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ENFERMEDADES DEL CULTIVO DE LA GRANADILLA:

GUÍA DE DIAGNÓSTICO Y CONTROL

Pablo J. Tamayo M. 3

INTRODUCCIÓN

El factor más limitante al cultivo de la granadilla en Colombia lo constituyen las


enfermedades, entre las cuales se destacan la secadera, la roña o antracnosis y más
recientemente, el virus de la hoja morada o mancha anular del fruto. En el municipio de
Urrao (Antioquia), la secadera redujo el área sembrada de 1.200 hectareas en 1988 a
solo 200 hectáreas en 1999. La segunda enfermedad en importancia es la roña o
antracnosis del fruto, cuya afección sólo permite obtener entre un 13 y un 25% de fruta
tipo exportación. Son relativamente pocas las enfermedades que afectan el cultivo de la
granadilla en Colombia, sin embargo, la presencia de tan solo la secadera y el virus de
la hoja morada o mancha anular del fruto son suficientes para impedir la explotacion del
frutal en algunas zonas de cultivo.

El aumento del área sembrada con granadilla en otros departamentos y la explotación


intensiva del cultivo, ha traído como consecuencia la diseminación de las
enfermedades tradicionales, como la secadera. Nuevos problemas como el virus de la
hoja morada o mancha anular del fruto de la granadilla afecta el 58% del área cultivada
en el país, limitando la cantidad de fruta de primera calidad con destino al mercado
nacional e internacional. En el último año enfermedades que no eran importantes como
el moho de los botones por Botrytis o mal de hilachas y el ojo de pollo han causado
pérdidas considerables. Finalmente, el moho negro por Rhizopus ha venido a agravar
el panorama fitosanitario del cultivo..

Las actividades de diagnóstico e inspección a cultivos comerciales y los resultados de


las investigaciones realizadas por el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, la
Secretaria de Agricultura de Antioquia, La Universidad Nacional de Colombia - Sede
Medellín y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, CORPOICA,
Regional 4, han permitido obtener un inventario de los principales limitantes
fitopatológicos del cultivo en Colombia.

El presente documento ofrece a estudiantes, técnicos y agricultores involucrados en el


proceso de producción del cultivo de la granadilla, las medidas actuales de prevención
y control integrado de las enfermedades del cultivo.

3
Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria. Corpoica. Regional 4. C.I. La Selva. Apartado
Aéreo 100. Rionegro, Antioquia, Colombia.
ENFERMEDADES BIOTICAS

ENFERMEDADES CAUSADAS POR HONGOS

SECADERA

AGENTE CAUSAL: Nectria haematococca Berk. & Br. (= Fusarium solani (Mart.)
Sacc)
Es la enfermedad fungosa más limitante e importante del cultivo de la granadilla en
Colombia por su potencial destructivo, ya que eliminó 1200 hectáreas cultivadas en el
municipio de Urrao (Antioquia) en un lapso de cinco años. La secadera se encuentra
diseminada en los departamentos de Antioquia, Chocó, Valle del Cauca, Caldas,
Risaralda y Quindio. La secadera de la granadilla causa la muerte de plántulas en
almácigos y semilleros y pasa desapercibida porque las plantas se tardan hasta 45
días en manifestar los primeros síntomas de la enfermedad, lo que ocasiona que se
lleven plantas “aparentemente sanas” al campo de cultivo.

El hongo que causa la secadera es un habitante natural del suelo, donde puede
sobrevivir por mas de 10 años en materia orgánica o en residuos de vegetales
infectados. Aunque el hongo que causa la secadera puede atacar la granadilla por
aberturas naturales de la planta en la raíz, su acción es mas rápida y severa cuando se
causan heridas en las raíces durante las labores del cultivo o transplante. Los daños
causados en las raíces por herramientas durante las labores de desyerba de la
granadilla u otros cultivos intercalados, facilitan e incrementan la severidad de las
afecciones por secadera. Los daños por insectos y las labores de poda, al dejar
superficies expuestas a la acción del patógeno también favorecen la presencia de la
secadera en ramas localizadas en la parte aérea de la planta.

