Sei sulla pagina 1di 23

Tema 4 - Enlace Químico

4.1. Concepto de enlace químico

Los átomos, moléculas e iones se unen entre sí porque al hacerlo se llega a una
situación de mínima energía, lo que equivale a decir de máxima estabilidad. Son los
electrones más externos, los también llamados electrones de valencia los responsables
de esta unión, al igual que de la estequiometría y geometría de las sustancias químicas.

Se denomina enlace químico al conjunto de fuerzas que mantienen unidos a los


átomos cuando estos forman moléculas o cristales, así como a las fuerzas que mantienen
unidas a las moléculas en estado sólido o líquido.

Tipos de enlace

El valor de la electronegatividad determinará si uno de ellos tiene mayor o


menor tendencia que el otro a ganar e– y por tanto determinara el tipo de enlace.

• Enlace iónico entre metal (electropositivo) y no metal (electronegativo)


formando iones de distinto signo.
• Enlace covalente entre átomos de no metales que presentan los dos gran
tendencia a atraer e–, compartirán electrones. Cuando los átomos son
diferentes, el enlace es covalente polar.
• Enlace metálico entre cationes metálicos unidos por e– libres de la capa
de valencia.
• Enlaces intermoleculares:

- Fuerzas de Van de Waals

- Enlaces de hidrógeno.

Criterios para saber si un enlace es iónico o covalente entre familias de los


elementos representativos:

- Entre elementos alcalinos, alcalinotérreos o de transición y elementos no


metálicos son iónicos.

· Entre elementos no metálicos son covalentes polares.


· Entre los átomos no metálicos de un mismo elemento son covalentes.

4.2. Enlace covalente

Se establece cuando se combinan átomos de elementos con electronegatividades


muy altas y parecidas (dos no metales), compartiendo uno o más pares de electrones.

Cuando los átomos que se combinan tienen la misma electronegatividad el


enlace es covalente apolar.

Cuando son átomos con distinta electronegatividad será un enlace covalente


polar. Los e– del enlace se distribuyen de forma asimétrica, más próximos al elemento
con > electronegatividad.

Polaridad de enlace: Cuando se unen dos átomos de electronegatividad


diferente, el par de electrones se coloca cerca del átomo que más tendencia tiene a
atraerlo. Sobre el átomo más electronegativo hay más densidad electrónica, y menos
sobre el otro: se origina una cierta separación de carga, que no llega a ser total, porque
entonces el enlace sería iónico por transferencia electrónica.

4.2.1. Teoría de Lewis

El modelo de Lewis consiste en una representación gráfica que muestra los


enlaces entre los átomos de una molécula y los pares de electrones solitarios que puedan
existir.

Se basa en las siguientes hipótesis:

- Explica la fuerza impulsora de la formación de enlaces como la tendencia de


cada átomo de la molécula de alcanzar un octeto de electrones en su nivel energético
externo (configuración de gas noble).

- Los átomos para conseguir 8 e– en su última capa comparten tantos electrones


como le falten para completar su capa (regla del octeto). Los átomos del 2º periodo
tienden a cumplir la regla del octeto. No pueden estar rodeados de más de ocho e-. El
hidrogeno solo requiere de dos electrones.

- Los demás átomos siguen en general la regla del octeto, pero tienen orbitales
“d” vacíos y por lo tanto pueden alojar más de ocho e- a su alrededor.
- Cada pareja de e– compartidos forma un enlace.

- Se pueden formar enlaces sencillos, dobles y triples con el mismo átomo, según
el número de e– que se compartan.

• Reglas de Lewis

1- A partir de las configuraciones electrónicas de los elementos que intervienen,


se designa el átomo central que suele ser el menos electronegativo es decir, el que más
electrones necesita para completar su capa de valencia.

2- Calcula el total de e– necesarios para completar los octetos de todos los


átomos de la molécula (n).

3- Calcula los e- totales en la capa de valencia de todos los átomos de la


molécula (v).

4- El número de electrones compartidos (c) se obtiene de restar los disponibles


a los que se necesitan (n-v). Se divide entre dos para determinar el número de e- de
enlace (PE).

5- Se calcula los electrones no compartidos o solitarios, s=a-c, y se divide por


dos para determinar los pares de no enlace (PN).

6- Se forman los enlaces entre el átomo central y los periféricos.

