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GOBIERNO DE COSTA RICA

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NOVIEMBRE 2010
INDICE Pág.

INTRODUCCION 7

• NUESTRA CAUSA LA DE TODOS. 7


• PRESENTACION 9
• Antecedentes de la ocupación militar nicaragüense y daño ambiental en el sector de 12
Finca Aragón, Isla Portillo-Isla Calero, Costa Rica

l. GEOGRAFÍA 16

• DOCUMENTO DEL INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL 16

ll. RECUENTO HISTÓRICO 18

1. LA FIJACIÓN DEL LÍMITE EN LA DESEMBOCADURA DEL SAN JUAN. 18

• El tratado Cañas-Jerez 18
• El laudo Cleveland 19
• Los Laudos Alexander 20
• Las sentencias de la Corte de Justicia Centroamericana y la Corte Internacional de 22
Justicia

2. LA NAVEGACIÓN EN EL RÍO COLORADO. 23

• El río Colorado: referencias históricas. 23


• La destrucción de la isla Concepción 24
• Intentos nicaragüenses por obstruir el Colorado 24
• Pretensiones de Nicaragua para ubicar la frontera en el Colorado o el Taure 25
• Nuevos intentos por rehabilitar el cauce del San Juan 26
• Las acusaciones de Nicaragua 27
• Las actuales pretensiones de Nicaragua sobre el Colorado 28

lll. IMPACTO DEL DRAGADO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE 29

• Del dragado a la tala y la excavación. Freddy Pacheco, PhD 29


• Dragado del Río San Juan: grave riesgo de daño ambiental para el Delta binacional 29
que debe detenerse. Dr. Allan Astorga G.
• El megaproyecto Brito: negocio de fondo de los políticos nicas. Guillermo Quirós 31
Álvarez

lV. DENUNCIAS, PRONUNCIAMIENTOS Y OTROS 33

1. Denuncia del MINAET ante secretaria de la Convención RAMSAR. 33

2
2. INTERNATIONAL COURT OF JUSTICE. 42

3. PRONUNCIAMIENTOS 45

• RESOLUCIONES DE LA OEA 45

• CP/RES. 978 (1777/10). SITUACIÓN EN LA ZONA LIMÍTROFE DE 45 


COSTA RICA Y NICARAGUA
• CP/RES. 979 (1780/10). CONVOCATORIA DE LA REUNIÓN DE 46 
CONSULTA DE MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES PARA
CONOCER DE LA “SITUACIÓN EN LA ZONA LIMÍTROFE DE
COSTA RICA Y NICARAGUA”

4. OTROS PRONUNCIAMIENTOS 47

• México se pronuncia contra las declaraciones injuriosas de Daniel Ortega. 47


• DECLARACION PÚBLICA, México, D.F. 18 de Noviembre de 2010 48

V. COMUNICADOS DE PRENSA DEL MINISTERIO DE RELACIONES 49


EXTERIORES Y CULTO DE COSTA RICA.

• Gobierno de Costa Rica denuncia incursión de fuerzas militares de Nicaragua y 49


anuncia urgente convocatoria del Consejo Permanente de la OEA.
o Reconocimiento de Google de error en mapa ratifica posición de Costa Rica. 51
• Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, es recibido por el Canciller René 52
Castro en la sede de la Casa Amarilla.
• Costa Rica abre espacio de 48 horas para buscar acuerdo en Consejo Permanente de 53
la OEA para que Nicaragua retire tropas.
• Canciller René Castro en intensa labor diplomática en Washington. 53
• Costa Rica envía misiones de diplomáticos al hemisferio por invasión militar de 54
Nicaragua.
• Costa Rica acoge propuesta de países de ALADI y da un chance a la paz. 55
• Consejo Permanente de la OEA vota de forma mayoritaria resolución de Costa Rica 56
para convocar a reunión de consulta de Cancilleres.
o TRIUNFO LA PAZ Y EL DERECHO 56
• Resumen de la entrevista al Canciller costarricense René Castro Salazar en 56
Telenoticias Canal 7, edición de las 21:00 horas del 12 de noviembre del 2010.
• Costa Rica rechaza declaraciones del Presidente de Nicaragua. 57
• Costa Rica clama ante el mundo por detener destrucción de humedal en zona de isla 58
Calero por invasión militar nicaragüense.
o Misión OEA. 59
o Aviso. 59
• Cancillería costarricense convoca a VIII Reunión Binacional con Nicaragua. 59
• Nota del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua dirigida al Ministerio de 60
Relaciones de Exteriores de Costa Rica.

3
• Costa Rica acude a la Corte Internacional de Justicia. 61
• Ambientalistas y expertos advierten sobre dramático e irreversible daño a 62
ecosistemas en 650 hectáreas de humedales y áreas protegidas.
• Canciller René Castro viaja el lunes las Naciones Unidas. 63
• El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto adjunta el texto de la nota enviada 63
hoy al Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Nicaragua.
o Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, DM-478-10 64

VI. ARTÍCULOS DE OPINION PUBLICADOS EN LA PRENSA COSTARRICENSE. 65

• En la serenidad está nuestra fuerza 65


• Crisis centroamericana en el limbo 65
o La OEA aprueba una resolución para dirimir disputa limítrofe entre Costa 66
Rica y Nicaragua, pero ésta última rehúsa acatarla.
o Plazo vencido 67
o Recurrir al TIAR 68
o Definición 68
• OEA APRUEBA RESOLUCION. 69
• UNA REPRESA EN EL RÍO SAN JUAN, Dr. Freddy Pacheco 69
• DECLARACIONES DE EDEN PASTORA E INFORMACIONES DE LAS 70
AGENCIAS INTERNACIONALES SOBRE CONFLICTO TICO - NICA.
o Pastora niega acusaciones 72
o Costa Rica envía policías a frontera 72
• La presidenta Laura Chinchilla aseguró esta mañana que el envío de un contingente 73
de policías a la frontera norte tiene un carácter preventivo y de vigilancia.
• Cauce de conflictos 74
• En el San Juan hay tiburones. Por Arnoldo Mora. 81
• La carambola (fallida) de Ortega. JOSE MELENDEZ 82
• La flaca memoria de Edén Pastora. Lisbeth Quesada Tristán 84

VII. PRENSA DE CENTROAMERICA INFORMA SOBRE EL CONFLICTO TICO- 86


NICA

1. NICARAGUA 86

• Gobierno tico afirma haber encontrado destrucción en humedal limítrofe con 86


Nicaragua
• Ticos militarizan frontera 86
o Pastora dice que dragan territorio nica 89
o “Pastora, agresor y bucanero” 89
• TATIANA ROTHSCHUH. SAN CARLOS/RIO SAN JUAN 90

2. GUATEMALA. 91
• Costa Rica denuncia incursión de Nicaragua 91

4
3. EL SALVADOR 92
• Refuerzan frontera con Nicaragua 92

4. HONDURAS 92
• Sube de tono pleito fronterizo en CA 92
o Costa Rica envió elementos policiales a la frontera con Nicaragua 92
o Tensión 93
• EL JUEGO DE DISTRACCIONES DE DANIEL ORTEGA. William Gómez V. 93

VlIl. ARTÍCULOS DE OPINION ESCRITOS EN LA PRENSA NICARAGÜENSE. 95

• Nicaragua al borde de un desmadre. Raúl Benoit 95


• ¡Nicaragua, un río revuelto...! Letzira Sevilla Bolaños 96
• ¿Por qué Nicaragua tiene el derecho legítimo de dragar el Río San Juan? Christian 98
Estrada Román.
• Patriotismo y guerra mediática. Guillermo Rothschuh Villanueva 99
• Artimañas y vivianadas. Johanni Miranda 101
• Carta Abierta. General Humberto Ortega Saavedra 103
• Cuando el río suena, no siempre piedras trae. Onofre Guevara López 105
• Las fronteras de la voluntad. Gioconda Beli 107
• Delimitar, sin nacionalismo retrógrado, la frontera con Costa Rica. Fernando 108
Bárcenas
• Un conflicto artificial. Ricardo Wheelock Román 111
• ¿Organizaciones de la Sociedad Civil en Nicaragua? Raúl Venerio 113
• Río San Juan de Nicaragua, río educador. Juan B. Arrien 115
• Un conflicto que se complejiza. Denis Torres 116
• El espejismo soberano del Río San Juan. Francisco Javier Gutiérrez 117
• Los mitos del Río. Sofía Montenegro 119
o Retorcer la soberanía 119
o Teología patriotera 119
o Soberanía y Estado de Derecho 120
o Un río símbolo 120
• El conflicto con Costa Rica y la política doméstica de Nicaragua. Emilio Hernández 120
Hernández.
• Yerros graves de Nicaragua en diferendo con Costa Rica. Guillermo Cortés 123
Domínguez
• La crisis del río y el oportunismo de ortega. Ramón Flores 124

IX. DISCURSOS Y CORRESPONDENCIA OFICIAL 127

1. DISCURSOS 127

• Intervención del señor Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Costa 127


Rica, Dr. René Castro Salazar, en la sesión del Consejo Permanente de la
Organización de los Estados Americanos, solicitada por Costa Rica para exponer
sobre la situación con la República de Nicaragua en la zona limítrofe del Rio San

5
Juan.
• Intervención de Embajador Enrique Castillo, Representante Permanente de Costa 133
Rica, en la sesión del Consejo Permanente de la Organización de los Estados
Americanos, solicitada por Costa Rica para exponer sobre la situación con la
República de Nicaragua en la zona limítrofe del río San Juan.
• Palabras de la Sra. Laura Chinchilla Presidenta de Costa Rica, Celebración de la 139
Proclama de la Neutralidad
• Mensaje pronunciado por la Presidenta de la República, Laura Chinchilla en ocasión 141
de la Asamblea General del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC)

2. CORRESPONDENCIA 143

• DN-412-10 144
• DN-429-10 145
• DN-430-10 148
• DN-453-10 149

X. ANEXOS 150

• Grave riesgo de daños ambientales irrebersibles por el trasvase del Rio San Juan en 151
la Isla Calero, Caribe Norte, Costa Rica. Dr. Luis Rojas Bolaños, MINAET.
• Información Básica del estado actual del Humedal Caribe Noreste de Costa Rica. 158
Humedal de importancia internacional Sitio Ramsar. Dr. Allan Astorga
• Inclusión del “Humedal caribe Noroeste” en la lista de humedales de importancia 190
Internacional de la convención RAMSAR.
• Resumen de los cuatro proyectos nicaragüenses que arrojan luz sobre la invasión 192
militar y destrucción ecológica
• Ministerio de Relaciones Exteriores utiliza herramientas de alta tecnología para 211
monitorear la zona de conflicto con Nicaragua
• EL derecho de Vivir en Paz 219

6
INTRODUCION

Nuestra causa, la de todos

La causa del respeto al Derecho Internacional y a las instancias multilaterales como instrumentos de
paz y soberanía, ha recibido un importante impulso en el seno de la Organización de Estados
Americanos (OEA).

Su impacto inmediato es respaldar a Costa Rica en su inquebrantable lucha pacífica contra la


agresión y la violación a nuestro territorio y soberanía por parte de fuerzas militares nicaragüenses.
Pero su trascendencia rebasa el ámbito de este grave problema y se proyecta, con esperanza, hacia
todo el hemisferio.

Sin embargo, para que este impulso se convierta en realidad sobre el terreno, aún existe un
importante escollo que superar: la intransigencia del Gobierno de Nicaragua a retirar sus tropas del
territorio costarricense.

Por esto, la siguiente prueba para el Derecho Internacional y, especialmente, la OEA, será lograr
que el retiro de las tropas invasoras se produzca. De lo contrario, la esperanza que se ha abierto
podrá convertirse en un fracaso de muy serias consecuencias para la organización y para el principio
de soberanía de los Estados del hemisferio.

Resolución. La esperanza surge de la resolución aprobada el viernes 12 de noviembre, al filo de la


medianoche, por el Consejo Permanente de la OEA, por 22 votos a favor, dos en contra y tres
abstenciones. Su texto “acoge y hace suyas” las recomendaciones del secretario general de la OEA,
José Miguel Insulza, en torno al conflicto.

El hecho que lo generó es la presencia, desde finales de octubre, de fuerzas militares nicaragüenses
en una parte de la isla Calero, indiscutido territorio costarricense, junto a la frontera común.

Costa Rica, como país soberano, no puede aceptar bajo ningún concepto esa ocupación militar.

Frente al conflicto, el Secretario General planteó cuatro recomendaciones:

1. Reactivar las reuniones bilaterales entre Costa Rica y Nicaragua.


2. Concluir el proceso de demarcación de la frontera entre ambos países.
3. Evitar la presencia de fuerzas militares o de seguridad “en el área donde su presencia podría
generar tensión”.
4. Reforzar los mecanismos de cooperación para combatir el crimen organizado.

Como las únicas fuerzas militares presentes en la zona son las nicaragüenses, esta recomendación
implica, claramente, el retiro de estas, como exige Costa Rica y los otros países que la respaldaron:
Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, El Salvador, Estados
Unidos de América, Granada, Guatemala, Haití, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana, Trinidad y Tobago y Uruguay.

7
Desafío a la OEA. Sin embargo, en un claro desafío a la OEA, a los países que apoyaron la
resolución y al Derecho Internacional, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha dicho que no
acatará lo que establece la resolución.

En un largo discurso pronunciado el sábado 13 de noviembre en Managua, cargado de frases


insultantes contra Costa Rica y otros países, Ortega afirmó textualmente: “Nosotros por principio no
nos estamos retirando de ningún sitio en territorio fronterizo con Costa Rica”. Es decir, además de
desacatar la resolución, insiste en negar lo que los propios mapas oficiales de Nicaragua reconocen:
que la isla Calero es costarricense.

Su embajador en la OEA, Denis Moncada, fue aún más allá al declarar, según lo cita El Nuevo
Diario, de Nicaragua, en su edición del 14 de noviembre: “Nosotros consideramos que esta
resolución no tiene ninguna validez”.

Es decir, la peculiar interpretación del Gobierno nicaragüense sobre el Derecho Internacional es que
solo tiene legitimidad lo que lo beneficia, y que, por tanto, se debe tolerar la ocupación armada de
territorio de otro país.

De aquí la importancia de la etapa que se abre ahora, tras el logro obtenido en la OEA por Costa
Rica y la legalidad internacional. Es indispensable que el Gobierno nicaragüense abandone su
agresividad y su retórica de confrontación e irrespeto, y que acate lo que sus compromisos
multilaterales y un elemental sentido de corrección, lo obligan a hacer.

Nuestro país no cejará en su esfuerzo por lograrlo, como no cejará en rechazar la violación a su
soberanía e integridad territorial. Esta causa que estamos impulsando, con el Derecho Internacional
en una mano y con nuestra adhesión a los mecanismos multilaterales en la otra, es, en el fondo, la
causa de todos los latinoamericanos.

René Castro Salazar


Ministro de Relaciones Exteriores y Culto

8
PRESENTACION

Ante el anuncio del inicio de un dragado en el río San Juan, el Gobierno de la Presidenta Laura
Chinchilla Miranda elevó al Gobierno de Nicaragua una nota diplomática a mediados del 2010, en
la cual solicitó a dicho Gobierno, que se informara a Costa Rica sobre dichas obras, conforme con
lo dictado por la sentencia de la Corte de la Haya del 13 de julio del 2009, la cual dice literalmente:

“Nicaragua puede ejecutar los trabajos de mejora que estime convenientes, siempre y cuando dichos
trabajos no afecten gravemente la navegación en los afluentes del San Juan que pertenecen a Costa
Rica”.

O sea, que sin discutir la soberanía sobre el río y su derecho de hacer lo que consideren
conveniente a sus intereses, Nicaragua no puede acometer acciones que afecten el territorio
costarricense, en especial los efectos negativos que la obra como tal, supone sobre los humedales,
que conforman la mayor parte del territorio costarricense de Isla Portillos - Isla Calero, así como en
el delta Colorado-San Juan.

Desde que se conoció que Nicaragua había iniciado en octubre del año en curso la operación del
dragado de 30 kilómetros sobre el río fronterizo, sin aportar a Costa Rica informaciones
convincentes en cuanto que las obras garantizarían la prevención de daños ambientales; el
Gobierno costarricense comenzó a prepararse para adoptar acciones firmes frente a tales decisiones
unilaterales que lesionan la dignidad y la soberanía nacional.

Semanas después las máximas autoridades del gobierno costarricense corroboraron que, violentando
estas disposiciones, las personas encargadas del dragado estaban utilizando territorio costarricense
para botar el sedimento del dragado. Ante la insistencia de nuestras Autoridades, se retiraron hacia
su territorio en forma pacífica y voluntaria.

Dos días después y ante el asombro nacional, el Ejército por órdenes de sus más altas autoridades,
invadieron el territorio costarricense. Asientan parte de su ejército, en una clara violación a la
soberanía nacional y de inmediato empiezan a degradar la Finca Aragón (en la isla Calero) y sus
alrededores, territorios reconocidos por sus mismos mapas como posesiones de Costa Rica.

Dado que tropas de las fuerzas armadas de ese país cruzaron ilegalmente la frontera, fue reconocido
que su propósito consistía talar de forma indiscriminada parte del bosque primario, depositar
considerables volúmenes de sedimentos muy cerca del borde de la ribera norte del río San Juan, la
que define con exactitud la frontera natural de nuestra nación. Además que dichos sedimentos
continúan siendo depositados en la Isla Portillos - Isla Calero, esta declarada como reserva natural,
protegida por la Convención Ramsar.

Costa Rica es una nación sin Ejército que confía en el derecho internacional y sus instituciones
fundamentales, razón por la cual exige que Nicaragua retire de inmediato sus tropas del territorio
cuya presencia en la isla, es calificada como una grave agresión. Al tiempo que arrastra la fuerte
destrucción de una protegida riqueza natural y una biodiversidad únicas, que el dragado,
ciertamente, improvisado y desprovisto de estudios ambientales rigurosos, la está afectando sin
límites, tal como se pone en evidencia en las reseñas e imágenes contenidas en esta compilación de
informaciones.

9
La intransigencia del Gobierno de Nicaragua se pone de relieve en su irrespeto a la última
resolución del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) -
CP/RES. 978 (1777/10) “SITUACIÓN EN LA ZONA LIMÍTROFE DE COSTA RICA Y
NICARAGUA” - aprobada en la sesión celebrada el 12 de noviembre de 2010); que además de
interpretar los intereses nacionales, el mismo texto resolutivo exige la salida de las tropas invasoras
del suelo nacional.

Dicho texto entre sus mandatos expresa:

“1. Acoger y hacer suyas las recomendaciones del Secretario General contenidas en el “Informe del
Secretario General de la OEA sobre su visita a Costa Rica y Nicaragua” (CP/doc.4521/10)
presentado el 9 de noviembre de 2010, a fin de que los Gobiernos de Costa Rica y Nicaragua
adopten los acuerdos propuestos en el mismo, a saber:

• Realizar la VIII Reunión de la Comisión Binacional para tratar con carácter urgente aspectos de la
agenda bilateral en el más breve plazo, a más tardar, en la fecha originalmente acordada, con el
acompañamiento de la OEA.

• Retomar de inmediato las conversaciones sobre aspectos relacionados con la demarcación de la


línea fronteriza realizados hasta la fecha, conforme a los tratados y laudos existentes.

• Con el fin de generar un clima propicio para el diálogo entre ambas naciones, evitar la presencia
de fuerzas armadas o de seguridad en el área donde su presencia podría generar tensión.

• Instruir a las autoridades pertinentes para que revisen y refuercen los mecanismos de cooperación
entre ambas naciones para prevenir, controlar y enfrentar el narcotráfico, el crimen organizado y el
tráfico de armas en el cordón fronterizo.

2. Invitar a las partes a iniciar los procesos a que se refiere el párrafo anterior de manera simultánea
y sin dilación.

3. Solicitar al Secretario General que continúe ejerciendo sus buenos oficios a fin de facilitar el
diálogo entre las partes y que mantenga informado al Consejo Permanente al respecto.”

Costa Rica en cumplimiento del mandato del sistema hemisférico, de modo unilateral, retiró su
policía a 30 kilómetros al sur de la zona de tensión, demostrando la buena fe que tiene en buscar
una solución bilateral. Asimismo, convocó para el 27 de noviembre del año en curso a la reunión
binacional con Nicaragua, pactada desde hace varios meses, pero condicionando su celebración al
acatamiento de lo dispuesto por los 22 países miembros de la OEA en la resolución en cita; que
dicho sea de paso solo rechazó Venezuela y Nicaragua.

De haber resistencia en cuanto a abandonar la isla Calera, se daría al traste con la agenda y los
preparativos de la reunión binacional. Nicaragua se ha pronunciado en contra de retirar sus fuerzas
armadas y civiles de la zona. Continúa no solo con la destrucción del hábitat en el humedal, sino
que además manipula la discusión de los límites fronterizos: su máxima excusa para negar la
invasión. En su lugar amenaza con elevar esta controversia a la Corte de la Haya, desviando así la
verdad de los hechos una vez más.

En vista de la reiterada negativa de Nicaragua de alcanzar con Costa Rica una racional solución, la
Presidenta Laura Chinchilla ha procedido a demandar al gobierno nicaragüense ante la Corte
Internacional de Justicia de La Haya, así como ante la Oficina de los Humedales sobre la

10
Convención Ramsar. Todo lo anterior, con el propósito de dirimir en esas instancias, cualquier
diferencia en torno a las ilegítimas decisiones del Presidente nicaragüense Daniel Ortega, de
apropiarse de la Isla Portillo - Isla Calero por la vía militar, así como poner fin a la irresponsable
destrucción del medio ambiente, resultante del dragado.

En aras de la transparencia democrática, la efectividad de las acciones diplomáticas llevadas a cabo


por Costa Rica son ilustradas con hechos verdaderos en este reporte especial, con el propósito de
dar a conocer a la ciudadanía acerca del compromiso irrenunciable de su Gobierno en la defensa de
la soberanía nacional.

En el alto espíritu de civilidad, la voz de la Presidenta Laura Chinchilla resonará en las


organizaciones globales y regionales, al obligarlas a aplicar las normas y los instrumentos del
derecho internacional, en el sentido de responder con claridad y precisión a los justos reclamos y
preocupaciones de un pueblo pacífico y democrático, tradicionalmente respetuoso de la legalidad
internacional, que nunca ha dado motivos para ser objeto de una agresión desmesurada por parte del
Gobierno de Nicaragua, cuya conducta es incompatible con los principios y normas de buena
vecindad que mantienen entre sí los Estados.

Costa Rica se ha ganado el derecho de vivir en paz, por sus credenciales democráticos, porque su
pueblo solidario, que rechaza la violencia, se ha identificado con las causas nobles de la sociedad
internacional.

Lo expuesto en este conjunto de documentos es una prueba fehaciente de ello, en el entendido que
la verdad, la justicia y la razón están del lado del Pueblo y el Gobierno de Costa Rica; por lo que ni
siquiera la agresión armada de Nicaragua contra la soberanía nacional, habrá de ser capaz de alterar
la sana convivencia con los pueblos hermanos, ya que esto es un valor arraigado en nuestra razón
de ser.

Carlos A. Roverssi Rojas


Vicecanciller de la República.

11
Antecedentes de la ocupación militar nicaragüense y daño
ambiental en el sector de Finca Aragón, Isla Portillo-Isla Calero,
Costa Rica

Ante un primer anuncio de que Nicaragua iba a iniciar labores de dragado en el río San Juan, el 26
de enero de 2006 el entonces Canciller Roberto Tovar, mediante nota La nota DM-37-06 de 26 de
enero de 2006 dirigida le solicita a su homólogo Norman Caldera “la información técnica
correspondiente a la realización de tales obras, en particular el efecto que el dragado tendría en el
nivel de las aguas sobre el río Colorado de Costa Rica”. Esta nota fue respondida por medio de la
nota MRE/DM-JI/262/02/06 de 17 de febrero de 2006 suscrita por Norman Caldera Cardenal. En
esta nota se dice lo siguiente:

“…Mas, en aras de las buenas relaciones que mantienen nuestros pueblos y Gobiernos y sin
perjuicio alguno de lo indicado en el párrafo anterior, tengo el honor de comunicar, ex gratia, a
Vuestra Excelencia, que…se están llevando a cabo, en el Municipio de San Juan de Nicaragua,
obras de beneficio social de mejora e infraestructura, a fin de asegurar la comunicación e
intercambio de artículos de comercio entre los pobladores de las comunidades ubicadas en la zona,
así como con el resto del territorio nacional….”

Las anunciadas obras de dragado no se iniciaron. Sin embargo, el diario La Prensa de Nicaragua del
día 25 de agosto de 2009 publicó declaraciones del señor Virgilio Silva, Gerente de la Empresa
Portuaria Nacional de Nicaragua, indicando que ese país pretendía desviar al río San Juan 1,700
metros cúbicos por segundo del caudal que actualmente tiene el río Colorado, río enteramente
costarricense, que bordea la mencionada isla Calero. Idénticas declaraciones a la Agencia AP se le
atribuyeron entonces a Edén Pastora, responsable del proyecto de dragado.

Las anteriores manifestaciones hicieron que el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa
Rica, Bruno Stagno, enviara a su colega de Nicaragua don Samuel Santos la nota DM-637-09 de 27
de agosto de 2009, en la que recordaba que de conformidad con el Derecho Internacional y los
instrumentos pertinentes, en especial el Laudo Cleveland de 1888 y la sentencia de la Corte
Internacional de Justicia de 13 de julio de 2009, Nicaragua no puede realizar obras de mejora en el
río San Juan que causen perjuicio a territorio costarricense o afecten los derechos de navegación de
Costa Rica en el río. En la nota se le solicitaron además a Nicaragua los estudios que demostraran
que el proyectado dragado no afectaría a Costa Rica. Nicaragua se abstuvo de responder a esta
comunicación.

Cuando en julio de 2009 se produce un nuevo anuncio de que la obra de dragado comenzaría en el
futuro cercano, el Ministro interino de Relaciones Exteriores costarricense Carlos Roverssi, remitió
al Canciller de Nicaragua la nota DM-AM-156-10 de 12 de julio de 2010. En ella se reiteraba la
necesidad de que Nicaragua presentara a Costa Rica los estudios para demostrar que las obras
previstas no tendrían impacto sobre territorio costarricense. Esta nota tampoco recibió respuesta,
aunque el Canciller nicaragüense don Samuel Santos, en una conversación sostenida en Managua
con el Canciller René Castro, dio garantías verbales de que el dragado no afectaría territorio
costarricense.

12
En el mes de octubre de 2010, el Gobierno de Costa Rica recibió denuncias por parte de miembros
de una familia, aparentes poseedores de derechos de explotación sobre una zona conocida como
Finca Aragón, Isla Portillos-Isla Calero, y de otros vecinos de la comarca, de que el señor Edén
Pastora, responsable del dragado del río San Juan, y militares nicaragüenses estaban incursionando
en ese territorio costarricense.

No cabe duda de que la zona en cuestión es territorio de Costa Rica. Esto se comprueba mediante la
cartografía oficial elaborada por el Instituto Geográfico Nacional de Costa Rica y el Instituto
Nicaragüense de Estudios Territoriales, específicamente con las hojas cartográficas 3448 I, ambas
actualizadas al año 1988 y con escala 1:50.000. El sector de Finca Aragón en Isla Portillos- Isla
Calero se encuentra precisamente en la región fronteriza, y allí, los tratados y laudos han definido
que el río San Juan es de exclusiva soberanía nicaragüense y que los territorios que en la región se
encuentren al sur y al este de ese río pertenecen a Costa Rica. Dada la ubicación de ese territorio,
precisamente en la margen derecha del río, es indubitable que pertenece a Costa Rica, y que
Nicaragua no podría pretender derechos de soberanía sobre ella sin desconocer el tratado de límites
vigente entre ambos países y sus instrumentos complementarios.

Como consecuencia de las aludidas denuncias, el Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica, en
coordinación con la Cancillería, organizó un sobrevuelo de la zona el día 20 de octubre. Se logró
documentar mediante fotografías y video, que la draga nicaragüense se encontraba anclada sobre el
río San Juan, en el sector cercano al Caño Sucio, a algunos metros de distancia de la margen
costarricense del río en la zona de la Finca Aragón. En la draga se observaron militares
nicaragüenses. Asimismo, se documentó que de la draga partía una tubería de varios metros de
largo, por medio de la cual se estaba depositando sedimento en la Finca Aragón, es decir, en
territorio de Costa Rica, sin que se hubiera pedido ni menos obtenido autorización de las
autoridades costarricenses para tal acción. En otras palabras, Nicaragua, además de realizar en el
río labores de dragado sin haber requerido el consentimiento de Costa Rica, que era necesario según
el Laudo Cleveland de 1888, había utilizado el territorio costarricense como vertedero de desechos
de las labores de dragado.

Ante tales violaciones a la soberanía de Costa Rica, el Gobierno de Costa Rica decidió el 21 de
octubre presentar una nota de protesta al Gobierno de Nicaragua, y ordenar que funcionarios de la
Fuerza Pública y de los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Ambiente se trasladaran cuanto
antes a la zona con el propósito de dimensionar los hechos.

El propio 21 de octubre se llamó al Embajador de Nicaragua en Costa Rica a la Cancillería y se le


hizo entrega de la nota de protesta. Acto seguido se llevó a cabo una conferencia de prensa donde se
expuso lo ocurrido.

El 22 de octubre funcionarios de la Fuerza Pública costarricense verificaron en la zona que la


tubería que estaba depositando el sedimento ya había sido retirada y se encontraba sobre el agua del
río San Juan, aunque la draga permanecía anclada en el mismo lugar, a unos metros de distancia de
la margen costarricense del río. Dentro de la draga se observaban efectivos del ejército de
Nicaragua. También se observó que se había abierto una trocha de unos 700 metros que apunta en
dirección de la Laguna Los Portillos, y que otra zona de aproximadamente unas dos hectáreas había
sido totalmente talada. Esta zona se encuentra en línea directa con la Laguna Los Portillos.

Esa misma mañana, funcionarios de la Fiscalía costarricense y de los Ministerios de Relaciones


Exteriores, Seguridad y Ambiente verificaron que en efecto se había cubierto con sedimento
proveniente de la draga un área de unos 2.500 metros cuadrados de territorio costarricense, lo cual
constituiría un delito ecológico al tratarse de una zona protegida. También observaron claramente

13
los numerosos árboles cortados en el área de aproximadamente dos hectáreas que se encuentra en
línea directa con la Laguna Los Portillos.

Aunque la Fuerza Pública y los funcionarios de los Ministerios mencionados se retiraron de la zona,
el Ministerio de Seguridad Pública costarricense mantuvo sobrevuelos regulares, a fin de darle
seguimiento a los hechos. La draga se mantuvo anclada hasta que el 23 de octubre fue retirada
mediante un remolque, y trasladada a una zona ubicada en la margen izquierda del río San Juan, en
territorio de Nicaragua.

El día 25 de octubre miembros de la Fuerza Pública costarricense y funcionarios del Ministerio del
Ambiente efectuaron otra visita a la isla Calero, con el fin de determinar pericialmente la verdadera
extensión del daño ambiental y su costo. Se observó que la bandera de Costa Rica seguía en su
lugar en la Finca Aragón, en el sitio donde había sido colocada por la Fuerza Pública costarricense.

A raíz del daño ambiental verificado se abrieron en Costa Rica una causa penal en la Fiscalía
Adjunta de Guápiles (Expediente 10-004110-485 PE) por delito de infracción a la Ley Forestal y un
expediente en el Tribunal Ambiental Administrativo (Expediente 46310-01)

Sorpresivamente, el 27 de octubre se presentó a la Cancillería de Costa Rica la nota


MRE/DVM/AJST/660/10/10 firmada por Manuel Coronel Kautz, Ministro de Relaciones Exteriores
por la Ley de Nicaragua. En esta nota Nicaragua rechazó las afirmaciones contenidas en la protesta
formulada por Costa Rica, por considerar que las actividades de limpieza en el río San Juan se
habían realizado en territorio nicaragüense. Pero además, sorpresivamente, el gobierno de
Nicaragua protestó por lo que llamó “reiteradas violaciones de tropas de las fuerzas armadas
costarricenses a territorio nicaragüense” y exigió que tales “hechos”, valgan las comillas, no
volvieran a repetirse. Dejando aparte el hecho de que Costa Rica, como lo sabe muy bien
Nicaragua, carece de fuerzas armadas, ahora resulta que la presencia de autoridades policiales
costarricenses en suelo indubitablemente costarricense incomoda de tal modo al país vecino que lo
considera motivo de protesta. Como si lo anterior no fuera suficiente, la nota del 27 de octubre
anunció que Nicaragua continuaría las labores de limpieza en el río y resguardando “los límites y
soberanía de Nicaragua.”

El mismo 27 de octubre la Fuerza Pública de Costa Rica realizó un sobrevuelo en la zona, y observó
que la draga trasladada a la margen izquierda del río San Juan se encontraba operando de nuevo.
Cerca de ella se advirtió otra zona talada en territorio nicaragüense, en forma de canal, lo cual
parece dirigirse a eliminar el meandro en el cauce actual del río San Juan, pues de lograrse esto el
río seguiría su cauce en línea directa. Si esto se diera, el curso del agua continuaría en línea recta a
través de la trocha ilegalmente abierta en suelo costarricense en Finca Aragón, posteriormente por el
área de dos hectáreas de árboles que fueron cortados también ilegalmente en dicha finca, y
eventualmente llegaría en línea directa a la Laguna Los Portillos. De esta manera Nicaragua estaría
buscando lograr que el río San Juan desembocara directamente en la Laguna Los Portillos por
medio de un canal artificial. Esto significaría cercenarle a Costa Rica una extensión de su territorio,
concretamente el sector noroeste de la Isla Portillo. Como es lógico, esto sería absolutamente
inaceptable para Costa Rica y representaría una violación flagrante a los convenios de límites
vigentes.

En la tarde del 31 de octubre, durante un nuevo sobrevuelo en la zona de la Finca Aragón, se


observó que la bandera de Nicaragua había sido colocada en un lugar cercano de una vivienda
ubicada en la Finca Aragón, en territorio costarricense. Asimismo, se observaron a distancia
presuntos campamentos instalados sobre el depósito de sedimento colocado días atrás en ese
territorio costarricense por la tubería proveniente de la draga.

14
El 1° de noviembre, las autoridades policiales costarricenses efectuaron otro sobrevuelo con el fin
de verificar con mayor precisión la situación. Se logró comprobar que, en efecto, en la Finca
Aragón, en nuestra isla Calero, se colocó la bandera nicaragüense. Asimismo, en el lugar donde se
había depositado el sedimento se observaron claramente al menos tres campamentos habilitados. En
otro punto de la Finca Aragón se obtuvieron fotografías de miembros del Ejército de Nicaragua,
algunos de ellos incluso apuntando con sus armas de fuego hacia la aeronave costarricense. De esta
forma se constata sin lugar a dudas que el Ejército de Nicaragua no sólo izó la bandera de ese país
en suelo costarricense, sino que además tomó el control militar de la zona.

Ante tan preocupante y clara violación de la soberanía y la integridad territorial de Costa Rica, el
mismo día 1° de noviembre, en horas de la tarde, se entregó al Embajador de Nicaragua la nota
DM-429-10 de esa misma fecha para responder los alegatos contenidos en la nota suscrita por el
Viceministro Manuel Coronel, y también se le entrega la nota DM-430-10 de esa misma fecha
mediante la cual Costa Rica protestó por la invasión armada a territorio costarricense y solicitó el
retiro inmediato de las tropas nicaragüenses de su territorio. No obstante la gravedad de la situación,
Nicaragua no ha contestado aún a esta comunicación, ni ha retirado a sus soldados del territorio
costarricense, ni menos ha interrumpido sus obras en el río.

15
l. GEOGRAFÍA

DOCUMENTO DEL INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL

El sector más extremo al noreste del territorio continental costarricense, cuya forma semeja una
forma triangular, es definido por los puntos geográficos principales: desembocadura del río San
Juan, proximidades del poblado de Colorado y la confluencia de dicho río con el río San Juan , de
manera generalizada se la ha denominado como Isla Calero. Con mayor precisión y claridad
geográfica, el territorio antes indicado, corresponde a la zona de influencia de las operaciones de
dragado que realiza el Gobierno de Nicaragua, conformado por las Islas Portillos e Isla Calero. Isla
Portillos se localiza en el sector norte del territorio antes referido, e Isla Calero al sur de dicho
territorio.

Isla Portillos e Isla Calero, son parte del Refugio de Vida Silvestre Corredor Fronterizo y Refugio
de Vida Silvestre Barra del Colorado, bajo administración del MINAET.

Isla Portillos, tiene las siguientes colindancias:

• Norte: río San Juan – Laguna Los Portillos


• Sur: río Taura
• Este: Mar Caribe
• Oeste: río San Juan

Descripción: inicia en el sito correspondiente a Mojón I, continuando por la margen derecha de


Laguna Los Portillos y río San Juan, hasta llegar a la confluencia con el río Taura, se continua por
este ultimo hasta colindar con el mar Caribe, en el BM 2 aproximado, se continua ahora por la línea
de costa, hasta el sitio de Mojón I, que es el punto de inicio de la presente descripción.

Extensión: 16.8 kilómetros cuadrados

Isla Calero, tiene las siguientes colindancias:


• Norte: río Taura y Mar Caribe
• Sur: río Colorado y el Caño Bravo
• Este: laguna de Atrás y laguna Agua Dulce
• Oeste: río San Juan.

Descripción: inicia en la colindancia del río Taura , con el mar Caribe, en el BM 2 aproximado,
para continuar por este río, hasta llegar a la confluencia con el río San Juan, se continua ahora por el
río San Juan, hasta llegar a la confluencia con el río Colorado, siguiendo ahora por este último,
hasta llegar a la confluencia con el Caño Bravo, luego se sigue por este Caño hasta la
desembocadura del río Colorado, se continua por este ultimo río, hasta llegar a interceptar un río,
que va en dirección norte y que conecta con la Laguna de Atrás, se continua por esta Laguna de
Atrás, para proseguir luego por la Laguna Agua Dulce, siempre en dirección norte, hasta salir al mar
Caribe, finalmente se continua por la línea de costa, al noroeste, hasta llegar a la desembocadura del
río Taura, que es el último punto de inicio de la presente descripción.

Extensión: 151.6 kilómetros cuadrados

16
NOTAS:

1. Como dato importante de referencia, el sitio denominado como Finca Aragón se localiza
específicamente en Isla Portillos.
2. Isla Calero fue bautizada con ese nombre en honor al capitán Alonso Calero, quien junto con el
capitán Diego Machuca de Suazo fueron los exploradores de la cuenca del río San Juan por allá en
el año 1539.

Mapa. Croquis contenido en el documento oficial del laudo Alexander, del 30 de setiembre de
1897. Este es el laudo vigente, aceptado por los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica. Esto
muestra que la punta de Isla Calero (o Isla Portillos) ya existía en 1897 y el árbitro, E.P.
Alexander, se la dio a Costa Rica.

17
ll. RECUENTO HISTÓRICO

1. LA FIJACIÓN DEL LÍMITE EN LA DESEMBOCADURA DEL SAN JUAN.

El tratado Cañas-Jerez

Costa Rica y Nicaragua se independizaron simultáneamente de la Monarquía Española, en


1821, y pocos años después se incorporaron a la Federación centroamericana, de la que ambas se
separaron en 1838 para convertirse en países soberanos e independientes. La plena soberanía
conllevó la necesidad de fijar con claridad la frontera entre ambos Estados, tarea que no fue fácil
debido entre otras cosas a la imprecisión de los documentos coloniales que podían servir de base
para la delimitación, las pretensiones de cada parte, la topografía de la región fronteriza y la
importancia estratégica del río San Juan y el lago de Nicaragua como posible ruta de un canal
interoceánico 1 . Después de varios convenios de límites o de arbitraje que no se ratificaron, Costa
Rica y Nicaragua suscribieron el 15 de abril de 1858 el tratado Cañas-Jerez, que fue rápidamente
aprobado por ambos países y cuyas ratificaciones se canjearon en el mismo mes de abril de 1858. El
texto completo de este tratado, que continúa vigente y es el principal elemento, aunque no el único,
con respecto a la fijación de la frontera, se reproduce en el anexo 1.

El tratado Cañas-Jerez establece en su artículo 2º:

“La línea divisoria de las dos Repúblicas, partiendo del mar del Norte, comenzará en la
extremidad de Punta de Castilla en la desembocadura del río San Juan de Nicaragua, y continuará
marcándose con la margen derecha del expresado río, hasta un punto distante del Castillo Viejo
tres millas inglesas, medidas desde las fortificaciones exteriores de dicho Castillo hasta el indicado
punto. De allí partirá una curva, cuyo centro serán dichas obras, y distará de él tres millas
inglesas en toda su progresión, terminando en un punto que deberá distar dos millas de la ribera
del río aguas arriba del Castillo. De allí continuará en dirección al río de Sapoá, que desagua en
el Lago de Nicaragua, siguiendo un curso que diste siempre dos millas de la margen derecha del
río de San Juan con sus circunvoluciones hasta su origen en el Lago, y de la margen derecha del
propio Lago hasta el expresado río de Sapoá, en donde terminará esta línea paralela a dichas
riberas. Del punto en que ella coincida con el río de Sapoá, el que por lo dicho, debe distar dos
millas del Lago, se tirará una recta astronómica hasta el punto céntrico de la Bahía de Salinas, en
el mar del Sur, donde quedará terminada la demarcación del territorio de las dos Repúblicas
contratantes.”

El artículo 3º dispuso que los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua nombraran comisionados
para hacer las medidas necesarias y en el artículo 6 estableció que si bien a Nicaragua le corresponde el
dominio y sumo imperio sobre las aguas del río San Juan, Costa Rica tiene

1
Sobre la historia de los límites entre Costa Rica y Nicaragua hay abundante bibliografía en ambos países,
cuyos historiadores, a veces con apasionamiento, han procurado defender las tesis sostenidas por su
respectivo país en las controversias fronterizas. Entre los textos ajenos a ambos que tratan el tema cabe
mencionar la detallada obra de IRELAND, Gordon, Boundaries, possessions and conflicts in Central America
and the Caribbean, Cambridge, Harvard University Press, 1ª. ed., 1941.

18
“… en dichas aguas los derechos perpetuos de libre navegación, desde la expresada desembocadura
hasta tres millas inglesas antes de llegar al Castillo Viejo, con objetos de comercio, ya sea con
Nicaragua o al interior de Costa Rica por los ríos de San Carlos o Sarapiquí, o cualquiera otra vía
procedente de la parte que en la ribera del San Juan se establece corresponder a esta República…”

Con el canje de ratificaciones del tratado Cañas-Jerez quedó clara y definitivamente fijada la
frontera entre Costa Rica y Nicaragua, que en su extremo oriental debía comenzar, según ese convenio,
“comenzará en la extremidad de Punta de Castilla en la desembocadura del río San Juan de
Nicaragua, y continuará marcándose con la margen derecha del expresado río…”. No hay, por
consiguiente, duda alguna de a qué país pertenecen las tierras ribereñas del río San Juan en esa parte de
la frontera: las que se encuentran en la margen derecha del río pertenecen indubitablemente a
Costa Rica, y las situadas en la margen derecha, así como todo el cauce del San Juan, pertenecen
indudablemente a Nicaragua.

En los años inmediatamente posteriores a la ratificación del tratado, hubo acciones de


Nicaragua destinadas a efectuar obras en el río San Juan y obstruir el río Colorado, que es enteramente
costarricense. Debido a las protestas de Costa Rica, Nicaragua detuvo las obras y reconoció claramente
los derechos costarricenses (ver anexos 2, 3, 4, 5).

La exigencia de que se respeten los derechos costarricenses, en el siglo XIX o en la actualidad,


no quiere decir que Costa Rica haya pretendido ni pretenda en lo más mínimo poner en duda la
soberanía de Nicaragua sobre todo el curso del río san Juan o los territorios situados en su margen
izquierda. Contrariamente a lo que afirman una y otra vez autoridades nicaragüenses, desde la firma del
tratado Cañas-Jerez en 1858 hasta la actualidad Costa Rica jamás ha pretendido disputar a Nicaragua su
exclusiva soberanía sobre el río San Juan, sino que solamente ha exigido respeto para los derechos de
navegación que tiene en su curso inferior y para que Nicaragua respete la integridad del río, sin efectuar
obras que puedan afectar los derechos o la soberanía de Costa Rica.

El laudo Cleveland

En el decenio de 1870 las autoridades nicaragüenses comenzaron a formular una serie de dudas
sobre la validez del tratado Cañas-Jerez, por cuanto su ratificación por Nicaragua la había efectuado
una asamblea constituyente y no un cuerpo legislativo ordinario. Después de varios intentos por
resolver el problema bilateralmente, Costa Rica y Nicaragua acordaron en 1886 someterlo al arbitraje
del Presidente de los Estados nidos de América, quien no solo debería determinar la cuestión de la
validez del tratado de límites, sino además resolver los problemas de interpretación de su texto que le
planteasen las partes, en el caso de que lo declarase válido.

El 22 de marzo de 1888, el Presidente de los Estados Unidos Grover Cleveland confirmó la


validez del tratado Cañas-Jerez en un laudo arbitral en el que además resolvió una serie de puntos de
dudosa interpretación que sobre su texto había planteado Nicaragua. El texto completo del laudo
Cleveland figura en el anexo 6.

Al resolver en el punto 1 de su aparte Tercero la primera de las cuestiones de dudosa


interpretación planteadas por Nicaragua, el laudo Cleveland confirmó la frontera fijada en el tratado
Cañas Jerez, es decir, la línea que comienza en Punta Castilla en el mar Caribe, en la desembocadura
del río San Juan:

19
“La Línea divisoria entre las Repúblicas de Nicaragua y Costa Rica, por el lado del Atlántico,
comienza en la extremidad de Punta de Castilla, en la boca del río San Juan de Nicaragua, como
existían la una y la otra el quince de Abril de 1858. La propiedad del acrecimiento que haya tenido
dicha Punta de Castilla debe gobernarse por las leyes aplicables a ese objeto.”

De la validez del tratado y del texto del laudo se desprende claramente que NO existe una
disputa fronteriza entre Costa Rica y Nicaragua. Al confirmar Punta Castilla como punto de partida del
límite, el laudo Cleveland mantuvo entonces la misma situación establecida en 1858: en el curso
inferior del San Juan, los territorios que se encuentran en la margen derecha del río pertenecen
indudablemente a Costa Rica, y los situados en la margen izquierda, así como todo el cauce del San
Juan, pertenecen indudablemente a Nicaragua.

Los Laudos Alexander

La demarcación material de la frontera originó nuevas discrepancias entre ambos países, entre
otras cosas porque las comisiones de deslinde nombradas al efecto no lograron ponerse de acuerdo
sobre la ubicación exacta de los puntos extremos de los que debía partir el límite. Para tratar de llegar a
un arreglo, se firmó el 23 de diciembre de 1890 el tratado Castro-Guerra, que no fue ratificado, y
finalmente el 27 de marzo de 1896 la convención Pacheco-Matus (también llamada Pacheco-Coronel),
que sí fue aprobada por ambos países. En esta convención, cuyo texto figura en el anexo 7, se dispuso
que un ingeniero designado por el Presidente de los Estados Unidos de América resolvería como
árbitro, de modo inapelable, las discrepancias de las comisiones de deslinde nombradas por Costa Rica
y Nicaragua. Para estos efectos, el Presidente Cleveland nombró el 17 de febrero de 1897 al ingeniero
Edward Porter Alexander.

Al iniciarse los trabajos de demarcación en la desembocadura del río San Juan, el primer
desacuerdo surgió en torno a la ubicación exacta de Punta Castilla, el punto mencionado en el tratado
Cañas-Jerez como inicio del límite. Nicaragua pretendía que la demarcación se iniciara en la llamada
boca del Taura, mientras que Costa Rica ubicaba el punto extremo en el paraje denominado Punta
Arenas. El ingeniero Alexander descartó ambos criterios y dictó el 30 de setiembre de 1897 en San
Juan del Norte un laudo arbitral que figura en el anexo 8 y cuya parte final dispone:

“El lugar exacto, que fue la extremidad de la tierra firme (Headland) de Punta de Castilla
el 15 de abril de 1858, ha sido hace mucho tiempo cubierto por el mar Caribe, y no hay en los
mapas antiguos conformidad suficiente en cuanto a la línea de la orilla del mar, que permita decir
con alguna certeza la distancia exacta o dirección de él respecto al extremo de la tierra firme
actual (Headland). Estaba por allí en dirección Noreste y probablemente entre seiscientos y mil
seiscientos (1,600) pies de distancia, pero no puede ser ahora fijado con certeza. En tales
circunstancias se cumplen mejor las disposiciones del Tratado y del Laudo del Presidente
Cleveland, adoptando lo que es realmente el extremo de la tierra firme (Headland) de hoy, o sea la
extremidad Noreste de lo que parece ser la tierra firme en el lado oriental de la margen de Harbor
Head. De conformidad con esto, he hecho personal inspección de este terreno, y declaro que la
línea inicial de la frontera, corre como sigue, a saber: Su dirección será recta Noreste y Sureste a
través del banco de arena desde el Mar Caribe hasta tocar en las aguas de la Laguna de Harbor
Head. Ella pasará en su punto más próximo distante 300 pies, trescientos pies, del lado Noroeste
de la cabaña que actualmente se halla en esa vecindad. Al llegar a las aguas de la Laguna Harbor
Head la línea divisoria dará vuelta a la izquierda o se hacia el Sureste y continuará marcándose
con la orilla del agua alrededor del Harbor hasta llegar al río propio por el primer caño que
encuentre. Subiendo este caño, y subiendo el río propio la línea continuará ascendiendo como está
dispuesto en el Tratado.”

20
En el mapa preparado entonces queda perfectamente clara la ubicación de la línea
fronteriza, primero atravesando el banco de arena existente allí y después bordeando la bahía o
laguna denominada Harbor Head. El mapa también indica las pretensiones de Costa Rica y de
Nicaragua, que fueron descartadas por el árbitro.

Del mapa queda perfectamente claro que el territorio hoy conocido como isla Portillo-isla Calero, al
sur de la laguna o bahía llamada en 1897 Harbor Head (también conocida hoy como Laguna Los
Portillos), y en la margen derecha del río San Juan, le pertenece exclusivamente a Costa Rica y en ese
territorio Nicaragua no tiene absolutamente ningún derecho.

Nicaragua alega que una parte de la isla Calero pertenece a su territorio. Con tal fin, ha
indicado que dicho territorio se integró por accesión al costarricense, pues en 1858 existía un canal
en dicho lugar. Esto carece de fundamento, y la mejor demostración de ello está en los laudos
Alexander. Al emitirse esos fallos arbitrales se trataba de determinar el límite de ambos países tal y
como fue establecido en 1858. En el primer laudo Alexander, del 30 de setiembre de 1897,
compuesto por los argumentos del árbitro y el mapa de la zona, no se describe un canal con esas
características en la zona, ni se realiza mención alguna de su existencia. Resulta extraño que
Alexander, quien realizó una cuidadosa inspección en el lugar no tomase en cuenta dicha situación
al elaborar y aprobar el mapa, aunque incluyera otros accidentes geográficos de menor importancia
que ese hipotético canal. La explicación de esta omisión es muy simple: el canal no existía.