La secadera se puede presentar desde las etapas de semilleros y almácigo. Cuando


existen condiciones favorables en semilleros o almácigo, los primeros síntomas de
secadera se pueden presentar en plántulas de 20 a 30 días de emergidas. La plántula
detiene su desarrollo y se desprenden las hojas más viejas. En el sitio de inserción de
la hoja desprendida se observa una necrosis de color marrón que con el tiempo crece y
avanza ascendentemente cubriendo parcialmente el tallo. Las hojas afectadas
presentan una quemazón sistémica de color café claro que se extiende a lo largo de las
nervaduras causándole la muerte. Cuando la necrosis cubre todo el tallo ocasiona
clorosis, marchitez de hojas y muerte generalizada de la plántula.

En condiciones de cultivo, la infección se presenta en plantas de diferentes estados de


desarrollo, siendo igualmente severa en plantas jóvenes y adultas. La enfermedad
comienza a manifestarse con una mancha hendida, de color pardo negruzco que
avanza ascendentemente en el tallo a partir del cuello de la planta, afectando la
corteza, xilema y parte de la raíz, invadiendo y obstruyendo los haces vasculares. Por
lo anterior, las hojas toman un aspecto flácido, mostrando una clorosis y marchitez
generalizada que termina con la muerte de la planta.

Una planta infectada por el hongo en condiciones de campo no siempre manifiesta los
síntomas progresivos de amarilleamiento, flacidez o marchitez foliar que caracterizan a
la enfermedad. Cuando la infección ocurre en la parte central de la raíz o del tallo, la
infección avanza sin que se observe ningún daño en la parte externa de la corteza o
leño. En estos casos la planta experimenta una marchitez o muerte súbita en pocos
días ya que el hongo asciende por el xilema y coloniza rápidamente los haces
vasculares hasta causar la muerte del tallo principal.

Otro tipo de infección se origina en una raíz lateral o a un lado de la base del tallo de la
planta y asciende lateralmente sin comprometer totalmente el tallo principal. Las
plantas con este tipo de daño permanecen mas tiempo en el campo y se tardan mas en
morir ya que el hongo coloniza solo una de las ramas de la planta. Cuando el hongo
invade totalmente el tallo de la rama lateral, se expresan los primeros síntomas de
marchitez. Las infecciones por Nectria haematococca no siempre se inician en las
raíces y tallo principal. En condiciones de campo también se observan infecciones en
las ramas, las cuales presentan los mismos síntomas de flacidez poco tiempo después
de que el hongo coloniza totalmente los tejidos afectados. En este tipo de infecciones,
llamadas por los agricultores como “Secadera Aérea”, el patógeno no compromete los
tejidos vasculares y avanza en cualquier rama desde la parte externa hacia el interior
causándoles la muerte.

Cuando la infección es causada por el estado perfecto (Nectria haematococca),


generalmente ocurre en la base de la planta cubriendo totalmente el cuello del tallo. La
necrosis se circunscribe a la base de la planta que muestra amarilleamiento foliar
generalizado, posterior marchitez y muerte repentina de la planta. Al observar la parte
externa de la base del tallo se observa que este se cubre de una masa felpuda de color
habano o crema que corresponde al crecimiento esporulante del estado anamorfo
(Fusarium solani). Sobre el tejido afectado también se observan diminutos puntos de
color rojizo que corresponden a los peritecios del estado sexual (Nectria
haematococca). Los peritecios son globosos de color rojizo o granate y se encuentran
agrupados alrededor y a lo largo de la base del tallo. La presencia de los peritecios se
ve favorecida por las condiciones de alta humedad (malezas, sombrío, encharcamiento
y embalconamiento de plantas) en la base de la planta. Generalmente los tallos y
raíces presentan una coloración negruzca y una apariencia húmeda y olores
desagradables debido al exceso de humedad.

Aunque se han utilizado métodos químicos, físicos, biológicos y genéticos para el


control de la secadera, ninguno de ellos individualmente ha sido totalmente efectivo en
las zonas de cultivo cuando se observan plantas con síntoma de la enfermedad. Por lo
anterior, la única medida efectiva de manejo de la secadera consiste en prevenir que la
enfermedad se establezca en las zonas de producción. Las actuales medidas de
control solo consiguen disminuir la incidencia y retardar el avance de la enfermedad en
cultivos establecidos.

