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Capital global, Integración regional y

Estados Nacionales en el siglo XXI.


Más allá de las teorías del Imperialismo y
de las Relaciones Internacionales

Global Capital, Regional Integration and


National States in the 21st Century
Beyond the Theories of Imperialism and International Relations

Por Pablo Míguez*


Fecha de Recepción: 01 de febrero de 2017.
Fecha de Aceptación: 15 de abril de 2017.

RESUMEN de la situación contemporánea de las lógicas


El presente artículo de investigación se pro- de la acumulación y de la dimensión política
pone discutir, por un lado, las relaciones nacional e internacional.
entre la lógica global del capital y la dimen-
sión territorial de las formas políticas asu- Palabras clave: Capital, Regionalismo, Es-
midas por ella y; por otro lado, el vinculo tado Nación, Relaciones Internacionales,
entre el marxismo y las Relaciones Inter- Imperialismo.
nacionales establecido a partir de los años
ABSTRACT
setenta y que fue objeto de análisis a partir
de las transformaciones asociadas al final de The present research article aims to discuss, on
la guerra fría y al despliegue de la llamada the one hand, the relations between the global
globalización. Analizamos los planteos y las logic of capital and the territorial dimension
críticas al interior del marxismo de los en- of the political forms assumed by it and, on
foques neogramscianos, estudiamos la recon- the other hand, the link between Marxism and
figuración del debate en los años noventa a la international relations established from the se-
luz de los cambios propuestos por el proceso venties And which was the object of analysis
de globalización, y proponemos una lectura based on the transformations associated with

* Doctor en Ciencias Sociales, Licenciado en Economía y Licenciado en Ciencia Política por la Uni-
versidad de Buenos Aires (UBA). Correo electrónico: pmiguez@ungs.edu.ar
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Pablo Míguez “Capital global, Integración regional y Estados Nacionales en el siglo XXI”

the end of the Cold War and the deployment de la acumulación y los ejes sobre los cuales
of so-called globalization. We analyze the is- entendemos que deberían pensarse líneas de
sues and criticism to the interior of the Mar- abordaje de la dimensión política nacional e
xism of neogramscianos approaches, studied internacional.
the reconfiguration of the debate in the 1990s
in the light of the changes proposed by the 1. Relaciones Internacionales
process of globalization, and proposes a re- y Marxismo
ading of the contemporary situation of the El marxismo se había introducido al campo de
logic of accumulation and the national and las Relaciones Internacionales desde los años
international political dimension. ochenta a partir del trabajo de Robert Cox y
Stephen Gill en una versión afín a las teorías
Keywords: Global Capital, Regionalism, Natio- gramscianas de la hegemonía pero llevada al
nal State, International Relations, Imperialism. plano internacional. A diferencia de la versión
original, no se trata de relaciones entre clases
Introducción y en el ámbito doméstico, sino de relaciones
El presente trabajo se propone discutir, por un entre Estados en el ámbito internacional.
lado, las relaciones entre la lógica global del En los años ochenta, el trabajo de Robert
capital y la dimensión territorial de las formas Cox emerge en contraposición a las teorías
políticas asumidas por ella y; por otro lado, el hegemónicas en Relaciones Internacionales
vinculo entre el marxismo y las Relaciones In- del Realismo (Waltz, 1979) y el Neorrealismo
ternacionales establecido a partir de los años (Keohane, 1984). Cox proponía relacionar la
setenta y que fue objeto de análisis a partir de idea gramsciana de hegemonía ligada al esta-
las transformaciones asociadas al final de la blecimiento de un orden mundial y a la idea
guerra fría y al despliegue de la llamada globa- de “cambio histórico” en el sentido de que esa
lización. En un primer apartado, analizamos hegemonía se sostiene en prácticas, normas,
los planteos y las críticas al interior del marxis- instituciones e ideas y en fuerzas que trans-
mo de las posiciones que establecen análisis de forman el orden prevaleciente. La hegemonía
las Relaciones Internacionales sobre la base de remite, por supuesto, a una forma de domina-
ciertas categorías marxistas en los años ochen- ción basada en el consenso antes que en el uso
ta, especialmente las derivadas de los enfoques del poder del Estado. La hegemonía, a su vez,
neogramscianos. En un segundo apartado, reconoce tres esferas de actividad: las relacio-
estudiamos la reconfiguración del debate en nes sociales de producción (formas materiales,
los años noventa a la luz de los cambios pro- institucionales y discursivas que engendran
puestos por el proceso de globalización, donde fuerzas sociales particulares); formas de Esta-
se establece el diálogo con enfoques marxistas do (el históricamente contingente complejo
que estudiaban desde fines de los años seten- Estado-sociedad civil); órdenes mundial (con
ta la teoría del Estado. En un tercer apartado, sus fases de estabilidad y conflicto y las formas
nos acercamos a los intentos de recepción de alternativas que puedan emerger). Las tres se
las críticas y la elaboración de propuestas su- encuentran dialécticamente relacionadas y las
peradoras para pensar algunos procesos como fuerzas sociales actúan a través de todas las es-
la integración regional o la adopción de po- feras de actividad constituyendo una “estruc-
líticas neoliberales por parte de ciertos Esta- tura histórica” formada por ideas, capacidades
dos en la etapa contemporánea de la globali- materiales e instituciones.
zación. Finalmente, proponemos una lectura En términos de clases, la tesis neograms-
de la situación contemporánea de las lógicas ciana trata de la expansión de una clase sur-
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gida en el ámbito de una sociedad nacional más que de hegemonía, organizada a través
que tiene éxito en expandirse en el sistema de dos procesos: el nuevo constitucionalismo
internacional. El proceso sería el siguiente: las del neoliberalismo disciplinario (democracia,
relaciones de producción generan diferentes un set de políticas macroeconómicas market-
fracciones de fuerzas sociales, esas fuerzas so- friendly) y una civilización de mercado (ba-
ciales definen los parámetros de la acción de sada en la ideología del progreso capitalista).
las formas de Estado, esto es, la razón de Es- La promoción norteamericana del liberalismo
tado para un Estado particular (Cox, 1987). hacia el resto del mundo sería una muestra de
La heterogeneidad es interna al Estado donde la supremacía americana basada en la ideolo-
una clase dominante desarrolla un proyecto gía del individualismo y del libre comercio.
hegemónico y constituye junto con otras frac- A pesar de estos aportes mencionados,
ciones de clase un “bloque histórico”, siempre Fred Halliday (2002a) señala que hay una
en el ámbito nacional. Una vez que fue con- ausencia del materialismo histórico en las Re-
solidada domésticamente, está en condiciones laciones Internacionales y va a proponer para
de insertarse en el orden mundial. su estudio la necesidad de hacer un uso delibe-
Con la crisis de los setenta como telón de rado de sus presupuestos y métodos así como
fondo, Cox señalaba la hegemonía británica de algunos conceptos clásicos y emblemáti-
para el periodo 1845-1879, la crisis de dicha cos como el de “Imperialismo”. Tal omisión
hegemonía entre 1879 y 1945 y la hegemonía proviene, según Halliday, del desinterés de
norteamericana desde 1945 hasta comienzos una disciplina basada en el “empirisimo” del
de 1970 en lo que denomino la Pax Ameri- mundo intelectual anglosajón, muchas veces
cana. Desde allí en adelante, asistiríamos a la reacio a la teorización y de cierto énfasis del
erosión de estos principios sobre la base de la Marxismo en los factores económicos en des-
internacionalización de la producción y del medro de las cuestiones políticas, ideológicas y
manejo de las finanzas, lo que constituye el de seguridad, así como un de un descuido por
preludio de la denominada globalización. la dualidad nacional-transnacional.
Desde los años setenta la organización de El marxismo permite entender al Estado
la producción y las finanzas al nivel transna- como la “encarnación de una formación social
cional marcan el comienzo de la globalización concreta” y a la soberanía como la soberanía
y el fin de la Pax Americana, lo que da lugar a de unas fuerzas sociales específicas y no como
un capital nacional y transnacional, así como un concepto jurídico. El sistema interestatal
a un trabajo que se segmenta entre trabajado- surge en el contexto de la expansión del capi-
res establecidos y no establecidos. Se desarro- talismo por todo el planeta y apuntala tanto
lla aquí la idea de la “Internacionalización del el carácter individual de los Estados como sus
Estado” para dar cuenta de la forma en que relaciones mutuas (Halliday, 2002a). A dife-
los cambios en la producción son transmiti- rencia de Ellen Meiksisns Wood, para Halli-
dos a través de los canales estatales y las formas day las clases actúan siempre a nivel nacional
asociadas de creación de consensos. Stephen e internacional, alineándose o compitiendo
Gill (1991, 1992), asimismo, reconoce el pa- por medios pacíficos o militares, por lo cual,
saje de un bloque histórico internacional en la lucha de clases se da en dos niveles: entre
el periodo de la segunda posguerra hegemo- grupos con posiciones diferentes y entre gru-
nizado por Estados Unidos hacia una trans- pos con posiciones similares, y tanto dentro de
nacionalización del bloque histórico a partir de Estados concretos como internacionalmente
los cambios mencionados en los años setenta entre distintos Estados. Los actores no estata-
donde se observa una posición de supremacía les siempre existieron, el tema es ver si actúan

