Universidad Javeriana

Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales

Departamento de Ciencia Política
Introducción a las políticas públicas
Columna de opinión
Ariadna Carbonell Huérfano, Manuel Alejandro Silva Correa
21 de abril del 2019

¿Una nueva forma de hacer política?

La disciplina y aplicación de los asuntos de gobierno se han complejizado en los

últimos años. Herramientas como la estadística y recopilación de datos no han dejado
exentos a campos como la política pública con la finalidad de sistematizar labores y
ejercicios gubernamentales para aumentar la eficiencia.

En la actualidad es cada vez más evidente que la resiliencia y adopción de

innovaciones es parte de la vida cotidiana. Aunque la tecnología y recopilación de
datos es un fenómeno cada vez más visible en actividades gubernamentales, esto no
debe configurarse como un instrumento inalterable o indisoluble para tomar decisiones.
Al contrario, debe haber una combinación en el ejercicio público entre las pruebas
estadísticas y las percepciones de los tomadores de decisiones en el Estado.

En un documento titulado Las políticas basadas en evidencia como plataformas para la

innovación de Fernando Jaime y Penélope Vaca se postula que el análisis estadístico y
uso de datos serán cada vez más utilizados en las políticas gubernamentales para la
toma de decisiones. A pesar de que lo anterior pueda resulta prometedor, en el fondo
implica un gran desafío y un enorme reto para las instituciones públicas.

Si bien es cierto que el uso de datos puede optimizar y mejorar la eficiencia en la

información y, por lo tanto, en las tomas de decisiones, este método implica que la
racionalidad de análisis cuantitativo sea más valorado que la política y la experiencia
personal de los funcionarios.

Es cierto que el análisis de datos ayudaría en varios sectores públicos, por ejemplo, al
sector de la justicia. También ayudaría a los entes gubernamentales a controlar los
casos de corrupción ya que podría desarrollar lo que se conoce como accountability.

Un ejemplo de lo anteriormente mencionado es lo que está ocurriendo en las regiones

de Colombia. Varios entes territoriales han destinado enormes recursos para mejorar la
salubridad en sus municipios a causa de la crisis generada por el Covid-19. Sin
embargo, las sumas de dinero se han multiplicado hasta por tres veces su valor real, lo
cual se convierte en una fuente directa de ilícitos y actos de corrupción. La
estandarización y sistematización de datos podría ser una excelente herramienta para
combatir tales ilícitos y dejar precedentes en casos similares en el futuro.
Pero hay que mencionar que el análisis de datos y sistematización de las labores
públicas conllevan a diversos desafíos. Por ejemplo, la necesidad de una información
completa y veraz para la toma de decisiones. Por otro lado, como mencionan Fernando
Jaime y Penélope Vaca existen varios retos e interrogantes: ¿cuál es el tipo de
evidencia que se necesita generar? ¿Cómo se trabaja una réplica o estandarización de
datos en un espacio y tiempo diferentes? ¿Cómo se verifica la información? ¿Cuál es la
capacidad de los Estados en adoptar las medidas de análisis de datos en sus políticas?

Sin duda, el análisis y recopilación de datos llegaron para quedarse en el ejercicio de la

política pública. Este es un desafío ineludible para una sociedad más compleja en
donde los sucesos pasan y cambian a una velocidad vertiginosa. También para una
sociedad y tiempos en el que el Estado tiene recursos escasos pero grandes
necesidades que satisfacer.

Las políticas públicas basadas en evidencia con base en datos precisos son un
componente fundamental para obtener información precisa y facilitar largos tramites en
el ejercicio de la función pública, como también son una herramienta útil para conocer o
identificar problemas al interior de una comunidad. En consecuencia, las políticas
públicas deben ir de la mano con los avances en materia tecnológica para conectarse
con el ritmo de la vida actual.

Sin embargo, es necesario que la sistematización a partir de datos no copte espacios

de la política y de discusión. Aunque sea necesario que se produzca una información
basada en evidencia, aun con la existencia de varios retos ya mencionados, debe
haber un delicado equilibrio entre la política y la racionalidad de la era moderna.