Dado que la secadera se presenta desde los semilleros y almácigos, se debe reforzar
la estrategia de prevención y control en estas etapas del cultivo. No se recomienda la
compra de semilleros o almácigos de fincas o lugares donde se haya observado la
enfermedad. El agricultor debe realizar su semillero en la propia finca y conocer los
síntomas de la enfermedad en almácigo para evitar llevar plantas enfermas al campo.
Los semilleros y almácigos se deben establecer fuera del cultivo para evitar que las
plántulas se enfermen que van a sembrarse para el próximo cultivo se enfermen por
secadera. El hongo que causa la secadera es un habitante natural del suelo, por lo cual
su control debe ser preventivo mediante el tratamiento químico o físico del suelo que va
a ser usado en la preparación de los semilleros y los almácigos.

Las bolsas usadas para los almácigos no deben ser pequeñas, ya que se facilita que
las raíces entren en contacto con el suelo y puedan ser afectadas por patógenos del
suelo. Se recomienda utilizar para el almácigo la bolsa grande de 6 X 10 o 6 x 11
Pulgadas. El almácigo se debe establecer sobre tarimas. El suelo a usar en el almácigo
debe proceder preferiblemente de un lote no cultivado antes y debe desinfestarse con
calor o solarizacion. Como un buen control preventivo se recomienda la solarización
húmeda del suelo durante 30 días. La solarización se realiza en un lugar abierto donde
se garantice exposición solar constante. Consiste en colocar el suelo en eras de 10 a
20 cm de alto por 1 m de ancho, humedecerlo a capacidad de campo y cubrirlo con
plástico, sellando toda la era. En el almácigo transplantar oportunamente evitando la
salida de raicillas y el daño de la raíz principal. Al trasplante evitar heridas en las raíces.
Sí se detectan plántulas con síntomas de secadera en los semilleros o almácigos, éstas
se deben eliminar inmediatamente.

Una vez establecido el cultivo en el campo, se deben evitar las desyerbas en la zona
de plateo con azadón o machete, porque se realizan heridas que favorecen la entrada
de la enfermedad. Se recomienda la desyerba manual. El establecimiento de cultivos
temporales, asociados o intercalados durante el primer año del cultivo de la granadilla
no es recomendable. Las heridas que se causan a las raíces de la granadilla durante
las labores de siembra, aporque y desyerba al cultivo intercalado o asociado favorecen
la presencia de la secadera. En general, la secadera es favorecida por raíces pobres y
mal formadas, heridas en el cuello de la planta y la raíz.

Revise semanalmente el cultivo para detectar oportunamente síntomas de secadera.


Cuando una planta muestre síntomas iniciales de la enfermedad, esta debe ser
marcada y erradicada lo más pronto posible y no sembrar una nueva planta en el
mismo sitio. Las plantas afectadas se deben cortar en trozos y realizar el tratamiento de
solarización seca. Los trozos cortados se introducen en bolsas plásticas a las cuales se
les hace un nudo o se amarran y se dejan expuestos a la acción del sol en algún lugar
fuera del cultivo durante 30 días, tiempo después del cual se dejan secar y se procede
a quemarlos. El sitio donde se detectó y arrancó la planta con secadera se debe
encerrar y aislar para evitar que con el paso de trabajadores se favorezca la
diseminación de la enfermedad. La existencia constante de focos de infección (plantas
afectadas por secadera) que no son eliminados de las plantaciones de granadilla
favorecen la diseminación de la enfermedad. Nunca siembre cultivos nuevos de
granadilla en lotes donde recientemente hubo granadilla o curuba. Elimine de raíz las
plantas que han muerto por secadera, sáquelas fuera del lote y quémelas.

Para el control preventivo en el suelo de semilleros o almácigos se recomienda el


tratamiento del suelo con un producto a base de Dazomet (Basamid), en dosis de 40.0
a 60.0 g/m2. Este producto (Basamid) también previene la secadera cuando se aplica
en solución al suelo en dosis de 8.4 g/l, 8 días antes de la siembra. Fungicidas a base
de Mancozeb (Manzate), en dosis de 3.6 g/l, también previenen la secadera cuando se
aplican al suelo que se va a usar en los semilleros y/o almácigos, 8 días antes de la
siembra.

Cuando una planta presente síntomas de secadera, se debe erradicar inmediatamente.


Los tallos y ramas de la planta afectada se deben cortar en trozos de 20 a 30 cm para
después sumergirlos durante 48 a 72 horas en un recipiente (caneca de 55 galones)
que contenga una suspensión de un fungicida a base de Mancozeb (Manzate, Dithane
M-45) en dosis de 3.0 g/l. Después del tratamiento químico, los trozos se sacan del
cultivo en sacos o costales, se dejan secar al sol durante varios días y se procede a
quemarlos.