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por medio de los Estados o a través de otros Estos conceptos, así como los avanzados
canales, como los relativos a las clases que por los enfoques neogramscianos, van a ser
funcionan internacionalmente, a saber, la bur- muy cuestionados por diferentes versiones del
guesía. Antes que el proletariado, la burguesía marxismo, especialmente por el Open Mar-
fue siempre esta clase internacionalizada, por xism británico, al que nos referiremos más
su educación, cultura e intereses económi- adelante con algún grado de detalle. En esta
cos, lo que la llevaba a actuar cada vez más teorización, se destaca una primera interven-
internacionalmente. ción de Simon Clarke que señala de manera
Las Relaciones Internacionales son el temprana que el Estado Nación es contingen-
resultado de un conflicto entre clases gober- te, no es una necesario para la relación del ca-
nantes capitalistas –entre las establecidas y pital como lo es la separación de lo económico
las que pugnan por emerger– que devienen y lo político, y es un producto de la lucha de
en conflictos inter-imperialistas e inter-capi- clases, del antagonismo entre el capital y el
talistas. A saber, la expansión de los imperios trabajo (Clarke, 1977). El Estado territorial-
europeos, el estallido de las dos guerras mun- mente delimitado en cuanto forma de las re-
diales, las crisis del ´30 y del ´73, los conflictos laciones sociales es preexistente a las relaciones
comerciales entre Japón y los Estados Unidos sociales capitalistas. Por otro lado, el Estado
en los años ochenta, etcétera, son conflictos sólo se entiende como formando parte del sis-
de este tipo. El imperialismo clásico de cuño tema internacional de Estados (Barker, 1978).
leninista, destaca Halliday, no es una versión
de las relaciones Norte-Sur sino la expresión Aportes y críticas desde el Open
del conflicto entre grandes potencias. Un con- Marxism en los años noventa
flicto que siempre puede verse como un factor En los años noventa, muchos de los protago-
dinámico del sistema internacional y que ex- nistas de los debates iniciados en los años se-
plica mejor su desenvolvimiento que la idea de tenta sobre la naturaleza del Estado actualizan
“anarquía”, propia de las teorías realistas de las sus tesis sobre la reconfiguración del rol estatal,
Relaciones Internacionales. Para el marxismo, en momentos donde comienzan a proliferar
la anarquía es la del mercado y no la del siste- numerosos discursos sobre la “globalización”.
ma interestatal. Las Relaciones Internacionales Uno de los trabajos iniciales y muy refe-
muestran la historia de la contención del con- renciados es el de Sol Picciotto (1991) que
flicto inter-capitalista, por un lado, y de la rev- analizaba la “Internacionalización del Sistema
olución social, por el otro. Halliday entiende estatal” entendiendo que las cuestiones ligadas
que el marxismo es adecuado para entender al principio de territorialidad de la jurisdic-
las Relaciones Internacionales en combinación ción se relacionan con la transición de una
con otras subdisciplinas, como por ejemplo el soberanía personal propia de las sociedades
derecho internacional, con reglas y tenden- pre-capitalistas a la soberanía “impersonal” de
cias propias que no pueden reducirse a los la sociedad capitalista. Este es uno de los ele-
factores socioeconómicos (Halliday, 2002a). mentos clave para entender la circulación de
En el estudio de la dimensión internacional mercancías y de capitales y el origen del sis-
Halliday subraya la vigencia y la pertinencia tema internacional capitalista volviéndose un
de la noción de Imperialismo para entender argumento muy utilizado por los autores del
la reproducción contemporánea de las clases, Open Marxism. Coincidiendo con otros auto-
la riqueza y el poder a escala mundial, no sólo res, señala la necesidad de partir del Mercado
del sistema internacional de Estados (Halliday, mundial como presupuesto y, al mismo tiempo,
2002b). como resultado del despliegue de esa acumula-
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ción a escala mundial y de entender el sistema cional o de alguna forma de regulación global
interestatal como partes constitutivas de ese adecuadamente funcional.
mismo proceso. A su entender, el marxismo Otro de los referentes del Open Marxism
se había ocupado del Estado individual y no es el pensador irlandés John Holloway, quien
como parte de un sistema internacional de Es- se plantea la pregunta en términos abstractos
tados que lo precede. Piccioto recupera la críti- sobre qué es lo que hace surgir a lo económi-
ca temprana de Simon Clarke (1977) a las tesis co y a lo político como momentos distintos
de Nicos Poulantzas por partir de la sociedad de esas relaciones sociales. En este sentido, el
civil –mejor dicho, de la interacción entre los Estado: “Como una forma de las relaciones so-
grupos de esa sociedad civil, de sus relaciones ciales capitalistas, depende de la reproducción
ideológicas e institucionales– antes que de las de esas relaciones. Por lo tanto, no es sólo un
relaciones de clase dominadas por relaciones Estado en la sociedad capitalista sino un Esta-
de producción y el proceso de acumulación de do capitalista, ya que su supervivencia como
capital (alude incluso a la posibilidad de pen- tal está ligada a su capacidad de promover la
sar la formación internacional de las clases de reproducción de las relaciones sociales capi-
sus alianzas y sus conflictos, de Kees van der talistas en su conjunto”. Y luego añade: “…
Pilj, retomadas luego por William Robinson y la relación entre el Estado y la reproducción
los Neogramscianos). Picciotto se opone tam- del capitalismo es compleja: no puede supo-
bién a la idea de Immanuel Wallerstein de un nerse, a la manera funcionalista, ni que todo
Sistema Mundo formado por sociedades indi- lo que el Estado hace es necesariamente en
viduales y sus Estados. Nos encontrábamos en beneficio del capital ni que el Estado pueda
medio de un nuevo auge de la discusión en la siempre realizar lo que necesario para asegu-
historiografía marxista sobre la transición del rar la reproducción de la sociedad capitalista.
feudalismo al capitalismo y del lugar del Esta- La relación entre el Estado y la reproducción
do en dicho proceso (Míguez, 2009). de las relaciones sociales del capitalismo es del
Retomando la crítica de Brenner al “circu- tipo de prueba y error” (Holloway, 1994). Se-
lacionismo” de Wallertstein, Picciotto destaca gún Holloway, lo político es un momento de
que no es el comercio ni la división interna- la totalidad de las relaciones sociales y el ca-
cional del trabajo lo que da origen al capita- rácter global de la sociedad es algo propio del
lismo, sino las contradicciones del modo de capitalismo desde el principio, no es, como se
producción feudal. Analizando el Derecho sugiere, el resultado de la reciente internacio-
Internacional Público, Picciotto señala que nalización del capital: “Lo político, entonces,
el incremento de las relaciones económicas es un momento de una relación global, pero se
internacionales incrementa la superposición expresa no en la existencia de un Estado mun-
de jurisdicciones, la dificultad para definir la dial, sino en la existencia de una multiplicidad
“jurisdicción nacional” y al aumento de los de Estados nacionales, aparentemente autóno-
conflictos sobre sus efectos, sobre todo a partir mos” (1994). El Estado es entonces una forma
de la segunda posguerra donde proliferan una de fracturar a la sociedad mundial. Para Ho-
enorme variedad de acuerdos entre Estados y lloway la derivación de lo político se discutió
entre estos y organizaciones internacionales desde los años setenta olvidando que el Estado
dentro y fuera de las Naciones Unidas (ONU). existe sólo en la forma de una multiplicidad
Estos acuerdos “informales y caleidoscópicos” de Estados: “Todos los Estados nacionales se
están lejos de proveer alguna especie de coor- definen, histórica y constantemente, a través
dinación de funciones de un Estado interna- de su relación con la totalidad de las relaciones
sociales capitalistas” (1994).

