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La actitud del cristiano ante las pruebas

Santiago 1:2-4

I. La reacción del cristiano ante las pruebas. V. 2

Después de comprender nuestra posición ante Jesucristo, que somos esclavos. Debemos entender
que no estamos exentos de las dificultades. Es más, Santiago asegura que vamos a tener
dificultades.

a. Hermanos míos: esta expresión se refiere a los cristianos que están dispersos en todas
partes del imperio romano. Debemos entender que todos pasan problemas, cristianos y
no cristianos. Pero para el cristiano tienen un propósito diferente. Así que lo que va a
explicar es para los cristianos. ¿es usted cristiano? Esto es para usted…
b. Os Halléis: esta expresión denota que es algo inesperado. La prueba es algo que nadie
espera pero que vendrá. El asunto aquí es, con que actitud recibimos la prueba. Nadie está
feliz o gozoso en medio de la prueba y el autor no tiene la intención de convencer a sus
lectores a forzar a tenerla. Mas bien es encontrar gozo al superar las pruebas. Es decir,
cuál será su actitud cuando sepa que es una prueba la que está atravesando: “sé que esto
servirá para perfeccionarme…”
c. Diversas pruebas: la palabra original nos da a entender que estamos rodeados
constantemente de situaciones imprevistas en nuestras vidas. Santiago no sugería nunca a
sus lectores que el cristianismo sería para ellos un camino fácil. Les advierte que se verán
envueltos en lo que la antigua versión Reina-Valera llamaba diversas tentaciones. La
palabra que se traducía por tentaciones es peirasmóis, debemos entender bien esta
palabra para comprender la esencia misma de la vida cristiana.

Peirasmás es una prueba que se hace con un fin, que no es, sino que el que es sometido a la
prueba surja de ella más fuerte y más puro. El verbo correspondiente, peirázein, que la versión
antigua solía traducir por tentar, tiene el mismo sentido. La idea no es la de la seducir al pecado,
sino la de fortalecer y purificar. Por ejemplo: se dice que un ave joven prueba (peirázein) las alas; o
que la Reina de Saba vino a probar (peirázein) la sabiduría de Salomón. Se dice que Dios probó
(peirázein) a Abraham, cuando pareció exigirle el sacrificio de Isaac (Gen. 22:1). Cuando Israel
entró en la Tierra Prometida, Dios no quitó del todo a los que la habían habitado antes. Los dejó
para poner a prueba a Israel "(peirázein) en su lucha contra ellos (jue. 2:22; jue. 3:1 ;4). Las
experiencias de Israel eran pruebas que contribuían a formar al pueblo de Dios (Deu. 4:34; Deu.
7:19).

Aquí tenemos un gran pensamiento alentador. Hort escribe: «El cristiano debe esperar que las
pruebas le metan a empellones en la vida cristiana.» Se nos presentarán todas las experiencias
imaginables. Habrá la prueba del dolor y de las desilusiones que tratarán de quitarnos la fe:
Vendrá también la prueba de las seducciones que tratarán de inducirnos a dejar el buen camino.
Estarán las pruebas de los peligros, los sacrificios, la impopularidad que supone muchas veces el
camino cristiano. Pero nada de eso nos viene para hundirnos,-sino para remontamos. No
pretenden vencernos, sino que las venzamos; ni debilitarnos, sino fortalecernos. La vida cristiana:
es como la de un atleta: cuanto más duro el entrenamiento; -más animado está, porque sabe que
así estará dispuesto para realizar un esfuerzo que le conduzca a la victoria. Como decía Browning,
debemos «acoger con alegría cualquier revés que hace más áspero, el camino suave;» porque si
cuesta es porque vamos cuesta arriba, hacia la cima.

II. La prueba nos perfecciona. V. 3


a. Sabiendo: la palabra que utiliza es tener un conocimiento de que Dios trabajara en
nuestra vida.
b. La prueba: una traducción mas correcta seria la demostración de su fe. Somos probados
con el propósito de que quede demostrada nuestra fe. Santiago describe el proceso de la
prueba con la palabra dokímion. Es una palabra interesante. Es la palabra que se usa para
la moneda de curso legal, genuina y sin aleaciones. La finalidad de la prueba es
purificarnos de toda impureza.
c. Paciencia: la palabra original es upomone o hypomone (constancia o firmeza). Si nos
enfrentamos con la prueba con la actitud debida, producirá en nosotros una constancia (o
firmeza) a toda prueba. La palabra es hypomoné, que la Reina-Valera traduce (siguiendo,
como tantas, a la Vulgata) por paciencia; pero la paciencia es demasiado pasiva.
Hypomoné no es simplemente la actitud de soportar las cosas, sino la habilidad de
transformarlas en grandeza y en gloria. Lo que sorprendía a los paganos en los siglos de la
persecución era que los mártires no morían lúgubremente, ¡sino cantando! Uno sonreía
en las llamas; le preguntaron a qué estaba sonriendo y contestó: «Veía la gloria de Dios, y
me sentía feliz.» Hypomoné es la cualidad que hace capaz a una persona, no sólo de sufrir
la adversidad, sino de conquistarla y vencerla: El resultado de la prueba soportada con la
debida actitud es la fuerza para soportar aún más y conquistar en batallas todavía más
duras.

III. El fruto de la constancia: v. 4

La palabra constancia tiene dos acepciones. Sin embargo, su principal significado se refiere al valor
y la cualidad que poseen algunas personas en cuanto a ser perseverantes y determinados ante un
propósito o decisión. Por tanto, se considera que una persona es constante cuando es responsable
y trabaja arduamente en lograr sus metas.

Esta constancia a toda prueba consigue hacer a una persona tres cosas.

a. La hace perfecta. En griego es téleios, y tiene generalmente el sentido de perfección para


un fin determinado. Un animal para el sacrificio era téleios si era idóneo para ofrecerlo a
Dios. Un estudiante era téleios si estaba formado. Una persona era téleios si había llegado
a su pleno desarrollo. Esta constancia que nace de la prueba debidamente aceptada hace
a una persona téleios en el sentido de hacerla idónea y capaz para realizar la tarea para la
que vino al mundo. Aquí tenemos una gran idea. Por la forma en que nos enfrentamos con
las experiencias de la vida, nos estamos capacitando o incapacitando para la labor que
Dios quiere que realicemos.
b. La hace completa. Es griego, holókléros, que quiere decir íntegra y perfecta en todas sus
partes. Se usa del animal que es idóneo para ofrecérselo a Dios en sacrificio, y del
sacerdote que es apto para el ministerio. Quiere decir que el animal o la persona no tiene
ningún defecto que le desfigure o descalifique. Gradualmente, esta constancia a toda
prueba desplaza las debilidades ,y las imperfecciones del carácter de una persona; la
capacita diariamente a conquistar antiguos pecados, a desembarazarse de viejas
vergüenzas y a obtener nuevas virtudes; hasta que al fin llega a ser perfectamente idónea
para el servicio de Dios y de la humanidad.

c. Hace que sea en nada insuficiente. En griego, leípesthai, que se usa de la derrota de un
ejército, de la rendición en una contienda, del fracaso en alcanzar el nivel que se
establece. Si una personase enfrenta con la prueba con la debida actitud, si desarrolla de
día en día esta constancia a toda prueba, vivirá de día en día más victoriosamente y llegará
más cerca del nivel del mismo Jesucristo.

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