En su laudo número 3, emitido el 22 de marzo de 1898, el ingeniero Alexander confirmó una


vez más la soberanía costarricense sobre las tierras situadas en la margen derecha del San Juan, al decir
que (el subrayado no es del original):

“… para la inteligencia clara de toda la materia y también en conformidad con los principios
enunciados en mi primer Laudo, que , en la interpretación práctica de Tratado de 1858, el río San
Juan debe ser considerado como un río navegable, yo por consiguiente declaro ser la exacta línea de
división entre la jurisdicción de los dos países, el borde de las aguas sobre la margen derecha, cuando
el río se halla en su estado ordinario, navegable por las embarcaciones y botes de uso general.

21
En este estado toda porción de las aguas del río está en jurisdicción de Nicaragua. Toda porción
de la tierra de la margen derecha está en jurisdicción de Costa Rica. La medida y localización
hecha ahora por las partes en el campo día por día, determina puntos sobre esta línea a
convenientes intervalos, pero la línea divisoria entre estos puntos no corre por línea recta, sino por
el borde de las aguas en el estado navegable como arriba se dijo, marcando así una línea curva de
irregularidades innumerables que son de pequeño valor y que exigirían un gran gasto para
trazarse minuciosamente.” 2

Los trabajos de deslinde concluyeron oficialmente en Managua el 24 de julio de 1900, con la


firma del acta final de las comisiones.

Las sentencias de la Corte de Justicia Centroamericana y la Corte Internacional de


Justicia

Debido a que Nicaragua había suscrito sin consultar a Costa Rica una convención canalera con
los Estados Unidos, en la que se afectaban los derechos costarricenses de navegación en el San Juan,
Costa Rica demandó a Nicaragua en la Corte de Justicia Centroamericana, establecida por un tratado
suscrito en Washington en 1907. El 30 de setiembre de 1916 la Corte falló a favor de Costa Rica y
consideró que tenía voto decisivo con respecto a la concesión canalera, la cual Nicaragua no podía
haber válidamente concluido sin tomar en cuenta los derechos costarricenses. La Corte destacó que el
dominio de Nicaragua en el San Juan no es absoluto ni ilimitado, y que los derechos de Costa Rica en
ese río “se confunden en su desarrollo, según el sentir de los tratadistas, con las facultades soberanas
del imperium.” 3

Sin embargo, la sentencia de la Corte de Justicia Centroamericana no se refirió a asuntos


limítrofes, dado que la frontera estaba perfectamente clara y definida, y ni Costa Rica ni Nicaragua
pretendían su alteración o dudaban de su interpretación.

En 2005, Costa Rica demandó a Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia, debido a una
serie de disputas entre ambos países con respecto a los alcances de los derechos de navegación en el río
San Juan. Ni Costa Rica ni Nicaragua plantearon ante el Corte de La Haya ninguna pretensión de
carácter territorial, ni ninguna de las dos adujo que se hubieran interpretado erróneamente las líneas de
demarcación. Si hubiera habido una disputa territorial, por mínima que fuera, lo lógico y lo natural
hubiera sido incluirla en el litigio mencionado, pero ninguno de los dos países litigantes lo hizo, por la
sencilla razón de que en 2005 no existía disputa territorial alguna. Ambas partes aceptaban y
reconocían, sin sombra de duda, que la frontera estaba perfectamente delimitada por el tratado Cañas-
Jerez, el laudo Cleveland y los laudos Alexander: a Nicaragua le corresponde la soberanía del cauce del
San Juan y el territorio ubicado en su margen izquierda, y a Costa Rica el de su margen izquierda,
desde el Caribe hasta el punto indicado por el convenio de límites. Por consiguiente, la sentencia de la
Corte, emitida en 2009, no hizo referencia a cuestiones de soberanía territoriales, porque las partes no
las incluyeron en sus alegatos y réplicas.

Si Nicaragua hubiera considerado, por alguna razón, que le pertenecía algún territorio ubicado
en la margen derecha del río San Juan, como el de la isla Portillos o cualquier otro, ¿no hubiera sido lo
lógico haber formulado el reclamo entonces, para que la Corte Internacional de Justicia determinara a
quien correspondía la soberanía del territorio supuestamente en disputa? Lo cierto es que desde que en

2
El texto de los laudos Alexander puede consultarse en RODRÍGUEZ SERRANO, Felipe, Los derechos de
Costa Rica y Nicaragua en el río San Juan, San José, Lehmann Editores, 1ª. ed., 1983.
3
La sentencia de la Corte de Justicia Centroamericana en el caso figura en la revista Anales de la Corte de
Justicia Centroamericana, San José, 1916.

22
1897 el primer Laudo Alexander, con claridad meridiana, trazó de modo preciso e indubitable la
demarcación, Nicaragua lo dio por bueno y perfecto y nunca hasta ahora formuló reclamo alguno
sobre el particular, ni ante la Corte Internacional de Justicia ni ante ninguna otra instancia.

Solamente hasta ahora, en noviembre de 2010, después de ciento cincuenta y dos años de la
firma del tratado Cañas-Jerez, y cuando ya se llevaban ciento trece años de pacífico y puntual
acatamiento por ambos países de la línea precisada por el árbitro Alexander, Nicaragua ha pasado por
alto estos instrumentos jurídicos internacionales vinculantes y obligatorios para ocupar militarmente,
por sí y ante sí, una porción de territorio indudablemente costarricense, ubicada en el extremo del la isla
Portillo-isla Calero, en la margen derecha del río San Juan.

2. LA NAVEGACIÓN EN EL RÍO COLORADO.

El río Colorado: referencias históricas.

Desde la firma y canje del tratado de límites en 1858 Costa Rica nunca ha pretendido disputar
la exclusiva soberanía de Nicaragua en el río San Juan. Por más que los gobernantes de Nicaragua han
atribuido una y otra vez a Costa Rica la pretensión de apoderarse del río, nunca han podido citar en su
apoyo una sola manifestación oficial costarricense a ese respecto, ni verbal ni escrita, por la simple
razón de que no han existido. Costa Rica, como lo repitió hasta el cansancio en la Corte Internacional
de Justicia, no ha pretendido nunca ni pretende ahora poner en duda la soberanía nicaragüense en todo
el río San Juan.

Todo lo contrario ocurre con respecto al río Colorado, río entera y exclusivamente
costarricense, con respecto al cual las autoridades de Nicaragua sí han formulado reiteradamente
pretensiones, a pesar de que ningún instrumento jurídico internacional vigente les sirva de fundamento.

Al acercarse al Caribe, el río San Juan se divide en una serie de brazos. Uno de ellos es el San
Juan propiamente dicho, que desagua en la bahía de su nombre, al oeste del antiguo puerto de San Juan
del Norte y al este de Punta Castilla. Como la margen derecha del San Juan es el límite entre Costa
Rica y Nicaragua, los cursos de agua que salen del San Juan y se internan en territorio costarricense,
como el Colorado, son enteramente costarricenses, y así lo dispuso el tratado Cañas Jerez en 1858, al
fijar Punta Castilla como punto extremo del límite, en lugar de la desembocadura de alguno de esos
otros brazos situada más al sur sobre la costa caribeña.

Desde fecha remota, una buena parte de las aguas del San Juan desaguan por el río Colorado.
Ya en 1745 el Gobernador de Nicaragua Don José Antonio Lacayo de Briones indicaba a la Corona
española que de los brazos del San Juan, “el Colorado es el más copioso de agua y de mejor barra, que
pueden entrar por él balandras y barcos grandes”. Obviamente en 1745 los habitantes de la Provincia
de Costa Rica ni siquiera vislumbraban la posibilidad de la independencia y de la firma del Cañas-
Jerez, ni podrían haber pensado en trabajar por desviar el río, cuando ni siquiera se contaba con un
sendero para llegar a sus riberas. El historiador nicaragüense Alejandro Bolaños Geyer en su libro San
Juan de Nicaragua dice que “Cuando España enseguida conquista y coloniza Costa Rica, ésta no
mantiene ningún nexo con el Lago de Nicaragua ni con el río San Juan…” 4

4
BOLAÑOS GEYER, Alejandro, San Juan de Nicaragua, Managua, 1ª. ed., 1998, p. 12.

23
La destrucción de la isla Concepción

El caudal que recibe el Colorado del San Juan aumentó considerablemente a partir de 1858,
debido a un hecho en el que Costa Rica no tuvo NINGUNA participación. Según refiere el mismo
historiador nicaragüense Bolaños Geyer en su libro Campana rota, camalotes, tumbas y olvido 5 , en
la bifurcación del San Juan y el Colorado existía una pequeña isla, conocida como el nombre de
Concepción. Con propósitos de explotación maderera, un británico llamado John Leefe deforestó
completamente la isla. Durante la estación lluviosa de ese mismo año, una crecida del río San Juan
desmoronó la isla y se la llevó hacia el mar en pedazos, que los vecinos de San Juan del Norte
vieron pasar. Al desintegrarse la isla Concepción, el agua quedó sin obstáculos para entrar en el río
Colorado, y este empezó a recibir mucho mayor caudal que en años anteriores, mientras que
menguaba el curso final del río San Juan. En la misma obra, Bolaños indica que “Al desintegrarse
la isla frente a la bifurcación, el 90% de las aguas se desvía ya por el cauce del Colorado. Al
entrar el verano en noviembre de 1858 y bajar el río, la débil corriente que llega a la bahía
deposita en ella toda su arena y ciega el puerto, anegándolo en 1859… la ruina de San Juan de
Nicaragua aumenta los costos en los proyectos de construcción del canal y a finales del Siglo XIX
contribuye a inclinar la balanza en favor de Panamá…. en nuestra reciente contienda fratricida,
allá por 1985, nuestro propio ejército nicaragüense (entonces llamado sandinista) bombardeó y
arrasó hasta la última vivienda de la población.” 6

Intentos nicaragüenses por obstruir el Colorado

En muchas oportunidades, después de la firma del Cañas-Jerez, Nicaragua, o empresas que


operaban en su territorio por concesiones nicaragüenses, pretendieron obstruir el nacimiento del río
Colorado para rehabilitar la boca de San Juan del Norte. En diciembre de 1859, cuando el tratado
Cañas-Jerez de 1858 aún no cumplido dos años de estar en vigencia, el Canciller de Nicaragua don
Pedro Zeledón Mora expresó en una nota a su colega de Costa Rica don Jesús Jiménez Zamora que
el puerto de San Juan del Norte se hallaba casi inutilizado “por la arena que las avenidas del río
acumulan desde que sus aguas se han desviado en abundancia por el río Colorado”. 7

El 15 de julio de 1863, el Canciller de Costa Rica don Julián Volio se dirigió al Canciller
Zeledón para expresarle que había tenido noticias de que la empresa que explotaba la vía del
tránsito se disponía a obstruir el Colorado. El 21 de julio, Zeledón advirtió a esa compañía que no
debía cerrar la boca del Colorado ni ejecutar ninguna otra obra semejante, y advirtió del hecho al
gobierno de Costa Rica. Obviamente, si así actuaba el Canciller de Nicaragua con respecto a una
empresa autorizada por su Gobierno, hubiese actuado incluso con mayor energía para reclamar por
una supuesta acción de Costa Rica para desviar el San Juan hacia el Colorado, de haber existido 8 .

Ante nuevos intentos para cerrar el Colorado, el 26 de junio de 1866 el Canciller Volio se
dirigió al Gobierno de Nicaragua para reiterar su nota de 15 de julio de 1863. Nicaragua reiteró que
respetaría siempre los derechos reclamados y se cuidaría que los intereses costarricenses no
sufrieran menoscabo 9 .

5
BOLAÑOS GEYER, Alejandro, Campana rota, camalotes, tumbas y olvido, Masaya, 1ª. ed., 1999, pp. 55 y
ss.
6
Ibid., pp. 17-18.
7
El texto de la nota se reproduce en PÉREZ ZELEDÓN, Informe sobre la cuestión de validez del tratado de
límites de Costa Rica y Nicaragua y puntos accesorios sometidos al arbitraje del señor Presidente de los
Estados Unidos de América, Washington, D. C., Gibson Bros., 1ª. ed., 1887, p. 217.
8
Ver anexos 2 y 3.
9
Ver anexos 4 y 5.

24
A mediados de 1868 Costa Rica y Nicaragua firmaron la convención Volio-Zelaya,
mediante la cual se acordaba efectuar un reconocimiento de las bocas del San Juan y el colorado a
fin de determinar la posible ubicación de un puerto, “haciendo que el todo o parte de las aguas de
los dos ríos en que se divide el alto San Juan tome un solo cauce”. En los tratados Esquivel-Rivas
de 21 de diciembre de 1868 y Jiménez-Montealegre de 21 de junio de 1869, ninguno de los cuales
fue ratificado, el Gobierno de Costa Rica “... concede al de Nicaragua las aguas del río Colorado a
fin de que desviándolas de su curso actual, en todo o en parte, y echándolas sobre el río San Juan
pueda obtener el restablecimiento o mejora del puerto de San Juan de Nicaragua” (artº 1 de ambos
tratados). Nótese que se dice concede, es decir, que no se trataba de que Costa Rica “dejase de
desviar” el río, lo cual ni estaba haciendo ni lo alegó Nicaragua. 10

En 1877 y 1882 hubo roces entre ambos países por nuevos intentos de parte de Nicaragua
para obstruir unilateralmente la boca del Colorado. En ningún momento Nicaragua pretendió que
Costa Rica hubiese hecho o estuviese haciendo algo para desviar el río. En 1883 se firmó el tratado
Zambrana-Álvarez y en 1884 otro, el Castro-Navas, mediante los cuales se modificaba la frontera
de 1858 para que el Colorado se convirtiese en límite, pero ninguno de estos convenios fue
ratificado. En el tratado Soto-Carazo de 26 de julio de 1887 se acordó que para hacer navegable el
San Juan en el trayecto entre el océano y el nacimiento del Colorado se tomasen las aguas de éste,
pero aunque Costa Rica aprobó el convenio, las Cámaras de Nicaragua lo rechazaron 11 .

Pretensiones de Nicaragua para ubicar la frontera en el Colorado o el Taure

En el litigio (1887-1888) ante el árbitro Stephen Grover Cleveland, Presidente de los


Estados Unidos de América, Nicaragua no hizo ninguna referencia a supuestos intentos de Costa
Rica para llevar las aguas del San Juan al Colorado, a pesar de que en sus alegatos se refirió
reiteradamente a este río e incluso inquirió del árbitro si podía considerarse como frontera. En el
punto 7 de su artículo 3° el Laudo rechazó de modo rotundo y enfático esa posibilidad, al señalar:

“El brazo del río San Juan conocido con el nombre de río Colorado no debe considerarse como
límite entre las Repúblicas de Costa Rica y Nicaragua en ninguna parte de su curso. (En el
original: “The branch of the River San Juan known as the Colorado River must not be considered
as the boundary between the Republics of Costa Rica and Nicaragua in any part of its course.”) 12

Al iniciarse los trabajos de demarcación en 1897, y ante la duda de la ubicación exacta de


Punta Castilla, Nicaragua pretendió, como ya se indicó, que el punto de partida de la frontera debía
estar en la boca del río Taura o Taure, curso de agua que divide la isla Portillo y la isla Calero. En
esa oportunidad, como ya se indicó, el árbitro Alexander fijó el inicio de la frontera en un punto
mucho más al norte de lo que pretendía Nicaragua, con lo cual se confirmó que el Taure era un río
enteramente costarricense. Obviamente, si de acuerdo con el laudo Alexander el Taure fue
considerado como costarricense y no se reconoció a Nicaragua ningún derecho en él, menos aún
podría alegar Nicaragua derecho alguno sobre el Colorado, ubicado mucho más al sur.
Específicamente, en el primer laudo Alexander, emitido el 30 de setiembre de 1897, el ingeniero
arbitrador dijo expresamente que la línea divisoria, es decir, la margen derecha del San Juan, no
podía seguir por el Colorado o el Taura, “… porque ninguno de ellos es vía comercial de
comunicación, puesto que ni el uno ni el otro tiene un puerto en su desembocadura… tiene que

10
El texto de estos tratados figura en la Colección de los tratados internacionales celebrados por la
República de Costa Rica, San José, Tipografía Nacional, 1ª. ed., 1892-1893, 2 vols.
11
Ibid.
12
Ver anexo 6.

25
seguir por el ramal restante, o sea el llamado Bajo de San Juan; pasar por su puerto y concluir en
el mar… El término natural de esa línea es la extremidad derecha de tierra, en la boca del puerto.”
13

Todos los mapas oficiales, tanto de Costa Rica como de Nicaragua, posteriores a los laudos
Alexander, confirman sin lugar a dudas que el río Colorado es enteramente costarricense.

Nuevos intentos por rehabilitar el cauce del San Juan

En la declaración de Brimont, suscrita por los Presidentes de Costa Rica Don Cleto
González Víquez y Nicaragua Don José Santos Zelaya López el 10 de enero de 1908, se expresó el
propósito de rehabilitar para la navegación la boca principal del San Juan, sin perjudicar el caudal
de aguas del río Colorado y sus derivados meridionales 14 . El tratado Anderson-Irías de 2 de abril de
1908, que no llegó a ser ratificado, precisó los medios para ello, diciendo que Nicaragua ejecutaría
las obras y sufragaría el 80% de los gastos y Costa Rica el resto 15 . Si la obstrucción de la boca del
San Juan se hubiese debido a acciones de Costa Rica, obviamente Nicaragua no habría aceptado
costear el 80% de las obras. Lo cierto es que ni una sola vez entre 1858 y 1908 Nicaragua protestó
ante Costa Rica en relación con supuestos intentos para desviar el San Juan hacia el Colorado, sino
más bien fue Costa Rica la que se opuso a la obstrucción del Colorado cuando se quiso hacerlo
unilateralmente.

Nótese que todas las veces en que Nicaragua aspiró a obtener el consentimiento de Costa
Rica para realizar obras en el río a fin de rehabilitar la boca del San Juan, Costa Rica estuvo
dispuesta a que ello ocurriera e incluso en el tratado Anderson-Irías de 1908 aceptó costear el 20%
de esas obras. Semejante política no parece concordar con la gratuita afirmación de que hubiese
sido Costa Rica la responsable de obstruir deliberadamente el río San Juan para llevar sus aguas al
Colorado.

En la sentencia de la Corte de Justicia Centroamericana de 30 de setiembre de 1916, este


tribunal dejó claro que el tratado Bryan-Chamorro suscrito entre Nicaragua y los EE. UU. en 1914,
con el propósito de construir un canal en el río San Juan, había olvidado los derechos de Costa Rica

“… desde luego que la realización de esa obra por esa ruta, implica necesariamente la ocupación
de la ribera costarricense o las consiguientes inundaciones de su territorio así como el uso de los
afluentes costarricenses etc. y en el caso de que por efecto del canal se desvíen las aguas del río
San Juan resultaría nugatorio el derecho de Costa Rica a navegar por dicho río y sus afluentes
sobre lo cual Costa Rica tiene el conjunto de derechos que se han especificado.” 16

Nótese nuevamente cómo la que pretensión de afectar el curso del río derivaba nuevamente
de Nicaragua, no de Costa Rica. La Corte concluyó que el Bryan-Chamorro violaba los derechos
reconocidos a Costa Rica por el Cañas-Jerez y el Laudo Cleveland.

13
Ver anexo 8.
14
El texto de la Declaración de Brimont figura en Memoria de Relaciones Exteriores, Justicia, Gracia, Culto
y Beneficencia, San Jose, Tipografía Nacional, 1ª. ed., 1908, pp. 66-67.
15
Colección de leyes y decretos. Año 1908. Primer semestre, San José, Tipografía Nacional, s. f. e., pp. 210-
216.
16
La sentencia de la Corte de Justicia Centroamericana en el caso figura en la revista Anales de la Corte de
Justicia Centroamericana, San José, 1916.

26
En el tratado Zúñiga-Cordero de 1940, que derivó de una propuesta nicaragüense,
nuevamente se consagró el consentimiento de Costa Rica para que se realizasen obras de
canalización en el San Juan y se rehabilitase la bahía de San Juan del Norte. Este convenio fue
ratificado y canjeado, pero nunca se llevó a efecto y en 1945 caducó. Un acuerdo bilateral suscrito
en 1969 para estudiar ese convenio y concretar una iniciativa de Nicaragua para canalizar el San
Juan y abrirlo al tráfico naviero no dio resultados. En 1974 los dos países firmaron el convenio
Román-López, dirigido a la realización de un estudio de prefactibilidad a fin de determinar las
perspectivas del aprovechamiento hidroeléctrico y de navegación del río San Juan, pero aunque se
constituyó un comité binacional para analizar la posibilidad de construir una represa en el San Juan,
con un sistema de esclusas que permitiese la navegación, nunca se tomó la decisión de iniciar las
obras.

Las acusaciones de Nicaragua

En el decenio 1980-1990 hubo múltiples roces entre Nicaragua y Costa Rica por las trabas
que constantemente puso la primera a la libre navegación de la segunda en el río San Juan. Ni una
sola vez, a pesar de la agresividad diplomática del Gobierno sandinista, Nicaragua acusó a Costa
Rica de estar “desviando” el río hacia el Colorado. Más bien fue Nicaragua la que obstruyó todavía
más la boca del San Juan del Norte, mediante el recurso ocasional de hundir embarcaciones en el
río, para evitar acciones de los grupos armados antisandinistas.

En una de sus reiteradas referencias a la cuestión del río San Juan en 1998, el Presidente de
Nicaragua Arnoldo Alemán Lacayo expresó que la desembocadura del río San Juan se había visto
obstruida como consecuencia de acciones de Costa Rica. Ahora, en noviembre de 2010, las
autoridades de Nicaragua repiten esa gratuita afirmación e incluso fijan 1948 como año de los
supuestos trabajos costarricenses que aumentaron el caudal del Colorado y perjudicaron el del San
Juan. No citan pruebas ni precisan fechas por la razón, una vez más, de que no existen. Pero sí cabe
recordar que justo en 1948 hubo una grave disputa entre Costa rica y Nicaragua y Costa Rica invocó
con éxito el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, debido a la participación nicaragüense
en una invasión a territorio costarricense. Nicaragua, sin embargo, no se refirió entonces, ni una sola
vez, a esas hipotéticas obras o acciones costarricenses. ¿No hubiera sido lo lógico que en 1948
Nicaragua invocara o al menos mencionara en su defensa en la OEA esas supuestas acciones
perjudiciales de Costa Rica? Curiosamente no lo hizo, sin duda porque no podía prever que sus
gobernantes las inventarían sesenta y dos años después.

El 21 de febrero de 1949, Costa Rica y Nicaragua firmaron en Washington el Pacto de


amistad Esquivel-Sevilla, mediante el cual se comprometían a resolver pacíficamente sus
diferencias. Este tratado, que entró en vigencia el 20 de junio de ese año, no hizo tampoco ninguna
alusión a esos hipotéticos trabajos de Costa Rica, ni para prohibirlos ni para autorizarlos, como
hubiera sido lo normal en caso de que hubieran existido y hubieran originado fricciones.

Nicaragua tampoco se quejó de esas supuestas obras, ni se refirió siquiera a ellas en su


litigio con Costa Rica en la Corte Internacional de Justicia de 2005 a 2009, a pesar de que hubiera
sido lógico que la parte nicaragüense las mencionara y las demostrara documentalmente como
medio de hacer ver que Costa Rica se había conducido de modo supuestamente irregular. Pero
tampoco entonces Nicaragua hizo la más mínima mención a esas inexistentes actividades
costarricenses, simplemente porque nunca habían ocurrido y en consecuencia tampoco le era
posible a Nicaragua probarlas.

27
Lo cierto es que de 1858 en que se firmó el tratado Cañas-Jerez, no ha habido jamás ni una
sola nota de Nicaragua en la que se queje de que Costa Rica se encuentre realizando en el río
Colorado obras de dragado u otras que puedan afectar el caudal del río San Juan. Y no se ha
quejado porque esas hipotéticas obras costarricenses jamás se han realizado, por más que Nicaragua
las invente con efecto retroactivo en 1998 o en 2010.

Las actuales pretensiones de Nicaragua sobre el Colorado

Nicaragua pretende ahora que se le reconozcan derechos de libre navegación en el río


Colorado, del mismo modo que Costa Rica los tiene en el curso inferior del río San Juan, y por boca
del Presidente Ortega ha anunciado su propósito de exigirlo así en la Corte Internacional de Justicia.
Lo que no mencionó, porque no existe, es el fundamento jurídico de tal pretensión. Si Costa Rica
tiene derechos de navegación en el curso inferior del río San Juan es porque se los reconoce el
tratado Cañas-Jerez de 1858 y se los confirman otros instrumentos jurídicos posteriores, como el
Laudo Cleveland, los laudos Alexander, la sentencia de la Corte de Justicia Centroamericana en
1916 y la de la Corte Internacional de Justicia en 2009. Nicaragua, por el contrario, no tiene a su
haber ni un solo documento jurídico vigente que le otorgue derechos de algún tipo en el río
Colorado, sobre cuyo cauce entero Costa Rica tiene la soberanía absoluta y exclusiva.

28
lll. IMPACTO DEL DRAGADO SOBRE EL MEDIO
AMBIENTE
Del dragado a la tala y la excavación
Freddy Pacheco, PhD
Biólogo

Así como no podemos hablar de “conflicto limítrofe” sino más bien de la ocupación del territorio
nacional por parte de soldados de un Estado extranjero, la preocupación original sobre el impacto
ambiental que pudiere tener el proyecto de dragar (limpiar de sedimentos el cauce del río San Juan)
ha dado lugar a un proyecto altamente destructivo que conlleva la tala de una vasta área (de
alrededor de 15 hectáreas) para dar paso a la excavación de un canal artificial que supuestamente
serviría para desviar por ese territorio costarricense la mayor parte del caudal del río hasta la ribera
de la laguna salobre de Los Portillos.

Excavación que se haría en territorio perteneciente a la provincia de Limón donde se encuentra el


Área de Conservación Tortuguero, de suma importancia para la protección de la rica biodiversidad
presente en el Parque Nacional Tortuguero, el Refugio de Vida Silvestre Barra del Colorado, el
Corredor Fronterizo, los Acuíferos Guácimo Pococí, la Zona Protectora Tortuguero y el Refugio
Privado de Vida Silvestre Archie Carr. Zonas en que predominan los ecosistemas de humedal
también protegidos por convenios internacionales, en vista de su importancia como áreas de alta
productividad primaria y que, ante las amenazas inherentes al cambio climático, juegan un papel
trascendental en la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero.

No menos importante es el papel de ecosistemas protectores del agua, de reguladores del ciclo
hidrológico y mitigadores de procesos erosivos, por lo que aunque es reconocida la conservación
de la diversidad biológica, donde destacan las aves migratorias, son invaluables los beneficios
ambientales de ese conjunto de áreas silvestres.

Si a lo anterior le agregamos el potencial turístico que encierra la belleza escénica del lugar,
incluyendo la muy valorada actividad de pesca marina deportiva, hemos de tener conciencia que
estamos ante un área costarricense a la que, si se le presta la atención debida, podría ser asiento de
un proceso de progreso sostenible hasta ahora subvalorado. Por ello, aunque es de primordial
importancia recuperar el respeto a nuestra soberanía en todo territorio ubicado más allá de la
margen derecha del río San Juan, según lo establecido en el Tratado de Límites Cañas – Jerez de
1858, y los laudos que se dieron a fines del siglo XIX que lo validaron, Costa Rica ha de elevar su
voz hacia la comunidad internacional para que se conozca la magnitud del daño ambiental que
fuerzas extranjeras están provocando en esa pequeña, pero importante, parte del planeta.

Dragado del Río San Juan: grave riesgo de daño ambiental para el Delta
binacional que debe detenerse
Dr. Allan Astorga G.
Sedimentólogo y Geólogo Ambiental, Profesor UCR

Pese a no disponer del plan detallado de la operación técnica conducente al dragado del Río San
Juan (y que nuestras autoridades solicitaron en su momento a las de Nicaragua, antes de que el
Canciller recibiera "seguridades verbales" el pasado 26 de agosto), y partiendo de las claras
intenciones mostradas por Nicaragua, de abrir un canal de aproximadamente 1 Km. de longitud, a la

29
altura de Aragón, en la Isla Calero, para desviar las aguas del río hacia la Laguna Los Potrerillos, es
posible establecer un modelado sedimentológico y las consecuencias ambientales que semejante
obra podría acarrear.

Presumiendo que junto a la obra indicada se realice dragado en el Río San Juan, para “recuperar”
parcialmente el caudal que, actualmente pasa al Río Colorado; con la apertura del canal, el
principal efecto sedimentológico será el proceso de erosión que se dará en las márgenes del canal,
debido al acortamiento neto del cauce en menos de 40 % del recorrido actual.

El segundo efecto ambiental de alta significancia será que se cambiará radicalmente el sistema de
equilibrio de sedimentación – erosión de la Laguna Los Potrerillos, provocando una sedimentación
en la boca de salida del canal a la Laguna y un rápido avance de la misma hacia la Barra de Punta
Castilla. Con esto, en poco tiempo esta barra se “rompería” y se abriría un canal de desembocadura
de la Laguna Los Potrerillos hacia el Mar Caribe.

Aparte de las severas consecuencias ambientales que traerían los factores antes indicados, con la
salida de sedimento hacia el mar Caribe, sin el mecanismo de amortiguamiento y equilibrio
ambiental que representa el sistema parálico actual del delta Colorado – San Juan, con lagunas y
barras; se iniciaría una significativa e importante cadena de impactos ambientales que provocarían
importantes daños en el litoral Caribe norte de Costa Rica.

Ruptura del equilibrio ambiental: por condiciones naturales, y al tratarse de un sistema deltaico,
el equilibrio natural de sedimentación y erosión en la desembocadura del Río San Juan, está
amortiguado por el desarrollo de una serie de canales fluviales, lagunas y barras de sedimentación.
De esta manera la gran mayoría del sedimento que acarrea el río, año con año, queda atrapado en
esta área parálica del delta, haciendo que solo una pequeña cantidad del sedimento pase hacia el
mar. Con la construcción del canal, la situación cambiaría dramáticamente, dado que sería
invertiría, haciendo que poco sedimento quede atrapado en el sistema parálico del delta y que más
bien, la gran mayoría del mismo pase hacia el mar.

La primera gran consecuencia de que gran parte del sedimento pase hace el mar, es el desarrollo de
una pluma de sedimentación que las corrientes costeras movilizarán de forma paralela a la costa.
Esto provocará que se rompa el equilibrio ambiental de las costas caribeñas del norte de Costa Rica
y con una extensión variable, según sea la carga de sedimento liberada y la intensidad de las
corrientes costeras.

Recordemos que los arrecifes coralinos del Caribe ya están en serio riesgo debido a la
contaminación por sedimento que proviene de los ríos. Lo que sí está claro es que con esta
operación de dragado, se alterarán aún más los ecosistemas costeros, con consecuencias severos
para la flora y fauna, y también se alteraría la calidad ambiental de las playas de la zona. Incluso, es
posible que se afectaran los sitios de anidación de tortugas en el área de Tortuguero y los humedales
de la Zona Norte, santuario mundial de varias especies y declarados sitios RAMSAR. Cabe destacar
que la sola presunción de que estos impactos se pudieran dar, debería obligar que a que se realicen
análisis más detallados para lograr una mejor cuantificación de estos impactos ambientales.

Por otro lado, la disminución artificial del aporte fluvial y de sedimentos al sistema parálico del
Delta Colorado – San Juan, tendrá severas repercusiones a los ecosistemas de ambos países. Al
romperse el equilibrio, se iniciarían cadenas de impacto de alcance irreversible, con erosión de
barras costeras, sedimentación en canales y graves consecuencias para la flora y fauna de los
humedales del sistema parálico, los cuales, corresponden con áreas silvestres protegidas.

30
Impactos de gran magnitud: como puede verse, los impactos ambientales a producir serán de gran
magnitud, y por su naturaleza son de tipo transfronterizo. Como tales, deberían ser objeto de un
detallado y profundo análisis y evaluación de impacto ambiental, dado que una vez ejecutada las
obras se producirán consecuencias irreversibles que afectarán no solo los ecosistemas del Delta,
sino también a las comunidades humanas de ambos países que habitan y subsisten en el mismo.

Ante esta situación, se hace indispensable dar la vos de alerta a las autoridades de ambos países y
también a los organismos internacionales, a fin de las obras planeadas se detengan, hasta tanto no se
realice una efectiva y completa evaluación de impacto ambiental transfronteriza y se establezca la
viabilidad o no de la obra de dragado y las condiciones técnicas en las que podría ejecutarse. No
hacer esto, no solo traería las consecuencias políticas y sociales que ya está acarreando, sino que
tendría muy severos efectos ambientales negativos e irreversibles que dañarían el Delta que
pertenece a ambos países.

Considerando todo lo anterior, se hace urgente que las organizaciones ambientales y sociales de
ambos países tomen acciones para que se detengan las obras y que se realicen los estudios
ambientales necesarios para que se establezcan alternativas viables de desarrollo para las
comunidades del Delta, bajo la premisa de mantener su condición de equilibrio y sostenibilidad
ambiental. Estamos hablando de una zona que constituye un verdadero refugio mundial para
especies en vías de extinción.

Instamos nuevamente a ambos Estados y a entidades ambientales a que se realice un EIA


transfronterizo, tal como lo reconoce las legislaciones de Costa Rica y de Nicaragua para proyectos
susceptibles de provocar daños transfronterizos. Estamos seguros que centros de investigación
científica de ambos lados y centros universitarios podrían coadyuvar, de manera conjunta a este
esfuerzo binacional de valoración de posibles daños a esta frágil zona.

El megaproyecto Brito: negocio de fondo de los políticos nicas.


Guillermo Quirós Álvarez
Oceanógrafo Físico. oceano@ice.co.cr

Síntesis:
La actual disputa por la isla Calero, es solo el inicio del problema de fondo. El gobierno sandinista y
sus socios venezolanos, con fondos del BCIE; pretenden desviar el 90% de las aguas del río San
Juan hacia la vertiente del Pacífico, convirtiendo a su paso el lago Cocibolca en una enorme represa
hidroeléctrica, que proporcionará 1,130 Gigawatt de potencia anual. Ese es el gran negocio oculto,
que a espaldas del propio ordenamiento legal nica, pretenden imponer a fuerza de mentiras y fuego.

Días atrás el columnista Daniel Flores del Nuevo Diario de Nicaragua, voz oficial del gobierno
sandinista, denunció públicamente la falta de licitaciones y la génesis espúrea venezolana del capital
de trabajo; con respecto a la ejecución apresurada del proyecto hidroeléctrico Brito que planea
utilizar las aguas del río San Juan. Y como dentro de ese marco Pastora y sus secuaces del ejército
han invadido Costa Rica, me di a la tarea de conseguir copia oficial del proyecto, el cual para mi
sorpresa involucra daños y perjuicios ambientales de enorme magnitud para nuestro país y que
nuestro pueblo y gobierno deben conocer.

Después de la lectura del documento oficial de la empresa consultora contratada por el gobierno
sandinista Andrade-Gutiérrez (Publicado en Nicaragua, junio 2010), se deriva que el dragado del
actual cauce del río San Juan frente a la isla Calero, constituye tan solo una distracción política
temporal, vinculada al mini proyecto que aprovechará el caudal ecológico que dejarán al río San

31
Juan hacia su desembocadura caribeña. Y como bien analiza el Dr. Astorga el pasado domingo:
http://www.nacion.com/2010-11-

14/Opinión/Foro/Opinion2588598.aspx, la agresión actual es un esfuerzo desesperado por darle


vigencia a la apropiación indebida de la esquina noreste de nuestro territorio, única alternativa
hidrológica que permitiría la estabilidad de una represa hidroeléctrica frente a isla Calero, que de
construirse del lado nica, frente a San Juan del Norte; terminarían por ahogar en sedimento pocos
años después las corrientes marinas que circulan de norte hacia el sur. Por eso, sus asesores en
hidráulica –obviamente extranjeros-, les han recomendado como única solución construir la represa
en isla Calero -justo donde deforestaron-; para proteger sus intereses al abrigo de la laguna los
Portillos, en territorio tico.

El gran proyecto planea construir una represa a la altura de El Castillo, a 57km al este del
desaguadero del Lago, sobre el cauce del río; la cual devuelve el 90% del caudal que proviene de
ríos costarricenses, equivalentes a un caudal de 400m3/s; los cuales constituyen hoy el grueso de las
aguas que nutren los humedales asociados al parque Nacional de Fauna Silvestre Barra del
Colorado. Por ello al ejecutarse el proyecto Brito, se secarían totalmente los humedales del Caribe
Norte de Costa Rica y se inundarán, por otro lado, las llanuras de Los Guatusos, en cuya planicie se
encuentran poblados como Los Chiles, Santa Elena y el humedal Medio Queso. Todo lo cual
constituye una alteración ambiental en nuestro territorio que no debemos permitir.

Este proyecto requiere de una inversión preliminar nada despreciable de US$1.152.059,28. Hasta
hoy ha sido impulsado por la Secretaría de Integración Centroamericana y financiado en diversos
momentos por el BID y el BCIE, como consta en el documento citado. Incluye la generación de
electricidad en una represa ubicada al sur de Rivas (río Brito), del orden de 250Megawatt de
potencia, lo cual se obtiene al elevar el nivel del lago de Nicaragua hasta 33 metros sobre el nivel
del mar, cuya consecuencia es la inundación de los territorios ubicados al sur del Lago y al sur de
los primeros 57km aguas abajo del río San Juan, todo en territorio costarricense. Pero además el
proyecto incluye aprovechar el caudal ecológico que quedaría en el río, a través de una represa
menor de 2,8Megawattw en el Caribe, con un embalse de 8m de altura sobre el nivel del mar
ubicado en isla Calero, motivo de disputa actual.

Los daños ambientales que ocasionaría este mega-proyecto, debieran constituir el motivo de fondo
para reorientar nuestra lucha en organismos internacionales, pues percibo que carecemos de una
visión integral del problema. Sobra manifestar nuestro decidido apoyo técnico a los esfuerzos de las
autoridades nacionales para profundizar en las consecuencias aludidas y defender nuestros legítimos
intereses patrios.

32
lV. DENUNCIAS, PRONUNCIAMIENTOS Y OTROS

1. DENUNCIA DEL MINAET ANTE SECRETARIA DE LA


CONVENCIÓN RAMSAR

MINISTERIO DE AMBIENTE, ENERGÍA Y TELECOMUNICACIONES


SISTEMA NACIONAL DE ÁREAS DE CONSERVACIÓN
SECRETARÍA EJECUTIVA

15 de noviembre de 2010
SINAC – SE – 1695

Señora
María Rivera
Consejera Principal para las Américas
Secretaría Convención Ramsar

Asunto: Urgencia de Misión de Asesoramiento Humedal Caribe Noreste.

Estimada señora:
Con instrucciones de la Presidencia de la República, el Ministerio de Ambiente, Energía y
Telecomunicaciones y en mi calidad de Autoridad Administrativa de la Convención Relativa de los
Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, la cual
fue adoptada por Costa Rica mediante la Ley No.7224 del 9 de abril de 1991, y en estricto
cumplimiento del artículo 3.2 de la Convención, me permito solicitarle con carácter de urgencia una
misión de asesoramiento fundamentado en lo siguiente:

1. Designación de sitio. De conformidad con los mecanismos previstos por la Convención, el


día 15 de marzo de 1996, Costa Rica solicitó a la Oficina de la Convención sobre
Humedales la inclusión del Humedal Caribe Noreste en la Lista de Humedales de
Importancia Internacional, solicitud que fue aprobada por dicha oficina en fecha 20 de
marzo de 1996, bajo el registro número 6CR006. Dicho sitio incluye el Parque Nacional
Tortuguero (23.903 hectáreas), el Refugio de Vida Silvestre Barra del Colorado (40.314,1
hectáreas) y Refugio Fronterizo (11.091,7 hectáreas), se extiende tanto en el área marina
como en la parte continental, y además forma parte del Corredor Biológico Mesoamericano.
2. Cambio de condiciones del Humedal Caribe Noreste. Informo a las autoridades de la
Convención, que el día 22 de octubre del 2010, el encargado de Control y Vigilancia del
Refugio Nacional de Vida Silvestre Barra del Colorado realizó un patrullaje conjunto con
un oficial del Servicio Nacional de Guardacostas de Barra del Colorado, en la zona noreste
del Humedal que limita con el río San Juan.
Como resultado del Patrullaje, los funcionarios encontraron evidencias de:

• La existencia de un dragado por parte del gobierno de Nicaragua, sobre el cauce del Río San
Juan propiamente en el sector oeste de laguna Portillos.
• Que los sedimentos procedentes del proceso de dragado fueron depositados dentro del territorio
del Humedal.

33
• Tala raza y eliminación de sotobosque. Todas estas acciones afectaron el bosque primario
ubicado en el sector Aragón de la Isla Continental Calero, del Humedal Caribe Noreste de Costa
Rica, con una tala en un área de 1.67 hectáreas (197 árboles) y una corta de sotobosque en 4.8
hectáreas, para un total de 5.75 hectáreas.

Presencia militar nicaragüense dentro del territorio del humedal.

Estos cambios tienen el objetivo aparente, de preparar el terreno para construir un canal artificial,
que permita unir un cuerpo de agua dulce con un cuerpo de agua salada entre el sector de Aragón
del río San Juan, con Laguna Portillos y el mar Caribe, alterando por tanto la funcionalidad de las
barras en el control de los caudales de los sedimentos que actualmente arrastra el río y provocando
una ruptura del equilibrio del humedal. Se adjunta el respectivo informe de campo.

3. A la vez le informo, que en la actualidad, el ente técnico especializado para determinar si ha


habido mayor afectación al humedal, más allá del presentado en los informes adjuntos, no
ha tenido acceso a la zona por aspectos de seguridad nacional, debido a la presencia de
militares nicaragüenses, que han imposibilitado tomar medidas correctivas. Se tienen
evidencias de que las talas, apertura de canal continua con daños irreversibles al humedal y
al cambio de la dinámica hídrica del río, por lo cual urge que la Secretaría atienda con
celeridad y con carácter de urgencia nuestra solicitud.

4. URGENCIA. Solicitud de misión de Asesoramiento. De conformidad con la


recomendación 4.7 de la Conferencia de las Partes de 1990 y en virtud de los hechos
descritos en el punto dos anterior, se solicita a la Secretaría de la Convención, la
conformación y el envío de una misión de asesoramiento técnico para evaluar los daños
actuales ocasionadas al Humedal Caribe Noreste y las posibles afectaciones al Humedal y a
las áreas silvestres protegidas aledañas.

Por la prioridad del caso, nos hemos puesto en contacto con Organizaciones No Gubernamentales,
que nos han manifestado su interés de apoyar financieramente la misión.
Le saluda,

Marco Vinicio Araya Barrantes, MBA Guiselle Méndez Vega


Autoridad Administrativa Directora Ejecutiva
Convención Ramsar SINAC.

34
El Patrullaje realizado el 22/10/2010 por el vigilante del Refugio de Vida Silvestre Barra del
Colorado demostró:

1. Sedimentos depositados dentro del humedal, procedentes del dragado realizado por el gobierno
de Nicaragua.
2. Una tala raza y eliminación de sotobosque, afectando el bosque primario en un área de 5.75
hectáreas (197 árboles talados), alterando el equilibrio del humedal.
3. Posible construcción de Canal artificial entre río San Juan de Nicaragua, con Laguna los Portillos
y El Mar Caribe, atenta contra el ecosistema de toda esta área.

Humedal Caribe Noreste, incorporado en la lista de la Convención sobre Humedales, conocida


como Ramsar, el 20 de marzo de 1996

35
36
37
38
39
40
Cada día que pasa el daño
Ambiental aumenta

41
2. INTERNATIONAL COURT OF JUSTICE
No. 2010/38

19 November 2010

Costa Rica institutes proceedings against Nicaragua and requests the Court to
indicate provisional measures

THE HAGUE, 19 November 2010. In the late afternoon of 18 November 2010, the Republic of
Costa Rica instituted proceedings against the Republic of Nicaragua with regard to an alleged
"incursion into, occupation of and use by Nicaragua’s Army of Costa Rican territory as well as
breaches of Nicaragua’s obligations towards Costa Rica" under a number of international treaties
and conventions.

In its Application, Costa Rica claims that

"[b]y sending contingents of its armed forces to Costa Rican territory and establishing
military camps therein, Nicaragua is not only acting in outright breach of the established
boundary regime between the two states, but also of the core founding principles of the
United Nations, namely the principle of territorial integrity and the prohibition of the threat
or use of force against any State in accordance with article 2 (4) of the Charter; also
endorsed between the parties in Articles 1, 19 and 29 of the Charter of the Organization of
American States."

Costa Rica charges Nicaragua with having occupied, in two separate incidents, the territory of Costa
Rica in connection with the construction of a canal across Costa Rican territory from the San Juan
River to Laguna los Portillos (also known as Harbor Head Lagoon), and certain related works of
dredging on the San Juan River.

Costa Rica states that the

"ongoing and planned dredging and the construction of the canal will seriously affect the
flow of water to the Colorado River of Costa Rica, and will cause further damage to Costa
Rican territory, including the wetlands and national wildlife protected areas located in the
region."

The Applicant claims that Nicaragua rejected all calls for withdrawal of its armed forces from the
occupied territory and all means of negotiation. Costa Rica states further that Nicaragua intends not
to comply with the Resolution of 12 November 2010 of the Permanent Council of the Organisation
of American States calling, in particular, for the withdrawal of Nicaraguan armed forces from the
border region, by requesting the avoidance of the presence of military or security forces in the area
where their existence might rouse tension, in order to create a favourable climate for dialogue
between the two nations. - 2 –

Costa Rica accordingly

"requests the Court to adjudge and declare that Nicaragua is in breach of its international
obligations . . . as regards the incursion into and occupation of Costa Rican territory, the
serious damage inflicted to its protected rainforests and wetlands, and the damage intended to

42
the Colorado River, wetlands and protected ecosystems, as well as the dredging and
canalization activities being carried out by Nicaragua on the San Juan River. In particular the
Court is requested to adjudge and declare that, by its conduct, Nicaragua has breached:

a) the territory of the Republic of Costa Rica, as agreed and delimited by the 1858 Treaty
of Limits, the Cleveland Award and the first and second Alexander Awards;
b) the fundamental principles of territorial integrity and the prohibition of use of force
under the Charter of the United Nations and the Charter of the Organization of
American States;
c) The obligation imposed upon Nicaragua by Article IX of the 1858 Treaty of Limits not
to use the San Juan River to carry out hostile acts;
d) The obligation not to damage Costa Rican territory;
e) the obligation not to artificially channel the San Juan River away from its natural
watercourse without the consent of Costa Rica;
f) The obligation not to prohibit the navigation on the San Juan River by Costa Rican
nationals;
g) the obligation not to dredge the San Juan River if this causes damage to Costa Rican
territory (including the Colorado River), in accordance with the 1888 Cleveland
Award;
h) The obligations under the Ramsar Convention on Wetlands;
i) the obligation not to aggravate and extend the dispute by adopting measures against
Costa Rica, including the expansion of the invaded and occupied Costa Rican territory
or by adopting any further measure or carrying out any further actions that would
infringe Costa Rica’s territorial integrity under international law."

The Court is also requested to determine the reparation which must be made by Nicaragua, in
particular in relation to any measures of the kind referred in the paragraph above.

As the basis for the jurisdiction of the Court, the Applicant invokes Article 36, paragraph 1, of the
Statute of the Court by virtue of the operation of Article XXXI of the American Treaty on Pacific
Settlement of 30 April 1948 ("Pact of Bogotá"), as well as the declarations of acceptance made by
Costa Rica on 20 February 1973 and by Nicaragua on 24 September 1929 (modified on 23 October
2001), pursuant to Article 36, paragraph 2, of the Statute of the Court. - 3 –

Costa Rica, also on 18 November 2010, filed a Request for the indication of provisional measures.
The Request recalls that the "object of provisional measures pursuant to Article 41 of the Court’s
Statute is to preserve the respective rights of the parties pending the Court’s decision on the merits".
It specifies that

"Costa Rica’s rights which are subject of the dispute and of this request for provisional
measures are its right to sovereignty, to territorial integrity and to non-interference with its
rights over the San Juan River, its lands, its environmentally protected areas, as well as the
integrity and flow of the Colorado River."

Costa Rica also indicates in its Request that the protection of its rights is of real urgency. It points
out that

"Nicaraguan armed forces continue to be present on Isla Portillos in breach of Costa


Rica’s sovereign rights. Nicaragua is continuing to damage the territory of Costa Rica,
posing a serious threat to its internationally protected wetlands and forests. It also

43
continues dredging activities on the San Juan River, with the risk of further damaging
Costa Rican territory, including the Colorado River".

Costa Rica further contends that "[t]he ongoing presence of Nicaraguan armed forces on Costa
Rica’s territory is contributing to a political situation of extreme hostility and tension", and that
"[t]he threat of armed conflict will overshadow the proceedings before the Court". It adds that
"Nicaragua cannot be permitted to continue to deviate the San Juan River through Costa Rica’s
territory in this manner, so as to impose on Costa Rica and the Court a fait accompli". Costa Rica
concludes in its Request that

"[t]here is a real risk that without a grant of provisional measures, action prejudicial to the
rights of Costa Rica will continue and may significantly alter the factual situation on the
ground before the Court has the opportunity to render its final decision".

Costa Rica accordingly

"requests the Court as a matter of urgency to order the following provisional measures so
as to rectify the presently ongoing breach of Costa Rica’s territorial integrity and to
prevent further irreparable harm to Costa Rica’s territory, pending its determination of this
case on the merits:

1. The immediate and unconditional withdrawal of all Nicaraguan troops from the
unlawfully invaded and occupied Costa Rican territories;
2. The immediate cessation of the construction of a canal across Costa Rican
territory;
3. The immediate cessation of the felling of trees, removal of vegetation and soil from
Costa Rican territory, including its wetlands and forests;
4. The immediate cessation of the dumping of sediment in Costa Rican territory; - 4 -
5. the suspension of Nicaragua’s ongoing dredging programme, aimed at the
occupation, flooding and damage of Costa Rican territory, as well as at the serious
damage to and impairment of the navigation of the Colorado River, giving full
effect to the Cleveland Award and pending the determination of the merits of this
dispute;
6. That Nicaragua shall refrain from any other action which might prejudice the
rights of Costa Rica, or which may aggravate or extend the dispute before the
Court".

___________
The full text of the Application and Request will be available shortly on the Court’s website
(www.icj-cij.org). 