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Los Estados nacionales están definidos de esto es, como una forma no derivada de un
manera territorial e inmóvil, lo que se contra- análisis doméstico, donde los determinantes
pone con el carácter global y móvil del capital. externos aparecen a posteriori. La forma capi-
Los Estados nacionales buscan atraer al capi- talista del Estado deriva de la lucha de clases
tal y, una vez atraído, inmovilizarlo dentro de provenientes de las relaciones sociales feudales
su territorio brindándoles garantías para su que lo preexistían. Burnham retoma a Clar-
reproducción en condiciones más favorables ke y señala que el concepto de relaciones de
que otros Estados, ya sea otorgando ventajas clase tiene prioridad analítica sobre las formas
impositivas o facilitando la explotación del políticas, económicas o ideológicas de esas re-
trabajo. Es decir, compiten por atraer parte de laciones y que, por supuesto, dichas relaciones
la plusvalía global. Aunque se presente como de clase son antagónicas. Burnham se propone
tal, la relación entre Estados no puede enten- atravesar diferentes niveles de abstracción des-
derse como una relación externa. Los orga- de “el Estado” (la forma Estado capitalista en
nismos internacionales son “parte integrante general) hasta los Estados nación particulares
del conflicto político nacional o más bien de y luego hasta el “manejo político de los circui-
la integración del conflicto nacional y global” tos globales del capital” propios de los Estados
(Holloway, 1994). Por el simple hecho de que en la globalización, en línea con Holloway
la reproducción del capital requiera cierta ac- (1995). Esta versión del marxismo abierto se
ción política no puede asumirse que el Estado basa en la comprensión de la complejidad de
vaya a cumplir siempre con lo que el capital la rotación del capital y se enfoca en la resis-
requiere como tampoco puede suponerse que tencia a la imposición del trabajo y, por ende,
el capital siempre pueda resolver sus crisis. en la centralidad de la lucha de clases. Burn-
Para Holloway, en suma, todos los Estados ham rescata a Picciotto (1991) cuando señala
se definen a través de su relación con la tota- que el Estado y el sistema internacional de Es-
lidad de las relaciones sociales capitalistas. La tados surgen de la transición de la soberanía
definición territorial implica que cada Estado personal propia del feudalismo a la soberanía
sea inmóvil, en oposición a la movilidad del abstracta de una autoridad pública sobre un
capital, que deviene cada vez más líquido y territorio claramente delimitado.
fluye hacia donde obtiene mayor rentabilidad. Las relaciones de clase globales son na-
El Estado debe tratar de atraer e inmovilizar cionalmente procesadas siendo la lucha del
el capital dentro de su territorio, debe retener proletariado con la burguesía no en sustancia
una parte del capital mundial y por lo tanto o contenido, pero si en su forma, una lucha
de la plusvalía global, ya que este huye de la nacional (Burnham, 1995). Las relaciones de
insubordinación del trabajo. No se trata de clase no son nacionales y las luchas entre Esta-
la explotación de los países pobres sobre los dos deben ser entendidas a un nivel abstracto
países ricos, sino de la explotación del trabajo como la lucha entre capital y trabajo que asu-
global por el capital global. El capital se puede me cada vez más la forma del poder nacional
acumular en el territorio de un Estado gracias del capital sobre el trabajo y puede asumir la
a la explotación del trabajo en otro territorio forma de una lucha entre Estados. No es po-
nacional. Todos los Estados tienen interés en sible para ningún Estado elegir no estar inte-
la explotación global del trabajo. grado al contexto internacional. Los Estados
Peter Burnham (2002) es otro represen- nacionales existen como “nodos” políticos o
tante del Open Marxism que se plantea el pro- “momentos” en el flujo internacional del capi-
blema de entender al Estado como un compo- tal (Burnham, 2002: 123).
nente de un sistema internacional de Estados,

