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UNIDAD Nº 17 – Derecho Constitucional

EL PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN


Existencia y funcionamiento de la justicia federal (Gamboa)
La íntima conexión que tienen los conceptos de libertad y justicia, hace imprescindible la existencia de Poder Judicial, como órgano encargado de garantizar el goce
efectivo de la libertad individual.

Linares Quintana remarca que la forma del Estado Federal adoptada por nuestra Constitución nacional impone la coexistencia de dos órdenes jurisdiccionales: la justicia
Federal y la justicia ordinaria, provincial o local.

Esa división surge delas siguientes disposiciones constitucionales:

a) Del artículo 5 cuando ordena a las provincias organizar su administración de Justicia;


b) Del artículo 121 cuando asegura que las provincias conservan todo el poder no delegado al Gobierno Federal;
c) Del artículo 75 inciso 11 por lo que se le atribuye al congreso la facultad de codificación;
d) Del artículo 108 desde el momento que allí se define la naturaleza del poder judicial de la nación ;
e) Finalmente del artículo 116 y 117. El primero cuando fija la competencia de ese poder judicial y el segundo cuando determina cómo se desarrollará
esa competencia.

Alsina defina a la justicia federal expresando que es la facultad conferida el poder judicial de la nación para administrar justicia en los casos, sobre las personas y los
lugares especialmente determinados por la Constitución nacional.

El poder judicial de la nación inviste, en nuestro caso, una especial estructura acorde con la naturaleza de su Estado Federal, al que como rasgo característico presenta
la coexistencia de dos órdenes de gobierno: el central y los gobiernos locales, los cuales deben convivir armónicamente.

Bidart Campos sostiene que en el gobierno tripartito de nuestro derecho constitucional del poder, la Corte como titular del poder judicial también gobierna, es decir,
comparte dentrodel poder estatal las funciones en que ese poder se exterioriza.

La Constitución histórica asignó al poder judicial un carácter independiente, con una organización especializada, y una competencia exclusiva para defender la vigencia
de la Constitución, realizando desde su jerarquizado nivel, el contralor final de la constitucionalidad.

Pese a tales inquietudes de la doctrina y probablemente por falta de continuidad constitucional ,a diferencia del modelo estadounidense, eran fácilmente perceptibles
diversas causas que denotaban una real crisis institucional del poder judicial, entre las que sobresalía la falta de independencia política en la designación de sus
integrantes.

Es por ello que una importante corriente doctrinaria, estimaba necesario introducir las reformas que le asignarán al poder judicial funciones de gobierno y no
exclusivamente funciones jurisdiccionales, posibilitando además que la estructura de su organización dependiera sustancialmente de él, con facultad de seleccionar los
magistrados que lo integran y con una indispensable autarquía económica.

En opinión de Dromi, la Constitución reformada, ha respondido a los requerimientos de cambio que necesitaba el Poder Judicial, para nacer de él un verdadero poder y
las soluciones dadas en el marco del constitucionalismo de la realidad: son las siguientes:

A. Conforma la estructura del Poder Judicial en base a tres órganos con función específica:

1) La jurisdicción, encabeza de la Corte Suprema de Justicia;


2) La administración del poder, en cabeza del Consejo de la Magistratura;
3) La actuación de la justicia, en cabeza del Ministerio Público con inmunidad e intangibilidad igual a los jueces.

B. Confiar a un órgano específico, el Consejo de la Magistratura, la selección por concurso público de los postulantes y la propuesta en ternas
vinculantes para el poder ejecutivo, de los nombramientos de magistrados superiores.

C. Imponer que el acuerdo senatorial, sea prestado en sesión pública.

Antecedentes
Refiriéndose a los antecedentes de Estados Unidos, González Calderón señala que la experiencia recogida durante la época de la confederación, fue la razón
decisiva para que los convencionales de Filadelfia se propusieran establecer un poder judicial independiente y supremo, como parte integrante del régimen político
que fundaban. Dicho autor transcribe una opinión de Washington dirigida a los miembros la Corte Suprema en los siguientes términos:

He estado persuadido siempre que la estabilidad y el éxito del gobierno nacional y, consecuentemente la felicidad del pueblo de los Estados Unidos, dependería en
gran parte, de la interpretación de las leyes. Por lo tanto es muy importante que el sistema judicial sea no sólo independiente de su función, sino lo más perfecto
posible en su formación.

Pensaba de igual modo Alberdi, para quien la interpretación y aplicación de la Constitución, las leyes y decretos del gobierno nacional y los tratados la República
con lasnaciones extranjeras, exigen una autoridad judicial de carácter y potestad nacional o suprema también como esos estatutos.

Los constituyentes de 1853 siguieron en este punto el modelo de la Constitución estadounidense adecuando su texto a nuestra idiosincrasia.

Ramella, tratando de aportar sugerencias concreta en orden a una eventual reforma constitucional, consideraba que uno delos puntos fundamentales que habrá de
encarar es el de la duplicidad innecesaria de organismos nacionales y provinciales.

Dentro de ese orden de ideas sostiene “quees imprescindible que haya una sola clase de justicia en la nación”.

Con tal premisa y estimando que la justicia federal se explicó en su tiempo “por la desconfianza a las justicias provinciales, dominadas por las situaciones políticas
locales y también por copiar al pie de la letra las instituciones norteamericanas”,se inclina porque la justicia se únicamente provincial.

Por cierto que se expide en favor del mantenimiento de la competencia originaria de la Corte Suprema, ampliada a otras materias y de la instancia extraordinaria
cuando se vea afectada una garantía constitucional.

Garantías constitucionales. Independencia del poder judicial (Gamboa)

Linares Quintana proclama qué principio de la división de los poderes del 92 requiere la independencia de estos sobre la base de su coordinación equilibrio y control
recíproco

Si es Independencia indispensable para todos los poderes con más razón para poder judicial por encontrarse fue tu mayor medida la presión influencia del poder
político

Es objetivos se logran a través de la garantía constitucional y legal y que fundamentalmente pueden resumirse en dos la inamovilidad de los jueces y la
irreductibilidad de sus remuneraciones

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Significa que el juez tiene que dictar sus sentencias alejándose de toda influencia política. Se debe encuadrar los hechos como tal. Hay que alejarse de toda
connotación extraña a la ley. (Casas).

Inamovilidad de los jueces (Bidart Campos)

La constitución histórica de 1853-60 consagró para todos los jueces del poder judicial federal la inamovilidad vitalicia mientras dure su buena conducta en el art. 96,
que se mantiene como art. 110.

