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El Amor y la Pasión
por Internet
Villa Gesell / Buenos Aires / Argentina
E-mail: atenas.oviedo@gmail.com
IMPRESO EN ARGENTINA
ISBN 978-987-33-4568-5
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compartiendo de forma instantánea con alguien de algún lugar
remoto. Esa virtualidad pasó a convertirse en ese instante en lo
real.
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mediada trastocando el sentido mismo de lo real y pierda su signo
característico, ser hecho dinámico, movilizante de sucesos y
quede congelada desde la mediación de la imagen, empero ¿por
ello perderá signicación?, no, sin embargo, al quedar lo real
sujeto a la imagen, apresada en ella por siempre, lo real quede
cosicado en aquello que representa y pierda contacto con lo
contingente, extraviándose del mundo de los hechos ante la no
autonomía de toda imagen”. Y como era de esperar, el
relacionamiento erótico-sexual también sufrió una modicación
profunda.
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paralelas al matrimonios (¿indelidad?), ya que Oviedo sostiene
que: “Como corolario de todo esto, el incremento de relaciones
paralelas y de indelidades se incrementen con el emerger de
Internet, pero no se trata por la oportunidad de la privacidad o el
conocer a algún tercero que potencia el fenómeno de la trampa,
sino que previamente el germen de la trampa se encuentre
alojado e Internet, implique esa vía fabulosa para tal hecho, al
considerar la ausencia de referentes que lo virtual sugiere como
exposición menor”.
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nalicé convencido que sino entendemos que esa virtualidad es lo
real nos quedaremos fuera de lo cierto, lo concreto.
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Introducción
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presencia de lo lejano y del instante remoto, mixture ayer con hoy
y predicarse a lo virtual medio trascendente a toda coordenada
geográca.
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como aceptada presencia de una persona detrás de él, aquí lo
familiar es lo oculto y posibilitado desde el inujo de lo propio en
proyección ajena, se trata del otro desde uno, por ello siempre se
trate de un extraño, aunque, la distancia de lo virtual hará que esa
persona oculta tras el Nick no constituya una amenaza seria
porque se trata de alguien que no existe como entidad física pívot
de la realidad concreta.
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el contenido primordial y emisión sublimada hacia los otros,
buscando atrapar y seducir, inuir y ser aceptado por esos otros,
se trata de todas mediaciones en consonancia con la mediación
mayor de todas, Internet.
Por ello, el sentido del presente texto busque bucear las diferentes
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formas que pueda adquirir ese amor y esa pasión detonados desde
la virtualidad y también, la característica que adopte el deseo y su
inujo pasional, pues al perderse los límites de lo real deban
situarse en lo posible que les depare el campo de lo virtual.
Pues, después del Big Bang se incubó la creencia que tal preceder
fue superado ante el emerger de la masa, energía y materia etc.
Sin embargo, el reejo del vacío siempre existió en el interior del
átomo como propiedad destacada por sobre electrones y núcleo
atómico, el vacío por sobre toda onda o partícula y que las
posibilito tales.
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impliquen expresiones condicionantes a eso llamado mente,
entonces, cada una de esas cuestiones nos permitan considerar
que lo indeterminado y el vacío, reinan, mientras que lo
determinado involucre el resultado de una previa disposición
eligiendo ser onda o corpúsculo según el reino de lo quántico.
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tanta realización sólo puede provenir como solaz a un espacio
carente, ese ente humano e incluyendo también a su arquetipo
sustancial: todo enamorado.
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Cap. I
1.1 Reejos
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(semántico) y otro exterior (pragmático) del mundo de la cultura,
educación y contexto, campos necesarios del hombre en su diario
convivir, posibilitando el juego entre las representaciones y lo
representado provocantes de un feedback, y condición necesaria
para todo equilibrio en su desenvolver cotidiano.
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morticante del mundo y por ello, busque en el señalado sí mismo
la fuente donde pueda abrevar y nutrirse a través de la
imaginación, las fantasías y sus ilusiones, elementos que
enriquezcan la intencionalidad devaluada y utilizarlas como
armas en su lucha contra los hastíos y desasosiegos diarios, contra
las imposiciones de terceros y las tensiones que provocan todo
vivir ajetreado cuan única condición válida y a la que sí o sí se
debe aceptar.
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Nótese la interesante relación con Narciso, ya que desde el
ordenador se disponga al invisible mundo del ciberespacio
determinando a qué, quienes o suceso cualquiera pueda
acontecer, pues todo internauta hace, dispone y despliega en
Internet sus intereses particulares como usuario, seguro y a salvo,
amparado ante ese sistema que lo virtual implica desde su equipo
junto a la identidad que use, y nadie lo pueda amenazar, ni
sentirse intimidado de la misma forma que se experimenta en lo
real.
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para superar tal hecho una inversión deba suceder, que el
ciberespacio tome las riendas de lo real y el espacio que implica
Internet, no solo constituya herramienta al servicio del internauta
sino espacio existencial, por el cual una autonomía se disponga a
navegar y también a existir en el mundo de lo simultáneo, lo
virtual se torne nuevo horizonte del estar, por el cual toda lo real
del ciberespacio se vuelva sustancialmente narcisista sin límites
alguno, excepto, el que dicte cada interioridad conectada.
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ese estar enamorado e inducir ilusionado por el futuro del estar
juntos, apertura por sobre cerrazón y el mundo se humanice ante
la potencia creadora del ser romántico que hace del otro una
emanación in sito, aunque, ese otro se encuentre distante pero
jamás lejano.
