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Rodríguez Olivera
Carlos E. López Rodríguez
Manual de
Derecho Comercial
Uruguayo
Volumen 1
Parte General
Tomo 1
El Derecho Comercial y los Actos de Comercio
Í3702-
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FUNDACIÓN DE CULTURA UNIVERSITARIA
AL LECTOR DE ESTE LIBRO
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PRIMERA PARTE
EL DERECHO COMERCIAL
Capítulo Primero
Concepto y Contenido del Derecho Comercial
Sección Primera
Materia Regulada por el Derecho Comercial
Sección Segunda
El Concepto de Derecho Comercial en la Doctrina
Capítulo Segundo
Evolución del Derecho Comercial
Sección Primera
Orígenes y Evolución General del Derecho Comercial
Sección Segunda
Evolución del Derecho Comercial Uruguayo
Sección Tercera
Tendencias Actuales en la Negociación Mercantil
Capítulo Tercero
Fuentes del Derecho Comercial y Relación con otras Normativas
Sección Primera
Fuentes del Derecho Comercial
Sección Segunda
Relación del Derecho Comercial con otras Ramas del Derecho
SEGUNDA PARTE
ACTOS DE COMERCIO
Capítulo Primero
Determinación Legal de los Actos de Comercio
6 Nuri E, Rodríguez Olivera - Cartas E. López Rodríguez
Sección Primera
Actos de Comercio Incluidos en el Artículo 7 del Código Comercial
Sección Segunda
Actos de Comercio No Enumerados en el Artículo 7
Sección Tercera
Otros Aspectos Referentes a la Mercantilidad de Ciertos Actos
Capítulo Segundo
Concepto de Acto de Comercio
Sección Primera
Doctrinas que Recurren a Conceptos Económicos
Sección Segunda
Doctrina que Recurre al Concepto de Interposición en el Cambio
Sección Tercera
Otros Criterios Definitorios
Capítulo Tercero
Clasificación de los Actos de Comercio
Sección Primera
Criterios que Atienden a la Fuente de la Comereialidad del Acto
Sección Segunda
Actos de Comercio Habituales y Accidentales
Introducción
Capítulo Primero
CONCEPTO Y CONTENIDO
DEL DERECHO COMERCIAL
S e c c ió n P r im e r a
Materia R egulada por el D erecho C omercial
El Derecho Comercial es una rama del Derecho Privado que regula la activi
dad calificada por la Ley como comercial, las personas que realizan esa activi
dad profesionalmente, estableciendo a su respecto un estatuto severo, y deter
minados bienes utilizados en el ejercicio de la actividad comercial o especial
mente afectados a tal actividad. Nos hemos de referir brevemente a estas dis
tintas materias para que, desde el inicio, se tenga una visión global de todo lo
que se ha de considerar en este curso.
Algunos autores consideran que el “mercado” considerado en sí mismo,
también forma parte de la materia regulada por el Derecho Comercial2. El mer
cado es el ámbito físico o virtual donde confluyen la oferta y la demanda de
determinados bienes, por lo que constituye el eje central para la actividad de
intermediación. Existe un mercado de valores3, un mercado de cambios4, un
1 La Circular del Banco Central del Uruguay 1.660 del 3 de setiembre de 1.999 regula el mercado
de cambios- En el artículo 1 se establece:
“Es el que integran los Bancos, Casas Financieras, Instituciones Financieras Externas, Coope
rativas de Intermediación Financiera y Casas de Cambio al realizar las siguientes opera
ciones;. a. compraventa de monedas y billetes extranjeros; b. arbitraje.; c. canje; d. compra
venta de metales preciosos; e. emisión y adquisición de órdenes de pago a la vista en mone
da extranjera; f. venta de cheques de viajero.
En estas operaciones, las obligaciones de ambas partes deberán cumplirse simultáneamente y
ajustarse a lo dispuesto en el articulo 3.
Sólo las empresas que integran el Mercado de Cambios pueden efectuar habitual y profesio
nal ih(?nte las operaciones mencionadas anteriormente con personas físicas o jurídicas que
no lo eomponen’.
En la Leyfl6.832 se creó un régimen legal para el "mercado eléctrico", estableciendo normas
para un mercado mayorista y otras para el suministro de energía a los particulares.
6 En este sentido, se han dictado las denominadas leyes de meneado, dirigidas a regular la comer
cialización de ciertos bienes, con la finalidad de tutelar la libre competencia, sancionando la
competencia desleal. Algunas de estas normas ponen su acento en la tutela del consumidor.
7 Economía, en un sentido estricto, es el aseguramiento de la alimentación humana. En un senti
do amplio, es el conjunto de trabajos destinados a la producción de bienes para satisfacer nece
sidades del hombre (FontanakKOSA, D erecho Com ercial A rgentino, t, I, p. 11-12).
s Comercio y mercadería derivan del latín. Tienen la misma raíz: mex o mercis, que significa toda
cosa mueble que se fabrica o se adquiere para ser vendida (Fariña , Presente y futuro del Dere
cho Comercial, R evista de Derecho Com ercial, año 12, p. 649).
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 13
A. Trueque
B. In term ediación
En este sentido, Lan GLE EXPRESA: “Para el no jurista, Derecho mercantil y comercio son térmi
nos paralelos y este paralelismo se justifica por la propia denominación de nuestra disciplina. Si
derecho administrativo es el que se refiere a la Administración, lógicamente Derecho mercantil
será el que se refiere al tráfico de mercancías, y Código de Comercio el Código propio de la fun
ción económica comercial, Pero los juristas han demostrado a los profanos que ese concepto de
Derecho mercantil es erróneo, y que si es cierto que en su origen el Derecho mercantil fue el Dere
cho propio de la actividad mercantil, después dejó de serlo y consiguientemente quedó rota la
ecuación entre comercio y Derecho mercantil. En todos los libros leemos que ni todo el Derecho
del comercio es Derecho mercantil, ni todo el Derecho mercantil es un Derecho para el comer
ciante, pues hay sectores enteros de normas en los Códigos de Comercio que se aplican sin consi
deración a la finalidad comercial del acto (sociedades, letra de cambio, transporte, operaciones
boticarias y bursátiles, seguros, etc.)" (LAÑOLE, D erecho M ercantil E spañol, p. 54). Igual
mente se manifiestan Brü SETA P o n t , M anual de D erecho M ercantil, p, 40, FONTANARfío SA,
op. cit., §5, y MEZZERA Álvarez, Curso de Derecho Mercantil, § 5-
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 15
( A. Com erciante
í
[ La figura del comerciante es tan importante que el Código de Comercio se
j inicia con su definición (art. 1). Son comerciantes, por definición legal, quienes
18 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
realizan las actividades calificadas comerciales por la Ley, por cuenta propia y
hacen de ello su profesión habitual.
Será comerciante quien tiene un almacén, una tienda o una librería, porque
intermedia en la compra y venta de mercaderías. También, es comerciante
quien explote una empresa de fábrica o una empresa de transporte.
Es comerciante el armador; se llama así a quien explota comercialmente un
buque. También, es comerciante el explotador de una aeronave.
La Ley somete a los comerciantes a un régimen específico, creando para
ellos un estatuto profesional. Se les somete al cumplimiento de requisitos de
publicidad registral, se les impone cumplir con obligaciones diversas en el ejer
cicio de su actividad y se les somete a distintas cargas. Si incurrieren en cesa
ción de pagos, se les lleva a la quiebra, proceso concursal con especial severi
dad.
La actividad comercial puede ser ejercida por una sociedad comercial - per
sona jurídica - que está sometida al estatuto profesional creado para el comer
ciante, persona física.
Hay organismos creados por Ley, como la Corporación Nacional para el De
sarrollo, que puede realizar actividades reputadas como comerciales. Se traca
de una persona jurídica de Derecho Público no Estatal. Se formó con aportes de
capital del Estado y del Banco de la República Oriental del Uruguay pero tiene
aptitud para recibir, además, capitales privados. Puede participar en activida
des comerciales privadas y efectivamente lo ha hecho. .
C. S o cied a d es d e econom ía m ix ta
III. C iviles
A Buques
Los buques tienen reglamentación legal especial en los artículos 1.030 y si
guientes del Código de Comercio. Se reputan muebles; pero para buques de más
de seis toneladas se imponen formalidades para su trasmisión: documento es
crito e inscripción en el registro que lleva la Escribanía de Marina. Ese mismo
régimen se extiende para los diques flotantes.
El artículo 1.035 establece que se pueden hipotecar. Para el caso de venta
judicial se crean una serie de privilegios, creándose una especie de concurso
dentro de la ejecución, en que algunos de los créditos privilegiados postergan a
la hipoteca.
Existe un régimen especial para el embargo de buques.
* Para los buques mercantes hay un régimen de nacionalidad, que se les atri
buye cuando se cumplen determinadas exigencias legales, entre las cuales, la
inscripción en el Registro Nacional de Buques que lleva la Escribanía de Mari
na (Ley 16.387)9.
B. Aeronaves
A Títulos valores
El Decreto Ley 14.701 define a una especie de valor, el título valor. Se trata
de un documento en que se corporiza un crédito y se trasmite como las cosas
muebles. Las obligaciones.o debentures se regulan en la Ley 16.060 y en la Ley
16.749 y, en lo no previsto, por las normas del Decreto Ley 14.701.
B. Fondos de inversión
Los fondos de inversión constituyen una figura nueva para nuestro Derecho.
Han sido regulados por leyes sucesivas: 15.611,16.713 y 16.774. Alguna de esas
normas los califican como patrimonios independientes. La Ley 17.243 ha pre
visto la formación de fondos para las sociedades de garantía recíproca; pero sin
atribuirle una naturaleza jurídica especial.
La Ley 17.011 fue reglamentada por el Decreto 34/99. La Ley 17.164 fue reglamentada por
Decreto 11/2000.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 23
C. Futuros y opciones
C onclusiones
S e c c ió n S e g u n d a
E l Concepto de Derecho Comercial en la D octrina
■ A. Exposición de la doctrin a
No interesa., con este criterio, ios caracteres del acto sino la empresa y sólo
donde hay empresa hay comercialidad. El concepto de empresa se erige en el
centro del Derecho Comercial. El Derecho Comercial deja de ser, en esta tesitu-
ra, el Derecho de los comerciantes o de los actos de comercio y se convierte en el
Derecho de las empresas comerciales.
Las tendencias doctrinarias que centran el Derecho Comercial en la empre
sa fueron acogidas, por el Código Civil italiano de 1.942. Resulta curioso seña
lar que, al recibir esta doctrina y consagrarla legislativamente, simultánea
mente, desaparece el Código de Comercio como cuerpo separado de normas”.
En nuestro Derecho, se podría argumentar que dentro de la enumeración de
los actos de Comercio, nuestro Código habría incluido a determinadas empre
sas, de tal modo que ciertos negocios sólo serían comerciales si fuesen realiza
dos mediante organizaciones empresariales (art. 7, inc. 4). De esta manera, en
un Código del siglo pasado -que en esto sigue al francés—se habría reeepciona-
do, aunque parcialmente, el concepto de la empresa. Decimos parcialmente
porque, para nuestro Código, las demás actividades incluidas en otros incisos
del artículo 7, son comerciales sean celebradas o no con intervención empresa
rial. Por otra parte, no toda organización empresarial por serlo es comercial
La tesis sostenida, entre otros, por URÍA: "... El comercio ha sido siempre actividad profesional,
y el Derecho mercantil ha nacido para ordenar esa actividad. Todo estriba en determinar dónde
descansa hoy el tráfico mercantil profesional. Pero la tarea no es difícil, porque una leve ojeada
del panorama económico actual nos muestra al comercio en sus diferentes manifestaciones do
minado por los empresarios. Las operaciones mercantiles se realizan en serie, lian encadenadas
unas a otras, y para realizar esa gran masa de operaciones peculiar del comercio moderno es ne
cesario desarrollar una actividad continua y permanente, no ocasional ni. aislada o eventual, y
esa actividad sólo puede desplegarla quien disponga al efecto de una organización adecuada, es
decir, el empresario. En realidad, la vieja idea del comerciante como profesional del comercio es
correlativa de la idea moderna del empresario como persona capaz de desplegar la actividad
económica organizada que hoy exige la intervención en el tráfico mercantil, en el más amplio
sentido de este término. Por eso, la actual dirección subjeiivista o profesional del Derecho mer
cantil, que, es, a nuestro juicio, la más certera y adecuada a los supuestos concretos de la reali
dad actual, conduce a definirle como Derecho ordenador de ¡a actividad económica constitutiva
de empresa, o, para ser más precisos, Derecho ordenador de la organización y de la actividad
profesional de. los empresarios.
“Concebido el Derecho mercantil al modo expuesto, no por ello deja de ser un Derecho regulador
de. actos de comercio, esencialmente contractuales. Regula los actos que integran la actividad
profesional del empresario, el tráfico organizado en empresa. La pertenencia de un acto a ¿a se
rie orgánica de esa actividad o tráfico le confiere, sin más, carácter mercantil, y con ello se dis
pone de un criterio adecuada para la delimitación del campo propio y peculiar de nuestra disci
plina. Los conceptos de empresario y de empresa se han convertido así en los conceptos centrales
del Derecho mercantil moderno... En nuestra concepción, el Derecho mercantil debe ordenar toda
la actividad económica organizada en empresa, cualquiera que sea; sin que debamos distinguir
entre unos y otros empresarios, entre grande o pequeña empresa, entre empresa de producción,
de transformación o de intercambio de productos o de servicios en el mercado. Y no cabrá dete
nerse tampoco —en su momento- ante el sector contractual de ¡a actividad agraria, porque el día
en que la actividad agrícola dirigida a la colocación y venta de sus productos en el mercado esté
en manos de verdaderos empresarios, esa actividad habrá perdido los caracteres tradicionales
que la han tenido alejada del campo del Derecha mercantil...'’.
26 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
sino que sólo son comerciales las cuatro categorías de empresas enumeradas
por la Ley.
B. C rítica
Como reacción a la concepción del Derecho Comercial como el Derecho de los ac
tos de comercio, se forma una corriente doctrinaria que entiende que lo que carac
teriza a la materia mercantil, es la realización de actos en masa y profesionalmente
(doctrina de HECK). Esta tendencia se funda en la apreciación de que la especiali
dad de esta rama del Derecho sólo se justifica cuando se trata de regular lo que es
típico de la actividad mercantil, esto es, la reiteración de operaciones.
Los actos no pueden ser calificados como mercantiles, ateniéndose a su
esencia íntima. Lo característico es la forma en que se realizan: repetidos, aco
modándose a esquemas predeterminados. Se concluye entonces que, cuando
hay actos masivamente realizados, se está frente a la actividad comercial, obje
to del Derecho Comercial13.
Esta tendencia es criticable. La sola repetición de actos no puede alterar su
naturaleza para por sí sola transformarlos en mercantiles. Además, la repeti
ción de actos existe, también, fuera del campo mercantil y donde quiera exista
una actividad organizada.
"Se ha formulado otra concepción, que prescinde del concepto de empresa pa
ra lá determinación de la materia del Derecho Comercial. Así HAMEL &
LAGARDE sostienen que el Derecho Comercial se ha hecho para el mundo de los
ln Respecto a esta concepción, dice Garrí CUES: “Este nuevo enfoque, creo y que ha sido la clave de
arco del Derecho mercantil moderno, ¿Por qué? Pues, sencillamente, porque nos ha abierto el
camino para llegar a la protagonista del Derecho mercantil moderno, es decir, a ¡a empresa.
Evidentemente, para poder realizar en masa una serie de operaciones, para poder repetir ince
santemente una cadena de los mismos actos, se necesita una organización:y esa organización es
la que llamamos empresa. Cuanto más amplia es la realización en masa, tanto más necesaria es
una adecuada organización”. R evista de D erecho Com ercial, La reform a del derecho m er
cantil, año 12, p. .682.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 29
negocios. ¿Cuál es el mundo de los negocios para estos autores? Dicen ellos que
la actividad económica de los hombres puede adoptar dos formas bien caracte
rizadas: ya el hombre extrae del suelo los productos que necesita para satisfa
cer sus necesidades; va el hombre trabaja esos productos originales, transfor
mándolos materialmente o transportándolos para ponerlos a disposición de los
consumidores1*.
Esta clasificación, un poco simplista, dicen los autores citados, permite defi
nir el comercio. Sólo son parte del comercio las actividades que se aplican a la
transformación y al transporte de la riqueza. Consecuencias de. esta definición:
A. El comercio no se puede aplicar más que a cosas susceptibles de ser trans
formadas y transportadas. En principio, son objeto de comercio: las mercaderías
y el dinero.
B. El comercio se extiende, también, a los bienes incorporales: créditos y de
rechos intelectuales. En estos casos no hay transporte material, pero los bienes
incorporales circulan y pasan de titular en titular, siguiendo los métodos ex
traídos de la vida comercial.
C. El comercio, diferenciado de las industrias extractivas, excluye de su do
minio a la agricultura, la minería, la pesca, la explotación de hidrocarburos. De
este modo, se desvincula del comercio, al acto inicial de la producción.
Advierten, otros autores, que esto es totalmente exacto cuando los procedi
mientos de extracción eran simples, pero con el progreso de la técnica, resulta
que los explotadores de las industrias extractivas emplean procedimientos in
dustriales, apelan al crédito bancario, se sirven de los títulos valores y de las
formas societarias comerciales. Por ello, en la vida económica moderna, el
mundo de los negocios, engloba toda la antigua actividad comercial, anexando
ciertas formas perfeccionadas de industrias extractivas y se impone como mode
lo a los agricultores. Aun los simples particulares se mezclan a la vida de los
negocios, toda vez que acceden al uso de cheque y cuentas bancarias o adquie
ren acciones u obligaciones, para integrar sus fortunas privadas. El mundo de
los negocios no es sólo el mundo del comercio sino que involucra a todos aque
llos que, directa o indirectamente, están ligados a negocios formados en la vida
comercial contemporánea.
En conclusión, para estos autores, el Derecho Comercial es el Derecho de los
Negocios con la extensión que le han dado: es un Derecho de un sector de la
actividad económica pero, por extensión, rige otras actividades en la medida
que se sirven de institutos del Derecho Comercial.
Otros autores han seguido esta tendencia, aunque variando un poco la ter
minología. Autores españoles sostienen que el Derecho Comercial es el Derecho
C onclusiones
PUENTE Muñoz, frotas sobre el concepto de Derecho Mercantil, ín.: E stu d io s J u ríd ic o s e n
H om enaje a Jo a q u ín GaKEIGUES.
Manual de Derecho Comercia! Uruguayo 31
Capítulo Segundo
EVOLUCIÓN DEL DERECHO COMERCIAL
S e c c ió n P r im e r a
Orígenes y E volución General del Derecho Comercial
El Código de Hanimurabi (cerca del 1.694 a.C.) demuestra la existencia de un conjunto de nor
mas muy desarrollado, sobretodo en el área contractual. Los Mesopotámicos practicaban Ja ven
ta a crédito, el arrendamiento de bienes y servicios, el préstamo a interés, el depósito, la socie
dad, la comisión, existiendo ya títulos de crédito a la orden y realizando operaciones financieras
en gran escala (GlUSSEN, I n t r o d u j o H istórica ao Direito, p. 63). Los fenicios debieron te
ner normas reguladoras del comercio puesto que eran un pueblo de navegantes y mercaderes
'‘pero sólo se conoce de ellas, algunos textos legales que regían en ¡a isla de Rbodas y fueron re
cogidos por el Digesto. Ejemplo de ellas, la lex Rhodia de jacta, que la doctrina señala como el
origen del Derecho Marítimo, especialmente, de las averías gruesas, que tiene su origen en una
.práctica fenicia. En Grecia se practicó el comercio pero no se conocen sus normas; sólo se han
encontrado referencias a contratos de banqueros de la época y en especial a una forma de prés
tamo que se marca como antecedente del préstamo a la gruesa, contrato también correspon
diente al Derecho Marítimo. Tampoco se dio un Derecho Comercial diferenciado (HamEL &
LAGARDE, T raite de D roit Commercial, § 9 y 10).
20 PlRENKE, Las Ciudades Medievales, p. 13.
Hamel & Lagaede, op. cit., §11.
31 ROCCO, Principios del Derecho M ercantil, p. 13 y 14.
Se encuentran en el Derecho romano, institutos como la “adío institaríá”que permitía reclamar
al dueño de una negociación mercantil, el cumplimiento de obligaciones contraídas por el “insti
tor” persona a quien se había encargado de su gestión, antecedente remoto del factor actual,
auxiliar de comercio. También, se encuentran antecedentes de institutos del Derecho marítimo:
BíBUOTiuCA
Manual de Derecho Comercias Uruguayo \
contratos del Derecho Civil romano constituye aún la base fundamental en que
se apoya el Derecho Civil y el Derecho Comercial vigenteA
E1 Derecho Comercial nace recién, como rama separada del Derecho Civil,
en la segunda mitad de la Edad Media {Baja Edad Media) -como un Derecho
separado, elaborado por los comerciantes y para los comerciantes, basado en
usos y costumbres- a consecuencia de un conjunto de factores muy especiales,
que analizaremos a continuación.
la “adío excretoria” que se daba contra el dueño de un buque para el cumplimiento de obliga
ciones contraídas por el capitán; el “nauticum faenas” antecedente del préstamo a la gruesa ac
tual, la ya mencionada Rhodia dejactu, antecedente de Ja avería gruesa.
*■ HAMEL & La GARDE, op. cit., §12.
u GüLISSEN, In tro d u c to H istórica ao Direito. p. 127.
“ GlUSSEN, id. ibíd..
“ PlRENNE, op. Cit., p. 16.
“ GlUSSEN, id. ibíd..
34 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
que ligaba a los reinos germánicos con el Imperio Bizantino, que constituía el
sustento del desarrollo económico de aquellos'53.
1. D erecho Canónico
2. Derecho Común
, 3. Derecho Germánico
Cuando Europa se libera de los temores, recién a fines del siglo X, renace el
tráfico mercantil. La reiniciación de este tráfico se inserta en un fenómeno más
amplio, en Europa Occidental, que se ha llamado “Renacimiento medieval”. No
sólo renace el comercio, se revitalizan las antiguas ciudades y se constituyen
nuevas; se forma una nueva dase social: la burguesía; se crean las primeras
Universidades y deviene la crisis del feudalismo33.
En gran parte, el nuevo impulso comercial es una consecuencia de una ex
pansión demográfica que sé produjo, entonces, en Europa Occidental. Se atri
buye, también, a las Cruzadas, que abren vías de comunicación con el Cercano
Oriente provocando además el intercambio de productos entre los países euro
peos. Además, las operaciones militares de las Cruzadas necesitaban el apoyo
de operaciones financieras y bancarias40.
A partir del siglo XII y, sobretodo, del siglo XIII, los reyes y ciertos grandes
señores territoriales, consiguen reforzar su poder. En cada reino, un sistema
jurídico propio se desarrolla, con base en las costumbres locales, la legislación
real y las decisiones jurisdiccionales41. ......
B. Corporaciones de comerciantes
En la Baja Edad Media, cada ciudad se gobernaba a sí m is m a , faltando un
poder unificante estatal o nacional. Dentro de las ciudades, con el desarrollo del
comercio, se produce el fenómeno corporativo o gremial. Dentro de cada ciudad,
las personas que se dedican a una misma actividad se unen. Los comerciantes y
los artesanos se agremian. Se forma la corporación para defender los intereses
comunes de los agremiados frente a un período de desintegración política, sin
una autoridad central imperial fuerte.
Las corporaciones formadas se dan su organización, similar a la que regía a
la ciudad, con uno o más cónsules, que duraban un año o seis meses y eon un
Consejo constituido por los comerciantes más ancianos. Una asamblea general
de los agremiados designaba a esas autoridades.
Los gremios, organizados diversamente, según la ciudad, recibieron nombres
distintos. Se les llama generalmente corporaciones, cofradías en España y guil
des en Francia.
Luego, los gremios se federan en hansas que intentan monopolizar el gran
tráfico comercial y restringir el número de sus partícipes. Hubo varias: la de
Londres, la. Teutónica y la Liga Hanseática.
El Derecho Comercial surge, en este periodo, como rama separada del Dere
cho Civil, a consecuencia de un conjunto de factores muy especiales que anali
zaremos a continuación. Se constituye, entonces, como un Derecho separado,
elaborado por los comerciantes y para los comerciantes, basado en sus usos y
costumbres.
El aumento de los negocios mercantiles, la necesidad de asegurar la veloci
dad de las transacciones y reforzar el crédito, la celebración de ferias yymerca-
dos, la constitución de ligas y hermandades, la práctica reiterada de actos que
da nacimiento a determinados usos y costumbres, traen como consecuencia la
necesidad de una reglamentación especial para las operaciones que realizan los
comerciantes48.
