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Modelos rurales de organización empresarial: la Empresa y el

Consorcio Rural Sustentables, el caso de DyCTROSA

Mario Fernández-Sánchez y Mauricio Márquez Murrieta


Programa de Diversificación Productiva
Universidad Veracruzana.

Índice

Modelos rurales de organización empresarial: la Empresa y el Consorcio Rural Sustentables, el caso de


DyCTROSA ...................................................................................................................................................... 1

Introducción ................................................................................................................................................... 2

La organización empresarial .......................................................................................................................... 3

Empresa Integradora como Consorcio Rural Sustentable.............................................................................. 5

La Diversificadora Agroindustrial y Comercializadora del Trópico, S.A. de C.V., DyCTROSA. ........................ 9

Conclusiones ................................................................................................................................................11

Referencias Bibliográficas ............................................................................................................................13


Introducción

El autor brasileño Polan Lacki se distingue por la visión crítica con que analiza la
educación y sus efectos en la creación de riqueza en el campo.

Este pensador, de manera conjunta con Luis Marcerano (Lacki y Marcenaro, 2003),
afirma que en la actividad agropecuaria existen dos fases o etapas:

 La etapa pobre, ubicada en la producción primaria, desde el cultivo de la tierra y


la crianza de los animales, hasta la entrega del producto sin modificar a un
comprador, que muchas veces es el inicio de una larga cadena de intermediación;
y,

 La etapa rica, ubicada precisamente en el transporte, la transformación y la


comercialización de los productos del campo. Es en esta etapa que se encuentra
la mayor proporción del valor agregado, generado por una serie de atributos que
se añaden al producto, que van desde la simple utilidad de lugar (acercar el
producto físicamente al consumidor) hasta las formas complejas de
transformación, que pueden ser de una enorme variedad.

No se necesita ser sabio para darse cuenta de que la mayor parte de los productores
agrícolas y pecuarios de nuestro país se encuentran ubicados en el lado pobre de la
actividad; cultivan la tierra y levantan la cosecha, crían su ganado y lo ordeñan,
entregando sus productos en su localidad, forzados a aceptar el precio ofrecido por el
comprador directo, por lo regular un intermediario que revende con sustanciales
ganancias.

Pero esto no es ninguna novedad para nadie. La pregunta es: ¿Cómo pasarse al lado
rico de la actividad agropecuaria? Porque, ¡qué difícil es, trabajando en el lado pobre,
ganarle unos centavos más al producto mientras se pueden ganar pesos eliminando un
sólo eslabón en la larga cadena que hay entre el productor directo y la mesa del
consumidor!
La respuesta también parece saltar a la vista: la organización. Pero no cualquier
organización, sino una estructura especial de organización: la organización para
generar valor agregado, la organización empresarial.

La organización empresarial

Cuando hablamos de organización empresarial, por una parte nos referimos a una
figura legal prevista en la ley mexicana que regula las actividades mercantiles y que
puede ir desde la Sociedad Anónima o la Sociedad de Producción Rural, hasta la
Sociedad de Solidaridad Social o la Empresa Cooperativa.

Pero en concreto nos referimos a que el productor independiente, cuando es pequeño o


mediano, tiene la necesidad de sumar sus esfuerzos con otros para reducir sus costos
indirectos de producción y así estar en posibilidades de acceder a otros eslabones de la
cadena de intermediación.

¿Qué queremos decirles con esto?: Si un productor decide saltarse el primer eslabón y
en lugar de entregar frente a su predio o en su comunidad, decide llevar su producto a
un centro de acopio, seguramente obtendrá un mejor precio, pero también incurrirá en
costos adicionales de flete y traslado que afectarán negativamente sus ganancias,
desincentivándolo.

