1.

HIMNO 256 «VENID, CANTAD DE GOZO EN PLENITUD»

1. 2.
VENID, CANTAD EL DIOS DE AMOR
DE GOZO EN PLENITUD QUE VINO ACÁ A SUFRIR,
Y DAD LOOR AL QUE SU SANGRE DIO, LLEVANDO EN SÍ
Y LUEGO EN ELLA NOS LAVÓ, POR NOS LA MALDICIÓN,
DE NUESTRA LEPRA NOS LIMPIÓ, Y EN VEZ DE ETERNA PERDICIÓN,
Y ASÍ LIBRÓNOS DE LA ESCLAVITUD. NOS PROPORCIONA SALVACIÓN,
QUE SIN ÉL NADIE PUEDE CONSEGUIR.
CORO
ÉL NOS LIBRÓ DE CULPABILIDAD 3.
Y NOS LIMPIÓ PARA LA ETERNIDAD; HONOR Y GLORIA,
CON ÁNGELES Y ARCÁNGELES EN TODO SU ESPLENDOR,
NOS IGUALÓ; SERÁN EL FIN DEL QUE SIGA A JESÚS.
PRECIOSO SALVADOR; QUE TOME EN POS DE ÉL SU CRUZ
EL QUE POR NOS MURIÓ. Y GUIADO SIEMPRE POR SU LUZ,
RECIBA EL SELLO DE SU SALVADOR.

2. HIMNO 278 «SUBLIME GRACIA»

1. 3.
SUBLIME GRACIA DEL SEÑOR EN LOS PELIGROS O AFLICCIÓN
QUE UN INFELIZ SALVÓ; QUE YO HE TENIDO AQUÍ,
FUI CIEGO MAS HOY MIRO YO, SU GRACIA SIEMPRE ME LIBRÓ
PERDIDO Y ÉL ME HALLÓ. Y ME GUIARÁ FELIZ.
2. 4.
SU GRACIA ME ENSEÑÓ A TEMER, Y CUANDO EN SION POR SIGLOS MIL
MIS DUDAS AHUYENTÓ; BRILLANDO ESTÉ CUAL SOL,
¡OH, CUÁN PRECIOSO FUE A MI SER, YO CANTARÉ POR SIEMPRE ALLÍ
CUANDO ÉL ME TRANSFORMÓ! SU AMOR QUE ME SALVÓ.

3. LECTURA BÍBLICA: SALMO 1:1-6 | FILIPENES 1:1-11

A veces podemos decir mucho con pocas palabras. El apóstol Pablo, en esta carta a los Filipenses – en
la que estaremos reflexionando hasta concluirla – desde su saludo dice mucho con muy pocas palabras,
con tres de hecho: gracia y paz.
Hoy solo quiero reflexionar en dos preguntas: ¿por qué gracia y paz? Y después ¿Cuál es la fuente de
donde provienen la gracia y la paz?

1
 SALUDOS: GRACIA Y PAZ

El saludo de esta carta por parte de Pablo no es nada extraño. De hecho, la usa en sus trece cartas
divinamente inspiradas. No creemos que Pablo la usaría solamente por formalismo o costumbre; el saludo
tiene su razón.
En resumidas cuentas, hay dos fuentes de donde el hombre experimenta la maldad: su propio corazón
y el mundo. La maldad que experimentamos desde nuestro propio corazón podemos llamarla pecado. La
maldad que experimentamos de este mundo caído y quienes lo habitan podemos llamarla sufrimientos.
Estas dos realidad (nuestro pecado y los sufrimientos) están siempre latentes en nuestras vidas. Por ellas
conocemos la tristeza, la frustración, la angustia, la ansiedad y un sinfín de males más. El problema se hace
más profundo cuando consideramos que no ´podemos librarnos de muestro pecado y de los sufrimientos
por nosotros mismos.
Entonces, ¿Qué ofrece Dios para los males de nuestro pecado y nuestros sufrimientos? Su gracia y su
paz.
La gracia de Dios es el motor de nuestra salvación. «Por gracia sois salvos» le dijo Pablo a los Efesios.
¿Salvos de qué? De nuestros pecados. De la culpa, el reino y, progresivamente, de la presencia del pecado.
La gracia es la solución divina a nuestro pecado. Por gracia somos justificados (Romanos 3:24), por gracia
somos santificados (Romanos 6:22).
La paz es el resultado de nuestra salvación. Siendo justificados y santificados por gracia tenemos por
fruto en nuestras vidas la paz. Ciertamente experimentaremos sufrimientos, pero esos sufrimientos nunca
podrán eclipsar la paz que el creyente tiene en Cristo, porque esta paz no viene del mundo, porque no la
conoce, y el mundo tampoco la pude quitar, ya que Cristo lo venció (Juan 14.27: 16:33). Esta paz excede todo
conocimiento porque no depende del mundo y las circunstancias, sino que depende enteramente del Dios
de paz (Romanos 16:20). Siendo justificados por gracia tenemos paz con Dios (Romanos 5:1), paz con los
hermanos (2 Corintios 13.11; Efesios 2.14-15; 4:3) y paz en nuestros pensamientos y corazones (Filipenses 4:7;
Colosenses 3:15)
¡Qué bendición es tener gracia y paz en nuestras vidas!