7- Comparamos el número de e- que deben compartirse (c) con el nº de


electrones compartidos dibujados en el apartado anterior. Evaluamos posibles enlaces
múltiples en el caso de que no coincidan.

8- Los e- restantes, se sitúan como pares de e- no compartidos para completar los


octetos de los átomos periféricos, pares de electrones de no enlace (desapareados) ⇒
P no E.
• Excepciones a la teoría de Lewis

- Octeto incompleto: Moléculas tipo BeCl2 o BF3 con marcado carácter


covalente en las cuales el átomo de Be o de B no alcanzan la configuración de gas noble
cuando forman una molécula, porque los e– de su capa de valencia no le permiten crear
más enlaces y poseen estabilidad con esa configuración.

- Octeto expandido: Moléculas tipo PCl5, SF6 o IF7 en las que el átomo central
puede tener 5, 6 o 7 enlaces (10, 12 o 14 e–) y son estables. Sólo puede ocurrir en el
caso de que el átomo central no-metálico sea del tercer periodo o superior ya que
dispone de orbitales “d” para ampliar el octeto.

• Enlace covalente coordinado


Cuando los pares de e- compartidos son proporcionados por un solo átomo de los
que se enlazan, el enlace se llama covalente coordinado. Es el caso de los iones
amonio e hidronio.

En ambos casos, el H+ (protón) no tiene ningún electrón para compartir. Estos


son proporcionados por el oxígeno en ion el hidronio y por el nitrógeno en el ion
amonio.

4.2.2. Geometría de las moléculas. Teoría RPECV

La teoría de Lewis no indica nada acerca de la geometría de la molécula, la cual,


es consecuencia del ángulo de sus enlaces. Hay un procedimiento sencillo que permite
predecir la geometría si se conoce el numero de electrones que rodea al átomo central.
Es el modelo de las repulsiones entre pares de electrones de la capa de valencia
(RPECV).

La TRPECV afirma que los pares de e– de la capa de valencia de los átomos


que forman enlaces covalentes se sitúan de manera que la repulsión entre ellos sea
mínima. La geometría viene dada por la repulsión de los pares de e– del átomo central
teniendo en cuenta que las parejas de e– se sitúan lo más alejadas posibles.

Partiendo de las estructuras de Lewis, hay que tener en cuenta los pares de e– de
enlace y los de no enlace que rodean al átomo central.

Cuando existen pares de e– no enlace o no compartidos sobre el átomo central,


las estructuras ven modificados sus ángulos. De esta forma podemos encontrarnos
distintos tipos de geometría:

4.2.3. Polaridad en moléculas covalentes. Momento dipolar

Cuando se forma un enlace entre átomos de diferente electronegatividad, el


enlace es covalente polar.

Las moléculas que tienen enlaces de este tipo tienen los átomos menos
electronegativos con una carga parcial positiva (δ+) y los más electronegativos con una
carga parcial negativa (δ-).

La polaridad será tanto mayor cuanto más grande sea la diferencia entre las
electronegatividades de los átomos.
Cada enlace tiene un momento dipolar “µ” ( magnitud vectorial que depende la
diferencia de electronegatividad entre los átomos, cuya dirección es la línea que une
ambos átomos y cuyo sentido va del menos electronegativo al más electronegativo).

Dependiendo de cómo sea el sumatorio de µ de los enlaces que forman una


molécula, éstas se clasifican en:

1- Moléculas polares.

Tienen “ Σ µ” (sumatorio del momento dipolar) no nulo. Y esto puede ser


debido a:

· Moléculas con un sólo enlace covalente polar. Ejemplos: HCl, ClF.

· Moléculas angulares, piramidales, con pares de e- de no enlace… : Ejemplos:


H2O, NH3.

2- Moléculas apolares.

Tienen “ Σ µ” nulo: Y esto puede ser debido a:

· Moléculas con enlaces apolares. Ejemplos: H2, Cl2.

· Moléculas con enlaces polares pero con “ Σ µ” = 0, pero simétricas. Ejemplos:


CH4, CO2.

Determinación de la polaridad de una molécula

1. Dibuja la estructura de Lewis de la molécula.

2. Determina la forma geométrica que le corresponde analizando los pares de e–


de enlace y de no enlace que rodean al átomo central.