Entonces, ¿Por qué es negocio para el intermediario? La respuesta es el volumen: el


intermediario suma lo de varios productores y así sus costos de transporte son menores
que los beneficios, debido a lo que suele llamarse “economías de escala” y “utilidad de
lugar”, que son dos de las formas más elementales de “valor agregado”. De la misma
manera, uniéndose varios productores pueden negociar mejor la venta, garantizar la
calidad y la trazabilidad1 del producto, reducir costos por unidad de producto y recibir un

1
“Se entiende como trazabilidad aquellos procedimientos preestablecidos y autosuficientes que
permiten conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a lo largo
precio que compense el gasto adicional, dejando a cada uno al menos un poco más de
lo que obtendrían de la venta a través de intermediarios.

Éste es sólo uno de los muchos eslabones que pueden escalarse en la producción y
comercialización agropecuaria, tanto hacia adelante, hacia el mercado, como hacia
atrás, en el proceso productivo, de tal forma que cualquier ayuda que obtenga el
productor para simplificar el acceso a insumos, mercados, información, tecnología,
buenas prácticas, etcétera, tendrá un impacto directo en el monto del valor total que
retiene en sus manos.

Sin embargo, no se necesita el mismo nivel de asociación en todos los eslabones de las
cadenas productivas ni en todas las actividades agropecuarias. Existen diversas
escalas de asociación que van desde la Empresa Cooperativa o Sociedad de
Producción Rural –para cuando se presenta un número pequeño de socios individuales
– hasta la Sociedad de Solidaridad Social para aquellos casos en los que más de 15
socios se unen.

Éstas son útiles para cuando se requiere asociar pequeños productores en actividades
de poca complejidad y escala, como se mencionó antes, pero son insuficientes para
empresas que requieren de mayor capital y sofisticación. ¿Cuál sería, entonces, la
figura y la estrategia para asociar a un número mayor de medianos y pequeños
productores?

En México existe, desde fechas recientes, una figura jurídica muy noble para asociar a
empresas pequeñas y medianas que se conoce como Empresa Integradora.

Se trata de una forma de organización empresarial promovida desde hace algunos años
por la Secretaría de Economía y que tiene por

objeto social prestar servicios especializados a sus socios, ya sean éstos personas físicas o
morales o de escala micro, pequeña y mediana (…) Su organización formal constituye una
plataforma para el desarrollo y modernización de los empresarios. A través La Empresa Integradora
la Secretaría de Economía busca: 1) dotar de mayor poder de negociación a las micro, pequeñas y

de la cadena de suministros en un momento dado, a través de unas herramientas determinadas.”


Wikipedia, consultado el 7 de Junio de 2010, http://es.wikipedia.org/wiki/Trazabilidad
medianas empresas en los mercados de proveeduría, comercialización, financieros y tecnológicos,
entre otros; 2) consolidar su presencia en el mercado interno e incrementar su participación en el
de exportación; 3) fomentar la especialización de las empresas asociadas en productos y procesos
que cuenten con ventajas comparativas (Secretaría de economía, 2009).

Empresa Integradora como Consorcio Rural Sustentable.

Uno de los objetivos del proyecto DIPROCAFE, antecedente del Programa de


Diversificación Productiva de la Universidad Veracruzana (DIPRO UV), fue el de
promover la formación de una cultura empresarial en los productores a través de la
formación de empresas integradoras. Lo que obligaba a definir exactamente qué se
entendía por “cultura empresarial”: ¿se trata de la “cultura” que posee un empresario? Y
sí así era, entonces, ¿qué se entendía por empresario?

Si nos guiamos por la definición de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra


empresario se refiere al “titular, propietario o directivo de una industria, negocio o
empresa”2. Y, a su vez, una empresa es una “unidad de organización dedicada a
actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos”3.

De acuerdo con lo anterior, parecería entonces que el objetivo mencionado más arriba
pasaba por fomentar la transformación de los productores agrícolas en agentes
orientados al lucro. Más allá de lo deseable o posible de tal objetivo, en este caso nos
enfrentábamos al incómodo dilema de por qué un proyecto de la Universidad habría de
destinar esfuerzos para fomentar agentes con fines de lucro en el campo veracruzano,
así como a la pregunta sobre la idoneidad de dicho propósito.