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El Estado es parte de la crisis pero no pue- Marxism, en cambio, parte de las relaciones
de resolverla por sí mismo aunque puede, sin sociales de producción, donde la relación entre
embargo, incrementar la eficiencia de la ex- capital, trabajo y Estado va a revelar la separa-
plotación dentro de sus fronteras y mejorar su ción entre Estado y mercado como ilusoria.
posición en la jerarquía del sistema de precios, Además, rechazan que la noción gramsciana
que es donde se ve la lógica de la competen- de Hegemonía (desplegada en numerosas no-
cia capitalista (Bonefeld, et. al., 1995). La so- tas en los Cuadernos de la Cárcel) sea evocada
ciedad capitalista es un sistema social global por los neogramscianos para analizar la expan-
basado en la imposición del trabajo a través sión de una clase en el ámbito internacional
de la forma mercancía siendo los Estados los por medio de la fuerza o el consenso y dando
momentos políticos de la composición global lugar a un orden mundial hegemónico.
de las relaciones de clase. No hay un juego
de suma cero donde el Estado y el mercado Diálogos del Neogramscismo
se oponen. Los Estados actúan usando los y el Open Marxism: Bieler
procesos de mercado para “despolitizar” los y Morton en los 2000
aspectos difíciles de la política pública (Burn- Andreas Bieler y Adam Morton son autores
ham, 1999, 2002). Burhnam lo relaciona con neogramscianos que conocen y respetan pro-
la discusión en el capital sobre la circulación fundamente la tradición del Open Marxism,
del capital y con el adecuado manejo de la pero que polemizan con ella en numerosos
rotación del capital que los Estados tendrían aspectos, sobre todo en el balance excesiva-
como función. Por despolitización se entien- mente negativo que estos hacen de la corriente
de la sujeción del trabajo a reglas automáticas neogramsciana a la que ellos, con sus críticas,
que eliminan la posibilidad de intervenciones suscriben. La principal objeción que realizan
discrecionales, sobre todo mecanismos finan- al Open Marxism es que fallan en la compren-
cieros o dinerarios que actúan como discipli- sión de la dinámica de la lucha trasnacional
nadores del trabajo (es el caso, por ejemplo, de de clases y, por lo tanto, de la globalización
la Unión Europea que elimina la posibilidad de los procesos de cambio estructural y forma-
de devaluación al crear una moneda única y ción transnacional de las clases. Pero de mane-
somete al trabajo a las políticas de austeridad). ra más general, los autores subrayan, a saber:
En las Relaciones Internacionales, el traba- la tendencia del Open Marxism a oscurecer la
jo de Burnham se concentraba en cuestionar forma en que la lucha de clases es mediada a
la forma en que el marxismo hacía uso de un través de prácticas sociales especificas, la prio-
materialismo histórico “transnacional” en las rización dada al dominio por sobre la resisten-
versiones neogramscianas de las Relaciones In- cia a dicha dominación, el rechazo a distinguir
ternacionales, especialmente de Cox y de Gill. formas de Estado y la existencia de un análisis
Burnham valora el aporte de los neogramscia- Estado-céntrico, y por último, un estilo de
nos en tanto ofrecen una mirada alternativa a discusión teórico y abstracto. Veamos con más
las corrientes neorrealistas e institucionalistas detalle estas objeciones y algunas otras.
de las relaciones internacionales. Estas co- La visión de una lucha de clases que no
rrientes frecuentemente parten de entender al hace referencias concretas o análisis históricos
mercado y al Estado como dos entidades sepa- oscurece la variedad de formas que esta puede
radas, lo que resulta en una fetichización del asumir. La idea de Holloway de que “el capital
Estado, quedando el mercado deshistorizado es lucha de clases” elude, según Bieler y Mor-
y tratado como una arena técnica en donde el ton (2006a), el necesario análisis de las formas
Estado interviene de manera externa. El Open en que el desarrollo histórico de la acumula-
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ción es mediada por formas institucionales de Neogramscianos lo suponen como parte de un


las relaciones de producción de las cuales el conflicto de clase transnacional sobre el mo-
Estado es sólo un aspecto. Por otro lado, las delo de capitalismo futuro, que parece ir en
estrategias de “despolitización” analizadas por la dirección de un modelo Anglo-americano
Burnham resaltan el efecto de dominación y (sic). Se debe analizar las diferentes formas en
opacan la mirada sobre las resistencias deriva- que los intereses neoliberales de las fuerzas
das de esas luchas. Por su parte, se observa un sociales transnacionales del capital son inter-
rechazo a distinguir diferentes formas de Esta- nalizadas (o resistidas) en diferentes formas
do así como el menosprecio por otras formas de Estado nacionales y sus respectivos intere-
de poder de Estado que no sean coercitivas, ni ses nacionales. Y esto, volviendo a Gramsci,
tampoco la posibilidad de cooperación y no puede reconocer dos formas principales, ya
de conflicto entre los Estados. La centralidad sea bajo la forma hegemónica o bajo la forma
puesta en el Estado olvida la dimensión inter- de una revolución pasiva (como el ascenso del
nacional del sistema estatal capitalista, como neoliberalismo en México o la expansión del
lo ha señalado tempranamente Colin Barker. capital europeo a Europa Central y Oriental,
Por último, se rechaza el desarrollo de algún estudiadas por Bieler (2006).
tipo de periodización relativa al modo de pro- A pesar de las múltiples críticas recibidas,
ducción capitalista para evitar asumir algún Bieler y Morton sin embargo van a intentar
tipo de estabilidad temporal en el capitalismo incorporar algunos de los numerosos señala-
que suspenda la crisis. mientos que son realizados por el Open Mar-
De manera más específica, el Open Mar- xism y van a ofrecer una conceptualización del
xism y los Neogramscianos difieren en la for- Estado desde una “Critical Economy”, ya que
ma de interpretar los cambios de la economía el enfoque neogramsciano, según ellos, no de-
global posteriores a los años setenta. Para Open sarrolló completamente una teoría del Estado
Marxism, los cambios son sólo resultados de la y cómo se relaciona con la reestructuración de
intensificación de desarrollos previos, no ven diferentes formas de Estado en la economía
en ellos una ruptura. Los neogramscianos, en política global (Bieler y Morton, 2006a: 164).
cambio, la interpretan como un cambio es- Retomando a Gramsci, recuerdan que este no
tructural fundamental, que es el de la transna- divide al Estado de la sociedad, que se combi-
cionalización de la producción y las finanzas. nan para producir el “Estado ampliado” y que
El Open Marxism no tiene en cuenta, por lo se construye en oposición a la concepción libe-
tanto, la forma transnacional de la lucha de ral de la separación de poderes. La hegemonía
clases, la cual puede tener lugar entre capital no está limitada a las experiencias nacionales
y trabajo a nivel nacional, pero también entre o domésticas, sino a las circunstancias inter-
capital nacional y trabajo, y capital transnacio- nacionales, lo que permite combinar el énfasis
nal y trabajo. Para ellos esta lucha tiene lugar a en el punto de partida nacional con el foco en
nivel nacional pero se juega a nivel internacio- las emergentes fuerzas sociales transnacionales
nal bajo la forma de la cooperación o conflicto sin el punto de vista exclusivo de la internacio-
interestatal. En su interpretación del proceso nalización del Estado (a diferencia del Open
de unión monetaria europea, esta es entendida Marxism que parte de lo económico global y
como la estrategia de diferentes burguesías y lo político global). Para ello, recurrirán a la
Estados nacionales cooperando en una des- obra de Poulantzas y a la internacionalización
politizante política monetaria a nivel euro- de los intereses de clase dentro del Estado ya
peo en orden a extender la explotación de sus que según el pensador griego, el Estado es la
diferentes clases trabajadoras nacionales. Los condensación de relaciones de fuerza entre

