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QUERELLA INNECESARIA ENTRE LETRAS DE AÑO.

MENSAJE DE REFLEXIÓN PARA LA UNION DE LOS AFROCUBANOS Y AFROAMERICANOS. VÍCTOR BETANCOURT, AWO OMOLÓFAORO.

Los sacerdotes de Ifá son analistas espirituales comparativos de ello se deduce, que tienen la capacidad
para congeniar con cualquier opinión desde cualquier ángulo que se presente, para poder fungir como
consejeros. Todos los eventos existenciales poseen, de hecho, dos fases que lo identifican, la espiritual y la
material. Un evento en principio, muestra su fase espiritual antes de que se manifieste materialmente. Ifá
capta la geometría del evento, en su fase espiritual, y los traduce a un lenguaje adecuado al contexto en
donde se exteriorice. Es como el olor, la sombra o el rugido de un felino que se hace palpable antes de su
presencia material. Según nos enseña Ifá: Tres monos, uno ciego, uno sordo y uno mudo, pueden captar y
percibir el arribo de un felino. El primero por el olor, el segundo por la sombra y, el tercero por el rugido.
De ahí que sería prudente, para los tres, tomar las medidas de protección para evadir un ataque, aunque no
conozcan las verdaderas intenciones de dicho felino. Además, los tres pudieron vaticinar, desde ángulos
diferentes, un posible ataque de una fiera. De igual forma se desarrolla el estilo analítico dentro de un
concilio de sacerdotes de Ifá. Lo que sí sería irreverente, es confiar nuestra salvaguardia a un sacerdote de
Ifá ciego, sordo y mudo.

A continuación quiero brindarles un trabajo que publique en la Revista Universidad de la Habana No 258,
Segundo Semestre 2003 y, que el mismo, contribuya al esclarecimiento del porqué pueden ser varias letras
y de hecho, no entorpece el supremo objetivo de Ifá.

Un iniciado, en el culto yoruba, puede tener durante una misma vida la regencia de varias "Letras" en su
Itan (relatos de la predestinación) y estar bajo la regencia de varias divinidades. Analicen las tradicionales
"libretas de Itan" y traten de descifrar el mensaje plasmado en ellas: ¡que un Bàbálawo, trate de descifrar
el mensaje de sus tres Itan de iniciación y luego lo correlacione con su vida! Además, que incorpore los
adicionales Itan de su Panadu (Kuanado), de su Odúdúwà, de su Odù, etc, y haga una valoración respecto
a su vivencia particular.

En una misma casa templo yoruba, por ejemplo, sus miembros son regidos por diferentes divinidades y
eso, nunca ha proporcionado confusión alguna; lo mismo puede suceder en un país o en un contexto
mucho más amplio en donde determinados grupos humanos sean regidos por diferentes divinidades. Otro
ejemplo, aún más cotidiano, esta dado en que, una persona para un mismo problema puede consultar a Ifá
en el transcurso de un día con diferentes sacerdotes y, de hecho, es difícil que salga el mismo signo en
cada consulta. Lo que sí es una realidad indiscutible, es que cuando sean analizadas cada una de las
consultas -por expertos en la adivinación se verá claramente, después de la interpretación de las metáforas,
que Òrúnmìlá identifica el mismo problema que presenta la persona, con diferentes ópticas.

Dentro del recurso estilístico, aplicado en el sistema de adivinación de Ifá, está contemplado que cada
problema existencial que se presenta tiene, generalmente, tres Odù Ifá que los identifica o un número
múltiplo de tres. El primero clasifica el ángulo desde donde se ve el problema; el segundo la distancia que
nos separa del problema y el tercero clasifica al personaje dentro del problema. Así como, en la realidad,
muchas personas pueden ver un acontecimiento desde ángulos diferentes, algunos pueden profundizar más
en los detalles por la cercanía y otros pueden estar más duchos por formar parte y estar dentro del mismo.

