Sei sulla pagina 1di 12

Uruguay (república)

1 INTRODUCCIÓN

Uruguay (república) (nombre oficial, República Oriental del Uruguay), república ubicada en el


Cono Sur de Sudamérica, limita al norte y noreste con Brasil, al sureste con el océano
Atlántico, al sur con el estuario del Río de la Plata y al oeste con Argentina. Es el segundo
país de menor superficie del continente. El río Uruguay marca íntegramente su frontera con
la República Argentina. La superficie del país es de 176.215 km². Su capital, Montevideo, es
la ciudad más poblada y el principal puerto y centro económico.

2 TERRITORIO Y RECURSOS

Uruguay cuenta con 193 km de costa atlántica y 813 km de litoral fluvial que constituye


parte de su frontera: 435 km en el río Uruguay y 378 km en el Río de la Plata.

2.1 Regiones fisiográficas

El territorio del sur consta de llanuras onduladas cubiertas de pastizales, a excepción de las


marismas que bordean la costa atlántica. En el centro y norte se extiende una meseta baja,
la cuchilla de Haedo, salpicada por pequeñas cadenas de colinas que no llegan a alcanzar los
400 m de altitud. La parte oriental y meridional del país está dominada por la cuchilla
Grande, una alineación montañosa que atraviesa el país de norte a sur desde Brasil hasta las
cercanías de Punta del Este. Alcanza su máxima altitud en el cerro Catedral (514 m), el punto
más elevado de Uruguay. Los bosques predominan a lo largo de las riberas de los ríos. El río
más destacado del interior es el río Negro, sólo navegable cerca de su desembocadura. El río
Uruguay es navegable desde su desembocadura hasta la ciudad de Salto.

2.2 Clima

Uruguay goza de un clima templado. La temperatura en los meses veraniegos de enero y


febrero alcanza un promedio de 21,7 °C, y durante el más frío, junio, baja hasta los 10 °C.
Las lluvias caen durante todo el año, llegando a los 890 mm de promedio anual. Durante los
meses de invierno sopla a veces un fuerte viento que enfría la atmósfera y que procede del
suroeste, llamado “pampero”; las heladas son prácticamente desconocidas en la mayor parte
del país.

2.3 Recursos naturales

Los principales recursos del Uruguay son agrícolas y escasean los minerales. Por lo general,
sus suelos son muy fértiles, a excepción de las marismas de la costa oriental. La energía
hidroeléctrica es de fundamental importancia para el país; destacan: la central hidroeléctrica
de Salto Grande, sobre el río Uruguay, que comparte con Argentina, y la del Rincón del
Bonete, sobre el río Negro, la de mayor aprovechamiento hidroenergético del país. El sector
eléctrico está nacionalizado.

2.4 Flora y fauna

La vegetación predominante en Uruguay son los pastizales. La pequeña flor púrpura del


ceibo es considerada flor nacional por su enorme abundancia. Otras flores son el mirto, la
mimosa y el romero. Entre los árboles autóctonos de madera dura merecen mencionarse el
urunday, el lapacho, el algarrobo, el quebracho, la jacarandá, el sauce y la acacia. En el
sureste y en los valles de la región central y septentrional predominan las palmeras (véase
Palmáceas). En el litoral atlántico se han plantado pinos y eucaliptos para consolidar el
terreno; también se han importado álamos, cipreses, robles, cedros y moreras.

El puma, el ñandú, el tapir y los lobos marinos, habitantes de la isla de Lobos, eran


abundantes cuando los españoles llegaron al Uruguay, aunque hoy son escasos. El ciervo, el
venado matacán, la nutria, el jabalí, el zorro, el gato montés, el armadillo, el oso hormiguero,
el oso melero y diversos roedores son los mamíferos más importantes.

Entre las aves acuáticas hay que citar el cisne, la cigüeña, la grulla, la garza blanca y el pato
real. Otras aves son: el buitre, la lechuza, la perdiz, la codorniz, el pavo silvestre, el periquito,
la avefría, el cardenal y el ruiseñor. Los principales reptiles son: la lagartija, la tortuga, la
serpiente de cascabel y la víbora de la cruz. En el curso superior del río Uruguay abundan los
anfibios y las grandes arañas.

