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HACIA UNA NUEVA GESTIÓN DE LAS ORGANIZACIONES PÚBLICAS

Oscar Pardo Ramos

Todas las sociedades luchan por construir un Estado capaz de producir un desarrollo
en los ámbitos económico, social y político. También el tema de la preservación del medio
ambiente se ha inscrito en la agenda de muchos gobiernos del mundo como un asunto
prioritario. En este propósito, disciplinas como la economía, la política, la administración,
el derecho y otras, han establecido entre sus objetos de estudio importantes contenidos
temáticos orientados al conocimiento de la naturaleza de las organizaciones públicas y
especialmente de soluciones a su problemática. En esencia, se trata de perspectivas y uso
de herramientas diversas en la búsqueda de un mismo objetivo: el bienestar de la
sociedad, un asunto central de la gestión pública contemporánea.
Este objetivo es hoy más importante que nunca en Latinoamérica, región en la que
las disfunciones del aparato estatal han afectado de manera evidente la calidad de vida
de sus habitantes. Factores como el patrimonialismo1 de la administración pública, el
formalismo burocrático que privilegia el procedimiento sobre el servicio, el proceso
inconcluso de modernización, la debilidad institucional, la excesiva centralización, la
aplicación de soluciones estandarizadas a diversas problemáticas2, entre otros, impactan
negativamente los diferentes modelos de gobierno y plantean la necesidad inaplazable de
encontrar, desarrollar y aplicar nuevos enfoques y políticas apropiadas, más que leyes y
normas, que si bien son útiles y necesarias, son insuficientes.
Por estas razones el estudio de los fundamentos y principios la gestión pública es
esencial para mostrarle el camino a políticos, gobernantes, servidores públicos,
académicos y ciudadanos comprometidos con la suerte de su patria. Un buen gobierno y
una buena gestión pública debe permitir la creación de un Estado fuerte y justo, con
capacidad para responder a las demandas sociales de más y mejores bienes y servicios
públicos; así mismo, debe asegurar que se cumplan y protejan los derechos de todos sus
habitantes, entre ellos el mejoramiento continuo de su calidad de vida y el bienestar
general; igualmente, construir una ciudadanía activa y participante. Dichos logros deben
sustentarse, sin duda, en la correcta y eficiente gestión de los recursos, bienes y capital
humano puestos a disposición de sus dirigentes.

1
Tendencia de un gobierno, partido político, corporación, etc., a considerar como propios los bienes públicos.
2
Ver Gestión Pública Iberoamericana para el siglo XXI. CLAD.2010.
El buen gobierno, caracterizado por la prestación de excelentes servicios, requiere
como condición indispensable una función pública ordenada, competente y comprometida
con los fines superiores del Estado; es necesario, además, convocar a todos los actores de
la sociedad civil para proponer nuevas formas de gobernar: gobernanza. Hoy los
empresarios, los medios de comunicación, las organizaciones no gubernamentales, la
academia y la ciudadanía organizada, entre otros actores, reclaman espacios en las
decisiones de la administración pública y, en muchos casos, en la ejecución de tareas
importantes de la esfera estatal.
En esta perspectiva, los desarrollos teóricos de las ciencias del gobierno, así como
las prácticas gerenciales exitosas de los negocios privados plantean nuevas posibilidades
y oportunidades a los administradores públicos. Los grandes problemas de la
administración pública, en su mayoría perversos, exigen nuevas competencias de los
gerentes públicos, responsables, no solo del uso de los recursos públicos, sino de los
resultados de sus actuaciones en la búsqueda de soluciones a la problemática pública. De
manera que contribuciones teóricas de corte postburocrático (o posweberiano, si se
quiere) como las denominadas: nueva gestión pública (NGP), gerencia social, reinvención
del gobierno, gestión de la calidad, creación de valor público y gobernanza, entre otros,
muestran nuevas formas de concebir el ejercicio gerencial en la administración pública y,
de paso, un nuevo arsenal de herramientas que podrían aplicarse, previa contextualización
y pertinencia situacional.
En este libro no mostraremos recetas para la solución de problemas específicos de
gestión en el sector público. En cambio, presentamos una síntesis de los conceptos básicos
de la gestión pública y una propuesta sobre cómo aplicar los principios de gestión en el
ejercicio de la gerencia en las entidades estatales, lo que puede ser ciertamente útil para
lograr mejores resultados. Sin embargo, valga recalcar que el éxito en la dirección de una
entidad, política o programa estatal no dependerá solo de los conocimientos e intenciones
de los responsables, sino también de una gran dosis de juicio y creatividad de los gerentes
públicos y, muchas veces también, de la voluntad política del gobierno y los estamentos
políticos.

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