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RELACIONES SANAS

1. VALORES PERSONALES
“Las ancianas asimismo sea reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del
vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus
hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus marido, para
que la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tito 2: 3-5).

Debe ser reverente en su manera de vivir y comportarse, esto es, vivir siempre delante de
Dios amándolo, honrándolo, expresándole tu gratitud siempre y obedeciendo sus
mandamientos.
Debe ser respetuosa con la reputación de los otros, misericordiosa hacia los demás,
ofreciendo ayuda y perdonando. Templada: hacer las cosas con moderación, dominar sus
impulsos. Debe enseñar situaciones de valor o discipular a los demás la palabra de Dios. .
Tiene que mantener su dignidad y ser disciplinada con la lengua.
Para la mujer las siguientes son las virtudes o los valores que debe tener: “Amar a sus
marido e hijos”. Amar es dar todo por el otro, sacrificio y entrega por su esposo y sus
hijos. Amar a los hijos y al marido es hacerles bien, atenderles, tener paciencia, ayudar,
disciplinar a los niños y respetar al marido. La mujer debe aprender a controlarse, , en
todos los sentidos, cumplir con sus obligaciones, y hacer aquello que sabe que debe
hacer. No debe decir nada que haga daño. Controla la lengua. Debe ser pura. Fiel Esto es,
no ir con otros hombres, ni tener amistades íntimas con ninguno que no sea su marido.
Debe ser pura en su forma de vestirse, para no causarse problemas. Debe ser hacendosa,
buena ama de casa. Esto es atender y llevar bien la casa. Debe ser amable, simpática con
los niños y con el marido. Y, ¡cómo no!, sujeta al marido. Esto significa que está bajo su
autoridad. Él es cabeza de familia y ella le respeta como tal. La responsabilidad de la
familia, en última instancia, recae sobre él.
2. ELEVO MI AUTOESTIMA
Qué es Autoestima?
Autoestima es la valoración positiva o negativa que una persona hace de sí misma en
función de los pensamientos, sentimientos y experiencias acerca de sí misma, el valor que
una persona se da a sí misma. Está relacionada con la autoimagen, que es el concepto que
se tiene de uno mismo, y con la auto aceptación, que se trata del reconocimiento propio
de las cualidades y los defectos. La forma en que una persona se valora está influenciada
en muchas ocasiones por agentes externos y puede cambiar a lo largo del tiempo.

1. UNA PERSONA CON AUTOESTIMA BAJA Se critica a sí misma y a los demás con
mucha dureza .No reconoce sus cualidades y talentos. Bajo entusiasmo por luchar,
servir o trabajar por otros. Otros toman decisiones por ella. Toleran atropello de
sus derechos y dignidad por otros.
2. UNA PERSONA CON AUTOESTIMA SALUDABLE Actúa con independencia, asume
sus responsabilidades, está orgullosa de sus logros, demuestra amplitud de
emociones y sentimientos, tolera adecuadamente las frustraciones, y afronta
nuevos retos con entusiasmo.
3. Proverbio31:10“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa
largamente a la de las piedras preciosas”.

En Marcos 12:30-31 dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el
segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro
mandamiento mayor que estos”.

Amarse a uno mismo es un mandato de Dios, por lo tanto es una equivocación confundirlo
con egoísmo. La persona egoísta es insensible a las necesidades del prójimo, todo lo hace
de acuerdo a su propia conveniencia, siempre está priorizando su bien por encima del de
los demás, en fin, está incapacitada para dar lo que no tiene, amor.

¿Y cómo es el amor que debemos practicar con nosotros mismos y con los demás? Para
nosotros, la definición más clara y precisa de amor, la escribe el apóstol Pablo en 1ra.
Corintios 13:4-7: “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni
jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja
fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con
la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. Uno de los
beneficios inmediatos que proporciona amarse a uno mismo, es un cambio, para bien, en
la autoestima de la persona.

La persona con niveles adecuados de autoestima, es capaz de establecer límites que


propicien relaciones personales sanas; respeta y se hace respetar; se aprecia como
persona, al margen de lo que hace o tiene, se considera en igualdad de derechos a
cualquier otra persona, independiente de condiciones económicas o de género; es
consciente de sus limitaciones y debilidades; es capaz de reconocer los errores que
comete y asumir consecuencias de los mismos; se acepta tal cual es; atiende sus
necesidades, sabe escucharse sin recriminaciones; al atenderse a sí misma, la persona
propicia una actitud abierta y atenta hacia los demás, sabe convivir en paz y armonía
consigo mismo y con otras personas, libre de actitudes virulentas que propician la miseria
humana, como: egoísmo, envidia, rencor, odio, celos, etc.