3. Analiza la polaridad de cada enlace que forma el átomo central con otros
átomos.

4. Determina el Σ µ de la molécula = Σ µ de los enlaces


4.2.4. Teoría del enlace de valencia

Es una explicación mecanocuántica del enlace químico, siendo además, más


completa que la teoría de Lewis ya que justifica el papel del par de electrones en la
constitución de los enlaces y, al mismo tiempo, describe la geometría de las moléculas
formadas.

Según esta teoría, el enlace covalente consiste en la superposición de dos


orbitales semiocupados de átomos diferentes con los electrones de valencia con spin
antiparalelo. Por loque para que se produzca un enlace covalente entre dos átomos, cada
uno de ellos debe tener:
- Un orbital con un e– desapareado.
- Los e– con spines contrarios.
- Ser orbitales de tamaños comparables y la orientación adecuada.
Al aproximarse las nubes de carga de los orbitales de los dos átomos, se produce
una superposición o solapamiento de ambas, formando un único orbital molecular, en el
que se produce el apareamiento de los e–. Así, 2 átomos de H (1s1) tienen cada uno 1 e–
desapareado en un orbital “s” y formarían un orbital molecular en donde alojarían los 2
e–.
• Enlaces σ y π
Si dos orbitales atómicos se solapan por sus extremos (de forma frontal) se
forma un enlace σ y la densidad electrónica se concentra entre los núcleos. Se forma un
enlace σ cuando solapan dos orbitales s, dos orbital px o un orbital s y un orbital px.
Todos los enlaces simples son de tipo σ.

Si dos orbitales atómicos solapan lateralmente, se forma un enlace π y la


densidad electrónica se concentra en las partes superior e inferior del plano que contiene
a los núcleos. El enlace se forma cuando ya hay un enlace σ, por lo tanto son los
responsables de los dobles y triples enlaces.

• Covalencia
Se llama “covalencia” al nº de e– desapareados o que pueden llegar a
desaparearse en un átomo y por tanto al nº de enlaces que puede formar.
• Hibridación de orbitales

La TEV propone la hibridación de orbitales atómicos para justificar la geometría


de las moléculas.

Mediante el proceso de hibridación, orbitales atómicos distintos en geometría y


en energía se redistribuyen y dan lugar a nuevos orbitales híbridos iguales en forma y en
energía. La orientación adoptada por los orbitales híbridos condicionara la geometría de
la molécula.

- Hibridación sp3

Se hibridan un orbital “s” y tres orbitales “p” para dar lugar a 4 orbitales
híbridos sp3 equivalentes que darán lugar a 4 enlaces simples de tipo “σ” (frontales).
Se forman cuatro orbitales con orientación dirigida hacia los vértices de un tetraedro.
- 4 enlaces sencillos. Ejemplo: metano
- 3 enlaces sencillos + 1 par e– sin compartir. Ejemplo: NH3
- 2 enlaces sencillos + 2 par e– sin compartir. Ejemplo: H2O

- Hibridación sp2:

Se hibridan un orbital “s” y dos orbitales “p” para dar lugar a 3 orbitales
híbridos sp2 equivalentes, que formarán enlaces “σ”, más 1 orbital “p” (sin hibridar)
que podrá formar un enlace “π” (lateral).

Los tres orbitales están dirigidos hacía los vértices de un triángulo equilátero.
- 3 enlaces sencillos. Ejemplo: BF3

- 1 enlace doble y 2 sencillos. Ejemplo: eteno

- Hibridación sp:

Se hibridan un orbital “s” y un orbitales “p”. Se forman dos orbitales que forman
entre sí un ángulo de 180º.

- 2 enlaces sencillos. Ejemplo: BeF2

- 2 enlaces dobles. Ejemplo: CO2

- 1 enlace triple y 1 sencillo. Ejemplo: etino


• Tabla resumen estructura de Lewis, TRPECV e hibridación:

4.2.6. Propiedades de los compuestos covalentes

• Sólidos covalentes:

Sustancias sólidas formadas por un número indeterminado de átomos unidos


mediante enlace covalente. Los más comunes son: el diamante, el grafito y la sílice
(SiO2). Todos los átomos del cristal están unidos por enlaces covalente, pudiendo
considerar éste como una molécula gigantesca.

Dada la fortaleza de este enlace los sólidos covalentes tienen:

- Gran dureza, para rayarlos hay que romper enlaces.

- Puntos de fusión y ebullición muy altos por lo que son sólidos a


temperatura ambiente.
- Son insolubles en todo tipo de disolvente.

