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Estas condiciones materiales posibilitan que entremos en la etapa virósica del capitalismo.
Según los sumamente inciertos números que circulan, en un pequeño porcentaje de los
casos puede llevar a la muerte.
9- Pero, en tanto que estamos infectados y somos huéspedes psíquicos del Coronavirus,
sigamos indagando respecto de la cepa SARS-CoV-2, esta nueva variante del virus
Covid-19. ¿Qué es lo que ha sucedido? ¿estamos realmente frente a la plaga letal
profetizada por la Biblia que traerá la extinción de la humanidad? ¿se justifica el
apocalipsis zombie de tintes hollywoodescos que estamos viviendo? ¿realmente debemos
creer que los distintos gobiernos del mundo, los mass media y los grupos económicos
transnacionales están haciendo todo esto para cuidarnos?
10- Ante todo, una pandemia se produce cuando se declara una pandemia. Esto es, la
pandemia como tal tiene como primer prerrequisito la declaración de una pandemia por
parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su momento, esta declaración por parte de la OMS resultó objeto de polémica ya que
el organismo definió formalmente, poco antes de declarar la pandemia, el concepto de
“fiebre pandémica”. En esta nueva definición, se obviaba como requisito de una pandemia
la alta tasa de mortalidad, algo que se suponía en los anteriores usos del término
“pandemia”. Con lo cual, a partir de ese momento resultó mucho más fácil establecerla y
esto mismo fue lo que le permitió apresuradamente declarar la pandemia en 2009.
En los últimos años, se ha venido dando un proceso de “privatización” de la OMS, lo que
quiere decir que en su financiamiento han ido creciendo enormemente los aportes
privados, en detrimento de los aportes de los países.
Sin embargo, los mass media replican sus datos y declaraciones como si fueran palabra
santa.
11- El 11 de marzo de este año la OMS declara nuevamente una pandemia, en este caso
por el brote de la nueva cepa SARS-CoV-2 del Covid-19.
Los números que permitirían evaluar el grado de gravedad de este virus están en
constante discusión, ya que se trata de una cepa desconocida.
Podríamos pensar, en principio, que este virus debe su peligrosidad a sus altas tasas de
morbilidad (contagio) y de mortalidad.
Si bien, como hemos dichos, los números están en permanente cambio, la tasa de
mortalidad no parece ser muy alarmante. La tasa de mortalidad, al día de la fecha, va
desde el 0,3 en Alemania, 0,9 en Suiza, 4 en China (1,4 % en Wuhan), 5,3 % en España,
7,5 % en Irán, 8,5 % en Italia. [3]
La OMS había declarado el 3 de Marzo que la tasa en promedio era del 3,4 %.
Estos números dejan al SARS-CoV-2 lejos de otros virus, incluso de otros virus Covid-19
como el SARS-CoV que tuvo un brote en 2003, con una tasa de letalidad del 10 % y el
MERS-CoV con una tasa del 35 %.
Teniendo pues este SARS-CoV-2 una baja tasa de mortalidad (que sin dudas será más
baja con el paso del tiempo, debido a que la tasa se calcula principalmente tomando a los
pacientes más críticos / basta ver que la tasa de mortalidad es más baja en los países que
están realizando más testeos[4]) su peligrosidad se debería aparentemente a la tasa de
contagio.
La OMS estimó la tasa de contagio entre 1,4 y 2,5[5]. Otras estimaciones han rondado, de
manera general, entre el 2 y 5,5. Estas cifras son similares a las tasas de contagio del
SARS-CoV con 2 a 5, el HIV con 2 a 5 y notablemente inferiores al Sarampión con una
tasa que va del 12 al 16[6].
Si bien todos estos números pueden y van a variar con el tiempo, todo indica que el
SARS-CoV-2 es un virus más entre otros, que destaca sólo por ser el primer tipo de
Covid-19 pandémico y que produce síntomas similares a una gripe común.
Por otro lado, es importante analizar la tasa de letalidad por franjas etarias. De 10 a 39
años la tasa oscila entre el 0,2 y el 0,4 %. De 40 a 49 años la tasa es de un 0,4%, de 50 a
59 años es de 1,3 %, de 60 a 69 de 3,6%, de 70 a 79 es de 8% y en 80 o más años de un
14,8%[7].
