieléctrica, pero en principio se les trataba y se·les vacío sólo se sostenian en un sistema determinado de coordena-·
coz:si?eraba entidades independientes. El campo magnético. das que se diferenciaba de los demás sistemas por su estado de
rec1b1a un tratamiento .similar. Y a esta idea básica corres- reposo. Era una situación verdaderamente paradójica, porque
pondía la actitud de tratar el espacio vacío como un caso la teoría parecía limitar el sistema inercial aún más que la

\
\..
Albert Einstein Mis ideas y opiniones 263
262
mecánica clásica. Esta circunstancia, que parecía carente por esfera humana, el poder y la fuerza determinan. el destino.
completo de base desde el punto de vista empírico, había de le dijo lo siguiente:
llevar a la teoría de la relatividad restringida. «Es posible que tengas razón. Pero yo no querría vivir en
Gracias a la generosidad de la Universidad de Leiden, un munqo así.»
pasé frecuentes temporadas allí con mi querido e inolvidable
amigo Paul Ehrenfest. Tuve así oportunidad de asistir mu-
chas veces a las conferencias que Lorentz daba periódicamen-
te a un pequeño círculo de jóvenes colegas cuando ya se EN MEMORIA DE MARIE CURIE
había retirado de su cátedra. Todo lo que salía de aquella
mente superior era tan lúcido y bello como una gran obra Discurso para la Curie Memorial Celebration, Roerich Mu-
de arte; y lo exponía con una facilidad y una sencillez que seum, Nueva York, 23 de noviembre de 1935. Publicado en
en nadie más he visto. Out of My Later Years, Nueva York, Philosophical Library
Si nosotros, de jóvenes, hubiésemos conocido a H. A. 1950. '
Lorentz sólo por su inteligencia, nuestra admiración y respe-
to por él habrían sido excepcionales. Pero lo que yo siento
C. Cune llega al fin
U~DO una pe~sonalidad -t~ndestacada como la señora
cuando pienso en H. A. Lorentz es mucho más que eso. El de sus dtas, no debemos darnos por
significaba para mí más, personalmente, que ninguna otra satisfechos sólo con recordar lo que ha dado a la humanidad
persona que haya conocido en mi vida. con los frutos de/ su trabajo. Las cualidades morales de una
Además de dominar la física y las matemáticas, tenía un P.ers.onalidad _tari destacada como la suya, quizá tengan un
absoluto control de sí mismo, sin esfuerzo ni tensión. Su significado a~n ~ayor para _nuestra generación y para el
insólita y absoluta carencia de debilidades humanas jamás curso de la h1stona que los tnunfos puramente intelectuales.
tuvo un efecto deprimente sobre los demás. Todos percibían Hasta estos últimos dependen, en un grado mucho mayor de
su superioridad, pero nadie se sentía agobiado por ella. Aun- lo que suele creerse, de la talla del personaje.
que no se hacía ilusiones sobre la gente ni sobre los asuntos Fue una gran suerte para mí poder relacionarme con la
humanos, desbordaba amabilidad hacia todos y todo. Jamás señora Curie durante veinte años de sublime y perenne amis-
daba impresión de dominio, siempre de servicio y de ayuda. tad. Su grandeza humana me admiró cada vez más. Su fuer-
Era sumamente perspicaz y no permitía que nada asumiese za., la pureza_ d~ . su volu~t~d.' ~u austeridad para consigo
una importancia inmerecida; le protegía un humor sutil, que rms~a, su obJetiVIdad, su JUICIO mcorruptible .. ,, todas estas
se reflejaba en sus ojos y en su sonrisa. Y, no- obstante, cualidades eran de un carácter tal que pocas veces ·se hallan
pese a toda su devoción por la ciencia, estaba convencido· de en un mismo individuo.
que nuestra inteligencia no podía-penetrar con demasi<1da
. S~ co_nside:r_:aba servidora de ~a sociedad'. y su gran modes-
profundidad en la esencia de las cosas. Sólo últimament~ he tia Jamas cedta a la complacencia. Le agobtaba un sentimien-
sabido· valorar plenamente esta actitud entre escéptica · y to profundo de las crueldades y desigualdades de la sociedad.
humilde. Era e_st? lo que le daba aq!lel aspecto exterior 'severo, que
Pese a mis honradas tentativas, descubro que el lenguaje tan facilmente confundía .a quienes no la conocían ... , una
(o al menos mi lenguaje) no puede hacer justicia al tema de
este corto escrito. En consecuencia, me limitaré a citar dos
curi~sa severidad sin elalivio -de un toque artístico. Cuando
co_ns1deraba correcta determinada vía, la seguía sin compro-
breves aforismos de Lorentz que me impresionaron muy en rruso y con tremenda tenacidad. .
especial: ·
«Me hace feliz pertenecer a una nación que. es demasiado. El mayor descubrimiento científico de su vida (demostrar
pequeña para cometer grandes locuras.» , la existencia de elementos radiactivos y aislarlos) no sólo se
A un hombre que durante la Primera Guerra Mundial debe a su audaz intuición, sino a su entrega y tenacidad en
intentó convencerle, en una conversación, de que, en la la tarea bajo unas condiciones de lo más extremas y duras

. 1
1-
264 Albert Einstein . Mis ideas y opiniones 265

que pueda imaginarse, condiciones que pocas veces se han ser fundado por los Estados Unidos, la Unión Soviética y
dado en la historia de la ciencia experimental. Gran Bretaña, las únicas tres naciones poseedoras de un
Si la fuerza de carácter y la devoción de la señora Curie fuerte poderío _militar. Est?s países tendrían que comprome-
estqviesen vivas en los intelectuales europeos, aunque sólo ter en ese gobierno~ mundial todas sus fuerzas militares. En
fuese en una pequeña proporción, Europa tendría a~te sí un razón .de ser sólo tres los países con gran poder militar, sería
futuro más brillante. muy simple -y no tan complejo, como se dice-· establecer
el aludido gobierno mundial.