A veces se interpreta que la inamovilidad ampara únicamente contra la “remoción”, que es la violación máxima. Sin embargo, la inamovilidad resguarda también la
“sede” y el “grado”.

- Un juez inamovible no puede ser trasladado sin su consentimiento (ni siquiera dentro de la misma circunscripción territorial), ni cambiado de instancia sin su
consentimiento (aunque significara ascenso).
- Y ello porque su nombramiento lo es para un cargo judicial determinado, y ese status no puede ser alterado sin su voluntad.
- De este modo, la inamovilidad vitalicia se integra y complementa con la inamovilidad en el cargo ocupado y en el lugar donde se desempeña.
Cuando afirmamos que es necesario el consentimiento del juez para su promoción a un grado superior o su traslado a una sede distinta, no queda todo dicho. Ese
consentimiento es imprescindible, pero hace falta algo más: que el senado preste acuerdo para el nuevo cargo.

Quien está desempeñando uno con acuerdo del senado, y presta su consentimiento para ser transferido a otro, requiere un nuevo acuerdo, porque la voluntad del
juez no suple ni puede obviar la intervención del senado. Si así no fuera, bastaría la concurrencia de la voluntad del ejecutivo y la del juez, con salteamiento de la
competencia senatorial.

La constitución material ofrece discrepancias con nuestro criterio


Actualmente, el art. 99inc. 4 ha establecido en su párrafo tercero un término al desempeño de los jueces inferiores a la Corte en razón de su edad: al cumplir
setenta y cinco años cesan, salvo que recaiga un nombramiento nuevo precedido del acuerdo del senado; la nueva designación de magistrados cuya edad sea la
indicada u otra mayor se puede hacer por cinco años, susceptibles de repetirse indefinidamente mediante el mismo trámite.

El sueldo

El art. 110 dispone que la remuneración de los jueces es determinada por la ley, y que no puede ser disminuida “en manera alguna” mientras permanezcan en sus
funciones.

Conviene comparar esta norma con las otras que en la propia constitución prevén las remuneración de los legisladores, del presidente y vice, y de los ministros del
poder ejecutivo.

 Para los legisladores, el art. 74 no prohíbe que su dotación sea aumentada ni disminuida;
 Para el presidente y vicepresidente, el art. 92 dice que su sueldo no podrá ser “alterado” en el período de sus nombramientos (lo que impide
aumentar y rebajar);
 Para los ministros, el art. 107 consigna que su sueldo no podrá ser aumentado ni disminuido en favor o perjuicio de los que se hallen en ejercicio.
Sin conceder excesiva importancia a las palabras, ha de apreciarse que, para los jueces, el art. 110 estipula que su remuneración no podrá ser disminuida en
manera alguna; esta expresión no figura en las disposiciones mencionadas sobre otro tipo de retribuciones; tampoco aparece la prohibición de “aumentar” el sueldo
de los jueces, todo lo cual permite interpretar que, para el caso, el art. 110 acusa cierta diferencia de redacción respecto de los artículos similares.

a) En primer lugar, es indudable que si es la ley la que fija la retribución de los jueces, el no poder disminuirla “en manera alguna” tiene el sentido de prohibir las
reducciones nominales por “acto del príncipe”, o sea, las que dispusiera una ley.

b) En segundo lugar, una interpretación dinámica de la constitución exige que la prohibición de disminución “en manera alguna” se entienda referida no sólo a las
mermas nominales o por “acto del príncipe”, sino a toda otra que, proveniente de causas distintas, implica depreciación del valor real de la remuneración-

La Corte Suprema ha establecido que la intangibilidad de los sueldos de los jueces es garantía de independencia del poder judicial, y que no ha sido establecida por
razón de la persona de los magistrados, sino en mira a la institución de dicho poder.

Justicia de la capital de la nación y justicia federal

Gonzales Calderón, sobre este tema hace referencia al caso “Eliseo Acevedo”, fallado por la Corte en el año 1886.

En su carácter de director del diario “El Debate”, este señor había sido acusado por el agente Fiscal, por injurias graves y amenazas dirigidas al Presidente de la
Nacion. Se plante una cuestión de competencia entre el juez federal de la Capital y el juez del crimen de la misma, resolviendo la corte en favor de la incompetencia
del juez federal y de la facultad del juez del crimen de la Capital para conocer la causa.

G.C. llego a la conclusión sobre la base de las siguientes premisas:

 La unificación de los fueros de la Capital de la Nación es una mera cuestión practica que puede resolverla el Congreso, sin que ello importe alterar el carácter
esencial de la justicia de la capital.
 El actual artículo 116 de nuestra Ley Suprema solo ha tenido en cuenta una clase de justicia, la justicia nacional. Toda aquella materia que no cae dentro de
dicho articulo, corresponde a las justicias de las provincias.
 Los jueces de la capital son los jueces de la Constitución.
El decreto-ley 1285/58 regla la justicia nacional.

En su virtud, dentro de la Capital Federal, además del Fuero Federal, existen los siguientes: Civil, Comercial, Penal, del Trabajo, Civil y Comercial y en lo penal
económico.

Nombramiento de los jueces federales.

Linares Quintana sostiene que la designación de los jueces constituye uno de los problemas mas delicados y difíciles del derecho constitucional.

En Inglaterra, la situación se ha resuelta en forma muy singular, sobre la base de tres decisivas circunstancias.

A. Los jueces no se eligen entre los principiantes, sino entre los abogados que han triunfado en el ejercicio de la profesión.
B. No existe una carrera judicial, lo que implica que cualquiera sea la jerarquía de la vacante, pasa a ocuparla quien tenga las condiciones requeridas.
C. Los jueces ingles perciben las remuneraciones más altas del mundo.
En Estados Unidaos, mas del 70% de los estados particulares mantienen la designación de sus jueves por medio de la elección popular.

En nuestro país la doctrina se ha expedido uniformemente en contra del sistema de elección Popular de los jueces de cual sólo hubo una aplicación concreta en la
provincia de San Juan, con respecto a su juez de paz, disposición que pronto fue dejar sin efecto

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Los Constituyente de 1853, adoptaron el mecanismo previsto por la Convención de Filadelfia, combinando la iniciativa del Poder Ejecutivo con el acuerdo de una
rama del legislativo, lo que significa una elección indirecta en tercero y cuarto grado.

El actual artículo 99 de nuestra Constitución en el primer párrafo de su inciso 4 dispone queel presidente la República “nombra a los magistrados la Corte Suprema
y lo demás tribunales Federal inferiores con acuerdo del senado por tratarse su miembro presente sesión pública convocada al efecto”, que en lo esencial es la
previsión del artículo II, sección 2da, cláusula 2da del Constitución de los Estados Unidos.