44
3. PRONUNCIAMIENTOS

• RESOLUCIONES DE LA OEA

CP/RES. 978 (1777/10)


SITUACIÓN EN LA ZONA LIMÍTROFE DE COSTA RICA Y NICARAGUA
(Aprobada en la sesión celebrada el 12 de noviembre de 2010)

EL CONSEJO PERMANENTE DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS,

RECORDANDO el firme compromiso de Costa Rica y Nicaragua con la paz de la región;

RECONOCIENDO la necesidad de generar medidas de fomento de la confianza que favorezcan las


negociaciones bilaterales para superar las diferencias;

HABIENDO ESCUCHADO Y ANALIZADO el informe del Secretario General sobre el desarrollo


y resultado de su visita a Costa Rica y Nicaragua en torno a la situación en la zona limítrofe de
ambos países (CP/doc.4521/10) ; y

HABIENDO ESCUCHADO las declaraciones de los representantes de Costa Rica y Nicaragua y


reconociendo su disposición al diálogo,

RESUELVE:

1. Acoger y hacer suyas las recomendaciones del Secretario General contenidas en el “Informe del
Secretario General de la OEA sobre su visita a Costa Rica y Nicaragua” (CP/doc.4521/10)
presentado el 9 de noviembre de 2010, a fin de que los Gobiernos de Costa Rica y Nicaragua
adopten los acuerdos propuestos en el mismo, a saber:

• Realizar la VIII Reunión de la Comisión Binacional para tratar con carácter urgente aspectos de la
agenda bilateral en el más breve plazo, a más tardar, en la fecha originalmente acordada, con el
acompañamiento de la OEA.

• Retomar de inmediato las conversaciones sobre aspectos relacionados con la demarcación de la


línea fronteriza realizados hasta la fecha, conforme a los tratados y laudos existentes.

• Con el fin de generar un clima propicio para el diálogo entre ambas naciones, evitar la presencia
de fuerzas armadas o de seguridad en el área donde su presencia podría generar tensión.

• Instruir a las autoridades pertinentes para que revisen y refuercen los mecanismos de cooperación
entre ambas naciones para prevenir, controlar y enfrentar el narcotráfico, el crimen organizado y el
tráfico de armas en el cordón fronterizo.

2. Invitar a las partes a iniciar los procesos a que se refiere el párrafo anterior de manera simultánea
y sin dilación.

3. Solicitar al Secretario General que continúe ejerciendo sus buenos oficios a fin de facilitar el
diálogo entre las partes y que mantenga informado al Consejo Permanente al respecto.

45
CP/RES. 979 (1780/10)

CONVOCATORIA DE LA REUNIÓN DE CONSULTA DE


MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES PARA CONOCER DE LA
“SITUACIÓN EN LA ZONA LIMÍTROFE DE COSTA RICA Y NICARAGUA”
(Aprobada en la sesión celebrada el 18 de noviembre de 2010)

EL CONSEJO PERMANENTE DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS,

DESTACANDO que la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) determina entre
sus propósitos esenciales afianzar la paz y seguridad hemisféricas y prevenir las posibles causas de
dificultades y asegurar la solución pacífica de controversias que surjan entre los Estados Miembros
de la Organización;

CONSIDERANDO la solicitud presentada por Costa Rica al Consejo Permanente para convocar a
una Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores en el marco de la Carta de la OEA;

TOMANDO EN CUENTA el “Informe del Secretario General de la OEA sobre su visita a Costa
Rica y Nicaragua” (CP/doc.4521/10), presentado ante el Consejo Permanente el 9 de noviembre de
2010;

RECORDANDO la resolución CP/RES. 978 (1777/10) sobre la “Situación en la Zona Limítrofe de


Costa Rica y Nicaragua”, aprobada el 12 de noviembre de 2010;

HABIENDO ESCUCHADO el informe del Secretario General sobre la implementación de la


resolución antes mencionada; y

RECONOCIENDO NUEVAMENTE la disposición al diálogo de Costa Rica y Nicaragua,

RESUELVE:

Convocar a una Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores en la sede de la


Organización de los Estados Americanos en la ciudad de Washington, D.C., a las 11:00 horas del
día martes, 7 de diciembre de 2010, para:

1. Escuchar el informe que en esa fecha presente el Secretario General y considerar la


situación en la zona limítrofe de Costa Rica y Nicaragua; y
2. Acordar las medidas que convenga adoptar.

46
4. OTROS PRONUNCIAMIENTOS
MEXICO SE PRONUNCIA CONTRA LAS DECLARACIONES
INJURIOSAS DE DANIEL ORTEGA.

Rechaza México las aseveraciones del Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega


Domingo 14 de noviembre | Comunicado # 366 | México, D.F.,

México rechaza, de la manera más categórica y firme, las infundadas aseveraciones realizadas hace
unos momentos por el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en el discurso que pronunció sobre
el diferendo con Costa Rica, derivado de la situación en la zona limítrofe de ambos países.

Ayer, la Organización de Estados Americanos (OEA) se pronunció sobre ese asunto, con base en un
Informe del Secretario General del Organismo luego de una visita a los países involucrados, a
invitación de los respectivos Jefes de Estado. México, al igual que la abrumadora mayoría de los
Estados miembros de la OEA, conminó a las partes a resolver, por la vía del diálogo, su diferendo.
La resolución se aprobó por 21 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones.

México apoyó el texto aprobado ayer debido a que insta, de manera expresa, a que las partes revisen
y refuercen los mecanismos de cooperación entre las dos naciones para prevenir, controlar y
enfrentar el tráfico de drogas, el crimen organizado y el tráfico de armas en la zona fronteriza. Esa
posición guarda absoluta congruencia con la determinación del Presidente Felipe Calderón y de las
Instituciones del Estado Mexicano para confrontar a la delincuencia organizada, que es
ampliamente reconocida por la comunidad internacional.

Desde que se generó este conflicto, México ha mantenido estrecho contacto con ambos gobiernos
amigos, reiterando su disposición a contribuir al diálogo y ofreciendo, incluso, que las pláticas
pudieran realizarse en nuestro país.

Al rechazar por infundadas e injustificadas tales aseveraciones, el Gobierno de México ha remitido


sendas Notas Diplomáticas de protesta a las autoridades nicaragüenses.
El Gobierno de México expresa su preocupación por el hecho de que un país envíe elementos de sus
fuerzas armadas a un territorio que otro país reclama como suyo y que, por lo tanto, está en disputa.
Esto es particularmente grave, tratándose de un país que, en su acreditada vocación pacifista y
tradición democrática, ha decidido no tener ejército o fuerza armada de ningún tipo.

Asimismo, el Gobierno de México explora, junto con varios países de la región, alternativas
diplomáticas.

47
México, D.F., 18 de Noviembre de 2010

DECLARACION PÚBLICA

La Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) ante la escalada de declaraciones y


acciones que generan un clima de tensión en la zona fronteriza entre Costa Rica y Nicaragua y
preocupada por el mantenimiento de la paz en la región expresa la siguiente Declaración Pública:

1. La ORGANIZACIÓN DEMÓCRATA CRISTIANA DE AMÉRICA demanda a ambas


partes, Costa Rica y Nicaragua, el pleno apego a las normas del Derecho Internacional al
que están obligados los Estados, el respeto a los Tratados y laudos Internacionales y,
particularmente, al cumplimiento del principio de solución pacífica de controversias.
2. Nicaragua y Costa Rica, como signatarios de la Carta de Naciones Unidas y miembros de la
ONU y la OEA, han comprometido su adhesión a una comunidad y a un sistema jurídico
internacional del cual emanan obligaciones que regulan las relaciones entre los Estados y
que se orientan a mantener la paz y la seguridad internacionales, fomentar la amistad y la
cooperación para el desarrollo.
3. En base a estos principios de convivencia internacional, la ODCA respalda el pleno e
inmediato cumplimiento de la “Resolución del Consejo Permanente de la OEA sobre la
situación en la zona limítrofe de Costa Rica y Nicaragua”, aprobada el 13 de noviembre, y
que insta a reanudar el diálogo bilateral entre ambas naciones, retomar los trabajos de
demarcación fronteriza y retirar las fuerzas armadas de la zona fronteriza.
4. En la línea de esta declaración, la ODCA comparte la preocupación del Partido Unidad
Social Cristiana de Costa Rica, miembro titular de nuestra organización, ante la incursión
de efectivos militares de Nicaragua en territorio costarricense por constituir una violación a
la soberanía de ese país. La amenaza del uso de la fuerza y la violación de las normas
internacionales son de mayor gravedad cuando afectan a un país que, desde 1948, decidió
libremente no contar con ejército.
5. Finalmente, la ODCA formula un llamado a los 36 partidos políticos miembros de la
organización para que –en el ejercicio de la solidaridad latinoamericana- realicen sus
buenos oficios ante sus respectivos gobiernos para dar cumplimiento efectivo a la
Resolución de la OEA, se restablezca el Derecho Internacional y el diálogo pacífico, como
bases para garantizar la paz regional y la convivencia entre los países americanos.

SEN. JORGE OCEJO MORENO


PRESIDENTE DE ODCA

48
V. COMUNICADOS DE PRENSA DEL MINISTERIO
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO DE
COSTA RICA.

1. Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Dirección de


Comunicación Institucional

Gobierno de Costa Rica denuncia incursión de fuerzas militares


de Nicaragua y anuncia urgente convocatoria del Consejo
Permanente de la OEA.
El Gobierno de Costa Rica denunció que hoy ha comprobado el ingreso de tropas nicaragüenses en
territorio costarricense, en la zona de isla Calero, por lo que solicitó la convocatoria de manera
urgente al Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

El anuncio lo hizo el Canciller René Castro, pasadas las 16.00 horas, en compañía del Ministro de
Seguridad, José María Tijerino, y tras informar de los hechos, considerados de gravedad, a la
Presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda.

El jefe de la Diplomacia costarricense detalló que a las 15.30 horas se comunicó con el Secretario
General de la OEA, José Miguel Insulza para solicitarle que convocara al Consejo Permanente de la
Organización.

El Ministro dijo que el Embajador Enrique Castillo, Representante Permanente de Costa Rica ante
la OEA hará la solicitud formal de convocatoria.

La decisión de convocar al Consejo Permanente de la OEA se produjo luego de que hoy, tras
sobrevuelos hechos por el Ministerio de Seguridad Pública se comprobó la colocación de una
bandera de Nicaragua y la instalación de “carpas” del Ejército de Nicaragua en territorio de Costa
Rica, a lo que se sumaron denuncias de vecinos de la zona sobre contactos con personal militar
nicaragüense.

También, hoy, el Consejo Nacional de Seguridad (CNS) que desde ayer sostiene reuniones
permanentes, analizó fotografías, vídeos, incluidos informes técnicos que confirman el ingreso de
personal militar nicaragüense a suelo de Costa Rica.

El Ministro de Seguridad dijo que será reforzada la presencia de personal de la Fuerza Pública de
Costa Rica, que en 1948 abolió su ejército, en labores de defensa de la soberanía y en tareas
regulares contra el narcotráfico.

Costa Rica reiteró su interés de celebrar con Nicaragua una próxima reunión Binacional, que en
principio tiene fecha para la tercera semana de noviembre. El Gobierno de San José adelantó que

49
asistirá dicho encuentro con la condición de que Nicaragua suspenda la actividad del dragado en el
río San Juan que afecte la integridad territorial y el medio ambiente costarricense.

El pasado 21 de octubre, el Ministerio de Relaciones Exteriores presentó una “enérgica protesta”


contra el Gobierno de Nicaragua por la “violación inaceptable de la soberanía costarricense”, al
constatar que en la zona de Finca Aragón, Isla Calero, Provincia de Limón, las labores de dragado
realizadas por Nicaragua en el río San Juan, expulsaron y depositaron sedimento en suelo
costarricense. Costa Rica también denunció que como consecuencia de ello se causó un daño
ambiental a un humedal fronterizo.

Informe 1. Ministro José María Tijerino y conferencia de prensa, incursión sandinista en Costa Rica

José María Tijerino, Ministro de Seguridad Pública, a las 19:00 horas de este jueves, presidió una
conferencia de prensa en la Cancillería de Costa Rica para comentar las incursiones de los soldados
nicaragüenses en el territorio costarricense, específicamente en la isla Calero, la isla que forman el
río San Juan y el río Colorado en la parte del Caribe común. Expresó que espera que el gobierno de
Nicaragua esté desinformado de estos atropellos contra el territorio nacional, que consisten en entrar
a fincas de un costarricense que Edén Pastora amenaza con que se "la venda o venda", porque por
ahí se iniciará el dragado del río, el proyecto que ellos él y sus hombres están ejecutando.

Por ser una zona inhóspita, está desprotegida por la fuerza pública costarricense, sin embargo en
estas horas el cuerpo policial costarricense se desplazará a la zona. Irá gente de la Fuerza Pública y
del MINAE ha constatar posibles daños. Ciudadanos costarricenses ribereños han asegurado ver
soldadesca sandinista en territorio tico. Tijerino explicó que se hizo un trabajo de observación por
helicóptero, un sobrevuelo pero apenas se percibieron algunas vituallas, NO SE VIERON
SOLDADOS. Mencionó que sedimentos, fruto de la draga, se han acumulado en la ribera
costarricense del río San Juan. Tijerino señaló que se envió una nota de protesta al Gobierno de
Nicaragua denunciando estos hechos. Canal 6 en su noticiario difundió las declaraciones, MARCOS
REYES, propietario de la finca costarricense que Edén Pastora pretende desaparecer como producto
del dragado. El propietario dice que Pastora y su gente mataron sus cerdos y otros animales.
También que su grupo agredió a sus peones, a quienes amenazó con sus armas. Algunos vecinos
dicen que hay efectivos militares sandinistas escondidos en territorio tico, se calcula que unos 8.
Desde el 8 de octubre el propietario Marcos Reyes dijo que había interpuesto la denuncia de
incursión ilegal contra su propiedad, pero es hasta ahora que se difunde la información. Se calcula
que la policía tica llegue por aire mañana a la zona de la isla Calero. Cabe recordar que la isla
Calero es la más grande de Costa Rica, está conformado por humedales. Solo se llega ahí por ahí
hasta el aeropuerto de Barra de Colorado. La fuerza pública solo puede usar esa vía aérea, porque
por el San Juan hay prohibición, no pueden sus efectivos andar con armas. Los noticieros ticos
señalan a Edén Pastora como el responsable de los atropellos.

El avión Karibú ya ha realizado dos vuelos a Barra del Colorado para vigilar la frontera en la Isla
Calero. Ministro de Seguridad Tijerino dice que es una Misión de Paz, en cumplimiento del deber
que impone la Constitución Política, confía en que el conflicto con Nicaragua se resuelva pacífica y
civilizadamente. Policía costarricense corroborará denuncias de vecinos ticos de que efectivos
nicaragüenses invaden territorio costarricense, especialmente del grupo de Edén Pastora.

50
Reconocimiento de Google de error en mapa ratifica posición de Costa Rica.

El Gobierno de Costa Rica siempre ha sostenido que la única cartografía válida es la oficial y
reconocida por parte de Costa Rica y Nicaragua, y que son concordantes sobre el hecho de que la
zona donde su ubica la Finca Aragón, Isla Calero, Provincia de Limón, es territorio costarricense.

La Cancillería dijo que el reconocimiento hecho hoy por la firma Google de la existencia de un
error en un mapa publicado en “Google Maps”, ratifica que justamente la zona donde su ubica la
Finca Aragón, Isla Calero, Provincia de Limón, es territorio costarricense, como el país ha
defendido ante Nicaragua y esta semana expuesto ante la Organización de los Estados Americanos
(OEA).

La Cancillería advirtió de que los mapas publicados por Google o cualquier otra empresa no tienen
validez para definir aspectos de fronteras. En este sentido, dijo que al ser detectado el error en la
página de “Google Maps”, el Ministerio de Relaciones Exteriores contactó a la empresa para hacer
ver la imprecisión.

La empresa Google reconoció hoy la existencia de un error en el mapa con coordenadas de la zona
fronteriza con Nicaragua que el nicaragüense Edén Pastora usó para justificar labores de dragado,
así como el ingreso de tropas del Ejército a territorio costarricense, alegando que se trataba de suelo
de Nicaragua.

El Ministro de Relaciones Exteriores, René Castro, dijo que la aclaración de la firma Google ratifica
lo que Costa Rica ha venido sosteniendo desde un inicio, en el sentido de que las coordenadas
corresponden a territorio costarricense.

“En esta ocasión, Google determinó que hubo una inexactitud en la conformación de la frontera
entre Costa Rica y Nicaragua y está trabajando para actualizar la información lo más rápidamente
posible”, dice el texto suscrito por Daniel Helft, Senior Manager para Políticas Públicas, Google
América Latina. (Se adjunta texto completo y dirección electrónica donde ubicar el texto original).

La violación de la soberanía por parte de Nicaragua, llevó a Costa Rica a elevar sendas notas de
protesta ante Managua y a demandar que dicho Gobierno retire las fuerzas militares de suelo
nacional.

A continuación el texto de “El Blog de Google para América Latina”.

“Se ha reabierto un conflicto territorial fronterizo entre Nicaragua y Costa Rica y se ha intentado
involucrar a Google Maps en la disputa, a causa de una inexactitud en sus mapas. Los datos son
provistos por terceros. Si bien, los mapas de Google tienen una altísima calidad y Google trabaja
constantemente para mejorar y actualizar la información existente, de ninguna manera pueden ser
tomados como referencia al momento de decidir acciones militares entre dos naciones.

Los mapas de Google contienen en sus términos de servicios claras referencias que deslindan la
responsabilidad de la empresa sobre la precisión de su contenido que, por diferentes motivos, puede
en ocasiones no ser exacto. Cuando es esta situación, Google trabaja rápidamente para solucionar el
problema.

Unos meses atrás, publicamos actualizaciones que mejoraron la calidad y exactitud de nuestras
fronteras a nivel global. Si bien hacemos todos los esfuerzos posibles, los mapeos son de una
complejidad extraordinaria y siempre hay lugar para discrepancias ocasionales. Es impensable que

51
dos naciones se basen en un producto dirigido a consumidores y empresas para tomar decisiones
militares. Este tipo de situaciones requieren obviamente de productos de una precisión extrema.

En esta ocasión, Google determinó que hubo una inexactitud en la conformación de la frontera entre
Costa Rica y Nicaragua y está trabajando para actualizar la información lo más rápidamente
posible”, dice el texto suscrito por Daniel Helft, Senior Manager para Políticas Públicas, Google
América Latina”.

El texto original puede ser localizado en la dirección.


http://googleamericalatinablog.blogspot.com/2010/11/aclaraciones-sobre-los-alcances-de.html

Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, es recibido


por el Canciller René Castro en la sede de la Casa Amarilla.
Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, fue recibido por el Canciller René Castro, en la
sede de la Casa Amarilla, pasadas las 8.30 de la noche, como parte de una misión que visitará San
José y Managua para constatar las denuncias presentadas por Costa Rica en el seno de la Comisión
Permanente de la OEA sobre el ingreso de tropas nicaragüenses a suelo nacional.

Insulza y su delegación sostuvieron un encuentro de trabajo con especialistas y expertos


diplomáticos, del equipo jurídico de la Cancillería, así como el Ministro de Seguridad, José María
Tijerino, otros funcionarios de ese Ministerio y de otras instituciones del Estado de Costa Rica,
entre ellas, el Instituto Geográfico Nacional.

El Secretario General fue recibido en la Casa Amarilla por el Canciller, Castro, el Vicecanciller
Carlos Roverssi y también se sumó a las conversaciones la Viceministra Administrativa, Marta
Núñez.

Durante la sesión, la delegación costarricense ofreció detalles de la documentación gráfica,


audiovisual, cartográfica, geográfica y geodésica, que fundamentan la posición nacional que llevó a
denunciar, primero el daño ambiental por los trabajos de dragado en el Río San Juan, y luego, el
ingreso de tropas del Ejército de Nicaragua, en violación de la soberanía costarricense.

De acuerdo con la agenda, la delegación de la OEA encabezada por Insulza se mantendría reunida
con la delegación de Costa Rica entre las 20.30 horas y las 21.30 horas. Mañana a partir de las 8.00
horas sostendrá una reunión con la Presidenta de la República, Laura Chinchilla.

El Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, viajó acompañado por Dante Caputo, Asesor
Especial del Secretario General, Dante Negro, Director del Departamento de Derecho Internacional,
a cargo de la Secretaría de Asuntos Jurídico, Patricia Esquenazi, Directora de Prensa del Secretario
General, Ana Matilde Pérez Katz, Asesora del Secretario General y Antonio Delgado, Especialista,
Secretaría de Asuntos Políticos.

El pasado 1 de noviembre el Gobierno de Costa Rica denunció la incursión de fuerzas militares de


Nicaragua y solicitó la convocatoria urgente del Consejo Permanente de la OEA.

52
Costa Rica abre espacio de 48 horas para buscar acuerdo en
Consejo Permanente de la OEA para que Nicaragua retire
tropas.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) continuó hoy, martes 9
de noviembre, la sesión suspendida el miércoles 3, para considerar la violación a la soberanía e
integridad territorial de Costa Rica por parte de fuerzas militares de Nicaragua.

En esa reunión, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, rindió un informe sobre su
visita a Costa Rica y Nicaragua, realizada entre el 5 y 8 de noviembre. Esta visita incluyó reuniones
con las autoridades de ambos países y dos sobrevuelos sobre la zona afectada: uno desde Nicaragua
y otro desde Costa Rica.

El Secretario Insulza propuso a Costa Rica y Nicaragua tres acciones concatenadas:

1. El retiro de cualquier presencia militar en la zona.


2. Una reunión entre los Presidentes de ambos países, a más tardar el 27 de noviembre.
3. La conclusión de la demarcación de la frontera.
4. El acompañamiento de la OEA en este proceso.

Costa Rica aceptó la propuesta, aunque ello implique renunciar, por el momento, a que fuerzas
policiales del país no tengan presencia en una parte de su territorio. Además, dio 48 horas para
obtener una respuesta de Nicaragua, que hasta el momento ha rechazado la propuesta del Secretario
General.

Si en ese plazo no se produce una respuesta positiva, Costa Rica continuará acudiendo a las
instancias ofrecidas por el Derecho Internacional y los sistemas regionales y multilaterales para
lograr la salida de fuerzas extranjeras de su territorio mediante procedimientos pacíficos.

Costa Rica, país desarmado y pacífico, espera que el Gobierno de Nicaragua actúe de manera
responsable y acepte la propuesta del Secretario General de la OEA. Costa Rica reafirma, una vez
más como país desarmado unilateralmente, su creencia en el Derecho Internacional y la paz, su
única defensa ante la amenaza externa o la agresión extranjera.

Canciller René Castro en intensa labor diplomática en


Washington.
El Canciller René Castro se reunió hoy con el Ministro de Estado de Relaciones Exteriores de
Canadá, Peter Kent, como parte de las gestiones diplomáticas tendientes a lograr apoyo su
demanda del retiro inmediato de las tropas nicaragüenses del territorio costarricense.

En ese marco, también se entrevistó con Julissa Reynoso, Subsecretaria Alterna de ese país para
Centro América y el Caribe del Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental, en la sede del
Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Asimismo, aprovechando la visita de Estado que realiza a Washington una delegación oficial de
Trinidad y Tobago encabezada por la Primer Ministro de ese país, Kamla Persad-Bissesar, el

53
Canciller Castro se reunirá con el Dr. Surujrattan Rambachan, Ministro de Asuntos Exteriores de
ese país, para reforzar el apoyo de los países de la Comunidad de Países del Caribe (CARICOM)
a las gestiones que realiza Costa Rica en el seno de la OEA.

Como parte de la intensa labor en esta ciudad, el Canciller Castro ha venido atendiendo consultas
y entrevistas de la prensa nacional e internacional acreditada en esta ciudad. Anoche mantuvo un
enlace desde Washington, mediante una videoconferencia con la prensa en San José, y dio una
entrevista a la cadena CNN en Español, entre otros. Para el mediodía de Washington ha dado una
entrevista al programa televisivo de difusión hemisférica llamado Foro Interamericano, producido
en esta ciudad por La Voz de América.

Miércoles 10 de noviembre de 2010.

Costa Rica envía misiones de diplomáticos al hemisferio por


invasión militar de Nicaragua.
El Gobierno de Costa Rica insistió hoy que el diferendo con Nicaragua no es por límites fronterizos,
sino de una invasión del territorio por parte de fuerzas armadas nicaragüenses.

Costa Rica reiteró la denuncia ayer ante el Consejo Permanente Extraordinario de la Organización
de Estados Americanos (OEA), junto con la solicitud del inmediato retiro de las fuerzas militares
nicaragüenses que han violado la soberanía e integridad territorial de Costa Rica.

Hoy, los equipos políticos, diplomáticos y jurídicos, se mantienen tanto en la sede de la OEA como
en San José, activando los distintos mecanismos para lograr la salida de fuerzas extranjeras de
territorio nacional mediante procedimientos pacíficos.

A su vez, la Presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda, sostuvo una reunión de trabajo
con los diputados jefes de fracción de las representaciones políticas de la Asamblea Legislativa. Le
acompañaron el Vicecanciller Carlos Roverssi, el embajador designado en Nicaragua, Melvin Sáenz
Biolley y expertos del equipo jurídico de la Cancillería.

En Washington, las conversaciones las encabeza el Canciller René Castro, quien ayer se desplazo
hasta la sede de la OEA para lograr apoyos a la posición de Costa Rica.

El Gobierno de San José ha dicho que continuará acudiendo a las instancias ofrecidas por el
Derecho Internacional y los sistemas regionales y multilaterales para denunciar la invasión
nicaragüense y lograr la salida de sus fuerzas militares.

Desde San José, la Cancillería ha despachado mensajes a todo el hemisferio haciendo ver la
gravedad de la situación planteada por la invasión militar nicaragüense. En ese sentido, tanto
diplomáticos, incluidos, ex Cancilleres, así como representantes de las distintas fuerzas políticas
del país, han iniciado un recorrido continental para concitar apoyos a Costa Rica.
Ayer, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, rindió un informe sobre su visita a
Costa Rica y Nicaragua, realizada entre el 5 y 8 de noviembre y propuso el retiro de cualquier
presencia militar en la zona, que San José y Managua retomaran una reunión bilateral, que se
realicen trabajos de demarcación de frontera, con el acompañamiento de la OEA.

54
Costa Rica, que acogió la propuesta, dio 48 horas para obtener una respuesta de Nicaragua, que
hasta el momento ha rechazado la propuesta del Secretario General.

Costa Rica, país desarmado y pacífico, espera que el Gobierno de Nicaragua actúe de manera
responsable y acepte la propuesta del Secretario General de la OEA. Costa Rica reafirma, una vez
más como país desarmado unilateralmente, su creencia en el Derecho Internacional y la paz, su
única defensa ante la amenaza externa o la agresión extranjera.

Costa Rica acoge propuesta de países de ALADI y da un chance


a la paz.
El Gobierno de Costa Rica acogió hoy una propuesta del grupo de países que conforman ALADI
que solicitó 24 horas adicionales para hacer consultas al más alto nivel y lograr una solución al
diferendo por la incursión de militares nicaragüenses al territorio nacional, y expresó su disposición
de “dar un chance a la paz”.

La portavoz de ALADI, la Representante Permanente de Ecuador, María Isabel Salvador, dijo que
solicitaron el nuevo plazo para “realizar gestiones adicionales al más alto nivel que permiten que
ambas partes puedan llegar a un acuerdo y a una vía de solución pacífica de esta controversia que
nos preocupa muchísimo, no solo a ALADI, sino a toda la Organización”.

La Representante Permanente dijo que al cumplirse mañana las 24 horas, pueda arribarse a “una
resolución que recoja lo expresado por muchas delegaciones en el Consejo Permanente del 9 de
noviembre y que tiene que ver con las recomendaciones del Secretario General de la OEA luego de
su visita a Costa Rica y Nicaragua”.
“Costa Rica ha decidido dar un chance adicional a la paz”, de 24 horas. “Hemos aceptado, porque
es acorde con nuestros principios”, declaró Canciller René Castro.

El Canciller advirtió que “también hemos sido claros y tajantes que ello no puede significar ni
entenderse como que puede posponerse la acción de la OEA sin plazo alguno”.

El Jefe de la Diplomacia costarricense, sostuvo que de mantenerse el incumplimiento de Nicaragua


para mañana, Costa Rica pedirá “se proceda a convocar al órgano de mayor nivel de la OEA”, que
es el órgano consultivo conformado por los Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA. Dicho
órgano “puede establecer sanciones de diferente complejidad y gravedad”, explicó.

El Canciller Castro dijo que tras las intensas gestiones diplomáticas emprendidas en las últimas
horas, “un número cada vez mayor de países se suman a pedir que el reporte del Secretario General
se implemente y se proceda, en consecuencia, a despejar la zona actualmente invadida por el
ejército de Nicaragua”.

55
Consejo Permanente de la OEA vota de forma mayoritaria
resolución de Costa Rica para convocar a reunión de consulta
de Cancilleres.
El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) votó hoy, de forma
mayoritaria, una resolución de Costa Rica para convocar a reunión de consulta de Cancilleres para
examinar el conflicto con Nicaragua por la incursión militar nicaragüense a territorio de Costa Rica.

Las delegaciones expresaron su voto de la siguiente manera: 22 a favor de la resolución, 7


abstenciones y un voto en contra. La votación se produjo a las 12,39 horas de hoy. La decisión del
Consejo Permanente

TRIUNFO LA PAZ Y EL DERECHO

• Triunfo político para Costa Rica: 21 países apoyan la moción de que Nicaragua retire sus
tropas.

Tras arduas deliberaciones y negociaciones finalmente se ha sometido a votación en la OEA, la


moción para que Nicaragua retire las tropas del territorio costarricense, y al mismo tiempo, se inicie
el diálogo con ese país.

Es la primera vez en muchos años que el Consejo Permanente de la OEA, somete un asunto a
votación y solo dos países votaron contra la posición de Costa Rica.

Costa Rica agradece el apoyo de la contundente mayoría de países miembros de la OEA y la


decidida gestión del Secretario General en respaldo de sus derechos soberanos.

La resolución adoptada por el Consejo Permanente de la OEA significa que Nicaragua debe, de
manera inmediata, retirar sus tropas del territorio costarricense, para proceder a reiniciar el diálogo
bilateral entre ambos Estados, tal y como lo exigió Costa Rica desde un inicio.
Hoy más que nunca las autoridades nicaragüenses deben saber escuchar el clamor de todo el
hemisferio a favor de la paz y la convivencia pacífica entre naciones vecinas, y hacer efectivo el
retiro de sus fuerzas armadas del territorio costarricense.

Ante este triunfo de la diplomacia costarricense, la Presidenta Laura Chinchilla agradeció a todas y
todos quienes apoyaron al Gobierno de la República en las gestiones emprendidas, así como al
pueblo de Costa Rica por su convicción pacifista, muy especialmente a los niños y niñas que hoy
marcharon por la paz.

Resumen de la entrevista al Canciller costarricense René Castro


Salazar en Telenoticias Canal 7, edición de las 21:00 horas del 12
de noviembre del 2010.
El Canciller costarricense René Castro Salazar calificó como un triunfo diplomático la decisión de
esta noche del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el cual
votó a favor de la resolución del Secretario General de la Organización, la cual tiene como mandato
principal el retiro de las fuerzas militares o de seguridad de la isla Calero, la región donde se centra

56
el conflicto entre Costa Rica y Nicaragua; éste como consecuencia del dragado, una obra del
gobierno del presidente Daniel Ortega. El Canciller Castro Salazar destacó que al originarse tal
votación que favoreció la tesis de un nación pacífica, desarmada y democrática como Costa Rica, se
rompió con la tradición del consenso, que ha primado en el Consejo Permanente de la OEA, el cual
trae consigo el perjuicio, de que con solo el voto en contra de un país miembro de la entidad, se
puede desvirtuar cualquier iniciativa de un país en particular. Esto último, Costa Rica lo evitó esta
noche, razón por la cual se logró la aprobación de la resolución del Secretario General, apoyada esta
vez por 21 naciones.

Ahora sigue la implementación de dicha resolución, la cual estará a cargo de la OEA, quien velará
por el retiro de las tropas militares nicaragüenses de la isla, en tanto que la policía costarricense no
tendrá problema alguno, ya que se encuentra alejada de la zona de tensión. Esto da márgenes para
que los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica se sienten a dialogar alrededor de temas bilaterales,
entre ellos, la cuestión de la seguridad en la región fronteriza. Al tiempo que la propia OEA
funcionará como testigo en tales diálogos, puesto que es imprescindible recobrar la confianza y la
credibilidad perdidas, como resultado de la presencia de tropas nicaragüenses en la isla Calero.

En la entrevista hecha al Canciller fue confirmada la decisión de la Administración de la Presidenta


Laura Chinchilla de acudir de inmediato a otras instancias diplomáticas internacionales, de haber
persistido indecisión por parte de la organización regional. Sin embargo, con la votación favorable
para los intereses nacionales, se ha dado un paso diplomático en firme para la salida de las tropas
nicaragüenses del territorio nacional, lo que quiere decir que la organización regional y el
multilateralismo han recobrado su credibilidad. El Canciller René Castro resaltó el trabajo en
equipo del Gobierno de Costa Rica, en particular de los grupos técnicos, tanto en Washington como
en San José que hicieron uso de las tecnologías modernas y de las pruebas de campo, recogidas a
través de instrumentos modernos, cuyos datos al final fueron convincentes y determinantes en la
votación. Todo ello facilitó el llevar a cabo una labor seria y metódica de parte de la Delegación
nacional, que se distanció de cualquier discurso contradictorio y engañoso, que paulatinamente irá
perdiendo aceptación en los foros internacionales.

En la buena disposición de Nicaragua para respetar los contenidos y alcances de la resolución del
Consejo Permanente, confió el Canciller de Costa Rica, dado que el texto resolutivo es un hecho
consumado, fundamentado en el principio de la legalidad, en lo cual el proceso de Reuniones de
Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados Miembros de la OEA podía ser
convocado en los próximos días, a fin de dar atento seguimiento a lo acordado por el Consejo
Permanente.

Costa Rica rechaza declaraciones del Presidente de Nicaragua.


Domingo 14 de noviembre de 2010.

Costa Rica rechazó hoy, de manera firme y categórica, las declaraciones del Presidente de
Nicaragua, Daniel Ortega, quien de manera temeraria lanzó acusaciones sobre narcotráfico contra
varias naciones latinoamericanas en su afán de distraer a su pueblo de la contundente derrota sufrida
en el seno de la OEA, que le conminó a retirar las tropas que han invadido suelo costarricense.

En una actitud que busca justificar su irrespeto a la mayoritaria voluntad de paz y de entendimiento
acordada el viernes por la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Presidente Ortega
irrespeta a países como Costa Rica, Panamá, Colombia, Guatemala, México y otras naciones del
hemisferio que mantienen ingentes esfuerzos en su lucha contra el narcotráfico.

57
Costa Rica continuará la defensa de sus derechos soberanos en las instancias internacionales que
correspondan, hasta lograr que los soldados nicaragüenses se retiren y detengan el destrozo
ambiental sobre un humedal costarricense de características únicas. En este espíritu, denuncia ante
la comunidad internacional la nueva amenaza del Presidente Ortega, esta vez, contra el
costarricense río Colorado, al anunciar solapadas acciones que podrían degradar dicho cauce.

Costa Rica, que en este conflicto ha dado muestras de tolerancia y entendimiento, reitera su
respetuoso llamado a las autoridades nicaragüenses a la cordura y a evitar manifestaciones que
agraven la situación. Con este propósito, en acatamiento de la categórica decisión de la inmensa
mayoría de las naciones americanas, Costa Rica reitera su disposición de dialogo, y tras el retiro de
las tropas del ejército de Nicaragua, procederá a instalar la VIII Reunión Bilateral del próximo 27
de noviembre.

Costa Rica sigue confiando en el Sistema Interamericano y en el Sistema de las Naciones Unidas a
los que acude y acudirá en el momento oportuno y conforme a una estrategia programada. En este
sentido, adelanta acciones diplomáticas que serán detalladas por el señor Canciller René Castro en
conferencia de prensa hoy a las siete y treinta minutos de la noche.

Costa Rica clama ante el mundo por detener destrucción de


humedal en zona de isla Calero por invasión militar
nicaragüense.
Martes 16 de noviembre de 2010.

Costa Rica clamó hoy, con voz de urgencia, ante la Organización Mundial de Protección de
Humedales (Ramsar) para detener la “tragedia del humedal” en la zona de Isla Calero que cada día
es causada por personal militar y civil de Nicaragua, que a pesar de un llamamiento de la OEA, se
niega a retirar sus tropas de territorio costarricense.

El Canciller René Castro, luego de la sesión acostumbrada del Consejo de Gobierno, dijo que Costa
Rica remitió una “solicitud urgente” para que se envíe una misión de asesoramiento de la
Organización como una forma de detener la destrucción de que está siendo objeto un humedal
registrado ante dicho foro, desde 1996.

Castro, acompañado por el Vicepresidente Alfio Piva y el experto ambiental Allan Astorga, solicitó
el envío de una misión de análisis científico y técnico que evalúe los daños causados en Isla Calero
ubicada el Caribe noreste, justo en la zona donde Nicaragua ingresó con sus fuerzas militares, en
territorio de Costa Rica.

Dijo que la acción se realizó ante el “grave riesgo de daño ambiental irreversible” a que se está
sometiendo la zona, de una biodiversidad única, y como medida encaminada a detener que el cauce
del río San Juan sea cambiado por los trabajos nicaragüenses en suelo costarricense.

Se trata de un humedal registrado en los convenios internacionales, y que se extiende tanto en el


área marina como en la parte continental y además forma parte del Corredor Biológico
Mesoamericano, explicó el Jefe de la Diplomacia costarricense.

58
“Es una obligación de Costa Rica al formar parte de la Convención Ramsar de informar a su
Secretaría General la situación de la zona”, explicó el Canciller, quien mostró imágenes que ilustran
la acelerada tala de árboles y de la destrucción del ecosistema.

Para el Vicepresidente Alfio Piva se trata de uno de los humedales más valiosos del mundo,
estudiado y cuidado por científicos costarricense, por lo que, “es importante que permanezca
inalterado”.

El experto ambiental Allan Astorga, advirtió también del “daño ambiental irreversible”, por lo que
se sumó a las voces para detener la destrucción del humedal.

Misión OEA.

Por otra parte, el Canciller Castro dijo que el Representante Permanente de Costa Rica ante la OEA,
Embajador Enrique Castillo confirmó que una misión de expertos de la Organización de los Estados
Americanos (OEA) vendrá a Costa Rica el viernes próximo, 19 de noviembre.

Se trata de “expertos en materia de negociación, de observación en sitios de conflicto, gente experta


en la prevención de conflictos militares”, señaló el Ministro, quien agregó que en su momento
detallará sobre la conformación de la misión.

El Enrique Castillo también confirmó que el próximo jueves Costa Rica solicitará la convocatoria
de la Comisión Consultiva de Cancilleres, máxima instancia de la OEA, para que se reúna,
probablemente para el 29 o el 30 de noviembre.

Aviso.

En respuesta a consultas de última hora de la prensa, me permito adjuntar la siguiente declaración


del señor Embajador Enrique Castillo:

“Hace pocos minutos verificamos directamente con la Secretaría General de la OEA, que en los
próximos dos días vendrán al país enviados del Secretario General, quienes tienen la misión de
observar en el terreno los avances del cumplimiento de los dos países de los acuerdos del Consejo
Permanente de la OEA del pasado viernes 12 de noviembre”.

Cancillería costarricense convoca a VIII Reunión Binacional con


Nicaragua.
El Ministerio de Relaciones Exteriores reiteró hoy a su contraparte de Nicaragua la disposición de
instalar los trabajos de la VIII Reunión Binacional y propuso celebrarla el 26 y 27 de noviembre.

En una nota remitida a la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA)
a la Cancillería de Nicaragua, y la Embajada de Nicaragua en San José, Costa Rica confirmó la
disposición de realizar la cita bilateral, “en tanto se cumplan los acuerdos contenidos en la
Resolución CP/RES.978 (1777/10) del Consejo Permanente de la OEA, aprobada el día 12 de
noviembre de 2010”.

59
Según detalla la convocatoria, la reunión técnica se realizaría el día 26 y la reunión de la Presidenta
Laura Chinchilla Miranda con el Presidente Daniel Ortega sería el día 27, ambas con el
acompañamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La Cancillería dijo que en cumplimiento de la Resolución CP/RES.978 (1777/10) del Consejo


Permanente de la OEA, aprobada el día 12 de noviembre de 2010, somete a consideración una
agenda de trabajo que comprende: “elaborar una propuesta y cronograma de trabajo para la
demarcación de los tramos de la zona fronteriza que así lo requieran, conforme a los tratados y
laudos existentes”.

También, “revisar y reforzar los mecanismos de cooperación para prevenir, controlar y enfrentar
el narcotráfico, el crimen organizado y el tráfico de armas en el cordón fronterizo”.

Además, “informar sobre el estado de los acuerdos en medio ambiente, establecidos en la VI y VII
Reuniones de la Comisión Binacional, realizadas en Managua y San José, respectivamente,
durante el año 2008”.

El mecanismo de la Comisión Binacional fue reactivado por Costa Rica en 2006, con la celebración
en San José de la V Binacional (19-20 de octubre) durante el gobierno del Presidente Enrique
Bolaños, tras la suspensión de dicho mecanismo de diálogo bilateral en 1997 (en las presidencias de
Violeta Barrios y José María Figueres, respectivamente).

Posteriormente, durante el Gobierno del Presidente Daniel Ortega, la VI Binacional tuvo lugar en
Granada y Managua, el 13 y 14 de marzo de 2008, respectivamente, con la participación de los
Presidente Ortega y Oscar Arias, de Costa Rica. La VII Binacional fue alojada por Costa Rica (3 de
octubre de 2008), ocasión en la que acordaron realizar la VIII en Nicaragua en el año 2009.
Managua no convocó a dicha cita.

NOTA DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE


NICARAGUA DIRIGIDA AL MINISTERIO DE RELACIONES
EXTERIORES DE COSTA RICA
Managua, 17 de noviembre de 2010

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Republica de Nicaragua, reitera al Honorable


Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República de Costa Rica, su posición inalterable
de hacer uso del diálogo fraterno e incondicional para discutir todos los puntos de la Agenda
pendiente entre ambos países de acuerdo a la calendarización establecida.

EI Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de


Nicaragua, reitera al distinguido Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, las
muestras de su consideración.

Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de


Nicaragua.

60
Costa Rica acude a la Corte Internacional de Justicia.
Jueves 18 de noviembre de 2010.

El Gobierno de Costa Rica recibe con suma complacencia la decisión adoptada el día de hoy por
el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en la que, a
instancia suya, se ha convocado a una Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores de las Américas con el objeto de tratar el curso de los acontecimientos en la zona
limítrofe con Nicaragua, la cual constituye una grave violación del Derecho Internacional que
posa una seria amenaza a la paz y la seguridad en la región.

Ante la reiterada actitud del Gobierno de Nicaragua de no acatar las resoluciones de la OEA y
de desconocer su competencia en este caso, así como tras constatar las dificultades expresadas
el día de hoy por el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, para aplicar
mecanismos vinculantes para la aplicación de sus decisiones, y ante el grave daño que
ocasionan día a día las acciones de militares y civiles de ese país al abrir un canal en nuestro
territorio y destruir sistemas ecológicamente frágiles, el Gobierno de la República se ve
obligado a recurrir a la fuerza del Derecho Internacional, solicitando el inicio de un
procedimiento contencioso ante la Corte Internacional de Justicia.

Así, Costa Rica acudió hoy ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, para
poner fin a una situación ilegítima según las normas internacionales y los tratados, laudos y
sentencias existentes que son obligatorios para los dos países, que además amenaza con causar
daños inminentes e irreparables al país.

Ante la Corte, Costa Rica inició una demanda contra Nicaragua y solicitó medidas cautelares
para que ese tribunal ordene el cese de la construcción de un canal en suelo costarricense que, a
muy corto plazo, magnificará el impacto en su territorio y en su ambiente. Costa Rica reitera
que debe cesar toda acción que conduzca a un hecho consumado y permanente.

La acción jurisdiccional presentada ante la Corte Internacional de Justicia obedece a la urgencia


de recobrar el territorio invadido, evitar daños irreparables a su ambiente y responde a la
convicción de que, cuando los mecanismos de seguridad colectiva tropiezan con la
intransigencia y la negativa a colaborar de un Estado, la comunidad internacional siempre puede
garantizar la vigencia del Derecho mediante las decisiones de carácter vinculante de su más alto
Tribunal.

Las acciones políticas desarrolladas ante la OEA son manifestaciones de la confianza que ha
depositado el país en la el Sistema Interamericano. Costa Rica continuará haciendo uso de los
medios y recursos multilaterales porque tiene la convicción en que la acción hemisférica es una
obligación reconocida por la comunidad internacional ante el quebrantamiento del Derecho
Internacional.

La demanda contra Nicaragua y la solicitud de medidas cautelares que solo la Corte puede
dictar, son instrumentos complementarios en la solución pacífica de las controversias de
conformidad con el Derecho Internacional.

Costa Rica usa, y seguirá usando, todos los remedios políticos y jurídicos a su alcance para
hacer valer sus derechos, imponer el respeto a la soberanía de la nación, la integridad de su
territorio, a su patrimonio ambiental y a los derechos que ha conquistado en dos siglos de
existencia como nación pacífica y desarmada.

61
Ambientalistas y expertos advierten sobre dramático e
irreversible daño a ecosistemas en 650 hectáreas de humedales y
áreas protegidas.
El Ministro de Relaciones Exteriores, René Castro, recibió hoy a expertos, especialistas en temas
ambientales, así como a líderes de organizaciones no gubernamentales para ofrecer información
actualizada del grave daño a que está siendo sometida en la zona de Isla Calero, el humedal y las
áreas silvestres aledañas.

Costa Rica ha denunciado ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), ante la
Secretaría de la Convención Internacional sobre Humedales (RAMSAR) y ante la Corte
Internacional de Justicia (CIJ), la invasión por parte de militares nicaragüenses a esa zona del
territorio costarricenses, que además, han causado graves daños ambientales.

Durante una sesión informativa y de intercambio de opiniones, realizada al tarde del lunes, el Jefe
de la Diplomacia costarricense dijo que “la intención nuestra es darles el máximo de información y
pedir ayuda para terminar de documentarla, difundirla y para que las organizaciones ambientalistas
de la región y del mundo entiendan lo que está pasando y el precedente que podemos estar
viviendo”.

El experto en asuntos ambientales, Allan Astorga hizo una proyección de modelos de posibles
impactos de la construcción de un canal en la zona.

“El resultado es un escenario desafortunadamente muy dramático en la medida en que el impacto


directo de la construcción del canal se multiplica por cien en lo que es la afectación del terreno de
la desembocadura. Se desestabiliza todos los ambientes sedimentarios que tienen un sistema
ecológico muy bien desarrollado”, advirtió.

Se pasa de un sistema constructivo, con un ecosistema en equilibrio, inalterado, a un sistema


destructivo en donde las fases y ambientes sedimentales empiezan a cambiar, a erosionar, y
obviamente “las formas de vida de esos sistemas van a ser directamente afectados por el cambio en
el equilibrio”.

El experto detalló que los modelos proyectan que “650 hectáreas de humedades y áreas protegidas
(400 en Costa Rica y 250 en Nicaragua), sufrirán un daño casi irreversible”.

Astorga manifestó que “es urgente detener las labores de excavación del canal que intenta conectar
el río San Juan con la Laguna Los Portillos”.

El jurista Arnoldo Brenes, integrante del equipo jurídico de la Cancillería, hizo un recorrido por
aspectos históricos, geográficos y jurídicos, así como sobre los recientes procesos ante la OEA, la
CIJ y RAMSAR.

Brenes mostró fotografías del creciente daño por deforestación, depósito de sedimentos y otros, que
avanza día a día.

Al respecto, el Canciller René Castro hizo una instancia para que “otras convenciones globales se
atrevan a documentar el impacto que enfrenta la zona de Isla Calero”.

62
Otro expositor, Alfonso Villanueva, detalló que técnicos de la Secretaría de RAMSAR expresaron
su disposición trasladarse al terreno para comprobar los daños denunciados por Costa Rica. La
fecha de la visita podría darse entre el 27 de noviembre y el 1 de diciembre.

A la vez, Villanueva pidió a las ONG y representantes ambientalistas que identificaran proyectos
bilaterales que también estarían siendo afectados, que contribuyan a difundir los estudios de valor
ambiental en la zona y que colaboren con las denuncias en el ámbito global, pues urge detener la
destrucción.

Canciller René Castro viaja el lunes las Naciones Unidas.


Miércoles 24 de noviembre de 2010.

El Ministro de Relaciones Exteriores, René Castro viajará el próximo lunes, 29 de noviembre a


Nueva York, para tener encuentros informativos con altas autoridades de la Secretaría General y del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en relación con la agresión al territorio costarricense
por parte de fuerzas militares de Nicaragua.
El Canciller Castro afina la estrategia que la Casa Amarilla desarrolla para lograr el retiro de las
fuerzas militares nicaragüenses, y a la vez detener la grave destrucción a la zona del humedal y
áreas silvestres aledañas donde se ubica la Isla Calero, territorio costarricense.

Para ello, el Ministro llamó a consultas a los representantes permanentes de Costa Rica ante las
Naciones Unidas en Nueva York, Eduardo Ulibarri, ante el Reino de los Países Bajos, Jorge Urbina,
el Representante Permanente de Costa Rica ante la Organización de los Estados Americanos
(OEA), Enrique Castillo, y al ex Vicecanciller, Embajador en Colombia, y Agente ante la Corte
Internacional de Justicia (CIJ), Edgar Ugalde.

Los embajadores y los equipos diplomáticos y jurídicos de la Cancillería, bajo la conducción del
Canciller Castro definirán los siguientes pasos en el proceso para salvaguardar la soberanía y el
patrimonio natural del país.

Costa Rica denunció a Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), ante la
Secretaría de la Convención Internacional sobre Humedales (RAMSAR) y ante la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) por la invasión por parte de militares al territorio costarricense,
quienes, además, han causado graves daños ambientales.

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto adjunta el texto


de la nota enviada hoy al Ministerio de Relaciones Exteriores de
la República de Nicaragua.
La nota fue remitida hoy, en horas de la tarde a la Embajada la República de Nicaragua en Costa
Rica.

Se adjunta el texto de la carta.

Jueves 25 de noviembre de 2010.

63
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
DM-478-10

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica saluda muy atentamente al Honorable
Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la
República de Nicaragua, en ocasión de dar respuesta a su nota MRE/DVMS/VLJ/0679/11/2010 de
24 de noviembre, en la que expresa la voluntad de su Gobierno de participar en la programada
reunión binacional con Costa Rica.

