La física demostró que, a través de ciertos instrumentos, es posible

conocer y explicar los fenómenos naturales. Desarrolló el termómetro

para le temperatura, básculas para el peso, cintas métricas para las
longitudes y así con cada uno de los objetos de su interés. Por su parte, la
psicofísica emprendió la labor de conocer al hombre y medir sus
propiedades físicas, a través de los tiempos de reacción a ciertos
estímulos, el registro de la frecuencia cardiaca, la conductancia de la piel,
la respuesta motora refleja, entre otros. 

Los avances no solo fueron en términos de tener con qué medir, sino que
se procuró que los instrumentos de medida fueran precisos, es decir, que
midieran la propiedad objetivo y que lo hiciera lo más exacto posible. 

Así fue el camino de la medición, todo empezó con lo tangible. Sin

embargo, cuando la psicología se propuso medir atributos intangibles,
encontró que mucho de lo trabajado por la física y la psicofísica podía
servir; para ello retomó los principios de la matemática y emprendió el
camino por cuantificar, solo que debía asegurarse de que estaba midiendo
o cuantificando de forma objetiva el atributo psicológico, sin dar lugar a
duda y haciéndolo con cierta exactitud. ¿Cómo lo hizo? ¿De qué se
valió para lograrlo? Si, por ejemplo, quería saber el nivel de estrés de
una persona, ¿cómo demostraba que estaba sintiendo miedo o estrés y
no ansiedad? ¿Cómo demostraba que podía medir de forma
consistente?
Usted ha visto la definición, los componentes, la aplicabilidad y utilidad
de los conceptos de confiabilidad y validez al momento de elegir o
construir una prueba psicométrica. Esta información le permite que,
como futuro psicólogo, elabore y use los test de forma adecuada,
ajustándose a las exigencias del contexto y la ciencia. 

Es bien sabido que la psicometría se apoyó en los principios y avances de

la física y la matemática, para consolidarse como disciplina. Apoyada en
la estadística, con índices o coeficientes, y con los fundamentos teóricos
producto de investigaciones anteriores, configuró una serie de técnicas
que permiten saber cuándo una prueba mide con precisión, en un nivel
aceptable y consistente con el atributo que dice medir (confiabilidad),
asegurando al usuario que mide lo que promete y no otra cosa (validez). 

Es así como, a través de unos pasos teóricos, empíricos y estadísticos

bien establecidos, un psicólogo puede crear una prueba que dé cuenta de
un atributo intangible, cuestión que hoy, después de haber cursado este
Escenario, usted comprende y maneja.