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RESUMEN INFRAESTRUCTURA
1.1. Uso de los fondos de servicio universal como herramienta para reducir las
brechas de infraestructura en servicios públicos
1.1.1. Metas que debe lograr el Perú para el 2021
Según el Plan Bicentenario, existen 2 ejes estratégicos, una de ellas es el desarrollo regional e
infraestructura, donde se establecen objetivos específicos, indicadores, metas y acciones
estratégicas. Esta parte del trabajo se enfoca en servicios domiciliarios por infraestructura de
red (agua, saneamiento, electricidad, gas natural y telecomunicaciones). Recordando que en el
plan estratégico 2, se dispone mejorar las condiciones de la población, como servicios
adecuados del agua que actualmente se encuentra en una cobertura al 68,6% siendo la meta
por el Plan Bicentenario a un 85%, así mismo mejorar las redes de alcantarillado llegando a un
79% y en cuanto a la electricidad a un 95%.
Cabe mencionar que hay dos servicios más que se debe tener en cuenta para mejorar la
calidad de vida del ciudadano, tales son; las comunicaciones y un acceso a energía barata (gas).
Para ello se implementaron estrategias.
Se hace mayor énfasis al programa de acceso a energía en zonas rurales y accesos de agua
para toda la población, enfocando los subsidios cruzados para las personas que necesiten.
Con respecto al Eje estratégico 5, que es desarrollo regional e infraestructura. Hay tres
lineamientos en esta sección, en donde se hace mención sobre los servicios básicos pero no se
establecen prioridades sobre los tipos de servicios y metas que se deben cumplir. Al no haber
vinculación del desarrollo de la infraestructura con aquellas que sirven para prestar servicios
resulta preocupante.
Al observas estas estrategias, considerar que no haber articulado una política de Estado sobre
el desarrollo de servicios públicos domiciliarios conlleva a plantear acciones poco concretos.
Con respectos a los programas se debe observar que no se tomó en cuenta el desarrollo de
infraestructura de distribución de los servicios básicos, que son las que inciden de manera
directa en los ciudadanos porque es la que permite llevar servicios públicos domiciliarios,
además resulta contradictorio mencionar el gas natural, cuando en el eje estratégico 2 no se
había tomado en cuenta, esto demuestra que no se articularon todos los programas
relacionados a servicios públicos domiciliarios.
Así mismo respecto al desarrollo de infraestructura, hay metas para la generación eléctrica y
aseguramiento de recursos hídricos. Así como para el transporte y comercialización del gas
natural, pero no se han propuesto metas para el caso de la distribución de agua potable,
alcantarillado, electricidad y telecomunicaciones. Y de manera contradictoria, sí se han
establecido programas para el desarrollo de infraestructura de transporte y comercialización
de gas natural, cuando en la parte de acceso a los servicios básicos no se hace ningún tipo de
mención a estos.
Basado en el Plan Bicentenario 2011:56, se puede tener un visión compartida para el siglo XXI,
sobre una sociedad democrática en la que todos los habitantes tienen una alta calidad de vida
e igualdad de oportunidades para desarrollar su máximo potencial, en el plan Bicentenario
2011:10 tiene como primer objetivo nacional a largo plazo, es lograr la vigencia plena de los
derechos fundamentales y de la dignidad de las personas.
Teniendo en cuenta el propósito del Plan, que cuando se habla de servicios públicos
domiciliarios se garantiza a los ciudadanos tener calidad de vida que les permita desarrollarse,
tanto en libre expresión (telecomunicación), vida (agua potable y alcantarillado). En ese
sentido para combatir las brechas sociales de hoy en día, se requiere que haya un trabajo
focalizado en estos servicios públicos, de tal manera que se necesita reorientar el gasto social,
hacia programas habilitadores de capacidades y promotores de desarrollo productivo.
Para alcanzar las metas de reducir la desnutrición crónica y mortalidad infantil por el (plan
Bicentenario 2011:11), se debe ilustrar lo que falta en cifras, para lograr que los ciudadanos
accedan a los servicios públicos.
Actualmente los hogares que acceden al servicio de agua por red pública es del 93.7%
en las zonas urbanas, 65,7% en las rurales, con un promedio de 87% a nivel nacional,
tal como la tabla 7.
En caso de hogares que cuentan con electricidad, hay un 99,1% en zona urbana y un
77,7% en las rurales, con un promedio de 94% a nacional. A pesar de estas cifras, la
tarea del estado es reducir las brechas de inversión en infraestructura que existen en
las zonas rurales, el verdadero reto es el área rural.