El fenómeno que más afecta, no es la existencia de las diferentes letras sino, la ignorancia y el
desconocimiento del profundo sentido de las predicciones de Ifa. Òrúnmìlá puede establecer el mismo
mensaje con diferentes Odù en dependencia de la comprensión y el entendimiento del grupo que las
interpreta. Existe un alto desentendimiento de los valores del sistema de Adivinación de Ifá, no se toman
en cuenta las diferentes opciones que Ifá da para una misma circunstancia. Ifá es el lenguaje por el cual se
manifiesta la Naturaleza y, en cualquier lenguaje existen varias frases para identificar una misma cosa o
elemento objeto existente, es decir, Ifá es polisémico. Además hay que saber reconocer la "alternativa
específica" que clasifica el vaticinio del conjunto de varias letras. Esto requiere una profunda concepción
de los objetivos y características de la práctica del Ifismo y de las predicciones anuales que resultan ser,
para muchos, ambiguas e incomprensibles. Quien se confunda por la difusión de varias "Letras" realmente
es un "confundido". Recuérdese que, para la mayoría de las personas, Ifá es un acontecimiento "sui
géneris", puesto que esta filosofía estuvo durante más de cinco siglos a la sombra y alejada del contexto
social.

Clasificación de las tres "Letras de Año" más significativas por su repercusión social en el Año
2003.

Por Cuba.

Comisión de la Letra del Año Miguel Febles Padrón.

Ògúndá Abede - Ikú ntori Àroyé. Olófin Onire. Elégbà ati Òshùn.

Muerte a causa de un debate o querella. Olofin posee la Bendición. Regente Elégbà y Òshùn.

Asociación Cultural Yoruba.

Òkànràn Òshé - Iré Ariku lésè Òrúnmìlá jale. Òbàtálà ati Oyá.

Beneficio de larga vida siguiendo las leyes del orden universal. Regente Òbàtálà y Oyá.

Por Estados Unidos.

Miami.

Òtura Òwònrín - Ire Ibujóko lésè Olofin. Elegba ati Oyá.

Beneficio de Estabilidad al pie de quien está en el palacio. Regente Elégbà y Oyá.

Análisis de las diferentes Letras de Año de varios países del área.

El refrán de cada Odù nos indica el vaticinio, la conducta predestinada y representan modelos estereotipos
que debemos seguir y tomar en cuenta a la hora de enfrentar los problemas. La oración profética puede
tener dos vertientes "Iré" (Beneficios) y "Osobu o Ayeo" (Maleficios), clasificados ambos,
metafóricamente. El "Iré" representa lo que necesitamos para resolver el problema y el "Osobu", lo que
debemos evitar para librarnos de las repercusiones de los malos augurios. La historia mítica nos refleja el
panorama del vaticinio tomando, como referencia, la vida y obra del personaje legendario. En aras de
ejemplificar lo anteriormente planteado, tomaré como referencia el mensaje común del conjunto de tres
Letras de Año del 2003. La frase profética, clave, para la interpretación es la siguiente: "Muerte de
personas mayores o altas personalidades".

Leyenda de Ògúndá Ogbè. Letra de la Comisión Organizadora Miguel Febles.

Rezo: Kùkùté ò mire jìgi, adífáfún Lánkosìn, omo ajagun gbádé borí.

t. La cepa del árbol no se menea al lado, lo profetizado por Ifá para Lánkosìn que emprende la guerra y
gana una corona para adornar su cabeza.

Había un rey que iba a morir y pensó que necesitaba un sustituto que defendiera sus intereses y se puso a
pensar en su hijo. Entonces mandó a reunir a su comitiva para el otro día por la mañana, para darle la
noticia. La comitiva al enterarse de esta reunión se pusieron a pensar para que seria esa reunión, al otro día
cuando se reunieron el rey les dijo: Los he citados para comunicarles mis deseos, que si algún día yo no
existiera, yo quisiera que nombraran a mi hijo como rey de este pueblo, por la razón que ustedes saben,
pues él es obediente, respetuoso y bueno. La comitiva acogió con júbilo la decisión del rey, pues él era
muy duro con ellos y no entendía en razones y la comitiva si deseaba que él dejara el trono. No había
terminado sus últimas palabras cuando fue aplaudido con júbilo por su determinación, el rey comprendió
que su comitiva no había estado de acuerdo nunca con él. Y en ese mismo momento se quitó la corona y
se la puso a su hijo y de pronto le dio un colapso y el rey murió, quedándose su hijo como soberano en
aquel pueblo. (Tratado enciclopédico)

Oración profética: Iku ntori Àroyé - Muerte por una querella.