Dado que sólo los Estados U~idos y Gran Bretaña poseen
GUERRA ATOMICA O PAZ el ~~creto ~~.la bomba ·atómica, tendrían que invitar a la
Umon Sovietlca a 9ue. preparara y presentara el primer
Tomado de Atlantic Monthly, Boston, noviembre de 1945 y borrador de la const1tuc10n de ese gobierno mundial. Así se
noviembre de 1947. Según versión oral brindada a Raymond contribuirí~ a. disipar la desconfianza de los rusos, que tienen
Swing. el convencimiento de que la bomba se mantiene en secreto
con el claro propósito de impedir que ellos lleguen aposeer-
la. Es evidente que el primer borrador no contendrá el texto
1 fina~, pero hab!Ía que dar confianza a los rusos de que un
gobierno mund1alles garantizaría su propia seguridad.
L uso de la energía atómica no ha creado un problema
E nuevo. Simplemente ha dado carácter de urgencia a la
necesidad de resolver un problema que ya existía. Se podría
Lo ~ensato, dado el caso, sería que esa constitución fuera
negociada por ún solo ciudadano americano, un solo británi-
co y un s<;>lo ruso. Estos representantes tendrían que disponer
decir que nos ha afectado en un plano cuantitativo y no de conseJeros, pero éstos darían su opinión sólo cuando les
cualitativo. En la medida en que existen naciones soberanas fuera requerida. Estimo que tres hombres pueden redactar
poseedoras de una gran fuerza, la guerra es inevitable. No u_na constitución válida y aceptable para todos ellos. Seis o
intento decir, con esto, que ahora mismo se producirá una siete personas, .o más, podrían fracasar. Después de que las
guerra, sino que es seguro que ha de venir. Y esto era tres ~ra~~es potenci.as hubieran esbozado y aceptado una
verdad aun antes de que la bomba atómica existiera. Lo que <:onst1tucwn, las nacwnes pequeñas serían invitadas a inte-
ha cambiado es el pod,er destructivo de la guerra. grarse en ese gobierno mundiaL Podrían optar por permane-
·.. No creo que la civilización vaya a desaparecer en una cer fuera, pero estoy conv~ncido de que preferirían adherirse
guerra ·atómica. Quizá perezcan las dos terceras partes de la al tratado. Como es natural, se les concedería el derecho a
humanidad, pero, no obstante, muchos hombres capaces de proponer cambios en la constitución redactada por los Tres
pensar sobrevivirán y habrá libros suficientes para empezar Gran~es .. ~ero los ~res Grand~s deberían proseguir con la
de nuevo. ·. , ·. ·. . .
orgamzac10n del gobterno mundtal, con o sin la presencia de
. Tampoco creo que el secreto de la bomba deba ser entre- las naciones pequeñas.
gado a las Naciones Unidas. Ni creo que deba ser entregado
a la Unión Soviética. Cualquiera de estas opciones equival-. El poder de este gobierno mundial abarcaría todas tas
dría a que un hombre dueño de un capital,· deseoso de que cuestiones militares y sólo sería necesario un poder más: el
. otro hombre trabajara con él en una empresa, comenzase de intervenir en países en los que una minoría oprima a ·Ia
dándole asu presunto socio la mitad de su dinero. ?1 segun- mayoría, porque ~sto crea la · inestabilidad propicia a la
~erra. Es necesano buscar soluciones para el tipo de situa-
do hombre podría preferir la creación de una empresa rival,
cuando ID que se buscaba era su cooperación. El secreto de . c!ón que existe en la Argentina y en España. Hay que poner
la bomba debería ser depositado en manos de un Gobierno . fm al concepto de no intervención, porque acabar con él es.
mundial, y los EstadosUnidos tendrían que anucia.,r de inme- . una de las maneras de mantener la paz.
diato su disposición favorable a ello. Este gobierno debería El advenimiento dél gobierno mundial no deberá esperar
266 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 267

a que unas condiciones idénti~as de. lil?ertad s.e den en cada para quienes no la poseen. Por sí misma, esta actitud crea
una de las tres grandes potencias. S1 b1en es c1e~o que en la temores y sospechas, con la consecuencia de que las relacio-
Unión Soviética gobierna una minoría, no considero que las nes entre las potencias se deterioran peligrosamente. De
condiciones internas sean, de por sí, una amenaza para la modo que, mientras aquellos que avazan paso a paso están
paz mundial. Es preciso tener pres~~te qu~ . el pueblo de convencidos de encaminarse hacia la paz del mundo, en
Rusia no posee una amplia educacto~ pohtlca y q.u~ las realidad no hacen más que contribuir, con su paso tardo, al
propuestas de cambio que tiendan a meJo~ar l~s cond~c10nes advenimiento de la guerra. No tenemos tiempo que perder.
del país han de ser elaboradas por una mmona, ei?- v1st~ de Si hemos de evitar la guerra, tenemos que hacerlo con
que no existe una mayoría capaz de. hacerlo. S1 hubtera rapidez.
nacido en Rusia, creo que habría podido adaptarme a esa No seremos dueños del secreto durante largo tiempo. Sé
situación. que se ha dicho que ningún otro país tiene el capital suficien-
Al establecer un gobierno mundial con. el monopolio de la te para invertir en el desarrollo de la bomba atómica, hecho
autoridad militar, no sería preciso cambtar la ~struct_u~a de que nos aseguraría la posesión del secreto por mucho tiempo.