Teniendo en cuenta que el hongo también entra por las heridas realizadas a las ramas
durante las labores de poda, se recomienda la realización de una aspersión con un
fungicida a base de Mancozeb (Manzate), en dosis de 3.0 g/l, después de terminada
dicha labor.

La adecuación de recipientes con una solución de productos a base de Mancozeb


(Manzate), en dosis de 3.0 g/l o de Formaldehído (Formol), en concentraciones de 2, 8
o 10% a la entrada de los lotes para la desinfección de herramientas de trabajo (botas,
cuchillos, podadoras, azadones, etc.) al inicio y al final de la jornada laboral, evita o
previene la introducción y/o diseminación de la enfermedad. La efectividad o
persistencia de la función erradicante del hongo que causa la secadera por parte de los
productos mencionados, se mantiene después de tres semanas de preparada la
solución.

Se han identificado las especies Passiflora ambigua, P. maliformis y P. serrulata con


algún grado de tolerancia a la enfermedad, sin embargo, cuando se usan como
patrones de la granadilla, estos permiten la invasión sistémica del hongo y solo
retardan la muerte de la planta.

ROÑA, ANTRACNOSIS DEL FRUTO

AGENTE CAUSAL: Glomerella cingulata (Stonem.) Spauld. & Schrenk


(=Colletotrichum gloeosporioides (Penz.) Penz. & Sacc.)

El principal daño que ocasiona este hongo es que limita el mercado de exportación,
pues sólo permite producir un 25% de este tipo de fruta.

Ataca el tallo principal, ramas, hojas y frutos. En tallos y ramas se observa una roña
color café claro preferiblemente sobre tejidos semileñosos, en cuyo centro se observan
puntos negros, correspondientes a las estructuras reproductivas del hongo. Ataca
frutos ya formados (de 40 a 50 días) y que inician su proceso de maduración. Ocasiona
lesiones algo hundidas, secas, de color café claro, forma redondeada, tamaño variable
entre 1 a 2 cm. Las lesiones se presentan en grupos o aisladas y frecuentemente se
observan siguiendo el movimiento del agua sobre el fruto.

Condiciones de poca luminosidad y alta humedad relativa dentro del cultivo favorecen
su severidad. La poda es la práctica cultural más importante, pues ayuda a disminuir la
humedad relativa dentro del cultivo, permitiendo una rápida evaporación del agua y un
mejor secado de follaje y fruto.

Para el control químico de la roña se recomienda la aspersión de fungicidas a base


Benomil (Benlate) en dosis de 0.5 g/l o de Clorotalonil (Control 500) en dosis de 2.5
cc/l.

OJO DE POLLO
AGENTE CAUSAL: Phomopsis (Sacc.) Bubák

Es la enfermedad foliar más importante y de mayor prevalencia en semilleros y


almácigos de granadilla. La enfermedad se presenta también en cultivos establecidos y
es común en todas las zonas productoras de Colombia. El ojo de pollo es una
enfermedad severa en condiciones de alta humedad relativa.

Los síntomas de ojo de pollo se presentan en las hojas, donde ocasiona lesiones
redondas con anillos concéntricos de color castaño en su centro rodeadas de un halo
clorótico. Los síntomas en botones florales son similares a los descritos en la hoja,
excepto en la formación del halo amarillo. Cuando el ojo de pollo ataca en almácigos
causa clorosis generalizada de las plántulas y caída prematura de hojas, si no se
toman medidas oportunas de control. Cuando se presentan ataques en frutos se forma
una verruga en el sitio de la lesión, la cual permanece hasta la madurez desmejorando
su apariencia.

Para disminuir los daños por ojo de pollo se debe evitar establecer los semilleros y
almácigos en zonas húmedas o en el interior de las plantaciones de granadilla. En
almácigos se recomienda la recolección de hojas afectadas y la aspersión de semanal
de un fungicida a base de Clorotalonil (Control 500), en dosis de 2.5 cc/l o de
Mancozeb (Manzate, Dithane M-45), en dosis de 3.0 g/l. Una sola aspersión de un
fungicida a base de Difenoconazol (Score 250), en dosis de 0.5 cc/l ha ofrecido
protección por dos a tres semanas.

BOTRYTIS, MOHO POR BOTRYTIS, MAL DE HILACHAS

AGENTE CAUSAL: Botrytis cinerea Pers. ex. Fr.


