Aportes de Catherine Kerbrat-Orecchioni al Proceso de la Comunicación.
Catherine Kerbrat-Orecchioni (lingüista francesa, 1943) plantea ver a la
lengua como un instrumento de la comunicación. Es por eso que, a partir de este planteo, cuestiona las teorías de Saussure y Jakobson sobre el lenguaje en términos de código. A Saussure le cuestiona el hecho de que su objeto de estudio (la lengua) sea un objeto definido en términos de homogeneidad (código homogéneo) y a Jakobson le cuestiona que, a pesar de que él presenta la existencia de distintos códigos, también plantea un grado de codificación y homogeneidad en esos distintos códigos en los términos de uso. Por esta razón, Kerbrat-Orecchioni dice que el modelo de Jakobson sobre el esquema de la comunicación tiene algunos problemas vinculados a distintas cuestiones. 1) Problema de la homogeneidad del código: Los hablantes nunca hablan la misma lengua, es decir, no comparten los mismos conocimientos en términos de lengua. En otras palabras, no comparten un código homogéneo aunque hablen el mismo idioma. 2) Problema de la exterioridad del código: Para plantear esta noción Kerbrat-Orecchioni hace una pregunta clave. “¿Cuáles son las competencias que el hablante debe poseer para poder comunicarse?” A lo que responde que existen distintos tipos de competencias para la comunicación: Por un lado la Competencia Lingüística, que es el conocimiento gramatical que un hablante tiene de su lengua. Por otro lado la Competencia Paralingüística, que son las significaciones que puede adquirir el tono, la intencionalidad, la asignación de turnos de habla, la posición corporal, la gestualidad, etc. Estos son aspectos importantes en la comunicación. Las Competencias cultural e ideológica. La primera reúne los conocimientos que se poseen en relación con el mundo, es decir, las facilidades o dificultades para interpretar el universo simbólico. En la competencia ideológica, además del universo simbólico, se llevan a cabo una serie de procedimientos que permiten la interpretación y la evaluación de dichos objetos: al conjunto de actitudes interpretativas y evaluativas, los modos de posicionamiento frente a la realidad, concepciones de mundo y vida.
Por otra parte la Competencia No Lingüística, que son determinaciones “Psi”,
porque remite a lo psicológico; cada persona interviene en las situaciones comunicativas con la confluencia de sus experiencias, su carácter, sus propios conflictos y situaciones personales que gravitan a la hora de interactuar con los demás. Por último, las Competencias Discursivas, que son las que establecen restricciones en el discurso, como por ejemplo la necesidad de comunicarse por determinados fines de manera formal o informal. También establece restricciones vinculadas al género al que pertenece el enunciado, los tipos de textos y las pertinencias de sus usos en cada situación. 3) Problema de la unidad del canal: Al contrario de Jakobson, Kerbrat-Orecchini observa que en la comunicación el canal es múltiple, ya que el mensaje no es solo verbal, sino que también involucra comportamientos paraverbales (gestos, mímica, direccionalidad de la mirada, entonaciones, tonos, etc.) 4) Problema del estatismo y la esquematicidad del modelo de Jakobson: Según Jakobson, todo destinador produce un mensaje que está orientado solo al destinatario. Pero Kerbrat-Orecchioni plantea que ese mensaje que da el destinador no llega solamente al destinatario, sino que también el propio destinador funciona como un primer destinatario porque la comunicación es reflexiva. Tanto el destinador como el destinatario son simultáneamente participantes de una comunicación en los dos roles. 5) Problema de la complejidad de las instancias de emisión y recepción: Kerbrat-Orecchioni plantea que las instancias de emisión y recepción se complejizan porque se incorporan, por un lado, la presencia de un emisor y un receptor complejo, y por otro lado, desdoblamientos. - Emisor complejo: El emisor complejo está compuesto por un ENUNCIADOR o LOCUTOR. La diferencia que hay entre un emisor o un destinador y un enunciador o un locutor es que, el emisor o el destinador son las entidades empíricas, mientras que el enunciador o el locutor es la creación del emisor a través del mensaje, es decir es el “personaje del discurso”; el enunciador estaría tomando un rol determinado en cada situación comunicativa en la que participa. -Receptor complejo: El receptor complejo está compuesto por un ENUNCIATARIO o ALOCUTARIO. La diferencia que hay entre un receptor o un destinatario y un enunciatario o alocutario es que, el receptor o el destinatario son las entidades empíricas, mientras que el enunciatario o el alocutario son entidades discursivas; el enunciatario estaría tomando un rol determinado en cada situación comunicativa en la que participa. -Desdoblamientos en la instancia de emisión: El desdoblamiento en la instancia de emisión se puede observar mediante la forma del discurso directo y el discurso indirecto. El discurso directo es el lenguaje utilizado al citar a alguien, por ende está compuesto por una voz citante y una voz citada, se caracteriza por conservar la sintaxis del texto fuente, se distingue por el uso de dos puntos y comillas, de guiones, de coma seguida del uso del verbo “de decir” después de la cita. El discurso indirecto es el lenguaje utilizado para expresar lo que alguien dijo sin citarlos directamente, es por eso que solo está compuesto por la voz citante. El discurso referido se subordina sintácticamente a este. Por medio del uso del discurso indirecto se indica cómo un autor reflexiona sobre lo que dijo otro, para fundamentar su aporte. -Desdoblamientos en la instancia de recepción: En la instancia de recepción se da la idea de receptor o destinatario, pero Kerbrat Orecchioni plantea el desdoblamiento en la instancia de recepción que se da mediante el ALOCUTARIO y el NO ALOCUTARIO. El ALOCUTARIO es el personaje discursivo a quien se le dirige la enunciación, en otras palabras es el destinatario directo. El alocutario puede estar en singular o plural, puede ser real o virtual, ficticio locuente (que puede responder) o no locuente (que no puede responder). El NO ALOCUTARIO se divide en RECEPTOR ADICIONAL, por un lado, que es el receptor no previsto, y que no influye en la estructura del enunciado; y por otro lado el DESTINATARIO INDIRECTO, quien no forma parte de la relación de interlocución y su presencia esta prevista por el locutor.