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se trate de la dimensión que origina todo amor: la metafísica y en
ello, la sombra de tanta luz aceche en silencio.
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ejercer, porque el yo como centro desparece, no obstante, el uso
instrumental de las personas no sufra quiebre alguno, si bien el
amor nace ante un porque sí, el buscar al otro al que se ama, no
implique porque sí alguno.
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durar del amor, su inmortalidad o perennidad, solo son frases que
la misma experiencia se encarga de colisionar, porque no hay
nada más sujeto a lo efímero que el ejercicio amoroso.
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habitando a todo lo que es y única puerta abierta para que lo
indeterminado se determine.
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través de los hijos, la egolatría consista que ellos posicionan en el
mundo a seres para la vida y por ende, también para la muerte, los
padres en el fondo condenan a quienes dicen amar, sus hijos, y
éstos, reproduzcan con sus vidas los mismos padecimientos que
hubieron de pasar sus padres, deleguen una condena cuando
decidan tener hijos, también bajo la ilusión de llenar la carencia
que ellos como seres son, y colaboren que vida y existencia
espejen el grotesco existencial de lo paterno y aspecto oculto por
la sociedad universal, al ensalzarse la condición noble de toda
maternidad y paternidad.
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su metafísica se muestre muy diferente como fenómeno en el
mundo, tanto en lo real como en lo virtual también.
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Cap. II
2.1 Llamas
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Y tal ejercer se inicie en lo visual, la óptica como órgano de
conocimiento hubo de estar presente en los inicios mismos de la
cultura occidental griega, y la mirada tras la Cam será quien logre
preeminencia como marco de la mediación virtual posicionando
la dialéctica del mirar y lo mirado, imponiendo y disponiendo del
único modo respecto al imperativo que manda hacer en el ámbito
del ciberespacio, así, inicialmente sólo desde la visión, se acate y
se obedezca el mandato pasional.
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principal medio para que el otro llegue a uno y viceversa, con el
papel protagónico de la vista ante el mostrar de uno y el mostrarse
del otro, en la presencia de la red que atrapa a través de la imagen,
ahí, el narcisismo encuentre su mayor campo de acción al postular
en la imagen el punto sostenedor de la relación erótica con el otro.
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Del mirar, del sugerir y del mostrar hasta el devenir de los
desnudos cuerpos, nos señalen un creciente sensualismo y
devenga en propio sensualismo e iniciado entre el bullir del deseo
y su búsqueda por mayor realización, pues la erótica exacerbada
por la presencia exigua que implica todo mirar y mostrar, redunde
más en un carecer que en cierto realizar, por ello reclame
posicionarse en una forma más concreta, más sensual en el mundo
virtual, hablamos del devenir autosensual.
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imperativo del hacer redunde más que nunca en el incursionar
masturbatorio y momento en que algunos de los amantes muestre
a su partenaire tal incursionar, y tácito pedido de reciprocidad
para compartir el mismo sentido, desde el mismo deseo y la
misma necesidad ante el imperativo del hacer.
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personal de lo sexual en los amantes involucrados, porque lo
sexual y lo erótico excedan largamente a las cuestiones del
penetrar y del ser penetrado, o una sensibilidad dispuesta al
clímax de lo orgásmico, si bien todos estos aspectos formen parte
de esa historia, exista un aprendizaje que postula, sugiere o
despierta otras posibilidades, y si bien nadie ejerce su sexualidad
para aprender, en el fondo, toda sexualidad enseñe.
Tal fantasía por el sexo anal como novedad, sea provocado por esa
confesión que seduce a todo varón, su apetecer por tal
posibilidad, por el cual la instancia lujuriosa de la cola se hace
presente en toda mujer, hasta el punto de tornarse elemento
seductor y permanente incitación hacia el hombre deseoso, como
también, volverse un suplicio para ellas mantener rme esa parte,
desarrollar bien sus glúteos, ardua y dura tarea en todas por igual.
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Y aquí, se deba considerar a la disposición como parte litigante en
ciertas prácticas fantasiosas, que nos habla, nos dice, de la
preeminencia de la disposición respecto a la sensación, pues lo
sexual se revela disposición cuando la erótica toma las riendas del
ejercer y experimentar, donde no se hace distinción entre virtual o
real, porque más allá de los diferentes escenarios, toda eroticidad
habrá de adecuarse al medio donde pueda realizarse como tal.
2.2 Un poema
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E insinuación juguetona de adulto aburrido.
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Cap. III
3.1 A la mano
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como realidad a vivenciar en la tierra del mañana, he aquí en esta
cadena en lo que precede, en lo que sucede y en lo potencial,
nexos del hombre en su diario acontecer.
Así, lo que pueda nacer por Internet será tan real como lo que
surja fuera del ciberespacio, sin embargo, desde las urgencias y
las necesidades de cada internauta aquellas se maniesten según
la actitud por dominar a las cosas, tener entre manos la
posibilidad de manipular según deseo de cada uno, tal como las
identidades por Internet, pues todo internauta pueda ser el que
desee ser ante cualquier tercero, y cada usuario tenga entre sus
manos las riendas de lo que surja como relación, amistad o lo que
fuera y ahí, autodeterminarse según los antojos de su propio
ánimo, aunque, por tal posibilidad surjan las sospechas, las dudas
y las desconanzas acerca de las identidades que navegan por
Internet.