Cuando la enfermedad afecta los botones y frutos se le conoce con el nombre de Botrytis o moho por Botrytis. Si la enfermedad
afecta el tallo principal y las ramas se le conoce con el nombre de mal de hilachas. Ambos tipos de ataque son frecuentes en todas
las zonas productoras de Colombia. La enfermedad es más severa en la época de lluvias, en cultivos sin poda adecuada y a
distancias de siembra menores de 6 m.

Cuando afecta tallos la enfermedad se puede presentar en plantas que no han iniciado
producción (7-8 meses de edad), lo cual facilita su control cultural mediante la
erradicación de las partes afectadas. Cuando la enfermedad se presenta en cultivos de
12 o 13 meses de edad (Inicio de producción), las infecciones provienen de los botones
florales afectados. En botones, la enfermedad es muy severa y un inadecuado control
ocasiona pérdidas superiores al 50% de las flores y los frutos en formación. El inóculo
que no se logra controlar durante esta etapa del cultivo (floración) afecta las ramas
ocasionando marchitez en la planta por lo cual ha veces es confundida con la
secadera. En principio se observa una lesión ovalada de color pajizo café claro a lo
largo del tallo. Con el tiempo la lesión crece, cubre todo el tallo y avanza hacia la parte
superior e inferior del tallo, tomando una coloración violeta o marrón al borde de la
misma. A medida que la infección progresa, en la región donde se inició la infección se
delimitan anillos semicirculares de tonalidades café oscuro y el tallo se torna
quebradizo. La epidermis del tallo se desprende y quedan al descubierto los haces
vasculares semejando hilachas que se desprenden fácilmente del tallo. Por esta razón
los agricultores llaman a esta enfermedad "Mal de Hilachas". La región central del tallo
afectado toma una apariencia coloración café clara. Al abrir los tallos afectados, se
observa en su interior pequeños (4-8 mm x 2-3 mm) cuerpos negros de diferentes
tamaños y forma alargada llamados esclerocios.

Cuando las afecciones se presentan en los botones florales y frutos se observa un


moho de color café claro que afecta los pistilos en el interior de la flor ya fecundada. En
los frutos recién formados se observa una felpa de color café que cubre el pedúnculo y
la base del fruto. En condiciones de alta humedad relativa la pudrición se torna blanda
y cubre totalmente el fruto.

El control cultural consiste en disminuir la humedad, aumentar la aireación y


luminosidad dentro del cultivo mediante la poda y el deshoje periódico y oportuno.
Inspeccione frecuentemente el cultivo para detectar síntomas iniciales de la
enfermedad en los tallos. Elimine los tallos afectados y ramas afectadas en bolsas
plásticas y retírelas del campo cultivado. Las bolsas cerradas se someten al tratamiento
de solarización seca durante 15 a 30 días, tiempo después del cual se procede a
quemar los residuos afectados. Cuando la afección se presenta en los frutos, se debe
ampliar las distancias de siembra, airear el cultivo mediante podas foliares y recoger
con frecuencia semanal los frutos afectados caídos en el suelo.
Las aspersiones de fungicidas a base de Carbendazim (Derosal, Bavistin, Curacarb) en dosis de 1.0 cc/l o de Benomil (Benlate) en
dosis de 0.5 g/l, o de Diclofluanid (Euparen) en dosis de 1.0 g/l o de Pyrimethanil (Scala) en dosis de 1.0 cc/l en mezcla con un
fungicida a base de Clorotalonil en dosis de 2.5 cc/l ofrecen un buen control de la enfermedad.

RHIZOPUS, MOHO NEGRO POR RHIZOPUS

AGENTE CAUSAL: Rhizopus Ehrenb.

El moho negro por Rhizopus es una enfermedad de reciente ocurrencia en Colombia.


La enfermedad se presento por primera ocasión en los municipios de La Ceja y
Anserma (Antioquia). Posteriormente, se presentaron ataques severos en Anserma
(Cladas), Roldanillo y Bolívar (Valle del Cauca). La enfermedad es favorecida por
condiciones de lluvias continuas y temperaturas bajas. Cultivos de granadilla
sembrados a distancias muy cortas (menores de 6 m) y con excesivo follaje favorecen
el ataque del patógeno, que puede llegar a causar pérdidas totales ya que tumba los
botones florales.

