Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Para nadie es raro el hecho de en estos últimos años las mujeres se han revelado
para demostrarle al mundo que ellas no son el “sexo débil” y que su opinión y
participación deberían ser tomadas con el mismo valor y respeto que la de los
hombres. Nuestro país no es ajeno a la situación que se presenta a nivel mundial,
independientemente de las condiciones, económicas, políticas y sociales, el
feminismo transgrede de forma agresiva y no diferencia entre clases sociales y
relaciones de poder. Desde los orígenes del ser humano, se ha distinguido una
notable diferencia entre los hombres y las mujeres, y el papel desempeñado por
ellos y ellas; dejando en evidencia que el género masculino ha sido
sobrevalorado y el de ellas en ocasiones ignorado, subvalorado y hasta
menos preciado. Cada época o momento histórico trae consigo sus
logros y a su vez sus desdichas, teniendo en cuenta que ambos son y tienen
sentido dependiendo de quien las viva y las interprete, es decir, dependiendo de los
intereses que muevan determinado contexto general y particular. Como
seres sociales estamos inmersos en culturas que nos transmiten constantemente
toda una serie de sentimientos, ideas y conocimientos de la realidad, lo que hace
que el mundo social esté lleno de significaciones y representaciones.
Además de forma cotidiana se categorizan las personas y sus acciones
en grupos específicos en los que aprendemos a conducirnos según
reglas y normas establecidas socialmente, mientras tanto, todo este
conjunto de saberes y vivencias culturales se transmite a las nuevas
generaciones que si bien, siguen perpetuando esta desigualdad cultural, que más
que esto, es la legitimación de la violación sin censura de los derechos humanos.
Con respecto a la subvaloración de la mujer en el mundo, la
participación política es una de las muestras más significativas y representativas,
donde puede resumirse la historia de su negación y de su conquista. El feminismo
desde su surgimiento ha tenido como bandera una lucha por la igualdad, en
particular de derechos, la prohibición de la discriminación en el trabajo,
la revocación de las leyes contra el aborto, la igualdad de género en aspectos
políticos como el derecho al voto, el trabajo en igualdad de circunstancias y el
Karen Shirley Torres Rentería
mujer por fuera de todas las variables que tiene un contexto, independiente del
momento histórico, pues como sujeto político ella está adscrita a un
espacio, unas relaciones, a una naturaleza, etc. que de una u otra manera se
deben tener en cuenta a la hora de ocupar un lugar en cada uno de estos
espacios y estas esferas que configuran a la mujer como tal. A modo de reflexión
se percibe cómo los hombres son más felices que las mujeres, por una razón
básica y es que en general han tenido la libertad de ser, entiendo esa libertad
como pilar para la satisfacción y realización de cualquier ser humano. Con esto no
se dice que los hombres no tengan el derecho de serlo, sino, que para las mujeres
nos ha resultado un camino largo y arduo lleno de estereotipos y encajes que no
corresponden necesariamente, y es éste el punto fundamental de una conclusión,
más allá de las construcciones teóricas completamente validas, más allá de
las luchas que se han logrado, también de los asuntos profundos e
intangibles, como los evidentes y cotidianos, la autonomía que proporciona
la libertad para el autoconocimiento, valoración, reconocimiento en un lugar social,
y sentir que se puede decidir conforme a los principios y lineamientos
personales es clave para superar cualquier tipo de opresión. No hay
desconocimiento que si bien, tanto hombre como mujeres estamos construidos en
relación con el otro en un proceso de reconocimiento, aprendizajes, transmisiones,
etc., y que contrario a la incertidumbre que puede provocar el abanico de
posibilidades, es una gran riqueza poder identificarlas y aceptar el reconocimiento
en ellas. Un aspecto como construcción individual que produce fricción con el
avance y que hay que superar, es validar cada posibilidad y proporcionar
garantías de realización, por supuesto desde una postura ética, que permita ser y
dejar ser al otro. Sin imposiciones, sin prejuicios, sin una historia que permee el
contexto (pero sin olvidarla); mejor con ánimos de un progreso como colectivo
social que no haga diferencias entre sexo, género, color, cultura, raza, edades ni
creencias.
Karen Shirley Torres Rentería
Bibliografía
Beard, M. (2018).
Tómense en serio las
mujeres. El país.
Recuperado
de:
https://elpais.com/cultur
a/2018/02/09/actualida
d/1518198528_044052.
ht
ml
Karen Shirley Torres Rentería
responsabilidades, pero
en la práctica no sucede
así, especialmente si se
es
joven y mujer, un factor
doble de discriminación,
en donde las mujeres
cobran
menos que los hombres
por el mismo trabajo y
muy pocas acceden a
puestos
de tomas de decisión.
Se considera que los
movimientos feministas
Karen Shirley Torres Rentería
tienen su origen en la
Declaración
de los derechos
universales de
igualdad y de
libertad promovidos
en la
Revolución Francesa y
en la Ilustración; el
feminismo ilustrado
tuvo lugar con
las condiciones que
proporcionaron las
revoluciones burguesas,
en las cuales
Karen Shirley Torres Rentería
y la autonomía, sino,
desde un
lineamiento moralista
del deber ser. Este
feminismo ilustrado
está propuesto
en el marco del
feminismo de la
igualdad, el cual crea
un orden relacional
diferente. Valores
que se resaltaron
como la libertad, la
igualdad y la
Karen Shirley Torres Rentería
fraternidad en la
revolución francesa,
dan lugar a pensar en
las mujeres como
individuos libres, aun
teniendo en cuenta
que en el surgimiento
del mundo
moderno las mujeres
no quedan
representadas, ya
que el hombre era
la
medida de la ciencia.
Karen Shirley Torres Rentería