Si analizamos estos datos, podemos concluir que este nuevo virus representa un riesgo,
no muy severo por cierto, fundamentalmente para la gente mayor y para los grupos con
enfermedades crónicas o inmunodeficiencias.
Pero, ¿por qué entonces reaccionamos como si fuera el fin del mundo?
12- El Coronavirus ha logrado monopolizar todos los discursos, ya sea en una charla real
entre personas (algo hoy vedado en algunos países), en las redes sociales, en diarios,
revistas, radio, televisión y portales de Internet.
Esto no tiene precedente alguno: el discurso es exactamente el mismo y se replica en
todos los mass media, en todo el arco político, desde derecha a izquierda. Inclusive la
mayoría de los medios independientes replican el mismo discurso hegemónico que tuvo
su epicentro en los principales medios europeos y que se difundió virósicamente en todo
el mundo.
El razonamiento subyacente al discurso mediático es de estructura circular. Se nos dice
que estamos en una situación grave, lo cual se fundamenta en que enfrentamos una
situación grave.
Nos invaden millones de notas y noticias donde se nos indica qué precauciones debemos
tomar, donde se nos dice cómo nos debemos comportar para defendernos del Covid-19 y
donde jamás se nos dice por qué deberíamos hacer todas esas cosas.
¿Es el Covid-19 realmente grave? ¿cuál es el resultado al compararlo con otros virus?
¿cómo es su tasa de morbilidad y de mortalidad? Son estas preguntas que se evitan en la
mayoría de los casos. Los análisis comparativos escasean y es difícil encontrar datos
certeros.
En lugar de datos certeros, circulan ominosas fotos desde Italia de camiones en hilera
transportando cientos de cadáveres o videos de médicos llorando por el exceso de
trabajo. Los medios nos proporcionan constantemente números absolutos, contadores
siniestros de mortandad sin hacer comparativa alguna con otras enfermedades.
Si el Covid-19 lleva actualmente 350.000 casos de infección y 13.000 muertos, ¿no sería
adecuado cotejar las cifras con otros virus conocidos? ¿No sería adecuado aclarar que
las epidemias anuales de Influenza causan de 3 a 5 millones de casos graves y 290 000 a
650 000 muertes[8]? ¿No sería adecuado poner sobre la mesa los datos de las distintas
enfermedades para evaluar en su justa medida el nuevo brote de Covid-19?
Los mass media ejercen su fundamental función desinformadora diseminando el terror, y
su efectividad se ve multiplicada al infinito por las redes sociales, donde esta información
parcial de por sí desinformante se ve entremezclada por un sinfín de fake news que
agravan una y otra vez la situación.
13- Pero, cabe preguntarse, ¿es que realmente importan los datos duros? Si le
preguntamos a una persona cualquiera por qué siente el pánico que siente, ¿tendrá datos
para aportarnos? o mejor, ¿disminuirá su pánico una vez que le mostremos los datos que
no justifican dicho pánico sino todo lo contrario? La respuesta es: absolutamente no. Pero,
¿por qué siente tanto terror por un nuevo virus gente que cotidianamente cultiva sus
propias enfermedades incorporando cantidades bestiales de azúcar, sal, hormonas,
pesticidas, transgénicos o tabaco?
El Coronavirus, en tanto que psicovirus semiótico, ha logrado forjar un sentido común de
pánico y terror, del “sálvese quién pueda” que excede a cualquier argumentación racional.
Este nuevo sentido común que ha infectado las relaciones sociales constituye hoy en día
el telar que nos une como sociedad y oponerse a dicho sentido común implica un exilio
forzoso. Aquellos que concientizan ese estado de infección se exponen al linchamiento
social, en tanto que la sociedad responde con fervor religioso en defensa de este nuevo
sentido común.
14- Ahora es preciso hacer foco en el terreno fértil que posibilita este nuevo virus mundial,
algo tan evidente que no se suele tocar en discursos académicos.
