“La autoridad de la Iglesia”

Propósito General: Ético.

Propósito Específico: Compartir el concepto bíblico de quien es la autoridad y el papel que nos corresponde.
Palabra clave: ¡Toda autoridad proviene de Elohim!
Proposición: ¡Iglesia, significa la presencia de Elohim en el mundo!
Texto: Salmo 2.1-12 (inicio), Mateo 14.1-12 (Todos), Varios (M. S.).

INTRODUCCIÓN
Conocer los contextos geográficos, culturales, e históricos es de igual importancia que el
conocimiento sobre el contexto bíblico de la porción de Las Escrituras en que se medita.
El Nuevo Testamento se desarrolla dentro del Imperio Romano, el cual es ubicado entre el año
27 A.C. y el 476 D.C.; un imperio que abarcó desde el océano Atlántico en la parte Oeste hasta el
mar Caspio, el golfo Pérsico y el Mar Rojo, junto al territorio que gobernaba el antiguo imperio
egipcio, al Este; fue, sin lugar a dudas, uno de los imperios más poderosos de la historia.
La nación judía experimento su opresión, los romanos los despojaron de sus derechos, al grado
de que no se les permitía realizar algunas de las prácticas ordenadas por la Torá, y los impuestos
los estaban dejando en la pobreza.
Los romanos eran politeístas, para honrar a sus dioses construyeron distintos templos a lo largo y
ancho del imperio, instaurando un sistema de sacrificio animal para darles tributo; y usaban los
oráculos para consultarlos respecto el futuro y las consecuencias de las decisiones que tomarían.
Roma contaba con un sistema político totalmente centralizado y absolutista, con las siguientes
características:
 El senado actuaba como consejero del emperador, pero no tenía poder para tomar decisiones.
 Las asambleas mucho menos tenían autoridad ni poder, se realizaban a fin de preservar la
tradición romana de los antiguos sistemas de gobierno.
 El emperador tenía la autoridad de elegir a quienes ocuparían los distintos puestos del
magistrado.
Augusto, el primer emperador (27 A.C. - 14 D.C.) distribuyó el territorio en sectores
denominados Provincias Senatoriales en las que un representante imperial conocido como
senador velaba por el bienestar de la población y el cumplimiento de las leyes. Por otra parte, la
sociedad romana era muy diversa, y se crearon distinciones de clase que consistían básicamente
en los siguientes niveles:
 Patricios: Representaban la clase social más importante, gozaban de todos los privilegios en
sentido político, fiscal, judicial y cultural. Se les consideraba descendientes de los fundadores
romanos, por lo que eran parte de la clase noble de Roma y hasta de Europa. Los patricios
formaban parte del senado y contribuyeron al desarrollo del imperio romano.
 Plebeyos: Los “plebeyos” era el término que se le daba al pueblo en general que no gozaba
de todos los beneficios del Estado, pero que luchaba por obtenerlos. Se les separaba de los
patricios debido a que no podían demostrar que eran descendientes de los fundadores de
Roma, por lo que se creía que no tenían sangre romana como tal.
 Libertos: Estos representaban a los esclavos que habían sido liberados por sus dueños, algo
que se hacía por distintas razones. En este aspecto, se puede mencionar el caso de muchos
gladiadores que fueron liberados por el emperador después de que ganaran batallas
importantes en los coliseos romanos.

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 Esclavos: Los esclavos eran aquellos prisioneros tomados de las guerras ganadas contra los
distintos pueblos que dominó el imperio romano; se ponían a la venta en mercados, justo
como cualquier otro producto, donde gente influyente o con riquezas dentro de los plebeyos o
patricios los adquirían. Era la clase social más baja, de la cual sólo se podía salir comprando
la libertad u obteniéndola por parte de los amos.
La economía del imperio romano se basaba en la esclavitud, los esclavos trabajaban para el
estado, sin beneficios para ellos mismos, solamente para el gobierno; estos esclavos fueron los
utilizados para construir las fortificaciones, las vías de comunicación entre las distintas regiones
dominadas por Roma, puertos que servían para el comercio y la transportación.
Por otro parte, vivían de la ganadería y la agricultura (cultivos de cebada, trigo, hortalizas,
legumbres, granos, viñas y olivos). Además, se valían del tributo o los impuestos para exigir de
otros pueblos, incluso de sus mismos ciudadanos un pago que iba a las arcas del Estado.
El ejército del imperio romano fue conocido como uno de los más agresivos de la historia, su
organización, tácticas y número lo hacían temible; en el ejército podían participar hombres desde
los 17 años, incluidos los miembros de las clases influyentes, pues al participar en una carrera
militar, tenían un mayor alcance a privilegios y oportunidades en el imperio.
El ejército estaba dividido en legiones divididas en cohortes y éstas en centurias; comandadas
por los Legatus Legionis, entre los que se encontraban senadores y caballeros.
Hoy en día, el contexto en que el Cristianismo en el mundo occidental se desarrolla, es muy
diferente; por lo que debiésemos interpretar con mayor cuidado algunos textos que citamos en
cuanto a los gobernantes, para comprender mejor, quién es la autoridad, revisemos algunos, en su
contexto y en el nuestro.

