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La iglesia local es un cuerpo específico que se reúne en un lugar designado y puede estar

compuesto por creyentes y asistir regularmente a no creyentes. Nuestras obligaciones con la


iglesia local incluyen asistencia regular, respeto por el liderazgo y apoyo financiero. Es importante
que un creyente asista a una iglesia local porque es allí donde la enseñanza bíblica, el servicio y el
crecimiento espiritual ocurren con mayor frecuencia. La iglesia local también se conoce como la
"familia de la iglesia".

La iglesia universal incluye a todos los creyentes en el mundo, sin importar su denominación, y
excluye a todos los no creyentes, incluso si van a una iglesia que enseña la Biblia. Nuestras
responsabilidades con la iglesia universal incluyen oración, apoyo y no causar división debido a
diferencias teológicas menores. Es importante notar que la iglesia universal puede incluir
individuos que van a congregaciones locales que no enseñan el verdadero evangelio.

La "iglesia", ya sea local o universal, es un grupo de personas que busca a Dios. En ningún
momento en la Biblia, "iglesia" se refiere a un edificio. A pesar del dinero, el tiempo y la atención
que prestamos a las estructuras, la verdadera iglesia es la gente.

Iglesia- Visible vs. Invisible

La Iglesia visible, según Agustín, era el conjunto de personas que son miembros de una iglesia
local/institucional. La iglesia invisible es la Iglesia de Cristo, conformada íntegramente por
verdaderos creyentes que han nacido de nuevo.

Dentro de la Iglesia visible podemos encontrar creyentes(C) y también no creyentes que son
miembros de la institución(A). Es por eso que muchas veces la Iglesia ha fallado en representar a
Cristo, porque una parte considerable de los que pertenecen a la institución, en realidad no son
creyentes. Con esto no quiero decir que los verdaderos creyentes no pueden fallar, por supuesto
que pueden. El hecho de que formen parte de una institución compuesta por no creyentes
aumenta sus probabilidades de fallar. Es por eso que las Iglesias institucionales deben buscar
purificarse por medio de la disciplina, aunque Cristo advirtió de no ser demasiado severo, ya que
tratando de quitar la cizaña, podríamos estar dañando también al trigo.

La Iglesia invisible está conformada por todos los creyentes y en su gran mayoría, se encuentra
dentro de la Iglesia visible(C). Nosotros estamos limitados por lo que nuestros ojos ven, es por eso
que no podemos muchas veces diferenciar a un cristiano de un no cristiano, pero esto no es lo
mismo para Dios. Él si puede y sabe quienes son verdaderamente sus hijos y quienes no lo son. Él
sabe exactamente quien pertenece a la Iglesia y quienes son sólamente miembros de una
institución local. En nuestro gráfico también vemos que puede haber verdaderos cristianos que no
son miembros de ninguna Iglesia institucional. Agustín decía que esto es posible. Por alguna
variedad de motivos, un verdadero cristiano puede no ser miembro de ninguna Iglesia. Por
ejemplo:

En un contexto de alta persecución, un cristiano puede no encontrar una Iglesia a la cual afiliarse

Personas que se convierten al borde de la muerte no tienen tiempo de afiliarse a ninguna


Iglesia. El ladrón que fue crucificado junto con Cristo, creyó justo antes de morir. A pesar de no
haberse afiliado a ninguna Iglesia, nadie puede dudar que pertenece a la Iglesia verdadera

Personas que han dejado sus responsabilidades como cristianos como consecuencia de su
frustración con la iglesia institucional. Debemos saber que esto es una transgresión al mandato del
Señor Jesús. El instituyó la Iglesia visible, es por eso que, si estamos en esta situación, nos
afiliemos a una Iglesia donde el evangelio sea predicado y donde podamos tener comunión con
hermanos en Cristo(Hebreos 10:25)

Nuevos cristianos que aún no saben que deben afiliarse a una Iglesia local

Creyentes disciplinados que han sido excomulgados. Según lo enseñado por el Señor Jesús, el
proceso de disciplina descrito en Mateo 18:15-20 dice:

Si un hermano peca contra otro. El ofendido debe ir a solas a hacerle ver su falta, para buscar
reconciliación

Si no hace caso, el ofendido debe llevar algunos testigos para que ayuden a resolver el
problema

Si aún no hace caso, debe llevar el caso ante toda la Iglesia, para que se arrepienta

Si después de todo esto sigue si arrepentirse, la Iglesia debe tratarlo como un incrédulo o
renegado

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