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clases y fracciones de clase dentro del propio cional” (2002: 25). Para ella, la medida de la
Estado. Poulantzas (1975) asiste a la interna- universalización del capital no es el grado en
cionalización del capital norteamericano en que el capital ha escapado de los confines del
Europa (siendo internalizado por diferentes Estado nacional. Y de hecho, “aun tenemos
Estados europeos). La internacionalización del economías nacionales, Estados nacionales,
capital, o mejor aún, para los neogramscianos, capitales basados nacionalmente y capitales
su transnacionalización, no es la expansión de transnacionales basados nacionalmente.” Es
diferentes capitales fuera del Estado, sino la más, los organismos internacionales como el
expansión de diferentes fracciones de clase en FMI, la OMC, el Banco Mundial, etcétera,
diferentes Estados (170). serían agentes de capitales nacionales específ-
Luego de conceptualizar los efectos de la icos cuyo poder deriva de Estados nacionales,
internacionalización de las relaciones de pro- por lo cual, Estados imperiales subordinan a
ducción, Bieler y Morton (2006b) la relacio- otros Estados.
nan con la neogramsciana noción de Cox de En Empire of Capital, Ellen Mieksins
“internacionalización del Estado”, establecida Wood (2003) defiende la vigencia de la idea
por la particular configuración de fuerzas so- clásica de Imperialismo por el hecho de que
ciales que definen la razón de Estado de un la globalización es activada justamente por
Estado particular. Esta definición de la “forma los mayores Estados capitalistas y sus agencias
de Estado” permite tratar al Estado como algo internacionales. Mientras que la globalización
más que un aparato, como la interacción de supone, para Wood, una tendencia a la unifor-
fuerzas sociales dentro de la sociedad civil y la midad de la relaciones sociales o disolución de
sociedad política, esto, es el Estado ampliado las diferencias sociales, esto es, un movimiento
de Gramsci, con lo que se supera la separación homogeneizador de igualación de la condicio-
entre economía y política que es una de las nes de producción. El imperialismo actúa en
demandas metodológicas del Open Marxism. sentido contrario, refuerza la “diferenciación
En suma, los diálogos establecidos entre social” de las economías nacionales.
estas corrientes marxistas interesadas en las Hay una “diferenciación social” de las eco-
Relaciones Internacionales, por momentos su- nomías nacionales en el mundo en la medida
mamente álgidos, no excluyen la posibilidad que la lógica de la competencia capitalista está
de llevar sus consideraciones a otro campo más orientada al mercado mundial (configurando
propios del marxismo, que es el de la Econo- “lo económico”), mientras que lo estrictamen-
mía Política. te “político” es nacional y está territorialmente
delimitado. Las fracciones de clase se dan al
El debate de “lo internacional” interior de cada Estado y representan intereses
desde la economía política por medio de agentes u actores que pueden
estar insertos o no en el mercado mundial. Se-
Marxismo clásico de Meiksisn gún Wood, el capitalismo emergió por prime-
Woody Callinicos ra vez en Inglaterra y se expandió desde Gran
Una de las posiciones más fuertes en el debate Bretaña al resto del mundo como resultado
es la que sostiene la vigencia de los Estados de los desarrollos propios del capitalismo in-
nacionales a pesar del carácter global del cap- glés y de sus imperativos de expansión, de sus
ital. La prestigiosa historiadora Ellen Miek- particulares necesidades de recursos, trabajo,
sins Wood defiende esta idea al subrayar que mercados y los rivales Estados europeos se vie-
“decir que el capitalismo es universal no es ron envueltos en la competencia y en la sub-
lo mismo que decir que el capital es transna- yugación de los territorios coloniales, donde

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Pablo Míguez “Capital global, Integración regional y Estados Nacionales en el siglo XXI”

la ventaja productiva tenía a su vez un corre- producción como resultado de la globaliza-