Eli las corporaciones se crearon tribunales especiales para dirimir las con
troversias que se suscitaban entre sus agremtados’9.La justicia era aplicada por
los cónsules, con recursos ante Supercónsules y en algunos casos ante la Asam
blea. Desde luego, todos eran comerciantes, no versados en Derecho; pero como
para resolver las controversias se aplicaban los usos y costumbres formados en
la práctica del comercio, los jueces comerciantes, estaban en condiciones de
fallar. Paralelamente a los tribunales de cada ciudad, existían los Tribunales
de Feria, que también aplican la costumbre30. Las sentencias que se dictaban,
sirvieron para fijar el Derecho Consuetudinario3'.
El procedimiento mercantil se basaba en la equidad, entendida como la bús
queda de la verdad real más que la formal. Se imponía al Juez examinar el caso
concreto y después de conocido aplicar el Derecho Consuetudinario teniendo en
cuenta la buena fe.
'* Houin & PÉDAMON, D roít Com m ercial, p. 2. Fontanarhosa, D erecho C om ercial A rgen
tino, P a r te G e n e r a l, p. 18.
” Bkoseta P ont, op. cit., p. 43.
* B ERCOVITZ, op. cit., p. 33 y 34.
BERCOVtTZ, Íd., p. 23 y 24.
40 Nuri E, Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
a. Subjetivism o
m ■;VÍVANTE dice a) respecto: “Por estos caminos surgía entonces el derecho: comerciantes eran los
Cónsules y Sobrecónsules que debían deducirle, de la experiencia cotidiana de los negocios; co
merciantes eran los estatutarios en los que estaba delegada la compilación y la revisión de los es
tatutos; de comerciantes está compuesta la Asamblea general que debía aprobarlos. Así pasa fea
el derecho de los contratas a las costumbres, de éstas a la Ley y a las sentencias, por obra de
aquellos mismos que le hablan experimentado en la práctica de los negocios. Peligrosa confusión
de funciones legislativas y judiciales en la que a menudo habrán triunfado, con daño déla justi
cia, los intereses de un individuo o de un arte; pero en ningún tiempo ni siquiera en los tiempos
clásicos de Roma, la vida y la legislación se comunicaron tan rápidamente su recíproca influen
cia y jamás fue abreviada tanto la distancia que de ordinario separa el derecho positivo de las
exigencias reales''-
* PÉREZ FONTANA, Manual de Derecho Comercial, t, I, p. 24.
FONTAXARRQSA. op. cit, p. 18.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 41
b. C arácter p riv a d o
c. U n iform idad
3. C om pilaciones
C onclusión
C. La Revolución Industrial
En la época moderna surge una legislación mercantil emanada del poder es
tatal. Cada Estado se da sus normas que se aplican a toda la nación.
Se dictaron las llamadas ordenanzas, que reúnen las compilaciones de los
usos comerciales vigentes, recogidos, a su vez, del Derecho estatutario. Por ello,
el Derecho Comercial contenido en las ordenanzas guarda similitud con el esta
tutario. Sigue siendo un Derecho subjetivo, sólo aplicable a los comerciantes.
Lo que varía es el origen de las normas, que ahora son creadas por el Poder
Público para todo un Estado, sustituyendo los Derechos particulares creados
para cada ciudad. Paralelamente y gradualmente, van desapareciendo los tri
bunales particulares para cada gremio, sustituidos por los Tribunales Estatales
con jurisdicción comercial.
Entre las ordenanzas dictadas cabe destacar las ordenanzas francesas bajo
el reinado de Luis XIV que regulan el comercio terrestre (Ordenanza de 1.673)
y la navegación (Ordenanza de 1.681). Debemos recordar especialmente las
Ordenanzas de Bilbao, sancionada por Felipe V, el 2 de diciembre 1.737 y con
firmadas por Femando VII el 27 de junio de 1.814. Estas ordenanzas contenían
723 artículos que abarcaban normas de Derecho Comercial terrestre y maríti
mo. Fueron Derecho positivo en nuestro país hasta la vigencia del Código de
Comercio, esto es, hasta el 1 de julio de 1.866.
Las ordenanzas son las precursoras de la codificación mercantil y su conte
nido fue fuente de los códigos posteriormente sancionados. Las ordenanzas dic
tadas mantienen la especialidad del Derecho Comercial, que sigue siendo un
Derecho subjetivo pero, también, tienen la impronta de los nuevos hechos eco
nómicos y sociales.
Cabe señalar que se internacionaliza el comercio por los grandes descubri
mientos y por la formación de grandes empresas, aunque el Derecho Comercial
tiende a nacionalizarse; Ello, es consecuencia de la formación de los grandes
Estados monárquicos. De manera que se crean, en esta época, Derechos comer
ciales nacionales opuestos, por su origen a aquél Derecho estatutario de ciudad
y a aquel Derecho Comercial interlocal de la Edad Media.
2. El paradigma francés
Sobre este tema HAMEL & LAGARDE explica cómo la lógica hubiera querido
que los legisladores de la Revolución hicieran desaparecer el Derecho Comer
cial, conocido hasta entonces como el derecho de los comerciantes. No tenía
ninguna razón de ser, si la clase de comerciantes había sido suprimida. Sin
embargo, ninguna asamblea revolucionaria admitió esa solución de estricta
lógica. También es curioso que la Revolución dejó subsistir los Tribunales de
Comercio que representaban el espíritu de la clase comerciante'6.
Por ello, la doctrina francesa, inmediata a la sanción del Código de Comercio
francés, en especial PARDESSUS, interpretó que, por sus antecedentes ideológi
cos, el Código de Comercio francés ya no podía ser el Derecho de una clase. El
Código de Comercio francés, para esa doctrina, toma un nuevo presupuesto de
orden objetivo y pasa a ser el Derecho de los actos de comercio. Explican los
autores clásicos franceses que este nuevo presupuesto obligó al legislador a
determinar cuáles eran los actos de comercio y es por ello que el Código de Co
mercio francés contiene una lista de ellos. En un artículo del Código se enume
raron los actos de comercio, estableciendo la jurisdicción de los Tribunales de
Comercio para esos actos de comercio, aunque fueren realizados por personas
que no fueren comerciantes.
La doctrina francesa más moderna hace revisión de esa posición y dice que
el Código de Comercio sigue la tradición y mantiene al Derecho Comercial como
un Derecho profesional, tal como lo era en la Edad Media y en las ordenanzas.
Los autores modernos explican los textos franceses de la siguiente manera. Al
sancionarse el Código de Comercio francés estaban vigentes las ordenanzas. En
éstas, el Derecho Comercial era el Derecho de los comerciantes y la jurisdicción
comercial se refería a litigios entre comerciantes sólo cuando se tratabáde ope
raciones mercantiles (rasgo objetivo que viene de la Edad Media). En ele apitu-
lo de las ordenanzas que trataba de la jurisdicción consular, se enumeraban los
hechos de comercio sobre los cuales tenían competencia. Sancionado eLCódigo
de Comercio francés, no se suprimió la jurisdicción especial sino que se mantu
vo bajo la denominación de Tribunales de Comercio. Siguiendo el modelo de las
ordenanzas se hace enumeración de los actos de comercio, en la parte del Códi
go destinada a fijar la competencia de los tribunales (art. 632). Hasta acá el
régimen es idéntico al tradicional. La variante introducida radicó en que los
comerciantes ya no serían los afiliados a la corporación y el legislador entendió
que debía definirlos y lo hizo en función de los actos de comercio. El artículo X
del Código de Comercio francés dice así: "Son comerciantes quienes ejercen actos
de comercio haciendo de ello su profesión habituar*".
De este modo, en este sistema, el acto de comercio cumple doble función: sir
ve para definir al comerciante y para fijar los límites de competencia de los
Tribunales especiales. Los rasgos de objetividad están dados en la definición
del comerciante y en la determinación de competencia de los Tribunales de
Comercio; sin embargo el Código de Comercio francés sigue siendo un Derecho
subjetivo en cuanto contiene el estatuto del comerciante con normas reservadas
a comerciantes sobre capacidad para ejercicio del comercio, obligación, de ins
cribirse en el Registro de Comercio y de llevar libros y quiebra. Es decir que no
se;eliminó el Derecho Comercial como Derecho profesional, pues el Código fran
cés siguió teniendo normas que crearon un estatuto legal propio para el profe
sional del comercio05.
En resumen, en la Edad Media el eje del Derecho Comercial fue el comer
ciante (Derecho subjetivo) pero con el tiempo adquirió matices de objetividad.
El Código de Comercio francés mantuvo un derecho profesional con matices de
objetividad. El Código de Comercio francés no fue una expresión pura de ten
dencia objetiva; no obstante lo cual, toda la doctrina francesa de la época señala
que el Código abrió el paso para una etapa de objetivación del Derecho Comer
cial. Es la doctrina de la época, más que el propio Código francés, quien afirma
que, a partir de éste, el derecho de comercio cambia de fundamento, para trans
formarse de un derecho subjetivo en derecho objetivo. La doctrina francesa más
moderna rectifica esa postura y sustenta que el Derecho Comercial en el Código
de Comercio francés es subjetivo.
Llevada por las armas napoleónicas, la legislación francesa ejerció gran in
fluencia en la mayoría de las naciones europeas. En los distintos países se fue
ron adoptando Códigos de Comercio, inspirados en el francés: Bélgica en 1,811,
Holanda en 1.811, España en 1.829 sustituido en 1.885, Portugal en 1.833,
Grecia en 1.835, Alemania en 1.861. En Italia, varios de los Estados en que
estaba dividida la Península dictaron Códigos de Comercio y en 1.865 se san
ciona el primer Código de Comercio para todo el Reino de Italia. Los Códigos
europeos mencionados siguieron las líneas del francés y tampoco consagraron
un régimen absolutamente objetivo.
Dicen HAMEL & LagaKDE: La lógica hubiera querido que ios legisladores de la Revolución hicie
ran desaparecer el Derecho Comercial; conocido hasta entonces como el Derecho de los comer
ciantes no tenía ninguna razón de ser si la clase de comerciantes había sido suprimida; sin em
bargo ninguna Asamblea revolucionaria admitió esa solución de estricta lógica. También es cu
rioso que la Revolución dejó subsistir los Tribunales de Comercio que representaban el espíritu
de la clase comerciante. H aMEL & L.AGATÍDE, op. cít., § 23,
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 53
* Codificación española
* Codificación alemana
El artículo 343 dispone que “se reputan actos de comercio todas las operacio
nes concluidas por un comerciante con vistas a la explotación de su empresa
comerciar. Además, en caso de duda, los actos de un comerciante se presume
que son actos de comercio y se considera que los documentos de deuda de un
comerciante se han firmado en el ejercicio de su actividad comercial a menos
que lo contrario resulte del documento.
Advertimos, sin embargo, que el examen de las disposiciones del Código de
Comercio alemán demuestra que el sistema no es un sistema subjetivo puro,
como no lo fue el sistema de la Edad Media y como tampoco son sistemas obje
tivos puros los sistemas adoptados por los diversos Códigos del siglo XIX. En
efecto, la calificación de comerciante depende, según el Código, de la realización
profesional de unos determinados actos que el propio Código enumera. Además,
las disposiciones relativas a los actos de comercio son aplicables a las dos par
tes, cuando el acto es comercial sólo respecto de una de ellas (actos mixtos). No
se trata, por lo tanto, de un Derecho exclusivamente, para los comerciantes
pues, cuando se trata de actos mixtos, se aplica a personas no comerciantes91.
Además la Ley establece que los actos enumerados en el artículo 1. del Código son actos de
comercio incluso cuando son extraños a las actividades comerciales habituales de quien los rea
liza. El artículo 343 arriba citado crea una presunción de comercialidad pero esta se liga al ob
jeto de la actividad.
Sola CaSizahes, op. eit., p. 4
Manuai de Derecho Comercial Uruguayo 55
los valores individuales. Por lo tanto, habría una interdependencia entre los
valores transpersoriales y los valores individuales.
Históricamente ha prevalecido una u otra concepción del Derecho y en fun
ción del criterio adoptado, se aprecia una diversidad de sistemas legislativos en
Derecho histérico-comparado. Por otra parte, cada uno de nosotros aprecia sub
jetivamente cada concepción y podemos o debemos tomar partido por una u
otra, como asunto privativo de nuestras propias conciencias individuales. No
hemos de analizar Derecho Comparado ni posiciones personales. Sólo hemos de
explicar objetivamente cuál de las tres concepciones ha inspirado el Derecho
Positivo en general y, dentro de él, el Derecho Comercial.
2. Liberalism o e intervencionism o
b. N eoliberaü sm o
c. Intervencionism o esta ta l
te normas adecuadas a la vida económica moderna constituye una necesidad prioritaria, dado
que las normas del derecho civil sobre obligaciones y contratos, como las normas contenidas en
nuestro vetusto Código de Comercio, son insuficientes e inaptas para regular las complejas rela
ciones jurídicas entre empresas y consumidores...”.
62 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
En ios distintos países se van dictando leyes sobre materias comerciales, que
no estaban reguladas en los códigos. Así se dictan normas sobre la propiedad
industrial y sobre la casa de comercio o sobre procesos concúrsales preventivos.!
Se dictan leyes para regular materias reguladas por los códigos, expropián
dolas y vaciando parcialmente su contenido. La doctrina italiana ha explicado
todo este proceso, en relación a su Código Civil del año 1942, que unificó el de
recho comercial y el civil; pero las consideraciones de esos autores, son aplica
bles a todos los regímenes jurídicos de la familia romano-germánica111.
I r t i destaca que hasta el año 1.914 - fecha de inicio de la Primera Guerra
Mundial - el sistema normativo italiano gravitaba en torno ai Código Civil de
1.865. Este contenía ios principios generales que orientaban la disciplina de
todos los institutos jurídicos vigentes y, en última instancia, colmaba las lagu
nas del ordenamiento (art.3, inc. 2, disposiciones preliminares del C.C.)I!\
La legislación extra-código era reconducible a dos categorías: leyes especia
les y leyes excepcionales. Las leyes especiales aplicaban a determinadas mate
rias o a un grupo determinado de casos, principios ya enunciados en el Código
Civil. Las leyes excepcionales significaban una breve y efímera ruptura con el
sistema, limitada por el artículo 4 de las disposiciones preliminares del Código
Civil, que vedaba su extensión analógica: oltre i casi e tempi ¿n esse espressi113..
La Primera Guerra Mundial (1.914-1.918) generó situaciones de carencia -
como, por ejemplo, en materia de habitación- que no pudieron ser solucionadas
de acuerdo con los principios tradicionales contenidos en el Código Civil. En el
caso mencionado, el legislador se vio obligado a introducir graves restricciones
a la libertad de contratación. De esa forma, las leyes de arrendamiento integra
ron una legislación excepcional, que contradecía el axioma de la autonomía de
la voluntad114.
Contemporáneamente, el flujo creciente de las masas obreras a los grandes
centros urbanos, condujo a que se substituyese la disciplina tradicional del con-
ASCARELIJ, Panorama del Derecho Comercial, R ev ista d e D erecho Com ercial, 1 1 , p. 22.
B roseta P ont , op. cit., p. 53.
GarríCUES dice al respecto; uPues bien, esta llamada “generalización”del Derecho mercantil ha
inducido a algunos distinguidos autores a decir que, precisamente por haberse generalizado, el
Derecho mercantil se ha extinguido; han extendido el certificado de defunción del Derecho mer
cantil, puesto que se ha generalizado... Yo no he participado nunca de esta opinión; al contrario,
creo que id hecho de haberse extendido a todos los estratos de la sociedad el Derecho mercantil,
que nació para los comerciantes en su profesión y que luego quiso el Código francés desprenderlo
de la persona de tos comerciantes, esa generalización lo que ha hecho es demostrar la vitalidad
del Derecho mercantil” (CarríGUES, R ev ista ..., p. 683).
m B roseta P ont , op, cit., p. 53.
“ C lavero , op. cit., p, 132.
, "J SILVA, O D ireito Civil B rasileiro em P e rsp e ctiv a H istó rica e Vi sao de F u tu ro , Ajuris 40,
p. 147.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 67
KAISER afirma que se “puede hablar de una pérdida de función del Derecho
Privado, de un vaciamiento de su campo de aplicación”™ 0.. Este vaciamiento del
Derecho Privado tiene, por lo menos, dos consecuencias de importancia. Se tra
tará, en primer lugar, el problema de la descaracterización del Derecho Priva
do, que produce la existencia de zonas grises donde difícilmente se puede de
terminar si una norma pertenece al Derecho Privado o al Derecho Público. En
segundo lugar, nos ocuparemos de describir la tendencia que conduce a “apear”
de los códigos y a “entronizar” en la Constitución, la enunciación de los princi
pios básicos de cada sector de la vida social y la proclamación de las reglas fun
damentales del orden jurídico, comunes a las diversas ramas del Derecho131.
"" Rute Kaiser parece afiliarse a esta postura, al definir el Derecho Económico como el “conjunto
de normas referidas a! planeamiento, organización y dirección de ¡a economía por parte del Es
tado”, Agrega RíPPe KAISER que no constituye una disciplina autónoma sino complementaria,
estructurada según las esferas de la economía y cuyo contenido se m anifiesta en todas las ra
mas jurídicas (Ru t e K aiser, Bugallo Montado, Lon GONE & M ille R, In s titu c io n e s d e D e
rech o C o m ercial U ru g u ay o , p. 9).
Jt’ D e CaMARGO VIDIGAL, conferencia dictada en Santiago de Chile en agosto 1.986, en Encuentro
Latinoamericano de Abogados en Derecho Bañe a rio. El autor citado lo define como la disciplina
jurídica de las actividades desenvueltas en los mercados procurando organizarlos bajo la inspi
ración dominante del interés social. Se orienta Ideológicamente por las ideas de Desarrollo y
Bienestar.
'* GaRIUGUES, H acia un nuevo Derecho M ercantil, p. 220.
GaurJGUES, R e v is ta d e D erech o C om ercial, año 12, p. 694. “Entonces, nació el llamada
'derecho de la economía', expresión muy exacta, porque quiere decirse que el derecho se hace car
go de. la economía; y. por eso, se llama así. En definitiva, es ¡a intromisión del dererho público en
un terreno acotado antes por la libre iniciativa individual en el derecho privado. Y ese derecho
de la economía, a su paso, ha ido modificando las normas del viejo Derecho mercantil y destru
yéndola cuando se oponen a ese paso”. No es derecho estatista pero sí un Derecho que reconoce,
en el Estado, un extenso poder de reglamentar la economía nacional. Todo sin perjuicio de res
petar largamente la libertad de los individuos. La reglamentación estatal facilitaría el juego dé
esas libertades impidiendo que las fuerzas económicas demasiado potentes abatan a los dema
siado débiles íHaMEL & LaGarpe, § 29 de op. cit.í.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 69
I<4 “Para lograr la unificación d d Derecho mercantil internacional existen: a) organismos interna
cionales de carácter privado como la Cámara de Comercio Internacional, la International Lato
Assoeiation, el Comité Marítimo Internacional, etc. y b) de carácter intergubernamental como el
Instituto Internacional para la Unificación d d Derecho Privado. En el seno de las Nociones
Unidas se ha creado una Comisión Especial, la Uncítral, que tiene por misión específica promo
ver la unificación de Derecho mercantil internacional, coordinando las tareas de los demás or
ganismos" (D ría , op. clt.).
I! G akriGUES, R evísta..,, p. 683.
Martuai de Derecho Comercia! Uruguayo 71
C onclusión
El Derecho Comercial nace, como rama separada del Derecho Civil, en la se
gunda mitad de la Edad Media, a consecuencia de un conjunto dé factores muy
especiales. Desaparecidos esos factores, se mantiene hoy, en la generalidad de
los países, la distinción y separación de las normas comerciales. Algunos países
han eliminado el Código de Comercio como cuerpo autónomo demóralas, aun
que se mantienen leyes especiales para ciertas materias comerciales143.
Lo expresado explica por qué la doctrina afirma que el Derecho Comercial es
una categoría histórica. Estamos como en los comienzos. “Al inicio en efecto
retornamos -opina CLAVERO—pero de un modo desconocido para los comien
zos”1^. No existe un modelo preciso de codificación o de constitución que pueda
aprovecharse. Los paradigmas de Código y de Constitución ya son historia141.
El nuevo código deberá desplazar ordenamientos, simplificando el Derecho.
Tendrá que producir un efecto reductor de códigos14’.
Asimismo, puede que todavía le quepa una función. El Código que aún per
manece incógnito -afirma CLAVERO- es “el del sujeto igual por u n ita r io Sólo
tendría sentido una codificación de ios derechos del sujeto único y universal wt\
A su vez, el lugar apropiado para la proclamación y la definición de los dere
chos inherentes a la persona, emanados de la eminente dignidad del ser huma
no, continúan siendo los códigos y no la Constitución. VARELA explica: “Quiere
esto significar que, en la implantación normativa de los variados derechos del
hombre, importa distinguir entre aquellos que, respetando a ¿as instituciones
políticas, deben ser inscriptos en la Constitución, y aquellos que, ligados a insti
tuciones de orden particular (familiares, económicas, espirituales, culturales,
etc.), continúan teniendo su matriz adecuada en el estatuto fundamental del
Derecho Privado"1*'.
..Esta resurrección de la codificación, según CLAVERO, traería como conse
cuencia la inhibición de los parlamentos y la animación de los tribunales. En
opinión de CLAVERO, “Podría volver a pensarse incluso en una justicia sin cien
cia propia, con la sola guía sustantiva de tal especie de código, situado cultu
ralmente más que impositivamente por encima de los otros elementos.,
1IJ Luego analizarem os las distintas posiciones doctrinarias: unas que pugnan por la indiferencia-
ción de otros tiempos; otros sostienen que debe m antenerse la autonom ía legislativa de las
norm as comerciales.
m C lavero , op. cit., p. 133.
Clavero, id. ibíd.
C lavero, op. cit., p. 135.
iv: C lavero , íd. ibíd.
VARELA, op. cit., p. 528.
1JW C lavero , op. cit., p. 135.
72 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
Sección Segunda
E volución del Derecho Comercial Uruguayo
Hemos ido mareando etapas históricas del Derecho Comercial, hasta la codi*
ficación; pero sólo con relación a Europa occidental y al derecho continental.
Marcamos, luego, la influencia de la codificación francesa en Latinoamérica.
Terminamos señalando los cambios producidos del siglo XX. Al efectuar ese
análisis hemos hecho sólo alguna referencia al derecho del Uruguay.
•Analizaremos, en esta sección, la evolución de la legislación comercial en
nuestro país. Nos hemos de concretar más detenidamente a la consideración de
la .evolución económica de nuestro país y a la sucesiva modificación de sus nor
mas mercantiles. Haremos consideraciones generales sobre evolución económi
ca, sólo en cuanto es necesario para entender el desarrollo del Derecho Comer
cial.
Montevideo comenzó su vida comercial a fines del siglo XVIIL Con la base
económica antes referida, el comercio de la Banda Oriental se limitó fundamen
talmente a la exportación de cueros y charques por el puerto de Montevideo.
Montevideo rivalizaba con el puerto de Buenos Aires. Se vio favorecida por su
posición geográfica y por la mayor comodidad que ofrecía su puerto para las
tareas de carga y descarga de los navios.
,w La competencia privativa del cuerpo era la relativa a “todos los pleitos y diferencias que ocurran
entre comerciantes y mercaderes, sus compañeros y /actores sobre sus negociaciones de comer
cios, compras, lientas, cambios, seguro, cuentas de compañías, fletamentos de n a ves, factorías”
(ETCHEVERRY, M anual de Derecho Comercial, § 21).
El procedimiento ante los jueces mercantiles era breve y sumario, no siendo obligatoria la in
tervención de letrados. El fallo del tribunal era apelable ante un oidor de la Audiencia llamado
“juez de apelaciones”, quien debía emitir su fallo asesorado por dos comerciantes del Consulado
que él mismo designaba. Si el pronunciamiento era confirmatorio de la sentencia de primera
instancia, el proceso quedaba concluido; si era modificatorio, existía una suerte de nuevo recur
so intentado ante aquella segunda instancia, pero cambiándose los dos primeros comerciantes
por otros dos nuevos elegidos por el mismo procedimiento (ETCHEVERRY, op. cit., p. 37).
74 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
2. Consulado de M ontevideo
Durante esa época el comercio incipiente decayó pues se favoreció a los co
merciantes portugueses y se puso obstáculos a la actividad de los orientales. El
Consulado de Comercio, suprimido por un breve tiempo, funcionó luego bajo la
dominación portuguesa por decreto del 14 de febrero de 1.817.
El 17 de julio de 1.839 se sancionó la Ley 216, que determinó las leyes apli
cables en materia comercial. El artículo 7 disponía: "Las causas de comercio se
decidirán por las Leyes Patrias, Ordenanzas de Bilbao, usos y prácticas mercan
tiles, Leyes Recopiladas y de las Partidas, y en defecto una de otras por el orden
en que van especificadas”. Debe destacarse que se adopta como fuente, en se
gundo término, después del Derecho Mercantil los usos y prácticas, con prela-
ción al Derecho Civil o Común. Se erige al uso como fuente de Derecho y, ade
más, se le da preeminencia sobre el Derecho Civil la\
1,1 Con una norma de este tipo se adopta posición en el problema de la especialidad o excepcional!-
dad del Derecho Comercial en el sentido de la especialidad; pues ante una laguna, el intérprete
debe acudir al derecho común pero sólo después de agotada la búsqueda en el Derecho Comer
cial y en los usos mercantiles.
