Sei sulla pagina 1di 13

30.

Consideraciones para el
análisis de fracturas óseas:
una mirada desde la
antropología
Isla Campos Varela

1. Introducción El análisis de trauma óseo, dentro de la antro-


pología forense, requiere de la interpretación
El hueso y los dientes son los tejidos más duros del recorrido y las características de las fractu-
del cuerpo humano y los que más perduran en ras, con el fin de determinar el mecanismo apli-
el tiempo luego de la muerte. Es por esto que cado y la dirección de la fuerza, de tal manera
entenderlos es muy importante, ya que en los que permita la aproximación a las circunstan-
casos de cadáveres esqueletizados son lo único cias que condujeron a la muerte. Esto resulta
que se tiene para lograr la identificación e in- más fácil en cadáveres frescos, en los que la
terpretar las lesiones que pudieron relacionarse interpretación de los hallazgos en hueso se co-
con las circunstancias de la muerte. rrelacionan con los hematomas, las abrasiones
Para la antropología forense —no para y demás alteraciones en el tejido blando. Pero
la medicina—, los huesos pueden presentar cuando se trata del análisis de cadáveres com-
alteraciones ante mortem, que son aquellas que pletamente esqueletizados, todo dependerá del
presentan algún grado de reparación ósea; post entendimiento de la topografía ósea y su rela-
mortem, que son las que ocurren cuando el hue- ción con las fracturas.
so está completamente seco y están asociadas a El análisis del trauma óseo en la antro-
procesos de diversas índoles relacionados con pología forense ha ido configurándose en los
el entorno en el que se encontraba el cadáver; últimos 30 años como consecuencia de la ne-
y peri mortem —término que no debe ser con- cesidad de la medicina forense de obtener a
fundido con el homónimo de la medicina—, partir de los huesos no sólo el perfil biológico
en las que pueden presentar lesiones ocurridas de un individuo con fines de identificación,
cuando el hueso está vivo o preserva aún propie- sino también la interpretación de las lesiones
dades como la plasticidad y la elasticidad. Son que puedan ayudar a explicar las condiciones
este tipo de lesiones a las que se hará referencia en las que se produjo la muerte. Esta área ha
en este capítulo, puesto que son las que pueden ido consolidándose y ha pasado de realizarse
ofrecer información respecto a las circunstan- exclusivamente en cadáveres esqueletizados,
cias asociadas a la muerte de una persona. a aplicarse en cadáveres frescos, plenamente