lato en los conflictos militares. En el resto de ción, sino que la economía global es una agre-
Europa, el capitalismo no va a emerger de la gado de sistemas sociales diferenciados donde
misma manera sino de la mano de los Estados el capital actúa explotando esas diferencias,
europeos que se veían obligados a desarrollar acentuando la competencia y el desarrollo
sus economías por la presión externa ejercida desigual.
por el capitalismo británico (es paradigmático En los primeros años del 2000, Claire
el caso de Alemania y su industrialización fo- Cutler (2002) refuerza estos argumentos anal-
mentada desde el Estado). Crecerán así nume- izando la globalización de los mercados a la luz
rosas economías nacionales y Estados naciona- del creciente cuerpo de derecho económico
les y su desarrollo en entidades separadas, pero transnacional. Y advierte que la globalización
interrelacionadas, garantizando la permanen- del derecho supone el avance de los intereses
cia de las formas nacionales. de una clase transnacional cuyos miembros
En todo caso, la integración transnacional funcionan como intelectuales orgánicos de la
estaría tomando la forma de una regionali- globalización del capitalismo. Claire Cutler
zación antes que una globalización, y en ese subraya que a pesar del crucial rol del dere-
caso, se trata de bloques regionales de desa- cho internacional ha sido “subteorizado” por
rrollo desigual con economías nacionales y Es- el marxismo y avanza identificando dos dif-
tados nacionales jerárquicamente organizados, erentes conceptos de propiedad, uno de ellos
con centros de gravedad y periferias de econo- asociado a los senderos de la acumulación na-
mías marginales. La integración significa una cional y otro al de la acumulación transnacion-
mayor competencia entre capitales nacionales, al, que busca desnacionalizar, desterritorializar
que deben ser respaldados por sus respectivos y desmaterializar las relaciones de propiedad
Estados. Wood no acuerda con que la globali- en línea con los cambios en las formas post-
zación implique la declinación de los Estados fordistas de organización del trabajo y de la
nacionales ni de las clases capitalistas nacio- fragmentación global de la producción capi-
nales, pero reconoce que han surgido nue- talista. Retomando el análisis de Ellen Meik-
vas formas de imperialismo por medio de la sisns Wood sobre la separación de lo económi-
deuda, la manipulación financiera o la inver- co y lo político y su lectura de E. P. Thompson
sión extranjera directa, que necesita penetrar sobre el derecho, entiende al derecho como un
fronteras nacionales de formas diferentes a los elemento interno al modo de producción. Los
medios militares o a la dominación colonial modos de dominación y de coerción, así como
de antaño. las formas de propiedad, no son sólo elemen-
El capitalismo, a diferencia de otros siste- tos superestructurales, o meros reflejos, sino
mas de explotación previos, siempre tuvo la que son constitutivos de las relaciones pro-
contradicción de presentar una lógica econó- ductivas (Cutler, 2002: 234-235). El marxis-
mica expansiva –y global– y la división territo- mo habría concebido el análisis de los modos
rial de su forma política –el Estado como mo- de producción y de las clases centralmente en
mento extra económico o momento político términos de formaciones nacionales. La ex-
de la coerción– como momento necesario para pansión transnacional del capital es habilitada
preservar su capacidad de autoexpansión. Es por el derecho en tanto por esta vía se expande
por eso que tiende a la fragmentación territo- globalmente el poder corporativo privado, cre-
rial del espacio y de la autoridad política. Para ando un orden jurídico global que es interno
Wood es imposible que se produzcan condi- a los cambios en el modo de producción capi-
ciones sociales suficientemente uniformes de talista resultantes del proceso de globalización.

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Sin embargo, la difusión, la fragmentación y (2002). La posición de Robinson (2004) sobre


la desterritorialización del poder corporativo, el Estado Transnacional se alinea con Michael
las imágenes que evocan relaciones político-le- Hardt y Antonio Negri y se opone a la de Ellen
gales medievales, no deben ser vista como una M. Wood. En relación a las posiciones de esta
“remedievalización” de la economía política, última, Robinson (2007) argumenta que en su
sino de manera más compleja como un movi- teorización del “Imperialismo capitalista”, sur-
miento globalmente unificado organizado por gido en el tardío siglo XX, Wood propone de
una clase mercantil transnacional. Siguiendo manera tajante la dualidad coerción económi-
a autores como Stephen Gill o van der Pilj, ca/coerción extra-económico (léase, política,
Claire Cutler señala que es el creciente “cor- militar, judicial) como paralela a la dualidad
pus” de derecho económico transnacional es lo capitalista/extracapitalista. Veamos estos ar-
que permite que surja una “clase transnacion- gumentos con más detalle. La prevalencia de
al”. En este punto, se aleja notoriamente de la coerción extraeconómica (impuestos y tributo
historiadora británica Wood. La globalización sobre las colonias británicas en la India, por
del derecho, aspecto central de la globalización ejemplo) sobre los mecanismos típicos de co-
del capitalismo, permite la existencia de “ens- erción económica (apropiación de plusvalor
ambles” de jurisdicciones, autoridades y ter- mediante inversiones de capital) es clara en el
ritorios en la governance de la acumulación imperialismo no capitalista, pero también ex-
global (Sassen, 2007, 2011). iste en el imperialismo capitalista. Para Wood,
Otra tesis relevante sobre la relación entre la fuerza extraeconómica es siempre esencial
Estado nación y globalización económica es la para mantener la coerción económica. ¿Pero
de Willian Robinson, que señala la emergen- qué debemos hacer entonces con la tradicional
cia de un Estado Transnacional (Transnacional distinción entre coerción económica y extrae-
State, TNS). Inspirado inicialmente en las te- conómica que divide al imperialismo capital-
orías de Kees van der Pilj sobre la internacio- ista del no capitalista? La dificultad surge al
nalización de las clases sociales, sus análisis van querer establecer una demarcación clara entre
a dirigirse hacia el ascenso del capital trans- instituciones capitalistas y no capitalistas sobre
nacional y la superación del sistema estatal la base de la prevalencia de unos u otros me-
como principio organizador del desarrollo canismos, ya que se vuelve muy difícil sostener
capitalista. Este desarrollo capitalista supone que los mecanismos no económicos sobre la
la combinación de la descentralización de la India no han contribuido o no están interna-
producción junto con la centralización del mente relacionados con el desarrollo del cap-
comando y el control de la economía glob- italismo en los centros metropolitanos, o del
al, que quiebra los circuitos nacionales y los capitalismo mundial. Esto remite a viejos de-
integra en circuitos globales de acumulación. bates sobre el origen del capitalismo (central-
Fracciones de clase de diferentes países se han mente, si corresponde colocarlo en Inglaterra
fusionado en nuevos grupos capitalistas que durante la revolución industrial a mitad del
actúan en el espacio transnacional, una bur- siglo XVIII o bien a partir del descubrimien-
guesía transnacional que maneja los circuitos to de América en 1492) y el despliegue de la
globales de la acumulación. El proceso de división internacional del trabajo. Para Wood,
transformación del Estado nacional y el ascen- los procesos iniciados en 1492 formarían par-
so de las instituciones supranacionales son las te del despliegue del imperialismo precapi-
dos dimensiones del proceso de transnacioan- talista; para Robinson deben incluirse entre
lización del Estado, cuya organización y apara- los prolegómenos del capitalismo. En todo
to es económico y político, formal e informal caso, esa antinomia capitalista/no capitalis-