2.5 Temas medioambientales

Sólo el 7,4% (2000) de la superficie total de Uruguay está arbolada, pero el suelo del país es,
en general, fértil. Una abundante capa de hierba proporciona gran cantidad de materia
orgánica al suelo, y una lluvia moderada y bien repartida impide un exceso de lixiviación que
privaría al suelo de sus sustancias nutrientes. Sin embargo, el sobrepastoreo de los millones
de vacas y ovejas que posee el país ha conducido a la erosión del suelo. La creciente presión
a favor de un incremento de la producción agrícola amenaza los ecosistemas naturales, como
los humedales del este. La antaño abundante población de pumas, ñandúes (avestruces
americanos), tapires y focas se ha visto considerablemente reducida en la actualidad.

La polución del aire, procedente en su mayor parte de las emisiones del sur de Brasil, ha


mermado la calidad del aire en Uruguay. Zonas del país están afectadas por la lluvia ácida.
Las fábricas de carne, embalaje y curtidos de Uruguay contribuyen a la contaminación del
agua del Río de la Plata y de corrientes fluviales menores, así como a los graves niveles de
contaminación de las costas. La energía hidroeléctrica tiene una gran importancia en
Uruguay, donde provee el 99,07% (2001) de la electricidad generada en el país

El gobierno ha ratificado acuerdos medioambientales internacionales relativos al protocolo


medioambiental del Antártico, a la biodiversidad, al cambio climático, a la desertización, a las
especies en peligro de extinción, a la alteración del medio natural, al vertido de residuos, al
derecho marítimo, a la prohibición de pruebas nucleares, a la protección de la capa de ozono,
a la contaminación naval, a los humedales y a la caza de la ballena. Sin embargo, sólo el
0,30% (2000) de la superficie total del país ha sido declarada espacio protegido.

3 POBLACIÓN

La población uruguaya es mayoritariamente de origen europeo. Los uruguayos descienden


de inmigrantes españoles e italianos, aunque también de brasileños, argentinos y franceses.
Sólo entre un 5 y un 10% son de origen mestizo. No quedan componentes de la población
indígena original.

3.1 Características de la población

Uruguay tiene una población (según el censo de 2003) de 3.413.329 habitantes, con una


densidad aproximada de 19 hab/km², que se concentra en su mayoría en la costa atlántica.
Sólo un 8% de la población es rural.

3.2 Ciudades principales

Las principales ciudades uruguayas son: Montevideo (1.378.707 habitantes), capital del país,


principal puerto y centro económico; Paysandú 76.191 habitantes), puerto fluvial y centro
industrial; Salto (93.420 habitantes), centro comercial y región productora de ganado y otros
productos; y Punta del Este (6.000 habitantes), uno de los principales centros turísticos y
balnearios del Cono Sur.

3.3 Lengua y religión

El idioma oficial es el español. La Constitución uruguaya (aprobada en noviembre de 1966 y


en vigor desde febrero de 1967) establece la libertad religiosa. Aproximadamente el 66% de
la población profesa la religión católica.

3.4 Educación

Uruguay tiene una de las tasas de analfabetismo más bajas de América Latina. La educación


primaria es obligatoria, y es uno de los pocos países del hemisferio occidental en que toda la
educación, también la universitaria, es gratuita. En 1996 Uruguay registraba un total de
2.415 escuelas primarias en las que estudiaban 360.834 alumnos y 335 escuelas secundarias
contaban con 303.883 alumnos. Entre las instituciones de educación superior destacan la
Universidad de la República (1849), la Universidad del Trabajo del Uruguay (1878), el
Instituto de Estudios Superiores y unas 40 escuelas de magisterio. El número de alumnos
matriculados en enseñaza superior fue de 97.541 en 2000. Véase también Educación en
Uruguay.

3.5 Cultura
En el Uruguay actual predomina la tradición cultural europea. En el siglo XIX se produjo una
afluencia masiva de población europea, fundamentalmente españoles e italianos; desde
entonces, el país ha adoptado las instituciones culturales europeas. Al igual que en
Argentina, cuya música y danzas folclóricas son similares a las uruguayas, el gaucho es el
motivo principal. La milonga, canción y danza nacida en Montevideo, pronto se extendió a la
vecina Buenos Aires. El gobierno y la clase media apoyan las actividades teatrales y
musicales; uno de los grupos de mayor tradición es el Teatro Circular de Montevideo.

