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Generación de Josué 4.

Sigamos tomando herramientas que la escritura nos entrega para poder alcanzar la
tierra prometida, aquella tierra que fluye leche y miel, aquellas promesas que están
dispuestas para todos en este lugar, pero que algunos las reciben y otros no, es muy
importante que cada uno aquí tomemos y pesemos todo lo que Dios nos dejo escrito
para nuestro beneficio, Josué estaba emprendiendo una tarea muy importante y a la
vez inquietante, debía llevar a toda una nación a materializar las promesas de Dios,
fue el encargado de ejecutar cada diseño que Dios le entregaba.

Josué 3:1
Recordemos que Josué acaba de recibir el reporte de los dos espías que había enviado
a Jericó, estos hombres trajeron la noticia de que ese pueblo les tenia pavor por causa
de lo que Dios había hecho con los egipcios y como los había sustentado en el
desierto, será muy complicado entrar en la tierra que fluye leche y miel sin antes
haber salido de Egipto y sin haber atravesado el desierto, creo que allí radica el
problema de mucho creyente, están deseosos de las bendiciones de Dios, pero no
están dispuestos a dejar Egipto, pretenden seguir viviendo familiarizados con el
pecado y asi recibir la tierra prometida, otros no desean pasar desiertos y aprender
en medio del mismo, creo que allí es donde muchos se quedan, cuando vienen las
dificultades del desierto prefieren desertar y abandonar el camino, ninguna de esas
dos clases de personas podrá entrar en la tierra prometida, si en verdad deseamos
tomar posesión de las promesas no podemos saltarnos ningún paso, debemos asumir
cada proceso con madurez y responsabilidad.

ahora están listos para ir en post de manifestar lo que Dios había dicho, estos
personajes llegan hasta el rio Jordan y allí se establecen para el siguiente paso, es
clara la escritura al decir que muy de mañana, muy temprano salieron de sus
posiciones de comodidad para ir a encontrarse con el tan anhelado lugar de
bendición.

En este campamento podemos ver como las instrucciones de guerra empiezan a


aparecer.

Esten atentos a cuando los levitas estén llevando el Arca del Pacto, es decir la
presencia de Dios, apenas vean eso dejen lo que están haciendo y síganlos, es decir
miren no podemos hacer nada si la presencia de Dios no va por delante de nosotros,
hermanos absolutamente en todo lo que deseemos alcanzar y poseer necesitamos la
presencia de Dios abriendo camino, si no estas seguro que la presencia de Dios te
esta guiando lo mejor que puedes hacer es quedarte quieto por un tiempo agudizar
los sentidos, escuchar y hay si seguir.

Lo siguiente que veo es que la orden es clara deben seguirlos porque ustedes no
conocen el camino, es decir están caminando por algo incierto, algo que hasta ahora
es desconocido, y de una u otra manera es muy parecido con el hoy, sabemos lo
teórico, pero ahora vamos a la practica y hay ya es diferente, allí hay cosas inciertas
que aun no entendemos, de allí la necesidad de que la presencia de Dios vaya por
delante, en la guerra siempre hay cosas que no están bajo nuestro control, de allí que
es mejor que el sea quien guie, después de dar estas instrucciones viene lo que para
mí es el secreto y el arma mas poderosa que este pueblo tenía para usar.

Josué dice al pueblo purifíquense, en otra versión dice consagraos, yo diría alinéense,
por Dios hará grandes cosas mañana.

Es bien especial y muy diciente para nosotros estas palabras, en verdad las
estrategias que Dios usa son un poco salidas de lo normal, aun en ocasiones un poco
locas, si van para una guerra la orden debió ser bueno alisten sus armas, miren que
no falte munición, todos deben estar en un muy buen estado de forma para aguantar
los embates de la batalla, pero no fue asi él dijo conságrense, purifíquense, es decir
pongan todo en orden.
Consagrarnos conlleva a que nos separamos de todo lo que nos contamina y nos
dedicamos a Dios con todo lo que somos, alguien consagrado es aquel que recibe un
servicio santo, es aquella persona que se aparta del pecado para ser un instrumento
de honra en las manos de Dios, consagrarnos equivale a cuando nos bañamos y
quitamos toda suciedad de nuestro cuerpo, pero llevándolo a el alma y al espíritu, y
voluntaria mente nos esforzarnos por mantenernos consagrados para Dios.

No entiendo como hoy día vemos personas muy insensatas que pretenden entrar en
la bendición de Dios sin consagrarse, sin dejar de lado el pecado, personas que miran
al cielo y dicen Señor pero que esta pasando porque las cosas no fluyen, porque todo
va de mal en peor, y pareciera que le echan la culpa al cielo por lo que están
viviendo, pero Josué fue muy claro con sus palabras, conságrense, purifíquense, no
podremos recibir y poseer lo que queremos sin estar limpios, sin consagración no
hay maravillas, sin limpieza no veremos a Dios actuar a nuestro favor como
él lo desea.

Hago ese llamado a todos los que están aquí y los que nos ven por internet,
purifíquense, conságrense al Señor si en verdad desean ver a Dios actuar en sus
vidas, en verdad nosotros somos la mayor limitante que Dios tiene, ya que sin
santidad y sin consagración es muy complicado ver batallas ganadas. Tenemos la
responsabilidad de guardar nuestra vida para el Señor y alejarnos de todo lo que sea
mundo, todo lo que lleve al pecado y a la contaminacion hay que desecharlo.

Bendición sin santidad no existe.