76 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E López Rodríguez
iM Recordemos que en Europa hubo también evolución similar y paulatina pero en distintos tiem
pos. En la Edad Media comenzó a formarse el capitalismo comercial: en la Época Moderna se
desarrolló el capitalismo comercial y apareció el capitalismo financiero y recién en el siglo XIX
nace y crece el capitalismo industrial.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 77
ACEVEDO elaboró, entre los años 1.849 y 1.851, un proyecto de Código Civil
que nunca fue sancionado153. Este proyecto, sin embargo, sirvió de base para
que en 1.857, con la colaboración de VÉLEZ SARSFIELD, se elaborara el proyecto
de Código de Comercio La fuente inmediata de nuestro Código fue el proyecto
elaborado en 1.857 por el uruguayo ACEVEDO y el argentino VÉLEZ SARSFIELD
para la provincia de Buenos Aires1M.
A ese Código, se le introdujeron algunas modificaciones sugeridas por una
Comisión Revisora designada al efecto, se convirtió, luego, en Código de Comer-
ció uruguayo.
Las fuentes de que se sirvieron ACEVEDO y VÉLEZ SARSFIELD fueron, funda
mentalmente, los Códigos francés, español, portugués, brasilero y de Württem-
berg1S5. Es decir que se nutrieron fundamentalmente de la experiencia europea.
NARVAJA, al redactar el Código Civil - que entró en vigor en 1.869 - se inspi
ró en el proyecto de Código Civil elaborado por A€EVED01=ÍJ, Eso explica, en bue
na medida, la enorme semejanza de muchos capítulos de ambos códigos.
B. C aracterización general
Nuestro Código de Comercio se abre, como el francés, con una definición del
comerciante, como un profesional. Si bien lo define en función de .los actos que
celebre, de inmediato organiza un estatuto con obligaciones y cá'rgás diversas.
La enunciación de los actos de comercio se hace en el artículo 7, para deter
minar la calidad de comerciante. Además, existe un artículo 6 que establece
que quienes realicen accidentalmente un acto de comercio están sujetos a la
Ley y a la jurisdicción mercantil aunque no sean comerciantes. Con los artícu
los 6 y 7 se configura un sistema objetivo; pero también tenemos normas con
matices de subjetividad.
Advertimos que nuestro Código contiene una reglamentación de los contra
tos comerciales; pero, cuando los define lo hace, en varios casos, en función de
que una de las partes contratantes sea un comerciante. Nuestro Código tiene,
por lo tanto, elementos que demarcan la materia comercial con rasgos subjeti-
vistas y objetivistas a la vez.
Los problemas suscitados por el Banco Inglés del Río de ia Plata, dieron lu
gar a la aprobación, el 2 de junio de 1.893 de la Ley 2.230. Esta Ley reguló la
disolución de sociedades, la liquidación privada y la liquidación judicial de las
sociedades anónimas y, por disposición expresa de la misma Ley, a los bancos13'.
Quedó así sustituido, respecto de sociedades anónimas y bancos, el régimen de
la quiebra previsto en el Código de Comercio. La Ley 2.230 contenía, también,
normas sobre concordatos preventivos. Esta ley está vigente en lo relacionado
con la liquidación judicial de sociedades anónimas13”.
El 2 de octubre de 1.900, la llamada “Ley Márquez” modificó el Código de
Comercio en materia de quiebras con normas que, también, se mantienen vi
gentes. Con esa modificación se incorporó, también, la reglamentación de los
concordatos preventivos.
tiva a la conmoción nacional creada por las serias dificultades que atravesaba
nuestro sistema bancario, a raíz de las cuales desaparecieron un importante
número de entidades financieras. Entre sus disposiciones, la Ley.13.330 prohi
bió la instalación de bancos, así como la apertura de agencias y sucursales,
impuso restricciones al destino de las colocaciones bancarias y estableció un
mecanismo de garantía de depósitos. La prohibición de instalación de nuevos
bancos se mantuvo hasta 1.981, oportunidad en que fue removida por el Decre
to Ley 15.207!68.
En 1.983 se dictó el Decreto Ley 15.514 que reorganizó todos los Registros y
cuya vigencia fue sucesivamente prorrogada hasta su derogación por la Ley
16.871.
El Decreto 26/95 en su artículo 1 estableció la competencia nacional del Re
gistro Público y General de Comercio a partir del 1 de enero de 1.995. En con
secuencia cesó la competencia a cargo de los Juzgados Letrados del interior del
^ 173
país .
El mismo Decreto atribuyó al Registro de la Propiedad de cada Departamen
to, la certificación de libros en su artículo 6 que dice así:
“Los comerciantes y las sociedades comerciales del interior que se
presenten a certificar libros podrán hacerlo tanto ante el Regis
tro Publico y General de Comercio como en el Registro de Pro
piedad correspondiente al lugar de su domicilio.
Este dará cuenta a aquél de. las certificaciones que realice”.
El artículo 3 del Decreto 26/95 estableció que cuando se inscribieran, actos modificativos o extin-
tivos de otros, en poder de los juzgados respectivos, debería adjuntarse al documento que se
pretende reinscribir, testimonios de reinscripciones anteriores conforme al artículo 105.2 del
Código General del Proceso.
84 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
En 1.997 se dictó una nueva Ley de Registros 16.871. La Ley 16.871 organi
za la Dirección General de Registros (art. 48), que depende del Ministerio de
Educación y Cultura (art. 1). Dentro de la normativa de la Ley 16.871 hay capí
tulos para varios Registros, entre ellos, el Registro Nacional de Comercio (cap.
IV). También, contiene capítulos con una normativa general, aplicable a todos
los registros (cap. I y V a XI).
De acuerdo al artículo 48, el Registro Nacional de Comercio tiene competen
cia nacional y sede en Montevideo. El artículo 72 establece el carácter público
de los registros y los artículos siguientes dan normas sobre la información y
certificados que pueden solicitarse.
Durante el siglo XX, se dictaron varias leyes que regularon nuevas figuras
contractuales. Asimismo, figuras que ya estaban reguladas en el Código de
Comercio, fueron objeto de una ley especial como sucedió con las sociedades
mercantiles.
а. Sobre sociedades
б. Seguros
c. Otros contratos
La prenda sin desplazamiento fue regulada por leyes dictadas en Jos años
1.918 (prenda agraria), 1.928 (prenda industrial) y 1.957 (prenda de automoto
res) que han sido derogadas por la Ley 17.228 que crea un nuevo régimen. Se
han regulado figuras negocíales nuevas: el crédito de uso (Ley 16.072) y el fac
toraje y la securitización (Ley 17.202).
2. Leyes de Urgencia
Recientemente, se han dictado dos leyes llamadas “de Urgencia”, con inno
vaciones importantes al Derecho Comercial (leyes 17.243 y 17.292). En estas
leyes se crearon las sociedades de garantía recíproca y las sociedades anónimas
deportivas y se introducen importantes modificaciones al Derecho Concursal.
En el año 1.919 se dictó una Ley de Cheques que, a la vez, reguló la cuenta
corriente bancaria. Esta ley, en cuanto al régimen del cheque, fue derogada por
el Decreto Ley 14.412 de 1.975. Quedó vigente la Ley de 1.919 en lo relacionado
con la cuenta corriente bancaria.
86 Nuri E. Rodríguez Olivera - Garios E. López Rodríguez
б. Sobre p ro p ie d a d in d u stria l
El Derecho Comercial -como ias demás ramas del Derecho- sufrió la in
fluencia de las diversas concepciones económicas, políticas y filosóficas, que
pugnaron entre sí desde finales deí siglo XIX. Ciertamente, la unidad valorati-
va y conceptual cristalizada en los códigos napoleónicos, tuvo una repercusión
contundente sobre nuestro Código de Comercio. Luego, las concepciones referí -
Ver Rodríguez Ouvera , Sociedades Com erciales, N orm as que las Regulan.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 87
das fueron minando, desde uno y otro ángulo, el paradigma de código decimo
nónico, a través de leyes excepcionales o especiales, que vaciaron una gran .par
te del contenido del Código de Comercio. Al mismo tiempo, ya no son nítidas las
fronteras entre el Derecho Comercial y el Derecho Público. En fin, hasta .la im
portancia del sujeto mercantil por excelencia -el comerciante- es cuestionada,
pues la realidad le ha dado primacía a otro sujeto: la sociedad mercantil.
Concomitantemente, el Derecho Comercial uruguayo se encuentra en plena
expansión. Las sociedades comerciales, especialmente anónimas y de responsa
bilidad limitada, son los principales actores de la actividad económica no sólo
comercial sino, también, civil. Los contratos de seguros ya no están únicamente
vinculados al comercio sino que son indistintamente utilizados por comercian
tes y civiles, para cualquier actividad que realicen, así como para resguardar
sus intereses económicos netamente personales. Asimismo, los títulos valores -
especialmente el cheque y los vales- son de uso común entre civiles.
Para mejor entender cómo se llegó a este estado de cosas en nuestro Derecho
Comercial, haremos una somera exposición de las principales tendencias que
sobre él han actuado.
debe efectuar de tal modo que no. se reduzcan los valores individuales del hom
bre y no lo conviertan en un mero instrumento del todo1*'6.
Por otra parte, a la comunidad le interesa la conservación, prosperidad y de
sarrollo de los individuos que la componen de tal modo que todo ello, es un fin
de la comunidad. Cómo dice Vanni, de otro modo, la comunidad estaría en el
vacío. “La autonomía y libertad de tas partes es una condición del progreso so
cial”. De lo cual concluye el autor citado que individuo y sociedad están condi
cionados recíprocamente, debiendo armonizarse las dos exigencias: individual y
social. Es necesario que el todo se organice sin desconocer los fines individua
les. El Derecho debe garantir al mismo tiempo las condiciones de la individua
ción y la organización social, pues los dos fines son esenciales e indisolubles1".
Del examen del Derecho Positivo nacional vigente, resulta que en él se han
coordinado las exigencias de la individualización, con las requeridas por la vida
en sociedad. Se ha tratado de coordinar el máximo de libertad de los individuos,
dentro de un marco de solidaridad social.
Concretando, trayendo todas estas consideraciones generales al campo del
Derecho Comercial, nos debemos manejar con los mismos principios. El Dere
cho Comercial tiene como centro al hombre, sin perjuicio de incorporar resortes
de tutela a intereses sociales.
El Derecho Comercial regula una actividad de contenido eminentemente so
cial, regula una actividad que se realiza necesariamente en el medio social. Por
ello, hoy, siguiendo la tendencia general antes apuntada, se reglamenta la acti
vidad comercial asegurando un marco para el desarrollo individual y, a la vez,
tutelando los intereses sociales.
Además, el comercio cumple una función fundamental en la economía, de
ninguna manera desdeñable, ya que la economía es esencial para la subsisten
cia del hombre. Precisamente se llama economía a las actividades que tienden a
la satisfacción de las necesidades humanas. En razón de la función social que
cumple el comerciante, su actividad es minuciosamente reglamentada, dejando
muchas veces un marco restringido a la libertad.
'Muchas veces, cuando se maneja el concepto de comercio y de comerciante,
se utilizan juicios de disvalor. Se pone el acento en los fines de lucro que se
siguen en el comercio y se trata al comerciante como un ser eminentemente
egoísta, calculador y frío, preocupado de su ventaja y prosperidad personal.
1,e Dice Vanni que ios fines de la sociedad, aunque se distinguen, de los fines individuales, sin
embargo, deben tener alguna relación con los individuos. Una prosperidad social que no tenga
ninguna relación con el bienestar de los individuos implicaría una contradicción, “La com uni
dad es para, el individuo suprema e imprescindible condición de existencia; sin ella y fuera de
ella no es posible conseguir ningún otro fin. Para el individuo mismo es una necesidad que el to
do se organice y que él llegue a ser parte del mismo" (p. 355).
" Vanni, op. cít.. p. 356.
Manual de Derecho Comercias Uruguayo 89
Desde fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, el Estado uruguayo co
menzó a intervenir en la economía al influjo de la tendencia europea de inter
vencionismo o dirigismo o estatización. Se adoptaron, simultáneamente, todas
las variedades de ingerencia estatal antes referidas.
Desde 1.890, se desarrolló una política intervencionista que se caracterizó
por impulsar una legislación laboral y social protectora.
En nuestro país, casi toda la actividad industrial y comercial está sujeta a
autorizaciones gubernamentales previas, a inscripciones en registros públicos,
a contralores permanentes. Incluso el Estado sigue fijando precios para deter
minados bienes y servicios.
Se dictaron normas de tutela al medio ambiente. Se dictaron normas de tu
tela al consumidor, que incluyen normas sobre calidad de la producción, sobre
envases, sobre publicidad engañosa. Con normas diversas se estimula la actua
ción de las pequeñas y medianas empresas como solución alternativa para
crear fuentes de trabajo y producción.
Existen múltiples organismos estatales o para estatales -dependientes de
distintos Ministerios- cuyos cometidos son el control de las actividades econó
micas. En el ámbito del Ministerio de Economía se ha creado una Dirección
General de Comercio, para asesorar al Ministerio de Economía sobre comercio
exterior, zonas francas y defensa al consumidor (Dec. 2/98).
a. L as em presas p ú b lic a s
C. Tendencias neoliberales
S ección T ercera
T e n d e n c ia s A c t u a l e s e n l a N e g o c ia c ió n M e r c a n t il
Hemos.de enunciar a continuación los rasgos del comercio actual que se re
flejan en el Derecho Comercial vigente.
I. C oncentraciones de em presas
Las koldings son sociedades que tienen por objeto adquirir acciones o valores de otras socieda
des, que pasan a constituir su patrimonio, a los efectos de controlar a las sociedades en que in
vierten (MílXER ArtüLa, Sociedad anónim a fin an ciera d e inversión, in: Actualidades del
Derecho Comercial Uruguayo, p. 151}.
141 ROITMAN, op, cit..
96 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
En nuestro país, las sociedades de inversión tienen un régimen legal que da
ta de 1.948 (Ley 11.073).
Luego, la Ley 16.060 ha regulado, junto a las sociedades comerciales tradi
cionales, las concentraciones societarias y las figuras del consorcio y del grupo
de interés económico.
A. Empresas transiiacionales
«-'phe present,”exciaimed Ure in 1.835, “is distinguished. [rom cvery precedíng age by an univer
sal ardour of enterprise i» arts and manufactures, National, convineed at length that war is al-
ways a lasing gante, have converted their swords and muskets into factory implemcnts, and now
conte nd with each other in the bloodless but still formidable si rife of trade. Thcy no longer send
troops to fight o?i distant fields, but fabrics to drice befare them thosc of their oíd adversarles in
arme, to take possession o f a foreign market. To impciir the resan cees o f a rival at home, by ten
dersed ing his toares abroad, is the ncw bclligcrent System, in pursuance of tvhich every neme
and sinew of the people are put upon the strain” (Mü MFORD, Technics a n d Civilization, p.
190).
“De este lado del Atlántico, si los Estados Unidos ya estabilizados avanzaban sobre sus fronte
ras, Hispanoamérica vivía en cambio ensimismada en su posguerra, en medio de más violencia,
militarización, descaecimiento administrativo y fragmentación política. Una larga espera, al de
cir del historiador argentino Tulio Halperin Donghi, mientras la ruta de Liverpool reemplazaba
a la de Cádiz, Entretanto, se destruyó la estructura mercantil disponible y se fueron montando
nuevos merendós comerciales, financieros y hasta culturales” íCASTAÑO & Ril La, H isto ria
Contem poránea del U ruguay, p. 41).
“A segunda fase do cstagio clássico (1700-1870) carácteríza-se pela predominancia da exportan
do de mercaderías sobre aguda de capifais. Esta fase é fundamental para ampliar a esfera das
trocas. Obsérvese, contado, que a exportando de merendonas por si so nao transfere as relaqoes
de producán capitalistas do centro hegemímico para as colonias: há apenas urna internacionali
zando do mercadoA- Cf. Ma CADAR & BELLO, A integrando latinoam ericana na dinám ica
das relagoe.s intem acionais, Análise, Revista da Facuidade de Ciencias Políticas e
Económicas da Pontificia U niversidade Católica do Rio G rande do S u! v. 1, n. 4, p,
342. - •
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 97
cieron en Panamá hacia la mitad del siglo XIX y la primera línea de tranvías
fue inaugurada en 1.868 en la Ciudad de Recife por una sociedad constituida en
el Reino Unido.
Comenta RODRÍGUEZ VíLLAMi.L que hay autores que ubican la aparición de la empresa transna
cional recién a fines dei siglo XIX, señalando una etapa de un cierto repliegue entre las dos
guerras mundiales y la gran depresión de los años 30 (RODRÍGUEZ VtLLAMlL, E m presas Mul
tinacionales y Desarrollo Económico, p. 3),
t;" Melgar, op. cit.. p. 18.
111 OPERTTI Ba DÁN, La em presa m ultinacional. Ciclo de Conferencias sobre la Empresa, p. 65.
Meí/íAR, C aracterísticas y P erspectivas de la inversión e x tra n je ra en A m érica Latina
- El caso uruguayo, Cuadernos del Centro Latinoamericano de Economía Humana, p. 27.
MELGAR, C aracterísticas y Perspectivas d e la inversión e xtranjera en América L atina
- El caso uruguayo. Cuadernos del Centro Latinoamericano de Economía Humana
(C.L.A.E.H.), p. 18/28.
IJÍ MagaLHÁES, Empresa m ultinacional: de.scriqao analítica de um fenómeno contem
poráneo, Revista de D ireito M ercantil In d u strial, Económico e Financeiro, n. H , p. 65.
98 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E, López Rodríguez
“Cuando el fía neo de landres y América del Sud en 1876 litiga con el Gobierno de Santa Fe de
la República Argentina porque le ordena que convierta en oro el papel moneda emitido, dicho
Banco no se muestra como una empresa argentina; es una empresa británica que invoca su ori
gen extranjero, y en función del mismo pretende, incluso, la protección diplomática del Reino
Unido” Ope a r a Badák, op. cit., p. 62.
En su lugar, la transnacional creó circuitos internos y paraísos fiscales en donde circularon
bienes, capitales, servicios, tecnologías y “royalties", eludiendo la influencia de los aparatos fis
cales territoriales (Cf. OPERTTI BADÁN, op. cit., p. 6 6 ).
M elgar , op. c it, p. 19.
Melgar, íd., p. 19)20.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 99
E sta tendencia se confirmaría más tarde. En 1950 el último grupo superaba el 64 % del volu
men total de las inversiones directas, mientras que el primer grupo solo alcanzaba al 28,2 % del
total (Melgar, íd., p. 2 0 ).
¡mi “Uruguay nunca ha poseído las condicionantes que impulsaban el flujo inversor en otros países;
ni recursos naturales en extensión importante o estratégicos ni un mercado interno significativo.
Cuando la carne o la lana tuvieron momento de auge, dichos sectores se extranjerizaron, pero en
muchos casos, especialmente en la carne, la inversión se produjo a través de capitales de paso,
con características de fácil liquidación, y del fuianciamiento del capital de giro.’' (MELGAR, íd.,
p. 28).
ÍIH OPERTTI Badán, op. eit, p. 65/66.
Recuérdese que la economía norteamericana no sufrió el deterioro que la guerra provocó en las
estructuras industríales v comerciales de los Estados europeos (OPERTTI Badán, op. cit-, p.
64/65).
100 Nuri E'.. Rodríguez Olivera - Carlos. E. López Rodríguez
b. Definiciones
Cakreau, F leuky & Thiebaut, D roit In tern atio n al Eeonom ique, p. 72.
MAGAUíÁES, op. cit, p. 15.
BAPTISTA, op. cit., p. 17/18.
Baptista, id. ibid..
Dicho de otra forma, so centro de decisión se encuentra ubicado en un lugar diferente de aquel
en el cual desempeña su actividad (Opertti Badán, op. cit., p. 61).
102 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
c. Situ ación a c tu a l
Hoy, las empresas transnacionales evolucionan en sentidos aparentemente
contradictorios. Por un lado, aumentan de tamaño mediante uniones entre sí
que les permiten mejorar las condiciones en que actúan internacionalmente,
sobre la base de que el mundo consiste en un mercado único. El cambio en el
tamaño de las empresas transnacionales, así como la variedad de rubros que
logran abarcar, ha dado lugar a la aparición de la llamada “Nueva Teoría del
Comercio1’. Este nuevo desarrollo teórico cuestiona los supuestos de competen
cia perfecta y de líbre acceso al mercado, que estaría controlado por pocas em
presas. Cada una de estas empresas sería lo suficientemente grande como para
que sus decisiones de precio y producción afectasen a sus competidores. Ejem
plos de este tipo de uniones han sido la reciente fusión de Capital Cities - ABC
con la compañía Walt Disney o la adquisición de la CBS por Westinghouse
Electric"11.
Por otro lado, el crecimiento desmesurado de algunas empresas transnacio
nales ha redundado en el desarrollo de estructuras y comportamientos burocrá
ticos que determinan un cierto grado de ineficiencia. Se ha puesto de manifiesto
que, más allá de cierto límite, la rentabilidad derivada del aumento en el volu
men de producción tropieza con la ley de rendimientos decrecientes. La carrera
por aumentar las economías de escala parecería haber terminado en las econo
mías desarrolladas213. No obstante, como advierte XAVIER D e MELLO, estas con
sideraciones no reflejan la problemática de los países en vías de desarrollo, en *
Los autores prefieren referirse a ella genéricamente como “una entidad operacional global" o
como “organizaciones económicas privadas''.
m BADO, Guerra & Vargas, Disney y Oligopolios, Búsqueda.
*u Xavier De MELLO refiere que John Kenneth Gaíbraith, en su libro “El Nuevo Estado Indus
trial" alababa a las grandes corporaciones norteamericanas por haber alcanzado "casi la perfec
ción'’. Sin embargo, veinticinco años después, en una de las portadas del Business Week de 1992
se leía “Jonson & Jonson, una gran empresa que funciona" (Xavier De MELLO, C oncentración
económ ica e m p resarial y societaria, Cuaderno de Negocios Internacionales e Integración, p.
24).
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 103
B. Empresas m ultinacionales
a. La sociedad europea
F immanó, Soeietá Europea: ultim o atto, Rivista delle Societá, año 39, fascículo 5-6, p. 994
Alegría. Reconocimiento, libertad de establecimiento, sociedades y Mcreosur, Revista de De
recho P rivado y Com unitario, p. 435.
""" LEPERA, op. cit., p. 264.
opertti Badán, op. cit., p. 78.
F immanó. op. cit, p. 994.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 105
Entre los países que integran el Mercosur se han aprobado dos acuerdos que
establecen, respectivamente, el estatuto de la empresa binacional argentino-
brasileña y el estatuto de la empresa binacional argentino-paraguaya.49
49 Dictado por la Comisión del Acuerdo de Cartagena en el Sexto Período de Sesiones Extraordi
narias, realizado del 9 al 18 de diciembre de 1.991, en la Ciudad de Lima. Ver ALEGRÍA, op. cit.,
p. 436.
“*■ Alegría, op. cit., p. 437.
™ Ver Alegría, op, cit., p, 437.
™ Alegría, íd. p. 438.
™ Opektti Badán, op. cít., p. 76 y Le P era, op, cit., p. 265.
33,1 O rertti Badán, íd., p. 78.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 107
iV> Ratificado por Brasil por Ley 23.935/91, del 10 de mayo de 1.991.
“* Alegría, íd,, p. 440,
,£t1 Alegría, íd, ibíd.
108 Nuri E. Rodríguez Oiivera - Carlos E. López Rodríguez
A Corporaciones nacionales
En nuestro medio, la Cámara de Comercio, la Cámara de Industria, la Aso
ciación de Bancos y la Cámara de Entidades Financieras, son entidades que,
Sobre este tema nos permitimos citar expresiones de DUARTE PARDO: “Los grupos de interés
aumentan en razón directa a la complejidad de las estructuras socioeconómicas en pierio proceso
de expansión, que complica sobremanera la realidad en que. vivimos. Cada uno de ellos tiende a
defender y a hacer valer sus pretcnsiones, movilizando sus fuerzas en tal sentido. De ahí que
mucha gente identifique sin más a los grupos de. interés con los grupos de presión, ya que de
hecho o potencia¡mente cada grupo de interés se convierte o puede convertirse en grupo de pre
sión con sólo modificar su tipo de actividad para centrarla en objetivos políticos. En realidad, lo
que identifica y cualifica al grupo de presión es el tipo de interés que asume cariz político aun
que no actúe específicamente en dicho campo. Actúa por otras vías, subterráneas. Mueve hilos
invisibles pero poderosos; esquiva a designio las responsabilidades atinentes a las organizacio
nes políticas. Todo grupo de presión lo es también de inferas, y éste puede transformarse en gru
po de presión con sólo dar un golpe de timón y tomar rumbo hacia los mecanismos de poder.