El moho negro es una enfermedad que afecta los botones florales desde su formación.
El hongo ataca los pedúnculos que sostienen los botones donde ocasiona una lesión
de color café pálido que avanza al capuchón produciendo la caída del botón. Cuando
no se produce la caída del botón, la pudrición avanza comprometiendo la parte interna
del mismo. El hongo también se presenta en flores recién formadas, donde se observa
una masa afelpada de hilos (micelio) de color negro que corresponde a las estructuras
reproductivas del hongo que causa la enfermedad. Con el tiempo la infección progresa
y el hongo invade toda la parte interna de la flor produciendo una pudrición acuosa de
aspecto negruzco o ceniciento que. Si las condiciones de humedad relativa alta son
continuas, el hongo afecta el capullo y las estructuras reproductivas del hongo crecen
en la superficie del mismo dándole una apariencia de moho negro.

La incidencia y severidad del moho negro se disminuye con la realización de un


deshoje y una poda que permita mayor luminosidad y aireación dentro del cultivo. Las
flores y botones afectados en el suelo se deben recoger y retirar del cultivo, para
disminuir las fuentes de inóculo. La recomendación anterior debe acompañarse de una
o dos aspersiones de una mezcla de fungicidas a base de Carbendazim (Derosal,
Bavistin, Curacarb) en dosis de 1.0 cc/l y de Clorotalonil (Control 500) en dosis de 2.5
cc/l. Estos productos deben rotarse con aspersiones de productos a base de Benomil
(Benlate) en dosis de 0.5 g/l con Clorotalonil (Control 500) en dosis de 2.5 cc/l.

MOHO VERDE POR CLADOSPORIUM

AGENTE CAUSAL: Cladosporíum Link

El moho verde Cladosporium es una enfermedad de poca ocurrencia e importancia en


cultivos de granadilla en Colombia. La enfermedad es favorecida por condiciones de
lluvias continuas y temperaturas bajas.

El moho negro es una enfermedad que afecta las flores y los frutos recién formados. El
hongo crece superficialmente desde el pedúnculo del fruto hacia la parte central del
mismo y lo cubre parcialmente. La región afectada toma una coloración verde pálida
debido al crecimiento y esporulación del hongo causante de la enfermedad. Los frutos
se arrugan y detienen su crecimiento.

La incidencia y severidad del moho verde por Cladosporium se disminuye con la


realización de un deshoje y una poda que permita mayor luminosidad y aireación
dentro del cultivo. Las flores y botones afectados en el suelo se deben recoger y retirar
del cultivo, para disminuir las fuentes de inóculo. La baja incidencia de esta enfermedad
en los cultivos de granadilla no justifica realizar alguna medida de control con
fungicidas.

MILDEO BLANCO

AGENTE CAUSAL: Ovulariopsis Pat. & Hariot

El mildeo blanco es una enfermedad que sólo se ha observado afectando semilleros y


almácigos de granadilla en el municipio de Rionegro (Antioquia).
Las hojas afectadas presentan un ligero amarillamiento localizado por el haz y
numerosas lesiones individuales de forma redondeada, color blanco y apariencia
felpuda por el envés. Las lesiones son de tamaño variable (2.0 a 3.0 cm de diámetro) y
cuando coalescen cubren gran parte de la lámina foliar ocasionando lesiones cloróticas
difusas en el haz de la hoja, que corresponden con la masa de conidióforos y conidias
que se observa en el envés. Cuando la infección progresa, las lesiones blanquecinas
presentes en el envés, se tornan de color café claro hasta llegar a un café oscuro,
dándole una apariencia afelpada a la cara posterior de la hoja. Cuando la infección es
severa en el envés, la hoja se torna amarillenta y se delimitan tenuemente lesiones
cloróticas por el haz de la lámina foliar. Con el tiempo el mildeo blanco causa la caída
de las hojas y defoliación generalizada de la planta.

El control químico es exitoso con aspersiones de fungicidas a base de Benomil


(Benlate), en dosis de 0.5 g/l o de Metil Tiofanato (Topsin), en dosis de 1.0 g/l.

DAMPING-OFF, SANCOCHO

AGENTE CAUSAL: Pythium Pringsh., Rhizoctonia DC.

El damping-off es más frecuente en semilleros que en almácigos de granadilla. La


enfermedad se puede presentar en semillas (preemergencia), ocasionando la pudrición
de las mismas, lo cual reduce la germinación. En plántulas ya emergidas
(postemergencia), el damping-off o sancocho, ocasiona retraso en el crecimiento y
muerte repentina. La afección se localiza en el cuello de las plántulas, produciendo
necrosis y estrangulamiento del tallo. El damping-off es favorecido por el riego
excesivo.