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como implica recibir e-mails de terceros y contestarlos o acudir al
llamado del chateo diario etc., denote la correspondencia entre
decir y hacer, como una forma de comprobar el es ajeno, aunque,
lo que se es, exceda completamente los ejemplos señalados
diculte al extremo poder delimitar al es de todo ser en Internet.
Por ello la red bien puede ser analogizada con el espacio quántico
donde las disposiciones reinan por sobre las determinaciones y
abierto a la admósfera de lo indeterminado, la indeterminación de
lo virtual se preste al juego del poder ser esto, aquello o lo otro,
donde los juicios de lo que se es no existen y la construcción que
hacen de mí los terceros en el mundo real, quedaron desplazados
ante el signicado del giro de ser según mi propia iniciativa
autoconstruida en lo virtual, donde cada internauta será quien se
haga a sí mismo testimoniado de sus conexiones en la Web, en la
utilización de frases, palabras, dichos y fotos, etc., signos de una
identidad in situ.
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congura a cada Nick como alguien concreto y la inicial
desconanza, ceda ante una familiaridad en construcción, así, los
Blog se constituyen puertas abiertas a la participación ilimitada y
las redes sociales, los nuevos bares de la cita y encuentros,
adoptando el internauta las pautas que de la virtualidad dispone.
El giro copernicano de la identidad que permite el ciberespacio
poner en manos propias lo que se quiere ser donde la historia
personal de cada sujeto que habita en el mundo real no tenga
rastros en lo virtual, implica el n de esa historia y tener en la
mano la posibilidad generar otra nueva como aparecer y
desaparecer, poseer cientos de Nick o estar como no estar,
congure un collage en el lugar sin lugar relativizando los
vínculos entre todos ellos.
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Lo previo hace a la metáfora de tenerlo a la mano con sólo
desearlo, a que la omnipotencia en cierto modo recorra al lugar sin
lugar del ciberespacio y el ordenador, implique el mayor
signicante al cual pertenecen todos los signicados junto a la
capacidad del internauta para decodicarlos, y en ello redunde tal
omnipotencia señalada, después, lo indeterminado que pulula,
existe y navega por Internet, hacen de la red un espacio
incognoscible e indescifrable, tal como sucede con el amor y la
pasión, lejos de pertenecernos, le pertenecemos y en este punto,
asistir a otro giro copernicano.
Por lo previo, estemos entre sus manos antes que en las nuestras.
3.2 El otro
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quien se ama, pero ¿sabemos cómo es ese otro?, ciertamente que
no hay ni existe tal conocer, porque lo que ese otro es, no es
concreto sino interpretación de uno hacia ese nuevo y
desconocido ser, pues no existe cosa concreta o entidad palpable
en el llamado ser, así, lo ajeno del otro será cubierto con notas
propias y extrañas a su sí mismo, desde la rareza que lo propio de
toda alteridad, consista en una construcción ajena.
Por el cual ese otro será reejo de una particular conciencia, que
no involucra la totalidad del ser amado, sino de aquello que
agrada a la conciencia creadora.
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ilusión como instancia nal de toda posesión.
La quimera del deseo y la posesión enreden dos caras de la misma
moneda, carencia de lo propio buscando sustentarse en lo ajeno.
Pues, la sentencia que sostiene que un naufrago no puede salvar a
otro naufrago, nos señale que ninguna carencia jamás pueda
sustentarse en otra carencia, si el otro me sustenta es porque en el
fondo, el contexto de lo amoroso a quedado subordinado al juego
de las apariencias entre las marquesinas de las dádivas en
pretendida auto satisfacción.
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por ello es que en tal estado de cosas, se busque el arraigo en el
mundo y precioso n buscando sustentarse desde la señalada
cadena vinculante.
Así, el otro, el deseo, el placer como complementos, serán
signicaciones al servicio del gran signicante mimetizado como
pleno: el amor.
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peor de las compañía, tal ser el precio por un instante ilusorio del
complemento con un otro.
Por ello, hemos armado que la magia pregnante del enamorado
prontamente desaparece y también él, entonces, como realidad
mundana insista e intente reiterar el fulgor de la vida, volverse a
enamorar y repetir la ilusión del nuevo complemento.
La ilusión busque ser nuevamente en ese ser abrumado, y si bien
se apoye en su voluntad, la plástica de la disposición no será la
misma al comprobar el mudar del amor y el mudar del
enamorado, entidades no disponibles ni sujetas a su voluntad y
junto a ello, la desilusión adquiera presencia, pues el amor no será
según deseos de nadie sino más azaroso que nunca y aspecto al
que no se puede manejar. El ser humano no podrá enamorarse a
voluntad, sino simplemente que ocurra cuando otro, advenga
desde un porque si en eventual momento.
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Cap. IV
4.1 Encanto
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Pero, si lo hemos de considerar se trate de una situación que
conlleve un tinte de tensión porque situarse frente a ese sujeto y
vía de conocimiento directa, compita con lo previamente
construido de él en el ciberespacio, donde lo construido mediado
y el ser de esa persona ante el contacto directo, no compatibilicen
entre sí, no concuerden, así, el inicial encanto termine ahí en ese
primer encuentro, donde la voz, pues los gestos, las formas de
decir etc., proveen mensajes y sean decodicados al instante,
buscando ahí en esos detalles la justicación y el fundamento a
decidir por sí o por no, a continuar tal posible relación o en otras
palabras, el sortilegio busque su realización.