González Calderón encuentra inconveniente al sistema consagrado por la precedente disposición constitucional, los que pueden asi sintetizarse:

a)Contribuye a aumentar la preponderancia del poder ejecutivo en cuanto a la Facultad exclusiva de presentar al senado lo cambia tocaron judiciales en el
papel de tu cuerpo la simple aceptación o rechazo de los propuestos;
b)Conspira en parte contra la misma independencia de los jueces, ya que la indicación que hace al senado el Poder Ejecutivo, crea cierto compromiso moral y
material
c) El rechazo del Senado coloca al propuesto en situación visiblemente molesto ante la sociedad y en desventaja para pretender el cargo nuevamente,
d)Al tener el presidente que optar por un candidato para el puesto, prescinde de otros con iguales o superiores condiciones que no han querido valerse de
influencias oficiales.

El Consejo de magistratura: análisis del artículo 114 de la Constitución Nacional

Artículo 114. El Consejo de la Magistratura, regulado por una ley especial sancionada por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara,
tendrá a su cargo la selección de los magistrados y la administración del Poder Judicial.

El Consejo será integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la representación de los órganos políticos resultantes de la elección popular,
de los jueces de todas las instancias y de los abogados de la matrícula federal. Será integrado, asimismo, por otras personas del ámbito académico y científico, en
el número y la forma que indique la ley. Serán sus atribuciones:

1. Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistraturas inferiores.

2. Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de los tribunales inferiores.

3. Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la administración de justicia.

4. Ejercer facultades disciplinarias sobre magistrados.

5. Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados, en su caso ordenar la suspensión, y formular la acusación correspondiente.

6. Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos aquellos que sean necesarios para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz
prestación de los servicios de justicia.

ANALISIS DE ZARINI
La Convención Nacional Constituyente de 1994 incorporo, con este art. 114, un organismo denominado “Consejo de la Magistratura”.

Esa institución reconoce como antecedentes más próximos, a la Constitución del Reina de España, de 1978, y a la Constitución de la República italiana, de 1947.

Por la importancia que reviste la naturaleza de este instituto, nos parece prioritario analizar si el Consejo de la Magistratura integra o no el Poder Judicial.

Si bien este art. 114 se encuentra inserto en la parte correspondiente al Poder Judicial, su sola ubicación no basta para determinar si el Consejo es parte de él.

A pesar de que la cuestión es opinable, y ya abrió una polémica doctrinaria, nos parece que el Consejo de la Magistratura es ajeno al Poder Judicial, por las
siguientes razones:

A. Su propia constitución;
B. El origen de sus integrantes;
C. La carencia para ellos de las garantías constitucionales qua prevé el art. 110 para los jueces;
D. Sus integrantes no están incluidos, expresa ni implícitamente, en el texto del art. 108, entre los que componen el Poder Judicial de la Nación; en efecto, dicho
artículo establece que ese poder “será ejercido par una Corte Suprema de Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el
territorio de la Nación".
En una apreciación general, consideramos que este art. 114 introdujo en la Constitución el Consejo de la Magistratura como un órganoextra poder, animado por la
filosofíapolítica de sistemas europeos que no se compadecen con la que ha precedido la organización del Poder Judicial de nuestra Constituciónhistórica, que
pertenece al sistema americano, esencialmente republicano, de separación, equilibrio e independencia de poderes.

El art. 114 crea el Consejo de la Magistratura en forma impropia, con características como las que surgen de sus dos primeros párrafos, de enunciados poco
precisos y que no determinan las funciones, las categorías y la proporción de los miembros que integrarán el organismo, ni como se efectuaré, la elección de ellos.
El constituyente lo dejo librado a una ley especial del Congreso.

Es decir que se incorporó a la Constitución el Consejo de la Magistratura sin estructurarlo, sin fijar esquemas básicos y sin poner límites constitucionales a
representantes de Órganosajenos al Poder Judicial.

LEYES Nº 24.937 Y 26.080 (ANEXO)


Corte Suprema de Justicia

Linares Quintana destaca que la Corte Suprema de Justicia de la Naciones:

El Tribunal de mayor jerarquía dentro del ordenamiento judicial de la Republica y que el grado de adelanto, bienestar y progreso cívico del país ha de valorarse por
la medida en que mantenga esa excepcional jerarquía jurídica, en la defensa del orden constitucional y de las libertades individuales.

La creación y composición de la Corte Suprema

La constitución ha establecido una Corte Suprema de Justicia, cuya composición no fija directamente. Ello es competencia legal. Pero sí fija las condiciones para
ser miembro de ella:

a) ser abogado de la nación con ocho años de ejercicio;

b) tener las calidades requeridas para ser senador.

El juramento de sus miembros


 En la primera instalación de la Corte, sus miembros debían prestar juramento en manos del presidente de la república, de desempeñar sus
obligaciones bien y legalmente, y en conformidad a lo que prescribe la constitución.

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 En lo sucesivo, dice el art. 112, lo prestarían ante el presidente de la misma Corte.
 Cada vez que se ha renovado íntegramente la composición de la Corte, ha vuelto a prestarse el juramento ante el presidente de la república.
El sentido institucional de la Corte Suprema
La Corte es el órgano supremo y máximo del poder judicial. Es titular o cabeza de ese poder, como el presidente lo es del ejecutivo, y el congreso del legislativo.
Sólo que mientras el ejecutivo es unipersonal o monocrático, y el congreso es órgano complejo, la Corte es:

a) órgano colegiado, y

b) órgano en el cual no se agota el poder judicial, porque existe otros tribunales inferiores que juntamente con la Corte lo integran en instancias distintas, además de
órganos que no administran justicia pero forman parte del poder judicial (Consejo de la Magistratura y jurado de enjuiciamiento).

En el gobierno tripartito que organiza nuestro derecho constitucional del poder, la Corte también gobierna, o sea, comparte dentro del poder estatal las funciones en
que ese poder se exterioriza y ejerce. Y las comparte reteniendo una de ellas, que es la administración de justicia.

Por integrar el gobierno federal como titular del poder judicial, la Corte debe residir en la capital federal conforme a lo prescripto por el art. 3º de la constitución.

La Corte gobierna, en el sentido de que integra la estructura triangular del gobierno, pero no en el de apoyar o combatir hombres o ideas que ocupan el gobierno en
un momento dado.

La Corte toma a los otros departamentos del gobierno impersonalmente, como órganosinstituciones y no como órganos-personas físicas.

En este concepto científico de la política, la Corte es tan política como políticos son el poder ejecutivo y el congreso; todos gobiernan, y gobernar es desplegar
política sobre el poder.