El Gobierno de Costa Rica recibe con profunda satisfacción este anuncio, ya que ha insistido en la
necesidad del diálogo y la negociación con Nicaragua como medios para resolver la difícil situación
hoy existente. Como lo han manifestado la señora Presidenta Laura Chinchilla y otros funcionarios
del Gobierno de la República, Costa Rica está en la mejor disposición de que se celebre este
encuentro según lo programado, una vez que Nicaragua retire las tropas que ha emplazado en
territorio costarricense, en un sector de la isla Portillos-isla Calero, en la margen derecha del río San
Juan, en violación a lo dispuesto por el tratado Cañas-Jerez, el laudo Cleveland y los laudos
Alexander, que delimitan de modo preciso la frontera entre ambos países.

Al respecto, el Gobierno de Costa Rica está solicitando en esta misma fecha a la Organización de
los Estados Americanos, en la persona de su Secretario General don José Miguel Insulza, informe
que, de conformidad con lo resuelto por el Consejo Permanente de esa organización, el Gobierno de
Nicaragua ha despejado de tropas el lugar mencionado y que está dispuesto a cumplir con los otros
tres elementos contenidos en el acuerdo del Consejo. En cuanto se reciba el referido informe, esta
Cancillería procederá a tomar contacto con el Honorable Ministerio de Relaciones Exteriores del
Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua, para lo que
corresponda con respecto a la programación del encuentro binacional.

Por otra parte, en relación con el contenido nota MRE/DVMS/VLJ/0679/11/2010, el Ministerio de


Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica se permite aclarar que la situación existente entre
ambos países no es una controversia limítrofe, sino una violación a la integridad territorial
costarricense con ocupación ilegal por parte de sus fuerzas armadas y serio daño ambiental.
Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica le recuerda al Honorable
Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la
República de Nicaragua que los términos de la sentencia emitida por la Corte Internacional de
Justicia de 13 de julio de 2009 no están siendo plenamente cumplidos por Nicaragua.

Tal como se expuso en la nota DM-AM-816-09 de 20 de noviembre de 2009, el Decreto de


Nicaragua Nº 79-2009 constituye una clara violación al contenido de dicha sentencia. Asimismo,
existen reportes de que la libre navegación de Costa Rica en el río San Juan, cuyos alcances fueron
precisados en ese fallo, tampoco está siendo respetada.

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica reitera al Honorable Ministerio de


Relaciones Exteriores del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de
Nicaragua las seguridades de su distinguida consideración.

AL HONORABLE
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
DE LA REPÚBLICA DE NICARAGUA
MANAGUA”.

64
VI. ARTÍCULOS DE OPINION PUBLICADOS EN LA
PRENSA COSTARRICENSE.

EDITORIAL/LA NACION/COSTA RICA, 3 DE NOVIEMBRE, 2010

En la serenidad está nuestra fuerza


Cuando nuestra soberanía sobre el territorio invadido por Nicaragua sea restituida por la vía del
derecho, mayor será la gloria de Costa Rica.

En este difícil momento, recordar los valores de nuestra nacionalidad es recordar los pilares sobre
los cuales debemos edificar la respuesta a la crisis

“Costa Rica no tiene Ejército y no va a resolver esto a balazos”, dijo el ministro de Seguridad
Pública, José María Tijerino, en alusión a la nueva crisis fronteriza con Nicaragua. En
consecuencia, nuestra Fuerza Pública permanece en Barra del Colorado, lejos del área donde se
podría dar un enfrentamiento innecesario. “Confiamos en las vías del derecho internacional”, había
dicho Tijerino momentos antes.

Las palabras del Ministro recogen el sentir nacional y enfatizan el compromiso costarricense con la
civilizada resolución de los conflictos. Recordar esa convicción es hoy más necesario que nunca,
porque a todos nos asalta la inevitable indignación por la incursión armada nicaragüense en
territorio nacional.

En este difícil momento, recordar los más altos valores de nuestra nacionalidad es recordar los
pilares sobre los cuales debemos edificar la respuesta a la crisis. En la serenidad está nuestra fuerza.
La actuación del Gobierno ha sido consecuente con esos valores, pero no es el único protagonista.
La serenidad también debe caracterizar la cobertura de la prensa y la actitud ciudadana frente a
Nicaragua y a los muchísimos nacionales de ese país que conviven con nosotros, quienes además
son merecedores de afecto y buena voluntad.

Costa Rica debe estar orgullosa de la actitud asumida hasta ahora. El arbitrario proceder del
Gobierno de Daniel Ortega no ha logrado alterar la pacífica y armoniosa convivencia con los
inmigrantes nicaragüenses. No existe un solo incidente que lamentar. La prensa ha informado con
detalle, pero sin asumir irresponsables poses patrioteras. El Gobierno, por su parte, emprendió la
firme defensa de la soberanía nacional por los medios adecuados. Al mismo tiempo, enfatiza a
Nicaragua y a su pueblo el propósito de no repeler la agresión con violencia. Lo importante es el
resultado final del conflicto y no la transitoria ocupación nicaragüense de la deshabitada isla Calero.
Cuando la soberanía costarricense sobre ese territorio sea restituida por la vía del derecho, mayor
será la gloria de Costa Rica y más digno su ejemplo para la comunidad internacional.

El canciller René Castro está hoy en Washington, donde solicita la intervención de la Organización
de Estados Americanos para constatar la presencia de las tropas nicaragüenses, con lo cual quedaría
establecido el punto de referencia a partir del cual emprender las acciones legales necesarias.
Nicaragua se había adelantado con la denuncia de la incursión hecha por nuestros guardias civiles

65
para constatar los daños ambientales infligidos a nuestro territorio por las obras de dragado a cargo
del exguerrillero Edén Pastora.

Ninguna razón lleva el Gobierno del país norteño porque es absurdo acusar a Costa Rica de invadir
su propio territorio, y la pertenencia de la isla a nuestro país está bien documentada en la cartografía
archivada en ambas cancillerías. También se desprende, con toda claridad, de arbitrajes anteriores.

La prensa nicaragüense, es importante señalarlo, también ha reaccionado con serenidad y se


abstiene de publicaciones incendiarias, aptas para despertar pasiones inconvenientes. Es imposible
decir lo mismo del Gobierno del comandante Ortega, tan afín a las soluciones armadas, en especial
ahora que enfrenta una nueva ronda electoral en el marco de serios conflictos internos.

La violencia hoy dirigida contra Costa Rica en otras oportunidades ha hecho blanco en los propios
nicaragüenses, cuya voluntad es irrespetada mediante la violación de las urnas y, cuando ha sido
necesario, mediante el despliegue de turbas fanáticas y otros medios de intimidación.

Es bueno, en este momento tan delicado, que ambos pueblos lo recuerden, identifiquen las
verdaderas fuentes del conflicto y se hermanen en la lucha por la democracia.

América Latina
Crisis centroamericana en el limbo

La OEA aprueba una resolución para dirimir disputa limítrofe entre Costa Rica y
Nicaragua, pero ésta última rehúsa acatarla.

Redacción | voanoticias.com 2010-11-13

Foto: OEA
José Miguel Insulza: "La OEA ha tomado una resolución y espero que se cumpla".

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“Dependemos de organismos como la OEA (...) para hacer valer nuestra soberanía, para exigir
que el derecho internacional se respete”.- René Castro, canciller de Costa Rica.

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunió en


Washington para una sesión especial sobre el diferendo fronterizo entre Costa Rica y Nicaragua,
y aprobó una resolución por mayoría de votos que no ha sido reconocida por Nicaragua.

Tras la votación, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza dijo: "La OEA ha tomado
una resolución y espero que se cumpla".

Pero Nicaragua descartó el retiro de sus tropas de la zona fronteriza con Costa Rica, tal y como lo
solicitó el organismo regional.

El embajador nicaragüense ante la OEA, Denis Moncada, dijo que la resolución “no tiene
validez” porque el proceso mediante el cual fue adoptada fue "viciado y desordenado", y porque
el organismo carece de competencia para resolver asuntos limítrofes.

Costa Rica en cambio calificó de “triunfo diplomático” la resolución, y dijo que Nicaragua está
obligada a retirar sus tropas de forma inmediata del territorio costarricense, según un comunicado
de la Presidencia de ese país difundido en San José.

La resolución fue aprobada por la OEA con 22 votos a favor, dos en contra (Nicaragua y
Venezuela) y tres abstenciones (Ecuador, Guyana y Dominica), algo inusual en el organismo
donde las decisiones se toman por consenso.

El documento pide "evitar la presencia de fuerzas armadas o de seguridad en el área donde su


presencia podría generar tensión", en referencia al área fronteriza en disputa con Costa Rica, y
reclama a ambos países a restablecer inmediatamente un diálogo bilateral.

También pide realizar una reunión de la comisión binacional "para tratar con carácter urgente
aspectos de la agenda bilateral en el más breve plazo".

Plazo vencido

Costa Rica había dado un plazo de 48 horas que venció este pasado jueves 11 de noviembre, para
que Nicaragua cumpliera con una serie de propuestas de mediación del secretario general de la
OEA, José Miguel Insulza, que incluyen el retiro de efectivos de ambos países de la zona en
disputa.

El canciller de Costa Rica, René Castro recordó durante una entrevista con Patricia Dalmasy, del
programa Foro Interamericano de la Voz de América, que Costa Rica no tiene fuerzas armadas y
“dependemos de organismos como la OEA y las Naciones Unidas (ONU) para tener una póliza de
seguro, para hacer valer nuestra soberanía, para exigir que el derecho internacional se respete”.

Al exigir una definición por parte de la OEA en la sesión especial, el diplomático costarricense
dijo que “creemos que si la OEA no sabe, no puede, no asume su compromiso de respaldar a la
democracia más antigua del continente, una nación desarmada, va a hacer válida la acusación de
que ha ido perdiendo eficacia y que tiene cierto grado de obsolescencia”.

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Sin embargo, “apostamos a que no sea así y por eso acudimos a la OEA” agregó Castro.

Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, manifestó su disposición a iniciar un


diálogo con Costa Rica bajo el auspicio de la OEA en torno al diferendo limítrofe e insistió en
que es importante integrar una comisión para delimitar la frontera de acuerdo con el fallo de la
Corte Internacional de Justicia de la Haya del año 2009.

Recurrir al TIAR

El canciller Castro destacó que si bien "Costa Rica ha recibido la petición de dar un chance
adicional a la paz de 24 horas", que se cumple esta tarde, también insistió en que no se puede ir
"mucho más allá" de ese plazo.

El conflicto se generó después de que Costa Rica detectara hace tres semanas tropas
nicaragüenses en su territorio, en un sector cercano a la desembocadura del río fronterizo San
Juan en el Caribe, denominado Isla Calero, aunque Nicaragua asegura que sus soldados
realizaban tareas de dragado del río desde su territorio, además de otras labores de vigilancia ante
la presencia de narcotraficantes.

Definición

El canciller Castro dijo que si no se logra una definición en el conflicto pedirá una reunión de
cancilleres de la OEA, y afirmó que si bien “retirarnos de la OEA es una situación que no hemos
valorado”, un impasse “lo que haría es confirmar que la OEA requiere un ajuste mayor y que
habría perdido uno de sus roles fundamentales que es evitar conflictos entre naciones hermanas y
vecinas”, agregó.

Al presionar por una resolución que siga las recomendaciones de Insulza, el canciller de Costa
Rica agregó que “de mantenerse Nicaragua desatendiendo la recomendación del secretario
general, el tema será llevado al Consejo de Cancilleres y este puede imponer sanciones, que van
desde llamadas de atención que tienen fuerza moral, hasta sanciones más drásticas, incluyendo la
suspensión del organismo”.

Al ser preguntado si Costa Rica ha considerado pedir el apoyo militar de Estados Unidos, el
canciller Castro dijo que lo que “existe dentro de la OEA, es un mecanismo legal que es el
Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), al que hemos acudido en el pasado,
porque permite acciones de acompañamiento militar o intervenciones con más fuerzas, por lo
tanto “no lo hemos descartado”, ya que “en el pasado funcionó bien”.

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OEA APRUEBA RESOLUCION.
PERIODICO LA NACION/COSTA RICA: 13 NOVIEMBRE 2010.
Randall Cordero, rcordero@nacion.com, 12/11/2010.

21 países aprueban resolución de OEA que pide a Nicaragua sacar tropas de isla Calero

San José (Redacción). Esta noche, a las 10:18 p.m. hora de Costa Rica, terminó la votación del
Consejo Permanente de la OEA, en la cual 21 países votaron a favor de la resolución propuesta que
plantea a Nicaragua la salida de tropas de isla Calero. Hubo dos votos en contra y tres abstenciones.

La resolución aprobada insta a Costa Rica y Nicaragua a reanimar la comisión binacional, sobre la
base de la retirada de tropas militares nicaragüenses de isla Calero.

Costa Rica tampoco podrá ocupar con sus fuerzas policiales este territorio, del cantón de Pococí
(provincia de Limón).

La aprobación de la resolución planteada por el secretario general de la Organización de Estados


Americanos (OEA) tenía que ser aprobada por dos terceras partes de los países que integran el
Consejo Permanente. En esta votación no participaban las partes (Costa Rica y Nicaragua).

Las dos terceras partes son 18 y la votación afirmativa la hicieron 21 embajadores, entre ellos los de
Canadá, Brasil, Argentina, Panamá y Estados Unidos.
Venezuela fue uno de los dos que votaron en forma negativa, mientras Ecuador se abstuvo.

La resolución aprobada no tiene carácter vinculante, es decir, Nicaragua no está obligada a retirar
las tropas militares de isla Calero.

La sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA se levantó a las 10:30 de la noche
(11:30 p.m. en Washington). Quedó pendiente de resolver una propuesta nicaragüense para
convocar a los cancilleres de los países miembros, para que discutan la situación entre Costa Rica y
Nicaragua.

Costa Rica tenía esta misma propuesta pero la retiró tras la votación de los embajadores.

UNA REPRESA EN EL RÍO SAN JUAN


Dr. Freddy Pacheco
Catedrático UNA

Cual si se tratare de una quebrada intermitente, de esas que solo aparecen en épocas lluviosas, o un
río del interior sin importancia ambiental y geopolítica, de los que a veces se dispone sin tomar en
cuenta especiales consideraciones de carácter social o ecológica, las autoridades diplomáticas
costarricenses guardaron silencio y demostraron extraño inmovilismo ante la noticia de que
Nicaragua tenía en proyecto la construcción de una represa en el cauce del río San Juan.

Ahora, un año y medio después de esa información, el gobierno del presidente Daniel Ortega ha
anunciado que planea tener terminado en cuatro años el llamado Proyecto Hidroeléctrico Brito con
una inversión de $600 millones, que “contempla la construcción de una presa sobre el río San Juan
antes del Castillo llamada Presa San Isidro y otra sobre el río Brito llamada Miramar, usando como
embalse de regulación el lago de Nicaragua”.

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Represa de 400 METROS DE CRESTA y 10 metros de altura que al impedir el curso del agua
proveniente del lago de Nicaragua hacia el mar Caribe, derivaría unos 500 metros cúbicos por
segundo de caudal HACIA EL OCÉANO PACÍFICO a través del istmo de Rivas. Proyecto que,
según el alcalde de El Castillo, no encaja con el desarrollo turístico, y que por encima de las “cosas
bonitas” que dicen los empresarios, como la construcción de escaleras para que pasen los peces y el
traslado de los barcos de un lado a otro de la presa, al final ellos, los habitantes, van a ser las
víctimas.

Según el gobierno del presidente Ortega, la producción energética será de 250 MW, permitirá
además el desarrollo del riego en un área de 12.000 hectáreas y mejorará la navegación en parte del
río San Juan y el lago de Nicaragua, para lo cual ya se está trabajando con la empresa brasileña
Andrade Gutiérrez.

Ante la licencia otorgada por el Ministerio de Energía y Minas (MEM) al consorcio privado para la
realización de los estudios de factibilidad, algunos ciudadanos nicaragüenses cuestionan que los
cálculos del caudal se realizaron hace 35 años, antes de que se diera la alta tasa de deforestación de
77.000 hectáreas de bosque por año que sufre Nicaragua, que ha modificado sustancialmente el
régimen hídrico. Además de que, río abajo de la represa, “el hilo de agua” remanente solo podría
recuperar su caudal útil unos 30 kilómetros río abajo… “hasta recibir las aguas de los grandes ríos
costarricenses Sarapiquí y San Carlos”.
www.redlar.org/noticias/2010/9/27/Noticias/Cientifico-advierte-sobre-letalidad-del-megaproyecto-
hidroelectrico-Brito/

Aunque la mayor preocupación del gobierno nicaragüense parece dirigida hacia la constitución de
una sociedad de inversionistas, donde el Estado sólo tendría un 10% de participación, no se pueden
obviar los aspectos ambientales como aquellos impactos que eventualmente podrían darse sobre las
riberas del río San Juan. Por ejemplo, el impacto ambiental que tendría ese tapón de concreto sobre
el flujo del río San Juan en su camino hacia la desembocadura en el mar Caribe.

Y como la delimitación de buena parte de Costa Rica con Nicaragua, está señalada por puntos
ubicados a lo largo de la margen derecha del río, le recordamos a nuestras autoridades que es un
asunto que compete a ambos Estados, por lo que esperamos una gestión oportuna y firme de
nuestro gobierno… antes de que sea aún más tarde.

DECLARACIONES DE EDEN PASTORA E INFORMACIONES DE LAS


AGENCIAS INTERNACIONALES SOBRE CONFLICTO TICO - NICA.

El gobierno de Costa Rica descarta que su contraparte de Nicaragua haya ordenado los hechos que
generaron esta semana un incidente fronterizo entre ambos países, aseguró el viernes el ministro de
Seguridad costarricense, José María Tijerino.

Contrario a versiones divulgadas el jueves en esta capital, las autoridades costarricenses no han
comprobado presencia militar nicaragüense en territorio de Costa Rica contiguo a la frontera, indicó
Tijerino al Canal 6 de la televisión local.

"No hemos comprobado la presencia de un solo militar nicaragüense en territorio costarricense, ni


uno solo", enfatizo Tijerino, al referirse a versiones locales según las cuales efectivos militares de
ese país cruzaron la frontera hacia territorio de Costa Rica.

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En Managua, al mediodía, el vicecanciller Manuel Coronel Kautz, negó que el gobierno haya
recibido una protesta de Costa Rica por supuestas incursiones militares en su territorio, y aseguró
que las relaciones bilaterales se mantienen estables.

En entrevista telefónica con el canal 12 de la televisión local, Coronel Kautz desmintió


declaraciones de la canciller costarricense en funciones, Marta Núñez, quien dijo que su gobierno
envió una nota de protesta a la Cancillería de Managua.

"No hemos recibido ninguna carta de protesta", dijo Coronel Kautz. "No tenemos ningún problema
con Costa Rica", enfatizó.

Más tarde, la presidenta Laura Chinchilla aseguró que el envío de un contingente de policías a la
frontera norte tiene un carácter preventivo y de vigilancia y negó que esta labor pueda verse como
una provocación a las autoridades nicaragüenses.

"Queremos aclarar todo con seriedad y garantizarnos que los trabajos que hace Nicaragua con todo
derecho en su territorio no tengan impacto negativo en el lado nuestro", dijo la mandataria.

Chinchilla descartó tener prevista conversación alguna con su homólogo Daniel Ortega. "A veces
no conviene entorpecer los canales institucionales", contestó la presidenta ante preguntas de la
prensa.

Mas que una violación a la soberanía nacional, el hecho, derivado del dragado que autoridades de
Nicaragua iniciaron en el nicaragüense río San Juan, que fluye cerca del límite binacional,
constituye una afectación de tipo ambiental, declaró el ministro Tijerino.

"Estamos seguros de que el gobierno de Managua no ha ordenado estos actos, y, por lo tanto,
recomiendo a la población mantener la calma, la tranquilidad", planteó. El ministro no descartó la
posibilidad de que Pastora haya podido "excederse en su mandato y haber tomado iniciativas
inapropiadas con desconocimiento de Managua".

Al describir la situación que autoridades costarricenses de seguridad analizan, Tijerino expreso que,
en lugar de una violación a la soberanía nacional, "prefiero hablar de una afectación ecológica".

Ello, porque "el problema es que el concepto de soberanía nacional puede ser manipulado para
exaltar los ánimos, que es lo que menos queremos hacer", señaló.

El ministro indicó que desde la maquina usada para el dragado del río, se ha depositado sedimento
en el lado costarricense de la frontera.

Tijerino formuló sus declaraciones mientras dirigía, desde la madrugada, la operación de envío de
efectivos de seguridad hacia el noroccidental sector limítrofe con Nicaragua donde ocurrió el
incidente.

El diputado Carlos Monge, del opositor Partido Acción Ciudadana (PAC), dijo la víspera haber
recibido informes en el sentido que una familia, identificada solamente como Reyes, habría sido
víctima de una incursión de militares encabezados por Edén Pastora, quien dirige las operaciones de
dragado del río San Juan.

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Pastora niega acusaciones

"Todo (lo que dice Costa Rica) es supuesto. No hay nada confirmado. Que vayan a ver in situ y que
vean que estoy actuando conforme a derecho", dijo Edén Pastora por teléfono desde la zona
fronteriza a la AFP. Manifestó que "la margen derecha del río es territorio costarricense y eso
nosotros lo respetamos".

Afirmó que la protesta de San José fue causada por el "alboroto" creado por los medios de
comunicación costarricenses.

Pastora, responsable del dragado del río por encargo del presidente Daniel Ortega, negó haber
usurpado territorio costarricense y aseguró que el territorio al que el Ejército de Nicaragua entró
junto a este cauce es "tierra de nadie". El trabajo de dragado es acuerpado por militares
nicaragüenses.

Este problema fue creado por "la queja de un nicaragüense que cree que tiene una finca en Costa
Rica, pero está en Nicaragua", añadió.

Sin embargo, Pastora dijo que lo que el ejército hizo fue un operativo antidrogas en esa finca, donde
capturaron 72 barriles de combustible, lanchas rápidas, fusiles, celulares satelitales y hondureños
indocumentados.

"Es territorio nicaragüense, ellos han creído que es territorio costarricense porque nadie ha definido
la frontera... es tierra de nadie", dijo Pastora, pero insistió en que la zona es parte de Nicaragua,
según lo establece del Laudo Cleveland.

De inmediato, desde San José, el ministro Tijerino replicó: "Edén Pastora hace un reconocimiento
de que incursionó en esa parte del territorio nacional que, primero dijo que era tierra de nadie y
luego dijo que era territorio nicaragüense".

Tijerino indicó que "Edén Pastora es un particular que no es reconocido por nosotros como
interlocutor del gobierno o del pueblo de Nicaragua".

Aparte de los trabajos de dragado que estarían lanzando sedimento al lado costarricense a través de
una tubería que ingresa al interior del territorio, Tijerino apuntó que el mismo Pastora confirmó que
invadió una finca del lado costarricense.

"De hecho él está reconociendo que sí incursionó (porque) hay que desalojar a esa gente porque es
territorio nicaragüense y porque por ahí va a pasar el canal según sus propias declaraciones", dijo el
ministro

Pastora insiste que "no hay tal usurpación, no hay tal violación, lo que pasa es que ellos no se han
tomado la molestia de leer el Laudo Cleveland. No se han tomado la molestia de saber por dónde
corría el río San Juan en 1855... Dentro de los políticos costarricenses, está siempre la ambición a
ser los dueños del San Juan".

Costa Rica envía policías a frontera

El gobierno costarricense envió esta mañana un número no determinado de policías a la zona. El


grupo, que incluye zapadores, se desplazó vía aérea debido a las difíciles condiciones de acceso al

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lugar, conocido como Finca Aragón de Isla Calero, en el extremo este de la frontera y ubicado entre
el San Juan, el río costarricense Colorado y la Barra del Colorado.

Los efectivos, en número no determinado permanecerán en la zona el tiempo necesario, aseguró el


ministro Tijerino. En una operación iniciada alrededor de las 4:00 de la madrugada, aeronaves
policiales incluido el avión bimotor "Caribú", para transporte de personal y pertrechos, comenzaron
una hora después el traslado de efectivos.

El personal incluye a decenas de oficiales y agentes de la Pública incluidos zapadores, lo mismo que
efectivos de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS).

La movilización sigue a la presentación, el jueves, por parte del gobierno de Costa Rica a su
contraparte de Nicaragua, de una nota de protesta sobre el denunciado incidente.

En un comunicado conjunto leído la noche del jueves por Núñez, la Cancillería y el Ministerio de
Seguridad informaron sobre la nota de protesta y calificaron lo ocurrido como "irregularidades
fronterizas".

El Consejo de Seguridad del gobierno de Costa Rica decidió "remitir una nota de protesta al
gobierno de la República de Nicaragua, mediante la cual solicita el cese inmediato de las acciones
que resultan violatorias de la soberanía costarricense", según el texto.

Esto, luego de haberse evaluado "el alcance de denuncias e indicios de la última semana sobre
eventuales irregularidades fronterizas relacionadas con las actividades de dragado del Río San
Juan", informaron los dos ministerios.

El consejo decidió, además, "ordenar que funcionarios de la Fuerza Pública, el Ministerio de


Relaciones Exteriores y el Ministerio de Ambiente y Energía se hagan presentes en la zona a la
mayor brevedad posible", de acuerdo con lo informado en el documento.

La presidenta Laura Chinchilla aseguró esta mañana que el envío de un


contingente de policías a la frontera norte tiene un carácter preventivo y
de vigilancia. San José (Redacción). La Nación.
Negó que esta labor pueda verse como una provocación a las autoridades nicaragüenses, en el
conflicto por una supuesta intromisión de funcionarios de aquel país a territorio costarricense,
durante el dragado del río San Juan.

"Queremos aclarar todo con seriedad y garantizarnos que los trabajos que hace Nicaragua con todo
derecho en su territorio no tengan impacto negativo en el lado nuestro", dijo la mandataria al
finalizar la presentación de un nuevo servicio médico de un hospital privado en Escazú.

Chinchilla descartó tener prevista conversación alguna con su homólogo Daniel Ortega.

"A veces no conviene entorpecer los canales institucionales", contestó la presidenta ante preguntas
de la prensa.

La gobernante se negó a dar más detalles e insistió en que todas las comunicaciones se dirigirán
mediante la Cancillería.

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Cauce de conflictos
Vladimir de la Cruz

“No vamos a lidiar por un pedazo de tierra, no por adquirir efímeros poderes, no por alcanzar
misérrimas conquistas” Proclama de Juanito Mora

El río San Juan de sus más de 180 Km., tiene 122 Km. de longitud de límite compartido entre Costa
Rica y Nicaragua; es el más voluminoso de América Central y uno de los más largos (el
Usumacinta entre México y Guatemala tiene 800 km; el Motagua en Guatemala tiene 500 km; el
Chamelecón en Honduras tiene 250 Km.; el Patuca en Honduras tiene 300 km; el Segovia en
Nicaragua, el segundo más grande de Centroamérica, casi con 400 Km.). Su cuenca es de casi
40.000 kilómetros cuadrados, de los cuales el 51% pertenecen a Costa Rica.

Es un río muy regular. Tiene sus orígenes en el sur de Jinotega, en el río Viejo. Es alimentado por
gran cantidad de ríos que bajan de la cordillera central de Costa Rica. Es parte de una cuenca
hidráulica que comprende a Nicaragua y a Costa Rica, que abarca dos lagos y sus tributarios,
algunos costarricenses, más los grandes ríos que directamente confluyen a él. Influye ello para
constituir también las llanuras del norte o del atlántico, que en la región o cuenca del San Juan
alcanza entre 80 y 90 kilómetros de anchura.

Es navegable todo el tiempo, excepto en Castillo Viejo que hay que hacer trasbordo por los rápidos.

La anchura media del río es de 250 metros y con una profundidad promedio de 2.5 a 3 metros. Su
caudal es de 1000 metros cúbicos por segundo.

En su desembocadura hay un delta provocado por los aluviones que arrastra, que bloquearon San
Juan del Norte, terminando en una serie de meandros alrededor de islas que ayudan a detener los
sedimentos. Por ello el río Colorado desde finales del siglo XIX iba acaparando la salida de la
corriente del río San Juan, dominando casi su totalidad. Desembocaba en dos lagunas, la de
Aguadulce, al norte y la Simón al sur. Su desembocadura actual es en la boca del río Tauro, en
territorio costarricense.

Tiene más de 60 afluentes directos, entre ellos los ríos San Carlos y Sarapiquí, que son navegables y
son los que llevan la mayor cantidad de aguas de la región norte y mayor cantidad de aluviones. Los
afluentes riegan ricas llanuras. Aquí se proyectó el Ferrocarril del Norte, que intentaba conectar el
país con estas vías navegables o con el posible canal que aquí siempre se ha pensado. Incluso
trabajaron las comisiones del Ferrocarril Intercontinental entre 1893-1895, que ayudaron a
desarrollar parte de la cartografía regional.

El río San Juan está asociado históricamente a Gil González Dávila, quien vino a estas tierras en
1519 y por los percances que tuvo hacia 1522 tuvo que continuara sus expediciones conquistadoras
por mar y tierra. Su viaje terrestre por Guanacaste lo condujo a Nicaragua y al Lago, el Mar Dulce,
el Cocibolca como lo llamaban los indígenas nicaragüenses. En 1529 el Gobernador de Nicaragua
Pedrarias Dávila envió a recorrer el desaguadero del Lago a Martín de Estete. Antes que él Ruy
Díaz, Hernando de Soto habían penetrado el río, hasta donde comienzan los rápidos.

El 7 de abril de 1539 salieron de las isletas de Granad Alonso Calero y Diego Machuca de Suazo,
bajando el río el 1 de mayo. Calero logró llegar a la desembocadura, luego de una difícil travesía,

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siendo el primer conquistador en recorrer el río. Se cuenta incluso que Fray Bartolomé de las Casas
se opuso a la expedición que recorrería el Desaguadero.

En 1541 los gobernadores de Nicaragua (Rodrigo Contreras) y el Nueva Cartago (Diego Gutiérrez)
discutieron sobre el derecho de conquista y población de las regiones aledañas como el de derecho
de entrar en sus aguas. El 6 de mayo de 1541 se le otorgó a Diego Gutiérrez el derecho a entrar por
la boca del desaguadero, poblar y repartir, en la costa de ambas parte del Desaguadero, surgiendo
desde entonces los derechos de Costa Rica en el río, límite de la Gobernación de Costa Rica.

Cuando en 1561 se nombró a Juan de Cavallón Gobernador de Costa Rica se le dio la jurisdicción
de la tierra desde la mar del sur hasta la del norte, incluyendo la del Desaguadero.

En 1573, en la capitulación del Rey a Diego de Artieda para el descubrimiento, poblamiento y


pacificación de Costa Rica se afirmó este derecho.

El nombre del río tiene distintas hipótesis. Una, el nombre de la nave de Alonso Calero, que por
primera vez recorrió el río. Otra, la fundación de la Villa San Juan de la Cruz, por Rodrigo de
Contreras, que comprendía entre el mar y la desembocadura del Desaguadero.

Durante la Colonia, por motivo de las incursiones de piratas en el Caribe, en el río San Juan se
hicieron cerca de una docena de fortificaciones, iniciándose desde entonces el Fuerte San Carlos,
obra que se terminó en 1666. En 1675 se ordenó construir la fortaleza conocida hoy como El
Castillo. También se construyó luego el de la Trinidad en la desembocadura del Sarapiquí, donde se
detuvieron las pretensiones mosquitas e inglesas de dominio. En 1762 los ingleses penetraron el San
Juan y en 1780 lo volvieron a hacer con propósitos imperialistas.

El Puerto de San Juan del Norte se habilito como tal en 1796, como puerto colonial tanto para Costa
Rica como para Nicaragua. Durante la República Federal de Centroamérica el Gobierno federal lo
ocupó y al disolverse la federación pasó a dominio de Nicaragua.

Durante nuestra vida independiente hemos tenido gran cantidad de problemas territoriales,
limítrofes, fronterizos y marítimos con Nicaragua, no provocados por Costa Rica.

La Anexión, por plebiscito, del Partido de Nicoya provocó el primero de estos conflictos. Por más
que Nicaragua intentó ante los organismos de la República Federal centroamericana recuperar estas
tierras, la Federación resolvió a favor de Costa Rica. La Asamblea del 29 de enero de 1825 acordó
que hasta tanto la Federación no resolviera el asunto Nicoya se consideraría agregada al Estado de
Costa Rica.

La desaparición de la Federación, en 1838, agudizó problemas internos de Nicaragua y puso en el


tapete, en los años siguientes, la estratégica situación del río San Juan, como eventual ruta
interoceánica, en lo cual también se involucraron los intereses de Estados Unidos y de Inglaterra;
ésta última apoderada de la Mosquitia desde 1841.

En 1838 Costa Rica defendía en León de Nicaragua, el límite que consideraba natural: Río San
Juan, Lago de Nicaragua y río La Flor. En 1846 se firmó un tratado con Nicaragua para resolver con
árbitros de Honduras y Guatemala esta situación, que no fue ratificada por el Congreso
costarricense, manteniéndose como frontera lo establecido en 1838.

En enero de 1848 los ingleses ocuparon San Juan del Norte, desembarcaron tropas y se apoderaron
de la Trinidad, Castillo Viejo y el Fuerte San Carlos.

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Los Estados Unidos preocupados por el avance inglés, intensificaron su juego diplomático para
evitar el posesionamiento inglés, firmándose el Tratado Clayton Bulwer (19-abril- 1849), por el
cual ambos países se comprometían a no construir el canal, ni a ejercer dominio en otra parte de
Centroamérica, declarando a San Juan del Norte (Greytown) puerto libre, territorio neutral, bajo
dominio mosquito hasta 1894, que la Mosquitia fue reincorporada a Nicaragua. En 1848, don Felipe
Molina propuso como límite el río San Juan hasta el Castillo Viejo, de ahí una línea recta hasta el
río La Flor, prescindiéndose de una parte del río San Juan.

El río San Juan se volvió estratégico en función de la explotación del oro en California. No se había
construido aún una vía ferrocarrilera transcontinental en los Estados Unidos desde New York a
California, la que se terminó de construir hasta 1865. Así se desarrolló una alternativa, impulsada
por la llamada Compañía del Tránsito, que llegó a movilizar cerda de dos mil personas por mes,
procedentes de los puertos de New York y New Orleans, hasta el puerto de San Juan del Norte. De
aquí se internaban por el río y por el Lago, en pequeñas embarcaciones, hasta llegar a Granada y de
esta ciudad al Puerto del Realejo, para nuevamente tomar barcos y concluir en San Francisco de
California.

Esta ruta nuevamente alentó los intereses canaleros. El norteamericano Cornelius Vanderbilt fue
uno de ellos, interesado en explorar esta posible ruta y a él se debe la construcción del puerto de San
Juan del Sur. Para este propósito no solo creó su compañía sino que logró firmar con el Gobierno de
Nicaragua un derecho exclusivo de construcción del canal.

En 1849 Nicaragua firma un contrato con la Compañía del Tránsito, con el cual se mezclaron los
intereses de Estados Unidos y Gran Bretaña, por la posibilidad de un canal.

En 1850 Estados Unidos e Inglaterra firmaron el Tratado Clayton-Bulwer, sin que se lograra la
salida de Gran Bretaña de la mosquitia, comprometiéndose a no mantener un poder exclusivo sobre
el eventual canal interoceánico. Así, Lord Parlmerston, el 28 de mayo de 1850 propuso que la línea
divisoria entre el territorio mosquito y Costa Rica se fijara dejando San Juan del Norte “y un distrito
suficiente al norte de Greytown (San Juan del Norte) dentro de los límites de Costa Rica”, cuestión
aceptada por el Secretario de Estado norteamericano, Daniel Webster, quedando Nicaragua de esta
forma sin salida al mar, por lo que se opuso a dicha propuesta.

Con fecha de 25 de junio de 1851 Bulwer recibe una nota de Palmerston por la cual Inglaterra
consentía en que Greytown fuera cedido a Nicaragua y que la ribera meridional del río San Juan
perteneciera a Costa Rica, afirmando una vez más que el Guanacaste y Nicoya continuaban
perteneciendo a Costa Rica. Esta propuesta fue rechazada por Nicaragua hasta que se firmó el
Tratado Cañas Jerez, el 15 de abril de 1858.

En 1852 Costa Rica había pedido una indemnización a Estados Unidos de cien mil dólares por el
uso de tierras que hacía la Compañía de la ribera derecha del río San Juan, lo que consideraron sin
razón.

Por ello se firmó el convenio Webster-Crampton, no aceptado por Nicaragua, entre Estados Unidos
e Inglaterra, en 1852, que impuso como frontera entre Costa Rica y Nicaragua una línea que se
iniciaba en la desembocadura del río Colorado, la cual seguía la margen derecha del río San Juan y
del Lago de Nicaragua hasta el punto más cercano al río La Flor. Se continuaba, por el istmo de
Rivas, una línea recta hasta la desembocadura del río La Flor. En este tratado se devolvía San Juan
del Norte a Nicaragua y se le daba el derecho de construir de forma exclusiva un canal

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interoceánico. Igualmente, se estableció el derecho de Costa Rica de libre navegación por el río y el
lago. Este Tratado lo rechazó Nicaragua.

En 1854 el Gobierno nicaragüense comisionó a Dionisio Chamorro para “terminar la cuestión del
Guanacaste”, con el gobierno costarricense, solicitando por ese territorio y el río San Juan un millón
de pesos, aspecto que Costa Rica rechazó.

En el Primer contrato, incumplido por William Webster, firmado por Costa Rica, se le da el derecho
de navegación por el río San Juan y el lago hasta la desembocadura del río Sapoá. Se reafirmaba el
derecho que tenía Costa Rica sobre esa región, comprometiéndose el Gobierno a negociar con
Nicaragua el no firmar un convenio similar. En medio de conflictos internos de Nicaragua que
hacían peligrar los intereses de la Compañía del Tránsito llegó William Walker a Nicaragua el 16 de
junio de 1855, con afanes además de esclavizar Centroamérica, situación que amenaza a los
centroamericanos y a los costarricenses.

La guerra de 1856-1857 permitió por parte de Costa Rica el control de la ruta filibustera del
Tránsito. Todo el norte, incluyendo las diferentes cuencas del Río San Juan se vuelve escenario de
guerra contra las huestes filibusteras. No fueron casuales las acciones militares en los ríos y
regiones del Sapoá, el Sarapiquí, el San Carlos, Sardinal, la Trinidad, Castillo Viejo y el Fuerte San
Carlos, tanto en la primera como en la segunda campaña contra los filibusteros. Así, Costa Rica,
bajo las órdenes de Mora, asumió la defensa del San Juan. A finales de diciembre de 1856 el
Presidente Mora tenía controlado todo el río y el Lago de Nicaragua, provocándose una tensa
situación entre Costa Rica y Nicaragua, casi de guerra.

El 6 de julio de 1857 Nicaragua firma con Costa Rica el reconocimiento de “la provincia de Nicoya
y Guanacaste” como territorio costarricense. El 14 de julio de 1857 se firmó el Segundo Contrato
con Webster, que tampoco se realizó, con el dominio costarricense de la vía del tránsito. El 12 de
febrero de 1858 se firmó el tercer contrato con Webster, con participación de Nicaragua, que fue
repudiado por Vanderbilt.

En julio de 1857 se iniciaron conversaciones (Cañas-Jerez) para resolver problemas limítrofes con
Nicaragua. Poco tiempo después el General Cañas le dio a Nicaragua el Fuerte San Carlos para
calmarlos sin que se pudiera recuperar posteriormente, provocando un conato de guerra el 19 de
octubre de 1857, ya que Nicaragua reclamaba derechos post liminio de recuperación de las tierras al
momento antes de la guerra del 56. La consecuencia inmediata de los contratos con Webster
condujo a la fijación de los límites.

Con el Tratado Cañas-Jerez, de 15 abril de 1858, Nicaragua termina con sus pretensiones cobre el
Partido de Nicoya y Costa Rica afirma su no expansionismo. Con el Tratado se estableció el límite
entre ambos países en la zona de Guanacaste con una línea imaginaria que iría desde la
desembocadura del río Sapoá hasta el centro de Bahía Salinas; se cedió la ribera derecha del río
desde tres millas antes de llegar a Castillo Viejo y lo mismo ocurrió con el lago, cediendo límites
naturales por unos artificiales muy difíciles de demarcar.

Resultado de toda esta situación se firmó el Tratado Cañas Jerez, sin que Costa Rica se apropiara de
un solo milímetro del territorio nicaragüense a pesar de haber penetrado con sus tropas hasta la
ciudad de Rivas y haber controlado todo el río San Juan durante la Guerra contra los filibusteros
establecidos y gobernando en Nicaragua.

El Art. 7 del Tratado le dio a Costa Rica libre navegación por el río y se anularon los contratos
firmados por Nicaragua sobre el canal. Poco después por amenazas filibusteras se firmó el Tratado

77
Mora-Martínez con el cual se comprometían nuestros países en la común defensa frente a los
Estados Unidos.

El Tratado Estados Unidos lo percibió como una posibilidad de que Inglaterra asumiera el control
de la vía interoceánica y consideró que Costa Rica había logrado con la guerra del 56 “una treta de
adquisición territorial”; y, proponía que la libre navegación se asegurara a los costarricenses,
conservando la jurisdicción Nicaragua.

En 1863, ante intenciones de la Compañía del Tránsito de obstruir el río Colorado, Nicaragua
reconoció que el río pertenecía a Costa Rica, protestando incluso el Gobierno nicaragüense por el
uso de una bandera norteamericana en el río y señalando que solo las banderas de Nicaragua y
Costa Rica, por su condición de Estado ribereño, podrían ondear en el río.

En 1867 Nicaragua firma el Tratado Dickinson-Ayón, por el cual garantiza la neutralidad del canal
en caso de que se llegare a construir. En 1868 el Ministro nicaragüense, Tomás Ayón, firma en
París un contrato con Michel Chevalier para la apertura del canal interoceánico, obligándose
Nicaragua a lograr de Costa Rica que se le concedieran garantías a los franceses sobre el territorio
de acuerdo a este Contrato.

En los meses siguientes se firmaron tres tratados para mejorar la navegación en el río San Juan, los
Tratados Zelaya-Volio (17 julio 1968); el Rivas-Esquivel (21 diciembre 1868) y el Montealegre-
Jiménez (21 junio 1869, sobre canalización interoceánica).

En 1871 Nicaragua puso en duda el Tratado Cañas Jerez argumentando que por Nicaragua lo había
ratificado una Asamblea Constituyente y no el Congreso. Así volvió a reclamar sus pretensiones
sobre el Partido de Nicoya, rompiéndose las relaciones prácticamente hasta 1876.

Entre 1872 y 1876 la Marina de los Estados Unidos realizó diferentes estudios de rutas canaleras en
esta región, desde Tehuantepec hasta Panamá. En 1876 la United States Interoceanic Canal
Comission dictamina su “preferencia por su economía y practibilidad a la del Istmo de Nicaragua”,
utilizando el Río San Juan desde San Juan del Norte a Brito.

En 1880 Nicaragua otorga otra concesión a los Estados Unidos. El Presidente norteamericano
Hayes expresó al Congreso de su país: “La política de este país es un canal bajo control
norteamericano...no se puede consentir en abandonar este control a ninguna potencia o combinación
de potencias europeas”.

El 5 de febrero de 1883 se suscribe un nuevo tratado limítrofe (Álvarez-Zambrana), donde se


establece la libre navegación costarricense en el río San Juan y el Lago y la de Nicaragua en los ríos
Sarapiquí, San Carlos y Frío. Se estableció además que en caso de desviarse el curso del Colorado
hacia el San Juan, la frontera se trasladaría a la margen derecha del San Juan; y que de construirse el
canal “será en toda su extensión, de mar a amar, el verdadero límite entre Costa Rica y Nicaragua”,
tratado que no entró en vigencia.

En 1884 se firma en San José una Convención sobre el Canal y un Tratado de Límites, ambos de 19
de enero. El Art. I establece la divisoria en la margen derecha del río Colorado y del San Juan, hasta
tres millas del Castillo, todo sujeto a la construcción del canal o una eventual construcción de
ferrocarril desde Limón hasta Río Frío y San Juan o con el lago. Aquí se estableció el derecho de
Costa Rica a abrir en territorio nicaragüense los caminos que necesite para la realización de su
comercio por los ríos Colorado, San Juan, el lago y el Puerto de San Juan.

78
También se señaló “el derecho perpetuo de libre navegación para su comercio interior y exterior” en
esta misma zona. El tratado fue rechazado por Costa Rica.

En 1884, el 1º de diciembre, Nicaragua y Estados Unidos firman el Tratado Zavala-Frelinghuysen,


por el cual se comprometían a iniciar la construcción del canal, que rechazó Estados Unidos al
considerarlo opuesto al Clayton- Bulwer.

En 1886 Costa Rica y Nicaragua, bajo la mediación del gobierno de Guatemala, firman un Tratado
para someter a arbitraje del Presidente norteamericano, Cleveland, “la cuestión pendiente entre los
gobiernos y sobre la validez del Tratado de 1858”. También se debía aclarar el derecho
costarricense de navegación sobre el San Juan, “con naves de guerra o destinadas al servicio fiscal”.
El fallo se produjo el 22 marzo de 1888, reconociendo válido el Tratado y la imposibilidad de Costa
Rica de navegar con embarcaciones de guerra el río, pero sí de servicio fiscal; además, que el río
Colorado no era parte del límite; que Nicaragua debía consultar a Costa Rica sobre concesiones
canaleras.

El 23 de marzo de 1888 Nicaragua firma nuevamente una concesión canalera, contra la cual Costa
Rica protesta el 14 de mayo y el 2 de noviembre. En julio Nicaragua había firmado una nueva
contrata con Costa Rica, ratificada por Costa Rica el 9 de agosto, la que fue rechazada por el
gobierno nicaragüense, por lo que el 10 de enero de 1889 se firma la Convención de Arbitraje
Urtecho-Jiménez, solicitando un nuevo arbitraje estadounidense, que fracasó. Hasta 1893 los
Estados Unidos intentaron construir el canal.

Del Fallo Cleveland se desprendió el necesario amojonamiento y la demarcación fronteriza. Así se


firmó el Tratado Guerra-Castro (1890, 23 de diciembre), sin avanzar, por lo que tuvo que firmarse
una Convención, el 27 de marzo de 1896, Matus-Pacheco. En setiembre se inicia el proceso de
amojonamiento de columnas de piedra debidamente numeradas y distanciadas a un kilómetro una
de otra, bajo la supervisión del delegado norteamericano Edward Porter Alexander. Declaró “la
línea exacta de división entre la jurisdicción de los dos países, el borde de las aguas sobre la margen
derecha, cuando el río se halla en su estado ordinario”; “que toda porción de las aguas del río está
en jurisdicción de Nicaragua”, como las de tierra de la margen derecha en jurisdicción
costarricense.

Por el Laudo Alexander de 1898 se estableció que si el río se movía naturalmente la frontera lo
haría de igual manera en su nueva margen.

El 5 de febrero de 1900 Estados Unidos e Inglaterra firman una convención suplementaria del
Clayton-Bulwer, que sustituye la Convención original arrogándose el “derecho de uso del canal
para su defensa y para el mantenimiento del orden público”. En diciembre los Estados Unidos firma
protocolos idénticos en contenido con Nicaragua y Costa Rica, para entrar en las negociaciones
canaleras. En 1901 Inglaterra con el tratado Hay-Pauncefote renuncia a su sueño canalero en el San
Juan.

En 1901 Estados Unidos y Nicaragua firman otro Protocolo canalero (Sánchez-Merry) que da “en
arriendo perpetuo” el derecho exclusivo de construir un canal, a cambio de seis millones de pesos
oro, el que abarcaría “toda el área de tierra y agua situada a cada uno de los lados hasta la distancia
de tres millas del centro, hasta donde pueda prestar su asentimiento Nicaragua”. Costa Rica recibiría
millón y medio de dólares por las concesiones otorgadas, canal que estaría regido por la
Convención de Constantinopla, de 29 de octubre de 1898. Este tratado lo rechazó el Senado
norteamericano.

79
El 12 de junio de 1902 Roosevelt aprobó la ley que autorizó construir el canal de Panamá, poniendo
fin al interés canalero entre Nicaragua y Costa Rica, reservándose “el control perpetuo del territorio
necesario de Costa Rica y Nicaragua... para la construcción, mantenimiento, operación y protección
de un canal que conecte el mar Caribe con el océano Pacífico que es comúnmente conocido la Ruta
de Nicaragua”.

Bajo el protectorado norteamericano de Nicaragua se firma el Tratado Chamorro-Weizel, que Costa


Rica protesta ante Estados Unidos y Nicaragua puesto que violaba el Tratado de 1858 y el Fallo
Cleveland.

El Tratado Bryan-Chamorro generó iguales protestas. Junto con El Salvador, Costa Rica acudió a la
Corte Centroamericana de Justicia, pidiéndolo declarar violatorio de los tratados suscritos con
Nicaragua. El 1º de mayo de 1916 la Corte admitió la demanda. Nicaragua no contestó hasta 1º de
agosto señalando que era una opción para contratar la apertura de un canal y que en su oportunidad
se firmaría el Tratado.

El 30 de setiembre la Corte obliga a Nicaragua a oír a Costa Rica acerca de los inconvenientes de
dicho Tratado y no se pronuncia sobre el Tratado Bryan-Chamorro porque Estados Unidos no era
parte de la jurisdicción de la Corte.

La Corte estableció que “Costa Rica tiene en el San Juan, para objeto de comercio, los derechos
permanentes de libre navegación”. Al colocar a Costa Rica en una condición de derecho real de uso,
perpetuo e inalterable, le dio a Costa Rica el goce pleno del dominio útil de la parte correspondiente
del río San Juan. Igualmente, reconoció la Corte que los derechos de Costa Rica se “confunden con
las facultades soberanas del sumo imperium”; es decir derechos comunes e iguales en la navegación
del río San Juan.

También la Corte reconoció que la navegación comercial es una “amplia facultad de tránsito y de
comercio”, con lo cual modifica el Tratado de 1858 y el Laudo Cleveland. Ante la protesta de
Nicaragua, la Corte se dirigió a los gobiernos de Centroamérica el 14 de julio y el 20 de setiembre
de 1917 solicitando apoyo moral para que Nicaragua respete la decisión. Todos apoyaron a la Corte,
pero sin acciones concretas.

En 1921, en la reunión plenipotenciaria centroamericana, en San José, Nicaragua condicionó su


aprobación al Pacto de la Unión, a que se aceptara el Tratado Bryan-Chamorro y se retiran.

En 1923, Costa Rica y Estados Unidos firman el 1º de febrero, el Protocolo Oreamuno-Hugues,


sobre el canal, pero no se ratifica por ninguno de los países.