La literatura uruguaya del periodo colonial se ocupó fundamentalmente de la ciencia, la


educación y la religión. En 1876, Juan Zorrilla San Martín escribió Tabaré, uno de los más
destacados poemas épicos americanos. También son escritores importantes: el poeta
Bartolomé Hidalgo, el maestro del relato breve y fantástico Felisberto Hernández, el gran
escritor de cuentos Horacio Quiroga, la poetisa Armonía Somers y los conocidos
internacionalmente, Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti. Véase también Literatura
hispanoamericana.

Los deportes más populares que se practican en el Uruguay son el fútbol, el polo, la natación,


el tenis y el golf.

3.6 Instituciones culturales

Las bibliotecas más importantes del Uruguay se encuentran en Montevideo; destacan: la


Biblioteca Nacional, la Biblioteca del Museo Histórico Nacional (famosa por su colección de
grabados, mapas, monedas y material indígena), la Biblioteca del Congreso Nacional y la
Biblioteca del Archivo Nacional.

Entre los principales museos destacan el Museo Histórico Nacional, el Museo Nacional de


Bellas Artes y el Museo de Historia Natural, todos en Montevideo. El Museo del Indio y del
Gaucho, en la ciudad de Tacuarembó, presenta colecciones de arte, armas y herramientas de
origen indígena y gaucho.

4 ECONOMÍA

La producción agropecuaria, en especial la cría de ganado, es fundamental en la economía


del país, aunque en los últimos años ha aumentado la importancia de las industrias. La
mayor parte de la economía pertenece al sector privado, aunque el gobierno administra los
ferrocarriles, la energía eléctrica, los teléfonos y el servicio nacional de radio y televisión. En
2001 el producto interior bruto (PIB) alcanzó los 18.666 millones de dólares, lo que supone
una renta per cápita de 5.550 dólares (según cifras del Banco Mundial, 2001).

4.1 Agricultura y ganadería

La cría del ganado es la principal actividad agropecuaria del Uruguay y el pilar de su


economía, ya que constituye más del 40% de las exportaciones anuales en forma de carne,
lana y pieles. El clima moderado, con pocas variaciones locales de temperatura, y la
distribución homogénea de las lluvias, permiten la crianza de ganado durante todo el año.

En 2002 Uruguay contaba con 13 millones de cabezas de ganado ovino, 11,7 millones de


ganado vacuno, 500.500 de caballar y 385.000 cabezas de ganado porcino. Aunque el 8% del
territorio está dedicado al cultivo, la superficie destinada a la agricultura aumenta
gradualmente. Los principales productos agrícolas son: arroz (939.489 t), trigo (140.000 t),
maíz (245.000 t), caña de azúcar (160.000 toneladas), patata (papa, 121.135 t), sorgo
(142.600 t) avena, y remolacha azucarera.

4.2 Silvicultura y pesca

En 2001 se obtuvieron 5,81 millones de m³ de madera. Aproximadamente el 90% de la


producción se dedicó a combustible. El sector pesquero se expandió de manera
impresionante durante la década de 1970 y en 1999 las capturas fueron de unas 103.043
toneladas.

4.3 Minería e industria

La producción minera en Uruguay es muy reducida; la principal actividad se centra en las


canteras de arena y arcilla. El gobierno ha promovido el desarrollo de industrias orientadas a
la exportación, siendo las principales las fábricas textiles de lana, algodón y sintéticas,
industrias peleteras, cárnicas y de otros productos alimentarios. El refino de petróleo, la
fabricación de cemento y la producción de hierro, aluminio, equipos eléctricos y productos
químicos son también importantes. A principios de la década de 1980 se inauguró una planta
siderúrgica (véase Siderurgia) en Nueva Palmira.

4.4 Moneda, banca y comercio exterior

La unidad monetaria del Uruguay es el peso, dividido en 100 centésimos (13,32 pesos


equivalían a 1 dólar estadounidense en 2001). Uruguay presenta un avanzado sistema
bancario que cuenta con numerosos bancos privados. El Banco de la República (1896) es el
banco estatal y el agente financiero del gobierno; el Banco Central del Uruguay (1967) es el
organismo responsable de la emisión de moneda y regula la banca privada.

