Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Resumen
El conocimiento científico actual sobre el cambio climático es resultado de
una larga y complicada historia en que la ciencia y los intereses políticos de
los países más ricos y poderos del mundo jugaron, durante la segunda mitad
del siglo XX, un papel fundamental aunque poco conocido. Exploraremos aquí
los turbulentos años de la guerra fría y veremos cómo los intereses militares
fueron un motor insospechado para la investigación científica sobre la
atmósfera. Pero antes de comenzar permitaseme explicar por qué hablo más
adelante de un “animal mítico”, el leviatán. En el año de 1651 el filósofo
inglés Thomas Hobbes publicó su obra más polémica e influyente: Leviatán,
donde utiliza una metáfora para comparar la organización política moderna
con una bestia o incluso con un dios mortal de poder soberano sin igual.
1
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
Un cálido verano
Hoy es común decir que existe un cambio climático que además tiene
repercusiones políticas, incluso se puede mencionar un ejemplo poco común
para ilustrarlo: entre el 18 de junio y el 10 de julio de 2019 se vio a la
primera ministra de Alemania, Angela Merkel, sufriendo espasmos
musculares involuntarios en por lo menos tres eventos públicos. Sobre estos
episodios el gobierno alemán se limitó a decir que fueron causados por
deshidratación y que no afectan la excelente salud de la canciller germana.
En efecto los temblores corporales son un síntoma de la deshidratación
hipernatremia (es decir, de la deshidratación celular causada por falta de
ingestión de agua), una reacción corporal natural ante eventos climáticos
como las olas de calor, justo como la que azotó a Europa este verano y que
dejó los registros más cálidos de la historia, de acuerdo con la información de
la Organización Meteorológica Mundial (WMO por sus siglas en inglés).
2
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
físicos que evidencian a las detonaciones nucleares. Fue así que la medición
constante de los gases atmosféricos se convirtió en una tarea científica de
interés político y militar de primer orden (figura 1).
3
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
En la década de 1750 el médico escocés Joseph Black buscaba curar un
padecimiento muy común en su época, los cálculos renales. Supuso que al
ingerir algunas sustancias alcalinas se podían disolver las piedras del riñón y
para ello eligió la entonces llamada magnesia alba (carbonato de magnesio
—MgCO3—) y aunque no obtuvo el resultado que deseaba, descubrió que al
agregar ácido o calcinar la magnesia se desprendía un gas. Como el peso del
carbonato de magnesio antes de la reacción o calcinación era mayor que
después de esos procesos, Black determinó que el gas desprendido podía
formar sólidos y lo llamó “aire fijo”, pues sospechaba que se encontraba
presente en el aire atmosférico. Además encontró que era el gas exhalado en
la respiración. Pero pasarían casi dos siglos para que la concentración
atmosférica de esta molécula se midiera continua y sistemáticamente
gracias a los intereses del leviatán.
4
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
1 de julio de 1957 y el 31 de diciembre de 1958 logró que miles de científicos
de más de 60 países, miembros de diversas agencias científicas
internacionales y de la UNESCO, realizaran mediciones y experimentos para
obtener conocimientos más precisos de las regiones polares, de la atmósfera
superior y del espacio exterior interplanetario. Si bien los motivos y
antecedentes de tal investigación a escala mundial fueron preocupaciones
científicas genuinas —análogas a las desarrolladas durante las exploraciones
del Primer Año Polar (1882-1883) y el Segundo Año Polar (1932-1933)— las
naciones rivales (los EUA y la URSS) no perdieron la oportunidad para
avanzar en sus intereses militares y propagandísticos y entonces el Año
Geofísico Internacional fue el escenario perfecto para presentar los
programas de investigación espacial y tecnología de cohetes de propulsión a
chorro, entre ellos el estadounidense “Vanguard” y el soviético “Sputnik”.
5
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
enigma a cuya solución el joven químico de 27 años se dedicó con
entusiasmo. Para resolver dicha incógnita, Keeling construyó un manómetro
para medir la diferencia de presión entre una muestra de aire y una muestra
de un gas control, en recipientes cuyo volumen había medido previamente y
cuya temperatura estaba controlada. Dicho procedimiento era más exacto
que el método de medición común de esa época y que había sido
desarrollado por el Instituto Meteorológico de la Universidad de Estocolmo,
método que consistía en pasar una muestra de aire por una solución de
hidróxido de bario —Ba(OH) 2—. Pero el proceso diseñado por los suecos no
podía hacer mediciones inferiores a 3 partes por millón (ppm) —es decir,
cantidad de unidades de bióxido de carbono en un millón de unidades
volumétricas de una muestra—, una diferencia que arrojaba datos bastante
diferentes entre los laboratorios que analizaban las muestras de aire y que
no permitía establecer datos concluyentes.
