Sei sulla pagina 1di 4

Sentencia Gustavo Petro

Radicado: 110010325000201400360 00

Medio de control: Demanda de nulidad y restablecimiento del


derecho

Fecha: 15/11/ 2017

Magistrado Ponente: CÉSAR PALOMINO CORTÉS

Actor o Accionante: Gustavo Francisco Petro Urrego

Hechos: El actor señala que, como resultado de la


investigación disciplinaria que cursó en su
contra como Alcalde Mayor de Bogotá, fue
sancionado mediante acto del 9 de diciembre
del 2013, proferido por la Sala Disciplinaria de
la Procuraduría General de la Nación, decisión
que se confirmó por la misma Sala el 13 de
enero del 2014.

Indica que, por esos hechos, interpuso una


acción de tutela ante la jurisdicción
contenciosa administrativa, que fue negada, y
que para proteger sus derechos políticos
solicitó ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos el otorgamiento de
medidas cautelares, que fueron concedidas.
Sin embargo, el Gobierno Nacional lo
destituyó mediante Decreto 570 del 20 de
marzo del 2014.
Los sustentos fácticos de las pretensiones se
resumirán de manera integrada con los cargos
expuestos en el concepto de violación.
Normas Constitucionales Objeto de Los artículos 29, 40, 103, 259, 277, 278, 315,
Pronunciamiento: 365, 366, 367,
368, 369 y 370, de la Constitución Política; 4,
5, 6, 9, 13, 14, 18, 20, 23, 28, 84, 86, 87,
94, 128, 129, 132, 141 y 142, de la Ley 734 del
2002; 35, 38, 39 y 163, del Decreto Ley1421
de 1993; 5 núm. 5.1, 14 núm. 14.5, 17, 18 y 40
de la Ley 142 de 1994; 209, 210 y
211 de la Ley 489 de 1998; 33, de la Ley 1551
del 2013; 7 (nums. 5 y 21), 9 y 22, del
Decreto 262 del 2000, y 23, de la Convención
Americana de Derechos Humanos, cuyo
concepto de violación desarrolló a través de
los cargos de: i) violación directa de la
Constitución Política, ii) violación de normas
Sentencia Gustavo Petro

internacionales, iii) violación directa de la


ley, iv) inexistencia de ilicitud sustancial, v)
ausencia de culpabilidad, vi) inexistencia de
tipicidad, vii) falsa motivación y viii) desviación
de poder.
Problema Jurídico: En los términos planteados por las partes, la
Sala debe resolver si la Procuraduría General
de la Nación es competente para imponer la
sanción de destitución e inhabilidad a un
servidor público que ha sido elegido
popularmente, a la luz del ordenamiento
jurídico interno y del Sistema Interamericano
de Derechos Humanos.

Para su resolución, la Sala Plena abordará los


siguientes temas: (i) normas de orden de
interno sobre derechos políticos y sus
restricciones, (ii) normas de orden interno
que otorgan la competencia al Procurador
General de la Nación para investigar y
sancionar a servidores públicos de elección
popular, (iii) los derechos políticos en la
Convención Americana de Derechos Humanos
y la jurisprudencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, (iv) la interpretación
constitucional de la competencia del
Procurador General de la Nación para
investigar y sancionar a servidores públicos de
elección popular frente a la Convención
Americana de Derechos Humanos y (v) control
de convencionalidad.
Decisión: La Sala concluye que los actos administrativos
sancionatorios del 9 de diciembre del 2013 y
del 13 de enero del 2014, proferidos por la
Sala Disciplinaria de la Procuraduría General
de la Nación, están viciados de nulidad por: (i)
falta de competencia del ente que impuso la
sanción, garantía mínima del derecho al
debido proceso del señor Gustavo Francisco
Petro Urrego y (ii) violación al principio de
tipicidad de la falta disciplinaria que guarda
relación estricta con el principio de legalidad
de la sanción.

Frente a la solicitud de reintegro al cargo de


Alcalde Mayor de Bogotá, señala la Sala que
esta petición carece de objeto, toda vez que,
con ocasión del auto del 13 de mayo del 2014,
Sentencia Gustavo Petro

que decretó la suspensión provisional de los


efectos de los actos administrativos
sancionatorios, el actor fue reincorporado al
cargo. Se resalta igualmente que el periodo
constitucional del señor Gustavo Francisco
Petro Urrego como alcalde de la ciudad de
Bogotá culminó el 31 de diciembre del 2015.
Conclusión: Este caso pone en evidencia, el resultado
práctico de la falta de adecuación del sistema
normativo colombiano al sistema normativo
interamericano. La Constitución Política de
1991, así como nuestro ordenamiento
jurídico, en algunos de sus apartados no se
ajusta a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, debido a que tanto los
jueces como, las entidades de la
administración, deben ejercer control de
constitucionalidad, pero al mismo tiempo se
exhorta a que haga el control de
convencionalidad.
En el caso en específico vemos que la PGN
como órgano de control autónomo que se
encarga de investigar, sancionar, intervenir y
prevenir las irregularidades, no se adecuó a lo
pactado en la convención americana de
derechos humanos debido a que existe una
incompatibilidad en la decisión que la entidad
antes mencionada tomó y el artículo 23 del
pacto, precisando que una autoridad
administrativa no tiene competencia para
restringir derechos políticos a los servidores
públicos de elección popular, mediante la
imposición de sanción, entre ellos, limitar el
derecho al sufragio pasivo, es decir, el derecho
a ser elegidos, por vía de la inhabilidad.

Además, consideró que en este caso no tenía


información “respecto a alguna decisión
sobre una condena penal, emitida por un juez
competente y en un proceso penal, en
contra del señor Gustavo Francisco Petro
Urrego. En consecuencia, se estima que la
posible aplicación de una sanción de
naturaleza disciplinaria, adoptada por una
autoridad administrativa, podría afectar el
ejercicio de los derechos políticos del señor
Gustavo Francisco Petro Urrego, quien habría
sido elegido por votación popular. y que
Sentencia Gustavo Petro

cuando se trata de la restricción por vía de


una sanción, ella no puede ser distinta a la que
imponga un juez penal, mediante una
condena dictada dentro de un proceso penal.
En otras palabras, para los dos órganos de
protección de derechos humanos del sistema
interamericano, la facultad administrativa, y
no judicial, por medio de la cual se inhabilita a
un funcionario elegido popularmente, no es
convencional. Es decir, no se ajusta a lo
consagrado en el artículo 23 del instrumento
interamericano y, además, podría generar
responsabilidad internacional del Estado
colombiano por incumplir sus obligaciones
internacionales.
No se debe olvidar que los derechos humanos
reconocidos en las normas internacionales se
deben respetar y garantizar a los seres
humanos que estén sujetos a la jurisdicción
del Estado; y que está prohibido, en principio,
tanto por la Convención de Viena como por la
Convención Americana el no cumplimiento de
una obligación internacional justificándola en
la aplicabilidad de una ley interna.
En síntesis, hoy no solo se debe hablar de un
control de constitucionalidad sino también de
un control de convencionalidad, el cual lo
deben ejercer de manera oficiosa los jueces y
órganos vinculados a la administración de
justicia en todos los niveles.

Potrebbero piacerti anche