Ornóos grupos se hallan, pues, en la relación de género y especie. La conducción política asume
en nuestros dias notoria importancia para todos los sectores de población, sea cual fuere su índi
ce social, económico cultural. Ya no es la política una cíudadela más o menos hermética en don
de los políticos de profesión regían a su guisa los destinos de ¡os pueblos y en que tos grupos so
ciales se mantenían en un status de cuasi prescindencia de los negocios del Estado, salvo en lo
que directamente les concernía. Los centros de poder van en aumento conforme los grupos de
presión acrecientan sus fuerzas y manejan resortes de reconocida eficacia para forzar decisiones
gubernamentales... surge con meridiana claridad el hecho de que grupo de presión y partido po
lítica presentan rasgos comunes y a la vez notas diferenciales que descartan su posible confusión.
Se acercan en cuanto ambas entidades ítenen interés ¿/recio en el maneja de. los «egoeios del Es
tado; el grupo de presión pretende influir, determinar, manejar dichos negocios, en tanto y en
cuanto ellos sean susceptibles de favorecer sus intereses grupales, por encima de cualquier otra
consideración, quedando fuera de la intención de tales grupos otros intereses de carácter general.
No pretende, pues, capturar el poder sino servirse de él desde una posición excéntrica, marginal,
desde su emplazamiento extrapolítico.. (Duarte Pardo, Revista Interam erieana de Socio
logía, p. 165 y ss.).
110 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
entre otras, agrupan.a los titulares de las empresas de los giros respectivos.
Defienden sus intereses comunes, propician leyes y decretos o resoluciones para
el mejor funcionamiento de sus sectores, etcétera. Otras asociaciones profesio
nales como los Colegios de Profesionales Universitarios, también, influyen en la
formación del Derecho Comercial, cuando son consultados o emiten opinión en
esa materia.
En el ámbito de la Asociación Nacional de Rematadores, funciona la Comi
sión Administradora del Registro Nacional de Rematadores, quien lleva la ma
trícula de rematadores por disposición de la Ley 16.736, artículo 433. De esta
manera advertimos cómo por Ley se le dan atribuciones a una asociación profe
sional privada.
La lig a de Defensa Comercial es también una entidad gremial. Ha sido re
conocida en textos legales. El artículo 107 de la Ley 16.002 obliga a los orga
nismos estatales a proporcionarles la información necesaria, para que cumpla
con sus cometidos de defensa del crédito, del consumo, de la lealtad y corrección
comercial, salvo la que tenga carácter secreto.
La Ley 17.292, en su artículo 15, modifica el artículo 469.2 del Código Gene
ral deí Proceso, que establece la lista de síndicos, para su designación en los
procesos concúrsales, disponiendo que podría integrarse por representantes de
instituciones gremiales con personería jurídica. En el artículo 16 de esta Ley, se
establece la posibilidad de que en los procesos concúrsales civiles, concordatos
preventivos o moratoria, se cree una comisión de acreedores integrada por al
guno de los acreedores concúrsales o entidades gremiales representativas de
acreedores.
I. R egistros
les, como los contratos de sociedad, los poderes a los factores, etcétera. Por leyes
separadas se agregó la obligación de inscribir las promesas de enajenación de
casa de comercio y las ventas definitivas. La Ley 16.060 dispone la inscripción
de los contratos de sociedad y de los contratos de formación de consorcios y de
Grupos de Interés Económico. La Ley 16.871 reorganiza el Registro Nacional de
Comercio y formula una nueva enumeración de los actos inscribibles. Existen
otros registros, como el Registro de la Propiedad Industrial, el Registro de Bu
ques,', el Registro de Aeronaves.
vos moldes ante la insuficiencia de los contratos tipificados en los códigos. Han
aparecido contratos y negocios jurídicos novedosos que escapan a los esquemas
de las codificaciones clásicas y que se suelen llamar contratos de empresa (de
nominación defectuosa, en nuestro concepto). A vía de ejemplo, señalamos el
leasing - regulado por ley, con el nombre de crédito de uso, el factoring o facto
raje, la concesión, el franchising, etcétera.
El desarrollo del comercio internacional ha determinado el nacimiento de
negocios nuevos. Así, por ejemplo, para asegurar al vendedor de un país que
cobrará el precio de la mercadería vendida a un comprador en el extranjero,
aparecen en este siglo mecánicas novedosas.
A. Crédito documentarlo
Una es el crédito docuraentario, que implica la intervención de un baneo del
país del comprador. El banco se compromete frente al vendedor, directamente,
a pagar el precio, una vez recibida la documentación que acredite la venta, el
embarque de las mercaderías o bienes y demás requerida, según el caso.
Los bancos de los diversos países ajustan los créditos documéntanos a las
condiciones generales contenidas en las Reglas y Usos Uniformes de Viena
(1.933) modificadas cada tanto por las reuniones de la Cámara de Comercio
Internacional. La versión más reciente entró en vigor el Io de enero de 1.994. Se
la conoce como UCP 500, que significa Uniform Customs and Practice for Do-
cunientary Credits241•
B. Seguro de crédito
Hay otra norma que también tiene este carácter: el artículo 53 de la Ley
16.060 que, en materia de sociedades, regula la figura que tradicionalmente
llamamos del socio aparente. Establece que la persona que presta su nombre
como socio o tolera o permite que su nombre figure en la denominación de una
sociedad, aunque no sea socio, es responsable por todas las obligaciones de la
sociedad, como si lo fuera.
A El p a p el electrónico
Con las innovaciones modernas, se admite que respecto a ciertos títulos va
lores ya no se emita un papel, sino que su emisión se registre en sistemas au-
118 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carios E. López Rodríguez
fcomatizados de datos, donde se anotan los titulares de cada título y sus transfe
rencias. En el mundo de. los negocios se maneja la expresión “papel electrónico”.
En tales casos, en que no se emite un papel, ya no estamos ante títulos valores
- tal como se disciplina por nuestro Derecho.
La Lettre de Change Relevé -utilizada en Francia- es un tipo particular de
letras cuya transmisión y presentación para el pago entre bancos no se efectúa
por el envío de los títulos o con la presentación material de éstos sino mediante
el intercambio de datos de las computadoras. En España, no se emiten títulos
representativos de las acciones de las sociedades anónimas. Simplemente, se
registran en sistemas de automatización, los datos de quienes adquieren accio
nes y de las transmisiones que se efectúan.
Sobre, este tema: nos extendemos en la última edición de nuestro libro sobre títulos valores.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 119
Capítulo Tercero
FUENTES DEL DERECHO COMERCIAL Y RELACIÓN
CON OTRAS NORMATIVAS
S ec c ió n P rim era
F uentes del D erecho Comercial
Nos hemos de referir a las fuentes formales del Derecho Comercial248. Consi
deramos como fuentes formales a la forma que necesariamente deben adoptar
ciertos preceptos ,de conducta para imponerse coercitivamente248. Según
HÜBNER, son las formas o cauces en que el Derecho positivo está contenido y se
manifiesta en la vida social"’0.
Haciendo aplicación del artículo 9 del Código Civil, diremos que, en nuestro
país, la única fuente de Derecho es la Ley. La costumbre sólo lo es cuando la
Ley se remite a ella. La Ley mercantil se remite con mayor frecuencia a la cos
tumbre que la Ley Civil.
I. C onstitución
No hemos de considerar las fuentes materiales, esto es, el conjunto de elementos que inspira la
creación de un Derecho positivo: como las legislaciones extranjeras y las opiniones doctrinarias.
” Mezzera ÁlvaREZ, Curso de Derecho Comercial, 1.1, p, 47.
™ HÜBNER apud APARICIO, Fuentes dei Derecho, p. 12.
*’ Rippe , Bugallo, LongONE & MlLLEr, Instituciones de Derecho Comercial Uruguayo, p.
9/10.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 121
El artículo 37 consagra la libertad de las personas para entrar y salir del pa
ís con sus bienes, así como de permanecer en él.
c. Libertad de asociación
2. Derecho de propiedad
3. T utela contra la u su ra
1. Comercio ex terior
Artículo 50:
“El Estado orientará el comercio exterior de la República prote
giendo las actividades productivas cuyo destino sea la exporta
ción o que reemplacen bienes de importación. La Ley promoverá
las inversiones destinadas a este fin y encauzará preferentemente
con este destino el ahorro público.
Toda organización comercial o industrial trustificada estará ba
jo el contralor del Estado.
Asimismo, el Estado impulsará políticas de descentralización, de
modo de promover el desarrollo regional y el bienestar gene
ral”™.
2. Servicios públicos
Artículo 51:
“El Estado o los Gobiernos Departamentales, en su caso, condi
cionarán a su homologación, el establecimiento y la vigencia de
las tarifas de servicios públicos a cargo de empresas concesiona
rias.*
** redacción, de este artículo fue dada por la Reforma Constitucional, aprobada por plebiscito
de fecha 8 de diciembre de 1.996.
Martuai de Derecho Comercial Uruguayo 123
La equidad surge como fuente formal del Derecho de los artículos 25, 199 y
477 del Código General del Proceso. El artículo 25 establece que la equidad es
fuente del Derecho cuando la Ley lo establezca o cuando las partes así lo acuer
den, tratándose de derechos disponibles. Ello se reitera en él artículo 199. Tra
tándose de arbitraje, la norma se invierte. Si no se estableciere otra cosa en el
compromiso, los árbitros fallarán el caso por equidad (art. 477)2Í5.
Al lado de la Ley, existen otras fuentes de normas: los decretos y las resolu
ciones dictadas por el Poder Ejecutivo. Los decretos y resoluciones son actos de
carácter administrativo, por los cuales se reglamenta la aplicación de las leyes.
Desde luego que son múltiples los decretos que recaen sobre la materia comer
cial.
Al lado de los decretos dictados por el Poder Ejecutivo, nos encontramos,
también, con normas emanadas de otros organismos públicos que también tie
nen obligatoriedad. El artículo 1 del Decreto Ley 15.322 dispone expresamente
la sujeción de las entidades financieras a las normas que dicte el Banco Cen
tral, jerarquizando, de este modo, esa normativa. De igual modo, la Ley 16.426
sobre seguros. Son múltiples las circulares y resoluciones dictadas por el Banco
Central del Uruguay para el funcionamiento de los Bancos y demás institucio
nes financieras, así como para regular la actividad aseguradora.
A. Costumbres y usos
En otros países, la costumbre sigue siendo fuente de Derecho. Así por ejemplo, el artículo 2 del
Código de Comercio español, establece que los actos de comercio se rigen por las disposiciones
del Código; en su defecto, por los usos del comercio observadas generalmente en cada plaza y a
falta de ambas reglas, por las del Derecho común.
126 Nuri E. Rodríguez Oiivera - Carlos E. López Rodríguez
tir costumbre sin que haya precedido un uso. La costumbre deriva del uso y se
caracteri2a por la convicción de su obligatoriedad.
La doctrina distingue entre: usos jurídicos, que son los que nacen a la vida
mercantil en ocasión de la realización de actos jurídicos como, por ejemplo, la
inclusión de ciertas previsiones en los contratos; usos de hecho o usos técnicos,
que son aquellos que se presentan comúnmente en la vida mercantil, como por
ejemplo el embalaje o estiba de mercaderías para su transporte.
En nuestro Derecho {art. 9, inc. 2), los usos y costumbres cumplen varias
funciones.
X. Constituyen una fuente integradora del Derecho, cuando hay una remi
sión expresa del legislador (art. 9 C.C.) y sirven también para integrar o inter
pretar los contratos celebrados.
Los usos y costumbres son considerados como fuente de integración indire
cta, porque sólo puede recurrirse a ellas cuando expresamente una norma legal
efectúe la remisión correspondiente. Cuando cumple una función integradora
de Derecho, es fuente de Derecho pues la costumbre da la norma aplicable al
caso. Encontramos ejemplos de remisión a la costumbre en los artículos 379,
521,1.225,1.375, 1.439 y 1.444, inc. 1, del Código de Comercio.
Fontanarrosa explica que en todos los casos en que la Ley remite a la cos
tumbre, se crea una norma jurídica en blanco, una norma cuyo contenido es
indeterminado y cuya determinación se confía a tales costumbres. De ello ex
trae dos consecuencias: el uso mercantil forma el contenido de .una norma de
Derecho Comercial y debe ser aplicado con preferencia al Código Civil; el uso
mercantil que forma el contenido de un precepto legislativo adquiere su fuerza
obligatoria de la disposición legal. Agrega este autor: “el uso normativo no nece
sita ser probado ante el Juez, pues éste tiene la obligación de conocer el derecho
objetivó”.
2. La costumbre puede cumplir la función de integración de los contratos.
Un ejemplo, se encuentra en el artículo 379 Código de Comercio que dispone:
“Todo comisionista tiene derecho a exigir del comitente una comisión por su
trabajo, la cual no habiendo sido expresamente pactada será determinada por el
uso comercial del lugar donde se hubiese ejecutado la comisión”.
3. La costumbre sirve para la interpretación de los contratos.
Cuando sirve para interpretar un contrato, no es fuente de Derecho, porque
sólo sirve para explicar los términos de un contrato o la voluntad de las partes.
Manuai de Derecho Comercial Uruguayo 127
Sirve para esclarecer los convenios celebrados. Cuando cumple esta función, la
doctrina habla de uso convencional por oposición a uso normativo.
El Código de Comercio dispone de tres normas que se refieren a los usos y a
la costumbre como fuente de interpretación de los contratos: artículo 295, artí*
culo 296 inciso 6, y artículo 298 del Código de Comercio. El artículo 295 del
Código de Comercio establece: “Las palabras de los contratos y convenciones
deben entenderse en el sentido que les da el uso general, aunque el obligado pre
tenda que las ha entendido de otro modo”. Asimismo, el artículo 296 estipula:
“Siendo necesario interpretar las cláusulas de un contrato, servirán para la
interpretación las bases siguientes:... 6oEl uso y práctica generalmente observa
da en el comercio, de igual naturaleza, y especialmente la costumbre del lugar
donde debe ejecutarse el contrato, prevalecerá sobre cualquier inteligencia en
contrario, que se pretenda dar a las palabras
El artículo 298 del Código de Comercio dispone: “Cuando en el contrato se
hubiese usado para designar la moneda, el peso o la medida, de términos gené
ricos que puedan aplicarse a valores o cantidades diferentes, se entenderá hecha
la obligación en aquella especie de moneda, peso o medida que esté en uso en los
contratos de igual naturaleza7
H. Fuentes de integración
Cuando falta una norma comercial expresa, por aplicación del artículo 6 del
Código Civil, se debe acudir a las leyes análogas y, si aún hay duda, a los prin
cipios generales del Derecho y a las doctrinas más recibidas.
Sección S egunda
R elación del D erecho Comercial con otras R amas del D erecho
A pesar del entusiasmo codificador con que terminó el siglo XIX y comenzó el siglo XX, la noción
de sistema fue objeto de permanentes cuestionamientos de carácter epistemológico, tanto en el
ámbito de la Teoría del Derecho como en el de la Teoría de la Ciencia y del Conocimiento en ge
neral. Al final del siglo XIX, con la invención de la geometrías no euclidianas, se transformó el
concepto de la teoría axiomática. Se comprendió que un sistema dado de símbolos y sentencias
puede admitir más de una interpretación. De este modo, se podría usar un único lenguaje para
hacer referencia a dominios variados. Las definiciones iniciales no serían apenas innecesarias
sino, en cierto sentido, inadecuadas. También, el método deductivo-formal se reveló como una
base no enteramente satisfactoria para todas las teorías de la Matemática. En ese sentido,
GODEL, en 1.931, demostró que innumerables teorías eran incompletas (HENK3N, Com pletude,
in: FUasofia da Ciencia, p. 69.).
Desde el ámbito de la Teoría del Conocimiento en general, el pragmatismo, por ejemplo, niega
la idea de unidad. Decía JAMES, en 1.907: “El pragmatismo, haciendo depender la determina
ción empírica final de los que pueda ser el equilibrio de la unión y de la desunión entre las cosas,
tiene que colocarse, del lado pluralista. Admite que se pueda llegar, algún día, en que /msía la
unión total, con un conocedor, un origen y un universo consolidada de todas las formas concebi
bles, sea la más aceptable de las hipótesis. Mientras tanto, la hipótesis opuesta, de un mundo to
davía imperfectamente unificado y tal vez destinado a persistir asi, indefinidamente, debe ser
sustentada sinceramente..." (JAMES, Pragm atism o; u n nom bre nuevo p a ra algunos viejos
ino<j<>s de pensar).
El filósofo y jurista uruguayo VazEeTIREIRA, en 1.910, consideraba la propia noción de sistema,
confío una especie de vicio intelectual: "... el espíritu humano todo lo completa, todo lo simetriza,
es como esos caleidoscopios de los niños, en que cada piedrita de colores se multiplica varias ve
ces, por todos los lados, simétricamente, y donde es imposible, por mas que se agite la arena, ob
tener una figura asimétrica o incompleta...*. Advierte, asimismo, los peligros del “paralogismo
de falsa sistematización”, aconsejando restringir el pensamiento sistemático a “... allí donde:
primero, se sabe todo lo de hecho y lo de.principio; esto es: cuando se poseen bien todos los datos
de la cuestión, todos los principios que deben ser aplicados; y segundo: cuando, todo esto se pue■
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 129
de combinar, integrar - diremos - en el sistema.,.*. VAZ FERREIRA cita como ejemplos las mate
máticas e la mecánica (Vaz FereeIRA, Lógica Viva, p. 114). Este tipo de consideración se sigue
repitiendo todavía hoy. Por ejemplo, SEVE, en su introducción al v. XXXI, de los Archives de
P hilosophie du D roit, p.6: “On ne s'élonnera pas de voir la notion de systéme appUquce au
droit puisque Vesprit ne peut comprendes un objet complexc que sous ¡a catégoríe de la systéma-
ticité..”.
En el ámbito de la Teoría del Derecho surgieron varias escuelas que refutaron las pretensiones
de plenitud y de unidad del sistema jurídico que se. mantenían desde el siglo XVI. En lo funda
mental, fueron rebatidas sus tres propiedades básicas: plenitud, coherencia e independencia. A
su vez, el Derecho no soportó la presión de los diversos factores políticos, económicos y sociales,
que acompañó la primera mitad del siglo XX. En consecuencia, el sistema de Derech Privado
consagrado en el Código Civil se desintegró rápidamente, dando lugar a la formación de una
pluralidad de sistemas (LÓPEZ RODRÍGUEZ, A noquo de sistem a no D ireito Privado: unida-
de o u pluralidadc. Revista da Faculdade de Direito da Universidade Federal do Rio Grande
do Sul, v, 9, n. 1, p. 201-221).
™ En América Latina, durante el siglo XIX, la configuración del Derecho Privado como sistema
único, tuvo como modelo el Código Civil francés. De Los MOZOS denomina este fenómeno de
“codificación afrancesada*. Estas codificaciones se caracterizaban por haber asimilado el Código
napoleónico com escasas modificaciones. Se encuentran entre ellas, el Código Civil de Haití
(1.835), de Bolívja 0834-1.815), de Peni (1.851), de República Dominicana (1,864), de Uruguay
(1.868), de Venezuela (1.873), de Guatemala (1.877), de El Salvador (1.800), de Honduras (1,887) e
de Costa Rica (1.887). A esta época pertenció, también el Código Civil chileno (1.857), el Código
Civil argentino (1.869) e y el Esboyo de Teixeira de Freitas 0.860-1.865). En estos, la influencia
del modelo francés no se limitó a una mera asimilación pasiva puesto que sus autores crearon
obras dotadas de originalidad (De Los Mozos, D erecho Civil: Método, Sistem as y C ategorí
as Ju ríd ica s, p. 136/13 7;V a l LADÁO, O Código Civil B rasileiro e sua reform a. E stru tu ra e
Sistem ática. Códigos M ultiplicados, Especiáis e Autónom os, Revista do Curso Direito
Universidade Federal de Uberlándia, v. 7, n. 1, p. 19/20).
1"J Veinte años antes de la aprobación del Código Civil chileno, BELLO justificaba de la siguiente
forma la necesiciade de codificar el Derecho Privado; "Pocas necesitarán que se les demuestre la
necesidad de codificar nuestras leyes ... Sin aquel paso preliminar, ni es posible que las leyes
sean tan generalmente conocidos, como deben serlo para que diríjan eficazmente la conducta de
los hombres, ni pueden dejar de ron vertirse frecuentemente en medios de opresión contra los dé
biles, y en lazos y trampas, que la codicia y el fraude arman a los incautos. Sin aquel paso pre
vio, el laberinto de una legislación como la nuestra hará siempre ilusorias e insignificante:; las
garantías constitucionales, habrá siempre incertidumbre y vacilación en los jueces, arbitrarie
dad e inconsecuencia en los juicios". El Araucano, in: ARCINIEGAS, P ensam iento Vivo de An
drés Bello.
130 Nuri g. Rodríguez Olivera - Carios E. López Rodríguez
A- A utonom ía científica
H a MEL & LAGARDE explican las razones esenciales que justifican las excep
ciones que el Derecho comercial introduce a las reglas comunes del Derecho
Civil.
La primera de las razones es consecuencia de la necesidad de un refuerzo
del crédito. El crédito es la base misma de la vida de los negocios. El comercian
te no puede prescindir del crédito, tanto del que él necesita, como del que él
confiere.
Para fortalecer el crédito se instituyen normas excepcionales en materia de
contratos y de obligaciones, como las que determinan vencimientos estrictos,
moras automáticas, caducidades. El proceso de quiebra, con su severidad, es un
mecanismo de tutela del crédito.
La otra razón sería la rapidez de las operaciones de comercio. En el mundo
de los negocios, las operaciones deben ser resueltas rápidamente ya que el
tiempo es precioso. De allí, consecuencias en soluciones jurídicas que quizá
puedan parecer contradictorias.
Así, por la necesidad de rapidez, conviene eliminar todos los factores de dis
cusión y vacilación. Ello explica un cierto formalismo en el Derecho Comercial:
ciertos negocios no son válidos si no adoptan formas determinadas (por ej. títu
los valores). En otros casos, el Derecho ha conducido a un sistema de aligera
miento de las pruebas de los contratos; éstos se celebran sin escrito, verbalmen
te, aun cuando se obliga a asentar en los libros tales operaciones266. De este
modo, la rapidez, característica de los negocios comerciales, tanto lleva a solu
ciones de gran formalismo, para evitar discusiones sobre la naturaleza y efectos
de un negocio; como lleva a la libertad total en materia de pruebas267.
De esta exposición de los autores franceses resulta claro que las diferencias
entre los Derechos, que justifican esa separación en ramas separadas, no son de
principios sino de caracteres, de rasgos en la formación de los contratos y de
peculiaridades de las obligaciones comerciales.
En el mismo sentido se pronuncia GARIí IGUÉS:
“Ninguna rama del Derecho puede jactarse de tener independen
cia frente a las demás, y menos que ninguna el Derecho mercan-
til, nacido dentro del Derecho Civil y como una desviación su
ya... Hemos creído siempre que en este punto de las relaciones
del Derecho Civil y el mercantil hay que distinguir una cuestión
de separación y una cuestión de independencia para venir a la
conclusión de que ciertamente el Derecho mercantil debe vivir de
leyes propias, separado del civil, pero con la dependencia que
impone la comunidad de origen y la substancial analogía166...
2, P recisión
",1 Advertimos que en nuestro Código de Comercio existe una disciplina general sobre obligaciones
y contratos, según ya se adelantó, porque a la fecha de su sanción, no existía un Código Civil
que la contuviera. De ahí una duplicidad en el régimen jurídico del Código de Comercio y del
Código Civil, por cuanto para la misma materia existe una doble regulación legal. Pero en lo
demás el Código de Comercio rige negocios distintos a los disciplinados por el Código Civil y ri
ge la actividad de ciertos profesionales del comercio, dotándolos de un estatuto diferenciado.
*■' Se discute a su respecto la autonomía del Derecho aeronáutico, lo cual se analizará en el se
gundo curso.
■:s LANULE, op. cit., p. 264 ss..
136 Nuri E, Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
* Italia
El Código Civil italiano del año 1.941 se divide en libros. El primero, trata
de las personas y de la familia; el segundo, de la sucesión; el tercero, de la
propiedad; el cuarto capítulo regula las obligaciones e incluye a los contratos
civiles y a los comerciales, con una referencia a los títulos de crédito; en el
capítulo quinto, llamado Del Trabajo (Del Lavoro)t contiene un título sobre la
empresa, donde se regula la empresa comercial, la hacienda comercial y la
concurrencia. Además, en ese capítulo se regulan las sociedades, la semplice,
equivalente a nuestra sociedad civil, y la comercial. Quedaron fuera del Códi
go de Comercio italiano, la regulación de la quiebra y de la navegación marí
tima, para los cuales hay códigos especiales y las normas sobre letras de cam
bio y bolsa.