1.1.3. Cómo gestionar para el logro de la meta para el 2021: El uso de los fondos de
servicio Universal
La propuesta va dirigida exactamente para aquellas zonas rurales, donde potenciales usuarios
no pueden acceder a servicios públicos con las tarifas en zona urbana o aquellos que se
encuentran con dificultad de acceso (alta dispersión geográfica). En tanto los operadores
deben asumir costos muy altos para para instalar las redes de distribución, lo difícil es que no
hay incentivos que lleven a los concesionarios atender esta demanda, en medida de que no
cuentan con condiciones económicas ni técnicas suficientes.
Para ello vamos a mencionar que el Perú cuenta con dos fondos de servicio Universal: El Fondo
de Inversiones en Telecomunicaciones (FITEL) y Fondo de Inclusión Social en Energético (FISE).
Estas referencias de cómo funciona el FITEL, desde el año 1993 hasta la fecha se ha logrado
conseguir progresivamente una institucionalidad que integra la actuación del Estado (MTC,
OSIPTEL y FITEL) y los operadores privados buscando un mismo fin.
Para el FISE creado en el 2012 con el propósito de llevar energía a las poblaciones más
vulnerables en todo el país a través de tres objetivos: i) La masificación del gas natural para
viviendas y vehículos; ii) La ampliación de la frontera energética utilizando energías
renovables; y, iii) La promoción para el acceso al GLP (balones de gas doméstico) en los
sectores vulnerables urbanos y rurales. En el caso del FISE los recursos económicos provienen
de: i) los grandes consumidores de electricidad; ii) el servicio de transporte de gas natural; y,
iii) la producción e importación de combustibles. De acuerdo a sus normas de creación, el FISE
debe ser administrado por el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), no obstante actualmente
viene siendo administrado por el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería
(OSINERGMIN), de manera transitoria hasta el 12 de abril de 2017. Resulta importante señalar
que al igual que el FITEL se viene trabajando en su institucionalidad a fin de atender a las zonas
rurales y más vulnerables.
En el caso del agua, se tienen una serie de proyectos, programas y fondos, no hay una en
especial.
Lamentablemente nuestro país se encuentra en por debajo del promedio en el desarrollo ene l
sector, con mayor notoriedad en zona rural, en la figura se muestran series de esfuerzos, pero
casi ninguna con resultados.
En la figura 1 cabe mencionar que la información con respecto al sector Salud solo incluye la
inversión requerida para el nivel de atención primaria, mas no hospitales, ni establecimientos
de mayor complejidad. El reporte indica que existen 9 746 establecimientos de salud a nivel
nacional, de los cuales el 95% corresponden a nivel de atención primaria.
El Ministerio de Salud poseen el 57% de las camas, y el restante 43% se distribuye entre los
otros prestadores como EsSalud, las sanidades de las Fuerzas Armadas y Policiales, y los
privados (Oxford Business Group, 2014). Los expertos señalan que existe un déficit de 5,000
camas (Diario El Comercio, 2014), de las cuales 4,700 corresponden al sector público (Diario
Gestión, 2014). Se cuenta con 1,5 camas hospitalarias por cada 1,000 habitantes, situación por
debajo del promedio de 1,67 en América Latina (CAPECO, 2012). El número de camas por
habitantes ha permanecido constante desde hace 10 años. Si nos comparamos con países de la
región, se observa que Argentina, Chile y Brasil tienen tasas de 4,7, 2,3 y 2,1 por 1,000
habitantes respectivamente (CEPLAN, 2015).
En el sector privado, si bien las inversiones del sector salud han aumentado, aún existe una
brecha del 40% en infraestructura de salud en el país (Diario El Comercio, 2013). Al año 2014,
la inversión del sector privado en salud había contribuido a cerrar la brecha en infraestructura
hospitalaria en 1,100 camas, lo que representa el 22% del total de la brecha registrada. El
déficit de infraestructura se ve agravado, por la concentración de las capacidades para resolver
los problemas de salud en algunos departamentos del país como se mencionó en la tabla 2.
Cabe destacar que el último gran sismo registrado en el Perú, el sismo de Pisco en 2007, afectó
severamente a ocho hospitales en la región de Ica, y se perdió el 95% de las camas
hospitalarias en la provincia de Pisco (Organización Panamericana de la Salud, 2010). En los
últimos cinco años, el gobierno ha invertido más de 150 millones de soles en el programa de
hospitales seguros ante desastres, para realizar intervenciones de tipo estructural, no
estructural y funcional, y contar con el análisis de vulnerabilidad de 14 hospitales en la ciudad
de Lima con fines de valorar su potencial reforzamiento en el mediano plazo.
Se estima que el déficit de infraestructura genera que el 27% de la población no tenga acceso a
salud (Diario El Comercio, 2014). El Foro Económico Mundial señala que un dólar invertido en
infraestructura genera un retorno económico que va de 5% a 25% (Diario El Comercio, 2014).