las tres grandes potencias. Las tres personas que mtervtmeran En este país a menudo se incurre en el error de medir las
en la redacción del texto constitucional tendrían que hallar cosas por la cantidad de dinero que cuestan. Pero otros
la manera de ajustar sus estructuras previas. · países, que tienen los materiales y los hombres, si se propo-
¿Temo una tiranía del gobierno mundial? .sí, desde lueg? nen desarrollar la energía atómica, pueden conseguirlo. Lo
que sí. Pero más miedo aún me produce la tdea_ del advem- único que se necesita es un equipo de hombres y los materia-
miento de una guerra nueva y total. Hasta cierto punto, les, además de . la decisión de utilizarlos, y no dinero.
cualquier gobierno puede ser pernicioso. Pero un gobierno No me considero el padre de la utilización de la energía
mundial es preferible a la perniciosidad ~ucho ~ayor de las atómica. Mi participación en esto ha sido muy indirecta. De
guerras, en especial habida cuenta de su mtenstficado f!Oder hecho, nunca pensé que se llegara a usar durante el curso de
de destrucción. Si tal gobierno no quedara establecido a mi vida. Sólo creía en la posibilidad en términos teóricos. Y
través de un proceso de entendimient? mutuo, creo que se ha convertido en un hecho palpable gracias al descubri-
llegaría a existir, de todas maneras, y baJO una forma,mucho miento accidental de la reacción en cadena, algo que yo no
más peligrosa. Porque la guerra o las guerras llegar~n a su habría podido predecir. La reacciqn fue descubierta por
fin cuando una potencia se erija como suprema dormn':"~ora Hahn, en Berlín, y él mismo no supo interpretar correcta-
del resto del mundo, gracias a su tremenda fuerza militar. mente lo que había descubierto. Fue Lise Meitner quien dio
Ahora somos dueños del secreto atómico; no debemos con la interpretación correcta, para huir más tarde de Alema-
perderlo, y a ello nos arriesgaríamos si lo. entregáramos a las nia y poner su información en manos de Niels Bohr.
Naciones Unidas o a la Unión Soviética. Pero tan pronto No creo que sea posible garantizar el progreso de la cien-
como sea posible, debemos poner en claro que no m~nte~e­ cia atómica a través de la organización de la actividad cientí-
mos la bomba en secreto para sostener nuestro podeno, smo fica, a la manera en ·que se organizan las grandes empresas.
con la esperanza de establecer la paz, constituyendo un go- Se puede organizar la aplicación de un descubrimiento ya
bierno mundial. Nos corresponde realizar los mayores esfuer- hecho, pero no se organiza la obtención del descubrimiento.
zos para concretar este tipo de gobierno. Sólo uri individuo aislado puede hacer un descubrimiento.
Ten<::ro noticias de la existencia de personas que prefieren Puede existir cierto tipo- de orga:mización que proporcione a
un ace~camiento gradual a un gobierno del mundo, aun cuan- los científicos libertad y condiciones adecuadas de trabajo.
do apmebfL"l la idea como objetivo de b~sica importancia .. , Por ejemplo, en las universidades americanas los profesores
Avanzar a pequeños pasos, uno cada vez, tlene un probl_ema: de ciencia tendrían que ser sustituidos en algunas de sus
mientras nos acerquemos al objetivo fundamental, contm'?a- obligaciones docentes para poder dedicar más tiempo a la
remos manteniendo la bomba, sin que resulte claro el motlvo investigación. ¿Es acaso posible imaginarnos una organiza-
268 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 269

ción de científicos que hiciera los descubrimientos de Charles este tema de la guerra y de la necesidad de un gobierno
Darwin? mundial.
Tampoco creo que las grandes empresas privadas de los Dado que no veo que a corto plazo la energía atómica
Estados Unidos sean adecuadas a las necesidades de nuestro pueda llegar a ser beneficiosa, debo dejar bien claro que en
tiempo. Si llegara a este país un visitante de otro planeta, el momento presente constituye una amenaza. Tal vez esté
¿no se sorprendería de que en este país se otorgase un bien que sea así. Tal vez pueda intimidar a la raza humana
poder tan grande a las empresas privadas sin atribuirles una hasta el punto de obligarla a poner orden en los asuntos
responsabilidad acorde? Digo esto para subrayar que el go- internacionales, cosa que sin la 'presión del miedo jamás
bierno americano debe mantener el control de la energía llegaría a concretarse.
atómica, y no porque el socialismo sea necesariamente desea-
ble; en realidad, la energía atómica ha sido desarrollada por
el gobierno y no es aceptable pensar siquiera en entregar su
propiedad --que es propiedad del pueblo- a personas aisla- II
das o a grupos de personas. En cuanto al socialismo, a
menos que sea internacional hasta el punto de poseer un
gobierno mundial que controle todo el poder militar, estimo
que podría conducirnos a una guerra con más facilidad que
A partir de la fabricación de la primera bomba atómica,
. nada se ha hecho para salvar al -mundo de la guerra,
mientras se ha hecho mucho para aumentar su capacidad
el capitalismo, porque representa una concentración de poder destructiva. No estoy en condiciones de hablar con conoci-
aún_mayor. miento de causa sobre el desarrollo de la bomba atómica ' .
.