6
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
En 1958 Keeling comenzó a registrar las variaciones diarias de CO 2
atmosférico, gracias a que al método manométrico que había diseñado
anteriormente sumó el uso de detectores de radiación infrarroja para obtener
rápidamente los resultados de la variación de bióxido de carbono entre las
muestras de aire y la del gas de calibración, este método es tan preciso que
su margen de error es de 0.025% por la gran sensibilidad de los instrumentos
utilizados. Keeling publicó sus resultados tan sólo un par de años después de
iniciar su trabajo: una curva con un pico máximo en mayo y un valle en
septiembre —correspondiendo respectivamente al crecimiento y
decrecimiento de las plantas en el hemisferio norte— y con una tendencia al
alza que se mantiene desde entonces (ver figura 2).
7
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
Fig. 2 La curva de Keeling que registra los promedios mensuales de la concentración de
moléculas de CO2 atmosférico en el hemisferio norte (Fuente:
https://scripps.ucsd.edu/programs/keelingcurve/wp-content/plugins/sio-bluemoon/graphs/
mlo_full_record.png)
8
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
están determinadas principalmente por la temperatura de la mezcla de gases
de acuerdo a su altura respecto a la superficie terrestre (ver en Cienciorama
“Interacción océano-atmósfera”).
9
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
Fig. 3 Elementos climáticos (Fuente: elaboración propia a partir de Hanslmeier [2007, 126])
10
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
recibe el nombre de problema de detección y atribución del cambio
climático.
11
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
clima presente y futuro causado por los seres humanos debido a la magnitud
y rapidez de los cambios en la concentración de gases de efecto invernadero
en la atmósfera.
Referencias
Divulgación:
1. Brandan, María Ester, (2018): Armas y explosiones nucleares [1988], México, Fondo
de Cultura Económica (Col. La ciencia para todos No. 61)
3. Deutsche Welle (redacción), (10 de julio de 2019): “Merkel tiembla por tercera vez en
poco más de tres semanas”, en: <https://www.dw.com/es/merkel-tiembla-por-tercera-
vez>
4. Molina, Mario; Sarukhán, José; Carabias, Julia, (2017): El cambio climático. Causas,
efectos y soluciones, México, Fondo de Cultura Económica (Col. La ciencia para todos
No. 241)
5. Oreskes, Naomi; Conway, Erick M., (2018): Mercaderes de la duda: Cómo un puñado
de científicos ocultaron la verdad sobre el calentamiento global [2011], Madrid,
Capitán Swing
12
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA
Especializada:
7. Cook, John; Nuccitelli, Dana; Green, Sara A.; et al., (2013), “Quantifying the consensus
on anthropogenic global warming in the scientific literature”, en: Environmental
Research Letters, Vol. 8, No. 2, 024024, IOP Publishing. [DOI:10.1088/1748-
9326/8/2/024024]
8. García Herrero, María Ángeles; López López, María Rosario; Molina Cabañero, Juan
Carlos, (eds.), (2018): Manual para el diagnóstico y tratamiento de la deshidratación
y de los trastornos hidroelectrolíticos en Urgencias de Pediatría, Madrid, Ergon
9. Hanslmeier, Arnold (2007): The Sun and Space Weather, Dordrecht, Países Bajos,
Springer
10. Harris, Daniel C., (2010): "Charles David Keeling and the Story of Atmospheric CO 2
Measurements", en: Analitical Chemistry, Vol. 82, No. 19, American Chemical Society,
pp. 7865-7870. [DOI:10.1021/act1001492]
11. Howe, Joshua P., (2014): Behind the Curve. Science and Politics of Global Warming,
Seattle y Londres, University of Washington Press
12. West, John B., (2014): "Joseph Black, carbon dioxide, latent heat, and the beginnings
of the discovery of the respiratory gases", en: American Journal of Physiology-Lung
Cellular and Molecular Physiology, Vol. 306, Issue 12, American Physiology Society,
pp. L1063-L1063. [DOI:10.1152/ajplung.00020.2014]
13
El leviatán y la atmósfera I/CIENCIORAMA