1
X. El trauma cerrado no neurológico

identificados, en los que no se tiene certeza sobre material de condiciones variables que respon-
las características del trauma asociado al de de diferentes maneras ante las cargas sobre
fallecimiento. él ejercidas, por lo que el análisis de fracturas
Los conocimientos iniciales provienen de debe ser resultado del abordaje integral e inter-
diversas fuentes no antropológicas (1-3) a par- disciplinario del cuerpo.
tir de experimentos y reportes de caso elabo- El análisis antropológico del trauma óseo
rados por médicos de diferentes áreas. Poco a sirve de apoyo a los médicos forenses en la de-
poco, la antropología ha ido vinculando la bio- terminación del mecanismo causal, es decir: si
mecánica a sus investigaciones científicas, rea- es contundente, cortante, corto-contundente,
lizando prácticas en huesos de animales, reco- por proyectil de arma de fuego o de origen tér-
giendo información —como las dimensiones y mico. Permite establecer el número mínimo de
el peso—de experimentos con cadáveres o con eventos, ayuda en la reconstrucción de las tra-
muñecos (4) elaborados con particularidades yectorias o el establecimiento de la dirección
humanas y nuntriéndose de la vasta experiencia de fuerza que recibe la estructura y en algunos
de la pericia en diversas partes del mundo (5). casos puede aproximarse a la determinación de
El entendimiento progresivo de las reac- las características de clase o generales y even-
ciones del hueso y de sus particularidades ha tualmente a las características únicas de los ele-
conducido al desuso del término fractura con- mentos causales.
minuta, que no aporta mucho respecto al tipo Antes de continuar, es necesario dejar en
de trauma, la trayectoria, la energía y otros fac- claro que el antropólogo no determina la causa
tores involucrados en el evento traumático. En de la muerte, sólo puede dar resultados orien-
cambio, se ha visto ahora el uso más recurrente tadores que le permitirán al médico pronun-
de términos como patrón de lesión y patrón de ciarse sobre el mecanismo, la causa y la manera
fractura. Se entiende por patrón de lesión el de la muerte.
conjunto de lesiones asociadas a determinado
tipo de trauma. Por ejemplo, en un accidente 2. Características del hueso
de tránsito se observan frecuentemente lesio-
nes en la pierna en el lugar del impacto con el
vehículo y en el tórax, el abdomen y la cabeza Los huesos cumplen diferentes funciones en el
cuando el peatón es elevado y cae posterior- organismo las cuales condicionan sus propie-
mente. Mientras que patrón de fractura se aso- dades. Está formado en un 65 % por compo-
cia a todas aquellas particularidades de la frac- nentes inorgánicos, como los la hidroxiapatita
tura en sí misma, como forma, dirección o, tipo (fosfato de calcio) que le dan rigidez; el 35 %
de borde, que resultan fundamentales para en- restante consta principalmente de fibras de
tender cómo ocurrió el evento que las generó. colágeno que le confieren elasticidad. En con-
Para interpretar las fracturas a partir de junto, la rigidez y la elasticidad le permiten ser
los huesos, es indispensable tener presente que el soporte del cuerpo, ser elemento de fijación
éstos se encuentran en estrecha relación con de los músculos para el movimiento y formar
los tejidos blandos y que sus propiedades de- cavidades protectoras para los órganos.
penden de factores como la edad, el sexo, las Además de su composición, sus cualida-
enfermedades y las actividades regulares que des dependen de la disposición del tejido.
realiza cada persona. En síntesis, el hueso es un Normalmente en un individuo adulto los

2
PARTE IV: Patología forense especial: mecanismos físicos de producción de lesiones

huesos están compuestos de dos tipos de dos capas de tejido cortical o compac-
tejido: uno compacto de grosor variable, ubi- to. Entre éstos se cuentan los huesos del
cado en la parte externa, llamado hueso corti- cráneo, las costillas, las escápulas y los
cal y otro conocido como hueso trabecular o coxales.
esponjoso, que es de apariencia porosa. Éste se b. Largos. Son más largos que anchos,
encuentra ubicado en la parte interna de la ma- con forma cilíndrica y con dos extremos
yoría de los huesos y los extremos de los huesos (proximal y distal), que tienen una delgada
largos, en cuyas cavidades se encuentra el tejido capa externa de tejido cortical envolviendo
hematopoyético de la medula ósea. abundante hueso esponjoso y una diáfisis
El tejido cortical está compuesto por lámi- con forma de tubo en la que predomina
nas de células dispuestas de forma concéntrica el hueso compacto. Son los huesos de los
alrededor de unos canales por los que los va- miembros, con excepción de las escápulas,
sos y nervios llegan al hueso, mientras que en coxales, carpianos y tarsianos.
el tejido esponjoso las células se disponen en c. Cortos. Son los huesos que tienen una
láminas alineadas de acuerdo con las cargas delgada capa de tejido cortical en el exte-
que soporte cada estructura. Gracias a esto rior que recubre el hueso trabecular. Entre
tenemos una estructura densa en la superficie éstos se encuentran los huesos del carpo y
y hueca por dentro, que a pesar de ser liviana del tarso.
es capaz de soportar grandes cargas asociadas a d. Irregulares. Como las vértebras, el esfe-
los movimientos de la persona. noides y el occipital, que tienen segmentos
El hueso cambia constantemente a lo largo con características de los demás tipos de
de su desarrollo y sus propiedades son diferen- hueso.
tes dependiendo del estado en el que se encuen-
tre. El tejido de los huesos en crecimiento es 3. Mecanismos de
diferente, aún en la superficie es de apariencia
porosa, debido a que sus células no están dis- producción de fracturas
puestas de manera organizada, por lo que algu-
nos lo llaman hueso tejido o hueso inmaduro, el Las fracturas ocurren cuando la carga que reci-
cual tiene mayores propiedades elásticas que el be el hueso excede su capacidad de resistencia.
de los individuos adultos que ya han terminado Si la carga o la energía recibida supera por mu-
su proceso de crecimiento. cho su capacidad —como lo dice el profesor
Los huesos se pueden clasificar de acuerdo Steven Symes1 en sus conferencias—, el hue-
con su constitución y morfología. Éstas están so se comportará como un material tan frágil
relacionadas con los tipos de cargas para los que como el vidrio. En los otros casos, el hueso se
están diseñados y les confieren propiedades di- comportará con mecanismos de adaptación
ferentes. Por ejemplo: los huesos de los miem- que si son rebasados terminan en la fractura;
bros inferiores, además de las fuerzas de trac- esta vendrá luego de que el tejido haya pasa-
ción muscular, reciben el peso del cuerpo en do por 3 fases diferentes: una de resistencia
sentido vertical, por lo que son más resistentes sin cambio de forma, otra de elasticidad, en la
a la compresión (2). La clasificación incluye:
a. Planos. Constan de tres capas, una de 1 Antropólogo estadounidense ampliamente recono-
tejido esponjoso que se encuentra entre cido a nivel mundial por sus avances en el análisis
de trauma óseo.
3
X. El trauma cerrado no neurológico