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Pablo Míguez “Capital global, Integración regional y Estados Nacionales en el siglo XXI”

ta y la dualidad económica/extraeconómico idenses. En cierto punto, para Robinson, la


se justifican en un sistema mundo donde se “transnacionalización” del capital es el pun-
articulan numerosos modos de producción1. tapié inicial de la transnacionalización de las
Sin embargo, en esto coinciden con Hardt y clases y por ende del Estado. Esta transnacio-
Negri, y también con Wood, el capitalismo nalización del capital –diferente a la idea de
se ha vuelto universal (“global” –dirían Hardt internalización–, no trata sólo del crecimiento
y Negri– (2002, 2011)), pues ya no existen cuantitativo del comercio internacional en
espacios no capitalistas. Sin embargo, Wood el siglo XXI, sino de un cambio cualitativo
no le da ninguna importancia a la idea de que muestra que el comercio internacional ya
“globalización”, a la que considera subsumida no es un comercio de bienes y servicios en-
en el despliegue del imperialismo capitalista, tre sistemas de producción nacionales sino
donde continua la centralidad de los capital- un comercio intra-firma (2/3 del comercio
es nacionales que compiten entre sí, circuitos internacional) indicativo de un sistema de
nacionales de acumulación conectados, eso sí, producción globalmente integrado con cir-
a través de mercados internacionales (no com- cuitos transnacionalizados de producción
pletamente integrados) de comercio y flujos acumulación y finanzas (2007: 76). La frag-
financieros, siendo el capital estadounidense mentación y descentralización de las cadenas
el principal promotor y beneficiario de todo globales de producción supone la integración
el proceso a través de la política exterior del funcional de sus diferentes segmentos. Esto es
gobierno norteamericano. Para Robinson, en el resultado de la reestructuración capitalista
cambio, el capitalismo global no es una colec- derivada de la crisis de los años setenta y fue
ción de economías nacionales. posibilitada por las innovaciones organizacio-
Robinson (2004) señala que la evidencia nales habilitadas por las nuevas tecnologías de
empírica reciente muestra que las principales la información y comunicación (TICS), lo
corporaciones son grupos capitalistas trans- que señala el pasaje “de la economía mundial
nacionales antes que corporaciones estadoun- a la economía global” (Robinson, 2007: 78).
Sin embargo, no hay mucho para celebrar al
respecto. La fragmentación de la producción
vino de la mano de la centralización del con-
1 En alguna medida, la idea de una “acumu-
trol por parte de una burguesía transnacional
lación originaria reiterada” surgida a comien-
originada en los mercados globales con in-
zos de los años 2000 por autores como
tereses en la acumulación global por sobre la
George Caffentzis también dejaría en suspen-
acumulación local o nacional, y que a su vez,
so la demarcación tajante entre los medios
compite con los capitales locales o nacionales.
violentos propios de la acumulación primitiva
El hecho a resaltar a partir de los años ochenta
y los medios económicos de la acumulación
es la hegemonía que las fracciones transnacio-
capitalista. Del mismo modo, Harvey (2003)
nalmente orientadas logran imponer sobre las
señala que en el periodo actual operan tanto
fracciones local o nacionalmente orientadas en
las lógicas de la reproducción ampliada como
numerosos países y la captura de la mayoría de
las de la llamada “acumulación por despose-
los aparatos de Estado nacionales.
sión”. De acuerdo con Robinson (2007), en
Para Robinson, el Estado no es una “cosa”
el periodo previo a la revolución industrial,
y en tanto relación de clase institucionaliza-
los medios de coerción extraeconómicos con-
da no debe necesariamente ser concebido en
tribuían decisivamente al desarrollo de los
términos territoriales ni las clases organizadas
estrictamente “económicos” con lo cual la dis-
alrededor de líneas nacionales, aunque fuera el
tinción se vuelve poco operativa.
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caso antes de la globalización. Para la repro- capitalismo, no puede atribuirse a las leyes o las
ducción del capital global se requiere impo- lógicas del capital, a las lógicas de su reproduc-
ner regímenes transnacionales de comercio, la ción y a la competencia capitalista, y que no
construcción de una legalidad supranacional, puede, por lo tanto, derivarse el Estado de ca-
la armonización de políticas macroeconómi- pital. Benno Teschke y Hannes Lacher (2008)
cas y, por lo tanto, se requiere un conjunto de analizan el momento presente de las Relacio-
instituciones transnacionales cuyas políticas y nes Internacionales considerando con rigor
acciones puedan ser sincronizadas con el Esta- historiográfico el origen del sistema internacio-
do nacional neoliberal que ha sido capturado nal de Estados y la transición del feudalismo al
por las fuerzas o fracciones de capital locales capitalismo y proyectando sus conclusiones a
transnacionalmente orientadas (2007: 82). las Relaciones Internacionales actuales y a los
Nunca se sugiere que las instituciones como problemas asociados, desde su perspectiva, a la
el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el reciente recuperación/superación de las teorías
Banco Mundial (BM) tornen irrelevantes a los del imperialismo. La tesis central de Teschke:
Estados nacionales, sino que sus funciones son no es el capitalismo el que desarrolla un siste-
crecientemente absorbidas en una compleja ma de Estados territoriales, ni estos territorios
estructura institucional transnacional que ac- co-evolucionan junto con él (como sugiere Pe-
túa en acuerdo con esos Estados para rearti- rry Anderson); sino que es justamente al revés,
cular las relaciones laborales, las instituciones el capitalismo es estructurado por un sistema
financieras y los circuitos de producción en el internacional porque este nace en un sistema
marco de un sistema global de acumulación. preexistente de Estados territoriales. La exis-
Esto no excluye la posibilidad del uso de la tencia de múltiples Estados no es una función
fuerza en el caso de que sea necesario. Cuando del capitalismo sino un legado de las formacio-
el aparato de Estado norteamericano, el único nes territoriales precapitalistas. Estos Estados
con capacidad coercitiva global, actúa militar- son múltiples y compiten entre sí por razones
mente, no lo hace en nombre del capital nor- que no son explicadas adecuadamente desde el
teamericano sino que defiende el interés de los marxismo. Señalan que no hay una necesidad
inversores transnacionales y del sistema como histórica para el capitalismo –ni está en su na-
un todo. La continuidad de la existencia del turaleza– el desarrollar un sistema interestatal
Estado nacional es una condición central para con soberanía exclusiva sobre espacios políticos
el poder de clase del capital transnacional an- territorialmente demarcados. El capitalismo
tes que para el capital norteamericano o el im- requiere alguna forma de organización geopo-
perio norteamericano (Robinson, 2008: 76). lítica, pero el hecho de que hay emergido de
Por su parte, otros trabajos como los un sistema de Estados es contingente. Podría
de Hannes Lacher (2000) y Benno Teschke haber emergido en una formación imperial ca-
(2003), ponían reparos a la posibilidad de lle- rente de unidades territoriales múltiples.
var linealmente el Marxismo al campo de las El sistema interestatal moderno no surge de
Relaciones Internacionales señalando que el una lógica política sino geopolítica. Y “lo polí-
sistema interestatal no es una expresión necesa- tico”, el Estado, supone entonces una dinámica
ria de la relación de capital. El espacio político diferente que obliga a pensar el pasaje del mun-
capitalista está territorialmente fragmentado. do medieval al mundo moderno. En el me-
Tiene una estructura “geopolítica” (de origen dioevo no había ni Estado medieval ni sistema
precapitalista, heredada de sociedades precapi- interestatal medieval. Había una acumulación
talistas). El sistema interestatal es distinto en “política” de medios de coerción en la medida
el feudalismo, en el Estado absolutista, o en el que los señores feudales contaban en sus manos