En 1939 Anastasio Somoza García propone, en lugar de la construcción del canal, “la canalización
del San Juan”. En 1939 Somoza en Estados Unidos habló con el Presidente Roosevelt para
¨constitucionalizar" el Tratado Bryan Chamorro. En 1940, Costa Rica y Nicaragua firman el tratado
Cordero Reyes-Zúñiga Montufar para “la canalización del río San Juan”, proyecto que abandona
Nicaragua, pero en el cual Nicaragua aceptaba la libre navegación de Costa Rica en el río hasta el
lago. En 1964 el Congreso nicaragüense solicita abrogar el tratado Bryan-Chamorro, lo cual se
logra en 1967.

En 1974, los vicecancilleres de Costa Rica y Nicaragua, Víctor Hugo Román e Iván René López
firmaron el documento para iniciar la explotación conjunta para la canalización conjunta del río San
Juan.

80
En el San Juan hay tiburones.
Por Arnoldo Mora.

Hace algunas semanas tuve una impactante experiencia. Fui invitado por la Cancillería de Brasil a
participar en la V Conferencia sobre POLITICA EXTERIOR Y EXTRANJERA DE BRASIL EN
EL MUNDO QUE VIENE, como se denominaba este importante evento, organizado por el Instituto
de Investigaciones de Itamaraty.

Por desgracia, a mi regreso (¿aviones?¿aeropuertos?) contraje una infección que me afectó


seriamente los pulmones. Dichosamente he podido recuperarme y paulatinamente he ido volviendo
a mis quehaceres cotidianos. Pensaba volcar sobre el papel algunas reflexiones en torno a lo vivido
en ese encuentro en Río y mis impresiones sobre el ambiente político brasileño, pero la sorpresiva y
desgraciada crisis, causada por las amenazantes provocaciones del tándem Ortega-Pastora, me
obligan, como a todos los costarricenses, a dirigir con angustia la mirada hacia el río San Juan
donde, contrariamente a lo que opinaba nuestro gran novelista Fabián Dobles, se mueven
amenazantes tiburones. Brasil quedará para más tarde.

Los conflictos con Nicaragua, cualquiera sea el gobierno de turno, tanto allá como aquí, no son
nuevos. Tengo la impresión de que en Managua nunca se ha aceptado la manera como se solucionó,
desde el punto de vista del derecho internacional, el litigio en torno a los límites entre ambos países.
La reacción de un lado y de otro ha sido frecuentemente discordante y no pocas veces, como es el
caso actual, provocador y brutal de parte de nuestros vecinos.

Políticamente Nicaragua siempre ha estado dividida. Por esta razón, sus gobiernos buscan una causa
más que los una como nación. Por eso se recurre al litigio fronterizo (no solo con Costa Rica, sino
con otros vecinos como Colombia) como pretexto patriotero.

Costa Rica se ha convertido en un problema interno de Nicaragua. La táctica de Costa Rica de


ignorar esa realidad no ha dado resultados. Hoy estamos en el ojo de la tormenta. La confrontación
entre fuerzas socio-políticas irreconciliables al interior de su propio país (Nicaragua), ha generado
un vacío de poder que las invasiones yanquis han tratado de llenar, con el agravante de que
Nicaragua no ha podido consolidarse como Estado nacional.

En contraste, Costa Rica forjó el Estado nacional en el siglo pasado, alfabetizó con los liberales al
pueblo, con la Generación del Olimpo creó el Estado de Derecho y con los reformadores de los 40
construyó el Estado social y democrático. Ahora la lucha por darle una dimensión ecológica y
lanzarse a la revolución científico-tecnológica que nos abra al siglo XXI. Por eso, frente a este
conflicto, Costa Rica debe ser fiel a sus mejores valores y firme en sus legítimas reivindicaciones
territoriales dentro del marco del derecho internacional. Debemos apoyar al gobierno constitucional
de la República. Pero más allá de eso, debemos pensar, como ha hecho Brasil, en convertir nuestra
política exterior en una política de Estado.

Todo lo anterior, lo he dicho como ciudadano costarricense. Pero como persona individual, no
puedo ocultar la profunda indignación que me causa la infamia que el actual gobierno nicaragüense
le ha inferido a nuestro pueblo. Mi familia y yo, nos entregamos a la solidaridad durante las décadas
de los setenta y ochenta con todos los pueblos, tanto del Cono Sur como de la región
centroamericana. Lo hicimos corriendo riesgos personales pero sin cálculo alguno. Hoy sentimos
que la mano que extendimos solo recibe como respuesta gestos de arrogancia henchidos de
violencia. Pero confío en que el pueblo costarricense dará una muestra más de civismo y entereza.
Como en 1856, debemos convertir este desafío en un peldaño que nos haga mejorar en nuestros
valores democráticos con el apoyo de la comunidad internacional.

81
La carambola (fallida) de Ortega
COLUMNA DE JOSE MELENDEZ

SAN JOSÉ, Costa Rica - ¿Cuál es el objetivo del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, de
pretender involucrar a terceros países, como Colombia y Estados Unidos, en el lío fronterizo entre
Costa Rica y Nicaragua? El 2 de noviembre, en medio del agravamiento del problema bilateral,
Ortega acusó a Colombia de fomentar los intereses “expansionistas” costarricenses de ampliar sus
dominios y de adueñarse del limítrofe río San Juan, cuya soberanía nicaragüense es reconocida por
San José y aseguró que Bogotá impulsó tratados de delimitación marítima con Costa Rica y
Honduras para irle restando territorio a Nicaragua.

¿Qué busca Ortega, que Venezuela reaccione y se ponga abierta y decididamente a su lado, con
todo su poder bélico? ¿Es consciente el presidente nicaragüense de que la situación es muy sensible
y que lo peor que puede ocurrir es que factores extrarregionales se inserten en un pleito que, sin la
menor duda, es estrictamente bilateral aunque de inquietud internacional?

Sin embargo, es notable destacar que mientras Ortega se instalaba ante micrófonos y cámaras de
televisión en Managua, acompañado de generales del Ejército y comisionados de la Policía de
Nicaragua, para desplegar su ataque contra Costa Rica y Colombia, en Caracas ocurría un hecho de
notable distensión política. Ese mismo día, los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de
Venezuela, Hugo Chávez, se sentaron a dialogar en la capital venezolana y, pese a todas sus
profundas diferencias, abrieron una nueva etapa en sus relaciones bilaterales, para conducirlas en
paz y reglas de cooperación.

A diferencia de épocas recientes, en las que Chávez recurrió a la estridencia, es notable que el
gobernante venezolano haya optado por el silencio (hasta ahora) en torno a la situación, pese a las
amenazas expansionistas de Bogotá y San José denunciadas por Ortega.

Con este escenario diplomático, poner a pelear a Colombia como uno de los principales aliados de
Costa Rica en América Latina y a Venezuela que es el más importante y clave socio
latinoamericano de Nicaragua por un grave disgusto en una frontera en Centroamérica, no tiene
cabida en las actuales condiciones geopolíticas. Es decir, ni Santos y ni Chávez, que ya acumulan
suficientes barullos internos, parecen dispuestos en estos momentos a lanzarse a una aventura bélica
y arrastrar a sus países a un diferendo en el que, cuestiones coyunturales aparte, nada tienen que
hacer.

El sábado 6 de noviembre, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, recibió en San José al
secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, quien despliega
una tarea diplomática para buscar un arreglo. Ese día, le pedí a la presidenta su criterio sobre la
acusación de Ortega de que el origen de la actual turbulencia San José-Managua es que Colombia
está alimentando los intereses expansionistas de Costa Rica en el San Juan.

“No es justo meter a otras naciones”, me dijo Chinchilla, porque es un caso “solo entre Nicaragua y
Costa Rica”. La gobernante reveló que en los últimos días conversó con presidentes
latinoamericanos, para explicarles la posición costarricense y porque Costa Rica está esperando que
el sistema interamericano funcione (o no le falle). “No es apropiado meter a otras naciones”,
recalcó.

No obstante, Ortega mantuvo su discurso y lo reiteró ese mismo día por la noche, al recibir en
Managua a Insulza. Ortega le dijo que le preocupa que Costa Rica “esté tratando de escalar las

82
diferencias entre las dos naciones, provocando que puedan interferir terceros países”, informó La
Voz del Sandinismo, medio cibernético del aparato de propaganda del Frente Sandinista de
Liberación Nacional, el partido de gobierno en Nicaragua.

En un despacho periodístico desde Managua, la Agencia Francesa de Prensa (AFP) comunicó en la


tarde del 7 de noviembre que el FSLN “ha informado a través de sus medios de comunicación a sus
bases, el temor de que Estados Unidos aproveche el conflicto para asentar una base militar en Costa
Rica, cerca de la frontera con Nicaragua”. Más allá del lanzamiento de una noticia, sin preocuparse
por confirmarla o, al menos, contrastarla con la otra parte, lo que es evidente es que Ortega y su
prensa afín siguen empeñados en atribuir un rango geopolítico a un asunto de demarcación de una
frontera.

En este panorama, es válido repasar hechos y antecedentes:

++ El 21 de octubre pasado, Costa Rica denunció que tropas de Nicaragua que dragan el San Juan,
invadieron Isla Calero, en el sector nororiental de territorio costarricense, agredieron a pobladores,
lanzaron los residuos de su trabajo a este país, talaron unos 2.500 metros cuadrados de terrenos y
árboles y causaron un daño ambiental. Costa Rica, que eliminó su ejército desde 1948, movilizó
fuerzas policiales a la zona. Poco después, Managua negó los hechos, respondió que fueron “tropas
de las fuerzas armadas” costarricenses las que ingresaron a Nicaragua y recalcó que sus soldados se
encontraban en suelo nicaragüense.

La operación dragado es financiada en parte por Chávez y su Alternativa Bolivariana para las
Américas (ALBA), que en los últimos años se consolidó como la principal expresión política y
económica del bloque anti–Washington integrado por Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador,
Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda.

El dragado es dirigido por Edén Pastora, el famoso “Comandante Cero” de la guerrilla sandinista
que así como sirvió a los intereses de Cuba y la Unión Soviética a finales de la década de 1970,
como figura del FSLN en su lucha contra la dictadura somocista, también se puso a las órdenes de
la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la administración Reagan para combatir después, en
el decenio de 1980 y desde sus bases en Costa Rica, a Ortega y sus demás ex-compañeros de armas,
con los que se reconcilió en los últimos años.

++ El primero de noviembre, Costa Rica denunció que ese día probó, mediante un reconocimiento
aéreo y con fotografías y filmaciones, que el Ejército de Nicaragua volvió a violar suelo
costarricense, al incursionar de nuevo a Isla Calero, instalar una base e izar una bandera
nicaragüense. San José demandó el inmediato regreso de las tropas a Nicaragua y reafirmó su apego
a la solución pacífica del pleito, pero alertó que los soldados nicaragüenses están en actitud hostil.

++ El 2 de noviembre, Ortega involucró a Colombia en la pugna y anunció que llevaría la pelea a la


Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), sin importar lo que puede definir la OEA. El
gobernante también aludió a la disputa marítima y territorial entre Bogotá y Managua que desde
2001 se dirime en la CIJ y en el que recientemente Costa Rica pidió intervenir como Estado “no
parte” y Honduras como “parte”. Por lo demás, el mandatario desconoció todas las acusaciones
costarricenses y replicó que sus soldados nunca violaron suelo de Costa Rica y que están en tierras
de Nicaragua.

++ El 3 de noviembre, Costa Rica denunció la crisis en sesión especial de la OEA y pidió el envío
de una comitiva del organismo interamericano a la frontera. Nicaragua desmintió que sus tropas
hubieran invadido Costa Rica, ratificó que sus soldados permanecen en suelo nicaragüense, se negó

83
a ordenar el retiro de los efectivos militares de Isla Calero y rechazó el envío de la misión. La OEA
decidió enviar a Insulza al frente de una delegación del organismo interamericano a conversar con
los dos gobiernos, para promover un acuerdo pacífico.

++ Insulza arribó la noche del 5 de noviembre a San José y al día siguiente viajó a Managua, tras
dialogar con el gobierno costarricense. El 7 en la mañana, acompañado de autoridades
nicaragüenses, sobrevoló el sector de Isla Calero y por la tarde viajó de Managua a San José. El 8 en
la mañana, en compañía de autoridades costarricenses, sobrevoló la Isla. El secretario general se ha
negado a emitir juicios previos, ya que este martes 9 deberá entregar un informe al Consejo
Permanente de la OEA, en Washington.

La realidad es que la vía diplomática avanza, a la espera de que Insulza rinda cuentas. Pero mientras
tanto, falló la estrategia de Ortega, que buscaba que su bola roja golpeara a la blanca y a la amarilla
en un solo lance del juego (o a Bogotá y a Caracas) para lograr carambola. La frontera Costa Rica
-Nicaragua sufre de un profundo retraso socioeconómico y ya es hora de que las disputas sean por
progreso y desarrollo y no por un despliegue de tropas, con su dosis de matonismo e irrespeto.

La flaca memoria de Edén Pastora


Las recientes declaraciones de Edén Pastora en la televisión nicaragüense cuando se refiere a
nuestra fuerza pública como las fuerzas armadas costarricenses, que invadieron Nicaragua, trae a mi
memoria la gesta histórica que el pueblo de Costa Rica vivió, -una vez más- apoyando al sufrido
hermano pueblo de Nicaragua durante la guerra Sandinista contra el Dictador Somoza. Usted sabe
muy bien, que jamás, jamás esa guerra se habría ganado como se ganó, sin el frente sur, apoyado
desde todo punto de vista, por el pueblo de Costa Rica.

Ya se le olvidó cuando vivía en el Barrio Los Ángeles en Cartago y sus vecinos lo apoyan hasta
con la comida que se llevaba a la boca. Allí si eran sus hermanos costarricenses, solidarizándose
con su causa. Olvidó también como usted y sus hombres entraban y salían por la frontera norte
nuestra- su frente Sur- como Pedro por su casa, para descansar, protegerse de la Guardia Nacional.

Se le olvidó y a su amigo Daniel Ortega también, las múltiples casas de seguridad que cientos de
costarricenses prestaron para la recuperación de sus hombres y de nicaragüenses heridos en la
guerra de liberación. ¿Se le olvidó, como nos convertimos en país receptor y despachador de
armas, que eran necesarias para la revolución Sandinista? ¿Se recuerda que los colegas del
Hospital México, le salvaron la vida por el atentado de la Penca?

Se le olvidaron, desde luego, los pertrechos que siempre recibió del pueblo de Costa Rica, que
organizo ferias, bailes, rifas, conciertos y toda clase de actividades para recoger dinero y otros, y
entregarlos para hacer una realidad el derrocamiento de Somoza. Fueron millones de colones.

Como estudiante de medicina en esa época, presencié cientos y cientos y cientos de pacientes
nicaragüenses atendidos, operados y recuperados en toda la red de la seguridad social, que los
atendió amorosamente, a nadie se le negó una cama, ni atención médica, pero sobre todo
GRATUITAMENTE para ustedes, nosotros como pueblo, gustosamente, pagando lo que eso
costaba.

¿Y los que venían con leishmaniasis de montaña a curarse aquí? Yo los vi. Yo los conocí. Yo los
recuerdo.

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Aquí se protegió y se educó a cientos de jóvenes adolescentes que vinieron huyendo, porque de lo
contrario se los habrían llevado forzados, al ejército Sandinista, de su otrora gran enemigo Daniel
Ortega, para luchar contra “La Contra” o sea usted.

¿Ya se le olvido los dineritos que recibía de la CIA? Traducción libre, del libro “Hostile Acts,US
Policy in Costa Rica in the 1980s”. Pág. 235 y adelante

“Pastora era el comandante militar y Robelo el líder político, ambos se les exigía que presentaran
detalle de los costos al jefe de la CIA con vouchers de comida, alquileres, salarios, materiales de
oficina, vehículos, aeroplanos, equipo militar, y tal. Los oficiales de la contra usaban bromear que
esta es la "única organización guerrillera en el mundo con un sistema de contabilidad corporativa."

Come hoy, en el mismo plato de Ortega, pero a mí no se olvidan sus palabras de desprecio y
recriminación, en mi presencia, en casa de un amigo mutuo, en los cerros de Aserrí, en los años 90s,
cuando usted hacía referencia a la piñata, a la repartición, a la traición de Daniel Ortega, Tomás
Borge y todo el resto, y que de la noche a la mañana resultaron muy adinerados. De la gesta
histórica de su pueblo donde murieron miles y miles, para seguir en lo mismo y solo cambiar de
amo.

Si mi memoria no me falla, trabajaba en esa época, como pescador en aguas costarricenses para
comer. Hizo esa noche una referencia de cómo “cuando a uno ya le salen canas en….., ya no se
cambia, ni se traicionan los ideales”.

¡A tiempos aquellos! Usted se olvida rápido, yo no.

También recuerdo a su amigo Daniel Ortega en New York, con sus anteojos Ray Ban de oro, y el
carisísimo hotel que se pagaba con el hambre de su pueblo.

¿Cuáles serán hoy sus intenciones, que pretende usted con esas declaraciones? ¿Con quién trata de
redimirse?

Usted lo que siempre ha querido es ser presidente de Nicaragua y cree que robándose un poco de
tierra en Costa Rica, su gente se volverá en adoración para usted.

Es un showman pasado de moda, que se vende hoy a quien le quito el protagonismo de guerrillero,
además humillado por Tomás Borgue, en el segundo año del gobierno Sandinista, en la Plaza de la
Revolución; ¿También se le olvido? Hasta Nora María Téllez que fue entonces tan o más valiente
que usted, lo ignora. A usted ya nadie le cree.

Esta tierra, que hoy cataloga “como invasora”, no solo le salvó la vida sino que le dio de comer por
años. Es que la relación con Nicaragua, la solidaridad con este pueblo es de hace más de dos siglos.
Recuerdo a Carlos Fonseca Amador y los muchos, muchos amigos en Costa Rica que siempre le
ayudaron. Sabemos distinguir que: una cosa es el pueblo, y otra sus gobernantes.

Flaca memoria tiene, y poco agradecido es. Aquí le decimos: "perro que come perro, no es buen
perro.

¡Sálgase ya de Isla Calero, nadie lo invitó a Costa Rica!

Lisbeth Quesada Tristán


Ex Defensora de los Habitantes de la República

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VII. PRENSA DE CENTROAMERICA INFORMA
SOBRE EL CONFLICTO TICO-NICA
Artículos del 20 al 23 de octubre, 2010.

1. NICARAGUA
- DIARIO LA PRENSA

Ministro tico desmiente a finquero sobre presencia de militares nicas


Gobierno tico afirma haber encontrado destrucción en humedal limítrofe
con Nicaragua
Por Josué Bravo, CORRESPONSAL / COSTA RICA

El contingente de policías equipados con ametralladoras que Costa Rica despachó a la frontera con
Nicaragua, no encontró a ningún militar nicaragüense en la margen sur del río San Juan, tal y como
lo había denunciado un finquero costarricense.“No encontramos presencia de efectivos del ejército
nicaragüense en el suelo nacional, ni lugareños que denunciaran irregularidades”, declaró anoche el
Ministro de Seguridad Pública, José María Tijerino. Desde la madrugada del viernes, el Ministerio
de Seguridad desplazó a la zona fronteriza unos 70 oficiales que portaban fusiles M-16 y
ametralladoras M-60, con el objetivo de “resguardar la soberanía” y verificar en sitio las denuncias
de supuesta invasión nicaragüense a territorio tica. La supuesta presencia de militares nicaragüenses
fue uno de los motivos que provocaron el inusual desplazamiento, así como probables daños
ambientales a suelo costarricense. Tras el primer día de inspección, en el que participó un fiscal del
Ministerio Público, funcionarios ambientales y de cancillería; Tijerino determinó que no se
encontraron oficiales del Ejército de Nicaragua y aclaró que la situación en esa zona “actualmente la
situación es de normalidad”. Tijerino sí asegura que hay daños ambientales un humedal de unos
2,500 metros cuadrados; pues se observó desechos que probablemente son parte del dragado del
San Juan, tala de árboles y señas de que tubería de la draga habría estado en suelo costarricense.
Ahora el conflicto que alarmó más a Costa Rica que a Nicaragua y reavivó algunos sentimientos
xenófobos; da un giro hacia lo legal porque la fiscalía costarricense planteará una denuncia penal en
tribunales locales por daños a su medio ambiente. Se desconoce contra quién será la denuncia,
mientras que en el plano diplomático la cancillería costarricense espera respuesta de una carta de
protesta enviada a Managua. También el finquero Marco Reyes, dueño de Finca Aragón, asegura
que presentará una denuncia penal por daños a la propiedad contra Edén Pastora, responsable del
dragado en el río nicaragüense.

- NUEVO DIARIO

Ticos militarizan frontera


SIXTO VALLADARES y JOSÉ ADÁN SILVA
22/10/2010

* Desplazamiento con armas de grueso calibre a la zona donde se realiza el dragado en río
San Juan
* Baterías de medios costarricenses contra figura de Edén Pastora, Nicaragua minimiza el
tema y continúa dragado
* Ejército de Nicaragua niega incursiones y dice que personal del Destacamento Militar Sur es
suficiente para garantizar la seguridad en la zona

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El gobierno de Costa Rica reaccionó con un inusual envío y desplazamiento de “policías” armados a
la frontera con Nicaragua, bajo el alegato de que las labores de dragado del Río San Juan violan la
soberanía costarricense, mientras la administración de Managua minimizó la agresiva demostración
de protesta del país vecino del sur.

El Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica envió ayer un contingente de 70 hombres


portando armas de grueso calibre a territorio fronterizo del norte, en un despliegue poco visto de la
Fuerza Pública en muchísimos años. Los oficiales portaban vestimenta militar con cadenas de tiros
al hombro, en un acto trasmitido en vivo por canales y medios de prensa locales desde el aeropuerto
Juan Santamaría, de donde partieron varios vuelos de la aeronave bimotor Caribú, MSP002.

Los “policías” con uniformes de camuflaje, cascos de guerra, fusiles M-16 y ametralladoras M-60,
fueron despachados desde San José a la zona fronteriza donde Nicaragua realiza el dragado del
lecho del San Juan desde el lunes.

Costa Rica disolvió su Ejército en 1948 y es la primera vez, desde los años 80, cuando Nicaragua se
debatía en una guerra civil, que hace tales demostraciones de fuerza.

El objetivo del despliegue, dijo el Ministro de Seguridad, José María Tijerino, es “resguardar la
soberanía y garantizar la paz y tranquilidad de los habitantes”, según declaraciones brindadas a
medios locales.

Este nuevo conflicto entre Costa Rica y Nicaragua se origina por la denuncia del finquero
costarricense Marco Reyes, quien asegura que a inicios de octubre Edén Pastora, a cargo del
dragado, y acompañado de efectivos del Ejército de Nicaragua, se habían tomado su finca para
dragarla.

La finca se ubica, según él, en territorio costarricense, cerca de la desembocadura del río San Juan,
en el Atlántico, en zonas protegidas que pertenecen al Estado costarricense, pero que Vargas
administra por ley.

El funcionario costarricense dijo que tras sobrevolar la zona, se logró tomar imágenes aéreas que
indican que una draga está botando sedimento en la rivera que le pertenece a Costa Rica.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica envió una enérgica protesta al canciller
Samuel Santos, en la cual demandan textualmente el cese de las acciones de dragado.

La nota de protesta

“El Gobierno de Costa Rica ha podido constatar que ligado a las labores de dragado que se están
realizando en una posición ubicada contiguo a la ribera costarricense en el río San Juan, el
sedimento está siendo expulsado y depositado en suelo costarricense a través de una tubería que
ingresa al interior de dicha finca”, dice la nota.

“El gobierno de Costa Rica cuenta con la prueba que respalda esta afirmación. Estos hechos
constituyen una violación inaceptable de la soberanía costarricense. Más aún, según las denuncias,
aparentemente el señor Edén Pastora Gómez en compañía de otras personas, ha incursionado en la
Finca Aragón e incluso ha realizado acciones en contra de los habitantes de la zona y sus
posesiones”, agrega.

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“En virtud de lo anterior, el Gobierno de Costa Rica presenta su más enérgica protesta ante el
Gobierno de Nicaragua por los hechos antes descritos, y demanda el cese inmediato de cualquier
acción o actividad que afecte territorio costarricense o sus habitantes, que lesione la soberanía
nacional o que cause daños ecológicos a su territorio”, señala el texto.

“Asimismo, el Gobierno de Costa Rica solicita al Gobierno de Nicaragua seguridades de que


hechos como los expuestos no se repetirán”, culmina el reclamo.

Por su parte, la presidenta Laura Chinchilla dijo a periodistas de su país que los policías iban a
labores preventivas de vigilancia y no consideraba su traslado como una provocación a Nicaragua.

“Queremos aclarar todo con seriedad y garantizarnos que los trabajos que hace Nicaragua, con todo
derecho en su territorio, no tengan impacto negativo en el lado nuestro”, agregó.

Contrario a la reacción de Costa Rica, las autoridades nicaragüenses se mostraron más prudentes,
negaron las acusaciones y minimizaron los hechos.
Ejército niega señalamientos
El Ejército de Nicaragua, a través del mayor general Oscar Balladares, jefe del Estado Mayor
General, desmintió las acusaciones costarricense y negó haber incursionado en suelo del país
vecino.

“El Ejército de Nicaragua nunca lo ha hecho, y nunca tampoco incursionará en territorio de país
vecino alguno, en primer lugar por mandato de ley, el Ejército de Nicaragua es una institución seria,
responsable y ha estado siempre apegada a lo que la ley le manda”, expresó.

Dijo que en la frontera sur del país, lo “único extraordinario” que existe “es la decisión del gobierno
del presidente de la República, de proceder a iniciar la limpieza del río San Juan”, proceso a cargo
del ex comandante guerrillero Edén Pastora.

“El Ejército de Nicaragua, por órdenes del jefe supremo, el Presidente de la República (Daniel
Ortega) está apoyando en cuanto a la seguridad del proceso de limpieza”, dijo.

Según el segundo jefe al mando del Ejército de Nicaragua, la presencia militar nicaragüense en la
zona existe desde la fundación del cuerpo castrense, hace 31 años.
“No movilizaremos tropas”

Respondió que no reaccionará de manera similar que las autoridades costarricenses, movilizando
más tropas a la zona fronteriza: “Ahí no hay nada en disputa, ni hay mal entendido, ni controversia
alguna que nosotros consideremos necesario para aumentar los dispositivos”, reafirmó.

Según él, el Destacamento Militar Sur seguirá operando normalmente, con los mismos componentes
militares que se componen de más de 300 efectivos, patrullas navales y medios terrestres.

Por su parte, el vicecanciller de Nicaragua, Manuel Coronel Kautz, alegó desconocimiento de que el
gobierno haya recibido una protesta de Costa Rica por supuestas incursiones militares en su
territorio. Aseguró que las relaciones bilaterales se mantienen estables.

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En entrevista telefónica con el Canal 12, Coronel desmintió declaraciones de la cancillera
costarricense en funciones, Marta Núñez, quien dijo que su gobierno envió ayer una nota de protesta
a la Cancillería de Managua.

“No hemos recibido ninguna carta de protesta”, dijo el alto funcionario. “No tenemos ningún
problema con Costa Rica”, enfatizó.

Pastora dice que dragan territorio nica

El funcionario a cargo de la obra de dragado, Edén Pastora, reiteró en Managua que las acciones se
hacen en territorio nicaragüense y que la finca que desde San José reclaman como costarricense,
está en territorio nicaragüense.

Alegó que él como responsable del proyecto de dragado del río San Juan y el Ejército de Nicaragua
en la zona, se han apegado al Laudo Cleveland, “aunque los ticos no lo aceptan”.

Hace dos años la Corte Internacional de Justicia de La Haya resolvió que el Río San Juan es de
Nicaragua y Costa Rica tiene derecho a transitarlo en una zona determinada.

Extrañamente, el gobierno de Nicaragua, que se caracteriza por un nacionalismo ferviente y que


estila defender a tribuna abierta su soberanía, ha minimizado el caso y no lo ha reportado en sus
portales de noticias, restando importancia al tema y retransmitiendo a cada momento el discurso
grabado del presidente Ortega ordenando el dragado.

Caso contrario, en Costa Rica la figura de Pastora, quien posee la nacionalidad costarricense, ha
estado en el ojo de la tormenta desde los medios digitales y electrónicos, donde se le recuerda su
pasado guerrillero, sus acciones armadas desde ese país contra la Nicaragua sandinista de los años
ochenta, así como su participación en el atentado de La Penca en 1984, cuando varios periodistas
murieron y resultaron heridos cuando estalló una bomba dirigida a matar al ahora funcionario de
Ortega.

El Ministro de Seguridad Pública del vecino país, José María Tijerino, desautorizó a Pastora como
un vocero o interlocutor válido del gobierno de Nicaragua para esclarecer las denuncias de una
invasión en una finca del lado tico y de estar depositando sedimentos del río en territorio de ese
país.

“Pastora, agresor y bucanero”

El ex vicecanciller y ex embajador tico en Managua, Rodrigo Carreras, también calificó a Edén


Pastora como “un nacionalista” que “con sus acciones se convirtió en un agresor y bucanero”.

En entrevista al Canal 11 local, dijo que la presencia de Pastora en el San Juan, por su antepasado
político, era inquietante, al considerar que el ex guerrillero actúa “agresivamente”.

La Nación de Costa Rica, el diario más influyente del país del sur de Centroamérica, dedicó en su
edición digital un reportaje sobre la trayectoria del ex guerrillero, que tituló así: “Dragado del San
Juan revive protagonismo perdido de Pastora”.

En el texto se emiten opiniones negativas del ex militar. “Acciones como la que está haciendo en el
río San Juan le dan cierta notoriedad a un individuo sin relevancia política, que nunca ha podido

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construir una base financiera propia. Le están dando la oportunidad de tener algún protagonismo”,
aseguró Constantino Urcuyo, analista y politólogo.

“Él es una persona que permite que un tema polémico entre ambas regiones se politice y más aún
sabiendo que el río San Juan exacerba los ánimos nacionalistas entre Costa Rica y Nicaragua. Si se
quisiera tener relaciones tranquilas entre ambos países, hay que elegir a alguien con otro tipo de
perfil”, dijo Nuria Marín, también politóloga.
(Con colaboración de Matilde Córdoba y Christian Marenco).
Riosanjuaneños sorprendidos por despliegue militar tico

* No obstante, acusan la prepotencia y soberbia de Edén Pastora, el comisario de Daniel Ortega


para el dragado del Río San Juan

TATIANA ROTHSCHUH
SAN CARLOS/RIO SAN JUAN

Ciudadanos riosanjuaneños expresaron su confianza en que Nicaragua no ha violado la soberanía de


Costa Rica con los trabajos del dragado necesario del río San Juan y dijeron sentirse sorprendidos
por la reacción del Gobierno costarricense, por el despliegue militar en la zona fronteriza, por
cuanto siempre han pregonado la política de resolver sus problemas por la vía diplomática.

Los riosanjuaneños están atentos a las noticias generadas al respecto que les llegan principalmente a
través de los medios de comunicación costarricenses, pues la misma política de comunicación del
Gobierno de Ortega les limita a los medios oficialistas.

“Me ha sorprendido la exagerada reacción de Costa Rica con el despliegue de patrullas militares,
armadas y apertrechadas como si se tratara de un conflicto bélico, si bien han dicho que no tienen
Ejército y resuelven sus diferencias por la vía diplomática, que hagan uso de los tratados y el
derecho internacional que nos asiste, pero veo desmedida movilización militarista”, afirmó Henry
Sandino, presidente de la Cámara de Turismo, (Canatur), del departamento de Río San Juan.

A juicio de Sandino, “Nicaragua tiene derecho al dragado de su río, a limpiarlo de toda las
sedimentación que durante muchos años nos ha lanzado Costa Rica, recuperar el caudal y las riberas
del río que hemos perdido a través del tiempo y de acuerdo a la historia y nivel de anchura”.

Para Sandino, no es de descartarse que Costa Rica pretenda generar un conflicto de la nada,
precisamente cuando ha pedido junto a Honduras intervenir en el litigio con Colombia.

“Alguna ganancia pretende sacar, como cuando nos demandó en La Haya por su derecho de
navegación. La limpieza es para que ellos mismos puedan navegarlo”, agregó.

Wilfredo Flores consideró que “no hay justificación para un despliegue de lo que en Costa Rica
llaman fuerza pública. Debe haber otras razones, allí tenemos el proyecto minero Crucitas, que el
gobierno tico mantiene como de interés público y conveniencia nacional. Eso sería la destrucción
del río San Juan y lo vemos también queriendo meterse en el conflicto que se ventila en La Haya,
con Colombia”. “Confirman prepotencia de Pastora”

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Flores dijo que si están molestos porque les están tirando la basura de la limpieza del San Juan,
¿Cuánta sedimentación, desperdicios y químicos nos han tirado del otro lado y todavía lo seguimos
soportando en el refugio de vida silvestre Los Guatusos?

Identificados con la imperante necesidad de dragar los 35 kilómetros del nicaragüense río San Juan,
algunos pobladores de San Juan de Nicaragua llamaron vía telefónica a esta corresponsal, para decir
que querían advertir al presidente Daniel Ortega que Edén Pastora con prepotencia y arrogancia,
estaba pasando por encima del respeto a la propiedad privada y que debían haber dirimido la línea
limítrofe para no verse envueltos en un conflicto con Costa Rica.

Andrés Vargas, uno de los pobladores, explicó que a la inauguración del dragado los llevaron
engañados, diciéndoles que podrían conversar con el Presidente, “pero sólo nos usaron para
aparecer por la vía satelital. Allí queríamos decirle a Daniel que estamos de acuerdo con el dragado,
pero no con Pastora, que está imponiendo su voluntad y la fuerza, y no nos dejaron hablar”.

Sanjuaneños denunciaron que Pastora llegó a ofrecer la compra de la propiedad al dueño de la finca
afectada, identificado como Marco Reyes, pero al negarse, le dijo que si no lo hacía perdería su
propiedad, porque iba a empezar el dragado rompiendo el caño “a cualquier costo”.

2. GUATEMALA.
LA PRENSA LIBRE, 23/10/10 - Internacionales

Costa Rica denuncia incursión de Nicaragua


San José.- Costa Rica, que carece de Ejército, desplegó ayer policías fuertemente armados en la
frontera con Nicaragua, un día después de denunciar una violación de su soberanía en el dragado del
río San Juan, iniciado por Managua.

San José presentó una protesta el jueves último al embajador de Nicaragua, Harold Rivas, y alegó
que su país estaba arrojando sedimento extraído por el dragado del río en la margen costarricense, lo
que afecta la “soberanía nacional”, en medio de versiones de prensa —no confirmadas
oficialmente— de una incursión militar nicaragüense en territorio de Costa Rica.

Setenta policías con uniformes de camuflaje, cascos de guerra, fusiles M-16 y ametralladoras M-60
fueron despachados desde San José a la zona fronteriza donde Nicaragua realiza el dragado del
lecho del río San Juan desde el lunes recién pasado.

“El asunto se está manejando con firmeza por parte del Gobierno”, dijo a los periodistas el ministro
de Seguridad, José María Tijerino, aunque descartó que pueda haber una escalada.

“Todo esto se va a canalizar por la vía diplomática que corresponde”, declaró la presidenta de Costa
Rica, Laura Chinchilla.

Por aparte, Nicaragua ha dicho que estos trabajos eliminarán el sedimento acumulado en el lecho,
que dificulta la navegación en el río más caudaloso de Centroamérica.

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3. EL SALVADOR
(DIARIO EL MUNDO)

Refuerzan frontera con Nicaragua


Sábado 23 de Octubre de 2010

Nicaragua realiza dragado en el río San Juan

Costa Rica envió ayer un contingente policial a una zona limítrofe con Nicaragua para garantizar el
respeto a la soberanía, en el marco de denuncias de violaciones al territorio costarricense en las
obras de dragado del nicaragüense Río San Juan.

"Estamos enviando fuerzas policiales al sitio de los hechos en cumplimiento de los deberes que nos
impone la Constitución que es resguardar la soberanía y garantizar la paz y tranquilidad de los
habitantes", declaró ayer el ministro costarricense de Seguridad, José María Tijerino.

El funcionario no reveló el número de efectivos, que viajaron vía aérea, pero aseguró que estarán en
la zona "el tiempo que sea necesario para cumplir la misión" de "hacer presencia y garantizar que no
se va a seguir afectando el territorio costarricense con las obras de dragado" del río limítrofe de
soberanía nicaragüense, pero sobre el que Costa Rica tiene ciertos derechos de navegación. Según
Costa Rica se ha comprobado la presencia de una draga anclada en el margen del río y de una
tubería que ingresa en territorio costarricense.

4. HONDURAS
(PERIODICO LA PRENSA)

Sube de tono pleito fronterizo en CA

Costa Rica envió elementos policiales a la frontera con Nicaragua


22.10.10 - EFE: redaccion@laprensa.hn

Costa Rica envió ayer un contingente policial a una zona limítrofe con Nicaragua para garantizar el
respeto de la soberanía debido a las denuncias de violaciones del territorio costarricense en las obras
de dragado del nicaragüense río San Juan.

“Estamos enviando fuerzas policiales al sitio de los hechos en cumplimiento de los deberes que nos
impone la Constitución, que son resguardar la soberanía y garantizar la paz y la tranquilidad de los
habitantes”, declaró ayer al Canal 7 de Televisión el ministro costarricense de Seguridad, José
María Tijerino.

El funcionario no reveló el número de efectivos, que viajaron por la vía aérea, pero aseguró que
estarán en la zona “el tiempo necesario para cumplir la misión” de “hacer presencia y garantizar que
no se va a seguir afectando al territorio costarricense con las obras de dragado” del río limítrofe de
soberanía nicaragüense, pero sobre el que Costa Rica tiene ciertos derechos de navegación.

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Tensión

Según Costa Rica, que envió el jueves una nota de protesta al Gobierno nicaragüense, se ha
comprobado la presencia de una draga anclada en el margen del río y de una tubería que ingresa en
territorio costarricense para depositar sedimentos.

“Ese es territorio costarricense. Aparece como tal en las cartas geográficas nuestras como en las del
Instituto Nacional de Estudios Territoriales de Nicaragua, de manera que no hay ninguna tierra de
nadie”, expresó Tijerino.

El ministro llamó a la calma, pues el Gobierno “está manejando con firmeza la situación”, pero “sin
ánimos de escalar a otras dimensiones”.

“Tenemos confianza en que prevalecerán la razón, la calma y la fraternidad entre los dos pueblos y
que esto será un episodio sin mayores consecuencias”, expresó.

DIARIO EXTRA. PRISMA

EL JUEGO DE DISTRACCIONES DE DANIEL ORTEGA


Por William Gómez V.

Esa frase muy utilizada de “ver el bosque y no el árbol”, o al tenor de las intenciones de quien la
dice parafraseada “ver el árbol y no el bosque”, no me ha convencido mucho porque existe la
diferencia entre “mirar” y “admirar”, entonces o “mira” el árbol o el bosque, o “admira” el todo.

Pues bien, en el caso del actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, hay que
“admirar” y con mucho cuidado todo lo que hace, porque no hay duda que es un estratega militar
que supo pasar a lo político, entonces cada movimiento, manifestación o decisión que tome siempre
trae algo más que un simple árbol o un bosque.

Para ninguno de nosotros es un secreto que Daniel Ortega ha manoseado a placer la Constitución
Política de Nicaragua con la venia de sus diputados, algunos de una oposición ficticia, de
magistrados y otros que se van plegando a su poder poco a poco, ante la realidad que es el único con
apoyo popular suficiente para manejar las riendas del país y la perpetuidad en el poder, que parece
haberla consolidado.

Tan evidente han sido sus manipulaciones al orden constitucional nicaragüense que incluso el
periódico estadounidense "The Washington Post " la semana pasada protestó y denunció la
pasividad de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la agresividad e irrespeto de
Daniel Ortega, no solo a su propio país al variar la Constitución y otras leyes sino también en el
ámbito internacional.

Como parte del fundamento de esas denuncias, el mencionado periódico puso como ejemplo la
manera en que la OEA “hipervigiló” el golpe de Estado en Honduras, hecho que contrasta sin
discusión alguna con la pasividad o “vista gorda” con que ha vigilado la situación interna de
Nicaragua.

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Pues bien, ahora con el polémico dragado del río San Juan con la finalidad de construir una represa,
un finquero nacional denuncia que su propiedad, en suelo costarricense, fue invadida por personal
nicaragüense que trabaja para el gobierno y que incluso le pegó a sus peones, dos de los cuales están
desaparecidos.

En el momento de escribir este comentario aún no se habían realizado las inspecciones en el o los
lugares supuestamente invadidos por personal nicaragüense, sin embargo hago la acotación que
puede ser uno de los movimientos del ajedrez político del presidente Ortega, que busca crear un
gran escándalo internacional y asumir el “frente de batalla” diplomático para llegar a una solución
con el aplauso de su pueblo, que se olvidará de sus manipulaciones internas y confiará en su figura
para reelegirlo en los comicios por venir.

Recordemos que ya no puede apelar al lema aquel de “El San Juan es nica” porque eso ya quedó
claro en la Corte de La Haya, entonces hacer un incidente tomando como base el mismo objeto
tradicional o histórico llama la atención de su pueblo y consolida su posición y ambición.

Ante esto creo que lo ideal para Costa Rica es no caer en ese juego y en cambio pedir una comisión
de la OEA para que supervise la situación y emita su veredicto, desde luego, no solo conformada
por gobiernos prosandinistas.

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VlIl. ARTÍCULOS DE OPINION ESCRITOS EN LA
PRENSA NICARAGÜENSE,

Nicaragua al borde de un desmadre


Por: Raúl Benoit
Managua, 03 de noviembre, 2010

Aprovechando el rabo de paja que tiene la Iglesia católica en el mundo, los sandinistas gobernantes,
vistos como traidores por muchos, desempolvaron supuestos escándalos sexuales de curas locales,
para descalificar las críticas de los obispos ante lo que padece Nicaragua.

La Iglesia está generando opinión con el fin de abrirle los ojos al pueblo engañado por Daniel
Ortega y sus cómplices, quienes construyen un camino con el fin de perpetuarse en el poder, en lo
que en realidad es un golpe de Estado manipulando leyes y usando partes frágiles de la democracia.

El plan ha sido tejido con paciencia por el sandinismo, pero sin lugar a dudas en forma descarada,
violando la Constitución y atropellando al que se atraviese.

Comenzó en los comicios municipales de 2008 donde, según la oposición, hubo un “fraude masivo”
en más de 40 de los 153 municipios.

Siguió en enero de 2010, a través del “decretazo”, con el cual el gobierno destituyó alcaldes y
funcionarios municipales y se prorrogaron los mandatos de funcionarios, entre magistrados del
Consejo Electoral y de la Corte Suprema de Justicia. Así el Gobierno controla las instituciones
clave para organizar y fiscalizar los comicios nacionales en noviembre de 2011.

La decisión debió tomarse en la Asamblea Nacional con una mayoría cualificada del 60 por ciento
de votos, pero cuando los opositores se reunieron para vetarla, simpatizantes pagados por el
sandinismo gobernante bloquearon el acceso a este local y después atacaron el hotel donde
intentaron sesionar los derrocados.

Siguiendo el plan, en septiembre pasado, la Corte Suprema “embolsillada” por Ortega, dio vía libre
con un polémico fallo, para que el Presidente buscara su reelección el próximo año; y la semana
pasada, para rematar, Roberto Rivas, presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), convocó a
las elecciones.

Estrategias parecidas de controlar las instituciones con el propósito de no bajarse del sillón
presidencial han sido empleadas por otros, incluyendo Hugo Chávez, el inventor de la revolución
bolivariana, quien ejerce un dominio hipnotizador entre sus seguidores, prometiéndoles petrodólares
de su pueblo.

Ante las abominaciones jurídicas y constitucionales, los obispos, a través de la Conferencia


Episcopal de Nicaragua, pusieron el grito en el cielo y advirtieron que Rivas debe irse y no ser
reelecto como magistrado, porque no tiene credibilidad. En otras palabras no es digno de la
confianza del pueblo.
En respuesta, Rivas recordó un viejo caso de pederastia de un cura, que si bien no debe ser
olvidado, escogió el momento equivocado para debatirlo.

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En esta batalla para salvar a Nicaragua, los obispos se enfrentan con gente ambiciosa que poco le
importa el bienestar público.

Daniel Ortega, un gobernante impopular, está llevando al país hacia una confrontación que podría
provocar el derramamiento de sangre inocente.

Mientras esto ocurre, el silencio cunde entre los vecinos y el resto del mundo, como si lo que
estuviera pasando en el país centroamericano fueran hechos ajenos que no perjudican el destino y la
estabilidad de la región, pero Nicaragua está al borde de un desmadre.

El autor es periodista colombiano.


www.raulbenoit.com

El NUEVO DIARIO

Páginas de opinión semana del 15 al 19 de noviembre

¡Nicaragua, un río revuelto...!


No obstante, si algo me indigna es ver cómo Costa Rica aprovecha las obras de dragado en el Río
San Juan para echarle más leña al fuego, pues con esta acción pretende evidenciar ante la Corte
Interamericana de Justicia que somos un país conflictivo y esa mala imagen obviamente pesará a la
hora de que se tome una decisión en el litigio que sostenemos con Colombia

Letzira Sevilla Bolaños


Puse stop a mis dedos para no teclear más artículos de opinión, pero al ver las negruzcas nubes que
tapizan nuestro cielo salí de mi letargo, indignada por muchas cosas que nos están envolviendo en
un halo de dolor y hasta con visos de conflictos internacionales.

La madre naturaleza nos embate, las casas de muchos connacionales flotaron y se perdieron en el
horizonte, la leptospirosis nos aterra, el narcotráfico penetra en las entrañas de nuestro país, el gallo
pinto escasea porque los frijoles valen oro y por si fuera poco, la política sigue su curso nefasto.

Recientemente, el Ministerio Público celebró sus diez años de existencia gritando a los cuatro
vientos que acompañan a las víctimas. No obstante, unos días después del aniversario, un fiscal se
convirtió en victimario de la víctima a la que supuestamente defendía. Hace algunos meses esgrimió
argumentos que no dejaron lugar a dudas sobre la culpabilidad de Farinton Reyes en el caso de
violación en perjuicio de Fátima Hernández.

Ante el veredicto de culpabilidad, el condenado interpuso un recurso de apelación y se suponía que


el abogado defensor demostraría que Reyes es inocente. Lo curioso del caso es que “don fiscal” se
robó el protagonismo y contra-argumentó sus propios argumentos, al extremo de decir que no había
elementos de prueba que fueran contundentes para estimar que Farinton es responsable.

¿Qué pasa en este país? Yo no soy juez para determinar si Reyes es culpable o inocente, lo que no
me parece sensato es que la Fiscalía admita que después de hacer “un estudio muy a conciencia y
con seriedad”, palabras textuales del fiscal, llegó a la conclusión de que “la prueba arroja que el
joven no es responsable”.

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¿Acaso lo anterior se traduce en que los fiscales asisten a los juicios después de hacer estudios
superficiales del expediente? ¿Acusan sin fundamento? ¿Condenan a inocentes por sus estudios
someros? ¿Hay que apelar en todos los procesos para que puedan hacer “estudios a conciencia” y
con seriedad? Por favor, no pueden darnos atole con el dedo.

Como dije anteriormente no soy nadie para decir si es o no culpable el imputado, no obstante, como
mujer no puedo negar que me llama sobremanera la atención el hecho que esta joven esté
exponiendo su vida en una huelga de hambre cuyo desenlace espero no sea fatal, porque eso no lo
puede estar haciendo porque sí, por capricho, como muchos creen.

Otro apéndice que me sacó de mi receso es el acoso que están cometiendo contra nuestro país el trío
inescrupuloso integrado por Colombia, Honduras y Costa Rica, naciones que se han empecinado en
usurpar nuestro territorio a lo largo de la historia.

No obstante, si algo me indigna es ver cómo Costa Rica aprovecha las obras de dragado en el Río
San Juan para echarle más leña al fuego, pues con esta acción pretende evidenciar ante la Corte
Interamericana de Justicia que somos un país conflictivo y esa mala imagen obviamente pesará a la
hora de que se tome una decisión en el litigio que sostenemos con Colombia.

No puedo, no debo ni quiero negar el hecho que Costa Rica me resulta una nación cizañera que lo
único que ha hecho siempre es inmiscuirse en los asuntos internos del país y actuar como lobo con
piel de cordero. Se vende como una nación pacifista y a costa de nuestra guerra hasta un premio
Nobel cuenta en sus exhibidores de cristal.

Ahora resulta que la nación sin ejército desplegó a sus agentes policiales en la frontera y se atrevió a
criticar el hecho de que Edén Pastora estuviera al frente del dragado. Si es o no la persona idónea no
es asunto de ellos sino de nosotros. Y no defiendo a Pastora ni la decisión del gobierno de
designarlo para esta misión porque no dudo que existen profesionales entendidos en la materia que
dirigirían mejor el proceso de dragado, pero en realidad a ellos no les debe importar quién hace qué
en nuestro país. Simple y sencillamente están haciendo un “chacuatol” para hacer grande el barullo.

La verdad es que el pobre Río San Juan se ha convertido en las aguas de la discordia, no obstante, la
triste realidad es que todos los agentes inmiscuidos en la revuelta tratan de sacar provecho de la
situación.

En el caso particular de Costa Rica, en la palestra pública estaba el criticado proyecto de minería a
cielo abierto Crucitas, el que desató controversias por el negativo impacto ambiental que causaría en
las aguas del Río San Juan. Y es tan grave el asunto que ambientalistas costarricenses protestaron
contra el mentado Crucitas y llegaron al extremo de hacer huelga de hambre para abogar por el
recurso hídrico.

Entonces, al venir a hacer la pantomima de protestar contra el dragado del afluente y acusar a
Nicaragua de un sinnúmero de abusos echaron una cortina de humo que les ha funcionado, porque
el tema de Crucitas ha sido relegado no a un segundo sino a un último plano, lo que conviene
sobremanera a nuestros vecinos.

Por otro lado, el gobierno de Nicaragua tiene su cuota de beneficio, pues con este conflicto que
viene a despertar el nacionalismo de muchos a los que nos molesta ver que quieran despojarnos de
territorio que legítimamente nos pertenece, el polémico proyecto hidroeléctrico Brito ha sido
cubierto con el velo del olvido.

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En su momento se aplaudió la decisión del presidente Daniel Ortega de frenar el proyecto y pedir
que se hagan estudios de factibilidad y de impacto ambiental porque muchos estudiosos han
coincidido en un probable grave daño ambiental al Río San Juan, Lago Cocibolca y San Juan del
Sur.

No niego que me pareció sensato de su parte, sin embargo, días después vino un representante de la
empresa encargada de ejecutarlo diciendo que no hay tal suspensión. Lo más seguro en esta
situación es que efectivamente se estén realizando estudios, no obstante, independientemente de la
verdad, los resultados dirán que Brito sólo traerá beneficios y al final se ejecutará, porque alrededor
de él hay muchos intereses creados y beneficios para personajes connotados de la farándula
nacional.

