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Batalla de Junín

La batalla de Junín fue un enfrentamiento bélico que tuvo lugar en la Pampa de Junín, en la


zona central de Perú, el 6 de agosto de 1824. Fue una de las batallas cruciales en el proceso
de independencia del Perú, y una importante victoria de los rebeldes.
Antecedentes
Ya para el momento de la batalla se había consolidado la independencia de Venezuela y
la independencia de Colombia. La Gran Colombia se había formado como país, y el General Simón
Bolívar decide participar activamente en los procesos independentistas de las demás naciones
hispanoamericanas. Esto formaba parte del plan de integración trazado por Bolívar.

Protagonistas
El líder del ejército independentista, llamado Ejército Unido, fue Simón Bolívar. Por parte del
ejército realista el liderazgo fue ejercido por el General José de Canterac.

Causas de la batalla de Junín


Bolívar estaba al tanto de la sublevación en el Alto Perú del general realista Pedro Antonio
Olañeta, lo cual había dejado solo al general Canterac en el centro del Perú. Aprovechando la situación,
decidió someter a dichas tropas, contando con un ejército de diversa procedencia, principalmente de
Perú y Colombia. Con esa intención, emprende marcha hacia la Pampa de Junín.

Desarrollo de los acontecimientos


El avance del ejército independentista hacia el campo de batalla fue difícil, debido a lo
accidentado del terreno. Esta condición casi le cuesta la batalla al bando rebelde, dado que el ejército
español cargó contra el primer batallón que llegó al campo, casi sin dar tiempo de organizarse para la
batalla. De modo brillante, el ejército independentista logra repeler la embestida. Por otra parte, a los
patriotas les costó mucho organizar un contraataque, por lo que los realistas pudieron rechazar las
cargas y tomar prisioneros. El General Bolívar, preocupado, decidió un repliegue estratégico para
planificar qué mejor curso de acción tomar.
Esta situación hizo que los españoles pecaran de exceso de confianza. Creyendo derrotado al
enemigo, decidieron perseguirlo, haciendo esto de una manera desordenada. Las consecuencias fueron
desastrosas: al ejército independentista le quedaba aún un escuadrón de caballería peruano que no había
entrado aún en batalla; y viendo el desordenado ataque de los realistas, ejecutan una carga por uno de
los flancos, sin que mediara orden de Bolívar; lo cual hace estragos. El ejército patriota perseguido
entonces se reagrupa y reorganiza, y carga de regreso contra los españoles. Este ataque fue devastador.
El contingente realista quedó disperso en pequeños grupos.
Derrotado y desmoralizado, el ejército realista emprende una retirada completa. El grupo de
retaguardia quiso que se reagruparan para un contraataque, pero la moral estaba tan baja entre las filas
de los españoles, que no deseaban volver al campo de batalla. Los españoles tuvieron que batirse en
retirada con la moral baja y el prestigio maltrecho. La caballería peruana fue reconocida por su arrojo,
creatividad y valor.
La batalla de Junín resultó corta en términos de tiempo: unos 45 minutos, y otro dato notable de
la misma es que se llevó a cabo usando solamente armas blancas: sables, lanzas y combate cuerpo a
cuerpo; sin disparar un solo tiro.

Acontecimientos posteriores
La batalla de Junín tuvo que librarse bajo unas condiciones de terreno bastante desfavorables.
La altura y el camino de acceso estrecho y pantanoso dificultaron la llegada y organización de los
independentistas, situación que los hizo vulnerables frente a los españoles. Sin embargo, la
participación del escuadrón peruano fue providencial, con miras a recuperar el control de la batalla.
Esta batalla sirvió para que posteriormente se librase con mayor éxito la Batalla de Ayacucho,
en la cual se destacaría el general venezolano Antonio José de Sucre; sellando la independencia de
Perú, y consagrando a Sucre como Gran Mariscal de Ayacucho.
Batalla de Ayacucho

La Batalla de Ayacucho fue un enfrentamiento bélico, con espadas y bayonetas, que era el
armamento de la época, y que marcó hito en las guerras de independencia de América del Sur e
Hispanoamerica entre 1809 y 1826. La batalla tuvo lugar en la Pampa de Quinua, en Ayacucho, Perú,
el día 9 de diciembre de 1824.
Antecedentes