DESARROLLO
1) La Autoridad de tu pueblo.
Hechos 23.1-5 Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Hermanos, hasta este día yo
he vivido delante de Elohim con una conciencia perfectamente limpia. Y el sumo sacerdote
Ananías ordenó a los que estaban junto a él, que lo golpearan en la boca. Entonces Pablo le
dijo: ¡Elohim te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Te sientas tú para juzgarme conforme a la
ley, y violas la ley ordenando que me golpeen? Los que estaban allí observando, dijeron: ¿Al
sumo sacerdote de Elohim injurias? Y Pablo dijo: No sabía, hermanos, que él era el sumo
sacerdote; porque escrito está: no hablaras mal de una de las autoridades de tu pueblo.
ἄρχων (árjon). Jefe, gobernante, magistrado, comandante, jefe, líder, alguien que manda.
λαός (laós). Pueblo, nación, multitud; la LXX reserva el término para Israel, tal como el hebreo
prefiere ‫ עַ ם‬- ʿam; laós es un término poético, un poco arcaico y solemne, más conveniente que
ἔθνος - éthnos que define a un pueblo especialmente no israelita; ‫ ּגֹוי‬- goy en hebreo.
Ananías es descrito por Flavio Josefo como: cruel y rapaz (murió asesinado), completamente
indigno de su oficio; quebrantó la Ley al ordenar que golpearan a Pablo, pues ningún acusado
podía ser castigado antes de que fuera probada su culpabilidad (Levítico 19.15).
Pablo reaccionó indignado, pero cuando se dio cuenta de que había hablado de esa manera al
sumo sacerdote, se disculpó por su acción, respetaba el cargo de Sumo Sacerdote, pero no a la
persona que lo desempeñaba; y citó Éxodo 22:28 No maldecirás a Elohim, ni maldecirás al
príncipe de tu pueblo.
‫( נ ִָׂשיא‬nasi). Jefe, líder, gobernante, Príncipe, es decir, uno que rige o gobierna un grupo
seleccionado ya sea por capacidad o por relación de sangre.