El comercio con el extranjero tiene un papel importante en la economía uruguaya. En 2001


las exportaciones anuales alcanzaron un valor de 2.058 millones de dólares y las
importaciones fueron de 3.061 millones de dólares. Los principales socios comerciales son:
Brasil, Argentina, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, China e Italia. Confección, textiles,
carnes, arroz y pieles son las exportaciones principales. Uruguay importa productos
alimentarios, químicos, plásticos y resinas sintéticas, maquinaria y repuestos, y vehículos. El
turismo, especialmente el que proviene de Argentina, es un importante generador de divisas.
Los ingresos derivados de la actividad turística fueron de 280 millones de dólares en 1999.
Véase Comercio internacional.
4.5 Transportes y comunicaciones

Aproximadamente el 90% de los ferrocarriles uruguayos eran de propiedad británica hasta el


año 1947, cuando el gobierno los adquirió. El sistema ferroviario tiene 3.003 km de vías.
Varias líneas aéreas extranjeras mantienen vuelos hacia y desde Uruguay, y la compañía
uruguaya, Pluna, cubre el servicio aéreo nacional e internacional. De los casi 8.983 km de
carreteras, un 90% está pavimentado. El tráfico fluvial es intenso y las vías navegables
suponen unos 1.250 kilómetros.

Uruguay tiene unas 130 emisoras de radio y 42 canales de televisión. Se publican 36


periódicos, la mayoría de ellos en Montevideo, entre los cuales destacan El País, La República
y El Observador.

4.6 Trabajo

La principal central sindical, la Convención Nacional y Plenario Intersindical de Trabajadores


(CNT-PIT), agrupa a unos 200 sindicatos con unos 900.000 trabajadores afiliados.

5 GOBIERNO

Según la Constitución de 1967, Uruguay “adopta para su gobierno la forma democrática


republicana”, con un presidente y un sistema legislativo elegidos por votación popular. Sin
embargo, en 1973 los militares provocaron la disolución del Congreso y tres años después
depusieron al presidente electo. A partir de entonces el país fue gobernado por un régimen
dictatorial apoyado por los militares hasta noviembre de 1984, cuando se celebraron las
elecciones que marcaron el retorno a la democracia.

5.1 Poder ejecutivo

De 1976 a 1984 el poder en Uruguay estuvo en manos de un presidente elegido por el


Consejo de la Nación, organismo compuesto por el Consejo de Estado (que ejercía el poder
legislativo) y 25 altos mandos militares. El sistema electoral, restaurado en 1984, contempla
un presidente de la República elegido por sufragio universal para un mandato de cinco años.

5.2 Poder legislativo

Desde 1984, el poder legislativo comprende a una Asamblea General bicameral, integrada


por una Cámara de Representantes de 99 escaños y una Cámara de Senadores de 31
escaños. La Asamblea General sustituyó al Consejo de Estado que desde 1973 había ejercido
este poder.

5.3 Poder judicial


En 1977 el poder judicial fue sometido al control directo del gobierno central. La instancia
superior, la Corte Suprema, cuenta con 5 miembros nombrados por el ejecutivo para un
periodo de cinco años. Los tribunales administrativos se encargan de los casos en los que
está implicada la administración pública. Las instancias inferiores consisten en 19 juzgados
civiles y 10 criminales y correccionales en Montevideo, y tribunales en las cabezas de los
departamentos y ciudades importantes. Véase Derecho uruguayo.

5.4 Partidos políticos

Uruguay ha mantenido a lo largo de su historia, en esencia, un sistema bipartidista,


dominado por el Partido Nacional (Blanco) y el Partido Colorado. Por lo general, los colorados
se inclinan hacia el liberalismo, mientras que los blancos son más conservadores. Sin
embargo, a partir de las elecciones de 1994 los uruguayos decidieron con sus votos poner fin
al bipartidismo que caracterizó la vida política del país prácticamente desde su
independencia, apoyando las candidaturas de Encuentro Progresista (coalición electoral
integrada por el Frente Amplio, una agrupación de centroizquierda que engloba al Partido
Unión Cívica, el Partido Comunista Uruguayo y el Partido Socialista de Uruguay) y, en menor
medida, Nuevo Espacio (agrupación escindida por la derecha del Frente Amplio que aglutina
al Partido Demócrata Cristiano y a grupos socialdemócratas).