España estuvo sumida en una crisis política, y sus virreinatos se encontraban en problemas por
el importante avance de la Revolución Hispanoamericana en América del Sur; y aunque habían logrado
contenerla por un tiempo, los virreyes no lograron mantener el control. Al mismo tiempo, los reyes en
el Imperio Español no lograban contener la expansión del Imperio Francés, y aunque posteriormente
logran mantener sus reinados, ya se encontraban muy debilitados.
Los virreinatos también estaban en problemas internos, y se sublevaron algunos generales
españoles como José de la Serna en Perú, y Rafael de Riego en España, con la visión de mantener la
colonia en América del Sur, logrando conformar un ejército de 20 mil hombres en Perú.
Para el momento ya otros virreinatos se encontraban conteniendo el avance de la Revolución
Hispanoamericana, buscando el logro de su independencia definitiva: la Gran Colombia, las Provincias
Unidas del Mar de Plata, República de Chile y la Legión Británica.
Finalmente, el 9 de diciembre de 1824 estalla la batalla final por la independencia del Perú.

Protagonistas

Rafael de Riego, José de la Serna (español, comandante de la batalla del Ejército del Imperio
Español), Jerónimo Valdez, Antonio Monet y Alejandro Gonzales Villalobos, con un ejército y
artillería superior al Ejército Libertador; Antonio José de Sucre(venezolano, comandante de las fuerzas
libertadoras), y José María Córdoba, (Gran Colombia) con un ejército mucho más modesto.
Causas de la Batalla de Ayacucho

El profundo debilitamiento del Imperio Español, tanto Reyes como Virreyes, colonias y
provincias, por el fuerte avance de las fuerzas libertadoras de América del Sur.

Desarrollo de los acontecimientos

El 6 de diciembre de 1824 llega el Ejército Unido a Quinua, Perú, en la Pampa de Ayacucho,


para el cual Antonio José de Sucre dispone de la siguiente manera:
• División Córdoba: 4 batallones en la derecha;
• División La Mar: 4 batallones en la izquierda;
• División Miller: 2 regimientos de caballería en el centro;
• División Jacinto Lara: 3 batallones detrás del centro (reserva).
2 días después, el Ejército Realista Español llega al campo en las faldas del Cerro Condorcunca
y dispone De La Serna frente a la línea de Sucre:
• División Valdez: 4 batallones en la derecha;
• División Monet: 5 batallones en el centro;
• División Villalobos: 5 batallones en la izquierda;
• División Feraz: caballería;
• Entre las divisiones Monet y Villalobos 14 piezas de artillería, las cuales irían distribuidas unas con
las divisiones y otras frente a la línea.

El 9 de diciembre, a órdenes del comandante del Ejército Realista José de la Serna, se produce
el primer ataque proveniente del Batallón Valdez, al mismo tiempo Monet y Villalobos se adelantan
para comenzar su ataque simultáneo, tan pronto como Valdez venciera. Sin embargo, y con toda su
superioridad en artillería y en número de hombres, no pudieron contener la estrategia del comandante
Antonio José de Sucre quien de forma sorpresiva no deja vencer a Valdez y no deja entrar en combate a
Monet y a Villalobos; los descoloca y desorganiza, e inmediatamente, tras el intenso combate, el
Ejército Realista tuvo que capitular y rendirse para retirarse; fue entonces cuando Sucre se adjudica la
victoria de la Batalla de Ayacucho y se da el primer paso en la independencia definitiva del Perú.
Estrategia, conocimiento del campo de batalla y fuerza de independencia, fueron los fuertes de
Antonio José de Sucre, quien se atribuye el triunfo de la batalla.

Acontecimientos posteriores

La firma de la capitulación de Ayacucho y la detención del Virrey José de la Serna, y con esta
firma el permiso de españoles que quisieran quedarse en el territorio a trabajar y a disfrutar de las
tierras ya independientes.
Aunque España no cedió de inmediato la colonia o el virreinato, años después tuvo que hacerlo
debido al empuje de las fuerzas de independencia de todo el continente.
BIOGRAFÍA DE SIMÓN DE BOLIVAR