Para poder entrar en batallas debemos estar en santidad, debemos mantenernos en


un vida pura y justa para con Dios y todo lo que hacemos, pregunte a Dios el porque
de la santidad en medio de la guerra, y lo que percibí del Señor es lo siguiente, al
estar en santidad, al estar consagrado, al estar limpio eres un instrumento que puedo
utilizar con mayor facilidad, mi poder tiene toda libertad para pasar a través de ti y
cumplir con mis propósitos, alguien sin santidad puede ser presa fácil para las
tinieblas.
Recordemos un caso que también esta en este mismo libro, Acan tomo lo que era
prohibido, es decir peco, se contamino al no obedecer, y lo que paso al pueblo fue
que vino destrucción y derrota, en la batalla el pecado de uno afecta a todos, el nivel
de la presencia de Dios va a llegar al limite que tenga la persona que este menos
alineada, ese es el límite, de allí la responsabilidad de todos entrar en niveles de
santidad profundos para que los niveles de Gloria aumenten en todos nosotros.

En este caso el límite fue Acab. Su nivel fue el que dio el nivel que los demás podían
llegar, estoy hablando de guerra como cuerpo y en unidad, quizás halla cosas que
usted haga solo y nadie sepa y no afecte a otros, pero al estar en guerra como equipo
si afecta a los demás.

Quiero que se imagine por un momento a todo este pueblo caminando hacia su
destino, pero todos santificados, consagrados al Señor, que espectacular, las tinieblas
viendo a todo un pueblo limpio y puro y consagrado a Dios, es claro que asi nadie les
puede hacer frente, todos deben huir de su presencia.

Consagrados para entrar en la tierra de la promesa, tu santidad te va a llevar a la


tierra prometida.
Luego el Señor empieza a firmar el liderazgo de Josué, el Señor recalca el respaldo
que estaba dando a este hombre que el mismo había escogido, creo que eso es lo que
va a acontecer, varios serán afirmados y respaldados en aquello que Dios les envió a
hacer.

Me imagino esas ultimas horas frente al Jordan, sabiendo y entendiendo que en frente
estaba esa tierra que Dios había prometido a través de Moisés a su pueblo, ya no
había vuelta de hoja, ya debían tomar el toro por los cuernos e ir en post de poseer,
tomar, arrebatar lo que les correspondía, lo que por ley era de ellos.

Después de consagrarse, de que Dios confirma a Josué, ahora le da una palabra al


pueblo, una palabra para todos aquellos que habían dispuesto creer a las palabras del
Señor, pasen este Jordan porque sus aguas se detendrán y pasaran por lo seco.

Después de esto los sacerdotes cumplieron con su tarea, con su asignación, ellos
obedecieron a Josué y fueron en post de la conquista, esto es clave, ellos hicieron
caso, ninguno tuvo sed de protagonismo y quiso decir como hacer las cosas, ellos solo
obedecieron, y eso es lo que necesitamos hacer, seguir las instrucciones y hacer
conforme se nos diga, Dios es quien da las ordenes y de resto nosotros hacemos caso,
muchas victorias se dañan o se pierden por querer hacer de la manera incorrecta las
cosas, no haga nada que no se le haya mandado.

La orden es lleven el arca, la presencia de Dios y métanse entre las aguas, metan los
pies y allí Dios hará el resto, estos hombres lo hicieron asi y sucedió algo
espectacular, las aguas empezaron a ser retenidas a cierta distancia de donde ellos
estaban y el resto del agua se fue, quedo en seco, el rio era caudaloso por esos días,
pero nada detuvo lo que Dios iba a hacer, estoy declarando que al consagrarse y al
obedecer las órdenes del Señor lo próximo que va a suceder es que las aguas se van
a detener para que pases, viene ese tiempo de que las aguas que impedían tu paso,
tu crecimiento van a ser detenidas y vas a poder pasar con tranquilidad.

Algo mas era la temporada de la cosecha…iban a entrar a un lugar donde la tierra


estaba dando su fruto, y obviamente este pueblo se iba a beneficiar de estos frutos,
que comience la temporada de cosecha para todos en este lugar, tiempo de que la
tierra de su fruto a nuestro favor.

Luego se hizo un memorial en agradecimiento a Dios por lo que hizo, siempre


decimos que la primera ciudad que conquisto Israel fue Jericó y es cierto, pero a la
verdad lo primero que vencieron fue los miedos, los temores, el pasado, y pasaron el
Jordan, necesitas dar ese paso de fe, quizás estas en frente de lo que Dios a
prometido, pero aun te da miedo el compromiso a rendir tu vida a Dios, quizás aun
piensas si vale la pena consagrarse a Dios, quizás aun vives del pasado, llego la hora
de pasar este Jordan y poner tus pies en la tierra de la bendición, decide consagrarte
y caminar.

Por ultimo y rápidamente deseo hablar de algo más. El Señor nombra algunos
enemigos que estaban siendo entregados.

Cananeos. Esto significa el que humilla, todo lo que te lleva a estar humillado es
parte de lo que Dios entrega en nuestras manos, nos da victoria.
Hititas. Son los hijos del terror, todo lo que atemoriza. Todo lo que te lleva a
tener temor es entregado por el Señor, debes vencer a todos estos enemigos.
Heveos. Engaño y mentira.
Ferezeos. Sin fronteras, gente que se abre a todo sin mirar las
consecuencias.
Gergeseo. Habitante de lodazales.
Amorreos. Los altivos orgullosos.
Jebusebo. El que pisotea.

Todo esto es parte de lo que debemos conquistar en esta tierra prometida.

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