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posibilite las relaciones más duraderas si éstas por la mediación,
se hallan más sujetas a lo reexivo que cada internauta ejerce,
aspecto difícil de pensar en jóvenes y adultos cuarentones, sin
embargo, a medida que se comienza a ingresar en la etapa de la
vejez, internet implique un útil ideal para encontrar y mantener
una compañía, una relación, una tangente a la realidad oscura e
inerte y representada en familias con hijos tiranos y dominantes,
determinando de lo que pueden hacer o no sus ancianos padres
desde la condición de viudos.
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también extraviado respecto al canon capitalista, pero tales
formas de enjuiciar como extravíos partan de previas
valoraciones cuyo referente implique lo real del mundo físico,
aunque, desde otro punto de vista y valorativo también, estemos
ante una justicación al funcionalismo que manda adaptarse,
fuente de anquilosamientos general y principio del desencantar.
Mostrando que en todo juicio subyacen formas y signicados de
¡cómo debe entenderse al mundo y a la sociedad!, aunque, según
proyección tecnológica se congure un mundo distinto si en el
futuro virtual, lo tecnológico, se posicione más y más, y aquello
situado fuera de tal proyección, sea enjuiciado como marginal,
enfermo mental, disidente, vago y cuantas cosas más, por el cual
lo real de hoy como su correspondiente criterio de extravío, ya
tengan su carta de defunción.
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Ahora, en las personas que pertenecen a la tercera o cuarta edad,
hallen en Internet una instancia muy distinta de lo que ellas
tropiezan en lo real, pues las capacidades adultas poseen una
vigencia productivas en el mundo de lo concreto y después de
cierta edad, ¡ya se es viejo!, mientras, en lo virtual tal concepto no
exista, las capacidades no son medidas según parámetro de la
productividad sino según su estar activo, pues las relaciones que
implican actividades sociales o habilidad social y culturales, les
permita a las personas de la tercera y cuarta edad a no vivir en la
postergación ni en la exclusión generacional y tener una
presencia positiva en tales áreas, cuyas ausencias suelen afectan
la calidad de vida en aquellos ancianos que no pueden encontrar o
integrarse con sus pares.
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con ese otro?, quizás ¿vivir la ilusión que lo desconocido induce
o aceptar la desilusión que el conocer incita? y aquí el adagio de
“ser la medida de todas las cosas” se halle más vigente que
nunca en la conciencia virtualizada.
4. 2 La instrumentalidad jaqueada
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de la mujer, siempre la hubo de ocultar, entonces, ella como ser
¿dónde existe, como es y donde reside?, y para tal develar, será
necesario suspender sus funcionalidades epocales, y decir ¡basta
ya de maternidades, ni virginidades, ni roles, ni papeles exitosos,
dejemos ya su condición de ser ama de casa, ecaz secretaria o
ejemplar maestra asexuada, basta ya de tales cosas!
Y para ello, aun dejar de lado su día festivo, porque tal celebrar
reproduzca como festejo expresiones de la condición
instrumental, entonces, ir a la pregunta directa y preguntarnos por
aquello que la hace mujer, entonces, mujer ¿qué te hace
mujer?......
Sólo en la unión entre el decir y lo dicho exista lo que la hace
mujer, y sustancial decir romántico interrogando por el ser de esa
desconocida mujer, que supo impactar la mirada de aquel que la
supo mirar, y allí, despierte el inquirir en despliegue poético al
nombrarla como cielo, como vida, como primavera y rosa, porque
se trata de nombrar a quien se desconoce, y la palabra recupere la
inspiración divina cuando se revela en palabra poética e inquiere
y narra, desde la alquimia amorosa de la unidad perdida y jamás
olvidada entre ese decir y lo dicho.
Y eso es lo que hace mujer a toda mujer, ser algo único en cada
una de ellas y que no se comparte con ninguna otra mujer, ninguna
mujer se repita en otra, junto a ese otro y al que tampoco tiene par:
el amor, pues lo irrepetible, lo singular, lo que no se comparte, no
son instrumento de nadie, como son las instrumentalidades de
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todas las madres, de todas las secretarias, de todas las esposas, por
ello lo único en cada una de ellas, es lo que las hace mujer.
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esperado encuentro, del poder abrazar y en especial, por
posicionar nuevamente la palabra de los dioses en el poetizado
“te quiero”.
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Cap. V
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desde allí.
En lo cotidiano, ya estemos atrapados por esa red en lo real y al
conectarnos, se potencie mucho más la inquietud por el seducir,
éste se halle como propósito oculto e íntima experiencia que
sobrevuela la red por la acción del atrapar, pues la seducción en el
fondo es una acción que busca apartar al sujeto seducido del resto
del mundo donde el seductor, aspira a que el seducido quede
centrado en aquel como eje de toda mirada, inquietud y relación,
la seducción será presencia latente en el ciberespacio y contexto
pertinente abierto a todo seductor.
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neologismo del juego, porque todos participen del sobrevuelo
señalado seductor, donde nadie comienza un simple coloquio por
un acto ingenuo comunicativo o mera información, como no se
responden a atentos saludos para quedar bien.