5.5 Gobierno local

Uruguay está dividido en 19 departamentos administrativos, cuyos representantes son


elegidos democráticamente. Los departamentos son los siguientes: Artigas, Canelones, Cerro
Largo, Colonia, Durazno, Flores, Florida, Lavalleja, Maldonado, Montevideo, Paysandú, Río
Negro, Rivera, Rocha, Salto, San José, Soriano, Tacuarembó y Treinta y Tres.

5.6 Salud y bienestar social

El Ministerio de Salud Pública y sus diversas comisiones han creado centros sanitarios y


clínicas, controlando los brotes de tuberculosis y reduciendo la tasa de mortalidad infantil. En
1996 Uruguay contaba con un médico por cada 270 habitantes y una cama de hospital para
cada 228 personas. La esperanza de vida era de 72,5 años para los hombres y de 79 años
para las mujeres (según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para 2003).

El país destaca por sus avanzados programas de bienestar social, cuya cobertura engloba


accidentes, enfermedades laborales, incapacidad, jubilación, maternidad y subsidio a la
infancia (véase Seguridad Social). Un fondo especial proporciona préstamos a las familias y el
gobierno ha aprobado leyes para la protección de la mujer y del menor.

5.7 Defensa
Uruguay tiene un Ejército de Tierra que presenta un total de 15.200 miembros. La Armada y
las Fuerzas Aéreas cuentan con un reducido número de efectivos: 5.700 y 3.000,
respectivamente. El servicio militar no es obligatorio.

6 HISTORIA

El territorio que hoy forma parte del Uruguay fue descubierto en 1516 por el navegante
español Juan Díaz de Solís, primer europeo que llegó al estuario del Río de la Plata, al que
denominó mar Dulce; ese mismo año, los miembros de su expedición murieron a manos de
los charrúas, tribu que se opuso a los intentos de colonización durante el siglo XVI. En 1624
fue fundado el primer asentamiento español en el puerto fluvial de Soriano, situado en el
actual departamento de Soriano, en el río Negro.

6.1 Rivalidad internacional durante la colonia

Entre 1680 y 1683, para desafiar la soberanía española de la región, los colonizadores


portugueses de Brasil establecieron diversos asentamientos sobre las costas del Río de la
Plata, frente a Buenos Aires, como la Nova Colonia do Sacramento (véase Colonia del
Sacramento). Sin embargo, los españoles no efectuaron ningún intento para desalojar a los
portugueses hasta el año 1723, cuando éstos comenzaron a fortificar los cerros que rodean
la bahía de Montevideo. Una expedición española que procedía de Buenos Aires obligó a los
portugueses a abandonar el lugar, fundando en 1726 la ciudad de Montevideo.

La rivalidad hispano-portuguesa continuó hasta 1777 con la ocupación de Sacramento y la


firma de los Tratados de San Ildefonso. De esta forma se instauró la soberanía española
sobre el territorio bajo la jurisdicción del primer virrey Pedro Antonio de Cevallos. Ese mismo
año, el rey de España Carlos III daba carácter definitivo al virreinato del Río de la Plata, con
sede en Buenos Aires. Durante 1810 y 1811 los revolucionarios uruguayos, al mando del
general José Gervasio Artigas, se unieron a los patriotas de Buenos Aires en su alzamiento
contra España (véase Grito de Asencio). El gobernador español fue expulsado de Montevideo
en 1814, pero dos años después los portugueses de Brasil, al percibir que el nuevo territorio
emancipado conocido como Banda Oriental se había debilitado tras su lucha contra España,
invadieron el territorio, presuntamente para restablecer el orden.

La conquista portuguesa se completó en 1821, momento en que la Banda Oriental fue


anexionada por Brasil. Los insurgentes dirigidos por Juan Antonio Lavalleja —los célebres
Treinta y Tres Orientales— restablecieron la independencia del país en 1825 y, con la
colaboración de Argentina, libraron una exitosa guerra contra Brasil, país que en 1828
reconoció la independencia uruguaya. Véase también Emancipación de América Latina.