El amor a uno mismo por una parte sirve de armadura para protegernos de atropellos y
agresiones psíquicas, verbales y físicas de quienes no conocen el amor; y por otro lado nos
equipa para amar sin condiciones a nuestros seres queridos en particular, y al prójimo en
general.

3.COMPRENDO EL ENOJO
Colosenses 3:8-10

8 Peroahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje
obsceno. 9 Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja
naturaleza con sus vicios, 10 y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va
renovando en conocimiento a imagen de su creador.

El primer paso es reconocer el enojo en nuestros corazones.


Esto puede parecer innecesario a quienes expresan con facilidad sus sentimientos, pero
para aquellos que han enterrado su ira en lo más profundo de su ser, será necesario un
prolongado tiempo de autoanálisis delante del Señor. Aunque oculto, el cáncer del
resentimiento ha estado creciendo e infestando lentamente el corazón.
El paso siguiente es reconocer que el enojo es pecado, y comenzar a ocuparse de el
Puesto que la ira es a menudo una respuesta a una herida recibida, se debe tener cuidado
de no excusarla ni defenderla en nombre de la justicia. Aunque alguien haya pecado
contra usted, aferrarse a la ira como respuesta, es pecado.
Romanos 12:17 Nueva Traducción Viviente (NTV)
17 Nuncadevuelvan a nadie mal por mal. Compórtense de tal manera que todo el mundo
vea que ustedes son personas honradas. 18 Hagan todo lo posible por vivir en paz con
todos.

El manejo de un estilo de vida irascible no es opcional; hay que dejar la ira. No podemos
esperar vivir en la nueva naturaleza que Cristo ha creado para nosotros, conservando al
mismo tiempo nuestro “derecho” a estar enojados y guardar resentimientos.
La solución de Dios al problema del enojo, es ser más como Cristo. Nuestra
responsabilidad es revestirnos de su carácter.
El Señor nos invita a cooperar con Él en este proceso de transformación. Con cada paso de
obediencia que demos, la paz de Cristo crecerá, y la ira se reducirá.

Efesios 4:26 Nueva Traducción Viviente (NTV)


26Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle» [ a ] . No permita que el sol se
ponga mientras siguen enojados,
No permitan que el enojo los domine, no deben esperar a que llegue el siguiente día
sin resolver lo que le causó el enojo, si no resuelve esa situación, usted le está dando
a Satanás la oportunidad de minar su mente. Si yo me quedo con un enojo, no lo someto
a Cristo, no lo resuelvo, dejo que el día termine el problema que era pequeño ahora lo
veo más grande.

4. COMUNICO Y ESCUCHO
Un alto porcentaje de los problemas interpersonales se debe a las malas e insanas
comunicaciones – entre esposos, entre padres e hijos, entre familiares y entre hermanos
de la familia de Dios. Cuando hablamos de los problemas de comunicaciones tenemos que
entender que éstas se tratan de lo que uno dice y no dice, cómo lo dice (volumen, tono,
gestos, muecas, o sea, lenguaje no verbal), en fin, la comunicación total..

Proverbios 10:11 Nueva Traducción Viviente (NTV)


11 Las palabras de los justos son como una fuente que da vida; Las palabras de los
perversos encubren intenciones violentas.

Proverbios 10:13-14 Nueva Versión Internacional (NVI)


13 En los labios del prudente hay sabiduría;
en la espalda del falto de juicio, solo garrotazos.
14 El que es sabio atesora el conocimiento,

pero la boca del necio es un peligro inminente.

Las malas comunicaciones se describen en las Escrituras como maldiciones, pleitos,


disputas, ofensas, insultos, mentiras, críticas, juicios, contiendas, gritería, maledicencia,
lenguaje soez o abusivo. ¿Por qué no debe la mujer cristiana practicar estas cosas?
¿Puedes imaginar a Jesús usando estas formas de comunicar algo?

Cuando uno no anda en comunión con Dios es cuando salen de la boca la basura que
hemos guardado allí de los tiempos de la vida anterior a nuestra conversión a Cristo.
Nuestra carne es débil aunque el espíritu está muy dispuesto a no pecar. En el momento
de prueba o tentación la carne domina la lengua fácilmente.