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El proceso del seducir quede reejado en la siguiente
fenomenología, la intensicación de las sesiones del chateo con
ese otro y la modicación de los modos al inicial encuentro, vale
decir, pasar de lo gráco a la voz y de allí a la imagen, el tiempo
entre ambos incrementarse, así, el Nick quede de lado y los
verdaderos nombres van siendo asimilados y familiarizados, si
son casados, separados, divorciados o solteros, todo ello nos
hable de una cadena de condencia que los va a ir desnudando
poco a poco e indicadores del inujo de la mutua atracción
entablada entre ellos.
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¡cómo saberlo!, pues cada uno hace y es hecho según los hábitos
aprendidos en el mundo de lo real y extensible al mundo virtual
pero excluyendo al giro copernicano señalado en capítulos que
nos anteceden.
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5.2 Lo virtual en lo virtual
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inalámbricas y satelitales, por ello tal metavirtualidad jamás se
pierda ante ese paso concreto por acceder a Internet, puesto que ya
es común y cotidiano ver a la gente pendiente de lo que sucede en
su mundo virtual a través de sus celulares en el mundo de lo real,
gente expectante por su virtualidad, entonces, cuando la persona
es jaqueada por el internauta decimos que la metavirtualidad tiene
lugar.
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internauta no implica muerte del individuo real y viceversa,
mientras que una máquina simplemente con responder, pase a ser
real, pero no como máquina sino como usuario, he aquí el mayor
ejemplo de lo virtual con su virtualidad, sin perder lo privativo y
decisivo que la determina como tal, mediación por sobre todo,
llegue a lo real mediándolo también, tal como sucede con todo
celular, pues lo tácito y lo potencial, lo ausente y lo distante, ahí en
simultáneo dicen ¡presente!
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de lo virtual por sobre lo real desde la mediación instalada, pero
no como real instalado sino como virtualidad que media lo virtual
al servicio de ella.
El nuevo referente se hace presente en lo real, el estar conectado, y
el navegar se posiciona en el mundo enlazando hechos
simultáneos, distantes y ajenos, la red se plasma en todo celular y
un rapto sucede a la vista de todos y a plena luz del día frente a los
ojos presentes, es la presencia del internauta y entidad virtual que
rapta al individuo real cuando opera como Nick, ahí, rodeados por
sujetos concretos, él, posiciona lo virtual en lo real invadiendo el
mundo de lo concreto.
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Cap. VI
6.1 Mediaciones
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de todo imaginar y reexionar humano, en invisible operar del
diario acontecer.
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n siempre será n donde Hermes jamás será el mensaje y sí el
mensajero.
Y tales hechos sitúen a esa persona al nivel del mero estar y desde
allí, poco a poco congurar su mundo con actividades pasivas e
indiferentes a la vitalidad de la propia vida, implicantes de
acciones mecánicas y siológicas como dormir, descansar,
comer, trabajar y nada más sustancial.
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Cuando las jerarquías no existen o se han roto y los medios como
los nes extraviarse, el mundo es caos, es desmadre, y si bien cada
internauta no es una tabula rasa sin experiencia del mundo de lo
concreto, puede llegar a perderse y la conciencia engañarse
interactuando por la red como medio para llegar a lo real, como
resabios de algo olvidado tales internautas participen como seres
que emergidos del río de la Lethe, sin disposición por cambio
alguno.
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guie los pasos de toda singularidad, pero cuando mujer y hombre
se enamoran e incluimos a aquellos que pertenecen a los géneros
igualitarios, no lo hacen por el antecedente en su niñez respecto a
lo afectivo, pues el amor es emergencia no sujeta a causalidad
alguna.
Causalidad es lo que rige a los cuerpos físicos y orgánicos con
algo previo y su devenir tal, donde el antes y el después quedan
encadenados, ligados y mundo explicado desde tal encadenar
pero decir emergencia, no signica decir causalidad, sino que algo
emerge sin causa y si existe algo previo, eso no habrá de
determinarlo como efecto, y lo que emerge no será por
determinismo alguno.
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6.2 Complejidades
Por ello, para ilustrar esto del explicar y su estrechez nada mejor
que acudir al ejemplo del beso, pues ¿cómo explicar un beso?, él
se hubo de iniciar mucho antes que el sellar mutuo de los labios y
según las disciplinas cientícas pertinentes, al analizarlo según
sus respectivas miradas lo irán reduciendo más y más, tales
explicaciones acerca del preceder del beso terminen por disecar la
riqueza que envuelve el magma signicativo que precede a todo
beso.
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es emergencia, y a ello agregar el no poder predecir el futuro que
ese beso genera y provoca, puesto que toda explicación causal
ciñe un pasado sin un devenir, el ayer sin futuro deje de lado el
llegar a ser privilegiando la unidad a la que congela y eso es e
implique tal disecar, se anula el mañana y se cosica lo explicado,
en unidades estancadas sin relación alguna con lo contextual, pero
en el fondo, eso contextual aporta el soporte de esa unidad
estudiada, hablar del beso sin lo contextual es hacerlo solo desde
las disciplinas biológica-físicas como es el posar un labio sobre el
otro, o desde la neurociencia con la liberación de endornas o la
psicológica sujeta al pasado etc., ellas en sí mismo no puedan
explicar ni predecir el beso que estalla entre toda mujer y todo
hombre, en su verdadera cabalidad y ni que decir de ese disparo de
todo beso lanzado hacia al futuro.
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El amor, desde la preeminencia de la subjetividad pone en jaque a
todo el andamiaje cientíco posicionado en nuestra modernidad,
por el cual la complejidad se hace presente en Internet y ésta,
estalle ante esa signicación incontrolable del devenir amoroso y
la pasión pertinente emergidos en el ciberespacio.