6.2 Independencia y guerra civil

En 1830 se proclamó la República Oriental del Uruguay, aunque muy pronto se dividió en


facciones hostiles como resultado de la rivalidad entre los líderes de la rebelión contra Brasil.
En 1836 estalló el enfrentamiento entre los seguidores del entonces presidente Manuel Oribe
y los partidarios de quien había sido primer presidente de la República, Fructuoso Rivera.
Ambos grupos se autodenominaron “blancos” y “colorados”, respectivamente, adoptando
este nombre por el color de sus banderas. Durante el conflicto, los blancos, ayudados por las
fuerzas argentinas enviadas por el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas,
sitiaron Montevideo, ciudad en la que los seguidores de Rivera resistieron desde 1843 hasta
1852 (véase Guerra Grande). Ayudados por Brasil y otros opositores al régimen de Rosas,
derrotaron a Oribe y a sus partidarios y asumieron el poder. Las dos facciones reanudaron
sus enfrentamientos en 1855, manteniéndose las hostilidades de forma intermitente. Los
colorados mantuvieron el control casi continuamente de 1865 a 1870, periodo en que
Uruguay se alió con Brasil y Argentina participando en la guerra de la Triple Alianza contra
Paraguay.

6.3 Primeros años del siglo XX

A principios del siglo XX la pertenencia a los dos grupos políticos rivales dejó de ser


meramente una cuestión de lealtades tradicionales. Los blancos se convirtieron en un partido
conservador, atrayendo fundamentalmente a la población rural y al clero, mientras que los
colorados adoptaban posturas progresistas y proponían una avanzada legislación social.
Durante la presidencia del colorado José Batlle y Ordóñez (entre 1911 y 1915) se promulgó
un amplio cuerpo de leyes sociales, lo que pronto convirtió a Uruguay en el país más
progresista del continente.

En 1917, durante la I Guerra Mundial, Uruguay rompió relaciones con Alemania y arrendó a


Estados Unidos los buques alemanes que requisó en el puerto de Montevideo. Ese mismo año
se promulgó una nueva Constitución, una de las más avanzadas de su tiempo, que dividió la
autoridad del poder ejecutivo entre el presidente y el Consejo Administrativo Nacional, y
estableció la separación entre la Iglesia y el Estado. En 1920, Uruguay se incorporó a la
Sociedad de Naciones.

En 1931 asumió la presidencia Gabriel Terra, quien dos años después exigió la enmienda de


la Constitución uruguaya para ampliar los poderes presidenciales; ante las protestas que
originaron sus demandas, instauró una dictadura. En 1934, la Asamblea redactó una nueva
Constitución. Durante la II Guerra Mundial, Uruguay rompió sus relaciones diplomáticas,
financieras y económicas con las potencias del Eje. En 1945, el país fue uno de los miembros
fundadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

6.4 La década de la posguerra

En 1947 fue elegido presidente el candidato del Partido Colorado y antiguo ministro de Obras


Públicas, Tomás Berreta, aunque murió pocos meses después de asumir el cargo; el
vicepresidente Luis Batlle Berres completó el resto del mandato presidencial. Las elecciones
presidenciales y legislativas de 1950 llevaron al poder en marzo de 1951 al colorado Andrés
Martínez Trueba. Dos años después, la reforma constitucional promovida por el presidente
abolió la presidencia y transfirió el poder ejecutivo a los nueve miembros de un organismo
colegiado, el Consejo Nacional de Gobierno.
En represalia por la política uruguaya de conceder asilo político a los refugiados de
Argentina, el dictador de este país, Juan Domingo Perón, impuso restricciones en los viajes y
en las relaciones comerciales con Uruguay. En protesta, el gobierno rompió los lazos
diplomáticos con Argentina en 1953.

Entretanto, la caída de los precios de la lana y la reducción de las exportaciones de carne


provocaron el aumento del desempleo y la inflación. Para mejorar su situación, Uruguay firmó
en 1956 varios acuerdos comerciales con la República Popular China y otros países
comunistas. Sin embargo, estas medidas no impidieron que continuara el deterioro
económico.

En 1958, tras 93 años ininterrumpidos de gobierno colorado, los blancos ganaron las


elecciones por abrumadora mayoría. El nuevo gobierno puso en marcha reformas
económicas, pero tuvo que enfrentarse a la movilización izquierdista y sindical.