Pero, en otro sentido, la Corte no es política porque a ella no llegan ni deben llegar programas partidarios, como sí llegan a los poderes que surgen de la elección y
de los partidos. La inmunidad de la Corte en esta clase de política ha de ser total, y toda contaminación resulta nociva para su función.

La Corte se ha denominado a sí misma como “tribunal de garantías constitucionales”, para resaltar la función que, en materia de control constitucional, cumple para
tutelar los derechos y garantías personales.

Dentro de este protagonismo, interpreta y aplica los tratados de derechos humanos, tengan o no jerarquía constitucional. Asimismo, en ese campo y en otros, ha
invocado y ejercido “poderes implícitos” para poner en funcionamiento su competencia.

Así, cabe recordar que la Corte:

a) da desarrollo a la doctrina constitucional en diversos campos, a medida que sus sentencias despliegan la interpretación y la aplicación de la constitución;
b) ejerce en instancia última el control judicial de constitucionalidad, incluso cuando el derecho provincial discrepa con la constitución;
c) actúa como custodio del sistema de derechos:
d) vigila que los tratados internacionales no se violen, ni por acción ni por omisión, para resguardar la responsabilidad internacional del estado que los ha incorporado
a nuestro derecho interno;
e) tiende a concertar armoniosamente las competencias federales y las provinciales para evitar la pugna entre unas y otras;
f) integra los vacíos normativos de la constitución y del derecho infraconstitucional, y confiere desarrollo y contenidos a las normas que, por su generalidad y apertura,
requieren irse completando;
g) controla la correcta aplicación del derecho, especialmente cuan-do se hace cargo de las sentencias arbitrarias dictadas por tribunales inferiores;
h) ejerce un “poder” del estado, por lo que comparte el gobierno en orden a las competencias que le son propias; o sea, es “tribunal” y es “poder”.
La “supremacía” de la Corte “Suprema”
Que la Corte se llame por imperio de la constitución Corte “Suprema” sólo significa que es el máximo y último tribunal del poder judicial, al modo como el mismo
texto constitucional denomina al presidente de la república “jefe supremo” en cuanto jefe del estado. O sea que en el orden interno no hay otro tribunal superior.

El principio acuñado en el derecho judicial de la Corte cuando sostiene que sus sentencias no son susceptibles de recurso alguno porque son irrevisables ofrece
dos perspectivas:

a) en una, la propia Corte admite con muy severa y estricta excepcionalidad que ella pueda revisar sus propias sentencias cuando se demuestra con nitidez
manifiesta un error que quien recurre esa sentencia pretende subsanar;
b) en otra, hay que entender —a nuestro criterio— que el principio de irrevisabilidad se ciñe a las sentencias únicamente, y no cabe extenderlo
generalizadamente a otra clase de decisiones que no son sentencias.
La “división” de la Corte en “salas”
Estando directamente establecido por la constitución un órgano judicial máximo como Corte Suprema, y surgiendo su competencia también de la constitución,
entendemos que la Corte no puede ser dividida en salas. Ello equivaldría a que sus sentencias fueran dictadas por una sala, y no por el tribunal en pleno.

Admitimos que la ley fije el número de miembros de la Corte; pero una vez fijado, el cuerpo así constituido es “la Corte de la constitución”, y como tal cuerpo debe
fallar las causas que por la constitución le toca resolver dentro de su competencia.

Nada de lo dicho significa que la totalidad de sus miembros deba coincidir en una decisión única, porque basta que ésta surja del quorum de más de la mitad.

El presidente de la Corte Suprema

Dos veces hace referencia la constitución al presidente de la Corte Suprema: en el art. 112 (disponiendo que después de la primera instalación, los miembros de la
Corte prestarán juramento ante el presidente del tribunal), y en el art. 59 (disponiendo que cuando el acusado en juicio político sea el presidente de la república, el
senado será presidido por el presidente de la Corte).

Es obvio que ese presidente debe ser uno de sus miembros. Si bien, como “juez” que es, su designación de juez emana del poder ejecutivo con acuerdo del
senado, la constitución no dice, en cambio, quién le asigna el cargo y el título de presidente de la Corte.

Su nombramiento

Nuestra práctica constitucional ha conocido dos soluciones.

 Podemos observar que hasta 1930, esa práctica ejemplarizó la designación del presidente de la Corte por el presidente de la república.
 Desde 1930, se rompe con el largo precedente, y el presidente de la Corte es nombrado por la Corte misma, o sea, por designación que deciden
los jueces que la forman.
Su renuncia

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Si la designación de un juez de la Corte como presidente de la misma debe emanar del tribunal y no del poder ejecutivo, la renuncia como presidente ha de elevarse
a la propia Corte y debe ser resuelta por ella, sin perjuicio del trámite diferencial que corresponde en caso de renuncia simultánea como miembro del cuerpo.

La actividad de la Corte Suprema que no es judicial

Dentro de la estructura del poder judicial, la Corte Suprema inviste algunas atribuciones no judiciales. La propia constitución le adjudica en el art. 113 la de dictar su
reglamento interno y la de nombrar a sus empleados subalternos.

Con la reforma de 1994, que al crear el Consejo de la Magistratura en el art. 114 le ha asignado algunas competencias no judiciales hasta ahora ejercidas por la
Corte, se plantean dudas e interrogantes que no siempre resultanfáciles esclarecer.

Atribuciones del poder judicial. Competencia originaria y exclusiva


Con relación a la competencia de la justicia Federal sostenía Alberdi
Se ve por el tenor de estas atribuciones, que la administración de Justicia federal o nacional sólo comprende ciertos objetos de interés para todo el Estado y de ningún
modo los asuntos ordinarios de carácter civil, comercial o penal sometidos a sus respectivos tribunales o juzgados provinciales.
El texto del artículo 116 dela constitución dice:

Artículo 116. Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos
regidos por la Constitución, y por las leyes de la Nación, con la reserva hecha en el inciso 12 del artículo 75; y por los tratados con las naciones extranjeras; de las
causas concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros; de las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima; de los asuntos en que la
Nación sea parte; de las causas que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los vecinos de otra; entre los vecinos de diferentes provincias; y
entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero

La cláusula transcripta comprende globalmente la jurisdicción federal, ya que señala sobre qué causas y sobre cuales asuntos le incumbe decidir a la Corte
Suprema y a los tribunales inferiores de la nación, por vía de apelación.