A través de la facilitación del flujo de las inversiones y de una mayor participación de actores
en el mercado de atención sanitaria, se puede avanzar hacia una mayor oferta para que la
población tenga un mayor acceso a la salud y cuente con servicios de mayor calidad. En tal
sentido, se requiere aumentar la cobertura en infraestructura en por lo menos 40% para que
se tenga servicios de salud más eficientes y con calidad (Diario El Comercio, 2013).
Partimos por reconocer que entre los años 2005 y 2012, la inversión en salud paso del 8,4% al
14% para el Ministerio de Salud, en relación al porcentaje total del gasto, y del 2,4% al 19,1 en
las regiones (Ministerio de Salud, 2015), lo cual también ha continuado incrementándose hasta
la actualidad, y deberá mantenerse con la finalidad de alcanzar las metas propuestas para el
año 2021. Se estima que se requiere duplicar el presupuesto en inversiones en los próximos
cinco años para lograr cerrar las brechas (Diario El Comercio, 2013).
Se requiere considerar nuevos modelos de gestión clínica, que tendrá efecto sobre la inversión
en infraestructura salud, entre la cuales:
El mayor desarrollo de la atención primaria con un enfoque integral para resolver los
problemas de salud de la población sin tener que recurrir a la cama hospitalaria. Una
parte de ello, es desarrollar los sistemas de médicos de familia, acompañado de un
buen soporte de capacidades para el diagnóstico en forma ambulatoria, con lo cual se
ofrece a las personas una cercana e inmediata a su problema.
La cirugía y medicina sin hospitalización que implica una menor utilización de las
camas hospitalarias o limitan su utilización a horas para la realización de
procedimientos. Al disminuir la estancia también se reducen los costos de atención.
La sustitución de la cama hospitalaria para la atención de personas con enfermedades
crónicas bajo control que requieran cuidados permanentes, por dispositivos médicos
fuera de los hospitales para pacientes agudos, que estén enlazados con la red de salud,
familia y comunidad.
Una parte importante de las acciones para gestionar el cambio, es contar con sistemas de
información actualizados sobre la inversión y utilización de la infraestructura en el sector
salud, que además facilite la evaluación de cómo esta inversión incide en el acceso, la
calidad y la seguridad de la prestación de los servicios a la población.
1.3.1. Metas
1) Lineamientos de infraestructura productiva y desarrollo regional: i) Se plantea
desarrollar la infraestructura física productiva y ordenar el territorio macro regional
para mejorar la competitividad nacional. ii) Planificar la red de corredores económicos
interoceánicos y las vías longitudinales de la costa, sierra y selva. iii) Privilegiar las
asociaciones público-privadas para financiar proyectos de infraestructura productiva y
de servicios. iv) Promover la inversión regional en infraestructura de transporte, riego,
energía, telecomunicación, hídrico, innovación tecnológica, capital humano y
diversificación productiva. v) Ordenar el territorio nacional, regional, provincial y
distrital.
2) Metas en avance de infraestructura física: Lograr suficiente y adecuada infraestructura
física productiva descentralizada, según la planificación macro regional en los
respectivos espacios transversales. El Plan Bicentenario presenta metas respecto de
canales de riego, potencia eléctrica, kilometraje vial nacional y regional, avance en
competitividad e inversión en puertos. Ver tabla 1 y 2
Competitividad Internacional
Competitividad Global
Competitividad Regional en el Perú
Para concluir, las empresas y familias ubicadas en las regiones del interior del Perú, son las
que reciben el mayor impacto y las consecuencias del déficit de infraestructura física. La
mayor dificultad surge por el excesivo tiempo de transporte, la inseguridad de la carga y
también de los pasajeros, así como por el deterioro de los vehículos por la baja calidad de
las vías. La mejora en infraestructura de energía y telecomunicaciones, facilitará la
teleeducación y la telesalud en zonas de difícil acceso geográfico. Así mismo, debido a que
existen condiciones adecuadas para el desarrollo del Mercado de Capitales Peruano, se
deben generar mecanismos que faciliten el desarrollo de dicho mercado. Un modelo que
se propone fomentar es la titulización de activos financieros como medio de
financiamiento de proyectos regionales que podrían ser concesionados y de esta manera
contribuir en el aseguramiento de un crecimiento sostenible cercano al 4% del PBI
peruano. También, el análisis efectuado de cuatro casos de financiamiento de proyectos
de inversión en infraestructura en el Perú, indica que la alternativa de emisión de bonos de
titulización de flujos futuros, ofrece menor costo del dinero-tasa de interés, respecto de
otras alternativas de financiamiento otorgados por acreedores globales y recursos propios
de una empresa concesionaria.