- Son malos conductores del calor y la corriente eléctrica pues no


tienen electrones libres.

Una excepción a estas propiedades lo constituye el grafito que forma estructuras


por capas, lo que le hace más blando y al aportar cada átomo de carbono un e– a un
macroenlace muy deslocalizado es también conductor.

• Sustancias moleculares:

Están formados por moléculas aisladas, tanto más fáciles de separar cuanto
menos polares sean las moléculas. Son gases (CO2, O2, H2), líquidos (H2O, Br2) o
sólidos (I2, naftaleno):

- Puntos de fusión y ebullición bajos. Generalmente son gases a


temperatura ambiente, pueden ser sólidos o líquidos, según el tipo de fuerzas
intermoleculares que presenten. En cualquier caso menores que compuestos iónicos o
metálicos. Aumentaran al hacerlo su masa molar, en las moléculas polares los
puntos de fusión y ebullición son más altos cuanto mayor sea su polaridad (las
fuerzas intermoleculares serán más apreciables)

- Son blandos y elásticos, solo se alteran las fuerzas intermoleculares.

- Solubles en disolventes con polaridad similar:

- Las sustancias polares (alcoholes) son solubles en disolventes


polares (el agua), que las estabilizan por fuerzas de atracción
dipolo-dipolo.

- Las apolares (como las grasas) lo son en disolventes apolares


(como la gasolina) que estabilizan las moléculas con fuerzas de
Van der Waals

- Son malos conductores pues no tienen cargas libres, aunque las


molécula polares poseen parcial conductibilidad.
4.2. Enlace iónico

El enlace iónico se produce por la transferencia de electrones entre un metal,


capaz de ceder electrones y un no metal capaz de captarlos. Es decir, entre átomos con
electronegatividades muy diferentes.

Se produce cuando un átomo (metal) pierde el o los electrones de la última capa,


convirtiéndose en un ion positivo (catión) y otro átomo (no metal) capta el electrón (o
los electrones) y se convierte en ion negativo (anión).

Los compuestos iónicos adoptan diferentes estructuras cristalinas, de manera que


los iones se colocan de forma que se compensen las fuerzas atractivas y repulsivas.

Estas estructuras cristalinas deben de cumplir dos condiciones:

- Los iones deben de ocupar el menor volumen posible


(empaquetamiento máximo).

-El cristal debe ser neutro, es decir, el número de cargas negativas han de
ser igual al de cargas positivas.

Se llama índice de coordinación al número de iones de un signo que rodean a


otro de signo contrario, siempre a la misma distancia.

Por ejemplo en el NaCl los iones de Na+ son bastante más pequeños que los
iones de Cl-, de manera que los iones se disponen formando una red cúbica centrada en
las caras con un índice de coordinación de 6. Sin embargo en el NaCs los iones de Cs +
y Cl- son de similar tamaño. En este caso, los iones se disponen formando una red
cúbica centrada en el cuerpo con un índice de coordinación de 8.
4.2.1. Energía reticular. Ciclo de Born-Haber

“Es la energía desprendida en la formación de un mol de cristal iónico sólido a


partir de sus iones componentes en estado gaseoso”.

• Ciclo de Born-Haber

Ciclo termodinámico en el que se estudian, desde el punto de vista energético,


todos los procesos que intervienen en la formación de un mol de compuesto iónico a
partir de los elementos que lo integran en su estado termodinámico más estable.

Vemos como ejemplo el cálculo para el NaCl.

1- Escribimos la reacción de formación ajustada con cada elemento en su estado


mas estable.

Na (s) + 1/2 Cl2 (g) NaCl (s)

2- Esta reacción puede considerarse la suma de las siguientes etapas:

Etapa 1. Consiste en convertir el sodio metálico en átomos gaseosos. Este


proceso se llama atomización. La energía necesaria se llama la entalpía de atomización
o sublimación. Es un proceso endotérmico que requiere 108 kJ por cada mol de átomos
de sodio.
Na(s) Na (g) ∆H1 = +108 kJ/mol

Etapa 2. Consiste en convertir el sodio gaseoso en iones positivos también


gaseosos. En esta etapa, los átomos de sodio pierden un electrón. Este proceso es
endotérmico y la energía que se suministra es el primer potencial de ionización del
sodio.