Los hongos que causan la muerte de plántulas conocida con el nombre de damping-off
o sancocho son habitantes naturales del suelo, por lo cual su control debe ser
preventivo. El tratamiento químico del suelo para el semillero o almácigo con productos
a base de Dazomet (Basamid), en dosis de 40.0 a 60.0 g/m2 previenen los ataques por
estos hongos. Cuando la enfermedad se presenta en semilleros después de la
emergencia, se recomienda eliminar las plántulas afectadas y la aplicación de un
producto a base de Propamocarb (Previcur), en dosis de 1.0 cc/l o de Carbendazim
(Derosal, Curacarb, Bavistin), en dosis de 0.5 cc/l dirigido a las calles entre los surcos
formados por las plántulas.

MANCHA PARDA, HONGO POSCOSECHA

AGENTE CAUSAL: Glomerella cingulata (Stonem.) Spauld. & Schrenk


Colletotrichum gloeosporioides (Penz.) Penz & Sacc.

La mancha parda o el hongo poscosecha de los frutos es causada por Glomerella


cingulata que es el estado perfecto de de Colletotrichum gloeosporioides. Estudios
realizados en condiciones de laboratorio indican que frutos aparentemente sanos de
granadilla, mantenidos en cámara húmeda por 8-15 días, desarrollan en su superficie
estructuras de patógenos de cultivos, como Colletotrichum gloeosporioides y
Glomerella cingulata, indicando que estas infecciones proceden del campo y se
activan en condiciones de mal almacenamiento. La creciente incidencia de esta
enfermedad en poscosecha se atribuye al mal manejo que se le da a los frutos de
granadilla en los campos de cultivo y en los depósitos de almacenamiento. En cultivos
de granadilla algunos frutos afectados por enfermedades se caen durante la cosecha y
se dejan en el campo los cuales se constituyen en fuentes de inóculo permanente.
Normalmente el porcentaje de frutos rechazados por mancha parda en algunas épocas
del cultivo puede llegar a ser del 5%, aunque se han registrado pérdidas de hasta el
28% de la fruta en los primeros 11 días después de su almacenamiento por esta
enfermedad.

Con el propósito de disminuir la fuente de inóculo se recomienda la recolección de


frutos afectados por roña en el suelo y su depósito en cavas o huecos, lo cual sólo es
efectivo cuando se aplica cal en el depósito o los frutos se cubren por una capa
delgada de tierra para facilitar su descomposición. También se recomienda para la
comercialización de la fruta la utilización de cajas de madera o de plástico que posean
mayor aireación.

OTROS HONGOS POSCOSECHA

AGENTES ASOCIADOS: Botrytis cinerea Pers. Ex Fr.


Penicillium Link
Phomopsis (Sacc.) Bubák
Pestalotia De Not
Fusarium Link
Rhizopus Ehrenb

En poscosecha se han detectado afecciones por hongos tales como Botrytis cinerea,
Penicillium spp., Phomopsis spp., Pestalotia spp., Fusarium spp. y Rhizopus spp., sin embargo
su incidencia e importancia es reducida ya que tan sólo oscilan entre 0.2 y 1.3% de los
frutos almacenados por largos períodos de tiempo.

HOJA MORADA DE LA GRANADILLA, MANCHA ANILAR DEL FRUTO


AGENTE CAUSAL: Virus Alargado y Flexuoso

Actualmente es la enfermedad de mayor incidencia e importancia en cultivos de


granadilla ubicados en los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío y Valle del
Cauca. El virus de la hoja morada es causado por una cepa del virus del mosaico de la
soya (SMV) y también afecta el maracuyá, la badea y leguminosas como la soya y el
fríjol. Aunque el virus no se transmite en la semilla procedente de frutos de granadilla
con síntomas de la enfermedad, si puede llegar en semilleros o almácigos procedentes
de zonas afectadas, debido a que muchos agricultores confunden o atribuyen los
síntomas de la hoja morada a una deficiencia nutricional.