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Cap VII
7.1 Devaluación
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del mundo objetivo, sólo ser una mera fachada que termine por
ocultar el sentido latente de lo inel en cada internauta.
La paradoja que lo visible no muestra sino que oculta es notable.
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en todos ellos ser clara, mera herramienta al servicio del
encuentro y no obstante, la pregunta necesaria ¿y si no fuera
posible tal encuentro en lo real, sería ilusorio el sentir de ellos?, y
la respuesta ya fue dada en los primeros capítulos del presente
texto, el amor, se ejerce desde el momento mismo que dice
presente, más allá de tiempo y espacio pues el amor simplemente
implica su propio ejercer.
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las presentes líneas, la propia escenografía que implica la red la
aleje de catalogaciones unívocas y menos que menos, un sentido
universal compartido por todos pues como sucede con el resto de
lo real, los propios internautas le otorguen el sentido con el uso
que le dispensan.
Como sucede con un texto, éste puede ser utilizado para enseñar o
ser utilizado por el lector para abstraerse de lo real, y en la medida
en que el ser humano quede preso de su sedentarismo, ni cambie
tales hábitos, quede jo a una determinada espacialidad y no
logre nuevas amistades, el uso que haga de la red consista puerta
de salida ante el inexorable asxiar por tal estilo de vida elegido,
impuesto o simplemente el que pudo construir.
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Hacker puede ser indistintamente un niño travieso o un gran
profesional, pero fundamentalmente, Hacker, designa a un
individuo que logró una sapiencia de Internet porque la hubo de
pensar como realidad sustancial.
7.2 El engaño
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lo maldito.
Una suerte de maldición es la que vamos cargando y a la que
sospechamos tal, al comprender que tenemos alojado en nuestra
interioridad una suerte de genio maligno pero bien distinto del
cartesiano, eso que espera salir, hacer de las suyas y reconocerlo
como íntima presencia de siempre e Internet, propicie tal
aparecer, por el cual la mascarada que lo cubre, pierda sentido en
esa dualidad de lo privado y lo público del relacionarse por la
Web.
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condición maldita se trasluzca, salga a ote, sin necesidades que
sean justicadas desde una realidad a que la detonen como tal.
83
social.
Tal condición se patentice más en el ciberespacio, como de hecho
sucede entre los que comentan notas en los periódicos digitales, la
descalicación, el insulto, la condición de chusma de opinar
sobre todo es algo diario y común, por ello Internet no provoque
sutileza alguna.
El hecho de maldecir, nace de un lugar maldito y la Web, ayude a
plasmarlo.
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perenne genio maligno esperando emerger desde lo privado en lo
público, en lo real y lo virtual y quizás, la mayor maldición de
todas, es el nacimiento y el brotar del amor en donde no debió
nacer y ni brotar.
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Cap. VIII
8.1 Empereia
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En la experiencia de mirar en Internet, lo mirado sólo suceda
desde un mirar condicionado reduciendo la riqueza de lo visto y
limite ese acceso a lo real.
Por lo tanto, si lo único que nos permite tener evidencia que algo
existe viene dado por el ámbito de la experiencia y el medio la
condicione, entonces, la experiencia no será un testimonio cien
por ciento conable y en este punto, una pregunta será necesaria y
a la que todo el mundo cree saber responder, porque ¿que
entendemos por experiencia?
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compilación de sucesos, construcción de habilidades, creación de
conocimientos etc., en el fondo, nace como resultado de la
presencia de alguien que está para vivenciar y mantener o no, sus
certezas, credulidades y del ser de las cosas en lo mundano, así, la
vivencia hace posible todo estar ahí como registro personal e
involucre al nal y al cabo, lo que se quiere consignar con la
palabra experimentar, alguien o algo in situ.
89
alguna respecto a los mundos, sino que reaccione y tal reacción
implique experiencia.
90
habitantes del mundo, la red entonces, sintetice aquello que
siempre ha sido antíteco, lo externo y lo interno como recinto
abierto a las experiencias.
91
Nótese que hemos partido del amor como algo ya hecho, algo que
ha nacido, vale decir, que lo previo del mismo y su instancia
idílica han tenido lugar en el escenario de lo virtual, por lo tanto
nos preguntamos por la pertinencia de llevar a lo real aquello que
ha nacido en lo virtual.+
Tal pregunta pone en la palestra la interrogación por el tergiversar
de Internet y contexto dónde se debe contestar tal pregunta,
porque de ser cierta la tergiversación, la misma incluya la
experiencia de todo internauta.
92
Como seres devenidos y situados desde una antropología de lo
fáctico, la concepción de lo real pivote en el mundo habitado,
conquistado y eje de las relaciones concretas y tal anteceder,
provoque desconanza respecto a las relaciones nacidas en lo
virtual, en especial, por lo limitante de la experiencia afectiva que
tal plano provoca, pues el lugar sin lugar no puede competir contra
esa antropología devenida de un estar y ceñida al área de lo físico
establecida por su larga hominización.
93
94
Cap. IX
95
Lo emergente se hace patente, así, las signicaciones y los
sentidos o la misma condición teleológica del hacer por Internet
serán determinados desde la propia virtualidad ante el uso que el
internauta dispone, así, el uso en denitiva, congura como
determinante lo signicativo tanto en lo real como en lo virtual.