A partir de la caída del muro de Berlín en 1989, se ha discutido profusamente respecto de
la caída de los grandes relatos y el pretendido fin de las ideologías con el fin del
comunismo.
Pero como bien se ha marcado en más de una ocasión, la aparente falta de ideologías del
mundo globalizado neoliberal no es más que la imposición generalizada de una ideología
que ha calado de tal modo que ya no se muestra a sí misma como ideología sino como
una clara y distinta descripción de la realidad.
Esta ideología no es otra cosa que una concepción científica del mundo que subyace
como sentido común y que cierra cualquier línea de pensamiento del ciudadano común.
Este cientificismo que constituye el marco paradigmático de la vida social implica una
necesaria adhesión de tipo religiosa.
Y esto que a veces puede resultar complicado de ver, se evidencia patentemente en la
actualidad, donde cualquier persona que se atreva a esbozar una crítica a esta
generalización del pánico es linchada simbólicamente por el común de la sociedad, donde
los propios médicos salen a decir en los medios que resulta peligroso cualquier manto de
duda respecto a esta pandemia, donde la gente organiza espontáneamente “aplausazos”
a la corporación médica a la manera de una plegaria, como bien han sido descriptos por
algunos medios.
Vivimos, pues, bajo el dominio de un realismo científico-capitalista donde estos dos
aspectos, a despecho de lo que suelen creer los marxistas, están imbricados
necesariamente, lo cual se muestra a las claras en el actual acontecimiento perpetrado
por la ciencia y uno de sus principales bastiones, la medicina, en alianza con los mass
media.
17- Si vivimos en un marco paradigmático que bien podemos llamar realismo científico-
capitalista, donde, decíamos, hay un nivel de compenetración entre la ciencia (y su
principal bastión, la medicina) y los medios masivos, podríamos hablar para ser más
precisos, de science media, como los promotores primarios de la epidemia del
coronavirus y de los smartphones como los principales vectores de contagio.
21- Pero lo más terrible y preocupante de esto es: si este test ha resultado tan exitoso y
el nivel de control de la humanidad a llegado a límites insospechados, ¿qué nos puede
deparar el futuro?
22- Si es que podemos comenzar a pensar con el objetivo de encontrar o idear una cura o
un antivirus a esta pandemia del terror, el primer paso es reconocer que estamos todos
infectados.
Agradecimientos: Jean Baudrillard, Guy Debord, Franco “Bifo” Berardi, Mark Fisher, Gilles
Deleuze, Giorgio Agamben.
_________________________________________________________
[1] http://open.who.int/2018-19/contributors/contributor
[2] https://www.entrepreneur.com/article/347737
[3] https://www.economiadigital.es/politica-y-sociedad/coronavirus-la-falta-de-tests-situa-a-
espana-en-el-tercer-pais-con-mas-mortalidad_20046051_102.html
[4] https://www.eldiario.es/sociedad/coronavirus-Italia-Espana-Corea-
Sur_0_1007200429.html
[5] https://www.rtve.es/noticias/20200322/se-sabe-del-nuevo-coronavirus-china/
1996067.shtml
[6] https://www.theatlantic.com/science/archive/2020/01/how-fast-and-far-will-new-
coronavirus-spread/605632/
[7] https://www.elplural.com/sociedad/tasa-mortalidad-coronavirus-edad_233928102
[8] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/influenza-(seasonal)
[9] https://www.pagina12.com.ar/254643-que-piensa-la-gente-sobre-la-cuarentena-y-el-
coronavirus
[10] https://www.infobae.com/sociedad/policiales/2020/03/18/en-su-primer-dia-la-linea-
134-para-denunciar-a-personas-que-violan-la-cuarentena-recibio-2400-llamados-y-se-
investigan-130-nuevos-casos/
FUENTE: PLURALINCOGNITE
http://lobosuelto.com/la-pandemia-del-covid-19-no-ocurrio-ni-ocurrira-pluralincognite/?
fbclid=IwAR1D8yM67hTRovPM5am_TWPtYjfqJaGWZ_3CjMjXsno-ciYYPgBC-97miBM