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Organizaciones no Inscritas
Integrantes
15 de noviembre de 2018
ÍNDICE
I. ORGANIZACIONES NO INSCRITAS......................................................................... 3
1.3 Componentes................................................................................................................. 5
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I. ORGANIZACIONES NO INSCRITAS
1.1 Nociones Generales
Una muestra del claro acercamiento del Código de 1984 hacia la experiencia
jurídica se da con la novedosa regulación de las asociaciones, fundaciones
y comités no inscritos. La observación de la realidad no podía tener otro
resultado que el de dispensar a estas organizaciones un tratamiento
especial.
la persona que realiza actividad jurídica pero que no se encuentra
inscrita (personas jurídicas irregulares); Es el conjunto de personas que se
reúnen con determinado fin para alcanzar una serie de objetivos, que
cuentan con una organización y un determinado patrimonio, y que se
encuentran realizando sus actividades, pero que no han cumplido con
constituirse de acuerdo con los requisitos establecidos en la ley.
Las organizaciones de personas no inscritas y las personas jurídicas son
similares en sus aspectos ontologicos y axiológico, vale decir, ambos
constituyen un conjunto de personas que se organizan en la búsqueda de un
fin valioso. Sin embargo, difieren en su carácter normativo, formal, por cuanto
las organizaciones de personas no inscritas, como su nombre lo indica, no
han cumplido con el requisito de inscribirse en el registro correspondiente.
Es cierto que en ellas la carencia del dato registral impide alcanzar el ropaje
dado por la personalidad jurídica. No son, por ello, personas jurídicas. Sin
embargo actúan como tales. A diferencia del Código de 1936, cuyos autores
evadieron conscientemente el tema, la norma vigente contiene un somero
tratamiento de sumo interés para el estudioso .Al carecer de personalidad
jurídica es evidente que no son personas colectivas. Son, en la novedosa
consideración del legislador, organizaciones de personas no inscritas. A
éstas les concede la calidad de sujeto de derecho, lo que supone algunos
efectos. En primer término, si bien no se produce la reducción formal de la
pluralidad de individuos que las conforman a una unidad normativa que actúa
como centro unificado de imputación de situaciones jurídicas subjetivas, no
se puede negar que poseen capacidad jurídica o también subjetividad.
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El reconocerles subjetividad implica una cierta y relativa unitariedad en la
atribución y titularidad de consecuencias de derecho. A pesar que la
imputación de derechos y deberes no se produzca sobre un elemento formal
(que nace de la inscripción, de la cual surge la personalidad jurídica), las
situaciones jurídicas que se derivan de la actuación del sujeto de derecho
“organización no inscrita” no inciden en cabeza de quienes las han creado o
de quienes actúan en nombre de ella. En rigor, los efectos jurídicos
deducibles de su actividad se imputan al ente no personificado, es decir, a la
organización.
1.2 Concepto
Son organizaciones de personas no inscritas, que están formadas tanto por
personas naturales o jurídicas que se unen para desarrollar actividades sin
fines de lucro y con connotación altruista, dichas organizaciones se
encuentran señaladas en el código civil vigente.
Para Juan Espinoza Espinoza las organizaciones de personas no inscritas
son “la agrupación de personas (naturales o jurídicas) que actúan
conjuntamente con fines no lucrativos; pero que no han cumplido con la
formalidad de su inscripción registral”.
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reconocimiento, inclusive la inscripción. “Al carecer de inscripción, estas
organizaciones, no podrán realizar el proceso de individualización que
importa la persona jurídica para que la atribución se dirija a un sujeto de
derecho”
Estas distinciones deben tenerse en cuenta, pues los actos que realicen los
integrantes de una organización de personas no inscrita tendrán diferentes
efectos que los actos que realicen los componentes de una persona jurídica,
en el caso de las organizaciones de personas no inscritas los autores son
solidariamente responsables, mientras que en el caso de las personas
jurídicas la responsabilidad corresponde al sujeto de derecho persona
colectiva.
1.3 Componentes
Las organizaciones de no inscritas y personas jurídicas son similares en el
aspecto Ontológico y Axiológico, es decir ambas constituyen un conjunto de
personas que se organizan en la búsqueda de un fin valioso. Sin embargo
difieren en su carácter normativo formal, por cuanto las organizaciones de
personas no inscritas, como su nombre lo indica, no han cumplido con el
requisito de inscribirse en el registro correspondiente.