Para no perdernos en cavilaciones, adelantemos que no era este el principal fin del
proyecto, sino el de contribuir a cumplir con el compromiso y responsabilidad sociales
que la Universidad Veracruzana, en su carácter de institución pública de educación

2
Diccionario de la Real Academia Española, consultado el 7 de Junio de 2010.
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=consorcio
3
Diccionario de la Real Academia Española, consultado el 7 de Junio de 2010.
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=consorcio
superior, tiene con la sustentabilidad y el desarrollo humano de las poblaciones
asentadas a lo largo y ancho de la geografía veracruzana, particularmente con aquellas
que se encuentran en condiciones de mayor marginalidad. Es decir, de lo que se
trataba era de probar fórmulas que permitieran un equilibrio y un desarrollo sustentable
entre los pequeños productores veracruzanos, en este caso los pequeños productores
marginales de café.

De esta manera, en DIPRO UV (entonces DIPROCAFE) nos enfrentamos con la


necesidad de definir las nociones de empresa y de “cultura empresarial” de acuerdo con
las cueles guiar los esfuerzos encaminados a la formación de empresas rurales
asociadas a una sóla empresa integradora. Aunado a lo cual, estaba la cuestión sobre
cómo lograr que un conjunto de organizaciones rurales conformadas por pequeños
productores agrícolas con poca o nula experiencia en organización empresarial, se
constituyeran en asociaciones con miembros dotados de una mentalidad
emprendedora.

Dichas nociones debían no sólo cumplir con el objetivo mencionado de fomentar una
cultura empresarial y ser acordes con el compromiso y la responsabilidad sociales de la
U.V., sino además tenían que ser operativas para orientar los objetivos y estrategias
tanto de la Empresa Integradora, como de las Sociedades de Solidaridad Social y
Producción Rural que la conforman; las cuales a su vez habrían de constituirse en
medios a través de los cuales los productores incrementaran su bienestar.

Con tales fines, DIPRO UV elaboró las nociones de Empresa y Consorcio4 Rural
Sustentable5 (ERS y CRS, respectivamente). Entendiendo por la primera una
organización empresarial de productores rurales con el objetivo fundamental de elevar
la calidad de vida y satisfacer las necesidades sociales básicas de sus integrantes y sus

4
De acuerdo con el Diccionario Manual de la Lengua Española, un consorcio es una asociación de personas o
empresas con intereses comunes para participar conjuntamente en un proyecto o negocio importante. (Diccionario
Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L. En: The free trade dictionary, 2010, Farlex,
consultado 7 de junio de 2010. http://es.thefreedictionary.com/consorcio ).
5
Inspirados en Víctor Manuel Toledo (2006) con sustentable nos referimos aquí a la capacidad de una organización
de perdurar asumiendo el control de los procesos que la afectan y apropiarse de las iniciativas que la involucran.
Así mismo, la noción de Empresa Rural Sustentable acuñada por nosotros se inspira en el concepto de organización
socialmente inteligente con responsabilidad social de Leonardo Schvarstein (2003)
comunidades, a través de la diversificación productiva, la creación de redes de valor y la
mejoría de la calidad de sus productos, de tal forma que sea capaz de mejorar los
términos de intercambio de éstos y de integrarse exitosamente al mercado, cuidando la
conservación de su entorno bio-cultural.

En tanto que con Consorcio Rural Sustentable se entiende una empresa integrada por
ERS’s que funciona como vínculo empresarial entre éstas y los mercados de consumo,
de tecnología y financieros. Para lo cual integra, coordina y gestiona los esfuerzos
productivos y comerciales de sus ERS asociadas, brindándoles información oportuna
de la demanda, promocionando sus productos; facilitando el acceso a mejores y
mayores mercados; reduciendo costos de producción, transacción y operación;
promoviendo la innovación productiva y comercial; y, buscando elevar su procesos de
calidad y eficiencia a fin de mejorar los precios y la competitividad de los productos de
sus socios.