(Llamado el Libertador; Caracas, Venezuela, 1783 - Santa Marta, Colombia, 1830) Caudillo de
la independencia hispanoamericana. Nacido en una familia de origen vasco de la hidalguía criolla
venezolana, Simón Bolívar forjó su ideario político leyendo a los pensadores del empirismo y la
ilustración (Locke, Montesquieu, Voltaire, Rousseau) y viajando por Europa. En París tomó contacto
con las ideas de la Revolución Francesa y conoció personalmente a Napoleón y al naturalista
alemán Humboldt.
Afiliado a la masonería e imbuido de las ideas liberales, ya en 1805 juró en Roma que no
descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y aunque carecía de formación militar,
Simón Bolívar llegó a convertirse en el principal dirigente de la guerra por la independencia de las
colonias hispanoamericanas; además, suministró al movimiento una base ideológica mediante sus
propios escritos y discursos.
En 1810, aprovechando que la metrópoli se hallaba ocupada por el ejército francés, se unió a la
revolución independentista que estalló en Venezuela, dirigida por Francisco de Miranda. El fracaso de
aquella intentona obligó a Simón Bolívar a huir del país en 1812; tomó entonces las riendas del
movimiento, lanzando desde Cartagena de Indias un manifiesto que incitaba de nuevo a la rebelión,
corrigiendo los errores cometidos en el pasado (1812).
En 1813 emprendió una segunda expedición militar, la «Campaña Admirable», que entró
triunfante en Caracas; de ese momento data la concesión por el Ayuntamiento del título de Libertador.
Aún hubo una nueva reacción realista, bajo la dirección de José Tomás Boves, que reconquistó el país
para la Corona española, expulsando a Bolívar a Jamaica (1814-1815). Pero Bolívar lanzó una tercera
revolución entre 1816 y 1819 que le dio el control efectivo de gran parte del territorio; dos años
después, tras una tregua, aseguraría la independencia de Venezuela al derrotar a los españoles en la
batalla de Carabobo (1821).
Bolívar soñaba con formar una gran confederación que uniera a todas las antiguas colonias
españolas de América, inspirada en el modelo de Estados Unidos. Por ello, no satisfecho con la
liberación de Venezuela, cruzó los Andes y venció a las tropas realistas españolas en la batalla de
Boyacá (1819), que dio la independencia al Virreinato de Nueva Granada (la actual Colombia).
Reunió entonces un Congreso en Angostura (1819) que elaboró una Constitución para la nueva
República de Colombia, la cual llegaría a englobar lo que hoy son Colombia, Venezuela, Ecuador y
Panamá; el mismo Simón Bolívar fue elegido presidente de esta «Gran Colombia». Luego liberó el
territorio de la Audiencia de Quito (el actual Ecuador) en unión de Antonio José de Sucre, tras
imponerse en la batalla de Pichincha (1822).
En aquel mismo año Simón Bolívar se reunió en Guayaquil con el otro gran caudillo del
movimiento independentista, José de San Martín, que había liberado Chile y penetrado en Perú hasta
ocupar la capital, sin lograr pese a ello la rendición de los realistas. Se trataba de estudiar la forma de
cooperar en la liberación del Perú, pero ambos dirigentes chocaron en sus ambiciones y en sus
apreciaciones políticas; San Martín, que se inclinaba por crear regímenes monárquicos encabezados por
príncipes europeos, renunció a entablar una lucha por el poder (poco después se marcharía a Europa),
dejando el campo libre a Bolívar.
Bolívar pudo entonces ponerse al frente de la insurrección del Perú, último bastión del
continente en el que, aprovechando las disensiones internas de los rebeldes, todavía resistían los
españoles. Tras derrotarlos en Junín (agosto de 1824), en diciembre de 1824 obtuvo la más decisiva de
sus victorias en la batalla de Ayacucho, que determinó el fin de la presencia española en Perú y en toda
Sudamérica. Los últimos focos realistas del Alto Perú fueron liquidados en 1825, creándose allí la
República de Bolívar (actual Bolivia).
Bolívar, presidente ya de la «Gran Colombia» (1819-1830), lo fue también de Perú (1824-1826)
y de Bolivia (1825-1826), implantando en estas dos últimas Repúblicas un modelo constitucional
llamado «monocrático», con un presidente vitalicio y hereditario. Sin embargo, los éxitos militares de
Bolívar no fueron acompañados por logros políticos comparables. Su tendencia a ejercer el poder de
forma dictatorial despertó muchas reticencias; y el ambicioso proyecto de una gran Hispanoamérica
unida chocó con los sentimientos particularistas de los antiguos virreinatos, audiencias y capitanías
generales del imperio español, cuyas oligarquías locales acabaron buscando la independencia política
por separado.
BIOGRAFÍA DE ANTONIO JOSÉ DE SUCRE

Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá nace en Cumaná (actualmente Venezuela) el 3 de


febrero de 1795 y muere en Sierra de Berruecos, Colombia el 4 de junio de 1830. Fue un militar y
político, considerado un prócer de la independencia hispanoamericana. Se unió desde muy temprano a
la causa emancipadora, pero cobró protagonismo cuando, cerca de 1819, se volvió uno de los
lugartenientes más importantes de Simón Bolívar, y donde sobresalió por ser buen estratega y ser muy
leal.
Actualmente José de Sucre es de los héroes más reconocidos, laureados y admirados de la
independencia latinoamericana. Su mayor y más importante obra bélica fue la batalla de
Ayacucho contra los españoles. En la parte política, fue presidente de Bolivia y hay registros de sus
mayores intereses como los servicios públicos, el buen funcionamiento de la administración pública,
impulsó causas en relación con la abolición de la esclavitud, un trato humano con los indígenas y creó
colegios superiores y escuelas primarios en todos los departamentos del país. También participó
activamente en el armisticio de 1820.
De su infancia se sabe poco pero su madre murió cuando él tenía 7 años y fue educado hasta los
15 años por su tío José Manuel. Su familia era de tradición militar al servicio de la corona española
pero su padre también apoyaba la causa emancipadora. Estudió matemáticas en la escuela de
Ingenieros de Caracas en 1808.
Después habría de enlistarse en el ejército y en 1810 asciende a alférez. En 1812 asciende bajo
el mando de Francisco de Miranda a teniente. Entre 1813 y 1817 viajó bajo distintas órdenes y
organizando diferentes ejércitos. Hasta que regresa para continuar sus esfuerzos para la independencia.
En 1817 es nombrado coronel por parte de Simón Bolívar con quien se fue para el cuartel general
donde se ofreció su discurso de Angostura. Éste no fue su último ascenso pues habría de ser designado
como General de la Brigada por Francisco Zea.
Por esa época Bolívar comenzaba a cumplir su sueño político; la conformación de una gran
federación con las colonias liberadas del dominio español. En 1819 se consolida la liberación de
Venezuela, pero también la liberación del virreinato de Nueva Granada tras el triunfo en la batalla de
Boyacá. En el congreso de Angostura, su ya llamada cuartel general, se creó la República de la “Gran
Colombia”, conformada por Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador.
En angostura, Antonio José de Sucre se hizo muy cercano de Bolívar pues se ganó su amistad y
su respeto; lo describía como un buen militar y un elevado sentido de la moralidad. Desde esa época, su
amistad hacia Bolívar y su compromiso con la Gran Colombia se haría parte de sus prioridades. Fue
enviado a la Antillas para obtener armas para su ejército para después lograr el armisticio y la
regulación de la guerra en Santa Ana de Trujillo en 1820 con el general Pablo Morillo.
Se le encomendó la campaña del Sur que constaba de liberar los territorios correspondientes a la
Real Audiencia de Quito e intentar adherirlo a la Gran Colombia, logrando así una hegemonía. Pero no
todo fue sencillo puesto que, aunque ya se habían alzado en armas contra España, no estaban de
acuerdo con la integración a la Gran Colombia (Preferían Perú o ser autónomo). Aun así, logró la
victoria y se anexo Ecuador quedando expedito el camino para la liberación de Perú. Un poco después
en febrero de 1824 Bolívar tomó los poderes de Perú y se hizo cargo de las operaciones militares.
En su labor política, Sucre tuvo que abandonar la presidencia porque los peruanos estaban
presionando al oponerse a la independencia de Bolivia que llevaron a las revueltas en el motín de
Chuquisaca el 18 de abril de 1828. Sucre fue herido en el brazo derecho y encargo a José María Pérez
de Urdininea que lo sustituyese.
En 1828 sucede el atentado contra Bolívar en Colombia mientras Sucre acababa de casarse con
Mariana Carcelén, marquesa de Solanda. Sucre, aún muy leal, apoyó a Bolívar al declararse dictador de
Colombia para mantener la Gran Colombia pero con muchas otras revueltas, a principios de 1830 se
convocó en Bogotá su último congreso. Ahí fue requerido Sucre quien fue como representante de
Cumaná y fue nombrado presidente del evento. Su propuesta era la concertación de departamentos de
la República y tras muchos problemas al movilizarse y lograr una reunión la negociación fracasó y al
volver a Bogotá con las malas noticias, decidió abandonar Colombia. De regreso a Quito con su esposa
e hija fue asesinado en una emboscada cuyos autores materiales, José Erazo y Apolinar Morillo, fueron
apresados y fusilados diez años después del crimen, se dice que su muerte fue ordenada por José María
Obando, jefe militar de la provincia de Pasto

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