Es imposible anticipar cuáncJ.o se aplicará la energía atómi- porque no trabajo en ese campo. Pero quienes sí trabajan
ca a fines constructivos. Hasta el presente, sólo se sabe en ello han dicho _ya todo lo necesario para saber que se ha
cómo utilizar una gran cantidad de uranio. El uso de peque- logrado una bomba mucho más efectiva. Por cierto que pue-
ñas cantidades suficientes para -digamos- mover un coche de considerarse la posibilidad de fabricar una bomba de
o un avión es imposible de momento, y no es fácil predecir mayor tamaño, que s<;a capaz de producir la destrucción en
cuándo se logrará. Desde luego que se llegará a ello, pero una superficie amplísima. También es concebible que pueda
nadie puede decir cuánqo. Tampoco puede predecirse cuán-· ·hacerse un uso extensivo de los ga~es radiactivos, que po-
do se lograrán utilizar materiales más comunes que el uranio drían esparcirse sobre una región muy vasta y causar la
para proporcionar energía atómica. Es de suponer que todos pérdida de mqchas vidas, sin ocasionar daños en los edificios.
los materiales utiiizados para este fin serán elementos con . No creo necesario proseguir c6n estas suposiciones para "
elevado peso atómico. Estos elementos son relativamente llegar a plantear la posibilidad de una amplia guerra bacterio-
escasos, en razón de su baja estabilidad. La mayoría de lógica. No creo que este tipo de operaciones bélicas presente·
estos materiales ya han desaparedido por desintegración ra- tina peligrosidad comparable cort la de la guerra atómica.
diactiva. De modo que aunque la utilización de la energía Tampoco tomo en cuenta el peligro derivado de comenzar
atómica puede ser -y lo será sin duda- un gran aconteci- una· reacción en cadena de . tan •gran alcance que destruya
miento para la humanidad, el hecho no se concretará hasta todo el planeta o parte importante de él. Descarto esta idea -
dentro de algún tiempo. porque si el hombre pudiera provpcarla mediante una explo-.
Y o mismo no poseo el don de persuadir a amplios sectores sión atómica, ya tendría que haber sucedido por la acción de
de la urgencia de los problemas a los que la humanidad ·se los rayos cósmicos, que continuamente llegan a la superficie
enfrenta e.n estos .instantes. Por esto recomiendo a quien s( de la Tierra. · . .
posee el don de la persuasión, Emory Reves, cuyo libro The Pero no es preciso imaginar la Tierra destruida como una
Anatomy of the Peace es ínteligente, claro, c~nciso y, si se nova por una explosión estelar, para comprender el peligro
me permite hacer uso de un término de moda, dinámico en creciente de una guerra atómica, para reconocer que, a :q1e-
270 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 271

nos que se evite la guerra, se producirá la destrucción a una sión de no iniciar una guerra agresiva o preventiva. Y pueden
escala jamás considerada posible antaño y apenas concebible creer, por ende, que una declaración pública de que no
hoy e:n día, y para entender que muy pocos restos de civiliza- volverán a ser los primeros en utilizar ·la bomba atómica es
ción sobrevivirán. innecesaria. Pero este país ha sido solemnemente invitado a
Otro fenómeno se ha producido, también, en los dos pri- renunciar al uso de la bomba --es decir, a declararla ilegal-
meros años de la era atómica. Las gentes, después de ente- y se ha negado a hacerlo a menos que su propuesta para
rarse de la horrible naturaleza de las armas atómicas, no establecer un control supranacional sea aceptada.
han hecho nada al respecto y, en términos generales, han Creo que esta política es errada. Considero que al no
borrado toda inquietud de sus mentes. Un peligro que resul- renunciar al uso de la bomba se obtiene una cierta ventaja
ta difícil evitar es mejor olvidarlo; de igual modo que un militar, porque así otros países se abstendrán de iniciar
peligro contra el cual se han adoptado todas las· precauciones una guerra en la que podría utilizarse armamento nuclear.
posibles podrá también olvidarse, Si los Estados Unidos hu- Pero lo que se gana en cierto sentido se pierde en otro: un
bieran dispersado sus industrias y descentralizado sus ciuda- entendimiento para el control supranacional de la energía
des, sería razonable que la gente olvidara el peligro que se atómica es ahora más remoto que antes. No hay en esto
cierne. una desventaja táctica, mientras sólo los Estados Unidos
A modo de paréntesis, debo decir que apruebo que este tengan la posibilidad de usar la bomba. Pero en el momen-
país no haya adoptado esas precauciones, porque haberlo to en que otro país esté en condiciones de fabricarla, los
hecho implicaría haber convertido la guerra atómica en una Estados Unidos/perderán mucho debido a la ausencia de
circunstancia más cercana aún: todo el mundo se convencería un pacto internácional, porque sus industrias están concen-
de que estamos resignados a sobrellevarla y preparados para tradas y son vulnerables y porque su vida urbana está muy
afrontada. Pero no se ha hecho nada para disipar el peligro desarrollada.
bélico y sí se ha trabajado de firme .para lograr que la guerra Al negarse a declararla ilegal en un momento en que
atómica sea algo horrible. O sea que no hay excusas que monopoliza la bomba, este país pierde algo más, porque no
permitan ignorar el peligro. se adhiere de forma pública a los principios éticos de la
Afirmo que nada se ha hecho para disminuir la amenaza guerra, formalmente aceptados antes del último conflicto bé-
de guerra desde el momento en que fue fabricada la bomba lico. N o debe olvidarse que la bomba atómica fue fabricada
atómica, a pesar de una propuesta, presentada por los Esta- en este país como medida preventiva. El objetivo era impedir
dos Unidos ante las Naciones Unidas, para que se establezca que los alemanes la utilizaran si la descubrían. El bombardeo
un control supranacional de la energía atómica. Este país ha de centros civiles fue iniciado por Alemania y adoptado por
presentado sólo un proyecto, fundamentado en condiciones los japoneses. Los aliados respondieron con la misma mone-
que la Unión Soviética está ahora determinada a no ac~ptar. da -pero con mucha mayor eficacia, como se ha visto-- y
Así se hace posible culpar a los rusos del fracaso. podían sentirse moralmente justificados al hacerlo. Pero aho-
Pero al acusar a los rusos, los ameri.canos no deberían ra, sin ninguna provocación y sin el justificativo de la repre-
ignorar que ellos mismos no han renunciado vohmtariamente salia, la negativa a declarar ilegal el uso de la bomba, a
al uso de la bomba como arma corriente durante el tiempo i menos que se trate de un~ respuesta a un ataque previo,
previo a la constitución de un control supranacional o si 1 -
1 convierte su posesión en mi objetivo político. Difícilmente
dicho control no se establece. Ante esta actitud, las' demás se puede perdonar esta actitud.