A modo de comentario un artículo 16 de tránsito podemos puntualizar así:

a) Son puntos regidos por la Constitución, los relativos a las leyes de ciudadanía, la leyes militares, las de patente de invención y marcas de fábrica, las de
navegación marítima y fluvial, las de universidades nacionales o privadas o de otros servicios de enseñanza, las leyes de moneda nacional, las de aduana, etc;
b) Cuando se refiera causa que versan sobre puntos regidos por las leyes de la Nación, con la reserva hecha en el artículo 75 inciso 12, debe entenderse por tales a
las que el congreso puede dictar sobre intervenciones federales, estado de sitio, naturalización y nacionalidad, contribuciones directas o indirectas y, en general
las que tienden a la preservación de los intereses contemplado por la Constitución al organizar el estado;
c) Quedan encuadrados en la causa de almirantazgo y jurisdicción marítima, los apresamientos o embargos marítimos en guerras, choques, averías y abordaje,
hipoteca naval, contrato de fletamento, cuestiones sobre nacionalidad, propiedad o posesión de buques, etcétera;
d) Con respecto al asunto en el que la nación sea aparte, ha de entenderse no solamente comprendido al Estado nacional, sino también a algunas entidades
autárquicas y empresas que elestado que autorizadas para actuar directamente en juicio, pueden comprometer la eventual responsabilidad del estado.
El artículo 117 de la Constitución nacional expresa:

Artículo 117. En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas y excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los
asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente

En la forma transcrita queda consagrada la competencia originaria y exclusiva de la corte con la aclaración de que en este punto nuestra Constitución se ha
apartado del modelo norteamericano en el cual la competencia la Corte Suprema es originaria pero no exclusiva, lo que quiere decir que los Estados Unidos había
podido distribuir esa competencia en los demás tribunales inferiores, en nuestro caso eso no es posible.

Para completar el punto debemos consignar que el decreto número 1285/58 después de ratificar los casos de competencia originaria y exclusiva consagrados en el
texto constitucional, trae algunas precisiones que podemos enumerar así:

a) En los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, se comprende las causas que les afectan directamente, por debatirse en ellas
derechos que les asisten o porque comprometen su responsabilidad y las que en la misma forma afectan a las personasde su familia;
b) Se amplía el concepto de embajadores y ministros plenipotenciarios, incluyendo a todo el personal que tenga carácter diplomático, pero en lo que respecta a las
familia se las asimila solo en su primera parte, por cuyo motivo, únicamente corresponde la competencia originaria a las familias de los embajadores y ministro
plenipotenciario;
c) Cuando se trata de los diplomáticos extranjeros, no se dará curso a las acciones que pudieran intentarse contra ellos tanto en las cuestiones civiles como en las
penales, sin requerirse, la conformidad expresa de su gobierno para someterlos a juicio;
d) Son causas concernientes a los cónsules extranjeros las seguidas por hechos o actos cumplidos en el ejercicio de sus funciones que en ellas se cuestione su
responsabilidad civil lo criminal, lo que significa que a diferencia de lo que ocurre con los diplomáticos es necesario ,para que surja la jurisdicción excepcional, que
exista una vinculación directa del hecho con el ejercicio de la función;
e) En los asuntos en que alguna provincia fuese parte, la competencia está reglamentada de la siguiente manera:
 En todos los asuntos que versen entre dos o más provincias;
 En las causas civiles entre una provincia y algún vecino de otra;
 En las causas civiles entre una provincia y ciudadanos extranjeros;
 En las causas entre una provincia y un extranjero
f) Según la misma reglamentación, se consideran vecinos:
 Las personas físicas domiciliadas en el país desde dos o mas años antes de la iniciación de la demanda, cualquiera sea su nacionalidad;
 Las personas jurídicas de derecho publico del país;
 Las sociedades y asociaciones sin personería jurídica cuando la totalidad de sus miembros se halle en la situación prevista el primer apartado.
El Ministerio Público (artículo 120)
El órgano extrapoderes
El art. 120 dice así:

“El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía financiera, que tiene por función promover la actuación de la justicia en
defensa de la legalidad, de los intereses generales de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República. Está integrado por un Procurador
General de la Nación y un Defensor General de la Nación y los demás miembros que la ley establezca.

Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones

La norma es nueva, porque el texto anterior no traía referencia alguna, ya que el primitivo art. 91 (de 1853) fue modificado en 1860, y así quedaron suprimidas las
referencias al número de integrantes de la Corte, y a los dos fiscales que también debían componer el tribunal.

La ausencia de norma constitucional siempre había sido objeto de dudas doctrinarias y prácticas. En el derecho vigente hasta la reforma de 1994 las posiciones
podían agruparse así:

4) Una sostenía que el ministerio público era una “magistratura particular” que dependía del poder ejecutivo.
5) Otra sostuvo que formaba parte del poder judicial, bien que su función no consistía en administrar justicia.

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6) Una tercera la consideró una magistratura que no formaba parte ni del poder judicial ni que dependía del poder ejecutivo, o sea, que era un órgano
“extrapoderes” de naturaleza colegiada.
La jurisprudencia de la Corte no alcanzó suficientemente a dilucidar el tema, bien que registró casos que parecían demostrar inclinación a no reconocer la
dependencia del ministerio público respecto del poder ejecutivo (por ej: en el caso “Festorazzi” del 7 de setiembre de 1982, la Corte levantó la suspensión que el
ministerio de justicia había impuesto a un fiscal federal de cámara).

En el plano doctrinario y valorativo, Bidart Campos esta a favor de la tesis que:

a) rechazó que el ministerio público dependiera del poder ejecutivo;

b) afirmábamos que era un conjunto orgánico “extrapoderes”, como auxiliar del poder judicial.

La independencia

Podría suponerse que como auxiliar del poder judicial no es, en rigor, un órgano extrapoderes de fiscalización o vigilancia en el sentido político de estos términos y
que, más bien, hace parte del poder judicial.

No obstante esta apariencia, revista a nuestro criterio una función social controladora, desde fuera de los tres poderes clásicos.

a) En un primer sentido al quedar definido con claridad suficiente que no depende del poder ejecutivo, se corta de raíz toda posibilidad de que el ejecutivo interfiera
en las funciones del Ministerio Público o, lo que es peor, que le imparta instrucciones a través del Procurador General de la Nación.

b) En un segundo sentido, las funciones tradicionales del Ministerio Público le aparejan otro espacio para el control de constitucionalidad y de legalidad.

c) Si a este aspecto, que podríamos llamar simplemente “institucional”(en resguardo de las instituciones), se le acopla el control específico en cada proceso, cabe
entender que también se fiscaliza por esta vertiente el ejercicio de la administración judiciaria a cargo de los tribunales en la particularidad y las circunstancias de un
proceso determinado.