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En el primer caso los autores son solidariamente responsables; en el
segundo, la responsabilidad corresponde al sujeto de derecho persona
colectiva.
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En este orden de ideas, el avance del código civil de 1984, en comparación
con el código civil peruano de 1936, es considerable, si se tiene en cuenta
que ha contemplado a través de sus normas, una situación real que se
presenta dentro de la sociedad peruana, en el cual estas organizaciones por
diversos motivos (ya sea por ignorancia, por falta de recursos, etc.) no
pueden acceder a la regulación normativa.
Esta asociación está dotada de cierta capacidad jurídica, los actos realizados
por quienes actúan en su representación se imputa a la asociación no inscrita
en tanto sujeto de derecho. Las relaciones de conducta intersubjetiva de las
personas naturales integrantes de la asociación no inscrita deben ajustarse
a los acuerdos de los asociados, es así que el ordenamiento interno y la
administración de la asociación no inscrita se debe regular de conformidad
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con la decisión de sus miembros, sin distorsionar los alcances y la naturaleza
de la asociación.
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nombre de la asociación son solidariamente responsables, en el caso en que
el fondo común no sea suficiente para afrontar las obligaciones de la misma,
esto en aplicación del artículo 126 del código civil.
1.5.1 Características:
No requiere de formalidad alguna para constituirse.
Es considerada por el código civil como sujeto de derecho según el
ordenamiento jurídico, el cual se le atribuye derechos y deberes.
No es necesaria la solemnidad de la escritura pública
Lo importante es que la asociación cuente con los libros necesarios
en los que consten los acuerdos que adopten sus integrantes en
tanto tales decisiones son las que regulan la vida social.
Se le suele designar impropiamente también como asociación de
hecho o irregular.
La asociación no inscrita en tanto carece de personalidad jurídica
da lugar a que ella cuente con un patrimonio formado por los
aportes de los asociados al cual se califica como fondo común. La
denominación, sin embargo, no debe entenderse como una
especie de copropiedad de los miembros sobre dichos bienes, pues
la titular es la asociación.
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Dicha asociación puede comparecer en juicio representada por el
presidente por el presidente del consejo directivo o por quien haga sus
veces.
El art. 124 del Código civil establece que el ordenamiento interno y la
administración de la asociación no inscrita se regulan por los acuerdos
de sus miembros, aplicándose las reglas de los artículos 80 a 98 en
cuanto sean pertinentes. La norma en cuestión no debe dar a pensar
que sólo bastan los acuerdos de los asociados para establecer el
régimen de administración y su estructura interna. La referencia a los
“acuerdos” es una forma de dar fuerza al deseo y compromiso que
deriva de haber dado nacimiento a la asociación. Los “acuerdos”,
además, no son cualquier convenio o pacto. Ellos deben ser
entendidos como los pactos o decisiones adoptados por los asociados
reunidos en asamblea, ya que el hecho de carecer de la condición de
persona jurídica no los exime de observar las normas sobre la
organización (y órganos) que debe tener una asociación.
En todo caso, la expresión “acuerdos” puede comprender otras
decisiones que no hayan pasado por el tamiz de una reunión
asamblearia, pero en esa hipótesis será necesario analizar sus
alcances y los compromisos que pueden implicar para quienes no
participan de él pero que integran la asociación, lo que sin duda
resulta altamente delicado.
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sin embargo, no debe entenderse como una especie de copropiedad
de los miembros sobre dichos bienes, pues la titular es la asociación.
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Es interesante anotar que al legislador no le importa que sea o no
representante quien hubiere actuado en nombre de la asociación por
tratarse de una norma que funge de garantía en favor de los terceros
con los cuales contrata la asociación, quienes, al no estar registrada
la organización, carecen de la posibilidad de comprobar si aquéllos
que obran tomando el nombre de la asociación son o no sus
verdaderos representantes. Y es también una norma de tutela en
razón que dichos terceros acreedores de la asociación también están
desprovistos de un sistema de publicidad que les permita saber cuáles
son los bienes de la organización y cuáles de quienes actúan por ella.