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Así que, en el contexto histórico y cultural de éstas porciones, la autoridad a la que se refiere el
texto era el ‫( נ ִָׂשיא‬nasi), el jefe (el anciano) de una tribu o de una familia, y hablar mal de él sería
hablar mal, o blasfemar, de Elohim, quien le había encargado administrar la justicia. La pena por
maldecir a Elohim era la muerte (Levítico 24.16).
Aunque Roma había sojuzgado a los judíos, se les permitía continuar con sus costumbres (Juan
18.31), y el sistema de justicia, después de la monarquía, había vuelto a ser una teocracia,
organizada en forma de una federación sacra, con el gobierno en manos de los sacerdotes y
representantes del pueblo, el Sanedrín, en quien Roma delegaba el gobierno interno del país
(Antigüedades de los Judíos 20.200).
Los Estados Unidos Mexicanos son una república, representativa, democrática, federal y laica;
compuesta por Estados libres y soberanos; unidos en una federación establecida según los
principios de su Constitución. De acuerdo con esta ley fundamental, la soberanía y el poder
público son origen y correspondencia del pueblo, y es este el que decide ejercerlo a través de un
sistema de separación de poderes: Presidente (Ejecutivo), Congreso de la Unión (Legislativo) y
un Poder Judicial, depositado en distintas instituciones, cuya cabeza es la Suprema Corte de
Justicia (Artículos 39, 40, 41 y 49 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos).
Así que, en nuestro contexto, no tenemos una teocracia, sino que vivimos bajo una democracia,
que es el sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y
controlar a sus gobernantes.
En un país soberano y demócrata, la autoridad es el pueblo, quien la ejerce a través del Estado,
es decir el conjunto de los órganos de gobierno; y si el régimen es federal, el Estado es la porción
de territorio cuyos habitantes se rigen por leyes propias, aunque estén sometidos en ciertos
asuntos a las decisiones de un gobierno común.
Abraham Lincoln dijo que: “La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el
pueblo”, y citando a Winston Churchill: “La democracia es el peor de todos los sistemas
políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes”, también dijo: “El mejor
argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante
medio”, a lo que yo añadiría, como bien ha quedado demostrado.
Para Pablo la autoridad de su pueblo residía en el Sanedrín, en nuestro caso, es el mismo pueblo.
¡Toda autoridad proviene de Elohim!
2) Los Magistrados.
Romanos 13.1-7 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad
sino de parte de Elohim, y las que hay, por Elohim han sido establecidas. De modo que quien se
opone a la autoridad, a lo establecido por Elohim resiste; y los que resisten, acarrean
condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace
el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza
de ella; porque es servidor de Elohim para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en
vano lleva la espada, pues es servidor de Elohim, vengador para castigar al que hace lo malo.
Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por
causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de
Elohim que atienden continuamente a esto mismo. Pagad a todos lo que debéis: al que tributo,
tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.
ὑποτάσσω (ipotásso). Someter, subordinar, sujetar.
ἐξουσία (ecsusía). Autoridad, poder, derecho, jurisdicción, gobierno, privilegio, potestad.
ὑπερέχω (iperéjo). Ser superior, superar.

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τάσσω (tásso). Ordenar, mandar, dedicarse, someter a una autoridad.
ἄρχων (árjon). Jefe, gobernante.
διάκονος (diákonos). Servidor, ministro, diácono.
συνείδησις (synídisis). Consciencia, la facultad psicológica para distinguir entre lo bueno y lo
malo; sensibilidad moral.
φόρος (fóros). Impuesto, tributo pagado a un rey o nación conquistadora.
τέλος (télos). Fin, final, término, finalidad; tributo, impuesto sobre algunos bienes.
φόβος (fóbos). Temor, miedo, respeto, reverencia.
τιμή (timí). Precio, valor, honor, honra.
Elohim es la autoridad suprema del universo, lo es por derecho propio, al ser el Creador de todo,
y tener el carácter absoluto de “Juez de toda la tierra” (Génesis 18:25); las autoridades
“superiores”, se refiere a los gobiernos humanos que están “sobre” nosotros, sin considerar si los
gobernantes en turno, son buenos o malos.
Se considera a la autoridad como una institución superior establecida por Elohim, que debe ser
respetada, por lo que someterse en forma voluntaria, es un principio general, que no admite
juzgar, si los que detentan la autoridad lo hacen bien o mal. Sin embargo, es necesario recordar,
que Pablo escribía a los súbditos de un imperio, que no tenían ninguna facultad para elegir o
reprobar a sus autoridades, pero también, que Elohim ha establecido, y sostiene, el principio de
gobierno, aun cuando haya gobiernos que no cumplen Sus deseos.
El vivir en un sistema de gobierno, federal y democrático, nos obliga como ciudadanos a acatar
lo que la mayoría decida, y como cristianos, hemos de procurar ser los mejores ciudadanos del
Estado en que habitamos, con los beneficios y obligaciones que ello implica.
No obstante, cuando la autoridad terrenal pretende invadir o alterar la esfera de la conciencia,
perteneciente a la autoridad de Elohim, se produce para el cristiano una colisión de lealtades,
pues tenemos una doble ciudadanía, la terrenal y la del cielo, ésta última, es la que debiese
motivar toda nuestra conducta en este mundo.
Cuando se trata de pagar impuestos, el IVA, la Tenencia, el ISR, el Predial y todos los que se le
han ocurrido u ocurran a quien se ha puesto como gobernante, se nos ordena que debemos
pagarlos; si en algún momento, se nos quisiera imponer una contribución que va en contra de lo
que Elohim considera bueno, estamos en nuestro derecho de oponernos, lo cual no significa, que
podremos librarnos de las consecuencias que en éste mundo se nos llegasen a imponer.
Las funciones asignadas a los gobernantes no están orientadas a perseguir y atemorizar a los
buenos ciudadanos, sino a los que cometen crímenes, violan las leyes y perturban el orden
público; no obstante, sabemos que en las autoridades de todo género, se presenta la corrupción,
la violencia y la sinrazón en el modo de legislar y de ejecutar las leyes.
Pablo añade que el gobernante es un servidor de Elohim para nuestro bien, para el bien del que
obra el bien, la sumisión que se le debe no es sólo por razón del castigo que puede imponer, sino
también por causa de la conciencia, es decir, por respeto a la autoridad de Elohim.
Someteos, por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al rey, como autoridad, o a los
gobernadores, como enviados por él para castigo de los malhechores y alabanza de los que
hacen el bien. Porque esta es la voluntad de Elohim: que haciendo bien, hagáis enmudecer la
ignorancia de los hombres insensatos. Andad como libres, pero no uséis la libertad como
pretexto para la maldad, sino empleadla como siervos de Elohim. Honrad a todos, amad a los
hermanos, temed a Elohim, honrad al rey (1ª Pedro 2.13–17).

