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EL COSTO DE “UN” SER HUMANO

¿Cuánto cuesta UN ser humano?


By Jorge L. Peralta

La población mundial podría superar los 9,000 millones de personas en el 2050 contra los 6,800 millones de este
año (2009) y los 7,000 millones que se esperan para el 2012 según estimaciones de las Naciones Unidas. Cada
año la población mundial aumenta en 94 millones de habitantes. El aumento de la población mundial es enorme y
exponencial: 1,000 millones en 1820; 2,000 millones en 1930; 3,000 millones en 1960; 4,000 millones en 1974;
5,000 millones en 1987; 6,000 millones en 1999 y quizás 9,000 o 10,000 millones en el 2050.

Los estadígrafos, estudiosos de la densidad poblacional mundial, estiman que en 6,000 mil años que tiene la
historia humana, ha habido o existido alrededor de 95,000 a 100,000 millones de personas en todo el planeta.

La pregunta es: ¿Cuál es el valor de cada una de esas personas? ¿Se podría calcular cuanto cuesta el ser
humano? Y de ser así, ¿quién o que determina su valor? ¿Como y donde se puede medir? A continuación
analizaremos brevemente estas importantes preguntas desde dos perspectivas: la del Hombre y la de Dios.

LA BOLSA DE VALORES DE LA TIERRA:


Hace algunos años un grupo de expertos en desarrollo se reunió en la ciudad de Copenhague para discutir el
valor económico de los seres humanos. Un profesor de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, sugirió que el
valor de la vida de un estadounidense era de aproximadamente unos 6 millones de dólares (216 millones de
pesos). Esas son las estimaciones humanas. Ese es el concepto del valor del ser humano desde el punto de vista
humano.

El ser humano ya no es valorado por lo que es sino por el valor que pueda tener en términos económicos. Esto lo
podemos observar de manera asombrosa en la llamada Bolsa de Valores de Wall Street, en Nueva York, la más
famosa del mundo. Allí se cotizan las empresas más grandes y poderosas del mundo. Pero esto no es más que un
pálido reflejo de una cruda y triste realidad: En el mundo de hoy se valoran las personas como cosas. Solo se
estiman las acciones, las empresas, el dinero. Eso es lo que tiene valor: Todo lo que pueda producir beneficios
económicos, no importa que se trafique o comercialice, literalmente, con seres humanos. No importa lo que
represente o cueste aumentar las ganancias materiales. No importa aun si la misma especie humana corre
peligro. Así se valoran las cosas sobre las personas. Si algo o alguien me da algún beneficio tienen valor para mí,
pero si no, no valen nada. Este es el criterio de valores que gobierna el mundo.

LA BOLSA DE VALORES DEL CIELO:


Pero a los ojos de Dios todo ser humano es una criatura única, desde el punto de vista divino, desde la
perspectiva de Dios cada habitante de este mundo tiene el mismo valor. La vida de todo ser humano, de manera
individual, de cada uno de esos 95, 000 o 100,000 millones de seres que han existido en nuestro planeta, es tan
preciosa a la vista de Dios que costo el precio mas alto, el sacrificio supremo: La sangre de su hijo. Es el precio
más alto que se halla pagado por algo alguna vez. Nada más caro, nada más valioso, nada de más valor, para
Dios TÚ.

En la bolsa de valores del cielo, el ser humano: No tiene un valor asignado. No aparece un símbolo de dólares o
pesos. Allí el valor de las acciones del ser humano no son 6 millones de dólares porque a su vista nuestro valor es
infinito. Nuestro valor, para él, no se puede medir con patrones humanos. No se puede cotizar en la bolsa de
valores. Nuestro valor solo se puede medir, solo se puede cotizar, solo se puede calcular mirando a la cruz del
calvario. Allí Dios le dijo a todo el universo que para él, el ser humano, o sea, tú: NO TIENE PRECIO.