Pablo dice: «de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo». El Padre junto con el Hijo - por medio del
Espíritu Santo – son la fuente de la gracia y la paz que tanto necesitamos. ¿A dónde acudiremos tan
necesitados de gracia y paz en estos momentos? A Dios nuestro Padre, y al Señor Jesucristo nuestro
mediador.
El Padre es la fuente de todo bien: «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del
Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación» (Santiago 1.17, RVR60) Así que
dádivas y dones tan preciosos y perfectos como la gracia y la paz solo pueden venir del Padre. Cristo, por
su parte, es por quién y en quién nos bendice el Padre, ya que Él compró para nosotros el perdón y la paz
de Dios, muriendo en la cruz del Calvario: «Bendito el Dios y Padre de nuestros Señor Jesucristo que nos
bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celeste en Cristo» (Efesios 1:3). Por tanto la gracia y paz
que Dios nos ofrece lo hace en Jesucristo. No hay más fuente de verdadera gracia y verdadera paz que
Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo, quienes moran en nosotros por su Santo Espíritu.
¿Anhelas gracia para vencer la culpa y el poder del pecado en tu vida? Búscala en el Dios Trino
¿Necesitas paz en este mundo tan inseguro? refúgiate en el Dios Trino y Uno. La gracia y la paz que este
mundo te ofrece son efímeros y débiles; Dios en cambio ofrece gracia y paz eternas y seguras.

a. ¿Cuál debería ser nuestro mayor deseo para nuestra vida, la de nuestra familia, nuestros hermanos
y el mundo, especialmente en este tiempo de crisis y caos? La gracia y la paz de Dios. A un hombre podrán

2
 SALUDOS: GRACIA Y PAZ

faltarle riquezas, trabajo, posesiones, comodidades, amigos, familia, salud y más, pero si tiene la gracia y la
paz de Dios en Cristo Jesús, ese hombre es el más dichoso del mundo. Pero, por el contrario, un hombre
podrá estar inundado de riquezas, bienes, amigos y familia, pero si no tiene a Cristo nunca conocerá
realmente la gracia y la paz de Dios, siempre será un desdichado. ¿Anhelas y buscas la gracia y la paz de
Dios en Cristo? Ora pidiéndole a Dios que derrame en tu vida y en el mundo Su gracia y su paz
b. ¿Qué sería de ti si el Señor nunca te hubiera dado su gracia y paz? ¿dónde estarías? ¿Eres consiente
que tan glorioso es que puedas tener la gracia y la paz de Dios. A ti no te costó nada, pero al le costó dar
su Hijo para sufrir y morir como el más vil de los pecadores. Que precio tan alto es el que Cristo pagó para
que hoy seamos participes de la gracia y la paz divina ¿No es eso digno de toda nuestra alabanza y gratitud?
Alaba a Dios y agradécele por su gracia y paz en tu vida
c. ¿Sientes que no conoces esa gracia y paz de la que hoy hablamos? ¿Sientes que hace mucho no
reposa en ti la gracia y la paz de Dios? Mira a Cristo y aférrate a Él por la fe. Descansa en la perfecta obra
de Jesús y el misericordioso carácter de Dios, y pídele que te permita conocer y experimentar su gracia y
paz.
d. ¿Quieres que otros conozcan la gracia y la paz en la cuál tu vives? Háblales de quien es tu Dios.
Anuncia al triste y angustiado que hay uno que quiere darle de Su gracia y paz. Predica al que teme y duda
que hubo uno que murió y ha resucitado para dar gracia y paz a todo aquel que en Él cree. Oh, hermano,
predica las buenas nuevas de que Dios ofrece al hombre gracia y paz por medio de Jesucristo
A la iglesia Sinaí y a toda la iglesia universal: «gracia y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo».

Señor, sea tu gracia y tu paz suficiente para mí. Líbrame de todo aquello que me nuble de disfrutar y
confiar en tu gracia y paz. Ayúdame, a buscar siempre en ti la gracia para poder vencer. Y dame también tu
paz para aprender a esperar en ti mi Dios sin importar cual fuere mi situación. Así mismo, te suplico derrama
en este mundo perdido tu gracia y paz. Permíteme ser, junto con mis hermanos, heraldo de tu gracia y paz.
En el nombre de Jesucristo te lo suplico. Amén.
4. Canto «Gracia sublime es»
1 POR LO QUE HICISTE EN MÍ
¿QUIÉN ROMPE EL PODER DEL PECADO?
SU AMOR ES FUERTE Y PODEROSO 2
EL REY DE GLORIA, EL REY DE MAJESTAD PUSISTE EN ORDEN TODO EL CAOS
CONMUEVE EL MUNDO CON SU ESTRUENDO NOS ADOPTASTE COMO TUS HIJOS
Y NOS ASOMBRA CON MARAVILLAS EL REY DE GLORIA, EL REY DE MAJESTAD, ¡OH!
EL REY DE GLORIA, EL REY DE MAJESTAD EL QUE GOBIERNA CON SU JUSTICIA
Y RESPLANDECE CON SU BELLEZA
CORO EL REY DE GLORIA, EL REY DE MAJESTAD
GRACIA SUBLIME ES
PERFECTO ES TU AMOR PUENTE
TOMASTE MI LUGAR DIGNO ES EL CORDERO DE DIOS
CARGASTE TÚ MI CRUZ DIGNO ES EL REY QUE LA MUERTE VENCIÓ
TU VIDA DISTE AHÍ DIGNO ES EL CORDERO DE DIOS
Y AHORA LIBRE SOY DIGNO ES EL REY QUE LA MUERTE VENCIÓ
JESÚS TE ADORO