1: * Paraguay
* C riterio objetivo
* C riterio subjetivo
La distinción entre Derecho Civil y Comercial tiene una razón histórica hoy
día insubsistente. La mayoría de la doctrina actual sostiene que el Derecho
Comercial es una categoría histórica. Como dice ASCARELLI: "p o r ta l m o tiv o la
e x is te n c ia de u n D erecho se p a ra d o no tien e ra zó n de se r etern a sin o r e !a tiv a ‘&m.
Surge cuando, por las peculiaridades de la materia regulada, ésta no puede ser
atendida por el Derecho común o cuando existen necesidades de sistematiza
ción especial.
Cuando hicimos la relación histórica sobre el Derecho Comercial lo hemos
podido comprobar. En el Derecho romano lá flexibilidad de su derecho común lo
hacía adaptable a las relaciones comerciales. El Derecho Comercial nace en la
Edad Media por la insuficiencia del Derecho Común vigente, para solucionar
las relaciones comerciales. Se justificaba la separación en la Edad Media cuan
do era un Derecho de clase y, por ello, los autores de esta tendencia sostienen
que querer mantener hoy la separación, es querer mantener un Derecho de
clase, exclusivo para comerciantes.
La existencia de dos Derechos y dos Códigos plantea dificultades de delimi
tación con la incertidumbre consiguiente sobre el Derecho a aplicar. La duali
dad conspira eontra el perfeccionamiento del Derecho Comercial. El Derecho
Comercial se hizo un Derecho práctico, no se perfeccionó desde el punto de vista
científico. Así lo sostiene Vivante.
La expansión del Derecho Comercial que invade zonas reservadas antes al
Derecho Civil, hace innecesaria la división. Los autores que se inclinan por la
unificación sostienen que puede irse a la unidad, sin periuicio de que para cier
tas materias especiales se dicten normas especiales.
Hay sectores de actividad que se diferencian unos de otros y deben estar su
jetos a reglamentaciones especiales. La actividad comercial es netamente dis-
ASCAIíüíXI, Op. cit.
142 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos É. López Rodríguez
mercantil). El Derecho Comercial debe tutelar la seguridad del tráfico, la celeridad..de la circu
lación, el crédito, el derecho de los consumidores, la. subsistencia de la empresa. Se hán incorpo
rado figuras y contratos tales corno los de transferencia de tecnología, suministro, léasíng, con
tratos boticarios, etc., todos los cuales giran alrededor de la empresa como ejé de la'vida econó
mica moderna■El principio de que la oferta, no es vinculante y que debe ser a persona determi
nada, etc., no puede tener aplicación en materia mercantil. La acüuidad del comerciante impli
ca, en cierta medida, un servicio de interés público; y, por tanto, no puede negarse porque sí a
vender o prestar los servicios que ofrece públicamente (y no a persona determinada)" (FARIÑA,
R e v ista de D erecho Com ercial, año 12, n. 67 a 72).
■*' PÉREZ Fontana, op. cit., p. 230. GaRRIGUES opina en forma similar en trabajo publicado en
Revista..., p. 697: “Ett el Derecho mercantil futuro sigo viendo hoy confirmada la idea de una re
ducción de este derecho a las instituciones que fueron siempre y seguirán siendo mercantiles,
aunque no reciban este calificativo porque se trata de una exportación invisible hacía el derecho
común de los que tradicionalmente fueron contratos mercantiles. Y mientras las instituciones
mercantiles (bolsas, mercados, sociedades mercantiles, bancos, estatuto del empresario) se man
tendrán siempre formando el fondo inalienable del derecho y constituirán un Derecho residual
que sobrevivirá en la unificación de las obligaciones civiles con los mercantiles; el derecho con
tractual quedará unificado en uil código único de las obligaciones, en cuyos márgenes acampa
rán las figuras atípicas que oscilan entre el libre consentimiento del contrato clásico y las nuevas
figuras atípicas que incluyen los llamados “contratos forzosos"y las puras relaciones contractua
les fácticas nacidas de una conducta social que produce las mismas consecuencias que sí hubie
ra mediado un contrato”.
144 Nuri E Rodríguez Olivera - Carlos E, López Rodríguez
“Pero lo peor del caso es que esas leyes especiales si bien contri
buyen decisivamente en la 'permanencia' del Código caduco, in
troducen progresivamente la anarquía en la metódica codifica
ción, cuyos principios fundamentales viola con sus múltiples es
tilos, fruto del jurista o legislador que las elaboró; por eso, al
remedio de Aspirina que es la Ley especial se debe preferir una
prudente periódica reforma total que actualice el Código respe
tando su orientación inicial y estructural que es valioso instru
mento telúrico. De no cuidarse ese aspecto de diversidad de estilo
que introducen las leyes especiales, la materia resultará un cali-
f doscopio jurídico’*®6.
íf N u estra posición
El Derecho Comercial, como Derecho que regula las relaciones privadas en
tre particulares, forma parte del Derecho Privado. En los países en que existe
autonomía legislativa, en que existe un Código de Comercio frente a un Código
Civil, se plantea el problema de las relaciones entre el Derecho Civil y el Dere
cho Comercial, esto es, con otros términos el problema de la especialidad o de la
excepción alid ad del Derecho Comercial. Como hicimos al tratar el tema de la
autonomía, debemos previamente determinar los conceptos a manejar sobre lo
que es Derecho de excepción y Derecho especial.
146 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
1. E sp ecialid ad
FERRO ASTRAY & Rodríguez O livera, nota a sentencia (caso 9.802;, La Ju s tic ia U ruguaya,
t, 85. Advertimos que en algunos Derechos Positivos se ha consagrado a texto expreso que, en
caso de vacío legal, debe acudirse a leyes análogas, principios generales, doctrina y, en algunos
casos, hasta a la costumbre comercial, antes que a las normas civiles, con los cual se consagra el
carácter especial y no excepcional de esta rama deí Derecho con respecto al Derecho Civil. Pero
no es el caso de nuestro Derecho.
THALLER, T raite d e Droit Cómmercial, § 4.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 147
cho Civil que gobierna las relaciones ordinarias entre los particulares y que
estatuye exclusivamente, sobre las relaciones de. familia, sobre las sucesiones y
donaciones, sobre la condición de la propiedad inmobiliaria; 2o El Derecho Co
mercial, que es especial sea a ciertas categorías de personas, sea a ciertas espe
cies de convenciones. Refiriéndose a las fuentes del Derecho Comercial y al Có
digo Civil agrega: “Su aplicación a las materias comerciales no es más que ¡Sub
sidiaria. Ella se ejerce en defecto del Código de Comercio o de una ley especial.
El Código de Comercio reenvía implícitamente al Código Civil, allí donde se
abstiene de estatuir”12119.
Vivante, en su T ratado d e D erech o M ercantil dice: “Las leyes mercanti
les, a menos que no tengan un específico carácter excepcional (art. 4, disp. pre-
lim.) son capaces de extensión analógica; por consiguiente, antes de recurrir a la
fuente subsidiaria de los usos y del Derecho Civil se deberá agotar la fuente
primordial del Código de Comercio. Si el artículo 1 del Código de Comercio dije
se a falta de una norma expresa se aplica la fuente subsidiaria, esta última, sin
disputa, debería colmar la laguna del Código. Pero el Código dice únicamente
que a falta de leyes mercantiles y de usos se aplica el Derecho Civil, y las leyes
según el artículo 3 de la disposición preliminar se refieren, no sólo a los casos
que caen concretamente dentro de los términos legislativos, sino también a los
que entran en estos por razón de analogía. Si la aplicación análoga no fuese
empleada antes de recurrir a la fuente subsidiaria, se daría preferencia a los
usos y al Código Civil (a este último generalmente) en contra de la disposición
analógica del Código de Comercio, alejando la materia comercial de su discipli
na legislativa más congruente y específica tal cual le es dada por este último
Código. Al no poderse llevar a cabo la aplicación analógica del Código de Co
mercio y de los usos antes de aplicar el Código Civil, faltaría una norma de ley
que permitiere la vuelta a aquél Código y por tanto, donde estuviesen agotadas
las disposiciones expresas del Código de Comercio y de los usos, se iría amparar
definitivamente al Derecho Civil (a falta se aplica el Derecho Civil), el cual ten
dría una interpretación analógica con exclusión del Código de Comercio qué es,
sin embargo la fuente principal en las controversias comerciales”290.
Como otro ejemplo de esta tesis, BOLAFFIO, refiriéndose a la legislación civil
y a la comercial dice: “Las mismas forman en su conjunto, nuestra legislación
privada de las obligaciones; constituyen las dos partes en las cuales se divide
esta legislación. Son legislaciones especiales ambas, porque regulan categorías
distintas y diversas de relaciones privadas, designadas precisamente con la
calificación de materias”. Luego agrega sobre los dos Códigos, Civil y Comer
cial:
“no están el uno frente al otro como la regla frente a la excepción.
Cada uno regula más bien, una categoría particular de relacio-
2. Excepcional i dad
típicos del primer caso son las sociedades y del segundo los seguros y la letra de
cambio. En el primer caso, a falta de una norma mercantil o de una solución
que resulte del contexto de las normas mercantiles, habrá que recurrir a los fun
damentos de las disposiciones análogas que regulan ese mismo contrato o insti
tuto en Derecho Civil. Luego de agotado ese recurso de analogía cabrá remon
tarse a los principios generales y doctrinas más recibidas en materia mercantil.
En el segundo caso la solución no parece que deba ser igual porque, agotada la
Ley mercantil, no puede recurrirse a los fundamentos análogos de ninguna ley
civil - que no existe- y deberá por lo tanto recurrirse enseguida a los principios
generales y doctrinas más recibidas en materia mercantil’aw.
Nosotros hemos pensado que quizás pudiera adoptarse una posición eclécti
ca comóla de MEZZERA ÁLVarEZ. En el Derecho Comercial se encuentran insti
tuciones desconocidas en el campo civil; se regulan actividades no previstas por
ese derecho; en consecuencia, no tiene sentido considerar las normas que las
regulen como excepciones de una regla que no existe299. Damos como ejemplo las
normas jurídicas sobre títulos valores o el Derecho Marítimo. En todas esas
materias el Derecho Comercial reviste el carácter de especial. Existen otras en
que las normas del Derecho Comercial constituyen un apartamiento excepcio
nal de normas del Derecho Civil. Nos referimos al campo de la regulación de las
obligaciones o de los contratos. Sobre todas esas materias encontramos una
regulación completa en el Derecho Civil pero el Código de Comercio las disci
plina, también, incorporando ciertas normas diferentes que se justifican por su
aplicación en el campo de las actividades mercantiles. Muchas de esas normas
del Código de Comercio incluyen remisiones expresas al régimen del Derecho
Común. Entendemos que en este segundo grupo de normas, el Derecho Comer
cial reviste el carácter de excepcional300.
comercial, a lás distintas obligaciones a que está sometida por normas de Dere
cho Público y a los Órganos Estatales de Control de la actividad comercial.
Privado aplicable al tema de que se trate. Ahora sólo realizaremos una reseña
de los más importantes.
Por otra parte, existen organismos internacionales dependientes de las
Naciones Unidas, como el U.N.C.T.A.D., que tiene, entre sus fines, dictar
normas internacionales para el ámbito del comercio internacional. Al res
pecto, sólo nos referiremos a aquellos en los que Uruguay es parte. Haremos
referencia, también, a los procesos de cooperación e integración de los que
Uruguay participa.
El llamado Apéndice del Código Civil, que abarca los artículos 2.393 al
2.404, constituye lá principal norma internacional de fuente interna en el Dere
cho uruguayo. A pesar de formar parte del Código Civil, es, en general, aplica
ble a la materia comercial.
En especial, señalamos que contiene normas de conflicto fundamentales en
cuanto a los bienes y a los actos jurídicos. En cuanto a los primeros, establece
que, cualquiera sea su naturaleza, son exclusivamente regidos por la Ley del
' lugar en que se encuentran, en cuanto a su calidad, posesión, enajenabilidad
absoluta o relativa y a todas las relaciones de derecho de. carácter real de que
son susceptibles (art. 2.398 C.C.). En cuanto a los actos jurídicos, se establece
que se rigen, en cuanto a su existencia, naturaleza, validez y efectos, por la Ley
del lugar de su cumplimiento (art. 2.399 C.C.).
Por su relevancia respecto de los contratos mercantiles, cabe advertir que el
artículo 2.403 prohíbe que las reglas de competencia legislativa y judicial que
se determinan en el apéndice, sean modificadas por la voluntad de las partes.
Manual de Derecho Comercia! Uruguayo 159
2, L ey 16.060
OferTti Badán & FRESNEDO DE AgUíRRE, C o n trato s C om erciales In tern a cio n a le s, p. 19.
■**' Eí orden público interno sería el calificativo aplicable a ciertas normas de Derecho interno, que
no pueden ser derogadas por la voluntad de las partes. Según DOLJNGEK, se correspondería “ao
principio que neutraliza a vontade das partes manifestada contra leis cogentes” (DOLíNGER, Di-
re ito In tern a cio n a l P rivado - P a rte G eral, p. 332). Según Alfonsín, el orden público in
terno aludiría a normas de Derecho privado que no podrían ser derogadas por la voluntad de los
interesados (art. II del C.C. uruguayo). El orden público internacional aludiría, en cambio, a
las normas de Derecho Privado que no pueden ser derogadas por la aplicación de leyes extran
jeras {ALFONSÍN, T eoría del D erecho P riv a d o Internacional, p. 569). Cabe, sin embargó,
recordar que la existencia de un orden público internacional diferente del orden público interno
no ha sido pacíficamente admitida por la doctrina. Esta dicotomía fue controvertida ya por
PíLLET, quien sostenía que sólo había un orden público, aquél que tenía por finalidad proteger
la seguridad y la conservación del Estado. BattífoL, en el mismo sentido, explicaba que eí or
den público era uno solo; a lo sumo cabría distinguir entre la incidencia del orden público en la
esfera del Derecho interno y en la esfera del Derecho Privado. Ver DOLINGSR, id., p. 333.
m' Ei Código Bustamante, sin embargo, manifiesta una noción de orden público internacional
restringida a la salvaguardia de los principios constitucionales', "ios preceptos constitucionales
son de orden público internacional” {art. 4o).
“ D0L1NGER, op. c it, p. 324.
“ ValladáO, D ireito In tern acio n al Privado: em base h istó ric a e c o m p arativ a, positiva e
d o u trin á ria , especialm ente dos E stados am ericanos, V, 1: Introdúcelo e p a rte geral. p.
481.
160 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
acuerdo con un tipo social desconocido por el Derecho del país donde pretende
actuar. El Derecho del país de origen puede reconocer la capacidad ultra vires y
el Derecho del país de acogida no3]0.
La problemática planteada por los casos societarios internacionales es en
frentada por el Derecho Internacional Privado, a través de varios aspectos fun
damentales: el reconocimiento de las sociedades constituidas o con sede en el
extranjero y la regulación de la actuación de estas sociedades en el territorio de
los países que brindan el reconocimiento, y la determinación del Derecho que
debe aplicarse al contrato de sociedad y al funcionamiento interno de la socie
dad.
La norma internacional de fuente interna en materia de sociedades comer
ciales, la encontramos, respecto del Uruguay, en la Sección XVI del Capítulo
Primero de la Ley de Sociedades Comerciales, Grupos de Interés Económico y
Consorcios, número 16.060, del año 1.989, artículos 192 al 198.
En Uruguay, el artículo 31 del Decreto Ley 14.701 dispone que los títulos va
lores creados en el extranjero tendrán la consideración de títulos valores si lle
nan los requisitos mínimos que esta ley establece. Para cheques internaciona
les, la Ley uruguaya dispone que la Ley aplicable al cheque internacional es la
Ley del domicilio del banco girado (Dec. Ley 14.412, art. 20).
Existen dos grupos de tratados que han tenido una importantísima repercu
sión en lo referente a contratos comerciales en especial: los Tratados de Monte
video, y las Convenciones Interamericanas de Derecho Internacional Privado.
a. Tratados de Montevideo
cho Aplicable a los Contratos Internacionales312. Esto es, se autoriza que las
partes contratantes acuerden libremente la Ley aplicable a la totalidad o parte
del contrato (art. 7). El acuerdo debe ser expreso o, excepcionalmeiite, despren
derse en forma inequívoca de la conducta de las partes considerada en su con
junto y de las cláusulas contractuales313. No se exige “razonabilidad” en la elec
ción del derecho aplicable, porque se entendió que no era conveniente darle la
posibilidad al Juez de opinar acerca del derecho elegido, lo que le permitiría
cambiarlo por el que le pareciera más pertinente014.
El Decreto Ley 14.798 aprueba el Convenio entre Países del Cono Sur para
Transporte Internacional Terrestre celebrado en 1.977. Por Ley 15.222 se
aprueba un anexo sobre seguros.
Se han celebrado varios tratados internacionales para transporte de mate
rial nuclear: Convención de París de 1.960, complementada en 1.964; Conven
ción de Viena de 1.963 y Convención de Bermudas de 1.971 sobre transporte
marítimo de material nuclear. En todas ellas, la responsabilidad es del explo
tador de la instalación nuclear.
En materia de compraventa internacional, nuestro país ratificó la Conven
ción de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional
de Mercaderías (Viena, 11 de abril de 1.980). Fue aprobado en Uruguay por la
Ley 16.789 del 21 de octubre de 1.9973Is.
a los demás papeles a la orden y a los papeles al portador, sin hacer distincio-
nos. ..,
Los créditos documéntanos o cartas de crédito y los títulos representativos
de mercaderías, como conocimientos marítimos y aéreos son objeto de regula
ción por acuerdos privados de los empresarios que se vinculan. La unifórihiza-
ción se logra por esa vía. Se utilizan contratos tipos.
En esta materia existe el “Acuerdo sobre los Aspectos de los Derecho de Pro
piedad Intelectual Relacionados con el Comercio, Incluido el Comercio de Mer
cancías Falsificadas” o Acuerdo “TRIPs” (Trade Related Intellectual Property
Rights), que constituye un anexo al Tratado de la Organización Mundial de
Comercio. Dicho acuerdo fue aprobado por la Ley 16.671, del 13 de diciembre de
1.994ai°.
Específicamente, en cuanto a la propiedad industrial, corresponde mencio
nar el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial (20 de
marzo de 1.S83)31', modificado en Lisboa (31 de octubre de 1.958) y, más tarde,
por el Acta de Estocolmo (14 de julio de 1.967)316. En el ámbito de los Tratados
de Montevideo, fueron aprobadas dos convenciones: el Tratado sobre Marcas de
Comercio y de Fábrica (1.889) y el Tratado sobre Patentes de Invención (1.889).
En el ámbito del Mercosur, en agosto de 1.995 se aprobó un protocolo relativo a
marcas e indicaciones geográficas319.
Desde el siglo XIX, la política mercantil externa del imperio británico, vincu
ló estrechamente el comercio exterior con la noción de la división internacional
del ¿trabajo, basada en el concepto de las ventajas comparativas (SMITH). Com-
prár en el extranjero a precios más bajos que los de las producciones nacionales
respectivas y venderle al resto del mundo una parte del trabajo empleado en*1
2. Proteccionism o y bilateralism o
SANTO, In teg ra ció n Económ ica: ¿Éxito o F racaso?, Búsqueda, 1.990. v. 19, p. 4.
Ra to , op. cit., p.403.
s,“ Hoy agrupa 117 países. Nuestro país aprobó el acuerdo por Ley 14.511.
™ RaTTI, op. cit., p. 403.
351 R atti, op. c it, p.403.
“ RATTI, kL, p . 404.
Manual de Derecho Comercia! Uruguayo 171
rías generalizadas. En Uruguay, por ejemplo, hasta hace algunos años existían
aranceles del 3.00 % Hoy la tasa arancelaria máxima es deí 20
Sin embargo, paralelamente a la reducción a las barreras arancelaria, hubo
una proliferación creciente de las barreras no arancelarias. De esta forma, hoy
existen, en el comercio internacional, más restricciones no arancelarias de las
que existían cuando se creó el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio. Este tipo de restricciones, para peor, es tanto más perjudicial paráiei
comercio internacional, cuanto difícil de detectar y combatir. Por esta razón, en
la Ronda Uruguay se acordó ir sustituyendo las medidas no arancelarias por
aranceles, aunque tengan el mismo efecto proteccionista, pero objetivando su
reducción futura’54 .
Corresponde a este análisis, asimismo, mencionar la cláusula de habilita
ción. Al suscribirse en 1.947 el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio, el artículo I - 1 institucionalizó entre sus Partes Contratantes la
cláusula de la nación más favorecida, pero haciendo una salvedad respecto de
las preferencias entonces existentes. Ejemplo: área preferencial de la Com-
monwealth35a. Las negociaciones contenidas en la Ronda Tokio del Acuerdo Ge
neral sobre Aranceles Aduaneros y Comercio dieron lugar a la aprobación de la
denominada “Cláusula de H a b ilita c ió n Esta cláusula autoriza la celebración
de acuerdos que establezcan preferencias comerciales entre países en desarro
llo356.
Un sistema de preferencias aduaneras o comerciales consiste en la concesión
recíproca de ventajas aduaneras no extensibles a terceros, debido a una sus
pensión internacionalmente aceptada de la cláusula de la nación más favoreci
da33'. Dicho de otra forma, los países gravan a todo o parte del comercio recípro
co con impuestos inferiores a los que tributan las mercaderías de tercergs paí-
sos . ,
Finalmente, recordaremos que el Acuerdo General sobre Aranceles Aduane
ros y Comercio admite la subsistencia de subsidios sectoriales. Entre las razo
nes por las que los países subsidian su producción, XAVIER D e Mello destaca la
necesidad de autosuficiencia alimenticia. Fundamentalmente los países que
recientemente han atravesado por guerras, no quieren que su alimentación
dependa de la producción de otros países. Este sería el caso de Japón. Prefieren
Xavier DE Mello , clases grabadas en marzo de 1.994.
™ Xavier De Mello , id..
Formalmente creada en la Conferencia de Ottawa de 1.932, se configuró por una serie de prefe
rencias bilaterales entre el Reino Unido, Canadá, austraiia, Nueva Zelanda, la India y los de
más territorios que antiguamente estaban dentro del Imperio Británico. Este sistema dejó de
existir en 1.973, con la incorporación británica a las Comunidades Europeas.
*■" Abkeu BONILLA, M ereosur e In teg ració n , p. 12/13.
,i! Ta MANES, El proceso de in te g rac ió n económ ica, D erech o d e la In te g r a c ió n E c o n ó m ic a
R e g io n a l, v. 1, p.18.
** Comisión Sectorial Pasa El M ercosur, M e r e o s u r , Lo que querem os saber, necesitam os
p re g u n ta r y debem os a p ren d e r, p. 9.
172 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
tener su propio arroz aunque les sea caro369. En la Comunidad Europea sucede
algo similar360. En el caso de Suiza, el Ministro de Relaciones Exteriores, mani
festó otras razones. Según él, Suiza subsidia sus exportaciones y su producción
interna, por razones ecológicas y turísticas. Desean mantener el pintoresquis
mo de su campiña, así como el asentamiento rural de buena parte de su pobla-
* '361
cion .
* La Ronda Uruguay
** E1JMUE.C.C. fue constituido en 1.962 por los gobiernos de Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El
Salvador y Guatemala, en sustitución de la “Carta de San Salvador” (1.951) que había dado
origen a la Organización de los Estados Centroamericanos. El acuerdo de 1.962 declara que los
países signatarios constituyen “una comunidad económico-política que aspira a la integración
de Ccntroamérica”. Este acuerdo tuvo una modificación, no sustantiva, el 30 de marzo de 1.965.
Ver ABREU BONILLA, id., p. 18/19.
™ El GARI.COM. fue fundado en 1.973 (Tratado de Chaguaramas) por las naciones que formaban
la Asociación de Libre Comercio del Caribe: Antigua, Barbados, Guyana, Trinidad y Tobago,
Dominica, Granada, San Cristóbal-Nieves-Angüila, Santa Lucía, San Vicente, Jamaica y Mon-
serrat. Ver ABREU BONILLA, op. cit., p. 30.
HM El Pacto Andino fue constituido el 26 de mayo de 1.969 por el Acuerdo de Cartagena. Este
acuerdo fue celebrado por los gobiernos de Boljvia, Chile, Colombia, Ecuador y Pe jai. Venezuela
se adhirió al acuerdo en 1.974 y Chile se retiró en 1.978. Ver ABKEU BÓMLÍÁ, id., p: 31.
E kmekdjlvn, íd., p. 346.