La responsabilidad antes que solidaria es, en rigor, subsidiaria (pero
que entra, de todos modos, en el esquema de la solidaridad, pues si
el fondo común basta para pagar las deudas sociales, el patrimonio
de los gestores no es atacado.
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Lo primero que hay que establecer es que el ente que nos ocupa es
en primerísimo lugar "asociación", o sea un ente que se singulariza
por ser "una organización estable de personas naturales o jurídicas,
o de ambas, que a través de una actividad común persigue un fin no
lucrativo" (ver artículo 80).
Luego, estamos ante un sujeto que se presupone distinto de sus
miembros (los asociados, a los que hace referencia el artículo 125),
que tiene una denominación que la identifica frente a los propios
asociados y terceros, un domicilio (entendido por el artículo 18 del
Código Procesal Civil como el "lugar en donde realizan la actividad"),
un fin determinado (no lucrativo), una organización interna y un
patrimonio propio, que la ley, en nuestro concepto erróneamente,
llama "fondo común".
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Es así que cuando la ley dice "la asociación que no se haya
constituido mediante escritura pública inscrita...", parecería que
inevitablemente nos estaría conduciendo a interpretar que el único
elemento que le falta a esta asociación es su inscripción (que es lo
que justamente le daría vida como persona jurídica). Lo que sin duda
es exigible es que haya un acto constitutivo. Pero, ¿se requerirá que
en el procedimiento formativo del ente haya culminado en la
elevación a escritura pública del acto constitutivo o bastará el mero
acuerdo de crear la asociación (de cualquier forma exteriorizada:
oralmente o a través de documento privado)? En nuestro concepto
dada la libertad de formas que rige en nuestro ordenamiento (art.
143°) no se necesita que la voluntad colectiva de constituir el ente
revista una forma específica y mucho menos que necesariamente el
procedimiento formativo del ente haya desembocado en la escritura
pública.
La escritura pública es requerida por la ley para los efectos de la
inscripción (art. 81°, del cual no se desprende que establezca que
esa forma sea ad solemnitatem). Por ello bastará que el acto
constitutivo de la asociación haya revestido cualquier forma siempre
que permita individualizar los elementos esenciales de la
asociación. Pero nos debe quedar claro que esta asociación
está dotada de subjetividad jurídica, vale decir, que sí es un centro
unitario de imputación de situaciones jurídicas activas
y pasivas, tanto es así que el art.125° considera que esta
asociación puede "adquirir" bienes, puede ocupar la calidad de parte
(demandante o demandada) en un proceso, asimismo, es, a pleno
título, sujeto de derecho tributario (art. 21 del Código
Tributario), y, agregamos, aun cuando el propio Código Civil no lo
haya establecido puede ser miembro de otro ente (personalizado o
no).
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1.5.6 Remisión a las normas sobre la asociación de persona Jurídica.
"El ordenamiento interno y la administración se regula por los
acuerdos de sus miembros aplicándose las reglas establecidas en los
artículos 80 a 98 (o sea los de la asociación persona jurídica) en lo
que sea pertinente". En realidad toda asociación (personificada o no)
se regula internamente "por los acuerdos de sus miembros" y
sólo supletoriamente por las disposiciones legales normativa interna
que estará establecida en el estatuto de la misma
(y sus modificaciones: que. por cierto no son "acuerdos de los
miembros", sino actos del ente, adoptados por sus órganos). La
diferencia entre la asociación persona jurídica y la que nos ocupa está
en que mientras que para la primera se da publicidad (a través del
registro) de dicha normativa interna, en la segunda no, lo cual tiene
solo relevancia frente a terceros. Para los asociados (inscrita o no la
asociación) las normas internas son siempre plenamente
eficaces, mientras que a los terceros no les serán oponibles.
Entre una asociación de persona jurídica y una asociación no
personalizada no existe (o no debería existir) más diferencia que en
la autonomía patrimonial, como antes dicho, perfecta para la primera,
imperfecta para la segunda, lo que significa que la diferencia se
produce en cuanto a las relaciones entre la asociación y los terceros.
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categoría de persona jurídica, participa de las mismas notas que
caracteriza al comité inscrito.