Por ello, determinar a priori el vivenciar y si tal vivencia participe
de una cción o entender al ciberespacio como mera tangente de
evasión personal, impliquen juicios que instalan la sospecha
acerca de la condición articial del suceder y acontecer fuera de
lo físico, juicios que oponen dos tipos de culturas, la de Internet y
la del mundo concreto, internautas e individuos.
96
existente, el o los sentidos ociales del mundo, no alcancen a
otorgarle verdaderamente sentidos conduciéndolo a un horizonte
apático donde reinan los aburrimiento, tedios y desidias, e
indicadores de la vacuidad existencial y presencia de la cosidad en
ese ser y para colmo, potenciado desde el caldo de cultivo del
surgir mediático y su entretener vulgar, mediocre y soez, imperio
del mal gusto donde lo acrítico reina.
97
posicionar el perl mestofélico en todos los órdenes de lo real,
dar para quitar.
98
encarnados como signicantes en todo internauta.
99
Por ello lo virtual es uso signicativo que dispensa a Fausto
recuperar su alma y crítica a lo real, a Mesto, a todo lo que él
representa y simboliza, mercado, sumisión, docilidad, por el cual
Internet implique posibilidad abierta desde el uso que los propios
usuarios le dispensan como tal, la libertad del ensueño por sobre
la esclavitud de los actuales sentidos que Mesto, día a día
posiciona.
Ahora, ¿es por el sentido que otorga la palabra del signicar que
posiciona lo ausente?, ¿o se trata del contenido del amor que
100
hace posible la relevancia de la palabra?, claro, la signicación
no implica relevancia sino que lo relevante se halle en lo que
designa, el amor eleva a la palabra y la palabra, concentre todo su
haz de signicados desde el decir amoroso.
¡Qué mejor y cabal representante de tal lenguaje que la poesía
romántica!, universo abierto a la dimensión interior de la palabra
vuelto signo que pincela y dibuja, alegoriza y escribe su inspirada
realidad trasmitiendo sabores y desazones del mundo habitado
por los amantes, allí, sin prisa, en la noche divagando entre el
titilar que los acecha.
101
copa trisada y aquí, la palabra no dibuje ni pincele sino que sea
armadura utilizada contra aquello que mas anhelaba, vivir su
amor y cuyo naufragio será desilusión en testimonio escrito.
Ahora, ¿quién puede dudar que en todo poeta exista un amante?
102
condicionado al destino amoroso y congurado de antemano ante
el ejercer de la palabra, como sucede con el nacer para la muerte,
he aquí donde nace toda subordinación imposible de eludir,
hombre iniciado en la vida y en tránsito hacia la muerte, la criatura
humana debe experimentar otras determinaciones como la
presencia del amor y su decir desde la palabra, esencia y destino
enlacen a la criatura humana y ésta, para sobrellevar tal carga,
necesite provocar la fantasía volitiva del querer o el deseo por
enamorarse.
103
ciega experiencia o la palabra, como voz enlazando todo decir y lo
dicho.
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palabra, pierda sentido en el decir “te amo” con un amor ya
muerto.
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Cap. X
10.1 Fantasías
107
del ser humano, jamás tiene correspondencia con lo real, por más
que los elementos fantaseados pertenezcan y participen de esa
realidad. La fantasía virtualiza el deseo, lo instala como algo que
se quiere pero al que no puede obtener, sin embargo, el alto vuelo
erótico que toda fantasía implica, arrebate al sujeto de lo real y lo
recluya a la cárcel del deseo con su fantasía a experimentar.
108
estimulen tales internautas, por ello el inujo virtual de sus
ensueños, ellos impliquen el camino para realizarlos en fantasías.
109
dualidad asociada con la condición pública y privada
participando en todo Blog ante el permanecer oculto de las
identidades expresando sus pareceres personales.
110
algo de menor importancia sino que testimonia la diversidad de lo
que somos bajo el imperio de las sensaciones explotadas desde la
imaginación.
111
posibilidad de poder experimentar tal sensación femenina, como
si escuchara una voz privada o saber intuitivo que le expresa que
en su sexualidad, existe un complemento desde la condición
contraria a toda genitalidad, es decir, la femenina en la masculina
y la masculina en la femenina.
112
eje de todas sus sensaciones, de allí que el interrogar por tal
experimentar necesite del a priori de una apertura mental que
permita el plasmar de tal pregunta en oculto y prohibido deseo.
113
cuatro si bien es querida y buscada como mayor apertura a la
penetración, pero no solo por la relación apertura-penetración sea
requerida y deseada, sino también porque es acompañada por una
sensación de predominio y sumisión latente entre los amantes,
por el cual la fantasía no solo va censando sensualidades sino que
va involucrando componentes que enredan aspectos ocultos que
lían dominio-sumisión, colaborando en el despertar de
excitaciones y apetencias posibles, abarcando el gusto por la
posesión del otro expresado en el cabalgar de la mujer sobre el
varón y su penetrar también, mientras que la contraparte pasiva y
receptiva, interpretarse acatamiento, subordinación y sumisión,
ser dominado como amante.
114
reciprocidad, y nacer como posibilidad solo ante el interrogar por
su condición femenina a experimentar en y por todo su cuerpo.