Así que este Río San Juan revuelto está trayendo ganancias a los pescadores de Crucitas y Brito.

Ojalá que la OEA y la Corte Interamericana de Justicia no sucumban ante los chantajes baratos de
Costa Rica y sus socios en este juego, y que los nicaragüenses no nos olvidemos de que Brito
amenaza más el Río San Juan que las pretensiones costarricenses. También espero que la naturaleza
deje de acrecentar nuestros problemas y que no haya más fiscales “concienzudos y serios” que
revictimicen a las víctimas. Creo que pido mucho en nuestro país de corruptos.

¿Por qué Nicaragua tiene el derecho legítimo de dragar el Río San Juan?
Christian Estrada Román*

Una vez más, una vieja controversia ha sido de conocimiento común de todos los nicaragüenses, e
incluso, ha emigrado hacia los distintos puntos cardinales: Costa Rica protesta el dragado por parte
del Estado de Nicaragua sobre el margen que le corresponde.

Hace un poco más de un año, tuve el honor de visitar la ahora llamada embarcación “Soberanía”, la
cual desde hace un par de meses se está ocupando de dragar la margen derecha del Río San Juan, y
por cierto, fue fabricada en El Viejo, Chinandega, casi enteramente con materiales nacionales por
un ruso-nicaragüense experto en la construcción de tales máquinas. La majestuosidad de la
embarcación fue objeto de halagos y vítores de los presentes, y en ese momento pensé que sería un
proyecto ambicioso, pero igualmente beneficioso para hacer el río más navegable y por lo tanto, una
verdadera vía de comercio. Sin embargo, no fue igualmente vista por nuestros vecinos del sur,
quienes se oponen a la idea del dragado y la instalación del ejército en islas estratégicas para la
lucha al narcotráfico. Sobre tales argumentos, es preciso observar lo siguiente:

Nicaragua suscribió el 15 de abril de 1958 (el cual por cierto, detuvo una eventual guerra entre
Nicaragua y Costa Rica, teniendo como Estado pacificador la República de El Salvador) el célebre
Tratado Cañas-Jerez, el cual es explícito al mencionar en su artículo 4 que “También estará Costa
Rica obligada por la parte que le corresponde en las márgenes del Río de San Juan, en los mismos
términos que por Tratado lo está Nicaragua”, sin embargo, parece ser el Laudo Cleveland (1888)
que se ocupe más ampliamente de este tema, al afirmar en su artículo 6 que “La República de Costa
Rica no puede impedir a la República de Nicaragua la ejecución, a sus propias expensas y dentro de
su propio territorio, de tales obras de mejora”, inclusive, en ese mismo texto, menciona que el Río
San Juan, en virtud de ser una vía de comercio común a ambas naciones, y más aún, la posibilidad
latente de un canal, debe ser objeto de labores de mejora y guarda, las cuales precisamente están
orientadas a incrementar su navegabilidad; en adición, inclusive el árbitro Cleveland al referirse a
los DPI (puntos de dudosa interpretación) menciona en la sexta DPI que “si Nicaragua tuviera que

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depender de la aprobación de Costa Rica en la elaboración de mejoras, sería equipararse que
Nicaragua es una dependencia de dicho Estado, y que el solo hecho de negarse impediría el
bienestar de Nicaragua, o incluso, acabaría con él, por lo que debe regirse en lo establecido en el
Tratado Cañas-Jerez al mencionar que Nicaragua tiene el dominio y ejerce el sumo imperio sobre
las aguas del Río San Juan”. Por lo tanto, las pretensiones de Costa Rica sobre este punto son
erróneas y tienen su base en una indebida lectura de los laudos y el Tratado. Sin embargo, es casi
imposible actualmente definir cuál es el margen de poder ser dragado, debido a los inmensos
cambios que ha sufrido el caudal del río a merced de los avatares de la historia y los caprichos
humanos, lo cual es incluso reconocido en el Laudo Alexander al mencionar a un prestigioso jurista
que cita: Las fronteras marcadas por las corrientes de agua están sujetas a variar, cuando el lecho de
ella recibe cambios”, y que en el mismo laudo indica que su verdadera intención es fijar una línea
divisoria para ese momento histórico y no para el futuro, precisamente por la amalgama de factores
que pueden incidir sobre ella.

Segundo, las islas que se formen o estén formadas sobre el Río San Juan son de dominio
nicaragüense en virtud del Laudo Alexander 1, la cual menciona que “Nicaragua había de tener su
estimado “sumo imperio” en todas las aguas de esa misma vía de comercio igualmente no
interrumpido hasta el mar. Es de notarse que esta división implicó desde luego el Señorío de
Nicaragua sobre todas las islas del río…”. Por lo tanto, el ejército puede ocupar dichas islas en
virtud del ejercicio de la soberanía nicaragüense.

Por último, no quisiera finalizar mi humilde comentario en este prestigioso segmento de opiniones,
sin transcribir uno de los manifiestos más patrióticos, a mi parecer, de Nicaragua, la cual se conoce
como Manifiesto del General Tomás Martínez del 10 de Abril de 1858 y que refleja mi última
opinión de las pretensiones costarricenses: Nuestra gran familia dividida en cinco nacionalidades es
la oportunidad que se presenta a la codicia de aquellos que envidian la feracidad de nuestros
terrenos y la posición topográfica de nuestro precioso istmo; es la causa de la tenacidad de los
merodeadores que tomarán mil formas para alcanzar su propósito de robo…”

*Estudiante de Derecho (UCA)

Patriotismo y guerra mediática


Guillermo Rothschuh Villanueva

La cobertura mediática sobre las pretensiones costarricenses en el Río San Juan ha despertado un
enorme interés de parte de los medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, que
expresan distintas maneras de entender y explicar un litigio que pone a prueba la ecuanimidad,
objetividad y la credibilidad, sobre un tema que si no son cuidadosos en su abordaje podrían incurrir
en posiciones chovinistas y hasta xenofóbicas. Estos son los extremos a los que han llegado la
mayoría de los medios costarricenses, dando muestras de un nacionalismo exacerbado, cuyas cotas
más altas se expresan en las redes sociales. Sus canales de televisión y los medios impresos, en vez
de modular voces, han emprendido una cacería en contra de los nicaragüenses, que ante las
adversidades económicas que enfrentan en el país, se marchan a trabajar en Costa Rica.

Desde hace treinta años ningún tema había generado el consenso que existe en la sociedad
nicaragüense, como el reciente conflicto entre Costa Rica y Nicaragua por la ubicación de los
mojones en el Río San Juan. Los medios radiales, impresos y televisivos, han concentrado sus
agendas en informar y dar cabida a las diferentes opiniones vertidas por los nicaragüenses. Aun
cuando existe unanimidad en torno a la legitimidad de Nicaragua de defenderse frente el reclamo

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del gobierno de la presidenta Laura Chinchilla, una buena parte de los nicaragüenses, piensa que
esta situación no constituye un obstáculo para demandar al gobierno el respeto por la
institucionalidad. Expertos en seguridad y defensa, sostienen que la soberanía nacional no está en
riesgo. Una tesis similar es compartida por algunos miembros de la Conferencia Episcopal.

El reclamo del Vicepresidente de Nicaragua, Jaime Morales Carazo, a Patricia Janiot, conductora de
Panorama Mundial que trasmite CNN, debido a la forma abrupta en que dio por concluida la
entrevista que le estaba brindando, es legítimo. Después de tenerlo esperando durante casi media
hora para conocer su versión, se esperaba una mínima deferencia de su parte. Incluso las imágenes
de recurso que utilizó CNN mientras trasmitía la entrevista de Morales Carazo no fueron las más
adecuadas. Insistía una y otra vez en mostrar el lugar donde supuestamente estuvieron acampadas
las tropas nicaragüenses en territorio tico. El despliegue de tropas costarricenses vestidos en trajes
de fatiga en la zona fronteriza, portando armas de guerra, difundida a través de los Canales 6 y 7 de
Costa Rica, fue uno de los aspectos sobre los que insistió Morales Carazo, para demostrar que eran
tropas de guerra.

En Nicaragua la forma que EL NUEVO DIARIO ha dado cobertura a todos los aspectos
relacionados con el Río San Juan, incluyendo versiones de la prensa costarricense, fue decodificada
de manera inmediata por algunos periodistas, como muestra de parcialidad y sometimiento del
periódico a los intereses costarricenses. Se trata a todas luces de una lectura equivocada. Estoy
convencido de que las publicaciones realizadas no han sido con el ánimo de favorecer a Costa Rica.
Sin lugar a dudas, en momentos como los actuales, cuando los mismos medios de comunicación
han creado un estado de opinión efervescente, tienen que ser muy cuidadosos con lo que dicen o
publican. Dar cabida a distintas versiones no supone estar a favor o en contra de una posición,
simplemente es una manera de practicar periodismo. La contrastación de fuentes es una regla
elemental de la buena práctica periodística. Otra cosa sería que EL NUEVO DIARIO asumiera
abiertamente las posiciones de Costa Rica.

Un nicaragüense puede estar a favor de las posiciones del gobierno del Presidente Daniel Ortega,
como también es libre de expresar su desacuerdo en todo aquello que le parezca exagerado o no
convenga a la institucionalidad del país. La línea divisoria entre periodismo, agitación, propaganda
y contra-propaganda, casi queda desdibujada cuando un país asume la defensa de su integridad
territorial. Igualmente tenue resultan las fronteras que separan al patriotismo del patrioterismo. Los
medios deben ser cuidadosos. Su mayor celo debe estar orientado a informar con exactitud y
veracidad a los nicaragüenses. En un caso como el que enfrentamos con Costa Rica, no basta tener
la razón, debemos saber plantearla y defenderla.

Los asedios ticos datan desde 1821. En cada embestida tratan de subir un nuevo escalón, para
arremeter de nuevo, cuando las condiciones resultan propicias para sus intereses. Un aporte
sustancial al debate harían los medios si concentraran su interés en rodearse de un equipo de
expertos, para que les brinden luces y contribuyan a afianzar su política informativa y editorial. Una
de sus debilidades ha sido no aclarar a los lectores que las tropas del Ejército de Nicaragua jamás
han estado en “Isla Calero”. Costa Rica ha expresado en diferentes momentos que se invadió su
territorio a la altura de “Isla Calero”. Bastaba desplegar en sus páginas o canales televisivos un
mapa para echar por tierra su falsedad. En Nicaragua existen suficientes geógrafos para corroborar
los mapas y presentar una información detallada de la franja territorial disputada por Costa Rica.

¿De qué manera van a ser aprovechados por medios y periodistas los foros planificados por la
Universidad Politécnica (Upoli) y la Universidad Americana (UAM), en la próxima semana? Se
trata de eventos significativos para indagar y debatir los planteamientos y posiciones que tienen
sobre el tema, Félix Maradiaga, Róger Guevara Mena y Juan Estrada, quienes disertaran el lunes a

100
las nueve la mañana en la Upoli. El miércoles a partir de la seis de la tarde el turno le toca a la
UAM, con los panelistas, Yassir Chavarría, Jonathan Ordóñez y Nelly Ramírez Moncada. Las
demás universidades del país, sobre todo la UNAN-Managua, que cuenta con las carreras de
Historia y Geografía, deberían hacer algo similar.

Entre más alto sea el nivel de los planteamientos, más ilustrativas y provechosas serán las
informaciones que nos brinden los diferentes medios de comunicación. Proponer que los medios
expongan únicamente puntos de vista oficiales, no es sano ni recomendable. Aun tratándose de una
guerra, los medios deben ir siempre más allá de las versiones interesadas de las diferentes fuerzas
beligerantes. La mejor cualidad de la BBC de Londres es que siendo un medio público, su único
compromiso cuando ocurren confrontaciones bélicas en las que se ve involucrada Inglaterra,
consiste en brindar todas las informaciones oficiales que le envíe el Ministerio del Exterior,
quedando libre de acudir a otras fuentes informativas, para brindar una información veraz y más
completa a sus escuchas y televidentes.

Pretender que los medios nacionales se atengan nada más a la versión gubernamental, sin abrirse a
otras fuentes; proponer que los demás temas pendientes en la agenda nacional sean pospuestos bajo
el argumento que debemos concentrar todas las energías del país al tema del Río San Juan, sobre
todo sabiendo que no está en juego la soberanía nacional, como sostiene Roberto Cajina, sería
olvidar que existen temas igualmente apremiantes: resolver la situación de los damnificados, evitar
que la institucionalidad del país continúe deteriorándose, recoger la cosecha de postrera; recolectar
el café, controlar la leptospirosis que ya afectó la Costa Caribe, la única región que hasta ahora
quedaba a salvo de la epidemia; monitorear el comportamiento del Consejo Supremo electoral. En
fin, evitar azuzar los ánimos con la intención de sacar el mayor provecho político. ¡En río revuelto
ganancia de pecadores!

Artimañas y vivianadas
Johanni Miranda

El día miércoles 8 de septiembre, en horas de la mañana, el ministro de Relaciones Exteriores tico,


René Castro, abandonó su cómoda oficina en la Cancillería para dirigirse al edificio del Congreso,
donde con sus dientes afilados y grandes trinchantes, aguardaban diputados de la Comisión del
Ambiente. Durante hora y media el citado canciller expuso las verdades acerca de los trabajos de
dragado que realizaríamos en el Río San Juan. Les dijo “hay un estudio de impacto ambiental hecho
por Nicaragua y nosotros hemos hecho nuestros propios análisis” por lo cual no veo “mayores
problemas ecológicos en el dragado del Río San Juan que pretende realizar Nicaragua…ya que el
alcance del dragado del San Juan es inferior a los 10 km.” y es “una decisión soberana de Nicaragua
y nosotros tenemos que vigilar que no tenga impactos negativos del lado costarricense”.

Los diputados que esperaban filosos para aventurarse a sacar provecho, inmediatamente exigieron
saber el impacto ambiental que generarían las obras y orondamente el Canciller dijo que no había
visto los estudios nicaragüenses y los dientes de los diputados rechinaron aún más, sabían que
podían realizar un conjunto de artimañas para sacar ventaja y como guión de una obra teatral
señalaron como “una falta de responsabilidad, de parte de la Cancillería, aventurarse a decir que no
hay impacto cuando ni siquiera se tienen a mano los estudios técnicos”, ya en ese momento las
ardides estaban planificadas, aprovecharse del dragado del río hecho por Nicaragua, mediante la
denuncia pública de daño ambiental a su país.

101
Como buenos estudiosos del caso, saben que el Laudo Cleveland les obliga a aceptar las labores de
mejoramiento que realice Nicaragua sobre el río, según el inciso 6 del punto Tercero de dicho
laudo, que señala que Costa Rica no puede impedir a Nicaragua la ejecución de obras de mejora en
el Río; pero también el mismo les permite reclamar indemnización si tales obras producen daño a su
territorio. Y el inciso 9 del mismo punto refiere que Costa Rica puede negar a Nicaragua el derecho
de desviar las aguas del Río San Juan si les perjudica en cualquier punto en donde Costa Rica tiene
derecho a navegar. Y precisamente ese es el alboroto desequilibrado que se tienen las autoridades
ticas y sus medios de comunicación explotando supuestos daños ecológicos que sabemos son un
ardid concebido por los mismos ticos.

Y listo pues, sobre esa treta se montaron para lograr sus objetivos, dejaron pasar el tiempo y apenas
días después de que nuestro país inició los trabajos de dragado, el boom, un video que
supuestamente refleja las intensiones de Nicaragua de “desviar el río” -cosa que ni siquiera Dios a
través de la naturaleza ha logrado hacer durante siglos- y con ello el daño ambiental. En la punta de
lanza de la operación vimos a la Canciller por ley Marta Núñez Madriz, quien asumió la denuncia y
el envío de la nota de protesta a Nicaragua, ya que no podían contar con la presencia del Canciller
Castro, enviado a pasear por países asiáticos, por haber asegurado que el dragado no representaba
ningún peligro.

Para documentar tal argucia enviaron a su ejército en un mariposón amarillo con azul –no es por
como los hemos conocido, sino porque así le decían en la guerra a estos medios-o sea pues,
enviaron a efectivos militares de las unidades Especial de Intervención (UEI) y de Apoyo (UEA)
del Ministerio de Seguridad Pública en un helicóptero Bell UH1-H (dicen que prestado por una
compañía privada ¿?), similar a los utilizados por los marines USA en la guerra de Vietnam,
custodiados de otros dos helicópteros Hughes MD500E burbujas (un helicóptero de uso ligero para
observación militar) de su Fuerza Aérea (ok pues, de la Policía de Vigilancia Aérea) desde donde
hacían las filmaciones. Las tropas hicieron el desembarco, armadas hasta los dientes, con traje de
montaña y equipo electrónico sofisticado en un sector donde supuestamente Nicaragua había
acumulado sedimento del dragado, hecho una trocha y derribado árboles para desviar el río, siendo
ello una clara evidencia del daño ecológico producido a su nación. Previo a esta demostración de
destreza militar de los efectivos de las Fuerzas Armadas ticas –digo Ministerio de Seguridad
Pública, para que no se enojen- un avión de transporte militar, un De Havillan DCH-4 Caribou con
capacidad de 54 efectivos los había trasladado desde San José (Base 2) hacia una pista aérea
cercana a la frontera norte, donde según videos de las mismas autoridades ticas se veían una y otra
vez las prácticas de preparación del desembarco helitransportado.

No existen pruebas y tampoco jamás podrán documentar que fueron nicaragüenses quienes hicieron
ese despale, todas estas acciones no son más que actividades premeditadas, incluso las
declaraciones del Canciller en el Congreso que pretendieron dar confianza a Nicaragua para que
iniciara los trabajos de dragado, mientras procedían de manera sigilosa y agravante a preparar el
terreno en las márgenes del San Juan para luego decir que Nicaragua estaba afectando suelo tico.
Contaron con más de un mes para lograr articular esta artimaña y preparar las condiciones en esa
zona para ahora salir con ese gran cuento.

Si bien los ticos están acostumbrados a sacar provecho de las desavenencias internas en nuestro
país, al parecer en esta ocasión fue a ellos a quienes se les olvidó que el país que tienen al otro lado
de su frontera norte es Nicaragua, dueña –con dominio y sumo imperio- del Río San Juan y que en
su vecina quien manda es el gobierno sandinista y el pueblo a través del Poder Ciudadano y no
cualquier bayunco.

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Carta Abierta
General Humberto Ortega Saavedra

Los pueblos de Costa Rica y Nicaragua debemos estar firmemente unidos exigiendo que nuestros
gobernantes realicen la Cumbre bilateral, y aprueben en primera instancia que el actual diferendo
limítrofe lo resuelvan los propios ticos y nicas en el marco del Tratado Cañas-Jerez y los Laudos
correspondientes, dispensando las fallas que la OEA haya tenido en la difícil labor de facilitar el
diálogo entre partes aún muy apasionadas. Y, de no ponerse de acuerdo se apele, hasta entonces, en
un ambiente amistoso, en La Haya.

Estimada Presidente de la República de Costa Rica, Doña Laura Chinchilla

Estimado Presidente de la República de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega

Desde la llegada a la presidencia del Comandante Daniel Ortega tomé iniciativas en el año 2007
para el fortalecimiento de las relaciones estratégicas de nuestras naciones hermanas en beneficio de
ambas. Primeramente sostuve intercambios directos con el entonces presidente de Costa Rica, Don
Óscar Arias, y su Embajador acá en Managua para ordenar distintos puntos de interés a ser tratados
con el Gobierno de Nicaragua, propuesta que entregué por escrito al Presidente Ortega para su
consideración. Los intentos por montar la Cumbre presidencial bilateral no tuvieron éxitos,
provocando que las relaciones tico-nica se mantuvieran en un nivel frío y con tensiones.

Con la llegada a la presidencia de Doña Laura Chinchilla reinicié mis iniciativas para impulsar la
Cumbre mencionada, al observar que Ustedes, estimados Presidentes, habían dado pasos en tal
dirección.

El mes pasado, el 13 de octubre, en San José, el Canciller de Costa Rica, René Castro, se reúne con
mi persona en mi carácter personal por no ser yo funcionario del Gobierno de mi país. Fue una
reunión amistosa en la que recojo la voluntad del Gobierno tico para que en noviembre se pueda
concretar la tan necesaria Cumbre presidencial. El contenido íntegro de este encuentro no oficial se
lo entregué al Presidente Ortega el día 19 de octubre en una Ayuda Memoria en tres páginas que
redacté.

El Presidente Ortega manifestó agrado de reunirse con la Presidente Chinchilla y me dijo que a lo
inmediato conformaría una Comisión Técnica para precisar los puntos a tratar con la comisión
análoga tica. Ambos Gobiernos coinciden en desterrar la mala costumbre de reunirse las comisiones
técnicas un día antes de la Cumbre sin dar lugar a serios análisis y pre-acuerdos para ser discutidos
y aprobados por los presidentes.

Todo iba en buen ánimo y fraternidad. Pero sucedieron los hechos ya conocidos que
lamentablemente han tensado en extremo muy peligroso las relaciones de ambos Gobiernos,
llevando preocupación a nuestros dos pueblos hermanos que recientemente son abatidos por la
inclemente naturaleza que provocó luto y sufrimiento.

Estimados Presidentes, en los esfuerzos de Ustedes por reanudar el diálogo y realizar la Cumbre en
este mes de noviembre, aporté para que se pudiese efectuar la plática telefónica entre Ustedes por
intermediación del Secretario General de la OEA Don José María Insulza, comunicación que valoro
fue un paso responsable y alentador.

El Presidente Ortega me expresó su disposición a garantizar la no presencia militar para favorecer

103
un clima amistoso para el diálogo, pero me señaló su honda preocupación de que si se despejaba
nuestra muy reducida patrulla militar del pequeño pedazo de nuestro territorio nicaragüense en
controversia limítrofe, entonces se corría el riesgo de que las autoridades armadas de Costa Rica lo
ocuparan. Ante esta preocupación legítima del Presidente Ortega, le dije que yo no lo veía probable
sucediera, porque sería un detonante explosivo, ya que entonces las tropas del Ejército nicaragüense
podían –sin derramar sangre costarricense ni nicaragüense - introducirse en cualquier punto de la
larga frontera y fijarse en lado tico para obligar se retiren las fuerzas ticas de nuestro sagrado
territorio nacional. También hice ver al presidente Ortega que despejar ese punto de nuestro
territorio no lesiona nuestra soberanía ya que el mismo no es una instalación militar permanente, y
que tampoco imposibilitaba el accionar tesonero y heroico del Ejército y la Policía en combate
permanente al narcotráfico en el país y en esa zona en particular.

Trasladé al Canciller costarricense la preocupación del Presidente Ortega, y Don René Castro me
reiteró que no procederían a ocupar tal punto en discrepancia. Y luego hablé con el Presidente
Ortega, haciéndole ver que el Canciller Castro había hecho público en CNN que era obvio que al
despejar nuestras tropas el punto mencionado Costa Rica no lo ocuparía. También la Presidenta
Laura Chinchilla dijo públicamente que despejaría del sector a las autoridades armadas de su país en
el mismo espíritu de Nicaragua para evitar tensiones y facilitar el diálogo.

Estimados Presidentes, esta grave tirantez podría desencadenar situaciones que sólo mucho dolor y
llanto acarrearán a nuestros pueblos hermanos.
Soy de la consideración de que los puntos fundamentales para la Cumbre presidencial ya se han
construido, aunque en un camino muy accidentado y no deseado por ustedes, pero permiten iniciar
el dialogo ya, a lo inmediato, en función de la Cumbre presidencial pendiente.

Los pueblos de Costa Rica y Nicaragua debemos estar firmemente unidos exigiendo que nuestros
gobernantes realicen la Cumbre bilateral, y aprueben en primera instancia que el actual diferendo
limítrofe lo resuelvan los propios ticos y nicas en el marco del Tratado Cañas-Jerez y los Laudos
correspondientes, dispensando las fallas que la OEA haya tenido en la difícil labor de facilitar el
diálogo entre partes aún muy apasionadas. Y, de no ponerse de acuerdo se apele, hasta entonces, en
un ambiente amistoso, en La Haya.

La Cumbre presidencial no debe ser suspendida, es lo único, en el cortísimo plazo, que queda para
no precipitarnos al abismo. En esta cumbre hay asuntos de mucha importancia para afianzar un
clima de paz y hermandad, el comercio, el turismo, la seguridad nacional ante el narcotráfico y el
crimen organizado, para la cooperación entre nuestras naciones y otros de las reuniones
binacionales.

Presidentes, en 1891 el 15 de septiembre Rubén Darío estuvo presente en Alajuela cuando se erige
la estatua al héroe costarricense y centroamericano, el humilde soldado Juan Santamaría, quien
muere luchando hombro a hombro con sus hermanos nicaragüenses expulsando al invasor
filibustero yanqui Walker. Entonces emocionado expresó Darío: “¡Bronce al Soldado Juan!... estos
son los buenos, los grandes, los que no mueren en la memoria de las naciones”.

En 1948 durante la revolución que sienta las bases de la Costa Rica en paz y democracia del
presente, decenas de nicaragüenses lucharon en los bandos que se enfrentaron, cayendo
contingentes de humildes nicaragüenses en la batalla, entre ellos el general Enrique Tijerino
Somarriba quien luchó al lado del general Augusto César Sandino ante la intervención
norteamericana. También don José Figueres Ferrer testimonia el apoyo de los nicaragüenses con la
causa del pueblo costarricense, el de sus compañeros el profesor Edelberto Torres y el doctor
Rosendo Arguello. Escribe don Pepe “…la inestimable ayuda de ustedes que ha constituido la

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desconocida base de mi victoria…las armas que usted y Chendo me consiguieron son las que me
sostienen en el poder...”

Y, en 1978, Don José Figueres nos proporciona el primer lote de armas importante con que cuenta
en su historia el FSLN, que empuñan nuestros héroes como nuestro entrañable hermano menor
Camilo Ortega, quien muere en combate en la insurrección de Monimbó. Y, más adelante todo el
pueblo de Costa Rica da su apoyo a nuestro pueblo con columnas guerrilleras de patriotas
costarricenses, hombres y mujeres que se nos suman para botar a Somoza. Recordemos con respeto
al Presidente de Costa Rica Don Rodrigo Carazo quien nos brinda apoyo vital para poder introducir
de Cuba revolucionaria las armas que el Presidente Fidel Castro nos dona para asegurar la ofensiva
insurreccional que pone fin al somocismo.

Estimados Presidentes, ante el ejemplo de la vibrante historia de nuestros pueblos hermanos, les
solicito respetuosamente que decidan reunirse en la Cumbre de Presidentes ya acordada para
negociar y firmar acuerdos, asegurando un clima de paz, fervor religioso y alegría navideña a
nuestros dos pueblos que lo demandan y desean.

Fraternalmente, General Humberto Ortega Saavedra


Managua, Nicaragua 15 noviembre 2010

OPINION. (16 DE NOVIEMBRE)

Cuando el río suena, no siempre piedras trae


Onofre Guevara López

En la actitud de Costa Rica respecto del Río San Juan no hay imprevistos y, por lo tanto, tampoco
nada sorpresivo. La reacción del gobierno costarricense ante el dragado del Río, es porque frustra su
histórica aspiración de apoderarse del mismo. No lo confiesa abiertamente, por cuanto, además de
que los tratados y el Derecho Internacional confirman que el Río es nicaragüense, nadie aquí se lo
va a entregar; ante tal hecho, Costa Rica persigue explotarlo económicamente más de como lo ha
venido haciendo.

Explotar el Río con fines turísticos, se le ha hecho posible a Costa Rica, por el abandono en que los
gobiernos nicaragüenses han tenido al Río, al Departamento todo y, naturalmente, también el
desarrollo y bienestar de los núcleos humanos que lo habitan.

Hay dos cosas que hubiesen desalentado la ambición de Costa Rica y evitado la actual alharaca de
su gobierno: 1) en lo regional, si los gobiernos de Nicaragua hubieran atendido el desarrollo de esa
zona, como los ticos lo han hecho en su frontera norte, y 2) en lo internacional, si Nicaragua hubiese
podido presentar las credenciales democráticas formales que Costa Rica ha podido presentar. Esto
le ha granjeado a los ticos las simpatías internacionales, y le permite presentar el conflicto del Río
como producto de la agresividad de Nicaragua contra una Costa Rica pacífica. Y le ayuda este
argumento: si el gobierno nica es agresivo contra la democracia interna, lo puede ser también contra
la democracia del país vecino.

Ésa es una historia conocida, y ahora es diplomáticamente aprovechada por Costa Rica. No
obstante, en torno al conflicto actual se observan dos situaciones, una positiva y otra negativa: 1)

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que el gobierno de Nicaragua está actuando con la razón histórica y jurídica, y cuenta con el apoyo
unánime de las fuerzas políticas de oposición, lo cual le ofrece a Daniel Ortega, la oportunidad de
presentarse como el presidente de todos los nicaragüenses y de sus intereses nacionales; 2) que, al
mismo tiempo, Daniel Ortega, no ha detenido, ni siquiera menguado, el ritmo de su auto promoción
continuista, negando los derechos democráticos de la mayoría de los nicaragüenses.

Esta doble actitud del gobierno de Ortega la sostiene y oculta bajo los ruidos del conflicto tico-nica,
el cual él mismo está presentando con ribetes dramáticos de un patriotismo a ultranza. Su defensa
patriótica ante la ambición costarricense, es la segunda de sus más elementales obligaciones –
“representar a la nación”—, no sólo en reuniones de nivel presidencial en el exterior, sino también,
y principalmente, como presidente de la república, jefe del Estado, del Gobierno, y jefe supremos
del Ejército de Nicaragua, defender la soberanía nacional. En este conflicto, es difícil precisar
cuándo Ortega está cumpliendo con sus obligaciones formales, cuándo lo hace con interés patriótico
y cuándo por interés político personal.

Es que, en medio del conflicto, Ortega atiende su proyecto político que todos sabemos en qué
consiste y cuáles son sus pretensiones. Es por eso, que luce más que sospechoso que los opositores
arnoldistas del PLC y de otros grupos de oportunistas, estén adoptando posiciones complacientes
con el gobierno, y en nombre de la defensa del país, se ponen de acuerdo en reelegir a la actual
directiva de la Asamblea Nacional, compartida entre ambos, pero dominada por Ortega. Una
reelección a la sombra del patriotismo, dentro del pacto Ortega-Alemán, y con miras a repetirlo con
la reelección de los magistrados electorales y demás Poderes e instituciones del Estado.

Han dejado al margen la lucha por la defensa de la Constitución, en lo que se refiere a la violación
del artículo 147, que es como admitir la inscripción ilegal de Ortega como candidato a la
presidencia. Hay un doble juego de Ortega; por un lado se presenta cumpliendo sus deberes
constitucionales ante Costa Rica, y por el otro lado burlando su primer deber constitucional, que es
“Cumplir con la Constitución y las leyes” (artículo 150 Cn. numeral 1), al seguir proclamándose
“candidato” a la presidencia, en franca contradicción con su artículo 147. Además, recurre a todo lo
ilegal y a la complicidad del PLC para mantenerse extra oficialmente como tal.

Aún no se había comenzado a resolver el conflicto tico-nica por el dragado del Río San Juan, y
surgen ya razonables sospechas de que no todo es tan patriótico como se supone en la defensa del
gobierno, dado los apresurados arreglos de los pactistas en relación a las condiciones en las cuales
no se debieran realizar los próximos comicios electorales. Condiciones harto ilegales: un candidato
que por mandato constitucional no puede serlo; un tribunal electoral cuestionado con sobrada razón
por su comportamiento corrupto e incondicional con Ortega; un padrón electoral y una cedulación
manejados al gusto por los magistrados a la orden de Ortega; con los derechos políticos de algunos
partidos mutilados; otros partidos, jugando sombra a favor del gobierno mediante arreglo
económico bajo la mesa; y, por si esto fuera poco, sin la observación electoral nacional e
internacional.

Existe un marcado interés del gobierno y sus cómplices, de que todo lo señalado desparezca bajo la
sombra del conflicto tico-nica por el Río San Juan. Sin embargo, los problemas electorales siguen
ahí, inconmovibles. Y bajo las sombras del patriotismo, hay algo que no escapa del panorama
oficial del conflicto: la OEA fue convocada por el gobierno costarricense, y admitida por el
gobierno nicaragüense como instancia confiable para buscarle una solución pacífica. Pero esa
función que estaba desempeñando el organismo continental, con la venia de ambos países y con la
participación de todos sus miembros, se vino al piso con la resolución del viernes 12 del corriente
mes.

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Esto le vino a Ortega como anillo a dedo: desconoció la resolución, remitirá la disputa a la Corte de
La Haya y con ello alienta la continuidad del conflicto, y él se queda con la imagen de gran patriota;
y, a la sombra de esta imagen, se permite reforzar su proyecto de reelegirse. No en vano convocó, la
noche del sábado 13 de noviembre, “a votar en paz” en el 2011, obviando las irregularidades que él
mismo ha provocado: sus violaciones constitucionales para inscribirse y la insistencia en mantener
vigente al peor árbitro electoral que haya habido jamás.

De ipegüe, se libraría de la observación electoral, al dejar descalificada a la OEA. Ortega prefiere


mantener su imagen antidemocrática, antes que cambiar la decisión de hacer de las elecciones una
misa negra oficiada por un Consejo Electoral desprestigiado ante el pueblo nicaragüense y también
internacionalmente. Las piedras que trae el Río, no suenan por gusto.

Las fronteras de la voluntad


Por Gioconda Belli

A los escritores cada vez que publicamos un libro nuevo, las editoriales nos mandan a viajar. Son
viajes cansados donde apenas ve uno las calles de la ciudad que visita porque de lo que se trata es
de dar entrevistas a los medios, a veces hasta diez en un día, lo cual es cansado y repetitivo. Pero
bueno, si los libros que uno escribe no se leen, de poco sirve el esfuerzo que se hace, de manera que
ya uno asume estos viajes como parte del trabajo que implica esta profesión.

Uno escribe en la más absoluta soledad, pero luego debe salir al mundo a contar por qué hizo lo que
hizo, la historia del libro. Lo mejor del ejercicio son, sin duda, los encuentros con los lectores,
enterarse de lo que piensan sobre el trabajo que uno ha hecho y ver los rostros de esas personas para
quien uno escribe pues la escritura es, a fin de cuentas, un acto de comunicación.

He andado por Argentina, Chile, Perú, Colombia, México y España, hablando de mi novela El País
de las Mujeres y pregonando la posibilidad de que las mujeres formemos el primer partido global
femenino: el Partido de la Izquierda Erótica o PIE, usando el sitio web:
www.partidoizquierdaerotica.com como un salón de reuniones para compartir ideas que después
cada quien ponga en práctica adaptándolos a sus circunstancias particulares. Mientras tanto, en
Nicaragua, el diferendo con Costa Rica por el Río San Juan ha vuelto a encenderse como tantas
veces en nuestra historia.

Creo que el problema reside, como suele suceder en conflictos limítrofes, en las diferencias
económicas entre un país y otro porque resulta que la gente que vive en las fronteras no tiene la
conciencia de éstas que tienen los leguleyos. Ellos utilizan la geografía como mejor le cabe a sus
necesidades de comercio y sobrevivencia. El problema, por ejemplo, usando un caso conocido
como es el de los Estados Unidos con México, es que durante mucho tiempo los trabajadores
mexicanos cruzaban la frontera en tiempos de cosecha para ser braceros en Estados Unidos. Los
agricultores norteamericanos aceptaban ese estado de cosas porque les convenía y no argumentaban
que estos trabajadores eran “ilegales” o nada parecidos. Pero claro, cuando las circunstancias
económicas se pusieron duras y la agricultura sufrió, los braceros ya no sólo iban a las cosechas.
Entonces, de manera que resulta hipócrita, considerando la historia de esas relaciones fronterizas, se
armó la grita en EU sobre la “ilegalidad” de esta migración y el asunto de la frontera y la soberanía
pasó a discutirse como un problema.

Costa Rica es, sin duda, un país más próspero que Nicaragua. Un país con altos niveles de
educación y productividad, resultado de una política y una administración gubernamental que, nos

107
guste o no, ha sido más eficiente que la nuestra y ha permitido que su población tenga mejor nivel
de vida. Es ésta la razón por la que tantos nicaragüenses han migrado hacia allá. En la frontera, la
industriosidad tica ha querido usufructuar el Río San Juan, usándolo para el comercio y el turismo,
pues es un recurso natural precioso que, a quienes viven en sus riberas, ofrece posibilidades de
ganarse la vida. Nicaragüenses y costarricenses ribereños coexisten allí y hacen transacciones
comerciales y navegan el río desde hace siglos, haciendo caso omiso de estos problemas de
soberanía. Está visto que la única y desafortunada manera de delimitar fronteras es con muros pues
nadie anda, cuando vive en ellas, fijándose en mojones o límites que están solamente bien trazados
en los mapas.

Conociendo esta realidad concreta, nuestro país podría haber tenido más tacto y tino en el dragado
del río, no porque no nos asista el derecho que sí nos asiste, sino llevando a cabo una política de
buen vecino con un país que, además, ha dado trabajo a tantos de los nuestros y con el cual han
existido relaciones muy importantes desde siempre. No olvidemos que durante la lucha contra la
dictadura somocista, el pueblo y gobierno de Costa Rica nos abrió sus puertas y hasta violentó a
menudo sus propias leyes para brindarnos refugio y amparo. Daniel Ortega y el Frente Sandinista
bien harían en recordar esos tiempos para enfrentar con madurez y de manera constructiva la
realidad de la presencia tica en el borde de nuestro río.

Lo cierto es que mientras Nicaragua siga tan rezagada económicamente en relación a Costa Rica,
los habitantes de las fronteras seguirán comerciando y usando del río. Nosotros tenemos que atender
el río, a sus habitantes, a los habitantes del otro lado que comercian con nosotros y crear una
frontera que sea beneficiosa para todos y no seguir como niños peleándonos por algo cuya realidad
ha demostrado, a través de la historia, ser más testaruda que los mapas. El río es nuestro, pero
también puede ser un área de convivencia, de paz, de tranquilidad para los vecinos de ambos países.
Pensemos en ellos y no dejemos que la testosterona guerrerista deje a Nicaragua y a los
nicaragüenses, sobre todo, en peores condiciones de las que ya deben sobrellevar.

Delimitar, sin nacionalismo retrógrado, la frontera con Costa Rica


Fernando Bárcenas*

“El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad”.


Albert Einstein

El diferendo actual con Costa Rica se reduce, técnicamente, a tomar las proyecciones cartográficas
de Alexander, acordadas binacionalmente en tres años de trabajos de delimitación de fronteras,
entre 1897 y 1900, e interpretarlas a coordenadas definitivas de posicionamiento satelital. Sobre
todo, en el tramo en conflicto comprendido entre Punta Castilla y Río San Juan (bordeando el
costado este de la laguna de Harbor Head).

El diferendo, solevado por Costa Rica, se reduce a un área de humedales de 3 km2 de extensión
(conocida como Harbor Head en los laudos Alexander). Pero, cuya importancia radica en que allí se
encuentra el caño, actualmente anegado por el sedimento, que en septiembre de 1897 sirvió para
que Alexander, en su lado 1, trazara la línea de delimitación de la frontera. El dragado de este caño
resulta decisivo para que el Río San Juan recupere su salida natural al mar y, con ello, el caudal
necesario para que sea navegable todo el año, como mandan los tratados y los laudos
correspondientes.

La boca o bahía del San Juan se ha visto obstruida por las cenizas y sedimentos provenientes de los
fértiles suelos volcánicos de Costa Rica, aportados por el Río San Carlos, afluente del San Juan. De

108
manera, que las aguas del San Juan, obstruidas en su desembocadura, fluyen obligadamente hacia el
Río Colorado, ayudadas por el dragado que los costarricenses han hecho a este último río. La
pérdida de caudal del San Juan genera una amplificación exponencial de la sedimentación que, a su
vez, en un ciclo de realimentación regenerativa, incrementa la pérdida ulterior de caudal.

Por esta razón, de carácter física, los políticos costarricenses se niegan al amojonamiento, lo
suficientemente denso como para dirimir los límites de la frontera con independencia a los cambios
que pueda sufrir el curso del río, por efecto del sedimento.

Los gobernantes costarricenses esperan que el azolvamiento exponencial de la bahía derive en una
extensión creciente de su territorio. Esta es una estrategia sostenida invariablemente por los
políticos de Costa Rica durante 110 años de paciente obstrucción de la bahía, vinculada a la
desviación de las aguas hacia Río Colorado y a la negativa de amojonar la frontera (a pesar que
Alexander, desde su primer laudo, expresamente, refutara la lógica del desplazamiento dinámico de
la frontera con el avance del sedimento).

Por el contrario, Alexander argumentó que la delimitación de la frontera tenía como fin definitivo,
impedir que recurrentemente se generase un conflicto territorial, con base a un concepto asociado a
los efectos de la disminución del caudal del río. Por este argumento simple de Alexander, la frontera
debe quedar delimitada por coordenadas satelitales definitivas.

Costa Rica ha perdido, en los últimos 15 años, el 7.1 % de sus bosques, convertidos en pastizales
por la ganadería extensiva, a razón de 180 km² de bosque húmedo por año (equivalente a 115 % de
lo que los costarricenses llaman isla Portillo e isla Calero juntas).

Adicionalmente, a los lodos producidos por la erosión de los suelos vegetales, también, viene a
parar al Cocibolca y al San Juan, las arenas de los volcanes de la cordillera central de Costa Rica, el
cianuro de sus minas a tajo abierto, los plaguicidas agrícolas, y el drenaje de todos los residuos
urbanos, agrícolas e industriales, que los pueblos del Norte de Costa Rica echan al río Frío, al San
Carlos y al Sarapiquí (estos dos últimos afluentes del San Juan).

Es urgente darle a esta controversia una salida política, desde la óptica socialista, no nacionalista. Se
debe compartir, entre vecinos, el aporte hídrico del San Juan, frenar conjuntamente la
contaminación del mismo, y garantizar la navegabilidad de este río hasta su desembocadura.
Ulteriormente, cualquier posible proyecto, misterioso, de canalización del río, el gobierno de
Nicaragua debe exponerlo públicamente, con todo detalle, a fin que la sociedad pueda incidir no
sólo en el alcance de las obras de ingeniería y en sus efectos ecológicos, sino, sobre todo, en el
destino del beneficio económico del proyecto.

De manera que desde el punto de vista de los intereses de la población de ambos países, la
propuesta sensata debe ser el manejo ecológico conjunto de la cuenca binacional del San Juan, en
beneficio del aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de la cuenca (en lo que se
incluye la preservación de los suelos vegetales y los bosques), bajo una política de unidad de ambos
pueblos, que tienen un destino común (el 64 % de las aguas del San Juan provienen de ríos
costarricenses).

Resulta un diversionismo político sin sentido, que no tiene apoyo en ningún tratado o laudo, que
Nicaragua demande, ahora, el derecho de navegación en el Río Colorado. Que es, exclusivamente,
costarricense; y cuyas riberas, a ambos lados del río, se adentran en su territorio. Es una propuesta
errada, que expone innecesariamente a Nicaragua a que se confundan sus demandas, puramente
defensivas, con pretensiones abusivas, sin sustento racional.

109
Los gobernantes de Costa Rica han tomado la iniciativa táctica en este conflicto. Y, para frenar el
dragado - su objetivo principal -, apuntan contra la presencia de tropas del ejército de Nicaragua en
el humedal de Harbor Head.

Es, efectivamente, la mejor forma propagandística. Le han dado una connotación militar al dragado,
y ello les permite asumir la posición de víctimas, y sostener que no hay un problema de límites,
sino, de agresión.

Nicaragua, para recuperar la iniciativa táctica, debe levantar una consigna política defensiva, que
tenga más fuerza y realismo legal, que la publicitada por Costa Rica. Esta consigna podría ser:

¡Que se respete el laudo Alexander, de demarcación de la frontera, y se frene, en consecuencia, el


expansionismo territorial de la clase gobernante de Costa Rica! La OEA, en una sesión del 12 de
noviembre, particularmente desordenada, llena de pifias de procedimiento por el desconocimiento
vergonzoso de las reglas del proceso de adopción de decisiones, y por la ignorancia de sus propios
estatutos, aprobó una resolución, con dos tercios de los votos, en la que pide que salgan las tropas
militares de la zona.

El conflicto en sí es, desde sus inicios, una victoria táctica de Costa Rica, ya que al reclamar
derechos sobre una cosa juzgada, Costa Rica no tiene nada que perder, mientras Nicaragua sí. Esta
resolución de la OEA, sin embargo, constituye una victoria indiscutible de la tesis estratégica de
Costa Rica, ya que presupone que su reclamo tiene fundado asidero jurídico.

Sin embargo, esta victoria de Costa Rica se vuelve ilusoria, si se es coherente con el hecho que la
OEA no es un organismo calificado para arbitrar sobre el estatus de un territorio limítrofe.

Esta resolución sólo pudo avanzar por un error estratégico elemental de parte de Nicaragua, en su
postura en la OEA. Este organismo no es capaz de frenar el expansionismo de Costa Rica, en
consecuencia, Nicaragua sólo pudo asistir a la OEA para adelantar el objetivo de llevar a Costa Rica
a un diálogo binacional.

Nicaragua debió advertir que prescindiría de los servicios de la OEA, para dirimir la controversia
con Costa Rica en una negociación binacional pacífica, si este organismo llegaba a proponer una
resolución que implicara alguna modificación, de hecho, al estatus territorial de Harbor Head. Y, en
consecuencia, Nicaragua abandonaría la sesión, si la resolución, directa o indirectamente,
concerniera a la soberanía territorial de Nicaragua en la zona, o si desconociera los laudos
Alexander. La OEA sólo podía impulsar que el diferendo se resolviera: o por el diálogo entre las
partes o en la Corte de La Haya.

La presencia de las tropas, como el resto de derechos derivados de la soberanía, está en dependencia
del acuerdo definitivo que alcancen las partes sobre la demarcación de la frontera (o del fallo
arbitral al respecto, si se acude a la Corte de La Haya).

Cualquier propuesta de la OEA, que lleve a desconocer los laudos Alexander, haría que Nicaragua,
en adelante, exija que el límite fronterizo sea la ribera derecha del Río Taura, como alegaba
Nicaragua antes de los laudos Alexander.

La OEA emitió, indirectamente, un fallo que no le corresponde, cuando resolvió que se retiren las
tropas de Nicaragua de Harbor Head, ya que, de hecho, indebida e ilegítimamente, cambia la
frontera establecida en tratados y en laudos arbitrales vigentes.

110
Nicaragua, en lugar de salirse de la OEA, debe aprovechar la reunión de cancilleres para impugnar
en tal sentido dicha resolución; proponer un voto de censura a la mesa directiva de la OEA; y, con
base al reglamento y a los estatutos de la organización, fundamentar una solicitud de remoción del
Secretario General; a fin de restablecer la credibilidad del organismo.

Insulza, al ceder al ultimátum de Costa Rica, ha desnaturalizado el papel del foro multilateral
hemisférico, ya que, conforme a sus mismas palabras, del 9 de noviembre: “la OEA no es un foro
para tomar decisiones, sino para restablecer el diálogo bilateral”.

*Ingeniero eléctrico
Opinión 17 de Noviembre. Fernando Bárcenas*

Un conflicto artificial
Ricardo Wheelock Román*

Esto no significa que Nicaragua va a denunciar el Tratado de Límites y los consiguientes Laudos,
pero sí que los derechos que Costa Rica dice tener sobre la ruta del Río San Juan, no existen. Es
decir, Nicaragua no tiene ningún problema de índole territorial con Costa Rica y todo lo
actualmente planteado por ese país, a propósito de las labores de dragado realizadas por Nicaragua,
responde a un conflicto meramente artificial

“Nicaragua puede ejecutar sobre la margen derecha del Río San Juan y sobre la del Río Colorado,
las obras hidráulicas o de otro género que juzgue conveniente para mejorar su navegación”

Artículo V, tratado Navas-Castro, firmado el 19 de enero de 1884 conflicto que ha escalado entre
Costa Rica y Nicaragua a propósito de la decisión de Nicaragua de dragar el Río San Juan es
completamente artificial, porque el Río San Juan en toda su longitud pertenece al territorio
nicaragüense.

Los antecedentes históricos lo demuestran. Concluida la Guerra Nacional, el gobierno de Costa Rica
mantuvo sus tropas ocupando militarmente la parte sur del lago de Nicaragua y del Río San Juan, al
mismo tiempo que presionaba para concluir un tratado con el gobierno de Nicaragua que cumpliera
los objetivos que se había propuesto respecto de su frontera norte. Ese objetivo, que perseguía desde
la anexión de Nicoya y Guanacaste en 1823, que significaba la pérdida de 13 mil kilómetros
cuadrados del territorio nicaragüense, era hacerse con la parte sur del lago de Nicaragua y todo el
Río San Juan.

El 15 de abril de 1858, se firmó en la ciudad de San José de Costa Rica el “Tratado de Límites
Territoriales” conocido como Tratado Jerez Cañas, que posteriormente no fue reconocido como
válido por Nicaragua por faltarle algunos procedimientos de ley para obtener este rango, situación
que se mantuvo por 30 años. En ese lapso, Costa Rica ofreció varias opciones para resolver el
conflicto, desde dar como límite el Río Colorado, hasta dar dinero y otras prerrogativas para que el
gobierno de Nicaragua ratificara el Tratado Jerez Cañas.

En ese contexto se firma, el 19 de enero de 1884, el tratado Navas-Castro en San José que en la
parte medular de su Artículo I dice: “La línea de límites entre las repúblicas de Nicaragua y Costa
Rica es la margen derecha del Río Colorado, desde su desembocadura en el Atlántico hasta su

111
desprendimiento del Río San Juan, y a continuación la margen derecha de éste hasta un punto
distante del Castillo Viejo, tres millas inglesas”.

Además este tratado establece en su artículo V que: “Nicaragua puede ejecutar sobre la margen
derecha del Río San Juan y sobre la del Río Colorado, las obras hidráulicas o de otro género que
juzgue conveniente para mejorar su navegación”.

El tratado no fue ratificado, pero el espíritu del mismo se recogió posteriormente por el Laudo
Cleveland, que establece lo siguiente: “La República de Nicaragua tendrá exclusivamente el
dominio y sumo imperio sobre las aguas del Río San Juan, desde su salida del Lago hasta su
desembocadura en el Atlántico, pero la República de Costa Rica, tendrá en dichas aguas los
derechos perpetuos de libre navegación, desde la expresada desembocadura, hasta tres millas
inglesas antes de llegar al Castillo Viejo, con objetos de comercio, ya sea con Nicaragua o al
interior de Costa Rica por los Ríos de San Carlos o Sarapiquí, o cualquier otra vía procedente de la
parte que en la ribera del San Juan se establece corresponder a esta República. Las embarcaciones
de uno u otro país, podrán indistintamente atracar en las riveras del Río, en la parte que la
navegación es común, sin cobrarse ningún tipo de impuesto, a no ser que se establezca de acuerdo
con ambos gobiernos.”

