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del comunicador
complejo y fluido
Del perfil del comunicador social
y otros devenires
1. Comunicación. I. Título.
CDD 302.2
CIESPAL
Centro Internacional de Estudios Superiores
de Comunicación para América Latina
Av. Diego de Almagro N32-133 y Andrade Marín • Quito, Ecuador
Teléfonos: (593 2) 254 8011
www.ciespal.org
http://ediciones.ciespal.org/
Abril de 2016
Quito, Ecuador
Primera edición
ISBN: 978-9978-55-141-7
Corrección de textos:
Ari Tomás Bussi
Ediciones CIESPAL, 2016
Reconocimiento-SinObraDerivada
CC BY-ND
Esta licencia permite la redistribución, comercial y no comercial, siempre y cuando la obra
no se modifique y se transmita en su totalidad, reconociendo su autoría.
Prólogo
Cuando lo que importa es
la comunicación que construye la gente
“Los convoco a desplegar la comunicación. A descomprimirla.
A abordar su multidimensionalidad sin descartar su fluidez. A hacernos
cargo de su situacionalidad en tanto es en la comunicación dónde, y a
a la vez cuándo, emergen los acomplamientos dinámicos y evolutivos de la realidad y los
actores socioculturales”.
Sandra Massoni
vista) o, incluso, sin motivos, pues la gente hereda lazos y tramas de las que
recibe unos derechos y unas obligaciones. Desde los viejos sindicatos a las
novísimas formas en que se asocian los montones de gente joven sin trabajo
pero que lo están buscando a-su-manera; pasando por la imaginación que
derrochan muchas mujeres al inventar asociaciones feministas cuyas claves
mezclan y revuelven lo del más adentro con los “afueras” laborales, sexuales,
intelectuales.
Y es ahí que se insertan las nuevas figuras del comunicador. Ya que más
que en saberes académicos, el comunicador de nuestros días se perfila en sus
capacidades de mediador, de habitante en las interfases y las hibridaciones,
las convergencias y las asociaciones. Y por tanto se cualifica también en un
tipo de investigación que da cuerpo a las preguntas que se hace la gente en
medio del tumulto más que las pretendidas criticidades que se autovalidan en
los meros discursos académicos.
Resulta bien revelador que la idea y el programa que dan cuerpo a la
“comunicación estratégica” se proclame explícitamente ligada al movimiento
que –desde el acuerpamiento de los medios comunitarios- desembocó en la
lucha por la Ley de medios y su demanda estratégica del derecho ciudadano
a la comunicación. Sobre ese eje gira realmente el cambio en el oficio del
comunicador.
Un cambio que –a mi manera- introduje en el debate al diferenciar fuer-
temente la figura del comunicador-intermediario de la del comunicador-
mediador. Pues mientras el intermediario se afirma a si mismo como el que
sabe y por tanto reduce al resto de la gente a ser beneficiarios de su saber (sea
en el campo de la cultura, del arte o de la información política), el mediador
se cualifica trabajando con los saberes y sentires de la gente del común. De
manera que la figura –y el cuerpo- del mediador introducen una “política del
lenguaje” que sitúa el proceso de comunicación del otro lado, del lado de las
políticas de reconocimiento que a fines del siglo pasado constituyeron uno de
los grandes debates filosóficos/políticos de ese siglo.
Y ese paso del otro lado le plantea al comunicador una transformación
cuyas claves se empiezan a nombrar en este libro al dibujarlo como “especia-
14 Sandra Massoni
Jesús Martín-Barbero
Bogotá, 14 de julio de 2015