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IMPORTANCIA DEL AGUA EN LA VIDA DEL HOMBRE

Hablar sobre el agua es hablar del presente y futuro de la supervivencia de los


seres vivos, ya que es el principal fundamento de la vida vegetal y animal en
nuestro planeta. El agua es vital y tiene una gran función en el desarrollo de los
seres vivos, sin embargo el hombre no ha hecho buen uso de este recurso,
viéndose así afectado mayormente por factores artificiales (actividad humana),
como en el caso de los países en desarrollo, las aguas residuales y los desechos
industriales son vertidos sin ningún tratamiento en aguas potables que
consecuentemente contaminan el suministro del agua utilizable.
El agua es un elemento de tipo biológico y es de gran necesidad para el hombre,
es la sustancia más importante para los seres vivos, en forma especial, constituye
un factor vital para el hombre, “la fuente o principio de todas las cosas es el agua’’
ya que interviene en todas las facetas de sus actividades porque no solo le sirve
para calmar su sed, sino también para obtener sus alimentos, transporte y
energía; se refleja cuando, a principios de la historia el hombre era nómada y tenía
que ir en busca de alimento y de este líquido vital. Con el paso de los años, el
hombre primitivo se estableció en las orillas de los ríos, de los cuales tomaba
agua, indispensable para su uso doméstico y sus cultivos. A medida que fue
evolucionando, fueron aumentando sus necesidades y en consecuencia, las
cantidades de agua ocupándola posteriormente para la producción de energía,
industrias, transportes, entre otras, es decir, el agua se tiene como un factor
decisivo en el proceso del crecimiento y desarrollo de un país.
Actualmente estamos viviendo una problemática ambiental en la cual el agua es
uno de los elementos mayormente afectado. Es cierto que el agua existente en el
planeta es permanente debido al ciclo que realiza, sin embargo, el hombre en sus
actividades diarias y en búsqueda de un mayor desarrollo, está causando un
desequilibrio del ciclo, contaminando las fuentes principales y agotando el recurso
de manera ineficiente.
Tres cuartas partes de la tierra están cubiertas de agua. Una reducida porción de
la misma está disponible como agua dulce. De esa cantidad cerca del 70 % se
utiliza para producir alimentos. La agricultura es una de las actividades que más
agua consume: utiliza cerca del 70 % de toda el agua dulce procedente de lagos,
ríos y acuíferos; y hasta el 95 % en países en desarrollo. Una persona requiere de
2 a 4 litros de agua al día, pero para los elementos que requiera diario, se
necesitan cerca de 2000 a 5000 litros de agua. La importancia de proteger los ríos
y cauces, mejorar las técnicas de regadío y los métodos de manejo de ganado,
son aspectos fundamentales.
La escasez de este recurso está limitando las posibilidades de cultivar alimentos,
fomentar las industrias y generar energía, además de afectar a una gran parte de
la población humana, se dice que dos personas de cada cinco carecen de
saneamiento adecuado, y todos los días 3800 niños mueren de enfermedades
asociadas a las falta de agua potable y de saneamiento adecuado;
lamentablemente esta es la situación actual que vive nuestro planeta tierra.
Se considera que la agricultura es la función humana que mayor agua demanda
ya que el agua está destinada a los riegos de millones de plantas que después
serán consumidas por el propio hombre o por el ganado. Para regar un cultivo se
necesita mucha agua, y quizás pensemos que esa agua es necesaria ya que los
cultivos son necesarios para el hombre, pero la mayor parte de los cultivos no son
para dar a comer al hombre, no al menos directamente, sino para dar a comer a
los animales.
A lo largo de los años son millones y millones de litros de agua que se dedican al
riego de cultivos destinados a los animales. Si la población se nutriera de esos
cultivos, y no de carne, se ahorraría muchísima agua, vital para la supervivencia y
se ahorrarían muchísimas vidas. En la sociedad actual, donde cada vez se
demanda más la carne, se está haciendo inviable cultivar el alimento de tantos
animales, pues se dice que para abastecer de carne a toda la población mundial,
harían falta 5 planetas para poder cultivar las plantas para dar de comer a tanto
animal.
Dada la importancia del agua, es nuestro deber utilizarla adecuada y
racionalmente, y así ayudar a nuestro medio ambiente, realizando algunas
pequeñas tareas: Cerrar las llaves mientras se baña, afeita o cepilla los dientes,
reportar cualquier fuga que se observe en calle, utilizar solamente el agua
estrictamente necesaria para el baño y en el lavado de ropa, no regar el jardín
durante horas de mayor calor, no utilizar el inodoro como cubo de basura.

Estamos poniendo en peligro el equilibrio climático que ha permitido nuestro


desarrollo desde hace 12000 años, debemos hacer conciencia sobre el mal uso
que el hombre le da al agua y como afecta esta situación en su vida cotidiana.

Como todas las criaturas, por muy diferentes y “mejores” que seamos,
compartimos el destino del planeta. ¿Un destino fatal? Quizás. Pero estos no son
momentos de temer por el futuro, sino de actuar para que al final estos temores
sean en vano. Somos la especie más inteligente del planeta, y si somos capaces
de cambiar el mundo para beneficio nuestro, también lo somos para actuar con
respeto hacia la naturaleza, sin tener por qué volver atrás en el tiempo y vivir de
forma primitiva. Somos capaces de ello. En realidad, si en algo hemos de fijarnos
sobre nuestro pasado al actuar para un desarrollo sostenible y un buen futuro para
el planeta y todos sus habitantes, nosotros incluidos, es en el respeto hacia
nuestro mundo, estando en deuda con la maravillosa naturaleza, compartiendo el
hogar ancestral de la vida. En ese aspecto, así debe actuar una especie
dominante, inteligente y capaz de comprender y cambiar.
                                                

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