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Pedro también escribió en el contexto del Imperio Romano, nunca conoció la democracia, o tipos
de democracia, que tenemos en el mundo occidental; y estoy seguro que nos recordaría que
debemos usar nuestra libertad para manifestar el REINO y sus valores, tenemos el derecho, la
obligación, de alterar o mejorar la forma de gobierno bajo el cual vivimos para que así sea.
El Cristianismo una vez más se enfrenta a un Mundo que no lo entiende, y peor aún, lo desprecia,
en el que a lo malo se le dice bueno, preferencia o derecho (Isaías 5.18-24); en lo que respecta a
perseguir y querer terminar con los valores bíblicos y aquellos que los enarbolamos como estilo
de vida, la autoridad democrática está empezando a parecerse a la imperial.
Elohim levanta a los líderes buenos y nobles, y en otras ocasiones, levanta a líderes malvados y
corruptos; ambos sirven a sus propósitos y cumplen su voluntad, pero los unos y los otros, se
desvanecerán velozmente cuando ese propósito esté completo.
Para Pablo y Pedro la autoridad provenía del Imperio Romano, en nuestro caso, es el mismo
pueblo.
¡Toda autoridad proviene de Elohim!
3) Eminencias.
1ª Timoteo 2.1-4 Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y
acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en
eminencia, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad.
Porque esto es bueno y agradable delante de Elohim nuestro Salvador, el cual quiere que todos
los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad.
Quizás está porción de Las Escrituras fue una de las que llevó a Dietrich Bonhoeffer a no aceptar
la separación de la iglesia en dos conceptos: el espiritual y el mundano; pues, escribió, tal
separación facilitaría las cosas igualmente para el amigo y el enemigo: ¡Entonces se podría
defender como realmente espiritual, pero con defectos mundanos, o se le podría atacar como
realmente mundana con pretensiones espirituales!
Bonhoeffer no aceptó tal división de la iglesia, ni tampoco la división entre lo que es la iglesia y
lo que debiera ser; pues Iglesia, significa la presencia de Dios en el mundo.
Las rogativas o súplicas (δέησις - désis) tienen que ver con profundas necesidades específicas y
conllevan la idea de mayor urgencia, las oraciones (προσευχή - prosevjí) indican algo más
general, y se usa para todo tipo de expresiones, podría indicar las peticiones sobre necesidades
permanentes en contraste con las particulares o específicas. Por otro lado, las intercesiones
(ἔντευξις - éntevcsis) tienen que ver con pedir algo a favor de otro, la palabra indica la idea de
tener una audiencia ante la presencia de un rey para hacerle un pedido, el énfasis está en que los
creyentes tienen el privilegio de un acceso directo e inmediato ante Elohim. El cuarto y último
término que usa Pablo son las acciones de gracias (εὐχαριστία - evjaristía): gratitud que conlleva
la idea de alabanza y reconocimiento a Elohim por sus respuestas.
La oración es una relación mutua, en la que el creyente se acerca a Elohim, pero a su vez Elohim
le acepta y le responde; Pablo instruye a orar por todos, pero de manera especial se pide incluir la
oración a favor de los gobernantes y de todos los que están en posición de influencia,
responsabilidad y autoridad; aun por aquellos que usan de manera arbitraria y opresiva la
posición de autoridad que Elohim les dio, como fue el caso de Nerón.
ὑπεροχή (iperojí). Alarde; eminencia, autoridad, un estado, posición o rango con la implicación
en algunos contextos, de ser demasiado alto, o excesivo.
Los versículos siguientes indican el propósito de elevar estas oraciones, para que llevemos una
vida tranquila (ἤρεμος- íremos) no molestados desde dentro, y reposada (ἡσύχιος - isíjios) no