6.5 Deterioro político

Los blancos permanecieron en el poder hasta 1966. Ese año, junto a los colorados, aprobaron
la restauración del sistema presidencialista, aprobada por referéndum en noviembre. En las
elecciones presidenciales que se celebraron meses después ganaron los colorados,
asumiendo la presidencia un antiguo general de las Fuerzas Aéreas, Óscar Gestido; tras su
fallecimiento fue sucedido por el vicepresidente, Jorge Pacheco Areco. La política
antiinflacionista de Pacheco provocó gran malestar social, por lo que el grupo guerrillero de
los tupamaros intensificó sus acciones para derrocar al gobierno.

Desde junio de 1968 hasta marzo de 1969, Uruguay se mantuvo bajo una forma modificada


de ley marcial (las denominadas “medidas prontas de seguridad”). La gira por América Latina
del político estadounidense Nelson Rockefeller, que en junio de 1969 llegó a Uruguay,
provocó la protesta social con violentas manifestaciones, por lo que el presidente Pacheco
volvió a imponer el estado de sitio.

En las elecciones del 28 de noviembre de 1971, el candidato colorado Juan María Bordaberry


y su contrincante blanco obtuvieron casi los mismos votos, pero en febrero de 1972 la Junta
Electoral proclamó presidente a Bordaberry. Entretanto, la violencia de los tupamaros se
había incrementado, siendo frecuentes los secuestros y atentados. Tras una ola de arrestos
en 1971, unos 150 tupamaros escaparon en dos fugas masivas. En abril de 1972, el Congreso
declaró el estado de guerra interno y suspendió las garantías constitucionales, mientras que
una fuerza de 35.000 policías y soldados se lanzó a la busca y captura de la guerrilla. El
estado de guerra se levantó el 11 de julio, aunque las garantías constitucionales
permanecieron suspendidas hasta 1973. Muy pronto, Bordaberry se vio sometido a la presión
de los blancos y de las facciones disidentes de su propio partido; los trabajadores
reaccionaron contra las duras medidas económicas y sociales con las huelgas, que estallaron
continuamente durante todo el año 1972; además, la inflación se disparó y la moneda se
devaluó diez veces.
6.6 Los militares toman el poder

En febrero de 1973, Bordaberry cedió una parte de su autoridad ejecutiva a las Fuerzas


Armadas, que se habían hecho más agresivas a medida que obtenían éxitos en sus acciones
contra la guerrilla, lo que provocó un conflicto con el Congreso. El presidente optó entonces
por disolverlo y sustituirlo por el Consejo de Estado, integrado en su mayoría por militares. La
Convención Nacional de los Trabajadores (CNT) respondió con una huelga general que el
gobierno consiguió romper, tras violentas confrontaciones, el 11 de julio; un mes después, la
autonomía de los sindicatos llegó a su fin con la ilegalización de la CNT. Durante esos tres
años los militares ampliaron su control sobre la mayoría de las instituciones, estableciendo
una represiva dictadura militar. En 1976, Bordaberry tuvo que cancelar las elecciones
previstas para ese año y fue depuesto de su cargo de presidente.

Un nuevo Consejo de la Nación eligió como presidente a Aparicio Méndez, antiguo ministro


de Salud Pública, para un mandato de cinco años. Uno de los primeros actos de su gobierno
fue privar de derechos políticos a quienes habían participado en política entre 1966 y 1973.
En 1976, el número de prisioneros políticos encarcelados por el gobierno se elevaba a unas
6.000 personas y las violaciones de los derechos humanos por parte de los militares eran
frecuentes.

Algunos políticos proscritos volvieron a adquirir sus derechos en los años siguientes, aunque


la mayoría no lo consiguió hasta 1980, cuando los partidos Blanco y Colorado volvieron a
legalizarse. Una nueva Constitución, cuya aprobación fue sometida a referéndum en
noviembre de 1980, fue rechazada, tras lo cual el gobierno canceló las elecciones previstas.
El 1 de septiembre de 1981 asumió la presidencia el general Gregorio Álvarez para un
mandato que debía terminar en 1985. Álvarez permitió el regreso de numerosos exiliados y
convocó elecciones dos años después.