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Pablo Míguez “Capital global, Integración regional y Estados Nacionales en el siglo XXI”

con los medios de explotación y de coerción y den justamente a la cartelización de capitales


una acumulación “geopolítica” basadas en rela- nacionales que demandan que el Estado actúe
ciones de vasallaje intra-señoriales, precarias e en nombre de todos ellos frente a los capitales
inestables, que se establecían por medios “sui individuales, que serán defendidos, a su vez,
generis” como la conquista militar o los casa- por otros Estados. Sólo la revolución podrá
mientos, en una lógica dinástica que se verá prevenir la concertación ultraimperialista y la
interrumpida por el proceso de la revolución formación de un Estado global.
industrial y del surgimiento del capitalismo en Teschke y Lacher proponen alejarse del
Inglaterra, forzando luego a los restantes Es- debate original del Imperalismo porque este
tados absolutistas a seguir la lógica de conso- podía ser útil para explicar la dinámica 1890-
lidación estatal. Pero ello no está inscripto en 1945, aunque incluso allí estaríamos tomando
la lógica de la acumulación o en la naturaleza los Estados nacionales como dados y no teori-
del capital, sino en las circunstancias históricas zando la forma Estado nacional y su compleja
contingentes en que se desenvolvió la transi- internacionalización. Al revés de Callinicos,
ción del feudalismo al capitalismo. El sistema más que la competencia interestatal subsumida
interestatal está territorialmente organizado bajo la competencia entre capitales, Teschke y
pero el mercado mundial capitalista es tenden- Lacher van a defender la tesis de la subsunción
cialmente transnacional y universalizado. del capital a la competencia (política y geo-
Hannes Lacher (2000) señalaba que el es- política) entre Estados. No hay una lógica con
pacio político capitalista está territorialmente la que los Estados capitalistas hayan estructur-
fragmentado. Tiene una estructura “geopo- ado sus relaciones entre sí y con el mercado
lítica” (de origen precapitalista, heredada de mundial, sino que han adoptado diferentes
sociedades precapitalistas) y que el sistema vías o “estrategias de espacialización”, según
interestatal no es una expresión de la relación la variable política y geopolítica de territorial-
de capital. El sistema interestatal es distinto en ización o desterritorialización que imponga el
el feudalismo, en el Estado absolutista o en el momento histórico y su particular coyuntura2.
capitalismo, por lo cual, no puede atribuirse a
las leyes o las lógicas del capital, y no puede,
por lo tanto, derivarse el Estado del capital.
2 En trabajos anteriores, Teschke y Heine
Teschke y Lacher (2008) también señalan
(2002) tomaba a la “Globalización” como el
como problemática el reciente retorno a las
resultado de la crisis de acumulación en los
teorías del Imperialismo por la posibilidad de
Estados Unidos (el argumento lo toma de
recaer en sus problemas teóricos. Sobre todo
Brenner). Esta crisis había generado inver-
porque de allí se desprenden dos lógicas de
siones directas (fusiones y adquisiciones más
funcionamiento cuando deberíamos conside-
que nuevas plantas) de los Estados Unidos en
rar muchas otras. En primer lugar, ni Lenin
Europa, problemas de competitividad frente a
ni Bujarin contemplaban la posibilidad de que
Japón, la celebración de los acuerdos de plaza
la rivalidad interimperialista fuera una condi-
en 1985 y la respectiva devaluación del dólar
ción estructural de largo plazo del capitalismo,
frente al yen. También la regionalización apa-
sino que analizaban la posibilidad más real de
rece como resultado de los vaivenes de la acu-
una interdependencia internacional entre los
mulación y de las crisis (el NAFTA es resul-
Estados que, sin embargo, no implicaba una
tado de la crisis de los Estados Unidos de los
armonía de intereses entre ellos y no elimina
años ´80 que impulsa el TLCAN en 1992 y
por sí mismo el uso de la fuerza. Para Buja-
se firma en 1994). Se trata de agrupamientos
rin, los procesos de monopolización respon-
defensivos ante la caída de la tasa de ganancia.
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Sus argumentos, entonces, apuntan a comple- la caída del socialismo real no habilitó su domi-
jizar la relación entre marxismo y Relaciones nio a todo el planeta bajo la conocida fórmula
Internacionales al tiempo que proponen una de la globalización. Ya no quedan espacios eco-
reinterpretación tanto de la relación entre lo nómicos por fuera del alcance del capital, lo
político y lo económico, del debate de la tran- que fue leído en muchas oportunidades como
sición del feudalismo al capitalismo, dudan de un retroceso de los atributos estatales.
la pertinencia de la idea de imperialismo para Estos desarrollos de la acumulación fueron
el momento presente (al revés que Halliday) y asociados al despliegue de una nueva etapa del
de la idea de Imperio de Hardt y Negri (aun- desarrollo capitalista que obligaba a pensar la
que muestran cierta simpatía por los análisis relación entre capital, trabajo y Estado, en la
de Robinson). dimensión económica y política, ya sea a nivel
nacional como internacional. Lo que queda
3. Algunos hechos estilizados de por resaltar es la existencia de un capitalismo
la globalización y su impacto en el que presenta un comportamiento asociado a la
estudio de la dimensión internacional proliferación de rentas de todo tipo, tecnoló-
Este recorrido por los debates y las posiciones gicas, financieras, inmobiliarias que son garan-
respecto de la relación entre el capital, los Es- tizadas tanto por el nivel del Estado nacional
tados y el trabajo en el marco de la globali- como por la forma internacional que asuma lo
zación, nos obligan a reponer algunos hechos político. El Estado Transnacional de Robinson,
estilizados de la acumulación a escala global su entramado institucional, se asemeja al Im-
para considerar las transformaciones de esta perio de Hardt y Negri y a la idea de “ensam-
relación en el siglo XXI y proponer algunas blaje” de Saskia Sassen (2010). Como señala
cuestiones adicionales al respecto. Robinson, el Estado nacional se encuentra
Hacia medidos de los años setenta, se en estado de transformación en línea con la
produce efectivamente la suspensión de la di- transformación del capitalismo mundial y el
námica “virtuosa” asociada al capitalismo de desafío es ver de qué manera emergen y cómo
posguerra que había permitido los célebres se teorizan esas nuevas configuraciones.
“treinta años gloriosos” del capitalismo. Las
razones son numerosas y no las repondremos
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