Na (g) Na+ (g) + e- ∆H2 = +495,9 kJ/mol

Etapa 3. Se separan los átomos de cloro que están unidos formando moléculas.
Para romper estas moléculas se debe suministrar una energía igual a la energía de
enlace. Este proceso es endotérmico y la energía que se suministra es la energía de
disociación de la molécula de cloro.

½ Cl2 (g) Cl (g) ½ ∆H3 = +121,2 kJ/mol

Etapa 4. Los átomos gaseosos de cloro ganan un electrón. Este proceso es


exotérmico y la energía que libera es la primera afinidad electrónica.

Cl (g) + e- Cl- (g) ∆H4 = - 348 kJ/mol

Etapa 5. Los iones gaseosos se unen para formar un 1 mol de sólido cristalino La
energía que se desprende en este proceso es la energía de red o energía reticular.

Cl- (g) + Na+ (g) NaCl (s) Uo = valor a determinar

El balance energético del proceso en etapas es:

∆Hf0= ∆H1 + ∆H2 + ½∆ H3 + ∆H4 + Uo

La energía reticular, que es el parámetro que se quiere calcular, valdrá:

Uo = ∆Hf0 - ∆H1 - ∆H2 - ½∆ H3 - ∆H4

Uo = (-411) - (+108) – (+495.9) - (+121.2 – (-384) =-752,1 kJ/mol


4.2.2. Propiedades de los compuestos iónicos

Muchas de las propiedades de los compuestos iónicos dependen de la fuerza del


enlace (energía reticular), así a mayor energía reticular mas estable será el compuesto,
mas alto su punto de fusión, más duro, menos soluble...

La energía reticular aumenta a medida que aumenta la carga de los iones y a


medida que disminuye la distancia entre ellos, es decir, a medida que disminuye los
radios iónicos.

· Puntos de fusión y ebullición elevados, más elevados cuanto mayor es la


energía reticular U, para fundirlos es necesario romper la red cristalina con gran
cantidad de atracciones electrostáticas entre iones de distinto signo. Por ello, los
compuestos iónicos son sólidos a temperatura ambiente.

· Gran dureza por la misma razón, ya que para rayar un cristal es necesario
romper su estructura cristalina. Cuanto mayor sea U más duro será el compuesto.

· Solubilidad en disolventes polares. La disolución supone la ruptura de la red


cristalina, será más soluble cuanto menor sea U. Los disolventes, al presentar cargas,
son capaces de introducirse en la estructura cristalina y estabilizar los iones por
atracción ión-dipolo. Este es el caso del agua. Varias moléculas de disolvente se colocan
en torno a un ión que está solvatado. Por la misma razón, presentan insolubilidad en
disolventes apolares.

- Conductividad eléctrica solo en estado disuelto o fundido, en dichos estados


los iones presentan movilidad y son atraídos hacia los electrodos de signo contrario. A
este tipo de conductividad se la denomina conductividad de segunda especie. Sin
embargo, en estado sólido, al estar los iones fijos dentro de la estructura cristalina no
conducen la electricidad.
4.3. Enlace metálico

Es el que se establece entre átomos metálicos. Normalmente, las sustancias


metálicas están formadas por un solo elemento, aunque en ocasiones pueden
combinarse, como ocurre en las aleaciones.

Se caracterizan por presentar un grado de empaquetamiento elevado. Es un


enlace bastante fuerte. Los átomos de los metales tienen pocos electrones en su última
capa y no forman enlaces covalentes ya que compartiendo electrones no pueden
adquirir la estructura de gas noble.

Forman un enlace metálico, con el que consiguen la estabilidad compartiendo


los electrones de valencia de manera colectiva, formando una nube electrónica que
rodea a todo el conjunto de iones positivos y que se comportan como si perteneciesen a
todo el conjunto. Están empaquetados ordenadamente, formando una estructura
cristalina de alto índice de coordinación.

Existen dos modelos que lo explican, el modelo de la nube electrónica y la teoría


de bandas.

