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¿Crees que te faltan habilidades sociales? ¿Te consideras una persona tímida? ¿Te
sientes incómodo cuando estás con otras personas? ¿Te sientes solo/a?
Como cada persona es un mundo y cada contexto es diferente, las habilidades sociales
nos permiten ser capaces de conectar con el otro y comprenderle. Los comportamientos
que pueden ser adecuados y eficaces en una situación, pueden dejar de serlo en otra, por
eso, una persona habilidosa desde el punto de vista social debe ser capaz de adaptarse
al interlocutor y al contexto, pero sin perder de vista su individualidad.
Ahora bien, para las empresas, a la hora de contratar, es importante tener en cuenta la
forma en la que los candidatos se relacionan. Saber hablar correctamente, cuidar el
lenguaje corporal, escuchar a los demás, tener confianza en uno mismo o ser influyente y
persuasivo en las relaciones con los demás, puede ayudarte a conseguir un empleo o a
promocionar en tu actual compañía.
De hecho, todas esas cualidades influyen para crear un buen clima laboral, algo
imprescindible para tener un mayor rendimiento y productividad. Si la relación entre los
compañeros de oficina es buena, se obtendrán mejores resultados. De ahí que las
empresas miren con lupa este tipo de habilidades en sus futuros empleados.
Las habilidades sociales son el conjunto de conductas que nos permiten relacionarnos
con los demás de manera satisfactoria, por lo que son imprescindibles en cualquier
ambiente que nos podamos encontrar (en familia, en el trabajo, en la calle, etc.). Una
adecuada puesta en práctica de estas habilidades es beneficiosa para aprender a
expresarse y comprender a los demás, tener en cuenta las necesidades e intereses de
todo el mundo, intentar encontrar la solución más satisfactoria para todos ante un
problema o ser solidario, cosas fundamentales si queremos vivir en sociedad.
Aunque puede que, en principio, no cuentes con este conjunto de habilidades, debes
saber que con trabajo y constancia puedes llegar a conseguirlas. De hecho, el
perfeccionamiento de las habilidades sociales nos permitirá tener una ventaja competitiva
frente a otros, por lo que es importante entrenarlas con frecuencia.
Saber escuchar.
Iniciar y mantener conversaciones.
Hacer preguntas.
Dar las gracias.
Presentarte y presentar a otras personas.
Hacer un cumplido.
Hay que tener en cuenta que es necesario aprender primero las habilidades sociales
básicas, antes de desarrollar las avanzadas. En las habilidades avanzadas es importante
nuestra autoestima, la asertividad, la inteligencia emocional y la empatía.
Las habilidades sociales son los pilares de nuestra comunicación y, por tanto, son
imprescindibles a la hora de interaccionar en el entorno laboral.
Por suerte, podemos desarrollarlas y potenciarlas con la práctica, logrando acercarnos a
nuestros objetivos a través del enriquecimiento de la comunicación con el resto de
compañeros. Comienza a valorar tus habilidades y muéstralas en tu trabajo, marca la
diferencia.
Desde la psicología se han elaborado una serie de técnicas dirigidas a mejorar las
destrezas de la persona en cuanto a su relación con otros. Estas técnicas, explicadas a
continuación, no deben ser interpretadas como pasos en serie que siguen un orden
concreto, sino más bien como elementos independientes que nos permiten alargarlos,
ampliarlos o repetirlos.
1. Modelado
En esta primera técnica, una persona dotada de las habilidades que se pretende aprender
realiza una serie de conductas de forma adecuada, para que el aprendiz o aprendices las
imiten. Los modelos pueden ejercer las conductas en directo, o bien a través de
grabaciones. El principal requisito del modelo para que la técnica resulte efectiva, es que
este sea lo más parecido posible al observador. Tanto por edad, género, grupo de
referencia,etc.
Asimismo, la efectividad de la técnica aumenta cuando la situación expuesta sea
reproducida con la mayor claridad y precisión posibles, y siempre de forma en la que se
gradúe, de menor a mayor, la dificultad de esta.
2. Ensayo conductual
Estas dos formas de proceder no son excluyentes, la persona puede primero hacer la
prueba de forma encubierta y, una vez practicado lo suficiente, pasa a la prueba real.
3. Retroalimentación
4. Reforzamiento
En estos casos, el refuerzo positivo consiste en ensalzar y alabar los aspectos positivos
de la actuación del aprendiz, siendo ésta la mejor forma para que la conducta se repita en
el futuro. Un punto importante a tener en cuenta es que dichos refuerzos deben ser
valiosos y deseados por la persona.
Una vez se han administrado los refuerzos de manera continuada, se pasa al refuerzo
intermitente de la conducta. La meta de este tipo de refuerzo es fortalecer la conducta y
mantenerla a largo plazo.
5. Generalización
Teniendo en cuenta esto, la ejecución de la o las conductas debe extrapolarse a todos los
contextos o circunstancias en las que dicho comportamiento sea de utilidad para la
persona.
Las empresas ya no se conforman con tener en sus filas profesionales con grandes
conocimientos, expertos en procesos, en mercados o en cualquier otra materia. Además
de ello, actualmente demandan habilidades sociales y personales, ese conjunto de
estrategias aprendidas que nos ayudan a actuar y a relacionarnos con los demás de
manera eficaz y orientada a la consecución de nuestras metas.
¿Cuáles son las habilidades sociales más demandadas por las empresas?
REFERENCIAS
https://www.randstad.es/tendencias360/como-influyen-las-habilidades-sociales-en-el-trabajo/
https://www.areahumana.es/desarrollo-de-habilidades-sociales/
https://www.manuelescudero.com/que-son-las-habilidades-sociales/
https://www.elpradopsicologos.es/timidez/habilidades-sociales/
https://psicologiaymente.com/social/tecnicas-entrenar-habilidades-sociales
https://www.deustoformacion.com/blog/empresa/importancia-habilidades-sociales-empresa
https://www.fideliagroup.com/interesante/las-habilidades-sociales-mas-destacadas-en-la-
empresa/