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El agua es el componente básico del concreto o mortero, para que se produzca la reacción
química del cemento Pórtland, formando una pasta que envuelve a los agregados y cuando
endurece se constituye una masa sólida de concreto o mortero endurecido. La calidad de la pasta
de cemento tiene el mayor efecto en el estado endurecido.
Cualquier agua natural que sea potable y que no tenga sabor u olor pronunciado, se puede utilizar
para producir concreto. Sin embargo, algunas aguas no potables pueden ser adecuadas para
mezclas de concreto, si al realizar el ensayo de resistencia en cubos de mortero producidos con
la mezcla, alcanzan resistencia a los siete días iguales o al menos el 90% de los especimenes
testigos fabricados con agua potable o destilada. (Norma ASTM C109).
El agua que es apta para el mezclado, de igual forma se puede emplear para el curado.
Ph
La mayoría de las aguas naturales tienen un Ph entre 4 y 9, aunque muchas de ellas tienen un Ph
ligeramente básico debido a la presencia de carbonatos y bicarbonatos, un Ph muy ácido o muy
alcalino, puede ser indicio de una contaminación industrial.
El agua que contiene ácidos clorhídricos, sulfúricos y otros ácidos inorgánicos comunes, en
concentraciones inferiores a 10.000 ppm, no tienen efecto adverso en la resistencia. Las aguas
ácidas con valores Ph menores que 3.0 pueden ocasionar problemas de manejo y se deben evitar
en lo posible.
Las impurezas excesivas en el agua no sólo pueden afectar el tiempo de fraguado y la resistencia
del concreto, sino también pueden ser causa de eflorescencia, manchado, corrosión del refuerzo,
inestabilidad volumétrica y menor durabilidad.
Algunas sustancias presentes en el agua que se emplea para el mezclado, deben ser controladas
y verificar que se encuentren dentro de los estándares permitidos, ya que sus efectos pueden
perjudicar las propiedades de las mezclas de concreto.
El carbonato de sodio puede causar fraguados muy rápidos, en tanto que los bicarbonatos pueden
acelerar o retardar el fraguado. En concentraciones fuertes, estas sales pueden reducir de
manera significativa la resistencia del concreto. Cuando la suma de las sales disueltas sea mayor
a 1,000 ppm, se deberán realizar pruebas para analizar su efecto sobre el tiempo de fraguado y
sobre la resistencia a los 28 días. También pueden presentarse reacciones álcali - agregado
graves.
Cloruros
La presencia de cloruros en el concreto, puede ser por alguno de los componentes, aditivos,
agregados, cemento, y agua, o por exposición a sales anticongelantes, agua de mar, o al aire
cargado de sales cerca de las costas.
El agua que se utilice en concreto preforzado o en un concreto que vaya a tener embebido
aluminio no deberá contener cantidades nocivas de ión cloruro. Las aportaciones de cloruros de
los ingredientes distintos al agua también se deberán tomar en consideración. Los aditivos de
cloruro de calcio se deberán emplear con mucha precaución.
Sulfatos
Los carbonatos de calcio y de magnesio no son muy solubles en el agua y rara vez se les
encuentra en concentraciones suficientes para afectar la resistencia del concreto. En algunas
aguas municipales se pueden encontrar bicarbonatos de calcio y de magnesio.