4.3.1. Modelo de la nube electrónica

Según este modelo, la red cristalina del metal está formada por los iones
positivos entre los que se mueven libremente los electrones de valencia. Los electrones
no pertenecen a los átomos individuales, sino al conjunto de todos ellos. Estos están
deslocalizados dentro de la red y se mueven con libertad entre los huecos existentes
entre los iones positivos constituyendo así la nube electrónica. Así pues, el enlace
metálico resulta de las atracciones electrostáticas entre los restos positivos y los
electrones móviles que pertenecen en su conjunto a la red metálica. Este modelo explica
de forma cualitativa, las propiedades observadas en los metales.
Este modelo se da exclusivamente en los elementos metálicos y sus aleaciones,
es decir, en elementos que reúnen dos condiciones:

1- Baja energía de ionización, con lo cual ceden fácilmente electrones (que


constituyen la nube electrónica).

2- Orbitales de valencia vacios, que permiten a los electrones moverse con


facilidad.

La conductividad térmica es consecuencia de las colisiones que transmiten los


electrones por todo el metal. Y el brillo metálico se explica por el hecho de que los
electrones, al estar libres, pueden absorber y emitir luz de todas las frecuencias.

4.3.2. Teoría de bandas

Este modelo se basa en la Teoría de los Orbitales Moleculares (TOM).

Según la TOM cuando dos átomos enlazan, los orbitales atómicos se combinan
formando dos orbitales nuevos, uno de menor energía y otro de mayor. Estos ya no
pertenecen a los átomos sino que pertenecen a toda la molécula.

Al orbital de menor energía se le denomina enlazante y al de mayor energía


antienlazante.
Si se combinan infinidad de orbitales atómicos de similar energía podemos
considerar que el conjunto de orbitales moleculares resultantes formarán una banda de
energía, una de menor energía formada por los orbitales moleculares enlazantes
(banda de valencia) y la otra de mayor energía por los antienlazantes (banda de
conducción).

En los metales ambas bandas están muy próximas en energía de manera que se
necesita una cantidad de energía muy pequeña para excitar un electrón y enviarlo desde
la banda de valencia (enlazante) a la de conducción (antienlazante) por donde circulan
con gran facilidad a través de todo el cristal metálico. Todos los metales en general son
conductores.

Si la diferencia de energía entre ambas bandas es mayor tendremos los


semiconductores. El semiconductor puede transportar corriente si se aporta la energía
relativamente pequeña que se requiere para excitar a los electrones desde la banda de
valencia (la ocupada, que es la inferior) a la banda de conducción (la vacía, que es la
superior).

La energía suministrada puede ser mediante campos eléctricos, aumento de


presión, añadiendo impurezas que aporten electrones cuya energía sea intermedia. El
germanio y el silicio son semiconductores.

En los elementos aislantes, la diferencia de energía entre las bandas de valencia


y conducción es muy grande, de modo que los electrones no pueden saltar de una a otra,
y estos elementos no conducen la corriente eléctrica. Son aislantes las substancias de
estructura no metálica como el carbono en el diamante.

4.3.3. Propiedades de los compuestos metálicos

- Son dúctiles (estirar en hilos) y maleables (formar láminas) debido a que no


existen enlaces con una dirección determinada. Si se distorsiona la estructura los e–
vuelven a estabilizarla interponiéndose entre los cationes.

- Son buenos conductores debido a la deslocalización de los e–. Si se aplica el


modelo de bandas, puede suponerse que la banda vacía (de conducción) está muy
próxima a la banda en donde se encuentran los e– de forma que con una mínima energía
éstos saltan y se encuentran con una banda de conducción libre. Si se aumenta la
temperatura del conductor, vibran más los núcleos de los átomos, chocando con los e–
en continuo movimiento, por lo que se incrementa el rozamiento y por tanto disminuye
la conductividad.

- Conducen el calor debido a la su estructura compacta que hace que las


vibraciones se transmitan con facilidad.

- Tienen, en general, altos puntos de fusión y ebullición dependiendo de la


estructura de la red. La mayoría son sólidos.

· Tienen un brillo característico.

4.4. Fuerzas intermoleculares

A diferencia de los enlaces, que son fuerzas que se dan en el interior de las
moléculas es decir intrarmoleculares, las fuerzas intermoleculares son las fuerzas de
atracción entre las moléculas de las sustancias covalentes.

Estas fuerzas están presentes en las sustancias covalentes en estado sólido o


líquido. En los gases aparecen cuando se reduce la temperatura del gas, pasando
primero la sustancia a estado líquido y posteriormente al sólido.

Los puntos de fusión y ebullición de las sustancias covalentes proporciona una


buena información sobre la magnitud de las fuerzas intermoleculares. Así pues, cuanto
menor sea los puntos de fusión (ebullición) menor será las fuerzas que mantienen unidas
a las moléculas.