Ante este tratado, vigente hasta la actualidad hay que aclarar lo siguiente:
Primero: El derecho de navegación con objeto de comercio allí establecido, es exclusivo para la
parte de la frontera en que el Río sirve de límite, donde el Río San Juan no es límite no existe ese
derecho.

Segundo: La posición de Costa Rica con respecto a “derechos perpetuos de libre navegación” tiende
a suprimir la especificación de “objeto de comercio” y presenta ese derecho como si se tratara de
navegación irrestricta, como un derecho general de Costa Rica de navegar por el Río sin ninguna
limitación.

Tercero: Ese derecho de navegación se refiere únicamente a que barcos de Costa Rica puedan
navegar entrando por el Puerto de San Juan del Norte sobre esa parte del Río y o bien para navegar
hacia el interior de Costa Rica por los ríos San Carlos o Sarapiquí o cualquier otra vía.

Es de suma importancia tener en cuenta que el objeto de esta cláusula era para que las
embarcaciones con mercaderías destinadas a Costa Rica entraran a Nicaragua por el Puerto de San
Juan del Norte y llegaran a su destino en Costa Rica, lo que en Derecho Internacional se conoce
como Servidumbre de Paso.

Ahora bien, el objeto principal del Tratado Jerez Cañas de 1858, fue el derecho de navegación con
objeto de comercio establecido en el Laudo Cleveland, destinado a otorgar a Costa Rica una salida
al Océano Atlántico para que pudiese exportar su café, algo que hoy Costa Rica no necesita pues
tiene carretera de todo tiempo, ferrocarril, puerto y canales costeros. Es decir la zona cafetalera de
ese país dejó de estar enclavada y tiene mejores posibilidades de comunicación que Nicaragua.
Todo ello indica que desapareció el objeto principal de libre navegación.

Cabe señalar además que la bahía y el puerto de San Juan del Norte fueron inutilizados por la
obstrucción de millones de toneladas de elementos sólidos provenientes de Costa Rica por el
despale de la rivera del Río San Juan. Hoy de hecho es prácticamente imposible que Costa Rica
pueda sacar su café por el Puerto de San Juan del Norte, pues ellos mismos inutilizaron la
navegación y el uso del puerto en perjuicio de Nicaragua.

112
En el derecho internacional existe una circunstancia en la cual los acuerdos interestatales pierden su
vigor, y es cuando varían fundamentalmente las condiciones dentro de las cuales fueron suscritos.
Se aplica entonces en estos casos la llamada cláusula “Rebus sic Stantibus” de la convención de
Viena de 1969 de la ONU.

Esta cláusula sólo puede ser invocada en tres situaciones:

1.- Cuando una de las partes contratantes pierden su personalidad jurídica.


2.- Cuando desaparece o se altera sustancialmente el objeto principal acerca del cual versó el tratado
y
3.- Cuando la alteración del estado de cosas fáctico y jurídicamente existente al tiempo del acuerdo,
vuelven su aplicación materialmente imposible o lesivo para una de las partes.

Así, podríamos decir que la Cláusula Rebus Sic Stantibus, implícita en todos los tratados
internacionales, al ser aplicada a la situación actual establecería que si el derecho de navegación no
puede ejercerse porque las circunstancias han cambiado en virtud de los hechos de la naturaleza, ese
derecho ha terminado. No existe ningún derecho cuando no puede ser ejercido debido a un cambio
en la realidad de la naturaleza. Costa Rica tiene unos 151 años de no usar la “servidumbre de paso”
y el permitirles navegar por el Río San Juan a policías armados o simplemente navegar, aún con el
permiso expreso cada vez, y no digamos respaldados por una ley, sería aceptar la doctrina del
dominio útil, es decir que compartimos la soberanía y defensa de todo el Río San Juan.

Esto no significa que Nicaragua va a denunciar el Tratado de Límites y los consiguientes Laudos,
pero sí que los derechos que Costa Rica dice tener sobre la ruta del Río San Juan, no existen. Es
decir, Nicaragua no tiene ningún problema de índole territorial con Costa Rica y todo lo
actualmente planteado por ese país, a propósito de las labores de dragado realizadas por Nicaragua,
responden a un conflicto meramente artificial.

Con el criterio utilizado por Costa Rica para sus reclamos, Nicaragua podría demandar ante la Corte
Internacional de Justicia a ese país, para que se le reintegren a nuestro país las provincias de
Guanacaste y Nicoya, que se entregaron a ese país para que la soberanía del Río San Juan fuese
absolutamente nicaragüense.

*Doctor en Historia

¿Organizaciones de la Sociedad Civil en Nicaragua?


Raúl Venerio

¡Mentira! Aquí no existen como tal. Porque la gran mayoría de las autollamadas que actualmente
usurpan ese término muy lejos están de serlo por una sencillísima razón: No tienen ninguna calidad
de interacción con el poder y tampoco comunicación con la gente. ¿Y por qué no la tienen? Porque
ellas mismas se lo han negado al pretender jugar en el ámbito de lo partidario, alejándose de su
autentica razón de ser: El quehacer público. Cosa que no es lo mismo ni se escribe igual. Y esa
equivocada actuación --o diríamos mala intención--, además las deslegitima ante los ojos de las
mayorías que pretende defender en sus necesidades.

Si no, veamos qué ha sucedido cuando estas estructuras poco más o menos bursátiles --pues la
mayoría de sus dirigentes comen y viven de ellas--, en sus rondas jaculatorias han intentado citar al

113
pueblo para que las apoyen y nadie les pone atención, dada su nula capacidad de convocatoria por
las razones que señalamos –-entre otras--, teniendo que llamar a sus socios partidarios a que las
apoyen para así tratar de salvarles algo de su legitimidad y legalidad sospechosa, todo auspiciado
por algunos medios de comunicación militantes del aún existente caciquismo del oriente pernicioso
que es farisaico, desdeñoso y egoísta en su actitud frente a la vida de los Nicaragüenses.

Estas supuestas organizaciones civiles, sin fines de lucro, tienen disímiles perfiles y vuelcos; son
pocos profesionales en la consecución de las metas que presuntamente persiguen debido a su total
falta de trato y de comunicación con el gobierno, pues al ubicarse como elementos políticos con
vocería sesgada se anulan como interlocutores validos, sin otra opción que las de convertirse en otro
partido político, del enorme arcoiris ya existente en el país. Esta es una realidad más que evidente
en nuestro medio y no se requiere ser un sabio cuántico para entenderlo correctamente.

Y aquí no estamos hablando exclusivamente de la faena que cumplen de forma cínicamente


desvirtuada; como agentes partidarios desestabilizadores, sino también tratamos de la legalidad
formal en el manejo de los fondos que es sospechosísima (sólo basta recordar la triangulación de
fondos que hacía “Cinco” al llamado “Movimiento de Mujeres”), ilícito que sin ambages aceptaron
que cometían sin ningún escrúpulo ni recato, probablemente motivado por las absurdeces de su
íntimo “destino manifiesto” que los hace supuestos dueños de la legalidad absoluta, en un mundo
que hoy solamente existe en sus cabecitas mañosas y almidonadas.

¿Y qué decir de la mayoría de su dirigencia? Viejos candidatos de partidos políticos con propuestas
fracasadas que no dan para más porque el pueblo no se las compra y no lo engañan mas, porque
también ya aprendieron a leer como lo orientó Carlos Fonseca y lo cumplió y llevó a cabo Daniel
Ortega. Esto les guste o no les guste. Pero además, para dicha y por el bien de la gente, hoy ésta se
ha organizado y existe entorno al Poder Ciudadano. Modelo que ratifica, agigantando, la máxima de
que “solamente el pueblo salva al pueblo”.

Pero hay algo más, ya que en su oportunismo partidario, estos señores de la discordia menesterosa
pretenden manipular a todo el mundo, incluyendo a esos niños que algunos alegan defender,… y
para muestra un botón: Una de estas organizaciones en días recientes hizo publicar en este Diario y
en primera plana, una fotografía de niños con caras pintadas como artistas circenses (payasos), para
reclamar y exigiendo aumento en el presupuesto de educación y salud. La verdad es que todo el
mundo tiene derecho a hacerle demandas al gobierno. Especialmente los niños que han sido y son
los mimados de la revolución. No obstante, yo me pregunto si acaso estos señores le habrán
explicado a esos niños, que si bien se requiere de más recursos, el gobierno del Presidente Ortega lo
aumentado con creces en el marco de lo que es posible hacer en este pueblo empobrecido por más
de 180 años de gobiernos derechistas, a los que hoy ellos representan, y que en su política de
gobierno el Presidente Ortega ha instaurado el programa de la “Educación Universal y Gratuita”, así
como el esfuerzo permanente en elevar su calidad, pasando el presupuesto de educación de 8,692.6
millones de córdobas en el año 2006, a 13,295.8 millones en el 2009. ¡Qué tal! ¿Les explicaran esto
a los niños que manipulan? No lo creo porque no están ellos para eso. Están para mentir y
manipular en su afán de politiquear de forma negativa. Pero bueno, al final en verdad es una lástima
que estas organizaciones sean como son y se estructuren como tal. Pues con una actuación dentro
del marco de su competencia, creo que hasta podrían jugar algún papel que tenga como meta
reclamar; sin soslayos negativos, mayores espacios que beneficien a los más necesitados, siendo
propositivos y sin la reducida visión de un caballo cochero granadino.

En Palmira, Noviembre 2010

114
Opinión del 18 de Noviembre

Río San Juan de Nicaragua, río educador


Juan B. Arrien
18/11/2010

La educación es un proceso personal y social de conformidad con las características y componentes


de la persona humana. Es un proceso integral e integrador con el que se va construyendo cada
persona uniendo sus propias potencialidades conjugándolas con el contexto histórico en que vive y
se desarrolla.

No obstante la indisoluble y permanente unidad de este proceso, a la educación se le trata como un


sistema compuesto de múltiples elementos conformando un abanico técnico-científico expresado en
políticas, enfoques pedagógicos, formación del magisterio, organización de los aprendizajes, el
currículum, la metodología didáctica, la gestión de los aprendizajes, la calidad y pertinencia de los
mismos, etc. etc.

Todos estos elementos confluyen en la formación de cada persona mediante la acción compartida de
educadores y educandos como sujetos de su propia formación y desarrollo.

Por el carácter específico de estos componentes que conforman el hecho educativo formal resulta
muy difícil su armonización y su unificación en correspondencia de la unidad de la persona en su
proceso de construcción.

Sin embargo, eso que está visualizado desde la perspectiva y exigencias de la educación sistemática
y formal escolar vuelve al estado original de la persona que es unidad y totalidad perfectas, cuando
irrumpe en un determinado momento un hecho trascendental que unifica el sentido y alcance de
todo un pueblo y se convierte en un verdadero fenómeno educativo nacional. Tal es el caso de
nuestro Río San Juan hoy más que nunca Río San Juan de Nicaragua. En su poema “Río hasta el
fin” referido al río San Juan, el poeta Jesuita Ángel Martínez Baigorri lo visualiza y lo compara con
nuestra propia vida que se origina en un mar (el lago) y desemboca en otro mar (el océano) siendo
Dios, tanto el mar de origen como el fin del mismo.

Esta visión del P. Ángel, hoy adquiere un significado especial puesto que el Río San Juan de
Nicaragua es vida de Nicaragua en cuanto país soberano desde su origen hasta su fin. Este carácter
del Río con todo su caudal inagotable se ha convertido en un extraordinario factor educativo
nacional al unificar todos los componentes educativos tradicionales, pedagógicos, metodológicos y
didácticos, etc. en un pueblo sujeto de su historia, un pueblo que piensa, siente, sufre, espera,
trabaja y defiende sus derechos como un todo indivisible. La corriente del río es corriente de unidad
nacional y ésta es la concreción de un fenómeno educativo asimismo nacional generador de un
aprendizaje nacional compartido, creativo, unificador e impulsor de valores que se movían
dispersos y en ocasiones antagónicos en el seno de la nación. Hoy, debido al río todo está unido.

El Río San Juan, agua tenía que ser, ha vivificado el sentido y valor de Nicaragua como unidad
porque hace que todos los nicaragüenses convivamos juntos, pensemos, sintamos y hablemos el
mismo lenguaje más allá de diferencia de grupos, de ideologías y de partidos. Hoy la Asamblea es
una, vibrando cerca y hablando el mismo lenguaje del Río. Su ejemplo en tanto representante del
pueblo ha sacudido a toda la ciudadanía y ha enseñado a niños, adolescentes, jóvenes y adultos el
valor y sentido de patria, nación y pueblo. Hoy toda la ciudadanía ha hecho piña con el Presidente
de la República apoyando, alabando y valorando su acertada gestión como responsable del poder
ejecutivo. Hoy Nicaragua entera ha demostrado firmeza radical a la par de ecuanimidad, respeto,

115
sentido de diálogo, lenguaje mesurado, ansia de paz, actitud positiva para aceptar el veredicto de la
Corte Internacional de la Haya caso de que el diferendo limítrofe sea sometido en su criterio y
solución. Hoy no necesitamos referentes de cultura y democracia de países cercanos porque hemos
demostrado tenerlos en alto grado debido a que el Río nos ha enseñado a crear, sentir y vivir la
unidad.

Hoy Nicaragua parece otra, aceptando su dura cotidianidad pero asimismo viviendo con orgullo su
grandeza.

Hoy Nicaragua ha dado una lección de dignidad porque de su seno social ha generado un contexto y
clima de consenso nacional.

La educación de un pueblo no se mide sólo con estadísticas e indicadores formales, existen otras
formas de hacer y demostrar su educación. Hoy Nicaragua es un pueblo educado en sus relaciones
nacionales e internacionales y sobre todo en su unidad, asignatura difícil de aprender y practicar.
Ojalá que el fenómeno educativo vivido en y por todos los nicaragüenses a través de la asignatura
extraordinaria del Río San Juan, penetre en la conciencia de toda la ciudadanía y armonice los
distintos afluentes que generan educación: la familia, el Estado, la sociedad y los ciudadanos y
ciudadanas. Río San Juan, todo él de Nicaragua, Río sin fin y sin límites, Río total de un mar a otro
mar, río que canta con la melodía de sus aguas: Salve a ti Nicaragua, el honor es tu enseña triunfal.

Un conflicto que se complejiza


Denis Torres*
18/11/2010

En un artículo anterior a inicios del conflicto entre Nicaragua y Costa Rica, hacíamos ver que la
relación con el vecino del sur es inextricable. La economía de ambos países contiene elementos
condicionantes o de incidencia mutua y en la cual se juegan no pocos intereses. La historia lejana y
reciente, ha contado con el apoyo mutuo, ante causas de interés regional, pero también el pueblo
costarricense y los gobiernos, en momentos cruciales de nuestra historia política han sabido brindar
su respaldo al pueblo nicaragüense. El río nos une y también nos divide. Esta vecindad es de
siempre y para siempre, de ahí que debamos a apuntar a soluciones definitivas.

Nicaragua a esta altura de desarrollo del conflicto debe revisar su estrategia, queremos comenzar
por aquellas cosas que Nicaragua no debe continuar haciendo, so pena de debilitarse y aislarse a sí
misma:

No debe seguir insistiendo en su retiro de la OEA, pues para el organismo es insignificante. Esto
tendría sentido si dicha amenaza fuera compartida en primer lugar con los países del ALBA.

- Tampoco Nicaragua debe darse el lujo de levantar aristas de divergencias y confrontación con
terceros países: México, Guatemala, Colombia, Panamá, entre otros. Algunos de ellos son países
con una gran presencia continental y podría empujárseles a ser aliados definitivos de Costa Rica.

Nicaragua debe continuar: En su estrategia hacia la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Garantizar que si Costa Rica lleva el caso a las Naciones Unidas, dicho organismo reafirme a la CIJ
como el espacio legal y legítimo para dirimir este tipo de conflicto.

116
Desarrollar la más amplia ofensiva mediática y diplomática con actores internacionales como los
estados y gobiernos, y a nivel de medios de comunicación, personalidades generadoras de opinión,
levantando la bandera de la paz, el diálogo y el derecho internacional. Sería importante mantener al
menos un especialista que acompañen a nuestros embajadores, tanto ante la OEA como la ONU,
para garantizar una eficiente asesoría técnica y jurídica. Como hemos constatado, muchas causas
justas, por muy justas y legítimas que sean, se han perdido por razones técnicas y de procedimiento.

Mantener la movilización interna a nivel nacional, demandando de la oposición la unidad que exige
el momento, no es tiempo de politiquerías partidistas ni de posiciones arteras contra los intereses
nacionales.

Promover la comunicación entre entidades: eclesiásticas, ecuménicas, gremios y movimientos


sociales de los dos países para evitar el exacerbamiento de las pasiones que puedan escalar el
conflicto.

Hasta ahora, Costa Rica se ha victimizado con el argumento de no poseer ejército, pero sí tiene
fuerzas armadas que en conjunto suman no menos de 30 mil sobre las armas, además Costa Rica,
desde esta condición falsa, convoca en su defensa armada a terceros países, esto Nicaragua debe
desmitificando.

El nuevo pronunciamiento de Costa Rica, en el cual señala que Nicaragua ha interpretado mal el
Tratado Cañas-Jerez, además de incurrir en una grave falsedad, abre el conflicto a nuevas fronteras,
pues ello implicaría la revisión total de todos los tratados, laudos y fallos de los organismos
internacionales sobre cuestiones fronterizas o limítrofes, lo cual podría por lo tanto, significar la
propia recuperación de El Guanacaste.

Costa Rica, con esta afirmación, sí está de manera temeraria, sentando las bases para un
escalamiento de alcances imprevisibles del conflicto.

Muchas veces hemos señalado (y el conflicto actual lo confirma), que Nicaragua debe dotarse de
una política exterior de estado. Hasta ahora ha existido una sucesión desordenada de técnicos y
especialistas en el tema, perdiéndose la experiencia y capacidades acumuladas. He sabido que
Honduras y la propia Costa Rica, tienen instituida comisiones limítrofes de carácter permanente,
cuya existencia y funcionamiento es independiente de los cambios de gobierno. Hoy por hoy,
Nicaragua debe constituir una Comisión de Alto Nivel Consultivo, integrada por ex cancilleres y
especialistas en este tema, que no están formando parte del gobierno.

*Director Instituto “Martin Luther King”

El espejismo soberano del Río San Juan


Francisco Javier Gutiérrez
18/11/2010

En el ortopédico diferendo con Costa Rica por el dragado del Río San Juan, Daniel Ortega miente
para distraer a la opinión pública de los verdaderos problemas nacionales, consiguiendo de paso una
fachada de legitimidad para su nefasta presidencia.

En el Río Coco, por ejemplo, 62 comunidades sufren hambruna por los desastres meteorológicos.
24,000 nicaragüenses, que según el Centro Humboldt padecen un nivel de desnutrición del 40%,

117
esperan a que el arrebatado nacionalismo de sus gobernantes, los declare en “Emergencia
Alimentaria”, para poder solicitar ayuda internacional.

Más del 70 % de los norteamericanos apoyaron en 2003 la intervención de Bush en Irak. Pero
también más del 50% de ellos ni siquiera sabía dónde quedaba. Las armas de destrucción masiva de
Saddam Hussein se parecen a las pretensiones de Costa Rica por adueñarse del río, son invisibles.

El respaldo a la patriótica hipocresía de Ortega, está inducido por un nacionalismo que además de
ignorante es mudo. Porque el país no conoce a fondo los detalles del dragado y tampoco se atreve a
formular en voz alta y sin prejuicios, las preguntas indispensables sobre esta obra, que como todo lo
demás, ha sido puesto en marcha bajo el sospechoso sigilo oficial.

Más allá del “Cero” conocimiento de Edén Pastora, en proyectos ecológicos de alta calificación
ambiental y de la verdadera capacidad técnica del armatoste “Soberanía” ¿Qué tan “soberano”
puede ser un proyecto, financiado con fondos extranjeros del ALBA, que entran al país de
contrabando y que además son manejados ilegalmente por la discreción del Ejecutivo? La mentira
cabalga sobre el lomo de la verdad en el Río San Juan. Si bien a mediados del XIX se desató un
interés imperial por adueñarse de la ruta interoceánica, también es cierto, para resumirlo
gruesamente, que desde el Tratado Cañas-Jerez en 1858, pasando por el Laudo Cleveland en 1888,
hasta llegar a la histórica sentencia de La Haya en 2009. Casi dos siglos de disputa fueron
dirimidos. La soberanía de Nicaragua sobre el río ya no se puede discutir, es cosa juzgada e
inapelable. Es insensato continuar la controversia.

Costa Rica además recibió con “gran beneplácito” y “suma complacencia” el fallo, porque también
reafirmó sus derechos de navegación. El pedazo de tierra tomado hoy por tropa nicaragüense y
reclamado por los ticos, es sólo una fracción de humedal con cierto valor ecológico. Una tierra de
nadie, que la inercia burocrática de ambos gobiernos ha impedido amojonar.

Es una infamia, usar el atroz crimen del nicaragüense Natividad Canda en Costa Rica, para inflar
con xenofobia esta patraña nacionalista del río, que ahora irresponsablemente pone en riesgo la
seguridad y el bienestar de más de 300,000 compatriotas, por un miserable mojón olvidado.

El río no puede perder ni una sola gota de su soberanía, si Ortega retira las tropas que ahora están en
medio de la nada y también pudieran estar, como aseguran los ticos en suelo costarricense. Además,
mantener prepotentemente al ejército, alegando combatir el narcotráfico, es un tiro que a Ortega le
puede salir por la culata.

La comunidad internacional y los cinco países, que ahora Ortega alegremente acusa de estar
ocupados por el narcotráfico, saben que en Nicaragua, sobre la sangre de víctimas y policías se
liberan narcotraficantes igual que se “extravían” sus narcofortunas, y que fue precisamente Ortega
en los 80, quien vendió refugio al sanguinario capo colombiano Pablo Escobar.

Un gobierno espurio, conformado por ricas cúpulas parasitarias. Que violan flagrantemente la
Constitución, con su espantajo legal y su corruptela generalizada. No solamente se ha auto inhibido
para defender la soberanía (si estuviera en peligro), sino que además se ha auto deslegitimado para
gobernar este país con legalidad y justicia.

Defender la soberanía bajo una dictadura, también me parece un soberano disparate, no sólo porque
implica la paradoja de morir defendiendo un patrimonio que beneficia solamente a unos cuantos,
sino porque además encierra una ignorancia tan arrogante, como la que ha expatriado a millones de

118
nicaragüenses y convertido a un país colmado de abundantes riquezas naturales, en uno de los más
pobres del mundo.

Esa misma lógica espantosa afecta también la lucha por la democracia. Se exige la purga de los
autores materiales del fraude en las municipales de 2008, pero al mismo tiempo se deja impune en
su cargo y hasta con posibilidades de postularse inconstitucionalmente, a Ortega, autor intelectual
entre muchas otras tropelías, del atraco electoral más grande de nuestra historia.

Si Nicaragua no es libre no puede ser soberana. Solamente la aplicación de la ley puede impedir que
individuos como Ortega, sigan delinquiendo para satisfacer sus mezquinos intereses. Sólo el castigo
puede frenar estos delirios de tirano. Sin mirar el retrovisor, estamos transigiendo con esta nefasta
vuelta en U de nuestra historia. Ya lo dijo Goethe, “nadie es más esclavo que aquel que falsamente
se cree libre”.

Los mitos del Río


Sofía Montenegro
END - 18:55 - 18/11/2010

Retorcer la soberanía

La escalada verbal y pendenciera que ha venido experimentando la controversia por el dragado del
Río San Juan, cuando muy bien se puede dirimir a través de una mesa de diálogo binacional, hace
obvia la voluntad política de ambos gobiernos de armar una tormenta en un vaso de agua. La sobre-
reacción tica –cualquiera que haya sido el motivo-ha sido aprovechada por el gobierno de Ortega
para invocar el discurso de la soberanía al servicio de su propia estrategia política reeleccionista y
hacerse el “soberano” imponiendo una súbdita y obsecuente unidad nacional, a la antigua usanza de
los reyes. No otro sentido tiene el recién inventado e inexistente Consejo de los Poderes del Estado
compuesto en su mayoría por magistrados y funcionarios ilegales o usurpadores, que van a
“defender” Nicaragua cuando han sido los encargados de destruirla. La apelación al
sentimentalismo nacionalista y al simbolismo del río San Juan, es una burda maniobra para restañar
la erosionada legitimidad de Ortega, que busca romper el rechazo que provocan los abusos de su
gobierno y justificar la subordinación de todas las instituciones. Es querernos hacer olvidar que la
soberanía, tal y como se entiende en los estados democráticos de hoy, sólo fue posible tras
guillotinar la cabeza del soberano y que es en la Constitución, y en los ciudadanos donde reside la
soberanía realmente agredida de Nicaragua.

Teología patriotera

Como la nación es una comunidad imaginaria e imaginada construida según el modelo de la familia,
la etnia y la comunidad religiosa, que se particulariza con ritos y mitos de masas, hemos visto como
el ministerio de propaganda se apresuró a suspender la TV por cable, para imponer las ceremonias y
la diatriba sobre el Río. La línea oficial fue anunciada por la conspicua pareja del presidente: “la
unidad del Estado y pueblo nicaragüense en torno a la defensa de la soberanía nacional y nuestro
Río San Juan”. Un Festival Acuático, emblemático de este nacionalismo banal y una marcha del
CNU con estudiantes que gritaban la consigna “Nicaragua unida jamás será vencida” en medio de
banderas rojinegras y llamados a “defender la soberanía”, fue parte de la coreografía
gubernamental. El toque religioso lo puso el Cardenal Miguel Obando quien indicó que “la Patria es
tradición, un doble vínculo simultáneo, con la tradición histórica de las generaciones que nos han
precedido y las que vendrán, y un vínculo con todos los hombres del país, nuestros
contemporáneos”. Invocó así el principio del catecismo de la “comunión de los santos”: la unión

119
espiritual de vivos y muertos que comparten un solo cuerpo místico que tiene como cabeza no a
Jesucristo, sino a la familia Ortega. Habrá que ver quiénes son los emotivos crédulos que compran
semejante bulo.

Soberanía y Estado de Derecho

Las aguas del Río San Juan, al parecer, quieren utilizarse para remontar la corriente de la historia en
cuanto a la ubicación de la soberanía. Fue J.J. Rousseau quien rompió hace siglos con la creencia de
que la soberanía residía en una única y específica persona (el monarca) y fue quien le pasó la pelota
de la soberanía a la “voluntad general”, el pueblo, que pasó a encarnar el poder y a tomar las
decisiones. Desde entonces ha habido un proceso de “despersonificación” de la soberanía con el fin
de dejarla a salvo del arbitrio de la voluntad de un individuo y que se consolida con la aparición del
Estado de Derecho. Este consiste en la sujeción de la actividad estatal a la Constitución y a las
normas aprobadas conforme a los procedimientos que ella establezca, que garantizan el
funcionamiento responsable y controlado de los órganos del poder y el respeto a los derechos
fundamentales. La residencia legal y efectiva del poder de mando se encuentra en los ciudadanos,
que lo ejercen y delegan por medio del voto. De acuerdo con esto, en Nicaragua donde la ley es
Ortega y la Constitución es pisoteada todos los días, los votos son robados y hay procesos
electorales fraudulentos, resulta ridículo y cínico que ahora hable de “soberanía” y que encima
pretenda encarnarla. El “Consejo de los poderes del Estado” son en realidad un grupo de cortesanos,
juglares y saltimbanquis de la corte, puesto que como quedó establecido desde la Constitución
Francesa de 1791, “toda sociedad en la cual la garantía de los derechos no esté asegurada, ni se
adopte la separación de poderes, carece de Constitución”. Dado que Ortega ha aplastado la
soberanía ciudadana, su falta de legitimidad debilita la soberanía territorial.

Un río símbolo

En el imaginario colectivo una entidad natural como el Río San Juan ha devenido referencia
privilegiada del sentimiento nacional, pese a que por el lado norte del territorio hay otro magno río,
el Coco. Tal vez porque el San Juan ha sido fuente perenne de disputa, de sueños no realizados y
promesas incumplidas, tal vez por un sentido estético de belleza prístina y no domesticada de sus
aguas, riberas y selvas colindantes, de deslumbrante verdor. Tal vez porque es límite entre el
adentro y el afuera, frontera del exilio y el retorno, ruta de tránsito o paraíso perdido que merecía
mejor suerte. Lo cierto es que como símbolo, es uno de carácter ambivalente, dado que corresponde
tanto al poder creativo de la naturaleza como del tiempo. Según Cirlot, la poderosa corriente de
agua significa fertilidad y la progresiva irrigación del suelo, mientras que por otro lado implica el
irreversible pasaje del tiempo y en consecuencia, un sentido de pérdida y de olvido. La
identificación con el Río San Juan bien puede evocar en lo más profundo del alma nica aquella
copla de Jorge Manrique: Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, qué´ es el morir. Allí
van los señoríos derechos a se acabar e consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos e
más chicos, allegados son iguales los que viven por sus manos e los ricos.

El conflicto con Costa Rica y la política doméstica de Nicaragua


Emilio Hernández Hernández*

Las maniobras para modificar la Constitución acapararon los titulares de todos los medios de
comunicación en Nicaragua, tanto los oficialistas como los no-oficialistas. Y así se volvieron parte
del debate público entre los sectores de nuestra sociedad. La reacción de la oposición, aunque débil,
fue inmediata. Los grupos opositores lograron los acuerdos de Metrocentro 2, en donde aseguran
unirse para evitar la reelección de Ortega

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La política, entendida como la doctrina y estrategias para dirigir los asuntos públicos, requiere de
una gran capacidad en sus líderes de influenciar la opinión de las masas y formar consenso sobre la
dirección que, como Nación, se desea seguir. Lastimosamente, en la práctica diaria de la política
moderna este concepto se distorsiona a tal punto que lo que se ve en realidad son líderes que desean
manipular la opinión de las masas para lograr objetivos de interés personal o partidario mediante
maniobras muy bien coordinadas y, preferiblemente, no muy evidentes. Creo que todos los
nicaragüenses podemos estar de acuerdo que, a lo largo de la historia de nuestro país, la política
nacional ha sido llevada de esta manera llegando a veces a manipulaciones que son obvias y hasta
ofensivas a la inteligencia de todos nosotros.

Esta introducción es para referirme al conflicto actual entre Costa Rica y Nicaragua. Y es que se
hace cada vez más evidente la coordinación que existe entre cada una de las maniobras políticas de
parte de Daniel Ortega y su gobierno, con el objetivo claro de mantenerse en el poder. Mi
argumento es que el conflicto con Costa Rica es una maniobra más que sirve para este mismo
propósito. No pretendo debatir si la continuación del gobierno de Ortega es deseable para Nicaragua
o no, ni tampoco discutir si es posible a estas alturas evitar su participación como candidato
presidencial en la contienda electoral de 2011. Mi única intención es la de señalar hasta qué punto
Daniel Ortega subestima las repercusiones que tienen sus maniobras políticas para asegurar su
permanencia en el poder sobre la vida diaria de los sectores más vulnerables de la población
nicaragüense. Esto revela una falta de concordancia entre los efectos que tienen sus tácticas
políticas y los objetivos sociales que dice buscar.

Haciendo un recuento, después de las elecciones municipales en noviembre de 2008 en las que el
partido FSLN se queda oficialmente con las alcaldías más importantes del país, la oposición falla en
sus intentos de resolver sus reclamos de irregularidades en el proceso electoral. Además, algunos
donantes congelan su ayuda a Nicaragua o se retiran definitivamente del país, como es el caso de
Suecia y Noruega. Esto marca el inicio de una serie de maniobras por parte del actual gobierno que
van asegurando la participación de Daniel Ortega en las próximas elecciones presidenciales a pesar
de la doble prohibición constitucional que se lo impide. En octubre de 2009, se dio la sentencia de
los magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declarando inaplicable el artículo
de la Constitución que prohíbe su reelección, argumentando que éste viola sus derechos humanos.

A esto se le suma el decreto emitido en diciembre de 2009 en donde Ortega asume tener la facultad
para autorizar a magistrados judiciales y electorales (que incluyen a aquellos magistrados autores de
la sentencia dada dos meses antes) para permanecer en sus cargos aunque se venza su período.
Luego vino la publicación del artículo transitorio 201 en La Gaceta, el cual tiene años de estar en
desuso, con el cual se pretende dar legalidad a la permanencia de los magistrados en sus puestos. Y
basado en esto, los magistrados sandinistas de la CSJ se reúnen junto a conjueces que pretenden
reemplazar a aquellos magistrados opositores, para eliminar de la Constitución de la República el
artículo 147 que prohíbe la reelección. Según el entendimiento sobre leyes de esta ‘Corte Plena’, es
el Poder Judicial y no el Poder Legislativo el único competente para modificar la Carta Magna. Días
después el presidente del Poder Electoral, Roberto Rivas, anuncia públicamente la convocatoria a
las elecciones de 2011 y aclara que acatará el fallo de la CSJ, permitiéndole a Ortega reelegirse.

Seguramente el lector estará confundido con el tema del cual trata este artículo, pues al inicio dije
que éste se refiere al conflicto entre Costa Rica y Nicaragua. ¿Qué tiene que ver la política
doméstica nicaragüense con Costa Rica? Exactamente… nada. Sin embargo, las maniobras políticas
que actualmente toma el gobierno de Ortega involucran a Costa Rica con la aparente intención de
distraer a la opinión pública y de crear un contexto que, intencionalmente o no (para aquellos que

121
están convencidos de la falta de conexión entre ambos temas), ayuda a garantizar la candidatura de
Ortega en las próximas elecciones.

Las maniobras para modificar la Constitución acapararon los titulares de todos los medios de
comunicación en Nicaragua, tanto los oficialistas como los no-oficialistas. Y así se volvieron parte
del debate público entre los sectores de nuestra sociedad. La reacción de la oposición, aunque débil,
fue inmediata. Los grupos opositores lograron los acuerdos de Metrocentro 2, en donde aseguran
unirse para evitar la reelección de Ortega. Y aunque es fácil cuestionar el compromiso real de
algunos dirigentes de la oposición con este objetivo, ha habido suficiente coordinación como para
que surja con cierto consenso la posible candidatura de Fabio Gadea Mantilla, representando una
alianza opositora nacional que participe en las próximas elecciones.

Dado el movimiento de piezas que el gobierno de Ortega ya ha hecho dentro del juego político
nacional, lo que más le beneficiaría para asegurarse que no exista ninguna reacción efectiva por
parte de la oposición sería propiciar su inacción. Y qué mejor forma de distraer esta oposición y
todos los sectores de la sociedad, que trayendo el tema del conflicto limítrofe con Costa Rica a la
mesa. Desde el inicio de este nuevo conflicto, el Presidente Ortega ha sabido plantar la semilla de la
polémica. El dragado en nuestro Río San Juan comenzó sin mucho cuestionamiento sobre cómo se
licitó este proyecto y sobre la posibilidad de daños que esta actividad pueda causar en las
ramificaciones aguas abajo que caen en territorio costarricense, algo que esta regulado por la ley
internacional. El nervio de los ticos es fácil de entender si nos imaginamos por un momento en una
situación en la cual la acción de terceros nos afecta indirectamente. El conflicto sube de tono
cuando el reclamo de Costa Rica se transforma en un reclamo limítrofe, al afirmar que miembros
del ejército de Nicaragua se encuentran en territorio costarricense, mientras el gobierno
nicaragüense afirma estar en territorio nacional. Y es que éste es un debate entre Costa Rica y
Nicaragua que tiene muchísimos años y, desafortunadamente, la desidia de ambos países lo ha
perpetuado. Sin embargo, es justamente ahora, que el gobierno de Ortega decide reavivar el tema. Y
dice estar dispuesto al diálogo con nuestros vecinos para definir de una vez por toda la frontera
entre los dos países. Como muestra de esta voluntad de ‘diálogo’ envía a algunos efectivos militares
justamente al territorio disputado, quizás para empezar las pláticas con nuestro vecino partiendo del
hecho que Nicaragua tiene la razón. De esta forma casi gratuita se deteriora la relación con un país
con el cual tenemos, y seguiremos teniendo, una relación socio-económica muy estrecha por el
simple hecho de ser nuestro vecino.

Y es así cómo en las últimas semanas todos los medios de comunicación, los sectores de la sociedad
civil y los líderes de la oposición han comenzado a destinar más tiempo al análisis de todos los
argumentos legales que Nicaragua pueda tener para defender su posición en el conflicto limítrofe. Y
ya nadie parece recordar aquellos enunciados que resaltaban las últimas maniobras políticas,
ilegales o no, del gobierno y la oposición en miras a las próximas elecciones nacionales.

Es el tiempo que corre el que se encarga de legalizar definitivamente todas las acciones que se han
tomado para modificar la Carta Magna y así permitirle a Daniel Ortega presentarse como candidato
presidencial en las elecciones de 2011. Los efectos secundarios de estas maniobras políticas los
sufren siempre los nicaragüenses más vulnerables: los que eran beneficiarios de la ayuda de
donantes como los suizos y noruegos, los que tienen que migrar a Costa Rica para conseguir un
empleo que les permita darle de comer a sus familiares en las zonas más pobres de Nicaragua. El
pueblo no es ciego ante este tipo de maniobras y estoy apostando que el actual gobierno, cuyo lema
es ‘El Pueblo Presidente’, se dará cuenta de esto a más tardar en Noviembre del 2011.

*Doctor en Economía
emiliohernandez@hotmail.com

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Yerros graves de Nicaragua en diferendo con Costa Rica
Guillermo Cortés Domínguez*

El gobierno de Nicaragua se equivocó en dos aspectos cruciales en el diferendo con Costa Rica,
primero, antes de iniciar el dragado del Río San Juan, y segundo, en la OEA. Antes que nada, me
parece que lo que ocurre es una soberana estupidez, pues en vez de estar confrontados deberíamos
estar explorando las mejores opciones para desarrollar gigantescos proyectos binacionales
beneficiosos para ambos, como hacen los países europeos con sus ríos fronterizos. El Río Rin, de
1.320 kilómetros, atraviesa los territorios de Suiza, Austria, Liechtenstein, Alemania, Francia y los
Países Bajos. Estos países han desarrollado una serie de tratados y laudos especiales para disponer
de la mejor manera de sus aguas fluviales en beneficio de todos.

Me referiré, para comenzar, al segundo grave error, pues Managua debió aceptar desde el inicio la
propuesta del Secretario General José Miguel Insulza, quien demandaba a ambas partes retirar sus
fuerzas policiales y militares a fin de crear condiciones para el diálogo. Como se sabe, la propuesta
incluye el retorno a la Comisión Binacional. ¿Acaso no es eso lo que nos interesa? Sentarnos a
platicar para dirimir las diferencias. Nicaragua se quedó estacionada en una posición inamovible,
mientras la situación evolucionaba y Costa Rica tendía una red de adherencias que nunca detectó la
representación oficial nicaragüense en la OEA, la que fue a una votación sin haberse dado cuenta de
que la tenía perdida. Craso error diplomático.

¿Y por qué retirarnos si nuestras tropas están en territorio nicaragüense? Pues para contribuir al
inicio de las conversaciones, no para renunciar a nuestra soberanía. En toda negociación se debe
ceder. Es imposible ir a un escenario de este tipo con posiciones inflexibles, porque así no se llega a
ningún lado. Además, tal retiro sería sólo de un área muy específica y aislada, que no impediría
continuar la salvaguarda del Río y la lucha contra el narcotráfico. Pero lo fundamental se habría
obtenido: sentar a Costa Rica, y con el apoyo político de la OEA, para dirimir los aspectos
causantes de la controversia y, de acuerdo a la resolución de la Corte de La Haya y a los laudos
Cleveland y Alexander, precisar de una vez por todas por dónde demonios va la línea fronteriza.
¿Cómo aparecemos ahora? Como derrotados en una resolución apoyada por 22 países. Ése es el
saldo real. El Presidente Ortega despotrica torpemente contra varios países y los acusa de conspirar,
para ocultar la miopía, la intolerancia y el fracaso.

Pero no nos llamemos a engaño, más temprano que tarde, en la eventual mesa negociadora de la
Comisión Binacional, habría salido el asunto de fondo –como tendrá que salir en su momento--, y
que tiene que ver con la primera mala jugada del gobierno: no establecer una comunicación
adecuada con Costa Rica a fin de crear condiciones para que no surgieran contradicciones en
relación con el dragado de nuestro Río San Juan, o al menos para prevenir o disminuir los conflictos
que previsiblemente desataría esta acción necesaria y urgente para recuperar la navegabilidad de
nuestro río en toda su extensión. Y no es que haya que pedir permiso a los costarricenses para
dragar el Río de total soberanía nicaragüense, sino que, por la proximidad, hay que tomarla en
cuenta, en dependencia de algunas situaciones, tal como lo determinan los laudos Cleveland y
Alexander, aunque esto no pueda gustar a mucha gente.

El punto No. 4 del tercer Laudo Cleveland establece que Nicaragua puede hacer trabajos (dragado),
para mantener libre la navegación del Río, y para que no se obstruya la Bahía de San Juan del
Norte. Añade que Costa Rica no tiene que pagar dichos gastos, aunque las mejoras sean para
beneficio común. El numeral 6 dice que San José no puede impedirle a Managua la ejecución de
tales obras dentro de su propio territorio, pero señala que no debe haber afectaciones en territorio
costarricense so pena de indemnización.

123
Y es aquí donde entra a debate otro aspecto fundamental: ¿cuál es la línea fronteriza?, porque el
gobierno tico al parecer está interpretando que el dragado podría afectar su territorio, lo cual no es
nada descabellado, ya que el objetivo de esta limpieza del Río es volverlo navegable, lo que
implica, por un lado, que áreas secas o pantanosas que se han venido formando en el último siglo, y
que ahora están en la margen derecha, erróneamente serían consideradas suyas por el gobierno de
Laura Chinchilla, y de ahí el reclamo de que tropas nicas habrían “invadido”. Al volverse navegable
el Río y con ello ocupar su lecho histórico, parte del territorio desecado desaparecería, y eso podría
considerarlo San José como “una pérdida”.

Es decir, el legítimo y necesario dragado del Río, que es propiedad exclusiva de Nicaragua,
introduce algunas complejidades que deben ser tratadas de la manera más transparente, responsable
y profesional por ambas partes. El numeral 9 del Laudo Cleveland establece que Costa Rica puede
negar a Nicaragua el derecho de desviar las aguas del Río San Juan en caso que de ello resulte
destrucción o serio deterioro de la navegación de dicho Río, o de cualquiera de sus brazos en
cualquier punto en donde ese país tiene derecho a navegar en el mismo. Y no se asusten. Tal es de
delicado el asunto.

Sobre el límite, se dice que es la margen derecha del Río San Juan, lo cual cambiaría con el
dragado, ya que lo volvería navegable donde desde hace muchas décadas ya no lo es. Pero el tercer
Laudo Alexander establece como “la exacta línea de división entre la jurisdicción de los dos países,
el borde de las aguas sobre la margen derecha, cuando el río se halla en su estado ordinario,
navegable por las embarcaciones y botes de uso general”. Ciertamente es la margen derecha, pero
del Río navegable, no del seco. Más claro no canta un gallo.

La clave no está en la altura del Río, sino en el lecho, de modo que si gracias al dragado el San Juan
volviera a ocupar el cauce que tenía en 1958 o similar, Costa Rica no tendría nada que reclamar,
aunque le pareciera que pierde un territorio hasta hace poco seco o pantanoso, que creía era de su
propiedad. Es decir, la línea divisoria no cambia pese a las transformaciones por sedimentación
ocurridas en el último siglo. Además, es previsible que el dragado produzca que menos agua
engrose el costarricense Río Colorado, lo que afectará los intereses de ese país. ¿Debe Nicaragua
responder por ello? Yo preguntaría: ¿Costa Rica respondió a Nicaragua por el aumento de flujo de
agua del San Juan hacia el Colorado, inducido por el dragado que realizó?
Costa Rica también tendrá ventajas por el dragado del San Juan. Pero todo eso debió ser platicado
con antelación. Además, al frente de semejante obra debería estar un especialista.

*Editor de la Revista Medios y Mensajes


gocd56@hotmail.com

La crisis del río y el oportunismo de ortega


Ramón Flores
09/11/2010

En los últimos días, la noticia de cabecera es el diferendo con Costa Rica, a raíz del proyectado
dragado de una parte del Rio San Juan, fronterizo con el hermano país del Sur. Para los que
desconocen este tipo de operaciones, el dragado es un proceso de limpieza del fondo del río,
extrayendo el sedimento acumulado para incrementar su profundidad a fin de aumentar la capacidad
de transporte de agua y facilitar el tráfico pluvial, evitando el riesgo de encallamiento. Esta
operación es una decisión del gobierno de Nicaragua, a la que tiene absoluto derecho en tanto
somos dueños soberanos de la totalidad del Rio San Juan. Hasta aquí, todo está correcto.

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Sin embargo, existen algunas aristas que dejan un margen de duda de las verdaderas intenciones del
Presidente Ortega con la repentina crisis desatada, que coincidentemente llegan en un momento en
que la legitimidad de las últimas acciones del gobierno está seriamente cuestionada, tanto a lo
interno como a lo externo. El primer elemento es de carácter formal, si esta operación es superior a
los 2.5 millones de dólares, ¿ha sido licitada a como lo establece la ley? ¿Cuántas empresas
participaron en la licitación? ¿Existe un pliego base para la licitación? ¿Cuándo fue anunciada? ¿En
qué parte del Presupuesto Nacional o del MTI está incluido dicho gasto? ¿Qué sabe de esto la
Contraloría General de la República?

El segundo elemento tiene que ver con las competencias de los que están a cargo del dragado. Una
obra de este tipo, generalmente es encomendada a empresas especializadas, con vasta experiencia,
altísima capacidad tecnológica y responsabilidad profesional. En Latinoamérica están presentes
empresas de dragado que representan el 80 % del mercado mundial de esta industria, siendo estas:
Boskalis Internacional BV (Holanda); Dredging Internacional BV (Bélgica); Jan de Nul (Bélgica);
Great Lakes Dredge & Dock (USA) y Ballast Han Van Oord (Holanda). Por declaraciones de
quienes están al frente, el dragado durará entre dos y tres años. ¿Es esto razonable para una
operación de este tipo? Al final, ¿cuánto será el costo real de la misma? ¿Cuánto hubiera durado y
costado con empresas de experiencia a nivel mundial y altamente calificadas como las
mencionadas? ¿Cuál es la capacidad de dragado de la Draga Soberanía? ¿De cuántos pies será la
profundización del lecho del río? ¿Cuántos kilómetros del río serán dragados? ¿Qué experiencia
previa tiene la empresa que está a cargo de esta operación?

El tercer elemento está alrededor de la empresa a cargo del dragado. Según el señor Edén Pastora
Gómez, delegado del Presidente Ortega en el Departamento de Río San Juan y quien dirige la obra,
la draga, construida en Nicaragua, cuesta más de 20 millones de córdobas, financiados por empresas
ligadas a la omnipresente ALBA. Este financiamiento, ¿es en calidad de préstamo? ¿A qué plazo?
¿A qué interés? Fue préstamo al gobierno central, ¿o es un préstamo personal señor Pastora? Si es al
gobierno central, ¿pasó por la Asamblea Nacional para ser aprobado por los diputados? ¿Hay alguna
relación entre la empresa que financia la draga, con el proyecto de construcción de la Hidroeléctrica
Brito? ¿Quiénes son los dueños de la empresa? ¿Es privada o es estatal?

Un cuarto elemento es el repentino descubrimiento de que finqueros ticos, que tienen propiedades
desde hace años en la zona fronteriza, son narcotraficantes. Si esto es así y conociendo la estrecha
relación de trabajo entre la DEA y las fuerzas dedicadas a combatir al narcotráfico por parte de la
Policía Nacional, ¿por qué tardaron tantos años en hacer semejante descubrimiento? ¿Informaron a
las autoridades costarricenses que estos ciudadanos ticos estaban dedicados a la narco actividad, a
como seguramente lo establecen los protocolos? Las propiedades en mención, ¿están en territorio
nacional o en territorio tico?

Un quinto elemento: ¿por qué después de casi cuatro años de gobierno, hasta ahora se acordó el
Presidente Ortega de ejercer la soberanía en esta parte de nuestro territorio? El fallo de La Haya de
julio del 2009 ratifica el sumo imperio de Nicaragua sobre el Río San Juan, siendo aceptado en su
totalidad y recibido con beneplácito por Costa Rica, de acuerdo a las noticias de ese entonces. ¿Por
qué, entonces, recurrir al patrioterismo cuando no está en juego la soberanía del Rio San Juan? ¿No
hubiera sido más fácil informar a la Presidenta Chinchilla de los trabajos de dragado que se iban a
efectuar? ¿No hubiera sido más conveniente invitar a las autoridades costarricenses a realizar una
visita a la zona, para ver en el lugar los trabajos a realizar?

Existen muchas interrogantes en esta situación, que no hacen más que abrigar la sospecha de que se
trata del aprovechamiento oportunista de una crisis convenientemente creada en un momento

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propicio, que deja réditos políticos al Presidente Ortega, sabiendo que el Rio San Juan es lo único
que uniría a su impopular gobierno con la inmensa mayoría de los nicaragüenses. Difícilmente
alguien se pondrá del lado de los ticos en una situación en que la soberanía de nuestro país esté en
juego, so pena de ser acusado hasta de traición a la patria. Daniel Ortega ha comprobado que un
buen manejo de las crisis le da excelentes resultados en términos de mejoramiento de su imagen
política, tal a como fue demostrado con las lluvias del mes pasado y reflejadas en las dos encuestas
realizadas en el mes de octubre y no tendrá empacho en crear nuevas crisis, hasta llegar a las
elecciones del 2011, con la seguridad de que esto le dará más popularidad y mayor fortaleza al
sentimiento de inevitabilidad e invencibilidad con que pretende abrumar a todos los nicaragüenses
que rechazamos su reelección.

No hay que olvidar el manejo perverso de la agenda política que a nivel nacional hace el presidente
Ortega para manipular la opinión pública nacional. Ya nadie se acuerda del agravio a la Iglesia
Católica hecha por personeros del Gobierno, acción que lastimó la conciencia de la inmensa
mayoría del pueblo católico y le ganó una inmensa antipatía que había que restablecer, ya que son
pocos los que creen que haya sido una acción individual de Roberto Rivas. Pasó a segundo plano el
llamado irregular que este mismo personaje hizo a los partidos políticos, para inscribir la “pre
matrícula” de estos, a fin de participar en las elecciones nacionales del 2011 y tratar de legitimar a
un Consejo Supremo Electoral espurio.

Cuidado y esta crisis mediatiza a la opinión pública y nos trae de regalo, de la mano de Arnoldo
Alemán, ALN y el BUN, las reformas constitucionales, que entierren de una vez por todas, el futuro
electoral de Nicaragua.