Análsis: La leyenda trata de un rey (o persona mayor) que está a punto de morir y quiere dejar en su lugar
a un hijo o seguidor, para asegurar el futuro del trono; sin embargo, la oración profética clasifica la forma
de desenlazarse el hecho y por ende, al personaje que corresponde el vaticinio del año. Según la oración
"Iku ntori àroyé", se trata de un rey o persona mayor importante que muere por un debate, disgusto o
querella (guerra). Esto es parte del recurso estilístico de la adivinación y se establece, aún variando la
forma legendaria de muerte que está, claramente relatada en el contexto de la leyenda. Producto del
motivo precedente, la oración profética además, sirve para acomodar la misma leyenda a muchos
personajes que estando en circunstancias similares a la de la leyenda, pueden morir de formas diferentes;
así como diferentes son las oraciones proféticas. No obstante, como recurso de salvación, se debe
considerar que por estar la oración orientada en "Osobu", los reyes o personas mayores que quisieran
escapar del mal augurio deberían evitar verse envueltos en un debate, disgusto o querella, siempre y
cuando fuesen evitables. El refrán establece la conducta que debería asumir el personaje legendario (rey o
persona mayor) dadas las circunstancias adversas que se presenten, el cual dictamina, por su contexto, "La
cepa de un árbol no se menea" o sea, que el personaje debe mantener una conducta firme en su decisión de
entregar la corona antes de morir para el bien común. En cuanto al Òrishà regente, Ifá nos indica que el
reinado que se trata de identificar, está regido por la divinidad Elégbà, que basado en su representatividad
mítica, establece el desarrollo, las actividades y la forma de gobierno. Por tanto, podemos aseverar que se
trata de un gobierno que está dentro de un sistema de comercio y con una política servil a un interés
determinado como también, de un gobierno inmerso en una crisis (Ikú) comercial, o un gobierno que
brinda sus servicios a la comunidad internacional.

Leyenda de Òkànràn Òshé. Letra de la Asociación cultural yoruba.


Rezo: Igún maalóre, Eegun maalóre, Ashá maalóre, Awodi maalóre, òrà Awodi Oke.

El buitre continua vigilante, el espíritu continua vigilante, el águila continua vigilante, el halcón continua
vigilante, el halcón adquiere (alcanza) la cima.

En este camino habían tres hermanos Igún (el buitre), Ashá (el aguila) y Awodi (halcón) que luchaban por
la posición de su padre que estaba enfermo. El padre mandó a Igun y a Asha a cortar leña para cocinar.
Awodi por su parte fue a consultarse a casa de Òrúnmìlá y este le vio Òkànràn Òshé y le indicó realizar
sacrificio con dos gallinas (adiye méjì), dos eko (tamal de harina fermentada) y kodide (plumas de loro).
Esto para recibir los beneficios del padre y pudiera ser respetado. Cuando el padre murió, Awodi tomó la
posición del padre. (Libro de Tata).

Análisis: Siguiendo al personaje legendario del primer relato y trayéndolo al contexto de este segundo Ifá,
sabiamente, nos brinda una panorámica mucho más amplia y nos permite conocer otros detalles que no
aparecen en la primera leyenda. En este caso podemos ver que, dicho rey, tiene varios hijos o seguidores
que pueden sucederlo en el trono, pero solamente uno tiene capacidad de mando como para sucederlo. La
oración profética "Iré Ariku lésè Òrúnmìlá" nos clasifica al sucesor o sea, se trata de un hijo o seguidor
que tiene la capacidad de ser longevo en los principios y leyes que establecen el orden universal. Además
se identifica como un personaje que tiene grandes posibilidades de gobernar por muchos años (Iré Ariku)
El refrán nos indica la conducta que tiene y que debe mantener el heredero. En este caso Ifá dice: "El
halcón continua vigilante desde lo alto". Este refrán nos clasifica a un individuo que tiene o debe mantener
una conducta callada y observadora desde su posición cimera y debe además, estar atento de todos los
movimientos de sus opositores. Durante el nuevo reinado entraría a jugar como divinidad regente Òbàtálà
el cual proporciona, por su representatividad mítica, un sistema de gobierno creativo.