K,f Paraguay y Uruguay depositaron el instrumento de ratificación del Tratado el F de agosto de
1.991. Argentina y Brasil efectuaron el depósito respectivo simultáneamente el 30 de octubre de
1.991. De acuerdo con lo dispuesto en el art. 19 del propio Tratado de Asunción, el acuerdo en
tró en vigencia “treinta días después de la fecha del depósito del tercer instrumento de ratifica
ción’’, esto es el 29 de noviem bre de 1.991. Ver P érez OTERMIN, El Mercado Común del Sur,
Desde Asunción a Ouro Preto, p. 11.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 177
2. El Mercosur
a. El Tratado de Asunción
Eí 29 de noviembre de 1.991, fecha en que se cumplieron los treinta días de efectuados los tres
depósitos de las ratificaciones exigidos por el artículo 19, junto con el Tratado de Asunción, en
tró en vigor u n sistema de solución de controversias de aplicación inmediata.
Manual de Derecho Comercias Uruguayo 183
Se la define como un área formada por dos o más países, en la que se han
suprimido recíprocamente las tarifas aduaneras, las restricciones cuantitativas
y las medidas de efecto equivalente41'. Se caracteriza por permitir dentro de su
ámbito geográfico la libre circulación de bienes. Los aranceles, a esos efectos,
deben llegar a cero. Deben desaparecer, asimismo, las restricciones no
aran celarias418. Frente a los productos provenientes de Estados tereeros, los
Estados Partes mantienen su propia tarifa aduanera418.
En esta etapa de la integración económica es necesario contar con norm as
de origen, a los efectos de asegurar que los bienes cuya circulación se libera
hayan sido producidos en los países que integran la zona y no productos impor
tados de terceros países y reexportados dentro del Mercosur420. De lo contrario,
la importación de mercaderías provenientes de terceros países se efectuaría a
través de aquel Estado Parte cuyo arancel externo fuera más bajo para la mer
cadería de que se trate y ésta luego podría circular libremente dentro de la zona
de libre comercio, burlando el arancel mayor establecido por el Estado de desti-
no421 *
La constitución de una zona de libre comercio se encuentra admitida por el
artículo 24 del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comer
cio con dos condiciones: los productos que circulen libremente dentro de la zona
de libre comercio deben representar lo esencial del comercio recíproco y que la
liberación se realice en un plazo de tiempo razonable423.
año 2.001. Paraguay podrá mantener un máximo de 399 ítem arancelarios has
ta el año 2.006429.
Asimismo, Uruguay logró el mantenimiento provisorio del Protocolo de Ex
pansión Comercial y del Convenio Ajrgentino-Uruguayo de Complementación
Económica. Los productos uruguayos incluidos en estos convenios bilaterales
mantendrán sus condiciones de acceso a los mercados brasileño y argentino
hasta el año 2.001. Esto significa el requisito de 50 % de componentes naciona
les {siendo 60 % en el caso general del Mercosur) y el beneficio de la admisión
temporaria para el ingreso de insumos. La lista de productos incluidos se redu
cirá en forma gradual, lineal y automática hasta quedar en cero en el año
2 .001430.
A pesar de todas estas excepciones, la etapa de integración señalada por el
Protocolo de Ouro Preto significó un cambio drástico en las relaciones comercia
les uruguayas con sus vednos. En primer lugar, Uruguay pudo ahora acceder a
ios mercados de Argentina y de Brasil - y también Paraguay - con arancel cero
en todos los rubros del universo arancelario, sin limitaciones cuantitativas de
cupos. En segundo lugar, las preferencias bilaterales de que gozaba Uruguay
en los mercados argentino y brasileño se cuatrilateralizaron, equiparándose las
condiciones de concurrencia. En tercer lugar, el mercado uruguayo se abrió, en
todos sus rubros, para los productores argentinos, brasileños y paraguayos431.
* Unión aduanera
* Mercado común
los bienes de capital, el 1" de enero del año 2.001; Paraguay y Uruguay se han comprometido a
converger el I ode enero de i año 2.006. Respectos de los bienes relacionados a la informática y a
las telecomunicaciones, la convergencia, también lineal y automática, deberá ser alcanzada por
los cuatro países al I o de enero del año 2.006. Ver COMISIÓN SECTORIAL PARA E l MERCOSUR,
■id., p. 28/29.
11i Comisión S ectorial P ara E l Mercosur, íd., p. 9.
Argentina, Brasil y Uruguay, podran m antener un máximo de 300 ítem arancelarios de la
nomenclatura común del Mercosur., hasta el Io de enero del año 2-001. Paraguay podrá man te-
; ner un máximo de 399 ítem arancelarios hasta el año 2.006. Ver COMISIÓN SECTORIAL PARA E l
MERCOSUR, íd., p. 28.
Comisión S ectorial Para E l Mercosur, íd., p. 9.
11’ L ipsey apud Zelada CaStedO, Derecho d e la Integración Económica Regional, Instituto
para la Integración de América Latina, p. 6.
areeu Bonilla , op. cit., p. M,
Cna política comercial esterna común consiste en el conjunto de accionas; tendientes a influir
sobre ias corrientes dé comercio entre el mercado común y ¡os demás países. Estas acciones
pueden suponer el establecimiento de mecanismos conjuntos contra las prácticas desleales de
comercio, el establecimiento de medidas no arancelarias respecto de terceros países o de detrac
ciones o impuestos a las exportaciones, así como la negociación de acuerdos comerciales con
otros países o grupos de países. Ver COMISIÓN SECTORIAL PARA E l MERCOSUR, id., p. 29/30.
" s Olivar J iménez , op. cit., p. 64.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 189
Conclusiones
dar con pies de plomo”. Brasil ha dejado entrever, repetidas veces, que no acep
ta la idea de encaminar eí Mercosur hacia una organización institucional como
la de la Unión Europea. “No tiene sentido para Brasil, que tiene él 75 % del co
mercio y del producto bruto del Mercosur., resolver abdicar de su soberanía en
función de una burocracia internacional”, dijo a Gazeta Mercantil el canciller
brasileño LAMPREIA454.
constituyen ei ordenamiento jurídico del Mercosur., su aplicación integral en los órdenes nacio
nales y la legalidad del Derecho derivado (PÉREZ OTER.MIN, op. cit., p. 112).
Gazeta Mercantil apud búsqueda , Los buenos, los malos y ios tontos, B ú sq u ed a, 16 de
enero de 1.997, p. 27.
*” Por Ley 14.472 se aprobaron las modificaciones al Convenio original. En la Carta, se establece
que: “Los Estados miembros, reconociendo la estrecha dependencia que hay entre el comercio ex
terior y el desarrollo económico y social, deben realizar esfuerzos individuales y colectivos con el
fin de conseguir: la reducción o eliminación, por parte de los países importadores de barreras
arancelarias y no arancelarias que afectan a las exportaciones de los miembros de la organiza
ción, salvo cuando dichas barreras se apliquen para diversificar la estructura económica, acele
rar el desarrollo de los Estados miembros menos desarrollados e intensificar su proceso de inte
gración económica o cuando se relacionen con la seguridad nacional o las necesidades del equi
librio económico.
También se procura conseguir la diversificación de las exportaciones y ampliación de las opor
tunidades para exportar productos manufacturados y setnintanufacturados de países en desa-
Manual de Derecho Comercia! Uruguayo 191
mercial, será siempre comercial y regido, por la Ley Comercial, sea quien, fuere
quien lo realiza. Un civil puede realizar actos comerciales y estará sujeto, en
tonces, a la Legislación Comercial, sin haberse convertido en comerciante (art.
6 C.Com.}.
En función de la determinación dél acto de comercio, se llega a la definición
del comerciante. En efecto, es comerciante quien realiza habitualmente los ac
tos de comercio enunciados en el artículo 7, haciendo de ello su profesión habi
tual43*. También, la caracterización de una sociedad como comercial se hace, en
principio, en función de la actividad que constituye su objeto. Aunque, también,
la Ley 16.060 comercializa a las sociedades cualquiera sea su objeto cuando
adoptan un tipo de los previstos.
En algunos países, las cuestiones comerciales se dilucidan ante tribunales
especiales o jueces de comercio. En nuestro país, a partir del Código de Organi
zación de los Tribunales (1.934) se suprimió la judicatura comercial. Los mis
mos jueces entienden en contiendas civiles y comerciales.
Debe cumplirse, además, con otros requisitos exigidos por el articulo 1 del Código de Comercio.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 195
Capítulo Primero
DETERMINACIÓN LEGAL DE LOS
ACTOS DE COMERCIO
Sección Primera
A cto s d e C o m e r c io I n c l u id o s e n e l A r t íc u l o 7 d e l C ó d ig o C o m e r c ia l
A. Objeto mueble
La compraventa comercial sólo puede recaer sobre bienes muebles. Así surge
de los artículos 515 y 516, numeral 1. La compraventa civil puede tener por
objeto bienes muebles o inmuebles.
En otros términos, la compraventa de inmuebles será siempre civil. Los bie
nes muebles pueden ser objeto de compraventa civil o comercial.
Los artículos 7 y 515 prevén que la cosa comprada pueda ser objeto de trans
formación. El artículo 7 dice "... bien sea en el mismo estado que se compró, o
después de darle otra forma de mayor o menor valor”. El artículo 515, por su
parte, establece: "... bien sea en la misma forma que se compraron o en otra
diferente”.
La transformación no es un elemento que integre y tipifique la compraventa.
Puede o no existir, es indiferente; lo que interesa para la calificación de mer
cantil, es la intención de reventa o de alquiler. La previsión legal tiene la única
finalidad de advertir que la transformación del objeto comprado es indiferente
para la comercialidad del acto. De manera que si la cosa que se compra es
transformada, no obstante esa transformación, igualmente será comercial la
compraventa^8. Ubi lex non distinguit nec nos distinguere debemus.
En la generalidad de los casos, el comentario anterior basta para esclarecer
el alcance de la norma. Así, por ejemplo, cuando se compra una pieza de tela
para revenderla en cortes de dos o tres metros cada uno o después de dibujarle
unos estampados, esa compraventa sigue siendo comercial. Si se compra una
tela lisa para revender después de dibujarle unos estampados, esa compra será
te, no concordamos con la opinión que sustenta que todo acto que realice la em
presa de fábrica hay a sido mercantilízado por el numeral 4.
Consecuentemente, consideramos que las compraventas de materias primas
que realiza un fabricante, no son mercantiles en virtud de lo dispuesto en el
numeral 4 del artículo 7. Su naturaleza mercantil deriva, en todo caso, del nu
meral 1. Cabe advertir, sin embargo, que si las materias primas son frutos de
las cosechas o ganados, adquiridos directamente de los labradores o hacenda
dos, la compraventa no se considera mercantil, en virtud de lo dispuesto,.por. el
artículo 516 del Código de Comercio.
* Concepto de artesano
El artesano es quien, dotado de cierta habilidad manual, produce bienes,
transformando cosas. Se trata de un pequeño productor independiente, que
compra materiales, los transforma y los vende461. Como ejemplos de artesanos,
podemos citar al sastre o la modista que transforma una tela en un traje y al
zapatero que, con cuero y suela, produce zapatos. Fuera de casos claros como
los del ejemplo, la realidad ofrece matices muy variados que hacen difícil en
contrar un criterio distintivo seguro46'. Procuremos, entonces, distinguirlo de
sujetos que se le asemejan.
La labor artesanal no se identifica con la empresa de fábrica. :La fábrica su
pone la utilización de medios mecánicos y el artesano trabaja manualniente o
con simples herramientas. El artesano trabaja él, personalmente, en la produc
ción de un producto elaborado, por regla general, con una organización muy
simple y con ayuda de muy pocas personas463.
Tampoco se debe confundir al artesano con un obrero o trabajador. Este se
encuentra sujeto a dependencia y, por lo tanto, al Derecho Laboral. El artesano,
en. cambio, trabaja en forma independiente, sin subordinación a un patrón464.*
El artículo 500 tiene, además, la particularidad de que hoy no se encuentra en otros códigos.
Fue tomado del proyecto de Código Civil de At'EVEDO y de un párrafo de la obra de MasSÉ.
Cuando la reforma del Código de Comercio argentino, en 1.890, fue eliminado de dicho texto,
quedando únicamente en nuestro Código (Mezzera ÁLYaííEZ, op. cit,, p. 70).
Manual de Derecho Comercia! Uruguayo 201
El artículo 516 del Código establece que algunas compraventas no son co
merciales. El enunciado de la norma es de fácil comprensión. Haremos breves
comentarios de sus distintos numerales.
El artículo 516, numeral 3, dice así: “Las ventas que hacen los labradores y
hacendados de los frutos de sus cosechas y ganados”. En este numeral ya no se
habla de compras sino de ventas. En este caso, también estamos dentro del
régimen general. Los negocios celebrados por productores están fuera del co
mercio. El comercio se mueve, según se analizó, entre producción y consumo;
pero ni aquélla ni éste son comerciales.
El artículo 516, numeral 4, dice así: “Las que hacen los propietarios y cual
quier clase de persona de los frutos o efectos que perciban por razón de renta,
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 203
1. C om ercialidad de la reventa
Existen dos contratos que presentan gran similitud con el negocio de com
praventa descrito en el numeral 1 del artículo 7, que merecen un análisis parti
cular: la permuta y el arrendamiento para arrendar.
1. Permuta
El Código de Comercio establece, claramente, que la venta que hacen los la
bradores de sus cosechas no se considera mercantil. Preguntamos ¿pero si
quien compra al labrador lo hace con intención de revender? El labrador vende
y una persona le compra, para vender a su vez. Por el artículo 516 esa venta no
SlBURU, C om entario del Código de Comercio Argentino, t. il, p. 63.
206 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
sería mercantil; pero por los artículos 7, 513 y 515, la compra sería comercial.
El mismo acto sería, entonces, un acto mixto, a la vez comercial y civil Sería
civil para el labrador que vende y sería comercial para quien compra.
Lo mismo sucede respecto a la compra de objetos destinados al consumo.
Quien revendió al consumidor, realiza un acto complementario al proceso de
intermediación, de acuerdo a lo antes expuesto, y habría celebrado un acto co
mercial La doctrina considera que estaríamos, nuevamente, ante un acto mix
to, pues la compraventa sería civil para el consumidor y comercial para quien
revendió.
La doctrina caliñca los actos mencionados como actos mixtos o uniíateral-
mente comerciales, porque tienen carácter comercial para una sola de las par
tes que en ellos intervienen. Revestirían carácter comercial para uno de los
sujetos que lo celebran.y civil para el otro.
En nuestro concepto, esta posibilidad de que el acto sea comercial para uno
de los contratantes y civil para el otro, en nuestro Derecho, se da sólo en el caso
de la compraventa. Al estudiar el artículo 7, ya analizamos coordinadamente
los artículos 7 y 516 que permiten ese desdoblamiento. Con respecto a los de
más actos reputados comerciales, la Ley no autoriza este tipo de discriminación
entre las obligaciones de cada parte contratante. No hay ningún precepto que
desmercantilice algunos de esos actos respecto a una de las partes de la rela
ción creada.
En consecuencia, las operaciones de cambio y banco, las letras de cambio y
el contrato de seguro, son siempre comerciales para todos los que intervienen o
participan en ellas. El civil que celebra cualquiera de esos actos, se somete al
régimen jurídico que los regula, esto es, al Código de Comercio y a la Ley co
mercial. No puede decirse, a su respecto, que. el negocio puede ser civil para un
contratante o comercial para otro. Es comercial para los dos contratantes por
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 207
que la Ley así lo ha impuesto"6'. El civil que participa en uno de esos contratos,
estará celebrando un acto aislado de comercio y se le aplicará, entonces, el artí
culo 6 del Códigb de Comercio. No adquiere calidad de comerciante, pero el acíd;
se rige por el Código de Comercio. En cambio, quien hace una profesión de estos
actos, adquiere la calidad de comerciante y se convierte en banquero, cambista-'
o asegurador.
Pongamos ejemplos. El contrato de seguro es comercial para el asegurado .y
el asegurador; el civil que asegura su casa contra incendio celebra un acto de
comercio, sometido a la Ley comercial; quien hace su profesión de la contrata
ción de seguros, será comerciante, cumpliendo con disposiciones del artículo 1;
pero el contrato de seguro es comercial para ambas partes. El mandato es co
mercial cuando se encarga la realización de actos mercantiles; será comercial
para mandante y mandatario, aun cuando el mandatario sea un civil. El prés
tamo es comercial cuando, al menos, quien recibe lo prestado es comerciante y
lo hace con destino a operaciones de su tráfico; si el prestamista es civil, de
igual modo, el contrato celebrado es comercial; el civil que acuerda prestar en
las condiciones del artículo 700 del Código de Comercio, se está sometiendo a la
disciplina del Derecho Comercial. Quien contrata un préstamo con un banco,
aunque requiera el dinero para afectarlo a un negocio civil, está celebrando un
acto de comercio. Esta operación no encaja en el artículo 700 del Código de Co
mercio pero sí se encuadra en el artículo 7, numeral 2. Esto es, se trata de una
operación de banco y el préstamo bancario es comercial sea cual fuere la profe
sión del prestatario o el destino del préstamo. Es operación comercial para las
dos puntas del contrato: para el banquero y para el prestatario porque la Ley
no autoriza discriminaciones como las permitidas a texto expreso para la com
praventa.
En algún fallo nacional se entendió que existía un acto mixto en el caso de
un contrato de construcción de un inmueble por un particular y una sociedad
comercial. Sobre este fallo, queremos señalar que no incide en la calificación
respecto de la comercialidad de un acto, la circunstancia de que uno de los suje
tos sea civil y otro comerciante. Los actos de comercio pueden celebrarse entré;
dos comerciantes, dos civiles o un civil y un comerciante. Lo mismo sucede con
los actos civiles. En nuestro Derecho, la comercialidad no depende de los sujetos
que intervienen sino del acto que se realiza46®. En una confusión similar incurre
Ripert y HAMEL & LAGARDE, consideran que a la parte desde cuyo punto de
vista la relación el civil, se le debe aplicar el Derecho Civil y a la parte desde
cuyo punto de vista la relación el comercial, se le debe aplicar el Derecho Co
mercial. Entonces, de un único contrato nacerán obligaciones comerciales para
quien ese acto es comercial y obligaciones civiles para quien ese acto es civil.
Esta segunda solución parecería ser una solución equitativa. Si una persona
cumple un acto civil, es justo que se le aplique la Ley civil y si cumple un acto
comercial, lo es que se le someta a la Ley comercial.
Así, por ejemplo, tintándose de una compraventa, es diferente el Derecho
Civil y el Comercial en materia de mora. No hay dificultad en aplicar a cada
parte el régimen legal que le corresponda. Si incumple el contrato el vendedor,
miento, viene a serlo considerado como venía”. De modo que si el constructor suministra los ma
teriales, el Código somete al contrato al régimen mercantil. ...... .
S án c h ez F dktans , sin embargó, sostiene que el contrato dé construcdóri no es comercial. Ar
gumenta que construir no es fabricar. En el caso de la construcción de edificios u otras obras, el
producto de su actividad se adhiere a un inmueble y se transforma en un bien de esa misma na
turaleza. La diferencia entre una fábrica y una empresa de construcción es la diferencia de la
naturaleza del producto: mueble o inmueble. Respecto del artículo 590 del Código de Comercio,
SÁNCHEZ F on TANS considera que se refiere a locación de obra sobre cosas muebles.
"J9 Siburu, op. cit, p. 62.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 209
excepcional con respecto al Derecho Civil. El acto mixto debe ser regido en su
totalidad por el Derecho Civil pues lo contrario sería dar preferencia a lo excep
cional sobre lo común y el comerciante tendría un privilegio sobre los no comer
ciantes que son la gran mayoría de los miembros de la sociedad.
GaRRIGUES advierte que, con su tesis, el campo del Derecho Mercantil queda
limitado, pues se le saca la compraventa con el labrador y la compraventa con
el consumidor. Sólo las compraventas intermedias serán comerciales, esto es,
las compraventas entre comerciantes (entre mayoristas y minoristas).
En cuarto lugar, en nuestro Derecho, respecto de las compras de objetos des
tinados al consumo del comprador, su carácter civil surge no sólo dél artículo
516 siiío, también, del artículo 1 de la Ley 17.250, en cuanto establece que en
todo lo no previsto en ella, será de aplicación lo dispuesto en el Código Civil.
4. Precisión
A esta definición, SugauX) MontaN'O agrega “con & sin fines de lucro” (BljGALLO MONTANO,
M anual Básico de Derecho de la Em presa, p. 9).
Manual de Derecho Comerciai Uruguayo 213
Debe distinguirse entre estas dos figuras ya que no todo empresario es co
merciante, ni todo comerciante es empresario.
No todo empresario es comerciante. Puede haber actividad empresarial fue
ra del Derecho Comercial. Puede organizarse una actividad empresarial para
una explotación agropecuaria o para el desempeño de una profesión universita
ria.
No todo comerciante es empresario porque se puede ser comerciante sin te
ner una empresa. El vendedor ambulante es un comerciante y ni siquiera casa
de comercio tiene; sólo tiene mercadería.
Salvo alguna posición aislada, todos los autores que estudian la empresa le
niegan personería.
Uno de los principales propulsores del concepto de empresa, MOSSA, expresó
al respecto que la empresa constituye una persona económica; pero no jurídica.
Otro autor, VAN Ryn , sostuvo en un primer momento que la empresa era un
sujeto de Derecho, pero modificó luego su opinión y afirmó que pasará mucho
tiempo antes de que la empresa sea reconocida como tal. DESPAX, en su obra
L'enterprise et le Droit sostiene que la empresa es un sujeto de Derecho nacien
te, lo que significa, en rigor, que no tiene personería jurídica.
En nuestro Derecho sólo son personas jurídicas, las consagradas por el artí
culo 21 del Código Civil y aquéllas a las cuales la Ley les ha atribuido tal carác
ter, como las sociedades comerciales (Ley 16.060).
Los intentos efectuados son múltiples y los resultados variados. Los juristas no
se han puesto de acuerdo, 16 que se explica, porque como basa de la.empresa
existe un fenómeno de la ciencia económica, existiendo tambiéndivergencias en
ese campo. Aumentan las dificultades para encontrar una noción unitaria, el
hecho de que es estudiado por juristas de distintas ramas del Derecho, según
ya hemos señalado.
A continuación, esquematizaremos las distintas concepciones jurídicas sobre
la empresa, a los efectos de dar una visión general. No haremos análisis de los
detalles y fundamentos de cada concepción pues entendemos que ello excedería
los fines de esta exposición. No seguiremos un orden de aparición histórica de
cada concepción sino que los expondremos de acuerdo a un sistema que permita
comprenderlas, relacionarlas y compararlas. Algunas concepciones son descrip-
fivas de la complejidad de este instituto. Otras definen a la empresa en función
de algunos de sus aspectos o manifestaciones.
b. Morfología
Por una doctrina muy difundida, se sustenta que la empresa es una institu
ción, lo cual no aclara demasiado el panorama dada la diversidad de concepcio
nes en cuanto al término institución.
Ciertos autores que describen la empresa sostienen que esa obra creadora
del empresario culmina con su objetivización, con su exteriorización, que permi
te que la empresa pueda ser aprehendida por personas diversas.de su creador e
incluso subsistir y permanecer y continuar aun cuando éste desaparezca. Se
llega así a una concepción institucionalista de la empresa, en que se sobrepo
nen los intereses superiores de la organización creada a los intereses de los
individuos que la formaron o la integran.
Dentro de este enfoque de la empresa, se suele sostener el principio de la
“conservación de la empresa”, por el cual se procuran soluciones jurídicas para
que la empresa se conserve a pesar de las vicisitudes personales que afectan al
En el Código Civil italiano el título II del libro V se destina a reguiar a la empresa en general.
Pero no la define. Se define a la azienda, en eí artículo 2.082 pero no a ía empresa. El artículo
2.082 se refiere ai empresario y lo define como aquel que ejercita profesionalraente una activi
dad económica organizada a los fines de la producción o del cambio de bienes o de servicios. En
razón de este texto, ía doctrina italiana entiende que empresa es una actividad {concepto diná
mico). Messineo , Manuale, p. X93,1.1.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 219
empresario que la creó. Nosotros aclaramos que, en los recursos jurídicos adop
tados para la “conservación de la empresa”, en rigor, lo que se ha dado es una
solución jurídica para la continuidad o la sucesión en las relaciones jurídicas
contraídas por el sujeto -ya sea persona física o jurídica- que creó y organizó ía
empresa. Así, por ejemplo, en nuestro medio, frente a la crisis de alguna “em
presa”de interés general o público, el Estado ha dispuesto la “intervención”o la
expropiación de bienes del establecimiento comercial o la adquisición de accio
nes de la sociedad anónima, que es su titular. Es decir que se arbitran solucio-
nes para que se mantenga o sustituya un sujeto de Derecho, responsable de las
relaciones jurídicas nacidas en la explotación de la organización empresariaen
dificultades.
En lo que consideramos como una variante de la posición institucionaíista,
ZALDÍVAR sostiene que la empresa es un nuevo ente, el cual se califica como
universalidad de Derecho.