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molestados desde fuera, en toda piedad (εὐσέβεια - evsébia), es decir devoción a Elohim y
dignidad (σεμνότης- semnótis), honorabilidad, nobleza; así como “εὐσέβεια” expresa la relación
con Elohim, “σεμνότης” es la conducta correcta entre los seres humanos.
Sin embargo, quiero enfatizar que la finalidad principal de las oraciones no es que el cristiano
viva libre de problemas y penalidades, sino que lo haga, de tal manera, que nadie hable mal del
nombre de Elohim; aun cuando es bueno y agradable delante de ÉL, que nuestra vida sea
tranquila, sosegada, en toda piedad y honestidad, sería mejor… que todos los hombres llegasen al
conocimiento de la verdad y fuesen salvos.
No me viene a la mente algún gobernante, que diciéndose cristiano, haya honrado el nombre del
Señor con sus acciones al momento de gobernar; los ha habido que tuvieron chispazos, pero lo
mismo sucede con los que son señalados por sus actos de corrupción o libertinaje.
Razón por la que hay que interceder por ellos, para que se arrepientan y rindan su vida ante el
Rey de reyes y Señor de señores.
Para Pablo la autoridad del Imperio era el emperador, en nuestro caso, es el mismo pueblo.
¡Toda autoridad proviene de Elohim!

CONCLUSIÓN
Señorío.
Judas 8-10 No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne,
rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. Pero cuando el arcángel
Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a
proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. Pero éstos blasfeman
de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales
irracionales.
El autoritarismo está ligado a una forma de ejercicio del poder y en él se mezclan ingredientes de
carácter psicológico y político; por lo que, en una sociedad democrática no cabe esperar este tipo
de ejercicio del poder, sino sencillamente el ejercicio de autoridad democrática. La persona
jurídico-pública llamada Estado, “necesita autoridad y poder para poner orden en el grupo y
para articular los esfuerzos aislados y diseminados de sus miembros y dirigirlos hacia la
consecución de las metas comunes” (R. Borja).
Desde los romanos se distingue entre ‘auctoritas’ y ‘potestas’, autoridad y poder; generalmente
son conceptos que marchan juntos, pero no se les puede, ni debe confundir. La autoridad se basa
primordialmente en una fuerza legítima, tiene autoridad quien puede dar eficacia legítima a las
determinaciones de su voluntad de acuerdo con la Ley, y tiene poder, quien puede imponer
unilateralmente su voluntad, hacerse obedecer o demandar acatamiento. Ésta es fuerza de
carácter material, las administraciones públicas disponen de poder ejecutivo, emanado del pueblo
que las creó.
μιαίνω (miáno). Contaminar, corromper moralmente, hacer ceremonialmente impuro.
Esto se refiere a quienes, por sus sueños o visiones, corrompen moralmente, y desprecian el
señorío de Elohim, pues el término κυριότης (kiriótis), autoridad, Señorío es una derivación de
la palabra κύριος (kírios), Señor, amo, patrón, dueño.
βλασφημέω (blasfiméo). Blasfemar, decir una blasfemia, injuriar, hablar mal.
δόξα (dócsa). Gloria, esplendor, honor.
φθείρω (fthíro). Corromper, destruir, perjudicar, hacer daño.