que el hueso se deformará pero tiene la capa- al romperse mientras en individuos de avanzada
cidad de retornar a su estado inicial, y otra de edad, la densidad ósea será menor, lo que deter-
plasticidad, en la que el cambio de forma es minará pérdida en la capacidad de resistencia de
definitivo (2, 6). las estructuras.
Normalmente, los huesos están expuestos a Es importante tener presente en el análisis
diferentes tipos de cargas: la compresión, como al del trauma óseo que: a) Las fracturas tienden a
soportar el peso del cuerpo; la tracción o tensión, recorrer las áreas en las que el hueso ejerce me-
que ocurre por acción de los músculos para pro- nos resistencia (9), b) Se desplazan en la misma
ducir el movimiento; la torsión, cuando gira so- dirección en la que va la energía, lo cual es útil
bre su propio eje a causa del movimiento —por para la interpretación de la dirección del im-
ejemplo cuando el pie está fijo en el piso y se gira pacto que la genera; y c) Una fractura nunca
el cuerpo—; y la cizalla, que genera el desplaza- atravesará otra (10), ya que la energía se disipa-
miento de dos partes de la estructura en sentidos rá en la fractura preexistente. Esto será de gran
diferentes. importancia para determinar la secuencia en la
Estos tipos de cargas se manifiestan en el que ocurrieron.
hueso en fracturas por tensión y compresión
principalmente. Por ejemplo: cuando una perso-
Figura 30.1. Superficie de fractura, que a pesar
na cae sobre su pierna extendida y a consecuen-
de corresponder a un tronco, ilustra con clari-
cia de la compresión cualquiera de las diáfisis de dad el área de tensión–superficie de textura
los huesos largos se dobla, se encuentra fractura suave–y el área de compresión–de aspecto
generada por tensión del lado convexo y com- dentado. (Figura de la autora. Corresponde
presión del lado cóncavo (7). al tronco caído y fracturado de un milenario
Dos cosas se deben tener presentes respecto árbol del Parque Nacional de las Secuoyas en
a las fracturas por tensión y compresión: la pri- California)2.
mera, es que en una persona adulta la mayoría
de los huesos se romperá primero por tensión
que por compresión —con excepciones como
las de algunos segmentos costales (8)—; y la se-
gunda, que la superficie de una fractura por ten-
sión tenderá a ser lisa, mientras que la de un área
fracturada por compresión será de textura
dentada (Figura 30.1).
Más allá de esto, la forma de las fracturas
dependerá de la dirección de la carga o la ener-
gía recibida, de la edad y la densidad ósea de la
persona y fundamentalmente del tipo de hue-
so. La edad es un factor determinante, pues los
huesos formados por el tejido inmaduro serán
más elásticos y la disposición desorganizada de
sus fibras no se romperá de la misma manera que
2 Las imágenes que acompañan el capítulo, a me-
en los adultos. En los infantes las fracturas sue- nos que se especifique en contrario, son producto
len tener la apariencia que tiene un leño verde del trabajo en morgue con casos reales, a cargo de
la autora.
4
PARTE IV: Patología forense especial: mecanismos físicos de producción de lesiones

