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LEGISLA
CIÓN
MERCA
NTIL
Facilitador: Daniel José Chirinos
Participante:
Daliatsy Navarro
C.I.: V-28477362
Personas en el Derecho
Según la escuela francesa persona es aquel que tiene la capacidad para intervenir en
una relación jurídica como actor o pretensor o como sujeto obligado. También se dice
según la escuela alemana que persona es aquel ser o ente, a quien el ordenamiento
jurídico le reconoce voluntad para ser titular de derechos subjetivos y de deberes.
Persona es todo ser o ente de derechos y deberes.
Clasificación
La persona en el derecho se clasifica en dos tipos:
Personalidad
Es la aptitud legal de una persona para ser titular de esos derechos y deberes. La
personalidad es una cualidad jurídica, es una condición para ser titular de esos
derechos y deberes. La personalidad es esa cualidad, es esa aptitud que le otorga el
ordenamiento jurídico a la persona.
Capacidad
Capacidad es la medida de la personalidad que se tiene, en relaciones jurídicas
determinadas, para ser sujeto activo o pasivo. Esa capacidad puede ser absoluta, si
permite actuar en toda clase de actos jurídicos y políticos, o relativa, cuando
consciente realizar alguno de ellos y otros no. Así se puede tener capacidad para
testar, para contrajere matrimonio, para trabajar, para ser elector o diputado y no
tenerla para disponer de los bienes, para ser senador. La personalidad es el todo, la
capacidad parte de ese todo. Por eso un ente tiene o no personalidad, no existen
grados como en la capacidad.
Domicilio
Para las personas naturales, el domicilio es su lugar de residencia habitual, como
centro de ejercicio de los derechos y cumplimiento de las obligaciones. Además del
domicilio civil, pueden señalarse otros, como el domicilio procesal, a efectos de un
pleito o procedimiento judicial, o el electivo, el determinado por las partes en los
contratos.
La legislación rituaria, a su vez, señala una serie de criterios para la fijación del
domicilio, distinguiendo:
Mujeres casadas y no separadas o divorciadas, presumiéndose que su domicilio
es el del esposo. La regla carece ya de significación ante la reforma del artículo
69 C.C., por cuya virtud hay que presumir un domicilio conjunto, siendo el del
esposo el de su mujer y viceversa; lo cual, ante una situación cierta de
domicilios distintos, puede significar problemas para algún cónyuge
(notificaciones, entre otros, aunque puedan desvirtuarse a posteriori por la
prueba en contrario; si bien los efectos respecto de tercero de buena pueden
ser considerables y en perjuicio de alguno de dichos cónyuges).
Empleados, que será el del lugar en que sirvan su destino, y si por función de su
trabajo fueran de ambulantes, el del lugar en que vivieren con más frecuencia.
Militares, cuyo domicilio es el del lugar en que se halle el cuerpo al que estén
adscritos.
La enunciación legal deriva de ser simplemente presuntiva, por lo que decae ante la
prueba en contrario, siendo por ello factible la existencia de más de un domicilio.
Residencia
La residencia es una noción vulgar, que alude al lugar donde habita ordinariamente la
persona. Puede o no, según los casos, ser un elemento constitutivo del domicilio,
revistiendo ese carácter cuando la ley determina el domicilio (concepto jurídico) de la
persona en función de su residencia (concepto material).
Habitación
La habitación es el lugar donde la persona se encuentra accidental o
momentáneamente, donde pasa una estadía de vacaciones. Comparada la habitación
con la residencia, se advierte que ambas nociones son de orden vulgar, no técnico,
diferenciándose por la nota de habitualidad y permanencia que corresponda a la
última y de la que carece la primera.
Cabe destacarse que el objetivo final que se persigue a través del acto de comercio es
la obtención de un beneficio económico. En tanto, la ganancia económica que se
perciba quedará materializada desde el mismo momento en el cual se consigue la
disposición del bien y también podrá verse incrementada si sobre el bien se efectúa
una modificación que hace crecer el valor que se pagó por él. Tal accionar se efectuará
en el marco de una normativa especializada, vigente, cada país dispone de una propia
en función de sus características y que guiará al acto.
Entre los actos de comercio más corrientes podemos citar los siguientes: la compra de
bienes muebles o de derechos inherentes a los mismos, las típicas operaciones
bancarias, la compra venta de artículos, entre otras.
Actos de comercio subjetivos: Son actos subjetivos los actos cuya comercialidad
resulta de la forma de su ejercicio, y los actos que son mercantiles en razón de
otro acto que es el principal. Son actos de comercio subjetivos porque se toma
en cuenta para su determinación la cualidad de comerciante de la parte
interviniente. Son actos principalmente de índole civil, relacionados con la
familia y con el estado.
Actos de comercio mixtos: Los actos de comercio pueden ser objetivos, porque
así lo determina la ley, y subjetivos, por interpretación extensiva y analógica.
Este es el caso de seguro de vida, que es acto de comercio para la empresa
aseguradora pero no para el asegurado, aunque sea comerciante, porque la
vida no puede ser vista como un objeto de comercio. En otras palabras son
actos de comercio para los comerciantes pero no para las personas que no lo
son. Por este motivo, coexistir puede en el acto de comercio, la naturaleza dual
y civil que es avalada en la ley y por esta razón se denomina acto de comercio
mixto.
VIVANTE se refirió a las obligaciones de favor que se adquieren cuando firmo una letra
de cambio como avalista con el fin de facilitar a un amigo su utilización.
ESCARRA a la circunstancia de que muchas veces un comerciante vende por debajo del
costo (y pierde) y sin embargo, esa venta continúa siendo mercantil.
También puede criticársele que el deseo de lucro está tácito en todas las
profesiones. Si bastara el ánimo de ganancia, para concluir en la comercialidad de un
acto, habría que llamar "mercantiles" a actividades tales la agricultura, la abogacía, o
aun al trabajo asalariado del obrero o del empleado dependiente. En definitiva, la tesis
de ninguna manera delimita el Derecho Mercantil.
Crítica: Hay actos comerciales en donde la riqueza no circula, y puede darse de nuevo
como ejemplo al aval de la letra de cambio. Y, además, la circulación de riqueza se
encuentra en todos los contratos de derecho civil, como el arrendamiento, el mutuo y
el comodato; en figuras del derecho de familia como el testamento; en actos de
solidaridad social como el pago de impuesto o la ayuda al desamparado. La circulación
de riqueza, por si misma, tampoco basta entonces para caracterizar al acto comercial.
Crítica: De la suma de dos tesis erróneas no puede salir la verdad. Si en el aval de favor,
por ejemplo, acto de comercio indiscutible, no existe ni especulación ni circulación de
riqueza, evidentemente tampoco habrá en él una circulación de riqueza especulativa.
A esta tesis híbrida cabrán todas las críticas que le eran oponibles a los dos
pensamientos matrices, y además, te cabrá la crítica nueva de su inconsistencia lógica.
Por estos caminos de síntesis no se logra el propósito que se quiere perseguir.