La composición del órgano

El art. 120 solamente menciona a dos de sus funcionarios:

 El Procurador General de la Nación;


 El Defensor General de la Nación.
Todo lo restante queda derivado a la ley.
 Que el art. 120 individualice al Procurador General y al Defensor General no puede interpretarse como definición de un órgano bicéfalo.
 La ley debe desglosar el ámbito propio de cada uno, y considerar que la cabeza del Ministerio Público es única y se sitúa en el Procurador General de la
Nación.
 El Defensor General ha de depender de él, y tener a su cargo el área que hasta ahora conocíamos como propia de los defensores oficiales —de pobres, de
menores, de incapaces y de ausentes—.
 La doctrina predominante, considera que el Ministerio Público es bicéfalo y que, por ende, hay en él dos líneas jerárquicas independientes.

La competencia
Del art. 120 cabe inferir una división en las funciones del Ministerio Público. Estas serían:

a) promover la actuación de la justicia, lo que a su vez admite desdoblarse en:

1) para incitar la persecución penal en los delitos de acción pública;

2) para iniciar procesos no penales cuando es necesario hacerlo en defensa de la legalidad o de los intereses generales de la sociedad;

b) defender la legalidad en cada proceso judicial que promueve o en el que interviene;

c) defender los intereses generales de la sociedad en iguales oportunidades;

d) controlar, desde el ejercicio de las funciones señaladas, a los otros órganos del poder y a los del poder judicial, todo ello en la medida y en el marco que le traza y
le delimita su intervención en los procesos judiciales donde la cuestión que se ventila guarda relación con actos u omisiones de dichos órganos o de los particulares;

1) ejercer el control de constitucionalidad de leyes, normas infralegales, actos y omisiones del poder y de los particulares con igual perfil que el recién descripto;

e) asumir judicialmente las funciones tradicionales del ministerio pupilar (defensa oficial de pobres, menores, incapaces, ausentes, etc.; y, en su caso,
representación de los mismos).

Entendemos que en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad el Ministerio Público está habilitado para actuar judicialmente en
representación institucional del estado; para tutelar el interés público y para velar por el orden público.

Cuando se interpreta que el Ministerio Público queda habilitado para actuar en juicio en “representación del estado”, se debe entender que:

a) no se compatibiliza con la autonomía funcional que le asigna el art. 120 la representación del estado como “fisco” en orden a intereses patrimoniales del mismo
estado y, muchos menos,

a‟) que a ese fin el poder ejecutivo le imparta instrucciones o mandato, porque el Ministerio Público no depende de él;

b) los “intereses del estado” cuya defensa le incumbe son solamente los de naturaleza institucional, en cuanto se conjugan con los de la sociedad para cuyo bien
común público como fin del estado también ha de coadyuvar el Ministerio Público; pero tampoco en este caso puede recibir instrucciones ni mandato del poder
ejecutivo.

En cuanto a la titularidad del ejercicio de la acción pública en material penal, queda margen para que el Ministerio Público actúe adoptando criterios razonables de
oportunidad para la promoción de dicha acción.

Las garantías funcionales


El último párrafo del art. 120 impone a la ley el deber de respetar las inmunidades funcionales y la intangibilidad de las remuneraciones de los miembros de la
institución. Nada se dice acerca de qué órgano los designa ni del período de desempeño.

Si independencia funcional significa “no-dependencia” de subordinado a superior jerárquico, es indudable que el nombramiento, la destitución y las inmunidades
funcionales e intangibilidad salarial se conectan indisolublemente entre sí para componer un perímetro de pautas que el congreso tiene que computar
ortodoxamente en la ley reglamentaria.

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ANALISIS DE ZARINI
El Ministerio Público es una institución que, en nuestro país, estuvo sometida a diversas normas legislativas sin contar con una ley orgánica que definiera su
organización y sus competencias, ni cualquiera su ubicación en virtud de la separación de Órganos del poder.

De esta manera, se desenvolvía en un campo verdaderamente polémico, ganando terreno la posición que consideré al Ministerio Publico como dependiente del
Poder Ejecutivo, sujeto a sus directivas e instrucciones.

Pero la ley 24.309 del 29 de diciembre de 1993 (31/12/93) que declaró la necesidad de reformar parcialmente la Constitución nacional, estableció en 511 art. 3°,
punto G, que la Convención Constituyente de 1994 quedaba habilitada para incorporar en la Segunda Parte el “Ministerio Público como órgano extra poder".

En la concepcióncontemporánea del derecho se considera que constituyen Órganos extra poderes aquellos previstos por las constituciones fuera de la triada
clásica: Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial.

La reforma constitucional de 1994 incluye como Sección Cuarta del Título Primero, la institución del Ministerio Publico, con independencia funcional y autarquía
financiera, por lo que está exenta de recibir instrucciones de ninguna autoridad.

Se trata de un órgano extra poder, es decir, ubicado fuera de los tres poderes constitucionales (legislativo, Ejecutivo y Judicial) que “tiene por función promover la
actuación de la justicia en defensa de la legalidad, de los intereses generales de la sociedad, en coordinación con las demásautoridades de la Republica”.

La norma menciona sólo a dos de los integrantes del Ministerio Publico: el procurador general y el defensor general de la Nación, pero no precisa quién los designa,
cuánto duran en el desempeño del cargo ni los requisitos que deben reunir para acceder: a tales funciones. Tampoco deslinda ni determina las inmunidades que
consagra genéricamente.

Como consecuencia de lo expuesto, la ley especial contemplada por este artículo, cuya sanciónestá a cargo del Congreso, debe mar, entre otras, las siguientes
pautas:

 Organización del Ministerio Público;


 Determinación del restante personal que lo integra;
 Duración de las funciones;
 Forma de designación y remoción;
 Alcance de las inmunidades y demás especificaciones técnicas que sean necesarias para la operatividad practica del Ministerio Publico.
Juicio por jurados
El art. 118 dispone que los juicios criminales ordinarios se terminaran por “jurados”, luego que se establezca en la república esta institución. (Hacen también alusión
al jurado los arts. 24 y 75 inc. 12).

La triple alusión que la constitución hace al juicio por jurados ha abierto la discusión acerca de si los procesados tienen derecho a exigir, como garantía para su
juzgamiento, la existencia y el funcionamiento del jurado.

En nuestra opinión, la formulación que contiene el art. 118 parece conceder al congreso un amplio espacio temporal para decidir en qué momento considera
oportuno establecer el juicio por jurados.

