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EL DIOS DESTERRADO

Caminando por los bosques de mis ayeres, enfangue mis pies de


horrores escondidos, y en la tenue corona del roble dormido, descanse
aturrullado por el llanto imposible de un dios descendido… y en su
dramática perdida del todo abarcado, mostraba sus manos inertes,
podridas por la limitación del tiempo presente, construido de pasado,
lleno del futuro incierto… asomadas las criaturas envidiosas que por tierra
arrastran miserias y miradas limitadas hasta la extenuación, un estertor
de cruel hiena insensible, nos asalto en las oscuras tienieblas del yo
palpitante lleno de pus lacerante, pus de pequeñez negada, pus de
prepotencia corrupta y vomitada en las entrañas de nuestra
insignificancia….. caminaba y como si insultos de mi ayer cristalizaran en
el previsiblemente inocente rocío, fueron abriéndoseme heridas en los
pies enfangados, heridas que se reflejaban en los espejos del alma, y con
cada insulto, de la profundidad de mis entrañas, nacieron barrotes
negruzcos, óxidos horrendos que atrapaban al extinto alito de un alma
desgajada….. y vi partir de los ojos de mi alma, sangre pavorosa que de mi
corazón manaba… sangre del samskara, sangre de las victimas que fui
abandonando sumido en la ceguera y siendo muerto dormido en mis vidas
pasadas… y mis manos que alce inocentes, creyéndolas puras, sanas como
estaban, fueron transformando su piel en escamas, desgajándose en
jirones, mostrando abruptas cicatrices como fechas de pasión, de cruzada,
de voluptuosas hogueras quemando carne humana…. El dios desterrado
con su mirada helada, me miraba…me miraba.. parecía vivir él mi
infierno…sentir en sus manos mis manos… observar en su pecho mi celda,
en su alma la sangre brotando de cada víctima de mis acciones pasadas…
Me pudo una suerte de miedo, me pudo la negación de lo que fui,
mas tan solo pude liberarme cuando al fin comprendí que aquella era mi
sombra abrupta, que por fin, toda entera se me presentaba… entonces fue
que el dios de su rostro apagado hizo brotar su verdadera cara… vi en el
mis ojos, fue espejo de mi alma… y entonces fue que comprendí que yo
era mi sombra, que el dios desterrado eran mi ahora, mi ayer, mis vidas
pasadas, mi futuro, mi razón de ser, la invitación eterna a seguir caminado
a pesar de los insultos propios, de las heridas en los pies, de las manos
sucias, impuras, en sangre bañadas…. Aceptando la animalidad de fruto
brutal que fui, aceptando mi presente humanidad ... entonces comprendí…
entonces comprendí… que soy mi pasado, que soy mi presente.. que soy
mi futuro… que soy el dios desterrado que en los bosques de mi universo
interior no supe descubrir… ahora debo pacientemente trabajar, para
disolver mis sombras, para aceptar la inutilidad de mi yo – encerrado en la
pasión desbordada, para encontrarme con el dios que yo un día fui, el uno
con el todo, el todo en el uno…. La vida, si me abandono, me llevara al
lugar del que un día partí.
Kubera 2003

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