Tampoco puede olvidarse que las fracturas suturas, fracturas lineales, fracturas concéntri-
ocurren por impacto directo, es decir: inician cas—que circunscriben el área de impacto— y
en el sitio sobre el cual ocurre la carga, o por fracturas radiales —que parten hacia diferentes
energía indirecta, transmitida bien sea desde regiones desde el punto de impacto— (11)
otro hueso o desde otra parte del mismo. Esto (Figura 30.2). Al igual que la mayoría de las es-
hace que se dificulte en muchas ocasiones de- tructuras, la de huesos planos se rompe prime-
terminar cuál fue el lugar que recibió la energía ro por tensión que por compresión, lo que hace
directa y cuál la indirecta. fundamental observar la lesión por ambos la-
La morfología de las fracturas más comu- dos, ya que el lado que presente mayor mag-
nes, de acuerdo con el tipo de hueso, es la si- nitud en las fracturas indicará el área que fue
guiente: sometida a tensión (Capítulo 38: Caídas).
a. Fracturas en huesos planos: En estas Las fracturas en cualquier tipo de estructu-
estructuras no se encuentran fracturas por ra pueden describirse como alineadas, cuando
tensión pura, pero sí hay por combinación el tejido a ambos lados de la fractura está al
de tensión y compresión (2). Presenta varios mismo nivel; y desalineadas, cuando hay des-
tipos de lesión: separaciones o diastasis de nivel entre ambos bordes.

Figura 30.2. Ilustración de los tipos de fracturas en huesos planos. En este caso ubicadas en región
parietooccipital derecha. El punto de impacto directo está en el centro de la lesión.

5
X. El trauma cerrado no neurológico

Las costillas, a pesar de ser huesos pla- b. Fracturas en huesos largos: A diferencia de
nos, se comportan de manera particular. los huesos planos, aquí pueden existir fracturas
Normalmente en el tercio posterior se rompen por tensión pura asociadas a la tracción mus-
primero por tensión que por compresión, y cular, las cuales estarán ubicadas de manera
si la tensión ocurre en la superficie interna se transversal a las áreas prominentes en las que se
puede observar la fractura en alas de maripo- insertan los músculos (Figura 30.5).
sa (Figura 30.3 y definición en: Fracturas en Las fracturas por compresión pura son
huesos largos). En los tercios anteriores, el hueso oblicuas (6) y las de tensión-compresión,
falla primero por compresión que por tensión que ocurren cuando el hueso se dobla, tie-
(8), pero aquí la fractura no será oblicua con nen un componente transversal que indica
superficie dentada, sino que será transversal y el área de tensión y uno oblicuo que indi-
recta. Las fracturas por torsión en las costillas ca el área en la que ocurrió la compresión.
son lineales y se ubican en los bordes superior e A esto se le conoce de muchas maneras,
inferior (Figura 30. 4). pero en los textos de antropología suele
denominarse fractura en alas de mariposa
Figura 30.3. Vista inferior interna de ter- (Figuras 30.3 y 30.6).
cio posterior de cuarta costilla izquierda en Las fracturas por torsión son en espiral
la que se observa fractura en alas de mari-
(Figura 30.7) y los extremos de la espiral suelen
posa ocurrida por tensión interna y compresión
externa. estar unidos en el lado opuesto por una fractu-
ra vertical. Al igual que en cualquier otro hue-
so, si la magnitud de la carga es alta, habrá gran
conminución y astillamiento que dificultará la
reconstrucción de los fragmentos.