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Su segundo problema es el de blasfemar en contra de “las glorias”, conforme al contexto, son los
seres angélicos; así que, hablan mal de lo desconocido, y lo que sí conocen lo destruyen yéndose
más bien por sus deseos e instintos, como animales, sin dar lugar a las virtudes y al honor.
Cada vez más, vemos el avance de políticas públicas “progresistas” que manifiestan el desprecio
hacia el Creador, sus órdenes y sus seguidores; “progreso” que está llevando a la descomposición
de la cultura occidental, no sólo permitiendo conductas que el Creador condena y abomina, sino
promoviéndolas, bajo el rubro de “derechos humanos”, acusando de discriminación e
intolerancia, a quien se atreve a levantar la voz, señalando que moralmente no son correctas.
Es tiempo de que cambiemos, y entendamos que no existe una vida secular y una cristiana, que
ἐκκλησία (ekklisía) – Iglesia, etimológicamente significa llamados fuera (ἐκ (ek) - καλέω
(kaléo)); por demasiado tiempo, nos hemos autoexcluido de participar en y con la sociedad bajo
la excusa de ser espirituales, y no participar en actos políticos, escudándonos en una mal
entendida separación de la Iglesia y el Estado (Mateo 22:21), ya que, dicha separación, consiste
en que debe haber una autonomía e independencia de acción entre ambos.
Decía Bonhoeffer que la alta sustancia política de la iglesia, es la de recordarle al estado sus
límites más bien que presentarse como una alternativa al estado; en la Alemania nazi, había el
llamado a que la iglesia ejerciera su responsabilidad política, pero entonces, como hoy, el peligro
es que el grito llegue a ser: “hagan cristiana a la política”, y ya hemos visto el testimonio de
políticos que decían ser cristianos.
Bonhoeffer advirtió a las iglesias en la Alemania nazi, algo que hoy los evangélicos deberíamos
tener en mente: “No hay potencial más destructor del alma de las iglesias protestantes que el ser
explotadas inconscientemente como el último poder político en Alemania sin usarse. Eso sería el
fin seguro”.
En México, donde los ministros de culto no pueden ser votados a un cargo público, ni hacer
proselitismo para ningún partido político, cada vez que hay elecciones, del rango que sean, no
faltaran las invitaciones a desayunos, o las promesas de ayuda, si hay el compromiso de apoyar a
quien lo ofrece, y desgraciadamente, muchos son los consiervos que se prestan, y hasta se
atreven a asegurar que fulano candidato es cristiano, porque alguna vez fue a una iglesia, recibió
una Biblia, y/o permitió que se orara por él, aunque después vaya con brujos o similares, y
participe de sus ceremonias.
Bien lo dijo un político del estado de México, que él sabía como “maicear” a los evangélicos.
Bonhoeffer, concordando con Lutero, explicó, la iglesia puede tomar tres acciones cuando el
estado parece actuar injustamente:
a. La iglesia puede preguntarle al estado si su acción es justa, y de ese modo devolverle la
responsabilidad al estado de examinar sus acciones a la luz del reproche de la iglesia.
b. La iglesia puede ayudar a las víctimas de una acción injusta del estado, y por ese método
puede aliviar las consecuencias peores de una ley injusta.
c. La iglesia puede tomar acción política directa si está segura que el estado está faltando en su
deber de mantener la ley y el orden.
No perdamos de vista, que la única esperanza para cualquier nación es Yeshúa el Mesías, pero no
el que mencionan los políticos o un Partido que dice ser cristiano, sino el que vive en todos los
que hemos nacido de nuevo, y tenemos una relación cercana, íntima y de amor con ÉL.
Sin embargo, la única manera de que eso suceda es que tú y yo nos centremos en hacer
discípulos, amando y llegando a la gente, independientemente del pecado o pecados que
practiquen, su estilo de vida, opciones u opiniones políticas.

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Y para hacer eso, no podemos permanecer al margen de la sociedad, encerrados dentro de
nuestras confortables cuatro paredes, en donde nos reunimos para adorar al Eterno; en una
democracia, la autoridad emana del pueblo y se manifiesta en las urnas, como pueblo de Elohim,
y por la autoridad que Yeshúa recibió, se nos ha comisionado a ser sus testigos en nuestras
Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la Tierra (Mateo 28.18-20; Hechos 1.8).
Se nos dio, en Su Nombre, la autoridad para echar fuera demonios, hablar en nuevas lenguas;
tomar serpientes en las manos, aun beber algo mortífero, sin ser dañados, poner las manos sobre
los enfermos, y que estos sanen (Marcos 16.17-18); por eso, somos nosotros, los salvos, los que
tenemos que ir por los de afuera, en donde sea que se encuentren.
Debemos ser la luz del Mundo y la sal de la Tierra (Mateo 5.13-16), porque, como discípulos,
hemos sido designados por nuestro Salvador; en nuestro contexto no vivimos bajo un imperio, ni
bajo una teocracia, sino bajo un sistema ¡Democrático!
Recuerda que toda autoridad proviene de Elohim.

¡Iglesia, significa la presencia de Elohim en el mundo!

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Scotiabank - 00101401297 (México) / CLABE 044 180 0010 1401 2972
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