naciones abrigan el temor de que los americanos consideren 1
No digo que los Estados Unidos no deban fabricar y alma-
que la bomba es parte legítima de su arsenal, hasta tanto Io{i 1
cenar bombas, porque creo que esto debe hacerse, para que
demás países hayan aceptado sus condiciones bajo las que otras naciones no intenten un ataque atómico cuando lleguen
constituir un control supranacional. a poseer la bomba. Pero el único objetivo del almacenamien-
Los (lmericanos pueden estar convencidos de su firme deci- to de bombas será impedir ese posible ataque. Asimismo,
272 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 273

creo que las Naciones Unidas deberían tener su bomba ató- reconocer que no son la mayor potencia del mundo por
mica, del mismo modo que poseen un ejército y unos arma-/ tener la bomba en su poder, sino que, en rigor, son débiles
mentes propios. Y también en este caso, la bomba tendría a caus~ de su vul?erabilidad. a~ te un ataque atómico. De no
la única finalidad de impedir que un agresor o alguna nación ser asi, no estaran en condiciOnes de presentarse en Lake
rebelde intentase un ataque atómico. Ni las Naciones Unidas Success o en sus relaciones con Rusia, con una predisposición
ni los Estados Unidos ni ninguna otra potencia deberían que desemboque en un entendimiento.
utilizar la bomba atómica por propia iniciativa. Tener en No sugiero, sin embargo, que la única causa de la falta de
reserva una cantidad de bombas atóniicas, sin que medie la acuerdo con la Unión Soviética acerca del control atómico
promesa formal de no ser los primeros en utilizarla, significa sea que los americanos no hayan declarado ilegal el uso de
explotar la posesión de las bombas con fines políticos. Es la bomba. Los rusos han manifestado con claridad que harán
posible que los Estados Unidos tengan la esperanza de ame- todo aquello que esté a su alcance para evitar la instauración
drentar a la Unión Soviética hasta el punto de que este país de un régimen supranacional. No sólo rechazan esta idea en
acepte el control supranacional de la energía atómica. Pero el campo de la energía atómica, sino que la rechazan de
el temor sólo acrecienta los antagonismos y aumenta las pl~no, como p~ncipio, y menosprecian por anticipado cual-
posibilidades de una guerra. Mi opinión es que esta política qmer sugerencia que pueda llevar a un gobierno mundial.
implica quebrantar las verdaderas normas de convivencia, al El señor Gromyko ha dicho, con razón, que la esencia de
no favorecer el establecüniento de un control supranacional la prop~esta ~tómica americana e:s el concepto de que la
de la energía a!ómica~ · . ·. soberama naciOnal no es compatible con la era atómica.
Este político ~a declarado que la Unión Soviética no puede .
~cabamos de emerger de una guerra en la que h~mos
acept~r tal tests. Las razones que invoca son oscuras, porque
debido aceptar la degradante falta de principios éticos del
enemigo. Y en lugar de sentirnos liberados de esas bajezas, J1
es evidente que no son más que pretextos. Pero lo que es
verdad, al parecer, es que los líderes soviéticos consideran
en lugar de considerarnos en condiciones de restaurar la que no pueden preservar la ·estructura social del estado sovié-
!
inviolabilidad de la vida humana y la seguridad de los no tic~ den~r? de un régimen supranacional. El gobierno ruso
combatientes, estamos haciendo nuestra esa falta de ética e_sta dec1d1~?. a mantener su presente estructura social y los
practicada por el enemigo durante la última guerra. De mo- lideres sov1e~tcos, dueños de su gran poderío gracias a la
do que hemos emprendido el camino hacia otra confronta- 1
naturaleza misma de esa estructura,· no ahorrarán esfuerzos
ción bélica por iniciativa propia. 1 ..
para evitar que se instaure un régimen supranacional. que
· Es. posible que .el público no tenga conocimiento de que 1
¡ _pueda controlar la energía atómica o cualquier otra cosa.
en una nueva guerra existirán gran_des cantidades de bombas 1 Tal vez en parte los rusos estén en los cierto en cuanto a
atómicas. El peligro en ciernes se podría medir sobre la base f . la dificultad de mantener su estructura social pr~sente dentro
de los daños ocasionados por las tres bombas que han estalla:.. i
1· de un régim~n supranacional, aunque en su momento quizá
.do antes del .fin de la última guerra. 1 ~e vean obligados a reconocer que esa pérdida es menos
· También es posible que el público no advierta que, en 1 Importante que permanecer aislados del mundo de la legali-
relación con los daños ocasionados, las bombas atómicas ya 1 dad. Pero de momento parecen estar sumergidos en sus te-
se han convertido en la forma de destrucción más económica mores y tendremos que admitir que los Estados Unidos han
1
que se puede Utilizar en una ofensiva. En una próxima guerra - i.