Figura 30.5. Detalle vista posterior de trocánter


menor de fémur izquierdo, en el que se resalta
con flechas las fracturas por tracción en que
avulsionan en trocánter. Esta imagen se obtu-
vo luego del desbridado y restauración de los
fragmentos.
Figura 30.4. Vista superior de costilla, en la que
se señala con flechas las fracturas lineales en
borde superior asociadas a torsión, además de
fractura transversal completa.

6
PARTE IV: Patología forense especial: mecanismos físicos de producción de lesiones

Figuras 30.6 Vista anterior de diáfisis de la tibia izquierda, en la que se observa fractura en
alas de mariposa producida por trauma contundente en un accidente de tránsito. El segmento
transversal de la fractura indica el área de tensión y las fracturas oblicuas muestran el área de
compresión.

Figura 30.7. Fractura de la diáfisis de fémur derecho. A la izquierda, fractura en espiral desde vista
medial; a la derecha en vista lateral, se observa fractura vertical que une los extremos de la espiral.

c. Fracturas en huesos cortos: Ante la está inserto un músculo; y ante grandes cargas
compresión, el tejido trabecular colapsa redu- de energía, el hueso simplemente se divide en
ciendo el tamaño del hueso; ante la tensión, varios segmentos.
puede haber pérdida de los bordes en los cuales

7
X. El trauma cerrado no neurológico

4. Metodología del tejidos blandos, como cambios de color o al-


abordaje teración en la contextura del tejido, ya que
pueden estar asociados a lesiones de cualquier
índole (Figuras 30.8 a 30.10).
Si el cadáver está fresco o tiene tejido blando y Si se trata de cadáveres esqueletizados o en
se sospecha de la presencia de fracturas, en lo avanzado estado de descomposición, al realizar
posible hay que hacer estudios radiográficos la limpieza hay que asegurarse de que en los te-
que permitan determinar su ubicación antes de jidos o remanentes de tierra asociados no haya
hacer la exploración interna del cuerpo. De no evidencias, como por ejemplo proyectiles o
contarse con este recurso, hay que estar aten- esquirlas metálicas, para lo cual se recomienda
tos a la ubicación de deformidades, equimosis, tomar placas radiográficas o hacer una minu-
hematomas, abrasiones y escoriaciones que su- ciosa exploración durante el abordaje inicial
gieran lugares de lesión, y correlacionarlas pos- del cuerpo o los segmentos a analizar.
teriormente con los huesos fracturados. Posteriormente, se realiza la limpieza de los
Una vez estén documentadas las lesiones huesos, bien sea desbridando o removiendo
en los tejidos blandos, se inicia el desbridado la tierra (ver siguiente numeral), luego se es-
hasta exponer los fragmentos y las caracterís- tablece el número mínimo de individuos, se
ticas de las fracturas, procurando documen- disponen las estructuras anatómicamente y se
tarlas desde las diferentes vistas anatómicas. procede a restaurar los fragmentos.
Si se trata de huesos de cráneo, la exploración Para la reconstrucción de los fragmentos,
debe hacerse cuidadosamente en la superficie se debe hacer un armado previo para determi-
interna y externa, teniendo cuidado al abrir nar si hay fragmentos faltantes y cuáles son las
la bóveda de no atravesar con la herramienta características de los bordes de las fracturas;
de corte ninguna fractura. En las costillas es finalmente se pegan con algún material que
fundamental observar antes de desbridar las permita despegarlos de ser necesario. Todo el
deformaciones del tórax que puedan indicar proceso debe ser documentado fotográfica-
las áreas de tensión y compresión, ya que al ser mente, desde el abordaje inicial hasta las más
una reja flexible es muy probable que un golpe mínimas características de las fracturas, te-
en un área resulte en fracturas en otro lugar de niendo cuidado de tomar fotos generales y de
la misma caja torácica. detalle que permitan ubicar fácilmente el área
Cuando no se tenga certeza sobre el meca- afectada en una eventual consulta posterior del
nismo que produjo la fractura y no se cuente caso, cuando no se cuente ya con la evidencia
con el tiempo suficiente para la exploración en el laboratorio.
detallada, se recomienda extraer los segmentos Una vez hechas las reconstrucciones perti-
involucrados para remitirlos al laboratorio de nentes y tomadas las fotografías sobre fondos
antropología forense, en donde serán procesa- que ofrezcan un buen contraste con el hue-
dos y analizados cuidadosamente. so, se procede a describir respondiendo a las
Los cadáveres en avanzado estado de des- preguntas: ¿qué es?, ¿cómo es?, ¿dónde está?,
composición con tejido blando, primero de- ¿cuándo ocurrió?. El qué debe responderse
ben ser sometidos a necropsia, de la misma diciendo qué clase de alteración es. Puede ser
manera que en un cadáver fresco, aunque pres- por ejemplo una pérdida, un orificio o una
tando más atención a las alteraciones en los fractura; el cómo trata de las características de