Tales fantasía abre un horizonte distinto en nuestra sexualidad y
no solo en dos personas que se aman o compartan la aventura de la
eroticidad sino que el sexo ya no será "normal" sino que otras
posibilidades se despiertan, por el cual el despertar del otro sexual
en uno, ya sea el varón en la mujer y la mujer en el varón, excedan
toda práctica centrada en la simple genitalidad.
115
116
Cap. XI
11.1 Laberinto
117
acontecer catártico en la nacida conanza del familiar contacto
entre esos internautas, porque el motor de la historia que
sobrevuela el ciberespacio respecto a los vínculos personales son
los carentes, compatibilizando lo que se quiere, con lo aplazado y
desalojar el tener y todo status como característica encandilante
en las relaciones recién entabladas. Una tangente se crea
mixturando necesidad con lo temporal, y conguren el futuro y el
llegar a ser, como objetivo nal de ese hacer respecto a los
vínculos interpersonales gestados en la Web.
118
Lo expresado es el resultado del laberinto que el ciberespacio
implica porque Internet es eso, aunque, no por lo difícil de hallar
una salida sino por lo que contiene y lo que se aloja allí, hablamos
de la presencia de senderos que se entrecruzan y erróneamente
solo tildado de informático, sino del ya señalado espacio
existencial y marco apelado por la persona de carne y hueso, en su
esperanza por superar lo pendiente contraído en su vida y mundo
concreto. El laberinto es un horizonte sin salida y potenciado por
ese inocente creer que todo termina cuando se apaga el
procesador.
119
exitosa de todo laberinto, por ello el peligro que subyace en
considerar con tono existencial el ámbito de la Web, nos lleve a
ese laberinto y de difícil salida.
120
elección implique imposición e intento de fuga a la liviandad
mundana que lo real implica.
121
correlato, la pasión por Internet, se nos vislumbre como un tipo de
vínculo comenzado con un irteo, hasta derivar en cita en el
mundo real, lo dicho son historias comunes que circulan a diario
por la Web, sin embargo, el amor nacido y quedado en el
ciberespacio, de existir tales casos, son los menos conocidos.
Al entablarse una relación con alguien en la Web, las razones
esgrimidas y el sentido nal del encuentro fuera de lo real, no son
aspectos esclarecidos donde se pueda determinar
fehacientemente en ¡qué se va a terminar! pues se trata del inicio
de algo sin saber muy bien que puede acontecer, pero de gestarse
algún tipo de relación difícilmente continúe ese vínculo por la
Web.
122
menos física y parodia platónica de ser mera copia imperfecta y
allí sí, calicar a Internet como algo insustancial.
123
no pueda competir con el ejercer afectivo, amatorio o sexual en el
mismo sentido e intensidad que sí es posible hacerlo en lo real
concreto, y congure el criterio que exige un mundo sujeto a lo
determinado y delimitado a la hora del amor, donde lo virtual, ser
un mero medio que hubo colaborado en tal conocer y relacionar.
Y si por las razones que sean y sin poder tener un contacto fuera de
Internet, lo nacido allí deba quedar ahí, no por ello ser menos
real, pues lo que nace en la interioridad ya sea por lo pendiente, lo
aplazado o lo carente, provoquen su dinámica esperanzadora y el
lugar del no lugar devenga espacio al entrecruzar ilusorio por
llegar a ser con un otro.
La utopía proponga el nuevo encantamiento ¿paralelo,
entrecruzado?, en un mundo viejo y desencantado donde lo
virtual, pergeña su voz, su canto, sea un medio posibilitante a
tales gritos resistentes.
El amor y la pasión por Internet, impliquen el mayor de
ellos………………..
Virtual
Jugar en mi interior
Dialécticamente del que no eras mía
Pero quizás sí
Tal cosa no pareció importarle
A la posesión.
124
Porque si bien
Lejana pernoctas escondida
Desde allí me atrapas
Tantas veces como te pienso
En la simulación del pensar.
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126
Conclusión
Pero, hasta que no se entienda el sustrato del amor, más allá que
Internet lo posibilite, el hombre sufra la instrumentalidad
impuesta que se ha hecho del amor e inserte el cielo y el inerno
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en una misma persona, en una misma pareja, en un mismo beso y
la misma caricia, ante el acecho permanente de la nada jaqueando
al ser y sustrato metafísico posicionado en lo real.
Tal como implica el amor y la pasión por Internet.
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Índice
Introducción
Cap. I.
1.1 Reejos 19
1.2 La metafísica del amor 25
Cap. II.
2,1 Llamas 31
2.2 Un poema 37
Cap. III.
3.1 A la mano 39
3.2 El otro 43
Cap. IV.
4.1 Encanto 49
4. 2 La instrumentalidad jaqueda 54
Cap. V.
5.1 Ni cerca ni lejos 59
5.2 Lo virtual de lo virtual 64
Cap. VI.
6.1 Mediaciones 69
6.2 Complejidades 74
Cap. VII.
7.1 Devaluación 77
7.2 El engaño 81
Cap. VIII.
8.1 Empereia 87
8.2 La experiencia del amor 90
129
Cap. IX.
9.1 Mesto y Fausto 95
9.2 Palabra y amor 100
Cap. X.
10.1 Fantasías 107
10.2 Tiresias o punto g 111
Cap. XI.
11.1 Laberinto 117
11.2 Real, virtual 121
Conclusión 127
Índice 129
130
Se terminó de imprmir en General
Madariaga en la imprenta
Hispanograf, a los 31 días del mes
de Marzo de 2014
131
132