Las fuerzas intermoleculares pueden ser de dos tipos: fuerzas de Van der
Waals y enlace de hidrógeno

4.4.1. Fuerzas de Van der Waals

Son interacciones electrostáticas y pueden ser:

1- Fuerzas dipolo-dipolo (o de orientación)

Se da entre moléculas que poseen unos momentos dipolares permanentes, el


dipolo de una molécula se orientará con respecto al de la vecina de modo que la carga
positiva del dipolo se orientará hacia la negativa del dipolo vecino y como consecuencia
se producirá una atracción electrostática entre ambas. Esa atracción será débil porque
las cargas de los dipolos son pequeñas

2- Fuerzas dipolo- dipolo inducido

Se da entre moléculas polares y no polares. Las moléculas polares en las


cercanías de las moléculas no polares pueden producir en estos un desplazamiento de la
carga, transformándolo en un dipolo. Entre el dipolo permanente y el inducido aparece
una débil fuerza atractiva.
Este tipo de interacción es responsable de que moléculas apolares como el
oxigeno sean algo solubles en agua y permitan la vida en su seno. Este tipo de
interacción no se da entre moléculas iguales.

3- Fuerzas de dispersión

Las fuerzas de dispersión surgen entre moléculas apolares. En un momento


dado, una molécula puede sufrir una asimetría en su distribución de carga originándose
un dipolo instantáneo, el cual puede actuar sobre otra molécula vecina creando en ella
un dipolo inducido. La inducción progresa hacia otras moléculas en cadena, dando lugar
a fuerzas atractivas débiles. Estas fuerzas aumentan con el tamaño molecular, puesto
que las moléculas mayores se deforman con más facilidad. Por lo tanto dependerán del
número de electrones que tengan los átomos de la molécula (a mayor número de
electrones mayor puede ser el dipolo formado), es decir, de la masa, ya que a mayor
masa habrá más electrones, y del tamaño, cuanto más larga sea la molécula a igualdad
de masa, más fuerte serán las fuerzas intermoleculares. Por ejemplo el n-pentano tiene
mayor punto de fusión y de ebullición que el 2,2-dimetilpropano.

4.4.2. Enlaces por puentes de hidrógeno

Cuando en una molécula el hidrógeno se encuentra unido a un elemento muy


electronegativo que tenga un par de electrones sin compartir, como por ejemplo flúor,
en ese caso el flúor atrae tanto al par de electrones que el hidrógeno casi queda desnudo
(queda el núcleo). El núcleo del hidrógeno es tan pequeño que atraerá hacia si al par de
electrones no compartidos de un átomo de una molécula vecina.

Con él, se justifica el elevado punto de fusión y ebullición que tiene el agua
respecto al resto de los hidruros del grupo.
La condición para que se dé enlace de hidrógeno es que exista hidrógeno y que
éste se encuentre unido a un elemento con electronegatividad alta y que posea un par de
electrones sin compartir. Los elementos que tienen mayor electronegatividad son F, O,
N y, a veces, también se da este enlace con Cl o S.
El enlace de hidrógeno más fuerte se presentará cuando el hidrógeno está unido
al flúor, HF, y, sin embargo, el agua tiene el punto de fusión más alto que el HF, lo que
es debido a que el oxigeno de una molécula de agua puede formar cuatro enlaces de
hidrógeno, dos a través de su oxigeno con dos hidrógenos de dos moléculas vecinas y
otros dos a través de sus hidrógenos con los oxígenos de otras dos moléculas vecinas. El
flúor sólo puede formar dos enlaces de hidrógeno con dos moléculas vecinas.
Estos enlaces de hidrógeno son también los responsables de que hielo tenga
menor densidad que el agua, ya que en el hielo, cada oxigeno se encuentra unido a
cuatro hidrógenos, dos mediante enlace covalente y dos de hidrógeno que da lugar a una
estructura poco compacta, es decir con un gran volumen y por lo tanto menor densidad.
Este enlace se da también entre moléculas diferentes, por ejemplo etanol y agua,
que reúnan los requisitos para formar enlaces de hidrógeno, estas dos sustancias son
miscibles porque se establecen enlaces de hidrógeno entre las moléculas de agua y las
moléculas de etanol.

Potrebbero piacerti anche