¿No es cierto que cuando andamos bien con el Señor no queremos decir cosas malas? Sin
embargo, la vida carnal es una realidad que necesitamos enfrentar si vamos a tener la
victoria sobre las malas comunicaciones. Tiene que ser una victoria profunda, una
crucifixión de la carne con sus pasiones y deseos (Gál. 5:24). Una “victoria superficial” es la
que muchos creen que es suficiente, pues, en ciertos momentos no hablan mal,
especialmente cuando están con los que no hablan mal.

Gálatas 5:24 Nueva Versión Internacional (NVI)


24 Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones
y deseos.
Yo creo que el problema principal es que no creemos que Dios esté presente y que oye
cada palabra y lee cada pensamiento nuestro. ¿De veras crees que diríamos cosas malas si
viéramos al Señor allí en el mismo hogar con nosotros? Me parece que no tendríamos
tantos problemas si practicáramos la Presencia de Dios. Estoy convencido que en el fondo
de cada problema de nuestra conducta está la incredulidad. No creemos lo que debemos
creer. No es que no lo sabemos, sino que no decidimos creerlo y practicarlo No es una fe
pasiva sino una activa la que nos lleva a la victoria (1 Juan 5:4). La fe activa necesita la
cooperación de nuestra mente sana.

1 Juan 5:4 Nueva Versión Internacional (NVI)


4 porquetodo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al
mundo: nuestra fe.
Puede resultar gracioso esta frase: “Tenemos dos oídos y una boca, para que escuchemos
más de lo que hablamos”, y aunque parezca chistoso encierra una gran verdad.
Salomón fue muy sabio cuando escribió en Eclesiastés 3:7 ” hay tiempo de callar, y tiempo
de hablar”.
Saber cuándo guardar silencio refleja en nosotros la humildad para estar dispuestos a
escuchar. Existe una gran diferencia entre escuchar y oír. Oír es solo percibir sonidos, en
cambio cuando realmente escuchamos es cuando prestamos atención.
Escuchar eleva nuestra relación y la manera en que percibimos lo que el otro siente para
así usar las palabras correctas al dar una respuesta. Proverbios 20:5 es claro: “Aunque el
buen consejo esté en lo profundo del corazón, la persona con entendimiento lo extraerá”.
(NTV)
¿Qué transmites cuando hablas menos y escuchas más?
Cuando hablas menos y escuchas más, esto es lo que transmites:

• Valoras a las otras personas y sus opiniones


• Valoras el tiempo de otros
• Puedes escuchar y considerar múltiples puntos de vista

Aquellos que no pueden escuchar a su hermano, muy pronto dejarán de escuchar a Dios,
porque incluso a Dios le hablan constantemente
Santiago 1:19 Nueva Versión Internacional (NVI)

Hay que poner en práctica la palabra


19 Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y
ser lentos para hablar y para enojarse;

6.ESTEREOTIPOS, PREJUICIOS Y DISCRIMINACIÓN

La discriminación se sustenta en gran medida sobre los estereotipos que se han ido
generando entorno a la idea que tenemos sobre cómo deben comportarse los hombres y
las mujeres, los papeles que deben desempeñar en el trabajo, en la familia, el espacio
público e incluso en cómo deben relacionarse entre sí. A este conjunto de ideas
preconcebidas que utilizamos para analizar e interactuar con otros hombres y
mujeres les llamamos estereotipos de género.

Es interesante observar que el estereotipo masculino y femenino es universal.

Jesús nació en una sociedad muy parcial, y Él se esforzó por derribar las barreras. Para el
judío del primer siglo, no había nada que fuera peor que un gentil, excepto un samaritano.
Sin embargo, Jesús demostró la hermandad de toda la humanidad por medio de la
Parábola del Buen Samaritano, en la cual un samaritano odiado mostró que era el prójimo
bueno del judío que había sido golpeado y asaltado en el camino a Jericó (Lucas 10).

El prejuicio racial no tiene lugar en el corazón de ningún cristiano. Santiago escribió:


“Amarás a tu prójimo como a ti mismo,…pero si hacéis acepción de personas, cometéis
pecado” (2:8-9). Debemos tratar a la gente de otras razas como quisiéramos que nos
trataran, lo cual es la Regla de Oro de Jesús: “Así que, todas las cosas que queráis que los
hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y
los profetas” (Mateo 7:12).

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