8
PARTE IV: Patología forense especial: mecanismos físicos de producción de lesiones

Figura 30.8. Detalle superficie de piel de muslo


esa alteración, como las dimensiones; si es una
de un cadáver en estado de adipocira parcial, en
fractura, hay que decir si es completa o incom- la que se observa una de varias soluciones de
pleta, si está desalineada, etc.; el dónde se refie- continuidad de apariencia negruzca (recuadro).
re a la ubicación, la estructura y la parte de la
estructura en la que se encuentra o que com-
promete; y el cuándo es acerca de la temporali-
dad en la que ocurrió la alteración, que puede
ser ante, peri o post mortem, recordando que
no siempre es posible manifestarse al respecto,
ante lo cual hay que responder temporalidad
indeterminada.
Las conclusiones de los informes pericia-
les deben manifestarse respecto al mecanismo
causal de la lesión, que puede ser contundente, Figura 30.9. Exploración interna del muslo en el
cuando las fracturas ocurrieron por energía mismo cadáver de la figura anterior, en la que
transmitida a causa de golpes, caídas (Capítulo se observan dos perforaciones en el músculo,
38) o tracción de los propios músculos; por las cuales presentan diferente color con respec-
proyectil de arma de fuego o penetrante, a causa to al resto del tejido.
de esquirlas de un proyectil o de un elemento
explosivo (Capítulo 36); por mecanismo cor-
tante, cuando las lesiones fueron producidas
por elementos con filo y no tienen fracturas
asociadas; corto-contundentes, cuando además
de las lesiones por el filo de una herramienta,
hay fracturas asociadas; y de origen térmico,
cuando hayan sido ocasionadas por acción
del fuego.
Hay que recordar siempre que las frac-
turas deben analizarse en conjunto, bien sea Figura 30.10. Detalle manga de pantaloneta que
con el tejido blando o con las demás lesiones vestía el mismo cadáver de las dos imágenes
que presenten los huesos, ya que el número de anteriores, en la que se observan dos rasgadu-
fracturas no necesariamente indica un número ras consistentes con elemento cortopunzante
de eventos. También hay que estar atentos a la que se correlacionan con las dos perforaciones
presencia de más de un solo mecanismo causal, en el músculo observadas en la figura anterior.
pues de existir varios, será fundamental pro-
nunciarse sobre la posibilidad o no de determi-
nar la secuencia en la que estos ocurrieron. Por
ejemplo: no tendrá las mismas implicaciones
un caso que presente mecanismo contundente
en cráneo ocurrido antes de impactos por pro-
yectil de arma de fuego, que uno que presente
golpes luego de haber recibido disparos.