“La perdida de una sola alma se considera como una calamidad infinitamente mas grande que la de todas las
ganancias y todos los tesoros de un mundo”. 1 “Una alma es de tanto valor que, en comparación con ella, los
mundos se reducen a la insignificancia”. 2

Para Jesús “el ministrar a un alma que tenia hambre y sed de verdad le era mas grato que el comer o beber” 3. “En
todos los hombres veía almas caídas a las cuales era su misión salvar” . 4 “Cada alma es tan plenamente conocida
por Jesús como si fuera la única por la cual el salvador murió” . 5 “El alma que se ha entregado a Cristo es mas
preciosa a sus ojos que el mundo entero. El salvador habría pasado por la agonía del calvario para que uno solo
pudiera salvarse en su reino. Nunca abandona a un alma por la cual murió”. 6 (énfasis añadido)

¿QUE ES EL SER HUMANO? El Salmista David nos da la respuesta en el Salmo 144:3-4: “Oh Jehová, ¿Qué es
el hombre para que pienses en él? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo estimes? El hombre es semejante a un
soplo; sus Días son como la sombra que pasa”. Y en el Salmo 8:3-4 repite la misma idea: “Cuando contemplo tus
cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que Tú has formado, digo: ¿ Qué es el hombre, para que de él te
acuerdes; y el hijo de hombre, para que lo visites?” (énfasis añadido)

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Sin embargo aunque seamos tan pequeños delante de su grandeza. Aunque somos tan indignos de su amor,
“Jesús conoce las circunstancias que rodean a cada alma. Tú puedes decir: Soy pecador, muy pecador. Puedes
serlo; pero cuanto peor seas, tanto mas necesitas a Jesús. El no se aparta de ninguno que llora contrito. No dice
a nadie todo lo que podría revelar, pero ordena a toda alma temblorosa que cobre aliento. Perdonara libremente a
todo aquel que acuda a el en busca de perdón y restauración”. 7 Dice: “Todo lo que el Padre me da vendrá a mí; y
al que a mí viene, yo no le echo fuera”. (Juan 6:37) (énfasis añadido)

No importa las muchas guerras que Satanás pueda hacer contra el hijo de Dios: Él tiembla y huye delante del
alma más débil que busca refugio en el nombre poderoso de Jesús.

Por más que nos esforcemos nuestra menta finita no puede ni podrá entender nunca, plenamente, el infinito amor
de Dios. “Nunca podrá comprenderse el costo de nuestra redención hasta que los redimidos estén con el redentor
delante del trono de Dios. Entonces, al percibir de repente nuestros sentidos arrobados las glorias de la patria
eterna, recordaremos que Jesús dejo todo esto por nosotros, que no solo se desterró de las cortes celestiales,
sino que por nosotros corrió el riesgo de fracasar y de perderse eternamente”. 8

Querido amigo ¿Ya sabes cual es tu valor? Es infinito. Tú vales tanto que Dios descendió del cielo a la tierra a
comprarte con su propia sangre. Tú vales la sangre del hijo de Dios. Sencillamente, para Dios, tú no tienes precio.
Y si quieres ponerte un valor, si quieres ponerle un nombre a tu precio llámalo: JESÚS. Ese fue el precio que Dios
pago para salvarte de la miseria eterna y de la paga del pecado: La muerte.

Ahora te pregunto: ¿Cuánto vale Jesús para ti? En tu bolsa de valores personal: ¿Que valor le asignaste a Jesús?
Para Judas él tenia el valor de 30 piezas de plata. Pero ¿Qué valor tiene él para ti? ¿6 millones de Dólares?, o
quizás ¿1,000 Pesos? o para ti, al igual que para el apóstol Pablo, ¿Jesús no tiene precio? En el libro de
Filipenses 3:7 -10, el bien llamado apóstol de los gentiles dijo:

“Pero las cosas que para mí eran ganancia, las he considerado pérdida a causa de Cristo. Y aun más:
Considero como pérdida todas las cosas, en comparación con lo incomparable que es conocer a Cristo Jesús mi
señor. Por su causa lo he perdido todo y lo tengo por basura, a fin de ganar a Cristo y ser hallado en él; sin
pretender una justicia mía, derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que proviene de Dios por
la fe.
Anhelo conocerle a él y el poder de su resurrección, y participar en sus padecimientos, para ser semejante a él en
su muerte”. (énfasis añadido)

La palabra “pérdida” que se usa aquí en griego significa estiércol, excremento. Así consideraba Pablo todas las
cosas en comparación con Cristo. Para él, Jesús no tenia precio.