Leyenda de Òtura Òwònrín. Letra de la Comunidad cubana en Miami.

Rezo: Òtura Òwònrín awo Ikú adífáfún Aburo métà omo Bàbá ó fóju.

t. Òtura Òwònrín el adivino de la muerte, lo profetizado para el menor de tres hermanos hijo de un padre
ciego.

Era un anciano ciego y majadero que tenía tres hijos y él los conocía por sus voces. El menor era el que
mejor lo soportaba y lo atendía. Cuando el anciano se dio cuenta que iba a morir, llamó a este para
entregarle su fortuna y los dos hijos mayores al darse cuenta del propósito del padre mandaron al hermano
menor a hacer algunas diligencias a una tierra lejana para apartarlo de su padre. Cuando el hijo menor
regresó a la casa con algunos familiares que vivían en aquella tierra lejana, ya el anciano hacía días que
había fallecido. Después que esos familiares regresaron a su tierra, los dos hermanos mayores botaron al
menor de la casa, junto con el criado de confianza del difunto padre. Pasó el tiempo y el menor de los
hermanos estaba muy mal de todo y fue a casa de Òrúnmìlá y le salió este Ifá que le marco Ebo con un
gallo, tres figuras de madera, un bastón, basura de la casa, una corneta y un canuto de caña brava.
Òrúnmìlá le dijo: Tus hermanos mayores te quieren robar, pero te vas a encontrar a un viejo criado de tu
difunto padre y con la ayuda de él, obtendrás lo que tu padre quería dejarte. Después que el menor de los
hermanos hizo el ebo se encontró con el anciano y este le dijo: Cuando tus hermanos te botaron de la casa,
en vez de luchar para quedarte te fuiste rápidamente y delante de ellos no podías hablar, traté de seguirte y
no te encontré y todo este tiempo té estado buscando para entregarte lo que tu padre te dejó. Yo al darme
cuenta que tus hermanos querían robarte cogí los papeles que tu padre tenía para ti y los metí en un pote
de caña brava y lo enterré junto con su bastón. Fueron para casa del criado y desenterraron el bastón y el
pote y fueron para casa del gobernador del pueblo que al leer y comprobar que era la última voluntad del
difunto, dejarle todo al hijo menor, se le dio posición de la herencia. Cuando el hermano menor tuvo la
posición botó a los hermanos de la casa y se quedó con el criado. (Tratado enciclopédico)

Análisis: Siguiendo el hilo de la conversación de Ifá, no cabe duda que las predicciones coinciden en
cuanto a la frase profética, clave: "Muerte de personas mayores o altas personalidades". Esta última
historia deja en claro que existen opositores contra la nueva toma de posición. Es indiscutible que en el
contexto general la moraleja es la misma. Tomando en cuenta la oración profética que dice: Iré Ibujóko
lésè Olófin. Ifá, en esta ocasión, recomienda que se debe mantener una estabilidad (Ibujóko) al pie de lo
dispuesto por el legislador (Olófin), que en este caso se trata de la disposición tomada por el rey. La
palabra Ibujóko representa, metafóricamente: estabilidad, residencia, estancia, asentamiento, y por estar la
oración profética orientada hacia Iré, el nuevo asentamiento o toma de posición resultaría necesaria y, por
tanto, sería de beneficio para el reino. Según el refrán de este Odù Ifá que dice: "Si un niño no conoce a su
padre, la tierra no está derecha", nos da la medida que el sucesor debería, esencialmente, seguir el ejemplo
del padre. Elégbà, como divinidad regente, proporcionaría, al nuevo gobierno, todas sus virtudes míticas
representativas. Por tal motivo, queda claro que el nuevo gobierno debe continuar las normativas,
benéficas, del anterior.

Análisis comparativo de las tres leyendas:

1.- Había un rey que iba a morir y pensó que necesitaba un sustituto que defendiera sus intereses y se puso
a pensar en su hijo..........

2.- En este camino habían tres hermanos Igún (el buitre), Ashá (el aguila) y Awodi (halcón) que luchaban
por la posición de su padre que estaba enfermo.........