1
contribuido <:on a:n~litud _a acrecei?-;arlos, no sólo con respec-
las bombas serán muchas y, comparativamente, de bajo cos- to a la energ1a atom1ca, smo tamb1en en muchos otros aspec-
te. Será dificil evitár una guerra atómica, a menos que exista
1
1
. tos._ _En realidad, este país ha llevado, ante los rusos, una
la determinación de no utilizar la energfa atómica y que esa . 1
· po~t1ca ~ustentada e? la convicción de que el miedo es la
d~termiriación sea mucho más fuerte que la que hoy se ad- . m~JOI de las armas d1plomáticas. · ·
Vlerte .entre los dirigentes americanos civiles y militares y 1 Los rusos se oponen a la formación de un sistema interna-
1
entre Ia población misma. Los americanos . deben Herrar a 1 cional de seguridad, pero esto no es motivo para que el
. . . o
1
1.

:tf -
.-e¡·
274 Albert Eirstein Mis ideas y opiniones 275

resto de las naciones no se preocupe por crearlo. Ya se ha Creo que debemos invitar a la Unión Soviética a unirse a
visto que los rusos son capaces de resistir con todas sus un g?biemo mundial que tenga poder para garantizar la
fuerzas ante hechos que no quieren que se produzcan, pero se~ndad _y, en el caso de que esa nación no se avenga a
también es cierto que, una vez han ocurrido, pueden ser ururs~ a d1cho proyecto, deberemos establecer un sistema de
flexibles y acomodaticios. De modo que tanto los Estados segu?dad supranacional sin ella. Permítaseme admitir de in-
Unidos como las demás potencias no han de permitir que mediato q~e veo grandes peligros en esta decisión. Al adop-
los rusos opongan su veto a un intento de crear un sistema tarla, habna que buscar una forma por la que quedara bien
supranacional de seguridad. Es más o menos lógico suponer claro que el n~evo régi~en no es una suma de poderes en
que, en cuanto comprendan que no están en condiciones de contra de Ru~m. Tendra que ser una organización que, por
·impedir que se establezca dicho régimen, los rusos se unirán su estructura mtema, reduzca al mínimo las posibilidades de
a él. una gu~~rra. T~ndrá que poseer un espectro de intereses mu-
Hasta el presente, los Estados Unidos no han mostrado cho mas amplio que el de cualquiera de los Estados miem-
interés por garantizar la seguridad de la Unión Soviética. Se bros,. de modo q~e no sea proclive a iniciar una guerra
han limitado a su propia: seguridad, lo que es habitual en a~eSIVa o preventiva. Tendrá que ser una potencia mucho
confrontaciones por el poder entre estados soberanos. No ~~s fuerte ~q_ue cad~ uno de los países miembros y su exten-
obstante, no es posible anticipar el efecto que tendría sobre swn geográfi_c~ sera mayor a fin de que resulte más difícil
los temores de los rusos una presión ejercida por el pueblo derrotarla rmhtarmente. Este organismo estará orientado a
americano, para conseguir que sus dirigentes decidieran la se:_gurida_d supranacional, rechazando el concepto de supre-
corregir la actual anarquía en las relaciones internacionales. macia nacwnal, que tan poderoso resulta como factor de
En un mundo en el que se impusiera el respeto por la ley, la guerra.
seguridad rusa igualaría a la nuestra y si el pueqlo americano Si se ~stableci~ra ~ régimen supranacional sin la presencia
abogara con ahínco por esa causa -perfectamente posible de ·~us1a, su _efica_cia en favor de la paz dependería de la
dentro de una organización democrática- tal vez podría hab1hdad .Y smcendad con que llevara a cabo esa tarea.
producirse un milagro en la actitud rusa. Sería preciso subrayar insistel!-temente el deseo de que Rusia
En el momento presente, los rusos no tienen ninguna prue- formara parte de ese orgamsmo. Tanto para Rusia como
ba que les demuestre que el pueblo americano no apoya de para ·todos los países que se agrupasen en dicha institución
buen grado una política militarista, política que para los tendrí_a que que?ar claro q~e no. se incurriría en falta por n~
soviéticos es testimonio de que deliberadamente se persigue adhenrse al gob1erno mundial. S1 los soviéticos no se adhirie-
intimidarlos. Si se .les brindaran pruebas de que los america- sen al proyecto desde el comienzo, deberían tener la certeza
nos desean con pasión defender l;:t paz por el único camino de qu~ serían bienvenidos cuando decidieran unirse a él.
posible, es decir, a través de la instauración de un orden Debena comprenderse que la organización se está constru-
legal y supranacional, los rusos quizá cambiarían sus cálculos yen.~o. con el objetivo final de lograr la adhesión de los
. acerca del peligro que representa, para la seguridad de la sov1ettcos.
Unión. Soviética, la actitud americana habitual. Haljta que
no se presente a Rusia una. oferta genuina y convincente, Estas son ideas abstractas y no es fácil esbozar el camino
respaldada por un pueblo americano solidario, nadie podrá
1
concreto que un gobie~o parcial ?el mundo debería seguir
anticipar la respuesta de aquel país. para que los rusos part1c1paran de el. No obstante considero
Es posible que la primera respuesta sea rechazar 61 orden qu~ _existen dos :ondiciones fundamentales: la nu~va organi-
legal. Pero si a partir de ese momento los rusos comenzaran . zacw~ no tendra que poseer secretos militares y los rusos _· ...
a comprobar que un mundo en el que la ley imperara se tendran que tener libertad nara enviar observadores a cada
. instaura aun sin ellos, y que de ese modo la seguridad de su una d~ las.. sesiones de la organización, en las que se presen~ .
