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El Qi gong o chi kung es una milenaria técnica gimnástica de origen chino.

Con más de 4000


años de antigüedad, se sigue practicando con muy pocas variaciones a pesar de sus numerosos
estilos en China, Europa, America y también en oriente medio.
Qi Gong significa “la maestría en el manejo de la energía”, ya que desde los postulados de la
Medicina Tradicional China existe una energía que recorre por lugares bien definidos llamados
“meridianos” (en donde se aplica la acupuntura y la digitopresión), que nutren al cuerpo y dan
sustento a las funciones corporales.
Esta disciplina psicofísica que busca armonizar la energía que circula por nuestro cuerpo, a la vez
que tratar de ensamblar al mismo ya armonizado con el entorno que nos circunda.
Se logra con ejercicios específicos y respiraciones suaves. Sus principios son sencillos como:
regulación de la respiración, que tiende a manifestarse suave, fluida, rítmica, profunda y
silenciosa; y relajación del cuerpo con adopción de posturas cómodas, para conocer y memorizar
los movimientos.
Esta gimnasia incluye diferentes movimientos realizados lentamente sin esfuerzos musculares, ni
aceleraciones del corazón o la respiración. Al contrario, la respiración se disminuye. Dichos
ejercicios y movimientos de baja intensidad aeróbica pueden realizarse en diferentes posiciones
(sentado, de pie, recostado) actuando así sobre las posibilidades de elongación muscular y
relajación psico/física. A su vez, realza el manejo de los movimientos respiratorios y las técnicas
de concentración y equilibrio. Una de las técnicas más conocidas es el dominio y control de la
respiración abdominal, con la que se logra en el ámbito mental la relajación y, en el ámbito
espiritual, la meditación.

Se escribe “Qi Gong” y se pronuncia “chi kung”. Es una técnica gimnástica auxiliar de la medicina
tradicional china y se estima que tiene más de 4.000 años. De este “arte madre” se
desprendieron diversas escuelas como el Kung Fu y el Tai Chi Chuan. “La adherencia a este
tipo de ejercicio es cada vez mayor”, explicó a Clarín.com el doctor Roberto Peidro, cardiólogo y
jefe del Centro de Vida de la Fundación Favaloro donde se dicta este método. Y aclaró: “existen
muchos estilos diferentes, pero en 1996 el Ministerio de Salud de la República Popular China
emitió una reglamentación en dónde se autorizan y reconocen oficialmente once escuelas de esta
disciplina ancestral”.

Entre las evidencias históricas figuran las que indican que durante el tiempo de la Dinastía YAO
(2357-2261 a.c) las personas utilizaban una danza para fortalecer el cuerpo y regular la
respiración, la circulación de la energía (QI) y la sangre para curar sus enfermedades.

explicó el Licenciado Roberto Tchechenistky, organizador y supervisor responsable de esta


actividad en el Centro. Esto se logra, agregó, con ejercicios tanto físicos como respiratorios que
han sido desarrollados por la cultura ancestral china, en combinación con la introducción de la
cultura budista en esa sociedad. La práctica de esta disciplina, explicó por su parte el doctor
Peidro, se basa en principios sencillos como: “regulación de la respiración, que tiende a
manifestarse suave, fluida, rítmica, profunda y silenciosa; y relajación del cuerpo con adopción
de posturas cómodas, para conocer y memorizar los movimientos”.

Esta gimnasia incluye diferentes movimientos realizados en "cámara lenta", sin esfuerzos
musculares, ni aceleraciones del corazón o la respiración. Al contrario, la respiración se
disminuye. “Consiste en una serie de ejercicios y movimientos de baja intensidad aeróbica que
pueden realizarse en diferentes posiciones (sentado, de pie, recostado) que actúa sobre las
posibilidades de elongación muscular y relajación psico/física. A su vez, realza el manejo de los
movimientos respiratorios y las técnicas de concentración y equilibrio” explicó el doctor Peidro.
Una de las técnicas más conocidas es el dominio y control de la respiración abdominal, con
la que se logra en el ámbito mental la relajación y, en el ámbito espiritual, la meditación.

Sus logros más importantes se encuentran en la normalización individual de las funciones


metabólicas, destacó el licenciado Tchechenistky, “a la vez que logra un importante
aprovechamiento del oxígeno que respiramos, utilizando el mismo como “detergente” que
produce limpieza en todos los órganos nobles y la posibilidad de encarar la longevidad con
calidad de vida como objetivo principal”. En el Centro, agregó, “destacamos especialmente la
orientación hacia lo cardiorespiratorio, pero al hacerlo también, colateralmente, se cumplen los
otros objetivos paralelos”. Las personas que se acercan a esta disciplina en la Fundación, explicó
el especialista, “son mayormente de 45 años o más, algunos con problemas cardiovasculares de
vieja o reciente data, y buscan como objetivo primordial aminorar el estrés que la vida en una
gran metrópolis produce inevitablemente, y eso se logra a través de estos movimientos lentos
pero profundos en donde la respiración juega un papel preponderante”.

Diferentes investigaciones, recalcó el doctor Peidro, “han demostrado beneficios en el


tratamiento de la hipertensión arterial, posiblemente a través de la disminución de los estímulos
simpáticos del sistema nervioso autónomo y de las catecolaminas circulantes (adrenalina y
noradrenalina)”. A través de este mecanismo se explican los resultados obtenidos en pacientes
con insuficiencia cardiaca estable. Además, “es posible observar reducciones en la frecuencia
cardiaca de reposo, lo que puede contribuir en el tratamiento y rehabilitación de patologías
coronarias crónicas; y en personas de mayor edad se han observado mejorías en la
elasticidad, equilibrio y biomecánica. Incluso, el dolor generado en procesos degenarativos como
la artrosis, puede ser combatido a través de la práctica de estos ejercicios” explicó el especialista.

El Qi Gong puede realizarse por personas de diferentes edades y condiciones físicas. Si bien debe
ser prescripto por médicos en pacientes con enfermedades de diferente etiología, aclaró el doctor
Peidro, por lo general no conlleva riesgos importantes por tratarse de un ejercicio de intensidad
leve. De hecho, está aconsejado como ejercicio complementario en los programas de
rehabilitación ya que colabora en la relajación muscular y mental, favoreciendo el tratamiento de
factores de riesgo psicológicos para enfermedades cardiovasculares. Y han sido descriptos
beneficios en niños y adolescentes. En la Fundación Favaloro, explicó el jefe del Centro de
Vida, “se han incorporado muchos pacientes y los resultados que estamos viendo son
alentadores. Y los programas de tratamiento del estrés mental que se desarrollan en la
Fundación tienen también en esta disciplina un interesante aliado”. Uno de los puntos
importantes es la mejoría en la calidad de vida observada en varias series de participantes.

Esta disciplina psicofísica ha evolucionado por varios miles de años de investigación en China y
ahora está adquiriendo renombre por todo el mundo. Asiduamente el Centro de Vida de la
Fundación Favaloro invita a clases abiertas y gratuitas de Qi Gong; donde se brinda una
demostración y se explica en profundidad sobre qué trata esta disciplina. Para consultar se puede
llamar al 4378-1289 o acercarse personalmente a Sáenz Peña 265. “La intención es
proporcionarles las herramientas durante el par de horas que concurren semanalmente, para que
luego desarrollen en su vida habitual las prácticas que los ayuden a conseguir los distintos
objetivos, cuyos primeros resultados se pueden observar a pocos meses de comenzada la
actividad” concluyó el licenciado Tchechenistky.

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