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IX. DISCURSOS Y CORRESPONDENCIA OFICIAL

1. DISCURSOS

Intervención del señor Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Costa


Rica, Dr. René Castro Salazar, en la sesión del Consejo Permanente de la
Organización de los Estados Americanos, solicitada por Costa Rica para exponer
sobre la situación con la República de Nicaragua en la zona limítrofe del Rio San
Juan.

Washington, 3 de Noviembre de 2010

Señor Presidente,
Señoras y señores integrantes del Consejo Permanente de la Organización de Estado Americanos
Señor Secretario General de la Organización José Miguel Insulza
Señor Secretario General Adjunto Embajador Albert Ramdin
Señoras y señores embajadores y representantes de los países observadores
Señoras y señores representantes alternos,
Amigas y amigos,

En primer lugar agradezco al señor Presidente del Consejo su diligencia en la convocatoria a esta
sesión extraordinaria solicitada por Costa Rica, y a todos ustedes su presencia en este recinto, para
exponer ante ustedes los preocupantes hechos que han motivado nuestra petición.

El 1° de diciembre de 1948, hace 62 años, mi país abolió el ejército. Esta decisión, conocida por la
comunidad internacional, constituyó un acto de fe en el Derecho de Gentes y en la recién
constituida Organización de los Estados Americanos, ya que la defensa de la soberanía e integridad
territorial de Costa Rica quedó confiada a los mecanismos jurídicos del sistema interamericano.
Desde entonces, nuestra seguridad depende de esta organización y de los estados que la integran, ya
que Costa Rica solo cuenta con una pequeña fuerza de policía civilista, con limitada capacidad
defensiva y sin capacidad ofensiva alguna, integrada por funcionarios públicos cuyo objetivo es
brindar la seguridad a los ciudadanos y mantener el orden público, y con un armamento muy
modesto.

La carencia de ejército, y la confianza en los mecanismos de solución pacífica de controversias,


reafirman la voluntad permanente de Costa Rica de mantener relaciones de amistad y cooperación
con todas las naciones y muy especialmente con las del hemisferio. Sin embargo, en varias
oportunidades, comenzando precisamente en diciembre de 1948, a los pocos días de la supresión del
ejército, Costa Rica ha debido recurrir al Sistema Interamericano para solicitar su protección y su
defensa, cuando ha visto afectadas su soberanía y su integridad territorial. Y los hechos que
motivan la reunión de hoy se refieren, lamentablemente, a una de esas situaciones.

127
Desde el comienzo de la administración de la Presidenta Laura Chinchilla, en mayo de este año,
Costa Rica ha querido caracterizar sus relaciones con la hermana República de Nicaragua por un
espíritu de buena vecindad, cordialidad y de cooperación, y ha formulado reiteradas
manifestaciones de buena voluntad hacia ese país. No obstante, configurando una situación que los
costarricenses lamentamos profundamente, acciones recientes de las autoridades de Nicaragua han
afectado gradualmente nuestra soberanía territorial y nuestros recursos naturales. Estos hechos han
tenido lugar en suelo costarricense, al sur del río San Juan, en un territorio costarricense
denominado isla Calero y específicamente en el sector de ésta conocido como finca Aragón.

Antes de exponer los hechos en cuestión, deseo hacer énfasis en que Costa Rica no pretende en
ningún sentido alterar la demarcación fronteriza entre ambos países, ni adueñarse de ninguna
porción del cauce del río San Juan, al que los instrumentos internacionales vigentes entre ambos
países reconocen como de exclusiva soberanía de Nicaragua. Pero este reconocimiento no significa,
ni puede significar, que Costa Rica permita que su territorio al sur y al este de dicho río sea objeto
de incursiones por parte de las fuerzas armadas de Nicaragua, en clara violación a esos instrumentos
jurídicos. Tampoco aceptaremos alteraciones unilaterales y artificiales de la frontera.

La zona donde han sucedido y lamentablemente siguen sucediendo los hechos que denuncio, está
compuesta por bosques húmedos, que constituyen una reserva natural. La isla Calero, que tiene una
extensión de 151 kilómetros cuadrados, es un humedal protegido internacionalmente. Zona
ecológicamente muy rica por su interacción con el río y la zona marítimo-costera, constituye
además parte del corredor biológico de Mesoamérica, y se encuentra protegida por convenciones
internacionales sobre medio ambiente. Hago esta referencia porque los hechos que motivan mi
presentación han afectado no solamente la soberanía de Costa Rica en el plano jurídico y político,
sino que representan además una violación de las convenciones internacionales en materia
ambiental que protegen áreas naturales, recursos biológicos y humedales internacionales.

Abrigo la esperanza de que mi exposición permita a todos los presentes comprender la gravedad de
la situación y la necesidad de tomar las medidas para proteger la integridad territorial y el ejercicio
de la soberanía en territorio costarricense, así como para evitar que la continuación de estos hechos
siga constituyendo un peligro para la paz y la seguridad internacional. Pero antes de proceder a la
presentación de los hechos concretos, quisiera formular un fraternal llamado a Nicaragua para que
sus autoridades se apeguen a los instrumentos internacionales vigentes en materia limítrofe, a la
Carta de la OEA y la normativa del sistema interamericano en su conjunto y al Derecho
Internacional ambiental, para poder superar la situación que hoy enfrentamos. Costa Rica y
Nicaragua son dos países hermanados no solamente por la geografía sino también por la historia, las
raíces culturales comunes y una serie de desafíos igualmente comunes que demandan nuestra
cooperación fraternal y solidaria. Invitamos a nuestros hermanos nicaragüenses a que juntos
procuremos dar contenido efectivo a la fraternidad que anima la convivencia de nuestros pueblos,
tan íntima y entrelazadamente vinculados en familia común.

Cronológicamente, la relación circunstanciada de los hechos que motivan esta reunión puede
exponerse como sigue:

1°.- En el diario La Prensa de Nicaragua del día 25 de agosto de 2009 se publicaron declaraciones
del señor Virgilio Silva, Gerente de la Empresa Portuaria Nacional de Nicaragua, indicando que ese
país pretendía desviar al río San Juan 1,700 metros cúbicos por segundo del caudal que actualmente
tiene el río Colorado, río enteramente costarricense, que bordea la mencionada isla Calero. Idénticas
declaraciones a la Agencia AP se le atribuyeron entonces a Edén Pastora, responsable del proyecto
de dragado.

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2°.- Las anteriores manifestaciones hicieron que el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de
Costa Rica, Bruno Stagno, enviara a su colega de Nicaragua don Samuel Santos la nota DM-637-09
de 27 de agosto de 2009, en la que recordaba que de conformidad con el Derecho Internacional y
los instrumentos pertinentes, en especial el Laudo Cleveland de 1888 y la sentencia de la Corte
Internacional de Justicia de 13 de julio de 2009, Nicaragua no puede realizar obras de mejora en el
río San Juan que causen perjuicio a territorio costarricense o afecten los derechos de navegación de
Costa Rica en el río. En la nota se le solicitaron además a Nicaragua los estudios que demostraran
que el proyectado dragado no afectaría a Costa Rica. Nicaragua se abstuvo de responder a esta
comunicación.

3°.- Hace tan solo unos meses, ante un nuevo anuncio de que la obra de dragado comenzaría en el
futuro cercano, el Ministro interino de Relaciones Exteriores costarricense Carlos Roverssi, remitió
al Canciller de Nicaragua la nota DM-AM-156-10 de 12 de julio de 2010. En ella se reiteraba la
necesidad de que Nicaragua presentara a Costa Rica los estudios para demostrar que las obras
previstas no tendrían impacto sobre territorio costarricense. Esta nota tampoco recibió respuesta,
aunque el Canciller nicaragüense don Samuel Santos, en una conversación que tuvimos en
Managua, me dio garantías verbales, en mi calidad de Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de
Costa Rica, de que el dragado no afectaría territorio costarricense. Y fue como consecuencia de esa
entrevista que el pasado 8 de setiembre, en una comparecencia en una comisión de la Asamblea
Legislativa de Costa Rica, con base en el principio de buena fe expresé que no había motivos para
dudar de la palabra del Canciller de Nicaragua. También en esa oportunidad mencioné que Costa
Rica seguiría con sus actividades de monitoreo del proyecto para evitar posibles impactos negativos
en el lado costarricense de la cuenca.

4°.- En el mes de octubre de 2010, miembros de una familia de apellido Reyes, poseedora de
derechos de explotación sobre una zona conocida como Finca Aragón, Isla Portillos-Isla Calero, y
otros vecinos de la comarca, denunciaron a las autoridades costarricense preocupantes acciones
efectuadas allí, en suelo costarricenses, por el señor Edén Pastora, responsable del dragado del río
San Juan, y militares nicaragüenses. La familia Reyes denunció que con el pretexto de las obras de
dragado, el señor Pastora y militares nicaragüenses ingresaron en la finca Aragón, los sacaron a
ellos y detuvieron a algunos trabajadores. Un educador costarricense que trabaja en la vecindad,
remitió el 18 de octubre una nota a la Presidenta de la República, en la que expuso hechos similares.

5.- No cabe duda de que la zona en cuestión es territorio de Costa Rica. Esto se comprueba
mediante la cartografía oficial elaborada por el Instituto Geográfico Nacional de Costa Rica y el
Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, específicamente con las hojas cartográficas 3448 I,
ambas actualizadas al año 1988 y con escala 1:50.000. La isla Calero se encuentra precisamente en
la región fronteriza, y allí, los tratados y laudos han definido que el río San Juan es de exclusiva
soberanía nicaragüense y que los territorios que en la región se encuentren al sur y al este de ese río
pertenecen a Costa Rica. Dada la ubicación de la isla Calero, precisamente en la margen derecha del
río, es indubitable que pertenece a Costa Rica, y que Nicaragua no podría pretender derechos de
soberanía sobre ella sin desconocer el tratado de límites vigente entre ambos países y sus
instrumentos complementarios.

6.- Como consecuencia de las aludidas denuncias, el Ministerio de Seguridad Pública de Costa
Rica, en coordinación con la Cancillería a mi cargo, organizó un sobrevuelo de la zona el día 20 de
octubre. Se logró documentar mediante fotografías y video, que la draga nicaragüense se encuentra
anclada sobre el río San Juan, en el sector cercano al Caño Sucio, a algunos metros de distancia de
la margen costarricense del río en la zona de la Finca Aragón. En la draga se observaron militares
nicaragüenses. Asimismo, se documentó que de la draga parte una tubería de varios metros de largo,

129
por medio de la cual se estaba depositando sedimento en la Finca Aragón, es decir, en territorio de
Costa Rica, sin que se hubiera pedido ni menos obtenido autorización de las autoridades
costarricenses para tal acción. En otras palabras, Nicaragua, además de realizar en el río labores de
dragado sin haber requerido el consentimiento de Costa Rica, que era necesario según el Laudo
Cleveland de 1888, ha utilizado el territorio costarricense como vertedero de desechos, como
basurero de las labores de dragado.

7.- Ante tales violaciones a la soberanía de Costa Rica, el Gobierno de Costa Rica decidió el 21 de
octubre presentar una nota de protesta al Gobierno de Nicaragua, y ordenar que funcionarios de la
Fuerza Pública y de los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Ambiente se trasladaran cuanto
antes a la zona con el propósito de dimensionar los hechos.

8.- El propio 21 de octubre se llamó al Embajador de Nicaragua en Costa Rica a la Cancillería y se


le hizo entrega de la nota de protesta. Acto seguido se llevó a cabo una conferencia de prensa donde
se expuso lo ocurrido.

9-. El 22 de octubre funcionarios de la Fuerza Pública costarricense verificaron en la zona que la


tubería que estaba depositando el sedimento ya había sido retirada y se encontraba sobre el agua del
río San Juan, aunque la draga permanecía anclada en el mismo lugar, a unos metros de distancia de
la margen costarricense del río. Dentro de la draga se observaban efectivos del ejército de
Nicaragua. También se observó que se había abierto una trocha de unos 700 metros que apunta en
dirección de la Laguna Los Portillos, y que otra zona de aproximadamente unas dos hectáreas había
sido totalmente talada. Esta zona se encuentra en línea directa con la Laguna Los Portillos.

10.- Esa misma mañana, funcionarios de la Fiscalía costarricense y de los Ministerios de Relaciones
Exteriores, Seguridad y Ambiente verificaron que en efecto se había cubierto con sedimento
proveniente de la draga un área de unos 2.500 metros cuadrados de territorio costarricense, lo cual
constituiría un delito ecológico al tratarse de una zona protegida. También observaron claramente
los numerosos árboles cortados en el área de aproximadamente dos hectáreas que se encuentra en
línea directa con la Laguna Los Portillos.

11.- Aunque la Fuerza Pública y los funcionarios de los Ministerios mencionados se retiraron de la
zona, el Ministerio de Seguridad Pública costarricense mantuvo sobrevuelos regulares, a fin de darle
seguimiento a los hechos. La draga se mantuvo anclada hasta que el 23 de octubre fue retirada
mediante un remolque, y trasladada a una zona ubicada en la margen izquierda del río San Juan, en
territorio de Nicaragua.

12.- El día 25 de octubre miembros de la Fuerza Pública costarricense y funcionarios del Ministerio
del Ambiente efectuaron otra visita a la isla Calero, con el fin de determinar pericialmente la
verdadera extensión del daño ambiental y su costo. Se observó que la bandera de Costa Rica seguía
en su lugar en la Finca Aragón, en el sitio donde había sido colocada por la Fuerza Pública
costarricense.

13.- A raíz del daño ambiental verificado se abrieron en Costa Rica una causa penal en la Fiscalía
Adjunta de Guápiles (Expediente 10-004110-485 PE) por delito de infracción a la Ley Forestal y un
expediente en el Tribunal Ambiental Administrativo (Expediente 46310-01)

14.- Sorpresivamente, el 27 de octubre se presentó a la Cancillería de Costa Rica la nota


MRE/DVM/AJST/660/10/10 firmada por Manuel Coronel Kautz, Ministro de Relaciones Exteriores
por la Ley de Nicaragua. En esta nota Nicaragua rechazó las afirmaciones contenidas en la protesta
formulada por Costa Rica, por considerar que las actividades de limpieza en el río San Juan se

130
habían realizado en territorio nicaragüense. Pero además, sorpresivamente, el gobierno de
Nicaragua protestó por lo que llamó “reiteradas violaciones de tropas de las fuerzas armadas
costarricenses a territorio nicaragüense” y exigió que tales “hechos”, valgan las comillas, no
volvieran a repetirse. Dejando aparte el hecho de que Costa Rica, como lo sabe muy bien
Nicaragua, carece de fuerzas armadas, ahora resulta que la presencia de autoridades policiales
costarricenses en suelo indubitablemente costarricense incomoda de tal modo al país vecino que lo
considera motivo de protesta. Como si lo anterior no fuera suficiente, la nota del 27 de octubre
anunció que Nicaragua continuaría las labores de limpieza en el río y resguardando “los límites y
soberanía de Nicaragua.”

15.- El mismo 27 de octubre la Fuerza Pública de Costa Rica realizó un sobrevuelo en la zona, y
observó que la draga trasladada a la margen izquierda del río San Juan se encontraba operando de
nuevo. Cerca de ella se advirtió otra zona talada en territorio nicaragüense, en forma de canal, lo
cual parece dirigirse a eliminar el meandro en el cauce actual del río San Juan, pues de lograrse esto
el río seguiría su cauce en línea directa. Si esto se diera, el curso del agua continuaría en línea recta
a través de la trocha ilegalmente abierta en suelo costarricense en Finca Aragón, posteriormente por
el área de dos hectáreas de árboles que fueron cortados también ilegalmente en dicha finca, y
eventualmente llegaría en línea directa a la Laguna Los Portillos. De esta manera Nicaragua estaría
buscando lograr que el río San Juan desembocara directamente en la Laguna Los Portillos por
medio de un canal artificial. Esto significaría cercenarle a Costa Rica una extensión de su territorio,
concretamente el sector noroeste de la Isla Portillo. Como es lógico, esto sería absolutamente
inaceptable para Costa Rica y representaría una violación flagrante a los convenios de límites
vigentes.

16.- En la tarde del 31 de octubre, durante un nuevo sobrevuelo en la zona de la Finca Aragón, se
observó que la bandera de Nicaragua había sido colocada en un lugar cercano de una vivienda
ubicada en la Finca Aragón, en territorio costarricense. Asimismo, se observaron a distancia
presuntos campamentos instalados sobre el depósito de sedimento colocado días atrás en ese
territorio costarricense por la tubería proveniente de la draga.

17. Anteayer, 1° de noviembre, las autoridades policiales costarricenses efectuaron otro sobrevuelo
con el fin de verificar con mayor precisión la situación. Se logró comprobar que, en efecto, en la
Finca Aragón, en nuestra isla Calero, se colocó la bandera nicaragüense. Asimismo, en el lugar
donde se había depositado el sedimento se observaron claramente al menos tres campamentos
habilitados. En otro punto de la Finca Aragón se obtuvieron fotografías de miembros del Ejército de
Nicaragua, algunos de ellos incluso apuntando con sus armas de fuego hacia la aeronave
costarricense. De esta forma se constata sin lugar a dudas que el Ejército de Nicaragua no solo izó la
bandera de ese país en suelo costarricense, sino que además tomóó el control militar de la zona.

18.- Ante tan preocupante y clara violación de la soberanía y la integridad territorial de Costa Rica,
el mismo día de anteayer 1° de noviembre, en horas de la tarde, se entregó al Embajador de
Nicaragua la nota DM-429-10 de esa misma fecha para responder los alegatos contenidos en la nota
suscrita por el Viceministro Manuel Coronel, y también se le entrega la nota DM-430-10 de esa
misma fecha mediante la cual Costa Rica protestó por la invasión armada a territorio costarricense y
solicitó el retiro inmediato de las tropas nicaragüenses de su territorio. No obstante la gravedad de la
situación, Nicaragua no ha contestado aún a esta comunicación, ni ha retirado a sus soldados del
territorio costarricense, ni menos ha interrumpido sus obras en el río.

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Señor Presidente,
Señoras y señores:

Costa Rica ha procurado mantener la calma y la moderación que en circunstancias como la que
vivimos debe caracterizar la acción de los países que se apegan al Derecho Internacional y confían
en él. Apelamos a que Nicaragua dé testimonio de que la anima el mismo espíritu y que
conjuntamente hagamos un esfuerzo para evitar que nuestros caminos se alejen, y más bien
construyamos cordial y fraternalmente caminos de entendimiento y de cooperación. Por otra parte, a
esta organización le queremos hacer ver la necesidad de investigar de modo cuidadoso los hechos
expuestos, a fin de que sean los propios mecanismos jurídicos existentes en el Sistema
Interamericano y no solo el dicho de uno u otro país los que comprueben la veracidad de lo que ha
ocurrido. Simultáneamente solicitamos que la OEA intervenga para que el Gobierno de Nicaragua
retire sus tropas de suelo costarricense. Por ello, en nombre del Gobierno de Costa Rica solicito
respetuosa y fraternalmente que se constituya una comisión que se traslade al lugar de los hechos e
investigue allí lo sucedido.

Como hace 62 años, Costa Rica reitera hoy su confianza de que gracias a que existe un
Sistema Interamericano operativo y de acción oportuna, es posible que en nuestro hemisferio haya
países que vivan sin fuerzas armadas, y cuyas relaciones de vecindad se desarrollen en un espíritu
de armonía y entendimiento fraternal. Los costarricenses demandamos, señoras y señores, que la
OEA se comporte a la altura de las circunstancias y que este Consejo Permanente confirme que
nuestra decisión de entonces fue acertada y que el presente de las Américas, como su futuro, tienen
como cimiento y como simiente el Derecho Internacional y la vocación de paz inherente a los seres
humanos. Esta es una oportunidad para que la Organización de los Estados Americanos demuestre
que sigue teniendo vigencia.

Muchas gracias

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Intervención de Embajador Enrique Castillo, Representante Permanente de Costa
Rica, en la sesión del Consejo Permanente de la Organización de los Estados
Americanos, solicitada por Costa Rica para exponer sobre la situación con la
República de Nicaragua en la zona limítrofe del río San Juan.

Washington, 12 de noviembre de 2010

Señor Presidente,
Señoras y señores integrantes del Consejo Permanente de la Organización de Estado Americanos
Señor Secretario General de la Organización José Miguel Insulza
Señor Secretario General Adjunto Embajador Albert Ramdin
Señoras y señores embajadores y representantes de los países observadores
Señoras y señores representantes alternos,
Amigas y amigos,

Agradezco al señor Presidente del Consejo la convocatoria a esta sesión extraordinaria solicitada
por Costa Rica, y a todos ustedes su presencia hoy aquí. Igualmente doy el más sincero
agradecimiento al señor Secretario General por su valioso informe presentado el pasado martes 9 de
noviembre, así como por su inquebrantable compromiso de lograr una salida diplomática, pacífica y
justa a esta situación, como corresponde a las naciones civilizadas que actúan con buena fe.

En la sesión del pasado martes, Costa Rica hizo ver que, si bien abrigábamos la esperanza de que,
tal como lo habían conversado nuestros presidentes, existía de parte de ambos países un
compromiso de acatar las recomendaciones del señor Secretario General, Nicaragua claramente las
ha despreciado.

En sus intervenciones del pasado martes, el Representante Permanente de Nicaragua aprovechó este
foro para continuar su estrategia de generar confusión sobre una situación que es absolutamente
clara: no es un problema de definición de límites, es una violación a la integridad territorial
costarricense. Debido a ello, señor Presidente, Costa Rica se ve forzada una vez más a referirse a
algunos aspectos de este asunto que es vital que queden absolutamente claros.

1. Costa Rica ha presentado ante este Consejo pruebas contundentes e irrefutables sobre la
ocupación ilegal de tropas nicaragüenses a un sector de nuestro territorio conocido como
Isla Calero en el Caribe Norte de Costa Rica.

2. Asimismo, se han presentado pruebas de las acciones de tala de bosque y de depósito de


sedimento que Nicaragua hizo en ese territorio costarricense, con absoluto desprecio por sus
obligaciones legales y ambientales.

3. Es devastador el daño ambiental a una porción del Humedal Caribe Noreste, incluido desde
el 20 de mayo de 1996 por Costa Rica en la lista de Humedales de Importancia
Internacional de la Convención de Ramsar. Tal como lo establece esta Convención de 1971,

133
los humedales cumplen una función ecológica fundamental como reguladores de los
regímenes hidrológicos y como hábitat de una fauna y flora características, especialmente
de aves acuáticas. Este daño, deplorablemente, continúa, como también continúa la
violación a nuestra soberanía e integridad territorial mientras nos encontramos en esta sala.

Nicaragua ha intentado justificar la violación a la integridad territorial costarricense de diferentes y


contradictorias formas. Ha procurado generar la percepción de que se trata de una disputa
fronteriza; de que existe duda sobre el trazado de la frontera, e incluso se quiso atribuir esta
supuesta duda a la falta de amojonamiento en la zona. La intención de estas argucias es clara:
presentar la situación como una disputa jurídica que como tal no debería ser conocida por la
Organización de los Estados Americanos, sino por la Corte Internacional de Justicia. De esta forma
Nicaragua pretende no solo violar nuestra soberanía territorial, sino burlar el Sistema
Interamericano, burlar la OEA y burlar sus mecanismos.

Como parte de esa estrategia, el miércoles 3 de noviembre el Embajador Moncada presentó unas
coordenadas de la supuesta ubicación de sus tropas y de la draga. Al verificar las coordenadas de los
campamentos militares, resulta que no corresponden con la ubicación de la Finca Aragón, en Isla
Calero, en territorio de Costa Rica, sino a una zona más al oeste, pasada la margen izquierda del río
San Juan y, por lo tanto, en efecto en territorio nicaragüense. Las coordenadas verdaderas donde se
encuentran las tropas nicaragüenses en suelo costarricense son: Latitud 10º55’01’’ norte y Longitud
83º40’45’’, que corresponde al campamento instalado en la zona donde se depositó el sedimento, y
en otra área todavía más al este con posición Latitud 10º55’22.95’’ norte y Longitud 83º40’48.15’’.

Las coordenadas de la draga corresponden al sitio en el río San Juan donde se encontraba anclada a
unos metros de la margen derecha del río. En el tanto que las aguas del río pertenecen a Nicaragua,
en efecto la draga estaba en territorio nicaragüense, y eso nunca se ha puesto en duda por Costa
Rica. Sin embargo, surge la pregunta: ¿si Nicaragua reclama como suyo ese sector de la Isla Calero,
por qué da entonces coordenadas que se encuentran alejadas de ese sector de territorio costarricense
para ubicar a sus tropas? ¿Será que en el fondo Nicaragua se está cuidando de no reconocer
formalmente que ha ocupado militarmente a Costa Rica?

A estas alturas existe claridad sobre la verdadera situación y sobre las verdaderas intenciones de
Nicaragua. Insisto, no se trata de una disputa fronteriza. Nunca antes Nicaragua había manifestado
dudas sobre la ubicación de la frontera en toda la Isla Calero, que corresponde a la margen derecha
del río San Juan. Repito, nunca antes del 31 de octubre pasado Nicaragua le había expresado dudas
a Costa Rica sobre la propiedad de esa tierra, la cual, consistentemente, había reconocido como
costarricense.

Puntualizo, no se trata de un problema de falta de amojonamiento. Los instrumentos que definen los
límites entre ambos países establecen muy claramente que la frontera en ese sector está constituida
por la margen derecha del río San Juan. Así lo dice el tratado de Límites de 1858, y los Laudos
Alexander. En particular lo establece el Laudo Alexander Nº 1 de 30 de setiembre de 1897 al
establecer la frontera en este sector. Esto se demuestra con el croquis adjunto a este Laudo, del cual
tenemos copias tanto Costa Rica como Nicaragua y el país árbitro. Ahí se aprecia claramente que el
sector norte de la Isla Calero, y específicamente la zona hoy tomada militarmente por Nicaragua le
pertenece a Costa Rica. Hemos también mostrado el croquis contenido en el Acta Nº 10 de la
Comisión Alexander, de fecha 2 de marzo de 1898, en el cual incluso se muestra la Finca Aragón.
En todos ellos se observa cómo el límite arranca en Punta Castilla y de ahí bordea por la margen
derecha de la laguna de Harbor Head, como se llamaba entonces a la actual Laguna Los Portillos.

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Nicaragua ha pretendido falsear la historia alegando que antes existía un caño que conectaba la
Laguna de Harbor Head o Los Portillos con el río San Juan, justo en el área donde Edén Pastora,
por encomienda del Gobierno de Nicaragua, está ahora abriendo el canal artificial en territorio
costarricense. Tal argumento es absolutamente falso. En ninguno de estos mapas históricos, ni en
ningún otro, aparece ese supuesto caño. La frontera corre exactamente por donde la muestran los
mapas históricos producidos por la Comisión Alexander y en una zona mucho más al norte y en
dirección hacia la desembocadura del río San Juan en el Mar Caribe y con rumbo paralelo a la costa.

La clara intención de la ocupación militar es tomar control de la zona para desviar el curso del río
San Juan de manera que ahora desemboque directamente en la Laguna Los Portillos y así evitarle a
Nicaragua tener que dragar los tres kilómetros adicionales hasta su desembocadura natural en el
Caribe. No es lo mismo limpiar el cauce del río San Juan que desviarlo. Repudiamos que Nicaragua
intente canalizar el río San Juan por nuevos recorridos, violando la soberanía territorial
costarricense y despojándola de una porción de su territorio. Me pregunto cómo reaccionarían los
demás países aquí representados si esta situación se estuviera dando en sus territorios.

Pretender enfocar la solución a esta disputa como la necesidad de amojonar la zona es simplemente
una cortina de humo, que deliberadamente ignora la realidad sobre la frontera que ha existido en los
últimos 113 años. Costa Rica no tiene problema en retomar el proceso de densificación de hitos
fronterizos iniciado en 1994 sobre la porción terrestre de la frontera donde eso corresponde, que es
entre los Mojones 2 y 20. Entre el Mojón 2 y 1, que es el de Punta Castilla o mojón inicial, el límite
natural es el río San Juan. Es precisamente por esto que en la presentación del Embajador Moncada,
al enseñar el resultado del proceso de densificación de hitos fronterizos iniciado en 1994, se aprecia
claramente que estas tareas se llevaron a cabo entre los mojones 2 y 20, comenzando precisamente
por el 2. ¿Por qué no se incluyó el trayecto entre el Mojón 1 y 2? Porque en todo este trayecto de
unos 75 kilómetros el río es la frontera natural y sobre eso siempre ha habido claridad absoluta.
Nuevamente, Costa Rica no tiene problema en retomar el proceso de densificación de hitos
fronterizos donde eso corresponde, pero por favor que no se distorsione la realidad ni se use esto
como pretexto para desviar la atención de la ocupación ilegal que sufre nuestro país.

La cartografía oficial de ambos países y de terceras partes es clara y absolutamente concordante: no


hay duda que el sector norte de la Isla Calero ocupado a partir del 30 de octubre por fuerzas
armadas nicaragüenses le pertenece a Costa Rica. Más aún, los mapas que Costa Rica y Nicaragua
le presentaron a la propia Corte Internacional de Justicia con ocasión del caso Disputa sobre
Derechos de Navegación y Conexos en el río San Juan, resuelto mediante la sentencia del 13 de
julio de 2009 tan frecuentemente citada por Nicaragua, reflejan este mismo trazo fronterizo, y
claramente ubican la zona hoy invadida por Nicaragua dentro del territorio de Costa Rica. Costa
Rica quisiera ver con qué cara Nicaragua pretende presentarse en el futuro ante la Corte
Internacional de Justicia, para argüir que el mapa que ella misma había presentado estaba
supuestamente equivocado.

Nos ha dicho el Representante Permanente de Nicaragua, citando un acta de la comparencia del


Canciller René Castro ante la Comisión de Ambiente de nuestra Asamblea Legislativa, que el señor
Canciller había manifestado que esta obra de dragado no conllevaría mayor perjuicio ambiental.
Una declaración en este sentido partía de dos premisas: primero, que las garantías verbales dadas
por el propio Canciller de Nicaragua eran serias, y que, tal como el Canciller nicaragüense había
dicho, la obra de dragado se haría enteramente en territorio nicaragüense y bajo estándares de
protección ambiental aceptados internacionalmente. En ningún momento siquiera se contempló la
posibilidad de que Nicaragua pretendiera desviar el curso del río a través de territorio de Costa Rica.

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Nuevamente, se trata de un escenario muy distinto, que no se puede confundir: no es lo mismo
limpiar el cauce del río San Juan que desviarlo, para luego apoderarse del territorio costarricense.

La última excusa usada por Nicaragua para justificar su presencia en suelo costarricense fue la lucha
contra el narcotráfico, y de paso acusa a Costa Rica de no cooperar en estas tareas. Si esto es cierto,
mucho agradecería al Represente Permanente de Nicaragua que explique por qué el pasado 12 de
agosto de 2010 el propio Presidente de Nicaragua condecoró al Comisionado Martín Arias,
Director del Servicio Nacional de Guardacostas de Costa Rica, con la Medalla de Honor al Mérito
en Primer Grado, “Por la amistad, confianza, hermandad, cooperación y coordinación operativa en
la lucha contra el narcotráfico internacional”.

Nicaragua no tiene autoridad alguna para darnos lecciones de combate al narcotráfico, al que
dedicamos ingentes recursos y esfuerzos dentro de un marco de absoluto respeto a la
institucionalidad local y a nuestros compromisos internacionales.

Señor Presidente:

La intransigente negativa al retiro de tropas del territorio costarricense por parte de Nicaragua ha
hecho que Costa Rica deba tomar el camino de la diplomacia y del derecho internacional, y como
uno de sus componentes, haya acudido a los mecanismos americanos como un primer paso en la
defensa de su soberanía e integridad territorial. Durante todo este proceso Costa Rica ha actuado de
buena fe, como le consta a los demás estados miembros de la OEA. Pero esta actitud costarricense
no ha sido correspondida por Nicaragua. Y todo tiene un límite.

Por lo tanto, hoy Costa Rica viene a recordar el reto y las obligaciones que el Sistema
Interamericano tiene, en el marco de sus deberes de conformidad con la Carta de la Organización de
los Estados Americanos. Esto demanda dar una salida pacífica pero justa, rápida y sin
ambigüedades, a las acciones emprendidas por Nicaragua, al ocupar con destrucción, parte del
territorio soberano de otro estado americano.

Estas obligaciones del Sistema no nacen como un deseo de Costa Rica, sino que tienen su origen en
el consenso logrado hace 62 años, de dotar al continente de un mecanismo dinámico y efectivo en la
defensa de los intereses, de los valores, de la soberanía y del territorio de los Estados Americanos.

El artículo primero de la Carta de la Organización de los Estados Americanos, que establece la


naturaleza y objeto de esta organización, define con precisión cuáles son las obligaciones que los
estados miembros asumimos. Cito el primer párrafo del artículo 1:

Artículo 1

“Los Estados americanos consagran en esta Carta la organización internacional que han
desarrollado para lograr un orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su
colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia. Dentro de las
Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos constituye un organismo regional.”
Fin de la cita.

136
La misma carta de la OEA también determina que la paz y seguridad hemisféricas son propósitos
esenciales de la Organización de los Estados Americanos y que esta tiene plena competencia para
conocer de los hechos y acontecimientos que pongan en riesgo dichos propósitos.

Asimismo, entre los principios constitutivos de la OEA, la Carta subraya el respeto a la


personalidad, soberanía e independencia de los Estados y el fiel cumplimiento de las obligaciones
emanadas de los tratados y de otras fuentes de derecho internacional como elementos fundacionales
del orden internacional. También consagra la buena fe y el respeto al derecho internacional como
normas de conducta de los Estados en sus relaciones recíprocas.

En particular, el artículo 21 de la Carta enfatiza que "El territorio de un Estado es inviolable, no


puede ser objeto de ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro Estado,
directa o indirectamente, cualquiera que fuere el motivo, aun de manera temporal" y a la vez
subraya que “No se reconocerán las adquisiciones territoriales o las ventajas especiales que se
obtengan por la fuerza o por cualquier otro medio de coacción”.

En el inciso g) del artículo 3, los Estados Americanos condenan la guerra de agresión, y en el inciso
h de ese mismo artículo aceptan el principio según el cual “La agresión a un Estado americano
constituye una agresión a todos los Estados americanos”.

El artículo 28 de la Carta establece además que "Toda agresión de un Estado contra la integridad o
la inviolabilidad del territorio o contra su soberanía o la independencia política de un Estado
americano, será considerada como un acto de agresión contra los demás Estados americanos”. En
su artículo 29 ratifica los principios de solidaridad continental y legítima defensa colectiva cuando
“la inviolabilidad o la integridad del territorio o la soberanía o la independencia política de
cualquier Estado americano fueren afectadas por un ataque armado o por una agresión que no sea
ataque armado, o por un conflicto extracontinental o por un conflicto entre dos o más Estados
americanos o por cualquier otro hecho o situación que pueda poner en peligro la paz de América”.

Por todo lo anterior, no hay ninguna duda de que el compromiso del sistema interamericano es dar
contenido cierto y significativo a las obligaciones así asumidas por todos los estados miembros.
Esas obligaciones entrañan tomar posición y defender con toda energía a una nación hermana
cuando ésta haya sido objeto de la violación a su soberanía y a su integridad territorial,
particularmente cuando ha mediado, como en el caso que nos reúne hoy, el uso de las fuerzas
militares.

La caracterización que hace Nicaragua para disfrazar de conflicto territorial lo que evidentemente
constituye una violación suya a la soberanía e integridad territorial de Costa Rica, no debe
impregnar reserva alguna sobre la naturaleza y la gravedad de sus acciones. Los hechos que nos
reúnen hoy constituyen, simple y claramente, una ocupación militar con daño territorial de un
estado a otro y no pueden verse de otra manera.

Así las cosas, y de conformidad con el derecho internacional, solo hay un camino: Nicaragua debe
desocupar de forma inmediata y sin condiciones, el territorio tomado por sus tropas. Repito, para la
resolución de lo que nos ha traído hoy a este foro, y bajo el derecho internacional y los principios
que guían a la OEA, solo hay un camino: Nicaragua debe desocupar de forma inmediata y sin
condiciones, el territorio tomado por sus tropas.

Si Nicaragua no desea tomar el camino de la paz, la buena fe y el derecho internacional por sí


misma, entonces incumbe a todos los países del Sistema, al unísono de los objetivos de la Carta de
la OEA –objetivos que repican en las paredes de este recinto— repudiar esas acciones y exigirle

137
desocupar, sin condiciones, el territorio tomado por sus tropas. Esa es la responsabilidad que nos
impone la Carta; esa es la responsabilidad que como naciones democráticas y civilizadas nos
impone el derecho internacional. Costa Rica no espera nada menos del Sistema Interamericano y de
todos los estados que lo integran.

En consecuencia, vistos los hechos, y recordadas las obligaciones que la Carta de la Organización
de los Estados Americanos le impone a todos los países parte, que se han comprometido respetarla
y hacerla valer, Costa Rica, con respeto pero con la vehemencia de un Estado pacífico y desarmado
que ha visto mancillada su soberanía y su territorio, y con la urgencia que la gravedad de las
acciones demanda, solicita a todos los estados miembros y a este Consejo pedir a la República de
Nicaragua el retiro inmediato y sin condiciones del territorio ocupado por sus tropas. Para ello,
solicito que el proyecto de Resolución Rev.2 denominado “Convocatoria de la Reunión de Consulta
de Ministros de Relaciones Exteriores” presentado la semana anterior por Costa Rica y circulado
por la Secretaría sea puesto a discusión y sometido a votación de inmediato.

Los ojos del mundo, y especialmente de América, están puestos sobre la OEA. Confiamos que los
estados aquí representados sabrán mostrar su verdadero compromiso con los altos valores que
inspiraron la creación de la Organización.

Muchas gracias.

138
San José, 17 noviembre de 2010.

Palabras de la Sra. Laura Chinchilla Presidenta de Costa Rica


Celebración de la Proclama de la Neutralidad

Señoras y señores:

Me es muy grato saludar a todos ustedes y de modo muy especial al señor ex Presidente de la
República don Luis Alberto Monge, durante cuyo gobierno se emitió la proclama que estableció la
neutralidad perpetua, activa y no armada de Costa Rica. También quiero expresar mi vivo
agradecimiento al Instituto Costarricense de la Neutralidad y la Paz y a su Director don Luis Garita,
por la amable invitación que me dirigieran para estar aquí esta noche y compartir este significativo
aniversario.

Veintisiete años de la proclama de neutralidad activa, perpetua y no armada de Costa Rica son,
cronológicamente hablando, buena parte de la existencia de una persona joven. Hay por
consiguiente un porcentaje considerable de costarricenses cuya vida ha transcurrido, desde su
nacimiento, en un país oficialmente neutral. Como ocurre con otro porcentaje aún mayor de
habitantes de esta querida tierra, que nacimos y hemos vivido toda nuestra vida en un país sin
ejército.

Hago estas referencias porque a veces nos habituamos tanto a ciertos modos de vida, que ni siquiera
se nos ocurre pensar que las cosas podrían ser de otra manera. Y no damos a lo que tenemos el valor
de tesoro inapreciable, sino que lo vemos como algo rutinario, que es así porque sí. Nos olvidamos
de que ese diario vivir en paz, tranquilidad y libertad es producto de una larga cadena de esfuerzos
históricos. Pasamos por alto que nuestras venturas de hoy son resultado de las ilusiones, los
empeños y los sacrificios de generaciones anteriores.

Este aniversario, entonces, debe ser motivo de honda reflexión. La proclamación de la neutralidad
costarricense en 1983 no fue una ocurrencia coyuntural, ni la decisión antojadiza de un gobierno.
Fue una respuesta de largo alcance ante desafíos del presente y del porvenir sustentada en la
arraigada vocación costarricense por la paz y la civilidad. Una respuesta efectiva y realista,
cimentada en nuestro rechazo rotundo por las soluciones bélicas y nuestro anhelo de que
cualesquiera conflictos que surjan entre las naciones se resuelvan siempre por la vía del diálogo, de
la negociación y del Derecho.

Y aunque la proclama tuvo sus adversarios, la misma llegó para quedarse, por la sencilla razón de
que mucho antes, reitero, ya el espíritu de neutralidad se había enraizado en el alma de la ciudadanía
costarricense.

En este sentido, lo proclamado en 1983 fue consecuencia y culminación casi natural de las
históricas decisiones de la abolición del ejército como institución permanente en 1948 y de su
consagración en 1949 en la Constitución Política, por una Asamblea cuyo más joven integrante era
precisamente don Luis Alberto Monge Álvarez. Que con el mismo espíritu joven de 1949 reafirmó
en 1983 la fe de Costa Rica en el Derecho y tomó la decisión histórica de convertir a la neutralidad
en una de las columnas vertebral de nuestra política exterior. Por eso hoy, una vez más, nos
complace rendir homenaje a don Luis Alberto y a quienes colaboraron con él en la realización de
ese designio.

139
Costa Rica, civilista y neutral, es fruto fecundo de voluntades firmes como las que también han
forjado y desarrollado el movimiento cooperativista costarricense, cuyo recinto sirve de sede a esta
celebración. Y creo que el lugar ha sido especialmente afortunado, como coincidente con uno de los
perfiles de la neutralidad costarricense. Caracterizada la neutralidad de Costa Rica como perpetua,
activa y no armada, elementos que no es necesario desarrollar aquí, quisiera sin embargo llamar la
atención sobre otra característica que ha tenido, a lo largo de estos veintisiete años: ha sido una
neutralidad cooperativa, en el sentido de que sin separarse de ella, Costa Rica ha sido en reiteradas
oportunidades, promotora de esfuerzos de paz, de mediación, de búsqueda de soluciones
negociadas. Tanto en el ámbito centroamericano como en otras regiones del hemisferio, Costa Rica,
manteniéndose fiel a su neutralidad, ha cooperado activamente en empeños para abrir o dinamizar
canales de comunicación y restablecer la armonía. Principios básicos del cooperativismo se han
proyectado a nuestra acción internacional al propiciar soluciones caracterizadas por la ayuda mutua,
la responsabilidad, la democracia, la equidad, y la solidaridad.

En estos momentos en que Costa Rica sufre la presencia de tropas extranjeras en una porción de su
territorio, y que hemos debido hacer uso de los mecanismos del Derecho Internacional para
defender nuestra soberanía, se pone otra vez de relieve esos grandes hitos históricos de nuestra
democracia como la abolición del ejército y la proclama de la neutralidad. Hemos pedido y pedimos
la solidaridad de la comunidad interamericana, de la comunidad internacional, porque no somos,
reitero, gestores de conflictos bélicos ni tomamos partido en ellos. Creemos en el poder de la razón
y no en la razón del poder.

Y por eso también creemos que siempre, lo recalco, siempre, es posible llegar a una solución
pacífica, racional y negociada de cualquier diferendo. Porque sensatez y prudencia no deben
confundirse con debilidad. Porque nuestra cordura y paciencia no deben ceder nunca ante quienes
procuran sembrar la discordia entre hermanos, exacerbar los ánimos y atizar provocaciones. En la
situación que enfrentamos, Costa Rica mantiene su mano fraternalmente abierta para que Nicaragua
la estreche, y las autoridades nicaragüenses saben que en cuanto despejen de tropas el territorio
costarricense, podremos sentarnos a conversar, a negociar y a buscar medios de acercar nuestros
caminos, en vez de alejarlos.

Porque aún cuando hoy tenemos derecho a sentir indignación frente a quienes sin ningún tipo de
justificación nos agreden, guardo la esperanza que habremos de ser capaces de resolver las
discrepancias entre ambas naciones por la vía del derecho y de la razón.

Aún tenemos la oportunidad de demostrarle a las Américas y al mundo que nuestros dos países son
capaces de resolver sus discrepancias de manera fraternal. Que el Derecho y no la amenaza y la
imposición son las herramientas de nuestra acción internacional. Que los gobiernos de Costa Rica y
Nicaragua no se dejan llevar por extremismos y fanatismos, sino que ambos tienen como objetivo
que sus pueblos vivan y convivan en paz, construyendo para recíproco beneficio el presente
compartido y ese futuro que también habrán de compartir costarricenses y nicaragüenses.

Porque ante la lucha contra enemigos comunes como la pobreza, el subdesarrollo, la violencia y el
narcotráfico, ni Costa Rica ni Nicaragua pueden estar enfrentados, sino dar la batalla juntas. Como
juntas están por designio de la geografía. Por imperativo de la historia. Y por la reunión de sangres
y de afectos que une a muchísimos de sus hombres y mujeres en hogares tico-nicas, con hijos e
hijas amantes de sus dos patrias y de sus dos banderas, hechas una sola en el corazón.

Muchas gracias,

140
Mensaje pronunciado por la Presidenta de la República, Laura Chinchilla
En ocasión de la Asamblea General del Secretariado Episcopal de América Central
(SEDAC)

La Garita, Alajuela, 22 Noviembre de 2010

Excelentísimos y Reverendísimos señores arzobispos y obispos de Centroamérica,


Señores sacerdotes, religiosas y religiosos,
Señoras y señores:

Me es muy grato saludarles con todo respeto y agradecer la invitación que se me formuló
para dirigirles unas palabras en esta reunión anual de los obispos de Centroamérica. Deseo, en
primer término, a la vez que reiterar mis sentimientos de respeto y aprecio a los señores integrantes
de la conferencia episcopal de Costa Rica, dar una cordial bienvenida a esta tierra a todos sus
hermanos en el episcopado que han venido de otros países centroamericanos. Espero que sus
deliberaciones resulten no solamente de gran valor para la labor de la Iglesia Católica en tierras
centroamericanas, sino que además contribuya a estrechar los lazos de amistad y afecto entre
ustedes. El acercamiento entre quienes llevan sobre sí la grave responsabilidad del episcopado es de
gran importancia para promover también los lazos de amistad y cooperación entre las comunidades
de fieles que cada uno tiene a su cargo.

Se celebra esta reunión en la diócesis de Alajuela en momentos en que infortunadamente


existe un alejamiento entre los caminos de los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua, por los
acontecimientos que todos ustedes bien conocen. Al respecto, quiero agradecer a los señores
obispos de Nicaragua que, a pesar de esa situación, hayan decidido venir aquí y participar en esta
jornada. Y me han llenado de esperanza las palabras del Excelentísimo y Reverendísimo señor
Arzobispo de Managua monseñor Brenes en su predicación dominical: “espero que Dios ilumine a
las autoridades para que esto se solucione lo más pronto posible, porque somos naciones hermanas
y nuestros gobernantes tienen que buscar los canales adecuados.”

Aunque debido a los desencuentros ocurridos se hayan puesto en marcha gestiones en


órganos internacionales como la Organización de los Estados Americanos y la Corte Internacional
de Justicia, Costa Rica sigue considerando que es posible poner fin a esta situación, mediante el
diálogo y la negociación, si el gobierno nicaragüense retira las tropas que tiene en suelo
costarricense. Quiero reiterar aquí, ante tan autorizados testigos, lo que ya hemos dicho en
numerosas oportunidades, y pedir a los señores obispos de Nicaragua que directamente lo
transmitan al pueblo nicaragüense: Costa Rica no tiene ninguna aspiración sobre el río San Juan, al
que siempre hemos reconocido como exclusivamente nicaragüense, de acuerdo con lo establecido
en el Cañas-Jerez. Y así como respetamos esa soberanía nicaragüense sobre las aguas del río, le
pedimos a Nicaragua que respete la soberanía de Costa Rica sobre las tierras situadas en su margen
derecha, tal y como lo señala el mismo tratado.

Pero más que el río o sus márgenes, lo importante es tener presente lo que destacó
monseñor Brenes: somos naciones hermanas. La geografía, la historia, los vínculos económicos y
las familias con raíces en ambos lados del San Juan han creado entre Costa Rica y Nicaragua un
lazo indisoluble que nos debería conducir siempre a la fraternidad, a la solidaridad, al
entendimiento. Por ello quiero reiterarles a los miles de nicaragüenses residentes en Costa Rica que
pueden continuar viviendo en paz y trabajando tranquilamente en esta tierra. Que somos hermanos
en Cristo.

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Comprendemos muy bien que las decisiones de los gobernantes en materia de política
exterior no tienen por qué afectar a las personas ajenas a ellas y que solo están tratando de ganarse
honradamente el sustento y tratando de construir un futuro de bienestar para sus familias. Yo confío
que con ese mismo espíritu se esté mirando en Nicaragua a los costarricenses que viven allá. Pero
creo que en ambos países, los pastores de todos los credos religiosos, y muy especialmente los de la
Iglesia Católica por ser numéricamente mayoritaria, pueden brindar una contribución invaluable,
tanto orando por a la paz y a la tranquilidad como exhortando a sus comunidades a no dejarse llevar
por voces de extremismo y xenofobia.

Nuestros países, como las demás naciones hermanas de Centroamérica, tienen graves
problemas y están enfrentando además nuevos desafíos, como los efectos del cambio climático, que
se encuentra también entre los temas de este encuentro. En lugar de empeorar las cosas, creo que la
búsqueda conjunta de soluciones es una responsabilidad de todas las personas que vivimos en
Centroamérica y la amamos. Podemos superar las dificultades si actuamos con espíritu fraternal y
con respeto mutuo, y pensando no solo en nosotros sino también en la niñez y la juventud de
Centroamérica, y su derecho a vivir en una tierra con paz y desarrollo.

Excelentísimos y Reverendísimos señores arzobispos y obispos,


Señoras y señores:

Cuando llegaba a su ocaso, entre resplandores, la vida terrenal de San Francisco, hubo una
disputa en Asís entre el alcalde y el obispo, que llegó a alcanzar dimensiones de escándalo y
conmocionó a los habitantes de la localidad, que se dividieron en bandos. El santo se propuso
entonces convertirse en embajador de la paz y agregó a su Himno a Dios por el sol y las criaturas
una nueva estrofa, que empezaba diciendo: “Alabado seas, mi Señor, por los que perdonan por tu
amor…” Sus compañeros franciscanos empezaron a cantar la estrofa, contagiaron al pueblo de Asís
y en un conmovedor acto público, el alcalde y el obispo se pidieron recíprocamente perdón y se
dieron un abrazo. Y así, con esta sencillas frases, Francisco de Asís logró restablecer la concordia
entre sus coterráneos.

Hoy, casi ochocientos años después, esa estrofa sigue siendo profundamente inspiradora, y
nos llama a la reflexión sobre la importancia de perdonarse, de olvidar los resentimientos y de vivir
en paz. Como lo indica una de las admoniciones del mismo San Francisco al comentar las
bienaventuranzas, “Son verdaderamente pacíficos aquellos que, en medio de todas cosas que
padecen en esta vida, conservan, por el amor de nuestro Señor Jesucristo, la paz interior y
exterior.”

Muchas gracias.

142
2. CORRESPONDENCIA.

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