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SESIÓN N° 01

“CONTROLANDO MIS IMPULSOS”

EVALUACIÓN
TIEMP NO
FASES TÉCNICA OBJETIVO PROCEDIMIENTO
O LOGRO LOGR
O
 Jugaran el juego del gusanito,
primero dos niños pondrán en su
barriga un globo y caminaran hacia
 Aprender a
la meta sin hacer caer el globo,
controlar su
INICIO Motivación después se unirá un niño más y 15 min
impulsivida
continuaran caminando hacia la
d.
meta, así sucesivamente hasta 5
niños.

 Enseñar la  Se contará el cuento de la tortuga


Ejercicios
DESARROLLO técnica de mientras ponen en práctica esta 15 min
prácticos
la tortuga. técnica.
 Poner en  Se amarrarán con pasador los
Retroalimentació
CIERRE práctica la zapatos a la altura de los tobillos, y 10min
n
técnica. tendrán que recorrer el camino.
DANIEL LA TORTUGA
Hace mucho tiempo, en una época muy lejana, vivía una tortuga
pequeño y risueño. Se llamaba Daniel a él no le gustaba
ir a la escuela. No le gustaba aprender,
él quería correr, jugar, era demasiado difícil y
pesado copiar de la pizarra, o participar en algunas
de las actividades. No le gustaba escuchar al
profesora, era más divertido jugar con su
compañero hacerle bromas y pegarle.
Cada día en el camino hacia el colegio se decía
ya no pegare a nadies. Pero a pesar de esto era
fácil que algo o alguien lo descontrolara, y al final siempre acababa molesto, o se peleaba,
o le castigaban. Sus amiguitos ya no querían jugar con él, porque le tenían mucho miedo.
Daniel lo pasaba muy pero muy mal.
Un día, cuando se sentía más triste y desanimado, se encontró con la tortuga más grande
y vieja de la ciudad. Era una tortuga sabia, tenía más de 100 años, y de tamaño enorme.
Deseosa de ayudar le preguntó qué le pasaba: Hola le dijo con una voz profunda. La gran
tortuga se acercó y le dijo te diré un secreto mágico: Tú no te das cuenta que la solución a
todos tus problemas está en ti. Daniel la Tortuga no sabía de lo que estaba hablando. Tu
caparazón le gritaba ¿para qué tienes tu caparazón? Tú te puedes esconder en tu
caparazón siempre que tengas sentimientos de rabia, de ira, siempre que tengas ganas de
romper, de gritar, o de pegar. Cuando estés en tu caparazón puedes contar hasta diez,
hasta que ya no te sientas tan molesto, con furia, con ira. Cuando ya sientes que estas
calmado sales de tu caparazón y recién piensas en una solución. Así la próxima vez que te
sientes muy enojado. Métete en tu caparazón.

Al siguiente día Daniel cuando jugaba


con su amigo, de casualidad le empujaron y
se cayó al suelo entonces empezó a sentir rabia y furia, y cuando estaba a punto de
perder la paciencia, recordó lo que le había dicho la vieja tortuga. Rápidamente encogió
los bracitos, las piernas y la cabeza y los apretó contra su cuerpo, poniéndose dentro
del caparazón. Conto hasta diez y la rabia le paso era lo mejor que podía hacer para
resolver su problema. Fue muy agradable encontrarse allí, tranquilo, sin que nadie lo
pudiera molestar. Cuando salió, se quedó sorprendido de ver a la maestra que le miraba
sonriendo,
contenta porque había podido controlar su impulso. Después, entre los dos resolvieron
el error, parecía increíble que, pidiendo disculpa, y dando un abrazo se pudo solucionar
el problema.

Daniel siguió poniendo en práctica su secreto mágico cada vez que tenía
problemas, incluso a la hora del recreo. Pronto, todas las tortugas que habían dejado de
jugar con él por su mal carácter, descubrieron que ya no se molestaba, cuando perdía
en un juego, ni pegaba sin motivos. Al final ya no le faltaron amiguitos.

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