Comité no inscrito que se rige de acuerdo a sus miembros. La norma le da
subjetividad jurídica, que le permite celebrar actos jurídicos a través de
representantes acreditados.
A tal grado llega el recurso al comité que no llega a ser persona jurídica,
que bien puede decirse que es una práctica que existe desde siempre, y a
la cual el legislador de 1984, afortunada e imaginativamente, quiso adherir
a través de un trato particular.
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decir , la idoneidad para ser titular de relaciones jurídicas , la misma al
originarse en el ordenamiento jurídico, puede ser regulada por este según
la clase de sujeto de derecho que se regule ; es así que se regulan las
incapacidades , pero nunca la negación completa de la capacidad a los
sujetos.
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A tal grado llega el recurso al comité que no llega a ser persona jurídica,
que bien puede decirse que es una práctica que existe desde siempre, y a
la cual el legislador de 1984, afortunada e imaginativamente, quiso adherir
a través de un trato particular.
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constituyen esferas jurídicas totalmente diferenciadas, como
sucedería en el caso de estar ante una entidad con
personalidad jurídica. En este sentido, si bien el comité no inscrito
debe responder por las obligaciones contraídas en su nombre,
también deben hacerlo (responder por obligaciones frente a los
acreedores) quienes actúen como organizadores del comité y los
que asuman la gestión de los aportes recaudados.
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Art. 132. Disolución y rendición de cuentas
Cumplida la finalidad propuesta o si ella no se hubiera podido
alcanzar, el Ministerio Público solicita de oficio o a instancia de parte
la disolución del comité y la rendición judicial de cuentas, proponiendo
la afectación del haber neto resultante a fines análogos.
El art. 130 del Código civil tiene alcances similares a los establecidos
por el art. 124 para la asociación y por ello remitimos a lo dicho al
respecto.
Por su parte, el art. 131 amplía la responsabilidad solidaria de los
administradores a quienes actúan en nombre del comité no inscrito.
Las razones son semejantes a las que hemos anotado en relación al
art. 126 para la asociación no inscrita, con el añadido de que se trata
de una responsabilidad que debe entenderse como más severa en la
medida que el comité capta y gestiona recursos que provienen de
terceros.
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el balance y gestión de los responsables de la administración del
comité y del cumplimiento de sus fines.
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responsabilidades que corresponden a los organizadores y
administradores de un comité, asignando al Ministerio Público, como
representante de la sociedad, la función de solicitar la disolución del
comité y la rendición judicial de cuentas.
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Humanos, cuatro miembros los cuales son: representante del Ministerio
Público, representante de la Corte Suprema de Justicia, representante del
Ministerio de Educación y representante del Ministerio de Salud y un
secretario técnico, los cuales además de las funciones mencionadas
anteriormente también se encargan de fiscalizar las cuentas y balances
dentro de los cuatro primeros meses del año.
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Se podría decir que son muchas las circunstancias por las cuales una
fundación no adquiere la calidad de persona colectiva, es por esta razón
que el código civil en su artículo 127, la facultad del consejo de
supervigilancia de fundaciones, del Ministerio público o quien tenga legítimo
interés, para iniciar las acciones pertinentes para lograr su inscripción.
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Responsabilidad solidaria de los administradores
Art. 128. Los administradores de la fundación, en tanto no esté
inscrita, son solidariamente responsables de la conservación de los
bienes afectados a la finalidad propuesta y de las obligaciones que
hubieren contraído.
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quienes obran en su nombre son representantes, pues se adolece de
publicidad registral.
El Código no establece si su responsabilidad es subsidiaria, en el
sentido de si los bienes con los cuales se ha dotado a la fundación
también responden de las obligaciones contraídas. En este caso, es
de necesidad precisar que la masa patrimonial de la fundación no
inscrita sí podrá ser atacada por los acreedores de ésta, siempre que
las deudas asumidas no contravengan la voluntad fundacional,
aunque esta circunstancia no le es oponible a los terceros que no
pueden acceder a una información completa de la fundación.
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- Secretaria Ejecutiva: Es una entidad administrativa, que puede o
no estar en el estatuto. Es una suerte de gerencia de la Fundación,
es un funcionario que puede ser remunerado y que se encargara
de la planta administrativa de la organización.
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II. BIBLIOGRAFÍA
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