propio país aumenta, sus ideas tendrían que ·cambiar, ten,_ d1scu~an y adopten las nuevas leyes y se decidan las
necesariamente.· pos1bles vías de acción. Asi quedará destruida la gran fábrica
! -

276 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 277

de secretos en la que se manufacturan tantas de las sospechas nómicos de hoy me parecen totalmente irracionales. Que la
del mundo. vida económica de Estados Unidos deba estar eri manos de
unos pocos individuos --como lo está- o que esos individuos
Es probable que una persona con mentalidad militarista se deban estar sujetos al control del Estado puede ser importan-
desconcierte ante la sugerencia de un régimen carente de te, pero no lo suficiente para justificar todos los sentimiento
secretos militares. A esa persona se le ha enseñado. a creer favorables o contrarios que al respecto se manifiestan.
que los secretos así divulgados podrían hacer que una nación
·belicista tratara de conquistar la tierra. (Con respecto del Me reconfortaría ver que todas las naciones integrantes
llamado secreto de la bomba atómica, considero que los del Estado supranacional reúnen ·sus fuerzas militares, con-
rusos serán dueños de él dentro de corto plazo y gracias a servando para sí sólo una pequeña fuerza de policía. Y a
sus propios esfuerzos.) Reconozco que no-mantener secretos continuación querría ver esas fuerzas unidas y distribuidas
militares comporta un riesgo. Si un número suficiente de como en otro tiempo lo fueron los regimientos del imperio
naciones mancomunara su esfuerzo, se podría asumir ese austro-húngaro, es decir, suponiendo que los hombres y ofi-
riesgo, porque la seguridad de cada país estaría ampliamente ciales de una región podrían servir mejor a los fines del
acrecentada. Y todo esto se podría llevar a cabo con toda imperio si no permanecían exclusivamente en sus propias
confianza gracias a la desaparición de los temores, las sospe- provincias, porque así no se sentirían sujetos a presiones
chas y los recelos. Las tensiones derivadas de la creciente locales y raciales. ·
posibilidad de guerra en un mundo basado en la soberanía También me agradaría ver la autoridad del régimen supra-
serían sustituidas por el sosiego de la paz. A su debido nacional restringida exclusivamente al campo de la seguridad.:
tiempo, esto podría invitar a una mayor flexibilidad del pue- No tengo la certeza de que esto sea posible. La experiencia
blo ruso y de sus dirigentes hacia Occidente. . podría indicar la necesidad de una cierta autoridad en cues-
En mi opinión, la pertenencia a un sistema supranacional tiones de economía, en vista de. que, en las condiciones
de seguridad no debería estar basada en ningún principio actuales, la economía puede originar problemas nacionales.
democrático arbitrario. El requisito fundamental ha de ser que llevan en sí mismos la semilla de un conflicto violento;
que los· representantes ante una organización supranacional No obstante, prefiero que la función del nuevo organismo
sean elegidos por el pueblo en cada uno de los países miem- esté limitada a tareas de seguridad. Y también preferiría que
bros, a través de una .votación secreta. Los candidatos ten- este régimen fuera establecido a partir del fortalecimiento
drán que ser representantes del pueblo y no del Gobierno, de las Naciones Unidas, para que nó haya solución de conti-
con lo cual quedaría en primer plano la naturaleza pacífica nuidad en la búsqueda de la paz.
de la organización. No se me escapan las grandes dificultades que implicará el
. Creo que exigir que otros criterios democráticos sean acep- establecimiento de un gobierno mundial, tanto si se inicia
tados. constituiría una actitud poco sensata. Las instituciones sin la participación de Rusia como eón ella. Tengo conciencia
y los principios democráticos son los resultados de unos de- de los riesgos. Y, toda vez que no deseo que se permita la
sarrollos históricos, hasta un punto pocas veces apreciado en secesión de un país que se haya unido a la organización
los países que gozan de ellos. El establecimiento de principios internacional, preveo como posible el peligro de una guerra
arbitrarios agudizaría las diferencias ideológicas entre Occi:- civil. Pero también creo que un gobierno mundial será reali-
dente y la Unión Soviética. dad en algún momento del futuro y que el problema reside
Pero ahora no son las diferencias ideológicas lo que empu- en el precio que se quiera pagar por él. Llegará el día, creo,
ja al mundo hacia una guerra. En realidad, si todas las en que tendrá que existir un gobierno mundial, aun cuando
· naciones occidentales adoptaran el socialismo, en tanto man:. sea después de una nueva guerra y aunque después de esa
- tuviesen sus respectivas soberanías· nacionales, es posible que guerra la potencia vencedora sea la que lo instituya, sobre la
el conflicto por el poder entre Este y Oeste seguirla existien- base de su poderío militar, y lo mantenga sólo a través de la
do. Los apasionados alegatos en contra de los sistemas eco- militarización permanente de la raza humana. ·-
278 Albert Einstein Mis ideas y opiniones 279
Pero también creo que puede llegar a través del acuerdo y
"'
del poder de persuasión, es decir, con un coste muy bajo.
Sin embargo, si ha de llegar por esta vía, no bastará apelar
a la razón. Uno de los fundamentos del sistema comunista
In dice
del Este es cierta similitud con la religión, cierta capacidad
para inspirar las emociones que surgen normalmente en el
ámbito religioso. Si la causa de la paz, basada en la ley, no
es capaz de suscitar de por sí la fuerza y el celo que despier-
ta una religión, no se puede esperar el éxito. Aquellos a
quienes la raza humana ha confiado su enseñanza moral
tienen aquí su gran deber y su gran oportunidad. Me figuro
que los científicos ~tómicos ya se han convencido de que no
pueden guiar al pueblo estadounidense hasta las verdades de
la era atómica sólo con la ayuda de la lógica. Habrá que INTRODUCCION ......................... :.............. :................................ 25
contar con el profundo poder de la emoción, que es ingre-
diente básico del sentimiento religioso. Es de esperar que no
TEXTOS DE ALBERT EINSTEIN ............................................ . 29
sólo las iglesias sino también las escuelas, universidades y p· .. d fí' •.
r~n~p~os e . s1ca ~eor~:a .·....... ·: ................................................ . 29
los organismos rectores de la opinión asuman su excepcional Pnnciptos de mvesttgaciOn ...... ·*· ............................................... .