En lo que a la ERS se refiere, la noción acuñada busca cumplir con cuatro aspectos
esenciales:

1. Define a la empresa no como una entidad con el fin último de obtener un lucro
para sus miembros (con lo que obviamente no está reñida), sino como un
organismo orientado primordialmente a la satisfacción de las necesidades
sociales y humanas fundamentales y a la elevación de la calidad de vida de sus
miembros y sus comunidades;

2. Se inclina por la diversificación productiva, la organización autogestiva (lo que en


la literatura de habla inglesa se conoce como local empowerment), el auto-
abastecimiento alimentario, la creación de redes de valor, la innovación técnico-
productiva y la integración eficaz al mercado como estrategias fundamentales
para lograr el Desarrollo Sostenible.

3. Identifica las características de organización internas de una asociación


productiva económicamente viable y socialmente solidaria como lo son: 1) su
misión y su visión de futuro; 2) sus principios y bases constitutivos, estatutos y
reglamento interno; y, 3) sus formas de gobierno y gestión, tales como, a) la
dirección y administración de su organización; b) las formas de cooperación y
comunicación; c) y, los mecanismos para la toma de decisiones, la resolución de
conflictos, y la distribución y división del trabajo y los beneficios.

4. Considera fundamental la adquisición y el desarrollo de las competencias que


sus integrantes deben desarrollar para conformarla, hacerla funcionar y cumplir
con los roles y las funciones que demanda una organización socialmente
inteligente con responsabilidad social Es decir, una organización que “tiene las
capacidades y los recursos necesarios para que sus integrantes puedan
satisfacer sus propias necesidades sociales y las de los miembros de su
comunidad en el marco de las relaciones prescriptas por la función social de sus
respectivos roles” (Schvarstein,2003:73).

Con todo esto, el objetivo era detonar cambios cualitativos y cuantitativos en los
productores rurales y estimular un desarrollo comunitario sostenible y a escala humana,
entendiendo por éste tanto “aquel mecanismo de carácter endógeno por medio del cual
una comunidad toma (o recupera) el control de los procesos que la determinan y
afectan (…) [promoviendo su] capacidad autogestiva” (Toledo, 2006:2); así como uno
que relaciona las “(…) necesidades [humanas], no solamente con los bienes y servicios
que presuntamente las satisfacen, sino (…) además con prácticas sociales, tipos de
organización, modelos políticos y valores que repercuten sobre la forma en que se
expresan las necesidades”; (Max-Neef, 1993).

Ello implica inculcar en los productores la confianza en su propio potencial,


capacidades, fortalezas y recursos para satisfacer mejor sus necesidades humanas,
elevar su nivel y calidad de vida, y dirigir sus aspiraciones de acuerdo con una visión de
futuro propia proyectada y compartida. Además de generar procesos que involucren
cambios proactivos en la gente, orientados hacia la apropiación por parte de ésta de las
iniciativas y proyectos que asume y emprende. Es decir,“se basan en la posibilidad [de
los productores] de reconocer el producto de [sus] actos como propio, e incluye el
control [por su parte] del proceso y de los efectos de tales actos”
(Schvarstein,2003:177), constituyéndose en organizaciones sujeto, “ [capaces] de
ejercer plenamente sus elecciones frente a las cuestiones por las cuales se siente[n]
responsable [s] y a las que le[s] son exigibles (…), [capaces también] de establecer sus
propias coherencias internas y de organizar sus interacciones con el contexto en
función de la preservación de las mismas. [Ejerciendo con ello,] una transversalidad
generada por su capacidad para justificar sus decisiones y sus acciones haciendo
referencia a sí mismas (…). Hace falta una organización sujeto para proponerse la
satisfacción simultánea de las racionalidades económica y social, para promover al
mismo tiempo el desarrollo individual y el bien común. (…) [E]llo sólo es posible en
presencia de una firme voluntad política para lograrlo, voluntad que (…) refiere al
gobierno de la organización” (Schvarstein,2003:50-51).