2. RESUMEN DE INSEGURIDAD
2.1. Reflexiones para la formulación de Políticas Públicas de seguridad ciudadana en los
gobiernos regionales y locales peruanos al 2021
En la actualidad hay consenso que el principal problema en el Perú, y de urgente solución, es la
inseguridad ciudadana. El crecimiento económico peruano de los últimos años, requiere de
condiciones de estabilidad política y social basadas en políticas de redistribución e igualdad de
oportunidades para toda la población peruana. Por ello, el Estado peruano realiza esfuerzos
que tienen como objetivo mejorar los niveles de seguridad de la población.
Un breve análisis del PNSC muestra inconsistencias entre lo diagnosticado y las actividades a
ejecutarse o la confusión sobre los alcances establecidos en el Plan. Por ejemplo, el primero de
los seis objetivos estratégicos plantea:
Otro de los factores que limitaron la institucionalización del SINASEC es la importancia que
cada institución integrante del CONASEC le da a este espacio.
2.1.1. Metas
Por otra parte, según el INEI8 el principal problema en el Perú fue la Inseguridad Ciudadana en
el año 2014. En el cuadro siguiente se observa que la principal preocupación de los peruanos y
peruanas mayores de 18 años es la delincuencia y la falta de seguridad, representando un poco
más del 67% de la población encuestada. Esta cifra es un poco mayor si se le agrega el
porcentaje que muestra preocupación por el pandillaje que fue considerado en el rubro otros,
dado el bajo porcentaje. Los principales indicadores de seguridad (inseguridad) ciudadana son
preocupantes: la victimización en Perú llega al 30.6% (Barómetro de las Américas, 2014), que
es la más alta de la región latinoamericana, cuyo promedio es el 17.3%. Como se sabe, esta
alta tasa de victimización afecta la vida cotidiana de las ciudadanas y ciudadanos, el desarrollo
de las actividades económicas y sociales y compromete importantes recursos económicos del
fisco.
2.2.2. ¿Cómo gestionar el cambio?: hacia una menor presencia de la delincuencia común
Consideramos que la gestión del cambo debe estar basada en un conjunto mínimo de
intervenciones agrupadas en 3 pilares:
Para concluir, lejos de replicar políticas de mano dura que la literatura y la evidencia empírica
no señalan como positivas, es importante abordar la delincuencia común como el resultado de
diversos problemas de la sociedad. Por tanto, al elaborar las soluciones no debemos fijarnos
únicamente en mejorar la efectividad de la policía. De ahí que además sea necesario fortalecer
el rol y la acción de los gobiernos locales y otros ministerios en particular, en el marco de una
visión de política pública que sancione de manera efectiva pero que también prevenga y
reduzca la posibilidad de incidencia y reincidencia delictiva especialmente en adolescentes. La
generación de información es clave, tanto como el fortalecimiento de la capacidad de análisis
de la misma.
3. ANTICORRUPCIÓN Y TRANSPARENCIA
3.1. Metas del sistema penal anticorrupción
La Encuesta Nacional sobre percepción de la corrupción en el Perú realizadas por el grupo
Ipsos Apoyo ha pedido de la organización Proética, muestra una tendencia muy grave en la
percepción y tolerancia a la corrupción en nuestro país. Se tomará en cuenta tres resultados
siguientes:
3.2.1. Meta
Un primer objetivo es cambiar la 340 percepción del país para que al 2021 la
percepción de la corrupción no se encuentre ni siquiera dentro de los 5 principales
problemas que enfrenta el país.
Un segundo objetivo es fortalecer institucionalmente a la Contraloría General de
la República, al Ministerio Público y al Poder Judicial. Al 2021, se debe demostrar
que el personal que trabaja en estas instancias es transparente, probo y, además,
hace su trabajo de manera intachable.
3.2.2. Un modelo para explicar la corrupción y las acciones para enfrentarla
Las personas que integran dichas estructuras son autoridades políticas, autoridades
funcionales, funcionarios y empleados en general. Estos sujetos constituyen verdaderamente
“agentes” o “administradores” del Estado y tienen la característica esencial de dirigir,
gerenciar, administrar y manejar bienes, recursos, servicios e intereses que nos son propios,
sino que pertenecen a la ciudadanía en general.
Dado que se han formado dos grupos distintos y que no necesariamente son homogéneos,
entre ellos se puede generar una discrepancia de intereses, que unido a factores como:
Sugerimos acciones respecto a las Personas, porque sin ellas ninguna política de Estado es
viable. Todo aquello que realiza el Estado tiene personas involucradas alrededor. Incluso los
servicios más dependientes de la tecnología exigen una fuerte presencia de personal. Luego,
hay que focalizarse en los Procesos, en particular aquellos en los que se ha detectado
debilidades estructurales y que, por tanto, son más susceptibles de caer en la corrupción.
Finalmente, la Vigilancia resulta indispensable en una sociedad moderna: hay que facilitar el
involucramiento de los ciudadanos en los asuntos públicos.
3.3.3. Conclusiones