PECADO: EL SUFRIMIENTO DE DIOS


El libro La Educación en las paginas 263-264 nos dice algo en lo cual deberíamos meditar: “Pocos piensan en el
sufrimiento que el pecado causo a nuestro creador…Cuando la creación gime a una, el corazón del padre infinito
gime porque simpatiza con nosotros. Nuestro mundo es un vasto lazareto, un escenario de miseria al cual no nos
atrevemos a dedicar siquiera nuestros pensamientos. Si nos diéramos cuenta exacta de lo que es, el peso seria
demasiado aplastante. Sin embargo, Dios lo siente todo”. (énfasis añadido)

Dios sufrió y sigue sufriendo por nosotros. Su tierno corazón se quebranta al ver lo que el pecado ha causado a
sus criaturas. “Cada alma cuyo pecado ha sido perdonado es preciosa a su vista más preciosa que el mundo
entero, ha sido comprada a un precio infinito. Cristo nunca abandonara al alma por la cual murió”. (La Fe por la
Cual Vivo pag. 59). Pero ¿Como estimamos sus sufrimientos? ¿Cuanto estimamos a Jesús quien sufrió y murió
en nuestro lugar? El libro de Isaias capitulo 53, versos 3-12 describe como estimaríamos nosotros a Jesús y
cuanto nos estimaría él a nosotros. Nos dice refiriéndose a los sufrimientos del mesías: ¿Quién ha creído nuestro
anuncio? ¿Sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subió como un retoño delante de él, y como una
raíz de tierra seca. No hay parecer en él, ni hermosura; lo vimos, pero no tenía atractivo como para que lo
deseáramos. Fue despreciado y desechado por los hombres, varón de dolores y experimentado en el sufrimiento.
Y como escondimos de él el rostro, lo menospreciamos y no lo estimamos. Ciertamente él llevó nuestras
enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros le tuvimos por azotado, como herido por Dios, y afligido. Pero
él fue herido por nuestras transgresiones (rebeliones), molido por nuestros pecados. El castigo que nos trajo paz
fue sobre él, y por sus heridas (llagas) fuimos nosotros sanados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas;
cada cual se apartó por su camino. Pero Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

El fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca. Como un cordero, fue llevado al matadero; y como una oveja que
enmudece delante de sus esquiladores, tampoco él abrió su boca. Por medio de la opresión y del juicio fue
quitado.

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Y respecto a su generación, ¿quién la contará? Porque él fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la
transgresión de mi pueblo fue herido. Se dispuso con los Impíos su sepultura, y con los ricos estuvo en su muerte.
Aunque nunca hizo violencia, ni hubo engaño en su boca, con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, y le hirió.
Cuando se haya puesto su vida como sacrificio por la culpa, verá descendencia. Vivirá por días sin fin, y la
voluntad de Jehová será en su mano prosperada. A causa de la angustia de su alma, verá la luz y quedará
satisfecho. Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con los pecados de ellos. Por tanto,
yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos. Porque Derramó su vida hasta la muerte y
fue contado entre los transgresores, habiendo él llevado el pecado de muchos e intercedido por los transgresores.
(énfasis añadido)

“Allá donde fuere contare la historia de la cruz. En ninguna otra cosa me gloriare, excepto en la cruz. Ese será mi
tema constante por el tiempo y la eternidad; que el señor Jesús gustó la muerte por mi en la cruz”
(Pr. Ellet. J. Waggoner).

Los corazones se quebrantan y las vidas se transforman a la vista del calvario. Al pie de la cruz la tierra es plana.
Todos somos de igual valor para Dios. Al pie de la cruz, todos somos iguales. Cada uno de los seres humanos,
por mas bueno o malo que sea, negro o blanco, feo o bonito, sea rico o pobre, pequeño o grande, costó la sangre
del hijo de Dios. El precio que se pago fue infinito porque lo que se compró es de valor infinito: TÚ ®©™

¿Cuál es el valor del ser humano? ¿Cuál es el precio que Dios pago por ti? Jesús. Para él, tú no tienes precio. Tu
valor, tu precio es ÉL.-

“Porque de tal manera Amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree no se pierda, mas tenga vida eterna.”
(Juan 3:16)

REFERENCIAS:
1. Patriarcas y Profetas pág.20
2. El Deseado de Todas las Gentes pág.531
3. El Deseado de Todas las Gentes pág.161
4. El Deseado de Todas las Gentes pág.319
5. El Deseado de Todas las Gentes pag.445
6. El Deseado de Todas las Gentes pag.446
7. El Deseado de Todas las Gentes pag.521
8. El Deseado de Todas las Gentes pag.105

jperaltta@hotmail.com
xxix/vi/2009

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