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modo resultaría muy difícil el entendimiento. El comportamiento lingüístico es una parte del
conjunto de modelos sociales de conducta que caracterizan a los grupos humanos: cada uno de
ellos tiene unas costumbres y unas convenciones distintas.
El léxico puede clasificarse desde el punto de vista de su origen histórico o amplitud de uso en:
Categorías léxicas, formada por la clase de palabras con referente que constituyen una clase
abierta en principio ampliable por cualquiera de los procesos de formación de palabras.
Categorías funcionales, formada por las palabras con función puramente gramatical que permiten
especificar las relaciones entre los intervinientes en una predicación verbal. Forman una clase
cerrada.
Las palabras que forman parte de las categorías léxicas pueden combinarse entre sí para dar lugar
a nuevas palabras, para ello las lenguas del mundo usan diversos procedimientos:
Composición (lingüística)
Derivación (lingüística)
Parasíntesis
Categorías léxicas o abiertas: Son aquellas que poseen carácter referencial (es decir, las que
designan procesos, propiedades, acciones o entidades). Se caracterizan por formar un inventario
abierto (es decir que no existe un número específico y limitado para estas unidades). Los
sustantivos, los verbos y los adjetivos son representantes canónicos de este tipo de unidades
léxicas.
Categorías funcionales o cerradas: Son aquellas que sólo poseen significado gramatical (es decir,
que son fundamentales para la generación de una oración pero que, sin embargo, no tienen
significado referencial). Se caracterizan por formar un inventario cerrado. Las conjunciones y los
artículos son representantes de este tipo de unidad.
Las unidades léxicas distinguen tres tipos de rasgos (no todos los modelos gramaticales utilizan los
mismos rasgos léxicos. Lo que se da a continuación es una generalización):
Rasgos formales: Contienen información sobre el tipo de palabra de la que se trata (sustantivo,
verbo, preposición), sobre el contexto sintáctico en el que pueden aparecer y sobre el tipo de
flexión (regular o irregular) que requieren.
Rasgos semánticos: Contienen información sobre la estructura argumental requerida por una
unidad léxica (un verbo como "destruir" requiere un agente que destruya y un tema a ser
destruido), sobre las propiedades inherentes de cada unidad (un nombre como "niño" tiene rasgos
[+humano] [+contable] etc.).
En un diccionario tradicional típico, las entradas se identifican mediante una forma base o
"canónica" de la palabra. Esta forma canónica varía según el idioma: los verbos en inglés se
representan mediante la raíz no flexionada, mientras en francés o español se representan con el
infinitivo del verbo. Además de la definición estos diccionarios tradicionales incluyen en cada
entrada información adicional como la pronunciación, la categoría gramatical o su etimología.
Este léxico para la traducción automática debe suministrar la información necesaria para el análisis
sintáctico y semántico:
información semántica (nombre animado, verbo que exige un sujeto animado, etc.)
A menudo estos dos últimos tipos de información se emplean conjuntamente a la hora de definir,
por ejemplo, una subcategoría en términos de restricciones de selección. Esta información ayuda a
determinar el contexto en el que pueden aparecer las palabras. Así, por ejemplo, el verbo amar
restringe la selección de su sujeto, de manera que este debe ser animado.
categorías semánticas (banco: asiento o establecimiento que realiza negocios con dinero)