Artículo 118. Todos los juicios criminales ordinarios, que no se deriven del derecho de acusación concedido a la Cámara de Diputados se terminarán por jurados,
luego que se establezca en la República esta institución. La actuación de estos juicios se hará en la misma provincia donde se hubiera cometido el delito; pero
cuando éste se cometa fuera de los límites de la Nación, contra el Derecho de Gentes, el Congreso determinará por una ley especial el lugar en que haya de
seguirse el juicio.

Traición contra la Nación


Artículo 119.La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro. El Congreso
fijará por una ley especial la pena de este delito; pero ella no pasará de la persona del delincuente, ni la infamia del reo se transmitirá a sus parientes de cualquier grado.
ANALISIS DE ZARINI
La historia de nuestro país registra casos en los que el ardor de la guerra civil y de las pasiones partidistas, motivaron la imputación de traición y la aplicación
arbitraria de sanciones extremas.

Por eso, este art. 119 define en forma excluyente el delito de traición al emplear el vocablo “únicamente’”. Limita así los términos de su propia definición y evita que
por vía legal o de interpretación se extienda el sentido estricto de dicho delito y la sanción de especial gravedad que merece.

La norma que analizamos prevé dos acciones: a) tomar las armas contra la Nación, y b) unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro.

Tomar las armas contra la Nación:

- Constituye un presupuesto objetivo del delito.


- Es preciso que el país se encuentre en estado de guerra, aunque no parece que sea necesario que se hayan iniciado las hostilidades, ya que el hecho
de enrolarse en la fuerza armada extranjera que se encuentre en guerra con nuestra República configura el delito.

Unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro:

- Esa ayuda debe ser voluntaria, directa o indirecta, pero no forzada por la violencia.
- Es preciso que signifique una mejora para el enemigo, sea compatiendo (tomando las armas) o no, como podría ser: revelar planos o sistemas de
organización castrense, planes de combate, claves para transmisiones cifradas, entrega de dinero o cualquier otra colaboración o dato.

Solamente el Congreso nacional está autorizado para fijar la pena que corresponde a estos hechos definidos por la Constitución. Así, ha establecido la sanción aplicable
en los arts. 214 y 215 del Cod. Penal, pero esa pena no puede extenderse a los familiares del delincuente por imperio de la norma constitucional que comentamos.
El juicio político

El art. 115 dispone: “Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán removidos por las causales expresadas en el artículo 53, por un jurado de
enjuiciamiento integrado por legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal.

Su fallo, que será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la parte condenada quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo
conforme a las leyes ante los tribunales ordinarios.

Corresponderá archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si transcurrieren ciento ochenta días contados desde la decisión de abrir el
procedimiento de remoción, sin que haya sido dictado el fallo.

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En la ley especial a que se refiere el artículo 114, se determinará la integra-ción y procedimiento de este jurado.”

Esta innovación ofrece cierto paralelismo con el nuevo sistema de designación de los jueces de tribunales inferiores, porque permite atisbar análoga intencionalidad
de mejorar el régimen de remoción.

El juicio político arbitrado en el texto anterior a la reforma, ahora sólo se mantiene para destituir a los jueces de la Corte Suprema de Justicia.

El procedimiento actual se desdobla:

 En una primera etapa, el Consejo de la Magistratura acusa al decidir la apertura del procedimiento (y puede suspender al juez);
 en la segunda etapa, interviene el jurado de enjuiciamiento, que puede remover, o no.
El art. 115 solamente esboza en su párrafo primero la integración de los jurados de enjuiciamiento con una triple composición: legisladores, magistrados y abogados
de la matrícula federal.

El detalle queda derivado a la ley prevista en el art. 114, que es la relativa al Consejo de la Magistratura. Dicha ley ha de reglamentar el modo concreto de
integración del jurado, y el procedimiento a seguir por él para la remoción de los jueces.

El segundo párrafo asevera drásticamente que su fallo será irrecurrible, y no tendrá más efecto que el destitutorio. Se ha suprimido la “accesoria” que estaba
incorporada al anterior art. 52, y que consistía en la posible imposición por el senado de la inhabilitación, declarando al juez removido como incapaz de ocupar
empleo de honor, de confianza, o a sueldo del estado.

En lo demás, la norma actual mantiene la previsión del anterior art. 52 para el sometimiento eventual del destituido al proceso penal ordinario.

Tribunales inferiores

En cuanto a los Tribunales Federales, esto es a su organización, cuadra ponerde resalto que en virtud al art. 108: El Poder Judicial de la Nación será ejercido por
uno Corte Suprema de Justicia y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la Nación”, normativa esta acorde con la del art.
75 Inc. 20 en tanto atribuye al Congreso la facultad de "establecer tribunales inferiores a la Suprema Corte de Justicia’.’

Respondiendo a tal inteligencia, el Dr. Haro hacehincapié en señalar, que de ambas disposiciones, surgen dos conclusiones importantes:

1) Que el Poder Judicial de la Nación, ante la necesidad de descentralizar el "servicio de justicia", es un poder multiorganico y el único extendido en todo el territorio
del país, a diferencia del P.E. y del P.L. que centralizan su sede en la Capital Federal;

2) Que el único tribunal que el poder constituyente ha establecido de modo definido en la Constitución, es la Corte Suprema de Justicia de la Nación, comocabeza
de poder, delegando en el Congreso, poder constituido, la creación de los demás tribunales inferiores.

De este modo, de acuerdo a lo expuesto y a la reglamentaciónprescripta por el decreto-ley 1285/58 (texto actualizado al 1-V-1992), el Poder Judicial de la
Naciónestá integrado en su estructura fundamental por:

a) La Corte Suprema de Justicia de la Nación;

b) La Cámara Nacional de Casación Penal;

c) Las Cámaras Federales de Apelación (nacionales y federales en la Capital Federal):

d) Los Tribunales Orales en materia penal;

e) Los Jueces Federales de Primera instancia (nacionales y federales en la Capital Federal).

En efecto, la Cámara Nacional de Casación Penal, es un organismo creado por conducto de ley 24.121/92 y se encuentra integrada portrece (13) jueces, dividida en
cuatro salas de tres (3) miembros cada una, con sus respectivos fiscales, teniendo su sede en la Capital Federal. Su competencia abarca a todo el territorio de la
Republica. Considerada a este efecto como una sola jurisdicción judicial y, en razón de la materia, tiene la competencia determinada por el Código Procesal Penal
de la Nación y las leyes de manera especial a través del recurso de casación por inobservancia o erróneaaplicación de la ley sustantiva o inobservancia de las
normas procesales, en los procesos penales que se ventilan ante la jurisdicción nacional.

