Sei sulla pagina 1di 2

Estudiar el pasado desde el presente

Para empezar a estudiar nuestra historia, lo primero que se nos plantea es tratar de definir qué es
Historia, y luego, a qué definiríamos como «nuestra» historia.
La historia, por un lado, es el cambio que se va produciendo en las sociedades que se transforman
debido a la acción de los hombres.
Por otro lado, la historia es la ciencia que investiga esos cambios, trata de describirlos, analiza las
posibles causas de las innovaciones, saca conclusiones, selecciona lo que le parece fundamental y
escribe los resultados de su indagación.

El que redacta historia se llama historiador, y es en general un especialista que, partiendo del
campo de la historia en sí, o siendo economista, sociólogo, antropólogo, arqueólogo, filósofo,
abogado, etc., utiliza el método histórico para llevar adelante una investigación sobre un tema
determinado. Es, fundamentalmente, un ser humano que intenta averiguar el por qué y el para qué
de los cambios acontecidos en su sociedad o en otras, más lejanas o más antiguas. O sea, un hombre
que se pregunta sobre las acciones de otros hombres que, viviendo como él en una época
determinada, contribuyeron a darle ciertas características particulares.
La forma de investigar y los estilos del relato histórico han variado con el paso del tiempo. La
historia como disciplina científica se ha hecho cada vez más compleja y abarcativa, sumando
campos de investigación que hacen de ella una disciplina multifacética. Al mismo tiempo, se han
ampliado los métodos o herramientas de investigación e interpretación, lo cual derivó en la
necesidad de clasificar esos métodos y esas formas de interpretar la historia. Esa práctica se
denomina historiografía.
La Historia como disciplina científica corresponde a las Ciencias Sociales. Éstas se caracterizan por
tener como elemento central de estudio a las sociedades humanas. Cada una de las disciplinas
sociales desarrolla un método específico de investigación y hace hincapié en algún aspecto
particular que le interesa conocer (objeto). En este conjunto de ciencias podemos encontrar a la
Geografía; la Antropología; la Arqueología y la Sociología como algunas de las ciencias que
acompañan y complementan a la Historia en tanto estudio del pasado de la humanidad.
Utilizamos la palabra historia para definir el período histórico que se inicia con la aparición de la
escritura, cuando el hombre pudo poner por primera vez sus ideas e impresiones por escrito. Esto
ocurrió en Sumer, antigua región de la baja Mesopotamia (cerca del Golfo Pérsico, en Asia
Occidental), en el 3.000 a.C. aproximadamente.
La Historia sirve para muchas cosas. En primer lugar, para conocer el pasado, para saber de dónde
venimos. Esto es lo que nos va a permitir saber adónde vamos. En segundo lugar, nos ayuda a
entender lo que nos está pasando ahora, porque el presente es el resultado de nuestro pasado. En
tercer lugar, nos sirve para no volver a cometer los mismos errores que se cometieron en el pasado y
para recordar las situaciones buenas y malas que fueron formando la cultura, la forma de ser, la
historia de nuestro país. Ese pasado no ha muerto; permanece presente en el mundo que nos rodea;
nos pertenece a todos y, por lo tanto, tenemos todo el derecho de conocerlo.

Entender los cambios que se produjeron en los diferentes aspectos de las sociedades humanas a
través del tiempo, nos ayuda a comprender mejor la época en la que vivimos. El objeto de estudio
de la Historia son los procesos que permiten interpretar y conocer las transformaciones sociales, sus
causas y consecuencias para las sociedades humanas. Los eventos o hechos históricos estudiados de
manera aislada nos dan una versión segmentada de lo que aconteció en el pasado.
Quienes escriben la historia son los historiadores, basándose en diferentes elementos que llamamos
fuentes. Hay varios tipos y distintas clasificaciones, pero a nivel general se considera como una
fuente histórica a todos los documentos, objetos e incluso testimonios que transmitan información
significativa sobre hechos ocurridos en el pasado. Hay fuentes escritas, como documentos, cartas,
libros; fuentes orales, como las historias y relatos que se fueron transmitiendo de generación en
generación; fuentes arqueológicas, como monumentos, objetos antiguos y restos materiales que nos
pueden dar datos muy valiosos sobre civilizaciones antiguas. Los documentos históricos forman una
fuente importante de información ya que describen las acciones del hombre en el pasado.

Potrebbero piacerti anche