Como dicen Polan Lacki y Luis Marcenaro (2003), “La solución más realista para los
problemas de la agricultura latinoamericana es la eficiencia tecnológica y gerencial de
los agricultores y la fortaleza organizativo-empresarial de sus comunidades”.

A lo que habría que añadir, que junto a la “eficiencia tecnológica y gerencial” y a la


fortaleza organizativo-empresarial”, debe brindarse el acompañamiento, la asesoría y el
apoyo financiero adecuado que permitan a las organizaciones de productores que
arrancan en este proceso, superar las dificultades y obstáculos enfrentados por toda
empresa que despega y adquirir el aprendizaje necesario para lograr su sostenibilidad a
largo plazo.

Es precisamente esto lo que la Universidad Veracruzana, a través de DIPRO UV,


persiguió con DyCTRO y sus SSS asociadas, al incubarlas bajo las nociones de
Consorcio y Empresa Rurales Sustentables, respectivamente.

La Diversificadora Agroindustrial y Comercializadora del


Trópico, S.A. de C.V., DyCTROSA.

En Abril de 2006, la Universidad Veracruzana firmó un convenio de colaboración con la


Organización Internacional del Café (OIC) y el Common Fund for Commodities (CFC)
de las Naciones Unidas, como entidad financiera.
El objetivo del Convenio fue el desarrollo de un proyecto piloto de diversificación en
aquellas regiones cafetaleras que debido a su baja altitud se encontraran fuera del área
de calidad y como consecuencia estuvieran excluidas de la denominación de origen
“café Veracruz”. Además de su mala calidad, los cafetales de esta región, tienen
problemas de plagas, enfermedades y bajos rendimientos por estar fuera de la altitud
recomendable para la vida del cafeto.

Se trabajó inicialmente en dos municipios, uno indígena, Zozocolco de Hidalgo, y otro


mestizo, Atzalan, agregándose en el último año productores de Misantla, Juchique de
Ferrer y Yecuatla. Para esto 4,000 productores fueron invitados a participar en el
proyecto, constituyéndose al final 59 empresas (SSS o SPR) con aproximadamente
1,500 socios. Al día de hoy, 36 de estas empresas están ya integradas a DYCTRO, SA
de CV.

DYCTRO desde un principio se constituyó como Empresa Integradora, cumpliendo con


todos los requisitos exigidos por la Secretaría de Economía, uno de los cuales era
precisamente el de que, por estar en el rubro agropecuario, debía recabarse un Visto
Bueno de FIRA. (Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agricultura).

El personal del área negocios de DIPRO UV redactó un plan de negocios en un folio de


más de 80 cuartillas en el que se demuestra a FIRA y SECONOMIA la viabilidad del
proyecto de factibilidad económico-financiera, que sustenta la pretensión de agruparse
en una empresa integradora.

Con fin de simplificar los trámites, en un principio la empresa se creó con sólo cinco
socios. Un vez constituida y funcionando, se agregaron 31 empresas más y en fechas
próximas se agregarán las otras 23 organizadas..

Los objetivos que se consignaron en el plan de negocios para iniciar este proceso de
integración fueron:

 Contar con la organización empresarial necesaria para ofrecer un frente


aceptable que pueda atender la demanda de sus productos.
 Dar mayor valor agregado al la misma hoja de Guayaba en una primera
etapa y a la canela, pimienta y café en los próximos ciclos agrícolas.
 Contar con una estructura organizacional eficiente para asumir y aplicar
mejoras e innovar sus productos a través de la Universidad Veracruzana,
como promotora e incubadora de esta empresa.
 Aprovechar los recursos de la zona económica en la que se encuentran sus
socios, los municipios de Zozocolco y Atzalan en una primera etapa y los
municipios aledaños en el mediano plazo.
 Diversificar la producción de los socios mediante el aprovechamiento de
otros cultivos existentes en la región o de productos y subproductos de los
actuales.
 Integrar comercialmente a los socios a través del procesamiento y venta,
con valor agregado, de los productos generados por las empresas
integradas, tales como hoja de guayaba, canela, pimienta y café.
 Fortalecer la organización empresarial de los asociados generando los
volúmenes aptos para su comercialización.