6.7 Gobierno civil

Las elecciones presidenciales se llevaron a cabo en noviembre de 1984, manteniendo las


Fuerzas Armadas la facultad de vetar a los candidatos. El ganador, el moderado Julio María
Sanguinetti, del Partido Colorado, asumió la presidencia el 1 de marzo de 1985. En diciembre
de 1986 se dictó una amnistía que cubría a todos los miembros de las Fuerzas Armadas
acusados de violación de los derechos humanos entre 1973 y 1985, medida confirmada por
referéndum en noviembre de 1989; ese mismo mes se celebraron nuevas elecciones
presidenciales y fue elegido Luis Alberto Lacalle del Partido Nacional (Blanco). El
estancamiento económico y el aumento de la inflación le llevaron a aplicar un programa de
austeridad, anunciando planes para privatizar las empresas estatales; en señal de protesta,
los líderes sindicales convocaron una serie de huelgas.

La intranquilidad sindical se mantuvo durante los primeros años de la década de 1990 como


protesta contra la galopante inflación —que alcanzó el 81% en 1991— y en contra del
programa de privatizaciones. Asimismo, numerosos simpatizantes del partido oficialista se
opusieron a esta política, considerando que las industrias privatizadas caerían bajo control
extranjero, principalmente de los inversores argentinos y brasileños; a pesar de estas
protestas, Lacalle siguió adelante con el programa, apoyando la reducción de los puestos de
trabajo en el sector público y la limitación del incremento salarial a los funcionarios a
porcentajes inferiores a la tasa de inflación.

El malestar popular continuó y, en 1992, la policía (al igual que había sucedido durante el


mandato anterior) se declaró en huelga exigiendo mejores salarios y apoyando las demandas
de otros grupos de trabajadores. Ante la presión a la que se vio sometido, el presidente
Lacalle convocó un referéndum sobre la política de privatizaciones en el que triunfó de forma
clara el voto contrario a la misma. A principios de 1993 el peso uruguayo sustituyó al nuevo
peso con una paridad de 1.000 a 1, y el presidente anunció nuevas medidas de austeridad
para reducir la inflación.

En las elecciones celebradas a finales de 1994 fue reelegido el colorado Julio María


Sanguinetti, que ocupó la presidencia en marzo de 1995. Un año después logró la aprobación
por referéndum de importantes reformas en el sistema político uruguayo.

En abril de 1999 se permitió elegir a los ciudadanos uruguayos, por primera vez en la historia


del país, a los candidatos a la presidencia y a los delegados a las convenciones de cada uno
de los siete partidos políticos que iban a competir en las próximas elecciones legislativas y
presidenciales. Los votantes respaldaron al ex presidente Luis Alberto Lacalle, al ex
intendente (alcalde) de Montevideo Tabaré Vázquez y al senador Jorge Batlle Ibáñez como
candidatos a la presidencia de la República por el Partido Nacional, la coalición Encuentro
Progresista-Frente Amplio y el Partido Colorado, respectivamente. Con estas elecciones
primarias se ponía fin a un complejo sistema de elecciones internas en el seno de los partidos
que incluía la presentación en los comicios de distintas candidaturas bajo las siglas de un
mismo partido, aunque denominadas de acuerdo al nombre de la facción correspondiente.

Tabaré Vázquez venció en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas el


31 de octubre de 1999, al lograr el 38,51% de los votos. En segundo lugar se situó Jorge
Batlle Ibáñez, que obtuvo el 31,32%, seguido de Luis Alberto Lacalle, que llegó al 21,29 por
ciento. La cuarta fuerza en discordia, Nuevo Espacio (NE), del senador socialdemócrata
Rafael Michelini, apenas superó el 4,3%. En cuanto a las legislativas, que tuvieron lugar ese
mismo día, Encuentro Progresista-Frente Amplio obtuvo 40 diputados, el Partido Colorado,
32, el Blanco, 22, y NE, cuatro. La participación llegó al 92,33 por ciento. El 28 de noviembre
se celebró la segunda vuelta de las presidenciales, con un 90% de participación, y Batlle
derrotó a Vázquez con un 51,6% de los votos frente al 44% de aquél, después de que el
Partido Nacional uniera sus fuerzas al Colorado de Batlle, quien el 1 de marzo de 2000
sucedió como presidente de la República a Sanguinetti.

Potrebbero piacerti anche