3.- Era un anciano ciego y majadero que tenía tres hijos y él los conocía por sus voces. El menor era el que
mejor lo soportaba y lo atendía..........

De cualquier forma que se considere el orden jerárquico de los Odù, la moraleja es la misma. En el primer
Odù Ifá (Ogunda Ogbè) nos da a conocer un rey que piensa dejar en su puesto a un hijo y se le vaticina
que puede morir (Osobu Ikú) producto de una querella o guerra. El segundo Odù Ifá nos introduce más
aún en el asunto y nos da la oportunidad de conocer que el rey tenía tres hijos y que uno de ellos estaba
predestinado para sucederlo en el trono y gobernar por muchos años (Iré Arikú). El tercer Odù Ifá nos
especifica que se trata del menor, de los tres, el que está seleccionado para establecerse (Iré Ibujóko),
según el vaticinio, en el trono y tomar posesión del mismo y, además, nos brinda claramente las
intenciones del resto de los hermanos. El resultado final del análisis nos lleva a la conclusión de que se
trata de "un rey anciano, ciego y majadero que va a morir y piensa seleccionar al menor de sus tres hijos (o
seguidores) como heredero del trono y se enfrentará a un debate que pueda adelantar la hora de su muerte.
Sólo los sacrificios pueden configurar el destino de una persona por representar un cambio de vida (o
circunstancia) mediante un ofrecimiento a la muerte.

Con estas tres historias ejemplificantes se puede demostrar la coherencia de la conversación de Ifá y el
nivel tan alto de ignorancia que existe en la mayoría de sus seguidores.

Mensaje para el mundo:


Todas las personas creyentes o no del Ifismo, deberían evitar morir a causa de una querella o disgusto;
procurar una larga vida saludable siguiendo al pié de la letra las leyes que conforman el orden divino
(òrun - amí - elà; Òrun mìlá) y mantener una estabilidad en los principios legislativos de sus
representantes. A los creyentes iniciados en Elégun (Santo), que estén consagrados en las divinidades
Elégbà y Òshùn que tomen en cuenta el odù Ògúndá Ogbè; los consagrados en Òbàtálà y Oyá que tomen
en cuenta el odù Òkànràn Òshé; los consagrados en Elégbà y Oyá que tomen en cuenta el odù Òtura
Òwònrín. El resto, que valore la participación de su Orìshà particular (Ángel de la Guarda) en el contexto
literario del odù Ifá que rige su casa templo. Dada la existencia de una sola Letra de Año,
independientemente de la divinidad que gobierna y acompaña, cada adivino debe considerar las
recomendaciones, a cada devoto, en dependencia de la vida y trabajo de su Òrìshà particular en cualquiera
de las historias que se manifiesten dentro del odù regente.

No quiero dejar entrever con estos argumentos que estoy a favor de la existencia de la proliferación de
letras que se extraen y hacen públicas en la actualidad. Mi posición favorece la existencia de una sola
Letra, pues conllevaría a un análisis único y mayor profundidad en los vaticinios. Resultaría más
beneficioso para los que no tienen la capacidad de analizar el conjunto, y seguir la coherencia en la
conversación de Ifá. Esto solo nos enseña que se puede conciliar de las distintas letras un mensaje común.
Es una realidad que, las letras que posean mayor poderes de convocatoria logran, más contundentemente,
la manifestación de las divinidades y de los vaticinios. Es muy importante, además, que los que lideran la
liturgia, no por viejos sino por sabios, le den la connotación universal a las mismas.

Un pasaje del Ifa dice Bàbá Éjìogbè (narrado por Şọlàgbadè Pòpòọlà): “Habían tres ciegos que andaban
por el camino hacia otro pueblo e iban guiados por sus bastones. Al poco tiempo se encuentran con un
Elefante; el primero que se topa con el animal le toca el vientre y comenta: ¡que animal más suave! el
segundo intenta lo mismo pero, le toca la trompa y comenta: ¡que animal más corrugado! el último que
se dispone a sondear le toca el rabo y comenta: que animal más velloso”.

Òrúnmìlá dice: "Si me entiendes, té salvas".

Copyright (c) Victor Betancourt Estrada. Awo Òrúnmìlá Omolófaoró.

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