La enfermedad se caracteriza por la presencia de tonalidades moradas a lo largo de las


venas y nervaduras de las hojas. En el haz de las hojas se observa un mosaico suave y
un moteado clorótico, mientras que por el envés, se observan lesiones rojizas a
púrpuras, grandes (5 a 10 Mm.), de forma y bordes irregulares. En principio, las
lesiones parecen estrelladas y a medida que crecen se extienden a lo largo de las
nervaduras y venas de las hojas llegando a cubrirlas hasta formar grandes manchas
moradas, púrpuras o rojizas, muy similares a los daños ocasionados por la escaldadura
o golpe de sol en las hojas. En los cogollos o brotes tiernos, las hojas se deforman y se
arrugan.

Una vez establecida la enfermedad en unas cuantas plantas, los pulgones (áfidos)
transmiten la enfermedad a plantas sanas. No se recomienda la aspersión de
insecticidas para el control de los vectores, porque generalmente los pulgones no
colonizan la granadilla y se mantienen en malezas y otros cultivos. También el virus se
puede transmitir por el uso de podadoras o machetes contaminados. En lugares donde
hay pocas plantas afectadas, el virus solo causa síntomas en las hojas, pero en zonas
donde la incidencia y la severidad son altas en los cultivos, se presentan todo tipo de
síntomas en los frutos, deteriorando la calidad de los mismos.

Las enfermedades virales no se controlan con productos químicos. En las zonas donde
no se ha detectado el virus, se debe prevenir la llegada de la enfermedad a la zona
productora. Si se observan plantas con síntomas de hoja morada, estas se deben
eliminar inmediatamente. En aquellos municipios donde ya esta la enfermedad es
prácticamente imposible de controlar. Cuando existen zonas con poca incidencia del
virus se puede disminuir o retardar el avance de la enfermedad, mediante la inmersión
de machetes y podadoras en una suspensión de agua jabonosa, para evitar la
diseminación rápida del virus. Para reducir la severidad de la enfermedad en frutos y
hojas, cada mes y medio (45 días) se recomienda aplicar 300 g/planta de una mezcla
de 75 g de Urea, 75 g de DAP y 150 g de Cloruro de Potasio.

ENFERMEDADES CAUSADAS POR NEMÁTODOS


NEMÁTODO DEL NUDO, MELOIDOGYNE

AGENTES CAUSALES: Meloidogyne incognita


Meloidogyne hapla

Los nemátodos del género Meloidogyne sp. se observan con mucha frecuencia
afectando cultivos de granadilla en diferentes zonas de Colombia y en algunos casos
están frecuentemente asociados a plantas afectadas por secadera. Hasta el presente
no se conocen estudios que permitan conocer la magnitud de los daños y su
distribución. Los daños por nemátodos del nudo son poco frecuentes en semilleros y se
presentan ocasionalmente en almácigos.

Durante la etapa de almácigo las plantas afectadas por los nemátodos del nudo sufren
retraso en su desarrollo y los daños sólo se detectan al momento del trasplante a sitio
definitivo. Los nemátodos del nudo producen pequeñas protuberancias, agallas o nudos
en las raíces más pequeñas. En plantas adultas se observa retraso en el desarrollo y
poco crecimiento

El control del nemátodo del nudo debe ser preventivo en el semillero y almácigo. El
tratamiento químico del suelo con un producto a base de Dazomet (Basamid), en dosis
de 40.0 a 60.0 g/m2, previene los ataques por este nemátodo. La aplicación al suelo de
algunos aislamientos de los hongos antagónicos, Verticillium chlamydosporium,
Paecilomyces lilacinus, Metarhizium anisopliae y Beauveria bassiana han logrado
reducir las poblaciones de nemátodos del género Meloidogyne spp. Para evitar llevar
plántulas afectadas al campo, se recomienda la inspección o revisión previa de las
raíces y eliminación de las plántulas con síntomas de ataque por el nemátodo al
momento del trasplante.

Para el control químico de los nemátodos del nudo en condicones de campo se


recomienda la aplicación de altas dosis de materia orgánica y la aplicación de un
producto a base de Etoprofos (Mocap) en dosis de 20.0 a 30.0 g/planta cada 6 meses..

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Investigación Agropecuaria, Corpoica.

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NOTA GENERAL SOBRE EL CONTROL DE LAS ENFERMEDADES DEL CULTIVO
DE LA GRANADILLA: La mención de algunos plaguicidas químicos en este
Documento, no constituye garantía por parte de la Corporación Colombiana de
Investigación Agropecuaria, Corpoica, como tampoco implica que se excluyan otros
productos de igual o mayor eficiencia.

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