De su lado, las Cámaras Federales de Apelación creadas a partir de la ley 4055son tribunales de "alzada", respecto de las sentencias dictadas por los juzgados
federales de Primera instancia, en los casos establecidos por los Códigos Procesales Nacionales en lo Civil y Comercial y en lo Penal, y por otras leyes especiales.

Tienen su sede tanto en la Capital Federal, como en las capitales o ciudades importantes de las provincias (v. gr. Tucumán, Resistencia, Paraná, La Plata, Posadas.
Salta, Mendoza, Corrientes, Comodoro Rivadavia, Rosario, Mar del Plata, General Roca, BahíaBlanca, San Martin, etc).

En la Capital Federal, todos los tribunales integran el PoderJudicial de la Nación y tienen naturaleza "federal", si bien se denominan tribunales nacionales o
tribunales nacionales en lo federal, correspondiendo de algún modo a los primeros, la competencia ordinaria que generalmente corresponde a los tribunales de
provincia, y a los segundos le correspondiente a la competencia federal de art. 116 de la Constitución.

Por su parte los Tribunales Orales son el producto necesario a fin de implementar la trascendental reforma procesal penal en la jurisdicción nacional, con el dictado
del nuevo Código Procesal Penal de Nación -ley 23.984que implanté el proceso oral y público para el juzgamiento y sentencia de las causas penales, motivando ello
la creación -por leyes 24.050 y 24.121- de los tribunales orales con sede en la Capital Federal y en las ciudades del interior, estando integrados con tres (3) jueces y
los respectivos fiscales y defensores de pobres, incapaces y ausentes.

Y para concluir, a partir de la ley 27 de 1862 y sus posteriores, se fueron creando hasta nuestros días, numerososJuzgados Federales de Primera instancia que
tienen sus sedes en la Capital Federal y en las capitales y otras ciudades importantes de las provincias (v.gr. Jujuy, Salta, Tucumán, Córdoba).

PODER JUDICIAL EN LA PROVINCIA DE JUJUY


Funcionamiento
Artículo 144.- INTEGRACION.El Poder Judicial de la Provincia está integrado por el Superior Tribunal de Justicia y por los demás tribunales, juzgados y organismos
establecidos en esta Constitución, en la ley y en su reglamento orgánico.
Artículo 145.- INDEPENDENCIA.
1. El Poder Judicial es independiente de todo otro poder y sostendrá su inviolabilidad como uno de sus primeros deberes.
2. Ninguna otro autoridad puede ejercer sus funciones, ni avocarse al conocimiento de causas pendientes, ni abrir juicios fenecidos y cuando esto llegare a suceder,
los jueces ante quiénes pendiere o correspondiere el conocimiento de la causa, están obligados a adoptar las medidas que fueren necesarias para la defensa de su
jurisdicción y competencia.
Atribuciones
Artículo 163.- ATRIBUCIONES GENERALES.Corresponde al Poder Judicial el conocimiento y decisión de las causas que versen sobre puntos regidos por esta
Constitución y leyes de la Nación y de la Provincia, siempre que las personas o cosas se hallen a la jurisdicción provincial.

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Artículo 167.- DEBERES Y ATRIBUCIONES DEL SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA. El Superior Tribunal de Justicia tiene los siguientes deberes y atribuciones:
1) Dictar el reglamento orgánico del Poder Judicial:
2) Elevar anualmente el presupuesto de gastos e inversiones de la administración de justicia al Poder Ejecutivo para que sea tratado por la Legislatura, juntamente
con el proyecto de las normas para su ejecución;
3) Disponer y administrar los bienes y recursos del Poder Judicial;
4) proponer los proyectos de leyes y decretos vinculados con la administración de justicia y emitir su opinión sobre los mismos;
5) Representar al Poder Judicial por intermedio de su Presidente;
6) Ejercer la superintendencia de la administración de justicia;
7) Dictar las acordadas sobre prácticas judiciales;
8) Designar y remover a los jueces de paz;
9) Intervenir en el enjuiciamiento de los jueces y funcionarios del ministerio público en los casos establecidos en esta Constitución;
10) Nombrar y remover a los secretarios, demás funcionarios y empleados del Poder Judicial;
11) Dictar el estatuto para el personal de la administración de justicia;
12) Tomar juramento a los magistrados y funcionarios;
13) Visitar las cárceles y los lugares de detención para comprobar su estado y atender los reclamos de los condenados, procesados o detenidos, debiendo adoptar de
inmediato las medidas que estimare convenientes para subsanar cualquier irregularidad, defecto u omisión;
14) Decidir en última instancia las cuestiones que se suscitaren con la matrícula de abogados, procuradores, escribanos, contadores, martilleros y demás auxiliares de
la justicia;
15) Ejercer las atribuciones y funciones que se le confieren por esta Constitución y la ley.
Competencia

Artículo 164.- COMPETENCIA ORIGINARIA DEL SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA. El Superior Tribunal de Justicia conoce y resuelve originaria y exclusivamente:
1 En las acciones por inconstitucionalidad de leyes, decretos, ordenanzas, reglamentos o resoluciones;
2) En sus propias cuestiones de competencia y en las excusaciones o recusaciones de sus miembros y del Fiscal General;
3) En los juicios de responsabilidad civil a los magistrados y funcionarios judiciales por dolo o culpa en el desempeño de sus funciones;
4) En las causas fenecidas cuando las leyes penales beneficiaren a los condenados;
5) En las cuestiones de competencia que se suscitaren entre los tribunales, juzgados o funcionarios del ministerio público;
6) En los conflictos de los municipios y de éstos entre sí, con los poderes del Estado o entidades descentralizadas.

Artículo 165.- COMPETENCIA RECURSIVA DEL SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA. El Superior Tribunal de Justicia conoce y decide como tribunal de última
instancia:
1) En los recursos de inconstitucionalidad:
a) Cuando en un juicio se hubiere cuestionado la validez constitucional de una ley, decreto, ordenanza, reglamento o resolución;
b) Cuando en un juicio se hubiese puesto en cuestión la inteligencia de una cláusula constitucional y la resolución fuere contraria a la validez del título, garantía o
excepción que hubiere sido materia del caso y se fundare en esa cláusula;
c) cuando la sentencia fuere arbitraria o afectare gravemente las instituciones básicas del Estado;
2) En los recursos de casación;
3) En los recursos de queja por retardo o denegación de justicia de los tribunales o juzgados inferiores;
4) En los demás casos establecidos en la ley.

Artículo 166.- COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES, JUZGADOS Y MINISTERIO PÚBLICO. Los demás tribunales, juzgados y el ministerio público conocen en las
causas conforme lo disponga la ley.

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