Conclusiones
III* Clasificaciones
Según los sectores productivos a los que pertenecen, BUGALLO MONTANO re
seña la clasificación en empresas del sector primario, secundario y terciario.
Las empresas del sector primario realizan actividades que utilizan recursos
naturales tal como se obtienen de la tierra o del subsuelo: empresas agrícolas,
ganaderas y minera, por ejemplo. Las empresas del sector secundario realizan
actividades qué transforman bienes: empresas metalúrgicas, fábricas textiles,
fábricas de automotores, fábricas de juguetes. Las empresas del sector terciario
realizan actividades de servicios: bancos, empresas de seguros, supermercados,
hoteles, empresas de transporte*83.
B. La empresa en la Constitución
Algunos autores concluyen que el codificador francés estimó que los intere- -
ses comprometidos por un determinado tipo de empresa, exigían su sometí^ #
miento a la disciplina más rigurosa del Derecho Comercial y la incorporó al
elenco de los actos de comercio. Se supone que los autores del Código de Comer
cio francés habrían estimado que la actividad de manufactura, cuando era rea
lizada por una empresa, esto es, en forma de actividad organizada de cierta
magnitud, requería la regulación severa establecida para los comerciantes.
Siguiendo con este razonamiento, los autores consideran que en los demás
actos reputados como comerciales, la Ley incluye determinados negocios jurídi
cos contractuales o de otra naturaleza, como la compraventa, las operaciones de
banco, las operaciones de cambio, las letras de cambio. En este numeral 4, se
incluye algo más complejo. La empresa no es un mero acto, no es un contrato,
no es un negocio jurídico. La empresa es el producto de una actividad organiza
tiva del empresario que la ideó; es una organización de factores de producción.
Esa organización habría sido comercializada al ser incluida entre los actos de
comercio.
La empresa, entonces, no sería un acto único. Presupone un conjunto de ac
tos coordinados y sucesivamente desenvueltos. Para MANARA, la empresa sería
un conjunto de actos jurídicos efectuados merced a una peculiar organización
de las fuerzas aptas para producirlos. Por lo tanto, al comercializar la empresa,
el Código habría comercializado actos que considerados aisladamente y por sí
solos, podrían considerarse civiles454. 1 ; ;'r
En esta posición, serían comerciales, tanto los actos que dan vida a la em
presa y la ponen en condiciones de funcionar, como los actos que son emanación
de su actividad. Serían actos comerciales, entonces, aquellos por los cuales se
organiza la empresa: la compra de equipos industriales, la provisión de materia
prima, etcétera, y lo serían, también, los actos que suponen la explotación de la
actividad objeto de la empresa. SlBURU, extremando esta concepción, considera
que existe empresa aun sin actividad, puesto que los meros actos constitutivos
ya serían actos de comercio180.
PÉREZ FONTANA sostiene una variante respecto de ésta interpretación. Dice
que la comercialidad a que se refiere el Código no se relaciona con los actos
necesarios para la organización de la empresa sino con los actos que ésta reali
SlBTJRU, o p . c i é , p . 1 1 0 -1 1 2 .
SlBU RU , o p . c i é , p . 11 6 .
224 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
ce'136. También, sostiene que, como no hay empresa sin empresario, esta disposi
ción supone una aplicación del criterio subjetivo en la determinación, de los
actos de comercio, por el cual son comerciales los actos realizados por el empre
sario.
i,i:' Sin embargo, sostiene lo contrario en el t. 1, de su Manual de Derecho Comercial (p. 57),
publicado en 1.995.
M3EZZERA ÁLVAREZ, op. cit, p. 79.
IVianuai de Derecho Comercial Uruguayo 225
gorja de actos tenga carácter comercial, es necesario que una persona, consa
grándose a.operaciones repetidas de la misma naturaleza, tenga una organiza
ción preestablecida para cumplir!as*88.
Es interesente destacar la continuidad de esta línea interpretativa, por
parte de la doctrina francesa. Véase cómo, modernamente, GUYENOT sostie
ne: “El legislador, utilizando ese término como centro de conexión para una
misma categoría, ha querido, indiscutiblemente, oponer esos actos de comer
cio a los examinados con anterioridad y que son, como es sabido, actos co
merciales en sí mismos, aisladamente, o en razón de su objeto. Los actos co
merciales contemplados por los párrafos 6 y 7, en cambio, no son comerciales
en sí mistnos, es decir, tomados aisladamente, con independencia de la acti
vidad de la persona que los cumple. Sólo reciben la calificación de tales si
son efectuados dentro del marco de una empresa especializada cuya finali
dad implica para su funcionamiento, la repetición contin ua de actos simila
res... En consecuencia, un acto aislado de transporte realizado por una per
sona, sin ir seguido en forma regular de otros actos de transporte, no es un
acto comercial aun cuando haya sido efectuado con miras a obtener prove
cho... Dicho de otro modo, es necesario que la repetición continua de actos de
transporte llevados a cabo por una misma persona, sea la manifestación de
la existencia de una organización llamada empresa, apta para ofrecer al
público, de modo permanente, servicios especializados... En otras palabras,
un acto de transporte, es comercial, al tomar la comercialidad de la empresa
que permite su realización con intención especulativa. Si hay empresa de
transportes creada a tal fin, un acto cumplido dentro del marco de su activi
dad es acto de comercio. El litigio que surja entre la empresa y un cliente
será de la competencia del Tribunal de Comercio”**9.
De acuerdo con esta posición, el Código de Comercio sólo calificaría como
comerciales a las a c tiv id a d e s referidas en el numeral 4 del artículo 7, a condi
ción de ser realizadas mediante una organización de capital y de trabajo. No
toda actividad, por el hecho de realizarse por una organización empresaria, se
constituiría en comercial. La Ley sólo califica como comercial a ciertas empre
sas con ciertos giros490. Las actividades de comisión, fábrica, transporte o depó
sito no serían por sí mismas comerciales. Lo serían cuando sean realizados me
diante una empresa. Damos ejemplos. El acto de fabricación de un producto,
por quien no tiene organización empresaria, no seria acto de comercio. No seria
comercio, tampoco, la actividad del taximetrista, que efectuase el transporte de
personas, con un taxi de su propiedad.*4
Lyon Caen & Renault, Traité de Droit Commercial, tomo 1, París, 1.921, p. 121, §105.
<’* GUYENOT, Derecho Comercial, v. 1, p. 111/112.
RlPPE, BUGALLO, Longone & Millejí, Instituciones de Derecho Comercial Uruguayo, p.
44.
226 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
En este sentido Raúl Aníbal E t CHEVERRY, comentando el Código de Comercio argentino dice;
“E n nuestro derecho positivo la mención del art. 3 ° inc. 5 ”, nació' con las lim itaciones propias de.
la época en que se escribió el Código: no se había elaborado todavía el concepto económico de
empresa.
La ley se ha referido a ciertas organizaciones empresariales, conocidas en aquella época y sin
mayor cuidado técnico las incluye en su texto." Derecho Comercial y Económico, P a rte Ge
neral, Editorial Astrea, Bs. As., 1.987, p. 294.
I,M Aunque ni siquiera el Código Civil italiano define a la empresa. A pesar de dedicarle el Título lí
de su Libro V, no la define. Se define a la “azienda", en el artículo 2.082 pero no a la empresa.
El artículo 2.082 se refiere al empresario y lo define como aquel que ejercita profesíonalmente
una actividad económica organizada a ios fines de la producción o del cambio dé bienes o de
servicios. En razón de este texto, M e s s ín e O entiende q u e empresa es una actividad (concepto
dinámico). MüSStNEO, Manuale, p. 193,1.1.
Contra SíBURU, op. cit, t. II, p. 108.
Alauzet , Com mentaire d u Code de Commerce, t. 7, parte 2, París, 1.871, p, SOS.
228 Nuri E, Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
2. Interpretación lógico-sistemática
Además, el propio Código de Comercio nos indica que cuando utilizó la ex
presión “empresa” se estaba refiriendo a una actividad. Véase que se dice “La
ley reputa actos de comercio en general”. Esto es, lo que se enumera en el nume
ral 4 del artículo 7, son actos. Por lo tanto, puede entenderse que nuestro Códi
go considera mercantiles a la actividad de fábrica, comisiones; depósito o trans
porte. siempre que sea actividad continuada y prescindiendo de la existencia de
una “empresa” en el concepto actual de ese término, que no se tenía en 1.865.
La enunciación de actos de comercio, tomada de la legislación francesa, se hizo
con la finalidad de configurar la calidad de comerciante (art. 1) y para determi
nar la jurisdicción de los Juzgados de Comercio {art. 5). No sería necesario,
entonces, para considerar mercantil a estas actividades, la comprobación de
que quien las realiza posee una organización de trabajo ajeno y capital. Se re
quiere sí, que se trata de una actividad continuada para categorizarla como
comercial y de allí, reputar comerciante a quien la realice498. Recordamos que la
enunciación de actos de comercio, tomada de la legislación francesa, se hizo con
AlauzeT, id. ibid,. Según ALAUZET, el intérprete debe tener en cuenta el texto preciso de la
norma, del cual - a su entender - surgiría que la palabra empresa implica una continuidad de
actos. En sentido similar, DallOZ equipara la empresa con el ejercicio profesional del comercio
• • (DallOZ apud SiBUKU, op. cit„ p. 110). AlaUZET descarta que el intérprete pueda recurrir a un
-j, criterio lógico-sistemático. No compartimos la opinión de este autor en lo que respecta a impe
dir que el intérprete acuda a la intención o espíritu de la norma o a una interpretación lógico-
í: sistemática. Según se expuso más arriba, estos criterios han sido expresamente habilitados por
los'artículos 16 y 20 de nuestro Código Civil.
,9?r Dice, además ALAUZET: “E l legislador quizás no se dio cuenta exactamente de las palabras que
él empleaba; si la empresa no existe sino en ios casos donde hay artos frecuentes y habituales, ¡a
competencia comercial no puede ser dudosa; pero si la disposicion es inútil, ese motivo no a utori
za at autor que la interpreta á la modificación para hacerla m ás lógica ...Desde que en un m is
mo articulo, próxim as una a la otra, una disposición de la Ley dice en térm inos formales: una
sola compra de m ercaderías para revenderlas, es acto de comercio y una segunda disposición d i
ce. que un solo acto de comisión o un solo acto de transporte o un solo acto de fabricación no es un
acto de comercio; sería no absurdo si no contraria a toda sana doctrina, na tener en cuenta el tex
to preciso”.
™ En esta posición, en el Diccionario de la Real Academia Española, el sentido común de
empresa es “aceitón a r d u a y dificultosa ...”
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 229
3. Precisiones
A. Empresa de fábrica
1. Concepto de fábrica
Según SJBURU "fabricación vale ionio cama manufactura’’ (SlBURU, id., p. 113).
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 233
cíales, tanto los actos que permiten establecer una fábrica y la ponen en condi
ciones de funcionar, como los actos que son emanación de su actividad. Serían
actos comerciales, entonces, aquellos por los cuales se organiza la empresa de
fábrica: la compra de equipos industriales, la provisión de materia prima, etcé
tera, y lo serían, también, los actos que suponen la explotación de la actividad
objeto de la empresa.
En la posición ya reseñada de PÉREZ FONTANA, sólo serían comerciales los
actos que la empresa de fábrica realíce, lo cual implica la subjetivización de la
empresa de fábrica. Este criterio merece varias objeciones.
En primer lugar, en nuestro Derecho, la empresa no tiene personalidad jurí
dica. Por lo tanto, la subjetivización de la .empresa de fábrica va a contramano
de uno de los principales axiomas en que se fundamenta nuestro sistema jurí
dico.
En segundo lugar, si entendiéramos que el numeral 4 tiene como objetivo
comercializar todas aquellas compraventas1tendientes a:establecer la fábrica y
permitir su funcionamiento, entonces el numeral 4 funciona como una excep
ción al numeral 1 - en tanto, según aquél, sólo sería mercantil la compra para
revender. No sería esta la única excepción al respecto, puesto que el artículo
516, numeral 1, inciso 2, admite el carácter comercial de la compraventa de los
inmuebles por accesión. Sin embargo, esta conclusión nos parece absurda y
absolutamente alejada de la intención del legislador. En general, nos parece
equivocada la interpretación según la cual la empresa de fábrica sería una es
pecie de esfera que mercantil! za todo lo que toca.
En tercer lugar, esta interpretación haría superflua la inclusión de la fábri
ca en el numeral 4 del artículo 7. Las compraventas accesorias al comercio,
para prepararlo o facilitarlo, ya son mercantiles en virtud de lo dispuesto en el
inciso 2 del numeral 1 del artículo 516.
Si aplicamos a la empresa de fábrica el segundo de los criterios analizados -
esto es, que el artículo 7 no mercantiliza a la propia empresa sino a la actividad
realizada mediante una organización empresarial - quedarían descartados los
problemas derivados de ja subjetivización de la fábrica, así como de la mercan
til! zación de los actos preparatorios de la fabricación. Sin embargo, se nos ocu
rre otra objeción.
Adviértase que la actividad de fábrica - o sea, la fabricación - no está consti
tuida por verdaderos actos jurídicos. La fabricación es un conjunto de hechos.
Pertenece al mundo de lo fáctíco, no de lo jurídico. Por lo tanto, mal puede ser
un acto de comercio un conjunto de hechos. A la fabricación, en sí misma, no le
podemos aplicar el Derecho Comercial. El Derecho regula relaciones jurídicas y
el proceso de fabricación no lo es.
Podría entenderse que lo que se pretende mercantilizar son las ventas que el
fabricante hace de sus productos. Esto merece una crítica muy similar a la que
234 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
3, Empresa de construcción
r‘ 4. La producción agrícola
5. Artesano
* El artesano y el obrero
Se distingue el artesano del obrero, porque el artesano trabaja con indepen
dencia, sin subordinación a un patrón.
* El artesano y el comerciante
El artesano ha quedado fuera del Código de Comercio. Su actividad no está
contemplada en la enumeración legal de actos de comercio. El artículo 7 inciso
4 se refiere a la empresa de fábrica, debiendo entenderse como tal, la actividad
de quien produce bienes por medios mecánicos. El. artesano se sirve de sus ma
nos y :de herramientas y, en consecuencia, sus actos están regidos por la Ley
civil y no se aplica a su persona, el estatuto del comerciante.
Sólo en la hipótesis en que se hace un encargo y en que él pone los materia
les (árt. 590) podría, entenderse que el artesano celebra un acto de comercio y
sólo en tal hipótesis y si ese tipo de actividad fuera la habitual y se reunieran
las demás condiciones, del artículo 1 podría entenderse que el artesano adquiri
rá calidad de comerciante.
B. Em presas de comisiones
Algunos servicios, por ser instrumentos esenciales al comercio, han sido in
cluidos en la nómina del artículo 7. Así sucede con los contratos de depósito y
transporte.
1. Depósito
El depósito es un contrato. Está definido por el artículo 2,239 del Código Ci
vil: “El depósito en general, es un acto por el cual alguno recibe una cosa, ajeria
con la obligación de guardarla y de restituirla en especie”
■. í. El artículo 721 define el depósito mercantil. Para que lo sea, deben darse los
siguientes requisitos: 1. que sean comerciantes, ambos contrayentes; 2. que las
cosas depositadas sean objetos del comercio y 3. que se haga el depósito a con
secuencia de una operación mercantil.
Ahora bien, el artículo 7 se refiere a las empresas de depósito sin hacer dis
tinciones. Nuevamente, el alcance de la referencia al depósito depende de la
interpretación de la palabra “empresa”. Si consideramos que la palabra “empre
sa” en el artículo 7 se refiere a la organización de trabajo ajeno y capital, debe
mos concluir que la empresa será comercial sea cual fuere el tipo de depósito
que realice. De manera que la empresa que realice depósitos en que no se den
los extremos exigidos por el artículo 721, sería de todos modos comercial.
Sólo para el depósito aislado se requerirían los requisitos del artículo 721
para su calificación como comercial; pero ellos no se exigirían si el depósito fue
se efectuado por una empresa comercial. Se repite lo que hemos expresado res
pecto al corretaje y al remate y a la comisión. Todo acto de corretaje y de rema
te y todo acto de una empresa de comisión y de una empresa de depósito, aun
cuando tengan relación con un negocio civil, serían comerciales.
En la otra línea interpretativa que venimos exponiendo, sólo sería mercantil
el contrato de depósito que cumpliere con lo dispuesto en el artículo 721. No
cumpliendo con las disposiciones de este artículo, sería indiferente que quien lo
rqálice se haya organizado como empresa o no.
Código Civil que establece: “El servicio de los empresarios o agentes de trans-
;portes, tanto por tierra como por agua, así de personas como de cosas, se regirá
por las disposiciones de la. ley comercial”.
Por otra parte, el Código Comercial reglamenta el contrato de pasaje, que es
el transporte de personas por mar, como si fuera una forma de fletamento y el
fletamento es comercial, por lo dispuesto en el artículo 7, numeral 6. De mane
ra que, con criterio amplio, debe entenderse que es comercial el transporte de
pasajeros por tierra.
No está previsto, en el artículo 7, el transporte aéreo, ni podía estarlo ya que
la aviación es posterior a la sanción de] Código. Se entiende que también es
comercial, haciendo una interpretación amplia de este numeral.
Si consideramos que la palabra “empresa* en el artículo 7 se refiere a la orga
nización de trabajo ajeno y capital, sólo sería comercial el transporte si el trans
portista posee dicha organización. No sería comercial, entonces, el acto de trans
porte aislado. Tampoco lo sería el transporte ejercido por quien tiene un oficio,
como el taxista o el fletero, que siendo dueño del vehículo, trabaja personalmente;
pero si el taxista, emplea varios empleados o si el fletero contrata empleados y
tiene dos o tres camiones o camionetas, está creando una empresa de transporte
y deviene comercial su actividad. Si consideramos que el artículo 7, numeral 4,
utiliza la palabra empresa como sinónimo de actividad comercial, será comercial
la actividad, del taxista o fletero aun cuando la desarrolle personalmente.
Según se expresó con anterioridad, en ninguna norma del Capítulo V se exi
ge que para que el contrato de transporte sea regulado por el Código de Comer
cio, el transportador deba organizar una empresa. Contrariamente, se refiere,
además del empresario de transporte, al “comisionista de transporte” (art. 164),
a los “troperos9, “arrieros”y, en general, a “todos los que se encargan de condu
cir mercancías mediante una comisión, porte o flete”(art. 163).
Tampoco en el Código Civil se establece que el transporte de pasajeros sólo
será mercantil cuando el transportador se organice como empresa. Contraria
mente, dice que se regulará por la Ley comercial tanto el transporte de pasaje
ros realizado por un empresario como por un agente de transporte. Este último
puede ser un empresario o. no, por eso el artículo 1.855 del Código Civil lo men
ciona por separado.
a. Transporte terrestre
b. Fletamento m arítim o
A. E ditoriales
JS. Servicios
1. Hoteles
Las personas que proveen de gas, electricidad y agua a los particulares rea
lizan una actividad de fábrica pues, en todos los casos, el elemento que se ven
de, es producto de una transformación. La actividad que realizan es comercial,
aun cuando se realice por el Estado.
3. Espectáculos públicos
C. Actividades artesanales
1. Confección de ropa
dad es la del artesano, regida por el Derecho Civil. Si el fotógrafo tiene emplea
dos y prepara fotografías en cantidad, sin previo pedido-como por ejemplo pos
tales- su actividad cambia de naturaleza y se convierte en mercantil, pues se
puede asimilar a la actividad de fábrica.
L
248 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
A Operaciones de cambio
B. Operaciones de banco
Los bancos están sujetos a una reglamentación estricta dada por el Decreto
Ley 15.322, modificado por la Ley 16.327. Están sometidos a la autorización
previa del Poder Ejecutivo para funcionar y a una serie de contralores.de! Ban
co Central del Uruguay durante su constitución, vida y extinción.
Lo peculiar de este acto de comercio, es que sólo adquieren carácter de ope
ración de banco, aquellos actos realizados por bancos, esto es, las entidades
autorizadas a funcionar bajo el régimen de las leyes citadas. No podríamos tipi
ficar una operación aislada como banearia y afirmar que sea bancaria, cuando
la realiza quien no sea entidad bancaria. Por ejemplo, un particular puede de
dicarse a recibir dinero y a colocarlo, peto ni los depósitos ni los préstamos que
realice serán operaciones de banco y por lo tanto no serán actos de comercio,
por aplicación de este numeral. De manera que para calificar una operación
como bancaria no podemos prescindir de la persona que lo realice que debe ser
un banco.
La actividad de los bancos se desarrolla utilizando, fundamentalmente, los
clásicos contratos de depósito y préstamo. Existen distintas modalidades de
depósito o préstamo bancario pero en ellas no varía la estructura propia de los
contratos tradicionales. Por lo tanto, el negocio bancario no tiene una especifi
cidad que lo distinga. No es un contrato distinto; se distingue de otros sólo por
el sujeto que lo realiza.
Hacemos la salvedad de algunos negocios bancarios que se alejan de los
tradicionales como la apertura de crédito, el descuento, el crédito documen
tarlo, el arrendamiento de cajas de seguridad. Estos negocios nacen en el
ámbito bancario, pero nada obstaría que cualquiera de ellos pudiera ser
ejecutado por una persona no bancaria; pero, en tal caso, no serán operacio
nes de banco y no serán negocios mercantiles por lo expresado en párrafos
precedentes.
1. Coime taje
2. Remate
al dueño de los bienes y que ello no implica la calificación del negocio jurídico
que lo vincula al rematador.
fí. Seguros
III. Actos que actualmente están regulados fuera del Código de Co
mercio
Vamos a indicar, con grandes rasgos, los caracteres de los títulos valores
más importantes:
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 253
a. Función crediticia
Siempre que se crea un vale en que un librador se obliga a pagar una suma
de dinero a un beneficiario, es porque existe antes un negocio crediticio entre
ambos que se llama “relación fundam entalLa relación fundamental puede ser
un contrato de préstamo o un contrato de compraventa o cualquier otro del cual
surja una relación de crédito.
El vale se utiliza para instrumentar el crédito que se concede por una perso
na a otra. El crédito se basa en la confianza y en el tiempo. Existe crédito, por
ejemplo, en el contrato de préstamo. Una persona entrega a otra dinero presen
te, contra la promesa de que se le reintegrará en el futuro. Quien recibe el dine
ro prestado, firma un vale, en el cual se compromete a pagar la suma recibida
en una fecha futura.
Se suele utilizar el vale también en la compraventa a crédito. El vendedor,
que concede crédito al comprador, exige que éste fírme un vale por el importe
del precio adeudado.
Por la creación del vale no se extingue la relación fundamental y a partir de
esa creación, coexisten las obligaciones y créditos nacidos déLvale cón láb origi
nadas por aquella relación. Claro que, quien recibe un vale, renuncia a ejercer
254 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E, López Rodríguez
Tal como señalamos, la letra de cambio es una orden de pago que una per
sona da a otra. En el mecanismo de la letra de cambio es necesario que ésta sea
aceptada por quién reciba la orden. La aceptación se formula, medíante la ¡fir
ma de la letra de cambio. El tercero, que se ha de beneficiar con el pago y que
es tenedor de la letra, debe presentarla al girado para que la acepte, firmando
esa letra. Si no la acepta, no queda obligado y no puede ser compelido para el
pago. Si la acepta queda convertido, en lo que se llama obligado cambiarlo,- ,en
el principal obligado cambiario. ...
Interesa también señalar que, al crearse la letra, ésta contiene en su texto
sólo una orden de pago. De la redacción de la letra no surge obligación a cargo
de nadie; pero es la Ley la que establece que el librador de la letra es responsa
ble de la aceptación y del pago de la letra p o r el girado. Con ello, desde el naci
miento, el beneficiario tiene frente a sí la eventualidad de la aceptación por el
girado y la responsabilidad del librador para el caso de que el girado no acepte
o para el caso de que, habiendo aceptado, no pague.
El cheque, también, supone relaciones previas entre todos los que intervie
nen en su funcionamiento. Entre quien libra el cheque y el banco, debe existir
una relación de cuenta corriente. La cuenta corriente es un contrato bancario.
El cliente del banco efectúa depósitos de dinero que se acreditan en una cuenta
que se le abre ai efecto. Mediante el depósito, el cliente se convierte en acreedor
del banco. Luego; puede realizar en: cualquier momento, retiros totales o parcia
les de los importes depositados mediante el uso del cheque.
Quien libra el cheque lo entrega a una persona a quien le debe una suma de
dinero. Por ejemplo, un comerciante compra mercaderías y paga el precio al
vendedor con un cheque. Una persona compra un automóvil y paga el- precio
con un cheque. En los dos ejemplos la relación fundamental es un contrato de
compraventa. Cuando el banco paga el cheque, se extingue la deuda deLlibra
dor por el precio y al mismo tiempo el banco, deudor de la suma recibida: en
depósito, disminuye su deuda frente a su cliente.