9
X. El trauma cerrado no neurológico

5. Limpieza del tejido óseo b. Cadáveres con tejido blando: Los


cadáveres con tejido blando pueden tenerlo
Edwin A. Cardona3 escaso y firmemente adherido en las articu-
Isla Yolima Campos laciones, en cuyo caso no suele ser necesario
removerlo. Pero si tiene insectos, adipocira,
La manipulación o la limpieza previa a la rea- tejido blando fresco o descompuesto, hay
lización del diagnóstico bioantropológico fo- que removerlo, porque de lo contrario no
rense resulta fundamental para evidenciar y se podrían observar pequeñas alteraciones
preservar las alteraciones en los huesos y car- en los huesos, como por ejemplo cortes
tílagos, por lo cual realizarlo de la mejor ma- superficiales (Figura 30.11).
nera posible es indispensable para cualquier Antes de retirar el tejido blando, el
análisis antropológico. Las decisiones respecto antropólogo debe analizarlo en busca de even-
a la forma en la que se abordarán son tomadas tuales lesiones que podrían perderse al desbri-
por el antropólogo, quien indica cuáles son los darse. Luego deben tomarse las muestras que
pasos a seguir y los resultados dependerán de han de guardarse en reserva o remitirse al labo-
la experiencia y la pericia del asistente o del ratorio de genética con fines de identificación.
antropólogo que realice el procedimiento. A Entonces se procede a retirar la mayor canti-
continuación se presentan las consideraciones dad de tejido de forma manual y posterior-
generales: mente los huesos se ponen al fuego con agua
a. Procedimientos para cadáveres esque- y óxido de calcio (cal viva) durante al menos
letizados: Los cadáveres esqueletizados pueden 6 horas si el tejido es abundante o 2 horas si es
recibirse erosionados, en cuyo caso los rema- escaso. En este momento se sacan los segmen-
nentes de tierra deben quitarse cuidadosamente tos corporales para removerles más tejido de
con cepillos de cerdas suaves si la tierra está seca. forma manual, antes de ponerlos de nuevo al
Si está húmeda, deben lavarse con agua corrien- fuego con agua y peróxido de hidrógeno (agua
te sin sumergirlos, ya que al hacerlo absorberán oxigenada). Mientras se tengan las estructuras
agua y aumentará su deterioro. en el fuego, hay que estar revisándolas constan-
Cuando están esqueletizados y tie- temente para evitar causar deterioro.
nen remanentes grasos, no requieren más Es fundamental que el agua que se deseche
procedimiento que retirarles la tierra, a menos sea colada antes de descartarla y que los resi-
que se requiera pegar fragmentos, en cuyo caso duos gruesos se desechen en bolsa plástica de
los huesos pueden ponerse al fuego con agua color rojo.
y peróxido de hidrógeno, en un recipiente En ocasiones, a pesar de conservar el teji-
tapado, cuidando de que el agua los recubra do blando, los huesos están erosionados, por
completamente para evitar que haya manchas lo que antes de limpiarlos hay que cerciorarse
amarillas en ellos. Hay que estar controlando del estado en el que se reciben. En estos casos
constantemente el proceso, pues si se excede el no es aconsejable someterlos al fuego, pues se
tiempo en el fuego, se producirá deterioro de deteriorarán aún más, por lo que el tejido debe
los fragmentos. Luego del lavado, se dejan se- ser removido manualmente. Cuando los ca-
cando bien sea en cabina de ambiente contro- dáveres se encuentran quemados, también se
lado, sea en un lugar aireado durante al menos
medio día. 3 Asistente forense del Laboratorio de Antropología
Forense de la Regional Bogotá desde 2010.
10
PARTE IV: Patología forense especial: mecanismos físicos de producción de lesiones

prefiere hacer desbridado manual si los huesos manera manual, teniendo cuidado de no alterar
estuvieron directamente expuestos al fuego. los bordes de la lesión. En caso de que el cartílago se
Algunas veces se remiten al laboratorio deshidrate, puede sumergirse en agua ca-
cartílagos costales para análisis de marcas de liente por unos minutos y analizarse
herramientas en casos de mecanismo corto- inmediatamente después de sacarlo del agua
punzante. Aquí debe documentarse cuidadosa- (Figura 30.12).
mente el tejido recibido y remover el músculo de

Figura 30.11. Arriba se muestran las vértebras Figura 30.12. Arriba se observa el segmento de
cervicales con tejido blando en descomposición. peto esternal recibido en laboratorio de antropo-
El recuadro muestra la cuarta vértebra. En el logía que incluye mitad izquierda del esternón y
centro está la cuarta vértebra cervical luego del 3 cartílagos costales. En el centro, se observa
desbridamiento. El recuadro muestra el área en el mismo segmento luego de remover la mayor
la que se observan dos cortes superficiales aso- parte del tejido blando manualmente. Abajo se
ciados a degüello. Abajo se observa la imagen observa en detalle la superficie de corte del car-
de los cortes ampliada 20 veces en estéreo- tílago en la que se pueden apreciar marcas de
microscopio. corte de la herramienta utilizada (recuadro).