Las actividades operadas en forma conjunta por los asociados de DYCTRO se


incrementa día con día. A la fecha, se están instalando varias plantas de proceso a
partir de financiamientos de SAGARPA y SECONOMIA, pero en 2008 y 2009 se
realizaron actividades de negocios, entre las que se puede mencionar: acopio,
beneficiado y comercialización de pimienta, comercialización de palma camedor, el
establecimiento de plantaciones de Chile Chiltepin, de plantaciones de Heliconias, de
plantaciones de maracuyá, de viveros de anturio, café tostado, acopio, beneficio y
comercialización de Hoja de Guayaba y de pimienta dioica, entre otras.

Conclusiones

Lo que hemos deseado compartir aquí, con la presentación del caso de la organización
empresarial de la empresa DYCTRO, SA de CV y de las nociones de Empresa y
Consorcio Rural Sustentables, es que existen figuras y nociones que potencian aún
más la posibilidad de eficientar y promover la organización empresarial para pequeños
productores, para aquellos que han estado siempre del lado pobre de los negocios.

Es necesario defender que la conformación de este tipo de figuras y nociones de


organización empresarial, con un acompañamiento metodológico y sistemático por
parte de un organismo de educación superior como la Universidad Veracruzana, no
sólo consigue mejoras sustanciales en la organización empresarial de los productores
agrícolas, sino que podría constituirse en una fórmula detonadora de nodos de riqueza
en el trópico de Veracruz.
Referencias Bibliográficas

DIPROCAFE
s/p Plan de negocios de DyCTRO, S.A. de C.V. Documento interno
DIPROCAFE, Universidad Veracruzana.

Fernández Sánchez, Mario et al.


2009 Un Consorcio Rural Sustentable. Dyctro, Diversificadora Agroindustrial y
Comercializadora del Trópico SA de CV. Xalapa, Universidad
Veracruzana.

Lacki, Polan y Luis Marcenaro


2003 “Una nueva capacitación para el desarrollo rural. ¿Gastar en actividades o
invertir en resultados?¿Problematizar las soluciones o solucionar los
problemas”. En: SD.Dimensions, Departamento de Desarrollo Sostenible
de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), consultado el 1 de Junio de 2010,
http://www.fao.org/sd/2003/KN0101a_es.htm .

Lacki, Polan
2010 El libro de los pobres rurales. Desarrollo agropecuario: de la dependencia
al protagonismo del agricultor. Consultado en Internet 1 de junio 2010,
http://www.polanlacki.com.br/agroesp/ .

Max-Neef, Manfred et al.


1993 Desarrollo a escala humana. Conceptos aplicaciones y algunas
reflexiones. Barcelona, Icaria-Antrazyt, Col. Economía solidaria 66.

SECRETARIA DE ECONOMÍA
2009 Empresas integradoras. En: página de la Secretaría de Economía, última
modificación 17 de septiembre de 2009, consultado el 3 de Junio de 2010,
http://www.economia.gob.mx/swb/es/economia/p_info_empresas_integrad
oras .

Schvarstein, Leonardo
2003 La inteligencia social de las organizaciones. Desarrollando las
competencias necesarias para el ejercicio efectivo de la responsabilidad
social. Buenos Aires, Paidós, Col. Tramas Sociales.

Toledo, Víctor Manuel


2006 “El desarrollo comunitario sustentable”. En: La Jornada, 31/01/1996: 1-3.

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