El cheque funciona como un instrumento de pago, mediante el servicio de
caja que presta el banco, por el contrato de cuenta corriente. El cheque se puede
cobrar el mismo día en que fue emitido, pero la Ley establece un plazo para su
presentación al banco que es de 15, 30, 60 o 120 días, según el lugar en que sea
girado o el tipo de moneda nacional o extranjera.
Los títulos valores son documentos que se reputan por el Derecho como co
sas que se pueden trasmitir, dar en prenda, depositar, etcétera, y todo ello con
suma facilidad gracias al endoso. Un ejemplo: A presta $ 100.000 a B y B
firma un vale a favor de A. Ese documento dirá: “Vale por la cantidad de $
100.000, que pagaré a A el día Como A necesita dinero de inmediato y no
puede esperar al vencimiento, tiene la posibilidad de trasmitirlo a C, quien lo
adquiere previo pago del importe o un importe menor si así se convino. Luego,
si G necesita dinero antes del vencimiento, puede a su vez endosarlo a favor de
D y así sucesivamente.
Damos otro ejemplo: un comprador paga el precio de una compraventa al
vendedor con fih vale. El vendedor necesita dinero antes del vencimiento y pue
de descontar el vale en el banco. Mediante el descuento, el banco anticipa al
vendedor el importe del vale y el vendedor lo endosa a favor del banco.
De este modo, el endoso es un mecanismo para la circulación del crédito. El
título valor es un papel en que se incorpora un crédito y con la circulad ón del
papel también circula el crédito, logrando su máxima utilización.
258 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
Con referencia a todos esos documentos, queremos señalar una nota común:
en ellos consta una obligación de pagar con el correlativo derecho a exigir el
pago. Del contexto legal se desprende que el derecho y la obligación correlativos
nacen con la creación del título, su firma y su entrega. La doctrina señala que,
en materia de títulos valores, la fuente de las obligaciones es la voluntad unila
teral de quien se obliga, suscribiendo el título312.
La palabra acción tiene dos significados. La acción es cada una de las frac
ciones de igual valor en que se divide el capital social de una sociedad anónima.
La acción es, también, el título que representa el aporte realizado a estas socie
dades. En la Ley de Sociedades Comerciales 16.060 se hace una categorización
de las acciones, diferente a la formulada por el Decreto Ley 14.701.
La Ley 16.060 distingue entre diversas clases de acciones: al portador, no
minativas y escritúrales. Las acciones al portador, son aquéllas, en que no figu
ra el nombre de su titular. Se trasmiten por la simple entrega;
; En las acciones nominativas figura el nombre de su dueño (art. 304). La so
ciedad que las emite lleva un Registro (art. 333). Las acciones nominativas
pueden ser endosables o no. Si no son endosables, ello debe constar en el título
(art. 305). Si son endosables, se trasmiten por endoso y anotación en el Registro
que lleva la sociedad. Si no son endosables, se trasmiten por un contrato de
cesión, que también deberá inscribirse en el Registro;
Las acciones escritúrales, son aquéllas que no se representan en títulos. La
calidad de accionista surge de la anotación en el libro de acciones escritúrales
que debe llevar la sociedad emisora. Se trasmiten por un contrato de cesión que
debe registrarse en el libro referido.
Queremos anticipar que la acción no crea un derecho a exigir una prestación
dineraria. La acción es representativa del conjunto de derechos de participación
que tiene un accionista respecto a una sociedad.
B. Sociedades anónim as
El numeral 5 del artículo 7 incluye a las sociedades anónimas, entre los ac
tos de comercio, cualquiera sea su objeto. Esta norma suponía una excepción al
Sobre este aspecto volveremos más adelante, al estudiar las fuentes dé las obligaciones en el
Derecho Comercial.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 259
2. Precisión
El solo hecho de que se trate de una sociedad con un tipo comercial, no im
prime carácter comercial a la actividad que esta sociedad realice. La comercia
lidad es un calificativo del contrato de la sociedad. Es comerciante el sujeto
nacido de la celebración del contrato y que, como persona jurídica comerciante,
Elpriiicipio de la comercialidad de las sociedades anónimas fue tomado del Código de Wurten-
berg. La razón por la cual se les atribuyera comercialidad fue el interés de! comercio. “Las so
ciedades anónim as concentran grandes capitales, organizan grandes em presas y realizan opera
ciones que afectan cuantiosas intereses". Para seguridad de terceros, se las somete a la discipli
na más severa del Derecho Comercial.
260 Nuri E. Rodríguez Olivera - Caries E. López Rodríguez
S ección S egunda
Actos de Comercio N o E numerados en el Artículo 7
I. Mahdatcí comercial
El mandato comercial es definido por el art. 299 del código de Comercio co
mo un contrato, por el.cual una persona se obliga a administrar el negocio lícito
262 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
que otra le encomienda. Por aplicación del art. 306, sólo puede tener por objeto
actos de comercio.
IV. Seguro
V. Cartas de crédito
I. Fianza comercial
S ección Tercera
Otros Aspectos R eferentes a la Mercantilidad de Ciertos Actos
I. Objetividad
Cada numeral del artículo 7 indica una categoría o género de?actos califica
dos como mercantiles por la Ley. Partiendo de esas dos observaciones, se llega
a la conclusión de que, dentro de cada categoría, puede aplicarse la analogía
para incluir otros actos no enunciados o incluidos expresamente313.
La esfera de aplicación del Derecho Comercial se ampliará teniendo en
cuenta el sentido y finalidad de la Ley. Como dice FONTANARROSA, puede ex
tenderse a aquellos casos en que puede preverse la existencia de los mismos
3. Nuestra posición
A Carácter declarativo
B. Indisponibilidad
C. Heterogeneidad
Otra doctrina entiende que, por vía del artículo 5, serán comerciales ciertos
actos que, intrínsecamente, pudieran ser considerados civiles; esto es, actos que
no fueron tipificados como comerciales por la Ley comercial serían, de todos
modos, comerciales por el solo hecho de ser realizados por un comerciante.
Se sostiene que en el artículo 5 no quedan comprendidos los actos enumerados
en el artículo 7, puesto que ellos son comerciales con prescindeneia de la persona
que los realiza. Con el artículo 5 se pretende abarcar actos que no: son natural ni
legalmente comerciales. La comercialidad estaría impuesta por la relación que
tuviese el acto con el ejercicio de la actividad comercial del comerciante.
Damos un ejemplo. Si el comerciante compra un vehículo para trasladar
dientes a su establecimiento comercial, esa compraventa no es comercial, por el
art. 7 no.l; pero lo sería por su conexión con su actividad comercial. Otro ejem
plo: si el comerciante compra muebles para alhajar su casa o un automóvil para
su uso particular, esos actos no serán actos de comercio porque, si bien caen
dentro del artículo 5 por ser actos de un comerciante, se podrá probar que no
tienen conexión con su actividad mercantil. No es la calidad de la persona la
que transforma un acto civil en comercial, sino que es la actividad mercantil la
que hace que todos los actos que tiendan al desarrollo de esa actividad se pre
suman mercantiles. La prueba en contrario de que habla el artículo 5 se refiere
a la prueba de falta de conexión con el ejercicio de la profesión mercantil.I.
También sostiene la doctrina, que la palabra acto, en este artículo, debe ser
interpretada diversamente que en el artículo 7. El artículo 7 sólo abarca actos
Manual de Derecho Comercia! Uruguayo 271
A. Sanatorios
B. Colegios
A Servicios fúnebres
S ección P rimera
Doctrinas que R ecurren a Conceptos E conómicos
I. Posición d e THALLER
Las concepciones económicas han sido criticadas porque, según se vio prece
dentemente, el concepto jurídico de comercio no se ajusta al económico. ROCCO
sostiene que en ningún momento de la evolución del Derecho Mercantil ha co
incidido el concepto económico del comercio con el concepto jurídico. La Ley ha
incluido entre los actos de comercio a la empresa de fabricación y de transporte
y a los títulos valores que no responden estrictamente al concepto de interme
diación desde el punto de vista económico.
S ección S egunda
D o c t r in a que Recurre al C o n cepto de I n t e r p o s ic ió n en el C a m b io
S u b s e c c i ó n P r i m e r a : T e s is d e ROCCO
ROCCO define al acto de comercio como todo acto que realiza o fa cilita la
in terp osición en el cam bio. Según ROCCO, algunos lo son por su naturaleza
intrínseca y otros lo son por su conexión con los primeros.
Se critica esta tesis porque, en Derecho Positivo, son. comerciales actos como las letras o las
sociedades anónimas y éstos no son, necesariamente, actos de interposición.
Se critica porque el lucro no es exclusivo del comercio. También, existe en las actividades civi
les.
Manual de Derecho Comercial Uruguayo 275
A Prim er grupo
B. Segundo grupo
C. Tercer grupo
D. Cuarto grupo
gurador toma a su cargo los riesgos de muchos asegurados y les promete una
indemnización especial a cada uno de ellos.
Los seres humanos están sujetos a riesgos que alcanzan a sus bienes y a sus
personas. Cada uno trasmite su riesgo individual al asegurador, pagándole una
prima; pero al pagar la prima se está haciendo cargo de parte de los riesgos de
los demás asegurados porque con las primas se forma un fondo común para
atender los riesgos de todos.
Actos de comercio por conexión son aquéllos que la Ley declara comerciales
en razón de su vinculación con una actividad mercantil. Se trata.de actos que,
por sí mismos, por su naturaleza, podrán ser civiles o mercantiles, pero advie
nen en comerciales al relacionarse con un acto mercantil fundamental.
Entre éstos RGCCO distingue:, actos cuya, conexión debe probarse en cada ca
so, así, por ejemplo, el mandato, el depósito, el préstamo; actos para los cuales
corresponde una presunción genérica de comercialidad pero que admiten prue
ba en contrario (así por ejemplo, los actos realización por comerciantes que se
presumen comerciales salvo prueba en contrario); actos en los cuales se declara
la comercialidad sin admitir prueba en contra. Ejemplo, la letra de cambio.
Después de realizar este examen, ROCCO señala que del examen de la legis
lación positiva, a posteriori, puede extraerse un concepto de acto de comercio.
De acuerdo al autor, la noción sustancial del acto de comercio sólo puede obte
nerse de los actos intrínsecamente comerciales.
Lo común en todos ellos es “la interposición en la realización del cambio o el
cambio indirecto o mediato”. Concluye definiendo al acto de comercio como todo
acto que realiza o facilita la interposición en el cambio.
pero, sin embargo, son actos de comercio en Derecho Positivo y, a la vez, se in
cluyen otros que no son intrínsecamente mercantiles, por una concepción de
masiado amplia en materia de empresa.
S e c c ió n T e r c e r a
O t r o s C r it e r io s D e f in it o r io s
I. E l a c to d e c o m e rc io c o m o a c to p r o f e s io n a l d e l c o m e r c ia n te
tida inverso. Eí comerciante ejerce una profesión. Los actos profesionales del
comerciante son actos de comercio. Son actos de comercio, los que se realizan en
el ejercicio de una profesión comercial,
RlPERT formula algunas excepciones a su concepción, a) No revisten carácter
comercial los actos de los comerciantes que son civiles por su naturaleza, por
ejemplo,, la venta de inmuebles, b) Por otra parte, los actos de los no comer
ciantes son civiles, salvo que adopten una forma comercial. Así, por ejemplo,
son comerciales las letras de cambio o las sociedades anónimas porque son for
mas propias del Dereeho Comercial y serán comerciales, aun cuando sean utili
zadas por civiles. Las operaciones de corretaje o de banco son comerciales en
razón de su objeto, según RlPERT; aunque sean realizadas accidentalmente por
un civil, serán comerciales, pues se entiende que se está usurpando una profe
sión comercial, c) En cuanto a los contratos de compraventa, mandato, depósito
o préstamo comerciales, no difieren de los actos civiles ni por su objeto ni por su
forma. Lo quedes imprime carácter comercial es que se realizan con un propósi
to de especulación mercantil.
La tesis de R í PERT no se ajusta a nuestro Derecho Positivo. En el sistema
del Código de Comercio uruguayo, la calidad de comerciante se configura por la
realización de actos de comercio y los actos del comerciante sólo se presumen
comerciales, siendo ello una presunción relativa.
Conclusiones
les) y otros lo son por conexión con una actividad mercantil (ej. corretaje, comi
siones, mandato, depósito).
Concordamos con BARRERA GRAF que expresa que el contenido de una disci
plina se puede hacer con criterios a priori, cuando su existencia derive dfr .exi
gencias lógicas; pero debe hacerse a posteriori cuando, como ocurre con el Dere
cho Comercial, su razón de ser estriba en razones históricas siendo su conteni
do diverso, contingente y variable. De manera que el problema de fijar el conte
nido del acto comercial es un problema de Derecho Positivo. v *
2. No es posible formular un concepto de acto de comercio
En el Código de Comercio no existe definición del acto de comercio. Son mu
chos los autores que han renunciado a la posibilidad de dar un concepto unita
rio de acto de comercio. Por citar algunas opiniones de los autores más presti
giosos, recordaremos que V iv a n t e sostiene que no es posible resumir en un solo
concepto los diferentes actos a los que el legislador imprime carácter comercial
y la doctrina debe renunciar francamente a una definición.
VlDARl sostiene, textualmente, que “entre, los actos civiles y los actos de co
mercio no hay ninguna diferencia esencial”, BOLAFFIO expone: “El acto de co
mercio típico no existe. Es acto de comercio, aquél que el legislador ha querido
corno tal*. DELAMARRE y L e PoiTviN declaran q u e los actos de comercio no tie
nen otra razón de ser que el arbitrio del legislador que los ha creado. Esta tesi
tura levantó críticas pues no se concibe que la delimitación de una rama jurídi
ca pueda quedar librada al simple arbitrio del legislador. Por ello, Lyon CAEN
ET RENAULT señalan que los actos de comercio enumerados por la Ley son sus
traídos al Derecho Civil por motivos de utilidad práctica. Éstos y muchos otros
autores, concluyen que no puede definirse doctrinariamente el acto de comercio
y sólo cabe una interpretación exegética de los textos legales que los enumeran.
Manual cíe Derecho Comercial Uruguayo 281
Capítulo Tercero
CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS DE COMERCIO
Los autores han efectuado diversos intentos por definir el acto de comercio,
dando una noción unitaria. La doctrina más moderna ha renunciado a definir,
pues resulta imposible unir en una sola definición, los variados actos de natura*
leza mercantil. Por ello, en lugar de definir, los autores se ocupan de clasificar.
Hemos de referir algunas modalidades de clasificación que se adapte a nuestros
textos legales.
S ección P rimera
C r it e r io s que A t ie n d e n a la F uente d e la C o m e r c ia l id a d del Acto
I. A c t o s i n t r í n s e c a o n a t u r a l m e n t e c o m e r c i a le s
y de préstamo, como formando parte de una única operación, sería posible con
siderar que implican intermediación entre la oferta y demanda de dinero.
Ni en el caso de los seguros, ni en el de las empresas (en el sentido que a es
tas les atribuye ROCCO), habría intermediación en mercaderías. Ni el riesgo ni
el trabajo ajeno constituyen mercaderías. Por lo tanto, la intermediación en
estos no constituiría comercio en sentido económico.
En cuanto a las operaciones de banco, no es posible expresar, en general,
que suponen intermediación entre la oferta y demanda del crédito (aun admi
tiendo que éste constituya una mercadería). Las operaciones denominadas neu
tras, ciertamente, no implican intermediación alguna.
Actos de comercio por conexión son aquéllos que la Ley declara comerciales
en razón de su vinculación con una actividad mercantil. Su naturaleza no es
intrínsecamente mercantil. Ordinariamente son civiles pero, cuando se vincu
lan con un acto mercantil o con el ejercicio del comercio, quedan sometidos al
Derecho Comercial.
Entre los actos por conexión, la doctrina ha hecho varias distinciones.
ROCCO distingue aquellos actos cuya conexión debe probarse en cada caso, como
por ejemplo, el mandato, el depósito, el préstamo; actos para los cuales corres
ponde una presunción genérica de comercialidad pero que admiten prueba en
contrario, como ejemplo, los actos realización por comerciantes que se presu
men .comerciales salvo prueba en contrario. Por otra parte estarían aquellos
actos en los cuales se declara la comercialidad sin admitir prueba en contra,
por ejemplo, la letra de cambio.
Otros ha distinguido entre los actos de comercio por conexión objetiva y por
conexión subjetiva. En la primera acepción, ciertos negocios son comerciales
cuando tienen vinculación con otro acto comercial. Se trata de una comerciali
dad derivada. Recordamos: el mandato, la prenda, la fianza y la hipoteca.
Otros negocios son comerciales sólo cuando en su concértación interviene un
comerciante o dos. Recordamos el préstamo (art. 701) y eí depósito (art. 721),
aunque, en ellos, también, se requiere una conexión objetiva.
les por sí mismos, por el sujeto que los realiza, por el objeto sobre el cual re
caen, por el fin o por la forma. Los actos de comercio accesorios, son aquellos
cuya calidad comercial depende de la relación con actos a ios cuales se conec
tan.523 Por lo tanto, un acto sería comercial cuando se cumple por un comer
ciante para atender las necesidades de su comercio, aun cuando no estuviere
incluido en la nómina legal de actos de comercio. Como ejemplo sé indica la
compra de combustible efectuada por un comerciante para calefaccionar sus
locales o la compra de un camión para la distribución de mercaderías. No
son compras efectuadas con intención de revender, pero igualmente serían
comerciales, porque se cumplen en el ejercicio de su comercio. Lo que justifi
caría su carácter comercial, sería la naturaleza comercial de la actividad
principal1*1.
Se señalan excepciones a esta extensión de la comercialidad; las operaciones so
bre inmuebles, que siempre serán civiles; las relaciones laborales sometidas al
Derecho Laboral; las relaciones tributarias regidas por el Derecho Tributario33.
Aplicando la teoría de lo accesorio, también, se comercializarían las obliga
ciones nacidas de delitos, cuasidelitos y cuasicontratos326. Volveremos sobre el
tema, al estudiar las obligaciones comerciales.
GUYENOT denomina a los actos de comercio, que lo serían por la teoría de la
accesoriedad, como actos subjetivos. Señala que es la profesión comercial del
autor del acto, lo que ejerce una influencia determinante en su calificación jurí
dica327.
Podría entenderse que el artículo 5 de nuestro Código de Comercio recoge
esa doctrina, pues se comercializaría, de acuerdo a algunos autores, actos que
en sí mismos no serían comerciales, por el sólo hecho de ser realizados por un
comerciante, aunque deben tener conexión, además, con su actividad comercial.
Advertimos que en esta norma legal sólo se establece una presunción relativa
de comercialidad, que admite siempre una prueba contraria. E a rigor no se
trata de una categoría distinta de “actos de comercio accesorios” sino de actos
presumidos comerciales por su conexión subjetiva, pudiéndose probar que no lo
son por faltarles conexión objetiva.
III. A c to s d e c o m e r c io le g a le s o f o rz o s o s
Los actos de comercio legales son aquéllos calificados como comerciales por
la Ley, en atención a su estructura formal, por razones históricas o de conve-*
Ya hemos visto la clasificación de ROCCO un tanto similar al analizar su doctrina sobre el acto
de comercio.
K< Hamel & Lagarde, op. cit., § 175.
*" H amel & Lagarde, id. íbíd..
** Hamel & Lagarde expone el tema en los § 178 y § 175 de la op. cit. GUYENOT, op. cit., § 6.
“ GUYENOT, op. cit., § 53.
284 Nuri E. Rodríguez Olivera - Carlos E. López Rodríguez
H . A c to s a b s o lu to s o p r in c ip a le s y a c to s r e la tiv o s o a c c e s o r io s y f o r m a
le s
S ección S egunda
Actos de C o m e r c io H a b it u a l e s y A c c id e n t a l e s
Si~ Cosa que sí había hecho la Ley 19.550 argentina que le sirvió de fuente. En su artículo 118 se
establece: “La sociedad constituida en el extranjero se rige en cuanto a su existencia y forma por
las leyes del lugar de constitución. Se halla habilitada para realizar en el país actos aislados y
estar en juicio. Para el ejercicio habitual de actos comprendidos en su objeto social, establecer
sucursal asiento o cualquier otra especie de represe alació» permanente, debe...”
288 Nuri E. Rodríguez Qiivera - Carlos E. López Rodríguez
Bibliografía
ABRAM, Aldo. Gazeta Mercantil Latinoam ericana, año 4, n, 160, p. 16. Bue
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ÁLFONSÍN, Quintín. Teoría del Derecho Privado Internacional. Montevi
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HOUIN, Roger, & PEDAMON, Michel. Droit Commercial. 9 ed.. París: Dalloz,
1.990. 944 pp..
Introducción ....................................................................................... 7
PRIMERA PARTE: EL DERECHO COMERCIAL............................... 9
Capítulo Primero: Concepto y Contenido del Derecho Comer
cial ................................................ :.................................................... 11
Sección Primera: M ateria Regulada p o r el Derecho Comer-
cial
Subsección Primera: La Actividad C om ercial......................... 12
I. Concepto económico de comercio................................................ 12
A. Trueque.............................................................................. 13
B. Intermediación.................................................................... 13
H. Concepto jurídico de comercio..........;.................... ...... .......... 14
A. Actos de comercio enunciados en el artículo 7 del Código
de Comercio....................................................................... 14
1. Actos que responden al concepto económico de co
mercio ........................................................ i::............... 15
2. Actos que no responden al concepto económico de co
mercio ................................................ 15
B. Contratos calificados como comerciales en el Código de Co
mercio................................................................................. 15
C. Otros negocios jurídicos mercantiles............. 16
Subsección Segunda: Sujetos que Realizan Actividad Mercantil.. 17
I. Comerciantes y auxiliares de comercio...................................... 17
A. Comerciante....................................................................... 17
B. Auxiliares de comercio........................................................ 13
II. Personas jurídicas................................................................... 18
A. Sociedades comerciales....................................................... 18
B. Personas jurídicas de Derecho Público.................................. 18
C. Sociedades de economía mixta............................................... 19
ílI.Civiles.................................................................................... 19
Subsección Tercera: Bienes Mercantiles.......................................... 20
I. Buques, aeronaves y otros vehículos de transporte............ ..... 20
Á. Buques................................................................................ 20
B. Aeronaves........................................................................... 21
298 Nuri E. Rodríguez O livera - C arlos E. López Rodríguez
3. Compilaciones.............................................................. 43
Conclusión..................................................................................... 43
Subsección Segunda: El Derecho Comercial en la Época Mo
derna ....................................................................................... 44
I. Condiciones políticas, económicas y sociales en la Época Mo
derna............................................................................ 44
A. Descubrimiento de América..................................... 44
B. Desarrollo de la banca y de los valores mobiliarios............. 4o
C. La Revolución Industrial......................................... 45
II. Las ordenanzas........................................................................ 46
Subsección Tercera; El Derecho Comercial en la Época Contem
poránea ........................................................................................... 46
I. La configuración de un modelo binario del Derecho................. 47
A. La dicotomía revolucionaria de finales del Siglo XVIII....... 48
1. El paradigma norteamericano................. ....................... 48
2. El paradigma francés......................................................... 49
3. El Código de Comercio francés......................................... 50
B. Resumen sobre el Derecho Comercial en el Siglo XIX........ 55
II. El Derecho Comercial en el Siglo XX.............. ....................... 56
A. Condiciones políticas, económicas, sociales y filosóficas en
el Siglo XX................................................... 56
1. Individualismo, supraindividualismo y transpersona
lismo.................................................... 57
2, Liberalismo e intervencionismo..................................... 58
B. Evolución del Derecho Comercial en el Siglo XX................ 62
1. La descodificación del Derecho Privado.......................... 62
2. Expansión del Derecho Comercial................. 65
3. Regulación de la actividad comercial por el Derecho
Público........................................................................... 66
4. Tendencia a la uniformidad internacional del Derecho
Comercial....................................................................... 69
5. La crisis del Derecho Comercial...................................... 70
Conclusión..................................................................................... 71
Sección Segunda: Evolución del Derecho Comercial
Uruguayo ............................................... 72
Subsección Primera: Derecho Comercial Uruguayo anterior al
Código de Comercio...................................................................... 72
I. Derecho Comercial Anterior a la Independencia...................... 72
A. Régimen Jurídico durante la época colonial.................... 73
300 Nuri E. Rodríguez O livera - Carlos E. López Rodríguez
¡Su
FUNDACION DE CULTURA
UNIVERSITARIA
vr E n c u a d e r n a d o én
M A S T E ftO R A F Sfíí_
G B A t- PAGOLA ! 73 .7 - C P II 8 0 0 - T EL. r 2 0 3 4760*
Mo n t e v id e o - U ruguay
E-M AIL: M A ST E R S R A E @ N E T G A T E -C O M .U y
D E P Ó S IT O L E G A L 3 3 3 . I 3 5 - C O M IS IÓ N D E L P A P E L
EíAIC tÓ N A M P A R A R A A L D E C R E T O Z I 9 / 9 6