11
X. El trauma cerrado no neurológico

Cuando las muestras remitidas al laboratorio esqueleto a partir de las experiencias con dece-
tienen cortes, hay que ser más cuidadoso aún nas de cadáveres, ya no se utiliza el hipoclorito de
y documentar el hueso en detalle antes de ini- sodio, pues los resultados son más lentos, dete-
ciar el desbridado, con el fin de poder diferen- rioran mucho más el tejido óseo y no remueve la
ciar las lesiones originales de los artificios que grasa de manera tan eficaz como el peróxido de
puedan producirse eventualmente durante la hidrógeno.
limpieza. Para finalizar, se ilustran el antes y el des-
En la actualidad en el laboratorio de antro- pués de algunos casos en los cuales las mues-
pología de la Regional Bogotá, que es en don- tras fueron procesadas de la manera descrita
de se ha iniciado el desarrollo de la limpieza del (Figuras 30.13 - 30.15).

Figura 30.13. A la izquierda, costillas recibidas en laboratorio antes del procedimiento de limpieza.
A la derecha, algunas de las costillas del mismo caso, luego del desbridado.

Figura 30.14. Cadáver en estado de descomposición, antes del análisis y el desbridado.

12
PARTE IV: Patología forense especial: mecanismos físicos de producción de lesiones

Figura 30.15. El mismo caso anterior luego del proceso de esqueletización.

Referencias
1. Rogers LF. Skeletal biomechanics. En: Blacwell W, editor. Radiology of skeletal trauma.
New York: Churchill Livingstone; 1992. pp. 19-27.
2. Kroman A. Fracture biomecanics of human skeleton [tesis doctoral]. Knoxville: The University
of Tennessee; 2007.
3. Symes, L'Abbe E, Chapman E, Wolff I, Dirkmaat D. Interpreting traumatic injury to bone
in medicolegal investigations. En: Dirkmaat, editor. A companion to forensic anthropology;
2012.p. 340-389.
4. Christensen AM. The influence of behavior on freefall injury patterns: possible implications
for forensic anthropological investigations. J Forensic Sci. 2004 ene;49(1):5-10.
5. Kimmerle E, Baraybar JP. Skeletal trauma identification of injuries resulting from human rights
abuse and armed conflict. Boca Raton Fl.: CRC Press; 2008.
6. Galloway A. The biomechanis of fracture production. En: Galloway A, Symes SA y Haglund
WD, editores. Broken bones: anthropological analysis of blunt force trauma. Springfield: Charles
C. Thomas Publisher; 1999.
7. Smith, Pope E, Symes S. Look until you see. Identification of trauma in skeletal material. En:
Steadman DW, editor. Hard evidence: case studies in forensic anthropology. 2a Edición. New
Jersey: Pearson; 2009. pp. 190-204.
8. Love J, Symes S. Understanding rib fracture patterns: incomplete and buckle fractures.
J Forensic Sci. 2004;49(6):1153-1158.
9. Berryman H, Symes S. Recognizing gunshot and blunt cranial through fracture interpretation.
En: Reichs K, editor. Forensic osteology: advances in the identification of human. 2a Edición.
Springfield: Charles C. Thomas Publisher; 1998. pp. 333-352.
10. Madea B, Staak M. Determination of the sequence of gunshot wounds of the skull. J Forensic
Sci. 1988;28(5-6):321-328.
11. Kroman A, Kress T, Porta D. Fracture propagation in the human cranium: a re-testing of
popular theories. Clin Anat. 2011 abr;24(3):309-318.

13

Potrebbero piacerti anche