. 32
responsabilidad en-·este sentido. '¿Qué es la teoría de ]¡{relatividad? .............................................. . 35
• Geometría y experiencia ............................................................ . 40
Sobre la teoría de la relatividad ............................................. ., .... . 54
La cau~a de la formación de meandros en los cursos de los ríos y la de-
nomtnada ley de Baer . ~ ................................................... .- ...... . 57
La _mecá_n~ca de Newton y su influencia en el desarrollo de la fí-
sica teonca .......................................................................... . 61
Sobre la verdad científica ......................................................... .. 69
Johannes Kepler ...................................................................... . 70
La influencia de MaxweU en la evolución de la idea de la realidad física 74.
Sobre el método de la física teórica ...... :~: ..................................... . 78
. El problema del espacio, el éter y el campo, en la física ............. ~ ..... . 84
Notas sobre el origen de la teoría de la relatividad general ..............•.. 94
, Física y realidad ·.................... ;!; ..........................................·...... . 99
. Los fundamentos de la física teórica ........... :................................. . . 133
· / El lenguaje común de la Ciencia ....·............................................. . 145.}:''F;
Acerca de la teoría de la gravedad generalizada ..... ·........................ . 151
Mensaje a la sociedad italiana parít.$1 progreso de la Ciencia ............ . 166
Mensaje en el aniversario de la muefle de Copérnico ...................... . 170
La relatividad y el problema del espacio ....................................... . 171

MIS IDEAS Y OPINIONES .................................................... . 189


Paraíso perdido ............................................................. , .. , ....... . 191
l'viis prii11eras impre~iones de _Est:1dos_ \!nidos .................. : ... :.......... . 191
"~"·"-'"'"0"' a las muJeres de Norteamenca ...................................... . 195
mundo tal como yo lo veo ....................................................... . 195
El significado de la vida ........ , ................... :................................ . 199
El auténtico valor del ser bumano ..................................... ;.... ; ..... . 199
·-~··
:~,Bien y mal ............................................................................. . \lJ9
Sobre la riqueza .................................... ,........................ ;......... ~ ,200
Sociedad y personalidad ............... ' ..................... ~ ... ,............... :.· .. .. 200
- Lps entrevistadores .................................................................. .. 203
Felicitación a un crítico .. ·..................................................... :,,., .. . 204
·A los colegiales del Jepón ................................................·........... . 20-1
.. Mensaje de la cápsula del tiempo .............. ~ .................................. . 2115 --¡_
\ Comentarios a la teoría del conocimiento de Bertran.d Russel ............ . 20~
Una inteligencia matemática ....................................................... , 211
· El Estado y la conciencia individual ... : ........... ~ .............. ,.............. .. 213
. Aforismos para Leo Bae_ck ............ ;............................................ . 214
SOBRE LA LffiERTAD ...................................................... ;.... . 215
· / ·- Sobre.la libertad académica! ..... ~ .................................... ·~·........... .. 215
=-!~Fascismo y ciencia ..............-....................... ,......................... , .. ~ •. 216
\:-ZS:'Sobre la libertad ....................... ; ......................_......................... . 217
Discurso al recoger el premio Lord & Taylor ... :....... :, ........... ,......... .. 219 .
Métodos inquisitoriales modernos ........................................ ,....... . 221
Derechos humanos ................................................... :··: ........... .. .. 222
-;-~OBI_t~, RE~IG~ON .., .................. :.... .................... :.................. .. 224
:::;~· Relig¡on y ctencta ......... .-.................................... ;... ;................. ;.. . 224
/~, El espíritu religioso de la ciencia .................................................. . 229
·i::;L::;.'. Ciencia y religión .............................................. :.......... ;·............ . 229
~;_;;'::;Religión y ciencia: ¿Irreconcilhlbies? ........................................... :. 237
La necesidad de una cultura ética ...................................... e: ......... . 24o
~OBRE LA EDUCACION ........................................... ;., ... ~ ..... .. ·242
! Cursos úniversitarios de Davos .................................................... . 242
: Profesores y alumnos ................... :.......................... .'.................. : 243
Educación y educad<:>res ............................................................. . 244
Educación y paz mundial: ................................ ,...... ;........ -... :......... .. 245
: Sobre la edueación ................ :...... :.......... :.............. :................ ."... 246
Sobre la literatura clásica ;.:; ................................................. ;..... . 251
Para asegurar el futuro deJa humanidad .............................. ;.. : ...... . 252
_Educación y pensamiento independiente ..... , ................................... · 253
. .
... SOBRE LOS AMIGOS ....... :............................. ~ ............ :....... ,.... 255
Joseph Ropper-Lynkaeus ............................................................. ,,· 255
· Saludo a George Bemard Shaw~ ........ ;............ ,............................. 255
· En el setenta aniversario del nacimiento de Arnold Berliner ............... 256
·La labor de H. A. Lorentz, por la causa de la cooperación
internacional ............. :...... :·......................... :............. :, ..... ,..... 257
H. A. Lorentz, creador y personalidad .......... ,, ............ :.. !.... :.......... 260
En memon3 de~MarieCurie ......... ,............................................... 263
GUERRA ATOMICA O PAZ .. ..... ;; ................. ~ .............. :..:.. ; 2ó4
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